La busqueda de un
nuevo alfabeto corporal
en la escuela
eCuales son
los criterios
disciplinadores que
reducen nuestra
corporalidad
ymotricidad a
patrones que
siguen pautas
hegeménicamente
preestablecidas?
2Como romper
con los corsés
simbélicos? 2Es
posible establecer
un nuevo Ienguaje
para crear sujetos
libres y criticos
de las practicas
corporales
establecidas? El
autor avanza sobre
estas preguntas
poniendo el foco
enel proceso de
to corporal en la
escuela primaria y,
especificamente, en
laasignatura que
tiene por objetivo
explicito el abordaje
de lo corporal: la
educaci6n fisica.
EI cuerpo de la modemidad occidental,
nacido a fines del siglo XVI, surge como una
realidad anatémica escindida del alma o del
pensamiento, formula en la que se basa el
pensamiento dualista cartesiano.
Esta escision mente-cuerpo permitié pen-
sar y actuar sobre lo corporal entendiéndolo
como “limite de la individualidad” y recin-
to del sujeto, abriendo asi el camino para
que el cuerpo pueda ser visto como objeto,
como una realidad ajena a la esencia hu-
mana, “cuerpo despojado del hombre” (Le
Bretén, D., 2006).
Es desde esa objetivacién e individua-
lizacién del cuerpo que se establecieron
pardmetros que toman a la rectitud fisica
yaa pasividad como objetivos a perseguit.
Este modelo proveniente del mundo atis-
tocratico se va extendiendo més alla de su
clase e impacta en los sectores mas humil-
des, aunque en ellos convivan, resistiendo
al hegeménico, otros modelos y précticas
corporales.
EI corsé, la faja y el vendaje fueron, en
es08 siglos, los mejores simbolos de una
sociedad que vela en la quietud y la recti-
tud virtudes que era necesario desarrollar. El
cuerpo hecho objeto es moldeado a través
de procedimientos compresivos, acciones
que tenian por principales destinatarios a
los nifios y nifias de la época,
La medicalizaci6n de lo corporal
En el siglo XVIII, la medicina comienza a
imponer, progresivamente, un discurso en
relacién con la correccién corporal, con un
peso importante de prescripciones pedagé-
gicas dirigidas no solo a los propios médi-
cos, sino a los padres. Es de destacar que
con la llegada de la medicalizacién de lo
NOVEDADES EDUCATIVAS « N° 278 « Febrero 2014
Héctor Cirio
corporal llega también un cambio cualitative
en las formas de tratamiento de la posturs,
el cuerpo y sus correcciones. Se produce uns
critica muy dura, especialmente hacia el com
sé, ubicando su utilizacién dentro del com
cepto de “practicas casi barbaras” (Vigarello,
G,, 2005).
La correccién del cuerpo ya no estaré ba-
sada en la constriccién estética y pasiva, Le
visién cientifica que aporta la medicina per-
mite pensar al cuerpo humano como una
maquinaria sobre la cual es necesario actuar
para buscar la rectitud, pero basados en una
necesidad higiénica y fisiolégica.
Comienzan asi a crearse, paulatinamen-
te, los ejercicios con los que se buscaré ese
correccién postural, estableciendo de ese
modo “una nueva pedagogia de la postura
tuna pedagogia que avanza estableciendo
teglas, obligaciones, quizés més sutiles, sub~
terréneas, pero alli presentes (Vigarello, G.
2005).
Se establece qué misculos, qué articul
ciones y qué movimientos son necesarios
realizar para conseguir la rectitud corporsh.
que sigue siendo el norte, aunque, es
ver, a través de ejercicios pensados dete
ladamente.
