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Conflictos escolares:
una oportunidad
Josep Mª Puig Rovira*
Educación Moral, educador, resolución de conflictos

El autor propone analizar los factores que Ni todo es conflicto ni todo es consenso. Las re-
provocan un conflicto para poder afrontarlo; laciones interpersonales y la vida institucional
desestima la respuesta pasiva, de huida o recalan por igual en ambos estados.
No parece, pues, que el conflicto sea un mal
acomodación, pero tampoco aprueba la absolutamente demoníaco, sino un síntoma de
aproximación agresiva, que podría que algo no satisface a todos, y muy posiblemen-
desembocar en el desinterés de una de las te de que algo no funciona correctamente. Por lo
partes o en una espiral de violencia. En tanto, el conflicto es más una señal de alarma que
cambio, apuesta claramente por la nos indica que debemos optimizar algún aspecto
resolución cooperativa de conflictos, en la de la vida que un desastre irremediable. En con-
secuencia, no resulta en modo alguno exagerado
que convergen la creación de un clima afirmar que necesitamos el conflicto para progre-
positivo y la aplicación de un conjunto de sar. Es necesario que aparezcan desacuerdos y di-
estrategias referentes a la conducta. versidad de opiniones para que el diálogo pueda
orientarse de verdad en una dirección constructi-
va. De ahí que los conflictos no siempre sean
robablemente nos equivocamos al desear acontecimientos indeseables, ni necesariamente

P que nuestras aulas sean una balsa de aceite,


o al anhelar que en nuestro centro nunca
ocurra nada. La ausencia de conflicto a menudo
indica estancamiento y, con el tiempo, regresión.
destructivos. A veces son una oportunidad de de-
sarrollo personal, de mejora de la convivencia y
de optimización institucional.
Si cuando aparece un conflicto evitamos caer
El conflicto es inherente y necesario a la naturale- en el catastrofismo y logramos crear un clima de
za humana. Sin embargo, sería igualmente des- análisis de los factores que lo provocan, estaremos
mesurado caer en el extremo opuesto y llegar a
desear o incluso provocar la aparición de conflic-
tos. La vida, y por supuesto la vida escolar, ya nos
plantea de manera natural una dosis suficiente de
problemas, y a poco que tengamos algo de tacto
nos permite también etapas de mayor estabilidad.
JESÚS BOLINAGA.

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haciendo la mejor contribución al cambio y muy


probablemente a la mejora de la convivencia es-
colar en su conjunto. Tanto el desarrollo personal
como el progreso de las instituciones sociales —y
claro está, también de la escuela— precisan la
aparición de nuevos elementos, de nuevos deseos
o de nuevos puntos de vista que rompan situacio-
nes de estabilidad que han envejecido. Tales no-
vedades no sólo provocan crisis, sino que también
son el germen de nuevas posibilidades.
El problema, por consiguiente, no es la presen-
cia de conflictos, sino lo que hacemos cuando
aparecen: la respuesta que les damos. ¿Qué pen-
samos y cómo reaccionamos cuando aparece un
conflicto? Ésa es la cuestión que aquí vamos a tra-
tar: cómo responder a los conflictos que aparecen
en el ámbito de las instituciones escolares.
La expresión «resolución de conflictos» se ha
convertido ya en el rótulo que designa ideas y
procedimientos para abordar los conflictos, y en
nuestro caso para tratar los conflictos escolares.
Sin embargo, hemos de matizar algo de lo que
suele sugerir dicha expresión. La resolución de
conflictos no es la panacea que los elimina y
además mejora las instituciones; tampoco designa
la esperanza exagerada de que los conflictos pue-
den llegar a desaparecer, y que es deseable que así
sea. Nada de eso. La resolución de conflictos tan
sólo pretende evitar la aparición de respuestas cla-
ramente erróneas y, sobre todo, intenta transmi-
tir algunos conocimientos y algunas pautas de

