Está en la página 1de 176

1

Tiwanacu

Ediciones Del R evés


Lopez-Sanson de Longval, Ernest-Emile
Tiwanacu: de su formativo al hombre actual / Ernest-Emile Lopez-
Sanson de Longval. - 1a ed . - Rosario: DelRevés, 2019.
174 p. ; 22 x 15 cm.

ISBN 978-987-3852-36-7
1. Arqueología. 2. Americanismos. 3. Antropología. I. Título.
CDD 930.1

1a Edición: Junio 2019


Foto de Portada: Monolito Bennet, Foto de la restauradora noruega Irene
Delaveris

Diseño y diagramación del Interior y la Tapa:


Germán Abbet / germanabbet@gmail.com

© Los derechos de esta obra corresponden al autor según Ley 11.723.


© 2019 Ernest-Emile Lopez-Sanson de Longval

isbn 978-987-3852-36-7

Impreso en Argentina
Tiwanacu
DE SU FORMATIVO AL HOMBRE ACTUAL

Ernest-Emile Lopez-Sanson de Longval


Contenido

PROLOGO.....................................................................................................................13
La primacía estaba en el texto...........................................................................13

I. INTRODUCCIÓN (A LA MANERA DE PRÓLOGO)..........................................15


SOBRE LA ARQUEOLOGÍA EN GENERAL
Y SOBRE LA ARQUEOLOGÍA SOCIAL EN PARTICULAR.....................15

II. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN..........................................................................23


EN GENERAL..................................................................................................23
Camellones del Formativo de Tiwanaku..........................................................24
Organización del Cosmos..................................................................................25

III. EL FORMATIVOWANKARANI – CHIRIPA - TIWANAKU.........................29


WANKARANI..................................................................................................30
CHIRIPA...........................................................................................................33

IV. TIWANAKU I o FORMATIVO (antes del -1500 al -150).........................35

V. TIWANAKU II o ALDEANO -150 al 165...........................................................37

VI. TIWANAKU III o URBANOllamado CLÁSICO –165 a 333....................43

VII. TIWANAKU IV llamado EXPANSIVOo REGIONAL –333 a 640.........49


Un tercer Pachakuti en 333................................................................................49

VIII. TIWANAKU V o EL IMPERIO UNIVERSAL –640 al 1187......................53


Cuarto Pachakuti en 640...................................................................................53

7
IX. EL FIN DE TIWANAKU......................................................................................57

LAS TEORÍAS CATASTROFISTAS


SOBRE EL OCASO DE TIWANAKU...................................................................59

LA TEORÍA DEL CONFLICTO ARMADO........................................................68


LOS AYMARAS...............................................................................................68
MONTESINOS.................................................................................................70
LOS MOLLO.....................................................................................................72
RESUMIENDO................................................................................................73

EL PATRÓN POBLACIONAL
Y LAS VARIACIONES EN LA CERÁMICA.......................................................74

NUEVAS EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS.....................................................76

X. TIEMPO Y SOCIEDAD EN EL ALTIPLANO


EL HOMBRE ACTUAL DE TIWANAKU................................................................89

BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................93

8
Tiwanacu
DE SU FORMATIVO AL
HOMBRE ACTUAL
Quiero cantar y balbucir prehistoria, vivir la vida de altipampa y cier-
zo, la historia de las piedras que eran Dioses por la garganta enorme de los
siglos; nos quedan de ese entonces las arcillas y muchas pesadumbres que
aún lloramos Esta es la historia que contó la tierra por cenitales cumbres,
alli galopan locas las tormentas inaugurando cistas, ensueños tumulares
por nuestro viejo olvido

Alberto Guzmán López


Paquarijtanpu Runa Simipi

11
PROLOGO

A los aspirantes a historiadores se les enseñaba en la década de


1970 que debían considerar a la arqueología como una ciencia auxi-
liar. Ayudaba, por ejemplo, a realizar la lectura crítica del Antiguo
Testamento, y con esa ayuda se podía revisar lo que había quedado
escrito acerca de la instalación de los judíos sobre los cananeos.

La primacía estaba en el texto.

Hoy la situación ha cambiado por completo, y para determinados


períodos la arqueología, lejos de ser un apoyo secundario, ha pasado
a constituir la disciplina principal. Así por ejemplo, si durante mu-
cho tiempo se repitió que entre los siglos V y VIII predominó el feu-
dalismo en Europa occidental, ahora que se conoce la pobreza del
registro material se debe cambiar lo que antes se había dicho.
El medievalista dejó de hablar de feudalismo y ahora habla de so-
ciedades de base campesina, y de los excedentes del campesino que
antes creía leer en los códigos pasó a explicar su ausencia por la de-
bilidad de la explotación del trabajo. La arqueología alteró todo el
conocimiento existente y no falta el académico que llama a escribir
de nuevo la historia completa de la temprana Edad Media
¿Pero de que arqueología se trata? Esta es la pregunta a la que res-
ponde el presente libro.
No es la arqueología culturalista la que produjo la innovación.
Tampoco es ese pasatiempo del anticuario que se encierra en una
mirada hedonista del registro.

13
Es por el contrario la ciencia que se plantea preguntas destinadas
a resolver el proceso histórico en la larga duración, que trabaja con
la interrelación dialéctica entre pasado y presente, que inscribe sus
análisis en el marco de las formaciones económicas y sociales.
Es la ciencia que se ilumina con los aportes de Vere Gordon Chil-
de en lo que se refiere a las dinámicas generales de sociedades no
clasistas y con los análisis de Luis Lumbreras en lo que hace a ese
estudio en tierras de América.
Esta es la problemática que el lector encontrará en el libro de Er-
nest-Emile Lopez-Sanson de Longval. Con solvencia en los argu-
mentos y con rigurosidad erudita aquí estamos ante una arqueología
que une ciencia y compromiso político, pasado y presente, registro
empírico y reflexión. El libro nos abre al pensamiento haciéndonos
pensar, y nos muestra una porción del conocimiento que ya se ha
tornado ineludible para entender la historia.
Carlos Astarita1

1  Nota del Editor: El Doctor Carlos Astarita es Titular de Cátedra de Historia


en las Universidades Nacional de Buenos Aires y Nacional de La Plata. Direc-
tor del Instituto de Historia Medieval de la UNBA es conferencista invitado a
Congresos Internacionales y del Institut de France.

14
I. INTRODUCCIÓN
(A LA MANERA DE PRÓLOGO)

SOBRE LA ARQUEOLOGÍA EN GENERAL Y SOBRE LA AR-


QUEOLOGÍA SOCIAL EN PARTICULAR

En lo que concierne a la arqueología sudamericana, bien pode-


mos hablar de la existencia de dos definiciones de ellas y bien dife-
rentes entre sí.

«La idea de una reflexión sobre los presupuestos [metodológicos] del


trabajo en arqueología y en historia, no es una idea nueva. Es insepa-
rable de los cambios y/o abandonos doctrinales que se han operado en
las dos disciplinas desde hace algunos años» (Bonis Armelle et al, 1997
Les nouvelles de l’Archéologie n° 67).

Podría decirse que son maneras diferentes de abordar un mismo


objeto científico, pero en el caso de la arqueología sudamericana de-
beríamos –para mayor rigor–, hablar de dos objetos diferentes.

«La arqueología esta destinada a jugar un rol importante en el dispositi-


vo de re-educación de la juventud y de la re-interpretación de la historia.
Es en efecto ella, que reúne y da vida a los testimonios materiales del
pasado que desemboca en los origines nacionales» (Laurent livier 1997
L’Archéologie Française et le Régime de Vichy).

15
Como bien sostiene respecto a México el maestro Gerard Migeon,
luego de períodos de maduración, son discernibles dos grandes ten-
dencias académicas, tendencias que nacen en dos épocas diferentes,
pero que coexisten aún en nuestros días. Una arqueología llamada
«monumental» basada en la reconstrucción de edificios con miras
pedagógicas, turísticas y de glorificación de un pasado prehispáni-
co, y una arqueología antropológica abierta a numerosas corrientes
del pensamiento (Migeon Gérard, 1997 Arqueología e Ideología).
En el presente, por un lado tenemos una «arqueología tradicio-
nal» nacida del culturalismo y hoy representada en la New Archæo-
logy de Binford (vieja ya de mas de medio siglo), revivida en plena
era de globalización y para el área de nuestro estudio, defendida por
ciertas universidades como la de Chicago, teniendo por consecuen-
cia a su cabeza a los Estados Unidos cuyas instituciones académicas
superiores aplican ese método particular al estudio de toda el área
andina.
Este método no ha tenido el éxito que hubieran deseado los cientí-
ficos, porque el área andina es diferente. Es un espacio aun hoy ocu-
pado por los descendientes cuyas antiguas culturas se pretende es-
tudiar. De la prehistoria del norte del continente no quedan pueblos
vivientes, que no es el caso de la Suramérica precolonial.
El mismo Matthew Johnson (Johnson 2000 Teoría Arqueológica
pp 47) define la New Archæology con las siguientes estigmatizado-
ras palabras: «…por su orientación antropológica… puede asociar-
se muy especialmente con Norteamérica, donde nuevos arqueólogos
como Clarke y Renfrew obtuvieron gran predicamento, pero en el
conjunto (del universo académico) su impacto solo se hizo sentir en
los Estados Unidos».

«El método es comparativo, y el resultado de las definiciones son las


abstracciones que describen el cambio de cultura durante el tiempo na-
tivo en América» (Gordon Willey y Jeremy Sabloff, 1993 A History of
American Archæology pp 216).

Es decir que para ella, el «objeto de la arqueología» debe limi-


tarse a una actividad descriptiva donde su sólo aporte debe cons-
tituir la elaboración de teorías culturales, el acondicionamiento de

16
sitios arqueológicos para el turismo o la preparación de exposicio-
nes en los museos.

«Hemos definido la New Archæology porque lo que consideramos sus


características básicas: teoría cultural evolutiva, una visión sistémica de
cultura antigua y de cultura, y su entorno, un énfasis sobre variabilidad
cultural y su control por muestreo estadístico, y un acercamiento gene-
ral científico» (Willey y Sabloff idem pp 224).

Así, el trabajo del arqueólogo se detiene únicamente en lo esen-


cialmente técnico y culmina en la obtención de datos para otras
disciplinas.
El mismo Willey que vengo de citar, confirma lo dicho: «…esto
la mayor parte del edificio admirable de la arqueología como la co-
nocemos –la incorporación de tales cosas como el príncipes de tipo-
logía, series, estratigrafía y asociación artifactual; así como la for-
malización de teorías para acortar el arco arqueológico de datos del
comportamiento humano– es en gran parte una contribución de la
tradición ‘científica’» (Willey 1991, pp 198).
En la región que nos concierne, el culturalismo de la New Ar-
chæology está representado por arqueólogos de talla, tales como
Alan Kolata del Center for Latin-American Studies at the University
of Chicago o el pastor metodista Juan Albarracín Jordán de la South-
ern Methodist University y su asociado James Edward Mathews.
Por la otra parte, para nosotros los actuales arqueólogos ameri-
canistas –mismo franceses y europeos como este autor–, formados
por la «escuela mexicana» de la ENAH (Escuela Nacional de Antro-
pología e Historia-Inah, México DF), la arqueología no es otra cosa
que una disciplina científica militante y que por tanto debe producir
un conocimiento «socialmente útil». Tal la definición que ésta pres-
tigiosa Universidad da para su Licenciatura en Arqueología (confor-
me Enah 1985 pp 9), y debiéndose entender la palabra «militancia»
no en el sentido político sino académico.
Para la escuela de la Arqueología Social, la arqueología es una
ciencia social y como tal, tiene necesidad de un marco teórico y me-
todológico porque en tanto que ciencia, no puede limitarse a la sola
descripción de los materiales sino que debe dar explicaciones sobre

17
los procesos de transformación de los grupos humanos en su pers-
pectiva histórica.
Entre un buen numero de profesionales de la arqueología sud-
americana se pueden citar a Guillermo Lumbreras, ex rector de la
Universidad Mayor de San Marcos de Lima y con sus trabajos sobre
Chavin de Huantar; a Eduardo Matos Moctezuma director del Inah
y que excavó y reconstruyó el Templo Mayor de la capital Mexicana,
a Dick Edgard Ibarra Grasso de la UMSA y obviamente al maestro
de la arqueología del altiplano Carlos Ponce Sanginés.
Sostienen Michæl Shanks y Christopher Tilley (Social Theory
and Archæology, 1996): «Archæologists have long realized the ne-
cessity of going beyond antiquarism, the collection and study of ar-
tefacts for their own sake».
La arqueología mucho tiempo ha comprendido la necesidad de
ir más allá de lo ‘anticuario, la colección y el estudio de artefactos
para su propio bien y ha intentado varias formas de narrativa histó-
rica y la reconstrucción social, poniendo artefactos en su contexto».
Con la claridad con que caracteriza su trabajo, el maestro Gui-
llermo Lumbreras recuerda que «tradicionalmente se acepta que el
objeto de estudio de la arqueología son los restos materiales dejados
por los hombres en el curso de su existencia o, dicho de otro modo,
el estudio de la cultura material de pueblos sobre quienes no hay –o
hay poca– información documental o histórica… Si bien objetiva-
mente es correcta la definición tradicional de arqueología y su ob-
jeto de estudio, en verdad ella puede conducir –y de hecho condu-
ce– a un error típicamente positivista al considerar que el quehacer
científico es estrictamente el del registro objetivo y mecánico de los
materiales con los que se enfrenta el investigador. De este modo el
arqueólogo tradicional se reduce a tomar conocimiento y dar cuenta
de los restos materiales de las culturas».
Para esta Escuela, el objeto de la arqueología está concebido como
la explicación de las variaciones en los Modos de producción de las
formaciones socio-económicas anteriores al presente, gracias al es-
tudio de los restos materiales por ellas dejados.
Intento pues en esta explicación previa sobre el Altiplano de los
Andes Centrales, por métodos arqueológicos (es decir por la sola ar-
queología y dejando de lado el trabajo multi-disciplinario) el estudio

18
de todo un mundo que nos es desconocido o casi, y sobre el que se-
gún veremos tenemos ideas erróneas o incompletas.
Pero sin olvidar que ese mundo no estaba compuesto por una se-
rie de datos estadísticos sino por hombres y cuyos descendientes
aún ocupan un espacio geográfico de importancia y que son los he-
rederos de esos Modos sobre los que se estructuran aún hoy en día
el pensamiento de una buena parte del continente sudamericano.
La ciencia, «el conocer» en su sentido lato, es un conocimiento
sistematizado, y en el sentido restringido, todo saber considerado
como objetivo y por consecuencia, verificable.
Como bien sostenía Mircea Eliade, las concepciones metafísi-
cas del mundo arcaico no siempre fueron formuladas en un lenguaje
teórico, sino que el símbolo y el rito expresaban, sobre planos dife-
rentes y con los medios que les son propios, un sistema completo de
afirmaciones coherentes sobre la realidad última de las cosas, siste-
ma que puede considerarse como constitutivo de una metafísica.
Es esencial por lo tanto, comprender el sentido profundo de todos
esos símbolos, mitos y ritos, para lograr traducirlos en nuestro len-
guaje usual. Si uno se toma la pena de penetrar la auténtica signifi-
cación de un mito o de un símbolo arcaico, estará obligado a cons-
tatar que esa significación revela la toma de conciencia de cierta
situación en el Cosmos, y que ella implica, por consecuencia, una
posición metafísica.
Inútil por lo tanto, referirse aquí a quienes piensan que las líneas
de Nasca son pistas de aterrizajes para naves de marcianos o que la
Atlántida verdaderamente existió. Eso no es ni ciencia ni pseudo-
ciencia, sino ignorancia.
El verdadero problema entre la arqueología y la pseudo-arqueolo-
gía se plantea entre los propios arqueólogos y la manera de interpre-
tar su actividad.
Porque el trabajo del arqueólogo consiste en encontrar explicacio-
nes a los procesos de desarrollo y cambio social de los grupos hu-
manos en su perspectiva histórica.
Los pueblos, desde sus orígenes hasta nuestros días (o hasta su
desaparición como tales), cambian su manera de pensar, sus ideas
concerniente al mundo que los rodea, su concepción del arte, mo-
difican sus estructuras políticas desde que pasan de ser una banda

19
de cazadores-recolectores hasta establecerse en villorios, luego ciu-
dades y finalmente convertirse en naciones, y en todo lo largo de su
historia cambian las relaciones establecidas entre ellos para produ-
cir sus bienes materiales. Incluso a veces hasta cambian de idioma.
Porque es eso lo que hacemos nosotros los arqueólogos: estudiar
el recorrido histórico de un pueblo a través su existencia. Solo que
a diferencia de otras ciencias, nosotros lo hacemos por la investi-
gación, clasificación e interpretación de los restos materiales de su
pasado.
A titulo de ejemplo, los trozos de cerámica rotas y hundidas en
la tierra, en las cuales sus dibujos varían con el tiempo, nos indican
como se modificaron las ideas sobre el arte, porque el arte en tanto
que forma de expresión de una cultura, revela las concepciones que
ella tiene del mundo.
Un símbolo que se abandona para reemplazarlo por otro, como el
felino por el sol en las culturas del Lago Titicaca, revela el salto de
una sociedad estructurada por su apego a la naturaleza por otra mas
completa y el nacimiento del Estado.
Pero hay arqueólogos que no participan de esta opinión. Piensan
que nuestro trabajo debe limitarse a exponer una «evolución» con
lo cual dan por terminada su labor exponiéndola en la vitrina de un
museo para ilustrar a las clases sociales que tienen tiempo libre para
instruirse.
A diferencia de los arqueólogos culturalistas, nosotros los arqueó-
logos sociales pensamos que la arqueología en tanto que ciencia so-
cial no puede oponerse a la realidad del presente y que, mientras se
buscan explicaciones sobre el recorrido histórico de los hombres,
debe comprometerse para convertirlas en instrumento útil en la bús-
queda de un futuro mejor haciendo propuestas para ello.
Hay por lo tanto dos maneras de interpretar la ciencia arqueológica:

•  Una arqueología, científica ésta, yo la llamo «la Arqueología


de otra manera», creada por Vere Gordon Childe en la Uni-
versidad de Londres a principios del siglo XX y elevada a la
categoría de Escuela por Guillermo Lumbreras de la Universi-
dad Mayor de San Marcos de Lima, luego en la «Reunión de-
Teotihuacan 1975, hacia una Arqueología Social».

20
•  Y hay una arqueología clasista y elitista, expositiva, que no
busca otra cosa que la información y jamas explicaciones por-
que considera que no hay nada a explicar ni a cambiar.
•  Una arqueología culturalista de base metodológica aristotéli-
ca donde el Principio de Identidad se convierte en algo sa-
grado (para Willey todo lo que es del mismo color nos viene
del mismo fabricante). Una arqueología que por consecuencia,
niega la historia.

La diferencia no es solamente metodológica, sino fundamental-


mente ideológica.
Cuando la arqueología es un instrumento de investigación del
pasado, trabajamos sobre su recorrido histórico para llegar a com-
prender nuestra realidad actual. Es la dialéctica al servicio de los
hombres.
Pero cuando la arqueología solo sirve para recoger meramente
«información», se posiciona al servicio del statu-quo y del inmobi-
lismo, porque a su manera de ver eso que nosotros llamamos «histo-
ria» es la realización de la idea humana y no a la inversa. Es decir,
lo inmutable se convierte en Ley.
El verdadero patrimonio de una nación es su recorrido histórico y
no los objetos dejados por sus predecesores. Los objetos nos sirven
a nosotros los arqueólogos para comprender el modo de producción
de la vida material, pero fuera de su contexto esos objetos se con-
vierten en algo nulo.
Cuando se mezcla la idea al objeto, se termina por tener nostal-
gia de un pretendido pasado glorioso. Se hace marcha atrás en la
historia.
La mezcla puede ser «políticamente correcta», pero ciertamente
es «científicamente errónea».

«Los hombres hacen su propia historia, pero no de manera arbitraria,


bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino por aquellas direc-
tamente dadas y heredadas del pasado. La tradición de todas las genera-
ciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivientes.»
(El 18 Brumario de Luis Bonaparte)

21
Adoptamos pues como definición de la arqueología aquella que la
considera como el estudio de la transformación de los pueblos a tra-
vés de su existencia, y donde el trabajo del arqueólogo consiste en
buscar explicaciones a los procesos de desarrollo y cambio de los
grupos humanos en su trayectoria histórica.

22
II. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN

Se inician estos sueños en


Pumapunku del Kalassasaya.
Están allí dispersos y trizados los vasos
sahumadores de algún oculto incienso
o alguna extraña mirra.
Alberto Guzmán López
(Paquarijtampu Runa Simipi)

EN GENERAL

De la misma manera que en Europa el paso del hombre de su con-


dición de cazador-recolector a la de agricultor –o sea lo que Gordon
Childe llama la «Revolución Neolítica»– culmina con el dominio de
los metales, el proceso sudamericano lo hace en el control absoluto
del agua y de los métodos de riego.

«El neolítico andino, que contiene los períodos llamados Arcaico y For-
mativo, cumplió la tarea de domesticar el medio ambiente natural y so-
meterlo a su dominio… El proceso de neolitización (andino) desarrolló
técnicas destinadas al manejo de la tierra y el agua para crear condicio-
nes artificiales para la reproducción de plantas en ambientes diferentes a
los de su medio ambiente original… Surgieron las técnicas de riego de
diverso tipo: por inundación, por canalización, por represamiento y allí
surgió el laboreo diferenciado de la tierra, la técnica de roza o ‘millpa’,
la remoción de la tierra con azada, la construcción de ‘camellones‘ o

23
‘waru-waru’ hasta la construcción de terrazas agrícolas conocidas como
‘andenes’» (Lumbreras, 1974 pp 36).

Camellones del Formativo de Tiwanaku

Simultáneamente a este proceso de domesticación del medio am-


biente, se fue desarrollando una superestructura de pensamiento
orientada a una concepción particular del Universo, y tanto en lo
que hace al Espacio como al Tiempo.
El Universo (= suyo) se encontraba dividido en cuatro (= pusi)
partes o pusisuyos con un centro onfálico que seguramente se en-
contraba en Tiwanaku (y que luego se trasladó a Cusco).
Según Ponce Sanginés «Es digna de estudio la representación del
ombligo, agigantado y colocado en medio de un cuadrado, en la dei-
dad central esculpida en la portada de Tiwanaku». (Ponce Sanginés
2003, Tiwanaku y su fascinante desarrollo cultural).
El pusisuyo pues, se dividía en cuadrantes de los que con certeza
se conocen los nombres de tres de ellos: Umasuyo para la vertiente
oriental del lago Titikaka, Orkosuyu para el sector occidental y Ko-
lisuyo para la zona de la Moquegua. Y seguramente debía llamarse
Kollasuyo a la region de Puno.

24
Posteriormente el inkario mantiene la misma concepción cos-
mogónica tomando como centro Cusco (el ombligo del mundo en
lengua kechwa) y cuadriculando al todo del Tawantinsuyo como
Chinchaysuyo (norte), Antisuyo (este), Kollasuyo (sur) y Kuntisuyo
(oeste).
Para Inka, cada suyo estaba a su vez dividido en provincias o hua-
mani presididas por una capital o hatun:
Hatuncolla, Hatunjauja, Hatunsora, etc. Cada huamani se dividia
en sayas o sectores: uno ‘arriba’ o hanansaya y otro ‘abajo’ o hurin-
saya. Y cada saya comprendida un grupo variable de ayllus.

Organización del Cosmos

Y el mundo era entendido en planos, uno superior para Wiraco-


cha y un inframundo donde impera Tio.
Tan válido se mantiene este pensamiento, que aun hoy en día las
etnias altiplánicas realizan sacrificios de llamas antes de abrir una
veta para extraer mineral o previo perforar un pozo para construir
un cimiento, de manera de así compensar la posible ofensa al «Tio».
El espacio sagrado es común a muchas culturas. Hay varios tipos
de espacios sagrados. Unos son los naturales como las montañas lu-
gar donde se unen la tierra y el cielo. Otros son construidos por el
hombre, como por ejemplo las catedrales. También pueden ser con-
juntos edilicios, plazas, etc y generalmente representan el universo
con sus distintas partes.
El onfhalos como es obvio representa el centro. A veces también
representan el lugar donde se creó el mundo . Y lugares donde se
producen inicios y finales de ciclos. Por ejemplo, hay quien cree que
en el Gólgota –donde supuestamente murió Jesús– está enterrada la
calavera de Adán.
A veces puede ser sagrada toda la ciudad, a veces sólo los lugares
consagrados. En el lugar sagrado suele habitar el hombre sagrado
(por ejemplo el pontífice –que significa puente, puente entre el hom-
bre y Dios– o Reyes, sacerdotes, etc.
En algunas culturas los lugares sagrados son lugares de amparo:
no se puede derramar sangre humana en ellos (Grecia y Judea).

25
El tiempo sagrado o sacro: el «illo tempore». El tiempo de los mi-
tos, que es un eterno presente. Ulises está viajando antes, ahora y en
el futuro.
El tiempo profano, la historia, el tiempo sucesivo, es una idea re-
lativamente moderna y está relacionada con la característica moder-
na y occidental de separar lo sagrado y lo profano.
En la mentalidad premoderna rige el tiempo sagrado, que inclu-
ye el tiempo circular. Los acontecimientos van a volver a producir-
se y ya se han producido en el pasado, en algunas versiones exac-
tamente igual y en otras con variaciones (mito del eterno retorno).
En el tiempo lineal los acontecimientos se producen una sola vez y
existe un comienzo del tiempo, no necesariamente un final, pero en
general lo hay. Por ejemplo el cristianismo pertenece a la mentali-
dad moderna en ese sentido, porque a Cristo lo crucificaron una vez
y no se volverá a repetir, es definitivo. Todas las formas de progre-
sismo pertenecen al tiempo lineal y llevan implícitas o explícitas la
idea de cambio, novedad e irreversibilidad. Pero en el tiempo circu-
lar subyace la idea de que en realidad no hay cambio.
El budismo –por ejemplo– contiene las dos ideas. Hay ciclos
cósmicos, pero cuando uno alcanza el Nirvana lo alcanza para
siempre.

En la ciencia occidental predominó hasta hace poco la suposi-


ción a priori de que el tiempo era ilusorio, un error de nuestra
percepción.
La idea que el tiempo es real, que es objetivo, penetró hace poco
en la ciencia. Empieza a fortalecerse recién con la Termodinámica y
la teoría de la evolución. Entre los griegos, el que fundamentó que el
cambio era una imposibilidad lógica fue Parménides.
El que aceptó de entrada la realidad del cambio y dedujo de eso la
teoría atómica fué Democrito, pero predominó la idea parmenídea
hasta entrado el siglo XX.
En las concepciones pertenecientes al tiempo lineal persisten re-
siduos del tiempo circular, en general hay algún tipo de ciclo, aun-
que esos ciclos no sean iguales.

26
La concepción de que el espacio es algo, es moderna. Antes se
concebía el espacio solo como la distancia entre dos puntos (hay re-
siduos de eso en nuestro lenguaje coloquial).
Pudiera parecer que Euclides supone que el espacio es algo cuan-
do lo define como plano, pero el postula eso como recurso técnico,
no como descripción de la realidad . Newton decía que solo un idio-
ta filosófico podía aceptar su propia teoría, porque la teoría de la
gravedad implicaba la acción a distancia, sin nada entre medio que
transmitiera las fuerzas, es decir implicaba aceptar la magia.
La teoría del éter, esa substancia invisible y sutil que poblaba el
universo se creó en parte para salvar ese escollo. La idea de que el
espacio es algo, que se puede contraer, expandir, que tiene agujeros,
etc, es bien moderna.

Guillermo Magrasi denominaba a los Mayas como los Obsesos


del Tiempo. En el caso del Altiplano, no existía el concepto mile-
narista occidental del tiempo, sino Eras solares separadas por Pa-
chakutis o sea el tiempo del caos y confusión.

Para nosotros la arqueología representa un compromiso tanto con


la sociedad pasada investigada, como con la presente, porque noso-
tros los arqueólogos estamos inmersos en una realidad a la que no
debemos ser ajenos y en la que en última instancia somos actores
sociales que producen y distribuyen en forma simétrica los conoci-
mientos que son fruto del enfrentamiento del mundo de las ideas y
la realidad.
La arqueología es una ciencia social, por ello estas actividades
suponen una alternativa diferente a la arqueología tradicional. Una
arqueología social que suponga que la teoría es llevada a la practica
y que los arqueólogos no somos entes ajenos a la realidad sino ac-
tores sociales en medio de una comunidad, fruto del enfrentamien-
to entre el mundo de las ideas o teoría y los restos de la realidad
prehistórica.
El hombre del Altiplano es un Arawak. Es decir, que forma par-
te de ese gran grupo étnico que se extendió hace unos 25.000 años
desde el norte de Venezuela hasta el sur del Brasil.

27
En el transcurso de los milenios, una de sus ramas atravesó la sel-
va amazónica y (conforme nuestro marco teórico) desde el Beni ac-
cede al Titicaca aproximadamente hace unos 14.000 años.
Los arqueólogos lo sabemos porque hemos encontrado sus restos
en Ayaviri, en Lampa, en Nicasio, en Juliaca, en Wankarani, etc.
Originariamente eran bandas de cazadores-recolectores, que en
cierto estadio de su trayectoria histórica aprendieron a dominar la
naturaleza.
Ya no son grupos aislados dependientes de la suerte de la caza
o de la pesca o de la recogida ocasional de un fruto o unaraiz, sino
que aprendieron a producir su propio alimento.
El altiplano se liberó de los hielos hace aproximadamente unos
10.000 años, con la consecuencia de un rápido calentamiento del
clima y aumento de la capa vegetal, lo que favoreció el incremento
de la fauna.
Cómo fue ese proceso de paso de una economía a la otra, proce-
so que en arqueología llamamos «formativo», es algo que estamos
estudiando. Aquí, valga saber que los primeros asentamientos hu-
manos permanentes en los bordes del lago Titicaca son aproximada-
mente del año 2.500 antes de cristo. (Ponce Sanginés, 1981).
Conocemos bien Pukara y Tiwanaku y algo menos divulgado está
Chiripa. Pero existen muchos otros mas. A solo título de ejemplo, en
el valle de 11 kilometros de ancho entre las serranías Chambi-Chi-
co al norte y Chilla al sur (en sector boliviano) emergieron simultá-
neamente a Tiwanaku otros 80 asentamientos humanos. (Albarracín
Jordán, 1995).
Eran solo un caserío de viviendas de planta rectangular, ocasio-
nalmente con aposentos circulares adosados para cumplir la función
de cocina, cimientos de piedra sin trabajar y paredes de adobe con
techo de paja o totora de doble vertiente pronunciada. Y disponian
de un lugar de culto, un templete cuyo piso se encontraba mas por
debajo del nivel del suelo y que por eso llamamos «templete semi-
subterráneo» y cuya máxima expresión puede verse en Tiwanaku.
Y de la misma manera que esos hombres dejaron de recorrer ca-
mino a la búsqueda de su subsistencia y se establecieron definitiva-
mente en diferentes sitios de las costas del lago Titicaca.

28
III. EL FORMATIVO
WANKARANI – CHIRIPA - TIWANAKU

En arqueología latinoamericana distinguimos los periodos con


nomenclatura diferente a la que se usa en la arqueología europea.
El termino Horizonte arqueológico es una convención utilizada
por los investigadores para el estudio de un período de cultura mate-
rial ampliamente difundido en un espacio arqueológico y que cons-
tituye un nivel diferenciado en la secuencia arqueológica ​
Su uso es poco frecuente en la arqueología eurasiática, siendo más
habitual en la americana. En el área andina, por ejemplo, se utiliza
para identificar los procesos de formación y ruptura de grandes uni-
dades socio-culturales relacionadas entre sí por un mismo Modo de
Producción y sus superestructuras políticas, religiosas y artísticas.
Formativo es pues el punto de partida de un proceso histórico que
indica, como todos los otros periodos, una estructura determinada
en la forma en que los hombres establecen entre ellos sus relaciones
de para la producción de sus bienes materiales.
No se trata como sostiene la arqueología culturalista de «formas
de arte» así como las ideas en general, porque las formas de arte
forman parte de la superestructura de la sociedad. Es Ponce Sangi-
nés quien rebatiendo Bennet divide Tiwanaku en cinco periodos que
van desde su formativo a su caída final en 1187.
Aproximadamente en -1500 emergen en el altiplano una serie de
asentamientos de economía agrícola de subsistencia, a veces dedica-
dos a la cría de camélidos.
Es el inicio del neolítico en el altiplano, llamado «formativo».