De esta forma se estableceré un conta
estricto sobre los movimientos que se vole
ran estandarizados y repetitivos, en una =
militud indudable con los métodos estab
3s para la produccién, tras la Revolucie
Industral
El cuerpo del siglo XX
Desde fines del XIX, pero especialmene
durante el siglo XX, se afianza el concent
de cuerpo medicalizado, sustentado bait
logica de la busqueda de la salud, el commas
Ideas y Recoryel disciplinamiento. En este sentido, se comienza a dar
gran importancia a lo fisiolégico y al fortalecimiento de
los grandes sistemas, como el circulatorio y especial-
mente el respiratorio, con lo cual se establecen parame-
tros de la corporalidad deseada y, con ella, patrones de
belleza para la época. Las espaldas y pechos amplios,
con cinturas finas, etc., son tomados como modelos a
seguir. Se sumaran asi, los ejercicios analiticos ~pro-
pios de la gimnasia~ con los que espectficamente se
buscaba trabajar minuciosamente los diferentes grupos
musculares, actividades que implican un compromiso
“mas global del nifio o nitia.
Se abriré paso de esta forma, al ingreso del deporte
“como actividad de la educacién fisica y a pesar de las
“discusiones entre ambas ~gimnasia y deporte, logra-
ran complementarse en la construccién del modelo de
cuerpo.
Pero para producir estos cambios, y sobre todo para su
extensién a todos los nifios y nifias, seré necesaria la ac-
cién de la escuela y, dentro de ella, de la educacién fisica.
Serd en este periodo que la escuela publica como institu-
cién masiva y obligatotia, y la educacién fisica como asig-
natura especifica de lo corporal, se transformarén en un
‘4mbito privilegiado para las acciones sobre la infancia.
Lo corporal en la escuela
‘Mas alld de la perspectiva enciclopedista de la escuela
y del aparente abandono de la educacién de lo corpo-
ral, desde sus inicios el discurso pedagégico moderno
se centré en la regulacién y control del cuerpo infantil
Formaciones, marchas, los modos “correctos” de pararse,
de mirar, de colocar los brazos -y especialmente las ma-
nos-, fueron objetivos explicitos en la escuela. La propia
estructura de los edificios, patios, salones y mobiliario
escolar se orientaban en ese sentido,
Escondido bajo el orden necesario para el aprendizaje,
se imponen el silencio, la quietud, la postura recta para
fa lectura y la escritura, el respeto sumiso al adulto, et-
cétera,
{Al mismo tiempo, se marcaron, desde la propia escue-
fa, las diferencias entre lo que debian ser las formas y
comportamientos de nifos y nifias, no solo diferencia-
dos, sino ademés estableciendo entre ellos criterios de
superioridad masculina.
Asi, durante el siglo XX, la escuela va conformando,
Jenta pero ininterrumpidamente, un cuerpo de la infan-
cia atrapado en la logica de la modernidad. La dualidad
mente-cuerpo, en la cual el segundo est subvalorado y
supeditado al primero, establece una corporalidad deli-
mitada por los parémetros de la época. No habré espacio
ni tiempo institucional para la individualidad, el desarro-
lo de la creatividad o lo esponténeo y se marcarén a fue-
0 los comportamientos y actitudes correctas de varones
ynifas.
www.noveduecom
La corporalidad y motricidad
marcada por el género
Esta construccién hegeménica del género masculino
como dominante contribuyé muy especialmente a que
haya “movimientos de nifios” y “movimientos de nifias”,
que la expresién corporal o la danza sean sinénimos de
femineidad, en tanto el deporte o los juegos de fuerza y
rendimiento lo sean de la masculinidad. Estos estereoti-
os fueron -y continian- atando nuestra corporeidad,
dejandola presa de preconceptos y limitando la posibili-
dad de un lenguaje corporal que nos permita desarrollar-
nos como sujetos plenos.
Sin embargo, en esta educacién definida desde el gé-
nero, sibien las nifias quedan en un lugar de inferioridad
~medido, evidentemente, por pardmetros masculinos-,
cabe destacar que los nifios también ven reducida su
masculinidad a aquellos aspectos aceptados Socialmen-
te. La masculinidad hegeménica es aquella que favorece
cl desarrollo de lo fuerte, lo répido, al tiempo que deja
a un lado la gracia, la delicadeza, la sensibilidad 0 los
sentimientos.
Pero, ademas, es aquella que deja completamente fue-
ra de los géneros petmitidos a aquellos que no formen
parte de esta dicotomla. No hay espacio para los otros,
ni para la homosexualidad, ni aun para aquel que desde
la heterosexualidad se aleje de los patrones establecidos
como validos.
