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Perdio a su familia a manos de un hechicero y desde entonces los mata, no tiene mucho

entrenamiento pero aprende rápido

-Favre siempre ha sido un muchacho

HISTORIA

Los varones de la familia Favre han sido cazadores desde el principio de los tiempos. Desde
temprana edad son instruidos por sus padres que pasan todos sus conocimientos de
generación en generación. El apellido Favre ha sido susurrado entre muros de cárceles con
temor, pues pocos se han salvado de sus garras una vez que han entrado en su lista. Si bien la
familia Favre no se ha limitado a deshacerse de criaturas y son bien conocidos por sus trabajos
sucios. Por un precio atrayente son capaces de deshacerse de cualquier cosa, sin preguntar por
qué ni esperar explicaciones. La deshonestidad y la poca compasión ha sido parte de las
enseñanzas que han ido dejando en su familia. Y sus presas favoritas siempre han sido los
magos. A pesar de fama y de la poca piedad que suelen mostrar a la hora de trabajar, el valor
más importante en los Favre es la lealtad a la familia, el protegerse siempre en los momentos
de adversidad.

Pierce fue entrenado desde muy corta edad, tanto por su padre como por sus tíos. Su primera
caza la tuvo a una temprana edad junto al resto de los hombres de su familia que en muy
contadas ocasiones realizaban algún trabajo juntos. Con el pasar de los años iría ganando las
habilidades necesarias y la madurez para seguir con el destino que se le había marcado desde
su primer llanto. Pierce resultó ser un muchacho independiente que antes de lo esperado
dejaría el hogar de sus padres, donde había aprendido todo lo que sabía, en busca de sus
propias aventuras. Su padre consideraba que aún no estaba listo pero también sabía que al
salir y enfrentarse a sus propias batallas era la mejor manera de crecer. En parte, la familia
Favre temía, pues Pierce era el único descendiente varón de la familia entre dos hermanas y
tres primas, cuando su padre y sus dos tíos muriesen, ese legado de cazadores quedaría sobre
los hombros de Pierce.

El temor de la familia Favre cesaría cuando las buenas nuevas llegaron: Pierce se había casado
y un hijo venía en camino. El moreno viviría su historia de amor durante años hasta el
embarazo de la mujer que siempre imagino en sueños, con cabellos rubios como el sol y voz
melodiosa. Hubo una celebración a lo grande en la aldea donde había crecido Pierce, entre
amigos y familiares, cuando el niño nació. Pierce aún ve en sueños los cabellos rubios y ojos
claros con los que había nacido su hijo, pero cada vez los recuerda menos. La celebración había
sido tan grande que la noticia de la ubicación del último Favre había recorrido pueblos y aldeas
como un susurro entre los árboles, llegando así a voces enemigas, enemigos que se había
ganado la familia a lo largo de los años por sus trabajos, un mal trabajo hecho, un enemigo que
Pierce se había ganado por su actitud, un trabajo que se había negado a hacer… nunca se supo
quien había acabado con la vida de la mujer Pierce y de su pequeño recién nacido, dejando a
Pierce una vez más como el único descendiente varón. Los encontró muertos en la habitación
mientras él tomaba una última copa con su padre. El grito que se formó en su garganta
recorrió fronteras y el eco del mismo le exploto en la cara. Como era de esperarse, Pierce juró
venganza, buscando pistas de los asesinos donde no las había. Recorriendo aldeas y soltando
amenazas como pullas. Con el alma desgarrada.
ATRIBUTOS FISICOS

Pierce es un muchacho alto de un metro noventa. A pesar de todo el esfuerzo físico que
requiere su trabajo, es un muchacho delgado pero fibroso, lo que le permite moverse
fácilmente. Según la época del año su color de piel suele oscurecerse levemente, en los
veranos tiene la piel tostada por el sol, mientras que en invierno vuelve a su color pálido
natural. Lo mismo pasa con el color de sus ojos, son azules de nacimiento pero según la época
se tornan más claros o más oscuros. Tiene una infinidad incontable de cicatrices, en las manos,
las piernas y el pecho, quizá la que más le caracteriza y por la que suele ser reconocido muchas
veces es por la cicatriz de una quemadura que le rodea el cuello como si llevase una cuerda
atada a él. Tiene el pelo castaño claro que suele cubrir con sus ropas.

Durante años supo que era un muchacho atractivo y se aprovechó de ello durante su juventud
para seducir a las doncellas y conseguir información relevante para su trabajo. Ahora le trae
sin mayor importancia su aspecto físico, se cuida y siempre va impoluto pero por cuestión de
habito y manías personales. La apariencia física le es totalmente irrelevante.

DISCURSO Y VOZ

Pierce no es un muchacho muy hablador a menos que de eso dependa encontrar a alguna
criatura. Quienes lo han escuchado hablar alguna vez saben que su voz es profunda, que habla
despacio, como si saboreara cada una de las palabras y que casi nunca alza la voz. Sabe
controlar su voz y utilizarla para su beneficio. Cada atributo de su persona ha sido creado con
el fin de cazar y utilizarlas para atrapar a su víctima, su voz no es más que otra herramienta de
caza. Es más de monólogos internos que de conversaciones banales.