JESÚS BOLINAGA.
conducta para tratar de modo cooperativo los
conflictos. Eso a veces significará su solución, pe-
ro en otros casos obtendremos resultados aparen-
temente más modestos: la gestión positiva de los
conflictos, el logro de acuerdos limitados pero
constructivos, o la pacificación de las partes aun-
que las posturas respectivas puedan seguir estando
enfrentadas. Por lo tanto, no debemos esperar re- chicas y otro de chicos, que reunían a la mayoría
sultados milagrosos de las técnicas de resolución de sus miembros. Sin embargo, la chica recién
de conflictos, sino la posibilidad de desarrollar llegada ha polarizado la atención de algunos chi-
ciertas capacidades personales que predisponen al cos. Esto parece que ha dolido a las chicas que an-
acuerdo y a la resolución cooperativa de las situa- tes tenían mayor relación con sus compañeros.
ciones de conflicto. Les ha llevado a iniciar un rápido proceso en tres
direcciones: de acercamiento amistoso a la recién
Situaciones de conflicto en llegada, de llamadas de atención a sus compañeros
la escuela y de separación casi traumática de sus antiguas
¿A qué nos referimos cuando hablamos de con- amigas. A su vez, éstas se han sentido desprecia-
flictos escolares? Estamos pensando en una am- das, se han reagrupado y han contribuido a la es-
plia gama de situaciones en las que se produce calada de insultos, pequeñas violencias y resque-
una divergencia de intereses o perspectivas en el mores. En la actualidad las chicas del curso están
mismo fuero interno de un sujeto, en la relación divididas en dos bandos que viven un enfrenta-
de éste con otras personas, o entre grupos más o miento duro y subterráneo.»
menos homogéneos de una institución. En el en- — «El proceso de aplicación de la Reforma
torno de la escuela pueden manifestarse múltiples educativa, junto con el descenso del número de
conflictos. Veamos una breve descripción de al- alumnos, ha provocado la fusión de dos centros y
gunos casos extraídos de fuentes diversas. de sus correspondientes equipos. Se trata de dos
— «La llegada de una chica nueva a la clase de centros distintos: una escuela pública que atiende
séptimo ha provocado un terremoto emocional y a una población muy desfavorecida y una antigua
social. Hasta ese momento el grupo-clase era escuela privada que atiende a familias mejor situa-
considerado como normal. Estaba dividido de das y que cuenta con un equipo pedagógico muy
forma casi homogénea en dos subgrupos, uno de afamado. Con o sin prestigio pedagógico, lo cier-

