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Doce Hombres sin Piedad

Estudiante:
Andrés Felipe Vera Tinjaca

Docente:
Miguel Ángel Nicholls Anzola

Corporación Universitaria Minuto de Dios


Comunicación escrita y Procesos lectores II
NRC: 21048
Bogota D.C
2021
Introducción

‘Doce hombres sin piedad’


narra la historia de los componentes de un jurado, doce hombres, que se retiran a reflexionar
sobre lo que parece un sencillo y contundente caso de asesinato; (un joven ha matado a su
padre). Cuando parece que no van a tardar demasiado en decidir un veredicto, uno de ellos
no lo tiene tan claro, tiene lo que se llama duda razonable, aquella que si surge es necesario
e imprescindible deducir que el acusado es inocente puesto que su vida depende de la decisión
de estos doce hombres. Expondrá sus argumentos y pedirá una nueva votación para ver si
alguien más se lo ha pensado. Poco a poco las dudas comienzan a surgir de manera recurrente
bajo el tiempo estimado de la película.

Desarrollo Ideal

Prácticamente toda la acción de ‘Doce hombres sin piedad’ transcurre en la sala de


deliberación, exceptuando el prólogo y el epílogo. En hora y media Lumet va creando una
sensación de claustrofobia acorde con la psicología de los personajes. Para ello, va acercando
cada vez más la cámara a sus personajes, y jugando con el lente obtiene dicho efecto. Con
este sencillo truco, el espectador se ve inmerso en una historia sobre la que apenas tiene datos,
pero que se van descubriendo poco a poco el transcurso de la película.
Los doce componentes del mencionado jurado representan al ser humano en general.
Acertado es el detalle de que no sabemos la mayoría de sus nombres; o bien se dirigen a ellos
por su número de miembro del jurado, o bien por su profesión. Hay desde un arquitecto que
es el primero en hacer saltar la liebre, hasta un publicista, pasando por un entrenador de
fútbol, un contable, un vendedor, etc. Gente de a pie normal y corriente con la que es muy
fácil identificarse, salvo quizá la del arquitecto, papel que le viene como anillo al dedo
a Henry Fonda, pues parece poseer la verdad absoluta, algo que si existe es muy difícil de
alcanzar. Un hombre recto, reflexivo, compasivo, inteligente, y que su inquietud le hace
pensar más que los demás, algo que hará que los acontecimientos venideros tomen un curso
bien distinto. Un curso en el que prejuicios de todo tipo salen a flote antes de que llegue el
inevitable final, y todo porque la mayoría de los personajes, son incapaces en principio de
dejar a un lado las experiencias personales puesto que uno de ellos es racista con la gente de
igual condición social que el acusado sólo porque ha tenido un par de encontronazos con
ellos. Todos esos puntos de vista son desmontados cada vez que uno se va uniendo a la causa
que el arquitecto, ¿es casualidad que la profesión del personaje más llamativo sea la de
alguien que hace planos, la base de toda construcción?, encabeza. Y el espectador se
conmueve ante cada nueva pista descubierta, ante cada nuevo desmoronamiento de los
prejuicios que todos poseemos. Al final queda la verdad, se ha hecho justicia y la sensación
de haber hecho lo correcto, aunque para llegar a ello cada uno ha tomado caminos distintos.
Conclusión

Doce hombres nos dejan constancia de que, por un lado, la justicia no debe tomarse a la
ligera, sino que está en juego la libertad de una persona y por lo tanto deben predominar una
serie de factores a la hora de formalizar un juicio, y, por otro lado, que a través de la reflexión
es como se consigue superar todas las barreras, sin piedad uno tiene la sensación de haber
visto algo más que una gran película. Una de esas experiencias de las que sacar algo en
limpio, una lección de vida.

Referencias Bibliográficas

- (SÁNCHEZ BERMEJO). LO 5/1995, del Tribunal del Jurado.


- (MARINA MANZANARES/1994) “La deliberación de los Tribunales Populares”
Derecho& Perspectiva.
- (ESTHER GONZÁLES PILLADO). “Instrucción y preparación del juicio oral en el
procedimiento ante el Tribunal del Jurado”. Editorial Comares.

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