ARCO DE DESARROLLO O TRAMA

Tras la pérdida de su familia Pierce recorre pueblos, aldeas y villas en busca de pistas que
acorten su sed de venganza. Vuelve a lugares donde prestó sus servicios con el anhelo de
encontrar una nueva noticia, algo que no saliese bien, alguien que atente contra él, alguien
que jure matarlo, para tener así un algo del donde partir para vengar a su familia. Pero hasta
ahora, lo único que ha encontrado ha sido… silencio. Sigue realizando su trabajo para
mantener su bolsillo lleno. Y aún sin tener ninguna prueba de nada, algo en su interior le grita
que los magos están detrás de su perdida. Por ello mismo, se han convertido en su presa
favorita. Para realizar su trabajo con éxito, se sienta en las tabernas y escucha atento. Ha sido
así como se ha ido enterando de información, verdadera o falsa, del posible paradero de la
corona de Agariska, escuchando las posibles consecuencias para Hyathis si la persona
incorrecta se hiciese con ella. ¿Conocer el paradero de la corona podría traerle algún beneficio
personal?

PERSONALIDAD

Pierce siempre ha sido un hombre tradicional, quien se rigió por las reglas y deberes que se le
inculcaron desde joven, sin cuestionar nunca su valor. Desde joven hizo y creyó en lo que se le
enseñó, sin hacer preguntas ni cuestionar las costumbres familiares, y a día de hoy continua
siendo así.
Paciencia es sin duda la palabra que mejor le define. Puede sentarse durante horas en una
roca simplemente esperando a que su presa haga acto de presencia. Ha sido una cualidad que
le ha llevado años perfeccionar pero que le ha ayudado a desarrollar su trabajo.

La única cuestión que le diferenció del resto de sus familiares es su independencia, las ganas
que tuvo desde joven de salir de la aldea que le vio crecer y enfrentarse a nuevos retos, que
fuesen reales, verse a sí mismo envuelto en situaciones adversas y salir de ellas casi intacto.

Es bastante impulsivo, pues cree fielmente en la enseñanza que recibió y confía en sus
habilidades. En muchas ocasiones, cuando se enfrenta a alguna criatura, tiempo no es algo que
precisamente le sobra, así que no medita demasiado en sus opciones sino que se deja llevar
por sus estímulos e instinto. Gracias a su entrenamiento y a los años de experiencia que tiene
encima, se ha visto envuelto en miles de situaciones que le han demostrador qué hacer y qué
no. Eso no quita que alguna vez se lleve una sorpresa.

No olvida una cara, un olor, las palabras de un desconocido, un nombre. Esto le facilita su
trabajo de sobre manera, pues no es posible engañarle por muchos años que pasen. Tiene
escrito con sangre en su memoria cada una de las criaturas y personas que se ha quitado del
camino.

Antes de vivir la pérdida de su esposa e hijo, Pierce era un hombre con sentido del humor
cuando se encontraba rodeado de los suyos, resulto, agradable e incluso risueño. Su sentido
del humor no lo ha perdido pero le resulta más difícil encontrar situaciones divertidas. Tras
perder a su familia una capa de sinsabores le arropa.

El único sentimiento que le mueve es el de venganza. Un sentimiento que, sin lugar a dudas,
muchas veces le ciega. Ve enemigos donde no los hay y desconfía incluso de sí mismo, pues en
el fondo cree que el único culpable de la muerte de su familia es él mismo.

Cuando se encuentra de cacería mantener un perfil bajo, con movimientos apenas


imperceptibles es un acto innato, sin embargo descubrió que con el alcohol los sinsabores se
hacen más llevaderos, por lo que en el último año se ha visto envuelto en más de una pela en
algún bar de mala muerte. Siempre fue un muchacho extravagante, que por su aspecto físico y
fácil labia, no pasaba desapercibido. Esa labia soez sale a relucir cuando un par de cervezas
nublan su razón.

Con los de su misma raza se muestra agradecido. Es incapaz de contar todas las veces en las
que un humilde aldeano le ha ayudado a cuidar sus heridas, o le ha dado techo bajo una noche
de tormenta. Pierce, siempre paga la buena voluntad del prójimo e intenta pagar su deuda de
la manera en que pueda. Algo que le ha salvado muchas veces de no perder la cabeza, es
quedarse un par de días en alguna granja alejada y ayudar a sus dueños en cualquiera labor a
cambio de un techo.

Ha estado incontables veces al borde de la muerte, por lo que el miedo a morir lo perdió hace
muchísimo tiempo. En su momento, su mayor temor era perder a su esposa. Una vez que esta
partió junto a su hijo, Pierce perdió cualquier miedo posible. Y eso es igual de peligroso a tener
un centenar de temores.

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