Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA N° 4
Durante este periodo no serán sólo los niños/as los que experimentarán nuevos
cambios; también los padres experimentan una nueva forma de percibir a su
pequeño. Lo primero que salta a la vista es que “su bebé” es más autónomo y
puede hacer muchas cosas por sí mismo. Su capacidad de andar, conquistada
este mismo año, es ahora mucho más firme y segura. Así lo percibe el propio
niño, que no pierde ocasión para lanzarse a “correr”, a pesar de que en estas
“carreras” acabe muchas veces de bruces en el suelo. Su desarrollo lingüístico le
permite comprender bastantes cosas, incluso pequeñas conversaciones que
giren sobre cuestiones cotidianas. Además, su vocabulario está creciendo a un
ritmo notable.
Aunque, como veremos, hay motivos biológicos que subyacen a este
incremento, el perfil que suelen adoptar las interacciones y juegos con los
padres, hermanos y educadores también es un factor que ayuda a esta rápida
progresión.
No hay duda de que el niño se revela ahora más consciente de quién es él,
dónde está, qué puede hacer y qué no. Esto último causa no pocas frustraciones
en el pequeño que fácilmente pueden desencadenar una rabieta. Sin embargo,
los padres ya no perciben estas pérdidas de control únicamente como un estado
1
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
Para los profesionales del desarrollo, quizá el cambio más importante que
emerge hacia el final del segundo año de vida es la capacidad de pensar
utilizando representaciones mentales.
2
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
Entre los dieciocho y los veinticuatro meses, los niños/as adquieren confianza
en su proceso de andar. Este hecho los convierte en audaces exploradores. El
poder deambular con seguridad les confiere una cierta autonomía que en
ocasiones aprovechan para tratar de “ir por su cuenta”. A esa edad los padres
tratan de tener a los pequeños bajo su control cogiéndolos de la mano, aunque,
a veces, los niños se resisten. Les encanta jugar al “corre, corre, que te pillo”,
caminar tirando de un juguete y a esconderse. En realidad, a los dieciocho
meses los niños aún no corren, más bien caminan deprisa y con pasitos cortos,
pero hacia el segundo cumpleaños inician la carrera, aunque con un equilibrio
aún precario. Este hecho les impide, por ejemplo, correr tras una pelota y darle
patadas al mismo tiempo. De forma que, aunque a la mayoría de los niños les
encanta que les tiren la pelota, jugar a chutarla es una actividad que deberemos
reservar para el próximo año.
Suben las escaleras, poniendo los dos pies en cada escalón, pero bajarlas es
una “tarea de riesgo” que solucionan volviendo a esquemas motores muy
dominados: descienden las escaleras gateando al revés o recurriendo a los
brazos de los padres. Entre sus nuevas “proezas” se encuentran el inicio del
salto (sobre los dos pies) y, si se agarran a un punto estable, pueden levantar un
pie sin perder el equilibrio (durante unos segundos). Sin embargo, al agacharse
para recoger un juguete aún precisan apoyo, ya que de lo contrario se caen.
3
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
4
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
Entre los dieciocho y los veinticuatro meses, los niños inician importantes
avances en el desarrollo lingüístico que alcanzarán su máxima expresión a
edades posteriores. Por un lado, los avances se hacen evidentes en el repertorio
de palabras que el niño va a utilizar, tanto en lo que se refiere a la cantidad que
va incluyendo en sus producciones como en su adecuación a las formas sonoras
adultas. Por otro lado, con el advenimiento de las primeras combinaciones de
palabras antes de que el niño cumpla dos años, se considera que empieza el
proceso de gramaticalización; es decir,
la utilización de los mecanismos
gramaticales de su lengua.
La edad en la que los niños alcanzan las
primeras cincuenta palabras se sitúa en
torno a los dieciocho meses.
A los veinticuatro meses los niños
pueden llegar a tener un promedio de
324 palabras.
4.4. Cognición
Nos encontramos ahora con un niño que no necesita experimentar una acción
sobre un objeto, sino que puede “evocarla”, “traerla” a la mente y decidir
entonces si es apropiada para un objetivo determinado o no. Piaget diría que los
esquemas de acción se han interiorizado y el niño puede representárselos antes
de la acción misma.
5
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
Este último aspecto marca un tipo de juego entre padres e hijos. Se trata del
juego funcional en el que se reproducen los significados culturales y prototípicos
de los objetos y situaciones que forman parte del mundo cotidiano del pequeño.
No hay estudios que nos puedan precisar porqué los niños no representan las
acciones cotidianas mediante los juegos anteriormente citados (exceptuando
alguna imitación diferida esporádica). Sin embargo, por todo lo comentado en las
secciones anteriores de este capítulo, podemos inferir que la capacidad de
representarse acciones y situaciones conocidas es indispensable para iniciar un
juego de esta índole. Ahora, ante una cuchara de plástico el niño no se limitará a
prácticas sensomotrices.
6
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
Por ejemplo, cuando la madre acerca una cuchara de juguete a la niña, ésta
responde abriendo la boca y diciendo “uhmm” o “ñam-ñam”. Vemos ahí un inicio
de comprensión, de saber “de qué va aquello” y en función de esas imágenes o
representaciones mentales, adecuar una sencilla acción a la petición de juego.
La celebrada adquisición del juego de ficción o simbólico se centra en los
progresos infantiles y deja de lado los mecanismos comunicativos que realizan
los adultos en sus interacciones con los niños y en su posible influencia. Otros
mecanismos comunicativos de las madres (y probablemente de los padres)
juegan un importante papel en la emergencia de los procesos cognitivos que
subyacen a la construcción de los significados. Al final de ese nivel, pasado ya el
segundo cumpleaños, los niños/as no sólo son capaces de participar en
múltiples juegos funcionales, sino que emerge en ellos la voluntad de dirigir por
sí mismos el curso de las acciones.
Las capacidades en progreso que el niño denota a esta edad tienen otra cara
de la moneda.
Los padres se dan cuenta de que el negativismo y las rabietas del niño de esa
edad no son sólo una pérdida de control y por ello, muchos progenitores pasan
de “sentirse preocupados” por los arrebatos de sus hijos a “sentirse enfadados”.
7
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.
El que los padres entiendan correctamente desde estos primeros años de vida
infantil el concepto de disciplina es muy importante para el desarrollo de la
personalidad del niño, que será más tarde un adolescente.
Demanda de madurez. Presión que ejercen los padres para que sus hijos
consigan un cierto nivel de ejecución en alguna habilidad.
Claridad de comunicación. Búsqueda de la opinión de los niños y ejercicio
del razonamiento o capacidad de diálogo para negociar los acuerdos.
8
FORMACIÓN BIOPSICOSOCIAL DE NIÑAS Y NIÑOS DE 0 a 5 años MSc. ILSEN IRIS ARCE R.