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Alzheimer en La Familia 1 Como Enfrentarse A La Enfermedad de Alzheimer
Alzheimer en La Familia 1 Como Enfrentarse A La Enfermedad de Alzheimer
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• Enfermedad de Alzheimer
• Enfermedad de Pick
• Enfermedad de Parkinson
Diagnóstico de las demencias
Estos trastornos se hacen cada vez más graves, de forma que se van borrando de
la memoria, la biografía y la propia identidad de la persona. En las fases finales las
capacidades mentales están muy reducidas, manteniéndose los afectos y los
sentimientos. Hay que diferenciar entre aquellos síntomas que son propios de la edad
y aquellos que indican la presencia de una enfermedad.
• Los olvidos son más frecuentes de lo que sería normal para su edad, presentan
dificultad para recordar, olvidan algunas cosas como dónde dejaron algún
objeto, fechas de cumpleaños, etc. En esta fase la persona todavía es consciente
de sus olvidos y suele angustiarse por ello.
• Pérdida de la concentración e interés por hacer cosas, salir, pasear, hacer vida
social.
• Confusión en la utilización del lenguaje, aparecen defectos en la articulación de
las palabras y tienen una ligera reducción del vocabulario, surge dificultad para
componer frases coherentes.
• Tienen dificultad para identificar la fecha y el día en el que se encuentran,
pierden la orientación temporo-espacial, no saben cómo llegar a casa y les
asusta salir porque temen perderse.
• Cambios de humor, tendencia a la depresión.
• Puede aparecer "Gnosia" se podría definir más claramente como el “saber
reconocer” por ejemplo: colores, diferenciar entre duro y blando, suave o
áspero, reconocimiento de colores, ruidos.
• En otros casos la persona afectada se hace más introvertida e insegura, piensa
que le roban, no quiere reconocer su falta de memoria, se siente infravalorada.
Fase Moderada
Al principio se puede llevar una vida bastante normal incluso en etapas más
avanzadas si el enfermo logra mantener cierto grado de autonomía y conserva las
habilidades necesarias para hacerlo. Es en etapas más avanzadas cuando es
recomendable que la familia busque ayuda para a pesar de las limitaciones de la
enfermedad, que tanto el enfermo como su entorno sigan haciendo una vida lo más
normal posible.
Seguramente todos en algún momento de sus vidas, han oído hablar o han
sabido de alguien cercano que haya padecido de Alzheimer o algún tipo de
discapacidad. Lo cierto es que pocas personas están lo suficientemente informadas
acerca de que hacer una vez enfrentados a ella. Mucha de esta falta de información
ayuda a aumentar el estrés tanto del enfermo como del entorno familiar.
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Aceptar la enfermedad
Hay que tener claro que nada de lo que está pasando tiene que ver con que se
haya sido buena o mala persona, buenos o malos hijos. Se debe intentar actuar con
objetividad, ser pacientes y comprender que como en todas las situaciones difíciles
que nos ocurren en la vida hay un tiempo para sufrirlo, sentirlo y asimilarlo.
Sin lugar a dudas es una situación que nadie espera y que cambiará la vida de
todos, pero será de mayor utilidad pensar que esa nueva vida no será peor ni mejor;
sino distinta y que estará en manos de toda la familia, incluso del enfermo,
enfrentarla con optimismo.
Organizar el cuidado
La tarea de cuidar debe hacerse entre todos, nunca debe ser responsabilidad
sólo de una persona, ni un único cuidador debe atribuirse para sí todo el trabajo.
Para organizar mejor los horarios se puede recurrir a una agenda de turnos flexibles,
que se revise una vez al mes en función de los trabajos y responsabilidades de cada
uno.
Conocer las tareas que debe realizar el cuidador, cuando y como dependerán
del grado de incapacidad del enfermo, en todo caso será muy beneficioso que éste
mantenga su independencia todo el tiempo que le sea posible, estimulándole a
realizar por su cuenta todas las actividades que pueda, aunque tarde más tiempo que
antes en hacerlas y sobretodo evitar hacer por él lo que pueda hacer por si mismo,
como por ejemplo, coger un vaso, peinarse, lavarse las manos, etc. Así se favorecerá
el retraso de la dependencia y la necesidad de una persona para que le ayude,
además de mantener alta su autoestima.
Ayuda al enfermo
La sociedad suele entender que la mujer es mejor cuidadora que los hombres
debido a una serie de creencias sexistas y erróneas que han provocado a lo largo de
la historia que sea ella la que soporte la carga de trabajo que supondrá el cuidar de
otra persona.
En cuanto a saber cual es el más cualificado para cada caso lo mejor es pedir
información a organismos oficiales como el Instituto de Servicios Sociales que
corresponda al lugar de residencia del enfermo.
Es importante tener en cuenta que el trabajo que se realiza a través del estimulo
de aquellas áreas del cerebro que no han sido afectadas por la enfermedad es
fundamental a la hora de conseguir mantener al enfermo durante más tiempo
independiente. Considerando, como se ha dicho en este libro, que ningún enfermo es
igual a otro y que tampoco la enfermedad evoluciona de la misma manera para todos,
es necesario que este trabajo se realice en forma individualizada. Habitualmente la
atención se realiza en el domicilio del enfermo con objeto de que pueda trabajar en
un medio que no le resulte hostil, ni desconocido.
Antes de trabajar con cada persona se le evalúa por medio de una serie de test
para determinar en que fase de deterioro se encuentra, de acuerdo a esto se elaboran
una serie de ejercicios que deberá desarrollar siempre bajo supervisión de una
persona cualificada.
Las sesiones suelen ser de una hora y habitualmente se realizan todos los días o
tres veces por semana.
Autora
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