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to es que cada uno de los claustros representa vias, estamos ante situaciones de conflicto. ¿Qué
concepciones educativas distintas. Ahora, por los tienen en común y qué las convierte en situacio-
motivos que fuere, en el día a día del nuevo cen- nes conflictivas? Se trata de situaciones en que se
tro las posturas se han polarizado y está resultan- ha roto, o no ha sido posible establecer, la ar-
do muy difícil tomar cualquier tipo de decisión.» monía o la mutua aceptación entre las personas o
— «Un grupo de chicos y chicas que juegan a los grupos sociales. Estas situaciones de discordia
fútbol han vuelto del patio soliviantados. Se han se inician cuando un sujeto o un grupo experi-
peleado con sus compañeros porque dicen estar menta una sensación de disgusto, oposición o en-
cansados de que algunos decidan siempre cómo frentamiento en relación con otra persona u otro
han de formarse los equipos e impongan quiénes grupo social. Dicha sensación de disgusto o en-
podrán jugar y quiénes no podrán hacerlo. Dicen frentamiento se genera cuando alguno de los su-
que una cosa es ser buenos jugadores de fútbol y jetos o grupos, o bien ambos, pretenden alcanzar
otra es querer mandar en todo. Opinan que ellos, objetivos incompatibles, o cuando se quieren ha-
aunque no sepan jugar a fútbol, tienen todo el de- cer compatibles deseos, ideas, conductas o valores
recho a participar en los partidos. Por su parte, el contrapuestos. Puede decirse, a modo de síntesis,
otro grupo ha argumentado que lo único que que un conflicto supone la divergencia de intereses
quieren es jugar a fútbol correctamente y que es en relación con un mismo tema, o el convenci-
imposible jugar todos a la vez en un campo tan miento de que los objetivos de las distintas partes
pequeño. Su intención, afirman, no es mandar, no pueden lograrse simultáneamente (Oyhanarte,
sino organizar equipos más reducidos y así jugar 1996, y Grasa, 1991). En los ejemplos anteriores,
mejor.» las partes no están en armonía, manifiestan mutua
— «Aunque las posturas no están del todo cla- animosidad y tienen pretensiones distintas ante
ras, lo cierto es que en el consejo escolar no se una misma situación.
respira buen ambiente. Desde que se apuntó la
posibilidad de implantar la jornada continua, los La respuesta a los conflictos
padres y los maestros han comenzado a mirarse Si la aparición de conflictos resulta inevitable y en
con recelo y en privado han aparecido reproches cierto modo incluso deseable, la principal preo-
en ambas direcciones. Aprovechar mejor el tiem- cupación en las situaciones de conflicto no se di-
po, entender la escuela como una guardería, per- rigirá a ocultarlos, sino a ver de qué modo les ha-
mitir la realización de actividades complementa- cemos frente. El provecho que podemos llegar a
rias, buscar todavía más tiempo libre, no saber obtener de los conflictos, así como la manera de
dónde dejar a los hijos durante la tarde y muchas evitar daños excesivos e innecesarios, depende del
otras razones están caldeando el ambiente. Parece estilo de respuesta que adoptemos. En conse-
que los padres y los maestros están enfrentados, cuencia, lo que estamos afirmando es que hay di-
pero lo cierto es que en el interior de cada grupo versas formas de responder a las situaciones con-
también hay puntos de vista diversos.» flictivas, algunas de las cuales son poco adecuadas,
En todos estos casos, y pese a las diferencias ob- mientras que otras suelen proporcionar resultados
mucho mejores.
Sin entrar en detalles, podemos
decir que las formas inadecuadas de
responder a los conflictos vienen da-
das por las aproximaciones pasivas y
las aproximaciones agresivas. Enten-
demos por aproximaciones pasivas
aquellas que ante una situación de
conflicto priorizan las respuestas de
huida o bien de acomodación. Se
trata de conductas que pretenden
evitar el conflicto por encima de to-
do, y para ello se opta por hacer oídos
sordos ante las dificultades para así no
tener que enfrentarse a ellas. Tam-
bién consideraremos pasivas aquellas
respuestas que optan por acomodarse
a las exigencias que impone la otra
parte cuando ya resulta imposible de-
soír el conflicto. Tanto la reacción de
JESÚS BOLINAGA.

huida como la de acatamiento son re-


acciones que no solucionan el con-
flicto, sino que lo evitan. Con ello
pueden lograr una paz superficial
que suele esconder resquemor y que