Ruptura de los modelos hegemonicos
A pesar de sus diferencias, que necesariamente de-
ben ser tenidas en cuenta al pensar la educacién en
lo que tiene que ver con lo corporal y lo motriz, los
nifios y nifias del siglo XX! presentan algunos elementos
esenciales a la época que son comunes y que también
deben ser analizados. La simplificacién de la realidad,
muchas veces nos puede llevar a planteos reduccionis-
tas. Tratar de tomar en cuenta los diferentes aspectos
de la realidad y analizarlos en su complejidad dialéctica
se vuelve una tarea docente de real trascendencia. El
contexto social donde se desarrolla la ensefianza, los
aspectos de género, las experiencias motrices previas,
los deseos y busqueda de los nifios y nifias, etc, no
pueden escapar a nuestro analisis.
Asi, por ejemplo, no alcanza en el drea de lo corpo-
ral con dar a unos lo que tienen los otros. Sin lugar a
dudas, sera sumamente positivo y un gran avance que
la escuela permita acceder a una piscina a los ninios
y niifias de barrios carenciados o habilitar tiempos de
juego libre para los niftos de clase media que viven
muchas de sus horas extra escolares sin oportunidad
de hacerlo en su barrio. Establecer igualdades en las
oportunidades de acceso o realizacién de actividades
NOVEDADES EDUCATIVAS « N° 278
rebreozors€8 un aspecto central, pero insuficiente y parcial si se
queda solo en eso.
Quizas tampoco sea suficiente la sola inclusién de
huevos contenidos en el curriculo, tratando con ellos
de compensar 0 equilibrar las formas hegeménicas,
sin avanzar realmente en cuestionar el tipo de relacién
que se establece entre ellos. El ingreso de la expre-
sién corporal, la danza o las actividades circenses, si
bien aporta en la busqueda de ese nuevo lenguaje,
no resuelve la situacién por su sola inclusién. Es més,
Podrian llegar a “tecnificarse” estos contenidos y caer
asi en formas competitivas 0 puramente técnicas que
no busquen el desarrollo del sujeto como ser libre y
auténomo.
Puede ocurrir, entonces, que el cambio en profundi-
dad que queremos realizar se vuelva solo un cambio par-
al y aislado, 0 cambios que finalmente se estancan 0
‘etroceden, “porque tomamos una innovacién por vez €
hicimos con ella un parche', y es lo que puede ocurrir si
Pensamos solucionamos este tema con la sola inclusién
de actividades expresivas en el curriculo de la educacién
fisica escolar (Fullan, M. y Hargreaves, A, 2006).
Lo corporal en la escuela y dentro de ella, especial-
mente en la educacin fisica, debe tener una revision
Profunda repensando Io que han sido los ejes de la mo-
demidad y, especialmente, los grandes cambios de las
Ultimas décadas con sus consecuencias sobre la educa-
cién para, a partir de ella, poder elaborar una propuesta
que tome a los nifios y nifias como sujetos, en la biisque-
da de ciudadanos criticos, reflexivos y actuantes sobre la
fealidad social y sobre su individualidad.
EI lenguaje corporal ha sido reducido y condicionado
8 tal punto que nifios y nitias construyen su historia cor-
Poral como semianalfabetos motrices, atrapados por una
sociedad que discrimina, en el lenguaje gris de la homo-
HY soveosves eovcarnas-w a7 -Febre20
NOVEDRDESFOUCATAS-W aH -Febree 2014
geneidad, la sobriedad y la repeticion. La alfabetizacion
corporal parcializada que recibe de la educacién fisica
~mayoritariamente- es la de los esquemas técnicos, de
movimientos estereotipados, copias repetitivas del mo-
delo que se genera en los émbitos deportivos del alto
rendimiento,
éCémo romper con los esquemas discriminatorios que
determinan que el alumno o la alumna “correctos” son
delgados, atléticos, coordinados, cuando nuestro objeti-
vo debe ser la educacién y ensefianza a todos y todas los
nifios y niifas, y no transformar la escuela en un “semi-
Mero de deportistas”? (Aisenstein, A, 1998). Si hay otra
educacién fisica posible, La qué lenguaje corporal hace
referencia? {Como avanzar en ese sentido?
