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§

BIBLIOTECA HERDER KARL RAHNER. Y HERBERT VORGRIMLER


sECCróNr DE TEoLocÍa y Frlosopía
Vorumex 104

DICCIONARIO TEOLÓGICO
PoT KARL RAHNER Y HERBERT VORGRIMLER

DICCIONARIO
TEOLOGICO

; ffi,, *#,,

*É,;

BARCELONA EARCET.ONA
EDXTORIAL HERDER EDXTORtrAL HERDER
1966 1966
\

Versión castellana de RnuóN Annrrro, S.I. dé la obra de


Kanr Rar¡Nnn y I{unrnnr VoRouMLER,, Kleines theologlsches Wiirterbuch,
Verlag Herder KG, Friburgo de Brisgoüa 196l

lrrpnrvrt porEsr: Portugalete, 14 de septiembre de 1964 ÍI''IDICE GE, TERAL


JosÉ MINUEL VÉt.r,z, S.I.

Nr¡¡¡r. oBsrAT: el censor, JueN Annror.n, S.I.


I¡vrpnruarun: Bilbao, 5 de octubre de 1964 Prólogo. . . . . . . . . . . VII
Dn. LeóN M.o MenrlNBz, vicario general

Siglasbíblicas . '. . . . .
. . . . . . . . . . X
. . . . . . . . . .
fndicedearfículosyremisiones XI
Cuerpodeartículos . . . . . . . . . . ll2

O Yerlag Herdcr KG, Freiburg ín'a Breisgau 196I


@ Editoríal Herder S.A. - Provenza, 388 - Earcelona (España) 1966

Es pnoprEDAD Drpósro LEGAL: E. 34.608-1966 kr¡rrno rN Sp¿¡¡.¡


Gnarssl Torres Amat, 9 Barcelona
- -
I

PROLOGO

El propósito de este libro se desprende fácilmente de su mismc


título: explicar brevemente los conceptos principales de la teología
católica actual, ordenados por orden atrfabético. Esperamos que
después de su lectura, dichos conceptos quedarán suficienternente
claros, para todo aquel que no se arredre ante un esfuerzo i.ntetrec-
tual. Eso es lo clue vamos a intentar en nuestra obra, sin lirnitarnos
a repetir las formulaciones escolásticas, cosa que nos hubiera resul-
tado bastante más sencilla.
Aunque también hemos atendido a tra unidad del contenido teo-
lógico objetivo, un diccionario no puede substituir, como es natu-
ral" a una exposición sistemática de Ia verdad cristiana. Por tanto,
tampoco puede esperarse semejante cosa de un diccionario ctre
tarnaño tan reducido como el que tenemos entre manos.

No se trata de un dircionario de teología bíblica, ni de teología de


controversia, ni de teologra fundamental" irTo hay que buscar aquí Ia
temáüca de esos diccionarios; si bien es verdad que ha resultado in-
evitabl e rozar algunos puntos de contacto con ellos. Hemos pretardido
realizar esa tarea, así delimitada, tan exhaustivamente como puede
permitirlo un manual. La tajante limitación del espacio nos ha im-
puesto renuncias muy sensibles. Una crítica honesta del libro debería
tenerlo en cuenta. Estas consideraciones de espacio han obligado a
prescindir de notas bib'liográficas; obligadas son también la limitación
de los artículos histórico'dogmáticos, la distinción entre artículos fun-
damentales, más extensos, y las noticias escuetas, Ia sobriedad de tras
re.ferencias a la Escritu ra y al Den-inger, ctc.
Ctando el material principal en torno a un tema está ya satisfac-
toriamente compilado en ell, Lexikon f ür Theotogie u'n:d Kirehe (Dic-
cionario de Teo,logía e Iglesia), en el que los autores de este manuatr
colaboramos, ro nos hemos empeñado en volver a encontrarlo por
nuestra cuenta, sino que lo hemos utitrizado con el permiso de los
autores de dichos arJículos, a los que agradecemos sinceramente srtr

Prólogo

favor. También tenemos que dar las gracias a Heinz Schuster (Univer-
sidad de Sarrebruck) por su inapreciable ayuda. Nos parece superfluo
dar el nombre de cada unode los dos autores en cada artículo, puesto
que ambos hem,os redactado poco mas o menos la mitad del texto
to,tal. Con respecüo a no pocos puntos de contacto entre la frlosofía y
la teología, remitimos al lector al Herdts Kletnes philosop'hlsches
Wórtqbu:ch (Pequeño diccionario filosofiso He,rder) dp Mlx Mürrrn
y Ar,ors fIlrnER, al que damos por supuesto en nuestro lib,rol.

Kanr, RaHNER - Hnnnnnr VoncnIMLER ABREVIATURAS


I
f

a.C. antes de Jesucristo


It AT Antiguo Testamento
!
T
ca circa (aproximadamente)
I
ri
cf. confer (confróntese)
CIC Codex Iuris Canonici
d.f. dogma de fe
e.d. es decir
e.p. et passim
ibid. allí mismo
NT Nuevo Testamento
d.c. después de Jesucristo
p. ej. por ejemplo
s (ss) siguiente(s)
S. siglo(s)
v. véase

Dz DrNzn¡cER, Enchiridion Symbolorum, etc.


- H. Roos, quinta
NR5 J. NBur'rsR Der Glaube der Kirche in denlUrkunden
der Lehrverkündigung, edición.

.r ,, 1. El lector de habla eastellana padri utilizar con provecho el Diccionorio de


filosofia
err dos tornos, de G. Frnn.ltBn Mone, Ed. Sudamericana, Iluenos Aires 11965, o el mucho
rnás tnreve d€ W. Bnuccsn, flerder, Barcelona o1965.

vru
r

SIGLAS gÍULICAS

Abd Abdías h¡d Jueces ÍNprcp DE ARTÍcuLos y REMTSToNES


Act Hechos cle los apóstoles Xuda San Judas
Ae Ageo Iudith Judit
Amos Amós Lc San Lucas Abneg*ión Animalisrno +Religión
Apoc Apocalipsis Lev Levítico Absolución ->Penitencia (sacramen- Animismo +Religión
Bar Baruc X-2 Mac Macabeos to de la) Aniquilación
Cant Cantar de los cantares Mal Malaquías Absoluto Anonadamiento -)Kenosis
Col Colosenses Ivfc San Marcos Accidente Anticlericalismo -)Clero
1-Z Cor Corintios Mich Miqueas Acción católica ->Seglar Anticristo
Dan Daniel Ivft San Mateo Acción de doble efecto ->Doble efec- Antiguo Testamento
Deut Deuteronomio Nah Nahúm to de una acción Antinomismo
Eccl Eclesiastés Neh Nehemías Acsión de gracias *Eucaristía Antioquía (escrrela teológica tle)
Eccli Eclesiástico h[um Números Acción moral -+Acto 2 Antropocentrismo
Eph Efesios Os Oseas Acomodación Antropología
Esdr Esdras 1-2 Par Paralipómenos Acfo Antropomorfisn¡o
Esther Ester Petr San Pedro Acto de fe -+Análisis de la fe Antroposofía +Gnosis -)Intuición
Ex Éxodo Phil Filipenses Acto moral +Acto 2 Apariciones (visione)
Ez Ezequiel Philem Filemón Acto religiooo ->Acto 3 Apetito -+Tendencia
Gal Gálatas Prov Proverbios Acto salutífero -+Salutífero (acto) Apocallptica
Gen Génesis Ps Salmos Adán Apócrifos
Hab Habacuc 1-2 Reg Reyes Adaptación áAcomodación Apokat.astasis
Hebr Hebreos Rom Romanos Adopcionismo Apolinarismo
Iac Santiago Ruth Rut Adoración Apologetas ->Teologla
Ier Jeremías 1-2 Sarn Samuel Afecto Apologética -+Teología fundarnental
Iob Job Sap Sabiduría Aftardocetas -+Julianistas Apologética inmanentista
Ioel Joel Soph Sofonías Agapo Aposúasia
Ioh Evangelio de San Juan 1,-2 Thes Tesalonicenses Agnosticismo Apóstcl
t -3 Ioh Epístolas de San Juan Thre,n Lamentaciones Agustinismo Apostolicided de Ia fglesia
Ion Jonás Tirn Timoteo Ahora Apropiaeión
Ios Josué Tit, Tito Ateería Arausica
Is Isaías Tob Tobías Ateiandúa (escuela teolósica de) Arcano (disciplina del)
Zach Zacarias Alianza Argumento de conveniencia ->Con-
AIma veniencia (argumento de)
A¡nor Argumento de convergencia -)Con-
Amor at prójimo -)Prójimo (amor al) vergencia (argumento de)
Anakephalaiosis Argumento de prescritrrción JPres-
anáIisis de la fe cripción (argumento de)
Analogfa, analogia entis Armonia preestablecida
Analogia fidei Arrepentimiento -)C'ontrición
Analysis fidei -+Análisis de Ia fe Arrianismo
Anamnesis Artículos fi¡ndamentales
Angel Ascensión de Cristo
Angelología Ascesis
Angustia Ascetica
Anima nafuraliter christiana Aseidad
r
lm Derecho
Asunción de lVlaría a cieilos

Asunción de María a los cieXos Canonizaciín JSantos (veneración Comunión do los santos Conversión
Atar y desatar (¡roder de) de los) -rsantidad del hombre Concelebración Conversión (teoría do la)
Ateísmo Carácter, carácter sacramental Conciencia Cooperación en el pecado
Atrición ->Atricionismo -+Contri- Cardinales (virtudes) +Virtudes car- Conciencia dudosa Corazón
ción dinales Conciencia de fe -+Fe Cordero pascual -)Pascha
Atricionis,mo Cardiognosis Conciliarismo Comedentora
Autenticidad de Ia Escritura Cargo -+Ministerio Concilio Cosmos -+Mundo
Autocomunicación de Dios Caridad, amor Concilio ecuménico +Concilio Cosmovisión
Autoiustificacién Carisma Concilio nacional -+Concilio Creación
Autoridad Carne +Cuerpo -> Resurrecoión de Concupiscencia Creación (doctrina de la)
Autorización -+Potestad la carne JSarx Concurso divino Creación (namación de la)
Cartagineses (concilios) -)Cartago Confesión Creación del hombre -)Hombre
Cartago Confesión -+Penitencia (sacramento (creación del)
Bañecianismo Castidad de la) +Confesión por devoción Creacionismo
Basilea Casuística
-)Confesión de los monjes Crecimiento en la gracia -+Mérito
Basileia Catecismo Confesión de los seglares -)Confe- -+Perfección
Bautismo Católica (Acción) +Seglar sión de los monjes Creencia en un Dios supremo -+Re-
Bautis¡no de deseo Católica (Iglesia) -+Iglesia Confsión do los monies ligión
Bautismo de Juan JBautismo Catolicidad Confesión por devoción Criatura
Bautismo de Im heretes Causa -+Principio -)Causalidad Confirmación Criaturidad -)Hombre (creación del)
Bautismo de los niños -)Contingencia Confirmación en gracia +Antropología +Contingencia
Bautismo de sangre JMartirio Causa eficiente *Causalidad Conocimiento ->Gnosis -)Experien- +Criatura ->Creación (doctrina
->Bautismo Car¡salidad cia ->Intuición -)Convergencia de la fe) -+Tiempo
Bayanismo
Celibato -+Virginidad (argumento de) +Ontologismo Cristianislno
Beatífica (visión) ->Visión de Dios Censuras eclesiásticas -+Calificacio-
+Positivismo -+Tradicionalismo Cristo (orerpo de)
Beatificasión JSantos (Veneración nes teológicas +Razón -+Verdad -+Sabiduría Cristocentrismo
de los) +Santidad del hombre Censuras teológicas -+Calificaciones
+Voluntad ->Palabra -+Duda CristologÍa
Beatitud teológicas Conocimiento de Dios +Dios (teo- Crítica bíblica +Bíblica (crítica)
Beguardos -+Quietismo ->Viena de Certeza ría de) ->Cognoscibilidad de Dios Ctuz
Francia CieIo Conocimiento (teoría teológica del) Cuer¡lo
Beguinos -+Quietismo -+Viena de Ciencia de Cristo ->Epistemología teológica Cuerpo de Cristo -+Cristo (cuer-
Francia Ciencia media Consagración po de)
Belleza Ciencias y teología Conseios evangélicos Cuerpo místico -)Cristo (cuerpo de)
Bendición Circuneisión Cor¡sensus Culpa
Biblia +Sagrada Escritura Cisma Consentimiento -)Consensus CuIto
Bíblica (critica) Clericalismo +Clero -)Seglar Conservación del mundo Culto a las imágenes +Imágenes
Biblica (teologia)
CIero Consolación -+Consuelo (veneración de las)
Biblicismo -)Protestantismo Coacción Constantinopla Culto divino
Bienaventuranza -)Beatitud +Ser- Codex Iuris Canonisi JDerecho ca- Constanza Cultura
món de la montaña nónico Consuelo, consolación
Bien (Io bueno, la bondad) Cognoscibilidad de Dioe Consubstansiación Deber +Obligación
Budismo +Religión Colectivo (pecado) +Culpa Contemplación Decálogo
Comienzo +Inicio Contingencia Deduc{iva (teología)
Caída de Adán -+Pecado oniginal Comunicación Contrición Definición
originante Comunicaciones de idiomas +Idio_ Contricionismo Defsmo
Calcedonia mas (comunicasión de) Controversia (teologia de) Demiu¡go
Calificaciones (censuras) úeológicas Comunidad (teología de ta) Controversia de las imágenes -+Imá- Demonios
Comunión -+Eucaristía -+Comuni- genes (controversia de las) Depésito de Ia fe
Camino
Canon cación Conveniencia (argumento de) Derecho canónico
Canónicos (libros) eCanon Comunión espiritual -+Cornunión Convergencia (argumento de) Derecho natural -+Ley natural

xII XIII
I

f)escendencia (teoria de la) Hermenéutica

Descendencia (teoría de ta) +Hom- Dualismo sía -+Parusía (expectación immi- Figura -+Typos
bre (origen del) +Hombre (crea- Duda nente de la) Filiación divin¿r
ción del) Esperanza Filioque
Descenso de Cristo a los infiernos Ebeb Yahvch Espíritu Filosotía y leologia
áInfiernos (descenso de Cristo a Ebionitas -+Monarquianismo EspÍritu Santo Fin
los) Bclesiologia Estadísticr moral Fin del que obra -)Intención
Deserción de la fe +Apostasía Economía (princiPio de) Estado Finalidad -+Fin ->Teología
Desesperación Esuménico (concilio) +Concilio Esfado intermedio Florencia
Desiderium n¡turale Esuménico (movimiento) +Una sanc- Estados de Ia naturaleza hu¡ma¡r,a Fontes moralitatis -) Moralidad
Desmitologización ta (movimiento) Estado original, gracia del estado (fuentes de la)
I)estino Ecumenismo -)Controversia (teolo- original Forma
Destrucción (teoría de Ia) gía de) +(Jna sancta (movimiento) Estigmatización Fortalez¿r
I)eterminismo Edificación Eternidad Fruto
Deuterocanónicos (libros) +Canon Éfeso Ética Fuentes de la moralidad -+Morali-
Día de la regonciliación +trmposi- Ejemplar +Ideas divinas Ética de la situación dad (fuentes de ta)
ción de las manos Ejemplar (causalidad) -)Ideas di- Étiqr existencial (ética individuarl) Fuerzas -+Poderes y fuerzas
Día del Señor vinas Ética individual -+Ética existencial Función religiosa Jliturgia -)Culto
Diácono Elección Etiología Fundamento -+Principio -+Inicio
Dialéctica (teoria) +Teología dia- Emanación Eucaristía Futuro
léctica Emoción -+Afecto Euquitas -+Mesalianismo -+Princi-
Dicotomismo Encarnación -)Jesucristo -+Cristolo- pro Galicanismo -)Conciliarismo
Diluvio gía -)CuerPo Et,a Generación +Filiación divina -+Tri-
Dios Encídica Evange'lio nidad ->Generacionismo
Dios (¡lrueba de la existencia de) Encuentro consigo mismo +Situa- Evidencia )Certeza -+Principio Generacionis¡no
Dios (doc'lrina acerca de) ción originaria Evolución Géneros literarios
Disposición Enfermedad Evolución de los dogmas -)Dogmas Gentilidad -+Paganismo
Distinción Ente -+Alma +Ser (evolución de los) Gloria de Dios
Diteísmo Entendimiento +Razón Evolucionismo +Evolución Gnosis
Doble efecto de una acción Eón Ex cathedra -+Definición Gnosticismo -+Gnosis
Docetismo Epifanía Excomunión Gracia
Doctor de le lglesia Epiqueya Exégesis Gracia (confirmación en) ->Confir-
Doctrina acerca de Dios -+Dios (doc- Episcopado +ObisPo +Concilio Existencia de Dios JDios (prueba mación en gracia
trina acerca de) BpistemologÍa teológica de la existencia de) Gracia creada -)Autocomunicación
Doctrina cratólica (verdades de) Equiprobabilismo -)Morales (siste- Existencia sobrenatural -)Gracia
Doctrina de la qreación -+Creación mas) Existencialismo -)Angustia -+Situa- Gracia del estado original -)Estado
(doctrina de la) Equivocidad -+Analogía ción originaria -+Etica existencial original
Dogma Escandatro Exorcismo -+Posesión diabólica Gracia incread¿ -)Autocomunicación
Dogmas (evolución de los) Escatología Ex opere operato ->Opus operatum ->Gracia
Dogmas (historia de los) Escepticismo +Ateismo Experiencia Gracia original -+Estado original
Doeruática (teologfa) Esdolástica -+Teología Expiación -)Satisfacción ->Peniten- Gracia (sistemas de la)
Dogmáticos (hechos) -+Hechos dog- Escotismo cia -+Redención Gracia (teología de Ia)
máticos Escritura (Sagrada) -+Sagrada Es- Extra Ecclesiam nulla salus Gracia santificante
Dolor +Enfennedad +Pasión critura Extremaunción -+Unción de los en- Gracias (acción de) -)Eucaristía
Dominio de Dios -+Basileia +Rei- Escritura (sentido de la) fermos
no de Dios Escrituústica (Prueba) IIábito
Don de lenguas +Carisma Escuelas teológicas Fariseísmro Hechos dogmrflticos
Donatismo Esencia Fe Henoteísmo +Politeísmo
Doxa Especie Fe fiducial Hereiía
Doxolo gia +Confesión -)Gloria de Especie eucarística Fideísmo Ilermanos de Jesús
Dios -+Oración Espectación inminente de la Paru- Fidelidad de Dios Ilermenéutica

xrv xv
r
Heroica (virtud) Misterio

Heroica (virtud) -+Santidad del hom- nmílgenes (vetteració¡l de las) Jurisdicción ->Fotestad de la lglesia {.traves (¡loder de las)
bre) -+Perfección lmitación de Cristo -+Penitencia (sacramento de la)
Hesykhasmos +Quietismo lmpecabilidad Jurisdicción (primado de) -)Papa Macedonianismo
Hesykhastas +Quietismo Inrpecancia Justicia Magia -+Mística -+Religión
Hiio de Dios Impetraúoriar oraciÓtt Justicia de Dios Magisterio
Hiio del honrhre Imposición de las manos Justicia originatr -+Estado original Majestad de Dios +Doxa -)Ima-
Hijos de Dios -+Filiación divina Indículo ->Fe -+Lex orandi Justicia por las obras -+ Obras gen y semejanza de Dios
Hilemorfismo Indiferentismo JAtelsmo +Relati- Justificación MaI, maldad
Hiperdulía vismo Justificación por Ia imputación de Ia Ma¡rdamientos de Dios
Hipóstasis Individualidad iusticia Mandamientos de Ia Iglesia
Historia (teología de la) lndulgencia Mandeos
Historia de la Iglesia -+Iglesia (his- lnerrancia -+Sagrada Escritura +In- Kairos Maniqueísmo
toria de) falibilidad Kenosis Manos (imposición de las) Jlmpo-
Histo,ria de la teologia -+Teologia Intalibitidad Kerygma sición de las manos
Historia de los dogmas -)Dogmas Infancia Kerygmática (teología) María
(historia de los) lnfie.rno Kinsey-Reports ->Estadística moral Mariok¡gía
Ilistoricidatl lnfiemos (descenso de Cristo a los) Koinonia -+Comunión de los santos Mariológicos (principios) emariolo-
I nfralapsario (estado) +Estados de Kyrios gia
Ilombre
Hombre (creación del) la naturaleza humana Martirio
Hombre (origen del) lnhabitación de Dios Laica (teología) -+Seglar (teología) Marxismo *Materialismo -+Reli-
Hominizaciín -+I{ombre (creación trniciación Laico +Seglar gión
deD -+Creacionismo tr'nicio LateranenseÍ¡ (concilios) iUás aIIá (eI)
Homo assumPtus (teolqía del) trnmaculada ConcePciÓn Laxismo JMorales (sistemas) Masilianos ->Mesalianismo
Homoeos JArrianismo JSemiarria- Inmanencia Lenguas (don de) -)Carisma Materia
nrsmo Inmanentismo -+Inmanencia Lex orandi, Iex ctedendi Materia sacramental -+Forma -)Ma-
I{omoousios Inmortalidad l*y teria 1

Horizonte -+Ser Inspiración Ley civil -+Estado Materialismo


Huida del mundo +Mundo (huida Instante -)Ahora +Kairos Ley naturatr Maternidad divina
del) Integridad Libertad Matrimonio
Humildad fntención Libertad de sultos +Libertad doc- Mediador
Intercesión -+Indulgencia -)Petición trinal ->Tolerancia Mediadora
Ideas divinas (oración de) eConsagración Libertad doctrinal Meditación
Idiomas (comunicación de) Intuición Libertad de investigación ->Libertad Meditación por imágenes -)Imagen
trdolatría +Politeísmo Intuicionismo -+Intuición doctrinal ->Ciencias y teología Melecianos
Iglesia Irenismo 4Controversia (te"ología de) Libros canónicos -)Canon Mensaje (teología del) -+Keriemá-
Iglesia católica +Iglesia trrracionalismo Libros deuterocanónicos -)Canon tica (teología)
Igtesia (historia de la) Islam 4Paganismo -+Mística Libros inspirados -)Canon -)Ins- Mérito
Iglesia, medio de salvación +Extra piración Mesalianismo
Ecclesiam nulla salus +Salvación Jansenismo Libros protocanónicos -)Canon Mesías
(necesidad en orden a la) -)Votum Jerarqula +Ministerio -+PaPa Limbo Meta
Iglesia (oficio Pastoral de la) +Obispo +Sacerdocio -+Diáco- Liturgia Me'tanoia
Iglesia (¡lerteneciente a la) no -+Apóstol ->Clero ->Orden Loci theologici Miedo -)Angustia ->Temor de Dios
Iglesia (potestad de la) ->Potestad Jesr¡cristo Logos Milagro
de la Iglesia Jo¿f,nica (teología) Lugares teológicos -+Loci theologici Milevitano +Car"tago
Iglesia (tesoros de la) Juan (bautismo de) -)Bautismo Lumen gloriae ->Visión de Dios Ministerio
Iglesia oyente JudaÍsmo y cristianiYno +Cielo Misa (sacrificio de la)
Iglesia primitiva fuicio (final) Luteranismo JProtestantismo Misericordia
fmagen Julianistas Luz de la gloria +Visión de Dios Misión
Imagen y semeianza de Dios Juramento antimodernista -)Moder- +Cielo Misión trinitaria
fmágenes (controversia de las) nisrno Lyón Misferio

xvI XVII

L
Mis{erioo (teología de) Fotestades y principados
Misterios (teología de) ]r{ecesidad de precepto -+Salvación Origerrismo Perfección
Misterios de la vida de JesÚs (necesidad en orden a la) Perfecciones divinas -+Dios -+Dios
Misterios pagano§ Y cristianismo Neoescolástica ->Teología Paciencia (teoría de)
MÍstica Neopaganismo Padecimiento +Pasión Perikhoresis
Mfstica cristolÓgica Nleoplatonismo Padres de Ia lglwis Permisión del pecado -+Predestina-
Místie del pecado hlestorianimlo Paganismo ción
Mistica logológica tr§icea Palabra Persecución
Mlsticu nupcial ,l§oche obsctrra JContemplación Palabra de Ilim Perseverancia
Mistica trinitaria -+Mística Panentefsmo Persona
Mito ociones trinitar ias
Tr.tr + Prop i edades Panteismo Personalidad
Modalismo F{ombre Papa Pertenencia a la Iglesia -+Iglesia
Modernismo Nominalismo Parádito (pertenencia a)
Molinismo Norma de lo moral + Act«> Z+Ateís- Paraíso Pesimimo
Monarquianismo nno .+Etica -+Ética existencial Parenesis Piedad +Culto divino -)Ora-
Monismo -)Conciencia ->Ética de la si- Parenética --)Parenesis ción -+Acto +Vida (períodos
Monoenergismo -i Monoteletismo tuación Partenogénesis -)Parto virginal de la)
Monofilismo ->Monogenismo Notas de la Iglesia -+Unidad de la Participación Piedad categorial-trascendental ->Vi-
Monofisismo nglesia +Santidad de la Iglesia Parto virginatr da (períodos de la)
Monogenismo +Apostolicidad de la lglesia -+Ca- Parusia Pietismo
Monoteísmo tolicidad -+Iglesia Parusia (expectación inminente de In) Pistoya
Monoteletist¡ro l§ouvelle théologie Pascha Plenos poderes -+Potestad
Montanismo Novacia¡rismo Pascua -)Pascha Plero,ma
Moral de recompensa JRecompensa l\[o'vlsimo,s Pasctra de resurrección -)Resurtrec- Pluralismo
(moral de) Nueva teología JNouvelle théologie ción de Cristo -+Pascha Pneuma
Moral doble }§uevo Testarnento Pasión Pneumáticos -)Macedonianismo
Moral doble en sentido de <<doble Pastoral (teotogfa) Pobreza
ética» -)Prote-stantismo Obediencia Paternidad de Dios Poder de las llaves +Llaves (poder
Moral (teolryía) Obispo Patriarcas de las)
Morales (principios) Obieto formal s«¡hncnatural Patripasianismo Poderes de la Iglesia -+Potestad de
Morales (sisterras) Oblación (teoría de tra) Patrística la Iglesia
Moralidad (fuentes de la) Obligación PatrologÍa Polaridad
Motivo Obligatoriedad de la Xey civil ->Es- Paulina (teologÍa) Polifilismo -)Monogenismo
Motor (¡lrimer) tado Paz Poligamia
Movimiento equménico +fIna sanc- Obras Pecado Poligenismo ->Monogenismo
ta (movimiento) Ocasionalis¡rro Pecado (penas del) Polilefsmo
Muerte 0ckhamismo Pecado colectivo -+C\rlpa Posmión diabólica
Mundo Oficio pastoral de tra Iglesia ->trgle- Pecado filosóflco -)Peccatum philo- Posibles
Mundo (huida del) sia (oficio pastoral de la) -)Pasto- sophicum Positiva (teología) -+Teología posi-
Myste ->Misterios paganos ral de la Iglesia Pecado originan tiva
Ontogénesis -+Generacionisrno Pecado originaX originante Positivismo
Nasionales (concilios) -+Concilio (}ntología Peccafum phitrosophicum Postrimerías -+Novísimos
Nacionalismo -+Religión -+Estado Ontologismo Petragianismo Postulados (teoloeia de)
Nada Optimisnno Penas del pecado JPecado (Brenas Fotencia
Naturales (virtudes) +Virtud Opus operatum del) Fotencia obediencial
Naturaleza Oración Penitencia Potestad
Naturaleza y gracia Orange gArausica Penitencia (sacramento de la) Potestad docente -+Magisterio
Naturalismo Orden Penitencia eclesiástica ->Penitemcia Potestad de Ia lglesia
Necesidad Orientales (Iglesias) (sacramento de ta) Potestad sacramental -)Potestad de
Necesidad de medio +Salvación (ne- Origen del hombre ->Hombre (ori- Pentateuco -+Ley la Iglesia
-)Canon
cesidad en orden a la) gen del) Pentecostés +Espíritu Santo Potestades y principados

xvm xtx
Teleología
Potestas regiminis
§abelia¡rismo Sequedad -+Contemplación
Potestas regiminis -+Iglesia (ofisio Proto,Iogía
Providencia divina SabidurÍa Ser
pastoral de ta)
§acerdocio Sermón de Ia momtaña
Práctica (teologia) +Pastoral (teo- Prude¡rcia
logía) Prueba de la existencia de Dios Sacramentales Sheol
Preambula fidei '-+Dios (prueba de la existen- Sacra¡nentaria (úeología) §igno
cia de) Sacramento Simbolis,mo
Preadamitas +Monogenismo
Prueba escriturística -)Escriturística Sacramento natural Slmbolo
Predefinición
(prueba) Sacrannento originario Símbolo de la fe
Fredestinación
Pseudoepígrafes +APócrifos Sacrificio Simul iustus et peccator
Predestinacionisrno ->Predestinación
Fueblo de Dios Sadlrceísmo Sircultaneidad
+Reprobación
Sagrada Escritura Sinagoga
Predeterminación físie Pureza cúltica
Predicación Purgatorio §alutífero (acto) Sinergismo
Salvación Sínodo -+Concilio
Freexistencia de Cristo
Freexistencianismo Querigma JKerygma Salvación (certez.a de Ia propia) Sínodos particulares +Concilio
Premoción física +Predestinación Querigm ática (teología) -+Kerygmá- Salvación (historia de la) Sistemas de la gracia ->Gracia (sis-
Salvación (necesidad en orde.n a Ia) temas de)
Preocupación por la salvación -+Te- tica (teología)
Salvación (preosupación por la) -+Te- Sistemas morales -)Morales (siste-
mor de Dios +Salvación (cmteza Quietisnno
de la propia) Qumrán -+APóstol sExcomu,nión mor de Dios -+Salvación (certe- mas)
-+Gnosis ->Sagrada Escritura z-a de la propia) Sisternática (teologla) +Dogmática
PrescriPción (argrrmento de) -+Teología positiva
Presencia Salvador
Presencia real -)Eucaristla -)Tran- Racionalismo Salvífica (voluntad de Dios) Situasión (ética de la) -+Etica de

substanciasión Razón Sangre la situación


Presunción Rebautizantes -)Bautismo de los Sang¡e (bautismo de) ->Martirio Situación originaria
Primado +Papa -+ObisPcr niños +Bautismo Sitz im Lebem JGéneros litera-
Santidad de Dios rios
Primado de jurisdicciÓn '-+PaPa Recapitulación --+ Anakef ala i os is
Santidad del hombre Soberanía de Dios -+Basileia -+Rei-
Primer motor +Motor (p'rimer) Recompensa (moral de)
Principio Reconciliación -> Iledención Santidad de la Iglesia , no de Dios
Santo S«¡brenatural
Principio de causalidad +Causalidad Redención
Principio de contradicción -+Cau- Regeneración Santos (veneraeión de los) Sobrenaturales (virtudes) -+Virtud
salidad Regula fidei Santos padres +Padres de la Iglesia Sociedad
Principio de economía +Economía Reino de Dios Sa¡x §ocinianismo
(principio de) Relación Satisfacción §ola fide
Satisfacción (teorías acerca de Ia) gratia
Principios mariológicos +Mariolo- Relativismo Sotra
gia Religión Scientia media -+Ciencia media Sola Scriptura
Seg!ar Solidaridad (principio de)
Principios morales +Morales (prin- Religión de senfimiento
Religiones no cristianas Seglar (teología) Soma -+C\rerpo
cipios)
Frincipios de ser +AIma -+Disti-n- R.eligioso (acto) -+Acto 3 Segunda venida de Cristo -+Parusía SoterioXo'gfa
ción Reliquias Sello +Sphragis Sphragis
Priscilianismo Repetición Sernejanza de Dios -+Irnagen y se- Sr¡bordinacianismo
-) Morales (sistemas) Representación mejanza de Dios Subsistencia
Probabiliorismo
Semiarrianismo Substancia
Probabilismo +Morales (sistemas) Reprobación
Responsabilidad aurte el murldo Semipelagianismo Sucesión apo'stólica
Procesiones divinas +Trinidad
Resurreccién de Xa carne Sensibilidad Sueño
Frofeta
Próiimo (amor al) R.esurección de Cristo Sentido -)Sensibilidad +Fin $Te-SuPerstición
+Dios (teoúa Revelación leología Supralatrrcario -+Estados de tra natu-
Propiedades divinas
de) +Dios Revelación originaria Sentido de la essritura -)Escritura taleza humana
Revelación privada (sentido de la) Syneidesis
Propiedades trinitarias
Protestantismo Reviviscencia de los sacramentos Sentido de la fe -+Fe
Protocanónicos (libros) -)Canon +Opus otrrcratum Sentirniento (religión de) -+R.eligión Teísmo -+Deísmo
Protoevangelio Rigorismo -+Morales (sistemas) de sentimiento Teleologfa

xx xxI
Te¡mor de Dios Yahvefo

Tsnor de Dios Teoria de la destrucción ->Destruc- Vaticano t Yfuudes eardina,Ies


Templ,antila ción (teoría de) Veneración de las imágenes -)Imá- Virtudes heroicas -)Santidad del
Ternporalidad ->Tiempo Teoría de la oblación -+Oblación gcnes (veneración de las) hombre -+Perfección
Teurdencia (teoría de la) Ver«lad Virtudes naturales -)Virtr¡d
Tentación Teosofía -+Gnosis +Intuición Vcrdades de doctrina católica -)Doc- Virtudes sobrenaturales -+Virtud
TeocenDrismo -+Antrolrccentrisrno Terminación trina católica (verdades de) Visión beatífica +Visión de Dios
-+Cristocentrismo Término eTerminación Via ->Camino Yisión de Dios
Teo'dicta Tesoro de la tglesia -+Iglesia (te- Vicariedad -+Representación Visíones -+A¡»arisiones -)Apocatríp.
TeotoSÍa soro de la) Yicio tica
Teología bíblica +Bíb1ica (teologia) Theologoumenon VidB Yocación
Teología de controversia -)Contro- Tiempo Yida (periodos de Ia) Yoluntad
versia (teología de) Tipo -+Typos Yiena de Francia Yoluntd de Dioa
Teología deductiva -+Deductiva (teo- ToIedo YirginirH Yotos
logía) Tolerancia Virginidad (estado de) -+Virginidad Yotum
Teologia de la gracia -)Gracia (teo- Tomismo Virtud Vulgata -+Sagrada Escritura
logía de la) Tonsura -+Clero Virtud heroica eSantidad del hom-
Teología de misterios ->Misterios Torah +Ley bre ->Perfección Yahveh
(teoloeía de) Tradición
TeologÍa de postulados -+Postulados Tradicionalismo
(teología de) Traducianismo
Teología del mensaje -+Querigmáti- Transfiguración de Jesús
ca (teología) Transmigracién -) Preexistencianisrno
Teoiogía dialéctica Transubstanciación
Teología dogmática -+Dogmática Trascendencia
(teología) Trascendental -)Trascendencia
Teología especulativa -+Dogurática Trento
+Teología positiva Tribulación
Teoilogía for¡nal y fundamentatr Tricotomismo
Teologia fundamentat Trinidad
Teologia joánica -)foánica (teología) Trinitaria (teologia)
Teología kerygmátíca -+Kerygrnáti- Triteismo
ca (teología) Trullano JConstantinopla
Teologia libera,I Tubinga (escuela de)
Teología moral -*Moral (teolergía) Tuciorismo JMorales (sistemas)
Teof,ogía natural Typos
Teología nueva -)Nouvelle théologie
Teología pastoral ->Pastoral (teo- Ubicuidad (teoría de Ia)
loeía) Ultima cena 'áEucaristía -+Misa
Teologia paulina -)Paulina (teología) (sacrificio de la) -+Pascha
Tmtoe¡a positiva {Jna sancta (movimiento)
Teología querigmática ->Kerygrnáti- Unción -+Unción de los enfermos
m (teología) +Confirmación
Teología sacramentaria -)Sacramlen- Unción de los enfennos
taria (teología) Unidad de la lglesia
TeóIogos Unidad del género humillro
Teoría de la @nversión -+Conversién Unión hipostática
(teoría de) Unitarismo
Teoría de la descendencia -*Horn- Univocidad -+Analogía
bre (origen del) JHornbre {crea-
ción del) Valor ->Etica -+Bien
xxlf XX[II
A
Abnegación; concepto biblico (Mt Sin embargo, puesto que Dios ha
Tit 2, l2), que enuncia
16, 24 ss; cf. tomado absolutam,ente lo fi"nito en
un requisito de la ->imitación de Jesucristo y en este se ha comuni-
Cristo. El hombre puede llegar, me- cado también absolutamente a, lo
jor dicho, llega inevitablemente a una finito, el cristianismo es la única
situación, en la que ha de elegir entre las religiones que pretende ser
entre lo que considerana mejor para la pleni,tud de todas las demás; y
é1, independientemente de la llamada dentro de la historia pretende tam-
de Dios en Jesucristo (llamada a la bién que no se le pueda superar de
[e, a los mandamientos de Dios,,, a manera alguna (+religiones no cris-
Ia cÍLtz de Cristo, etc.), y está ten- tianas, -+cristianismo).
tado a seguir incluso bajo esa llama-
da, y la obediencia a la referida Accidente. En la filosofía y teolo-
Ilamada. Si el hombre en esa situa- gía tomista se entiende, sobre todo,
ción es obediente al llarnamiento por accidente lo que advierte y per-
de Dios, experimenta esa vivencia fecciona a una ,Jsubstancia (acci-
como un morlr y como una en- dgnte ontológico). En el mundo de
trega de sí rnismo, como la propia la experiencia, todo se nos presenta
negación; como la contradicción, que corno compuesto de substancia y ac-
mata y da üda, entre el +pneuma cidente (conocimiento de la substan-
y Ia ((carne)> en el sentido bíblico cia por medio del accidente). Por
(+sarx) o sea, una concepción de otra parte, conocemos al accidente
sí mismo pecaminosa o simplemente como algo distinto de la substancia,
terrena. En la -)ascesis de los -)con- en virtud de que una misma subs-
sejos evangélicos pretende el hombre tancia está sornetida a cambios o
salir astivamente al encuentro de mutaciones. Así, el accidente es algo
csa situación, para no ser infiel a ella inherente a la substancia y no puede
en suanto dispuesta por Dios sin existir en si rnismo; por tanto, el
¡rregunta previa. -)ser le corresponde solamente de
una manera análoga. Existen nueve
Absoluto. Lo que existe en sí y géneros superiores de accidentes, en-
por sí mismo, y no depende de tre los ctrales los más importantes son
ninguna otra cosa. El absoluto por cantidad y calidad (accidentes ab-
lrntonomasia es lo que se piensa solutos), acción, pasión, lugar en el
como existente por sÍ mismo, como espacio y tie,rnpo (accidentes re-
v'erdadero y bueno en sí, sin de- lativos). Estos conceptos pasaron a
¡rendencia alguna. Pretensíón de ab- la teología eucarística: después de la
.solutez del cristía:nísmo: en el cris- consagración permanecen solamente
ti¿rnismo lo finito, condicionado y los accidentes (-+especie eucaristica)
rclativo de todo lo humano, por del pan y del vino,, y de ninguna
t:rnto, también de toda religión, Do manera su substancia (-)transubs-
llcga a convertirse en algo absoluto. tanciación).

I(:rlr-Vorg. I
Adopcionimo
Aconnodación

Acomodacióm. Atención y conside' ma se hace consistir en el úl'timo fin intrínscco (en el actuar de los cris- procede de la tierra y vuelve a ella).
natural o sobrenatural, Y la bondad tiitnos: proceder por -+fe). Con res- EI pasaje bíblico de la creación
o maldad subjetiva de un acto hu- pocto ¿r los principios fundamentales, ()creación [narración de la]) aflr.
mano se hace dePender de la ordena- s[. +moral (teologla), Jética. ffi&, en varios estratos de,l relato,
ción subjetiva (consciente) actual o que el primer hombre, un varón, fue
contenido de la revelación' Y esto virtual al último fln. Conforme a la 3. El mismo -)lDios no es un objeto sacado de la tierra en cuanto atr cuer-
doctrina de la Iglesia, incluso los pe- cualquiera al que el hornbre podría po (por tanto, queda también evi-
de una manera Permanente Y autén-
tica,, no sólo como transitoria con- cadores e incrédulos son capaces de <<tambié»> referirse: el hombre, por dentemente incluido en la historia
hacer actos buenos según La moral su esencía, queda referido aL -+mis- <<naturab>) y
que recibió el aliento
cesión a ctllturas no cristianas' I-a
unidad de Ia revelación no se ma- natural; astos que con la -+gracia terio de Dios (-)antropologia). EI vital inmediatamente de Dios. Más
elevante actual pueden convertirse en acto religioso es eI abandonarse detr antn, afirma que es irnagen de Dios,
nifiesta, clentro de su historia, €n hombre a la t,trascendencia de su
una exánime identidad y repetición actos salutiferos (+salutífero [acto]), que se Ie dio una mujer, -)Eva, de
cosa que de hecho sucede muy verosí- propia esencia. A1 acto religioso per- su misma condición, ordenada a él
milmente siemPre que se da un acto tenecen los siguientes momentos: es como é1 a ella; y que esta pareja
bueno. Debido a la unidad espiritual- apriorístico, es decir, inevitable, pues- constituye el punto de partida de la
corpórea del 'áhombre, la división to que forma parte de la autorreali- humanidad (-)monogenismo). Adán
traáicional de Ios actos en actus ín' zaciín del hombre, y, por tanto, sólo fue creado en un -)paraíso que no
única de una única esPecie humana' ternl (interno-espirituales) y actus ex' puede ser rinicamento aceptado o le correspondÍa por su naturaler-a y
terni (externo-corpóreos) sólo tiene rechazado; es integratr y racional, os que por parte de Dios no le era de-
De la continuidad s€' desPrende la decir, a causa de la relación singu- bido (->estado original). Como pri-
exigencia de un iontacto vital con valor como descripción rnasiva, hecha
las fuentes. por raz|tt de la
,+histo- con finalidades prácticas. La -+liber- lar entre Dios y el hombre, dice tam- rner padre de todos los hombres, s
tad de un acto queda limitada Por bién una más intensa referencia a también genealógicamente padre de
ricidad, la palabra de Dios tiene que
f actores psicopatológicos (neurosis, sí mismo y una autorrealizaeíín del Jesucristo (Lc 3,, 38), segundo padre
encontrar al hombre en cada una
de sus situaciones y posibilidades' edad, hábitos) y por crratro impedi- hombre, y, por tanto, también de universal (segundo Adán), que supe-
mentos inmediatos (violencia, pasiÓn, su razón; procede del centro del su- ra al primero. Adán transrnite la vida
miedo, ignorancia). Objetivamente, la jeto (icorazón), en el que razón y terrena a los que por su inobedien-
Acto. 1'. Para la filosofía tomista' cia son pecadores y mortales (+pe-
en virtud de la mutación de todo bondad o malicia ds un acto humano voh-r"ntad todavía son originariamen-

ente que suPone el Paso de un estado depende de su objeto formal, el ob- te uno (pensamiento-piedad, compren- cado original); Cristo da la vida es-
jeto de 1o moral; es decir, de la rela- sión-emoción, objetividad-veneración, piritual a los que por su obediencia
a otro, acto (realización) y ápoten- juicio-convicciór); es personal, es de- constituye en justos y en seres que
cia (posibilidad) son las dos formas tiO" de conformidad o disconforrni-
fundamentales del §€r. El «acto pu- dad del objeto con el Írltimo fin del cir, aceptación del ser hombre , y resucitan (1 Cor 15; Rom 5). En el
hombre. Este objeto de 1o moral está con ello respuesta y entrega al +mis- segundo Adán la voluntad de Dios
ro)> dice (auto-)realización absoluta se hace realidad e,n un consorcio
(+absoluto), eter constituido por dos elementos par- terio (-+caridad); es además catego-
ticulares (-)moralidad [fuentes de rial, es decir, el acto religioso res- espiritual y libre de la criatura ra-
1o tanto, excluYe
( actus Purus : d 1a]): Por el -+fin interno o intrín- ponde a ,Dios desde todas las dimen- cional corpórea con el Dios hecho
seco, que reside en la estructura del siones del hombre, incluso al absor- hombre.
-+Dios). '
y temáticamente en la
acto m1s*o, y por las circunstancias, lrcrse directa
2. La teología moral distingue en- a las que Pertenece de una manera concreta objetividad del mundo; y Adopcionismo. Nombre general
especiai el fin externo o extrínseco al por esto es también encarnatorio, con que se da a todas aquellas senten-
tre uctus horninís (actos del hombre'
qrr" tiende el sujeto, la motivación' otras palabras, está referido (cons- cias eue, preosupadas sobre todo de
úe estos dos elementos se desprende ciente o inconscientemente) a la con- mantener un Jmonoteísmo puro, ven
que no puede darse ning{rn acto hu- creción terrena y creada de Dios en en -)Jesucristo únicamente un hom-
murro del todo indiferente. HaY que Jesucristo, y, por tanto, dice funda- bre que posee de una manera espe-
tener en cuenta, sin embargo, que mcntalmente al mundo, de tal
<<sí>> cial el espíritu de Dios y al que
en un acto influyen una cantidad enor- rn:rnera que en el acto religioso el Dios «adopta)> como hijo. D,efensores
cisión en la voluntad). Todo actus
lzumanus es un agto moral, Puesto me de +motivos. El ((Peso)) de un amor a Dios es amor a otras reali- principales: cristiano-judíos en el s. r,
acto crece en Ia medida en que los «l¿rdes no divinas, y viceversa. Pablo de Samosata en el s. rrr y, en
eue, más o motivos quedan reflejamente purif,- cierta manera, Elipando de Toledo
irnplica una A«lán (en la antigua lengua del y
respecto aI cados e integrados en la mayor uni- Félix de Urgen en el s. vrrr, etc.

En teología dad posible de acuerdo con el fin ol'icnte


- hombre, humanidad, que (+monarquianismo).

5
3

L-
F

Adoración Alegría

Acloración. El NT emPlea con fre- pedir la reacción del entendimiento conro el -)misterio impenetrabtre. La dro de Hales (ca 1185-1245), san Bue-
cuensia la expresión <<echarse a los y de la voluntad. Tarea biológica: rcligiosidad vulgar convierte con fre- naventura (ca 12'1.7-1274), Pedro Juan
pies (de alguien)>> para dar a enten- conservación e incrementación de la c:r¡crrci¿t a Dios en algo controlable C1ivi (ca \24,8-129i8). Punto culrni-
rJer la venerasión de un gran hom- vida. La responsabilidad en los actos y tr':rnsparente. nante: la lucha de este agustinismo
bre. Sin embargo, la teología del afectivos o emocionales queda limi- contra Tomás de Aquino, alrede-
NT la entiende como adoración au- tada conforme a la disminución del AgusÍ inismo se llama en primer dor del WA.
téntica de Dios (como forma funda- uso de la razón. Iugar a determinada doctrina de la
mental del Jacto religioso en gene- grurcia atribuida, corl o sin tazón,, Ahora. En teologia,, este concepto
ral) y de Cristo nuestro Señor, ado- Agape (griego : amor). En el NT, ¿L san Agustín (354-430), según la no se refiere, como en la filosofía del
ración eue, según el APoc, tiene que preferentemente, designación del cual, el hombre en su estado origi- -+tiempo, al punto temporal indi-
tributar a Jesús toda la creación Y amor en general (+caridad); ante nal (paraíso) podÍa querer y hacer vidual de una serie ininterrurnpida
eue, según Ioh 4, Ya no tiene que todo, del amor de Dios al hombre Y, Io bueno sin una gracia de por s1 equi.valente en sus momentos (Platón
tributarse a Dios en un ltrgar deter- además, también del amor de los eficaz, apoyado únicarnente en una y Aristóteles), sino a una experien-
rninado, sino en espíritu Y en ver- hombres entre sí Y de los hombres a rr.yuda general de la gracia
'fras la caída del hombre de
Dios. cia religiosa fundamental. La expe-
dad; según Pablo Y Hebr, €r la ver- Dios. Es una forma fundamental es- se p,riva riencia de que el presente verdadero
dadera casa de Dios, efl la comunidad pecial del amor, puesto que se llerra ?L éste de semejante capacidad. La se rcaliza corno ahora no en la ex-
reunida, como cuerpo de Cristo, para a cabo en virtud del esPíritu de gr acia de por si eficaz (a saber, toda troversión al mundo y al tiernpo,
cetrebrar el banquete eucaristico. La Dios. Por parte de Dios, en la reali- gracia, incluso la meramente suficien- sino en la entrada en sí misrno, en
teología dogmática defiende, contra zación de la historia de la salvación: [c, es decir, no plenarnente eficaz) a eI transcender a1 ,espacio y aI tiernpo,
todo equivoco, que la adoración designa la voluntad divina de crear Ia que el hornbre queda p,redeterrni- como podría decir Agustín. Algo se-
,sólo es posible frente a Dios (Dz algo distinto de Dios, Y de hacerse nado sin rnérito alguno F,or su parte, rnejante es el siempre <<presente ago-
302). eso otro y de comunicarse a eso sLlpera las consecuencias dei pecado ra)) ( ge genwrirtige Nu) del maestro
En la adoración se realiza de una otro. Por parte del hornbre, la res- original, la -)concupiscencia. Este E,ckhart y el «instante eterno>> de
Granera peculiar la parte <<adorativa>> puesta gue, una Yez más, viene asi- rrgustinismo es rnuy vulnerable teo- Karl Jaspers" En la Escritura, el aho-
de toda actitud religiosa frente a mismo dada en virtud del esPíritu lógicamente en cuanto q.ue niega la ra (griego, nyn) es esencialmente una
Dios: como reconocimiento de la de Dios y que constituYe la Pefina- ¡rosibitidad auténtica de una pura dimensión lristórico-salvíf,ca que vie-
diversidad infinita que le separa de nencia en la comunión con Dios Y Jnaturaleza (Dz 1516-2318). Defen- ne dada en distintos grados conao
la criatura, de su infinita santidad en la comunión de los hombres en- s^ores principales del agustinismo (con- presencia de Cristo, que en conj¡;nto
y majestad. Reconocimiento que pue- tre sí (Rom 5, 5; 1 Ioh 4, 16; 1 Cor tra etr caXvinisffio, ->bayanismo y irnpulsa dinárnicamente de ahora a
de ser puramente interno o exterio- 13, 8-1 3). ->jansenisrno) son Ff. de Noris (1531- ahora hacia La -)parusía. Esa pre-
rizarse y manifestarse por medio de 17'ü,4), F. tseilelli (167 5-1742), J.L. sencia de Cristo se entiende coxlno pre-
acciones sútrticas, pero que, Por en- Agnosticisrmo (griego-latín : teoría Berti (169t6-1766). Finalmente, tam- sencia corporal de Jesús en cuanto
cima ctre esta distinción, se realiza en del no conocer). Un agnosticismo bién se habla de un agustinismo en comienzo del nuevo -)eón, cotrlo
el desenvolvimiento práctico de la vulgar niega la posibilidad de todo lilosofía. tienapo apostélico, como presencia
vida. Toda adoración se dirige a conocimiento cierto que rebase la R.asgos fundamentaLes: todo cono- de Cristo en el +kerygma. De acuer-
la persoáa de Dios, desde luego, en inmediata experiencia cotidiana, o cimiento humano se funda en una do con todo 1o precedente, tenemos
su total concretización (humanidad de de toda ciencia referida a un cono- ilurninación inmediata de Dios; en el ahora, el instante de la decisión
Jesús, presencia de la eucaristía). cimiento semejante (cf., contra esto, crl nnomento de la creación se deja- absoluta, la respuesta exigida por
No es posible ni permitido adorar +cognoscibilidad de Dios). Un ag- r'()n insertos en la rnateria princípios parte del hornbre en todo ahora
a los santos, imágenes Y objetos nosticisrno más sutil pretende salvar l'ormales capaces cle desarrollo (ra- (Rom 13, 1 tr; S. Kierkegaard). trn la
(+santos [veneración de los], ->imá- tro religioso situándolo en un terreno tion.e's sermínales); en el hombre se t'e orÍa de los <<estadios>> de Kier-
genes [veneración de las], +reli- en el que sea de antemano invulne- cl¿r una pluralidad <Íe formas esen- kegaard, eI instante CIs, dentro del
quias); con todo,, pueden prestar ayu- rable: el conocimiento racional tie- n:íales (pluralismo); a la l,oluntad (al estadio cristiano, lo eterno : e Ia :ver.
da psicológica para llegar a una ne que fracasar sin más ante las úl- :rnrr-rr') le corresponde la primacía presento decisivo y futuro, que vuel-
timas preguntas fundamentales, para r ¡l te el entendirniento y las demás rre de nuevo como pasado. -+Ky rios,
adoración auténtica. :

dar paso a la (-+modernismo).


<<fe>> l'¿lcultades. Estos pensamientos se to- -)3urcro.
Afecto. Conmoción del sentimiento El agnosticismo religioso no se equi- ¡n¿¡.ron, en parte, del árabe Avicenna
especialmente fuerte y espontánea que voca cuando piensa que a Dios en y del hispano-judío Avicebrón. De- Alegría. Sentirniento fundamenf;tl
tiende a pasar a acciones emotivas cuanto Dios só[o se le puede conocer l'cnsores rnás conocidos : Guillerrno que resulta de la concordancia o r-
(impulsivas, súbitas); es decir, a im- alli donde se le conozcra y reconozca tlr¡ Auvernia (ca I 180- 1249), Alejan- denada de lo múltiple en la existencia
()
7 l0
Alegria Ahs¡a

humana concreta. Esta concordancia sés. Asi con Noé (Gen 9, B-17; ya Al¡:rra (griego psykhe, latín aninca). cimiento espiritual, que es algo más
está, en último término, fundamen- alli es una <<alianza eterna>>); con I)rr¡'a entender acertadarnente la doc- que la captación de lo biológicamen-
tada por la armonía impresa en la Abraham (Gen 15, 9-12. L7 s, con cu- trina cristiana (¡no platónica!) acerca te útil, y que en Ia '-)trascendencia
creación. Su punto culminante lo ya alianza se asocia corno signo la clol alma, hay que tener en cuenta hacia el ser en absoluto y, por con-
encuentra en la obra ailrorosa del '-)circuncisión). En el Sinaí queda tlosde un principio la distinción en- siguiente, hacia el ,-+misterio de
Creador misrno, con tro que ha reve- cerrada la alíanza con todo el pue- t re ente y principio real de ser. Un ->Dios, está capacitado para la ver-
lado a su ÉIijo cbmo sentido y fun- blo de Israel, siendo ésta propiamen- cnte es una totalidad real, que posee dad absoluta; dotada de li§.eftad y
damento de la creasión, y con la que te la antigua alíanza o AT, consisten- una esencia y una existencia, incluso autorresponsabilidad, que le hasen
ha orientado la creación en orden te en la ,+ley y, sobre todo, en el un na ptruralidad de sus propiedades, algo más que un momento de una
a ese Hijo. De ahí que la alegría se ->decálogo (Ex 20; 34). For fin,, con ¡rilrtes, dinaensiones, etc. Un princi- sociedad biológica y técnica. El prin-
convierta en alegría en Dios y en David (2 Sam 7) se cierra la alianza ¡rio cle ser es un fundamento intrín- cipio de tal ser hombre, eue permi-
su salvación" mesiánica, puesto que se le prornete seco de un ente, en ürtud del cual te a la esencia material, espacio-
un descendiente que ha de ser Hijo ese ente, sin perjuicio de su unidad, temporal llegar a su ser propio, que
Aleiandría (escuetra teológica de). de Dios y se garantiza la persisten- rnuestra una pluralidad de propieda- hace que se determine a sí mismo
En Alejandría, ya a finales del s. II, cia eterna a la casa de David. Otras des, que no se pueden reducir las y así hace que trascienda la pasivi-
existían con toda cetteza una escue- narraciones de pactos de alianza hay runas a las otras d,e manera adecuada dad de lo material, se llarna alma.
la de catequetas y varias academias que considerarlas más bien como o total, aunque cada una queda con- Recibo este nombre, €n contraposi-
teológicas para gente f ormada. La renovaciones y exhortaci.ones a la deter¡ninada por el todo, puesto que ción con el principio intrínseco de
llamada Escuela teológica de Ale- fidelidad. Con respecto a la teología es ufi. momento de éste. 1o espacio-temporal, biológico, de lo
jandr'ía se caracteriza sumariamen- de la alianza, cf. también -+Antiguo Según Ia teoría cristiana, el alma ocasional y social, a 1o qlue se llama
te por su profundizaciín en el mis- Testarnento. es un principío de ser, no algo in- Jmateria (no hay que confundirla
terio de la palabra de Dios escrita La traducción de «alianza>> por dependiente que es por sí mismo y con cuerpo, que dice ya 1o que que-
y de ia Palabra de Dios hecha carne, «testamento>> : última vol,untad, no quo sóIo ulterior y contingentemente da constituido por el alma y la ma-
es decir, que también se caractenza da del todo con el núcleo teológico cntraría en unidad con lo material. teria, como principios de ser).
por la marcada acentuación de la di- de la alianza,, que es la <<asociacióru>. Pues el alma constituye, en unidad No siendo derivable de Ia mate-
vinidad de Jesús (de aquí po,sterior- Más bien maniflesta el dorninio so- el otro principio de1
substancial con ria dicha espiritualidad personal, hay
mente el peligro de '->monofisismo). berano de Dios, y procede de la an- hombre, con el principio de la es- que concebir este principio de ser,
En la interpretación de la Escritura tigua traducción griega del AT. pacio-temporatridad física, un ente, eI alma, cofiro sub-*_tpncial (cf . Dz
sigue sobre todo el camino de la También en el NT se llama alian- el hornbre. Y de tal manera, gu€ 295) (no como una simple manera
alegoría y de Ia tipologia (+ty pos)
^ za al proceder salvífico veterotesta- toda propiedad empírica que descu- de ser de otra realidad), como sub-
bajo el influjo de Filón. Los maes- mentario de Dios. En analogía con brimos en el hombre lleva en sí la sistente, simple, es decir, como no
tros principales son Clemente de Ale- la 'Jsangre de los animales que so- carasterlstica del hombre entero (cada cuantitativo, por estar enfrentado y
jandría y Orígenes. lían sacrif,carse en los pactos de las una a su manera, como es nafural): abarcar a lo cuantitativo en el cono-
alianzas veterotestamentarias, el NT c[ -)cuerpo es específlcamente cuer- cimiento (cf. Dz 4i80 s '13'8' 1655).
Alianzar en sentido teológico-bí- sabe de una sangre con la que se sella po humano, expresión de lo personal Porque el alma existe como una au-
blico, es un concepto que designa en una alianza (Mc 14, 24),, una «nue- espiritual; lo espiritual en el hombre téntica realidad, aunque nunca p€-
el AT la relación peculiar de Israel,, va alianza>> (Lc 22,, 20; 1 Cor ll, se reatriza en la espacio-temporalidad rece sin nnás, sino que a lo sumo
ad-
como pueblo elegido, con respecto a 25): la sangre de Jesús. En adelante histórica (representación, imager, p&- mito nuevas maneras de actuar y de
-+Yahveh,, relación que se basa en queda claro que la historia de la labra, gesto, sociedad) y tiende a aparecer; porque existe de manera
esa elección gratuita, er la que Dios salvación (->salvación [historia de la consumación del hombre entero subsistente f rente a lo material; por-
I mismo se compromete como aliado lal) oficial y pública es una conse- (+resurrección de la carne). que tiene una auténtica y valiosa
del pueblo. Aunque 1o hace de tal suencia de dos alianzas (Gal 4, 24; Enapíricamente sólo se puede en- significación propia; por todo eso,
manetra, euo El sigue siendo el señor 2 Cor 3, 6-18). La teología propia de contr ar y descubrir al hombre entero, el alma no puede identificarse, corno
de la alianza y de forma que la la nueva aliarza, cuyos miembros uno, aunque no podríamos conocer- mero momento de lo material, con
relación no puede ser anulada por §on Dios y la humanidad redimida, Io con suflciente acierto y amp,litud una determinada fase de aparición
ninguna de las partes. queda desarrollada en la epístola a si no se le entencliera como,-)per- de éste,, ni puede tampoco perecer
En la etiología histórico-salvífica los Hebr 7-10, y precisamente bajo :i()na espiritual, dotada de individua- con é1. Por lo expuesto, Ia raz6n
del AT se describe esta alianza como un marcado reconocimiento de la lidad auténtica e insustituible, que es y la fe cristiana dicen que el alma
consecuencia de alianzas particula- dignidad de la antigua alianza. Cf. lulgo más que un caso particular de no deja de existir con la ,Jmuerte,
res cerradas con anterioridad a Moi- -)Nuovo Testamento. u na ley universal; dotada de cono- por más que ésta afecte la concien-

11 t2 li l4
Alma Analogía, anailogía entis;

cia físico-biológica del hombre. El Anake,falaiosis (griego : recapitu- succder); d) Billot: en el mismo acto espiritu humano sólo puede alcanzar
<<alma>> goza de inmortalidad (Dz lación), en teología, €s un concepto tlc fe, ni se aflrma el motivo extrín- eI ser en el ente, y de ta1 manera Io
738), aunque no debe ésta entenderse perteneciente a la historia de la sa[- scco de razón ni la autoridad (sen- alcanza por medio de su -)trascen-
como una sencilla <<perduració»> en vación (lo utiliza estrrecialmente Ire- cillamente conocid,a) del Dios reve- dencia, que la intelección analógica
la misma manera de ser que antes. neo de Lyón tomándolo de Eph 1, 10) lante, sino sólo la verdad revelada del ser se convierte en La base sus-
Hay que pensarla como consumación cuyo contenido es el siguiente: toda (aunque el motivo de razón tiene tentadora fundamental de toda cap-
supratemporal de la persorur espiri- la creación está de tal manera vincrr- q ue estar conjuntamente afirmado). tación (unívoca) del singular.
tual, que se <<des-ternporiz»> (aus- lada a la encarnación de Dios, que l{ oy día la teología recalca más la Existen dos formas diversas de ana-
zelttgt) en el tiempo en virtud de la hay que entender el acto creador :rcción luminosa, alumbradora (aun- logía: analogía de atribución, si se
libertad, si bien es verdad que esta como preparación para la íntima (lue no susceptible de reflexión) de traslada el contenido análogo del con-
consumación será eI último término, sociedad con el Dios hecho hombre, Ia -+gracia en la '->fe y el carácter cepto de un analogado a otro ana-
conforme a la revelación, consu- quien en el orden fáctico no sólo personal de la fe (el encuentro con logado derivado. Cuando al segundo,
rnación de todo el hombre. es ahora el objetivo de la creación Dios en Cristo y la experiencia de su analogado le corresponde intrínseca-
Con respecto a la creación de las y el punto culminante del género <<autoridaó> en virtud de ese en- mente no sóIo la palabra y una rela-
almas particulares, of . '-+creacionis- adamítico, sino que queda también cuentro). ción con el primero, sino también
mo; respecto a suestiones ulteriores, convertido' en pecado, y como el eI contenido, se da una analogía de
cf. ,Jtricotomisrno y, sobre todo, prirnero en renacer de los muertos, Ananogía, axralogia entis. Analogía atribución intrínseca (analogía de
-)cuerpo; -+visión de Dios. es decir, en la radical asunción de c¡uiere decir que un concepto, sin atribución intrínseca entre Dios y
las distintas fases de la historia hu- perder la unidad de contenido, pue- todo ser flnito, puesto que a todo,
Arnor. El amor pana con otro mana, redime y restaura a la crea- de aplicarse a diversos entes o a ente le corresponde el ser, y ese ser
hombre, efl la medida en que pued,a ción surnergida en e'l sin sentido total. diversos estratos del ser, exp,erimen- depende de D,ios); analogia de pro-
y deba distinguirse del amor al pró- lando una esencial transformación de porcionalidad se da en La sernejanza
jimo (-+prójirno [amor al]), es e,l AnáIisis de Ia fe se llama aI aná- su sentido. (No es lo mismo que equi- analógica de relaciones entre nos
querer a una persona en cuanto lisis del acto de fe que investiga por
-+bien (valor), con el fln de poseerla qué el acto de fe, en cuanto asen-
vocidad
- una palabra tiene sentidos analogados (con proporcionalidad in-
totalmente diversos; univocidad
- un trínseca o extrínseca). Entre Dios
y gozarla. Este amor no, puede sepa- timiento de la raz6n, se apoya inme- concepto tiene sie,mtrrre un sentido y todo ser finito se da una analogía
rarse del deseo de llevar al amado, diata y postreramente en la autoridad rigurosamente idéntico y cuando se de proporcionalidad propia, puesto
en sí mismo, a la plenitud de su de Dios revelante y no últimamente hace realidad sólo se diferencia p,or que Dios y todo ente se relaciona
esencia. En cuanto que el amante en otro (aunque, de todos modos, propiedades extrinsecas a é1.) En el con su respectivo ser de una manera
pretende eso, toma sobre sí la ta- presente) motivo de razón (- proeam' contenido del concepto análogo que- semejante y a la yez esencialrnente
rea infinita de realizarse a sí mismo bula fídeí). Se trata, por tanto, deL dan comprendidos simultáneamente,, diversa.
(+espíritu). En ambos se mani- siguiente problema: ¿Cómo puede cn unidad lógica insep,¿¡able,, lo io- La analogia, como forma de pen-
e amor como la manera en
fiesta eI creyente, el que hace el acto de mún y diverso, lo semejante y de- sar y de hablar de iDios y de su re-
que |a inflnitud aparec,e er1 forma fe, captar inmediatamente al Dios scmejante del objeto pensado. En la lación con nosotros y con el rnun-
finita. revelante, a ese Dios en cuya autori- analógica conveniencia y diversidad do, no es ningún truco lógico por
Con esto se dice también que, el dad fundamenta su acto de fe? Las dc todo ente en su -)ser se funda cuyo medio el conocimiento humano
amor humano tiene que contar so- respuestas de los teólogos son: a) I¿r analogía del ser, la onalogia entís se apodera de Dios, sino la descrip-
bria y realísticamente con las limi- Suárez: se cree también en la auto- (analogia real) y la del concepto de ción del dato fundamental del co-
taciones del amado; que en la nece- ridad de Dios (esto lleva a un círculo ser (analogía lógica). Si se carga el nocimiento humano: que siernpre y
saria esperanza, que no hay que su- vicioso); b) De Lugo: la autoridad ;rcento unilateralmente en la univoci- desde un principio está orientado
primir, de una plenitud infinita, no de Dios revelante, se hace reconocible tlad del ser, la consecuencia es una y dirigido hacia el ,-+misterio ab-
tiene que hacer pagar al amado el de por sí e inmediatamente, <<habla conveniencia frltima entre el ser fi- soluto, que Ie viene dado en forma
precio de la desilusión. Por el con- por sí misma» en la predicación de rrito e infinito, o respectivamente en- no objetiva sin que el c.arácter de
trario, en cuanto amor humano, ha de la Iglesia, en virtud de la graaa lrc el conocimiento humano y el misterio destruya el fáctico carácter
aceptarse a sí mismo como el lugar de la fe (parece rebajar los motivos de tlivino. de dato, ni éste la incomprensibi-
en el que ,Dios hace valer su pleni- razón); c) Straub : la autoridad del Si, por el contrario, se rec,al- lidad de Dios. <<Porque no puede
tud, como la única infinita, por me- Dios revelanto queda afirmada en el c¡r unilateralmente la equivocidad afirmarse tanta sernejanza entre el
dio de una dolorosa ausencia. Con acto de fe como motivo último, aun- rlcl ser, so disgrega éste en una últi- Creador y la criatura, sin que haya
respecto al amor a Dios, cf. ->ca- que tampoco por razón de un motivo rn¿r diversidad y en una separación de afirmarse mayor deseme janza>>
ridad. intelectual objetivo (como debería r:rdical. El conocirniento astual del (concilio Lateranense rv; Dz 432).
15 t6 t7 l8
I

AnaXogia frdei
ÁngeI
Analogia fidei, concepto que apa- temente válido); y que el hombre es \(:gun su tatrea, su aspecto o su r,e- decisión recie,nte del rnagisterio (Hw-
rece en Rom 12, 6 y que Karl Barth capaz de actualizar en su tiempo el l:rc'it'¡n con Dios: <<ángeb> : mensa- mani gene'rís: D,z 2318) se dirige con-
entiende como analogía de «senne- presente de ese suceso (más aL}lá, de fcr'(), ((varones>>, <<ejército de yahveh>>, tra Los que ponen en tela de juicio el
janza en mayor desernej anza>> en- su recuerdo subjetivo). Por 1o tanto, «ciército celestiab>. En la época p,os- carácter personal de los ángeles o la
tre «<la decisión humana por fe>> y se da por supuesta la siguiente €s- le:r ior al éxodo se los considera más
diferencia esencial entre espíritu y
<<1adecisión de la gracia de Dios>>. tructura específ,ca del acontecimien- c:xuctarnente como <<hijos de Dios>>, materia.
Entendiéndolo de forrna católica,, este to: tiene que ser realizado en un (:()nro <<divinos>>, <<príncips), <<fuer-
concepto significa que no se da nin- proceso personal y tender hacia su que o carecen de
zrrs)), <<espíritus>), 3. Sistemá\,ícamente. La doctrina
guna afirrnación de la revelación o actvalización y
representación cúltica cucrpo o sólo tienen un cuerpo apa- teológica acerca de los ángele,s tiene
de la fe que no haya que entenderla en la anamnesis; tiene que afectar r cnte. Vienen como mensajeros
de que partir del hecho siguiente : qLre
desde la fe objetiva una y total de a los que cúlticamente lo celebran [)ios para ayudar o castigar, se ad,- Ia fuente originaria de la doctrina
la Iglesia; este concepto exige tam- y poseer una significación salvado- judican a los hombres particulares o acerca de los ángeles no es ni la
bién que en toda formulación dog- n&, e.d. ser una conmemoración an- ¿r tros diversos pueblos y tienen con revelación divina veterotestamentaria
mática quede claro que todos los ticipante de la salvación futura. Se- l'recuencia un nombre propio (Mi- ni tampoco la neotestamentaria; que
concetrrtos empleados sólo pueden mejante anamnesís (sólo) es posible guel, Rafael, Gabriel, Uriel). más bien e,n ambos se suponen di-
aplicarse analógicamente al objeto para el hombre, puesto que lo tem- Las proposiciones neotestamenta- chas entidades corno algo otrvio y
a que se refieren (-)escuelas teoló- porizado (Gezeitigte's) por é1 conser- rias acerca de los ángeles están se- se los conoce vivenciaknente en su
gicas, '->anal ogia, ,->rnisterio). Este va su validez; y también porque los lladas por las ideas del judaísmo existencia (como principios persona-
principio 1o reconoce el magisterio hechos humanos quedan grabados en t¿rrdío acerca de dichos seres, aunque les, creados, de la estructura de los
(Dz 1,9¿13 2146 2315). la historia, debido a quo el factor de en general son más sobrias. Cristo órdenes cósmicos parciales). Con to-
esos hechos está plasmado e irn- tlueda situado a la diestra de Dios, do, la revolación que se refiere a los
,dnannnesis (griego: recordación). plantado en el cosmos y en la uni- conno el glorificado, por encima de ángeles tiene una ,función esencial, en
Pertenece a la esencia del hornbre dad de la historia. 'La potestad sobre todos los ángeles. La intención sal- cuanto que se purifican en ella las
tomar como objeto de su reflexión, esa anamnesis no reside prirnaria- vadora de Dios se anuncia, incluso ideas de los ángeles que vienen de
y hacer volver a la realidad en pro- mento en los particulares, sino en la a los ángeles, por medio de la Igle- fuera y se garantiza el resto corno
vecho propio, sucesos históricos nece- Iglesia que representa a La humani- sia (Eph 3, l0).Ulteriormente se conocimiento legítimamente tradicio-
sariamente irrepetibles que sean de dad entera, y que se funda en el los considera al servicio de Cristo y nal de1 hornbre. La mención de los
importancia para é1 y que de algu- mismo suceso salvador; puesto que de sus discipulos (Mt 4, 1l; Act 5, ángeles sirve para la aclaract1n de
na manera constituyan su fundarnen- el acontecimiento salvador hace re- 19 s), desempeñan la función de men- otras verdades más generales y reli-
to. Ya en el AT se testifica que la ferencia a toda la humanidad. sajeros de Dios con respecto a los giosamene de mayor imp,s¡1*ncia:
anamnesís del éxodo de Egipto es Locus theologícus: la causalidad hornbres en virtud de la voluntad soberanía de Dios sobre las cosas, p€-
la acción salvadora decisiva de Dios eficiente instrumental de la humanidad salvífica de Dios y rodearán a Cristo ligrosidad de la situación humana.
con respecto a su pueblo, acción que de Cristo con respecto a la gracia en el juicio final (cf. Act). La revelación no se interesa por las
todavía ahora conserva su validez del hombre, a los sacramentos, a ideas más particulares acerca de
( +pascua-banquete), analógicamente, la eucaristía. No es lícito resolver la 2. Historía del dogma. Contra las los ángeles (hombres, números, ran-
la anamnesis eucarística en el NT presencia actual de la muerte del concepciones judaico-apocalípticas y go, etc.). Una angelol ogia teológica
(geucaristía), ambas como acto cúI- Señor en un valor jurídico-moral griegas de los ángeles, los padres sos- queda, por tanto, clasificada en el
tico. De aquí que anomnesis pueda propio de un acontecimiento preté- tienen su carácter de criatura. Esos suceso Írnico alrededor del cual gira
definirse teológicamente como el ha- rito; en tal caso, se destruiría la írngeles_, por tanto, no toman parte toda la existencia del hombre: la
cer presente solemnernente un suceso naturaleza misma de una verdadera en tra creación del mundo (como en venida de Dios a su creación en Cris-
de la historia de la salvación con atlamnes¿s como tiene que serlo con- Ias distintas formas de la ,-)gnosis, to. Ese acontecimiento irnpide que el
el fin de que cobre Lrna nueva fuer- forme a la Escritura. -+Denniurgo), aunque con todo tie- hombre se restrinja a las dirnensiones
za para el que lo conmemora. nen más poderes que los hombres. de su contorno.
En contraste con algunas celebra- Ángel (griego angelos: trnensaje- Sólo con motivo de una declaración El hombre forma parte de una co-
ciones cúlticas de otras religiones, ro). Desde la edad media, entidad docente de la Iglesia en el concilio munidad ds salvación o condenación
hay que suponer aquí que el suceso suprahurnana, creada, espíritu ((puro)). I-ateranense rv, que da por supuesta cuyo alcance rebasa los límites de
es históricamente irrepetible; que no Ia existencia de los ángeles (Dz 4Zg), la humanidad. Sólo desde este punto
se destruye esta irrepetibilidad; que 1. Doctrina dela Escrituro. La Es- se convierte en tesis de Ia angelol ogia de partida puede determinarse ori-
el suceso está en el presente (es critura supone, como conocidas, en- (Tomás de Aquino) la espiritualidad ginariarnente la esencia del ángel:
decir, como acontecirniento permanen- tidades que reciben sus nombres prrra de los ángeles. Finalmente, una que los ángeles por raz6n de su ser
19 20 2t
22
Ángel Antiguo Testamento

pertenecen al mundo, que se hallan los ángeles en \a historia de la sal- gustia. La aceptación confiada de la lación. Et mundo quedará transfor-
iituados junto con el hombre dentro vación, etc.). rtrrgustia en la -)esperanza es una mado en un <<cielo nuevo y una
de la unidad natural de la realidad ¡rarticilmción en la angustia de Cris- nueva tierra>>. -)Conservación del
y de la historia, QUe con é1 tienen Angustia es una <<situación or[- (t¡ portadora de la salvación. ->Sal- mundo.
una historia salvífica sobrenatural, ginaria>>o temple fundamental QLre' vación (certeza de la propia), -)te-
que tiene en Cristo su primer esbozo áesvela al hombre su modo de en- nlor de Dios. Anticristo es, según la Escritura y
y su meta última (Por lo tanto, tam- contrarse en la h istoria individuat Ia tradición, <<el hombre sin lep> que
bién para el ángel). Sin embargo, de la salvación. AParece Ya en el: Anima natura'liter christiana. Es se hará pasar por Cristo y consegui-
p,uesto q.ue la *antropología teolÓ- AT, agudizada Por el hecho de que ústa una expresión de Tertuliano rá grandes éxitos, aunque será vencido
gica y la -)cristotrogía se encLlentran el diálogo histórico-salvador de Dios (Apoc 17, 6) que significa lo si- por Cristo. No es necesario conside-
mutuamente vinculadas de manera con su pueblo no ha llegado todavía guiente: Al alma se le ha dado desde Íar esta doctrina como mitología o
esencial, también la angelol ogia ha a su fin. Allí se nos Presenta en ell u n principio un conocimiento de mera tipología para explicar la si-
de ser concebida corno mornento ln- rniedo y pavor frente a Yahveir, fren- I)ios, y Io que procede de l)ios de tuación de lucha propia del cristiano
trinseco de la cristologia. Los ánge- te a sus teofanías Y al día de su jui- csta manera podrá obscurecerse, pero y de la Iglesia, puesto que la historia
tres, por su esenc,ia, son contorno per- cio, como angustia en el Pecado, r1r> borrarse. En un sentido más am- de la salvación y condenación está
sonal de Ia Palabra del Padre ex- f rente a la exigencia ineludible Y plio, esta expresión trruede signiflcar: dominada por personas, y su carác-
terioriz ada y enajenacla, que es la siempre superexrgente de Dios' E'I ,t) Es propio de la esencia del hom- ter de lucha se agudiza todavia hacia
Palabra manifestada y escuchada en hIT anuncia Ia angustia redentora bre la posibilidad de conocer a Dios el fin. Por otra parte, las afirmacio-
una persona" Su dif erencia con res- con que Cristo soPorta sobre sí el y la ley natural, cuyo conocimiento nes de la Escritura no excluyen que
pecto a ios hombres habría que con- cutrpable alejarniento de Dios de los cntra tarnbién en 1o cristian o. b) Tam- la palabra anticristo pueda entender-
cebirla como una vari-aciÓn (<<espe- pecadores, Y, Por esto mtrsmo, anun- hién es de la esencia del hombre el se como personificación de todos los
cífica>>) d"e esa esencia cornún (<tge- éru ya una angustia <<agraciada>> del estar abierto a una posible revelación poderes históricos contrarios a Dios
nérica>>) a los ángeles y a los horn- cristiano (Z Cor 6, 4) como com-Pa- cn la historia y en la palabra (-+po- que los hombres llevan consigo.
trrres. Esencia que llega a sLI plenitud sión con Cristo (Rom 8, 7)' La tcr-rcia obediencial). c) El hombre, €n
suprema y gratuita en la Palabra de la angustia
teología sitúa tra raiz de su ser concreto, está codeterminado Antiguo Testamemto, antigua alian-
Dios. en el -)p,ecado original, es decir, el conjunto de la historia hu-
¡'rtrr za. Como magnitud histórica de tra
Desde este Punto de Partida hay la presenta como algo que no de- nrana, la tradición y, por lo tanto, redención, se llarna AT al período
quo explicar la gracia de los ángeles beria haber tenido lugar Pata eX c<lnsciente o inconscientemente, por de la +revelación y salvación de
como gracia de Cristo, a Cristo co- hombre, Pero que, en cambio, Pata' cX cristianismo. d) El hombre vive la humanidad en sentido restringido,
mo cabeza de los ángeles, la unidad la existencia en Cristo, es suscep- siempre y en todas partes bajo Ia que teológicamente comienza con
originaria del mundo y de la historia tible de transf ormarse en angustla +voluntad salvífica universal de la )alianza entre Dios y Abraharn,
de la salvación con ángeles y hombres salvadora. De esta manera queda de l)ios, está destinado a una -)rneta euo, tras una posterior reflexión, so-
rnanif,esto un elemento de la angustia .;obrenatural (-+existencia sobrenatu- bre todo profética, alcanza su pun-
en su superordenacién y subcrdina-
ción mutuas , eI cambio que exPeri- cuasi neutral, e.d. común a todos tros rirl), es capaz de tener fe. to central en el éxodo de Egipto,
r,nenta el papel de los ángeles en la hombres Y Previo a la decisión rno- Por todo 1o dicho, el mensaje his- con la alíanza entre Dios y el pue-
historia de la salvación. Cf. también ral, que señala at hombre la tarea de t ti rico y explícito del cristianismo blo elegido por medio de Moisés,
asumir su propio ser en cuanto espí- unca se dirige ni encuentra a Lrn sobre el Sinaí, y que llega a su ple-
->demonios, *Podere,s Y f.uerzas.
n

ritu constituido corp$¡so-páticamen- h ombre que sólo sea <<naturaleza>> nitud con la muerte y -)resurrec-
Angetrología es el tratado teológico t" y, así, expuesto al mundo, al tiern- ¡rrccristiana, culpablemente cerracla y ción de Cristo, las cuales sellan la
acerca de los -+ángeles; con nnayor po y a la muerte Y, en e'llos, a la ¡xtsiva frente a una posible revelación nueva alianza, y& deflnitiva y per-
precisión, Ia doctrina acerca del creciente exigencia de Dios. La huida 1 -+gracia, -*naturaleza). petua, de Dios con toda la hurnani-
contorno y entorno histórico-salví- a una seguridad autónoma no eluds dad. Esta época de la historia de tra
f,co suprahumano del hombre, como la angustia, Pe'ro la convierte en un Aniquilación es la supresión de la salvacién tiene sus fronteras en el
rnomento de la -)antropología teo- signo de la huida frente a Dios" cscncia y de la existencia de r¡n ente, espacio y en el tiempo; ternporal-
nógica, aunque codeterrninado Por Esto es válido Por lo menos Para tra rlo tal manera eue, a diferencia de Ia rnente está limitada en sus comien-
la conexión esencial entre antrop'o- angustia dentro del ámbito del gé- tlostrucción y transforrnación, no que- zos por la llamada prehistoria o
nogía teológica y -)cristología (cf . nero humano como totalidad, si bien rlo absolutamente ninguna potencia o protohistoria, y en su terminación
gracia de Ios ángeles como gra- el individtlo angustiado puede catre- ¡rr rte. Semejante supresión sólo po- por el NT; especialmente se restrin-
r l¡ i¿r realizarla Dios. Según la reve- ge al pueblo de Israel con exclusi-
cía de Cristo, Cristo como cabeza cer de culpa con respecto a esta huida,
de los ángeles, diversa función de clado el carácter neurótico de su an- l;rc i(rn, jamás osurrirá una aniqui- vidad; y al hacerlo deja de identi-

23
24 l5 26

L.
Antropo'Iogía
Antiguo Testamento
cuentra la salvación Por medio de
t'irin cn el sentido literal del texto riorísticas (medicina, biología, p,si-
ficarse con la historia de la salva- ico críticarnente estudiado (a di- cología, sociol agia,, etc.). Una antro-
Jesucristo incluso en el AT. fesús
lr ibl
ción en general, Puesto que también I c r cncia de la tendencía alegórica), pología propiamente teológica tiene
fuera del AT existía Ia +gracia. representa la consumación de Ia y cn la cuestión de la humanidad que aparecer corno aposteriorística,
La historia de la salvaciÓn es- ley y deroga el AT con su sarigre'
¡rcrl'ecta de Cristo (de donde un futu- en cuanto que supone las afirmacio-
pecial (-+salvación [historia de 1a]), Y de tal manera queda así (según r ) pcligro de -)nestorianismo). Los nes acetca del hombre contenidas en
Pablo) abolido el AT, que su ulte*
(

propia del AT,, consistió en que lc:(rlogos principales son Malquión el mensaje histórico de la fe. Con
Dios se hizo sentir en su actuar rior observancia se convierte en ne- (s. rrt), Lusiano de Antioquía (s. Iv), todo, este presupuesto todavía no,
histórico Y originó con su inter- gación de Cristo y del valor salvífico
único de su crutz. Pero con ello n0 con Arrio y los padres del arrianisffio, irnposibilita, en principio, que el
vención el '-)monoteísmo de Israel: l)iodoro de Tarso, con sus discípu- sentido que le sobreviene al hombre,
el Dios de la alianz-a, 'áJahveh, es queda desvalofizado el AT conno Pa-
lr»i, Teodoro de Mopsuestia y Juan desde fuera en la contingencia his-
reconocido con creciente claridad sado auténtico: Abraham sigue sien-
t 'l'isóstomo. tórica sea la interp,retación absoluta,
como el Dios realmente {rnico Y do el padre de todos los creyente§,, los
fundamental y decisiva del hombre.
vivo. Asi Pues, el Dios del univer- santos del AT siguen siendo justos
An,tropocentrislxoo puede llamarse a Este, por su esencia, es algo que está
so pactó una alianza esPecial con y testigos de la fe Para nosotros; Iodo
los escritos del AT siguen Perte- sLsterna ideológico o astitud históricamente apbste,riorístico,, de
una nación Pequeña, Porque este ¡r'írctica que considere al <<hombre lo remitido con toda necesidad a lo,
carnino, de una alianza partictrlar, nEciendo a nuestro libro sagrado:
)mo medida de todas las cosas)> que no puede pescindir racional-
<<1a salvación viene de los judíos>>
c(
era el camino históriio hacia una y por consiguiente niega a Dios el mento como si fuera algo «no esen-
meta universal: Ia unión Y unidad (Ioh 4, 22). +Judaísmo Y cristia-
:r nlor, tuerce al hombre sobre si ciab>. En toda reflexión, el homb,re
de Dios con toda la humanidad en el nlsmo.
rnismo y lo encierra en una presun- se tiene a sí mismo como el his-
Dios hecho hombre. Considerado en (uosa autonomÍa. Todo -)ateísffio, tóricamente condicionado, como
sí misrno, este Período de la sal- Antinomismo, concepción o acti- el'

tud que discute la legitimidad Y toda incredulidad subjetiva, todo pe- <<arrojado>> (W egge'gebene) y errante'
vación queda todavía abierto hacia c:rdo subjetivamente mortal, toda fi- (Urngehende).
delante, ro es aún definitivo, está validez de toda 'Dley. En esPecial
se llama antinomismo a la oPinión
Iosofía que no abre al hornbre en El hombre no puede reflejar ade-
fluctuando entre juicio y gtavta; to-
lirección al -)misterio absoluto e cuadamente en ninguna ciencia esta.
que sostiene QUe, conforme al evan-
r

davia no ha quedado claro, en el irrcontrolable, son antropocentrismo. esencia suya concreta e histórica,
diálogo entre Dios Y el rnundo, g"lio, la ley moral no es Ya obliga-
toria para el cristiano en cuanto lrr un sentido verdadero, antrop,o- es decir, no puede despegarla de sí
que la última Palabra no la tiene
ccntrismo significa que el teocentris- mismo en cuanto algo dado y enten-
át ((no» del hombre, sino la Pala- tal. Se llama disputa antinornista ¡no real del hombre, como todo dido a priori. Tanto más cuanto que
bra divina de Perdón. Por esta ra- a las polémicas, dentro de1 lutera- lr ccho o actitud personal, es necesa- su esencia es una autoposesión ori-
zón, tra concretízacíln social de esa nisrno, entre J. Agricola (la ley ca- ginaria: -+persona, -)encontrarse
rece de valor), Melanchthon Y Lute-
r i¿rmente orientación de un sujeto.
historia de Ia salvación, que no lle- N «r es posible una <<extroversión>> (el). For tanto, la antrop,ología a pos-
ga a ser escatoló gica, Puede toda- ro, en la primera mitad del s. xvl; :rbsoluta sin una vuelta a sí misrno. teriori de la revelación no tiene por
iiu quedar abolida Por la incre- y también a la lucha entre un grupo I :u dignidad y obligatoriedad ab- qué enfrentatrse, como con una nor-
dufidád de la Parte hurnana (dife- de antinomistas formado entre otros solutas de un acto moral se apoyan ma ajena y extraña, cotl \a auto-
rencia entre la 4sinagoga Y la por M. Neander, A. Poach, que sos-
t'n la dignidad del sujeto euo, en comprensión apriorística y adecuada
+Iglesia). tenía que el cristiano como creyente ( r¿¡.nto tal, queda fundado por sx.I del hornbre. Así pues, la antropología
está por encirna de la l"Y, aunque
r

Por e§o tal alianza, de suyo,' es


t¡;tscendencia hacia Dios. De aquí teológica puede tornar legítimamente'
exclusivamente una +IeY que exi- como pecador 1o esté sometido, Y los
t¡trc antropocentrismo y teocentrismo, como punto de partida la autocom-
ge sin ser caqaz de dar ella misrna seguidores de Melanchthon (fórmula
lricn entendidos, no constituyan una prensión fá«ica del hombre sacada
aquello de lo que hace responsa- de concordia de 1580), en la segun-
da mitad del s. xvl. Acerca de la vc rdadera contraposición. de 1o oído históricamente y de la
ble (espíritu, gracia y santidad); de fe practicada.
aqui que Produzca la servidumbre problem átsca" teolÓgica y enjuicia-
Antropología (griego - doctrina
y el aguijón del Pecado. Con todo, miento del antinomismo, cf . -+ley' ;!r:orca del hornbre). Se llama antro- a) La revelación del AT y del NT
Lt AT sigue siendo <<sombra>> de teológica de)' ¡rologia el intento reflejo del Jhom- contiene afirmasiones acerca del hom-
1o que ha de venir. El que con fe Antioquía (escuetra
lrrc por llegar a su autocomprensión, bre que entran en juego con obliga-
obediente confía en los insondables En Antioquía se originaron algunos :i(':r de una manera trascendental toriedad absoluta y con la preten-
decretos divinos, so adentra en la movimientos teológicos, caractetiza'
;r¡rri«rrística, sea partiendo de una re- sión de ser las únicas que llevan al
misteriosa unidad del Plan divino dos más por los métodos emPleados
vt:lación divin&, o bien tomando como hornbre a un conocimiento vivensial
de salvación Por suanto espera en que P'or las tesis sustentadas; en la
crltica bíblica ponían especial aten- ¡rtrrrto de partida las ciencias aposte- de su peculiar esencia concreta e
la futura redención Prometida Y en-
.l() 30,
28
27

L.
Antropología Antro¡romorfismo
histórica. El hombre queda descrito historia, eI hombre (cristiano cre- ci lrÍr
conn¿rturalmente la autorreve- Aunque es obvio que Dios podía
corno Llna naturaleza que no tiene yente) se conoce, a pesar de su l;rcion ,Je Dios en la palabra (fe-amor, crear el mundo sin encarnación, con
igual en su mundo, y tan destacado condición de criatura expuesta al ('r(:cr-amar) y en la +visión de todo, esto no se opone a que la
en su calidad de sujeto, que él es pecado, y en ella precisamente, co- I ) itr¡^. -+Natutaleza es la constitu- posibilidad de la creación se funde
el interlocutor de Dios, y frente a é1 mo el interpelado históricamente por ('r()n permanente del hombre pre- en la posibilidad aún más radical de
todas las demás cosas, conf orme a Dios. Interpelado con la palabra de s t puesta en este poder escuchar. La
r
un enajenamiento de Dios (ya que
la voluntad creadora de Dios y, por autorrevelación absoluta, libre y por r'u¡rl es de tal suerte, que el pecador en un Dios simple no se dan posibi-
lo tanto, en su propia y verdadera tanto gratuita, de Dios en cuanto t. incrédulo puede cerrarse a esta Iidades simplemente distintas). Así
esencia no son sino <<mundo am- a su vida más íntima. Esta afirma- rrrgente autorrevelación de Dios. De pues, la definición originaria del hom-
biente>>. Esta subjetividad, este su- ción es para eI cristiano, por una I r I suerte, que esta autorrevelación
:
bre seria la siguiente: el posible <<ser
jeto, entendido como espiritu y li- parte, inmediatamente inteligible co- ¡rtrcda todavía aparecer, frente al de manera distinta>> del enajenamien-
ber-tad, como validez y sentido eter- mo afirmación que resume todo lo lrtrrnbne ya creado, como el mila- to divino y el posible hermano de
namente individuales ante Dios, co- que oye acerca de sí mismo con la gro nibre del amor personal. Milagro Cristo. Partiendo de Dios y del hom-
mo capacidad de consorcio con Dios f e; por otra, es apropi ada como pun- (lrre el,' hombre «de suyo)) (por na- bre, la cristología aparece como una
en una relación que puede llegar to de partida de una antropologia Irrratreza) no puede exigir, aunque sí repetición radicalísima, como una sLr-
hasta el <<auténtico pacto>>, que es teológica. le: sea accesible y esté, por tanto, peración de la antropología teoló-
auténticamente dialogal, hasta llegar cscncialrnente abierto a él (->poten- glca.
a la absoluta inmediatez de la <<vi- b) De este punto de partida fun- c iu obediensial).
sión cana a cara)) en la luz inaccesible damental se deriva la qreatureidad
f ) Actualmente no existe todavía
y en la <<participación de la natura- como la más amplia definición del ,l) A partir de la historicidad del la antropología teológica en forma
leza divina>>, conociendo de la misma hombre, y etr primer lugar la creatu- <<cscucha»> la palabra de Dios, la de unidad cerrada. I-o que la reve-
manera que somos conocidos; por ridad subjetiva (un modo deficiente "historicidad del hombre se hace lación divina dice del hombre está
fi.n, esta subjetividad en suanto puede de la cual es la condición de crea- ¡ll lente corno nota suya fundarnen- permitido por los distintos tratados
hacerse presente como el lugar de clo que tiene lo
meramente objetivo), t:rl y corno afirmación teológica. Así, de la teología, sobre todo de la
la irrupción de Dios en el mun- es decir, la infinita apertura a Dios lu historicidad del hombre se mues- -+dogrnática, sin que se haya ela-
do, como manifestación del rnismo de lo que no es Dios como defini- I r a corr sus características de munda- borado aÍrn reflejamente el funda-
Dios (el hacerse hornbre, la homi- ción a la Yez positiva y negativa, n idad ambiental, corporalidad, dif e- mento sistemático de la antropología
nízasón de Dios), convierte real- que desarrolla esos dos aspectos erl- --.- / rcnciacíón sexual, unidad del género total.
mente al hombre en un ser que a la misma medida, frente al Dios in- lr rrnlano (-)monogenismo). Se mues-
fin de cuentas no es una pieza in- comparable. Iur también en el hecho de que el Antropo'rnorfismo es el uso de mo-
tegrante más dentro de un conjunto lromhre está ordenado a la,-)comu- dos de conducta humanos para des-
cle mayores dimensiones (mundo), c) A pesar de q ue la raz6n natural rr i cla d. en el carácter agonal de su
cribir la realidad de Dios. En el
sino la totalidad misma en una puede conocer el hecho de la -)re- t: xistencia, en su condicionarniento AT se hace mucho uso del antropo-
f orma cada Yez irrepetible, sujeto, velación (+ prcteambula fidei), el au- lri.stórico y en la insuperable incapa- morfismo. Se presenta a Dios con
percona, <<existencia>>, efl
contraste téntico <<oyente>> de la revelación t'itl¿rd de disponer sobre su situación. afectos, actos, c incluso con miem-
con lo meramente objetivo y a la divina es el hombre que la recibe bros humanos (arrepentimiento,, risa,
mano. La historia auténticamente en una absoluta obediencia de fe, r') La antropología teológica tiene
histórica del cosmos, es decir, irre- y por tanto amorosa, posibilitada por ( r rc
, cólera., boca,, nariz,, pies,
tristeza
| restar una atención especial a
trT elcétera). Con estos recursos se pre-
petible, no cíclica, es un momento la autocomunicación de Dios en la .r rr
relación con la -)cristología. El tende ante todo poner de relieve la
de esta historia entre Dios y el hom- gracia, y la recibe de tal manera scntido de la encarnación sólo se dinámica propia de Dios (puesto
bre; y lo es desde el principio hasta que no se eche a perder la cualidad t'rr¡rta acertadamente cuando se con- que aparecen aun en el lenguaje ya
el fin. La historia del hombre no de Ia palabra divina en cuanto auto- rirlcra a la humanidad de Cristo no más depurado de los profetas) sin
es un momento de una cosmogonía revelación, ni se le minorice hacién- r'r r icamente como instrumento último,
¡
que quede borrado el desnivel cuali-
más amplia, sino eue, al contrario, dola palabra hurnana en virtud del r lrrr(lue extrínseco, con el que hace tativo entre Dios y su creación.
el mundo es un presupuesto que po- a priori que queda constituido en ., ir s Lr y oz un Dios que queda invi- De la descripción antropomórfica
sibilita la historia del hombre y tiene el poder escuchar de1 hombre finito. s i lr
" sino como aquello en que se
lc de la relación cle Dios con el mal
el fundamento de su posibilidad en A partir de esta base puede llegarse t'r )nvierte el mismo Dios (permane- se srguen, por otra prarte, problernas
esa posibilitación; el fin del mundo a la distinción entre naturaleza y cic rrdo Dios) cuando se exterioriza de difísil solución para la teología
está, ante Dios, determinado por la gracia en su misrno origen. -)Gra- ) :rnonada en la dimensión de lo
(
del conocimiento de Dios. En par-
historia detr hombre. Dentro de esta cia es la capacidad apriorística de re- rli:stinto a sí mismo, de lo no divino. ticular, es inadecu ada la aplicación
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L*
Amtro,pounorfismo
.&po{imarisuqlo
a Dios de todo concepto hurnano, sigue una irradiación, determinada I rccucncia, revestidas en f,orrna de Apoka{astasEs, palabra griega q.ue
que siemp,¡s eS una reprresentación también por las características psi- irrstrucción exclusiva para los dis- signif,ca reinstauración. En la pscl"i-
concreta. Con todo, desde el punto cológicas del visionario y de su arn- r:ipulos. tura sólo aparece en Act 3, Zl, al
de vista de la trascendencia del es- biente sobre la percepción sensible Iirente a la apocatríptica del ju-
píritu humano hacia Dios, a todo del hon'rbre. E,n este fenórneno, no
hablar de la reinstauración de los
tl:rismo tardío, en la apocalíptica dones salvíficos paradisíacos por obra
concepto le corresponde cierta trans- es necesario considerar dicho <<efecto>> híblica pierde terreno la descrip-
parencia en dirección a Dios (-)ana- corno obrado por Dios de la rnisma
del Mesías. En el judaísmo tardío
logía). Transparencia que posibilita rnanera y en Ia rnisma medida que
ción fantástica corno reportaje anti- y en Mc 9, 12 se atribuye esta
cipado del futuro en si misrno, sin reinstauración a Elías; en carnbio, €n
un conocimiento que hay que orien- aquel influjo divino primario. Hay n significado existencial para el pro-
tat hasia Dios, si bien este cono- que aferrarse siemp,re al principio
u Mc 9, 13 Jesús la atribuye a Juan
¡rio presente y \a indiscreta penetra- elBautista en el sentido cle una
cimiento siempre será análogo y de la Iglesia, de que ante presuntas ci(rn en el mistetio de Dios. Adernás, prep,aración del puebXo en orden al
conseguido a base de negaciones apariciones no hay que presuponer cn el NT desaparece, en general , la
siemtrne nuevas. En é1, el hombre el influjo divino, sino quE hay que En Ia teología posterior se
IVfesías.
tiene noticia de su antropomorfismo, probarlo, del mismo modo que hay
pscudonimidad frente a la apelación la concibe como reinstauración cle
:rl propio,-)carisma profético. La toda la creación,, incluyendo a pe-
y precisamente por esto llega a tras- que probar el origen divino de una utenticidad de las visiones narra-
cenderlo adentrándose en el misterio revelación. Por lo tanto, es teológi-
:r
cadoresn condenados y demonios, en
tlas en Ia apocalíptica bíblica hay un estado de felicidad perfecta
de Dios. Además, con respecto a la camente legítímo remitir a la psi- (lue inter¡retarla teniendo en cuenta
(apo_
katastasrls
tregitimación del antropomorfismo y cología la cuestión de la sobrenatu- la inerrancia de la Escritura y
reconciliación universal).
-
con- Tal vez Orígenes y ciertamente Gre_
ante el modo en que el espíritu hu- ralidad de una aparición, habida l'orme a los principios teológicos de gorio Nacianceno, Gregorio Niseno,
mano depende de las representaciones cuenta de que la psicología debe, a cnjuiciamiento.propios de las -)apa-
su vez, peflnanecer abierta a una Dídimo el Ciego, Evagrio ponti-
sensibles, hay que tener en cuenta que riciones; y el contenido total, sobre kos, Diodoro de Tarso, Teodoro de
Ia intervención de Dios en Ia histo- <<teología de la existencia agraciada>> todo las proposiciones referentes al Mopsuestia, Juan Escoto Eriúgena,
ria ha de quedar testifi,cada con los (en sentido pleno, es decir, incluso en lin del mundo y al curso de la his-
conceptos de la experiencia histó- el sentido psicológico de esta pa- algunos teólogos de la edad, media
rica. De esta manera tales afirmacio- labra).
Ioria, ha de interpretarse conforme y moderna defienden cierta apo-
ir la hermenéutica teológica de la katastasís. D.f. : la afirmación po-
nes implican un grado superior en -)escatologÍa. sitiva cierta de una
la justificación del antropomorfismo. Apocalíptica, designación global de apokatastasis
fue condenada por el magisterio como
un género literario surgido en el Apócrifos (: ocultos),, Iibros eue, herética (Dz 2ll ,4,29 531).
Apariciones (visiolles)" En lengua- judaismo tardío y corriente también por Íazón de su contenido fantástico,
je teológico, se llarn a ap,aríciones las en el ámbito cristiano, y de su con- Esta condenación debe ser enten_
y autor he-
¡'»rocedencia desconocida dida ciertamente como referencia po-
r¡i.vencias psíquicas en las que obje- tenido. A la época comprendida roje, no se utilizan en eI cutrto di- sitiva a la capacidad de decisiói y
tos o personas invisibles e inaudibles, entre 200 a. C. y 80O d. C. se atri- vino ni en teología, y que a pesar
a pesar de ser inaccesibles a la buyen 17 apocalipsis precristianos, rlc su origen judío o cristiano a
libertad del hombre y a su indero_
gablo y siempre abierta situación de
experiencia humana normal, so ha- aunque reelaborados cristianarnente, y vcces primitivo no fueron incluidos opción en el más acá; negativamente,
cen perceptibles de una manera so- 11 procedentes del campo cristiano, cn el ->canon de la Sagrada Escri- so decide también en esta condena-
brenatural. Desde el punto de vista contando sólo los más importantes, a rA. Los apócrifos del AT (entre
Ir¡
ción que el hombre no puede ya con-
teológico, hay que sostener en prin- menudo atribuidos, para darles Ia los suales la teología católica coloca vertirse más allá de la muerte . La
cipio quo son posibles las apariciones autoridad que les falta), a figuras im- :r muchos de los -)apocalipsis del
portantes del AT o NT, como Abra- revelación divina no da ninguna ex_
sobrenaturales en fllanto que Dios irrdaísmo tardío) son trlamados pseu- plicación acerca de Ia manera en que
cLrnserva la libre y omnipotente dis- ham, Baruc, Elías, Isaías, Moisés, tlocpígrafos por la teología protes-
posición sobre las leyes naturales apóstoles, etc. Dentro del AT se
Dios rcalizará su plan salvífico [->
l:rnte. Por apócrifos del AT, Ia teo- salvífica [voluntad de Dios]), que_
de su creación. De esta manera, Dios encuentran textos de forma apocalíp logf a protestante entiende, en general,
puede dar testirnonio sensible de sí tica en Ez, Is, Zach,, foel, Dan; en rido desde un principio comá deñni-
Ios llamados «escritos deuterocanóni- tivo para los hombres, es decir, si
y de realidades que se encuentran el NT, el Ap,oc, el sermón de la ('()si» (+canon). Por apócrifos del serán muchos o pocos los que de
frrera del carnpo de la experiencia. parusía,, Mc 13, y paralelos, con 2 N l' (evangelios apócrifos, diversos
2, l-12, y hecho se van a condenar.
El influjo divino, si se da y en la Thes numerosos pasajes lrcchos de los apóstoles, muchas cartas
medida en que se cla y lleva e sueltos. El contenido de los escritos y :r pocalipsis; nulnerosos hallazgos Apolimanismo, de Apolinar, obispo
tra aparición, es en primer lugar un apocalípticos Io forman, en general, rr portantísimos en el s. xx), tanto
influjo gratuito sobre el núcleo espi- visiones del futuro entremezcladas
rr
ds Laodicea hacia el 360, se llamó
l:r tcología católica como la protes- eI movirniento teológico que defen-
ritual de la persona. Influjo al que con discursos admonitorios y, con l;urlc cntienden lo mismo. día que en Cristo la segunda pcr-
35 36 tl
38

\
r
Apolinarismo Apéstotr

sona divina oc,upaba eI lugar del al- fuerzos acertados y necesarios de la tr¡l ct)filo ésta detrería ser ptopiameilte 2 Cor 1,24; 4, 5; Rom 77,13; 12,7;
ma espiritual de .tresús y,
p,or tanto, apologética inmanentista no están su- y l:rl como la quiso Jesús, puede estar Act 2,0, 24 e.p.) para la fundación y
no aceptaba plenamente la humanidad jetos a c«rndenación alguna. En or- r¡rclr¡ido el +voturm de pertenecer a edificación de la cornunidad (Act 8,
de Cristo. El rnismo Apolinar quiso den a un planteamiento acertado de t'l l:r y de tener su rnisrna fe. 14 s; 15, 2; Rom 15, 15; I Cor 11,
recalc¿lr la divinidad de Cristo, con- la apologética inmanentista. sf . '-->
34 e.p.). Da cuenta también de sus
sideraba lo humano-corporal corrom- potencia obediencial, '->existencial Apósfo,I (griego apostolos derechos con respecto a la adminis-
pido de raiz, y de tal manera que sobrenatural, ->revelación. - envia-
tlo). En el NT se da este nombre so- tración del bautismo (Act 2, 4l;
tenia que estar subordinado al impe- h¡'o todo a los doce, aunque también 1 Cor 1, l4), de la eucaristia (Act 20,
rio de la voluntad radicalmente im- Apostasia. En lenguaje teológico lo rcciben otros misioneros y mensa- 7-11), de la imposición de las manos
pecabXe del Logos, sin un propio se llama apostasía al abandono total icros de la lglesia, p.ej., en el distri- (Act 6, 6 e.p.), de Ia disciplina ecle-
principio activo en Cristo. Conse- de la +fe sobrenatural; en contra- lr r de Antioqul,a; probablemente la siástica (1 Cor 5, 3-5; 1 Tim 1 , 20
cuenternente, enseñaba que en Cristo posición a ,-)herejia,, que es el aban- 'rc,gunda denominación es anterior y pa:ssím), de sus derechos a exigir
sélo se da una naturaleza consti- dono de la fe sobrenatural en ver- :r I¿r primera. En eI judaísmo tardío, la obediencia por parte de la comu-
tuida por la divinidad del Logos y dades particulares que entran dentro l: r <<misióm> constituye una institución nidad (Rom 15, 18; l Cor 14,37;
la hurnana carne ( -+monofisismo). del depósito íntegro de la revelación. ;¡tlmitida basada en el principio : <<el 2 Cor 10, 18 e.p.).
A este propósito, el concilio Vati- nr:rndatario está en lugar del man- Se da una subsistencia o valídez
Apologética inmanentista, designa- cano I declaraba, contra la -+duda tl¿rnte>>. permanente de las irrepetibles funcio-
ción genérica de diferentes corrientes positiva propugnada por G. flermes, En fuft 10, 5 (Lc 9, 2) se dice que nes de los apóstoles en cuanto tes-
apologéticas que aparecieron sobre que nunca católico alguno tiene causa lcsús envía a los doce llamados por tigos de Cristo; sobre todo, corno
todo en Francia a fines del s. xlx y justa para cambiar o poner en duda f',,l (Mc 3, 14 y paralelos), y Lc'6, 13 testigos oculares del Resucitado y en
principios del xx. Dichas corrientes su fe, después de haberla recibido t'ucnta que los llamó apósto1es. cuanto fundamento de la Iglesia; por
pretendian fundar la exposición ra- bajo el magisterio eclesiástico (Dz El número de doce indica la rei- tro tanto, eo la Iglesia se da la obliga-
cional de los ')prae.ambula fideí en 17\94,). Como es natural, esa explica- vindicación que Jesús eleva sobre su ción de protegerlas. Sin embargo,
las tendencias puestas en el hombre ción se refiere en primer lugar a una ¡rueblo (las doce tribus de Israel), al en lo tocante a estas funciones no
misrno y en los contenidos de la causa objetiva justa, puesto que en (lrre primariamente envía sus após- existe propiamente lo que se dice una
revenación que se acomodan a esas Ia teoría de G. f{ermes se niega la tolcs con -)potestad para anunciar sucesión, y de aquí el d.f .: La -+
tendencias del hombre, por razón de eficacia de la gracia proporcionadora l¿r +basileia. Tras la desobediencia revelación ha llegado a la Iglesia
la elevación gratuitade éste. Además, de la fe, y queda dañada la -)Iglesia tlc Israel frente a este anuncio, Jesús total y exclusivamente por mediación
despreciaban o completaban los cri- como sociedad de los creyentes, que ¡r'etendió la edificación de su ->Igle- de los apóstoles (Dz 7¡83).
terios externos, tan apreciados en la en su misma üsibilidad es un motivo siu sobre el cimiento de Pedro como Es cierto en teologÍa que la revela-
apologética tradicional ( -+teología de credilidad (Dz 1794). Mas como los apósto,les para el tiempo
c:.rbeza de ción pública quedó cerrada con la
fundamental), tales como eI milagro sea que la Iglesia viene dada co- (
| ue habia de transcurrir entre su muerte del último apóstol (Dz Zü21)
y el cumplimiento de las profecías. mo mediadora de la gracia en el mun- y su -)parusía (Mt 16; 18 s;
¡rruerte yeue, por lo tanto, sólo puede tener
Un peligro no siempre evitado por la do y puede darse el caso de eue, Mc 2, 19'; 8, 34; 13, 9 y paralelos; lugar una evolución de los dogmas
apologética inmanentista es el de por la culpa de sus representantes 14,25 e.p.).Por más que el oficio ( +dogmas [evolución de los]), y no
la exagerada estima del sentimiento oficiales y otros miembros de ella, se tlo apóstol pueda apoyarse en la ins- una ampliación de su contenido. Con-
y del anhelo religioso con menospre- presente a alguno como culpable, t itución del enviado plenipotenciario f orme a esto, la teología católica,
cio de la inteligensia. En la medida aun sin perjuicio de su santidad sub- v de oficios semejantes propia del frente a la irrepetibilidad del punto
en que se identifi caba con las posi- jetiva global, defraudando así a sus iudaísmo tardío, tal como aparece de partida, reconoce también un des-
ciones condenadas del'-)modernisffio, miembros como Iglesia pecadora (y l)or ejemplo en Qumrán, con todo, arrollo legítimo del oficio apostólico
fue también rechazado por el magis- no sólo a la inversa), cabe que en un l;r relación de los apóstoles del NT en aquellas funciones que son necesa-
terio eclesiástico (Dz 2l0i8' 2l'M, 23'06 caso particular (aunque no normal- tt)n Jesús, que los envía, con su po- rias p,ara la persistencia ulterior de
zYA nn\ De esta condenación que- mento como pretendía G. Hermes) lcstad específica y con sLr función la Iglesia, posibilidad, de desarrollo
dó explicitamente excluido el defensor se dé la posibilidad de que un cató- ('()rno testigos de Cristo ante la Iglesia que viene fundada ya en el NT (Act
clásico de la apologética inmanentista, lico abandone su fe sin culpa subje- rr:rciente, es completarnente singular. 2'A, 28. 1 Tínn 4, 1"4:; 2 Tim 1, 6). Y
M. Blondel. Al admitir un conoci- tiva (al menos dentro de su concien- I rr lglesia testifica en
el NT el sen- esto, en los ministerios del -+papa y
miento de una realidad por ((conna- cia refleja), aunque sí con culpabilidad titlo del apóstol como enviado de del colegio de los -+obispos, cotrno
turalidad>>, cofilo ya lo hacia Tornás objetiva. Sin embargo, difícilrnente se ('risto (Mt 28, 19) y del Padre (Ioh sucesor auténtico del colegio apostó-
de Aquino, la encíclica Humoní ge- negará que en la imagen que tal suje- I l. 20; 20, 2l), conno ministro de la lico en la dirección de la Iglesia, coil
nerís muestra también que los es- to tiene en su corazón de la Iglesia, l¡rlcsi;r (Mc 10, 44 s; h{t 24, 45-51; respecto a la conservación intacha-
39 40 .ti A''
Apostotrranqtrrud e{e Em {gtes[a Arrta¡ais'ffii,r)

ble de la revelación, y a su interpre- tura es propianaente apropiación y Anciunro (diseiplüna defl). Se llama ción de un rnundo perfecto. Aunque
tación. -)Apostolicidad de la trglesia. lo que no io es, la teología cató- :rr i a la costumbre de la lglesia sea falsa la negación de un autén-
lica defrende el ->rnonoteísnao es- ¡rr inritiva (testificada por prirnera vez tico influjo físico y espiritual m¡¡tuc
de [a Hglesia, como
AXrosto[ñcidael tricto y sostiene como d.f. que las (:n la Didakhé) de no habtrar en ab- de las realiclades mundanas singula-
propiedad esencial y corno nota de personas divinas constituyen un prín- sr rluto, o sólo por medio de insi- res, es, sin embargo, cierto que tanto
la ->Iglesia, designa la identidad cipio operativo único frente al rnun- a los no bauti-
rrrrirciones (símbolos), el mundo como su curso están Pro-
esencial de ésta con la Iglesia de do (Dz 428 X0'3). Apropiaciones son, zrrdos acerca del bautismo, de la yectados conforme a un PIan divino
Ios +apóstoles; identidad que no p" ej., la atribución de la omnipo- crrcaristía, del depósito de la fe en que tiene su sentido (+Providen-
carntria con el ctresarrollo espacio- tencia al Paclre, de la sabiduría o lcncral, del lugar del culto divino, cial), y por tanto tienden a un fin
temporal (Dz 247 379 1686; en el v'erdad al F{ijo, de la verdad o de ctc:étera. Llega a su punto culmi- total que colmará su sentido; Y tam-
s. IV quedó incluida en el credo). ia santidad aI Espíritu Santo. rr:rnte en los s. rv/v. La disciplina del bién es verdad que Dios hace re-
Esta apostotricidad de la Iglesia con- Si se reconoce que la apropiación ;r rcano nos interesa hoy en princi- dundar en bien del mundo inclttso
siste en que la trglesia fue fundada hay que tenerla muy en cuenta co- ¡"ricrporque la comunicación u ocul- 1o malo que hay en é1.
por Cristo en y por medio de los mo manera de hablar en 1o tocante t:rción de ciertas cosas deben dejarse
apóstoles, en que la Iglesia coincide a la doctrina de la creación y re- rr1 criterio del que tiene autoridad Arrianismo, de Arrio, sacerdote de
esencialmente con los apóstoles en dención, también es verdad que no Irara mostrarlas, y cabe exigir, para Alejandria, es la doctrina herética,
doctrina y sacramentos, en que el es lícito aplicarla sin rnás ni nnás scr instruido en ellas, una participa- expuesta poco más o menos a Par-
papa y los obispos, corl continui- a la teoría de la gracia. La -)inha- ción y colaboración personatres, subs- tir del año 315, que se ocuPaba de
dad ininterrumpida y en sentido bitación de Dios en el justificado trayéndolas en cambio a la imperti- la relación entre Padre e Hijo en la
propio, son sucesores de los após- (en cuanto -)autocomunicación) muy ncnte curiosidad del simple espectador Trinidad y de la encarnaeión, Pre-
toles (una sucesión verdadera, ba- verosírniknente no queda apropiada (pudor metafísico). sentando corno solución un -)subor-
sada en la ordenación sacramental sin más a cada una de las personas Incluso con posterioridad a la en- dinacionismo radical por parte del
válida, una -)sucesión apostólica flra- divinas, sino que en virtud de la carnación y resurrección (piénsese en Hijo, mientras que las P'roPosicio-
terial, aunque no formal, de los obis- ->gracia se da una relación carac- Ios «tetigos elegidos>), 1o santo no nes acerca detr Espíritu Santo son sólo
pos, se da también fuera de la Iglesia terística de cada una de las personas debe ser accesible a los caprichos meras consscuenc,ias de la solución
católica, sobre todo en tras lgle- divinas con respecto al hombre que de una contemplación indiferente. Por expuesta. Según el arrianisrlo, el
sias orientales separadas de Roma). posee la gracia. Consecuenternente, cstas razones hay que alejar radi- +Logos no es eterno como el Pa-
Segrin la teoría protestante, la las expresiones de Ia Escritura en c¿rlmente de la Iglesia católica toda dre, aunque recibe la existencia con
apostolicidad de la trglesia está ya las que se afirma que el Padre en la de lo santo, como se-
¡rri-ostitución anterioridad al tiempo e inmediata-
contenida en el hecho de que la Trinidad es nuestro padre, que ei rra, p.ej., la retransmisión indiscri- mente del Padre, de manera distinta
palabra de Dios, conforme al men- Espíritu Santo habita cle una rna- rninada, por televisión, de la misa. a la del resto de las criaturas, Pero
saje apostótrico, está viva en la lgle- nera peculiar en nuestros corazones, Y' esto prescindiendo de que muchas sin ser substancial del Padre. Así,
sia (explicación del sínodo de Bar- etcétera, fl0 son apropiaciones. \ eces representa una provocación pa- es a la vez engendrado Y creado, e§
rnen 1934). Con todo, recientemente rirl suje,tos de otras confesiones. Dios p,or participaciÓn lo rnismo quo
so reconoce eue, legítirnarnente, la ,drausiea (Graarge). Ciurclad del slrr nosotros, entidad media entre Dios
predicación del mensaje apostólico y de Francia que da eI nombre a un Teoría de
Ax'moonía preestablecida. y el mundo. Como prueba,, este Lo-
la administración de los sacramen- sínodo provinciatr (Arausicano II), (i. Leibniz para explicar
(1,646-1716) gos tuvo que hacerse hornbre, de
tos tiene que depender de un ->mi- celebrado probablemente el año 528 la unídad del mundo, supuesta ya su tal manera según el arrianisffio, que
nisterio que se remonte lrasta el mis,- en Valence. Tienen su importan- ¡na¡nadología. Los entes singulares son el Logos ocupó en Jesús el lugar
mo Cristo. cia en teología las conclusiones publi- nr(r,nadas <<sin ventanas», que sólo pue- del alma, de forma que Jesús carecía
cadas en virtud de este sínodo en rlcm trecibir un influjo real a partir de de alma humana.
Apropiació¡r es la e.xpresión teo- 529 que condenaban el -+sernipela- l)ios" Por 1o tanto, Dios tiene que Estas doctrinas fueron condenadas
Iógica en la que las propiedades o gianismo y fueron aprobadas por el h ¿rber ordenado de antemano el rnun- en 325 por el primer concilio de
actividades que son cornunes a las ll, en 531 (Dz }AA'a b).
papa Bonifacio tlo (quo ha creado como el mejor -+Nicea, aunque encontraron un fuer-
tres personas de la JTrinidad se La teología de la edad media no ¡rosible) de tal manera que las rnéna- te apoyo en etr partido de los eusebia-
af,rrnan de una persona en particu- conocié estos cánones. Sin embargo, tlus, a pesar de desarrollarse sin mu- nos, que tenían muchas relaciones con
latr, aunque no corresponde exclusi- desde el s. xvl están en vigencia Ir¡o influjo, se ensarnblen arrnóni- la corte (obispo Eusebio de Nico-
var:lente a una persona como tal. con carácter definitivo somo expre- clrrnente en un todo, ocupando cada media)" Ésta fue la raz6n de que
Cc¡n la distinción cuicladosarnente sión de \a cJoctrina eclesiástica de rura el lugar lógico-físico que le co- Atanasio, defensor principal de Ni-
elaborada entre lo que en Ia Escri- tra gracia {Dlz l73a-2ü0'; cf. Dz 787). r rc,sponda en orden a la constitu- cea, tuvi.era que marchar al destierro

43 44 45 ',
46

L.
Arruasai§'m?o Ascesis

varias veces. El arrianisrno se escin- ascensión de Cristo deben ser oonsl- tro rlol ámbito de Ia +püfeza cultual. sobre sí existencialmente y sin f al-
dió en tres direcciones. I-Ina radical deradas en conexión con las ¡loticias l\4otiv¿rciones posteriores de la Biblia searnientos ese evento que pone en
(Cristo es radicalmente desemejante de las apariciones después de su y tlcl judaísmo tardío son el quedar tela de juicio todo el sentido de su
con res¡recto al Padre, anhomoio,s, resurrección (+resurrección de Cris- lilrrc en orden a Dios y el premio existencia humana corno totalidad:
anhomo'eos), otra moderada (Cristo to), ante los <<testigos previarnente t or respondiente a la ascesi.s, como a la -)muerte. Cuando el hombre tiene
es semejante al Padre, homoios, ho- designados>> (Act 10, l4). Pon consi- crr:rlquier otra obra buena. La asce- ante Ios ojos su situación de mortal,
moeo's)y una tercera intermedia, que guiente, dichas narraciones no dicen ris cristiana no ha de estar determi- diiendo <<sÍ>> ante ella; cuando dice
con el concepto de s emejante en la nada acerca del dia mismo de la rr:rtlu, ni es lícito que 1o esté, por personalmente el <<sí>> a este someti-
esencia (hornoíusios, ho'motusianos, ascensión, sino que dan testimonio rrn menosprecio consciente o incons- miento a la muerte (por razón del
serniarrianos) se aproximaba al con- del dia en que la ascensión se hizo ,'icnte del mundo, por una falta de con-noorir reflejamente explícito con
cepto nuclear de Nicea de que el Hijo visible a los testigos. Fara Ies{rs, Ta lcrrltad o huida ante la tarea terrena. Cristo o en virtud de la fe implícita
es de la misma esencia que el Padre ascensión significa la consumacién de Aunque no se puede negar que en en -)Jesucristo) y realiza existen-
(homouszlosl. El arrianismo, definiti- su obra en la crrlz,, en la resurtrec- t'l cristianismo se da alguna ascesis cialnnente este ((sÍ)), <<al anticipa»>
vamente superado en el r concilio ción. Significa su glorificación trlun- (luo es un resentimiento de1 incapaz ese rnorir que se va rcalizando parcial-
de -)Constantinopla del año 3 81 , fal; la exoneración de los -)podenes t): r ra la vida, el cual desprecia al mente durante toda la vida; y cuando
no sólo representó un peligro como y fuerzas,, la plenitud del todo por nrundo porque es débil y cobarde é1, yendo todavía más lejos, se ase-
doctrina herética, sino también una el que es su cabeza,, y una retraaión l)rrra poder dominarlo en sus verda- gura de Ia autenticidad existencial y
muestra de los riesgos provenientes cósmica radicalmente soberana" Para t lcras di,rnensiones y dificultades. de la veracidad, intrinseca de este
de que la teología se confunde con nosotros, la ascensión implíca lrna l-¿r esencia de 7a ascesis ,específi- aprestamiento a Ia rnuerte al apo-
la política, riesgos que venían des- nueva manera de presencia de Dios r :r mente c'ristiana no reside prima- derarse, por encima de lo que fatal-
de Constantino. en nosotros: en el Espíritu Sa¡nto r iumente en la ascesis moral, es decir, mente se impone, de un plus de
dado a la Iglesia,, que queda sons- cn la lucha contra todo pecado, sufrirniento como elemento de la
¿trtículos fundamnenúales. Expresión tituida en cuerpo de Cristo por rne- contra todas las fuerzas naturatres muerte, entonces ejercita el hombre
utilizada en la teolo gia protes,tante pa- dio de su ascensión. Implica tarn- ¡rcligrosas, en el ,entrenamiento pata ascesisen sentido propio y cristia-
Ía designar las verdades de fe que bién pafa nosotros la apertuna del !:r adquisición de una armonía im- no. Todo esto fluye como sistema
(a diferencia de los artículos no icielo, la seguridad de salvacién ¡rccable entre las diversas fuerzas de las aflrmaciones del NT acerca del
fundamentales) han de creerse para para la humanidad; y, con eltro, tam- tlcl hombre: es decir, no reside en tema de la ascesis, según las cuales,
obtener la salvación personal (->sal- bién una advertencia de quo tra u na ascesis corno medio para llegar en una misteriosa identidad paradó-
vación [necesidad en orden a la]). salvación definitiva está todavía pen- ;r Ia virtud, por más que semejante jica, lo <<debido>>, o sea la imitación
La distincién que sirve de base a diente y que ha de creerse esperan- ¡rscesis sea algo muy importante y de Cristo, pasión, crutz, muerte, ha
esta contraposición €s, por lo me- zadamente en ella a pesar de Xas csté llena de sentido. La ascesis cris- de ser querido y aceptado personal-
nos, problemática en el plano teo- apariencias contrarias. El Señor es- liana tampoco es una ascesis cúltica, mente, sin que, sin embargo, esta rea-
rético de Ia teología, ya que la obli- capa a nuestros sentido§, y la consu- cn la que el hombre ofrece a la divi- lización personal pueda adecuar algu-
gación de creer se extiende a todo mación del mundo en la +parusía, rridad sacrificios, porque lo profano, na vez <<lo debido»> en su total difi-
lo revelado por Dios. Sin embargo, -+juicio y ->resurrección de la car- t'l quedar absorbido gustosarnente por cultad. Conforme a esas afinnaciones
constifuye con frecuencia un hecho ne siguen todavía su curso secneto. r I mundo, se considera opuesto a lo neotestamentarias, tampoco puede
empírico indiscutible en la vida Las narraciones neotestarnentarias srrnto, y se piensa que uno se acerca darse una ascesis cristiana cien por
de los cristianos par ticulares (->fe, acerca de Ia ascensión proporcionan, ;r Dios por medio de sacrificios cien, ni constituye el camino exclusivo
-)Iglesia, ,-+bautismo de deseo). junto con el kerigma de tra gtrori- tr,¡'andeso pequeños. Por fin, la asce- hacia Dios (cf. los reproches que se
ficación, ür claro consuelo (cf. '+pa- sis cristiana tampoco es una ascesis hicieron a como cornilón y
Jesúrs,
Ascensión de Cristo es una pro- rusía [expectación inminente de na]). nrística, es decir, la preparación del bebedor, Mt 11, 18 s). Por el con-
posición del NT (Act 1, 1-14, de- sujcto (morir al mundo, &L propio trario, tiene que ser una ,-+vocación,
pendiente de éste la narra también Ascesis (griego aske'sís : ejenqicio, \/(), a Ia voluntad propia, etc.) en incluso en lo toc,ante a sus formas
Mc 16, 19, y se hace alusión a ello renuncia) significa en la filosofiía po- ()r (len a una misteriosa experiencia más determinadas, p.ej., a la vicla
fresuentemente) acerca de Ia asurnp- pular estoica la liberación de toda tk-: lo divino. religiosa. El apremio de Xas arno-
ción por Dios de Jesucristo cruci- atadura terrena en orden a comse- I-a ascesis cristiana tiene que resi- nestaciones a Ia ascesis en Pablo -y
frcado, muerto y resucitado. Y de guir la libre irnperturbabitridad del r r más bien en la interpretación
li en Ia cristiandad prirnitiva se explica
ta1 rnanera que en eltra se expresa sabio. Los planteamientos bíbliaos de t'x cl usivamente cristiana de la exis- por la expectación de Ia próxirna
(<<aparecs») la validez permanente de la renuncia por curnplir la vofiurntad lcllcia concreta humana como tota- parusía (+parusía [expectación in-
su humanidad. Las narraciones de la de Dios se mueven en el AT den- I ir lrr d . El hombre tiene que tomar minente de la]).

'iA1I 48 l() 50
I

Ascét[ca Ateisnmo

Ascéúica se llama a la discipXina Por lo tanto, si se cree en Matia r rurligno>> y «liberar del maligno>>. tema en los puntos críticos de tran-
que estudia de manera científica y como representación de Ia reden- '\sí, el atar y desatar esta sufrciente- sición de las sucesívas épocas del
teológica la situación originaria (Be- ción perfecta, habrá que considerar rr ron [c testificado tanto en el AT pensafiriento, cutrtura y sociedad en
findlíchkeit) y las tareas de la exis- que no es posible que la '-)resurrec- ,-r)rno en el IqT @.ej., Mc '1 ,35; Lc nos quo aparentennente queda suBe-
tencia hurnana concreta y cristiana ción de Cristo sea un Euceso indivi- I I. 12. 16; Act Z, 24; I Ioh 3, 8; rada cierta experienci a de la finitud
.en orden a su control individual duaI, ya que Ia corporeidad, como ,\ poc 9, 14 s; 2A, 1. 3. 7 e.p.). propia, encubriendo el conocimien-
cristiano (hasta ahora falsamente in- exteriortzación del espíritu efecttlada [.as terminologías expuestas no se to de nuestra finitud radical; de esta
terpretado como doctrina acerca del por eI espiritu en la materia, or t'xcluyen mutuamente, sino que más rnanera surge la impresión de que
tender a la perfección). En eso se orden a una patencia ante lo otro, lrien colaboran en dar el sentido de no queda lugar alguno paÍa una en-
'diferencia tanto de la '-)rnística como implica necesariarnente una comuni- :r I ¿rr y desatar: es eI poder por el tidad distinta del hombre que sea
rle La -+teología moral. Recibe este dad del género corpóreo con un tú (luo la Iglesia se mantiene y perdura propiamente infinita y absoluta. La
nombre por primera yez en 1655. Co- tarnbién corpóreo (Mt Ü , 52 s). Ade- c n el ,-+eón señoreado por los de- critica filosófica del ateísmo habría
mo disciplina, aparece en el §. xvII. más, hay que considerar que este r¡rclnios. Quien se entrega al malo, que exponerla, en principio, por el
nnundo, por rnedio de su historia, ,¡ueda simultáneamente atado y ex- método trascendental, poniendo de
Aseidad. Este concepto significa que es a la vez historia de 1o rna- r'omulgado (+penitencia [sacramen- manifiesto que es un escepticismo
que ,-)Dios es de sí, por sí, y en terial y de lo espiritual, adquiere to de la]). Quien se desliga del malo absoluto, episternológico (crítica) y
virtud de sí mismo (a se); que no se en Cristo una nLle\ra forma de exis- ¡ror la gracia de Dios, puede quedar metafísicarnente, o que una limita-
.funda en ninguna otra cosa y eue, tencia concreta (+cielo). Tomado en r'¿iXldamente desatado tarnbién delan- ción positivista, pragmatista o <<cri-
por lo tanto, esencia y existencia todo su conjunto, este dogma afirma tc de Dios gracias a esa potestad de ticista>> del conocimiento hurnano al
son idénticas en El (plenitud del eue, en virtud de la asunsión de taÍ y §esatar; se le perdona. De
:¡ árnbito de lo experirnentable se des-
ser). En un sentido más preciso, los María a los cielos, se hace más rrquí se ileduce la explicación doc- truyen a sí misrnos, y etson por tan-
tomistas enüenden el ser de Dios cLara la
situación de salvación ya trinal autoritativa de aquello por lo to, atrí se afirma tarnbién la posibi-
como -)asto puro (ser puro como La que por la fe concibió
existente. (pno uno puede quedar atado o des- lidad de la metafísica; posibilidad
entidad preüa al dualismo de esen- en su cuerpo La salvación pafa ella rrtado, es decir, la prohibición o la que está irnplícita en el conocimien-
cia y existencia o presencialidad, íp- y para todos nosotros, ésa misrna ¡rcnmisión. to necesario del hornbre. Partiendo
sum esse : aclus purus). Los no to- concibió a esa salvación totalmente; de aquí, en una prueba de Dios
rnistas loentienden como esencia, €s, pues, una salvación del hornbre Ateismo se llarna a la negación de (-+Dios [prueba de la existencia de])
que en virtud de la perfección ab- total. Por eso este dogma tiene esen- l:r existencia o de todo (no sólo ra- bien entendida hay que hacer explí-
soluta de ,Dios es a la vez actualidad cialmente un significado eclesiológico t'ional) conocimiento de -+Dios. citas a la vez la esencia y Ia exis-
,(essenlia subsistens: q se exístens). y escatológico. l:ste ateísmo teórico puede traducir- tencia de Dios, hay que poner de
o en una posición tolerante de sus
'r manifiesto la pecrrliaridad absoluta-
Asunción de ll{aría a los cielos. Re- Atar y desatar (poder de)" Este po- r y hasta preocupada, cuan-
lq:fiensores, rnente irrepetible de este conocimien-
cibe este nornbre el d.f. de que a der de atar y desatar no designa rlrr carece de pretensiones proselitis- to, como conocimiento del -)rniste-
la consunnación total de 'JMaría sino los poderes transrnitidos por (:r.§; se llarna militante, si se consi- rio de la iniomprensibilidad de Dios
pertenece su corporeidad consumada Jesús a Pedro (Mt 16, 19; tr8, 18) y r lcr a como doctrina que hay que en la analogía, y a partir de esto
y glorificada, una Yez transcurrido a los dernás <<discipulos>> (Mt 18, 1). t)r opagar en orden a la felicidad de habria que hacer inteligibles la po-
ya el curso de su vida terrena (Dz El contenido exacto de este <<atar Y l;r hurnanidad y a la vez se lucha sibilidad del ateísrno rnismo y de s,urs
2333). 'La tradición, claramente per- desatar» no se puede determinar con r'()ntra toda religión como error no- fronteras"
ceptible ya en el s. vrr, se funda en toda precisión y seguridad partiendo ,'r vr¡. Se trabla de ateísmo práctico Sernejante crítica del ateísmo ha-
afirrnaciones esenciales de la Escri- únicamente del NT. Según la ter- t rr¡diferentismo) cuando se da un bría que cornpletarla con una inter-
tura. La maternidad corpórea de minología rabínica, significa <<impo- rrrt¡do de vida en el que no se infle- pretación socioló gica y crítico-cultu-
María, allí testificada, no es sólo un ner la '-)excomunión (de la sinago- r(' (perceptiblemente) consecuencia ral del rnedio ambiente en el que el
evento biológico, sino la hazafla su- ga))) o <<levantar nuevamente la exco- , , lt{una detr reconocirniento (teórico) ateísmo surge corno aparición ma-
prema de su fe; en María y por rnunió»>; probablemente significaba ,f t: lla existencia de Dios. La respues- siva, propia de las rnultitude§. Ha-
María se da al mundo la salvación también <<declarar autoritativamente>>, | ¡ ru Ia pregunta de dónde se da con bría que cornpletarla también con
de Cristo (V sólo suya). Por eso la <<prohibin> o<<perrnitio>, deducién- i t ¡tlu exactitud ateísrno, depende del una explicación, basada en la psico-
nglesia siernpre creyó q.ue la reden- dolo ulteriormente del primer signi- ( ()rrcepto preciso de Dios que se su- iogía profunda, del <<rnecanismo psí-
ción se reaLízaba en Ia Virgen de ficado. Más antigua es aún, y co- l)( )il9Í1. quico>>, que funde la duda y la <<irrea-
La manera más radical y perfecta rriente en el ámbito bíblico, la ex- f in la historia del pensarniento, etr lizabilidaó> de la trascendencia
(->Inmaculada Concepción). presión clernonológica <<entregar al r tc i:irno &p,?rece siempre como sis- (ateísmo como <<huida>> o fuga de
5t '; I 54
Ateismo Autocomunicación de Dios

Dios)" La crÍtica filosófica del ateís- lidad, aunque se le iuzga culpable" l ; r o [-r l [gación en la trascendencia te buena pe;ra el sacramento (Dz 898).
rno debería ser a la vez una crítica Con todo, esta teoría deja tcdavía ( :r i ¡r r(ir.rc sólo se acepte y afi,rme im- Después de Trento se discutió si la
del teís,mo práctico vulgar y filosófi- lugar para muchas matizacl«¡n"es. ¡rlicit¿rr¡lente) detr hombre hacia Dios atrición por temor era insuficiente
co, pues eI ateísmo vive esencialmen- L. Billot hace notar ia dependetrcia nrclr-rso en lo moral, de rnodo que como '-+disposición póxima en or-
te de una mala inteligencia de lo que social y cultural del individuo con ('r r cste respecto no resulta siquiera den al sacramento de la penitencia,
es Dios. Por últirno, habría que te- respecto a su medio ambiente y con- ¡rtr:;ible Llna ética atea que se com- o si además se requería un asto ex-
ner en cuenta que el conocimiento sidera razonable la hipótesis de que ¡rlctiu en sí misma aunque sea sólo plícito de una caridad, por lo me-
teórico de Dios sólo puede perdurar rnuchos hombres <<maduros>> slgan '.,rrhfietivarnente, y, por lo tanto, tam- nos, incipiente. Cf., acerca de esto,
a \a larga si se <<absorbe)> en el <<sí>> a siendo menores de edad con respec- l)()c() resulta posible un ateísmo. Se -)contrición"
D,ios de la persona entera y de su to al problema de Dios. M. Blondel t rr nce rdo que alguien pueda opinar
vidaíntegra. y H. de Lubac acentúan de ta[ maa- rf un ateo, y que en realidad
uc €,s Autenticidad de Ia Escritura sig-
La teotrogía sostiene comod.f. la nera Ia referencia a Dios sotrxto esen- y cn con que sre do-
Xa absolutez nifica jurídicamente su autoridad nor-
->cognoscibilidad de Dios; Ios se- ciatr al hornbre, euo en el fondo no lrlcga a la exigencia de 1o moral mativa en lo tocante a cuestiones de
guidores del ateísmo quedan exclui- puede haber ateos,, sino únisanm.ente (s i verdaderamente lo hace, cosa que fe, por el hecho de estar inspirada,
dos de la Iglesia (Dz tr801 1803-05). hombres que opinan que n0 ctreen no ha)r que suponer por el mero goz-ar de inerrancia y poseer la ca-
La Escrifura, cuyas preocupaciones en Dios. lrccho de la rectitud social y ciuda- nonicidad. Todo esto en lo que se
y luchas se dirigen no contra el ateís- Sistennática y
teológicamemte, hay tluna de tal sujeto) afirme a Dios refiere al sentido pleno del original
nno, sino contra la idotrattía, nos brin- que decir de1 ateísmo: se puede dar sicndo en e'l fondo consciente de ello, (no consen/ado en conjunto) y de
da ya,, por medio de sus proposicio- un teÍsmo de nornbre eue, a glesar nque, en la conceptualidad obje-
;r u las transcripciones y traducciones que
nes acerca de la condición creada de de que hable de Dios como obieto I iv'¿rnte \0" su conciencia explícita sean fieles al original, cuando dichos
toda la realidad mundana y acerca suyo, o no rcaliza (todavia) de rn&- in terpretá erróneamente lo que él escritos están declarados por la Igle-
de la cognoscibilidad de Dios a par- nera auténtica con libertad personal ¡calí2,4. sia, en cuanto guardiana de la reve-
tirde las cosas creadas (Sap I 3; Rom la propia esencia de la -)trascenden- lación, corno utilizables en cuestiones
1,20), un concepto moderno del mun- cia hacia Dios o en el fondo na nie- Adricic¡nis¡mo es la doctrina que de fe. En crítica literaria, autentici-
do, que hace al mismo mundo in- ga ateísticamente, €s decir, irnpÍa- srrstiene que la atrición es suficiente dad de la Escritura significa que la
vestigable y controlable. Ese <<des- mente. Puede darse un ateísrno que l)rrra rTn& recepción válida del sacra- Escritura procede en sus correspon-
encantarniento>> bíblico del mundo no lo sea de vorz;s aun creyendo rnento de la penitencia. Es esencial dientes textos del autor explícitarnen-
como criatura, necesario a todo teís- serlo, ya que imp,lícitamente acepta tcnen en cuenta la historia del ion- te indicado y que el texto se ha con-
rno verdadero y piadoso, trae consi- la trascendencia,, aunque no se logra t:cpto: atrición (surge en el s. xtI) servado sin alteraciones esenciales"
go la tentación y el peligro del ateís- hacerla bastante explícita. Puede dar- c:i an principio la contricién irnper- La cornprobación de la autenticidad
mo moderno; la tentación de llegar se un ateísmo total, pero necesaria- I ccta qomo esfuerzo insuficiente pa- crítico-literaria en este último sen-
a la «exp,licació»> del mundo pres- mente culpable, en el que conx 'una ur aicanzar la contrición perfecta tido Ia realizan las ciencias bíblicas.
cindiendo de Dios (cf. Act 17, 22 ss, cerrazón cobarde o soberbia se ¡rie- ,( +contricionismo), aunque en orden ->Sagrada Escritura.
junto con Eph 2,, 12 y R.om 1, 21 ss). ga la trascendencia, haciendo a[ atoís- ;t cXtra; rnás tarde se la concibe como
A la vista de la cognoscibilidad mo explícitarnente reflejo. CTrá,[ de cicrto modo de arrepentirniento, pe- Autoaomunicación de Dios. En tra
de Dios (relativamente fácil: Sap 13, estas diversas formas del ateísm¡o se r:uliar y propio, serio, que reprueba ->gracia, +justiflcación y orden so-
9) y de la <<inexcusabilidaó> del da en cada hombre particular 0 en e:l pecado como tal, basado en rnoti- brenatural, Dios se comuni.ca) se re-
ateísmo <<insensato>> (Sap; Rom tr), una época determinada, es un rnis- vos rnorales (p.Ej., temor ante la jus- vela, obra santificadora y beatificati-
los teólogos católicos, en general, terio que hay que remitir ilnicannen- ticia de Dios), aunque no en la ca- vamente. Pero no hace todas esas
defienden que un ateísmo negativo, te al juicio de Dios. Una ética atea ridad. Esta forma de arrepentimien- cosas comunicando al hombre como
es decir, que no llega a ningún jui- puede darse en la medida en Eue te Io fue atacada violentamente por don, por medio de la creación de la
cio cierto con respecto al problerna dan valores y nofinas de etrlos pro- l.trtero (+temor de Dios), quien la nada, una entidad distinta de El
de Dios, no puede darse por mucho cedentes, que son distintos de Dios ll¿trnaba ((arrepentimiento del ahor- (+ángel), entidad eue, por semejan-
tienepo sin culpa, dentro de las con- (la naturaleza personal del honmhre, t:rrclo>) (Galgenreue). Antes del conci- za analógica con É1, le revelaría y en
diciones humanas norrnales del in- y todo lo que Ie corresponde, p. ej., io de Trento, la disc¡rsión versaba
I alguna rnanera haúa sus veces; sino
elivi«luo. Se concede como, de hecho, la sociedad) y se pueden considerar sohtre si el sacramento de la peni- quo la esencia más interna de la gra-
posible e incluso corno estado dura- y aseverar sin un conocimiento ex- tcncia (-+penitencia [sacramento de cia, justificación y orden sobrenatu-
dero un ateísrno positivo, €s decir, plícito cle Dios. Pero si estas mor- lrrl) podía transformar la atrición en ral se puede definir diciendo que se
que esté convencido cle la no exis- mas y valores han de obligar anr'so- contrición. En Trento se afirmó que da Dios mismo, que el dador y el
tencia de Dios o de su incognoscibi- trutannente, sólo es posible fundan es- l:r ¿rtnición es preparación moralmen- don §on la misma cosa; por consi-

55 _5Cr 5l 58
Autocon¡umiaacióm de Dios

guiente, 7a criatura queda estri.cta- rnente la decisión buena de la pro-


mente santificada, justificada y bea- pia tribertad y de la obra propia han
tiflcada por la realidad más propia de reconocer$e corno gracia de Dios
de Dios. En cr¡anto que esta autoco- (Fhil 2, 13), y así, 1o contrarío de
municación es Ia obra absolutamente esta actitud de autojustif,cacién es
libre, que Dios no debe a ente finito ei éxtasis del a.rnor que saliendo de
alguno, ni siquiera al carente de pe- sí se entrega en las manos de Dios.
cado, aparece en etrla 1o que signi- Este rnismo éxtasis se reconoce a sí
fica decir que Dios es amor (1 Ioh rnismo como puro regalo del amor Bañeciamismlo, sistema de la gra- destituyeron a Eugenio rv y eligie-
4, 8): ÉI es el que puede donarse a de Dios hacia nos,otros y no quiere cia que recibe su nornbre de D. Bá- ron al antipapa Félix v. En 1448 fue-
1o finito, en su intirnidad absoluta y ya asegurarse frente a Dios <<farisai- ñaz, O.P., y que se apoya en Tomás ron expulsados de Basilea por el em-
en su neajestad inflnita. En cuanto carnente>> con un obrar autónomo. tlc Aquino (-+gracia [sistemas de la]). perador Federico rrr.
que el destinatario de1 don infinito Sr:gún éste, y de aüterdo con la ma-
es la criatura flnita, la experiencia Autou"idad es el crédito o el dere- yor parte de los teólogos, Dios da tsasf,Ieia (griego : reino, dominio).
del don sigue siendo creatural. Pero cho perceptible y comprobable que u na -+gracia actual con anteriori- En el NT siempre se habla de la
eI indescifrable misterio de la rela- posee una persona o cosa (p.ej., un dad a la decisión libre del hombre basíleia de Dios o de los sielos (en
ción entre Dios y el hombre consis- libro), en virtud del cual puede ésta (ín actu prímo)" EI efecto de esa este caso,, <<cielo>> es una circunlocu-
te precisamente en que el hombre se convencer a otra persona de la ver- gracia consiste en la posibilidad ad- ción del nombre de Dios propia del
tiene que reconocer como finito y a dad de unos hechos o de la validez cluirida por el hom\re de poner li- judaísmo tardÍo). Nosotros hablamos
la yez como <<agraciado>> con la in- de una orden, y someterla a dicha bremente un acto salüllfero (-)salu- del reino de Dios, del dominio de
finita autocomunicación de Dios verdad o validez, aunque no sean tífero [acto]). Según Báiez, esta gra- Dios. Este es eI concepto central del
mismo. innnediatamente evidentes. La ace1l* cia actual es la suf,ciente (gratía swffi- mensaje bíblico de la salvasión. Ya
tación de una verdad por autoridad ciens), y só1o en virtud de otra nueva las partes más antiguas del AT tie-
Autojustificación no significa, en se llama -+fe, la aceptación de una graaa eficaz distinta realmente de la nen noticia del dominio de Dios
último término, una valoración pre- orden por autoridad se llama -+obe- :tnterior queda puesto de hecho el sobre fsrael, sobre los demás pueblos
suntuosa de sí mismo hecha según diencia; ambas son maneras de1 co- ¿rcto salutífero rnismo. Es decir, Dios y señores de este mundo. -)Yahveh
cualesquiera patrones, y que los cri- nocimiento mediato, puesto que se mismo opera en ürtud de la ((pre- es eI rey propio de fsrael, al que éste,
terios terrenos declaran falsa, sino apoyan en la autoridad del media- moción f ísica>>, y de tal rnan era, que sirve en el ejercicio del culto y en,
aquella autovaloración detr hombre dor. Sobre la relación entre la filo- por su rnisrna naturaloza intrínseca, la fidelidad a la alianza. En el ju-
por la que éste se da a sí mismo su sofía, que como sistema de eviden- previamente a la decisión libre, im- daismo posterior se desarrollan, so-
valor moral ante Dios por el autó- cias inmediatas no reconoce en sLI ¡rulsa infaliblenrente a que la volun- bre todo, dos concepciones distintas
nomo cumpXimiento de la ley a par- propia realización autoridad alguna, tad humana pase de Ia '->potencia de la bas'ilela a) Bas'íleía como do-
tir de sus propias fuerzas (cf. Phil y la teología, cf. ->fllosofia y teolo- al -)acto libre deterrninado. De ma- minio escatológico de Dios, que co-
3, 9), en Yez de recibir de Dios Ia gia. Para una comprensión de la fe nera rnisteriosa, este influjo no da- rniemza a existir en virtud del juicio,
verdadera +justicia ante Él como católica corno fe p,or autoridad, cf. ñana la -+libertad hurnan&, y? que sobre las naciones y del fin de esta
don gratuito de Dios (->gracia). El +análisis de la fe, ->fe. Con res- Dios con el acto daría también su manera de ser del mundo, o que está
abandono de esta actitud de auto- pecto a la autoridad de la -)Iglesia, cualidad de
\
libre. -)Predetermina- ya misteriosamente presente como
justifrcación no irnplica ->quietis- cf. -)magisterio, -)oficio pastoral, cIon. nuevo -)eón.
rno místico alguno, pues precisa- +potestad. Según el Apoc (-+apocalíptica), no
Basilm. Et xvrl concilio ecuméni- ha de incluirse únicamente a los ju-
co, iniciado bajo Eugenio rv eL 23 de díos en la salvación de esta basileía.
julio de 143,1 en Basilea, se trasladó b) Basttleia como reino terreno de
a Ferrara por orden del mismo papa Dios, que se instaura en virtud de
ol 18 de septiernbre de 1438 (-+Flo- la vistoria del -)Mesías sobre la
rcncia), sin que todavia se hubiera tierra. La basíleía de Dios es la
esen-
Ilegado a conclusiones teológicas im- sia de la victoria de,l -)Mesías so-
portantes. Los seguidores de1 -)con- bre la tierra. La basilela de Dios es
ciliarismo que permanecieron en Ba- la esencia de la predicación de Je-
silca declararon como dogma la su- sfis. En Jesúrs, en su actuación (vic-
pcrioridad del concilio sobre el papa, toria sobre los -)demonios) se halla
59 61 62
§

Basileia
Iluul isr¡¡o
ya cercana la basiLcia (Mc 1, 15 y basileia, Pablo distingue entre una vacíón obrada en virtud del Espíri- quo le ha sido dada, en cuant() quc
paralelos e.p.) y, con ella, la -+sal- bosileia de Cristo, que no es sino la tu de Cristo, presente en la Iglesia esa naturaleza, por razón del ntistc-
vación de los hombres. Esta salva- Iglesia (Col l, 13 e.p.), y una basi- y por la Iglesia, del perdón de todos rio de la encarnación, tiene unlt
ción, sin embargo, no consiste esen- l¿ia de Dios en el sentido de la pre- los pecados ahí obrado (Dz 86 l09a ordenación objetiva hacia C¡isto mis-
cialmente en el cumplimiento de las dicación de Jesús. -+Reino de Dios. 130 287 324 424 464 482 696 792 mo y, consiguientemente, como con-
€speranzas puramente materiales, por 895) y de la remisión de las penas figuración con la naturaleza humana
más que la basíleía sea la esencia de Bautismo. El bautismo es el _>sa- ete¡-nas y temporales del pecado santa de Cristo. posee ya una signi-
toda alegría humana (basileía cramento primero y fundamental (Dz (-+pecado [penas del]; Eph 5, 26; ficación cuasi-sacramental.
banquete, banquete de boda), del 86 430 857 ss e.p.), y que, por tanto, Dz 464 696 792 807 904). Puesto que Contra el ->donaüsmo y contra
mismo modo que Jesús techaza la debe entenderse en correspondencia sólo el bautismo proporciona el se- los defensores de la repetición del
concepción político-terrena de la ba- estricta con el concepto católico mis- gundo nacimiento a la nueva vida -+bautismo de los herejes, la IgIe-
síleía (Mt 8, ll:' 21, 43). Dicha basi- mo de Iglesia. Es el sacramento de en Cristo, de suyo no se puede ad- sia enseña que, de por si, todo hom-
leía está presente como un grano de la regeneración (Ioh 3, 5; cf. Ez 36, quirir esta vida sin el bautismo (Ioh bre (Dz 46 s 53 55 s 88 94 6% 712)
mostaza, como una semilla disemi- 25 s; Dz lOZ 109a ruA 695 s 933 e.p.) 3, 5; Mc 16, 16). Pero como sea que puede administrar válidamente el
nada o como el b¡ote de una planta purificadora y santificadora en el Es- esa vida la da el bautismo como sa- bautismo sacramental. Ciertamente,
(parábolas del crecimiento). Por otra píritu y en la gracia de Jesucristo crarnento de la participación (dis- el bautismo solemne sólo pueden
parte, se recalca q.ue la basileia es por medio de la incorporación juri- pensada por vez primera por ese efecfuarlo dete¡minados ministros de
una magnitud del luturo (el árbol dico-sacral a la -+[glesia, en la cual bautismo precisamente) en la comu- la Iglesia. Ministros ordinarios son
originado por la semilla de mostaza, la vida humano-divina de Cristo ins- nidad de Cristo (l Cor 12, 13) y, a el obispo y el sacerdote; el extraor-
la cosecha de la sementera); por ella tauradora de la salvación, como co- través de ella, en la gracia implicada dinario, el diácono. El rito del bau-
ha de pedir el cristiano y por ella pi- mienzo nuevo y a la vez auténtica- en la tangibilidad histórica de esa tismo recoge el símbolo religioso
de la Iglesia en el padrenuestro mente originario de la humanidad comunidad, por ello su necesidad en originario de la ablución cúltico-
(Mr 6, 10). caída en Adán, ha encontrado su pre- orden a la salvación (-+salvación religiosa. De ella tenemos ejemplos
De esa busilci,t se dice expresa- sencia incorruptible y sacramental- [necesidad en orden a la]) queda es- en el bautismo de Juan, en el de los
mente que sólo se puede entrar en corpórea en el mundo. Esta entrada trecharnente vinculada a la necesidad prosélitos judíos, en el culto gnóstico
ella o se ha de heredar, que Dios la en la corporeidad sacrarnental de 1a 1

general, en orden a la salvación, de de los misterios, en el mandeísmo,


instaura o la regala (Lc 12, 32; 22, salvación por la inclusión en el cuer- Ia Iglesia misma. etcétera. Sin embargo, la idea espe-
29); de suerte que el hombrc no la po de Cristo (-+Cristo [cuerpo de]), De aquí se sigue que se da tam- cífica de la regeneración sobrenatural
puede erigir, en contra de lo que utó- sellado y santificado por su Espíritu Í bién una gradación en la participa- vinculada a nuestro rito bautismal
pica y erróneamente se habia venido (Dz 197 696 79O 895 933 2229), qlue ción real en la sacramentalidad no puede deducirse históricamente
sal-
creyendo en las diversas épocas den- es la lglesia, queda indisolublemente vifica del bautismo, analógicamente de cultos bautismales precristianos,
tro y fuera de las ideologías cristia- sellada (2 Cor l,2l s; Eph 4, 30) por a 1a graduación de la pertenencia a aunque sea cierto que, dentro del
nas. Cuándo vendrá dicha botsileia el -> carácter bautisrnal (Dz 4ll 695 1aIglesia: en los llamados bautismo ámbito bíblico, puede concebirse el
(-+día del Señor, -->parusia) y quién 852 960), en virtud del cual no pue- de sangre y bautismo de deseo. El bautismo cristiano como consuma-
será admitido a ella, sólo lo sabe el de repetirse el bautismo (Dz 46 53 bautismo de sangre (-+martirio) jus- ción eminente del bautisrno de Juan
Padre (Mc 13, 32 y paralelos e.p.). 88 97 435 852 86"1 869 895 996 s). tifica al hombre, como participación (cf . Ez 36,25), entendido este último
Por lo tanto, no es posible identificar Entendiendo las cosas así, la in- real en Ia función de la Iglesia como como testimonio de la fe en el Mesías
a la bosileia con la .-tlglesia; por corporación a la Iglesia es también testificadora de la presencia de la venidero. El bautismo cristiano vá-
más que ésta exhorta a poner los fun- el primer efecto fundamental del salvación obrada en la muerte de lido acontece por ablución (que pue-
damentos de la busilcia., -->metanoia y bautismo (Dz 324 570a 696 864 870 Cristo. El bautismo de deseo puede de suceder como infusión, inmersión
-rle, prepara el terreno para la e.p.; CIC can. B7; cf. ->Iglesia [per- concetrirse de dos maneras: cofno o aspersión) con agua natural, expli-
->imitación de Cristo como condi- tenencia a 1a]), pero es a la vez, en postulación explícita del sacramento cando a la vez de palabra Ia acción
ción de la participación en la óasi el supuesto de una ->disposición del lmutismo, vinculada a la Jcon- bautismal (<<N., yo te bautizo>>) e
leia, dirige con autoridad (-+potes- suficiente. el medio para conseguir trición perfecta, o sólo como postu- invocando a la Santísima Trinidarl
tad) a los que esperan en la bctsíleía, Ia plenitud de la gracia bautismal: la lación implícilz. (-->votum). En cual- (<<en el nombre del Padre, y del Hijo,
puesto que a Pedro se le prometie- justificadora renovación del hombre quiera de las dos hipótesis, el bautis- y del Espiritu Santo>>). Y todo esto
ron las llaves de la basileía (Mt 16, viejo (Eph 4, 22; Col 1, 10 e.p.; Dz mo de deseo justifica en virtud de con la -)intención de hacer lo mismcr
l9); y, por más que la Iglesia cele- 895) en la divinización interna y en que, en esa postulación, el hombre que quiere hacer la Iglesia en la
bre la -)euca¡istía como anticipa- la asimilación a la muerte y resu- acepta y afirma libremente, en fe y administración del bautismo. El bau-
ción misteriosa del banquete de la rrección de Cristo (Rom 6). Reno- amor, la naturaleza humana suya tismo puede recibirlo todo el clLrc

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Rirl¡.\'org. 3
l-
Bautismo Bautisnro dc los nil-¡¡»s

no esté bautizado, inciuso el niño de Ia Iglesia en la historia de la cana, incluyendo a teólogos tan im- niños que todavía no están capaci-
que no ha llegado al uso de razón salvación no sufre ningún menoscabo portantes como Tertuliano y el obis- tados para la profesión de esa fe.
(aunque para el bautismo de un niño a causa de esta doctrina, ya que in- po Cipriano de Cartago, defendía Ya en 1521 el magisterio eclesiástico
de padres acatólicos o apóstatas han cluso la gracia libremente dada por y practicaba un segundo bautismo, definió en el concilio de Trento con-
de cumplirse determinadas condicio- Dios fuera de la Iglesia y de los tal como también lo hacían muchas tra los mal llamados <<anabaptistas>>
nes, puesto que el niño ha de ser sacramentos es gracia del -+sacra- Iglesias orientales. Las Iglesias roma- (que rechazaban el bautismo de los
incorporado a la Iglesia). Cf. '->bau- mento originario, Jesucristo, es decir, na y alejandrina renunciaron a é1; niños y exigían un bautismo de
tismo de los niños. viene dada en El y por El; y es de tal manera que en el año 256 se adultos con una conversión previa)
también gracia de la Iglesia, pues la llegó a una escisión entre ambos par- que los niños bautizados son ver-
Bautismo de deseo es un concepto Iglesia es signo de Ia presencia en tidos (controversia de los rebautizan- daderamente creyentee y que para
teológico, que tiene su origen en el el mundo de Ia gracia escatológica- tes) que, aunque no fue eliminada ser válido el bautismo no necesita ser
problema siguiente. Supongamos un mente victoriosa. El contenido de de un modo oñcial, quedó paulatina- ratificado al llegar al uso de razón
hombre que no pefienece en sentido este concepto de bautismo de deseo mente borrada. Diversos sinodos se (Dz 868-870).
pleno a la -)Iglesia dispensadora se hace realidad en el que vive con- ocuparon do este problema, deci- Dicha doctrina se apoya en Ia
de los sacramentos, ni a su ámbito forme a su -+ionciencia, puesto que diendo que habrían de ser rebautiza- práctica, testificada como apostólica
perceptible y oflcial; un hombre que cumple la voluntad de Dios. Con dos los que hubieran recibido el ya en la Escritura, de bautizar una
además no cree explícitamente en respecto al modo en que tal hombre primer bautismo con una fórmula <<casa)) entera, expresión que incluía
->Jesucristo ni ha recibido el sacra- puede cumplir las condiciones de fe que no contuviera la confesión de también a los niños, conforme al uso
mento del -)bautismo: ¿es posible y amor requeridas, cf. '-+Jesucristo. la Santisima Trinidad (Dz 53 55 56). del lenguaje de aquel tiempo (l Cor
que este hombre encuentre la -)sal- En la historia de la salvación hay Ésta ha seguido siendo hasta hoy 1, 16; Act 16, 15. 33). En analogia
vación? Por una parte, habria que que entender el bautismo de deseo a la actitud de la Iglesia católica (Dz con el -+pecado original, la teología
responder afirmativamente a esta pre- manera de -+punto de partida, que 430 860). Con ello se expresa, en enseñó posteriormente que, a la ma-
gunta, dada la voluntad salvífica uni- impulsa hacia la consumación en la un caso paradigmático, que la fe nera que se nos adscribe ese pecado
versal de Dios (->salvífica [voluntad plena pertenencia a Ia Iglesia y en verdadera en un Dios trino es tam- sin culpa personal, así la fe que ser-
de Diosl¡ y teniendo en cuenta que el la recepción del bautisrno, pero que, bién posible en la -+herejia, y el vía de base al bautismo de los niños
evangelio hoy como ayer no llega como es propio de todo auténtico bautismo queda válidamente admi- era la fe <<ajena>> de los padres, de
a todos, ni a todos de Ia misma ma- comienzo, si se da un im¡redimento nistrado si en su fórmula se testifica Ios padrinos y de la lglesia en con-
nera. Por otra parte, la respuesta concreto en orden a este desenvolvi- objetivamente esa Ie; como también junto. Esta doctrina se hace aún
no puede atentar contra Ia doctrina miento pleno, implica en sí mismo se pone en claro que la validez del más clara pensando que Ia capacidad
de la necesidad, en orden a la sal- el todo, o sea la salvación. Con res- bautismo, como Ia de otros sacra- de creer con fe, la virtud infusa de
vación (->salvación [necesidad en or- pecto al problema especial que, en mentos, no depende de Ia <<santidad>> la fe, tiene que ser dada por Dios
den a Ia]), de la ->pertenencia a la este sentido, representan los niños del que lo administra o 1o recibe en cualquier caso. También es decisi-
Iglesia (cf. también -)cxtra ecclesíam que mueren sin bautismo, cf. ->limbo. (cf. además -+sacramento, -)opus vo el pensamiento de que la gra-
nulla solus). operatum). tuita capacitación para un proceder
La Iglesia, desde la edad media, Bautisno de los herejes. Esta ex- libre y salutífero es un puro don de
enseña que la necesidad de la recep- presión no se refiere al -)bautismo Baufismo de los niños, Según la Dios; don que, de hecho, aunque
ción del sacramento (del bautismo) administrado por una persona no doctrina explícita de Ia Iglesia, el no necesariamente en cuanto al tiem-
puede ser reemplazada por el ->ua- católica, sino que es un término téc.. -+bautismo es eI sacramento de la po, precede al obrar del hombre.
tum sdcramenfi, o deseo de recibir el nico de la histo¡ia de la Iglesia con incorporación del hombre a la Igle- Esta voluntad salvífica de Dios indi-
sacramento. Analógicamente, también el que se designa el siguiente pro- sia. De acuerdo con las palabras de vidualmente pensada, que tiene que
la necesidad de la pe.rtenencia a la blema teológico, planteado en el s. ur.' la Escritura, esta incorporación en dar primero la vida para que ésta
Iglesia puede quedar sustituida por si los convertidos procedentes de el bautismo supone la profesión de pueda realizarse y desarrollarse, que-
el votum ecclesíae, o deseo de perte- una comunidad herética han de ser la fe de la Iglesia. De aquí se deriva da prometida y adjudicada al niño
necer a la verdadera Iglesia de Je- bautizados al convertirse, caso de un problema, puesto de nuevo sobre de un modo histórico y formal en
sús (Dz 3818 413 796 847 898 1032 que antes hubieran sido bautizados el tapete en la teología protestante el bautismo éomo don y como obli-
lül; CIC can.73l § 1). En 1'949, el por un hereje; o si basta la práctica desde el fin de Ia guerra, a causa gación; pues no hay que esperar la
Santo Oficio decla¡aba que, si se de la readmisión acostumbrada con de la decidida posición negativa de anuencia de la fe para que se hagan
dan fe y caridad, este deseo no nece- los católicos apostatas, es decir, la K. Barth contra el bautismo de los realidad ambas cosas. La Iglesia
sita ser explícito, bastando el deseo penitencia eclesiástica (-.>penitencia niños, y abordado por la teología prohíbe administrar el bautismo, fuc-
implícito (NRs 398g). La función [sacramento de la]). La Iglesia afri- católica: si pueden ser bautizados ra de peligro de muerte, al niño dc
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I
Bayanismo
v Bihlica (lcok¡girr)

ctrya educación cristiana nc¡ se fiene parable de la -+esperanza, puesto á¡ tumcntc dcl Dios que bendice (Gen una cliiica bihlica olr.jctir.itmcnt,' itr\-
garantía alguna. que Io bello (tal vez con frecuencia I, 22. 28). EI deseo impetrativo de tificada, que no se enlrentc llcutral-
inconscientemente) se ama por nece- csa bendición de Dios, manifestado mentc, de manera pseudocicntifica.
Bayanisrno, nombre que recibe 1a sidad en su relación con lo infinito, cn la oración del hombre o de la al factwn teológico que represcntx
doctrina del teólogo M. Bayo (1513- que está presente en todo lo bello, Iglesia, se llama también bendición la -+Sag¡ada Escritura como tota-
1589), p¡ocedente de la escuela agus- iomo causa ejemplar y promesa. (con frecuencia sc realiza en una lidad.
tiniana, segfrn el cual Dios no podía Todo ente es bello en sentido origi- determinada forma litúrgica: -+sa-
negar al hombre los dones del ->es- na¡io. La belleza crece en razón cramentales). Ya el AT conoce tales Biblica (teotogla). Como ciencia rc-
tado original; en vi¡tud del pecado directa de la vida. l¡endiciones pronunciadas por los pa- lativamente autónoma, Ia teología
original, este orden queda radical- En lo anorgánico aparece más o triarcas, padres de familia, reyes, bíblica representa una necesidad en
mente trastornado: el hombre caído, rnenos como simetria, ¡rroporción, ar- sacerdotes en el culto, etc. También la tcología católica contemporánea;
sin gracia, peca necesariamente en monia o en cuanto funcional; en lo cl NT las conoce; así Cristo, los no sólo desde el punto de vista de
lodo lo que hace, incluso cuando orgánico, como vitalidad y ritmo; apóstoles, etc., bendicen no raras una distribución cientíñca de la teo-
aspira a la virtud por sí misma. Por en su grado supremo es propia del r.eces. Pueden pronunciarse también logía. sino también por la importan-
lo tanto, sólo tiene libertad paraele- ser absolutamente bello, Dios. Si la cou ocasión de tomar a su servicio ci¿ de la cosa en sí, por la posición
gir entre valores indiferentes; hasta teología actual, fuera de algunas runa cosa por parte del propietario peculiar e irrepetible de la -rSagra-
la -+concupiscencia involuntaria es excepciones, como H.U. v. Baltha- (-)consagración de cosas) o en Ia da Escritura. Es verdad que 1a *>dog-
pecado. Al justificado se le condona sar, no presta ya atención alguna tl'ansmisión de un cargo. mática católica debe también ocupar-
el castigo merecido por ello. En 1567 a la belleza, en contraste con su tra- se de proposiciones de fe obligatorias
fueron condenadas 79 proposiciones dición (desde Plotino, San Agustin, Biblica (crilica). Se llama crítica que no se identiflcan inmediatamenie
de los escritos de Bayo (Dz 1001- Pseudo-Dionisio, San Buenaventura), i¡iblica a la investigación científica y sin más con las afirrnaciones de
1080), para poner fin a la discusión con todo, lo bello está todavía de de la Biblia con ayuda de los méto- Ia Escritur¡r: está, en efecto, regulada
iniciada, sin decidir si algunas de alguna manera presente en la litur- dos histórico-criticos, y valiéndose de por el --+magisterio, una de sus
ellas se pueden entender c¡rtodoxa- gia y en el arte sacto. Algunos pun- las ciencias profanas, sobre todo, fuentes y
normas es la -+tradición,
mente, tos de partida para una teología de de la historia, arqueologia y filología.. y existe una verdadera evolución
la belleza se encuentran sobre todo Si es inaceptable la c¡itica liberal de de los dogmas (-)dogmas [evolu-
Dcatitud designa la totalidad de la q¡ l¿ )mistica nupcial (Cantar de Ia Biblia, que estudia ésta a base ción de los]). Mas, con todo eso.
consumación definitiva del hombre los cantares. en el AT), y, desde de un a priori histórico y ñlosófico la Escritura no es una fuente del
entero, engraciado, en el orden so- ahí. también en la eclesiologia. Los del todo inadecuado, en cambio hay conocimiento dogmático sencillamen-
brenatural. Es decir, -+visión de ->pratumbultt f ldei podrian también que considerar como necesaria una te equiparable a las demás.
Dios, -+resurrección de la carne, <lespertar la atención sobre la belle- crítica bíblica que esté objetivamen- Estrictarnente, en cuanto exégesis
definitiva -->basileía de Dios (-+cie- za de la ->revelación como totalidad. te justificada. Semejante crítica pue- teológica, y no en cuanto exége-
lo) en la ->comunión de los santos Ciertamente, no puede darse una ac- de contribuir no poco a la aclara- sis histririca o filológica, también la
consumada (-+escatología). En últi- titud cristiana meramente estética ción de problemas hasta ahora no teología bíblica,. lo mismo que el
mo término, se piensa esto mismo (Kierkegaard), puesto que lo bello lesueltos. Como crítica textual, ha resto de la dogmática, tiene que
en las bienaventuranzas del -+ser- puro sólo reside en Ia ->salvación hecho notables progresos en Io que considerar a la Escritura en la Igle-
mrin de la montaña, si bien en él futura; mas, para el creyente, la :rtañe a la reconst¡r.rcción del texto sia bajo la norma (<más próxima))
todavía no aparece claro el conte- bel\eza es por Io menos Ia esencia trrímitivo. Como crítíca literaria in- de la declaración actual de le fe
nido exacto de <<ser bienaventurado>>, secreta del mundo, en cuyo corazón vestiga la época, el autor, caracterís- por parte de la Iglesia docente auto-
tle ser aceptado por el Dios que salva. (Mt 12, 40) no está el siervo de Dios ticas literarias y objetivo teológico rizada por Cristo. Pero precisamcnte
sin forma ni belleza (Is 53, 2), sino dc cada uno de los libros biblicos est¿ declaración actual y oficial de
Belleza es, según Tomás de Aquino, la -)doxa divina en r¡irtud del su- (cl'. -+géneros litcrarios). Itrabiendo la {e por parte de la Iglesia tiene
el resplandor de la -)forma; una frimiento del siervo de Dios. t'omenzado la critica bíblica en su lugar en un recurso continuo, necc-
propiedad esencial del -iser, in- I'orma liberal y racionalista (s. xvtt- sario y siempre nuevo a la concrc-
mediata y necesaria, perfectiva de Bendición. En cuanto que todo lo rrx). la actitud del magisterio cató- tez permanente del origen y punl()
todas las demás. Propiedad que fác- bueno existe por la palabra creadora lico frente a ella lue más bien de de partida de esa declaración o kc-
ticamente es inseparable de la -+con- de Dios (-+creación, Jconservación roscrva-, y la de los teólogos adversa. rigma, concretcz que Dios ha g:rrrrn-
templación, en la que el hombre del mundo), el cristiano reconoce to- I)cnr, a partir de la encíclica de tizado como <<pura)) y que cs prr-
descansa complacido, más allá de do lo bueno que encuentra en su I'ío xrt (1943), la Iglesia nrisma quie- fectarnente distinguible de le rclliz:¡-
su deseo; pero qlle es también inse- camino como <<bendición>>, concre- rc y exige (Dz 1192ss 2302 2329) ción de Ia doctrina poslcriol tlo lrr

'11 1a l1) '7t

b.
7

Biblica (teologia)

Iglesia. Dicha concretez se da en cendenlal del ente en general y de-


la Escritura y sólo en ella, puesto signa lo que conviene a la forma
que la tradícitin, en su estado pura- de un ente, orientada a un fin (y de-
mente objetivo, independientemente bido a esa conveniencia es apeteci-
de la función diacrítica del magiste- do). Dentro de ese concepto de bien
rio, no ofrece ninguna garantía de entra en primer lugar el ente en si: C
pureza en lo tocante a sus ingre- en cuanto que apeteciendo se pone
dientes puramente humanos. Pues la en su realización o actualidad esen-
Calcedonia, ciudad del Asia Me- por calificar haya de designarse como
distinción entre tradición humana y cial, es ónticamente bueno para si
divina por un recurso a la tradición, (bonum síbí). En ese concepto entra nor, en la que tuvo lugar el cuarto verdadera o como falsa, se dan cali'
es un acto propio del el 8 ficaciones positivas o negativas; estas
magisterio también ulteriormente todo lo que concilio ecuménico, desde de
mismo que recurre, y así supone ya ayuda a dicha realización esencial octubre hasta el
1.o de noviembre últimas reciben El nombre de censu-
la diferencia entre la norma mate- (bonum alterí). Sí un ente viene dado del año 451, siendo PaPa León I. ras. Aquí citaremos sólo las más

rial y lo normado. En En él se formuló el dogma cristo- importantes.


esta medida, a a si mismo en orden a la autorreali-
pesar de la persistencia de una tra- zación libre (+libertad) en el hori- lógico (-)Jesucristo) siguiente: Je- Una proposición es <<de fe divina»
dición divino-apostólica, la Escri- sucristo, -+Logos de Dios hecho si esta clara y explicitamente conte-
zonte del -)ser absoluto, la bondad
nida en las Iuentes de la fe abso-
tura es fuente y norma cualificadas óntica de dicho ente es lo ontológi hombre, es una personu g¡ dss -+na'
y singulares de ia declaración actual camente bueno, es decir, un bien turalezas que se dan en esa Persona lutamente obligatorias. Su contrario:
de la fc por parte de la Iglesia; y, moral objetivo (bonum honestum), de manera inconfusa, inmutable, in- error en la fe divina. Si tal ProPo-
por 1o tanto, también de la dogmá- y en cuanto que üene dado en el divisa e inseparable (Dz 148). Esta sición ha sido además establecida
tica, que viene normada por aquélla horizonte del ser absoluto, es un doctrina se definió en contra del por el magisterio de la lglesia, su
a la vez que la prepara trabajando a y -+nestorianismo (dos personas en califlcación es (<de fe divina y cató-
<<valor>> absoluto: puesto que, en
su servicio (Dz 1942). cuanto que, un ente (bien) entra Cristo; cf. ->Éfeso) y en contra de lica>>.Su censura: formalmente he-
De aquí que, si toda Ia dogmática dentro de la finalidad necesariamen- la teoría de Eutiques (las dos natu- rética. Si esa misma proposición ha
escucha, en y con la Iglesia jerár- te implantada con la esencia del hom- ralezas se confundian en Cristo for- sido propiamente definida Por el
quica, la palabra de Dios revelada bre; puesto que el hombre en auto- mando una sola: estricto -Jmonofl- magisterio extraordinario (papa, con-
en la Escritura, cosa que también posesión consciente y libre se encuen- sismo). León, cuyos Iegados Presi cilio), es <<de fe definido>' <<De fe
dieron el concilio, lo ratificó (meramente) eclesiástica>> es la pro-
tiene que hacer la Iglesia oficial para tra ante Dios <<de manera absoluta>>, Por
entero, a excepción del canon 28, posición que, en cuanto tal, no se
hablar acertadamente, entonces ocu- es decir, no como medio referido a
rre un hecho que de otra manera otro, por todo ello, corresponde a to- en el que se reconocia la igualdad la considera como directamente reve-
no acontecería. Asi, y sólo así" es do ente una validez absoluta, un de prerrogativas entre Roma y Cons- lada por Dios, pe.ro que esta garan-
la dogmática algo dirigido y no diri- «tener que», que no anula la libertad, tantinopla, aunque ocupando ésta el tizada por el magisterio infalible
segundo puesto (Y dejando de lado (-+doctrina católica [verdades de]).
gente, oyente y no dictaminante, co- sino que la presupone y la llama a
mo ocurre con sus demás funciones una decisión determinada en cuanto a Antioquia y Aleiandría). Se le opone la censura de: error en
de carácter «histórico>> y <<especulati- al contenido. Por tanto, valor moral la fe eclesiástica. Una proposición
Catrificaciones (censuras teológicas) es <<próxima a la fe>> (Proximum
vo>>. El punto de partida puro del objetivo es primariamente la -.>per-
kerigma de la fe, que sigue presente sona espiritual (Dios y hornbre); se- son juicios fo¡mulados por los teólo- fidei) sí según la doctrina general se
en la Escritura, sigue siendo todavía cundariamente, todo lo demás, en 8os o en ciertas circunstancias por la tiene como verdad Propiamente
el magislerio, accrca de proposiciones revelada, aunque todavía no ha sido
1o siempre nrás grande y amplio, lo cuanto que de alguna manera puede
doctrinales (verdaderas o falsas), para propuesta clara y definitivamente io-
que posibilita y domina una y otra ser útil al valor moral objetivo pri-
vez el progreso. Y esto a pesar de mario, en orden a la aflrmación recta eslabtrecer grado de seguridad con mo tal por la Iglesia. Se le oPone
ser -+punto de partida. En la vuelta de su autodaticidad, objetividad, que se puede reconocer su concor- Ia censura: sospechosa de herejía.
o
dancia o contradicción con 1a doctrina <<Teológicamente cierta» es la pro-
a é1" no en una compilación de pa- también en orden a su actualización
de la revelación divina. Esas califi- posición cuya veracidad o inclusión
sajes demostrativos, consiste Ia teo- o reconocimiento. El ->acto espi- en la revelación o conexión necesaria
logía bíblica. ritual libre, que se refiere a tal bon- caciones se expresan en fórmulas
concisas ya acuñadas. Sin embargo, con ella no ha sido todavía del todo
dad moral objetiva asistiéndola en
Bien (lo bueno, la bondad) es en reconocimiento y realización, es sub- no existe un sistema obligatorio de clara y definitivamente expresada por
primer término una propiedad tras- jetivamente bueno (bonum morale), calificaciones, No siempre ni en to- el magisterio, si bien su negación
das partes se entienden de la misma sería manifiestamente, o segfin el
manera. Según que la ProPosición juicio más o menos unánime de los
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77
Í E
(l¡¡ltott
C¡lificaciones (ccnsuras teológicas)

tcólogos, la negaci(rn de una verdad ción en Ia Sagrada Escritura de los li- bién en el NT libros muY aPrecia- nroblenra dogmático (y tle histtrr ia dcl
de fe o, por lo menos, una amenaza bros a los que corresponde la --;ins- dos, pero cuya canonicidad ha sido irema) en torno al canon curtsir(c
indirecta a semejante verdad; así piración y que son norma de la [e. discutida, llamados <<deuterocanóni- cómo ha de entendersc llt
".r'auÚa,
revelación acerca del carácter ins-
suelen ser conclusiones teológicas de cos>> (Hebr, Iac, 2 Petr, 2 Ioh, 3 Ioh,
diversos géneros. Se le opone: pro- l. Dat'os p<tsitivr¡s. Esta recopila- luda y Apoc). La nec€sidad de que oirado v de la canonicidad, y ct'rmtr
in de también el conoci-
posición teológicamente falsa o teme- ción tuvo lugar por etapas. La -+ley el magisterio definiera el canon se "ntenderse
raria, error teológico. (: Torah, Pentateuco) aparece ya en originó con las dudas que los refor- miento de esa revelación (apostólica)
Otras calificaciones de menor im- la promulgación de Esdras (proba- madores prote§tantes y también algu- Dor oarte de la lglesia, Para que
portancia se entienden por sí mismas. blemento del año 398 a.C.) como nor- ros católicos (Erasmo de Rotterdam) L.tc áoble hecho aparezca como his-
Doctrina comí¡n entre los teólogos, ma de la fe para Israel. Los libros expresaron sobre la canocidad de toricament¿ verosímil y sobre todcr
y
opinión probable, opinión <<piadosa>>, proféticos alcanzalr este rango en el algunos libros de la Biblia, o sobre compatible con la formación lenta
del canon. Pues, Por una
opinión tolerada, opinión que hiere siglo II a.C. El canon actual del AT, su carácter autoritativo. Esto lo llevó fluctuante
I¿r sensibilidad religiosa, opinión in- incluidas las <<demás Escrituras», tan a cabo el concilio de Trento (1546), parte. la r..:velación- tuvo que quedar
sidiosa, provocadora de escándalo, altamente apreciadas incluso en el al exigir el mismo respeto Para los cerreda con la primeta generaclon'
ctcótera. El sentido último de estas NT, aparece ya con seguridad en un 45 iibros veterotestamentarios y los 27 <<con la muerte de1 último apóstol>>,
calificaciones es tanto la protección sínodo judío tenido en Jabne el año del NT, en virtud de que Dios es de tal manera que la Iglesia puede lle-
de Ia fe como el evitar la confusión 100 d.C., aunque no se puede probar el autor de todos ellos (Dz 783 ss; sar a una mayor claridad con respec-
enlre la verdadera revelación divina Ia inclusión, en sentido estricto, de cf. Dz 1809). Io u unu revelación' pero no recibir
y las opiniones teológical. algunos lib¡os en el canon judít'r una nueva; Y, Por otra, la Iglesia ha
(Tob, Iudith, Mac. Sap, Ecci, tsar y II. Teología. Todas las acciones fluctuado en muchas cuestiones de
Camino, Al hombre, <(ser que las partes griegas de Esther y Dan), salvíñcas de Dios nos son conocidas la constitución del canon durante
deviene>> por su misma constitución, aunque sí es seguro que eran muy por la revelación divina, auténtica- larso tiemPo, hasta llegar a su fija-
se le impone y se le exige una evo- considerados. A partir de Sixto de mente proclamada e interpretada por .iO'n d.nnitiua. Este hecho di[ícil-
lución religiosa orientada en un de- Siena (t 1569) reciben estos libros el el magisterio eclesiástico; también co- mcnte podría explicarse sin una nue-
terminado sentido; por tanto, pueden poco afortunado nombre de <<deute- nocemos asi el que Dios sea el autor uu .ev"lución, si la revelación ori-
expresarse con la imagen del camino rocanónicos>>. La validez normativa de la -+Sagrada Escritura Por mc- rinaria al respecto en la época apos-
(cf. Act 9, 2) la posibilidad y la se deduce, de manera meramente hi:;- dio de la -+inspiración' Que los libros ioli"u (qr" forzosamenle luvo qrre

tarea de esa evolución que, susten- tórica, de las citas de dichos libros. de la Escritura están insPirados Y, existir) hubiera consistido en propo-
tada por la -+gracia de Dios, Ileva De este modo se justifican los cornien- por tanto, son canónicos, 1o sabemos siciones particulares y explícitas so-
al cristiano hacia su consumación zos del canon neotestamentario por inmediatamente por Ias declaraciones bre cada uno de los libros en cues-
definitiva en la -)visión de Dios las citas que se encuentran en los del magisterio, que da Ie de Ia reve- tión. Por 10 tanto, el Problema con-
1->cielo, ->beatitud). Necesidad, evo- primeros padres de la Iglesia y auto- lación divina como fuente originaria siste en ver si se puede pensar en una
lución, finalidad del modo de vida, res eclesiásticos de la primera mitad de este saber. En este sentido, la revelación originaria tal que, Por
de la conducta, quedan así expresa- del s. ll. El primer catáIogo oriodoxo lglesia se ha atribuido siempre el de- una parte, hubiera tenido lugar en el
das en la metáfora del camino. En del NT es el llamado canon dc Mu- recho de definir el canon, en cuanto liempo apostólico y' por otra' fuera
cuanto que toda forma de vida puede ratori, en el que faltan, sin embargo, que señaló algunos -;apócrifos como de tal manera implícita. que su ex-
concebirse como <<camino>>, como cinco epístolas apostólicas del canon tales y emitió juicios aclaratorios acer- nlicación necesitara tiempo y acon-
conducta vital, puede hablarse de actual. Tal catálogo es de proceden- ca del canon. La distinción entre t".iera entre fluctuaciones (+dogmlrc
dos <<caminos>>, el bueno y el malo, cia italiana y data de la segunda iibros deuterocanónicos y protoca- [evolución dc los]). Si de a¡rtemano
el estrecho y el ancho (Mt 7, 13). mitad del s. rr. Con respecto a [a per- nónicos (estos últimos indiscutidos) ," pon" en la esencia de la Escritura
En cuanto que para los cristianos, tenencia de algunos libros particu- es, de hecho, Primariarnente una el que haya sido esencialmente que-
cn su scguimiento de Cristo (-+imi- lares al canon neotestament¡rio. se cuestión de la certeza de la Iglesia rida oor Dios como momcnto dc la
tación de Cristo), Crislo mismo es estuvo fluctuando durante nrucho sobre Ia inspiración de Ios respecti- constitución que El dio a Ia lglesia
el fundamento, la fuerza y Ia meta tiempo; en el occidente, hasta los vos escritos y no desemPeña PaPel nrimitiva como norma del futuro' Y
de su vida, es El el camino por anto- años 380/390 d.C.; en oriente. hasta alguno en las decisiones dei magiste- ,sí ia insniración de la Escriturl
nomasia (Ioh 14, 6). el s. vtt, por lo menos en 1o tocante ¡io acerca de la extensión del canon. s¡gd5 6¡jginarian'lente revelada en lrt
a1 Apoc. El primer canon completo Lo mismo puede decirse de la cues- revelación dcl hecho más amPlio dc
Canon (de origen semita : caña, del NT lo ofrece Atanasio de Ale- tión acerca de la canonicidad de cier- que la Iglcsia primitiva es nortna(iv:r'
medida, patrón). Como término téc- jandría, el año 367 d.C. De n:lnera tos breves textos existentes en el cor- "n
.." i"on quedaría explícitamcnlc
nico teológico, designa la recopila- análoga al AT. se distinguen tem- pus transmitido de la Escritura. El revelaCo aquello de dondc llt Iglcsi:r
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1i 80 8l
r
Canon Crrisr¡ur
podria ir conociendo poco a poco a la posesión necesaria de Ia gra- cuanto que esta caridad que se da y sin hacer maniflesta su existencia
los límites del canon de la Escritura cia y se la ofrece. a sí misma a Dios ha sÍdo libre- con claridad absoluta, Las realiza-
sin una nueva revelación. Lo que mente creada por Dios al crearla ciones espirituales dichas, en cuanto
(y no porque) Ia Iglesia reconoce, Cardiognosis (g¡iego : conoci- con el hombre; en cuanto qlre su todavía no informadas por Ia caridad,
entre los escritos de aquella época, miento del corazón) es un concepto capacidad de llegar a la intimidad en cuanto virtudes <<informes>>, pue-
como objetivación de la Iglesia pri- de la metafísica del conocimiento más entrañable con Dios, como amor den preceder a la caridad en el de-
mitiva (y de su pasado veterotesta- escolástica y también de la mística. de hijo y de amigo en contraste venir histórico-personal del hombre
mentario), queda, por lo tanto, reco- Designa un don especial, con cuya con el amor servil, se hace posible como un comprometerse que no es
nocido también como momeflto cons- ayuda puede conocerse el estado mo- sólo por la autodonación previa de todavía total, y preparar la realiza-
titutivo de la Iglesia primitiva y, por ral y religioso de un hombre,, es Dios al hombre; en cuanto que para ción de la caridad. Cf. ->amor.
consiguiente, también como inspirado decir, su relación con Dios, produ- poder corresponder verdaderamente,
y canónico. cido o causado en una decisión li- de rnanera <<congenial>>. a esa autodo- Carisma (griego : merced, don
bre. Según ia teologia católica, ese nación (para ser <<digio»), ha de gracioso), a) et el NT, designa Ia
Cará cter, e¿níc'ter sacramental (grie- conocimiento no puede adquirirse. scr soportada nor esa misma; y salvación gratuita o indebida en ge-
go kharakter: distintivo) designa ese Por naturaleza es propio de Dios, en cuanto que también ahí significa neral; b) en el AT y en la actual
<<signo ospiritual e
indeleble» gra- tal como lo testifica la Escritura, y una superación por parte de Dios terminología teológica designa, cuan-
bado en cada cristiano por medio en los individuos es un '-)caxisma del egoísmo culpable del hombre, do se emplea en plural, los efectos del
del -+bautismo, ->conflrmación y que en el caso concreto no es fácil esa caridad es -)gracia, -+<<virtud in- Espiritu de Dios en el crcyente sin-
->orden (la validez permanente de deslindar de los fenómenos parapsi- fusa>>, que está inseparablemente vin- gular, que nunca pueden ser exigidos
estos sacramentos, que es indepen- cológicos. culada a la -+justificación (Dz 800 por el hombre, ni pueden ser pre-
diente de la actitud subjetiva del 821). En cuanto qus la caridad, el vistos por los órganos oficiales de la
individuo) (d.f.: Dz 852). La doc- Caridad, amor. Con esta palabra arnor del hombre a Dios, depende Iglesia, ni pueden alcanzarse por
trina del carácter sacramental tiene entiende el cristianismo, sobre todo del amor divno (agape = caritas) la recepción do los sacramentos; aun-
su fundamento bíblico en el <<se- el catolicismo, la total y libre reali- que pródigamente se abaja a lo infe- que siempre y en cualquier lugar de
llo>>(-)spftragis) de Dios, con el que zación esencial del hombre, del hom- rior entregándose de forma desin- la tierra p,ueden conjeturarse o pre-
estan señalados los elegidos (Apoc bre entero, tal como de hecho ha teresada (no encendiéndose ante un sumirse, puesto que pertenecen a
7, }.8). San Agustín fue el primero sido pensado y llamado por Dios, <<ideab> previamente dado: eros); y la esencia necesaria y permanente
que la elaboró en conexión con el en virtud de la cual este hombre sri suanto que ese amor del hombre de la Iglesia, de la misma manera
hecho de que los sacramentos citados es integrado en Dios y puesto en a Dios toma dentro de sí al pró- que la jerarquía y los sacramentos.
quedaran reconocidos como irrepe- su gracia (justificación) y en la sal- jimo amado por Dios, en la parti- El carisma, en contraposición a las
tibles. En su indelebilidad, ese carác- vación; rcallrzación que se presenta cipación del amor de Dios hacia ->virtudes, apunta a hacer visible y
ter sacramental antecede a la deci- como aceptación de la -)autocomu- é1, ha de entendene también como creíble la Iglesia como <<pueblo santo
sión humana y a la historia salvifica nicación libre y exhaustiva de Dios, -)agape. de Dios>> y as'í es un complemento
personal del individuo; la vocación en la fuerza de esa misma autoco- Puesto que esa caridad es el acto del ministerio eclesiástico en su fun-
siempre interna, invisible, gratuita, municación, Puesto que esta reali- total y fundamental del hombre, que ción propia. Las formas de manifes.
propia de la persona particular, re- zación esencial acontece en dirección todo lo integra, constituye, por una tación del carisma pueden preverse
mite más bien, mediante la llamada a ese Dios que se entrega libremente parte, el conjunto de lo que puede a partir de su esencia histórico-
salvíflca de Dios, a la publicidad his- a sí mismo y puesto que tiene carác- erigirse al hombre como acción salu- salvífica y eclesiológica. Asi, en el
tórica de la Iglesia y de su culto. Por ter de diálogo y de respuesta, Dios tilera, mas por otra parte, tiene que tiempo apostólico se manifestó, so-
lo tanto, el culto de la Iglesia es mismo es concebido como la caridad, explicarse en Ia plenitud mhltiple bre todo, como s¿biduria, ciencia,
la patentización üsible de la vo- el amor (1 Ioh 4, 8). de realizaciones espirituales. distintas potencia para hacer milagros, discer-
luntad amorosa e incansablc de Dios En cuanto que Ia esencia del hom- entre sí y distintas también de la nimiento de espíritus, gobierno de la
y de su aceptación por parte de la bre es autotrascendencia (personal) cariCad (-)fe, -+esperanza, -)con- comunidad, don de lenguas (cf. prin-
Iglesia como totalidad (-+sacramen- hacia lo superior (como persona), esta trición, ->justicia. etc.). Realizacio- cipalmente 1 Cor 12-14). Siendo,
to); y esto porque el culto de la realización esencial es caridad, amor nes que, <<informadas>> por la caridad, pues, imprevisibles sus formas, el ca-
lglesia es la actualización de la vo- desinteresado de benevolencia (en pueden ser su perceptibilidad misma, risma debe ser descubierto y aceptado
cación permanente del bautizado, con- contraposición al amor de concupis- un criterio de su autenticidad e in- una y otra vez, siempre de nucv.l
Iirmado, ordenado. El carácter sacra- cencia, amor de un bien que sirve de dicio de su crecimiento, sin que por (Dz 2288). Teniendo en cuenta quc
mental es distinto de la -+gracia momento o de medio para afirmarse ello hayan de ser sencíIlamente idén- precisamente la novedad dc una firr-
misma, aunque remite al cristiano a sí mismo [justificadamente]). En ticas. con ella (Dz 801 819 839 1525) ma (p.ej., el movimiento dc la po-

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Carisma Caustlirl¡rl
breza en la edad media) no puede cación de los principios generales ai Catolicidad. Es ésta una propiedad es el que por primera vez predica de
hacerse valer como argumento con- caso particular; en teología moral, esencial y caracteristica de la finica la Iglesia el adjetivo <<católic»).
tra Ia eclesialidad dcl carisma o al caso de conciencia concreto. -lesús r,erdadera Iglesia de Cristo. a) En
contra su procedencia del Espíritu. se propuso ya el adoctrinamiento dcl prirner lugar, signiflca que la -tlgle- Causalidad. Era éste un tema ca-
Por el contrario, ha de reconocerse individuo: cómo puede y debe acon- sia eslá abierta, y tiene que seguir pital de la filosofía griega, originado
esa novedad (aunque debe probarse tecer su decisión personal atendíen- a todos los hombres sin
cstándolt-¡. por la pregunta siguiente: ¿Qué es
cuidadosamente) como nuevo impnl- do a las circunstancias concretas, a límile alguno espacial o temPoral lo que <<mueve>>, es decir, cambia un
so del Espíritu de Dios, que quie- sus disposiciones, a su manera de ser hasta el final de la historia, de tal ente? De algo que preexiste (-+ma-
re confrontar a la Iglesia militante particular y al quehacer que indivi- manera que pueda decirse obligato- teria) surge algo nuevo por medio
con su presente históriio siempre nue- dualmente le propone la -+ética exis- ria para todos. Las razones que fun- de una nueva -Jforma intrínseca.
vo, y vincularla a éste con mayor te¡rcial. La casuistica se manili¿sta dan e¡a apertura son la voluntad sal- Asi, materia y lorma son considera-
intensidad, es decir, de un modo más ya, desde san Fablo, como pa¡te cons- víñca universal de Dios (-+salvifica dos como -+principios intrinsecos.
diferenciado. titutiva ir¡enunciable de la etica y [volunÉd de Dios]), la redención de Puesto que la modiñcación de uno
de la pastoral. Por otra parte, ir mo- todos ios hombres, fundamentalmen- por medio de otro siernpre ocurre en
Carfago. El xvr sinodo de Cartago, ral católica no estuvo ni esilí libre te obrada en Jesucristo, y la acción dirección a una meta (-)fin), la ac-
4tr8, antes erróneantente llamado mi- de una supervaloración de la ca- del Espiritu Santo. La Iglesia tiene ción misma y el fin son las @usas
Ievitano, formuló nueve cánones con- suística ni de su exageración. La que estáx abierta de tal manera, que externas del devenii. El problema de
1ra el -)pelagianismo (Dz 101-109). casuística lleva entonces a los escrú- conflrme el pluralismo int¡ahistórico, la causalidad fue repensado con ma-
La doctrina teológica de esos cánones pulos, al vaciamiento de decisiones querido por Dios, de los diversos yor precisión por Ia escolástica, que
fue aprobada p.or el papa Zósimo. que deberían ser verdaderament€ pcr-
circulos privados y públicos existen- Iormuló el principio de causalidad:
Hoy día se duda si tal aprobación sonales ¡r, finalmente, al predominio tes en las diferentes épocas, de suer- todo ente finito no es el ->ser mis-
fue una verdadera ->definición (cues- de un pensarniento legalista acristia- le que su mensaje y formas eclesiás- mo; de ahi qlle es contingente, es
tión importante en la actualidad, no, si se la considera como irnico ticas'de vida no puedan circunscri- decir, no necesario (-+contingencia);
debido a la discusión acerca del paLrón de lo que debe hacer u:. cris- .hirse
a un ámbito determinado de luego, si existe en realidad, tiene que
-+limbo). 1.iano. estar producido por una causa (efi-
cultura. a :orLa raza determinada, etc',
con exclusión de los restantes. b) Ca' ciente). Filosóficamente. este princi-
Castid¿d designa en la teologia ac- Catecismo (griego kateklteín : cn- tolicidad signiflca, además, que la pio está apoyado por el de cbntra-
tual la conducta ordenada frente a señar oralmente). I-Ioy dia recibe este Iglesia de Jesús está en posesión de dicción: lo contingente no esta, por
1o sexual. Más particularmeDte, cas- nombre el libro con el que s; em- la plenitud de la ->revelación de Dios su esencia misma, determinado al ser:
tidad en el matrimonio es la configu- prende la enseñanza elementaX de la en Cristo. puede ser y no ser, puesto que su
ración de lo sexual, que 1o integra doctrina cristiana. Desde ei :c " \'tlt El orncepto de catolicidad o uni- propia esencia no es la razón sufi-
en el sentido y la dignidad del queda separado de la <<historia sa- versalidad queda ya esbozado en los ciente de su ser. Luego, si existe, ha
hombre total y de su relación perso- grada>>. Un catecismo puede trieger a
escritos del AT y del judaísmo tar- tenido que ser determinado al ser
nal-espiritual con el otro cónyuge. ser un documento importante del dío- en los que se habla explicita- por otro. Si no estuviera determina-
Fuera del matrimonio, castidad sig- magisterio ordinario, si y en ci-ranto mente de la voluntad salvíflca de do al ser por otro, estaría dete¡mi-
nifica la renuncia consciente a toda que está autorizado por un 'rhispo Dios respecto a todos los pueblos. nado al ser, puesto que existe, y a
actuatrización libre de la fuerza ge- con-ro compendio de la predicaciiin Esta se impone ya en la vocación de la vez no estaria deterrninado al ser,
nerativa. Frente a un latente ->ma- de la fe. Con todo, una verdaci nrr Pablo como apóstol de los gentiles puesto que, por hipótasis, no tiene
niqueísmo y a un -gdualismo hostil se convierte en infalible u oblig;Lto- (fundamentalmente: Eph 2, ll-3, ll). causa alguna. Esto sería contradicto-
al cuerpo, que no es raro en Ia igle- ria por el mero hecho de quedar afrr- La catolicidad es algo ya profesado rio. Por 1o demás, esta doctrina sólo
sia, Ia teología escolástica, con To- mada en el catecismo, pues ningún en los símbolos cristianos de la fe aporta algo a la teología, si de ante-
nrás de Aquino, califica de bueno catecismo se compuso con el fir-r de (fines del s. rt: Dz 1). En el tiempo rnano se ha iomprendido qué es ei
nor naturaleza el placer sexual, y proponer solamente verdades inia-li-
considera una virtud su actualización bles y obligatorias; por el con!.¡aric,
de los santos padres, 1o mismo que ->ser, en la autorrealización del es-
hoy dia. la catolicidad designa más piritu humano. Si el ser no quedara
ordenada en el matrimonio. Con res- suele presentar indistintamcnte ¡ rin de antemano avistado y asentido en
bien el aspecto cualitativo interno.
Irecto a la teología de Ia castidad distinguirlos entre sí -)dogmas, r'cr- En el tiempo floreciente de la apolo- el pensamiento. que necesariamente
corno forma de vida. cf. -+virginidad. dades de -tdocfrina católica. r.erda- gética, indicaba más bien la univer- acontece en su horizonte; y si el ser
des tecrlógicamente ciertas. et.., se- salidad externa y fáctica de la Igle- no sustentara el pensamiento, enton-
CasuÍstica, Teoría. a menudo cien- gírn aspectos históricamente r¡ndi- sia. Ignacio de Antioquía, en su epís- ces la aplicación teológica del prin-
tíficarnente estructurada, de Ia apli- cionados. tola a los cristianos de Esmirna 8, 2, cipio de causalidad a Ia relación en-

87 qt
89 90

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Causalidad (lic¡¡ci:¡ ¡rlt.¡li:¡

tre Dios y el mundo nunca llevaría -)<<bosileia del cielo» no signifique Ienguaje de la teología,, cuando des- mana y ñnita, Por la misn¡lr csc,)er;r
a un concepto verdadero de Dios. que el NT asionte espacialmente en cribe la esencia mismo del cielo y de la criatura, la ciencia tJc tlichir
Cf. ->Dios (prueba de la existen- el cielo la soberanía de Dios al fin de la beatitud en Dios, cbmo -+vi- alma es flnita. Su acto supremo cn
cia de). de los tiempos, puesto que dicha sión de Dios (los tomistas) o como la ->visión inmediata de Dios, es la
soberanía queda caracterizada por amor (-+caridad) radical y personal entrega de sí misma al -+¡¡i51s¡¡.
Certw,a. Seguridad (ausencia de la trandormación gloriosa de toda la (los escotistas) entre Dios y la cria- incomprensible de Dios. Puesto quc
duda) del conocimiento, que se per- creación en un nuevo ciclo y en una tu¡a. Tomadas ambas concepciones el modo de <<encontrarse en sí o con-
cibe como fundada, y que reside en nueva tierra. conjuntamente, se hace también claro sigo>> de un ente debe ser pensado
el sujeto que conoce. Se diüde en cómo puede concebirse la beatitud correspondientemente a su respectivo
a) evidencia inmediata, si un objeto 2) En teología, cielo puede ser como diferenciable, sin que por eso grado de ser, la -+unión hipostáti-
se muestra inmediatamente o si un una metáfo¡a para explicar la pleni- deje de ser beatitud total. Lo salva- ca del alma humana con el Logos
contenido conceptual se presenta in- tud de -rsalvación del hombre defi- do definitivamente por la sola gracia divino implica también necesaria-
mediatamente como obvio; b) cer- nitivamente salvado en Dios. Si se de Dios sigue determinado por lo mente, desde su mismo principio, la
teza obligante, si quedan inmediata- puede llamar <<lugan> a este cielo o obrado históricamente, por aquello autoposesión de ese estado de unión
mente excluidas toda -+duda y toda no, depende de la manera en que la en que se convirtió dentro de la his- inmediata en el alrna humana y, por
inseguridad fundada; c) certeza es- Jmateria sea a su vez definitiva- toria, y es amado y consumado por lo tanto, también la ->visión de
tricta, aunque libre, o certeza moral mente salvada por Dios. No hay Dios en la medida y <<formato>> que Dios inmediata, aunque no necesa-
propia, si el sujeto ve que está mo- nada revelado acerca de este asun- alcanzó en su historia. La teología riamente beatífica en todos los aspec-
ralmente justificado desterrar una to, fuera del hecho de la resurrec- dice también que el hombre es sal- tos. Partiendo del origen de esa vi-
duda que todavía le puede quedar ción de la carne. De ninguna mane- vado definitivamente sólo en virtud sión, se hace comprensible que esta
en el terreno psicológico, o bien pres- ra puede concebirse este cielo como de la gracia de Dios, cuando afirma inescrutable ->situación originaria
cindir de ella en su actuación. un lugar intemporalmente existente, que la beatitud exige necesariamen- fundamental de Cristo como el en-
al que <<se llego> o <<en el que» se te el lumen gloriae como transfor- tregado y sometido totalmente a Dios,
Cielo. Esta palabra puede tener en entra. Esto se deduce de la estructu- mación del hombre, pa.ra que el no implique necesariamente una cien-
teología dos significados distintos ra esencialmente cristológica del cie- hombre pueda estar <<en el cielo>>. El cia acuñada o acuñable a su arbitrio
que hay que distinguir. lo. El cielo está fundamentado en la cielo radica en la entrada de Jesu- en conocimientos particulares. A pe-
superación de la muerte por Jesu- cristo en su gloria. que no es sino sar o, mejor, dentro de ese en-
1) Como expresión gráfica, desig- cristo y en la glorificación de éste la validez una y permanente de su contrarse fundamental único en su
na tanto en AT como en el NT lo (->ascensión de Cristo), que son las humanidad en Dios, la incorporación género, Jcsús podía adquirir expe-
que está sobre la tierra, de acuerdo condiciones básicas para que lo crea- a la beatitud de los que murieron riencias lo mismo que nosotros; po-
con la antigua manera de concebir do pueda adentrarse en la vida del después de El, a la vez que la aper- día tener un desarrollo intelectual
el universo dividido en escalones, el mismo Dios. Este <<estar con Dios>> tura de una nueva relación cósmica (Lc 2, 52); con respecto a la forma
más alto de los cuales es considera- de la criatura personal implica esen- de Jesús y de los que están cabe El. de una ciencia objetiva y conceptual
do, de un modo también muy plás- cialmente la reunión de Ia humani- Cuanto más verdadero sea esto, tan- y, por tanto, comunicable pa.ra si y
tico, como el lugar donde habita dad en el cuerpo definitivo de Cristo to más hay que considerar que <<cie- para los demás, podía ignorar algo;
Dios. Ya el AT <<desmitologiza» esta (-+Cristo [cuerpo de]), en el <<Cristo lo» es una dimensión todavÍa en in- podia caminar hacia un futuro des-
imagen, cuando dice que el cielo y total>>; y esto en comunicación con cremento, puesto que la salvación conocido. Si bien es verdad que con
la tierra no pueden contener a Dios el Dios hecho hombre y que sigue sólo es total cuando todo queda sal- este encontrarse onto-lógico irrepro-
(l Reg 8,27; Ier 23, 24). En el ju- siendo hombre. Por consiguiente, ese vado (mundo, historia y hombres). ducíble estaba ya anticipada desde
daísmo tardio, el cielo se pres€nta estar con Dios de Ia criatura impli- Y esto de tal manera, que eI cielo siempre en el fondo de su realidad su
también de manera gráñca como lu- ca también la restauración y penna- sólo llega a su consumación con la misión y todo Io que tenía que saber
gar de los salvados: el -+paraíso es- nencia de Ias relaciones humanas ra- consumación del todo en la -+paru- para el cumplimiento de ella.
taba en el cielo, y en él estará tam- dicadas en este mundo. Este aden- sía, ->juicio y -+resurrección de Ia
bién la <<Jerusalén celestial>>. De trarse de los hombres en la unidad carne. Ciencia meilia. El ,->molinismo
análoga suerte dice el NT que los con Dios y entre sí no significa de (-+gracia [sistemas de la]) llama
cristianos deben tender a lo que es de ninguna manera la desaparición del Ciencia de Cristo. La pregunta ciencia media al conocimiento, que
«arriba>> (Col 3, l), allí está su pa- individuo, pues cuanto mayor es su teológica por la ciencia de Cristo no hay que adscribir a la omnisapien-
triá (Phil 3, 20; Hebr 13, 14). El cercanía a Dios, más liberado que- hace referencia a 7a ciencia inñnita cia de Dios, acerca de las acciones
cielo es también una perífrasis del da y tanto mayor es su autonomia del ->Logos eterno en ->Jesucristo, condicionadamente futuras de la
nombre do Dios. De aquí quo y validez. La misma idea implica el sino a la ciencia de su ->alma hu- criatura con antelación lógica a lu dc-

91 92 93 e4

ll
\¡-. L)
Clero
Ciencia media

no crean un conflicto fundamental se agudiza sob¡e todo si el cientíñco El NT narra cxp¡'csÍrnlcntc l:r cir-
cisión de Dios de hacer realidad carece de disposición y de interés cuncisión de Jesús y dc Juan cl l}rtr-
determinada situación. Es decir, el entre esa disciplina y las ciencias, ni
suscitan una discusión última sobre para la religión, y el teólogo sigue tista. Para la comunidad plinritivrr
conocimiento de lo que hará o haría judío-cristiana de Jerusalén, cr¡r ur)
aferrado sentimentaknente a la anti-
Iibremente alguien si se le pusiera la competencia suprema, Esto es ob-
gua visión del mundo. Sin embargo, presupuesto obvio, aunque para los
en esa situación determinada (posi- vio por dos razones: primera, porque
tanto la referencia del mundo a Dios hay que soportarla con paciencia. Lo cristianos gentiles constituía un pro-
ción que, en último término, Proce- cual no da, naturalmente, ningún de- blema serio, que finalmente se sol-
deria de Dios)' En ese Proceso, el como los conocimientos adquiridos
molinismo supone que Dios Podría por la metafísica como ciencia a¡rio' recho al científico a desinteresarse ventó liberándoles de tal obligación
rística y
empleados por la teología, fundamentalmente de lo religioso, (Act 15, 6-31). Este mérito hay que
conocer ese futuro iondicionado en puesto que no puede llegar a ser el atribuirlo a Pablo, que sólo recono-
si mismo Y no en su ProPia decisión trascienden la experiencia puramente
(->predeterminación) de producirlo, cientíñca de los fenómenos inmedia- hombre que tiene que ser, si quiere cía como auténtica la circuncisión
tamente observados y de su conexión limitarse a ser un científico. No hay del corazón (Rom 2, 25-29), conside-
v únicamente asi conocerlo sin des- que olvidar que esa discrepancia pue- rando a[ Jbautismo como <<circun-
irucción de la libertad de la criatu- según leyes; segunda, porque el <<sig-
(milagro) existencialmente im- de superarse, en parte, foment¿ndo el cisión de Cristo>> (Col 2, 11s; cf.
ra. Esta ciencia recibe el calificativo no>>
contacto con los hombres que se Phil 3, 3). Por 1o tanto, consideraba
de <<media)) porque el futuro lib¡e portante y siempre irrepetible no es
accesible a la experimentación de las ocupan de esas ciencias y, en parte, caducada la antigua circuncisión
condicionado se encuentra entre la por el desarrollo, dentro de cada (Gal 5,6). Con respecto a su teología
acción libre meramente Posible Y ciencias modernas, por razón de sus
métodos. Manteniendo las fronteras ciencia, de los temas y problemas histórica, cf. -+Antiguo Testamento.
1a existente de hecho. que la remiten más allá de sí misma.
establecidas a priori por los respec-
y Además, el teólogo tiene que apren- Cisma, concepto griego, que de-
Ciencias teologia. El cristianis- tivos planteamientos y métodos, pue-
de evitarse todo conflicto. Es verdad der a hablar mejor de Dios, de suerte signa la escisión de la unidad de Ia
mo, en cuanto tal, Pregunta Por el que el científlco caiga en la cuenta Iglesia. Según el CIC can. 1325 § 2,
-rmisterio absoluto que envuelve a que la apariencia de un conflicto se da cisma cuando un bautizado
semejante puede darse una y otra de que se trata del -+misterio ines-
toda realidad individual y que lla- crutable que envuelve y sustenta a niega su sumisión al papa o a vivir
mamos Dios, Y Por su relación con vez, por cuanto las ciencias y la teo-
logía enuncian por separado propo- su mundo y a los conocimientos que socialmente unido con los miembros
nosotros en la medida en que nos es
tiene de é1, sin restringir esas dos de la Iglesia, que están subordinados
conocida por Ia -)revelación divina. siciones sobre el mismo objeto, aun-
dimensiones ni declarar como impe- al papa. En eI NT todavia no se dis-
L.as ciencias consideran lo individual que con una metodologia diversa
y desde distintos puntos de vista. Es-
netrable lo que puede perfectarnente tingue de la -)herejía. Es teológica-
y 1as conexiones regulares, en lo po- penetrarse. mente problemático cómo podría
siblE formuladas matemáticamente, tos conflictos aparentes pueden y de-
darse un cisma que no fuera a la vez
de los fenómenos particulares. La teo- ben arrcglarse con paciencia y auto-
critica por Circrncisión significa primeramen- herejía, después de la definición del
logía y las ciencias se distinguen, ambas partes.
te, en el AT, la extirpación del pre- primado de jurisdicción del -+papa.
pues, por razón del objeto, de su Lo que ya resulta más difícil es
pucio del miembro masculino, prac-
método y de sus fuentes dc cono- efectuar un encuentro y sintesis en-
ticada como -)rito de iniciación en Clero. Se$ln la manera eclesiásti-
cimiento. Aunque el cristianismo tre esas dos formas <<de encuentro
muchos pueblos antiguos. En Israel ca y teológica de entender esa pala-
enuncia también proposiciotrcs acer- global con el mundo>>. provenientes
de la ocupación especializada y vo- poseia el carácter de signo de la bra, clero designa el círculo de per-
ca del mundo, sólo lo hace en cuanto alianza. por medio del cual se ma- sonas que participa en el -+minis-
que éste se define como criatura Y cacional de toda una vida al servi-
nifestaba la pertenencia de los israe- terio y s¡ sr¡ )potestad en un gra-
iomo delinatario de una comuni- cio de uno de los dos campos, hoy
litas varones al pueblo ¡Je la alianza do de participación que ha de ser
cación divina, Y en cuanto que de día inevitable. Entendemos por ((en-
cuentro global con el mundo>> la su-
y su autorización para tomar parte determinado por la lglesia misma.
ahi se derivan. como PresuPue§tos en el culto. Así, Ia circuncisión se Cf. -+minis'terio, jerarquia, ->ion-
y consecucncias. ulteriores proposi- ma de iontenidos de saber que están
inmediatamente a mano, dotados de convirtió para los .iudíos en garantía sagración, -+orden y -->sacerdocio.
iion". u."."u de la realidad experi- de la salvación. Con todo, cf. la con- En la Iglesia, la admisión en el clero
mentable (-)alma, -+inmortalidad, carga emocional, percibidos como
obvios y como reales en cuanto <<fun-
cepción espiritualista de los profetas tiene lugar por medio de la imposi-
+hombre [creación del]). (Ier 4, 4; Ez 44,7). La teología cató- ción de la tonsura, tras una previa
Además, el mundo de la exPerien- damentales)). La discrepancia, no con-
lica considera la circuncisión judia -)vocación y aceptación eclesiástica.
cia es objeto de la teología en cuan- tradicción lógica ni objetiva, y la
heterogeneidad mutua de esos dos anterior al ñn del AT como -)sacra- No toda la Iglesia es clero, tal como
to que es también el medio del -+mi- mento veterotestamentario que justi- dice su nombre (giego klaros - par-
lagro y de su conocimiento' Pero (<encuentros globales con el mundo»,
ficaba en virtud de la fe del pueblo ticipación, parte); dentro de la Igle-
esas dos intervenciones de Ia teolo- es parcialmente una consecuencia de la alianza (Dz 845 857).
del inevitable pluralismo actual, y sia tiene una misión ministerial o
gia en el camPo de la exPeriencia
97 g8
95 96
R.ah-Vorg. 4
I

CIero Cr»¡r¡¡ni(»¡ tlc k¡s slr¡llr¡s

de servicio que se reaiíza conforme mundo creado, e incluso probar su de la que resulta una relación de so- tualización y estrcchanrict¡lo rlc l;r
al grado de participación de cada existencia desarrollando ese conoci- lidaridad entre el que transfiere y unidad permanento con (lristo crr sr¡
clérigo en la -+potestad de la Igle- miento con rigor sistemático. Esas el que recibe lo t¡ansfe¡ido (el oyen- -)Fneutna sin el alimento sacr¡ulcn-
.sia, precisamente en el gobierno de declaraciones se enf¡entan al frdeís- te), que recibe también el nombre de tal del pan eucarístico, ¿u.lllquo con
la Iglesia y no del mundo. En la mo y -+tradicionalismo, que esti- comunicación o, mejor, comunión. el deseo explícito o implícito dc ú1.
Iglesia latina, tiene además una fun- maba posible todo conocimiento re- En su forma absolutamente suprema, De acuerdo con la doctrina eclesilis-
ción ministerial y de testimonio de- ligioso sólo en la simple revelación el mismo comunicante se comunica tica, esta <<comunión espiritual>> cs
bido a la obiigación constante al oral histórica y, por lo tanto, sólo al destinatario: -+autocomunicación. una vei'dader¿r comunicación perso-
celibatoy a Ia obediencia canónica. en la fe estrictamente tal, y también La comunicación pertcnece a la mis- nal con Jesucristo, ya quo produ-
Si se tuvieran en cuenta estas tres se oponcn a todo +agnosticismo ma esencia del -)hombre, puesto ce la gracia sacramental de 1a euc¿r-
cosas, desapa¡ecerían el clericalismo metafísico. La manera concreta en que este no puede ser substancia in- ristía de una manera no sacrarnent¿rl
y el anticlericalismo. la que se realiza este conocimiento dividual o sujeto inrnanente de ma- (Dz 881).
se explica en JDios (pruebas de nera exclusiva, sino que ((es)) o está
Coacción es una situación interna la existencia de). Esta doctrina de la siemprc con otro y así sc comunica Comunidad (teologia de Ia). Con
o externa de un hombre que hace cognoscibilidad natu¡al de Dios no en el lenguaje, gestos, signos, etc. En este concepto quiere designarse el
imposible a éste una decisión libre sostiene la independencia de este co- ei encuentro persona-l yo-tú el yo proceso de reunión, formulación es-
o su ejecución física. Estas coaccio- nocimiento con respecto a Ia totali- interpelado por el tú queda consti- crita, puntualizaciín soteriológica y
nes, incluso internas, se dan en rea- dad de la posición y actitud huma- tuido en sentido pleno, puesto que cristológica y Ia interpretación que
lidad. El hombre, como libertad nas. Tampoco es válida para todos sólo en la toma de posición ante esta va con ellas de la palabra y de los
creada finita, no es capaz de hacer los hombres particulares en concre- interpelación (que exige sienrpre una hechos de la vida de Jesús. Este pro-
cualquier cosa en cualquier situa- to, con sus limitaciones e impedi- decisión) sutgen y se desasen la Ii- ceso tuvo lugar después de Ia <<vi-
ción. Donde se dé tal coacción son mentos individuales y sociales, si se bertad e irrepetibilidad de la -+per- vencia pascual>> y originado por ella.
imposibles la res¡ronsabilidad, el mé- piensa en un conocimiento fáctica- sona, sin que Ia esencia del hombre En la parte de ese proceso tocailte
rito y la culpa (Dz 1050 s 1094: d.f.). mente alcanzado y explícitamente quede por eso volatilizada en una a la fljación escrita (evangelios) con-
Sin embargo, no es lícito exagerar temático. Esta doctrina tampoco nie- mera comunicación. En la aptitud currieron las necesidades religiosas
este estado de cosas en el sentido de ga que, en el orden concreto de la esencial para la comunicación sub- y cúlticas de las comunidades post-
un -+determinismo como base para gracia y del pecado, todo conoci- yace siempre la posibilidad caracte- pasc,uales (en cuanto lales dificiles
la ncgación universal dc la -.>liber- miento alcanzado de hecho" sobre rística del hombre de ser interpelado de situar con precisión en el tiempo
tad de elección. Puesto que la coac- todo alli donde y en cuanto tiene un por un tu absoluto universal y de ser y el espacio), necesidades que la exi-
ción no es necesatiamente coacción significado salvifico, viene soportado llamado a una comunidad cósmica gencia histórica puede a veces com-
patológica, Ia delimitación de fron- juntamente por la gracia de Cristo. definitiva. Según la revelación, el probar aun hoy. Pero dicho <<con-
teras exacta y absolutamente cierta Sin embargo, afirma que el hombre, hornbre estír capacitado para recibir curso>> sólo puede entenderse como
entre coacción interna y libertad, en incluso cuando se ha cerrado a la connaturalmente esa interpretación desarrollo del mensaje de Jesris a
el caso concreto, rcsulta imposible obediencia de la fe, sigue relaciona- de Dios. que no es sino su autoco- partir de su persona y de su obra
para la reflexión hurnana. El hom- do con Dios,, tiene que ver con El; rnunicación" es decir, el hombre es (-)evangelio, ->tradición) y no co-
l;re puede tencr la falsa ilusión de qlrc en principio existe una posibi- capaz de asociarse de modo perma- mo una creación nueva. Por lo tanto,
que es compleiamente libre en el acto lidad religiosa de contacto entre el nente con el Absoluto. Sin embargo, tampoco hay quc entenderlo como
concreto y puede también ocultar creyente y el infiel (en relación con éste se revela como el Hermano lundamento de la teología neotesta-
un¿r vcrdadera tribertad tras una coac- la escritura y con el magisterio ecle- hecho hombre, de suerte que la co- mentaria.
ción pretendida (-+salvación [certe- siástico) que antecede al asentimien- n'runicación con Dios en Jesucristo
za dc l¿r propia]). to al mensaje de Ia revelación, y que es un verdadero enajenamiento reci- Co¡nunión de los scntos. Artículo
la diferencia y la unidad entre -+na- proco y una radical transferencia de de fe que fue aceptado desde el s. v,
Cngnoscibilid:¡d dc Dios. Confor- turaleza (espiritual) y gracia (con uno mismo, que culminará en la co. en el que quedó introducido en el
me al testimonio de la llscritura (Sap todos sus principios teológicos) tie- municación del -><<cielo>> (-)visión símbolo apostóiico. Se fr¡nda en el con-
13, 1-9; Rom 1, 18-21) y de la tradi- nen también validez en este problerna. de Dios). De aquí que toda comuni- cepto de koiltonia (griego : comu-
ción, la Iglesia (sobre tr¡do en el con- cación humana (rnatrimonio, amistad) nidad) propio del NT, con el que
cilio Vaticano I) declara (d.f.: Dz Cor¡¡¡nicación. Presuponiendo Ia sea una reproducción de esa comu- se designa la comunión de los fieles
1805 1785 2305 2317) que Ia <<luz aptitud personal para oir y una dis- nicación. Una forma especial es la con Cristo y entre sí por Ia fe, que
¡r:¿tural» de la razón puede conocer posición libremente abierta, esta pa- llamada <<comunión espiritual», el tiene lugar en Ia celebración euca-
a Dios con seguridad, partiendo del labra designa aqr-rclla. trrnsferencia, anhelo creyente y amoroso por la ac- rística. Este contenido conceptual
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102
Conru¡rión de los san{os ('r¡l rc iI i: r risnrr r

habria que tenerlo en cuenta tam' Conciencia. Se llama conciencia de la Iibertad (las normas objetivas efl sus dictámencs tlc lu --rccr lcz:r
bién hoy día en primer Plano; Ios al momento del conocimiento viven- facilitadas a posteriori), como algo moral necesaria para que un honlf)r't.
«santos)) §on, por de pronto, los que cial de la libertad del hombre en el por querer, es decir, como algo de- pueda actuar lícitamente. L.a con-
pertenecen al pueblo santo de Dios, que éste se percata de su resPonsa- bido. Por fin, signiflca, además, que ciencia dudosa puede referirsc tirnto
que son uno en el EsPiritu Santo, en bilidad. En la Escritura se utiliza el estas normas objetivas sólo se hacen a la misma obligación moral como
la gracia de la justificación Y en la concepto correspondiente de )cora- presentes al hombre por medio del también a la manera concreta clc
caridad, en la realización de los sa- zón, en el que queda escrita la vo- ejercicio del juicio personal de la cumplirla,. y llega a su grado máxi-
cramentos. Correspondientemente in- Iuntad de Dios (Rom 2, l5); corazón conciencia, de tal manera que dicho mo cuando el hombre piensa que sólo
terceden y trabajan unos por otros' que puede ser de piedra (Ez 11, 19) juicio de la conciencia obliga de ma- tiene ante sí una serie de actuaciones
Conruniirn de los santos designa tam- o estar dividido (Iac 1, 8), que ha de nera absoluta a las decisiones del posibles cuya realización implicaria
bién ulteriormente la unión con los ser circuncidado (Act 7, 51); en é1 hombre. A partir de aquí se pucde en cada caso pecado. Puesto que es
que ya murie¡on y con los ángeles briila Ia luz de la verdad divina hablar de libertad de conciencia en pecado actuar con conciencia dudosa
(-+purgatorio, -+indulgencia, -)san- (2 Cor 4,6). El que procede Por con^ sentido muy variado. a) La líberfad positiva (Rom 14, 23), el hombre
tos [veneración de los]). vicción interna, es decir, aceptando de la voluntad para reconocer o no tiene que intentar salir de ella por
sumisamente la realidad dada de an' reconocer las exigencias de la con- medio de una serena reflexión, el
Concelebracién es Ia celebración temano a la libertad y que a la vez ciencia. D) La libertad con respecto consejo de otros, etc. La teología mo-
de la Jeucaristía, realizada pol va- queda implantada en contradicción a todo influjo del exterior, incluso ral procura señalar el camino para
rios sacerdotes (obispos) en común. con dicha libertad, ése tiene un cora- frente a las autoridades supremas Jlegar a un dictamen seguro de
Por ese medio la unidad de la lglesia zón puro y verá a Dios (Mt 5, 8. 28; cuando no apelan a Ia conciencria concienciapor medio de la estruc-
(de la jerarquia) se muestra en la cf. Mt 12, 34s). El concepto de con- misma, para obedecer hnicamente a turación de los llamados sistemas
celebración de la suPrema unidad ciencia, en el sentido de <<conciencia Ia conciencia. Ambas libertades son morales (-+morales [sistemas]). Cf .
de la Iglesla. Esta iomunidad en la judicativa de Io morab>, quedó acu- una obligación dada con la esencia -+duda.
ofrenda no hay que Pensarla como ñado en la filosofía popular griega de la persona. c) Libertad de con-
simultaneidad de muchos sairificios del s. r a.C. (->syneídesis) y se in- ciencia en el ámbito social, como Conciliarismo se llama a una teo-
de la misa (->misa [sacrif,cio de la]), troduce incluso en los escritos apos' derecho natural a viür conforme a ría procedente de los canonistas de
sino como ofrecimiento de un sa- tólicos neotestamentarios. Pablo, es- la propia conciencia (-+tolerancia). los s. xrl y XIII, expuesta de muy di-
crificio cuyo suieto Iitfirgico es el pecialmente, lo convierte en concep- Con esto no se ha resuelto el pro- ferentes maneras, según Ia cual un
colegio en cuanto tal. Como ocurre to cristiano (Rom 2, 14 e.p.) acer- blema de si el juicio concreto de la concilio ecuménico tiene supremacía
también err otros sacramentos, p.ej., cándolo, por tanto, al de <<corazó»>: conciencia conoce o no conoce de sobre el papa. Las formas primeras
consagración episcopal, unción de los <<todo lo que no acontece Por con- una manera verdaderamente adecua- del conciliarismo, que veía en el con-
enfe¡mos en Oriente. Sólo se da con- vicción es pecado>> (Rom 14, 23). da la verdad misma (en el riltimo cilio universal más la representación
celebración en sentido eslricto cuando Con ello queda dicho que la for- caso se habla de conciencía errónea, de toda la Iglesia que la suma de los
se pronuncian en común las palabras mación de la convicción interna vie- expresión terminológicamente inexac- obispos autónomos, surgieron más
de la consagración. A este propósito ne dada en la responsabilidad de la ta). Conforme a la doctrina de la bien por razones teológicas: decidir
se plantea el problema de si una ce- -+persona y, por tanto, tiene que lglesia, en la situación postadamíti- cuestiones de fe, remoción de cismas
lebración iomún de la misa Por Par- hacer referencia a todo lo que se ca concreta del hombre, un conoci- y antipapas y demás reformas de la
te de varios sacerdotes en formas afirma con la palabra persona. Así, miento fácticamente claro y elabo- Iglesia. Su defensor más conocido es
litúrgicas que hagan destacar la en esa responsabilidad de la persona rado de la naturaleza del hombre Marsilio de Padua, muerto alrededor
unidad del presbiterado (aunque a quedan incluidas la responsabilidad como norma de sus actos morales del año 1343. Las formas posteriores
veces no fuera concelebración en ante Dios como misterio que juzga, naturales, sólo puede alcanzarse con del conciliarismo se caracterizan por
sentido estricto), en determinadas cir- frente al yo y su verdad intrínseca la ayuda de la revelación de la pala- su empeño en poner de relieve la po-
cunstancias (monasterios, ejercicios), o realidad, frente a toda -)sociedad bra de Dios. Por consiguiente, el hom- sición de los obíspos particulares o
está más de acuerdo con la esen- y frente al mundo de la persona. Pero bre que tiene que decidirse desde su de sus Iglesias, exigido con frecuen-
cia del sacrificio que las celebracio- esto significa que laconciencia pue- situación concreta y que conoce la cia por las respectivas naciones o
nes individuales de varios sacerdotes de lormarse o, mejor, que su re- posibilidad de quo su decisión sea por sus gobernantes, a qnienes movia
en formas que podrian Perjudicar flexión sobre la realidad que le viene errónea. queda referido a Ia gmcia razones políticas (galicanismo). El
al sentido y dignidad del sacrificio previamento dada puede profundi' de Dios, que libera su tibertad. conciliarismo fue definitivamente con-
de la misa, sino que esto sea com- zarse y aquilatarse; quiere decir tam- denado por la Iglesia en el Vaticano l
pensado por un mayor fruto del sa- bién que la conciencia tiene que asen- Conciencia dudosa. Estado de Ia (+papa). Pasa por alto que un con-
crificio de Ia misa. tir a las condiciones a priori del acto conciencia proveniente de la carencia cilio tiene que reflejar la estmctura

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105 106

)
(l»rcurs<¡ «tivi¡ro Confirmació¡r

autotrascendencia cteado¡a de tal Dios ni reionocimiento de la culpa para el aumento de la gracia, puesto la gracia de Cristo es gracia de Ia
mancr¿I, que donde se da verdadera- del hombre en la Ig'lesia unr. que que ambas cosas pueden adquirirse encarnación y no sólo gracia del con-
nrente el salto a algo cualitativamen- se realiza de forma cfiltico-sacramen- sin la intervención de este sacra- morir con É1, tal como ocurre en el
tc nuevo, ni se rompe la historia del tal, sino que, como ocurre, p.ej., en mento. bautismo, donde se libera al particu-
murrdo porque surja algo nuevo, ni la Iglesia protestante, se entiende por Tampoco hay que pasar por alto lar de la ley de la muerte y del pe-
resulta superflua la acción de Dios confesión el contenido de un escrito el peligro de exageración en la fre- cado, dicha gracia ha de hacer visi-
porque la vieja historia continfre su confesional que diferencia a las di- cuencia con que se practica, debido ble en el mundo la admisión del
camino. La teología sostiene como versas comunidades c¡istianas. Con a una concepción errónea de los sa- mundo a la glorificación (->responsa-
doctrina común el concurso divino respecto al sentido vulgar de la pa- cfamentos. bilidad ante el mundo).
inmediato y físico con su criatura lab¡a ionfesión en castellano, cf. Las razones que dan sentido a la For tanto, Ia gracia de la conñr-
(.Act 17, 25. 28), contra cualquier for- ->penitencia (sacramento de la). confesión por devoción son las si- mación, en su verdadero sentido, es
ma de -)deísmo. guientes: el valor del desahogo y la la gtacia de la Iglesia en orden a su
En interés de la claridad teológica, Confesión de los monjes y de los dirección personal dentro del sec¡e- misión en el mundo y al anuncio de
sería mejor no hablar de <<concurso>> laicos son formas en todo iegitirnas to y de la objetividad del sacramen- su glorificación. Las funciones de esta
cuando Dios eleva un acto humano a y plenas de sentido de la ayuda re- to; la reiterada profesión de que gracia comunicadas al individuo en
acto salvíflco (-+salutífero [acto]). ligioso-moral recíproca entre los únicamente la acción de Dios redi- primer término como su tarea espe-
Pues esta elevación,, como tal, es la cristianos por la confesión de la ¡ro- me nuestros pecados; el reconoci- cial, vienen dispuestas por Dios sir-
constitución de la capacidad de hacer pia culpa ante un iorreligionario, miento rep€tido de que al arrepen- viéndose de su llamamiento y del
actos salutíferos propia del hombre, aunque éste no sea sacerdote. De timiento del hombre ha de sumarse reparto de los -+carismas del Espí-
y no el concurso divino con el hom- esa manera se descarga la conciencia, la respuesta divina históricamente ritu, que no son sino direcciones
bre. Cf., a este propósito, -+gracia, se recibe instrucción y consuelo por plasmada en la Iglesia. Dada la in- preferentes del desarrollo del mismo
-)sinergismo. medio del cristiano maduro (padre tegración de los particulares en el Espíritu que todos reciben en la con-
espiritual), se fortalece la fe en la cuerpo mislico visible de Cristo por firmación. La entrega de este Espí-
Confesión es la manifestación de gracia perdonadora de Dios. Tal con- la cual si padece un miembro sufre ritu tiene lugar en la Iglesia latina
decisiones y hechos o situaciones fesión de los monjes era muy co- todo el cuerpo (1 Cor 12,26), la con- dentro de la conflrmación, por me-
<<personale»> en el ámbito de una mfin en el monacato de oriente, fesión por devoción tiene también el dio de Ia -+imposición de las ma-
comunidad. Así, en la Escritura, la aunque se la confundió muy pocas sentido de manifestación visible del nos, rito ya fijado desde el tiempo
confesión de las obras salvíficas de veces con la confesión sacramcntal. amor al prójimo. de los apóstoles, y de la unción con
Dios, la confesión de la culpa, del En la edad media se recomendó, pro- el crisma, mezcla de accite de oliva
agradecimiento, y sobre todo la con- poniéndola a veces como obligatoria, Confirmación es uno de los siete y bálsamo, que se introdujo más
fesión cúltica (homologías y doxolo- y se practicó la confcsión no sacra- -+sacramentos del NT (Dz 669 697 tarde (hacia el s. rv). A dicha impo-
gias litúrgicas). En el NT queda esta mental de los laicos cuando no era 871 e.p.). Hay que entenderlo como sición y unción acompañan las pa-
última renovada cuando Jesris exige posible la confesión sacramentatr ante complemento del ->bautismo (Dz Iabras: <<yo te señalo con el signo
que se Confiese su fe en El (Mt 10, el sacerdote. 695). De la misma manera que el de la cruz y to conflrmo con el
32 s). Pablo la califica de testimonio bautismo y el orden. imprime un crisma de la salvación, en el nom-
necesario de la fe (Rom 10, 9s). La Confesión por devoción se llama -9carácter indeleble en el alma (Dz bre del Padre y del Hijo y del Es-
confesión pública, con sus dos as- a la confesión frecuente de las sítua- 695 852 960 996). Para llegar a com- píritu Santo».
pectos de exaltación de las obras del ciones y sucesos de la vida cristiana prenderlo bíblicamente hay que pre- El ministro ordinario de la con-
poder divino en Jesucristo en el hom- cotidiana que no es obligatorio ma- suponer la teología dst ->Espíritu firmación es el obispo. En casos ex-
bre que conficsa su culpa, siempre nifestar en el sacramento de la peni- Santo. traordinarios, también el párroco,
se ha tenido como necesaria en cuan- tencia, por ser pecados veniales Éste se da al bautizado como p.ej., para un moribundo bautizado
to consecuencia de la unidad corpó- (-+penitencia [sacramento de la]). don propio, según Ia terminología dentro de su territorio parroquial.
reo-espiritual del hombre y de su Durante muchos siglos no se cono- bíblica" por medio de Ia <<signacióo>, Como edad oportuna para la recep-
esencial referencia a una comunidad, ció semejante confesión; sin embar- <<imposición de las manos>>, (<unción» ción de la conflrmación se señála
y como constitutivo para la Iglesia; go, está reiomendada por Ia fglesia y <<sello>>; don que es distinto de la 1a entrada en la juventud; para los
-)símbolo de la fe. De aquí se de- y prescrita por el CIC a los sernina- gracia de la conversión y del bautis- rnoralistas españoles, hacia los siete
duce claramente que la Iglesia cató- ristas y religiosos. La confesión por mo (cf. Act B, 12-17; 19, 1-7), y que años, al terminar la enseñanza pri-
lica no puede aceptar como carac- devoción no es en manera alguna un hace participar al individuo en el maria; sin embargo,.su recepción es
terística propia la <<confesión>> si ésta medio necesario para conseguir el don permancnte pro[ético y caris- válida para todo bautizado, inde-
no se entiende ya como alabanza de perdón de los pecados veniales ni mático de pentecostés. En cuanto que penclienternentc de su edad.