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habitualmente acaba disminuyendo la propia feli- con igual facilidad la aplicación de estrategias de
cidad, el bienestar en las relaciones interpersona- negociación o de cooperación. Es el sentido
les y la eficacia institucional. común el que dicta a menudo qué es lo más acce-
Las aproximaciones agresivas al conflicto son sible en cada caso concreto. Por otra parte, nego-
todas aquellas conductas que ante una diferencia ciación y cooperación son estrategias que pueden
de intereses o puntos de vista buscan el enfrenta- usarse sucesivamente: primero se negocia un
miento y la competición con el ánimo de vencer. acuerdo y luego es posible ampliar el marco de
En estos casos los competidores actúan con una coincidencias y empezar a colaborar.
lógica que a sus ojos les debe reportar los máxi-
mos beneficios. Sin embargo, las posturas agresi- Pasos en la resolución cooperativa
vas desembocan en una espiral de violencia o pro- de conflictos
vocan la pasividad de una de las partes. Ambos fi- No resulta difícil imaginar respuestas pasivas, agre-
nales son negativos para todos. En el primer caso, sivas y cooperativas a los conflictos escolares que
porque la espiral de violencia incrementa inútil y antes hemos descrito. Aunque es evidente que los
gratuitamente el lado más desagradable de los comportamientos de cooperación son los preferi-
conflictos. Y en el segundo caso, porque la pasi- bles, no es fácil operativizarlos. El buen sentido no
vidad que logra la parte agresiva no soluciona el siempre consigue vencer todos los obstáculos. Por
problema, sino que lo esconde. lo tanto, es útil tomar conciencia del tipo de con-
Si el buen sentido que atesoran de modo natu- ductas y estrategias que suelen facilitar una reso-
ral las personas no puede manifestarse y la res- lución cooperativa de los conflictos. Es cierto que
puesta al conflicto adquiere un estilo agresivo por conocer e incluso aplicar dichos procedimientos
ambas partes, se entra en una espiral conflictiva no garantiza el éxito. Es preciso ser consciente de
que tiende a incrementar el tamaño y la intensi- que los acuerdos y la colaboración nunca están
dad del problema. Estas situaciones se caracteri- asegurados. No obstante, tener en cuenta y usar
zan porque nadie quiere ceder en nada, se suelen esas estrategias es, sin lugar a dudas, una ayuda
cortar los lazos de comunicación entre las partes, que no conviene olvidar. Veamos, pues, qué pue-
cuando hay relación tienden a aparecer comenta- de hacerse para tratar de modo positivo los con-
rios hirientes y amenazas, se exageran en privado flictos escolares y no escolares.
los defectos del adversario y, finalmente, se pro- En la resolución cooperativa de conflictos con-
cede a cohesionar al máximo el grupo de los afi- vergen dos momentos, a menudo coincidentes
nes. Cuando se entra en una espiral de esta natu- en el tiempo, pero que se distinguen con claridad:
raleza el conflicto se habrá enquistado en las rela- la creación de un clima positivo y la aplicación de
ciones humanas y en la institución escolar. un conjunto de estrategias conductuales que pau-
Frente a estos estilos opuestos de respuesta a los tan la respuesta al conflicto (Puig, 1995).
conflictos, es posible imaginar un modo de en- El primer punto, la creación de un clima posi-
frentarse a ellos que priorice la negociación o la tivo, tiene por objeto producir unas condiciones
cooperación. Estamos imaginando un conjunto que permitan afrontar con las mejores garantías y
de comportamientos y estrategias que no buscan resolver sin violencia los conflictos que se presen-
la inhibición ni la supremacía de los intereses y
puntos de vista de alguna de las partes, sino que se
plantean conjuntamente la búsqueda de fórmulas
que permitan obtener beneficios a todos los im-
plicados. Tales objetivos de entendimiento pue-
den conseguirse por negociación o por coopera-
ción. En el caso de la negociación, estamos ante
una conducta de acercamiento de posiciones por
el método del regateo. Si hay voluntad de enten-
dimiento y espacio para lograrlo, es posible alcan-
zar un punto de equilibrio entre las cesiones de
una parte y la otra. La negociación supone acuer-
do, pero no colaboración. Se alcanza un compor-
tamiento de colaboración cuando la resolución
de los conflictos se lleva a cabo de manera coope-
rativa. En estos casos se trata de buscar una solu-
ción que satisfaga simultáneamente a ambas par-
tes. Es decir, se pretende identificar y reconocer
los intereses, puntos de vista o requerimientos de
JESÚS BOLINAGA.

cada interlocutor con la intención de trabajar


conjuntamente para satisfacer a ambas posiciones.
Aquí la resolución del conflicto abre paso a la
amistad y la cooperación.
No todas las situaciones de conflicto permiten

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tan. Este clima personal e interpersonal positivo