29
Tres grupos culturales se distinguen hoy en día:

2-IGM H731 5844-II.

WANKARANI

WANKARANI se localiza al norte y nor-este del lago Poopó con


una prolongación hacia Cochabamba a fin de asegurarse piso ecoló-
gico maicero.

30
Area de extensión de Wankarani.

Su alfarería es rudimentaria y de factura gruesa. Ponce Sanginés


las ha clasificado en cinco tipos:

1. Pulido a espátula,
2. Alisado liso,
3. Pulido liso,
4. Alisado a espátula, y
5. Miscelánea.

La misma se ha desarrollado durante tres épocas:

1. Inferior con cerámica pulida a espátula,


2. Media con cerámica alisada liso y pulida liso, y finalmente
3. Superior donde se caracterizan las vasijas con engobe rojo,
dotadas de asa y bordes pronunicados como las encontradas
en Socotiña y en Uspa-Uspa.

Tal vez la principal característica de Wankarani sea el tallado en


arenisca de cabezas de llamas. Las hacían descansar sobre espigas
que servían de empotramiento vertical y horizontal.

31
Las aldeas (se han localizado una veintena) conforman un con-
junto de casas circulares delimitadas por una muralla exterior de
paredes de adobe sobre cimientos de piedra. Su tamaño es variable
puesto que van desde 15 viviendas a 780, o sea con una población
que podía oscilar entre las 75 y 3000 personas.
Las casas eran circulares con techo de paja. Los restos excavados
de Wankarani demuestran que se apisonaba el terreno y se planta-
ban troncos formando un círculo de unos 3,50 mts. Los troncos se
entrelazaban con un tejido de totora para crear un espacio cerrado
con una puerta de entrada. Luego esa construcción era revestida con
una capa de barro por fuera y por dentro.
La vetustez provocaba la caida de la morada cuyos restos eran
apisonados para construir encima una nueva, tal a la manera de los
tells.
En Wankarani se han localizado hasta 7 niveles superpuestos de
pisos habitacionales.

32
Wakarani tenia una economía agrícola de subsistencia, funda-
mentalmente basada en el cultivo de la papa y la quinúa. Los ins-
trumentos de labranza consistían en la azada fabricada de cuarcita o
hialobasalto, era una hoja alargada sujeta con cuero a un mango de
madera en forma de siete.
Pero ya conocían el cobre que fundían en un recipiente portátil
llamado wayra. Si bien se trataba de una sociedad igualitaria, había
ya el concepto del prestigio y la confección de articulos de lujo.
Ponce Sanginés señala la aparición del engobe en la fase tardía, lo
que no es mencionado por Escalante Moscoso.
Las dataciones de Wankarani van del –1210 al 270 e n que es asi-
milada por Tiwanaku.

CHIRIPA

CHIRIPA comienza en el –1380 para confundirse con Tiwanaku


en el 22 de nuestra era. El sitio epónimo se encuentra en la zona del
lago Titikaka, en la península de Taraco y en la ribera de la bahía de
Aygachi a 3820 sobre el nivel del mar (IGN 5844-IV).

33
Su cerámica estaba pintada amarillo sobre rojo o rojo, llegando a
niveles metalúrgicos de fundición de oro para articulos de prestigio
y cobre.
Tres fases la caracterizan:

1. La fase Condori del –1350 al –850,


2. La fase Llusco del – 850 al –600 y finalmente
3. La fase Mamani del –600 hasta su incorporación al mundo de
Tiwanaku.

El emplazamiento de sus aldeas parece haber sido elegido para


protegerlas de las heladas, y su mas notable característica es su par-
ticular y muy perfomante estilo de construcción de viviendas, pues-
to que se edificaba con doble pared separada por un hueco que cum-
plía simultáneamente la función de aislante del frio y de armario.
Por los restos orgánicos y desperdicios encontrados en esa se-
paración, no parece que la higiene haya sido una preocupación
preponderante

Foto izquierda: construcción Chiripa con doble pared. Al centro soplador de cerá-
mica. A la derecha, lápida antropomorfa donde se aprecia un centro y la división
cuatripartita.

34
IV. TIWANAKU I o FORMATIVO (antes del
-1500 al -150)

TIWANAKU apenas era uno mas de entre los 80 asentamientos


que en –1500 emergen en un valle de 11 kilometros de ancho entre
las serranías Chambi-Chico/Lacaya-Pata/Kausaya al norte y Chilla
al sur (2-IGN 5844-II serie H-731).
Conforme la altura indicada en la estación de tren Tiwanaku, el
recinto arqueológico se encuentra a 38 77 metros sobre el nivel del
mar. Escalante Moscoso indica 3885 metros, Bennet 3825 metros
(en Excavaciones en Tiwanaku habla de 3.846,73 metros), Albarra-
cín Jordán 3830 metros y Alan Kolata 3.850 metros.
Latitud Sur 16°33’19». Longitud Oeste 68°40’31».

Patrón de Asentamiento del Formativo Tiwanaku.

35
Casas de planta rectangular, ocasionalmente con aposentos circu-
lares adosados con función de cocina, cimientos de piedra sin traba-
jar y paredes de adobe con techo de paja o totora de doble vertiente
pronunciada. Ponce Sanginés puso a la luz un silbato donde se re-
produce una vivienda. Las habitaciones estaban pintadas.
La cerámica se distingue por el desengrasante vegetal, abundan-
te y de textura gruesa sin presencia de mica pero sí con agregado de
arena o cuarzo. Salvo excepciones la cocción se realizaba en atmós-
fera reductora.
La mas común era de tipo utilitario como las ollas y cuencos, ca-
racterizadas por sus signos antropo y zoomórficos, decoración in-
cisa. En la que correspondía al uso ceremonial, aparecen los sig-
nos geométricos tales triángulos, zig-zags y otros con pintura rojo
y negro.
También se fabricaban piezas de orfebrería en lapizlázuli y lami-
nado de la piedra.
Ya entonces se conoció la fundición del metal y de entre los obje-
tos con él fabricados se destaca la ‘grapa Tiwanakota’ para la unión
de los grandes bloques de piedra usados en la construcción.
Sus esculturas y estelas se encuentran relacionadas con Chiripa,
tal el ‘Kon-Tiki’ o ‘barbado’
Este período formativo o Tiwanaku I también fue llamado Tiwa-
naku Aldeano. Nada indica una organización política lo que induce
a Ponce Sanginés a considerarlo como de sociedad pre-estatal.
Su economía de subsistencia se basaba en el cultivo de la papa
deshidratada (chuñoo tunta) y la oca.

36
V. TIWANAKU II o ALDEANO -150 al 165

Caravanas de llamas sillonan hace ya mil quinientos años el alti-


plano, llevando mercancías de un punto al otro. Entre ellos el cobre
de brocantita proveniente de Chile y que servirá a la industria meta-
lúrgica de Tiwanaku.

Pintura rupestre con caravanas de llamas

En ese milenio y medio se van condicionando cambios en la


economía de Tiwanaku que llevan a la especialización y división
del trabajo y por lo tanto a una mayor complejidad del ser social
tiwanakota.
De la misma manera que según Ponce Sanginés, el formativo se
caracterizó no solamente por una economía de subsistencia sino
también por un sistema de producción solidario e igualitario, en esta

37
etapa del desarrollo de los Modos tiwanakotas ya podemos hablar
del nacimiento de clases sociales.
En la historia de pensamiento económico, el término “clase so-
cial” se encuentra por primera vez en Spinoza en la proposición
XLVI del tercer libro de la Ética: «Si alguno ha sido afectado por
otro, perteneciente a una clase o a una nación distinta, de gozo o de
tristeza a que acompañe como causa la idea de ese otro bajo el nom-
bre genérico de la clase o de la nación, no solamente amará u odiará
a ese otro, sino también a todos aquellos de la misma clase o de la
misma nación».
Es la Enciclopedia de Diderot la que introduce la confusión al
usar los términos “état” y “ordre” donde el primero se refiere a los
grupos que tuvieran existencia jurídica u organizados de manera tal
que tuvieran una forma de representación política.
Se va operando pues, una transición entre la aldea y el Estado y
se van constituyendo las diferentes clases sociales. Escalante sostie-
ne con acierto, que entre la conjunción de condiciones por las que se
opera este cambio, seguramente la mas importante es el excedente
de producción agrícola como producto de las nuevas formas de cul-
tivo y los adelantos en los sistemas de riego. En esta fase de la evo-
lución del mundo altiplánico, Tiwanaku llegó a decuplicar su capa-
cidad productiva.
Bernstein determina que «…si no tuviéramos delante de noso-
tros el hecho probado empíricamente de las estadísticas… podría
demostrarse por un razonamiento puramente deductivo … [que] lo
que caracteriza el sistema moderno de producción es sobre todo, el
fuerte aumento de la capacidad productiva del trabajo».
Albarracin Jordan-Mathews sostienen que si bien la tecnología
agrícola de Tiwanaku tuvo probable origen en el período formativo,
fue durante ésta fase cuando comenzó la construcción en gran esca-
la de complejos de campos de cultivo.
Pero Wendell Bennet le niega el carácter de Estado a Tiwanaku e
incluso el de urbe, puesto que solo le reconoce su condición de cen-
tro ceremonial.
Bennet parece adelantarse a la definición que luego darán Du-
rozoi y Roussel en su “Dictionnaire de Philosophie” «El Estado es
la sociedad organizada, dotada de un gobierno y considerada como

38
una instancia moral envista a otras sociedades igualmente organi-
zadas. El Estado implica así, la existencia de instituciones políticas,
militares, administrativas, etc».
(Obviamente, Oníkov y Shishlin agregarían «la función de man-
tener la dominación de una clase sobre otra») .
En su Teoría General del Estado, Hans Kelsen formula la distin-
ción entre lo que es el Estado como orden natural y el Estado como
orden normativo. «El Estado es una ordenación de la conducta hu-
mana. Cuando se llama al Estado ‘asociación’ o ‘unión’ se supone
con ello de antemano, que éstos vínculos, es decir este hallarse li-
gados los hombres a lo cual denominamos Estado, consiste en que
la conducta recíproca de los mismos está ordenada de determinado
modo. La palabra ordenación se emplea para designar, no un siste-
ma de leyes naturales sino un sistema de normas, de preceptos. Cla-
ro está que la conducta humana puede también ser contenido del or-
den natural».
Ponce Sanginés, concienzudamente sostiene que el Estado tam-
bién se forma por un proceso interior de transformación de la so-
ciedad pre-estatal, a través de un mecanismo de integración política
que implanta un régimen de gobierno centralizado e instituciona-
lizado sobre las comunidades y micro-sociedades que se subordi-
nan primero dentro de un espacio local, y que una vez ampliado
se convierte en regional sin que intervenga el estímulo de causales
externas.

«La surgencia del Estado en tales circunstancias… culminan en la apa-


rición de un instrumento político de dominio institucionalizado donde
unos mandan y otros obedecen». (Ponce Sanginés, 2002. Tiwanaku y su
fascinante desarrollo cultural, pp 80).

Hoy en día ya no se puede dudar que Tiwanaku fue un Estado con


todas las características que en su momento lo convertirán en un fa-
buloso Imperio.
Además –hoy ya lo sabemos–, luego de un primer Pachacuti,
T’itu K’apaka es el ‘Sublime Jefe de Estado’ entre –170 y –145 (Titu
Capac).

39
Y nueve Jefes de Estado más le sucederán hasta el segúndo Pa-
chakuti del año 165:

•  Paullata Tika Pirwa, El Galardonado del Depósito de Adobe,


entre -145 y -115 (Paullo Ticac Pirwa)
•  Lloke Thijmisiri Amauta, El Sabio Limpiador de Pendiente,
entre el -115 y el -65 (Lloque Tessac Amauta).
•  Kayu Mallku Amauta I, La Huella del Jefe de Estado Sabio I,
entre el -65 y el -37 (Cayo Manco Amauta I).
•  Wayta T’itu Thupala, El de Hemroso Plumaje Sublime, entre
el -37 y el año 4 (Huascar Titu Tupac).
•  Mallku K’apaca Amauta, El Sabio jefe de Estado Poderoso,
entre el 4 y el 46 (Manco Capac Amauta).
•  Tika Thupata, El Experto en Adobe, entre el 46 y el 76 (Ticac
Tupac).
•  Paullata T’itu K’apaka, El Galardonado Poderoso y Hermoso,
entre el 76 y el 95 (Paullo Toto Capac).
•  Kayu Mallku Amauta II, La Huella del Jefe de Estado Sabio
II, entre el 95 y el 125 (Cayo Manco Amauta II)
•  Mararu entre el 125 y el 165 (Marasco).

(El nombre de los Reyes Aymaras está expresado en lengua Ay-


mara seguido de su significado castellano y entre paréntesis el nom-
bre según Montesinos conforme Ponce Sanginés).

Bennet que en 1932 realizó la primer clasificación de la cerámica


tiwanakota la dividio en tres grupos: primitiva, clásica y decadente.
Según el resultado de su excavación en el Pozo II y estratigra-
fías de los Pozos V y VIII de su trabajo de 1932 describe la cerámi-
ca clásica, como con mayor porcentaje de vajilla pintada que la fase
primitiva y con colores mas ricos. Negro y blanco sobre rojo; negro,
blanco y amarillo sobre rojo; negro, blanco, amarillo y gris sobre
rojo. Los dibujos casi se limitan al puma, el cóndor y al humano vis-
tos de perfil.
Singularmente Albarracín y Jordán-Mathews (1990 Asentamien-
tos Prehispánicos del Valle de Tiwanaku) nos describen la cerámica

40
de éste período como de pasta blanquecina y mica como antiplásti-
co. Formas globulares con bordes evertidos.
Las tan discímiles clasificaciones cerámicas y criterios diver-
gentes, imponen la necesidad de un estudio estratigráfico mas
profundo.
La pintura se basa en cuatro colores: rojo, negro, blanco y anaran-
jado con motivos de círculos y líneas escalonadas y ocasionalmente
cóndores estilizados y pumas. Ese estudio de Albarracín-Jordán se
basa sobre los ejemplares existentes en el museo de Tiwanaku. No
aclaran si se refieren al Museo Tiwanaku de la ciudad de La Paz o el
museo cerámico que forma parte del sitio arqueológico.
La metalurgia toma avance con las técnicas de martillado en frío,
vaciado en molde y forjado, que produjeron espléndidas piezas.
Las antiguas metalúrgicas americanas utilizaron particularmente
una mezcla de cobre y oro llamada ‘tumbaga’ que si bien fue utili-
zada en Colombia y Ecuador y luego en la costa peruana durante la
época Mochica, era desconocida en el altiplano.
Rachet sostiene que Tiwanaku es la primera en desarrollar su in-
dustria cuprifera a partir de los ricos yacimientos de la región.
Sin embargo el cobre utilizado no provendría de la región des-
de que los estudios de la Universidad de Trent (Canadá) prueban la
existencia de objetos de cobre destinados para la exportación, obte-
nidos en el norte de Chile a partir de mineral de antlerita y de bro-
cantita. A la misma conclusión arriba la Universidad de Pittsburg,
lo que demostraría que el origen de la metalurgia no sería de origen
altiplánico.
La antlerita –SO4Cu3(OH)4 – se halla en las zonas de oxidación de
los filones de cobre, especialmente en regiones áridas. En 1925 se la
identificó como el mineral principal de las menas de Chuquicama-
ta en Chile.
Puede formarse directamente como mineral secundario de la cal-
cosina, y es así como el cobre puede llegar en solución para luego
depositarse como antlerita, rellenando las grietas del filón.
La brocantita –SO4Cu4(OH)6– es similar a la antlerita, pero aun-
que mas extendida es menos abundante.

41
VI. TIWANAKU III o URBANO
llamado CLÁSICO –165 a 333

En el 165 un segúndo Pachakuti –final y comienzo– se produ-


ce para dar nacimiento a un nuevo Sol y Tiwanaku inicia una nueva
era en la que seis monarcas reinarán unaexpansión que ya perfila el
Imperio.

•  Paullata Athiki K’apaka, Galardonado Poderoso Vencedor en-


tre 165 y 193 (Paullo Atuchi Capac).
•  Lloke Amtata, Pendiente Memorable entre 193 y 207 (Lluqui
Yupanqui).
•  Lloke Tika, Pendiente de Tejuelo entre 207 y 215 (Lluqui
•  Ticac).
•  K’apaka Amtata, Poderoso Memorable entre 215 y 265 (Ca-
pac Yupanqui).
•  Thupata Amtata, Memorable Sublime entre 265 y 283 (Tupac
Yupanqui).
•  Mallku Auki Thupata, Jefe de Estado Padre Sublime entre
283 y 333 (Manco AuquiTupac).

Los excedentes productivos de la agricultura generaron una


mano de obra disponible que pudo ser destinada a otras activida-
des, y como consecuencia de ello se produce una auténtica revolu-
ción urbana.
Sillares cortados a escuadra con rebajes simétricos y pulidos, van
construyendo una ciudad de palacios y templos.

43
El Kalasassaya, el Pumapunku, la pirámide escalonada de Aka-
pana se construyeron con el empuje y el vigor de generaciones (los
dos primeros edificios consumieron unos 90 años de labores y para
la pirámide de Akapana se estima aproximadamente el doble de
tiempo). Los bloques del Pumapunku llegan a pesar 131 toneladas
y aun pueden verse dispersos en el valle las «piedras cansadas» que
no llegaron a su destino.

Vista aérea.

Tiwanaku según Escalante.

44
Puerta de entrada al Kalassasaya.

Kalasassaya.

45
Monolito Ponce.

Detalle del Kalassasaya (muro exterior).

46
La Puerta del Sol.

No hace a este libro el estudio de la arquitectura de los edificios


monumentales de Tiwanaku, solo baste decir que se trata de una de
los sitios arqueológicos mas importantes de América y al nivel de
Teotihuacan o Chichen-Itzá.
(Para complemento de la información ver la bibliografía general
y en particular Ponce Sanginés «El Templete Semisubterráneo de
Tiwanaku», Juventud, 1981 y Javier Escalante Moscoso «Arquitec-
tura Prehispánica en los Andes bolivianos», Cima, 1997).
Sí cabe agregar, que la obra edilicia no se encuentra limitada al
recinto protegido, ni limitada a los estudios realizados a la fecha.
Varios montículos rodean Tiwanaku sin que su orientación responda
a la tectónica del Altiplano.

47
VII. TIWANAKU IV llamado EXPANSIVO
o REGIONAL –333 a 640

Un tercer Pachakuti en 333.

En la nueva era, Tiwanaku expande su dominio multiplicándolo


por 40 y llega a abarcar todo el valle de Tiwanaku.

•  Trece Jefes de Estado se sucederán entre el 374 y el 640:


•  Sinti Apu, Principe Valiente, entre el 333 y el 373 (Sinchi
Apusqui).
•  Auki T’itu Athiri, Padre Vencedor Sublime, entre el 373 y el
377 (Auqui Titu Atquchi).
•  Jaya Mallku, Lejano Jefe de Estado, entre el 377 y el 405
(Ayay Manco).
•  Wirakhota K’apaka, Poderoso del Suelo y del Agua, entre 405
y 420 (Huira Cocha Capac)
•  Sinti Poko Amauta, Sabio Valiente Maduro, entre 420 y 440
(Chinchi Roca Amauta).
•  Thupata Katari Amauta, Sabio Hermoso Serpentineo, entre
440 y 465 (Tupac Amaru Amauta).
•  K’apaka Kusisiña Amauta, Sabio Poderoso Festivo, entre 465
y 493 (Capac Raymi Amauta).
•  Illa Thupata, Hermoso Luminoso, entre 493 y 496 (Illa
Tupac).

49
•  Thupata Amauta, Sabio Hermoso, entre 496 y 524 (Tupac
Amauta).
•  ¿? ‘nn’, llamado por Montesinos Huanacauri, entre 524 y 528.
•  Thuthu Korpa Apu K’apaka, Enfadado Huésped Padre Pode-
roso, entre 28 y 573 (Toca Corpa Apu Capac).
•  Wampu Sayri Tupata, Balsero Hermoso como Tabaco, entre
573 y 605 (Huampar Sairi Tupac).
•  Jila Willka Amauta, Sabio Solar Mayor, entre 605 y 640
(Hinac Huilla Amauta).

El Estado no solamente crece en lo territorial, sino que se organi-


za espacial y administrativamente.
Amplía su dominio a casi toda la cuenca del lago Titikaka y pe-
netra en los valles orientales llegando a abarcar una superficie de
275.000 kilómetros cuadrados.
Esa transformación económica implica también modificaciones
en la estructura administrativa.
De la centena de asentamientos excavados, se ven sitios de con-
centración asociados a valles de cultivo. Estos asentamientos tienen
una distribución regular que respeta la división cuatripartita
Estos asentamientos probablemente correspondan a sitios que
cumplirían funciones administrativas en las distintas zonas de pro-
ducción agrícola, lo que induce a Ponce Sanginés a pensar en en-
claves coloniales con fines de un aprovisionamiento necesario para
mejorar el nivel de vida.
Las bases del imperio están en ciernes: «…esto no se explica por
mera casualidad, sino que deriva de un pensamiento político de in-
tegración. Los aludidos enclaves se aprovecharían como avanza-
das de ulterior penetración mas profunda y donde se habían erigido
ellos, coexistían los habitantes originarios con aquellos que se ani-
maron a trasladarse desde el altiplano». (Ponce Sanginés, Tiwanaku
Tomo I).
La afirmación del Estado se traduce también en una reforma reli-
giosa que se ve en la iconografía: las efigies antropomorfas contra-
puestas de la época III pasan de moda y las nuevas están basadas en
una efigie humana representando al hombre-dios, es decir a la auto-
ridad divinizada. Como sostiene Ponce en la obra citada «Se trataba

50
de una jerarquización del poder, ya que el jefe de Estado era el nexo
entre el plano terrenal y el celestial».

La Puerta del Sol encarna esa idea.

Los trabajos de Alan Kolata en 1982 en Pampa de Koani mues-


tran campos elevados de cultivo con áreas que van de los 30 km² a
los 60 km².
La cerámica del Tiwanaku IV es de pasta rojiza o anaranjada,
densa. Su antiplástico es arena fina yla mica que la compone parece
ser parte de la arena y no un agregado independiente.
De engobe rojo, pulida (y a veces también en el interior), rara-
mente bruñida.
El keru, el tazón, la jarra, el inciensario y la fuente son las piezas
mas comunes. Algunas tienen figuras en releve con rasgos faciales

51
humanos, también animalaria como el puma, la llama, el perro o el
cóndor.
Su pintura es blanco, negro, anaranjado y amarillo.

52
VIII. TIWANAKU V o EL IMPERIO UNIVERSAL
–640 al 1187

The world turned around


Alan Kolata
Valley of the Spirits

Cuarto Pachakuti en 640.

En la nueva era que se inicia, Tiwanaku llegará a su esplendor,


constituyendo un Imperio Universal de 600.000 km².
Un espacio geográfico que hoy representa la totalidad de la Repú-
blica de Bolivia, el sur del Perú, el norte de Chile y el nor-oeste de
la Argentina.
O sea una gran diversidad de regiones morfológicas y ecosiste-
mas como así también innumerables grupos étnicos.
Terminará por disgregarse en «Señoríos Aymaras» durante su
quinto Pachakuti por causa de lo que la mayoría de los autores atri-
buyen a un cataclismo, que algunos de entre ellos han dado en lla-
mar «colapso ecológico».
Veinte todopoderosos reyes serán sus Jefes de Estado durante esta era:

•  K’apaka Amtata Amauta entre 640 y 675, Sabio Poderoso Me-


morable (Capac Yupanqui Amauta).
•  Wampu Sayri Tupata entre 675 y 703, Balsero Hermoso como
Tabaco (Huampar Sairi Tupac.

53
•  Kayu Mallu Auki entre 703 y 716, Huella del Jefe de Estado
Padre (Cayo Manco Auqui).
•  Jila Willka entre 716 y 746, Sol Mayor (Hinac Huilla). Willka
K’apaka Amauta entre 746 y 776, Sabio Poderoso Solar (Inti
Capac Amauta).
•  Jaya Mallku K’apaka entre 776 y 804, Lejano jefe de Estado
Poderoso (Ayar Manco Capac).
•  Wila Jupi Jaya entre 804 y 834, Lejano Ruidoso de Sangre
Real (Yahuar Huquiz).
•  K’apaka T’itu Amtata entre 834 y 857, Poderoso Memorable
Sublime (Capac Titu Yupanqui).
•  Thupata Chuki Amauta entre 857 y 896, Aureo Sabio Hermo-
so (Tupac Curi Amauta).
•  Willkanauta Amauta entre 936 y 996, Sabio de la Casa Solar
(Huillcanota Amauta).
•  Thupata Amatata entre 996 y 1039, Hombre Hermoso Memo-
rable (Tupac Yupanqui).
•  Illa Thupata K’apaka entre 1039 y 1043, Poderoso Hombre
Hermoso Luminoso (Illa Tupac Capac).
•  T’itu Kushisiña Koke entre 1043 y 1074, Sublime Casto Festi-
vo (Titu Raymi Cozque).
•  Jupi Nina Auki entre 1074 y 1117, Ruidoso Igneo Padre (Hu-
qui Nina Auqui).
•  Mallku K’apaka entre 1117 y 1140, Jefe de Estado Poderoso
(Manco Capac).
•  Kayu Mallku K’apaka entre 1140 y 1160, Huella del Jefe de
Estado Poderoso (Cayo Manco Capac).
•  Sinti Jaya Mallku entre 1160 y 1167, Lejano Fuerte Jefe de Es-
tado (Sinchi Ayar Manco).
•  Mamani Chupika Amauta entre 1167 y 1172, Sabio Goberna-
dor Colorado (Huaman Tacco Amauta).
y finalmente
•  T’itu Amtata entre 1172 y 1187, Memorable Sublime (Titu
Yupanqui).

Con justeza Ponce Sanginés cita a García Pelayo: «Sus gobernan-


tes se sienten eje y polo del mundo, rey de los cuatro cuadrantes del

54
mundo, rey del universo, desde el nacimiento a la puesta del sol,
cuya capital es el centro u ombligo del mundo».
Bennet definió la cerámica de esta era como «decadente». Pintura
negra sobre rojo o sobre anaranjado. Las figuras tienen un delineado
tosco y se insiste sobre las formas geométricas.
La pasta y el engobe son anaranjados con solo arena como
antiplástico.
Existe diferencia de pulido entre la cerámica rural y la de la capi-
tal, lo que podría explicarse ya como un cambio en los patrones de
conducta que conducirán al Pachakuti final.
Efectivamente, el Estado Imperial ya es una sociedad pluri-étni-
ca y pluri-lingüe donde se habla no solo el Aymara sino también el
Uru, el Kechwa, el Pukina, etc.
La sociedad Imperial no impuso una unidad cultural, aunque por
ser centralizadora tuvo efectos integradores. Pero como lo hizo me-
diante vínculos políticos, su unidad solamente se mantuvo mientras
esos lazos políticos fueron conservados.
En 1187 la civilización de Tiwanaku se eclipsa. Es su quinto y úl-
timo Pachakuti.
A partir de Posnansky comienza a sostenerse la teoría del catas-
trofismo y que fue sostenida hasta nuestros días por numerosos cien-
tíficos que hablan de un «colapso ecológico» y de una serie de fe-
nómenos naturales entre los que s e menciona una retirada del lago
Titikaka a su nivel actual.
A la luz de los documentos arqueológicos, ésta teoría no logra
sustentarse como veremos en el capítulo pertinente.

55
IX. EL FIN DE TIWANAKU

Como puede colegirse de lo escrito hasta el momento, la civili-


zación de Tiwanaku ha sido interpretada de diversas maneras y con
múltiples enfoques.
Bennet la clasifica en formativa-clásica-decadente porque lo hace
a partir de sus estudios sobre la cerámica que él clasificó a partir de
sus propias excavaciones. Pero hemos visto que todavía queda mu-
cho por aclarar sobre el particular.
Nuevos y mas profundos estudios se imponen con nuevos traba-
jos estratigráficos empleando métodos mas modernos de registro y
de laboratorio.
Por ejemplo, jamás se hizo una Matrix Harris concerniente de
una estratigrafía tiwanakota y la misma exposición de piezas en las
vitrinas del museo cerámico del sitio de Tiwanaku presentan errores
de clasificación inaceptables.
Otros científicos y publicistas han utilizado otros criterios.
Ponce Sanginés divide Tiwanaku en cinco épocas que se ocupan
de su transformación y complejidad como Estado, desde un primer
momento formativo hasta el Imperio Universal.
Aquí y con la intención de ser breve bajo pena de impreciso, he
preferido exponer el desarrollo cultural de Tiwanaku, en función de
Eras conformes sus Modos de producción y evolución en la com-
plejidad de su ser social. No he pretendido introducir una polémica
ni profundizar su teorización ya que eso sería motivo de diferente
trabajo.

57
Solo se he intentado describir someramente un Estado de la Cues-
tión como ayuda de memoria antes de entrar en el tema que me
ocupa.
Repito, ninguna discusión teórica pues, es tratada en profundi-
dad, y tengamos presente que difícilmente el arqueólogo pueda afir-
mar, y que siempre le será preferible decir «en el estado actual de
nuestros conocimientos, todo nos induce a pensar que …»

58
LAS TEORÍAS CATASTROFISTAS SOBRE EL OCASO
DE TIWANAKU

Muchas teorías se han expuesto sobre origen y fin de Tiwanaku.


Solamente trataremos aquí aquellas que, aunque erróneas, por haber
sido enunciadas por científicos de calibre, merecen ser comentadas
y discutidas.
Obviaré mencionar las que no tienen asidero alguno, como aque-
lla de cierto conocido antropólogo que recientemente viene de afir-
mar en una radio de La Paz que los Urus son los sobrevivientes de la
Atlántida, u otras opiniones aún mas descabelladas.
Cuando en el año 1904 Arthur Posnansky realizó la triangulación
de Tiwanaku en su plano corte Norte-Sur, indicó la existencia de un
muelle , la entrada a ese muelle y un puerto norte.
Es decir que para este científico, el Tiwanaku de antes del 1187,
indudablemente tenía acceso directo no ya al río Tiwanaku, sino al
agua del lago Titikaka.
Según Posnansky, una erupción en el cerro Kapia (q ue se locali-
za en Yunguyo) produjo un terremoto que destruyó la ciudad y pro-
vocó una inundación que sepultó los edificios.
Incluso ve bloques de lava, indicados en dicha triangulación.
Hasta el día de hoy, absolutamente nada de esto logró obtener una
documentación arqueológica. Es más, los muros puestos a la luz en
Tiwanaku demostraron encontrarse en perfecta alineación, lo que
prueba que ningún seísmo los afectó.
Para finalizar, diré que la actividad volcánica en la región cesó
como muy tarde en el plioceno superior.
Gérard Laubacher (Laubacher 1978 Géologie des Andes Péru-
viens – ORSTOM) lo establece con certeza:

«Posterior a la fase Quechua (fin del mioceno), es el vulcanismo Silla-


paca atribuido al Plioceno que se extiende al oeste del lago Titicaca ha-
cia la Cordillera Occidental. Las coladas basalticas (Vilque y Umayo)

59
forman parte de ese vulcanismo y están datadas en 5,7 MA por K/Ar por
Bezlon y Lefebre en 1976…

…En la región de Ilave, sobre el borde sur del lago Titicaca Dolfus et
al en 1966 encontraron la base de la terraza t’’ (la mas alta, sin dudas
equivalente a la Fm Azangaro Mewell, 1949) una serie volcanica y vo-
lacanico-lacustre post-mioceno. Esta formación es probablemente plio-
cenica y susceptible de representar ignimbritas Sncca de la Fm lacustre
Capillune en la cordillera Occidental (Audebraud et al 1975) ….
… En los depósitos lacustres del lago Titicaca y los aluviones que for-
man las grandes pampas absolutamente horizontales de los alrededores
fr illave, Dolfus et al 1966, observaron dos terrazas: una terraza t’’ que
se encuentra a 20 metros por encima del lago y una terraza t’ mas baja
que parece corresponder a un nivel superior de las transgresiones re-
cientes. La terraza t’’ puede corresponder a una antigua transgresión del
lago Titicaca, probablemente equivalente a los depósitos del lago Min-
chin (Martinez, 1978)».