111 112 113 114


r ll\

Cor¡fi¡¡nación en gracir¡ Ctllrsltlnlino¡t!lt

Co¡rfirmación e¡r gracia es un tér- reconoce y rccomienda la renuncia mente, sin coacción, el derecho per- en cuanto al rcspecto diverso quc so
mino técnico de la teología escolás- al matrimonio dcl que acepta esa re- petuo y e-xclusivo sobre el cuerpo en considera. Únicamente puede entcn-
tica de la gracia y significa que un nuncia como vocación personal en orden a los actos de suyo aptos para derse, correspondiendo al acto crea-
hombre recibe como don especial, orden a \a -->basilcia (Mt 19, 12); la gcneración de la prole (CIC can. tivo, como producción permanente
inmcrecido e inmerecible, no sólo el no se da una exigencia con respec- i081 § 2). 2) <<Cottsertsus de los san- del mundo por Dios y, por 10 tanto,
est¿tr de hecho lib¡e de pecado, sino to a todos. Pablo no vc aquí un pre- tos padres»: es el acuerdo de los no sólo como conservación indirecta
también la imposibilidad de pecar. cepto del Seiror (l Cor 7, 25), aun- padres de la Iglesia con respecto a por alejamiento de causas destruc-
Don que puede recibir a manera de que por su parte reconoce el ce- deterrninado problema dogmático en tivas. Aunque la conservación del
incapacidad de la voluntad para pe- libato como bueno cn orden a la cuanto tal; ese acuerdo hay que pre- mundo no ha sido definida como
car, permaneciendo libre, tal corno situación escatológica dada con Cristo sumirlo cuando so puede probar en dogma, entra dentro del concepto
cnseñan Tomás y Buenaventura, o a (-+virginidad). De igual manera pue- todos aquelios padres que defienden orclinario y universal del mundo pro-
manera de una interceptación del pe- den entenderse Ia ->pobreza y ->obe- una doctrina como explícitamente pio del kerygma doctrinal (cf. Act
cado, basada en un decreto externo diencia como llamada especial de revelada sin encontrar oposición. La 17,28). Con la necesidad de la con-
de Dios que impide el pecado mis- Dios al hombre particular. Las cua- obiigatoriedad del co¡zseizsus de los servación del mundo viene dado qr:e
mo, persistiendo la capacidad para les, por lo tanto, en esta medida, son padres queda ya testifrcada fáctica- éste sólo puede ser conservado pre-
pecar, tal como explica Suárez. Se- en primer lugar dones de Dios y sig- mente en los primeros -+concilios, cisanrente en Cristo y por razón de
gún los teólogos citados, poseyeron nos de la soberanía salvifica al fin y teóricamente en el Tridentino @z Cristo, a pesar de su estado de pecado.
esta confirmación en gracia María, de los tiernpos. La obediencia debe 786). 3) <<Comsensus de los teólogos>>: Así este mismo mundo, por la dispo-
José, Juan el Bautista, los apóstoles ser entendida, conformo al concepto es el acue¡do de los -)teólogos se- sición salvifica de Dios, queda abier-
y otras personas, en virtud de su fun- bíblico, como ol¡ediencia frente a Ia ñalados por su o¡todoxia y por sus to a su propia <<renovación>> bajo la
ción especial a1 servicio del plan sal- palabra de Dios presente en Cristo méritos teológicos, en cuanto que soberaría escatológica de Dios.
vífico divino. y hay quo considerarla siempre uni- y en la medida en que en ese acuer'-
da al <<servicio>>. do se refleja y se puede reconocer la Constantinopla, la nueva Roma, ca-
Consagración, en sentido cúltico, Los consejos evangélicos, en cuan- doctrina del ->magisteria eclesiástico pital del imperio bizantino, hoy día
significa el acto por el que un objeto to respuesta del hombre dada en Ia (Dz 1683 2309ss). Estambul. En esta ciudad se cele-
queda excluido del uso profano, o gracia y pronunciada libremente, pue- braron cuatro concilios ecuménicos.
la dedicación de una persona a un den considerarse como posible cami- Co¡lservación dol mundo. El con- El r, segundo de los ecuménicos, tuvo
servicio especial de Dios en el ámbi- no de perfección, aunque la misma cepto de -><<creación>> puede enten- lugar en tiempo del papa Dámaso r,
to del culto. En el cristianismo cató- función tienen también fundamentai- derse como <<causación» libre del mun- de mayo a julio del 381. Se di¡igió
lico, la consagración de una cosa se mento otros caminos. En cuanto que do por la acción de Dios, la cual contra las herejías que negaban la
identifica con una oración interceso- esa llamada se dirige a la existencia no tiene que recurrir a nada, sino divinidad del Espíritu Santo (-+ma-
ria por el usufructuario de la cosa y humana concreta en una situación que. en lo tocante a su <<cómo)) lo cedonianismo) y compuso el credo
no proporciona a Ia cosa fuerza má- intramundana determinada, es decir, misrno que en lo tocante a su <<qué», qüe se reza todavia hoy en las misas
gica alguna. La consagración de una la suya, nopucde compararse inme- pernranece totalmente encerrada en de rito latino y bizantino (Dz 86).
persona se identifica la mayor parte diatamente con cualquier otra lla- sí misma. Pues bien, este concepto El l¡ concilio do Constantinopla, v
de las veces (fuera de la consagra- mada ni pretender una prevaiencia asi entendido contiene e implica de de los ecuménicos, se celebró en
ción de abades, virgenes, etc.) con la frente a ella. Como manifestación trl n¡ane¡a la dependencia de esta tiempo del papa Vigilio, del 5 de
ordenación (+orden) en orden a un directa de la situación escatológica creacitin con respecto al Creador, que mayo al 2 de junio de 553. Condenó
cargo clerical (-+sacerdocio, -)obis- de fe por medio dc Ia renuncia a le- en esta <<creación>> de Dios no sólo una vez más el -)nestorianismo (Dz
po, -+diácono). Con respecto al sen- lores intramundanos, los consejos se cla Ia producción o implantación 213-228) y rechazó e1 ->origen'tsmo
tido eucarístico de la palabra con- evangélicos <<en sí>>poseen primacía ilreperibie del -)punto de partida. (D2 203-2t 1). El lrr conciiio de Cons-
sagración, cf. ->eucaristía. -»¡¡¿¡- Irente a la aceptación de los valo- sino también el carírcter p€rmanente tantinopla, vI de los ecumónicos, se
substanciación. res terrenos en cuanto tales (Dz 980; del <<estar siendo creado>>. Como pue- celebró en tiempo de los papas Aga-
cl. 2336). de verse, ese concepto de creación tón y León lr, del 7 de noviembre
Conscjos evangélicos. I-a Escritu- se opone al de causación por parte del 680 al 16 cle septiembre del 681.
ra no permite explicar con la misma Conscnsus (Consentimiento). 1) En de une misma criatura, que se dirige Se le llama también concilio Tru-
claridad elcarácter de consejo de el -)¡¡s1¡i¡16nio: es el acto de Ia a algo ya preexistente o a mano, se ilano. Condenó el -)monoteletismcr
Jesírs que poseen los que llamamos voluntad, legítimamente manifestado, apdyír en ello, se adentra en ello. Por (Dz 28E-293) y aI papa Honorio r,
tres ionsejos evangélicos (->virgini- por el cual una de las partes. jurídi- Io tanto. la conservación se distingue por haber designado la controversia
d¿id, -+pobreza,
->ot-rediencia). Jesús
camente hábiles, da y acepta libre- rie la <<causación>> del munCo sólo monoteietista como (mera) disputa

i15 116 117 IIS


f -
Constantinopla C<¡ntrición

terminológica, en cleclaraciones n<r este cons¡¡elo (Act 15, 31 s: 16. 40; <<noche obscur»>, en la que el hom- Contrición. En ienguaje teológico
definitorias. El lv concilio de Cons- I Thes 2, 11 s; 4, 18). bre se purifica de su orientación ha- se llama contrición a la conversión
tanünopla, vrrl de los ecuménicos, se cia el exterior. (cf. Mt 3, 2; 4, 17. -)metanoia) del
celebró en tiempo de los papas N! Consubstanciación. Como concepto pecador, en fe, esperanza y amor de
colás I y Adriano It, del 5 de octubre teológico rechazado por el catolícís- Contingencia. Como concepto filo- Dios, como respuesta del hombre,
del 869 al 28 de febrero del 870. mo, consubstanciación significa qu* en sóflco, contingencia designa la <<casua- por la gracia de Dios, a
sustentada
Condenó ai patriarca griego Focio la -teucaristía, aunque so hacen ver- lidad» : no necesidad de un ente esa misericordiosa prontitud a per-
por cisma (cf . Dz
336-341). Las Igle- daderamente present€s el cuerpo y real, existente; supone que es posible donar de Dios en Jesucristo. Por 1o
sias orieniales separadas no lo reco- la sangre de Cristo, cocxisten, sin distinguir entre -+esencia (quididad) tanto, está claro que no es una auto-
nocen como ecuménico. embargo, con las -+sustancias del y ->existencia, cuya unidad no es redención. Es una acción copersonal
pan y del vino. De tal manera, necesaria. Esta contingencia se ma- de Dios y del hombre. Acción en
Constanza¡ Ciudad en la que se que las realidades empíricas del pan niñesta en la idea de la necesidad la que la gracia de Dios dona con
celebró el xvt concilio ecuménico, del y vino, que siguen existiendo des- trasccndental, basada en la experien- la entrega de la gracla la respues-
5 de noviembre de l4l4 al 22 de abril cia de la libertad y de la mutación, ta responsable del hombre a esta
¡rués de la consagración, son todavía
de 1418. Este concilio, ante todo, incluso en un sentido absoiuto pan de reconocer ciertos juicios, p.ej., misma. El amor de Dios supera la
tenía que dar solución al cisma de y vino, y no meramente sus -)e§Pe- <<esto lo he hecho yo)), como mera- culpa del hombre en cuanto que
occidente; renuncia de Gregorio xtl, cies. Las concepciones patristicas y mente asefivos. Lo que por razón lleva al homb¡e a una libre corres-
destitución de Juan xxIII y Benedic- medievales todavía imprecisas de la de su misma esencia no incluye la pondencia do amor.
to xur, elección de Martín v. Tam- consubstanciación llevaron a Ia es- existencia, coloca fuera de sí mismo Esta contrición puedo tener fases
bién tiene importancia teológica este tructuración de la doctrina eclesiás- la razón de la unidad existente entre distintas. Cuando produce la renun-
concilio por la condenación de las tica de la -)transubstanciación. La esencia y existencia (en su perma- cia al pecado (Dz 898 915), en cuanto
doctrinas de John Wiclef (Dz 581- consubstanciación, renovada, fue la nencia, en su defectibilidad, en su contradice a la esencia y volurfad
625) y de Jan Hus (Dz 627-656; cf . concepción mantenida por Lutero y carácter misterioso, etc.); pues toda divina, por razón d,e que la ->justi-
Dz 657-689). También definió que sigue siendo la del luteranisrno mo- Iacticidad se funda en una necesidad cia de Dios, traducida como repul-
todo Cristo, con cuerpo y sangre, derno. La concepción de Lutero fue y no puede ser idéntica con ella; de sión del pecador, mueve a esa re-
está contenido en cada una de las ct¡ndenada en el Tridentino (Dz 1t84). la misma manera que todo juicio nuncia interiormente y en las obras,
-»especies eucarísticas; tanto'oajt:r asertivo implica un juicio apodíctico se llama <<contrición imperfect»> (atri
la species del pan como bajo la spr- Contemplación es el tranquilo de- y, con todo, no es ese juicio apo- ción; cf. -+atricionismo). Cuando la
cie^r del vino (Dz 626). ¡norarse del hombre en la pre-rencia díctico. Todo lo que no lleva la cont¡ición, como debe ser, llega a
de Dios. La -+mística c¡istiana dis- existencia implicada en su esencia, madurar su esencia perfecta y más
Consuelo, consolación es la expe- tingue entre contemplación adquirida, además de remitir a esa razón sufi- propia, es decir, cuando madura en
riencia de fe, regalada por Dios (to- conseguida a base del esfuerzo psi- ciente extrínseca y por hacerlo, apa- un propio amor de Dios por sí mis-
davía en -)esperanza con resp€cto cológico. y contemplación infusa. en rece corno puesto y soportado senci- mo, en virtud del sacramento de la
a la plenitud venidera), de que in- virtud de una graciosa manifestación ilamente por el -)ser absoluto de penitencia (->penitencia [sacramento
cluso la existencia aparentemente sin de Dios mismo al individuo. Esta Dios, sin el cual no existiría y sin de la]), de tal manera que ese amor
salida y en desintegración está sos- última es la contemplación propia- cuya afirmación no puede ser afir- (Dz 898) produzca, soporte y manten-
tenida por el amor de Dios en Cris- mente dicha, en la que el homtrre se mado. Pero tal relación (de acuerdo ga la renuncia al pecado, la contri-
to, por ese amor incomparable y entrega inmediatamente a esa -+tras- con la contingencia y la experiencia ción recibe el nombre de <<contrición
sobcrano. Esta experiencia la tiene cendencia que le viene dada con su de la misma) sólo es concebible co- perfecta)) o arrepentimiento por amor
sólo aquel que se entrega a Dios esencia, aunque graciosamente con- mo libremente puesta por Dios. De (se llama también simplemente con-
con fe, sin reserva alguna y sin pre- seguida. I-a inmediatez de esa entre- aquí que la contingencia es la contra- trición: cf. -+contricionismo). Deci-
tender un <<adelanto>> por parte de ga supone Ia ausencia de una reali- partida filosófica, algo depontenciada, mos en virtud del sacramento de la
Dios (2 Cor 1, 7-11); el que acepta zación mediada, dirigida y objetiva- del concepto teológico de criaturidad, penitencia porque, aunque esa con-
resueltamente la tristeza de la exis- mente fijada de la potencia espiritual" en cuanto que éste comprende ex- trición llegue a su plenitud fuera del
tencia (Mt 5, 4), el que oye obedien- Puesto que la trascendencia graciosa- plÍcitamente el estado dc litrremente citado sacramento, ha de tener in-
temente la palabra de Dios en Ia mente conseguida substrae al hombre puesto propio del contingente y cono- cluido el -->votum de él explícita o
Escritura (Rom 15,4). el que entiende ciertas actuaciones periféricas, como, ce a Ia <<primera)) causa eficiente crea- implícitamente (Dz 898). Cuando el
el consuelo con'lo obra para la sal- p.ej., un conocimiento racional de- do¡a como idéntica con el Dios vivo hombre haco esa renuncia al pecado,
vación de los demás (2 Cor t, 3-7) tallado. Ia conlemp'lación se mani- al que encuentra el hombre consreta- en cuanto que éste es una culpa
y está presto a proporcionar a otros liesta al principio como <<aridez>>, mente en Ia historia de la salvación. contra Dios, se llega fácilmente al

120 121 122


119

*
=_

Co¡r(rición Conversión

amor de Dios, Puesto que el hombre Fue condenada por el Tiidentino' limitada a lo que todas las partes circunstancia lógica), puede sólo ex-
de manera necesaria tiene que entre- c/Concelrción delendidr posterior- interesadas sostienen dogmáticamente, plicarse suponiendo Ia verdad de la
gar absolutarnente la libertad de su mente, de que a todo arrePentimien- los símbolos de la fe. Puede llamarse proposición sotenida, o así es como
corazón; o a Dios o a aigo flnito to por ->temor de Dios había que <<ecuménica» la teología de contro- más inteligible se hace, aun cuando
a lo que el hornbre atribuYe carác' añadir necesariamente en el sacrarnen- versia que se orienta conscientemente no puecla quedar positivamente ex-
ter absoluto. to por lo menos un amor de Dios a la consecución de una fe común, cluida toda posibilidad de otra expli-
Por eso en toda contrición lo de- incipiente. débil. aunque no de con- presentando lo no dogmático como cación. Si se verifica la primera hi-
cisivo, prácticamente, es 1o siguiente: cupiscencia, si bien dicho amor solo, característica a conservar de cada pótesis, el argumento de convergen-
la liberación desilusionante de la ti- sin sacramento, no justificara. Iglesie, y que pretcnde positivanren- cia proporciona certeza; si ia segunda,
r¿rnía de un valor vital particular, En la disputa entrc corttricionistas te conducir a la unidad ansiada. sólo verosimilitud o probabilidad. Sin
finito, como si sin él fuera imposible y atricionistas (que defendían Ia su- embargo, la verosimilitud teórica pue-
la realización de la propia existencia flciencia del amor de concupiscencia Conver¡icncia (argume*fo de). En de identificarse a veces con una certe-
y como si se PutJicra no renunciar en ia atrición para la recepción de1 la teología medieval e incluso en la za práclica indirecta. Esto acontece
a él incluso contra la voluntad de sacramento) que surgió con este mo- actual. se llama así a la manera de si, por las exigencias que pueden
Dios. Desilusión que tiene lugar en tivo, Alejandro vrI prohibió en 1667 considerar una realidad teológica que razonablemente plantear§e sobre la
virtud de la luz de la gracia de Dios que los litigantes se gravaran reci- pone de manifiesto su <<conveniencia>>, seguridad de un conocimiento en
impetrada. Cf. ->penitencia (sacra- procamente con censuras teológicas por conmensu¡ación o proporción con orden a la conducta práctica, se hace
mento de la), ->1srnq¡ de Dios' (Dz 1146). Cf . -)temor de Dios. otros hechos revelados, con las pro- patente que se está absolutamente
piedades de Dios, etc., sin pretender obligado a actuar en conformidad
Contricionismo. Esta palabra pue- Controversia (tcotrogia de). Recibe probar de esta maneia la existencia con la mera <<verosimilitud» (valo-
de tener tres acepciones. a.) Concep- este nombre la reflexión metódico- necesaria de dicha realidad. Donde rándola de manera puramente teórica),
ción de la escolástica primera, según sisternática de la teología sobre las consta con certeza la existencia de de una proposición captada por un
la cual todo arrepentimiento (llama- doctrinas de las comunidades cris- tal realidad. el argumento de con- argumenio de convergencia, Los ar-
do entonces cotttritio en latín) autén- tianas no católicas. Reflexión que, en veniencia no es sino la profundiza- gumentos de Ia apologética y de la.
tico y eficaz había de ser Ya necesa- este sentido, sólo comienza a eKistir ción plena en la esencia de esa rea- -+teología fundamental adoptan el
riamente ->caridad juslificantel asi con la reforma, si bien sus comienzos liCad y de sus conexiones con otras carácter de argumento de convergen-
el pecador que se acercaba con con- se dieron ya en tiempos de la -+Pa- rcalidedes. Así. es algo imprescin- cia si se relieren a las concretas posi-
tlición a la confesión (-+penitencia trísiica. Sus ciencias auxiliares son dible en teología. Donde no consta bilidades del conocimiento de un
[sacramento de la]) estaba ya jus- Ir confesionologia ( Kottf essionskt¡n- la existencia de tal realidad, nn ar- individuo (con inteligencia muy limi-
tificado; la absolución efectuaba sóio tlc) y la historia de la lglesia; cien- gumento de conveniencia tampoco tada, 1o mismo que su preparación,
la remisión de la pena temPoral Y Ia cias que conjuntamente han de Pro- puede de suyo probada. Con todo, tiempo, etc.).
reconciliación con la Iglesia. Esta porcionar una imagen exacta, en la hay que tener en cuenta que incluso
leoría se convierte en u¡la especie de medida de lo Posible, de la exis- argumentos objetivamente obligantes, Co¡¡versión (en el ienguaje bíblico
-+atdcionismo con el aPogeo de tencia, devenir y esencia de las co- por lo menos con cerleza moral, pue- --)metanoío:) se llanra en primer lugar
la escolástica: la atrición seria, aun- munidades separadas y de sus doc- den ca,.¡sar a otros la. impresión de a cualquier clase de transformación
quc tcdavía no iustificante, podría trinas. Ea el desarrollo de la teología un simple argumento de convenien- religiosa o moral, sobre todo al aban-
convertirse, por fuerza del sacramento de controversia intervienen tres mé- cia. No hay que olvidar esta cir- donarse t(]talrncnte a Dios y a su
de la penitencia en la absolución, en todos, que ciertamente no quedan his- cunstancia en un correcto enjuicia- dirección libérrima en un -)acto
contrición perlecta. Asi quedó supe- tóricarnente del todo deslindados entre micnto de la histori¿r de los dogmas religioso radical y fundamental. La
rada la teoría de la escolástica pri- sí. El de la polémica, caracterizado (-->dogmas [historia de los]). conversión siempre es cosa de la
mera, profesada también Por Lutero, por su agresividad, que quiere poner -)exper-iencia religiosa y de la cer-
según la cual la absolt¡ción no causa- de manifiesto los puntos débiles del Convcrgencia (argumento de). Re- teza subjetiva a ella vinculada; aun-
lra la remisión de la culpa, sino adversario. El irenismo: la renuncia cibe este nombre la Iundamentación que es verdad que con f¡ecuencia
que mostraba tinicamenle el perdón consciente a la hosülidad, el positivo de una proposición por medio de Ia tiene que quedar sin respuesta Ia
que ya había tenido Iugar (cf. Dz y el consciente querer entender al comprobación de que muchas consi- piegunta personal de si Dios ha
898). á) Concepción delendida por el hermano separado; con el peligro de deraciones y reflexiones independien- obrado una conversión concreta por
bayanismo, jansenismo, etc., de acuer- un irenismo relativista (Dz 2308). tes entre sí están en su favor. Según medio de una intervención directa-
do con la cual todo arrepentimiento Por fin, el simbolismo, cn el que la en qué casos, la convergencia, cola- mente reconocible. Semejante conver-
auténtico tendría que tener como voluntad de entender Y comParar t¡oración o confluencia de muchos sión puede y, con frecuencia, tiene
con el ñn de lograr la unión, está indicios, en cuanto tal (en cuanto que ocr:rrir dent¡o de Ios contornos
->motivo ei perfecto amor de Dios.
123 124 ti5

t
i
=
Conversión Creación

de una fe ya acePtada Y dentro tam- ->doble efecto de una acción (-)es- Ia distinción cualitativa absoluta en- posiciones, al ->ser absoluto como
bién de la Iglesia. Ulteriormente se cándalo). tre -+fo (en cuanto apoyada en la Iundamento real de los principios
entiende por conversión el tránsito revelación y gracia de Dios), por metafísicos del ser y del conoci-
a otra confesión cristiana; por hlti- Corazón es un concePto funda- una parte, y una teoria del mundo miento, puestos como absolutos en
mo, <<conversióo> puede también sig- mental antropológico («vocablo pri- y de la vida elaborada por el hom- toda proposición. Y lo afrrma como
nificar la entrada en una orden reli- mitivo>> fUrwortT) para designar ese bre mismo, por otra, será mejor lla- ->misterio y como -.)persona en
giosa, entendiéndola como cambio de punto céntrico y esa unidad, sólo mar cosmovisión sólo a la última. sentido eminente. A este <<ser sitr
vida (instituto do conversos = lla- asintóticamente alcanzables, de la de- Entonces se plantea el problema de nombre>> llamamos Dios. Esta reali-
mados hermanos coadjutores). cisión personal y espiritual sobre sí la relación mutua entre fe y ccxmo- dad absoluta, incomprehensible, que
mismo y do la autonomía Psicoso- visión, puesto que el creyente tiene, siempre es onto.lógicamente el hori-
Conversión (teoria de la). Esta ex- mática que, aunque no puede locali- además de la fe, su cosmoüsión, es zonte callado de todo encuentro es-
presión tiene dos acepciones. a) Ex- zarse en el corazín flsiológico, tiene decir, Ia suma de sus modos de ver piritual con cualquier realidad, queda
irlicación especulativa del carácter sa- en él su símbolo real orginario. Como el mundo, empíricos y filosóficos, impllcitamente puesta en toda propo-
crificial de la misa: si se oPina que tal unidad primitiva, substancial y históricamente condicionados, temá- sición como lo infinítamente diverso
Ia esencia del *>sacriflcio en general esencialmente estructurada en diver- ticos o atemáticos, que, en una uni- del sujeto catrfante, del hombre y
reside en que la ofrenda quede pues- sos estratos, del hombre que es a dad nunca del todo disociable, re- de lo captado singular y finito:
ta en un estado mejor (no en su la vez alma y cuerpo, el corazón en flejan su capacidad para un conoci- Correspondientemente, el hombre,
.destrucción) y de esa manera se la sentido estricto es algo exclusivo de miento trascendente, su condicionidad partiendo de este planteamiento fun-
apropie Dios, entonces el sacriñcio la nattraleza humana. Es también el criatural e histórica, sus presupues- damental, puede determinar sólo des-
de la misa (-)misa [sacriñcio de la]) fundarnento dinámico a Partir del tos históricos, su pecaminosidad y su de dos vertientes la relación del cap
consiste formalmente en la -+tran- cual busca el hombre su autocom- estar envuelto por la gracia de Dios. tante y lo captado, en cuanto entes
sustanciación como tal, en cuanto prensión originaria más propia y nun- Aquí diremrN solamente lo más firitos, con el infinito absoluto: Dos
que en ella la ofrenda terrena queda ca adecuadamente alcanzable, y en el l'ormal acerca de esta relación, que tiene que ser el absoluto e infinito,
transformada en eI cuerPo Y la san- que sólo puede el hombro encontrarla. siempre es una nueva tarea histórica el por antonomasia diveno de lo
gre de Cristo, apropr'ándosela Dios para el hombre. Cuando la cosmo- finito (Dz 1782). De lo contrario,
de esa manera. á) ExPlicación espe- Corredentor¡ es un con@pto de la visión es correcta, entiende al hombre seria objeto del conocimiento cap.
culativa de la -.)transubstanciación teologia católica (-+mariología) to- como eI ente que en Jtrasoendencia tativo y no el -+principio trascen-
misma: el cuerpo de Cristo se hace davía no precisado con toda claridad e historicidad (unidad) está abierto a dental de ese captar, como sigue sien-
presente por la <<consagración>> del en 1o que toca a su posible signifl' una posible orden absoluta de Dios, do incluso donde se le nombra y
pan, en cuanto tal. cación exacta. Con él se intenta es decir, a la -+revelación. La obe- <<objetiva» en una reflexión metafisi-
expresar la función históricamente diencia a la revelación oida tendrá camente conceptual. Por lo tanto, no
Cooperación en el pecadn. La co- irrepetible, con validez permanente siempre una función crÍtica frente puedo estar <<necesitado>> de la reali-
operación en el pecado es un tema y siempre eficaz de María en el co- a la cosmovisión. Sin embargo, la dad flnita (lamada -)mundo; cf. Dz
esencial de la teología moral, Pues mienzo histórico de la obra de la revelación siempre se oye y se ex- 1783). De no ser así, no sería radi-
muy rata vez tiene el hombre la redención, en su realización por me- presa con la ayuda de los medios calmente distinto de ella, sino un
fortuna de no ser concausa de dio de Jesucristo redentor y en la proporcionados por la cosmovisión. l'ragrnento de una totalidad superior
la culpa ajena. La cooperación en el comunión de los santos @z 1940a El pluralismo de cosmovisión (o de en la que el mundo sería algo de
pecado se divicle en formal y material. 1978a). las cosmoYisiones) y fe, que üene ya Dios, como una es¡recie de cuerpo
Formal, cuando se concurre tanto dado por el pluralismo irreductible de do Dios, su manera do mostrarse, el
en la mala acción de otro como en Cosmovisión. En un sentido neu- las fuentes del conocimiento, hay medio y el mo'do de su identidad
la intención que le sirve de base. tral y formal, puede llamarse cosmo- que sopofarlo con paciencia, y am- consigo (-+panteismo, -+emanación).
Material, si so es concausa solamente visión a todo enjuiciamiento, metafí- bas han de mantenerse recíproca- Pero, por otra parte, el mundo tiene
de la mala acción de o;tro en alguna sico, religioso, ético (y así teorético mente abiertas la una a Ia otra. Este que depender radicalmente de Dios
manera, sin que esa cooperación sea y existencial) de índole global (o pluralismo nunca puede quedar ab- (cf . Dz 428 l80l 1805) (aunque sin
inmoral considerada en sí misma. también su carencia culpable en el sorbido en un absoluta-
<<sistema>> hacerlo depender de él como el señor
La cooperación en el pecado formal escepticismo y positivismo) de toda la mente unita¡io; ni siquiera la fe
cris- del criado). El mundo no puede por-
es mala por sí misma y nunca está realidad, incluyendo a Dios. Enten- tiana reclama semejante monopolio. tar en sí absolutamente nada que
permitida. La material es no raras dida de esa manera, sería también sea ontológicamente independiente de
pero hay que enjui-
veces inevitable, cosmovisión el mensaje de Ia reve- Creación. El esplritu humano afir- Dioe; como tampoco la multitud de
ciarla conforme a los principios del lación y su aceptación en la fe. Dada ma impllcitamente, etr todas sus pro- las realidades mundanas. en su mul-

127 128 tzg 130

Rah-Yorg. 5
Creación Croacionismo

til.ormidad y unidad, no pueden co- masia; la teología dogmática entiende (-)potencia obediencial); la dialécti- que en 1o concreto se condicionan
nocerse sin la <<anticipación>>, sin la la criatwidad aquí experimentada ca interna de la actitud, que ac€pta, mutuamente, no es deducible desde
trascendencia del espíritu hacia Dios. como estructura fundamental de toda por una parte, la completa depen- abajo en su esencia espiritual y per-
Esta dependencia tiene que estar li- realidad finita, con la que el hom- dencia de Dios y, por otra, acepta sonal, el hombre es creado por Dios
l:remente puesta por Dios (d.f.: Dz bre tiene que habérselas. Esta doc- también de la misma manera la auto- seghn el cuerpo y seg(rn el alma
tr805), puesto que, en cuanto finita Y trina cristiana implica a la vez una nomía, la independencia real, res- (-rmonogenismo, -+hombre [crea-
deveniente, no puede ser necesaria, <<desmitologización>>del mundo ex- ponsable, dialógica con respecto a ción dell).
y la necesidad de lo puesto o Pro' trahumano: ese mundo no es Dios, Dios. La doctrina de la creación no Esto no excluye, sino que, por el
drrcido sólo podría proceder de la no es verdaderamente <<numinoso>>. entiende tratar sólo de 1o que hay contrario, incluye que su originación
necesidad de la posición en Dios, y por Io tanto. se le considera con de -)naturaleza en el hombre, sino tuviera una prehistoria en el mundo,
que haría del mundo una necesidad razón como <<materia>> de la poten- que en la investigación de la esencia que no es sino la historia evolutiva
de Dios y, por tanto, no le dejaria ser cia creativa del hombre, el cual, en de la criatura en general, abarca to- de lo anorgánico y de lo biológica-
independiente del mundo. el comercio con la fi¡itud (cabe de- dos los ámbitos de la existencia hu- mente viviente en general, Origina-
Esta dependencia radical tiene que cir) sorda del mundo y en el encuen- mana; incluso su elevación sobrena- ción que tiene lugar bajo actuación
ser una dependencia duradera (cf. tro consigo mismo (como referido al tural en la gracia. En cuanto que creativa de Dios, soportadora de
Dz 421 1784). Es decir, no Puede mundo tan sólo como tern& de cono- la criaturidad sólo se maniflesta ple- toda la realidad mundana, y que lleva
afectar sólo al momento del <<punto cimiento y sólo como objeto de su namente en el hombre, la doctrina a todos los diversos grados de ser
de partid»>, ya que lo finito siem- libro administración) se encuentra con de la creación forma unidad con la que se dan en ese mundo a la supe-
pre y en todo momento remite al su propio carácter de criatura, e.d., -+antropología teológica. ración de sí mismos de que ellos solos
absoluto como a su razón suficiente. con su propia trascendencia espiritual, serían incapaces. Las narraciones de
A esta relación peculiar, {rnica en su ilimitada, sí, pero nunca concluida Creación (relato do la). Tenemos la creación no son un <<reportaje>>
género, que no puede subsumirse bajo y, por tanto, finita y así, a través de dos pasajes en los que se narra del modo de acontecer la creación en
un concepto universal (univoco) de esta doble finitud, y en ella, se en- la creación. Uno más bien circuns- el principio. Son una explicación del
-+causalidad, entre Dios y el mun- cuentra con Dios. crito al mundo; el otro al hombre. hecho de la creación. Trabajando
do la llama la doctrina de la fe, En esta depe.ndencia completa, la Ambos pasajes (Gen 1, l-2:' 4a; 2,4b- bajo la luz de la iluminación divina,
creación,o criaturidad del mundo. realidad finita de todos los grados 25) proponen de una manera plásti- con la ayuda de la teología popular
Es decir, su estar constantemente do ser revela algo de la esencia de ca y dramática lo que constituye ya existente y, por tanto, con sus re-
fundamentado en la libre <<posición>> Dios. puesto que tiene que d:use una Ia experiencia religiosa y metafísica presentaciones plásticas, los autores
del Dios personal, de tal manera -+analogia entre el creador y la cria- originaria: la criaturidad del mundo (Dz 2342 2329) reconocen ese hecho
que exhaustivamente y en tdos sus tura. Así esa realidad finita existe y del hombre, su origen en un Dios a partir de su situación espiritual,
rnomentos dependa de Él (-+conser- para la ->gloria de Dios, Cf., ulte- espiritual, Iibre, sabio. que quiere social y religiosa.
vación del mundo, -+concurso divi- riormente, ->hombre (creación del), el bien de la criatura. Y esto. recha- Asi, puede decirse 1o siguiente:
no). Esta <<posición>>, por 1o tanto, -+punto de partida, -)evolución, zando (optimísticamente) todo dua- todo lo que puede coDocerse acerca
no presupone una <<matetia>> ya exis- Jeconomia (principio de). lismo absoluto; acentuando el hech<r del principio, partiendo de la situa-
tente; produce de la nada (d.f.: Dz de que la dualidad de sexos humana ción de los autores (en la que entra
1805); por consiguiente, Dios es no Creación (doctrina de la). Doctrina pefleriece aI orden originario de la también la experiencia religiosa de
sólo un ->demiurgo. Lo puesto. sin teológica de la criaturidad dei hom- creación, y que también entra en la gracia, la opresión universal de la
embargo, es en virtud de la posición bre, basada en la -+creación. No este orden la igualdad de derechos culpa, etc.), pertenece al contenido
algo real y distinto de Dios, autén- reflexiona sólo sobre la criaturidad de de ambos sexos esencialmente diver- de las narraciones de la creación.
tica realidad y no mera apariencia, todo lo que no es Dios en general sos, junto con su unidad en el -+ma- Por lo tanto, tiene la garantía de su
tras la que se oculta Dios, De tal (Gen l, l; tu'428 1783), sino que t¡imonio. Orden que sigue siendo la veracidad, en virtud de la inspira-
manera. que la dependencia radical considera ante todo esa criaturidad, irnagen direaiva de la evolución his- ción de la Escritura. Todo lo demás,
y la realidad auténtica crecen en quo se manifiesta en el hombre tórica del hombre como individuo en esas narraciones, es forma de ex-
razón directa y no inverszr. [-a doc- y que así se cuenta entre las estruc- y en sociedad. En cuanto que toda presión que presenta el contenido
trina de la fe afirma la <<creación>> turas fundamentales de la actitud realidad ha sido creada por Dios; de manera gradiosa, intuitiva e infan-
apr:yándose en la experiencia ado- humana frente a Dios: -rhumildad, en cuanto que, por otra parte, el til; es decir, la criatu¡idad del mundo
rante de la propia realidad subsis- -gadoración. confianza en el soporte hombre es una unidad constituida y la relación del hombre con Dios.
tente, responsable, como realidad to- de la existencia ya incontrolable. 1i por -)alma espiritual y -)cuerpo
talmente entregada a la incontrolable prontitud a 1a fe, estado de seguridad ,1
(cf. Dz 428 lV;83); y en cuanto que Creacionismo, en contrastc con cl
disposición del misterio por antono- en Dios. disponibilidad frente a Dios como tal. en sus partes esenciales, -)generacionismo (-)t raducia nismo),
132 l.r4
U
Crcr¿cionismo Cristiani$¡o

es la doctrina c¡flcial de la Iglesia, la relación del hombre con Dios en el curso de la historia so ha con- plicable, del cristianismo es la pcrso
segfrn la cual Dios crea (-+creación) establecida por Dios mismo en -)Je- vertido en religión del mundo entero, na de Jesús, en la que la revelación
de la nada cada una de las -+almas sucristo a través de su decreto histó- es decir, posee una universalidad es- divina se hizo definitivamente his-
humanas y las une con las células rico, libre y magnánimo y de su pacial y temporal sin haber dejado tórica.
paternas fecundadas en la generación, revelación oral. Por lo tanto, el cris- de ser él mismo.
lormando la unidad del hombre (Dz tianismo tiene sus raíces en el nhcleo 4. El cristianísmo es un.a religíón
738 1100 23?7). E\ alma no existía mismo del ser y del ob¡ar de Cristo. 2. El crlstianismo es una relígión dogmátíctt. Si bien la realidad que el
antes de su unión substancial con E¡r la medida en que el cristianismo cultural. Aunque ol cristianismo sabe cristianismo aporta y notifica es la
el cuerpo (Dz 2O3 236, contra el se basa cn la persona concreta de que sus presupuestos y su prehisto- actuación de Dios en el hombre, ac-
->preexistencianismo y contra la teo- Cristo; en la medida en que abarca ria, incluso y precisamente como tuación que trasciende toda compen-
ría de la transmigración de las al- al hombre entero en su realidad -+historia de la salvación obrada sación, puesto que es la -+autocomu-
mas). Predominantemente se admite total y con todo su mundo, y está por Dios, se remontan hasta los co. nicación de Dios al hombre que no
en la teología católica que la <<ani- asociado al Dios incomprensible e mienzos de la humanidad (->reve- es Dios; con todo, esa comunicación
mación» tiene lugar en el momento inñníto, no puede darse definición lación originaria, -+gracia de Cristo, de Dios ha sido expresada por Dios
de la fecundación de las élulas esencial abstracta alguna que pueda -->alianza de Abraharn, -)Antiguo mismo con conceptos humanos que
paternas (no en el momento de nacer: expresar exhaustivamente todo lo que Testamento), con todo, por su misma ciertamento üenen una larga historia.
Dz 1185; ni con el primer acto inte- es el cristianismo. La pregunta ¿qué esencia, el cristianismo supone cierta Por lo tanto, esta comunicación ex-
lectual: Dz 1910). El creacionismo es el cristianismo? puede proponerse altura o madurez de la cultura hu- presada con palabras es, a pesar de
no niega que los padres sean en legítimamente en dos terrenos distin- mana, en cuanto que abarca, como la analogía e imperfección do los con-
sentido propio y verdadero la causa tos: ¿¿) el externo, es decir, desde el materia de la encarnación de lo reli- ceptos humanos, verdad absoluta, la
del nuevo hombre; sin embargo, afir- punto de vista del que todavía no gioso, todo el campo de las posibili- cual es inmutable y transmitida in-
ma también que toda auténtica pro- cree; la respuesta correspondiente se dades humanas tanto internas como mutablemente por la Escritura y la
ducción de algo nuevo supera a la encuentra en las afirmaciones de la externas, tradición, cosa que puede compro-
causa creada (por medio de la cual teología fundamental acerca del cris- barse empíricamente, a pesar de su
Dios opera) si bien de tal manera, tianismo eD cuanto que éste tiene 3. El cristiunísmo es una religiótr progresiva evolución en afirmaciones
que la dinámica del ser absoluto de relaciones determinadas con otras Itistórica revelada. Aunque el cris- diferenciadas (->dogmas [evolución
Dios <<permanece>» o persiste en esa religiones; á) el interno, en cuanto tianismo hace afirmaciones acerca de de losl).
causa, y así la originación del nuevo el cristianismo pregunta por su auto- la esencia de Dios, del mundo y del
hombre, a pesar del acto creaüvo, comprensión propia y genuina, que hombro absolutamente válidas, a las 5. El cristiatismo es una religión
sigue siendo un suceso verdadera- sólo puedo ser descubierta por el que de por si y fundamentalmente escatológíca. Es decir, el cristianismo
mente natural, sin tener en cuenta mismo cristianismo; la correspondien- puede llegarse desde cualquier punto toma muy en serio su historicidad
la cualidad moral del acto generativo te respuesta la dan las afirmaciones de la historia, sin embargo, se en- y la historicidad del hombre, pero,
de los padres. dogmáticas del cristianis,mo sobre sí tiende a sí mismo esencialmente como con todo, se considera a si mismo
mismo. una religión histórica revelada. Es como algo absoluto. Esto quiere de-
Criatura es todo lo que existe por decir, la realidad que representa el cir que: a) EI cristianismo es Ia
medio de -)creación. Por tanto, todo I. Er cRrsrrANrsMo @MPARADo cristianismo y la verdad que anun- religión última, insuperable y defini-
lo quo tiene su sentido por encima CON OTRAS RELIGIOI.¡ES. cia se dan en el mundo porque ese tiva para este mundo, o en este mun-
de sí mismo, lo que es flnito, lo l. El cristianismo es una religíón Dios vivo distinto del rnundo, con do temporal. A pesar de su origen
amenazado, Io abierto a Dios y a su uníversal y de toda la humanidad. plena libertad y gratuitamente, ac- histórico, no es una fase dentro de
disposición (-+potencia obediencial) El cristianismo piensa absolutamente tuó y dio noticia de sí mismo (en la historia de las religiones, lo que
que capacita a la criatura para la en todo hombre como destinatario los ->profetas y en -+Jesucristo) implicaría que podría ser sustituido
autosuperación, en la aceptación, de su mensaje, de sus dones y de sus en un punto perfectamente deter¡rina- por otra religión; pues €n principio
obrada por la gracia, de la comuni- promes¿ur. No so considera como una do del tiempo y del espacio, es decir, tiene dentro do sí espacio para toda
cación divina (-)naturaleza y gracia). forma relativa de la religión, una fifable históric.a y
geográficamente. auténtica productividad religiosa y
más entre otras muchas, sino como Por lo tanto, esa realidad y esa ver- para toda obra de la gracia diüna,
Cristianismo. Conforme a su esen- Ia única relación justiflcada entre dad se dan en el mundo Frrque se la cual puede también operar fuera
cia lntima y oculta conocida o creí- el hombre y Dios, puesto que ha sido dio, o aconteció, la -+revelación; y del ámbito del cristianismo. Además.
da por la fe (-+gracia) y segfin su ;nstituido por Dios como relación no por medio del mundo, sino por como religión de la -)autocomuni-
manifestación visible (-)encarnación, única. De hecho, el cristianismo ¡o medio de Dios. Un dato fundamental, cación absoluta de Dios en la encar-
-+Iglesia), el cristianismo no es sino se ha vinculado a un ámbito cultural; indeducible, de ninguna manera ex- nación y g¡ l¿ -)!racia, sólo cs
135 136 137 r38
Cristianis,mo Crilo (orer¡lo de)

superable por la -+visión intuitiva que. concebida y estructurada social- «Palabra» proferida que sigue pose- a toma.r parte de nuestra existencia.
de Dios. á) Por otra parte, el crislia' mente conforme a los diversos cargos yendo permanentemente la plenitud el creyente se conoce a si mismo defi-
nismo se considera a sí mismo como y tareas, y dentro de una continui- do su origen (Hijo), Y el <<sl>> amo- nitivamente ratificado; se conoce cla-
algo proüsional y condicionado, en dad histó¡ica ininterrumpida (-+papa, roso a Ia unidad del origen origi- rificado en su ProPia realidad, lla-
la medida en que se sabe <<peregrino»> -+obispo, -+sucesión apostólica), va nante y de 1o originado que brota mado graciosamente a asociarse
que está dirigido y ordenado, en extendiendo la verdad divina en su como la manifestación del origen, en con Dios en la -ire ención Y re-
virtud de su dinámica proPia, a ese predicación doctrinal por todos Ios el cumplido adviento eterno de la surrección.
fin en el que se revela la majestad lugares y épocas, a la vez que va plenitud diüna a la meta de salida
de Dioe y en el que quedan anudados presentando también la perceptibili- (Espíritu Santo), forman la persona- 5. La permanente obra salví1ica
el tiempo, la historia y el ámbito dad histórica de la obra de Dios en Iidad real triple del Dios uno en sí de Dios en la historia Pone al des-
de acción del cristianismo. c) El Crisfo. mismo (+Trinidad). cubierto para el cristianismo la ex-
cristianismo como momento escato' periencia más radical de lo que es
lógico <<en carne de este mundo>>, con- TI. APIRMACIONES DOGMÁTICAS DEL 3. I-¿ historia de la autocomuni- el honrbre: destinatario de la auto-
tradice o se contrapone de forma CRISTIANISMO ACERCA DE SÍ cación divina, aceptada o negada comunicación libre Y gratuita de
excluyente a toda posición absoluta MISMO. por el hombre, acontece en toda Dios, positivamente indigno de reci-
de un poder intramundano, al poner l En el cristianismo, el Dios vida humana que llega a su auto- bireste don a causa del -+Pecadtr
el mundo, la historia y la cultura infinito. personal y santo trata al realización espiritualmente libre. Es- propio; el que Por sí mismo sería
en referencia a la voluntad salvífica hombre y con el hombre. Deslinda ta historia, esta autocomunicación ya el perdido (-+muerte, ->Pecado
y al decreto divino absoluto. Preci- de si mismo (pero en dependencia) resulta posible en cualquier momen- original); el remitido radicalmente al
samente al hacerlo deja intactas la el mundo creado libremente de la to; de forma distinta conforme a la perdón de la culPa ofrecido en
validoz y autonomia del mundo, de na.da y al hombre,
mas de tal suerte correspondiente situación histórica del Cristo.
la historia, etc., ya que el crisua- que siguen estando remitidoe en todo hombre. Dondo la historia de Ia
nismo, representando en el mundo y al -+misterio que es Dios mismo. gracia llega a ser facticidad refleja, 6. El cristianismo entiende al hom-
en el tiempo la eterna voluntad sal- Así, lo creado no puedo determinar a adquirir corporalidad social, a bre como ->esPíritu corPoreizado
vifica de Dios, aguarda y espera el por si mismo su relación concreta afirmaciones garantizadas, a una in- dotado de dignidad absoluta, al que
triunfo definitivo y magnánimo de con Dios, sino que tiene que man- corporación institucional, allí so da se ha dado la Posibilidad real de
esa voluntad. Por lo tanto, el cristia- tenerse abierto a cualquier ordena- -)historia de la salvación en sentido decidirse deñnitivamente en esta vi-
nismo, al entenderse a sí mismo como ción divina. estricto (-->alianza del pueblo de da terrena, con libertad Y conoci-
religión escatológica, no se considera Israel, -+Antiguo Testamento, Jrei- miento intelectual, por Dios o contra
como administrador y soberano de 1. Iiste Dios, por una gracia librc. no de Dios, -->buíleia). Dios, por su salvación o Por su
las realidades terrenas. ha admitido aI mundo creado lib¡e- condenación eterna. El sentido de
mente por El, y sobre todo a la c¡ia- 4. La autocomunicación de Dios esta vida, dispuesto por la obra crea-
6. El cristí:anismo es una religión tura espiritual, a la participación se hace realidad en el mundo de ma- dora y salvlfica de Dios, viene dad,r
íntegral. El cristianismo, como obra de su vida divina. Y de tal manera. nera insuperable y cualitativamente a la vez como noÍna de la conducta
del Creador de todas las realidades que Dios no sólo es la causa eficiente irrepetible, como garantía real de la humana: l¿ -+fe, Jesperanza.
terrenas, se dirige de la misma ma- que crea lo creado, sino que, debido voluntad salvffica universal de Dios. ->caridad"¡(con Dios Y con el Pró-
nera y en mutua dependencia tanto a esa gracia libre, es también el que Eso grado supremo e irrepetible con- jimo) y agradecimient.r (-)eucaristia.
a Ia persona como a la sociedad. se conlunica a sí mismo en su propio siste en que la segunda persona divi- +tglesia).
Puesto gue el cristianismo es la sal- ser. Con ello ha puesto al descubierto, na del Dios rlnico ha tomado como
vación del indiüduo ante Dios, en revelándola, su propia majestad y suya, etr -)Jesucristo, una entidad 7. Cf. -+judafsmo Y cristianismo.
la gracia y en la decisión personal, su üda más íntima, como meta gra- (-+naturaleza) humana. En este sen- -)paganismo, -+religiones no rris-
no puede reducirse a una mera cicx;a de la criatura espiritual. Y. tido, Jesús es mediador de la salva- tianas.
orientación cultural de la sociedad por lo tanto, ha superado todo des- ción entre Dios y la creación. La
pública. Y, puesto que Dios se dirige a.rrollo y <<evolució»> intramundanos existencia y la historia del mundo es- Cristo (cúerpo de). ExPresión que
a todos de una manera histórica- del hombre, a la Yez que las abre tán, desde un principio. vinculadas sirve para designar a la -+Iglesia,
mente ca¡rtable, en su Hijo hecho a su plenitud infinita. Laestructura a El como cabeza. Al reconocer a tomandn el concepto ((cuerpo)) cn
hombre, el cristianismo es, por volun- de esta autocomunicación sobrenatu- Jesucristo como el hombre cuyo ser un sentido analógico Y gráfico (v
tad de su fundador Jesús, algo que ral no es sino Ia realidad interna del es el ser de Dios entre nosotros, que no hay que aPurar caPrichosa-
sólo viene dado completamente en nrisnro Dios: el sin origen que se y en cuya vida, destino. muerte y mente), emPleada Por toda la tra-
la -+Tglesia una y üsible. Iglesia cornlrnica desde siempre (Padre). la resurrección ha entrado Dios mismo dición de la eclesiología. comcnTÍIrr-

139 110 t4t


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Cristo (orerpo de) Cruz

do ya desde Pablo (pasajes principa- Crist¡¡ccnlrismo. Una teología cris- tido estricto al tratado acerca de su conceptos bíblicos de «Hijo>> y <<Pa-
les: I Cor 6, l2-?f; lO, 14-22; 12, tiana es cristoéntrica en el grado y persona, mientras que la teología que labra>>.
¿l-27; Rom 12, 4-8; Eph 2, 11-18; medida en que hace valer acertada- versa sobre su obra redentora se es- Todo esto basándose no sólo en
1,22s;4,4. 12.15s; 5, 30; Col 1, mente la posición central (es decir, tudia en el tratado teológico llamado una teología adecuada de la Trini-
lE. 24; 2, 19:' 3, 15). Con ella se condicionante y orientadora de las -+soteriología, I-a cristología tiene dad, sino también en una -rantro-
subraya que la Iglesia tieno la per- demás cosas) de Cristo en la historia que estar en estrecha conexión, so- pología teológica. La cristología <<de
ceptibilidad y urridad históricas de do la creación y de la salvación. S brs todo, con la teología de la Tri- abajo>> tendría que ofrecernos, a la
una sociedad (es <<co4:oreo>); que en podemos pensar que la voluntad di- nidad (+trinitaria [teología]), V a manera de la teologla fundamental,
esaunidad, como en un <<organismo>>, vina que fundamenta y conserva partir de tal vinculación hay que la verdadera historia de Jeshs (con
aparece una pluralidad de <<miem- todo lo creado dentro de la distin- hacer ver claramente que la -)Tri- ayuda de la -+exégesis), la forma
bros>> con diversas funciones (->papa, ción permanente entre -)naturaleza nidad económica es la inmanente, Y concreta de Jesús, los -+misterios
->obispo, -)orden, -)seglar) en par- y gracia en el orden de la gracia, üceversa: cuanto más se entienda de la vida de Jesús. Y todo esto sin
te institucionales y en parte caris- de la distinción entre gracia del -+es- la encarnación de Dios cnmo absolu- confundirse con la teología dogmá-
máticas; que pertenece a Cristo como tado original y gracia reconciliadora, tamente libre, tanfo más hay que tica, aunque en unidad inseParable
señor de olla (<<cabeza»: Eph 5, 23; se apoya de hecho, aunque libremen- considerar, conforme a la rewelación con ella; por tanto, tendrla que Pre-
Dz 468) y está vivificada por su te, en la voluntad originaria de Dios y apoyándose en ella, que el Hijo sentar de forma creible quo este Je-
Espíritu prometido con carácter de- de expresarse en su -9l-ogos, y co- es precisamente aquello en lo que sús es la absoluta presencia real de
finitivo escatológico y por El man- municarse a lo no divino, podemos Dios toma una realidad distinla a lo Dios en el mundo, y que la obra
tenida en la graaa de la verdad y también decir que todo, incluso la que es El mismo, conürtiendo a esa realizada por El, en cuanto hombre.
amor do Dios (cf. Dz 302 2288); naturaleza y la historia no sobrena- realidad en manifestación de su pre- es verdaderamente Ia -)redención
y que de tal manera está vivificada y tural de la humanidad', ha sido crea- sencia; de esa presencia que rcalmen- del mundo (cf. también, acerca de
mantenida, que segnirá siendo hasta do en orden a -+Jesucristo, Dios- te le patentiza. Con esto se afirma esto, ->ciencia de Cristo, -+muerte).
el final de los üempos la presencia hombre, y que todo tiene en El su también que en esta vinculación de Asi quedaría también claro en am-
histórica y eficaz de Cristo (su -+sa- subsistencia. Desde este punto de üs- la teologla trinitaria con la cristolo- bas cristologías que la encarnación
cramento originario) en la histo¡ia ta puede decirse (aunque no haya gía consiste propiamente la interpre- del Logos divino es ya autocomuni-
de la humanidad. unanimidad en la teología católi- tación cristiana del mundo y de la cación histórica suprema e irrevoca-
La unidad y pluralidad de miem- ca): a) que el mundo natural ha historia (->cristocentrismo). ble de Dios al mundo, y que, Por lo
bros de este cuerpo tiene su presu- sido creado como presupuesto y des- Las proposiciones de la misma tanto, cristología y sotenología ha-
puesto en la unidad biológica, his- tinatario de una -)autocomunicación cristología se apoyan, a partir del brían de considerarse y tratarse por
tórica y finalística de la humanidad; de Dios en la criaturización del Lo- concilio de -+Calcedonia. en muy lo menos como una unidad interna'
en Ia voluntad salviñca de Dios, que gos; á) que ya la gracia del estado pocos conceptos, tales como los de En la dogmática tendría que seguir
a todos destina en Cristo al mismo original es gracia de Cristo; c) que 'Ias inmediatamente a ambos tratados una
dos -+naturalezas en Iesucristo,
fin sobrenatural de la autocomuni- el pecado ha sido permitido por Dios el de r¡na -+hipóstasis y el de la -geclesiologla dogmática, en la que
cación divina, consagrando a la hu- como contradicción con respecto al asunción (acción de asumir) de la na- so hablara de la permanencia histó-
manidad una como <<pueblo» de Dios; Dios en Cristo, puesto que en Cristo turaleza humana por parte de la rica y sociológica de Cristo, do su
en la pertenencia del Dios-hombre el pecado queda incluido dentro de persona del ->Logos diüno (cf., permanencia en la gracia; de su re-
a esta humanidad una en virtud de la voluntad absoluta de autocomu- acerca de esto, -)unión hiposutica; dención en el mundo y de la acepta-
su encarnación (por t¿nto, en su nicación de Dios, que eo ípso se --+homousíos). Mas no por eso que- ción de esa redención.
propia corporeidad <<física»), y en haco redentorai d) qluo la gracia jus- da la cristología conchrsa para todos
la constitución social del «pueblo de tiñcante y deificante, tal como se nos los tiempos; que sigue abierLa aI en- Cruz designa en primer lugar el
Dios>> en virtud de la voluntad ins- suministra de facto, es esencialmen- tendimiento se infiere de la tensión instrumento o forma usual de ejecu-
titutiva de Cristo. Segfrn esto, la su- te gracia del Dios hecho hombre, del existente entre una cristologia <<de ción destinado en la Roma antigua
prema manifestación do la Iglesia crucificado; e) y qt¡e lo es de tal arriba>> y una cristología «de abajo>>, a los delincuentes que habían come-
como cuerpo de Cristo, es la cele- manera, que gracia y encarnación irnplicita en el concepto mismo. Así tido graves crímenes (a horca de
bración de la eucaristía, como anom- son dos momentos inseparables del pues, una cristologia <<de arriba>> aquel entonces). Puesto que Jesucris-
nesis de la conclusión de la alianza ->misterio de la autcrcomunicación tendría que mostrar en principio la to obró Ia redención de la humani-
en virtud del sacrificio del cuerpo y de Dios a la criatura. posibilidad y significación de lo que dad por su -+muerte de cruz, se em-
sangre de Cristo llevado a cabo por viene dado con el hecho de que Dios plea también esta palabra para desig-
la comunidad reunida y que se ma- Cristología se llama al trat¿do teo- mismo se hace lo distinto de sí mis- nar la manera de llevar a cabo la
nifiesta en su estructura jerárquica. lógico sobre -)Jesucristo, y en sen- mo. y 1o que se da ¿r entcndt:r en los redención objetiva y la garticipación

143 114 1 :1.-5 146


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Cruz CuIpa

subjetiva en ella; es decir, para de- de un cuetpo como <<instrumento)). esto queda dicho que el cuerpo es el dental del cuerpo que se suma a Ia
signar Ia aceptación o adopción cre- No lo admite ni siquiera donde se <<medio» detoda -+comnnicación del felicidad clel alma hace tiempo con-
yente de la muerte de Cristo. Acep piensa en una supervivencia difusa alma; y, a la inversa, que la auto- sumada. Y ha de manifest¿rse no
tación que queda fundamentalmente de los muertos en el -+.íeol, antes realizaciírt, del alma crece en la sólo en cuanto que ya somos! como
puesta de manera sacramental en el de haber llegado a un verdadero co- medida de la coexistencia del hom- cuelpo, <<templo del Espíritu Santo»
-)bautismo (Rom 6, 3), se realiza nocimiento de la resurrección de la bre con hombres corporales en un (l Cor 6. 19), sino en el cuerpo re-
en la üda por medio do la -+imita- carne. Así pues, segrin esa concep- mundo corpóreo (-+sensibilidad). La surrecto, en el que se pondrá de ma-
ción de Cristo el crucificado y se ción, el hombre <<es» también cuer- teologia actual del cuerpo responde niflesto que el destierro de tra gracia
consuma en la muerte propia como po. En el NT es Pablo quien elabo- a ese punto de partida. En el terre- a lo <<puramente anímico>> era en el
conmorir con Cristo (Rom 6, 8). ra ulteriormente la teología del cuer- no de la antropologia bíblica, no se fondo un malentendido asistiano.
Todo esto tiene carácter absurdo (de po. Para é1, el concepto propio de dice que el Verbo se hizo hombre, El que está poseido por la gracia y
<docuro> [ Cor '1, 23]), de <<horca). cuerpo no es -).ror.r, sino som¿. sino que se hizo carne, se habla de se ha convertido en expresión de eIIa,
contra el cual se levanta el hombre Pablo, tanto el
^§orno significa, para, <<encarnación>> (Ioh 1, 14); Jesucris- es el hombre entero, la humanidad
<<heleno» esteta y racionalista (l Cor cuerpo terreno como el celesüal; sig- to es (indivisamente) un hombre entera corporalmento bienaventurada
l, 22). F;Iilge. por tanto, una resolu- nifica la unidad del hombre todo, (contra el ->arrianismo y -)apol! en la presencia de la corporeidad de
ción absoluta que no se avergüenza sometida aqui a la concupiscencia. narismo). La redención la lleva a Cristo.
ni siquiera de Ia más absurda de las al pecado y a la muerte, pero des- cabo en su cuerpo, que será entre-
mllertes. tinada a la glorificación y transfor- gado, y su sangre, derramada. Pri- Cul¡»a, considerada como concepto
mación por el -->pneuma, Sarx, fo- mariamente, puede deducirse del teológico, es sinónima de -+pecado.
Cuerpo. En la historia del pen- mada exclusivamente, puede signi- mensaje salvífico acerca de la con- aunque pone más en primer plano el
samiento occidental se dan dos con- ficar lo mortal en el cuerpo; es el figuración de nuestro cuerpo con el aspecto profano del contenido signi-
cepcioneo del cuerpo, que sellan y <<lugar»del pecado en el hombre, en de Cristo, que Ia ->proposición: la ñcado (la vivencia psicológica de Ia
dividen la idea del hombre hasta el el hombre dominado por lo terreno. -+muerte es la <<separación del alma culpa, el problema de la culpabili-
día de hoy en todos sus detalles, la La tarea, en el fondo todavía hoy y del cuerpo», por ser inadecuada a dad en el derecho penal, etc.). Cuan-
idea que el hombro tieno de si mis- no plenamente consumada, de la fi- la antropología biblica (y a una me- do la infracción de la -)ley enten-
mo, manifestándola tanto en su pen- losofía y teologla cristianas, fue lle- tafisica profundizada de la ide¿ de dida como expresión de la voluntad
samiento como en su conducta. La var a cabo la unidad de la antropo- hombre), requiero por lo menos una santificante y gratificante de Dios
concepción griega refleja un *)dua- logía platónica con la biblica. Y con interpretación más exacta. (cf. -)mandamientos de Dios) acon-
lismo más (Platón) o menos (Aristó- ese lema nació históricamente la pri- En la constitución del pueblo de tece con pleno conocimiento y liber-
teles) extremo. El cuerpo es la <<cár- mera teología de la Iglesia, el -+neo- Dios, en la constitución de la Igle- tad, se habla de culpa subjetiva (aun-
cel>> o <<tumba» del alma; o bien, el platonismo. sia con sus autorrealizaciones esen- que esa libertad <<consciente»> no tie-
hombre consta de ((partes», de tal Fueron progresos en este sentido ciales en los -)sacramentos y en el no que darse necesariamente en for-
manera que sólo puede decirse que las declaraciones del magisterio acer- mensaje de la -->basíleia, lo sensible ma de reflexión). Cuando sólo se da
<<tiene>> un cuelpo; el -)alma es la ca de la unidad del hombre y de y comunicativo en cuanto nota esen- la discrepancia objetiva entre lo
forma substancial del cuerpo (cf. la pertenencia esencial del cuerpo cial de lo cor¡r,óreo queda también hecho y lo que se debió hacer, dis-
también ->tricotomismo). La otra al hombre (Dz 481, cf. también aclarado como constitutivo para la crepancia que en cuanto tal no es
concepción es la bíblica, que queda -+hombre [creación del]), y Ia an- -+salvación del hombre. Seg{rn la pretendida por la libertad, se habla
ya claramente desarrollada en el AT. tropologla de Tomás de Aquino, teología bíblica del pecado (sobre de una culpa (meramente) objetiva.
Este no conoce el concepto do cuer- quien pretendió exponer la idea cris- todo por las palabras del mismo Je- La culpa propia, personalmente
po. Designa con las dos palabras tiana de cuerpo con las categorías sris). hay que concluir que el cuer- puesta, hay que distinguirla con toda
«carne» y <<alma : aliento ütal)) al aristotélicas de -+forma y -rmate- po no es el lugar preferente del pe- precisión de lo que se llama -)pe-
hombre entero, originariamente uno. ria: cuerpo es la <<expresión>> sr¡bs- cado, sino que el pecado del hombre cado original. Por lo tanto, no puede
La fo en la -+resurrección de la tancial del alma, en la que ésta llega entero (como todo Io que pasa por dedr¡cirse de ésta la posibilidad de
carne relvresenta un verdadero pro- a su actualidad concreta; no se da puramente intelectual e intencional) una culpa colestiva que sea algo más
greso en la idea de cuerpo, prepa- una autorrealización del alma sin el tiene también que manifestarse nece- quo Ia suma de la culpa de los par-
.
rado ya en el AT. aunque sólo apa- <<medio>> de la materia; cuanto ma- j sariamente en el cuerpo. ticulares. §n embargo, la «orlpa ori-
rece claramente en el judaísmo tar- yor sea su autorrealización, es deci¡. ü Pero también en el cuerpo tiene ginal>> niene su analogado en la res-
dlo. Esta concepción blblica no ad- cuanto más ->espíritu se hace el 1i quo manifestarse necesariamente la ponsabilidad colectiva. Lllteriormen-
mite hablar de un simplo «teneD) un hornbre. tanto más se hace el alma B salvación obrada por Cristo. Nece- te, puedo también llamarse culpa al
cuerpo meramente externo al <ryo>>, cuerpo. es el hombre cuerpo. Con .;r'
1$
sariamente. y no como beatittrd acci- acto misn¡o (culpa actual) y al esta-
t
147 t48 149 t -50

i
r
Culpa
Cultura
do durable, producido por ese acto <<corporización>> viene ya dado con lemia, sacrilegio e idolatria están in- deramente natural del hombre es su
(culpa habitual), de un pensamiento la constitución básica del hombre. mediatamente dirigidos contra el cul- recta cultura; es decir, la que, con-
erróneo, y de la consecuencia del El cual, en primer lugar, no puede to divino; también lo está l¿ -)su- forme a la esencia del hombre y del
acto en el hombre mismo: pérdida rcalizar o
actualizar una actitud perstición, en cuanto que en su tras- mundo, permanece abierta al miste-
do la ->gracia, Ia -+concupiscencia, por otro camino que el de
<<interna>>
fondo hay un verdadero reconoci- rio y a los decretos de Dios. Sin em-
los castigos del pecado (rpecado la <<expresión>> de dicha actitud; y, miento de algún poder trascendente bargo, esta cultura sigue siendo de-
¡penas del]). Estado que viene tam- en segundo lugar, está llamado a se- ajeno a Dios. Cf., también. -+ religión. terminada en su criaturidad por todos
bién del derecho de Dios a negar su mejante manifestación externa de su los existenciales del hombre: finitud,
gracia indebida, en cuanto autoco- reconocimiento interno en cuanto Culfura. Esta palabra designa tan- precariedad, propensión ontológica al
municación personal, por raz6n de quo ese reconocimiento tiene que to la configuración del hombre mis- pecado, ambigüedad, apertura a lo
la culpa, incluso en el caso de que aconlecer en un disponer total de si
mo como Ia de su mundo o ambien- imprevisible, necesidad de redención
el hombre <<por sí mismo» abando. mismo en orden a aquello que se re- te, por medio del hombre mismo, en y estado de redimido. La cultura no
nara la orientación errada. Así, la conoce (-+acto religioso). Decimos su libertad y conocimiento espiritua- es el -Jreino de Dios, ni tampoco
culpa habitual, en último térmiuo, total en cuanto que debe abarcar la les. El hombre siempre existe nece- la gracia misma (como obra de aba-
sóIo puede quedar abrogada por totalidad del ser corpóreo-espiritual sariamente como ente personal cor- jo). Es el material objetivante y me-
Dios. del hombre. Sin embargo, en cuanto poreizado (objetivándose en su cor- diador en el que el hombre explicita
que la constitución total del hombre poreidad y en la de su mundo) y que o implicitamente realiza, como obra
Culto puede definirse como el se¡vi- esta llamada al reconocimiento de se ha realizado libremente; por eso de arriba, la aceptación de la auto.
cio explícitamente prestado a Dios Dios y este hombre está referido, se- y en esa medida no puede existir sin comunicación gratuita de Dios. En
por medio de un signo sagrado y de gfrn su esencia, a la comunidad, que-
cultura, y de ahi que ésta sea ade- cuanto que la -)religión es una obra
la actitud interna; servicio fle -+ado- da en claro también la inmediata más fundamentalmente su tarea (Gen del hombre, es también un fragmen-
ración, acción do gracias y de peti- necesidad de la estructura socialdel
l, 28), en cuyo desempeio realiza to de su cultura y está codetermina-
ción sumisa que reconoce el poder culto divino (-+culto, +Iglesia). Ei también su relación con Dios. Por da y matizada por ella. En cuanto
supremo do Dios (petición del per- reconocimiento mismo realizado ex- consiguiente, la existencia cristiana quo la religión es obra de Dios en
dón, de la salvación y de bienestar presamente en el culto está dirigido no puede pretender ser fundamental- el hombre, supera esencialmente to-
terreno). EI culto es respuesta a la y especificado por el conocimiento mente hoetil a la cultura o, senci- dos los resultados culturales del
obra salvífica de Dios en nosotros. do Dios que le precede. Por tanto, el llamente, carente de cultura. Lo verda- hombre.
Por consiguiente, tanto en el AT <<objeto>> del culto cristiano es no
como en Ia -+Iglesia, es -)anomne. sólo en abstracto el ser ¿bsoluto de
sis en sus formas permanentes fun- la metafisica en cuanto tal, sino el
damentales (-+pascua, -)eucaristla, Dios percibido en la autorrevelación
->oración, ->sacrificio). Sus formas por medio de Jesucristo; percibido
periféricas pueden cambiar. El cul- como radicalmente distinto del mun-
to, en sentido estricto, sólo puede do, si bien se ha manifestado a ese
tributarse a Dios y siempre incluye mundo €n una autocomunicación ab-
en sí -)adoración. En un sentido soluta.
muy general, se habla de un culto Asi pues, el culto diüno especifi-
católico a los santos. Aparte de que camente cristiano es la aceptación y
a ese culto a los santos sería mejor reconocimiento do Ia autocomunica-
llamarlo veneración de los santos ción de Dios, posibilitados por El
(-)santos [veneración de los]) para mismo. Esta aceptación obrada por
una mayor claridad conceptual, no Di<x se ha hecho permanente e his-
hay que olvidar que en é1, lo mis- tórica en la Iglesia. Por tanto, el pro-
mo que eri el culto en sentido estricto, blema del culto divino cristiano re-
el fin f¡ltimo es la -+ gloria de Dios. vierte al problema del culto de la
Iglesia. Esta, además de su culto
Cullo divino cs el rcconocimien- propio y <<público» (funciones reli-
to <<corporalizado>>, hecho visible y giosas), reconoce también el culto
audible, do Dios en cuanto Dios privado (oración, peregrinación, me-
(->adoración). Lo especifico de la ditación, etc.). El juramento, la blas-

151 152 r53 t54

?
Jesrcrislo

Ios lrolnhru:s pecadores y perdidos fidelidad inquebrantable a su em-


si c¡ccn on El y a El se convierten presa, no cediendo ante oposición ni
( »tttt'ltttu¡ia). amenaza alguna; con su obediencia
Asl
pues, la institución divina na- absoluta a la voluntad del Padre,
cionll-religiosa del *)Antiguo Tes- obediencia a la quo somete todas las
l;rnrcnto tendria que llegar a su ple- pequeñeces do su vida; con el amor
J nilrrd y superación en la comunidad reverencial a ese Padre, al que siem-
dr¡ Cristo abierta a todos los hom- pro tiene presente en su oración so.
en el año 1715 (bula lJnígenittrs)- El trres. Dentro del marco de su lla- litaria, en la vida cotidiana y en el
Jansenimo. Corrionte religiosa Y nr¿rda a la conversión radical de la abandono de la muerte. Con
doctrinal quo etr los s- xvt¡ Y xvllr jansenismo oiguió viviendo hasta co- esta

ss extendió Por gran Parte dE Fran- mienzos del s. xrx; a{rn hoy persiste ->fe, anuncia y exige, como prenda postura vital, Jesús da testimonio
en la Iglesia jansenista de Utrecht dc la gracia de Dios, una moralidad de la alegría do Dios, del Padre que
cia, Bélgica, Holanda, Italia Y Ale- que con todo su realismo en amorosamente perdona, con una pro-
mania. Su nombre le viene del obis- (Ilolanda), seParada de Roma en el
- a la
cuanto aportación moral con- fundidad mucho mayor que la de
po de Yprés, C. Jansen (t 1638)' V añ,o 1723.
creta (ilimitado arlor al prójimo, sin- las palabras. Su mensaje y su de-
ir* .uugot fundamentales, que sólo ceridad, p.ureza,, humildad, abnega- manda tropiezan de manera progre-
pueden resumi¡se cercenándolos no Jesucristo. I. Yida de lesús. Tan'
todo lo que es siva con la repulsa de su pueblo a
oxistencia histórica, la vida, - rompe con
to la ción)
pocor son los que exponemos a con- institucionalmento estéril en la ética través de sus dirigentes religiosos y
iinuación: ave¡sión a la ñlosofía, muerte y resurrección de fesús, como
y en la religión y pone al hombre políticos. Jesfrs comienza a formar
validez exclusiva de la Escritura y el contenido de las afirmaciones que
hizo oobre si mismo, son históri- en contacto personal con el Dios a sus fieles, en cuanto -+Iglesia suya,
padres de la Iglesia Y de una místi-
camente ciertas y seguras gracias a vivo (->sermón de la montaña). Se- bajo la dirección de los apóstoles
ia del corazón, severidad rnoral (en- gún Jesús, se puede amax a Dios a cuya cabeza es Pedro, como grupo
conada lucha contra el laxismo) Y los cuatro evangelios, epístolas do los
a1Éstoles, testimonios no cristianos pesar de su inñnita sublimidad, y independiente do la -gsinagoga. Pre-
acontuación de los dere'chos de los toda moral sólo es Io que (superán- vé y mira cara a cara la muerte que
obispos en el sentido dcl galicanismo (Flavio, Josefo, Tácito, Sr¡e.tonio, Pli-
nio el Joven, Talmud), Y también dose a sí misma) tieno que ser si el le harán padecer los dirigentes de
francÉs. Fuo condenado por la Igle- hombre que ha recibido el mensaje fsrael y la autoridad romana, expli-
sia. I-a doctrina del jansenismo es gracias al cristianismo primitivo.
lesús (: Yehoshua, Yoshua, Yo- del amor que Dios le tiene, ama a cándola como muerte sacrificial por
en teología evidentemente laisa, en el pecado de1 mundo, libremente
cuanto que sostenía estas ideas: sus : Yahveh es salvación; con res- Dios con todo su coraz6n. Jesfrs da
pecto a la palabra 6¡¡516, 6f. -+Me- al hombre esta posibilidad por me- aceptada. Después de dos años de
Adán iue acreedor de la gracia; las dio de su humillación, al tomar la intensa actividad, muere el t4 ó 15
virtudes de los Paganos no son sino sías) nació por lo menos cuatro años
antes de1 comienzo de nuestra era <<forma de siervo» (cf.. -->ebed Yab de nisán (alrededor del 7 de abril),
vicios; la humanidad esta sometida veh) y entrar en comunión con los probablemente del año 30. Padece
a la concupiscencia viciosa, a la que en Belén de Judá, Palestina, de fa-
milia iudia; así Pues, nació de -)Ma- pecadores, para hacerse hermano de la muerte de -+cruz en ferusalén
sigue sometido incluso el hombre en los hombres y semejante a ellos en traicionado por sus amigos y con-
gracia. por 1o menos internamentel ría en la época en la que Herodes
el edomita gobernaba Palestina bajo todo. excepto en el pecado (lIebr denado por los poderes político y
es posible el pecado sin libertad in- 2, l7; 4, l5). religioso a causa de su pretensión
terna de elección; Iesus murió sólo la dominación romana, cuando Ya el
pueblo judio, escindido religiosamen- Este mensaje lo dirige Jesús a ca- do ser el Hijo de Dios por antono-
por los elegidos Y la masa Permane- da uno de los hombres en particular, masia y el portador de la salvación.
ce reprr:bada (-)predestinación). Esta te, habia perdido su autonomia e
rloctrina de Ia gracia fue condenada independencia nacronal, Y cuando puesto quo en cada uno ve una per- A los 3 días, su tumba, que había
con la cultura greco-latina ponía el sona que ante Dios tiene una validez sido vigilada y sellada por sr¡s ene-
c¡r 1653, resumida en cinco ProPo- y una destinación absolutas, y que migos, está vacia. Sin embargo, El
siciones tomadas del libro Augus- imperio romano la Primera Piedra
de la unidad histórica de EuroPa cn esta vida hnica decide libremen- so aparece a sus discípulos, hasta a
tiruts, tla C. Jansen (Dz 1092-10%)' tc su destino eterno. Su vida da tes- más de quinientos simultáneamente;
Los jansenistas concedieron el carác- (como comienzo de la unidad del
mundo). DesPués de una juventud timonio de la doctrina: con la acep apareco lleno de vida, con su cuerpo,
ter herético de dichas proposiciones, tación paciente, callada de las es- aunquo glorificado (->resurrección
pero negaron que estuvieran conte- oculta en Nazaret' Jesús aparece en
Palestina hacia el añ,o 2'l como un trecheces y dificultades de su vida; do Cristo, -+ascensión de Cristo a
nidas en el Augustittu* Contra esto, con la limpieza de corazón; con el los cielos). Deja fundada, como obra
so «Ieclaró en 1656 que las proposi- maestro religioso viaiero. Anr'rncia
quo en É1, Hijo del Padre, ha co- :rmor humilde, como la cosa más suya, una comunidad de creyentes
ciones estaban allí contenidas (Dz natural del mundo, a todo hombre que tienen fe en El corno Señor y
1098: cf. 1099). La condenación del menzado a llegar el reino definitivo
(luc encuentra en su camino: con Ia Rodentor, en virtud de su Espírittr
lansenismo se renovó solemnemente de Dios (">bosileiu), que redime a
'r
356 s7 i5n
355
Jex¡ucristo
Jesucr¡sfo
Santo. Reconociéndolo así, quedan prorr()gativa e.'<clusiva de ser el úni-
|cr\r)n¡r rlo l¡r Santisima T¡inidad, el también hoy existe el Dios vivo y el
reunidos, bajo la di¡ección autorita- co quc lo conoce, cuya propia esen- llil,r rlcl l'adre, su divina Pa.labra
tiva del colegio apostólico unido en cia cs el mistcrio cxclusivo del Pa- verdadero hombre, dueño de u, iig_
Pedro, por la fe en su verdad que dre y cuyo sitio cstá a la derecha I ,l ogos). que desde toda la eter- nificado eterno; mientras se crea que
nrrl:rtl cstá en posesión de una natu- Dios y el hombre tienen algo (o
anuncian los apóstoles por encargo del Pad¡e. Cicrlamcnte, las afrma- r:rlc¿l diviua comunicada por el pa_
suyo; por la unidad del bautismo, en ciones de Jes(rs acerca de sí mismo mejor dicho, rodo) que ver entre
rlrc lsimbolos do fe: Dz l4g 224. si. Las expresiones susceptibles de
virtud de la cual, como sacramento en el evangclio de s¡rn Juan y la .")t). ctc.), ha tomado en el tiempo
de la fe, se entra a lormar parte de cristología de san Pablo están for- entenderse erróneamente de un modo
rr¡r:r r¡¿rturaleza humana de Maria: mitológico (<<descenso>», <<vaciamien-
la comunidad al profesar el miste- muladas de una manera distinta, l:r hir tomado como realidad suya to», «sentarse a la diestra
rio de la Trinidad; por la oelebra- más metalísica quo cn los sinópticos r()tulnlento propia (simbolos de la del pa-
ción comf¡n del banquete eucarísti- (cf. -+Hijo del hombre, ->Mesías). dre», etc.), las entiende correctamen-
tc: Dz 148 216 255 e.p.). AsÍ pues. te en plasticidad y sin esfuerzo
co, en el que por -)utatnnesis sa te- Afirmaciones tales como la preexis- ('rislo posoo en la unidad de la mis- notable-su
ciben su cuetpo y su sangre y se tencia de la persona quo da testimo- el fiel sólidarnente formado.
nra -.)persona divina (--+unión hi- Puesto quo en Ia encarnación
actualiza su muerte de cruz; por la nio de sí misma con anterioridad a se trata
¡>ostática) una naturaleza diüna y de dar carácter definitivo y de ratif-
expectación de su ->segunda venida su existencia terrenal, unidad con el otra humana de manera inseparable
(-+parusia), en la que tendrá que Padre. posesión del espiritu personal car lo que siempre sigue siendo cria_
aparecer con toda claridad la maje+. de Dios que opera libremente, po-
e inconf usa, es realmente Dios y. tura, Ia [e incarnatoria tampoco tie-
hombre a la vez (Dz 14g)l misterio ne nada que ver con las ideas pro-
tad de Dios, que con su vida, muerte sesión particular de la '->doxu di- do fe en el más estricto de los sen-
y resurrección se ha hecho ya rea- vina y de la vida <<en sí misma>> de tidos. Por eso, su realidad no liene
cedentes del Oriente asiático, ya que
lidad incorruptible en el mundo. igual manera que el Padre, afirma- en todas éstas la <<encarnación» sólo
rurda en común con la idea miloló- es un signo pasajero de la divinidad
ciones inmediatas del nombre de Dioo gica de un Dios que aparcce en la
III. Lo que Crisfo reveló de sí predicadas de Jesús. Pero estas afir- en el ámbito de Io indeterminado,
tierra disfrazado o revestido de hom-
mismo. El contenido más profundo maciones, en cuanto a contenido, rro lrre (a no ser el anhelo del hombre
propiamente de lo carente de esen-
do la vida de Jesús reside en la na- van más lejos que las pronunciadas cia. que se desvanece después de
por nn acercamiento a Dios, que
turaleza de su protagonista y en lo por Jesírs en los sinópticos. La cre- sólo a un ateo puede parecer sos-
haber aparecido (y, por tanto, pue-
que Jesús l'ue revelando con cla- dibilidad de este autotestimonio la de repetirse indefinidamente).
pechoso y que se satisface en el caso
ridad creciente acerca de ella. Se Iunda Jesús en la incomparable dig- De esta manera, el misterio de
de Cristo, mientras que en la mito-
reconoce verdaderamente como hom- nidad y santidad de su vida, en los Iogía queda en un vago fantasear).
Jeshs consiste en estar situado a am-
bos lados de la frontera que separa
bre, adorando a Dios, a cuya incom- ->milagros quo realiza y en el hecho L.o que distingue a las dos concep- a Dios de la criatura:
prensible voluntad se somete, ex- de su resurrección. Este testimonio de Jesús Á eI
ciones es la historicidad de Jesús y Hijo de Dios y el Hijo del
puesto a todo lo que encierra en sí sí mismo queda ratificado por Ia hombre.
_imposibilidad do que haya
l.a
el destino del hombre. Pero también luerza misteriosa una y otra vez Irsrones
con- Si se entiende la esencia del hombre
acerca del Dios infinito como abierta trascendencia sobre el
sabe, y lo dice, que es el Hijo por vivencialmente actuada que Jesús cuya palabra, siendo verdaderamen_
antonomasia del Padre, y que se viene ejerciendo en la conciencia te divina, asumió una re.alidad autén-
ser absoluto de Dios, trascendencia
encuentra con respecto a su Padre de los hombres desde hace 1900 años. que sólo puede cumplirse en la asu-
ticamente humana oin destruirla, a mida autorrealización personal
en una relación que sólo a El Ie co- di[erencia de esa multitud de dioses del
rresponde con absoluta irrepetibili- III. Forntul.acione's dogmrüicos de concebidos como principios pen;o-
hombre, entonces la encarnación pue-
dad, a diferencia de todos los demás lo quc Cristo reveló de sí mismo. de aparecer como la absoluta y su-
nificados do los distintos poderes in- prema plenificación (libre, gratuita,
hombres. Se conoce como aquel en Para preservar a las afirmaciones tlamundanos que se oponen entre
el que se decide el destino eterno de de Jeshs sobre sí mismo de toda irrepetible) de lo que el <<hombre>>
si y carecen de un lugar delimitado
todos los hombres, ya que todo 1o deformación y simplificación, sobre cn el que hagan su
significa en str significación radical.
que se hace es algo que está en pro todo en orden a una mera unidad <<aparición». Y la <<humanidad>> de Cristo puede
Puesto que en Jesús no se trata aparecer como aquello que llega a
o en contra de El. Tiene el poder religiosa de opiniones entre Cristo de una cuasinaturaleza celestial (in-
de perdonar Ios pecados, poder que y el Padre (así -+nestorianismo. y telpretación errónea de Ios evange-
ser, cuando Dos, en su palabra, so
es abiertamente un derecho de Dios. más tarde la teologia liberal dc Je- enajena ¡z vacia expresándose rigu-
lios que ya quedó superada en Ia rosamente en lo <<otro>> (de la crea-
Se conoce como señor de la legis- shs), la Iglesia (concilios de -)Cal- Irrcha contra la -+gnosis. el ->do-
lación divina y como cabeza y señor cedonia y +Éfeso) ha desarrollado ecLísmo, -)monofisismo, -->arrianis-
ción. Jesucristo es así la cumbre de la
de Ia Iglesi,a de Dios, como juez de esta doctri¡a (teniendo presente el creación; como miembro de Ia hu-
n)()). tampoco la doctri¡la de la manidad, es su Seño¡ y
la historia del mundo, señor de loo misterio de Ia -rTrinidad der Dios) crrcarnación necesita una --+desmi-
cabeza,
ángeles, unigénito del Padre, con la y la ha formulado asf: la segunda -+mediador entre Dios y la criatura-
tologización, mientras se crca que Y en cuanto no se Ie puede pcnsar
-359 160 lr,l
362
Jesucristo Jotinica (teologie)

a é1, en su humanidad, sin el mun- ticarncnte do manera existencial Ia camento inmenso, con El mismo, al teologia joánica puede tal yez f,rv
do como su mundo-en-torno, en la l'e en la cncarnación del Verbo de haccrso carne la Palabra. Por tanto, ponerse el siguiente, En ella, la Igle-
realidad efectiva de esta <<humani- Dios. Si alguno, mirando a Jesus, tun sin saberlo, ésto dico sl a Jesu- sia primitiva, ante el nuevo y más
dad» de Jesucristo, la agraciante a su cnlz y a su muerte, cree ver- cristo. Pues el que se libera y se lan- extenso mundo al que se vio trasla.
voluntad de Dios hacia el mundo oe daderamento quo Dios, cl Dios vivo, z:r al espacio infinito, cae en la pro- dada desdo Jerusalén, llega de mane-
ha hecho ya real y definitiva en la le ha dirigido la última y decisiva li¡ndidad que existe realmente, há- ra refleja a su forma sistemática más
histórica tangibilidad del mundo, y mirada. la palabra irrcvocable, la yala o no sondeado é1. Qüen acepta madura. Asi, esta teología es de ca-
su Palabra hecha carne- el palabra que todo lo envuelve, que totalmento ser hombre (y sigue sin pital importancia. Da noticia del
-en entre Dios y su mundo,
diálogo lo dice todo, y oi creo que allí Dios aclararse quién es el que verdadera- Dios, quo es Espíritu, Luz y Amor;
creado en la libertad, queda ya con- le,ha liberado del cncarcelamiento rnento lo hacc), ha aceptado al Hijo del Hijo unigénito, muy amado, en-
cluido con la decisiva y riltima pa- y tiranfa a que le someten los exis- del hombre, puesto quo en éste ha viado por el Padre a la carne, para
labra de Dios. La realización moral tenciales do su existencia truncada, aceptado Dios al hombre. Si en la que los que le aceptan en la fe re-
de Cristo tiene una infinita signifi- obstruida, culpable y entregada a la Escritura so dice que el que ama al nazcan como hijos del Padre; para
cación por la dignidad de la Per- muerte, cree algo que sólo es real y prójimo ha cumplido la ley, quiere que vuelvan a Dacer aqul y ahora,
sona divina. Su obediencia, que se verdadero si Jesús es todo lo que la decir que ésta es la verdad frltima, plenoe de luz y de gracia, si bien
hace realidad en la entrega total por fe do la cristiandad confiesa de El; ya que Dioo se ha convertido en este destinados a una asociación más
la muerto a la disposición del Padre cree. lo §€pa o no reflejamente, en prójimo. Así, en cada prójimo so estrecha con Dos, en la gloria quc
y que Cristo ejercita como cabeza la encarnación do la Palabra dc acepta y ama a la vez una máxima so asignó aI Hiio en su retorno a la
do la humanidad, es la -+redención Dios. Por lo tanto, no se niega el cercanfa y una lejanía máxima. divinidad. Todo lo constrictivo y
del mundo. Quien escucha el men- sentido de la formulación, que en particularista €s ajeno a esta teolo-
saje do Jeshs y le cree, quien cree cuanto al contenido es acertada y Joánl,ca (teologia). Se llama asl a gla. Describe el cuadro luminoso de
en El, éste comprende que Dios no que, por otra parte, es la base ecle- la doctrina revelada e inspirada, uo mundo nuevo en medio del an-
sólo se conta-pone frente a la cria- sial y sociológica del pensamiento propuesta en el evangelio y las tres tiguo, sumergido en las tinieblao.
tura con su libertad omnipotente, y de la fe comhn. Puede ser que al- opístolas de Juan, de algfrn modo Su novedad so manifiesta en el amor
poniendo a la criatura en su propia guno haya encontrado en su camino también en el Apocalipsis, y que re- y en la alogrla. Dios mismo quiere
libertad, sino que ha querido llamar a Jesucristo sin saber quo aprehende presenta una parte constitutiva esen- atraer todas las cosas hacia si. Esta
al conjunto de su creación a parti- a aquel en cuya vida y muerte ee cial del NT; por consigüente, es teología lo es de la Iglesia en el sen-
cipar en su propia vida y en la glo- sumerge como en propio destino también parto constitutiva esencial tido más profundo, pues supone la
ria cumplida de sí mismo, por el bienaventurado y redimido. dol cristianismo. La amplitud del jerarquía y el respeto que merecel
hecho de que su propia Palabra vi- La gracia do Dios y de Cristo re- horizonte abarcado, dentro de una Ioe sacramentos y preceptos como
vió en el mundo como totalidad siden en toda realidad imaginable relativa pobreza de vocabulario, y disposiciones, a la vez que se los
espiritual corporal e incorporante, como misterioea energía, y por eso la profundidad con que se reduce el acepta como camino, aunque la aten-
y que esta totalidad era la realidad no es tan fácil tratar de captar algo keriema a proposiciones teo-lógicas, ción no se dirija en reflexión directa
propia de la Palabra. La fe de los sin que de alguna manera tenga uno que son sobre todo antropologla, a estas cosas, sino al Dios que se
cristianoe consiste en creer que todo que habérselas con Dioo o con Jesu* hacen de la teologla joánica algo comunica en Jes(rs; a la Luz en si
esto, de lo que depende la suprema cristo. Aquel que aun alejándose de único en la teologia de la Igle- y no tanto al destello quo lanza o a
salvación del mundo, ocurrió preci- toda -+revelación formulada expli- sia primitiva. Sin embargo, hay que las sombras que se le resisten. Par-
samente en Jesfis de Nazaret y, citamente con palabras, acepta con considerar, a este respecto, que esta tiendo de la conciencia de que el
por lo tanto, que su doctrina y su calla.da paciencia (todavla mejor: teología no puede separarse de las juicio ya ha tenido lugar, de que la
ospíritu son la verdad absoluta y la con fe, esperanza y amor, sea cual palabras originariamente reconocidas Vida vive ya en los regenerados y
vida para lor hombres, que su muer- sea el
nombro que quiera dar a como palabras del Señor; que es, de que éstos forman una comunidad
to es la redención misma, que la estos conceptos) su ser concreto, es con todo, compatible con las pro- do herma¡roo basada en el amor, la
plenitud del mundo consiste en la de- decir, su humanidad, como el miste- posiciones de los sinópticos y do la teología joánica carece de aquella
finitiva revelación de esta cercania rio quo oncierra en sl el misterio del teología paulina (-+paulina [teolo- polémica agresiva que puede encon-
inigualable entre Dios y la criatura amor eterno y quo comporta la vida gíal), dentro do todas las diferencias trarse por ejemplo en la teología
(->cristianismo). en el seno de la muerte, ése dicc de terminologla en casos particula- paulina" Para esa mirada llena de
Puede ocurrir que alguien recha- <<si>> a algo que tiene Ia forma de res. Esto se va concediendo de ma- expectación cierta ante el reencuen-
co la fórmula do la -)cristología su entrega desmedida a lo inmensu- nera progresiva incluso por parte de tro con el Señor, resulta incompren-
teológica por no entenderla bien, y, rable, porque Dios ha llenado real- investigadores no católicos. sible todo lo que niega ese retorno
sin embargo, ejercito fiducial y autén- ¡1ente ese misterio con lo auténti- Como rasgo fundamental de la y quiere persistir en Ia carne.
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.Iudaismo y mistianimro Juiclo final

tudaísmo y cristisnimo. Podria que los cristianos cayera[ sobre los aurlque implícitamente, un <<si>r mayor El concilio de Florencia enseña la
defini¡se el judaísmo como la parte judíos y como cristianos cometieran y más definitivo. Esperanza apoyada existencia de un juicio particular del
do la humanidad que on la época injusticias indescriptibles con los «ase- en quo muchos que no conocieron el individuo, que sigue a la muerte (Dz
histórico-salviñg¿ dsl -)Antisuo Tes- sinos de Dios>> (con motivaciones nombre de Cristo han encontrado ya 693). Acerca de éste, cf. especialmen-
tamento quedó constiü:ida como pue- pseudoteológicas y pseudorreligioeao). a óste para salvación suya. to -+muerte.
blo por medio de la intervención Hoy comienza a brotar una teolo-
historica de Dios, la -+elección y gia cristiana y católica quo elimina de Juicio (final). Hay que considerar II. Problenuilicu f cológicu. Esta
la -)alianza. En conjunto, a pesar raíz la actitud hostil frente al judais- al juicio en conoxión con Ia consuma- problemática reside en la determina-
de todao las apariencias de seculari- mo, de acuerdo con la teología de la ción del mu¡do y de la historia como ción de las relaciones entre juicio
zaci6n, siguió siendo un pueblo por historia de la salvación. Tal teologia trfalidad. Asi se verá claramentc que universal y juicio particular. La esen-
la conciencia de su elección, de la es- tiene que partir de la <<gran tristeza>>, Ias afirmaciones neotestamentarias, cia del hombre condiciona una uni-
peraruza en la salvación y de la de Ia <<incesante amargura» del teó- que vinculan estrechamente el juicio dad dialéaica de afirmaciones acerca
promesa concrete de Dios. Con res- logo <<antisemita)) Pablo, quien de- con la -)parusia (Mt 25, 31-46; Mc del hombre uno, cuyos momento.s ni
pecto a la teología de este pueblo seaba <<hacerse él mismo anatema de 14, 62) en el -rdía del Señor y con pueden confundirse entre sí ade-
queda ya algo indicado en los articu- Cristo en lugar de sus hermanos>>, la -)resurrección de la carne (Mt 10, cuadamente, ni
pueden atribuirse sin
los -+Antiguo Testamento, -)elec- los judíos, <<a los que pertenecen la 15; 11,2l ss y paralelos), entran den- más a las dos <<partes>> (cuerpo al-
ción, ->alianza,'-+si¡¿gega, -)ley. filiación y la gloria y el testamento tro de las afirmaciones esenciales ma) del hombre. Cada hombre - es
Jes{rs, judío, nació de este pueblo, y la ley y la liturgia y las promesas>> acerca del juicio. Por una parte esta un ente espiritual, irrepetible, en si
nació de una virgen judía llarnada (Rom 9, 2 ss). consumación implica como momen- mismo sub,sistenle. es decir. que no
María, fue circuncidado según Ia Semejante teologia tiene que par- to interno suyo, la radical revelación puede reducirse a un simple momen-
costumbre de este pueblo (--+cir- tirtambién de la visión escatológica de que la historia total del mundo to do la totalidad del mundo y de su
cuncisión), oró en el templo nacio- esbozada en Rom 9-11, en la que Pa- ha sido libremente llevada a su per- historia. Ente espiritual y, a la vez,
nal de Jerusalén. Quiso también blo ve asimismo retrospectivamente fección; por otra parte, esa consuma- natrraleza mundana oubsistente en
llevar a plenitud la ley de dicho cómo Dios deja a los judíos y paga- ción no es simplemente el resultado la materia, esencia ligada al destino
pueblo, cuya Sagrada Escritura era nos hacerse inobedientes, para apia- de la -)evolución inmanente al mun- del mundo. De forma correspon-
también la suya. A ese pueblo perte- darso do todos ellos, para llevar a am- do. puesto quo depende de la orde- diento a la inseparable unidad dialéc-
necioron sus discípulos, los doce a bos a su -)basileia en medio de una nación soberana de Dios. que no tica de estos dos grupos do afirmacio-
quiene.e El llamó para dar carácter mutua rivalidad salvadora (d. Mt 23, sólo pone la dinámica hacia la -+ter- nes, la consumación de esto hombre
oficial a sus reivindic¿ciones sobre 39). La escisión, ahí yacente, consiste minación, sino la terminación misma; uno sólo se puede explicar en princi-
su pueblo, sobre las doce tribus co- en que los cristianos reconozcan como por esto se habla de juicio de Dios. pio a base de dos afirmaciones que
mo pueblo de su progriedad. A di- su Señor a[ Jesús proccdente del pue- En cuanto la citada consumación se enfrentan y emparejan dialéctica-
cho pueblo amenazb con amor soli- blo judlo, mientras que los judios queda esencialmente determin¡da a mente: en las proposiciones de una
cito y a este pueblo perdonó tam- piensan que no pueden creer on El; fin de cuentas en su propia peculia- escatología individual y en las de una
bién al mori¡ en Ia cruz, «porque y no es una diversidad de opiniones ridad por la entidad y la obra de escatologla cósmica. La pretensión
no saben lo que haceo> (Lc 23" 34). meramente <<teórica o inofensiva». Cristo, debido al -+cristocentrismo moderna de llegar a una escatología
De este pueblo se a¡rartó la Iglesia Sin embargo, el cristiano que cree de toda la realidad en todas sus di- meramente individual por medio de
primitiva y fue también por él recha- que su vida y su eternidad son biena- mensiones, recibe el nombre de juicio la -)desmitologización, no hace jus-
zada, porque confesaba a Jesfis co- venturadas porque Jesús de Nazaret de Cristo. En cuanto afecta a todo ticia a la esencia del hombre. De la
mo Hijo de Dios (d., con respecto a murió por é1, en cuya muerte el cris- en absoluto, en referencia mutua, misma manera, tampoco es justifica-
esta nueva situación teológica, -)Igle- tiano es tan culpable como cualquier y precisamente como consumación da la tendencia que, p. e. j.. se abre
sia, -rNuevo Testamento). Esta se- judío; ese cristiano sólo puede tomar. en orden al carácter definitivo tanto paso en la teología protestante. pre-
paración fuo algo inevitable en Ia his- en su encuentro con ese pueblo, la tlel bien como del mal. se le llama tondiendo superar una escatologia in-
toria de la salvación, algo que no hu- misma posición que Cristo tomó en juicio universal. En cuanto consuma- dividual en beneficio de una escato-
biera «debido>> suceder, pero que era el suyo. Y si ha sabido que los judlos ción definitiva que pone fin a la his- logía cósmica en la que el particular
necesario quo sucediera. Era el cami- comienzan hoy ya a decir de Cristo, toria, recibe el nombre de juicio final. sólo es un momento do este aconte-
no humano o histórico necesario para cofi temeroso amor: <<El era uno de cimiento. Sin embargo, tampoco es
hacer saltar las fronteras del pueblo los nuestros>>, entonces ese cristiano í. Magisterio cclesíastico. Los sím- justo intentar partir clara y adecua-
elegido en dirección a la humanidad se robustece en su esperanza de que, bolos do la fo dan testimonio de un damente los momentos materiales (no
total. Sin embargo. tal separación tras el <<no» del pueblo de Israel fren- it¡icio universal (<<que ha de venir a formales) de la consumación una del
nunca debia haber dado ocasión a te a Jesús. pudiera haberse esoondido, juzgar a los vivos y a los muertos». hombre uno, en d<¡.s acontecimientos

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Juicio final

separados entre sí por una lejanía de str concopción era incapaz de pa- que no es sino el aprestamiento a inhabi ta r ( -+ I racia,
- *::::"t:
temporal sin conexión recíproca al- decer, inmortal, o imperecedero. Pa- establecer la relación correcta con ción de Dios) en lo profundo de la
guna, Y esto porque la consumación ra una mayor aclaración de la doc- lu criatura; es decir, la relación
co- esencia del hombre, eficazmente y
del hombre en cuanto entidad cós- trina. cf. -rmonofisismo. rresponde a ambas esencias. La hni- divinizándolo, a su propio -+Espí-
mica (-+resurreción de la carne) ca noÍna de la justicia de Dios es ritu Santo, como Espíritu de Ia ->fi-
es tambiénun momento de la consu- Justicia es voluntad perpetua
<<la la propia voluntad santa do Dios, liación divina (Rom 8, l5), de la +li-
mación de su individualidad corres- y constante de dar a cada uno lo quo se identifica con su misma esen- bertad (2 Cor 3, 17) y de la santidad
pondiente, do tal r¡ranera que incluso suyo>> (Sto. Tomás de Aquino). Con- cia. Dios, en su --)creación y en su (-)santidad del hombre, ->santidad
como espíritu sólo queda consumado lorme a la doarina clásica de las -->gracia, hace al hombre objeto ver- de Dios). Acontece también eD cuan-
del todo en ese acontecimiento. Y, ürtudes (+virtud), es Ia segunda dadero de su trato, dejando a salvo to que testifica al hombre, por medio
al contrario, la
consumación del virtud cardinal, que tradicionalmente la +libertad de la criatura, ya que de la palabra de fe y del signo del
hombre singular, tal como él es en se subdivide err tres clases distintas Él mismo la produce. Por lo tanto, sacramento (-+bautismo), esta nueva
cada caso partlcular (-)visión de deducidas de las relaciones de la vi- la voluntad divina frente a la criatu- creación en la que se cree aunque to-
Dios), es un momento de la historia da en sociedad. o) Justicia conmu- ra puede ser o justicia de Dios o davía no puede ser reflejamente com-
cósmica del mundo. Esta relación tativa, que afeúa a las relaciones también -+misericordia. La jusücia probada.
fundamental entre lo diverso, aun- de los particulares ent¡e sí. á) Jus- de Dios no le <<obliga» a determi- Esta justicia que no sólo no es im-
que no adecuadamente separable, ticia distributiva, que rigo las rela- nada actuación, como serla exigir putada de manera meramente jurí-
dentro de las aflrmaciones propias ciones de la
sociedad, familia, Esta- una -)satisfacción completa. dica (Dz 792a 821 1925), sino que
de la escatologia universal e indi- do, Iglesia, con sus miembros sin- Dios puede, con plena libertad, o nos hace juetos (Rom l, 17; 6, ?-O; 8,
vidual, se da tambÉn entro el juicio gulares, do manera que se dé a éstos bien responder a la culpa permitida l0; I Cor 15, 17ss; Gal 5, 5; Eph 4,
universal y el particular. una participación en la sociedad. dol hombro juzgándola y valorándola 24 e.p.; bz 799), es a la vez perdón
c) Justicia legal, que regula las rela- como contradicción a su santa vo- de los pecados (-)pecado original).
IlI. Proposiciones neotestomenta- ciones de los particulares con la so- luntad, o bien premiar como «justo La voluntad divina do justificación es-
rios acerca del jnlcio. Entro éstas, ciedad, de manera quc el particular juez» el -)mérito donado a través de tá fundamentalmento presente en el
y teniendo en cuenta las considera- quede subordinado al bien comfin. su gracia. Que el hombre no pueda mundo y es escatológicamente irre-
ciones teológicas precedentes, p{¡ede Incluso conforme a su rango, la jus- disponer de Ia unidad de misericordia yocable y cierta en virtud de la en-
decirse quo no tienen carácter meta- ticia es la virtud moral más elevada. y justicia de Dios prueba la divinidad carnación del Hijo de Dios (rJesu-
fórico las siguientes: es del todo im- AsÍ, en su realización cristiana, no de ambas propiedades. Según la re' cristo), de su muerte y de su resu-
posible calcular por anticipado el puede separase del amor, puesto que velación se no9 hace justos 1+jus- rrección. Que esta voluntad salvífica
juicio (Mt 24, 43-51; Lc 17, 20s). Cristo ha exigido algo más que el res- tificación) y ast participamos de la de Dios queda donada al hombre en
El patrón quo so utilizará en el jui- peto a los derechos objetivos intrans- justicia de Dios como santidad de su Jesucristo, es objeto de la ->fe. Que
cio será la actitud tomada frente a feriblcs (siempre se es deudor en lo esencia. Con ello Dios revela oómo esa voluntad afecta de manera eficaz
-+Jesucristo y la -+caridad efectua- que se refiere al amorl Rom 13, 8). a la vea es misericordioso y justo; precisamente a un individuo determi-
da en üda (Mt 25, 3l-46 18, 23-35). El concepto blblico de iusticia viene puesto quo nos transforma en rege- nado, a pesar de su pecabilidad, con
El cristiano puede mirar al juicio con determinado por la ->ley. Tanto en nerados frente a los cuales su amor la qrre culpablemente aunque incon-
confianza (l Thes 5, 3; Gal 5, 5; el AT como en el NT se admite sin es también esencial y verdaderamen- fesablemento puede cerrarse al amor
Col 3, 4; ICor 6, 1-5; Rom 8, l. más que hay justos que cumplen la te justo. de Dioe. es objeto de la -+esperan-
3l-39; I Petr 1', 8 s; Ioh 5, 24). Los voluntad divina, temiendo a Dios y za, y no de una @rteza refleja de su
quo ocupan cargos eclesiásticos tienen amando al prójimo. En el AT, el tér- fustiñcacióru Según la doctrina propia salvación (-)salvación [certe-
que contar con un juicio riguroso mino «justos>> designa también a los católica, so llama justificación al pro- za de la propial). I-a obra do Dios
(Iac 3, l). pobres, oprimidos y perseguidoa. De ceso en ol que Dos, por medio de en la justificación no es un atropello
todos modos, el NT contiene el men- la obra de su amor, pone al hombre do la autorrealización libre del hom-
Julianilag secta monofisita, de saje de la justicia que hace al hombre en aquella relación (con El) que, bre (Dz 7n U4 815 819) sino que
hacia la primora mitad del §. vI, fun- verdaderamente grato a los ojos de como Dios de la santidad, requiere llega a su eficacia precisamente en
dada por Julián de Halicarnaso. El Dos, y quo Dios comunica al hombre del hombre y que, como Dios dona- el acto libre de la fe, esperanza y ca-
nombro de aphthartodoketas (o af- por razón de la fo de la gracia: dor de la gracia, está dispuesto a re- ridad con qus se acepta esa autoco-
tardocetas) les vieno do la palabra -+it¡stificación. galar. Diros lo lleva a cabo al hacer municación diüna.
griega aphthartos : imperecedero; al hombre partícipe de la naturaleza Por esto, esa -)justicia donada por
puesto qu€ sostenlan quo el cuerpo Jueticia ile Dioa. En teologia, pro- divina (2 Petr 1, 4). Esto acontece Dios y aceptada se pierde por Ia ce-
do Cristo desde el primer momento piedad moral de la voluntad de Dios también en cuanto que Dios hace rrazón gravemente culpablo del hom-

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Justificación

bre ante el amor divino (Dz 808 837). 1a la justicia de Cristo. Esta impu-
En cuanto que la justificación acon- tación forense es meramente oxterna;
tece como suceso en el hombre, en- el pecador sigue siendo -)simul ias-
tidad histórica, Ia justificación es ver- tus et peccotor y la justicia no se ha
daderamente tránsito radical del es- conve¡tido en algo propio del peca-
tado de pecado al de justicia, y no dor. Frentc a ella, el concilio de K
coexistencia dialéctica de pecado y Trento, apoyándoso en la Escritura,
justicia; y esto por más que el hom- declara que el pecador es justificado
bre siga afectado por el pecado (Dz incluso intrinsecamentc (Rom 8, I Kaire Designa en la filosofía Cristo misrno, y de manera eflcaz
792; -+concupiscencia), no sea qrpaz e.p.; Dz 821). Con todo, aquella doc- griega una crisis dentro de una ex- hace presente lo pronunciado err la
de una reflexión cierta sobre su esta- trina tiene también un sentido cató- periencia temporal, en la que el situación del interpelado. Se trata,
do ante Dios (Dz 802), peque todavía lico, puesto que, de acuerdo con la hombro interpelado tiene quo deci- pues, del acontecer de lo pronuncia-
(Dz 833) y en estos tres aspectos Escritura, hay quo sostener que es dirso históricamente. En la Escritura, do en la situación del oyente; acon-
siga siendo el que huye de su pro- en virtud de la gracia de Cristo por kai¡os a el tiempo de salvación do- tecer históricamente perceptible en
pia perdición en dirección a la gra- 1o que no s€ nos tienen en cuent¿r cidido y dispuesto por Dios (Mc 1, el decir y en el oir. Y esto como
cia de Dios. Por razón de la his- nuestros pecados (Rom 4; Gal 3, 6; l5), la plenitud del üempo (Gal 4, 4), palabra eficazmente pronunciada
toricidad do ese hallar la salvación, 2 Cor 5, 19) y por lo que nada hay Ia última oferta de la gracia de Dios en nombre de Dios, que es oida
pueden preceder a la justificación ac- en e1 pecador que sea fundamento on -gJesucristo a Israel (Lc 19, 44) bajo la acción de la oferta de lo pro-
tos preparatorios posibilitados por de la justificación. Sí esta teoría se y a todos los hombres (2 Cor 6, 2). nunciado (:gracia de la Ie justifi-
Dios (fe, -+contrición imperfecta [Dz considera conjuntamente con la doc- Por consiguiente, es a la vez una ú1- cadora).
7981) y puede también reclamar y más trina católica de la pecabilidad per- tima advertencia del comienzo del Por tanto, el kerygma es algo más
totalmente para los hombres la con- manente del justificado (Dz 106 ss juicio (l
Petr 4, 17; Col 4, 5). Lo y algo distinto de los artículos del
servación y aumento do la justifica- 802 805 810 833 e.p.), y también mismo que el -+ahora bíblico, es -+dogma de la Iglesia, que se ade-
cr'ón (Dz 834; ->mérito, -robras con la teoría hoy defendida a me- kairos una expresión o signo do la cuan meramente a la cosa; en los
buenas). nudo en el campo protestante, de que soberanía de Dios, que dispono libre- cuales la Iglesia no proclama el
dicha doctrina recalca la gratuidad y mente incluso sobro el -+tiempo. kerygma, sino que, ejercit¿ndo su
Justificación por la imputación de sobrenaturalidad de la justificación. -+<<magisterio extraordinario>>, se li-
la iusticia, es el nombre que algu- sin negar que el pecador se haga real Kenosis (griego : vaciamiento). mita a señalar las fronteras ent¡e la
nos reformadores (Lutero, Melanch- y verdaderamente justo, la justiñca- Palabra biblico-teológica que quie- verdad y ol error. El kerygma es
thon) dan a su manera de entender la ción por imputación de la justicia no re expresar la autoenajenación de también algo más que la reflexión
->justiflcación. Segfin ella, Dios no aparece hoy día como un punto que Cristo en la encarnación, en la acep humana sobre estos articuios (->teo-
imputa ya al pecador sus pecados. diferencie realmente a los cristianos tación de la obediencia al Padre, en logía). Sin embargo, es norma, Iun-
porque en la justificación se le impu- católicos de los no católicos. la aceptación consciente de la muer- damento originario para el dogma y
ie (Phil 2, 6-ll). Consiste en la re- la teología; tiene su más intensa
nuncia a la manifestación de la -)do- realización esencial en la palabra de
que Ie corresponde por natura-
.\¿¡, la fe, que se dirige al indiüduo en
leza (-)preexistencia de Cristo), en el -)sacramento, como mani,festación
su existencia terrena, que fue exis- de la salvación de Dios, que se da
tencia de esclavo en beneficio nues- cuando se realiza su aparición, su
tro (cf. 2 Cor 8, 9). <<signo>>.

Kerygma (g¡iego : anuncio, lo Kerygmática (teologia). Puede re-


anunciado o predicado), en una nue- cibireste nombre toda teologia que
va aplicación del término neotesta- pone especialmente su atención (co-
mentario, es la palabra que, por ra- mo debe hacer toda teología) en
zf¡n do una delegación de Dios y servir al kerygma de la lglesia,
de la Iglesia, se dirige a la comuni- en hacer que el anuncio del mensaje
dad creyente (-+predicación) o al in- de salvación de Dios sea más fruc-
dividuo («conduciendo» o <(edifican- tuoso y eficaz. Históricamente, se
do»). como palabra de Dios y de Ilama así a la tesis, defendida cntre

37s 376 177


Kcrygm:itica (teologia)

los años 30 y 40 del s. xx, según gía escolar que se practica en uni'
la cual, junto a la teologia científica versidades y escuelas sufleriores.
(escolástica) con su objeto formal
(Dios con respecto a su divinidad), Kyrios (griego : señor, dueño) es,
podria y debería darse una segunda en primer lugar. dentro de la traduc-
teologla con su objeto formai propio, ción griega del AT, el concepto co- L
Ctisto, la cual no sólo reclamaría su rrespondiente a -)Yahveh, pueeto
servicio a la pastoral, sirro que soría que no era licito pronunciar este
esencialmente distinta de Ia teología nombre. En el NT y en boca de la l,¡rlcranens€s (cpncilioe). De los corectamente. Cuando la liturgia no
cientlfica. Iglesia primitiva es el nombre pon- t,rncilios celebrados en el palacio ro- quiore hacer oxplícitamente una afir-
Con razón, esta teología no tuvo derativo y expresivo de adoración rni¡.node Letrán (I: ll23; l: 1139; mación dogmática o no la supone
resonancia alguna. Toda teologfa tie- con el que se denominaba por anto- ¡ : ll79; w: l2l5¡' v: l5l2-17),
¡r o ejercita claramente, no es lícito
ne que ser teología de la salvación. nomasia a -)Jesucristo; este nom- ticnen importancia teológica el tv deducir do ella proposición dogmáti-
Una teologla que en principio sea bre está ya atestiguado en arameo y cl v. El iv concilio Lateranense, ca alguna, Asimismo, la liturgia no
sólo teórica, avital, no debe ni prrede (1 Cor 16, 22). Con Kyrrbs la Iglesia xrr de los ecuménicos, s€ reunió quiere proponer como objeto de la
eristir. Con todo, esta teología vio atribuía a Jes{rs el nombre de Dios, durante el pontiflcado de Inocen- fe cosas que no han sido reveladas
bien un problema fundamental: que confesión que sólo es posible «en el cio tIr, del 1l al 30 de noviembre por Dios. P.ej., en vktud do la fles-
la teología especulativa está dema- Espíritu Santo>> (1 Cor 12, 3). De de 1215. Definió, contra los albigen- ta de san Joaquín, que se celebra el
siado poco al servicio de una predi- esta confesión de la divinidad de ses, Joaquín de Fioro, etc., la doc- 16 de agosto, no queda dictaminado
cación puesta al dia, capaz de llegar Jesucristo surgió la oposición que trina ortodoxa acerca de la -+Trini- que el padre de Maria es el Joaquin
al hombre de hoy y a su crisis de habría de oxperimentar la Igleia dad. -+Jesucristo y de los sacramen- que aparece sn los ->ap,ócrifos.
fe. Deficiencia que lleva a funestos tanto por parte de la sinagoga como tos de la eucaristla (-+transubstancia- Hay que observar, además, que
resultados y que procede de la teolo- por parte de los soberanos gentiles. ción), bautismo y penitencia (Dz la citada frase del Indiculus rro tie-
428-433). Promulgó el precepto ecle- ne nada qr¡e ver con el principio teo-
siástico de la confesión y comunión lógico fundamental, deducido poste-
pascual (üz 437). El v concilio La- riormente de ella, de que la liturgia
teranense, xvIII de los ecuménicos, es una noflna de la fe. La fraso dei
tuvo lugar on tiempos de Julio rr y Indículus afrma más bien que de la
León x, del 10 de mayo de l5l2 al 16 necesidad do la oración de petición
de marzo de 1517. Definió la indivi- fluye la obligación de c¡eer en la ne-
tlualidad e inmortalidad de las -ral- cesidad de la gracia.
mas particulares, contra las tesis
dcl neoaristotelismo (Dz 738). De Ley, Ordenación dirigida a los
los sinodos no universales reuni- miembros de una comunidad e im-
dos en Letrán, tienen importancia el puesta por la autoridad que la ri-
del 313, contra el -»donatismo, y ge. Como entidad teológica, desem-
ei del 649 contra el -+monoteletismo pefla un papel especial en la historia
(Dz 254-274). de la salvación del pueblo de Israel.
Loe libros del AT, y especial y casi
Lex orandi, lex credendi es Ia for- exclusivamente Gen, Ex, Lev, Num,
mulación abreviada de una propo- Deut, forman un complejo de leyes
sición contenida en el lndiculus dt que tienen por trasfondo el pensa-
sratía Deí (Dz 139). Traducida lite- miento jurldico del antiguo oriente.
ralmente, dice: La ley de la oración Esas leyes se proponen como ins-
es la ley de la fe. De ahl se sacó trucciones humanas sólo en unos po-
posteriormente el principio teológi- cos puntos particulares, pero en con-
co de que la -)liturgia es una norrna junto se las considera como revela-
tle Ie, testimonio de Ia fe infali- ción do las condiciones do la alianza
ble de la Iglesia (orante). Este princi- divina con el pueblo de Israel. Los
pio teológico hay que interpretarlo cinco libros enumetados (en griego

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Ley fley natural
«Pentateuco») ¡eciben por esa razón, to. Dicha ley ha sido dada por Dios l:r ¡clornl¿r (especialmente en su rebe- to en que se las niega (en el conocer
ya en el AT, el nombre de <<el libro mismo. Sin embargo, Jesris, que se liírr¡ corrlra un derecho canónico [cf. y en el obrar), implican a su vez
de la ley>> (2 Reg 22, 8. ll; 2 sabe por encima de la ley, la inter- '¡urlinomismo], aunque también muchas normas necesarias objetiva-
Par 'A, 14; Neh 8, 3). Más tarde se preta autoritativamente. Recibe una ¡tlcet¡¡b;r a la -+ley natural) y es dao del proceder humano; en cuanto
los llama simplemente «lep> (en ha mayor profundización y rolieve en t¡rrl¡rvfu vigente como reproche a la que estas estructuras son voluntad
breo, torah). Su n{tcleo lo constituye el mandamiento del amor a Dios y n¡rui¡l católica, a la que se acha- objetivada de Dios, de1 creador do
el ordenamiento vigente entre Dios al prójimo (Mt 5, 23-48; 7, 12; 22, ('¡r n() ser otra cosa que una <<ética dicha naturaleza, la ley de conducta
e lsrael, asi como también el de Is- 34-40; Mc lO, 5; t2 28-34; I* fi, It'¡¿lrl>>. resultante de ellas se llamará ley
rael con cada uno de sus miembros 25.29). Las prescripciones referentes ()rro ha de existi¡ un derecho ca- natural en un sentido completamente
(+decálogo, -+mandamietos de Dios, a la pureza chltica quedan abolidas rr'rrricoy unos mandamientos de la distinto que en las ciencias. La suma
->alianza,). Siendo ests ordenamien- (Mc 7, 1-23), residiendo en la aboli- lgh:sia, y que el Estado tiene dere- de derechos y obligaciones inmedia-
to, tal como lo entiende el AT, un ción misma el verdadero cumpli- t'ho a promulgar leyes para mante. tamento resultante de por si a par-
orden salvífico, la 1ey en ellos impli- miento de la ley (Mt 5, l7). En el nr:r o conseguir el orden de la so- tir de la naturaleza del hombre, en-
cada es un don de la gracia de Yah- momento en que la predicación del eicdad, es algo que se desprende de tendido como ento con inteligencia
veh que es celebrado en los himnos de -»ovangelio de -)Jesucristo rebasa el rrn análisis de la -»li:bertad humana y voluntad libre,se llama en la ética
alabanz.a (Ps 119). A partir de cier- círculo de los discípulos, se inicia rrtlccuadamente ejercitada. Esa liber- católica derecho natural. Su muta-
to momento, lo más tarde después del el conflicto planteado entre la -+Igle- t:rd, en su acto libre ineludible, afir- bilidad o inmutabilidad y su cognos-
regreso de los judios de la cautividad sia primitiva y el judaismo. rrrtr implícitamente las condiciones cibilidad son un tema esencial de la
en Babilonia, permitido por el rey Ci- Pablo será el alma de ese conflicto. rlo posibilidad de sí misma como al- ñlosofía griega y cristiana.
ro (55!529), se prohibió toda adición También para el Apóstol revela la g() que hay que querer, es decir, co- No todo lo que de hecho se da en
(o supresión) alaley conservada fiel- ley la voluntad de Dios (Rom 2, ?i7; nlo debidas o necesarias. Sin em- el hombre, <<debe» también ser asi
mente en el exilio. De todo lo dicho 7). Pero se promulgó por razón del h:rrgo, sólo conoco tales condiciones por esto mismo. En virtud de su na-
so desprendo claramente que, entre pecado (Gal 3, l9), y asi sólo tuvo va- (:n una mediación aposteriorística y, turaleza se le conoce al hombre un
los libros santos de Israel, la ley (si l'idez como <<ayo>> hasta la venida de ¡ror consiguiente, dada la historicidad ámbito de elementos moralmente in-
¡ónimo de <<voluntad de Dios») es- Cristo (Gal 3). Es una maldición si se rk:l hombre, en su actuación concre. diferentes, en cuanto que por natu-
taba considerada como el principal Ia considera como g¿mino de -+salva- t¡r debe someterse a una norma que ralaza está orientado a una actividad
de ellos, por delante de los libros ción: ésta no puede conseguirse con sc le impone de <duer»> y que, por por la que el hombre se cambia in-
proféticos y de los escritos posterio- las luerzas humanas por el cumpli- sr¡ parte, ha de tomar cuerpo históri- cluso a si mismo. Sin embargo, aque-
res, convirtiéndose en noÍna para miento de la letra, sino sólo en vir- camente, ha de hacerse visible. Sólo Ilas estructuras de realidad, que él
determinar los libros que era lícito tud de la -+gracia de Dios (Rom 3 ¡lrcdo hablarse de <<ética legabr cris- afirma implicitamente, incluso cuan-
incluir en el -+canon del AT. El ju- y 4)" que se nos da en Jesucristo. Só- ti:rna donde so considere a la gracia do las niega, por el mero hecho de
daísmo tardío construye una teolo- lo en la cruz de Cristo y en el bau- rlc Cristo únicamente como medio actuar: su espiritualidad en la ver-
gía especial de la torah. La torah tismo como muerte con É1, queda- lr¡rr:r el cumplimiento de e^sas norma§, dad, su libertad, su referencia al
no es sino la sabiduría misma, es mos liberados de la ley (Rom 6, 1-6; ,r se exija el asentimiento a dichas misterio que se llama Dios, su histo-
imperecedera, es el tesoro de Israel, Gal 2, 19). Esta refutación teológica n()rmas por razón de sí mismas, in- ricidad, la duplicidad de sexos, su
lo que le distingue de los gentiles. de la concepción de la ley como tlcpendientemente de su justicia ob- referencia social, etc., despliegan to-
Por otra parte, el que no conoce la camino de salvación, no es lícito Ioliva (-)nominalismo). da su esencia necesaria, su dignidad
ley, y no sólo quien no la cumple, entenderla, y así lo
muestrafl otras Ir.stor peligros no encuentrari nin- y su obligatoriedad en la ley natural.
so halla en reprobación. Existen gru- alirmaciones neotestamentarias, co- ,lú¡r punto de apoyo en las proposicio- En cuanto que esta naturaleza ostá
pos que únicamente admiten lo que mo negación de que la fe ha de r¡cs del magisterio eclesiástico, aun- abierta a la absoluta disposición dc
se encuentran contenido en la torah realizarse necesariamente en todas ,¡rrc es verdad que no quedan siempre Dios (-+naturaleza y gracia, ->po
(saduceos, samaritanos). Ias dimensiones del hombre, y por ovil¿¡dos en la catequesis y predica- tencia obediencial), las normas de
En el NT se usa el ooncepto de Io tanto como negación de que la t'iírn corrientes. deber que fluyen de la autocomuni-
<<Iey>> de manera formalmente idén- le ha de ser necesariamente ope- cación sobrenatural de Dios al hom-
tica a la del NT. Se llama <<leyes» a rante, actuada en la obediencia y l,cy natural. Las estructuras obje- bre en la gracia de Cristo tienen una
todas las proposiciones reunidas en el amor (-+obras). Sin embargo, con livas de la -)naturaleza del hombre, dignidad arin superior y el mismo
el Pentateuco, incluidas las prescrip- la teologia paulina de la gracia no ¡rrcvi:rs a la -tlibertad de éste y posi- grado de obligatoriedad absoluta quo
ciones cl¡ltico-rituales; también reci- se pone fin a la discusión en torno a lrilitándola, en cuanto que son implí- Ia ley natural. Cf., a este respecto,
be el nombre de <<lep> el Pentateuco la fe. Dicha discusión encontró su Cil:rrncnte afirmadas de manera tras- -+moral (teología), ->sermón de la
mismo, o el AT tomado en su conjun- actuación peculiar en la teologia de r t'r¡tlc¡'tl:rl necesaria incluso en el ac- montaña, ->ética existencial.

§3 384 I85 386


ll,rlr Vorg l3
Libertad Limbo
Libertad. La libertad del homb¡e tad de elección, como dignidad esen- , ,,rrr,, rleriutollo libre de la plenitud da» por la doctrina obligatoria del
es necesariamente objeto de la -)an- cial de la -+persorur, desarrollado ülrril¡r por Dios. Esta liber-
rhr¡l¡rda -)magisterio eclesiastico (Dz 2312 s);
tropología, tanto de la filosófica co- a partir de la esencia del amo¡ de t¡¡rl r r¡rli¡rna ha sido ya atrunciada, y por estar (<atada)) se libera del ca-
mo de la teológica. El hombre se Dios y de la del compañero nece- llrr rluorl¡r(l() fundamentada e iniciada pricho subjetivo. La libertad de las
distinguo fundamentalmente de todas sario para ese amor, es lo que da el t',,r cl rLrn de Dios en Jesucristo, ->escuelas teológicas católicas per-
las demás cosas en que no <<existe>> fundamento para una doctrina de la ,,,ru,' «primicias» (Rom 8,23), aun- siste dentro de ese ámbito, al que la
uncido a una conexión universal de libertad de concicncia bien entendi- r¡re irr cncucntra todavia en las con- fe considera como absoluto y, por
la naturaleza, en una determinación da, como fundamento también del rltr r,'ncs do inseguridad y nebulosi- lo tanto, no restrictivo. sino libera-
general y total de su realización esen- derecho al <<ámbito>> necesario para ,l'rrl ¡rlopias do la oxistencia humana dor. La Iglesia sostiene firmemente,
cial, sino que está implantado en Ia la realización concreta de la libertad tr.rrcrrir (Dz 160a 181 186 199 325 contra el -+tradicionalismo, que exis-
<<abertura>>, en lo abierto. Por 1o tan- frente a toda abolición violenta o /" I c.p.). ten importantes fuentes religiosas de
to, so deja a su mano el realizar ias injustificada reducción de ese espa- l'ol cllo corre gran peligro de ser- conocimiento fuera do la revelación
diversas posibilidades histó¡icas de cio por parte de los poderes sociales rrr tlc pretexto al egoísmo y a la histórica (Dz 1795): por consiguien-
sí mismo, para encontrar ahi la acu- del Estado y de la Iglesia (-)tole- Irrrirvagancia (Gal 5, 13), y en nues- te, la teología católica está necesa-
ñación de su esencia, Renunciar a rancia). Como conce¡rto teológico en lr()\ ticmtr)os requiere la protección riamente en diálogo abierto y autén-
esta libertad sería renunciar a ese sentido estricto y dentro de la antro- ,le lrr I'uerza externa de los manda- tico de influencia recíproea con la
constitutivo esencial del hombre y, pología teológica, la <<libertad de los rrrt:rrlos y de la autoridad, aunque manera natural que tiene el hom-
en rlltimo término, renunciar a sí hijos de Dios>> es el kerygma funda- rct¡uicro sobre todo disciplina inter- bre de ente[derse a sí mismo y al
mismo. El hombre tiene que acep- mental del mensaje de Cristo (Rom rr;r. l'lsta disciplina habría que enten- mundo (Dz 1799).
tar dicho imperativo de libertad per- 8, 15). En él se trata de la libertad r['¡ lrr como la
aceptación libre y La fe sabe también que este diálo-
sonal; la libertad <<positiv»> (la <<li- como fruto de la ->redención en :n¡rorosa de ese <<para», al que se sa- go, acausa de la unicidad de la
bertad para...») basada en aquélla, Jesucristo y como desarrollo del espí- hc tlirigida la libertad propia movi Iuente suprema de toda realidad y
trae consigo una libertad negativa)), ritu dado por El. (lir por el amor divino gratuito, y todo conocimiento, no puede terminar
es decir, la libre posibilidad del hom- Esta libertad cristiana dico libera- .,c¡r orden>) al cual se pone Ia liber- en una contradicción definitiva y
bre para hacer una cosa u otra, omi- ción do la fuerz-a determinante del l;rt[ :r sí misma. La libertad cristiana, absoluta (d.f.: Dz 1817), como tam-
tir esto o lo otro. En la roalización pecado, del legalismo vacío y de la scgirn su esencia, queda determinada poco puedo terminar en una altera-
de su libertad personal, ei hombre -+muerte; y, por lo tanto, dice tam- t'scatológicamentg al fin de los tiem- ción esencial (d.f.: Dz 1818) del sen-
singular encuentra a su vez a otros bién liberación de la esclavitud bajo ¡r,xr. Iniciada ya realmente, tiene que tido de los dogmas. Pero dic-l'ro diá-
que también <<consisten libremente en los poderes terrenos en general. Po- (:\pcrar pacientemente, con toda la logo de interrogación mutua y la
si mismos>> y que, por tanto, pueden sitivamente, esa libertad signfica la t rcación, su redención definitiva y tarea y tensión dadas con él nunca
abrirse o cerrarse a lo intentado vitalidad del corazón donada espiri- tolul de la servidumbre, en la liber- terminan definitivamente. Por el con-
por é1. tualmente y liberada de sus atadur¿rs tutl «le la gloria de los hijos de Dios trario, como momento de la histo¡i-
Por eso, la misma übertad del desde arriba, que se desarrolla a par- (ltom 8, 21), enla que ha de desem- cidad permanente del modo de enten-
hombre no puede quedar limitada, tir de la revelación y de la comuni- l)()car nue,stra libertad liberada por der la -)revelación, tal diálogo per-
pero sl puedo limitarse el ámbito de cación del amor redentor de Dios en ('r'isto. tenece a la esencia de ella; así, por Ia
la libertad y así su objetivación. La Cristo, que tieno su forma funda- misma esencia do Ia teologia, obliga
«libertad de elección», dada con la mental y característica en el amor, Libertad doctrinal. La <dibertad>> a la teología y a la ciencia profana a
personalidad espiritual del hombre, como <<don supremo de la gracia». tlo doctrina está por esencia orientada que mutuamente se concedan Ia posi-
os también el presupuesto de la esen- Así pues, este amor significa liber- :r l:r verdad que se trata en Ia corres- bilidad de estudiar cada una con sus
cia de la culpa (-)pecado), ratifica- tad abierta, confiada y arnistosa con ¡rondiente doctrina y a sus criterios. respectivos métodos, dejando a salvo
do por la misma revelación. Dicha respecto al Padre. a la vez que acer- l'lr¡ cuanto que la teologia católica, de la fe como norma suprema de todo
libertad, además, se ejercita inclu- camiento amoroso a todo lo creado. rrcuerdo a su naturaleza, basa la re- saber, si bien esa norna pone al sa-
so en la aceptación creyente y amo- en el espíritu del amor redentor de lloxicln científica en la de la Iglesia, ber profano en su propia libertad
rosa de la justificación y en todo Dios, en particular acercamiento al t¡rrc el magisterio eclesiástico afirma Cf. -+ciencia y teología.
acto salutifero. D.f : la existencia de hombro y, sobre todo, a todos los crr cl kerygma plenamente autorizado
la libertad y su ejercicio en el peca- <<atribulados y sobrecargados». Sig- tlo la revelación de Dios en Cristo, el Limbo (del latin lintbus : borde,
do y en el acto salutífero (Dz l60a nifica libertad amorosa en general. rinrbito de la libertad doctrinal propio linde). Término técnico teológico, que
348 776 792s 8l4ss 1027s l039ss no como obra o rendimientc¡ rlc la teologia católica queda abier- designa un lugar o estado, en el que
1065 ss 1093 ss 1359 ss 152.t l79l -aun-
que también esto-, sino como fru- to y determinado por la fe do la Igle- hay que pensar que se encontrarían
2305 e.p.). IJn concepto de la liber- to del Espíritu (Cal 5. 19), es decir, si¡r. I-a teología católica está ((ata- Ios muertos a los que no les hubiera

387 388 illr) 390


Limbo Lyón

caÍdo en suerte ni la beatitud ni la dcndí). Se4lún Hebr, Jesucristo es el t.lcsihslico, quo custodia e interpreta El acento que se pone en la en-
condenación. Se distingue entre limbo sumc¡ sacerdote de la liturgia; segrln l;r 'r'cvclación en la -)Sagrada Es- carnación y en la verdadera divinidad
de los padres y limbo de los niños. En el Apoc, se tributa adoración a Dios tritrrra y cn la -)tradición, los -+pa- remite a una tendencia antignóstica,
el limbo de los padres, todos los jus- y al Cordero con un ceremonial so- rlrcs tL: la Iglesia y los -+teóiogos; pero el contenido de las proposiciones
tos del AT y los gentiles piadosos tu- lemne. Las partes apostólicas del NT t;r¡rrbión la ->liturgia y el -+derecho armoniza con el resto de la cristolo-
vieron que esperar la apertura del contienen hirnnos, que tal vez se can- r':u¡írnico. Para completar la idea gía neotestamenta¡ia. En los padres
-+cielo por Cristo (puntos de apoyo taron en las funciones cúlticas, pero lr¡rrdamental de loci theologici, ade- de la lglesia de los tres primeros si-
en Lc tr6, 22) I Petr 3, 18 ss; -+in- no ordenaciones lithrgicas. Tanto las rrriis de los artículos ya citados, con- glos se desarrolló una abundante teo-
flernos [descenso de Cristo a los]). ceremonias de culto divino como las vc¡rdría consultar también -)dogmá- logía del Logos que, sin duda bajo
El limbo de los niños, en el que es- oraciones se improvisaron en los pri- t ic¡, -tteología, -)epistemología teo- influjos platonizantes, tropieza con el
tarían los niños que murieron sin el meros siglos en forma de banquete Irigica. peligro del -+subordinacionismo; o,
bautismo y que, por razón del -+Pe- conmemorativo de la muerte de Cris- bajo influjos judíos, en el de un
cado original en ellos pelsistente al to, de funciones religiosas consisten- L<»gos (griego
- palabra). Se ilama -+modalismo. Con todo, a pesar de
morir sin ese sacramento, se verían tes en lecturas u oraciones, con ser- l.ogos al +Hijo de Dios -)Jesucris- Ia obscuridad de la terminologia
privadoc de la -+visión de Dios, món y profesión de la fe. Las prime- trr; Ioh l, l. '1.4 y I loh l. 1. Se- (->hipóstasis, ->persona), siempre se
aunque gozarian de una especie de ras fórmulas no quedan prescritas gÍrn los lugares citados, ei Logos consideró al Logos, incluso entre los
felicidad natural. La doctrina del obligatoriamente hasta 600 d.C., en posee preexistencia (-)preexistencia padres, como increado, del lado del
limbo, sin duda procedente en Pri- Roma. tle Cristo), está cabe a Dios y es Padre frente a las criaturas. ->Tri-
mer lugar de las ideas del judaísmo Fue el progreso de la teologia lo l)ios, por El todo es creado; .Él es la nidad.
tardio acerca del -->§eol, se extendió que hizo fijar el texto oficial, para luz y la vida de los hombres y se
sobre todo en la e.scolástica. Actual- no olvidar ninguno de los mfrltiples hizo carne. Esto concepto, que no Lyón. Ciudad francesa en la que
monto se discute en teología la exis- aspectos que hay que tener en cuen- srilo designa la palabra revelada de so celebraron dos concilios ecuméni-
tencia del limbo de Ios niños, tanto ta: función mediadora de Cristo, l)ii», sino también una persona. es cos. El t, XIII de los ecuménicos, tuvo
más cuanto que no hay ninguna de- sirnbolismo d¡amático (o de la üda tlecir, su relación de Hijo con respec- lugar del 28 de junio al 17 de julio
claración doctrinal de la Iglesia acer- de Cristo o do la liturgia cdestial), to al Padre (relación de generación), de 1245, en el pontificado de Inocen-
ca do ese tema. Los pasajes en los vinculación de la anamnes¡s de la :rparece ya analógicamente en la li- cio ¡v. El II, xlv de los ecuménicos, se
que se alude al tema, no pretenden muerte del Señor con la memoria de tL:ratura sapiencial del judaísmo tar- celebró del 7 de mayo al 17 de julio
decir nada en concreto sobre é1. los santos, etc. El filtimo paso a este tlio. Con todo, se admite que pasó de 12i74, durante el pontiñcado de
La investigación científica, todavÍa respecto fue Ia fidelidad a lenguas me- tle ahí primeramente a las especula- Gregorio x. Este I¡ concilio de Lyón
no terminada, aportó la seguridad de ramento eclesiásticas, es decir, (<muer- ciones de un fllósofo de la religión, es teológicamente importante. En in-
que no se puede hablar de vn -)con- tas>>.Una verdadera renovación lithr- ol judío Filón de Alejandría, de don- terés de la unión con los griegos se-
sensus de los teólogos acerca de dicho gica no debería conformarse con tra tlo Io tomaron los him¡os a Cristo parados, precisó y definió la doctrina
problema en épocas anteriores. El reinstauración de una forma funda- tlel cristianismo primitivo; así en- católica sobre la ->Trinidad, espe-
problema básico hay que afrontarlo mental y primitiva, sino que, como en ci)ntró acceso al evangelio de San cialmente Ia procedencia del Espiritu
a partir de las afirmaciones sobre la los primeros siglos, debería encontrar Juan, tal vez en forma de himno que Santo (-+Filíoque), y sobro la exis-
voluntad salvíflca universal de Dios la forma hoy requerida en Ia celeb¡a- l.rrc readaptado para su incorpora- tencia de los siete -)sacfamentos
(-+salvífica [voluntad de Dios]), so- ción de la -+eucaristía y en la audi- cirin al prólogo. (Dz 460-466).
bre el -)bautismo de deseo y a par- ción de la -+palabra de Dios. En este
tir también de una teología adecua- sentido, es imprescindiblo un conoci-
da cle 'la -+muerte. Cf. -rCartago. miento y análisis teológico exacto del
tiempo presento (-+pastoral [teo-
Liturgia (grrego leitourgeia: lo Iogíal).
que hace el pueblo; en la traducción
griega del AT, el -+culto veterotesta- Loci theologici. En la teología pro-
mentario) dasigna todo el culto ofi- testante, donde este concepto aparece
cial del cuerpo mistico de Cristo, es en el s. xvr, significa las piezas capita-
decir, de la cabeza y de los miembros les de la fe, ordenadas desde un punto
(asi en la encíclica Iitúrgica de Pío xIl de vista objetivo. En la teología cató-
Medíator Dei, publicada en 1947;, lica significa las fuentes de conoci-
cf. también -)Lex orandi, lex cre- mionto de la teología: -+magistea'io

391 392 .194


LI M
Llaves (¡roder de las). Según Mt brado administrador dol camino de Macedonianismo. Doctrina teoló- verdad se comunica al hombre no
16, 19 a Pedro le fueron dadas las salvación abierto por Cristo, admi- ¡¡ic'a que sostenía que el Espíritu sólo en la gracia siempre nueva (en
<<llaves do la -»basileia>. Conforme nistrador, con plenos poderes, de ese Santo, pensado hasta entonces en una la «rconciencio>), sino que además, de
a la concepción del judaísmo tardío, <<medio>>salvífico quo es la Iglesia. nrisma linea con el Padre y con el acr¡erdo con la encarnación de la Pa-
Ias llaves (imagen que está en co- No hay que, confundir el poder de llijo, sin haber elaborado una teolo. labra en la -)palabra humana del
noxión con la «entrad») en la ó¿si' Ias llaves con el poder de atar 1' gÍa especial sobre su esencia, es sólo representante autorizado de la Igle-
leía) están en las manos de Dios, desatar (+atar y desatar [potestad tuna criatura, cuya acción nunc:r se sia (Lc 10, 16; Mt 28, 19s), aborda
quien las entrega tem¡roralmente a sus del), puesto que el primero se confie- propone en la Escritura como divina. al hombre en -)tradición histórica,
delegados humanos (cf. también Lc re exclusivamente a Pedro. Esta dis- El nombre de esta doctrina le viene postulando absolutamento la fe. Por
4, 25; Apoc 3,7, con Is 22, 22i Lc tinció¡L traducida a la terminología crróneamento de un obispo de Cons- lo tanto, la verdad de este mensaje
ll, 52; Mt 23, 13; Apoc 9, l; ZO, actual, sería: Ia suprema potestad tantinopla de mediados del s. Iv, lla- de fe históricamente transmitido tie-
1. 3). Esas llaves significan el camino pas¡oral en la Iglesia la tieno tan só- mado Macedonio. En griego se lla- ne que quedar incluida en la gracia
do la salvación, y no la salvación Io Pedro; Ia potestad de supre- maba, a los seguidores de tal doc- de Dios escatológicamenle victoriooa
misma. Si se confian a Pedro (roca). mos pastores la tienen también los trina, pneumat omakhen = adversarios (cf. 1 Tim 3, 15).
esto quiere decir que queda nom- apírstoles. del Espiritu. Otros seguidores de esa Esto quiere decir que, siempre y
tcndencia admitlan que el Espíritu cuando la Iglesia como totalidad
,Santoera una entidad intermedia en- testiñca su fe postulando la fe ab-
tre Dios y la criatura. Esta doari- solutamente, no puede menos de te§-
rrir, originada como consecuencia del tiflcar la verdad de Cristo. Pero la
'+arrianismo, fue condenada en el Iglesia como totalidad, segfin su cons-
r concilio de ->Constantinopla, donde titución, puede dar testimonio de
la defendieron 36 obispos. la verdad de Cristo postulando cate-
góricamente la fo de doble manera.
Magisterio, o potestad docentq de- Primero, en la unidad de su testifica-
signa la capacidad ---+oncebida ju- ción docente, en el episcopado todo.
lidicamente, inherente a t¿ -+Iglesia que como totalidad tiene inherente en
con toda necesidad,, activa y exigien- su unidad la sucesión legítima del co-
tl<¡ obediencia- de seguir testificando legio apostólico (-+obispo). Segundo.
l¿r autorrovelación de Dos en Cristo, y de acuerdo con lo precedente,
t¡Lro comunica a Dios mismo. Esta también en la cabeza personal y ca-
crpacidad de testificación correspon- paz de acción de dicho colegio, en
tlo a la Iglesia en cuanto comunidad el obis¡ro de Roma, el -+paPa. Se-
cscatológicamente definitiva de los gún esto, Ios plenos poderes de do-
(¡rc creen en Cristo, constituida jerár- cencia son propios del episcopado en
t¡rricamente y con la misión de dar conjunto (Dz 1&00 1821 1828; d. 54
tcstimonio de Cristo. Siendo la Iglesia 212 349 657-661 767-77A 792a 1781
l:r l'orma tangible de la autorrevela- 17V2 e.p.), en cuanto que es uno en-
eiírn delinitiva de Dios que acontece tro si y con el romano pontífice (Dz
¡rrccisamente en el Dios-hombre, no I 839), en tanto que es cabeza suYa

¡rrrr:rlc, como totalidad. caer fuera de investida de autoridad (es decir, que
l;r grlcia escatológica. es decir, de la no es un órgano simplemente repre-
vr'rrtacl cn ctranto gracia. Pero esta sentatir.o de un colegio, del qtre re-
395 396 l')7 198
Dc¡rt<ll¡i¡ro-

existente y admite que e1 mundo y ritus, aunque sin atribu.irius mayor


todas las leyes de la naturaleza han importancia. En el judaísmo tardfo
sido creados por E,l, aunquc niega se desc¡iben de mane¡a concreta las
todo ulterior concutso e interven- figuras demoníacas con su jerarquia
ción diüna en su creacióri, y espe- que culmina en el diablo, Satán, etc.,
cialmente toda -)revelación sobre- con su actuación como corrupto-
D natural. Este deísmo fue defendidr¡ res, y su origen en la caída de los
con los matices más variados, y siem- ángeles.
pre en conexión con la instauración Estas ideas, en sus rasgos funda-
Dccálogo (griego diez senten- lógicas), cuando la menor e§tá Por de una -rrelieión filosófica natural, mentales, so introducen en el NT,
- lJ menos implícitamente contenida
cias, <<diezmandamientos de Dios»>) desde la segunda mitad del s. ,flI. Su aunque puestas al se¡vicio de la his-
es un término clásico para designar en la revelación diüna 1-+dogma)' defensor más destacado fue Voltaire. toria de la salvación. Así, los de-
los mandamientos Y Prohibiciones Si la menor es sÓlo una verdad de El deismo fue condenado por el con- monios constituyen un reino (Mc 3,
irnpuestos apodícticamente al pueblo razó¡, la conclusión es todo 1o más cilio Vaticano t (Dz 1781-1800 1807 22-26) que se opone a la )basileía
de la antigua alianza' los cuales' re- de fe eclesiástica (cf. +calificaciones 181&1E13) a causa de Ia negación y que se manifiesta en la -)posesión
sumidos en diez ProPosiciones (Ex teológicas). La teología deductiva de lo -)sobrenatural y de la ->reve- diabólica. Cf. también -+virtudes y
puedá ser considerada verdadera Y lación, asi como también a clusa
20,2-17; Deut 5. 6-21), ordenaban la potestades. Existe una decisión del
viáa comunitaria ético-social de este legítima teología mientras no pre- de la opinión, sentada explícita o magistorio eclesiástico en el concilio
nueblo v habian de garant¡zar su exis- tenda entender y conceptualizar abso' implícitamente por el deísmo, de que Lateranense rv, donde se a6¡ma ra-
i"n.iu iomo sociedad religiosa mo- lutamente las verdades fundamenta- Dios creó el mundo necesariamente, dicalmente que no se da nada abso-
noteística aPoYada en la -'alianza' Por medio de una Penetra-
les de fo -'+misterio. lo que equivale a impugnar la -tli- lutamente que sea malo (-)mal) des-
ción del En definitiva' bertad de Dios (con lo cual tod<r de un principio; por el contrario;
rlentro de un ambiente politeístico'
será verdadera y legítima teologfa si lo
El hecho de que et decálogo esté quiere ayudar a una mejor inteligen-
deísmo se enreda en una serie de todo que hay de malo tiene su
condicionado histórica y sociológica- contradicciones). origen en la decisión libro de la cria-
mente no hace lícito que las actitu- cia de la fe, dando maYor claridad tura y e6 flnito y temporal (Dz 428).
des fundamentales predicadas y re- a la unidad do Ia revelación. CI' Demiurgo, cotrcepto de un artífice En este contexto se añrma que el
querida§ en el NT (-?caridad, grati-
-+ dogmas (evolución de tos). del cosmos, introducido en la filoso- diablo y los demás demonios fueron
trd¡ ,uutt sin más incorPoradas a él' l) En general, es la fía por Platón; en el gnosticismo se creados por Dios con r¡na naturaleza
En el NT, el decálogo está orderia- Definición. lo considera como entidad media en- buena, pero que ellos, por sí mis-
do y subordinado radicalmente al determinación conceptual clara, bre- tre Dios y el mundo, que forma el mos, se hicieron malos (Dz 4?,3). Con
manáamiento del amor, Y sólo tiene ve y completa de lo que significa mundo terreno a partir de una ma- ello se da por supuesta la. existencia
validez en. la meüda en que es )leY una palabra o de lo que dobe enten- teria previamente dada. Cont¡a esta de los demonios. Estas escuetas in-
derse por una cosa. 2) Defrnición dog-
natural y concretización de la ética idea, los padres de la Iglesia defien- dicaciones impiden considerar a los
natural. mática: toda decisión docente, so den la identiclacl ciel Dior; r-crJ:rdcnr demonios como adversarios de Dios,
lemne, e¡
cathedra (claramente re- uno con el creador del mundo y con tan poderosos como É1, o describir
conocible en cuantotal Por su for- el l'ornr¿rdtrr <Je un mundo visible nítidamente sus características y ac-
Deituctiva (teologla). Se llama así
a la teología sistemática que quiere ma) del '+PaPa o de un ->concilio bueno. ciones a la man.era que suele hacer
llegar a una inteligencia de las ver- ecuménico. en virtud de la cual se la piedad popular.
daáes reveladas Y de la fe actual, enseña una verdad como verdadera' Demonic. Este tórrnirro ¡rrovienc Desde el punto de vista de la his-
estableciendo conclusiones con ayu- de lorma definitiva y obligatoria para de la palabra giega doimorr, que en toria de la salvación, sería poco serio
da de reglas lógicas (tres términos en toda la Iglesia; verdad que, Por lo los poetas suele significar un dios teológicamente considerar al diablo
clos proposiciones y la conclusión en
tanto, hay que admitir con fe diüna protector bien intencionado o la voz y a los demonios como una clase es-
otra-que Procede de la maYor Y la
y católica (o eclesiástica), ya que ha interna del hombre. Los pueblos de pecial de duendes que andan vagan-
menor). En ese Proce§o, la maYor Y iido revelada Por Dios o está de tal todos los tiempos han conocido de- do por el mundo. Más bien podrla
la menor Pueden ser verdades reve- manera vinculada con una verdad re- monios de diversas clases y catego- aceptarse que se trata de los poderes
ladas, o bien la mayor f'uede conte-
velada que no Puede negarse una sin rías, de diverso poder el'ectivo. I-as del mundo. en cuanto que este
ner una verdad revelada, mientras negar a la vez la otra. -+Infalibili- más de las veces se utiliza en el sen- Jmundo rspresenta una repulsa de
que la menor contiene Ílnicamente dad. -+Dogm¿. ->Magisterio' tido más estrecho de <<espiritus ma- Dios y una tentación para los hom-
rina verdad de tazón Sólo se Puede ligno»>. También en el AT se da por bres. Con ello se atribuye también a
admitir una conclusión con -+fe di- Deismo es una teoria que recono- supuesta ia existencia de tales espí- los demonios la personalidad soste-
vina (cf. también ->caliñcaciones teo- 69 ¿ -+Dios como Personalmente
15'l l5n
156
155
Demrmios
Decrnif ologiarción
nida por la Biblia y el magisterio puramente eclesiástico está constitui-
mann (nirc. 'l 884), consistente cr¡ in-
(Dz 2318), puesto que todo desorden do por leyes eclesiásticas (aunque Deeeperación, En teología, descs-
peración es la renuncia libre y cul' terpretar existencialmente el NT. tis
esencial se realiza en el mundo per- su contenido refleja frecuentemente pable a la -+esperanza, que en todo decir, consiste en presentar el -+kc-
sonalmente; y también su pluralidad, derecho divino) y por el derecho con-
peligro y necesidad interiores o ex- rygma del Ir[I al hombre de hoy dc
que hay que pensarla en conexión suetudinario. La fuente capital del por
con la pluralidad cualitaüva y re- derecho canónico en la Iglesia latina
teriores confía en la fidelidad, ayu- tal nranera, que ese medio el
da y misericordia de Dios, y así per- hombre contemporáneo se encuentrc
gional del mundo. Con ello se afirma es el CIC, que entró en vigor el año
severa cn crecr que la existencia ¿ie- inmediatamente afectado, situado
además que los demonios se cierran 19118, aunque desdo entonces se ha
ne un sentido salvíflco realizable, La frente a una decisión existencial. Lo
culpablemente frente a Dios como reconocido la necesidad de cambiar
que, segfin Bulünann, encubre al
algunas de sus partes. El derecho di
oxperiencia pasiva de un peligro o
momentos de este mundo, pensamien-
impotencia del hombre por sí mis- kerygma del NT y que, por lo tanto,
to al que parece apuntar etiológica- vino en la Iglesia no es algo fosili-
mente el tránsito o fin de la forma zado e inmoble, sino que con res- mo, en o¡anto tal, no es todavía hay que eliminar para el logro de
desesperación alguna. Esta se da sólo la tarea de interpretación propuesta,
de esto cocmos. Tras la victoria de pecto a su conocimiento y aplicación
cuando el hombre, en una soberbia puede reducirse a los siguientes pun-
Cristo sobre el pecado, el poder de a la situación concreta rigen los mis-
tos de vista: incluso los fragmentos
los demonios es sólo una vana apa- mos principios que en la evolución
última no confesada, impide incluso
riencia (por real que oiga siendo en de loe dogmas (-»dogmas [evolución a Dios ser mayor que la propia frrer- del mensaje de Jeshs seleccionados
za, experimentada como impotencia, por Ia crítica textual como propias
el ámbito intramundano el poder de de los]). Con mayor motivo el de-
e históricas palabras do Jesris so¡
las guerras, de los tiranos, etc.). Los recho puramente eclesiástico será e identiñca 1o posible para él con
lo posible por sus propias fuerzas. mitológicos, es decir, utilizan el -+mi-
demonios han sido despojados del capaz de mutación y acomodación
poder (Lc lO, 1'8; Mt 12, 28). a las diversas épocas. En cuanto que
to como forma de expresión (p.ej..
Desiderium ¡raturale es un término -)brcileía, +Hijo del hombre). Con
las normas del derecho canónico so-
que desde Sto. Tomás de Aquino mayor razón los fragmentos poste-
Depósito dc Ia fc es el caudal de portan Ia autorre¿lización de la lgle-
riores del NT utilizan el mito. Así.
fe confiado a la -)Iglesia y que ésta sia, tienen el mismo sentido salvífico designa la orientación tr ordenación
ha de guardar con fldelidad y expli- que la lglesia en absoluto (precisa- del esplritu creado a la <<visión de la predicación de los discípulos sobre
Dios». Se funda en la patencia iü- Jesús al poco tiempo de 1a muerle
car infaliblemente (-»Sagrada Escri- men aqui, en la diferente concepción
mitada del -)espíritu humano en si de éste (p.ej., en el mito de la resu-
tura, -)tradición, -)fe; Dz 1800). de la esencia de la Iglesia, está Ia
En virtud de la esencia del mensaje razén de la diversa manera como en- mismo con respecto a lo ir-rfinito. rrección). En el estrato todavía pos-
y la obra salvífica facilitadas por Frente al desíderium ndturale en stJ terior. influido por el helenismo, se
tienden Ia Iglesia los cristianos pro-
estructura <<natural>> que le viene dada aplican a Jesfis mitos ulteriores (p.ej.,
Cristo, este depósito de la fe no testantes y orientales), au[que no
con la naturaleza del hombre, se halla el mito de un redentor, tomado de la
puede entenderse como un ((paquete siempre es fácil reconocer la obliga-
el ofrecimiento de la autocomunica- gnosis). Los presupuestos y princi-
de dogmas bien atado>>, sino como toriedad de dichas noflnas en el caso
la suma de los bienes salvífiios (en particular. ción de Dios que se ha realizado pios de la interpretación existencial
palabras y dones) que han sido con- La Iglesia es indulgente en la apli- I'ácticamente en Cristo. Cosa que nun- del mensaje neotestamentario encu-
fiados a la Iglesia para su realiza- cación de algunas nonnas purarnen- ca hubiera podido exigir el deside- bierto por la mitología podrían re-
ción siempre nueva, con el fin de te eclesiásücas (conoesión de dispen- rium naturale y que, por lo tanto, sumirse como sigue: toda proposi-
sas; la -+epiqueya es considerada sigue siendo radicalmente indebido ción ha de ser interpretada existen-
hacer inteligible, creíble y fructifero
a la constitución natural del hombre. ciaknente, puesto que sólo me afec-
en medio de su situación presente, como virtud; además, para las leyes
histórico-terrena, eI depósito a ella puramente eclesiástic¿s rige el prin- Con todo, el desíderium nalurale es ta si se la considera en una decisión
confiado. Esta realización compete a cipio, universalmente reconocido, de la <<aperturo> dinámica del hombre actual. La mediación de cosas obje-
todos los miembros de la lglesia gue no obligan en caso de inconve- en la cual pudo acuñarse y quedó livadas que sólo están «presentes>),
impresa la autocomunicación sobre- ((a mano», no me interesa. Prccisa-
(-+Iglesia oyente) y acontece en la niente grave). Derecho canónico es
natural, gratuita de Dios, y la visión mcnte, lo que en el NI me habria
enseñanza, -+culto y vida. también el nombre que se da a una
de las más antiguas disciplinas teo- también gratuita, como implantación de llamar a la decisión, queda encu-
Derecho canónico. Se llama así al lógicas, puesto quo se apoya en las del fin del hombre, Cl'. -+potencia bierto por la objeüvación en el mito.
derecho ügente de la -+Iglesia, que colecciones de cánones conciliares, obediencial, -+existencial sobrena- El mito brinda al hombre <<moder-
tural. no» otras dificultades adicionales: el
ordena su desenvolvimiento como que pueden encontrarse ya a partir
sociedad. En la medida en que viene del s. v. mundo natural, cerrado, estudiado
comunicado en la revelación divina De gran importancia es la colec- Dcsmitologización es el nomb¡e, por las ciencias de la naturaleza, no
o es parte de Ia -+ley natural, se ción de decretos de Graciano, que no del todo acertado ni auténtico, pucde estar abierto a la imrpción dc
llama derecho divino. El derecho clata del año 1142. de la tarea expllcitamente propuesta la trascendencia. tal como el milo
por el teólogo protestante R. Bult- expone (p ej., en las narraciones de
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Rrh-Vo¡g. 6
Deemitologización Dia del Scñor

+milagros). Por lo tanto, el keryg- dencia es demasiado reducido, que la llevara a cabo por completo: ex- (->amor); es ya cristianismo anóni-
ma neotestamentario no puede ser de se apoya en un análisis insuficiente poner en teología la obra salvifica mo; es ya una aceptación que reprc-
ninguna manera el anuncio de ver- de la constitución trascendental aprio' de Dios en -)Je.sucristo de tai ma- senta la superación, la redención del
dades y hechos objetivos, universal- rística del -)hombre. Con ello queda nera, que el oyente de esta palabra destino.
mente válidos y salvificoe (esto no probado también que el vaciamiento quede tocado <<existencialmente», lla-
sería otra cosa que mitología)' El del kerygma y la torcida interpreta- mado a la conversión y a la fe. Destrucción (teoria de la) se llama
mensaje del NT que me afecta a ción existencial de la teoría de la a las interpretaciones do la misa
mí, afirma más bien: Jesús mo llama desmitologización conducen necesa- Destino. Para el cristiano existe (-)misa [sacrificio de la]) que ponen
a elegir entre Dios Y esto mundo Pa- riamente a una le paradójica, sin el destino en cuanto que la acción Ia esencia del sacrificio en una mu-
sajero; para esta llamada estoy en fundamento, que contradice a la esen- libre y
consciente de su vida acon- tación destructiva de la ofrenda, que
1a «ultima hor»>, en el <<ahora» de- cia dol hombre (incluso y Precisa- tece siempre dentro de un estado de de esa manera se substrae al uso de
cisivo. Del mismo modo que Cristo menfe a la del hombre actual). Con exposición a <<lo otro» del mundo, a los hombres (entrega de la ofrenda
murió en |a crtz y nunca exPerimen- todo, la pretensión auténtica de Bult- io imprevisible e indontrolable, so- a Dios y, simbolizada en ella, la en-
tó milagros en sí mismo ni los reali- mann no queda por eso desPac'hada. bre todo cuando aun Dios mismo trega del hornbre mismo). El punto
zó, sino creyó a Dios en la aceptación Es indiscutible que AT y NT refle- siguo siendo esencialmente el mis- capital de la teo¡ía de la destruc-
sumisa de su destino de tal manera, jan ideas míticas del mundo propias terio. ción es ver la esencia del sacrificio
que en su muerte tuvo lugar el juicio del üempo err que nacieron. Esta Así, el planeado diseñc¡ de la de la misa e\ la mactltio mystica
do Dios sobre los hombres caídos de idea del mundo no queda garuntrzada r.ida se convierte en lo impuesto que tiene lugar en la separación sa-
esto mundo, del mismo modo se me por la revelación. Por el contrario, ajeno, es decir, viene impuesto des- cramental del cuerpo y sangre do
exigo también a mí la fe contra el siempre ha sido y todavia sigue sien- de fuera. Además, la -)muerte re- Cristo por medio de la doble consa-
pecado, la decisión contra este mun- do la tarea permanente de la teolo- duco al hombre a 1a -+impoten- gración (ofrecimiento de Cristo en
do, aunque carezca de Prueba alguna gía (y su razó¡ de ser) el Preguntar cia: y la obediente aceptación en la forma de su pasión de muerte).
con re,specto a la verdad de la pala- y buscar qué quieren y qué no quie- la fe de esta impotencia absoluta
bra de Dios a mi dirigida' Según Bult- ¡en dec,ir <<propiamente>> las propo- es la acción suprema, la más amplia Determinismo. Doctrina que sos-
mann. el mismo NT inicia esta in- siciones transmitidas. l,a teología y frltima. Sin embargo, para el cre- tiene que todos los movimientos
terpretación existencial de un modo siempre ha admitido la distinción yente, este destino no es fuerza per- voluntarios del hombre no vienen
vago y encubierto, Puesto que lrre- entre el contenido de una a.firmación sonal alguna, ante la que é1 podria producidos y soportados en su orien-
senta expresiones mitológicas que se y la manera de presentarlo. Por tan- sólo enmudecer; y, si lo fuera, habria tación a un fln por una decisión
contradicen entre sí. Al hacerlo, to, siempre fuo desmitdlogüación en quedado en aranto tal destronada en libre (-+libertad), sino que están pre-
musstra que las representaciones ob- un sentido verdadero. Por otra parte' Cristo (cf. Rom 8, 3l-39). Es decir, via y unívocamente deteminados a
jotivantes no están entendidas en sen- hay que decir que, si se encierra a que el destino, y lo impuesto, queda esa dirección en virtud de causas
tido propio, sobre todo en San Juan 1o trascendente, al Dios tra§cendente, reducido por Dios a la impotencia externas (motivos actuantes desde el
y San Pablo con resPecto a la desmi- en una dimensión particular del hom- en virtud de su mismo Espíritu; por exterior) o internas (estado psiquico
tologización de la escatología (el fin bre, como hace Bultmann al ence- ese Dibs al que el cristiano dirige del momento). El determinismo con-
del mundo no es un acontecimiento rrarlo en la dimensión particular de la palabra como a su propio padre. sidera erróneamente las causas reque-
futuro, sino un suceso siemPre Pre- lo existencial, lo que sucede es que Dios es ciertamente el misterio, pero ridas como necesariamente determi-
sente, el existir en la decisión contra en vez de desmitologizar lo trascen- lo es como quien sabe acerca de sí nantes, es decir, identifica motivo y
este mundo). dente, en reaüdad se lo mitologiza. mismo dentro del misterlo; como causa (espiritual-personal) de un acto
f-a crftica científica en torno a la Acerca de esto. cf. los dato's funda- quien alli se comunica y comunica do la voluntad. Todas las fo¡mas del
teoría d'e Bultmann ha Puesto en mentales que se dan en ->mito Y también el sentido de su destino; materialismo defienden el determi-
svidencia de manera conüncente que -+mundo. No es licito destrozar como quien en el misterio es el amo¡ nismo (cf. también ->gracia, -)pe-
el kerygma neotestamentario no es mundo con su historia en un
<<este>> sapiente, libre; como quien alll tiene cado original).
solamento llamada a la decisión' sino dualismo extremo (de realidad obje- respeto ante la criatura y en Ia en-
la comunicación de un suceso obje- tiva o existencial), tan doctrinaria y carnación se ha impuesto a sí mismo Día dcl Señor se llama al ñnal dc
tivo: el suceso Cristo, acontecimien- radicalmente como lo hace Bultmann, su destino. I-a aceptación obediente Ia historiatemporal del mundo y
to que puede probarse con suficiente puesto quo lo trascendente ha venido def destino, que transforma ese mis- do la humanidad, en cuanto quc on
seguridad histórica, incluyendo en él con toda verdad a esta realidad Y la te¡io, dado que y en la medida en esa consumación total se rcvelarÍr r¡rrc
incluso la ->resurrección (de Cristo). ha aceptado perdurablemente. Sin que acontece en la gracia como una la historia del mundo y tlc la s¡rlv;r-
So ha probado filosóficamente que el embargo, sigue en pie la tarea indi- -+revelación, es ya -+fe y (cuando ción tuvieron su fundamento, nrcrli-
concepto bultmaniano de -+trascen- cada por Bultmann, aunque éste no Ilega a su consumación) -+caridad da y meta en la autocomr¡nici¡ciírrr rlcl

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e
r -IF

Dia del Scñor Dim

Logos aI mundo, que tuvo su Punto nomo. EI diaconado se convirtió en Diluvio. Recibe este nombro la y en la de éste a l<x hermanos (l loh
culminante y definitiva irrevocabi- un mero escalón de tránsito al sacer- inundación narrada en el Gen 6, 1-9, 4; 16 s). En último término se hace
lidad en la encarnación y en la obra dosio. 17. Que la inundación aquí mencio- visiblo en Jes{rs, su flel retrato (2 Cor
del Logos; de manera que, cuando Segfin la doctrina más general y nada cubrió realmente toda la tierra 4,4; Cal 1, 15). En un conocimiento
so llegue a la consumación total, se segura, el diaconado es un sacra- o exterminó a todos los hombres que analógico del ser, la filosolía y teo-
revelará la posición del Logos hecho mento; por lo tanto, es algo querido vivían entonces, fuera de la familia logía cristianas lo entienden como la
homb¡e en la historia de la salva- por CYisto, al menos en cuanto que de Noé, es algo que no quiere añr- esencia absolutamente santa, supre-
ción y en la historia del mundo, Y El constituyó el poder gubernativo mar realmente la narración biblica, ma, supramundana, personal, absolu-
ese Logos será el <<venido de nuevo>> jerárquico de la Iglesia, del que for- trazada con vivos colores y desde el tamente necesaria, incausada, exis-
como desvelación de la gracia dis- ma parte el diácono en virtud de 1a limitado ámbito histórico del narra- tonte do por sí, por tanto eterna e
pensada (-+parusía) y como juicio -+imposición de las manos del obis- dor. Siernpre ha habido inundacio- infinitamente perfecta (Dz 1782).
del mundo. De forma correspondien- po (cl. Dz 966 23AI). Hay que tener nes latastróficas que han dejado ras- Esencia que ha creado de la '-)nada
te, en la Escritura se llama dla de en cuenta que la extensión de la co- tro en la geología y han encontrado todas las demás cosas (-)creación;
Yahveh, día del Señor, el día del municación del'-»ministerio apos- eco en las tradiciones y leyendas de -)conservación del mundo).
Hijo del hombre, de Cristo, <<aquel tólico puede ser determinada de ma- muchos Ereblos. Todavía no se puede
dí»>, el día por antonomasia, el dla nera distinta por la Iglesia conforme fijar cuál de estas inundaciones dio l. Dios, como absolutamentc eris-
novísimo (Amos 5, 18-2fr; ls 2, 2; a las diversas épocas, dando por su- ocasión a la narración biblica. Su tente de por sí, no puede ser llama-
13,6ss; I Cor 1,8; 5, 5; Lc 17,24; pnesto que existe una voluntad per- sentido reside en la importancia mo- do <<enter> de la misma manera que
Phil l, 6; Ioh 6, 39s, etc.), a la vic- manente de participar en ese oficio ral e histórico-salvífica de
aconteci- el ente creado. A Dios, en cuanto
toria ñnal y patente de Ia soberania o ministerio como estado do vida. Los mientos que aparentemente sólo afec- que tiene el -+<<principio>> de su exis-
de Dios (AT) y de Cristo (NT), que estudios sobre las posibilidades dis- tan a la humanidad de acuerdo con tencia en si mismo, es decir, en su
cierra la historia. positivas de la Iglesia respecto a ia las leyes naturales. propia esencia (-+aseidad), le corres-
participación graduada del sacramen- pondo.el -)ser por antonomasia en
Diácono (giego diako¡¡os : servi- to del orden (-+orden), segfin las di- Dios (latín : Deus, giego : Theos, su magnitud total absoluta (csse ip-
dor) es el nombre que se da al po- versas situaciones, sugieren que la hebreo : El, Elohim y Yahveh) x sum subsistens). En cambio, el ente
seed,or de un -+ministerio eclesiás- trglesia debe definir de nuevo las fun- la designación de aquel que, según creado posee el ser únicamente como
tico claramente atestiguado ya en la ciones del diaconado conforme a las el testimonio del AT, se revela como fundamentado por Dios (->contin-
Iglesia apostólica y cuyas caracterís- necesidades de nuestros tiempos, y no limitado por frontera alguna fls gencia, -)causalidad) y, por tanto,
ticas son las siguientes: está a§ocia- tra.nsmitir sacramentalmente este po- 6: 1 Reg 8, 27), como aquol que por recibe el nombre de ente sólo por
do directamente al obispo (Phil l, 1; iier oficial delimitado de esa maner¿r. antonomasia no admite ninguna com- ->analogía. Puesto que Dios es ser
1 Tim 3, 8 ss) y tiene, por ámbito de paración (Ps 139, 7-12 e.p.), radical- absoluto en autoposesión eterna, re-
sus tareas, funciones caritativas y ad- Dicotomismo (palabra de origen mente vivo (Ps 90), con poder abso- sultan en El imposibles cualquier li-
ministrativas. grecolatino que significa división en luto sobre el ser @x 3, 13 s); como mitación o complemento. No hay
Si loe siete hombres do Act 6, I ss dos partes). Doctrina acerca de la aquel cuya omnipotencia no se ma- posibilidad positiva alguna que no
eran diáconos y, así, dirigentes de la esensia del hombre, segrin Ia cual nifiesta de manera abstracta, sino en esté en Él actualizada: es -+acto
comunidad helenística, entonces co- éste está constituido por dos ((partes», sus poderosas actuaciones históricas puro. La espiritualidad de Dios lspi
rresponde al diácono incluso una ta- pensadas como entes y no como prin- con respecto a su pueblo Israol y a ritus purus) se basa en esta autopo-
rea docente y de gobierno. En las cipios de ser, cuerpd y alma (Des- los demás pueblos; como el que se sesión absoluta, originaria e ilimita-
Iglesias más antiguasy en las primi- cartes). En una concepción primitiva da a conocer como inequívocamente da. Si bien la raz,6n puedo conocer a
tivas entraban dentro de las tareas de esta teorÍa se atribuye toda con- porsonal en la elección amorosa del Dios en el mundo como €n su ima-
del diácono: el servicio en la cele- ciencia sólo al alma y todo lo cor- pueblo de la ->alianza y del indivi- gen, y de la multiforme experiencia
bración eucarística. con la lectura poral sólo al cuerpo; y esto unido duo particular. Jesrls lo reconoce de la contingencia continua del ente,
del evangelio y la distribución de la con frecuencia a un -+dualismo dis- como padre suyo, que en Jesfis acep así como también de la contingencia
comunión, sobre todo a los ausen- criminante. No se puede llamar di- ta gratuita y remisivamente al hom- de esa misma experiencia, puede
tes, la catequesis, la dirección de la cotornismo ni a la ->antropología bre y le abre el acceso a su Jóo.si- el fundamento (causa)
<<concluirse>>
cartms e*lesiástica y la administra- bfblica ni a Ia tomist¿, puesto que /eia. Ese Dios es por naturaleza in- de esa realidad contingente (-+cog-
ción de los bienes de la Iglesia, e ambas, aunque de manera claramen- .r'isible (Rom 1, 20; Ioh l, l8; 6, 46), noscibilidad do Dios, -+Dios [pruc-
incluso la predicación. A más t¿r- te distinguible, recalcan la unidad sólo conocido por el Hijo (Ioh I, bas de la existencia de]), con todrt.
dar en la alta edad media desapa- substancial de todo el -+hombre l8 e.p.), aunque reconocido como ca- para el ¡rensar finito del hombrc, f)ios
rece e1 cargo de diácono como autó- (->cuerpo, ->alma). rirlad en la autocomunicación al Flijo sigue siend'o a \a vez incomprcnsihlt:

,(),/ t68 169 t'10


Dios Dioe (prueba de la existencil dc)

en su infrnitud, absolutez y alteridad precisamento dicha afumación es este Dios tal como se ha revelado 4. Cf., también, -+paternidad dc
absoluta. Es incomprensible porque también obra de la -+gracia salva- en Cristo; Dios es el ser que subsis- Dios (+Yahveh), +Hijo de Dios
el pensamiento humano no puede dora y es también afirmación de fe, te en diferenciación esencial absoluta (-)Jesucristo,'-+Logos), ->Espíritu
abarcar la inñnitud de Dios ni la es decir, procede de la autorrevela- con respecto al mundo (Dz 432 507 Santo, -+Pneuma, Jmisericordia de
puede entender partiendo de otro ción histórica de Dios (Dz 1786), y l6ñs 1782 1891 s 2305 e.P'), Por Dios, -+justicia de Dios, '-+santidad
objeto; esa infinitud, como funda- se lleva a cabo asimismo como fe más que siga siendo el fundamento de Dios, +fldelidad de Dios, ->cul-
mento de todo entender, sigue sien- (Dz 428 1782). Así, la doctrina de la permariente {el mundo; fundamen- to divino, -+religión.
do lo infundamentable, lo que nunca Iglesia sigue manteniendo firmemente to que todo lo ¡:enetra, que todo lo
se presenta dentro del conocimiento en el mundo actual la precariedad y mantiene y conserva en sí (Dz 39 Dios (prueba de la existencia de).
humano como <<objeto>> sino sola- deformidad fácticas de un conoci- 428 17'82'). Por tarito, Dios no puede Con este término se designa la re-
mente a manera de objeto. miento mer¿¡mente <<metafisico>>, al pensarse «panteísticamente» como la flexión sistemática <<explicativa» que
Por tanto. Dios sigue siendo el margen de la gracia y de la revelación fórmula acumulativa y <<personifica- versa sobre la afirmación necesaria
->misterio absoluto e indescifrable, (->politeísmo). Por tanto, nuestra da» do toda la realidad (Dz 18O3 s; de lo que llamamos <<Dios>> en todo
que precisamente ha de captarse como afirmación ha de escucharse partien- -)panteísmo). Semejante entidad, que acto espiritual del hombre; es decfu,
tal si Dios ha de entenderse co- do de la experiencia histórico-salvífica no es cualidad alguna de este mundo, siempre que emitimos un juicio o
mo <<Eb>. Como tal es fundamento y y gratuita de -+Jesucristo; y esto de que por el contrario subsiste abso- tomamos libremente alguna decisión.
meta de la dinámica trascendente tal manera, que siempre digamos lutamento en sl y para sí, e§ nece- En último término, una prueba de la
del espíritu humano linito abierto de aquel a quien conocemos como el sariamente {rnica (-+monoteísmo). Es existencia de Dios no pretende pro-
a Io infinito y queda siempre coafir- que actfia en esta historia de la sal- también del todo <<simple>> (Dz 389 porcionar un conocimiento en el que
mado atemáticamento en Ia realiza- vación: El es Dios. Asi pues, nues- 428 991 1782) precisamente eo su do fuera a dentro se acerque sin
ción do dicho espíritu; en el conocer tro artículo dre fe no dice en rlltimo plonitud infinita de ser, que no tiene más al hombre un objeto cualquiera,
y querer. En cuanto que Dios viene término y comprensivamente: <<hay dimensión existencial alguna comfin hasta el momento totalmente desco-
dado al hombre como misterio, y un Dios», sino: éste con el que hay con otro ente al que por esa ra- nocido y, por lo tanto, indiferente.
en cuanto que a pesar de ello se le que habérselas en la historia de Je- zón quedaría referida (simplicidad de Lo que pretende es proporcionar una
considera como captable para el co- el que en ella
sucristo, aparece, eI Dios). A esta entidad una y única conciencia refleja de que el hombre,
nocimiento natural del hombre (Dz que se revela y comunica como se la designa como <<totalidad de la en su existencia espiritual, siempre
1786 nA», hay quo entender la esen- -+Trinidad, ése es Dios, es el finico infinita perfeccióo> (omnipotencia, o inevitablemente tiene que habérse'
cia de esa inteiigencia cognoscente, Dios, la razón suficiente de toda la omnisapiencia, etc., Dz 1782). la Ias con Dios (tanto si le da el nombre
a la que se reflere la decisión dogmá- realidad multiforme y antagónica, el infinitud de esta misma perfección de <<Dioo» u otro cualquiera, reflexio-
tica dol Vaticano I, como capacidad misterio por antonomasia. puede rlnicamerite ponerse más en ne o no sobre ello, quiera admitirlo
de apertura al misterio. Pero enfon- De aquí que en la doctrina dogmá- claro en ürtud de la incomprensibi- como verdadero o no, quiera o no
ces todas las afirmaciones analógicas tica de Dios, incluso todas las (antes lidad de Dios. afirmarlo librernente). Esto es lo que
positivas acerca de Dios como mis- referidas) afirmaciones metafísicas En cua¡to que toda realidad enti- constituyo la peculiaridad, obviedad
terio infinito habría que leerlas de abstractas acerca do El no se refi.eran tativa üene que estar exhaustivamente y dificultad de la prueba de la exis-
antemano con la conciencia de que al sujeto abstracto de una metafísica, comprehendida y resumida por su tencia de Dioe : en primer lugar, se
sólo pueden entenderse rectamente sino que son un reconocimiento de fundamento originario, y tiene que trata de todo el hombre en la uni-
si se las considera, en unidad absoluta quo en nuestra historia tenemos que preyacer en él de una manera infi- dad de su intelección y übertad, aun
con lo positivamente afirmado, como habérnoslas concretamente con aque- nitamente sublimada, el esplritu, el cuando en el hombre sólo pueda
referencia interiorizante a ese miste- lla realidad de la quo afirmamos lo querer, la autoconciencia, la vida hacerse temático el lado de la con-
¡io inefable y, a la vez, como defen- inefable, y sobre la que hacemos encuentran punto culminante defini- ceptualidad abstracta y lo universal.
sa contra una profanación de dicho tales a.firmaciones, porque se muestra tivo en esa realidad rinica y absoluta Además, se trata de lo que todos sa-
misterio. así en nuestra histo¡ia: a El es a que es Dioo. Este es, por tanto (intel- bemos desde siempre, y, precisamentc
quien decimos <<tú>>. lectu et valuntate lnflnltus: Dz 1782), por eso, sólo muy difícilmente pue-
2. En la realización verdadera del el Dios absolutamente libre, üvo, ds decirse o expresarse en una obje-
hombre, esta afirmación sobre Dios 3, Más exactamente, en este ar- personal, que revelándose de forma tivación conceptual, pues lo objcti-
no vivo exclusivamente, ni en su tículo de fe especlficamente dogmá- salvífica por medio de Cristo se ha vado conceptualmente nunca pucdo
contenido ni en lo que toca a su tico acerca de Dios, se trata de anun- comunicado al hombre precisamente atrarcar de forma exhaustiva lo r¡rrc
fterza y carácter decisivo, del cono- ciarle en su absoluta unicidad e en esa plenitud y en amor pertinaz. ya se sabía atemáticamente dcl r¡h-
cimiento metafísico de Dios partien- irrepetibilidad, deduciendo de ésta la 6¡. ->Dios (teoría de), -+trinitaria jeto. Esto ocurre incluso en cl nivcl
do del mundo en general. Pues absoluta obligatoriedad de la -)fe en (teologia), -)teodicea. medio de lo cotidiano, en <¡uc ctutl-

t7t 172 173 17,1

*r
_Y

Dioe (¡nueba de la existoncia de) Dioo (tloctrina ¡cerca de)


quiera sabe más dc lo que puede incomprensiblemente luminosa de su tividad o causalidad originaria del Dios. En esta división no se tiene
deci¡ a otros o a sí mismo, p.ej., espiritu, como posibilitación de la ser como presente, del ser que so- en cuenta que cada una de ellas
qué es la lógica. el tiempo, la liber- absoluta cuestionabilidad, que el hom- porta la realización del espíritu de sólo puede alcanzar su meta (que
tad, el amor, la responsabiüdad, etc. bre realiza frente a sí mismo y en la ¡nane¡:r.-exclusivamente propia frente nunca ni de ninguna manera puede
La prueba, o las pruebas de la que se trasciende a sí mismo radi- a los demás entes, del ser que viene consisür en un forzar el recono-
existencia de Dios (pues cabe formu- calme[te, en la angustia anonadante, dado a la conciencia como objeti- cimiento de Dios), en la medida en
lar la prueba de diversas maneras que es algo distinto del miedo ob- \ amente temático, puede estructurarse que cada una, dentro de su articu-
o hacer valer más o menos explÍcita- jetivo. También experimenta esa es- conforme a los diversos aspectos for- lación particular refleja la experien-
mente distintos puntos de vista) se tructura fundamental en la alegría, males de un ente. Asi el ente como cia trascendental básica de la exis-
reducen todas a lo mismo: que en a la que no se puede desc¡ibir con contingente esüí referido al ser ab- tencia concreta.
todo conocimiento (incluso en la otra palabra; en la obligación noral. soluto como causa suya: prueba
duda, en la pregunta, en el haber re- en la que el hombre se desprende cosmológica de la existencia de Dios Dios (doctrina acerca de). Corres-
nunciado a metel'se en «metafisicas»), verdaderamente de sl; en la expe- o basada en la contingencia. En ella pondiendo a la manera de comenza¡
cualquiera que sea su objeto, se ((po- riencia de la muerte, en la que e1 ¡rueden distinguirse diversos momen- los -+símbolos de Ia fe. en la leolo-
ne» realmente algo, por Io menos el hombre conoce üvencialmente su tos: mirando a la fi¡alidad impresa gia crjstiana Iue siempre algo indis-
acto mismo; y esa «posiciór»> acon- absoluta depotenciación En estas y en e1 ente, resulta Ia prueba teleo- cutible que la teología ->dqgmática,
tece ante el trasfondo del -+ser por otras muchas formas de la experien- lógica; atendiendo a que ontológica- si queria ser en absoluto sistemática,
antonomasia o abso,luto afirmado; cia básica trascendental de la exis- mente todo acto depende de un ac- tenía que cmpezar con la doctrina
del ser como ho¡izonte, como meta tencia concreta está presente, sin ser to precedente, hasta deducir el acto acerca de -->Dios. Que el hombre
asintótica y como '-+principio sus- <<visto>>, 1o que lo es todo (y, po. puro carente de toda potenciaüdad, no hable en primer lugar de su sal-
tentador del acto y del objeto. Una tanto, con mayor razón p€rsona) y brota la prueba kinesiológica del vación, sino de Dios, 1o exigen: a)
pregunta ulterior y secundaria a este lo que el hombre experimenta como primer ->motor; o, teniendo en cuen- la revelación y la historia de Ia sal-
propósito versaría sobre cómo llamar fundamento de su existencia espiri- ta el primer punto de partida nece- vación como automanitestación de
a este <<sin-nombre» que se hace pre- tual, sin que pueda identifitprse a sario del mundo, surge la prueba Dios y. por tanto, la esencia formal
sente apartando do sí. sí mismo, finito, con ese fundamento. basada en la entropía; a la vista de de la ->teologia; b) la esencia del
La respuesta ¡rodrfa ser, lal vez. Esta estructura básica y su con- que a todo lo finito le conviencn hombre trascendental-exéntrica y
ser por antonomasia, misterio; o, de tenido se hacen temáticos en las todas las perfecciones puras de ser llamada fundamentalmente a la obe-
cara al aspecto libre de esa trascen- pruebas explícitas de la existencia s(rlo por participación, resulta la diencia de fe con respecto a este
dencia, bien absoluto; t{r personal, de Dios. La experiencia de que la prueba de los grados de Sto. Tomás Dios que se automanifiesta; esencia
absoluto; principio de la responsabi- realización de todo juicio como acto de Aquino. que só1o se satislace cuando encuen-
lidad por antonomasia- En cuanto que acontece siendo sustentada y movida Por otra parte, el absoluto carác- tra a Dios, y no encontraria al Dios
e1 hombre capta la realidad objetiva por el ser absoluto, que no üve gra- ter ético del ente personal remite a verdadero si sólo fuera considerado
de su üda cotidiana por aprehensión cias a este pensar, sino que actúa la realidad del valor absoluto: prue- en su (<ser pafa nosotros>).
y por conceptos envolventes, realiza, como sustentador y no como lo pen- ba de la existencia de Dios deonto- Lo precedente no excluye, sino que
como condición de posibilidad de sado por el pensar, se hace temático lógica, axiológica, moral. La abso- incluye, el quo incluso este tratado
esc entender captativo, la anticipa- en el principio metafísico de causali- lutez de la verdad ontológicamente no pueda licitamente olüdar que
ción atemática, inobjetivada, de la dad. Principio que no ha de confun- realizada remite a la absolutez real nuestro con.ocimiento real de Dios
incomprensible realidad, de una ple- dirse con la ley científica y funcional del ser necesario: prueba noétic¿. I-a procede de Cristo (-+cristocentrismo).
nitud de la realidad que, en su uni- de causalidad, segfin la cual a todo convicción universal de todos los Por eso es muy importante no pro-
dad, es a 7a vez condición del cono- Ienómeno como <<efecto>> se le ads- pueblos acerca de la existencia de poner la doctrina general de Dios,
cimiento y de lo conocido (singular); cribe otro de igualdad «cuantitativa>> Dios debe tener su razón suficiente do un Dios, como si no existiera la
y queda siempre atemáticamente afir- como (<causa». El principio de c¿usa- en el Dios real: prueba histórica, et- teología trinitaria (-+trinitaria [teo-
mada como tal. incluso en el acto lidad metafísico se describiría asi: nológica. Todas estas articulaciones logíal). El Dios que tiene ¡roder so-
en que impugna esto atemálicarnente. lo flniio contingente que es afirma- filosóficas particulares acerca de Dios, bre la historia, que se comunica al
El hombre singular experimenta es- do de hecho, y no necesariamente. que se llevaron a cabo dentro del mundo en una revelación progresiva,
ia ineludible estructura fundamental puesto que no 'trae en si su razón ámbito de la filosofía occidental a es también por eso mismo el Dios
de su existencia espiritual en la si- suflciente, existe como «causado>>, lo partir de Anaxágoras y Platón, se que se comunica y revela progresiva-
tuacióri originaria, siempre singular mismo que su afirmación, en virtud dividen con poca claridad, desde el mente más y más como trinidad de
(-+encontrarse [el]), de su existen- del ser absoluto como causa (ct. siglo xvrrr, en pruebas metafísicas, personas. La <<esencia>> de Dios sólo
cia; la experimenta c<¡mo cfaridad también -+causalidad). Esta substan- l'ísica y moral de la existencía de queda en verdad teológicamente enun-

175 176 171 ITIJ

ü
Dim (doctrina ¿cerc¡ de) Doble efec¡to de una acción
ciada si se Ia conoce como comuni- se mantienen suficientemente discri- justificación, sigue siendo esa meta- rencia entre dos cosas, cada una de
cable dentro de la divinidad, y se minadoe la mayor parte de las veces. ttoia efeto de la anticipación gra- Ias cuales puede existir sin que
entiende esa comunicabilidad como La ->fidelidad, la ->misericordia, la tuita de la solicitación amorosa de exista la otra; la diferencia entre el
consecuencia do la naturaleza del *>caridad, etc., que conocemos fá-
Dios que es ya eficaz en el intlpe- Jaccidente y la ->substancia que
ser tratado en la misma doctrina cilmente y declaramos en este trata- lado (cf. lvlt 3,2., junto con loh 6, 44; lo soporta, sin la cual no puede exis-
acerca de Dios. Con todo derecho se do, no son meramente <<propiedades» -+pecado original, -)gracia, -+pe- tir (naturalmente) el accidente; la
trata también del conocimiento de necesarias de la metafísica de Dios, cado, ,naturaleza). diferencia entre los diversos princi-
Dios en la doclrina sobre el mismo, teológicamente testiñcadas; son algo Con todo, la realización <<en sí pios de ser constitutirros de un ente
puesto que precisamente la reflexión esencialmente superior. Y 1o son por- apropiada» de la persona humana uno y substancial (-+materia, -)for-
sobre esa propiedad del hombre, de que esa ñdelidad, caridad, etc., que puede considerarse como disposición ma), etc.
estar referido trascendental y gratuita- El nos manifiesta fácticamente, nos por una parte,
<<negativa», puesto que, [.a distinción real no niega co-
mente a Dios, nos patentiza por su las hubiera podido rehusar sin por hay que sostener la posibilidad de nexiones de otro tipo (causalidad,
misma naturaleza lo que es Dios el.lo dejar de ser fiel, amante, etc., obras naturalmente buenas, y por creación, etc.) que pueden y con fre-
propiamente. En la temática de la en sentido metafísico. Estas propie- otra, la voluntad salvífica universal cuencia tienen que darse entre entes
doctrina propiamente dicha entran dades no se dejan sintetizar mate- do Dios es un hecho obrado gratui- realmente distintos. Una distinción
también el problema total de la rialmente de forma positiva. P.ej., tamente. Asi pues, hay que entender- real es todavía una nota positiva en
relación entre el orden natural y el más que temer su justicia, tenemos la como disposición <<negativa>> con- Ia suprema unidad de Dios (-tTri-
sobrenatural gratuito, entre los cono- nosotros que exhaltar su misericor- forme al axioma: facíenti quod est ín nidad), Conservar intactas la conve-
cimientos correspondientes a esos dos dia, presto que El ha hecho que sea se, Deus non denegat gratiam, es niencia y la distinción que no se
órdenes y, ulteriormente, el problema srrperabundante su gracia. y no su ira. decir, a aquel que obra rectamente, restringen, sino que se intensifican
de la relación entre conocimiento La doctrina de Dios expone la y no porque obra rectamente, Dios reciprocamente, es la tarea siempre
esencial y existencial, así como tam- esencia de Dios como el ser -)abso. no le niega su gracia. Más exacta- diversa de Ia teología en muchos
bién el de la relación entre los obje- luto. A este propósito habría que mente, esta disposición negativa con- terrenos: -+naturalez¿ y gracia, doc-
tos a ellos adsc¡itos. No sería teoló- aclarar que la plenitud infinita de siste en no poner ningún nuevo trina de las dos naturalezas en la
gico pretender actuar como si la ser. propia del <<-)acto puro), col-l impedimento (obex) a la acción sal- -+unión hipostática, signo sacramen-
teología, en cuanto reflexión siste- su -+aseidad, sólo podrá entenderse vífica de Dios. Por parte de los hom- tal y gracia sacramental en el -+sa-
mática sobro la palabra de la reve- si se le adora como a misterio santo. bres maduros y, sobre todo, en orden cramento, ->Iglesia y .-+Estado, etc.
lación, pudiera salir adelante sin me- a la recepción de los -+sacramentos, La desintegración o simplificación de
tafísica. Disposición. 1) En general: el es- se requierc necesariamente una dis- las realidades son tentaciones igual-
La doctrina teológica de Dios sólo tado (actitud) necesario y supuesto posición positiva puesta y sustentada mente falsas e igualmente grandes
puede tratar de la enunciación de lo como condición interna para la ac- por la gracia misma (Dz 814 817 849). para el pensamiento teológico finito.
que se conoce de Dios por medio tualización do una propiedad determi ->Intención.
de su autotestimonio histórico en la nada de una persona o cosa. 2) Teo- Diteismo. Doctrina seg{rn la cual se
obra salvífica y en la palabra. Pero, Iógicamente: lo que pone al hombre Distlnción. La pluralidad del mun- dan dos dioses con dos esencias di-
en ese mismo conocimiento y en sus en potencia próxima con respecto do forma parte de los datos origina- vinas diversas. Se da prácticamente
enunciaciones, el hombre realiza tam- a un acto determinado o a la rece¡> rios de la experiencia humana; es en el -)maniqueísmo, que admite
hién ineütablemente su existencia ción de un influjo, eütando una acti- decir, la convicción (apoyada en la dos principios originarios indepen-
metafísica. Y, cuanto más claramente tud contraria al efecto pretendido experiencia dc nosotros mismos como dientes entre si, y en el -+subordina-
reflexiona sobre ello, precisamente y orientando positivamente una acti- sujetos y en la experiencia de la cionismo estricto.
para abrirso con plenitud al autoles- tud en orden al efecto. La disposi- libertady de Ia rcsponsabilidad pro-
timonio divino, con tanto mayor pu- ción, como orientación positiva en pias) de que eso <<plural>> no es Doble efecto dc una acción. La
reza podtá. dc nuevo enunciar ese orden a la recepción de la gracia cle meramento la apariencia multiforme posibilidad del doble efecto de una
autotestimonio. En csta proposición la justificación, nunca es posible para de algo que es «en sí uno y el mis- acción viene dada fundamentalmente
puede tratarse no solamente de las el hombre si entendemos que de mo». Donde se dan dos realidades con el hecho de que la acción hu-
propiedades esenciales necesarias de ella podria resultar una exigencia diversas entre sí independientemente mana libre siempre materializa por
Dios, sino tambión de las estructuras de semejante gracia, o que Ia gracia de una operación intelectual, se ha- su implantación hacia <<fuera», el res-
básicas de la libre conducta de Dios no podría crear esa disposición. In- bla de distinción real. En caso con- pectivo <<nrundo>> subjetivo del agen-
con respecto al mundo, mantenida a cluso allí donde al hombre maduro trario, se habla de distinción de te (su fin objetivo, su situación, su
lo largo del curso de Ia historia de se le exige la -)metonoía (: conver- razón. Con todo, la distinción real intención) en determinado ambientc
Ia salvación. Estos dos contenidos no sión) como condición previa a Ia puede ser muy diversa. Así, Ia dife- humano (que, por su parte, vivc
179 180 ,1
181 1 r{l
,1
Doble efecto de una acrción Dogma

este hecho, lo interpreta). El pro- traordinaria y explícito reconocimien- l. Esencia del dogma. En el len- :. División de los dogmas. Aun-
blema teológico-moral se plantea allí to por parte de la Iglesia. En la ar- guaje actual de la teología Y de la que hay que sostener fundamental-
donde la consecuencia no pretendida gumentación teológica, l<x testimo. lglesia (generahzado y fiiado total- mente la equivalencia formal de los
de la acción es mala. está de hecho nios de los doctores de la Iglesia mente sólo desde el s. xvIII), es una dogmas, está justiñcado diviúirlos co-
incvitablemente unida al efecto pro- no están en el mismo plano que los proposición objeto de la ->fe divina mo sigue: a) Verdades generales y
piamente pretendido y se la prevé de -)padres de la Iglesia, puesto y católica. Por lo tanto, una Propo- l undamentales del cristianismo, ar-
(no sc la quiere) como tal. ¿Es lícita que no proceden necesariamente del sición que Ia Iglesia promulga ex.- ticulos fundamentales. áJ Dogmas es-
semejante acción? Para una solución: tiempo patrístico, perteneciendo no plícitarnente como rgvelada por Dios peciales, es decir, los demás artícu-
El mal permitido no puede ser me- pocos a la edad media y moderna, a través del ->magisterio ordinario los de la fe. Un patrón más estricto
dio para la consecución del fin bue- sino que figuran con los de los -rteó- o de una ->definición, bien sea co:t- para esta distinción es la siguiente
no, sino {rnicamente efecto conco- logos. En la Iglesia latina destacan ciliar, bien papal-, y Ia promulga pregunta: ¿Qué dogmas tienen que
mitante del bueno, y tan inmediato cuatro ya a partir del s. vlrt: San de"tal rranera, que su negación sea creerse como tales universal, necesa-
como este último en el orden de cau- Ambrosio, San Agustin, San Jeróni- una herejía -+herejía (Dz 1792; CIC ria y explícitamente, siempre y cn
salidad; hay que confrontar la im- mo y San Cregorio r. Desde enton- can 1323- 1325 § 2). Así Pues, Para todo lugar, para poder conseguir la
portancia del bien subjetiyamente ces su número ha aumentado hasta el concepto formal de dogma dos mo- ->salvación, y con respecto a qué
pretendido con los perjuicios que se treinta. I-as Iglesias orientales vene- mentos son decisivos: a) La Pto- dogmas bastaría en ciertas circuns-
causarian por razón del doble efecto; ran desde el s. Ix sólo tres, llamados mulgación explícita y deñnitiva de la tancias una fe implícita? Cf., acerca
hay que agotar hasta el extremo la Ios tres jerarcas y maestros univer- proposición, como verdad revelada, de esto, -+salvación (necesidad en
posibilidad de alcanzat etr fin pre- sales: san Basilio, San Gregori,o Na- por parte de la Iglesia. b) La Wrte- orden a 1a).
tendido por otro camino: hay que cianceno y san Juan Crisóstomo. nencia de la proposición a la -)re-
pensar también en la posibilidad o velación divina, cristiana, oficial (en 3. Dogma en el conjunto de la
necesidad de dar la prevalencia a Doctrina caúóIica (verdades de). En contraposición a la ->re¡r'elación pri- cxistencia cristiana y de Ia inteli-
la exigencia del <<otro>> ante la pro- sentido estrictamente teológico, reci- vada) y, por lo tanto, el.esta¡ conte- gencia que ésta llega a cobrar de sí
pia apetencia (+prójimo [amor al]). ben este nombre todas aquellas ver- nida en la palabra de Dios. Este misma. [-a exigencia absoluta y obli-
dades que la Iglesia propone autén- estar contenida puede t¿mbién veri- gatoria del dogma se dirige al hombre
Docetismo (giego dokei¡¿ : páro- ticamente, aunque no infaliblemente. ñcarse en virtud de que el dogma esencialmente libre. Por tanto, es una
cer). Concepción cristológica según No hay que pasar por alto su dife- está contenido en otra verdad (dog- ver-dad que sólo puede oirse y cap-
la cual -»Jesucristo sólo poseía un rencia con respecto al ->dogma y mática). tarse acertadamente en eI acto libre
cuerpo aparente o (etéreo-)celeste y, a los -+hechos dogmáticos. Entre Con todo, la Iglesia enseña hoY de l'e. Sin embargo, este hombre
en consecuencia, sólo padeció y murió las verdades de doctrina católica día como dogma algunas cosas que tiene siempre una existencia dogmá-
en apariencia. La cr:uz tendría que pueden contarse algunas conclusiones no siempre se enseñaron ni pensa- tica, en cuanto que como espíritu no
cngañar sólo a los infieles. Estas y teológicas, muchas exposiciones de ron expllcitamente como tales (es puede negar determinadas verdades
otras parecidas ideas servirían para las ->encíclicas papales, etc La Igle- decir, como contenidas en la reve- (incluso de carácter histórico) sin
solucionar el problema teológico de sia exige un asentimiento interno lación). destruirse a sí mismo, aun cuando
cómo el Logos de Dos, inmortal e frente a las verdades así pro¡xrestas, Se discute si para la deducc¡'ón esas verdades se den en ét de una
incapaz do sufrir, pudo a la vez ser pero no un asentimiento de fe ab- de un dogma a partir de otra Pro- manera precientíflca y atemática. Por
hombre y padecer. Ei docetismo no solutamente irrevocable. Sin embargo. posición revelada se ha de exigir lo tanto, la revelación histórica y su
I uc una secta, sino que se presentó puede suspenderse el asentinúento que ese dogma esté formalmente aceptación no son contrarias a la
dc las más variadas maneras desde dado en virtud de Ia autoridad de implicito en aquélla. o puede per- esencia del hombre. La esencia del
el tiempo a¡rstólico (cf. Ioh, Col). la ->Iglesia si, por medi,o de con- mitirse eI uso de premisas no reve- dogma no puede deducirse solamen-
Teológicamente. quedir superado en sideraciones que superan al anterior ladas con cuya ayrda es posible te a partir del concepto abstrac-
-+Calcedonia. planteamiento de la cuesüón, se llega deduci¡ un dogma de ttna verdad to de una posible comunicación divina
a la firme convicción de que una opi- revelada. De todas manet'as. hay que de una verdad, sino que ha de de-
Doctor do la lglcsia. En la teologia nión auténtica, aunque no infalible, sostener que el ejercicio concreto de ducirse de lo que Dioo ha dicho e
e Iglesia católicas, llámase docto¡ de de la [glesia ha dejado de ser sa- la fe cristiana no puede referirse impuesto fácticamente al hombre por
la Iglesia al teólogo que da testimo- tisfactoria. meramente a dogmas propiamente medio de Cristo. a) La Jrevelación
nio de la -+tradición desde antiguo formales, sino que tiene que darse en no es solamente discurso. sino un
y en el que se reúnen eslali cuatro Dogma (del griego dokeo; en st conexión con otros con.ocimientos, acontecimiento salvífico, err cuanto
características: doclrina ortodoxa, significación básica: <<lo que ha apa- opiniones y actitudes, si quiere ser quo Dios mismo so comunica, y esta
santidad personal, obra científica ex- recido como verdadero»). verdaderamente personal y eclesial. mis.ma comnnicación produce su srt-

183 184 185 I86


Dqgma Dogmáfica (teologia)
jeto receptivo obedientc y explícita- 2. El problema de la evolución nime en lo que toca a este problema, sia creyente (-+cristianismo rI). Ge-
mente ((oyente>>, la Iglesia. En esta i da los dogmas consiste en probar co. que, por otra parte, no afecta direc- neralmente la historia de los dog-
medida, el dogma es de manera esen- mo fundamentalmente posible y como tamente a la legitimidad fáctica de rnas no se enseña en las facultades
cial no sólo una proposición <(acerca comprobable en los casos particulares la evolución de los dogmas, puesto teológicas como asignatura especial,
de>> algo, sino el suceso en ella co- la identidad de las promulgaciones qu€ ésta se apoya en la asistencia del sino dentro de la dogmática misma,
municado que viene a sí mismo con- de fe posteriores y <<evolucionadas>> Espíritu Santo. También suelo presentarse en libros
ceptualmente, en cuanto aceptado en con la promulgación apostólica de la que tratan especialmente de esa ma-
la gracja (: autocomunicación de revelación acontecida en Cristo. Su Dogmas (historia de Im). Exposi- teria; en el sector protestante, desde
Dios). b) Esta autocomunicación diñcultad reside en que, según la ción sistemática de la historia de la ilustración; en el católico, des-
de Dios ha alcanzado su estadio doctrina de la Iglesia, la -)¡sygl¿ci6n los ->dogmas particulares, do las de el s. x¡x.
definitivo y escatológico (la revela- a ella confiada (y en la que han de tormulaciones dogmáticas de verda-
ción ha quedado ya cerrada). c) El creer obligatoriamente los individuos) des de fo particulares y de la totali Dogmálica (teologia) es la ciencia
dogma tiene esencialmente carácter quedó cerrada con la muerte de los
dad de la idea cristiana de la fe, teológica del -)dogma. Su objeto
eclesiológico-social, puesto que la re- apóstoles (Dz 7'83 2ü2.1) y, por lo después de consumada la -+revela- es, por lo tanto, la -+revelación cris-
velación misma que le sirve de base tanto, la Iglesia sólo puede testificar, ción como tal. A la historia de los tiana en conjunto; es decir, incluso
está dirigida a la Iglesia. Por otra ulterior-mente, lo que oyó de Cristo
dogmas le sirve de base el hecho de los dogmas que tienen por contenido
parte, eI dogma hace perceptible la en tiempos de Ia generación apostó- que la historicidad es algo esencial- el perfeccionamiento o la re¿üzación
unidad de la Iglesia y, con ello, es lica y lo que en ese tiempo reconoció mente propio del dogrn:a, en cuanto cristiana de la persona humana, que
la forma de Ia validez permanente como perteneciente al depósito de que dogma es una verdad divina es- tienen <<importancia)) en lo moral,
de la palabra de Dios dirigida a la la fe. Por más que el magisterio ecle- cuchada, croida y formulada por el Iorman parte del objeto de Ia dog-
Iglesia y conservada por ella (->tra- siástico y su autoridad puedan ga- hombre en este mundo, y en cuanto mática (->gracia, ->antropología).
dición). d) El dogma es asimismo rantizar a los fieles la existencia de que es una función viva de la Iglesia. En cuanto es una parte de la teo-
vida, en cuanto que en é1 acontece una conexión objeüva entre dogmas Es decir, la verdad que el propio logía católica, la teología dogmática
la autocomunicación de Dios mismo. ((antiguos>) y <(nu€vos», de ninguna Dios le ha legado y garantizado, debe es una ciencia de fe, es decir, un
puesto que sólo puede captarse en manera pueden constituir esta co-
la ¡ealidad misma de lo c¡eído nexión ni siquiera suplirla.
la Iglesia aceptarla, explicitarla y conocimiento reflejo, metódico y sis-
anunciarla en un proceso esencial- temático llevado a cabo ¡ror el cre-
(gracia).
mente histórico y socialmente es- yente bajo la luz de la fe. Conoci
3. Cami¡to plra una solución. Del tructurado, de acuerdo con las di- miento que tiene como objeto la
Do¡¡nas (evolución de los). I. E/ planteamiento del problema se sigue:
versas maneras do p€nsar (y de poder automanifestación salvifica del Dios
hecho. La doctrina de la evolución el conocimiento de la conerión en- escuchar) de su ambiente. Objeto trino en Cristo y en la Iglesia como
de los dogmas tiene que aclarar el tre los dogmas <<antiguos» y «nue- más preciso de la historia de los su cuerpo mistico.
hecho, indudablemente acontecido. de vos>> tiene que presentar una estruc-
dogmas lo constituyen las decisiones
que la Iglesia define como reveladas tura racional y razonable, y el (oue- dogmáticas de la Iglesia (->dogma l. Delimit'ación con respecto a
por Dios proposiciones que: a.) o vo>> dogma no debe ser una nueva
-+hechos dogmáticos. ->magisterio), otras disciplinas teológicas. a) Se dis-
lueron siempre admitidas, aunque no revelación. La evolución de los dog- tal como están formuladas en los tingue de la teología moral: por
siempre se enseñaran explícitamente rnas pre§enta, en efecto, este aspec- ->símbolos de la fe, decisiones dog- cuanto la autocomunicación de Dios
como reveladas por Dios, ó) o ex- to racional; no avanza sin ol trabajo máticas de los concilios y de los es tema de la teología dogmática
presan el contc'nido de proposiciones de los teólogos. Con ello se plan- papas. Su método es en principio el p¡ecisamente porque es el principio
de la tradición pretérita. en una tea la teología, en su relación con histórico: fijación de la formuia- del proceder sobrenatural del hom-
conceptualización muy diversa y to- la evolución de los dogmas, el si- ción originaria, de los motivos que bre, y la teología moral ha de tratar
davía por claborar o desarrollarse güente problema: ¿Hasta qué punto le sirven do base (-+herejía) y de particularmente de este proceder del
(al protegcr dc mancra más explícita está implícitamente contenido en el las fuerzas (de tipo personal o so- hombre, la teología moral, en lo que
el sentido sicmpre admitido de una conjunto pretérito del depósito de cial) que han tomado parte en la toca a su temátíca material, sigue
proposición revclada, contra inter- Ia fe un dogma definido (o por defi- evolución del dogma (-+dogmas [evo- siendo necesariamente una parte de
pretaciones heróticas). r') o proposi- nir) posteriormente? ¿Qué formas de lución de los]). la dogmática. b) La teologia dogmá-
ciones para las quc no pueden encon- implicación (lógica-formal) son po. I-a historia de los dogmas ayuda, tica se distingue de la -+bíblica
tra¡se sin más o inmcdi¿rtamcnte fo¡- sibles o legíümas por razbn de la es- por consiguiente, tanto a la acla- (teologla). Cf. el articulo citado. c)
mulaciones explícitas y eqtrivalen- tructura (siempro <<lógica>>) del men- ración de los dogmas particulares So distingue también de la -)teologia
tes en la tradición que sc rcmonten saje salvífico? La teologia no ha como al esclarecimiento do la con- fundamental. Esta es presupueslo de
hasta los apóstoles. llegado todavía a un ¡esultado uná- ciencia dogmática total de la -+Igle- la dogmática, a 7a vcz que ésta Ia
187 188 189 190
-
Dogmática (teología) l)url:¡
antepone a sí misma como momento en el hombre. Este dualismo obliga el Estado, combatido por San Agus- tura se da este dualismcl oxtrcmot
<<naturat» de la reflexión humana a la dogmáüca a presentar, en slr tín, condenado en los sínodos Late- aunque no hay que negar el inllujo
total y creyente sobre la ¡ralabra de sistemática nerccsaria, la estructura ranense (313) y Arelatense (3la) y en el NT de la concepción judaica
Dios al hombre. d) Por frn, se distin- histórico-salvífica de la revelación di desapareció con la victoria de los tardia del mundo (la demonologia;
gue de las demás ciencias teológi- vina. Só1o de esta manera puede la vándalos en África @30D. La teología el ¡eino mundano del mal frente a
cas en cuanto que éstas pueden re- dogmática poner en claro que lo de Ia -+Iglesia y del -)carácter sa- la -->basileia de Dios, cuya preva-
sumirse frente a la dogmáüca como contingente y lo esencial han llega- crarnental se enriqueció a través de lencia nunca se pone en tela de jui-
referidas (a pesar de ser ciencias do a su acercamiento definitivo e los errores del donatismo. cio, a pesar de todo; y la doctrina
teológicas) a la historia y actuación inseparable con respecto a su rela- de los -)eones). La fe cristológica
de la Iglesia: -+Iglesia (historia de ción bistórica (nunca igual), en la : gloria). Expresión
Doxa (griego del NT hace saltar todo esquema
1a), historia de la liturgia, historia lase escatológica en la que la Iglesia para designar la manifestación ex- dualístico, incluso el debilitado y
de ia liturgia eclesiástica (-)patrolo- (a diferencia del AT) hace teologia. terna de la majestad celeste de Dios, relativamente justiflcado, por la fuer-
gía, historia teológica de la litur- Y esto porque Ia realidad de este tal como ya en el AT se hacía vi- za de la doctrina de la encarnación
gia), teologla práctica, con el derecho mtrndo temporal ha sido aceptada sible en forma de <<fuego>>, <<nube>> de Dios, en la que el <<mundo celes-
canónico, teología pastoral, catequé- de una vez Í»la siempre por la va- y <<aparición>>. En el tiempo de su tial» acepta definitivamente lo (<terre-
tica, homilética, liturgia, música sa- iidez final (End-gültígkeit) de Dos. humiltración, Cristo es el <<resplandor no», redimiéndolo.
grada. Estas discipünas t¡atan de la Con respecto a los tratados par- de La doxa de Dios>> (Hebr l, 3), en
fglesia en cuanto que ésta se pre- ticulares dela teología dogmática, É1 mtá encarnatoriamente presente Duda, No hay que confundir la
senta en la contingencia humana c.f, -+angelología, -+antropología, la doxa de Dios. Desde la ,resurrec- duda con la pregunta, que busca
de la historia, en la actuación autó- -+cristología, -»eclesiología, -)esca-
ción de Cristo, El es el <<señor de un conocimiento más exacto y com-
noma y en sus normas, como la res- tología, -)teologia formal y fun- la doxa> (1 Cor 2, 8). Ulteriormente, prehensivo, para integrar en él el
puesta, divinamente obrada del hom- damental, -)teología fundamental. 7a doxa (en una conceptualización conocimiento ya alcanzado y poseído.
bre a la palabra de Dios. ->gracia (teologla de la), -rDios <<transitiva>>) es el
<<homenaje» inma- Tampoco se da todavia la duda cuan-
(doctrina acerca de), -+mariología, nente-intratrinitario que se rinden mu- do el mantener un conocimiento tro-
2. Método. En cuanto que la teo- -+moral (teologla), -)sacramentaria tuamente Fadro e Hijo. Por Ia auto- pieza con dificultades objetivas y
logia dogmática es el escuchar siste- (teología), ->creación (doctrina de corn¡lnicación de Dios al hombre subjetivas, aunque no constrictivas,
mático «positivo>> (histórico) y con la), -+soteriología, ->trinitaria (teo-
acontecida en Cristo (donación del y requiere,, por lo tanto, estuerzo y
vol.untad de entender, a la palabra logía). Espiritu; -+gracia) se da ya al hom- decisión. Duda es Ia voluntaria sus-
de Dios en boca de Ia Iglesia, es a bre fundamentalmente la participa- pensión del asentimiento personal
la vez «especulativa» (escolástica). I)onatismo. Moümiento no¡teafri- ción en la do'xa escatológica de Dios. a un conocimiento que ya habia sido
porque la recepción en el ámbito cano del s. tv d.C. que recibe su Con todo, esta doxa (bajo el aspecto dado al que duda y que todavía le
del espíritu es un proceso activo en nombre del obispo cismático de Ca¡- soteriológico referido) sigue siendo sigue dado en slr contenido y (de
el que entran en juego todos los tago, Donato. Fue fomentado por todavia esencialmente oculta. y sólo alguna manera también) en sus fun-
datos aprioristico-subjetivos del oyen- tensiones políticas y sociales, y por se revelará tras los padecimientos damentos,
te. Así, también la historia de los el conflicto surgido entre los máLr- de este mundo (Rom 8, 18). -+Glo- Por duda, en sentido teológico, se
dogmas (->dogmas [historia de los]) tires supervivientes y los que habían ria de Dios. entiende la duda libre y moralmen-
es un elemento esencial intrínseco fallado en tiempos de la persecución. te culpable con respecto ¿ verdades
de la teología dogmática misma. Teológicamente, sostenia que el bau- Dualismo. En sentido estricto, doc- de la -+fe. Tal duda es posible, ya
tismo y la orderración podían extin- trina según la cual la realidad está que el conocimiento de la verdad en
3. Eslructuración íntenta de la guirse o
quedar como no recibidos, constituida por dos ámbitos de ser el ámbito de la realidad personal
teologia dogmática. ["a dificultad fun- de forma que propugnaba también igualmente originados y que se opo- (por tanto, también de la -grevela-
damental en orden a una estructura- la repetición del bautismo. Ulterior- nen mutuamente de manera absoluta. ción), con toda su objetividad y ra-
ción según la esencia de la dogmática mente, rechazó la paz de la Iglesia Desde el punto de vista de la historia cionabilidad objetiva, slrpone como
reside en que slr objeto es a la vez con el Estado, tuvo a la Iglesia afri- condición de su posibilidad deter-
de la religión, es de capital importan-
<<esenciab> y <<cxistencial>>. I-a reve- cana por la hnica verdadera y am- cia, sobre todo, el -+maniqueísmo, minada actitud p€rsonal dentro dcl
lación de Dios, que es su tema, es bicionó el martirio
hasta llegar al que disocia el mundo en dos prin- ámbito de lo moral: apertura, rcs-
una proposición acerca de las rela- suicidio. Esto movimiento entusiasta cipios absolutos, uno bueno y otro peto, modestia, docilidad, estimaci(in
ciones esenciales de Dios, del hom- (que se apoyaba parcialmente en el recta del esclarecimiento de la cxis-
malo, que se limitan mutuamente y
bre, de su mundo y, a la vez, acerca -rnovacianismo) se desgajó en mul- tencia que Ileva consigo un corroci-
se enfrentan de manera hostil. En
de la obra histórico-salvifica de Dios titud de partidos, fue perseguido por ninguna parte de la Sagrada Escri- miento difícilmente asimilablc. cli.
191 192 193 I()1

Rah-Vorg. 7
r --

Duda

Cuando y en la medida en que un Esa actitud puede también hacer


hombre reconoce que Dios verda- ccsar, en el hombre, el juicio que
dera¡¡rente ha hablado, no puede prác- éste había ya formulado de que la
ticamente dudar de lo oído de esa revelación es palabra de Dios, es
manera. Sin embargo, puede tener decir, puede poner en duda este he-
Iibre y culpablemente una actitud cho. Con esto no quiere decirse que E
interna,o tomarla entonces, que le cualquier duda respecto a la reali-
impide reconocer el mensaje de la dad de la revelación divina concreta
revelación, total o parcialmente, como pueda calificarse de culpa moral en Ebed Yahveh (hebreo : siervo de la totalidad de la teologia, reina aún
palabra de Dios. todo hombre que duda. Dios). En el AT, designación referi- cierta obscuridad en cuanto que no
da a todos los israelitas piadosos, puede hablarse todavía de un trata-
aunque se aplica especialmente a una do propiamente dicho. La mayor par-
figura misteriosa, Is 40-55, que ha de te de las veces, la eclesiologia queda
aparecer l[oféticamente y ha de pa- incluida en Ia apologética (-+teolo-
decer <<por los muchos>> de manera gía fundamental) en una forma do-
expiatoria. A veces se explica esta ble: en forma histórica preteológica,
figura en sentido colectivo (¡efirién- en orden a una probación histórica
dose a todo Israel o al resto justifica- de la institución de la Iglesia por
do del ¡xreblo), y otras se la explica JJesucristo y de su carácter como
místicamente (por un presunto influ- autoridad doctrinal (con inclusión
jo babilónico), discutiéndose ulterio¡- de sus notas, jerarquía, magisterio,
mente si se trat¿ de una figura ideal, papa, infalibilidad), y en lorma dog-
de un homb¡e del pasado o de un mática, puesto que todas las propo-
hombre del futuro. El NT toma el siciones teológicamente esenciales
término ebed Yahveh como refirién- acerca de la -+§¿g¡¿d¿ Escritura
doso a los israelitas piadosos, inclu- (->inspiración, etc.) y de su relación
yendo a Jesfrs entro ellos. Especial- con Ia -+tradición más allá de su
mente conforme a los textos de valor histórico como testimonio, su-
Isaías, so indicano apuntan de tal ponen la doctrina dogmática sobre
manera la vida y muerte de Jesús la Iglesia. Hay que tener en cuenta
(cf. Lc 22, 37, con Is 53, 12 e.p.), que las notas de la Iglesia (unidad
que los textos de dicho profeta alu- y unicidad, santidad, catolicidad y
sivos al ebed Yohveh aparecen cla- apostolicidad), en las que puede re-
ramente como profecías mesiánicas conocerse a la Iglesia como verdadera
a la luz de la revelación neotesta- Iglesia de Ieshs, han sido por su par-
mentaria de Jesús. Profecías que, en te incluidas en los símbolos de la
un lenguaje impresíonante, ofrecen fe y, por tanto, tienen que ser creí-
una imagen del Mesías ciertamente das. Las proposiciones acerca de la
ajena al judaísmo contemporáneo: esencia de la Iglesia sólo pueden en-
un alguien, el desconocido y martiri- la -+cristolo-
tenderse partiendo do
zado que, calladamente, sin figura gia de la Palabra hecha hombre;
ni belleza, despreciado, castigado por tratado que por esa razón ha de pre-
Dios, toma sobre sí nuestros ¡recados ceder a la eclesiologia. [-a doctrina
y recibe sepultura entre los malhe- acerca de la -)eucaristía como mis-
chores; así logra que los muchos se terio central de Ia Iglesia, perten€e
hagan suyos. esencialmente a la eclesiologia, de la
misma manera que la doctrina de los
Eclesiologia. Doctrina teológica -+sacramentos en general, que ha de
acerca de la -+Iglesia. Sobre la po- presentar a éstos como realizaciones
sición de la eclesiología dentro de fundamentalcs de la Iglesia.

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Econonrí:r (principio r!c) Il¡¡fcrnt crlarl

Economia (principio de). Como cepto, atendiendo a Ia nueva situación todo el pueblo dc Is¡ael. La restric- los escritos de esas caractcristicrrs
principio metafisico, el principio de histórico-salvífica. Una mirada simul- ción de esta misión a un resto (((p€- que tenian al papa por atrtor. l)c';t|,,:
economla es un concepto auxiliar en tánea a las palabras de la destrucción queño rebaño») sólo se ve¡ifica tras el s. xvul, término técnico pala tlc-
orden a algo muy conocido y de gran y reconstrucción del templo (Mt 26, la recusación del Mesias por parte signar tales escritos. Se citan conlor-
importancia en lo tocante al conoci- 60 s), puestas en boca de Jesfrs, y a del entonces pueblo de lsrael. La for- mo a las palabras iniciales (p.ej.,
miento metafísico y teológico de Mt 16, 18 permite descubrir y r€co- mación definitiva de la nueva co- Quadra:gesinto anno). El problema
Dios (-+Dios [teoría de]). Afirma nocer Ia proposición específicamente munidad de Dios (Mt 16, 18) abre teológico de la encíclica reside en la
que la causalidad divina trascendente neotestamentaria: la edificación del simultáneamente la salvación a to- cuestión de su autoridad. Una encicli-
interviene en el curso intramundano nuevo pueblo de Jesús (-+Iglesia) será dos los hombres. En cuanto que los ca, err cuanto tal, es una declaración
de tra forma más discreta y sobria; definitiva, perdurable en la historia hombres salvados en Cristo han acep- del magisterio ordinario, aunque de
concretamente, en cuanto que Dios, por obra de Cristo, y a la vez posi- tado su elección como regalo de la por sí no es definición de un dogma
como principio siempre trascendente, bilitará el acceso a la')basíleia esca- gracia de Dios, se llaman <<elegidos por medio del magisterio o¡dinario
produce y soporta a las criaturas y tológica. Esto concepto cristológico de Dios>> en sentido estricto (Rom 8, o extraordinario. Su doctrina hay que
las actiüdades que les son propias queda eclesiológicamente ampliado en 33; Col 3, 12; I Petr l, 1 s e.p.). Más aceptarla fundamentalmente con un
(-+creación, -)conservación del mun- Pablo; la edificación de las comunida- allá de esta interpretación bíblica asentimiento positivo e interno, aun-
do, *§concurso divino). Afirma tam- des particulares se lleva cie¡tamente a de la elección hay que entenderla que no absolutamente definitivo.
bién que Dios, por su propia fuerza, cabo por medio de los colaboradores teológicamente como el positivo pro- Como es natural, una oncíciica, por
libera una y otra yez esa dinámica do Dios (con potestad), aunque tam- ceder salvíflco de Dios (-+predesti- su misma naturaleza. tiene en su len-
intramundana en orden a una especie bién por medio de cada uno de los nación, ->reprobación), que tiene su guaje, tonos y aspectos mayor con-
de autosuperación, y en orden a un miembros en particular (1 Thes 5, l1), origen en una resolución amorosa, dicionalidad temporal que una deci
efecto que las criaturas de por si no por medio del -'>agape, del suf¡imien- libre, y se ofrece también al indivi- sión dogn-rática definitiva. Como es
podrían producir, aunque en realidad to de las debilidades del prójimo, por duo, aunque no anula la decisión natural, el papa puede utilizar una
lo producen con y en esta fuerza di- medio de la -+gnosis y de la profecla personal de éste, ni s'u estado de encíclica como decisión definitiva de
vina. Así, en el curso natural del pro- (1 Cor 8, 1; 13, 1 ss). prueba, sino que los obra positiva- problemas hasta entonces abiertos a
ceso, Dios sigue siendo Ia causa tras- mente. la discusión. Cuando sucede esto,
cendente. Con su obra, no se convier- Éfeso, Ciudad, en el Asia Menor, tiene que estar expresado en la en-
te en un miembro más dentro de la en la que tuvo lugar el tercer conci- Emanacién (latin emanare : rna- cíclica (Dz 2313).
se¡ic de causas intramundanas en ca- lio ecuménico, desde el 22 de junio nar de) es un término que para el
dena. Si aparece Ia acción de Dios hasta el 17 de julio de1 año 431, en emanatismo filosófico-teológico sig- Enfermedad. La dogmática no de-
dentro del curso de los acontecimien- tiempos del papa Celestino I. En ex- nifica el fluir mismo de todas las fine la enfermedad, sino que remite
tos, es que se trata de la historia de plicaciones fundamentales cristológi- cosas de Ia substancia divina; deriva- a su experiencia, en cuanto que la
la salvación, que culmina en la encar- cas, condenó el -)nestorianismo y, damente también significa lo
emana- interpreta teológicamente, es decir,
nación. Lo que el mismo mundo pue- como consecuencia de ello, otorgó do. Para el emanatismo, la emana- la pone en relación con Dios y con la
de hacer. ha de realizarlo de la forma explícitamente a la santísima virgen ción es necesaria, y las emanaciones salvación del hombre. Así, la enfer-
más perfecta posible. Dios mismo des- -+María el título de <<madre de Dios» son cada vez más imperfectas a me- medad es uno de los procesos que
arrolla la potencia suministrada a la (griego theotokos; Dz ll1a.l24). dida que aumenta su distancia de la privan al hombre de su propia dis-
criatu¡a para su gloria y reclama para fuente divina originaria (como ra- posición: imagen concreta, aunque
sí la actualización do dicha potencia, Elección es el pensamiento sus- yos de luz). El emanatismo, como ambigua, de su criaturidad corno es-
sin crear lo que resulta posible por tentador de la historia del pueblo forma especial del -+panteísmo, fue tado do peligro existencial y de remi-
--)el'olución. de Dios fijada en el AT. El objeto de condenado por el concilio Vaticano I sión a -)Dios; imagen concreta tam-
esta elección es el pueblo de Israel, (Dz 1804), puesto que está en con- bién de su estado de pecado, tatr co-
Edificación. El concepto eclesial de en cuanto que se le considera como tradicción con la absoluta simplici- mo la Jconcupiscencia 1o es del
ediflcación so cleriva en último térmi- una totalidad procedente de Abra- dad o inmutabilidad de Dios, procla- pecado original; de la opresión de
no del proceder salvifico de Dios en ham. Por más que esta elección fue rnada por el citado concilio, y con la -)muerte, 99¡¡6 -+pasión y como
el AT que, en relación con la <<casa un acto de amor libre e imprevisible la doctrina de la -+creación. hecho; del dualismo inevitable y nun-
de Israel», se designa con la palabra de Dios, se la considera más tarde ca definitivamente solucionable en la
<<edifica»>, en oposición a «derribar>>, como fidelidad de Dios en el cum- Enciclica. Literalmente, encíclica condición del hombre como agente
<<destruir>>. En Ia tradición sin(rptica y plimiento de sus ¡xomesas. Esta elec- significa circular, en el sentido que y paciente. A1 hombre enfermo, en
joánica acerca de Jesús tiene lugar ción queda fundamentalmente rati- encierra a todos dentro de su circulo su estado de amenazado, se le abre
r"rna elaboración trlterior de este con- ficada por la <<misión>> de Cristo a o se dirige a todos; desde el s. vlr, el interrogante de si, en un autorban-
199 200 201 202
Esc¡¡lok¡t:i:¡
Enfer¡ncdad

dono a lo inlerior, quiere entenderse futuro, habla sobre todo de <<estc>>


Epistemología toológica" Doctrina hace notar sobrc todo Pablo). La
a sí mismo como mero momento eón, que está prescnte, es malvad<¡, de ios principios y reglas formales acción de dar escándalo por partc tlc
de un ritmo innocuo e inculpable de tiene un <<dios>> propio (2 Cor 4, 4), que hay que tener en cuenta en el los cristianos es, ante todo, ttnl nta-
la naturaleza, que da la muerte para conocimiento por la fe Y en la re- nifestación necesaria del -->eón ma-
del que el cristiant'¡ queda liberadrr
tenor más vida (cosa que ni el hom- por la muerte dc Cristo; a los cris- flexión sistemática sobre é1 propia ligno (Lc 17, 1), sobro la que recao
bre es, ni puede serlo); o si quiere tianos no les es permitido asemejar- de la -+teología. Por tanto, trata dc la maldición especial de Jesús.
impiamente revelarse contra su exis- se a é1 (cf. cosmos, <<cstc>> -)mundo, la dependencia y referencialidad del Conforme a la teología moral, cl
tencia como algo sin sentido; o si hombre con respecto a ia revelación escándalo puede residir en el que lo
su concepto análogo en Juan). Hay
divina (-+misterio), de la esencia de padece, p.ej., si una manera de Pro-
admite (explícita o implícitamente) que considerar, a la vista de estas
fo y ese conocimiento como ->fe, de la ceder buena en sí, frente a un hom-
eso interrogante con esperanza, afirmaciones negativas, que Pablo, a
como interrogante al que no ha de diferencia del judaísmo tardío, toma ciencia de la fe Y conocimiento ra- bro que no quiero comprender' espi-
responder autónomamente, sino que muy en serio a ((este)) mundo como cional e histórico de la verdad, autén- ritual y religiosame,nte soberbio
ya ha respondido Dios en la muerte lugar crítico y decisivo. Conforme ticamente humano. T¡ata también de (scandalum phnrísaícum) o frente a
de Cristo. a Hebr 6, 5, los cristianos han expe- las fuentes materiales de tal conoci- una mentalidad no madura, frente
rimentado ya las fuerzas del eón miento: -+sagrada Escritura (-+ins- a un carácter débil (scandalum Pu'
Eón (griego aion : mundo, era, futuro. piración) y ->tradición, de su mu- sillorum), se convierte en ocasión de
porción do tiempo, largo tiempo, tua relación y ionexión; del sujeto pecado (: escándalo). No es licito
eternidad sin tiempo, como decía EpifanÍa (del griego : aparición, prirnario y propio de este conoci- evitar el escándalo farisaico, pero sí
Platón). Ya en Eurípides podemos mostración). Como concepto pro- miento, que no es el individuo, sino en lo posible el de los débiles.
encontrarlo personiflcado, lo mismo pio de la historia de las religiones: la --;Iglesia jerárquicamcnte estruc- A1 dar escándalo Por maldad (in-
que en Siria, Egipto y en el gnosti- tra repentina y fugaz visibilización turada; de la relación de los fieles Y duciendo a otra Persona al Pecado)
cisnro. Para una comprensión bibli- de la divinidad. El concepto bíblico teólogos pa.rticulares, y de su conoci- o por negligencia imPrudente (Pre-
ca del eón como eternidad, cf. de epifanía se destaca claramente del miento, con respecto a la doctrina viendo el pecado de otra Persona Y
-+eternidad. El lenguaje utilizado por precedente: en la Escritura significa de la Iglesia y a sus decisiones dog- sin impedirlo a Pesar de Poder ha-
la Escritura se apoya en la concep- la irrupción históricamente percepti- máticas docentes (-)magisterio, -+in- cerlo), se peca contra la caridad Y
ción del eón propia del género ble del Dios personal en el mundo. falibilidad, -+dogma, -+calilicacio- surge la obligación de reParar los
-+apocalíptico del judaísmo tardio. Se distinguen teofanías, cristofanias nes teológicas). Por fin, trata tam- daños ocasionados. En determinadas
En ella se habla de dos eones que se (bautismo, transfiguración, el Señor bién de los métodos en Particular: circunstancias puede ser lícito el es-
relevan entre sí (és e * aquél; pasa- caminando sobre el mar), pneumato- teologia histórica, especulativa, ke- cándalo, sin que esto implique una
-+cooperación al pecado: -+doble
jero sin fin; dolores/trabajos/de- fanias y angelofanías (+ángel). La rygrnática.
-
pravación grande/nuevo/justicia/ Escritura no conoce )<<apariciones>> efecto de una acción.
verdad). - en el sentido de simple ->revelación Escindalo (griego sktmdolon En el mundo y la cultura Pluralis-
En la Escritura también se estable- privada; todas las epifanías encie- trampa, obstáculo). En el NT se em- ta de hoy hay que amonestar Y ex-
ce la conexión errtre la venida del rran y transmiten también un encar- plea primariamonto esta palabra al hortar a dar testimonio Positivo,
eón futuro y el Mesías; se opina que go a Ia comunidad. hablar de Cristo, escándalo de Cris- aunque esto implique un escándalo
esa venida tendrá lugar o bien en to (Cristo como «signo de contra- en sentido bíblico para nuestro mun-
la tierra t.t en el mundo celeste. En Epiqueya (griego epíeikeio : co- dicción»: Lc 2, 34; cf. Mt 11, 6; do, en vez de ponerse en guardia
cstc último caso. con frecuencia no medimiento, tolerancia). Principio 1 Cor l, 18'2, 16); es decir. frente a unilateralmente frente al escandalo
se trata ya de una simple sucesión para lainterpretación de las leyes la expectación mesiánica terrena de moral.
de los eones. sino de una simul- humanas en teología moral. Etr prin- los judíos y frente a la autojustiflca-
ción de los fariseos, Cristo, con su Escatología (griego eskhata : itl'
taneidad en diferencia cualitativa cipio dice: Una ley, incluso eclesiás-
(eón terreno/visible eón celeste/in- tica, no obliga si. conforme a un sano doclrina y conducta, es un escánda- timas cosas, postrimerías). Doctrina
visible). - sentido común, habría que pensar lo. Este reside en la in.comprensibi- teológica de los -)novísimos. La
Esta teorÍa dc los dos eones no que el legislador no quería obligar lidad (paradoja) de que Dios se haga escatología no es un relato anticipa-
horntrre, como recalca sobre todo do de sucesos que han de aconteccr
desenrpeña ningÍrn papel importante en este momento y en estas circuns-
Juan; cosa que trasciende radical- <<más tarde>>,sino una mirade que el
en la -)basileio anunciada por Cris- tancias concretas, p.ej., cuando el
to, por más que sc utilice cumplimiento de la ley híc ct nunc mente toda representación Y com- hombre dirige a la consumación dcfi-
dicha
terminologia en Ios sinópticos (este es desproporcionadamente dificil. te-
prensión terrena (Ioh 1, 5. 1O), de nitiva de su propia situación existctr-
nido en cuenta el fin de Ia ley (asi manera particular en lo quo se re- cial deteminada ya escatoltigicamcn-
cón
- aquélivenidero/futuro).
prescindiendo
Pablo,
conscientemente del Tomás de Aquino. Suárez y o,tros). fiere a la cruz de Cristo (tal como te; mirada previa, del toclo llcccs:t-
20_5
2(X!
203 244

tu
Esc*Íologia Escritura (sentido de la)
ria para su decisión espiritual libre, vidual. Ambas tesis quedan enyuel- misterio permanente; la relación entre teriza por poner especialmente de
y dada a partir de su situación his- tas por el hecho de la -+sspe¡¿¡2¿ el ->cielo de los redimidos y el mun- relieve el ->cristocentrismo, la iden-
tórica salvífica definida por el suceso de la salvación individual. Las afir- do reprobado de los -)demonios; la tificación de la gracia de la justifi-
Cristo. El fin de dicha mirada es que maciones de la escatología tienen que esencia metatísica del cuerpo giori- cación y Ia c¿rridad, la concepción
el hombre acepte su ptesente como permanecer siempre abiertas como ficado; la -->basilcía una constituida marcadamente <<existencialist»> y crí-
-->luturo presente y definitivo, aun- proposiciones acerca de nuestras po- por ángeles y hombres. La dialéctica tica de la l'unci(rn de la teología
que escondido, que se da ya en este sibilidades actuales y actualmente entre la escatología individual (muer- misrna.
preciso ahora como -+salvación, si insuperables. Tienen que permane- te, juicio particular. cielo o infierno,
se acepta como obra de Dios, que cer en pie lrente a la opinión de una purgatorio, del individuo) y la esca- Escritrura (scnlido rlc la). El senti-
de todo puede disponer; obra impre- -)apokatastas¡s conocida esoté[ica- tología universal (juicio universal, do pensado por Dios, garantizado
visible en cuanto al tiempo y a 7a mente, y asimismo frente a la su- cielo eterno. infierno eterno) consti- por la ->inspiración y, por tanto,
manera de su realización. Así se puesta certeza de una condenación tuye uno de los problemas teológicos verdadero de las palabras en la
mantendrá en pie esperanzadamente concreta ya dictada, anticipándose al más difíciles de la escatología. Las -+Sagrada Escrifura, es el sentido
y sin impacierrcia.
como participa- oculto juicio de Dios. Estas normas aflrmaciones acerca de estos dos te- pretendido por el autor humano dc
ción en la c¡uz de Cristo. el escán- ayudan a distinguir entre contenido mas de la escatología nopueden l¿ Escritura y que viene dado con
dalo de Ia contradicción entre la rea- y forma en las afirmaciones esc¿to- cohonestarse s€nciilamente, a base de sus palabras. Para ñjar este sentido
lidad fáctica y la salvación dada ya 1ógicas de la Escritura y de la tra- distribuirlas entre diversas realidades, con el grado de seguridad pretendido
en Cristo (mundo en pecado, disper- dición. que se tratan como separadas (bea- por el autor, hay que recurrir a
sión, división de los pr-reblos, discre- titud del <<alma>> ->resurrección del todas las reglas de interpretación de
pancia entre naturaleza y hombre, 2. Conten¡do de las afirmaciones <<cuerpo»>), piuesto que el hombre for- ia palabra escrita y hablada. Es de-
concupiscencia, muerte). escatológicas. A este contenido per- ma una sola realidad con cuerpo y cir, hay que atender al signiñcado
tenecen: la finitud intrínseca y la alma, y todas las afirmaciones de la de una palabra en una época deter-
1. Una -)hcrmenéutíc¿ de las conformación histórica del tiernpo, Escritura que Ie afectan comprenden minada y en determinado iontexto.
proposiciones escatológicas tiene que desde un -+punto de partida autén- Ia totalidad de su esencia. Sobre todo, hay que fijar exactamente
dar normas que eviten tanto una fal- tico hasta un término (-)terminación) El adjetivo <<escatológico>> signifi- el género literario (->géneros litera-
sa interpretación «apocalíptica» de insuperable también auténtico del ca- ca, para la teología actual, el pre- rios) del texto en c,restión, para po-
la escatología (->apocalíptico) como rácter de lo que siempre es irrepe- sente en cuanto que los últimos tiem- der distinguir segfrn las circunstan-
una absoluta existencialización <<des- tible en la historia de la ->salva- pos quedaron iniciados con Cristo cias con suficiente exactitud entre el
mitologizante» de esa misma escato- ción (historia do la); la -)muerte y (<<proceder escatológico de Dios»); in- contenido de la proposición (sonti-
Iogía. La riltima de estas dos inter- la obrada por Dios
<<transformación>> cluso allí donde se trata del porvenir do) y su revestimiento. Pero aquí
pretaciones olvida que el hombre con ca¡ácte¡: de suceso como forma supuestamente puro, se piensa en el hay que tener en cuenta que en nin-
vive en una temporalidad auténtica, necesaria de una consumación autén- futuro, en cuanto que interpreta el guna proposición humana resulta po-
orientada a un futuro en realidad to- tica del tiempo; que el fin está ya presente (<<afirmaciones escatológicas sible fijar con toda precisión la linea
davia pendiente; olvida que el hom- dado con la encarnación, muerte y de Ia Escritura>>). divisoria entre ambas cosas, por lo
bre vive en un mundo que no es -)resurrección de Cristo; que este que tampoco es lícito exigírselo al
existencia meramente abstracta, sino fin viene dado como realidad i'áctica Escotismo. Escuela, en la teología autor humano de la Esc¡itura.
que tiene que conseguir con todas de la misericordia victoriosa y de la católica, que recibe su nombre de El autor humano no tiene que
sus dimensiones (incluso con la tem- -)autocomunicación de Dios; la pe- su fundador Juan Duns Escoto' f¡an- a.barcar necesariamente todo el alcan-
poralidad profana) la salvación. Es- culiaridad del tiempo que transcurre ciscano escocés (ca 1265'1308). Está ce de 1o que realmente ha dicho;
tas normas ponen en claro, además después de Cristo; el carácter agónico enterrado en Colonia. El escotismo sin embargo, ese alcance, por 1o me-
de otras muchas cosas, lo siguiente: (en sentido de lucha) de este tiernpo vive todavia y representa una cietta nos en cuanto puede conocerse a
Las afirmaciones acerca del ->cielo (-)anticristo), que se agudiza nece- oposición al -)tomismo dentro de partir del conjunto de la Escritura,
se encuentran en otro plano que las sariamente en o¡den al fin; ulterior- la teologia católica. Junto a diferen- puede considerarse como copronun-
relativas al -+inñcuro. I-a gracia de mente, la aniquilación de las luerzas cias metafísicas respecto al tomismo, ciado por Dios, y así, en esa medida,
Dios en conjunto vcnccrá con toda cósmicas de la ley, de la muerte, es ca¡acterística del escoti."mo acen- puede hablarse del <<sentido pleno>>
certeza; esta tesis triunl'al del cielo etéterai el ->juicio como consurna- tuar que la esencia de Dios se conci- de un texto que, aunque inarticulada-
se convierte en tesis dcl peregrino ción del mundo; la permanenta sig- be óptimamente como ->caridad; en mente, está contenido en el texto
(víaÍor) cuando éste accpta en la te- nificación de la humanidad de Cristo consecuencia, acentúa también el pri- humano. Donde una realidad afirm¿r-
sis del infierno la posibilidad abierta en orden a la bienaventuranz¡.; la mado de Ia voluntad, de la libertad d¿ es un -+fypos de o{ra realidad y
y auténtica de su condcnación indi- ->üsión de Dios como visión clel y de lo individual; además. se carac- ello queda garanlizado por la rc.,'c-
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Escritura (scntido de la) l¡lscnci¡
lación de Dios, el sentido tipológico aún suficientemente actualizada en dicionada históricamente. Todo oir in- junto. Pretender no pertenecer a nin-
(en cuanto momento del sentido ple- el mensaje de la fe. Así, se consigue teligente, precisamente para que ten- guna escuela sería el necio orgullo
no) puede conside¡arse como sentido que la Escritura no sólo sea la jus- ga lugar de la manera más <<objetiva>> del que cree que puede poseer ya
literal. Las aplicaciones piadosas de tificación ulterior de este mensaje, posible. tiene que poner en juego ahora la verdad eterna fuera de la
textos do la Escritura, que nada tie- sino que siga siendo además su fun- la del
toda <<subjetividad>> oyente, historia temporal. Aferrarse absolu-
nen que ver con el sentido preten- damento viviente. así como también ha de dejarse trans- tamente a un sistema como expre-
dido por el autor, no es lícito pre- Iormar por el mensaje. Las escuelas sión adecuada de la fe de la Iglesia
sentarlas como expresión de tal sen- Escuelas teológicrs. No se preten- teológicas hay que entenderlas par- implica asimi.smo la negación de la
tido y sería mejor evitarlas. En el de nombrar y catactertzar en este tiendo de esos datos: son la expresión historicidad de la verdad. En el tiem-
dificultoso proceso de fijación del artículo. las escuelas que han ido de Ia rnultiplicidad do maneras jus- po sólo se comulga con la verdad de
sentido de la Escritura, hay que tener apareciendo en el curso de la histo- tificadas, históricamente condiciona- Dios en una unidad, intraducible en
en cuenta la -->onalogia fídei,lainter- ria de la teología (p.ej., -+Alejandría das, de anuencia finita a la revela- núrneros, de humildad y obediencia
pretación de Ia -+tradición (Dz 786 [escuela teológica de], ->Antioquía ción, dentro de la Iglesia. Del mismo frente a la fe perceptiblemente cons-
1788 1942ss) y la doctrina del -+ma- [escuela teológica de], ->agustinismo, modo que se da una evolución de tituida de la Iglesia en conjunto y
gisterio eclesiástico (Dz 2341 s, etc.; ->tomismo, -+escotismo, etc.); sólo
Jhermenéutica bíblica).
los dogmas (-+dogmas [evolución frente a la valentía humilde respecto
queremos considerar el sentido y las a la verdad Y sólo en
de trosl), se dan también escuelas en <<propia>>. esa
La diñcultad de ese proceso no fronteras de la formación de las es- la teología. La primera designa la unidad frente a la fe se forma una
la propia de todo ha-
es superior a cuelas en la teología. Hay que tener historicidad auténtica de la revela- dimensión objetiva frente a la sub-
blar humano que versa sobre lo no en cuenta de antemano que la Igle- ción y de su apropiación por Ia jetividad <<propia>>.
cotidiano. sia y su magisterio, a pesar de sus Iglesia rnisma; las segundas, el hecho
recomendaciones, p.ej., en lo que toca de que i¡cluso dentro de la Iglesia Esencia. Por mudable que un ente
Escriturística (prueba). La -)Sa- a la doctrina de Tomás de Aquino una se dan lormas de oir la reve- sea, po{ más que aun tenga que
grada Escritura sigue siendo la fuente (p.ej., Dz 2l9l s 2322), no se han lación, sociológica e individualmente hacerse 1o que sólo es <gotencialmen-
inagotable de toda teología cristia- identificado con ninguna escuela. condicionadas. Porque hay una ver- te», con todo, precisamente ese ha-
na. sin la cual la teología tendría que El hombre es una entidad histórica, dad divina, una Iglesia y una confe- cerse procede de un dato fundamental
ser estéril (Dz 2314). Por lo tanto, incluso en su conocimiento de la sión pfrblica de la fe de la Iglesia en ese ente; dato que se mantiene
la teología bíblica (-+bíblica [teo- verdad. Queda referido a la totali- una, compete al magisterio eclesiás- a través do ese hacerse y que es su
logía]), como ciencia autónoma y dad de la realidad que en sí es acce- tico discriminar entre los modos le- misma ley a priori. (Positivamente,
como momento intrínseco de Ia sible a su conocimienlo (Dz 2321) gitimos de oir la revelación con inte- en lo que puede y tiene que convet-
-+dogmática misma, tiene que sumi- desdo determinada perspe.ctiva flnita, ligencia de ella, es decir, escuelas tirse: -tmeta. Negativamento, en lo
nistrar la prueba escriturística. Esto históricamente condicionada, que le teológicas de aquellos en que se quo está fuera de las posibilidades
implica dos cosas. a) Hay quo mostrar viene dada de antemano (en concep- malogra la verdad una de Dios o de ese hacerse, ya desde el punto de
que y cómo la doctrina del magis- tos, planteamientos, en lo percibido no queda ya a salvo la confesión partida mismo.) A esta estructura
terio ordinario y extraordinario está como obvio o problemático. en exp€- universalmente inteligiblo de la fe fundamental duradera de un ente se
contenida explícitamente o implícita- riencias de tipo social o individual). le llama su esencia, o también su
una de la Iglesia una (-+herejía).
mente (Dz 2314) en la Esc¡itura o, Incluso cuando el hombre conscien- Así so sigue también que una es- -->rrat.oraleza, erl cuanto que es prin-
por lo menos, encuentra en ella su temente, más aún, en rebelión se cuela sólo sigue siendo católica si, cipio do las oporaciones. Cuanto más
<<rlltimo flndamento» (Dz 2331). Al aleja de su punto de partida, sigue perfecta es una esencia, tanto más
en contra de sí misma, de un modo
tratar de hacerlo, tiene que aten- siendo ésto una vez más la ley a critico, repensando una y otra vez amplias son las posibilidades activas
derse, con todos los medios y reglas priori de esa dinámica intelectiva, de manera nueva las bases de su sis- y pasivas de su hacerse, tanto más
de la -+hermenéutica bíblica, al ver- sin que ello deba confundirse con el lo devenido será una determinación
tema y' sondeando en la plenitud de
dadero sentido de Ia Escritura (->Es- -+relativismo teológico. Ahora bien, los contenidos de la revelación. per- interna de ese sujeto que realiza
critura [sentido dc la]); ni hay que el hombre oye la revelación de Dios manece abierta ante la comprensión, su esencia (-+libertad). Cuando la
pedir demasiado a un texto bíblico en esa condicionalidad histórica del siernpre más abarcante, de la Iglesia esencia 1o es de una -)trascenden-
ni tampoco recortar positivísticamente conocimiento; pof tanto, la oye y de todos los tiempos y de todas las cia espiritual (-+espíritu, -)persona,
su riqueza de contenido. á) Sin em- entiende en una forma determinada, escuelas. Yesto sin que, por razón -+hombre), las posibilidades del ha-
bargo, la inagotable riqueza teoló- histórica, sobre todo teniendo en cuen- de esa patencia, pretenda ser, en un cerse son ilimitadas. Esta esencia es
gica de la Escrilura hay que desen- ta que la -+revelación misma ha ((sistema» adecuado, lo que sólo pue- idéntica con la -+potencia obedien-
trañarla una y otra vez con nuevos acontecido como histórica, en una de ser la Iglesia como totalidad en cial de recibir la absoluta autocomu-
esfuerzos, donde y cuando no esté forma del todo determinada y con- todos los tiempos tomados en con- nicación de Dios s¡ l¿ -+gracia !
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Esencia Iispiri lu
en la -+visión de Dios. Las esencias esto carece de importancia con res- tórico-evolutivo entre la fe dogmá- de la posibilidad de pensar y recono-
infrahumanas están circunscritas a pecto al contenido propio de la fe: tica general y la absoluta intimidad cer la totalidad del ser, es posible
determinado ámbito espacio-temporal Cristo nos da ve¡daderamente su individual del amor (1 Cor 13, 13; al espíritu la libre toma de actitud
de la realidad. En eso consiste la cuerpo y sangre bajo la realidad per- cf. Dz 800 809). respecto a lo particular libremente
diferencia esencial entre el espíritu manente de las apariencias de pan El objeto material de la esperanza escogido y, con ello, la -+libertad
y to'do Io meramente material. y vino, de modo que Io que nos da es es el perdón de los pecados del quo de la autorrealización de su propia
su cuerpo y su sangre, y ninguna. ya se tiene noticia por la fe; Ia gra- esencia. La finitud del espíritu hu-
Especie (a diferencia del individuo otra cosa en esa dimensión. Con ello cia, como justificación indebida e mano se manifiesta de manera inme-
y del género común, especialmente hemos cumplido suficieulemente con inmerrcible, y también como ayuda diata por Ia necesidad, con que se
en biologia) significa lo universal- las proposiciones de la experiencia eflcaz en orden a la perseverancia encuentra ligado, de afrontar frag-
mente uno y, con todo, relativamen- I'ísica scnsible y de la fe. La forma en dicho estado de gracia; por riltimo, mentariamente y sin poderla plani-
te concreto, que se encuentra en en que pueden coexistir esos dos y ante todo, la definitiva *»visión ficar la acometida de lo otro y extra-
muchos individuos, sobre todo si grupos de afirmaciones puede quedar de Dios como don reservado (<para ño, y con ello, por su vinculación
unos proceden de otros. tranquilamente en la zona del mis- mi individualmente>> por Dios. La al propio -)cuerpo como punto me-
terio. esperanza cristiana encuentra su cer- dio entre sujeto y objeto. Por 1o
Especie eucaristica. En esta expre- teza en la persona de Jesucristo (cf. tanto, el espíritu humano no es (<es-
sión, el término especie significa la Esperalrza. La esperanza. en s€ntido Col 't, 27; 1 Tim 1, l), en la que píritu puro>>, sino esencialmente <<a1-
realidad de tipo accidental de un neotestamentario, está constituida en la benevolente aceptación del destino ma-espíritu>>, que por su vinculación
ente, inmediatamente dada a Ia expe- último término por la confluencia o humano y del hombre sin más, de- al cuerpo y, por consiguiente, en
riencia sensible, en contraposición a punto de intersección de dos ele- viene historia en virtud de Dios. virtud de su vinculación al espacio
su fundamento substancial que so- mentos. El primero es la disposición Precisamente la aceptación o trans- y al tiempo, se haco específicamente
porta esta multiformidad de la <<apa- divina sobre el destino del hornbre, formación ahí acontecida de la histo- <<espíritu humano>>. Dicho espíritu
riencia> y le da consistencia. En dicho en virtud de la cual queda el hom- ria humana como una necesidad con- queda referido, en su pensar, co-
sentido se emplea especie euca¡ística bro afectado de manera eñcaz y per- tenida en el mismo plan divino y nocer y querer, a la ->sensibilidad
en la explicación conceptual de Ia manente por el amor de Dios hecho que desemboca en la nueva creación del hombre total constituido espíritu-
-+transubstanciación en el sacrificio hombro en Jesucristo, hecho, por defrnitiva, es lo que da a la esperan- corporalmente; por tanto, queda re-
de ia misa (-+misa [sacrificio de 1a]). tanto, historia humana. El segundo za su ((rectitud». mitido a la experiencia, la cual no
En elloo la realidad experimentable, elemento es Ia conducta del hornbre es sino la experiencia del mismo espí-
la <<apariencia>> de pan y vino, sigue que responde a esta disposición y Es¡¡iritu es el
ente caracte¡izado ritu humano. Sin embargo, tal ex-
persistiendo y se convierte en (<se- que, afianzado en su creyente cer- por su abertu¡a sobre el ->ser y, periencia nunca puede satisfacer la
ñab> del cuerpo y la sangre de teza sobre el decreto salvífico acon- a l,a vez, por su estado de abie¡to anticipación que el espíritu realiza
Cristo que se dan bajo esa aparien- tecido ya definitivamente, espera con- respecto a lo que él mismo es y a lo de manera permanente y necesaria
cia. Llamamos <<apariencia>> a lo úni- fiadamente la consumación rlltirna del que no es. Mediante estas dos aper- por razón de su trascendencia infi-
co que interesa al físico positivista. plan salr,ifico divino en la venida de turas de tal ente sobre el ser uni- nita y como condición de la posi-
y lo único que puede comprobar Jesucristo (cf. Hebr 6, 18; Rom 8, versal y sobre si mismo quedan carac- bilidad de su experiencia.
con sus métodos de observación. 24 e.p.). Ese segundo elemento puedc terüados los dos rasgos fundamenta- Todas las reflexiones siempre fi-
En qué sentido ptrede identificarse ser también la conducta de la --+Jgle- 1es del espiritu: ->trascendencia y nitas del espíritu humano, incluso
aquí la palabra especie con -)<<acci- sia, en la que queda permanentemente reflexión (autoposesión en su ser con- tomadas en su conjunto, no pueden
dente>> en su significado estrictamen- soportada o absorbida la posible res- sigo" y ->libertad). En su trascenden- nunca llenar aquella amplitud a la
teontológico, es algo que depen- puesta personal del individuo. For cia sobre la totalidad del ser, el in- que etr espíritu está abierto y, por
de de la signiñcación concreta de consiguiente, la esperanza es una dividuo experimenta lo que él mismo tanto, nunca pueden cumplir adecua-
-)<<substancia>> de pan o de vino. -+virtud obrada de manera divina. es como <<viviento> y como <<sujeto>>. damente la absoluta e infinita ex-
que deja de existir por la transubs- virtud <<teologal>>, que como tal está Y a lo otro singular, a lo que hace pectación del espíritu. La conciencia
tanciación, según la doctri.na cle Ia estrechamente ligada a Ia ->gracia, lrente dentro del horizonte de su objetiva del espíritu humano, que
Iglesia @z 877 884). Determinarlo a pero a la vez es verdadera ohra comprensión del ser y que no es é1 siempre queda rezagada respecto a
partir de Ia misnra escncia del pan o humana (obrada por Dios). que en misr¡¡o. como algo con lo que se la anticipación en que este espíritu
del vino o a ¡rartir de Ia fisica cuanto tal se halla en estrecha rela- encuentra y, por lo tanto, como <<ob- se excede a sí mismo, sabe (aunque
moderna, es algo muy ditícil. por ción con la ->[e y la ->ceridad jeto>>. Por razón de este distancia- sólo sea en el modo de no quererlo
Io tanto, muchas preguntas siguen pcrsonal, puesto que de alguna rna- miento del ente individual con res- percibir. o atemáticamente) que cll:r
a'oie¡tas. Pero, en último té¡mino, nera constituye el punto céntrico his- pecto al objeto extraño y en virtud misma ha sido posibilitada por ac¡trc-
:Í5 216 21"1 2llt
Espiritu Es!a¡kl

llo hacil lo que so orienta su diná- «personalidad>> del Espiritu Santo píritu no sólo ha sido of¡ecido al Sin embargo, la estadistica mortl
mica infinita (->misterio, ->Dios, (Dz 48 85 s e.p.). Él es el <<espi- hombre, sino que le regala también puedo tener mucha importancia en
->Dios [prueba de la existencia de]) ritu del Padre y del Hijo>> (Dz 83), su propia aceptación. Aparece tam- orden al establecirniento de leyes
y que, en cuanto tal, es el fundamen- que procede del Padre y del Hijo bién que esta comunicación del Es- étnico-pedagógicamente más eficaces.
to del espíritu humano fnito. El (Dz 19 277 e.p.; ->Fillo'que) como piritu no acontece esporádicamente Puede despertar la atención de los
conocimiento y la libertad del espí- de principio único y por medio de como en el caso de los Profetas, sino filósofos y teólogos hacia problemas
ritu humano quedan envueltos y son una única <<inspiración>> (Dz 460 691 que ha tenido ya lugar de maneta que de otra manera les pasarían inad-
soportados por ese incomprensible 704). De El concibió Maria (Dz 2s definitiva e irrevocable. La -+Iglesia vertidos. Puede prevenir contra prin-
inflnito, a partir del cual y hacia el 6 9), sin que por eso so le pueda es sacramento de la gracia de Cris- cipios demasiado indistintamente for-
cual el espiritu finito se experimenta llamar <<padre>> de Jesús (Dz 282). to en el Es,píritu que se nos ha mulados. Puede plantear la pregunta
como entregado en responsabilidad a Influye en Jesús (Dz 83) y en la dado y no sólo prometido. En ella de por qué hay diferencia entre el
si mismo y a su libertad; a ese in- ->Iglesia (Dz 2288; ->magisterio). vive el Espiritu Santo en leyes es- deber y la actuación práctica y tam-
flnito incomprensible, pues, permane- Se comunica especialmente en la cuetas y en nuevas eclosiones llenas bién puede preguntar por la solu-
ce el espíritu finito también abierto -)confl¡mación y en el .-+orden (Dz de vitalidad, en el ->ministerio, je- ción de ese problema. En confron-
en virtud de su esencia (->existen- 679 964). Con respecto a la proceden- rarquía, y en el -)carisma. Es el tac.ión con la seria voluntad salvi-
cial sobrenatural, -+gracia, -)auto- cia del Espíritu Santo dentro de espíritu del individuo, que puede fica de Dios, puede profundizar la
comunicación de Dios). la Trinidad divina, cf. -+Trinidad. poseerlo en un cristianismo todavia idea de que no toda infracción de
Segfrn la teología católica, el Espí- anónimo que no entiende a la Igle- las normas morales objetivas, ni con
EspÍritu Santo. <<Espiritu de Dios)) ritu Santo posee la plenitud únicá,. sia, y que puede estar dirigido por mucho, ha de ser también necesaria-
(hebreo - ruakh, palabra femenina; inflnita, divina, de ser y de vida, El. Es el Espíritu que se hace sentir mente una verdadera culpa subjetiva
griego : -+pneuma) es en el AT una puesto que el Padre y el Hijo son, en cualquier parte donde el hom- ante Dios.
expresión que designa el poder activo por fterza expansiva de su esencia, bre en gracia de Dios no se doblega
de Dios, sin que aparezca ya cla- amantes. El Espíritu Santo es tam- a la mediocridad legalística. Estado. Si una sociedad civil con
ramente el Espíritu Santo como <<per- bién el Espíritu de la comunicación su derecho y con sus poderes, por
sona>>de la ->Trinidad divina. El de Dios hacia fuera. Ya que Dios Estadistica moral es la descripción lo menos considerada en conjunto, fa-
NT tiene noticia de <<otro auxilio, crea en cuanto que es Dios, en cuan- de la conducta moral práctica del vorece y procura una existencia hu-
asistenci»> (->Paráclito), que, proce- to Espíritu crea todo lo que en el hombre (de determinados pueblos, manamente digna para sus miembros,
diendo del Padre (Ioh 14, 26), se mundo hay de auténticamente origi- grupos, etc.) con ayuda de los mé- satisface la necesidad que el hombre,
dis,tingue (cf., sobre todo, Ioh 14, nario, libre y viviente, inesperado y todos demográficos y estadísticos. So- por su rnisma esencia y de acuerdo
16-16, 15; Mc 1, 1Os; Mt 28, 19) poderoso, delicado y fuerte a la bre todo se emplean esos métodos con la ley natural, tiene de vivir
del Padre y de,l Hijo (Ioh 15, 26; vez: el misterio del amor, que es el con respecto a la mo¡al sexual, pros- dentro de t¡n estado. En esa medida
16, 7), el cual, o respectivamente su misterio más entrañado en todo lo titución, suicidio, etc. Esta estadis- concuerda con la voluntad de Dios
acción, viene presentado primordial- natural. Es el Espíritu de la gra- tica moral no puedc determinar si (<<por la gracia de Dios>>) y está
mente en símbolos: la paloma como cia: al Dios que es en nosotros un- Ias infracciones morales son pecados bajo la protección del mandato divi-
símbolo de la instauración del nue- ción y sello, arras, huésped, consola- meramente objetivos (materiales) o no de obedecer al poder legítimo. De
vo pueblo de Dios; sin olvidar que dor, abogado, llamada interior, liber- son también pecados subjetivos. Las aquí que las leyes civiles puedan ser
la paloma es un símbolo preferido del tad y filiación, üda y paz, santi- normas morales ni se apoyan ni se directa o indirectamente obligato-
pueblo santo, cf. Agustin, Mc l, dad y unidad, le llamamos Espiritu. debilitan en virtud de la estadistica, rias en conciencia, directamente, si
10s y paralelos. La tormenta como El que hace madurar los -+frutos pues la ley moral no depende en son esencialmente útiles al bien co-
simbolo de Ia fuerza (Act 2). Las en nosotros: -+caridad, -+alegría, su validez de si de hecho se cumple mún, indirectamente si Ia rebelión
lenguas de fuego como símbolo de -)paz, -->Wciencia, -Jcastidad, ése o no. La estadística moral prueba contra ellas dañaría la ordenación de
la inspiración de los testigos (Act es el Espiritu. El adversario de la en alguna manera la semejanza de la sociedad civil. Cuando, en contra
2). A este resp€cto, cf. también carne, del pecado, del servicio mera- Ia motivación o de los presupuestos de lo debido, mandan algo que per-
->pneuma. mente legal, el que es la fuerza se- de la actuación humana, pero no judica notablemente al bien común,
De acuerdo con la Escritura, en creta de nuestra consagración, trans, prueba nada contra la libertad fun- no han de ser obedecidas. Cuando
todos los símbo os de Ia l'c y en to- formación, el que impulsa hacia la damental, puesto que ésta no implica mandan algo inmoral, obedecer (<<el
dos 1os decretos doctrinalcs sobre resurrección gloriosa de la carne y la carencia de motivos ni nadie la que manda manda>>) es inmoral, y
la Trinidad de Dios contra el Jmo' hacia la transformación del mundo, considera como absolutamente ilimi- ante Dios, pecado.
dalismo y -)macedonianism() sc re- ése es eI Espíritu. tada. Hay que rechazar todo abuso en No es lícito al <<súbdito>>. mientras
conoce o define respeclivamente la En pentecostés aparece que ese Ee este sentido ( Kínsey-Reports). le resulte posible, eximirse de cote-
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t
\
Estado F-sludo original

jar las leyes y mandatos estatales con proceso secular, el c¡istianismo ha do se le describe como persona es- sarse como coexistiendo con la vo-
la norma de la ley natural y de la <<desmitologizado>> al Estado lo mis- piritual y entidad mundana simul- luntad perdonadora de Dios mirando
propia conciencia; tal omisión seria mo que a la naturaleza. Los cris,tia- táneamente. Por lo tanto, la -)esca- a Cristo (-+existencial sobrenatural).
inmoral. Dentro de lo posible, la par- nos tienen que aportar lo que está en tología individual y cósmica, espiri- Dichos estados quedan de antemano
ticipación en la vida pública es sus manos para que no se imponga tu-personal y corporal no pueden ni comprehendidos por la voluntad di-
normalmente una obligación moral, en todo ei mundo la nueva <<divi- separarse adecuadamente ni unificar- vina de autocomunicación en Cristo
.mientras esa vida tenga de veras nización del Estado» que se cierne se del todo. La doctrina del estado (-+cristocentrismo). Voluntad santi-
sentido. La fo¡ma concreta de la Sobre nuestra época, intermedio se apoya sobre esta si- ficadora siempre y s.iempre presta aI
sociedad estatal (constitución), como - tuación fundamental antropológica. perdón. Además, dichos estados des-
es obvio, no se apoya en una orde- Estado intermedio. Se llama asi al pliegan en historia esta estructura
nación directa de Dios, sino que objeto de las proposiciones teológi- t Eslados de la naturaleza
humana, esencial última de la salvación: Ia
está sometida a la evolución histó- cas acerca del hombre, en cuanto irv' Reciben este nombre las diversas si- gracia paradisíaca es ya gracia de
rica. Cambiarla puede llegar a ser que, por una parte,rsu destino defi- ,,r" tuaciones salvíficas reales o pensa- Cristo; Dios permite la culpa porque
obligación moral, de modo que el nitivo queda sellado, en virtud de bles en sí que son presupuesto, con- ella no puede propiamente destruir.
estado denecesidad y la legítima su libre, decisión, lx -)muerte; y, ,.\ dición de posibilidad y deber para contra su intención, la situación sal-
defensa pueden legitimar moralmente por otra, 'puesto que prosigue toda- ,,, Ia libre actuación salvífica del hom- viñca de la gracia superior de Cristo,
medidas revolucionarias más allá del via el cu¡so del mundo al que per- '(' "/ bre individual, Prescindiendo del es- de lo primeramente querido en el
,derecho escrito. El Estado es un ser- tenece todavía el difunto, éste no se tado meramente pensable de -+na- acto creador, sino que, por así decir.
vidor, no un señor, ni es el sujeto puede considerar sin más y en todo turaleza (<pura», <<desnuda>>. que nun- gr'ra en el vacio por esa extensión y
exclusivo del bien iomún. Aunque caso como definitivamente acabado. ca existió, se distinguen tres fases absolutez infinitas. En la fase cris-
hoy día tiene que ejercer muchas Se suele explicar esta duplicidad di- hisrórico-salvifi cas esenciales. tiana y en la acción salvifica del in-
funciones que lo hacen aparecer ciendo qne el difunto, según su <<al- dividuo, esa situación salvifica fun-
como casi totalitario, con todo, ha ma)), (<ya aho¡a>> está en la -)visión 1. El estado <<supralapsario>> de damental y general, que siempre y
de respetar fundamentalmente el prin- de Dios (que está en el -»cielo) o justicia original (->estado original, en todo lugar es Cristo, sólo se des-
cipio de subsidiaridad. Es decir, en Padece el -+infierno o el ->purga-
-+paraíso). Es decir, la situación sal- pliega plenamente en la fe expresa
sí no ha de apoderarse de funcio- torio, ¡r que <<sólo más tarde» expe- vífica paradisiaca, anterior al pecado y en la perceptibilidad sacramental-
nes, poderes, propiedades, etc., que rimenta la resur¡ección (-)resurrec- original, del hombre <<agraciado» so- escatológica. Y llega a su aceptación
puedan seguir perteneciendo aI in- ción de la carne) <<segirn el -+cuerpo». brenaturalmente por la autocomuni- subjetiva, una vez más obrada por
dividuo o a pequeños grupos sin Dichas afirmaciones son acertadas. cación de Dios; caracterizado por la ella misma, bajo la fe y el sacra-
del bien comÍrn.
¡-;erjuicio Con todo, no hay que pasar por alto inmunidad respecto de la concupis- mento.
También el Estado está sometido en ellas que, dada la unidad subs-
cencia (-+integridad) y substraído a
a la ley de Dios. El cristiano y la tancial del hombre, que tiene prece- la necesidad de morir. Estado original, gracia del estatlo
Iglesia podrian y tendrían que ejer- dencia ontológica ante el pluralismo original. Estos términos técnicos de
citar una función crítica frente a de sus principios, una afirmación 2. El estado <<infralapsario>> o de la teología son formulaciones breves
é1, y no sólo cuando amenaza al- acerca del <<cuerpo)) es también afir- <<naturaleza caída>>. La situación sal- de las proposicíones de fe que expo-
gunos elementos impottantes espe- mación acerc¿r del <<alma». y vice- vifica del hombre bajo eI ->pecado nemos a continuación.
cíficamente eclesiásticos. No es lícito versa. Tanrpoco hay que pasar por original y anterior a Cristo o a su
ni a la Iglesia ni al Estado ignorarse alto que ni se puede ionsiderar al justíficación por medio de Ia fe, la a) El primer homb¡e fue creado
y perjudicarse mutuamente; y en difunto como sencillamente subs- caridad y el bautismo. en )gracia santificante, es decir, con
cste sentido hay que rechazar la <<se- traído al tiempo mundano, ni como esa (<dote)) interna, -+sobrenatural.
paración de Iglesia y Estado>>. Con sujeto a é1 de la misma manera que 3. El estado de <<naturaleza caí- por medio de la cual el hombre qr.re-
todo, una distinci(rn clara entre am- los que todavía están madurándose da y reinstaurada>>. Es decir, el es- da hecho justo ante Dios y partíci¡'rc
bos redunda sólo en utilidad para las o temporizándose en el hacerse libre. tado del justo santificado por la gra- de la natu¡aleza divina; y de esa
dos partes (-)tolerancia). En virtud Por tanto, también la proposición cia de Cristo; del justo que antes fue manera queda intrínsecamente orde-
de la distinción esencial entre Igle- téológica acerca del estado inte¡me- pecador a causa del pecado original nado a la -)visión de Dios y a la
sia y Estado el cristianismo preserva dio adolece de una fluctuación dia- y de la culpa personal. Estas tres ->caridad correspondiente a ella (l)z
al hombre del peligro de que el léctica en una duplicidad necesa-
fases se suceden en la historia de la 192 788-791: cf. Rom 5l I Cor I5
Estado mismo o la <<patria>>, nación, ria e insuprimible de proposiciones salvación, y en parte son sólo aspec- y los conceptos bíblicos dc <<rccorr-
etcétera, aparezcaÍ como dimensiones acerca del hombre uno, que sólo tos de una situación salvifica, pues ciliación>>, (<rescate)) y <<rcn ovacit'r rr » ).
<<numinosas>>, sacrales. En un largo queda correctamente expresado cuan- el pecado original sólo puede pen- La importancia de esta proposicirirr

223 725 276


Ilalr-Vorg.8
Estado origirnl É,tica
para nosotros reside en que de- rar el orden de Adán, más originario de Adán. Todo Io cual sobrepasaría algo se apoya en su voluntad abso-
clara que la historia elrtera de la y comprehensivo. El orden de Adán la proposición que viene dada de luta: su Hijo, su soberanía, sus mo-
hr¡manidad posec dcsdc su comien- tuvo que ser ya orden de Cristo: el su)¡o con est¿ doctrina de la Iglesia, radas, etc. La eternidad de Dios,
zo mismo un sentido y una finali- orden que Cristo en cuanto el Cfu- a saber, que Adán fue ->persona. conf,orme a su esencia, hay que en-
dad internos. El homb¡e, sin más, cificado reinstauró como el suyo. Por 1o demás, el origen en cuanto tenderla como duración del todo ca-
es,tá c¡eado en orden a Ia vida Reinstau¡ación que tuvo lugar en protohistórico (en cuanto dete¡mi- rente de succsión, la cual no sótro es
eterna en posesión inmediata de Dios. cuanto que Dios no sólo no excluye nante originario cle nuestra historia) algo que no tiene principio ni fin,
Nunca se dio concretamente un «es- de su misericordia el comienzo hu- está situado fuera del alcance de las sino que es presencia que siempre
t¿rclo de mera naturaleza». Y por mano del orden humano-tlivino cr¡- ciencias pro[anas. Tiene cierta tras- se posee absolutamente a sí misma,
ello toda Ia historia de la huma- rrompido por la culpa del hombre, cendencia histórica, trasciende en al- que en sí misma>> no
<<subsistiendo
nidad, desde su mismo principio, sino que, por el contrario, transfor- guna manera a la historia, no pode- conoce antes odespués alguno. Por
es la historia de la lucha entre el ma en la gracia del Redentor entre- mos encontra¡lo cotno un momento lo tanto, en este sentido, eternidad
<<sí»y el «no)) a ese proyecto so- gado a la muerte del pecado en la más entre otros dentro de nuestra es plenitud de ser por antonomasia.
brenatu¡al del hombre delineado por cruz. la gracia originaria del Dios- historia. Lo protohistórico y lo es- En cambio, <<tiempo>> no es catego-
Dios; y lo es tan radicalmente, que Irombre, la gracia que en el hombre catológico, por la misma naturaleza ria alguna del ser mismo, sino sola-
nunca se puede soslayar esa alter- ordenó desde un principio Ia histo- de las cosas, tienen que suponer para mente forma de ser de lo <<temporal>>,
nativa: aun ahora Dios sigue exi- ria de la humanidad hacia la pleni- nosotros el mayor distanciamiento del ser creado perecedero, que sólcr
giendo del homb¡e 1o que éste perdió tud de los tiempos. Siguiendo a Pa- entre representación e imagen, por vive en una continua sucesión o en
en Adán. Todo concepto de hombre blo, hay que decir: el pecado, es una parte, y el coltenido objctivo. un continuo estar después de otro.
con el que éste pretenda encerrarse decir, la causa que condiciona las pof otra. En ia ->creación misma, la ete¡ni-
en su mera <<humanidad>>, toda con- imperfecciones de nuestro estado ac- dad de Dios no se muestra como pura
cepción meramente ñlosófica del tual en relación con el comienzo de Estigmatización (griego stígma : negación del tiempo, sino como so-
hombre, peca contra la implantación Adán, es perrnitida por Dios sólo señal). Como fenómeno concomitan- beranía sobre el tiempo. Encuentra
originaria y concreta del hombre en para que apaÍezca más superabun- te a las vivencias místicas, es desde su extrema manifestación en el hecho
el ser por obra de Dios. dantemente la fuerza y majestad de Francisco de Asís la aparición, bas- de que Dios asuma en Ia naturaleza
Po¡' tanto, el hombre sólo entien- la gracia divina. tante frecuente hasta nucstros días, humana de su Hijo la temporalidad
de acertadamente su esencia natural de llagas en los místicos y místicas. y sometimiento del hombre al des-
cuando la considera abierta a una b) El primer hombre estuvo Ii- I-lagas que corresponden a
las de tino y a la mutación, acogiéndola de
disposición de Dios, que sobrepuje a bre de la -)concupiscencia ((rebel- Crislo y no han sido provocadzrs l'n' esa manera en su autoposesión eter-
esa esencia; y de manera que esa de>>.perversa. Liberación que no era tencionada o flngidamente. La estig- na. Desde este punto de vista, el
disposición no sea só1o una modifl- debida al hombre; por lo tanto, fue mstización no implica en si un mi- <<tiempo>> se convierte en el ámbito
cación adicional, meramente <(ca- rrn don preternatural (Dz 792 lü2{> lagro. Fenómenos parecidos se han dentro del cual ocurre la comunica-
sual>>, dentro del marco de dicha 2055 1516; cf. <<el pecado>> en Pablo, obsetvado en el ámbito de lo pa- ción de Ia eternidad de Dios, de su
csencia, sino lo decisivi'r, lo que fun- sobre todo en Rom 5-8). Cf. +in- rapsicológico fuera de una '-)místi- plenitud de ser, al hombre temporal
da la salvaci(rn de1 homb¡e. Ahora tegridad. ca auténtica. Sin embargo. puede ser y viador. AI hombre que esa misma
bien. si la ordenación a tra posesión considerada con respeto religioso allí comunicación abre graciosamente a
inmediara dc Dios es partc integran- c) El primer hombre, en virtud donde sea ex¡resión y consectrencia la eternidad de Dios, para que pueda
te de la constitución originaria del de un don semejante, estuvo tam- corporal del amor místico de Cristo entrar en Ia posesión de ésta al rc-
ht>nrbre y sigue siéndolo después de l-.ién libre de
la necesidad de morir y de la cruz, y no se la utilice en cibir participación en la plenitud de
la c:¡ída de Aclán, esa ordenación (Dz 101 174s 1078 1517 2123; ct plan sensacionalista. ser de Dios (-+inmortalidad, ->alma).
tiene c¡ue estar dispuesta por Dios Gen 2-3: Rom 5, 12-21). Ct. -)muer-
mirando al }lombre-Dios, tiene que te, -)inmortalidad. Esta doctrina de Eternidad. Como propiedad de lo Ética. Como parte fundamental de
ser gracia clc -+.lesucristo. De lo la Iglesia (aunque esta calific¿ción que se opone, conro radicalmente la filosofía práctica, la ética es la
contrario. Jcstrcristo, cl mcdiador, el no podría aplicarse a todo lo dicho distinto. al hombrc qLre vivc y se ciencia de Io nrorai. Es decir, intenta
I'undamento dc nuestra gracia, sería en al) acerca del estado original no encuelltra en el tienrpo y en la pro- el análisis y profundización de aque-
sólo el restaurador y, por consiguien- afirma nada acerca de Ia configura- visoriedad, «eterno» cs ya cn la Es- Ilos hechos morales de los que pue-
te, servidor de un or<Jcn que estaría ción biológica del primer hombre, critura un predicado de Dios (ma- den deducirse las normas para todo
concebido independientemcnte de El. acerca del nivel cultural de la huma- gisterio: Dz 39 391 428 1782). Ulte- acto humano. En este sentido, hay
Nos regalaría su gracia. n() para ins- nidad originaria, acerca del período riorrnente se aplica a todo lo que es que distinguirla rigurosamente de la
tiurar su orden. sino par':r reinstan- geológico correspondiente al tiempo propio dc Dios o en cuanto qr¡e ética teológica (-+moral lteología]),
227 22& 279 230
Étie¿
Etiok4íl
que tiene que deducir las normas de A este orden moral objetivo que se
los actos morales a partir de la pa- contenido cristiano (materialmente morales universales a la situación del
deduce de todo lo dicho tiene que
labra de Dios pronunciada en la re- cristiana) por parte de Ia Iglesia, Es individuo, el «tf» desempeña el pa-
asociarse la norma subjetiva inme-
velación, testificada en la Iglesia, y diata de los actos morales: la -)con-
un individualismo extremo, corto- pel de la universalidad (comunidad)
de Ios decretos salvíficos de Dios con circuito del espíritu, que quiere des- concretizada; pronombre que, por su
ciencia del individuo, cuyo juicio de-
resp€cto ai hombre. En cuanto que embarazarse rápidamente del esfuer- parte, determina positivamente la si-
termina en último término el valor
zo exigido por una reflexión pacien- tuación del que actúa en cuanto que
la ética (filosóflca) ve¡sa sobre lo mo- o disvalor de un acto concreto. y esto
ral del hombre, somete a reflexión sabiendo que el orden objetivo siem-
te sobre la situación planteada. En no sólo queda tocado por la acción
científica un fenómeno originario del pre tiene en cuenta la crítica protestante de la -+ley y del sujeto, sino que esta misma acción
la integración de su función para el pecador justi- queda modificada y requerida por
concepto que el hombre tiene de sí ónticamente precedente de la perso-
mismo: el hombre se conoce viven- na humana en unas circunstancias y
ficado por la gracia, resuena con fre- exigencias yconductas concretas. En
cialmente en su autorrealización como estructuras determinadas de su mun-
cuencia eL pathos de una ética de y tras la situación del individuo, in-
sujeto volente, que en la acfualiza- do. Así pues, surgen principios últi-
Ia situación. Su nrlcleo acertado es la cluyendo Ia determinada por las exi-
ción de su querer dispone de sí mis- -->ética existencial. gencias del <<tri)), viene dada legíti-
mos normativos para Ia conciencia
mo <<voluntariamente>> (libremente) (-+ley natural), p.ej.: el fin subjetiva- mamente una llamada concreta de
en orden al ->bien o al -+mal. Efica existencial (ética individual). Dios al individuo. Esito puede decir-
mente bueno no justifica los medios
I-a conciencia de esta distinción El acto moral del hombre no es sólo se también del sujeto del acto moral,
objetivamente malos; un valor moral
entre actos buenos y malos acom- un (<caso>) de una nornra moral esen- cuya autorrealización viene exigida
preceptuado, postulado (con la vo-
paña siempre toda autorrealización luntariedad absoluta de la persona
cial y universal, sino también reali- precisamente por esta llamada y está
libre de la persona. La persona espi- espiritual) no puede ser sacrificado a
zación del hombre nrismo en su in- también por ella impulsada en de-
ritual que se autorrealiza libremente dividualidad irrepetible; y como sea terminada dirección. Puede también
un valor premoral y parcial de la
se conoce a sí misma al hacerlo como existencia humana. En cuanto que
quo este hecho puede estudiarse cien- decirse 1o mismo de la ley moral
'valor moral fundamental. Esta tificamente, de ahí que exista y deba universal en la que ha quedado plas-
<<ex- Ia ética refleja la realización libre existir la ética existencial. Ahora
periencia del valor fundamental>> se de Ia persona humana en un orden mado el boceto planeado por Dios
hace temática en la ética. A partir previamente dado, tiene que perma-
bien, la ética existencial se ocupa de para el mundo, hombre y ambiente,
de ciicha experiencia se puede pre- necer abierta a una disposición de
Ia realización del hombre singular y que debe hacerse realidad en Ia
sentar a la persona espiritual como en cuanto que esta realización es po- conducta del individuo y sólo en ella.
Dios sobre esa persona o sobre la sible y ha sido propuesta a cada
algo que a un tiempo realiza moral- ordenación de dicha persona a su fin
mente su naturaleza y su ordenación (->mora1 [teología]).
hombre de una manera exclusiva a Etiologia (grlego uitía : causa),
a un fin último; como algo que é1, y en cuanto que no puede que- er sontido amplio, es la atribución
es
querido absolutamente en cuanto tal, É,tica ile la situación. Se llama así
dar adecuadamente implicada den- de un fundamento o causa a otra
de manera que, pafliendo de ese ca- la doctrina de un existencialismo [al-
tro de las nonnas genorales. Por lo realidad. En sentido estricto, es la
rácter, puede y debe deducirse el so y extremoso, según Ia cual el de_
tanto, en esa medida, la ética existen- proposición de un acontecimienlc>
carácter absoluto de los valores mo- cial queda como complemento nece- pretérito como razón de un estado
ber moral del homb¡e particular se
rales. que están al servicio del des- oario de la <<ética esenciab>, aunque real y perceptible o de un evento en
deriva siempre de manera exclusiva no pretende substituirla, como hace
arrollo y actualización de la persona a partir de la situación concreta del el ámbito de lo humano. Esta refe-
espiritual absolutamente querida. agente, sin que el conocimiento do
la -rética de Ia situación. Las nor- rencia retrospectiva a un aconteci-
Con pleno sentido se someten en mas morales universales elaboradas miento pretérito puede estar forma-
lo que hay que hacer <<aquí y ahora> en la ética esencial hay que aplicar-
la ética a un cuidadoso análisis cien- esté no¡mado además por las nor- da como metafórica representación
tífico las relaciones existenciales sin- mas esenciales y universales de la
las a cada <<situación» presente del de una causa, que en realidad no
gulares de esta persona, su ¡elación que act{ra. Por dicha <<situacióo> hay pretende sino presentar a la concien-
-+ley natural. Ley natural que re-
consigo misma, con otras personas sulta de la esencia metafisica del
que entender ese punto álgido histó- cia el estado actual plásticamente
libres (congéneres), con la comunidad rico del particular que está formado explicado: etiología mitológica. Pero
hombre, siempre la misma, reconoci- por su irrepetibilidad personal, sus
humana y con Dios, y se establecen esa referencia retrospectiva puede ser
ble y persistente a través de todos relaciones individuales, su originaria tambión. en realidad, el descubrimien-
normas (éticas) para Ia realizaciín los cambios históricos y, por otra
de las citadas relaciones. Una parce- situación histórico-personal y por la to objetivamente posible y legitima-
parte, supuesta en la Escritura. La
lación de este análisis correspondiente reflexión ético-esencial que le es in- do (tunqr:e provisoriamente explica-
ética do Ia situación se basa en Ia
a los distintos ámbitos de la vida lle- negación de una metafísica esencial.
telectualmente accesible. Punto álgi- do dc forma imaginativa) de una
va a la subdivisión de la ética gene- do del que resulta ademírs su reali- causa histórica a partir de un esta-
En consecuencia, anula la posibilidad
ral en ética individual y ética social, de la proclamación de una ética de
zació¡r moral concreta. do presente, que por la aclaración
En esa aplicación de las n()irnas de su procedencia se entiende con
23r )7.1
233
r I

Etiologia
Eucarislia
ma¡tor claridad. En este proceso se con Dios (cf., asimismo, Ts 42,
Il causa real y eI estado
e()ii!,;dcran
6; tiua de la Iglesia es siempre verda- que eltenderla más precisamente
49, 8). Por Lr tanto, Jesús queda ca- dero banquete, en cuanto que el como una transformación auténtica
actual cn u¡r:t misma pcrspu(.i.t\.¿1,: ¡acterizado como el que muere san- cuerpo y la sangre de Cristo están en de una -)substancia (a saber, del
etiología histórica. Este último con- grientamente. Así pues, Ios dones se
cepto ha dc aplicarse a las afirma- ella como alimento. Y a la vez es pan de trigo y del vino de vid como
ciones de la Escritura acerca rJe la
identifican con el siervo de Dios, verdadero saclificio, en cuanto que <<materia>>: Dz 698) en otra (a saber,
historia p:imitiva de la humanidad:
Jesris, que acepta Ia muerte violenta ei sacrificio único de C¡isto en la cuerpo y sangre de Jesús: Dz 355
con libre obediencia y que funda con historia es permanentemente eficaz y 430 465 544 698 877 884 997 1469
-)c.cación (narraciól de la). esa muerte la nueva alianza. La iden- en cuanto que en la celebración euca- 1529 2318 e.p.i -)transubstanciación).
tidad entre el rnanjar eucarístico cle la ¡ística se hace también permanente- Por más quo dicha transubstancia-
Eucai'istia (griego eukhoristein : Iglesia y el cuerpo y la sangre de
dar gracias; c¡r : bueno; kharis : mente eficaz esa entidad esencialmen- ción tiene lugar con vistas a la re-
Jesús se fija con mayor exactitud en te histórica que llamamos <<Iglesia>> cepción del aiimento del cuerpo y
gracia, regalo), literalmente y con- 1 Cor. Ese manjar es el cuerpo ofre-
íorme al uso primitivo de la palabra,
por medio de la acción litfirgica de sangre de Cristo en Ia comunión de
cido por Jesús en la cena, es el cuer- la representación. Teológicamente, ios fieles (cf. -+comunicación) y por
clesigna la acción de gracias del quc po cruciflcado de Jesris; y de esta
«ha recibido un buen regalo» y, como
estas dos realidades de la celebración más que por su medio se hace sobre
manera, al comerlo, se declara la eucarística no pueden pensarse del todo presente el sacrificio de ia cr-uz
consecuencia, está ((agradecido». Lue- muerte de Jesús como salviflca y se
go eucaristía significa agradecirniento. todo por separado. Por lo tanto, la en este momento concreto dent¡o de
aunque también oración de acción
hace eficaz. Ese manjar es cuerpo y referencia al sacrificio de la misa la historia y a través dc la Iglesia
sangre del Glorificado, y al comer- (Dz 938), su resultado real es,
de gracias. Segirn un concepto poste- 1-->misa [sacrificio de la]) vale para con
lo los individuos quedan integrados toda la exposición de la eucaristía. todo, permanente; mientras perma-
rior, eucar.istÍa designa, sobrepasan- en Ia comunidad del cuerpo pneumá-
do Ios significados anteriores, el Sin embargo, también se hacen pre- necen las fo¡mas de alimento, C¡isto
tico uno do Jesús (l Cor lO 16 s). sentes encarnación, resurrección y sigue también estando presente y
(<cuerpo>) del Señor, en cuanto que La permanencia de este alimento en glorificación del Señor (cf. Ioh 6, siendo objeto de adoración (Dz 876
éste es el centro y punto de partide la Iglesia y como alimento de la
de la acción eucarística de la Iglesi:r. 57s; Hebr 10, 5-10). tl86). Sin embargo, esta presencia real
Iglesia se deduce del <<mandato con- permanente de Cristo sigue estando
bajo las apariencias de pan y "inrr. memorativo>> ligado inmediatamente II. La eucaristía es -rsacramen- necesariamente referida a la implan-
a las palabras de la institución: <<ha- to on sentido pleno y originario (Dz tación de esta presencia en la cele-
L La rcalidad designada con el ced esto en memoria (-)onamnesís) 430 844 997 e.p.). Sacramento insti- bración eucarística de la Iglesia y a
nombre de eucaristía está fundamen- de mí>>. Por medio del encargo de
tada en la cena de Jesús (sobre todo, tuido inmediatamente por el mismo su finalidad, consistente en la recep-
hacer <<esto>> ulteriormente, queda Cristo (Dz 698 844 874s 997), en ción (<<comida» por parte de los
L-c 22, l9s y I Cor 11,23ss; cf. asegurado que Ia realidad total de
Mc 14, 22 ss). En ella, según sus el que están realmente presentes el fieles.
Cristo está siempre presente de ma- cuerpo y la sangre verdaderos de
mismas palabras, da Jesús su «cue¡.- nera eficaz allí donde los discípulos
l-)o)> v su ((sangre)) como alimentr.l Jesus, y con ellos la realidad con- III. En la realización y recepción
de Jesús realicen legítimamente <<esto>> creta, total, salvifica, del Señor (Dz de eucaristía, la Iglesia y todo fiel
la
bajo la rece¡rción empirica del pan (es decir, la cena).
y vlno.
355 424 430 465 698 874 883 ss 890 en particular llevan a cabo verdade-
En esta realización posterior de la gyl 1469), bajo las <<especies>> del ramento <<eucaristia>>, es decir, acción
<<CLrerpo». según la concepción se- cena, querida por Jesús, se hace ade- pan y del vino (Dz 626 667 698 874 de gracias, la más sublime que puede
mita. designa lo que es perceptible más presente el sacrifi.cio sangriento
de Ia persona de Jesús; la termina_ 932 936 997 1469), estando presente darse y específlcamente <<eclesial>>,
de Cristo en la cruz, puesto que el en cada una de las partes de dichas sólo posible a la Iglesia de Cristo;
cir'rn participial de la palabra clidt>- cuerpo y la sangre del sien,o de
ntorort (traducción de la hebrea co- especies (Dz 698 876 885 1469 1921). aunque a la vez esa acción de gra-
Dios atormentado y moribundo se Ese tracerse presente del cuerpo y la cias ha sido impuesta a la Iglesia
rrespondicntc a <<entrcgado>>), así co- hacen presentes respectivamente como sangre de Cristo y de su muerte sa- como precepto fundamental: en
mo la liturgia de la cena pascual entregado y derramada por <<los mu-
¡ros remiten al ->cbctl yahvah por crilicial tiene lugar en la -+misa (sa- cuanto que siempre tiene a Cristo
chos» (: innumerables, por todos), crificio do la) de la lglesia (Dz 424 mismo consigo y lo recibe verdadera-
sntonomasia (Is 53, 4-12). cornple- y sólo en cuanto tales pueden ha,cerse 41A Ml 452 464 938) por medio de mente, si bien en la osada realidad
mentando así el sentido dc las pala- presentes después de la institución de
bras de Jesús consec¡.alorias del pan.
Ja consagración del sacerdote (Dz de la fe, como alimento, la Iglcsia
Jesús rnismo; y también porque esta 124 430 574a 698 961), que pronun- realiza, actualiza la respucstrr
<<dice>>,
l-ir -)qq.sa¡g¡s>>, sin embargo, queda presencia del sacrificio uno de Cristo
serl¿¿lada con mayor e\acti(ud como
cia como <<fórmula>> las palabras del al ofrecimiento de la gracia de l)ios,
viene dada en una acción litúrgica nrisnro Jesris en la institución de la de su autocomunicación. Ilcspucslu
sangre derramada por Jcsúrs para la s¿rcrificial (->sacrificio) de la Iglesia.
instauración de Ia nucva -)alianza eucaristia (Dz 414 424 452 698 715 que es absohltamente rarlicul, pucslrr
Por lo tanto. la celebración er¡caiís- 876 938 949). Esta consagración hay que ha quedado <<folnruludl>r pol l;r

235 236 217 2.18


Eucaristia Excomuniórr
vida de Cristo, amada y deñnitiva- mento del hombre>>): como alguien tos el nombre de evangelio, se ex- que admitir que Dios crea algo que
mente aceptada en el cuerpo y en que se encuentra en el mismo plano presa su c¿.fácter de escritos <«nisio- podría alcanzar en virtud de la evo-
la sangre. Por lo tanto, no hay que de ser que el primer hombre, y con nales» o kerygmáticos. En cuanto tal, lución inmanente de la criatura. Si
pensar el efecto de la eucaristía so- ello se halla elevada sobre los dernás eso kerygma o predicación es -)pre- en una -+antropología teológica se
lamente como algo individual, que vivientes; alguien que se halla junto dicación de la Iglesia acerca de la admite que el -+hombre es la meta
acontece en el particular; algo por al, o <<frente al>>, hombre. La Escritu- palabra y suceso, en virtud de los de la creación en absoluto, que la
medio de 1o cual el individuo consi- ra ve en Ia relación entre Adán y cuales queda ella misma constituida creación tiene un punto de partida
gue la participación personal en la Eva el ejemplar del -rmatrimonio (-)Sagrada Escritura). auténtico (en sentido teológico, no
vida dc Cristo y la gracia para hacer querido por Dios, de la asociación científico natural) y que lo evolucio-
realidad esta participación en una de hombre y mujer, de Ia rccíproca Evolución Cambio o mutación de nado persiste en la dependencia de
vida cristiana (entendiendo vida cris- referencia de ambos, de la Iecundi- algo que (simultáneamente) perma- la criatura con respecto a Dios (de-l
tiana en sentido estricto, representa- dad. -+Protoevangelio. nece. En el ámbito de la vida del pendencia que es la medida de la
dora de la vl'da de Cristo por medio hombre aparece de las maneras más autonomia de una criatura); si se
de la caridad, obediencia y gratitud Evangelio (griego euangelion variadas (evolución en el pensamien- admiten dichas proposiciones, enton-
frente al Padre; representadora de buena nueva). La traducción literal to del hombre, evolución del mundo, ces la teología podria aprender de
la vida de Jesús también en el per- do esta palabra de origen griego ex- del ambiente, etc.) y es, por esto, un las ciencias naturales qué es 1o que,
dón y en la paciencia). El <<efecto>> presa con toda claridad la pretensión tema esencial de la teologia. En reali- dentro de la creación, puede origi-
de la eucaristía hay que pensarlo so- que Jes{rs eleva con su mensaje. El dad, la evolución no se ha convertido narse por evolución. Con respecto
bre todo como eclesiológico y social. destinatario de este mensaje es en en tema teológico hasta época re- al problema especial que causó la
En la eucaristía se hace pres€nte en primer lugar el pobre (Mt 11, 5) hom- ciente, al tiempo que aparecía un discusión, cf . -+homb¡o (creación del),
este mundo la voluntad salvífica gra- bre, que de tal manera ha entendido ->hombro (origen del).
evolucionismo filosófico, es decir, la
tuita e incansable de Dios con res- su situación en el mundo y frente a concepción de Leibniz, Schelling y De la misma manera que el pun-
pecto a todos los hombres; se hace Dios, que de por sí tendría que es- to de partida, también el término
Spencer entre otros que consideran
perceptible y visible en cuanto que perar una reprobación y condena- la evolución como el supremo prin- (-+terminación) auténtico está fuera
por medio de ella queda formada la ción. cipio de toda realidad, revelador de del ámbito de las ciencias de la na-
comunidad visible y perceptible de El contenido de este mensaie es 1o absoluto, y un evolucionismo bio- tl:raleza: '->basileia. Como es na-
los fieles, Iglesia, como signo, que el hecho, precisamente entonces ini- lógico con la tesis darwiniana sobre tural, en cuanto que todo lo origi-
no sólo remite a una gracia posible ciado, de que la soberania magná- el origen del hombre. Frente a estos nado en la -)historicidad quedará
en algún lugar o tiempo indetermi- nima de Dios en Cristo se hace evolucionismos, la teología católica absorbido dentro de la consumación
nado ni sólo a cierta voluntad salví- presente y efrcaz en este mundo que pone el acento primariamente en la escatológica, también se da una evo-
fica de Dios, sino que es en sí mis- se creia condenado (Mc l, 14 s). En diferencia ontre -+cre¿ción y evolu- lución auténtica con respe.cto a lo
mo la perceptibilidad y permanencia los escritos posteriores del NT el ción. que ha de ser realmente deñnitivo,
de esa gracia y de esa salvación. El concepto de evangelio es extendido La creación afirma el _+punto y en la quc el espiritu personal <<se
sacramento de la eucaristía y la sa- al mensaje y anuncio de Io que sutce- de partida de 1o que antes no existía, hace» en orden a su meta. El lugar
cramentalidad de la Iglesia estan, dió a Cristo y en Cristo y fue per- la implantación originaria de un preferente de la aparición de esta
por lo tanto, mutuamente vinculadas cibido por sus discípulos. Por lo ente en su evolución. La evolución evolución es la ->Iglesia (cf. tam-
(-+Iglesia, -)sacramento originario). tanto, la vida, existencia y palabras §upone algo que ya está ahí, algo bién -)dogmas [evolución de los]).
de lesús se convierten en contenido que ya existe, y dice o expresa su
Eva (hebreo, literalmente : <<la del evangelio. En este sentido, evan- forma temporal. Excomunión designa la costumbre
dadora de vida»), según la nara- gelio es inmediatamente una buena Ciertamente, la discusión teológi- practicada ya en el AT de alejar del
ción etiológica (-+etiología) de Ia nueYa que Dios envía aI ho¡nbre. ca acerca de la manera en que algo ámbito santo del pueblo elegido de
Escritura, (<ayudante)), mujer de De acuerdo con la singularidad de que existe por creación pueda con Dios al (gravemente) pecador, aüo-
-)Adán. Por medio de la narración este mensaje, la palabra evangelio se todo desarrollarse o evolucionar, ha jándosele al ámbito reservado para
metafórica de su J'ormación a partir usa en la Escritura sólo en singular. comenzado prácticamente en los filti- la ira de Dios, al ámbito de Io im-
de la costilla de Adán se expresa su Más tarde, evangelio, ya en plural, mos años. En principio, hay que puro, del mal, perceptible incluso
semejanza esencial con el hombre, su viene a significar la
ñjación escrita partir de que Dios con la creación oficialmente, al cual pertenece como
heterogeneidad y su equivalencia, del mensaje de los discípulos, tal da a la -Jcriatura la posibilidad de hacedor de lo malo. En el judaísmo
que quedan especificadas con mayor como se da en los cuatro evangelios, realizarse a si misma y le imprime de la sinagoga, esta excomunión cvo-
exactitud por Ia misma imposición es decir, en los de Mateo, Marcos, las condiciones necesa¡ias para ello; Iucionó convirtiéndose en un pr()-
del -+n6¡¡6¡e (Gen 2, 23: <<comple- Lucas y Juan. Al dar a estos escri- de modo que, en principio. no hay ceso disciplinario [ormal scñ:rlrttlo

?i9 210 24t 211


Exco¡n¡¡nión Ex¡rericnt!a
par:r tiempo determinado, dando lu- Exégcsis (griego : interpretación). realmente entre la existencia y el miento (o géncro o aspecto del co-
gar de esta manera a diversos gra- Disciplina rcológica que interprcta modo de ser, puesto que no toda nocimiento) en el que el hombre,
dos. Era algo distinto de la exclu- la -)Sagrada Escritura con métodos escncia pensable queda necesaria- procedíendo activamente, sometc al
sión total (así aparece incluso en auténticamento científicos, entro los mente actuaiizada en la realidad, objeto a sus propios puntos de vista,
Qumrán). Estos antecedentes histó- que se cuenta lilología, crítica bíbli- sino que para ello necesita además métodos, etc., y lo interroga crítica-
ricos alcanzan su sentido pleno en ca (->biblica lcritica]), historia bí- la existencia. En la filosofía de mente. A Ia experiencia le corres-
su aplicación al pueblo de Dios, que blica y otros. Sin embargo, la exé- M. tr{eidegger, y en un sentido se- ponde una certeza cspecial (eviden-
es la Iglesia. Pablo no sólo conoce gesis no debo limitarse al uso de esos mejante para el existencialismo en cia), puesto que en ella se testifica
la excomunión, a la que designa métodos, ni le es lícito hacerlo. Como general, el concepto de existencia irresistiblemente la presencia de lo
como anatem.a (: caído en la mal- ciencia católica, tampoco es licito a queda restringido al hombre, en tan- experimeniado. La expcricnc'ia ¡eli-
dición) poniéndola en práctica auto- la exégesis tener la doctrina e ins- to éste es aquel ente no{able que po- giosa, en sentido est¡icto (la que
ritat.ivamente dentro de su comuní- trucciones del magisterio finicamente see comprensión de ser, es decir, com- constituye la -)fe, y en cuanto que la
dad (l Cor 5, 1-5; I Tirn 1, 18 ss; como norn)a negativa. Es tarea de la prensión de si mismo, de su <<ahí>> constituye), abarca tanto a la expe-
Tit 3, 9 ss e.p.), sino que dicha ex- exégesis católica mostrar la
compa- J, del ser en general. De aqui que rjencia metafísica, r¡roral y existen-
comunión constituye la base del po- tibilidad de sus resultados con el esta €xistencia representa la propia cial del -)ser y de la ->existencia,
der do atar y desatar (-+atar y des- dogma católico y también, por lo presencialidad del ->ser. Por 1o tan- como también a la experiencia del
atar [potestad de]). menos en principio, con la doctrina to, su análisis tiene que constituir el autotestimonio de Dios en el hecho
En la Iglesia de Jesús se da una oficial no definida do la Iglesia (-+es- punto de partida de toda encuesta cle Ia revelación; suceso en el que
exclusión total sólo por razón de criturística [prueba]). Por ello, la filosófica que pregunte por el senti- se maniflesta a la <<conciencia>> (como
-+herejía o ->cisma, pretendidos con exégesis se convertirácon frecuencia do del ser (->antropología). órgano integrador de todos los cono-
rnala voluntad. Sin embargo, puede er teología bíblica (-+bíblica [teolo- cimientos internos y externos exis-
tener lugar una excomunión (CIC gial), que en eI caso ideal se identi- Existencial sobrcnatural. Este con- tencialmente importantes) el hecho
can.2257) como pena correctiva, en flcará con la teología biblica que la cepto está basado ontológicamente de un autotestimonio divino. Por lo
sus dive¡sos grados: ipso facto o -)dogmática presupone. Los princi- en las siguientes proposiciones: el tanto, la experiencia religiosa inclu-
latoe sententiae, ferendtte sententiae, pios de la exégesis los elabora la hombre, previamente a la justifica- ye, en cuanto tal, incluso la expe-
o bien como vitantlus. En ella incu- -+hermenéutica. La exégesis, en sen- ción por la recepción sacramental o riencia trascendental del hombre, en
rren los que contravienen o faltan tido estricto, tal como ocurre en las extrasacramental de la )gracia, se Xa que éste se ha conocido intuitiva-
a Ia comunidad eclesial gravemente. facultades teológicas, comenta los li- encuentra incluido en la voluntad mente (en una <<experiencia primor-
Po¡ dicha pena quedan excluidos de bros de la Escritura en particular en salvifica unive¡sal de Dios; el hom- dial>>) como tal, como remitido a las
la participación en las autorrealiza- cuanto que investiga críticamente el bre se encuentra ya siempre como co§as y al mundo, como sujeto y prin-
ciones de la Iglesia, como son los texto, aborda el problema del autor redirnido y absolutamente obligado cipio de sus pensamientos y de sus
sacramentos, culto divino, etc. y de las fuentes más antiguas del al fin sobrenatural. Esta <<situación>> actos (por lo menos inicialmente, es
La práctica de la Iglesia estuvo texto y aporta datos históricos, geo- es una determinación ontológico-real decir, en sus rasgos esenciales). La
gravada con frecuencia, en tiempos gráficos y arqueológicos para su acla- del hombre que adviene gratuitamen- experiencia religiosa, como autotes-
anteriores,por los abusos del poder ración, realzando el -+kerygma del te a su naturaleza y, por tanto, es timonio interno de Ia realidad sobre-
político. La importancia de la ex- texto. Todos estos trabajos, como es -+sobrenatural, aunque nunca falta natural (gracia), sólo resulta posible
comunión es minima en eI mundo natural, son indispensables, si se in- de hecho en el orden real. Ello im- para el hombre en unión con una
pluralista de hoy, aunque su núcleo tenta una traducción del texto bíblico plica que un hombre, incluso en la reflexión conceptual objetiva.
permanento es conservado por el sa- a una lengua moderna. recusación de la gracia y en la re- No es adecuadamente posible una
cramento de la penitencia (->peni- probación, no puede encontrarse on- distinción segura entre Ia acción di-
tencia [sacramento de la]) en su sen- Exisferrcia (alemán Dasein), sig- tológica y subjetivamente indiferen- vina crcadora de Ia gracia y su in-
tido primitivo. La palabra anatema nifica en la filosofía escolástica ser te frente a su determinación sobre- terpretación conceptual (en determi-
se ha utilizado frecuentemente, a par- actualmente, ser realmente, en con- natural, nadas circunstancias, falsa). La tras-
tir del sínodo de Elvira, ca. 300, en traposición con el ser puramente pen- cendencia natural hacia Dios propia
los concilios contra proposiciones sado. En virtud de la existencia po- Experiencia. Forma d.' -+conoci- del espiritu y la participación gr3-
antieclesiales, como amenaza con Ia demos encontrar una cosa en el mun- miento, procedente de la recepción tuita en la vida interna de Dios (por
excomunión eclesiástica y el juicio do externo; por razón dc slr rnodo inmediata de una impresión produ- medio de Cristo en el Espíritu Srrn-
de Dios. Desde el concilio Vatica- de ser o JeSencja, esta cosa eS un cida por una realidad (intcrna o ex- to) no se pueden contrast¿lr entrc sí
no I significa que la pro¡rosición con- <<algo» determinado. En el ente fini- terna) que se escapa a nuestro libre de manera refleja; la raz(rn cs qrrc
tradictoria a la anatenratizada es d.f. to contingente hay que distinguir albedrio. Su opuesto es el conoci- Dios y su acción nunc¿l sc puctlcrr
:4)
245 :r1f,
Experieneia

captar aisladamente ni pueden que- permanentemente ofrecida al indivi-


dar deslindados por la reflexión del duo, en orden a su justiflcación por
espíritu creado. Por lo tanto, a pesar n-redio de Ia autocomunicación de
de esta experiencia de la gracia, no Dios en su Hijo hecho hombre, ofre-
se da una seguridad infalible con cida de forma definitiva y captable
respecto al estado personal de gra- en la historia, perrnanece histórica- F
cia propio del justificado (Dz 802 mente presente y perceptible en la
823 ss; -+salvación [certeza de la -+lglesia. Afirma adcmás que, si se
propial). Mas como sea que la gra- busca esa gracia en cuanto percepti- Fariscismo (de fariseos, palabra Fe" En su sentido mfrs general, se
cia de Dios opera esencialmente en ble, sólo se la podrá encontrar en la de origen hebreo : los separados). llama fe a la aceptación libro de las
las <<virtudes divinas» o teologales, Iglesia de Jesucristo y en sus mo- En teología, fariseÍsmo no significa afirmaciones de una persona, con-
que por su parte con mucha proba- mentos (Escritura, sacramento, rea- hipocresia ni dup{icidad de criterios fiando en ella. Con esto queda ya
bilidad han sido obradas sobrenatu- lízación cristiana de la vida para dar morales; signiñca primariamente un dicho que en la fe se trata de una
ralmente por Dios, aunque en cuan- ejemplo), y que, cuando Dios da una partido de judios nacionalistas, xe- relación entre -+personas que nace
to tales son también y precisamente gracia <<fucra>> de Ia lglesia, esl g-ra- nófobos, éticamente rigoristas, fieles y perece con el carácter fidedigno de
actos del honrbre (respuestas), en esas cia tiene una dinámica interna que
((rsspuestas)) y por medio de la ex-
a la ley, que respetaban con rigor la persona a quien se cree. En este
la empuja a encarnarse históricamen- incluso la tradición postbíblica; par- sentido, la fe se diferencia del cono-
periencia de la paz, alegría, segu- te en la lglesia. Las no[nas con res- tido que florecia en tiempo de Jesús cimiento razonado y de la gratuita
ridad, consuelo, iluminación y amor, pecto a la necesidad de pertenecer a y constituía la oposición al ->sadu- paradoja de una confianza ((ciega)).
se manifiestan realidades ve¡dadera- la Iglesia (-)Iglesia [pertenenci;t a Al utilizar este concepto en teología,
ceismo.
mente sobrenaturales. lal) hay que establecerlas conforme C\¿tndo se absolutiza en un siste- hay que tener previamente en cuen-
al citado principio, teniendo en cuen- ma consistente lo negativo de es- ta que a la fe cristiana sólo puede
Extra Ecclesiam nulla salus (latín ta simultáneamente estos dos hechos: te partído, apare@ lo que se llama serle aplicado por analogía. Pues en
: fuera de Ia Iglesia no hay salva- primero, que hay que sosiener la Iariseismo en sentido propio, es de- ésta es Dios mismo el que es creído,
ción). Principio formulado por Orí- voluntad salvífic¿ universal de Dios
genes y S. Cipriano de Cartago y
cir, eI que Jesús combatió y que se a quien se cree y en quien se cree,
(-+salvifica [voluntad de Dios]): y, da en todas las épocas como depra- siempre en el supuesto de que Él
mantenido firmemente en la tradición. segundo, que la doctrina de la lgle- vación de toda religión que se con- mismo so manifiesta (->revelación)
Ese principio no afirma que <<fuera>>
de la Iglesia no se concede gracia
sia defiende con firmeza la posibili- cretiza (con razón) institucionalmen- y de que los testigos señalados por
dad de salvación por medio del te: exteriorización de la religión, Dios son a su vez fidedignos, si,
alguna (Dz t379), sino que Ia gracia
->bautismo de deseo. culto ¿l la letra de la ley sin enten- como es normal, esa revelación el
der su espíritu, prevalencia de la individuo no la recibe directamente.
casuística moral y, ante todo, de esa Todas estas características formales
<<justicia por las en la que el
obras>> convienen tanto al concepto cristiano
hombre cree poder ganarse el favor de fe como al general. La diferencia
de Dios de un modo calculable de fundamental entre ambos reside en
antemano: propiamente, una ((auto- que la manifestación de Dios a la
redención>>. Es decir, con sus pro- persona humana conforme a[ con-
pias obras realizadas autónomamente cepto cristiano de fe no es una sim-
el hombre cree poder convertir a ple información en el ámbito de lo
Dios en deudor, obligado a remune- intelectual, quedando Dios más o me-
rar lo que no fuc su propia gracia. nos al margen como motivo extrín-
Esta actitud degenera luego en so- seco de la fe, sino que la manifesta-
berbia e hipocresía. Jesús rechaza ción divina interpela a todas las di-
radicalmente este fariseísmo. Pablo, mensiones del hombre, las orienta y
antiguo fariseo, pone de relieve teoló- obliga en dirección a Dios (->auto-
gicamente Ia incompatibilidad abso- comunicación, -+gracia); es, en la
luta entre una justicia legalista por las realización plenaria de su esencia,
obras y el cristianismo (Rom, Gal). sencillamente amor. A la vez, Dios
(Cf. Mt 5, 2a; 6, 1-6, 16; 12, l-14); se comunica al manifestarse dc tal
15, 1-20; 23, 13-36; Lc 18, 9-14). manera, que esta disposición o rcl'e-
):.7
249 2.s0
Fe Fe

rencia del hombre hacia El reclama tra como actual y efectiva al expul- construye la teología de la fe a partir -+tradicionalismo (Dz 1622-27 1649-
toda la vida ulterior del hombre, y sar a los -+demonios, curar a los de esa nueva vida (Ioh 3, 16; 5,24; 1652). El concilio Vaticano I deflnió
ese Dios que se revela como amor enfermos y rcsucitar a los muertos). 6, 29. 40. 47; 8, 5l; 11, 25ss; 20, Ia fe de la siguiente manera: <<Puesto
se maniflesta también como meta so- Jesús exige tambión la fe cuando 31, etc.), de manera que también que el hombre todo depende de Dios,
brenatural última, única y absoluta llarna a su scgrrimiento c -)imita- aquí la fe viene a ser una relación su Creador y Señor, y la inteligencia
del hombre, que por sí misma col- ción, diciendo: <<crccd cn el Evan- peculiar tanto con respecto al Dios creada está plenamente subordinada
ma y desborda todas las esperanzas gelio>> (Mc l, 15). que testifica como con respecto a los a la Verdad increada, estamos obli-
de éste. Esta fe se pone de manifiesto en hermanos en la fe (Ioh 13, 34ss; 17, gados a prestar al Dios que revela
üna -->metünoia, que supone un cam- 26t I Ioh 3, 23). De la misma rnanera el homenaje total dcl entendimiento
L L,r En sEcúN LA Escnlrun¿. En bio de mentalidad por parte del hom- que Pablo apela, en favor de su y de la voluntad co¡r la I'c. La Igle-
el ¡\T se concibe ya 1a fe de un bre; 1o que antes parecía imposible, a la t¡adición de la lgle-
<<evangelio>>, sia católica prolesa que csta 1'e, que
rnoCo muy clalo, entre Dios y los ahora se espera de Dios (Mc 9, 2i; sia primitiva, que él mismo ha reci- es el comienzo de la salvaci(rn hu-
padres de la fe (Abraham: Gen 15, 11, 23 ss). La fe de los tiempos pos- bido (1 Cor 11" 23; 15, 3, etc.; la fe mana, es una virtud sobrenatural;
6; éxodo obediente de ios judíos a teriores, que comienzan con la es por la predicación: Rom 10t l7), virtud con la que, inspirados y ayu-
través del mar Rojo: Ex 14, 3l; -+Iglesia primitiva, la confia el mis- así también Juan apela a la trans- dados por la gracia de Dios. crccm(r§
Isaías: Is 8, 17); la palabra que con mo Jesús a la actuación de los tes- misión de la fe por medio de testi- que son verdaderas las cosas que
más frecuencia se usa para expresar tigos, por medio de la fo¡mación de gos (Ioh 5,31-47:' 10, 38, etc.). Dios ha revelado; y creemos no en
esa realidad quiere decir textualmen- un grupo de discípulos suyos; y la viltud de la verdad intrínseca de las
te (<saber
con seguridad)). Conforme conlía a través de la potestad plena III. Slsrprr¡Árrc¡t'tENTE. 1. El ma- cosas, captada por la razón natural,
al AT, fe significa además corres- que les entrega y de su estructura- gisterio eclesiástico se ocupó por pri- sino por la autoridad del mismo Dios
ponder a la fidelidad de la alianza ción como -+Iglesia (-+apóstol, mera vez de la fe (exceptuando su que lo revela y de ese Dios que no
divina con la fidelidad de todo el -+tradición). Por tanto, la fe no es formulación gn les -)simbolos) en puedo ni engañarse ni engañar. Pues,
pueblo y de cada uno en particular sólo confianza (R.om 4, 24 ss) y es- los decretos del concilio de -)Arau- como atestigua el Apóstol, "la fe"
(así sobre todn en los profetas). Par- peÍanza (Gal 5, 5, etc.), sino tam- sica, donde so sostiene, frente al Jse- es la certeza de lo que esperamos y
tiendo de esta base, Ie puede llegar bién obediencia intelectual (Act 6,7; mipelagianismo (de forma semejante prueba segura de 1o que no vemos
a signifrcar bien sea -)obediencia, en Gal 5, 7; Rom 1, 5; 10, 16, etc.) y a la del Indículo de Próspero de (I{ebr 11, 1)>> (Dz 1789). El concilio
concrcto, frente a la voluntad de confesión de la fe (Rom 10, 9 ss); Aquitania frente al ->pelagianismo; desarrolla cada una de estas caracte-
Yahveh revelad¿¡ en la -+ley; bien con la palabra fe también puede dar- más tarde el magisterio hizo suya la rísticas de la fe en particular (Dz
sea -)confesión o testimonio, a sa- se a entender el contenido del men- doctrina del citado autor: Dz 129-141, 1790-1 800).
ber, el testimonio que (-)monoteís- saje evangélico (Gal 3, 2. 5; Rom 12, especialmente L35-141), que el pri-
nro), ya avanzada su historia, habia 6, etc.). Pablo y Juan desarrollan mer impulso hacia la fe y el estar 2. Problemática teológica. a) La
de dar Israel con su perseverancia una teología de la fe especialmente presto al sentimiento son un regalo fe como acto. De la discusión de
frente a puetlos mucho más podero- densa, en el centro mismo de la dg f¿ -)§racia de Dios (Dz 176-181, aquel tiempo se deduce que la Igle-
sos que él que no poclían ser com- teología en general. Pablo conside- sobre todo 178). El concilio de Tren- sia. a partir del Tridentino, siempre
hatidos ni dominados. I-o fundamen- ra la teologia de la fe en conexión con to definió, contra la concepción pro- se ha fijado, cada vez más, en la fe
tal es que el israelita cree por razón Ia forma judÍa de entender la -+ley testante de Ia -)fe fiducial, que la como acto de la inteligencia. Intima-
de las demostraciones del poder divi- como camino de salvación. Frente a fe es algo más que la mera confian- mente ligada cofl esta tendencia, se
no dc las que ha sido testigo, o de esa concepción expone que, como za: es el acto de asentirniento frente fue formando una -)teología fun-
Ias clue fucron testigos s'us padres o claramento muestra el ejemplo de a lo revelado y prornetido por Dios damental que se ocupaba de los pre-
su pueblo. Independientemente del Abraham (Rom 4), el único camino (Dz 798 822). Este aeto es obra de supuestos reales y fácticos de la fe
uso que hizo Jesús de la palabra fe para llegar a la -)jus.ticia exigida la gracia de Dios en nosotros (Dz (->praeambula fidei) que se hicieron
y de la intención prccisa que le ani- por I)ios es la fe que gratuitamente 79'7 813), es el comienzo de la salva- ya temáticos con Alberto Magno,
maba a realizar sus -)milagros en recibimos de É1 y que resulta posible ción para el hombre, fundamento y Tomás y Buenaventura. Por tanto,
cada caso particular, hay que afirmar para todos los homb¡es (Gal 2, 15 ss; raiz de toda -)justificación (Dz 801). so consideran como elementos par-
que JesÍrs exige fe cuando insiste en Rom 3, 2l-31; fi, 3-10, etc.). Esta Sin obras (sin esperanza y sin amor) ticulares de los presupuestos de la fe
que se entiendan los signos del tiem- virtud se considera fo¡mando una es algo muerto (Dz 800). El magis- y del acto de fe los siguientes: el
po de la salvación que con El ha unidad con el ->bautismo y ha de terio defendió en el s. xrx, contra el juicio de sedibilidad de la razón so-
comenzado; signos entre Ios que hay conservar con obras de amor la nue- -)racionalismo, la gratuidad sobre- bre el hecho de Ia revelación; cl jui-
que contar su acción total (la predi- va vida que se da en el bautismo nattrral de la fe (Dz 1618 1621) y la cio de Ia razón sobre e'l dcbcr rlc
cación de la ->basileia, que se mues- (Rom 6; Gal 3, 26ss; 5, 6). Juan racionabilidad de la fe contra el cre€r. o sea un acto de colrocinricrr-
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Fe !-e

to sobre los praeunbula fidei propia- la fe, según Tomás de Aquino. Los del). En la pregunta acerca de Por pugnada (cf. más adelante). Pero el
mente dichos; el acto libre de la vo- dogmas particulares no son propia- qué se cree en algo, hay que distin- hecho de que el Dios que se revela
luntad, que o impera o no impera el mente objeto de la fe, sino medio, guir entre el motivo de credibilidad pueda presentarse de una manera obs-
asentimiento de la inteligencia (puesto en los que se facilita la misma tota- (las razones por las que el testigo es cura y dubitable tampoco significa
que el motivo de la fe no obliga con lidad en aspectos siempre diversos. suficientemente fldedigno Y Por las que la relación entre el creyente Y
evidencia): por fin, el asentimiento La discriminación en dogmas queda que da testimonio de algo) Y el mo- Dios haya de ser de la misma manera
de 1a ruzó¡ misma, como acto pro- justificada y se hace necesaria al con-
tivo propio de la fe, es decir, la auto- dubitable y contingente: esta rela-
piamente de fe. Frente a esta des- siderar detalladamente la revelación ridad de Dios exclusivamente; del ción implica un decidirse por Dios
,cripción del acto de fe se presentan (rbíblica lcrítica]) y frente a la Dioa veraz y flel que no Puede en- con toda firmeza (es indiferente el
dos problemas teológicos esenciales. impugnación herética de dctermina- gañar a nadie cuando se revela a sí grado do claridad con que El se pre-
El primero pregunta si el conoci- das verdades reveladas. Asi, la teolo- mismo (Dz 1789 2145): cf. +análi. sente), un decidirse por la veracidad
n-riento de los praeambula fidei, de gía católica sostiene que sólo se sis de la fe. del testimonio divino, que no admite
facto y en la existencia humana con- puede y debe creer aquello en que Segrin Ia teología católica, la oo- norma ni dirección alguna distinta
creta, puede ser puramente ((natu- recae con plena garantía Ia autoridad brenaturalidad, racionabilidad y li- do sí misma. Aunque uno conñese
cuando el <<comienzo de la fe>>
ral>>, de Dios, lo revelado (virtual y) for- bertad son caracteristicas esenciales que Dios sólo se presenta obscura-
viene dado por la gracia de Dios in- malmente. Formalmente revelado es del acto de fe. La fe es sobrenatural mente, que no todos los problemas
terno: cf., aserca de esto, -)praeam- 1o que como tal está inmediatamen- porque sólo se hace Posible en vir- pueden siempre armonizarse positi-
bula f tdei. El segundo problema te contenido en la -)revelación di- tud de una ->gracia sobrenatural in- vamente con la fe en Dios, P.ej.,
p¡egunta si la descripción del acto vina originaria, sin que sea necesa- terna. La tradición católica llama a muchos problemas planteados por
de fe como acto del entendimiento rio deducirlo a partir de otras ver- esta gracia <<luz de la fe» (lumen fi' la existencia y la muerte en este mun-
1o explica plenaria y adecuadamente dades. Esto no quiere decir, de todos dei). Con esta luz captamos lo ma- do; aunque reconozcamos las angus-
o sólo hace resaltar uno de sus as- modos, que ha de estar explícita- terialmente revelado en el horizonte tias que nos atormentan realmente
pectos esenciales. Habría que tenerse mente revelado: puede descubrirse de nuestra dinámica sobrenatural (y que no logran disipar el estudio
en cuenta, ante todo, con Tomás de como implícita, pero forrnalmente re- (irreflejamente) consciente hacia la y la oración) sobre si un dogma que
Aquino, la subordinación total y velado a través del desarrollo histó- posesión de Dios por la visión intui- la Iglesia propone como revelado ha
personal del hombre con respecto a rico-espiritual, de suerte que los mo- tiva (-+objeto formal sobrenatural); sido revelado por Dios en realidad;
Dios en el acto de fe, puesto que mentos intrinsecos puedan poners€ y con esa misma luz interpretamos todo esto no son aún <<dudas de fe>>.
dicho acto afecta y compromete a de relieve desde un nuevo punto de los signos de credibilidad, frente a La mayor parte de las veces, las du-
todo el hombre; en una realización vista a partir de un momento ya co- todo fatigado escepticismo, como sig- das contra la fe, corno pecados con-
tan radical y total del hombre (aun- nocido (-+dogmas [evolución de los]). nos de la fidedignidad sob¡enatural tra esta virtud, son actos complejos
que afecte de una manera especial a La Iglesia católica llama fe divina de la revelación divina. La fe es ra- en los que la culpa apunta también
su -)espíritu), no podemos distin- (fides divína) a la fe en 1o formal- cional, como tiene quo Probar la simultáneamente a la ->Iglesia; así,
guir adecuadamente de antemano los mente revelado, en cuanto revelado. -+teotrogía fundamental, porque com- con la actitud apriorísticamente arbi
diversos momentos y elementos del So llama fe divina y calólica (fildes promete al hombre precisamente co- traria de que lo propuesto por la
acto; por otra parte, un análisis a divina et catholica; -)dogma) a la mo -+espíritu, Porque reclama la Iglesia tiene únicamente un <(valor
posteriori depende de la ontologia y [e en Io formalmente revelado, si es realización total del espíritu huma- dudoso», etc. El Vaticano r condenó
psicología del hombre concreto. que esto, además, ha sido propuesto no, porque l¡5 -)Praeatnbula fidei la duda positiva, no meramente me-
Otros temas de la teología del acto expresa y solemnemente por el ma- pueden conocerse con suficiente se- tódica y científica, que G. Hermes
de fe son los siguientes: lo que se gisterio eclesiástico. Está sólo virtual- guridad: y no porque la fe sea un había propuesto como fundamento
'cree (objeto material) y el por qué mente revelado 1o que puede dedu- análisis racional y un penetrar en el necesario de la fe racional.
se cree (+objeto formal, -+motivo). cirse de la revelación únicamente con -+rnisterio absoluto (ct. Dz 1789ss). b) La fe como virtud (+hábito).
Antes de tocla disgregación en ver- ayuda de otras verdades (->deducti- De la fe como acto Personal fluYe su Fe, esperanza y caridad 56¡ -)virtu-
dades particulares, en la radicalidad va [teología]), -+hechos dogmáticos). -tlibertad, quo no es sino la liber- des sobrenaturales infusas en cuanto
misma de Ia fe subyace la entrega La mayor parte de los teólogos lla- tad, liberada por la gracia de Dios' que en la -+gracia santificante (como
del hombre al -)misterio impenetra- man fe eclesiástica (fldes ecclesíct:sti- pafa creer. -)autocomunicación de Dios) o como
ble del Dios que se autocomunica, ca) a la fe en lo virtualmente reve- De aquí se sigue luego que la fe es residuo suyo ordenan hacia el Dios
que se manifiesta como Dios trino y lado, puesto que se cree inmediata- cierta y segura (1 Ioh 5, 9; Rom 4' trino de la vida eterna la totalitlad
hecho hombre, que por su )gracia Írente por razén de la autoridad del 16-22). Esto no quiere decir que la de la esencia espiritu-p€rsonal dr:l
implanta o pone al creyente en la magisterio de la -+Iglesia (cf. tam- fe no pueda ponerse en duda Psico- hombre desde su fundamento misn¡,r.
->visión de Dios, cuyo principio es bién -+doctrina católica [verdades lógicamente o que no Pueda ser im- y ditn ori-
Virtudes que posibilitan

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f{ah-Vorg. 9
Fe Filosofia y teologia

gen a los actos elevados también por en las verdades universales de Ia re- pura gracia de Dios; pero en cuanto dar, llamamos Padre, y con razón, al
1a gracia (cf. Dz 838 1789). velación; su fuerza justificadora, en tal gracia, no
puede tampoco ser misterio absoluto, al abismo, al jui-
c) Cf., además, -+justiflcación y, sí misma. La dife¡encia con la teo- anulada por el hombre (Rom 11, 29; cio implacable.
sobre la aceptación por la fe del ría católica de la justificación bien 2 Tim 2, l3).
Dios hecho hombre, -+Jesucristo. entendida es casi únicamente termino- Filioque (latín : y del hijo). Adi-
d) Puesto que la gracia que da lógica, si por ambas partes puede Filiación divina¡ Como el de ción hecha por primera vez al credo
origen a la fe y nos la proporciona verse hoy día que gracia y libertad -)imagen y seinejanza de Dios, el niceno-constantinopolitar-ro, a f,nes del
capaafa al hombre para aceptar con- son dos dimensionel que crecen en concepto de filiación divina está to- s. vII, por la Iglesia latina. Afirma
naturalmente lo creído (: la pe¡so- ¡elación directa y no inversa: si se rnado sólo de la revelación para de- que el Espíritu Santo procede del Pa-
na en quien cree), el creyente puede ve también que Ia fe que justiñca finir la relación entre Dios y el hom- dre «y del Hijo>> como de un prin-
enriquecer o aumentar sus conoci- es realmente la sólida esperanza de bre. Según el AT, Israel, como tota- cipio hnico (-+Trinidad). Esta adi-
mientos particulares más allá de los la salvación individual, y que la fe lidad, es el hijo de Dios. Más tarde ción no se impuso en todas partes
contenidos de la fe; conocimientos que ha llegado a su plenitud esen- se da este nombre a los individuos con Ia misma rapidez; en Roma sólo
que no estriban tanto en un proceso cial absoluta no es sino la auto- piadosos, hasta que finalmente se 1o hizo hacia el año 1000. Tropieza
analítico-lógico, cuanto en una cap- entrega total a Dios de ese amor indica que todos los hombres son con la resistencia de la Iglesia griega
tación del género <<instintivo>>. Lo que hace a la fe justificadora. hijos de Dios (Is 43, 6; cf. también y constituye desde el año 867 el pun-
mismo puede decirse también de la Mt 8, 11 s) y que la filiación divina to central de Ios ataques cont¡a tra
Iglesia en general, en cuanto que en Fid,eismo. Doctrina surgida en Pa- es un don de los tiempos salvíflcos Iglesia latina. Ahn hoy lo consideran
ella toma cuerpo una especie de <<sen- ris (facultad teológica reformada), escatológicos (Mal 3, l; Mt 5, 9). Ios griegos como raz6n del cisma, a
tido do totalidad>>, la inteligencia de hacia fines del siglo pa.sado, segfin la Quien desarrolla la teología de Ia pesar del acuerdo completo a que
la fe (J. A. Móhler), el sentido o con- cual los conceptos y dogmas de fe ñliación divina es san Pablo, según ambas partes llegaron tanto sobre la
ciencia de la fe. Esta conciencia de sólo son símbolos de una fe que ha el cual está destinada fundamental- cuestión de contenido como sr¡bre
Ia fe. ya atestiguada en la Escritura, sido ya conseguida previamente a mente a todos (Gal 3, 26 ss). Aunque Ia introducción deL Filioque en el
toma, sin duda alguna, mucha par- toda conceptu all'zaci.ó¡ e independien- sólo Jesucristo es hijo de Dios natu- cledo en el concilio de -+Floren-
te en la evolución de los dogmas temente de la seguridad histórica y ral (Rom 8, 29), nosotros quedamos cia (1439).
(->dogmas [evolución de los]), espe- de la teologia. Según el fideísmo, en El (nuestro hermano; Hebr 2, 1l s)
cialmente en los últimos tiempos. El sólo es salvíñco el convencimiento liberados de la esclavitud do la ley Filosofia y teologia. El problema
magisterio interpreta auténticamente; y entrcga del corazón, y no el co- y adoptados como hijos (Gal 4, 5). fundamental de las relaciones entre
con todo, esta conciencia sigue exis- nocimiento racional y seguro de la En virtud del -)Pneuma, queda- filosofía y teología podría formular-
tiendo en la fe de la Iglesia total, fe. Cf. también -+tradicionalismo. mos tan conformados con Cristo, que se de la manera siguiente: si llama-
está viva y puede madurar y crccer en E,l nos es lícito llamar <<Padre>> mos fundamentales a las ciencias que
cn el conocimiento de lo auténtica- Fidelirlad de Dios (l Cor l, 9; 10, a Dios (Gal 4, 6). San Juan, ante explican Ia existencia en sí misma y
mente interpretado. En la medida en 13; I Thes 5, 24) designa la lealtad todo, es el que habla de esta filiación en su totalidad, por medio de ia re-
que esta conciencia es <<estadística- de Dios en lo tocante a sus prome- gratuita, que nos vieno dada con el flexión científlca y sistemática, ¿pue-
mente)) fijable, se habla de Ltrl -->cotx- sas. La fidelidad de Dios da al hom- nuevo nacimiento por el agua y el den la teología y la filosofia serlo
.scrr.rrrs (de los creyentes). bre la conciencia de que su vida tie- Espiritu (Ioh 3, 5), se basa en una ambas, de manera que el hombre
ne una meta, un sentido y una co- nueva generación (l Ioh 2, 29 e.p.) no pueda renunciar ni a la una ni a
F'e fiducial. Designación del con- nexión interna. La da a ese hombre y se manifiesta según é1, lo mismo la otra sin incurrir en desconocimien-
cepkr de [e propuesto por los refor- que ni puede planear totalmente su que seghn san Pablo, en el amor a to de la esencia de una o de otra?
madorcs protestantes. Según ese con- vida ni puede alcanzar con su vista 1os hermanos (1 Ioh 4, 7 e.p.). La (Es decir, si el hombre no se encuen-
cepto, la -+fe que justifica se identi- Ios últimos linderos de ella; y se la teologia dogmática utiliza el concep- tra en la alternativa de ser o filósofo
fica con la «fuerte y sólida confianza da en medio de la apa.rente discon- to de filiación divina para describir o teólogo.)
del corazón>> en el perdón divino tinuidad de los azares de su vida. los efectos formales dg l¿ ->§ra- Para mayor claridad de la cues-
en Cristo. a pesrr de la permanencia Le da esa conciencia, aun cuando cia santiflcante. Con todo, deberia tión, hay que indicar que la teologia
clel estado de ¡rccado cn el hombre. el sentido último de Ia promesa de tratarse ahí con mayor claridad y católica es,tablece una diferencia esen-
Con respecto a la [c fiducial se real- Dios sóIo se revela en el curso de Ia afrontarso más auténticamente la cial entre -)naturaleza y gracia, y,
za su caráctcr pasivo, en contraste historia de la salvación de la huma- intimidad confiada que pertenece por consiguiente, entre conocimicnt<r
con el asentimicnto litrre; su refe- nidad y del individuo; y aun cuando esencialmente al concepto neotesta- natural de Dios (->cognoscibilidad
rencia a tra saivación individual en el redentor abrazo que incluye hasta mentario de filiación divina. Con el de Dios) y -+revelación. Asi, llr tct>
cuanto tal, frente a la fe dogmática la culpa del hombre, sigue siendo coraje inaudito que sólo Dios puede logía de por sí no sólo tolcra la filt¡

259 260 261 261

*
Filtx;ofia y teología
i'i¡¡
sofía. sino que la exige. Por lo
tan- lidad; si incluso la filosofía más tras- veces. Esto sería ya una cuestión de manera que reclame la prerrogativa
to, no edifica la fe y la revelación cendentalmente planteada tiene que terminología, y una cuestión también de ser Ia única que aclara y domina
sobre el naufragio absoluto del hom- dirigir su mirada a la histo¡ia, enton-
bre ¡acional (como pecador), Ade- del análisis correcto de la explica- el sentido de Ia existencia conc¡eta
ces la filosofía no puede pasar por ción una y total de la existencia, en del hombre. La filoso[ia, si se entien-
más, la historia muestra que la -)teo- alto el fenómeno de la religión. Esto el que se mostraría una vez más que de bien a sí misma y entiende bien
logia siempre ha pensado corr me- es claro, puesto que la religión, in- todo ello no es sino la unidad de su libertad (liberada por la misterio-
dios filosóficos, y que, en contra del cluso donde se predica el ->ateísmo razón y revelación, filosofia y teolo- sa gracia de Dios), es aquella prime-
->modernismo y de toda -+religión como el verdadero sentido de la exis- gía nunca materialmente dominable
de sentimiento, la teología católica ra explicación refleja de la existen-
tencia, y con ello como <<religión>», de manera plena por la reflexión. cia que da al hombre valor para to-
maniiene flrmemente la legitimidad siempre pertenece en todo tiempo y Pero supongamos que la ñloso{ía, mar en serio la historia y lo concreto.
del siguiente hecho histórico: la re- lugar a las estructuras fundamentales de acuerdo con toda su tradición, se Entonces Ie libera también en orden
velación y la gracia tienen de ante- de la existencia humana. Una filoso- considera como ciensia trascendental. a la posibilidad de encontlar al Dios
mano como dostinata¡io al hombre fía que no fuera a la vez <dlosofia
entero, es decir, también como ra-
Entonces habrá que decir lo siguien- vivo en Ia histo¡ia concreta. a ese
de la religión)) y <(teología natural» te: Semejante ciencia nunca capta Dios que se ha automediado al hom-
cional; y esta exigencia no es algo en alguna manera, tendria que ser materialmente de manera total la bre por medio de la encarnación.
secundario dentro de la esencia de una filosofia mal entendida, puesto
la religión. El cristiano creyente, quo no veria su propio objeto. Un
concretez de la existencia, aunque lo b) Es verdad que la revelación
como tal, vive de antemano la con-
concreto mismo se capta como fun- concreta y, por consiguiente, tam-
ateísmo despreocupado, que proceda damentando a la existencia y no bién la Iglesia y su magisterio ele-
vicción de que el espíritu, la natura- como si no existiera el problema re-
leza y la historia son creación, reve-
como un resto indiferente. La histo- van, por necesidad esencial, la pre-
ligioso, o no sabe qué es lo que nos- ricidad es menos que Ia historia real; tensión de representar en cierto sen-
lación y propiedad de Dios; del Dios otros pensamos con la palabra Dios,
que, en cuanto verdad única, es fuen-
el amor concreto más (y no menos) tido la totalidad de la ¡ealidad en
o es una técnica, fácil de desenmas- que la subjetividad formal analizada, cuanto principio supremo y salvación
te de toda realidad y verdad. y que carar, de la huida ante Dios; es sen- es decir, que el poder y deber amar';
también ha obrado la revelación oral
del todo. De aquí que el cristiano,
cillamente una pose. la angustia experimentada es más, y a partir de la unidad do su existen-
histórica, consumando y elevando A este respecto, son decisivas las Do menos, que el concepto de esa si cia y en cuanto que es ya un cre-
a su creación. ideas que exponemos a continuación. tuación fundamental del hombre. yente y ha realizado ya esta unidad
Por tanto, para el cristiano, Io que a) Si la ñlosofía quiere ser una Pero si esta afirmación, como auto- y jerarquización de la fe, no pueda
se encuentra <<fuera>> de un determi- reflexión sistemática, trascendental, limitación de la filosofia, pertenece considerar la doctrina de la Iglesia
nado y limitado ámbito de la rea- no quiere ni puede reclamar de por
lidad mundana (o sea, aqui la reve- si ser la explicación concreta, salva-
a sus proposiciones fundamentales, como absolutamente indiferente e in-
precisamente en cuanto que la filo- competente en cuanto a él como filó-
lación histórica, la Iglesia y Ia teo- dora y adecuada de Ia existencia,
logia) no por ello, ni mucho menos,
sofía es una ciencia fundamental, sofo y en cuanto a su filosofía. Esa
sustituyendo así a la religión en <<primero>, es decir, que no se basa doctrina es para su filosofia en cuan-
se halla fuera del ámbito de su Dios. cuanto concreta e histórica, y, pot en ninguna otra ciencia que le sea to tal no una fuente objetiva de ma-
Por consiguiente, el cristiano no ne- consiguiente, también a su teología. previa (aunque sí le anteceda la rea-
cesita absolutizar su teología en per- teriales, pero sí al menos una (<norma
Si la filosofía pretende ser algo más lidad consumada, superior), entonces negativa>>. Pero esto no significa que,
juicio de la filosofía. Si lo hiciera, que una reflexión (<<mediacióo>) tras-
confundiria esa teologia con el Dios
la filosofía, como ciencia de la tras- en la pluralidad de filosofía y teo-
cendental semejante; si, con otras cendencia del espíritu, remite a Dios logía requerida por la teología mis-
de ella. Precisamente el cristiano sabe palabras, pretende ser la mayéutica
como misterio absoluto «en persona)), ma, haya de ser siempre perceptible
muy bien que en el mundo hay un concreta de la misma existencia con- constituye al hombre corno posible para el filósofo o teólogo una sí[te-
-»pluralismo cuya unidad nadie pue- creta, que la reflexión no puede cap- (<oyente de la palabra>> de este Dios
de controlar total y sis positiva (conocida para Ia histori-
adecuadamente tar nunca de manera adecuada, aun- vivo (tal yez, ya bajo el influjo del cidad del hombre). La filtima unidad
fuera de Dios. quo ineludible y obligatoria en cuan-
Ni siquiera la Iglesia y su teolo-
-+existencial sobrenatural) en su de su destino filosófico y teológico
to tal; si con ello pretende ser una antropología y en su lilosofía de la puede y tiene que dejarla el hom-
gía pueden hacerlo, sin que esto im- mayéutica de la religión concreta, en
plique, claro está, que pueda darse religión. Entonces, como mera reflexi- bre en manos del Dios de la filoso-
ese caso, Ia filosofía seria la unidad
una doble verdad. Si Ia filosofía debe plural de teología y filosofía, de
vidad e inconsumable mediación, re- fia y de la teología. quc siempre es
ser el dominio pleno del entendi- mite al hombre, mediado histórica- mayor que una y otra.
autocomprensión apriorística y reve-
miento sobre la existencia humana mente. a la historia misma para su
lación, bajo el nombre de filosofía; o
concreta en toda su amplitud y pro- seria teología falsa, es decir, teología
realización existencial. Fin designa el <<hacia dónde» a'l

fundidad, tal como se da en la rea- Por 1o tanto, la filosofia, de suyo, que apunta la orientación de la es-
secularizada la mayor parte de las
no es ciencia fundamental de tal tructura de un ente o de una acción.
263
264 255 l6a)
Fuluro
Fin
tercefa de las virtudes cardinales' En vida, y, Por lo tanto, es incaPaz de
A esto llamamos fln objetivo. Tam- tificado a Ia -)visión de Dios intui- tener o de dar vida.
bién puede designar la intención de tiva, tras su muerte, y el primado virtud de ella, el hombre se mantiene
un agente, y entonces recibe el nom- del -+papa \Dz 691-694). El decreto firme balo la prepotencia y carácter
trágico de este mundo Y supera en Futuro del hombre, en sentido teo-
bre de fin subjetivo. El fln forma dirigido a los
armenios trata deta- lóeico. no es sól,r lo que todavía
parte de los datos originarios de Ia lladamente dc los siete sacramentos -+éspcranza el temor, sobre todo la
->angustia de la muerte' Coordina- esiá oendiente de realización, pelo
experiencia de un ente deveniente y (Dz 695-702). El decreto dirigido a oue iendrá [ugrr lácticamcnte más
los jacobitas trata la doctrina trini- da con la -+Prudencia, la fofialeza
ordenado en ese devenir; ente que
no ha de ser una temeridad carento iarde, sino que es adcmlts lo que Ya
<<desde dentro)), a pesar de las diver- taria, cristología, antigua ley, bautis- vieno dado al hombre con su -+esen-
y en las más do sentido.
sas condiciones diversas mo de los niños, bondad de todo lo
En Ia doctrina tradicional se con- cia y con su -)existcncial sobrena-
condiciones, pretende alcanzar una creado y pertenencia a la Iglesia (Dz turai en el -rpunto de Partida; dado
cosa determinada (finalidad). Cuando funde frecuentementg la fortaleza con
743-714).
la indiferencia estoica (apatía)' va ahi como -)meta (--;tcrminación)
el fln está situado dentro de la enti- propuesta a[ hombre como Posibi-
dad ordenada <<finalisticamente>), es Forma; Lo que imprime a una ma-
Fn¡to. En analogia con §u signifi- iiOua y obligación, en orden a 1¿r
decir, cuando dicha entidad tiende a teria o contenido una manera de ser
cado biológico, fruto, en sentido bi- cual Puede Y ha de moverse el hom-
su propia consumación y la entiende determinada. En la metafisica aris- bre, para alcanzarla como obra suYa
corno buena. sin que ésta sirva como totélico-tomista, forma no dice ser, blico-teológico, es el producto do la
<<siembra áe la salvacióD) realizada
v a li vez como algo dado Por Dios
medio meramente extrinseco de otra sino principio de ser, principio esen-
Dor Dios (Mt 13, 8l Gal 5, 22)' En án *u gracia libre. Este luturo rilti-
entidad, tenemos lo que llamamos cial que determina la manera de ser mo y autÓntico, Posibilitado Por la
Por medio del fin y de un ente. En este sentido, forma cuanto producto do la siembra, sigue
<<sentido>>. del
siendo óbra de Dios como la siem- voluntad salvífica de Dios (-+salvi-
sentido se encuentran todas las enti- es un concepto correlativo al de frca [voluntad de Dios]), <<ha comen-
dades en un orden y unidad verda- bra misma. Sin embargo, en cuanto
->materia, pues existe finicamente que Dios ha sembrado en Ia vitali- zadi ya>>, en cuanto que el futuro
deros, se remiten recíprocamente y detelminándola y realizándola, Dios, deñnitivo'del mundo emPezó en la
dad libre del esPíritu humano' es a
se aclaran entre sí. La persona espi- en el que no hay diferenciación en- -+resurrección de Cristo y en cuan-
la vez fruto de los hombres, Por me'
ritual se encuentra consigo en el co- tre forma y materia que hay que in-
dio de la gracia. Pero el hombre to oue esa resurrección. como -+te-
nocimiento y el amor, descansa en formar y que nunca lo llega a ser denóión universal en virtud del prin-
su sentido; y precisamente así, por totalmente, puede considerarse como puede neutralizar la fertilidad que-
rida y obrada Por Dios; Puede Pro- du solidaridad (--+solidaridad
medio de la trascendencia libre y forma <<pura>. De aqui que el ->es- "ioio
lprincipio del), es el propio
punto de
consumada en la gracia y en la glo- píritu, incluso en cuanto <<ser conii- ducir <<frutos malos» (Mt 7, 17 ss)'
en virtud de su libertad, cuando ésta
partida (¡más que una mera Prome-
ria. está totalmente con Dios; con go mismo>> creado, Iibre e inmaterial, sa!) de nuestro propio futuro' En la
ese Dios que es la uni ad originaria es forma y puede llamarse también se cierra ante Dios. Y entonces el
paíencia de te del hombre ante el
fruto do esa manera originado Puede
y presupuesta de todas las relaciones forma formarum, pot analogía al llamarse con verdad <<fruto do peca- iuturo, éste, en apariencia todavia
de ñn y sentido de todas las realida- puro espiritu de Dios, puesto que pendiente, devieno la piedra angular
des; y de esa manera la persona es- do>>, <druto de muerte», Ya que ha
de alguna manera el espiritu creado
sido producido fuera de la fecun- I partir de la c-¡ral se interpreta el
piritual es pa¡a la ->gloria de Dios. abarca a todo ser. En la teología sa- paiado y se constituye el presente'
-+Meta, -)terminación. cramentaria se entiendo por forma la didad de Dios. {rnica dispensadora de
palabra quo, sellando y llenándola de
Florencia. El decimoséptimo con- sentido, <<inform»> la materia deter-
cilio ecuménico (-)Basilea) fue tras- minada, constituyendo así por pri-
ladado a Ferrara por Eugenio Iv en rnera yez el signo sacramental. Por
1437. Trasladado nuevamente a Flo- ((materiD), en este caso, so entiende
rencia, so efectuó la unión (efímera) la acción del ministro del sacramento
entre los calólicos y los griegos (6-7- y las <<materias>> utilizadas en dicha
1439), armenios (22-11-1439) y coptos acción, aunque incluyendo también,
(4-2-1442). Tras un último t¡aslado como ocurre en el bautismo, la dis-
a Roma en 1443. se llevó a cabo la posr'ción «perceptible» que ha de
unión con los sirios QA-9-1444), al- aportar eventualmente el que recibe
gunos caldeos y chipriotas maronitas ese sacramento.
(7-8-1445). La definición del concilio
incluye el ->Filioquc, la admisión Fortaleza. Segfrn la doctrina to-
inmediata o cuasiinmediata del jus- mista de las virtudes, fortaleza es la
)10
269
267 268
Gnrx;is

bros procedentes de ámbitos de cul- nrismo posee (-'>doxa) como gloria


tura tan antiguos y de mentalidades interna suya.
tan distantes de la nuestra, con fre-
cuencia no puede determinarse fá- Gnosis (griego : conocimiento). a)
En un sentido auténticamente
C cilmente en toda su precisión con una
simple lectura. Con ello se hace ma- tiano, gnosis signif,ca aquel conoci-
cris-

nifiesto también el auténtico carác- miento carismático implicado en Ia


ter de autor del escritor bíblico, junto -->agape, como momento de la fe,
Gcneracionismo. Doctrina según ciones), sentencias e himnos. En el
la cual los padres engendran el cuer- a la -)inspiración divina de la -+Sa- no como su supcración, que Pablo
NT, los géneros literarios desernpe- grada Escritura. atribuye a todo homb¡e <<espiritual>>
po y el alma del hijo a base de un ñan un papel especialmente importan-
elemento <<inanimado».
per.fecto,al que está en e\ -)pneuma;
La defendie- te en las epístolas (en cuanto que, Gloria de Dios. En la Escritura se aquel conocimiento en que el hom-
ron algunos teólogos de la antigüe- p.ej., pueden integrarse en ellas ser-
dad, y los seguidores del ->traducia- considera como gloria de Dios el bre <<capta>> en último término, cre-
monqs o himnos). El estudio espe- reconocimiento de la -->doxa de yendo siempre más y más, el amor
nismo. La idea de que el ->alma del cial de los evangelios atendiendo a
hombre la producen los padres, fue Dios, tal como se muestra en sus di- inconcebible de Dios, que se revela
las partes de la tradición, historia de versas (auto-)revelaciones. A esto res- en la cruz de Cristo, conocimient<>
condenada por el magisterio (Dz la redacción, etc., incumbe al méto-
l7O 533 1910); la doctrina de la Igle- ponden las numerosas doxologías que se deja aprehender siempre con
do de la historia de la forma. El sen- (lórmulas dc acatamiento, que tenían mayor f.ueÍza por dicho amor como
sia es más bien el -)creacionismo tido de esta distribución de los lit¡ros
(Dz 2327). Por más que el genera- ya un lugar muy señalado en la por 10 más propio y definitivo de
de la Sagrada Escritura consiste en -+liturgia de la comunidad primiti- sí mismo. Tal crecimiento designa 1a
cionisrno ha sido desechado tanto determinar el trasfondo concreto de
por la teologia como por las va). En dogmática, la gloria de Dios comprensión aunante de la totalidad
cien- dondo proceden tanto el fragmento se considera a la vez corno Per,fec- de la revelación en cuanto tal y de
cias naturales, todavía quedan sin particular como la composición total,
rcsolver algunos de los problemas ción ontológica de Dios (-+santidad su referencia cada vez más personal
el llamado Sitz im Leben («siuncíón de Dios), perfección que se conoce y a la propia existencia. Ese conoci-
planteados por é1. Así, p.ej., la gene- istórico-vital»).
ración no tiene lugar a parti.r de un
h
reconoce (gloria en sentido analó- miento teológico, por su misma na-
Se puede determinar, con más exac- gico), y también como confesión turaleza, está orientado ¿ l¿ --)con-
elemento inanimado. sino a partir de titud do la lograda hasta ahora, si los
otro viviente. La ontogénesis (alabanza, encarecimiento, glorifica- templación. tendrÍa que estar sustenta-
(des- Iibros de Ia Escritura, y cuáles. han
arrollo del ser vivo a partir ción) de esta perfección, como re- do por la -+sabiduría del ->Espíritr"r
del ger- do considerarse como históricos: en
men) es un hecho científlcamente es- conocimiento que trasciende a todo Santo, tendría que convertirse en
qué sentido puede hablarse en el lo demás. La gloria de Dios inte¡na (<teología carismática)), (€rrodillada»,
tablecido, sin que la teología haya antiguo oriente y en sus diversas
llegado aún a una idea plenamente es a la vez la autoposesión cognos- crecer en la liturgia a base de Ia
satisfactoria de la acción creativa
épocas do escritos históricos; qué es citiva y amorosa de Dios (gloria de realización de lo creído, y debería
revestimiento literario (eventualmen- Dios formal). La externa (formal) acontecer en una <<connaturalidad>>
de Dios en orden a la producción de te, interpretación teológica) y
cada alma particular o sobre Ia uni-
qué es el conocimiento y reconocimiento personal con el misterio de fe (Dz
proposición hay que mantener como por parte de la criatura. La interna *2$ y en el amor. Toda teologia
dad de acción de los padres y de propiamente histórica. La ciencia
Dios en la generación humana. Cf. (materialy formal) se identifica con necesita una gnosis así.
bíblica católica se vio alentada. des- la comunicable (por medio de la ó) En sentido no oftodoxo, gnosis
--+hombre (crcación del_¡. de Pío xrr, a investigar con ernpeño creación y de la gracia) plenitud de designa también una impugnación del
tales géneros literarios, cuya existen- ser de Dios mismo, la cual, por su cristianismo, llegada a
veces hasta
Géneros litcrarios. Concepto de la cia supone frecuentemente el rnagis-
-Jexégesis y de Ia -)hermenéutica parte, constituye el <<sentido> del acto la escisión herética, que aparece una
terio. A ese respecto se habla incluso creativo divino. La externa (material y otra vez en el cu¡so de ta historia.
que designa las formas literarias o de la posibilidad de que los escrito-
particularidades estilísticas de los Ii- y formal) es, por tanto, la perfección y la actitud fundamental que ella
res biblicos hubieran utilizado esos ontológica a la que como participa- supone. Todos los fenómenos gnósti-
bros de Ia Sagrada Escritura. Como géneros literarios de una manera no
tod¿r literatura, puedcn dividirse ru- ción de la plenitud ontológica de cos suelen uniflcarse bajo el nombre
refleja (Dz 2294 Z3OZ). Con Ia deter- Dios está, por su parte, ordenada común de <<gnosticismo>>, que los re-
dimentariamente en pocsia y p¡osa. minación exacta de esos géneros, el
Más exactamente, Ia investigación 1a creación. Además, en virtud de la sume a base de ciertas ideas que son
sentido de una proposición no hn de -+autocomunicación de Dios gratuita comrlnes a toda gnosis. Entre dichas
veterotestamentaria propone como quedar debilitado, sino al contrario,
géneros principales, pros¿ (q¡s i¡- en Cristo, el reconocimiento intelec- ideas, las principales son las qt¡o
precisado con mayor exactitud; pues_ a continuación. I-a
cluye sermones, oraciones y narra- tual de Dios por parte de Ia criatr.rra exponemos rcct¡-
to que tal sentido, contenido en li- vicne soportado por Io que Dios sación del presente siempre concrc-
:71
?_1',,
Gnosis Gracia

to, una <<huida» a la esfera divina a 160), que propuso un mito dualístico de tal manera que en la gnosis viene fico cualesquiera, o [e dona una
la que se asciende por medio de1 de la redención. Marción, excomulga- dado absolutamente todo, tanto ob- prosencia salvíf,ca cualquiera, tal
conocimiento filosófico y la ascesis do el 144 en Roma, que rechazó to- jetiva como subjetivamente. La gnosis como la que ontológicamente se co-
(y que es descrita a base de especu- talmente el «Dios de los judíos>> piensa con ello que el hombre, a fin alirma de modo necesario en el con-
laciones espiritistas y angélicas); (todo el AT) y propuso un canon de cuentas, encuentra en si mismo cepto de una relación entre el Creador
un -rdualismo absoluto o relativo constituido por Lc y diez epistolas la unidad absoluta y envolvento de y la criatura todavia inocente. Dios
(limitado por el fin del mundo) y una de Pablo despuós de haberlas lim- toda Ia realidad. Asi Pues, el hom- brinda y dona al hombre mucho más.
recusación de las normas legales piado de los elementos <<judíos>>, no bre no acepta que s¡ 5u -)Pluralis- Le hace partícipe de la misma natu-
(antinomismo). Tal gnosis existía ya es propiamente gnóstico, aunque si lo mo crracterístico de criatura está raleza divina, coheredero con el Hijo
en el ámbito judío del NT, p.ej., en contra esta gnosis
sean sr¡s seguidores. remitido a la unidad Permanente por antonoma§ia, destinatario de la
Ia hermandad de Qumrán, en los se desarrollaron la evolución inicial de Dios que le trasciende, Y que, visión de Dios inmediata, Y, Por lo
grupos a los que Pablo combate en de los dogmas (-+dogmas [evolución por tanto, su existencia §e opone tanto, de la misma vida de Dios (en
la epístola a los Colosenses (a causa de losl) de la Iglesia, una grandiosa a la concentración en el mero cono- la -->doxa).
de la debilitación de la posición de literatura eclesiástica (Justino. Ireneo, cimiento.
Cristo) y en las epístolas pastorales Tertuliano, Hipólito) y los esfuerzos Conforme a la gnosis, el conoci- 2. Esta gracia es en sí un regalo
(mitos, aversión al matrimonio). Tam- teológicos por estruclurar cristiana- miento llega a un sistema «cerrado)), indebido al hombre' Indebido no
bién contra ellos va dirigido el Apoc. mente los conocimientos más pro- que es una reproducción del curso meramente en cuanto que es Pecador,
A este propósito, no hay que pasar fundos y definitivos de los gnósticos mundano que acontece con necesi- es decir, en cuanto que el hombre
por alto que el NT, precisamente (-->Alejandría [escuela teológica de]). dad lógica o física. Por consiguiente, se cierra a este autoofrecimiento de
para combatir radicalmente semejan- La contraofensiva de la Iglesia queda no reconoc€ libertad real y personal Dios y a la voluntad divina expresada
te gnosis, se sirve parcialmente de su concentrada en la afirmación radical alguna, ni tampoco -+histo¡icidad o en la realidad humana total, sino ya
terminología (-+desmitologización). do la auténtica humanidad de Cristo irrepetibilidad alguna; tampoco cuen- con anterioridad al pecado (-+estado
En el NT es radicalmente antignós- y, por 1o tanto, de la dignidad de ta con el ->misterio subyacente en original). A fin de que esta -»auto-
tica la insistencia en que la consu- la carne (->resurrección de la carne); el fondo de la existencia concreta, comunicación de Dios no venga a
mación del mundo y del individuo algunas ideas gnósticas resurgierorr como incomprensibilidad permanente desvalorarse, por razón de su acepta-
son exclusivamente cosas del mismo en la edad media y vuelven a cobrar de Dios, aunque <<venida a cercania>>: ción por Parte del hombre finito
Dios que, también de manera exclu- vida una y otra vez et la edad por el contrario, la considera desve- (según la esencia Y medida de Ia
siva, da la -)salvación. Igualmente moderna (teosofía, antroposofía, rosa- lada y conquistada. criatura flnita) conürtiéndose en un
antignóstico es eso cargar el acento crucianos, etc.). acontecimiento que no sale del ám-
en la existencia corpóreo-carnal del La frontera teológica con respecto Gracia (griego : kharis,lat. - gra- bito de lo meramente finito, Para
Logos de Dios hecho verdaderamente a la gnosis hay que establecerla ante ria). Esta palabra signifrca en teologia que no se destruYa así la autocomu-
hombre, en el escándalo de la cruz, todo por razón dc las siguientes ca- el favor personal y absolutamente nicación de Dios en cuanto tal, in-
la gratuidad y unicidad de la reden- racterísticas: gnosis es un conoci- indebido de Dios que se abaja hacia cluso la aceptación de la gracia tiene
ción, etc. Desdo comienzos del s. rr, miento que no procede de una auto- el hombre. Sin embargo, gracia sig- que estar §ustentada Y llevada Por
una gnosis venida del oriente, que in- manilestación personal, gratuita de nifica tambÉn el efecto de ese favor Dios mismo, no menos que el don
jerta en su sislema piezas cristia- Dios, sino de la esencia del hombre en el que Dios mismo se comunica mismo. La autocomunicación obra,
nas, se convierte en eI adversario mírs por descubrir. Por tanto, en hltimo al homb¡e. en cuanto tal, su acePtación. La Po-
peligroso e importante de la -tlglesia término <<engreimiento)) gnóstico y tencia actualy la última determina-
primitiva, al venir soportado por una no un escuchar obediente la palabra l. Todocreyente cristiano tiene ción al acto de aceptación son asi-
auténtica experiencia religiosa. Tam- de Dios, o sea fe. El <<redentoo> de que conrprenderse a sí mismo. en su mismo gracia totalmente indebida.
bién son importantes y se hicieron la gnosis ayuda al hombre exclusi- criatureidad y a pesar de ella, y aun-
notar históricamente de manera cs- vamente a penetrar en su esencia qlre se r€conozca pecador de Por sí 3. Esta libre autocomunicación de
pecial: un grupo gnóstico precoz oculta, soterrada; no lleva a cabo y por su origen (-+pecado original), Dios en *gJesucristo y en su Espíritu
hacia el 120 d.c., en Antioquía, que ni actualiza como hombre auténtico, como el llamado históricamente por tiene que ser aceptada por la criatura
defendía el ->docetismo y una re- dentro de la historia concreta, la Dios 1' por la palabra eficaz de su espiritual en una asociación dialogal
presión sexual absoluta; los partida- salvación quo proporciona. El cono- absoluta y libre automanifestación, igualmente libre; lo cual §upone una
rios de Basílides (l2O-145), en Ale- cimiento en cuanto tal es ya, senci- a la vida más íntima de Dios. Lo constitución permanente del hombre,
jandria, con su exégesis gnóstica del llamente por sí mismo, redentor. La decisivo de esta afirmación consiste establecida libremente por Dios, que
evangelio y poesia hímnica; Ios se- caridad y el acto moral es, todo lo en que Dios no brinda al hombre en primer lugar, precede a la autoco-
guiclores de Yalcnlín, en Roma (145- más, consecuencia de lo conocido, sólo un amor y acercamiento salví- municación de Dios de tal manera,

2',7 5 276 271 2'78


l
I

Gr¿cia
Gracia I

que el hombre tiene que aceptar esta 6. Esto no significa relegar a se- que <da gracia>> (de la +justificación) sentido, gracia «actual>> (úz 129-142
il
última como favor que Ie <<acontecer>, gundo término la gracia como per-
y con el que no puede contar. por por antonomasia y como sobrenatural 160aó 811 ss). Pero, partiendo del
donado¡a (Rom 3, 23 s). pues el en todo rigor es primariamente el magisterio obligatorio de la Iglesia,
lo tanto, no queda simultáneamente hombre concreto se halla en Llna
aflrmado do forma trascendental con mismo Dios que so comunica junta- se da una distinción entre gracia ac-
doble situación ineludible, de cria- mente con su esencia. Es decir, gra- tual sobrenatural, elevante, y gracia
la autorrealización del hombre, por tura y de pecador. En ella, estos dos.
más que éste sea algo esencialmente cia increada (c{. también Japro- habitual, sólo en cuanto que es d.f.
abierto a la automanifestación de
elementos se condicionan y aclaran piación, -+inhabitación, ->pneum*, que el no justificado realiza actos salu-
recíprocamente en <¡rtlen a la er- ->gracia santificante, +justificación). tiferos con los que se prepara para
Dios (->potencia obediencial, *>exis- periencia concreta. La falibilidad de
tencia sobrenatlrral) y aunque, si la Ia criatura finita no es todavía :en-
I)e aqui que quede excluida una la justificación ayudado por la gracia
rechaza, se hunda en la desgracia concepción objetivista de la gracia preveniente (Dz 797), gracia que es
cillamente pecado, pero en éstc se que dejara ésta a la autónoma dis- del todo necesa¡ia en orden a la cita-
con toda su esencia. En segundo lu- hace inexorablemento patente. La pe-
gar, fal constitución sigue persistien- posición del hombre; exclusión ra- da justificación. El oentido de esta
caminosidad obliga al hombre a cr¡- dical, r.aledera desde cualquier pun- distinción, en cuanto que es obligato-
do (en el modo de lo sin sentido) rlocerse, sin escapatoria posible. como
aun cuando el hombre se cierra a la to de vista. La doctrina del Triden- ria, sólo afirma lo siguiente: «habi-
criatura absolutamente finita, para tino acerca de la gracia <rinherente>> tual» es la gracia en cuanto que la
citada manifestación de Dios. A esie la que el favor deiflcante de Dios
<<destinatario>>, a (Dz 800 821) no pretende discutir autocomunicación de Dios al hombre
este presupuesto de es gracia siempre y en cualquier esto, ni se expuso {rnicamente en queda establementE ofrecida al hom-
Ia autocomunicación de Dios, se le caso. Por eso no hay que adrnirarse
llama, dentro de la filosofía orden al problema de la distinción bro desde el bautismo, y en cuanto
cató- de que toda la doctrina del -+Tri- entre gracia c¡eada e increada (tam- que queda libremente aceptada en
lica, -+naturaleza del hombre (-)na- dentino no esté concebida en torno
turaleza y gracia). bién se nombra ésta: Ez 799 898). los adultos. Se llama <<actuab> a esa
al esquema de <<elevación» de ,.¡na En el Tridentino sólo se quiere aflr- misma gracia en cuanto actualmen-
naturaleza, sino en torno al di: la nlar que la justificación do un hom- to aporta el acto de su aceptación
4. En este sentido, la gracia de la justificación de un incrédulo (Dz bre en la constitución de una nueva y se actualiza en é1. Acto que, esen-
autocomunicación divina es )«s6!¡s- 790s 793-8AZ).
naturab>. Con otras palabras, no es criatura. de un templo verdadera- cial y existencialmente, tiene diversos
debida en manera alguna al hombre, mente habitado por el Espíritu Santo, grados y puede realizarse un número
7. Esta gracia perdonadora. y con en virlud de un nuevo nacimien(o t-r indefinido de
ni a las demás criaturas, ni antes ella la gracia elevantg en cuanto que
veces.
de que se hiciera indigno de ella co_ generación; el homb¡e queda asi
son entregadas al hombre con peca- ungido y sellado con el Espíritu y 10. A la vista, por una parte, del
mo pecador. Es decir, todavía no do original, es gracia de Jest¡cristo
¡,iene dada con su esencia inalienable, vuelve a nacer de Dios. La doctrina hecho de la voluntad salvífica univer-
(Dz 55 790 793 8ll s e.p.; -)cristo- dei T¡identino afirma, además, que sal de Dios (-+salvifica
con su -->(<naturalez»>. por lo tanto. centrismo, -)redención), en virtud de [voluntad
<<en oí>> es algo que Dios puede esta procedencia cristológica, la gra-
a este justificado no sólo se le do Diosl) y, por otra, de la pecami
negar al hombre aunque no hubiera <<considera>> absuelto de forma foren- nosidad del hombre, se deduce que
cia, incluso como deificante, tiene un se, es decir, «corno sil) estuviera también existe una ayuda meramente
él pecado.
carácter eminentemente histórico-dia- justificado, sino que realmente e.v un suflciente de la gracia (grotia suffi-
logal. Es decir, consiste en el favor de. justificado (Dz 799 s 821). Precisa- clens); es decir, ayuda ofrecida, pero
5. Las aflrmaciones del magister:io Dios que, sin perjuicio de su esen- mente el concepto de gracia increada no eficazmento operante (Dz 797 814
e-clesiástico se ocupan, sobre todo, cia que abarca y resulta
de Ia sobrenaturalidad de la gracia
ineh¡dible a
todos los hombres de todas las épo-
implica que el hombre mismo, en l09i 1295s 1521 1791). Así pues,
(Dz 475 l0t7 e.p. 1385 1516 1786 sí, queda verdaderamente transfor- su esencia no puede consistir en la
1789 2318). Asi se implanta el funda_
cas, siempre y en cualquier parfe, nrado o transcÍeado por esa auto- irresistible omnipotencia de Dios (Dz
está en dependencia del <<suceso:> que cornunicacjón de Dios; que, por lo 1359-75). La diferencia entre la gra-
nrento <le la gratuidad de ia gracia, es Jesucristo (cf. Dz 160á 1295 1156
i'a afirmada anteriormente por tanto. se da, en este sentido, una cia actual meramente suñciente y la
el 1414 1518 e.p). por lo tanro. rie- gracia <<creada)) y ((accidental». eficaz queda fundada previamente
magisterio. Se la describc como algo ne carácter encarnatorio-sacrarnenlal
que de ningunA manera puede meñ- (+Iglesia como místico -)cuerpr¡ de
a la decisión humana, a la acepta-
cer el hombre con sus propias fuer- 9. Fartiendo de la concepción teoló- ción de, o resistencia a, la gracia. Es
Cristo y como --)sacramento) e in- gica occidental de Ia gracia (Agustln) decir. conforme a Ia doctrina gene-
zas; como algo quc el hombre. de troduce al hombre <<engracicdo:» en
por sí, no puede cxigir. Mírs aún, en la lucha contra el -+pelagianismo, ral, tanto del *>bañecianismo comr¡
la vida y -rmuerte de Cristo lucha en la que se definió la necesidad del -+molinismo, esa distinción sc
el hombre no puedc rri siquicr::
¡.r.epe- de la gracia para todo acto salvíflco, funda en la elección divina, a pcsar
rarse positivamente para cll<r (Dz 8. Desde este punto de
134 s 141 176 s 797 fil3 c.¡r.).
¡"rrtída
(cl'. I ), puede fácilmente ente¡derse la gracia es, en primer lugar, una do la libertad humana 6¡1 la accpta-
ayuda en orden al acto y, en este ción o resistencia de esa gracia. I-ir
:19
281 2rJ2
Gracia Gracia (teologia de la)
gracia actual es inspiración e ilumi- pueda ser asimismo gracia de Dios, los siglos precedentes y a la tentación de la dogmática, tiene su verdade-
nación (Dz 135 ss 180 7n l52l 1791). cf. -)gracia (sistemas de la). de hacer inteligible y evaluable, a ro puesto tras la teologia trinitaria
No sólo se la considera indebida base de un género especial de -+gno- (-)trinitaria lteoloeía]), doctrina do
(Dz l35s 797s 801 1518), sino tam- 12. El magisterio eclesiástico dife- sis (silogístico), el insondable -)mis- la creación (-)creación [doctrina
bién <<sobrenatural>> en el mismo sen- rencia ulteriormcnte Ia gracia ele- terio de Dios. Por ello, los sistemas de la]), -+cristología, -+soteriología
tido que la gracia de la justificación vante, necesaria para todo acto salu- do la gracia no desempeñan ya papel y -+eclesiología. Por otra parte, in-
(cf. Dz 1789ss). En consecuencia, tífero (-+salutíl'cro [acto]). de la importante alguno en la teología ac- cluye, corno parte substancial inte-
no consiste meramento en circunstan- gracia sananto o <<mcdicinal>>, conce- tual. Afirmaciones hechas por Dios grante, la doclrina de las -+virtudes
cias externas, preparadas por la bida como ayuda de Dios necesaria sobre sí mismo y sobre el hombre, teologales y, como totalidad, propor-
-+Providencia divina, que favorecen para Ia observancia de la -+ley natu- así como también ciertas experiencias, ciona la fundamentación dogmática
la actuación religiosa del hombre, ral (Dz 1A3 fi2 135 t86s 190 806 que parecen contradecirse entre sí, esencial para una ->moral (teología)
sino que es gracia <<interna>> en el 832 e.p.). Con ello no queda respor- permanecen en pie conjuntamente dogmática originaria.
mismo sentido que lo es la gracia dida la pr:egunta de si de hecho se como expresión de la plenitud de la
santificante. da¡ actos morales que no tengan realidad inmanejablo o incontrolable Los temas claves de la teología
ningún positivo carácfer salvífico, o para el hombre. En nuestro caso de la gracia son los siguientes:
ll. El hombre sigue siendo libre oi, por el contrario, todos los actos hay quo darse cuenta de que la inin- 1) La -+autocomunicación trinita¡ia
a pesar del ->pecado original y de morales, si de hecho existen y tal teligibilidad de la c¡rexis,tencia ent¡e de Dios al hombre en Cristo, que co-
la -+se¡gupiscencia (Dz 792s 798 como en realidad existen, son también la o¡denación absoluta de Dios y la mo acto fundamental de Dios en or-
814 ss); así pues, acepta o rechaza salutíferos en virtud de una gracia libertad auténtica del hombre es úni- den a lo no divino distingue y com-
la gracia preveniente con libertad elevante (G. Yázquez y J.M. Ri- camente el supremo escalón de Ia prende -+naturaleza y --)gracia, or-
(Dz 1.34 140 l60a 196 793 1093 palda). La gracia sanante erfterna incomprensibilidad de la coexistencia den supralapsario (anterior al pecado
e.p. l79l 2305). En esta medida hay podría considerarse como momento entre el ser absoluto de Dios y el de Adán) e infralapsario (posterior al
que hablar de una <<cooperación en un proceso de la gracia que tiene carácter de auténtico existente propio -+pecado original). 2) El concepto
mutua> de Dios y el hombre @z como blanco el desarrollo de 1o hu- de la criatura, incomprensibilidad que de la gracia sobrenatural (creada e
182 20O 797 814). Sin embargo, esto mano y de lo cristiano simultánea- tiene que persistir, si Dios ha de increada) de la -+justificación. Con-
no implica un -)sinergísmo que re- mente. Y esto dentro del cristocen- scguir siendo Dios. Estas proposi- cepto que hay que desa¡¡ollar tenien-
parta equitativamento el efecto sal- trismo general que reina a través de ciones se mantienen para la gloria do en cuenta lo dicho en 1) atendien-
vifico cntre ambas causas o, mejor, toda Ia historia humana. de la gracia de Dios, que todo Io do a su carácter cristológico, infra-
concausas. Pues no sólo la capacidad Cf. ->fe. dispone y salva con dominio
pleno, lapsario, individual y social, antropo-
de efectuar un acto salvífico (el además de ser liberadora en orden a lógico y cósmico a la vez. 3) La
-.)«hábito>> infuso o la preveniente Gracia (sisemas de ta). Se llama una verdadera libertad. doctrina de la realización actual,
gracia suficiente), sino el mismo asen- así a Ios intentos especulativos de existencial, del perdón sobrenatural,
timiento libre, es gracia de Dios entender la acción de Ia -)gracia Gracia (teologia de la). Se llama tan en conexión con lo precedente.
(Dz 116 s 182 e.p.). Por 1o tanto, la de Dios manteniendo intacta la -+li- así al tratado teológico cle -+antro- Esa doctrina incluye en primer lugar
gracia es asimismo la que libera bertad del hombre. Dentro de este pología dogmática acerca del hombre la vida justificada en Cristo, es decir"
nuestra ->libertad para obrar Ia sal- tema entran también la doct¡ina sobre redimido y justificado, tratado que, que la gracia nunca queda al ar-
vación, dándonos nuestra capacidad -+Dios, el -+pecado, ->pecado ori- conforme a su esencia, tiene que bitrio y al juicio del hombre, su
y el acto mismo ejercido por tal ca- ginal, relación entro Jnaturaleza y versar sobre el hombre no abstraído carácfer oculto en la realización exis-
pacidad, de manera que la posición gracia, la esencia de lo Jsobrenatu- de la -+gracia, sino sumergido en tencial <<justa>>, conciencia de la gra-
de esta libertad con respecto al <<sí>> ral, -)ss1¿¿65 de la naturaleza huma- ella. Pues donde no se toma como cia, libertad bajo la gracia y libera-
o al <<no>> frente a Dios no es una na, -)predestinación, ->reprobación, objetivo de Ia consideración Ia rea- ción de la Iibertad en virtud de,
opción autónoma y emancipada (M, etcétera. Los principales sistemas de lidad del hombre en su polivalencia, aquéIla, ley y gracia, conciencia y
200 321 s 325), sino que alli donde la gracia son -)agustinismo, -+ba- el concepto de gracia se queda en gracia, corporeidad o encarnatorie-
el hombre dice <<no>>, realiza su pro- ñecianismo y -+molinismo. El magis- una abstracción meramente formal dad de la gracia en la lglesia, cono-
pia obra, y alli donde dice <<sb> li- terio tolera a todos ellos sin dar de una elevación de la esencia o de cimiento y gracia, Ia virtud de la fe,
bremente, tiene que agradecer este preferencia a ninguno. El problema una ayuda moral, no llegándose a las obras y la gracia; la esperanza y
<<si>> como un don de Dios. Acerca de fundamental no ha quedado resuelto alcanzar de esta manera la concretez la caridad y su concretización en cl
los esfuerzos especulativos realizados por ninguno de manera satisfactoria. bíblico-teológica de la gracia. Este ámbito de la vida humana, on lus
Jrara entender la posibilidad de que Esto se debe sobre todo a la teo- tratado de antropologia del hom- llamadas virtudes morales; arlcmhs,
la libre decisión salutífera del hombre logia biblica, tan poco acertada, de bre redimido, dentro del conjunto el proceso de la justificacitirr, cl crc-
283 284 285 2tt6

i,
&

t
,Gracia (teología de la) Gracia sanl¡fican1e

cimiento de la vida de la gracia o y esta -+justicia de


sa>>, <<inherente)), el -+bautismo de los niños), tal ca- cado personal do otro (es deci¡, de
de la vida en gracia y su precariedad Dios es la única causa formal de la rencia es ya en sí un estado de leja- +Adan) y displace a Dios en cuan-
,en virtud de la pecaminosidad per- justificación (Dz 820). Las virtudes nía de Dios no querida por éste Y, to quo so halla en contra de la vo-
manento del cristiano, las formas fun- teologales (-+virtud) so identifican o, por consiguiente, pecado. El estado luntad do Dios y contra el orden
,damentales de la vida espiritual, el por lo menos, están ligadas con la de pecado tr»rsonal habitual se da quorido por El en su creación, te-
,aspecto eclesiológico activo de la gracia santificanto y en cuanto <<cau- cuando esa carencia ha sido causada nemos la culpa habitual del -+Pe-
'vida en gracia: )carisma, -+vqg¿- sada eficientemente)) por obra gra- por un acto culpable, libre, personal cado original. Con respectoal cre-
,ción, testimonio. tuita de Dios, es considerada como y propio del que la padece. Si esta cimiento do la gracia santificant€,
cualidad <<cread»>, y queda así con- carencia ha sido causada Por el Pe- of. -»mérito.
Gracia sa¡rtificante. El NT conoce trapuesta a la gracia increada. Sin
,como obra gratuita de Dios en el embargo, se dice también que que-
hombre g¡¡¿ -+justificación que no damos ungidos y sellados con el
:sóIo es una promesa escatológica o mismo Espíritu Santo (Dz 799 898
un saldar la cuenta meramente ex- 96t4; +inhabitación, -+autocomuni-
terno, sino el bien interno y estable cación de Dios, -+gracia). De acuer-
,de la <<salud>>, que se nos da en el do con la doctrina de la libertad di-
suceso (en sí) irrepetible de la -'>me- vina respecto a la gracia, de la nece-
lanola, del hacerse creyente y del sidad de la -+disposición y del cre-
->bautismo. Segrin las enunciacio- cimiento de la gracia, se caracteriza
nes de la Escritura, esto no es sino esta gracia como <<desiguab> en cada
una nueva creación, un ser traído de uno de los justificados (Dz 799 803
la muerte a la vida, un segundo naci- 834 842). Como efectos formales de
miento desde arriba y, ante todo, la la gracia santiflcante se señalan la
comunicación del ->Pneuma divino -+justificación, por tanto el perdón
(-+Espíritu Santo, *)inhabitación), de los pecados y la justicia intrinse-
que es la misma realidad verdade- ca, flliación divina y amistad con
ramente transformadora de Dios Dios (Dz 799 803), inhabitación de
(2 Petr l, 4). A esta participación Dios, expectativa de la beatitud (Dz
.estable, interna y eficiente del Espi 696 799), incorporación a Cristo y
ritu de Dios junto con sus efectos, a la Iglesia (Dz 191 696 895 933
Io llama la teología católica gracia 2229) y participación de Ia natu¡a-
santificante. leza divina (Dz l02l lM2). Es posi-
La doctrina católica acerca de Ia blo perder esta gracia por el pecado
gracia santificante se encuentra con- personal grave. No debe confundir-
densada en las proposiciones del con- so esta pérdida personalmente culpa-
cilio de Trento. Allí se afirma, con- ble con la carencia de gracia santi-
tra Ia concepción reformista de Ia ñcante debida ¿l -)pecado original,
justificación, que en ésta se borran aun cuando el <<estado de culpa>> re-
verdaderamente los pecados, por lo sultante de ambos tenga algunos as-
que el hombre, de pecador, se convier- pectos fundamentales comunes.
te en justo, y esto (Dz 796 799) sola- Allí donde se dé carencia de gra-
mente por obra, indebida e inmere- cia santificante en un hombre, caren-
cible, de Dios en Ia gracia. En este cia que, en el orden salvifico actual,
perdón queda cl hombre transfor- siernpre es contraria a la voluntad
mado y santificado intrínsecamente; de Dios; donde se dé carencia de
se <<apropia>> verdaderamente la gra- esa gracia, que en cuanto autocomu-
cia y los dones (lo cual no signfica nicación del Dios esencialmente san-
que pueda disponer de ellos a su to, santifica al hombre ya con ante-
antojo) de tal manera, que a esta rioridad a su toma de posición per-
gracia se la caracteriza como <<infu- sonal (como aparece claramente en
289 teü
287 288
Rah-Vr:rg. l0
Dc¡rt<ll¡i¡ro-

existente y admite que e1 mundo y ritus, aunque sin atribu.irius mayor


todas las leyes de la naturaleza han importancia. En el judaísmo tardfo
sido creados por E,l, aunquc niega se desc¡iben de mane¡a concreta las
todo ulterior concutso e interven- figuras demoníacas con su jerarquia
ción diüna en su creacióri, y espe- que culmina en el diablo, Satán, etc.,
cialmente toda -)revelación sobre- con su actuación como corrupto-
D natural. Este deísmo fue defendidr¡ res, y su origen en la caída de los
con los matices más variados, y siem- ángeles.
pre en conexión con la instauración Estas ideas, en sus rasgos funda-
Dccálogo (griego diez senten- lógicas), cuando la menor e§tá Por de una -rrelieión filosófica natural, mentales, so introducen en el NT,
- lJ menos implícitamente contenida
cias, <<diezmandamientos de Dios»>) desde la segunda mitad del s. ,flI. Su aunque puestas al se¡vicio de la his-
es un término clásico para designar en la revelación diüna 1-+dogma)' defensor más destacado fue Voltaire. toria de la salvación. Así, los de-
los mandamientos Y Prohibiciones Si la menor es sÓlo una verdad de El deismo fue condenado por el con- monios constituyen un reino (Mc 3,
irnpuestos apodícticamente al pueblo razó¡, la conclusión es todo 1o más cilio Vaticano t (Dz 1781-1800 1807 22-26) que se opone a la )basileía
de la antigua alianza' los cuales' re- de fe eclesiástica (cf. +calificaciones 181&1E13) a causa de Ia negación y que se manifiesta en la -)posesión
sumidos en diez ProPosiciones (Ex teológicas). La teología deductiva de lo -)sobrenatural y de la ->reve- diabólica. Cf. también -+virtudes y
puedá ser considerada verdadera Y lación, asi como también a clusa
20,2-17; Deut 5. 6-21), ordenaban la potestades. Existe una decisión del
viáa comunitaria ético-social de este legítima teología mientras no pre- de la opinión, sentada explícita o magistorio eclesiástico en el concilio
nueblo v habian de garant¡zar su exis- tenda entender y conceptualizar abso' implícitamente por el deísmo, de que Lateranense rv, donde se a6¡ma ra-
i"n.iu iomo sociedad religiosa mo- lutamente las verdades fundamenta- Dios creó el mundo necesariamente, dicalmente que no se da nada abso-
noteística aPoYada en la -'alianza' Por medio de una Penetra-
les de fo -'+misterio. lo que equivale a impugnar la -tli- lutamente que sea malo (-)mal) des-
ción del En definitiva' bertad de Dios (con lo cual tod<r de un principio; por el contrario;
rlentro de un ambiente politeístico'
será verdadera y legítima teologfa si lo
El hecho de que et decálogo esté quiere ayudar a una mejor inteligen-
deísmo se enreda en una serie de todo que hay de malo tiene su
condicionado histórica y sociológica- contradicciones). origen en la decisión libro de la cria-
mente no hace lícito que las actitu- cia de la fe, dando maYor claridad tura y e6 flnito y temporal (Dz 428).
des fundamentales predicadas y re- a la unidad do Ia revelación. CI' Demiurgo, cotrcepto de un artífice En este contexto se añrma que el
querida§ en el NT (-?caridad, grati-
-+ dogmas (evolución de tos). del cosmos, introducido en la filoso- diablo y los demás demonios fueron
trd¡ ,uutt sin más incorPoradas a él' l) En general, es la fía por Platón; en el gnosticismo se creados por Dios con r¡na naturaleza
En el NT, el decálogo está orderia- Definición. lo considera como entidad media en- buena, pero que ellos, por sí mis-
do y subordinado radicalmente al determinación conceptual clara, bre- tre Dios y el mundo, que forma el mos, se hicieron malos (Dz 4?,3). Con
manáamiento del amor, Y sólo tiene ve y completa de lo que significa mundo terreno a partir de una ma- ello se da por supuesta la. existencia
validez en. la meüda en que es )leY una palabra o de lo que dobe enten- teria previamente dada. Cont¡a esta de los demonios. Estas escuetas in-
derse por una cosa. 2) Defrnición dog-
natural y concretización de la ética idea, los padres de la Iglesia defien- dicaciones impiden considerar a los
natural. mática: toda decisión docente, so den la identiclacl ciel Dior; r-crJ:rdcnr demonios como adversarios de Dios,
lemne, e¡
cathedra (claramente re- uno con el creador del mundo y con tan poderosos como É1, o describir
conocible en cuantotal Por su for- el l'ornr¿rdtrr <Je un mundo visible nítidamente sus características y ac-
Deituctiva (teologla). Se llama así
a la teología sistemática que quiere ma) del '+PaPa o de un ->concilio bueno. ciones a la man.era que suele hacer
llegar a una inteligencia de las ver- ecuménico. en virtud de la cual se la piedad popular.
daáes reveladas Y de la fe actual, enseña una verdad como verdadera' Demonic. Este tórrnirro ¡rrovienc Desde el punto de vista de la his-
estableciendo conclusiones con ayu- de lorma definitiva y obligatoria para de la palabra giega doimorr, que en toria de la salvación, sería poco serio
da de reglas lógicas (tres términos en toda la Iglesia; verdad que, Por lo los poetas suele significar un dios teológicamente considerar al diablo
clos proposiciones y la conclusión en
tanto, hay que admitir con fe diüna protector bien intencionado o la voz y a los demonios como una clase es-
otra-que Procede de la maYor Y la
y católica (o eclesiástica), ya que ha interna del hombre. Los pueblos de pecial de duendes que andan vagan-
menor). En ese Proce§o, la maYor Y iido revelada Por Dios o está de tal todos los tiempos han conocido de- do por el mundo. Más bien podrla
la menor Pueden ser verdades reve- manera vinculada con una verdad re- monios de diversas clases y catego- aceptarse que se trata de los poderes
ladas, o bien la mayor f'uede conte-
velada que no Puede negarse una sin rías, de diverso poder el'ectivo. I-as del mundo. en cuanto que este
ner una verdad revelada, mientras negar a la vez la otra. -+Infalibili- más de las veces se utiliza en el sen- Jmundo rspresenta una repulsa de
que la menor contiene Ílnicamente dad. -+Dogm¿. ->Magisterio' tido más estrecho de <<espiritus ma- Dios y una tentación para los hom-
rina verdad de tazón Sólo se Puede ligno»>. También en el AT se da por bres. Con ello se atribuye también a
admitir una conclusión con -+fe di- Deismo es una teoria que recono- supuesta ia existencia de tales espí- los demonios la personalidad soste-
vina (cf. también ->caliñcaciones teo- 69 ¿ -+Dios como Personalmente
15'l l5n
156
155
Demrmios
Decrnif ologiarción
nida por la Biblia y el magisterio puramente eclesiástico está constitui-
mann (nirc. 'l 884), consistente cr¡ in-
(Dz 2318), puesto que todo desorden do por leyes eclesiásticas (aunque Deeeperación, En teología, descs-
peración es la renuncia libre y cul' terpretar existencialmente el NT. tis
esencial se realiza en el mundo per- su contenido refleja frecuentemente pable a la -+esperanza, que en todo decir, consiste en presentar el -+kc-
sonalmente; y también su pluralidad, derecho divino) y por el derecho con-
peligro y necesidad interiores o ex- rygma del Ir[I al hombre de hoy dc
que hay que pensarla en conexión suetudinario. La fuente capital del por
con la pluralidad cualitaüva y re- derecho canónico en la Iglesia latina
teriores confía en la fidelidad, ayu- tal nranera, que ese medio el
da y misericordia de Dios, y así per- hombre contemporáneo se encuentrc
gional del mundo. Con ello se afirma es el CIC, que entró en vigor el año
severa cn crecr que la existencia ¿ie- inmediatamente afectado, situado
además que los demonios se cierran 19118, aunque desdo entonces se ha
ne un sentido salvíflco realizable, La frente a una decisión existencial. Lo
culpablemente frente a Dios como reconocido la necesidad de cambiar
que, segfin Bulünann, encubre al
algunas de sus partes. El derecho di
oxperiencia pasiva de un peligro o
momentos de este mundo, pensamien-
impotencia del hombre por sí mis- kerygma del NT y que, por lo tanto,
to al que parece apuntar etiológica- vino en la Iglesia no es algo fosili-
mente el tránsito o fin de la forma zado e inmoble, sino que con res- mo, en o¡anto tal, no es todavía hay que eliminar para el logro de
desesperación alguna. Esta se da sólo la tarea de interpretación propuesta,
de esto cocmos. Tras la victoria de pecto a su conocimiento y aplicación
cuando el hombre, en una soberbia puede reducirse a los siguientes pun-
Cristo sobre el pecado, el poder de a la situación concreta rigen los mis-
tos de vista: incluso los fragmentos
los demonios es sólo una vana apa- mos principios que en la evolución
última no confesada, impide incluso
riencia (por real que oiga siendo en de loe dogmas (-»dogmas [evolución a Dios ser mayor que la propia frrer- del mensaje de Jeshs seleccionados
za, experimentada como impotencia, por Ia crítica textual como propias
el ámbito intramundano el poder de de los]). Con mayor motivo el de-
e históricas palabras do Jesris so¡
las guerras, de los tiranos, etc.). Los recho puramente eclesiástico será e identiñca 1o posible para él con
lo posible por sus propias fuerzas. mitológicos, es decir, utilizan el -+mi-
demonios han sido despojados del capaz de mutación y acomodación
poder (Lc lO, 1'8; Mt 12, 28). a las diversas épocas. En cuanto que
to como forma de expresión (p.ej..
Desiderium ¡raturale es un término -)brcileía, +Hijo del hombre). Con
las normas del derecho canónico so-
que desde Sto. Tomás de Aquino mayor razón los fragmentos poste-
Depósito dc Ia fc es el caudal de portan Ia autorre¿lización de la lgle-
riores del NT utilizan el mito. Así.
fe confiado a la -)Iglesia y que ésta sia, tienen el mismo sentido salvífico designa la orientación tr ordenación
ha de guardar con fldelidad y expli- que la lglesia en absoluto (precisa- del esplritu creado a la <<visión de la predicación de los discípulos sobre
Dios». Se funda en la patencia iü- Jesús al poco tiempo de 1a muerle
car infaliblemente (-»Sagrada Escri- men aqui, en la diferente concepción
mitada del -)espíritu humano en si de éste (p.ej., en el mito de la resu-
tura, -)tradición, -)fe; Dz 1800). de la esencia de la Iglesia, está Ia
En virtud de la esencia del mensaje razén de la diversa manera como en- mismo con respecto a lo ir-rfinito. rrección). En el estrato todavía pos-
y la obra salvífica facilitadas por Frente al desíderium ndturale en stJ terior. influido por el helenismo, se
tienden Ia Iglesia los cristianos pro-
estructura <<natural>> que le viene dada aplican a Jesfis mitos ulteriores (p.ej.,
Cristo, este depósito de la fe no testantes y orientales), au[que no
con la naturaleza del hombre, se halla el mito de un redentor, tomado de la
puede entenderse como un ((paquete siempre es fácil reconocer la obliga-
el ofrecimiento de la autocomunica- gnosis). Los presupuestos y princi-
de dogmas bien atado>>, sino como toriedad de dichas noflnas en el caso
la suma de los bienes salvífiios (en particular. ción de Dios que se ha realizado pios de la interpretación existencial
palabras y dones) que han sido con- La Iglesia es indulgente en la apli- I'ácticamente en Cristo. Cosa que nun- del mensaje neotestamentario encu-
fiados a la Iglesia para su realiza- cación de algunas nonnas purarnen- ca hubiera podido exigir el deside- bierto por la mitología podrían re-
ción siempre nueva, con el fin de te eclesiásücas (conoesión de dispen- rium naturale y que, por lo tanto, sumirse como sigue: toda proposi-
sas; la -+epiqueya es considerada sigue siendo radicalmente indebido ción ha de ser interpretada existen-
hacer inteligible, creíble y fructifero
a la constitución natural del hombre. ciaknente, puesto que sólo me afec-
en medio de su situación presente, como virtud; además, para las leyes
histórico-terrena, eI depósito a ella puramente eclesiástic¿s rige el prin- Con todo, el desíderium nalurale es ta si se la considera en una decisión
confiado. Esta realización compete a cipio, universalmente reconocido, de la <<aperturo> dinámica del hombre actual. La mediación de cosas obje-
todos los miembros de la lglesia gue no obligan en caso de inconve- en la cual pudo acuñarse y quedó livadas que sólo están «presentes>),
impresa la autocomunicación sobre- ((a mano», no me interesa. Prccisa-
(-+Iglesia oyente) y acontece en la niente grave). Derecho canónico es
natural, gratuita de Dios, y la visión mcnte, lo que en el NI me habria
enseñanza, -+culto y vida. también el nombre que se da a una
de las más antiguas disciplinas teo- también gratuita, como implantación de llamar a la decisión, queda encu-
Derecho canónico. Se llama así al lógicas, puesto quo se apoya en las del fin del hombre, Cl'. -+potencia bierto por la objeüvación en el mito.
derecho ügente de la -+Iglesia, que colecciones de cánones conciliares, obediencial, -+existencial sobrena- El mito brinda al hombre <<moder-
tural. no» otras dificultades adicionales: el
ordena su desenvolvimiento como que pueden encontrarse ya a partir
sociedad. En la medida en que viene del s. v. mundo natural, cerrado, estudiado
comunicado en la revelación divina De gran importancia es la colec- Dcsmitologización es el nomb¡e, por las ciencias de la naturaleza, no
o es parte de Ia -+ley natural, se ción de decretos de Graciano, que no del todo acertado ni auténtico, pucde estar abierto a la imrpción dc
llama derecho divino. El derecho clata del año 1142. de la tarea expllcitamente propuesta la trascendencia. tal como el milo
por el teólogo protestante R. Bult- expone (p ej., en las narraciones de
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161 l(t2
Rrh-Vo¡g. 6
Deemitologización Dia del Scñor