se facilita interviniendo en los siguientes ámbitos
de experiencia: la afirmación personal y el autoa- La resolución
precio; el cultivo de la confianza mutua; el desa-
rrollo de las capacidades comunicativas para com- cooperativa
partir sentimientos, informaciones y experien- Se articula a partir de dos elementos
cias; la construcción de un grupo o comunidad claves de trabajo:
que proteja y apoye a sus miembros, y la adopción
de una actitud positiva y optimista ante la vida. El Creación del clima escolar apropiado
trabajo en estos ámbitos de intervención educati- — Afirmación personal y autoaprecio.
va se lleva a cabo a través de la actitud que adopta — Cultivo de la confianza mutua.
el educador y al modo como la hace extensiva a — Desarrollo de las capacidades de
las relaciones entre los alumnos, pero también compartir sentimientos, información
puede propiciarse mediante ciertas actividades es- y experiencias.
pecialmente pensadas para conseguir los logros — Construcción de una comunidad
que acabamos de referir. En el artículo «Propues- que proteja y apoye a sus miembros.
ta de actividades», de este mismo Tema del Mes, — Aprendizaje de los medios para la
se explican algunos ejercicios que pueden ser de resolución de conflictos.
utilidad para lograr un clima escolar positivo. — Adopción de una actitud positiva y
En el segundo punto, las estrategias para la re- optimista ante la vida.
solución cooperativa de conflictos, se recogen y
ordenan un conjunto de pasos reflexivo-conduc- Diseño de estrategias
tuales de utilidad para enfrentarse a las situaciones — Orientar positivamente el proble-
conflictivas. Se trata de que el educador tenga ma planteado.
presentes esos pasos para ayudar a sus alumnos y — Definirlo.
alumnas a que los usen en la resolución de sus — Generar alternativas para solucio-
conflictos de aula, pero también para enseñarles a nar el problema.
que sean ellos mismos quienes los apliquen a las — Evaluar las alternativas y tomar una
decisión.
situaciones de su vida que les presenten algún
— Aplicar la solución adoptada.
problema. Asimismo, pueden ser de utilidad en — Evaluar los resultados.
la resolución de conflictos entre cualquiera de los
grupos que forman la comunidad educativa.

Orientación positiva hacia el problema y los datos objetivos de las inferencias, suposicio-
El primer paso es reconocer que lo normal es te- nes e interpretaciones no comprobadas. Este aná-
ner problemas, que no son más que situaciones lisis permitirá identificar los factores que ocasio-
inevitables que todos compartimos. A continua- nan el problema y establecer unos objetivos rea-
ción, la facilidad para calmarse es el primer síntoma listas para solucionarlo.
de que va a ser posible enfocar correctamente el El momento de toma de conciencia de las ca-
problema. Se trata, asimismo, de estar predis- racterísticas del problema se dirige prioritaria-
puesto a identificar y reconocer correctamente las mente a conocer informaciones como las si-
causas del problema, así como a sentirse capacita- guientes: ¿quién está implicado en el problema y
do para llevar a cabo acciones orientadas a resol- quién es responsable?; ¿qué está sucediendo?,
verlos. La orientación positiva hacia los proble- ¿qué estoy sintiendo?, ¿qué estoy pensando y ha-
mas debe implicar también la inhibición de res- ciendo?, ¿qué sucederá?; ¿dónde y en qué cir-
puestas anteriores que se han demostrado poco cunstancias se produce el problema?; ¿cuándo
útiles ante las nuevas dificultades. Todo ello con- empezó?, ¿por qué ocurrió? Pero además se trata
viene que se desarrolle en un clima de calma per- de que esta información pueda llegar a ser com-
sonal suficiente, que permita llevar a cabo los pa- partida por todos los implicados en el problema;
sos siguientes de un modo correcto y creativo. es decir, se debe lograr que el análisis y la defini-
ción del problema puedan llegar a ser comunes,
Definición del problema así como también los objetivos que han de orien-
La primera tarea consiste en delimitar y formular tar su resolución.
el conflicto que se está experimentando; es decir,
reconocer lo más objetivamente posible la natura- Idear alternativas
leza del problema y precisar los objetivos que per- Cuando se ha reconocido el conflicto y se cono-
mitirán orientar su solución. Para ello se trata de ce su naturaleza es posible precisar ya los intereses
buscar todos los hechos relevantes sobre el con- u objetivos de todos los implicados en relación
flicto. Una vez recopilados será posible describir con el tema que se ha problematizado y empezar
la situación conflictiva de manera clara, distin- a buscar soluciones que tengan en cuenta esas po-
guiendo las informaciones relevantes de las in- siciones respectivas. El criterio en este momento
trascendentes, y deslindando asimismo los hechos es producir el mayor número de soluciones alter-