En lo que hace a la tectónica que pudiera haber afectado Tiwa-


naku, el geólogo Alain Lavenu del Orstom, en su artículo «Néotec-
tonique des sédiments plio-quaternaires du nord de l’Altiplano boli-
vien» aparecido en «Evolution Récente des Hauts Plateaux Andins
en Bolivie. Cahiers, Vol. X, 1978.», indica:
«Las formaciones cuaternarias estan afectadas por una tectonica
en comprensión de dirección N130. Esta fase de comprensión esta
encuadrada por dos fases de distensión de misma dirección NOOO.
La fase de comprensión y ultima fase de distensión … son post-gla-
ciar 3. Es la formación mas reciente que observamos afectadas por
las deformaciones».
Como ya está observado, los edificios de Tiwanaku conservan
una alineación tal, que muestran no haber sido afectados ni por vul-
canismo ni por seísmo alguno.

60
Triangulación de 1904 de Posnansky:
explicación en lengua inglesa de su primera
edición.

61
Tectónica de la región conforme el Orstom

Otra explicación catastrastrofista de la disipación de Tiwanaku


como capital de la dominación altiplánica, es aquella que habla de
un «colapso ecológico».
Kolata indica un cambio radical en el clima del altiplano con una
merma notable de las precipitaciones anuales que habrían llevado a
la desecación de los camellones de cultivo.

«Con el tiempo, el agua del río disminuyó a punto del cual las entradas
de canal fueron convertidas en espigas estériles, inútiles.
… Las redes de irrigación complejas que habían servido las ciudades
también se hicieron los emblemas del fracaso del rey. Las cosechas dis-
minuyeron. En años particularmente malos la escasez de alimentos y el
hambre, comenzaron a atormentar las ciudades.
… La gente en el campo no estaba en mejor situación que los habitantes
de ciudad por el ritmo tributario exigido por la aristocracia de Tiwanaku
que aumento en un intento desesperado para prevenir la crisis inminente
de alimentos. La inseguridad económica creó la inestabilidad política y
el malestar social.
… En Tiahuanaco la sociedad civil se estremeció bajo el impacto. Mu-
chos emigraron del altiplano a las cuestas arboladas que adhieren a los te-
rraplenes de Este de Andes.

62
… Para Tiahuanaco, esto era el final» (Kolata, Valley of the Spirits 1996).

«Al principio del Holoceno, el Lago Titicaca estaba aproximadamente


ocho metros encima de su nivel actual.
… Desde entonces, su nivel se ha balanceado en una gama entre 3808 y
3815 metros. Así, las fluctuaciones cíclicas pueden ser considerables.
… Ahlfeld y Branisa, 1960 hicieron un informe que reporta una 5,2 dis-
minución de metros para el 1933-1943, mientras en 1986 el lago se ele-
vó tres metros, inundando áreas adyacentes hasta cinco kilómetros al
interior.
… El impacto de las fluctuaciones en el nivel de lago, sin embargo, es
enorme, no sólo en términos de sus efectos sobre el establecimiento hu-
mano en la zona inmediata al lago, sino también en términos de modifi-
caciones ecológicas». (Kolata, idem).

Albarracin Jordan, que por su parte adhiere a la misma tesitura


de Alan Kolata.

«Los estudios arqueológicos realizados en Pampa Koani … dan cuenta


de la presencia de un extenso paisaje agrícola, conformado por … ca-
mellones y estructuras asociadas como ser canales, diques y terraple-
nes… Sobre la base de análisis paleoclimnológicos del Lago Titicaca
… y de testigos del hielo de Quelccaya … (Kolata) sostiene que el dra-
mático declinamiento en la precipitación anual que se produjo alrededor
del 1000 de nuestra era, desarticuló el sistema agrícola de Tiwanaku.»

Por su parte, Servant y Fontes (Michel Servant, Jean Charles Fon-


tes del Orstom (Les lacs quaternaires des Hauts Plateaux des Andes
Boliviennes, premières interprétations paléoclimatiques. Orstom,
Cahiers, Vol. X n° 1, 1978. Série Géologie) manifiestan una opi-
nión divergente que con rigor científico destruyen la teoría de Alan
Kolata.

«Tres transgresiones lacustres son reconocidas en el Altiplano bolivia-


no desde el Pleistoceno medio. La mas reciente tuvo lugar luego de la
ultima glaciación de los Andes tropicales. Las napas de agua arriban a
su mas grande extensión (50.000 km2 entre 12.500 y 11? 000 antes de

63
nuestra era. Luego se redujeron a sus dimensiones actuales (8.000 km2
haca el 10.000 antes de nuestra era.
… Las variaciones de los espejos de agua fueron bastante débiles duran-
te el Holoceno. Las modificaciones de la extensión de los lagos cuater-
narios no significan necesariamente cambios importantes de la precipi-
tación anual…. Como una primera interpretación se puede señalar que
las variaciones de los lagos río abajo y de los glaciares río arriba po-
drían relacionarse con cambios de temperaturas y modificaciones en la
repartición de las precipitaciones sin que éstas últimas tengan variacio-
nes amplias en el promedio anual».

Es decir que según los estudios del Ostrom, el lago Titikaka man-
tiene su nivel actual desde hace 10.000 años.
Obviamente con fluctuaciones anuales, pero ninguna de tal mag-
nitud como para ser considerada un ‘colapso ecológico’ capaz de
eclipsar definitivamente una civilización vieja de tres milenios.
Don Lorenzo Inda de la Comunidad Irohito Yanapata; quien en
su manuscrito «Historia de los Urus» fotocopiado por Hisbol-Radio
San Gabriel y que coloquialmente nos relata la historia de sus ante-
pasados y hace referencia a una de esas fluctuaciones del lago.
Transcripción literal: «Según me dijo mi abuelo Luis Inta Waran-
ga a través de sus abuelos de su padre a vido una sequía Lapaka
en el año 1675 todo el altiplano de macha; a adaptarse regiones de
nuestra Bolivia; esta sequía era como lamentar muy trist. No había
la producción para los aymaras ne que comer mucha gente ha sufri-
do de hambre y miseria; ellos tenia que comer cascara de chuños
semillas de pajas bravas, cascos de animales y otros. La sequía era
como cosa de siete años algo mas todavía, Como ha vido esa sequia
pues los urus abandonaron el lugar de Irohito Yanapata, en busca
del agua para vivir; el rebalso del rio Desaguadero. Se secó los ven-
tarrones se levantaron mucha polvareda; los pastizales se secaron
para los ganados. Por esta situación los URUS se vieron obligados
atrasladarse , mas al norte ARAXA al lugar llamado TIBITIGNI y
JAGONTA. Alli construyeron, sus pawichis o chhujllas de totora.
Los URUS (unas 10 familias, durante siete años vivieron cazando y
pescando, pescados… Años después vuelven a su tierra natal»

64
Boulangé y Aquize (Bruno Boulangé y Eleonor Aquize Jaen, 1981 Morphologie,
hydrographie et climatologie du lac Titicaca et de son bassin versant, Revue d’Hy-
drobiologie Tropicale 14 pp 269-287) prácticamente agotan la cuestión.

Especifican las características morfométricas del lago Titikaka y


de su cuenca de drenaje situándolo en el vigésimo primer lugar de la

65
clasificación mundial con una superficie de 8.559 km² y un volumen
de agua de 896x109 m3.
Las precipitaciones se reparten en cuatro segmentos al año:
•  Diciembre a Marzo, un período de fuertes precipitaciones.
•  Abril, mes de transición.
•  Mayo a Agosto, meses de seca.
•  Septiembre a Noviembre, nuevamente meses de transición.
Pero esas precipitaciones no son parejas en toda la cuenca. En la
zona propiamente lacustre se registra el 72 por ciento del volumen
total del período Diciembre-Marzo y el 22 por ciento durante las
transiciones de Abril y Septiembre-Noviembre.

66
Los estudios de la supuesta sequía que afectara la agricultura
tiwanakota son insuficientes por parciales, puesto que contemplan
solamente los camellones, pero no a los andenes o terrazas de los
flancos de los cerros circundantes.
Con lo expuesto anteriormente sobre la climatología de la cuenca,
podemos concluir que épocas de seca y épocas de inundación han
existido siempre y siempre existirán donde otrora fuera el núcleo ca-
pital de Tiwanaku.
Pero esto no es suficiente para afirmar que un Imperio de 600.000
Km² que disponía de recursos productivos no solo propios, sino del
de multitud de etnias por él sometidas, se haya «disipado» en el tér-
mino de una o dos generaciones por eventos climatológicos local es
y parciales, si simultáneamente ese proceso de dificultades econó-
micas no va acompañado de una crisis mas profunda y de carácter
político.

67
LA TEORÍA DEL CONFLICTO ARMADO

LOS AYMARAS

Dentro de los documentos etno-históricos es Cieza de León quien


describe la conquista de Chucuito por los Lupaqas. Mercado de Pe-
ñaloza por su parte en su «Relación de la Provincia de los Pacajes»
1583) dice que la marka de Guaqui tenía su origen en Chucuito, pero
que sus habitantes decían haber arribado procedentes de Carangas.
Alfredo Torero indica que Tiwanaku era de orígen Pukino basán-
dose en que el puquina era una de las lenguas del Imperio. Y que los
Aymaras tenían su centro de gravitación en el Río Pampas, es decir
en el actual Perú (Departamento de Ayacucho).
Contrapuestamente otros autores como Bouysse-Cassagne, Gis-
bert o Espinoza Soriano hablan también de una invasión Aymara
pero proveniente del sur.
Torero sostiene que la etnia originaria de Tiwanaku eran los Urus
y que por lo tanto hablaban el uruquilla. Formula una serie de su-
perposiciones étnicas en base a una clasificación lingüistica y al
uruquillo le hace suceder el puquino.
Lorenzo Inda, cronista Uru de época actual, indica una presencia
Uru anterior a los aymaras.

«El origen delos URUS según nuestros antipasados Abuelos y por je-
susa Salinas y su nieta Julia Vila Salinas; Relatan Lo sUrus y nosotors
hemos sido pirmeros Hombres ö suñis En la esplayación de las orillas
del Rio Desaguadero. Según los URUS decen tambien nosotros hemos
sido Hijos de UFAÑA. Muchos decen porque se llamaba URUS. La je-
susa Salinas una Abuela Legitimo URUS dece; Esta nos da rectura del
Sol por es: Se llama URUS por eso decemos los urus Somos miendo
Kururu. Así lo decian, nuestros Apichuy Achichay y Tululas. Ademas

68
de esa e visto muchos cadaveres bajo la tierra.. Hemos visto cabando
mas o menos está a una profundidad de un metro y metro medio lo ever-
samos estan bien sus dientes y muelas pero parece de muchos siglos.
Los historiadores decen Los URUS han hemigrado de otro continente,
y navegando por los lagos. Eso, creo puede ser falso». (La transcripción
es literal).

Mas adelante agrega:

«Los Aymaras no existia en el Altiplano. Según mes contaron nuestros


Abuelos dequi no existia Aymaras antes en la zona del Altiplano, pocos
vivian o en la cerrania toda esa pampa era vasia, esto es mas antes del
descubrimiento de América … Nuestros antepasados los URUS Acha-
mataqus, relatan. Que nuestros terrenos era muy grande Después que
llegaron Los Aymaras de poco a poco ellos formaban un comunidad
grande, llamado JANQ’UXAQI Comensaron A invadir sus tierras de
los Urus, por los comunarios ya mencionado, pues quitaron sus tierras,
viendo que los URus se encuentra poca gente tambien los Uchhunataqus
se defendieron. Siempre a sido derrotado, por los malos tusas, pasaron
varios años la luha seguia…» (Sigue siendo transcripción literal).

El documento no carece de importancia. Es la historia oral de la


Nación Uru volcada en texto por uno de sus ancianos, que en afan de
conservar la memoria de su pueblo se ha convertido en su cronista.
Y la memoria histórica Uru habla muy claramente que los prime-
ros aymaras llegaron al Altiplano luego de los Urus, pero en perío-
do Formativo («no sabían trabajar la agricultura; mas dedicaban a la
caza y pesca de animales silvestres»).
Desde el punto de vista lingüístico, la lengua puquina no influyó
sobre la uru modificándola radicalmente, cosa que habría tenido lu-
gar en el caso de un Tiwanaku originario en los primeros.

«Este idioma pukina no compara con ningún dialecto de los mundos an-
tiguos que ella también hablan sus lengua. Podemos decer algunas pa-
labra de la famelia». (Del texto de Lorenzo Inda, el subrayado me per-
tenece).

69
Resumiendo, Toledo ubica a los urus en el período mas antiguo,
seguido éste por el surgimiento de una Nación Puquina asociada a
Tiwanaku y solo posteriormente los aymaras habrían invadido el te-
rritorio puquina, desplazando a su gente y cultura.
En este estadio de los conocimientos, sería deseable llevar ade-
lante un estudio comparativo de los estratos del Tiwanaku de la épo-
ca de su eclipse con otros de la presunta antigua región Aymara en
Ayacucho.

MONTESINOS

La importante fuente que es Bernardo de Montesinos, también


atribuye la destrucción del Estado tiwanakota a conflictos sociales
y bélicos.
El relato de Montesinos ha sido estudiado por Ponce Sangi-
nés quien lo ha reinterpretado comparándolo con la evidencia
arqueológica.
Este cronista relata una serie de conmociones sociales y militares
ya a partir del siglo IX durante el reinado de Jaya Mallku K’apaka
(804-834).
Nuevas turbulencias con Willkanauta Amauta (936-996) como
rey que tuvo que enfrentar invasiones de dos ejércitos enemigos que
fueron vencidos a «veinte leguas» del Kisko en una sierra alta y lle-
na de nieve llamada «Willka nuta».
«Veinte leguas» es un valor cambiante según las épocas y las re-
giones. Existe la legua marina de 20 grados de meridiano o sean
5,556 km, la legua común 5,511 km, la legua geográfica de 17½ gra-
do de meridiano, la legua de camino con 6,62 km, la legua jurídica
de 4,175 km, la legua legal de 6.958 km, la legua de posta de 4 km.
Durante la dominación española, en América se aplicó el mismo
caos que en la metrópoli y cada colonia tenia su legua. En Argenti-
na era de 5,2 km, en Chile de 4,514 km, en Colombia y Ecuador de
5 km, en Cuba de 4,24 km, para Guatemala de 5,573 km, Honduras
4,175 km, México 4,190 km, Paraguay 4,43, Uruguay 5,15 y para el
Perú de 5,556 km.

70
Como cálculo aproximativo puede decirse que Montesinos sitúa el
lugar del combate, entre unos 80 y 100 km de la ciudad de Cusco.
Ahora bien, en el Diccionario Geográfico del Perú del Capi-
tan de Fragata Germán Stiglich editado en 1922 y una de las obras
mas completas sobre la toponimia peruana, no figura el cerro Wi-
llkanuta, pero todo indica que debemos entenderlo como Vilkanota
o Vilcanota.
La región se encuentra entre Ayacucho y Cusco, lo que es sor-
prendentemente coincidente con las teorías de Alfredo Torero.
Antes del surgimiento Inka estaba, habitada por una etnia cus-
queña, conocida por su tripode llamado Killque.
Lo que sí se puede afirmar es que, casi en los albores del año
1000, Tiwanaku ya estaba sometido a turbulencias y presiones mili-
tares, sean externas o de sus etnias tributarias.
El último rey Tiwanakota fue T’itu Amtata o Pachakuti V. «en su
tiempo vinieron grandes ejércitos de Gentes ferocísimas, así como
por los Andes como por el Brasil y por hacia Tierra firme, hicieron
grandes guerras».
Con esto, Montesinos da a entender de la existencia de una coali-
ción formada por gentes venidas de la región de Cusco (¿nuevamen-
te los vilcanotas? y etnias provenientes de occidente. Es de destacar
que el cronista da cuenta de la presencia de hombres de raza negra,
lo que debe interpretarse como una referencia a la zona amazónica.
La batalla se habría dado cerca de Pukara con la derrota de Tiwa-
naku y la muerte de su rey. Pero tal una victoria a lo Pirro por lo
cruenta, también el ejército invasor quedó diezmado y tuvo que reti-
rarse a sus tierras.
A partir de allí los Tiwanakotas habrían emigrado a Tamputok’o
y desintegrado su Estado.
Cada provincia siguió el propio curso de su historia: Karankas,
Karakaras, Lipis, Lupakas, Chinchas, Chuis, Kollas, Pakasas, Uma-
suyos, etc, eligieron sus propios gobernantes en ese Gran Pachakuti
que, no siendo de habla aymara, erróneamente ha sido denominado
de los «Señoríos Aymaras».

71
LOS MOLLO

Carlos Ponce Sanginés, en una hipótesis a la que adhiero, atribu-


ye la derrota de Tiwanaku a los Mollo.
Siendo su hábitat de carácter provincial con su principal ciudade-
la en Iskanwaya, es decir 380 km al norte de La Paz, ya en la Cordi-
llera Real a 1700 metros, pero en su vertiente amazónica, bien pudo
haberse referido a ellos cuando Montesinos citaba «vinieron gran-
des ejércitos de Gentes ferocísimas …. por el Brasil y hacia Tierra
firme, hicieron grandes guerras».
Dice Ponce Sanginés: «No se ha dado la importancia del caso a la
cultura Mollo. Su raigambre se encuentra en Tiwanaku con enclaves
en la época IV y un dominio directo en la V … Sus asentamientos
ya urbanos habrían surgido antes del final de la época V, pero con la
característica que simultáneamente se enmarcaban a una traza de-
fensiva, quizá por la vecindad con los pueblos forestales. Hacia el
1187 habría tomado cuerpo hasta levantarse contra la capital, apro-
vechando las circunstancias, invadiendo el altiplano para liberarse
de la subordinación política y económica».
Agrega: «Es cosa curiosa que en la meseta no hubieran existido
asentamientos mollos, sino tan só lo algunos sitios de inhumación
como en Pukarani, lo que denotaría que su presencia allí fue corta y
circunstancial durante su breve intrusión».
También Kolata en su trabajo en Pampa Koani halló restos cerá-
micos Mollo que no pudieron ser interpretados.

72
RESUMIENDO

La desintegración del Estado de Tiwanaku, no puede atribuirse


al solo hecho climatológico, porque estas variaciones siempre han
existido en el Altiplano.
Tiwanaku creció como modelo imperial forjando una cohesión
unitaria en lo político pero no en lo cultural. Al igual que en la Pax
Romana, subyugó otras etnias que, como hemos visto, en varias
ocasiones han intentado liberarse del tributo que se les imponía des-
de la metrópoli.
Sin negar una crisis transitoria en la economía de la zona del nú-
cleo capital, la explicación debe buscarse en causas mas complejas
como aquella del agotamiento del modelo político debido a cambios
en el Modo productivo.

73
EL PATRÓN POBLACIONAL
Y LAS VARIACIONES EN LA CERÁMICA

Los últimos años del Imperio de Tiwanaku son arqueológicamen-


te confusos.
Como primera medida se advierte una modificación importan-
te del patrón de asentamientos. Albarracín Jordán-Mathews (1990)
anotan una dispersión del mismo en perjuicio económico de la ca-
pital y en beneficio especial de pequeñas áreas sitas por encima de
los 3900 metros.
Es decir que se va produciendo un salto en el Modo a través de la
intensificación de estrategias de subsistencia y una reorganización
de la distribución poblacional.
La base de la subsistencia depende ahora de territorios margina-
les, donde la capital tiene ya menos peso político.
Prueba de ello, la cerámica Tiwanaku V –que Bennet denomina-
ra «decadente»–, comienza a tener variaciones entre aquella fabrica-
da en la capital y la de las zonas rurales.
El negro sobre anaranjado (o rojo) no está pulido en la zona rural,
donde la preparación de la pasta muestra descuidos de manufactura.
Las fallas en la cocción pueden deberse a la carencia de mate-
ria combustible para los hornos, es decir de época de dificultades
económicas.
Obsérvese la ilustración que sigue de la siguiente –y misma– pie-
za de manufactura rural donde se ve con claridad las variaciones de
su atmósfera de cocción .

74
Albarracín Jordán confirma en 1996: «Los datos de Lukurmata
muestran cierto declinamiento demográfico en determinados secto-
res domésticos, situación que podría interpretarse como un proceso
de evacuación del sitio …. (o) determinadas situaciones históricas
por la coalición de sus segmentos sociales (y) en otras por la ruptu-
ra de la alianza y la eliminación de su jerarquía política mayor
… Lo que sí es destacable es la rapidez con la que se desintegró el
sistema, proceso que se caracterizó por un espectro de continuida-
des y cambios». (El subrayado me pertenece).

75
NUEVAS EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS

No me extenderé aquí sobre la aplicación de la fotografía aérea en


arqueología. Solo basta con recordar que a cierta altura y en deter-
minas condiciones de ángulo, luminosidad, hora y época del año, se
obtienen registros que no son visibles a ojo desnudo.
La única fotografía aérea disponible del sitio de Tiwanaku que re-
úne esos requisitos, es una oblicua tomada por la Fuerza Aérea Bo-
liviana y publicada en la página 297 del libro «Tiwanaku: 200 años
de Investigaciones Arqueológicas» de Carlos Ponce Sanginés, 1995,
editorial CIMA.

Con claridad pueden observarse, en el ángulo superior izquierdo


la entonces única ruta La Paz-Guaqui, la Pirámide de Akapana y la
vía de tren.
En la búsqueda de elementos para mi labor de campo para el año
2001 que trató sobre los canales de riego soterrados, procedí a digi-
talizar y agrandar esa imagen, con el resultado siguiente:

76
En la foto superior, vemos la imagen tal como aparece publicada,
y en ésta un detalle de la ampliación.
Se trata de una tenue línea que parte cerca del cruce del actual ac-
ceso a Tiwanaku (el que une la carretera nueva La Paz-Guaqui con
el casco colonial) con la via de tren.
Esa línea continúa hasta tomar una curva que pasa por el sur de
la Pirámide de Akapana. Da al impresión de tratarse de un sendero,
salvo que in situ no hay tal camino.

77
En la campaña 2001 pude observar la perpendicular entre esa lí-
nea y la avenida de acceso, y en la vereda norte estaba la evidencia
de un canal soterrado.
La ampliación y asfaltado de ese nuevo acceso entre la plaza del
Tiwanaku actual y la nueva ruta, obligó a aplanar el terreno rebaján-
dolo y extrayendo tierra en algunos sectores.
La obra cortó la construcción subterránea, dejando a la vista lo
que indicaba la foto aérea.
Documenté el descubrimiento pero las pruebas fotográficas se
perdieron, y en esos momentos la situación de conflictos sociales en
la región, aconsejaron suspender la campaña.
En mayo 2003 retomé este tema pues lo considere de importan-
cia. Esos canales no tenían la función de riego agrario puesto que
literalmente son «tuberías» para llevar agua, desde que poseen una
laja de andresita como tapa superior.
Quedaban en pie pues, numerosas incógnitas: Si servían para
traer el agua a Tiwanaku o eran su drenaje, a qué época pertenecen,
de donde vienen, si se encuentran obturados en alguna parte, etc.

78
Vista general del terraplén en la avenida de acceso y su cruce con la vía de tren. Se
encuentra marcada la posición de los canales.

Así pues, que aparecieron un único canal enterrado, sino tres de


ellos dentro del largo de la misma avenida, y separados a intervalos
no regulares.

Toma de aproximación al canal mas próximo a la vía de tren..

79
Canal medio

Canal oeste, es el mas lejano de la vía de tren.

80
En la inspección ocular del año 2001 estos canales se encontra-
ban en perfecto estado de conservación, pero en la visita de mayo
2003 una máquina había realizado tareas de apuntalamiento del te-
rraplén y su aspecto ya había diferido, siendo el actual el que se ve
en las fotografías.
Sobre el sitio hay una mezcla muy confusa de restos cerámicos de
todas las épocas, lo que se entiende porque los campos de superficie
son de cultivo.
Se nota una muy abundante presencia de restos humanos en pési-
mo estado de conservación lo que me induce a pensar en la localiza-
ción de un antiguo cementerio indio.
Un seguimiento mas detallado y hacia el norte, se impone junto a
la necesidad de calas estratigráficas. Hice una prueba de detección
no destructiva con el método de resistividad o Rs, que aparentemen-
te se mostró confiable.
La tierra del sitio corresponde a sedimentos cuaternarios y la loza
que cubre el canal a manera de techo es de andresita, o sea que exis-
ten diferentes valores mesurables de su resististividad eléctrica, lo
que permitiría seguir su trazado con relativa facilidad.
En esa misma campaña y mas al norte dediqué estudio a un
«montículo» cuya orientación no se encuentra acorde a las pautas de
la tectónica del valle.

Vistas del montículo.

81
Vistas del montículo

Del interior del montículo denominado «Chokepaxi» surge una


fuente de agua que aparenta venir entubada en dirección del cerro
Quena Chica, aunque probablemente tenga su fuente en algún punto
del río Challa Jawira (indicado como Ojra Jawira en los gráficos de
Albarracín Jordán).
El sitio está documentado bajo 309 y como perteneciente al Tiwa-
naku I en el patrón de asentamiento relevado por Albarracín Jordán-
Mathews, quienes lo registran en su croquis pero no lo comentan.

82
Ubicación del montículo-fuente y eventual trazado de los canales soterrados

Las características del sitio son las siguientes:

1. Se trata de un montículo totalmente fuera del contexto tectó-


nico y orográfico.
2. Se observa una canalización interior que da orígen a una sur-
gente de agua con suficiente fuerza como para remontar el
nivel donde se encuentra hacia el nivel de emplazamiento de
Tiwanaku, un par de metros mas alto.

83
3. Se observan los bloques de piedra tallada para dirigir el agua
hacia otros canales soterrados.
4. Se observa que esos bloques han sido removidos de lugar, pro-
bablemente con el objetivo de impedir que el agua se dirija a
esos canales soterrados.
5. El agua al perderse, se dirige hacia la pendiente norte en vez
de ir a los canales.
6. El sitio sigue siendo considerado sagrado por los lugareños,
«allí no se pueden tomar fotos porque el sitio es de los dioses»
(sic), lo que no impide que sea usado por las lavanderas como
lugar de labores.

Surgente de agua dentro del montículo

84
Cuatro vistas del sistema de distribución de agua a la salida del montículo

Bloques removidos de su sitio

Deriva actual del agua que se pierde

Como es sabido, no existen registros arqueológicos de un comba-


te militar que haya destruido Tiwanaku.

85
Montesinos ubica el lugar de la batalla final en Pukara y no en
Tiwanaku a donde se habría retirado el ejército vencido una vez
muerto el rey T’itu Amtata.
No estamos lejanos a una hipótesis, donde una vez producida la
derrota de Pukara en 1187, los tiwanakotas privados del gobierno
real, se hayan refugiado en su ciudad y obligados a entregarse sin
resistencia, sitiados por medio de la sed.
Si como dice Ponce Sanginés, «pareciera que (Mollo) se prefirió
a sí mismo … se operó un proceso de secularización para adherirse
a lo temporal … la religión perdió su rol de fuerza exclusivista y de
control social»,
Tiwanaku se habría rendido sin combate, pero no sin antes evitar
la profanación de sus dioses.
Los grandes monolitos y estelas que se han exhumado en Tiwa-
naku revelan, no una caída a tierra por el transcurso del tiempo o
por destrucción intencional, sino un entierro cuidadoso.
El Monolito Bennet fue puesto a la luz en 1932, por el científico
que le da su nombre.
La mole de andresita alta de 7,30 metros, estaba intacta a 40
centímetros por debajo del piso original de lo que Posnansky lla-
ma «Templo del Primer Período». Y la cabeza del monolito apoya-
da en el emplazamiento de su pedestal. En el mismo estrato y per-
fectamente paralelas al monolito, se encontraron estelas de diferente
época.

Bennet anota: «La mas significativa conclusión obtenida de la ex-


cavación del Pozo VII es que todos los estilos heterogéneos de los
trabajos de piedra encontrados son estratigráficamente contempo-
ráneos. Desde que los estilos representados en este pozo son am-
pliamente divergentes, la contemporaneidad estratigráfica no impli-
ca manufactura simultánea … Es totalmente posible que las estatuas
y las piedras trabajadas fueron conducidas desde otras partes de las
ruinas de Tiahuanaco e incorporadas en la construcción».

86
A la izquierda el Monolito Bennet en el momento de ser puesto a la luz. A la dere-
cha, el croquis realizado por Wendell Bennet.

Si el Monolito Bennet hubiera caído, jamas podría tener su cabe-


za apoyada sobre el pedestal, ni encontrarse en el mismo estrato de
estelas de otros periodos.
La crónica de Montesinos cuya concordancia y cronología estudia
y corrige Ponce Sanginés, comienza pues a tomar forma a la luz del
documento arqueológico.
Finalmente, Tiwanaku desaparece como Estado no por un «co-
lapso ecológico» ni por fenómenos naturales, sino simplemente por-
que su modelo político se agoto sin la posibilidad de superar la con-
tradicción de un Imperio Universal compuesto por etnias y lenguas
diferentes.
Le seguirá un periodo de caos, un Pachakuti llamado para el Alti-
plano de los «señoríos Aymaras», zona de conflictos y guerras don-
de el mejor ejemplo es el sitio de Merkemarka en Moho (Péru) ,
y donde cada componente de ese Estado seguirá su propio camino
hasta el advenimiento del espacio Inca.
Pero queda en el Altiplano una comunidad de gentes, y esas gen-
tes son los Aymaras, hoy bien presentes en la realidad boliviana.

87
X. TIEMPO Y SOCIEDAD EN EL ALTIPLANO
EL HOMBRE ACTUAL DE TIWANAKU

En la introducción y en otras publicaciones, he dicho que el traba-


jo del arqueólogo consiste en encontrar explicaciones a los procesos
de desarrollo y cambio social de los grupos humanos en su perspec-
tiva histórica.
A diferencia de los arqueólogos culturalistas, nosotros los arqueó-
logos sociales pensamos que la arqueología en tanto que ciencia so-
cial no puede oponerse a la realidad del presente y que, mientras se
buscan explicaciones sobre el recorrido histórico de los hombres,
debe comprometerse para convertirlas en instrumento útil en la bús-
queda de un futuro mejor, haciendo propuestas para ello.
Para los arqueólogos culturalistas eso que nosotros llamamos
“historia” es la realización de la idea humana y no a la inversa. Es
decir, lo inmutable se convierte en Ley.
Es en ese justo sentido de la arqueología social que Ponce Sangi-
nés analiza, al igual que hago en este trabajo, el recorrido histórico
de Tiwanaku en periodos que se corresponden no a sus formas de
arte y ni -en particular- al color de su cerámica, sino en los saltos
cualitativos que se han dado en su recorrido de casi tres milenios,
cuando los saltos cuantitativos llegan a su contradicción de ruptura
(es decir el Pachakuti).
Pero en todo ese recorrido, y seguramente por ese motivo, hay
una constante en la cosmogonía andina que es el concepto del tiem-
po que para el hombre del Altiplano es circular. Un tiempo que vuel-
ve sobre si mismo, como diría Mircea Eliade.