+milagros). Por lo tanto, el keryg- dencia es demasiado reducido, que la llevara a cabo por completo: ex- (->amor); es ya cristianismo anóni-
ma neotestamentario no puede ser de se apoya en un análisis insuficiente poner en teología la obra salvifica mo; es ya una aceptación que reprc-
ninguna manera el anuncio de ver- de la constitución trascendental aprio' de Dios en -)Je.sucristo de tai ma- senta la superación, la redención del
dades y hechos objetivos, universal- rística del -)hombre. Con ello queda nera, que el oyente de esta palabra destino.
mente válidos y salvificoe (esto no probado también que el vaciamiento quede tocado <<existencialmente», lla-
sería otra cosa que mitología)' El del kerygma y la torcida interpreta- mado a la conversión y a la fe. Destrucción (teoria de la) se llama
mensaje del NT que me afecta a ción existencial de la teoría de la a las interpretaciones do la misa
mí, afirma más bien: Jesús mo llama desmitologización conducen necesa- Destino. Para el cristiano existe (-)misa [sacrificio de la]) que ponen
a elegir entre Dios Y esto mundo Pa- riamente a una le paradójica, sin el destino en cuanto que la acción Ia esencia del sacrificio en una mu-
sajero; para esta llamada estoy en fundamento, que contradice a la esen- libre y
consciente de su vida acon- tación destructiva de la ofrenda, que
1a «ultima hor»>, en el <<ahora» de- cia dol hombre (incluso y Precisa- tece siempre dentro de un estado de de esa manera se substrae al uso de
cisivo. Del mismo modo que Cristo menfe a la del hombre actual). Con exposición a <<lo otro» del mundo, a los hombres (entrega de la ofrenda
murió en |a crtz y nunca exPerimen- todo, la pretensión auténtica de Bult- io imprevisible e indontrolable, so- a Dios y, simbolizada en ella, la en-
tó milagros en sí mismo ni los reali- mann no queda por eso desPac'hada. bre todo cuando aun Dios mismo trega del hornbre mismo). El punto
zó, sino creyó a Dios en la aceptación Es indiscutible que AT y NT refle- siguo siendo esencialmente el mis- capital de la teo¡ía de la destruc-
sumisa de su destino de tal manera, jan ideas míticas del mundo propias terio. ción es ver la esencia del sacrificio
que en su muerte tuvo lugar el juicio del üempo err que nacieron. Esta Así, el planeado diseñc¡ de la de la misa e\ la mactltio mystica
do Dios sobre los hombres caídos de idea del mundo no queda garuntrzada r.ida se convierte en lo impuesto que tiene lugar en la separación sa-
esto mundo, del mismo modo se me por la revelación. Por el contrario, ajeno, es decir, viene impuesto des- cramental del cuerpo y sangre do
exigo también a mí la fe contra el siempre ha sido y todavia sigue sien- de fuera. Además, la -)muerte re- Cristo por medio de la doble consa-
pecado, la decisión contra este mun- do la tarea permanente de la teolo- duco al hombre a 1a -+impoten- gración (ofrecimiento de Cristo en
do, aunque carezca de Prueba alguna gía (y su razó¡ de ser) el Preguntar cia: y la obediente aceptación en la forma de su pasión de muerte).
con re,specto a la verdad de la pala- y buscar qué quieren y qué no quie- la fe de esta impotencia absoluta
bra de Dios a mi dirigida' Según Bult- ¡en dec,ir <<propiamente>> las propo- es la acción suprema, la más amplia Determinismo. Doctrina que sos-
mann. el mismo NT inicia esta in- siciones transmitidas. l,a teología y frltima. Sin embargo, para el cre- tiene que todos los movimientos
terpretación existencial de un modo siempre ha admitido la distinción yente, este destino no es fuerza per- voluntarios del hombre no vienen
vago y encubierto, Puesto que lrre- entre el contenido de una a.firmación sonal alguna, ante la que é1 podria producidos y soportados en su orien-
senta expresiones mitológicas que se y la manera de presentarlo. Por tan- sólo enmudecer; y, si lo fuera, habria tación a un fln por una decisión
contradicen entre sí. Al hacerlo, to, siempre fuo desmitdlogüación en quedado en aranto tal destronada en libre (-+libertad), sino que están pre-
musstra que las representaciones ob- un sentido verdadero. Por otra parte' Cristo (cf. Rom 8, 3l-39). Es decir, via y unívocamente deteminados a
jotivantes no están entendidas en sen- hay que decir que, si se encierra a que el destino, y lo impuesto, queda esa dirección en virtud de causas
tido propio, sobre todo en San Juan 1o trascendente, al Dios tra§cendente, reducido por Dios a la impotencia externas (motivos actuantes desde el
y San Pablo con resPecto a la desmi- en una dimensión particular del hom- en virtud de su mismo Espíritu; por exterior) o internas (estado psiquico
tologización de la escatología (el fin bre, como hace Bultmann al ence- ese Dibs al que el cristiano dirige del momento). El determinismo con-
del mundo no es un acontecimiento rrarlo en la dimensión particular de la palabra como a su propio padre. sidera erróneamente las causas reque-
futuro, sino un suceso siemPre Pre- lo existencial, lo que sucede es que Dios es ciertamente el misterio, pero ridas como necesariamente determi-
sente, el existir en la decisión contra en vez de desmitologizar lo trascen- lo es como quien sabe acerca de sí nantes, es decir, identifica motivo y
este mundo). dente, en reaüdad se lo mitologiza. mismo dentro del misterlo; como causa (espiritual-personal) de un acto
f-a crftica científica en torno a la Acerca de esto. cf. los dato's funda- quien alli se comunica y comunica do la voluntad. Todas las fo¡mas del
teoría d'e Bultmann ha Puesto en mentales que se dan en ->mito Y también el sentido de su destino; materialismo defienden el determi-
svidencia de manera conüncente que -+mundo. No es licito destrozar como quien en el misterio es el amo¡ nismo (cf. también ->gracia, -)pe-
el kerygma neotestamentario no es mundo con su historia en un
<<este>> sapiente, libre; como quien alll tiene cado original).
solamento llamada a la decisión' sino dualismo extremo (de realidad obje- respeto ante la criatura y en Ia en-
la comunicación de un suceso obje- tiva o existencial), tan doctrinaria y carnación se ha impuesto a sí mismo Día dcl Señor se llama al ñnal dc
tivo: el suceso Cristo, acontecimien- radicalmente como lo hace Bultmann, su destino. I-a aceptación obediente Ia historiatemporal del mundo y
to que puede probarse con suficiente puesto quo lo trascendente ha venido def destino, que transforma ese mis- do la humanidad, en cuanto quc on
seguridad histórica, incluyendo en él con toda verdad a esta realidad Y la te¡io, dado que y en la medida en esa consumación total se rcvelarÍr r¡rrc
incluso la ->resurrección (de Cristo). ha aceptado perdurablemente. Sin que acontece en la gracia como una la historia del mundo y tlc la s¡rlv;r-
So ha probado filosóficamente que el embargo, sigue en pie la tarea indi- -+revelación, es ya -+fe y (cuando ción tuvieron su fundamento, nrcrli-
concepto bultmaniano de -+trascen- cada por Bultmann, aunque éste no Ilega a su consumación) -+caridad da y meta en la autocomr¡nici¡ciírrr rlcl

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e
r -IF

Dia del Scñor Dim

Logos aI mundo, que tuvo su Punto nomo. EI diaconado se convirtió en Diluvio. Recibe este nombro la y en la de éste a l<x hermanos (l loh
culminante y definitiva irrevocabi- un mero escalón de tránsito al sacer- inundación narrada en el Gen 6, 1-9, 4; 16 s). En último término se hace
lidad en la encarnación y en la obra dosio. 17. Que la inundación aquí mencio- visiblo en Jes{rs, su flel retrato (2 Cor
del Logos; de manera que, cuando Segfin la doctrina más general y nada cubrió realmente toda la tierra 4,4; Cal 1, 15). En un conocimiento
so llegue a la consumación total, se segura, el diaconado es un sacra- o exterminó a todos los hombres que analógico del ser, la filosolía y teo-
revelará la posición del Logos hecho mento; por lo tanto, es algo querido vivían entonces, fuera de la familia logía cristianas lo entienden como la
homb¡e en la historia de la salva- por CYisto, al menos en cuanto que de Noé, es algo que no quiere añr- esencia absolutamente santa, supre-
ción y en la historia del mundo, Y El constituyó el poder gubernativo mar realmente la narración biblica, ma, supramundana, personal, absolu-
ese Logos será el <<venido de nuevo>> jerárquico de la Iglesia, del que for- trazada con vivos colores y desde el tamente necesaria, incausada, exis-
como desvelación de la gracia dis- ma parte el diácono en virtud de 1a limitado ámbito histórico del narra- tonte do por sí, por tanto eterna e
pensada (-+parusía) y como juicio -+imposición de las manos del obis- dor. Siernpre ha habido inundacio- infinitamente perfecta (Dz 1782).
del mundo. De forma correspondien- po (cl. Dz 966 23AI). Hay que tener nes latastróficas que han dejado ras- Esencia que ha creado de la '-)nada
te, en la Escritura se llama dla de en cuenta que la extensión de la co- tro en la geología y han encontrado todas las demás cosas (-)creación;
Yahveh, día del Señor, el día del municación del'-»ministerio apos- eco en las tradiciones y leyendas de -)conservación del mundo).
Hijo del hombre, de Cristo, <<aquel tólico puede ser determinada de ma- muchos Ereblos. Todavía no se puede
dí»>, el día por antonomasia, el dla nera distinta por la Iglesia conforme fijar cuál de estas inundaciones dio l. Dios, como absolutamentc eris-
novísimo (Amos 5, 18-2fr; ls 2, 2; a las diversas épocas, dando por su- ocasión a la narración biblica. Su tente de por sí, no puede ser llama-
13,6ss; I Cor 1,8; 5, 5; Lc 17,24; pnesto que existe una voluntad per- sentido reside en la importancia mo- do <<enter> de la misma manera que
Phil l, 6; Ioh 6, 39s, etc.), a la vic- manente de participar en ese oficio ral e histórico-salvífica de
aconteci- el ente creado. A Dios, en cuanto
toria ñnal y patente de Ia soberania o ministerio como estado do vida. Los mientos que aparentemente sólo afec- que tiene el -+<<principio>> de su exis-
de Dios (AT) y de Cristo (NT), que estudios sobre las posibilidades dis- tan a la humanidad de acuerdo con tencia en si mismo, es decir, en su
cierra la historia. positivas de la Iglesia respecto a ia las leyes naturales. propia esencia (-+aseidad), le corres-
participación graduada del sacramen- pondo.el -)ser por antonomasia en
Diácono (giego diako¡¡os : servi- to del orden (-+orden), segfin las di- Dios (latín : Deus, giego : Theos, su magnitud total absoluta (csse ip-
dor) es el nombre que se da al po- versas situaciones, sugieren que la hebreo : El, Elohim y Yahveh) x sum subsistens). En cambio, el ente
seed,or de un -+ministerio eclesiás- trglesia debe definir de nuevo las fun- la designación de aquel que, según creado posee el ser únicamente como
tico claramente atestiguado ya en la ciones del diaconado conforme a las el testimonio del AT, se revela como fundamentado por Dios (->contin-
Iglesia apostólica y cuyas caracterís- necesidades de nuestros tiempos, y no limitado por frontera alguna fls gencia, -)causalidad) y, por tanto,
ticas son las siguientes: está a§ocia- tra.nsmitir sacramentalmente este po- 6: 1 Reg 8, 27), como aquol que por recibe el nombre de ente sólo por
do directamente al obispo (Phil l, 1; iier oficial delimitado de esa maner¿r. antonomasia no admite ninguna com- ->analogía. Puesto que Dios es ser
1 Tim 3, 8 ss) y tiene, por ámbito de paración (Ps 139, 7-12 e.p.), radical- absoluto en autoposesión eterna, re-
sus tareas, funciones caritativas y ad- Dicotomismo (palabra de origen mente vivo (Ps 90), con poder abso- sultan en El imposibles cualquier li-
ministrativas. grecolatino que significa división en luto sobre el ser @x 3, 13 s); como mitación o complemento. No hay
Si loe siete hombres do Act 6, I ss dos partes). Doctrina acerca de la aquel cuya omnipotencia no se ma- posibilidad positiva alguna que no
eran diáconos y, así, dirigentes de la esensia del hombre, segrin Ia cual nifiesta de manera abstracta, sino en esté en Él actualizada: es -+acto
comunidad helenística, entonces co- éste está constituido por dos ((partes», sus poderosas actuaciones históricas puro. La espiritualidad de Dios lspi
rresponde al diácono incluso una ta- pensadas como entes y no como prin- con respecto a su pueblo Israol y a ritus purus) se basa en esta autopo-
rea docente y de gobierno. En las cipios de ser, cuerpd y alma (Des- los demás pueblos; como el que se sesión absoluta, originaria e ilimita-
Iglesias más antiguasy en las primi- cartes). En una concepción primitiva da a conocer como inequívocamente da. Si bien la raz,6n puedo conocer a
tivas entraban dentro de las tareas de esta teorÍa se atribuye toda con- porsonal en la elección amorosa del Dios en el mundo como €n su ima-
del diácono: el servicio en la cele- ciencia sólo al alma y todo lo cor- pueblo de la ->alianza y del indivi- gen, y de la multiforme experiencia
bración eucarística. con la lectura poral sólo al cuerpo; y esto unido duo particular. Jesrls lo reconoce de la contingencia continua del ente,
del evangelio y la distribución de la con frecuencia a un -+dualismo dis- como padre suyo, que en Jesfis acep así como también de la contingencia
comunión, sobre todo a los ausen- criminante. No se puede llamar di- ta gratuita y remisivamente al hom- de esa misma experiencia, puede
tes, la catequesis, la dirección de la cotornismo ni a la ->antropología bre y le abre el acceso a su Jóo.si- el fundamento (causa)
<<concluirse>>
cartms e*lesiástica y la administra- bfblica ni a Ia tomist¿, puesto que /eia. Ese Dios es por naturaleza in- de esa realidad contingente (-+cog-
ción de los bienes de la Iglesia, e ambas, aunque de manera claramen- .r'isible (Rom 1, 20; Ioh l, l8; 6, 46), noscibilidad do Dios, -+Dios [pruc-
incluso la predicación. A más t¿r- te distinguible, recalcan la unidad sólo conocido por el Hijo (Ioh I, bas de la existencia de]), con todrt.
dar en la alta edad media desapa- substancial de todo el -+hombre l8 e.p.), aunque reconocido como ca- para el ¡rensar finito del hombrc, f)ios
rece e1 cargo de diácono como autó- (->cuerpo, ->alma). rirlad en la autocomunicación al Flijo sigue siend'o a \a vez incomprcnsihlt:

,(),/ t68 169 t'10


Dios Dioe (prueba de la existencil dc)

en su infrnitud, absolutez y alteridad precisamento dicha afumación es este Dios tal como se ha revelado 4. Cf., también, -+paternidad dc
absoluta. Es incomprensible porque también obra de la -+gracia salva- en Cristo; Dios es el ser que subsis- Dios (+Yahveh), +Hijo de Dios
el pensamiento humano no puede dora y es también afirmación de fe, te en diferenciación esencial absoluta (-)Jesucristo,'-+Logos), ->Espíritu
abarcar la inñnitud de Dios ni la es decir, procede de la autorrevela- con respecto al mundo (Dz 432 507 Santo, -+Pneuma, Jmisericordia de
puede entender partiendo de otro ción histórica de Dios (Dz 1786), y l6ñs 1782 1891 s 2305 e.P'), Por Dios, -+justicia de Dios, '-+santidad
objeto; esa infinitud, como funda- se lleva a cabo asimismo como fe más que siga siendo el fundamento de Dios, +fldelidad de Dios, ->cul-
mento de todo entender, sigue sien- (Dz 428 1782). Así, la doctrina de la permariente {el mundo; fundamen- to divino, -+religión.
do lo infundamentable, lo que nunca Iglesia sigue manteniendo firmemente to que todo lo ¡:enetra, que todo lo
se presenta dentro del conocimiento en el mundo actual la precariedad y mantiene y conserva en sí (Dz 39 Dios (prueba de la existencia de).
humano como <<objeto>> sino sola- deformidad fácticas de un conoci- 428 17'82'). Por tarito, Dios no puede Con este término se designa la re-
mente a manera de objeto. miento mer¿¡mente <<metafisico>>, al pensarse «panteísticamente» como la flexión sistemática <<explicativa» que
Por tanto. Dios sigue siendo el margen de la gracia y de la revelación fórmula acumulativa y <<personifica- versa sobre la afirmación necesaria
->misterio absoluto e indescifrable, (->politeísmo). Por tanto, nuestra da» do toda la realidad (Dz 18O3 s; de lo que llamamos <<Dios>> en todo
que precisamente ha de captarse como afirmación ha de escucharse partien- -)panteísmo). Semejante entidad, que acto espiritual del hombre; es decfu,
tal si Dios ha de entenderse co- do de la experiencia histórico-salvífica no es cualidad alguna de este mundo, siempre que emitimos un juicio o
mo <<Eb>. Como tal es fundamento y y gratuita de -+Jesucristo; y esto de que por el contrario subsiste abso- tomamos libremente alguna decisión.
meta de la dinámica trascendente tal manera, que siempre digamos lutamento en sl y para sí, e§ nece- En último término, una prueba de la
del espíritu humano linito abierto de aquel a quien conocemos como el sariamente {rnica (-+monoteísmo). Es existencia de Dios no pretende pro-
a Io infinito y queda siempre coafir- que actfia en esta historia de la sal- también del todo <<simple>> (Dz 389 porcionar un conocimiento en el que
mado atemáticamento en Ia realiza- vación: El es Dios. Asi pues, nues- 428 991 1782) precisamente eo su do fuera a dentro se acerque sin
ción do dicho espíritu; en el conocer tro artículo dre fe no dice en rlltimo plonitud infinita de ser, que no tiene más al hombre un objeto cualquiera,
y querer. En cuanto que Dios viene término y comprensivamente: <<hay dimensión existencial alguna comfin hasta el momento totalmente desco-
dado al hombre como misterio, y un Dios», sino: éste con el que hay con otro ente al que por esa ra- nocido y, por lo tanto, indiferente.
en cuanto que a pesar de ello se le que habérselas en la historia de Je- zón quedaría referida (simplicidad de Lo que pretende es proporcionar una
considera como captable para el co- el que en ella
sucristo, aparece, eI Dios). A esta entidad una y única conciencia refleja de que el hombre,
nocimiento natural del hombre (Dz que se revela y comunica como se la designa como <<totalidad de la en su existencia espiritual, siempre
1786 nA», hay quo entender la esen- -+Trinidad, ése es Dios, es el finico infinita perfeccióo> (omnipotencia, o inevitablemente tiene que habérse'
cia de esa inteiigencia cognoscente, Dios, la razón suficiente de toda la omnisapiencia, etc., Dz 1782). la Ias con Dios (tanto si le da el nombre
a la que se reflere la decisión dogmá- realidad multiforme y antagónica, el infinitud de esta misma perfección de <<Dioo» u otro cualquiera, reflexio-
tica dol Vaticano I, como capacidad misterio por antonomasia. puede rlnicamerite ponerse más en ne o no sobre ello, quiera admitirlo
de apertura al misterio. Pero enfon- De aquí que en la doctrina dogmá- claro en ürtud de la incomprensibi- como verdadero o no, quiera o no
ces todas las afirmaciones analógicas tica de Dios, incluso todas las (antes lidad de Dios. afirmarlo librernente). Esto es lo que
positivas acerca de Dios como mis- referidas) afirmaciones metafísicas En cua¡to que toda realidad enti- constituyo la peculiaridad, obviedad
terio infinito habría que leerlas de abstractas acerca do El no se refi.eran tativa üene que estar exhaustivamente y dificultad de la prueba de la exis-
antemano con la conciencia de que al sujeto abstracto de una metafísica, comprehendida y resumida por su tencia de Dioe : en primer lugar, se
sólo pueden entenderse rectamente sino que son un reconocimiento de fundamento originario, y tiene que trata de todo el hombre en la uni-
si se las considera, en unidad absoluta quo en nuestra historia tenemos que preyacer en él de una manera infi- dad de su intelección y übertad, aun
con lo positivamente afirmado, como habérnoslas concretamente con aque- nitamente sublimada, el esplritu, el cuando en el hombre sólo pueda
referencia interiorizante a ese miste- lla realidad de la quo afirmamos lo querer, la autoconciencia, la vida hacerse temático el lado de la con-
¡io inefable y, a la vez, como defen- inefable, y sobre la que hacemos encuentran punto culminante defini- ceptualidad abstracta y lo universal.
sa contra una profanación de dicho tales a.firmaciones, porque se muestra tivo en esa realidad rinica y absoluta Además, se trata de lo que todos sa-
misterio. así en nuestra histo¡ia: a El es a que es Dioo. Este es, por tanto (intel- bemos desde siempre, y, precisamentc
quien decimos <<tú>>. lectu et valuntate lnflnltus: Dz 1782), por eso, sólo muy difícilmente pue-
2. En la realización verdadera del el Dios absolutamente libre, üvo, ds decirse o expresarse en una obje-
hombre, esta afirmación sobre Dios 3, Más exactamente, en este ar- personal, que revelándose de forma tivación conceptual, pues lo objcti-
no vivo exclusivamente, ni en su tículo de fe especlficamente dogmá- salvífica por medio de Cristo se ha vado conceptualmente nunca pucdo
contenido ni en lo que toca a su tico acerca de Dios, se trata de anun- comunicado al hombre precisamente atrarcar de forma exhaustiva lo r¡rrc
fterza y carácter decisivo, del cono- ciarle en su absoluta unicidad e en esa plenitud y en amor pertinaz. ya se sabía atemáticamente dcl r¡h-
cimiento metafísico de Dios partien- irrepetibilidad, deduciendo de ésta la 6¡. ->Dios (teoría de), -+trinitaria jeto. Esto ocurre incluso en cl nivcl
do del mundo en general. Pues absoluta obligatoriedad de la -)fe en (teologia), -)teodicea. medio de lo cotidiano, en <¡uc ctutl-

t7t 172 173 17,1

*r
_Y

Dioe (¡nueba de la existoncia de) Dioo (tloctrina ¡cerca de)


quiera sabe más dc lo que puede incomprensiblemente luminosa de su tividad o causalidad originaria del Dios. En esta división no se tiene
deci¡ a otros o a sí mismo, p.ej., espiritu, como posibilitación de la ser como presente, del ser que so- en cuenta que cada una de ellas
qué es la lógica. el tiempo, la liber- absoluta cuestionabilidad, que el hom- porta la realización del espíritu de sólo puede alcanzar su meta (que
tad, el amor, la responsabiüdad, etc. bre realiza frente a sí mismo y en la ¡nane¡:r.-exclusivamente propia frente nunca ni de ninguna manera puede
La prueba, o las pruebas de la que se trasciende a sí mismo radi- a los demás entes, del ser que viene consisür en un forzar el recono-
existencia de Dios (pues cabe formu- calme[te, en la angustia anonadante, dado a la conciencia como objeti- cimiento de Dios), en la medida en
lar la prueba de diversas maneras que es algo distinto del miedo ob- \ amente temático, puede estructurarse que cada una, dentro de su articu-
o hacer valer más o menos explÍcita- jetivo. También experimenta esa es- conforme a los diversos aspectos for- lación particular refleja la experien-
mente distintos puntos de vista) se tructura fundamental en la alegría, males de un ente. Asi el ente como cia trascendental básica de la exis-
reducen todas a lo mismo: que en a la que no se puede desc¡ibir con contingente esüí referido al ser ab- tencia concreta.
todo conocimiento (incluso en la otra palabra; en la obligación noral. soluto como causa suya: prueba
duda, en la pregunta, en el haber re- en la que el hombre se desprende cosmológica de la existencia de Dios Dios (doctrina acerca de). Corres-
nunciado a metel'se en «metafisicas»), verdaderamente de sl; en la expe- o basada en la contingencia. En ella pondiendo a la manera de comenza¡
cualquiera que sea su objeto, se ((po- riencia de la muerte, en la que e1 ¡rueden distinguirse diversos momen- los -+símbolos de Ia fe. en la leolo-
ne» realmente algo, por Io menos el hombre conoce üvencialmente su tos: mirando a la fi¡alidad impresa gia crjstiana Iue siempre algo indis-
acto mismo; y esa «posiciór»> acon- absoluta depotenciación En estas y en e1 ente, resulta Ia prueba teleo- cutible que la teología ->dqgmática,
tece ante el trasfondo del -+ser por otras muchas formas de la experien- lógica; atendiendo a que ontológica- si queria ser en absoluto sistemática,
antonomasia o abso,luto afirmado; cia básica trascendental de la exis- mente todo acto depende de un ac- tenía que cmpezar con la doctrina
del ser como ho¡izonte, como meta tencia concreta está presente, sin ser to precedente, hasta deducir el acto acerca de -->Dios. Que el hombre
asintótica y como '-+principio sus- <<visto>>, 1o que lo es todo (y, po. puro carente de toda potenciaüdad, no hable en primer lugar de su sal-
tentador del acto y del objeto. Una tanto, con mayor razón p€rsona) y brota la prueba kinesiológica del vación, sino de Dios, 1o exigen: a)
pregunta ulterior y secundaria a este lo que el hombre experimenta como primer ->motor; o, teniendo en cuen- la revelación y la historia de Ia sal-
propósito versaría sobre cómo llamar fundamento de su existencia espiri- ta el primer punto de partida nece- vación como automanitestación de
a este <<sin-nombre» que se hace pre- tual, sin que pueda identifitprse a sario del mundo, surge la prueba Dios y. por tanto, la esencia formal
sente apartando do sí. sí mismo, finito, con ese fundamento. basada en la entropía; a la vista de de la ->teologia; b) la esencia del
La respuesta ¡rodrfa ser, lal vez. Esta estructura básica y su con- que a todo lo finito le conviencn hombre trascendental-exéntrica y
ser por antonomasia, misterio; o, de tenido se hacen temáticos en las todas las perfecciones puras de ser llamada fundamentalmente a la obe-
cara al aspecto libre de esa trascen- pruebas explícitas de la existencia s(rlo por participación, resulta la diencia de fe con respecto a este
dencia, bien absoluto; t{r personal, de Dios. La experiencia de que la prueba de los grados de Sto. Tomás Dios que se automanifiesta; esencia
absoluto; principio de la responsabi- realización de todo juicio como acto de Aquino. que só1o se satislace cuando encuen-
lidad por antonomasia- En cuanto que acontece siendo sustentada y movida Por otra parte, el absoluto carác- tra a Dios, y no encontraria al Dios
e1 hombre capta la realidad objetiva por el ser absoluto, que no üve gra- ter ético del ente personal remite a verdadero si sólo fuera considerado
de su üda cotidiana por aprehensión cias a este pensar, sino que actúa la realidad del valor absoluto: prue- en su (<ser pafa nosotros>).
y por conceptos envolventes, realiza, como sustentador y no como lo pen- ba de la existencia de Dios deonto- Lo precedente no excluye, sino que
como condición de posibilidad de sado por el pensar, se hace temático lógica, axiológica, moral. La abso- incluye, el quo incluso este tratado
esc entender captativo, la anticipa- en el principio metafísico de causali- lutez de la verdad ontológicamente no pueda licitamente olüdar que
ción atemática, inobjetivada, de la dad. Principio que no ha de confun- realizada remite a la absolutez real nuestro con.ocimiento real de Dios
incomprensible realidad, de una ple- dirse con la ley científica y funcional del ser necesario: prueba noétic¿. I-a procede de Cristo (-+cristocentrismo).
nitud de la realidad que, en su uni- de causalidad, segfin la cual a todo convicción universal de todos los Por eso es muy importante no pro-
dad, es a 7a vez condición del cono- Ienómeno como <<efecto>> se le ads- pueblos acerca de la existencia de poner la doctrina general de Dios,
cimiento y de lo conocido (singular); cribe otro de igualdad «cuantitativa>> Dios debe tener su razón suficiente do un Dios, como si no existiera la
y queda siempre atemáticamente afir- como (<causa». El principio de c¿usa- en el Dios real: prueba histórica, et- teología trinitaria (-+trinitaria [teo-
mada como tal. incluso en el acto lidad metafísico se describiría asi: nológica. Todas estas articulaciones logíal). El Dios que tiene ¡roder so-
en que impugna esto atemálicarnente. lo flniio contingente que es afirma- filosóficas particulares acerca de Dios, bre la historia, que se comunica al
El hombre singular experimenta es- do de hecho, y no necesariamente. que se llevaron a cabo dentro del mundo en una revelación progresiva,
ia ineludible estructura fundamental puesto que no 'trae en si su razón ámbito de la filosofía occidental a es también por eso mismo el Dios
de su existencia espiritual en la si- suflciente, existe como «causado>>, lo partir de Anaxágoras y Platón, se que se comunica y revela progresiva-
tuacióri originaria, siempre singular mismo que su afirmación, en virtud dividen con poca claridad, desde el mente más y más como trinidad de
(-+encontrarse [el]), de su existen- del ser absoluto como causa (ct. siglo xvrrr, en pruebas metafísicas, personas. La <<esencia>> de Dios sólo
cia; la experimenta c<¡mo cfaridad también -+causalidad). Esta substan- l'ísica y moral de la existencía de queda en verdad teológicamente enun-

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ü
Dim (doctrina ¿cerc¡ de) Doble efec¡to de una acción
ciada si se Ia conoce como comuni- se mantienen suficientemente discri- justificación, sigue siendo esa meta- rencia entre dos cosas, cada una de
cable dentro de la divinidad, y se minadoe la mayor parte de las veces. ttoia efeto de la anticipación gra- Ias cuales puede existir sin que
entiende esa comunicabilidad como La ->fidelidad, la ->misericordia, la tuita de la solicitación amorosa de exista la otra; la diferencia entre el
consecuencia do la naturaleza del *>caridad, etc., que conocemos fá-
Dios que es ya eficaz en el intlpe- Jaccidente y la ->substancia que
ser tratado en la misma doctrina cilmente y declaramos en este trata- lado (cf. lvlt 3,2., junto con loh 6, 44; lo soporta, sin la cual no puede exis-
acerca de Dios. Con todo derecho se do, no son meramente <<propiedades» -+pecado original, -)gracia, -+pe- tir (naturalmente) el accidente; la
trata también del conocimiento de necesarias de la metafísica de Dios, cado, ,naturaleza). diferencia entre los diversos princi-
Dios en la doclrina sobre el mismo, teológicamente testiñcadas; son algo Con todo, la realización <<en sí pios de ser constitutirros de un ente
puesto que precisamente la reflexión esencialmente superior. Y 1o son por- apropiada» de la persona humana uno y substancial (-+materia, -)for-
sobre esa propiedad del hombre, de que esa ñdelidad, caridad, etc., que puede considerarse como disposición ma), etc.
estar referido trascendental y gratuita- El nos manifiesta fácticamente, nos por una parte,
<<negativa», puesto que, [.a distinción real no niega co-
mente a Dios, nos patentiza por su las hubiera podido rehusar sin por hay que sostener la posibilidad de nexiones de otro tipo (causalidad,
misma naturaleza lo que es Dios el.lo dejar de ser fiel, amante, etc., obras naturalmente buenas, y por creación, etc.) que pueden y con fre-
propiamente. En la temática de la en sentido metafísico. Estas propie- otra, la voluntad salvífica universal cuencia tienen que darse entre entes
doctrina propiamente dicha entran dades no se dejan sintetizar mate- do Dios es un hecho obrado gratui- realmente distintos. Una distinción
también el problema total de la rialmente de forma positiva. P.ej., tamente. Asi pues, hay que entender- real es todavía una nota positiva en
relación entre el orden natural y el más que temer su justicia, tenemos la como disposición <<negativa>> con- Ia suprema unidad de Dios (-tTri-
sobrenatural gratuito, entre los cono- nosotros que exhaltar su misericor- forme al axioma: facíenti quod est ín nidad), Conservar intactas la conve-
cimientos correspondientes a esos dos dia, presto que El ha hecho que sea se, Deus non denegat gratiam, es niencia y la distinción que no se
órdenes y, ulteriormente, el problema srrperabundante su gracia. y no su ira. decir, a aquel que obra rectamente, restringen, sino que se intensifican
de la relación entre conocimiento La doctrina de Dios expone la y no porque obra rectamente, Dios reciprocamente, es la tarea siempre
esencial y existencial, así como tam- esencia de Dios como el ser -)abso. no le niega su gracia. Más exacta- diversa de Ia teología en muchos
bién el de la relación entre los obje- luto. A este propósito habría que mente, esta disposición negativa con- terrenos: -+naturalez¿ y gracia, doc-
tos a ellos adsc¡itos. No sería teoló- aclarar que la plenitud infinita de siste en no poner ningún nuevo trina de las dos naturalezas en la
gico pretender actuar como si la ser. propia del <<-)acto puro), col-l impedimento (obex) a la acción sal- -+unión hipostática, signo sacramen-
teología, en cuanto reflexión siste- su -+aseidad, sólo podrá entenderse vífica de Dios. Por parte de los hom- tal y gracia sacramental en el -+sa-
mática sobro la palabra de la reve- si se le adora como a misterio santo. bres maduros y, sobre todo, en orden cramento, ->Iglesia y .-+Estado, etc.
lación, pudiera salir adelante sin me- a la recepción de los -+sacramentos, La desintegración o simplificación de
tafísica. Disposición. 1) En general: el es- se requierc necesariamente una dis- las realidades son tentaciones igual-
La doctrina teológica de Dios sólo tado (actitud) necesario y supuesto posición positiva puesta y sustentada mente falsas e igualmente grandes
puede tratar de la enunciación de lo como condición interna para la ac- por la gracia misma (Dz 814 817 849). para el pensamiento teológico finito.
que se conoce de Dios por medio tualización do una propiedad determi ->Intención.
de su autotestimonio histórico en la nada de una persona o cosa. 2) Teo- Diteismo. Doctrina seg{rn la cual se
obra salvífica y en la palabra. Pero, Iógicamente: lo que pone al hombre Distlnción. La pluralidad del mun- dan dos dioses con dos esencias di-
en ese mismo conocimiento y en sus en potencia próxima con respecto do forma parte de los datos origina- vinas diversas. Se da prácticamente
enunciaciones, el hombre realiza tam- a un acto determinado o a la rece¡> rios de la experiencia humana; es en el -)maniqueísmo, que admite
hién ineütablemente su existencia ción de un influjo, eütando una acti- decir, la convicción (apoyada en la dos principios originarios indepen-
metafísica. Y, cuanto más claramente tud contraria al efecto pretendido experiencia dc nosotros mismos como dientes entre si, y en el -+subordina-
reflexiona sobre ello, precisamente y orientando positivamente una acti- sujetos y en la experiencia de la cionismo estricto.
para abrirso con plenitud al autoles- tud en orden al efecto. La disposi- libertady de Ia rcsponsabilidad pro-
timonio divino, con tanto mayor pu- ción, como orientación positiva en pias) de que eso <<plural>> no es Doble efecto dc una acción. La
reza podtá. dc nuevo enunciar ese orden a la recepción de la gracia cle meramento la apariencia multiforme posibilidad del doble efecto de una
autotestimonio. En csta proposición la justificación, nunca es posible para de algo que es «en sí uno y el mis- acción viene dada fundamentalmente
puede tratarse no solamente de las el hombre si entendemos que de mo». Donde se dan dos realidades con el hecho de que la acción hu-
propiedades esenciales necesarias de ella podria resultar una exigencia diversas entre sí independientemente mana libre siempre materializa por
Dios, sino tambión de las estructuras de semejante gracia, o que Ia gracia de una operación intelectual, se ha- su implantación hacia <<fuera», el res-
básicas de la libre conducta de Dios no podría crear esa disposición. In- bla de distinción real. En caso con- pectivo <<nrundo>> subjetivo del agen-
con respecto al mundo, mantenida a cluso allí donde al hombre maduro trario, se habla de distinción de te (su fin objetivo, su situación, su
lo largo del curso de Ia historia de se le exige la -)metonoía (: conver- razón. Con todo, la distinción real intención) en determinado ambientc
Ia salvación. Estos dos contenidos no sión) como condición previa a Ia puede ser muy diversa. Así, Ia dife- humano (que, por su parte, vivc
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181 1 r{l
,1
Doble efecto de una acrción Dogma

este hecho, lo interpreta). El pro- traordinaria y explícito reconocimien- l. Esencia del dogma. En el len- :. División de los dogmas. Aun-
blema teológico-moral se plantea allí to por parte de la Iglesia. En la ar- guaje actual de la teología Y de la que hay que sostener fundamental-
donde la consecuencia no pretendida gumentación teológica, l<x testimo. lglesia (generahzado y fiiado total- mente la equivalencia formal de los
de la acción es mala. está de hecho nios de los doctores de la Iglesia mente sólo desde el s. xvIII), es una dogmas, está justiñcado diviúirlos co-
incvitablemente unida al efecto pro- no están en el mismo plano que los proposición objeto de la ->fe divina mo sigue: a) Verdades generales y
piamente pretendido y se la prevé de -)padres de la Iglesia, puesto y católica. Por lo tanto, una Propo- l undamentales del cristianismo, ar-
(no sc la quiere) como tal. ¿Es lícita que no proceden necesariamente del sición que Ia Iglesia promulga ex.- ticulos fundamentales. áJ Dogmas es-
semejante acción? Para una solución: tiempo patrístico, perteneciendo no plícitarnente como rgvelada por Dios peciales, es decir, los demás artícu-
El mal permitido no puede ser me- pocos a la edad media y moderna, a través del ->magisterio ordinario los de la fe. Un patrón más estricto
dio para la consecución del fin bue- sino que figuran con los de los -rteó- o de una ->definición, bien sea co:t- para esta distinción es la siguiente
no, sino {rnicamente efecto conco- logos. En la Iglesia latina destacan ciliar, bien papal-, y Ia promulga pregunta: ¿Qué dogmas tienen que
mitante del bueno, y tan inmediato cuatro ya a partir del s. vlrt: San de"tal rranera, que su negación sea creerse como tales universal, necesa-
como este último en el orden de cau- Ambrosio, San Agustin, San Jeróni- una herejía -+herejía (Dz 1792; CIC ria y explícitamente, siempre y cn
salidad; hay que confrontar la im- mo y San Cregorio r. Desde enton- can 1323- 1325 § 2). Así Pues, Para todo lugar, para poder conseguir la
portancia del bien subjetiyamente ces su número ha aumentado hasta el concepto formal de dogma dos mo- ->salvación, y con respecto a qué
pretendido con los perjuicios que se treinta. I-as Iglesias orientales vene- mentos son decisivos: a) La Pto- dogmas bastaría en ciertas circuns-
causarian por razón del doble efecto; ran desde el s. Ix sólo tres, llamados mulgación explícita y deñnitiva de la tancias una fe implícita? Cf., acerca
hay que agotar hasta el extremo la Ios tres jerarcas y maestros univer- proposición, como verdad revelada, de esto, -+salvación (necesidad en
posibilidad de alcanzat etr fin pre- sales: san Basilio, San Gregori,o Na- por parte de la Iglesia. b) La Wrte- orden a 1a).
tendido por otro camino: hay que cianceno y san Juan Crisóstomo. nencia de la proposición a la -)re-
pensar también en la posibilidad o velación divina, cristiana, oficial (en 3. Dogma en el conjunto de la
necesidad de dar la prevalencia a Doctrina caúóIica (verdades de). En contraposición a la ->re¡r'elación pri- cxistencia cristiana y de Ia inteli-
la exigencia del <<otro>> ante la pro- sentido estrictamente teológico, reci- vada) y, por lo tanto, el.esta¡ conte- gencia que ésta llega a cobrar de sí
pia apetencia (+prójimo [amor al]). ben este nombre todas aquellas ver- nida en la palabra de Dios. Este misma. [-a exigencia absoluta y obli-
dades que la Iglesia propone autén- estar contenida puede t¿mbién veri- gatoria del dogma se dirige al hombre
Docetismo (giego dokei¡¿ : páro- ticamente, aunque no infaliblemente. ñcarse en virtud de que el dogma esencialmente libre. Por tanto, es una
cer). Concepción cristológica según No hay que pasar por alto su dife- está contenido en otra verdad (dog- ver-dad que sólo puede oirse y cap-
la cual -»Jesucristo sólo poseía un rencia con respecto al ->dogma y mática). tarse acertadamente en eI acto libre
cuerpo aparente o (etéreo-)celeste y, a los -+hechos dogmáticos. Entre Con todo, la Iglesia enseña hoY de l'e. Sin embargo, este hombre
en consecuencia, sólo padeció y murió las verdades de doctrina católica día como dogma algunas cosas que tiene siempre una existencia dogmá-
en apariencia. La cr:uz tendría que pueden contarse algunas conclusiones no siempre se enseñaron ni pensa- tica, en cuanto que como espíritu no
cngañar sólo a los infieles. Estas y teológicas, muchas exposiciones de ron expllcitamente como tales (es puede negar determinadas verdades
otras parecidas ideas servirían para las ->encíclicas papales, etc La Igle- decir, como contenidas en la reve- (incluso de carácter histórico) sin
solucionar el problema teológico de sia exige un asentimiento interno lación). destruirse a sí mismo, aun cuando
cómo el Logos de Dos, inmortal e frente a las verdades así pro¡xrestas, Se discute si para la deducc¡'ón esas verdades se den en ét de una
incapaz do sufrir, pudo a la vez ser pero no un asentimiento de fe ab- de un dogma a partir de otra Pro- manera precientíflca y atemática. Por
hombre y padecer. Ei docetismo no solutamente irrevocable. Sin embargo. posición revelada se ha de exigir lo tanto, la revelación histórica y su
I uc una secta, sino que se presentó puede suspenderse el asentinúento que ese dogma esté formalmente aceptación no son contrarias a la
dc las más variadas maneras desde dado en virtud de Ia autoridad de implicito en aquélla. o puede per- esencia del hombre. La esencia del
el tiempo a¡rstólico (cf. Ioh, Col). la ->Iglesia si, por medi,o de con- mitirse eI uso de premisas no reve- dogma no puede deducirse solamen-
Teológicamente. quedir superado en sideraciones que superan al anterior ladas con cuya ayrda es posible te a partir del concepto abstrac-
-+Calcedonia. planteamiento de la cuesüón, se llega deduci¡ un dogma de ttna verdad to de una posible comunicación divina
a la firme convicción de que una opi- revelada. De todas manet'as. hay que de una verdad, sino que ha de de-
Doctor do la lglcsia. En la teologia nión auténtica, aunque no infalible, sostener que el ejercicio concreto de ducirse de lo que Dioo ha dicho e
e Iglesia católicas, llámase docto¡ de de la [glesia ha dejado de ser sa- la fe cristiana no puede referirse impuesto fácticamente al hombre por
la Iglesia al teólogo que da testimo- tisfactoria. meramente a dogmas propiamente medio de Cristo. a) La Jrevelación
nio de la -+tradición desde antiguo formales, sino que tiene que darse en no es solamente discurso. sino un
y en el que se reúnen eslali cuatro Dogma (del griego dokeo; en st conexión con otros con.ocimientos, acontecimiento salvífico, err cuanto
características: doclrina ortodoxa, significación básica: <<lo que ha apa- opiniones y actitudes, si quiere ser quo Dios mismo so comunica, y esta
santidad personal, obra científica ex- recido como verdadero»). verdaderamente personal y eclesial. mis.ma comnnicación produce su srt-

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Dqgma Dogmáfica (teologia)
jeto receptivo obedientc y explícita- 2. El problema de la evolución nime en lo que toca a este problema, sia creyente (-+cristianismo rI). Ge-
mente ((oyente>>, la Iglesia. En esta i da los dogmas consiste en probar co. que, por otra parte, no afecta direc- neralmente la historia de los dog-
medida, el dogma es de manera esen- mo fundamentalmente posible y como tamente a la legitimidad fáctica de rnas no se enseña en las facultades
cial no sólo una proposición <(acerca comprobable en los casos particulares la evolución de los dogmas, puesto teológicas como asignatura especial,
de>> algo, sino el suceso en ella co- la identidad de las promulgaciones qu€ ésta se apoya en la asistencia del sino dentro de la dogmática misma,
municado que viene a sí mismo con- de fe posteriores y <<evolucionadas>> Espíritu Santo. También suelo presentarse en libros
ceptualmente, en cuanto aceptado en con la promulgación apostólica de la que tratan especialmente de esa ma-
la gracja (: autocomunicación de revelación acontecida en Cristo. Su Dogmas (historia de Im). Exposi- teria; en el sector protestante, desde
Dios). b) Esta autocomunicación diñcultad reside en que, según la ción sistemática de la historia de la ilustración; en el católico, des-
de Dios ha alcanzado su estadio doctrina de la Iglesia, la -)¡sygl¿ci6n los ->dogmas particulares, do las de el s. x¡x.
definitivo y escatológico (la revela- a ella confiada (y en la que han de tormulaciones dogmáticas de verda-
ción ha quedado ya cerrada). c) El creer obligatoriamente los individuos) des de fo particulares y de la totali Dogmálica (teologia) es la ciencia
dogma tiene esencialmente carácter quedó cerrada con la muerte de los
dad de la idea cristiana de la fe, teológica del -)dogma. Su objeto
eclesiológico-social, puesto que la re- apóstoles (Dz 7'83 2ü2.1) y, por lo después de consumada la -+revela- es, por lo tanto, la -+revelación cris-
velación misma que le sirve de base tanto, la Iglesia sólo puede testificar, ción como tal. A la historia de los tiana en conjunto; es decir, incluso
está dirigida a la Iglesia. Por otra ulterior-mente, lo que oyó de Cristo
dogmas le sirve de base el hecho de los dogmas que tienen por contenido
parte, eI dogma hace perceptible la en tiempos de Ia generación apostó- que la historicidad es algo esencial- el perfeccionamiento o la re¿üzación
unidad de la Iglesia y, con ello, es lica y lo que en ese tiempo reconoció mente propio del dogrn:a, en cuanto cristiana de la persona humana, que
la forma de Ia validez permanente como perteneciente al depósito de que dogma es una verdad divina es- tienen <<importancia)) en lo moral,
de la palabra de Dios dirigida a la la fe. Por más que el magisterio ecle- cuchada, croida y formulada por el Iorman parte del objeto de Ia dog-
Iglesia y conservada por ella (->tra- siástico y su autoridad puedan ga- hombre en este mundo, y en cuanto mática (->gracia, ->antropología).
dición). d) El dogma es asimismo rantizar a los fieles la existencia de que es una función viva de la Iglesia. En cuanto es una parte de la teo-
vida, en cuanto que en é1 acontece una conexión objeüva entre dogmas Es decir, la verdad que el propio logía católica, la teología dogmática
la autocomunicación de Dios mismo. ((antiguos>) y <(nu€vos», de ninguna Dios le ha legado y garantizado, debe es una ciencia de fe, es decir, un
puesto que sólo puede captarse en manera pueden constituir esta co-
la ¡ealidad misma de lo c¡eído nexión ni siquiera suplirla.
la Iglesia aceptarla, explicitarla y conocimiento reflejo, metódico y sis-
anunciarla en un proceso esencial- temático llevado a cabo ¡ror el cre-
(gracia).
mente histórico y socialmente es- yente bajo la luz de la fe. Conoci
3. Cami¡to plra una solución. Del tructurado, de acuerdo con las di- miento que tiene como objeto la
Do¡¡nas (evolución de los). I. E/ planteamiento del problema se sigue:
versas maneras do p€nsar (y de poder automanifestación salvifica del Dios
hecho. La doctrina de la evolución el conocimiento de la conerión en- escuchar) de su ambiente. Objeto trino en Cristo y en la Iglesia como
de los dogmas tiene que aclarar el tre los dogmas <<antiguos» y «nue- más preciso de la historia de los su cuerpo mistico.
hecho, indudablemente acontecido. de vos>> tiene que presentar una estruc-
dogmas lo constituyen las decisiones
que la Iglesia define como reveladas tura racional y razonable, y el (oue- dogmáticas de la Iglesia (->dogma l. Delimit'ación con respecto a
por Dios proposiciones que: a.) o vo>> dogma no debe ser una nueva
-+hechos dogmáticos. ->magisterio), otras disciplinas teológicas. a) Se dis-
lueron siempre admitidas, aunque no revelación. La evolución de los dog- tal como están formuladas en los tingue de la teología moral: por
siempre se enseñaran explícitamente rnas pre§enta, en efecto, este aspec- ->símbolos de la fe, decisiones dog- cuanto la autocomunicación de Dios
como reveladas por Dios, ó) o ex- to racional; no avanza sin ol trabajo máticas de los concilios y de los es tema de la teología dogmática
presan el contc'nido de proposiciones de los teólogos. Con ello se plan- papas. Su método es en principio el p¡ecisamente porque es el principio
de la tradición pretérita. en una tea la teología, en su relación con histórico: fijación de la formuia- del proceder sobrenatural del hom-
conceptualización muy diversa y to- la evolución de los dogmas, el si- ción originaria, de los motivos que bre, y la teología moral ha de tratar
davía por claborar o desarrollarse güente problema: ¿Hasta qué punto le sirven do base (-+herejía) y de particularmente de este proceder del
(al protegcr dc mancra más explícita está implícitamente contenido en el las fuerzas (de tipo personal o so- hombre, la teología moral, en lo que
el sentido sicmpre admitido de una conjunto pretérito del depósito de cial) que han tomado parte en la toca a su temátíca material, sigue
proposición revclada, contra inter- Ia fe un dogma definido (o por defi- evolución del dogma (-+dogmas [evo- siendo necesariamente una parte de
pretaciones heróticas). r') o proposi- nir) posteriormente? ¿Qué formas de lución de los]). la dogmática. b) La teologia dogmá-
ciones para las quc no pueden encon- implicación (lógica-formal) son po. I-a historia de los dogmas ayuda, tica se distingue de la -+bíblica
tra¡se sin más o inmcdi¿rtamcnte fo¡- sibles o legíümas por razbn de la es- por consiguiente, tanto a la acla- (teologla). Cf. el articulo citado. c)
mulaciones explícitas y eqtrivalen- tructura (siempro <<lógica>>) del men- ración de los dogmas particulares So distingue también de la -)teologia
tes en la tradición que sc rcmonten saje salvífico? La teologia no ha como al esclarecimiento do la con- fundamental. Esta es presupueslo de
hasta los apóstoles. llegado todavía a un ¡esultado uná- ciencia dogmática total de la -+Igle- la dogmática, a 7a vcz que ésta Ia
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-
Dogmática (teología) l)url:¡
antepone a sí misma como momento en el hombre. Este dualismo obliga el Estado, combatido por San Agus- tura se da este dualismcl oxtrcmot
<<naturat» de la reflexión humana a la dogmáüca a presentar, en slr tín, condenado en los sínodos Late- aunque no hay que negar el inllujo
total y creyente sobre la ¡ralabra de sistemática nerccsaria, la estructura ranense (313) y Arelatense (3la) y en el NT de la concepción judaica
Dios al hombre. d) Por frn, se distin- histórico-salvífica de la revelación di desapareció con la victoria de los tardia del mundo (la demonologia;
gue de las demás ciencias teológi- vina. Só1o de esta manera puede la vándalos en África @30D. La teología el ¡eino mundano del mal frente a
cas en cuanto que éstas pueden re- dogmática poner en claro que lo de Ia -+Iglesia y del -)carácter sa- la -->basileia de Dios, cuya preva-
sumirse frente a la dogmáüca como contingente y lo esencial han llega- crarnental se enriqueció a través de lencia nunca se pone en tela de jui-
referidas (a pesar de ser ciencias do a su acercamiento definitivo e los errores del donatismo. cio, a pesar de todo; y la doctrina
teológicas) a la historia y actuación inseparable con respecto a su rela- de los -)eones). La fe cristológica
de la Iglesia: -+Iglesia (historia de ción bistórica (nunca igual), en la : gloria). Expresión
Doxa (griego del NT hace saltar todo esquema
1a), historia de la liturgia, historia lase escatológica en la que la Iglesia para designar la manifestación ex- dualístico, incluso el debilitado y
de ia liturgia eclesiástica (-)patrolo- (a diferencia del AT) hace teologia. terna de la majestad celeste de Dios, relativamente justiflcado, por la fuer-
gía, historia teológica de la litur- Y esto porque Ia realidad de este tal como ya en el AT se hacía vi- za de la doctrina de la encarnación
gia), teologla práctica, con el derecho mtrndo temporal ha sido aceptada sible en forma de <<fuego>>, <<nube>> de Dios, en la que el <<mundo celes-
canónico, teología pastoral, catequé- de una vez Í»la siempre por la va- y <<aparición>>. En el tiempo de su tial» acepta definitivamente lo (<terre-
tica, homilética, liturgia, música sa- iidez final (End-gültígkeit) de Dos. humiltración, Cristo es el <<resplandor no», redimiéndolo.
grada. Estas discipünas t¡atan de la Con respecto a los tratados par- de La doxa de Dios>> (Hebr l, 3), en
fglesia en cuanto que ésta se pre- ticulares dela teología dogmática, É1 mtá encarnatoriamente presente Duda, No hay que confundir la
senta en la contingencia humana c.f, -+angelología, -+antropología, la doxa de Dios. Desde la ,resurrec- duda con la pregunta, que busca
de la historia, en la actuación autó- -+cristología, -»eclesiología, -)esca-
ción de Cristo, El es el <<señor de un conocimiento más exacto y com-
noma y en sus normas, como la res- tología, -)teologia formal y fun- la doxa> (1 Cor 2, 8). Ulteriormente, prehensivo, para integrar en él el
puesta, divinamente obrada del hom- damental, -)teología fundamental. 7a doxa (en una conceptualización conocimiento ya alcanzado y poseído.
bre a la palabra de Dios. ->gracia (teologla de la), -rDios <<transitiva>>) es el
<<homenaje» inma- Tampoco se da todavia la duda cuan-
(doctrina acerca de), -+mariología, nente-intratrinitario que se rinden mu- do el mantener un conocimiento tro-
2. Método. En cuanto que la teo- -+moral (teologla), -)sacramentaria tuamente Fadro e Hijo. Por Ia auto- pieza con dificultades objetivas y
logia dogmática es el escuchar siste- (teología), ->creación (doctrina de corn¡lnicación de Dios al hombre subjetivas, aunque no constrictivas,
mático «positivo>> (histórico) y con la), -+soteriología, ->trinitaria (teo-
acontecida en Cristo (donación del y requiere,, por lo tanto, estuerzo y
vol.untad de entender, a la palabra logía). Espiritu; -+gracia) se da ya al hom- decisión. Duda es Ia voluntaria sus-
de Dios en boca de Ia Iglesia, es a bre fundamentalmente la participa- pensión del asentimiento personal
la vez «especulativa» (escolástica). I)onatismo. Moümiento no¡teafri- ción en la do'xa escatológica de Dios. a un conocimiento que ya habia sido
porque la recepción en el ámbito cano del s. tv d.C. que recibe su Con todo, esta doxa (bajo el aspecto dado al que duda y que todavía le
del espíritu es un proceso activo en nombre del obispo cismático de Ca¡- soteriológico referido) sigue siendo sigue dado en slr contenido y (de
el que entran en juego todos los tago, Donato. Fue fomentado por todavia esencialmente oculta. y sólo alguna manera también) en sus fun-
datos aprioristico-subjetivos del oyen- tensiones políticas y sociales, y por se revelará tras los padecimientos damentos,
te. Así, también la historia de los el conflicto surgido entre los máLr- de este mundo (Rom 8, 18). -+Glo- Por duda, en sentido teológico, se
dogmas (->dogmas [historia de los]) tires supervivientes y los que habían ria de Dios. entiende la duda libre y moralmen-
es un elemento esencial intrínseco fallado en tiempos de la persecución. te culpable con respecto ¿ verdades
de la teología dogmática misma. Teológicamente, sostenia que el bau- Dualismo. En sentido estricto, doc- de la -+fe. Tal duda es posible, ya
tismo y la orderración podían extin- trina según la cual la realidad está que el conocimiento de la verdad en
3. Eslructuración íntenta de la guirse o
quedar como no recibidos, constituida por dos ámbitos de ser el ámbito de la realidad personal
teologia dogmática. ["a dificultad fun- de forma que propugnaba también igualmente originados y que se opo- (por tanto, también de la -grevela-
damental en orden a una estructura- la repetición del bautismo. Ulterior- nen mutuamente de manera absoluta. ción), con toda su objetividad y ra-
ción según la esencia de la dogmática mente, rechazó la paz de la Iglesia Desde el punto de vista de la historia cionabilidad objetiva, slrpone como
reside en que slr objeto es a la vez con el Estado, tuvo a la Iglesia afri- condición de su posibilidad deter-
de la religión, es de capital importan-
<<esenciab> y <<cxistencial>>. I-a reve- cana por la hnica verdadera y am- cia, sobre todo, el -+maniqueísmo, minada actitud p€rsonal dentro dcl
lación de Dios, que es su tema, es bicionó el martirio
hasta llegar al que disocia el mundo en dos prin- ámbito de lo moral: apertura, rcs-
una proposición acerca de las rela- suicidio. Esto movimiento entusiasta cipios absolutos, uno bueno y otro peto, modestia, docilidad, estimaci(in
ciones esenciales de Dios, del hom- (que se apoyaba parcialmente en el recta del esclarecimiento de la cxis-
malo, que se limitan mutuamente y
bre, de su mundo y, a la vez, acerca -rnovacianismo) se desgajó en mul- tencia que Ileva consigo un corroci-
se enfrentan de manera hostil. En
de la obra histórico-salvifica de Dios titud de partidos, fue perseguido por ninguna parte de la Sagrada Escri- miento difícilmente asimilablc. cli.
191 192 193 I()1

Rah-Vorg. 7
r --

Duda

Cuando y en la medida en que un Esa actitud puede también hacer


hombre reconoce que Dios verda- ccsar, en el hombre, el juicio que
dera¡¡rente ha hablado, no puede prác- éste había ya formulado de que la
ticamente dudar de lo oído de esa revelación es palabra de Dios, es
manera. Sin embargo, puede tener decir, puede poner en duda este he-
Iibre y culpablemente una actitud cho. Con esto no quiere decirse que E
interna,o tomarla entonces, que le cualquier duda respecto a la reali-
impide reconocer el mensaje de la dad de la revelación divina concreta
revelación, total o parcialmente, como pueda calificarse de culpa moral en Ebed Yahveh (hebreo : siervo de la totalidad de la teologia, reina aún
palabra de Dios. todo hombre que duda. Dios). En el AT, designación referi- cierta obscuridad en cuanto que no
da a todos los israelitas piadosos, puede hablarse todavía de un trata-
aunque se aplica especialmente a una do propiamente dicho. La mayor par-
figura misteriosa, Is 40-55, que ha de te de las veces, la eclesiologia queda
aparecer l[oféticamente y ha de pa- incluida en Ia apologética (-+teolo-
decer <<por los muchos>> de manera gía fundamental) en una forma do-
expiatoria. A veces se explica esta ble: en forma histórica preteológica,
figura en sentido colectivo (¡efirién- en orden a una probación histórica
dose a todo Israel o al resto justifica- de la institución de la Iglesia por
do del ¡xreblo), y otras se la explica JJesucristo y de su carácter como
místicamente (por un presunto influ- autoridad doctrinal (con inclusión
jo babilónico), discutiéndose ulterio¡- de sus notas, jerarquía, magisterio,
mente si se trat¿ de una figura ideal, papa, infalibilidad), y en lorma dog-
de un homb¡e del pasado o de un mática, puesto que todas las propo-
hombre del futuro. El NT toma el siciones teológicamente esenciales
término ebed Yahveh como refirién- acerca de la -+§¿g¡¿d¿ Escritura
doso a los israelitas piadosos, inclu- (->inspiración, etc.) y de su relación
yendo a Jesfrs entro ellos. Especial- con Ia -+tradición más allá de su
mente conforme a los textos de valor histórico como testimonio, su-
Isaías, so indicano apuntan de tal ponen la doctrina dogmática sobre
manera la vida y muerte de Jesús la Iglesia. Hay que tener en cuenta
(cf. Lc 22, 37, con Is 53, 12 e.p.), que las notas de la Iglesia (unidad
que los textos de dicho profeta alu- y unicidad, santidad, catolicidad y
sivos al ebed Yohveh aparecen cla- apostolicidad), en las que puede re-
ramente como profecías mesiánicas conocerse a la Iglesia como verdadera
a la luz de la revelación neotesta- Iglesia de Ieshs, han sido por su par-
mentaria de Jesús. Profecías que, en te incluidas en los símbolos de la
un lenguaje impresíonante, ofrecen fe y, por tanto, tienen que ser creí-
una imagen del Mesías ciertamente das. Las proposiciones acerca de la
ajena al judaísmo contemporáneo: esencia de la Iglesia sólo pueden en-
un alguien, el desconocido y martiri- la -+cristolo-
tenderse partiendo do
zado que, calladamente, sin figura gia de la Palabra hecha hombre;
ni belleza, despreciado, castigado por tratado que por esa razón ha de pre-
Dios, toma sobre sí nuestros ¡recados ceder a la eclesiologia. [-a doctrina
y recibe sepultura entre los malhe- acerca de la -)eucaristía como mis-
chores; así logra que los muchos se terio central de Ia Iglesia, perten€e
hagan suyos. esencialmente a la eclesiologia, de la
misma manera que la doctrina de los
Eclesiologia. Doctrina teológica -+sacramentos en general, que ha de
acerca de la -+Iglesia. Sobre la po- presentar a éstos como realizaciones
sición de la eclesiología dentro de fundamentalcs de la Iglesia.

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Econonrí:r (principio r!c) Il¡¡fcrnt crlarl

Economia (principio de). Como cepto, atendiendo a Ia nueva situación todo el pueblo dc Is¡ael. La restric- los escritos de esas caractcristicrrs
principio metafisico, el principio de histórico-salvífica. Una mirada simul- ción de esta misión a un resto (((p€- que tenian al papa por atrtor. l)c';t|,,:
economla es un concepto auxiliar en tánea a las palabras de la destrucción queño rebaño») sólo se ve¡ifica tras el s. xvul, término técnico pala tlc-
orden a algo muy conocido y de gran y reconstrucción del templo (Mt 26, la recusación del Mesias por parte signar tales escritos. Se citan conlor-
importancia en lo tocante al conoci- 60 s), puestas en boca de Jesfrs, y a del entonces pueblo de lsrael. La for- mo a las palabras iniciales (p.ej.,
miento metafísico y teológico de Mt 16, 18 permite descubrir y r€co- mación definitiva de la nueva co- Quadra:gesinto anno). El problema
Dios (-+Dios [teoría de]). Afirma nocer Ia proposición específicamente munidad de Dios (Mt 16, 18) abre teológico de la encíclica reside en la
que la causalidad divina trascendente neotestamentaria: la edificación del simultáneamente la salvación a to- cuestión de su autoridad. Una encicli-
interviene en el curso intramundano nuevo pueblo de Jesús (-+Iglesia) será dos los hombres. En cuanto que los ca, err cuanto tal, es una declaración
de tra forma más discreta y sobria; definitiva, perdurable en la historia hombres salvados en Cristo han acep- del magisterio ordinario, aunque de
concretamente, en cuanto que Dios, por obra de Cristo, y a la vez posi- tado su elección como regalo de la por sí no es definición de un dogma
como principio siempre trascendente, bilitará el acceso a la')basíleia esca- gracia de Dios, se llaman <<elegidos por medio del magisterio o¡dinario
produce y soporta a las criaturas y tológica. Esto concepto cristológico de Dios>> en sentido estricto (Rom 8, o extraordinario. Su doctrina hay que
las actiüdades que les son propias queda eclesiológicamente ampliado en 33; Col 3, 12; I Petr l, 1 s e.p.). Más aceptarla fundamentalmente con un
(-+creación, -)conservación del mun- Pablo; la edificación de las comunida- allá de esta interpretación bíblica asentimiento positivo e interno, aun-
do, *§concurso divino). Afirma tam- des particulares se lleva cie¡tamente a de la elección hay que entenderla que no absolutamente definitivo.
bién que Dios, por su propia fuerza, cabo por medio de los colaboradores teológicamente como el positivo pro- Como es natural, una oncíciica, por
libera una y otra yez esa dinámica do Dios (con potestad), aunque tam- ceder salvíflco de Dios (-+predesti- su misma naturaleza. tiene en su len-
intramundana en orden a una especie bién por medio de cada uno de los nación, ->reprobación), que tiene su guaje, tonos y aspectos mayor con-
de autosuperación, y en orden a un miembros en particular (1 Thes 5, l1), origen en una resolución amorosa, dicionalidad temporal que una deci
efecto que las criaturas de por si no por medio del -'>agape, del suf¡imien- libre, y se ofrece también al indivi- sión dogn-rática definitiva. Como es
podrían producir, aunque en realidad to de las debilidades del prójimo, por duo, aunque no anula la decisión natural, el papa puede utilizar una
lo producen con y en esta fuerza di- medio de la -+gnosis y de la profecla personal de éste, ni s'u estado de encíclica como decisión definitiva de
vina. Así, en el curso natural del pro- (1 Cor 8, 1; 13, 1 ss). prueba, sino que los obra positiva- problemas hasta entonces abiertos a
ceso, Dios sigue siendo Ia causa tras- mente. la discusión. Cuando sucede esto,
cendente. Con su obra, no se convier- Éfeso, Ciudad, en el Asia Menor, tiene que estar expresado en la en-
te en un miembro más dentro de la en la que tuvo lugar el tercer conci- Emanacién (latin emanare : rna- cíclica (Dz 2313).
se¡ic de causas intramundanas en ca- lio ecuménico, desde el 22 de junio nar de) es un término que para el
dena. Si aparece Ia acción de Dios hasta el 17 de julio de1 año 431, en emanatismo filosófico-teológico sig- Enfermedad. La dogmática no de-
dentro del curso de los acontecimien- tiempos del papa Celestino I. En ex- nifica el fluir mismo de todas las fine la enfermedad, sino que remite
tos, es que se trata de la historia de plicaciones fundamentales cristológi- cosas de Ia substancia divina; deriva- a su experiencia, en cuanto que la
la salvación, que culmina en la encar- cas, condenó el -)nestorianismo y, damente también significa lo
emana- interpreta teológicamente, es decir,
nación. Lo que el mismo mundo pue- como consecuencia de ello, otorgó do. Para el emanatismo, la emana- la pone en relación con Dios y con la
de hacer. ha de realizarlo de la forma explícitamente a la santísima virgen ción es necesaria, y las emanaciones salvación del hombre. Así, la enfer-
más perfecta posible. Dios mismo des- -+María el título de <<madre de Dios» son cada vez más imperfectas a me- medad es uno de los procesos que
arrolla la potencia suministrada a la (griego theotokos; Dz ll1a.l24). dida que aumenta su distancia de la privan al hombre de su propia dis-
criatu¡a para su gloria y reclama para fuente divina originaria (como ra- posición: imagen concreta, aunque
sí la actualización do dicha potencia, Elección es el pensamiento sus- yos de luz). El emanatismo, como ambigua, de su criaturidad corno es-
sin crear lo que resulta posible por tentador de la historia del pueblo forma especial del -+panteísmo, fue tado do peligro existencial y de remi-
--)el'olución. de Dios fijada en el AT. El objeto de condenado por el concilio Vaticano I sión a -)Dios; imagen concreta tam-
esta elección es el pueblo de Israel, (Dz 1804), puesto que está en con- bién de su estado de pecado, tatr co-
Edificación. El concepto eclesial de en cuanto que se le considera como tradicción con la absoluta simplici- mo la Jconcupiscencia 1o es del
ediflcación so cleriva en último térmi- una totalidad procedente de Abra- dad o inmutabilidad de Dios, procla- pecado original; de la opresión de
no del proceder salvifico de Dios en ham. Por más que esta elección fue rnada por el citado concilio, y con la -)muerte, 99¡¡6 -+pasión y como
el AT que, en relación con la <<casa un acto de amor libre e imprevisible la doctrina de la -+creación. hecho; del dualismo inevitable y nun-
de Israel», se designa con la palabra de Dios, se la considera más tarde ca definitivamente solucionable en la
<<edifica»>, en oposición a «derribar>>, como fidelidad de Dios en el cum- Enciclica. Literalmente, encíclica condición del hombre como agente
<<destruir>>. En Ia tradición sin(rptica y plimiento de sus ¡xomesas. Esta elec- significa circular, en el sentido que y paciente. A1 hombre enfermo, en
joánica acerca de Jesús tiene lugar ción queda fundamentalmente rati- encierra a todos dentro de su circulo su estado de amenazado, se le abre
r"rna elaboración trlterior de este con- ficada por la <<misión>> de Cristo a o se dirige a todos; desde el s. vlr, el interrogante de si, en un autorban-
199 200 201 202
Esc¡¡lok¡t:i:¡
Enfer¡ncdad

dono a lo inlerior, quiere entenderse futuro, habla sobre todo de <<estc>>


Epistemología toológica" Doctrina hace notar sobrc todo Pablo). La
a sí mismo como mero momento eón, que está prescnte, es malvad<¡, de ios principios y reglas formales acción de dar escándalo por partc tlc
de un ritmo innocuo e inculpable de tiene un <<dios>> propio (2 Cor 4, 4), que hay que tener en cuenta en el los cristianos es, ante todo, ttnl nta-
la naturaleza, que da la muerte para conocimiento por la fe Y en la re- nifestación necesaria del -->eón ma-
del que el cristiant'¡ queda liberadrr
tenor más vida (cosa que ni el hom- por la muerte dc Cristo; a los cris- flexión sistemática sobre é1 propia ligno (Lc 17, 1), sobro la que recao
bre es, ni puede serlo); o si quiere tianos no les es permitido asemejar- de la -+teología. Por tanto, trata dc la maldición especial de Jesús.
impiamente revelarse contra su exis- se a é1 (cf. cosmos, <<cstc>> -)mundo, la dependencia y referencialidad del Conforme a la teología moral, cl
tencia como algo sin sentido; o si hombre con respecto a ia revelación escándalo puede residir en el que lo
su concepto análogo en Juan). Hay
divina (-+misterio), de la esencia de padece, p.ej., si una manera de Pro-
admite (explícita o implícitamente) que considerar, a la vista de estas
fo y ese conocimiento como ->fe, de la ceder buena en sí, frente a un hom-
eso interrogante con esperanza, afirmaciones negativas, que Pablo, a
como interrogante al que no ha de diferencia del judaísmo tardío, toma ciencia de la fe Y conocimiento ra- bro que no quiero comprender' espi-
responder autónomamente, sino que muy en serio a ((este)) mundo como cional e histórico de la verdad, autén- ritual y religiosame,nte soberbio
ya ha respondido Dios en la muerte lugar crítico y decisivo. Conforme ticamente humano. T¡ata también de (scandalum phnrísaícum) o frente a
de Cristo. a Hebr 6, 5, los cristianos han expe- las fuentes materiales de tal conoci- una mentalidad no madura, frente
rimentado ya las fuerzas del eón miento: -+sagrada Escritura (-+ins- a un carácter débil (scandalum Pu'
Eón (griego aion : mundo, era, futuro. piración) y ->tradición, de su mu- sillorum), se convierte en ocasión de
porción do tiempo, largo tiempo, tua relación y ionexión; del sujeto pecado (: escándalo). No es licito
eternidad sin tiempo, como decía EpifanÍa (del griego : aparición, prirnario y propio de este conoci- evitar el escándalo farisaico, pero sí
Platón). Ya en Eurípides podemos mostración). Como concepto pro- miento, que no es el individuo, sino en lo posible el de los débiles.
encontrarlo personiflcado, lo mismo pio de la historia de las religiones: la --;Iglesia jerárquicamcnte estruc- A1 dar escándalo Por maldad (in-
que en Siria, Egipto y en el gnosti- tra repentina y fugaz visibilización turada; de la relación de los fieles Y duciendo a otra Persona al Pecado)
cisnro. Para una comprensión bibli- de la divinidad. El concepto bíblico teólogos pa.rticulares, y de su conoci- o por negligencia imPrudente (Pre-
ca del eón como eternidad, cf. de epifanía se destaca claramente del miento, con respecto a la doctrina viendo el pecado de otra Persona Y
-+eternidad. El lenguaje utilizado por precedente: en la Escritura significa de la Iglesia y a sus decisiones dog- sin impedirlo a Pesar de Poder ha-
la Escritura se apoya en la concep- la irrupción históricamente percepti- máticas docentes (-)magisterio, -+in- cerlo), se peca contra la caridad Y
ción del eón propia del género ble del Dios personal en el mundo. falibilidad, -+dogma, -+calilicacio- surge la obligación de reParar los
-+apocalíptico del judaísmo tardio. Se distinguen teofanías, cristofanias nes teológicas). Por fin, trata tam- daños ocasionados. En determinadas
En ella se habla de dos eones que se (bautismo, transfiguración, el Señor bién de los métodos en Particular: circunstancias puede ser lícito el es-
relevan entre sí (és e * aquél; pasa- caminando sobre el mar), pneumato- teologia histórica, especulativa, ke- cándalo, sin que esto implique una
-+cooperación al pecado: -+doble
jero sin fin; dolores/trabajos/de- fanias y angelofanías (+ángel). La rygrnática.
-
pravación grande/nuevo/justicia/ Escritura no conoce )<<apariciones>> efecto de una acción.
verdad). - en el sentido de simple ->revelación Escindalo (griego sktmdolon En el mundo y la cultura Pluralis-
En la Escritura también se estable- privada; todas las epifanías encie- trampa, obstáculo). En el NT se em- ta de hoy hay que amonestar Y ex-
ce la conexión errtre la venida del rran y transmiten también un encar- plea primariamonto esta palabra al hortar a dar testimonio Positivo,
eón futuro y el Mesías; se opina que go a Ia comunidad. hablar de Cristo, escándalo de Cris- aunque esto implique un escándalo
esa venida tendrá lugar o bien en to (Cristo como «signo de contra- en sentido bíblico para nuestro mun-
la tierra t.t en el mundo celeste. En Epiqueya (griego epíeikeio : co- dicción»: Lc 2, 34; cf. Mt 11, 6; do, en vez de ponerse en guardia
cstc último caso. con frecuencia no medimiento, tolerancia). Principio 1 Cor l, 18'2, 16); es decir. frente a unilateralmente frente al escandalo
se trata ya de una simple sucesión para lainterpretación de las leyes la expectación mesiánica terrena de moral.
de los eones. sino de una simul- humanas en teología moral. Etr prin- los judíos y frente a la autojustiflca-
ción de los fariseos, Cristo, con su Escatología (griego eskhata : itl'
taneidad en diferencia cualitativa cipio dice: Una ley, incluso eclesiás-
(eón terreno/visible eón celeste/in- tica, no obliga si. conforme a un sano doclrina y conducta, es un escánda- timas cosas, postrimerías). Doctrina
visible). - sentido común, habría que pensar lo. Este reside en la in.comprensibi- teológica de los -)novísimos. La
Esta teorÍa dc los dos eones no que el legislador no quería obligar lidad (paradoja) de que Dios se haga escatología no es un relato anticipa-
horntrre, como recalca sobre todo do de sucesos que han de aconteccr
desenrpeña ningÍrn papel importante en este momento y en estas circuns-
Juan; cosa que trasciende radical- <<más tarde>>,sino una mirade que el
en la -)basileio anunciada por Cris- tancias concretas, p.ej., cuando el
to, por más que sc utilice cumplimiento de la ley híc ct nunc mente toda representación Y com- hombre dirige a la consumación dcfi-
dicha
terminologia en Ios sinópticos (este es desproporcionadamente dificil. te-
prensión terrena (Ioh 1, 5. 1O), de nitiva de su propia situación existctr-
nido en cuenta el fin de Ia ley (asi manera particular en lo quo se re- cial deteminada ya escatoltigicamcn-
cón
- aquélivenidero/futuro).
prescindiendo
Pablo,
conscientemente del Tomás de Aquino. Suárez y o,tros). fiere a la cruz de Cristo (tal como te; mirada previa, del toclo llcccs:t-
20_5
2(X!
203 244

tu
Esc*Íologia Escritura (sentido de la)
ria para su decisión espiritual libre, vidual. Ambas tesis quedan enyuel- misterio permanente; la relación entre teriza por poner especialmente de
y dada a partir de su situación his- tas por el hecho de la -+sspe¡¿¡2¿ el ->cielo de los redimidos y el mun- relieve el ->cristocentrismo, la iden-
tórica salvífica definida por el suceso de la salvación individual. Las afir- do reprobado de los -)demonios; la tificación de la gracia de la justifi-
Cristo. El fin de dicha mirada es que maciones de la escatología tienen que esencia metatísica del cuerpo giori- cación y Ia c¿rridad, la concepción
el hombre acepte su ptesente como permanecer siempre abiertas como ficado; la -->basilcía una constituida marcadamente <<existencialist»> y crí-
-->luturo presente y definitivo, aun- proposiciones acerca de nuestras po- por ángeles y hombres. La dialéctica tica de la l'unci(rn de la teología
que escondido, que se da ya en este sibilidades actuales y actualmente entre la escatología individual (muer- misrna.
preciso ahora como -+salvación, si insuperables. Tienen que permane- te, juicio particular. cielo o infierno,
se acepta como obra de Dios, que cer en pie lrente a la opinión de una purgatorio, del individuo) y la esca- Escritrura (scnlido rlc la). El senti-
de todo puede disponer; obra impre- -)apokatastas¡s conocida esoté[ica- tología universal (juicio universal, do pensado por Dios, garantizado
visible en cuanto al tiempo y a 7a mente, y asimismo frente a la su- cielo eterno. infierno eterno) consti- por la ->inspiración y, por tanto,
manera de su realización. Así se puesta certeza de una condenación tuye uno de los problemas teológicos verdadero de las palabras en la
mantendrá en pie esperanzadamente concreta ya dictada, anticipándose al más difíciles de la escatología. Las -+Sagrada Escrifura, es el sentido
y sin impacierrcia.
como participa- oculto juicio de Dios. Estas normas aflrmaciones acerca de estos dos te- pretendido por el autor humano dc
ción en la c¡uz de Cristo. el escán- ayudan a distinguir entre contenido mas de la escatología nopueden l¿ Escritura y que viene dado con
dalo de Ia contradicción entre la rea- y forma en las afirmaciones esc¿to- cohonestarse s€nciilamente, a base de sus palabras. Para ñjar este sentido
lidad fáctica y la salvación dada ya 1ógicas de la Escritura y de la tra- distribuirlas entre diversas realidades, con el grado de seguridad pretendido
en Cristo (mundo en pecado, disper- dición. que se tratan como separadas (bea- por el autor, hay que recurrir a
sión, división de los pr-reblos, discre- titud del <<alma>> ->resurrección del todas las reglas de interpretación de
pancia entre naturaleza y hombre, 2. Conten¡do de las afirmaciones <<cuerpo»>), piuesto que el hombre for- ia palabra escrita y hablada. Es de-
concupiscencia, muerte). escatológicas. A este contenido per- ma una sola realidad con cuerpo y cir, hay que atender al signiñcado
tenecen: la finitud intrínseca y la alma, y todas las afirmaciones de la de una palabra en una época deter-
1. Una -)hcrmenéutíc¿ de las conformación histórica del tiernpo, Escritura que Ie afectan comprenden minada y en determinado iontexto.
proposiciones escatológicas tiene que desde un -+punto de partida autén- Ia totalidad de su esencia. Sobre todo, hay que fijar exactamente
dar normas que eviten tanto una fal- tico hasta un término (-)terminación) El adjetivo <<escatológico>> signifi- el género literario (->géneros litera-
sa interpretación «apocalíptica» de insuperable también auténtico del ca- ca, para la teología actual, el pre- rios) del texto en c,restión, para po-
la escatología (->apocalíptico) como rácter de lo que siempre es irrepe- sente en cuanto que los últimos tiem- der distinguir segfrn las circunstan-
una absoluta existencialización <<des- tible en la historia de la ->salva- pos quedaron iniciados con Cristo cias con suficiente exactitud entre el
mitologizante» de esa misma escato- ción (historia do la); la -)muerte y (<<proceder escatológico de Dios»); in- contenido de la proposición (sonti-
Iogía. La riltima de estas dos inter- la obrada por Dios
<<transformación>> cluso allí donde se trata del porvenir do) y su revestimiento. Pero aquí
pretaciones olvida que el hombre con ca¡ácte¡: de suceso como forma supuestamente puro, se piensa en el hay que tener en cuenta que en nin-
vive en una temporalidad auténtica, necesaria de una consumación autén- futuro, en cuanto que interpreta el guna proposición humana resulta po-
orientada a un futuro en realidad to- tica del tiempo; que el fin está ya presente (<<afirmaciones escatológicas sible fijar con toda precisión la linea
davia pendiente; olvida que el hom- dado con la encarnación, muerte y de Ia Escritura>>). divisoria entre ambas cosas, por lo
bre vive en un mundo que no es -)resurrección de Cristo; que este que tampoco es lícito exigírselo al
existencia meramente abstracta, sino fin viene dado como realidad i'áctica Escotismo. Escuela, en la teología autor humano de la Esc¡itura.
que tiene que conseguir con todas de la misericordia victoriosa y de la católica, que recibe su nombre de El autor humano no tiene que
sus dimensiones (incluso con la tem- -)autocomunicación de Dios; la pe- su fundador Juan Duns Escoto' f¡an- a.barcar necesariamente todo el alcan-
poralidad profana) la salvación. Es- culiaridad del tiempo que transcurre ciscano escocés (ca 1265'1308). Está ce de 1o que realmente ha dicho;
tas normas ponen en claro, además después de Cristo; el carácter agónico enterrado en Colonia. El escotismo sin embargo, ese alcance, por 1o me-
de otras muchas cosas, lo siguiente: (en sentido de lucha) de este tiernpo vive todavia y representa una cietta nos en cuanto puede conocerse a
Las afirmaciones acerca del ->cielo (-)anticristo), que se agudiza nece- oposición al -)tomismo dentro de partir del conjunto de la Escritura,
se encuentran en otro plano que las sariamente en o¡den al fin; ulterior- la teologia católica. Junto a diferen- puede considerarse como copronun-
relativas al -+inñcuro. I-a gracia de mente, la aniquilación de las luerzas cias metafísicas respecto al tomismo, ciado por Dios, y así, en esa medida,
Dios en conjunto vcnccrá con toda cósmicas de la ley, de la muerte, es ca¡acterística del escoti."mo acen- puede hablarse del <<sentido pleno>>
certeza; esta tesis triunl'al del cielo etéterai el ->juicio como consurna- tuar que la esencia de Dios se conci- de un texto que, aunque inarticulada-
se convierte en tesis dcl peregrino ción del mundo; la permanenta sig- be óptimamente como ->caridad; en mente, está contenido en el texto
(víaÍor) cuando éste accpta en la te- nificación de la humanidad de Cristo consecuencia, acentúa también el pri- humano. Donde una realidad afirm¿r-
sis del infierno la posibilidad abierta en orden a la bienaventuranz¡.; la mado de Ia voluntad, de la libertad d¿ es un -+fypos de o{ra realidad y
y auténtica de su condcnación indi- ->üsión de Dios como visión clel y de lo individual; además. se carac- ello queda garanlizado por la rc.,'c-
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Escritura (scntido de la) l¡lscnci¡
lación de Dios, el sentido tipológico aún suficientemente actualizada en dicionada históricamente. Todo oir in- junto. Pretender no pertenecer a nin-
(en cuanto momento del sentido ple- el mensaje de la fe. Así, se consigue teligente, precisamente para que ten- guna escuela sería el necio orgullo
no) puede conside¡arse como sentido que la Escritura no sólo sea la jus- ga lugar de la manera más <<objetiva>> del que cree que puede poseer ya
literal. Las aplicaciones piadosas de tificación ulterior de este mensaje, posible. tiene que poner en juego ahora la verdad eterna fuera de la
textos do la Escritura, que nada tie- sino que siga siendo además su fun- la del
toda <<subjetividad>> oyente, historia temporal. Aferrarse absolu-
nen que ver con el sentido preten- damento viviente. así como también ha de dejarse trans- tamente a un sistema como expre-
dido por el autor, no es lícito pre- Iormar por el mensaje. Las escuelas sión adecuada de la fe de la Iglesia
sentarlas como expresión de tal sen- Escuelas teológicrs. No se preten- teológicas hay que entenderlas par- implica asimi.smo la negación de la
tido y sería mejor evitarlas. En el de nombrar y catactertzar en este tiendo de esos datos: son la expresión historicidad de la verdad. En el tiem-
dificultoso proceso de fijación del artículo. las escuelas que han ido de Ia rnultiplicidad do maneras jus- po sólo se comulga con la verdad de
sentido de la Escritura, hay que tener apareciendo en el curso de la histo- tificadas, históricamente condiciona- Dios en una unidad, intraducible en
en cuenta la -->onalogia fídei,lainter- ria de la teología (p.ej., -+Alejandría das, de anuencia finita a la revela- núrneros, de humildad y obediencia
pretación de Ia -+tradición (Dz 786 [escuela teológica de], ->Antioquía ción, dentro de la Iglesia. Del mismo frente a la fe perceptiblemente cons-
1788 1942ss) y la doctrina del -+ma- [escuela teológica de], ->agustinismo, modo que se da una evolución de tituida de la Iglesia en conjunto y
gisterio eclesiástico (Dz 2341 s, etc.; ->tomismo, -+escotismo, etc.); sólo
Jhermenéutica bíblica).
los dogmas (-+dogmas [evolución frente a la valentía humilde respecto
queremos considerar el sentido y las a la verdad Y sólo en
de trosl), se dan también escuelas en <<propia>>. esa
La diñcultad de ese proceso no fronteras de la formación de las es- la teología. La primera designa la unidad frente a la fe se forma una
la propia de todo ha-
es superior a cuelas en la teología. Hay que tener historicidad auténtica de la revela- dimensión objetiva frente a la sub-
blar humano que versa sobre lo no en cuenta de antemano que la Igle- ción y de su apropiación por Ia jetividad <<propia>>.
cotidiano. sia y su magisterio, a pesar de sus Iglesia rnisma; las segundas, el hecho
recomendaciones, p.ej., en lo que toca de que i¡cluso dentro de la Iglesia Esencia. Por mudable que un ente
Escriturística (prueba). La -)Sa- a la doctrina de Tomás de Aquino una se dan lormas de oir la reve- sea, po{ más que aun tenga que
grada Escritura sigue siendo la fuente (p.ej., Dz 2l9l s 2322), no se han lación, sociológica e individualmente hacerse 1o que sólo es <gotencialmen-
inagotable de toda teología cristia- identificado con ninguna escuela. condicionadas. Porque hay una ver- te», con todo, precisamente ese ha-
na. sin la cual la teología tendría que El hombre es una entidad histórica, dad divina, una Iglesia y una confe- cerse procede de un dato fundamental
ser estéril (Dz 2314). Por lo tanto, incluso en su conocimiento de la sión pfrblica de la fe de la Iglesia en ese ente; dato que se mantiene
la teología bíblica (-+bíblica [teo- verdad. Queda referido a la totali- una, compete al magisterio eclesiás- a través do ese hacerse y que es su
logía]), como ciencia autónoma y dad de la realidad que en sí es acce- tico discriminar entre los modos le- misma ley a priori. (Positivamente,
como momento intrínseco de Ia sible a su conocimienlo (Dz 2321) gitimos de oir la revelación con inte- en lo que puede y tiene que convet-
-+dogmática misma, tiene que sumi- desdo determinada perspe.ctiva flnita, ligencia de ella, es decir, escuelas tirse: -tmeta. Negativamento, en lo
nistrar la prueba escriturística. Esto históricamente condicionada, que le teológicas de aquellos en que se quo está fuera de las posibilidades
implica dos cosas. a) Hay quo mostrar viene dada de antemano (en concep- malogra la verdad una de Dios o de ese hacerse, ya desde el punto de
que y cómo la doctrina del magis- tos, planteamientos, en lo percibido no queda ya a salvo la confesión partida mismo.) A esta estructura
terio ordinario y extraordinario está como obvio o problemático. en exp€- universalmente inteligiblo de la fe fundamental duradera de un ente se
contenida explícitamente o implícita- riencias de tipo social o individual). le llama su esencia, o también su
una de la Iglesia una (-+herejía).
mente (Dz 2314) en la Esc¡itura o, Incluso cuando el hombre conscien- Así so sigue también que una es- -->rrat.oraleza, erl cuanto que es prin-
por lo menos, encuentra en ella su temente, más aún, en rebelión se cuela sólo sigue siendo católica si, cipio do las oporaciones. Cuanto más
<<rlltimo flndamento» (Dz 2331). Al aleja de su punto de partida, sigue perfecta es una esencia, tanto más
en contra de sí misma, de un modo
tratar de hacerlo, tiene que aten- siendo ésto una vez más la ley a critico, repensando una y otra vez amplias son las posibilidades activas
derse, con todos los medios y reglas priori de esa dinámica intelectiva, de manera nueva las bases de su sis- y pasivas de su hacerse, tanto más
de la -+hermenéutica bíblica, al ver- sin que ello deba confundirse con el lo devenido será una determinación
tema y' sondeando en la plenitud de
dadero sentido de Ia Escritura (->Es- -+relativismo teológico. Ahora bien, los contenidos de la revelación. per- interna de ese sujeto que realiza
critura [sentido dc la]); ni hay que el hombre oye la revelación de Dios manece abierta ante la comprensión, su esencia (-+libertad). Cuando la
pedir demasiado a un texto bíblico en esa condicionalidad histórica del siernpre más abarcante, de la Iglesia esencia 1o es de una -)trascenden-
ni tampoco recortar positivísticamente conocimiento; pof tanto, la oye y de todos los tiempos y de todas las cia espiritual (-+espíritu, -)persona,
su riqueza de contenido. á) Sin em- entiende en una forma determinada, escuelas. Yesto sin que, por razón -+hombre), las posibilidades del ha-
bargo, la inagotable riqueza teoló- histórica, sobre todo teniendo en cuen- de esa patencia, pretenda ser, en un cerse son ilimitadas. Esta esencia es
gica de la Escrilura hay que desen- ta que la -+revelación misma ha ((sistema» adecuado, lo que sólo pue- idéntica con la -+potencia obedien-
trañarla una y otra vez con nuevos acontecido como histórica, en una de ser la Iglesia como totalidad en cial de recibir la absoluta autocomu-
esfuerzos, donde y cuando no esté forma del todo determinada y con- todos los tiempos tomados en con- nicación de Dios s¡ l¿ -+gracia !
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Esencia Iispiri lu
en la -+visión de Dios. Las esencias esto carece de importancia con res- tórico-evolutivo entre la fe dogmá- de la posibilidad de pensar y recono-
infrahumanas están circunscritas a pecto al contenido propio de la fe: tica general y la absoluta intimidad cer la totalidad del ser, es posible
determinado ámbito espacio-temporal Cristo nos da ve¡daderamente su individual del amor (1 Cor 13, 13; al espíritu la libre toma de actitud
de la realidad. En eso consiste la cuerpo y sangre bajo la realidad per- cf. Dz 800 809). respecto a lo particular libremente
diferencia esencial entre el espíritu manente de las apariencias de pan El objeto material de la esperanza escogido y, con ello, la -+libertad
y to'do Io meramente material. y vino, de modo que Io que nos da es es el perdón de los pecados del quo de la autorrealización de su propia
su cuerpo y su sangre, y ninguna. ya se tiene noticia por la fe; Ia gra- esencia. La finitud del espíritu hu-
Especie (a diferencia del individuo otra cosa en esa dimensión. Con ello cia, como justificación indebida e mano se manifiesta de manera inme-
y del género común, especialmente hemos cumplido suficieulemente con inmerrcible, y también como ayuda diata por Ia necesidad, con que se
en biologia) significa lo universal- las proposiciones de la experiencia eflcaz en orden a la perseverancia encuentra ligado, de afrontar frag-
mente uno y, con todo, relativamen- I'ísica scnsible y de la fe. La forma en dicho estado de gracia; por riltimo, mentariamente y sin poderla plani-
te concreto, que se encuentra en en que pueden coexistir esos dos y ante todo, la definitiva *»visión ficar la acometida de lo otro y extra-
muchos individuos, sobre todo si grupos de afirmaciones puede quedar de Dios como don reservado (<para ño, y con ello, por su vinculación
unos proceden de otros. tranquilamente en la zona del mis- mi individualmente>> por Dios. La al propio -)cuerpo como punto me-
terio. esperanza cristiana encuentra su cer- dio entre sujeto y objeto. Por 1o
Especie eucaristica. En esta expre- teza en la persona de Jesucristo (cf. tanto, el espíritu humano no es (<es-
sión, el término especie significa la Esperalrza. La esperanza. en s€ntido Col 't, 27; 1 Tim 1, l), en la que píritu puro>>, sino esencialmente <<a1-
realidad de tipo accidental de un neotestamentario, está constituida en la benevolente aceptación del destino ma-espíritu>>, que por su vinculación
ente, inmediatamente dada a Ia expe- último término por la confluencia o humano y del hombre sin más, de- al cuerpo y, por consiguiente, en
riencia sensible, en contraposición a punto de intersección de dos ele- viene historia en virtud de Dios. virtud de su vinculación al espacio
su fundamento substancial que so- mentos. El primero es la disposición Precisamente la aceptación o trans- y al tiempo, se haco específicamente
porta esta multiformidad de la <<apa- divina sobre el destino del hornbre, formación ahí acontecida de la histo- <<espíritu humano>>. Dicho espíritu
riencia> y le da consistencia. En dicho en virtud de la cual queda el hom- ria humana como una necesidad con- queda referido, en su pensar, co-
sentido se emplea especie euca¡ística bro afectado de manera eñcaz y per- tenida en el mismo plan divino y nocer y querer, a la ->sensibilidad
en la explicación conceptual de Ia manente por el amor de Dios hecho que desemboca en la nueva creación del hombre total constituido espíritu-
-+transubstanciación en el sacrificio hombro en Jesucristo, hecho, por defrnitiva, es lo que da a la esperan- corporalmente; por tanto, queda re-
de ia misa (-+misa [sacrificio de 1a]). tanto, historia humana. El segundo za su ((rectitud». mitido a la experiencia, la cual no
En elloo la realidad experimentable, elemento es Ia conducta del hornbre es sino la experiencia del mismo espí-
la <<apariencia>> de pan y vino, sigue que responde a esta disposición y Es¡¡iritu es el
ente caracte¡izado ritu humano. Sin embargo, tal ex-
persistiendo y se convierte en (<se- que, afianzado en su creyente cer- por su abertu¡a sobre el ->ser y, periencia nunca puede satisfacer la
ñab> del cuerpo y la sangre de teza sobre el decreto salvífico acon- a l,a vez, por su estado de abie¡to anticipación que el espíritu realiza
Cristo que se dan bajo esa aparien- tecido ya definitivamente, espera con- respecto a lo que él mismo es y a lo de manera permanente y necesaria
cia. Llamamos <<apariencia>> a lo úni- fiadamente la consumación rlltirna del que no es. Mediante estas dos aper- por razón de su trascendencia infi-
co que interesa al físico positivista. plan salr,ifico divino en la venida de turas de tal ente sobre el ser uni- nita y como condición de la posi-
y lo único que puede comprobar Jesucristo (cf. Hebr 6, 18; Rom 8, versal y sobre si mismo quedan carac- bilidad de su experiencia.
con sus métodos de observación. 24 e.p.). Ese segundo elemento puedc terüados los dos rasgos fundamenta- Todas las reflexiones siempre fi-
En qué sentido ptrede identificarse ser también la conducta de la --+Jgle- 1es del espiritu: ->trascendencia y nitas del espíritu humano, incluso
aquí la palabra especie con -)<<acci- sia, en la que queda permanentemente reflexión (autoposesión en su ser con- tomadas en su conjunto, no pueden
dente>> en su significado estrictamen- soportada o absorbida la posible res- sigo" y ->libertad). En su trascenden- nunca llenar aquella amplitud a la
teontológico, es algo que depen- puesta personal del individuo. For cia sobre la totalidad del ser, el in- que etr espíritu está abierto y, por
de de la signiñcación concreta de consiguiente, la esperanza es una dividuo experimenta lo que él mismo tanto, nunca pueden cumplir adecua-
-)<<substancia>> de pan o de vino. -+virtud obrada de manera divina. es como <<viviento> y como <<sujeto>>. damente la absoluta e infinita ex-
que deja de existir por la transubs- virtud <<teologal>>, que como tal está Y a lo otro singular, a lo que hace pectación del espíritu. La conciencia
tanciación, según la doctri.na cle Ia estrechamente ligada a Ia ->gracia, lrente dentro del horizonte de su objetiva del espíritu humano, que
Iglesia @z 877 884). Determinarlo a pero a la vez es verdadera ohra comprensión del ser y que no es é1 siempre queda rezagada respecto a
partir de Ia misnra escncia del pan o humana (obrada por Dios). que en misr¡¡o. como algo con lo que se la anticipación en que este espíritu
del vino o a ¡rartir de Ia fisica cuanto tal se halla en estrecha rela- encuentra y, por lo tanto, como <<ob- se excede a sí mismo, sabe (aunque
moderna, es algo muy ditícil. por ción con la ->[e y la ->ceridad jeto>>. Por razón de este distancia- sólo sea en el modo de no quererlo
Io tanto, muchas preguntas siguen pcrsonal, puesto que de alguna rna- miento del ente individual con res- percibir. o atemáticamente) que cll:r
a'oie¡tas. Pero, en último té¡mino, nera constituye el punto céntrico his- pecto al objeto extraño y en virtud misma ha sido posibilitada por ac¡trc-
:Í5 216 21"1 2llt
Espiritu Es!a¡kl

llo hacil lo que so orienta su diná- «personalidad>> del Espiritu Santo píritu no sólo ha sido of¡ecido al Sin embargo, la estadistica mortl
mica infinita (->misterio, ->Dios, (Dz 48 85 s e.p.). Él es el <<espi- hombre, sino que le regala también puedo tener mucha importancia en
->Dios [prueba de la existencia de]) ritu del Padre y del Hijo>> (Dz 83), su propia aceptación. Aparece tam- orden al establecirniento de leyes
y que, en cuanto tal, es el fundamen- que procede del Padre y del Hijo bién que esta comunicación del Es- étnico-pedagógicamente más eficaces.
to del espíritu humano fnito. El (Dz 19 277 e.p.; ->Fillo'que) como piritu no acontece esporádicamente Puede despertar la atención de los
conocimiento y la libertad del espí- de principio único y por medio de como en el caso de los Profetas, sino filósofos y teólogos hacia problemas
ritu humano quedan envueltos y son una única <<inspiración>> (Dz 460 691 que ha tenido ya lugar de maneta que de otra manera les pasarían inad-
soportados por ese incomprensible 704). De El concibió Maria (Dz 2s definitiva e irrevocable. La -+Iglesia vertidos. Puede prevenir contra prin-
inflnito, a partir del cual y hacia el 6 9), sin que por eso so le pueda es sacramento de la gracia de Cris- cipios demasiado indistintamente for-
cual el espiritu finito se experimenta llamar <<padre>> de Jesús (Dz 282). to en el Es,píritu que se nos ha mulados. Puede plantear la pregunta
como entregado en responsabilidad a Influye en Jesús (Dz 83) y en la dado y no sólo prometido. En ella de por qué hay diferencia entre el
si mismo y a su libertad; a ese in- ->Iglesia (Dz 2288; ->magisterio). vive el Espiritu Santo en leyes es- deber y la actuación práctica y tam-
flnito incomprensible, pues, permane- Se comunica especialmente en la cuetas y en nuevas eclosiones llenas bién puede preguntar por la solu-
ce el espíritu finito también abierto -)confl¡mación y en el .-+orden (Dz de vitalidad, en el ->ministerio, je- ción de ese problema. En confron-
en virtud de su esencia (->existen- 679 964). Con respecto a la proceden- rarquía, y en el -)carisma. Es el tac.ión con la seria voluntad salvi-
cial sobrenatural, -+gracia, -)auto- cia del Espíritu Santo dentro de espíritu del individuo, que puede fica de Dios, puede profundizar la
comunicación de Dios). la Trinidad divina, cf. -+Trinidad. poseerlo en un cristianismo todavia idea de que no toda infracción de
Segfrn la teología católica, el Espí- anónimo que no entiende a la Igle- las normas morales objetivas, ni con
EspÍritu Santo. <<Espiritu de Dios)) ritu Santo posee la plenitud únicá,. sia, y que puede estar dirigido por mucho, ha de ser también necesaria-
(hebreo - ruakh, palabra femenina; inflnita, divina, de ser y de vida, El. Es el Espíritu que se hace sentir mente una verdadera culpa subjetiva
griego : -+pneuma) es en el AT una puesto que el Padre y el Hijo son, en cualquier parte donde el hom- ante Dios.
expresión que designa el poder activo por fterza expansiva de su esencia, bre en gracia de Dios no se doblega
de Dios, sin que aparezca ya cla- amantes. El Espíritu Santo es tam- a la mediocridad legalística. Estado. Si una sociedad civil con
ramente el Espíritu Santo como <<per- bién el Espíritu de la comunicación su derecho y con sus poderes, por
sona>>de la ->Trinidad divina. El de Dios hacia fuera. Ya que Dios Estadistica moral es la descripción lo menos considerada en conjunto, fa-
NT tiene noticia de <<otro auxilio, crea en cuanto que es Dios, en cuan- de la conducta moral práctica del vorece y procura una existencia hu-
asistenci»> (->Paráclito), que, proce- to Espíritu crea todo lo que en el hombre (de determinados pueblos, manamente digna para sus miembros,
diendo del Padre (Ioh 14, 26), se mundo hay de auténticamente origi- grupos, etc.) con ayuda de los mé- satisface la necesidad que el hombre,
dis,tingue (cf., sobre todo, Ioh 14, nario, libre y viviente, inesperado y todos demográficos y estadísticos. So- por su rnisma esencia y de acuerdo
16-16, 15; Mc 1, 1Os; Mt 28, 19) poderoso, delicado y fuerte a la bre todo se emplean esos métodos con la ley natural, tiene de vivir
del Padre y de,l Hijo (Ioh 15, 26; vez: el misterio del amor, que es el con respecto a la mo¡al sexual, pros- dentro de t¡n estado. En esa medida
16, 7), el cual, o respectivamente su misterio más entrañado en todo lo titución, suicidio, etc. Esta estadis- concuerda con la voluntad de Dios
acción, viene presentado primordial- natural. Es el Espíritu de la gra- tica moral no puedc determinar si (<<por la gracia de Dios>>) y está
mente en símbolos: la paloma como cia: al Dios que es en nosotros un- Ias infracciones morales son pecados bajo la protección del mandato divi-
símbolo de la instauración del nue- ción y sello, arras, huésped, consola- meramente objetivos (materiales) o no de obedecer al poder legítimo. De
vo pueblo de Dios; sin olvidar que dor, abogado, llamada interior, liber- son también pecados subjetivos. Las aquí que las leyes civiles puedan ser
la paloma es un símbolo preferido del tad y filiación, üda y paz, santi- normas morales ni se apoyan ni se directa o indirectamente obligato-
pueblo santo, cf. Agustin, Mc l, dad y unidad, le llamamos Espiritu. debilitan en virtud de la estadistica, rias en conciencia, directamente, si
10s y paralelos. La tormenta como El que hace madurar los -+frutos pues la ley moral no depende en son esencialmente útiles al bien co-
simbolo de Ia fuerza (Act 2). Las en nosotros: -+caridad, -+alegría, su validez de si de hecho se cumple mún, indirectamente si Ia rebelión
lenguas de fuego como símbolo de -)paz, -->Wciencia, -Jcastidad, ése o no. La estadística moral prueba contra ellas dañaría la ordenación de
la inspiración de los testigos (Act es el Espiritu. El adversario de la en alguna manera la semejanza de la sociedad civil. Cuando, en contra
2). A este resp€cto, cf. también carne, del pecado, del servicio mera- Ia motivación o de los presupuestos de lo debido, mandan algo que per-
->pneuma. mente legal, el que es la fuerza se- de la actuación humana, pero no judica notablemente al bien común,
De acuerdo con la Escritura, en creta de nuestra consagración, trans, prueba nada contra la libertad fun- no han de ser obedecidas. Cuando
todos los símbo os de Ia l'c y en to- formación, el que impulsa hacia la damental, puesto que ésta no implica mandan algo inmoral, obedecer (<<el
dos 1os decretos doctrinalcs sobre resurrección gloriosa de la carne y la carencia de motivos ni nadie la que manda manda>>) es inmoral, y
la Trinidad de Dios contra el Jmo' hacia la transformación del mundo, considera como absolutamente ilimi- ante Dios, pecado.
dalismo y -)macedonianism() sc re- ése es eI Espíritu. tada. Hay que rechazar todo abuso en No es lícito al <<súbdito>>. mientras
conoce o define respeclivamente la En pentecostés aparece que ese Ee este sentido ( Kínsey-Reports). le resulte posible, eximirse de cote-
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t
\
Estado F-sludo original

jar las leyes y mandatos estatales con proceso secular, el c¡istianismo ha do se le describe como persona es- sarse como coexistiendo con la vo-
la norma de la ley natural y de la <<desmitologizado>> al Estado lo mis- piritual y entidad mundana simul- luntad perdonadora de Dios mirando
propia conciencia; tal omisión seria mo que a la naturaleza. Los cris,tia- táneamente. Por lo tanto, la -)esca- a Cristo (-+existencial sobrenatural).
inmoral. Dentro de lo posible, la par- nos tienen que aportar lo que está en tología individual y cósmica, espiri- Dichos estados quedan de antemano
ticipación en la vida pública es sus manos para que no se imponga tu-personal y corporal no pueden ni comprehendidos por la voluntad di-
normalmente una obligación moral, en todo ei mundo la nueva <<divi- separarse adecuadamente ni unificar- vina de autocomunicación en Cristo
.mientras esa vida tenga de veras nización del Estado» que se cierne se del todo. La doctrina del estado (-+cristocentrismo). Voluntad santi-
sentido. La fo¡ma concreta de la Sobre nuestra época, intermedio se apoya sobre esta si- ficadora siempre y s.iempre presta aI
sociedad estatal (constitución), como - tuación fundamental antropológica. perdón. Además, dichos estados des-
es obvio, no se apoya en una orde- Estado intermedio. Se llama asi al pliegan en historia esta estructura
nación directa de Dios, sino que objeto de las proposiciones teológi- t Eslados de la naturaleza
humana, esencial última de la salvación: Ia
está sometida a la evolución histó- cas acerca del hombre, en cuanto irv' Reciben este nombre las diversas si- gracia paradisíaca es ya gracia de
rica. Cambiarla puede llegar a ser que, por una parte,rsu destino defi- ,,r" tuaciones salvíficas reales o pensa- Cristo; Dios permite la culpa porque
obligación moral, de modo que el nitivo queda sellado, en virtud de bles en sí que son presupuesto, con- ella no puede propiamente destruir.
estado denecesidad y la legítima su libre, decisión, lx -)muerte; y, ,.\ dición de posibilidad y deber para contra su intención, la situación sal-
defensa pueden legitimar moralmente por otra, 'puesto que prosigue toda- ,,, Ia libre actuación salvífica del hom- viñca de la gracia superior de Cristo,
medidas revolucionarias más allá del via el cu¡so del mundo al que per- '(' "/ bre individual, Prescindiendo del es- de lo primeramente querido en el
,derecho escrito. El Estado es un ser- tenece todavía el difunto, éste no se tado meramente pensable de -+na- acto creador, sino que, por así decir.
vidor, no un señor, ni es el sujeto puede considerar sin más y en todo turaleza (<pura», <<desnuda>>. que nun- gr'ra en el vacio por esa extensión y
exclusivo del bien iomún. Aunque caso como definitivamente acabado. ca existió, se distinguen tres fases absolutez infinitas. En la fase cris-
hoy día tiene que ejercer muchas Se suele explicar esta duplicidad di- hisrórico-salvifi cas esenciales. tiana y en la acción salvifica del in-
funciones que lo hacen aparecer ciendo qne el difunto, según su <<al- dividuo, esa situación salvifica fun-
como casi totalitario, con todo, ha ma)), (<ya aho¡a>> está en la -)visión 1. El estado <<supralapsario>> de damental y general, que siempre y
de respetar fundamentalmente el prin- de Dios (que está en el -»cielo) o justicia original (->estado original, en todo lugar es Cristo, sólo se des-
cipio de subsidiaridad. Es decir, en Padece el -+infierno o el ->purga-
-+paraíso). Es decir, la situación sal- pliega plenamente en la fe expresa
sí no ha de apoderarse de funcio- torio, ¡r que <<sólo más tarde» expe- vífica paradisiaca, anterior al pecado y en la perceptibilidad sacramental-
nes, poderes, propiedades, etc., que rimenta la resur¡ección (-)resurrec- original, del hombre <<agraciado» so- escatológica. Y llega a su aceptación
puedan seguir perteneciendo aI in- ción de la carne) <<segirn el -+cuerpo». brenaturalmente por la autocomuni- subjetiva, una vez más obrada por
dividuo o a pequeños grupos sin Dichas afirmaciones son acertadas. cación de Dios; caracterizado por la ella misma, bajo la fe y el sacra-
del bien comÍrn.
¡-;erjuicio Con todo, no hay que pasar por alto inmunidad respecto de la concupis- mento.
También el Estado está sometido en ellas que, dada la unidad subs-
cencia (-+integridad) y substraído a
a la ley de Dios. El cristiano y la tancial del hombre, que tiene prece- la necesidad de morir. Estado original, gracia del estatlo
Iglesia podrian y tendrían que ejer- dencia ontológica ante el pluralismo original. Estos términos técnicos de
citar una función crítica frente a de sus principios, una afirmación 2. El estado <<infralapsario>> o de la teología son formulaciones breves
é1, y no sólo cuando amenaza al- acerca del <<cuerpo)) es también afir- <<naturaleza caída>>. La situación sal- de las proposicíones de fe que expo-
gunos elementos impottantes espe- mación acerc¿r del <<alma». y vice- vifica del hombre bajo eI ->pecado nemos a continuación.
cíficamente eclesiásticos. No es lícito versa. Tanrpoco hay que pasar por original y anterior a Cristo o a su
ni a la Iglesia ni al Estado ignorarse alto que ni se puede ionsiderar al justíficación por medio de Ia fe, la a) El primer homb¡e fue creado
y perjudicarse mutuamente; y en difunto como sencillamente subs- caridad y el bautismo. en )gracia santificante, es decir, con
cste sentido hay que rechazar la <<se- traído al tiempo mundano, ni como esa (<dote)) interna, -+sobrenatural.
paración de Iglesia y Estado>>. Con sujeto a é1 de la misma manera que 3. El estado de <<naturaleza caí- por medio de la cual el hombre qr.re-
todo, una distinci(rn clara entre am- los que todavía están madurándose da y reinstaurada>>. Es decir, el es- da hecho justo ante Dios y partíci¡'rc
bos redunda sólo en utilidad para las o temporizándose en el hacerse libre. tado del justo santificado por la gra- de la natu¡aleza divina; y de esa
dos partes (-)tolerancia). En virtud Por tanto, también la proposición cia de Cristo; del justo que antes fue manera queda intrínsecamente orde-
de la distinción esencial entre Igle- téológica acerca del estado inte¡me- pecador a causa del pecado original nado a la -)visión de Dios y a la
sia y Estado el cristianismo preserva dio adolece de una fluctuación dia- y de la culpa personal. Estas tres ->caridad correspondiente a ella (l)z
al hombre del peligro de que el léctica en una duplicidad necesa-
fases se suceden en la historia de la 192 788-791: cf. Rom 5l I Cor I5
Estado mismo o la <<patria>>, nación, ria e insuprimible de proposiciones salvación, y en parte son sólo aspec- y los conceptos bíblicos dc <<rccorr-
etcétera, aparezcaÍ como dimensiones acerca del hombre uno, que sólo tos de una situación salvifica, pues ciliación>>, (<rescate)) y <<rcn ovacit'r rr » ).
<<numinosas>>, sacrales. En un largo queda correctamente expresado cuan- el pecado original sólo puede pen- La importancia de esta proposicirirr

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Ilalr-Vorg.8
Estado origirnl É,tica
para nosotros reside en que de- rar el orden de Adán, más originario de Adán. Todo Io cual sobrepasaría algo se apoya en su voluntad abso-
clara que la historia elrtera de la y comprehensivo. El orden de Adán la proposición que viene dada de luta: su Hijo, su soberanía, sus mo-
hr¡manidad posec dcsdc su comien- tuvo que ser ya orden de Cristo: el su)¡o con est¿ doctrina de la Iglesia, radas, etc. La eternidad de Dios,
zo mismo un sentido y una finali- orden que Cristo en cuanto el Cfu- a saber, que Adán fue ->persona. conf,orme a su esencia, hay que en-
dad internos. El homb¡e, sin más, cificado reinstauró como el suyo. Por 1o demás, el origen en cuanto tenderla como duración del todo ca-
es,tá c¡eado en orden a Ia vida Reinstau¡ación que tuvo lugar en protohistórico (en cuanto dete¡mi- rente de succsión, la cual no sótro es
eterna en posesión inmediata de Dios. cuanto que Dios no sólo no excluye nante originario cle nuestra historia) algo que no tiene principio ni fin,
Nunca se dio concretamente un «es- de su misericordia el comienzo hu- está situado fuera del alcance de las sino que es presencia que siempre
t¿rclo de mera naturaleza». Y por mano del orden humano-tlivino cr¡- ciencias pro[anas. Tiene cierta tras- se posee absolutamente a sí misma,
ello toda Ia historia de la huma- rrompido por la culpa del hombre, cendencia histórica, trasciende en al- que en sí misma>> no
<<subsistiendo
nidad, desde su mismo principio, sino que, por el contrario, transfor- guna manera a la historia, no pode- conoce antes odespués alguno. Por
es la historia de la lucha entre el ma en la gracia del Redentor entre- mos encontra¡lo cotno un momento lo tanto, en este sentido, eternidad
<<sí»y el «no)) a ese proyecto so- gado a la muerte del pecado en la más entre otros dentro de nuestra es plenitud de ser por antonomasia.
brenatu¡al del hombre delineado por cruz. la gracia originaria del Dios- historia. Lo protohistórico y lo es- En cambio, <<tiempo>> no es catego-
Dios; y lo es tan radicalmente, que Irombre, la gracia que en el hombre catológico, por la misma naturaleza ria alguna del ser mismo, sino sola-
nunca se puede soslayar esa alter- ordenó desde un principio Ia histo- de las cosas, tienen que suponer para mente forma de ser de lo <<temporal>>,
nativa: aun ahora Dios sigue exi- ria de la humanidad hacia la pleni- nosotros el mayor distanciamiento del ser creado perecedero, que sólcr
giendo del homb¡e 1o que éste perdió tud de los tiempos. Siguiendo a Pa- entre representación e imagen, por vive en una continua sucesión o en
en Adán. Todo concepto de hombre blo, hay que decir: el pecado, es una parte, y el coltenido objctivo. un continuo estar después de otro.
con el que éste pretenda encerrarse decir, la causa que condiciona las pof otra. En ia ->creación misma, la ete¡ni-
en su mera <<humanidad>>, toda con- imperfecciones de nuestro estado ac- dad de Dios no se muestra como pura
cepción meramente ñlosófica del tual en relación con el comienzo de Estigmatización (griego stígma : negación del tiempo, sino como so-
hombre, peca contra la implantación Adán, es perrnitida por Dios sólo señal). Como fenómeno concomitan- beranía sobre el tiempo. Encuentra
originaria y concreta del hombre en para que apaÍezca más superabun- te a las vivencias místicas, es desde su extrema manifestación en el hecho
el ser por obra de Dios. dantemente la fuerza y majestad de Francisco de Asís la aparición, bas- de que Dios asuma en Ia naturaleza
Po¡' tanto, el hombre sólo entien- la gracia divina. tante frecuente hasta nucstros días, humana de su Hijo la temporalidad
de acertadamente su esencia natural de llagas en los místicos y místicas. y sometimiento del hombre al des-
cuando la considera abierta a una b) El primer hombre estuvo Ii- I-lagas que corresponden a
las de tino y a la mutación, acogiéndola de
disposición de Dios, que sobrepuje a bre de la -)concupiscencia ((rebel- Crislo y no han sido provocadzrs l'n' esa manera en su autoposesión eter-
esa esencia; y de manera que esa de>>.perversa. Liberación que no era tencionada o flngidamente. La estig- na. Desde este punto de vista, el
disposición no sea só1o una modifl- debida al hombre; por lo tanto, fue mstización no implica en si un mi- <<tiempo>> se convierte en el ámbito
cación adicional, meramente <(ca- rrn don preternatural (Dz 792 lü2{> lagro. Fenómenos parecidos se han dentro del cual ocurre la comunica-
sual>>, dentro del marco de dicha 2055 1516; cf. <<el pecado>> en Pablo, obsetvado en el ámbito de lo pa- ción de Ia eternidad de Dios, de su
csencia, sino lo decisivi'r, lo que fun- sobre todo en Rom 5-8). Cf. +in- rapsicológico fuera de una '-)místi- plenitud de ser, al hombre temporal
da la salvaci(rn de1 homb¡e. Ahora tegridad. ca auténtica. Sin embargo. puede ser y viador. AI hombre que esa misma
bien. si la ordenación a tra posesión considerada con respeto religioso allí comunicación abre graciosamente a
inmediara dc Dios es partc integran- c) El primer hombre, en virtud donde sea ex¡resión y consectrencia la eternidad de Dios, para que pueda
te de la constitución originaria del de un don semejante, estuvo tam- corporal del amor místico de Cristo entrar en Ia posesión de ésta al rc-
ht>nrbre y sigue siéndolo después de l-.ién libre de
la necesidad de morir y de la cruz, y no se la utilice en cibir participación en la plenitud de
la c:¡ída de Aclán, esa ordenación (Dz 101 174s 1078 1517 2123; ct plan sensacionalista. ser de Dios (-+inmortalidad, ->alma).
tiene c¡ue estar dispuesta por Dios Gen 2-3: Rom 5, 12-21). Ct. -)muer-
mirando al }lombre-Dios, tiene que te, -)inmortalidad. Esta doctrina de Eternidad. Como propiedad de lo Ética. Como parte fundamental de
ser gracia clc -+.lesucristo. De lo la Iglesia (aunque esta calific¿ción que se opone, conro radicalmente la filosofía práctica, la ética es la
contrario. Jcstrcristo, cl mcdiador, el no podría aplicarse a todo lo dicho distinto. al hombrc qLre vivc y se ciencia de Io nrorai. Es decir, intenta
I'undamento dc nuestra gracia, sería en al) acerca del estado original no encuelltra en el tienrpo y en la pro- el análisis y profundización de aque-
sólo el restaurador y, por consiguien- afirma nada acerca de Ia configura- visoriedad, «eterno» cs ya cn la Es- Ilos hechos morales de los que pue-
te, servidor de un or<Jcn que estaría ción biológica del primer hombre, critura un predicado de Dios (ma- den deducirse las normas para todo
concebido independientemcnte de El. acerca del nivel cultural de la huma- gisterio: Dz 39 391 428 1782). Ulte- acto humano. En este sentido, hay
Nos regalaría su gracia. n() para ins- nidad originaria, acerca del período riorrnente se aplica a todo lo que es que distinguirla rigurosamente de la
tiurar su orden. sino par':r reinstan- geológico correspondiente al tiempo propio dc Dios o en cuanto qr¡e ética teológica (-+moral lteología]),
227 22& 279 230
Étie¿
Etiok4íl
que tiene que deducir las normas de A este orden moral objetivo que se
los actos morales a partir de la pa- contenido cristiano (materialmente morales universales a la situación del
deduce de todo lo dicho tiene que
labra de Dios pronunciada en la re- cristiana) por parte de Ia Iglesia, Es individuo, el «tf» desempeña el pa-
asociarse la norma subjetiva inme-
velación, testificada en la Iglesia, y diata de los actos morales: la -)con-
un individualismo extremo, corto- pel de la universalidad (comunidad)
de Ios decretos salvíficos de Dios con circuito del espíritu, que quiere des- concretizada; pronombre que, por su
ciencia del individuo, cuyo juicio de-
resp€cto ai hombre. En cuanto que embarazarse rápidamente del esfuer- parte, determina positivamente la si-
termina en último término el valor
zo exigido por una reflexión pacien- tuación del que actúa en cuanto que
la ética (filosóflca) ve¡sa sobre lo mo- o disvalor de un acto concreto. y esto
ral del hombre, somete a reflexión sabiendo que el orden objetivo siem-
te sobre la situación planteada. En no sólo queda tocado por la acción
científica un fenómeno originario del pre tiene en cuenta la crítica protestante de la -+ley y del sujeto, sino que esta misma acción
la integración de su función para el pecador justi- queda modificada y requerida por
concepto que el hombre tiene de sí ónticamente precedente de la perso-
mismo: el hombre se conoce viven- na humana en unas circunstancias y
ficado por la gracia, resuena con fre- exigencias yconductas concretas. En
cialmente en su autorrealización como estructuras determinadas de su mun-
cuencia eL pathos de una ética de y tras la situación del individuo, in-
sujeto volente, que en la acfualiza- do. Así pues, surgen principios últi-
Ia situación. Su nrlcleo acertado es la cluyendo Ia determinada por las exi-
ción de su querer dispone de sí mis- -->ética existencial. gencias del <<tri)), viene dada legíti-
mos normativos para Ia conciencia
mo <<voluntariamente>> (libremente) (-+ley natural), p.ej.: el fin subjetiva- mamente una llamada concreta de
en orden al ->bien o al -+mal. Efica existencial (ética individual). Dios al individuo. Esito puede decir-
mente bueno no justifica los medios
I-a conciencia de esta distinción El acto moral del hombre no es sólo se también del sujeto del acto moral,
objetivamente malos; un valor moral
entre actos buenos y malos acom- un (<caso>) de una nornra moral esen- cuya autorrealización viene exigida
preceptuado, postulado (con la vo-
paña siempre toda autorrealización luntariedad absoluta de la persona
cial y universal, sino también reali- precisamente por esta llamada y está
libre de la persona. La persona espi- espiritual) no puede ser sacrificado a
zación del hombre nrismo en su in- también por ella impulsada en de-
ritual que se autorrealiza libremente dividualidad irrepetible; y como sea terminada dirección. Puede también
un valor premoral y parcial de la
se conoce a sí misma al hacerlo como existencia humana. En cuanto que
quo este hecho puede estudiarse cien- decirse 1o mismo de la ley moral
'valor moral fundamental. Esta tificamente, de ahí que exista y deba universal en la que ha quedado plas-
<<ex- Ia ética refleja la realización libre existir la ética existencial. Ahora
periencia del valor fundamental>> se de Ia persona humana en un orden mado el boceto planeado por Dios
hace temática en la ética. A partir previamente dado, tiene que perma-
bien, la ética existencial se ocupa de para el mundo, hombre y ambiente,
de ciicha experiencia se puede pre- necer abierta a una disposición de
Ia realización del hombre singular y que debe hacerse realidad en Ia
sentar a la persona espiritual como en cuanto que esta realización es po- conducta del individuo y sólo en ella.
Dios sobre esa persona o sobre la sible y ha sido propuesta a cada
algo que a un tiempo realiza moral- ordenación de dicha persona a su fin
mente su naturaleza y su ordenación (->mora1 [teología]).
hombre de una manera exclusiva a Etiologia (grlego uitía : causa),
a un fin último; como algo que é1, y en cuanto que no puede que- er sontido amplio, es la atribución
es
querido absolutamente en cuanto tal, É,tica ile la situación. Se llama así
dar adecuadamente implicada den- de un fundamento o causa a otra
de manera que, pafliendo de ese ca- la doctrina de un existencialismo [al-
tro de las nonnas genorales. Por lo realidad. En sentido estricto, es la
rácter, puede y debe deducirse el so y extremoso, según Ia cual el de_
tanto, en esa medida, la ética existen- proposición de un acontecimienlc>
carácter absoluto de los valores mo- cial queda como complemento nece- pretérito como razón de un estado
ber moral del homb¡e particular se
rales. que están al servicio del des- oario de la <<ética esenciab>, aunque real y perceptible o de un evento en
deriva siempre de manera exclusiva no pretende substituirla, como hace
arrollo y actualización de la persona a partir de la situación concreta del el ámbito de lo humano. Esta refe-
espiritual absolutamente querida. agente, sin que el conocimiento do
la -rética de Ia situación. Las nor- rencia retrospectiva a un aconteci-
Con pleno sentido se someten en mas morales universales elaboradas miento pretérito puede estar forma-
lo que hay que hacer <<aquí y ahora> en la ética esencial hay que aplicar-
la ética a un cuidadoso análisis cien- esté no¡mado además por las nor- da como metafórica representación
tífico las relaciones existenciales sin- mas esenciales y universales de la
las a cada <<situación» presente del de una causa, que en realidad no
gulares de esta persona, su ¡elación que act{ra. Por dicha <<situacióo> hay pretende sino presentar a la concien-
-+ley natural. Ley natural que re-
consigo misma, con otras personas sulta de la esencia metafisica del
que entender ese punto álgido histó- cia el estado actual plásticamente
libres (congéneres), con la comunidad rico del particular que está formado explicado: etiología mitológica. Pero
hombre, siempre la misma, reconoci- por su irrepetibilidad personal, sus
humana y con Dios, y se establecen esa referencia retrospectiva puede ser
ble y persistente a través de todos relaciones individuales, su originaria tambión. en realidad, el descubrimien-
normas (éticas) para Ia realizaciín los cambios históricos y, por otra
de las citadas relaciones. Una parce- situación histórico-personal y por la to objetivamente posible y legitima-
parte, supuesta en la Escritura. La
lación de este análisis correspondiente reflexión ético-esencial que le es in- do (tunqr:e provisoriamente explica-
ética do Ia situación se basa en Ia
a los distintos ámbitos de la vida lle- negación de una metafísica esencial.
telectualmente accesible. Punto álgi- do dc forma imaginativa) de una
va a la subdivisión de la ética gene- do del que resulta ademírs su reali- causa histórica a partir de un esta-
En consecuencia, anula la posibilidad
ral en ética individual y ética social, de la proclamación de una ética de
zació¡r moral concreta. do presente, que por la aclaración
En esa aplicación de las n()irnas de su procedencia se entiende con
23r )7.1
233
r I

Etiologia
Eucarislia
ma¡tor claridad. En este proceso se con Dios (cf., asimismo, Ts 42,
Il causa real y eI estado
e()ii!,;dcran
6; tiua de la Iglesia es siempre verda- que eltenderla más precisamente
49, 8). Por Lr tanto, Jesús queda ca- dero banquete, en cuanto que el como una transformación auténtica
actual cn u¡r:t misma pcrspu(.i.t\.¿1,: ¡acterizado como el que muere san- cuerpo y la sangre de Cristo están en de una -)substancia (a saber, del
etiología histórica. Este último con- grientamente. Así pues, Ios dones se
cepto ha dc aplicarse a las afirma- ella como alimento. Y a la vez es pan de trigo y del vino de vid como
ciones de la Escritura acerca rJe la
identifican con el siervo de Dios, verdadero saclificio, en cuanto que <<materia>>: Dz 698) en otra (a saber,
historia p:imitiva de la humanidad:
Jesris, que acepta Ia muerte violenta ei sacrificio único de C¡isto en la cuerpo y sangre de Jesús: Dz 355
con libre obediencia y que funda con historia es permanentemente eficaz y 430 465 544 698 877 884 997 1469
-)c.cación (narraciól de la). esa muerte la nueva alianza. La iden- en cuanto que en la celebración euca- 1529 2318 e.p.i -)transubstanciación).
tidad entre el rnanjar eucarístico cle la ¡ística se hace también permanente- Por más quo dicha transubstancia-
Eucai'istia (griego eukhoristein : Iglesia y el cuerpo y la sangre de
dar gracias; c¡r : bueno; kharis : mente eficaz esa entidad esencialmen- ción tiene lugar con vistas a la re-
Jesús se fija con mayor exactitud en te histórica que llamamos <<Iglesia>> cepción del aiimento del cuerpo y
gracia, regalo), literalmente y con- 1 Cor. Ese manjar es el cuerpo ofre-
íorme al uso primitivo de la palabra,
por medio de la acción litfirgica de sangre de Cristo en Ia comunión de
cido por Jesús en la cena, es el cuer- la representación. Teológicamente, ios fieles (cf. -+comunicación) y por
clesigna la acción de gracias del quc po cruciflcado de Jesris; y de esta
«ha recibido un buen regalo» y, como
estas dos realidades de la celebración más que por su medio se hace sobre
manera, al comerlo, se declara la eucarística no pueden pensarse del todo presente el sacrificio de ia cr-uz
consecuencia, está ((agradecido». Lue- muerte de Jesús como salviflca y se
go eucaristía significa agradecirniento. todo por separado. Por lo tanto, la en este momento concreto dent¡o de
aunque también oración de acción
hace eficaz. Ese manjar es cuerpo y referencia al sacrificio de la misa la historia y a través dc la Iglesia
sangre del Glorificado, y al comer- (Dz 938), su resultado real es,
de gracias. Segirn un concepto poste- 1-->misa [sacrificio de la]) vale para con
lo los individuos quedan integrados toda la exposición de la eucaristía. todo, permanente; mientras perma-
rior, eucar.istÍa designa, sobrepasan- en Ia comunidad del cuerpo pneumá-
do Ios significados anteriores, el Sin embargo, también se hacen pre- necen las fo¡mas de alimento, C¡isto
tico uno do Jesús (l Cor lO 16 s). sentes encarnación, resurrección y sigue también estando presente y
(<cuerpo>) del Señor, en cuanto que La permanencia de este alimento en glorificación del Señor (cf. Ioh 6, siendo objeto de adoración (Dz 876
éste es el centro y punto de partide la Iglesia y como alimento de la
de la acción eucarística de la Iglesi:r. 57s; Hebr 10, 5-10). tl86). Sin embargo, esta presencia real
Iglesia se deduce del <<mandato con- permanente de Cristo sigue estando
bajo las apariencias de pan y "inrr. memorativo>> ligado inmediatamente II. La eucaristía es -rsacramen- necesariamente referida a la implan-
a las palabras de la institución: <<ha- to on sentido pleno y originario (Dz tación de esta presencia en la cele-
L La rcalidad designada con el ced esto en memoria (-)onamnesís) 430 844 997 e.p.). Sacramento insti- bración eucarística de la Iglesia y a
nombre de eucaristía está fundamen- de mí>>. Por medio del encargo de
tada en la cena de Jesús (sobre todo, tuido inmediatamente por el mismo su finalidad, consistente en la recep-
hacer <<esto>> ulteriormente, queda Cristo (Dz 698 844 874s 997), en ción (<<comida» por parte de los
L-c 22, l9s y I Cor 11,23ss; cf. asegurado que Ia realidad total de
Mc 14, 22 ss). En ella, según sus el que están realmente presentes el fieles.
Cristo está siempre presente de ma- cuerpo y la sangre verdaderos de
mismas palabras, da Jesús su «cue¡.- nera eficaz allí donde los discípulos
l-)o)> v su ((sangre)) como alimentr.l Jesus, y con ellos la realidad con- III. En la realización y recepción
de Jesús realicen legítimamente <<esto>> creta, total, salvifica, del Señor (Dz de eucaristía, la Iglesia y todo fiel
la
bajo la rece¡rción empirica del pan (es decir, la cena).
y vlno.
355 424 430 465 698 874 883 ss 890 en particular llevan a cabo verdade-
En esta realización posterior de la gyl 1469), bajo las <<especies>> del ramento <<eucaristia>>, es decir, acción
<<CLrerpo». según la concepción se- cena, querida por Jesús, se hace ade- pan y del vino (Dz 626 667 698 874 de gracias, la más sublime que puede
mita. designa lo que es perceptible más presente el sacrifi.cio sangriento
de Ia persona de Jesús; la termina_ 932 936 997 1469), estando presente darse y específlcamente <<eclesial>>,
de Cristo en la cruz, puesto que el en cada una de las partes de dichas sólo posible a la Iglesia de Cristo;
cir'rn participial de la palabra clidt>- cuerpo y la sangre del sien,o de
ntorort (traducción de la hebrea co- especies (Dz 698 876 885 1469 1921). aunque a la vez esa acción de gra-
Dios atormentado y moribundo se Ese tracerse presente del cuerpo y la cias ha sido impuesta a la Iglesia
rrespondicntc a <<entrcgado>>), así co- hacen presentes respectivamente como sangre de Cristo y de su muerte sa- como precepto fundamental: en
mo la liturgia de la cena pascual entregado y derramada por <<los mu-
¡ros remiten al ->cbctl yahvah por crilicial tiene lugar en la -+misa (sa- cuanto que siempre tiene a Cristo
chos» (: innumerables, por todos), crificio do la) de la lglesia (Dz 424 mismo consigo y lo recibe verdadera-
sntonomasia (Is 53, 4-12). cornple- y sólo en cuanto tales pueden ha,cerse 41A Ml 452 464 938) por medio de mente, si bien en la osada realidad
mentando así el sentido dc las pala- presentes después de la institución de
bras de Jesús consec¡.alorias del pan.
Ja consagración del sacerdote (Dz de la fe, como alimento, la Iglcsia
Jesús rnismo; y también porque esta 124 430 574a 698 961), que pronun- realiza, actualiza la respucstrr
<<dice>>,
l-ir -)qq.sa¡g¡s>>, sin embargo, queda presencia del sacrificio uno de Cristo
serl¿¿lada con mayor e\acti(ud como
cia como <<fórmula>> las palabras del al ofrecimiento de la gracia de l)ios,
viene dada en una acción litúrgica nrisnro Jesris en la institución de la de su autocomunicación. Ilcspucslu
sangre derramada por Jcsúrs para la s¿rcrificial (->sacrificio) de la Iglesia.
instauración de Ia nucva -)alianza eucaristia (Dz 414 424 452 698 715 que es absohltamente rarlicul, pucslrr
Por lo tanto. la celebración er¡caiís- 876 938 949). Esta consagración hay que ha quedado <<folnruludl>r pol l;r

235 236 217 2.18


Eucaristia Excomuniórr
vida de Cristo, amada y deñnitiva- mento del hombre>>): como alguien tos el nombre de evangelio, se ex- que admitir que Dios crea algo que
mente aceptada en el cuerpo y en que se encuentra en el mismo plano presa su c¿.fácter de escritos <«nisio- podría alcanzar en virtud de la evo-
la sangre. Por lo tanto, no hay que de ser que el primer hombre, y con nales» o kerygmáticos. En cuanto tal, lución inmanente de la criatura. Si
pensar el efecto de la eucaristía so- ello se halla elevada sobre los dernás eso kerygma o predicación es -)pre- en una -+antropología teológica se
lamente como algo individual, que vivientes; alguien que se halla junto dicación de la Iglesia acerca de la admite que el -+hombre es la meta
acontece en el particular; algo por al, o <<frente al>>, hombre. La Escritu- palabra y suceso, en virtud de los de la creación en absoluto, que la
medio de 1o cual el individuo consi- ra ve en Ia relación entre Adán y cuales queda ella misma constituida creación tiene un punto de partida
gue la participación personal en la Eva el ejemplar del -rmatrimonio (-)Sagrada Escritura). auténtico (en sentido teológico, no
vida dc Cristo y la gracia para hacer querido por Dios, de la asociación científico natural) y que lo evolucio-
realidad esta participación en una de hombre y mujer, de Ia rccíproca Evolución Cambio o mutación de nado persiste en la dependencia de
vida cristiana (entendiendo vida cris- referencia de ambos, de la Iecundi- algo que (simultáneamente) perma- la criatura con respecto a Dios (de-l
tiana en sentido estricto, representa- dad. -+Protoevangelio. nece. En el ámbito de la vida del pendencia que es la medida de la
dora de la vl'da de Cristo por medio hombre aparece de las maneras más autonomia de una criatura); si se
de la caridad, obediencia y gratitud Evangelio (griego euangelion variadas (evolución en el pensamien- admiten dichas proposiciones, enton-
frente al Padre; representadora de buena nueva). La traducción literal to del hombre, evolución del mundo, ces la teología podria aprender de
la vida de Jesús también en el per- do esta palabra de origen griego ex- del ambiente, etc.) y es, por esto, un las ciencias naturales qué es 1o que,
dón y en la paciencia). El <<efecto>> presa con toda claridad la pretensión tema esencial de la teologia. En reali- dentro de la creación, puede origi-
de la eucaristía hay que pensarlo so- que Jes{rs eleva con su mensaje. El dad, la evolución no se ha convertido narse por evolución. Con respecto
bre todo como eclesiológico y social. destinatario de este mensaje es en en tema teológico hasta época re- al problema especial que causó la
En la eucaristía se hace pres€nte en primer lugar el pobre (Mt 11, 5) hom- ciente, al tiempo que aparecía un discusión, cf . -+homb¡o (creación del),
este mundo la voluntad salvífica gra- bre, que de tal manera ha entendido ->hombro (origen del).
evolucionismo filosófico, es decir, la
tuita e incansable de Dios con res- su situación en el mundo y frente a concepción de Leibniz, Schelling y De la misma manera que el pun-
pecto a todos los hombres; se hace Dios, que de por sí tendría que es- to de partida, también el término
Spencer entre otros que consideran
perceptible y visible en cuanto que perar una reprobación y condena- la evolución como el supremo prin- (-+terminación) auténtico está fuera
por medio de ella queda formada la ción. cipio de toda realidad, revelador de del ámbito de las ciencias de la na-
comunidad visible y perceptible de El contenido de este mensaie es 1o absoluto, y un evolucionismo bio- tl:raleza: '->basileia. Como es na-
los fieles, Iglesia, como signo, que el hecho, precisamente entonces ini- lógico con la tesis darwiniana sobre tural, en cuanto que todo lo origi-
no sólo remite a una gracia posible ciado, de que la soberania magná- el origen del hombre. Frente a estos nado en la -)historicidad quedará
en algún lugar o tiempo indetermi- nima de Dios en Cristo se hace evolucionismos, la teología católica absorbido dentro de la consumación
nado ni sólo a cierta voluntad salví- presente y efrcaz en este mundo que pone el acento primariamente en la escatológica, también se da una evo-
fica de Dios, sino que es en sí mis- se creia condenado (Mc l, 14 s). En diferencia ontre -+cre¿ción y evolu- lución auténtica con respe.cto a lo
mo la perceptibilidad y permanencia los escritos posteriores del NT el ción. que ha de ser realmente deñnitivo,
de esa gracia y de esa salvación. El concepto de evangelio es extendido La creación afirma el _+punto y en la quc el espiritu personal <<se
sacramento de la eucaristía y la sa- al mensaje y anuncio de Io que sutce- de partida de 1o que antes no existía, hace» en orden a su meta. El lugar
cramentalidad de la Iglesia estan, dió a Cristo y en Cristo y fue per- la implantación originaria de un preferente de la aparición de esta
por lo tanto, mutuamente vinculadas cibido por sus discípulos. Por lo ente en su evolución. La evolución evolución es la ->Iglesia (cf. tam-
(-+Iglesia, -)sacramento originario). tanto, la vida, existencia y palabras §upone algo que ya está ahí, algo bién -)dogmas [evolución de los]).
de lesús se convierten en contenido que ya existe, y dice o expresa su
Eva (hebreo, literalmente : <<la del evangelio. En este sentido, evan- forma temporal. Excomunión designa la costumbre
dadora de vida»), según la nara- gelio es inmediatamente una buena Ciertamente, la discusión teológi- practicada ya en el AT de alejar del
ción etiológica (-+etiología) de Ia nueYa que Dios envía aI ho¡nbre. ca acerca de la manera en que algo ámbito santo del pueblo elegido de
Escritura, (<ayudante)), mujer de De acuerdo con la singularidad de que existe por creación pueda con Dios al (gravemente) pecador, aüo-
-)Adán. Por medio de la narración este mensaje, la palabra evangelio se todo desarrollarse o evolucionar, ha jándosele al ámbito reservado para
metafórica de su J'ormación a partir usa en la Escritura sólo en singular. comenzado prácticamente en los filti- la ira de Dios, al ámbito de Io im-
de la costilla de Adán se expresa su Más tarde, evangelio, ya en plural, mos años. En principio, hay que puro, del mal, perceptible incluso
semejanza esencial con el hombre, su viene a significar la
ñjación escrita partir de que Dios con la creación oficialmente, al cual pertenece como
heterogeneidad y su equivalencia, del mensaje de los discípulos, tal da a la -Jcriatura la posibilidad de hacedor de lo malo. En el judaísmo
que quedan especificadas con mayor como se da en los cuatro evangelios, realizarse a si misma y le imprime de la sinagoga, esta excomunión cvo-
exactitud por Ia misma imposición es decir, en los de Mateo, Marcos, las condiciones necesa¡ias para ello; Iucionó convirtiéndose en un pr()-
del -+n6¡¡6¡e (Gen 2, 23: <<comple- Lucas y Juan. Al dar a estos escri- de modo que, en principio. no hay ceso disciplinario [ormal scñ:rlrttlo

?i9 210 24t 211


Exco¡n¡¡nión Ex¡rericnt!a
par:r tiempo determinado, dando lu- Exégcsis (griego : interpretación). realmente entre la existencia y el miento (o géncro o aspecto del co-
gar de esta manera a diversos gra- Disciplina rcológica que interprcta modo de ser, puesto que no toda nocimiento) en el que el hombre,
dos. Era algo distinto de la exclu- la -)Sagrada Escritura con métodos escncia pensable queda necesaria- procedíendo activamente, sometc al
sión total (así aparece incluso en auténticamento científicos, entro los mente actuaiizada en la realidad, objeto a sus propios puntos de vista,
Qumrán). Estos antecedentes histó- que se cuenta lilología, crítica bíbli- sino que para ello necesita además métodos, etc., y lo interroga crítica-
ricos alcanzan su sentido pleno en ca (->biblica lcritica]), historia bí- la existencia. En la filosofía de mente. A Ia experiencia le corres-
su aplicación al pueblo de Dios, que blica y otros. Sin embargo, la exé- M. tr{eidegger, y en un sentido se- ponde una certeza cspecial (eviden-
es la Iglesia. Pablo no sólo conoce gesis no debo limitarse al uso de esos mejante para el existencialismo en cia), puesto que en ella se testifica
la excomunión, a la que designa métodos, ni le es lícito hacerlo. Como general, el concepto de existencia irresistiblemente la presencia de lo
como anatem.a (: caído en la mal- ciencia católica, tampoco es licito a queda restringido al hombre, en tan- experimeniado. La expcricnc'ia ¡eli-
dición) poniéndola en práctica auto- la exégesis tener la doctrina e ins- to éste es aquel ente no{able que po- giosa, en sentido est¡icto (la que
ritat.ivamente dentro de su comuní- trucciones del magisterio finicamente see comprensión de ser, es decir, com- constituye la -)fe, y en cuanto que la
dad (l Cor 5, 1-5; I Tirn 1, 18 ss; como norn)a negativa. Es tarea de la prensión de si mismo, de su <<ahí>> constituye), abarca tanto a la expe-
Tit 3, 9 ss e.p.), sino que dicha ex- exégesis católica mostrar la
compa- J, del ser en general. De aqui que rjencia metafísica, r¡roral y existen-
comunión constituye la base del po- tibilidad de sus resultados con el esta €xistencia representa la propia cial del -)ser y de la ->existencia,
der do atar y desatar (-+atar y des- dogma católico y también, por lo presencialidad del ->ser. Por 1o tan- como también a la experiencia del
atar [potestad de]). menos en principio, con la doctrina to, su análisis tiene que constituir el autotestimonio de Dios en el hecho
En la Iglesia de Jesús se da una oficial no definida do la Iglesia (-+es- punto de partida de toda encuesta cle Ia revelación; suceso en el que
exclusión total sólo por razón de criturística [prueba]). Por ello, la filosófica que pregunte por el senti- se maniflesta a la <<conciencia>> (como
-+herejía o ->cisma, pretendidos con exégesis se convertirácon frecuencia do del ser (->antropología). órgano integrador de todos los cono-
rnala voluntad. Sin embargo, puede er teología bíblica (-+bíblica [teolo- cimientos internos y externos exis-
tener lugar una excomunión (CIC gial), que en eI caso ideal se identi- Existencial sobrcnatural. Este con- tencialmente importantes) el hecho
can.2257) como pena correctiva, en flcará con la teología biblica que la cepto está basado ontológicamente de un autotestimonio divino. Por lo
sus dive¡sos grados: ipso facto o -)dogmática presupone. Los princi- en las siguientes proposiciones: el tanto, la experiencia religiosa inclu-
latoe sententiae, ferendtte sententiae, pios de la exégesis los elabora la hombre, previamente a la justifica- ye, en cuanto tal, incluso la expe-
o bien como vitantlus. En ella incu- -+hermenéutica. La exégesis, en sen- ción por la recepción sacramental o riencia trascendental del hombre, en
rren los que contravienen o faltan tido estricto, tal como ocurre en las extrasacramental de la )gracia, se Xa que éste se ha conocido intuitiva-
a Ia comunidad eclesial gravemente. facultades teológicas, comenta los li- encuentra incluido en la voluntad mente (en una <<experiencia primor-
Po¡ dicha pena quedan excluidos de bros de la Escritura en particular en salvifica unive¡sal de Dios; el hom- dial>>) como tal, como remitido a las
la participación en las autorrealiza- cuanto que investiga críticamente el bre se encuentra ya siempre como co§as y al mundo, como sujeto y prin-
ciones de la Iglesia, como son los texto, aborda el problema del autor redirnido y absolutamente obligado cipio de sus pensamientos y de sus
sacramentos, culto divino, etc. y de las fuentes más antiguas del al fin sobrenatural. Esta <<situación>> actos (por lo menos inicialmente, es
La práctica de la Iglesia estuvo texto y aporta datos históricos, geo- es una determinación ontológico-real decir, en sus rasgos esenciales). La
gravada con frecuencia, en tiempos gráficos y arqueológicos para su acla- del hombre que adviene gratuitamen- experiencia religiosa, como autotes-
anteriores,por los abusos del poder ración, realzando el -+kerygma del te a su naturaleza y, por tanto, es timonio interno de Ia realidad sobre-
político. La importancia de la ex- texto. Todos estos trabajos, como es -+sobrenatural, aunque nunca falta natural (gracia), sólo resulta posible
comunión es minima en eI mundo natural, son indispensables, si se in- de hecho en el orden real. Ello im- para el hombre en unión con una
pluralista de hoy, aunque su núcleo tenta una traducción del texto bíblico plica que un hombre, incluso en la reflexión conceptual objetiva.
permanento es conservado por el sa- a una lengua moderna. recusación de la gracia y en la re- No es adecuadamente posible una
cramento de la penitencia (->peni- probación, no puede encontrarse on- distinción segura entre Ia acción di-
tencia [sacramento de la]) en su sen- Exisferrcia (alemán Dasein), sig- tológica y subjetivamente indiferen- vina crcadora de Ia gracia y su in-
tido primitivo. La palabra anatema nifica en la filosofía escolástica ser te frente a su determinación sobre- terpretación conceptual (en determi-
se ha utilizado frecuentemente, a par- actualmente, ser realmente, en con- natural, nadas circunstancias, falsa). La tras-
tir del sínodo de Elvira, ca. 300, en traposición con el ser puramente pen- cendencia natural hacia Dios propia
los concilios contra proposiciones sado. En virtud de la existencia po- Experiencia. Forma d.' -+conoci- del espiritu y la participación gr3-
antieclesiales, como amenaza con Ia demos encontrar una cosa en el mun- miento, procedente de la recepción tuita en la vida interna de Dios (por
excomunión eclesiástica y el juicio do externo; por razón dc slr rnodo inmediata de una impresión produ- medio de Cristo en el Espíritu Srrn-
de Dios. Desde el concilio Vatica- de ser o JeSencja, esta cosa eS un cida por una realidad (intcrna o ex- to) no se pueden contrast¿lr entrc sí
no I significa que la pro¡rosición con- <<algo» determinado. En el ente fini- terna) que se escapa a nuestro libre de manera refleja; la raz(rn cs qrrc
tradictoria a la anatenratizada es d.f. to contingente hay que distinguir albedrio. Su opuesto es el conoci- Dios y su acción nunc¿l sc puctlcrr
:4)
245 :r1f,
Experieneia

captar aisladamente ni pueden que- permanentemente ofrecida al indivi-


dar deslindados por la reflexión del duo, en orden a su justiflcación por
espíritu creado. Por lo tanto, a pesar n-redio de Ia autocomunicación de
de esta experiencia de la gracia, no Dios en su Hijo hecho hombre, ofre-
se da una seguridad infalible con cida de forma definitiva y captable
respecto al estado personal de gra- en la historia, perrnanece histórica- F
cia propio del justificado (Dz 802 mente presente y perceptible en la
823 ss; -+salvación [certeza de la -+lglesia. Afirma adcmás que, si se
propial). Mas como sea que la gra- busca esa gracia en cuanto percepti- Fariscismo (de fariseos, palabra Fe" En su sentido mfrs general, se
cia de Dios opera esencialmente en ble, sólo se la podrá encontrar en la de origen hebreo : los separados). llama fe a la aceptación libro de las
las <<virtudes divinas» o teologales, Iglesia de Jesucristo y en sus mo- En teología, fariseÍsmo no significa afirmaciones de una persona, con-
que por su parte con mucha proba- mentos (Escritura, sacramento, rea- hipocresia ni dup{icidad de criterios fiando en ella. Con esto queda ya
bilidad han sido obradas sobrenatu- lízación cristiana de la vida para dar morales; signiñca primariamente un dicho que en la fe se trata de una
ralmente por Dios, aunque en cuan- ejemplo), y que, cuando Dios da una partido de judios nacionalistas, xe- relación entre -+personas que nace
to tales son también y precisamente gracia <<fucra>> de Ia lglesia, esl g-ra- nófobos, éticamente rigoristas, fieles y perece con el carácter fidedigno de
actos del honrbre (respuestas), en esas cia tiene una dinámica interna que
((rsspuestas)) y por medio de la ex-
a la ley, que respetaban con rigor la persona a quien se cree. En este
la empuja a encarnarse históricamen- incluso la tradición postbíblica; par- sentido, la fe se diferencia del cono-
periencia de la paz, alegría, segu- te en la lglesia. Las no[nas con res- tido que florecia en tiempo de Jesús cimiento razonado y de la gratuita
ridad, consuelo, iluminación y amor, pecto a la necesidad de pertenecer a y constituía la oposición al ->sadu- paradoja de una confianza ((ciega)).
se manifiestan realidades ve¡dadera- la Iglesia (-)Iglesia [pertenenci;t a Al utilizar este concepto en teología,
ceismo.
mente sobrenaturales. lal) hay que establecerlas conforme C\¿tndo se absolutiza en un siste- hay que tener previamente en cuen-
al citado principio, teniendo en cuen- ma consistente lo negativo de es- ta que a la fe cristiana sólo puede
Extra Ecclesiam nulla salus (latín ta simultáneamente estos dos hechos: te partído, apare@ lo que se llama serle aplicado por analogía. Pues en
: fuera de Ia Iglesia no hay salva- primero, que hay que sosiener la Iariseismo en sentido propio, es de- ésta es Dios mismo el que es creído,
ción). Principio formulado por Orí- voluntad salvífic¿ universal de Dios
genes y S. Cipriano de Cartago y
cir, eI que Jesús combatió y que se a quien se cree y en quien se cree,
(-+salvifica [voluntad de Dios]): y, da en todas las épocas como depra- siempre en el supuesto de que Él
mantenido firmemente en la tradición. segundo, que la doctrina de la lgle- vación de toda religión que se con- mismo so manifiesta (->revelación)
Ese principio no afirma que <<fuera>>
de la Iglesia no se concede gracia
sia defiende con firmeza la posibili- cretiza (con razón) institucionalmen- y de que los testigos señalados por
dad de salvación por medio del te: exteriorización de la religión, Dios son a su vez fidedignos, si,
alguna (Dz t379), sino que Ia gracia
->bautismo de deseo. culto ¿l la letra de la ley sin enten- como es normal, esa revelación el
der su espíritu, prevalencia de la individuo no la recibe directamente.
casuística moral y, ante todo, de esa Todas estas características formales
<<justicia por las en la que el
obras>> convienen tanto al concepto cristiano
hombre cree poder ganarse el favor de fe como al general. La diferencia
de Dios de un modo calculable de fundamental entre ambos reside en
antemano: propiamente, una ((auto- que la manifestación de Dios a la
redención>>. Es decir, con sus pro- persona humana conforme a[ con-
pias obras realizadas autónomamente cepto cristiano de fe no es una sim-
el hombre cree poder convertir a ple información en el ámbito de lo
Dios en deudor, obligado a remune- intelectual, quedando Dios más o me-
rar lo que no fuc su propia gracia. nos al margen como motivo extrín-
Esta actitud degenera luego en so- seco de la fe, sino que la manifesta-
berbia e hipocresía. Jesús rechaza ción divina interpela a todas las di-
radicalmente este fariseísmo. Pablo, mensiones del hombre, las orienta y
antiguo fariseo, pone de relieve teoló- obliga en dirección a Dios (->auto-
gicamente Ia incompatibilidad abso- comunicación, -+gracia); es, en la
luta entre una justicia legalista por las realización plenaria de su esencia,
obras y el cristianismo (Rom, Gal). sencillamente amor. A la vez, Dios
(Cf. Mt 5, 2a; 6, 1-6, 16; 12, l-14); se comunica al manifestarse dc tal
15, 1-20; 23, 13-36; Lc 18, 9-14). manera, que esta disposición o rcl'e-
):.7
249 2.s0
Fe Fe

rencia del hombre hacia El reclama tra como actual y efectiva al expul- construye la teología de la fe a partir -+tradicionalismo (Dz 1622-27 1649-
toda la vida ulterior del hombre, y sar a los -+demonios, curar a los de esa nueva vida (Ioh 3, 16; 5,24; 1652). El concilio Vaticano I deflnió
ese Dios que se revela como amor enfermos y rcsucitar a los muertos). 6, 29. 40. 47; 8, 5l; 11, 25ss; 20, Ia fe de la siguiente manera: <<Puesto
se maniflesta también como meta so- Jesús exige tambión la fe cuando 31, etc.), de manera que también que el hombre todo depende de Dios,
brenatural última, única y absoluta llarna a su scgrrimiento c -)imita- aquí la fe viene a ser una relación su Creador y Señor, y la inteligencia
del hombre, que por sí misma col- ción, diciendo: <<crccd cn el Evan- peculiar tanto con respecto al Dios creada está plenamente subordinada
ma y desborda todas las esperanzas gelio>> (Mc l, 15). que testifica como con respecto a los a la Verdad increada, estamos obli-
de éste. Esta fe se pone de manifiesto en hermanos en la fe (Ioh 13, 34ss; 17, gados a prestar al Dios que revela
üna -->metünoia, que supone un cam- 26t I Ioh 3, 23). De la misma rnanera el homenaje total dcl entendimiento
L L,r En sEcúN LA Escnlrun¿. En bio de mentalidad por parte del hom- que Pablo apela, en favor de su y de la voluntad co¡r la I'c. La Igle-
el ¡\T se concibe ya 1a fe de un bre; 1o que antes parecía imposible, a la t¡adición de la lgle-
<<evangelio>>, sia católica prolesa que csta 1'e, que
rnoCo muy clalo, entre Dios y los ahora se espera de Dios (Mc 9, 2i; sia primitiva, que él mismo ha reci- es el comienzo de la salvaci(rn hu-
padres de la fe (Abraham: Gen 15, 11, 23 ss). La fe de los tiempos pos- bido (1 Cor 11" 23; 15, 3, etc.; la fe mana, es una virtud sobrenatural;
6; éxodo obediente de ios judíos a teriores, que comienzan con la es por la predicación: Rom 10t l7), virtud con la que, inspirados y ayu-
través del mar Rojo: Ex 14, 3l; -+Iglesia primitiva, la confia el mis- así también Juan apela a la trans- dados por la gracia de Dios. crccm(r§
Isaías: Is 8, 17); la palabra que con mo Jesús a la actuación de los tes- misión de la fe por medio de testi- que son verdaderas las cosas que
más frecuencia se usa para expresar tigos, por medio de la fo¡mación de gos (Ioh 5,31-47:' 10, 38, etc.). Dios ha revelado; y creemos no en
esa realidad quiere decir textualmen- un grupo de discípulos suyos; y la viltud de la verdad intrínseca de las
te (<saber
con seguridad)). Conforme conlía a través de la potestad plena III. Slsrprr¡Árrc¡t'tENTE. 1. El ma- cosas, captada por la razón natural,
al AT, fe significa además corres- que les entrega y de su estructura- gisterio eclesiástico se ocupó por pri- sino por la autoridad del mismo Dios
ponder a la fidelidad de la alianza ción como -+Iglesia (-+apóstol, mera vez de la fe (exceptuando su que lo revela y de ese Dios que no
divina con la fidelidad de todo el -+tradición). Por tanto, la fe no es formulación gn les -)simbolos) en puedo ni engañarse ni engañar. Pues,
pueblo y de cada uno en particular sólo confianza (R.om 4, 24 ss) y es- los decretos del concilio de -)Arau- como atestigua el Apóstol, "la fe"
(así sobre todn en los profetas). Par- peÍanza (Gal 5, 5, etc.), sino tam- sica, donde so sostiene, frente al Jse- es la certeza de lo que esperamos y
tiendo de esta base, Ie puede llegar bién obediencia intelectual (Act 6,7; mipelagianismo (de forma semejante prueba segura de 1o que no vemos
a signifrcar bien sea -)obediencia, en Gal 5, 7; Rom 1, 5; 10, 16, etc.) y a la del Indículo de Próspero de (I{ebr 11, 1)>> (Dz 1789). El concilio
concrcto, frente a la voluntad de confesión de la fe (Rom 10, 9 ss); Aquitania frente al ->pelagianismo; desarrolla cada una de estas caracte-
Yahveh revelad¿¡ en la -+ley; bien con la palabra fe también puede dar- más tarde el magisterio hizo suya la rísticas de la fe en particular (Dz
sea -)confesión o testimonio, a sa- se a entender el contenido del men- doctrina del citado autor: Dz 129-141, 1790-1 800).
ber, el testimonio que (-)monoteís- saje evangélico (Gal 3, 2. 5; Rom 12, especialmente L35-141), que el pri-
nro), ya avanzada su historia, habia 6, etc.). Pablo y Juan desarrollan mer impulso hacia la fe y el estar 2. Problemática teológica. a) La
de dar Israel con su perseverancia una teología de la fe especialmente presto al sentimiento son un regalo fe como acto. De la discusión de
frente a puetlos mucho más podero- densa, en el centro mismo de la dg f¿ -)§racia de Dios (Dz 176-181, aquel tiempo se deduce que la Igle-
sos que él que no poclían ser com- teología en general. Pablo conside- sobre todo 178). El concilio de Tren- sia. a partir del Tridentino, siempre
hatidos ni dominados. I-o fundamen- ra la teologia de la fe en conexión con to definió, contra la concepción pro- se ha fijado, cada vez más, en la fe
tal es que el israelita cree por razón Ia forma judÍa de entender la -+ley testante de Ia -)fe fiducial, que la como acto de la inteligencia. Intima-
de las demostraciones del poder divi- como camino de salvación. Frente a fe es algo más que la mera confian- mente ligada cofl esta tendencia, se
no dc las que ha sido testigo, o de esa concepción expone que, como za: es el acto de asentirniento frente fue formando una -)teología fun-
Ias clue fucron testigos s'us padres o claramento muestra el ejemplo de a lo revelado y prornetido por Dios damental que se ocupaba de los pre-
su pueblo. Independientemente del Abraham (Rom 4), el único camino (Dz 798 822). Este aeto es obra de supuestos reales y fácticos de la fe
uso que hizo Jesús de la palabra fe para llegar a la -)jus.ticia exigida la gracia de Dios en nosotros (Dz (->praeambula fidei) que se hicieron
y de la intención prccisa que le ani- por I)ios es la fe que gratuitamente 79'7 813), es el comienzo de la salva- ya temáticos con Alberto Magno,
maba a realizar sus -)milagros en recibimos de É1 y que resulta posible ción para el hombre, fundamento y Tomás y Buenaventura. Por tanto,
cada caso particular, hay que afirmar para todos los homb¡es (Gal 2, 15 ss; raiz de toda -)justificación (Dz 801). so consideran como elementos par-
que JesÍrs exige fe cuando insiste en Rom 3, 2l-31; fi, 3-10, etc.). Esta Sin obras (sin esperanza y sin amor) ticulares de los presupuestos de la fe
que se entiendan los signos del tiem- virtud se considera fo¡mando una es algo muerto (Dz 800). El magis- y del acto de fe los siguientes: el
po de la salvación que con El ha unidad con el ->bautismo y ha de terio defendió en el s. xrx, contra el juicio de sedibilidad de la razón so-
comenzado; signos entre Ios que hay conservar con obras de amor la nue- -)racionalismo, la gratuidad sobre- bre el hecho de Ia revelación; cl jui-
que contar su acción total (la predi- va vida que se da en el bautismo nattrral de la fe (Dz 1618 1621) y la cio de Ia razón sobre e'l dcbcr rlc
cación de la ->basileia, que se mues- (Rom 6; Gal 3, 26ss; 5, 6). Juan racionabilidad de la fe contra el cre€r. o sea un acto de colrocinricrr-
251 252 253 2.s I
Fe !-e

to sobre los praeunbula fidei propia- la fe, según Tomás de Aquino. Los del). En la pregunta acerca de Por pugnada (cf. más adelante). Pero el
mente dichos; el acto libre de la vo- dogmas particulares no son propia- qué se cree en algo, hay que distin- hecho de que el Dios que se revela
luntad, que o impera o no impera el mente objeto de la fe, sino medio, guir entre el motivo de credibilidad pueda presentarse de una manera obs-
asentimiento de la inteligencia (puesto en los que se facilita la misma tota- (las razones por las que el testigo es cura y dubitable tampoco significa
que el motivo de la fe no obliga con lidad en aspectos siempre diversos. suficientemente fldedigno Y Por las que la relación entre el creyente Y
evidencia): por fin, el asentimiento La discriminación en dogmas queda que da testimonio de algo) Y el mo- Dios haya de ser de la misma manera
de 1a ruzó¡ misma, como acto pro- justificada y se hace necesaria al con-
tivo propio de la fe, es decir, la auto- dubitable y contingente: esta rela-
piamente de fe. Frente a esta des- siderar detalladamente la revelación ridad de Dios exclusivamente; del ción implica un decidirse por Dios
,cripción del acto de fe se presentan (rbíblica lcrítica]) y frente a la Dioa veraz y flel que no Puede en- con toda firmeza (es indiferente el
dos problemas teológicos esenciales. impugnación herética de dctermina- gañar a nadie cuando se revela a sí grado do claridad con que El se pre-
El primero pregunta si el conoci- das verdades reveladas. Asi, la teolo- mismo (Dz 1789 2145): cf. +análi. sente), un decidirse por la veracidad
n-riento de los praeambula fidei, de gía católica sostiene que sólo se sis de la fe. del testimonio divino, que no admite
facto y en la existencia humana con- puede y debe creer aquello en que Segrin Ia teología católica, la oo- norma ni dirección alguna distinta
creta, puede ser puramente ((natu- recae con plena garantía Ia autoridad brenaturalidad, racionabilidad y li- do sí misma. Aunque uno conñese
cuando el <<comienzo de la fe>>
ral>>, de Dios, lo revelado (virtual y) for- bertad son caracteristicas esenciales que Dios sólo se presenta obscura-
viene dado por la gracia de Dios in- malmente. Formalmente revelado es del acto de fe. La fe es sobrenatural mente, que no todos los problemas
terno: cf., aserca de esto, -)praeam- 1o que como tal está inmediatamen- porque sólo se hace Posible en vir- pueden siempre armonizarse positi-
bula f tdei. El segundo problema te contenido en la -)revelación di- tud de una ->gracia sobrenatural in- vamente con la fe en Dios, P.ej.,
p¡egunta si la descripción del acto vina originaria, sin que sea necesa- terna. La tradición católica llama a muchos problemas planteados por
de fe como acto del entendimiento rio deducirlo a partir de otras ver- esta gracia <<luz de la fe» (lumen fi' la existencia y la muerte en este mun-
1o explica plenaria y adecuadamente dades. Esto no quiere decir, de todos dei). Con esta luz captamos lo ma- do; aunque reconozcamos las angus-
o sólo hace resaltar uno de sus as- modos, que ha de estar explícita- terialmente revelado en el horizonte tias que nos atormentan realmente
pectos esenciales. Habría que tenerse mente revelado: puede descubrirse de nuestra dinámica sobrenatural (y que no logran disipar el estudio
en cuenta, ante todo, con Tomás de como implícita, pero forrnalmente re- (irreflejamente) consciente hacia la y la oración) sobre si un dogma que
Aquino, la subordinación total y velado a través del desarrollo histó- posesión de Dios por la visión intui- la Iglesia propone como revelado ha
personal del hombre con respecto a rico-espiritual, de suerte que los mo- tiva (-+objeto formal sobrenatural); sido revelado por Dios en realidad;
Dios en el acto de fe, puesto que mentos intrinsecos puedan poners€ y con esa misma luz interpretamos todo esto no son aún <<dudas de fe>>.
dicho acto afecta y compromete a de relieve desde un nuevo punto de los signos de credibilidad, frente a La mayor parte de las veces, las du-
todo el hombre; en una realización vista a partir de un momento ya co- todo fatigado escepticismo, como sig- das contra la fe, corno pecados con-
tan radical y total del hombre (aun- nocido (-+dogmas [evolución de los]). nos de la fidedignidad sob¡enatural tra esta virtud, son actos complejos
que afecte de una manera especial a La Iglesia católica llama fe divina de la revelación divina. La fe es ra- en los que la culpa apunta también
su -)espíritu), no podemos distin- (fides divína) a la fe en 1o formal- cional, como tiene quo Probar la simultáneamente a la ->Iglesia; así,
guir adecuadamente de antemano los mente revelado, en cuanto revelado. -+teotrogía fundamental, porque com- con la actitud apriorísticamente arbi
diversos momentos y elementos del So llama fe divina y calólica (fildes promete al hombre precisamente co- traria de que lo propuesto por la
acto; por otra parte, un análisis a divina et catholica; -)dogma) a la mo -+espíritu, Porque reclama la Iglesia tiene únicamente un <(valor
posteriori depende de la ontologia y [e en Io formalmente revelado, si es realización total del espíritu huma- dudoso», etc. El Vaticano r condenó
psicología del hombre concreto. que esto, además, ha sido propuesto no, porque l¡5 -)Praeatnbula fidei la duda positiva, no meramente me-
Otros temas de la teología del acto expresa y solemnemente por el ma- pueden conocerse con suficiente se- tódica y científica, que G. Hermes
de fe son los siguientes: lo que se gisterio eclesiástico. Está sólo virtual- guridad: y no porque la fe sea un había propuesto como fundamento
'cree (objeto material) y el por qué mente revelado 1o que puede dedu- análisis racional y un penetrar en el necesario de la fe racional.
se cree (+objeto formal, -+motivo). cirse de la revelación únicamente con -+rnisterio absoluto (ct. Dz 1789ss). b) La fe como virtud (+hábito).
Antes de tocla disgregación en ver- ayuda de otras verdades (->deducti- De la fe como acto Personal fluYe su Fe, esperanza y caridad 56¡ -)virtu-
dades particulares, en la radicalidad va [teología]), -+hechos dogmáticos). -tlibertad, quo no es sino la liber- des sobrenaturales infusas en cuanto
misma de Ia fe subyace la entrega La mayor parte de los teólogos lla- tad, liberada por la gracia de Dios' que en la -+gracia santificante (como
del hombre al -)misterio impenetra- man fe eclesiástica (fldes ecclesíct:sti- pafa creer. -)autocomunicación de Dios) o como
ble del Dios que se autocomunica, ca) a la fe en lo virtualmente reve- De aquí se sigue luego que la fe es residuo suyo ordenan hacia el Dios
que se manifiesta como Dios trino y lado, puesto que se cree inmediata- cierta y segura (1 Ioh 5, 9; Rom 4' trino de la vida eterna la totalitlad
hecho hombre, que por su )gracia Írente por razén de la autoridad del 16-22). Esto no quiere decir que la de la esencia espiritu-p€rsonal dr:l
implanta o pone al creyente en la magisterio de la -+Iglesia (cf. tam- fe no pueda ponerse en duda Psico- hombre desde su fundamento misn¡,r.
->visión de Dios, cuyo principio es bién -+doctrina católica [verdades lógicamente o que no Pueda ser im- y ditn ori-
Virtudes que posibilitan

255 256 257 25S

f{ah-Vorg. 9
Fe Filosofia y teologia

gen a los actos elevados también por en las verdades universales de Ia re- pura gracia de Dios; pero en cuanto dar, llamamos Padre, y con razón, al
1a gracia (cf. Dz 838 1789). velación; su fuerza justificadora, en tal gracia, no
puede tampoco ser misterio absoluto, al abismo, al jui-
c) Cf., además, -+justiflcación y, sí misma. La dife¡encia con la teo- anulada por el hombre (Rom 11, 29; cio implacable.
sobre la aceptación por la fe del ría católica de la justificación bien 2 Tim 2, l3).
Dios hecho hombre, -+Jesucristo. entendida es casi únicamente termino- Filioque (latín : y del hijo). Adi-
d) Puesto que la gracia que da lógica, si por ambas partes puede Filiación divina¡ Como el de ción hecha por primera vez al credo
origen a la fe y nos la proporciona verse hoy día que gracia y libertad -)imagen y seinejanza de Dios, el niceno-constantinopolitar-ro, a f,nes del
capaafa al hombre para aceptar con- son dos dimensionel que crecen en concepto de filiación divina está to- s. vII, por la Iglesia latina. Afirma
naturalmente lo creído (: la pe¡so- ¡elación directa y no inversa: si se rnado sólo de la revelación para de- que el Espíritu Santo procede del Pa-
na en quien cree), el creyente puede ve también que Ia fe que justiñca finir la relación entre Dios y el hom- dre «y del Hijo>> como de un prin-
enriquecer o aumentar sus conoci- es realmente la sólida esperanza de bre. Según el AT, Israel, como tota- cipio hnico (-+Trinidad). Esta adi-
mientos particulares más allá de los la salvación individual, y que la fe lidad, es el hijo de Dios. Más tarde ción no se impuso en todas partes
contenidos de la fe; conocimientos que ha llegado a su plenitud esen- se da este nombre a los individuos con Ia misma rapidez; en Roma sólo
que no estriban tanto en un proceso cial absoluta no es sino la auto- piadosos, hasta que finalmente se 1o hizo hacia el año 1000. Tropieza
analítico-lógico, cuanto en una cap- entrega total a Dios de ese amor indica que todos los hombres son con la resistencia de la Iglesia griega
tación del género <<instintivo>>. Lo que hace a la fe justificadora. hijos de Dios (Is 43, 6; cf. también y constituye desde el año 867 el pun-
mismo puede decirse también de la Mt 8, 11 s) y que la filiación divina to central de Ios ataques cont¡a tra
Iglesia en general, en cuanto que en Fid,eismo. Doctrina surgida en Pa- es un don de los tiempos salvíflcos Iglesia latina. Ahn hoy lo consideran
ella toma cuerpo una especie de <<sen- ris (facultad teológica reformada), escatológicos (Mal 3, l; Mt 5, 9). Ios griegos como raz6n del cisma, a
tido do totalidad>>, la inteligencia de hacia fines del siglo pa.sado, segfin la Quien desarrolla la teología de Ia pesar del acuerdo completo a que
la fe (J. A. Móhler), el sentido o con- cual los conceptos y dogmas de fe ñliación divina es san Pablo, según ambas partes llegaron tanto sobre la
ciencia de la fe. Esta conciencia de sólo son símbolos de una fe que ha el cual está destinada fundamental- cuestión de contenido como sr¡bre
Ia fe. ya atestiguada en la Escritura, sido ya conseguida previamente a mente a todos (Gal 3, 26 ss). Aunque Ia introducción deL Filioque en el
toma, sin duda alguna, mucha par- toda conceptu all'zaci.ó¡ e independien- sólo Jesucristo es hijo de Dios natu- cledo en el concilio de -+Floren-
te en la evolución de los dogmas temente de la seguridad histórica y ral (Rom 8, 29), nosotros quedamos cia (1439).
(->dogmas [evolución de los]), espe- de la teologia. Según el fideísmo, en El (nuestro hermano; Hebr 2, 1l s)
cialmente en los últimos tiempos. El sólo es salvíñco el convencimiento liberados de la esclavitud do la ley Filosofia y teologia. El problema
magisterio interpreta auténticamente; y entrcga del corazón, y no el co- y adoptados como hijos (Gal 4, 5). fundamental de las relaciones entre
con todo, esta conciencia sigue exis- nocimiento racional y seguro de la En virtud del -)Pneuma, queda- filosofía y teología podría formular-
tiendo en la fe de la Iglesia total, fe. Cf. también -+tradicionalismo. mos tan conformados con Cristo, que se de la manera siguiente: si llama-
está viva y puede madurar y crccer en E,l nos es lícito llamar <<Padre>> mos fundamentales a las ciencias que
cn el conocimiento de lo auténtica- Fidelirlad de Dios (l Cor l, 9; 10, a Dios (Gal 4, 6). San Juan, ante explican Ia existencia en sí misma y
mente interpretado. En la medida en 13; I Thes 5, 24) designa la lealtad todo, es el que habla de esta filiación en su totalidad, por medio de ia re-
que esta conciencia es <<estadística- de Dios en lo tocante a sus prome- gratuita, que nos vieno dada con el flexión científlca y sistemática, ¿pue-
mente)) fijable, se habla de Ltrl -->cotx- sas. La fidelidad de Dios da al hom- nuevo nacimiento por el agua y el den la teología y la filosofia serlo
.scrr.rrrs (de los creyentes). bre la conciencia de que su vida tie- Espiritu (Ioh 3, 5), se basa en una ambas, de manera que el hombre
ne una meta, un sentido y una co- nueva generación (l Ioh 2, 29 e.p.) no pueda renunciar ni a la una ni a
F'e fiducial. Designación del con- nexión interna. La da a ese hombre y se manifiesta según é1, lo mismo la otra sin incurrir en desconocimien-
cepkr de [e propuesto por los refor- que ni puede planear totalmente su que seghn san Pablo, en el amor a to de la esencia de una o de otra?
madorcs protestantes. Según ese con- vida ni puede alcanzar con su vista 1os hermanos (1 Ioh 4, 7 e.p.). La (Es decir, si el hombre no se encuen-
cepto, la -+fe que justifica se identi- Ios últimos linderos de ella; y se la teologia dogmática utiliza el concep- tra en la alternativa de ser o filósofo
fica con la «fuerte y sólida confianza da en medio de la apa.rente discon- to de filiación divina para describir o teólogo.)
del corazón>> en el perdón divino tinuidad de los azares de su vida. los efectos formales dg l¿ ->§ra- Para mayor claridad de la cues-
en Cristo. a pesrr de la permanencia Le da esa conciencia, aun cuando cia santiflcante. Con todo, deberia tión, hay que indicar que la teologia
clel estado de ¡rccado cn el hombre. el sentido último de Ia promesa de tratarse ahí con mayor claridad y católica es,tablece una diferencia esen-
Con respecto a la [c fiducial se real- Dios sóIo se revela en el curso de Ia afrontarso más auténticamente la cial entre -)naturaleza y gracia, y,
za su caráctcr pasivo, en contraste historia de la salvación de la huma- intimidad confiada que pertenece por consiguiente, entre conocimicnt<r
con el asentimicnto litrre; su refe- nidad y del individuo; y aun cuando esencialmente al concepto neotesta- natural de Dios (->cognoscibilidad
rencia a tra saivación individual en el redentor abrazo que incluye hasta mentario de filiación divina. Con el de Dios) y -+revelación. Asi, llr tct>
cuanto tal, frente a la fe dogmática la culpa del hombre, sigue siendo coraje inaudito que sólo Dios puede logía de por sí no sólo tolcra la filt¡

259 260 261 261

*
Filtx;ofia y teología
i'i¡¡
sofía. sino que la exige. Por lo
tan- lidad; si incluso la filosofía más tras- veces. Esto sería ya una cuestión de manera que reclame la prerrogativa
to, no edifica la fe y la revelación cendentalmente planteada tiene que terminología, y una cuestión también de ser Ia única que aclara y domina
sobre el naufragio absoluto del hom- dirigir su mirada a la histo¡ia, enton-
bre ¡acional (como pecador), Ade- del análisis correcto de la explica- el sentido de Ia existencia conc¡eta
ces la filosofía no puede pasar por ción una y total de la existencia, en del hombre. La filoso[ia, si se entien-
más, la historia muestra que la -)teo- alto el fenómeno de la religión. Esto el que se mostraría una vez más que de bien a sí misma y entiende bien
logia siempre ha pensado corr me- es claro, puesto que la religión, in- todo ello no es sino la unidad de su libertad (liberada por la misterio-
dios filosóficos, y que, en contra del cluso donde se predica el ->ateísmo razón y revelación, filosofia y teolo- sa gracia de Dios), es aquella prime-
->modernismo y de toda -+religión como el verdadero sentido de la exis- gía nunca materialmente dominable
de sentimiento, la teología católica ra explicación refleja de la existen-
tencia, y con ello como <<religión>», de manera plena por la reflexión. cia que da al hombre valor para to-
maniiene flrmemente la legitimidad siempre pertenece en todo tiempo y Pero supongamos que la ñloso{ía, mar en serio la historia y lo concreto.
del siguiente hecho histórico: la re- lugar a las estructuras fundamentales de acuerdo con toda su tradición, se Entonces Ie libera también en orden
velación y la gracia tienen de ante- de la existencia humana. Una filoso- considera como ciensia trascendental. a la posibilidad de encontlar al Dios
mano como dostinata¡io al hombre fía que no fuera a la vez <dlosofia
entero, es decir, también como ra-
Entonces habrá que decir lo siguien- vivo en Ia histo¡ia concreta. a ese
de la religión)) y <(teología natural» te: Semejante ciencia nunca capta Dios que se ha automediado al hom-
cional; y esta exigencia no es algo en alguna manera, tendria que ser materialmente de manera total la bre por medio de la encarnación.
secundario dentro de la esencia de una filosofia mal entendida, puesto
la religión. El cristiano creyente, quo no veria su propio objeto. Un
concretez de la existencia, aunque lo b) Es verdad que la revelación
como tal, vive de antemano la con-
concreto mismo se capta como fun- concreta y, por consiguiente, tam-
ateísmo despreocupado, que proceda damentando a la existencia y no bién la Iglesia y su magisterio ele-
vicción de que el espíritu, la natura- como si no existiera el problema re-
leza y la historia son creación, reve-
como un resto indiferente. La histo- van, por necesidad esencial, la pre-
ligioso, o no sabe qué es lo que nos- ricidad es menos que Ia historia real; tensión de representar en cierto sen-
lación y propiedad de Dios; del Dios otros pensamos con la palabra Dios,
que, en cuanto verdad única, es fuen-
el amor concreto más (y no menos) tido la totalidad de la ¡ealidad en
o es una técnica, fácil de desenmas- que la subjetividad formal analizada, cuanto principio supremo y salvación
te de toda realidad y verdad. y que carar, de la huida ante Dios; es sen- es decir, que el poder y deber amar';
también ha obrado la revelación oral
del todo. De aquí que el cristiano,
cillamente una pose. la angustia experimentada es más, y a partir de la unidad do su existen-
histórica, consumando y elevando A este respecto, son decisivas las Do menos, que el concepto de esa si cia y en cuanto que es ya un cre-
a su creación. ideas que exponemos a continuación. tuación fundamental del hombre. yente y ha realizado ya esta unidad
Por tanto, para el cristiano, Io que a) Si la ñlosofía quiere ser una Pero si esta afirmación, como auto- y jerarquización de la fe, no pueda
se encuentra <<fuera>> de un determi- reflexión sistemática, trascendental, limitación de la filosofia, pertenece considerar la doctrina de la Iglesia
nado y limitado ámbito de la rea- no quiere ni puede reclamar de por
lidad mundana (o sea, aqui la reve- si ser la explicación concreta, salva-
a sus proposiciones fundamentales, como absolutamente indiferente e in-
precisamente en cuanto que la filo- competente en cuanto a él como filó-
lación histórica, la Iglesia y Ia teo- dora y adecuada de Ia existencia,
logia) no por ello, ni mucho menos,
sofía es una ciencia fundamental, sofo y en cuanto a su filosofía. Esa
sustituyendo así a la religión en <<primero>, es decir, que no se basa doctrina es para su filosofia en cuan-
se halla fuera del ámbito de su Dios. cuanto concreta e histórica, y, pot en ninguna otra ciencia que le sea to tal no una fuente objetiva de ma-
Por consiguiente, el cristiano no ne- consiguiente, también a su teología. previa (aunque sí le anteceda la rea-
cesita absolutizar su teología en per- teriales, pero sí al menos una (<norma
Si la filosofía pretende ser algo más lidad consumada, superior), entonces negativa>>. Pero esto no significa que,
juicio de la filosofía. Si lo hiciera, que una reflexión (<<mediacióo>) tras-
confundiria esa teologia con el Dios
la filosofía, como ciencia de la tras- en la pluralidad de filosofía y teo-
cendental semejante; si, con otras cendencia del espíritu, remite a Dios logía requerida por la teología mis-
de ella. Precisamente el cristiano sabe palabras, pretende ser la mayéutica
como misterio absoluto «en persona)), ma, haya de ser siempre perceptible
muy bien que en el mundo hay un concreta de la misma existencia con- constituye al hombre corno posible para el filósofo o teólogo una sí[te-
-»pluralismo cuya unidad nadie pue- creta, que la reflexión no puede cap- (<oyente de la palabra>> de este Dios
de controlar total y sis positiva (conocida para Ia histori-
adecuadamente tar nunca de manera adecuada, aun- vivo (tal yez, ya bajo el influjo del cidad del hombre). La filtima unidad
fuera de Dios. quo ineludible y obligatoria en cuan-
Ni siquiera la Iglesia y su teolo-
-+existencial sobrenatural) en su de su destino filosófico y teológico
to tal; si con ello pretende ser una antropología y en su lilosofía de la puede y tiene que dejarla el hom-
gía pueden hacerlo, sin que esto im- mayéutica de la religión concreta, en
plique, claro está, que pueda darse religión. Entonces, como mera reflexi- bre en manos del Dios de la filoso-
ese caso, Ia filosofía seria la unidad
una doble verdad. Si Ia filosofía debe plural de teología y filosofía, de
vidad e inconsumable mediación, re- fia y de la teología. quc siempre es
ser el dominio pleno del entendi- mite al hombre, mediado histórica- mayor que una y otra.
autocomprensión apriorística y reve-
miento sobre la existencia humana mente. a la historia misma para su
lación, bajo el nombre de filosofía; o
concreta en toda su amplitud y pro- seria teología falsa, es decir, teología
realización existencial. Fin designa el <<hacia dónde» a'l

fundidad, tal como se da en la rea- Por 1o tanto, la filosofia, de suyo, que apunta la orientación de la es-
secularizada la mayor parte de las
no es ciencia fundamental de tal tructura de un ente o de una acción.
263
264 255 l6a)
Fuluro
Fin
tercefa de las virtudes cardinales' En vida, y, Por lo tanto, es incaPaz de
A esto llamamos fln objetivo. Tam- tificado a Ia -)visión de Dios intui- tener o de dar vida.
bién puede designar la intención de tiva, tras su muerte, y el primado virtud de ella, el hombre se mantiene
un agente, y entonces recibe el nom- del -+papa \Dz 691-694). El decreto firme balo la prepotencia y carácter
trágico de este mundo Y supera en Futuro del hombre, en sentido teo-
bre de fin subjetivo. El fln forma dirigido a los
armenios trata deta- lóeico. no es sól,r lo que todavía
parte de los datos originarios de Ia lladamente dc los siete sacramentos -+éspcranza el temor, sobre todo la
->angustia de la muerte' Coordina- esiá oendiente de realización, pelo
experiencia de un ente deveniente y (Dz 695-702). El decreto dirigido a oue iendrá [ugrr lácticamcnte más
los jacobitas trata la doctrina trini- da con la -+Prudencia, la fofialeza
ordenado en ese devenir; ente que
no ha de ser una temeridad carento iarde, sino que es adcmlts lo que Ya
<<desde dentro)), a pesar de las diver- taria, cristología, antigua ley, bautis- vieno dado al hombre con su -+esen-
y en las más do sentido.
sas condiciones diversas mo de los niños, bondad de todo lo
En Ia doctrina tradicional se con- cia y con su -)existcncial sobrena-
condiciones, pretende alcanzar una creado y pertenencia a la Iglesia (Dz turai en el -rpunto de Partida; dado
cosa determinada (finalidad). Cuando funde frecuentementg la fortaleza con
743-714).
la indiferencia estoica (apatía)' va ahi como -)meta (--;tcrminación)
el fln está situado dentro de la enti- propuesta a[ hombre como Posibi-
dad ordenada <<finalisticamente>), es Forma; Lo que imprime a una ma-
Fn¡to. En analogia con §u signifi- iiOua y obligación, en orden a 1¿r
decir, cuando dicha entidad tiende a teria o contenido una manera de ser
cado biológico, fruto, en sentido bi- cual Puede Y ha de moverse el hom-
su propia consumación y la entiende determinada. En la metafisica aris- bre, para alcanzarla como obra suYa
corno buena. sin que ésta sirva como totélico-tomista, forma no dice ser, blico-teológico, es el producto do la
<<siembra áe la salvacióD) realizada
v a li vez como algo dado Por Dios
medio meramente extrinseco de otra sino principio de ser, principio esen-
Dor Dios (Mt 13, 8l Gal 5, 22)' En án *u gracia libre. Este luturo rilti-
entidad, tenemos lo que llamamos cial que determina la manera de ser mo y autÓntico, Posibilitado Por la
Por medio del fin y de un ente. En este sentido, forma cuanto producto do la siembra, sigue
<<sentido>>. del
siendo óbra de Dios como la siem- voluntad salvífica de Dios (-+salvi-
sentido se encuentran todas las enti- es un concepto correlativo al de frca [voluntad de Dios]), <<ha comen-
dades en un orden y unidad verda- bra misma. Sin embargo, en cuanto
->materia, pues existe finicamente que Dios ha sembrado en Ia vitali- zadi ya>>, en cuanto que el futuro
deros, se remiten recíprocamente y detelminándola y realizándola, Dios, deñnitivo'del mundo emPezó en la
dad libre del esPíritu humano' es a
se aclaran entre sí. La persona espi- en el que no hay diferenciación en- -+resurrección de Cristo y en cuan-
la vez fruto de los hombres, Por me'
ritual se encuentra consigo en el co- tre forma y materia que hay que in-
dio de la gracia. Pero el hombre to oue esa resurrección. como -+te-
nocimiento y el amor, descansa en formar y que nunca lo llega a ser denóión universal en virtud del prin-
su sentido; y precisamente así, por totalmente, puede considerarse como puede neutralizar la fertilidad que-
rida y obrada Por Dios; Puede Pro- du solidaridad (--+solidaridad
medio de la trascendencia libre y forma <<pura>. De aqui que el ->es- "ioio
lprincipio del), es el propio
punto de
consumada en la gracia y en la glo- píritu, incluso en cuanto <<ser conii- ducir <<frutos malos» (Mt 7, 17 ss)'
en virtud de su libertad, cuando ésta
partida (¡más que una mera Prome-
ria. está totalmente con Dios; con go mismo>> creado, Iibre e inmaterial, sa!) de nuestro propio futuro' En la
ese Dios que es la uni ad originaria es forma y puede llamarse también se cierra ante Dios. Y entonces el
paíencia de te del hombre ante el
fruto do esa manera originado Puede
y presupuesta de todas las relaciones forma formarum, pot analogía al llamarse con verdad <<fruto do peca- iuturo, éste, en apariencia todavia
de ñn y sentido de todas las realida- puro espiritu de Dios, puesto que pendiente, devieno la piedra angular
des; y de esa manera la persona es- do>>, <druto de muerte», Ya que ha
de alguna manera el espiritu creado
sido producido fuera de la fecun- I partir de la c-¡ral se interpreta el
piritual es pa¡a la ->gloria de Dios. abarca a todo ser. En la teología sa- paiado y se constituye el presente'
-+Meta, -)terminación. cramentaria se entiendo por forma la didad de Dios. {rnica dispensadora de
palabra quo, sellando y llenándola de
Florencia. El decimoséptimo con- sentido, <<inform»> la materia deter-
cilio ecuménico (-)Basilea) fue tras- minada, constituyendo así por pri-
ladado a Ferrara por Eugenio Iv en rnera yez el signo sacramental. Por
1437. Trasladado nuevamente a Flo- ((materiD), en este caso, so entiende
rencia, so efectuó la unión (efímera) la acción del ministro del sacramento
entre los calólicos y los griegos (6-7- y las <<materias>> utilizadas en dicha
1439), armenios (22-11-1439) y coptos acción, aunque incluyendo también,
(4-2-1442). Tras un último t¡aslado como ocurre en el bautismo, la dis-
a Roma en 1443. se llevó a cabo la posr'ción «perceptible» que ha de
unión con los sirios QA-9-1444), al- aportar eventualmente el que recibe
gunos caldeos y chipriotas maronitas ese sacramento.
(7-8-1445). La definición del concilio
incluye el ->Filioquc, la admisión Fortaleza. Segfrn la doctrina to-
inmediata o cuasiinmediata del jus- mista de las virtudes, fortaleza es la
)10
269
267 268
Gnrx;is

bros procedentes de ámbitos de cul- nrismo posee (-'>doxa) como gloria


tura tan antiguos y de mentalidades interna suya.
tan distantes de la nuestra, con fre-
cuencia no puede determinarse fá- Gnosis (griego : conocimiento). a)
En un sentido auténticamente
C cilmente en toda su precisión con una
simple lectura. Con ello se hace ma- tiano, gnosis signif,ca aquel conoci-
cris-

nifiesto también el auténtico carác- miento carismático implicado en Ia


ter de autor del escritor bíblico, junto -->agape, como momento de la fe,
Gcneracionismo. Doctrina según ciones), sentencias e himnos. En el
la cual los padres engendran el cuer- a la -)inspiración divina de la -+Sa- no como su supcración, que Pablo
NT, los géneros literarios desernpe- grada Escritura. atribuye a todo homb¡e <<espiritual>>
po y el alma del hijo a base de un ñan un papel especialmente importan-
elemento <<inanimado».
per.fecto,al que está en e\ -)pneuma;
La defendie- te en las epístolas (en cuanto que, Gloria de Dios. En la Escritura se aquel conocimiento en que el hom-
ron algunos teólogos de la antigüe- p.ej., pueden integrarse en ellas ser-
dad, y los seguidores del ->traducia- considera como gloria de Dios el bre <<capta>> en último término, cre-
monqs o himnos). El estudio espe- reconocimiento de la -->doxa de yendo siempre más y más, el amor
nismo. La idea de que el ->alma del cial de los evangelios atendiendo a
hombre la producen los padres, fue Dios, tal como se muestra en sus di- inconcebible de Dios, que se revela
las partes de la tradición, historia de versas (auto-)revelaciones. A esto res- en la cruz de Cristo, conocimient<>
condenada por el magisterio (Dz la redacción, etc., incumbe al méto-
l7O 533 1910); la doctrina de la Igle- ponden las numerosas doxologías que se deja aprehender siempre con
do de la historia de la forma. El sen- (lórmulas dc acatamiento, que tenían mayor f.ueÍza por dicho amor como
sia es más bien el -)creacionismo tido de esta distribución de los lit¡ros
(Dz 2327). Por más que el genera- ya un lugar muy señalado en la por 10 más propio y definitivo de
de la Sagrada Escritura consiste en -+liturgia de la comunidad primiti- sí mismo. Tal crecimiento designa 1a
cionisrno ha sido desechado tanto determinar el trasfondo concreto de
por la teologia como por las va). En dogmática, la gloria de Dios comprensión aunante de la totalidad
cien- dondo proceden tanto el fragmento se considera a la vez corno Per,fec- de la revelación en cuanto tal y de
cias naturales, todavía quedan sin particular como la composición total,
rcsolver algunos de los problemas ción ontológica de Dios (-+santidad su referencia cada vez más personal
el llamado Sitz im Leben («siuncíón de Dios), perfección que se conoce y a la propia existencia. Ese conoci-
planteados por é1. Así, p.ej., la gene- istórico-vital»).
ración no tiene lugar a parti.r de un
h
reconoce (gloria en sentido analó- miento teológico, por su misma na-
Se puede determinar, con más exac- gico), y también como confesión turaleza, está orientado ¿ l¿ --)con-
elemento inanimado. sino a partir de titud do la lograda hasta ahora, si los
otro viviente. La ontogénesis (alabanza, encarecimiento, glorifica- templación. tendrÍa que estar sustenta-
(des- Iibros de Ia Escritura, y cuáles. han
arrollo del ser vivo a partir ción) de esta perfección, como re- do por la -+sabiduría del ->Espíritr"r
del ger- do considerarse como históricos: en
men) es un hecho científlcamente es- conocimiento que trasciende a todo Santo, tendría que convertirse en
qué sentido puede hablarse en el lo demás. La gloria de Dios inte¡na (<teología carismática)), (€rrodillada»,
tablecido, sin que la teología haya antiguo oriente y en sus diversas
llegado aún a una idea plenamente es a la vez la autoposesión cognos- crecer en la liturgia a base de Ia
satisfactoria de la acción creativa
épocas do escritos históricos; qué es citiva y amorosa de Dios (gloria de realización de lo creído, y debería
revestimiento literario (eventualmen- Dios formal). La externa (formal) acontecer en una <<connaturalidad>>
de Dios en orden a la producción de te, interpretación teológica) y
cada alma particular o sobre Ia uni-
qué es el conocimiento y reconocimiento personal con el misterio de fe (Dz
proposición hay que mantener como por parte de la criatura. La interna *2$ y en el amor. Toda teologia
dad de acción de los padres y de propiamente histórica. La ciencia
Dios en la generación humana. Cf. (materialy formal) se identifica con necesita una gnosis así.
bíblica católica se vio alentada. des- la comunicable (por medio de la ó) En sentido no oftodoxo, gnosis
--+hombre (crcación del_¡. de Pío xrr, a investigar con ernpeño creación y de la gracia) plenitud de designa también una impugnación del
tales géneros literarios, cuya existen- ser de Dios mismo, la cual, por su cristianismo, llegada a
veces hasta
Géneros litcrarios. Concepto de la cia supone frecuentemente el rnagis-
-Jexégesis y de Ia -)hermenéutica parte, constituye el <<sentido> del acto la escisión herética, que aparece una
terio. A ese respecto se habla incluso creativo divino. La externa (material y otra vez en el cu¡so de ta historia.
que designa las formas literarias o de la posibilidad de que los escrito-
particularidades estilísticas de los Ii- y formal) es, por tanto, la perfección y la actitud fundamental que ella
res biblicos hubieran utilizado esos ontológica a la que como participa- supone. Todos los fenómenos gnósti-
bros de Ia Sagrada Escritura. Como géneros literarios de una manera no
tod¿r literatura, puedcn dividirse ru- ción de la plenitud ontológica de cos suelen uniflcarse bajo el nombre
refleja (Dz 2294 Z3OZ). Con Ia deter- Dios está, por su parte, ordenada común de <<gnosticismo>>, que los re-
dimentariamente en pocsia y p¡osa. minación exacta de esos géneros, el
Más exactamente, Ia investigación 1a creación. Además, en virtud de la sume a base de ciertas ideas que son
sentido de una proposición no hn de -+autocomunicación de Dios gratuita comrlnes a toda gnosis. Entre dichas
veterotestamentaria propone como quedar debilitado, sino al contrario,
géneros principales, pros¿ (q¡s i¡- en Cristo, el reconocimiento intelec- ideas, las principales son las qt¡o
precisado con mayor exactitud; pues_ a continuación. I-a
cluye sermones, oraciones y narra- tual de Dios por parte de Ia criatr.rra exponemos rcct¡-
to que tal sentido, contenido en li- vicne soportado por Io que Dios sación del presente siempre concrc-
:71
?_1',,
Gnosis Gracia

to, una <<huida» a la esfera divina a 160), que propuso un mito dualístico de tal manera que en la gnosis viene fico cualesquiera, o [e dona una
la que se asciende por medio de1 de la redención. Marción, excomulga- dado absolutamente todo, tanto ob- prosencia salvíf,ca cualquiera, tal
conocimiento filosófico y la ascesis do el 144 en Roma, que rechazó to- jetiva como subjetivamente. La gnosis como la que ontológicamente se co-
(y que es descrita a base de especu- talmente el «Dios de los judíos>> piensa con ello que el hombre, a fin alirma de modo necesario en el con-
laciones espiritistas y angélicas); (todo el AT) y propuso un canon de cuentas, encuentra en si mismo cepto de una relación entre el Creador
un -rdualismo absoluto o relativo constituido por Lc y diez epistolas la unidad absoluta y envolvento de y la criatura todavia inocente. Dios
(limitado por el fin del mundo) y una de Pablo despuós de haberlas lim- toda Ia realidad. Asi Pues, el hom- brinda y dona al hombre mucho más.
recusación de las normas legales piado de los elementos <<judíos>>, no bre no acepta que s¡ 5u -)Pluralis- Le hace partícipe de la misma natu-
(antinomismo). Tal gnosis existía ya es propiamente gnóstico, aunque si lo mo crracterístico de criatura está raleza divina, coheredero con el Hijo
en el ámbito judío del NT, p.ej., en contra esta gnosis
sean sr¡s seguidores. remitido a la unidad Permanente por antonoma§ia, destinatario de la
Ia hermandad de Qumrán, en los se desarrollaron la evolución inicial de Dios que le trasciende, Y que, visión de Dios inmediata, Y, Por lo
grupos a los que Pablo combate en de los dogmas (-+dogmas [evolución por tanto, su existencia §e opone tanto, de la misma vida de Dios (en
la epístola a los Colosenses (a causa de losl) de la Iglesia, una grandiosa a la concentración en el mero cono- la -->doxa).
de la debilitación de la posición de literatura eclesiástica (Justino. Ireneo, cimiento.
Cristo) y en las epístolas pastorales Tertuliano, Hipólito) y los esfuerzos Conforme a la gnosis, el conoci- 2. Esta gracia es en sí un regalo
(mitos, aversión al matrimonio). Tam- teológicos por estruclurar cristiana- miento llega a un sistema «cerrado)), indebido al hombre' Indebido no
bién contra ellos va dirigido el Apoc. mente los conocimientos más pro- que es una reproducción del curso meramente en cuanto que es Pecador,
A este propósito, no hay que pasar fundos y definitivos de los gnósticos mundano que acontece con necesi- es decir, en cuanto que el hombre
por alto que el NT, precisamente (-->Alejandría [escuela teológica de]). dad lógica o física. Por consiguiente, se cierra a este autoofrecimiento de
para combatir radicalmente semejan- La contraofensiva de la Iglesia queda no reconoc€ libertad real y personal Dios y a la voluntad divina expresada
te gnosis, se sirve parcialmente de su concentrada en la afirmación radical alguna, ni tampoco -+histo¡icidad o en la realidad humana total, sino ya
terminología (-+desmitologización). do la auténtica humanidad de Cristo irrepetibilidad alguna; tampoco cuen- con anterioridad al pecado (-+estado
En el NT es radicalmente antignós- y, por 1o tanto, de la dignidad de ta con el ->misterio subyacente en original). A fin de que esta -»auto-
tica la insistencia en que la consu- la carne (->resurrección de la carne); el fondo de la existencia concreta, comunicación de Dios no venga a
mación del mundo y del individuo algunas ideas gnósticas resurgierorr como incomprensibilidad permanente desvalorarse, por razón de su acepta-
son exclusivamente cosas del mismo en la edad media y vuelven a cobrar de Dios, aunque <<venida a cercania>>: ción por Parte del hombre finito
Dios que, también de manera exclu- vida una y otra vez et la edad por el contrario, la considera desve- (según la esencia Y medida de Ia
siva, da la -)salvación. Igualmente moderna (teosofía, antroposofía, rosa- lada y conquistada. criatura flnita) conürtiéndose en un
antignóstico es eso cargar el acento crucianos, etc.). acontecimiento que no sale del ám-
en la existencia corpóreo-carnal del La frontera teológica con respecto Gracia (griego : kharis,lat. - gra- bito de lo meramente finito, Para
Logos de Dios hecho verdaderamente a la gnosis hay que establecerla ante ria). Esta palabra signifrca en teologia que no se destruYa así la autocomu-
hombre, en el escándalo de la cruz, todo por razón dc las siguientes ca- el favor personal y absolutamente nicación de Dios en cuanto tal, in-
la gratuidad y unicidad de la reden- racterísticas: gnosis es un conoci- indebido de Dios que se abaja hacia cluso la aceptación de la gracia tiene
ción, etc. Desdo comienzos del s. rr, miento que no procede de una auto- el hombre. Sin embargo, gracia sig- que estar §ustentada Y llevada Por
una gnosis venida del oriente, que in- manilestación personal, gratuita de nifica tambÉn el efecto de ese favor Dios mismo, no menos que el don
jerta en su sislema piezas cristia- Dios, sino de la esencia del hombre en el que Dios mismo se comunica mismo. La autocomunicación obra,
nas, se convierte en eI adversario mírs por descubrir. Por tanto, en hltimo al homb¡e. en cuanto tal, su acePtación. La Po-
peligroso e importante de la -tlglesia término <<engreimiento)) gnóstico y tencia actualy la última determina-
primitiva, al venir soportado por una no un escuchar obediente la palabra l. Todocreyente cristiano tiene ción al acto de aceptación son asi-
auténtica experiencia religiosa. Tam- de Dios, o sea fe. El <<redentoo> de que conrprenderse a sí mismo. en su mismo gracia totalmente indebida.
bién son importantes y se hicieron la gnosis ayuda al hombre exclusi- criatureidad y a pesar de ella, y aun-
notar históricamente de manera cs- vamente a penetrar en su esencia qlre se r€conozca pecador de Por sí 3. Esta libre autocomunicación de
pecial: un grupo gnóstico precoz oculta, soterrada; no lleva a cabo y por su origen (-+pecado original), Dios en *gJesucristo y en su Espíritu
hacia el 120 d.c., en Antioquía, que ni actualiza como hombre auténtico, como el llamado históricamente por tiene que ser aceptada por la criatura
defendía el ->docetismo y una re- dentro de la historia concreta, la Dios 1' por la palabra eficaz de su espiritual en una asociación dialogal
presión sexual absoluta; los partida- salvación quo proporciona. El cono- absoluta y libre automanifestación, igualmente libre; lo cual §upone una
rios de Basílides (l2O-145), en Ale- cimiento en cuanto tal es ya, senci- a la vida más íntima de Dios. Lo constitución permanente del hombre,
jandria, con su exégesis gnóstica del llamente por sí mismo, redentor. La decisivo de esta afirmación consiste establecida libremente por Dios, que
evangelio y poesia hímnica; Ios se- caridad y el acto moral es, todo lo en que Dios no brinda al hombre en primer lugar, precede a la autoco-
guiclores de Yalcnlín, en Roma (145- más, consecuencia de lo conocido, sólo un amor y acercamiento salví- municación de Dios de tal manera,