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nativas, la mayor cantidad y variedad posible de seguir los pasos que a continuación explicamos.
opciones, evitando todavía emitir juicios sobre su — Tratar de manera individualizada cada uno
idoneidad. de los pequeños problemas que aparecen.
— Dar la palabra a la persona que ha planteado
Evaluar las alternativas y tomar una la cuestión para que pueda explicar el problema
decisión con mayor detalle. El maestro o la maestra pue-
Cuando se ha producido una cierta cantidad de den ayudarle haciéndole algunas preguntas para
soluciones alternativas llega el momento de eva- que exprese mejor sus puntos de vista. Puede ser
luarlas críticamente a fin de hallar aquella que pa- oportuno dirigirle cuestiones como: ¿qué ha pa-
rezca más adecuada. Los criterios que acaban di- sado?, ¿por qué te molesta?, ¿cómo te has senti-
rigiendo esta elección son básicamente dos: la do? o ¿cómo podría arreglarse? Se trata, en defi-
consideración positiva de las consecuencias que nitiva, de ayudar a que explique mejor el proble-
previsiblemente vaya a producir su adopción, y la ma, que se aclare su relevancia, que se destaquen
posibilidad de llevar a cabo realmente la alternati- las consecuencias que ha tenido para quien lo ha
va que parece más adecuada. presentado y los sentimientos que ha experimen-
tado.
Puesta en práctica de la decisión adoptada y — El siguiente paso consiste en pedir a la per-
evaluación sona o personas sobre las que ha recaído la acusa-
Una vez tomada una decisión se trata de operati- ción que expliquen su versión de los hechos. De-
vizarla; es decir, prever los detalles y los pasos que berían explicar qué hicieron, por qué lo hicieron
se han de seguir en su puesta en práctica y prever y qué les parece en este momento su actuación.
asimismo los mecanismos de control que permi- Se trata, en definitiva, de que se vean interpelados
tirán evaluar su eficacia. A partir de los resultados públicamente por lo que han hecho, pero tam-
será posible dar por válida la solución o, en caso bién de que puedan dar su versión y su opinión.
contrario, iniciar de nuevo el proceso de búsque- Sabemos que a menudo una parte de la culpa re-
da de soluciones al conflicto original. side en la persona que ha planteado el problema y
Estos pasos pueden estar en la mente del pro- merece la pena desvelarlo para que la justicia sea
fesor y permitirle mediar en situaciones escola- total.
res de conflicto; pueden ser también enseñados — Normalmente, la situación que se crea des-
a los alumnos y alumnas para que de manera pués de las explicaciones y del breve diálogo que
autónoma puedan aplicarlos cuando lo precisen; se entabla es idónea para que los implicados hagan
finalmente, el estudio de los conflictos puede ser las paces y se comprometan a no repetir todo aque-
uno de los temas a tratar en el área de Ciencias
Sociales.

El educador como mediador


En las clases de los más pequeños, y a menudo
también en las de los mayores, la convivencia se
llena de una infinidad de pequeños problemas muy
parecidos, muy repetitivos y a veces producto de
un espíritu algo quisquilloso. Sin embargo, pese a
su simplicidad y a su aparente falta de importan-
cia, son problemas reales, que preocupan de ver-
dad y que enturbian la convivencia. Por lo tanto,
hemos de pensar cuál es el mejor modo de tratar
esos temas a fin de que mejore la relación.
En cada grupo-clase suelen aparecer pequeños
problemas algo distintos, pero a modo de ejemplo
podemos considerar como tales cuestiones co-
mo las siguientes: «X siempre me molesta», «Me
han robado la goma», «X se hace el chulo», «En
el patio me han pegado», «X me ha insultado»,
«X no me deja trabajar»... y así podríamos ir re-
firiendo otros muchos casos parecidos. ¿Cómo
mediar en este tipo de cuestiones? Ante todo
pensamos que debemos admitirlas, acogerlas y
comentarlas. Además, debemos tratarlas a partir
de las apreciaciones y puntos de vista de los
alumnos y alumnas. Pero, ¿cómo hacerlo? Cree-
mos que puede ser útil adoptar una fórmula cla-
ra y sencilla, y además intentar utilizarla siem-
pre que se presente la ocasión. Es recomendable

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ánimo. Un comentario para terminar de la mejor