La alfabetizaci6n corporal
Tomando la metéfora de las nuevas alfabetizaciones,
emergentes o miiltiples (Dussel y Southwell, 2005), cabe
hhacernos la pregunta no solo sobre si es necesaria una
re-alfabetizacién corporal, sino también cuestionarnos
‘cual seria el origen de ese lenguaje alternativo que nos
permitira acceder a este cédigo cultural especifico, 2
comprenderlo y a usarlo creativamente,
Creemos que la ruptura con la dicotomizacién esta-
blecida debe ser uno de los objetivos de ese proceso
de elaboracion de un nuevo lenguaje corporal. En ese
sentido, la divisién y fraccionamiento del nifio y de la
nifla en mente y cuerpo, como entidades separadas, ca-
Paces de ser “ensefladas” en forma auténoma una de
la otra, es uno de los elementos centrales a tener en
cuenta. Esta revisién implica no solo ingresar, al curricu-
lo de la educacién fisica, contenidos como actividades
expresivas 0 juegos cooperativos. Sera necesario tam-
bién revisar la dindmica y las logicas de los conteni-
dos (mal) llamados “*tradicionales" de la disciplina. Si
Ro se quieren “parches’, pequefios cambios que luego
terminen siendo absorbidos por el sistema, habré que
apuntar a cuestionar y revisar el deporte escolar con su
légica ganador-perdedor, mejor-peor, etcétera. De igual
manera, habré que revisar la gimnasia o la llamada “for-
macién corporal” para empezar a romper con la vision
de cuerpo-maquina que muchas veces se sostiene des-
de el drea de la educacién fisica. Comprender al nifio y
a las nifias como sujetos integrales desde lo corporal,
los sentimientos y el pensamiento puede ser un primer
Paso. Pero écémo avanzar en la construccién de ese
huevo lenguaje corporal?
El lenguaje corporal del siglo XXI
En las uiltimas décadas se sucedieron vertiginosos cam-
bios que han establecido nuevos elementos a tener en
‘cuenta para poder analizar la corporalidad, la motricidad
yel lenguaje corporal de las nifias y los nifios.
Ideas y RecursosEspecialmente sobre finales del siglo XX y en la actual
dad, los niios y nfias cada vez mas son vistos como con-
sumidotes potenciales y a ellos/as se destinan esfuerzos
para su captacién en una accién en la cual “antes de ser
reconocidos como ciudadanos, fo son como consumido-
res" (Redondo y Fernandez, 2008).
La accién de los medios masivos de comunicacién
apunta en este sentido. No hay aspecto de la vida de
los nifios y las nifias que no sea utilizado por los me-
dios como objeto a ser consumido y, por lo tanto, ex-
puesto desde esa “tirania blanda que se impone por
seduccién y consumo facil” (Urresti, 2006). Lo corporal
es objeto especial de los medios ~y no solo de la pu-
blicidad-, generando y fortaleciendo modelos hege-
ménicos.
La ensefianza sobre la corporalidad y motricidad in-
fantil no puede dejar a un lado estos aspectos y debe
“tomar el guante” que se nos lanza desde la pantallas.
Las relaciones de género, la decodificacién de la publi-
Cidad, las adicciones generadas desde la TV 0 la com-
putadora, etc, deben formar parte del curriculo. Surge
asi “una nueva tarea, la de preparar a los jévenes para
filtrar, seleccionar y procesar la informacién” (Balardi
2004). {Qué otra institucién si no la escuela puede -y
debe- hacerse cargo de esta tarea? CQuién otro si no
el docente de educacién fisica debe trabajar sobre la
construccién de una corporalidad diferente, que nece-
sariamente incluye la reflexién y acci6n sobre los mode-
los hegeménicos que se nos imponen?