2',7 5 276 271 2'78


l
I

Gr¿cia
Gracia I

que el hombre tiene que aceptar esta 6. Esto no significa relegar a se- que <da gracia>> (de la +justificación) sentido, gracia «actual>> (úz 129-142
il
última como favor que Ie <<acontecer>, gundo término la gracia como per-
y con el que no puede contar. por por antonomasia y como sobrenatural 160aó 811 ss). Pero, partiendo del
donado¡a (Rom 3, 23 s). pues el en todo rigor es primariamente el magisterio obligatorio de la Iglesia,
lo tanto, no queda simultáneamente hombre concreto se halla en Llna
aflrmado do forma trascendental con mismo Dios que so comunica junta- se da una distinción entre gracia ac-
doble situación ineludible, de cria- mente con su esencia. Es decir, gra- tual sobrenatural, elevante, y gracia
la autorrealización del hombre, por tura y de pecador. En ella, estos dos.
más que éste sea algo esencialmente cia increada (c{. también Japro- habitual, sólo en cuanto que es d.f.
abierto a la automanifestación de
elementos se condicionan y aclaran piación, -+inhabitación, ->pneum*, que el no justificado realiza actos salu-
recíprocamente en <¡rtlen a la er- ->gracia santificante, +justificación). tiferos con los que se prepara para
Dios (->potencia obediencial, *>exis- periencia concreta. La falibilidad de
tencia sobrenatlrral) y aunque, si la Ia criatura finita no es todavía :en-
I)e aqui que quede excluida una la justificación ayudado por la gracia
rechaza, se hunda en la desgracia concepción objetivista de la gracia preveniente (Dz 797), gracia que es
cillamente pecado, pero en éstc se que dejara ésta a la autónoma dis- del todo necesa¡ia en orden a la cita-
con toda su esencia. En segundo lu- hace inexorablemento patente. La pe-
gar, fal constitución sigue persistien- posición del hombre; exclusión ra- da justificación. El oentido de esta
caminosidad obliga al hombre a cr¡- dical, r.aledera desde cualquier pun- distinción, en cuanto que es obligato-
do (en el modo de lo sin sentido) rlocerse, sin escapatoria posible. como
aun cuando el hombre se cierra a la to de vista. La doctrina del Triden- ria, sólo afirma lo siguiente: «habi-
criatura absolutamente finita, para tino acerca de la gracia <rinherente>> tual» es la gracia en cuanto que la
citada manifestación de Dios. A esie la que el favor deiflcante de Dios
<<destinatario>>, a (Dz 800 821) no pretende discutir autocomunicación de Dios al hombre
este presupuesto de es gracia siempre y en cualquier esto, ni se expuso {rnicamente en queda establementE ofrecida al hom-
Ia autocomunicación de Dios, se le caso. Por eso no hay que adrnirarse
llama, dentro de la filosofía orden al problema de la distinción bro desde el bautismo, y en cuanto
cató- de que toda la doctrina del -+Tri- entre gracia c¡eada e increada (tam- que queda libremente aceptada en
lica, -+naturaleza del hombre (-)na- dentino no esté concebida en torno
turaleza y gracia). bién se nombra ésta: Ez 799 898). los adultos. Se llama <<actuab> a esa
al esquema de <<elevación» de ,.¡na En el Tridentino sólo se quiere aflr- misma gracia en cuanto actualmen-
naturaleza, sino en torno al di: la nlar que la justificación do un hom- to aporta el acto de su aceptación
4. En este sentido, la gracia de la justificación de un incrédulo (Dz bre en la constitución de una nueva y se actualiza en é1. Acto que, esen-
autocomunicación divina es )«s6!¡s- 790s 793-8AZ).
naturab>. Con otras palabras, no es criatura. de un templo verdadera- cial y existencialmente, tiene diversos
debida en manera alguna al hombre, mente habitado por el Espíritu Santo, grados y puede realizarse un número
7. Esta gracia perdonadora. y con en virlud de un nuevo nacimien(o t-r indefinido de
ni a las demás criaturas, ni antes ella la gracia elevantg en cuanto que
veces.
de que se hiciera indigno de ella co_ generación; el homb¡e queda asi
son entregadas al hombre con peca- ungido y sellado con el Espíritu y 10. A la vista, por una parte, del
mo pecador. Es decir, todavía no do original, es gracia de Jest¡cristo
¡,iene dada con su esencia inalienable, vuelve a nacer de Dios. La doctrina hecho de la voluntad salvífica univer-
(Dz 55 790 793 8ll s e.p.; -)cristo- dei T¡identino afirma, además, que sal de Dios (-+salvifica
con su -->(<naturalez»>. por lo tanto. centrismo, -)redención), en virtud de [voluntad
<<en oí>> es algo que Dios puede esta procedencia cristológica, la gra-
a este justificado no sólo se le do Diosl) y, por otra, de la pecami
negar al hombre aunque no hubiera <<considera>> absuelto de forma foren- nosidad del hombre, se deduce que
cia, incluso como deificante, tiene un se, es decir, «corno sil) estuviera también existe una ayuda meramente
él pecado.
carácter eminentemente histórico-dia- justificado, sino que realmente e.v un suflciente de la gracia (grotia suffi-
logal. Es decir, consiste en el favor de. justificado (Dz 799 s 821). Precisa- clens); es decir, ayuda ofrecida, pero
5. Las aflrmaciones del magister:io Dios que, sin perjuicio de su esen- mente el concepto de gracia increada no eficazmento operante (Dz 797 814
e-clesiástico se ocupan, sobre todo, cia que abarca y resulta
de Ia sobrenaturalidad de la gracia
ineh¡dible a
todos los hombres de todas las épo-
implica que el hombre mismo, en l09i 1295s 1521 1791). Así pues,
(Dz 475 l0t7 e.p. 1385 1516 1786 sí, queda verdaderamente transfor- su esencia no puede consistir en la
1789 2318). Asi se implanta el funda_
cas, siempre y en cualquier parfe, nrado o transcÍeado por esa auto- irresistible omnipotencia de Dios (Dz
está en dependencia del <<suceso:> que cornunicacjón de Dios; que, por lo 1359-75). La diferencia entre la gra-
nrento <le la gratuidad de ia gracia, es Jesucristo (cf. Dz 160á 1295 1156
i'a afirmada anteriormente por tanto. se da, en este sentido, una cia actual meramente suñciente y la
el 1414 1518 e.p). por lo tanro. rie- gracia <<creada)) y ((accidental». eficaz queda fundada previamente
magisterio. Se la describc como algo ne carácter encarnatorio-sacrarnenlal
que de ningunA manera puede meñ- (+Iglesia como místico -)cuerpr¡ de
a la decisión humana, a la acepta-
cer el hombre con sus propias fuer- 9. Fartiendo de la concepción teoló- ción de, o resistencia a, la gracia. Es
Cristo y como --)sacramento) e in- gica occidental de Ia gracia (Agustln) decir. conforme a Ia doctrina gene-
zas; como algo quc el hombre. de troduce al hombre <<engracicdo:» en
por sí, no puede cxigir. Mírs aún, en la lucha contra el -+pelagianismo, ral, tanto del *>bañecianismo comr¡
la vida y -rmuerte de Cristo lucha en la que se definió la necesidad del -+molinismo, esa distinción sc
el hombre no puedc rri siquicr::
¡.r.epe- de la gracia para todo acto salvíflco, funda en la elección divina, a pcsar
rarse positivamente para cll<r (Dz 8. Desde este punto de
134 s 141 176 s 797 fil3 c.¡r.).
¡"rrtída
(cl'. I ), puede fácilmente ente¡derse la gracia es, en primer lugar, una do la libertad humana 6¡1 la accpta-
ayuda en orden al acto y, en este ción o resistencia de esa gracia. I-ir
:19
281 2rJ2
Gracia Gracia (teologia de la)
gracia actual es inspiración e ilumi- pueda ser asimismo gracia de Dios, los siglos precedentes y a la tentación de la dogmática, tiene su verdade-
nación (Dz 135 ss 180 7n l52l 1791). cf. -)gracia (sistemas de la). de hacer inteligible y evaluable, a ro puesto tras la teologia trinitaria
No sólo se la considera indebida base de un género especial de -+gno- (-)trinitaria lteoloeía]), doctrina do
(Dz l35s 797s 801 1518), sino tam- 12. El magisterio eclesiástico dife- sis (silogístico), el insondable -)mis- la creación (-)creación [doctrina
bién <<sobrenatural>> en el mismo sen- rencia ulteriormcnte Ia gracia ele- terio de Dios. Por ello, los sistemas de la]), -+cristología, -+soteriología
tido que la gracia de la justificación vante, necesaria para todo acto salu- do la gracia no desempeñan ya papel y -+eclesiología. Por otra parte, in-
(cf. Dz 1789ss). En consecuencia, tífero (-+salutíl'cro [acto]). de la importante alguno en la teología ac- cluye, corno parte substancial inte-
no consiste meramento en circunstan- gracia sananto o <<mcdicinal>>, conce- tual. Afirmaciones hechas por Dios grante, la doclrina de las -+virtudes
cias externas, preparadas por la bida como ayuda de Dios necesaria sobre sí mismo y sobre el hombre, teologales y, como totalidad, propor-
-+Providencia divina, que favorecen para Ia observancia de la -+ley natu- así como también ciertas experiencias, ciona la fundamentación dogmática
la actuación religiosa del hombre, ral (Dz 1A3 fi2 135 t86s 190 806 que parecen contradecirse entre sí, esencial para una ->moral (teología)
sino que es gracia <<interna>> en el 832 e.p.). Con ello no queda respor- permanecen en pie conjuntamente dogmática originaria.
mismo sentido que lo es la gracia dida la pr:egunta de si de hecho se como expresión de la plenitud de la
santificante. da¡ actos morales que no tengan realidad inmanejablo o incontrolable Los temas claves de la teología
ningún positivo carácfer salvífico, o para el hombre. En nuestro caso de la gracia son los siguientes:
ll. El hombre sigue siendo libre oi, por el contrario, todos los actos hay quo darse cuenta de que la inin- 1) La -+autocomunicación trinita¡ia
a pesar del ->pecado original y de morales, si de hecho existen y tal teligibilidad de la c¡rexis,tencia ent¡e de Dios al hombre en Cristo, que co-
la -+se¡gupiscencia (Dz 792s 798 como en realidad existen, son también la o¡denación absoluta de Dios y la mo acto fundamental de Dios en or-
814 ss); así pues, acepta o rechaza salutíferos en virtud de una gracia libertad auténtica del hombre es úni- den a lo no divino distingue y com-
la gracia preveniente con libertad elevante (G. Yázquez y J.M. Ri- camente el supremo escalón de Ia prende -+naturaleza y --)gracia, or-
(Dz 1.34 140 l60a 196 793 1093 palda). La gracia sanante erfterna incomprensibilidad de la coexistencia den supralapsario (anterior al pecado
e.p. l79l 2305). En esta medida hay podría considerarse como momento entre el ser absoluto de Dios y el de Adán) e infralapsario (posterior al
que hablar de una <<cooperación en un proceso de la gracia que tiene carácter de auténtico existente propio -+pecado original). 2) El concepto
mutua> de Dios y el hombre @z como blanco el desarrollo de 1o hu- de la criatura, incomprensibilidad que de la gracia sobrenatural (creada e
182 20O 797 814). Sin embargo, esto mano y de lo cristiano simultánea- tiene que persistir, si Dios ha de increada) de la -+justificación. Con-
no implica un -)sinergísmo que re- mente. Y esto dentro del cristocen- scguir siendo Dios. Estas proposi- cepto que hay que desa¡¡ollar tenien-
parta equitativamento el efecto sal- trismo general que reina a través de ciones se mantienen para la gloria do en cuenta lo dicho en 1) atendien-
vifico cntre ambas causas o, mejor, toda Ia historia humana. de la gracia de Dios, que todo Io do a su carácter cristológico, infra-
concausas. Pues no sólo la capacidad Cf. ->fe. dispone y salva con dominio
pleno, lapsario, individual y social, antropo-
de efectuar un acto salvífico (el además de ser liberadora en orden a lógico y cósmico a la vez. 3) La
-.)«hábito>> infuso o la preveniente Gracia (sisemas de ta). Se llama una verdadera libertad. doctrina de la realización actual,
gracia suficiente), sino el mismo asen- así a Ios intentos especulativos de existencial, del perdón sobrenatural,
timiento libre, es gracia de Dios entender la acción de Ia -)gracia Gracia (teologia de la). Se llama tan en conexión con lo precedente.
(Dz 116 s 182 e.p.). Por 1o tanto, la de Dios manteniendo intacta la -+li- así al tratado teológico cle -+antro- Esa doctrina incluye en primer lugar
gracia es asimismo la que libera bertad del hombre. Dentro de este pología dogmática acerca del hombre la vida justificada en Cristo, es decir"
nuestra ->libertad para obrar Ia sal- tema entran también la doct¡ina sobre redimido y justificado, tratado que, que la gracia nunca queda al ar-
vación, dándonos nuestra capacidad -+Dios, el -+pecado, ->pecado ori- conforme a su esencia, tiene que bitrio y al juicio del hombre, su
y el acto mismo ejercido por tal ca- ginal, relación entro Jnaturaleza y versar sobre el hombre no abstraído carácfer oculto en la realización exis-
pacidad, de manera que la posición gracia, la esencia de lo Jsobrenatu- de la -+gracia, sino sumergido en tencial <<justa>>, conciencia de la gra-
de esta libertad con respecto al <<sí>> ral, -)ss1¿¿65 de la naturaleza huma- ella. Pues donde no se toma como cia, libertad bajo la gracia y libera-
o al <<no>> frente a Dios no es una na, -)predestinación, ->reprobación, objetivo de Ia consideración Ia rea- ción de la Iibertad en virtud de,
opción autónoma y emancipada (M, etcétera. Los principales sistemas de lidad del hombre en su polivalencia, aquéIla, ley y gracia, conciencia y
200 321 s 325), sino que alli donde la gracia son -)agustinismo, -+ba- el concepto de gracia se queda en gracia, corporeidad o encarnatorie-
el hombre dice <<no>>, realiza su pro- ñecianismo y -+molinismo. El magis- una abstracción meramente formal dad de la gracia en la lglesia, cono-
pia obra, y alli donde dice <<sb> li- terio tolera a todos ellos sin dar de una elevación de la esencia o de cimiento y gracia, Ia virtud de la fe,
bremente, tiene que agradecer este preferencia a ninguno. El problema una ayuda moral, no llegándose a las obras y la gracia; la esperanza y
<<si>> como un don de Dios. Acerca de fundamental no ha quedado resuelto alcanzar de esta manera la concretez la caridad y su concretización en cl
los esfuerzos especulativos realizados por ninguno de manera satisfactoria. bíblico-teológica de la gracia. Este ámbito de la vida humana, on lus
Jrara entender la posibilidad de que Esto se debe sobre todo a la teo- tratado de antropologia del hom- llamadas virtudes morales; arlcmhs,
la libre decisión salutífera del hombre logia biblica, tan poco acertada, de bre redimido, dentro del conjunto el proceso de la justificacitirr, cl crc-
283 284 285 2tt6

i,
&

t
,Gracia (teología de la) Gracia sanl¡fican1e

cimiento de la vida de la gracia o y esta -+justicia de


sa>>, <<inherente)), el -+bautismo de los niños), tal ca- cado personal do otro (es deci¡, de
de la vida en gracia y su precariedad Dios es la única causa formal de la rencia es ya en sí un estado de leja- +Adan) y displace a Dios en cuan-
,en virtud de la pecaminosidad per- justificación (Dz 820). Las virtudes nía de Dios no querida por éste Y, to quo so halla en contra de la vo-
manento del cristiano, las formas fun- teologales (-+virtud) so identifican o, por consiguiente, pecado. El estado luntad do Dios y contra el orden
,damentales de la vida espiritual, el por lo menos, están ligadas con la de pecado tr»rsonal habitual se da quorido por El en su creación, te-
,aspecto eclesiológico activo de la gracia santificanto y en cuanto <<cau- cuando esa carencia ha sido causada nemos la culpa habitual del -+Pe-
'vida en gracia: )carisma, -+vqg¿- sada eficientemente)) por obra gra- por un acto culpable, libre, personal cado original. Con respectoal cre-
,ción, testimonio. tuita de Dios, es considerada como y propio del que la padece. Si esta cimiento do la gracia santificant€,
cualidad <<cread»>, y queda así con- carencia ha sido causada Por el Pe- of. -»mérito.
Gracia sa¡rtificante. El NT conoce trapuesta a la gracia increada. Sin
,como obra gratuita de Dios en el embargo, se dice también que que-
hombre g¡¡¿ -+justificación que no damos ungidos y sellados con el
:sóIo es una promesa escatológica o mismo Espíritu Santo (Dz 799 898
un saldar la cuenta meramente ex- 96t4; +inhabitación, -+autocomuni-
terno, sino el bien interno y estable cación de Dios, -+gracia). De acuer-
,de la <<salud>>, que se nos da en el do con la doctrina de la libertad di-
suceso (en sí) irrepetible de la -'>me- vina respecto a la gracia, de la nece-
lanola, del hacerse creyente y del sidad de la -+disposición y del cre-
->bautismo. Segrin las enunciacio- cimiento de la gracia, se caracteriza
nes de la Escritura, esto no es sino esta gracia como <<desiguab> en cada
una nueva creación, un ser traído de uno de los justificados (Dz 799 803
la muerte a la vida, un segundo naci- 834 842). Como efectos formales de
miento desde arriba y, ante todo, la la gracia santiflcante se señalan la
comunicación del ->Pneuma divino -+justificación, por tanto el perdón
(-+Espíritu Santo, *)inhabitación), de los pecados y la justicia intrinse-
que es la misma realidad verdade- ca, flliación divina y amistad con
ramente transformadora de Dios Dios (Dz 799 803), inhabitación de
(2 Petr l, 4). A esta participación Dios, expectativa de la beatitud (Dz
.estable, interna y eficiente del Espi 696 799), incorporación a Cristo y
ritu de Dios junto con sus efectos, a la Iglesia (Dz 191 696 895 933
Io llama la teología católica gracia 2229) y participación de Ia natu¡a-
santificante. leza divina (Dz l02l lM2). Es posi-
La doctrina católica acerca de Ia blo perder esta gracia por el pecado
gracia santificante se encuentra con- personal grave. No debe confundir-
densada en las proposiciones del con- so esta pérdida personalmente culpa-
cilio de Trento. Allí se afirma, con- ble con la carencia de gracia santi-
tra Ia concepción reformista de Ia ñcante debida ¿l -)pecado original,
justificación, que en ésta se borran aun cuando el <<estado de culpa>> re-
verdaderamente los pecados, por lo sultante de ambos tenga algunos as-
que el hombre, de pecador, se convier- pectos fundamentales comunes.
te en justo, y esto (Dz 796 799) sola- Allí donde se dé carencia de gra-
mente por obra, indebida e inmere- cia santificante en un hombre, caren-
cible, de Dios en Ia gracia. En este cia que, en el orden salvifico actual,
perdón queda cl hombre transfor- siernpre es contraria a la voluntad
mado y santificado intrínsecamente; de Dios; donde se dé carencia de
se <<apropia>> verdaderamente la gra- esa gracia, que en cuanto autocomu-
cia y los dones (lo cual no signfica nicación del Dios esencialmente san-
que pueda disponer de ellos a su to, santifica al hombre ya con ante-
antojo) de tal manera, que a esta rioridad a su toma de posición per-
gracia se la caracteriza como <<infu- sonal (como aparece claramente en
289 teü
287 288
Rah-Vr:rg. l0
Herejia

ble, no pertedece ya en sentido pleno tica de la Iglesia y asi pueden desern-


a la Iglesia (D271.4 2286 e.p.). peñar una función histórico-salvífica
Una teología do la herejia tiene positiva ante la lglesia. De este modo
que partir del hecho de que ésta sólo el nficleo <Ie la teología de la here-
puede darse entre bautizados que jía sería el siguiente: Según san Pa-
H quieren seguir siendo cristianos. Ade- blo, la hcrejía sc encuentra bajo el
más, esa teología tiene la obligación principio dc un imperativo histórico-
de interpretar las proposiciones del salvíflco, en el que la inCcbida culpa
Hábito. En la filosofía aristotélico- ción auténtica y liol dcl -+deposito otro con amor y comprensión. Final- del hombre, que coarta y reduce la
tomista se llama hábito a una de- de la fe: p. ej., el conocimiento de mente, tiene que tener en cuenta que verdad de Dios, queda inrplicada en
terminación de la ->potencia, por la legitimidad de un papa, del ca- las verdades cristianas <<preservadas>> la voluntad de Dios tocanto a su re-
medio de la cual queda ésta de tal rácter ecuménico de un concilio, del gestan una dinámica objetiva y sub- velación y al portador y custodio de
manera modificada, que dicha deter- carácter herético de una doctrina. Su jetiva en orden a la absorción o ella, la Iglesia. En virtud dc csta su-
minación corresponde permanente (a lugar en la teología no es tanto la transformación de las proposiciones peración, la herejía adquiere un valor
manera de estado) y perfectamente doctrina de fe, en sentido estricto, heréticas en verdade¡as. Así, como positivo, no de por sí, ni quedando
a su naturaleza (hábito perfectivo). como la teología de la realización primer aspecto, a una manera de pen- por ello legitimada como acto dcl
Si dicha modificación es de una po- práctica y apropiada de la Iglesia sar auténticamente cristiana se le hombre; valor que podría describirse
tencia activa de tal manera que de (-)pastoral [teología]). presenta el hecho de que el cristia- así: el modo como la verdad de Dios,
ella procedan proporcionadamente nismo global está aún virtualmente en cuanto es verdad de los hombres,
actos de una cualidad determinada, Ilereiía (griego haír'esís : elec- contenida dentro de la herejia, o queda humiilada, y sólo crece his-
se habla de hábito operativo. El fun- ción). Este té¡mino designa en primer bien, en el concepto total de cristia- tórico-fácticamente en el espíritu de
damento natural de un hábito es la lugar una concepción errónea de la nismo que tiene el hereje. De aquí los hombres, siendo así la verdad de
->disposición. Basado en esta tiltima, fe, cuya esencia reside en que sepa- podría también concluirse el concep- Dios humillada en la herejía el fun-
puede adquirirse un hábito por me- ra una o varias verdades pafriculares to de una herejía meramente <(ver- damento <<necesario>> para la intro-
dio de una repetición continua (hábi- de la estructura orgánica del todo, bab> que en cuanto al contenido es ducción de la Iglesia en Ia verdad
to adquirido). Si un hábito así ad- y por el hecho de aislarla, la entien- propiamento un desacuerdo erróneo integral. Por consiguiente, no es que
quirido se dirige a un bien moral do equivocadamente o bien niega un frente a las expresiones usadas por la Iglesia frente a las herejias de-
objetivo, dicho hábito recibe el nom- -+dogma. Jesris ya anunció que esto la Iglesia; por lo tanto, es más bien fienda únicamente de manera está-
bre do -+virtud. De acuerdo con la ocurriria en su Iglesia (Mc 13, 6; -+cisrna. So puede admitir, como tica la posesión pertinaz de sus ver-
teologia escolástica de las virtudes, Mt
13, 24-39 e.p.), quedando tam- hipótesis, que una herejía real, en dades, esa posesión que ya adquirió
que habla de virtudes <<infusas>>, se bién consignado como un hecho en el transcurso de su historia, sin saber- adecuadamente. Más bien sólo co-
designó a la Eracia, en cuanto cna- los escrifos apostólicos del NT. Ya lo reflejamente, se haya reducido a noco con mayor claridad su propia
lidad impresa en el alma, como hábi- en él aparece la tendencia de los una herejía meramente verbal. Ade- verdad cuando escucha su impugna-
to <<inluso>> en virtud del cual los <<falsos hermanos» a separarse de la más, hay que tener siempre en cuen- ción y en cuanto que la rechaza como
actos salutíferos sobrenaturales ad- Iglesia para formar otra (Act 20, 30; ta que pueden darse actualizaciones contradicción de su verdad y de su
quieren en primer lugar su posibi- Col 2, 18 e.p.). En adelante, esto en- de la esencia del cristianismo, en autocomprensión, que está a]úii iru
lidad y, aunque no siempre necesa- trará esencialmente en la herejía. La cuanto a la doctrina y a la práctica, fleri.
riamente, también su facilidad y teologia actual distingue entre here- dentro de la historia, de una herejia, Con todo, la historia de la ver-
constancia. Paralelamente, puede jia material (cuando alguien sostiene actualizaciones que siempre se habían dad y de su evolución (-+dogmas
asimismo hablarse de hábitos malos, una herejía objetiva sin ser conscien- con§ervado y dado potencialmente en [evolución de los]) es la historia dc
que normalmcnte reciben el nombre te de su error) y formal (si alguien la forma católica (verdadera y uni Ia separación, del <<no» progresivo,
do -+vicios. se aferra con terquedad y mala in- versal) e históricamente legitima del siempro más extenso y explícito de
tención a una herejía objetiva). Mien- cristianismo, es decir, de la Iglesia la Iglesia frente a la herejía, de la
Hechrx dogmírlicos sc llama a los tras esa concepción errónea o nega- católica romana, pero sin hat " lle- necesaria separación de los espíritus,
hechos que no pucdcn deducirse de ción de un dogma se mantenga sólo gado en ésta al mismo nil'l de de la instauración del juicio de Dios
la palabra revelada por Dios y que, internamente, sin manifestarla ante actualización explicita alcanzado en que separa Ia verdad y el ernrr de
sin embargo, tiencn que ser recono- otros, se habla de pecado de herejía la historia de la herejía en cuestión. los hombres; aunque este juicio dc
cidos y formulados por la Iglesia en en contraposición con el delito de Por tanto, esas actualizaciones pue- la Iglesia juzga las objetivacioncs
cuanto tal, puesto quc son presu- herejía. El que ha caido en herejía den ser un incentivo para el des- históricas de la originariu rcl¡rci(rrr
puestos necesarios para Ia conserva- de una manera jurídicamente tangi- arrollo de la doctrina y de la prác- de los homb¡es con la verclld, objc-

291. 292 29f 294


Herejia
Hilemorfisrnt¡
tivaciones quo quedan siempre am- criterios plantea dificiles problemas,
biguas con respecto a la fe interna y todavia no se ha logrado en la teo- generacióna partir de Dios, parto Sirve de base a esta teoría la
del hombre; no juzga, pues, esta re- logia católica que ambos sean valo- de Dios, gsm6 -+roleneración o idea de una esencia substancial de
nuevo nacimiento (Ioh 1, 13; Tit 3, lo corpóreo material, que está cons-
lación misma ni, por tanto, a las per- rados y practicados de una manera
sonas_ equilibradamento proporcionada. La
5; 1 Ioh 2, 29, etc.; -+flliación di- tituida por una <<primera materia>>
vina). (materia prima, -+potencia, mutabi-
interpretación misma se lleva a cabo
por Nuestra relación con las personas lidad) y su principio formal substan-
Hermanoe de Jesús se les llama en separado en las dos disciplinas,
divinas en la gracia no se basa sola- cial, tal vez en mut¿rción r¡ue puede
diversos pasajes del NT a Santiago, con frecuencia ajenas cn¿re sí, de la
mente en -)ap¡opiaciones, sino que ser producida por una causa cficicn-
José, Judas y Simón (Mc 6, 3 y pa- ->dogmática y la -+exégesis. La pro-
ralelos). Contra la hipótesis de que blemática planteada ya por los san-
corresponde a la peculiaridad de las te externa (cf., sobre todo. -Jcausa-
se trata de hermanos carnales de tres personas divinas; por eso nues- lidad). Principio que fun<Jamenta la
tos padres no puede resolverse ade-
tro Padre, aquel a quien dirigimos diversidad y determina la materi¿ a
Jesús (o de hermanastros, como to- cuadamente con ayuda de los diver-
nuestra oración (Mt 6, 9), es el Pa- 1o que ya era en potencia, la <<[orma>>
davía se cree en la Iglesia ortodoxa sos sentidos de la Escritura que dre del Hijo eterno (Ioh 20, l7), y (->acto). La <<materia segunda» per-
griega), están los datos siguientes. ellas distinguen (-+Escritura [senti- no <<Dios>> en general. ceptible de ello resultante cstá sicnr-
a) Se llama a Jesús el hijo de Maria do de lal). Cf. también ->bíblica pre hilemórflcamente constituida.
y el hijo de José. á) Los hermanos (teología), -)escrituristica (prueba).
Hiio del hombre, nomb¡e que se En la escolástica se corrió el acen-
de Jesús no pudieron ser hijos de
María mayores que Jesús, conforme da a una figura misteriosa supramun- to de lo cosmológico a lo metal'ísic().
Hijo de Dios. En la Escritura este
dana que aparece por primera vez El hilemorfismo sirvió así desde los
a Lc 1, 27. c) Tampoco pudieron ser nombre tiene dos contenidos dis-
en Dan 7, 13 y de la que se ocupan comienzos del s. xtlr incluso para
hijos de María más jóvenes que fe- tintos.
sús. pues en este caso la peregrina- 1." La segunda persona de la
detenidamente Ios escritos de género una descripción más clara de los
ción pascrral a Jerusalén hubiera sido -+Trinidad, en cuanto que queda
->apocaliptico del judaismo tardío. contenidos teológicos. Santo Tomás
Todavia no están del todo claros la de Aquino y el ->tomismo sostuvie-
imposible (Lc 2, 4l-52). d) Jesús, en constituida g6rne -->Losos del Pa- procedencia y el significado exacto
la cntz, confía su madre a Juan (Ioh dre, en virtud de la comunicación
ron la unicidad de la forma subs-
19. 26s). ¿) El término griego adel- intradivina de la esencia de Dios,
de esa figura. La investigación exe- tancial en cada ente. La escuela
phos (: hermano) se utilizaba tam- dada ya necesariamente con la esen-
gética ha dejado sentado que Jesús, franciscana y Suárez, por el con-
bién para designar a los parientes cia divina (<<generacióo>), y en cuan-
en Mc 14, 60 ss, se refirió a sí mis- trario, aceptaron un -)pluralismo
Iejanos en textos de influencia semí- to. además. esa persona es una mis-
mo ante sus jueces cuando habló de formas. Se admitió como una
del Hijo del hombre y que confesó excepción dentro de la teoría de
tica, como puede comprobarse. ma naturaleza con el Padre, de tal amenazadoramente su propio poder la mutación substancial el caso de la
manera que la persona divina eterna
Hermenéutica (del griego lterme- se hace hombre (-»Jesucristo) por
al mencionar la <<venida>> del Hijo -)transubstanciación, en el que no
del hombre. Poder que no podía ne- permanece Ia materia, sino que ma-
neuein : explicar, interpretar) es la la -+u¡i6¡ hipostática, pero no se
ciencia de los principios que son vá- hace Hijo de Dios (de;l Padre) sólo
gar en aquella situación, sin debili- teria y forma, la ->substancia por
lidos para la interpretación de una tar su absoluta significación decisiva entero, quedan transformadas. Tam-
en virtud de esa unión (->adopcio- para la salvación, o bien sin dejar bién la relación alma-cuerpo se des-
afirmación. En la teología católica, nismo).
abierta la expectación de otro reden- cribió con conceptos hilemórflcos
sólo la hermenéutica bíblica puede 29 El hombre justificado, en
tor después de é1. En la teología (cf. Dz 481). Ulteriormente, el hile-
decirse que sea una hermenéutica cuanto de una manera gratuita, análo-
cristológica de la Iglesia primitiva, morflsmo desempeña un papel im-
propiamente cientíÍica. Ella propor- ga a la generación intradivina, se esta figura no desempeña ya papel portante en Ia teoría escolástica de
ciona los criterios con los que el teó- hace <<partícipe de la naturaleza di-
logo cat(rlico ha de interpretar el vina» por l¿ -+gracia y, por consi-
alguno de importancia. l2 -->gracia santificante como (<causa
formal>> de la justificación (cf. Dz
texto de la
-+Sagrada Escritura, de guiente, es hijo de Dios. Filiación
Hilemorfismo, Recibe este nom- 483 799). Por analogía se aplica tam-
acuerdo con su carácter ¿9 -+pala- que, por una parte, a causa de su
bre la teoria elaborada por Aristóte- bién el hilemorfismo en Ia determi-
bra de Dios (-+inspiración), como carácter gratuito, queda cualificada Ies, completada más tarde por la n¿ 'ón del signo sacramental como
criterio dogmático, y según los diver- en la Escritura (Rom 8, 15; Gal 4, filosofía escolástica, según la cual en unrrlad ritual (-+materia) y palahrir.
sos criterios literarios con los que ha 5, etc.) como «adopción>>, quedando todo lo corpóreo material se dan (-+forma) (cf. Dz 895 s 908 914 c.p.).
de juzgarse la Escritura como cual- así diferenciada do la filiación intra-
quier otro escrito de autor humano trinitaria; mas, por otra parte, a
dos elementos constitutivos esencia- IJna <<constitución metafísica>> hilc-
(lenguaje, texto original, situación Ies, -emar-eria (griego : lqle) y mórfica seria independiente tlc l,,s
causa de la -+autocomunicación real -)forma (griego : morphe), qtte conocimientos de Ia cicncia r¡ccr t:r
histórica, -+géneros literarios). La de Dios al hombre, queda claramen-
compatibilidad de ambos grupos de te designada en la Escritura como hacen una unidad natural al comple- de la cons.titución dc los vivicntcs
mentarse. y de los cuerpori anorghrticos.
295 296
?97 :r)s
Hi¡rerdulia Hisforicidad
Hiperdulía (griego, hyperdouleia, llcgó a la claridad definitiva: Jesu- ->muerte, -+lcy, -+Estado, -+uni-
cuyo significado respondo objetiva- [historia de ia]) realmente teológica
cristo es una hipóstasis (- persona) tarismo de Ia humanidad (-)mono- y como datos de una teología pas-
mente, sobre todo, a <<veneración en dos natulalczas (Dz 148). En el genismo), *>ángel, ->demonios. toral (-+pastoral [teologia]) autén-
mayor, preferente>>) designa la ca- s. vl se dio e[ ntlnrbr-e de <<una de En la reaiización de su plan, Dios tica. Dichas ciencias, apoyándose en
racteristica dc la veneración de la las tres personas rlivinas>> a la fini- llarna al hombre, le invita a que co- la teología de la historia, deberían
virgen María, mayor que Ia de- ca hipóstasis do Crisro (Dz 2Ol 217). labtrre con Él libremente (-+liber- incluir en su reflcxión las actitudes
bida a los demás santos. Esta ma- Con ello quedaba ya fijada la cristo- tad. ->revelación originaria, ->reve- del cristiano como hombre exclusi-
yor veneración, o culto <<superior>>, se logía clásica en su cu¡rcxión con la lación. -ralianza; estas tres últimas vamente auténtico y redimido que
debe a la -+maternidad divina y al teologia de la Tri.nidad. Todavía no son los factores histórico-teológicos existe de manera histórica (en -+pa-
puesto privilegiado y único dentrc se vio la problemática quc surgía esenciales). La historia del <<no» del ciencia, -)esperanza, etc.). La teo-
de la historia de la salvación con- por la poco matizada utilización del hombre es tema primordial de la logía católica no ha acomctido to-
c¡etizado en esa maternidad. Tanto concepto de hipóstasis teología de la historia. Esta lo en-
la Iglesia católica como las Iglesias 1: persona) davia en serio esos dos puntos esen-
en Ia cristología y en la teologia de tiende a partir de la revelación, en ciales. Así como el pensamiento ca-
orientales separadas atribuyen a la Trinidad, donde Ia persona que- cie¡to modo como frontera que hay tólico, en 1o que tieno dc teolog[a
-)Maria esta hiperdulía, que nada da rinicamente constituida por la que superar ininterrumpidamente, de Ia historia, se mantiene dentro de
tiene que ver, naturalmente, con la ->relación. corno no <<necesario>> (Lc 24, 26; los esquemas elaborados en log cua-
-)adoración. 1 Cor 11, 19 e.p.) en orden al don tro primeros siglos por Ireneo de
Hiforia (teologÍa de la). Se liama divino libre do la salvación. Sin em- Lyón, Eusebio y Agustin, el protes-
Ilipóstasis (griego, hy postasis, tér- teología de la historia a la intelec- bargo, de la acción de Dios y de la tantismo puede presentar una larga
mino ñlosófico correspondiente a ción teológica de la historia. Sólo respuesta del hombre brotan una serie de teólogos de la historia muy
<<realidad o entidad concreta»), con- esta teología puede explicar con y otra vez intrahistóricamente nue- señalados: Karl Barth, Oscar Cull-
forme a su significado originario, cierta objetividad concreta el -+pun- vas épocas de la historia de la sal- mann, etc.
no era algo distinto de la ousía : to de partida y el término (-+ter- vación (->salvación [historia de la],
esensia. Así, podían ambos términos minación) de la historia, puesto que ->estado original, -+gentilidad, I{istoricid¿d. Determinación fun-
traducirse al latín con la palabra únicamente a ella le han sido <<da- ->Antiguo Testamento, ')Nuevo damental característica del hombre,
(-+substancia). Con el
<<substantia>> dos», por tratarse de algo revelado. Testamento, ->cristianismo, -+¡eli- en virtud de la cual se encuentra si-
comienzo de la teología de la ->Tri- Ambos puntos tienen carácter de giones no cristianas, ->Iglesia). La tuado en el ->tiempo y queda en-
nidad divina, esta identificación re- acontecimiento. De la misma mane- teología de Ia historia realza esas samblado en un -->mundo histórico
sultó poco afortunada, dadas las re- ra que el punto de partida y el tér- épocas con ayuda de conocimientos que ha de aceptar con -)libertad.
laciones entre la teología griega y mino de la historia, también su y e-xpresiones genuinas. Esa ayuda Esto quiere decir que ha de alcan-
la latina de aquel tiempo. Orígenes curso está sometido a la libre dis- queda constituida principalmente por zar su esencia en cuanto que trans-
designa a las tres personas divinas posición de Dios que en un análisis la -+etiología, en cuanto captación fo¡ma el tiempo y el mundo mismo,
corno hipóstasis que, por la identi- teológico se manifiesta como un del pasado que se nos escapa; por cosa que realiza el hombre en cuan*
dad de la ousio, son una sola cosa. plan unitario y estable que se va des- la kerygmática, como proclamadora to que en el -->aho¡a de su decisión
Tertuiiano habla do tres personas en velando gradualmente en la histo- de la presencia de la salvación el -+tiem-
responsable hace <<suyo»
una substancia. Con todo, en el con- ria. Conforme a este plan, Dios mis- (-+kerlgma); por la -)anamnesis, po físico, hace propio mundo ese
cilio de ->Nicea r se dio a ambos mo se adentra en la -+historicidad como entrelazamiento o superposi- mero (<en torno» que le es impuesto
vocablos, hipóstasis y ousia, el mis- libremente, do forma sobrenatural. ción del pasado con el futuro de la como condición de su autorrealiza-
mo significado (Dz 54). La clásica En -+Jesucristo y en su -9gracia, historia de la salvación; finalmente, ción, y así viene el hombre a sí
teologia de Ia T¡inidad sólo encon- el mundo se hace historia de Dios por la ->hermenéutica de las pro- mismo como existente. Verdad es
tró su terminología en el año mismo. La división básica de la posiciones escatológicas (-)apocalíp- que nunca cumple adecuadamente
380 d.C.: en una -)naturaleza histo¡ia total en historia profana e tico, -+escatología). esa tarea que le vienc previamentc
(- esencia) divina rinica, existen historia de la salvación sólo puede Esta teología de los períodos del dada con su ->espiritu; dicha tarea
tres hipóstasis : tres ->subsisten- entenderse a partir de una concep- plan salvifico divino es la tarea pe- naufraga en la finitud humana. Esto
cias : tres -)personas (cf . Dz 213). ción cristocéntrica (-+cristocentris- culiar de la teologia de la historia no cambia nada en lo tocante a quo
También en la c¡istología faltaba mo). La teología de la historia con- metódjca y sistemática. En lo que 1o histórico sea a la vez lo irrepe-
claridad en los conceptos. Se iden- sidera las fuerzas intramundanas de toca a dos puntos esenciales, habría tible, sea acontecimiento, y que que-
tific¿ban hipóstasis y physis (: na- la historia partiendo de esos datos que desarrollar todavía más sus re- de trascendido en cada caso por la
turaleza) (cf. -+monofisismo). Sólo Entre dichas fuer-
fundamentales. sultados: como fundamento de una decisión libre, en "orden a lo defini-
con el concilio de -+Calceclonia se zas hay que mencionar ->pecado, hisloria de la Iglesia (->Iglesia tivo. De aquí se sigue que li¡ histo-
299 300 ri) I 302
trIistoricidad Hombre (creación del)
ricidad del hombre tiene necesidad llegar a comprehenderlo totalmente. grado por una llamada de Dios y la espiritual en el hombre no es una
de una curación, que no puede es- La -+antropología teológica se con- réplica responsable del hombre, se simple manifestación de lo que de-
perarse de la dinámica intrahistórica. vierte, pues, en la superación critica descubre éste como ->persona espi- signamos oomo materialidad y cor-
Por tanto, se hace claro que úni- de las demás antropologías y la in- ritual; y descubre esta personalidad poralidad del hombre, o viceversa
camente la -)revelación, mostrando troducción de éstas en la teología (puesto que sigue existiendo incluso [)z 738 1802 1910 s 2327). 3. El
la -+terminación auténtica de la his.- (doctrina de Dios) y en la cristolo- a la manera de una respuesta nega- hombre posee como principio cons-
toria como consumación definitiva gía (como doctrina del hombre-Dios). tiva a Dios) como propiedad de su t¡tutivo, peculiar y dcterminativo en
del mundo y de la historia en la En cuanto que el hombre depen- esencia, es decir, como -+naturale- orden a su total esencia, ¡¡ )<<al-
-+salvación, hace la verdadera his- de radicalmente de Dios, procede de za; y ambas como añ¡maciones teo- m») espiritual, oimple, substancial,
toricidad del hombre. También se El, todo Io que tiene como propio lógicas (puesto que se presentan que, sin perjuicio de la unidad del
ve con cla¡idad que la historicidad es criatura; y lo es en virtud de un como condición de posibilidad de Ia hombre uno, se distingue esencial-
es una de Ias dete¡minaciones fun- acto creador, sean cualesquiera las asociación con Dios). mente de la Jmateria, no depende
damentales de la e-''tencia cristiana. dependencias e implicaciones intra- Puesto que la experiencia externa intrínsecamente de ella ni en su ser
Como concep'to teológico, la histo- mundanas en que se encuentre esta e histórico-social de la revelación oral ni en su sentido, y es por su esen-
ricidad del hombre aflrma que éste realidad que es el hombre (-+hom- y (por medio de ésta) Ia experien- cia misma inmortal. De aqui que el
queda abierto a la suprema ordena- bre [creación del]): todas éstas están cia interna de la gracia saben que el alma sólo puede proceder de este
ción divina de tal manera, que pue- comprehendidas y fundamentadas misterio absoluto se hace cercano al acto que llamamos -)creación por-
de esperar que -)sa'lvación, la de por el estado de ser-creadocomo hombre por la absoluta autocomuni- que no opera combinatoriamente a
su mundo y la de su historia, le estado de dependencia y referencia cación de Dios, en una cercanía li- base de algo ya preexistente y dado,
vengan de un suceso histórico per- a Dios; dependencia que es a la vez bre, indebida, que perdona y protege, es decir, supone esa fuerza absolu-
sonal. Afirma taml¡ién que su con- permanente y siempre nueva (no el hombre se conoce como «elevado tamente independiente llamada Dios.
memoración del suceso salvífico ocurrida «anteriormente>>). En cuan- sobrenaturalmente)) por medio de la Sin embargo, precisamerite este im-
como acontecido (->anamnests) pue- to que esta criatureidad se hace -+gracia (que se le sigue ofreciendo pulso creativo de Dios se hace inte-
de tener la fuerza de una ->repeti- consciente en el hombre, es éste ininterrumpidamente). Dicho de otra ligible en este afecto suyo, como
ción conmemorativa (ionamnesis, -)espiritu (-+alma). Es decir, el manera: conoce la vocación a un autotrascendencia del ser material,
-+tradición, -»dogmas [evolución hombre reconoce al mundo y perso- posible y obligatorio acercamiento puesto que funda una esencia espiri-
de losl). Finalmente, afirma que con- nas que le rodean en la anticipación a la intimidad de Dios, que gratui- tual-material ana.
forme al carácter comunicativo del permanente del misterio absoluto; tamente se le abro,, como el ->exis- El significado de Ia palabra <<es-
acontecimiento salvifico (-->alianza, anticipación que, como experiencia tencial sobrenatural de la esencia piritual>> es un dato apriorístico del
->Antiguo Testamento, -)Nuevo de la -)contingencia, de la ->tras- humana. conocimiento humano, y sólo a par-
Testamento), el suceso y su conme- cendencia, de la -)argustia, de la tir de él puede determinarse meta-
moración han quedado conservados absolutez del ->bien, del .-+¿¡¡¡s¡, Hombre (creación rlel). I. Magls- fisicamente el significado propio de
históricamente (-+Iglesia). de la -)caridad, de la alegría, etc., terío eclesíratico. Con respecto al Ia palabra «materiab). 4. En cuanto
es el único medio quo posibilita el problema del origen del hombre hay que el hombre, en su pluralidad on-
Hor¡rbre. Muchas ciencias tratan encuenitro con las cosas y las ¡rerso- que tener en cuenta las siguientes tológica, es una entidad corporal-
del hombre y saben decirnos algo nas del mundo. del magisterio. l. El
afirmaciones mente material, se encuentra en co-
determinado, exacto (en alguna ma- En cuanto que el hombre no es hombre es de tal manera substan- nexión causal con el mundo mate-
nera), y fragmentario acerca de é1. espíritu sino en el experimentar his- cialmente uno, quo en su constitu- rial total. Esta afirmación no sólo
La fe y Ia teología nos dicen del tórico, que necesariamente tiene que ción esencial esta unidad antecede no es discutida por la doctrina de la
hombre, propiamente, una sola cosa, aceptar y que le adviene sin renre- ontológicamente a toda pluralidad fe, sino positivamerite enseñada (Dz
algo que lo abarca todo, algo ilimi- dio, del mundo y personas que le auténtica, real e i¡reducible; es uno 428, 1783; Gert. 2, 7; 3, 19). Con
tado e inmensurable, en una pala- rodean, en insoluble facticidad de en su origen, subsistencia y destino resp€cto al género de esa conexión,
bra, el misterio del hombre; miste- ios hechos, q:ue la tazón nunca pue- deñnitivo (Dz 255 480s 738 1655 el magisterio eclesiástico declara que
rio que consiste en que el hombre de entender exhaustivamente, expe- 1911 s 1914). Esto quiere decir que la conexión causal del hombre con Ia
es el interlocutor abierto a la cer- rimenta el hombre su corporeidad, toda afirmación sobre una parte del naturaleza total podría explicarsc
canía absoluta de Dios y necesitado y la experimenta precisamente como hombre implica una afirmación so- incluso en el sentido de una cone-
do ella, del misterio inescrutable; momento interno permanente de su bre la totalidad. 2. Con todo, se da xión ontológico-real entre el rcin<r
lo cual implica Ia imposibilidad de persona espiritual concreta (--+cuer- una pluralidad real de entidades, en animal y Ia corporeidad hunlan:r
explicar exhaustivamente al hombre, po). En cuanto que el hombre es el hombre, que no pr.reden reduci¡se (Dz 2285 2302 2327 2329); pcnr cstr»
y que las demás ciencias no pueden interpelable para un diálogo inte- unas a otras. Lo que llamamos alma dejando siempre a salvo los tlcrc-
-'lJ t 304 305 :r0r¡
Itro¡nbre (creación del) Ilumildad

chos del -;magisterio en estas cues- la supcración del animal en una ,del hombre tenemos un conoctmlen- jamiento y anonadamiento de Dios
tiones y lainmediata creación del historia, qur: como historia auténti- to teológico de un género distinto (A.-G, Sertillanges, O.P., f 1948 y
alma por Dios. Si el magisterio nie- ca, fal vez no resida sólo en su pa- al de la tradición histórica de la otros); ó) vo en la -+unión hipor-
ga a la teoría evolucionista el cali- sado. Podría preguntarse por el sig- expeniencia humana, de la memoria tática no sólo una humanidad, sin<r
flcativo de doctrina absolutamente niflcado de que, a pesar de todo, lo histórica. Desde la perspectiva de un hombre con autonomía psicoló-
segura y estrictarnente probada, con animal se ponga una vez más, en esta enorme duración de la historia, gica y con un yo psicológico unido
ello no quiere prohibir al científico riltimo término, como presupuesto laencarnación ds Jesucristo aparece al l-ogos (P. Caltier, S.I., f 1961 y
que, dentro do su ámbito de cono- que el propio espiritu se da en or- como el fin do una larga e inabar- otros); c) designa al homo assump-
cimiento, considere al evolucionismo den a su existencia; como presu- cablc evolució[, como nuevo -->pun- l¡¿s, al hombre Jesucristo, como <<a1-
(-+evolución) como pragmáticamen- puesto, posibilidad y promesa del to de partida o como el término guien>> que se distingue del Hijo de
te cierto. Puesto que el magisterio espíritu corporal que viene dada 1-terminación) por antonomasia: Dios (D. de Basly, O.F.M., I 1937,
sólo puede rechazar una teoría cien- con é1 y que tal vez aun ahora pue- .mejor probablemente, como ambas L. Seiller, O.F.M.). La sentencia des-
tífica cuando ésta contradice directa de hallarse en estado de homini- cosas a la vez. crita en el apartado c) fue condclta-
o indirectamente a una doctrina re- zaciín. da por el magisterio eclcsiáslictr
velada, su competencia fundamental Es más, conforme aI testimonio Ilo¡nbre (origerr de!). La Escritu- en 1951.
acaba donde no puede argüir a base de la revelación, se sabe incluso que ra considera al hombre como una
de esa contradicción- ha padecido una suerte de recesión unidad espiritual corpórea, que en I{o¡noousios (griego : de esen-
por el pecado del hombre. Lo ani- su corporeidad es inte¡locutor espi- cia igual; no confundirlo con l¡o-
lI. En la Escritura. A este respec- r .l tendría quo haber existido des- ritual y moral de Dios. En esa irre- moíousíos : de esencia semejante)
to, cf. Jcreación (narración de 1a), de el principio mismo de la historia petiblo realidad el hombre procede es un término teológico técnico, ya
-+Adán, JEva. Con respecto a como plenamente personalizado e de una iniciativa propia de Dios, atestiguado en el s. III, que afirma:
cuestiones ulteriores del origen del integrado en 1o espiritual-personal; que tiene por blanco directo al hom- La esencia del Padre es igual a
hombre, cf. ->paraíso, ->monoge- por lo tanto, el hombro comienza bre y que produce la imagen y se- la esencia del I-ogos, dent¡o de la
nismo, -)estado original, -)estados <<más animalizado>> de lo que hubie- mejanza de Dios que hasta entonces ->Trinidad divina. Mejor sería decir
de la naturaleza humana, -)creacio- ra tenido que estar, y la humaniza- no existía. En cuanto espíritu per- una, que igual. Tal como hubo de
nismo. ción de su esfera material quedará sonal (-»alma, -+persona), el hom- definirse en las luchas trinitarias y
consumada sólo con la glorificación bre, conforme a la doctrina de la cristológicas de los s. II y IV, Cristo
IIL Si el magisterio eclesiástico escatológica del cuerpo. (Jna tarea Iglesia, no puede ser producto de es consubstancial con el Padre (Dz
actual no impugna un evolucionismo ulterior de la teología de la crea- la realidad infrahumana según sus y consubstancial con nos-
54 86 148)
moderado, esto no quiere decir que ción del hombre sería elaborar una leyes naturales y propias (d.f.: Dz otros (Dz 148) en virlud de las
con ello ha quedado resuelta la cues- positiva explicación teológica con 1802). Con todo, el pasaje bíblico dos Jnaturalezas que se daban
tión teológica. P. ej., no se ha esl"u- respecto a la monstruosa duración acerca de la creación del hombre en El.
diado con precisión bastante el ca- de la historia humana anterior al (->hombre [creación del]) no es una Los teólogos griegos conciben esta
rácter específicamente humano del momento en que se convierte en narración del modo concreto en que <<esencia>> o substancia divina como
cuerpo del hombre. Precisamente a tiempo de la historia oñcial de la éste se originó, sino una explica- absolutamente simple; no puede di-
partir de la unidad substancial del '-»revelación y de Jesucristo, es de- ción popular y una representación vidirse por generación, sino que se
hombre, hay que considerar a la cir, en historia de la salvación plástica del hecho en sí. Por eso el comunica indivisamente. El proble-
teologia del -+sus¡p6 en conexión (-+salvación [historia de la]) distin- magisterio no proscribe Ia tesis cien- ma quo todavía subsistió después del
con la -)resurrección de la carne y guible de la profana. P. ej., hay que tífica que sostiene la conexión his- concilio de -+Nicea t fue el de la
con la teología de la -+muerte. Di- pensar que toda la historia de la tórica del hombre con el reino ani- distinción entre la -+<<esencia>> (grie-
chas verdades ponen de manifiesto salvación, desdo Abraham y pasan- mal y permite la libre discusión del go : ousia) e ->hypostos,s. Cf.,
que la teología católica no puede do por Moisés hasta Jesucristo, se problema (Dz 2285 2327). Cor. todo, acerca de esto, -+ardanismo.
dejar el cuerpo en manos de las minimiza, si tenemos que atribuir a se clefiende enérgicamente el ->mo-
ciencias naturales, con objeto de sal- la precedento historia humana tal nogenismo. Más sobre este tema en Humildad, actitud o manera de
var por lo menos el alma para la vez un millón de años, en los que -+hombre (creación del). proceder del hombre, que conscien-
teologia. Podría preguntarse toda- no podemos ofrecer datos de una te de su radical distancia de Dios,
via con mayor claridad qué signifi- historia de la salvación, puesto que Ilorno assumptus (teologÍa del) es del ser perfecto, ha aceptado con va-
cado tiene teológicamente en orden tenemos que considerar la -+proto- una forma de -+cristología que: lor y gratitud el enajenamiento do
a su destino, a su determinación y logía como -+etiología histórica; o a) ve en Ia encarnación más la Dios en su Hijo (Phil 2, 2-8) y la
tarea religiosa, el que el hombre sea sea, sobre el principio del mundo y asurnpción del hombre, quo el aba- transformación (ensalzamiento) dcl

307 308 3C9 310


Humildad

débil y pequeño de este mundo en expresa sob¡e todo en la compren-


grande del reino de Dios (Mt 18, 4 sión de (saber perdonar, soportar)
y paralelos), revelada también en las debilidades del prójimo y en el
ese enajenamiento divino. Esta hu- estar siempre dispuesto a prestar un
milde aceptación de sí mismo se servicio al prójimo y a Dios.

ldeas divinas. Idea, en general, de- predicarse mutuamente los atributos


signa una imagen originaria, ejem- concretos divinos y humanos de
plar o prototipo, la imagen en su Cristo; p.ej., <<Dios es hombre>>.
manifestación primigenia, en con- 2) No pueden permutarse los abstrac-
traste con representación y el
la tos divinos y humanos, ni los abs-
concepto. Según el -+neoplatonismo tractos puede afirmarse de los con-
de los padres de la Iglesia, las ideas cretos. Es falsa la ¡xoposición: <<La
divinas son los pensamientos crea- humanidad de Cristo es el Verbo de
dores de Dios acerca de las cosas Dios hecho carne.)) 3) Una proposi-
creables o los ejemplares a El inma- ción que niega absolutamente de
flentes que se identiñcan con su per- Cristo un atributo que le correspon-
fección y se imitan en lo creado por de en virtud de una de las dos na-
medio de la creación. San Buena- turalezas, es falsa; p.ej., «El Logos
ventura y santo Tomás de Aquino no murió.)) 4) El hombre C¡isto no
elaboraron esta doctrina hasta es- puede ser sujeto en proposiciones
tructurar la teoría de la causalidad que explican el hacerse de la unión
ejemplar. San Buenaventur¿ la en- hipostática; p.ej., es falso decir: <<El
tiende cristocéntricamente: El Hijo hombre se hizo Dios.» 5) Se requie-
de Dios es la imagen del Padre y re mucha prudencia en el uso de
proporciona a lo creado la --)ima- los derivados o compuestos de las
gen y semejanza de Dios. palabras <<Dios» u <<hombre»; p.ej.,
es falsa la proposición de Nestorio:
Idiornas (comunicación de). Tér- <<Cristo es un hombre portador de
mino técnico teológico que enuncia Dios, divino.>> 6) Las formulaciones
en primer lugar que, en virtud de la empleadas por los herejes hay que
-+unión hipostática, pueden y deben usarlas con mucha prudencia; p.ej.,
atribuirse a Ia única persona que es la proposición arriana <<Cristo es
Jesucristo las propiedades de las una criatura)), que, por otra parte,
dos naturalezas. Se da propiamente puede entenderse correctamente. Es-
comunicación de idiomas en estric- tas reglas lógicas de Ia comunica-
to sentido lógico,, si se designa a la ción de idiomas son, por así decir,
pemona de Cristo con un nombre la ve¡sión lógica de la realidad de la
que le Corresponde directamente co- ->unión hipostática.
mo sujeto do t¡na de las dos natura-
lezas y so afirman del sujeto asi de- Iglesia. En griego ekklesia : el
signado las propiedades de la otra pueblo santo y, sobre todo, su re.
naturaleza. P.ej." «el Verbo de Dios unión festiva.
fue crucificado>>. La Escritura y
el
magisterio emplean tal
comunica- I. Le Io¡srA EN LA Escnrruu.
ción de idiomas desde antaño. En la El punto de partida qua suministra
escolástica se elaboraron seis reglas la justificación de la fundación de
para ello. l) Pueden permutarse o una Iglesia por )Jssusisto reside

311 313 314


Iglcsia Iglesia

en su predicación al pueblo de Is- orden a esa boslleia. La Iglesia se II. L¿ Ic¡-EsrA EN LA TEoLocíA. una sociedad externa, Iglesia «visi-
rael, llamándolo a la -->basileia de realiza y desarrolla en este tiempo, l. El mcjor putúo dc partidd para ble>>, con una estructuración (-)pa-
Dios. Este pueblo g¡¿ sl -+pueblo en este mundo, puesto que loo po- tra?ar un primer esbozo de la esen- pa, -+obispo) que se remonta hasta
de Dios, cuya reunión festiva se lla- deres del inlierno, por más que le cia de la Iglesia es la -»revelación: Jesucristo @z l82l), con una comu-
maba en hebreo qahal y en griego acometan, nunca llegarán a prevale- La Iglesia es la comunidad legitima- nidad perceptible de culto y de
ekkle'sía. La llamada a Israel se ma- cer contra ella. Esta característica mentc constituida a manera de so- creencias. l'ero todo esto es justa-
nifiesta primeramente dentro de la es propia de la Iglesia porque en la ciedad, en la que, por medio de la mente el signo de Ia comunicación
)alianza, del -+A¡tiguo Testa- muerte de Jesfrs, dcl --,cbed Yahveh, fc, permaneco presente, como reali- eficaz de Dios al mundo: signo de
mento; la elección de doce -)após- queda instituida para <<los muchos>> dad y verdad para el mundo, la re- su verdad en la doctrina infalible
toles implica la reivindicación de (Mc 14, M) la nleva ->alianza, y velación escatológicamente te¡mina- de la Iglesia (+infalibilidad), de su
todo su pueblo por parte de Jesús, porque Ia Iglesia queda en ella de- da con Cristo. De aqui que la Igle- gracia en la palabra eficaz de los
la reivindicación de las doce tribus. finida como medio de salvación para sia sólo pueda darse en el estadio ->sacramentos, de su amor en la
Para realiza¡ esta llamada, Jesús todos los que heredarán la basilcia. definitivo de la revelación, en cuanto unidad graciosa de los fieles entre
utiliza el (<material» acostumbrado Esta Iglesia ha de ser regida de que ésta es la -)autocomunicación sí. Y todo esto, cuyo signo elicaz es
en el ámbito judío de su tiempo. forma apostólico-jerárquica (Lc 22, triunfante de Dios en su -+pala- Ia Iglesia visible (en su ser y en su
Así, forma su círculo de discípulos 3l s; Mt 18, 18; +poder de atar y bra eflcaz; y en ella, como pala- obrar), pertenece también a la
como cualquier maestro religioso, desatar); el desarrollo más inmedia- bra humana, se concede Dios al mun- Iglesia.
constituyendo de esta manera la Igle- to y la <<animació»> interna serán do definitivamente como gracia mise-
sia, aunque esta comunidad se distin- obra del Espíritu Santo, que como ricordiosa. Es decir, Dios se otorga a 3. La ltistoricídad de la lglesia se
guía de todos los demás grupos se- -+Paráclito es prometido por Jesí-- si mismo en la palabra dirigida a la fr¡nda en esta doble manera de ser.
mejantes, sobre todo porque a ella Cf., acerca de esto, -+Iglesia prir.rr- comunidad de los creyentes, y en Por una parte, es algo presente y,
eran llamados también y precisa- tiva. La Iglesia conserva intactas en la profesión de esta palabra por parte con todo, hay que entende¡la esca-
mente los pecadores y perdidos (Mc este Esplritu sus pretensiones con do la comunidad confie¡e a este otor- tológicamente (es decir, a partir de
6, 34; Mt 10, 6). respecto a Israel (Act 2,36;' 3, 17-26) gamiento de la gracia el carácter de la consumación iniciada en Cristo):
Después de quo gran parte de Is- y se abre a los gentiles (Act 15, l4). lacticidad refleja que. en esa misma es el pueblo de Dios errante (l Petr
rael recusó su llamada, no predica La teología eclesiológica de Pablo comunidad, y mediante la direcció¡ 2, 10; Hebr 3, 7-4, 11) hasta la se-
ya Jesfis una Iglesia espiritual, sino ve, en esta unidad de judíos y gen- oficial de ella, es conservada y des- gunda venida de Cristo. Esta histo-
que introduce al círculo de sus dis- tiles dentro de la lglesia, el misterio plegada rectamente. La Iglesia es la ricidad de la Iglesia no está en con-
cípulos en el misterio de su misión de Jes,ucristo por antonomasia (Eph presencia permanente de la palabra tradicción con la obligatoriedad de
y de su muerte, cuenta con un pe- 3, 4 ss). definitiva (y, por 1o tanto, refleja- su aparición concrota correspondien-
ríodo intermedio entre su muerte y Si en Pablo la palabra <<Iglcsia>> mente explícita) de Dios al mundo, te, de modo quo sólo se puede en-
la irrupción gloriosa de la -->basi- puede designar con frecuencia las en el mundo y para el mundo. contrar a la Iglesia en esa objetiva-
leía (cf. Mc 2, l9s; 13, 9s; sobre comunidades locales particulares, hay Y. puesto que esta palabra en de- ción y no en una <<Iglesia ideal>>
todo, el encargo de que se conme- que tener en cuenta que, para é1, es finitiva es Cristo, es El quien por La Iglesia es histo-
espir-itualística.
more repetidamente el sacrificio euca- ésta una dimensión teológica y no medio de su realidad ha fundado la ria, pero el Espíritu Santo la sos-
rístico: 1 Cor 11, 24; Lc 22, 16. 19s organizatoria; en medio de todas Iglesia (Dz 703 1618 1821 ss 2145, tiene una y atra vez ante el peligro
30s; c[. también 22, 3l*); así pues, las dificultades de su misión entre etétera); realidad a la que también siempre inminente de una corrup-
las palabras de la institución de la los gentileg so mantiene fuertemen- (y no solamente) pertenece la pa- ción (cf. Dz 3A2 2288; '+salvación
Iglesia en Mt 16, 18 s, prescindien- te unido a la comunidad originaria labra expresa (del acto de institu- [historia de la]); ese Espíritu presen-
do de su autenticidad histórica, que de Jerusalén. Para é1, lo que la pa- ción). ta la -)revelación ya cerrada, de
hoy día no es ya tan discutida, con- labra propiamente designa
<<Iglesia>> una manera histórica siempre nueva.
servan tambión su credibilidad in- es la Iglesia total, aunque se realice 2. Esencia de Ia Iglesía. Segrin El dinamismo interno de la Iglesia
trinseca: Iesús quiere ediñcar <<su y quede representada en las peque- su asencia, la Iglesia. como presen- no sólo impulsa, por razón de Ia fe
Iglesia>> sobre el fundamento de Pe- ñas comunidades particulares. Por cia permanente en el mundo de la y de la gracia, hacia una represen-
dro (que, por tanto, ha de perdurar lo tanto, conforme a la esencia de ¡ralabra de Dios humano-divina, oída tación sacramentalmente perceptible
tanto como el edificio mismo); Igle- la Iglesia, no pueden darse <<Igle- y proclamada y eficaz, es la unidad de esta realidad interna, sino que
sia que todavía no es la basíleia, sias>> en plural; y las afirmaciones cn alguna manera (<sacramental» de también, en virtud de esta sacramen-
ar¡nque tampoco sea independiente dogmáticas acerca de la Iglesia ca- sigrro y cosa; elementos que ni pue- talidad de la Iglesia <<visible>> total,
de ella, puesto que a Pedro se le tólica apare.cen como plenamente tlcrr itlentiflcarse ni tampoco sepa- l,uelve a empuiar hacia la fe y la
entrega 6l ->poder de las llaves en concordes con la Escritura. rrtso ()5¿g¡¿mento originario): es gracia, y ambos movimientos im-

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Iglesia Iglesia
pulsan conjuntamente a la consu.- universal de Dios; sin que al ha- gisterio, -+ministerio pastoral de la b) La expresión -->«rein<¡ de
mación definitiva. Por lo tanto, la cerlo haya quo negar a alguien de Iglesia, -+orden, ->sucesión apos- Dios» (para usar rectamente esta
Iglesia vive en tres ámbitos distin- alguna manera la posibilidad real tólica. expresión, d. ->basileia) se encuen-
tos de la existencia; en la interio- do salvación (por lo tanto, tampoco tra en el mismo plano. Añade a lo
ridad de la fe y de la gracia, en la la de los que externamente están 7. Imágenes de la esettcio de lo hasta ahora dicho la acentuación
visibilidad de los cargos representa- fuera de la Iglesia) o se haya de /g/esía. Conforme al proceso segui- do un estar constituido bajo un prin-
tivos y de las acciones sacramenta- negar la obligatoriedad de la Iglesia. do por la Escritura y la patrística, cipio dominante, y presenta a Ia
les, y en la creciente participación Esta obligatoriedad no queda total- la Iglesia expresa su esencia por me- Iglesia como ámbito histórico de ese
del -+eón venidero, en el que se mente intacta cuando se habla de dio de analoglas e imágenes, cuya visible imponerse de la voluntad de
jdentifican el signo y lo significado. caminos do salvación <<extraordina- relación con la Iglesia y su sentido Dios públicamente; convierte a la
rios» o <<invisibles>> y de una perte- exacto sólo pueden reconocerse en Iglesia en escalón previo de aquella
4. Necesidod de la Iglesia. La nencia al <<alma>> de la lglesia. La cualquier caso a partir de la totali- constitlrción definitiva de la crea-
necesidad de Ia Iglesia para la sal- estructura de ésta no permite, con- dad de Ia revelación. ción en la que <<Dios>> es todo en
vación de los hombres hay que en- Iorme a la doctrina del magisterio todas las «cosas» dentro do la ver-
tenderla a partir de esta su natura- acerca de su esencia, una escisión a) I-a imagen más próxima pro- dadera basileia.
leza <<sacramentab>: La Iglesia es semejante (Dz 485 1685s 2199); lo cede del mismo ámbito sociológico:
necesaria para la salvación del mis- que sí admite con toda certeza es la Iglesia es el pueblo de Dios (1 Petr c) Con san Pablo (1 Cor 6, 15 ss;
mo modo y en la misma medida (Dz una graduación (debido a su estruc- 2, 10, etc). En esta concepción, la Eph 1, 22s; Col 1,24) y de acuer-
714 1677 2319, etc.) que lo son Cris- tura sacramental), en cuanto que vocación a la salvación so convier- do con la tradición (san Cleme,nto
to, la fe y el bautismo, cada uno a sólo se da una conexión objeüva te en el principio de convocación de Romano, Orígenos, san Agustín, Bo-
su manera (-+bautismo de deseo, de las partes con la realidad total sus miernbros. El
moderno indivi- nifacio vrr), la Iglesia se designa a
-+pertenencia a la Iglesia, -rnece- que se despliega en esas partes, y dualismo considera extraño que la sí misma como «cuerpo mistico de
sidad para la salvación). El proceso en cuanto que sólo ha de quedar relación del hombre con Dios esté Cristo» (-+cuerpo de Cristo). La im-
gradual de la formación de la lglesia intacta la obligación del hombre con vinculada a una actuación (o a un portancia que tiene la doctrina del
es analógico con respecto a las gra- respecto a la realidad total de Ia padecer) externa y común. Con todo, cuerpo mistjco de Cristo para la
duaciones de ias formas más o me- Iglesia. este pensamiento persiste a lo largo nqeva conciencia de la Iglesia, reside
nos explícitas de la fe (fides impli- de toda la historia de la salvación en una vinculación más estrecha de
cito) y del bautismo (votum bapt¡s- 5. Notas de lu lglesia. Como ca- (-+principio de solida¡idad), Siem- la Iglesia con Jesucristo y en la
mí); con todo, es analógico de tal racterísticas y propiedades distinti- pre se concibió la gracia de Dios solidaridad fundamentada de los
manera que todos esos grados, de- vas do la verdadera Iglesia, general- como regalo hecho a las comunida- miembros entre sl. Respecto a la
bido a su estructumción en o¡den al mente se suelen enumerar hoy dia des, comenzando por la recapitula- vinculación con Cristo, puede in-
grado supremo eclesiológico-sacra- cuatro (Dz 1686): o) La Iglesia ca- ción de toda Ia humanidad en el cluso decirse: Ia Iglesia es una rea-
mental, son partes verdaderas de é1. tólica reclama exclusivamente para padre universal, Adán (-+monoge- lidad de Cristo (l Co¡ 12, 13); la
Esto sólo es posible porque la rea- si la misión de hacer realidad esa nismo), y pasando por los padres Iglesia es la manera en la que Cris-
lidad de la
Iglesia (lo mismo que Iglesia una, también externamente de la alianza, Noé, Abraham y Moi- to, después de su gloriñcación, sigue
la de Cristo y la de los sacramen- visible (-)unidad de la Iglesia). sés, hastallegar a la nueva -ralian- viviendo en los hombree en virtud
tos), a pesar de su visibilidad, no á) La Iglesia católica se considera za, en \a que <<los que estaban leios del Espíritu Santo por El enviado
queda deñnida a la mane¡a de los santa (-+santidad de la Iglesia); y los que estaban c€rca)) (Eph 2, (cf. I Cor 10, 3O; Eph 2, 15. t7 s).
fenómenos materiales. Es una reali- c) la Iglesia de Cristo debe ser esen- 17) se uniflcan en Ia fuerza pacifi- La Iglesia son los que Cristo,
dad signifrcativa corpóreo-espiritual cialmente católica, es decir, univer- cante de la sangre de Cristo para cuando moría, atrajo hacia si como
y en cuanto tal tiene el grado máxi- sal (->catolicidad de Ia Iglesia); constituir el <<nuevo Israel>> (cf. Mt ((cuefpo» suyo y como <<plenitud»
mo de posibilidad para permanecer d) tiena que estribar en los ap,ósto- 21, 43, etc.) al que el Señor mismo suya @ph 4, l?s). Se hacen seme-
estrictamente idéntica en las diver- les y seguirles, es decir, tiene que llama <<su lglesia>> (Mt 16, 18). No jantes a El y, unidos todos, son
sas densidades de corporeidad. ser apostólica (-)apostolicidad de es posible evadirse de este contexto «uno en Cristo>> (Gal 3, 28). Esta
Así pues, la antigua frase de san la Iglesia). sin apartarse del camino que lleva forma de su vida ulterior se llama
Cipriano, tan profun«lamente enrai- a aquella trascendencia precisamen- mística; con ello no so mengua su
zada en la unidad del orden salvíñ- 6. La lglesia como sociedad ex- te por cuyo amor uno podria sen- carácter do realidad, sino que se la
co, ')extra Ecclesíam nulla salus, terna. Para entender esta concep tirse tentado a
protestar contra lo distingue de las demás maneras po-
hay que hacerla concordar plena- ción, cf. ->apóstol, -)papa, ->obis- quo podría considerar una masifica- sibles de ser cuerpo (p.ej., en la uni-
mente con la -rvoluntad salvifica po, -+ministerio, -)seglar, -+ma- ción. dad sub,stancial biológica). Por con-
3r9 320 321 2)a

Rah-Vorg. ll
Ielesia Iglesia (oficio pastoral de la)

dguiente, la Iglesia cs una unidad marse en la ciudad de Dios (Gal 4, bito politicoy sociológico en la si- frentándose a su objeto, la historia
vital, superabundante, por encima 25 s). Por otra parte, la Iglesia se tuación histórica correspondiente. de la Iglesia, tal como a¡»rece en
de todo lo meramente institucional; desarrolla como la planta de la mos- la revelación divina y como lo ma-
no sólo dice referencia a Cristo como taza, como una cepa o un árbol 9) Postura del cristiano tnaduro nifiesta el propio pensar de la lgle-
a su fundador, sino también como a (Mt 13, 31 s; Ioh 15, l-8), en orden dc hoy tmte la lglesia Esta postura sia en el pasado, llega a ser una
fundamento actualmente presento de a la plenitud de vida del paraiso. está sustentada por la persuasión de ciencia teológica; sólo entoflces se
su vida. La vinculación de todos Con todo, la ciudad y el huerto la imposibilidad do un individuaiis- distingue del fragmento cristiano de
tros fieles entre sí expuesta en la no se contraponen dc tal manera que mo religioso absoluto. Dios quiere la historia universal de las religio-
imagen del cuerPo místico (-+so- se excluyan mutuamente; indican la salvación de todoo; y ésta, como nes, incluso cuando ese fragmento
munión de los santos), que se hace que la expresión plástica quiere ele- salvación de todo el hombre, se hace estuviera escrito por un católico. No
perc'eptible en el comer un mismo var el ser misterioso de la Iglesia realidad y se representa en todas las es lícito tratar de la historia de la
pan (l Cor 10, 17. 2l), fundamenta por encima de los conceptos de acu- dimensiones humanas de tal manera, Igles,ia de manera que Ia doctrina
la conciencia de una solidaridad de mulación y de vida. Por frltimo, la que no se da ninguna que sea ex- y convicción cristiana de la institu-
los miembros basada ontológicamen- Iglesia en su realidad total obrada ciusiva y <<especificamente» religio- ción divina de la Iglesia fuera úni-
te «en Cristo>> (Rom 12, 5) Y se por el Espíritu Santo, no Puede sa (p.ej., la interioridad, el senti- camente norma negaüva para una
convierte en motivo para las exigen- quedar expresada exhaustivamente miento, lo femenino, lo cúltico, etc). investigación meramente aposterio-
cias litúrgicas, ascéticas, parroquia- por ninguna categoría de la existen- Y asi perteneco también a la Iglesia rística de la historia de la religión
Ies, ecuménicas y sociales' cia terrena, ni conceptual ni plásti- el c¿rácter social de la representa- cristiana. La importancia de la his-
camente. El fundamento de su Po- ción eficaz de la salvación divina. toria de la Iglesia se pone de ma-
d) Puesto que la Iglesia neotesta- sibilidad le viene <<de arriba», y la Por lo ta.nto, so entiende de suyo que nifiesto, p.ej., en la tarea, todavía
mentaria sustituye a la -+sinagoga, manera de hacerla accesible al pen- el cristiano vive en la lglesia, y no no llevada a cabo, de su distribu-
recaen también sobre ella, junto a samiento humano no consiste en conoce indMdualismo sepa.ratista al- ción por períodos, a base de crite-
la idea general de pueblo de Dios, negar ese fundamento suyo. guno en el ámbito de lo religioso, rios internos, auténticamente teoló-
las oxpresiones de la ->mísüca nup- por más que é1, como homo relígio- gicos. Distribución de la que podría
ciat profética: Dios se üncula a la 8) Iglesia y Estado. La Iglesia, sus, siga siendo el indivíduum innef- sacar visiones inapreciables la in-
humanidad redimida en la ternura por razón de su esencia, exige una fsbile. Por otra parte, en medio de terpretación teológica del presente.
e inviolabilidad del amor. Sólo apa- independencia fundamental con res- su fidelidad incondicional a la Igle-
rentemente queda esta imagen Pos- pecto al Estado, aunque reconoce sia, como ámbito permanente de su Iglesia (oficio pastoral de Ia), Pas-
tergada tras la del cuerPo místico, totalmente al Estado y a la socie- existencia religiosa, en obediencia a tor y rebaño son, tanto en Israel
puesto que precisamente este amor dad civil como dimensiones autóno- las potestades doctrinal y pastoral, como en el NT, expresiones gráficas
es el que hace de los miembros de mas (<<sociedad perfecta>; -)plura- el cristiano sabe que la Iglesia es la muy frecuentes y significativas, que
esa sociedad <<una sola carne» (Gen lismo) (Dz 330 ss 497 1698 l7l9 s Iglesia peregrina, que en su histo- describen la relación de Dio.s con
2, 24), y justamente eso cuerPo mis- l84ls 1847 1866s 1869 2?i3). Aun' ricidad busca penosamente su cami- su pueblo, caracterizándola como
tico deja intactas la singularidad per- que la Iglesia propugna las normas no por el tiempo. Así el cristiano la personal, solicita y salvadora. Cris-
sonal de los miembros. Ambas imá- 6" 1u -+ley natural objetivamente soporta con paciencia, de la misma to sigue siendo también pastor de
genes quedan vinculadas en el NT valederas incluso para la vida civil manera que la Iglesia le soporta a su Iglesia (1 Petr -5, 4). Todavía se
(Eph 5, 23-32; Apoc 21, 9s) Y man- y pública, y califica sus @ntraven- é1. Y el cristiano ve a la Iglesia siguió empleando esa expresión grá-
tienen el equilibrio entre el protun- ciones como contrarias a la con- como signo de la salvación implan- fica para designar a las jerarquías
do respeto y la cordialidad, comple- ciencia do los pueblos en cuanto tal, tado por Dios en la historia y para de la Iglesia primitiva y de sus co-
tándose mutuamente. atando al hacerlo la conciencia de todo el mundo. Por 1o tanto, tam- munidades (Ioh 21, l5ss; I Petr 5,
sus miembros, no por ello se con- bién para aquellos que todavia no 1 ss; Act 20, 28). Hoy día resulta
e) La combinación de imágenes vierte en un superestado, puesto que pertenecen a ella de manera histó- muy difícil que dichas expresiones
orgánicas y mecánicas proPia de la reconoce las normas de la libertad ricamente perceptible. encuentren eco, puesto que la pala-
Biblia tiene la misma función dia- frente a la obligación de creer Y bra rebaño nos recuerda con dema-
léctica. Por una parte, se compara las de la ->tolerancia, incluso y pre- Iglesia (historia de la). Es la dis- siada claridad a Ia masa obtusa di-
a la Iglesia con una construcción cisamente para el Estado de ideo- ciplina que investiga y expone cientí- rigida desde arriba. De todas mane-
que, a base de la unión de muchas logia mixta. Tampoco reclam¿ el flcamente el desarrollo ds l¿ -)Iglesia ras, en teologia la potestad de la
piedras, llega a ser una casa (1 Tim derecho de predicar un imperativo como magnitud teológica e histórico- Iglesia respecto al orden salvífico se
i, 15; Hebr 3, 6; I Petr 4, 17) o un concreto con resp€cto a lo que haYa salvífica. Sólo entendiéndose a sí designa como oficio pastoral, para
templo (Eph 2, 2l s). Para consu- do hacerse positivamente en el ám- misma de esa manera, es decir, en- cuyo ejercicio se ha dado la potes-

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Iglcsia (oficio pastoral de la) Iglcsia Primitiva

tad pastoral o de jurisdicciór¡ en la sos, asi ctlmo puede variarla ¡crla- Iglesia (tesoro de Ia). El concepto te de la Iglesia esán unidas en el
que se distinguen poteetad pastoral ción tem¡roral entre posesión de de tesoro de la Iglesia se desarrolló oir, puesto que el Espíritu Santo
suprema: el papa, y potestad pas- la gracia y signo sacramental de la sólo desde el s. xlv con la teologia ha sido dado a Ia Iglesia como to-
toral superior: obispos. Está entre- gracia. asi como estas diferencias do las -+indulgencias (Dz 550 ss talidad, y esta Iglesia total posee el
lazada an la potestad de santifica- pueden producirso con o sin culpa, 740s 157 e.p.). Sin embargo, el con- <<sentidode la Ie» (+fe) y en la
ción o sacramental. de la Iglesia. Cf., así también existe una diferencia- tenido mismo es independiente de la iglesia sólo un creyente, es decir,
a este propósito, -+potestad de la ción analógica en la relación del ocasión histórica que hizo surgir esta obediente, es decir, oyente, puede
Iglesia. hombre con la Iglesia, con el -)<<sa- palabra. La palabra expresa, con ser de veras maestro.
cramento originario>>. Seghn esto, otra imagen, lo que siempre se ha-
Iglesia (pertenencia I la). l¡ Ma' hay que decir lo siguiente: ay' La bi¿ venido diciendo sin clla; es de- Iglesia primitiva, comunidad pri-
gisterio.A la Iglesia pertenecen in- plena p€rtenencia a la Iglesia, la que cir. que Dios quiere la salvación de mitiva, Iglesia apostólica, cristianis-
cluso los pecadores y aun los pre- efectúa de hecho lo quo significa, todo individuo, en todos los aspec- mo primitivo, no designan sólo el
conocidos como réprobos (d.f.: Dz es Ia del católico obediente, cre- tos que tieno esa salvación, en aten- fragmento, temporalmente primero,
627 ss 631 s 647 838 1422-1428 1515). yente y que vive en estado de gra- ción a Jesucristo, a su -)salisfacción de la historia de la Iglesia y del
Este dogma de fe no afirma que la cia. Aqui encuentra la gracia su cor- infinita y mérito ganado en la cruz cristianismo, es decir, desde pente-
pérdida de la gracia justific¿nte no porización histórica suprema. La (Dz 799 2193 Z3l8 e.p.) y al cuerpo costés hasta finales poco más o me-
afecte en nada a la pertenencia a pertenencia a la Iglesia queda üncu- total do Cristo (-+Cristo [cuerpo nos del s. t cristiano; sino que, ade-
la lglesia, sobre todo teniendo en lada con lo que quiero significar: del); cuerpo que de El y en El tiene más de eso, ese término c,atactenza
cuenta que no es lícito pensar en ésta con la fe y la gracia. á) No se da la luerza para su actuación propia, a la vez teológicamente a ese frag-
como organización religiosa mera- (todavia¡ trnr propia pertenencia a y hace que esa actuación redunde mento de historia, como dimensión
mente extorna, y que el Espíritu San- la Iglesia en el
hombre que, sin en beneficio de cada uno de los irrcpetible y normativa para todos
to es uno de sus constitutivos esen- batrtis,mo, en caridad y fe, queda nriembros (cf. I Cor 12, 25 s e.p.). los tiempos posteriores de la Iglesia
ciales. Por el -+bautismo, y sólo justificado por el -+vorum implici- En cuanto esta realidad total salva- y de su doctrina (->dogmas [evo-
por é1, se llega a ser ((persona)) en to de Iglesia (-+bautismo de deseo). dora de Cristo se traduce on la re- lución de losl). Y esto porque esa
la Iglesia (CIC can. 87; cf . Dz 6% Sin embargo. se da ahí un estado misión de la pena temporal (-+pe- +Iglesia es el testigo inmediate de
863 s 870 895 2286). Con ello se que. con una dinámica objetiva y cado [penas del]) debida por el la -)resurrecc.ión de Cristo como
dice, por lo menos, como verdad existencial, busca su encarnación pecado y en cuarito so realiza so- suceso escatológicamento decisivo;
de fe, que por el bautismo sobre- histórico-social en la pertenencia a bre todo por medio de las indulgen- porque, por consiguiente, sus por-
vieno, en cualquier caso, cierta re- la lglesia, y asl <<ordena>> u orienta cias, recibe el nombre de tesoro de tadores autoritativos, los -+a¡Ésto-
lación positiva e inderogable de or- -va al hombre <<hacia>» la Iglesia, de
la Iglesia. Con respecto a la mane- les, son destinatarios inmediatos y
denación fundamental, de subordi- manera que, gracias a ello, el sig- ra do entender su eñcacia, cf. -+in- no sólo transmisores de la -+¡eve-
nación prepersonal (Dz 864 895) a nilicado s¿rlvlfico de ésta sigue sien- dulgencia. lación cristiana; y lrcrque en ese
la Iglesia. Y esto en virtud de todo do válido también para ese hombre. tiempo quedó constituida la -)Sa-
bautismo válido, incluso de y entre Dondo faltan culpablemente el bau- Iglesia oyente; en un sentido es- grada Escritura como norma per-
cristianos no católicos. Se discute, tismo y Ia fe, persisto objetivamente trictamente teológico, no designa manente del magisterio; por todo lo
dentro de cierta fluctuación en la esla r¡rdenación como <<estado de tanto el hecho de que la Iglesia, co- dicho, esa Iglesia es el ->punto de
terminologia del magisterio, si a salvación» objetiva, iexistencial mo totalidad, es una oyente de la partida permanente dentro del cual
esa relación positiva en cuanto tal sobrenatural y obligación. c) Entre palabra divina revelada; ni designa se realiza toda la historia ulterior
ha de llamarse ya pertenencia a la estos dos casos extremos pueden fá- primariamentc a la parte oyente de de la Iglesia y de la fe; las cuales
Iglesia. Algunos teólogos actuales cilmente ordenarse las diversas po- la -+Iglesia en contraste con la do- son verdadera historia, y no un
responden afirmativamente a esta sibilidades quo cabe pensar para una cente en virtud del -)magisterio o mero perdurar de Io inicial. Si la
cuestión. Así, A. Hagen, K. Mórs- reiación objetivamente deficiente en- potestad de enseñar y que queda legitimidad de Ia evolución ulterior
dorf y A. Bea. Para una pertenen- tre el hombre y la Iglesia. Son constituida, según el derecho divino, de la Iglesia está también garanti-
cia a Ia Iglesia activa y plena se re- posibles, puesto que tanto la justifi- solamente por el episcopado bajo el zada, en {rltimo término, por la asis-
quieren el bautismo, profesión de la cación como Ia visibilización históri- papa (y según el derecho eclesiás- tencia del Espíritu Santo, eso no
fe c¿tólica, unidad con la Iglesia Y co-social de la salvación son dimen- tico, también por los que han reci- desliga a la Iglesia de la obligación
su gobierno. siones históricas y no idénticas en- bido del episcopa.do la delegación de justificar una y otra vez su evo-
2) Teología. Do la misma ma- tre sí; de manera que puedan darse de enseñar). Más bien designa el lución en lo tocante al conocimien-
nera que se dan sacramentos invá- desfases sin quo estos procesos de- hecho de que, en sentido propio y to de la fe, al derecho, liturgia, etc.,
lidos, meramente r,álidos y fructuo- jen de formar una unidad. verdadero, las partes docente y oyen- como conforme con la acción del

1n 328 319 -l -1( )


Iglesia prinritiva Impecabitidad
Espíritu en la Iglesia primitiva. Cf., es, por decir lo menos, distinto de ración de lasl). Uno de sus suceso- discipulo>> propia de aquel tiempo.
además, -)canon. las demás cosas creadas, sobre todo res, Constantino v, persiguió a los Significa, por el contrario, la cre^
do las vivientes, que han sido crea- partidarios del culto a las imágenes, yente disposición a admitir el reino
fmagen, contemplacién imagina- das cada una <<seg(rn su naturaleza)). sobre todo a los monjes, cuya po- de Dios (-->basileia), que está ahi
tiva. Imagen es aquella sensibiliza- El hombre sigue siendo imagen de tencia fue probablemente el blanco en Jesús, y sólo en El, do manera
ción intuitiva (corporeización), pe- Dios incluso después del pecado de la prohibición. por 1o menos en definitiva y que compromete a tG
culiar al pensar humano, de Ia rea- original (Gen 9, 6), ya que conser\¡a su origen. El concilio de Nicea tt, dos; la disposición a admitir a toda
lidad capaz de afectar al hombre la capacidad de scr llamado por de 787 (Dz 302 ss), justiñco la vene- costa ese reino de la manera más
que, por su parte, está condicionada Dios y, de hecho, es llamado por El.
por la perceptividad <<visiva>> (sen-
ración de las imágenes en el senüdo radical hasta la propia -)abnega-
Sin embargo, la imagen de Dios de una veneración relativa. Tras un ción, hasta negarso a si mismo y
sible) del conocimiento humano por antonomasia es -+Jesucristo nuevo recrudecimiento de la contro- aceptar la cruz de Cristo sobre sí.
(-+sensibilidad), que hace que todo l, 12-16; Hebr 1,
(2 Cor 4, 4 ss; Col versia, la emperatriz Teodora apro-
«concepto» sc calfe únicamente por 3), puesto que como -»Hijo de bó el culto de las imágenes al im- Impecabilidarl La impecabilidad
referencia a una «representació»r. Dios (-+Logos) reproduce al pa- poner la <rfiesta de la ortodoxia>>. no hay que confundirla con la ca-
Esta sensibilización intuitiva expe- dre y como Dios hecho hombre hace rencia meramente fáctica de -+pe
rimenta y descubre sus límites al re- visibleal Invisible; asi reside tam- rlnágene§ (veneración de las). La cado, dada ((consecuentemeote» por
ferirse al ->espíritu puro (-+Dios). bién en El el resplandor de la ma- voneración de las imágenes está esen- la decisión libre, es decir, con el
Asi en el AT (sobre todo por ra- jestad del Padre. Por medio del cialmente referida, y de ahí que sea hecho do no haber pecado. La impe-
zones de la economía de salvación, --)p¡ta¡l?Ld divino, también el que -+<<culto relativo», a la persona re- cabilidad e,s el modo de ser de una
-+monoteísmo), estaba prohibida la cree en El participa de la -->dox« presentada, finica a la que puede libertad creada, obrado por circuns-
representación de Dios en imágenes de1 Señor glorificado y se convierte corresponder un (<culto absoluto>>. tancias internas (r.ej., la ->visión
(Ex 20, 4 s). Sin embargo, en Jesu- ya aqui en imagen del Glorificado Y esto de tal rnanera, que ningún de Dios) o externas (p.ej., una -)gra-
cristo, como «imagen del invisible>> (2 Cor 3, 18), para serlo de manera valor cúltico es propio de la ima- cia eficaz de Dios). Conforme a ese
(Col 1, l5), Dios entra en el mun- mucho rnás perfecta después de la gen en cuanto tal. La verdadera modo de ser, existe en la criatura
do de la experiencia humana (->ima- resurrección do la carne (l Cor 15, ->adoración es exclusiva de Dios espiritual, sin destrucción de su h'-
gen y semejanza de Dios). Median- 49: Rom 8. (Dz 302 ss); lo propio de la imagen
29). bertad y con anterioridad a su deci-
te la conternplación imaginativa I-a antropologia dogmática inten- es la veneración. Sin embargo, ésta sión, un fundamento que excluye el
(unida a la -+meditación por pala- ta aproximarse a esta afirmación, puede crecer en significado e im- pecado. De tal manera, que puede
bras), el hombre puede intentar <<in- también metafórica, acerca del hom- portancia, como ocurre con los ico- decirse que esa criatura no <<podría»
tui»> la verdad trascendiendo su bre como imagen de Dios, cuando nos e imágenes veneradas en los pecar, armque tiene <<libertad» para
formulación en proposiciones. Con define al hombre como por -)natu- santuarios objeto de peregrinaciones. hacorlo. La manera de conciliar tal
todo, en este proceso la <<visióo> del raleza abierto a la -+autocomunica- Este acrecentamiento ocurre en virtud impecabilidad «antecedente)) con la
que contempla queda a la vez con- ción de Dios; cuando describe esa
dicionada y conformada tanto por
de la tradición de Ia Iglesia o en libertad, es algo que los sistemas
misma naturaleza como -)potencia virtud de la historia de la imagen particulares do la gracia (->gracia
lo que es representado imaginativa- obediencial para la -+unión hipos- misma, de su origen, de su conexión [sistemas de la]) explican de forma
mente como también por la capaci- tática y la gracia do Cristo (en el real con lo representado (-+cruz). diversa.
dad individual de la visión sensible -)cristocentrismo apriorístico de la Sin embargo, es una doctri¡a co-
(capacidad representativa, fuerza de creación); cuando define ulteriormen- Imitación de Cristo, como reeue- mún de todas las escuelas teológicas
imaginación). te la -)gracia como autocomunica- rimiento a los fieles en boca de Je- la adrnisión de la inteligibilidad de
ción de Dios y como capacidad de sus (Mt 8, 22; 9, 9; 10, 38; 16, 24; semejante impecabilidad libre. sobre
fmagen y semeianza do Dioc es Ia asumpción connatural de esa auto- 19,21; Mc 8, 34; I* 14, 25-35), to todo por razÁn de la eficacia <<an-
un concepto sacado exclusivamente nianifestación de Dios en la Pala- significa un mero seguimiento del tecedente>> do la gracia eficaz. Ade-
ds la revelación, que parafrasea la bra (fe-caridad) y en la -+üsión de ejemplo de Jesús, como un «caso» más de ser comfin, esa verdad es
singular relación entro Dios y el Dios. de observancia ideal de una ley uni- muy importante para la explicación
hombre. El hombre, es decir, seghn versal. Tam¡roco un <<calco>> de la de la impecabilidad de Cristo en
Ia antropologia bíblica. el hombre Imágenes (controversia de las), üda de Jesús; ni en todos los textos cuanto hombre, de Maria y de los
entero en su estructura psicofísica, Esta controversia fuo suscitada po¡ del NT significa la relación fraterna bienaventurados, para la explicación
está creado a imagen de Dios (Gen el emperador bizantino León, en el do disclpulo o auxiliar respecto a do la confirmación en gracia de la
1, 26s) como asociado de Dios, con año 730, al prohibir la veneración Jesrls como ((maestro» y profesor preservación de la Iglesia como to-
dominio sobre el mundo. Por ello de las imágenes (-+i¡¡fgs¡es [vene- al estilo de la relación ((maestro- talidad en la verdad y en el amor
331 332 1t1 134
Impecabilidad Infaübilidad

(->santidad do la Iglesia). Cf. tam- ria con la oración de acción de gra- (Act 6, 1-6); la comisión oficial de mesa de una intercesión especial de
bién -+impecancia, -+confirmación cias, como ocurrió ya muy tempra- Pablo y Bernabé para la misión la Iglesia para conseguir la remi-
cn gracia o impecabilidad. namente en la -geucaristía (: e¡¿- (Act 13, 3); se cita como transmi- sión de una pena temporal ante Dios
ción de acción de gracias) con la sión del cargo u oficio en la I Tim por -+pecados que ya han sido per-
Impecancia es el estar libre de introducción de la oraci(rn primitiva: 4, 14 y 2 Tim 1, 6. El NT recotroce donados en lo que concieme a la
->pecado, propio de una -)libertad <<Señor, tened piedad de nosotros.» además la imposición de las manos culpa. Los efectos do la culpa no se
e.spiritual. Puede fluir de la necesi- Dogmáticamente, esta oración plan- como rito complementario del bau- borran sin más con la conversión.
dad de la esencia, como ocurre en tea el problema de si Dios se deja tismo, por medio del cual ha de io- La Iglesia puede apoyar con su
Dios. Puede darse también como «mover)) por algo exterior a E,l y municarse el Espíritu Santo (es de- -)oración los esfuerzoe del individuo
re.sultado de la libertad de quien de qué manera lo haoe. Sin embar- cir, como ,-)confirmación: Act 8, por superar esos efectos. Y como la
fácticamente no ha pecado, cual- go, en un análisis más preciso de 15-17; 19, 5 s; Hebr 6,2), y, por fin, Iglesia es santa y su oración siem-
quiera que sea la razón de ello: gra- lac'uestión, se com¡rrueba lo erró- esa imposición también aparece en pro conforme a la voluntad de Dios,
cia, etc, Puede provenir de una neo de este planteamiento: se con- el NT como rito del sacramento de siempre so da Ia c@rteza do que sus
-+impecabilidad gratuitamente dona- funde en él la -)eternidad de Dios, la penitencia (-+penitencia [sacra- súplicas serán atendidas. De todos
da. También puede ser el resultado en la que todo le está formalmente mento de lal)(l Tim 5, 22). modos, este apoyo sólo es efectivo
de la remisión redentora de los pe- presente, incluso los pensamientos y Así queda bien fundada bíblica- donde se dé una disposición total
cados por medio de la gracia de las acciones de los hombres, con la mente la actual imposición de las para la purificación, cada vez más
Dios (+justificación) en el hombre temporalidad humana. manos en los sac¡amentos del bau- profunda, de todo el hombre.
que habfa pecado. Contra todo gé- tismo, confirmación, orden, unción de Así pues, la indulgencia no es nin-
nero de -+mística del pecado, hay Imposición de las manos es un los enfermos y penitencia. En este gún sustitutivo del sacramento de la
que recalcar que, en el orden con- gesto criltico antiquisimo. En el AT último de forma rudimentaria, como penitencia. D.f.: la Iglesia tiene po-
creto, toda impecancia, en el puro lo encontramos" sobre todo, como elwación de la mano, El signiñcado testad para concede¡ indulgenciasl
hombre, es asimismo efecto y reve- expresión de la entrega de los ani- simbólico de la imposición de las se ha de mantener su rso y sorl sa-
lación de la gracia redentora de Dios males sacrificiales a Yahveh @x y nlanos es la comunicación del Espi- lutlferas (Dz 989 1471). Presupues-
en Cristo (sobre todo,, en María), de Lev), como transfusión simbólica ritu, incluso en la reconciliación con tos: bautismo, estar libre de exco-
la misma manera que lo es el perdón de los pecados de todo el pueblo al la Iglesia, y la
salud. Es signo munión, cumplimiento de las condi-
de ta culpa cometida. El santo es el carnero propiciatorio en el dia so' (-+materia) sacramental en la -)con- ciones y realización de las obras
mayor deudor de Dios. lemne de la expiación; por lo cual fimración y en el orden (diaconado, requeridas para ganar la indulgencia;
se Ie d¿rba ca,za en el desierto, para presbiterado y episcopado; Dz 23Ol). por lo menos, intención general de
Impetratoria, or¡ción Junto ion hacerle perecer alli, junto con los ganarla. Bíblicamente: hacer pe'ni-
la oración de alabanza y de acción pecados del pueblo. También se en- Individualidad se llama en filo- tencia (-+purgatorio, -+penas del
de gracias, es ésta una de las tres cuentra ese gesto como signo de sofía a esa peculiaridad del ente que pecado).
I'ormas fundamentales de la -)ora- bendición entre hombres y como le determina en su unicidad y uni-
ción. En ella el hombre o la Iglesia rito de la ordenación sacerdotal dad incomunicabie, en cotrtraste con Infalibiliilad es el término que de-
presenta simplemente a Dios su in- (Num 27" 21; Deut 34, 9). 1o universal (género, especie, etc.). signa la preservación «graciosa» del
digencia de redención y de ayuda, En el NT, lo más frecrrente es En sentido estrictamente cualitativo, error propia del -+magisterio de la
reconociendo las necesidades de la emplear la imposición de las manos no sólo numérico, es profria sólo de -+Iglesia en materias de fe propues-
existencia teffena concreta como si- en orden a la curación de enfermos. la -+persona, y fuo definida (por lo tas por él como absolutamente obli-
tuadas dentro del dominio e impe- Como tal nos la reñeren Jes(rs, los nlenos como numérica) para cada gatorias (Dz 1800). Siendo la Igle-
rio de Dios. Esta idea es la expre- discipulos y san Pablo. El NT la una de las almas en el concilio La- sia la presencia histórica de la vo-
sión del consorcio del hombre, obra- reconoce también como signo de teranense v, co[tra el averroísmo y luntad de gracia por parte de Dios
do por Dios mismo en ürtud de bendición (Mc 10, 16 y paralelos). neoaristotelismo @z 738). en JJesucristo, como salvación de-
l¿ -)gracia, e invoca siempre a la Son muy significativas las na¡raci<-r- ñnitiva en la verdad y eI amor, a la
-+misericordia de Dios; de ese Dios nes neotestamentarias acerca de la im- Indulgencia. Originariamente, tra quo ya nunca podrán vencer las
que ha velado por nosotros antes de posición de las manos como rito de condonación de la penitencia ecle- fuerzas intramundanas, necesario es
que se lo pidiéramos (c'f. I\{t 6, la ordenación sacerdotal. Se dice siástica p{rblica quo había de cum- que ella, como totalidad, esté pre-
25-33). explícitamento que estaba unido a plirse por perlodos de tiempo deter- servada de apartarse de la verdad
La confianza en este incesante cui- la oración, y una vez incluso con minados. De aquí que se cuente por y del amor de Dios, en virtud de
dado divino p,or nosotros vincula el ayuno. En particular, se confieren años y por dlas (-+penitencia [sa- la gracia de Él y no en virtud de la
estrechamente Ia oración impetrato- por este medio: el cargo de diácono cramento de lal). Hoy día, la pro- fuerza humana de sus miembros. El

335 -1Jb 338


Infiernos (dcscenso de Cristo a los)

magisterio autoritativo de la lglesia, dar una doble consideración. Prime- dos los nilevos encuentros y reali Ia posibilidad real de un fracaso
que ejercen sus pastores por la auto- ro, que la fe del individuo es siem- dade§, Puerilidad es, por el contra- eterno; posibilidad que reside en que
ridad de Cristo, tiene que estar por pre fe dentro de la fe superior de rin, la ilusión de que esa Iibertad el hombre puede disponer libremen-
esto mismo preservado de enseñar, la Iglesia. La fe del individuo, que inlantil l'rente a las múltiples posibi- ts de sí mismo y puede también re-
con obligatoriedad absoluta, algo siempre es una realidad irrepetible, lidades no necesita consumarse con chazar libremento a Dios. Esta po-
que contradiga a la ve¡dad revelada lleva a efecto, en obediencia y auto- run acto que reúne y apropia por sibilidad del hombre Ia testiñca Je-
por Dios que ha de creerse en la nomía a la vez, su aportación a esa medio de la <<decisión>>. En cuanto sús directamente cuando amonesta
Iglesia. Aqui conüene hacer notar fe superior de manera distinta en que sólo se consigue por Ia renun- que se tenga cuidado con las conse-
que la verdad de Cristo se reconoce cada caso. Segundo, que incluso la cia, Dios ha prometido a esa infan- cuencias del arbitrario y obstinado
precisamente en que es enseñada {e de la lglesia tiene su historia y cia de abandono la juventud eterna encerrarse en si mismo (que se libren
como tal por los representantes auto- que, por Io tanto, incluso la [or- en la que la terminación real ha aI- de las faltas contra el arnor, norma
¡izados de Cristo. mulación verdadera e infaliblemen- canzado, ha revelado. ha sobrepuja- del juicio), con imágenes acostumb¡a-
Elobjeto de Ia infalibilidad lo te definida no es la formulación de- do Ia pienitud posible del punto de das en su liempo. Anuncia Ia grave-
constituyen todas las verdades re finitiva que lo abarca todo. partida, en virtud de la infinitud li- dad de la situación presente y el oig-
veladas por Dios para la Iglesia a Pero con ello queda implicatfu-r bremente donada por Dios. nificado de la historia, cuyos frutos
través de Cristo (materias de fe y que, a¡.mque la experiencia de fe del son considerados como realizados
<lo costumbre: Dz 767 786 1797 s). individuo y sus exigencias intelectua- Infierno es una expresión que sig- válidamente por el hombre; con ello,
También es objeto ulterior de la in- les no pueden situarse lícitamente uifica el fracaso en la consecución excluye toda ligereza y superficiali-
falibilidad todo lo que es necesa- fuera de la fe de la lglesia, no de- de ia bienaventurada comunión con dad en el enjuiciamiento de las re-
rio para prqservar del falseamiento ben sentirse siempre y necesariamen- Dioc (-+cielo) y las pe¡as positivas el hombre y Dios,
laciones ent¡e
y de la adulteración a esa verdad te como positivamente explicadas de provenientes del estado de aparta- toda componenda en el trato entre
de la revelación (Dz 1683 1722). l'orma exhaustiva en cada definición. miento deflnitivo y personal con res- ambos, y, al hacerlo, recalca nega-
De aqui que el magisterio ecle- En correspondencia con la estruc- pecto a Dios, así como también la tivamente el amor de Dios al hom-
siástico pueda también juzgar de todo tura jerárquica de la autoridad y del oposición personal y definitiva fren- bre, amor restaurador y liberador,
aquello cuya negación o afirmación magisterio, son sujeto de la infali- ts al ordon divino de la realidad y sin embargo total. No existe nin,
pondría en peiigro o destruiria Ia bilidad todos aquellos que tienen creada. El magisterioeclesiástico de- guna rcvelación ni afirmación del
fe en su totalidad o en una de sus una autoridad absolutamente obli- clara que este infierno existe (Dz 16 magisterio cclesiástico con respecto
verdades, debido a su estrecha co- gante frente a la Iglesia'total, y en 40 429 464 714), que el castigo so- a la realización práctica de esta po-
nexión con la doctrina revelada (cf. la medida en quo la poseen. 1) El breviene inmediatamente después de sibilidad en el hombre (*)demonios)t
Dz s 2005 2007). No es licito
1675 episcopado total de la Iglesia, si la muerte (y no sólo tras el juicio nada sobre si se realizará de hecho
pensar la i¡falibilidad de la Iglesia bajo su cabeza el '->Wpa, y como final) (Dz 53I) y que es eterno (Dz o en qué circunstancias. Esto con-
y de su magisterio como un efecto totalidad, propone hnicamente algo 2ll). Las afumaciones del NT, en tradiria cl sentido del mensaje refe-
milagroso de una clarividencia es- como revelado por Dios a su Igle- las que se supone, más que s€ afir- rente a la posibilidad del infierno.
pecial dada por Dios; clarividencia sia (Dz 1683 ITYZ). 2) Un -+conci- ma, explicitamente la existencia de que no consisto en la información y
que podria dar con pleno sentido a lioecuménico con el papa (Dz 768 s un lugar especial de castigo tomán- satisfacción de la curiosidad. sino
cr.ralquiera, según su voluntad, si asÍ 1723). 3) El papa solo, cuando pro- dolo libremente de las {rltimas con- en la llamada a la reflcxión y a la
quisiera. I.a infalibilidad está vincu- pone una verdad como maestro su- cepciones judías, hay que interpre- conversión. Sin temor a equivocar-
Iada más bien a Ia deñnitivez esca- premo de la Iglesia (ex cathedra, es tarlas conforme a los principios exe- nos. tenemos que profesar conjun-
tológica de Ia situación salvífica en decir, invocando su suprema auto- géticos relerentes a la interpretación tamentc Ia doctrina de la fuerza
Cristo: siendo así que la obra sal- ridad docente) con una sentencia de afirmaciones apocalípticas y es- de una voluntad salvíflca universal de
vífica de Dios en Cristo es la üc- doctrinal, universal y absolutamente catológicas de la Escritura. Dios y Ia de la verdadera posibilidad
toriosa y la definitiva, y entre sus obligatoria (d.f.: Dz 1839). Es decir: tales afirmaciones no son de una perdición eterna.
constitutivos intrínsecos figura la En su conducta particular y en sus reportajes anticipadores, como si Ia
verdad-fe y la estructura sociológi- opiniones privadas, el papa no es narración blblica nos hablara desde Infiernoe (descenso de Crisfo ¡ los).
co-eclesiástica, bastaría un error, nrinca <<infalible>>. un futuro que ya se ha actualizado; Por lo rnenos en diez pasajes del
como autocomprensión definitiva- pretenden, por el contrario, aclarar NT y en la fórmula del simbolo
mento pensada do esa realidad sal- Infancia, como actitud cristiana la existencia presente y actual del apostólico de la fe, extendida desde
vífica, para destruir esa misma rea- reconrendada por el Evangelio, es hombre frente a Dios. Por lo tanto, el año 370 d.C., se recono@ que
lidad. ]a sencilla apertura ante la amplitud el dogma del infierno afirma: La Jesús como muerto ha estado en los
A este respecto, no hay que olü- de ¡rosibilidades de la vida, ante to- vida del hombre está amenazada por I
infiernos (d.f. Dz 429 462). En a1-

i39 340 141 34?


I

Infiernm (descenso do Cristo a loc) Inmacr¡lada Conccpción


gunos pasajes sueltos se dice con Iglesia. Es decir, es ei as¡:ecto de esa paganismo, sino con las costum- que es auténticamente potencial, en
nrás detalle que anunció o repre- autocomunicación en cuaDto que bre¡ dcl mr¡ndo judío. El
concepto cuanto que de por sí se adentra
scntó alli Ia victoria de la -)basileia, Dios mismo (o una persona divina do «sacramento)) procede asimismo de en el tiempo que rinícamente da ori-
a los poderes o a los difuntos. En particular) es el objeto que se co- este ámbito; socramentum fue ori- gen a la consumación, y en cuanto
estos pasajes, sin embargo, no se munica. Este hecho lo testific¿ la gi.nariamente el término latino usado que se expone al decreto imprevisi-
trata del ->infierno, sino del ->.ieol Escritura cuando se dice del +Es- también pa.ra designar Ia iniciación. hle de Dios tocante a esas posibili-
en el sontido del judaísmo tardío, piritu Santo que será d¿¡do o infun- dades abiertas en el tiempo, la -)ter-
como so deduce clarisimamente de dido por el Padre; que pernanece Inicio no es el primero de una minación es conservación, consuma-
la tradición. En una diferenciación y habita en nosotros; que Dios nos sefio do numerosos momento§ cote- ción y revelación del inicio. Sin em-
crítica entre contenido y forma de unge y sella con el Espiritu Santo; jables, sino la fundamentación de bargo, esta consumación no es el
una afirmación hab¡ía que decir lo que vendrán Padre e Hijo y habi- un conjunto, cuya historia posibilita. mefo volverse a sí mismo del inicio,
siguiente: Este mismo descenso de tarán entre nosotros floh 14, 23); Por lo tanto, el concepto de inicio sino que él vive de la dinámica hacia
Cristo a los infiernos es Ia muerte que el Hijo está en el hombre san- trasciende al concepto de un tiem- la consumación, cuya realización
do Cristo, en cuanto que acepta y tiflcado y éste en el Hijo (Ioh 13. po formal y extrínseco. El inicio viene soportada por Dios, por ese
lleva a cabo en obediencia, como 20). Segírn esto, la inhabitación de ((pone)) la esencia al conjunto; la Dios que es de manera exclusiva
obra, la expoliadora -+muerte del Dios se apoya en las misiones del Es- esencia y las condiciones de realiza- principio y fin simultáneamente.
hombre y queda, «err la muerte)), píritu Santo y en la (invisible) del ción dadas con ella. Queda subs-
expuesto libremente a la impotencia Hijo; la presencia citada se apoya traído a lo que comienza, puesto que Inmacr¡Iada Concepción, La in-
radical, a la pum disposición de cn el favor libre y gratuitamente do- es presupuesto indisponible e incon- maculada Conce¡rción de -+María
Dios. Sin embargo, su obediencia nado de la persona que permanece trolable de la existencia concreta no debo confundirse con el hecho
redentora adquiere, de esa manera, o inhabita; en cuanto que está vincu- descubierta como realización y, por do que concibiera y diera a luz a
poder sobre el cosmos y la historia, lada con el el'ecto de la gracia, que lo tanto, también de sus fronteras. Jesírs virginalmente (->parto virgi-
puesto que en la -+muerte no §€ crea en el hombre histórico la -)ca- El inicio sólo es auténtico allí don- nal); ni tampoco hay que entender
rompe la relación con Ia totalidad ridad sobrenatural, o amor sobrena- de lo es de un ente personal, don- ese misterio como concepción vir-
de la creación, sino quc se convier- tural del hombre a Dios (gracia de lo inaugurado es una totalidad, ginal de María en el seno de su
te de forma patente e innlediata en <<creada>>), esta inhabitación de Dios una cosa nueva y el inicio no es una madre Ana. Se entiende por inmacu-
un ser en el corazón del mundo. Por representa también una
@munión simple fase de offo movimiento. El lada Concepción (Dz 1641) et hecho
1o tanto, el descenso de Cristo a los mutua de máxima intimidad (cf. tam- inicio está abierto a su terminación, " de que María, en virtud de Ia gra-
infiernos no es un nuevo acto re- bión Dz 89tl 1013 1015). y sólo en esa terminación viene a cia de la redención preventiva de
dentor más allá de la muerte. Con sí mismo. La creciente presencia de Cristo, desde el primer instante
la muerte, Jesús se adentra, prol un- lniciación es un túrmino técnico la terminación en la autorrealización de su existencia quedó preservada del
diza en la comunidad de los que dc la historia de las religiones y de receptiva del hombre es a la vez una -+pecado original y, por lo tanto,
murieron antes que El; en sentido la ctnología. Al pie de la letra, sig- presencia progresiva del inicio. Alli comenzó su existencia s6ri l¿ -)!ra-
auténtico, el descenso es una comu- nific¿r <<introducción>>. Se usa como donde acontece un proceder salvífico cia de la ->justificación (en cuanto
nicación de Io obrado polÉi. Carece cxprcsión global de los diversos ri- inmediato de Dios, tiene que ha- gracia de Cristo). Si la gracia de
de sentido cualquier especulación tos con que un miembro ya forma- blarso de un inicio auténtico en sen- Cristo queda destinada y ofrecida a
acerca del momento en que suce- dr> de un pueblo era admitido en la tido teológico (creación-nueva, crea- todo hombre, por razót de la volun-
dió este descenso y acerca de su du- comunidad. o los ritos con que un ción o concepción). El inicio, por tad salvífica universal de Dios
ración. puesto que sólo puede ha- <<candidato>> y profano era admilido tanto, implica en pn'mer lugar la (->salvífica [voluntad de Dios]); si,
cerse objeto de nuestra considera- conro miembro pedecto y consagra- criaturidad, en cuanto que el ente por lo tanto, todo hombre posee un
ción en el momento de su estar ya do en una asociación religiosa. Di- espiritual-personal sólo puede que- -»existencial sobrenatural a pesar
muerto; momento que queda subs- chos ritos simbolizaban con frecuen- dar implantado por medio de una del pecado original y es de antema-
traido al t:anscurso ulterior del tiem- cia lucha, muerte y prueba. De aqui acción do Dios creadora inmediata, no considerado por Dios como her-
po. El descenso de C¡isto a los in- que. tomando el concepto en renti- -->alma. Criaturidad en la que la mano de Cristo. y no sólo com.o
fiernos es su mismo estar mucrto. do general, se pueda considerar al dependencia inmediata de Dios con- hijo de Adán; si, además, Maria es
-+bautismo, provisoriamente tam- diciona necesariamente la indisponi- la perlectísima redimida, en virtud
Inhabitación de Dios es un as- bién a Ia -+confirmación, como ritos bilidad del inicio. Semejante inicio do su vinculación indisoluble con
pecto general de la -+autocomuni- de iniciación en el cristianismo. Esto queda oculto como comienzo de un Cristo, quien habría de venir a la
cación gratuita (-+gracia) de Dios por razón del parecido material que devenir y sólo se desvela en la his- existencia por el libre ((si» de Ia fe
al individuo y, de esa manera. a la tienen no con los -+misterios del toria del ente singular. En cuanto de una madro (-)mariología); si
343 344 345 116
Maria era la predestinada a la sal- Inmortalidad. La inmortalida( do (-->pecado original, -+est¿do ori- Integridad signilica, en sentido ge-
vación, por razón de la unidad de como propiedad de la vida que im- ginal) hubiera podido alcanzar esta neral, lo mismo que totalidad. En
persona y oficio en ella, entonces, plica algo más que continuación de perfección no por medio de la muer- la teología del -+estado original,
dicha voluntad salvíflca do Dios tuvo la existencia, expresa que esta vida 1e propiamente dicha, sino en virtud designa todo lo que estuvo, libre e
que repercutir do antemano en Ma- está substraida a la mnerte, en cuan- dc una glorificación de la existencia indebidamente, destinado al hombre
ria como gracia. Su maternidad pre to ni en su historia interna presenta corporal, espacio-temporal (diflcil de en el ->paraíso. Es decir, la ->gra-
determinada por Dio§, y que ella una forma tem¡xrral finita (como imagi:rar más precisamente en su cia santificante sobrenatural, los do-
habría de aceptar libremente, es el hace la vida meramente biológica) peculiaridad), se habla dc una in- nes preternaturales de la inmunidad
equivalente, dado desde un princi- más allá de la cual no pueda pen- mortalidad paradisíaca, condiciona- a la -)concupiscencia (negativa), a
pio, a lo que supono ol -+bautismo sarse con pleno sentido esa vida da y corporal del hombre. I-a doc- la -)muerte y a sus fases prelimi-
de los niños en los demás. Es decir, como existente, ni es aniquilada trina do la resurrección (-+resurrec- nares de -»enfermedad y sufrimien-
la promesa efrcaz de la gracia de <<desde fuera>> en su existencia. La ción de la carne, -+resurrección de to o -)pasión (Rom 6, l2ss; 7, 8s
Cristo, que excluye el pecado origi- inmortalidad absoluta (metafísica- Cristo) muestra que Dios Ya aho- e.p.; Gen 2, l6s;3,3; Rom 5, 12-21).
nal y precede siempre al propio obrar mente necesaria) es propia de Dios. ra ha prometido la consumación Todo esto se perdió por el -)peca-
salutilero del hombre. Como inexpugnabilidad y plenitud definitiva de todo el hombre. como do original. En sentid<¡ cristológico-
de la vida, es incluso una prerroga- salvación eterna, y que ha Pues- cristiano, se llama también integri-
Inmanencia, como opuesta a tiva de Dios. El hombre posee in- to el punto de partida de elta en dad a la inmunidad a Ia -)concu-
Jtrascendencia, enuncia que algo mortalidad, no porque su vida bio- Cristo. piscencia, propia del Logos divino
no traspa§a o atraviesa ciertas fron- 7ógica carezca de una forma tempo- en la naturaleza humana después de
teras. Asi, p.ej., una gnoseologia pue- ral finita, que termina en la -+muerte, Inspiración. Este concePto, a di- la encarnación (Dz 224), donada tam-
de limitarse a oxplicar lo para-mí, sino porque el hombre, precisamente fe¡encia dsl ds -+revelación divina bién por Dios, en la gracia de Cristo,
renunciando conscientemente a lo en- dentro de este tiempo biológico, se ¿ 165 ->profetas y por medio de a -+María (Dz 164l; ->inmaculada
si; o bien declara que lo que no perfecciona libremente como perso- ios pro,fetas, designa el influjo ca- y, finalmente, a la in-
Concepción),
puede expe'rimentarse es trascendente na espiritual, abandonando por ello rismático de Dios sobre el autor de munidad a la concupiscencia que
a todo conocimiento, identificando esa forma biológica es¡mcietempo- la -+Sagrada Escritura, del AT Y pertenecerá como momento esencial
conocimiento y experiencia. A este ral. Y lo hace de por si, aun cuan- del NT. Influjo por el que Dios, en a la -rresurrección de la carne, en
propósito, cf. -+espiritu, -+experien- do ese abandono se realice contra un sentido especial, se conüerte en Ia que queda incluido el no poder
cia. Son filosofías propiamente in- la oposición de la vida biológica y <<autoD) de estos escritos, haciendo padecer (Act 7, l6s; 1 Cor 15, 42.
manentistas el -+materialismo, -+mo- es,té también condicionado por cau- que ofrezcan solamente la palabra 53; Rom 8, 11). En el ámbito de lo
nismo y ->panteísmo si, y en cuanto sas externas. Por consiguiente, no de Dios, libre de error (2 Tim 3. 16; moral, integridad designa en primer
que, en ellas el ser queda circunscrito es que <<siga durando>> <<temporal- d.f.: Dz 1787 1809). Este influjo se lugar la totalidad psicológico-fisioló-
a. o mejor, inscrito en 1o experi- mento), sino que, poseyendo su con- realiza sin que por eso los redacto- gica del hombre, de la quo no se
mentable o finito. En este sentido, sumación, existe metatemporalmen- res de la Escritura dejen de ser puede independizar autónomamente
se llama también inmanentismo te y no puede perder ya esa perfec- autores literarios de sus obras. La <(parte)) alguna, como ocurre cuando
la filosofía que, aunque no niega ción üviente. intervención divina consiste en in- so admite libre o patológicamente el
a Dios un ser infinito, 1o explica Esta inmortalidad es propia del citar y dirigir la redacción de estos dominio de determinada tendencia.
como algo no substancialmente dis- hombre, por razón de que su ->alma lib¡os en todas sus fases internas y O bien, asimismo en sentido moral,
tinto del ente finito, desarrollándose es un principio substanc.ial «supra- externas, de modo que contienen lo esa integridad designa la referida to-
así en manifiesta contradicción. En material>>, cuya función sobrepasa que Dios quiso decir en ellos: es talidad en cuanto sólo le es permi-
un sentido recto, la inmanencia se esencialmente a la mera configura- decir, expresión, genuina y libre
la tido al hombre atentar contra ella
predica de la -+vida, puesto que su ción de 1o material-temporal, y esa de error, de la doctrina y de ia reali- en la medida en que lo requiere el
realización o ejercicio no pone al superación puede ser experimentada dad de la Iglesia, basada en Ia pre- conjunto del organismo (intervencio-
efecto como existente fuera de ella, ya ahora por medio de la -+tras- dicación de los apostoles. Así, estoa nes médicas). En teología moral, in-
sino que significa autorrealización cendencia. Esta definitivez, libremen- escritos son a la vez palabra del tegridad designa, por frltimo, la inte-
(actío imman¿ns). Esto se manifies- te creada, del hombre puede ser o la autor inspirado y objetivación nor- gración del hombre entero en una
ta con el máximo de claridad en la consumación del bien «gracioso>> mativa de la fe de la prinútiva Igle- decisión fundamental moralmente
autorrealización del -+espíritu, aun- (-+salvación) o la definitivez de su sia para los tiempoe posteriores. En buena (-tcaridad).
que precisamente aquí se ve clara- desvío de Dios, de su encerramien- tmbos aspectos son también esos
mente que inmanencia y trascenden- to culpable ante Dios (->infierno). escritos -+palabra de Dios, Cf. Intención es lo mismo que desig-
cia no se excluyen necesariamente, Como sea que el hombre sin peca- ->canon. nio, lo que se pretende. En la filo-
347 348 l,t9 350
Inlo¡rció¡r
Inacio¡alismo
sofia actual se llama intencionalidad, puesto de que lo puede administrar I)rx;, ctc. 'fambién eo da el irracio_ nera de impulso vital, etc. En la
ante todo, a la
referencia trascen- válidamente, tieno que tener por Io nalismo uiempre que se enüendo el historia del pensamiento no es sino
dental del -+espiritu y de la -+per- menos la intención <<de hacer lo que último fundamento esencial como una reacción contra el Jraciona_
sona. En teología moral se entiende hace la Iglesia» (Dz 854); es decir. irracional, obscuro, a la ma-
«algo>> lismo.
por intención la propiedad del -.)ac- la intención dirigida al rito religioso
to moral que lo refiere u orienta a reconocidcr y querido en cuanto tal,
una meta 1-+bien, *>motivo) y que, del mismo modo que se realiza tam-
por lo tanto, determina normativa- bién en Ia Iglesia.
mente la moralidad de dicho acto.
No se trata del motivo externo ni Intuición- Se da este nonrbre al
del modo de pe'nsar o sentir interno hecho de que una realidad se of¡ez-
en general, sino del designio inter- ca inmediatamente y por si misma
no concreto. SegÍrn la medida en al conocimiento y en el conocimien-
que se dé, puede ser intención ex- to. Itray que distinguirla del cono-
plícita o implícita; y, según el gra- cimiento abstracto-drscursivo, pero
do en que influya en la acción, puede de hecho, dentro de la reflexividad
distinguirse entro intención actual, del -)espiritu humano (de la -+ex-
virtual y habitual. Intención actual, ¡reriencia trascendental) nunca está
si se tuvo explícitamente e influye totalmente separada de é1. Si una
en la acción como motivo actual pre- teoria del conocimiento religioso se
sente; intención virtual, si ae tuvo lanza aI intento (condenado de an-
explicitamente y sigue influyendo, temano al fracaso) de sustituir el
pero no es un motivo explícitamen- conocimiento lógico racional única-
te presente en la acción: intención mente por la l'ntuición, se lo designa
habitual, si se tuvo alguna vez de con el nombre de intuicionismo. Este
lorma explícita y no hubo retract¿- intuicionismo apareco en el Jonto-
ción posterior. logismo, en la filosofía de los valo-
Esta distinción haco su papel en res de I\,f. Scheler, en el -)neopla-
la teología sacramentaria, donde se tonismo, teosoffa, antroposofía y
requiere un mínimo de intención -+modernismo. Este último es intui-
para la realización válida de un cionismo en cuanto que pretende
-+sacramento. La voluntad positiva liberar a la teologia del -+dogma,
de no recibir un sacramento hace considerado como conocimiento so-
siempre inválida su recepción. El ma- lamente mediato, buscando la inmc-
trimonio, confesión y unción de los diatez de la experiencia religiosa.
enfermos requieren siempre una inten-
ción positiva para su validez, si bien Irracionalisrno es un concepto ge-
en determinadas circunstancias pue- neral que se aplica a toda explica-
de ser so amente habitual. El bau- ción del conocimiento humano que
tismo, Ia confirmación y el orden admite fuerzas cognoscitivas s€para-
los considera la Iglesia más como bles y más o menos independientes
don puro que como autorrealización, de la inteligencia, negando o recha-
en contraste con los anteriores. De zando el pensar conceptual. Se da
acuerdo con esto, se sostiene que de alguna manera allí donde se ad-
pueden recibirse incluso antes de mite el sentimíento como tercera
llegar al uso de razón (CIC can. fuerza básica propiamente espiritual
968); una vez conseguido el uso de del hombre, junto al entendimiento
razón, sólo pueden recibirse válida- y la voluntad (ibertad y amor). Con-
mente si hay intención suficiente. El siderando, por ejemplo, el sentimien-
ministro del sacramento, en el su- to del valor como conocimiento de
351 352 t\ l
i.54
ll,rJr \'¡,¡s ll
Jesrcrislo

Ios lrolnhru:s pecadores y perdidos fidelidad inquebrantable a su em-


si c¡ccn on El y a El se convierten presa, no cediendo ante oposición ni
( »tttt'ltttu¡ia). amenaza alguna; con su obediencia
Asl
pues, la institución divina na- absoluta a la voluntad del Padre,
cionll-religiosa del *)Antiguo Tes- obediencia a la quo somete todas las
l;rnrcnto tendria que llegar a su ple- pequeñeces do su vida; con el amor
J nilrrd y superación en la comunidad reverencial a ese Padre, al que siem-
dr¡ Cristo abierta a todos los hom- pro tiene presente en su oración so.
en el año 1715 (bula lJnígenittrs)- El trres. Dentro del marco de su lla- litaria, en la vida cotidiana y en el
Jansenimo. Corrionte religiosa Y nr¿rda a la conversión radical de la abandono de la muerte. Con
doctrinal quo etr los s- xvt¡ Y xvllr jansenismo oiguió viviendo hasta co- esta

ss extendió Por gran Parte dE Fran- mienzos del s. xrx; a{rn hoy persiste ->fe, anuncia y exige, como prenda postura vital, Jesús da testimonio
en la Iglesia jansenista de Utrecht dc la gracia de Dios, una moralidad de la alegría do Dios, del Padre que
cia, Bélgica, Holanda, Italia Y Ale- que con todo su realismo en amorosamente perdona, con una pro-
mania. Su nombre le viene del obis- (Ilolanda), seParada de Roma en el
- a la
cuanto aportación moral con- fundidad mucho mayor que la de
po de Yprés, C. Jansen (t 1638)' V añ,o 1723.
creta (ilimitado arlor al prójimo, sin- las palabras. Su mensaje y su de-
ir* .uugot fundamentales, que sólo ceridad, p.ureza,, humildad, abnega- manda tropiezan de manera progre-
pueden resumi¡se cercenándolos no Jesucristo. I. Yida de lesús. Tan'
todo lo que es siva con la repulsa de su pueblo a
oxistencia histórica, la vida, - rompe con
to la ción)
pocor son los que exponemos a con- institucionalmento estéril en la ética través de sus dirigentes religiosos y
iinuación: ave¡sión a la ñlosofía, muerte y resurrección de fesús, como
y en la religión y pone al hombre políticos. Jesfrs comienza a formar
validez exclusiva de la Escritura y el contenido de las afirmaciones que
hizo oobre si mismo, son históri- en contacto personal con el Dios a sus fieles, en cuanto -+Iglesia suya,
padres de la Iglesia Y de una místi-
camente ciertas y seguras gracias a vivo (->sermón de la montaña). Se- bajo la dirección de los apóstoles
ia del corazón, severidad rnoral (en- gún Jesús, se puede amax a Dios a cuya cabeza es Pedro, como grupo
conada lucha contra el laxismo) Y los cuatro evangelios, epístolas do los
a1Éstoles, testimonios no cristianos pesar de su inñnita sublimidad, y independiente do la -gsinagoga. Pre-
acontuación de los dere'chos de los toda moral sólo es Io que (superán- vé y mira cara a cara la muerte que
obispos en el sentido dcl galicanismo (Flavio, Josefo, Tácito, Sr¡e.tonio, Pli-
nio el Joven, Talmud), Y también dose a sí misma) tieno que ser si el le harán padecer los dirigentes de
francÉs. Fuo condenado por la Igle- hombre que ha recibido el mensaje fsrael y la autoridad romana, expli-
sia. I-a doctrina del jansenismo es gracias al cristianismo primitivo.
lesús (: Yehoshua, Yoshua, Yo- del amor que Dios le tiene, ama a cándola como muerte sacrificial por
en teología evidentemente laisa, en el pecado de1 mundo, libremente
cuanto que sostenía estas ideas: sus : Yahveh es salvación; con res- Dios con todo su coraz6n. Jesfrs da
pecto a la palabra 6¡¡516, 6f. -+Me- al hombre esta posibilidad por me- aceptada. Después de dos años de
Adán iue acreedor de la gracia; las dio de su humillación, al tomar la intensa actividad, muere el t4 ó 15
virtudes de los Paganos no son sino sías) nació por lo menos cuatro años
antes de1 comienzo de nuestra era <<forma de siervo» (cf.. -->ebed Yab de nisán (alrededor del 7 de abril),
vicios; la humanidad esta sometida veh) y entrar en comunión con los probablemente del año 30. Padece
a la concupiscencia viciosa, a la que en Belén de Judá, Palestina, de fa-
milia iudia; así Pues, nació de -)Ma- pecadores, para hacerse hermano de la muerte de -+cruz en ferusalén
sigue sometido incluso el hombre en los hombres y semejante a ellos en traicionado por sus amigos y con-
gracia. por 1o menos internamentel ría en la época en la que Herodes
el edomita gobernaba Palestina bajo todo. excepto en el pecado (lIebr denado por los poderes político y
es posible el pecado sin libertad in- 2, l7; 4, l5). religioso a causa de su pretensión
terna de elección; Iesus murió sólo la dominación romana, cuando Ya el
pueblo judio, escindido religiosamen- Este mensaje lo dirige Jesús a ca- do ser el Hijo de Dios por antono-
por los elegidos Y la masa Permane- da uno de los hombres en particular, masia y el portador de la salvación.
ce reprr:bada (-)predestinación). Esta te, habia perdido su autonomia e
rloctrina de Ia gracia fue condenada independencia nacronal, Y cuando puesto quo en cada uno ve una per- A los 3 días, su tumba, que había
con la cultura greco-latina ponía el sona que ante Dios tiene una validez sido vigilada y sellada por sr¡s ene-
c¡r 1653, resumida en cinco ProPo- y una destinación absolutas, y que migos, está vacia. Sin embargo, El
siciones tomadas del libro Augus- imperio romano la Primera Piedra
de la unidad histórica de EuroPa cn esta vida hnica decide libremen- so aparece a sus discípulos, hasta a
tiruts, tla C. Jansen (Dz 1092-10%)' tc su destino eterno. Su vida da tes- más de quinientos simultáneamente;
Los jansenistas concedieron el carác- (como comienzo de la unidad del
mundo). DesPués de una juventud timonio de la doctrina: con la acep apareco lleno de vida, con su cuerpo,
ter herético de dichas proposiciones, tación paciente, callada de las es- aunquo glorificado (->resurrección
pero negaron que estuvieran conte- oculta en Nazaret' Jesús aparece en
Palestina hacia el añ,o 2'l como un trecheces y dificultades de su vida; do Cristo, -+ascensión de Cristo a
nidas en el Augustittu* Contra esto, con la limpieza de corazón; con el los cielos). Deja fundada, como obra
so «Ieclaró en 1656 que las proposi- maestro religioso viaiero. Anr'rncia
quo en É1, Hijo del Padre, ha co- :rmor humilde, como la cosa más suya, una comunidad de creyentes
ciones estaban allí contenidas (Dz natural del mundo, a todo hombre que tienen fe en El corno Señor y
1098: cf. 1099). La condenación del menzado a llegar el reino definitivo
(luc encuentra en su camino: con Ia Rodentor, en virtud de su Espírittr
lansenismo se renovó solemnemente de Dios (">bosileiu), que redime a
'r
356 s7 i5n
355
Jesucristo Jesucr¡sfo

Santo. Reconociéndolo así, quedan prerr()gativa exclusiva de ser el úni- l,cr\r)n¡r rlo l¡r Santisima T¡inidad, el también hoy existe el Dios vivo y el
reunidos, bajo la dirección autorita- co que lo conoce, cuYa ProPia esen- lli¡o rlcl l)adre, su divina Palabra verdadero hombre, dueño de un sig-
tiva del colegio apostólico unido en cia cs el misterio cxclusivo del Pa- I ,l ogos'), quo desde toda la eter- nificado eterno; mientras se crea que
Pedro, por la fe en su verdad que dre y cuyo sitio cstá a la derecha nrrl:rtl cstá en posesión de una natu- Dios y el hombre tienen algo (o
anuncian los ap'óstoles por encargo del Padre. Cicllamcnte, las afirma- r:rlc¿¿r tliviua comunicada por el Pa- mejor dicho, todo) que ver entre
suyo; por la unidad del bautismo, en ciones de Jes(ts acerca de sí mismo rlrc lsimbolos do fe: Dz 148 224, sí. Las expresiones susceptibles de
virtud de la cual, como sacramento en el evangelio de s¿rn Juan Y Ia ."¡t¡. ctc.), ha tomado en el tiempo entenderse erróneamente de un modo
de la fe, se entra a formar Parte de cristología de san Pablo están [or- rrn:r n¿tturaleza humana de María; mitológico (<<descenso>», <<vaciamieu-
la comunidad al Profesar el miste- muladas de una manera disti[ta, l:r h¿r tomado como realidad suya to», ((sentarse a la diestra del Pa-
rio de la Trinidad; Por la celebra- más metaiisica quo cn los sinópticos lr)tulnrento propia (simbolos de la dre», etc.), las entiende correctamen-
ción comfrn del banquete eucarísti- (cf. +Hijo del hombre, ->Mesías). tc: Dz 148 216 255 e.p.). Así pues, te en su plasticidad y sin esfuerzo
co, en el que Por -)atatnnesis se re- Afirmaciones tales como la preexis- ('risto posoo en la unidad de la mis- notable el fiel sólidarnente formado.
ciben su cuefpo Y su sangre Y §e tencia de la persona quo da testimo- nra -+persona divina (-+unión hi- Puesto quo en la encarnación se trata
actualiza su muerte de cruz; Por la nio de sí misma con anterioridad a ¡rostática) una naturaleza diüna y de dar carácter deflnitivo y de ratifi-
expectación de su ->segunda venida su existencia terrenal, unidad con el «rtra humana de manera inseparable car lo que siempre sigue siendo cria-
(-+parusia), en la que tendrá que Padre. posesión del espiritu personal e e; realmente Dios y
inconfusa, tura, ia fe incarnatoria tampoco tie-
upri"c"r con toda claridad la maje+ de Dios que opera libremente, Po- lrombre a la vez (Dz 148)l misterio ne nada que ver con las ideas pro-
tad de Dios, que con su vida, muerte sesión particular de la -)doxa di' tlo fe en el más estricto de los sen- cedentes del Oriente asiático, ya que
y resurrección se ha hecho Ya rea- vina y de la vida <<en sí misma>> de tidos. Por eso, su realidad no tiene en todas éstas la <<encarnación» sólo
iidud inco..uptible en el mundo. igual manera que el Padre, afirma- nrda en común con la idea mitoló- es un signo pasajero de la divinidad
ciones inmediatas del nombre de Dios gica de un Dios que aparece en la en el ámbito de lo indeterminado,
III. Lo que Cristo teYeló de sí predicadas de Jesús. Pero estas afir- tierra disfrazado o revestido de hom- propiamente de lo carente de esen-
mísmo. El contenido más Profundo maciones, en cuanto a contenido, no lrre (a no ser el anhelo del hombre cia. que se desvanece después de
de la vida de Jesús reside en la na- van más lejos que las Pronunciadas por Lrn acerc¿miento a Dios, que haber aparecido (y, por tanto, pue-
turaleza de su Protagonista Y en lo por Jesíts en los sinópticos. La cre- sí'¡lo a un ateo puede parecer sos- de repetirse indefinidamente).
que Jesús fue revelando con cla- dibilidad de este autotestimonio la ¡rechoso y quo se satisface en el caso De esta manera. el misterio de
ridad creciente acerca de ella. Se Iunda Jesús en la incomparable dig- tle Cristo, mientras que en la mito- Jesús consiste en estar situado a am-
reconoce verdaderamente como hom- nidad y santidad de su vida, en los logía queda en un vago fantasear). bos lados de la frontera que separa
bre, adorando a Dios. a cuYa incom- que realiza y en el hecho Lo que distingue a las dos concep- a Dios de la criatura: fesfis es el
->milagros
prensible voluntad se somete, ex- de su resurrección. Este testimonio de ciones es la historicidad de Jesús y Hijo de Dios y e Hijo del hombre.
puesto a todo lo que encierra en sí sí mismo queda ratificado Por Ia la imposibilidad de que haya con- Si se entiende la esencia del hombre
el destino del hombre. Pero también una Y otra vez
ft.rerza misteriosa lusionos acerca del Dios infinito como abierta trascendencia sobre el
sabe, y lo dice, que es el Hijo Por vivencialmente actuada que Jesús cuya palabra, siendo verdaderamen- ser absoluto de Dios, trascendencia
antonomasi¿ del Padre, Y que se viene ejerciendo en la conciencia te divina, asumió una re.alidacl autén- que sólo puede cumpürse en la asu-
encuentra con re§Pecto a su Padre de los hombres desde hace 1900 años. ticamente humana oin destruirla, a mida autorrealización personal del
en una relación que sólo a El le co- diferencia de esa multitud de dioses hombre, entonces la encarnación pue-
rresponde con absoluta irrepetibili- III. Forntulacione:s dogmtüicos de concebidos como principios perso- do aparecer como la absoluta y su-
dad, a diferencia de todos los demás lo quc Cristo reveló de sí mismo' nificados do los distintos poderes in- prema plenificación (libre, gratuita,
hombres. Se conoce como aquel en Para preserva¡ a las afirmaciones tramundanos que se oponen entre irrepetible) de lo que el <<hombre>>
el que se decide el destino eterno de de Jeshs sobre sí mismo de toda si y care.cen de un lugar delimitado significa en su significación radical.
todós los hombres, Ya que todo lo deformación y simplificación, sobre cn el que hagan su <<aparición». Y la <<humanidad>> de Cristo puede
que se hace es algo que está en Pro todo en orden a una nera unidad Puesto que en lesús no se trata aparecer como aquello que llega a
o en contra de El. Tiene el Poder religiosa de opiniones entre Cristo de una cuasinaturaleza celestial (in- ser, cuando Dos, en su Palabra, so
de perdonar los Pecados, Poder que y el Padro (así -+nestorianismo. Y terpretación errónea de los evange- enajena y vacia expresándose rigu-
ibie.t"m"tte un derecho de Dios' más tarde la teología liberal dc Je- lios que ya quedó superada en la rosamente en lo <<otro>> (de la crea-
". conoce como señor de la legis'
Se sl¡s), la Iglesia (concilles ds -)Cal- Iucha contra l¿ -+gnosis, e1 ->do- ción. Jesucristo es así la cumbre de la
lación divina y como cabeza Y señor cedonia y -+Efeso) ha desarrollado ectismo, ->monofisismo, -->arrianis- creaciónt como miembro de Ia hu-
de Ia Iglesi,a de Dios, como juez de esta doctri¡a (teniendo presente el n)o). tampoco la doctriila de Ia manidad, es su Señor y cabeza,
la historia del mundo, señor de loo misterio de la -)Trinidad de Dios) crrcarnación necesita una --+desmi- -+mediador entre Dios y la criatura-
ángeles, unigénito del Padre, con la y la ha formulado asf: la segunda tologización, mientras se croa que Y en cuanto no se le puede pcnsar
360 16I
-j59 362
Jesucristo Jotinica (teologie)

a é1, en su humanidad, sin el mun- ticarncnte do manera existencial Ia camento inmenso, con El mismo, al teologia joánica puede tal yez f,rv
do como su mundo-en-torno, en la l'e en la cncarnación del Verbo de haccrso carne la Palabra. Por tanto, ponerse el siguiente, En ella, la Igle-
realidad efectiva de esta <<humani- Dios. Si alguno, mirando a Jesus, tun sin saberlo, ésto dico sl a Jesu- sia primitiva, ante el nuevo y más
dad» de Jesucristo, la agraciante a su cnlz y a su muerte, cree ver- cristo. Pues el que se libera y se lan- extenso mundo al que se vio trasla.
voluntad de Dios hacia el mundo oe daderamento quo Dios, cl Dios vivo, z:r al espacio infinito, cae en la pro- dada desdo Jerusalén, llega de mane-
ha hecho ya real y definitiva en la le ha dirigido la última y decisiva li¡ndidad que existe realmente, há- ra refleja a su forma sistemática más
histórica tangibilidad del mundo, y mirada. la palabra irrcvocable, la yala o no sondeado é1. Qüen acepta madura. Asi, esta teología es de ca-
su Palabra hecha carne- el palabra que todo lo envuelve, que totalmento ser hombre (y sigue sin pital importancia. Da noticia del
-en entre Dios y su mundo,
diálogo lo dice todo, y oi creo que allí Dios aclararse quién es el que verdadera- Dios, quo es Espíritu, Luz y Amor;
creado en la libertad, queda ya con- le,ha liberado del cncarcelamiento rnento lo hacc), ha aceptado al Hijo del Hijo unigénito, muy amado, en-
cluido con la decisiva y riltima pa- y tiranfa a que le someten los exis- del hombre, puesto quo en éste ha viado por el Padre a la carne, para
labra de Dios. La realización moral tenciales do su existencia truncada, aceptado Dios al hombre. Si en la que los que le aceptan en la fe re-
de Cristo tiene una infinita signifi- obstruida, culpable y entregada a la Escritura so dice que el que ama al nazcan como hijos del Padre; para
cación por la dignidad de la Per- muerte, cree algo que sólo es real y prójimo ha cumplido la ley, quiere que vuelvan a Dacer aqul y ahora,
sona divina. Su obediencia, que se verdadero si Jesús es todo lo que la decir que ésta es la verdad frltima, plenoe de luz y de gracia, si bien
hace realidad en la entrega total por fe do la cristiandad confiesa de El; ya que Dioo se ha convertido en este destinados a una asociación más
la muerto a la disposición del Padre cree. lo §€pa o no reflejamente, en prójimo. Así, en cada prójimo so estrecha con Dos, en la gloria quc
y que Cristo ejercita como cabeza la encarnación do la Palabra dc acepta y ama a la vez una máxima so asignó aI Hiio en su retorno a la
do la humanidad, es la -+redención Dios. Por lo tanto, no se niega el cercanfa y una lejanía máxima. divinidad. Todo lo constrictivo y
del mundo. Quien escucha el men- sentido de la formulación, que en particularista €s ajeno a esta teolo-
saje do Jeshs y le cree, quien cree cuanto al contenido es acertada y Joánl,ca (teologia). Se llama asl a gla. Describe el cuadro luminoso de
en El, éste comprende que Dios no que, por otra parte, es la base ecle- la doctrina revelada e inspirada, uo mundo nuevo en medio del an-
sólo se conta-pone frente a la cria- sial y sociológica del pensamiento propuesta en el evangelio y las tres tiguo, sumergido en las tinieblao.
tura con su libertad omnipotente, y de la fe comhn. Puede ser que al- opístolas de Juan, de algfrn modo Su novedad so manifiesta en el amor
poniendo a la criatura en su propia guno haya encontrado en su camino también en el Apocalipsis, y que re- y en la alogrla. Dios mismo quiere
libertad, sino que ha querido llamar a Jesucristo sin saber quo aprehende presenta una parte constitutiva esen- atraer todas las cosas hacia si. Esta
al conjunto de su creación a parti- a aquel en cuya vida y muerte ee cial del NT; por consigüente, es teología lo es de la Iglesia en el sen-
cipar en su propia vida y en la glo- sumerge como en propio destino también parto constitutiva esencial tido más profundo, pues supone la
ria cumplida de sí mismo, por el bienaventurado y redimido. dol cristianismo. La amplitud del jerarquía y el respeto que merecel
hecho de que su propia Palabra vi- La gracia do Dios y de Cristo re- horizonte abarcado, dentro de una Ioe sacramentos y preceptos como
vió en el mundo como totalidad siden en toda realidad imaginable relativa pobreza de vocabulario, y disposiciones, a la vez que se los
espiritual corporal e incorporante, como misterioea energía, y por eso la profundidad con que se reduce el acepta como camino, aunque la aten-
y que esta totalidad era la realidad no es tan fácil tratar de captar algo keriema a proposiciones teo-lógicas, ción no se dirija en reflexión directa
propia de la Palabra. La fe de los sin que de alguna manera tenga uno que son sobre todo antropologla, a estas cosas, sino al Dios que se
cristianoe consiste en creer que todo que habérselas con Dioo o con Jesu* hacen de la teologla joánica algo comunica en Jes(rs; a la Luz en si
esto, de lo que depende la suprema cristo. Aquel que aun alejándose de único en la teologia de la Igle- y no tanto al destello quo lanza o a
salvación del mundo, ocurrió preci- toda -+revelación formulada expli- sia primitiva. Sin embargo, hay que las sombras que se le resisten. Par-
samente en Jesfis de Nazaret y, citamente con palabras, acepta con considerar, a este respecto, que esta tiendo de la conciencia de que el
por lo tanto, que su doctrina y su calla.da paciencia (todavla mejor: teología no puede separarse de las juicio ya ha tenido lugar, de que la
ospíritu son la verdad absoluta y la con fe, esperanza y amor, sea cual palabras originariamente reconocidas Vida vive ya en los regenerados y
vida para lor hombres, que su muer- sea el
nombro que quiera dar a como palabras del Señor; que es, de que éstos forman una comunidad
to es la redención misma, que la estos conceptos) su ser concreto, es con todo, compatible con las pro- do herma¡roo basada en el amor, la
plenitud del mundo consiste en la de- decir, su humanidad, como el miste- posiciones de los sinópticos y do la teología joánica carece de aquella
finitiva revelación de esta cercania rio quo oncierra en sl el misterio del teología paulina (-+paulina [teolo- polémica agresiva que puede encon-
inigualable entre Dios y la criatura amor eterno y quo comporta la vida gíal), dentro do todas las diferencias trarse por ejemplo en la teología
(->cristianismo). en el seno de la muerte, ése dicc de terminologla en casos particula- paulina" Para esa mirada llena de
Puede ocurrir que alguien recha- <<si>> a algo que tiene Ia forma de res. Esto se va concediendo de ma- expectación cierta ante el reencuen-
co la fórmula do la -)cristología su entrega desmedida a lo inmensu- nera progresiva incluso por parte de tro con el Señor, resulta incompren-
teológica por no entenderla bien, y, rable, porque Dios ha llenado real- investigadores no católicos. sible todo lo que niega ese retorno
sin embargo, ejercito fiducial y autén- ¡1ente ese misterio con lo auténti- Como rasgo fundamental de la y quiere persistir en Ia carne.
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.Iudaísmo y mistianimro f Juiclo final
tudaismo y crirtianimo. Podría que los cristianos cayeran sobre los j
I aulque implícitamente, un (<si» mayor El concilio de Florencia enseña la
el judaísmo como la parte
defini¡se judíos y como cristianos cometieran y más definitivo. Esperanza apoyada existencia de un juicio particular del
do la humanidad que on la época injusticias indescriptibles con los «ase- I en quo muchos que no conocieron el individuo, que sigue a la muerte (Dz
n
histórico-salviñca del -)Antiguo Tes- sinos de Dios>> (con motivaciones I nombre de Cristo han encontrado ya 693). Acerca de éste, cf. especialmen-
tamento quedó constifuida como pue- pseudoteológicas y pseudorreligioeas). a óste para salvación suya. te -+muerte.
blo por medio de la intervención Hoy comienza a brotar una teolo- I
historica de Dios, la -+elección y gia cristiana y católica quo elimina de Juicio (final). Hay que considerar II. Problentálicu f cológictr. Esta
la -)alianza. En conjunto, a pesar raíz la actitud hostil frente al judais- al juicio en conoxión con Ia consuma- problemática reside en la determina-
de todao las apariencias de seculari mo, de acuerdo con la teología de la ción del mu¡do y de la historia como ción de las relaciones entre juicio
zaci6n, siguió siendo un pueblo por historia de Ia salvación. Tal teología totalidad. Aeí se verá claramente que universal y juicio particular. La esen-
la conciencia de su elección, de la es- tiene que partir de la <<gran tristeza)), las afirmaciones neotestamentarias, cia del hombre condiciona una uni-
peraruza en la salvación y de la de Ia <<incesante amargura» del teó- que vinculan estrechamente el juicio dad dialéaica de afirmaciones acerca
promesa concrete de Dios. Con res- logo <<antisemita>> Pablo, quien de- con la -)parusia (Mt 25. 3l-46; Mc del hombre uno, cuyos momentc¡s ni
pecto a la teología de este pueblo seaba <<hacerse él mismo anatema de 14,62) en el --tdía del Soñor y con pueden confundirse entre sí ade-
queda ya algo indicado en los artícu- Cristo en lugar de sus hermanos», la -gresurrección de la carne (Mt 10, cuadamente, ni pueden atribuirse sin
los -+Antiguo Testamento, -)elec- los judíos, <<a los que pertenecen la 15; 11, 2l ss y paralelos), entran den- más a las dos <<partes>> (cuerpo al-
ción, -)alianza,'-+sioagoga, -)ley. filiación y la gloria y el testamento tro de las afirmaciones esenciales ma) del hombre. Cada hombre - es
Jes{rs, judío, nació de este pueblo, y la ley y la liturgia y las promesas)) acerca del juicio. Por una parte esta un ente espiritual, irrepetible, en si
nació de una virgen judía llamada (Rom 9, 2 ss). consumación implica como momen- mismo sub,sistente. es decir, que no
María, fue circuncidado según Ia Semejante teología tiene que par- to interno suyo, la radical revelación puede reducirse a un simple momen-
costumbre de este pueblo (-+cir- tir también de la visión escatológica de que la hi'storia total del mundo to de la totalidad del mundo y de su
cuncisión), oró en el templo nacio- esbozada en Rom 9-ll, en la que Pa- ha sido libremente llevada a su per- historia. Ente espiritual y, a la vez,
nal de Jerusalén. Quiso también blo ve asimismo retrospectivamente fección; por otra parte, esa consuma- nat'waleza mundana oubsistente en
llevar a plenitud la ley de dicho cómo Dios deja a los judíos y paga- ción no es simplemente el resultado la materia, esencia ligada aI destino
pueblo, cuya Sagrada Escritura era nos hacerse inobedientes, para apia- de Ia -)evolución inmanente al mun- del mundo. De forma correspon-
también la suya. A ese pue,blo perte- darse de todos ellos, para llevar a am- do, puesto quo depende de la orde- diento a la inseparable unidad dialéc-
necioron sus discípulos, los doce a bos a su -+basileia en medio de una nación soberana de Dios, que no tica de estos dos grupos do afirmacio-
quienee El llamó para dar carácter mutua rivalidad salvadora (d. Mt 23, sólo pone la dinámica hacia la -+ter- nes, la consumación de esto hombre
oficial a sus reivindic¿ciones sobre 39). La escisión, ahí yacente, consiste minación, sino la terminación misma; uno sólo se puede explicar en princi-
su pueblo, sobre las doce tribus co- en que los cristianos r@onozcan como por esto se habla de juicio de Dios. pio a base de dos afirmaciones que
mo pueblo de su propiedad. A di- su Señor al Jesús procedente del pue- En cuanto Ia citada consumación se enfrentan y emparejan dialéctica-
cho pueblo amenazb con amor solí- blo judlo, mientras que los iudíos queda esencialmente determi¡¿da a mente: en las proposiciones de una
cito y a este pueblo perdonó tam- piensan que no pueden creer on El; fin de cuentas en su propia peculia- escatología individual y en las de una
bién al morir en Ia cruz, «porque y no es una diversidad de opiniones ridad por la entidad y la obra de escatologla cósmica. La pretensión
no saben lo que haceo> (Lc 23" 34). meramente <<teórica o inofensiva>>. Cristo, debido al -+cristocentrismo moderna de llegar a una escatología
De esto pueblo se a¡mrtó la Iglesia Sin embargo, el cristiano que cree de toda la realidad en todas sus di- meramente individual por medio de
primitiva y fue también por él recha- que su vida y su eternidad soo biena- mensiones, recibe ol nombre de juicio la -+desmitologización, no hace jus-
zada, porque confesaba a Jesfis co- venturadas porque Jesús de Nazaret de Cristo. En cuanto afecta a todo ticia a la esencia del hombre. De la
mo Hijo de Dios (cf., con respecto a murió por é1, en cuya muerte el cris- en absoluto, en referencia mutua, misma manera, tampoco es justifica-
esta nueva situación teológica, -+Igle- tiano es tan culpable como cualquier y precisamente como consumación da la tendencia que, p. e. j., se abre
sia, -.)Nuevo Testamento). Esta se- judío; ese cristiano sólo puede tomar, en orden al carácter definitivo tanto paso en la teología protestante, pre-
paración fuo algo ineütable en la his- en su encuentro con ese pueblo, la del bien como del mal, se le llama tendiendo superar una escatología in-
toria de la salvación, algo que no hu- misma posición que Cristo tomó en juicio universal. En cuanto consuma- dividual en beneficio de una escato-
biera «debido>> suceder, pero que era el suyo. Y si ha sabido que los judios ción definitiva que pone fin a la his- logía cósmica en la que el particular
necesario quo sucediera. Era el cami- comienzan hoy ya a decir de Cristo, toria, recibe el nombre de juicio final. sólo es un momento do este aconte-
no humano o histórico necesario para cofi temeroso amor: <<El era uno de cimiento. Sin embargo, tampoco es
hacer saltar las fronteras del pueblo los nuestros>>, entoncos ese cristiano I. Magisterio eclesíastico. Los sím- justo intentar partir clara y adecua-
elegido en dirección a la humanidad se robustece en su esperanza de que, bolos do la fe dan testimonio de un damente los momentos materiales (no
total. Sin embargo. tal separación tras el <<no» del pueblo de Israel fren- iuicio universal (<<que ha de venir a formales) de la consumación una del
nunca debia haber dado ocasión a te a Jesfis. pudiera haberse esoondido, ltzgat a los vivos y a los muertos». hombre uno, en d<¡.s acontecimientos

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Juicio final

separados entre sí por una lejanía de str concopción era incapaz de pa- que no es sino el aprestamiento a inhabi ta r ( -+ I racia,
- *::::"t:
temporal sin conexión recíproca al- decer, inmortal, o imperecedero. Pa- establecer la relación correcta con ción de Dios) en lo profundo de la
guna, Y esto porque la consumación ra una mayor aclaración de la doc- lu criatura; es decir, la relación
co- esencia del hombre, eficazmente y
del hombre en cuanto entidad cós- trina. cf. -rmonofisismo. rresponde a ambas esencias. La hni- divinizándolo, a su propio -+Espí-
mica (-+resurreción de la carne) ca noÍna de la justicia de Dios es ritu Santo, como Espíritu de Ia ->fi-
es tambiénun momento de la consu- Justicia es voluntad perpetua
<<la la propia voluntad santa do Dios, liación divina (Rom 8, l5), de la +li-
mación de su individualidad corres- y constante de dar a cada uno lo quo se identifica con su misma esen- bertad (2 Cor 3, 17) y de la santidad
pondiente, do tal r¡ranera que incluso suyo>> (Sto. Tomás de Aquino). Con- cia. Dios, en su --)creación y en su (-)santidad del hombre, ->santidad
como espíritu sólo queda consumado lorme a la doarina clásica de las -->gracia, hace al hombre objeto ver- de Dios). Acontece también eD cuan-
del todo en ese acontecimiento. Y, ürtudes (+virtud), es Ia segunda dadero de su trato, dejando a salvo to que testifica al hombre, por medio
al contrario, la
consumación del virtud cardinal, que tradicionalmente la +libertad de la criatura, ya que de la palabra de fe y del signo del
hombre singular, tal como él es en se subdivide err tres clases distintas Él mismo la produce. Por lo tanto, sacramento (-+bautismo), esta nueva
cada caso partlcular (-)visión de deducidas de las relaciones de la vi- la voluntad divina frente a la criatu- creación en la que se cree aunque to-
Dios), es un momento de la historia da en sociedad. o) Justicia conmu- ra puede ser o justicia de Dios o davía no puede ser reflejamente com-
cósmica del mundo. Esta relación tativa, que afeúa a las relaciones también -+misericordia. La jusücia probada.
fundamental entre lo diverso, aun- de los particulares ent¡e sí. á) Jus- de Dios no le <<obliga» a determi- Esta justicia que no sólo no es im-
que no adecuadamente separable, ticia distributiva, que rigo las rela- nada actuación, como serla exigir putada de manera meramente jurí-
dentro de las aflrmaciones propias ciones de la
sociedad, familia, Esta- una -)satisfacción completa. dica (Dz 792a 821 1925), sino que
de la escatologia universal e indi- do, Iglesia, con sus miembros sin- Dios puede, con plena libertad, o nos hace juetos (Rom l, 17; 6, ?-O; 8,
vidual, se da tambÉn entro el juicio gulares, do manera que se dé a éstos bien responder a la culpa permitida l0; I Cor 15, 17ss; Gal 5, 5; Eph 4,
universal y el particular. una participación en la sociedad. dol hombro juzgándola y valorándola 24 e.p.; bz 799), es a la vez perdón
c) Justicia legal, que regula las rela- como contradicción a su santa vo- de los pecados (-)pecado original).
IlI. Proposiciones neotestomenta- ciones de los particulares con la so- luntad, o bien premiar como «justo La voluntad divina do justificación es-
rios acerca del jnlcio. Entro éstas, ciedad, de manera quc el particular juez» el -)mérito donado a través de tá fundamentalmento presente en el
y teniendo en cuenta las considera- quede subordinado al bien comfin. su gracia. Que el hombre no pueda mundo y es escatológicamente irre-
ciones teológicas precedentes, p{¡ede Incluso conforme a su rango, la jus- disponer de Ia unidad de misericordia yocable y cierta en virtud de la en-
decirse quo no tienen carácter meta- ticia es la virtud moral más elevada. y justicia de Dios prueba la divinidad carnación del Hijo de Dios (rJesu-
fórico las siguientes: es del todo im- AsÍ, en su realización cristiana, no de ambas propiedades. Según la re' cristo), de su muerte y de su resu-
posible calcular por anticipado el puede separase del amor, puesto que velación se no9 hace justos 1+jus- rrección. Que esta voluntad salvífica
juicio (Mt 24, 43-51; Lc 17, 20s). Cristo ha exigido algo más que el res- tificación) y ast participamos de la de Dios queda donada al hombre en
El patrón quo so utilizará en el jui- peto a los derechos objetivos intrans- justicia de Dios como santidad de su Jesucristo, es objeto de la ->fe. Que
cio será la actitud tomada frente a feriblcs (siempre se es deudor en lo esencia. Con ello Dios revela oómo esa voluntad afecta de manera eficaz
-+Jesucristo y la -+caridad efectua- que se refiere al amorl Rom 13, 8). a la vea es misericordioso y justo; precisamente a un individuo determi-
da en üda (Mt 25, 3l-46 18, 23-35). El concepto blblico de iusticia viene puesto quo nos transforma en rege- nado, a pesar de su pecabilidad, con
El cristiano puede mirar al juicio con determinado por la ->ley. Tanto en nerados frente a los cuales su amor la qrre culpablemente aunque incon-
confianza (l Thes 5, 3; Gal 5, 5; el AT como en el NT se admite sin es también esencial y verdaderamen- fesablemento puede cerrarse al amor
Col 3, 4; ICor 6, 1-5; Rom 8, l. más que hay justos que cumplen la te justo. de Dioe. es objeto de la -+esperan-
3l-39; I Petr 1', 8 s; Ioh 5, 24). Los voluntad divina, temiendo a Dios y za, y no de una @rteza refleja de su
quo ocupan cargos eclesiásticos tienen amando al prójimo. En el AT, el tér- fustiñcacióru Según la doctrina propia salvación (-)salvación [certe-
que contar con un juicio riguroso mino «justos>> designa también a los católica, so llama justificación al pro- za de la propial). I-a obra do Dios
(Iac 3, l). pobres, oprimidos y perseguidoa. De ceso en ol que Dos, por medio de en la justificación no es un atropello
todos modos, el NT contiene el men- la obra de su amor, pone al hombre do la autorrealización libre del hom-
Julianilag secta monofisita, de saje de la justicia que hace al hombre en aquella relación (con El) que, bre (Dz 7n U4 815 819) sino que
hacia la primora mitad del §. vI, fun- verdaderamente grato a los ojos de como Dios de la santidad, requiere llega a su eficacia precisamente en
dada por Julián de Halicarnaso. El Dos, y quo Dios comunica al hombre del hombre y que, como Dios dona- el acto libre de la fe, esperanza y ca-
nombro de aphthartodoketas (o af- por razón de la fo de la gracia: dor de la gracia, está dispuesto a re- ridad con qus se acepta esa autoco-
tardocetas) les vieno do la palabra -+it¡stificación. galar. Diros lo lleva a cabo al hacer municación diüna.
griega aphthartos : imperecedero; al hombre partícipe de la naturaleza Por esto, esa -)justicia donada por
puesto qu€ sostenlan quo el cuerpo Jueticia ile Dioa. En teologia, pro- divina (2 Petr 1, 4). Esto acontece Dios y aceptada se pierde por Ia ce-
do Cristo desde el primer momento piedad moral de la voluntad de Dios también en cuanto que Dios hace rrazón gravemente culpablo del hom-

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Justificación

bre ante el amor divino (Dz 808 837). 1a la justicia de Cristo. Esta impu-
En cuanto que la justificación acon- tación forense es meramente oxterna;
tece como suceso en el hombre, en- el pecador sigue siendo -)simul ias-
tidad histórica, Ia justificación es ver- tus et peccotor y la justicia no se ha
daderamente tránsito radical del es- conve¡tido en algo propio del peca-
tado de pecado al de justicia, y no dor. Frentc a ella, el concilio de K
coexistencia dialéctica de pecado y Trento, apoyándoso en la Escritura,
justicia; y esto por más que el hom- declara que el pecador es justificado
bre siga afectado por el pecado (Dz incluso intrinsecamentc (Rom 8, I Kaire Designa en la filosofía Cristo misrno, y de manera eflcaz
792; -+concupiscencia), no sea qrpaz e.p.; Dz 821). Con todo, aquella doc- griega una crisis dentro de una ex- hace presente lo pronunciado err la
de una reflexión cierta sobre su esta- trina tiene también un sentido cató- periencia temporal, en la que el situación del interpelado. Se trata,
do ante Dios (Dz 802), peque todavía lico, puesto que, de acuerdo con la hombro interpelado tiene quo deci- pues, del acontecer de lo pronuncia-
(Dz 833) y en estos tres aspectos Escritura, hay quo sostener que es dirso históricamente. En la Escritura, do en la situación del oyente; acon-
siga siendo el que huye de su pro- en virtud de la gracia de Cristo por kai¡os a el tiempo de salvación do- tecer históricamente perceptible en
pia perdición en dirección a la gra- 1o que no s€ nos tienen en cuent¿r cidido y dispuesto por Dios (Mc 1, el decir y en el oir. Y esto como
cia de Dios. Por razón de la his- nuestros pecados (Rom 4; Gal 3, 6; l5), la plenitud del üempo (Gal 4, 4), palabra eficazmente pronunciada
toricidad do ese hallar la salvación, 2 Cor 5, 19) y por lo que nada hay Ia última oferta de la gracia de Dios en nombre de Dios, que es oida
pueden preceder a la justificación ac- en e1 pecador que sea fundamento on -gJesucristo a Israel (Lc 19, 44) bajo la acción de la oferta de lo pro-
tos preparatorios posibilitados por de la justificación. Sí esta teoría se y a todos los hombres (2 Cor 6, 2). nunciado (:gracia de la Ie justifi-
Dios (fe, -+contrición imperfecta [Dz considera conjuntamente con la doc- Por consiguiente, es a la vez una ú1- cadora).
7981) y puede también reclamar y más trina católica de la pecabilidad per- tima advertencia del comienzo del Por tanto, el kerygma es algo más
totalmente para los hombres la con- manente del justificado (Dz 106 ss juicio (l
Petr 4, 17; Col 4, 5). Lo y algo distinto de los artículos del
servación y aumento do la justifica- 802 805 810 833 e.p.), y también mismo que el -+ahora bíblico, es -+dogma de la Iglesia, que se ade-
cr'ón (Dz 834; ->mérito, -robras con la teoría hoy defendida a me- kairos una expresión o signo do la cuan meramente a la cosa; en los
buenas). nudo en el campo protestante, de que soberanía de Dios, que dispono libre- cuales la Iglesia no proclama el
dicha doctrina recalca la gratuidad y mente incluso sobro el -+tiempo. kerygma, sino que, ejercit¿ndo su
Justificación por la imputación de sobrenaturalidad de la justificación. -+<<magisterio extraordinario>>, se li-
la iusticia, es el nombre que algu- sin negar que el pecador se haga real Kenosis (griego : vaciamiento). mita a señalar las fronteras ent¡e la
nos reformadores (Lutero, Melanch- y verdaderamente justo, la justiñca- Palabra biblico-teológica que quie- verdad y ol error. El kerygma es
thon) dan a su manera de entender la ción por imputación de la justicia no re expresar la autoenajenación de también algo más que la reflexión
->justiflcación. Segfin ella, Dios no aparece hoy día como un punto que Cristo en la encarnación, en la acep humana sobre estos articuios (->teo-
imputa ya al pecador sus pecados. diferencie realmente a los cristianos tación de la obediencia al Padre, en logía). Sin embargo, es norma, Iun-
porque en la justificación se le impu- católicos de los no católicos. la aceptación consciente de la muer- damento originario para el dogma y
ie (Phil 2, 6-ll). Consiste en la re- la teología; tiene su más intensa
nuncia a la manifestación de la -)do- realización esencial en la palabra de
que Ie corresponde por natura-
.\¿¡, la fe, que se dirige al indiüduo en
leza (-)preexistencia de Cristo), en el -)sacramento, como mani,festación
su existencia terrena, que fue exis- de la salvación de Dios, que se da
tencia de esclavo en beneficio nues- cuando se realiza su aparición, su
tro (cf. 2 Cor 8, 9). <<signo>>.

Kerygma (g¡iego : anuncio, lo Kerygmática (teologia). Puede re-


anunciado o predicado), en una nue- cibireste nombre toda teologia que
va aplicación del término neotesta- pone especialmente su atención (co-
mentario, es la palabra que, por ra- mo debe hacer toda teología) en
zf¡n do una delegación de Dios y servir al kerygma de la lglesia,
de la Iglesia, se dirige a la comuni- en hacer que el anuncio del mensaje
dad creyente (-+predicación) o al in- de salvación de Dios sea más fruc-
dividuo («conduciendo» o <(edifican- tuoso y eficaz. Históricamente, se
do»). como palabra de Dios y de Ilama así a la tesis, defendida cntre

37s 376 177


Kcrygm:itica (teologia)

los años 30 y 40 del s. xx, según gía escolar que se practica en uni'
la cual, junto a la teologia científica versidades y escuelas sufleriores.
(escolástica) con su objeto formal
(Dios con respecto a su divinidad), Kyrios (griego : señor, dueño) es,
podria y debería darse una segunda en primer lugar. dentro de la traduc-
teologla con su objeto formai propio, ción griega del AT, el concepto co- L
Ctisto, la cual no sólo reclamaría su rrespondiente a -)Yahveh, pueeto
servicio a la pastoral, sirro que soría que no era licito pronunciar este
esencialmente distinta de Ia teología nombre. En el NT y en boca de la l,¡rlcranens€s (cpncilioe). De los corectamente. Cuando la liturgia no
cientlfica. Iglesia primitiva es el nombre pon- t,rncilios celebrados en el palacio ro- quiore hacer oxplícitamente una afir-
Con razón, esta teología no tuvo derativo y expresivo de adoración rni¡.node Letrán (I: ll23; l: 1139; mación dogmática o no la supone
resonancia alguna. Toda teologfa tie- con el que se denominaba por anto- ¡ : ll79; w: l2l5¡' v: l5l2-17),
¡r o ejercita claramente, no es lícito
ne que ser teología de la salvación. nomasia a -)Jesucristo; este nom- ticnen importancia teológica el tv deducir do ella proposición dogmáti-
Una teologla que en principio sea bre está ya atestiguado en arameo y cl v. El iv concilio Lateranense, ca alguna, Asimismo, la liturgia no
sólo teórica, avital, no debe ni prrede (1 Cor 16, 22). Con Kyrrbs la Iglesia xrr de los ecuménicos, s€ reunió quiere proponer como objeto de la
eristir. Con todo, esta teología vio atribuía a Jes{rs el nombre de Dios, durante el pontiflcado de Inocen- fe cosas que no han sido reveladas
bien un problema fundamental: que confesión que sólo es posible «en el cio tIr, del 1l al 30 de noviembre por Dios. P.ej., en vktud do la fles-
la teología especulativa está dema- Espíritu Santo>> (1 Cor 12, 3). De de 1215. Definió, contra los albigen- ta de san Joaquín, que se celebra el
siado poco al servicio de una predi- esta confesión de la divinidad de ses, Joaquín de Fioro, etc., la doc- 16 de agosto, no queda dictaminado
cación puesta al dia, capaz de llegar Jesucristo surgió la oposición que trina ortodoxa acerca de la -+Trini- que el padre de Maria es el Joaquin
al hombre de hoy y a su crisis de habría de oxperimentar la Igleia dad. -+Jesucristo y de los sacramen- que aparece sn los ->ap,ócrifos.
fe. Deficiencia que lleva a funestos tanto por parte de la sinagoga como tos de la eucaristla (-+transubstancia- Hay que observar, además, que
resultados y que procede de la teolo- por parte de los soberanos gentiles. ción), bautismo y penitencia (Dz la citada frase del Indiculus rro tie-
428-433). Promulgó el precepto ecle- ne nada qr¡e ver con el principio teo-
siástico de la confesión y comunión lógico fundamental, deducido poste-
pascual (üz 437). El v concilio La- riormente de ella, de que la liturgia
teranense, xvIII de los ecuménicos, es una noflna de la fe. La fraso dei
tuvo lugar on tiempos de Julio rr y Indículus afrma más bien que de la
León x, del 10 de mayo de l5l2 al 16 necesidad do la oración de petición
de marzo de 1517. Definió la indivi- fluye la obligación de c¡eer en la ne-
tlualidad e inmortalidad de las -ral- cesidad de la gracia.
mas particulares, contra las tesis
dcl neoaristotelismo (Dz 738). De Ley, Ordenación dirigida a los
los sinodos no universales reuni- miembros de una comunidad e im-
dos en Letrán, tienen importancia el puesta por la autoridad que la ri-
del 313, contra el -»donatismo, y ge. Como entidad teológica, desem-
ei del 649 contra el -+monoteletismo pefla un papel especial en la historia
(Dz 254-274). de la salvación del pueblo de Israel.
Loe libros del AT, y especial y casi
Lex orandi, lex credendi es Ia for- exclusivamente Gen, Ex, Lev, Num,
mulación abreviada de una propo- Deut, forman un complejo de leyes
sición contenida en el lndiculus dt que tienen por trasfondo el pensa-
sratía Deí (Dz 139). Traducida lite- miento jurldico del antiguo oriente.
ralmente, dice: La ley de la oración Esas leyes se proponen como ins-
es la ley de la fe. De ahl se sacó trucciones humanas sólo en unos po-
posteriormente el principio teológi- cos puntos particulares, pero en con-
co de que la -)liturgia es una norrna junto se las considera como revela-
tle Ie, testimonio de Ia fe infali- ción do las condiciones do la alianza
ble de la Iglesia (orante). Este princi- divina con el pueblo de Israel. Los
pio teológico hay que interpretarlo cinco libros enumetados (en griego

179 380 381 382


Ley fley natural
«Pentateuco») ¡eciben por esa razón, to. Dicha ley ha sido dada por Dios l:r ¡clornl¿r (especialmente en su rebe- to en que se las niega (en el conocer
ya en el AT, el nombre de <<el libro mismo. Sin embargo, Jesris, que se liírr¡ corrlra un derecho canónico [cf. y en el obrar), implican a su vez
de la ley>> (2 Reg 22, 8. ll; 2 sabe por encima de la ley, la inter- '¡urlinomismo], aunque también muchas normas necesarias objetiva-
Par 'A, 14; Neh 8, 3). Más tarde se preta autoritativamente. Recibe una ¡tlcet¡¡b;r a la -+ley natural) y es dao del proceder humano; en cuanto
los llama simplemente «lep> (en ha mayor profundización y rolieve en t¡rrl¡rvfu vigente como reproche a la que estas estructuras son voluntad
breo, torah). Su n{tcleo lo constituye el mandamiento del amor a Dios y n¡rui¡l católica, a la que se acha- objetivada de Dios, de1 creador do
el ordenamiento vigente entre Dios al prójimo (Mt 5, 23-48; 7, 12; 22, ('¡r n() ser otra cosa que una <<ética dicha naturaleza, la ley de conducta
e lsrael, asi como también el de Is- 34-40; Mc lO, 5; t2 28-34; I* fi, It'¡¿lrl>>. resultante de ellas se llamará ley
rael con cada uno de sus miembros 25.29). Las prescripciones referentes ()rro ha de existi¡ un derecho ca- natural en un sentido completamente
(+decálogo, -+mandamietos de Dios, a la pureza chltica quedan abolidas rr'rrricoy unos mandamientos de la distinto que en las ciencias. La suma
->alianza,). Siendo ests ordenamien- (Mc 7, 1-23), residiendo en la aboli- lgh:sia, y que el Estado tiene dere- de derechos y obligaciones inmedia-
to, tal como lo entiende el AT, un ción misma el verdadero cumpli- t'ho a promulgar leyes para mante. tamento resultante de por si a par-
orden salvífico, la 1ey en ellos impli- miento de la ley (Mt 5, l7). En el nr:r o conseguir el orden de la so- tir de la naturaleza del hombre, en-
cada es un don de la gracia de Yah- momento en que la predicación del eicdad, es algo que se desprende de tendido como ento con inteligencia
veh que es celebrado en los himnos de -»ovangelio de -)Jesucristo rebasa el rrn análisis de la -»li:bertad humana y voluntad libre,se llama en la ética
alabanz.a (Ps 119). A partir de cier- círculo de los discípulos, se inicia rrtlccuadamente ejercitada. Esa liber- católica derecho natural. Su muta-
to momento, lo más tarde después del el conflicto planteado entre la -+Igle- t:rd, en su acto libre ineludible, afir- bilidad o inmutabilidad y su cognos-
regreso de los judios de la cautividad sia primitiva y el judaismo. rrrtr implícitamente las condiciones cibilidad son un tema esencial de la
en Babilonia, permitido por el rey Ci- Pablo será el alma de ese conflicto. rlo posibilidad de sí misma como al- ñlosofía griega y cristiana.
ro (55!529), se prohibió toda adición También para el Apóstol revela la g() que hay que querer, es decir, co- No todo lo que de hecho se da en
(o supresión) alaley conservada fiel- ley la voluntad de Dios (Rom 2, ?i7; nlo debidas o necesarias. Sin em- el hombre, <<debe» también ser asi
mente en el exilio. De todo lo dicho 7). Pero se promulgó por razón del h:rrgo, sólo conoco tales condiciones por esto mismo. En virtud de su na-
so desprendo claramente que, entre pecado (Gal 3, l9), y asi sólo tuvo va- (:n una mediación aposteriorística y, turaleza se le conoce al hombre un
los libros santos de Israel, la ley (si l'idez como <<ayo>> hasta la venida de ¡ror consiguiente, dada la historicidad ámbito de elementos moralmente in-
¡ónimo de <<voluntad de Dios») es- Cristo (Gal 3). Es una maldición si se rk:l hombre, en su actuación concre. diferentes, en cuanto que por natu-
taba considerada como el principal Ia considera como g¿mino de -+salva- t¡r debe someterse a una norma que ralaza está orientado a una actividad
de ellos, por delante de los libros ción: ésta no puede conseguirse con sc le impone de <duer»> y que, por por la que el hombre se cambia in-
proféticos y de los escritos posterio- las luerzas humanas por el cumpli- sr¡ parte, ha de tomar cuerpo históri- cluso a si mismo. Sin embargo, aque-
res, convirtiéndose en noÍna para miento de la letra, sino sólo en vir- camente, ha de hacerse visible. Sólo Ilas estructuras de realidad, que él
determinar los libros que era lícito tud de la -+gracia de Dios (Rom 3 ¡lrcdo hablarse de <<ética legabr cris- afirma implicitamente, incluso cuan-
incluir en el -+canon del AT. El ju- y 4)" que se nos da en Jesucristo. Só- ti:rna donde so considere a la gracia do las niega, por el mero hecho de
daísmo tardío construye una teolo- lo en la cruz de Cristo y en el bau- rlc Cristo únicamente como medio actuar: su espiritualidad en la ver-
gía especial de la torah. La torah tismo como muerte con É1, queda- lr¡rr:r el cumplimiento de e^sas norma§, dad, su libertad, su referencia al
no es sino la sabiduría misma, es mos liberados de la ley (Rom 6, 1-6; ,r se exija el asentimiento a dichas misterio que se llama Dios, su histo-
imperecedera, es el tesoro de Israel, Gal 2, 19). Esta refutación teológica n()rmas por razón de sí mismas, in- ricidad, la duplicidad de sexos, su
lo que le distingue de los gentiles. de la concepción de la ley como tlcpendientemente de su justicia ob- referencia social, etc., despliegan to-
Por otra parte, el que no conoce la camino de salvación, no es lícito Ioliva (-)nominalismo). da su esencia necesaria, su dignidad
ley, y no sólo quien no la cumple, entenderla, y así lo
muestrafl otras Ir.stor peligros no encuentrari nin- y su obligatoriedad en la ley natural.
so halla en reprobación. Existen gru- alirmaciones neotestamentarias, co- ,lú¡r punto de apoyo en las proposicio- En cuanto que esta naturaleza ostá
pos que únicamente admiten lo que mo negación de que la fe ha de r¡cs del magisterio eclesiástico, aun- abierta a la absoluta disposición dc
se encuentran contenido en la torah realizarse necesariamente en todas ,¡rrc es verdad que no quedan siempre Dios (-+naturaleza y gracia, ->po
(saduceos, samaritanos). Ias dimensiones del hombre, y por ovil¿¡dos en la catequesis y predica- tencia obediencial), las normas de
En el NT se usa el ooncepto de Io tanto como negación de que la t'iírn corrientes. deber que fluyen de la autocomuni-
<<Iey>> de manera formalmente idén- le ha de ser necesariamente ope- cación sobrenatural de Dios al hom-
tica a la del NT. Se llama <<leyes» a rante, actuada en la obediencia y l,cy natural. Las estructuras obje- bre en la gracia de Cristo tienen una
todas las proposiciones reunidas en el amor (-+obras). Sin embargo, con livas de la -)naturaleza del hombre, dignidad arin superior y el mismo
el Pentateuco, incluidas las prescrip- la teologia paulina de la gracia no ¡rrcvi:rs a la -tlibertad de éste y posi- grado de obligatoriedad absoluta quo
ciones cl¡ltico-rituales; también reci- se pone fin a la discusión en torno a lrilitándola, en cuanto que son implí- Ia ley natural. Cf., a este respecto,
be el nombre de <<lep> el Pentateuco la fe. Dicha discusión encontró su Cil:rrncnte afirmadas de manera tras- -+moral (teología), ->sermón de la
mismo, o el AT tomado en su conjun- actuación peculiar en la teologia de r t'r¡tlc¡'tl:rl necesaria incluso en el ac- montaña, ->ética existencial.