¿Cómo analizar manera, un comentario que ayude a plantear có-
mo ha de ser el futuro y, al fin, un comentario
un conflicto? que verbalice ciertos valores y actitudes que pue-
den ayudar en algo a que no se repitan conductas
poco deseables.
Podemos seguir estos pasos:
— Breve descripción del conflicto. Cuando nos encontremos ante casos muy re-
— Explicación de la historia del con- currentes, será preciso proponer un plan de ac-
flicto en cuestión (origen, evolución y si- ción y un compromiso por parte de los responsa-
tuación actual). bles a fin de modificar el tipo de conducta indesea-
— Descripción del contexto en que se ble. En estas situaciones será necesario buscar
desarrolla el conflicto. medios para recordar en el día a día los buenos
— Presentación de las partes que se en- propósitos y para favorecer el uso de mecanismos
cuentran en conflicto. de autorregulación personal.
— Exposición del tipo de problemas
que ha generado el conflicto: hechos que Análisis de los conflictos
lo han desencadenado, valores que se en- Muchos temas personales y sociales conflictivos
frentan, intereses contrapuestos y percep- adquieren una dinámica y se prolongan durante
ciones erróneas que complican o crean el tanto tiempo que acaban siendo incomprensibles.
conflicto. Este hecho, junto con la conveniencia de com-
— Análisis descriptivo de las acciones prender mejor las situaciones conflictivas, ha im-
y procesos que van modificando la situa- pulsado a muchos investigadores a proponer unas
ción conflictiva. pautas para analizar e intentar entender mejor las
— Búsqueda de propuestas alternativas situaciones de conflicto. Pensamos que tales pautas
para solucionar el problema de modo pueden ser útiles también en situaciones escolares y
justo, así como de medios para regular el
pueden facilitar una aproximación ordenada y sis-
potencial conflictivo que está en juego en
temática a distintas realidades conflictivas. El estu-
cada situación de controversia.
dio de situaciones de conflicto es, pues, un medio
privilegiado de comprensión crítica de la realidad.

llo que no ha funcionado correctamente. En la Aprender a solucionar conflictos


mayoría de los casos, la simple voluntad de no re- El educador puede mediar en muchas situacio-
petirlo es ya suficiente. Sin embargo, algunas ve- nes de conflicto; el estudio de los conflictos es un
ces, cuando el problema es muy persistente, me- camino de comprensión de la realidad, pero re-
rece la pena buscar otros medios para facilitar que sulta quizás más necesario todavía enseñar a los
el compromiso se cumpla. alumnos a manejar por su cuenta los conflictos
— En otras ocasiones, y también cuando se ha sin caer en la confrontación. La propuesta que
llegado al acuerdo de hacer las paces, puede ser reproducimos a continuación presenta una acti-
oportuno que el educador diga una última palabra vidad de papel y lápiz para familiarizarse con los
de sosiego, de justicia, de reconsideración y de pasos que hay que dar para encarar de manera po-
JESÚS BOLINAGA.

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sitiva un problema. La estructura de la actividad en cambio puede afirmarse que predisponen po-
se basa en la repetición de tres tipos de ejercicio sitivamente a mejorar el estilo personal de res-
para cada uno de los pasos conductual-reflexivos: ponder a los conflictos. w
primero, adquirir información sobre cada uno de
los pasos que dar en la resolución de conflictos; Referencias bibliográficas
Grasa, R. (1991): «Resolución de conflictos», en Martínez,
segundo, ver cómo lleva a cabo cada uno de los M., y Puig, J. (comps.): La educación moral. Perspectivas de fu-
pasos un personaje imaginario que actúa como turo y técnicas de trabajo, Barcelona: Graó, pp. 105-112.
Oyhanarte, M. (1996): «Los nuevos paradigmas y la media-
modelo; y tercero, responder a ciertas preguntas ción», en Gottheil, J., y Schiffrin, A. (comps.): Mediación:
que invitan a cada alumno a que sea él quien re- una transformación en la cultura, Barcelona: Paidós, pp. 17-35.
corra los distintos pasos en la resolución de con- Puig, J. (1995): La educación moral en la enseñanza obligatoria,
Barcelona: ICE/Horsori.
flictos. Actividades de esta naturaleza permiten
tomar conciencia sobre qué tipo de recursos
pueden usarse en situaciones de conflicto. No se * Josep Ma Puig Rovira es profesor de la Facultat de Pe-
dagogia de la Universitat de Barcelona.
trata de una solución absolutamente segura, pero

¿Cómo resolver un problema?