89
Existen diferentes explicaciones sobre el tiempo, y van desde su
negación como tal hasta considerarlo como cíclico, pasando por el
espacio-tiempo del relativismo de Einstein (“para nosotros, físicos
convencidos, el pasado, presente y futuro son solo ilusiones, pero
ilusiones verídicas” –Einstein).
La segunda ley de la termodinámica establece la irreversibilidad
de los fenómenos físicos, y este principio es el que ha marcado la
idea del tiempo en la mentalidad occidental.
El tiempo cíclico, el tiempo que vuelve sobre si mismo, es una de
las primeras nociones desarrollada por los hombres, y se encuentra
íntimamente ligado a la observación de la naturaleza que es sacrali-
zada dando paso a mitos fundacionales. El mito del eterno retorno.
El pensamiento de Tiwanaku desde sus orígenes como un simple
caserío, hasta el Gran Pachakuti de 1187, en todas las formas de las
relaciones de producción de los cinco periodos destacados por Pon-
ce Sanginés, se mantuvo dentro de la idea de un tiempo circular,
tiempo que entre un periodo y el otro esta separado por un momen-
to de caos.
El hombre actual del Altiplano, sigue adhiriendo a esa idea de
tiempo circular, y eso se refleja en sus ritos invariablemente soste-
nidos desde sus inicios respecto a Pacha, la madre tierra, la madre
naturaleza.

Dice Fernando Diez de Medina en su Teogonia Andina (1973) :

«Y refieren los Capitanes Inmemoriales aquellos que emergen con es-


tatura de montaña y cuyas testas legendarias desflecan las nubes desa-
fiando a las estrellas que “PACHA” es el Dios Cósmico del Ande. Es
la semilla original. Arcilla primer. Universal hechura. Cuando hubo
llegado la hora de comprender, el Espíritu profirió la palabra “PA-
CHA” y todo se ofreció, resumido, en el vocablo mágico. Tiempo
sin tiempos. Mundo de mundos. Abarca todo lo que alienta o está
inmóvil. General arquitectura. De la palabra inicial brotaron todos los
gérmenes. En ella se hundían los seres y se transformaban para volver
a renacer. Porque “PACHA” –es Señor del Mundo– lo engendra y tras-
muda todo».

90
«Y el tiempo no cuenta para el habitante primordial ni para el re-
ciente morador, porque ‘Pacha-Achachi’, el suelo más antiguo, el fun-
dador de pueblos remotísimos, es también sustento constante de las jó-
venes naciones. Porque “Pachakuti”, amo de los milenios, el que
todo lo cambia y reverdece, encarna las revoluciones cíclicas de la na-
turaleza y los ciclos dinámicos del hombre».
«Cuando el arqueólogo y el investigador niegan: no hubo tiempo
mítico, los Grandes Nevados ríen estruendosos, se mesan sus barbas
de hielo, y atronando los ámbitos contestan: los mitos nacen del paisa-
je, luego renacen en el hombre … ‘PACHA’: clave del Pasado, promesa
de Futuro, que inentienden los presentes días».

Se dice que el «pensamiento critico» es una «actitud intelectual»


que se propone analizar y evaluar la estructura y la consistencia
de los razonamientos y en particular las afirmaciones que la gente
acepta como verdaderas.

Los arqueólogos culturalistas trabajan «en» la historia, Los ar-


queólogos sociales trabajan «con» la historia.

Y si “con” la historia abordamos los dos momentos en que Boli-


via, luego de ese Pachakuti que comienza con el fin de su Tiwanaku,
luego del caos de sus Señoríos Aymaras, el episodio Inca, la Colo-
nia y los albores de una Republica, vemos un rescate, un retomar de
Pacha, primero con el programa de Paz Estensoro donde Ponce San-
ginés fue parte sustancial en la restitución de la tierra a sus propie-
tarios originarios, luego con un programa actual que independiente-
mente de su aparente discurso «critico», nos propone:

«Un Estado Plurinacional. Lo que no se comprendió en 1187 que ese


Imperio Universal de Tiwanaku ya se había convertido en pluriétnico y
plurilingüístico»,
«Un modelo económico-social productivo. La profundización de la re-
forma agraria truncada pese a la voluntad de Paz Estensoro y el MNR»,
«Hidrocarburos, minería y electricidad nacionales. Porque hidrocarbu-
ros, minería y electricidad son productos de Pacha».

91
(Programa de gobierno 2015-2020, MAS Movimiento al Socialismo,
Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, 4 de Julio 2014)

¿El fin de Pachakuti y reiniciar Pacha con los instrumentos polí-


ticos del Siglo XXI?

92
BIBLIOGRAFÍA1

ACOSTA J. de
1630 Historia Natural y Moral de las Indias FCE, México [1984].
AGURTO CALVO S.
1987 Arquitectura Inca. Lima.
AHLFRED Federico
1931 Uber die herkunft der im bereich alterperuanischer kultuturen kefun-
den efenschmuckstücke aus sodalith. Zeitschrit für etnologie 63,
288:296.
1946 Estudio sobre la procedencia de las piedras semipreciosas y las rocas
en­contradas en las ruinas preincaicas de Tiahuanacu. Boletín de la
Sociedad Geológica del Perú, IXI, Lima.
1960 Geología de Bolivia
Instituto Boliviano de Petróleos, La Paz.
1965 Investigaciones geológicas en Ayopaya IBP, La Paz.
ALBARRACIN JORDAN Juan et al
1988 Preliminary date concerning prehispanic of settlement in the Lower
Tiwanaku Valley, Bolivia National Science Foundation & Nation-
al endowment for the Humanities, Washington DC.
1990 Asentamientos prehispánicos del valle de Tiwanaku, Vol. I, CIMA,
La Paz.

1  La bibliografía que sigue excede el marco del presente trabajo y abarca la tota-
lidad de lo publicado sobre Tiwanaku desde el siglo XVI a fines del XX.

93
1991 Tiwanaku Settlement Network and Agricultural Organization in the
Lower Tiwanaku Valley. Ponencia, 47º Congreso Internacional de
americanistas, New Orleans.
1991. Petroglifos en el Valle Bajo de Tiwanaku. Boletín de la sociedad de
Investigación del Arte Rupestre de Bolivia, 5:35-36, La Paz.
1991 The Pacajes Polity: Cultural Continuity and Change in the Lower Ti-
wanaku Valley. 90th Annual Meeting of the American Anthropo-
logical Association, Chicago.
1992 Prehispanic and Early Colonial Settlement Pattens in the Lower Ti-
wanaku Valley. Thése de Docteur, Southern Methodist, Univer-
sity Dallas.
1993 Ayllu and the Pacajes Cullpa. Ponencia, 58th Anual Meeting of the
society for American Archaeology, St. Louis.
1993 Temporada de campo.
1993 Informe proyecto Iwawi Subsecretaria de Patrimonio de la Secretaría
Nacional de Cultura, La Paz.
1994 Investigaciones en Kallamarka. Primer informe de prospección Tex-
tos Antropológicos 6:11123, Universidad Mayor de San Andrés.
1996 Tiwanaku. Arqueología regional y dinámica segmentaria, Plural edi-
tores, La Paz.
ALBO Xavier et al
1972 Dinámica de la estructura intercomunitaria de Jesús de Machaca.
Amériga Indigena, Vol. XXXII:3:773815.
1976 Desafíos de la Solidaridad Aymara. CIPCA, Cuadernos de Investi-
gación, La Paz.
1985 La cara campesina de nuestra historia. Ed Universo, La Paz.
1987 El sinuoso camino de la identidad aymara. Boletín del Instituto de
Estudios Aymaras 25:439, La Paz.
1987 Formación y evolución de lo aymara en el espacio y el tiempo Deba-
tes Andinos 5:2943. Centro de Estudios rurales andinos Bartolo-
mé de las Casas, Cuzco.
1989 Para comprender las culturas rurales en Bolivia. CIPCA/UNICEF,
La Paz.
ALCINA FRANCH José
1965 Manual de Arqueología Americana. Aguilar, Madrid.
ALCONINI MUJICA Sonia

94
1991 Algunas reflexiones sobre la formación de la arqueología en Bolivia.
Etnología. Boletín de la sociedad Nacional de Etnología, La Paz.
1993 La Cerámica de la Pirámide de Akapama y su Contexto Social en el
Estado de Tiwanaku. Thése de Licenciature, Universidad Mayor
de San Andrés, La Paz.
ALDUNATE del SOLAR C. et al
1981 Las chullpas de Toconce y su relación con el poblamiento altiplánico
en el Loa superior. Período tardío. Facultad de Filosofía de la Uni-
versidad de Chile. Ediciones Kultrum Ltda, Santiago.
1984 Orientación orográfica de las chullpas en Lika: la importancia de los
ce­rros en la fase Toconce.
XLIV Congreso Internacional de Americanistas. Simposio Culturas Ata-
cameñas. Instituto de Investigaciones Atacameñas Gustavo Le
Paige, Universidad del Norte, Antofagasta.
1986 Cronología y Asentamientos en la región del Loa Superior. Proyecto:
Sis­temas de asentamiento en el Loa superior y patrones arqueoló-
gicos y et­nográficos. Dirección de Investigaciones y Bibliotecas.
Universidad de Chile, Santiago.
ALENCASTRE André et al
1953 Fétes et usages des indiens de Langui, province de Canas, Dépar-
tement de Cuzco. Journal Société des Américanistes, XLII:1118,
París.
ALIAGA SUAREZ Ernesto
1944 Una ciudadela paleolítica descubierta en La Paz. Ultima Hora 157,
La Paz.
1944 La fortaleza laberíntica de Jipi. Boletín de la Sociedad Geográfica de
La Paz, 67, La Paz.
1945 La fortaleza Laberíntica de Jipi. La Razón 167, La Paz.
ALVAREZ Moisés
1935 En una metrópoli prehistórica de los Andes. Anotaciones prehistóri-
cas so­bre los trabajos del Dr. Webndell Bennet en Tiahuanacu. La
Gaceta de Bolivia 15, La Paz.
AMBROSETTI Juan B.
1899 Notas de Arqueología Calchaquí. Boletín del Instituto Geográfico Ar-
gentino 1°Serie. Buenos Aires,

95
1904 El Bronce en la Región Calchaquí Anales del Museo Nacional de Bue-
nos Aires XI, Buenos Aires.
1908 Exploraciones Arqueológicas en la ciudad prehistórica de La Paya.
Publicación 3 Sección de Historia. Facultad de Filosofía y Letras,
Buenos Aires.
1917 Los Vasos del Pucará de Tilcara del tipo Pelike comparados con los
de Machu Pichu. Proceedings of the Second Panamerican Scien-
tific Congress Anthropology, Vol. I, Washington.
1935 Arte Peruano, Comité Organizador del Congreso. XXVI Congreso
Internacional de Ameri­canistas, Madrid.
ANDREE Richard
1893 Die ruinenstatte von Tihuanaco. Braunschweig.
ANGRAND Léonce
1866 Lettre sur les antiquités de Tiaguanaco et l’origine présumable de la
plus ancienne civilisation du Haut-Pérou. Révue générale de l’Ar-
chitecture et des travaux publics, Paris.
ARCE HELGUERO Freddy
1994 La escritura en las culturas andinas precolombinas: La Verdadera es-
critura Aymara. Cima, La Paz.
ARELLANO LOPEZ Jorge
1973 El cuaternario del valle de Tiwanaku. Tesis de grado de la Facultad
de Ciencias Geológicas de la Universidad de San Andrés, La Paz.
1975 La Ciudad Prehispánica de Iscanwaya. INAR, La Paz.
1978 La Cultura Mollo: Ensayo de síntesis arqueológica. INAR, La Paz.
1982 Algunos aportes al conocimiento de la metalurgia Prehispánica en
Bolivia. Inst. Fran. Vol. XI n°34, Paris.
1986 Nuapua: un asentamiento paleo-indígena en Bolivia Prehistóricas 2.
Revista de la carrera de Arqueología y Antropología de la UNSA
pp 49 55, La Paz.
1991 The new cultural context of Tiwanaku Huari Administrative Struc-
ture. 259280, Washington.
1991 The new cultural context of Tiahuanaco Huari. Administrative Ar-
chitecture 259 280, W. H. Isbell et al Ed, Washington.

96
1992 El desarrollo cultural prehispánico en eel altiplano y valles interme-
dios de Bolivia. Prehistoria Sudamericana 309-325. Betty Me-
ggers Ed, Washington.
1994 Precerámico, La Paz.
ARGUEDAS Alcides
1911 Pueblo enfermo. Contribución a la sicología de los pueblos
hispanoameri­canos. Vda de Luis Tanso, ed. Barcelona.
ARNADE Charles W.
1964 La dramática insurgencia de Bolivia. Librería Juventud, La Paz.
BAKULA Cecilia et al.
1994 Les Royaumes Préincaiques. Edidud, Aix-en-Provence.
BALBUENA José Luis
1977 Compilación bibliográfica. Eduardo Casanova, Antiquitas 2425:48,
Buenos Aires.
BALLIVIAN Manuel Vicente
1914 Informe que presenta el Director General de Estadística y Estudios
Geográ­ficos al Sr. Ministro de Estado en el Despacho de Gobierno
y Fomento. Boletín de la Dirección General de Estadística y Estu-
dios Geográficos, 88:138-154, La Paz.
BALLIVIAN Manuel Vicente
1967 Mr. Adolfo F Bandelier y sus investigaciones científicas en el conti-
nente A­mericano, Khana 35 26:193205, La Paz.
BALLIVIAN O. et al
1981 Los Salares del Altiplano boliviano. Métodos de estudio y estima-
ción eco­nómica. Universidad Mayor de San Andrés-ORSTOM.
BANDELIER Adolph Francis
1904 Mitos y Tradiciones aborígenes concernientes a la isla de Titicaca,
Bolivia Boletín de la Oficina Nacional de Inmigración, Estadística
y Propaganda Geográfica 4345:484530, La Paz.
1904 On the relative antiquity of ancient peruviens burials. Bulletin Amer-
ican Museum of Natural History 20:217225, New York.
1905 Aboriginal Ruins at Sillustani, Peru American Antropologist Vol 7

97
1906 Uber trepanieren under der beautigen indianners. Bolivia XIV, Inter-
nationaler Amerikanisten Kongress, 8189, Stuttgart.
1910 The Islands of Titicaca and Koati. The Hispanic Society of Ameri-
can, New York.
1911 The ruins of Tiwanaku. Procedings of the American Antiquarian So-
ciety 21, New Series, New York.
1914 Las islas de Titicaca y Koati. (Traducción: Edmundo Sologuren)
T°III Sociedad Geográfica de La Paz, La Paz.
1957 La cruz de Carabuco en Bolivia. Khana 25 26:38 159, La Paz.
1970 De Adolfo F. Bandelier a Thomas Janvier: Carta 100 años de arqueo-
logía en el Perú, 44-53, Lima.
1970 Restos arqueológicos de las celebradas ruinas de Kuélap, de Macr,
de Aymará-Bamba, Tshushin Chauar y Pumacocha. Arqueología
Peruana: precursores 195-228. Casa de la Cultura del Perú, Lima.
BARCARCEL Luis E.
? Historia del Antiguo Perú, Lima.
BARNADAS Josep M.
1978 Apuntes para una historia Aymara. CIPCA, Cuaderno de Investiga-
ción 6, La Paz.
BARRAGAN Rossana
1982 Etnicidad y verticalidad ecológica de Sicasica, Ayoao y Calamar-
ca. Avances de Investigación 1, Museo Nacional de Etnografía y
Folklore, La Paz.
BARRETO FERNANDEZ María Isabel
1962 Las Coyas en el gobierno del Imperio Incaico. Actas y Trabajos del
II Congreso Nacional de Historia del Perú, Vol. II, Lima.
BASTIEN Joseph W.
1978 Mountain of the Condor. Metaphor and Ritual in an Andean Ayllu.
Monograph 64 of the American Ethnological society. West Pub-
lishing Company, New York, St Paul.
1979 Land Litigations in an Andean Ayllu from 1592 until 1972. Etnohis-
tory 26:101131.
BAUDIN Louis
1953 El Imperio Socialista de los Incas. ZigZag, Santiago.

98
1955 La vida cotidiana en el tiempo de los ultimos incas. Hachette, Bue-
nos Aires.
BAUER Brian S.
1991 Pacariqtambo and the Mythical Origins of the Incas. Latin American
Antiquity, 2(1):726.
1992 Avances en arqueología andina. (Traducción de Javier Flores Espi-
noza), Centro de Estudios Regionales Andinos, Cuzco.
BEDOYA VILLACORTA Antolín
1962 Contribución a la historia de la medicina incaica. Actas del II Con-
greso Nacional de Historia del Perú, Vol. II, Lima.
BEDREGAL Yolanda
1958 Contribución al Calendario Folklórico de La Paz. Khana, 31 32:129
134, La Paz.
1961 Artesanía del Altiplano. Archivos Bolivianos de Folklore, 1:57-62,
La Paz.
BEGLEY Chris
1990 Informe: Excavaciones at Akapam East. Photocopie, 29 pp, Chicago.
BELLAMY H. S. et al
1956 The calendar of Tihuanaco. Faber & Faber, London.
BENGTSSON Lisbet
1991 Grave Chambers at Kachiqhata and Markaqoche in the District of Ol-
lantaytambo, Cuzco (Peru). 47 Congreso Internacional de Ameri-
canistas, New Orleans.
BENNET Wendell C.
1933 Archaeological Hikenin the Andes. Natural History 33, (2):162 174,
New York.
1934 Excavations at Tiahuanaco Anthrop. Papers XXXIV (Traduction in
Biblioteca Paceña), La Paz [1956].
1936 Excavations in Bolivia. The American Museum of Natural History,
Anthrop. Pap. Amer. Muse. Nt. Hist. XXXV239, New York.
1937 Excavations at La Mata, Maracay. Venezuela American Museum of
Natural History. Anthropological papers 36, New York.

99
1939 Archaeology of north coast of Peru. An account of the exploration
and excavation in Viru and Lambayeque Valleys. American Mu-
seum of Natural History 37, New York.
1944 Archaeological regions of Colombia: A Ceramic survey. Yale Uni-
versity Publications in Anthropology 30, New Haven.
1944 The North Highlands of Peru. Excavations in the Callejon de Huaylas
and Chavin de Huantar. American Museum of Natural History 39,
New York.
1946 The Andean Civilizations. Handbook of South American Indians 2,
Washington.
1946 Excavation in the Cuenca Region, Ecuador. Yale University Publica-
tions in Anthropology 35, New Haven.
1946 Archaeology of the Central Andes. Handbook of South American In-
dians 2, Washington.
1946 The Atacameño. Handbook of South American Indians 2, Washington.
1948 The Peruvian contradition. A Reappraisal of Peruvian archaeology
87-89. Society for American Archaeology, Memoir 4. Menasha.
1948 A revised sequence for the South Titicaca basin. A reappraisal of
peruvian archaeology 90-92, Society for American Archaeology,
Memoir 4. Menasha.
1948 Northwest argentine archaeology. Yale University Publications in
Anthropology 38, New Haven.
1949 Religious structures. Handbook of South American Indians 5:2951,
Washington.
1949 Andean Culture History. Pub. Anthr. 38, Yale University.
1950 Cultural Unity and Disunity in the Titicaca Basin. American Antiq-
uity 14:2.
1950 The Gallinazo Group, Viru-Peru. Yale University Publication in An-
thropology 43, New Haven.
1953 Excavation at Wari, Ayacucho, Peru. Yale University Publication in
Anthropology 49, New Haven.
1954 Ancient Arts of The Andes. The Museum of Modern Art, New York.
1956 Excavaciones en Tiahuanaco, (Traduction: Manuel Liendo Lazarte).
Biblioteca Paceña, La Paz.
BER Théodore
1982 Tiahuanaco Bulletin de la Société de Géographie, 7éme Série, T.
3éme, 1° Trimestre 577592, Paris.

100
BERBERIAN Eduardo E.
1977 El problema de la expansión de la cultura Tiwanaku en el noroeste
argentino. Arqueología en Bolivia y Perú 171-180, Jornadas pe-
ruano-bolivianas del estudio científico del altiplano boliviano y
del sur de Peru, La Paz.
1983 La etapa paleoindia en Bolivia. Estado actual y perspectivas. Come-
chingonia, año 1 n°2, Cordoba.
1991 Culturas Indigenas de los Andes Meridionales. Alhambra Edito-
rial, Madrid.
BERDICHEWSKY SCHER Bernardo
1961 Mesa redonda internacional de Arqueología en Arica. Anales de Ar-
queología y Etnología Universidad Nacional de Cuyo, 16:285288,
Mendoza.
BERENGUER José R. et al
1978 La problemática Tiwanaku en Chile: Visión retrospectiva. Revista
Chilena de Arqueología, 1:1740.
1980 Reflexiones acerca de la presencia de Tiwanaku en el norte de Chi-
le. Estudios Arqueológicos, 5:81-93. Universidad de Chile,
Antofagasta.
1986 La secuencia de Myriam Tarragó para San Pedro de Atacama: Un test
por termo-luminiscencia. Revista Chilena de Antropología, 5:17-
54. Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile, Santiago.
1988 El norte grande en la órbita de Tiwanaku (400 1200 DC). Culturas de
Chile: Prehistoria desde sus origenes hasta los albores de la con-
quista. Ed. Andrés Bello, Santiago.
BERGSOE Paul
1938 The gilding process and the metallurgy of copper and lead among
the precolumbian indians. Ingeniorvidenskabelige Skrifter A 46,
Kobenhavn.
BERGT W.
1891 Die gesteiner der ruinenstatte von Tiwanaku im alten Peru (Bolivia).
Abbandlungen der naturwissenchaftlichen Gessellschaft. Isis, 5:35
52, Dresden.
BERMANN Marc

101
1988 Visión de las casas del Período Temprano en Lukurmata. La Tecno-
logía y la Organización de la producción agrícola en el Estado de
Tiwanaku, T. II. Ed. Los Amigos del Libro, La Paz.
1989 Household organization at Lukurmata: a diachronic overview. The
Archeology and Paleoecology of Lukurmata, Bolivia. Según-
do Informe Preliminar del Proyecto Wila Jawira, University of
Chicago.
1989 Una excavación de prueba cerca del templo semisubterráneo de
Lukurmata. Ed. Alan Kolata, University of Chicago, INAR.
1989 The collapse of the Tiwanakuy State: A Ecology setlement and his-
tory in the Osmore drainage. Peru, 2:269286, Oxford.
1990 Prehispanic household and Empire at Lakurnata, Bolivia. A disserta-
tion submitted for the degree of Doctor of Philosophy. University
of Michigan.
1994 Lukurmata: Household Archaeology in Pre-hispanic Bolivia,
Hardcover.
BERTONIO P. Ludovico
1612 Vocabulario de la Lengua Aymara.
[1956] Litografía Don Bosco. Facsímil, La Paz.
BETANZOS Juan de
1987 Suma y narración de los Incas. Maria del Carmen Martin Rubio Ed.,
Madrid.
BEUCHAT H.
1912 Manuel d’Archéologie Américaine. Alphonse Picard, Paris.
BEY M.
1994 Le Meilleur héritage. Stratégies paysannes et mobilité sociale dans
une vallée Andine. ORSTOM, Paris.
BINFORD Michffil et al
1987 Resultados de los estudios del primer año de la limnología en los
ecosis­temas de Tiwanaku. Research Report of the Proyecto Wila
Jawira.
BIRD Junius B.

102
1943 Excavations in Northersn Chile. Anthropological Papers of the
American Museum of Natural History Vol. XXXVIII, Part IV,
New York.
1969 A comparison of South Chilean and Ecuatorian ‘Fishtail’ Projectile
Points. The Kroeber Anthropological Society Papers, 40:81-127.
BISHOP C. W.
1942 Origin of the Far Easten Civilisations, Washington.
BOHOLD Ludobico
? Vocabulario de la lengua Aymara.
BOLSI Alfredo
1966 Ecología humana del altiplano. Actas y Memorias del XXXVII Con-
greso Internacional de Americanistas, Buenos Aires.
BOMAN E.
1908 Antiquités de la région Andine de la République Argentine et du Dé-
sert d’Atacama, Paris.
BOULANGE B. et al
1982 Morphologie, hydrographie et climatologie du lac Titicaca et de son
bassin versant. Revue d’Hydrobiologie Tropicale, (14)4:26540
8:1981. ORSTOM, Paris.
1982 La sedimentación actuelle dans le lac Titicaca. Revue d’Hydrobiolo-
gie Tropicale, (14)4:26540 8:1981. ORSTOM, Paris.
BOUYSSECASSAGNE Therese
1978 L’organisation de l’espace Aymara. Urco et Uma. Annales Econo-
mie Société et Civilisation. N° Spécial Anthropologie Historique
des Sociétés Andines 5, 6 sept déc:1057-1080, Paris.
1986 Urco and Uma: Aymaras concepts of space. Anthropological History
of Andean Polities, pp. 201 227. Murra et al ed Cambridge.
1987 La Identidad Aymara, Aproximación Histórica (Siglo XVI). Biblio-
teca Andina, Serie Histórica N°1. HisbolIfea, La Paz.
1987 Le jeu des hommes et des dieux: les Collas et le controle de l’ile de
Titicaca. Cahier des Amériques Latines N°6, nouvell e série 6191,
Paris.
1987 Pacha: en torno al pensamiento Aymara. Tres reflexiones sobre el
pensamiento andino. Hisbol, La Paz.

103
1988 Lluvias y Cenizas: Dos Pachacuti en la Historia. Hisbol, La Paz.
1992 Le Lac Titicaca: histoire perdue d’une mer intérieure. Bull. de l’IFEA
T 21, N°1, Lima.

104
BRAVO Carlos
1918 El Callahuaya. Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 47:167-
172, La Paz.
BREGANTE O.
1926 Ensayo de clasificación de la cerámica del NO argentino, Buenos Aires.
BRENDLER Wolfrang
1934 Sodalite from Bolivia. The American Mineralogist, 19:2831,
Menasha.
BROCKMANN C. E. (Ed)
1978 Mapa de cobertura y uso actual de la tierra. GEOBOL, La Paz.
1986 Perfil ambiental de Bolivia Instituto Internacional para el Desarrollo
y Medio Ambiente, La Paz.
BROWMAN David L.
1974 Precolumbian llamas caravans trade networks. Paper presented at the
74th annual meeting. American Anthropological Association, San
Francisco.
1975 Llamas Caravans and Entrepreneurs Significance in the PostCon-
quest Andes. Paper presented at the 74th American Anthropologi-
cal Association Meeting, San Francisco.
1977 Tiwanaku expansion and Altiplano Economic Pattern. Ponencia pre-
sentada en el VII Congreso de Arqueología de Chile, Talca.
1978 Toward the development of the Tiahuanaco (Tiwanaku) State. Ad-
vance in Andean Archaeology 327-349.
1980 Tiawanaku: Expansion and the altiplano Economic. Estudios Ar-
queológicos, Vol. 5. Universidad de Antofagasta, Chile.
1981 New light of andean Tiwanaku. American Scientist 69408419.
1984 Tiwanaku: Development of interzonal trade and economic expansion
in the Altiplano. Social and economic organization in the prehis-
panic Andes, 117-142, Oxford.
1984 Pre-hispanic Aymara Expansion. The Southern Altiplano and San
Pedro de Atacama. Estudios Atacameños, 7:236252. Instituto de
Investigaciones Arqueológicas Gustavo Le Paige. Universidad del
Norte, San Pedro de Atacama.

105
1988 Llamas caravan fleteros and their importance in production and dis-
tribution. Nomads in a Changing World. PC Salzman and JC
Galaty editors. Instituto Universitario Orientale di Napoli, Naples.
1993 South Andean Federation ant the Origin of Tiwanaku. Paper pre-
sented at the 26th Chacmool Conference Caligary, in the session
a Alberta.
1994 Titicaca Basin archaolingüistics: Uru, Pukina and Aymara AD 750
1450. World Archaeology, Vol. 26 2:235251. Routledge, London-
New York.
BROWMAN I.
1924 Desert Trails of Atacama. American Geographical Society. Special
Publication 5, New York.
BRUEGGEMANN K. Juergen
1982 Aspectos Fundamentales de la Investigación Arqueológica. Colec-
ción Científico Arqueológica, México.
BRUMAN H. J.
1844 Some observations on the early history of the coconut in the New
World.
BUCHWALD Otto von
1918 Tiwanaku y Cuzco. Boletín de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios
Históricos Americanos, 2:106108, Quito.
BUCK Fritz
1925 Elementos extraños en la cultura prehistórica de Tihuanacu. La Re-
publica 68, La Paz.
1925 Vestigios de antiguas culturas en Bolivia. Bolivia en su Primer Cen-
tenario 145-147. The University Society, La Paz.
1934 Simbolismo de los tejidos indigenas. La semana gráfica 62, La Paz.
1935 Cuzco Tiwanaku. Revista del Museo Nacional, 4:111-114, Lima.
1937 El calendario maya en la cultura de Tiahuanacu. Litografía e Impre-
soras Unidas, La Paz.
1939 Inscripciones calendáricas del Periodo preincaico, Lima.
1948 Elementos componentes de la decoración en ceramicos incaicos. Re-
vista del Instituto y Museo Arqueológico, 12:24-28, Cuzco.
1951 El cronista Antonio de la Calancha y sus valiosos datos sobre Anco
Anco. La Razón, 1111, La Paz.

106
1951 Tiahuanaco y la quebrada del Choqueyapu, La Razón 38, La Paz.
BUENO MENDOZA Alberto
1977 Perú: Materiales para el Estudio de la Arquitectura Arqueológica.
Ed. Universo, Lima.
BUSCHIAZZO Mario J.
1972 Arquitectura de las Misiones de Moxos y de Chiquitos. Ed. Cuader-
nos de Arte y Arqueología. UMSA, La Paz.
BUSHNELL G. H. S.
s/d Ancient American Pottery. Faber and Faber, London.
1957 Perú. Frederick Praeger, New York.
1965 Ancient Arts of the Americas. Thames and Hugdson, London.
BUSTO José Antonio del
1986 Perú Preincaico. Ed. Stadium, Lima.
BUSTOS SANTELICES Victor
1977 Exploración arqueológica en la zona de Riberalta. INAR, La Paz.
BYRNE de CABALLERO G.
1973 Los misteriosos círculos de Cotapachi. Los Tiempos, Domingo 11 de
marzo:3-4, Cochabamba.
1975 La arquitectura del almacenamiento en la logística Incaica. El Diario,
30 noviembre, La Paz.
1977 Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Capac. Testimonio de
un docu­mento de 1556. Universidad Mayor de San Simón. (Mul-
ticopia), Cochabamba.
1980 La arqueología del area de Quillacollo. Los Tiempos, Domingo 14
de octubre, Cochabamba.
1981 El cerro de las rueditas, un nuevo ejemplo de logística Incaica. Los
Tiempos, Domingo 22 de noviembre, Cochabamba.
1984 El Tiawanaku en Cochabamba. Arqueología Boliviana, 1:67-71.
CAMACHO José María
1920 La Etipología de Tiwanaku. Boletín de la Sociedad Geográfica, La Paz.
1921 Iticaca. Boletín de la Sociedad Geográfica, La Paz.
1941 Los Aymaras. Boletín de la Sociedad Geográfica, La Paz.