§3 384 I85 386


ll,rlr Vorg l3
Libertad Limbo
Libertad. La libertad del homb¡e tad de elección, como dignidad esen- , ,,rrr,, rleriutollo libre de la plenitud da» por la doctrina obligatoria del
es necesariamente objeto de la -)an- cial de la -+persorur, desarrollado ülrril¡r por Dios. Esta liber-
rhr¡l¡rda -)magisterio eclesiastico (Dz 2312 s);
tropología, tanto de la filosófica co- a partir de la esencia del amo¡ de t¡¡rl r r¡rli¡rna ha sido ya atrunciada, y por estar (<atada)) se libera del ca-
mo de la teológica. El hombre se Dios y de la del compañero nece- llrr rluorl¡r(l() fundamentada e iniciada pricho subjetivo. La libertad de las
distinguo fundamentalmente de todas sario para ese amor, es lo que da el t',,r cl rLrn de Dios en Jesucristo, ->escuelas teológicas católicas per-
las demás cosas en que no <<existe>> fundamento para una doctrina de la ,,,ru,' «primicias» (Rom 8,23), aun- siste dentro de ese ámbito, al que la
uncido a una conexión universal de libertad de concicncia bien entendi- r¡re irr cncucntra todavia en las con- fe considera como absoluto y, por
la naturaleza, en una determinación da, como fundamento también del rltr r,'ncs do inseguridad y nebulosi- lo tanto, no restrictivo. sino libera-
general y total de su realización esen- derecho al <<ámbito>> necesario para ,l'rrl ¡rlopias do la oxistencia humana dor. La Iglesia sostiene firmemente,
cial, sino que está implantado en Ia la realización concreta de la libertad tr.rrcrrir (Dz 160a 181 186 199 325 contra el -+tradicionalismo, que exis-
<<abertura>>, en lo abierto. Por 1o tan- frente a toda abolición violenta o /" I c.p.). ten importantes fuentes religiosas de
to, so deja a su mano el realizar ias injustificada reducción de ese espa- l'ol cllo corre gran peligro de ser- conocimiento fuera do la revelación
diversas posibilidades histó¡icas de cio por parte de los poderes sociales rrr tlc pretexto al egoísmo y a la histórica (Dz 1795): por consiguien-
sí mismo, para encontrar ahi la acu- del Estado y de la Iglesia (-)tole- Irrrirvagancia (Gal 5, 13), y en nues- te, la teología católica está necesa-
ñación de su esencia, Renunciar a rancia). Como conce¡rto teológico en lr()\ ticmtr)os requiere la protección riamente en diálogo abierto y autén-
esta libertad sería renunciar a ese sentido estricto y dentro de la antro- ,le lrr I'uerza externa de los manda- tico de influencia recíproea con la
constitutivo esencial del hombre y, pología teológica, la <<libertad de los rrrt:rrlos y de la autoridad, aunque manera natural que tiene el hom-
en rlltimo término, renunciar a sí hijos de Dios>> es el kerygma funda- rct¡uicro sobre todo disciplina inter- bre de ente[derse a sí mismo y al
mismo. El hombre tiene que acep- mental del mensaje de Cristo (Rom rr;r. l'lsta disciplina habría que enten- mundo (Dz 1799).
tar dicho imperativo de libertad per- 8, 15). En él se trata de la libertad r['¡ lrr como la
aceptación libre y La fe sabe también que este diálo-
sonal; la libertad <<positiv»> (la <<li- como fruto de la ->redención en :n¡rorosa de ese <<para», al que se sa- go, acausa de la unicidad de la
bertad para...») basada en aquélla, Jesucristo y como desarrollo del espí- hc tlirigida la libertad propia movi Iuente suprema de toda realidad y
trae consigo una libertad negativa)), ritu dado por El. (lir por el amor divino gratuito, y todo conocimiento, no puede terminar
es decir, la libre posibilidad del hom- Esta libertad cristiana dico libera- .,c¡r orden>) al cual se pone Ia liber- en una contradicción definitiva y
bre para hacer una cosa u otra, omi- ción do la fuerz-a determinante del l;rt[ :r sí misma. La libertad cristiana, absoluta (d.f.: Dz 1817), como tam-
tir esto o lo otro. En la roalización pecado, del legalismo vacío y de la scgirn su esencia, queda determinada poco puedo terminar en una altera-
de su libertad personal, ei hombre -+muerte; y, por lo tanto, dice tam- t'scatológicamentg al fin de los tiem- ción esencial (d.f.: Dz 1818) del sen-
singular encuentra a su vez a otros bién liberación de la esclavitud bajo ¡r,xr. Iniciada ya realmente, tiene que tido de los dogmas. Pero dic-l'ro diá-
que también <<consisten libremente en los poderes terrenos en general. Po- (:\pcrar pacientemente, con toda la logo de interrogación mutua y la
si mismos>> y que, por tanto, pueden sitivamente, esa libertad signfica la t rcación, su redención definitiva y tarea y tensión dadas con él nunca
abrirse o cerrarse a lo intentado vitalidad del corazón donada espiri- tolul de la servidumbre, en la liber- terminan definitivamente. Por el con-
por é1. tualmente y liberada de sus atadur¿rs tutl «le la gloria de los hijos de Dios trario, como momento de la histo¡i-
Por eso, la misma übertad del desde arriba, que se desarrolla a par- (ltom 8, 21), enla que ha de desem- cidad permanente del modo de enten-
hombre no puede quedar limitada, tir de la revelación y de la comuni- l)()car nue,stra libertad liberada por der la -)revelación, tal diálogo per-
pero sl puedo limitarse el ámbito de cación del amor redentor de Dios en ('r'isto. tenece a la esencia de ella; así, por Ia
la libertad y así su objetivación. La Cristo, que tieno su forma funda- misma esencia do Ia teologia, obliga
«libertad de elección», dada con la mental y característica en el amor, Libertad doctrinal. La <dibertad>> a la teología y a la ciencia profana a
personalidad espiritual del hombre, como <<don supremo de la gracia». tlo doctrina está por esencia orientada que mutuamente se concedan Ia posi-
os también el presupuesto de la esen- Así pues, este amor significa liber- :r l:r verdad que se trata en Ia corres- bilidad de estudiar cada una con sus
cia de la culpa (-)pecado), ratifica- tad abierta, confiada y arnistosa con ¡rondiente doctrina y a sus criterios. respectivos métodos, dejando a salvo
do por la misma revelación. Dicha respecto al Padre. a la vez que acer- l'lr¡ cuanto que la teologia católica, de la fe como norma suprema de todo
libertad, además, se ejercita inclu- camiento amoroso a todo lo creado. rrcuerdo a su naturaleza, basa la re- saber, si bien esa norna pone al sa-
so en la aceptación creyente y amo- en el espíritu del amor redentor de lloxicln científica en la de la Iglesia, ber profano en su propia libertad
rosa de la justificación y en todo Dios, en particular acercamiento al t¡rrc el magisterio eclesiástico afirma Cf. -+ciencia y teología.
acto salutifero. D.f : la existencia de hombro y, sobre todo, a todos los crr cl kerygma plenamente autorizado
la libertad y su ejercicio en el peca- <<atribulados y sobrecargados». Sig- tlo la revelación de Dios en Cristo, el Limbo (del latin lintbus : borde,
do y en el acto salutífero (Dz l60a nifica libertad amorosa en general. rinrbito de la libertad doctrinal propio linde). Término técnico teológico, que
348 776 792s 8l4ss 1027s l039ss no como obra o rendimientc¡ rlc la teologia católica queda abier- designa un lugar o estado, en el que
1065 ss 1093 ss 1359 ss 152.t l79l -aun-
que también esto-, sino como fru- to y determinado por la fe do la Igle- hay que pensar que se encontrarían
2305 e.p.). IJn concepto de la liber- to del Espíritu (Cal 5. 19), es decir, si¡r. I-a teología católica está ((ata- Ios muertos a los que no les hubiera

387 388 illr) 390


Limbo Lyón

caÍdo en suerte ni la beatitud ni la dcndí). Se4lún Hebr, Jesucristo es el t.lcsihslico, quo custodia e interpreta El acento que se pone en la en-
condenación. Se distingue entre limbo sumc¡ sacerdote de la liturgia; segrln l;r 'r'cvclación en la -)Sagrada Es- carnación y en la verdadera divinidad
de los padres y limbo de los niños. En el Apoc, se tributa adoración a Dios tritrrra y cn la -)tradición, los -+pa- remite a una tendencia antignóstica,
el limbo de los padres, todos los jus- y al Cordero con un ceremonial so- rlrcs tL: la Iglesia y los -+teóiogos; pero el contenido de las proposiciones
tos del AT y los gentiles piadosos tu- lemne. Las partes apostólicas del NT t;r¡rrbión la ->liturgia y el -+derecho armoniza con el resto de la cristolo-
vieron que esperar la apertura del contienen hirnnos, que tal vez se can- r':u¡írnico. Para completar la idea gía neotestamenta¡ia. En los padres
-+cielo por Cristo (puntos de apoyo taron en las funciones cúlticas, pero lr¡rrdamental de loci theologici, ade- de la lglesia de los tres primeros si-
en Lc tr6, 22) I Petr 3, 18 ss; -+in- no ordenaciones lithrgicas. Tanto las rrriis de los artículos ya citados, con- glos se desarrolló una abundante teo-
flernos [descenso de Cristo a los]). ceremonias de culto divino como las vc¡rdría consultar también -)dogmá- logía del Logos que, sin duda bajo
El limbo de los niños, en el que es- oraciones se improvisaron en los pri- t ic¡, -tteología, -)epistemología teo- influjos platonizantes, tropieza con el
tarían los niños que murieron sin el meros siglos en forma de banquete Irigica. peligro del -+subordinacionismo; o,
bautismo y que, por razón del -+Pe- conmemorativo de la muerte de Cris- bajo influjos judíos, en el de un
cado original en ellos pelsistente al to, de funciones religiosas consisten- L<»gos (griego
- palabra). Se ilama -+modalismo. Con todo, a pesar de
morir sin ese sacramento, se verían tes en lecturas u oraciones, con ser- l.ogos al +Hijo de Dios -)Jesucris- Ia obscuridad de la terminologia
privadoc de la -+visión de Dios, món y profesión de la fe. Las prime- trr; Ioh l, l. '1.4 y I loh l. 1. Se- (->hipóstasis, ->persona), siempre se
aunque gozarian de una especie de ras fórmulas no quedan prescritas gÍrn los lugares citados, ei Logos consideró al Logos, incluso entre los
felicidad natural. La doctrina del obligatoriamente hasta 600 d.C., en posee preexistencia (-)preexistencia padres, como increado, del lado del
limbo, sin duda procedente en Pri- Roma. tle Cristo), está cabe a Dios y es Padre frente a las criaturas. ->Tri-
mer lugar de las ideas del judaísmo Fue el progreso de la teologia lo l)ios, por El todo es creado; .Él es la nidad.
tardio acerca del -->§eol, se extendió que hizo fijar el texto oficial, para luz y la vida de los hombres y se
sobre todo en la e.scolástica. Actual- no olvidar ninguno de los mfrltiples hizo carne. Esto concepto, que no Lyón. Ciudad francesa en la que
monto se discute en teología la exis- aspectos que hay que tener en cuen- srilo designa la palabra revelada de so celebraron dos concilios ecuméni-
tencia del limbo de Ios niños, tanto ta: función mediadora de Cristo, l)ii», sino también una persona. es cos. El t, XIII de los ecuménicos, tuvo
más cuanto que no hay ninguna de- sirnbolismo d¡amático (o de la üda tlecir, su relación de Hijo con respec- lugar del 28 de junio al 17 de julio
claración doctrinal de la Iglesia acer- de Cristo o do la liturgia cdestial), to al Padre (relación de generación), de 1245, en el pontificado de Inocen-
ca do ese tema. Los pasajes en los vinculación de la anamnes¡s de la :rparece ya analógicamente en la li- cio ¡v. El II, xlv de los ecuménicos, se
que se alude al tema, no pretenden muerte del Señor con la memoria de tL:ratura sapiencial del judaísmo tar- celebró del 7 de mayo al 17 de julio
decir nada en concreto sobre é1. los santos, etc. El filtimo paso a este tlio. Con todo, se admite que pasó de 12i74, durante el pontiñcado de
La investigación científica, todavÍa respecto fue Ia fidelidad a lenguas me- tle ahí primeramente a las especula- Gregorio x. Este I¡ concilio de Lyón
no terminada, aportó la seguridad de ramento eclesiásticas, es decir, (<muer- ciones de un fllósofo de la religión, es teológicamente importante. En in-
que no se puede hablar de vn -)con- tas>>.Una verdadera renovación lithr- ol judío Filón de Alejandría, de don- terés de la unión con los griegos se-
sensus de los teólogos acerca de dicho gica no debería conformarse con tra tlo Io tomaron los him¡os a Cristo parados, precisó y definió la doctrina
problema en épocas anteriores. El reinstauración de una forma funda- tlel cristianismo primitivo; así en- católica sobre la ->Trinidad, espe-
problema básico hay que afrontarlo mental y primitiva, sino que, como en ci)ntró acceso al evangelio de San cialmente Ia procedencia del Espiritu
a partir de las afirmaciones sobre la los primeros siglos, debería encontrar Juan, tal vez en forma de himno que Santo (-+Filíoque), y sobro la exis-
voluntad salvíflca universal de Dios la forma hoy requerida en Ia celeb¡a- l.rrc readaptado para su incorpora- tencia de los siete -)sacfamentos
(-+salvífica [voluntad de Dios]), so- ción de la -+eucaristía y en la audi- cirin al prólogo. (Dz 460-466).
bre el -)bautismo de deseo y a par- ción de la -+palabra de Dios. En este
tir también de una teología adecua- sentido, es imprescindiblo un conoci-
da cle 'la -+muerte. Cf. -rCartago. miento y análisis teológico exacto del
tiempo presento (-+pastoral [teo-
Liturgia (grrego leitourgeia: lo Iogíal).
que hace el pueblo; en la traducción
griega del AT, el -+culto veterotesta- Loci theologici. En la teología pro-
mentario) dasigna todo el culto ofi- testante, donde este concepto aparece
cial del cuerpo mistico de Cristo, es en el s. xvr, significa las piezas capita-
decir, de la cabeza y de los miembros les de la fe, ordenadas desde un punto
(asi en la encíclica Iitúrgica de Pío xIl de vista objetivo. En la teología cató-
Medíator Dei, publicada en 1947;, lica significa las fuentes de conoci-
cf. también -)Lex orandi, lex cre- mionto de la teología: -+magistea'io

391 392 .194


LI M
Llaves (¡roder de las). Segrin Mt bratlo administrador dol camino de Macedonianismo. Doctrina teoló- verdad se comunica al hombre no
16, 19 a Pedro le fueron dadas Ias salvación abierto por Cristo, admi- gica que sostenia que el Espíritu sólo en Ia gracia siempre nueva (en
<<llaves do la -)basileia>. Conforme nistrador, con plenos poderes, de ese Santo, pensado hasta entonces en una la <<conciencio>), sino que además, de
a la concepción del judaísmo tardío, salvífico quo es la lglesia.
<<medio>> n-risma linea con el Padre y con el acuerdo con la encarnación de la Pa-
Ias llaves (imagen que está en co- No hay que, confundir el poder de llijo, sin haber elaborado una teolo. labra en la -+palabra humana del
noxión con la <<entrad»> en la áasi' Ias ilaves conel poder de atar gía especial sob¡e su esencia, es sólo la Igle-
representante autorizado de
leía) están en las manos de Dios, desatar (+atar y desata¡ [potestart
1,
runa criatura, cuya acción nunca se sia (Lc 10, 16; Mt 28, 19s), aborda
quien las entrega temporalmente a sus del), puesto que el primero se confie-
delegados humanos (cf. también Lc
propone en la Escritura como divina. al hombre en ->tradición histórica,
re exclusivamente a pedro. Esta dis- El nombre de esta doctrina le viene postulando absolutamento la fe. Por
4, 25; Apoc 3,7, con ls 22, 22; Lc tinción" traducida a la terminología
ll, 52; Mt 23, t3; Apoc 9, l; 20, crróneamento de un obispo de Cons- lo tanto, la verdad de este mensaje
actual, sería: Ia suprema potestad tantinopla de mediados del s. rv, lla- de fe históricamente transmitido tie-
1. 3). Esas llaves significan el camino pastoral en la Iglesia la tieno tan so_ mado Macedonio. En griego se lla- ne que quedar incluida en la gracia
de la salvación, y no la salvación Io Fedro; la potestad de supre- maba, a los seguidores de tal doc- de Dios escatológ¡camente üctoriosa
misma. Si se confian a pedro (roca). mos Instores la tienen también los trina, pneumat omakhen = adversarios (cf. 1 Tim 3, 15).
esto quiere decir que queda nom- apírstoles. del Espiritu. Otros seguidores de esa Esto quiere decir que, siempre y
tendencia admitlan que el Espíritu cuando la Iglesia como totalidad
Santo era una entidad intermedia en- testiñca su fe postulando la fe ab-
lre Dios y la criatura. Esta doAri- solutamente, no puede menos de tes-
na, originada como consecuencia del tiflcar la verdad de Cristo. Pero la
'+arrianismo, fue condenada en el Iglesia como totalidad, segfin su cons-
r concilio de ->Constantinopla, donde titución, puede dar testimonio de
la defendieron 36 obispos. la verdad de Cristo postulando cate-
góricamente la fe de doble manera.
Magisterio, o potestad docentq de- Primero, en la unidad de su testifica-
signa la capacidad ---+oncebida ju- ción docente, en el episcopado todo.
lidicamente, inherente a la -+Iglesia que como totalidad tiene inherente en
con toda necesidad,, activa y exigien- su unidad la sucesión legítima del co-
tlo obediencia- de seguir testificando Iegio apostólico (-+obispo). Segundo.
l:r autorrovelación de Dos en Cristo, y de acuerdo con lo precedente,
t¡ue comunica a Dios mismo. Esta también en la cabeza personal y ca-
ctpacidad de testificación correspon- paz de acción de dicho colegio, en
tlo a la Iglesia en cuanto comunidad el obis¡ro de Roma, el -+papa. Se-
r:scatológicamente definitiva de los gún esto, Ios plenos poderes de do-
(luc creen en Cristo, constituida jerár- cencia son propios del episcopado en
t¡uicamente y con la misión de dar conjunto (Dz 1800 1821 1828; d. 54
lcstimonio de Cristo. Siendo la Iglesia 212 349 657-661 767-774 192a 1781
l:r l'orma tangible de la autorrevela- 17V2 e.p.), en cuanto que es uno en-
eión delinitiva de Dios que acontece tro si y con el romano pontífice (Dz
¡rrccisamente en el Dios-hombre, no I 839), en tanto que es cabeza suya
¡rrrcdc, como totalidad. caer fuera de investida de autoridad (es decir, que
l:r grlcia escatológica. es decir, de la no es un órgano simplemente repre-
verrtucl cn ctranto gracia. Pero esta sentati\.o de un colegio, del que re-
395
396 {')7 19R
l\{agisterio Mandamientoc do la Iglesia
cibe secundariamente su autoridad lunta¡ia y libre de una criatura, que (,r(rv() pr()pia do su punto de parti- que más tarde habría de añadirse o
y que aun sin él estaría ya plena- con tal decisión se pone en contra- rll, sirro que se orienta hacia su pro- sumarse a los referidos mandatos,
mente constituido). dicción con el ->bien (Dios, fin de fue reconocida por Jesús como <<le-
¡riir ¡rlcilitud dentro de sí mismo. De
La representación autoritariamonte la existencia humana, fin de la vida; :r(lu¡ ([uc la eficacia del mal e{r este gado de nuestros antepasados)), pero
gubernativa (do derecho divino, no -+pecado). Por Io tanto, no tiene
instituida desde abajo) do la Iglesia
r¡runtLr no pueda percibirse tan c1a- no como mandamientos de Dios.
en si mism<¡ realidad propia alguna, rurrcnto en el desorden y la destruc- Sin embargo, en cuanto quedaron
total, e,s decir, el papa y el episcopa- no es Dios alguno o entidad primi- r'rír¡r. sillo más bien en la autosufl- concretados en el -+decálogo, y so-
do, puede actuar como <<magisterio tiva antitética, como imaginaba el , icncir intentada y maquinada del bre todo en cuanto, todavía dentro
ordinario» en la realización ordina- -+dualismo gnóstico-maniqueo. Por lrr)nrbre singular, de los pueblos y del ámbito veterotestamentario, que-
ria del -»kerygma y do la dirección el contrari,o, el mal no es sino la po- tlt:l mundo como totalidad" daron como ley básica del amor a
y vigilancia de la teología (con los sibilidad plenamente misteriosa, per- Iil fin del dominio del mal quedó Dios y al prójinro, siguen implica-
diversos grados de obligatoriedad de mitida por Dios y propia de la cria- ;rnunciado e iniciado por la instau- dos en la disposición divina básica
la doctrina). Si tal kerygma presenta tura libre (mysterium lniquitatis), con- rrrción de la -'>busíleia de Di'os en que, en Cristo, Dios dirigió a los
algo como revelado por Dios, postu- sistente en olvidar que en el origen t:'stc mundo acontecida en Cristo. hombres. Sin embargo, esta dispo-
lando absolutamente Ia fo de toda estaba el bien, prescindir del sentido l't¡r esto la aceptación originaria del sición básica, por parte de Cristo,
la lglesia, ha de estar necesariamen- de la creatureidad, libremente dec¡e- Ir.rmbre en Cristo (+cristocentris- no apela a la tradición. sino que se
te preservado del error en virtud del tado, desatender la llamada, que siem- rrro), del hombre en cua[to asocia- promulga de una manera expresa-
EspÍritu de Dios. Por tanto, en este pre hay tras toda libertad personal, de tlo de Dios, queda patentizada como mente nueva, recurriendo al carácter
caso el magisterio er infalible (Dz Aquel que se ha creado para eí un potcnte, superando incluso al peca- mesiánico de la misión de Cristo y
1683 1792). Lo mismo puede decirse interlocutor libre, y persistir en tal tlo. Con ello no sólo posibilita la a su poder. Por eilo los mandamien-
si el papa (d.f.: 1839) o ur -)conci- estado, es decir, en el mal. Según vrrclta a los dominios de Dios a tos de Dios los entiende la Iglesia
lio ecuménico (Dz 768s 1723) pro. la doctrina católica, semejante re- trrtla hombre en particular que 1rcr primitiva desde sus primeros tiem-
nuncian solemnemente una -)d€lfi- belión (rebelión originaria) tuvo lu- pos como del
nición, en un acto del gar en dos campos distintos. 'us propios pecados ha ratificado el <<mandatos Señon>.
magisterio
extraordinario. Tal vez seria más acer-
ruul querido en el pecado original, como pertenecientesa la <dey de
En primer lugar, por parte de los lcalizando esa posibilidad, por lo Cristo» (Gal 6, 2). La voluntad
tado deci¡ en un acto extraordinario espíritus libres (-+ángel), que, en rnonos en el conjunto de la huma- de Dios con ello manifestada, de que
del único magisterio normal y por virtud de la irrevocabilidad (impo- nidad en virtud de la gracia; sino mandatos queden por Cristo
<<sus>>
tanto ordinario. Por lo tantq el papa sibilidad de arrepentimiento) de su t¡trc también en el terreno en que mismo interpretados y de que que-
y el concilio universal, recurriendo a decisión, persistiendo absolutamente su tom¿ la decisión histórica del den transformados en la ley de
su suprema potestad docente y a la en el mal, quedaron convertidos en hombre entre el bien y el mal, o sea, Cristo, no puede dejarse de lado;
conservación de la revelación divina espíritus malos (-)demonios). En cn medio del mundo, la amorosa sobre todo si sólo se considera o
en la Iglesia, obrada por el -)Espí- segundo lugar, en el ámbito del tlis¡rosición de Dios sobre su crea- presupone como posible un conoci-
ritu Santo, postula[ para una pro- hombre, que en su libertad se iden- cii>n se convierte en una Iuerza his- miento adecuado de los mandamien-
posición determinada, como reve- tilicó con la tendencia del mundo ttirica perceptible en virtud asimis- tos, a partir del conocimiento viven-
lada por Dios, un asentimiento do fe codeterminada por el poder de los rrro de esa basilela irxtaurada por cial que tiene el hombre de sí mis-
de toda la Iglesia (+infalibilidad). demonios (-+pecado original). Sin (lristo. Maldad es la actitud del en- mo o a base de una reflexión sobre
Por otra parte, en cuanto que la embargo, por razón de su historisi- tcndimie¡lto y voluntad hurnanos, la -)Iey natural. Este pensamien-
-+Iglesia oyente cree como enseñada cidad ternporal, esa decisión origina- nrzón do la debilidad propia de la to se desar¡olla hoy día de muchas
por el magisterio y como conjunto ria pecaminosa no tenía que persis- (lue pretende el mal no tanto por manéras.
tiene en ello su infalibilidad, la Igle- tir como irrevocablemente tomada. ilaturaleza humana (ignorancia, ce-
sia creyente debe ser interrogada por En este primer pecado se perfila ya ritrcra. debilidad de la voluntad), Mandamientos de la lglesia se lla-
el magisterio (cf. Dz 1836), ya que la fundamental del mal,
<<esencia» eomo por su propio querer, con pre- man los cinco preceptos que obligan
sus decisiones se apoyan en la tra- en cuanto que éste queda converti- rrrcditación, frrmeza, alevosla, cruel- a todos los bautizados desde los
dición, cuya determinación es del do verdaderamente en <<fuer¡-a ma- tlad y desprecio de Dios. 7 años, mientras tengan uso de razón:
todo imposible sin recurrir a la fe ligno> debido a los espíritus malos: l) Santificación de las fiestas. 2) Oir
de la Iglesia, y no sólo a su doctrina autonomización de la criatura y de Mandamientos de Dios. En el AT, misa todos los domingos y fiestas de
o enseñanzas. toda la creación, frente al Creador, l,rs mandatos que el Dios de la alian- guardar. 3) Ayuno y abstinencia en
la inversión del curso del mundo. zr dirige al pueblo de la alianza. días determinados. 4) Confesar una
Mal, maldad, El mal viene propia- que ya no sigue, la dirección seña- l.rr cstructuración en forma de -+le- vez al año, caso de que haya con-
mente causado por toda decisión vo- lada por el amor creador comuni- yc.i particulares de culto, rito, etc., ciencia de pecado mortal. 5) Comu-
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Mandamie¡rfoe de la Iglesia Maria
nión pascual. En sentido más amplio, dencia del bautismo y de los escri- Mr¡rll¡ es la madre virginal de dimida de manera más ptrena. Por
el término desr'gna las ordenaciones tt¡s de la Iglesia primitiva respecto '.lqsucristo. Con el sí libre de su lo tanto, Maria es prototipo del re-
de la Iglesia que resultan de su es- de los mandeos, como se pensó a lo, r'cgalo do la gracia de Dios, con- dimido y de Ia Iglesia en general,
tructuración social y teológica o las comienzos del s. xx, es hoy insostc- cibió al Hijo de Dios y de sus en- vinculada en la voluntad de Dios a
ordenaciones que protegen dichas niblc. conlorme al estado actual de lr'¡tiras le dio la existencia, por la la encarnación redentora del Verbo
estructuras. Así, forma del matrimo- Ia investigación. r¡uo pudo hacerso miembro del gé- divino y. en cuanto tal, vencedora.
nio, educación de los hijos, prohibi- rrcro humano uno y convertirse así
ción de libros, sepultura cristiana, Maniqueismo. Doctrina do la sal- crr gu redentor (Mt 1, 18-23; Lc l, 2. María está preservada de la
otcétera. La necesidad histórica de vación fundada por el babilonio 26-38). Por razórL de la -)unión culpa hereditaria (-)pecado origi-
los mandamientos de la Iglesia pro- Man.i a mediados del s. Ir¡. Mani se hipostática del Hijo de Dios con la nal; d.f. Dz 1641). A pesar de ser
cede de que la propagación espon- tuvo por el último gran profeta (des- naturaleza humana concebida de miembro de la descendencia y so-
tánea y carismática de Ia Iglesia en pués do Zarathrstra, Buda y Jesús María, es ésta Ia <<madre del Señon> ciedad pecaminosa de Adán, María
una sociedad pluralística y disper- entre otrors), el que había co«¡nado (l* l, 43), la <<deípara» (Dz lllal poseyó la gracia santificante (I)z
sa, para la que la Iglesia ha sido las religiones que sus antecesores ha- ll3; -)maternidad divina). Así, la ll00) desde el primer momento de
instituida, no es de esperar que se bían dejado imperfectas, por no obra de María es un acontecimiento su existencia (-)inmaculada Con-
lleve a cabo sin exigencias mínimas haberlas fijado por escrito. Mani mu- central de la historia de la salvación. cepción), en ürtud do eu vinculación
concretas, y en último término dicha rió por su fe alrededot del 277 d.C., en la voluntad de Dios a la reden-
propagación no es posible sin ellas. acusado por los sacerdotes de Ia 1. Esta obra la realiza María, un ción por medio de los <<méritos pre-
Precisamente, por razór. de la es- religión estatal (: magos). scr humano, como recepción de la vistos de Cristo». Por la misma ra-
tructura histó¡ico-social de la Igle- Su religión, consignada en una gracia de Dios, en consorcio autén- zón se üo siempre libre de todo
sia, sus mandamientos son también abundantls¡ima literatura, casi del tico con el Dios que opera en los pecado (Dz 833) y no estuvo some-
resultado de la comprensión actual todo perdida, excepto unos fragmen- hombres y en nombre de todo el tida a la -)concupisc€ncia en sen-
que la
Iglesia tiene de sí misma, tos encontrados entre los s. xtx ¡: género humano. Si bien la reciente tido negativo (Dz 792). La Escritura
como sociedad que se actualiza en xx, es una forma de ->gnosis fun- leología llama a Maria -)correden- testifica explícitamente que concibió
este momento y lugar
concretos. Por dada en un -)dualismo radical que tora (c{. Dz l'978a, nota), está claro al Hijo de Dios sin inte¡vención de
'lo tanto,
toman parte en el progre- se desarrolla, por su parte, de una que esta función suya es cualitati- varón (virginidad antes del parto;
so legítimo de la autocomprensión manera «histórico-salvífica>>: separa- vamente distinta a la del hombre- Mt 1, lSss; Lc 1, 34-35; Dz 282
de la lglesia, en cuanto que ese pro-. ción original-mezcla-reinstauración de Dios ->mediador y redentor. La 993; ->parto virginal). Por este de-
greso no a-fecta a la naturaleza teo- la separación. En el período inter- Escritura (Ioh 19, 25-27¡ muestra a venir del Hijo procedente de una
lógica permanente de la lglesia, sino medio quedó vencido el Hijo de María como la mujer por antono- madre y con ausencia total de padre,
a su realización histórica. Dios, el <<protohombre>>. Su alma masia, la segunda Eva y madre del se hace manifiesto que en El se im-
quedó mezclada con la materia. En Redentor, bajo el árbol de la reden- planta el nuevo punto de partida
Mandeos. Secta de baptistas ag- un largo proceso de redención serán ción, Ia cruz. En ello puede recono- radical de la salvación y que ya no
nósticos, cuya existencia puede ya vencidos repetidamente los enviados corse que la función de conce i¡ o proseguirá la historia eñ'uelta en pe-
comprobarse en el s. III d.C., en el de D.os, entre ellos Jeshs. No pue- engendrar la salvación, que le co- cado de la humanidad. En el senti-
Irán, y que todavia cuenta con al- den liberar a las almas encarceladas rresponde como madre de fes{rs, la do y medida en que lo desgarrante
gunos miles de seguidores en el en el cuerpo. La vuelta de ellas al mantuvo María a través de toda su y doloroso del dar a luz es, segf¡n Gen
Irán y en el lrak. Su religión, apo- reino de la luz sólo es posible por cxistencia, hasta la <<hora>> de la re- 3, 16, manifestación de la soberanía
yada en tres escritos capitales, está la aceptación del mensaje de Mani, dención (Ioh 2, 4). La misión histó- del pecado, el parto de Ma¡la se ve
estructurada sincretísticamente sobre el ->paráclito. Los que creen en él rico-salvffica (maternidad divina) y libre de elloo (ürginidad en el parto;
un ->dualismo fundamental. Sus lorman la Iglesia de la razón. La Ia santidad personal (bienaventuran- Dz 993). Por la entrega total de su
ideas de la historia de la salvación salvación consiste en la concienci¿r za por fe) se condicionan y corres- ser y do su üda enteros al servicio
son muy semejantes a las del -+ma- de sí rnismo (unida a la continencia ponden recíprocamente. En virtud exclusivo de Dios y de Cristo (cf. I
niqueísmo, posterior a ella. El culto radical). Los imperfectos caen en de su posición central en la historia Cor 7, 34), y precisamente en el ca-
maniqueo consiste en bautismos fre- palingenesiao renacimiento. El ma- de la salvación, como <<concepción>> rácter público de la historia salvlfica
cuentemente repetidos y en banque- niqueísmo, conocido incluso en oc- santificante de la salvación para to- y de la Iglesia. representada por Ma-
tes sagrados. Los mandeos rechazat cidente, so extendió por el Asia cen- dos los demás, María es, para la ría, Ia lglesia católica reconoce a
el cristianismo y el judaísmo, pero tral y oriental, decayendo en el conciencia dogmática de la Iglesia Maria como siompre ürgen (virgini-
han admitido en su culto a Juan el s. xlv. San Agustín fue maniqueo católica, el caso absoluto y radical dad después del parto; Dz 734 993t
Bautista y el domingo. La depen- durante nueve años. de la redención del hombre, la re- -)hermanos de Jesús).
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lMarÍa Mariologia

3. La historia de la salvación ha do trabajo, pobreza y aceptación gus- Mariologia. Doctrina teol"ógica so- María sólo puede saberse algo a
llegado ya a su fase deflnitiva del tosa de los impenetrables designios bro María. Ya el NT y el símbolo partir de Jesucristo, dentro de la
comienzo do la glorificación. inclu- de Dios. tlc la fe apostólico atestiguan que dogmática en conjunto, la mariolo-
so del mundo material, en virtud Durante lir vida públie de Jeshs, las afirmaciones acerca de Maria gía tiene que seguir a la -+cristolo-
de la -)resurrección de Cristo (cf. y según la voluntad de éste. mani- como dogmas de Ie son Posibles Y gia y a la -+soteriología. Se puede
también Mt 27, 52s). Por eso la fiesta en su actitud que 1o decisivo necesari¿§, y que en ollas no se tra- pensar también que a estos tratados
Iglesia católica confiesa que María, no es la mera maternidad diüna en ta meramente do noticias históricas, tendría que seguir de modo igual-
como la perlecta redimida, ha llega- cuanto tal, sino el cumplimiento que aunque son imprescindibles en mento esencial e inmediato una
do ya a su consumación con alma de la voluntad de Dios, in-
<<fiel>> cl relato de loa hechos históricos de -+eclesiologia dogmática, conro tra-
y cuerpo (-)azunción de Maria:' Dz cluso en esa maternidad. Maria se la fe, carecen en sí de trascenden- tado sobre la permanencia histórica,
2333). En cuanto que los que han retrae, para aparecef en la hora de- cia. Las narraciones acerca de Ma- sociológica y <<graciosa>> de Jesu-
alcanzado la salvación por la defi- cisiva del Señor, al pio de su cruz. ría en Mt, Lc y, sobre todo, en loh, cristo y de su redención en el mun-
nitivez de su vida consumada in- La volvemos a encontrar orando en ot:edecena un interés teológico to- do, y sobre la aceptación de esa
terceden ante Dios por la comuni- la comunidad de los discípulos dcs- talmento determinado (así, -)parto permanencia. Si se piensa así, en-
dad de los santos sobre la tierra, pués de la marcha de Cristo. His- virginal, historias de la infancia, tonces la mariología aparece inclu-
se venera a María como -rmediado- tóricamente. no se sabe nada Hijo de David, tendencia contra el so como momento intrínseco y como
ra, <<medianera de todas las gracias>> acerca de las circunstancias de su -+docetismo, etc.). Por tanto, el ca- primer capítulo do una eclesiologÍa
(Dz §4Aa 1978a) por su posición muerte- tólico no s€ despreocupa de las afir- dogmática, lo cual está justificado
única en la historia de la salvación. Con todo, Irente a la reciente im- maciones sobre Maria, teniéndolas por el paralelo entre la Iglesia Y
Como es natural, no es mediadora pugnación de algunos teólogos cató- por acertadas, aunque <tsin interés» María, basado en la realidad misma
de una manera producente o efi- licos, no puede dudarse del hecho para é1. Esas añ¡maciones pertene- y que aparece a lo largo de toda
ciente como Cristo, sino instrumen- de su muerte. María murió en con- cen a su fe, aunque en ellas, lo mis- la tradición.
talmente, intercediendo y recibiendo. sumación auténtica de su existencia mo que en tantas otras verdades, no Ese pensamiento tiene su funda-
l-a Igiesia no ha tomado toda- terrena, compartiendo el destino de queda respondida la cuestión histó- mento objetivo en quo María, como
vía dogmáticamente posición a este todos los hombres. en seguimiento rico-dogmática, personal y religioso- creyente y como redimida Y Por su
resJlecto. de Ia muerte de su Hijo; pucs su mi- pedagógica del grado de explicitez o decisiva acción en la historia de la
sión no era poner de rnanifiesto la implicitez fáctica y deseable. salvación, pertenece a la Iglevia y
4. De la vida de María se co- gloria paradisíaca, sino la üctoria El fundamento objetivo para una representa el caso perfecto, la con-
noce muy poco, Lo que se cuenta completa de la gracia de Cristo en rnariología consiste en que la salva- sumación plena de los que forman
de ella, fuera de las escasas noticias la debilidad de la carne. ción que hay que acePtar con fe su- la lglesia. Si se toma en considera-
que nos proporciom la Escritura (cf. misa es el Verbo de Dios hecho ción el hecho de que María queda
Lc. 1-2; Mt 1-2; Ioh 2, l-ll; Mc 3, 5. Veneración. De acuerdo con sarne y la admisión de lo creado consignada en el NT como Ia que
3l-35; Ioh 19. 25-27; Act 1, 14). la posibilidad cristiana de venerar a ctentro de Dios; y esto de tal ma- fue madre del Señor no sólo en sen-
es legendario.La mayor parte de los los santos en general (-)santos [ve- nera, que la fe (-)acto religio§o) tido biológico, sino en obediencia
datos acerca de Maria se los debe- neración de losl) y con la posi- tiene una estructura <<encarnatori»>, personal de fe; si, por tanto, hay
mos a Lc 1, 26-38. Su descendencia ción sin par de María en la historia es decir, se cree no sóIo en el Dios que pensaf su maternidad como algo
de la casa de David sólo queda ase- de la salvación y ell la comunidad de que salva, sino también en la cria- personal total y si e.sa maternidad
gurada si las palabras <<desposada Ios santoc, Maria <<ha de ser llama- tura como salvada. El hombre Pue- forma parte de la bistoria pública y
con un honibre llamado José>>, en Lc da bienaventurada por todas las ge- de y tiene que aceptar, en la fe oficial de la salvación en un puesto
1,27, no pertenecen a la fuente ori- neraciones)) (Lc l, 48). Y esto por- como tal, no sólo a Dios, sino tam- escatológicamente decisivo, entonces
ginaria (P. Gaechter). La dígnidad que en 1a alabanza de la obra de bién a si mismo. De ahí se siguen es fácil demostrar la conformidad a
de María ¡rermaneció oculta a su Dios en Maria aconteoe, de una también pa.ra la mariología todos los la Escritura de un principio mario-
pueblo, tanto más cuanto que su marera singular, la alabanza de lo derechos y obligaciones de un tra- lógico fundamental. Un principio
vida transcurrió dentro de las leyes granda (fecit nihi magna) que Dios tado teológico especial. Tal tratado partiendo del c'ual, y en conexión
y costumbres normales judias. por ha obrado en toda la humanidad en no sólo tiene que Proceder confor- con toda la economía salvífica, Pue-
su matrimonio legítimo con José. general. Como madre de Dios co- rr'¡o a loe principios de la dogmática den presentarse las de¡nás afirmacio-
María comparte la vida religiosa de rresponde a Maria una veneración c:rtólica; la maríología, como trata- nes dogmáticas sobre María (-)in-
la gente piadosa de su pueblo (pre- religiosa especial (-+hiperdulía), que do especial, debe considerarse como maculada Concepción, virginidad per-
sentación y circuncisi(rn dc.l hijo, pe- nada tiene que ver cr>n Ia --)adora- plrte de una totalidad suPerior Y petua, impecancia y plenitud de
regrinación al templo), vive una vida ción. conducir a ella. Puesto que sobre gracia, -gasunción de Marta ¡ los
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Mariologia M¡&rialis¡no
cielos) como fundadas en la Esc¡itu- tal; es el aparecer de una realidad «nurlcri¿r>> que ha de ser detcrmina- riores (personalcs) en el mundo ma-
ra, aunque no propuestas en ella ex- de gracia. la perceptibilidad de una tlrt nlhs cxactamente por la palabra terial; por tanto. esos ángeles no
plícitamente. Huelga decir que en la obra de la grac.ia de Dios en el srrcrirnrental, y se disti¡gue de esla rompen la unidad del mundo cons-
conciencia de fe de toda la Iglesia, hombre. El hecho de que tal muer- tituida por espíritu y materia. ni su
¡r:rlabra considerada como forma sa-
la frltima seguridad para este des- te so dé en Ia Iglesia, en ese nfimero, ( rlrmcntal determinativa del sentido. diversa respectividad esencial mutua,
arrollo de lo que está implísito en a través de todos los tiem¡ros. como y en segundo lugar. una patencia
la Escritura no se basa solamente en libremente soportada, da testimonio 2. En el lenguaje corriente, ma- (dialéctica) de lo material al aden-
la oxégesis y especulación privadas, del origen ultramundano de la lgle- tcria designa lo no intelectual, con- tramjento en lo espiritual, bien en-
sino en la asistencia del Espíritu san- sia. cr-cto, físico, como objeto de la ex- tendida, en su -)evolución (e histo-
to, prometido al -+¡¡¿gi51g¡io apos-
¡roriencia externa de todos los días, ria-natural) bajo el inrpulso creador
tólico. Más allá (el) es un apelativo que rlc la física, do la quimica y biolo- perpetuo del Dios tr¿ucendente, aun-
se da a Dios y a su realidad, a su gía, y de las ciencias antropológicas, que a la vez inmanente al mundo^
Martirio es la -gmuerte por la <<mundo»; también a la vida (o es- crr cuanto que se apoyan en la ex- no contradice la doctrina c¡tólica de
l'e o la moral cristianas. Ya en el tado) del hombre después de la muer- pcriencia de la corporeidad del hom- la diferencia esencial entrc espíritu
s. II se considera y venera como te. Esta expresión no procede del bre. De esta <<materia» (y del prin- y materia. Tanto mírs cuanto, en
martyr (griego -) testigo) a quien pensamiento mismo (Jtrascenden- cipio determinable dado en ella : tercer lugar, la doctrina de la en-
ha tomado esa muerte sobre sí. Esta cia), sino de representaciones espacia- materia en el sentido explicado en carnación del Logos divino afirma
manera de hablar se apoya en la les, sobre todo de la representación el párrafo 1) dice la fe cristiana: Ha que la espiritualidad suprema pe-
Escritura, en cuanto que Jesucristo de lo <<superior>>, poseyendo a su vez sido totalmente creada por Dios y la más baja hondura de
netra Ia
es el <<testigo fieb> (Apoc 1,5; 3, 14) una gran plasticidad mitica_
por antonomasia, y el discipulo no
Baste rro se enfrenta al gobierno de Dios. realidad, que ha convertido libre-
recordar las narraciones de viajes de e()nl()rmador del mundo. como prin- mente a ésta de manera permanen-
está por encima del maestro (->per- Ias almas de los difuntos, que pasan cipio autónomo coeterno. Por lo te en momento eterno de la realidad
secución). El martirio pcrtenece a la por un puente, etc., hasta llegar tanto, es buena, no es el principio
esencia de la Iglesia, puesto que en
a concreta de Dios. De este modo.
su punto de destino <<ultramundano». tlel mal, tiene una inmediatez autén- puesto que el cristocentrismo del
él se hace patente ta muer.tc cristia- Esto hace al concepto inapropiado tica con respecto a Dios. Garantiza- mundo fáctico determina siempre y
ria en general como muerLe por la para describir Ia fe cristiana escato- rlu por la encarnación del Logos y de antemano su historia. queda im-
le libre, que de otra manera per- lógica. Ni el -)cielo es Ia dimensión ¡ror la -)resurrección de la <<carne>>, presa en el mundo e incluso en su
manece oc-ulta en la ambigüedad de física más elevada, ni, en cuanto cs un momento definitivo en el mun- materialidad una dinámica real del
todo acontecimiento humano. En el consumado, es el estado de beatitud tlo. incluso en su definitivez gloriosa. mundo fáctico hacia esta vida abso-
martirio, la -.>santidad de la Igle- de espiritus puros. Por el contrario, Y esto a pesar de que nosotros no luta del espiritu, conteniendo ésta a
sia, no sólo como subjetiva sino es el estado nuevo y consumado de tcnemos ninguna idea positiva del aquélla eternamente como momento
también como obrada por la gracia este mundo, es,tado en el que la his- cstado de la materia permanente en permanente §uyo.
de Dios, alcaru'a su perceptibilidad toria del mundo queda <<absorbid»>. lu consumación del mundo, y lo fini- I-a historia de la materia aparece
necesaria. Perceptibilidad que con- co que decimos con estas palabras asi, en el cristianismo, como prehis-
vierte la santidad de la Iglesia en Materia. 1 En un sentido filosó- cs que la realidad, como fundamento toria del -+espíritu permanentemen-
motivo de su credibilidad en el sen- fico técnico, materia designa el prin- ¡rreespiritual del espiritu finito, no te corporal. Cf. -)hombre (creación
tido más característico. A partir de cipio consfitutivo de un ente, deter- ¡rucde ser sencillamente lo que hay del), -+evolución, -)creación.
esto so entiende también por. qué la minablo en virtud de una -)<dorma>> r¡uc eliminar en la consumación. Por
tradición teológica, desde los prime- (realidad determinante del «sujeto>); lo y
tanto, espíritu finito materia Mateúalismo (de ->materia) es
ros tiempos, adscribe al martirio la principio de por si indeterminado y (c()mo Ílomento intrlnseco del ente el término general que se aplica a
misma fuerza justificadora que al necesitado de una determinación. concreto espiritual, como su necesa- una seri.e de teorías que, en último
-->bautismo (nrartirio : <<bautismo Ante todo, en el -+hilemorflsmo aris- rio ambiente y como objeto de su término, coinciden en basar todas
de sangre»). totélico, en lo no espiritual se dis- ¡rropia autorrealización) forman una las manifestaciones de un ente sólo
Esta "fuerza no la tiene el marti- tingue la materia primera como pura rrnidad perfecta, permanente y du- en su materialidad, sosteniendo que
rio meramente porque, como acto <<potencia>> del <<acto>> que la infor- rirl¡le. Y esto tanto más cuanto, en no existe otra realidad fuera de la
de amor en la fe, justiñca incluso ma (forma, entelecheia, etc.). En yrrimer lugar, ni siquiera los -+ánge- materia y que todos los entes se re-
antes del sacramento, como hace por sentido derivado, en los sacramen- lcs deben concebirse como ((espiri- lacionan entre sí de manera rinica-
lo demás todo acto de caridad en la tos el elemento cósico (agua, pan, tus puros)) de tal manera que no sea mente causal. Se puede distinguir en-
fe. La fuerza jus{ificadora del mar- aceite), el gesto ritual (unción, etc.), lícito pensarlos con[orme a su esen- tre un materialismo vulgar, comcr
tirio es en alguna manera sacramen- es considerado en su sentido como cil como poderes ordenalivos supe- concelx.ión de la vida, y un mate-
411
412 ,1 tl 414
Materialismo Matrimonio

rialismo (pseudo)filosóflco. Tienen y cristológicas de los tres primeros ll I ¡r itlc¿r específicamento pro- la vez comunidad total en Cristo.
consecuencias más importantes el ma- siglos (Dz ll3 148). Hay que tener ¡rr;r r/r'l N'l' ¡cerca del matrimonio Los ministros del sacramento del
terialismo histórico y eldialéctico. en cuenta que (<maternidad» dice r¡rrur\t(: on concebirlo como unión mat¡imonio son los mismos contra-
El rasgo fundamental del materia- algo más que un simple concebir y r¡lrlrrt¡luhlc de un homb¡e con una yentes en cuanto que expresan el
lismo dialéctico es el desdoblamien- dar a luz biológicos. Si ser madre rrrrr¡rr (Mc 10, 6-9; Mt 19, 4ss). Co- mutuo consentimiento de forma vá-
to, transposición o cambio brusco en sentido auténtico es ya algo más rr¡o lorr¡rt de vida de esta época, el Iida. El sacerdote requerido para Ia
de 1o cuantitativo en 1o cualitativo; que un acontecimiento meramente rrr¡rtrirr¡onio puede, con todo, hacer vahdez del matrimonio católico en
de aqui, dialéctico. El materialismo biológico. con mayor razón puede , ul¡'irl)lc al hombre delante de Dios los casos ordinarios asiste únicamen-
histórico traspasa esta ley a la his- decirse esto de la obra personal y .,r. :¡l cr¡ntrario, pasa por alto la lla- te como testigo oficial. Sujetos apos
toria, diciendo que las ücisitudes libre de Ia fe de Maria, obra que rr;rrlrr pcrmanente de Dios acaecida de.l sacramento son todos los bauti-
de ia situación económica determinan no puede separarse de nuestra his- rrr (lristo (Lc 14, 20; -+consejos zados, si no media impedimento ma-
la historia del pensamiento. Por va- toria salvífica. Puesto que por la co- ,'v;trrgélicos). Ambas líneas se des- trimonial alguno (cf. más adelante).
liosos que sean ios análisis particula- municación de idiomas (-+idiomas .rr¡rrllan ultedormente en las epísto- Matrimonio «natural)) es el válido
res del materialismo histórico y dia- [comunicación de]) y sólo por ella lrrr tle los apóstoles (cf., sobre todo, entre dos no bautizados, en contra-
léctico, es del todo insostenible el se dice del Logos divino con toda I ( irr 7). Por encima de esto, el lu- posición al sacramental.
punto de partida de todo materia- verdad que fue concebido en María, g:¡r del matrimonio dentro de la Efecto esencial del contrato matri-
lismo. Cuando un materialista afir- es ésta verdaderamente <<madre de lristoria de la salvación viene seña- mooial válido es el vinculo, que.
ma que sólo hay materia, tiene que Dios>>; y so rechaza el título de <<ma- l:r(l() en la comparación con el m¿I- conforme a su naturaleza, es perpe-
preguntase qué entiende por esa dre do Cristo»> por el peligro de una tr inronio de Cristo con la Iglesia tuo y exclusivo. Un matrimonio vá-
materia de la que dice que es la úni- debilitación de la divinidad de Cris- r ¡mistica nupcial, -+Iglesia). Pues- lidamente contraído y consumado en-
ca realidad. Entonces se verá que, to o de la ->unión hipostatica. Cf. to que el matrimonio es una ima- tre cristianos sólo puede disolverse
dentro de un sistema materjalista, su -tnestorianismo. llc¡r de la vinculación plena de gra- por la muerte. Del vinculo matrimo-
postulado primero y filtimo no tie- . iu de Cristo con la Iglesia (Eph 5, nial se sigue la obligación mutua a
ne sentido precisable alguno. En Matrimonio. En
general, unión l2). se le considera como presencia la fidelidad, a la comunidad de üda.
cambio, el -+espíritu queda ya afir- legítima de hombre y mujer en or- rignificativa eficaz de la gracia divi- a la ayuda espiritual y corporal re-
mado en la pregunta acerca de é1, den a la comunidad corporal y espi- n:r, es decir, como sacramento. cíproca.
experimentado en su esencia, se deja ritual permanente.
ex-plicar por deducción trascenden- lll. Doctrina de Ia lglesia, Todo IV. Legíslaciórt matrimonial ct-
tal en su sentido, a partir de la pre- t. El matrimonio apareso en el r¡tatrimonio válido entre dos perso- rólica (CIC can. 1012-1143). Puesto
gunta misma. No es una cuestión l7' como la única institución social n:ts bautizadas es un sacramento (Dz que el contrato matrimonial entre
propia de las ciencias naturales en cimentada explicitamente en la volun- \67 4A2; d.f.: Dz 971). Por lo tan- cristia¡os es sacramento, y puesto
cuanto tales dete¡minar lo que es tad creadora de Dios, como ordena- trr, también es sacramento el matri- que contrato y sacramento no prle-
la materia en general y en su tota- ción sagrada desdo un principio (Gen rl()nio entre dos cristianos no cató- den separarse en ese caso, la Iglesia
Iidad. Esta cuestión es propia de la 1, 27 ss). En la historia de la antigua licos. Sin embargo, no lo es el rea- reclama exclusivamente para sl la
-+ontología, partiendo de una me- alianza, el matrimonio está totalmen- lizado entre un católico bautizado, legislación y jurisdicción matrimo-
t¿Lfísica existencial, la cual puede res- te al servicio de la conservación y (luc no observa la forma católica del nial. Entre las condiciones requeri-
ponder a esta cuestión, porque ya propagación de la estirpe del varón. (ontrato matrimonial, y un no ca- das para la validez de la forma del
sabe lo que es el espíritu; y partien- Así el pacto matrimonial es cosa del ttilico. Que el matrimonio sea sa- contrato entre católicos, se encuen-
do de esta experiencia metafísica del jefe de la familia, su fin es la pro- ür¿rmento se basa en que la unidad tra la asistencia activa del párrmo
espíritu puede decir Io que es la mate- creación do la prole. Los requisitos :rmorosa para toda la vida de dos del lugar en que se ve¡ifica el m¿-
ria; a saber, lo en absoluto cerrado <<civiles>> jurídico-morales son distin- )personas implica como fundamen- trimonio o de su delegado, además
a la -gtrascendencia hacia el -+ser. tos para el hombre y para Ia mujer. to y fin una relación con Dios; y en de la asistencia, por lo menos" de
El hombre sólo puede cometer adul- t¡ue toda comunidad de cristianos dos testigos. Si en peligro de muerte
Maternidad divina. Este concepto terio en contra del matrimonio aje- cn Cristo implica una presentización o en e,l plazo de un mes no se puede
añrma que la santísima ürgen Ma- no; la mujer, sólo en contra del pro- do Cristo y, con ello, también de la conseguir la asistencia de un sacer-
ría es verdadera madre de ->Jesu- ¡,ir:. Iil AT no conoce una obligación lglesia (Mt 18, 20). Y de tal mane- dote con jurisdicción matrimonial sin
cristo y que éste es realmente +Hijo a la monogamia. En é1, el matrimo- ra, que esta idea tiene que afirmar- grave incomodidad, es válido el nr¡r-
de Dios. Por eso el título de <<ma- nio es fundamentalmente soluble. La se en un grado especial del matri- trimonio contraldo sólo ante dos tes-
dro de Dios» atribuido a María sur- forma de üda no matrimonial es aje- ¡rronio en cüanto qrte es la más limi- tigos (forma extraordinaria del con-
gió también de las pugnas trinitarias na al AT- tada de las sociedades, aunque es a trato matrimonial). La forma eclc-

415 416 .\17 .118

lldr-Vorg. 14
Mahimonio Mérito

siástica del contrato obliga a todos Mediador (gríego mesites) es, en l!ft.rlildor:r, concepto teológico con res, de manera que quede situada por
los bautizados en la Iglesia católica general, aquel o aquello que estable- r.l r¡rrc ss quiero expresar que la encima de cierta sequedad y norma-
o protestantes o cismáticos converti- ce o mantiene entre otros dos una rrrgr.rr -)Maria, por razón de su tividad racionaiistas.
dos, aun cuando se hayan aPartado relación que sin é1 o no existiría <r ¡rosiciírrr contral y única en la his-
do la Iglesia después del bautismo o no podría existir. Mediador, en sen- t,rr;r (lo l¿t s,alvación, es la «media- Melecianoq miembros de dos gru-
conversión. También cuando el cató- tido único y deflnitivo, entre Dios rrt'r:r tlc todas las gracias»>>. El ma- pos cismáticos distintos. El primero,
lico bautizado contrae matrimonio y el hombre, lo es sólo -)Jesucristo ¡¡rrlcrio de la Iglesia todavía no ha siguiendo a un obispo. Melecio de
(conseguida la dispensa) con un in- (1 Tim 2, 5; Dz 7ll 7oo); primero, t,'rr:r(l() oficialmente posición frente Lykopolis (Egipto), muerto hacia el
fiel. Una preparación normal o co- en cuanto en E,l, en su realidad ,r c\lc concepto y al contenido con 325, condenó a los que flaquearon
rriente para el matrimonio la cons- divino-humana (->unión hipostática) , l cxpresado. Ese contenido puede en la persecución de Diocleciano.
tituyen (noviazgo) el examen de los y en su obra ()g¡g2, -+redención, cnlt'rrtlcrse como hay que entender Fuera de e.sterigorisnro, probable-
novios y las proclamas, que general- Jresurrección do Cristo, --)resurrec- l.r intervención de los santos ante mente no contenía ninguna herejia.
mento incumben al párroco de la ción de la came), aconteco la automa- l)ros ctl favor do la comunidad de El segundo grupo, que recibe su nom-
novia. La dispensa de los impedi- nifestación definitiva de Dios (-)re- Ir,s santos sobro Ia tierra. Es decir, bro del obispo Melecio de Antioquia
mentos matrimoniales (impedíentes: velación, ->gracia, -+visión de Dios) r¡() cs un género eficaz como el de (t 381), no fue fundado por éste, y
voto simple, diferencia do confesión, a la humanidad de manera deñnitiva t r ¡sto, sino instrumentalmente inter- tampoco constituía propiamente un
parentesco legal; dirimentes: edad, y üstoriosa; segundo, en cuanto en (('\()rio y receptivo, si bien corres- cisma ni propugnó una auténtica he-
impotencia, vínculo, diferencia de re- El, como homb¡e con gracia, mérito ¡xrndiente a la posición excepci.onal rejía. Más bien constituyó un partido
ligión, órdenes mayore§, profesión y visión de Dios, queda aceptada esa rlc la Virgen en la historia de la en la disputa en torno al arrianismo.
religiosa, parentesco sanguíneo, víncu- automanifestación de Dios por parte rrr lvlrción. El mismo Melecio presidió el r con-
lo matrimonial previo y persistente, del hombre. cilio de -)Constantinopla, aunque
adulterio cualiflcado, etc.), en cuan- En cuanto que la humanidad como Mcditación, en sentido eclesiástico, murió antes de que se terminara. El
to es posible, ha de darla el obispo totalidad está pensada por Dios, en , s la consideración de verdades y partido meleciano se reconcilió a
competento con anterioridad a la ce- y con Jesucristo, y no sólo pensa- oxigencias religiosas con una -tora- principios del s. v con el resto de
lebración del matrimonio. A la ma- da, sino también creada, asentida t ir'n libremente compuesta. Se distin- los orientales católicos.
nisfestación del )consensus (el sí) a pesar de su culpa, redimida y san- grro de la -+contemplación en que es
por parte de los contraYentes haY tificada, y esto de nnnera definitiva rlcional y discursiva y en que su for- Mérito. Ya el NT explica con ca-
que añadir, por parte de la Iglesia o insuperable, Jesucristo es el media- nra peculiar depende únicamente de la tegorias juridicas el valor objetivo,
y desde los tiempos más remotos, la dor por antonomasia, el único me- voluntad del interesado. Se distingue regalado por la gracia de Dios, de
bendición nupcial y el casamiento. En diador. En cuanto, dentro de la uni- tlo la mera reflexión por razón del las ->obras del justificado, realiza-
la medida de lo posible, éste ha de te- dad de todos los redimidos, soportada rnétodo. Esencialmente, esto méto- das libremente y en gracia. Así, el
ner lugar dentro de la misa de bodas. sólo por Cristo, cada uno tiene im- tkr consiste en delimitar y distribuir Dios justo da la vida eterna como
portancia para cualquiera de los de- lu materia previamente a la medi- merced do esos merecimientos, retri-
Y. Sentido exbtencial eclesío'lógíco más, puesto que cada uno ha sido t:Lción, en una oración preparatoria, buyendo sin acepción de personas
del matrimonio. La gracia especifica querido en la totalidad do ser y de en representaciones plásticas (<<apli bueno y al malo- según sus
del sacramento del matrimonio con- obrar de esta unidad, y la tiene clción de sentidos») del tema de la -al
obras (Rom 2, 6-8; I Petr l, 17).
siste en que los cónyuges participan conforme a su manera de ser peculiar rrrcditación, en el esfuerzo y partici- Estas expresiones ponen de relieve,
de una manera especial en el misterio y a su puesto. puede decirse, pru- ¡ración totalmente personal, y en la con razón, la dignidad y el valor
Cristo-Iglesia, y al contrario: en que dente y derivadamente, de cualquiera olientación del hombre entero hacia morales que Dios confiere a estas
zrquella -->alianza total y deflnitiva, que üvo en gracia, que <<colabor»> l)ios en una oración libre e interna. obras. Realizadas en el Espiritu San-
que Dios mismo benévola y gratü- en la obra de la salvación de los :iin meditación resulta imposible una to y en su virtud, so apoyan en la
tamente pactó con el hombre, se haco demás. Por eso la Iglesia aplica la ()ración verdaderamente interna y per- <<participación de la naturaleza di-
históricamente perceptiblo en el ma- palabra <<corredención» (Dz D4Aa strnal, por lo menos dentro de un vina» (2 Petr 1, 4). Actualizan esa
trimonio. Este aspecto trasciende 1978a) da una manera especial a ¡reríodo largo del desarrollo religio- participación y son, por consiguien-
siempre eso otro aspecto posible ju- ->María, do acuerdo con el puesto so. Por eso está prevista por el CIC te, aunque en la obscuridad de la
ridico-formal; en él encuentra, sin privilegiado que ocr¡pa, como redi- l)irra los clérigos. religiosos y semina- fo y en Ia estrechez do Ia cotidianidad
embargo, el aspecto sociológico (y mida, en la historia de Ia salvación: ristas (can. 125,2; 595 § 1,2; 1367, terrena, realizaciones de Ia vida eter-
ecfesiológico) del matrimonio su úl- aunque nunca en el sentido de f¡nico I ). aunque todavia no se ha conse- na, estando en proporción intrlnseca
tima fundamentación y a la vez su mediador, portador él mis,mo de la guido acomodarla del todo a los con esa üda misma en su propio
dominante. redención. tipos psicológicos humanos pafticula- esplendor. En virtud de esas obras

4t9 420 1I 422


7

Mérito
Metanoia
crecela vida de la gracia connatu_ tura sóIo consigue la vida
ralmente, adentrándose en la vida ete¡na
eterna.
cuando ama a Dios por sí mismo, y r'lr. r r.'r lr('ntc so oquiparó al -)tberl nocimionto explícito unas metas par-
r.ro solamentecomo causa de su pro_ l ,rr,r¡ /r lr)rr el Mesías; finalmente. ticulares, se da un género determi-
Por eso este contenido objetivo pia felicidad, con --+caridad teoló_ lr,¡t rlrrr. l('Icr en cuenta Ia designa- nado de meta y de finalidad, y no
podría expresarse de Ia siguienté ma- gica. Es dccir. cuando queda supe- , r,,l rle Jcsí¡^s como <<profeta», Act el germen propio. antropomórfica-
nera: por las obras meritorias se da rado el pretender el mérito, 1 '.'. /, 17; loh 6, 14:''1,40, puesto mente superado, de este concepto. La
un creaimiento en Ia gracia, es de_ queda configurado por aquello"rurido ,lrr, ¡rl Mcsías le estaba adscrito el idea de meta es importante para la
cir, una anuencia cada vez más busca ¿ Dios mismo, por el amtr.
que
¡,lrlltlrz¡1o). Jesús mismo se muestra inteligencia de proposiciones teoló-
profunda a la gracia que integra ¡, ilr\;r(l(),lrente al título de Mesías, gicas como las que tratan de la
dentro de sí todas las áimensioies Mesalianismo, doctrina de una rl, l,rrlu ¡r la idea política y -+Providencia divina del mundo co-
terrena
de la oxistencia humana (Dz g0i3 g34 secta cristiana do los alrededores del ,¡,r,. sobrc cl Mesías tenian sus con- mo creado para la -+gloria de Dios,
809 836). Los méritos <<merecerD) un
aumento de gracia. IIay que evitar
¿¿ño 350, ilamado también mesalianos, r, rrf ror/urcos. Sin embargq se conoce del 6n -)sobrenatural del hombre.
euquitas, entusiastas, etc.). Segfin ella, ,r ,,r rrisnio como el portador por de la -)ley natural, etc. De una
una doble mala interpretación de el cristiano tendría que despieciar ei ,ilrlorr(il¡r¿lsia de la salvación, Como el inteligencia adecuada de este con-
Ia-palabra mérito, cuyo valor llrt cs más que un profeta, como
lrabaio y los sacramentos, por ine_ cepto se desprende que una ética
s,ig-
nificativo está definido (Dz g4Z). ficacqs en orden a la experiencia de ,l r¡trc licne el Es,píritu de Dios, co- esencial y una ética basada en la meta
a) No es que se ofrezca a Dios la gracia pretendida. y podria llegar nrr, (luicn decide la salvación de los o ñn del hombre serian una misma
una obra realizada con independen- ya ahora a la ->visión de Dios -+Fin, -)terminación.
cia de El, de la que El tuviera ne_ for lr,,rrhrcs, como el pastor escatoló- cosa.
cesidad y que, por lo tanto, tendría
medio de Ia ->ascesis. Se exten-dió I'r,,, (lc lsrael, en el que Dios se
que retribuir. La posibilidad e in_
por el Asia Meno¡. Fue condenada tle los pecadores.
,,t'r.r,l:r Metanoia (griego : c¿mbio de
por diversos sínodos y por el concilio I n una palabra: Jesús se conoce mente). Concego religioso, origina-
cluso la realización misma del acto de --E[eso. r,'nrr, lquel que en su persona es riamente del AT, que significa la
salutífero sobrenatural y meritorio rrnrtho más do lo que podla figurarse conversión o l'uelta a Dios y ya en
son dones de Dios (en virtud de la
gracia elevante o <<eficaz»). Así co_ . Mesias (extranjerismo griego del \ ('\l)cr.¡r el judaísmo contempofá- el AT se emplea hablando del hom-
hebreo rrz¿¡.sft iqh; en griégo khris- rrr,, bajo el nombre Mesías. En Mc bre en todas sus dimensiones. Es
mo nosotr(x existimos por El, obra- : I I, (r0 ss, Jesris se confiesa clara-
¡os ungido). Nombre que en el AT decir, la metanola hay que probarla
mos también por: El; de tal manera. se da en prirner lugar a los nrcrtc como Mesías, pues otra res- externamento (confesión do Ia cul-
que Dios <<retribuye» y <(corona)> lungi-
oos) reyes y, también, a los sumos pa, awnos, etc.), estando a la yoz
t,rcst:r hubiera significado que inciu-
lo que El mismo ha dado. por consi_ '.,' Irl esperaba un futuro salvador.
guiente, con la doctrina del mérito
sacerdotes, patriarcas. etc. Sin em_ fundamentada en la transformación
bargo, en el judaísmo tardio y trxlavia superior a El mismo. de la mentalidad (Ier 8" 4ss; 31, 18s
no se atenta contra la libertad ab_ Ia ints¡p¡et¿dón de los pasajes
en
e.p.; Ez l8). Juan Bautista predica
soluta de Ia decisión y gracia de i<me-
Mcla es un concepto ontológico
del AT, designa ante
siánicos>> ante todo la metanoia en este mis-
Dios. En riltimo término, no es que
nogotros «cooperemos con Dios>> co_
,]l ,Í1"» alli prometido (cf. todo
Cen ,¡ilu hay que captar en el conoci- mo sentido, como absoluta exigen-
jJ. f!; Num 24, t7; 2 Sam 7; ps 2; rrcnto trascendental. Un ente que. cia, motivada por la amenaza del
mo dos magnitudes independientes 72; ll0). Su reino <<mesiánico>> era r¡r cl -+tiempo y por razón de su -+juicio de Dios. de que La sigan
entre sí. El es quien da el que nos- vivamente esperado en tiempos de tenr¡roralidad, tiene los momentos de todos los hombres sin excepción (Mt
otros. trabajemos libremente, y así
también el que <<demos -)fruto))
la ocupación romana y se le pintaba realidad <<extrapuestos»,
'r¡ embargo, vive su tiempo y que. 3, 7 ss; Lc 3, 7 s).
de las l'ormas más diversas, que cul_ :irr como El Bautista predica e imparte el
vordaderamente (cf. Mt 13, g).
b) La minaban en una hegemonía nacional ,,rnfigurado unitariamente, tiene su <<bauüsmo do penitencia» (Mc l, 4)
criatura nunca lo posee de Israel incluso con dominio «lcrminación», su consumación, y en en lugar de las manifestaciones ex-
todo de una vez, y, por Io ünto, dial- (cf.
mun_
r'll:r la totalidad de su forma
Iícitamente puede y tiene que abrirse
Lc 24, 2l; Act I, 6). tem- ternas de la metanoia anteriomente
El título de Mesías, en su sentido ¡roral (historia), no en el punto de conocidas. Jesús, en lo fundamental,
srn temor a un pluralismo legítimo.
Pues bien, a esa criatura le es lícito
teológico purificado, fue el títnlo l,rrrtida, no en la ->esencia inicial; acepta este concepto de metonoia
preferido por Ia Iglesia primitiva
esperar Ia vida eterna como su pro. 'in embargo, eote punto de partida como concepto central de su predi-
pia felicidad, apetecerla; y, poi lo
para -)Jesucristo (Act 2, 33-36 en rro es indiferente a la terminacid¡n. cación, haciendo pasar a segundo
tanto, Ie es licito también querer
conexión con este tema han de con- ;r llr esencia consumada. sino que término la amenaza del juicio y re-
el-crecimiento en la gracia y, ásí, el
siderarse también todos los lugares rsth orientado a ella como deter- calcando especialmente la función
en que se llama a Jesf¡s <<Hijo de nrrrrada y ya prevista en el punto de de la -+fe en una mettmoia alutén-
mérito. Aunque todo esto sea ver-
dad, en illtima instancia,
Dayid>¡, además de los árboles ge- ¡rrrrtida: la terminación es la «me- tica (Mc l, 15). La idea de :una me-
la cria- nealógicos: Mt l, l; Lc l, 32. á9: t:r» del -+punto de partida. Donde el lattoia más frecuente, que ya resuena
423
Irr¡mbre se propone libremente en co- en el judaísmo tardío. se conüerte
424
[5 426
-
Meta¡roia
Ministe¡io
en un difícil problema en los últ! considera y
mos sscritc» del NT (flebr), a la se ve precisado a acep_ ¡rlrt;r tlcntro de los linderos de una ciedad. La lglesia, su¿¡fs --)so-
"r, tener ministe-
tar como inmediatamente venidos áe lly nirtural comprehensible, introdu- ciedad histórica, debe
vista del decaimiento del primitivo Dios los sucesos del mundo de su
fervor do las comunidades. De tal , ri'rrtlrla en la ley suprema de la rios o cargos por nece.sidad de su
man€ra,.que se llega a decir que no
experiencia que, dospués de un serio ,'( ononlía salvífica divina, en la que esencia rnisma. Así, ya en el AT
ulrT:n, resultan inexplicables (inex_ l)rrx con una obra histórica llama al existen los <<patriarcas>>. <<jueceo>,
se da ninguna repetición (psicológi- plicables quiere decir algo más que
ca, no teológica) de la metanoia en lrr)¡rl)rc a un consorcio de vida (<reyes»,el -)sacerdocio. Como ele-
no aclarados de hecho). ,,'rt lil. mento constitutivo do la Iglesia, Je-
caso de recaída de los cristianos En ürtud de esa admiración re-
(Hebr 6, 6). l)usdo el punto de vista dogmático, sús lo entrega desde un princiPio a
ceptiva, el hombre se siente también rl rnilagro no es, por lo tanto, una los -+apóstoles; en la Iglesia primi-
El concepto de metanoia encuen- llamado a un diálogo con Dios. In-
tra hoy su eguivalente no en los rlcurt¡strasión caprichosa de la om- tiva so dan ya multitud de ministe
cluso Ia Escritura reconoce esta (<cre_ rri¡xf cncia de Dios, demostración que rios (->obispo, ->diácono) cuyas for-
términos relacionados con -+<(peni- dulidad» (sin sentido peyorativo).
tencia>>, dada Ia preponderancii de no sc adapta a ley alguna. Por el mas tienen sus correspondientes ana-
Io externo y Iaborioso en ella, sino
fundamental en el hombi", lontrario, el milagro entra dentro de logías y paralelos en el materno
presupuesto para el milagro (cf. "o-o
Mc rn contexto histórico-salvífico uni- suelo judío de la Iglesia. Algunos de
en genuino concepto teológico de
-el y
-)fe 5, 34; Lc 18, 42 e.p.), *rI, po. vclsal, entra dentro del proceso de esto.s carg6 van perdiendo impor-
de ,-)contrición. su parte, lleva a la .->fs"1(en sentido l:r -Jautocomunicación graciosa y tancia más tarde o desaparecen Por
estricto) en el mensaje de Dios ex_ lrbrc de Dios al hombre (-+revela- completo.
Milagro. Se llama milagro a un plicitamento formulado (cf. Ioh ll,
suceso que podemos encontrar en el t tín, )praeombula fidel). El milagro En la Escritura se concibe el mi-
37 ss. e.p.). Haremos ahora alguna cs l¿ autotestificación histórica de esa nisterio, la mayor parte de las veces,
horizonte de nuestra experiencia hu_
consideración para fundamentai la voluntad salvÍfica de Dios y de su como (<servicio)), y también como
-y que no puede explicarse
mana. p.osibilidad del milagro y su cognos_
esencialm_ente partiendo ;rctuación histórico-salvifica, en los sobre o para la sociedad.
<<potestad»
de Iás leyes cibilidad (d.f.: Dz 1813, cf. i790,
propias de ese ámbito de experián_
Vaticano l), puesta de diversas ma- 'profetas (desde Moisés) y, sobre El nombramiento para un cargo se
principio conocidas. Ér, po. lotlo, en -+Jesucristo, procedente de hace por obra del Espíritu (también
9ia, en neras en tela de juicio por muchos rlicha voluntad; sirve a dichas per- do Dios, o de Cristo) en el acto en
tanto, un suceso quo interpela al científicos modernos, y fartiendo de que la Iglesia conñere el ministerio,
homhre en ese fondo de su exis,ten- en primer lugar, como signo
rr)r)as,
una teología inspirada en su manera c\tcrno testificativo de que su acti- cargo o potestad y garar.tiza l¿ -)su-
cia qug siempre acompaña y z la yez
trascie¡ide a todo el horizonte de su
de entender el mundo. vidad es querida por Dios. Sin em- cesión apostólica por medio de la
Hay que tener en cuenta que la lr:rrgo, el milagro, en su sentido total, -+imposición de las manos. En la vo-
experiencia: en la ca¡acterística aper_
totalidad de la realidad qr" ,i ,1"._ ticno a la yez un asp€cto escatológi- luntad divina de la pe.rmanencia
tura interna y en la patencia univer_
cubre al hombre, se asemeja a un ( () que queda especialmente claro de la Iglesia y do la presencia del
sal de su naturaleza espiritual, en anflteatro en el que ninguna de sus
virtud de la cual el hombre c¡r cl más decisivo de los milagros, Espíritu en ella, queda también im-
gradas se pertenece por entero a sí lr Jrosurrección do Cristo. El mi- plicada la voluntad de que peflna-
una fundamental receptividadfosee
para misma. sino que todas se encuentran
el <<más allá» de su ámbito de ex_ f:rglo del cuerpo de Cristo, resucita- nezca el ministerio; aunque hay que
periencia, posee una vecindad perma_
en una conexión, abierta hacia arri- rlo gloriosamento, es la anticipación tener en cuenta la diferencia entre
ba. que trasciende las posibilidades rlcl destino escatológico del hombre la unicidad del comienzo y la legí-
nente con Dios (-+Espíritu, _+tras_
connaturales de cada una de ellas. ll;rmado a la sociedad cofl Dios. An- tima evolución histórica (diferencia-
cendencia).
Verdad es que
La naturaleza infrahumana perma_ tir'ipación que tiene por fin confir- ción del ministerio segfin las exigen-
el hombre tiene nece en una ordenación interna que rrutr el ¡roder divino escatológico y cias históricas). D.f.: no todos loe
que liberar siempre de nuevo esa apunta hacia la naturaleza del horn- lr:rccdor de historia (que ha obrado cristianos tienen las mismas atribu-
vecindad de todos los amurallamien-
tos y encubrimientos intramundanos,
la cual, por su parte y de por
!re;mtsma, (:s:r rcsurrección), y a la vez testiñ- ciones con rospecto a la palabra de
en- la sencilla realizaci1n de la
sr está predispuesta a una clr al homb¡e la consumación pro. Dios y de los sacramentos (Dz 359
am_ acción histórica y libre de Dios. Asi, rrrotida por Dios, como fuerza de la 498 853 960), sino que existe un mi-
plitud de su esencia, en ese apresta_
semejante iniciativa histórica de Dios rituación salvífica presente, que opera nisterio de derecho divino que se
mrento a Ia fe. pertenencia a
y auténtico ((sí» a su eristencia Dios
ñni_
en el mr'lagro pone de relieve, de un
modo que sóIo es nuevo cualitati_
c¡¡ lary sombras. desmembra en obispos, sacerdotes y
los diversos grados de las órdenes
-que Ie hacen consciente de una
ta,
vamente, cuál es la esencia de la Ministerio. En general, es el órga- ministeriales Psacramento, -)orden,
vacilante cuestionabilidad riltima
de naturaleza material, o sea expresión r¡o «Io una sociedad cuyas funciones -)papa, -+carisma). La teologia ha-
su horizonte. De esa manera, man_
tiene despierta en el hombre esa su_
de Ia soberana voluntad ordenati_ cstírn condensadas en derechos y bla, sobre todo desde fines del
va de Dios. y Io hace levantando las ,rbligaciones y cuyos actos implican s. xvrrr, de tres ministerios o potesta-
misa admiración receptiva en la que
barreras de esa esencia, que se ex_ rrrrn obligación objetiva para la so- des en Crjsto (como maestro o pro-
427
428 .t29 430
Ministerio Misión
feta, como sacerdotc y como rey o 940), y precisamente bajo un rito, el suceso sacrificial en tal <<transubs- riencia salvífica. No destruye la
past0r) y, a partir de ellas, de tres que él mismo es un -)sacrificio en trurci¿rción» (Dz 884). Un fragmento -+justicia de Dios, puesto que ella
(Pío xtI) o dos ministerios en la la dimensión de lo cúltico (ofreci- rlc la realidad del mundo queda cam- misma hace justo delante de Dios al
Iglesia (docente y pastoral, colno po- miento transformativo do dones a lriado en <<lo propio» suyo («subs- pecador, de tal manera que Dios sa-
testad de gobierno, y sacerdotal, como Dios). es esta misma unamnesis \n t:rncia>>), por medio del rito cúltico, tisface simultáneamente su miseri-
potestad santificadora) que correspon- sacrificio, sin ser un nuevo sac¡ifi- en virtud del encargo de Cristo. Que- cordia y su jüsticia (+justificación).
den a la dualidad, no siempre rigu- cio fuera de la dimensión de lo .lu cambiado de tal manera, que la La misericordia humana no so mide
rosa, de palabra y obra. ritual. rc:rlidad obrada, puesta aquí por esa on la Escritura por Ia intensidad de
Si tenemos en cuenta que, según trunsformación (es decir, el cuerpo los sentimientos, sino por las pruebas
Misa (sacrificio de la). El sacrifi- las ¡ralabras explícitas de Jeshs, lo y lrr sangre de Cristo baio los datos concretas que de ella se dan. Con-
cio de la misa es la celebración en que ofrece a los apóstoles bajo las crrrpíricos del pan y del vino), que- forme al AT, es ella la que única-
la Iglesia de Jesús y conforme a su apariencias de ¡ran y üno es su car- tlrr totalmonto traspasada a Dios y, mente hace fidedignos y válidos la
mandato, de la muerte sac¡iñcial de no y su sangre (Mt 26, ?Á. 28; Mc ( últicamente, manifiesta la entrega adoración y el culto de Dios.
Jesús como fundamento de su Igle- 14, 22. 24; Lc 22, l9s; 1 Cor 11, rlc sí mismo a Dios del que hace el Según el NT, pertenece esencial-
sia y como llegada oculta de la 24 s); es decir, si, conforme a Ia vtcriflcio. mente a la ->caridad revelada, posi-
-->basileía, llegada donadora del per- manera semítica de hablar, É1 mis- Pues'to que lo dicho no es sino la bilitada y exigida por Jeshs (Mt 5,
dón y
de la ->gracia (Lc 22, 19 s; mo en persona, en la realidad con- rlcscripción de la esencia del sacri- 48; Lc 6, 31). La carencia de mise-
I Cor 11, 24s). Tal cetrebración es creta de su existencia destinada a Ia licio cúltico en general, la misa es ricordia está incluida en el catálogo
)anamnesís, es decir, hace presen- muerte y <<glorificada>>, definitiva, en llamada con toda razón sacrificio, en do loe -+vicios. En la vida cotidiana
te de manera auténtica un auténtico virtud de la validez permanente de cl sentido anteriormente delimit¿do del cristiano su obligación en orden
suceso histórico acontecido una vez su muerte; si, ademág tenemos en (l)t, 430 938 948 997), er el que el a la misericordia no queda limitada
para siempre. Aquí se puede pasar cuenta que la realidad de la presen- ¡rrisnro Cristo es sacerdote (Dz 430 a las obras de mise¡icordia corpo-
por alto el problema de la explica- cia plena de su obra salvífica im- ').10 2195 2300) y víctima (Dz 430 rales y
espirituales, propuestas a mo-
ción lógica y ontológicamente inte- plica la presencia real de la perso- ,).ltt 940 2195). Cf. además -+deslruc- do de ejemplo, sino que debe ejer-
ligible de esa presentización. na, en cuya realidad substancial y e i(rn (teoría de la), -+conversión citarla en la medida, incomparable-
De todas maneras, pueden decirse eternidad se basa la permanencia de (tooría de la), -+oblación (teoría de mente mayor, en que ha sido a é1
dos cosas: aj No es rememoración su historia, entonces, teniendo en lrr): Jeucaristía. aplicada cuando fue perdonado (Mt
meramente (dntelectiva idealística>> cuenla todo 1o precedente, el sacri- 18, 23-35). Se hace realidad en la
por nuestra parte. b) No es repeti- ficio de la misa implica la presencia Miscricordia es la disposición a -)caridad auténtica y en el perdón.
ción multiplicativa de la muerte de verdadera y substancial del Señor .'yLrdar al necesitado. La misericor- Acerca de esto, ci. ulteriormente
Cristo onegación de la auténtica bajo los datos empíricos del pan y rli¿r de Dios la describe el AT como amor al prójimo (-+prójimo [amor
temporalidad finica de este suceso del vino. La Iglesia, por las pala- «nraternal>), diciendo también que all), -+sermón de la montaña.
histórico, ya que éste (antignóstica- bras de Cristo, sabe que lo que ella «sc abaja>>. Por encima de todas las
mente) üene importancia salvadora ofrece, continuando Ia acción de l)r'()posiciones con frecuencia antfo- Misiónr propagación de la Ie. En
capital para nosotros. Cristo en la cena pascual, es el cuer- ¡romórficas acerca de la ira de Dios, virtud de la validez universal de la
Esta <<celebraciónr> anamnética po y la sangre de Cristo (d.f.: Dz l;rs aseveraciones de la misericordia, rederción en Jesucristo y de la des-
aconteco en ürtud de que la Iglesia 883),y no pan y vino, aunque reco- ¡,ilacia y fldelidad a la alianza por tinación, asimismo universal, de la
hace en gesto criltico lo que Jesho nozca que, en el puro terreno de la ¡r:rrte do Dios atraüesan todo el AT. -+Iglesia dada por Cristo, la Iglesia
mismo hizo en la celebración de Ia experiencia sensible humana, es de- l:llas determinan, en primera y últi tiene el derecho y la obligación de
cona pascual: la aceptación libre y cir, de las -->gspecies eucarísticas e rrr:t linea,la imagen de Dios propia la <<misión>>, es decir, de predicar el
sumisa de su muerte real, como su incluso de todas las ciencias natura- rlcl Nlf. Para la teología cristiana, Evangelio a todos los pueblos y en
autoentrega sacrificial al Padre, en les, no se ha cambiado nada (Dz 884). l:r nrisericordia de Dios queda im- todas las situaciones históricas (Mt
Ia proclamación cfrltica de su fuerza Por lo tanto, la Iglesia sabe que lo ¡rlrrntada ya, por razón de su infini- 28, l9); predicación libre, que inter-
creátiva salvifica y donación a los verdadero que subyace a Io empírico, lrr(1, en cualquier línea de perfec- pela la obediencia lib¡e de la fe de
discipulos, bajo el ofrecimiento del lo que llamamos -+(Gubstanci»>, no eiln (Dz 1782). los hombres. Esta misión, en cuanto
símbolo de su cuerpo y de su san- es ya la entidad de los manjares .Sin embargo, el que ha merecido pública, implica también necesaria-
gre. En cuanto que esta anamnesís terrenos, sino la de Cristo mismo. ,,hjr:tivamente eI juicio no ha de mente un cambi¡o de las condiciones
de la muerte de Cristo hace presen- Así, el proceso que realiza ese cam- ((,nl¿rr con ella ni incluir!a en sus sociales, si bien no tiene una meta
to el sacrificio irrepe{ible de Cristo bio puede llamarse incluso -)tran- t:rlctrlos, sino que ha de aceptarla inmediatamente social y politica.
a[ Padre (incruentamente: Dz 938 substanciación y puede verse también t orr grirtitud únicamente corno erpe- Topará siempre con la contradicción
431 432 il1 414
Misión Misterios do la vida do Jesí¡s

del hombre pecador y nunca llegará un aspe§lo originario esencial y per- l¡rrscca como a su facticidad, sólo logía; sobre todo, ha fecundado la
a su plenitud absoluta. Por la expe- marente de larealidad total, en ¡rrrcrlon conocerse ahora en virtud renovación litúrgica y la piedad ecle-
riencia de la plenitud del mundo y cuanto que como total (es decir, in- rlcl tcstimonio de una revelación di- siástica. Tieno importancia en orden
del hombre, que la Iglesia lleva a finita) está presente al espíritu crea- vi¡ra, sicndo de otra manera del todo al diálogo entre diversas confesiones,
cabo en esa misión, implica una do en su csencial apertura al infini- intcctsibles a cualquier entendimien- puesto que contribuye a la aclaración
bendición para 1a Iglesia misma. En to. Como patencia al infinito, el l() creado- de algunos problemas en controver-
cuanto que ella cumple en esa mi- -tespiritu es la capacidad de acep- l-a existencia de semejantes mis- sia (p.ej., esencia de los sacramentos,
sión su deber de -+acomodación, tación do lo incomprensible en cuan- lcrirn, así como la posibilidad de su sacrificio de la misa, doctrina de la
desarrolla su propia realidad de una to tal, es decir, del misterio peiln¿l- rcvclación, es un dogma de la Igle- gracia).
manera más copiosa, se convierte en nente. I-a permanencia de lo incom- sirr (Dz 1616 1659s 1672 1795s 1816
1o que es, Iglesia universal (-+cato- prensible en cuanto tal no queda lels 1926s 2022 2080 e.p.). Entre Misterios de la vida de Jesús. La
licidad). Su misión más rica en ben- amrlada por el dogma de la ->visión cllos hay que incluir: la ->trinidad encarnación, ->cfüz y -)resurrec-
diciones la ejercita allí donde es de Dios. Precisamente la visión de tlo Dios, la encarnación (-+unión ción de Cristo son acontecimientos
consciente de su punto de partida Dios patentizará su infinitud incom- lr ipostática), la -tgracia sobrenatural que, en su irrepetibilidad histórica y
en la Iglesia primitiva, que cumplió prensible (Dz 428 1782) en cuanto y su punto culminante, en la ,vi- contingencia y a p€sar de ellas, po-
su <<misión», más que por medio de tal, y así se convertirá en objeto de sión de Dios. seen importancia universal para la
obras misionales, dando ejemplo de fe felicidad real yeterna para el espí- salvación de todos, y Por esto son
y de caridad. ritu que (elevado por la gracia) lo Misterioo (teologia de). Renova- objeto de a.firmaciones dogmáticas,
contempla. Sin embargo, conforme eión del pensamiento teológico del de confesión anamnética y de doxo-
Misión trinitaria (mi¡ada desde el a la actual concepción, incluso teo- ¡rrimitivo cristianismo, procedente de logía. En este sentido son, Pues,
enviado), ajustándose a las palabras lógica" se considera a menudo al O. Casel (t 1948) e I. Herwegen <(misterios)).
do la Escritura (Ioh 2O, 21; Gal 4, misterio, en sentido estricto, como (t 1946). Su problema central es la Pero todo esto puede decirse
4-6, etc.), se llarna a la acción crea- algo (Dz 1673 17%) cuyo carácter presencia real y efrcaz de Ia acción también fundamentalmente de los
dora o histórico-salvífica de la segun- de misterio quedará destruido por rnlvífica de Cristo en el proceso sa- demás acontecimientos de la vida de
da y tercera petsonas de la +Tri- lavisión do Dios intuitiva, puesto cramental, desde el punto de vista de Jesús. Al considerarlos como mis-
nidad, en cuanto que esta acción que ese género de incomprensibili- la historia universal e individual terios, estos acontecimientos no que-
divina (idéntica, en el que actria, dad está fundado finicamente en la tlo la salvación. A partir
de este mis- dan falsamente sublimados o mitolo-
con su ser personal¡ se considera forma sensitivo-terrena de nuestro lerio se desarrolla toda la teología gizados, sino que se reconoce que
como fundada en la procesión divina actual conocimiento. como teologia de miste¡ios (-)anam' la vida total y unitaria de Jesfis, con
del Logos a partir del Padre y en De esta forma recortada de en- rrcsis, -)presencia, -»repetición). todos sus contenidos, a su modo y en
la del F^spíritu a partir del Padre y tender el misterio se deduce la dis- Mysterium, en el NT y en los Pa- su lugar, tienen su sentido orientado
del Hijo. Correspondientemente, el tinción o clasificación siguiente: tlres, signiflca preferentemente el tra- y unido a la muerte y resurrección,
Padre puede <<venin> (Ioh 14, 23), a) Misterios naturales, en cuanto to de Dios con el hombre histórico suceso en virtud del cual Dios se
tr)ero no ser <<enviado>>. Y la misión que se refieren a verdades divinas para salvación o para juicio, o sea apiada de nosotros. En esto queda
del Espíritu en virtud del Hijo (Ioh que sólo pueden ser conocidas por cl eterno decreto de Dios (: mis- incluido un hecho que debe conside-
16, 7) es un signo de su procedencia nosotros analógicamente en cuanto terio originario), la obra de la crea- rarse en la meditación de estos mis-
(oh 15, 16) también del Hijo (Dz a su contenido y en cuanto, a su rea- ción, la redención (: misterio de terios, o sea, que nosotros hemos
460 691, etc.). lización fác/cica, aunque siguen sien- (lristo en sentido estricto), Iglesia, sido redirnidos precisamente porque
do misteriosas por razón del carác- lc y sacramentos (: misterio cfilti- la palabra del Padre tomó la bajeza,
Misterio. El misterio no puede ter analógico de los conceptos em- co), realidad y plenitud de la salva- profanidad y destinación a la muerte
considerarse como <<forma deficien- pleados. á) Verdades cuya existencia ción en contraste con el <<misterio de nuestra vida; y que, precisamente
te>> dcl conocimiento humano; es, ha do ser revelada por Dios, puesto tle Ia iniquidad». La teología de mis- ahí, convirtió la forma habitual de
por el contrario, una realidad que que afe-ctan a realidades que proce- terirx no es sólo, pues, una nueva nuestra propia üda en acontecimien-
está ordenada al -+¿sts religioso en der, ¿"tln acción causativa libre de lcoría sobre el sacrificio de la misa to de la gracia, la cual es en filtimo
cuanto tal. Por lo tanto, ha de lla- Dios (histórico salvlñca) de tal ma- (-->misa [sacrificio de la]), sino que término Dios.
marse misterio a aquello en direc- nera, que no pueden colegirse con :rl-ecta también a la dogmática, a la El carácter de misterio de los su-
ción a lo cual se trasciende a si mis- la raz6n natural, basándose en el leología moral y pastoral. Impugna- cesos particulares de la üda de Je-
mo el hombre en la unidad de su mundo naturalmente experimentable. da en algunos puntos y necesitada a sfis es siempre el mismo, y aparece
Jtrascendencia cognoscitiva y libre- c) Verdades cuyo contenido, tanto veces de mayor aclaración, ha fruc- con máxima nitidez en su muerte y
mente amorosa. El misterio es. pues, en lo que toca a su posibilidad in- tificado, sin embargo, junto a la teo- su resurrección. En cuanto lo finito
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Misler¡os do la vida do Mística cristológica
Jesús

llega a su finitud más amarga. acon- ,;r tlc intcrpretar esta experiencia en tora de Cristo. En cuanto por medio
celeb¡ada en el culto cristiano es un
tece en E,l (no por medio de esta suceso determinado, irrepetible en
el scntido del -)monismo, ->pan- de Cristo en el Espíritu Santo se
autod,esvelación en cuanto tal) la tolsltxr. teofirnismo, aunque en sí media la vida trinitaria de Dios, la
la historia de la humanidad misma, mística cris,tiana es -)mística trini-
llegada de la divinidad transfiguran- r¡ri¡nur nada tenga que vef con estos
r.to suceso histórico que es a la vez
('l I ()l-Cti. taria o de tres en unidad, siendo los
te. Por ello, a partir de la resurrec- nuestro y del Dios absolulo y uno. dones del Espíritu Santo de la mayor
ción. toda la vida de Jesi¡s es mo-
delo y garantía definitiva. 2. I-a experiencia de la infinitud importancia. A partir de ellos pue-
Mistica. Como vivencia, se llama den cxplicarse los grados sucesivos
mistica al encuentro interior unitivo tlivina por medio de la mística na-
Misterios paganos y cristianismo. rrrrrrl puede concederse también a de la ascensión mística. En esa es-
de un hombre con la infinitud divi- cala. la ascesis constituye el grado
Los misterios que se practicaban en na que fundamenta tanto a él como l,rs r:ristianos, es más, fundament¿l-
rrrc¡lte está ya implícita en la expe- previo.
el medio histórico-geográfico y cul- a todo ente, y que en 'la mística ¡ ic¡rcia de Ia Jtrascendencia. Así En la purificación y represión no
tural del cristianismo naciente po- cristiana, judaica e islámica no es
drían describirse así: Celebraciones otra cosa que el Dios personal. Como
l;r mística, por soberbia espiritual, queda, sin embargo, aniqtrilada Ia
¡rucde convertirse en tentación de personalidad, sino que, por el con-
rituales (de palabra y obra, por me- cienciá, mística es el intento de ex-
trario, el alma finita queda liberada
dio de consagraciones, baños, ban- plicación científica de esta vivencia. rrcgar de antemano la mediación del
quetes) de cultos, por lo menos teóri- a Ia rellexión sobre ella. llijo de Dios hecho, carne, en orden en orden a una experiencia más cla-
camente secretos (misterios de Eleu- :rl hacerse uno con Dos. La mística ra de la gracia. En el camino ascen-
y t ristiana, ciertamente, e,s también dente de la iluminación y de Ia
sis, de Attis Cibeles, de Dioniso, 1. Los fenómenos mÍsticos están
rrristica de inflnitud; pero 1o es como unión. que queda escalonado de di-
de Isis, de Mithra), en los que el atestiguados en todas las religiones
destino rnítico de un Dios se pre- elovación y liberación de la exPe- versas manera§ en la histo¡ia de la
superiores. La visión mística, como
r icncia de la trascendencia en virtud ciencia mistica, el alma se compotta
sentaba y conrealizaba en una inmersión del alma en su funda-
no ((activamentg), an-
-)enamnesís. Se suponía qrre el asi 1lo l¿ -+gracia en cuanto -+autoco- <<pasivamente>>,
mento, es siempre un acto del in-
iníciado (myst'e) conseguiría partici- rrrunicación de Dios (experimentada). te los dones de gracia del Espiritu
dividuo, no de Ia comunidad reli-
pación individual en la salvación de giosa, aunque el culto puede ser Ia Y así la unión mística, como fuidicio Santo. Con todo, esos dones, en
imperfecto de la visión beatífica do particular los de consejo y tortaleza,
ese Dios (iluminación, vida. etc.). ocasión en que el individuo viva su
l)ios en la etemidad, está, como ésta pueden condusir al místico a una
En el cristianismo se dan algunos experiencia mística. Los enc?rgos
rnisma, meüada por el hecho del actividad social e incluso a una de-
elementos qug tienen semejanza for- eventuales de comunicar mensajes
mal con los misterios paganos. :rbajamiento histórico de Dios hacia cisiva actu¿ción his,tórica. La expe-
se- místicos a otros son excepciones. Sin
mejanza que es natural en religiones ,:l hombre en su Hijo, que incluso riencia mística puede ir acompañada
embargo, su publicación e interpre-
plenamente desarrolladas. ya que tación conceptual son siempre «bal- cn la vida eterna sigue siendo el en- de extraños fenómenos psicológicos
éstas comprometen todas las dimen- cunrado, crucificado y resucitado. (éxtasis, ->estigmatización, elevación,
buceos>> insuficientes, pues la viven- +Mística cristológica. etcetera), aunque no sean de ningu-
siones del hom.bre y éste es siempre cia mística suprasensible, en cuanto
el mismo en esencia: ritos. inicia- na manera momentos esenciales de
tal, no garantiza la verdad ni la ade-
ción, anamnests, banquete. esperan- cuación de la comunicación concrcp-
3. Cristo, en su amor, redirnió jun- la verdadera mística.
za en la salvación individual. Con to con la humanidad a toda la crea-
tual subsecuente. Mientras quo la ción. Por eso Ia experiencia mística Mística cristológica. La mística
todo, el bautismo y la eucaristía en- magia quiere controlar el encuentro
raizan en el AT y en el judaísmo cristiana no consiste propiamente en cristológica está, sobre todo, funda-
con el poder divino en virtud de me-
del tiempo de Cristo, que no cono- rrna negación del mundo ni en el mentada en Ia mistica paulina cris-
dios especiales, la visión mística se
cÍa misterio alguno. El concepto de considera siempre como un regalo. cncuentro con el todo infinito, si- tológica (en Cristo). Viene dada y
Dios y el contenido objetivo de la no en un asumir el mundo en el soportada por el conocimiento vi-
La -)¿ss€sj5 puede ser una prepa- vencial de Ia conformación a Cristo
expectación del ñn de los tiempos ración para Ia unión mística, y así cncuentro amoroso con el Dios Per-
separan radicalmente a los miste¡io.s srlnat. Cuando en una mística ex- de la propia persona, conformación
se recalca de manera especial en la
paganos y al cristianismo. Di[eren- lracristiana se exllerimenta al Dios regalada gratuitamente y aceptada
mística extracristiana. En la expe-
cia primordial: los misterios paga- riencia mística se conoce vivencial- t)crsonal, hay que hablar no sólo de manera radical. Aunque esta con-
rle <<mlstica natural)), sino de mís- formación personal ocupa el primer
nos celebrarr. en último término. con mente la
espiritualidad proc€dente
tica sobrenatural, en cuanto que en plano de la experiencia mística y es
stJ on(ünncs¡s el curso y devenir. mi- del absoluto como Io más propio algo dominante en el vocabula¡io de
tológicamente dramatizado, de la na- del alma y a la vez la supresión de clla se ex¡rerimenta irreflejamente a
turalerza y no llegan más allit de la la conciencia del tiempo y de la
(lristo como semblante del Padre. la mística cristológica, con todo, ésta
dimensión prepersonal de los lrode- l)ues que toda donación de gracia no quiere dejar de lado el hecho de
objetividad. De ahí el peligro a me-
res de Ja naturaleza. l.a so debe solamente a la ohra reden- que cada persona singular está incor-
salvación nudo incurrido por la ciencia místi-
,l4 t 442
439 440
Modernismo Monogenismo

la -)religión procede del subcons- te del -+bañecianismo. Resumiremos ( ('rnto, ctrionit¿ts. Según eso, Jesús physis pata designar la misma cosa
ciente religioso, y la inteligencia, que brevemente el sistema. La -+libertad, rcr¡(lrr¡r quc ser meramente profeta. (abandonando la terminología de Ci-
es una l'unción secundaria desde el como capacidad de determinarse, no llrr ¡rrr»lcta, al que Dios adopta co- rilo de Alejandría: Dz ll5 220 258
punto do vista religioso, no es capaz queda debilitada por el pecado ori- rrr,r lri.it> (monarquianismo adopcio- 50O3); y no sólo eso, sino que negó
de dar cuenta de una ni de otra. La ginal. El concurso divino en el obrar rrrtrr), lal como lo defendieron Teo- también, por miedo al '+nestoria-
-trevelación es el hacerse conscien- del hombre ¡6 sg -)predetermina- rlotr» cl curtidor, a fines del s. II, y nismo, que la realidad humana en
te de una necesidad religiosa inma- ción flsica alguna, sino la causalidad l'¡rhlo de Samosata, en el s. IIr. Si Cristo siguiera conservándose <<infu-
nente y ee objetiva en su forma más divina del mismo obrar humano li- rr,r, I¡abría que recurrir ¿ un -+mo- samente» junto a la naturaleza divi-
clara en los portadores de la reve- bre. Cómo puedo suceder esto sin rlrrlisrno (->sabelianisms, ->patripa- na en la {rnica persona del Logos.
lación; si se fijan estas objetivaciones, menoscabo del dominio absoluto de .,rrrrrismo) para oxplicar la divinidad El monofisismo fue condenado en
resulta la -+tradición. Dios y de la libertad humana, lo rlo ('risto. -+Calcedonia 451 (Dz 143 148).
EI -+dogma es solamente una ex- explica el molinismo con el concep- Otras formas ulteriores son, a ve-
presión simbólica de dichas objetiva- to do -)ciencia media. Dios conoce Monismo es aquel género de ces, más bien obstinación reaccio-
ciones, que tendrían que cambiar en esta <<ciencia medi»> cómo actua- rplnteismo que en la práctica es nari¿ frente a la reglamentación ter-
junto con el dogma al ritmo del pro- ria el hombre entre las más diversas riruple ateísmo, segrin el cual no minológica del magisterio, que di-
greso cultural. Existe una necesidad circunstancias concretas si Dios las L:xistc distinción alguna entre Dios y vergencias reales con respecto al dog-
natural de comunicar a otros las pro- produjera; por tanto, Dios puede cl mundo, sino identidad absoluta ma. El monofisismo vive como doc-
pias objetivaciones de lo religioso. producir con pleno dominio estas eltro el mundo y su fundamento. El trina en las Iglesias orientales (<mo-
Cuando esto se realiza, nace la ci¡cunstancias y ordenaciones (->p¡e- rrrtrndo es lo absoluto y evidente que nofisitas>> (en Siria, Armenia y, sobre
-+Iglesia. Estas ideas estaban vincu- destinación) y, por su medio, tam- rc oxplica por si mismo. La mayor todo, en la Iglesia cóptica de Abi-
ladas a una crítica bíblica (-+bíbli- bién la actuación libre del hombre, ¡r:rrle de las veces se identifica con sinia o Etiopía).
ca [crítica]) extremosa e inobjetiva. sin menospreciar con ello la deci- el ->materialismo y el evolucionis-
Junto con otras teorías erróneas, fue- sión de éste. rrro absoluto, puesto que ->espíritu, Monogenismo, contrario a polige-
ron condenadas por Pío x en el de- En el momento de la decisión pre- 'nlateria y -+vida s/e consideran nismo, es la teoría que sostiene que
creto Lamcntabílí (Dz 2001-2M5o) vista por Dios, esta gracia preve- r¡r¡i.¡. sola realidad. Monismo es tam- todo el género humano de esta tie-
y en la encíclica Pascendí (Dz 2011 niente dada libremente por Dios (o hiún el nombre que se da a una or- lra procede de una misma pareja,
2109). Prescribe, además, el juramen- sea, la situación dispuesta por Él) ¡¡unización ideológica europea que estando todo él sometido a la orde-
to antimodernista que ha de prestar, se convierte, de acuerdo en cada casc) ¡r:rrte de E. Haeckel. nación salvífica de Dios (--tAdán,
hasta hoy, todo el que toma pose- con la ciencia media, en gracia auxi- -+estado original, -)paraíso). Por lo
sión de un cargo eclesiástico (inclu- bante (adiuvans), y la gracia sufi- Monofisismo (del griego : doctri- tanto, sostiene que la <<hominizacl,ón>>+
so los profesores de teología). Hay ciente se convierte en gracia efi- n:r do una naturaleza única), en sen- primera y propia (-+hombre [origen
que añadir que en la polémica con- caz o no. La objeción más fuerte ritlo propio, es la doctrina elaborada dell, +hombre [creación del]) sólo
tra ese movimiento, que ofrecía so- puesta contra el molinismo fue si ¡ror Eutiques, archimandrita de un aconteció una sola Yez, et una pare-
luciones erróneas para problemas realmente se atenia a las añrmacio- nronasterio en Constantinopla, a me- ja única. En las ciencias naturales
muy bien planteados, muchos mo- nes de la revelación acerca de la tliados del s. v, que no es sino predomina hoy la idea de que la
dernistas amargados por las intrigas ->gracia. Todavía más, en la con- l:r absolutización herética de una hominización no procedió de diver-
clericales fueron expulsados de la troversia do la gracia surgida en 1588, lrirmula anterior admisible. Segútn esa sas esJ:eries animales (poliñlismo),
comunidad cristiana. Desgraciada- Molina fue acusado de haber cons- rloctrina vigorizada por Eutiques, en sino de una (monofilismo).
mente, hasta nuestros mismos días, truido un sistema incompatible con virtud de la unión substancial del La ciencia no es capaz por si sola
el modernismo quedó tan sólo como la doctrina de San Agustín y del l.ogos con la entidad humana, se de probar el monogenismo en sen-
una palabra especialmente agresiva Tridentino, y de haber caído en ei originó una sola pftysrs (-)natura- tido propio, p€ro tampoco posee un
en el repertorio de denuestos de cier- -)semipelagianismo. Paulo v puso lcza), y la humanidad quedó en ella argumento decisivo en cont¡ario. Se
ta arrogancia intraclerical que no se fin a la disputa entre dominicos y ;rbsorbida por la divinidad, siendo puede incluso indicar que las ma-
sientc electada por La dificultad de jesuitas, en 1607, prohibiendo a los ( ()rno una gota de miel disuelta en cromutaciones necesarias pata la
la fe en el mundo de hoy. dos partidos discutir la ortodoxia de cl océano. Eutiques no quiso parti- humanización, universalmente favo.
la teoría contraria (Dz 1090). cipar en el progreso terminológico rables, tendrían que ser muy rara"s,
Molinismo. Sistema de Ia gracia (tr¡o tuvo lugar entre ->Efeso y conforme al cálculo de probabilida-
(-)gracia [sistemas de la]) estructu- Monarquianismo. Doctrina que de acuerdo con el des. Prescindiendo de esto, no con-
'Calcedonia,
rado por L. de Molina. S.I. (1535- niega la -)trinidad en Dios; así, las no se emplearon más los voca-
t'u¡r'l tradiría a la doctrina de la Iglesia
1600). como contrapartida conscien- tetrrías heréticas judaizantes del s. I, hkrs -.)«persona)) (+hipóstasis) y admitir varias homi¡izaciones. que
447 448 l.le 450

Itrlr-Vorg. l5
ilIonogenismo Moral (teologia)

en lucha por la existenci¿ hubieran caci(rn de Dios. Por consiguienle, ,lr,,rl,,¡ l;¡5 rrtrCVaS prO[eCíaS dcI ES- aunque se si¡va de los conceptos y
desaparecido o$a vez rápidamente no se trata sólo de una verdad filo- I'ilrril s:lill() ¿ manera de portavoz conocimientos de ella. Esta ética di-
y que nada hubieran aportado a la sófica, sino dc una verdad perpetua- ,r .r( ;lr rrirci(rn suya. Esas profecías seña la estructura formal del hom-
historia real única de la
salvación mente básica, incluso para el cris- ¡ r¡ur ecrcírnia del fin del mundo, ri- bro tal como dicha estructura es en
del hombre (<<preadamitas>>). El mo- tianismo, en su propia peculiaridad ü,,r r¡r()r'rl (p.ej., prohibición de un realidad y tal como ha de ser asu-
nogenismo no es una doctrina defini- (cf. Dz 1 s 420 1801; Mc 12, 29; ,¡ l.ur(l,r ¡natrimonio. ayuno riguro- mida por el comportamiento libre
da, aunque el magisterio 1o propone Ioh 17, 3; I Cor 8, 5 s). .¡,'l (()nl() preparación para ello, in- del hombre. Esta estructura. sin em-
con carácter obligatorio, pues no rensrlrr':rción de la penitencia. rcprc- bargo, deja sin resolver la pregunta
admitiéndolo parece que se ponen Monoteletismo (del eriego : doc- 1r',n (lo la jerarquía eclesiástica en por el libre designio de Dios acerca
en peligro la unidad de Ia historia trina de una sola voluntad). Doctri- I'r'nclicio del profetismo carismático. de este ser del hombre esencialmen-
de la salvación y, sobre todo, la doc- na propuesta y elaborada en el im- rcgtridor más importante en oc- te abierto sobre É1. A saber, no de-
trina del -+pecado original (Dz 788 ss perio romano del oriente, en el s. vlt. ,"lr(lril(c fue el conocido escritor ecle- cide si Dios se aleja del honlbre re-
2-128). para reconciliar a los partidarios del ,rhstico africano Tertuliano. La secla chazándolo, o se le hace cercano en
-)monofisismo con los del concilio I','r(lur'í) en pequeños grupos duran- la libre comunicación de sí mismo.
Monolcismo, entendido filosófica- de -»Calcedonia. Para complacer a t, rrrrrchos siglos. Por consiguiente, la ética §€ encuen-
rnente, esla doctrina que sostiene la los primeros se atribuyó a Cristo tra con la teología moral en la mis-
existencia de r.rn único ser, sumo. una sola energía, aunque se siguió Il¡rr¡l doble. Teoría o práctica ma relación que la pregunta con la
absoluto, personal-espiritual, distinto manteniendo, con Calcedonia, la du- rr,,rirl que defiende la vigencia si- re§pues1a.
del mundo en cuanto es sr.r funda- plicidad de naturalezas. Esta doctri- r¡rr¡llírnea de dos noünas de mora- Por su contenido, fuentes y méto-
mento, p€ro que, como tal. Penetla na, procedente del patriarca Sergio l lr,l:rtl. Seg(rn esto, no habria
una do, la teología moral es una parte
y mantiene creadoramente toda la de Constantinopla- se llamó mono- n'rrnur unitaria para las acciones mo- de Ia -+dogmática, teniendo, por
realidad del mundo que nosotros ex- energismo. Tuvo algunos éxitos en ¡;rlcs libres. Ciertos hombres (razas. tanto, sus mismas nonnas y fuentes
perimentamos. Por consiguiente. to- las negoclaciones para la unión. En .rrlistas, privilegiados) o ciertas si- (-+Sagrada Escritura, ->tradición,
das las afirmaciones acerca del Dios el 633 se estipuló no hablar más ru Ir:rci«rnes (economía, política, etc.) ->magisterio de la Iglesia). Supone
lxrsonal e infinito han de entenderse do una ni de dos energías. Sin em- (tuc(l¿rrían excluidos de los imperati- y desarrolla la -+antropología dog-
como afirmaciones analógicas (-iana- bargo, Sergio opinaba que hablar \ o\ morales universales. Por tanto, mática y deriva sistemáticamente de
logla) sobre el -)misterio incom- de dos energías hacía pensar en dos rrr cllos podria ser bueno lo que para ella (aunque atendiendo constante-
prensible (-)panteísmo,'-+politeís- voluntades de Cristo en pugna. Con ,'tr()s (o en otras situaciones) sería mente al modo en que esta deriva-
mo). Teológicamente, el monoteísmo ello pensaba é'l implícitamente en r¡r:rlr¡. Frente a esta falsa concepción ción viene ya dada en Ia Escritura
del AT implica la afirmación de que una sola vo untad. Esta doctrina se .,t: alza la unidad y validez universal y tradición) las normas de la con-
esa entidad y ese poder que conoce- Iue afianzando cada vez más en ,lrl Írltimo fin y de la norma de vida ducta del hombre como cristiano. Es
¡nos actuando en la historia de la Oriente. Ett 649 el papa Martín l rlcl hombre, procedentes de la dis- asi una ciencia esencial normativa
salvación <<aquí y ahora>>, (<nuestro mantuvo expresamente, en un slno- ¡r,rsición divina (-+moral [teologia]), en cuanto se basa en la concreta
Dios». el <<Dios de los padres>>, no do lateranense, la doctrina de las 'ótica existencial). esencia permanente del hombre (en
cs una especie de fuerza numinosa. dos energías naturales o voluntades el concreto orden cristiano de sal-
<<un» Dios cualquiera, sino el Dios en Cristo. Finalmentc^ el vl concilio Moral (teolngfa). Es la doct¡ina, vación). En cuanto tiene en cuenta,
uno, absoluto y único, el fundamen- ecuménico, I¡t de -gConstantinopla. la revelación divina, del
l':rsada en empero, la historicidad de la situa-
to único y señor omnipotente de todo propuso como d.f. que en Cristo se trrrnportamiento humano recto y ción creada por la plenitud de la
el mundo y de toda la historia: en dan dos actividades naturales (indi- (('r)forme a Dios. Teniendo como historia de la salvación en Cristo y
runa palabra, el Dios por antonoma- visa, inseparable, inmutable e incon- trronte y norma la revelación de Dios en Ia Iglesia (situación histórica,
sia, qtre no admite otros dioses jun- fusamente) y dos voluntades natura- rn Cristo, en el que el hombre se ciertamente, pero que no puede, pro-
t<¡ a sí. les, sin que se dé oposición entre rrr:rnifiesta tal como deberla ser y piamente, ser superada antes del fin
Por t¿rnto. el monoteísmo e.s el ellas, puesto que la voluntad huma- l)ios descubre al hombre su propia de la historia, aunque puede ser siem-
lect¡¡rocimionto de Ia posibilidad y na está subordinada a ia divina (Dz ligrrra; y teniendo como tarea orien- pre recogida más radicalmente) y
I t:rr al hombre a su fin real, o sea la concreta sus normas, en la medida
realidad del encuentro inmediato en- 289-293). Cf. -+unión hipostática.
tre la criatura y la persona de Dios, rrccptación de la absoluta autocomu- de lo posible incorporando el pre-
tal como es en si. El monoteísmo es Montanismo. Secta de lanáticos del rricación de Dios en aquella libre sente siempre nuevo que viene dado
la anticipación formal de la doctrina s. II d.C. surgida en torno al frigicr 1lr:re^ia que el hombre no puede pre- por el cambio de las situaciones de
del cristianismo acerca de l& -)gra- Montano. Éste, como extático y jun- vcr ni forzar, la teologia moral es la historia profana en todas las di-
cia, )revelación y -+autocomuni- to a mujeres también extáticas, pre- rlistinta de una -+ética filosófica. mensiones del hombre. es una cien-

4-r I 452 l5¡ 454


-
Moral (teologia) Moral (fuentes de la)
cia normativa existencial y muestra cimiento y perfeccionamiento moral, l,r loy, mientras no se hayan disipado de la consecución de otros valores;
en su propia historia, con toda cla- tanto en su aspecto individual como r,rtl:¡s las dudas respecto a la legiti- consideraciones de la -+ética eís-
ridad, el cambio continuo de las si- social. rnitlu<I do una decisión favorable a tencial).
tuaciones religiosas y profanas del l;t libettad con respecto a aquélla.
hombre sin convertirse por ello en Morales (principioe). Principios tis ésta una actitud rigorista que es 5. Larismo. Incluso el indicio
una mera -)ética de la situación. formales universales de Ia ética y de rrrr¡rusible en la práctica, desconoce más leve de un derecho de la liber-
La teoiogía moral olabora respues- la moral, acerca del valor moral, ii- l;r t-x;encia moral de la libertad en tad basta para decr'dirse en contra
tas obligatorias y, en la medida de bcrtad, responsabilidad, Iey, etc. (ulnto tal y esta rechazada por la de la ley. Puesto que de antemano
lo posible, con.cretas, que no sólo (-+moralidad [fuentes de la]). Hay lrlcsia (Dz 1923). se trata la mayor parte de las veces
han de ser correctas subjetivamente, que defender la
existencia de tales sólo de seguridad moral, y no de
sino también adecuadas a la co- principios universales y obligatorios )-. Probabllior¡kmo. Só1o es lícito certeza matemática o metafísica,
sa misma en cuestión, puesto que en contra de una ,-+ética de Ia situa- ;rl homb¡e decidir favorablemente a siempre se pude encontrar un indi-
la encuentra bajo la
<<cosa» mis,ma se ción. Todo principio formal repre- rn libertad cuando las razonee con- cio de razón en contra de la ley.
soberania de Dios y de Cristo (-)ca- senta ya un cierto contenido, de Ia trl la existencia do Ia ley están esen- Por tanto, el laxismo serÍa la des-
suística). misrna manera que la lógica no pue- t'iulmento mejor fundadas, son más trucción de toda obediencia a la ley
Sin que esto, emp€ro, signifique de dit'erenciarso adecuadamente de
que esta ciencia pueda aho¡rar ¡rlobables. A esto podría objetarse y a las noflnas universales. Está con-
en la ontología. Por consiguiente, tales (luc una ley sólo obliga cuando es denado por la Iglesia (Dz 115l-1216.
cada caso al individuo la bfisqueda principios morales son también con- r'ierta. La -)presunción esiá de par- especialmente 1153).
de la voluntad concreta de Dios so- tenidos esenciales de una moral ma- tc dc la libertad, a la que hay que
b¡e é1, porque ni el análisis de la terial, puesto que no son sino la tra- r'()nsiderar desde todo punto de vista Moraliilail (fuentes de la). Nom-
situación concreta puede resolver ésta ducción de los axiomas sobre la ((,¡no valor moral en si, querido bre que se da a los factores que
de forma totalmente refleja y, por- esencia del hombre en normas a que to
que además, Dios, dentro de las nor- ¡rol Dios. Sin embargo, esta teoría constituyen el contenido objetivo
atenerse o normas del deber. cstlt permitida eclesiásticamente (Dz tal de un acto moral y que s¡rven
mas universales que permiten distin- l]ls). para dar a conocer la bondad o mal-
tas posibilidades de comportamiento Morales (sistemas). En la teología dad de una acción. Estos factores
humano legítimo en sí, puede toda- moral católica no reciben este nom-
vía querer determinada forma de ). Equiprobabllismo. Se puede l) El objeto
pueden reducirse a tres:
bre los distintos sistemas filosóficos lr;tccr uso de la libertad cuando en al que se dirige en primer térmi-
conducta y manifestarlo al hombre; o teológicos de lo moral, de la ley, srr favor se dan razones de igual no la acción. 2) Las circunstancias
finalmente, porque el hombre no etcétera, en general y en su totali-
l)cs() que las que hablan en favor que especifican un acto como las que
puede eludir su entrega sin reserva dad, sino las diferentes teorías que tlc l¿r existencia de la ley. vienen dadas por la correspondiente
a la misericordia de Dios por medio responden a esta pregunta concreta: situación del que act(ra o del obje-
de una completa cla¡idad refleja res- ¿Qué hay que hacer moralmente, 4. Símple probab¡lismo. La -->pre- to. 3) El fin, intención o motivo en
pecto do la rectitud concreta de su cuando se da una duda seria respec-
proceder. Por lo tanto, la teología
rr¡rrción sigue estando de parte de stx diferentes grados (primario o
to a la existensia de una tey o a su l;r libertad cuando en favor de ésta secundario, próximo o remoto). Fun-
moral suministrará al hombre simul- aplicación en el caso concreto y esa hrrhlan motivos serios, mientras no damentalmente, hay que mantener
táneamento normas obligatorias y le duda no puede resolverse directa- sc tló ninguna prueba segura en Ia- con firmeza este principio: Una ac-
formará en la humildad en orden a mente por un examen más cuidado- r',rr de la exigencia de Ia ley. Puesto ción es buena si todos los factores
su responsabilidad individual ante so, etc.? Se supone que en el caso r¡rrc la ponderación de las razones en los que se apoya son buenos. Es
Dios exclusivamente. En su estruc- en cuestión no se da una obligación en pro y en contra es algo muy poco mala si uno solo de esos factores eC
tul'a tendría que contener una pri- categórica de conseguir en todo caso r'lrrro y en cierto grado queda en malo. Para un enjuiciamiento más
mera parte de tipo formal, corree rm fin determinado (p.ej., el de la rrranos de una apreciación proba, el exacto de la moralidad de una ac-
pondiente a la antropología gene- valídez. de un sacramento: Dz 1151) t:quiprobabilismo y el probabilismo ción, hay que preguntar, ante todo,
ral sobre la esencia de lo moral y que, por lo tanto, habría que po- llcgan generalmente en Ia práctica si esas fuentes de la moralidad re-
sobrenatural, sobre la -)ley y sobre ner en práctica el medio más seguro ;rl mismo resultado. Conjuntamente
Ia -)go¡sis¡sia. A ésta habría que miten por su parte a una <duente
para la consecución del fin. Se dan l()rman el sistema moral defendido originaria>>, en cuanto el acto hu-
añadi¡ una segunda parte, de tipo cinco respuestas distintas a esta pre- p{)r' Ia mayoria. Son además presu- mano es, en último término, el acto
material, quo presentara Ias dimen- gunta así planteada: por el que la persona humana sin-
siones particulares, asi como diver- l)lrcst() para que en los casc¡s dudo-
sos quede cabida para otras consi- gular dispone de sí por relación a
sos <<ámbitos de obligaciones» o, me- 1.Tuciorismo absoluto. Hay que rtortciones (compensación del peli- objeto, partiendo de una situa-
<<su>>
jor, campos de posibilidad del cre- decidirse siempre favorablemente a ¡rro de quebrantar Ia ley en virtud ción concreta de su historia personal;
455 456 l\7 458
Muerte
Moral (fueutes de la)
pero integrando, como totalidad con- (-c.ar¡salidad), se ve claramente que ,((cucrpo»: Pero la verdad es que tadora y mantenedora de la forma
creta ordenada a Dios, estructuras esta !-ausa suprema y general ha de n,r se dice mucho más. Por eso la corporal frente a la totalidad del
universalese individuales. Y habria ser -+acto puro, y de tal manera, .:xpresión citada no es una defini- *undo, hay que entenderla, Por el
que preguntar inmediatamente si la que sr¡ -)ser y su acto han de ser ,'rrin esencial de la muerte que §a- contrario. como un más amPlio Y
tr\luga exigencias meta"tísicas o teo- prolundo abrir,se e imponerse de esta
intensidad de esa autorrealización, idénticos (aclus purus), siendo tam-
como fuente originaria do la morali- bién, por lo tanto, -)espíritu y lírgicas algunas. Pues guarda el más relación pancósmica del alma con
-rpersona. G., acerca de esto, .rhsoluto silencio sobre la peculiari- respecto al mundo'
dad, codetermina en cierto sentido
también alobjeto y las circunstan- -+Dios (¡rrueba de la existencia de). rl:rrl de la muerte en cuanto suceso En la muerte, el alma del hombre
llega precisamento a una mayor cer-
cias en orden al acto moral y, por ¡rrccisamente del hombre, entendido
lo tarto, especifica y califica moral- Muerte. La muerte es un aconte- c\(c como totalidad Y como Per§ona calia, a una referencia intrínseca con
cspiritual, y entendida la muerte co- ese principio de unidad del mundo,
mente este acto. De esta manera se cimiento quo afecta al hombre en-
habría tenido en flrenta que no pue- te¡o, Ahora bien, éste es una unidad nro suceso esencial. Guarda silencio tan real aunque tan dificil de com-
;rccrca del hacerse deñnitiva la obra prender, en el que todas las cosas
de dejarse de atender absolutamente, de --+naturaleza y -+persona, es de-
al considerar las fuentes de la mo- cir. una esencia que, por una parte. lihre y personal del hombre, defini' ii"n".r rrrru intercomunicación previa
ralidad, a la persona humana del tie¡e una malera y estado de ser tividad que haY que entender no Ya o anterior a su mutuo influjo; Y esto
caso (-)ética existencial). previos a la decisión personal libre, , ilrno algo que sobreviene <<junto o> es posible Precisamente Porque el
que sigue sus leyes y, por tanto, su ,' «desPués» de la muerte, sino como alma ya no conserva su forma cor-
Motivo es el valor que mueve a propia evolución necesaria, Por otra ilr()mento intrínseco de la muerte pórea singular. Esta concepción está
un agente libre a la posición de su parte, dispone libremento de sí mis- r¡risma. Mientras quo los animales y ya tundamentalmente delineada en
acto, sin obligarle a ello. Es posible ma. Asi pues, esa entidad, en defi- lus plantas «perecen)>, sólo el hom- ia teoría escolástica de que el alma
que el motivo coincida con el ob- nitiva. es tal como quiera entender- l)ru «muere» en sentido propio' Otra no se distingue realmente de su acto
jeto formal o aspecto por el que un se a sí misma en su li;bertad. Por lo tlcficiencia de la descripción citada substancial; Por lo tanto, el acto
acto capta intencionalmente un ob- tanto. Ia muerte es un proceso a la cs la obscuridad en que queda el sólo podría cesar si el alma mism¿r
jeto. Sin embargo, no necesitan coin- vez personal y natural. Si la biolo- ('1)ncepto de <<separación», con lo cesara do existir Y no fuera inmor-
cidir, pues la ruzírt para la posición gía no sabe <<propiamente>> por qué ,¡rro se deja margen para a-firmacio- tal, como P¡xeba la filosofía Y la
del acto y el aspecto elegido de su muere tda vida pluricelular, y en ,i", rn.,y diversas. Pues si el alma Iglesia autoritativamente afirma' En
objeto pueden ser distintos. Asl, p.ej., especial el hombre, entonces el mo- .stfr unida al cuerPo, quiere decir rxte sentido hay que tener en cuenta
r¡rrc abiertamente tiene una relación que el alma espiritual, Ya antes de
el arrepentimiento por temor (-+16' tivo que da la fe, o sea la catástrofe
mor de Dios, ->atricionismo) dese- moral de la humanidad (Rom 5), .:.,n respecto a esa totalidad de la Ia muerte, está en principio abierta
cha el pecado como lesión de la exi- es la. hnica explicación de Ia indis- ,¡rro el cuerpo es parte; totalidad que a Ia totalidad del mundo Por su mis-
gencia divina sobre el hombre cutible universalidad do la muerte; n() es sino la unidad del mundo ma- ma corPoreidad Y que, Por 10 tanto'
(: objeto formal). El motivo y el esto quiere decir también que esta tcrial. Esta unidad material del mun- no es una mónada cerrada sin aper-
objeto formal ¡meden ser valo¡es emi- universalidad tiene ya en su base rLr ni es una suma merame[te P€n- tura alguna al exterior' sino que

nentes distintos, sin que esta distin- teológica la certeza de que siempre, .:rhle de elementos singulares, ni una siempre comunica c<rn la totalidad
ción tenga que corromp€¡ fundamen- en el futuro, el tener que morir se- siruple unidad procedento del mutuo del mundo.
talmento un acto moral. guirá perteneciendo a las caracterís- rrllujo extrínseco de los elementos Semeiante relación pancósmica im-
ticas necesarias de la existencia con- ..irrgulares entre si. porta que el alma, en la muer-te'
Motor, primer motor como creta, de manera que la muerte nun- l)ues^to que el alma tiene una re- abriéndose al todo Por el abandono
de-
signación propia de -+Dios, no sig- ca podrá ser eliminada. l;rci(rn con lespecto a esta radical de srt forma corporal limitada, con-
nifica en la metafísica aristotélico- r¡r¡itlad del mundo Por medio de su curre a determinar la totalidad del
rrr¡i(rn substancial con el cuerpo co- universo y 1o hace precisamente co-
tomista el causante de un movimien- '1. Dcscripciones de la
esencio de
to corporal, sino que se funda más lo muerte. a) La tradíción cristiana r¡ro l'orm¿ esencial de él' Ia separa- mo fundamento de la vida Personal
bien en la idea filosófica de que hay nos da una des,cripción provisional ,irirr del alma Y el cuerPo en la de los otros en cuanto esencias es-
¡nl¡crtc no supone que esta relación piritual-corpóreas. A esto apuntan,
objetos en mutación (paso del repo- de la muerto con la expresión este-
so a Ia acción, mutación cualitativa), rlcs:rparezca del todo, convirtiéndose p.ej., algunos fenómenos parapsicoló-
reotipada: <<separacíón de cuer¡rc y
que suponen una causa distinta de ,'l :¡lma en algo que está más allá gicos, la doctrina de la Iglesia acet'-
alma>>. Con estas palabras se indica
ellos. Si se prueba que todo lo que que el principio de la vida en ,lcl mundo, en algo acósmico (como ca del -+purgatorio (cf., sobre todo'
el
.,' ¡rrxlrfa pensar a la manera neopla- -+estado intermedio), de la interce-
pasa de l¿ -)potencia al ->acto re- hombre, su -)<<alm»>, adquiere en
quiere una causa que, por su parte. la muerte una relación distinta con tÍrrrica). La supresión de su lelación sión de los santos, etc' Así Pues'
cl c(lerp(1, delimitadora. susten- purgatorio significaría que el alma'
ha de existir sin una causa preüa respecto a lo que solemos llamar \ ( )n
461
459 460 l(,I
Muerf e Mundo (huida del)
la vida misma apunta infinitamente Rtrm 5, 12; Dz 101 175 793), que por Dios. Decíamos del mun66 impulsos en ese mundo existentes,
más allá de la muerte. Pues en la so Ie habia dado como una plenitud "r,
cuanto unidad, es decir, en el sentido y ha de soportar con -+paciencia la
angustia de la muerte aparece ésta abierta que le adentraba en Ia co- expuesto, mundo designa lo hismo carga y las tinieblas del rnundo, que
solamente (como en el mero miedo munidad gloriosa de Dios. que <<cielo y tierra»; es -)revelación nunca cesarán hasta el fi¡. Este mun-
a la muerte) en cuanto suceso sin- Según quo el hombre quiera en- de Dios, para -)gloria de Dss. sg do tiene r¡¡ra historia, y esta historia
gular (eventualmente doloroso) al tender y controlar autónomamente bueno, lleno de sentido y bello; ss s1 ha cntrado ya en su fase escatoló-
<<fin» de la vida, sino más bien como desde sí mismo este morir, que a destinatario libre y
ámofosá¡¡s¡fg gica por medio de Ia encarnación,
un acaecimiento en virtud del cual consecuencia del pecado original ha creado de la comunicación que pi6s crucifixión y resurrección del Ve¡bo
el hombre se ve libre de su religa- sido substraído a su capacidad de l.race desi mismo (Ioh 3, 16 s; Dz eterno de Dios. Es decir, el desen-
miento a todo 1o particular, y se disponer, que como obra personal 428 1805); no es lo que s€para de lace de es,ta historia como totalidad
ve situado ante esta verdad: que ha venido realizando a lo largo de Dios, sino lo que media entre Dios ha quedado ya decidido por Cristo
la decisión fundamental del hombre su üda. o, por el contrario. en cse y el hombre, tal como aparecg 96¡ en los cimientos de la realidad, si
tomada frente a Dios, al mundo y a morir se mantenga abierto al Dios máxima claridad, sobre todo, s¡ 1¿ bien este desenlace está todavía ocul-
sí mismo, esa decisión que impera incomprensible en una disponibili- encarnación. to y sólo puede percibirse por la
a través de toda su vida, recibe dad fiducial sin condiciones, su muer- Sin embargo, este mundo (sobre fe. Siendo todo eso verdad, el mundo
precisamente en la muerte una defi- te se convertirá o en la repetición todo del hombre), en virtud de Ia <<venidero>> 1+eón) está ya presente
nitividad (Ioh 9, 4; Lc 16, 26; 2 Cor y confirmación personal de la enran- culpa en el ámbito angélico (->án- y operando en el <<presente>>. Ahí
5, lO; Dz 457 464 493a 53Os 693) de cipacién pecaminosa del primer hom- gel) y de la culpa de hombre, des- se pone de manifiesto que el cris-
la que espera que signifique también bre frente a Dios, y de esta manera de su mismo principio (+Decado tianismo recono@ un --)dualismo
la plenitud, aunque quede siempre en punto culminante del pecado, en original¡ y a través de toda la his- histórico-salvíflco, concebido ya pre-
inseguro del cumplimiento de esta pecado mortal definitivo, o en la toria posterior de la reprob¿gi6¡. cisamente en su resolución, y no un
esperanza. Porque la rrclutand del repetición y apropiación personal hasta en Io más profundo del lm- dualismo radical e insuperable en-
hombre, que madura desde dentro de la obediente (Phil 2, 8¡ muerte de bito material, queda acuñadq s6n tre Dios y el mundo. Semejante dua-
hacia la forma total y definitiva de Cristo (en la que Jeshs pone al mun- el sello de la impiedad y en ca¡1¡¿- lismo no puede tampoco, con verda-
su actitud de vida, queda siempre do el sello de su vida divina) y, dicción con sus estructuras y deter- dera licitud, determinar ocultamente
enajenada por la dispersión de su por Io tanto, en punto culminante minaciones radicales. Por 1o 6¡¡6, la vida práctica del cristiano.
existencia corpórea, viéndose así des- de la acción humana salutifera: en en este sentido, mundo (en la Es-
pojada de aquel poder de decisión cuanto que la configuración con la critura: «este» cosmos, (<este)) eón) Mundo (huida del). En sentido
capaz de integrar el todo de la exis- muerte de Cristo anticipada de ma- designa la totalidad de -)<<poderes bíblico se entiende por -+«mundo>)
tencia y, por lo tanto, tampoco la nera sacramental, fiducial a lo largo y fuerzas>> hostiles a Dios; es decir. el conjunto de los hombres que
totalidad ambiciosa y definitivamente de ia vida (en el -)bautismo, -)su- todo lo que se puede encontr¿¡ sn por el pecado se cierran a Dios y al
perfilada de la vida personal puede caristia, -+ascesis), se consuma ahora el mundo como incitación a una nue- ofrecimiento de su -+autocomunica-
conducir a una certeza perfectamente personalmente en un <<morir en el va culpa o como materiali2¿gi6¡ ción en la -+gracia, y el conjunto
definida, Ia obra de la vida del Señon> deñnitivo y bienaventurado tangible de esa culpa. En ess 5sn- de las circunstancias creadas por
hombre perrnangce precisamente fren- (Apoc t4, 13), en el quo la expe- tido, el cristiano debe no ser «del esos hombres, circunstancias o con-
te a Ia muerte esencialmente impene- riencia del -)fin se convierte en mundo>> (Ioh 18, 36 e.p.), aunque diciones que son siempre -+tentación
trable, amenazada desde el exterior, amanecer de la plenitud. tenga quo estar ((en» é1 (Ioh l), 11¡. a un nuevo <<no» culpable contra
para finalmente alcanzar en la muer- Pero, con todo, como tal rnundo Dios. En este sentido, el distancia-
te su carácter paradójico más agudo: Mundo. Teológicamente, y tomán- perverso es todavía el que Dio¡ u*u, miento consciente y práctico de este
simultaneidad de suprema voluntad dolo en primer lugar en un sentido necesitado, pero también caFaz de mundo (aunque se quiera salvarlo, y
e impotencia manifiesta de destino neutral, este término designa la to- redención, abrazado ya por la gra- justamente por eso, puesto quE es cria-
efectuado y padecido. de plenitud y talidad de Ia -)creación en cuantt-r cia de Dios a pesar de su sr¡r., tura y destinatario de la salvación).
vaciedad. Esta situación de muer- unidad (en su origen, destino y me- ¡nundc¡ cuya historia terminn¡5 s¡ es un dober de todo cristiano. un
te, fundamentalmente obscura y ambi- ta, en sus estructuras universales, en la -)bxíleia, de ahi que a pesar de elemento de la existencia cristiana.
valente, es la consecuencia del -+pe- la dependencia reciproca de cada su enemistad con Dios, el rnundo En sentido estricto, huida del mun-
cado original que afecta a todos los cosa respecto de las demás), bien sea sea tarea del cristiano. El cual h¿ ¿s do es la renuncia activa a los valores
hombres y en ellos se convierte en conteniendo al hombre, bien dife- mantener intactas las verdade¡¿s ss- intramundanos de suyo positivos
expresión adecuada de la pérdida renciada de é1 como su <<mundo cir- tructuras del mundo, ha de di¡crimi- (->consejos evangélicos), como expre-
que sufrió el hombre (en +Adán) cundante>>, cc¡mo situación de su nar sus posibilidades de evolución. sión y práctica de la disposición de
de su ->inmortalidad gratuita (cf. historia salvífica dada previamente distinguiéndolas críticamente de los la fe amorosa a corresponder a la au-
467 468 469 .17o
NIU¡rdo (huida del)

tocomunicación de la caridad divina; Cristo en cuanto tal. Es decir, huida


disposición que se manifiesta incluso del mundo como ejercicio do la parti.
allí donde la finitud, Ia «caducidaó> cipación en el destino.muerto del
propia de la muerte y la tragedia del mundo, como represent¿ción de la
mundo parecen contradecir esa fe (el gratuita voluntad diüna do
<<mundo» escapa a Ios hombres), y dona_
donde tiene que reconoc€rse y acep-
ción de la gracia en Ia Iglesia y para
Ia Iglesia, más altá de iodo senti¿o
N
tarse la pa.rticipación en la muorto áe i.ntramundano. Cy. ->asc"esis.
N¡d¿. La nada es la objetivación en una concepción cristiana, oposi-
do <<nada>>, posible por varias razo- ción alguna con resp€cto a la -)crea-
nes. Primera, porque, en la Jtras- ción. Es ¡ror el contrario, la expre-
cendencia hacia el ->ser infinito, el sión del interno sentido y de la auto-
ento obptivo finito se capta como nomia propia de la criatura, que
Iinito. Segundo, porquo el rebasa- vienen fundados y soportados por
miento positivo de lo finito aprehen- Dios a través de su creación. El ca-
de la fnitud. Tercero, porque, cuan- rácter natural de un ente crece, por
do dicho rebasamiento considera esa tanto, en proporción directa, y no
fi¡itud en cuanto tal, piensa en uni- inversa, con la <<cercanía¡> a Ia cau-
dad vacilante la posibilidad pura, salidad creadora de Dios. En los se-
pero real, del ente real y (poniendo res hfrahumanos esta naturaleza es
esa posibilidad una vez más como algo cerrado, en cuanto que la esen-
linita), aunquo ésta no pueda ser la cia, y con ella el obrar, queda refe-
nada vacia, como lrontera de ese rida a un ámbito determinado y li-
onto finito, pensada en si misma mitado.
como «<algo», ni como objeto de un Por eso o no (<es cabe sl» de nin-
concepto autónomo. De aquí que guna manera, y por tanto no puede
tampoco sea lícito introducirla como hacerse a si misma objeto de su
potencialidad y a la vez como mo- obrar, o está orientada en sus co-
mento suscitador de la <<negatividaó>, nocimientos y apetencias solamente
cn el ser absoluto de Dios. Podría hacia un sector finito de entidades
pensársela como sello de la criatura, que sirven al desarrollo biológico.
con tal que se fundara una vez más Si dicha naturaleza es <<abierta>>, es
en la positividad sustentada por decir, si, por medio de la absoluta
Dios; ya que el ento finito es, existe. ->trascendencia del conocer y que-
La personificación seriamente pensa- rer más allá de todo lo individual.
da de la nada sería en filtimo térmi- está orientada hacia la realidad por
no la perversión del espíritu y del antonomasia y, por tanto, hacia
irmor, puesto que éstos sólo tienen Dios, entonces esa naturaleza puede
(lue ver algo con la <<nad»> si topan objetivarse a sí misma y hacerse en
con la plenitud incomprensible de su fundamento objeto de su obrar.
I)ios. Es deci¡, esa naturaleza es personal
y está en ¡elación dialogistica con el
Nafuraleza. Se llama naturaleza a l-undamento absoluto, misterioso de
la esencia, es decir, a la estructura la totalidad de toda realidad: con
permanente dE un ente en cuanto Dios. Con esta patencia viene dada,
r¡uc es fundamento y norma previa del lado de la criatura, la posibili-
tle su obrar. Estructura que no hay dad de una autocomunicación de
t¡uc entender como algo integrable, Dios en una gracia libre (-+natura-
sino como algo puesto desde str ori- Ieza y gracia. -+potencia obedien-
¡¡cn mismo. <<Naturaleza>> no dice, cial).
471
472 ,1'71 4't 4
Naturaleza Neoplatonismo

Si en su patencia un¿r mturaleza hace positivamente indigno de esta Necosidad según esencia ) eris- Neoplatonismo. Se llama neoplato-
espiritual, desde su fundarnento subs- autodonación divina. La naturaleza lerrcia, cs un predicado quc conviene nismo a la última fase de la filoso-
tancial {rltimo, se trasciende a sí mis- del hombre, pensada en un orden rL Dios en virtud de su -+aseidad, ¿t fía antigua, dominada, aunque no
ma adefltrándose en Dios por medio el que la autodona-
hipotético, en diferencia de todo 1o demás, cuya exclusivamente, por el platonismo.
de la obra de Dios en ella; y si se ción de Dios no fuera el sentido cxistencia está determi[ada por slr El neoplatonismo es de capital impor-
adentra de tal manera que quede propio de la creación. se llama na- -+contingencia. Esto no excluye que, tancia para Ia prime.ra estructuración
absolutamente traspasada a Dios y turaleza (<pura)), mera naturaleza si lo contingente existe, fluyan de la cientifica, filosófico-sistemática de la
asi es sencillamente (en el ser y en (natura puro). csencia de las realidades necesidades autorreflexión del cristianismo en
la realización) de Dios; es decir, si Este concepto, aunque implica la lcales lógicas y objetivas. la -+patrÍstica. Esta inrportancia le
ya no tiene su trascendencia en una doctrina de la absoluta gratuidad de viene en cuanto que es expresión y
dinámica de algún modo siempre la gracia incluso con anterioridad a Neopaganismo¡ Como designacii;n objetivación fllosófica de la mentali-
inacabada, que no puede por si mis- la culpa, no afirma que en algún de aquellos que teórica o práctica- dad de la época patristica. Orígenes y
ma consunufse, entonces, a esa na- momento haya existido la naturaleza mente se distancian más o menos del san Agustín, cada uno a su manera,
turaleza en cuanto tal, en el lengua- en cuanto tal, o que lo que conoce- cristianismo eclesiástico hasta la re- fueron neoplatónicos. De ahi que
je normal de la Iglesia, no se la mos de nosotros en la experiencia cusación del bautismo, perteneciendo toda Ia teología de los <<padres>>, a
llama <<persona», precisamente por existencial sea idéntico con esa <<pura :t los países que se dicen cristianos, pesar de su diversidad, sea también
razón de la consumada realización naturaleza>>. Por el contrario" en la cl neopaganismo es un conc€pto pro- neoplatónica. La historicidad, inclu-
de si misma y de su actividad pro- creación concreta, lanaturaleza del blemático. Y lo es porque todo el so la de la metafísica, no significa
pia; pues en ese lenguaje <<persona>> hombre si.empre está llamada a la mundo nace como <<pagano>» y sólo que el producto del espíritu desapa-
finita implica también una negativi- gracia y obligada a aceptar el ofre- después tiene que hacerse cristiano; rezca sin dejar huella ante algo
dad, es decir, un esta¡ confiado en sí cimiento que Dios hace de sí mismo; y porque ni los <<neopaganos» pue- totalmente heterogéneo, sino que
mismo y expulsado de Dios. Este sólo en él encuentra su fin verdadero tlen sacudirse la prehistorr'a de su el pensamiento siguiente conserva el
caso se ha dado una sola vez en la y real, sin él se halla en estado de cxistencia concreta, que es cristiana anterior transformándolo.
<<naturalez»> humana de Iesús de desgracia; es más, ha sido creada y sigue teniendo relación con ella Por otra parte, el cristianismo co-
Nazaret, que en virtud de la ,unión para dar a Dios la posibilidad de :run en medio de Ia protesta, cosa mo totalidad (católico) encuentra
hispostática ds l¿ -)persona del Lo- comunicarse en modo absoluto a lo (lue nunca tuvo un pagano (-+pa- siempre en cualquier momento de
gos pertenece a Dios y de esa ma- ex-tático (-)agape). Cuando el hom- ganismo). su historia lo que es suyo. Por tan-
nera no es de por sí misma persona. bre culpa.blemente rechaza el ofreci- Además, en una sociedad moderna to, la herencia del neoplatonismo se
miento de Dios, deja de conservar su de masas, culturalmente diferenciada retendrá siempre para que el cristia-
Naturalgza y gracia" La -+natu- naturaleza y la corrom.pe. Entonces ya y pluralistica, se vuelve a hacer no- nismo se comprenda a sí mismo, si
raleza abierta del hombre es, por no es naturaleza pura, sino posible torio en nuestros días lo que siem- bien matizado y críticamente trans-
razón de su trascendencia (-+poten- destinatario de la gracia de Dios pre fue asi: que los cristianos son puesto en un nuevo sistema de re-
cia obediencial), un posible destina- portadora del perdón, que ha obrado realmente un <<pequeño rebaño» (Lc laciones. Asi, p.ej., Dios como ser
tario de la autocomu¡icación libre contra sí mismo. puesto que Ia l?., 32). Hay que tener en cuenta, absoluto, perdurable de manera tras-
del mismo Dios en l¿ ->gracia y en naturaleza humana es
justamente por otra parte, que, a causa de la cendente, como Logos; el ente flnito
la ->visión de Dios intuiüva. En la la disponibilidad absoluta del hom- ¿rctual unificación histórica del mun- como <<participación>> del ser divino;
medida en que esta trascendencia bre para un diálogo con Dios. do. el cristianismo se ha convertido la idea de una ordenación jerárquica
humana (como posibilitación del co- cn una parte de la prehistoria de los del mundo; la dinámica de lo finito
nocimiento objetivo y de Ia liber- Naturalismo. Vaga denominación <<pueblos paganos>). hacia su punto de partida; el alma
tad personal) también tendría pleno genérica con que se designan actitu- Por tanto, los verdade¡os (<paga- espiritual referida a Dios; la ética
sentido aun cuando no ocurriera esta des prácticas, incluso teóricamente il()s)) no son ya los mismos que an- y Ia mística como <<espiritualización>>
autocomunicación de Dios (como formuladas, e interpretaciones de la lcs: hombres en cuya situación his- y ascensión hacia Dios.
ofrecimiento), no es ésta
- incluso existencia concreita, según las cualeo lírrica estaba ausente el cristianismo. Pero el neoplatonismo fue tam-
en orden a los hombres existentes lo real <<coincide>> con lo «natural>>, Iil c¡'istianismo se convierte cada vez bién un peligro para el cristianismo,
una simple consecuencia ineludible - es decir, con la experiencia cotidia- nlhs en una pregunta existencial e del que difícilmente pudo defender-
de la actuación de Dios, si es que na más destacada; de modo que para inmcdiata para todos. Y todos están se. Lo diflcultó la reflexión teológica
la existencia del hombre por El crea- tal -+positivismo quedan sin sentido errdu vez más en condiciones. si bien sobre lo que era caracteristico de
do ha de tener pleno sentido; sino la me,tafísica, la religión revelada y lrllticndo de dos vertientes distintas, é1, hasta el punto que esa tarea ha
gracia libre, <<indebida» al hombre, una ética que quiera ser más que tlc contest¿¡r a esta pregrtnta con un quedado hasta hoy. y por la misma
antes incluso de esa culpa que le simple experiencia de la vida. 'i y con un no. razón, imperl'ecta, 1o cual a su vcz

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Neoplalonismo Noyaciatrism<¡

ha entorpecido sus relaciones con el l'i 444). Sus adversarios hicieron di- tlominio sob¡e lo nombrado. Asi, rniento en tra concepción cristiana
presente. Hay temas genuinamente lícil a Nestorio el reconocimiento tendió a la magia ooomástica, realizó del mundo, que rebasa el horizonte
cristianos, ajenos al neoplatonismo. do sus errores, pues no le podían impooiciones y cambios de nombres do la edad media. El interés por lo
Así. p.ej., creación; historia, con su ofrecer una doctrina clara sobre las solemnes y programáticos. De análo- históricamente irrepetible, por el, su-
irrepetibilidad, irreversibilidad y su dos -)naturalezas inconfusas en ga manera también en el AT el nom- jeto en contraste con la cosa, así
devenir único, que Dios puede acep- Cristo. El papa León r propuso esta bre es idéntico con lo nombrado y como el método inductivo de las
tar como propio en la encarnación; doctrina en el concilio de Calcedo- lo slrstituye, en una unidad y diver- ciencias modernas y la -+ética exis-
la positividad de la no identidad; nia celebrado el año 451 (Dz 143 s sidad peculiares. De aquí el temor tencial, dan por primera vez seña-
persona; libertad; amor, caridad, que 148). Nestorio se creyó justificado reverencial ante el nombre propio les claras de vida, conduciendo más
es algo más que, la dinámica del Lo- con ella, si bien no con plena razón. de Dios (+Yahveh), característico allá de la edad media y ¡rreparando
gos; finitud valiosa que queda eter- dcl AT, que, según el ->decálogo una más genuina inteligencia de la
namente aceptada; validez eterna de Niceo" Ciudad del Asia Menor en (Ex 20, 7), no se puede pronunciar existencia cristiana.
1o personalmente individual, etc. Por la que se celebró el concilio que se «vaflamente>>,con ligereza, perjurio,
ser ajenos al neoplatonismo dichos considera como t de los ecuménicos etétera @eut 5, 1l; Lev 19, 12; Nouvelle théologic (<<teología nue-
temas están menos trabajados en la (325). La apertura del sínodo la Eccli 23, l0 s, etc.). Por tanto, <<en va>) fue duranto un tiempo designa-
teologia cristiana do la Iglesia, como realizó Constantino. Se reunieron nombre do Jesús¡> puede signiflcar: ción genérica de una serie de co-
estructuras fundamentales (no como cerca de 300 obispos, casi todos por comisión, por enca¡go, con la rrientes muy diversas de la teología
objeto material) de la comprensión orientales. El concilio se celebró autoridad, en virtud de y apelando lrancesa, sobre todo después de la
la existencia, que aque-
cristiana de bajo el pontificado de Silvestre I, y a Jesús por nredio de la pronuncia- Ir guerra mundial. Se pretendia re-
llos cuyo desarrollo puede contar su tema capital fue el -)arrianismo. sión de su nomb¡e por parte de los pensar de nuevo la teología tradicie
con la ayuda del neoplatonismo. Formuló el credo de Nicea, en el que, al hacerlo, dan testimonio de nal en estrecho contacto con la teo-
que se declara solemnemente (Dz 54) su nombre como realmente <(corl«> logía bíblica patrística, con la filo-
Nestorianismo es la doctrina he- la divinidad del Hijo y su igualdad cido>> por ellos (Mt 7, 22; 18, 20; sofia moderna y la historia de las
rética del patriarca de Constantino' de esencia con el Padre ()homoou- Act 2, 38; 4, 30; Mc 9, 37 ss; Ioh religiones. Todo esto con el fin de
pla Nestorio (t ca a51). Procedía de síos). El It concilio de Nicea, cele- 14, 13s; 16, 2s). hacer más comprensible y ñdedigno
la escuela teológica de Antioquía brado bajo el pontificado de Adria- el mensaje de la Iglesia al hombre
(-+Antioquía [escuela teológica de]). no r, del 24 de septiembre al 23 de Nominalismo es una corriente de hoy. Algunos resultados desafor-
Negó que el mismo Logos eterno octubre de 787, es considerado como epistemológica, metafísica y teológi- tunados do estos esfuerzos, por otra
luera también sujeto de las realida- el vIr de loe ecuménicos. Decidió la ca de la escolástica tardía a fines de parte necesarios, fueron censurados
des huma¡as en Jesfis (-+idiomas legitimidad de la veneración de las la edad media (cf. -+ockhamismo). por Pío x¡r en la enciclica Humoilí
[comunicación de]). El sujeto del que imágenes en la controversia suscita- En primer lugar, para ella los con- seneris, el año 1950 (Dz 2305-2330).
se puede afirmar lo divino y lo da en la Iglesia oriental (Dz 302-308: ceptos universales no son propia-
humano es <<Cristo». Nestorio se -)imágenes [veneración de las], mente conceptos esenciales, sino pa- Noracianismo Herejia penitencial
esforzó por llegar a una unidad es- -+imágenes [controversia de las]). labras (nomin¿) aplicadas a diversas teórica y rigorística de mediados del
trecha do las realidades divina y cosas que son en sí absolutamente s. rII, que tuvo comunidades de
humana en Cristo, y pretendió ser Nombro. El hombre capta, dis- individuales. Esto trae consigo una adeptos hasta entrado el s. vr. SLr
ortodoxo. Sin embargo, a pesar de tingue y ordena algo en el conjunto actitud escéptica frente a la meta- instaurador fue el teólogo romano
ello, sólo podía conceder de hecho do su existencia concreta consciente l'ísica; actitud que por su parte pro- Novaciano. Según ella, la Iglesia tie-
una unidad <<morab> del Logos con sólo cuando da un nombre a ese duce: una teología de puras factici- ne necesariamente que negar la ab-
el hombre; no una verdadera -+unión algo. O, mejor, cuando, por encima dades clue deben ser comprobadas solución a los apróstatas y en general
hipostática. Lo mismo se manifiesta de toda contingencia puramente fo- a poste/íori; una forma de -ttradi- a todos los que han pecado mortal-
en su <<teoría del "merecimiento">>: nética de la palabra, deja que la cionalismo; un positivismo moral mente, perdiendo la gracia del bau-
el hombre Jesús podía pecar, y sólo misma realidad que se manifiesta dé que es muy poco capaz de com- tismo. Aunque haya una conversión
en premio de su fidelidad en la prue- por sí misma su nombre y, a la Yez prender las leyes esenciales de un contrita, tiene que negarle la recon-
ba se le pone en posesión real de que la denomina, la somete a su pro- derecho natural material (-)ley na- ciliación con la Iglesia, la comuni-
los atributos divinos. El nestorianis- pia ley dada con el nombre (cf. Gen tural); un pensamiento que defor- dad con los fieles y la absolución de
mo fue condenado en el ¡lI concilio 2, l9s). Nada extraño que el hom- ma antimetaf,ísicamente el principio tros pec.ados, que son así dejados en
ecuménico, celebrado en --)Efeso el bro primitivo tuviera la impresión de economia (-+economía [principio manos sólo de la gracia de Dios.
año 431 (Dz llla-127) bajo la direc- de que con el descubrimiento del del). Por otra parte, el nominalismo Combatido por sar Cipriano y por
ción de san Cirilo de Alejandría nombre apropiado se conseguía el marca una necesaria crisis de creci- Roma. el novacianismo fue decla-

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l{nlr-V0rg. l6
Novacianismo Nuevo Tesilameuto

rado herético en *.>Nicea, aunque momentos particulares sólo pueden 'Jcstrcristo, en su autorrevelación nera. De ahí que sea propia de la
fue tratado suavemente (Dz 55). captarse apresando el todo. La doc- c()mo encarnación de la Inlabra de Iglesia la incorruptibilidad, su uni-
trina de los novisimos se llama -)es- I)itx, en su ->muerte y en su resu- versalidad (no es sino la perceptibi-
Novisimoc o postrimerias suelen catología; es, pues, la doctrina dog- rrccción (->resurrección de Cristo), lidad social de este rlltimo -+eón);
llamarse a los momentos parciales mática de la -)antropología (cuyo lrcs momentos que se condicionan de aquí que la fe neotest¿mentaria
de la definitividad total y una del sentido pleno 1o encuentra sólo en rnutuamente y forman una unidad in- tenga carácter absoluto en cuanto
hombre uno. <<Definitividaó> en sen- la cristología) descrita por el modo scparable. En El la historia de la auto- -)alianza nueva y eterna, no supe-
tido de consumación, o en sentido de en que se consuma s,u objeto. comunicación llega irreversiblemen- rable en una nueva fase salvífica in-
fracaso radical perpetuo. Hemos di- tc a la meta pretendida que siempre tramundana; y a esta absoiutez tien-
cho también <<del hombre u[o)), es Nuevo Testamenfo, en cuanto mag- cstuvo trabajándose: Dios se ha dado den todas las demás verdades (in-
decir, como individuo irrepetible an- nitud histórico-salvifica. Toda reali- :rl mundo, y éste, como totalidad, cluso de otras religiones), sólo como
te Dios y como miembro de la hu- dad finita creada personal-corporal lc acepta definitivamente por obra a su explicitación suprema, sin pror
manidad. Los momentos parciales tiene una <<ley básica> permanente, tle la gracia de Cristo. De tal mane- piamente superarla ni completarla
de esa definitividad son la -)muerte la posibilidad, dignidad y obligación ra, que la riltima palabra de Dios de manera adicional.
(inüvidual), el -+juicio (->pugato- de recibir la autocomunicación de y del mundo queda dicha en la Pa- De ahí también que las últimas
rio), la ->visión de Dios (+cielo), Dios, de hacerse partícipe de la na- Iabra hecha carne, en su obediencia promesas do salvación que el Nue-
-)infierno, como asp€ctos del desti- ftvaleza divina. Pero esta ley funda- de entrega, en la total aceptación de vo Testamento dirige al individuo,
no individual personal (Dz 175 534 mental, grabada en Ia realidad mis- til y del mundo en la resurrección. posean en los sacramentos el carácter
693 983). Como aspectos de la con- ma, incluso idéntica con ella, tiene Sólo el individuo er cuarto a tal de ">sp¡¡s operatum. El eón neo-
sumación cósmica postrera de la una historia en y con esa realidad. debe asentir en obediencia de fe a testamentaxio no será sucedido por
humanidad en conjunto, tenemos a) La tiene objetivamente, en esa palabra por medio de la obra otro intramundano. El es la procla-
1a -§resurrección de la carne y cuanto que esta autocomunicación <Ie su üda; do tal manera quo en mación de lo definitivo, es decir, de
el -)juicio universal (Dz 40 86 de Dios a la criatura ha de aconte- las dimensio¡res de la perceptibilidad que ya ha venido Dios mismo. Sin
287 429). cer en la historia personal del hom- terrena, por medio de la -+parusía embargo, ha de revelarse todavía su
Si so aüende a la fundamental bre concreto, como aceptada por ese tle Cristo sólo ha de revelarse que esencia, en cuanto que sólo se ma-
concepción cristiana del mundo, con hombre una y otra vez en cada si- ya existe. Y en la comunidad de los nifiesta propiamente por sí mismo
su tomporalidad auténtica (->crea- tuación determinada de la continua creyentes, en la -)Iglesia, se confie- en la ->visión de Dios, en la -)re-
ción) y con la esencia de Ia libertad novedad de la historia espiritual hu- sa expresamente en la verdad, cuya surrección de la carne, y no ya con
auténtica (como posibilidad de deter- mana, y en cuanto que esa autoco- esoncia corresponde a esta definiti- los medios propios de los períodos
minarso uno mismo para lo defi¡iti- munl'cación llega a su punto culmi- vez escatológica, lo que ya ha teni- salvificos previos y del mundo toda-
vo); si de la salvación definitiva del nante en Ia encarnación del Logos do lugar en Jesucristo de esa ma- vía no glorificado.
hombre uno, como persona espiri- de Dios, punto que convierte esa
tual concretamente corylórea, no se historia dialóeica, en sí abierta, del
excluyen de antemano como insalva- autoof¡ecimiento de Dios y de su
bles o indiferentes algunas dimensio- aceptación por parte del hombre, e,n
nes de la existencia humana, enton- una historia de la victoria definiti-
ces se desprenden por sí misnros es- va de dicha autocomunicación; y esto
tos novísimos como momentos de la de manera irreversible, considerando
consumación global. No pueden con- la totalidad de esa historia-
cebirse como objeto de proposiciones b) La tiene subjetivamente, en
acerca de una misma realidad, por cuanto que el conocimiento de dicha
antonomasia indeferenciable, que va- historia posee a su vez una historia
rían meramente de manera «mitoló- en el conocimiento reflejo (formula-
gica», puesto que el hombre es una do en proposiciones) y comunitario
entjdad plural. Tampoco pueden con- del hombres, junto con la histo¡ia
cebi¡so como objcto de pro¡xrsicioncs objetiva de la autodonación personal
quo versan acerca de un suceso ade- de Dios.
cuadamente diferenciable por anto- La historia de la salvación (->sal-
nomasia, pues el hombre, sobre todo vación [historia de la]) tiene, por lo
en cuaflto consumado, es uno, y sus tanto, una sola cesura absoluta:

.r8 i 484 {85 4t§


Obispo

rrl colegio episcopal. dirigen una en la Iglesi.a derechos y tareas que


lglcsia local, su diócesis, como re- originariameote son inalienables y
¡rrcscntativa de la Iglesia total. La divinos. Y esto de tal manera, que
¡rcrtenencia al colegio gpiscopal con- no es licito pensar que el papa tenga
risLe, sobre todo, en Ia comunión con respecto aI episcopado global
ton el -)papa, con la sede episco- los mismos derechos que con res-
¡rtl de Pedro. El ministerio o cargo pecto a cada uno de los obispos en
Obediencia. En general, designa-
; cl concepto de obispo parece que particular.
diencia no es p¡esentar o dar carla \c lormaron en el ambiente judaico Un obispcl en particular no es su-
ción del reconocimiento de una blanca a los superiores. Más bien es tlrdío del NT, como también la per- cesor de un único apóstol. sino que
-tautoridad legítima; puede mani- la aceptación de una üda religiosa rcnencia a un colegio presbiterial cada obispo pertenece a la sucesión
[estarse en el nrodo de pensar y en común, c<¡nlorme a una constitución, c()mo caracterÍstica típica de este jurídica de un apóstol en la medida
la conducta. En la teología y en la que haya sido reconocida por la lgle-
vida de la Iglesia se habla de tres -ministerio. Ya en el NT (donde en que pertenece al episc<lpado total
sia como expresión posible y verda- rc pue.de encontrar de manera cla- de la Iglesia. Episcopado que, por
l ormas características de obediencia. dera de una vida entregada a Dios; ri¡mente perceptible eI ministerio o su parJe. como totalidad, sucede en
a/ Rom 5, 19 caracteriza la culpa como incorporación a Ia doctrina y c¡rgr¡ episcopal: Phil l, 1; 1 Thes lorma de corporación al colegit>
de -+Adán como desobediencia, en ejemplo de Cristo, como aceptación 5. 12; 1 Tim 3,2ss; Tit 1,5ss) este apostólico. Todo lo que se afirma
cuya virtud los muchos lueron he- de un destino inabarcable. llnica- cargo directivo y de gobierno queda del colegio apostólico como tal debe
chos pecadores, para remitir enton- mente porque la ünculación al ejem- vinculado al concepto teológico del también afirmarse del episcopado
ces a la obediencia de Uno en cuy¿r plo de Cristo puede vivirse en Ia irficio pastoral (Act 20, 17-36). Es como totalidad. El colegio como tal
virtud muchos serán hechos justos. Iglesia. la obediencia, incluso en or- tl.i.: el episcopado es de derecho di- es la entidad querida y establecida
El Hijo aprendió la obediencia por den a lo absurdo, es algo lleno de vino (Dz 960 966 l82l 1828 2787), por Cristo, formada no por p€ñionas
medio de sufrimientos, y así se con- sentido, supuesto quo lo mandado no de tal manera que el papa, a pe- portadoras de la potestad que ya
virtió en autor de Ia salvación eter- sea inmoral. Aunque lo ontológica- sar de su primado de jurisdicción previamente poseerian individual-
na para todos los que obedecen (Flebr mente falso es dificil de distingür con respecto a toda la Iglesia y a ca- mente y que si se ref¡nen es sólo en
5, 8 s). De esta manera, obediencia. de Io inmoral. A Ia vista de esta da uno de sus miembros, incluidos virtud de una decisión ulterior. El
en la Escritura, es esquemáticamente problemática, es sin más anticristiano cada uno de los obispos. no puede primado es primado (<en» es,te co-
acatamiento ante el deber histórico- recurriral principio, evidentemente suprimir el episcopado. legio. y no <<lrente>> a él; no es algo
salvífico (Mt 16, 2l e.p.), en el que inmoral, clc <<una orden es una or- No se debe considerar a los obis- que se afilia un colegio y que allí
se inc:luyen también los mandamien- Por el contrario, está manda-
de.n>>. pos como funcionarios o represen- confiere su potestad. Por lo t¿nto,
tos de Dioe y los preceptos de do resistir a la autoridad ante un t¿ntes del papa, puesto que gozan el colegio episcopal es la magnitud
la lglesia, antes de la llegada de la mandato sencillamente absurdo. Co- de una potestad procedente de Cris- primaria. que sucede al colegio apos-
basileia. mo consejo evangélico, Ia obedien- to. que les es del todo peculiar. tólico, que tiene en el pa¡ra su cabe-
b) Entre los -+consejos evangé- cia se hace realidad en la destruc- ,\pacientan sus rebaños no en nom- za prevalente y antepuesta, no pu-
licos, es sin duda Ia obediencia Ia ción del egoismo tanto oculto como b¡e del papa, sino en nombre de diendo ¡rensarse sin ella; por más
que tropisza con más dificultades en patente, en la entrega a lo grandio- Cristo, tienen potestad auténtica so- que el papa sólo es y puede ser papa,
orden a su prueba. Siendo estos con- so y en cuidar valientemente de bre ellos; son sucesores de los após- en cuanto miembro y cabeza de este
sejos siempre testimonio de Ia Igle- que lo grandioso no se limite a ser toles seg(rn la ordenación divina. El colegio. Partiendo de esta verdad, se
sia, se plantea un problema difícil: un ideal y una teoría. derecho divino del episcopado y su entiende la doctrina de la Iglesia,
,,Cómo se sabe que la manera más c) Todo lo dicho hasta ahora vale ordenación divina se prueban por que afirma que un -+concilio tiene
radical de obedecer a Dios es some- también para la obediencia canóni- les razones que exponemos a con- el poder srlpremo en ella (CtC can.
terse a los mandatos de un hombre? ca de quien pose€ un cargo eclesiás- tinuación. a) Cristo quiso su -)Igle- 228).
Una solución nos Ia brinda el pen- tico. sia y un -+ministerio o cargü en Esto no implica limitación alguna
samiento de que aquí obediencia es clla. á) El episcopado como totalidad del primado papal, puasto que el
un elemento integrante esencial de Obispo (griega episkopos : ü- es el colegio de los -iapóstoles per- colegio episcopal siempre tiene al
la vinculación permanente a deter- gilante) se llama a todos aquellos rlurante en la historia. El episcopa- papa como cabeza suya, sin la cual
minada forma de vida do la Iglesia. que tienen en propiedad el -+mi- do en conjunto, precisamente en no existi¡ía dicho colegio dentro ni
Una obediencia formal, sólo por ra- nisterio o cargo querido y frrndado cuanto colegio (cuya cabeza es el fuera de un concilio. Precisamente
z6n de Ia obedienc-ia misma, no tiene por Cristo en su Iglesia y que, por papa, el cual es papa precisamente llega a una actuación propia en la
ningfin valor moral positivo; obe- derecho divino y por su pertenencia c,¡mo cabeza de ese colegio) tiene actuación del papa. si y en cuanto
487 488 4N9 490
Obispo
Obras
éste no actúa como persona privada. Por ta¡rto, el papa puede inten.e- dad infinita de Dios mismo. Dicha en el fondo una propiedad que lleva
Así queda también clara la -)infa- nir, en caso de necesidad, estos de- intencionalidad, asi orientada, for- en si el amor. Así cualifica la rela-
libilidad del ->magisterio en la Igle- rechoo del obispo. La potestad de ma el <<horizonte» inobjetivable y ción de todos los valores, que per-
sia y de las personas que tienen el santificar o sacramental, que funda- atemático (a manera do una situa- tenecen concretamente a la esencia
oficio de ejercerlo. Cuando es el papa mentalmente es la misma para el y
ción originaria fundamental), que consumación de una persona, de
solo, o cuando es el papa junto con obispo y para el papa, la recibe en comprende a todo 1o <<existencial- modo quo incluso los bienes objeti-
elconcilio, el que promulga una la consagración como obispo, que mente» relevante, es decir, a lo que vos pueden imponer una obligación.
+definición docento infalible, no se representa la suprema posibilidad de tiene cierta importancia religiosa o Dicho de otra manera: los valores
trata do dos actos procedentes de realización del -)orden uno. En moral. Lo cual no sólo queda com- morales, es decir, los valores que
dos sujetos dis,tintos, sino de dos virtud de esa consagración, el obis- prendido bajo ese ho¡izonte, sino constitutivamente entran dentro del
maneras de proceder de un único y po conñrma y ordena sacerdotes en y
también ordenado a su ¡lltima deter- ámbito personal en cuanto tal en
mismo sujeto. Maneras que se dis- su diócesis. También la consagración minación. Por otra parte, parece que el grado que lo hacen, tienen un ca-
tinguen solamente por la circunstan- do iglesias y altares, la bendición de no se da ninguna razón concluyente rácter de deber y quedan conjunta-
cia de que en un c¿rso el sujeto mo- los óleos y la consagración de aba- mente constituidos en ese caráctel'
en favor de una elevación puramen-
ral uno se encuentra diseminado por des y abadesas están reservadas al te óntica del acto humano sobrena- por la voluntad de Dios (-)ley na-
todo el mundo, mientras que en el obispo. En virtud de su potestad gu- tural; si bien es verdad que no se tural). La razór. de ello es que, en
otro se halla reunido en alghn lugar bernativa, dirige la dióceeis como puede poner clara y reflejamente de cuanto tales valores morales, sólo
determinado. En este ¡lltimo caso, pastor supremo (en materias de fe. relievo dicha intencionalidad desta- pueden captarse en Ia trascendencia
la cooperación y participación anuen- caridad, cuestiones pastorales, po- cándola de la hacia el ser absoluto de Dios y, por
trascendencia del es-
te de los miembros del citado co- testad legislativa y ejecutiva, direc- píritu. lo tanto, en cuanto queridos por
legio con su cabeza se patentiza con ción administrativa, etc.). Dios. La obligación pierde su carác-
mayor claridad. Lo mismo puede Oblacién (teorfa de Ia). Respecto ter extralegal si se la entiende como
decirse de las proposiciones del «ma- Obieto formal sobrenatural. Tras al sacrificio de la misa (-+misa [sa- <<debe»> de amar y este amor es ex-
gisterio oficiab>. El significado del este conc€pto se esconde un proble- criñcio de lal), se llama teoría de la perimentado como regalo de Ia gra-
colegio episcopal hay que entender- ma de la teología católica muy dis- oblación a la doctrina acerca de este cia en sentido amplio.
lo también partiendo de todo Io pre- cutido y todavía no resuelto de ma- -+sacrificio según la cual su acto
cedente. Es decir, la Iglesia ha de nera unánime, que podría formular- esencial tiene su esencia, no en una Obra* Dada la esencia cor¡(rrea
estar con§tituida no sólo por mu- se así: El acto salutifero sobrena- (<mactación» simbólica (presentación del hombre, situado en el mundo en
chos miembros, sino también por tural (-+salutífero [acto]), que el de la muerte de Cristo por la doble una relación dialógica, el hombre
miembros cualitativamente distintos. hombre realiza capacitado por la consagración de l¿s -)especies euca- siempre tiene que llevar a cabo la
Incluso en Ia cabeza o cumbre de
la Iglesia ha de aparecer el pluralis-
-»gracia. ¿,es salutífero sólo por ra- rísticas), sino en la transformadora obra libre de su vida, en la que dis-
zón de su estructura óntica dada por y sublimadora oblación de los do. pone de si mismo, en <<objetivacio-
mo, que ba de darse en ella confor- la gracia, o también la conciencia nes a Dios. Los dones terrenos, pan nes» que lo.permiten realizar de ma-
me a la voluntad de Dios; también del hombre, en el más amplio senti- y vino, se transforman (transubstan- nera verdaderamente auténtica la
allí ha de tener validez, también alli do de Ia palabra, es gratuitamente ciación) en el cuerpo y la sangre de la que a fin de
<<actitud)) interna, de
ha de realizarse. La función que elevada, es decir, <<afectada» por la Cristo, que quedan deflnitivamente cuentas todo depende. Existencial-
compete en el colegio episcopal a un gracia? Por la gracia viene ya dada aceptadas por Dios en la muerte y ontológicamente, puede decirse que
obispo, en orden a la Iglesia total, germinalmente (es decir, verdadera resurrección de Jesf,rs. sólo se da actitud, donde ésta se rea-
sólo puede percibirla verdaderamen- y eficazmente) la participación en la liza en Io otro, como en su .Jsím-
te si representa autoritativamente a vida de Dios, y así toda la actiüdad Obligación, como experiencia ori- bolo real, en la <<obra>>. También
un miembro determinado (diócesis) espiritual del hombro queda desde ginaria de la libertad ante el bien porque sólo así consigue el hombre
de la Iglesia total, miembro en el ese momento orientada a la Jvisión en la trascendencia hacia Dios, es alejarse de sí mismo y por este me-
que puede darse y se da realmente do Dios intui'tiva, es decir, a la <<po- Ia pretensión incondicionada y reli- dio encontrarso verdaderamente a
Ia diferencia querida por el Espíritu sesión>> de Dios, que es esencial- gante, que el bien (en {rltimo térmi sí mismo. Claro que toda objetiva-
Santo con respecto a otros miembros mente sobrenatural. no personal) eleva frente a la olra ción en las obras lleva consigo su
de la Iglesia. Sin embargo, en cuanto Por tanto, puede hablarse de una persona en su libertad en cuanto peligro. No es idéntica con la acti-
quo es un obispo particular, recibe intencionalidad del hombre elevada, tal (obligación), imponiéndosela real- tud (es decir, cristianamente no es
del papa Ia asignación de un terri- engraciada o, como dice la Escritr¡ra, mente (deber). En último término, idéntica con la fe amorosa), aunque
torio perfectamente determinado y iluminada, a un objeto formal so- as una modalidad de la relación de ésta necesita obrar.
Ia potestad pastoral sobre brenatural que no es sino Ia reali-
é1.
->persona a persona. Por tanto, es Por consiguiente, el hombre puede
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Obras Optimismo
llevar a cabo esa obra, sin que sea Ockhemismo. Corriente nominalis- teologia, no haría a ésta <<más pura>> Optimismo. Cuando el optimismo
la expresión y realización de la fe ta de la filosofía y teologia escolás- y <<autónomo>, sino que la pondría no enuncia únicamento un estado de
propia y plena, como entrega incon- tica de fines de la edad media. Su en manos de una precompresión, sólo ánimo agradable de seguridad y buen
dicionada del hombre a Dios sin defensor más importante es el a medias refleja, de la ontología. La humor, puede tener dos significados:
ninguna roserya (cf. Iac 2, 17). Es franciscano Guillermo de Ockham teología es una vuelta a si mismo del l.o La convicción de que todo el
más, las obras pueden ser una for- (1'1350). Esa escuela defiende un hombre a partir de la experiencia mal en el mundo (dolor, muerte, pe-
ma de autodefensa del hombre fren- concepto voluntarístico de Dios de la <<gracios») y externa -)revela- cado) es sólo apariencia, o puede
te a Dios (cf. Mt 23, 1 ss). Se llevan (->escotismo), seghn el cual las de- ción de Dios. Implica, pues, una superarse definitivamente por una
a cabo las obras para ocultar el cisiones libres de la voluntad de expen'encia de la realidad total más evolución intramundana de orden
corazón, se realizan obras sin reci- Dios producen no tanto un mundo completa que la reflexión meramen- técnico y social. Tal optimismo es
bir la misma obra que se hace, como objetivamente estructurado y capta- te trascendental, que fundamenta la utópico, cobarde y acristiano, el ver-
don de la gracra de Dios. Esto es el ble en conceptos universales, sino ontología. Por 1o tanto, la teologia dadero <<opio del pueblo>>, pues se
lalso estado de justicia por las obras. que ellas mismas constituye.n, en puede una y
otra vez considerar crí- priva a éste de la posible mitigación
Todo esto tiene también validez para cierta manera, como su pura facti- ticamente la forma de 1a ontología del mal en el presente por medio de
la autorrealización del hombre en cidad, la esencia de las cosas. El elaborada fácticamente por el hom- la lucha forzosa por su abolición en
cuanto que este tiene una determi- ockhamismo ejerció un gran influjo bre; no está entregada en manos de el futuro; y la brutalidad fanática de
nación gratuitamente sobrenatural. en la lógica moderna, en el origen ella. la implantación de lo utópico como
El cumplimiento de los -+manda- de las ciencias modernas (Galileo) y Puesto que a su vez la ontt¡lt¡- felicidad forzosa, produce nuevos y
mientos de Dios, en los que se obje- en Lutero, cuya doctrina de la jus- gía puede captar al hombre cr¡mo peores males.
tiva en imperativos !a propia esen- tificación está ya parcialmente anti- cl <<oyento de la palabra», como El cristianismo no contiene pro-
cia del hombre, incluida su Jexis- cipada en el ockhamismo: +jusüfi- abierto a los decretos del misterio nóstico alguno respecto a las formas
tencia sobrenatural, es la síntesis de cación sin divinización interna, como absoluto hacia el que trasciende, y sociales concretas del mal (por ejem-
las <<obras» del c¡istiano (Mt 5, 16: aceptación pura por parte de Dios. como a unc, que puede entenderse plo. acaso sea realmente posible su-
Rom 2, 6s; 2 Cor 9, 8; Col l, l0; tan¡bién en su historicidad y no primir la guerra en el sentido anti-
2 Thes 2, 17; I Perr l, 17 e.p.), si Onto ogia es la cuestión filosófica sólo y necesariamente en su trascen- guo), pero está convencido de que
el justificado los cumple en la gra- acerca de la manera de entender el dencia abstracta, por eso la ontolo- el mal, como experiencia dolorosa
cia de Dios, en fe, esperatua y ca- -+ser y el ente. que sirve de base. gía está también abierta a la reve- de la finitud interna y externa, como
ridad. Esto es válido especialmente como condición de posibilidad, a lación y a la teología" sin que pre- muerte y como culpa, no puede su-
para el amor al prójimo (+prójimo contacto intelectual y libre con
1od<¡ tenda de ninguna manera ser la ex- perarse adecuadarnente en el orden
[amor al]); amor en el que, si es las realidades concretas. Contacto plicación absoluta y úni<xr de la .intrahistórico e intramundano. Esto
auténtico y está soportado por la que las interpreta en orden a la to- existencia humana, a no ser que a p€sar de que la lucha contra el
gracia de Dios, se ama con toda talidad del ser. y a és,te a partir de haga traición a su verdadera esencia. mal es una de las tareas del cristia-
verdad a Dios mismo, por lo menos aquéllas. La explicación filosófica re- no, de la que éste es responsable
atemáticamente. Además, habría que fle.ia dc esta originaria intelección Ontologismo, doctrina rechazada eternamente. El cristianismo tiene la
decir de las <<obras» lo mismo que se del ser no llega a abarcarla total- por la Iglesia. Segfin ella, todo co- convicción de que la perseverancia
dice del -)mérito. mente ni a expresarla de manera nocimiento aspiritual humano tiene en este -><<pesimismo>> pertenece a
exhaustiva en proposiciones objeti- su razón necesaria de posibilidad en la dignidad del hombre y que inclu-
Ocasionalismo (Geulinex ff16691, vas; además, dicha intelección, sin una intuición inmediata, aunque ate- so en el orden intramundano es más
Malebranche tf 1715D. Teoria quc la cual sería imposible entender nin- mática, del ser divino absoluto en sí provechosa que un utópico optimis-
niega la causalidad mutua de las guna proposición teológica en todas mismo. Así Malebranche (t 1715). mo del porvenir. Es más, al cristia-
cosas creadas. Estas y sus estados Ias cuales está presente, puede servir Gioberti (t 1852), Rosmini (1' 1855) no le está incluso prohibida la pre-
son {rnicamente las ocasiones coll tanto para hacer luz como para (cf.. a este respecto, Dz 475 1659 ss dicción cierta de una armonía de
motivo do las cuales Dios, como hni- aumentar la obscu¡idad; de lo cual 1891 ss). La
permanente referencia todas las cosas absoluta. supramun-
ca causa, produce los efectos corres- resulta que la ontología queda con- trascendental a Dios como funda- dana, escatológica, como fundamento
pondientes en otras cosas (-)armoría realizad,a en toda -rteología, sien- mento de todo conocimiento espiri- do esa -)esperanza a la que pstá
preestablecida). Es, pues, una teo- do una ayuda y peligro inevitable tual y de toda libertad no es toda- obligado (-->upol;utustusrs. -+infier-
ría que deforma la ornnieficiencia de para ella. vía -)autocomunicación de Dios al- no).
Dios y SU -+a6¡gu¡5o. convj¡tién- I-a renuncia a esa ontologia que guna. no es la gracia, ni tampoco 2.o O puede también significar lo
dolo en ina«ividad o ineficiencia se legitima por sí misma, inc:luso en nromento esencial del espíritu. ni siguiente: Cuand<¡ la propia culpa
de Io finito. Io que toca a su aplicación en Ia -¡visión de Dios. libre no excluye de la persona espi-
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Optimismo Orden

ritual su sentido y consumación exis- sacramento, aun administrado por Dios-hombre, si bien es verdad que una intencionalidad que desemboca
tencial, la existencia concreta llegará un pecador, significa por parte de la Iglesia tomó de la boca de Jeshs la en el mismo Dios en sí y por razón
en cada hombre por medio de la Dios la promesa objetivamente defl- manera y temática fundamental de de El mismo. Precisamente de esta
gracia de Dios, que <<absorbe>> nitiva de la gracia; significa la per- su orar, el padrenuestro (-+paterni- manera y en virtud de ese olvido de
la historia intramundana (-+salvífica ceptibilidad histórica de la voluntad dad de Dios). si mismo que no busca en filtimo
[voluntad de Dios]), a su feliz con- salüfica de Dios en Cristo para la Desdo los primeros tiemPos, la térmi¡o la añrmación del propio yo,
sumación y a su definitivez supra- existencia del individuo y en la üda Iglesia dirigió su oración no sólo al también es característico de la ora-
histórica. Y la aceptación y sufri- de Ia trglesia (Dz 855). Padre, sino, junto a El, también a ción un -)antropocentrismo bien en-
miento en fe y esperanza de la A esto hay que añadir que, a di- Cristo, mediador de la salvación. La tendido. Por lo tanto, también carac-
<<pesimist»> (no desplazada) experien- lerencia de los ¡itos de la antigua caracterísüca fundamental de la ora- feri,zar' la oración el mérito objetivo
cia de la finitud y de la muerte, es alianz,a o de cualquier otra religión. cién, que fluye de su esencia teoló- como obra <<buena», como acto salu-
precisamente la forma de este opti- en la definitivez escatológica del gica y prefirió desde el principio la tífero y como crecimiento do la gra-
mismo, que lleva a la consumación, JNuevo Testamento, el rito sacra- Iglesia, es la gratitud. Viene expre- cia, aunque dicho mérito no puede
Tal optimismo perteflece a la esen- montal rectamente realizado nunca sada en la oración eucaristica (-reu- ser el motivo primario y más amplio
cia del cristianismo, que <<elimina» puede quedar privado de su signifi- caristia) y sirve, en último término, de la oración. Asimismo, lo corres-
propiamente el optimismo y el pa cación como incondicionado ofreci- de base incluso a la doxologia (ora- ponde un efecto en cuanto -)satis-
simismo, ya que el bien y el mal miento salvífico do Dios en Cristo ción de alabanza). 5r, o¡¿si$¡ -rim- facción.
redundan en beneficio de la sal- (cf., p.ej., -+bautismo de los herejes. petratoria viene especificada por la Como petición del hombre a Dios,
vación. -)intención). Siempre seguirá siendo aceptación, siempre previa, de Ia pro- soportada por la voluntad amorosa
hasta el final de la historia de la sal- mesa referente a la consumación del de Dios y por su actuación también
Opus operatum. Término técnico vación el signo de Dios, dado so- mundo y a la satisfacción defini- amorosa, la oraciÓn tiene la certeza
que designa un -»sacramento (Dz lemnemente y que, por lo tanto, tiva de las peticiones humanas que de ser escuchada, pues lo que pide,
851) en cuanto que es válido y efi- hace lo que significa la <<reviviscen- tendrá lugar on ese momento (Mt sólo lo pide a condición de que,
caz no a causa de la
subjetividad cia» de los sacramentos. Sacramentos 7,7-ll y paralelos; Ioh 16, 23s; 15, conformo a los decretos de Dios
religiosa del hombro como tal (opus que no pueden iterarse @z 852) son 7. 16). La teología de la Iglesia co- aceptados sin condiciones, armonice
operantis), ni siquiera como llevado eficaces incluso cuando su electo noce una oración pfrblica, litúrgica con la fundamental tendencia hacia
por la gracia divina, sino a causa de quedó frustrado de hecho durante el (úz 2n6) y una <<privada»; ambas Dios. Por eso en la oración autén-
Dios. Esto no quiere decir que el proceso ritual por la resistencia del formag las considera necesarias tica se deja en manos de Dios la
sacramento pueda tener efectos sal- que lo recibía, en el momento en (--tmedit¿ción). manera como haya de ser escucha-
víflcos y producir eficazmente la gra- c¡ue el que lo recibió cesa en su re- En cuanto que la oración es tam- da. En la medida en que es oración
cia, si el hombre se cierra a la efi- sistencia culpable. bién aceptación de la voluntad sal- de la fe en la gracia de Cristo (se
cacia del sacramento en la incredu- víficay amorosa de Dios, es asimis- sepa o no esto reflejamente) por la
lidad o aferrándose libremente al Oración es en último término la mo un acto de la gracia. Sin em- salvación que se ha revelado y hecho
estado de pecado (cf. Dz 4ll 741 respuesta amorosa, de alguna ma- bargo, en esa medida es a la vez permanente en Cristo, toda oración
849). nera <<[ormulada>> o conceptualaada, oración <<en Cristo y en la Igleoia>> acontece (<en nombre do Cristo>>.
Sin ombargo, esta -)qdlspesición» que acepta Ia voluntad también amo- (Eph 3, 21) y tiene, por lo tanto,
subjetiva necesaria por parte del que rosa de Dios. Como tal aceptación, carácter eclesiológico. Aunque este Orden La ->Iglesia, como socie-
recibe elsacramento, es decir, el es una función fundamental de Ia caráctet, en cuanto tal, no es reflejo, dad orde,nada, está cons,tituida jerár-
estar auténticamente presto a acep- Iglesia, quien imita al orante del colr todo, se hace realidad siempre quicamente (d.f.: Dz 966). Tiene un
tar el perdón de Dios y Ia salud, no Antiguo Testamento y, a la vez, acep- que se pide por el perdón de la cul- poder directivo para el ejercicio de
es la causa de la fuerza eficiente ta su específica situación salvífica pa, pof loe muertos, por la salvación sus dil,ersas funciones y, por lo tan-
del sacramento mismo. No es sino neotestamenta¡ia, Reza los mismos personal y siempre que se ora a los to, tiene ta¡nbién encargados de esas
la condición para que resulte eficaz la salmos que el antiguo orante, sin santo,s (-+comunión de los santos). funciones. Entro éstas podrían enu-
gracia de Dios ofrecida por el sa- confundir las situaciones histórico- Sin perjuicio de que, por la pre- merarse la testificación do la verdad,
cramento. Algo parecido puede de- salvificas quo servían de base a aqué1 ocrrpación acerca de nosotros mismos, la vida como puesta en práctica io
cirse de la actitud personal del mi- con las suyas. La Iglesia siempre di- preocupación querida por Dios y re- verificación del evangelio, adoración
nistro, de su estado do gracia o de ferencia esta oración suya de la pro- conocedora de la indigencia humana, y veneración cfiltica de Dios, pronun-
pecado. Mientras quiera realizar el pia de Cristo, en cuanto que ésta era se pueda y se deba pedir por la pro- ciación de la palabra hacedora de
sacramento (Dz 854) y lo realice Ii- expresión y resultado de la auto- pia salvación, la oración como ejer- gfacia (-->opus opero.fwn), dirigida
túrgicamente de manera correcta, ese conciencia propia y exclusiva del cicio de las virtudes divinas tiene al individuo en las situaciones esen-

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Ordcn Orienfales (Iglesias)
ciaies de éste y de la ,lglesia (-)sa- Este acto otorga el cargo, Ia auto- Tales Iglesias no tomaron ya parte ni histórica ni teológicamente alcan-
cramento). ridad, y promete al que toma pose- en la evolución.de la teologÍa occi- za a explicar una divorsidad de ho-
El
primer sujeto portador de
o sión la gracia de Dios neccsaria para dental, cuyos comienzos (en una teo- rizontes que es mucho más profun-
esta potestad directiva, nombrado por el desempeño de ese cargo en bene- logla de la salvación y una eclesio- da. La teologla oriental, aferrada a
ei mismo Jesús, fue el colegio apos- ficio de la Iglesia y de su propia sal- logia de indole juridica) se remon- los conocimientos adquiridos en las
tólico, con Pedro a la cabeza (Mt 10, vación. Por una parte, esa transmi- tan hasta Tertuliano y san Cipriano grandcs controversias trinitarias y
1 ss: 16" 16-19; Lc 22, 32; Ioh 21, sión ritual del cargo perteneco por en el s. II. Sus características que- cristológicas de los cinco pdmeros
2. 15ss: ->Ilaves lpoder de las]) su misma esencia a las autorrealiza- daron determinadas por san Agustín, siglos, se cerró (en contraste preci-
como representante de todo el co- ciones fundamentales de la Iglesia, especialmente en lo que toca a la la historia de
samento con estos si-
Iegio y con potestad de actuar per- en las cuales ésta sólo podria ser teología trinitaria, y fueron relotza- glos) al pensamiento de una legítima
sonahnente. Este poder directivo te- ineficaz destruyendo su propia esen- das por la escolástica. evolución de lcx dogmas (-)dogmas
nía que transmiti¡se a otros: a los cia. Por otra parte, la Iglesia es Esta diferenoia de teologias, pa- y
sucesores de Pedro, los papas (Dz
en [evolución de los]) sólo concede
su sery realización el signo penna- sada por alto la mayor parte de las 'r,alidez aÍrn hoy día a los siete pri-
18Zs), y a los sucesores del colegio nente de Ia gracia absolutamente veces, implica que el oriente pensó meros --)concilios ecuménicos. Re-
apostólico, el colegio ep.iscopal. La prometida al mundo, de la gracia en un dinámico esquema ascensional chaza la doctrina católica del -+pur-
plenitud del poder directivo nece. escatológicamente vencedora. Por de la historia de la salvación, co- gatorio y los dogmas de la -)inmacu-
sario a la Iglesia, tanto desde el tanto, esa transmisión del cargo no menzando con la economía trinitaria
'lada
Concepción y de la -)asunción
punto de vista sacramental cúltico puede menos de ser un -)orys <tpe- en conexión estrecha con la doctri- de María. aunque cree en ambas
como desde el autoritativo, no es ne- rdtum, rL'n ->sacramento: otorga la na de la redención. En el oriente se cosas y tributa a María una venera-
cesario que se transmita en todos potestad de manera absoluta e irre- consideró la redenoión como un pro- ción casi mayor que Ia Iglesia ro-
los casos totalmente. Como en toda vocable (Dz 969 y, por parte de ceso ontológico-real, incluso donde mana. Las fuentes de Ia fe son,
sociedad, puede transmitirse sólo una Dios, promeie la gracia con sinceri-
parte determinada a un hombre de-
la -)cruz fuera comprendida sin di- y la tradición,
segrin ella, la Escritura
dad total, de la cual sólo se ve pri- flcultades; proceso que, comenzando en riltimo término resumid¿s en eI
terminado, conl'orme a las circuns- vado el ordenado que se cierra cu1- en la encarnación y desvelando la simbolo niceno-constantinopolitano
tancias y necesidades del adecuado pablemente a ella. El ministro del (-+Constantinopla).
economia intratrinitaria, termina en
ejercicio del citado poder. Ya desde sacramento del orden es el obispo Ia divinización del mundo y se ma- Con todo, de hecho se consideró
el tiempo apostólico y en toda la como portador de la plenitud del nifiesta como victoriosa por primera también la liturgia eucarística como
lglesia so dan tres grados en esta poder directivo en la lglesia en lo vez en la resurrección de Cristo (y norma de fe, en cuanto que de ella
transmisión (d.f.: Dz 966): Ia parte que toca al aspecto sacramental (Dz conduce, seg{rn algunos teólogos dependió y depende su relación con
dcl -;diácono, del sacerdote (-+5¿- e67). orientales importantes de Ia antigüe- el protestantismo. Más allá de la
cerdocio) y del -+obispo. dad, a una -)apokatastosís). unidad de la Iglesia, que se verifica
Donde más claramente se percibe Oriclrtales (tglesias). No interesa en la subo¡dinación de todas
Frente a esa concepción, la teolo- las
esta graduación es en la relaoión aqui trirzar la historia del nacimien- gia orcidental ve en la encarnación Iglesias bajo la cabeza invisible de
respectiva de sus escalones con la to de l¿rs Iglesias orientales separadas del Logos, casi exclusivamente, la Cristo y en la realización de los siete
celebración de la eucaristía: ayudan- y de su de,sarrollo desde la separa- constitución de un sujeto capaz de sacran-l.entos, la teología de Ias lgle-
te, órgano ejecutivo de esa celebra- ciírn, en el s. x o xr, hasta nuestros
ción. autorizado para transmitir el
dar satisfacción para la remisión sias orientales no considera necesaria
dias, ni exponer los repetidos inten- de los pecados. Esta teología conoce r.rna unidad externa, aunque consi-
¡roder de real:r:arla. El grado supre- tos de unión, sobre todo en el ¡¡ con- también Ia divinización del mundo, dera útil una unidad externa de or-
mo de esta relación con el misterio cilio de -)Lyón y en el de -+FIo- pero carga más el acento en la ex- ganización, a la manera del Consejo
central de la Iglesia lleva consigo rencia. Tampoco vamos a narar la piación de la culpa en la cruz y en Ecuménico de las Iglesias, en el que
normalmente (-+obispo, .-+papa) la historia do las Iglesias orientales uni-
posesión del poder soberano deátro
el perdón. aquéllas entran como testigos de la
das a Roma, con su gobierno rela- Tales diferencias fundamentales, verdad, no como buscadores de ella.
de la Iglesia. El acto de transmisión clc tivamente independiente y su propia
este poder en tres grados tiene lugar
que, en un auténtico encuentro de La diferenciación más detallada
liturgia. Se trata de dar un breve ambas teologías. podian haber lle- de la constitución de las Iglesias hay
dosde el tiempo a¡rostólico por medio resumen de las concepciones teoló- vado a una complementación afor- que dejarla en manos de cada pue-
de la --+imposición de las manos gícas con que las Iglesias orientales tunada, fueron manifiestamente la blo.
(l Tim 4, 14:; 2 Tim 1. 6). gesto de separadas se distinguen de la teolo- razón de que los cismas del oriente Aunque todas las Iglesias orien-
la transmisión dcl cargo. acompaña- gia catdlicorromana. Este resumen pudieran apelar una y otra vez al tales tienen patriarcas y obispos con
do de las correspondientes palabras se referirá sólo a las grandes lgle- -->Filioque de la Iglesia latina corno -+sucesión apostólica, la autoridad
r>ficialmente pronunciadas {Dz 2301). sias griega y eslava. causa de Ia separación. Hecho que eclesiástica reside frecuentemente en
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Orientales (Iglesias)

un sínodo de laicos. Correspondien- a la doctrina de la autoridad del


do a este desinterés por la constitu- -+obispo en la Iglesia, y si ha hecho
oión de la lglesia, conceden al pap lo necesario para oponerse a un cen-
romano solamente el rango de un tralismo burocrático desprovisto de
patriarca del occidente, eventualmen- justificación teológica.
te un primado de honor, pero nunca P
un primado do jurisdicción sobre la Origenismo es una corriente de la
totalidad de la Iglesia, ni tamPoco teología del oriente, sobre todo mo-
su infalibilidad. nástica, que, sin formar un s stema Paciencia. a) Por parte del horn- Iglesia, que no ha de ser neceearia-
La unión teológica con las lgle- doctrinal cerrado, dio heréticamente [rre, manera de proceder del cristia- mente explícito, sino que puede ma-
sias orientales presupone oiertamente, carácter absoluto a algunos motivos no que, bajo las adversidades, peli- nifestarse por medio de citas, etc.
por parte de ellas, el que se preocu- y planteamientos de Orígenes (f ca gros y cargas múltiptres de su historia 4) Haber vivido en el tiempo de los
pen con amor fraternal de las ela- 254), el mayor teólogo do la edad salvífica personal (como parte de la <<padres>>, es decir, en Ia época que
boraciones teológicas del occidente antigua junto con san Agustín, y fue historia total de la salvación), y bajo en occidente termina con la muerte
desde el En primer plano, de
1100. causa de enconadas luchas hasta me- el deber impuesto por el inescrutable do san Isidoro de Seülla y en orien-
los resultados do una concienzuda diados del s. vI. Son características amor divino, sigue manteniéndose te con la de san Juan Damasceno,
teología bíblica acerca de la autori- del origenismo la inclinación a afir- 1irme,a la vez que espera la libera- o sea, poco más o menos con el
dad de Pedro y de la eclesiología mar la necesidad y eternidad del ción definitiva de sí mismo y del s, vttI. Tienen una autoridad espe-
bíbli.ca en general, así como tam- mundo y de las almas (-)preexisten- mundo que lo oprime. La paciencia cial cuando se da un )consensus
bién de un mayor aprecio de la cianismo), la angelización del Logos viene en último término soportada entro ellos, puesto que entonces pue-
-+teología misma. (en vez de encarnación), la materia por la firmísima certeza de la fe, den ser tenidos como transmisores y
Por su parte, la teología católica como conseqrencia del pecado, la que le asegura que la incertidumbre testigos de la doctrina de la Iglesia
debe aceptar que las Iglesias orien- -)apokatastasrs, la perfección como de la historia personal queda disten- en sentido estricto. Con respecto a
tales le pregunten si ha atendido -)sgnosis>>, etc. (cf. Dz 203-2ll 223 dida entre la certeza de la primera su doctrina, cf. -+patrística, -)neo-
suficientemente a la -)patrística y 27t). y segunda venida del Señor. á) Por platonismo.
parte de Dios, manera de hablar, pro-
pia sobro todo del AT, con la que Paganismo es un concepto teoló-
se expresa la tardanza cada vez más gico, y no
de la ciencia de la reli-
prolongada del -+juicio del Señor gión, al que no puede renunciar la
absoluto de la creación sobre su teologia en favor de los <<no-cristia'
criatura, como resultado imprevisi- nos>>, mientras mantenga la preten-
blo de Ia conducta benévola de Dios sión de absolutez, incluso en lo to-
con respecto a los hombres. cante a lo histórico e institucional
do la Iglesia, que desde Cristo eleva
Padres do la lglesia. Según la de- frente a todos los hombres. La ter-
finición de Vicente de Lerin (f a minologla ni es del todo precisa ni
mediados del s. v) son padres de la está todavía unificada. Si se procede
Iglesia los escritores de la antigüe- por mera analogía con respecto al
dad que, en unidad de fe y de so- concepto veterotestamentario, podría
ciedad con la Iglesia, fueron maes- llamarse ((paganos» a todos aquellos
tros acreditados. Las caracteristicas que, por alguna deficiencia en lo que
que el magisterio eclesiástico requie- ss refiere a la plena pertenencia a la
re para aplicar a una persona el Iglesia (:)lglesia [pertenencia a la]),
título de padre de la Iglesia son las no pertenecen al pueblo de Dios
siguientes: 1) Doctrina ortodoxa; la (: Iglesia) históricamente (<<visible-
cual no implica inerrancia y no ex- mente») constituido. De hecho, sólo
cluye errores de hecho en cuestiones se llama paganos a los que no han
particulares. 2) Santidad de üda, en recibido el -+bautismo. Pero eso no
el sentido del cristianismo primitivo. vale en todos los c:rsos, pues no se
3) Reconocimiento por parte de la cuenta como paganos a los judíos

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Paganismo
Palabra dc Dios
y a los musulmanes. A los primeros, no. rechazan la fe dentro de un Iica ¡rara la interpretación teológica ente puedc poner su ((cxpresión)) e
porque como monoteístas y corno conjunto histórico que ya se había del paganismo. A este propósito, ha- <<imagen>>,su <<palabra>> como fruto
situados dent¡o de la historia o pre- hecho cristiano y todavía sigue sién- bria que p€nsar, p.ej., si el antiguo de su autoposcsi(rn cspiritual, como
historia salvifica del cristianismo, si dolo, siquiera en el sentido de que problema de la -)acomodación, to- algo contrapucsto y mantcnido en sí
bien quedaron rezagados, no se les el individuo no puede evitar una clirv,a por resolver, no comienza ya mismo; y quc n() Licnc que quedar
puede dar un nombre que en prin- relación de diálogo f¡ente al men- a quedar rebasado, en medio de una simplemente cncorrad«r on sí en ufla
cipio designaba tradicional y bíbli- saje cristiano; por tanto, desde el trágica culpabilidad por parte de inerte identidad. [,n la l'alabra de
camente a los no judíos. Y a los mu- punto de vista teológico, está con el
sulmanes tampoco, porque viven una
()ccidente deIa que Dios se sirve, Dios se funda todo cstado de cxpre-
cristianismo en urur relación total-
religión postcristiana. son rigurosa-
con todo, para la salvación. sividad en palabras para si o para
mente distinta que el que vive en los demás (expresividad, cl¿rrividen-
mente monoteístas y su Dios es el un medio al que el crisfianismo no Falabra es en primer lugar la ma- cia del propio ser, <<ser-cabc-sí»), dc
mismo de la historia salvíflca cristia- ha penetrado todavía. Otra cuestión nifestación fonética de un concepto cualquior ente, en un grado csc¡rcial-
na (por tanto, tal vez se los podrÍa es si esa relación inevitable al cristia-
intelectual (a diferencia de los soni- mente diverso (análogo), quc corrcs-
considerar como aferrados a una nismo seguirá dándose siempre. Dc
herejía trinitaria).
dos generalmente inarticulados de ponde al grado de ser del ento en
este concepto teológico de paganis- Ios animales) o de un conocimiento, cuestión. En ella res,ide también el
En todo 1o dicho no sería licito mo hay que eliminar todo juicio pe- y iuego este mismo conocimiento último fundamento de la posibilidad
pasar por alto que (bíblicamente) yorativo sobro el nivel cultural del
paganismo se refiere al grupo reli- respectivo pueblo y sobre el valor
sensibie e intelectual (la <<palabra de que Dios se comunique a sí mis-
interna>> o <<verbo interno>). Por mo (-+autocomunicación, -+gracia,
gioso e histórico (y a los individuos histórico de su religión: los paganos razón de la -)trascendencia del es. ->visión de Dios, -+revelación).
sólo como miembros de ese grupo) no tienen por qué ser ni cultural ni píritu y de la posibilidad de la ne- Si esta autoexpresión de Dios acon-
que no pertenecía al pueblo de la religiosamente «primitivos>>. Con res- gación en el conocimiento análogo, tece en palabras humanas, tenemos
alianzu Mirándolo con precisión teo- pecto a lavaloración de las reli- en tra palabra puede captarse y expre- lo que se llama palabra de Dios
lógica, habría que decir: «Paganos>> giones paganas, cf. -+religiones no
son los hombres. históricamente es- cristianas.
sarse lo que no tiene presencia ni sencillamente. Así, el mensaje de
facticidad alguna en nuestra expe- Ios -+profetas, de -eJesucristo, de los
tructurados en nacionalidades, que Lo decisivo en este concepto no es riencia interna o externa. Por con- -+apóstoles, de la ->Iglesia; la pala-
en su estructura como <<pueblos>>, de Ia negación láctica del cristianismo. siguiente, la palabra es eI modo de bra de Dios en la -+§¿g¡¿d¿ [,5-
hecho, no han sido todavia alcan- sino la ausencia en Ia historia del facticidad objetivable, si bien <<aná-
zados histó¡icamente por el requeri- pueblo rcs¡rectivo de un encuentro de
critura. La ->palabra humana, por
loga>r. de Dios en sí y en sus dispo- razót de su peculiaridad propia, tiene
miento del cristianismo o se han suliciente relieve histórico con el siciones libres, a diferencia, p.ej., del la -+potencia obediencial de ser pala-
cerrado en él en nombre de su pro- cristianismo. Si esto es verdad, en-
pia tradición histórica. mero estado de ánimo, música, etc. bra de Dios; sin que por ello vaYa
tonces el paganismo, tomado en este
El indiüduo que, adelantándose a La -Jrevelación y ->teología cris- en desdoro de ésta ni la convierta en
sentido, deja hoy de existir con la tianas, en cuanto notiflcaoiones ob- palabra meramente humana al que-
su propio pueblo y a la historia de eclosión ahora iniciada de occidente jetivables y transferibles del ser y dar sometida a las condiciones de
éste, abandona el paganismo y se a rrna historia universal planetaria, de la conducta ll'bre de Dios, que posibilidad del conocimiento humano.
hace cristiano, podria ser llamado, en Ia que todo pueblo y todo ám- no puede aparecer ni leerse en el La palabra humana puede conver-
todavía hoy y con pleno sentido, bito cultural se convierten en mo- mundo, tienen lugar, sobre todo con tirse en palabra de Dios, por obra
<<cristiano pagano». El -+politeísrno mento interno de los demás p'ueblos respecto a su carácter social, en la y por el uso que de ella hace Dios,
se considera a lo sumo como ele- y de las demás culturas. Y si esta palabra que es elemento esencial en tres aspectos: a) La palabra trtt-
mento secundario, láctico y rudimen- eciosión no hiciera desaparecer eI constitutivo incluso para el ->sacra- mana queda de tal manera formada
lario del concepto de paganismt,. paganismo en e1 sentido citado, por
mento. por Dios en virtud de un influjo
El concepto de -+ngsp¿g¿nismo, así lo menos le haría entrar poco a carismático en los profetas, que ex-
como los intentos de revalorización poco en una fase teológica totalmente
Patrabra de Dios. En el sentido presa lo que Dios quiere decir al
del concepto «pagano>) por parte de nueva; nos encontramos con una objetivamente más originario, aun- hombre; y Dios, con ayuda de la
los incrédulos modernos que se sien- historia única del mundo en la que. que para nosotros el más traslaticio,, palabra humana, puede decirl6 todo,
ten orgullosos de ser paganos, hay como unidad, se enfrentan dialogal-
que rechazarlo como inapropiado mente cristianos y no cristianos, es
se liama Palabra de Dios al -)Lo- si bien analógicamente. La razón
gos, a la segunda persona divina de es que la palabra humana, como pa-
teológicamento; o, por 1o menos, ha decir, paganos <cviejos>> y <<nuevos» la Santísima ->Trinidad. En él se labra del espíritu, no tiene funda-
de usarse con la mayor prudencia. üviendo ahora en la misma situación. apoya y se realiza en el grado más mentalmente por la -+analogía del
<<Neopaganos» postcristianos son, Todavía no so ha pensado verdadera- alto, irrepetible y absoluto el hecho ser, frontera alguna que, de forma
por lo menos, los que, bautizados o mente en serio 1o que esto signi- de que el ente es expresable, que el radical y para siempre, deje ciertas
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Ralr-Vorg. 17
Palabra de Dios Papa

realidades fuera de su horizonte. nipotencia de Dios, como algo dis- l.:r tltrctrina católica lo ha rechazado que correspondieron a Pedro como
á/ I.a palab¡'a lrumrna va acompaña- tinto de éste, sino que es el desarro solcrttncntcnto (Dz 31 432 1782 cabcza de los titulares de la ar¡to-
da por la -+gracie de tal manera, llo de la esencia propia de Dios, Itt03 s). ridad cn ia Iglesia (aunque no en
que la realizción de su oir en fe, su autoexplicación lógica u óntica la misma ¡lsición que tuvo Pedro,
por estar sostenida por la gracia, y su manifestación. <<Dios)) es una P:rpa, término oficial que designa pues junto con los demás apóstoles
es decir, en último término por flórmula aplicable al mundo, aunque lLl obispo de Roma en cuanto cabeza formó Ia gcnr:raeiórt plimcra y sicm-
Dios mismo, no circunscribe esa pa- las relaciones precisas entre el ser tlo toda la Iglesia. Según la doctrina pre básica de Ia Iglcsia). Para un
labra objetiva a la aprioridad mera- y devenir, entre Dios y el mundo católica, Jesús ha fundado la so- pensamiento vcrdaderamente históri-
mente humana del conocimiento, ni pueden ser concebidas de manera ciedad de los que creen en É1, la co, es decir, quc reconozca tanto las
la convierte así en una palabra oída muy distinta: como -)emanación, -+lglesia, bajo la dirección autori- diferencias como la continuiclad, es
al modo meramente humano. c,) La como cuerpo, como -)evolución, co- tativa de los -+apóstoles, elegidos obvio que, en el transcurso de la
palabra humana es una palabra ra- mo apariencia, como modificaciones también por El, y señalando asimis- historia, la pretensión antes expues-
dicalmente <<exhibente», eficaz (que o maneras de manifestarse, como mo una cabeza dentro de este cole- ta del obispo de Roma, así como
llega al máximo de su eflcacia en identidad absoluta adialéctica (rmo- gio apostólico. Como tal personali- la formulación y conocimiento de
los -)sacramentos), puesto que en la nisrno). dad dirigente en ese colegio apostó- los poderes papales, han sufr.ido una
gracia a ella vinculada se hace pre. Un verdadero panteísmo, es decir, lico nombró Cristo a Simón, a quien evolución no carente de fluctuacio-
sente y se da en propiedad la cosa un panteísmo que fuera no tan sólo dio el nombre da Kefas (griego : nes. I-a dogmática católica acerca
misma de la que se habla. una formulación inexacta de la ab- roca) (Mt 16, 18; cf. 10, 2). Jesús del papa llegó a su exposición más
soluta referencia de toda realidad mismo describe su función como la precisa y completa en el t concilio
Panenleismo. Esta lorma de -+pan- finita a Dios, y de la presencia dc de fundamento roqueño de su lgle- Vaticano de 1870. Según ella, la po-
teismo no pretende identificar sin Dios en toda la creación, es religiosa- sia, como administrador en esa testad del papa hay que concebirla
más al mundo con Dios a la manera mente irrealizable. Lo es, primero, Iglesia, que tiene las <<llaves» de ella como primado supremo de, juris.-
monística (Dios : el <<todo>>), pero porque destruiría el carácter de -rre- (-+llaves [poder de las]) con plenos dicción (Dz 1822-1825) y como su-
sin embargo quiere concebir el <cto- ligión como adoración, oración, acep- poderes de atar y desatar (->atar Y prema autoridad docente (Dz 1832)
do>> del mundo <<en>> Dios, como tación de la propia ñnitud, respon- desatar [potestad de]) válidos ante en la Iglesia.
su modificación intrínseca y como su sabilidad, como confesión de Ia cul- Dios, como potestad de jurisdicción El primado de jurisdicción impli-
manifestación, si bien Dios no que- pa, etc. Segundo, porque sólo restaría sobre todo el rebaño de Cristo, co- ca, en virtud de la ordenación divi-
da ahí anulado. La doctrina de ese un simple sentimiento vago de lo mo misión de robustecer en la fe a na, un verdadero poder episcopal in-
ser del mundo en Dios es falsa y <<numinoso>> de la. propia existen- sus hermanos (Mt 16, 16 ss; Ioh 21, mediato sobre toda la lglesia, inclui-
herética cuando (y sólo entonces) cia, o convertiría en una mera nega- l5s; Lc 22,32). dos los restantes obispos (d.f.: Dz
niega la -+creación y que el mundo tividad ante Dios a Ia propia finitud, Puesto que Jesús quería que' su 1827 l83l); por tanto, una suprema
sea distinto de Dios, no sólo Dios que ha de permanecer y ha de ser Iglesia perdurara hasta el fin de los potestad legislativa, judicial e ins-
del mundo (Dz 1782). De 1o con- bienaventuradamento definitiva. El tiempos, y Ia muerte de Pedro esta- pectora en la Iglesia. Como maestro
trario, no es sino una llamada a la panteísmo es falso desde el punto de ba prevista (loh 21, 18 s), Y Puesto supremo, se ve preservado del error,
-+ontologia para que piense la rela- vista metafísico, puesto que anula que aun on el medio religioso de goza de la inerrancia en materias de
ción entre e[ -+ser absoluto y el la distinción radical del objeto finito entonces la idea de sucesión era fo que Cristo prometió a su Iglesia
finito de una manera más profunda con el fundamento incomprensibie algo obvio, Jesús tuvo que haber (d.f.: 1839), de Ia -+infalibilidad.
y exacta; es decir, captando el condi- (horizonte, misterio) y con el <<ha- querido esta cabeza personal directiva Esta doct¡ina de Ie obligatoria del
cionamiento mutuo de la unidad y cia de la trascendencia, el
dónde>> del cole,gio de los apóstoles Y de t concilio Vaticano no implica que
diferencia que crecen proporcional- fundarse Dios también en lo finito sus sucesores, como institución per- teó¡icamente hayan qr.ledado del to-
mente. y no sólo al
revés; distinción que durable (cf. Dz 1824s). Ahora bien' do aclarados cada gno de los pro-
viene dada en la experiencia más ori- Pedro murió como obisPo de Rimo blemas acerca de la relación del
Panleismo es la doctrina, presen- ginaria e ineludible de la trascen- en Rorna y, de hecho, nunca ningún papa con respecto a la Iglesia total
tada de las maneras más diversas, dencia. Además, el devenir finito otro miembro de la Iglesia ha preten- y, sobre todo, con respecto al epis-
segÍrn la cual eI -)ser absoluto de e incluso el mal serían un momento dido ser el pn>pietario de esos ple- copado en conjunto (cf. -+obispo,
Dios es idéntico con el mundo. Por intrínseco en Dios, cosa que es del nos poderes sobre la Iglesia dados a -+concilio).
lo tánto, la realidad captada por nos- todo incompatible con la plenitud Pedro a perpetuidad. Por tanto, se- Tampoco implica que. en la prác-
otros, finita y deveniente (-+contin- absoluta de ser y, por tanto, con la gún la doctrina católica, el obis- tica, la forma concreta histórica del
gencia) no ha sido originada por bondad por antonomasia. Ni el AT po de Roma es el sucesor de Pedro actual primado pontificio no pueda
-+creación en virtud de la libre om- ni el NT conocen panteísmo alguno. en e§os P1enos poderes Y funciones, tener ulterior evolución histórica al-

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Papa Parto virginal
guna. Podría ser, p.ej., que en la tanto, on todo cristiano, en repre- tlo cncontrarse en el fundamento de amor, se consuma como autocomu-
práctica se volviera a distinguir con sentación de Jesús (<<otro>> Pa¡ácli- la esencia, puede concebirse incluso nicacjón de Dios en la gracia 1 en
mayor claridad que ahora la función to) y como espíritu de la verdad que cn la cultura prirnitiva, adaptándose la gloria, entonces puede entenderse
dei papa como patriarca do la Igle- éste da y que «procede del Padro>>, peilectamente con 1o que la Escritu- que el concepto de participación, mis-
sia occidental, latina, específlcamente enseña, explica y testifica esa ver- ra y el magisterio entienden (Dz 101 te¡ioso de suyo (dos siguen siendo
<<occidentab>, y como primado de dad rectora y salvadora, es esa misF 788 2123) por carácter histórico de dos y, con todo, son mutuamente
toda 1a Iglesia, Podria ser que se ma verdad y capacita a los apósto- las narraciones del Génesis. uno en la participación), tenga que
hiciera prácticamente más claro en les para dar tal testimonio. Puesto ser un concepto clave en la teología"
la conciencia de la Iglesia el signi- que dicho Paráclito enseñará <<todo>> Parenesis (griego : exhortación).
ficado autónomo del episcopado co- lo ulterior (Ioh 14, 26), la Iglesia Palabra biblica que pone de relieve Panto virginal. Térmi¡ro técnico de
mo institución de derecho divi- actual le reconoce también su asisten- un momento esencial de la -)predi- la historia de las religiones, que no
no. que el papa no puede suprimir cia. Cf. además -->pneuma. cación cristiana (y del anuncio del so refiere a la fo¡mación biológica
(ct. Dz 1828). mensaje en general). La parenesis no tlc un feto en el seno de una rirujcr
Podria suceder que se hicie¡a más Paraiso (antiguo oriental - <<jar- cs una mera enseñanza, sino el mis- sin intervención del hombre. Esto
refleja, en lo que toca a sus conse- dín>>) designa las condiciones devida mo traer a presencia Ia agraciante podría tal vez acontecer por parle-
cuencias prácticas, la circunstancia y constitución existencial, de orden realidad anunciada, como liberación, nogénesis, aunque todavía no se ha
de que el papa, incluso cuando ejer- interno y externo, de los primeros consuelo, capacitación y posibilitaciór-r probado científicamente y con todas
ce su potestad primacial y su autori- hornbres (-+Adán, ->Eva, -->mono- de su aceptación, y asi también co- las garantías que haya ocurrido al-
dad docente infalible de manera genismo) con anterioridad a su pe- mo requerimiento y tarea, como ley guna vez. Parto virginal, como tér-
personal, lo hace siempre corno ca- cado (-)pecado original), tal como clue exige, al tiempo que dona la mino técnico, se reflere al nacimiento
beza de la lglesia. Por otra parte, quedan establecidas con popular cla- capacidad de su cumplimiento. de un hombre debido a Ia unión.
queda claro que una religión de ori- ridad en Gen 2 y 3 (Dz 2302 2329). entre un dios y una mujer. La narra-
gen divino y que, por tanto, tiene El -)«p¡¡1s de partida>> puro, ino- Participa,ción es una palabra ge- ción del nacimiento de -+Jesucristo
que ser autoritativa; que es escato. cente de todala historia de la hu- neral que designa el hecho de que es fundamentalmente distinta a Ias
1ógica y, por tanto, tiene que tener manidad, como auténtico punto de un ente, en su modo de ser, puede de la mitología griega. Originaria-
una obligatoriedad inabolible; que partida, es decir, como verdadero ser, de las formas más diversas, de- mente sólo fue conocido en un círcu-
ha de ser católica, o sea mundial, hontanar de lo venidero, tiene que tcrmi¡rante para la esencia y propic- 1o reducido, mientras la opinión ge-
universal; que, a pesar de todas sus c()ntener lo vcnidero cn pura primiti- dades de otro. Toda causa que pro- neral hacía a José padre de Jesús
implicaciones sociales, ha de seguir vez y plenitud. Tiene que ser mero duce eficientemente algo distinto de (cf. Mt 13, 55; Lc 3, 23); está con-
siendo personal; una religión en la punto de partida de una evolución e si misma proporciona inevitablemen- tenido en los pasajes de la infancia
que Dios lleva a cabo su obra sal- historia que comienza en él a deve- tc al efecto cierta semejanza con de Jesús (Mt l, 18-25; Lc 1, 26-3tl),
vífica por la preservación del hom- nir: semilla y promesa. Esta dialéc- respecto a sí misrna; y de esa ma- que se compiusieron con independen-
bre siempre amenazado y no por tic¿ necesaria e insuperable de una nera le hace <<participan> de ella. cia mutua y con finalidad distinta:
medio de un libro, etc., como mag- afirmación etiológica retrospectiva Ulteriormente, uno puede dar al para exponer el cumplimiento de las
nitud (<objetiva>>; queda claro, de- (-+etiología) sob¡e los orígenes, hay otro participación de sí mismo por esperanzae mesiánicas judías (Lc) o
cimos. que una religión asi tiene que que tenerla en cuenta, si se han de medio de autocomunicación. Ésta para probar la ascendencia davídica
tener en su constitución social el comprender las enunciaciones bíbli- puede asimismo tener ltrgar de las de Jesús (Mt). De la comparación de
cargo y autoridad que nosotros lla- cas acerca del paraíso. Las elevadas l'ormas más diversas. El alma da al las luentes se deduce que 1o que
mamos papal. La fe, la confianza y representaciones acerca de la gracia cuerpo participación en su vida por se narra primariamente es la digni-
la paciencia que vienen de la gracia del ->estado original de los prime- medio de una propia <<informació»> dad de Jesús como Hijo de David,
de Dios, soportan la carga que ese ros hombres (-+integridad, ->inmor- óntica, quo no es sino uno de Ios Mesías, Hijo de Dios, y como conse-
ministerio implica para el hombre talidad) no excluyen un punto de géne¡os de -+causalidad intrínseca. cuencia de ella el parto virginal (cf.
que lo desempeña, hasta la llegada partida económica y <<culturalmente>> Dos entes personales espirituales pue- ->virginidad, -)María). El parto vir-
de la -->brxlle¿ra de Dios. primitivo. Primitivez que no ha de den conferi¡se participación recípro- ginal pone realmente de manifiesto
pensarse sólo como resultado del ca por medio de una <<comunicación>> que en Jesús acontece, por una par-
PaÉclito (griego : abogado, de- pecado. La pura armonía con Dios personal mutua. Esta alcanza su pun- te, un nuevo comienzo absoluto de
fensor, ayudador, consolador). En en la gracia como capacidad plena to culminantE en la -)autocomuni- la historia de la realidad, no de la
Ioh 14, 16. 26; 16, 7, el *»Espíritu para disponer por sí mismo, no es cación de Dios. Si todo procede ideología, y, por otra, una aceptación
Santo recibe el nornbre de Pa¡áclito necesario pensarla como un largo de uno y así participa de Dios; si salvadora ddl pasado. El parto virgi-
por cuanto en los apostoles y, por periodo de tiempo. Como un modo el anonadamiento del Dios, que es el nal, bien testific¿rdo históricamente