Escuchar las voces corporales
de nifios y nifias
Apesar de los intentos por disciplinar y controlar lo
conporal, muchas otras veces, “desde lugares a veces
ear ie
Brouocnaria
‘isenstein, A. (1998). "Depot y escuela Useparados al nacer® Bue-
‘nos ites Disponible en: tp, Aumeldeportes.com/eldlla/angela.him,
{consult febrero 2013)
Blain, S. (2008). “De deejay y cberchabones.Subjetiidades juve-
niles yciberclura” En Revit lovenes (20). Méjio.
Dussel | y Southwell M. (205). "Lnguajes en plural. a escuela y las
uevasalobetizaciones" En! Monitor W1. Buenos Aes. Disponible en;
np: /teoime govar/moritor/o15/éessier hm (Consulta fb, 2015]
Fale, my Hargreaves A. 2006). a escuela que queremos Las objed-
vos pols cuales vole fa pena luchar. Buenos Aes: Amora
Giimson. Ay Bidsece, K (comps) (2013). Hegemonta Cultural y pall
tia de a ciferencia, Buenas Aes: CLACSO.
le Bretn, (2006). Anroplogia del cuerpo y modemidod. Buenos
Ares: Nueva Vsén.
‘Moreno, W. 2003). “El cuerpo enl escuela os dispostvos de a su-
jetacién'En Resto Cura Sem Fronsres, V9, num. 1. Colombia Dis-
wwwnoveduc.com
inhéspitos, invisibilizados, en contravia a la insolida-
ridad del mercado", surgen otras formas de interven-
cién corporal, otras précticas alternativas (Moreno,
2009),
Muchas de esas précticas corporales estén presentes
cen los espacios extra-escolares como el barrio, mientras
otras son introducidas por docentes innovadores que,
muchas veces en forma aislada, intentan dar respuestas
a los problemas de la corporalidad en la escuela. Otras
~muchas- surgen de la propia creatividad de las nifias y
los nifios en el patio escolar.
Un nuevo lenguaje corporal en la escuela, una alfabe-
tizacién emancipatoria, que contemple diferentes formas
de expresién y que desarrolle la creatividad, nos plantea
el desafio de “dar voz a los nifios’, no solo la que surge
de la charla y reflexién, sino aquella que aparece en los
juegos y actividades del patio escolar, pero que solo pue-
de ser vista por ojos —docentes- que deben estar abier-
tos para ello (Stagno, 2011).
Habilitar esos espacios de surgimiento de nuevas
expresiones, abierto a la creatividad y a la espontané
dad; apuntar a revisar y recrear las précticas corporales
“clésicas’, abriendo espacios a revisar sus légicas es-
tablecidas, puede ser un paso importante en ese sen-
tido, abiertos a que lo nuevo no hable exactamente
el lenguaje que estamos acostumbrados 0 esperamos
escuchar,
“Aveces los subalterno no ‘habla’: baila, pinta, se disfra~
2a, rompe, construye, se rie 0 guifia un ojo. Las armas de
los débiles son muchas, son complejas y habitualmente
si se disculpa la reiteracién— son exactamente débiles”
(Grimson, 2013). Ayudar a fortalecer esas expresiones
débiles, a veces esporddicas, pero presentes, permitir
que se desarrollen, puede ser un paso para la busqueda
de un nuevo alfabeto corporal en lo escolar.
Ponble en: htp://wa_curiculosemfrontecas.org/volsssarticles/:en0-
Feno.p [Consulta eb. 2013].
Redondo, Py Fenéndez, M. (2008), Pensa los nits, aproximaciones
‘alos debates en tora o lo educacién dela primera infanca. Buenos Ai-
res: FLACSO.
‘Stagno, L. (2008). "El descubrimiento dela infancia, un proceso que
‘an contnda’. En Saberes y prctcas escolares. Buenos Aires. FLACSO/
Homo Sapiens.
igarallo,G. (2008). Corregir el cuerpo, Historia de un poder pedagig-
‘0, Buenos Aires: Nueva Visén.
Hector Cio es profesor coordinador de Education Fisica del Consejo de
Educacin Inia y Primaria, Uruguay. Profesor del Consejo de Educacin
Secundatia, Docente del instituto Universitario Asociacién Cristiana de 16-
‘venes (UAC). Especaista en Curriculum y Précticas Escolares (Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Avgentna) Ce: hcifosgmlcom