107
CAMPANA Cristobal
1983 La vivienda Mochica. Ed. Varaco S.A., Trujillo.
CANALS FRAU Salvador
1944 Bibliografía. Boletín Bibliográfico de Antropología Americana,
8:247-248, México.
1950 Prehistoria de América. Sudamericana, Buenos Aires.
1953 Las poblaciones indígenas de la Argentina, Buenos Aires.
1953 El antiguo oriente y el nacimiento de las civilizaciones americanas.
Imago Mundi 3, Buenos Aires.
1953 Las plantas cultivadas y el origen de las culturas agrícolas america-
nas. Imago Mundi 3, Buenos Aires.
1955 Las Civilizaciones Prehispánicas en America. Sudamericana, Bue-
nos Aires.
CAPOCHE Luis
1585 Relación General de la Villa Imperial de Potosí. Madrid.
CARDENAS Martín
1969 Disertaciones Botánicas y amenidades biológicas. Ed. Los Amigos
del Libro, Cochabamba.
CARDICH Augusto
1980 Origen del hombre y la cultura andinos. Historia del Perú, T. I:31-
156, Juan Mejía Baca ed., Lima.
1985 The fluctuating upper limits of cultivation in the Central Andes and
their impact on Peruvian Prehistory Advances in World Archaeol-
ogy, T. IV:293-333, Orlando Academic Press.
1988 Civilización Andina: Su formación. CONACYT, Lima.
CARMOUZE J. P. et al
1982 La régulation hydrique du lac Titicaca et l’hydrologie de ses tributaires.
Revue d’Hydrologie tropicale (14), 4:265-408:1981, ORSTOM.
1982 Régulation hydrochimique du lac Titicaca e l’Hydrochimie de ses
tributaires de La Paz, 49-50:11-150, de La Paz, 53-54:29-147/64.
Revue d’Hydrologie tropicale (14), 4-265-408:1981, ORSTOM.
CARNEIRO L. Robert
1969 Una teoria sobre el origen del Estado. Revista Science, Vol. 1:69.

108
1988 Reflexiones adicionales sobre la concentración de recursos y su pa-
pel en el surgimiento del Estado Estudios sobre las revoluciones
neolítica y urbana, 265-281, UNAM.
CARRASCO de CRESPO María Esther
1976 Importantes descubrimientos arqueológicos del INAR. El Diario,
23:9-76. Panoramas de la Cultura, La Paz.
CASANOVA Eduardo
1930 Hallazgos arqueológicos en el cementerio indígena de Huiliche,
Departa­mento de Belen, Provincia de Catamarca. Archivos del
Museo Etnográfico 3, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos
Aires.
1933 Los ídolos monolíticos descubiertos recientemente en las ruinas prehistó­
ricas de Mocach, Bolivia. La Prensa, Sec 2, 30-2, Buenos Aires.
1933 Tres ruinas indígenas en la Quebrada de La Cueva. Anales del Mu-
seo Nacional de Historia Natural Bernardino Rivadavia, 37:255-
320. Antropología, etnología y arqueología 76, Buenos Aires.
1934 Sondeos arqueológicos en Tiahuanaco. La Prensa, 8-7, Buenos Aires.
1934 Ovservaciones preliminares sobre la arqueología de Cotaca (Pro-
vincia de Jujuy) XXV Congreso Internacional de Americanistas
1932:2:25-38 Buenos Aires
1935 Hallazgos arqueológicos en Tiahuanaco. Resultados de la misión
del Mu­seo Arqentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires. La
Prensa, 3-2, Buenos Aires.
1936 El Altiplano Andino. Historia de la Nación Argentina, 1:251-275,
Buenos Aires.
1936 La Quebrada de Humahuaca. Historia de la Nación Argentina, 1:207-
249, Buenos Aires.
1937 Investigaciones Arqueológicas en el Altiplano Boliviano. Rel. Soc
Arg. Antropología, 1:167172, Buenos Aires.
1938 Investigaciones Arqueológicas en Sorcuyo,Puna de Jujuy. Anales
del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivada-
via. 34:423-456. Antropología, etnografía y antropología 80, Bue-
nos Aires.
1942 Dos yacimientos arqueológicos en la península de Copacabana (Bo-
livia). Idem, 40:333-399 82, Buenos Aires.

109
1942 El Pucará de Hornillos. Anales del Instituto de Etnología Americana
de la Universidad Nacional de Cuyo, 249-265, Mendoza.
1944 Una estólica de la Puna Jujeña. Separata de Relaciones de la Sociedad
Argentina de Antropología. Museo Argentino de Ciencias Natura-
les de Buenos Aires- Buenos Aires.
1950 Restauración del Pucará- Facutad de Filosofía y Letras, Instituto de
Antropología, Buenos Aires.
1967 Una significativa pictografía de la Puna Jujeña. Antiquitas, 5:13,
Buenos Aires.
CASTELNAU Francis de
1851 Expédition dans les parties centrales de l’Amérique du Sud. T. 3éme
Bertrand Ed., Paris.
1854 Antiquités des Incas et autres peuples anciens recueillies pendant
l’expedition dans les parties centrales de l’Amérique du Sud. Ber-
trand Ed., Paris.
CASTILLO Marius del
1929 El Corazón de la América meridional (Bolivia). Barcelona.
CASTRO Milka et al
1981 Estudios etno-botánicos en la pre-cordillera y el altiplano de los An-
des del norte de Chile (XVIIIXIXéme). Volumen de Síntesis Pro-
yecto MAB 6 - UNESCO. Bustos-Veloso ed., Montevideo.
CENTRO DE INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS
1958 Kherikala. Notas de excavación Mecanuscrito, La Paz.
1973 Proyecto de Presupuesto para la gestión 1974, La Paz.
1974 Proyecto de presupuesto para la gestión 1875, La Paz.
1974 Proyecto de Decreto Supremo. Expropiación del edificio para el Mu-
seo Buck de acuerdo al convenio con la República Federal de Ale-
mania (incluye el inventario de las piezas), La Paz.
1975 Plan para la rehabilitación del complejo monumental de Tiwanaku,
La Paz.
CERECEDA Verónica
1987 Aproximaciones a una estética andina: De la belleza al tinku. Tres
reflexiones sobre el Pensamiento Andino. HISBOL, La Paz.

110
CESPEDES-PAZ R.
1982 La cerámica Incaica en Cochabamba. Cuadernos de investigación,
Serie Arqueología N°1. Instituto de Investigaciones Antropológi-
cas, Universidad Mayor San Simón, Cochabamba.
CHALON F. Pablo
1882 El arte de construir de los antiguos peruanos. Anales de construccio-
nes civiles y minas del Perú, 2:5-72, Lima.
1885 Los edificios del Antiguo Perú: su descripción y clasificación crono-
lógica. Anales de construcciones civiles y minas del Perú, 5:1-95,
Lima.
CHERVIN Arthur
1908 Anthropologie Bolivienne (Mission scientifique Créqui-Montfort -
Sénechal de la Grange), Paris.
CHOQUE CONQUI Roberto
1990 Una marca aymara: Jesus de Machaga. Historia 21. Universidad Ma-
yor de San Andres, La Paz.
1992 Sociedad y Economía colonial en el sur andino. HISBOL, La Paz.
CHRISTIAN F. W.
1932 Polynesian and oceanic elements in the Chimu and Inca Languages,
Journal Polyn Soc. XLII.
CIEZA de LEON Pedro de
1553 La Crónica del Perú. Madrid.
1941 Crónica del Perú. Espasa-Calpe, Madrid.
1967 El Señorío de los Incas. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
CLAVERIAS Ricardo
1976 Estructuras de las comunidades campesinas en Puno. Antropología
Cultural, T. I. Jornadas Peruano-Bolivianas de Estudio Cientifico
del Altiplano Boliviano y del sur del Peru. La Paz.
COBO Bernabé
1601 Historia del Nuevo Mundo, Madrid.
COCHRANE Thomas T.
1973 El potencial agrícola del uso de la tierra en Bolivia. Un mapa de sis-
temas de tierras. Ed. Don Bosco, La Paz.

111
COLLOQUE INTERNATIONAL TOULOUSE
1993 Agriculture et paysaneries en Amérique Latine. Mutations et Recom-
positions, Linck.
COMAS Juan
1945 La discriminación racial en América. América Indígena, 5:73-89
161-170, México.
1955 La discriminación racial en América. Khana, 9-10:37-52, La Paz.
CONSEJO MUNICIPAL DE LA PAZ
1928 Catastro Urbano de La Paz. La Paz.
CONGRESO INTERNACIONAL DE AMERICANISTAS XXXIX
1972 Actas y Memorias. Lima.
CONKLIN W.
1991 Exploring the San Pedro de Atacama-Tihuanacu Relationship. Ponen-
cia 47th Congreso Internacional de Americanistas, New Orleans.
COOK Anita G.
1979 The Iconography of Empire: Symbolic Communication in VII Cen-
tury Peru. Thése of Master State University of New York.
1985 The Politico-Religious Implications of the Huari Offering Tradition.
Dialogo Andino, 4:203-222.
1994 Wari y Tiwanaku entre el estilo y la imagen. Pontificia Universidad
Católica del Peru, Fondo Editorial, Lima.
CORDERO MIRANDA Gregorio
1953 Estudio arqueológico de las ruinas de Kalake. Gaceta campesina,
3:48-53, La Paz.
1954 Las marcas de la cerámica india. El diario, 16-994, La Paz.
1955 Informe de las excavaciones de los pozos en Tihuanacu (Mecanus-
crito), La Paz.
1955 Informe al Ministro de Educación. Museo Nacional Tiwanaku, La
Paz.
1957 Reconocimiento arqueológico de Kalake. Arqueología Boliviana,
207-222, La Paz.
1977 Descubrimiento de una estela lítica en Chiripa. Arqueología de Boli-
via y Perú, 2:229-232, La Paz.
1977 La Colección Arqueológica Diaz de Medina. INAR, documento in-
terno 8, La Paz.

112
1978 Informe Preliminar acerca de las excavaciones en Pumapunku.
INAR, documento interno 33-78, La Paz.
1984 Reconocimiento arqueológico de las márgenes del rio Beni. Arqueo-
logía Boliviana, 1:15-38, La Paz.
COSSIO del POMAR Felipe
1949 Arte del Perú Precolombino. FCE, México.
COSTA ARGUEDAS José Felipe
1967 Diccionario del Folklore Boliviano. Ed. Universidad Mayor de San
Francisco Xavier, Sucre.
COSTA de la TORRE Arturo
1966 Catálogo de la bibliografía Boliviana. Libros y Folletos 1900-1963.
Ed. Universitaria Mayor San Andrés, La Paz.
1975 Excavaciones en Tiwanaku en la época colonial Pumapunku (ép an-
tigua), 8:41-45, La Paz.
COSTAS José Felipe
1961 Diccionario del Folklore Boliviano. Universidad Mayor de San Fran-
cisco Xavier de Chuquisaca, Sucre.
COURTY Georges
1904 Sur les hauts plateaux de Bolivie - Le sol et les habitants. Bulletin de
la Société de Géographie commerciale, 26:614-619, Paris.
1907 Explorations Géologiques dans l’Amérique du Sud. Mission scienti-
fique G de Créqui-Montfort et E Sénechal de la Grange Imprime-
rie Nationale, Paris.
1910 La question du préhistorique américain. Bulletin et Mémoires de la
Société d’Anthropologie de Paris, VIéme série I:189-190, Paris.
COUTURE Nicole
1993 Excavations at Mollo Kontu, Tiwanaku. Thése of Master University
of Chicago.
CREQUI-MONTFORT C. de et al
1905 Exploración científica en Bolivia. Boletín de la Sociedad Geográfica
de La Paz, 24-26:60-74, La Paz.
1906 Fouilles de la Mission Scientifique Francaise á Tiahuanacu XIV
Congr. Int. americanistes, Stuttgart.

113
1912 Le groupe lingüistique Otuké. Journal Société des Américanistes,
IX:317-327, Paris.
1913 La famille lingüistique Kapakura. Journal Société des Américanistes,
X:119-171, Paris.
1913 Lingüistique Bolivienne: la langue Saraveka. Journal Société des
Americanistes, X:497-450, Paris.
1913 Lingüistique bolivienne: les afinités des dialectes Otukés. Journal
Société des Américanistes, X:369-377, Paris.
1913 Lingüistique bolivienne, la langue laacu ou apolista Berlíner Anthro-
pologische. Gesellschaft, Berlín.
1914 Lingüistique Bolivienne: la langue Mobima Journal Société des
Américanistes XI:183-211 Paris
1925 Lingüistique Bolivienne: la langue Uru ou Pukina. Journal Socié-
té des Américanistes, XVII:211-244 XVIII:111-139 XIX:57-116,
Paris.
1951 Bibliographie des langues aymara et kicua, London.
1956 La Langue Kayuvava. International Journal of American Lingüistics,
London.
CRESPO Luis S.
1902 Monografía. Día de la Ciudad de La Paz. Boletín de la Sociedad
Geográfica de La Paz, 14-15:161-251, La Paz.
CRESPO RODAS Alberto et al
1989 La Ciudad de La Paz, su historia, su cultura. Honorable Alcaidía de
La Paz, La Paz.
CREVENA Theo R.
1954 Wendell Clark Bennet 1905-1963. Boletín Bibliográfico de antropo-
logía Americana, 16-18:337-329, México.
CSH
1986 Géo-archéologies régionales en milieux tropicaux, ORSTOM.
CUNEO V. Rómulo
1919 El cacicazgo en Tacna. Revista Histórica, 6:309-324, Lima.

114
CURIEN Hubert et al
1957 Rezmarques statistiques sur les six premiers noms de nombres du
turc et du quechia. Journal Société des Américanistes, XLVI:181-
188, Paris.
CURTIS William Eleroy
1900 Between the Andes and the ocean. Herberd Stone, Chicago.
CUSTRED G.
1979 Hunting technologies in Andean Culture. Journal Société des Améri-
canistes, 66:7-19, Paris.
D’ALTROY Terence
1992 Provincial Power in the Inka Empire. Smithsonian Instittion Press,
Washington.
D’ ORBIGNew York Alcides
1944 El Hombre Americano. Ed. Futuro, Buenos Aires.
1945 Viaje a la américa Meridional. Ed. Futuro, Buenos Aires.
DALMAYRAC B. et al
1978 Géologie des Andes région de Huanaco, ORSTOM.
1980 Géologie des Andes logique, ORSTOM.
DAUELSBERG Percy
1974 Excavaciones arqueológicas en Quiani, Provincia de Tapacá,
Departamen­to de Arical, Chile. Chungará, 4:7-38, Universidad del
Norte Arica.
DE LA GRASSERIE Raoul
1894 Langue Puquina. Textes Puquina. Koehler, Leipzig.
DE LA ROCHA Luis Alberto
1991 Cronología de Tiwanaku. La Paz.
1991 Esplendor de Tiwanaku. La Paz.
1992 Bibliografía de Tiwanaku. La Paz.
DE LA ROSA Manuel et al
1909 Les deux Tiahuanaco, leur problémes et leur solution, Wien.

115
DE MESA José et al
1966 Contribuciones al estudio de la Arquitectura Andina. Academia Na-
cional de Ciencias de Bolivia, La Paz.
DE ROOS Robert F.
1994 La historia del disco del Beni. Pumapunku, 3:7, La Paz.
DEBENEDETTI Salvador
1912 Influencias de la Cultura de Tiahuanaco en la región del Noroeste
Argenti­no. Facultad de Filosofía y Letras. Publicaciones de la sec-
ción Antropológica 11, Buenos Aires.
1912 Excursión del XVII Congreso Internacional de Americanistas a Boli-
via y Pe­rú. Actas del XVI Congreso Internacional de Americanis-
tas 627-672, Buenos Aires.
1930 Las ruinas de Pucará -Tilcara Quebrada de Humahuaca (Provincia de
Jujuy). Facultad de Filosofía y Letras. Archivos del Museo Etno-
gráfico 2, Buenos Aires.
1933 Titiconte. Publicaciones del Museo Antropológico y etnológico de la
Facultad de Fi­losofía y Letras, 3:7-35, Buenos Aires.
DEJOUX Claude et al
1991 El Lago Titicaca. Síntesis del conocimiento limnológico actual.
ORSTOM-ISBOL, La Paz.
DEMBO Adolfo y José Imbelloni
1938 Deformaciones intencionales del cuerpo humano de carácter étnico.
Humanior ed., Buenos Aires.
DENEVAN Wiliam M.
1987 Terrace Abandonment in the Coka Valley. Pre-Hispanic Agricultural
Fields in the Andean Region, Oxford.
DEUEL LEO
1974 Conquistadors without swords. Stoken books, New York.
DEZSO Ladislao
1947 La Americanística de José Imbelloni. Anales de Arqueología y Etno-
logía, 8:197-214, Mendoza.

116
DIAZ E. et al
1949 Material para servir a la arqueología de Jujuy. Revista del Instituto
de Arqueología, Vol. 4, Tucumán.
DIAZ ARGUEDAS Julio
1971 Expedicionarios y exploradores del suelo boliviano. Ediciones Ca-
marlinghi, La Paz.
DIAZ ROMERO Belisario
? Farmacopea Callaguaya. Enumeración de las plantas medicinales y pro­
ductos naturales que emplean los Callagayas o Indios Aymaras
curande­ros del Dpto. de La Paz. Boletín de la Oficina de Inmigra-
ción, Estadística y Propaganda Geográfica, 381-394, La Paz.
1904 Antropología prehistórica americana: el hombre de Tiwanacu Bole-
tín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 18-20:67-73, La Paz.
1906 Tiahuanacu, estudio de Prehistoria Americana. Imprenta artística de
Castillo, La Paz.
1920 Ensayo de Prehistoria Americana: Tiahuanacu y la América primiti-
va. Arnó Hnos, Ed. La Paz.
DIAZ de MEDINA Federico
1942 Nueva teoría sobre la famosa Puerta del Sol de Tiwanaku. Ultima
Hora, 30-4.
1945 Simbolismo de las Cabezass-Trofeo. Ultima Hora, 30-10.
1946 El Chimú prehistórico y sus correlaciones con Tiwanaku. La Razón,
1-1.
1946 Armas e insignias de los Inkas y su procedencia Aymara. Ultima
Hora, 10-3, La Paz.
1946 Arqueología. La Razón, 6-10, La Paz.
1947 Música e instrumentos tiwanakotas. La Razón, 1-1, La Paz.
1947 La nueva deidad monolítica tiwanakota. La Razón, 27-4, La Paz.
1948 Animismo, totems, práctucas idolátricas y supersticiones de los anti-
guos Aymaras. La Razón, 31-10, La Paz.
1950 Arte de la cerámica prehistórica boliviana. La Razón, 31-10, La Paz.
1951 El uso de los espejos en la descollante cultura de tiahuanaco. El Dia-
rio, 6-6, La Paz.
1954 Museos arqueológicos y colecciones culturales de La Paz. Comité
organizador del III Congreso Indigenista Interamericano, La Paz.
1956 Thunupa. Gisbert Ed.

117
1986 Tiwanaku, capital del misterio. Librería Juventud, La Paz.
DIEZ de SAN MIGUEL Garci
1567 Visita hecha a la Provincia de Chuquito, Lima.
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA
1953 Apéndice de la Revista Khana, La Paz.
1954 Primera mesa redonda de arqueología boliviana (15-23 décembre
1953). Khana, 3-4, La Paz.
1957 Segúnda mesa redonda de arqueología boliviana. Khana, 27-30, La
Paz.
DISSELHOF F. Hans et al
1962 América Precolombina. Seix Barral ed., Barcelona.
DIWON R. B.
1933 Contacts with America across the Southern Pacific, Toronto.
DOLLFUS Olivier
1965 Effets des fluctuations et des accidents cimatiques sur l’écologie hu-
maine du Pérou. Journal Société des Américanistes, LIV-2:227-
238, Paris.
1968 L’Institut Francais d’Études Andines en 1969. Journal société des
Américanistes, XLII:153-158, Paris.
DUMÉZIL Georges
1954 Deux piéces “costumbristas” qhiswa de Killu Warak’a. Journal So-
ciété des Américanistes, XLII:1-82, Paris.
1955 Catégories et vocabulaire des échanges de services chez les Indiens
Quechua: ayni et mink’a. Journal Société des Américanistes,
XLIV:3-16, Paris.
DREYER COSTA Auguto
1974 Sobre metalurgia prehispánica. Pumapunku, 3-7.
DUVIOLS Pierre
1971 Seminario comparado de sociedades mesoamericanas y andinas. Jo-
urnal Société des Américanistes, LX:299-300, Paris.
1974 Quelques caractéres actuels de l’éthnohistoire andine. Journal Socié-
té des Americanistes, LXIII:11-13, Paris.
1977 Punchao, ídolo mayor de Coricancha. Antropología Andina, Perú.

118
1979 La dinastía de los incas. ¿Monarquía o Diarquía? Argumentos heurís-
ticos a favor de una tesis estructuralista. Journal de la société des
Américanistes, 66, París.
1980 Algunas reflexiones acerca de la tesis de la estructura dual del poder
incaico. Histórica, vol. 4 n° 2 pp 183-96, Lima.
EARLS John
1991 Ecología y Agronomía en los Andes. HISBOL, La Paz.
ECHAZU ALVARADO Jorge y José Huidobro Bellido
1989 El Estado en la Sociedad Política Andina. Universidad Mayor de San
Andrés, La Paz.
EICKSTEDT E. von
1934 Rassenkunde und rassengenschichte der Mensscheit Rassendynamik
von Ostasien Bibliothéque Municipal de Berlín, Berlín.
EISLEB Dieter und Renate Strelow
1980 Alterperuanische Kulturen. Tiahuanaco. Museum für volkerkun-
de, Berlín.
ELIADE Mircea
1972 El mito del eterno retorno. Alianza-Emecé Ed., Buenos Aires.
ELORRIETA SALAZAR Fernando Edgard
1992 La gran pirámide de Pacaritanpu. Sociedad Pacaritanpu hatta, Cuzco.
ENGEL Federico
1970 Recolección y cultivo en los andes pre-colombinos. Photocopie, s/ed.
ERICKSON CLARK L.
1986 Agricultura en camellones en la cuenca del lago Titicaca: aspectos
técnicos y su futuro. Andenes y Camellones en el Perú Andino,
331-350. Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Oficina de
política científica y tecnológica, Lima.
1987 Modelos pre-históricos para el desarrollo agrícola: los camellones de
Illpa Puno. Anales del V Congreso Internacional de Sistemas Agro-
pecuarios Andinos (Puno 10-14 marzo 1986). CINIPA, Lima.
1987 The dating of raised field agriculture in the titicaca Basin, Peru. Pre-
Hispanic Agricultural Fiels in the Andean Region, 373-384. Brit-

119
ish Archaeological Reports International Series 359. Willan Dev-
enan et al ed., London.
1989 Raised Field Agriculture in the Lake Titicaca Basin (Putting Ancient
Agri­culture Back to Work). Expedition Vol. 30 -3:8-16. The Uni-
versity Magazine of Archaeology/Anthropology. University of
Pensylvania, Philadelphia.
ESCALANTE MOSCOSO Javier
1993 Arquitectura Prehispánica de los Andes Bolivianos. CIMA, La Paz.
1994 Guía Arqueológica de bolivia. CIMA, La Paz.
1996 De la caverna a la metrópoli: 5000 años de arquitectura. CIMA, La
Paz.
ESPINOZA SORIANO Waldemar
1979 La sociedad andina colonial y republicanas. Nueva Historia General
del Peru. Instituto de Política Popular, Lima.
1980 Los fundamentos lingüísticos de la etnohistoria andina. Revista Es-
pañola de Antropología Americana, Madrid.
ESTEVEZ CASTILLO José
1978 Catalogación del patrimonio arqueológico. 2° Reunión de las Jorna-
das Peruano-Bolivianas. Instituto Nacional de Arqueología. Docu-
mento interno 25-78, La Paz.
1980 Catalogación del patrimonio arqueológico. Simposio sobre investi-
gación científca y tecnológica de la conservación de monumentos
pre-hispánicos, virreinales y republicanos. Período Precolombino,
La Paz.
1986 Evidencias de asentamientos pre-colombinos en provincias del Sud
Yura-gas y Murillo. Informe de viaje y prospección. INAR, La
Paz.
EYZAGUIRRE Delfin
1956 Astronomía Aymará. Khana, 19-20:82-96, La Paz.
FALDIN ARANCIBIA D. Juan et al
1978 Prospecciones Arqueológicas en el valle de Tiwanaku Instituto Nacio-
nal de Arqueología de Bolivia, documento interno 46/78, La Paz.
1990 La Provincia Lacareja y el sistema precolombino del norte de La
Paz. Comité organizador de su centenario.

120
FALDIN ARRANCIBIA Juan
1978 Prospección arqueológica en el valle de Tiwanaku. Instituto Nacio-
nal de Arqueología. Documento interno, 46-78, La Paz.
FESTER G.A.
1962 Copper and copper alloys in ancient Argentina. Chymia, (8):21-31.
FLORES Miguel
1988 Jipiña, una fortaleza preincaica perdida en los Andes Bolivianos.
Presencia, 12 21-8, La Paz.
FLORES David
1870 On the aymara indians of Bolivia and Perú. The Journal of the Eth-
nological Society of London 2, London.
1900 Geología de Bolivia y del sud del Perú. Boletín de la Sociedad Geo-
gráfica de La Paz, 3:13-14 4:11-63, La Paz.
FLORES OCHOA Jorge A.
1974 Enqa, enqaychu, illa i khuya rumi. Aspectos mágico-religiosos en-
tre pastores. Journal Société des Américanistes, LXIII:245-263,
Paris.
1987 Cultivation in the qocha of the south andean puna. Arid Land Use
Strategies and Risk Management in the Andes, 271-296. David L.
Browman Ed.-Boulder Westview Press.
FOCACCI Guillermo
1969 Arqueología de Arica, secuencia cultural del período Agroalfarero
Horizonte Tiahuanaco. Actas del IV Congreso Nacional de Ar-
queología, 21-26, Museo Arqueológico La Serena, La Serena.
1983 El Tiwanaku Clásico en el Valle de Azapa. Acontecimientos aldea-
nos en los valles costeros de Arica. Documento de Trabajo 3. Ins-
tituto de Antropología y Arqueología de la Universidad de Tara-
pacá, Arica.
FORTUN Julia Elena
1958 Excavaciones arqueológicas en Tiwanaku y la realización de la Se-
gúnda Mesa Redonda de Arqueología Boliviana. Actas del XXXIII
Congreso Internacional de Americanistas pp 432-440, Costa Rica.

121
FRANCO INOJOSA J. M.
1919 Arqueología del Cusco. Ruinas de Chamankalla, Quillarumi Inka-
rakay y Salakaka. Rev. Mus. Nacional VIII, Lima.
1940 Arqueología sud-peruana. Informe sobre los trabajos arqueológicos
de la Misión Kidder en Pukara Rev. Mus. Nac. IX, Lima.
FRANCOVICH Guillermo
1956 El pensamiento boliviano en el siglo XX. FCE, México.
1980 Los mitos profundos de Bolivia. Ed. Los amigos del Libro, La Paz.
FRIEDBERG Claudine
1960 Ethnobotanique péruvienne. Répartition des espéces utilisées par
l’homme dans la médecine et la magie, et ses rapports avec les zo-
nes floristiques. Compte Rendu, 324:45-56. Société de Bio-Géo-
graphie, Paris.
FUENZALIDA Humberto
1950 Geografía económica de Chile (T. I). Corporación de Fomento de la
Producción, Santiago.
GADE Daniel
1977 Llama, alpaca y vicuña: ficción y realidad. Pastores de Puna-
Uywamichiq Punarunakuna, pp 113-120. Flores Ochoa Ed. - Insti-
tuto de Estudios Peruanos, Lima.
GAINZA Luis et al
1971 Estudio Sedimentológico de la Formación Tiwanaku (Hacienda Aza-
franal). Academia Nacional de Ciencias de Bolivia.
GALDAMES Luis et al
1981 Historia de Arica Ilustre. Municipalidad de Arica, Ed. Renacimien-
to, Santiago.
GALLO A.
1925 Las ruinas de Tiahuanacu. Rev. Univ. de Buenos Aires, 5 secc. 2,
Buenos Aires.
GASPARINI Graziano
1962 Visión arquitectónica de Tiwanaku. Revista Shell 44, Caracas.
GAYTON A. et al
1927 The Uhle collections from Nazca. Univ. Calif. Pub XXIV.

122
GEOBOL
1977 Procesamiento digital de datos multiespectrales del area. Desaguade-
ro Programa satelital, La Paz.
GEOL
1978 Evolution récente des hauts plateaux Andins en Bolivie. Geol. Vol.
10. OSTROM, Paris.
1988 Géodynamique des Andes Centrales. Geol. vol 3. OSTROM, Paris.
GICKLHORN Renée
1968 Thaddaus Hanke in Tiahuanaco. Verhandlungen de XXXVIII Inter-
nationales Amerikanisten Kongress, 449-452, Stuttgart.
GILSON Cary H.
1939 The Percy Sladen Trust Expedition to Lake Titicaca. Linnean Soci-
ety, London.
GIRAULT Louis
1958 Le culte des apacheta chez les aimara du haut plateau bolivien. Jour-
nal de la Ssociété des Américanistes, T. XLVII, Paris.
1961 Essai de critique technologique de la céramique de Tiahuanaco. Tra-
vaux de l’Institut Francais d’Étides andines, T. VIII, Lima.
1865 Les Kallawaya. Groupe de médecins empiriques boliviens. Cahiers
des Explorateurs (nouvelle série) 16, Paris.
1966 Classification vernaculaire des plantes médicinales dans les Kal-
lawaya, médecins empiriques. Journal de la Société des América-
nistes, LVI, Paris.
1969 Textils boliviens. Région de charazani. Catalogue du Musée de
l’Homme, Série H, Amérique-IV, Paris.
1970 Les Aymara. Elet es Tudoma, New York 25 au 29, Budapest.
1970 Note technologique sur des tissus indiens modernes de Bolivie. Jour-
nal de la Société des Américanistes, LIX, Paris.
1971 Hommes de l’Altiplano. Atlas 61, Paris.
1973 A propos d’un manuscrit sur la médecine coloniale du haut Pérou.
Journal de la Société des Américanistes, LX, Paris.
1974 Los Kalawayas de La Paz. Ultima Hora, 25-10, La Paz.
1975 Les Foetus animaux dans le rituel des Indiens andins. L’homme et
l’animal. Institut International d’Ethnosciences, Paris.

123
1975 Exploration archéologique dans la région d’Iximas. INAR, publica-
tion 10, La Paz.
1975 La cultura Kalawaya Dualismo o pluralismo cultural en Bolivia. T.
I, La Paz.
1977 Las ruinas de Chullpa-Pata de la comunidad de Kallamarka. Arqueo-
logía en Bolivia y Peru, T. II:191-210. Biblioteca Paceña.
1978 La Syrinx dans les régions andines de la Bolivie. Microfichel, 78 02
07.
1980 Le Rituel populaire dans les régions andines de Bolivie. Idem, 60 02
45.
1981 Fouilles sur le site de Piruru en 1968 et 1970. Bulletin de l’Institut
francais d’études andines, T. X n°1-2:101-112, Lima.
1984 Kallawaya: Guérisseurs itinérants des Andes. Recherches sur les
practiques médicinales et magiques. ORSTOM, Paris.
1988 Rituales en las regiones andinas de Bolivia y Perú. Ceres-Musef-
Quipus, La Paz.
1990 La cerámica del templete semi-subterráneo de Tiwanaku. Ceres, La
Paz.
GISBERT de MESA Teresa et al
1987 Arte Textil y Mundo Andino. Ed. Gisbert, La Paz.
1987 Los cronistas y las migraciones Aymaras. Actas y Anales de la re-
unión anual de etnología (25-27 agosto), 439-444. Museo Nacio-
nal de Etnografía y Folklore, La Paz.
1988 Historia de la vivienda y los asentamientos humanos en Bolivia. Ins-
tituto panamericano de geografía e historia 431, La Paz.
GOLDSTEIN Paul S.
1985 Tiwanaku ceramics of the Moquegua Valley, Peru. Thése de Mattre,
University of Chicago.
1989 Omo, a Tiwanaku provincial center in Moquegua, Perú. University
of Chicago, Chicago.
1990 La ocupación Tiwanaku en Moquegua. Gaceta arqueológica Andina,
18-19:75-104, Lima.
1990 La cultura Tiwanaku y la relación de sus famosas cerámimicas en Moque­
gua. Trabajos arqueológicos en Moquegua, Perú 2:21-58, Lima.