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Parto virginal
Pasión
y ya impugnado en la polémica ra- tonces queda revelado para todos 12: Act 1, 7;7 Pet¡ 3, 8-lO; I Thes utilizando su don de pan y el ofre-
bínica, se encuentre ya en el símbolo (pues todos quedan consumados en .5. I ¡, y que sóIo se desvela lenta- cimiento dc la copa a todos los asis-
apostólico de la fe (ct. Dz Z 6). 1o deflnitivo de su salvación o per- nronto a la experiencia de toda la tentes como pndre de familia. La ce-
dición) que el punto de partida de Irumanidad. lebración pascual de la comunidad
Pan¡sia es la palabra griega con la irreversibilidad de este proceso y [,a auténtica expectación inminen- cristiana c()nmemora a la vez la ins-
la que se designa lo que llamamos su fundamento sustentador, su sen- tr: de la parusia sigue siendo válida titución de la antigua y de la nueva
corrientemente, en el lenguaje nor- tido central y su p,unto culminante, y cada vez más importante a través alianza (vísperir pascual).
mal cristiano del idioma castellano, es la realidad del resucitado, que do la lenta manifestación de la mag-
la segunda venida del Señor (c{. Mt <<vuelve>> en cuanto que todos lle- nitud e inmensidad do la historia Pasión. l. Pasión, en scntido de
lO, 23; 16, 27 s; 19, 28 e.p.; Act l, gan a É1. intratemporal del mundo. La mag- padecer, designa cn primer lugar la
1l; 2 Petr 1, 16; Apoc l, a. 7). Sig- nitud creciente del mundo y de la forma en que el mundo se con-figu-
nifica poco más o menos <<presencia Parusia (expec'tación inminente de historia queda abarcada por la cer- ra en el -respíritu humano (passio
salutífera>> de Cristo en el dofinitivo la). La comunidad primitiva tenía canía absoluta de Ia automanifesta- en Tomás de Aquino), quc espontá-
y ya palmario desenlace de la histo- la acertada convicción, por otra par- ción do Dios, quo aconteció ya de y con toda nece-
neamento, siempre
ria universal y de la revelación. La te fundamental para la inteligencia manera irrevocable o irresistible en sidad se expone al mundo, y a la
expresión <<segunda venida¡> no es que el cristianismo tiene de sí mis- el hombre-Dios. La expectación in- vez la experiencia de eso mismo es-
del todo afortunada, pues podría fal- mo, de que con la muertg y resu- minente indiüdual y necesaria es tar expuesto al mundo que es pro-
samento sugerir que por su medio va rrección de Cristo Dios mismo se siempro la de la propia -)muerte. pio del espíritu humano.
a voh'er a suceder 1o que ya ocurrió había prometido ai mundo de ma- El carácter negativo de la pasión
una vez. Pero no es la presencia ne¡a absoluta e irrevocable, por lo Pascha (extranjerismo griego, del reside en que el hombre, en esta re-
del Logos eterno en Ia carne, en quo no había que esp,erar otro pe- hebreo pesah : tránsito) es Ia re- ferencia al mundo, experimenta a
la consagración por la muerte de ríodo salvífico esencialmente nuevo petición (-->anomnesis) anual de la partir do é1 una debilitadora contra-
nuestra existencia histórica, lo que y, en este sentido, el ñn de los eones primera pascua de Is¡ael en Egipto, dicción tanto intrínseca como ex-
quedará revelado en la parusía, sino (+eón) había ya llegado. Estas como recuerdo del salvamento de trínseca. Este es el caso cuando dicha
la consumación de la historia de ideas tenian que suscitar la impre- los primogénitos de Israel y en con- referencia está preconfigurada de
Cristo y del mundo, en el Dios que eión de quo la patentización total memoración de1 éxodo de Egipto manera hostil a Dios o a la salva-
queda inmediatamente revelado en do esta situación escatológica, la (Ex 12, 12-14, 24-27, etc.). Se cole- ción (-+pecado original). Entonces
su majestad (cf. Mt 24, 36 25, 31 ss; -+parusía de Cristo, había de pro- braba el 14 del I mes (nisán: mar- el hombre tiene la misión de acep-
I Thes 5, 2; 2 Thes 2,2ss; Apoc 20, ducirse dentro de un plazo muy cor- zolabril) por medio del sacrificio de tar total y exhaustivamente esa sl-
1l ss; 22, 17. 20». Y el hecho de la to cuyo fin estaba ya a la üsta (cf., un cordero en los lugares cúlticos tuación que pesa sobre él; de reco-
-tresur¡ección do Cristo fue precisa- p.ej., I Thes 4, t7; Pltil 4, 5; Hebr (templos) y banquete sacrificial do gerla integrándola, modificándola, de
mente el punto de partida (no la 10, 37; Iac 5, 8; 1 Petr 4,7; I loh una familia siguiendo un ritual ya transformarla en un momento de su
mera restauración reiterativa) de ese 2, l8r Mc 9, l; Mt 10, 23; Lc 9, 27; detor¡ninado: los participantes se po- propia autorrealización (activamen-
proceso ya comenzado una vez e acerca do esto, Dz ZO33 Z179.8l). nían en situación de partir do viaje, te pasiva y pasivamente activa). Lo
irreversible que ahora se prolonga Tanto más cuanto que el cristiano con pan ácimo, verduras amargas, cual es totalmente opuesto a un de-
en Ia historia de Ia salvación del in- jar
dividuo y de los pueblos, concreta-
tiene que impetrar y esperar esa apa- diversas rondas de vino, alusiones hacer nreramente pasivo. Y esa
rición de la instauración definitiva al éxodo y cantos de alabanza. La misión tiene que llevarla a cabo de
mente por medio de las <<postrime- de la salvación ya fundamentalmente pascua e.s la anamnesls de, la insti- tal mane¡a. que en ella se decida el
rías>> (-+¡6yisimos) de cada hombre: acontecida. En esta perspectiva des- tución del pueblo de la alianza, por hombre en I'avor de Dios y la situa-
Ia introducción del mundo en la auto- apareco el distanciamiento cntre la part.e de Dios, en la liberación de la ción caída se convierta en momento
comunicación glorificante de Dios, instauración definitiva de la salva- esclavitud en Egipto. El cordero pas- positivo de ia decisi[rn personal, en
la victoria de la gracia salvadora o ción y su aparición como @nsuma- cual es ->ttypos de Cristo (1 Cor 5, momento que posibilite por primcru
la realizactór' del definitivo no del da. Pero si el NI formula con f¡e- 7; cf. también I Cor 5, 6-8; Mc 8, vez la profundidad de esa decisión.
hombre a esa autodonación divina, cuencía su expectación con esta pers- 15; Gal 5, 9, con respecto al sentido En esto senlido, la pasión se mani-
por el que el mismo hombre es con- pectiva, no niega el distanciamiento típico del pan ácimo). Jesírs celebró fiesta entonces como algo «querido
denado. ni profiere afirmaciones obligatorias la santa cena como banqueto que por Dios>>. Éste lue el caso en Jesu-
A Ia consumación de ese proceso, respecto a su magnitud. por el con- instituía la nueva alianza en la anti- cristo. aunque de una mane¡a insu-
cuya duración intramundana nadie trario, sabo muy bien que la deter- cipación cúltica de su muerte. Todo perable e irrepetible. Jesris tomó
conoce, llamamos parusia de Cristo. minación de ese tiempo es un secre- ello en el marco de la celebración positivamente la pasión y la hizo
Lo llamamos así en cuanto que en- to conocido sólo por Dios (Mc 13, veterotestamentaria de la pascua y expresión de la apropiación total del
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)
Pasión Prtristic:r

hombre por parte de Dios. Esta ha- o teologia de la práctica de la [gle- respeto (-+adoración) a El y obe- padecido en Jesús. Suponiendo, cla-
zaña de Cristo no la podemos repe- sia. En sentido general, teoiogía diencia a su ley. Sin embargo, en ro está, que no niega la divinidad de
tir ni copiar, en cuanto que nuestra pastoral es la reflexión teológica acer- sentido especificamente cristiano, Dios este (rltimo. Talcs ideas las defendie-
capacidad de padecer radicalmente ca ds Ia autorrealización de la Igle- (propiamente: la primera -+persona ron, en los s. tl/ttl, Noelr>, Praxeas
y do transformación personal no está sia como actuación salvifica de Dios de la Santísim¿ -+Trinidad) es Pa- y el -)sabclianismo.
plenamente a la altura de la situa- sobre el mundo, tal como sucede y dre de los hombres en cuanto que
ción concreta (-)concupiscencia). tiene que suceder dada Ia esencie dc por medio de la ->autocomunica- Patrística dcsigna cn la historia
la Iglesia y dada la situación en que ción de su esencia divina (-+gracia, de la Iglesia, de los dogmas y dc la
?. En la ñloscfía y psicología es- en cada caso se encuentra el rni-rn- -)justificación, ->Es,píritu Santo) teología, el periodo dc los ->padres
colhsticas, se llama pasión a 1a ca- do y la Iglesia, situación que he de convierte a los hornbres, de una ma- de la lglesia, es dccir, la época es-
pacidad apetitiva sensible (-+sensi- aclarar de manera refleja la 1¿6!¡9ía nera sobrenatural graciosa, en sus tudiada por la -+patrología. Desde
bilidad) y a su actualización. Tomás pastoral. Por 1o tanto, ésta ntl se propios hijos 1-+filiación divina, el punto de vista de la historia de
de Aquino la desmembra en apetitos refiere sólo a la actuación del sacer- -)regeneración). Los configura a la los dogmas, sobre todo en cl oricrttc,
concupiscibles y productores ( pussío- dote en lo tocante a la cura de al- imagen de su Hijo, sellados por su representa el periodo de estructtrra-
ttes irusclbíle's). La a«ualización de mas, sino a la actuación salvificante -)Pneuma (Rom 8), partíciPes de la ción de los dogmas trinitalios y cris-
las pasiones concupiscibles acontece de la Iglesia en general. No hay que nafuraleza divina (2 Petr l, 4), na- tológicos en lucha con el -)mo-
por pasos: agrado-apetito-placer, o considerarla como mera ciencia (teó- cidos de Dios (Ioh 1, 12s; 3, 3-5; narquianismo, -rsubordinacianismtt,
en sentido contrario, desagrado-hui- rica) que expone Io que se desprende 1 Ioh 3, r-9). -)arrianismo, -)monofi sismo, -)nes-
da-aflicción. Lo mismo puede decirse de la eclesioilogia y de la moral con torianismo (junto al -)monoteletis-
de los apetitos productores: esperan- validez universal aplicable a este Patri¡rcas (griego - padres pri- mo) y del desarrollo de la doctrina
za y atrevímiento o. contrariamente, caso, sino como ciencia práctica meros, padres del comienzo). Reci- de la gracia por san Agustín en lu-
abati miento-miedo-i ra. (existencial) que intenta reflelar lo ben el nombre de patriarcas las gran- cha con dl -+pelagianismo. Desde
Estas pasiones, comparables a las que hay que hacer precisamente aho- des ñguras de la historia salvífica del el punto de vista de la historia de
de la psicología actual,
<<tendencias>> ra y que sólo se reconoce como tarea AT: Abraham, Moisés, etc. Ahora la teología, se distinguen ya en este
son por naturaleza buenas, segúrn la si la situación presente se hace ohje- bien, el -rAntiguo Testamento no período diversas escuelas, sobre todo
teología católica. Sin embargo. re- to de un análisis teológico a la y-ez es sino la prehistoria cercana de la la alejandrina y la antioqttena
quieren en su actualización ser diri- que socio;lógico. encarnación, interpretada en los es- (+Alejandría [escuela teológica de],
gidas y ordenadas por la razón. En- La doctrina acerca de la cura de critos del AT y que representa una -)Antioquía [escuela teológica de])l
cierran en sí el peligro de separar- almas sacerdotal en sentido estricto fracción insignificante dentro de la todavía hay que luchar científicamen-
se de la unidad total del hombre (individual y colectiva) tiene necesa- historia de la humanidad. Además, te contra el -+paganismo y se inten-
y de independizarse parológicamente, riamente su puesto dentro de este en ella actin ya de manera oculta la ta, por medio de una prolongada
de tal manera que el -+pluralismo tema general. La teología pastoral, gracia de Cristo, por la voluntad confrontación y contacto con alter-
esencial del hombre se desintegra en que de esta manera no sólo tendría salvifica de Dios (-+salvífica [vo- nativas de fracaso y éxitos, una sín-
un estado de escisión. Iln el hombre que tratar de la <<táctica>> a seguir en luntad de Dios]). Por tanto, esos pa- tesis entre el cristianismo y la con-
afectado por el pecado original, las la cura de almas práctica, qi¡,: que triarcas quedan ya interpretados en cepción del mundo propia de la
pasiones pueden ser el <<lugao> en el tendría que fljar de manera teológi- la Escritura de mane¡a <<cristiana>> cultura y filosofía clásicas. La patrís-
que se manifiesta el elemento nega- co-sociológica y críticamente norrna- y propuestos como padres y mode- tica en oriente piensa ante lodo
tivo de la -+concupiscerrcia. Por otra tiva incluso la «estrategia» de la lgle- los de nuestra fe (cf. Mt 17, 3; Rom <<cósmicamente»; es decir, entiende
parte, son ellas las que irnpelen al sia en conjunto, sigue siendo todavía 4; 1 Cor lO, 1-12; Hebr ll, etc.), la historia do la salvación en cuanto
hombre en gracia, con una saluda- un sueño incumplido. sobre cuyas decisiones histórico-sal- divinización del mundo por medio
ble inquietud, a ser más y más ple- víñcas so sigue apoyando nuestra de la encarnación del Logos, como
namente hombre. Por 1o tanto, una Paternidad de Dios. En un sgr¡ti- existencia en cuanto histórica. principio del mundo desde su co-
vez más siguiendo a Tomás de Aqui- do amplio, Dios puede ser llamado mienzo mismo, y por medio de la
no, es inmoral querer eliminar cons- Padre de los hombres en cuant.¡ que, Patripasianismo, nombre que se resurrección.
cientemente las pasioncs. como por en virtud de la -+creación. +con- da en occidente ¿r los seguidores del Por eI cont¡ario, en occidente se
diversos motivos exigían Platón, Suá- servación (del mundo), -+concurso Jmonarquianismo fieles también al piensa más <<personalisticamente»:
rez, Kant, etc. divino y ->providencia divina, es el -)modalismo. Quien niega la verda- se concibe la salvación como diálogtr
l'undamento personal, bondadosr:, sa- dera ->trinidad de Dios en sí, sólo entre el hornbre pecador y Dios, quc
Pastoral (feologia). Tal vez sería bio y poderoso del mundo y, ante puede decir que la única persona de le da su amor. En todos los aspcct()s,
mejor hablar de <<teologia práctica>> todo, do los hombres, que Ie deben Dios, es decir, el Padre mismo, ha l¿rs diversas concepcitltrcs de l¿r filo-

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Patristica Pecado

sofía antigua, sobre todo el -+neo- Fa¡¡lina (teologia). Se ilama así a cado, de Ia -)muerte por medio del tal, Rom 14, 11), dentro del ámbito
platonismo, tienen un gran influjo en la doctrina revelada e inspirada que
la manera como el cristianismo llega propone san Pablo en sus cartas y -)Fncunta del Cristo cruciñcado y terreno pcrmancce nccesarialnente en
restlcitado, qlre no conoce
el en peligro y sicmpre realizada sólo de
a entenders,,e a sí mismo. Sin desvir- que representa una parte constituti- hombre ninguna condición previa manera parcial.
tuar su substrato originario, esta fllo- va esencial y permanente del NT y, para la salud. La teología paulina
sofia brinda sus magníficas posibili- por tanto, del cristi.anismo. Por muy es rina teologia de la historia, de la Pcc.rdo (como lrccho), en sentido
dades de expresión, aunque llevando importante que sea como fuente y Iglesia total como cuerpo de Cristo pleno (pccado mortal), cs la decisión
también consigo sus indudables pe- norma de fe, con todo, es sólo el (->Cristo [cuerpo de]), de los sacra- litrre, existencialmentc radical, con-
ligros. El esquema ascensional mo- desarrollo subsecuente (personal y mentos del bautismo y eucaristía, Y tra eil orden dc la rraturaleza y
nástico, platónico-gnóstico, enten- condicionado por la situación) de lo de la -+palabra de Dios eficaz (y, de la gracia y contr¿r la voluntad de
diendo el camino de salvación como quo el Jesús histórico dijo sobre sí en ella, también de su apostolado). Dios manifestada en la rcvelación
espiritualización ascendente y supe- mismo y sobre su obra. Pues por oral (cf. Dz 808 837 U38; presupues-
radora del mundo, domina todavia difícil o imposible quo parezca es- Paz es en la Escritu¡a el don por tos: conocimiento pleno, libcrtad y
demasiado, en perjuicio dol perdu- tablecer una separación histórica en antonomasia de Dios mismo a los materia grave; d. -+ acto). En el
rable descenso dol Logos como rati- los casos concretos entre las afirma- hombres. En el AT se promete esta pecado, la criatura se niega a cum-
f,cación deñnitiva del mundo. La ciones originarias de Jesfis acerca de
Wz, en cua¡to tal, al pueblo elegi- plir la voluntad del Cre¿dor con
inexactitud en la distinción de Jna- su persona y de su misión y la co- do, siendo Jesucrhto el que la trajo respecto a las estructuras fundamen-
tuxaleza y gracia carga a la Iglesia rrecla interpretación teológica que al rnundo. Más exactamente, en un tales de su creación y do su -)alian-
y aI mundo de un modo a la vez este autotestimonio encontró ya en sentido bíblico-teológico, paz es la za (esto en el concepto de pecado
excesivo o insuflciente. La flloso- la comunidad primitiva, en la pre- <<salud>> conseguida para los hom- del AT), a cumplir la voluntad dc
fía se convierte en teología y ésta dicación do los apóstoles y en los bres y para el mundo en virtud de Dios con respecto a su -+autocomu-
en filosofía; la Iglesia se convierte en sinópticos, es, sin embargo, indiscu- la victoria sobre la fuerza esclavi- nicación a la criatura en la -+gracia,
Iglesia estatal y el Estado en Estado tible que Cristo no se reconoció eo- zante de Satan y de la muerte, y en y de esta manera contradice también
eclesiástico, etc. Sólo en el apogeo lamente como reformador profético virtud del gratuito arreglo del con- su propia esencia y al sentido de su
de la escolástica como comienzo de y religioso, y por tanto como mero flicto entro el hombre y Dios, por libertad, que consiste en ser amor
la edad moderna se distinguen con iniciador de una fase de la historia medio del acto de capitulación total al valor supremo hecho realidad, aI
más exactitud naturaleza y gracia. de las religiones, abierta a lo impre- anto Dios, realizado en el acto de Dios personal. El pecado, aunque
Asi, el mundo se hace más profun- visible, sino como salvador absoluto obediencia de Cristo. Por lo tanto, contrario a la esencia, es posible; en
damente consciente de su tarea y el que en persona y obra es salvación paz es ia paz qve es Cristo (Eph 2, cuanto hecho real, queda testificado
cristianismo de su propia peculia- y redención de todos, que en cuanto 14). Es la paz que Cristo, como re- por la experiencia de la propia li-
ridad. resucitado se maniflesta como punto velación de la autoentrega sin reser- bertad y por la palabra de la -»re-
de partida de la filtirna salud del vas de Dios, ha hecho con los hom- velación (en el AT: levantar la ma-
Patrología (historia de la literatu- mundo. bres (Act 10, 36; Col 1, 20). Es la no contra Dios, Num 15, 30, etc.).
ra cristiana de la antigüedad) es la La teología paulina desarrolla este paz que sólo Cristo puede legar (Ioh Como mysterlum iníquitotis (mis-
ciencia que estudia la vida y los es- mensaje,. Pablo no es el fundador 14.27); algo permanente en el mundo teric¡ de la maldad; ->mal), partici-
critos de le5 -)padres de la Iglesia del cristianismo, sino que es, y él por obra del Espíritu de Cristo (Gal pa del misterio do la libertad creada,
y de los demás escritores eclesiás- mismo se reconoce como tal, el teó- 5. 22r Lc 2, l4). Por lo tanto, por que no sólo es posible partiendo de
ticos de Ia antigüedad. La exposición logo que reflexiona sobre un hecho más qr"re esa paz sea don de Dios, es Dios, sino también ante y contra
más detallada de sus doctrinas entra revelado: Jesús, su muerte en cnz tan-¡bién tarea propia de la Iglesia Dios; a pesar (y a la vez por esa
más bien dentro do la historia de y s,u resurrección. Pero la teología de Cristo, tiene que ser conservada misma razón) de la omnipotencia y
los dogmas (->dogmas [historia paulina es de importancia capital. Es por ella (Rom 12, 18; Eph 4, 3). La omnieficiencia creadora de Dios. El
de losl). Debido a la importancia de una teología de la '->preexistencia filosofía escolástica realza, sobre to- pecador, ante sí mismo, trata de se-
la -+tradición, la patrología es una de de Cristo como Hijo por anto- do. este último aspecto. SegÍrn To- pultar la culpa en las tinieblas, la
las principales ciencias auxiliares de la nomasia; una teología cristocéntrica más de Aquino, paz es el orden de aparta. Por más que el pecado mor-
teología histórica y sistemática. Ge- (-+cristocentrismo) que incluye tam- 1a convivencia sobre la base de la tal supone conocimiento y libertad,
neralmente, este período se consi- bién al mundo; teología de la uni- justicia (ST r-tI, q. 70, a. 3; rt-tr, y se realiza en 1o material concreto,
dera terminado en occidente con la versal necesidad de redención, de q. 180, a. 2). En cuanto que la paz esta libertad consciente en cuanto
muerte de san Isidoro de Sevilla la superación de los ¡roderes (sin puede considerarse, por lo dicho, culpa puede con todo realizarse, de
(636) y en oriente con la de san Juan olvidar los poderes angélicoo) escla- como fin escatológico (y segfrn la forma muy atemática, como actitud
Damasceno (749). vizantos de la (mera) -+ley, del -+pe- Escritrura ha de considerarse como y postura total del principio perso-
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Pecado Fcc¿do originnl

nal del hombre. Actitud y postura Cuando el pecado realizado por lrendiendo en su forma concreta de cht¡ estado con Lrn vcrdadero peca-
que no se pueden objetivar adecua- el hombre con plena libertad y ca- la disposición libre de Dios. La crea- do, cs decir, con un pecado personal
damente por medio de la reflexión, pacidad encuentre su estado defini- ción, hombre y mundo, exllresa y libremente cometido.
y asÍ el hombre no puede pronunciar tivo por medio de la resolución de revela por necesidad de su naturale-
un juicio totalmente seguro sobre sí la vida temporal en la muerte, el za la voluntad de Dios; y en su es- I. Doctritut da Iu Escritur¡t. Aun-
mismo (Dz 802; -+salvación [certe- pecado se convierte en condenación Lructura Ia mantiene inevitablemente que la ¡Érdida clc la ct¡nfianza con
za de la propial). (-)infierno). A pesar de que el pe- intacta, incluso cuando la lesiona que nuestros prinreros padres trata-
El reconocimiento del pecado es cado tiene su origen en el uso de por la culpa. Por consiguiente, de ban con Dios, así como las fatigas,
ya un primer efecto de la revelación la libertad en contra de la voir¡ntad ningLrna manera es necesario pensar sufrimientos y muerte se fundan en
redentora y de la gracia de Dios. de Dios, la criatura finita no llega a a Dios, como si tuviera que castigar la narración etiológica vr:tcrotesta-
En cuanto estado (pecado habitual, evadirse por su medio de la volun- de intcnto la culpa del hombre con mentaria (Cen 2, 8-3, 24), con todo,
según Pablo, en griego, homortia:; tad divina, puesto que Dios puede penas qlle sólo sirvieran al fln puni- el AT no conoce un pecado original
cf. Rom 5 ss) procedente del acto, revelar en el pecado su santa -)jus- tivo en cuanto tal, como ocurre con en sentido estricto como consecuen-
el pecado en el orden real (de na- ticia o su insondable misericordia. las débiles autoridades terrenas. La cia del pecado de Adán. Asimisnro,
luraleza y gracia) consiste en la no El concepto protestante de pecado se realidad concreta, libremente confi- los evangelios se le refieren sólo con
posesión ds l¿ -)gracia santificante; define por contraste con el católico: gurada por Dios (en sí misma y alusiones. En ninguna parte se hace
carencia que se opone a la volun- pone el acento en la constitución denrro de la realidad total), en Ia perceptible un estado común a tr¡-
tad de Dios, se ha originado culpa- fundamentalmente pecadora del hom- que naufraga el hombre al topar dos los hombres como efecto de di-
blemente y puede considerarse, bien bre, la cual, en principio, no es ne- con ella, constituye el castigo de cho pecado. La expresión bíblica de-
gerns -+pecádo original, bien como gación moral alguna por infracción ia culpa. cisiva se encuentra en el apóstol
estado do pecado personalmente pro- de los mandatos divinos, sino i¡alta Esto es cierto, ante todo, cuando san Pablo: I Cor 15, 21 s, y, sobre
ducido. El pecado sólo puede darse do fe frente a Dios, procedente de el hombre se hace definitivo en la todo, Rom 5, 12-21.
con libertad y en la medida en que un egocentrismo y de un buscarse a --)muefie, con su decisión moral; y En este último pasaje, Pablo habla
ésta exista. La Jconcupiscencia (Gen si mismo ontológico (: heredilario). cuando. en esa muerte, el hombre del pecado original (cf. la decisión
6, 5; 8, 21; Deut 10, 16; Ier 17,9, El hombre es pecador, es decir, no con su contradicción queda, de mo- del T¡identino, Dz 787-792) en cuan-
etcétera) es una consecuencia del pue e amar ni a Dios ni al prójimo do inmutable y escatológico, enfren- to que establece, en primer lugar,
pecado original, incitación al peca- espontáneamente, a no ser que el tado en contra del orden divino de el paralelo entre Adán y Cristo (el
do personal, pero en cuanto tal no Espiritu Santo le convierta a la -+fe la realidad total que se ha imp'uesto influjo de la obra de Adán y Cristo
es pecado algtno (Dz 792). por medio sólo de la gracia. Sin definitivamente (-+infierno). Las ob- sobre todos Ios hombres, Rom 5,
El pec.ado venial, que no destruye embargo, esta -)jus,tiflcación no eli- jetivaciones de la culpa en Ia realidad 18) y deduce respectivamente una
la ordenación fundamental hacia mina la pecamínosidad sobre la tie- intrahumana y mundana persisten situación de condenación o salva-
Dios en la gracia, se produce al co- rra ()slntul ¡ustus et peccator). Con con frecuencia. incluso cuando la ción, que aunque sea ratificada por
meterse una contravención de la vo- respectoa la conversión, ú. --+me- última decisión de la persona ha los individuos (por su pecado per-
Iuntad de Dios sin libe¡tad suficien- tunoia, -)contrición, -ibautismo, sido orientada a Dios. Es decir, Ias sonal o por su fe), precede a la to-
te (por causa de un conocimiento -+sacramento de la penitencia. penas del pecado no siempre quedan ma de posición individual y determina
imperfecto o de entorpecimiento de remitidas por la contrición y el per- de forma verdaderamente intrínseca
la libertad). También cuando la con- Pecado (penas rlel). Todo +Pe- dón de la culpa en cuanto tal (Dz al hombre, le haco pecador carente
travención no afecta a un momento cado tiene sus consecuencias, como 807 840). El sentido del -+purgato- del pneuma por razón de Adán
esencial del orden de valores san- es natural. Estas pueden ser internas rio y de la -rsatisfacción hay que (Rom 5, l9), mientras que, en virtud
cionado por la voluntad de Dio.s o externas, en cuanto que fluyen de en¡enderlo a partir de estas ideas. de Cristo, el hombre queda también
(Dz 899). Aunque la esencia básica Ia esencia de la culpa correspondien- convertido en el objeto pretendido
fundamental del pecado (mortal), en te, extendiéndose en cierta manera Pecado original Estado en el que por la activa voluntad salvífica de
cuanto ((no» radical a Ia voluntad a toda la realidad corpóreo-anírnica nacen todos los hombres en cuanto Dios. De todos modos, sería necesa-
de Dios, sigue siendo siempre la del hombre. Dicha realidad, seltada que ni por razón del pecado de Adán, rio que la teología católica, a la ma.-
misma, con todo, se especifica en así también con el pecado, por con- el primer hombre, padre común o nera paulina, considerara con mayor
diversos géneros de pecados (-+vi- tradecir el orde¡r dispuesto por Dios, cabeza (-+pecado original originan- claridad que la acostumbrada el <<es-
cio; cf. -+moralidad [fuentes de la]) expone forzosamente al hombre in- te), ó) todo homb¡e se encuentra tado objetivo de redención>> previo
conforme al material del multiforme cluso a la reacción del contorno (en ante Dios en una situación de des- a la fe y a los sacramentos como
mundo de valores al que se refiere el sentido pleno de la palabra) rec- gracia que le afecta íntimamente, un -gexistencial que determina in-
este no. tamente constituido, que sigue de- c) aunque no se debe confundir di- trínsecamente al hombre,

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Pecado original Penitencia

III. Concepción dogmótica. L,a originariamente se había pensado cial sobrenatural, y queda cumplida (a comienzos del s. v), su discipulo
doctrina del pecado original es una para el hombre (Dz 788 §). Este «es- en la reconciliación definitiva de la Celestio y, algo más tardo, Juliano
de las tesis fundamentales de la tado deficiento) separa realmente al humanidad en el oegundo Adán de Eclano (t después dcl 454). Fue
-Jantropología teológica. Sólo par- hombre de Dios (Dz 789), aunque (-->salvación [historia de la]). combatida por san Agustín y sus
tiendo de ella puede entenderse la todavía no es pecado personal del La narración bíblica del pecado discípulos (->somipclagianismo). El
<<renovación>> del hombre (<<nueva individuo (Dz 236). Por lo tanto, hay <rriginal originante (Gen 2 s) lo des- pelagianismo no admite la doctrina
criatur»>, <<hombro nuevo>>) que tiene que llamarlo <<pecado>> sólo en un cribe como i¡fracción de un man- del pecado origintl, pasa por alto
efecto por medio do la -+redención sentido analógico. Grava al hombre dato de Dios, y asi, fundamental- el peso de Ia -)ctl¡.rcupisccncia y el
en Cristo. Se piensa y se crea al con lo quo éste es por -><<naturale- mente, como desobedienciay sober- caráctq de consccucncia dcl pccado
hombre como al que ya desde un za>> (Dz 1055), aunque el hombre bia. Puede admitirse que todo lo que poseon el sufrimiento y la mucr-
principio se le concedió (->punto de concreto queda <<dañado> con los demás es un revestimiento sencillo y te. Entiende la libcrtad dcl homl¡re
partida) el favor libre de Dios. Y efectos del pecado original y dismi- popular (üz nA» y que, de todas como creada, pero seguidanrc¡rtc la
de tal manera, que podía y debía ser nuido o reducido a sus aptitudes na- formas, no es lícito entenderlo como entiende como potencia dcl tr¡clr
asociado del que, desde la alteridad turales (Dz 788) (-+concupiscencia, un robo primitivo de fruta ni como autónoma, que sólo puede y ticne
absoluta en su esencia divina, se co- -+integridad,,+libertad, ->pecado, un ilícito comercio sexual (¡cf. Geri que observar la ley de Dios. Nicga,
munica al <<otro>> hombre (-)gracia, ->hombre). El Tridentino exige la 2, 24t). pues,la necesidad de la -+gracia cn
->visión do Dios). Esta elevación remisión del pecado original para Tampoco se pueden entender las orden al cumplimiento natural y sa-
sobrenatural y gratuita de hombre la consecución de la vida eterna consecuencias del pecado para Adán lutífero de la ley natural. En cierta
quedó implantada por parte de Dios (Dz 791) (cf. -+bautismo de deseo, mismo, fuera de la perdida del ->es- manera el pelagianisrno es la forma
de una manera totalmente libre, po- ->salvífica [voluntad de Dios]) y tado original, como relegación a un que el ->fariseísmo reviste en el
niendo al hombro en la unidad de con ello fundamenta la necesidad del grado morfológico (y cultural) más estoicismo clásico. Fue condenado
la comunidad do los homb¡es. Por -)bauüsmo de los niíros. Cf. -+es- bajo, puesto quo la Escritura no por la Iglesia ya en el s. v (Dz 101-
ello Dios podia también dejar deci- tado original, ->culpa. cuenta nada acerca de semejante cas- 108 109a 126 1,29-142) y una vez más
dir al hombre acerca de la acepta- tigo milagroso; y esto aun siendo en Trento (Dz 787-791,793 811-813).
ción o no aceptación de ese ofreci- Pecado originatr originante desig- verdad que el primer hombre que- San Agustín hizo difícil a sus ad-
miento gratuito, de modo que tal na, en la teología católica, la deci- dó dañado en su cuerpo y alma por versarios la comprensión de la doc-
decisión (pecado de Adán) afcctó sión libre del primer hombre por su pecado (Dz 174 2ñb 788 2123 trina de la Iglesia, en cuanto que
también al hombre por antonomasia la que éste se alejó de, Dios (Rom 2212). no puso de relieve con claridad la
(cs decir, a todos los hombres). Ese 5; Dz 428). Debido a ella, Adán per- voluntad salvífica universal de Dios
hombre por antonomasia fue Adán, dió la santidad, la justicia y la in- Peccafum philosophicum se llama (-+salvífica [voluntad de Dios]) y la
que, como el esencialmente primero mortalidad preternatural (-)€stado a una inlracción de la -)ley natu- existencia de la gracia suliciente para
de todos los hombres, podía muy original; Dz 174 2A0b 788 2123). Asi ral, en la que no se percibe ni se todos los hombres.
bicn representar ese papel y Io re- pues, por pecado original originante quiero de ninguna manera Ia contra-
prcsentó de hecho por voluntad de se entiende el -+pecado del que cs dicción a Ia voluntad legislativa de Penitencia, como <<virtud>>, designa
Dios. Y su decisión pecaminosa que- personalmente responsable Adán, a Dios, captándose meramente la con- la actitud del hombre frente al -+pe-
dó fácticamente ratificada por todos diferencia del pecado original (ori- tradicción rcspecto a la nal.rtraleza cado (el propio y el pecado en ge-
los hombres en virtud del peca- ginado) de los descendientes de Adán, humana. Sin embargo, semejante ca- neral), rnoral y religiosamente co-
do personal de cada uno de ellos que sólo puede llamarse <<¡recado>> so es de hecho imposible (cf. Dz rrecta, donada por la gracia de Cris-
(cf. Rom 5, 12). en sentido analógico (ú. Dz 4lO 1290). Donde se perciba verdadera- to. Su acto más substancial es la
Sin embargo, aquella decisión acer- s32). mente un contravalor moral frente ->contrición (->metanoia). A él per-
ca de la aceptación o repudio de la El resultado de esa decisión libre a la persona humana, y sin esto no tenecs esencial¡nente la valentía de
oferta gratuita de Dios fue de tal (su castigo) no supone que, después se puede hablar en absoluto de ->pe- temer a Dios y de acetrrtar en toda
naturaleza, que <<el no» del hombre de la caída, Adán se convirtiera en cado, se capta también por 1o me- su verdad desnuda la existencia pro-
quedó ignorado, envuelto, en «el sí)) <<naturaleza pura», que podría en- nos implícilamente el ser y la vo- pia contra toda suplantación (el
todavia más poderoso de Dios a la tenderse y quedar completa en si luntad de Dios, si bien solamente auténtico «rcsponder de su pasado»).
encarnación del Logos, y de ahí a misma tras la supresión de la lla- de mane:a atemática. A ese arrepentimiento pertenece tam-
la salvación del hombre en absoluto. mada sobrenatural a la participación bién de forma esencial el estar pres-
La esencia del pecado original con- en la vida de Dios. Por el contrario, Pelagianismo, herejía respecto a to a dejarse gobernar por la palabra
siste en la carencia de la gracia o esta llamada sigue existiendo como 1a teología de la gracia, Iormulada de Dios que se nos revola. Aprcslu-
de esa elevación sobrenatural que obligación y tarea, como -)existen- y propagada por el monje Pelagio miento que es un regalo dr: lrr gr:rcia

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Penitoncia (sacramento de la)
Penitencia

y que supone la destrucción de esa poder de Cristo, perdona al pecador <<quasi materia>>, los siguientes actos l306ss e.p.). La razón suficiente de
-+autojustificación farisaica, que pre- arrepentido la culpa de los pecados de I penitente: -+contrición, -)con- esta satisfacción rqside en que no
tendo estar libre de pecado. Asimis- cometidos después del bautismo.
f'esiirn. -rsatisfacción. todo perdón dc la culpa, posterior
mo entra dentro de la esencia de ese La contrición interna por la fo es al bautismo, implica también la re-
acto la voluntad seriamento efectiva l. Doctrina de la lglesla. El sa- ¡rresupuesto necesario para la dis- misión de tod¿rs las consecuencias de
pensación válida y eficaz del sacra- la culpa y de to<krs l()s reatos puni-
,de enmienda, confiando en la gracia cramento de Ia penitencia es uno
de Dios victoriosa a través de la de los siete sacramentos de la lgle- mento (Dz 699 751 807 817 896 ss tivos. Más bicn el hombre, por la
impotencia humana (voluntad testi- s,ia, y distinto del bautismo Qz 4Oi2
914 e.p.). Esta contrición tiene que aceptación pacicnto do l¿rs consecuen-
hacerse perceptible para el sacerdote cias punitivas inevitables del pecado,
ficada con actos de penitencia; bíbli- 424 8Ul 8M 894 911 913 e.p.). Como
camente: vigilias, ayunos, Iimosnas). eI bautismo (por tanto, en caso de
(Dz 754). Es suficiente la contrición y por medio de la ¡rcnitencia libre-
Por fin, también son esenciales a necesidad puede ser sustituido por imperfecta (Dz 898): -ratricionismo. mente realizada o impuesta cn el
ese acto la voluntad de recibir el el -)votum), es necesario con nece-
La confesión de todos los pecados sacramento, se haco conscicnte de Ia
sacramento del perdón de los peca- sidad de medio para todos los que mortales, que todavía no han sido seriedad de la justicia divina y de
dos y el estar presto a padecer humil- han pecado gravemente después del remitidos do una forma directamente la gravedad del pecado. Así, se haoe
demente las consecuencias del peca- bautismo (Dz 574a 67A 699 724 895 sacramental, viene exigida por la también particip€, con mayor Pro-
do que permanecen incluso despuéo 899 901 916 s). Es el perdón de la esencia misma del sacramento; y, por fundidad, de la pasión de Cristo
de su perdón (-+pecado [penas del]); culpa en virtud de la muerte de
lo tanto, es de derecho divino. Tiene vencedora del pecado (Dz W 922 ss

la colabo¡ación en el soportar la Cristo (Dz 894), y por medio de una


que referirse a todos los pecados e.p.). El dispensador de este sacra-
mortales, de los que uno se siente mento es el sacerdote que tenga la
carga del pecado, que alcanza su sentencia judicial (Dz 895 902 919),
existencia concreta en la desgracia que hace que el perdón divino responsable después de un serio exa- artorización necesaria (jurisdicción
se
general y miseria del mundo. La convierta en un proceso eficaz (Dz men de conciencia, y sólo a ellos. para confesar) para ol ejercicio váli-
penitencia precisamente como rega- 699 896 X)2 919 e.:p.). Sin embargo, hay que especificar su do de su potestad sacramental (Dz
lo do Dios, es obra del hombre y no Esa se,ntencia judicial implica la clase y número, además de dar 146 437 :X)Zs 92O e.p.). La Iglesia
cuenta también de los pecados ante- puede, por motivos serios, distribuir
sólo una experiencia pasiva. El hom- readmisión a los sacramentos (Dz 57
bre se aparta de su pasado, de ese 95 146 247) del penitente que había ¡iormente olvidados @z 899 s 916 ss esta autorización con ciertas limita-
pasado que le <<duele>> porque vuel- quedado excluido de la 1l l1 e.p.). ciones, exceptuando el peligro de
eucaristía
ve a aceptarse la validez indestruc- por el pecado mortal, y por tanto,
Esta declaración de los pecados muerte (Dz 903). Es decir, Ia Iglesia
tible de la ordenación diüna; de ese en cierto sentido, se encontraba dis- queda protegida por el secreto de puede reservar determinados pecados
pasado que <<aborrece>>, puesto que tanciado de la Iglesia (Dz 880 893; confesión, que fluye asimismo do la al juicio de un tribunal superior, o
é1 mismo vuelve a establecer nueva CIC can. 856). Con ella se evita la esencia del sacramento (Dz 145 438 a la autorización específica para el
y libremente el orden quebrantado. condenación y se anula la entrega l22O e.p.). Si se deja de confesar al- perdón de esos pecados (Dz 903
La penitencia implica, en si, que no a los poderes infernales (Dz 8O7 840 gún pecado, sin culpa por parte del 921 e.p.).
penitente, queda también perdonado
es en nuestro arrepentimiento en lo 894 W5), aunque no siempre que-
que se cree, sino en la obra de Dios dan plenamento salvadas todas las (Dz 900). Desde el concilio Lafera- 2. Escritura. La automealización
en nosotros, y que es ésta la que se penas del pecado (-+pecado [penas nense Iv existe la obligación grave, de la Iglesia como presencia judicial
acepta esperanzadamente (->espe- dell). Este sacramento es repetible impuesta por la Iglesia, de confesar- y perdonadora do Cristo en el
ranza). (Dz 8W 894). El signo sacramental se válidamente una vez al año, para -+mundo del pecado, se expresa en
La penitencia incluye el reconoci- eficaz consiste, ante todo, en la abso- el que se sienta reo de pecado mor- el servicio de la palabra reconcilia-
miento de la pluralidad del hombre, lución sacerdotal que ha de impar- tal @z 417 e.p.). -+Confesión de dora (2 Cor 5, 18 ss), en el acto,
que asimismo exige una pluralidad ti¡se oralmente y que, como senten- devoción. realizado dentro do este servicio, de
de actos: obras de penitencia exter- cia judicial, tiene un sentido indica- Como momento de los plenos po- hacer convicto al hombre de su pe-
nas e internas, fe y caridad, satisfac- tivo, aunque su formulación no haya deres de que goza el sacerdote, tiene cado, en el bautismo y eucaristia,
ción, precaptación del futuro en el de serlo necesariamente. En la Igle- éste el derecho y la obligación de en la confesión de la culpa de la
<<propósito>. sia latina, la formulación indicativa imponer con tacto y prudencia una Iglesia (Mt 6, l2), en la práctica de
es obligatoria (Dz 695 699 896), aun-
penitencia o satisfacción, que de al- la -tpenitencia o mortificación, en
Penitencia (sacramento rle Ia). El que sin excluir la validez y licitud guna fnanera corresponda a la gra- la oración por los pecados del pró-
vedad de la culpa y a la capacidad jimo (l Ioh 5, 16), en la corrección
sacramento de la penitencia es el de la antigua fórmula deprecativa,
-+sacramento de la Iglesia, en el que que todavía conservan las Iglesias
del penitente (Dz 905 s E.p.). Esta fraterna (Mt 18, 15), en las censu-
ésta, por medio de la sentencia s¡o- orientales. Además, forman parte penitencia puede también cumplirse ras oficiales (1 Tim 5, 2D, y por fin.
lemne del sacerdote, dictada con el también del signo sacramental, como después do la absoluaín (Dz 728 en la actuación de la Iglesia, cuya
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Rair-Vorg. 18
Penifcncia (sacromenlo de Ia) Pcnite¡rcia (sacramcnlo dc la)

reacción más vigorosa es verdadera- tiva del apóstol (1 Cor 5, 4 s). Esa rco do pccado grave queda apartado mento de Ia penitencia desde el
mento judicial, aunque perdonadora excomunión alcanza la dimensión de tk¡ Ia eucaristía y sólo después de s. vul, y la divcrsidad <lc los peca-
en la medida de lo posible: en la la condenación eterna (<<entregar a h¡hcrso confesado es admitido nue- dos exige penitcncias nrhs dctermi-
acción de atar y desatar (-+atar Y Satán»). v¿rnrente entro los comensales de este nadas y aplopiadas, que qucdaban
desatar [potestad de], -)excomunión). Si el pecador se arrepiente y con- banquete de la Iglesia. En la anti- establecidas casuísticamc¡rtc en los
Puesto que la Iglesia es la Pre- vierte, se le concede nuevamente, giicdad cristiana, desde el s. II hasta libros peniiencialcs. Esta pr:'rctica
sencia de Cristo y de su gracia en con una decisión oficial, la <<caridad>>, c[ vr, el sacramento de la penitencia menos rigurosa p¿rs¿ :r I contirrcnte
el mundo, sólo puede excomulgar es decir, la comunión con la Iglesia; cra irrepetible, de manera que jamás con la misión cscoccsa-irlandcsa, y
con el fin de querer perdonar y sal- así, puede el pecador hacerse partí- so concedía una segunda dispensa- en eX s. vItI se cxticndc por todas
var por ese medio (1 Cor 5, 5; I Tim cipe, una vez más, de los bienes si se había recibido una vez.
ci(rn, partes. Los intentos clo rcstat¡r¿rr la
i, 20). Siendo santa, tiene que reac' la Iglesia de la gracia
salvíficos de En algunas Iglesias se esperaba antigua severidad, que sc succtlicron
cionar con la excomunión ante el (Z Cor 2, 5-ll), de tal manera, que mucho tiempo antes de admitir la prácticamente hasta el co¡lcilir¡ de
pecado de los miembros que no son queda también <<desatado en el cie- disposición subjetiva real para la pe- Trento, no tuvieron éxito. E,l conci-
cornpatibles con su esencia. Ya que 1o>>, y sus pecados <<rernitidos». En nitencia. Contra las herejias referen- lio Lateranense rv corroboró la cos-
es la presencia eficaz de la gracia ninguna parto de la Iglesia apostóli- tcs a este sacramento -+montanismo tumbre de confesarse por 10 mell()s
cn el mundo, de la gracia vencedo- ca puedo encontrarse la idea de que y -)novacianismo, la antigua Iglesia luna Yez al año, imponiéndola conro
ra del pecado, la reconciliación con un pecador verdaderamente arrepen- soos,tuvo con toda f,rmeza que fun- precepto general do la Iglesia. Otros
esa Iglesia es la tangibilidad de la tido no podria ser nuevamente re- damentalmente podía remitir todos problemas de la historia del sac¡a-
reconciliación con Dios, en la que cibido en la Iglesia (de todas mane- los pecados. El rito de la penitencia mento de la penitencia: ->atricio-
esta reconciliación se hace a sí mis- ras, son manifiestas las dudas acerc¿ eclesiástica en el s. Itt nos resulta nismo, )contricionismo.
ma eficazmente presente; por tanto, de si el pecado queda superado o perfectamento recognoscible y re-
es un sacramento, Con este fin se bo¡rado por la contrición: Hebr 6; construible: el pecador arrepentido 4. Teolo'gía. La teologia del sa-
entregan a los apóstoles y a Pedro rc; D). La práctica del sacramento reconoce su culpa ante el obispo. Si cramento de la penitencia gira hoy
los plenos poderes. irnplicados en el de la penitencia en la Iglesia apos- su cont¡ición es sincera, se le admi- dia totalmente en torno al signo de
poder de atar y desatar. La misma tólica se reduce, pues, a la excomu- te a Ia penitencia eclesiástica, carac- la confesión, es decir, la confesión
doctrina queda formulada por Juan, nión, que va seguida de una recon- tetizada por un hábito peculiar y de los pecados, que casi se ha con-
a su manera, en Ioh 20, 19-23, Esta ciliación dispensada muy probable- un lugar señalado especialmente para vertido en una obra penitencial por
ercomunión dei pecador no significa monte con la -+imposición de las los penitentes. Después do un Iargo sí misma. La humillación que impü-
que su pertenencia a la Iglesia manos (l Tim 5, 20 ss). A esta re- período de prueba, vuelve a ser ad- ca la declaración de los pecados es
(--)Iglesia [pertenencia a la]¡ ha sido conciliación se le atribuye un valor mitido por el obispo, siendo siem- la expiación del penitente. Sin em-
totaimente suprimida, aunque la pér- salvifico. pro la imposición de las manos y la bargo, sería de desear que se aten-
dida de la gracia por el pecado sí oración los constitutivos del rito do diera nuevamente a la conexión en-
imp,lica un cambio en las relaciones 3. Historid del sacramento de la readmisión. trañable con la teología de la -+Igle-
de la Iglesia con el pecador. Cambio penitencla. El problema esencial, y Poco a poco se va imponiendo Ia sia, es decir, a su aspecto eclesioló-
que queda <<comprobado>> en todos a la vez diferencia esencial entre la prictrca de conceder la reconcilia- gico. Sería de desear, por Io tanto,
los casos de pecado mortal, por me- práctica de la Iglesia primítiva y ción sólo en el lecho de mue¡te o a una mayor atención tanto al daño
dio de la exclusión de la eucaristía. la moderna, no reside dc ninguna ma- edad muy avanzada, sobre todo des- que el pecado produce a la Iglesia
Siguiendo el mandato de Jestis, nera en el tránsito de la penitencia pués de introducidas las satisfaccio- y a la comunidad, como también al
ya Ia Iglesia de los apósto;les pro- <<pública>> a la <<privada» (confesión nes continuas, incluso posteriores a carácter salvifico de la reconcilia-
cede contra los pecadores que se oral privada). como algunos opinan, la reconciliación: p.ej., la prohibi- ción con la Iglesia.
halian dentro de la comunidad. Si con una visión muy poco histórica ción del comercio matrimonial por En la imposición de la <<peniten-
las amrrnestaciones no dan fruto Y del asunto. El problema consiste, por toda la vida. En el s. vr se rompe cia>>, de la -)s¿¡is,f¿gsión, se dan
se trata de pecados que <<excluYen el contrario, en el hecho de que el este rigoris,mo en el ámbito anglo- deficiencias muy notables. La supe-
ds f¿ -)óari?eia>>, los pecadores ha- sacramento de la penitencia, en los sajón e irlandés (cf. también la in- ración plena del pecado exige algo
brán de ser apartados de la partici- primeros tiempos y dentro del ámbi- troducción de la -+confesión de los más quo contrición y reconciliación
pación en el banquete eucarístico, y to de la Iglesia occidental, sólo se monjes). El sacerdote normal puede con Dios. La re,alidad total del hom-
su trato evitado. Este (<ataD), esta administraba [na yez, mientras que impartir repetidamente la absolución bre dañada por el pecado tiene quo
excomunión, se impone solemnemen- hoy puede y debe repetirse. Hasta el a[ mismo pecador. integrarse en una decisión radical
te, en nombre de Cristo, ante la co- sacramento más privado tiene hoy La frecuencia de la confesión, nom- nueva, en la que verdaderamenlc t()dir
munidad bajo Ia dirección autorita- día carácter público, puesto que el bro que comienza a darse al sacra- la realidad quede perdonada. tlna

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Penitencia (sacramenfo de la)
Pemo¡¡a
imposición inconexa, más o menos la vida, es del todo legítimo. En la
mecánica y legalista, de cualquier terminología de la Iglesia propia de Iodo. pueden venir provocadas por ser persorla implica auti'rposesión del
oración de mayor o menor longitud, las canonizaciones se designa tam- lr¡erzas coactivas externas, po íticas sujeto en cuanto tal en rel'erencia
corrompe el sentido de la satisfac- (-+anticristo). El ser perseguido per- conscientc y libre a la realidad como
bién la perl'ección como virtud y a su f'unclamento
ción. Este problema sigue siendo hoy <<heroica»,
tonccs a la existencia del cristiano y totalidad infin i-
día de capital importancia para la rlo la Iglesia, como situación de Ia to, Dios.
comprensión actual de este sacra- Perikhoresis (griego : verdadera -+fe y de la verdadera La personalidad dcl hombrc cn
p€netra-
mento, ya que sólo por medio de ción, compenetración). En la teolo- -Jesperanza, en la que el cristiano cuanto tal hay quc cr¡lrsiderarla altí
una lucha profunda y sistemática gía trinitaria, recibe este nombre el ()rando abraza ya ahora a sus ene- como una persrlnalidacl que sírlo
contra el pecado se puede normal- necesario <(estar uno en el otro» (Dz nrigos como a sus futuros hermanos. puede realizarse en l¿r corporcidatl
mento llegar a esa -+contrición que, 704; loh 10, 38; 14, 10s; 17, 2l; l)or otra parte, esa situación forma concreta, enel aqui y thora cle la
según muchos, el hombre actual no 1 Cor 2, 1O s; ->trinitaria [teología]), parte de la existencia de la Iglesia, historia, enel diálogo cott cl otrir
presta, a pesar de lo cual sigue de las tres divinas personas en la ctrmo critica siempre necesaria de tú; y asi en la comunidild en unu
siendo el presupuesto de una recep- -+Trinidad por razón de la unidad Dios sobre ella (Lc 22, 3l; I Petr permanente exposición de la accirln
ción válida y de la -)salvación del de esencia de Dios, de la proceden- 1, t7). originaria (por Ia que la personu sc
pecador. ci¿ eterna del hijo a partir del pa. realiza) a la experiencia dolorosa tlcl
dre, y del Espíritu Santo a partir Perseverancia es la persistencia del mundo. No es necesario explic:rr
Perfección. Este término designa, del Padre y del Hijo; por razón de
justiñcado en la gracia de la -+jus- largamente que esta conslitucií)n
conforme a Mt 5, 48, un estado re- la constitución de las tres personas lificación; la virtud de estar siem- onto-lógica del hombre es el lunda-
ligioso-moral de madurez del hom- como distintas por medio de una pre en camino. que se acredita en mento de su validez ete¡na. de sr¡
bre en el amor a Dios y al prójimo respectividad mutua meramente re- la aceptación de la -rmuerte. D.f .: la responsabilidad, de su relación dia-
con todo el corazón y con todas las perseverancia final fáctica es impo- lógica con Dios, de su capacidad a
lativa (->relación). Por analogía se
fuerzas (Mt 22, 37; Rom 13, 10), concibe también la unión de la na- sible sin una gracia es,pecial (Dz 822). ser Ilamado a un fin sobrenatural
estado posibilitado y regalado por Es incierto si se dará o no esta gra- (-+potencia obediencial), de su dig-
turaleza divina y humana en Cristo,
la gracia de Dios, hecho realidad debida a la -)unión hipostática, como cia (Dz 826) (-+salvación lcerteza nidad e -)inmortalirlad, del carác-
por Ia libertad del hombre y corres- un género de perikltores¡s. Como es de la propial). Dicha gracia no pue- ter absoluto de los valores morales
pondiente a la ley objetiva de Dios natural, hay que mantener alejadas do merecerse, aunque el cristiano (-+ley natural). Pero la teología cris-
y a las siempre diversas posibilidades de la perikhoresis todas las repre- debe orar para alcanzarla y debe tiana conoce junto a este y en esle
del individuo. Todos los demás com- sentaciones espaciales. abrigar una flrme -)esperanza de concepto moderno de persona, otro
portamientos y obras morales, fren- ella. concepto utilizado en Ia -Jcristolo-
te a esta perfección consistente en Persecrción. El cristianismo no se
gia y en el tratado de Ia Trinidad
Ia plenitud de la -+caridad, no son concede a si mismo, dentro de Ia Persona (latín, originariamente,. (->trinitaria [teología]). Concepto
sino modos de realización del ->amor perspectiva intramundana, la opor- nráscara escénica; gt:iego prosopon que tampoco se emplea en sentido
o su medio mudable (-)consejos tunidad de una situación completa- - rostro). El concepto de persona, del todo idéntico en ambos tratados
evangélicos). Esta perfección consis- mente victoriosa y de paz absoluta, en el sentido actual, tiene mucha im- ni deja de olreccr diferencias apre-
portancia en teología, puesto que se ciables en Ias diferentes orientacio-
te en Ia integración de la vida entera, sin contradicciones y ataques. Su
con todas sus diversas e imprevisi- victo¡ia definitiva sóIo üene lugar reflere a las propiedades del hombre nes teológicas. De todas maneras,
bles fases, en el amor. Por lo tanto, con la terminación de la historia tem-
que son presupuesto de su relación este concepto, aunque estrechamente
para el homb¡e todavía viador, la poral por obra de Dios. El perma- con Dios y de su obrar salutifero: vinculado al anteriormente expuesto.
perfección siempre es una tarea sólo nente <<estado de perseguido>> forma a su espiritualidad. en cuanto que no es idéntico con é1. Pone de re-
asintomáticamente alcanzable. Sin parte de la existencia del cristiano se funda en su --)trascendencia; a lieve y distingue una propiedad de
su (<estar consigo>>: a su rernisión una naturaleza concreta, subjetiva,
embargo, se da un verdadero creci- y de Ia Iglesia (Mt 5, lc-t2. 44;
permanente e ineludible al ->ser en espiritual, <<consigo» y libre (: per-
miento en la -)gracia (Mt 13, 8; 2 Tim 3, 12; Apoc) segrin necesidad
Ioh 15, 2; Eph 3, 15-19); y ese cre- impuesta por la historia de la sal- su totalidad y por tanto a Dios, sona en el sentido antes expuesto)
cimiento es también una tarea del vación (Lc 24, 26). Las formas con- como condición a priorí de la rela- y la propone como el más formal
hombre (Eph a, 15). cretas de dicho estado van cambian- ción judicativa (objetivante) y ope- distintivo de la persona (-+hipósta-
Por tanto, el esfuerzo del hombre do, son imprevisibles y pueden pro- rante con respecto al ente particular; sis): su <<subsistencia>>, es decir, l¿¡
por conseguir la perfección (->as- ceder tanto del interior de la Iglesia
a la libertad de disponer de sí mis- nota de una naturaleza espiritual
cesis, -+mistica), como obediencia como de las circunstancias indivi- mo en el trato críticamente, distan- concreta con las propiedades expues-
ante la gracia y ante la escuela de duales y sociales (-+mundo); sobre
ciador con el ente particular reco- tas por medio de la cual esa natu-
nocido como finito. Por lo tanto, raleza (y en cuanto que es csa na-
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Ferso¡ra Personalid¿d

turaleza) se pertenece a sí misma sentido moderno) significa aquel re- cntrega de esa plenitud de realidad sado aqui. es dccir, «1uo por ello
con suprema inmediatez. Es de- greso sobre sí mismo, o su funda- cn el amor ek-státicamente santo. quedan Írnicamente dil'erenciados y
cir, el supremo y total <<estar en sí mento ontoiógico, propio de una Dichos aspectos son propios de Dios no asemejr<los. Esto cs obvio, pues
mismo»; el
insustituible portador realidad, por rnedio del cual y ne- en sí. No es lícito pensarlos en una lo <<comÍ¡n>> es aquí la mismidad
de esta naturaleza espiritual; o 1o cesariamente (entitativa y exislcn- co¡.¡fusa uniformidad sin mediación, absolutamcntt¡ trn¿r de la <<¡ratura-
que hace que una realidad sea tal cialmente) queda esa ¡ealidad refe- sumidos en una muerta identidad, leza>>, en virtud do la cual todlrs
portador. dda a un tú y a Dios. Por tanto, Ia en virtud de la cual la Trinidad eco- las características cxpucslas al prin-
El
fundarnento para hacer esta persona, como espiritualidad no ab- nórnica, por no ser de suyo el autén- cipio como corrcspottdicntcs al mo-
distinción reside en que en la reali- solutamente (de manera entitativa y tico Dios, se convertiría en un ámbi- derno concepto de pcrsona (<<cstar
dad total una de Cristo se da todo consciente) transferida a Dios, tiene to finito no divino, intermedio, entre consigo>) como iltrnrin¿rci(rn cscncial
Io que hace que un hombre sea en las criaturas una negatividad en Dios y el destinatario de la gracia. interna, libertad), sólo se dan cn sen-
hombre (cosa que entraria en el mo- sí. Y asi se coordinan el concepto Ámbito que destruiría la autocomu- tido estrictísimo una s«¡la vez en las
derno concepto material de persona tradicional de persona y el moderno. nicación do Dios en sentido propio. tres diünas «personas)).
antes expuesto); pero todo eso es La trascendencia espiritual, <<con- Esos tres aspectos de la plenitud I{emos dicho esto sólo para ponct'
absolutamente creado, finito, tiene sigo>>, en su ék-stasis, reincide una y divina de ser y de vida poseen, cada en claro que, en el uso de los con-
el carácter de criatura y, por tanto, otra Yez finitamente sobre sí misma uno en particular, una irreversibili- ceptos <oaturaleza>> y ((persona» en
no es lícito identificarlo con la di- y so hipo-stasía en sí. Es decir, per- dad frltima, en virtud de su mutua teología, la fluctuante historia de ese
vinidad de Dios; sin embargo, todo sona flnita en el sentido moderno, respectividad. Asi, hacen existir con- pensamiento y concepto no nos dcbe
eso con toda su realidad hay que reconociendo explícitamente Ia flnitud cretamente una misma plenitud de hacer olvidar al fin la causa ob-
concebirlo como perteneciente al Lo- de 1o personal en cuanto tal. Pues vida como realidad absoluta, de una jetiva que lleva a este uso vacilante-
gos de Dios en unidad absoluta y bien, dicha trascendencia en Jesu- manera irrepetible y contrastada en mente, analógico, lo que nos haría
pe¡'rnanente, es el revelante <<ser ahí>> cristo, por medio de la consumación tres aspectos irrepetibles. Por eso se entender ofra vez el concepto como
(Da-scín) de Dios entre nosotros. absoluta de ese ék-stasis obrado por los llama (q)ersonas» y se los dis- al principio, y dar asi involuntaria-
Ahora bien, lo que hace que el Dios, se hace (óntica y consciente- tingue de la única plenitud infinita mente a las fórmulas cristológicas y
Logos sea en realidad un hombre mente) <<ahipostática>> en sí
(mera de ser, considerada como <<natura- trinitarias un sentido que es en sí
sin perjuicio de su divinidad, la ter- <<naturaleza>>, p€ro consumada prec! lez»> divina. De acuerdo con esto, plenamente falso. La (oaturaleza))
minologia cristiana tradicional (más samente así en la exigencia de lo se llega a la formulación que sigue: humana de Cristo no es, por 1o tan-
o menos desde el concilio de -)Cal- personal) y <<enhipostasiada>> en el En un Cristo, como Logos hecho to, en cuanto tal, de ninguna ma-
cedonia, ct. Dz 148) lo llama su Logos de Dio,s. El fundamento para hombre, se da una persona (el Ver- nera estática como una «cosa» o
<<naturaleza>> humana (sin por ello Ia distinción teológico-escolástica en- bo del Padre) y dos naturalezas privada de lo que caracteriza a una
materializar esta naturaleza, ni ne- tre persona y naturaleza espiritual (la divina y la humana) (Dz 148 <<persona)) humana: el <<ser-cabe-sí>>,
garle su trascendencia y libertad, ni individual reside, en segundo lugar, 429'jtO). la libertad, el estar frente a Dios
su relación dialógica con Dios). Y, en la doctrina qistiana sobro la Tri- En el Dios eterno hay tres perso- de mane¡a dialógica y criatural en
en cuanto que dicha realidad es to- nidad. nas y una nat,ulaleza o esencia (Dz adoración y obediencia como reali-
talmente la del Logos, es,ta termino- La
autocornunicación de Dios al 39 86'428 703). A este respecto, hay zaciones de la trascendencia de la
logía dice que ese Logos es la <<per- hombre en la encarnación y en la quo tener en cuenta que la <<triplici- criatura. Y las tres «personas)) en
sona)), es decir, el sujeto poseedor de gracia es tan radical, es decir, da a daó> de «personas>) no implanta tres Dios no significan tres sujetos activos,
esa naturaleza, donador de su rilti- Dios tan absolutamente como es en veces lo mismo, sino que computa que se enfrentan entre sí con una
ma subsistencia, y que en esa me- sí, que el triple aspecto de esa auto- 1o que el Padre, Hijo y Espíritu son triple plenitud cognoscente y libre
dida la <<naturaleza>> humana de comunicación (trinidad de Dios en como absolutamente distintos, es de- de vida propia de cada una; si así
Cristo no es ya en sí <<persona>>, en la econornía de la salvación) tiene cir, Io que los hace relativamente fuera, no dejarían en pie la unicidad
este sentido escolástico. Con ello este que conveni.r a Dios en sí mismo y contrastados el uno con el otro. Los de la naturaieza divina como miste-
ser hombre de C¡isto no es declarado para sí mismo, tiene que ser incluso tres flrndamentos de la mera diferen- rio, sino que la destruirían.
menos (<personal>> (en el sentido mo- intradivino. Esos tres aspectos son cia intradivina en cuanto tal, cuya
derno). Por el contrario, la <<subsis- los que siguen: originariedad radi- esencia llega a su consumación en Personalidad. En sentido ético, se
tencia>> de la
realidad humana de calmente carente de origen de la virtud de ellos, sólo pueden subsu- da personalidad cuando Ia decisión
Jesús en el Logos es precisamente la plenitud espiritual de realidad y de mirso en un concepto en un sentido libre de un hombre admite realmen-
suprema consumación de 1o que sig- vida, como comunicable y sin em- muy inexacto. Esos <<tres>> se dife- te, sin vacilar, el ser -)persona. Es
niflca personalidad. Y esto porque y bargo retenida; expresión autoobje- rencian precisamente por lo que los decir, admite el carácter dialógico
en ci¡anto clue la personalidad (en tivada de esa plenitud de realidad; hace <<personas>> en el sentido pen- de la existencia concreta con el mis-
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Personalidad Pneuma

terio, la libertad,la obligación, la a sí misma y, rror consiguiente, tam- frecuente por devoción y las órdenes mo postulado metafísico y esperan-
responsabilidad, la culpa no elimi- bién afirma una meta trascendente, religiosas. É,n 1,794, Pío v¡ rechazó za escatológica, pero nt> como di-
nada, al prójimo en su inalienable aunque posible. Erróneamente, ve de esas conclusiones (Dz 1501-1599). mensión de la que pucde disponer.
y la muerte. La
ser-persona, el doior manera primaria en la finitud [a ne- Este pluralismo es el indice de su
personalidad plena radica en la ge- gación en lugar de la apertura a lo Pleroma (griego : «plenitud))). criaturidacl. Sólo cn Dios es todt>
nialidad del corazón. no del enten- infinito. Pasa por alto que la trascen- Concepto raro y obscuro del NT, uno. En lo linito no sc pucde supri-
dimiento. dencia, precisamente como lunda- acaso tomado, críticamente, de Ia mir el antagonismo de las realida-
mento de posibilidad de la critica terminología gnóstica (Col 1, 19; 2, des. Lo que se llama <<toleraucia>>
Pesimismo es un talante fundamen- pesimista, es ya la aseveración ne- 9; Eph 1, 23;[ol:, 1, 16). Pablo quie- bien entendida, tienc aquí una de sus
tal, condicionado incluso fisiológi- cesaria del ser en cuanto buenr¡. En re sin duda decir que Cris.to no es raíces más prof'undas. Este pluralis-
camente, correspondiente a la vi- el fondo, el pesirnismo no es un uno de los muchos poderes mun- mo se da en todas las «lirncnsiones
vencia intensiva de la imperfección problema del entendimiento, sino de danos o espirituales admitidos <<po- de la existencia humana y por tanto,
de la existencia corrcreta experimen- la libertad; la cual acepta volunta- liteisticamente)) por el gnosticismo; también en la dimensión social. Aquí
tada y del mundo, y correspondiente riamente el dolor como dolores del sino que la plenitud de la divina ni es lícito ni puede darse una única
también a una experiencia vital de parto del amor y está en disposición realidad salvifica (el todo absoluto instancia o autoridad (que es s(rlo
la profundidad de la culpa. Cuando de hacer que Dios Ie conceda e! en unidad) se nos comunica conci- el Dios de quien nadie puede dis-
este talante fundamental no se esta- perdón. Esto no es sino la gracia. liadoramente en El con toda su per- poner) que dirija autónoma y a la
blece de manera absoluta, sino que fección y unicidad de sentido, <<cor- vez plenamente el conjunto de l<¡s
vuelve a confiarse con una última Pietismo es una reacción dentrú poralmente>>. Y de tal manera, que fenómenos sociales o específicamente
y silenciosa obediencia en manos del luteraniis,mo alemán (Spener, nosotros recibimos esa <<plenitud>> en humanos y que los capte como reali-
del gran misterio que. incompren- Francke. Bengel, Zinzendort, con sus un grado tan elevado, que somos los zación de su propia esencia única.
dido, es lo único que todo lo <<ex- dos sectas de Herrnhuter [los de pleniflcados por antonomasia; y to- Ni siquiera la Iglesia se entiende en
plica», alli queda jus,tilicado tal pe- He¡rnhut, pequeña población ale- dos juntos, como Iglesia, somos 1a principio como una instancia supre-
simismo, constituyendo incluso uno manal y Brüdergemeine [<<herrnanos misma plenitud (recibida), puesto que ma, que dispone de todo lo demás
de los modos de estar cerca de moravos>>l de los s. xvII yxvllt contra Dios <<es todo en todas las cosas>> y lo capta como su propia extrapo-
Dios. Cuando el pesimismo presenta una teo ogía escolástica anquilr.sada (1 Cor 15, 28). iación; se lo impide la doctrina de
la íntima osencia de la realidad de y contra la rutina eclesiástica. Pone la autonomía de la lglesia y del
la existencia concreta y del mundo, el acento en el cristianismo práctico Pluralismo, en su sentido inelu- Estado (Dz 1841 1866). Por lo tan-
como vacía de sentido, mala, absur- del amor operante, de la interiori- dible de existencia creada. designa to, queda claro que Dios en su poder
da; como tendencia amorfa, sin me- dad, de la experiencia subjetiva de el hecho de que tanto el hombre universal, absoluto, y en su go ier-
ta alguna, como nulidad vacia, co- la conversión y
de la gracia trans- como su ámbito existencial (el mun- no extendido hasta las cosas más
mo 1o desconocido tenebroso, etc., formante, de la mística en torno a do y los hombres que le circundan), pequeñas, no tiene ningún represen-
allí el mismo pesimismo es también Jesfis, y lleva consigo el peligro a pesar de la unidad en I)ios y en tante en etr mundo: ni la Iglesia ni el
absurdo. Lo es porque no puede ex- de una debilitación del dogma y el su ordenación y a pesar de las ú1- Estado. Todos los poderes rcpresen-
plicar cómo puede darse en absoluto de la difusión de los conventícLrlos timas estructuras meta[ísicas comu- tantes de la soberanía de Dios son
una pregunta ace,rca del sentido o individualísticos. Aunque cedió ante nes, están formados por realidades poderes regionales, cuya armonia fác-
una exigencia de sentido, por razón la Ilusfración y su teología, sigue tan diversas y múltiples, que la ex- tica (aunque se den reglas forma-
o a partir de lo totalnrente carente influyendo entre la gente piadosa. periencia del hombre mismo procede les para lograrla) sigue siendo en
de sentido. de fuentes originariamente distintas último término misterio de la pro-
El pesimismo la
es entonces abso- Pistoya. Ciudad del centro de Ita- (cuya colaboración no está estruc- videncia soberana de Dios.
lutización infundada de una expe- lia, en la Toscana, con sede epis- turada de antemano unitariamente) y
riencia partr'cular (también experi- copal. En ella se celebró un pequeño que el hombre no puede reducir Pneuma (griego : espiritu, alien-
mentamos el espíritu y el amor sínodo particular (1786) presidido teórica ni prácticamente esta plura- to), partiendo del AT, en el lengua-
como lo vetdaderamente <<por sí mis- por el obispo local. Scipione de lidad a un comirn denominador (<<sis- je neotestamentario significa la vita-
mo comprensible» y felizmente afir- Ricci, cuyas decisiones se inspiraron tema>>), a partir del cual, sin nece- lidad interna permanente del hombre,
mado). El pesimismo desconoce en- en un pensamiento jansenístico. an- sidad de otro s,uplemento. se hiciera regalada por Dios y dependiente de
tonces el carácter deveniente do nues- tiescolástico, hostil al episcopado y deducible. captable y controlable di- sus decretos. Vitalidad que se va
tra existenci.a concreta. en el que aI papado. Defienden las reformas cha pluralidad. La unidad absolu- desvelando progresivamente en su
esencialmente se implica la esperan- litúrgicas autárquicas, atacan Ia devo- tamente penetrada y concreta de Ia profundidad y que diferencia y abra-
za que se añrma de manera absoluta ción al sagrado Corazón, la conlesión ¡'ealidad existe para el hombre co- ze otros tantos conceptos rnutllamen-

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Pneuma Politcísmo
te entrelazados. Así, p.ej., el prin- los sin espíritu, los que renuncian, ¡rodría decirse de la relacjón entre mente. En esta historicidad dispues-
cipio vital del hombre vivo en con- sino los verdaderamente pobres, los los diversos momentos de un mismo ta por Dios consists Ia dispensa para
traste con el mue¡to; su espirituali- que verdaderamente sufren, sopor- ente. la cual pone de manifiesto la la poligamia veterotcstamentaria. Fue
dad (sin -)tricotomismo) junto a tando su pobreza con sumisión. Jesús .-'clistinción real intrínseca de sus abolida por Cristo (Mt 19. 6. 9; Rom
su sensibilidad; sus dotes <gneumáti- exige a los suyos, a los que le perte- principios. Incluso en la -rTrinidad 7, 3; I C¡¡r 7,2. l0s; tlph 5. 3l ss;
cas>> debidas a Dios, que le justi- necen, la renuncia a 10 que poseen se dan dos <<procesiones)) distintas. Dz 972), pues el mcnsajc traído por
fican ante Dios, las rinicas que le (Mt 8, 20), no por motivos éticos, For tanto, la relación antes citada El la excluía.
hacen propiamente vivo y emparen- sino por razón de la libertad que el podria explicarse con la imagen de
tado con Dios; la propia vitalidad hombre puede alcanzar para si mis- una <<polaridad» tal como la de los Politeismo es la docl.rin:r quc alir-
personal de Dios como amor santo mo de esta ma[era y en la medida dos polos de una corriente eléctrica, ma la existencia de varias escncias
(-+Trinidad), que se da como pre- en que la puede conseguir; tal vez etcétera. Una filosofía y teologÍa de divinas. En cierto modt¡, todo cnte
sencia del Señor glorificado en el también f,or razón de la unidad ia polaridad podría ayudar a defen- y, sobre todo, los grandcs podcrcs y
justificado y como autocomunicación necesaria a su comunidad (cf. ene- derse del peligro de una interpreta- fuerzas de la existencia humana, po-
libre y gratificante, y se convierte mistad con respecto a los ricos en el ción monística de la realidad, así seeD un carácter <<numinoso>> y a
,en el príncipio más intrínseco del NT, p. ej., Iac, comunidad de bienes como también del peligro de una la vez antagónicamente pluralístíco
hombre justificado, santificado y lla- de la Iglesia primitiva). atomización y de un falso ,dualis- por su carácter de referencia a Dios,
mado a participar en la transforma- Persiste como obligación moral de mo. lJ¡¿ relación de polaridad une y por su indisponibilidad filtima para
ción gloriosa del hombre-Dios; vi los cristianos el soportar la pobreza dirtingue a la vez. Cf. -+pluralismo, el hombre, por su índole de miste-
talidad que se da también como con sumisión, a la vez que se utili- -9monisimo. rio incomprensible, por su pluralis-
principio mesiánica y escatológica- zan todos los medios en orden a la mo antagónico. Cuando dichos <<pode-
mente vencedor en contra de la mera supresión de un pauperismo social; Poligamia (griego : pluralidad de res)) son reconocidos con ese carácter
carne (-+saffi) y -+mundo, y como aunque Jesús hace notar que nunca matrimonios). Se llama así a la con- y como (<presentes» en la existen-
principio de unidad y de vida de la se conseguirá desterrarlo por com- vivencia sexual, permanente, simul- cia humana, surge una interpretación
-+Iglesia, de su acción sacramen- pleto de nuestro mundo (Mt 26, l1). tánea y estatalmente regulada de un de la existencia humana, surge una
tal y de su palabra. Por citar sólo La pobreza libremente asumida ha hombre con varias mujeres (poligi- 'interpretación de la existencia más
algunos pasajes escriturísticos: Lc de ser Jascesis, y, como toda obe- nia), ejercida en el AT y en otros profunda y correcta que cuando se
23, 46; Act 7, 59-Lc 1, 47; Ioh diencia a los *>consejos evangé- pueblos, con la conciencia moral usa y abusa de las realidades fisicas
11, 33; Gal 6, 18-Rom 8, 10. 13s; licos, ha de ser un signo de la fe de su legitimidad. Desde el punto de particulares de un modo sólo eudai-
1 Thes 5, 23 - Rom 8, 26; I Cor de la Iglesia en los rlltimos tiempos vista de la histo¡ia de la cultura, monístico y técnico en un empirismo
2, 1Ul6; 2 Cor 13, 13; I Cor 3, ya iniciados y una señal indicadora no es la forma primera del matri- primitivo (-+positivismo). Esta ex-
16s; 2 Cor 3, 17 -l Cor 12, 13. Cf. del fundamento de la esperanza cris- monio; y mucho menos lo fue la periencia mhltiple y antagónica de
además -+Espíritu Santo. tiana. Su ejercicio prácüco, p.ej., rara poliandria (: pluralidad de los <<poderes» puede no ser toda-
renuncia del individuo pero posesión maridos) (cf. Gen 1, 27 s; 2, 241' Mt vía un politeísmo, aunque sí sea el
Pobrea viene a ser, en el AT, lo de parte de la comunidad religiosa, 19. 6. 9). Las razones del origen de fundamento de posibilidad para esa
rnismo que desgracia, miseria, des- so hace muy difícil en el mundo plu- la poligamia son mrlltiples y no hay falsa interpretación degenerada de
pojamiento, carencia de los ricos y ralista de hoy. motivo para tratarlas aqui. Funda- la auténtica experiencia. De hecho,
poderosos, que en parte es también mentalmente, son de tipo económi- no hay todavía politeísmo, donde se
castigo por los pecados. Tras la opre- Polaridad. La pluralidad de este co-social. entienda el encuentro con Dios en
sión de todo el pueblo de Israel, ente creado por Dios que es el mun- I-a poligamia se ejercitó también cuanto Dio como única y exclusiva-
<<pobre>> se convierte en un concepto do unitario implica necesariamente en el AT y
en su legislación se la mente posible a través de la media-
religioso con el sentido de <<humilde>>, una referencia mutua de lo diverso da por supuesta y se la regula (Deut ción do estas <<fue¡zas)> numinosas y
<<piadoso>>. En el judaismo tardio, y opuesto entre si. De lo cont¡ario, 21, tr-5ss), Esto no implica que haya en relacibn a ellas.
los pobres son el verdadero pueblo todo seria lo mismo o seria un caos que admitir una propia <<dispenso> Esa manera de entender el encuen-
de Israel. Jesfis maldice en Lc 6, absoluto y el mundo no podría te- positiva divina a los patriarcas para tro con Dios puede darse por falta
24 a los ricos y a los que están sa- ner un origen y una meta común. la explicación de este hecho en cuan- de una -)revelación históricamente
ciados,y ensalza como bienaventu- Esta relación difErenciante. aunante to tatr. Incluso el conocimiento de la irrepetible y de una autocomunica-
rados a los pobres de espíritu, en y mutuamento soportadora de los -+ley natural y la actualización de ción del único Dios vivo en su tras-
Mt 5, 3, es decir. conforme a la diversos entes, hay que pensarla an- las verdades en ella contenidas tie- cendencia como gracia. En cambio,
exégesis moderna, no los humildes, te todo, aunque no sólo como rela- nen su historia, que ha sido dirigida existe el politeísmo corno auténtico
los mendigos y pedigüeños ante Dios, ción de dos realidades. Lo rnismo por Dios, voluntaria y permisiva- fenómeno religioso, impío y culpa-

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-5(r6
PoliteÍmo Postulados (teología de)

ble, no sólo como simple necedad te. También y sobre todo la cadena individuo, de una época; entre el do las religionos y de los sistemas
metafísica, si Dios, como fundamen- <<normab> de procesos, explicable de .influjo demoníaco y las aptitudes, éticos y mct¿¡.í'ísicos cs insuperable,
to verdadero y superior al mundo forma <<natural>>, está suje'ta a la di- posibilidades de enfermedad, e in- y de Ia impresión dc <<seguridad>>
do toda la reaüdad y, por tanto, in- námica de Ios poderes demoníacos cluso dotes parapsicológicas, por quo dan las ciencias <<exastas)). Por
cluso de todas esas <<fuerzas», tam- orientada hacia el mal. A partir de otra, no es de ninguna manera ne- todo 1o cual so limita a lo experi-
bién creadas, queda identificado con este hecho, la -+enfermedad, la cesaria, ni siquiera posible,. mentalmente dcmtlstrahlc o. mejor,
ellas; y entonces esas <duerzas>> muerte y 1o que la existencia huma- mostrable. Sin emhargo, el positivis
atraen a sí, en la medida de 1o po- na concreta contiene de autodestruc- Pmibles. La posibilidad de un ente mo olvida que sc tlcstruye ir sí mis-
sible. pluralística y definitivamente. tivo, pueden y deben explicarse en se conoce primariamente en que de mo como teoría y conto sistcma, lo
el -)acto propiamente religioso de todo caso también como expre.sión hecho existe y que, con todo, no es mismo que cualquier csccpticismo;
la autotrascendencia y adoración. En del influjo de las fuerzas demoníacas. eterno ni necesario (-)contingencia). que es impracticablc cn la vida hu-
ello es indiferente que el hombre o incluso cuando procedan de causas .Así, sele conoce como algo que mana concreta, puesto quc no puo-
pueblo pretenda venerar a varios de naturales próximas y cuando se les puede ser, que es posible; como algo de fundamentar verdaderamcnte una
estos dioses que pretenden ser Dios, pueda y deba combatir con medios que tiene una inteligibilidad interna exigencia ética; que, tras Ia multitud
o solamente a uno de ellos (heno- naturales. (compatibilidad de sus notas) y una de opiniones expuestas en las ternri-
teísmo). De aquí que, desde el punto de razón suficiente de su existensia, que nologías más diversas y en forma
Este politeísmo no seL dio en el vista religioso, no es específicarnente le es extrínseca (en riltimo término, histórica siernpre cambiante, se re-
comienzo de la historia de, las reli- importante, ni siquiera posible, esta- Dios). En Ia experiencia de nuestra vela al observador penetrante una
giones. El politeísmo de la historia blecer una frontera precisa entre po- libertad de elección entro diversos profunda unidad do las convicciones
fáctico es en último tórmino una sesión y enfermedad natural, sobre objetos y en el conocimiento de la humanas fundamentales, evidente-
mezcla indescomponible de las acti- todo pudiendo ser esta última sínto- de Dios, conocemos que tienen que mente de tipo metafísico y religioso;
tudes analizadas. De ahí que sea pe- ma y puerta de entrada de aquélla. darse posibles incluso no realizados, que existe una experiencia trascen-
ligro permanente de toda üda reli- Por lo tanto, tampoco se, da un di- aun cuando a menudo no podamos dental, que es precisamente el fun-
giosa, aun cuando hoy aparece sólo lema radical entre la lucha contra el decir si algo intrinsecamentei.inteli- damento que soporta de las ciencias,
en forma atemática. Como peligro, lenómeno por medio de exorcismos gible podría encontrar un puesto aun cuando éstas lo ignoren; expe-
únicamente puede superarse donde y la lucha por medio de la ciencia real en la totalidad fáctica de Ia riencia trascendental que de tal ma-
el Dios histórico concreito aparece médica. En especial, todo cristiano realidad cuyas fronteras se nos es- nera se explica en la lógica, onto-
como el absoluto, es decir, en la en- tiene que Íezat por su curación. in- capan. sin aniquilar <<esto> mundo. logia y ética, que su seguridad es de
carnación del Logos; no se supera cluso en el caso de una enlermedad La doctrina de los posibles es teo- una especie diversa a las de las
por una especulación puramente me- <<naturalisima>>. Por exorcismos en- lógicamente importante como tras- no menor
ciencias positivas, aunque
tafísica, que pruebe la unicidad de tendiamos esa oración solemne diri- [ondo de la libertad de Dios y de la en cuanto originariamente veriflcada
un último fundamento del mundo gida a Dios en nombre y por orden criatura, de la oración de petición (-)trascendencia). Es eüdente que
de una manera formalmente abstrac- de Cristo y de la Iglesia para con- y de la responsabilidad activa del un positivismo que se imponga abso-
ta (cf. I Cor 8, 4-6). seguir su protección frente a ios po- hombre. Lo actual entra dentro del lutamente como sistema es incompa-
deres infernales. Incluso donde haya más extenso ámbito de lo posible; tible con el cristianismo, a diferencia
Posesión iliabólica. La existencia que hablar de un fenómeno como situación que indica sus fronteras e del método de, las ciencias en cuan-
ds -)poderes y fuerzas malignos su- posesión en sentido estricto, sólo se implica su libertad en orden a lo to tal.
prahumanos (-+demonios) y su in- tratará de una manifestación de ese superior.
flujo en el mundo es una verdad de ámbito fundamental do poderes de- Poslulados (teología de). Puede 11a-
fe (Dz 428 806 894 90'l 909). De moníacos, que so hace captab[e pre- Positivismo es la escéptica limi- marse asi a un proc.eso cognoscitivo
Lc 13,
acuerdo con la Escritura (p.ej., cisamente aquí en vi¡tud de las tación del conosimiento humano, teológico, en el que una realidad,
16; 1 Thes 2. 18; Hebr 2, 14), la circunstancias <<permitidas». Pero Io ante todo del cierto y <<científico>>, que no viene dada inmediatamente
acción de estos poderes no debe su- que aquí se manifiesta es sólo lo que al ámbito dela experiencia inme- o no está revelada en sí, se deduce
ponerse sólo allí donde se, dan fenó- siempre existe en el mundo, y diata y
de ou tipificación, y sus de- con mayor o menor seguridad recu-
menos paranaturales o <<extraordina- que, por lo tanto, no exclu1.e 1as rechos residen exclusivamente en su rriendo a otro hecho conocido que
rios>>, considerados desde el punto causas naturales. sino que se sirvc utilidad (previsibilidad) en orden a requiere la existencia de tal realidad.
dc vista de los métodos experimen- de ellas para sus propios flnes. Una la experiencia sensiblo inmediata. El Entro las verdades así deducidas pue-
tales intramundanos y en contrapo- separación adecuada entre influjo .Jc- positivismo es una actitud muy ex- den contarse, p.ej., la sabiduría de
sición con los fenómenos normales moniaco, por una parte, y el raundo tendida en nuestros días. Vive de la Dios, su justicia, la conexión de toda
captables y controlables empíricamen- de conceptos e imaginaciones de un impresión de que la multiplicidad realidad, la dignidad de una perso-

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Prac¿r¡¡¡l¡ula fidci
Fostulados (teología de)

na, etc. Sin embargo, hay que ser y para la posibilidad, fundamental cación) o venir dada por el acto li- cias, p.ej., en la ordenación sacer-
extraordinariamento prudento en la en orden a la relación con Dios, do bre de un tercero, legitimado para dotal, qucd:r conlerida en su totali-
aplicación de ese método, por razón que algo se convierta verdaderamen- hacerlo (transmisión de poder judi- dad, aunque pucde qucdar Iigada o
de la libertad de Dios. Con todo, no te en algo sin estar de ante¡nano cial). Por institución de Cristo, la limitada en ou¿ulto a su uso. Así se
hay que rechazar de antemano una necesitado a ello (->potencia obe- potestad en la Iglesia es, en parte, entiende clarisimrmc¡rtc por qué el
teología de postula<los, porque eI diencial). Por 1o tanto, el homb¡e de tipo sacramental (->sacramento) simplo saccrtkrto pucclc confi¡ma¡ en
mundo pluralístico (-->onulogia fidei) puede realmente estar capacitado y y, en parte, de tipo de soberanía (po- caso dc nccc:itlatl. o inclt¡sr¡ inrpartir
del Dios uno pone de manifiesto co- agraciado por Dios de modo que testad docente y de régimen). Su la ordcnación saccrclotal lcgítinramen-
nexiones auténticas y cognoscibles. haya de atribuírsele verdaderamente transmisión tiene, lugar, en parte, por te, como aparccc c¡l Ltnori pocos ca-
Y, además de esto, porque este mé- ese don, a pesar de haberle sido la ordenación (-+orden) y, en par- sos de la edad mctlia; y tirnrtrión se
toCo con frecuencia es sólo la ma- dado; así alaba al donante y sigue te, por un acto jurídico no sacramen- entiende por quó cl sacerckrte nr¡
nera concreta de desarrollar legítima- tal de la autoridad eclesiástica. Estas puede impartir la absoluci(r¡r si cl
siendo dependiente de El.
mente un conocimiento ya dado, en dos potestades están ordenadas recí- obispo no deja en libcrtad su capa-
sus momentos ya globalmenfe conte- Potencia obedier¡cial. Se llama po- procamente la una a la otra, aunque cidad de <<jurisdicción>> par:r conlc-
nidos en é1. tencia obediencial con respecto a la no son idénticas y no han de darso sar. En este último caso se hacc ovi-
gracia sobrenatural, a Ia esencia del siempre en el mismo sujeto ni tener dente la imbricación de ambas po-
Potencia (del latín : posibilidad, hombre, en cuanto que, en virtud el mismo portador (->potestad de testades (de orden y de jurisdicción).
aptitud) designa el concepto opuesto de la ->trascendencia espiritual hacia la Iglesia). Cf. -)sucesión apostólica,
al de -+acto. La realidad contenida todo ser, está abierta a la autoco- ->llaves (poder de las), -+atar y Potestades y principados, En el
en el concepto aparece originaria- municación de Dos, la cual sólo desatar (rotestad de), ->ministerio. NT, sobre todo en san Pablo, se lla-
mente en la autorrealización lib¡e del puede depararse a un ente cuya ma potestades y principados a las,

hombre y en la experiencia del cam- Potestad dc la lglesia. Por potes- fuerzas malignas dominadoras (-)de-
esencia no quede circunscrita a un
bio de algún ente situado en el am- ámbito limitado de ser, pues de lo tad de la Iglesia puede entenderse el monios), en cuanto que todavia si-
biente humano. Algo, el <<sujeto>, contrario su esencia quedaría des- conjunto de los poderes .otorgados guen ejerciendo su influjo en el -)eón
y a la -)Iglesia en orden al cumpli- presente. Puesto que el NT admite
sigue siendo el mismo, precisa- truida. Esta -><<potencia>> o capaci-
imparcialmente los conocimientos vi
mente eso se convierte en algo que dad receptiva se llama obediencial miento de su misión. La teología y
no era hasta ahora. La posibilidad porque aquello que realmente es, el derecho canónico la dividen en venciales de la humanidad y los
<ie determi¡arse a si misnro o por tendría aún sentido (como posibilita- potestad de orden y potestad de ju- transmite ya purificados, puede con-
obra ajena, en virtud de la adquisi- ción de una existencia espiritual-per- ri.sdicción; sin olvidar que ambas cederse lo siguiente: Cuando se ha-
ción de una nueva realidad añadida sonal) aunque Dios no se comunica- están estrechamente unidas entre si. bla ds potestades y principados se
(deternrinación, acto), constituye la ra a sí mismo. De tal forma, que tal La potestad de orden se imparte por trata en realidad de lo personalmen-
potencialidad de un sujeto como po- comunicación, aun dada la existen- medio del orden, en sus diversos te malo, tal como aparece en los
tencia activa o pasiva. Fotencia dice, cia de esta potencia, sigue siendo grados, con el rito de la -+imposi- diversos ámbitos y dimensiones del
en primer lugar. no una posibilidad indebida y libre, es deci¡, sencilla- ción de las manos a determinada hombre en forma de autocracia, que
abstracta, una entidad meramente mente gracia. Por lo tanto, dicha persona. La potestad de jurisdicción llova al -)pecado y a la -)muerte
pensada, sino la aptitud de un ente potencia no puede plantear exigen- corresponde al que está en posesión (tales potestades y principados apare-
real en orden a una determinación cia alguna ante Dios, sino que ha de un cargo oficial de la Iglesia. Por cen especialmente en Eph y Col;
ulterior perfectiva do ser, quel es de estar obedientemente a su libre tanto, puede ser ulteriormente dele- Rom 8, 38; I Cor 15, 23-26); que-
poseída por él en cuanto distinta dispos,ición.
gada. aunque no es necesario que so daron vencidos en la cruz de Cristo
de él y a la vez en cuanto propia. delegue en toda su extensión; puede y en su resurrección, aunque esa
De tal rnanera que dos, el sujeto Potestad (o autorización) significa también retirarse la jurisdicción al privación de poder sigue todavía
como potencia y la determinación la capacidad física y jurídica, dada que está en posesión de un cargo. oculta. El ambiente de <<este -->mun-
del sujeto como acto, son realmente de forma permanente o provisional, El -+papa, como titular del pri- do>> está todavía bajo su prevalencia
uno: el sujeto determinado en cuan- para la
realizactín de actos, que mado de jurisdicción, sólo puede ser y conduce a la ->tentación y -)per-
to privado de la jurisdicción n porque secución de los cris.tianos. Conside-
potencia actualizada. sin que por cualquier otro tiene que tolerar y
eso sean sencillamente idénticos. La reconocer como legítimos en cuaD- renuncia a seguir siendo papa, o rándolo teológicamente, hay que de-
porqus deja de se¡lo a causa de he- cir quo su acción está sólo <<tolerada>>.
intelección de esta estructura meta- to que le obligan moralmente. Esta
física, dialéctica del ente finito, es potestad puede fluir de las relaciones rejia o locura manifiesta. La cola-
fundamental para la comprensión objetivas (de derecho natural; p.ej., ción de la potestad de orden puede Praeambula fidei (preámbulos o
objetiva de la criaturidad y flnitud, el derecho de los padres a la edu- peusarse así: en algunas circunstan- presupuestos de la [e). I-a revelación

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Praeambula fidei
Prcdestinación
,oral histórica de Dios en determina- creto de la experiencia terrena y
do tiempo y lugar (-+profeta, -+Je' concreta del hombre. Ambito en el tc conformarse y con la que tiene toda la realidad. Ese querer es su
sucristo) encuentra, en los hombres que esta palabra se podría conside- que conformarse en mil decisiones Iundamento y no su consecuencia.
a los que se dirige, una persona rar demasiadas veces y con demasia- importantes de su vida práctica. So- En este sentido, están dichos actos
,espiritual que tiene ya sus determina- hre todo estando claro que la deci- predefinidos o predestinados. Natu-
da raz6n, como mera ideologia ilu-
.das experiencias, juicios y una espe- soria. Además, la palabra de Dios sión contraria, en su contenido (de ralmente, en cuanto libres. El medio
cie de sistema intelectual. Dicha re- tiene que poner al hombre en el sitio eséptica desesperación) y en sus para la realización de la predefini-
(<modvos)). no tiene realmente una ción son las gracias eficaces. Los sis-
velación apunta además a su respon- que le corresponde por naturaleza y
jtrstificación lógica y moral mejor. tomas particularcs de la gracia (-+gra-
sabilidad y a su juicio libre; por lo del que no puede salirse: en la di-
,tanto, tiene que poder ser atendida mensión de su experiencia metafisica Sus <<motivos)) consisten, en riltimo cia [sistemas de la]) cxplican dc l'or-
por ese hombre, tiene que poderse e histórica. término, en Ia no obligatoriedad de ma distinta cómo cstas gracias no
legitimar anto é1 como palabra de El conocimiento reflejo, <oaturab) la otra decisión. A esto se añade, co- destruyen la libertad del acto salví-
Dios. Toda palabra que una persona de las experiencias de ambas clases, mo momento interno de los praeam- fico posibilitado por cllas, sino qrrc
bula fldeí, la armonía intrínseca del precisamente la producen.
dirige a otra, si es una verdad que hace lógica y moralmente creíb1e «de
puede realmente exigir su creencia, manera segura)) el hecho de la reve- hombre mismo con el mensaje oido El concepto de predefinición des-
lleva en si y de por sí misma una lación cristiana ante la responsabili- (-»potencia obediencial, -)revela- empeña también importante papel en
fuerza que obra en orden a su com- dad del hombre racional; sin que por ción). otros lugares de la teologia; siem-
prensión y a su aceptación. Y esto ello obligue al asentimiento y sin El hombre se sabe en el <<sentido>> pro que la eficacia de Dios en la vc-
es válido ante todo de la -+palabra tampoco pretenderlo. Decíamos co- dei sor, aunque éste sólo pueda sos- rificación de sus propios planes ha
de Dios, que por su manetra de acon- nocimiento <<natural>>, en cuanto que tenerse frente al cansado escepticis- de entenderse coexistiendo simultá-
tecer, por su contenido y, ante todo, mo gracias a una valentia espiritual. neamente con la libertad de la cria-
aquí todavia no se presupone Ia fe
por medio de la gracia interna que en el hecho de determinada revela- Su r.ida tiene una salida a lo lleno tura: en lo tocante a la ->Providen-
siempre y necesariamente le acom- ción divina. Pues bien, ese conosi- de sentido, aun cuando esto se pre- cia, ->inspi¡¿ción, preseffación de la
paña, y que es asimismo un momen- miento que hace asi creíble el hecho sente como el ->misterio infinitq Iglesia y del -+magisterio de todo
to de la -+revelación en cuanto tal, de Ia revelación, es lo que constituye
(pero justamente éste aparece como error; en lo que toca a la es-
obra conjuntanrente su propia acep- el conocimiento de los proearnbula el rnisterio del -+amor [-+caridad] catológicamente insuperable -+san-
tación. Y esto sobre todo porque la ldei. Conocimiento que <<precedo>
infinitamente cercano). Esta expe- tidad de Ia Iglesia, a las acciones del
f
autocomunicación de Dios, como Io lógicamente, sin implicar de manera riencia interna, integradora de la hombre particular que tienen impor-
primariamente querido por Dios en necesaria precedencia temporal, al
pluralidad analítica infinitesimal, no tancia en la historia de la salvación
se deja ya delimitar reflejamente con (-.>María, e.c.).
la creación «naturab) y en el gobier- asentimiento de la fe (Dz 1626 s
toda exactitud frente a la luz inte¡-
no del mundo, se crea su propio 1651 s 1790 1794 2145).
presupuesto. En
concreto, para los cristianos, na de la gracia de la fe. Gracia que, Predestinación es el eterno decre-
Así, supuesto que la gracia mis- para aquellos que son llamados de en cuanto tal, no se deja objetivar to divino que se refiere al fin sobre-
ma, en la cual y a partir de Ia cual manera requisitoria e inmediata en en 1a reflexión, convirtiéndose en ob- natural de Ia criatura espiritual. Pue-
la jeto de ésta. Sin embargo, queda de entenderse de dos maneras. O de
tiene lugar revelación oral, em- su existencia individual por el men-
pieza por producir (y lo hace en todo saje de Cristo, habría de contarse dada. Es algo que integra, que sos- torma que la -+reprobación sea
caso) el sujeto de eso oir que entien- como praeambula fidei las verdades tiene y aporta la decisión existencial conceptualmente un género de pre-
de y acepta aquella revelación de que exponemos a continuación: El y ei valor en orden a ella, frente a destinación junto a la predestinación
manera <<congenial» y <<connatural>>; conocimiento histórico-racional de la
un escepticismo racionalista disolven- en general; o bien como predestina-
y esto de tal manera, que por medio existencia de Cristo, del contenido te. AIgo que proporciona la conna- ción a la beatitud en oposición a la
de Dios se oye a Dios en su pala- esencial de su mensaje y de su auto-
turalidad interna con la verdad creída. reprobación. Dios, como fundamen-
bra, que en cuanto tal rebasa todas testimonio. La testificación histó¡ica- to absoluto, que proporciona a todo
las dimensiones naturales; entonces mente fldedigna de sus -+milagros Predefinición. Recibe este nomb¡e su realidad por medio de un acto
esa palabra ha de afectar a todas como garantia de su estado de con- la -)predestinación, en cuanto que libre, no sólo contempla el curso del
las dimensiones (espirituales) del tormidad con Dios, ante todo el tes-
puede pensarse como referida a un mundo, sino que lo tiene que que-
hombre, y, como juzgadora, se dará timonio do su re,surrección (-)resu- acto libre determinado de la criatu- rer para que se verifique. En este
incluso donde se le rechace; tiene rrección de Cristo). Todo esto puede ra. Los actos libres positivamente querer Dios no está determinado por
que interpelar a la responsabilidad probarse con la suficiente seguridad buenos de la c¡iatura y lo que haya nada que no sea s,rl prudente y bon-
.espíritual entera del hombre, no ha histórica y racional (analítica), con de real y bueno en los actos malos, dadosa libertad. Libe¡tad que nece-
de permanecer fuera del ámbito con- la que todo hombre puede lícitamen- pueden y tienen que ser queridos por sariamente es incomprensible e in-
Dios como fundamento necesario de apelable. Por lo tanto, hay una prc-
575 576
57'.? 5 7¡l

Rrh-Vorg. l9
PredesÍinació¡r Prcscripción (argulncnlo de)

destinación a la beatitud para los la predestinación, y la libertad autó- cso anuncto. nl es tampoco una mera ¡nienzo tentporal clo l¿t natttr¿tlcza
hombres que serán bienaventurados noma do la criatura, es sólo la pro- c¡rscfr¿rnza moral es : la
proclama- humana de Cristo (ctrerpo y alma),
(Dz 805 825 827 Rom 8, 29s). Iongación, en el plano de la acción, cirin de la decisión salvífica de Dios sintr que preexiste tJcs'Jc sicmprc :r
En cuanto que la predestinación del misterio de la coexistencia del (-)evangelio) en sí oculta, cuya Ye- ese acontecimiento. A pcsar dc que
se refiere a la totalidad de la salva- ser in-finito de Dios con el ente fini- rificación tiene lugar en esa procla- la cristologia del Nl' acostun¡bra a
ción humana, compuesta por la de- to, que verdaderamente existe, que rnación, en cuanto que Dios vincu- carfieilzaf por la experiencia dcl
cisión moralmente buena, que Dios es, por tanto, distinto do Dios y la su palabra proclamada con su hombre concrcto Jcsús. con totlo.
posibilita por medio de su gracia por cso misrno está soportado por graaa efrcaz, escatológicamente ven- conoco claramcnlc su p|ccrislcncia
eficaz. y de la beatitud qrte se sigue Dios de manera total. cedora, y en cuanto que esta gracia, (Piril 2, 6; Ioh 1, l-ltll 17. -5 ctc.).
de ell¿. la pledestinación tiene como como autocomunicación de Dios, es -+Unión hipostática, ->J esuct isto,
ft¡ndamento único el libre amor de Predefen¡rinación fisicr, dentro de1 Io proclamado mismo, lo que pro- ->preexistenci
anism o.
Dios. Sin embargo, la predestinación, -+bañecianismo (-+gracia [sisternas cluce su propia aceptación en la Ii-
en cuanto fundada únicamente en el de lal), es Ia libro decisión divina al l¡ertad del hombre. Ambas cosas, Preexistencianismo. Doctrinu sc-
amor de Dios, quiere Ia felicidad concurso necesario en todo acto de proclamación y don del oir en la gún la cual las almas hum¿rnas han
dei hombre como dependiente de su la criatura, incluso en el acto libre gracia, las ofrece Dios en la -+Igle- existido ya con anterioridad a str
decisión moral. Para el hombre via- bueno y malo. Es la decisión diüna sia, incluso cuando la vanidad hu- existencia corporal. Dicha preexis-
dor, la predestinación, en cuanto re- a una <<premoción física», en cuya mana se predica a sí misma. En esa tencia puede entenderse de dos ma-
ferida al individuo, es una incógnita peculiaridad, previamente al acto de medida, la predicación tiene una neras: o bien han sido creadas con-
(+salvación [certeza de la propia]), la criatura y a su previsión, queda conexión interna con la ->palabra juntamente desde el principio para
auuque sigue siendo objeto de Ia ya ésto determinado infaliblemente eficaz de Dios (sin que por eso sea una existencia corporal, o bien tu-
esperanza y de Ia oración. Esta pre- en su cualidad determinada. y de lícito equipararla sin más a ella), que vieron una existencia libre puramen-
destinación no destruye la libertad tal manera, que Dios, en la decisión la -glglesia promete en el -)sacra- te espiritual. En este segundo caso,
de la criatura, ni su responsabilidad de otorgar esa premoción, conoce mento al individuo en su situación la existencia corporal seria la conse-
ni su consorcio dialógico con Dios. por la misma naturaleza intrínseca salvífica particular. cuencia de una culpa en su exis,ten-
Por el contrario, es precisamente el de ésta Io que el hombre h¿rá libre- La predicación tiene también en cia precorporal; el cuerpo sería Ia
fundamento de ellos, puesto que mente (en contr¿ste con estas ideas, esa medida una conexión con la pro- manifestación de la culpa, degradan-
Dios quiere la übertad y su ejercicio. -)ciencia media). Según el sistema clamación do la obra salvíñca de te para el espíritu (-+origenismo,
Dondo la predestinación se enticn- tomista de la gracia, la predetermi- Dios por antonomasia, con la pro- priscilianismo).
de como derogación de, la libertad nación física al acto lib¡e no des- clamación de la cruz de Cristo, que Esta teoría niega la unidad del
humana en la acción salvífica, se da truye la libe¡tad de la criatura, sino se hace presente en la eucaristía de hombre, la bondad del mundo ma-
el predestinacionismo herético (Dz que da al acto su cualidad de ser manera eficaz. Por lo tanto, la pre- teriai creado positivamente por Dios,
300 3l6ss 320sa 816 827). No hay libre, lo mismo que todo 1o demás. dicación y la celebración del sacri- la importancia decisiva de la vida
predestinación alguna positiva y ac- La <<premoción física>> al acto salu- flcio forman un conjunto. Así, la irrepetible, que se consuma definiti-
tiva al pecado: no es necesaria y es tífero sobrenatural constituye, según predicación es (explícita o implíci- vamente por medio de la libertad.
incompatible con la santidad de Dios la doct¡ina tomista, la esencia de tamente, inmediatamente o como pre- Siempre fue condenada como heré-
y su voluntad salvífica universal la gracia eficaz, en cont¡aste con Ia paración remota) la iniciación a la tica por la Iglesia (Dz 203 236 738).
(-)salvíñca [voluntad de Dios]). gracra meramente suficiente. Una aceptación, cognoscente por fe, de Con ello se rechaza también de hecho
La razón de lo
antedicho reside predeterminación [isica que supri- Ia palabra eficaz de Dios en el sa- Ia pluralidad de Ia existencia corpo-
en que la pecaminosidad del acto miera la libertad de la criatura en el crilicio do la misa y en el sacramen- ral de un misrno sujeto espiritual uno,
pecaminoso en cuanto tal, como ca- acto salutífero o en el pecado, ha- to; es predicación <<mistagógica>>. En la <<transmigración de las almas>>
rencia de ser, no requiere causalidad bría que rechazarla como herética ella, de todos modos, tiene su pues- india, órfica y teosóf,ca. Con respec-
alguna positiva por parte de Dios. (Dz 791 s 814 ss 1093 s I79t). to esencial lo docente. to a la doct¡ina positiva de Ia Iglesia,
Éste no quiere el pecado, aunque 1o cf. -+creacionismo.
prevea y permita. Quiere positiva- Predicación, en sentido amplio, es Freexistencia de Cristo designa el
mente el castigo del peczrdo como el anuncio de la palabra de Dios por hecho siguiente: En virtud de que Prescripción (argumento de). Ar-
consecuencia de é1, y no como fun- medio de las pe,rsonas señaladas para el Logos eterno divino, engendrado gumentación teológica utilizada ya
darnento de su decisión de permi- ello por la Iglesia en nombre de por el Padre desde toda la eterni- por Tertuliano a comienzos del s. lrr
tirlo (Dz 3OO 316 322). Cristo. Este anuncio no es una mera dad, se hizo hombre, Ia persona que y teóricamente fundamentada. Pr>
El misterio de la relación entre Ia instrucción acerca de hechos que en se hace hombre como Jesucristo no dríamos describirla de la nrancrir
omnieficiencia de Dios, que implica principio serían accesibles aun sin srlrge flor primera vez con el co- siguiente: Si la Iglesia, com() t()tÍr-

-179 580 581 581


Preseripción (argumenfo de) Profcla
lidaC. de rnanera moralmente unáni- resls),' el modo de presencia de Dios alguna manera procede otra cosa». Profcla (dcl gricg,r '.,c¡rc Ilabla
me. en cualquier época determinada, en el coniingente mundo creado por Conforme a la filosofía aristotélico- por otro). Bn t¡n scntitlo gcneral
sc sabe en posesión tranquila de un ia divina operatividad (omnipresen- tomista, se distinguen principios del propio de Ia teologia f undalirental,
dogma (de una convicción) tenién- cia do Dios); además, la presencia conocimiento y principios de ser. puede llamarso asi al hombrc quc,
dolo como revelación divina que hay del -+principio absoluto (Dios) en Los juicios lógicos se basan en pri- ¿rcreditadamentc. cs p()rta(Llr dc Ia
que creer incondicionadamente con el homb¡e por medio de la auioco- meros (o riltimos) principios, que no -+revelación divina, y lr¡ cs dc tal
Ie, entonces esa ci¡nvicciólr no pue- municación (-) gracia -+inhabitación tienen quo estar fundamentados, por manera, quc n() srilo cx¡rcrinrorrla la
cle sel lalsa. en vi,¡tud de la asisten- de Dios). 2) La presencia basada en ser inmediatamente evidentes, p.ej., autocomunicacititr <<gr:lcior:t» tlc I)ios
cia del Espíritu Santo que p¡eserva la unidad categorialn-rente concebi- el principio de contradicción. En al hombre, silto «¡trc l:rnrbiún l¿r
a la -+Iglesia de toda deserción cle ble, tal como se da entre personas estos primeros principios desaparece objetiva (ex-plica), c()r'r'cctlu)l!:r)lc y
la revelación verdadera. Esta con- por razón del conocimienlo y xmor Ia diferencia entre la lógica y Ia sin error, bajo la dilcccirin !' Lr)r¡fir-
vicción tiene que remontarse en de Dios
ese unificantes (-)comunicación, -)repre- ->ontología; son ya principios de mación (->nrilagro¡, tir:
caso a la tradición apostólica y así sentación, etc.). 3) La presencia de ser. forma acomodada a la situlLcirirr r¡rrr:
a la tevelación de Cristo. y esto aun realidades que se encuentran <<en el En la filosolia escolástica, se iden- viene pre-dada talrto a ól conr,r lr
cuando la mancra en que se ha veri- espacio>>, basada en la unidad de este tifican con las ca usas. I .os primeros su ambiente. y, obedeciendo cl irrr-
ficado el proceso histórico de la t¡¿r- último. 4) La presencia sacramental, principios de ser prirtci.piltm quo)
( pulso divino, la anuncia ¿r su nrun-
dición o la erplicación exacta a par- p.ej., la del cuerpo de Cristo en la constituyen al ente. Son sencillamen- do. En cuanto qlre Ia captaciórr tlc
tir de otras verdades de la teología -+eucaristía, donde no es lícito iden- to las cuatro causas: 1) -+forma la situación salvífica implica inevita-
sólo nos resulten accesibles con bas- tií'icar la presencialidad espacio-tem- (causa ormalu) y 2) )materta (catt- blemente una pr+visión del ,i'uturo,
f
tante obscuridad (-+dogmas [evolu- poral del cuerpo de Cristo significa- sa materíalis), que se comportan aunque no un reportaje a partir del
ción de losl). La diflcultad propia da por las especies eucarísticas con la entre si como -+acto (actualidad) misrno futuro, también es propia dcl
de este esquema probativo formal- presencia enmarcada y delimitada de y -+trotencia (pos,ibilidad), -.>esen- profeta, más o menop explícitamen-
mente correcto, en su aplicación los cuerpos natur¿les en el espacio. cia y -+existencia; 3) -+causalidad te, la capacidad de interpretar el
práctica, re¡idc en la cuestión si- (causa effícíetts) y 4) finalidad lca¡r- presente en la ex-plicación de su di-
guiente: ¿Cónro se explica cl que Presunción. Aqui utilizamos esta sc fínalis, -)fin). námica futura. Éste es el sentido
una convicción que antes no se cap- expresión en analogía con la pre- Con todo, Ios primeros principios actual, amenudo exclusivo. de la
taba claramente como revelada pase sr"rnción jurídica y la prueba por pueden reducirse a uno según el palabra <<profecía>>. La auténtica pro-
a ser una convicción que se conoce i¡rdicios. Este concepto tiene cierta principio de razón suficiente: que fecía puede también, según las cir-
con toda seguridad como revelada inrporlancia en el conocimiento teo- todo lo que existe tiene que tener cunstancias, aparecer mezclada con
y definible? ¿,Cómo se realiza ese iógico, puesto que es imprescindi- una raán slrficiente para que exista el error, el incumplimiento y recu-
proceso, ese tránsito? cf. -+canon. ble para el conocimiento y no no exista (Nicolás de Cusa). La brimiento por la situación religiosa
humano
en general, a manera de prueba in- esencia do esto último principio es pre-dada. Incluso puede ir mezclada
Prese,nci¿1. El fenómeno de la pre- ductiva. Se podrían proponer mu- el -+ser, al que como a -imisterio con la imposibilidad de distinguirla
sen;ia yicnc tlado de manera inme- chas reglas teológicas de presunción. incomprensible remite en todo cono- plenamonte de la depravación reli-
di¡rta con la originaria experiencia Cita¡'emos algunas: La rectitud de ci.miento la -)t¡¿5gs¡¿sncia del hom- giosa que le circunda. En esta for-
sensible (y. en deflnitiva, no reduc- una decisión doctrinal del magiste_ bre. Ser quo es a Ia vez ei principio ma puedo aparecer incluso fue¡a de
tible) de la(s) realidad(es) yuxra- rio no definitoria hay que presumir- de la actualidad de todo ente, en teo- los marcos del Antiguo Testamento
puesta(s) espacio-temporalmente, que la mientras no se demuestre 1o con- logía llamado ípsum esse subsístens, y del Nuevo.
llegan a ser percibidas en su plura- trario (Dz 1683s 1820 2313); no hay octus purus, ->(<Dios», del que hay Partiendo del NT, estamos en con-
lidad bajo una cierta perspectiva de que presumir que una verdad está que partir necesariamente para po- diciones do reconocer a los profetas,
unidad. Los diversos modos de da¡- definida, sino que hay que probarlo der entender 1o que es el -+hornbre. con los trabajos por ellos escritos,
se tal unidad en 1a pluralidatl dicha, (CIC can. 1323 § 3); ta libertad tiene de los que tenemos noticia por el
fundan. a su vez, tliversos modos de ¿r su favor la presunción frente a la Priscilianisrno, secta española que AT, como profetas auténticos y pu-
presencia de los que se hace cues- obligación nacida de una ley no recibe su nombre de Prisciliano, a.jus- ros. La autocomunicación de Dios
tión Ia teología: I ) El modo de cierta (->¡¡6¡ales [sistemas]); el sen_ ticiado en el 385. Es una variedad al mundo y su reverberación y auto-
presencia, basado en la r.rnidad tras- tido goza de presunción frente al del gnosticismo y una mezcla de testiflcación alcanzan str punto esca-
cendental, del principio en 1o prin- contrasentido. etc. Jdualismo. -)modalismo y fata- tológico culminante por medio dc
cipiado. como se da en la recíproca lisrno (cf. Dz l9'38 231-245). Esta la unión hipostática en Jesucriril().
presencia de las personas divinas Principio, según Tomás de Aqui- secta desapareció hacia finales del Asi Jesucristo es el profeta por anl()-
dentro del Dios absoluto (-)perikho- no, es <<todo aquello de donde de siglo vr. nornasia, la autocomunicaci(r¡l rli-
583 5li6
584
Prol ts(¡l¡llis¡¡¡o
Frofet:r

lri que dio origen a semcjante Pro- da, sino ert cl sigrto clo ll cruz Y dc
vina y su expresi(rn en persona. Si Por tanto, es correalización salutí- la pasiórr. dcl pccado (tltaolttgiu
la revelación de Dios llega tambr'én fera de la vida intratrinitaria, obrada tu'sta. EIr el nuevo protestantismo li-
a su conclusión en Jesucristo, tarn- por el Espíritu Santo, en la que el heral, ésta se convierte en prote§ta crucis).
con'rta el dogma, contra la Iglesia Así, tar¡rl¡ié¡r lit csci:iitin dc la
bién es verdad quo el profeta sigue -)Pneuma de Dios es eI amor per- cristiandad h¿r rlc clltr:ndcrso como
pert.eneciendo a la Iglesia, si bien cr.rnlo institución en general y contra
soniflcado de Dios. Con respecto consccuenci:t tlcl pccltd'r' l 'e gritcil
no corno entidad institucionalizable. a la unidad entro amor al prójimo cl cstatismo eclesiástico.
[-os Puntos doctrinales más im- es la benigrriclarl divil¡a hcch¿t c¿rrne
Es claro que ha de seguir perte- y amor de Dios: Mr 22, 37 ss; Rom en Cristo. Es la nttova crcacitin att-
neciendo a la Iglesia, puesto que 13, 9s; cf. Mt 5, 43ss; 7, 12; 10, portantes son: La -)fe, único me-
iitr de justificaciÓn (-)sola fide), es téntica del ir.lmhtc c()nl(r lltlcv:l crilt-
siempre se dan en ella hombres que 40 ss; 25, 40; el him¡o supremo del tura; produce buctlas r¡trrits, llcro ll()
proclaman originariamente (-+caris- amor aI prójimo: I Cor 13; el amor cl encuéntro personal con el Cristo
histódco en la <<palabra de Dios>> hace que cl hombrc tlcjo tlc scr P0-
ma) la realidad de Dios y de Cristo al prójimo como plenitud de la ley: cador, No exislc utt rtlitgi\lcl i() It)-
en r,-irtud de st pncuma y por misión Rom 13, l0; Mt 22, 40. viva, cuya Predicación es Ya salví-
f alible; la palabra clo lit Sitgr:ttkL
divinamente ob¡ada en o¡den a la {ica. La peiaminosidad radical del
hornbre ante Dios le incapacita to- Escritura se interpreta it si rtti:nlit'
Iglesia. Propiedades frinitarias son las par- Las opiniones con respecto al dr¡rccht¡
ticularidades que diferencian entre talmento para cualquier cooperación
en el proceso salvador. Por 1l: tanto, eclesiástico son muy variarlas lll
Frójimo (arnor al). Dogmáticamen- si a las tres ,pe,rsonas divinas en -+ministerio, o potestad, procedc tlr:
te, a¡1or al prójimo significa el amor la -+Trinidad y en que, en cuanto dicha fe es un regalo exclusivo de la
gracia (-'so/¿I gratid) y una aventura Cristo; asl 1o considera el protastart-
cristiano, salutífero, posibilitado y notas diferenciativas para nosotros, tismo normalmente; no es r'rna sinrplc
soportado por la gracia de Dios; so llaman también ttotiones. Tales Jxistencial del creyente a raiz del
evangelio; aventura emprendida. a donación de Poderes Por Parte de
arnor de auténtica benevolencia per- propiedades son no sólo las tres la comunidad. Con todo, etl el pt'o-
sonal, que busca al otro por razón -+relaciones contrapuestas y constitu- p".uo d" la pecabilidad que persiste
en el hombre desPués del bautismo testantismo, el margen dejado a la
de él y no como valor útil o delei- tivas de las personas en Dios (pater- acción de los derechos Puramente
table para uno mismo. Por lo tanto, nidad, ñliación, inspiración (Lutero: simttl lustus et peccator)'
pasiva),
X.a fe se funda sóIo en la Sagrada humanos es mayor que en la Igle-
se le añrma en su peculiaridad ab- sino también el <<estado de ingénito>> sia católica. Se admite parcialmente
soluta, sin supeditarlos al propio propio del Padre y, de alguna ma- Escritura (-)sola scrípturo) y en los
dos únicos sacramentos instituidos la potestad ePiscoPal, aunque fun-
<<ideal>>; se refiere uno a é1, y no re- nera, también la inspiración activa, damentalmente persiste la negación
fiere el ot¡o a uno mismo (cf. en cuanto que düerencian al Padre por Cristo, ->bautismo Y banquete
^eucarístico
-)amor, ->caridad). El amor es y al Hijo conjuntamente del Espíritu (-)eucaristía), y de nin- de un -+sacerdocio oficial consagra-
puna manera en la autoridad dc la do, y del sacrificio de la misa (-+mi-
la tealización auténtica y total de la Santo (cf. Dz 428). sa [sacrificio de la]).
persona espiritual. Por consiguiente, iplqsia y en su -+tradición' La Bi-
blia. Por 1«¡ menos segrin Lutero' De aquí la estructlrración de la
«desinterés))no significa frialdad y Protes{antismo, palabra que tiene Iglesia sobre la base de un sacerdo-
distancia, sino entrega de toda la su origen en la llamada no debe entenderse legalmente (bibli-
«protesta-
cismo). sino como evangelio de la ci,o general de los {ieles de la co-
esencia propia, en la medida de lo ción» de los miembros luteranos de ,rrnidud. Se reProcha a la lglesia
posible y en cuanto que el otro puedc la segunda dieta de Espira (1529) gracia: el principio )sola scriptutct
es válido exclusivamente <<en la me- católica la llamada <<doble ética»;
ser el destinatario de tal amor. Amor frente a los católicos. Como con- una para los que viven los -)con-
al prójimo «por amor de cepto, designa el conjunto de co- dida en que imPlica a Cristo o se
Dios>>,
ocupa de El>>. Pero Cristo es señor sejos evangélicos, e monacato, Y
am¿r por amor a Dios, significa pre- munidades confesionales procedentes
No es legislador, es de- otia general, en Perjuicio de un
cisamente no hacer al prójimo mero de la reforma del s. xvr y su doc- -v sálvador. vocacional riguroso al servi-
material de las prácticas del amor trina teológica. La protesta contra cir. fundador de una -)Iglesia como ¿fl¡¿-¡s
sociedad perfecta con plenos poderes cio de Dios en el Prójimo' HoY día
de Dios; por el contrario, designa la Iglesia católica es el rasgo fun- la acosturnbrada sintesis del protes-
el ámbito y terreno que posibilita damontal común a todas ellas. En legislativos, como ocurrs principal-
mánte en el caso del primado ponti- tantismo en la fórmula de <<libertad
por primera vez un amor al pró- el protestantismo primitivo, esta pro- del cristiano>>, se presta zL equívo-
jimo radical. pues, en la ordenación testa se mantiene, en lo esencial, ficio. Cristo está sólo presente por
medio del Espíritu Santo en palabra cos, por cuanto que ésta origina-
sobrenatural do la existencia concre- vinculada al antiguo -)dogma cris- riamente no s,igniñcaba que el dog-
ta. Dios mismo es el misterio más tiano. El testimonio de Lutero a y §ac:ramento, sobre todo en la pala-
tra. La predicación constituye el ma y el credo, sobre todo en lo to-
entrañado del hombre. Correspon- favor de la gracia gratuita evangélica cante a la divinidad de Cristo, no
dientemente, según la en -)Jesucristo, y contra la supuesta punto central del servicio divino, es
sentencia teo-
áecir, del culto. Esta Presencia de fueran obligatorios en conciencia;
lógica general, el acto de amor al <<materialización>> y legalización de <<libertad de un cristiano» signifi-
prójimo es acto de la -+virtud teo- la gracia por parte del sistema je- Cristo en su Iglesia no reside en el
signo de una gloria futura ya incoa- caba, en sentido negativo, la libertad
logal del amor de Dios. rárquico de la Iglesia católica, fue
590
587 -589
588
Prof estaüfismo
Prolest¿¡n(ismo
con respecto a las leyes de la rgle- un protestante había encontrado que salvifico alguno del hombre que no c) Si hay sacramentos en Ia Igle-
sia; y, en sentido positivo, la es- en la Iglesia católica y en el mo_ esté soportado en su totalidad por la sia, es decir, si en Ia situación del
pontaneidad del amor de Dios obra- mento de la separación se negaba --'gracia gratuita, ya que, tanto el hombre concreta con respccto a la
da por el Espíritu santo en or- algo que su conciencia cristiani le poder como el actuar fácticamente salvación, y dcntro del rito rsagrado,
den al cumplimiento de
la voluntad obligaba a mantener. libre del hombre y, por lo tanto, la hay una palabra operativa en boca
divina.
liberación de la libertad en o¡den a de la lglesia; si sc <Ia cse rito de la
2. Pero esta segunda hii:ólcsis la fe, esperanza y amor divinos, palabra eficaz, en cl r¡ue lo quc se
1. E1 católico dirá: a) el <<no» no puede ser reconocida como válida proceden de esa gracia a todos pro- pronuncia se convicrtc pol r:re dio
llano y simpie respecto a Ia unidad por ningrrn catórico. Las razones pa- metida, aunque inexplicable para de la acción divina cn sucr:sr¡ de
con la rglesia católica no conduce, ra rechazarla son las siguientes: cada uno en particular. Esta gracia cada uno en particular, tal conro
mirándoio cristianamente, de manera
se convierte verdaderamente en acon- confiesan la mayor: partc dc los ¡r«r-
alguna, ni a una comunidad doc- a) La teoria de la autosuficien- tecimiento, de tal manera que Dios, testantes, por lo menos cn cr¡lu)t() a
trinal cristiana ni a una unidad cual- cia de la Escritura (sola scriptttra) creándole nuevarnente, transforma al la eucaristía y bautismo; s¡, l),)r ()trir
quiera. Lo mismo puede decirse del no puede de ninguna o,rrr".u
hombre, do un sin Dios que sería sin parte, conforme a Ia doctrin¿r clc Ia.
bautismo en cuanto tal y en sentido derse enel sentido de que la"n,urr_
pre-
-palabra' esa gracia con toda autenticidad y Iglesia católica, no todos los s¿rcrr-
exclusivo, puesto que dogmáticamen- dicación viviente de la r1e verdad en hijo amado suyo. Por lo mentos tienen el mismo rango, clig-
te se la interpreta en las formas más Dios en la rglesa no hubiera ¡rre-
diversas; concebido de esta manera
tanto, ya no es lo que antes era, o nidad ni necesidad; si, como cs
cedido a su objetivación escrita; pa- 1o que seria en otro caso. Sin emba¡- natural, ningún sacramento pucrlc
tan contradictoria, no puede ser por labra que exige Ia fe y es efrcaz go, el hombre no puede gloriarse hacer etectiva la fuerza de sus pala-
sí solo elemento constitutivo de la incluso antes de qr" r" áé Ia Escri- de esa gracia ni encarecerla como bras en un hombre maduro, a no ser
rglesia. ó) El católico concede a su tura. y de tal manera se objeriva propiedad suya. Asi pues, el hom- que encuentre un sujeto creyente
Iglesia posterior a la reforma, por en la Escritura, que ésta siernpre y arrepentido, o lo haga creyente y
lo menos en principio y mientras no permanece soportaáa y [evada por bre cree confiadamente que posee
esa gracia, aunquo no puede pro- arrepentido; y, por fin, si precisa-
se demuestre Io contrario, la presun- la -)potestad- que dejó cristo para
metérsela orgullosamente con toda mente conforme a la creencia pro-
ción de se¡ Ia verdadera Iglesia de predicar la pala6ra de, Dios .o, obli-
certeza. El hombre, como tentado testante la palabra de Dios en boca
cristo. Esta presunción se funda en gación de ctnciencia. s6lo así puede y pecador, huye cotidianamente de de la Iglesia no es una afirmación
que la Iglesia católica ha conser- hacerse verdaderamente comprensi- puramente teorética acerca de un
sí mismo, refugiándose en la miseri-
vado sin duda alguna mejor que ble la derimitación obligatoria der tema cualquiera, sino suceso o ha-
cordia de Dios; ya que no sabe si
Ias protes,tantes la continuidad con canon de la Escritura po-r parte de su tentación y pecado, que conside- cerse de lo que se afirma, entonces,
la Iglesia anterior. continuidad que la lglesia. con ello no se ,ri.ga
ra leves, son, con todo, indicios, cumplidas estas condiciones, no se
se da en la unidad der episcopado que la Iglesia posterior, obrigarra a
y de la sede romana, prerrogativa ra predicáción apostóliá formas manifestativas y manto que ve por qué no se podría aflrmar,
que caracterizaba a la Iglesia del ma y contenido úrnicos de ocultan un «no)) radical a Dios aga- con la Iglesia católica, que es lícito
""rrio ^o.-
su rnen- zapada tras ellos. Por eso, también llamar sacramentos a todas aquellas
pasado. El cristianismo evangélico, saje, encuentre en Ia Escritura
de Ia misma manera, sólo puede ser fuente normativa del contenido de
ia el cristiano católico se reconoce pe- palabras en las que la fglesia, com-
cador al asirse a la graaa de Dios, prometiéndose por entero como sig-
Ia legítima Iglesia si, y en Ia medida su misión y el criterio permanente
en que, la antigua Iglesia es la
como finica gracia que verdadera- no de la gracia e:frcaz prometida,
suya. (necesario) de su desarr-ouo, ¡'unto mente le salva. En la medida en que pone la gracia de Dios a disposición
tui p"T, el católico podría conce- con la actualización sie*pre ír"r.u del individuo en situaciones decisi-
ésta actfra en el justificado transfor-
der un derecho objetivo a separarse de ese mensaje. pero estl criterio,
mándole, todo lo que éste hace con vas. Sobre todo cuando muchos de
de esta Iglesia tradicional solamente por la esencia- misma de la Escritu-
verdadero espíritu dMno es digno ellos están copiosamente testificados
en dos casos. El primero, si todos ra, es una norma en manos de Ia
de la vida oterna; y, en este sentido, en la Escritura: la palabra perdona-
los puntos diferenciativos carecieran Iglesia como totalidad, y no un a",na
de importancia para Ia salvación definitivamente critica áel individuo -+mérito, del que también habla la dora a lospecadores (-+penitencia
ante Dios, con lo que no estaríamos para contradecir ra interpreácion
Escritura con toda naturalidad. Es [sacramento de la]) (Mt 16; 18; Ioh
ésta una doctrina cuyo contenido 20), Ia imposición de Ias manos ad-
eeparados en lo que debíamos estar que ra rglesia da de ra r."iit.,ri. exalta la gracia de Dios, sin propo- ministradora del Espíritu y propia
unidos; cosa que ningún cristiano
puede pensar en serio, pues en tal ner el motivo último de ella, ya que de la -+confirmación (Act 8), la
b) La Iglesia católica admite, con para encontrar a Dios hay que amar- -+extremaunción (trac 5), +la im-
caso debería existir <<una» comu- el protestantismo, el principiá - ae le por si mismo, y no es licito pen- posición de las manos propia de la
nidad eucarística. El segundo, si se sori gratia, si se entienáe ésá ac".-
sarlo únicamente como término de entrega de una potestad o ministe-
comprobara con toda seguridad que tadamente. r\si pues, no existe
acto la propia felicidad. rio (Act 6). El -+matrimonio, que
591
592 593 594
Fro{estantisrno
Providcncia divi¡ra
es el único restante, es para Fablo potestad de la Iglesia autorizada por
testimonio y signo del amor salva- vil'ido la lo do su Iglesia desde dcn- [sentido de la]) se promete en é1, al
Cris,to, y quo ha de tener estos ple- comienzo de la historia postparadi-
dor y redentor de Cristo a su lglesia tro, cree ver que en la inteliger-rcia
nos poderes en virtud de la misión que su Iglesia tiene de sí misma no síaca de la hirmanidad, la lucha
(Eph s). que le confió el mismo Cristo. Si se
concibe esta potestad o ministerio
hay nada de antic¡istiano que le constante cntrc el gónero humano y
d) Si a) la otrligue a confesar que esa presrm- los podclcs dcl pocado junto con el
teología protestante, de la Iglesia como algo permanente;
que ante el mundo reconoce a Cris- . ción ha sido superada; con todo, desenlace victr¡riosr> y salvífico de
como colegio que puede considerar- la lucha; cn kr t¡trc va implicada la
to como señor suyo, no quiere hacer tanto él como la Iglesia misma tienen
se continuación del apostólico, bajo promesa del Retlcntor y de su ma-
de la lglesia, en cuanto obligación de repensar, remeditar y
magnitud la supremacía de una persona que desarrollar una y otta \rsz su ma- dre (cf. Dz 2123 2131\.
realmente tangible en el mundo, una sigue portando la potestad que Pe- nera de entender la fc, teniendo
sociedad meramente invisible funda- dro tuvo en aquél, entonces esta coil]o norfna directiva de esas me- Protologia. Esta palabra está for-
da en la gracia (cosa que en general autoridad suprerna (el e,piscopado to-
hoy no pre ende dicha teología); si ditaciones este pensamiento: ¿,Qtté mada en analogia c«¡n el vocablo
do do la Iglesia y su cima personal, es lo que hace tan difícil o imPosi- -+escatología. Es la doctrina dc los
p) se ha prometido a la Iglesia que el sucesor de Pedro) tiene que po- ble que los demás cristianos de bue- comienzos del mundo y de la huma-
siempre prevalecerá frente a todas seef esa plenipotencia <<infalible» con
n¿ voluntad reconozcan, en esa ma- nidad tal como aparece en la reve-
las fuerzas de la muerte, en virtud respecto a las decisiones relativas a
nera de entender la fe, el desar¡ollo iación (-)creación, -)estados de la
del poder de la gracia y a pesar <Ie la fe, en la medida en que actúa limpido y plenario de la fe cristiana naturaleza humana, -)paraíso, -+mo-
sus debilidades y fallos; si y) esta como árbit¡o de toda la Iglesia, auto-
que también ellos confiesan y viven? nogenismo, ->estado original, -+in-
Iglesia, para ser tal, debe tener una rizado por Cristo. Con otras pala- +Adán, '-+Eva, -)hom-
tegridad,
disciplina, una estructura y, por lo bras: Si la Iglesia es la Iglesia siem-
tanto, un ministerio con potestad h) Reciprocamente, las comunida- bre fcreación del], -+pecado brigi-
pre conservada y sostenida por la des y cristianos no católicos tienen nal). No es necesario concebir la
(comoquiera que se conciba este mi- gracia en su fe constantemente ame-
Ia obligación manifiesta de repensar, protología (Gen l-3) como un re-
nisterio dotado con los plenos po- razada; si ella es la Iglesia do la
deres del Señor), entonces, si se cum- no cómo se podría justificar la an- lato referido sucesivamente, de ge-
fe, que tiene que articular histórica- tigua escisión en los dogmas de fe, neración en generación, a través
plen estas condiciones, la teología mente una y otfa yez su manera de
protestante tiene que confesar que, pcr rnedio de formulaciones teoló- de muchos miles de años, acerca de
entender la fe; si hay en ello una gicas siempre nuevas y cada vez más 1o comunicado al <<comienzo>> (Dios,
'cuando la Iglesia, comprometiéndose persona investida de plenos pode-
por entero, dice un (<no» a Ia falta complicadas; sino cómo su propia Adán). Más bien es la reflexión del
res, entonces tiene que da¡se en la autor del Cénesis, que tiene lugar
de fe o a la fe convicción dogmática podría formu-
errónea que des- Iglesia un maestro supremo. Maes- bajo la luz de la revelación y de la
truye su esencia, esencia que se fun- larse de tal manera que a la Iglesia
tro que, cuando empeña toda su ple- prirnitiva, que hoy como siempre experiencia histórico-salvífica de su
da sobre la fe acfuahzada en la pre- nipotencia o potestad como docente época, sobre lo que tuvo que suce-
dicación (kerygmo) apostólica sigue siendo la Iglesia madre, le apa-
de supremo de la Iglesia, debe estar li- der en el punto de partida, reflexión
Cristo, allí tieno que poder decir, y reciera como una concepción más
bre de error en virtud de la miseri- profunda de su propia fe. retrospectiva (-+etiología histórica)
de hecho quiere también decirlo, y cordia divina, supuestas las condi- que parte de la situación conternpo-
lo dice, un «no)> definitivo que obli- ciones antedichas. Aquí habría que
ga y permanentemente religa (aun- repetir 1o expuesto en 1., b) y aila-
c) Sin eurbargo, la Iglesia cató- ránea del autor en cuanto a la sal-
que no alcance adecuadamente Ia lica debería percatarse con la ma- vación y la condena; todo esto si,
dir que la Iglesia, cuya institución yor ctraridad posible, de que la uni- como tiene que ser, el presente ha
plenitud del testimonio vivo de Cris- divina en Cristo al menos hay que
to). Una condenaciól y anatema se- dad de la Ie y la unidad de la Igle- de hacerse inteligible sobre la base
presumir, se ha apropiado de esta
mejantes tuvieron lugar incluso entre sia en y bajo la potestad de Pecfro de su pasado. En esta aclaración
manera de entender Ia función per-
los padres de la reforma y en la manente de la potestad de pedro.
no implica la uniformidad de las mutua del origen que so nos escapa
persecución nacionalsocialista (Kir- Iglesias unidas en cuestiones mera- y a la vez permanece (-+punto de
Doctrina que es tan poco ajena a la partida, )atnmnesís) y del presen-
chenkatnpf). Así pues, ese (<no», §o nrente disciplinares y en teología (cf.
Biblia, como la de la infalibilidad -+escuelas teológicas). te que advieno reside la importancia
pena de eliminar a la Iglesia como de las palabras de la Escritura. #il de la protología en orden a la com-
testimonio de Cristo, no puede fa- f,

llar frotoevangelio. Recibe este nom- prensión de la existencia humana y


gracias a la fterza sustentadora 3. a) Si el católico cree enco{l- i
bre el pasaje Gen 3, 15. La atribu- cristiana (->creación Inarración de
del Espíritu; por lo tanto, puede ser trarse en la cómoda posición que
<<infalible>>. Además, la teología pro-
ción de este nombre se basa en lo lal).
supone considerar como presumible t:
siguiente: Según la interpretación
testante tiene que confesar que este el origen divino, en Cristo, de su 'i
tradicional eclesiástica de ese pasa- Providencia divina. Providencia
<<no>> judicial ha de pronunciarlo la Iglesia; si, como creyente que ha je (en su sentido pleno; -)Escritura divina significa el proyecto del mun-
595 5% 597 598
Providencia divina Purgaforio

do creado, planeado por la sabidu- alerta, teniendo ante los ojos Ia pro- blo de Dios en este sentido, se bre quedaba relerido a una realidad
ria de Dios que todo lo conoce, pia muerte y el retorno del Señor nra:lillestan en cuanto taleo para si más elevada (Hebr 9, 13; 10,22, etc.;
incluso los actos libres de la criatu- (Ps 90, 12; Mt 25, 1-13; I Ioh 4, mismos y para los demás, la Iglesia cf. -)sacramento). Cristo abrogó las
1'a, y por la voluntad santa y amo- I ss). de na consumación existe ya ahi; prescripciones do la pureza cúltica
rosa de Dios, que omnipotentemente existe -va alni la ->basileia, y en este (Mt 15, l-20; Mc 7, 1-23) en bene-
1o soporta y condiciona todo (cf. Pueblo de Dios. EI pr.reblo de Is- reino todo el pueblo de Dios en ficio del corazón puro.
Dz 1784). En este proyecto queda rael, formado social (política) y re- caridad consumada se adentra en la La realizacirin dc usta emancipa-
también incluida la ->libe¡tad de la ligiosamente por una disposición gloria de Dios. ción ocasionó sus dificultades en las
criatura, sin que ello acarree su histórica de Dios, estaba en relación primeras comunidadcs cristianas (Act
anulación. En virtud de ese proyec- de -+alianza con -+Yahveh. Por Pureza cúltica. <<Pureza» e <<impu- 10; 15, etc.). La puroza cúltica to-
to dirigo Dios en su ->eternidad eI tanto, era «pueblo de Dios», según reza)), en sentidocfiltico, indican una davía puede enseñarnos hoy día mu-
curso del mundo y de su historia. el ->Antiguo Testamento. Corres- discriminación de cosas, manjares y chas cosas en orden a la valoración
Y en él también dirige la histo¡ia pondientemente a ese concepto vete- ¿rcciones. Según esa discriminación, de algunas prescripciones cúlticas
salvífica humana hacia Ia meta (-+gs- rotestamentario, elr el NT se llanl¡rn cosas que son de por si igualmento de la Iglesia, en si llenas de sentido
catología) conocida y querida por pueblo de Dios los que, elegidos por indiferentes en 1o que respecta a su (la abstinencia de los viernes, ayuno
El do antemano en su r/pfedestina.- la gracia de Dios, se someten úbe- moralidad, quedan consideradas, para eucarí§tico, etc.).
ción, por medio de las fuerzas mun- dientemente por el bautismo a 1a siempre o durante un período de
danas inmanentes que Dios ha crea- nueva y eterna alianza. Por la --)gra- tiempo determinado, como compa- Purgatorio. Nombre generalizadr)
do y por medio de sus disposiciones cia de la -+justificación pertenecen tibles o incompatibles con el culto desdo la edad media para designar
histórico-salvíflcas (-)gracia, ->mi- a Dios de una manera especial; es- o con los que lo e,jercen. Y esto, bien ese purificativo devenir de la per-.
lagro). tán sometidos a su ley; están unidos sea porque lo impuro es considem- tección o consumación en todas las
Esta proyeccióu del mundo hacia por la lglesia y los sacramentos, jn- do como especialmente santo, es dimensiones del hombre, que, según
su consumación (todavía pendiente), cluso en la dimensión histórica y decir. reservado a Dios, bien sea la doctrina de la Iglesia, existe real-
proyecto que es lo frnico c¡ue da sen- social; tienen una misión salví{ica porque se tiene de alguna manera mente (d.f..: Dz 456 464 693 840
tido defrnitivo a la totalidad del con respecto al mundo, en cuanto al como inconveniente para el culto. 983 998). A ese proceso está some-
mundo y en ella a todo lo particu- mismo tiempo hán sido separados Estos preceptos do tabú, con senti- tido el que muere con la gracia de
lar, no se desvela propiamente a la de é1. En la terminología actual se dos muy diterentes, existían no sólo la justificación, en cuanto que el per-
criatura hasta la consumación. úni- distingue entre pueblo y Estado, y, en la mayor parte de las religiones, dón de los pecados no implica nece.
camente por la fe adorativa en el dentro de Estado, entre la estructura sino también en el AT. Así, deter- sariamente la remisión de un estado
Dios sabio, amoroso y santo, y por jurídico-social y la perceptibilidad minados fenómenos y acciones sexua- <<punitivo> (el ser merecedor de cas-
la entrega condicionada al misterio del pueblo como realidad biológica, les. e1 contacto con los mue¡tos tigo) remanento en el sujeto. Ese
de la providencia, supera el hombre histórica y cultural. v lcprosos le hacían a uno impuro estado puede ser cancelado por me-
esa necesidad de seguridad que le De manera semejante se puede dis- por un período de tiempo; muchos dio de un <<padecimiento satisfacto-
angustia y le enorgullece, y en la tinguir entre pueblo de Dios e +Igle- animales y diversas clases de carne rio>>. Con respecto a 1a estructura
que el hombre se experimenta como sia, entendiendo por pueblo de Dios no se podían comer, etc. (cf., p.ej., exacta de este proceso, sob¡e todo
víctima de las fuerzas mundanas an- Ia totalidad do los llamados a la sal- Lev I1-17). acerca de su vinculación a un lugar
tagónicas e irredr-¡ctibles a una autén- vación por la voluntad salvífica uni Lainterpretación de estos datos determinado, ni la Biblia da indi-
tica unidad. versal de Dios y por el -+existeneial resuita también dificil; ante todo, cación alguna (indicio: es bueno y
sobrenatural, justiñcados ya según porque en la legislación veterotesta- provechoso rezar por los muertos,
Prudencia es, según la teoria es- Ias circunstancias por el ->bautismo mentaria se tomaron costumbres an- 2 Mac 12, 42-45; cf. -->íeol, ,esta-
colástica de las virtudes, la ->virtud de deseo. Y entendiendo por lglesia tiguas consideradas como obvias, do intermedio), ni existe una deci-
que proporciona el conocimiento el pueblo de Dios en cuanto consti- aunque en muchos aspectos del todo sión precisa del magisterio. Por lo
acerca de la obligación moral y de tuido socialmente de manera legíti- incornprendidas, desempeñando tam- tanto, la palabra purgatorio no de-
los caminos concretos aptos para su ma según la voluntad de Cristo, por bién algún papel las consideraciones bería impedir una descripción más
cumplimiento. Por tanto, es la pri- medio de la confesión externa co- higiénicas. De esta manera se im- exacta de ese proceso, sobre todo
mera de las llamadas ->viltudes car- mún de la {e, por medio del bau- pregnaba a la vida cotidiana con suando contra esa palabra hablan
dinales. Según Ia Escritura, es pru- tismo y de la obediencia anie los una conciencia religiosa y se la des- muchos inconvenientes de tipo pe-
dente el que puede interpretar su delegados autorizados de Cristo lindaba de la forma de vida de otros dagógico-religioso. Las reflexiones
situación actual. cl que puede dis- (->potestad). Si todos los que per- pueblos (-+circuncisión). Por medio que añadimos a continuación pueden
tinguir los espíritus y permanece tenecen y quicren pertenecef ai piie- de estas metáfo¡as reales. el hom- servir a una posiblo comprensión del

599 600 ,[r0 I 602


Purgatorio

tema. La visión intuitiva de Dios los diversos estratos del hombre, cr¡n
sólo es propia de alguien perfecta- esa resistencia de la esfera preper-
mente consumado. sonal del individuo que ha quedado
Sin embargo, esa visión puedo ad- formada en virtud de culpas preté-
venirle de manera individual, pre- ritas y decisiones erróneas. La ex-
viamente a Ia consumación univer- periencia de esa resistencia es sufri-
sal del mundo (Dz 530). La consu- miento y, en cuanto tal, consecuen-
mación interna del hombre es, no cia del pecado del hombre. Por otra
obstante, un proce§o temporal, co- parte, como esa consecuencia se dis- en virtud del cual hay t¡ttcr cvitar
Quietismo se llama a una corrien-
rrespondiente al hornbre que se tingue de la realización de la liber- te heterodoxa o, por ltl menos, Pe- y todo inlcrós por ll
toda actividad
temporiza o madura en el tiempo tad y de la experiencia sobre sí ligrosa desde el punto de vista Pe- propia salvación (Jantor, -)c¿l-
auténticamente creado (criatural), y mismo del núcleo personal humano, dagógico, propia de la teología de ridad).
no puede entenderse como un acto no es sino un castigo extrínseco. la mística en los países latinos du- De aquí que se rechaccn ntlts o
decretista en el que todo sucede de Por lo tanto, ese proceso de integra- rante el s. xvII. Sus principales re- menos la -rascesis acliva, -)()ra-
\na vez, por razón de Ia pluralidad ción por medio del cual se recr¡pera presontantesson M. de Molinos, ción vocal, oración de, ¡retición
de estratos que caracteriza a la esen- después de la muerte la totalidad de Madame de Guyon, Fénelon. Sus (-+petición [oración de]) y -)mc-
cia del hombre. Sólo pasando por la persona humana en contra de esa adversarios más señalados son Bos- ditación no mística. Su analogadr>
diversas fasos a través de todos los resistencia culpable, construida con en el lNotestantismo es el -)pietis-
sust en Francia, Segneri en Italia,
erstratos de su esencia, se hace el el pecado propio, sería un verdade- mo. Ambos fueron una reacción
L6pez E,zquerra en España. Tenden-
hombre lo que ya ((es» en virtud de ro sufrimiento punitivo. Sufrimiento cias parecidas encontramos en el contra una árida teología escolar y
la decisión oentral fundamental de la que, sin embargo, viene soportado ,1 hesykhasmos del s. xtI en la Igle- una ascesis estoico-racional volunta-
persona (fe, arrepentimiento, cari- radicalmente por Ia gracia aceptada d sia oriental y en la mistica inicial rista que sepultaba las fuerzas más
dad) y lo que permanece definitiva en Ia decisión fundamental y, por ,t!
del s. xlr¡ en la Iglesia occidental profundas del hombro, en vez de li-
e irrevocablemente en virtud de la lo tanto, desemboca necesaria e in- ,ft

I (Dz 471 ea). berarlas y darles forma. El quietis-


-)muerte. Sin embargo, la realiza- evitablemente en la consumación del mo fue rechazado por Inocencio xI
Vo la perfección en la pura inte-
ción de esta decisión fundamental hombre, es decir, en la visión intui- ¡1
rioridad pasiva del amor a Dios en 1687 y por Inoconcio xlr en 1699
fropieza en la realidad compleja de tiva de Dios. desinteresado, totalmente resignado, (Dz r22l-88 1327-49).
i
ü
I

603 604 ó06


605
Redcnción

por medio del carácter científico de vivo y a su interpelación exhortati-


la -+teología do la revelación y por va. Por lo tanl"o, cs lt irpostasia de
medio de la -)teología fundamental. la vida propia de Dios, t¡uc éste
quiere comunicar gratuitamcntc al
Rccompensa (rnoral de), En di- hombre y que el hombre rcchaza
R versos pasajes del evangelio se pro- culpablemente. La ncccsidad de rc-
mete a la conducta cristiana una dención caracteriza, por titnto, al
((recompens»), aunque no en forma hombre en cuanto quc ósto se halla
Racionalismo. Se daria un racio- carse al mundo, a io sensiblemen- terrena, sino (<grande en el cielo>> bajo el -+pecado original y ort cuan-
:nalismo en teología si el teólogo, en te perceptible, y por tanto a la (Mt 5, 12). Por el mantenimiento to que por la culpa pcrsonal ha a<I-
sus afirmaciones, no fuera conscien- <<representación, a la imagen, y así del rnotivo de la recompensa y por mitido el alejamiento cle I)itxs qtrc
te de la analogía de sus conceptos; a la concretez de la experiencia y algunas groseras simplificaciones se dicho pecado ha producido. Do ac¡ui
del carácter último de adoración y del conocimiento humanos, tal como reprochó a la moral católica que que la redención solo puetla ctrtctt-
alabanza de la confesión cristiana; se dan en la sociedad, en sus cos- asentia a valores morales por razón derse como redención del pecatlo (y,
de la referencia do las afirmaciones tumbres y en su tradición. Esa po- de valores premorales. Fundamental- en consecuencia, de otros males) y,
dogmáticas, más allá de sí mismas, tencia es simultáneamente conceptual, mente, el reproche no está justifica- por tanto, como perdón de Dios.
a la persona real. a la que quiere discu¡siva, deductiva y a la vez <<in- do. En cuanto a la <<recomPensa en Por estas razones, la idea de un¿t
referirso toda proposición dogmáti- tuitiva>>, en clranto quo no sólo pien- el todo cristiano sólo puede
cielo>>, autorredención corrompe desde un
ca, a Dios y a sus decretos; de la sa volviéndose a la percepción sen- actuar por razón de e1la, ya que principio la verdadera esencia o la
abierta referencia de toda compren- sible, sino que en la conciencia de consiste en la admisión gratuita, in- absoluta profundidad de nuest¡a ne-
sión y concepción a la ¡adical toma su propia trasce¡rdencia capta las debida e inmerecida en la ')basíle ía. cesidad de redención. Por ot¡a parte,
de posesión de todo nuestro saber ideas metafísicas supremas; las cua- Y la ->salvación que espera y por la redención por obra de Dios, a
y sentir por el mismo misterio in- les son originarias e indeducibles la que suspira todo hornbre, no es pesar de todo, no es una <<heterorre-
comprensible. La teología ha de ser desde cualquier otro punto de vista. sino esa misrna recompensa, en la dención>>, ya que Dios no es un
clara y exacta. Como disciplina cien- La
¡ealizactón fundamental de la que, en último término, se concibe <(extraño)). El es, en sí misrno, el
tífica, no puede ser un ->kerygma razón. está también esencialmente re- y asiente siempre al mismo Dios (cf. principio permanente de 1o más pro-
que alaba inmediatamente a Dios y ferida a la realización esencial do la motivación del ->sermón de la mon- pio nuestro (y en Cristo, el <<hom-
conduce al hombre. Sin embargo, es -+voluntad, iunto con la cual cons- 1aña). f,arecompensa terrena es bre» se convierte err coportador de
una ciencia de fe. Por lo tanto, don- tituye la autorrealización del Jes- idéntica la mayor parte de las veces su propia salvación: 1 Tim 2, 5;
de hace parecer la religación autén- píritu (de la misma manera que aná- con la justicia natural exigida, in- Dz 122 328 333 429 938 940 1100
tica a la fe personal como auto- logamente en la -)Trinidad divina manente a todo acto moralmente 2195; -+mediador). Precisamente por'
entrega a la disposición libre del se reconocen dos <<procesiones)) y justo; no es, por 10 tanto, un valor medio de su gracia redentora nos da
miste¡io absoluto, que llamamos Dios, sólo dos). Esta capacidad cognosci- premoral. la ->libertad de aceptar su autoco-
se convierte en cha¡latanería inteli- tiva, en toda la amplitud de su per- municación reconciliadora y reden-
gente, que en su agudeza racionalís- fección y multiformidad de sus as- R.edención. En sentido amplio, la tora. Tanto el contenido de la re-
tica de ingenio sólo da como resul- pectos, es interpelada por la revela- superación del estado en que incvi- dención, es decir. la vida divina dada
tado la incredulidad. ción: en su trascendentalidad, por tablemente, se encuentra el hombre por, como y con el perdón de la
medio de la .-+gracia; en su refe- y que éste experimenta como plena- culpa, así como también su acepta-
Razón y entendimiento apenas se rencia al mundo, por medio del ca- mente desgraciado e inabolible por ción, son dones libres de Dios. Esto
diferencian on el lenguaje corriente rácter espacio-temporal do las accio- sus propias fuerzas. Ese estado que- significa que, por parte de Dios, la
de la Iglesia. Se refieren a la capa- nes salvíflcas y -+milagros de Dios, da descrito radicalmente en el ->cris- redención no es debida al hombrE,
cidad cognoscitiva espiritual del hom- y también por medio de la palabra tia¡ismo por la propia palabra de La redención, que parto de la inicia-
bre, que está caracterizada por su del portador de la revelación, al Dios: en riltimo término, no con- tiva absoluta del Padre (cf. Eph l,
trascendentalidad (-)trascendencia, aparecer esa palabra como humana; siste en inconvenientes sociales, en 3-23), está totalmente vinc-ulada a la
-+Espíritu) y, de esa manera, por en su sociabilidad, por medio de la la rnera flnitud de índole biológica persona histórica de -+Jesucristo y
su inevitable referencia a Dios, si forma eclesial de la revelación; en r> espiritual, en la insuprimible va- a su obra (Hebr 10, 5-9; Phil 2, 5-11).
bien esta riltima puede también exis- su evolución histórica, por medio de ciedad de la existencia humana con- La misericordia de Dios no se hace
tir a manera de negación. Para que la historia de la conciencia de fe creta, etc. Consiste, más bien, en el realidad por el hecho de que Dios
esta potencia venga a si misma y de la Iglesia (-+dogmas [historia de -+pecado como culpa o deuda de haco desaparecer el pecado (y lrt
ejercite su trascendencia necesita apli- losl); en su racionalidad discursiva, la libertad del hombre frente al Dios provisoriedad necesitada de reden-

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Ralr-Vorg. 20
Redención Relación

ción de to<io el hombre), sino ¡ror sumisa radicalmente amofosa en la critura y de la -)tradición, inter- no su conrlcnaci(ln, clcja do cstar
el hecho de quo Dios, en Jesús, pro- enajenación de la -+muerte (Ioh pretada autónticarnente por el ->ma- indeternrinado (l Cirr 10, 1l), aurr-
porciona, a esa gracia redentora su- 10, 17 s; Mc 10, 45; Hebr); así dio gisterio de la -+Iglesia. En sentl'do que cso dcsonlacc, cn lrr c¡uo toc¿r ¿rl
ya, tangibilidad histórica,presencia a la humanidad, una y solidaria, un más estricto, significa los breves com- individuo, siguo cstarrtJo abicrto y
y fuerza, en un mundo que hay que sacrificio satisfactolio y reconcilia- pendios do Ia fe cristiana ya exis- siendo objeto do l¿r ->cspcrilnztr
conservar. El ser de Jestis, como torio (Phil 2,5-11). tentes en la Iglesia primitiva desde (->salvación [ccrtcza clc lt plopiaj).
unidad de la vida de Dios y de la En esta medida puede y debe de- ios tiempos apostólicos. Compendios Ese reino do Dios so tlotrcri¿r lllnrur
existencia humana, y su obra son a cirso que Dios, redimiendo al mun- que, poco a poco, se han ido conden- más bien, de acuerdo crn la lliblia,
la vez la afirmación históricamente do, perdonó la culpa, puesto que §ando y fijando en los -+símbolos <<reino de Cristo>>; no se itlentiliur
real y escatológicamente victoriosa Cristo, y no nosotros, satisfizo en la de la fe hoy vigentes. Son regula con entidad estatal algrlrr:r, sicrnprr:
de la autocomunicación de Dios al muerte de cruz por todos nosotros lidel, sobre todo, en cuanto que se transitoria, ni tampcrco adccu¿rdtr¡lrcl¡-
mundo, a pesar de su pecaminosi- (Dz 79ü 794s 799 809; sobre todo proponían evitar las concepciones te con Ia Iglesia de este n¡untlo, la
dad y en ella (-)satisfacción [teoría 2318), y puesto que Dios es el que heréticas. cual es la comunidad de los t¡ue
de lal). nos ha reconciliado. Sobre todo si creen en el reino de Dios vcni<.lcro,
Esto considerando la obra de Ie- no olvidamos que incluso la acep- Reino de Dios puede signiflcar que acabará con la historia dc cstc
sús como aceptación sumisa de la tación libre de esta reconciliación dos cosas: a) La ttalidez de Ia vo- mundo; y es también el -)sacramen-
existencia humana sellada con el pe- por parte del hombre particular es luntad santa y salvífica de Dios to originario de este reino y, en
cado (Rom 5, 12-21; cf. 1 Cor 15, una vez más la obra de Dios, -+jus- (como creador, conservador, legisla- cuanto Iglesia santa, su punto de,
45 ss). Por 10 tanto, la presencia efi- tiflcación. Con respecto al tratado dor, donador de la gracia sobrenatu- partida oculto. La lglesia es todo
caz de la reconciliación redentora teológico de la redención, -+5ar1s- ral) en la creación entera y, sobre esto prccisamente porque reconoce
de Dios en cualquier momento de la riologia. todo, en los hombres y en los ánge- en su impotencia la señal de la ve-
historia ha encontrado en Cristo el les. á) La veriñcación fáctica de esa nida de la fterza de Dios redentora.
centro de gravedad en el que se Regeneración. En la Escritura se voluntad (-->bosíleia).
apoya todo el sentido de la reden- llama con frecuencia regeneración En cuanto que la historia continúa Relación (ser relativo) es una ma-
ción, y su carácter definitivo insu- (Ioh 1, 13ss; Tit 3, 5, etc.) a la su curso todavía Ia verificación de nera de ser que no siempre y nece-
perable. Sin embargo. esa presencia, ->justificación (-+bautismo) del hom- esa voluntad está a(tn haciéndose, es sariamente es de índole sólo concep
en cuanto tal, sigue siendo inque- bre pecador, en dos aspectos: a) decir,el reino de Dios está toda- tual, sino que puede también ser
brantable, ya que Dios en Cristo (cf. Por cuanto en ella, por medio de la vía <<viniendo» (cf. Mt 6, 10). En propia de un ente en sí (relación
Hebr 2, 11; Rom 8, 29) ha aceptado ->gracia santificante habitual, se pro- cuanto quo la realización libre de real). Es decir, relación es el <<ser en
deflnitivarnente al mundo y a la porciona al pecador la íntima y per- Ia voluntad de Dios por medio de la orden a (la relación) algo (término
huinanidad como totalidad, a pesar manentc vitalidad que necesita para criatura es gracia de Dios y obra de la ¡elación) de algo (sujeto de
del pecado, y precisamente en su realizarse, de acuerdo con la voluntad de la criatura, dicho reino es puro la relación)» en virtud de determi-
destino culpabie (aceptación que y santidad divina, como hijo de Dios don de Dios y tarea del hombre. Pu- nada propiedad (fundamento de la
puede reconocerse en la Jresurrec- con vistas a la vida eterna; es decir, r<¡ don de Dios, puesto que Dios Io relación). Tales relaciones son muy
ción de Cristo y en la misión del para ser <<vivo>> en su sentido su- da y Io hace realidad por medio de su variadas, p.ej.. re ación de semejan-
->Espíritu Santo). FIay que tener premo. á) Se llama regeneración a po<Ier. y puesto que. por consiguien- za, de origen, etc. Pueden ser nece-
en cuenta que Ia citadr¡ reconcilia- la justificación en cuanto Dios da te, ha de ser impetrado ante Dios. sarias o transitorias: necesarias o
ción ha quedado abierta y dada por nuevamente (<<desde arriba>>: Ioh 3, Tarea del hombre, puesto que le trascendentales porque vienen dadas
parte de Dios, vale para todos los 7) y de forma gratuita esa vida di- viene impuesta y se le pedirán cuen- ya necesariamente con determinada
hombres (2 Cor 5, 18s; cf. Col 1, vina al pecador que ya no posee la tas de ella (sin que ello signifique realidad absoluta en cuanto tal y se
2l s; Ioh 3, 16) y precede a la acep- gracia del estado original por razón -+sinergismo alguno). identifican adecuadamente con ella.
tación personal, en la -)[e, de esa del -+pecado original, o que no po- En Jesucristo y en su muerte que- Las transito¡ias reciben el nombre
reconciliacióo o redención (contra se,e la justificación por razón del da prometido al mundo esta gra- de categoriales, en oposición a las
todo predestinacionismo, cf. 1 Tim pecado personal. cia victoriosa de Dios, de forma es- trascendentaies. Entre dos entes puede
2. 4ss; Dz 194 371 536 794 795 catológica irrevocable, y queda tam- darse una relación mutua basada en
BCO e.p.). Regula fidei. En un sentido muy l¡ión revelada en EI. En ese sentido, el mismo fun¡lamento, de tal manera,
Ya en Pablo tiene 'tarnbién la for- general. significa la norma autoritati- cl reino de Dios está ya ahí, y el que cada uni¡ de, los entes es sujeto y
ma de la justicia divina, en cuanto va de la fe del cristiano particular. historia del mundo, en
clesenlace de Ia término ilr: la relación.
que Dios quiso la vida humana ds Es decir, la )revelación divi¡a en cl que la soberanía divina es la En I:r e_{+grnática es muy impor-
str Hijo como transferencir, entrega cuanto palabra de la -+Sagrada Es- hit:navcnturanza de la criatura y tanto Ia doctrina de la relación, pueo

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Rel¿ción Rcligión

que Ia doctrina de la lglesia define bles esf r¡erzos (demasiado incansa- ínrbito del reconocimiento interior' co¡nporta rcligiosanrcrtte llo porq¡-le
como relación el modo de ser de bles para que sea verdad), pretende de la palabra, de las acciones (ges- quiera dar una rcspuqsl¿I I la llama-
Ias tres personas divinas en la -+T¡i- haber llegado a <<concilian> entre sí t()s, danzas, lavatorios. unciones. da divina, sino porquc la religiírn
nidad. a diferencia del de la natu- todas las religiones y sistemas teoló- bendiciones, banquete sacrificial) y pertenece al carácter ht¡nrano intr:-
raleza divina única, quo como tal es gicos contradictorios: todos tienen <Iel derecho. Esta relación sólo es gral del hombrc. So conlporllr rcli-
un ser absoluto y no relativo (Dz razón y ninguno la tiene exclusiva- posible en la medida en que lo san- giosamente par.r, cn la rcligi(rn. ¡ro-
2'18 280 281 703). Las cuatro rela- mente. to se manifiesta al homb¡e. Pero la sesionarse de su cinrclltircit'r¡l írltin¡ir'
ciones divinas (paternidad, filiación, Pero en teología el relativismo cho- rcligión es Ia respuesta del hombre
<<inspiración>> activa y pasiva) f un- ca ya contra la refe¡encia objetiva a esta manifestación; respuesta que, b) El -)culto, conltr Iotnllr tthjt-
damentan por su oposición, siem- de las proposiciones y de la convic- como todo lo humano, Y más que tiva de los adcmatles' acci()llcs' ()r:I-
prc que ésta se dé. la distinción de ción propia de nuestra fe, de que el resto de 1o humano' está exPues- ción. etc.. puede de(encr cs(l iltvet-
las t¡es peruonas. I-Iacen por Io me- las realidades objetivas y la relación 1a a la cor¡upciól-t. Elr la religión' sión propia de la piedad inclivitltrrrl'
nos negativamente inteligible, en la con respecto a ellas, cosas que no en el'ecto, el hombre participa de Io Con su e§tucturación legitl prrctlc
medida en que esto resulta posible son proposiciones, tienen valor sal- santo realizando asi su posibilidad contrarrestar ia tendencia dc llt rc-
lratándose de un -+misterio absoluto, vífico decisivo. P.ej., la proposición: suprema; pero tanto en la entrega a ligiosidad a diluirse en a'lgo ntctrt-
córno Dios puede ser trino en las Crist<rha resucitado verdaderamen- ->Dios, señor de todo lo santo. mente facultativo. En virtud de str
y, con todo, ser
personas (relativas) te, no puede conciliarse relativísti- como en Ia arbitraria autarquía con misma configuración, puede sl¡scitar
uno en la unidad de una naturaleza camente con la proposición: Cristo que abusa del nombre de Dios, el y prornover Ia rdlación auténtic¿r qtlo
(absoluta). Hacen también más com- no ha resuci ado. Sólo puede ser hombre se apodera do lo oanto Y media entre Dios Y el hombre. Pcrtr
prensible el concepto de la -+peri- verdadera o falsa. Lo realmente lo pone exc'lusivamente al servicio tampoco la objetividad del culto
khorcsis. El principio de que dos acertado, que el relativismo expone de su propia autojustiflcaoión. Esta supera la ambivalencia de la reli-
cosas idénticas a una tercera (a.quí, falsamente, es el carácter analógico y ambivalencia de
doble posibilidad gión. Cuando la fe se debilita Y. a
las tres pers,onas con la esencia) tie- (-+analogía) de nuestro conocimien- la religión. que la maYor Parte la vez, hay que ((solstenerla)) como
nen quo ser idénticas entre sí. puede to religioso; su reducción necesaria de las veces se realiza coniuntamente algo necesario y en su verdadera
quedar circunscrito a Ios seres ab- al -tmisterio; la peligrosidad del en las religiones concretas, muestra magnitud, <<las manifestaciones y
solutos, negando su validez para los racionalismo en teología; la pos.ibi- las relaciones en que la religión está' conceptos religiosos, las formas cúl-
seres meramente relativos. De esta lidad de que, bajo formulaciones que ticas y sociales quedan incomunica-
manera la diflcultad fundamental con- se contradicen sólo de manera apa- a) La religiosidad, como religión das frente a lo auténticamente san-
tra la Trinidad. aunque no pos,itiva- rente y que consideran Ia misma subjetiva, surge do la trascendencia to; cuando, en realidad, debería ser
mente salvada, cosa quo no es iícito realidad desde distintas perspectivas del hombre todo; t¡ascendencia ab- medl'ado por ellos, Ya que las for-
esperar, aparece por io menos como objetivamenl"e posibles, se diga lo soluta, sumisa, en Posición o disPo- mas cúlticas, etc., no tienen otra
no decisiva. mismo, y de que esa realidad apa- sición permanentemente receptiva' misión sino la de facilitar el acccso
rezca mejor expresada en su pleni- Así pues, procede de una forma Pre- a lo santo>> (8. Welte).
Relalivism«r. Doctrina según la tud por medio de esas formulacio- via de la fe, que viene dada con la
cual el hombre posee solamente ver- nes diversas; el peligro de aferrarse esencia del hombre (c . -.>acto, en c) La religión cobra su ambiva-
dades que son acertadas con respec- tan tercamente a formulaciones fini- su aspecto religioso). El hombre rea- lencia caracleriltica en cuanto cimien-
to a determinado sistema finito (a tas. como si éstas fueran la realidad liza su relación con Dio,s en esa to del orden político-iegal Y de la
saber. la totalidad en cada momen- misma. trascendentalidad, en cuanto que el -)cultura. De la religión proceden
to diversa de su experiencia), junto mismísimo hombre se aventura to- impulsos originarios para el desen-
al cual se dan otros sistemas igual- ILeligión. 7. Descripción de su talmente en Dios. Y esto lo hace volvimiento de Ia cultura, hasta tal
mente legítimos. Este relativismo, En general, es
csencía futulanrctttul. sin reserva alguna, siendo Dios mis- punto, que la cultura no Puede com-
como proposición universalmente vá- decir, si se quiere abarcar de una mo el término de esa entrega. Sin prenderse sin su oligen religíoso.
lida, carece ya de sentido por la manera puramcnte descriptiva y sin embargo, se dan exteriorizaciones Los diversos órdenes juridicos y for-
simple razón de que se destruye a juicios de valor todo lo que históri- idénticas, no só1o del sentimiento, mas de soberanía se legitiman reli-
sí misma, puesto que tal proposi- camente se nos ofrece como religión, sino también de todas las fuerzas A la inversa' la religir'rn,
giosamente.
ción. ref erida a un sistema deter- esta palabra designa la relación del espiritualcs dcl hombre. para mani- por su misma natttraleza- Ptlr t:l
minado, puede ser rechazada por hombre con lo -)santo. Relación festar tanto este adentrarse en Dios mero hecho de que lle'v¿t ¿l una lot-
éste como falsa. En teologia, el re- que, como religiirn subjetiva, es ve- como también la autoalirmación su- ma de sociedad y dc cultrr sinl¡rlc-
lativismo constituye un peligroso neración y -)adoración; como reli- prema del hombre, su autosuficiencia mente intermediaria. estír dcsti¡llrtLr
seductor, pues en virtud de incansa- gi(rn objetiva, toma cuerpo en el inmancnle y absoltrta. El honrbre se a oligina;- la cultura arle. l){)csiir'
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Religión
Rclir{ión
mrisica. conceptualización de la filo-
tidad de Ia -+Iglesia) de ir conrra- ter absoluto de Dios (<<Yo soy el qilc historicidarl salvíficu dc lir I'e crir;-
- y lastoma
sofia formas de vida social. distinguiendo de su esencia todo lo soy>>:Ex 3, 14) testificado en el AT tiana.
La religión cuerpo y se hace que no pertenece a ella.
presente en la unidad universal y la encarnación del Hijo de Dios
religión y
cultura, de religión y so_
de en este mundo histórico. El cristia- 3. Ltts {tt»tus la Iu rtli¡¡itírt. l.,rs
beranía; y, en esa unidad"univársal,
2. El cristianismo ylas demtis nismo no es simplemente la forrna religiones clc l¿r lrr¡rnarridrrrl, tanto
religíones (cf . -+religiones no cris- más sublime de religión, en cuanto las univcrsirlcs c()nlr) l:rs cirerrrscr il:rr
tanto el orden social como la cul-
tranas). El cristianismo, conforme a supera a las demás religiones, sino a culturas prrticularcs (¡r.cj., lu le-
tura alcanzan el grado supremo de su esencia, es Ia libe¡ación de la re_
obligatoriedad. pero precisamente que adernás incluye toda tradición ligión de los griegos y r()n)irn()s), sin
en ligión, puesto que la .-+á¿rÜeía q,le esencialmente religiosa de la histo- excluir las religionc.s dc lt¡s ll:r¡¡¡a-
esta unión universal la religión
se en él comienza a hacerse realidid ria de la humanidad. La historia de dos pueblos primil.ivos, ticrte rt un
Pon: el peligro de perder su dife_ no puede ya identificarse con ninghn
rcncractón esenciaI con respecto la religión queda definitivamente su- núcleo común de contotritlos sttbs-
mundo
.histórico; o, por lo meños,
a perada por el c¡ist.ianismo; y de tal
Ia soberanía y a Ia cultura. Él torn- tanciales del que dan tcsti¡rortio los
ta te cnsUana, en virlud de su esen- manera, que reprcrsenta una <«e-cep- mitos y las formas lundanrcntrlcs
Dro, en vez do descubrir en la
reli- cia, írá deshaciendo una y otra vez ción» de las demás religiones (L. Zíe- del culto. Si se trata de justilicar csc
gión su finitud y la necesidad
de semejantes identificaciones a lo lar_ gler). Sin embargo, el cristia¡ismo ha núcleo diciendo que se rem()nt¿r ¿¡
una ,salvación, forma con ella un go de la historia, El cristianismo
mundo infinito encerrado .n .í _ir_ llevado la racionalidad griega, en Ia la <<constitución religiosa» del hom-
hace presente la provisoriedad áe quo está enraizada la historia del bre, es ésta una explicación ntela-
mo.
_En lugar de abrirse a lo santo toda piedad individual y do todas pensamiento europeo, a su punto mente psicológica quo reduce la re-
en Ia veneración y adoración, Io las formas objetivas dei culto. Ál
loenttlrca consigo mismo y con culminante; puesto que, a partir de ligión a un f,enómeno interno hu-
el hacerlo, pone en tela de juicio reite_ la fe en la encarnación del Logos, mano. Por lo tanto, no da lugar a
mundo que ha originado; y a" oá
radamento todas las tentativas, in_ posibilitaba una cornunicación pecu- que la religión subsista con su ca-
manera dispone de Io santo mismo.
cluso las normales para un cristiano, li¿rísima de la luz divina con la luz rácter esencial, como encuentro coll
En,ello.se h,1ce patente la
proximi_
dad.de la religión con respecto de malentender Ia religión como de la razbn humana. En esta medi- 1o santo. <<La posesión ancestral de
a Ia
magia. Esta ambivalencia '". propiu
autoafirmación del individuo o como da, el cristianis,mo sigue siendo <<ilus- ciertos arquetipos>> de que habla
do la-religión como manifestu";On'j"
mera garantía del orden social, Con tració»> o iluminación frente a la la historia de la humanidad, remite
Ia- vida humana. y, por lo
todo, ol cristianismo no es una l! obscuridad de la religión terrena. teológicamente a una -+revelación
t"nto, ," be¡ación de manos de ta religió;, I-a mayor tentación de Europa con- originaria divina que resplandece a
oa permanentemente. Con
todo, en
la tal como lo ha pretendido el bidis- sistió en entender la revelación di- través de las religiones históricas,
concretización de l"
humana no existe una manifesta._ mo en su forma primitiva. EI cris_ vina como autorrevelación del hom- aunque éstas no sólo se contradistin-
"xist"n"ia tianismo es religión, y, por lo tanto.
ción de la religión tan corrompida, bre y la redención por medio del guían por sus conexiones históricas,
que reconoce que todavía no ha llegado Hijo como autorredención del hom- sino quo también ensombrecían esta
pa de-no alimente en su seno la ihis_ el momento del conocimiento iime_ bre; para venir a parar, de esa ma- revelación al equiparar a Dios con
su esencia auténtica diato de Dios, de la
cenizas del error, y quo ""t."-i^ <<visión cara a nera, en un orgullo satánico. Euro- su mundo. En Ia ciencia de las re-
no conser- cara>r (l Cor 13, 12). Sin embargo, pa sucumbió en gran parte a esa ligiones no puede sostenerse la doc-
1e..1 nesa¡ de todo, una posibilidad pono en claro de una vez para siem_
regttlma. pero tampoco se da una tentación. Y, sin embargo, también trina evolucionista que admite un
man¡testación de la religíón
pr9 Ia med,iatez histórica de toda en ese estado, en cuanto vencida por desarrollo asceudento de la religión
tan su_ religión en cuanto tal. La desde el animismo hasta el -+mo-
blime y luminosa. que en su ->gnosis, esa tentación e incluso en su -)ateís-
factici_
oad concreta pueda ser considerada en alguna manera la ->r¡i5üsa, mo, sigue al cristianismo, pero enten- noteismo. El -)politeismo aparece
,.
como la forma de ta religiOn todas las formas de espiritualismá diéndolo de una manera totalmen- por primera vez mucho más tarde,
pár pretendían una anticipación de la to falsa.dándole la interpretación
antonomasia. y esto es válido es decir. con las culturas superiores;
tám_ rnmedratez total. pues bien, la histo_ falsa más extrema. Este abandono mientras que puede probarse la fe
:l:i. Y de manera
cnstranrsmo,
especial para el
si se Ie considera no
ria del cris¡tianismo se desarrolla arbitrario de la religión condujo en un ser supremo de las culturas
en su puro origen, sino en entr.e,esa anticipación y Ia recaída a las seudorreligiones del s. xrx, tal primitivas. Las múltiples cre€ncias
su vida temtble en la impotencia total con como figuran en el nacionalismo y de los pueblos primitivos pueden
concreta a lo largo de ia historia. respecto a la salvación propia. carac_
-
hay que tener en cuenta que en el marxismo. Estas dos formas reducirse a las categorías fundamen-
1un9r:
el terística de Ia retigión pagana. representan su más grandiosa acu- tales que expondrernos seguidamen-
cristianismo. como forma escato_
rogrca de la religión, tiene El cristianismo reconoce el carác_ ñación. Que todo intento do produ- te, y que no deben concebirsc conr()
cronat y proféticamente Ia
institu_ ter absoluto de Dios frente a todos cir una nueva religión te¡mi¡a en fases de una evolución, sino conr,r
capacidad los aspectos terrenos de la religión:
tmperecedera (--+magisterio. _)san_ una seudorreligión, es una indicación momentos fácticos en la religi(rrr
reconoce simultáneamente ese carác_ que la historia profana da de la concreta de los pueblos primitivos.
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*
Religién
Rcligiones nr¡ crislianas
a) Creencia en los almos.. ideas cia en espíritus. Tributa un ac¿ta- lor y de la muerte), se hace patente, un
acerca deun principio espiritual en <<polidemonismo>> constituye es-
miento cúltico particular a los aní- sobre todo, en los mitos propios del tado prcvio, c()nro coltsecr¡cncia de
el hombre, que da üda al cuerpo, males, y de manera especial a los
que suscita los pensamientos, de- estado originario. También a veces las personificaciones tlo la naturalc-
que son cazados. El totemismo y Ia se considera esa actividad corno ver- za y de Ia crcenciit ctr cspíritus.
y sueños. La ma-
seos, sentimientos creencia en el otro yo se apolan
yor parte de las veces se considera parcialmente en este Iundamento.
dadera -+creación, como creación A veces los diosrs pucden pasar
al alma como algo que tiene una en sentido propio; es decir, de la como emanaciones dcl dios suprc-
realidad doble, p.ej., como alma del nada y en virtud de un simple de- mo, o se considcrirn c()n)() flcrs()tli-
e) Creencic en una fuerza espe- seo o palabra. En contraste con los ficaciones autón«-»mas clo sus pr'o-
aliento y como alma de las sombras. cíal: figtracíón o idea de una fl¡er-
Por Io menos una de las almas es seres espirituales o divinidades infe- piedades. Con todo, cl politcístrto
za extraordinaria, misteriosa. que riores, este ser supremo casi nunca auténtico quedó perlcctanrclltc tl:li-
incorruptiblo y sigue viviendo en el actúa en todas partes. A veces es
mas allá después de Ia muerte. El vieno representado por imágenes. neado sólo en las ct¡llt¡r':rs sr.rpcri()-
algo impersonal y mágico: aunqr!e Este ser, o bien puede gozar de ve- res incipientes, y no antcs. Inclt¡so Iu
animismo (atribución de un alma a generalmente se le considera corno
todas las cosas) representa una am- neración cúltica por medio de ora- divinización del rey es un I'cn(rntcrto
algo propio do naturalezas espiritua- ciones y sacrificios, o bien puede propio de Ias culturas sttpctiotcs.
pliación de la fe en las almas. Con les superiores. Puede concentrarse subsistir como un <<dios ocioso>> ca- Sólo el judaísmo, el cristianismo y
é1 está emparentado el animatismo de manera especial en deterrninacios
(creer que los objetos de la natura- rente de culto. el islamismo sostienen un --)m()tt()-
elementos do la naturaleza, en obje- teísmo puro (cf. -+culto divino).
leza tienen vida). Se teme a las almas tos y personas. Puede también con-
de los muertos, y de ahí el ritual g) Creencia en un padre común:
ferir aptitudes especiales, y con fre- la idea do un primer hombre, o de Religión de sentimiento. Si por
para ahuyentarlas, o se Ies presta ve- cuencia no es sino la expresión de
neración. Sobre esta base se levanta y una pareja primera, aparece en los sentimiento hay que entender la per-
todo lo incomprensible y santo en mitos del estado origina¡io vincula- cepción o interiorización del mundo
desarrolla el culto de los antepasados. la naturaleza y en el cosmos. da do distintas maneras con el ser objetivo o, dentro de las relaciones
b) Cree'ncíu cn los cspíritus.. ideas supremo. La posición de ese primer entre personas, la interiorización de
ace¡ca de naturalezas espirituales so_
I Creencí'a en un dios supretno: hombre puede ser muy variada: lo ot¡o en su alte¡idad específica,
idea do un ser supremo espiritual y a,) criatura, compañero y amigo del que desemboca en una conmoción
brehumanas preexistentes, que pue- personal, autor o creador del rnun-
den manifestarse en formas cor¡r,óreas ser supremo, p) divinización del pa- subjetiva o emoción, el sentimiento
do y de los hombres, que está por dre común, al hacer coincidir en un es un constitutivo necesario de la
o en objetos. Pueden también poblar encima de todos los espiritus y fuer-
Ia naturaleza y el cosmos, ser ami_ mismo concepto al primer hombre religiosidad. La religión de sentimien-
zas, sin principio ni fin, que posee y al dios supremo, y1 entidad miti- to atribuye equivocadamente un ca-
gas o enemigas del hombre. Las ac_ una mayor o menor plenitud de po_
ciones qllticas o mágicas ejercen su ca originaria, do cuyo cuerpo proce- rácter absoluto a este momento, des-
der. La mayor parte de las veces. den las cosas de la naturaleza, 8) ad- conociendo el hecho de que la ver-
influjo sobre esos espíritus. A esta esto dios supremo está vinculado al
categoría pertenece también la creen- versario del dios supremo. Este pa- dadera religión ha sido instituida en
cielo; puede manifestarse en los dre común mítico puede desempeñar la palabra racional-intuitiva del Dios
cia en los fenómenos míticos que se cuerpos celestes y en los fenómenos
caracterizan por sus singulares apti- un papel importante en la consa- que se pronuncia a sí mismo, des-
naturales. Se le adjudican carasteres gración de los niños, por la que conociendo también que el rerono-
tudes. Tenian forma de animales o antropomórflcos. Se cree que pro-
se convertían en animales o en di- éstos se hacen mágicamente seme- cimiento con carácter de respues-
porciona la vida y el alimento, que jantes a é1. Con él <<mueren>> y <<re- ta, y por otra parte racional, de esa
versos objetos de la naturaleza. es el autor de todo lo bueno. puede sucitan>>- disposición, no puedo quedar exclui-
también sancionar la moralidad, aun- do de la esencia de la verdadera
c) icacíones de la natu-
Personi,f que no carece de un aspecto terni-
ralezo: los animales, plantas, fenó_ h) )PoliN'eísmo: creencia en mul- religión.
ble. Un nombre muy extendido de titud de seres superiores con perso-
menos de la naturaleza y cuerpos este ser supremo es el de <<pactrre>>.
celestes son considerados como per- nalidad característica y rasgos pro- Religiones no cristianas. El hom-
A veces se halla en oposición mar- nunciadamente antropomórficos. Tie- bre es capaz de tener un conocimien-
sonas; frecuentemente con facultádes cada con un adversario, es decir, con
y características sobrehumanas. Esta nen funaiones y poderes limitados. to de Dios por medio de su razón.
el principio del mal. I_a actir"ida<l Con frecuencia se encuentran orde- Además, en ürtud de la voluntad
creencia puede dar origen al culto creadora del dios supremo. eit co-
de la naturaleza. nados conforme a su rango; con un salvíflca de Dios (-+salvifica [vo-
nexión con la determinación de la dios supremo a la cabeza, seguido luntad de Diosl), est¿ bajo Ia dirrá-
manera de ser del hombre (ia in- de las divinidades de los cuerpos ce- mica de l¿ ->gracia sobrenatural y,
d) A.nímalismo: es una forma mortalidad querida por Dios, viola- por tanto, entra siempro tambiórr
especial del animismo o de la creen- lestas, de las fuerzas de la naturale-
ción de un precepto, origen def do- za, clases sociales y profesiones. El dentro de la historia de Ia -)rovc-
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624 625 6?-()
Religiones no cristianas Rcpclición
iación (->révelación originaria). Por las religiones institucionales preclis- tizaciín institucional, docente y ob- en su forma concrcta, pucde accr-
todo ello, siempre se cla -+religión tianas y no biblicas del carácter de jetivamente adecuada de la autoco- carse y se acelc:r cn sus P()siciones
en la humanidad y los momentos medio salvífico positivo en ciertos municación revelante de Dios ofre- a esas rcligiones por nrctli<> do la
citados tienen que influir en y den- aspectos. Con esto se dice solamen- cida a todo hombre por medio de Jacomodación y clc su nrisionali-
tro de las objetivaciones sociales re- te que estas religiones precristianas, la gracia.Pues bien, en virtud de la dad (->misión). 'lirdirvi:r n() so pue-
Iigiosas, aunque no puedan discri- tomadas una por una, fueron una llegada del cristianismo así conside- den valorar las collsccucrtci:rs r¡ttc
rninarse claramente entre si. Hay amalgama, casi o del todo insepara- rado, quedan todas esas religiones intrahistóricamenlo prrcdcrr scguirsc
que tener en cuenta que la -+infali- ble, de conocimiento de Dios racio- por la
superadas fundamentalmente de ese acercamiento intclcctual nrtr-
bilidad de la Iglesia en 1o que toca nal, natural, ->revelación ftror me- exigencia de absolutez (-)absoluto) tuo, sin querer llcgar r lr trnid:r«l.
a su t¡¡¿gisterio y a su santidad dio de la gracia y de la -rrevelación que aquél trae consigo. El cristianis-
{-+santidad de la Iglesia) sólo viene originaria), objetivación recta de co- mo entra en un lento proceso histó- Reliquias son los rcstos nrort¿rlcs
dada con Ia situación escatológica nocimientos y
tendencias religiosas, rico de contactos por razón de su do los santos, respetu()s¿rmonlo c()n-
de la revelación clausurada en mezclados con la interpretación fal- destinación a todos los tiempos, pue- servados por la Iglesia y cnvucll.os
Cristo. sa teórica y práctica y con la de- blos y culturas. Y esto incluso den- por ella en cierta veneraci(¡n. Vcnc-
Tampoco hay que olvidar que el pravación ocasionada por el pecado tro de la situación hl'stórica concre- ración que propiamente se dirigc a
-;Antiguo Testamento obrado por original, el error y Ia cu\ra indivi- ta de las demás religiones y de sus los santos mismos (CIC can. 12-5.5
Dios, en cuanto dimensión histórico- dual y colectiva. Las proporciones fieles; llamando con urgencia, de § 2; -)santos [veneración de los])
salvífica (->alianza), no gozaba, co- de la mezcla son, naturalmentq di.- Iorma existencial y concreta, a la y en principio no se debe rechazar
mo magnitud institucional, de auto- versas en las distintas religiones y religión quo deroga fundamental- (Dz 985 998). Esto no excluye que
ridad infalible que pudiera distingür tiene asimismo su historia propia. mente la legitimidad de las demás sus formas concretas estén supedita-
do forma claramente perceptible para Con esto no quiere decirse que ha religiones, pone de maniflesto la de- das a los gustos de las diferentes
cualquiera entre lo diüno y lo hu- de considerarse legítima toda reli- pravación pecaminosa de éstas, sus- épocas y que no todas ellas sean del
mano, que pudiera discriminar las gión precristiana. En el momento tituyéndola a la vez y llenándola agrado de cada persona. Est¿ vene-
rnanifestaciones depravadas de la en que a una forma determinada con un conte¡rido recto. Es difícil ración no depende en filtimo térmi-
religión social e individual de las do religión, desde fuera o desde den- determinar cuándo ha llegado el no del problema de si el cuerpo re-
religiones como tales. Teniendo pre- tro, por medio de un impulso refor- momento concreto exacto de esa sucitado del hombre integrará en sí
sente todo lo dicho, no os licito exi- mador, en su situación histórica con- <<absorción>> fundamental de la po- eso§ resto§ o no.
gir de antemano una pureza moral creta para los hombros de esta si- sible legitimidad existente hasta aho-
y doctrinal como criterio necesario tuación, se le enfrenta otra forma ra, para los campos de cultura y re- Repetición, En una inteligencia
de cierta legitimidad y aceptación de religión que s€ presenta a la con- ligiones particulares,por obra del más profunda del proceso humano
por la providencia divina de una re- ciencia de esos hombres como <<más cristianismo. O bien si ese momen- designado con esa palabra, repeti-
ligión extra y paracristiana como pura)), como objetivamente más jus- to esta llegando en el momento ción no expresa la posición iterada
medio do salvación (incluso) positivo. ta y gratificante, en ese momento la actual o vendrá al cabo de un pe- do sucesos de la misma naturaleza,
La antigua alianza estaba ordena-da, forma anterior de religión deja de ríodo de tiempo determinado. cada uno de los cuales es indepen-
según su propia manera de enten- ser legítima para esos hombres. A la vista de la culpa del hombre diente de los demás; sino la nueva
derse, sólo al ptreblo de Israel. Además, todo hombre tenía en (y de la lglesia), con la que siem- introducción de un mismo suceso
Esa alianza, contando desde Moi- cierta medida la posibilidad de dis- pre hay que contar, no sólo cabe es- irrepetible en cuanto tal, en otro
sés, representa incluso temporalmen- tinguir segfin su conciencia entre los perar que esta exigencia de absor- lugar espacio-temporal de una his-
te un periodo insignificante de la elementos buenos y malos de la re- ción choque con un <<no>> parcial toria humana ()anamnesis). La po-
preparaoión más inmediata en orden ligión concreta con Ia que se en- hasta el fin de los tiempos; y no sólo sibilidad de un proceso semejante
a Cristo, comparado con los cientos frentaba socialmente. De esa ma- por parte de las demás religiones (que puede ser muy diverso y con
de miles de años de la historia de nera, tenía también en oierta medi- todavía existentes, ni sólo en vir- distintas maneras de conseguir su
la salvación (-+salvación [historia da la posibilidad de llevar a cabo tud de un ateísmo global e institu- fln¡ se basa en las condiciones si-
de ial) de la humanidad. Además, el existencialmente una patencia hacia cionalizado. Cabe también esperar guientes: a) Una acción espiritual y
hombre corpóreo-social concreto só- la plenitud todavia pendiente y ha- ese (<no)) porque esas religiones, sin personal no perece sin más con el
lo puede tener una religión concre- cia la superación de esa religión absorberse en eil cristianismo ecle- proceso biofísico por medio del cual
ta, una religión social e institucio- concreta. El cristianismo se presenta siástico, pretendan asimilar momen- so realiza, sino que permanece como
nalmento constituida. Así, por todas como mensaje de la encarnación del tos do la verdad y realidad del cris- parte de lo deflnido del acto librc,
estas razones no es necesario privar rnismo Logos, como mensaje de la tianismo. Y esto de la misma ma- sobre todo cuando dicho acto vienc
en general y de antemano a todas redención que lleva consigo la tema- nexa qlle el cristianismo como tal, dado como determinación permancn-
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Rcxurrectió¡r «lc l¡l c¡r¡lc
Repelición

siendo este mundo el material nece- justos,y más tarde alitrtl¿ttltr dc lo-
1e en la trrrsona de un hornbre con- de la naturaleza del que actúa y de
sario de la obediencia de fe frente dos. tanto de los buertos §()nl() (lc
sumado por la muerte. á) El hom- la naturaleza de la decisión rnisma,
bre siempro tiene que realizar su tiene una importancia salvífica es,po- ¿ Dios en el respeto a las esÍucturas los malos. En tiemPo dc Jcsíts sc
presente a base de su pasado, que (rnticas de todas las realidades que discutió la resurrección do la citt rtc
cial para muchos (o para todos los por parte de ltls slt'
ha permanecido. c) Y, por fin, esa demás), puede hablarse en teología explican su esencia (-)ley natural)' especialmente
la relación del hombre respecto del duceos, ya que no 3e encotltl ltllll
posibilidad se funda también en que do representación. Esa persona una testificada en Moisés. Jesús conl r¿t-
al pasado de un hombre no sólo se halla entonces verdaderamente en mundo no puede limitarse exclusi-
perteriecen sus actos ante¡iores, sino lugar de muchos o de todos, los <<re- vamente a huir de él (-.)mundo [hui- dijo a los saduceos basándose ett l¡t
Escritura (Mc 12, 18-27). La rustr-
también la historia de Ios demás presenta). Por ello, no se priva it los da dell).
rrección de la carne queda afirmada
hombres, en virtud de su existencia representados de su propia decisión, For el contrario, tiene que imPli-
car también tlna tarea Para el hom- claramente en la predicación de Jc-
dialógica y del principio de solida- puesto que por lo menos se les pre-
bre en general Y Para el Particular sús, en Act 24, 15, en el evangclio
ridad (-+solidaridad [principio de]) gunta si quieren o no hacer r'álidos
de Juan y en el APoc. Pablo la des-
de su existencia en una historia co- para ellos el sentido y efecto do la de acuerdo con su situación Y stts
mrin a todos los hombres (aunque decisión representativa del otro. Así, aptitudes: la latea de conducir a su arrolla teológicamente rechazando
desa¡rollo, en la medida de lo Po- de manera palmaria el concePto hc'
naturalmente esa pertenencia tiene Jesucristo, en cuanto -+mediador, es
sible. ta inmanente dinámica evolu- lenístico de cuerPo (cuerPo : tÚm-
muy distintos grados y formas). ante todo el representante absoluto
tiva del mundo de la naturaleza Y ba o cárcel del alma). En el NT no
La vuelta al pasado que permane- de la humanidad en su redención vi-
del espíritu, con una conducta acti- se presenta nunca una felicidad jun-
ce, como al fundamento de la liber- caria. En orden a un concepto teo.
va y con resPonsabilidad moral (de to al Señor sin el -+cuerpo. El cuer-
tad del presente, vuelta por cuyo lógico ulterior de representación, cf.
po resucitado de 1os cristianos lo
medio (sobre todo pensando, cele- ->misa (sacrificio de la). modo que el Pecado Puede verse
también en la falta de esta respon- concibo Pablo pneumáticamente (ya
brando, meditando, etc.) queda acep-
sabilidad), aunque siemPre con la que toda resurrección de Ia carne
tado libremente y actualizado el ac- Reprobación se llama a la vt¡lun-
conciencia de que la consumación está determinada Por el ')Pneumu)
tuar permanente de la historia, eso tad de Dios que, previendo el <<no>>
verdaderamento definitiva del mundo configurado a \a )doxa del cuerPo
es la repetición propiamente dicha. de nitivo de la libertad de la cria-
sigue siendo obra de la gracia de do Jesús (Phil 3, 2l; I Cor 15, 35 ss)'
Esto concepto puede tener aplicacio- tura (y sólo entonces, Dz 318 s 827
si bien analógicamente con respecto
nes muy diversas en la teologia: en 1096), se refiere a la condenación Dios. y de que ninguna evolución
la teología del -)culto, del año li- inmanente llega a ningún término ni al cuerpo glorioso del Señor, en
de un hombre y la produce (cf. Mt
túrgico, del sacriflcio de la misa 25, 4l;' Rom 9, I5ss). Esa reproba- deja reposar felizmente en si mismo conexión con 1o terreno, aunque
(-)misa [sacriflcio de 1a]), de Ia ce' ción de Dios es positiva, incondicio- al mundo; y sabiendo que el hom- también transformado (1 Cor l -5.
bre. en toda evolución inmanente, 36 ss y 5l). Pablo no habla de la
lebración de días conmemorativos nada, aunque <<subsiguiente>> al no
sigue enfrentado a la pregunta de la resurrección de la carne de los no
individuales, de la -)meditación, de de la criatura. La doctrina que man-
le. debido a su caducidad mortal cristianos o no justificados; sin em-
los -)misterios de Ia vida de Je- tuviera una reprobación positiva e
que ínrpera sobre todo. La relación bargo, la supone en su teologia acer-
sús, etc. incondicionada, que precediera in-
concreta entre responsabilidad ante s¿ dsl ->juicio.
cluso lógicamente a la culpa del
Ropreoenlación. La unidad obje- hombre y, por lo tanto, la produje- el mundo y huida del mundo no Pue-
tiva del mundo, en cuanto creado ra, sería predestinacionisrno henótico de determinarse normativamente de 2. La fe de la c¡istiandad en la
por Dios con un sentido y un fin; (-+predestinación; -)salvifica lvo- manera Per[ecta Y tiene en el cris- resurrección de la carne quedó du-
unidad que se anu¡cia por primera tianismo una historia llena de vicisi- rante muchos siglos obscurecida por
luntad de Diosl).
vez en la unidad general del hori- tudes (cf. la falta o el estado sólo la desvalorización griega del -+cuer-
de ensayo de una teología seglar, en po y por la unilateral preocupación
zonte del espíritu, tiene que darse Responsabilidad ante eI mundo.
-+seglar lteologíal). por la salvación del alma. Tambiérr
también, aunque a su manera, en el Como sea que Ia realidad total crea-
quedó obscurecida Por la conceP-
ámbito personal. Por esto en la sal- da por Dios (-+mundo) y, consi- ción antigua del mundo con la ima-
vación sobrenatural no hay indivi- guientemente, también el mundo ma- Resurrccción tle Ia carne. 1. El
AT y e1 judaismo tardio testifican gen de un ->cielo como lugar Prc-
dualismo absoluto alguno, aunque la terial de la naturaleza y de la histo-
salvación sea el fruto de la decisión ria han de ser comprendidos en la run :rparecer progresivo de la fe en vio y exterior a 1a historia tlc l¡r
Iibre indelegable e irrepetible. In- salvación deflnitiva (-+resurneoción Ia restlrrecciólr de la carne. cuyo pri- salvación al que se podía llegal clc-
mer testimonio cierto se encuentra en vándose. Contra la doctrina privlttllr
cluso aquí nos vemos llevados, in- de Ia carne, *>cuerpo); y puesto que
fluidos, por la decisión de los demás Dan 12, 1ó ss' Otros testimonios cle su predecesor Juan xxlr, dcliniít
e1hombre corp,óreo só1o puede arnar
y por sus consecuencias. Donde la verdaderamente al prójimo en la en 2 Mac 7, en los aPócrifos del AT. Benedicto xII que la -»visitirl rlc
decisión de un i¡dividuo, en virtud concretez corpórea del mundo; y sohre todo como Privilegio de los Dios no ocurre sólo dcsPtrés tlc l:r
(r l,¡
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Resurrección de Ia carne Rcsr¡rreccióu dc Cristo

resurrección de la carne, sino que dades humanas en la resur¡ección de Este pasaje cs un lragmento de la pecial caraclcrizrttla prrr trttt cligrli-
tras la pasión y muerte de Cristo Ia la carne, cf. -rcielo. Las especula- tradición, concebido originariamente dad pcculiar y tlt¡e ¡ccilrr"'Lltllt rltti-
gozan, inmediatamente después de ciones acerca del cuerpo que ha de en arameo, procedente de los Pri- ficación exprcsa crt Ias 1'ralabras del
la rnuerte, todos los que mueren en resucitar encuentran sus límites en meros años de la comunidad Primi' resucitado.
gracia. Teniendo en cuenta que ya la peculiaridad de la -)escatología tiva, y quo sólo puede referírse a
antos de actualizarse en su corpo- bíblica. una re§urrección de Cristo corpórea, 3. El contenido de Ia le aPtrstti-
reidad gloriflcada puede correspon- conJorme a la antropología judía. lica en la resurrccciirtt dc Cristtr y
der al principio esencial del hom- Resurrección de Crifo. 1. En el Asi pues, el segundo dato consiste su declaración catcquéticlr y círltica,
bre, y que queda incoada en esta primer plano del mensaje pascual neo- en el testimonio múltiple de Jesús, que tiene lugar princip:tlr¡tctttc cl¡ cl
vida (Dz 530). testamenta¡io (acerca de esto, cf. 2) dado anto testigos elegidos que anun- ->bautismo, es por otra Partc nlt¡Y
no se encuentra una demostración cian su fe apoyados, no en el hecho escueta. La resurrccción dc ( listtr
3. Para llegar a una concepción apologética del hecho histórico de del scpulcro vacío, sino en un con- es la ob¡a de poder suprcma dcl l'it-
adecuada de la resurrección de la que -+Jesucristo, tras su muerte real vencirniento basado en su propia per- dre, -+el testimonio decisivrt tle I

carne hay que tener en cuenta que y verdadera, después de su descen- cepción, convencimiento que luego, Hijo sobre si mismo; la inatrgtrta-
<(carne», en la Escritura, implica al dimiento de la cruz y de su sepelio en los evangelios, se extiende a los ción de los {rltimos tiempos y do Ia
hombre entero en su realidad cor- legal, resucitó con su realidad total, demás gracias a la noticia del des- salvación, Ia experiencia de la s¿rl-
poral (para su uso más preciso, y pof tanto también cor¡rorea, para cubrimiento del sepulcro vacío que vación en el presente. La fe cn lit
cf . -->sarx). Este homb¡e total es, sin su gloriosa plenitud e inmortalidad. quedó como indiscutible e indiscu. resurrección de Cristo es el conoci-
embargo, una entidad plural existen- Sin embargo, a la vista de las po- lida en Jerusalén. miento pleno de Jesús como Mc-
te en diversas dimensiones (materia- sibles dificultades de fe propias de sias, -+ebed Yahveh, -+Hijo dcl
espiritu, naturaleza-persona, acción- nuestros días, es muy importante 2. De la misma manera que en hombre, segundo -+Adán Y «Señor
pasión, etc.). Esencia cuya plenitud empezar señalando los fundamentos I Cor 15, 3-5, también los sermones do la vida>>, fundamento y ejemplar
no tiene por qué acontecer simul- do la historicidad del hecho mismo de Pedro (Act" 2,22-4A; 3, 12-16; 5, de la nueva creación, homb¡e cósmi-
táneamente en todas esas dimen- de la resurrección de Cristo. 29-32 e.p.), L-uyo valor ha sido re- co postrero, -)Señor que de manera
siones. Dicha historicidad se apoya en descubierto por la exégesis crítica, gloriosa está presente a su comuni-
Así, la realidad permanentedel dos datos que se sus(entan y aclaran in[o¡man acerca de la fe pascual de dad. De aqui la exhortación a mo-
espiritu personal puede alcanzar ya recíprocamente, que resisten cual- la comunidad primitiva en la hazaira verse en una -+vida nueva, a ves-
en la ->muerte la comunión inme- quier discusión seria por parte de la del poder divino que supone el de- tirse del hombre nuevo; aunque tal
diata con Dios, aunque a pesar de exégesis crítica y de la investigación volver a Jesúrs la vida y la corpora- exhortación sólo puede seguirse Y
eso el muerto pueda
permanecer puramente histórica. El primero es lidad, en virtud de las cuales las cumplirse por la gracia del resuci-
ünculado con Ia realidad, el destino el descubrimiento del sepulcro va- apariciones del resucitado quedan tado, puesto quo Ia nueva vida no
y el tiempo del mundo. Sobre todo, cío, cuyo testimonio más antiguo se comprobadas como sucesos objetivos es sino el <<espíritu>> del resucitado
el espíritu personal como sentido de encuenlra en Mc I6. l-8, pasaje que. (esquema fundamental del sermón (cl. Rom 7,6; 9, 9; 14, 17 e.p.), que
la realidad mundana total, y el fin según la exégesis, critica, no fue escri- de la pascua: resurrección de Cris- vnelve a generar al cre}rente como
del rnr.¡ndo, que no es el fln de la to al servicio de una demostración to prueba esc¡iturística testi- imagen del Adán «último» y (<ce-
existencia humana concreta, aunque apologética. Por una parte, el descu- monio -
- de los discípulos; esquema lcstial>> (cf. I Cor 15, 47 ss). Así ese
si lo sea de su historia, deben ser brimiento Io hacen Ias mujeres que. posterior: sepulcro vacío espíritu hace posible que el resuci-
considerados como pafiicipación en según el derecho judío, no eran testi fanía - cristo-
ascensión). Por otra Parte, tado pueda tomar lorma en el hom-
la consumación del espíritu. Esta ple- gos válidos (<<palabras vacías>>: Lc -
esos sefinones de Pedro testifican bre, pue<Ia quedar incluido entre los
nitud queda consumada solamente 24, 1l), y la narración termina con un también la disputa entre judíos Y hombres (ci. Rom 8, 10; Eph 3, 17;
con la inclusión de aquella dimen- simple motivo de temor, Mc 16, 8. cristianos acerca de la resurrección. Gal Z, 2A).
sión que pertenece como material a Pero, por otra parle, está la posibili- Otro momento ulterior esencial al
la concretez del espíritu y que como dad de comprobar la noticia en Je- testimonio de las apariciones de Je- 4. La resurrección de C¡isto esth
consumada no debe pensarse ya en rusalén; en la polémica anticristiana sús 1o constituye la comprobacr'ón reconoci.da desde un principio por
un lugar de nuestla espacialidad físi- de Je¡usalén nadie discute que el se- de Ia identidad entro el crucificado todos los simbolos de la fe. Tambión
ca. Con respecto a la resurrección pulcro se haliara vacio. EI segundo y el resucitado (p.ej., Lc 24: Ioh 2A); para la teología actual tiene qtre scr
de la carne, como hacerse percepti- dato lo forman los mrlltiples testimo- la comprobación de que la testifica- un tema central, p,uesto que §e llitllt
ble de la historia total de un hom- nios que da Jesús acerca de sí mismo. ción de la resurrección de Cristo de la plenitud de la acción salvífic:r
bre, cf. ,->juicio; con respecto a la El testimonio más antiguo se encuen- correspondo a los ->apóstoles y, so- de Dios en eI mundo y en el honrbrc.
consumación incluso de las socie- tra en 1 Cor 15. 3b-5. bre todo, a Pedro como misión es- plenitud en la que Dios sc crlnltltti(ít