Resolver positivamente los son bromas; te burlas de noso- ¿Qué cosas vas a hacer o decir
problemas te ayudará a evitar tros y nos insultas». Para Juan para aplicar tu proyecto? Si has
discusiones y algunos disgustos. las cosas no son así: «Ésa no es buscado la solución con tus
Además, al solucionar situacio- mi intención. Yo en cambio amigos, deberías diseñar tam-
nes difíciles conocerás mejor a siempre he pensado que sois bién con ellos la forma de lle-
tus amigos y sabrás qué piensan unos exagerados; quizás poda- varla a cabo.
y cuáles son sus sentimientos. mos hacer algo para entender- Juan decide cómo manifestar
Todos resolvemos problemas nos mejor». con claridad su nueva actitud:
con cierta frecuencia, pero no «Moderaré mis bromas y, si me
siempre lo hacemos de un mo- Buscar soluciones paso, advertiré que no van en
do creativo y cooperativo. Pro- Se trata de que pienses varias serio. Pensaré dos veces cada
ponemos un procedimiento soluciones y selecciones la que ocurrencia que tenga y luego
que, a pesar de no constituir un te parezca mejor. Haz una lista intentaré llevarla a cabo con
remedio milagroso, puede re- y valora las ventajas y los incon- humor. Pediré a mis amigos
sultar de gran utilidad. venientes de cada una de ellas. que me avisen si alguna vez les
¿Cuál te parece la mejor? Si has ofendo: seguro que todo va a ir
Aclarar el problema y comentado el problema con tus mejor de esta forma».
comentarlo con los demás amigos, conviene que ellos ha-
Debes analizar el problema y gan lo mismo. Comprobar los resultados de la
las razones que lo han provoca- En el caso de Juan, éste plan- solución propuesta
do; luego conviene que lo ex- tea algunas estrategias: «Podría Debes comprobar si has puesto
pliques clara y directamente a no hablar con aquellas personas en práctica tus buenas inten-
tus amigos y que a la vez escu- que se enfadan; evitaría riñas, ciones y si ha servido para so-
ches lo que piensan y sienten pero me quedaría sin amigos. lucionar el problema inicial.
ellos. Haz una prueba: explica, También puedo optar por no Responde a las siguientes cues-
de forma sencilla, un problema hacer más bromas: es una posi- tiones: ¿has solucionado el pro-
que tengas o hayas tenido con bilidad, pero me resulta impo- blema tal como habías previs-
tus amigos y responde a las si- sible no ser bromista. Quizás to?, ¿cómo han reaccionado tus
guientes preguntas: ¿qué causas no deba hacer caso cuando se compañeros?, ¿qué piensas ha-
crees que lo han provocado?, enfadan, pero eso no evita que cer ahora? Puedes contrastar tu
¿qué sentimientos te provoca el lo hagan y a mí no me gusta. opinión con la de tus amigos.
conflicto?, ¿qué piensan y sien- Puedo intentar moderar mis La evaluación que hace Juan
ten los demás compañeros im- bromas para que no parezcan es la siguiente: «Hace ya unos
plicados? burlas personales; quizás resulte días que intento moderar mis
Por ejemplo, Juan plantea un una buena solución, y además bromas y creo que en buena
problema que le ocurre fre- les avisaré cuando crea que me parte lo he conseguido. Voy a
cuentemente: «Tengo broncas he pasado». preguntar cómo lo ven mis
con mis amigos porque se enfa- amigos y seguiré esforzándo-
dan cuando les hago alguna ¿Cómo voy a llevar a cabo la me».
broma. Creo que todo se lo to- solución elegida?
man a mal y que no me entien- Debes decidir cómo aplicarás NOTA: Este texto recoge una propuesta de
Isabel Carrillo dirigida a trabajar la reso-
den». Cuando se lo comenta, esta solución: dónde, cuándo y lución de conflictos con alumnos del ciclo
ellos le responden: «Lo tuyo no cómo la pondrás en marcha. superior de Educación Primaria.

Abril / N.0 257 / Cuadernos de Pedagogía 65

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