124
GOODMAN Edward
1992 The Explorers of South America. University of Oklahoma Press,
Norman.
GONZALES F. Oscar
1966 El sistema volcánico de los nevados de Payachatas. Revista Univer-
sitaria año, L-LI fascículo II:383-395. Universidad Católica de
Chile, Santiago.
GONZALEZ Alberto Rex
1950 Contactos culturales y cronología relativa en el area central del NO
argentino. Anales de arqueología y etnología (9):7-32, Mendoza.
1957 Dos fechas de la cronología arqueológica argentina obtenidas por el
méto­do de radiocarbón. Universidad Nacional del Litoral. Institu-
to de antropología, Rosario.
1958 A note of the antiquity of bronze in NW of Argentina. Actas XXXII
Congreso Internacional de Americanistas, 384-395, San José de
Costa Rica.
1961 La cultura de La Aguada. Revista del Instituto de Antropología de
Córdoba, 2-3:205-253, Córdoba.
GONZALEZ de la ROSA Manuel
1908 Estudio de las antigüedades peruanas halladas bajo el huano. Revista
histórica, 3:39-45, Lima.
1909 Ensayo de cronología incana. Revista histórica, 4:41-54, Lima.
1910 Les deux Tiahuanaco: leurs problémes et leurs solutions. Verban-
dlungen des XVI internationalen amerikanisten-kongresses 2:405­
428, Wien und Leipzig.
GRAF Kurt
1981 Palynological investigations of two post-glacial peat bogs near the
boundary of Bolivia and Peru. Journal of Biogeography, 8:353-
68.
GRAFFAM Gray
1989 The Agricultural Aqueduct at Chiripa. The Archaeological and Pa-
leoecology of Lukurmata, Bolivia. Segúndo Informe Preliminar
del Proyecto Wila Jawira, University of Chicago.

125
1990 Raised fields Without Bureaucracy: An Archaeological Examination
of Intensive Wetlande Cultivation in the Pampa Koane, Zone Lake
Titicaca, Bolivia. Doctoral Disertation, University of Toronto.
1992 Beyond state collapse: Rural history, raised fields and pastoralism to
the south-Andes American. Anthropologist, 14:882-904.
GRESLEBIN Hector
1926 El arte prehistórico peruano. Anales de la sociedad Argentina de Es-
tudios Geofísicos, GAEA 2, Buenos Aires.
1928 Excursión arqueológica a los cerros de Sololasta e Intihuasi en la
Provincia de San Luis. RA GAEA 3, Buenos Aires.
1958 Introducción al estudio del arte autóctono de la América del Sur. Mi-
nisterio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, La Plata.
GUAMAN POMA de AYALA Felipe
1615 Nueva Crónica y Buen Gobierno Lima. Travaux et mémoires de
l’Institut d’Ethnologie, Université de Paris [1936] GUFFROY J.
et al.
1994 Cerro Ñañañique: un établissement monumental de la période forma-
tive en limite sud du désert, ORSTOM.
GUZMAN LOPEZ C. Alberto
1998 Paquarijtanpu runa Simipi (Posada del Amanecer en la lengua del
hombre). Ed. Los Amigos del Libro, La Paz.
GUZMAN SANJINES Nelson et al
1989 Propedeutica de un plan microrregional en Tiwanaku. Informe
INAR, La Paz.
HAAS Jonathan
1987 The exercise of power in early Andean State. Development Origins
and development of the Andean State, 31:35. Cambridge-Univer-
sity, Cambridge.
HADDON A. C.
? Head Hunters.
HARDOY Jorge Enrique
1964 Ciudades Precolombinas. Ed. Infinito, Buenos Aires.
1968 Urban Planning in pre-columbian America Braziller, New York.

126
HARRIS Olivia
1986 From asymmetry to triangle: symbolic transformations to northern
Potosí Anthropological. History of Andean Polities. Cambridge,
University Cambridge.
1987 Economía Etnica. Hisbol, La Paz.
HARTCOURT R. et al
1949 Tressage de frondes á Nazca. Journ. Soc. Amer. XXXVIII, Paris.
HASTORF Christine
1986 Agricultura, alimentación y economía de los Wanka durante la época
Inka. Actas y Trabajos VI Congreso Peruano. Hombre y Cultura
Andina, 169-185, Lima.
1990 The effect of the Inka state on Sausa agricultural production and crop
consumption. American Antiquity 55, (2):262-290,
HATT G.
1951 The Corn mother in America and Indonesia.
HEATH Edwin R.
1904 Antigüedades Peruanas. Boletín de la Sociedad Geográfica de La
Paz, 19-20:21-51, La Paz.
HEGER Franz
1911 Las dos asambleas del XVII. Congreso Internacional de Americanis-
tas. Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 106-205, La Paz.
HEINE-GELDERN R.
? Sudostassien.
HERNANDEZ Maribel
1986 Abandono de una Tecnología Andina: El caso de los andenes. Apun-
tes, 18:153-180, Universidad del Pacífico, Lima.
HERNANDEZ LEONARDINI Edgar
1988 Tiahuanacu o Tiwanaku: leyenda, tradición, historia. Domingo de
Hoy, 22-5, La Paz.
HERTZOG G. Luis
1932 Informe oficial que presenta el Director del Museo Nacional Tihua-
naco a la consideración del Señor Ministro de Instrucción Públi-
ca. La Paz.

127
1947 Conmemoración del centenario del Museo Nacional tiahuanaco. So-
ciedad Geográfica de La Paz, La Paz.
HESSE Brian
1981 Searching for the origins of pastoralism in northern Chile. Report of
chilian University Life, 10:9-12, Ed. Mario Correa. Cultural Atta-
ché Embassy of Chile. USA, Washington.
HETTNER A.
1893 Alfons Stúbe und Max Uhle: Due Ruinenstátte von Tiahuanaco in
Hochlande der Alten Peru. Bibliothéque Municipale de Berlín,
Berlín.
HIDALGO J. et al
1978 Revisita a los altos de Arica en 1750. Departamento de Antropolo-
gía. Universidad del Norte, Arica.
1998 Culturas de Chile: Prehistoria desde sus orígenes hasta los albores de
la conquista. Ed. Andrés Bello, Santiago.
HOCHLEMER Franz
1962 Das Sonnentor von Tiwanaku in Bolivien. Ein Entzifferungs-versuch
Braunsch weig. Zeitschrift fúr Etnologie. Berlín.
HOLMBERG ALAN R.
1950 Nomads of the long bow. The Siriono of western Bolivia. Smithso-
nian Institution. Institut of Social Anthropology, Washington.
HUANCA Tomás
1989 El yatiri en la comunidad Aymara. Ed. Centro Andino de Desarrollo
Agropecuario. Hisbol, La Paz.
HUIDOBRO BELLIDO José
1983 Dioses y Fiestas en la Isla del Sol. Estudio preliminar. Ed. Instituto
de Lengua y Cultura Aymara, ILCA, La Paz.
1984 El sacrificio de la llama en la Isla del Sol. Centro de Investigaciones
Etnoarqueológicas, CIEA, La Paz.
1985 Etnoarqueología Andina. CIEA-Acción. Un Maestro Mas, La Paz.
1987 Breve reseña de la actividad arqueológica desarrollada en la Repúbli-
ca de Bolivia. Hoy 27-9, La Paz.
1988 Tiwanaku civilización hidráulica del altiplano sur-andino. Origen del
Estado Política, 4:13-16, La Paz.

128
1988 La Arqueología Nacional En Marcha, -36-9, La Paz.
1988 Akapama: su verdadera interpretación. Bea turs, La Paz.
1989 La Agropecuaria del Estado en Tiawanaku, La Paz.
1994 Escritura jeroglífica en América Precolombina. La Verdadera Escri-
tura Aymara, La Paz.
1994 Culto a las Montañas - Larka Pichsuña. La Verdadera Escritura
Aymara.
1994 Los Dioses Andinos no han muerto. La Verdadera Escritura Ayma-
ra, La Paz.
HUMBOLDT Alejandro von
1878 Sitios de las cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de
Améri­ca. Gaspar editores, Madrid.
HYSLOP J.
1976 An Archaeological investigation of the Lupaca kingdom and its ori-
gins, Vol III. Columbia University. University Microfilms Inter-
national Ann Arbor, Michigan.
1977 Chullpas of the Lupaca Zone of the Peruvian High Plateau. Journal
of Field Archaeology, Vol 4:149-170, New York.
1977 Hilltop cities of Peru Archaeology, Vol 30-4-July:218-225, New
York.
1979 El area Lupaca bajo el dominio incaico. Reconocimiento arqueológi-
co. Revista Histórica, Vol III-1-Julio:53-79, Lima.
IBARRA GRASSO DICK Edgar
1953 Un nuevo panorama de la arqueología boliviana. Cuader. Amer.
LXXI
1953 La escritura indígena andina. Biblioteca Paceña, La Paz.
1967 Argentina Indígena. TEA, Buenos Aires.
1983 Ciencia en Tiwanaku y el Incario. Los Amigos del Libro, La Paz.
1986 30.000 años de Prehistoria en Bolivia. Los Amigos del Libro, La Paz.
IMBELLONI José
1926 La esfinge andina. El Ateneo, Buenos Aires.
1936 Epítome de culturología. Humanior, Buenos Aires.
1938 El poblamiento primitivo de América. Buenos Aires.
1941 Sobre craneología de los Uru. Actas XXVII Congreso Internacional
de Americanistas, Lima.

129
1941 Génésis de los pueblos protohistóricos de América. Boletín de la
Academia Argentina de Letras 9, Buenos Aires.
1942 Weltanschetung. Formas peruanas del pensamiento. Actas XXVII
Congreso de Americanistas, Lima.
1942 Kalasasaya. Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología,
3:189-217, Buenos Aires.
1942 Acotaciones al mapa de los pueblos deformadores de la región an-
dina cen­tral. Anales del Museo Argentino de Ciencias Naturales
Bernardino Rivadavia, 40:253-267, Buenos Aires.
1942 Visita a algunos kalasasaya en la costa peruana. Anales del Institu-
to de Etnografía de la Universidad Nacional de Cuyo 3. Separata
1-16, Mendoza.
1942 Kalasasaya: tipología de una construcción americana conexa con el
area megalítica del Mundo Andino. Relaciones Soc. Argentina de
Antropología, III:180, Buenos Aires.
1946 Recientes estudios craneológicos de los antigüos peruanos. Bol. Bi-
bliog. Antropol. Amer. VII, México.
1946 Pachakuti IX (El Incario crítico). Humanior, Buenos Aires.
1956 La segúnda esfinge indiana. Hachette, Buenos Aires.
1979 Religiosidad indígena americana. Ed. Castañeda, Buenos Aires.
INCA Garcilazo de la Vega
1609 Comentarios Reales de los Incas, Lima.
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA
1976 Primera Reunión de antropología de los Países del Grupo Andino, La Paz.
INSTITUTO NACIONAL DE ARQUEOLOGIA INAR
1976 Reunión para el estudio de un sistema de catalogación de piezas ar­
queológicas en Bolivia y Perú. UNESCO, La Paz.
1977 Museo Buck. Recopilación de documentos. La Paz.
1978 Breve informe sobre las excavaciones arqueológicas en el templo pre
colombino de Pumapunku. Documento interno, 2-78, La Paz.
1980 Catalogación del patrimonio arqueológico de Bolivia, La Paz.
1988 Evaluación y diagnóstico del area monumental de Tiwanaku, La Paz.
INWARDS Richard
1884 The temple of theandes, London.

130
IRIARTE BRENNER Francisco
1988 Orígenes y antigüedades del hombre americano. CONACYT, Lima.
ISBELL William H. et al
1978 Was Huari a State? American Antiquity, 43:372-89.
1993 A history of the ayllu and its mortuary focus, the Chullpa. 58th Annu-
al Meeting of the Society for American Anchaology, Saint Louis.
IZKO Xavier
1986 Comunidad andina: persistencia y cambio. Revista Andina, 4(1):59-
129.
1992 La doble frontera. Ecología, política y ritual en el altiplano central.
HISBOL-CERES.
JANUSEK John Wayne
1993 Nuevos datos sobre el significado de la producción y uso de instru-
mentos musicales en el Estado de Tiwanaku. Pumamunku, 4:9-47,
La Paz.
1993 Segmentation and Change in Tiwanaku Residential Patterns. 58th An-
nual Meeting of the Society of American Archaeology, Saint Louis.
1994 State and Local Power in a Prehispanic Andean Polity: Changing
Patterns of Urban Residence in Tiwanaku and Lukurmata. Bolivia
Doctoral Disertation. University of Chicago.
JIJON Y CAAMAÑO J.
1934 Los orígenes del Cuzco. Anales Univ. Central, LII y LIII.
JULIEN Cathérine
1978 Inka Administration in the Titicaca Bassin as Reflected at the Pro-
vincial Capital of Hatunqolla. Doctoral Disertation - University of
California Berkeley.
1982 Inka Decimal Administration in the Lake Titicaca Region. The Inca
and Aztec States 1400-1500: Anthropology and History George
Collier et al Ed.
KAUDERN W.
1948 Erland Nordenskold. Archivos Ethnos 1, Buenos Aires.
KAUFFMANN DOIG Federico
1978 Manual de Arqueología Peruana. Promoción Editorial Inca Pren-
sa, Lima.

131
KENT Jonathan D.
1987 Periodic aridity and pre-hispanic Titicaca Basin settlement patterns.
Arid Land. Use Strategies and Risk Management in the Andes,
297-318. David L. Browman, Ed. Westview Press.
KESSEL Juan van
1976 La Pictografía Rupestre como imagen votiva (un intento de interpre-
tación antropológica). Homenaje al Dr Gustavo Le Paige, SJ 227-
244, Universidad del Norte, Antofagasta.
1980 Holocausto al progreso: los Aymaras de Tarapacá. Incidentale Publi-
cations, 16. CEDLA, Amsterdam.
1992 Cuando arde el tiempo sagrado. HISBOL, La Paz.
KIDDER A. et al
1942 Some early rites in the Northern Lake Titicaca Basin. Pap. Peab.
Mus. Harvard, XXVII I.
1948 The position of Pucara in Tilcara Basin archaeology. A reapprais-
al of Peruvian archaeology. Society for American Archaeology
memoir 4, Menasha.
1956 Digging in the Titicaca Basin University Museum Bulletin - Univer-
sity of Pensylvania 20 Philadelphia - Peruvian Archaeology
1957 Palo Alto
1964 South American high cultures. Pre-historic man in the new world,
451-486. William Marsh Rice University.
1965 Two stone figurines from the Andes. Question: what part? Expedi-
tion, 7:20-25, Philadelphia.
KISS Edmund
1937 Das Sonnentor von Tiahuanaco und Hórbigers Welteislehre. Koelher
& Amelang, Leipzig.
1959 An early account of Tiahuanaco. New World Antiquity, London.
KOLATA Alan
1978 Prospección geofísica en Tiwanaku. INAR Documento interno, 32-
78, La Paz.
1979 Archaeololgy at the top of the world. Field Museum of Natural His-
tory Bulletin, 50:17-24, Chicago.
1980 Chan Chan: crecimiento de una ciudad antigüa. Chan Chan, Metró-
poli Chimú, 110-154, Lima.

132
1982 Tiwanaku portrait of an andean civilization. Field Museum of Natu-
ral History Bulletin, 53:18-28, Chicago.
1982 Chronology and settlement growth at Chan Chan Chan Chan: An-
dean desert city, 57-85, University of Nuevo México Press,
Albuquerque.
1983 Chan Chan and Cuzco; On the nature of the ancient andean city. Es-
says in honor of Gordon R Willey, 345-371, Albuquerque.
1985 El papel de la agricultura intensiva en la economía política del Esta-
do de Tiwanaku. Diálogo Andino, 4:11-38, Arica.
1986 Agricultural foundations of the Tiwanaku State. American Antiquity,
61:746-762.
1987 Tiwanaku and its hinterland. Archaeology, 40:36-39.
1989 La tecnología y organizción de la producción agrícola en el Estado
de Tiwanaku. Arqueología de Lukurmata 2 - Proyecto Willajawi-
ra. Universidad de Chicago. INAR 107-144, La Paz.
1989 Arqueología de Lukurmata, Vol. III, La Paz.
1990 The urban concept of Chan Chan. The modern dynasties: kingship
and state craft in Chimor: 107-144, Washington.
1992 Tiwanaku: The city of the center. The Ancient Americas 317-334. The
Art Institute of Chicago, Chicago.
1992 Economy, ideology and imperialism in the south-central Andes. Ide-
ology and pre-columbian civilization, 65-85, Santa Fe.
1992 In the realm of the four quarters. America in 1492:215-247, New
York.
1993 The Tiwanaku: Portrait of an andean civilization. Blackwell.
1996 Valley of the Sprits. A journal into the lost realm of the Aymara. Pa-
perbook New York.
1996 Tiwanaku and its interland. Smithsonian Series.
KRAUSKOPH Gunther
1971 Rugendas en Tiwanaku. Pumapunku 2 (ant ser):39-48, La Paz.
KROEBER A. L.
1925 The Ulhe Pottery Collections from Tiwanaku. University of Cali-
fornia. Publication in American Archaeology and Ethnology,
21(1):191-234, Berkeley.
1944 Peruvian Archaeology. Viking Fund. Publications in Anthropology
4, New York.

133
1954 Quantitative Analyses of ancient peruvian metal. American Antiqui-
ty 20(2):160-162, Salt Lake City.
LABARRE W.
1948 The Aymara Indians of the Lake Titicaca Plateau. Bolivia Memoirs
68 of the American Anthropologist Vol. 50:1 part 2, Menasha.
LAPON Ciro René
1958 Introducción a la arqueología Humahuaca. Runa, 9:231-266, Bue-
nos Aires.
1958 Homenaje a Salvador Canals Frau: Bibliografía. Runa, 9:405-413,
Buenos Aires.
1960 Un estudio sobre la funebria de Humahuaca. Runa, 10:195-255, Bue-
nos Aires.
LANGE LOMA Guillermo
1994 Mensaje Secreto de los Símbolos de Tiwanakui. Ed. Graf, La Paz.
LARCO HOYLE R.
1938 Los Mochicas, Lima.
LATCHAM R.E.
1928 Los Incas, sus origenes y sus ayllus, Santiago.
1936 Metalurgia Atacameña. Bol. Mus. Nac. Hist. Nat, XV.
1938 Arqueología de la Región Atacameña. Universidad de Chile,
Santiago.
LAUBACHER G.
1978 Géologie des Andes Péruviennes. Géologie de la Cordillére Orienta-
le et de l’Altiplano au Nord-ouest du lac Titicaca. ORSTOM.
LAURI Yole Beatriz
1945 Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. Histonium, 76:621-
625, Buenos Aires.
LAVALLEE Daniéle et al
1966 Mission archéologique francaise au Pérou 1964-1965. Journal Socié-
té des Américanistes, LV-1:223-237, Paris.
1967 Types céramiques des Andes Centrales du Pérou. Période intérme-
diaire récente. Journal Société des Américanistes, LVI-2:411-447,
Paris.

134
1974 Villages et paysans des Andes avant la conquéte espagnole. Archéo-
logie, 71:59-64.
1975 El hábitat pre histórico en la zona de San Pedro de Cajas. Junin Re-
vista del Museo Nacional, 41:81-127, Lima.
LAVENU A.
1982 Origine et évolution néotectonique du lac Titicaca. Revue d’Hydro-
biologie tropicale, (14)4:265-40 8:1981, ORSTOM.
1988 Étude tectonique et néotectonique de l’Altiplano et de la Cordillére
Orien­tale des Andes boliviennes. ORSTOM.
LAYMAN Fréderic et al
1965 Petrographic Analysis of Pottery from Chiripa. Proccedings of the
Pensylvania. Academy of Natural Sciences.
LAZZARO X.
1982 Biomasses, peuplements phyto-plantoniques et production primaire
du lac Titicaca. Revue d’Hydrobiologie tropicale, (14)4:265-40
8:1981, ORSTOM.
LE BLANC C.
1981 Leshmanioses et phlébotomes en Bolivie. ORSTOM.
LEACH Edmund R.
1964 Estética Acta Antropológica (época 2), Vol. II-n<4:2 7-36, ENAH,
México.
LECOQ P.
1985 Etno-archéologie du Salar d’Uruni, Sel et Cultures régionales. Inter-
Salar Bulletin de l’Institut Francais d’Études Andines, T. XIV-1-
2:57-84, Lima.
1987 Caravanes de lamas, Sel et Échanges dans une communauté de Po-
tosí en Bolivie. Bulletin de l’Institut Francaise d’Études Andines,
T. XVI-3-4:1-38.
1991 De quelques données relatives á l’occupation pré-hispanique de la
Cordillére Inter-Salar (sud-ouest bolivien). Thése de l’Université
de Paris I.
1996 Geografía y espacio sagrado en la región Inter-Salar, en torno al Ce-
rro Tunupa. Segúndo encuentro de cosmovisión andino-amazóni-
co, 419-464. Centro Taipinquiri, La Paz.

135
1997 Nuevas Investigaciones arqueológicas en los Andes meridionales de Bo-
livia. Revista de Investigaciones Históricas, 183-267. División de In-
teracción Universitaria, Universidad Autónoma Tomas Frías, Potosí.
1997 Panorama archéologique des zones méridionales de Bolivie (sud-est
de Potosí). Bulletin de l’IFEA, T. 26-1:21-61, Lima.
LEHMAN Walter
1929 Tiahuanaco. Manuscrit de 20 feuilles trouvé á la Bibliothéque Muni-
cipal de Berlín, Berlín.
LENNON Thomas
1982 Raised Fields of Lake Titicaca, Peru. A pre-Hispanic water manage-
ment system. Doctoral Disertation. University of Minnesota.
LENNSTROM Heide et al
1991 Informe: Lower Tiwanaku Valley Survey Sites. Archaobota. New
York Laboratory Report, 22. University of Minnesota.
LEONARD Olen E.
1966 El cambio económico y social en cuatro comunidades del altiplano de
Bolivia. Antropología Social 3, Instituto Indigenista Americano.
LEYDEN Barbara
1987 Datos polínicos del periodo Holoceno Tardío en el lago Titicaca.
Una posible inundación de la Pampa Koani. Informe de investiga-
ción Proyecto Wila Jawira.
LIBBY Williard F.
1970 Datación radiocarbónica (prólogo de Carlos Ponce Sanjinés). Labor,
Barcelona.
LINNÉ S.
1925 The technique of south-american ceramics. Goteborgs Kungl
Vetenskaps och vitterhets-salhalles handlinger, fjarde fojden 29,
Goteborg.
LLAGOSTERA Agustín
1977 Ocupación humana en la costa norte de Chile asociada a peces lo-
cales ex­tintos y a litos geométricos: 9680 ± 160 AP. Actas del
VII Congreso de Arqueología de Chile, Vol. 1:9-113. Ed. Kultrun,
Santiago.

136
LLANOS Luis
1955 Arqueología de Arequipa. El Pueblo, Arequipa.
LOEB Morris et al
1910 Analysis of some bolivian bronzes. Journal of American Chemical
society, 32(5):652-653, Easton.
LOPEZ Vicente Fidel
1871 Les races aryennes du Pérou, leur langue, leur histoire. Paris.
LOPEZ RIVAS Eduardo
1976 Cultura y Religión en el Altiplano Andino. Los Amigos del Libro, La
Paz.
LORA CAN Jorge
1987 Orígenes económicos de la violencia política en el Perú. Tesis docto-
ral Universidad Nacional Autónoma de Toluca, México.
LORANDI A. M.
1978 Les ‘Horizons’ andins: critique d’un modéle. Annales Economie, so-
ciété et Civilisations. Numéro Spécial Anthropologie Historique
des Sociétés Andines 33éme année, 5-6-sept-déc:921-925, Paris.
1986 Horizons in Andean Archaeology - Anthropological History of An-
dean Polities. John Murra Ed. Cambridge.
LOUKOTKA Cétsmir
1958 Une collection inconue de Tiwanaku. Procedings of the Thirty-se-
cond International Congress of Americanist, 333-345. Munks-
gaard, Copénhagen.
LOZANO C. Alfredo
1992 Concepción cultural de la ciudad andina. Madrid.
LUMBRERAS Luis Guillermo
1969 Espacio y Cultura en los Andes. Revista del Museo Nacional, 29:222-
246, Lima.
1974 Los reinos del post-Tiwanaku en el area altiplánica. Revista del Mu-
seo Nacional Tomo XL:55-85, Lima.
1981 Arqueología de la América Andina. Ed. Mila, Buenos Aires.

137
LYNCH THomas F.
1974 The Peoples and Cultures of Ancient Peru Betty Meggers Ed - The
Smithsonian Institution, Washington.
1980 Presencia y adaptación post-glacial del hombre en los Andes. Sud-
américanos Chungará, 6:96-12. Universidad del Norte, Arica.
1983 Camelid Pastoralism and the Emergence of Tiwanaku civilization in
the South-Central Andes. World Archaeology, 15:1-14.
1990 Glacial-Age Man in South-America? A Critical Review. American
Antiquity, 555(1):12-36.
MACERA Dall’Orso
1976 La imagen francesa del Perú. Instituto Nacional de Cultura, Lima.
MADRAZO Guillermo B.
1969 Los sectores de elucidación en el pucará de Tilcara. Etnia, 9:21-27,
Olavarria.
MAMANI CONDORI Carlos
1989 History and pre-history in bolivia: What about the Indians? Conflicts
in the Archaeology of Living Traditions, 46-59. R. Layton Ed.,
Londres.
1992 Los Aymaras frente a la historia. Dos ensayos metodológicos. Edi-
ciones Aruwiyiri, La Paz.
MANTILLA M. Roberto
1978 Tiwanaku y su proyección urbana. Documento interno INAR, La Paz.
1993 Historia crítica del habitat en Bolivia. Centro de Publicaciones Fac.
Arq. y Artes de Bolivia, La Paz.
MANZANILLA Linda
1988 Primera temporada de excavaciones en Akapama Tiwanaku, Bolivia.
UAM-INAH, México.
1990 Restos humanos asociados a la pirámide de Akapama Tiwanaku, Bo-
livia. Latin American Antiquity, 1:133-149.
1990 Investigaciones en la pirámide de Akapama Tiwanaku, Bolivia. Ga-
ceta arqueológica andina, 20:83-107, Lima.
1990 A pyramid in the center of the world: Akapama Tiwanaku, Bolivia.
Antiquity.
1992 Akapama. Una pirámide en el centro del Mundo. Instituto de Investi-
gaciones Arqueológicas, UNAM, México.

138
MARKAM Clements
1862 Travels in Peru and India. John Murray Ed., London.
1906 The megalitic age in Peru. Internationaler Amerikanisten-Kongress
Vierzehnte tagung, 521-529, Sttutgart.
1969 The Incas in Peru. The Travels of 1852-1853. ABC, Lima.
1991 Markham in Peru. The travels of 1852-1853. Peter Blanchard ed.,
University of Texas Press, Austin.
MARLIAC A.
1995 Milieux, Sociétés et Archéologies. ORSTOM-Karthala.
MAROCCO R.
1978 Géologie des Andes Péruviennes. Un segment E-W de la chaîne des
Andes péruviennes: La déflexion d’Abancay. Étude géologique de
la Cordillére O­rientale et des hauts plateux entre Cuzco et San Mi-
guel, ORSTOM.
MARQUEZ COSTA Jorge
1972 Basaltos y andresitas del cerro Querimita. Tesis de grado. Facultad de
Ciencias Geológicas, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz.
MARQUINA Ignacio
1972 Arquitectura Prehispánica, México.
MARTINEZ C. et al
1978 Carte structurale des Andes septemtrionales de Bolivie, ORSTOM.
1980 Structure et évolution de la chaîne hercynienne et de la chaîne andine
dans le nord de la Cordilliére des Andes de Bolivie. ORSTOM.
MARTINEZ J. et al
1990 Inter-etnicidad y complementariedad en el Altiplano meridional: el
caso Atacameño. Andes, Antropología e Historia 1-1<Semestre:11-
30. Centro Promocional de las Investigaciones en Historia y An-
tropología, Facultad de Humanidades. Universidad Nacional de
Salta, Salta.
MASONN J. Alden
1950 Tribal and Lingüistic Distributions of South America Map in hand-
book of South American. Indians Vol. 6. Bureau of American Eth-
nology Bulletin, 143, Washington.
1957 The ancient civilizations of Peru. Penguin books, Harmondworth.

139
1962 Las antiguas culturas del Perú. FCE, México.
MATHEWS James B.
1989 Preliminary investigations of pre-historic raised fields in the Tiwa-
naku mid valley, Tiwanaku, Bolivia. Ponencia presentada en la
17th annual Midwest Conference of Andean and Amazonian Ar-
chaeology and Ethnology, Michigan.
1990 Preliminary Report of Tiwanaku Mid-Valley Survey Project: The
North Sierra Zone Tiwanaku and its Hinterland. Third Preliminars
Report of the Proyects Wila Jawira. Alan Kilata Ed., INAR.
1992 Pre-hispanic Settlement and Agriculture in the Middle Tiwanaku
Valley. Doctoral Disertation, University of Chicago.
MATOS M. Ramiro
1975 Pre-historia y ecología humana en las punas de Junín. Revista del
Museo Nacional, T. XLI:37-74, Lima.
MAYORGA S. et al
1976 El rito Aymara del Despacho. Allpanchis 9. Ritos y Rituales Andi-
nos, Cuzco.
MEAD Charles
1915 Prehistoric Bronze in South-America. American Museum of Natural
History: Antropological Papers, 12:(2), New York.
MEANS Philip Ainsworth
1917 An outline of the culture-sequence in the Andean Area. Proceed-
ings of the XIX International Congress of Americanist, 236-252,
Washington.
1931 Ancient civilizations of the Andes. Charles Scriber’s sons New York,
London.
1935 Nota polémica Cuzco-Tiwanaku. Su verdadera relación cronológica.
Revista del Museo Naciona,l 4:205-208, Lima.
MEGARD F.
1978 Étude géologique des Andes du Perou Centrale. ORSTOM.
MENGHIN Osvaldo
1953 Culturas pre-cerámicas de Bolivia. Runa, 5:125-132, Buenos Aires.

140
MERCADO de PEÑALOZA Pedro de
1583 Relación de la Provincia de Pacajes. Relaciones Geográficas del
Perú, Madrid.
MESA José de et al
1957 Akapama, la Pirámide de Tiwanaku. Arqueología Boliviana. Biblio-
teca Paceña, La Paz.
MESILI Alain
1984 La Cordillera Real de los Andes, Bolivia. Ed. Los Amigos del Libro,
La Paz.
METRAUX A. L.
? Archéologie de la Province d’Oruro, Bolivie France
1930 Étude sur la civilization des Indiens Chiriguano. Revista del Instituto
de Etnología de la Universidad Nacional de Tucumán, Vol. 1-3,
Tucumán.
1935 Civilización material de los indios Uro-Chipaya de Carantas (Boli-
via). Rev. Inst. Antrop. II, Tucumán.
1954 Notes d’Ethnographie Aymara. Journal Société des Américanistes,
XLIII:225-228.
Mc-BAIN CHAPIN Heath
1959 The Adolf Bandelier Archaeological Collection from Pelechuco and
Charassani, Bolivie. Revista del Instituto de antropología, 1:9-80,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional del Litoral,
Rosario.
Mc-MILLIAN Stewart E.
1927 The heart of Aymara land. National Geographic Magazine, 227:213-
256, Washington.
MIDDENDORF Ernest W.
1974 Perú. Observaciones y estudios del país y sus habitantes durante una
per­manencia de 25 años. Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, Lima.
MIGEON Gérald et al
1994 Una habitación de la cultura La Aguada. Journ. Soc. Américanistes,
LXXX, Paris.

