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KA Mas alla de las fronteras En busca de los cuerpos “tatuados" Sauna ere Tee ee cios abiertos, los lugares acultos, lo posible y eee as eae Ge eas ee Dee Ca ais CR ae eee ae na eae cee ce eet ee ‘cuerpos y los movimientos dé alumnos y docentes Ere eta kere Alli los cuerpos toman perspectiva, encajando y desen- [cajando, nutriéndose con docilidad de saberes y logicas es- colares © resistiendo y desafiando las normas con légicas externas. Al atravesar la puerta, es posible observar que la cul- tura escolar se mezcla con los rituales procedentes de las culturas populares; el lenguaje académico convive con cédigos de las culturas juveniles, los tiempos y los, espacios son disputados, apropiados y resignificados Por los distintos actores. En este escenario intercultu- ral, se torna dificil distinguir el limite de las fronteras culturales. La escuela se prese fe cruce de cuituras”.! Relato de un dia de escuela: entre fas rosas y las rejas asi como “un espacio ecolégico Hoy paseo por un lugar especial. Algunos rosales bien poda- dos, una bonita fachada de ésas que parecen cobrar cierta, belleza con el paso de los afios. odo esta limpio y cuidado y casi lego a sentir que me invitan a pasar. Traspaso la reja. Saludo: Buenas tardes! —jHola, qué tall La amabildad y las buenas costumbres reinan aqui, todos pa- recen muy a gusto, cualquiera dira que disfrutan y hasta po- drian haber sido elegidos por una mano divina para realizar su “vocacin’ A mi derecha veo el ala principal con la direccién, la regen- «ia y la secretaria.A la izquierda, sobre la extensa galeria, la efciente disposicin de las aulas. on mis pies plomizos, quizés algo cansado por el trajin del viaje, recorro la galeria principal, siempre saludando, veo ges- 10s sonrientes. Casi legando al final, las voces a lo lejos parecen ir cambian- do el paisaje. —Que tus alumnos ... Juan Pablo Villagrén y Martin Scarnatto —Que ustedes los de tu ciclo. —Que la semana pasada... —Que la semana anterior. Discuten la secretaria del turno mafiana con la preceptora del tumo tarde. De pronto, tado se tite de hostil, como si una guerra se hu- biera desatado y todos, como por un instinto natural, buscan ‘guarecerse en algtin refugio seguro Una “bala” me roza el cuerpo, acelero el paso y me arrojo a | trinchera més cercana, Pienso; ;dénde quedaron las sonr- ssas amables? Yo en la sala de profesores me siento més seguro, busco el i- bro de firras donde registrar mi puntualidad y mi vocacién de servicio. Saludo con un gesto, es que no quiero interrumpir el didlogo entre dos profésoras: —=Y a mi, lo que me hizo la directora, no sabes... —Esa desde que agarré el cargo dejé de ser una mosquita, muerta... —Le encanta mandar, pero no le da... Y yo que creia que habia bandera blanca. —Hasta luego profesoras —iChau, que sigas bien! Por fin lego al patio, intuyo que los misiles no tienen tanto ak cance, Marcela, la preceptora, se acerca. —Fijate que los chicos no vayan al bao porque hoy se ar- 1mé lio con los del otro turno, porque.. —ZNo pueden ir al bao? —Mejor que no, porque ayer discutieron las drectoras de ca- da ciclo porque habia chicos en los pasilos cuando los del ‘otro turno estaban dando clases, asi que cuidate. ‘Ningiin lugar es seguro por acé, concluyo. Mejor me cubro. —Buenas tardes chicos, vamos més allé porque este sector es del otro ciclo. —Profe, ¢por qué no podemos ir més al bafio? —En verdad bien no lo comprendo, son drdenes de la direc- én del otro turno, No se ponga la gorra? prof. —No es una gorra, es un casco y ustedes deberian proteger- se de algin modo también. A partir de este relato de un dia de escuela, la propues- ta es repensar el rol docente, entendiendo que hay un afuera y un adentro de la institucién escolar, y subdivisio- nes intra-escolares que no siempre estén perfectamente delimitadas, dondd emergen las pugnas por la apropiacion de territorios en e‘marco de la convergencia intercultural. Estas “luchas” trascienden el plano de lo discursivo insta- Kindose también, de manera sutil,en las practicas corpora- les y motrices que despliegan los actores. “El cuerpo esté en cel mundo social pero e! mundo social esta en el cuerpo” (Bour- dieu, P, 1984). Tt 24] NOVEDADES EDUCATIVAS junio 2007 Reflexién y Debate Continia el relato: fa peninsula corporal Dejando atrds el largo pasil, lego a la puerta y se abre an- te mis ojos un nuevo universo: los alumnos disfrutando el re- creo. El patio seduce al juego, a la exploracién, donde los cuerpos no estén “atados” al pupitre y buscan la emocién de revivr précticas alternativas a lo institucionalizado, como en las précticas corporales murgueras: tamborileando con lo que hallan a su paso. Es posible observar también précticas cor- porales de boliche,j6venes meneando sensualmente, cuando la oportunidad lo permite, mientras entonan con lujo meléd- o los ttimos hits de moda. er précticas corporales deport vas:jévenes pateando cuanta botelita obvié el auxiliar en ese patio minado de tentaciones y emulando el festeo del gol de su méximo idolo que viste la misma camiseta que pudo com- prarse con sus dltimos ahorres. Suena el timbre. Terminé el recreo. ‘Aquellos cuerpos buscan trasladar su inercia festiva a la ho- 1a de clase. —zA ver el profe cémo baila?,invitan algunos... —Olee olee, olee olaa...,cantan otros. —

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