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Hola Belkis Gomez,

A través del Salmo 19, hemos seguido el recorrido de una vida totalmente
entregada a Dios. Empezamos hablando de la inspiración que la creación
produce en nosotros, y terminamos hablando de nuestro deseo por obedecer a
Dios en todo, y de no hacer nada que le desagrade, ni siquiera por ignorancia. 

El rey David concluye este salmo diciendo: “Sean gratos los dichos de mi boca y
la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor
mío” (Salmo 19:14).

Este es uno de mis pasajes favoritos de las Escrituras. ¡Muestra una apertura tan
grande de corazón hacia Dios! Ese deseo de ser agradable a Dios aún en el más
mínimo detalle es sencillamente precioso. 

La boca y la mente son dos de las áreas que más nos cuesta controlar a las
personas, y en las que más frecuentemente caemos. Es fácil dar rienda suelta a
nuestra lengua y a nuestros pensamientos, sin darnos cuenta de que podemos
estar dañando a otras personas, y desagradando a Dios. 

Sí, nuestras palabras y pensamientos tienen un gran impacto en la manera


en la que vivimos, y nos afectan directamente, ya sea para bien o para mal. Es
por eso que es tan sabio el buscar ser fieles en cada uno de ellos, y agradar con
ellos a Dios.

Belkis Gomez, que tus palabras y pensamientos reflejen la gloria de Dios. Te


invito a que en este día te propongas ser más consciente de las palabras que
salen de tu boca, así como de los pensamientos que rondan por tu cabeza.
Analízalos, y aquellos que no sean conforme al corazón de Dios, ¡proponte
echarlos fuera de ti! Verás el impacto tan positivo que esto tiene en tu vida ;)

Te llevo en mi corazón,

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