141
MILLA V. Carlos
1986 Génesis de la Cultura Andina. Lima.
MILLE Max
1968 Las andresitas de Tiwanaku 1. Estudio petrográfico II. Perspectiva
arqueo­lógica. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia 18, La
Paz.
MILLER George
1977 Sacrificio y beneficio de camélidos en el sur del Perú. Pastores de
Pune - IEP, Lima
MISSION DE L’INSTITUT FRANQAIS D’ÉTUDES ANDINES
1966 Les Missions de l’Institut. Journal Société des Américanistes, LIV-
2:377-381, Paris.
MITRE Bartolomé
1879 Las ruinas de Tiwanaku (Recuerdos de Viaje), Buenos Aires.
1954 Las ruinas de Tiwanaku. (Estudio preliminar de Fernando Marquez
Miranda). Hachette, Buenos Aires.
MOGROVEJO G.
1969 Estudio geológico petrográfico de la serranía meridional de Tiwa-
naku y su relación con la procedencia del material litico de las rui-
nas precolombinas. Thése de Licenciature. Universidad Mayor de
San Marcos, La Paz.
MOHR-CHAVEZ Karen
1966 An Analysis of the Pottery of Chiripa. A Problem in Archaeologi-
cal Classification and Interference. Thése of Masters, University
of Pensylvania.
1989 Archaeological Reconnaissance in the Province of Chumbivilcas
South Highlands, Peru Expedition, The University Museum Mag-
azine of Archaeology, Anthropology, 3:27-38. University of Pen-
sylvania, Philadelphia.
1989 The significance of Chiripa in Lake Titicaca Basin. Developpement
Expedition. The University Museum Magazine of Archaeology,
Anthropology, 3:17-27. University of Pensylvania, Philadelphia.
MOLINA R. Jorge Emilio
1991 Los enigmas geométricos en Tiwanaku, La Paz.

142
1991 La sabiduría Tiwanakota. La Paz.
MONTAÑO de PONCE SANJINÉS Patricia
1993 Etapa de excavaciones arqueológicas en amplia escala en Tiwanaku.
Pumapunku, 9:3-4, La Paz.
MONTES de OCA Ismael
1982 Geografía y recursos naturales de Bolivia, La Paz.
MONTES RUIZ Fernando
1986 La Máscara de Piedra. Simbolismo y personalidad. Aymaras en la
historia. Quipus, La Paz.
MONTGOMERY Evelyn Ina
1971 Ethos y Ayllu en Coasa, Peru. Instituto Indigenista Interameri-
cano, México.
MORALES PEREZ Juan
1984 Levantamiento magnético y gravimétrico de la pirámide de Akapa-
ma (Tiwa­naku). Tesis de Grado Escuela Militar de Ingenieria Ma-
riscal Sucre, La Paz.
MORLON P. et al
1992 Comprendre l’Agriculture paysanne dans les Andes Centrales
(Perou-Bolivien).
ORSTOM MORRIS Craig
1967 Storage in Tawantisuyo. PhD University of Chicago, December,
Chicago.
1970 Huanuco viejo: an Inca administrative center. American Antiquity,
July, vol. 35-3:344-362, Salt Lake City.
1971 The identification of function in Inca architecture and ceramics. Re-
vista del Museo Nacional, T. XXXVII:135-144, Lima.
1973 Establecimientos Estatales en el Tawantisuyo: una estrategia de
urbanis­mo obligado. Revista del Museo Nacional, TXXXIX:127-
142, Lima.
1978 L’Étude archéologique de l’échange dans les Andes. Annales Econo-
mies, Sociétés, Civilisations numéro spécial Anthropologie Histo-
rique des Sociétés Andines, 5-6-sept-déc:936-947, Paris.
1985 From principles of Ecological Complementarity to the Organization
and the Administration to Tawantisuyo Andean Ecology and Civ-

143
ilization. An Interdisciplinary Perspective on An­dean Ecological
Complementarity, 477-490, Shozo Masuda et al ed. University of
Tokio.
MOSELEY Michal E. et al
1978 Geophisical survey at Tiwanaku-Bolivia. A reseach proposal for
Field. Museum of Natural History, Chicago.
1982 Peruvian Settlement Pattern Studies and Small Site Methodology.
American Antiquity, 37:67-81.
1983 Patterns of Settlement and Preservation in the Virú and Moche val-
leys. Prehistoric Settlements Patterns, 423-442. University of New
México, Albuquerque.
1992 The Incas and Their Ancestors. Thames and Hudson Ed., Londres.
MOSTNew York G. et al
1948 Ciudades Atacameñas. Boletín del Museo Nacional de Historia Na-
tural, n<24:124-211, Santiago.
MUJICA Elias et al
1978 Nueva Hipótesis sobre el desarrollo temprano del altiplano, del Ti-
ticaca y de sus areas de interacción. Arte y Arqueología, 5-6:285-
308. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, La Paz.
1983 Proyecto de estudio de la complementariedad económica. Tiwanaku
en los valles occidentales del centro-sur andino. Chungará 11.
1985 Altiplano-Coast Relationship in the South-Central Andes From Indi-
rect to Direct Complementarity. Andean Ecology and Civilization.
An Interdisciplinary Perspective of Andean Ecological Comple-
mentarity. Shozo Masuda et al Ed., University of Tokio.
MÜLLER Rolf
1930 El concepto astronómico del Gran observatorio solar Kalasasaya de
Tiwa­naku. Anales de la Sociedad Cientifica de Bolivia 1, La Paz.
1931 Der Sonnentempel in den Ruinen von Tihuanaco. Versuch einer ast-
ronomischen Altersbestimmung. Basler Archiv, Berlín.
MUÑOZ OVALLE Ivan
1981 Dinámica de las estructuras habitacionales del extremo norte de Chi-
le (va­lle costa). Chungará, 8:3-32. Universidad del Norte, Arica.

144
1987 Enterramientos en túmulos en el Valle de Azapa: nuevas evidencias
para definir la fase alto Ramirez en el extremo Norte de Chile.
Chungará, 19:93-127, Santiago.
MURRA John V.
1956 The Economic organization of the Inca State. Doctoral Disertation,
University of Chicago.
1958 En torno a la estructura política de los Inka. Formaciones económi-
cas y políticas del mundo andino, 23-43. Instituto de Estudios Pe-
ruanos, Lima.
1962 An Archaeological study of an Andean Ethno-historical account.
American Antiquity, Vol. 82-1-July:1-4, Salt Lake City.
1968 An Aymara Kingdom Ethnohistory, 15:115-161.
1975 Formaciones Económicas del Mundo Andino. Historia Andina 3.
Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
1975 El control vertical de un mínimo de pisos ecológicos en la econo-
mía de las sociedades andinas. Formaciones económicas del mun-
do andino, 59-115. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
1978 La organización económica del Estado Inca. Siglo XXI ed., México.
1978 La guerre et les rébellions dans l’expansion de l’État Inka. Annales
Economie. Société et Civilisation numéro spécial Anthropologie
Historique des Sociétés Andines, 5-6-sept-déc:927-935, Paris.
1982 The Mita Obligations of Ethnic Groups to the Inca State. The Inca
and Aztec States 1400-1500. Anthropology and History, 237-262,
George Coller et al ed New York.
1985 El Archipiélago Vertical. Revisited Andean Ecology and civilisation,
3-14. Mazuda Izumi Shimada et Craig Morris ed., University of
Tokio Press.
1985 The Limits and Limitations of the Vertical Archipiélago in the An-
des. Andean Ecology and civilisation, 15-20. Mazuda Izumi Shi-
mada et Craig Morris ed,. University of Tokio Press.
1986 The expansion of the Inca State: armes, war and rebellions. An-
thropological History of Andean Polities. John Murra et al ed.,
Cambridge.
MUSEO NAPRSTEK
1962 Catálogo de los ejemplares tiwanacotas existentes en Checoslova-
quia, Praga.

145
NATIONAL GEOGRAPHIC
1998 Lost Empire of Tiwanaku. VHS Tape.
NESTER Julius
1908 Die bedeutung der reuinenstatte von Tiahuanacu nach den publika-
tionen von Dr Max Uhle und Sir Clements Markham. Internatio-
naler amerikanisten-Kongress. Sechzehnte tagung, 2:395-403. A
Hartlebe’s verlag, Wien und Leipzig.
1913 Beitrage zur kenntnis der reuinsttate von Tiahuanaco Mittelungen
der Kals. Kong geographiscen gessellschaft in Wien, 56:226­236,
Wien.
NEVEU LAMAIRE Mauricio
1909 Los lagos de los Altiplanos de la América del Sud. Dirección Gene-
ral de Estadísticas y Estudios Geográficos, La Paz.
NEWELL Norman D.
1949 Geology of the Lake titicaca Region: Peru and Bolivia. Geological
Society of American Memoirs, 36.
NEWMAN M.T.
1951 The sequence of Indian physical types in South America, The Physic.
Antr. Amer. Ind., 69-97, New York.
NIEMEYER Hans et al
1972 Las Pinturas Rupestres de la Sierra de Arica. Enciclopedia moderna
de Chinimo de Bibar, Santiago.
1973 Patrones de poblamiento en la quebrada de Camarones. Actas del VI
Congreso de Arqueología Chilena, 115-138. Boletín de Prehisto-
ria n° especial Sociedad Chilena de Arqueología. Universidad de
Chile, Santiago.
1977 Investigación de un sitio temprano de cazadores recolectores arcaicos
en la desembocadura del valle de Camarones - I Región de Chile.
Actas del VII Congreso de Arqueología de Chile, Vol. I:115-119.
Ed. Kultrum, Santiago.
1981 Aportes al conocimiento del Periodo Tardío en el extremo norte de
Chile: A­nálisis del sector Huancarane del Valle de Camarones.
Chungará, 7:3-103.

146
NORDEN
1977 Investigaciones Arqueológicas en la región fronteriza de Perú y Boli-
via. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, La Paz.
NORDENSKJOLD Erland
1906 Arkeologiska undersokningar in Perus och Bolivias granstrakter.
Kugl svenska vetenskapsakademiens handlingar, 42. Upsala &,
Stockholm.
1906 Resa in Perus och Bolivias granstrakter, fóretagen med understod af
Vega och Wahlbergs-stipendierna. Ymer, 1:38-59.
1907 Recettes Magiques et Médicales du Pérou et de la Bolivie. Journal de
la Société des Américanistes, IV:153-174, Paris.
1910 Antropogeografiska in óstra Bolivia. Ymer, 3:275-284, Stockholm.
1912 De sudamerikanska indianernas kultur-historia. Albert Bonniers fór-
lag, Stockholm.
1912 Études anthropologiques dans la Bolivie orientale. Journal de la So-
ciété des Américanistes, IX:307-316, Paris.
1913 Urnengraber und mounds in Bolivianisch flachlande. Baessler-ar-
chiv, 3:205-256, Leipzig und Berlín.
1915 Inkallacta eine befestigte und von Inca Tupac Yupanqui angelegte
stadt. Ymer, 2:169-185, Stockholm.
1915 Forskningar ocháventyr in Sudamerika. Albert Bonniers forlag,
Stockholm.
1917 Die óstliche ausbreitung der Tiahuanacu-kultur in Bolivien und ihr
verháltnis zur arua-kultur in Mojos. Zeitschrift für ethnologie,
1:20, Berlín.
1918 Palisades and noxious-gases among the southamericans indians.
Ymer, 3:220-243, Stockholm.
1921 The copper and bronze ages in South-America. Comparative ethno-
graphical studes 3. Elanders broktryckeri aktiebolag, Góteberg.
1924 The ethnography of South-Americas from Mojos in Bolivia. Com-
parative ethnographical studes 4. Elanders broktryckeri aktiebo-
lag, Góteberg.
1932 Origin of the Indian Civilization in South America. Comparative eth-
nographical studes 9. Elanders broktryckeri aktiebolag, Góteberg.
1932 Ancient Inca lacquer work. Comparative ethnographical studes 9.
Elanders broktryckeri aktiebolag, Góteberg.
1933 The American Aborigines, their origin and Antiquity.

147
1942 Fortificacions in ancient Peru and Europe. Ethnos, 7:1-9, Stockholm.
1953 Investigaciones Arqueológicas. Khana, 1-2:85-90.
1953 Investigaciones Arqueológicas en la región fronteriza de Perú y Boli-
via, Biblioteca Paceña, La Paz.
1957 Incallajta, ciudad fortificada fundada por el Inca Tupac Yupanqui.
Khana, 21-24:6-20. Nota complementaria de Carlos Ponce Sanji-
nés, La Paz.
1962 Viajes en la región limítrofe entre Bolivia y la Argentina. Khana, 36-
37:133-135, La Paz.
1962 ¿Son los tapietes una casta chaqueña guaranizada? Khana, 36-37:136-141.
NUÑEZ Lautaro et al
1965 Desarrollo cultural pre-hispánico del Norte de Chile. Estudios Ar-
queológicos, 1:37-85, Universidad de Chile, Antofagasta.
1969 Panorama Arqueológico del Norte de Chile. Mesa Redonda de Cien-
cias Pre-históricas y Antropológicas. Instituto Rivera-Agüero,
58:II:197-217. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
1970 Algunos problemas del estudio del complejo arqueológico Faldas del
Mo­rro. Abhandlugen und Berichte des Staattichen. Museums für
Volkerkunde, 31: 79-109, Dresde.
1974 La agricultura Pre-hispánica en los Andes Meridionales. Ed. Orbe y
Universidad del Norte, Colección Testimonios, Santiago de Chile.
1975 Relaciones pre-históricas transandinas en el NO argentino y el N chi-
leno (Periodo pre-cerámico). Serie Documentos de Trabajo, 6:1-
24. Grupo de Arqueología y Museos. Depto. de Ciencias Sociales.
Universidad de Chile, Antofagasta.
1975 Dinámica de grupos pre-cerámicos en el perfil costa altiplano. Estu-
dios Atacameños, 3:59-74. Universidad del Norte, Antofagasta.
1975 Un circuito trans-humántico entre la costa de Pisaqua y el borde oc-
cidental de la Pampa del Tamarugal. Estudios Atacameños, 3:49-
52. Universidad del Norte, Antofagasta.
1978 Ocupación arcaica temprana en Tiliviche, norte de Chile I Región.
Boletín, 16:52-76. Museo Arqueológico de La Serena, La Serena.
1978 L’Évolution Millénaire d’une vallée: peuplement et ressources á Ta-
rapacá. Annales, Économie, Société et Civilisation. Numéro spé-
cial Anthropologie historique des Sociétés andines, n°5-6-se pt-
déc-33éme année:906-920, Paris.

148
1978 Movilidad giratoria, armonía social, desarrollo en los Andes Meri-
dionales. Patrones de trafico e interacción económica (ensayo).
Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo San Pedro de
Atacama, Universidad Católica del Norte.
1981 Ocupaciones Paleo-indias en Quereo (IV Región): Reconstrucción
multidisciplinaria en el territorio semi-arido de Chile. Resumen de
Ponencias. Simposio Area Centro-Sur Andinas. Universidad del
Norte, Arica.
1987 Investigaciones Paleoindias al Sur de la línea Ecuatorial. Estudios
Atacameños 8, Chile.
1990 Tráfico de metales en el area centro-sur andina. Cuadernos del Insti-
tuto Nacional de Antropología, 12:73-105, Buenos Aires.
NUñEZ MANDIGURI Mario
1982 Ritos propiciatorios agrícolas. Yanapa 2. Revista del INC filial Puno,
Puno.
O’CONNOR d’ARLACH Thomas
1911 Tiahuanaco. Boletín de la Oficina Nacional de Estadística, 65-
66:703-751, La Paz.
O’HARA Hazel
1955 El Coronel de los Huacos. Américas, 7:14-18, Washington.
OCOLA L. et al
1971 Gross crustal structure under Peru-Bolivia altiplano Earthquakes no-
tes. Seism. Soc. Am., 34-42.
OPPENHEIM Victor
1945 Las glaciaciones en el Perú. Boletín de la Sociedad Geológica del
Perú, Vol. 18:37-43, Lima.
ORELLANA R. Mario
1974 Friedrich Max Uhle y la prehistoria de Chile. Boletín de Prehistoria
de Chile, 7-8:3-35, Santiago.
ORTA NADAL Mario
1948 Religiones de América: formas americanas del pensamiento templa-
rio. Boletín bibliográfico de antropología americana, 10:103-116,
México.

149
ORTLOFF Charles R.
1989 Hydraulic analysis of Tiwanaku aqueduct strctures at Lukurmata and
Pajchiri, Bolivia Journal of Archaeological Science, 2:1-27.
1993 Climate and collapse. Agro-ecological perspectives of the de-
cline of the Tiwanaku State. Journal of Archaeological Science,
16:513-535.
OSBORNE Harold
1973 Indians of the Andes. Aymaras and Quechuas. Cooper Square Pub-
lishers Inc., New York.
OTERO Gustavo Adolfo ed
1943 Tihuanaco. Emecé, Buenos Aires.
OTTOLENGUI Aldo
1980 Civilizaciones Americanas Prehistóricas. Hachette, Buenos Aires.
OUTES Félix F.
1920 La expresión artística en las mas antiguas culturas pre-incaicas. Ana-
les de la Sociedad Científica Argentina, 89, Buenos Aires.
PALAVECINO Enrique
1926 Elementos lingüisticos de Oceanía en la Quechua, Gaea II.
1949 Los indios Uru de Uroito. Runa, 2:59-88, Buenos Aires.
PALOMINO FLORES Salvador
1970 La dualidad en la organización socio-cultural de algunos pueblos del
area andina. Actas y Memorias del XXXIX Congreso Internacio-
nal de Americanistas, 231-260, Lima.
PANTOJA ANDRADE Willy
1990 Tiwanaku. Tecnología aplicada en Pumapunku. El Diario, 3, La Paz.
PAREDES M. Rigoberto
1931 Descripción de la Provincia de Pacajes. Boletín de la Sociedad Geo-
gráfica de La Paz, 59-60:1-121, La Paz.
1955 Tiawanaku y la Provincia de Ingavi. Ed. Isla, La Paz.
1976 Mitos, supersticiones y supervivencias populares de Bolivia. Biblio-
teca del Sesquicentenario de la República, La Paz.

150
PAREJA E. et al
1987 Tiwanaku, protección de piezas líticas. Banco de datos del INAR, La
Paz.
PARSONS Jeffrey R.
1968 An estimate of size and population in Middle Horizon Tiahuanaco.
American Antiquity, 33(2):243-245.
PARSSINEN M.
1989 Informe preliminar del Proyecto Arqueológico Calquiaviri en la Pro-
vincia de Pacajes (del 7-8 al29-9). INAR, La Paz.
1992 The Inca State and its political organization. Studia Historica 43. So-
cietas Historicas. Finlandia SHK, Helsinski.
PEASSE Franklin
1968 El mito del origen cuzqueño y la creación solar. Amaru 8, Lima.
1978 Del Tawantisuyu a la Historia del Peru. Instituto de Estudios Perua-
nos, Lima.
1982 The formation of Tawantisuyu: Mechanisms of colonization and
Relationship with Ethnic Groups. The Inca and the Aztec States
1400-1800. Anthropology and History, George Collier ed.
1992 Curacas, Reciprocidad y Riqueza. Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, Lima.
PELT-INADE-IC-COTESU et al
1992 Avances de Investigación Sobre la Tecnología de Waru-Waru. Progra-
ma Inter-institucional de Waru-Waru, Vol. I-II-III. CIMA, La Paz.
PENTLAND Joseph Barclay
1975 Informe sobre Bolivia. Ed. Potosí, Potosí.
PEREZ VALENCIA Antonio
1984 Estudio integrado de los recursos naturales de la cuenca del rio Tiwa-
naku. Tesis de grado, Escuela Militar de Ingeniería, La Paz.
PERRIN PANDO Alberto
1957 Las tumbas subterráneas de Wakuyo. Arquelogía Boliviana. La Mesa
Redonda, La Paz.

151
PIRES-FERREIRA E. et al
1977 Utilización de los animales durante el periodo precerámico en la
Cueva Uchcucumachay y otros sitios de los Andes Centrales del
Perú. Journal Société des Américanistes, 64:149-154, Paris.
PISSURLANGAR P.S.S.
1920 Recherches sur la découverte de l’Amérique par les anciens hommes
de l’Inde Sanquelim-Goa Goa.
PLAFKER G.
1962 Leneaments, joints and Oriental Lakes of Northeastern Bolivia. IBP
3, La Paz.
PLANETARIO DE Berlín-TREPTOW
? Kulturvorgeschichtliches und die astronomische Bedeutung des grossen
Sonnentempels von Tihuanacu in Bolivien. Das Weltall, Berlín.
PLATT T.
1976 Espejos y Maiz. Temas de Estructura Simbólica Andina. CIPCA 10,
La Paz.
1978 Symetries en miroir, le concept yanantin chez les Macha de Bolivie.
Annales, Economies Sociétés Civilisations. N° spécial Anthropo-
logie Histo­rique des Sociétés Andines, 5-6-33éme année:1081-
1107, Paris.
1982 Estado Boliviano y Ayllu Andino. Tierra y Tributo en el norte de Po-
tosí. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
1986 Mirrors and maize: the concept of yamantin among the Macha of Bo-
livia. Anthropological History of Andean Polities, 228-359.
John Murra et al ed
1987 Entre Ch’axwa y Muxsa. Para una historia del pensamiento político
Aymara. Tres reflexiones sobre el pensamiento Andino, 61-132.
HISBOL, La Paz.
Ponce Sanginés Carlos
1948 Cerámica Tiwanacota, Buenos Aires.
1952 Los Kalawaya. Apuntes para su estudio. Gaceta campesina, 1:7-20,
La Paz.
1957 La cerámica Mollo. Biblioteca Paceña, La Paz.

152
1957 Arqueología Boliviana. Primera mesa redonda. Biblioteca Paceña,
Alcaidía Municipal, La Paz.
1961 Informe de labores. Centro de investigación arqueológica en Tiwa-
naku. Publicación 1, Tiwanaku.
1961 Breve comentario acerca de las fechas radiocarbónicas de Bolivia.
Encuentro Arqueológico Intgernacional. Universidad de Chile y
Museo Regional de Arica, Arica.
1964 Descripción sumaria del templete semisubterráneo de Tiwanaku.
Centro de investigaciones en Tiwanaku. Publicación 2, Tiwanaku.
1969 La ciudad de Tiwanaku. Arte y Arqueología (separata), 1:5-32, La
Paz.
1970 Las culturas Wankarani y Chiripa y su relación con Tiwanaku. Aca-
demia Nacional de Ciencias de Bolivia 25, La Paz.
1970 La misión científica francesa Créqui-Montfort. Kollasuyo, 71:104-
125, La Paz.
1970 El colonialismo científico y la desaparición del patrimonio arqueoló-
gico de Bolivia. Centro de Investigaciones arqueológicas en Tiwa-
naku. Cuadernos de divulgación 1, La Paz.
1970 Acerca de la procedencia del material lítico de los monumentos de
Tiwanaku. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Publica-
ción 21, La Paz.
1971 Pumapunku. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, La Paz.
1971 Procedencia de las areniscas utilizadas en el templo pre-colombino
de Pumapunku-Tiwanaku. Academia Nacional de Ciencias de Bo-
livia, Publicación 22, La Paz.
1972 Réplica a Gasparini. Pumapunku, 5:69-83, La Paz.
1974 Catalogación del Patrimonio arqueológico de Bolivia. Ejemplares
enteros o semi-enteros de cerámica (vasijas). Centro de investiga-
ciones arqueológicas en Tiwanaku, La Paz.
1974 Idem, Metalurgia Precolombina Idem, La Paz.
1974 Documentos etnohistóricos. Tiwanaku 1657. Idem publicación 2
nueva serie, La Paz.
1975 Apuntes para el estudio de la demografía histórica de Tiwanaku du-
rante el período colonial. INA 9, La Paz.
1976 Catalogación. Piedra Pulida. INA, La Paz.
1977 Reflexiones sobre la ciudad precolombina de Iscanwaya. INAR, Pu-
blicación 24, La Paz.

153
1980 Panorama de la arqueología boliviana. Ed. Juventud, La Paz.
1981 Tiwanaku: Espacio, tiempo y cultura. Los Amigos del Libro, La Paz.
1982 Tunupa y Ekako. Ed. Juventud, La Paz.
1989 Lukurmata. Investigaciones arqueológicas en un asentamiento ur-
bano de la cultura Tiwanaku. Ensayo de historización del avance
científico del Proyecto Wilajawira. Universidad de Chicago - Ins-
tituto Nacional de Arqueología, La Paz.
1992 El urbanismo de Tiwanaku. Pumapunku, 1:7-27, La Paz.
1992 La cultura nativa en Bolivia. Los Amigos del Libro, La Paz.
1992 Características del modelo de Estado integrador de Tiwanaku. Ensa-
yo de a arqueología política. Suplemento Pumapunku, 5:3-4, La
Paz.
1992 El modelo integrador del Estado pre-hispánico de Tiwanaku. Enfo-
ques, 16:26-27, La Paz.
1992 La cerámica de la época 1-aldeana de Tiwanaku. Pumapunku, 4:48-
89, La Paz.
1992 Exploraciones arqueológicas sub-acuáticas en el lago Titikaka. In-
forme científico. Ed. La Palabra, La Paz.
1993 Excavaciones arqueológicas en Kalasasaya. Suplemento Puma-
punku 22.
1993 Excavaciones arqueológicas en el Templete semi-subterráneo y Khe-
rikala. Suplemento Pumapunku, 23, La Paz.
1993 Excavaciones arqueológicas en Putuni. Suuplemento Pumapunku 25,
La Paz.
1993 Pumapunku: Templo terraplenado de Tiwanaku. Suplemento Puma-
punku 26, La Paz.
1993 Excavaciones en la pirámide escalonada de Akapana Suplemento
Pumapunku 27 La Paz
1993 Cronología absoluta de Tiwanaku Suplemento Pumapunku 29, La Paz.
1993 Excavaciones arqueológicas en Salla y Totora. Revista Pumapunku,
5-6:88-162, La Paz.
1994 200 años de historia arqueológica en Tiwanaku, La Paz.
1994 Tiwanaku y el determinismo climático, explicación distorsionada.
Suplemento Pumapunku 59, La Paz.
1994 El modelo de Estado integrador de Tiwanaku y su expansión al lito-
ral pacífico, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Oficina
coordinadora nacional del proyecto Mollo, La Paz.

154
1994 Análisis espectrográficos y patrón de impurezas en el cobre de las
gramas tiwanacotas. Pumapunku, 3:7, La Paz.
1994 Noticia adicional sobre el pectoral del Disco del Beni de Las Piedras
(Riberalta). Pumapunku, 3:7.
PORRAS BARRENECHEA Raul
1954 Fuentes históricas peruanas. Juan Mejía Vaca ed., Lima.
PORTUGAL ORTIZ Max
1984 Testimonios arqueológicos para la historia de la expansión cultural
altiplánica sobre los valles y costas del Pacífico. Arqueología Bo-
liviana, 1:115-125.
1988 Exvavaciones arqueológicas en Titimani. Arqueología Boliviana,
3:51-82.
1988 Descubrimiento de pinturas murales en Tiwanaco 1. Domingo de
Hoy 3-7-88, 16-17, La Paz.
1988 Descubrimiento de pinturas murales en Tiwanaco 2. Idem 17-7-88,
La Paz.
1988 Informe de la prospección a Pacajes. Arqueología Boliviana, 3:109-
117, La Paz.
1989 Descubrimiento de restos de viviendas Tiwanakotas. Ponencia al 4°
Congreso de Arqueología, La Paz.
1989 Apuntes sobre el sector nordeste de Pumapunku. Presencia 20-8-89,
La Paz.
1992 Aspectos de la cultura Chiripa. Textos antropológicos, 3:9-26, La
Paz.
PORTUGAL ZAMORA Maks
1936 Breve estudio acerca de las ruinas de khuancané. La Razón 25-10,
La Paz.
1941 Las ruinas de Jesús de Machaca. Revista Geográfica Americana
98:29&-300.
1953 Sullkatata. Gaceta Campesina 3, La Paz.
1954 El misterio de las tumbas de Wankani. Khana, 11-12:51-67, La Paz.
1957 Sullkatata. Arqueología Boliviana, 223-231, La Paz.
1957 Arqueología de La Paz. Arqueología Boliviana, 341-401, La Paz.
1988 Aspectos generales sobre Tiwanaku: del area circundante al lago Ti-
tikaka sector Bolivia. Arqueología Boliviana, 15-26, La Paz.

155
POSNASKY Arthur
1904 La Campaña del Acre. Tipografía El Diario, La Paz.
1904 Petrografía de Tiwanaku. Boletín de la sociedad geográfica de La
Paz, 18-20:207-211, La Paz.
1910 Guia para el visitante de los monumentos prehistóricos de Tihuanaco
e Is­las del Sol y de la Luna, La Paz.
1910 Tiahuanacu e islas del Sol y la Luna (Titicaca y Koaty): breves
descripcio­nes y notas. Taller Independencia de Guerra, La Paz.
1911 El clima del altiplano y la extensión del lago Titicaca con relación a
Tihuanacu en épocas pre-históricas. Argote, La Paz.
1911 Tihuanacu y la civilización pre-histórica en el altiplano andino. Im-
prenta de la Verdad, La Paz.
1911 Razas y Monumentos prehispánicos en el altiplano andino. IV Con-
greso Científico - I Panamericano 11, Santiago de Chile.
1912 Guia general ilustrada para la investigación de los monumentos pre-
históricos de Tiahuanacu e Islas del Sol y la Luna (Titicaca y Koa-
ty) con breves apuntes sobre las Chullpas, Urus y escritura antigua
de los aborígenes del altiplano andino. Heitmann, La Paz.
1913 Un par de palabras críticas sobre la obra de Stübel y Uhle. Reimer,
Berlín.
1914 Una metrópoli prehistórica en la América del Sur. Dietrich Reimer,
Berlín.
1921 Templos y Viviendas Prehispánicas. Tipográfica Salesiana, La Paz.
1928 Breves noticias de una rama cultural Tihuanaku al nor-oeste de Bo-
livia. Anales del XX Congreso Internacional de Americanistas,
2:195-197, Rio de Janeiro.
1932 Un idolo gigante. Instituto Tihuacano de Antropología, Etnografía y
Pre-historia, La Paz.
1933 El calendario de Tiahuanacu. La Prensa, 2-4-33, Buenos Aires.
1937 Antropología y Sociología de Razas interandinas y de las regiones
adyascentes. Ed. Renacimiento, La Paz. Id. Instituto Tihuacano de
Antropología, Etnografía y Pre­historia 2°ed 1938.
1943 La Arqueología en Bolivia. Anales de arqueología de Bolivia 1, La Paz.
1943 Antigüedad y origen de las ruinas de Tihuanacu por Max Uhle. Bole-
tín de la Sociedad Geográfica de La Paz 68, La Paz.
1945 Tihuanacu, cuna del hombre americano - Vol. 1 et 2. J.J. Agustin Pu-
blisher, New York.

156
1957 Tihuanacu, cuna del hombre americano - Vol 3 et 4 Ministerio de
Educación La Paz
PUGA Mario
1950 El Ayllu: su naturaleza y régimen económico-social. América Indí-
gena, 10:183-199, México.
QUEREZAJU LEWIS Roy
1983 El mundo arqueológico del Cnl Federico Diez de Medina. Ed. Los
Amigos del Libro, La Paz.
QUINTANA CONDACO Raul
1993 Crónica de la Romería del Monolito Bennet. Enfoques 11, La Paz.
RANGEL FLORES Victor
1987 Arquitectura y Arqueología, pasado y futuro. Ed. Universidad de
Chiclayo, Chiclayo.
RAVINES Roger
1967 El abrigo de Caru y sus relaciones con otros sitios tempranos del sur
de Perú. Ñawpa Pacha, 5:39-57, Berkeley.
1972 Secuencia y cambios en los artefactos líticos del sur del Perú. Revis-
ta del Museo Nacional, T. XXXVIII:133-184, Lima.
1982 Panorama de la Arqueología Andina. Instituto de Estudios Perua-
nos, Lima.
1983 Nota acerca de la investigación antropológica y arqueológica en el
Perú. Revista andina, 2:429-441, Lima.
REICHLEN H.
1949 Recherches Archéologiques dans les Andes de Cajamarca. Journal
Soc. Amer. XXXVIII, Paris.
1950 Recherches Archéologiques dans les Andes de Haut Utcubamba.
Journal Société des Americanistes, Paris.
1953 Les collections américaines du Mussée d’Angers. Journal Société
des Américanistes, XLII:161-171, Paris.
1954 Découverte de tombes Tiahuanaco dans la région du Cuzco. Journal
Société des Américanistes, XLIII:221-223, Paris.
REINHARD Johan
1985 Chavin and Tiahuanaco: A nez look at two andean ceremonial cen-
ters. National Geographic research, 1:395-422.

157
1990 Tiawanaku: sacred center of the Andes. The cultural guide of Boliv-
ia, 151-191, La Paz.
1991 Tiwanaku: ensayo sobre su cosmovisión. Pumapunku, 2:9-66, La Paz.
REIS ALTSCHUL Siri von
1972 The genus anadennthera in amerindian cultures. Botanical museum.
Harvard University, Cambridge.
RENGIFO VASQUEZ Grimaldo et al
1987 La Agricultura Tradicional en los Andes. Manejo de Suelos. Siste-
mas de Labranza y Herramientas Agricolas. Ed. Horizonte, Lima.
1987 Tecnología Campesina de los Andes. Ed. Horizonte, Lima.
REYES CAMACHO F.
1974 Estudio hidrogeológico de la Cuenca de Tiwanaku. Thése de Licen-
ciature. Univesidad Mayor de San Andrés, La Paz.
RHT
1982 Le Titicaca, ORSTOM.
RIVERA CASANOVAS Claudia
1989 Las torres funerarias de Viscachani. Textos Antropológicos I(1):79-
92. Universidad Mayor de San Andrés, La Paz.
1994 Ch’iji Jawira: Evidencias sobre la producción de cerámica en Tiwa-
naku. Thése de Licenciature. Universidad Mayor de San Andrés,
La Paz.
RIVERA CUSICANQUI Silvia
1980 La antropología y la arqueología en Bolivia: límites y perspectivas.
América Indígena, Vol. XL-2.
1984 Oprimidos pero no vencidos. Lucha del campesinado aymara y qhi-
chwa de Bolivia. HISBOL, La Paz.
1992 Ayllu y proyectos de desarrollo en el norte de Potosí. Ed. Aruwiyiri -
Taller de Historia Oral andina, La Paz.
RIVERA DIAZ Mario A.
? Algunos fenómenos de complementariedad económica a través los da­tos
arqueológicos en el area centro-sur andina. La fase Alto Ramirez
reformulada. Estudios Arqueológicos n° especial 72-104. Univer-
sidad de Chile, Antofagasta.

158
1984 Altiplano and Tropical Lowland Contacts in Northern Chilean Pre-
history: Chinchorro and Alto Ramirez. Revisited Social and Eco-
nomic Organization in the Prehispanic Andes. British Archaeo-
logical Reports, International Series 194, Oxford.
1995 Alto Ramirez y Tiwanaku, un caso de interpretación simbólica a tra-
vés de datos arqueológicos en el area de los valles occidentales S
del Perú y N de Chile. Diálogo Andino, 4:39-58.
RIVERA SUNDT Osvaldo
1977 Conservación de horca del Inka Copacabana sitio 4121013. Instituto
Nacional de Arqueología, 19-77, La Paz.
1978 Conservación de las ruinas de Iñakuyu-Isla de la Luna - Koatí. INA,
14-78, La Paz.
1978 Reunión técnica de catalogación del patrimonio arqueológico a nivel
de la región andina. INA, 51-78, La Paz.
1978 Catalogación del patrimonio arqueológico de Bolivia. Localidades y
sitios arqueológicos. Instituto Nacional de Arqueología, La Paz.
1978 Estudio preliminar de Pilkokaina a Iñakuyo. I Reunión Internacional
de Arqueología Boliviano-Perruana, Copacabana.
1978 Conservación de las ruinas de Pilkokaina, Copacabana sitio 41210301.
INA, 11-78, La Paz.
1981 Remodelación del sitio de Kusijata. INA, 23-81, La Paz.
1983 Jimoko, ciudadela de la montaña. Ponencia presentada al Encuentro
de Estudios Bolivianos Centro Portales, Cochabamba.
1984 La horca del Inka. Arqueología Boliviana, 1:91-106, La Paz.
1983 Resultados de la excavación en el centro ceremonial de Lukurmata.
Arqueología de Lukurmata, 2:59-88, La Paz.
RIVERO Mariano
1851 Antigüedades peruanas. Litografía del Instituto Litográfico de Leopol-
do Müller, Viena.
RIVET Paul
1924 Les Mélaneso-Polynésiens en Amérique. Compt. Rend. des Séances
de l’Acad. Inscript. et Bel. Lett., Paris
1926 Les Malayo-Polynésiens en Amérique. Journal de la société des
Américanistes, XVIII, Paris.
1943 Orígenes del hombre americano, México.

159
ROBERTSON Donald
1968 Pre-Columbian Architecture. Studio Vista, London.
ROBINSON WRIGHT Marie
1907 Bolivia. George Barrie & sons, Philadelphia.
ROCHE Michel A. et al
1991 Climatología e gudrikigía de la cuenca del lago Titicaca. El Lago Ti-
ticaca. Síntesis del conocimiento limnológico actual. 19-27, ORS-
TOM - HISBOL.
RODRIGO GAINZA Luis
1971 Estudio sedimentológico de la formación Tiwanaku (hacienda Aza-
franal). Academia Nacional de Ciencias de Bolivia. Publicación
n°26, La Paz.
ROSEN Eric von
1921 Bland Indianer. Albert Bonniers forlag, Stockholm.
ROSTWOROWSKY de DIEZ CANSECO, Maria
1978 Mediciones y Cómputos en el Antiguo Perú. Cuadernos Prehispáni-
cos 6, Madrid.
1988 Historia del Tahuantisuyo. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
ROUMA G.
1933 Quichuas et Aymaras. Étude des populations autochtones des Andes
Boliviennes. Bull. Soc. R. Anthrop. Prehist., XLVIII, Bruxelles.
ROWE John Howland
1944 An introduction to the Archaeology of Cuzco. Paper of the Peabody
Museum of American Archaeology and Ethnology. Harvard Uni-
versity, Vol. XXVII N° 2, Cambridge.
1946 Inca Culture at the Time of the Spanish Conquest. Handbook of
South American Indians, Vol. 2. Bureau of American Etnology,
Bulletin 143, Washington.
1954 Max Uhle; A Memoir of the Father of Peruvian Archaeology. Amer-
ican Archaeology and Ethnology, vol. 46-1, Berkeley.
1980 An account of the shrines of ancient Cuzco. Ñawpa-Pacha, 17:2-60,
Berkeley.

160
RUBEN Walter
1952 Tiahuanaco Atacama und Araukaner. Drei vorinkaische kulturen.
Otto Harrassoith, Leipzig.
RUBENS Rubi M.
1958 Tiahuanaco. Mundo Argentino, 31-37, Buenos Aires.
RUDOLPH Fritz
1887 Beitrag zur petrographie des Anden von Peru und Bolivia. Universi-
tat Leipzig. Inaugural-dissertation zur Erlagung der philosophis-
chen doctorwurde, 269-318. Alfred Holder ed, Wien.
RUSSO A. et al
1965 Estratigrafía y paleografía del grupo Puca en Bolivia. IBP 5, La Paz.
RYDEN Stig
1936 Chaco en resa bland fornlamningar och indianer I argentinska och
bolivianska. Chaco Forlagsaktiabolaget vastra sverige, Goteorg.
1936 Archaeological researches in the department of La Candelaria, Salta-
Argen­tina. Elanders boktryckeri aktiebolag, Goteborg.
1940 Chacaltaya. Paskidor, 1941:216-221, Malmo.
1942 Notes on the Moré indians rio Guaporé-Bolivia. Ethnos, 7:84-124,
Stockholm.
1943 Negative painting among South American indians –an apropos. Eth
nos, 8:96-103, Stockholm.
1944 Contributions to the archaeology of the rio Loa region. The humanis-
tic foundation of Sweden, Goteborg.
1947 Archaeological researches in the Higlands of Bolivia. The humanis-
tic foundation of Sweden, Goteborg.
1949 Templet pa berget Ute och. Hemma, 22:231-336, Stockholm.
1950 A study of South american indian hunting traps. Revista do Museo
Paulista. Nova serie, 4:247-352, Sao Paulo.
1952 Chulpa Pampa. A Pre-Tiahuanacu archaeological site in the Cochabam-
ba region. A preliminar report. Ethnos, 1952:39-50, Stockholm.
1955 A basketry technique from the lake Titicaca region. Antiquity and
survival, 1:57-63, The Hague.
1956 The Erland Nordenskjold archaeological collection from the Mizque
Valley Bolivia. Etnologiska studier 22, Goteborg.

161
1957 Andean excavations I. The Tiahuanaco era east of lake Titicaca. The
Ethnographical museum of Sweden monograph series. Publica-
tion 1, Stockholm.
1957 Una técnica de cestería de la región del lago Titicaca. Khana, 25-
26:5-10, La Paz.
1958 Los indios Moré. Departamento de arqueología, etnografía y folklo-
re, La Paz.
1959 Andean excavations II. Tupuraya and Cayhuasi: two Tiahuanaco
sites. The Ethnographical museum of Sweden monograph series.
Publication 6, Stockholm.
1961 Complementary notes on Pre-Tiahuanaco site Chullpa Pampa in Co-
cha-baba area and notes on one Tihuanaco site in La Paz-Bolivia.
Ethnos, 1961 12:40-55, Stockholm.
RYN Zdzlslaw
1981 Los Andes y la Medicina. Publicación del Centro de Documentación
Antropológica, IBC, La Paz.
SAAVEDRA Bautista
1903 El Ayllu. Ed. Artistica Velarde Aldazosa, La Paz.
SAIGNES Thierry
1975 La Ecología Aymara. Presencia Literaria, 10-5, La Paz.
1983 ¿Quienes son los Kalawaya? Nota sobre un enigma etnohistórico.
Revista Andina 1(2):357-384.
1985 Los andes orientales. Historia de un olvido. Ceres, Cochabamba.
SAGARNAGA MENESES J. Antonio
1990 Diccionario de etnoarqueología boliviana. Ed. Cima, La Paz.
1994 Idolos de la metalisteria Inka. Pumapunku, 3:7, La Paz.
SALLES REESE Verónica
1997 De Viracocha a la Virgen de Copacabana. Historia de la representa-
ción de lo sagrado en el lago Titicaca. Of. Texas Press, Universi-
ty of Texas.
SAMPECK Kathryn Elizabeth
1991 Excavations at Putuni. Tiwanacu-Bolivia Thesis submitted for the
degree of master of arts. Department of anthropology, University
of Chicago, Chicago.

162
SANCHEZ ALBORNOZ Nicolás
1978 Indios y Tributos en el Alto Perú. Instituto de Estudios Peruanos,
Lima.
SANCHEZ DIAZ P. Abel
1909 Aleaciones. El bronce Calchaquí. Universidad Nacional de Buenos
Aires.
SANHUEZA Julio
1982 Antecedentes preliminares y dos fechados radiocarbónicos del sitio
Pukar Qollu Pukara de Isluga (ILG-2). Altiplano de Iquique I Re-
gión Norte de Chile. Documentos de trabajos 7, Universidad de
Antofagasta, Antofagasta.
SANTORO VARGAS Calogero et al
1982 Secuencia cultural de las tierras altas del area centro sur andina
Chungará 9. Instituto de Antropología y Arqueología Universidad
de Tarapacá, Arica.
? Yacimientos arqueológicos y secuencia cultural en las Tierras Altas del
ex­tremo norte de Chile.
1993 Complementariedad ecológica en las sociedades arcaicas del area
centro sur andina Acha 2 y los orígenes del poblamiento humano
en Arica. Ed. Universidad de Tarapacá, Arica.
SANTOS ESCOBAR Roberto
1991 Los monumentos pre-hispánicos de Tiwanaku entre 1790-1810. Pu-
mapunku, 1:50-81, La Paz.
SANTOS TABORGA Miguel de los
1885 Ensayo de un estudio sobre el Tiahuanacu. El Cruzado, Buenos Aires.
SARMIENTO de GAMBOA Pedro
1940 Historia de los Incas. Emecé, Buenos Aires.
SEVER Jacques
1921 Chullpas des environs de Pucara. Journal Société des Américanistes,
XIII:55-58, Paris.
SCBIL Nadine
1989 Ayllus y haciendas. Dos estudios de caso sobre la agricultura colo-
nial en los Andes. HISBOL, La Paz.

163
SCHOBINGER Juan
1988 Pre-historia de Sudamérica. Culturas Pre-cerámicas. Alianza, Madrid.
SCHOLTEN Maria
1985 El Tupu. Lima.
1985 La vara mágica. Lima.
SCHWENG Lorand
1962 An indian community development project in Bolivia. América Indí-
gena, 23:155-168.
SEGUNDA MESA REDONDA DE ARQUEOLOGIA BOLIVIANA
1957 Recomendaciones y conclusiones prácticas. Khana, 27-30:202-
312, La Paz.
SELTZER Geoffrey et al
1990 Climatic Change and Its Effects on Prehispanic Agriculture en Cen-
tral Peruvian Andes. Journal of Field Archaeology, 17:397-414.
SERRACINO George
1975 Los movimientos de los cazadores-recolectores en la Cordillera de
los An­des entre la latitud 21°y 26° y longitud 67*00’ y 70°22’. Es-
tudios Atacameños, 3:17-41, Universidad del Norte, Antofagasta.
SERRANO Antonio
1958 Manual de Cerámica Indígena. Ed. Assandri, Buenos Aires.
SERVANT-VILDARY Simone
1978 Les Diatomées des dépots lacustres quaternaires de l’altiplano Boli-
vien. Série Géologie, Vol. X-1:25-35, ORSTOM.
SERVICIO DE INVESTIGACION PREHISTORICA
1984 Catálogo de la colección Vela de pre-historia americana, Valencia.
SERVICIO NACIONAL DE CAMINOS
1992 Estudio del impacto ambiental de la carretera Rio Seco-Desaguade-
ro, La Paz.
SHERBONDY J.
1979 Les réseaux d’irrigation dans la géographie politique de Cuzco. Jour-
nal Société des Américanistes, 66:45-66, Paris.

164
1986 Los ceques: Códigos de canales en el Cuzco Incaico. Alpanchis,
27:39-60.
SHIMADA I. C. et al
1991 Cultural Impacts of Severe Droughts in the Prehistoric Andes: Appli-
cation of a 1500 Year Ice. Core Precipitation Record World. Ar-
chaeology, 22:247-270.
SIEBERT Karola
1965 Vestigios egipcios en el Perú. Perez Pecussinch ed., Lima.
SIVIRICHI Atilio
1930 Pre-historia peruana. Ed. La Revista, Lima.
SOCIEDAD GEOGRAFICA DE LA PAZ
1904 Actas y Documentos. Boletín, 18-20:234-248, La Paz.
SPAHNI Jean-Christian
1964 Le cimetière atacaiménien de Pucará de Lasana, vallée du rio Loa,
Chili. Journal Société des Américanistes, LIII:147-179, Paris.
1967 Recherches archéologiques á l’embouchure du rio Loa, cote du Pa-
cifique, Chili. Journal Société des Américanistes, LVI-1:179-251,
Paris.
SQUIER George B.
1868 Among the Andes of Peru and Bolivia. Harpers nez monthly maga-
zine 37, New York.
1870 The primeval monuments of Peru compare with those in other parts
of the world. American naturalist, 4:3-19, Essex Institute.
1877 Incidents of travel and exploration in the land of the Incas. London.
1909 Tihuanacu el Balbec del nuevo mundo. Boletín de la Sociedad geo-
gráfica de La Paz 27, La Paz.
1974 Un viaje por tierras incaicas. Los Amigos del Libro, La Paz.
STANISH Charles
1987 Size and Complexity of tiwanaku Core Settlements. The Technol-
ogy and Organization of Agricultural Production in The Tiwan-
aku State. Kolata et al ed - Proyecto Wila Jawira, University of
Chicago.
1992 Ancian Andean Political Economy. University of Texas, Austin.

165
STEWARDT T. D.
1943 Distribution of Cranial Height in South America. Amer. Journ.
Phys. Anthrop. I.
TRECKER Matias et al
1992 Estructura pictográfica y arte supestre. Arte rupestres colonial y re-
publicano de Bolivia y paises vecinos. Contribuciones al estudio
del arte rupestre sudamericano 3, SIARB, 103-110, La Paz.
STÜBEL Alfons et al
1892 Die ruinenstatte von Tiahuanacu. Leipzig.
1903 Reisen in Südamerika. Breslau, Wiskott.
SUNDT Lorenzo
1902 La época glacial en Bolivia. Boletín de la Sociedad Geográfica de La
Paz, 14-15:31-40, La Paz.
1907 El origen de los depósitos cupríferos de Corocoro y otros depósi-
tos pare­cidos en Bolivia. Revista del Ministerio de colonización y
agricultura, 3:733-738, La Paz.
1911 El lago Titikaka. Boletín de la Oficina Nacional de Estadística 67-
69, La Paz.
1921 La historia de los grandes lagos del aitiplano boliviano y la relación
que pueden tener con la fundación y destrucción del primer Tiwa-
naku y con la existencia de los grandes mamíferos extintos de
Ulloma. Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz, 53-54:149-
165, La Paz.
SUTHERLAND Cheryl
1991 Methodological Stylistic and Functional Analysis: The surface col-
lection at Akapama East. Tiwanaku Thése of Master University of
Chicago.
TAMAYO HERRERA José
1980 Historia del indigenismo cuzqueño siglos 16-20. Instituto Nacional
de Cultura, Lima.
TAPIA PINEDA Félix
1978 Introducción al estudio de las relaciones ulturales altiplano-valle en
el departamento de Puno (Peru). Documento interno, INAR, 22-
78, La Paz.

166
1978 El fenómeno de la expansión tiwanakota. Documento interno, INAR,
26-78, La Paz.
1978 Bases para el estudio del desarrollo Tiwanaku en su relación con el
altiplano occidental. Documento interno, INAR, 38-78, La Paz.
1981 Estudio sobre el flujo turístico en el area arqueológica de Tiwanaku.
Instituto Nacional de Arqueología. Documento interno, 13-81, La
Paz.
1984 Informe preliminar sobre las excavaciones en Camata, Provincia
de Omasuyos, Departamento de La Paz. Arqueología Boliviana,
1:39-48, La Paz.
TARRAGO Noemi M.
1978 El proceso de agriculturización en el Nor-oeste Argentino, Zona Va-
lliserrana. Actas V Congreso Nacional de Arqueología Argentina,
181-218, San Juan.
1984 La historia de los Pueblos Circun-puneños en Relación con el Alti-
plano y los Andes Meridionales. Primer Simposio de arqueología
Atacameña. Estudios Atacameños, 7:116-132, Instituto de Inves-
tigaciones Arqueológicas RP Gustavo Le Paige, Universidad del
Norte, San Pedro de Atacama.
TAYLOR Gerald
1974 Camay, Camac et Camasca dans le manuscrit quechua de Huarochi-
ri. Journal Société des Américanistes, LXIII:231-244, Paris.
TELLO Julio
1929 Antiguo Perú. Ed. Exelsior, Lima.
1939 Sobre el descubrimiento de la cultura Chavin del Perú. 27 Congreso
Int. de Americanistas. Acta 1a sesión, México.
1943 Discovery of the Chavin culture in Peru American. Antiquity IX.
TERAN Ignacio
1882 El diluvio universal y Tiahuanaco: observaciones a la teoría de Ru-
dolf Falb. Tip. Colon, Sucre.
THOMAS Carlos et al
1985 Algunos efectos de Tiwanaku en la cultura de San Pedro de Ataca-
ma. Diálogo Andino, 4:259-275.

167
THORLICHEN Gustavo
1958 Excavaciones en Tiwanaku. La Nación 14:4, Buenos Aires.
TOPIC John et al
1987 The archaeological investigation of Andean militarism: some cau-
tionary observations. The Origins and Develomment of the Ande-
an State. University Cambridge. Cambridge.
TORERO A.
1970 Lingüistica e historia en la sociedad andina. XXXIX Congreso de
Americanistas, México.
1987 Lenguas y pueblos altiplánicos en torno al siglo XVI. Revista Andi-
na, 2:año 5:diciembre:329-204, Cuzco.
TOSI J.
1960 Zona de vida natural en el Perú Instituto Inter-Americano de Cien-
cias Agrícolas de la OEA - Zona Andina. Boletín técnico 5, Lima.
TROLL Carl
1987 Las culturas superiores andinas y el medio geográfico. El ecosiste-
ma andino. Breve biblioteca de bolsillo, 1:5-67, HISBOL, La Paz.
idem Revista del Instituto Geográfico, 5:3-49, Universidad Mayor
de San Marcos, Lima.
TSCHOPIC Harry
1946 The Aymara Handbook of South-American Indians Vol. 2. Bureau
of American Ethnology. Bulletin 143, Washington.
1950 The Andean Ceramic Tradition in Historical Perspective, American
Antiquitym Vol, XV-3:61,
1951 The Aymara of Chucuito. Anthropological papers of the American
Museum of Natural History, Vol, 44 part 2, New York.
1969 Magia en Chucuito. Instituto Indigenista Interamericano, México.
TSCHOPIK Marion
1946 Some Notes on the Archaeology of Departement of Puno Papers of
the Peabody Museum of American Archaeology and Ethnology
Harvard University. Vol XXVII-3:10-1é Cambridge
TSCHUDU Johan Jakob
1963 Perú. Reiseskizzen aus den jahren. Akademische Druck, Graz.

168
UHLE Max
1898 A snuffing tube from Tiahuanaco. Bulletin Musseum of Science and
Art. University of Penna 1, Philadelphia.
1901 Relación somera que de sus viajes en Bolivia hizo a la Sociedad
Geográfi­ca de Berlín desde La Paz en 1891. Boletín de la Socie-
dad Geográfica de Sucre, l 23:158-163, Sucre.
1904 La antigua civilización sudamericana. Boletín de la Sociedad Geo-
gráfica de La Paz, 18-20:74-85, La Paz.
1906 Las llamitas de piedra del Cuzco. Revista Histórica, 1:388-392,
Lima.
1906 Bericht úber die Ergebnisse meiner südamerikanischen. Reisen XIV
Internationaler Amerikanischen-Kongress, 581-592, Stuttgart.
1907 La estólica en el Perú. Revista Histórica, 2:118-128, Lima.
1907 La mascapaicha del Inca. Revista Histórica, 2:227-232, Lima.
1907 Conferencia arqueológica del Dr Uhle. Revista Histórica, 2:450-457,
Lima.
1909 La esfera de influencia del país de los Incas. Revista Histórica, 4:5-
40, Lima.
1910 La antigüa civilización sudamericana. Monumentos Prehistóricos de
Tiahuanacu, 67-78, La Paz.
1912 Las relaciones prehistóricas entre el Perú y la Argentina. XVII Cong
Inter Americanistas, 302-353, Buenos Aires.
1912 Posnasky. Guia general ilustrada para investigación de los monu­
mentos pre-históricos de Tihuanacu e islas del Sol y la Luna. Re-
vista de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, 2:467-479,
Santiago.
1912 Los origenes de los Incas. Actas del XVII Congreso Internacional de
Americanistas, 302-353m Buenos Aires.
1919 La arqueología de Arica y Tacna. Boletín de la Sociedad ecuatoriana
de estudios históricos america­nos 3, Quito.
1934 Los jeroglíficos de la portada de Tiahuanaco. XXV Cong. Int. Amer.
II, La Plata.
1943 Antigüedad y origen de las ruinas de tiahuanaco. Revista del Museo
Nacional, 12:19-23, Lima.
1959 Wesen und ordnung der altperuanischen kulturen. Colloqiun verlag,
Berlín.
1967 Un tubo inhalante de Tiahuanaco. Khana, 38:1652-175, La Paz.

169
1969 Estudios sobre la historia incaica. Universidad Mayor de San Mar-
cos, Lima.
1970 La antigüa civilización peruana 100 años de arqueología en el Perú,
61-67. Instituto de Estudios Peruanos, Lima.
1974 Los aborígenes de Arica y el hombre americano. Chungara, 3:13-
21, Lima.
UNESCO
1986 Recomendación sobre los principios internacionales que deben apli-
carse a las excavaciones arqueológicas. Conferencia General IXé-
me reunión, Nueva Delhi-Paris.
UNZUETA Q. Orlando
1975 Mapa ecológico de Bolivia. Memoria explicativa Ministerio de asun-
tos campesinos y agropecuarios, La Paz.
URQUIDI Arturo
1971 Las Comunidades Indígenas de Bolivia. Ed. Los Amigos del Libro,
La Paz.
URTON Gary
1989 La historia de un mito: Pacariquambo y el origen de los Incas. Revis-
ta andina, 7(1):129-216.
VAILANT George C. et al
1934 Excavations at Gualupita. American Museum of Natural, New York.
1935 Excavations at El Arbolillo. American Museum of Natural, New
York.
VALCARCEL E. Luis
1925 Del Ayllu al Imperio. Ed. Garcilazo, Lima.
1932 El personaje mítico de Pucará. Rev. Mus. Nac. I.
VALENCIA Abraham
1981 Metalurgia Inka. Cuzco.
VALIENTE Teresa
1986 La fiesta del agua en Puquio. Antigüedad y actualidad del riego en
los An­des. Allpanchis 28. Cuzco.

170
VELLARD Jehan Albert
1942 Tihuanacu y las Principales Zonas Arqueológicas de Bolivia. Kolla-
suyu, 37:75-84.
1954 Dieux et Parias des Andes. Edition Émile Paul, Paris.
1963 Civilisations des Andes. Evolution des populations du Haut Plateau
bolivien. Gallimard, Paris.
VIDART Daniel
1962 Fábula y realidad de Tiawanaku. Khana, 36-37:116-125, La Paz.
VIGNALE J. et al
1944 Culturas Eneolíticas en los alrededores de Potosí. Talleres Gráficos
Plantie, Buenos Aires.
VILLAMIL de RADA Emeterio
1888 La Lengua de Adan y el Hombre de Tiahuanaco. Camarlinghi ed.,
La Paz.
VILLAMOR MICHEL Waldo et al
1977 Resumen estadístico de la reforma agraria en Tiwanaku. Arqueolo-
gía en Bolivia y Peru, 2:211-223, La Paz.
1978 Determinación etnohistórica de los grupos étnicos de habla aymara
en te­rritorio Boliviano. INAR, Documento interno, 35-78, La Paz.
1979 Catalogación del patrimonio arqueológico de Bolivia. Instituto Na-
cional de Arqueología, La Paz.
1980 Enclaves de mitmas. Tiwanaku en los valles de Cochabamba, Lare-
caja, Kollana y Knoni Ancestro 1. Centro de Estudios Precolom-
binos, La Paz.
WACHTEL Nathan
1978 Hommes d’eau, le probléme Uru (XVI-XVIIéme Siécle). Anna-
les, Economie, Société et Civilisations. Numéro spécial Ant-
rhropologie Historique des Sociétés andines 5-6, sept-déc:33éme
année:1127-1159, Paris.
1980 Les mitimaes de la vallée de Cochabamba, la politique de colonisa-
tion de Huayna-Capac. Journal de la Société des Américanistes, T.
LXVI:297-326, Paris.
1990 Le retour des ancêtres. Les indiens Uru de Bolivie. XX-XVIéme Siè-
cle. Essai d’histoire régressive. Ed. Gallimard, Paris.

171
WAISBARD Simone
1958 Quelques actualités du Pérou. Douze villes pré-colombiennes. Jour-
nal Société des Américanistes, XLVII:230-232, Paris.
1969 Les peintures rupestres du Titikaka. Archéologie 29:64-73, Paris.
1972 Les grandes énigmes de Tiahuanaco. Archéologie 53 (avec commen-
taires de Ponce Sanjinés), Paris.
WALLACE Dwight Tousch
1957 The Tiahuanaco horizon styles in the Peruvian and Bolivian high-
lands. Doctoral’s dissertation. University of California, Berkeley.
WALTER Heinz
1966 Beitrage zur archaologie Boliviens Baessler-archiv neue folge. Ver-
lag Dietrich Reinar, Berlín.
1994 Investigaciones de Arqueólogos alemanes en Bolivia. Centro Argen-
tino de Etnología Americana, Buenos Aires.
WEDELL H. A.
1853 Voyage dans le nord de la Bolivie et dans les parties voisines du Pé-
rou. P. Bertrand ed., Paris.
WIENER Charles
1874 Essai sur les institutions politiques, religieuses, economiques et so-
ciales de l’Empire des Incas. Maison neuve, Paris.
1880 Pérou et Bolivie. Hachette, Paris.
WILLEY G. R.
1951 The Chavin problem: A review and critique. South Journ. Anthr. VII.
1953 Prehistoric Settlement Patterns in the Virú Valley. Bulletin 155,
Smithsonian Institution, Washington.
WILSON David J.
1983 The Origin and Developpement of Complex Prehispanic Society in
the Lower Santa Valley, Peru. Implications for Theories of State
Origins. Journal of Anthropological Archaeology 2:209-276,
1988 Prehispanic Settlement pattern in the Lower Santa Valley. Smithso-
nian Institution, Washington.

172
WING Elizabeth S.
1977 Caza y pastoreo tradicionales en los Andes peruanos. Pastores de
Puna Uywamichiq Punarunakuna, pp. 121-130. Instituto de Estu-
dios Peruanos, Lima.
1978 Animal Domestication in the Andes. Advances in Andean. Archae-
ology, 167-188.
WIRMANN Dennis et al
1987 Low Holocene Level (7700 to 3650 yeas ago) of Lake Titicaca. Pa-
leogeography, Paleoclimatology, Paleoecology, 59:315-323.
1991 Morfología y batimetría. El Lago Titicaca. Síntesis del conocimiento
limnológico actual, 19-27, ORSTOM-HISBOL.
1991 Una evaluación paleohidrológica de 20.000 años. Idem., ORSTOM-
HISBOL.
WITTFOGEL Karl A.
1965 Despotismo oriental. Estudio comparativo del poder totalitario. Gua-
darrama, Madrid.
ZELADA Alberto M
1937 El Killasuyo. Imprenta Salesiana, Sucre.
ZUIDEMA R. Tom
1964 The ceque system of Cuzco. The social organization of the capital of
the Inca. Leidenl Ke L. Brill.
1964 El ayllu peruano. Actas y Memorias del XXXVI Congreso Interna-
cional de Americanistas, 407-411, Sevilla.
1967 El juego de los ayllus y el amaru. Journal Société des Américanistes,
LVI-1:41-51, Paris.
1974 La imagen del sol y la Huaca de Susurpuquio en el sistema astronó-
mico de los Incas en el Cuzco. Journal Société des Américanistes,
LXIII:199-230, Paris.
1977 The Inca kinship system: A new theoretical view. Andean Kinship
and Marriage. American Anthropological Association, 7:240-281,
Washington.
1982 Bureaucracy and Systematic: Knowledge in Andean Civilization.
The Inca and Aztec States 1400-1800. Anthropology and History.
George Collier et al ed., New York.
Este libro se termino de imprimir en
el mes de Junio de 2019 en
ART Talleres Graficos.
Para su composición se utilizo la fa-
milia de tipografías Times
176

También podría gustarte