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Resurrección de Cristo Revclación

.irrevocablements al mundo por la


resu¡rección de Cristo, del Hijo de-
dente. Con todo, tal plenitud viene mundo, y, por 1o tanto, su segunda de lorma clialógica; en ella Dios
finitivamente legitímado. Por lo tan-
dada también por Dios, puesto que venida sólo será la mariifestación interpelaal hombro (ttebr l, l-2),
la muerte, desde cualquier punlo de do esta relación interna y abierta de le informa de lo Oue queda aún
to, el mundo queda admitido por vista, es un abandonarse a disposi; Cristo con el mundo, adquirida en obscuro a pesar do la rolcrcnci¿ nc-
Dios a la salvación de una manera ción del disponente. Por 1o tanto, en cesaria a Dios de 16/as las c(xas quc
tan escatológicamente deflnitiva, que
la resurrección.
Cristo la resurrección tiene que ser integran el mundo lprccisamentc la
el resto de la historia de Ia la con.sumación y lo que consuma Pregunta acerca do Dios Y la cuqs-
salva- Revelación. Cuando Dios crea <<lo
ción sólo sería aplicación y des.r,e- su mue¡te, y estos dos momentos del otro>), y el -+espíritu,
en virtud de tionabilidad del hombre cn virttrd dc
lación de lo sucedido en la resurrec- proceso único tienen que condicio- su trascendencia, conoce que (<lo ese misterio); le dz ¿ ct>rtocer, hr
ción de Cristo. Aqr.rí se trata de un narse e interpretarse mutuamente. que, incluso dando al mundo Por
otro)) es fifrito, este conocimiento Io
miste¡io de fe estricto, en cuanto Por eso no es una afirmación mítica, impulsa a remontarse hasta su fun. supuesto, todavía igíora do éste Y
que la resurrección sólo puede en- la
tendeme adecuadamente en su esen-
sino misma verdad objetiva, Ia damento y a contraponer este fun- lo que éste todavía ignora: ll re¿t-
descripción que la Escritura y la tra- damento a lo finito, como algo cua- lidad interna de Dios Y su conducl;r
cia concreta total como plenitud pe- dición hacen de Ia resurrección de personal y libro cofr re§pecto a lit
lificativamente distinto: de este modo
culiar de Cristo a partir del misterio Cristo, proponiéndola como la acep- se produce una cierta manifestación criatura espiritual. ¡'fo es necesnrit»
absoluto de la encarnación. Por tan- tación real de Ia muerte sacrificiai de Dios como misterio infinito que discuti¡ si por nuestr4§ propias ftrcr-
to, teológicamente, la resurrección de de Cristo por parte del padre; acep- suele llamarse revelación «natural>>. zas Podríamos llegaf a conocer, ()
Cristo no es un caso particular tación que pertenece a la esencia no, la posibilidad de que Dios pueda
do una resurrección en general. in- Sin embargo, esta manifestación si-
misma del sacriñcio. gue dejando a Dios en el ámbito de o no afirmarse do esta manera, Pue§
teligible en si misma. sino el suceso
irrepetible, surgido de la esencia y lo desconocido: d) Ei cuanto que Ia irnrpción de esta afirmación en
6. La humanidad corporal de no se le puede captar sino por me- el ámbito finito del conocimiento
de la muerte de Cristo, y que es el Cristo es una porción estable del dio de la ->analogia y como --rmis- acaso encerrara a éSte en su finitud
f undamento de la resurrección de mundo dinámicamente unitario. por
Ios redimidos por El. terio; como lo conocido {rnicamen- Y, Por tanto, lo destruiría en cuan-
lo tanto, la resurrección de Cristo te en un trascender lo finito por vía to tal.
es soteriológica y objetivamente el do negación y en una referencia De hecho, Dios se ha revelado de
5. EI aspeckr cristológico de la comienzo de la glorificación del mun- mediata; de ninguna manera en vir- esta manera (Dz 1785), Y de aquí
resurrección afirma e implica que do. como suceso ontológicamente podemos deducir, pof lo menos, Que
Cristo, en su realidad total, por tan-
tud de una captación directa dc Él
conexo con esa gloriflcación. Asi en si mismo. D.) En cuanto que su somejante revelación es posible. Esta
to también corpórea, ha resnrcitado pues, en dicho inicio queda decidida relación última e inequívoca con revelación tiene dos a§pecto§ distin-
a la plenitud e inr¡ortalidad glorio- fundamentalmente e incluso iniciada tos que so integmn, son absoluta-
respecto a la criatura espiritual no
sa (en contrapr>sición a la devolu- la plenitud del mundo. En otros res- puede llegar a conocerse, ya que de mente necesarios y fnanifiestan cier-
ción de la vida a un mucrto). pues pectos, la resurrección rebasa el des-
bien, esa plenitud le corresponde a esta manera sigue siendo una incóg- ta variabilidad 6r, 5s relación mutua.
tino privado de Cristo; ella crea el nita lo quo Dios quiere y puede ser Esta revelación, llar¡lada revelación
Cristo en virtud de su pasión y de <<cielo>, y no es sólo (junto con la
su muerte, en cuanto que ambas ori_
para nmotros: si, permaneciendo oral personal e histórica, afecta en
<<ascensión>>, que en el fondo no es lrente a nosotros silencioso y ence- primer lugar (como ,nomento del to-
ginan la citada plenitud con necesi-
dad esencial intrínseca. Muerte y re-
sino un momento de Ia resurrección) rrado en sl mismo, quiere ser infini- do y no como una fase temPoral-
el ascenso a un cielo de antemano tud que nos distancia en Duestra mcnte anterior o cOmO suceSO ais-
surrección de Cristo constituyen un existente. O sea. también aquí la
proceso finico de fases internas inse- finitud, o si quiere ser la absoluta lado. cerrado e¡¡ si ¡gismo) la intrin-
historia (de la salvación) es en últi- cercanía de la autocomunicación ra- sec¿r irrepetibilidad espiritual del
parablemente conexas (cf. Lc 24, mo término el fundamento de la
26. 46; Rom 4, 25; 6, 4ss). Todo dical; si al culpable <<no>> que le hombre: la revelación brinda a esta
historia de la naturaleza, y no se oponemos, va a responder con una irrepetibilidad la posibilidad de es-
hombre muere dcsde dentro para Iimita a acontecer dentro de los condena o con perdón. cuchar y aceptar sgta automanifes-
entrar en su estado definitivo, de contornos de una naturaleza fija que Más allá de esta revelación natu- tación de Dios; pues si ésta quedara
manera que tal estado es el f¡uto no es afectada por aquélla. por otra ral (que propiamente no es sino la rebajada al plano ¿e la criatura en
maduro de su existencia concreta parte, tiene que quedar claro que el
temporal y libre, y no meramente
realidad fáctica de Dios dada como cuanto tal nunca pfría <<llegarr> co-
resucitado, puesto qlre ha perdido la pregunta y no como respuesta) se da mo desvelación de Dios hecha por
un período subsiguiente dent¡o de corporeidad terrena que lo indivi- Ia revelación divi¡a en sentido es- El mismo; trrro Dios, divinizand<t
una sucesión temporal, en la que se dualizaba. precisamente en cuanto
podría dar algo completamente he- tricto. Esta no viene dada sencilla- Por sí misrno al hombre, colabora
resucitado, en virtud de su <<marcha>>. mente con el ser espiritual del hom- en el acto de <<escuchar» (el acto dc
terogéneo con respecto a Io prece- se ha hecho en verdad cercano al brel tiene carácter de suceso, y es fe), es decir, de acEPLar Ia aul<¡ma-
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Rah-Vorg.2l
Rcvolación
Rcvcl¡¡ción
nifestación y autocomunicación de rica, libre y gratuita de Dios a to- frLdimensión de su objetividad 1 de no su historia p:rlticular <lentro de
Dios; esta revelación es la personal dos los tiempos.
entrega que Dios hace de sí mismo
su historicidad concreta, una posibi- la histori¿ en gencral y do Ia historia
Por tanto, la historia es siempre " lidad de salvación. Pero, asÍ como general de las rcligioncs. En cuant<r
al hombre en una cercanía absoluta, y en todo lugar historia de Ia reve- Dios ha permitido en general la cul- que esta revelaci(rn tictrc trnl lristo-
portadora del perdón, de modo que lación y de la salvación. Pero esta pa del hombre, que sus efectos lle- ria en virtud de Ia histo¡icidad de
Dios ni es lejanía absoluta y recha- autorrevelación íntima y gratuita de guen a todas las dimensiones huma- una reflexión, hecha cn tlivcrsas l'a-
zante, ni juez (aunque bien podría Dios, en el núcleo de la persona
ser ambas cosas) y se ofrece a la nas individuales y sociales, ensom- ses, sobro la autocntrcgit gratuit:r dc
espiritual, va destinada al hombre breciéndolas y depravándolas, asi Dios al hombre (reflcxitin quc, p()r
experiencia del hombre en esta cer- entero en todas sus dimensiones, también ha permitido que el caso estar dirigida por l)ios, cs r.ln mo-
canía portadora del perdón. puesto que todas están llamadas a
so repita en la historia del desarro- mento de la revelacií¡n ntisnra), his-
Lo que acabamos do describir por la salvación. Y de aquí partimos para
medio do esa duplicidad se llama, en pasar a otro aspecto de la rovelación.
lio objetivante de la revelación gra- toria delimitada dentro dc la histori¿r
t¡-rita a través de los hombres: tiene general, la historia de la rr:vcl:rc,iírn
lcrminología cristiana, -+gracia san- La autorrevelación de Dios en la
tilicanto y justificante, como eleva- profundidad de la ¡rersona espiritual
úxito sólo parcialmente, se halla en- llega a su punto culminantc indis-
tremezclada con e1 error y la ofus- cutido cuando Ia autocomunicaciírrr
ción que diviniza (gracia «cread»>) es aquel estado de ánimo originario
al hombre, en la que Dios no sólo quo deriva de la gracia (-+existen-
cación culpable. Ahora bien, si Dios de Dios a la realidad creada-cspi-
dirigo esta objetivación de la reve- ritual de Jesús, para provecho de Él
hace entrega de algo distinto de si, cial sobrenatural) y nos determina lación no sólo al individuo, sino y nuestro" a través de la -runión
sino que también a sí mismo oe en- apriorísticamente y, sin embargo, no
también a la comunidad de los hom- hipostática (cuya realidad ontológi-
trega (gracia <<permaflente», habi- es reflejo; tampoco, pues, expresable
bres; si la <<traducción>> en los hom- ca substancial implica, como momcn-
tual; gracia <<increada>>). y a la vez objetiva o proposicionalmente, por- bres que, con pleno sentido. llama- to intrínseco propio, la participación
colabora con el hombre en el acto que es. sí. estado de conciencia, pe.ro
¡165 -)profetas religiosos, encarga- espíritu-personal de Dios en cuant()
de su aceptación (gracia actual). En no reflejamente consciente. Pero si dos de hacer llegar la revelación a r-rnión con una criatura espiritual)
la medida en que Dios ofreció esta tal estado tiene que convertirse en 'los
gracia a todos los hombres de todos demás, se encuentra dirigida por llega a su cima inigualable; porque
princip o de Ia actuación humana con-
los tiempos (operante ya en cuanto Dios de tal manera que la mantenga aquí lo decla¡ado (Dios), la mane-
creta en su conciencia refleja y en la pura (si bien eventualmente sólo nos
ofrecida; por eso podemos esperar ra de declararlo (la realidad humana
dimensión de lo social, esta autorre-
aunque no podamos saber con se-
proporcione aspectos parciales de la do Cristo en su ser. vida, y carácter
velación de Dios gratuita, inobjetiva-
guridad; atendiendo a Jesucristo, y revelación interna y quede explica- definitivo) y el que recibe la decla-
ble y no refleja tiene que traducirse en
ios hombres, por lo menos Ia mayor da en orden a deter¡¡inadas situa- ración (Ies{rs como el agraciado, el
un estado de ser conocida objetivable ciones históricas para llegar a domi- que contempla a Dios) se han uni-
parte de ellos, la aceptan (aunque en lormulaciones verbales. Ahora narlas); si esta pureza de la reve- ficado totalmente (aunque no sean
no puedan captar reflejamente el bien, esta <<traducción>> tiene su histo-
lación, en su objetivación a través lo mismo).
hecho nuclear más intimo de su per- ria, Dios la lleva de la mano por
sona espiritual); en la medida en que
el de los profetas, y nuestro estado de EnJesucristo llegan simultánea-
camino de su historia, implica asimis-
llamados quedan para nosotros legi- mente a su punto culminante la par-
esta gracia transforma la conciencia mo otra vez una ¡evelación de Dios. timados por medio de la revelación ticipación gratuita de Dios al hom-
del hombre, lo proporciona Esa historia de la reflexión es un
mo dice la escolástica -co-
un <<olrjeto
objetivada en lo que llamamos -)mi- bre y su <<autoexplicación>> en la
- y momento intrinseco en la historici. lagro (Dz tr790), entonces tenemos dimensión de lo corpóreamente tan-
formal>> nuevo, superior gratuito, dad do la automanifestación de Dios lo que lleva el nombre de rwelación gible y de lo social; se conüerte en
aunque no refleio (la trascendencia en la gracia, ya que la referida auto- testamentaria y eclesiológicamente la revelación por antonomasia. Lo
hacia el ser absoluto de Dios en manifestación posee de por sí una concebida. y cuya historia no es sino que antes existía de revelación (co-
cua[to conseguida); en la medida en dinámica hacia la propia objetiva- la revelación por antonoma§ia.
que, pof lo menos, el horizonte de mo refleja y formulable, como públi-
ción. En toda religión se intenta re- y
la espiritualidad humana como pre- Este género de revelación no sólo ca oficial) sólo llega a valorarse
flexionar (al menos por parte del consiste en sucesos y es¡ histórico
gunta infinita queda lleno, a través hombre) sobre Ia revelación original,
debidamente si se lo considera como
porque es la decisión libre de Dios la preparación (temporalmente) más
de esta inefable autocomunicación no refleja, inobjetivable; se preten- (supuesta ya la creación) y clama inmediata en orden a Cristo, pucsto
de Dios, por la confianza creyente de. de explierrla en proposiciones.
que Dios responderá con una por Ia respuesta libre (histórica) del que sólo conocemos una revelación
res- En todas las religiones acontecen hombre (de todo hombre), sino tam- (tomando todas las caracteristicas
puesta infinita, que no es sino El mis- momentos aislados de acertada auto-
bién en el sentido de que la revela- conjuntamente) oficial, continr¡ablc,
mo, a esta pregunta infinita, en esa reflexión posibilitada por Ia gracia
medida acontece por medio de di-
ción no siempre acontece con esta socialmente concebibl: y verbalnrcn-
de Dios, a la que se debe que Dios ptrreza oficial reflejamente garanti- te formulable, la alianza de Dios con
cha gracia la autorrevelación histó- construya para el hombre. incluso en zada. sino que por el contrario tie- Israel a partir de M<¡i^sés. p()r l()
64i 644 645 646
Rcvclacióu Privada
Rcvelación
al iin st>' hombre al nristcrio <Jc l)ios' su cria-
tanto, quizas un uno por ciento de El), pero su conocimiento objetivo ¡rir ¿r todos los hombres que-
por turidad, la duplicidatl dc scxos
ia historia de la humanidad aproxi- antes de Cristo no era todavía mo- brcnatural de la posesión divina por Dios' la.unidad tlcl góncro
la autocomunicación gra- rida
madamente (espacial y temPoral- mento alguno de ella misma. Cf. nredio de
humano en su origctt Y cn srr fin'
la
mente). Esta revelación no tiene su -+Antiguo Testamento como dimen- tuita del mismo Dios. Por lo tanto' cxistclrcirl do todos los
tru, ou" admitir como siemPre dado'
.rrip,
cathcter decisivo Para nosotro§ en sión histórica do la salvación. Cuando
hombfes"otno
desdc cl c('mlcltTr) nllsnl()'
el contenido concreto de la historia Ia escatológica y refleja vuelta sobre <<incluso desde el principio»
"t'..1".i.,
nr)r 10 meno§ el mínimo de
--+reve- la esPeranz:r en la Icdcnci(rn'
do la antigua alianza, puesto que o sí mismo de la autocomunicación de
Ios hombres pueden captarlo (-+mo' Dios por medio de Cristo (como ir"iOn diünu, consi§teDte en el o(re-
Revelación privadtr' Sc ll:rnut asi
:t
noteísmo, ->ley natural) o afecta a punto cuiminante y carácter deñni- .i-i""t" de la gracia sobrenatural
la ->revelación (orat) "rtttótrtíca [te-
la existencia polltico-terrenal del pue- tivo de esta autocomunicación) co- elevante e iluminante' Como es na- que sc
eso no implica necesariamente
cha a un hombre Particular'
blo de la aliaraa iuntamento con los bra explesividad, alli donde se con- tLlral.'at,"
le da sin Provocar una obligaci(rn
condicionamientos históricos de la vierte en concepción social y en ca- or" horizonte sobrenatural re- quc
directa de fe en los demás Y srn
forma concreta de las relaciones so- rácter escatológico definitivo, se da rlelado do la existencia espüitual-mo- por l)ios al ml-
huva .ido facilitada
ciales y religroaas (que sre muestran también lo que llamamos ->Iglesia. ral y de la autorrealización del hom- risierio de la Iglesia parÍr su Strlr-
precisamente como voluntad de Dios Esta es destinataria y divulgadora de bre haYa tenido que darse stemPre áu',,.pro.lu*ación>>' Tal revelaciórr
incluso en el curso <<natural» de la esta revelación absoluta. do ma¡era refleja y temática' La tra- en cual-
En la medida en que esta verdad áLün oi.tiu"a admite Para los Pri-
,¡á¿" mística es Posible' la
historia). Irri"i ".o"*o' en orden a dircc-
Lo que siempre en ella mantiene de la automanifestación do Dioe es meros hombres una revolaclón más (-+éti'
refleja' v *lur"ión dcl individuo
su validez incluso para nosotros, son la definitiva, y precisamento como V conceptualmente má» "liOn
ru l*i.r"n"iufl. Su acatamierrto
puede
dos cosas: que esta historia y no victoriosa no sólo en el plano ideo- "i-*
;;i ".;t viene dada en la historia
ser obligaciOn de fe para el intere-
otra es la prehistoria de la encar- Iógico, sino también en el real, en Ju lu salraciÓn (-+salvación [histo- sado. Pára Poderla considerar co-
nación en cuanto historia de la re- cuanto que en Cristo ha sido real- ria de lal) oficial Y Pública'
mo auténtica, tiene que e§tarecle- en
velación, y que en ella siempre se mente dada para siempre,, es Ia Igle- SLlos cántenidos de una revelación con la revelaciÓn
reflejó y ejercitó el elemento formal si¿ infalible en su profesión de la ."rrr"¡ontu a los Primeros hombres "o]r"o.drt "iula revelación general en
o riá.ti.u, con
iueron ulte¡iormente transmitidos'
incluso de la historia neotestamen- verdad; es decir, su profeeión, en ^f't"ti,
q"e Punto lo fueron' es algo i*""tiJt.. Incluso una revelación pri
taria de la revelación: Dios habla cuanto que en ella se da la verdad
vaáa auténtica, ¿iontecida en el fon-
y trata personalmente, se acerca al objetiva y real de la autodonación cue se substrae a nuestro conocl- á. ¿"- r" coirciencia, Puede ser de-el
hombre, se conoce la historia como de Dios en Cristo, no puede perecer; *iento. Sobre todo, teniendo en
i.t"rO" o mal interPretada Por
historia de su trato personal, y a él no puede errar, cuando esa profe- cuenta que haY que contar con Pe-
riodos áe tiempo incalculablemente
irl*t.". El afán de lo fantásticore-Y
como el libre, e1 santo, el perdona- sión se realiza comprometiéndose to- r"atu.i.*" Producen a menudo
dor. La historía de la gracia y su talmente la lglesia, pues de lo con- nrolongados Y con las condiciones
"i
p.".*iu"ioro y manifestacrones sub-
autorreflexión divinamente dirigida trario ya no estaría allí la verdad iru*uná. más primitivas y difíciles' surgidas del sub-
quedó abierta antes de la venida de misma de Cristo (+infalibilidad). Do toda§ manelas, es Posible
que los i;;;;; súbitas,equivocadamente pue-
consciente, que
Cristo (y de su resurrección) con el En la medida en que este carácter Juoocimi"ntos que siemtrxe Pu¡d9n
den tomarse como una revelación'
fin de que en ella la explicación de victorioso de la verdad de Cristo en adouirirse de nuevo, aunque de la
más simPle, Por medio de i-as t"u"t""iones privadas auténticas
la revelación gratuita pudiera llegar la Iglesia es la verdad constitutiva ;;;.;* or"O"n ionstituir la base de una
tan lejos, que afrrmara una autoco- de la Iglesia concebida jerárquica- lo .*p".i"n"iu humana y de la refle- ir-ision «profetica» dcl particular en
municasión absoluta de la más ínti- rnente, Ia <<infalibilidad>> tiene que ri¿n'o"totogica bajo la luz de la ;;á;; , ia Iglesia. sin que Por e:[lo
ma majestad amorosa de Dios mis- ser propia del acto que corresponde nr".iu. tuv* estado siemPrc dados sea lícito reclamar para ellas la
pre-
mo, y que esta, y no el juicio de a la di¡ección jerárquica de Ia lgle- E" ,fu"nu manera (en este sentido' ..á*áiiru de meiorar Ia revelación de-
Dios que nos aleja, fuera la (rltima sia, propia de su magisterio (papa y ,rrn rJrehciOn originaria)' Y vuelven ii""iiü ". Criito ni siquiera la dc
palabra vencedora de Dios en la obispos). Este debe conservar la pre- o .urgir una Y otra vez baio la di- comPletarla; esto queda absoluta-
historia. sencia permanente de la verdad de rmriá de la gracia en la historia
de la ni""i" "*"f"i¿o. La revelación pri-
Sin embargo, todavia no se cap Cristo, tiene que. poder actualizarla .,rir"t."f de la salvación Yque ,oau ¿" únicamente nuevos imPulsos
taba esta verdad en la interpretación ¡r desarrollarla conformo a las situa- revetaciOn, de tal manera 1o
a- ias actuaciones de la lglasia
scgltn
oficial de la revelación do la gracia, ciones históricas. siempre nuevo es aquí l'' ¿Iernír- iur'"áit situaciones' de acucrclo
pública y legitimada por los mila- mcnie viejo. Entre tales corloclnrlen- evangelio urro y perm'lncnlc'
con el "aru.
gros. La historia de la autocomuni- Rsvelación originaúa. La volun- iá., p"¿.iin citarse la ret'erencia del
cación de Dios siempre ha existido tad salvífica universal de Dios
(por raz-ón de Cristo y ordenada a (-+salvífica [voluntad do Dios]) lla-
6s0
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Sacramentalcs

'c habla de un sacerdocio oficial y conlorme a un úritimo patrón, es


,lc sus poderes como «potestad de lo más elevado.
,,¡'den», en contraposición con la po- El sacerdocio oficial en cuanto tal
tcstad <<de régimen>>, con la que se remite incluso en su titular, una vez
S llcva la dirección juridica externa de más, a la fe, a la gracia y al amor.
l:r lglesia. Pueden darse tres grados Pues si ha de ejercitarse rectamente,
iliversos en la participación de esta exige ese Espíritu que se ha inlundid«r
Sabelianismo. Herejia de los si_
lrclrar en el ámbito inaccesible de Ia i)()testad de ->o¡den de la Iglesia a todos los miembros dc Ia lglesia. El
glos-rrr y rv que niega Ia _rf.ini¿J. y on ia Iglesia (d.f .: Dz 966). A pe- sacerdote oficial tiene que tostificrr a
santidad divina. entregarse y entre-
Su fundador lue Sabelio; excomul- gar su existencia sacrificialmente
s:r¡' do la variabi.lidad de su relación Cristo no sólo en el <<luga»> en quc
,Cod." aparecc en Egipto a Ia
disposición inesc¡utable de Dios: el
uon la potestad de régimen, for- se halla situado en virtud de su
hacia"l__RnTa.
257. Es una rariedad del nr¿¡. con ésta una unidad. Esa potestad existencia natural (nacimiento, cstir-
-)monarquianismo (_>modalismo). que puede lambién apelar al sacri- rle orden es además una ta¡ea al pe, patria, profesión), como ocurre
Según ella, la fríada en Dios Ia coni_
ficio irrepetible del Señor en la cruz scrvicio de Ia Iglesia y del sacerdo- normalmente con el -)seglar. El
t.ituyen sólo me¡as relaciones (modos
como sacrificio que le es dado en cir>real de todos 1os cristianos. sacErdote tiene además parte en la
propiedad. .En cuanto que ese con_
do nranit'estarse) dcl Dios .n'.i, ,t_ junto. de aptiludes son propias Los poderes dados con ella, sobre tarea, específica y oficialmente misir>
solutamente uno y mismísimo. con del todo en orde¡r al sacrificio de la nera, propia de la Iglesia (Mt 28,
sacerdote, todo justificadÁ y
respecto al mundo (Dz 4g_51). sanUfi_ rnisa, perdón de los pecados y los l9s), que consiste en conquistar nuc-
cado por la gracia de Diós es un demás sacramentos, aunque el titular vas situaciones existenciales del hom-
Sabiduria. En el Ienguaje religio-
sace¡dote (Dz 23OO); participa del tlel sacerdocio oficial los reciba a hre, en las que el cristianismo to-
sacerdocio real de todoJ los fiiles en
so (prescindiendo de su aplícación traves de la ordenación sacerdotal davía no ha penetrado. Por eso el
al ->¡69o. o del uso gnóstico de Jesucristo (l petr 2, 9), fuera dei (como -»suces,ión apostólica), le vie- sacerdocio oficial necesita un espí-
c_ual no hay sacerdocio alguno y
designar asi una fuerza cósmica per-
el que cada uno es sacerdote. Sin
en nen de Cristo y no de los fieles (Dz ritu de ¡esponsabilidad, especifica-
sonificada, inferior a Dios) ()(i3). Pero esos poderes vienen dados mente propio, de valor, de desprendi-
u v ál_ embargo, la multitud eanta de los por Cristo porque quiere que la
fereneia de un conocimi"nt".a.-Li"n miento, de autoperfeccionamiento al
analítico de las realidades particulares
fieles, que portan €ste sacerdocio lglesia axista, es decir, que exista servicio de los demás. de un impreg-
en cuanto tales, sabiduria es una
real de tr:dos, posee, conforme a la la santidad interna y la unidad ex- narse internamente de la mentalidad
cons_ voluntad de Dios, una corporalidad
titución fundamental del conocimien_
social e histórica en la :>palabra
(erna de todos los cristianos. Esos y medio vital do los otros.
to humano moralmente recto, en y --->sacramento proclamados.
poderes se dan, por lo tanto, en
virtud de Ia cual el hombre conoce orden a la <<ediflcación» (1 Cor 14, Sacramentales Segrln la definición
Carácter que Ie viene de la his- .l) y están al servicio de la lglesia
siempre todas ycada una de las torícidad de la encarnación, cruci-
que de ello da el CIC c¿n. 1144, sa-
cosas- en Ia totalidad de la realidad total. Están en una situación seme- cramentales son acciones o cosas de
fi.rión y resurrección de Cristo como j:rnte, perdónesenos la comparación,
creada por Dios, I¿s conoce a partir los que suele servi¡se la Iglesia, imi-
lundamento de esta gracia sacerdotal.
de Dios y cn orden u Oio.: y u.i Por lo tanto. de acuerdo con la vo_
:L la de los directivos de un club de tando en alguna manera a los ')sa-
asepta, también en una decisiórr jugadores profesionales de ajedrez. cramentos, para que en ürtud de su
mo- It¡nlad instauradora de Cristo. el sa_
¡al, I¿ necesaria -+trascendencia l.as funciones de escs directivos no oración se consigan efectos espiri-
del cerdocio tiene una constitució; social,
espíritu abierta hacia Dios y la
ha"e una est¡uctura jurídica, con el fin de
lt pueden percibir Ios jugadores de tuales de todas clases. Entre los sa.-
valermás y más en los conocimientos :ledrez tomados do uno en uno. cramentales se cuentan oraciones y
sins_ulares. En cuanto que esto
que en esta comunidad santa quede l)ero esas funciones están, en último <<ceremonias» litúrgicas en la adminis-
cl efecto. de la gracia ;*rifi"unt.. y
es también a salvo Ia visibilidaá de lór'mino, al servicio de un solo fin: tración de los sacramentos; exorcis-
coftrcrmiento queda orientado la unidad y orden en la verdad, culto, que se juegue perfectamento al aje-
"t mos, bendiciones, consagraciones de
hácia
cl Dios de la vida eterna y de ta amor y acción ütal. Dentro de Ia tlrez. Y en esto el club encuentra su objetos (rosarios, cálices, etc.) y de su
comunidad sacerdotal de los creyen_ rontido y también su realización. Asi
autocomunicación pcrsonal,ia sabi_ uso subsiguiente.
tes, ha de haber, de acuerdo con la
o.una se cucnta también entre ¡rues, la meta a la que tiende el sa- Objetivamente, todos los sacramen-
los voluntad de Cristo, una dirección de curdocio oñcial es el sacerdocio ge-
siete <<dones del Espírítu Santo)). tales coi¡ciden en ser oraciones intcr-
la función cúltica y sacramental de la rrcral de lc que cre€n y aman, de cesoras de la Iglesia (o apoyadas o
Iglesia en la celebración del ban- los que han sido sellados por Dios, referidas a ella) por medio de lirs
§accrdocio. Sacerdote es aquel que
quete eucarístico, en la administración
que puede presentarse delante tlc los redimidos, que en Cristo se cuales la lglesia intercede p<rr :tl-
de d.e los- sacramentos y en Ia transmi_
Dios, hablarle inmediatamente, pe_ cntregan incondicionalmente a Dios. guien. Es decir, por aquel o c¡uicn
sron de esla polestad directiva: así I istc sacerdocio univorsal, midiéndolo confia un cargo (p.ej., cn h cons¡¡-
651
6.52 l)5 I r,5.t
§¿crame¡tales
Sacrametrto
gración de un abad); por aquel que cepto general de sacramento. Mhs
hace uso de un objeto cúltico «con- Y esa victoria queda Procla-
r¡r¿r. Jesucristo, por medio de su ser
bien hay que considerarlos como rca- nrada como realmente iniciada en el humano divino, de su -+cruz y re-
§agrado». agua benüta, úliz, etc., lizaciones específicamente diversas dc
dedicado oficial y exclusivamente al cirrírcter escatológico de dicha pro- §urrección (-+resurrección de Cris-
Ia existe¡rcia cristiana en el que rc- r¡lcsa. Cuando la Iglesia, comprome- to), y en virtud de su voluntad ex-
sorvicio lit{rrgico, y se remite a Ia cibe el sacramento y como realiza- tióndose por entero, erl nombre de plícita de institución, ha fundado la
intercesión de la Iglesia en dic,ho ciones de la esencia de la
uso; por los hombres en determina-
Iglesia. l)ios y de Cristo, hace absoluta- Iglesia como presenoia represenlati-
De aquí que su exposición habrla n¡ento esta promesa al individuo en va de su salvación escatológicanten-
das oircunstancias de la vida, ben- que üncularla a la descripción dc
dición de las madres después de dar las situaciones decisivas de la his- te victoriosa. En cuanto que Jesús
la actitud existencial del cristiano, toria salvífica de éste, se da ese oprl§ ha hecho eso, quedan tambión fun-
a luz, exorcismo§, etc. Esta (dnter- debida a la gr-acia y coordinada damentalmente instituidos por Jcsu-
cesió»> nc¡ consiste solamente en la t)p(rotum, llamándose entonces sa-
a cada uno de los sacramentos. Asf , cramento. De acuerdo con el carác- cristo los sacramentos como realiza-
oración que pronuncia el sacerdote, la distanciación <<agónica>> del mun-
a veces distraída y precipitadamente, tcr social do la Iglesia y la estruc- ciones de esa presencia victoriosa de
do; la misión respecto al mundo, en tura encarnatoria de la gracia y
de la gracia en orden a las situaciones
durante la realización del sacramento. el EspÍritu; la metanoia continua- la salvación, esta promesa acorrtece decisivas del individuo. Sin que haya
Ésta es más bien y ante todo expre- mente renovada; el aprestamiento
sión de la verdadera oración. que necesariamente en un determinado do considerarse corno fundamental-
siempre renovado a asumir la cn¡z «coremonial>> (ú. Dz 856), como su- monte necesario para todos loe sa-
explícita o implícitamente hacen siem- de Cristo, de la Iglesia, de la nueva
pre, unos por otros, Ios miembros jus- cede en todo acto solemne y oficial cramentos, tenemos, además de lo
vida; Ia existencia sacerdotal; la exis- de una sociedad. Tiene que aconte- dicho, incluso las palabras instituti-
tificados del cuerpo místico de Jesu- tencia matrimonial; la aceptación de
cristo. cer de esa manera para poder ser vas de Jesús, histó¡icamente trans-
la impotencia del hombre en cuanto realmente compromiso total y abso- mitidas, para el -)bautismo (Mt 28,
Los sacramentales tienen pleno sen- fuerza de Cristo.
tido y son en sí realizaciones reli- luto de la Iglesia como presencia Y l9), -+eucaristía (Mt 26, 26-28; Mc
representación escatológicamente vic- 14,22-24; Lc 22, l9-2A; I Cor 11,
giosas, ricas en bendiciones, del Sacramento. Palabra de origen la_ Ir>riosa de la gracia de Dios en Je- 24 s), -+penitencia (sacramento de
hombre corporal en la sociedad vioi- tino, que al principio significó jura
ble que es la lglesia. y sucristo. Ese ceremonial puede con- la) (Mt 16, 18s; loh 20, 22s) y (al
todo esto de la bandera, y también +inicia- sistir en meras palabras de configu- men(x en cuanto al -+ministerio)
con un sentido anáIogo al que tienen ción. Literalmente, significa santo.
los sacramentoe. No es lícito negarlos ración determi¡ada: -gforrna; asi -+orden (-;llaves [poder de las],
La esencia del sacramento sólo pue- la lórmula del perdón de los peca- -+atar y desatar [potestad de]).
(Dz 665 856 931 943 965), si bien de entenderse acertadamente si se
el cristiano libre de usarlos priva-
es
tlos y el contrato matrimonial. La.s La determinación más precisa del
entiende el -)oplts operatum a par- prlabras, siempre necesarias, pue- ¡ito válido en sus detalles concretos
damente segfin su criterio. Hay que tir de la situación escatológica di la
tener en cuenta, y erritar, el peligro den estar también ligadas con un o la desmembración de una acción
salvación en Cristo. precisamente gesto litúrgico: la -»«materia)), como sacramental en diversas fases (orden)
de superstición y magia q,," poed.n porgue este orden es el último, de-
llevar consigo. sucede en la imposición de las ma- atañe a la Igles'ia por ruzbn de la
finitivo y üctorioso, la promesa de nos. Por fin, ese ceremonial puede naturaleza social de tal proceso.
salvación proclamada en él es abso- también consistir en una acción li- Sólo en el s. xt llegó la Iglesia a un
§ac¡amentari¡ (teologia). La teo- lila. La validez de esa promesa, pen-
logía trata de la esencia y caxacte- túrgica que pone todavía más en concepto formal comhn que abar-
sada seriamente por Dios cámo claro la palabra y el gesto, utilizan- cara estas realizaciones suyas, tan
risticas de los siete -+sacr&mentos. absoluta, no está ünculada a la
En primer lugar, se propono poner de do una entidad material. Así el agua multiformes o intrínsecamente dis-
constitución moral del que procla- y' el
aceite en el bautismo. confir- tintas entre sí; al concepto de sacra-
relieve 1o que es común a todos los m.a esa promesa a
sacramentos: su institución por Cris_
otro hombre (d.f.: nración y unción de los enfermos, mento. Es decir, signo ex opere opt
Dz 855). Ni
tampoco es eficae a () el pan y el vino en la eucaristía. rato efrcaz de la gracia, instituido
to, la es,tructura del signo sacramen- causa de la ->disposición o -)inten-
tal, -)opus operatum, distinción en_ Estas distinciones en la configu- por Cristo como signo permanente.
ción del destinatario de esa promesa; ración material concreta de la pala- Desde esa época, la Iglesia numera
tre recepción válida y fructuosa, el si bien disposición e intención son
->carácter sacramental que impri_ br¡ eficaz de la promesa no cam- siete sacramentos (d.f.: D¿ 844), es-
el presupuesto (eventualmente obra_ bian en nada la esenci¿ de los sa- tando en ello de acuerdo con las
men tres de ellos. llrata también de do por la promesa misma) de Ia
cada uno de los sacrarnentos en cr¿lmentos. De tal manera que, p.ej., Iglesias orientales. Son los siguien-
<<llegada» de la gracia al indiyiduo rro puede parecer justificada la re- tes: La iniciación del hombre cn lir
particular, uno tras otro; en lo cual en cuanto tal (Dz 894s).
hay que evitar el peligro de consi- cusación por parto de los luteranos Iglesia: bautismo, y su misión mutt-
En este proceso. la victoria total rlc la promesa del perdón concedida dana en el Espíritu Santo cxplícita-
derar a cada uno sólo como <<ca_ y universal de esta promesa está una
sos» particulares homogéneos del con_ eir la palabra del sacramento de la mente conñada (extrapoladu): con-
vez más obrada por la gracia mis- en cuanto sacramento. firmación. La reconciliaci(rn tlcl ¡rc-
l¡cnitcncia"
65.s
65ó 657 f¡55

:B
*
Sacramc¡rlo Sagrada Dscritur¿r

cador, bautizado y arrepentido (en gía antigua y medieval acerca dc l¡r .ribirse en su forma más Plena, que Saduceismo. Esta palabra tiene tal
la revivencia de la gracia bautismal). universalidad de la voluntad salvi- n() se verifica en cualquier sacrificio, vez su origen en Sadok, sumo sacer-
con la Igles'ia y con Dios en la pala- fica de Dios y plantea el problcnr;r tlo la manera siguiente: Sacriñcio dote: Ez 40, 46. Saduceismo desig-
bra eclesiástica del perdón: peniten- de si el ->lirnbo de los niños no pu- cs cl acto en el que los representan- naba la doctrina de un partido po-
cia. La celebración central de la diera ser un theologoumenon (quc tcs legitimos de una comunidad re- lítico-religioso de cuño liberal y
cena del Señor, como presenoia anam- hiciera plena justicia a esa convic- ligiosa como tales transforman de escéptico existente en ticmpos de Je-
nética de su sacrificio redentor en ción. Esta idea de sacramento natu- rirl manera en un rito cúltico una sucristo, opuesto al ->lariscísmo, y
la celebraciírn cúltica sacrificial, Ia ral permite enjuiciar más favorable- ,rlrenda sensible, que dicha ofrenda formado por las clases sociales supc-
celebración de la unidad amorosa de mente algunos elementos de las Jre- ,lrreda retirada por ella del uso pro- riores, sacerdotes y patricios. E[ sa-
la Iglesia, la anticipación prognóstica ligiones no cristianas. l:rr-ro. introducida en el ámbito de duceísmo querla solamentc haccr
del banquete de la eternidad; euca- l() (<santo» y entregada a Dios. Y to- prevalecer la teología contcni<la en
ristía. La ayuda intercesora y cons€- Sacramcnto originario. La peculia- tlo esto como expresión de la auto- ios escritos más antiguos del AT'
crativa de Ia Iglesia en el hacerse ridad del --)sacramento cristiano, a entrega cúltica al Dios santo que, I{echazaba Ia -)resurrección dc la
inminente y opresiva la muefe del diferencia de los ritos promisivos dc ,,ccptáda y sanÍiflcada Por El en el carne (Mt 22, Z3), la existcncia de
hombre en enfermedad grave: unción la salvación propios de los tiempos banquete sacriflcial del grupo reli' los ángeles (Act 23, 8), Y Ponía ex-
de los enfermos. La transmisión del precristianos. se funda en la ->unión gioso, so convierte en el signo de la cesiv¿rmente de relieve la libertad y
oficio y autoridad junto con el caris- hipostática del -+Logos con una voluntad gratuita do Dios de aso' autorresponsabilidad del hornbre.
ma correspondiente: orden. La san- Jnaturaleza humana y en la esen- ciarse a los hombres. Para el NT,
tificación dcl amor matrimonial, in- cia de la -+Iglesia deducida de esa rodo el proceso cúltico, en cualquier §agrada Escritura- l. Punto de Pur'
troduciéndolo en el amor unitivo y unión. En Cristo y en la Iglesia, parte que se efectúe, sólo Puede tídu dc la teología biblica' La
perdonador de Cristo a su Iglesia: Dios se ha prometido, pronunciado, icr -+símbolo do la autoentrega cúl- -+revelación divina es: 4) histórica,
matrimonio. Los sacramentos con- deñnitiva y victoriosamente al mun- tica del hombre Y de su acePtación es decir, tiene carácter de suceso es-
tienen, especiñcan, desrignan y pro- do en cuanto totalidad, como su sal- gratuita Por Parte de Dios (cf. Ya pacio.-temporal, y exige, por lo tan-
ducen la gracia con una causalidad vación (y no como su juicio). Su I Sam 15, 22; Ps 4O,7; 51, 18s; Is io, .,no -+tradición que la testifique
instrumental, al significarla. El mi- tangibilidad histórica, distinta aunque l, 11; Ier 7,22; Oe 6,6; Y, más tar- ulteriormente; b) oral, expresada con
nistro plenipotenciario de los sacra- inseparable de esa gracia salvifica tle, Mt 9, lf. 23, 19; Rom 12' 1; palabras, es decir, los conceptos hu-
mentos es clistinto según cada caso. escatológicamente victoriosa, está en llebr 10). manos lo mismo que las Palabras son
Del matrimonio lo es el laico, así la misma relación con respecto a esa Por consiguiente, como exPresión elementos -+constitutivos de ella;
como también del bautismo en casos gracia (como gracia del mundo en tlel -)acto religioso en su sentido c) social. pública, es decir, se dirige
determinados. Con respecto a la ne- cuanto totalidad), que el sacramen- plen.o, es lícito e imaginable un sa- no a la interioridad privada del hom-
cesidad de los sacramentos en or- to, con-to signo, con respecto a Ia crificio dirigido a Dios. Se discute bre solamente, sino a Ia <<Iglesia>>
den a la salvación, cf. Dz 847, -+sal- gracia sacramental que se da al in- en la teologia católica si la trans- como destinataria de este mensaje
vación (necesidad en orden a la). dividuo y está en él fundada. Cristo Iormación de la ofrenda, pol' la que y tan prirnitiva como é1; a la Igle-
y, partiendo de la Iglesia reciben
É1, ósta queda entregada a Dios, ha ,iu ,1r", autorizada por Cri§to, tierie
Sacramento natural. La teologia por esa razón con todo derecho el tle tener necesariamente el carácter de que dar testimonio Permanente de
católica admite desde san Agustín, nombre de sacramento originario «tlestrucción», de <<mactación», para esta revelación convertida ya en al-
por razón de Ia voluntad salvífica (-->0pus opera.tum). cxpresar que el hombre es reo de go definitivo; d) escatológica, es de-
,ro quedará substituida Por re-
universal (-_>salvífica [voluntad de nluerte en cuanto Pecador; o si esto "it,
Diosl), que también en el mundo Sacriñcio es uno de los ritos reli- cs sólo ur1 aspecto secundario de velación intramundana aiguna' Si la
pagano, y análogamente a Ia -+cir- giosos más antiguos y más extensa- rrlgunos sacrificios. La ->ado¡ación revelación divina, con estos cuatro
cuncisión del AT, había en alguna mente difundidos. Por ello es tam- ,lc Dios que se Pone de manifiesto momentos e§enciales, so dirige a una
manera realizaciones de la fe (por bién tan polifacético y polivalente cn el sacrificio Puede tener, según humanidad culta que Pueda Ya es-
parto de los padres. etc.) con cierta como todo lo que aparece en esa l()s casos, el carácter de aiabanza' cribir y que Posee Ya documentos
tangibilidad cÍrltica, por medio de historia de las religiones de tan in- tlc acción de gracias, de
Petición escrittri, ¿ntoncesla intención dc
las cuales podía quedar perdonado abarcatrles horizontes en el espacio 1, ,r rlc expiación, cosa que puede refle- Dios es que esta revelación oral dc-
g| -)pecado original del niño que en el tiempo. A la vista de las prác- irrrse también en el sacriflcio mismo' ñnitiva. necesitada de tradici(rn y

no habia llegado al uso de raán. ticas sacrificiales del AT y en aten- l;,¡r orden al uso dogmático de este dirigida a una comunitlad, c¡uede li-
De cualquier manera que se resuel- ción a la soteriologia cristiana y a c()ncepto, cf. ->redenci6n, -)cruz, 'iada Por escrito.
-¡satisfacción (teorías de la), ->mi- gstá
objetivación escrita afccta al
va este '->theologoumerzorz, pone de la teologia sacramentaria, ese con-
manifiesto Ia convicción de Ia teolo- ceplo podría poco más o menos des- s:r (sacrificio de la). mensaie originario dc l¿ rcvclaciirtr
66?.
659 660 (,(t I
Sagrada Escri¿unr
Sagrada Dscritura
(del ->kcrygma apostólico) en la se conserva en numerosos manuscl,i-
Iglesia del -)Antiguo y del ->Nue- ¡:ul todas sus partes con respecto al chas cosas que siguen siendo obs-
tos y fragmentos que va¡r desde ol .,cntitlo que el autor humano quiso curas y que tal vez lo seguirán sien-
vo Testamento hasta el momento en s. rr a.C. hasta el s. rv d.C. Tambirln
el qre se cerró el proceso originario ('xpresar de ma¡rera verdademmente do siempre; que, por tanto, no hay
se han perdido los manuscritos ori_ ,rhligatoria. ninguna neaesidad do encontrar so-
de la revelación. Dicha fijación es_ ginales del NT.
crit¿ se realizó bajo eI influjo auto- l)or tanto, no es lícito reducir la h¡ciones artificiosas y rabulís.ticas.
Su texto griego original se rlcrrancia solamente a materias de
rial de Dios (-+inspiración). Así con-
pues, tiene que valer como objetiva-
serva en fragmentos que van destlc lo y costumbres. Las frases de la 6. Cott respecto tt lu irtlcrprttu-
el s. r¡ hasta el x d.C. I_as nu¡ner()- l;scrifura que aparentemente están ción de la Sagrada Escritura, -+exé,-
ción pura. inalterable, que abarca sas lecturas y variantes del texto q¡_
por io menos los contenidos esen- c¡r desacuerdo con la recta doctrina gesis, -Jhermenéutica, --+biblica
recll por completo de importancia ircerca de la fe y de las costumbres, (teologia), bíblica (critica), --)géne-
ciales, que no está delirrütada por teológica. Entre las traducc]ones de
otras objetivaciones no normativas rrr» hay que exptricrlrlas aceptando la ros literarios, -)sentido de la Es-
la Biblía a idiomas antiguos y mo cristencia de un error en frases ver- critura.
del kerygma (-+canon), y es una ob_
jetivación pura del kerygma como
deqrgs, tiene importancii especial la tl:rderamente asertivas y obligatorias
revisión del antiguo texto latino. tlc ella, sino por medio de una pe- 7. Sugruda Escritttru y ,na,g¡str.
proceso y contenido originario de la ante todo la conespondiente al NT.
revelación. De esta manera se con- nctración más exacta de los puntos rio. a) Habiéndose originado la Sa-
Fsta revisión, o nueva tradución al siguienteo: a,) Investigando qué es grada Escritura como objetivación
vierte por sí misma en fuente y latin, sobre todo en Io que respecta
norma del testimonio ulte¡ior di lo que se quiere decir y se expresa de la palabra divina en boca del
al AT, fue llevada a poi ."n con esa frase, y dónde se hallan las portador autoritativamente docente
esa revelación. A dicha objetivación Jerónimo a fines del s."a-bo
rv Sulgata). l ronteras precisas de Ia voluntad de Ia revelación; por cuanto esta
damos el nombre de <<Sag¡ada Su cspecial importancia te vlené ¿á llsertiva atendiendo sobre todo a los objetivación, como tal, sólo puede
Escritura». concilio de Trento, que la declaró ->géneros literarios (Dz 1980 23O2 conocerse en el testimonio vivo de
fidedigua y aseveró su luerza proba_ 2329). á) Teniendo en cuenta la 1a -+Iglesia autoritativamente do-
2. Dotos ltositivos. Otra tiva (-+¿u1g¡ticidad,¡ (Dz 7g5). Jun_
nrinación es la de Biblia, palabra
deno_ inevitablo indeterminación de con- cente; y como sea que haya una
10 a esto. la Jglesia recomienda tornos propia do toda afirmación, sucesión de la autoridad docente,
griega que significa hojas escritas o más
y más el uso del tcxto primitivo ga- incluso de la frase más clara y de la Sagrada Escritura es desde un
rolio. Términos usadoe en la Biblia rantizado científlcamente.
misma: <dos libros sentido único: como se manifiesta, principio y esenc.ialmente instrumen-
sagrados>>.
escritos», <<la Escritura». En el AT:
<<los
p.ej., en las na¡raciones bíblicas du- to del magiste¡io eclesíástico. Nun-
ley, profetas y escrito§, segirn clasi= . 3._ Con respecto a Ia originación
de la Sagrada Escritura, -+inspjra_
plicadas. c) Atendiendo a la situa- ca es una instancia a que el indivi-
ñcación judía, o libros históricos, ción histórico-vital de una aflrma- duo pueda apelar contra el magis-
ción. ci6n. d) Diferenciando entre el con- terio. La Iglesia, en su ,magieterio
doctrinales ¡z proféticos, conforme a
la católica.En el NT, evangelios, tcnido y el modo de la afirmación, que decide de manera personal y
hechos.. de los apóstoles, .oñu, y
1. Con respecto a Ia delimitación dn¿re la afirmación propiamente tal queda autorizado por Cristo, es la
de.la Sagrada Escritura frente a otras y la mera narración o presentación intérprete legítima de Ia Sagrada
Ap<rcalipsis. Los escrituristas inves-_ objetivaciones escritas de la Iglesia de las opiniones corrientes o de las Escritura. Y esto porque ella, desde
tigan el punto espacio.temporal en antigua, y para llegar al conoci;ien-
el que se origiuan y el artu, qu" meras apariencias (citaciones impli- su origen. es un momento de la lgle-
to de esa delimitación. -)canon. citas; Dz 1949 2O9A 2188). e,) Per- sia primitiva, en cuanto que tal
compuso cada uno de esos libios
(cf. también *>exégesis). La mayor catándose de que una ignorancia, lglesia es, en su esencia y doctrina,
parte del AT fue escrito en hebieo. 5. lnerrancia dc lo Sagrada Es- manifestada en la forma de expre- la norma peünanente para los tiem-
ct'íturo. De que la Escritura esté ins_ sarse, no es todavía una negación y la Escritura ha sido
pos venideros,
aunque [iene algunas partes en gric_ pirada y tenga flor autor a Dios, de
go y arameo. Se conserva en rna- de lo igrrorado; de que la imposi- querida por Dios como momento
su función normativa como colum_ l¡ilidad de poner a salvo dos afir- de esta fglesia primitiva. Lo cual no
nuscritoc hebreos de los s. rx, x y na fundamental de la verdad maciones en el plano del esquema quiere decir que la Iglesia esté por
xr d.C. A éstos hay que añadir un con
manuscrito completo de Isaias, en_
res.pe:to- a.ia lglesia y a su -+magis_ expresivo, no implica todavía la im- encima de la Escritura, aunque sí
terio inlalible. se sigue la inerran-cia posibilidad do que ambas afirma- dice que está por encima de Ia in-
contrado en Ia cueva 1 de
eumrán,
proccdente de hacia el año 100
de la misma (d.f.: por Io menos ciones sean compatibles en crurnto terpretación de ésta llevada a cabo
a.C.: cuando trata propiamente de cues_ al contenido. l) Teniendo presente por los individuos. La relación cn-
tanlbién l-ragmcntos del pe¡ir,r Nash.
probahlemente anterior' ,t (.rist,r
trones de fe y costumbres; Dz 570s que no es 1o mismo la determina- tre Iglesia y Sagrada Escritura sólo
o 1787 lB09 l9i0 2180). Esta inerran_ da perspectividad de una afirma- puede entenderse acertadamente si
lal vez.del s. r d.C.. y algun,¡i otros. cra es válida para toda Ia Sagrada
La antrgua traducción gricga del AT ción que el error. g) Concediendo s€ tiene en cuenta que no son tlc
Escritura, en su texto orieinil, v modestamente que todavia hay mu- ninguna manera dos instancias t¡rrc
66i
664 665 h66

i*
*e
7

Sagrada Escritura
Salvación
se puedan distinguir de manera ade-
cia (inspiración) y de ias fronteras r.r n() queda claramente marcada en salvación no puede ser activamente
cuada desde su origen mismo; es (canon)
(
decir, si se tiene en cuenta que son de Ia Sagrada Escritura, l,r lrrdición misma. producida por el hombre. El senti-
está por encima de ósta permanente_
dos i¡stancias que se interfieor, ,nrr_ do del mensaje bíblico ace¡ca de la
mente.
tuamente. La Iglesia sigue siempre 't. .\ugrada Escritura como lucute salvación consi.ste en primer lugar
vinculada, ligada a su oiigen diviiro,
Por Io tanto, al m€nos en este \ nt)tntu de la vido cristiana- Ya en en situar el origen de la reproba-
r""1i.d9, Ia Sagrada Escritura y la , l ,\'l' se encarece la importancia de ción únicamente cn la propia ac-
al que la Sagrada Escritura perte_ tradición constituyen por igual la
nece como momento intrínseco. La lrr Sagrada Escritura para la vida. ción del hombre, y así poner de ma-
norma y fuente de la predicación It'sris reconoce esa importancia (tr{t nifiesto la inclusión de toda la hu-
fidelidad permanente a este punto
docente de la Iglesia (cf. Dz 7g3 e.p.).
de partida queda garantizada
for el Con ello no se niega que la tradición
'1. 29; Ioh 5, 39). También los manidad en una reprobación general
Espiritu, y así queda también im_ la reconocen (Rom 15, 4;
:r¡rristoles (->pecado original), piira de este
plicada precisamente la ñdelidad su-
or¿l de la Igies,ia tenga que recu_ | 't'im 4, 13; 2 Tim 3, 16 s; Hebr 4, modo presentar la salvación cn la
misa a Ia Escrirura (Dz lg6 995 lTgg
rrir a Ia Escritura como norma y l.l e.p.). Lo mismo queda indicado misma relación con respecto a
fuente (cf. 7b). A pesar de todo, si_ la humanidad que con respccto al
1944 zxlz 2w4 2293 2314).
gue planteado el problema de si la ¡ror la práctica de la Iglesia primiti-
b) El magisterio, incluso en su vrL (t Thes 5, 27; Col 4, 16), prácti- individuo.
tradición, después de constituida la crr conformada al modelo de Ia si- La salvación es a la vez cr¡nstitu-
despliegue histórico por medio de la
Sagrada Escritura, transmite todavía
Jevolución de los dogmas, sólo nrrgoga. Incluso la liturgia de la ción de la humanidad entera en or-
ve¡dades de fe que no pueden sa-
puede testificar y transmitir Io que lglcsia primitiva destaca esa impor- den a la -->basileia de Dios y Jauto-
sarse de ésta; exceptuando su testi_
qudó testimoniado como revelado en tancia. Cf., además, ->palabra de comunicación de Dios al particular,
momo acerca de la esencia y de las
el kerygma apostólico de la lglesia I )ios. donada en Jesucristo. Así en Jesucris-
. fronteras de la Escritura como fuen-
trriginaria o primitiva (Dz 1792 lg0} to y en ese medio de la gracia y dc
I816 e.p.). que con roda fidelidad y
te y. noJma. Este problema sigue Salutífero (acto). Se llama acto sa- la mi.sericordia que en É1 culmina,
pureza quedó objetivado en la Sa_ siendo disputable en teología. be Iutífero a toda acción ordenada po- la Iglesia, queda abierto a la huma-
grada Escritura. por Io tanto. ésta todas maneras, el magisterio ecle_ sitivamente ¿ l¿ -+justificación del nidad y al individuo el camino de
siástico no hace ninguna proclama_
sigue siendo Ia fuente y norma obli_ hombre (actus mere salutaris) o que la salvación y queda desvelada la
galoria_ del magisterio (Dz 783;
cron concreta de dogmas fundados histo.ria como historia de la salva-
aporta positivamente algo en orden
exclusivamente en la tradición e in_
->inspiración), aunque el control de a la -)visión de Dios, en el supues- ción. Con todo, esta presencia de la
tenta encontrar un <<ulümo to de que el hombre esté justificado salvación no implica todavía la ex-
la conformidad a la norma por par_ funda_
te del magisterio no está iujetl a mento)) en la Sagrada Escritura. i¡_ (actus salutaris et merltori¿¿s : mé- periencia subjetiva de ella, puesto
otra instancia judicial distinta de la
cluso para los dogmas que pare_ rito). Según la doctrina definida de que, prescindiendo de la experien-
Igles,ia. Esa conformidad queda ga- :"r.r.".. ajenos a ella (cf. Dz 2i31 s; la lglesia, la -+gracia de Dios inde- cia de salvación de Cristo, trans-
también 224 789 791 858 877 gt3
rantizada por la asistencia del É.s-
930
bida es absolutamenle, necesaria para mitida hnicamente por medio de
1822).
piritu prometida a la Iglesia. cualquiera de dichos actos (Dz 178 testigos, la experimentación de la
Por otra parte, una reducción his_ 1ti0 811 ss¡ cf. lo que se dice acerca gracia no es certeza acerca de la
tórico-dogmática de dogmas de fe
8.
Sagrda Escritura y tradición. explícitos a un kerygma expresa-
del comienzo de la fe, en -+fe). salvación propia (->salvación [certeza
Atendiendo al punto de partida de
mente apostólico no es, en la prác_
Ilespecto a la. problemática teológi- de Ia propial) ni proporciona esa
la formación de la Sagrada Escritura ca. c1'. -)gracia, -+sinergismo. certeza de la salud, del consuelo, de
lica- y sobre todo hoy en dia, más
y a Ia esencia de la Iglesia con su Iácil ni históricamente más plausible
1o estable que la palabra salvación
magisterio autoritativo, queda claro que una demostración, conforme a Salvación es un concepto religioso implica. Por eso ese concepto no
que el kerygma oral apostólico fun_
los principios dc la evolución de los
y teológico central, aunque no es habría que identiflcarlo sin más con
damenta el conocimíento de la auto_
dogmas (->dogma [evolución de
propiamente un término técnico teo- el de gracia. Habría que reservar
ridad formal de la Sagrada Escritu_ lógico. No se refiere en primera ins- para el concepto de salvación ese
losl). de que lal dogma es una ex_
ra. y no a Ia inve¡sa. La transmisión plicación de Io enseñado implicita_ tancia a una obra <<objetiva», sino momento de definitivez que la teo-
autoritativa de este kerygma como ¿r una salud y plenitud de vida <<sub- logía enuncia con los conceptos s€c-
mente en la Escritura. por fin, en los
actual notiflcación docente de un casos dudosos. práctjcamente sólo
jetivo> y existencial. La ->etiología torialmento separados de -)visión de
contenido apostólicamente revelado, por medio de la Sagrada Escritura del AT, más que nada el conoci- Dios y -)resurrección de la carne.
se llama -)tradición en sentido teo_ miento vivencial de la ->contingen- Los cuales podrían resumirse en la
es posible decidir cuáles, entre los palabra salvación, palabra que inr-
lógico. En la medida en que esta cia. la precariedad permanente de la
contenidos de ta tradición, son tra-
tradición implica o transmite por lo cxistencia sobre todo en la
experien- plica al hombre por entero con torl¿r
dición meramente humana y cuáIes y el
menos eI conocimiento de Ia cia de la culpa, de la muerte, su estructuración, y cuyo conlcnido
esen_ apostólico-divina; pues tal diferen_ mensaje de Jesfis manifiestan que la no viene donado. dentr<¡ tlc nr¡cstrir
667
668 669 670
Salvación Salvación (necesidad en orden a la)

temporalidad, en ninguna redención gar, un concelrto general y clt culn- .,e, scñala su nacimiento de la histo- En esta concepción, que no siemprc
objetiva, en ninguna gracia y en to tal designa el hecho de que l)ios. rirr general, puesto que en el AT evita totalmente el peligro de una
ninguna Iglesia. La experiencia cons- fror razón de su voluntad ealvilio¡ l;r prehistoria de la alianza de Moi cosificación, hay que tener en cueD-
tants del hombre da testimonio de (-)salvífica [voluntad de Dios]). sús se ¡:emonta has(a el mismo Pun- ta que lo preceptuado como necesa-
este hecho. Asi, la salvación, inclu- <<envuelve» con su benevolencia ln ro do origen. Se puede decir que la rio para la salvación ha de estar
so en el orden salvífico cristiano, historia global de la humanidad, cn lristoria do la salvación queda <<anu- implicado en la voluntad salvífica
sigue siendo el objeto esencial de la ella ha ofrecido a todos los hom- l:rda>> cuando eI hombre se enfrenta universal do Dios (-+salvífica [volun-
-)esperanza. bres la -+salvación, y fácticamentc con el suceso salvifico como oferta, tad de Diosl), que se pone de mani-
su gracia y la justificación se ha (lo tal manera que Pueda tomar Po- fiesto en una relación personal entre
Salvación (crrteza de la propia). realizado en la humanidad de for- :ición frente a este fror medio de una Dios y el hombre. Según Ia doctrina
Es éste un concepto de la
teología ma histórica y concreta. También rlccisión con la quo se cierra a di- católica, son necesarias para la sal-
de la reforma. Designa una fo tan significa la historia de estas expe- cha oferta y, por consiguiente, se vación: a) la fe (Dz 178 20Oá 8Ol
firme en la jwtificación, que hace riencias y concretizaciones de la sal- cierra también a la salvación misma' 1789 1193); ó) la pertenencia a I:r
incompatible cofl esa fe cualquier vación dentro de la humanidad en (losa que de hecho se maniflesta en Iglesia (-+Iglesia [pertenencia a la];
duda res¡»cto a la salvación defini- conjunto. Por último, implica tam- l¿ estructura antagónic¿ progresiva Dz 468 714 1647 2286), realizada
tiva del hombre. La teología católi- bién que las experiencias de salva- .le la historia de la salvación, en el y actualizada en el -)bautismr¡
ca calific¿ wta certez.a como certeza ción d¿das con anterioridad o fuera crecimiento de la contradicción. Den- (Dz 696 79Os 796 861 2M2) y en la
absoluta de la salvación y la conde- del cristianismo están dinámicamen- tro de la historia esfrecial puede dis- recepción de otros sacramentos
nó en el concilio de Trento (Dz 8V2 te ordenadas al ->kairós y al tiem- tinguirse todavía entre la colectiva (Dz 847).
805 s 823 ss). Así pues, aunque está po de la salud por antonomasia en y la individual. Es com{rn a ambas En teologia se distingue entte ne-
absolutamente vedada al cristiano Jesucristo. Y esto de manera epo- la estructura categorial perceptible cesidad absoluta e hipotética. Esta
cualquier duda acerca de lo verda- cal, que la teología de la historia (+al\aru4 -)Iglesia, -+Antiguo Tes- última enuncia que, si un hombre,
deramente obrado por Dios en Je- pretende poner de relieve. Por con-
tamento, -tNuevo Testamento), el sin pecado propio, no llega a una
sucristo y acerca do la voluntad sal- siguiente, es un presupuesto teoló- -+cristocentrismo, la orientación es- comprensión refleja totalmente váü-
vífica universal de Dios (->salvífica gico para este concepto quo el hom- catológica. La estructura dialogal es da de la necos,idad en orden a la sal-
[voluntad de Dio*]), e,sto no excluye bre no úlo tiene quc esperar y ün momento especifico de la histo- vación, como puede ocurrir respecto
la duda de que el individuo esté aceptar la gracia dentro de la his- lia de la salvación individual. La a la pertenencia a la Iglesia, su de-
<<constitutivamente» salvado. A este toria, sino que la gracia misma es llamada de Dios se dirige a la -+li- seo, incluso no explícitamente cons-
propósito, el cristiano so ve reduci- historia, así como todos los datos berlad del particular y se acepta li- ciente, le hace posesionarse, en la
do, en la práctica. a Ia <drme espe- impl'icados en esa verdad, p.ej., -+uni- bremente 1¿ -->fe, si esa libertad gracia de Dios, de lo necesario para
ranza> de ser salvado y a poner tarismo de ia humanidad, etc. Rer ha quedado"r, liberada en la -+$acia la salvación (-->votum, -+bautismo
su destino definitivo en manos de pecto a la historia de la salvación de Dos. do deseo). A propósito do la absolu-
la providencia soberana del Dios con anterioridad y fuera del cristia- La teología católica de la historia ta necesidad de la fe, hay que indi-
misericordioso. El problema de la nismo, cf. también ->revelación, de Ia salvación está todavÍa en sus car que toda decisión auténticamen-
certva. de la propia salvación tiene -)paganismo, -+religiones no cris- te mo¡al, que se pliega a la exi-
comienzoe. La que ha llegado más
sus cimientos en el más amplio de la tianas. lejos es la teología biblica. En la dis- gencia absoluta de la moral, puede
relación de la -+[e con las ->obras; En sentido estricto, historia de la cusión acerca de la ->desmitologi- Ilevar en sí por 1o menos implícita-
-+esperanza, -+sinergismo, -+pre- salvación designa la historia de las mente un conocimiento y reconoci-
zación, pudo probar que Ia historia
destinación. Con ello, Ia teología oxperiencias y concretizaciones de sal- de la salvación no es una experien- miento de Dios como el que se co-
católica no sóIo hace justicia a la vación que se destas¿n cada vez con cia metahistórica de fe, sino una his- munica librernente a sí mismo en la
cetteza práctica de la propia salva- mayor claridad de la historia de la toria que se coextiende a la historia gracia y de esa manera se revela
ción enunciada por Pablo, sino tam- salvación general hasta la irmpción profana. (-+revelación).
bién a las demás afirmaciones bíbli del suceso salvífico por antonomasia, Por consiguiente, puede darse un
cas, según las cuales el hombre tie- Esta historia podría también desig- sentido interno de fe, una actittld y
Salvacién (necesidad en orden a
ne que obrar su salvación (<con te- narse como histo¡ia oficial y espe- la). En la teología católica, este con- disposición de fe incluso donde ntr
mor y temblo» (Phil 2, 12; I Car cial do la salvación, o de manera w- cepto se apoya en la sobe¡anía de se capta nada que s€a propiamc¡Ito
1O 12; Hebr 12,29). mejante. El comienzo de la historia l)ios, en cuanto se comprende que objeto revelado del especÍfico nlc¡r-
de la salvación especial se considera Dios puede imponer (positivamente) saje evangélico, externo e his((rricrr
§alvación (historia de la). Histo- ya incoado en [a -+alianza de Yah- :rl hombre la realización o cumPli (cf. Dz 1290 1173; Rom 2, l2-lfD
ria de la salvación es, en primer lu- veh con Moisés; con lo que también micnto de determinadas condiciones' Cuando algo implica una ncccsitlatl
671 672 673 (t7 I
llrrlr-Vorg.22
§alvación (necesidad en orden a la) §antidad de la lglesia

independientemente de la buena o cordiosa de Dios, no por (xio c()n. ',rrr. Asi, la sangre de Cristo es 1a -+santidad de Dios, puesto que se
mala voluntad, se habla de una ne- cluye como consecuencia de ella unn I ucrrte de vida de la Iglesia (Ioh 19' trata de una -+gracia sobrenatural,
c¿sidad de medio (necessitas medií). '> apokat0stosis. \.1-17). Sin embargo, ésta veriñca es decir, no es sino una comttnicación
(lrlco verdad) su instauración ori- que el Dios esencialmetrte santo hace
Cuando algo es necesario para la La narración del juicio, incluso tal
salvación, porque y en cuanto que como aparece en el NT, pone al hom- ¡iirr:tclzr en la sangre de Cristo,
por de si mismo al hombre. Asi Pues, es
está preceptuado, so da una necesi- bre indefectiblemente ante la posibi- ¡¡rodio de la rePresentación de la Lrn estar introducido en la esfera
dad meramente de precepto (necessi- lidad de dos distintos desenlace.s ,rlr'¿nda de ésta en el sacrificio de misteriosa de la pureza, inviolabili-
tas praecepti). Por tanto, la falta de tanto de la
historia general como lrr misa (-+mi§a [sacriflcio de la]). dad y validez absoluta d,: lo -)san-
lo que de esta manera es neresario individual. De acuerdo con ello, el ( )l rcnda que tuvo lugar histórica- to. Estado que afecta a todas las di-
para la salvación, si es inculpable, magisterio puede mantener que Cris- nrcnte en el banquete Pascual Y en mensiones esenciales del hombre, Y
queda disculpada y no pone en pe- to ha muerto por todos los hombres, , l sacrificio de la cruz. en una esfera que «Ie Por si estít
ligro la salvación. tal como aparece en el credo de la reservada sólo a Dios. I)e est¿r san-
misa; que Dios da a todos los jus- Santiilad ile Dios se llama, en la tidad del hombre Puede decirse, con
§alvador, traducción latina lsal- tificados ->gracia suficiente para liscritura, a la propiedad de su esen- validez objetiva necesaria, todo lo
votor) de la palabra hebrea yeho- evitar todo pecado mortal formal, ciu, por El mismo rwelada Y Pues- que se afirma con la Palabra <<gra-
shua : yosue : Jesús : <<Yahveh subjetivo, y así conseguir su salva- trr de naniñesto en la historia de la cia>>: es sobrenatural, indebida, dc
es salvacióo> y quo corresponde al ción (Dz 804 828 e.p.). Sería una r ovelación, de quo Dio.s en santa carácter esencialmente dialógico-per-
término griego soter. El nombre he- herejía creer que Cristo ha muerfo rrrjex$ad, -->doxa y ->vida prepo- sonal, cristológico y escatológico; es
breo recalca más la misericordia; el sólo por los predestinados @z 1096 tcr)1.e, es infinitamente superior a unidad de don y de quehacer. Pues-
griego, la dignidad de soberanía e.p.) o sólo por los creyentes (-)ateís- toclo Io que no es Dios; Y que a la to que esta justificación está insepa-
(-->Kyríos). La plenitud originaria mo). También la sería creer que los vcz se abaja ante el hombre en amor rablemente ligada a la dispoaición
del sentido de este concepto ha que- paganos, herejes, etc., no reciben nrisericordioso, para, perdonada la debida a las virtudes teologales
dado. desgraciadamente, encubierta fuera de la Iglesia gracia suficiente culpa, atraerlo al interior de su ám- (+ürtud) -)fe, --)esperanza Y ->ca-
por las sentimentales pinturas de alguna (-+Extra Eccleslatn nulla sty hito de santidad propio (-+santo)' ridad (Dz 800 e.P.).
Jesús características del pietismo y lus: Dz 1294 1376 1379 1646 1677). Ambos rasgos fundamentales de la re- La santidad del hombre es un ab-
de la escuela pictórica do los «Na- Acerca del problema de si, y de qué velación veterotestamentaria los man- soluto estar abandonado at Dios de
zarenos», aunque tal vez llegue a manera, están incluidos en esa vo- ticne el NT, en cuanto que Propone la vida eterna, tal como es en eí.
recuperarse con la desaparición de luntad salvífica los niños que mue- a Dios como padre de JesÍrs, Y en La gracia de Dios da el crecimiento
esos cuadros ds Jesucristo tan defi- ren sin bautizar (-+limbo), no exis- éste también nuestfo, y simultánea- y el fruto en esta transferencia que
cientes y religiosamente dañinos. te ninguna definición dogmática de mente Io reconoce como Señor cuYa se produce en la aProPiación exis-
la Iglesia. Sólo en la universalidad voluntad es incomprensible y aterra- te[cial, aproximativamente total, de
§alvífica (voluntad de Dios). Se- y libertad soberana de la voluntad tlora, como Señor que tiene su tro- la oferta de gracia hecha Por Dios,
gún las aflrmaciones de la Escritura, salvif,ca de Dios, tomadas unitaria- no en la luz inaccesible. La teología de manera que en el individuo se

voluntad salvifica no es una propie- mente, §€ nos muestra quién es Dios dogmática recalca en la doctrina de convierte ella misma en un momen-
dad estáticamente necesaria de Dios, en su amor (->reprobación. -rpre- I)ios, sobre todo, el aspecto de su- to ostensible de la ->santidad de la
sino una conducta personal libre, destinación). blimidad mayestática propio de su Iglesia como totalidad; cuando esto
que sólo se hace patente de manera santidad (Dz 1782 e.p.); su santidad ocurre, la santidad del cristiano llega
definitiva e irrevocable en Jesucris- §angre es considerada en el AT objetiva, que exige categóricamente a la madurez que la actual termino-
to, tie,ne su historia encauzada y di- como sede o símbolo de la vida Ia -)adoración por parte de la cria- logía eclesiástica oficial designa como
rigida hacia Cristo (-+salvación [his- (Gen 9, 4 s) y, por lo tanto, era algo tr¡ra, y su santidad subjetiva, en la grado heroico de las virtudes cardi-
toria do lal) y en El encuentra tam- que Dios poseia. I-a sangre, descri- que Dios es la norma frltima Y su- nales y teologales y, por consiguien-
bién su consumación. Todos tienen ta ya en Lev 17, lOs como medio ¡rrema de todo lo moral, de manera te, como santo en el sentido de la
un Redentor (1 Tim 4, 10). todos son de expiación (+sacrificio), adquiere (lue necesariamente tiene que arnar beatificación y canonización, en el
iluminados (Ioh 1, 29; 3, l6s; 4, importancia o
carácter soteriológico infinitamente su ProPia bondad. sentido de jrzgarlos dignos de ve-
12; I Ioh 2, 2). El texto más claro en la sangre de Cristo. Cristo derra- neración (-+santos [veneración do
es el de I Tim 2, 1-6. Cf. también mó lib¡emente su sangre para mu- Santidad ilel hombre es, según la losl).
Mt "26, 28 y paralelos; Mc 10, 45; choe en orden al perdón de los pe- tlr¡ctrina católica, un efecto de su
Rom 11, 32; Mt 23, 27; Lc 19, 41. cados (Mt 26, 28) y selló con ella -:,iustiflcación en virtud ds l¿ ->Sra- Santidad de ta Iglesia. Segfrn ll
Si la Escritura alaba así la fuerza la nueva alianza de Dios con un cia santificante. En concreto' es esen- teologia católica, la santidad cs una
omnipotente de la voluntad miseri- nuwo pueblo ya absuelto, la Igle- ci¿rlmente la ParticiPación en la de las notas esencialcs de la [glmirr'
(r7tl
675 676 677
1
Santidad tle la Iglesia
§antos (vcneración dc los)
en la que se Ie puede recorlocer como E.sa imposibilidad de desfiguración
',¡ntr> del ser, y en virtud de la
la querida por Jesucristo (Dz total se afirma de la Iglesia en con- obligación para lc» particulares. Esa
-Iglesia
1794). Esta doctrina es anterior a traste con todas las demás creacio_ 'gracia. Con esos d¿tos, la filoso- voneración es conforme a la Escri-
los símbolos de la fe (Dz I 2 g nes hístóricag inclüda Ia <<Iglesio> I ia de la religión descubre el ca- tura, pues la santidad en los miem-
86 e.p.) y
determina ya el compor_ del AT. llictcr de acontecimiento que es pro- bros de la Iglesia santa (-+santidad
tamiento apostólico frente a los pe_ pecado de§olahav que otvidar iue ei pio de lo santo (8. Welte). La teo- de la Iglesia -+santidad del hombre)
Iglesia nunca es ma-
cado¡es en las diversas comunidaáes nifestación de lo que es el funda_ logia bíblica pone de manifiesto el no sólo es una exigenc.ia moral, sino,
(-+penitencia [sacramento de la]). nrento esencial do ella. uarácter de acontesimiento propio en primex lugar, la misma -)gracia
I santidad de la Iglasia implica oü-
a. rlo lo santo, en cuanto que ve ya en histórica escatológicamento venced(F
Jetlvamente quo Ia Iglesia es el me_ lo lu revelación del AT la ->santidad ra que ha de ser ensalzada (cf., p.ej.,
dio de Ia gracia y de la salvación en .§anto, santo, es unconcepto tic Dios como intervención hislórica Eph 1, 6. 12. l4). La veneración de
r eligjoso lundamental, que
el mundo. a la vez que es un signo se entien_ y salvadora. Yahveh es el santo de
de de manera distinta en Ia historia la <<nube de testigos>> (Hebr 12, l)
de Ia gracia de Dios escatológica- de las religiones, en la filosofla de lsrael, ya que por medio de la -relec- y la invocación de los santos con-
mente vencedora (->e¡j5¿6 [cuerpo Ia religión y en la teología ciírn y de la -+alianza hace de su forme a sus diversos donex¡ y ->ca-
del, ->5¿6a¿¡¡ento originario, -+IgL_ y dogmática. En la histo;ia bíblica
de las ¡rueblo un ámbito propio incrustado rismas están incluidas en esta ala-
sia, ->Extra Ecclesiam nuila satlil. religiones puede designar absoluta_ en la historia, quedando separado banza de la misma gracia de Dios.
Subjetivamente, implica que nun- mente todo lo que es venerado por útnica y culturalmente de 1o pro- La teología católica no puede ha-
ca faltará a la Iglesia la <<nube de el hombre, sobre todo los poderes lano, del -+mundo en mal sentido. blar únicamente de una nrera posi-
los testigos» (flebr 12, l), la santi- que aparecen en cualquier ámbito F.sa separación corresponde a la raiz bilidad de llegar a ser santo; la afir-
dad subjetiva de sus miembros de.la vida (hierofanias, kratofanías, hcbrea de la palabra santo. Sólo de mación de Ia -+santidad de la Igle-
(+santidad del hombre, -+santos etc.). La ciencia de las religiones in_ le pertenencia a 1o santo se des- sia, dada ya realmente, es válida no
[veneración de 1os]). Hay que enten_ vestiga srn diferencias y, a ese elec_ prende la exigencia de la santidad sólo con respecto a sus instituciones
der esta doctrina en unión con el to, tiene que servirse inevitablemen_ moral. El NT sostiene firmemente objetivas (p.ej., los sacramentos) o
dogma de que los pecadores pertene- te de Ias categorías fundamentales osta manera de hablar (Rom l, 7; con respecto a la Iglesia primitiva,
cen también a la Iglosia, por lo que de la filosofía de la religión, tales I Cor 1,2; I Petr 1,15s;2,9), si tal santidad tiene quo quedar testi-
ésta es una Iglesia de los pecadores como Ia de -+e¡pe,risncia religio_ l¡ien con la diferencia básica de que flcada ante el mundo y tiene su his-
(Mt 13, 47-50; tB, 17 e.p.). La Igte- sal etc. Un análisis a fondo de la la salvación definitiva viene dada toria. Los santos canoniz¿dos son
sia ha sostenido una y otra vez experiencia religiosa por medio de só[o en Jesfis (sobre este carácter modelos fecundos de la santidad pro.
con toda frrmeza la pertenencia a Ia fi.losofía de la religión pone de definitivo, cf. -+Antiguo Testamen- puesta para una época determinada,
ella de los pecadores en contra maniflesto en primer lugar la expe_ to). Frente a este contenido con- por medio de su estilo cada vez
del
-
-)¡¡or¡1¿¡ismo, -+novacianismo, riencia fundamental do lo santo en ccptual objetivo, que viene dado con nuevo do ser cristianos, por medio
-)donatismo, en contra de los albi_ !'orma do ex¡reriencia de su deficien_ le experiencia religiosa y la re- de su ejemplaridad concreta, han
genses, Wiclef,Hus y del -+janse- cia en este mundo histórico (<<pro- velación, la teología dogmática tro- mostrado a otros el camino para
nismo. Con ello no sólo se áfirma IanoD; en eferto, 'sánto pieza con el problema de no despla- una aceptación creadora del cristia-
que hay pecadores en la Iglesia, sino aunquer lo zar las fronteras entre Dios y la nismo, con una nueva comprensión
manifiesta su propio carácter en los
también que Ia Iglesia misma es pe- puntos culminantes del ente (por criatura, al adscribir definitoriamen- de éste. Que esta ejemplaridad
cadora, en cuanto que sus propios ejenrplo, en el amor y en Ia mrier- te al hombre la cualidad interna. puede ir palideciendo históricamente
miembros, l'ncluso como represen_ te). sin embargo se substrae a Ia auténtica de la santidad (D2789 e.p.): o que puede volver a encenderse con
tantes. oficiales de ella, son y segui_ oxperi.encia inmediata quedándose en -) autocomunicación de Dios; -)gra- mayor claridad, 1o manifiesta la su-
rán siendo ¡:ecadores. por lo tanto, lo encubierto y ambiguo. cia santificante. presión del culto a ciertos santos e
con santidad de la lglesia sólo se Este carácter señala a lo santo incluso su desaparición de la lista
añrma, dcsde este punto de vist"a. como necesario y libre a la vez. Co- §antos (veneración do los). El ma- do los sa¡tcn. Esto no dice nada
que el cuerpo de la Iglesia, man_ mo necesario, puesto que sólo ello gisterio eclesiástico habla dela im- acerca del destino eterno de éstos.
chado por el pecado, no puede que- puede garantizar un absoluto sentido portancia de los santos, cuando de- pues,to que la Iglesia se considera
dar tan desfigurado q,r" de.upa.&"u de la existencia y del mundo (-+sal- signa a la -+Iglesia como signo en- infalible en sus beatificaciones o ca-
de é1 el Espíritu vivificante; o, por vación). Como libre, puesto que esa tre l«rs demás puetrlos y considera nonizaciones oficiales. La Iglesia vc
lo menos, que no pueda hacerse his- salvación no puede ser exigida fun- su credibilidad como basada esen- en ellas las formas diversas de srr
tóricamente visible en ese cuerpo damentalmente por el homire, sino ci¿rlmente en su santidad (Dz 1794). autorrealización en ia historia. Si sc
(cf. Mt 16, 18: las puertas del in_ que sólo puede esperarse a partir [.a veneración de los santos. segrin reconoco Ia ejemplaridad dc un sr¡n-
ñerno no prevalecerán contra ella). del -rmisterio, como fundarirento
cl magisterio, es lícita y útil (Dz 986 to y se le venera, se habla <lo vc-
c.p.). aunque no la propone como ne¡ación o <<culto de dulia>r, rlirlirr
679
680 6lt I fill l,
Santos (yeueración de los)
§antificación (teorfas acerca de Ia)
guiéndolo rigurosamente de la -+ado-
dad de persona espiritual (de forrna la satisfacción por todos los pecado- ma, histórica e irrevocablc de Dios
ración o culto latréutico, que sólo parecida. <<carne y sangre)): Mt 16. rux, al morir por todos @z 799 al mundo. Autocomunicación en la
se debe a Dios. l7; 19. 5; 24, 22; Rom I, 3, etc.). que viene ya conjuntamente dada
13 t 8): -+redención, -)satisfacción
Puesto que Ia cualidad de un san_ Como tai hombre <<naturab>, es dií_ (teorías acerca de la). Un hombre en l¿ voluntad salvifica de f)ios (-)salvi-
to reconocida corno valor aimitar tinto del espiritu (-+pneumo) en fica [voluntad de Dios]) con rcspec-
le. ha sido donacla por la gracia de sracia de Cristo (Dz 90t4) no puede
Dios, Ia veneración de ios ia¡tos es
cuanto lue¡za santifiqante y viüfi_ s¿tisfacer condignamente por los pe- to al mundo y en la que qtredan ya
cante de Dios, que es la finica que c:rdos del hombre (a Io sumo por implantados para siempre el ->cris-
rl"*pryt también, alabanza y glo_ puede obrar la salvación y Ia glori- Ios pecados veniales); pero trruede tocentrismo y la
ordenaciórl s«rbrc-
ria a Dios mismo. La intercesió¡ide
los santos en nuestro favor no hav
ficación de la <<carne» (lvlt 26, 4l; conseguir la remisión de Ia pena natural para toda la creación. l-¡r
que entenderla como iniciativa his_
Ioh 6. 63; Rom 7, 5s; 8, 3_14: Gai tcmporal debida por ellos (-)pera- acción de Cristo (en su vida y en
tórica nueva, independientemente de
.1. .\. etc.: cl'. también ->t¡icoto- tlo [penas del], -.)Iglesia [tesoro de su muerte de crtz, conlo la más
mismo). lal) en ürtud de una -+penitencia li- íntima unidad de una historia pcrs«r-
su_ vida histórica, sino que en rea_
lidad no es otra cosa que Ia per_
F¡ta carne, asi distinguida del lrremente voluntaria o de la acep- nal), en cuanto plena asunción tle
F¡tau¡n« de Dios y de la penetra- tación do una satisfacción impuesta Ia entidad humana, fue querida, ad-
manente validez para el mundo de y obrada por el Logos como
su vida ante la faz de Dios. Es fá-
ción pneumática del hombre en vir- por la autoridad eclesiástica (Dz mitida
tud del Espíritu diüno, en último t)$ y23). su propia historia. Así, la teologíir
cil quc este culto depare diñcultades
a-l hombre religioso, ya que se di_
término, se convierte en la esencia La satisfacción impuesta sacramen- de la redención, desde el momcn-
nge a una realidad creada que no
amorfamento temena del hombre; la talmento en la confesión (-)peniten- to de la autocomunicación de Dios.
cual cieúa a aquel don del Espi_ cia [sacramento de Ia]) es una parte puede considerar esa acción en el
es eI Absoluto. Frente a dicha difi- ritu _se
Santo, obrando permanentemen_ del sacramento; acerca de sus ca- sentido bíblico como <<obediencia»
cultad, hatria que pensar que el te la muerte y el pecado, ligada es_ racterísticas originarias, cf. -+peni- (Phil 2" 6-11, etc.) quo se sepulta en
religioso perfecto puedé tam_
,-+acto
oren encontrar en Dios a Ia criatu_
trechamente al -+r¡urlds (l Cor 5, tencia (sacramento de la). Es muy la -->kettosís. Puede también consi-
ra, pues a medida que se acercz a
5.; Cal 5, 16 ss; 6, 8, etc.). Todo ello, importante que el hombre dañado derarla a la vez como «sacrificio»
Dios Ia validez de una criatura lo
sm que este -+d¡¿lis¡¡1o, en la exis_ por el pecado efectire esta satis- (1 Cor 5, 7; Eph 5, 2; Hebr passim;
tencia libre histórica forzosamente I'acción sacramental reflejamente co- Dz 122 286).
que hace es aumentar, y no dismi_
nuir. Con frecuencia la piedad po- o decisiva, se exagere hasta
e.lectiya mo satisfacción por el pecado. P.ej., Obediencia y sacrificio que, por su
pular hace de Dios solamente rina llegar a un dualismo esencial abso_ como reparación del amor o[en- esencia misma, convierten a Cristo
luto y sin que sea lícito considerar dido, de los daños causados, de en el Señor glorificado, cuya entidad.
realidacl
.
entre otras y también con a Ia entidad natural del hombre co- Ia fama violada, etc. Si no se cum- en cuanto gloria del resucitado, im-
rrecuenqa, en su predilección por
qeftos santos, no se guía por mo mala ya en sí misma. ple la satisfacción sacramental im- plica sin más el punto de Partida
ejemplaridad concreta ¿, AfÁ
la puxta, habiéndose dado previamente dinámico, imposiblo ya do detener,
tqu"
siempre es a la vez un juicio sobre
Salisfacción. En la teología c¿rtó_ una voluntad auténtica de efec- de Ia redención del mundo. Y esto
el que. venera); sino que se pliega Iica, esfuerzo moral posibiliiado por tuarla en el momento do ser acep- en virtud de que esa entidad, en
a motrvos sentimentales incontrola_ la gracia, por satisfacer, con fe en t.rda, el sacramento de la penitencia cuanto propia del Hijo del hombre
Jesucristo y en estado de gracia, a sigue siendo válido, aunque el hom- y del Hermano (Rom 8, 29), es y
dos
.-o _se deja impresionar por la Ia bondad y santidad de Dios, qr,e bre en cualquier caso habrá de cum- sigue s,iendo parto integrante del
cursilerfa religiosa. Con todo]
fenómenos del catolicismo no debe_
estos quedaron dairadas por el p*uáo, plir esa satisfacción como padeci- mundo creado por Dios; por lo tan-
por medio de una obra que las miento do las dolorosas consecuen- to, el resto de este mundo no puede
1ían ser obstáculo a una veneración reconoce testificándolas. Seghn Ia cias del pecado: -)purgatorio. ser abandonado a otro destino abso-
de los santos sobria y escueta.
teología catóIica, esta satisfacción lutamente distinto. La obra de Cris-
Sarx (griego : carne). En Ia Es-
puede efectuarse o en favor de Ia §atisfacción (teorÍas acrrca de la). to puedo considerarse como un pa-
critura, sarx no es lo que hoy dla
propia persona que la realiza o en l-a teologia de la -)redención tie- decer hasta el fin la ti¡anía de los
nosotros llamamos -)<<cuerpo».,s¿r¡
lugar y en favor de otra persona no que ser tan pluridimensional como poderes mundanos esclavizantes, ta-
(intercediendo; en este caso. se llama la redención misma Io es necesaria- les como pecado, ley, muerte, tioYn-
designa en ella al hombie, entero. satisfacción vicaria). puede también mente en cuanto acto supremo del po, etc., que quedan derrotados, cn
En primer lugar, al hombre en cuan_
to
satisl'acer plenamente (satisfacción hombrs'Dios. Ya por esto, en un cuanto padecidos por el Hijo ((jal
-entidad corporal con sus debiti_ condigna) o sólo de forma inadecua_ aspecto <<ffsico>> de la -+soteriolo- 4, 3-7; Rom 6, 6ss; 8, 19-23. 3tls.
dades,..1u-calucidad, su legalidad y
da gia, la teología do la redención tiene
-(satisfacción congrua). Segfin la
etcétera).
mortalidad forzosas, quo contribu_
yen a caracterizar i¡cluso su reali_
teología occidental, Jesucristo ia lle_ que considerar la encarnación mis- Sin embargo, Ia obra dc (lrislr»
vado a cabo superabundantementc
s
'i! mii como atrtocomunicación supre- puede también analizarsc mhs tlcll¡-
683 -!
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*
#
Sanfificación (teorias accrca de la)
Seglar (teotroeia)
lladamente desde un punto de vista
se ponga de relieve o se rechace (con
formal. Es la obra moral libre de .rr ¡rueblo santo (1 Potr 2, 5. 9s; ción y de por vida, el seglar debería
la obediencia y del amor. Obra que
razón) la
idea de un ((castigo de ser admitido en el clero, a Ia ma-
Cristo» e\ yez del pecador; tam-
implica un valor moral «infinito>>. bién según que el carácter fáctico 10. 21 s e.p.). nera de diácono. El campo de ac-
puesto que ante Dios el valor
moral del padecimiento en la l)or tanto, seglar designa positiva- ción primario propio del seglar es
de una acción no se mide sólo con- satjsfacción
de Cristo se considere como intrínse-
n¡ente al bautizado; y, con ello, al la entrega al mundo en la que sc
forme a su contenido, sino también
camente esencial o solamente casual.
I rrndamentalmente santificado y agra- encuentra compr()metido. Entrega
según Ia dignidad del agente, y en ciudo con la vida misma de Dios. dentro de la cual cl seglar sirve, <i¿r
Asi, la cruz sería t¿mbién o
el caso del hombre-Dlos, Ae L"p".- sión de la santidad y justicia "p.o
l)esigna positivamente al que es culto a Dios y da testimonio dc su
sona del Logos eterno, el agentá ündi_ rniembro de la Iglesia, y no sólo su fe en la ->basileiu. Así, como tenia
es catrva de Dios. o sólo Ia expresión
de r¡na dignídad ¿ivina infi-niia. il de su an:or objeto. En virtud de lo cual esa per- que ser, manifiesta de n'ranera vital
se considera esta obra como com- misericordioso.- Estas sona tiene una función activa y una que la realización objetivamente co-
consideraciones remitea una vez más
pensación y reparación de Ia _>glo_ rcsponsabilidad, pertenece al ->pue- rrecta y cristiana de la historia pro-
a una teología más profunda de Ia hlo de Dios (l Petr 2, 10), tiene que
ria de Dios, que el pecado ,"pñn.,. -rmuerte fana y de sus estructuras (matrimo-
en el mundo: si se supone que este en general. dar testimonio con su üda y también nio, trabajo, vocación) tiene mucha
valor <<inflnito>> de la o¡r, á. C¡._ con su palabra de la gracia de Dios importancia para Ia salvación del
to. queda aceptada libremente por Sglar o laico (gr. l¿ikos : perte- mundo, pues ahÍ se produce esa
cn Cristo como victoriosa redención
Dios como tal ->s¿lisf¿sgión por- ia
neciente al pueblo). Como concepto
del mundo y de todos los hombres: configuración del indiüduo y dcl
teológico. designa primaria, urnqu.
injuria del. pecado, supmiciOn que provisoriamente, tiene su parte en la tarea de la lgle- cosmos que ha de ser definitiva ante
vrene ya dada con el hecbo de Ia al que no forma sia. consistenle en <<absorber>> la Dios. Cuando la lglesia, en cuanto
parte do los titulares del poder
redención testificado en la Escritura,
berano o de los plenos poderes sa-
so_ determinación intramundana del hom- organización clerical, piensa que
entonces podemos decir lo siguiente: cramenta.les en la Iglesia, o sea,
l¡re en todos los ámbitos de la exis- puede renunciar a ese grave y defini-
Cristo redime en cuanto que vica_ que no forma parte del al
_+clero.
tcncia humana, incluyendo el cul- tivo testimonio; o cuando unseglar.
riamente, en lugar de los ilombres,
Esta distinción se expresa en Ia Bi- tural y religioso; en absorberta en menospreciando su vocación secular,
Ileva a cabo una satisfacción infini_
olla con la separación entre el re- una expectación y acepción del rei- se empeña en imitar lo clerical, es.
ta por los pecados del mundo. Este no de Dios, conservando y elevando en definitiva. que no se cree seria-
es el núcleo de la teoría acerca de luir , _el -pasror (Act 2e 28. 3t; esa determinación. El seglar tiene mente en la verdadera encarnación
la satisf-acción generalmente acepta-
I Petr 5, 3), entre el edificio y ei (lue concelebrar el sacrificio de la do Dios.
constructor (1 Cor 3, 5_9; Z C,or
du
l* la te-ología católica y ;;; ;
magisterio desde Anselmo á" Crn_
4 ss). En la Iglesia antigua, puede
3, lglesia. como miembro del sujeto to-
tal de la -+eucaristía; tiene que §eglar o laica (teologÍa). Esta ex-
encontr.arse también claramente
terbury (f 1109). en lonrar sobre sí Ia parte de la tarea presión puede designar en primer lu-
san Clemente de Alejandria, Tefu-
Con todo, esta teoría no está pro- total que le toca segfin las circuns- gar a la teología misma, en cuanto
. Irano. Orígenes y san Cipriano. Sin
piamente definida (Dz 550 5SZ tancias concretas; y tiene que to- siempre la ban estudiado y enseñado
7gg embargo, con ello ,o se afirm" qu"
2318). La mayor parte de las veces, marla precisamente en la destinación Jseglares en mayor o menor núme-
los tlocumentos eclesiásticos enun- un <<laico>>, en Ia lglesia, a* a"i"_
misional do la Iglesia hacia el exte- ro. La necesidad de semejante teolo-
cian solamente el hecho dogmático merte un objeto de ella y de sus gía seglar no sólo se hace evidente
potestades docente, santificadora y rior. También el seglar es, desde todo
de Ia redención misma. ,in ñinguru
de gobierno. Ni tampoco se afirma ¡runto de vista, posible sujeto de por el crítico estado actual (falta de
ulterior aclaración. La teoria .nar"n_
que s€a el representante del ambien-
Jcarismas por gracia y misión in- sacerdotes), sino también por el con-
tra en Ia teología de escuela y de te profano en el que se realiza mediata de Dios, de esos carismas tinuo ensanchamiento de la base para
manera parecida a Io que ocurre con
como lglesia. tat como todavia
el por medio de los cuales Dios per- el estudio del cristianr'smo, produ-
la teor'ía del -+5¿g¡ifisio, diversas -clero
hoy,resuena en las conoepciones cle_
dona y dirige a su Iglesia; sólo que cido por la antigüedad de éste. Teo-
matizaciones según Ia manera con_
ricalistas. El seglar no puede ser
él inserta su carisma servicial y su- logia laica puede también designar.
creta de articular el conc€pto de vi_ eso, misamente on la vida comfin de la negativamente, una teologla que sc
cariedad (identjficación de óristo con lolque todo miembro de la
incluso todo <<clérigo»>, hasta el
Iglesia, Iglesia y lo subordina a la <<discre- considere a sí misma como indepen-
la mis_ ción de espíritus» debida al carisma diente del -+magisterio de la Iglesia
cado,humanidad. culpable), el de pe- mo papa, está siempre en posición (oficial o libre) superior y más ex-
como injuria personal cató1ica.
(Dz 23181. la importancia dede Dios receptiva frente a esas
¡rotestades. tenso de la Iglesia total. Cuando el Pensada así, no sería sino un hijo
Ia dig_ También es doctrina bíblica que to-
nidad de Ia persona en orden al vá_
dos los hermanos en Cristo están seglar ayuda al clero en tareas que del individualismo de la edad mo-
l_or de su acto. pero, sobre todo. se serían propias de éste en cuanto tal. derna, que por de pronto no ha cn-
llamados a la herencia de los hijos,
diversifican las actiludes según que
que forman la santa casa de Dios y so habla de <<acción católica>r. Si tendido lo que significa socicrlad
cst() acontece como oficio. por \'üca- salvifica en fornra de Tglesia qrrcritl;r
687
688 l,il9 (r()0
§oglar (teoloúa)

por Jesucristo. Esta teologia fue con- §ermón de l¡ montañ¿r


(ra de san Agustín, la verdadera
denada por pío xu en 1954, aunque ¡.rni-
el papa recalcaba a la vez q,r" io,
vorsalidad de la voluntad salvÍfica Ser es esa realidad o concepto del modo abs.rluto. Pues to<Ja inrplan-
do Dim (-+salvílica [voluntad de que se ocupa la metafísica (cf. ->on- tación de una rclaciírn que distingue
teólogos seglares en sentido áuténti y
co son auxiliares del magisterio ecle_
Diosl). tología, -+filosofía teología) de o vincula entre dos objetos clados
manera especial y que tiene
im- aposterioristicamcnte (la I unción l'un-
siástico, portancia decisiva para la compren-
§ensibilidad, de acue¡do con el damcntal del pensar jrrtlicativo). str-
carácter de la creación. en un sentido sión del contenido de la palabra pone una norma conrúll. ¿u.rr(luo n()
Semiarrianismo. Doctrina de los todavía nroralmi:nte neutral. cs +Dios. <<Entc>>se llama elr primer la crea. Supone esa n()r'r¡r¿r irun cr.riur-
homoeos y homoiusianos, nacida a Ia
lugar a todo
mediados del s. rv, que pretendía
vertienrc de Ia conciencia humana
en
objeto inteligible del do también es verdad «1uc stilo sc
mediar de manera obscura entre el
el <<conocimiento» y en la <<volición». conoclrniento; algo que es <<no nada>>. la conoce en el matct'i¿tl apostclio-
que está vinculada al cuerpo, abierta El concepto de ente queda lormado rístico. Al punto de rcl orcncil tlc csl;r
+arrianismo propiamento dicho, de_ inmediatamente a la determinación en cuanto que, en virtud de la abs- anticipación del conocimicnto y rlcl
iendido por los anhomoeos, y la fe desde lirera, que precede a Ia tras- tracción más radical de toda pro- amor que apriorísticamcntr: tlisti¡r,lt¡c
de Ia Iglesra en la ígualdad de esen- cendencia y libertad personales es_ piedad diferenciativa, se traen todos y une a Ia vez los objctos pirrti-
cia del Logos y del padre. Concre_ los objetos posiblcs bajo el culares (--+trascendencia); ltl pttttlo
tameDte, no confes,aba, por Io menos
pirituales y que ofrece al espíritu más
lo<<¡naterial». Incluso como <<funcla- amplio de los conceptos, el cual, a su de relerencia de esa anticipaci(rr hrr-
de forma explícita, la <<consubstan- mcnto dc Lendencias», vez, implica todas aquellas propie- cia la totaliclad originaria del corto-
cialidaó> del Hijo con el padre la
sensibili_
dad. es necesaria y buena (-+con_ dades en cLlanto que son ente. En cimiento y amor posibles, lo llrr-
(->homousíos), si bien concedÍa que esa medida puede entenderse por
cupiscencia), y no ha de ser ilisuel*r manos ser. En la alirmación clc csc
el Hijo era semejante al padre (-ho- <<ser>> lo que hace que este <<algo>>
moios), incluso que Ie era esencial_
(estoica o maniqueamente). por el
punto de referencja va ya imbricudu
monte semejante en todo (homoiu_
contrario, ha de ser más y más inte_ que es «no nad»> soa sencillamente la afirmación do lo incomprehcnsi-
grada en la persona total v en srr <<ente». Si¡ embargo, sería falso y blemente infinito. La razór es que, si
sios). Así, el homoeano Acacio decisión buena en orden -a Dios superficial querer entender el <<se»> se entenCiera al ser como finito tlc
de Cesarea, el honroiusiano Basilío de (-+integridad). La inconsumabilidad solamente como concepto s,ubsecuente por sí, gtredaria ya comprehendid()
Ancira y otros muchos sínodos par- de esta tarea en la vida terrena es a la abstracción total, es decir, co- y, por Io tanto, entendido dentro de
ticulares de ese siglo, dogmáticaÁen- mo mero resultado de la erperien-
asimismo una vez más Ia situa_ un ho¡izonte más amplio, que seria
te tan movido. ción de la Iucha crjstiana por Ia le cia o conocimiento particular. verdaderamente por primera vez el
(Dz 7W). El conocimiento particular de un del ser por antonomasia. No se lla-
§emipelagianisrno. Desde el s. xvr Verdad es que la concretez de la individuo se encuentra más bien ma acto puro al ser abstracto, for-
recibe este nombre un intento he_ sensibilidad en el hombre pecador bajo una ley previa del conocimien- mado como concepto subs€cuente:
rético y poco hábil de algunos teó_ queda siempre sellada también por 1o judicativo en general. El concepto ese ser quo aetualiza todo ente finitt¡
logos galos posteriores a san Agus- el nrundo y su historia de pecaio, acontec€ en una anticipación (explí- particular.
tín (Vicente de Lerin, Fausto de puerta de entrada de los <<poderes cita) hacia Ia totalidad originaria de La infinitud originaria del ser por
Regi, etc.) de mediar entre la doc_ v
I-uerzus)) del nral en el mundo: que_ la realidad posible en absoluto. Lo antonomasia, hacia la que tiende Ia
trina ortod()\a de Ia gracia agus_ da tambien con-flgurada pol la pro_ particular queda encontrado dentro trascendencia del hombre en todo co-
tinianay el ->pelagianiómo. ReJha- pia decisión errada en la historia de de un <<horizonte)) que viene con- nocimiento, como hacia el -+miste-
zado por los decretos de ->Arausi- la libertad hasta el momento actual. dado de manera inobjetiva e inexpli- rio incomprehensible, sin representÍrr-
ca (Cesáreo de Arles). en el sur de De aquí que Ia propia sensibilidad citablo, cuando se capta 1o particu- selo en cuanto tal; esa infinitud que
Francia. el 529 (Dz 173_20A). En es no sólo tarea (su integración pro_ lar. Este saber atemático e inot'rjeti- es también fundamento no sólo dcl
ese intento se reparte la salvación gresiva). sino también <<objetivación» vable es la condición a priori del co. conocimiento, sino también de lir
entre el honrbre y Dios, en un _)si- del. pecado (del -+pecadl originaf nocimiento particular. Eso saber pre- actualidad de todo ente, es la quc
nergismo primitivo. El hombre rea- y del pecado propio) y así íncitaciOn senta un género de experiencia meta- recibe el nombre de actus pr¿r¡¿J, scr
liza por sus propias fuerzas el co_ al pecado que hay que superar er) física propia quo la persona que es absoluto por antonomasia, absrlltrlo
mienzo de la salvación, y en corr* Ia gracia de Dios. Este es el scn_ netafisicamento inepta siempre pasa misterio, -)Dios.
pondencia a esta (<buena voluntad>> por alto, y que, sin embargo, co-
tido peyorativo de la sensibilidad en
autónoma, Dios da entonces la gra- eI Ienguaje religioso cristiano: que mienza a hacerse temática en el Sern ón de la monfañu (Mt 5-7.
cia necesaria para la consumación tíene su razón. pero que también en_ fenómeno del amor infinito, del an- cf . Lc 6, 2G49). Es el scrnrór¡ n¡l¡r
de la obra salvífica. De todos mo_ crerra el peligro de perder de vista el helo, de la angustia, de la pura extenso de Ies{rs, literariamc,rlc, c()nl
dos, los defensores del semipelagia- pregunta planteada en absoluto. Sin puesto por san Mater'» adlplrrlo rr l;r
nismo defienden con razón, én con_
sentido primero y original de iir
palabra. dicha condición a priori no se po- catequesis judíocristiurr:r, <¡trc tt:irrrt,
dría comparar, referir ni juzgar de y resume los puntos cscncir¡lcs rlcl
691
691
693
§imbolo de la fc
Sernrón dc la monfaña
objetivación cle la irredimibilidad de
lin de expresarla históricamentc en
mensaje de Jesús, sobre todo del rosa de abandono total hacia la re- de muerte, cuya reden- .1 .tpucio Y en el tiemPo' Símbolo
mensaje moral. Esto lo realiza al mos- dención y basileia de Dios trascen- ; "rá-tituuAO" (Phil 1, 2G26; Rom cs la'<<apariencia)) en la quo algo se
ción cristiana
trarse Jesús como nuevo Moisés que ¡ none como si fuera otr¿ c()sÍ¡' ¿rtln-
predica ia ley perfecta dei nuevo or-
dentes.
El sermón de Ia montaña debe en-
i, ls.; I Cor t5; Lc 23,24s 46; que ligada a é1, y de es:r lttlnllt sc
den salvífrco, en el quo se presenta tenderse como formulación concreta
i'Th"t 4, lc-18) queda anticipada .,e.t"rárizarr. p¡1 l¿ -+Trinirjad, el
en cuanto quo el enigma de la muer- El mismo cn cuanto que
cxigentemente de forma inmediata del amor total, de todo el corazón. Padre es
te propue§to en la idea veterotesta- a si mismo on el llijo' tlis-
ante los hombres la -)bosileía de Amor que resulta poeible para el ]
..itu¡u del sheol, se deja sumi§a- ,u
Dios con sus condiciones de admi. honrbre en el Pneuma de Dios, si i "*Prrru
tinguiéndoto de El.
moote en mano.s de Dios'
sión, a la vez que <<anular> la ley comienza a pretenderlo y si en su El -)alma es' o realiza, srl pl()pr¿l
del AT. El problema es cómo hay punto de parüda no le importan sus llama signo a una enti- esencia, al exflresarse y tomar cucl-
qr¡e entender e,sta basileia moral co¡t dimensiones, sino Dios; no la satis-
Siglo' SE
po, in,formanáo al cuerpo distin-ttr
dad que remite a otra Y que, Por
todas sus exigencias radicales. Dicho lacción del propio sentimiento, sino la indica. Esta frrnción in- de ella. El hombre consiguo una tlc-
de otra manera, si ha de la eflcacia para los ü1*,", terminada actitud al realizar'la con
conside- demás. Sabiendo fluir de la misma
unos gestos determinados' Al <<ex-
clicadora Puede
rarse que todoa los cristianos pueden además que los resultadoo variables
naturaleza del signo o Puede ser la actitud so hace clll
cumplirla. no pueden considerar a ese amor que terioriárse>>,
I-a respuesta habría de ser afirma- sienrpre es el mismo. aunque siem-
á-Ule" un ajuste convencional' Ade- misma o aumenta en Profundidad
mismo
*Á, p""0" ser Puesto Por 10(-+sím-
tiva si. en primer lugar. por cumpli- pre vaya aumentando, como total- qr"'Á tig"i¡.ado o Por otro existencial. Este origen del símbolt¡
miento no se entiende un resultado mente idontific¿¡do con ellt'¡s mismos. lo simbolizado mismo, no excluye
üolo, -+iacramento). Según la nattt-
en
objetiva o mate¡ialmente mensurable. oue a esto simbolizado se impongatt
ni un prcrgrama leglslativo social obli- Sheol era, para el AT y sobre to-
titi^ y la inmediatez del vínculo iesde l'uera determinadas nornas res-
¿o-refeí"n"ia, el signo da noticia de a la forma del símbolo, si
gatorio para todos; resultado o pro- do para el judaísmo tardío. el <<lugar pecto
grama cr¡yo ser presencial y obje- de de los muertos, algo ausente o 10 hace Presente ., qr" ha de exPresarse auténtica-
residencia>> el
@iasencia), lo revela
o 1o oculta' la determinada
tivo libera al hombre precisamente Flades del AT, es decir, existencia
éott top""to al concepto biblico de menle en uno. P.ej.,
de esa oxigencia superexigente de sombria, tenebrosa, carente de toda del consentimien-
<<lorma>> eclesiástica
signo, cf, -+milagro'
Dios con respecto al mismo hombre. alegría, lejos de Dios y de la ver- to matrimonial es la manera bajo la
Asi pues, se¡ia afi¡mativa la res- dadera vida. Sóio en tiempos poste- la doctrina que tiene que Ponerse la voluntad
puesta., siempre quo por <<cumpli-
Simbolismo Puede ser
liores queda este lugar diferenciado matrimonial misma en cuanto absolu-
dei -;símbolo Y del sentido de los
miento>> no se entienda tampoco un en dos; uno mejor para los buenos
símbolos particulares. También pue-
tamente vinculativa. Partiendo de
mero <<sentimiento>>. que se dispensa- y otro, de castigo, para los malos
Je ser la teoría teológica acerca de aqui ha de conseguirse un acceso a
ría de los actos concretos declara- (Lc 16, 22-24). la oris,inación y sentido dc los
--+sím- la inteligencia de los ->sacramentos
trles odeclarados en las normas La idea de slrcol es objetiración como símbolos históricos de la ac-
[:,,,los"de la fe particulares. de alguna
objetivas singulares. Es decir. sería de va¡ios elementos: «) Es la obje- tuación <livina en el hombre dentro
manera oficialmente fliados, símbolos
afi¡mativa cuando se entiende por tivación de la convicción de la exis-
utre se dan Y se han dado siemPre
del esPacio Y del tiernPo, Y también
<<cumplimiento>> la obra de ese co- tencia perdurable de los muertos. á)
.jn la historia de la Iglesia' Por con-
a la iiteligencia de la causalidad de
razón que, a través de la obra con- Es la objetivación de la -+muerte y au"aum"ntos (-)oprrs opa"atum)'
siguiente. esa teoría teológica versa "rna
cret¿ de Ia vida. pretende entregarse de su experiencia misma (no la de
tu"tttien, ante todo, sobre los docu-
más y más a Dios con completo una existencia poster:ior a la muerte, §imbolo ile Ia fe: formulación del
amor, en una medida siempre cre- por lo que no se puede decir que *"r,* doctrinales (escritos confesio- contenido de la fe en proposiciones
nales), que surgieron en las divelsas la pretensión de integri-
ciente, en un proceso inconcluso y, el AT diga algo falso acerca de la .orfáion"t crñtianas a Partir del breves, con
por tanto, nunca concretamente men- <<vida posterior a la muerte»). Lo dad más o menos Plena Y elaborada
s. xvl, como expresión de las diferen-
surable. Hay que tenel en cuenta que en el AT se dice como teologia
cias áogmática§ y doctrinales intra- oor el magisterio o la tradición' Rc-
([L!e esa entrega del corazón va siem- del sheol, sobre todo en los salmos, tamblén el nombre Iatino de
cristianas. Cf. -+co¡troversia (teo- "i¡"
pre llevada por Dios. y que la obra podemos y tenemos que considerarlo orolcssio f idci. \a en el NT se ett-
krgía de). formulaciones de uno a trcs
de la l'ida no se identifica sencilla- como teología vet€rotestamentaria de
mente con la del corazón y que. la experiencia humana de la muer- "u"ttttrn como fragmentos do la
miembros,
Simbolo. Esta Palabra, en §u sen-
por tanto. puede ser en cada caso te en cuanto limite absoluto, a par-
tido auténtico y original, no designa
tradición; verosímilmente. proccdcn
distinta, es decir, conft¡rnle a cada tir del hombre exclusivamente. Fron- de la liturgia bautismal más plinriti-
un siqno canrichosamente elegido por
situación irrepetible. bic¡ sea ctrmo tera de la que el hombre no puedc va. en la qire se exigía deode un prirr-
mantenimiento de! orden creado in- disponer diciendo que con la muer-
*t ná*t tu' que se atribuYe con
desde
el cipio la profesión de fe' lal cotrlrr
[ucra a determinada realidad
tramtrndano o como distensi(rn dolo- te (<todo ha termi¡ado>>. c) Es la
(r() t{
697
6g-5 696
Simbolo de la fe
§i(uación origitraria
aparece ya en los Act. Mientras que
con esta lórmula se excluye una
Ias [órmulas unimembres .."ono&n ab_
soluta certeza acerca do lá salvacÁ Io eterno en el tiempo). Teológica- ia existencia religios:r dcl pueblo
aI ->Kyríos Jesús, las trimernbres son propia (-+5¿tvación [certeza de Ia mente, dicha potencia no sólo se israelita en orden a l¿r obra salvífi-
trinitarias, siguiendo el modelo de propial), fuera de la firme _+espe- lcaliza en Ia -rterminación aufénti- ca de Dios podía quedal vacío
Mt 28, 19. El modelo originario del ranza. que se apoya sólo en Dios; ca de la historia, sino también en el (-)Antiguo Testamento).
llamado símbolo de la fe apostólico si inst¿nte 1->ahora) supremo de Ia Por tanto, sinagoga cs Ia funda-
con ella se dice que el hombr"
queda tes,tificado en el s. ir. Con_ quo pedir dia¡iamente por
ti""e <<hora>> de Cristo (Ioh 2, 4 e.p.) y ción no escatol(rgica y sociológica
tiene la fe en el Dios trino, la santa el per_ sólo de Cristo, en la que E,l solo de Dios, de tipo religioso. Aunquc
dón d1 su culpa (Dz g, por;;
lO7
Iglcsia y Ia remisión do Ios pecados. es verdaderamente pecador logra reunir el -r,punto de partida la garantía que retr()spectivamcnte
En el s. rv se profesa ese sjmbolo y porque peca continuamente t»z 1(f| ;-'rl y la ->terminación en un puro acto da Cristo sobre la sinagoga sókr vale
do la Ie en la forma elaborada para (Dz libre. En sentido analógico, puede para el AT, con todo, estc concept()
83])i g.:i se piensa, con ella, que Ia
el credo bautismal romano. ya án el evitabilidad de .la culpa grave, que hablarse de una simultaneidad del en sí es también posible en el resto
s. rv se reza dicha fórmula en el sud_ cristiano con Cristo (Kierkegaard) en de la historia de las religiones (-)re-
destruye la jusrificación
oeste de Francia, tal cc¡mo la reci_ <>z Ai2i a
la vista de los pecados de hecho co- la que, debido a la consumación velación).
tamos hoy día, y en el s. rr quedó de la historia salvífica, Cristo se hace
metidos. no es todavía una garantía
oficialmente incorporada en Roma a segura de Ia carencia do cul¡ra gra- presente al cristiano y éste a aquéI. Sinergismo es una concepción dc
la liturgia del bautismo (Dz 1-6). prlu el indiüduo, entonces esta Puede considerarse como reiativiza- las relaciones del hombre libro con
Paralelamente, en oriente y a pro_ ::
rof.mu!a t¡eno un sentido bueno. ción de lo puramente histón'co, ne- el Dir¡s que da la gracia, en la rea-
pó.sitq_ d: las disputas rrinitarias y ca_
cesaria para el ejercicio del acto re- lización de la salvación. Según ella,
fólico. que describe muy bi.n i.
cristológicas, el símbolo de Ia ciudaá s1_
Iigioso auténtico. el hombre y Dios <<efectúan conjun-
tuació¡ existencial a partir del hom_
de Nicea quedó reconocido y admi_ tamente» la obra al
modo de las
tido por el r concilio de ->Nicea .bre.-
En cambio, esa fórmula
_
h.orética (Dz 799s g20-g22) si
es
Sinagoga. En sentido teológico, causas parciales; cadauno lleva a
(Dz 54). El símbolo nicenoconstant! con esta palabra no hace referencia al cabo en cierta manera la mitad de
ella se afirma que el homúre siem_
nopolitano del ¡ concilio de ->es¡s_ pr€ y en todo momento es de lugar judio en que tenían lugar las la obra. Aunque el magisterio de la
tantinopla (Dz 86) e.s el credo bau_ la lunciones meramente religiosas a Iglesia habla sin reparos de la <<co-
tismal universalmente extendido des_
mnma manera justo que pecador;
que en la -)justificación no se partir del destierro en Babilonia, en operación>>del hombre con la gracia.
de eI s. v¡. En t0l4 se convirtió en haco
contrapos,ición con el tem¡:lo para elsinergismo no refleja certeramente
el credo de la misa romana. Otros !e yr necador, que no era justo, un
el sacrificio, sino a la <<Iglesia>> del la doctrina católica de la gracia;
simbolos posteriores Iueron formu_ JUSttncado. cosa que no era antes,
y que ahora no es ya el pecador quá AT, la sociedad religiosa israelita pues ésta dice que la libertad del
Iados explícitamente para luchar con- querida y
obrada por Dios (+Anti- hombre en la obra salvífica es asi-
antes era; que el justificado, si Io
tra Ias herejías. Con resp€cto a su
no es_ justo en un estado oU¡etivo, k, guo Testamento, -+alianza). Pres- mismo, una vez más, en cu¿nto a la
sentido teológico, los símbolos de potencia y en cuanto al acto (por
Ia fe contienen los dogmas tunda- quo le determina intrinsecaÁente, cindiendo de su fundación llevada a
aunque sólo por Dios enjuiciable, cabo por Dios, se distingue de Ia medio de l¿ ->glacia eficaz), un re-
montales (-+dogma). El problema de Iglesia del NT en los siguientes pun- galo de la gracia de Dios; por lo
en
sl su texto literal nos obliga, hay que .virtud de Ia verdadera comuni_ tos: Por el carácter particular de la tanto, la relación de consorcio dia-
cación del Espíritu Santo.
resolverlo teniendo en cuenta si diÁo alianza veterotestamentaria. Por la cla- lógico entro Dios y el hombre sólo
P_or tanto; Ia protesta católica
texto ha sido universalmente aceptado con-
tra Ia fórmula rechaza que la jueticia ridad de su promesa, que aparece arroja luz sobre un aspecto de la
por la Iglesia, o formulado pór un como no visible y limitada al fu- realidad total.
r€galad¿ por Dios sea. incluso don_
concilio,o por un papa (cx cathedra, turo particular de Ia nación. si bien
o.e y si se da, solamenle un
rnvocando su -+infalibilidad). o «como
es verdad que. poco a poco, aparece Situación originaria (o
si <<encuen-
.forensg una mera «imputación»
si>>
fue aprobado o no. la perspectiva del signifrcado de Is- tro consigo mismo>>). Concepto de
(-+justificación por la i"rprtu"iO"j,
una ficción que deja al "o hombre coí- rael on orden a la saivación de to- la filosofía de M. Heidegger, que de-
Simul iusfus ef pmcator flatÍn creto. inmutablemente pecador, dos los pueblos. Se distingue tam- signa el estado de la existencia hu-
- a ta vez ¡usto y pecador). Fórmu_ paz del bien y de lo salutífero.
inca_
bién por la apertura de la historia, mana al enfrentarse consigo misma.
la muy usada en la teología pro_ cuyo desenlace, salvación o repro- un ((talanto) existencial o un cuali-
testante para expresar la <<paradója»
§imultaneidad. Nota que de suy<r bación no ertaba todavía dado, pues- ficado encontrarse; no designa la rc-
de_ la existencia humana.
El homüre es propia de la 1cl que afin no había tenido lugar flexión sobre el encontrarso origina-
sabe, por la fe, que ha sido justifi_ ->s1s¡¡iáad. Es pro_ l¿r autocomunicación definitiva y sal-
pia de Ia -+historicidad sólo rio. Por tanto, no se trata dc u¡.1 scn-
cado por la gracia de Dios, uiu u", en cuan-
vadora del I-ogos de Dios. Así pues, timiento ni de un <<humon>, sino dc
tg ésta es -+potencia obedien_
que él mismo se siente pecador. -q!" el pueblo de Israel, como tal, podia una constitución básica, carrcleriz:¡-
Si cral de eternídad (de Ia presencia dc
decir <<no» a Dios, y el sentido de da por el <<estadr> dc «Jcycccitln» y
699
700 '701 702
=
Siluación originaria Sola scripfura
por el <<ser en el mundo>>. El conte- io, Dios en su intimidad personal Socinianismo, variedad del -+uni- arrollándose sobre la base dc I¿r le
nido de este concepto, emparentado misma, es indebida a toda criatur¿r tarismo, difundida sobre todo en (dogmática), rcprcscnLa por prinrcra
con el bíblico de <<corazón>>, es muy (Dz 1021 2ll8). Polonia, fundada por Fausto Sozzi- vez la totalidad de cste proceso de
importante para la teologia católi- ni (1539-1604). Negaba en forma la justificación.
ca, puesto quo en él se reconoce y §ociedaü En un sentido general, racio¡'ralista, la Trinidad, la divinidad
asevera esto: si el hombre inicia la unión de una pluralidad de entes de Cristo y la redención (Dz 993). §ola gratia (latin .= stjlo ctt vir-
reflexión sobre su -)historicidad, se la uni-
personales que se reúnen en tud de la gracia). Conto principio
«encuentra» y descubro como perso- dad de una sociedad en virtud dc Sola fitle (latin : sólo en vir- material do la teologi¿r pr()tcstante,
na que, junto con su subjetividad, ha relaciones determinadas; Jcomunica- tud de la fe). En primer lugar, esta afirma en primer lugar c¡ue la salva-
ejercitado también su +libertad. ción personal, relaciones juridicas, ló¡rnula es, en la teología protestan- ción está totalmente regalada por
Ulteriores reflexiones (p.ej., sobre proximidad espacio-temporal, rela- te. la expresión usada para significar Dios y que el pecador de por sí c:;
la fe, la conciencia, experiencia de la ciones trascendentales. Filosófica- que el hombre sólo puede recibi¡ la completamente incapaz de tr¡do acto
gracia), decisiones y actitudes nunca mente, la sociedad tiene su origcn crr sal'r,ación si cree que esa salvación salutifero (-+salutíIero Iacto]). For-
pueden hacer refleja adecuadamente tra esencia del hombre, que sólo puc- es -;sola gratit¿. Por tanto. que mulado de esta manera, dicho prin-
esta decisión fundamental ni tampo- de llegar a la individualidad de si no es el resultado de su acción inde- cipio es un principio católico, prresto
co abolirla, y mucho menos distin- mismo en la e-xperiencia del coexis- pendiente de la gracia de Dios, ni que la incapacidad radical salutíl'cra
guir perfectamente entre sujeto y tir con otras peñonas espíritu-cor- tampüco de las -robras, que damos del hombre sin la gracia es doctri-
realización refleja del sujeto. porales. En cuanto que la realización a Dios como si no nos hubieran sido na del concilio de Trento (Dz 8ll ss).
del «yo>> sólo puedo acontecer en la dadas, sino que es sencillamente el Además, no es lícito explicar la doc-
Sobrenafural. Usamos este térmi- sociedad y por la sociedad, el des- resultado de la fe. Por consiguiente, trina católica de la gracia en el sen-
no como más propio que sobrenatu- cubrimierito de sí mismo y la unidad si <<fe>> no es sino el nombre que de- tido de un -)si¡ergismo.
raleza, por no tratarse aquí de un con la sociedad crecen en la misma signa la libre aceptación de la gracia Es decir, sólo pueden aparecer di
ente substancial. En sentido estricto, proporción, y no en proporción in- por parte del hombre, donada por la ferencias doctrinales serias con res-
sobrenatural es lo que, como parti. versa. Los dife¡ontes géneros o mo- gracla misma (como lo es con frecuen- pecto a este principio en tres casos:
cipación, sentido y vida de Dios rnentos de las sociedades terrenas cia en san Pablo), entonces la fórmu- Primero, si se ;nterpreta como nega-
(of. 2 Petr l, 4), sobrepasa inmediata- están basados en las diversas di- la sola lide es un principio católico. ción de la libertad do elección en el
mente las aptitudes y exigencias de mensiones de la existencia humana Así. la cuestión se limita a saber obrar salvífico, en vez de reconocer
una naturaleza espiritual creada (Dz (-)matrimonio, familia, amistad, na- cómo ha de describirse atinadamen- la ->libertad salutifera, en cuanto
1023), en la medida en que esas ap- ción). En teología se fundamenta y te ese pr(rceso obrado por la gracia, po encia y en cuanto acto, como
titudes y exigencias vienen dadas explica con mayor precisión la cons- ese proceso de la aceptación de la don de Ia gracia. Segundo, si se in-
necesariamente con la -+naturaleza: titución del hombre como ente so- -+justificación. Aquí la doctrina ca- terpreta como insuficiente el modo
la -+gracia y Ia -+visión
de Dios. cial: el hombre de ta-l manera es un tólica de la justificación conoce una del obrar salutílero del hombre bajo
Lo sobrenatural es un regalo libre interlocutor siempre interpelado por descripción más diferenciada y más la gracia y por ella (-->sola fide).
de Dios en Jesuc¡isto, incluso antes de Ditrs, que tiene que realizat su indi- l"ríblica, que si se describiera so- Tercero, si en beneflcio de una impu-
1a necesidad de un perdón de la vidualidad personal en la sociedad larnente la sola lfulc corno -+<<fe tación do la justicia de Cristo, me-
culpa. En scntido amplio, entran de todos lo.s hombres y al servicio flducial». con un lhcologoumenon ramento forense. que deja al hom-
también dentro de lo sobrenatural de ella. La autocomunicación de Dios escolar simpiista, y que la mera con- b¡e intrinsecamente tan pecador
otros dones gr¿¡ruitos de Dios, tales al hombre acontecida en Cristo no Iianza absolutamente cierta en la como antes, se niega que la -+justifi-
como Ia -+revelación, los dones del ha constituido rlna por una a las imputación meramente forense, única- cación transforme realmente con
-+ostado original, el -+milagro, etc.; historias salvíficas individuales to- mente externa de la justicia de Cristo. toda verdad al hombre, haciendo
se pueden considerar como sobrena- madas aisladamente, sino la historia Según Ia doctrina del concilio de realmente de un pecador un justo (a
turales en cuanto que todas estas una de la humanidad una. Con to- Trento, esta aceptación de la gracia pesar de la concupiscencia que si-
realidades sólo pueden pensarso co- do, en dicha historia se piensa en el justiflcante en el hombre histórico,, gue persistiendo [Dz 792], del peli-
mo presupuestos, concomitancias y individuo en cuanto tal, aunque éstc en su extensión temporal puede con- gro de pecar y de la pecaminosidad
consecuencias de 1o que es sobrena- sólo se encuentra a sí mismo (a s¡ sistir en una serio de actos variados [Dz 833] y de su falta de claridad
tural en sentido estricto: a saber, la rnismo tal como Dios 1o ha pensado) (-+fe en cuanto asentimiento a la [-+salvación, certeza de la propial).
-)autocomunicación de Dios que, al encontra¡ Ia sociedad salvlficl verdad de Dios; ->s5ps¡anza, --)con-
no habiendo sido creada por Dios constituida por el mismo Dios y rca- trición [->atricionismo], etc.). Sola scripfura (latín : srilo c¡r
como ente finito por causalidad efi- liza personalmente su pertenenci:r it Só1o llega a la plenitud de su virtud do la Escritura). (irmo prirt-
ciente sino formal, siendo. por tan- ella (-+Iglesia). esencia en la -)caridad, que, des- cipio formal del protestantisnro. :tlir-

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-
So a sgr¡ptur¿ Subslancia

ma la autosulñciencia de la -)Sagra- camente humano. Es decir, incluso de Cristo en la cruz, como conti- ción de su esencia divina. l)c algtrna
da Ess¡i1g¡¿, la cual se interpreta en la región de la salvación y re- nuación de la -+cristologia, es de- manera están a Él <<sutlrrclinitths>>.
clararqsnlo a si misma bajo el Es- probación, la decisión de cada indi- cir, la muerte del hombre Dios acep- No poseen plenamento la cscnci¡ di-
píritu 6s Dios, y por tanto hace viduo es codeterminante de la situa- tada obedientemente e,n el amor. Mi- vina una (-)h<¡moousío¡), Nt¡ scr'íalr
superflu6 el -+magisterio de la Igle- ción espiritual pcrsonal, incluso sa1- rando a esa muerte, Dios ama a la verdaderamente Dios, si¡ro nrct irs
sia Y ¡¿ ->tradición misma, como vífica, de los demás. Lo cual no quie- humanidad como totalidad; y en esa <<fue,rzas» divinas por nrctlio dc lits
magnil¡¿Es propiamente normativas re decir que la dccisión libre de un muerte, que es El con su obra cuales Dios (el Padre) cottfigurit <<cco-
de la fo cristiana capaces de hablar individuo, en cuanto tal, pueda subs- (-)muerte), acepta Dios al mundo nómicamente>> el mundo y Ia histo-
con aus¡id¿d y obligatoriamente. tituirsc por l¿ dc otro o hacerso su- (->satisfacción [teorías de 1a]). Sin ria do la salvación. Todo ollo n«r cs
En ¡iltimo término, esta doctrina perflua. Los fundamentos de esta embargo, la repercusión subjetiva de sino una falta de clariclad tle la ¡rn-
no Püede legitimar la rectitud de'l unidad son muy complejos. Unidad esta redención <<objetiva>> en la acep- tigua teología trinitar¡4, supcratla
-+canon, ya que no la puede tomar del <<ter¡eno>> físico, conexión bio- tación libre de la
gracia de Cristo desde ->Nicea, explicablo cn lt lu-
de la !5g¡i1ura misma. Tampoco se lógica: -+monogenismo; necesaria corno autocomunicación de Dios (re- cha contra e -»modalismo y -'sÍt-
ajusta ¿1 origen de la Escritura, que -)comunicación espiritual personal; dención <<subjetiva>) no queda tra- belianismo.
surgió s6m6 plasmación del keryg- unidad en la autocomunicación gra- tada en la soteriología, sino en el
ma autoritativo. Kerygma que apa- ciosa del Dios uno, amoroso, como tratado de gracia (-)gracia [teolo- Subsistencia. La ->persona Jcsu-
reció q¡1es de la Escritura exigiendo origen de toda realidad, etc. El prin- gía de lal). Con todo, a este respec- cristo es real y básicamente una. l..r
la fe por apelación a la autoridad cipio de solidaridad encuentra su to, no hay que olvidar que la <<re- unidad fundamental y verdadera en
formal, que Cristo otorgó al envia- expresión suprema en la doctrina dención objetiva> hace que la situa- la diversidad inconfusa de la esen-
do mls¡¡6 (Mt 28, 18-20; Mc 16, de la situación de culpa original de ción salvífica del individuo, ya con cia humana y divina en El (-+natu-
15ss; ¡g 10, 16, etc.). Kerygma que todos en el primer hombre (Rom 5, anterioridad a su aceptación libre, raleza) obliga a distinguir entre subs-
queda ssp¡!6ido si so posee, según 12; Dz 175 789; -+pecado original) sea distinta de lo que seria si C¡isto tancialidad en cuanto tal y subsis-
este P¡i¡gipis, el derecho formal y y on la redención de todos en vi¡tud y su cnrz no hubieran existido. Así, tencia, incluso en una -)substancia
la posibilidad material de deducir de un solo hombr+Dios (Dz 194 7% la soteriología sobre la redención individual concreta, aunque al princi-
de la E,5g¡¡¡ura el principio contra- 8010). Es también el fundamento de <<objetiva>>es casi la parte más im- pio, las dos palabras significaban lo
rio. Por el contrario, para la teolo- mucbas otras verdades cristianas que portante de la soteriología de Ia re- mismo. IJna substancia real, indivi-
gía ca1611s¿ sigue abierta la pregun- constituyen una especie de <<comu- dención <<subje'tiv»> (-+existencial dual, por Io menos en el caso de la
ta de si, sin perjuicio de una autori- nismo salvíflco>>. Cf. ->Iglesia, in- sobrenatural). naturaleza humana del Logos, puede
dad fs¡¡¡¿1 de la -)tradición en lo tercesión por los demás, ->indul- pertenecer a una unidad real supe-
que t6,c¿ a la interpretación acer- gencia, posición de -+María en la Sphragis (griego : <<sello>>n mar- rior, sin convertirse en accidente o
tada qls la Escritura (Dz 783), se historia de la salvación. ->Unitaris- ca de propiedaC). Nombre que en determinación intrínseca de otra na-
puede ¿¿¡li1i¡ una suficiencia de con- mo de la humanidad. la terminología patrística, inspirada fifialeza (de Ia divina en cuanto tal).
tenido (material) de Ia Escritura en la Escritura, se da al <<sellamien- Y en este sentido, puede no <<sub-
(frroscindiendo de la cuestión del Soteriologia es la disciplina teoló- to» con el Espíritu Santo de la sistin> para sí, puede no ser una pro-
canon, qug no hay que generalizar gica que trata de la -+redención, de -+justificación; y de ahi también al p a ->hipóstasis. De aquí que se
sin más). la salvación (giego soteria) del hom- -+bautismo o a la,->conflrmación designe como subsistencia al <<ser
I-a doctrina de sola Scripturtr no bre. En el o¡den saivífico fáctico, . como acto de la apropiación salva- sencillamente incomunicado» y a la
se de§g¡i¿ ya aducir como motivo Dios mismo, en rigurosa -+autoco- dora de los hombres por Dios en incomunicabiiidad de un ente, en
cle sep¿¡2s¡6n entre crisl:anos. municación, es la salvación del hom- I virtud de un pacto. Más tarde reci- virtud de las cuales ese ente, en su
bre. be también este nombre el -+carác- realidad por antonomasia, es en sí
Soii6¡¡¡¿r¿ (principio de). Este Por tanto, en ese sentido, toda ter sacramental. y para sí. Es decir, la propiedad quc
princi¡:io en teologia hace referencia realidad que es objeto de la Jreve- hace ->hipóstasis a un ente subs-
¿r la unidad de la piuraliCad de las lación y de la ->dogmática, puede Subordinacionismo. Concepción que tancial; o --)pe$ona, s.i se tr¿rta de
cnatur'¿s espirituales, y ante todo los considerarse desde un rnismo punto se infiltra en la teología de la ->Tri un ente espiritual.
hon'rbrss. Según este principio, dichas de vista soteriológico. Así, la sote- nidad, todavía conceptualmente im-
crialuras se influyen mutuamente no riología no sería sencillamente una pcrtecÁ, de ios s. II y IlI. Según Substancia. Como conccpto fr¡nd¡r-
sólo en el ámbito de lo
material- disciplina particular perfectamente clla, el )Logos y etr Espíritu Santo mental o primario, la sutrstuncia sírlo
l'ísico, y y¿r antes do quo el influido contrastada de-ntro de la dogmática. no proceden solamente del Pad¡e, puede describirse indircctanrunlc. Sc
puecla ¿ss¡1i¡ libremente al influjo, Pero se acostumbra a tratar dentro ni reciben tampoco su esencia del opone al concepto dc -)lccitlenlc.
sino también en e1 ámbito específi- de ella solamente la obra redentora l'>adre ingénito por autocomunica- Substancia designa un cnto «¡rro (nc-

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Subslancia §yncidesis

gativamente) no es doterminación dor de un cargo, a la unidad de la tr':r los qtre el hombre se cierra fal- Syneidesis. (Esta palabra se escri-
inhe¡ente do otro, ni su principio me- lglesia de Cristo y ai titular de su sírmente cuando no está dormido, Y be con frecuencia en la escolítstica
tafisico parcial. Positivamente. es la cargo supremo, el -+papa como le- ptrr medio de los cuales Dios comu- synderesí,s, de resultas de u¡r¿r con-
realidad que ese ente afirma, que gítimo sucesor de la cabeza del co- rrica en sueños sus indicaciones; de lusión. En griego signific¿r lite ral-
la tiene como propia, que ((está en legio apostólico, por cuya mediación lal manera que el sueño Puede ser mento <<conciencia>>.),§ynrir/rrsis in-
sí>>, y
de esta manera, según las cir- se recibe en Ia Iglesia la potestad t:rmbién una forma de la revelación dica Ia situación originaria, rcligio-
cunstancias, aunque no necesariamen- gubernativa soberana. La primera tlivina (Num 12, 6; Gen 20, 3 ss; so-moral, indestructible en el fondo
te, puede ser fundamento soportador modalidad so llama sucesión apostó- Itt, 12-15; 37, 5-10; Mt" l, 20; 2' mismo de la esencia clcl honlbrc. I;,s
El concepto de subs-
de los accidentes. lica material; la segunda, formal. La 13, etc.). la última facticidad de la cstrt¡ctttta
tancia se realiza analógicamente en idea de sucesión apostólica como indestructible de la cscnci¿t clcl hrtnr-
los diversos grados de ser, más dé- momento de la Iglesia y como crite- Superstición, 1) Burdaimitación bre. Facticidad por medio tlc ll ct¡al
bilmente a medida que se desciende. rio para conocer la ve¡dade¡a Iglesia, tlel -+culto divino auténtico e in- el hombre, si bien tal vez atcnl:itica-
Por es.o es muy difícil determinar no puedo suprr'mirse, pues de lo con- tligna de Dios, que Pone su confian- mente, queda orientadt¡ hacia I)ios
con toda precisión, de manera pura- trario, la Iglesia perdería su realidad za en fórmulas y ritos Para obtener (-rtrascendencia, -)exislcncial sr¡hrc-
mente física, dónde y cómo una históricamente tangible para conver- la ayuda de Dios Por la fuerza o natural), y que implica, ademlts, csos
se destaca de tal mo-
<<partícula>> tirse en una idea abstracta; además, para desentrañar el futuro. 2) Ado- datos últimos de la responsabilidad
do del (<campo)) de la materia en porque una sociedad humana, en ración, a manera de religión, Pres- moral (-+ley natural), que el hom-
conjunto, que verifique netamente cuanto dimensión histórica, no pue- tada no a Dios, sino en su lugar a bre aflrma inevitablemente trna Y
el concepto de substancia. Dios. en de fundar su continuidad solamente poderes reales o imaginarios. La otra vez, en su srtpresión y protcsta,
cuanto absolutamente subsistente en un libro (Escritura). mayor Parte de las veces, manifes- y que constituyen el fundamento so-
en sí mismo, es substancia en el gra- Sin embargo, la legitimidad del laciones adulteradas ¿" 1¡¡¿ -)re- portador de su -)conciencia (-+Es-
do más eminente (Dz 1782). La per- mensa.je que obliga a la fe debe ne- ligión. píritu).
sona espiritual, individual y libre lo cesariamente acreditarse, segrin la
es también en cualquier caso. si Escritura, por la legitimidad del en-
bien sólo en sentido analógico con viado (cf. Mc 16, 15; Mt 28, L8-20;
respecto a l¿ substancialidad de Dios Lc 10, 16). El colegio episcopal, con
(-+analogía. -+panteísmo), debido a el papa como cabeza, es el sucesor
su dependencja de É1. Con respccto clel colegio apostólico con Pedro a
a la diferencia sutre substancia y su cabeza; y en ese colegio cada
subsistencia, muy f undamental en -+obispo, en concreto, es, en cuanto
cristología : -+subsistencia. miembro de dicho colegio, sucesor
de los apóstoles.
§ucesión apostólica es la legitima-
ción del cargo y de los plenos po- §ueño, Este concepto tiene en la
deres por razón de su procedencia tradición ffistiana dos aspeclos que
válida de los -)¿pSs¡sles (de los sólo tomados conjuntamente dan al
doce), a quienes Cristo mismo los término su valor justo. Como mo-
concedió directamente. Correspon- mentc del dormir, sueño es un abrir-
diendo a la duplicidad de poderes se de la conciencia a las bases esen-
del oflcio o cargo (sacramentales y ciales del hombre, previas a la plz-
gubernativos), la sucesión y el ori- niflcación racional y a la decisión y
gen apostólicos lo son de dos cosas. que aparecen aun en su pluralidad
Es decir, pueden referirse a una informe y en su diversa significación.
-)consagración como sucesor de los anunciándose así en f(rtiles sueños,
apóstoles, llevada a cabo por ->obis- contra los que Ia Escritura previene
pos legalmente consagrados que se (Iob 20, 8; Ps 73 f72),201' Is 29, 7 s;
remontan hasta Ios apóstoles. lVf as Eccli 34. I-7). Sin embargo. precisa-
también puede relerirse a la perte- mente por la misma razón, el sueño
nencia Iegalmente legítima, plena, puede ser también la señal de la
integrante y srrbordinante del porta- existencia de ta'les fundamentos. con-
tl
7tt
I
7t2 713
-t -r
Vida

lrr plcrritud infinita de la perfección, Vida designa una manera dc ser


y (lue se da en apropiación en la analógica que se hace realida<l en
rvisir'rn de Dios. una medida ascendente en cada uno
de los escalones de la realidad total.
Vicio. Como término técnico teo- En primer lugar afi.rma, partiendo
l(rgico, designa el +hábito (opera- de la extrreriencia de lo üvo cor¡ró-
tivo) del que proceden de manera reo, la unidad ordenada de una cn-
cstable y regular actos moralmente tidad plural ew, frente al mundo
Vaticano I. Nombre correspondien- cipio y de por si atemática) de la malos. De acuerdo con la filosofía en torno espacial y temporalmente,
te al :or concilio ecuménico, celebra- propia ->trascendencia del +espí- cscolástica del hábito, el vicio se ad- mantieno su consistencia y se perdu-
do del 8 de diciembre de 1869 al ritu. Llamábamos originaria a esa quiere por la repetición continuada ra como una, dentro de la multipli-
18 de julio de 1870, bajo el pontifi- claridad en cuanto que no es con- dc los actos. Por consiguiente, vicio cidad de sus partes y momentos, er'¡
cado de Pío tx. Adernás de temas ceptualmente objetivable, sino que cs el concepto contrapuesto al de autodinamismo y en autoconfigura-
de disciplina eclesiástica, se ocupó, acontece en todo acto del conoci- -+virtud. Puesto que también al vi- ción. Y esto de tal manera, que el
oponiéndose sobre todo al -+panteís- miento, sea cual sea el hacia dónde cio le sirve de base una ->disposi- origen de esa dinámica y de su di-
mo y -)materialismo, de la diferen- al quo temáticamente apunta. Pues ción, que no ha de estar originada rección u orientación los tiene esa
cia infinita entre Dios y el mundo, bien, en cuanto que dicha claridad necesariamente por actos culpables, entidad en sí misma. Por tanto, no
de su acto creativo libre, de su revela- lleva necesariamente consigo la ex- la psicología profunda suele ser con es sólo función dependiente del mun-
ción oral, de la esencia de la -+fe periencia de la propia trascendencia, mucha frecuencia competente para do que le rodea; el todo es siempre
y la relación de ésta con la raz6n implica una verdad que, por estar luzgar la disminución de responsa- algo más que la suma de las partes
natural. También se ocupó del pri- incluida en todas las demás, no es bilidad por debilidad de la voluntad y do sus mutuos influjos. El viviente
mado universal de jurisdicción del una verdad más entre otras, sino una a causa de una costumbre. tiene como tarea propia en ürtud
->papa y de su +infalibilidad cuan- verdad envolvente, ufra referencia a En analogía con las ->ürtudes de su misma esencia, la conserva-
do se trata de solemnes definiciones ->Dios, un saber atemático callado, cardinales aristotélicas, se compusie- ción y desarrollo de su forma espacio-
tocantes a la doctrina de fe o costum- acerca del abismal -+misterio en el ron también catálogos de los vicios temporal.
bres (Dz 1781-184O). Otros temas de que so funda todo 1o demás. Cuan- capitales, cuyo influjo (a través de Por eso, y precisamente por eso
la Jeclesiologia no llegaron a una do el hombre no reprime esa verdad la filosofía popular estoica) es in- (cuando se entiende y so le entien-
formulación doctrinal definitiva, de- suya una, no la od,ia ni se cierra a dudable en los catálogos neotesta- de bien) está más abierto que lt>
bido a la súbita interrupción del con- ella, sino que la acepta, entregándo- mentarios, aunque los nombres de inanimado (un concepto límite) ha-
cilio por motivos políticos. sele libremente y sin amargura, allí los vicios han sido tomados de la cia su mundo en torno. Está abierto
capta el ho,mbre la verdad como da- genuina tradición judía; p.ej., forni- en <<expectació»>, en la recepción y
Yerdad" En la concepción cotidia- da a él en apropiación, esta en la cación o idolatría como expresión apropiación esencial de las impre-
na corriente, se entiende por verdad verdad, que le envuelve y le hace plástica do la <<conducta gentib>. Pa- siones que le vienen de fuera; en el
la correspondencia de una proposi- verdadero, es decir, que le hace en- blo termina algunos de esos catálo- estar a su propio servicio de tal ma-
ción con el contenido objetivo ex- tregado a la verdad incomprensible y gos do los vicios con la locución si- nera que sólo así puede estar al
presado por ella. Sin embargo, este que así le libera de sí mismo. guiente: Los autores (se sobreen- servicio de la realización esencial cn
concepto de verdad Yaría, de ma- En ta1 acto, el hombre efectfra en tiende conscientes y responsables) de orden a otros; en creciente inclusión
nera esencial, segfin la naturaleza del el orden concreto la aceptación libre esas cosas no heredarán la +basí- del mundo ambiente dentro del prr>
conocimiento, del cognoscente y de de su propia trascendencia. Pero leía. Aqrfi reside e,l fundamento es- pio ser y en extroversión crecicntc
1o conocido. Si se trata, p.ej., de un efectúa algo más en ese mismo acto. criturístico para la distinción entre en ese mundo. Lo primero que sc ve
conocimiento en el que el cognos- Puesto que esa aceptación está <<ele- pecados mortales y veniales. Este teológicamente es que este <<milagro>>
cente se conoce originariamente a vad»> en virtud de la voluntad sal- juicio condenatorio hay que verlo a amenazado do la vida aparece c()m()
sí mismo, estonces la verdad es sen- vífica universal sobrenatural, acep- una con la doctrina cristiana del don procedento de Dioc, pucs cn la
cillamente el <<estar consigo>> y, por ta también su propia ordenación al -)arrepentimiento y con la convic- vida so vive más claramente l¿r con-
tanto, la claridad de un ente para Dios de la vida eterna, que se des- ción, ya vigente en los tiempos más tingencia y Ia criaturidad r¡ue en l«r
si mismo. vela en autocomunicación. Acepta, antiguos de la Iglesia, de que fun- inanimado. La üda aparccerá hcch:r
Esta claridad originaria para sí pues, su ordenación a la Verdad damentalmente persiste la posibili- realidad en un grado esencialmcnte
mismo lleva también necesariamen- por antonomasia (Ioh 14, 6), verdad dal del perdón para todos los peca- superior en la realización escncial
te consigo, cofno condición de su que no es sino la autoposesión ab- dos que han sido objeto de la ->con- del espíritu personal. Como historia,
posibilidad, una experiencia (en prin- solutamente luminosa y amorosa de trición. la autoposesión intelectual libre signi-

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Rah-Vorg. 25
Yida
Yirginidad
y
fica autorresponsabilidad autorrea- etcétera, con sus diversos matices, y hcrnrano, incluso cuando (todavia) Tampoco hry que fundamentarla
lizactón definitiva. Como trascenden- tiene su particularidad insubstituible no ha alcanzado la meta de todos como lucha positiva contra la ->con-
cia hacia el misterio absoluto de y con ella le viene dada una tarea los mandamientos y de la eclesia- cupiscencia. Antes de Cristo no se
Dios, por la cual el mundo ambien- peculiar, que consiste en <<levantar- lidad. estimaba la virginidad; en el NT se
te se convierte en mundo y en con- se» hacia el período inmediatamente la menciona por primera vez inequÍ-
torno personal, pudiendo hacerse de próximo, adentrándose en é1, para en Vicna de Francia. Ciudad del Del- voc¿mente, derivándola de la nueva
esta manera reino de Dios, signiflca é1 integrarse de manera estable. Con linado en la que se celebró el situación salvífica dada con la ve-
vida en sentido eminente. ello se propone también una tarea xv concilio ecuménico del 16 de oc- nida de Cristo. Puesto que esta re-
Partiendo de ahí, se entiende por eminentemente religiosa, que afecta tubrs de 1311 al 6 de mayo de 1312, nuncia es un proceder virtuoso en
fin a Dios mismo como vida por an- al indiüduo; el cual, no ha de que- duranto el pontificado de Clemente v. orden a la perfección cristiana, que
tonomasia, como razón suficiente rer aferrarse, adoptando una actitud Dicho concilio viennense tiene im- recibe del amor su filüma determi-
originaria, creadora siempre sin in- err6nea, a un período que biológi- portancia teológica por varias razo- nación ontológica, el sentido y va-
terrupción, de toda vida; corno el camente está llamado a terminarse: nes. En primer lugar, por las defini- lidez últimos de la virginidad han
<<Dios vivo>> en absoluto. El nunca infantilismo. miedo ante la vejez, etc. ciones de la capacidad de padecer de determinarse a partir del amor.
es irreal como los ídolos muertos; Pero esa tarea, tanto como al indivi- de Cristo (donde el concilio habla Por eso, incluso la renuncia a valo-
puede obrar con absoluta soberanía duo, afecta también al educador y del origen de la Iglesia en la heri- res y bienes positivos, como los que
y con independencia totalmente li- ante todo a la teología, pues hay da del costado de Cristo, Dz 480) y presenta la vida personal matrimo-
bre. Como creador, su mundo está que estudiar qué diferencias mues- del ->alma como forma corporis (Dz nial, tiene que llevar impreso en sí
ante É,l. y en El en disimilitud abso- tra cada período de la vida en su 481). Tiene además importancia por el sello del amor, lo cual ocurre
luta y a la vez en absoluta cercanía relación existencial con las verdades la defensa del ->6¿¿lismo de los ni- cuando el carácter de renuncia, en
(Gen2,7; Ps 36, 10; Act 17,24-28). cristianas y con los <<preceptos de fin>> ños (Dz 482 s) en contra de petrus cuanto tal, tiene una función repre-
Es el ser integralmente <<consigo (B. Háring) morales. Ioannis Olivi, y por la condenación sontativa del amor que anticipa cre-
mismo>> en conocimiento y amor Se ha visto que el período de la de la doctrina de los beguardos y yendo en esperanza.
exhaustivo de su propio ser inexhau- juventud se caracteriza por una me- las beguinas, según la cual el hom- Sólo por med,io de una llamada
rible, por infinito (+Trinidad), que rlor comprensión del sacrificio, del bre podria alcanzar Ia beatitud su- positiva de Dios (+vocación) puede
procede únicamente de sí mismo y ser triturado, del dejarse desgarrar. prema y la .+visión de Dios por explicarse que se pueda concebir
que precisamente así conoce y ama La virilidad, por su parte, está ca- sus fuerzas naturales. la virginidad como expresión de la
lo demás en comunicación desintere- ractenzada por la culminación de huida del mundo. Partiendo de aquí
sada. Por lo tanto, la autocomuni- la ütalidad, por una menor compren- Yirginidad. Aqui virginidad no sig- se hace sin más eüdente la conexión
cación radical de Dios en Jesucristo sión o aprecio de lo sacramental c'úl- nifica el estar intacto o íntegro sexual- do la ürginidad con la muerte en
implica la vida en sentido eminente. tico y de todas las formas <<catego- mente, de manera que un hombre general y con la del Señor. Sin em-
Vida que, como es natural, <<ahora>> riales>> de piedad; más bien dirige su hasta ese momento nunca en su bargo, también es eüdente lia volun-
tenemos que viürla todavla en for- mirada con vergüenza y sinceridad vida haya actualizado libremente su tad de Dios de que la -+Iglesia pon-
ma de conmorir con Cristo (Rom 6, hacia la -)trascendencia. La femi- l'uerza generativa. Tampoco signifi- ga de manifiesto perceptiblemente la
3 s; Gal 2, 2D; 2 Cor 6, 9; Col 2, 12) nidad se halla más cerca de 1o cor- ca simplemento el hecho de no estar trascendencia escatológica del amor
y de ese modo está <<escondida con póreo-pático. La desestima de estos casado, Significa la decisión hecha que constituye su vida interna. Esto
Cristo en Dios>> (Col 3, 4). Sin em- y otros conocimientos lleva a inter- realidad de la represión sexual per- acontece sacramentalmente en los
bargo, puesto que ya <<no vivo yo, pelar y exigir al cristiano indiscrimi- petua <<por razón de la )basileia>> sacramentos y existencialmente en la
sino que Cristo vive en mb> (Gal 2, nadamento de manera indistinta y (Mt 19, l0ss). Esta virginidad se da renuncia. Los consejos evangélicos
20), el cristiano participa de la vida esquemática. Y esto, como toda le- en la Iglesia como -+consejo evan- son un momento esencial inabdicable
del resucitado en sl )pneuma (Rom galidad rígida, puede terminar en el gélico y, procedente de é1, como ver- de la estrucfura de la Iglesia, €n
5-6; 2 Cor 5; Ioh 3, 15 s; 5, 24; 6, hundimiento de lo reügioso. Mien- dadera forma de vida. Se habla de cuanto que ésta ha de presentar de
40 e.p.), que ha de desarrollarse con tras falten conocimientos más pro- celibato si es impuesta al clérigo en manera perceptible y ha de poner
más y más vida hasta llegar a la fundos de la esencia de estos perío- ürtud de un precepto disciplinar de manifiesto lo que vive interna-
gloria de la vida eterna (Rom 5, 17; dos de la vida, la ->paciencia cris- de la Iglesia, caso de que él decida mente; es decir, el amor divino, que
6, 5. 22; 2 Cor 2, l$ Ioh 14, 2 s; 17, tiana, rectamente entendida, ayudará libremente aceptar su cargo. Esta vir- trasciende escatológicamente al mun-
24. 26). mucho, incluso para <<dar tiempo» a ginidad no puede explicarse en su do (de aquí la doctrina de la Iglesia
la evolución religiosa del hombre, esencia cristiana a base de una ética sobre la virginidad: Dz 980 2336).
Vida (periodos de la). Todo pe- También ayudará la caridad, que meramento natural. La abstinencia Pero de ahí se sigue también que la
ríodo de la vida, niiez, juventud, acepta a un hombre como cristiano sexual, en sí, no es un valor moral. forma concreta de vivir la virgini-
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Rah-\¡org. 25 r
Yirginidad Yisión de Dios

dad ha de estar estructurada de tal hombre el tender a ese fin a través ¡rlación do I)ios inmeüata y pertec- ente en virtud de un determinado
manera que pueda ejercer también de sus actos elevados por la graeia tl scgún la capacidad de la criatura. grado de ser (inmaterialidad), el es-
realmente y con nitidez esa función en la aceptación de esa autocomuni- lrst:r visiírn la concede Dios gratui- tado de <<reflejado en sí mismo».
de signo, en el correspondiente me- cación de Dios. tamento (l Cor 13, 12; I loh 3, 2) En este sentido, la üsión de Dios
dio histórico en el que se le vive. En tal sentido se habla de virtu- y la ha prometido a los puros de tieno que ser la realización ontoló-
La Iglesia latina impone a sus sacer- des sobrenaturales, <<infusas>>. Es de- corurzón (Mt 5, 8). La Escritura no gica más actual del hombre: la ple-
dotes la virginidad como forma de cir. dadas por Dios en la -+justifi- sc rcfiere exclusivamente al conoci- nitud suprema de su esencia se hace
üda y no les dispensa de esta obli- cación, como dinámica de Ia +gra- ¡niento espiritual, cino sobre todo a transparente en el mismo Dim abso-
gación jamás en la vida, aunque cia santificante. Ellas ordenan el ser lt ex¡reriencia do la cercanía de Di<¡s luto. El conocimiento aposteri(rrico dc
podria hacerlo. Esto supone la ple- y obrar religioso.moral del hombre quc va acompañada de una inclu- algo distinto del cognoscente rcside
nitud interna del signo externo, para a la participación inmediata de la sión en lv -)doxa divina, inclusión en que el cognoscente, determinan-
que la función de signo no degenere üda del Dios trino, Escritura (1 Cor fundada en nuestra poaesión del do la actualidad de ser del objeto.
en afán de dominio. beateria y des- 13, 13) y radición (cf . Dz r8O0) des' lPneuma y en nuestra conforma- es asimilado a éste por la «spe-
aliento ante la vida. tacan como ürtudes <<teologales>>, ción con Cristo. cies>> como una realidad de ser pro-
divinas, tres de esas virtudes sobre- La teología explica la visión de pia del cognoscente y de lo mism«r
Virtu¿ En sentido amplio, virtud naturales, por referirse inmediata- Dios como algo esencial para la fe- conocido; y en virtud de esa reali-
es toda capacidad espíritu-anímica mente a Dios, tal como es en sí: Ia licidad prometida al hombre; aun- dad el cognoscente y lo conocido son
del hombre plenamente desarrolla- -)fe, Ia +esperanza y la,+caridad. que, en contraposición con la Escri- realmente <<lo mismo>>. El cognos-
da; así, p.ej., en e'l campo del co- Dios, en su autocomunicación, obra tura, a menudo Ia considera dema- cente y lo conocido no se unifican
nocimiento, la virtud del discerni- por ellas y en ellas la posibilidad y siado unilateralmente desde el punto por razón del conocimiento, sino al
miento. En sentido estricto, ürtud la realización libre de la participa- de vista intelectual. D.f.: se con- contrario: el cognoscente conoce el
es la fuerza (facilidad) para realizar ción en la üda de Dios mismo. Lo cede al alma una visión de la esencia objeto porque ontológicamente son
el bien moral, es¡recialmente, para hace, en cuanto libera y hace valer de Dios sin mediación alguna de uno.
hacerlo con alegria y constancia, in- por sí misma la -átrascendencia del las criaturas como objeto inmediato En la visión de Dios y como su
cluso cuando representa muchos sa- hombre en la aceptación sumisa y del conocimiento; esta visión se con- presupuesto ontológico, se da una
crificios y en contra de los obstácu- amorosa do la revelación. Y de tal cede al alma ¡rerfeccionada por la relación entre criatura y Dioa que
los externos. Su concepto contrario manera la libera y hace valer, que muerte (y el +purgatorio) ya antes ni es categorial ni se funda en una
es el de ->vicio. Según su origen y esa trascendencia no es ya única- de la resurrección del cuerpo (Dz mutación accidental absoluta de la
su objeto, se distinguen virtudes na- mente la condición de posibilidad 530, 693, 696). criatura en virtud de la acción crea-
turales y sobrenaturales. Las natu- del conocimiento intelectual de las Se condena que toda naturaleza tiva de Dios (puesto que lo finito
rales se basan en la -)naturaleza es- realidades mundanas finitas, sino que racional sea bienaventurada en sí y creado no puede proporcionar la in-
píritu-cor¡xrral del hombre, y se des- además, en cuanto tal, puede encon- que el alma no necesite del lume¡t mediatez de la contemplación de
arrollan con el continuo ejercicio trar su propia plenitud en la pose- gloríae pmra la üsión de Dios (Dz Dios), Es una relación de causalidad
(ürtudes adquiridas); a este respec- sión y ->visión de Dios en sí mismo. 475). Está definido indirectamente cuasiformal de Dios mismo con res-
to, c[. +hábito. Perfeccionan la na- que rDios incluso en la üsión sigue pecto al espíritu creado, de forma
turaleza y son la defensa necesaria Virtudes cardinales (del latín car- siendo incomprensible @z 1782). Las quo Ia realidad del espíritu en cuan-
contra la -)concupiscencia y el do- do : ángulo, quicio), como -+ür- conce¡rciones fundamentales acerc¿r to cognoscente es, en la visión, el
minio de las +tendencias. tudes que soporLan fundamentalmen- de la naturaleza del conocimiento en mismo ser de Dios. Esta nueva rcla-
Las principales virtudes naturales te la vida moral del hombre, se general condicionan la solución del ción de Dios con respecto a la cria-
que soportan e implican a todas las llama a las cuatro virtudes que des- problema de la ese,ncia de la visión tura, que no se puede incluir err l¿r ca-
demás son las llamadas +virtudes de el tiempo de san Ambrosio llevan de Dios y de sus presulxrestos. Den- tegoria de causalidad eficiente (pro-
cardinales: ->prudencia, ->justicia, el nombre de morales, en contrapo- tro de una concepción originaria del ducir a partir de la causa y fuera
-+fortaleza y -)templanza. Por la sición a Ias teologales, -+prudencia, conocimiento, no es esta visión un de la causa), sino en la de causali-
->gracia sobrenatural (como -+au- ->justicia, -)fortaleza y -+templan- prolongarse <<intencionab> del cog- dad formal (entregarse a y en el
tocomunicación de Dios) toda la ZA, noscente hasta su objeto, ni <<objeti- fundamento), es un -)misterio es-
esencia espiritu-personal del hombre vación» en el sentido de urr salirse trictamente sobrenatural. Sólo en l¿r
en conocimiento y libertad queda Visión de Dios. La Sagrada Es- de sí mismo del cognoscente hacia visión de Dios intuitiva se capta con
ordenada a partir de sus fundamen- critura entiende por visión de Dios lo otro, sino en primer lugar el «<es- toda su radicalidad la incomprensi-
tos hacia e[ Dios trino de la üda Ia total plenitud de la criatura per- tar consigo» de un ente, el estado de bilidad de Dios tal como ella es.
eterna. Por eso resulta posible al sonal; más en concfeto, la contem- claridad frente a si mismo de un como infinittrd de Dios que por pri-

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Visión de Dios Votum

mera vez hace Dios a Dios y le con- blemática ulterior de la vocación ra que en la -+Trinidad divina se Autocomunicación que desvela esa
üerte en objeto de la verdadera fe- desemboca en el conocimiento del dan dos <<procesiones». El conoci- voluntad como ->caridad (+amor)
licidad. deber particular, contraponiéndolo miento no es sólo el resplandor del absoluta y trasciendo con ello todas
Esta causalidad formal-eflciente de al conocimiento de las normas gene- amor, ni la voluntad es sólo incen- las disposiciones incomprensibles de
Dios sobre el espíritu humano no rales, que aunquo restringen el ám- tivo del conocimiento, simo amor. la voluntad de Dios (c[. -)destino,
se puede concebir unilateralmente bito de lo particular y justo a la El querer espiritual posee a su ma- -+petición [oración de]). Acerca de
como si concerniera sólo al enten- Yez, no pueden determinarlo con nera la misma -)trascendencia que la manera como puede conocerse la
dimiento; según la Escritura, el +co- toda exactitud. No es sino el pro- el +espíritu y su conocimiento. La voiuntad de Dios, cf. --+revelación,
razón humano ve a Dios. A la últi- blema de la <<ética individuab> (-+éti- voluntad tiende, como amor, al bien -)ética existencial.
ma disposición gratuita del espíritu ca existencial). ¡ror antonomasia, sin finitud interna
que posibilita la causalidad formal de su horizonte, y es por lo tanto Votas. La libertad humanu cstít
del ser de Dios sobro el espíritu, la Yoluntad. La voluntad entra den- -+libertad. Es decir, es la captación fundamentalmente abierta a un <<más>>
llaman los teólogos lumen gloríae: Úo de los datos originar,ios de Ia amorosa de un bien finito, o pre- de rendimiento moral, con respecto
es decir, la gracia cread¿ que es ab- experiencia en la que el hombre se sentado de forma finita, como no a lo que le exigen ahora las leyes
la visión
solutamente necesaria para posee a sí mismo, y por eso sólo necesario en la trascendencia hacia o una decisión anterior. Por lo tan-
de Dios, que ya ahora se nos ha puede <<definirse>> por medio de una el bien absoluto. Al ser captación to, en esa medida, un voto, por el
dado fundamentalmente en virtud de referencia descriptiva en torno a esa de lo no necesario, es también cap- que el hombre promete a Dios un
la gracia, y que es susceptible de un experiencia. El hombre no solamen- tación que no ha de ser necesaria- <<más>>(naturalmente dentro del cum-
incremento, puesto que la gracia te en una recepción
<<está consigo>>, mente afirmante. plimiento del <<precepto» diüno siem-
creada también 1o es. +Desiderium puramente pasiva de esa experiencia pre vigente del amor y como medio
naturale. que le sale al encuenlro, sino que él Voluntad de Dios. Al ser en ge- para su cumplimiento), es una rea-
Ia busca, va <<activamente» hacia ella neral pertenece, como momento esen- lización legítima de la libertad mo-
Vocación. Se entiende por voca- y así experimenta el mismo conoci- cial intrínseco suyo y con necesidad ral. La Iglesia católica distingue en-
ción el conocimiento que un indi- miento como <<acció»>. Siempre y trascendental, eso que experimenta- tre votos p{rblicos, es decir, pronun-
üduo tiene de que una profesión necesariamente, el hombre experi- mos en los más diversos grados y ciados ante la autoridad eclesiástica
(forma de vida) está de acuerdo con menta el conocimiento también como maneras como voluntad de existir, y aceptados por ella, y votos priva-
la voluntad permisiva o preceptiva voluntad; y, por consiguiente, ex¡rc- como autoafirmación, como ordena- dos. Los primeros pueden ser «so-
do Dios, y de que es la realización rimenta la voluntad como impulso ción hacia el bien, como amor, etc. lemnes>> o <<simples». Para hacer cual-
de la tarea vital en que se puede ejecutivo del conocimiento, o como Por lo tanto, hay que afirmar tam- quier clase de voto se requiero com()
conseguir la salvaoión eterna. En momento de la realizactín del enten- bién del ser absoluto y a la vez per- presupuesto el uso d.e razón y even-
este sentido, cualquier profesión, in- dimiento. A la vez, e[ objeto del sonal, que llamamos Dios esa volun- tualmente una edad determinada.
clnso la que menos atrae, puede ser conocimiento queda descubierto co- tad en una proposición analógica
vocación; puesto que también lo más rno lo querido en suanto valor (+analogía). Esa voluntad se iden- Yoturn. En teología se habla dc
difícil puede ser, en realidad, lo que (->bien), y de esa manera se expe- tifica realmente con Dios mismo en votum de la Iglesia, del bautismo
hay que hacer. Se habla sobre todo rimenta el conocimiento como cla- su simplicidad absoluta. Por lo tan- (Dz 7%) o de cualquier otro sacra-
de vocación al sacerdocio o a la ridad del querer, como momento del to, es, como El, absoluta, infinita, mento, p.ej., de la penitencia (Dz.
vida religiosa, aunque no exclusiva- querer. Asi se hace patente que el eterna, de perfección infinita (Dz 807), para explicar por qué, sin urr:r
mente. Hay que admiür la existen- conocimiento y la voluntad, a p€sar 1782) y, por consiguiente, buena. pertenencia perceptible a la Iglcsirr
cia de semejante vocación cuando se de su relación condicionante mutua, Esa voluntad de Dios, en su pro- (en Ios no bautizados) o sin rccc¡r-
cumplen los presupuestos o condi- no pueden considerarse sencillamen- ceso vital trinitario, se dirige prima- ción de un sacramento ncccslrrirr
ciones espirituales y morales reque- te y sin más como dos momentos riamente hacia el ser infinito de Dios; Wra la salvación, puede vivir un
ridos para tales formas de vida, y de una mismlsima realización fun- de ahi que sea independiente de toda hombre en gracia de Dios, cstar jtrs-
se eligen éstas por motivos justos damental de la persona finita es- realidad dlstinta de Dios; y de ahí tificado y conseguir la vi«la ctcnur.
que siempre han de ser desinteresa- piritual. también que sea santa en la afirma- Es decir, la voluntad seri¿r tlc ¡:r-
damente religiosos. Cada una de estas dos realizacio- ción de esa realidad santa del mis- tenecer a la Iglesia o de resibir rur
Además de esto, se requiero tam- nes fundamentales tiene también una mo Dios. En la producción de lo sacramento, des¡rertadas y soporla-
bién que la Iglesia esté dispuesta a irreductibilidad esencial a la otra, linito distinto de Dios, es libre (d.f.: das por la gracia ds Dios. suslitrrycrr
admitir los servicioa que en esos De esa manera, sólo estando unidas, Dz 1805). Su realización suprema a la pertenencia a la Iglcsil (->¡;¿¡-
estados se realizan en beneficio de constituyen ellas la autorrealización od extra, hacia fuera, es la -)auto- cramento originario) o a la reccp-
ella y dentro de su ámbito. La pro fundamental del espíritu, a la mane- comunicación de Dios a la criatura. ción del sacramcnto. F,sa r¡«rluntud

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T
Tenfación

ia justificación (Dz 798 818), puede tendencia precedo ¿r la decisi(rn libre


ser el motivo moralmente legítimo anuente o rccuri¿rntc dc la pcrs()na,
que, como timor simpliciter servilis, y es presupuest«r ncscs¿rrit> dc tal
mueva al acto de contrición (Dz decisión libre (cl. t¿rmbién ->pasií>n).
746 9LB 898 915 e.p.; +atricionismo). La decisióir libre cs la nrayor p:rrto
T Naturalmente, cuando sólo se teme do las veces incapaz clo tkrnli¡r¿tr to-
el castigo de Dios como mal físico talmente esas atr¿rccio¡lc.s rr apcLcn-
para el hombre mis,mo y no, se sien- cias y de integrarlas clcl todo cn la
Teleología (del griego telos : fin). ble y santo, en cuanto quc en él ta el disvalor de la culpa como con- actitud libremento clcgicla dc Ia por-
se
IJn ente que tiene una esencia (-+na_ reconoce el hombre como totalmen- tradicción a Dios mismo, y así se sona; por consiguielrtc, cs t¿rn¡biéll
turaleza) que no constituye y eue, te y pe,cador, so integra
dependiente siga aferrado interiormente a la cul- incapaz de orientarlas plcn:.rnrcntc
con todo, es histórico-temporal como mornento en el ->acto reiigio- pa como tal, timor serviliter servilis, hacia el bien o el mal quc lr pcrs()n:"¡.
->punto de partida), es decir, ha de so, en el que e,l hombre como cria- allí no tiene lugar acto mo¡al alguno. elige. Por lo tanto, la suma tlc talcs
hacerse lo que es, queda p,or ello tura se llorne en ->adoración delan_ Incluso el arrepentimiento por temor, tendencias, idéntica con la -)colr-
orientado hacia una -)meta: la con- te de Dios. Ese temor no implica moralrnento justificado, como etapa cupiscencia, es expresión de quc la
secución de la propia consumación
ya implantada en la esencia inicial.
contradirción alguna con res¡recto al preparato'ria en el proceso de la jus- graaa no ha asumido todavía de
amor confiado; por el contrario, es tificación, sólo alcanza su meta (la manera total el estado de la -Jna-
Consumación que, por otra parte, en un momento de éste (incluso en el justificación) si en el acto personal turalwa, en el amor de Dios. Y así
un¿ esencia de -+trascendencia es- cielo: Dz 382¡ que caracteriza ese y (o) en el sacramento queda trans- esa suma puede ser también en al-
piritualy libre, y por tanto históri_ temo,r precisamento como amor de formado e integrado por el amor de gunas ocasiones un impulso haci¿r
ca err sentido auténtico, no es lícito Dios. Dios es reconocido y amado Dios. Amor en el que se ama el pecado.
pensarla sencillamento como deter- precisamente porque se reconoce y a Dios por sí misrno y así el temor
minada mecánica o biológicamente ama su absoluta diferencia co,n res- de Dios se convierte en respeto Tentación es la incitación al -)pre-
en su concretez. por el contrario, pecto a nosotros. Tratándose de una amoroso (Dz 898; timor fílialís), d,e cado. La libertad creada tiene nece-
esa consumación es el insondable ¡elación única en su género, no tal manera que se teme a Dios por sidad de una experiencia receptiva
misterio de la creatividad divina y aprovecha mucho el esclarerer el amor y no so le ama por temor (pasiva) ds valores auténticos o su-
humana; y sólo se desvela en la temor de Dios sirviéndose de la ex- (Francisco de Sales). puestos, para poderse hacer activa.
->terminación, no es <<predecible>>. periencia del temor o pavor huma- Este estímulo necesario para el pro-
De aquí que, si no se quie,re re_ nos. Puesto que en la aceptación del Templanza (temperan'tia), modera- ceder activo aparece en la vida del
nunciar a Lln conocimiento esencial propio carácter de criatura s,e reco- ción, es la -)virtud por la que el hombre como ->concupiscencia, de-
con ceguera positivista, tampoco se noce también la propia necesidad de hombre controla sus ->pasiones y bido a la perdida de la gracia origi-
puede renunciar a la inteligencia de salvación, tampoco el tErnor con res- ->afectos en virtud de la razón, nal (->estado original) de l¿ -)in-
un ente a partir de su consumación, pecto a la propia salvación es mo- manteniendo el sentido de la me- tegridad, y esta concupiscencia per-
es decir, a Ia teleología. La ralmento inferior, bajo; aun cuando dida; los mantiene en el <<punto me-
-)esca_ siguo su bien particular sin atender
tologia es la teleología dogmática todavía no proceda del amor (-)ca- dio». Segfin la doctrina tomista de al fln ético to al del hombre ni de-
de Ia unidad total de la rialidad ridad) de Dios. las virtudes, osupa el último lugar jarso integrar adecuadamente dentro
creada por Dio,s y de cada persona Una actitud de indiferencia abso- entre las virtudes cardinales y se de la radical decisión buena de éstc;
espiritual particular. La pregunta de luta, con pleno olvido de sí mismo, aútahza en una serie de virtudes así es corno la incitación al mal
si, y en qué sentido, hay q.re ,""o- al margen del temor sería en rilti- que le están subordinadas; p.ej., en moral adquiere la forma caracterís-
nocer la teleología en la realidad mo término incluso presunción; que- la templanza propiamente dicha (en tica de la tentación, tal como se cla
infrahumana material y biológica, a rer el corner y beber), en la castidad y
base de métodos científicos,-
hacerse igual a Dios autosufi- en nuestro orden postparadisíaco. L¿r
ciente e invulnerable. Por lo tanto, en tra sencillez. tentación, qlle persiste aferrada cr')
dentro del campo de la filosofía."ri.,
De el temor por la salvación propia (Dz el hombre en contra clel <<no>>, de la
todos modos, en biología la -+üda 802 806 823; Mt 5, 29; lO, 28; Ioh Tendencia es la apetencia (expe- obediencia del hombre ante Dios.
no puedo describirse de manera in_ 5, 14; Phil 2, 12; Rom 11, 20 e.p.) rimentada) del hombre producida que la rechaza, existe en el honlbro
teligible sin recurrir a las categorias mirando a la insondable ->jus,ticia po,r un bien finito, verdadero o apa- juntamente con ese ((no)), hacicndtr
teleológicas (-)fin, etc.). de Dios pertenece, como momento rente, referido a una de las diver- de esa manera incierta para el hom-
ulterior, al concepto plenario de sas dimensiones del hombre. O en bre su propia situaciírn (Dz ti02;
Temor de Dios. El santo «temoD> Dios. En correspondencia, el temor otros términos, la capacidad de ser -+salvación [certeza de la propia]).
ante el Dios absoluto, incomprenei_ de Dios entra dentro del proceso de así atraido por ese *>bien. Dicha Sin embargo, hay que sostcner con
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Tentación Teología

toda firmeza que en si incluso la ten- aun cuando pueda hacer el mal; Ia to. Por lo tanto, supone la revela- sean distintos a los de las ciencias
tación persistente no destruye la -)li- prevención contra un sentido antro- ción, no la produce; aunque no per- profanas. Además, la revelación ha
bertad y la responsabilidad del hom- pomórfico falso del dolor y de Ia mite un deslinde perfecto con res- do ser escuchada y entendida por un
bre (1 Cor 10, 13; Dz 804 828: d.f.), muerte en la vida meramente bioló- pecto a ella, ya que esta +revelaciÓn hombre previamente dotado de de-
y que esa tentación puede superarse gica; el poner de relieve el hecho rrcontece con palabras humanas, in- terminadas condiciones; por tanto,
con la gracia de Dios por medio de de que una armonía perfecta de la cluyendo de esta manera en si mis- la y comprensión, tanto pre-
escucha
la oración y del estado de alerta existencia del hombre en su ->in- ma un elemento de la refle,xión hu- científica como cicntílicamente es-
(Mt 26, 41), de la esperanza en la mortalidad, no es lícito exigirla en mana, que ha sido utilizado tructurada. de la rcvelación siempre
Pofl
i'e (Eph 6, 16) y de una -+ascesis la dimensión pura de su vida terre- Dios. tiene que poner en juego y con toda
activa. Esto fuera del caso en que la na. La aceptación de la teodicea en Del mismo, modo que no se dan necesidad, al realizar ese intento, ltls
tentación se convierta en algo im- último término es cuestión de una límites perfectamente determinados conocimientos y métodos prol'anos:
perativo (-+coacción), aunque enton- modestia originaria criatural: tra cria- lógica, filosof ía, el c«rncepto tlel
qlle separen el conocimiento precien-
ces cesa la posibilidad do una culpa tura finita sólo es,tá en su sitio si tífico del científico en general, así mundo de la época respcctiva. Asi,
strbjetiva grave. La Escritura y la también en esto sigue dejando ser también y con mayor motivo tam- la teologia está inevitablemenl.e nrar-
tradición enumeran como causas de al Dios infinito el .-+¡¡¡s1sri. ines- poco hay unas fronteras nítidas en- cada por un sello histórico temporal.
Ias tentaciones todos los momentos crutable. Pero dicha aceptación es tro un conocimiento por la fe Pre- sin estar a causa de ello strbordina-
do la situación que Ie viene dada al también cosa do la esperanza en la científico y el metódico y cientifico. da al saber intramundano del hom-
hombre previamente a su decisión fe, que de,jándose probar por Dios, La verdadera teología supone un bre ni llegar a ser <<sistem»> en el
libre: Ios -+<<poderes y fuerzas>> espera pacientemente la desvelación acertado escuchar la palabra de sentido histórico re;lativista (cf. --+es-
cósmicos, el -gmundo y Ias condi- del sentido del mundo. cuelas teológicas). En cuanto que la
Dios acerca de la salvación y preten-
ciones internas del hombre mismo La recusación de la teodicea no
(-+sarx).
de, a fin de cuentas, servirla. De iralabra de Dios, a la que la teolo-
es solución alguna para la existencia, aquí que esté vinculada a la -)Pa- gía escucha, es la palabra que com-
Semejante respuesta, como respues- Iabra de Dios revelada, tal como prometo a todo el hombre Por conl-
Teodicea (griego theos : Dios; dr- tz, quiere dar sentido y proclama sigue estando presente de l'orma p,leto dirigiéndole y redimiéndo'le, la
ke y dlkaía : derecho; algo así como verdadero sentido la carencia permanente en la Iglesia. La Iglesia, teología no puede ser una ciencia
como justificación de Dios). Esta pa- absoluta de sentido. En la existen- por medio de su -rmagisterio vi- meramente <<teórica», es decir, una
labra puede entenderse en dos senti- cia del hombre abierto al infinito se ciencia en Ia que no se participa
viente, pone a salvo la revelación
dos diversos. l) Originariamente, sig-
nifica la justificación, por lo menos
da demasiada experiencia de la luz, a ella confiada (-+tradición) y la cxistencialmente. Tiene quo ser me-
como para que las tinieblas absolu- interpreta siempre a la vista de ditable y predicable. Tiene que ser
negativa, por medio de la razón fi- tas pudieran ser lo más propio y
losófica o creyente, de que la pre-
la -+§¿g¡¿da Escritura. Por esto la teología kerygmática (-+kerygmática
originario. 2) Hoy día se entiende teología es una ciencia que supone [teología]) para responder a su obje-
sencia del -+mal en el mundo (su- también con frecuencia por teodicea to y para convertirse así en teología
la -+fo (gracia de la fe) y la -+Igle-
frimiento, desgracia, muerte, culpa), el conocimiento filosófico-natura! de sia (magisterio, Escritura, tradición). científica.
tanto en el ámbito bio,lógico cotno la esencia y existencia de ->Díos en En cuanto que se trata concreta- La teologia siemp,re es el escuchar
en el humano, no destruya la con- general. mente de la revelación cristiana, el y querer entender de un hombre do-
vicción filosófica o creyente de la objeto de la teología ss -+Dios, tado de una experiencia profana, his-
QU€
existencia de un Dios santo, infini- Teología (griego, theologeia: dis- tóricamente condicionada, que tiene
tamento perfecto y bueno.
a través de su acción salvífica en
curso acerca de Dios, sobre todo de -)Jesucristo se manifiesta en sü pro' que reperc-utir en el acto mis,mo de
A esto ayuda el hacer valer la dis- tipo hímnico y filosófico). En senti- pia majestad (Trinidad), aunque esa la teología. Por lo tanto, la con-
tinción entre criatura finita y Dios do estricto, es decir, en cuanto que majestad siga esencialmente oculta frontación del mensaje evangólictr
infinito (contra todo -+panteismo); es algo distinto de la filosofía, me- para el hombre (->misterio) y se con la <<idea del mundo>> que ticne
el poner do relieve la relatividad del tafísica, mitología y conocimiento comunica en la -+gracia. cada hombre e/s un momento int¡'ín-
enjuiciamiento de Ia bondad o mal- natural de Dios, la teología es, con- Este esfuerzo metódicamente ar' seco de la teología.El desnivel etrtrc
dad do un acontecimiento (en un forme a su esencia, la escucha ex- ticulado por conocer un objeto ge- la afirmación y lo afirmado, cntre ltr
coffexto de más altura es bueno presamente est.orzada del hombre neral en sí unitario hay que recono- expresamente afirmado y Io qttc sc
algo que en un plano infe¡ior me a la revelación verdadera
creyento cerlo como ciencia, aun cuando la quiero decir, e,ntre lo captado y cl
parecia improcedente); destacar el de Dios, históricamente misterio que hay que captar, clt llill-
acontecida. forma primaria de facticidad de su
estado a{rn inconsumado del mundo, Es el esfuerzo científicamente guna ciencia puede scr tan not¿tble
metr'r- objeto, los principios de los que se
que esta todavía en camino; la apre- dico por conocerla y el clesarrollo parte y parcialmente también los como en ésta. Por lo ta¡rto, la tctl-
ciación del sentido de la libertad, reflejo del objeto de ese conocirnien- métodos de investigación del objeto logía tiene no sólo el dcrccho, sínt'r
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Teología Teología dialéctica
también la obligación de poner ante encuentro con este Dios: teología seno y S. Hilario. Simultáneamente ma -+gracia y -+libertad (contro-
los ojos siernpre con mayor agtdeza moral (->moral [teología]) con -)as- S. Agustín desarrollaba en el occi- versia ace'rca de la gracia). Por fin,
el conocimiento vital de este desni- cética y -)mística; del hombre indi- dente una -)antropologia cristiana se propugna la autonomia de la teo-
vel y de liberar al hombre de la vidual en la comunidad de la Igle- contra el ->pelagianismo, en la que logía moral (-+mora[ [teología]).
,claridad aparente de conceptos, re- sia: -)derecho canónico, ->liturgia, se consideraba al hombre como en- En el s. xvrll la teología queda pa-
mitiéndole a la obscuridad luminosa )pastoral (teologia). La teología tidad abierta a la gracia libro de raluada, estancada. Prírcl"icamente.
del misterio en sí. Y, puesto que el entera supone, como presupuesto de Dios. Los siglos de transición entre sólo so aprecia un avancc ulterior en
contenido do la teología no puede sí misma, la reflexión acerca del fun- la antigüedad y la edad media son las disciplinas históricas, tales como
darse reflejamente, ni formulado con damento y modo, del por qué y el siglos de acumulación, clasificación y la historia de la Iglesia. En el s. xtx
palabras de manera distinta a la cómo existe en absoluto, -)teología consen'ación de la herencia recibida se intenta hacer teologia particndo
forma con que se da en la palabra fundamental (apologética). de los padres de Ia Iglesia, sin nuevas de la nueva actitud intelcctu¿rl trans-
que [o revela, el recurso a la histo,' Historia de la teología católica. creaciones ni caminos nuevos. formada esencialmentc por Karrt y
ria de Ia afirmación (historia de la En tiempo de los -)padres de la A partir del s. xr se inicia un nue- el idealismo alemán. Sin embat'go.
revelación, ->dogmas :[historia de Iglesia la teología consistía al prin- vo periodo, la escolástica: estructu- los intentos realizado's o acaban l'r¿r-
losl, édogmas [evolución de los]), cipio (s. u y Itr) en la simple trans- ración de muchos tratados que en casando (A. Günther, G. I{ermes) o
es decir, e,l recurso a su historia es misión de las doctrinas de la fe, de- tiempo de los santos padres estaban no ejercen de momento un influjo
un momento intrínseco a Ia misma fensa contra los judíos, gentiles y todavía poco elaborados teológica- notable en el conjunto ds la teolo-
teología sistemática. Pero este mis- herejes (por medio do los padres mente, tales como la doctrina sacra- gía católica (-+Tubinga [escuela de],
mo recurso tiene que estar al servi- apologetas: Arístides, S. Justino, etc.). mentaria y muchas partes de la an- J. H. Newman). En general, domina-
cio de la intelección de 1o revelado También hubo que defenderla con- tropología; uso sistemático de la ba la neoescolástica (Kleutgen, Schee-
y no lo es lícito convertirse o per- tra la ->gnosis que pretendía siste- filos,ofÍa aristotélica para la concep ben, etc.) en su esfuerzo,, del todo
derso en curiosidades históricas matuar el cristianismo de forma mís- tualización de las verdades de la fe; por volver a establecer
necesario,
ociosas. tico-racionalista e identificarlo con exposiciones generales relativamente una conexión con la propia tradi-
En el desarrollo actual, histórica- el espíritu dualista y mitológico de equilibradas (comentarios a las sen- ción, desconectada casi por completo
mento condicionado, de la teología su tiempo. Los teólogos más seña- tencias, <<sumas>>). a fi¡es del s. xvIII. Ese esfuerzo se
en distintas disciplinas se podrían lados fueron S. freneo, Tertuliano En el s. xvl comienza con el con- rcal:zó a base de la investigación
distinguir, correspondiendo a la dis- y S. Clemente de Alejandría. Frente cilio de Trento otro período nuevo. histórica y sistemática de la escolás-
tinción entre el escuchar primerizo a las pretensiones de la gnosis apa- Proviene de la lucha contra la doc- tica medieval. Así, el desnivel entre
y el riguroso conocimiento de lo reco el primer esbozo sistemático de trina de los reformadores y consiste e,l plano fáctico de la teología cató-
escuchado, dos campos distintos den- la teo'logía llevado a cabo por Orí- en una elaboración, positiva en prin- lica y el de las exigencias religiosas
tro de la misma teología: el de las genes y presentado corno contrapar- cipio, de la nueva concepción del ds la época es mucho mayor de lo
disciplinas históricas y el de Ias sis- tida, ortodoxa en 1o esencial, de la mundo (barroco). De esta manera que debía ser, a pesar de toda su
temáticas. Las históricas se ocupan, gnosis. Los s. Iv y v aportan la for- surge Ia neoescolástica. Este movi- erudición, sobre todo histórica. La
o del mismo acontecer histórico de mulación del dogma trinitario y miento está dirigido principalmente superación de este estado de cosas
1a revelación hasta llegar a su pun- cristológico que ha prevalecido como por la teo,logía española dominicana se va preparando lentamente y en
to escatológico culminante en Jesu- clásica, aportación originada en lu- (Vitoria, M. Cano, Báiez, etc.) y je- medio de algunos pasos en falso
cristo y de la constitución de la Igle- cha contra el -+arrianismo, ->nes- strítíca (Suárez, Yázquez, Molina). (-+modernismo, etc.).
sia, es decir, de la historia de la re- torianismo y )monofisismo, hacien- Se est¡ucturan los tratados de,l ma-
velación (con la -)exégesis y otras do uso y deslindándose a la vez de gisterio eclesiástico y de la Iglesia Teologia dialéctica es una dircc-
ciencias bíblicas, +bíblica [teolo- la filosofía del tiempo, -)neoplato- como sociedad externa o visible, se ción de la teología protestante sur-
gíal), o de la presencia permanente nismo; este dogma establece clara- desarrolla la apologética y la teo- gida con posterioridad al año l9ltl,
de esta salvación hecha definitiva, mento las fronteras entre Dios y el logía de controversia (-+controversia en la que se superó ampliamentc la
es decir, de la historia de la Iglesia mundo, rechazando los poderes cós- [teología de]; Belarmino). También -+teología liberal que predomin(r
(+Iglesia [historia de la], con -+pa- micos o mundanos semidivinos, y se inicia el desarrollo de la teología durante el s. xIx. La teología dialéc-
trología, +dogmas [historia de los], por otra parte, con el misterio de la histórica y do la historia de los dog- tica, en la medida en quo pucdc re-
hagiografía). +unión hipootática, introduciendo mas (Petavio, etc.). Aparecen expo- sumirse con brevedad (teniendo en
Las disciplinas sistemáticas se ocu- al mundo en la vida de Dios mismo siciones sistemáticas completas de la cuenta que no so consi«leró a sí nris-
pan del Dios salvador y de su obra: (+hipóstasis), como puede apreciar- dogmática en forma de comentarios ma como sistema), partc dc la crisis
-+dogmática; del hombre como in- se en S. Atanasio, S. Basilio, S. Gre- a la Summc de santo Tomás de Aqui- como determinación fundamcntal del
dividuo, tal como es en función del gorio Nacianceno, S. Gregorio Ni- no Se trata expresamente el proble- hombre. En esta crisis c[ hombre

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Tcologia dialécticz
Teología liberal
realiza intentos por asegurarse, el tora). Esta disciplina serÍa
peor y más erróneo de los cuales es <<teolo_

la religión considerada como garan_


gía fundarnental» (en el senrido de teológica del cristianismo. Más tarde eue, eI problema dogmático-mate-
una fenomenología teológica de los se hizo necesaria la actitud defensiva ¡ial acerca del concreto <<qué» de la
tía humana y afirmación de si mis_ l'rente al deísmo, racionalismo, idea-
mo frente a Dios. El hombre queda
conceptos fundamentales de la
re- revelación puede distinguirse del pro-
velación), sin
conl'unclirla con el lismo y materialismo, actitud que blema formal-fundamental acerca de
rregado por Dios en Ia muerte v en condicionó dicha apologética, ha- las <<maneras formales>> de esa reve-
concepto corriente de ->teología fun_
la resurrección de Cristo; Diós y damental (en el sentido de justifica_ ciendo que ésta pudiera desarrollar lación, y debe hacerlo por razones
hombre, tiempo y
eternidad están ción racional de la opción ciistiana). su temática más propia: problemas pedagógicas.
separados por el linde de Ia muerte. en cuanto que las categorías [orrnales ontológico-existenciales acerca de la La teología fundamental hace que
Pero, precisamente en ia muerte y en descritas se ex¡rondrían como rnedio posibilidad del conocimiento de la re- la dogmática quede abierta a la an-
Ia resurrección de Cristo, el nuevo para una mejor inteligencia de la velación, entre los que pueden enu- tropología general y a la ciencia ge-
mundo de Dios toca al viejo mundo historia de la salvación (->salvación merarse el de los motivos de la neral de la religión. Y, al contrario,
(<como la tangente a la circunfe,ren-
[historia de la]). Historia que habria fe, disposición positiva para la [e, introduce los resultados de esas cien-
cia>>, es decir, ni de manera histó¡i_
camente perceptible, ni por la fe,
quo describir en una <<dogmática es- ->praeambula fídei, *>milagro, cias en el sentido fundamental de la
que es un <<espacio vacÍo».
peciab>, s,ituada frente a esa <<teolo_ ->profecía; por tanto, problemas teología sistemática esbozada. Por
gía formal y fundamental>>. Ésta es acerca de la esencia, posibilidad y tanto, el hombre queda designado
El centro de Ia nueva vida, la en_ <<fundamental>> en cuanto que con_ cognoscibilidad de una hipotética como el que es capaz do escuchar
carnación de Dios, ni es expresable
ni intuible; su afirmación .ólo
fronta esta esencia universal r. l.or- ->revelación; maneras posibles de (potencia obediencial) una posible
prr_ mal de la revelación cristiana con semejante revelación; el hecho de la revelación de Dios. Pero también
de aclararse en la negación: «el htm- las estructuras fundamentales de Ia revelación acontecida en Cristo; su como el que, en cuanto escucha, en
bre nuevo, que soy yo' no es Io que vida humana espiritual. dentro de la estructura histórica; sus pruebas his- cuanto que quiere creer, duda o cree
yo soy)). Esta forma de teologia dia_ cual
tiene efecto esta histori¿r de tóricas. En una segunda parte de di- de hecho, es en cada situación una
Iéstica creada por Karl Bartli en sus la-revelación, y de Ia que ha1. que cha apologética se hace temática la concretización determinada de la re-
c-omienzos (y otros, apoyados en valerse para indicar un acceso- a permanencia histórica de esa reve- ligiosidad posiblo o fácticamente pre-
Kierkegaard y Dostoyevski) quedó dicha historia. lación por medio de la institución sente en el mundo, o una concretiza-
ulteriormente precisada por É. grun- La -)¿sq,lsgía funda-
mental sigue conservando su temá_ de la ->lglesia; su esencia teológica; ción de la resistencia posible o real
ner, R. Bultmann y F. Gogarten en tica específica frente a Ia disciplina su estructura histórico-social, inclu- contra un decreto o disposición tras-
cuanto que fundan el carácter dia_ descrita: la justificación raciona-l de yendo en ella los temas -)apóstol, por parte de Dios. Esta
cendental
léctico de la teología no en la ne- la fe jerarquía, primado, -)magisterio,
gación de la revelación, sino (apo_
en el hecho de la revelación <<introducción» de la estructuración
cristiana; el hecho de la revelación +papa. -+infalibilidad; sus notas histórica, social y religiosa de,l hom-
yados en M. Heidegger y M. Bublr) y su estructura <<mate¡ial>> fáctica. esenciales, es decir, unidad, santidad, bro en la temática de la teología,
en la constitución dialógica de la catolicidad y apostolicidad. gracias al trabajo científico y metó-
existencia humana. Desde 1933 no i.
Teología fundamental. l. La reolo- Más allá de e,sta forma de apo- dico de la teología fundamental po-
se puede ya hablar de teología dia_ logética y de la prueba o demostra-
léctica en los autores citadÁ. Con
gÍa fundamental nació de la p,llémi_ dría redondear la teología misma
ca sostenida por el cristianismo. des- ción del hecho de la revelación cris- con el propio <<diálogo>> que Dios
respecto a Ia posición católica fren_
de los comienzos mismos de su his- tiana. hoy día la teología fundamen- mismo comenzó por medio de l¿r
te al tema tratado. c1'. -Jmisterio. toria, con el <<mundo tal pretende más y más ocupar ese encarnación de la Palabra do Dios
científico> no
-)analogia. cristiano. Partiendo de su forma más lugar de la teología sistemática, en en estc mundo con voluntariedad y
primitiva como <<apología», orienta_ el quo ésta tiene que darse a sí mis- perdurabilidad absolutas.
Teología formal y fundamenfal. da contra Ia gentilidad (judaísmo, ma un sentido formal y fundamen-
Dentro de una teología (-+dogmá- -+gnosis, -)maniqueísmo), se des- tal. Con ello la teología fundamen- Teología liberal es el nombre (luc
tica) estr,'c'tamente sisiemática, -pr"_ arrolló más y más hasta converi¡rse tal se acercaria a la Jteología for- se da a la orientación de un scct()r
de llamarse teología formal y irnau_ mal y fundamental, y así se conver-
€n una apologética sistemática (Sto. ds la teología protestantc sr1 cl
mental a la parte que elabora las Tomás de Aquinq Summo ,irrr,, tiría expresamento en una parte de s. xlx y comienzos del xx, quc lleva
estructuras básicas <<formales>> y gentlles); ciencia que, en cuanto tal, la misrna -+dogmática en cuanto
per_ el sello del racionalismo y ahandon:r
manentes de la historia de Ia sal- y.a no tenía por qué dirigirse exclrr_ que ésta. como ciencia, tiene que as- la fe revelada en bcnclicio de ulra
vación (relación esencial entre Dios pirar a una autofundamentación for-
srvamente contra los que niegan cl religión basada en l¿ razón natural.
y la criatura;concepto de Ia reve_ cristianismo, sino que más bien pre_ mal y fundamental dentro del ámbito Sus primeros defensores, tales como
lación personal dinámica y de la tendía aclarar problemas de su tarea. Con todo, sistemática- D.F. Strauss y F.Ch. Baur, consi-
oral; curcepto de Ia revelacién reden- <<l'unda_
mentales>> para Ia autocomnrcnsírin mento sigue siendo distinta de la deraban todavía el cristianismo como
dogmática, en cuanto eüe, y puesto la forma suprema de todas las reli-
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Teología liberal
Terminación
giones. Más tarde, se relativiza esa su- tica en el sentido de una unidad
premacia bajo el influjo de la escuela
tlogmática y a la subjetividad intelec- dades que (trascendiendo al mismo
asimilabig poniendo en relación a trral del individuo, aunque sea con punto de partida) vienen dadas con
historicista religiosa (E. Troeltsch). los diversos datos particulares entre doloroso esfuerzo, a adentrarse en la causa del punto de partida.
Otra forma de la teología liberal sí y con Ia totalidad de,l mundo es- la conciencia superior de la Iglesia
entiende el dogma, analógicamente piritual del hombre. Las dos tareas rr conjunto. Y, de esta manera, 3. La terminucíón de lo espíritu-
a como lo hace el ->modernismo teológicas expuestas, en último tér-
t.:

precisamente dicha conciencia de la perso'nal es la activa toma de pose-


católico, como objetivación de la fe mino, sólo se pueden realizar con- lglesia se enriquece con la individua- sión del punto de partida auténtico
subjetiva; está influida por F. Schleier- juntamente; pues toda teología, co- y, Fo,r tanto, concuerda con la esen-
lidad creadora de los diversos pen-
macher y A. Ritschl. La crítica mo teología de la revelación, es sadores y épocas. Cf. -)escuelas cia autoconsciente, libremente posee-
bíblica (-+bíblica [crítica]) extremis- aposteriorística e histórica; y todo teológicas. dora de sí misma. propia de lo es-
ta., inobjetiva y determinada por entender Io así oído viene sopor- píritu-personal. En cuanto que esta
aprioris fllosóficos, ha de ser consi- tado apriorísticamente por la
derada como el fruto más trascen-
uni- Terminación es la consumación terminación se ternporiza, madura, en
dad de un fundamento del entender de la existencia de lo que con el una historia de la libertad ante Dios,
donte do Ia teología liberal. por estar y tiene una dinámica hacia una uni-
fundamentalmento en oposición cra- -)punto do partida queda ya im- adqüera su significado como con-
dad pretendida. Sin o,lvidar que lo plantado como algo que se ha de cepto propio de la teología (-+¡¡¡g¡-.
sa con respercto a la esencia nuclear oído en cuanto tal ya está en al- te). Esta terminación no es ni Ia ne-
temporeizar, que ha de madurar, a
del -+protestantismo, fuo superada guna manera entendido. f,n de que sea. O también es la fron- gación del ser, ni la pausa caprichosa
sin dificultad por la -)teología dia- tera que dispone de la totalidad de en un tiempo que prosigue inde-
Iéctica e <<Iglesia profesante>> (Be- Teologoe. La doctrina unánime de la existencia. finidamente su carrera hacia lo ili-
kennende Kírche). Sin embargo, si- los teólogos (a diferencia do los mitado. Es, por el contrario, la
guo siendo un peligrq que se hace -+padres de la Iglesia) de la edad
otra vq L La terminacíón del mundo ma, consumación del tiempo, ya que éste
más fuerte. media y moderna, si de hecho se teríal. La pregunta de si el mundo madura en la validez absoluta de
da, tiene carácter normativo para material, en el sentido obvio, tiene en la libertad (quo se ha ido tempori-
Teología natural. Recibe este nom- los teólogos particulares posteriores,
bre la -)ontología metafisica, si mismo una terminación recog- zando) y por lo tanto en la defi¡iti-
en actuales, cuando y en la medida en noscible, tras la que esencial y fun- vez de la decisión. En cuanto que el
cuanto que en la ciencia general del que en ella se hace perceptible damentalmente no trruede pensarse hombre se conduce siempre en orden
-)ser queda implicada necesariamen- la propia conciencia dogmática de la fase ulterior alguna del <<mundo>, a su tsrminación (y asi su presente
te una afirmación analógica (->ana- Iglesia y su desarrollo. Como se ve, puede seguir abierta, ya que no hay es un proyecto angustioso o un
logía) del ser abso,luto de Dios se trata de un caráúet normativo un mundo material en cuanto tal. plan del futuro), esa terminación es
!-+Dios [teoría do], -+Dios [pru"- semejante al de los padres. Esto es Teológicamente, el rnundo existe ne- ya ahora algo siempre presente y
ba de la existencia de], -+teoáicea, posible, porque los teólogos orto- cesariamente por una acción creativa ausente a la vez. Dicha ausencia se
-+teología fundamental). doxos, no hechazados por la Iglesia, de Dios, como presupuesto y «en presenta corno tarea, llamamiento y
sino reconocidos por 1o menos táci- torno» (mundo circundante) de la obligación. En cuanto que el hom-
Teología positiva. Recibe este nom_ tamente, hacen teología bajo la di- historia creada del espíritu, y tras- bre es esencialrnente el ente histó-
bre la teología en cuanto que de Ia rección y vigilancia del -+magisterio. ciende su <<terminación material>> rico y precisamente en cuanto que
manera más exacta y coÍrecta posi_ Por lo tanto, en conjunto enseñan (aceptada) en virtud de quo forma una mirada retrospectiva hacia el
ble interpreta y pretende reunir y conformándose a ese magisterio, no parte de la consumación del espí- y Ia visión previa
pasado auténtico
presentar, utilizando un método his_ pudiendo proponer unánimemente y ritu creado y queda a salvo en ella. del futuro pertenecen a su actualidad
tórico aposteriorístico, las afirma- durante largo tiempo una cosa como (existencia), esta relación no puede
ciones de las fuentes positivas de la doctrina revelada o absolutamente 2. La terminación de lo biológico. ser desgajada de la <<mera actualiza-
revelación: Escritura, tradición y ma- obligatoria, si carece de esos catac-
nifestaciones del magisterio eclesiás-
En la terminación de 1o biológico, ción>> del hornbro sin una <<mitolo-
teres, pues do lo contrario el error que en cuanto tal es una nueva im- gización>> de éste. Por lo tanto, el
tico de los primeros tiempos; y recaería en el magisterio. Tratándose plantación del punto de partida (en- -)<<ahora» del hombre singular, pre-
esto, en contrast,e con la teología de otros asuntos puede ser unánime gendrar), se hace ya perceptible que por su orientación hacia
cisamente
especulativa, que pretende repensar, y duradero para los teólogos un dicha terminación no es Ia cesación una meta sobrenatural (-+gracia,
uniflcar y apropiarse entendiéndo,lo error condicionado históricamente
verdaderamento, de manera sistemá-
de algo que existía hasta entonces, -)r.isión de Dios, Jsalvación [his-
(en {rltimo término, siempre de tipo y que sencillamente deja de existir toria de la], ->muertc) y precisa-
tiea, conformo a sus posibilidades, profano). El respeto serio y la con- en ese momento. Por el contrario, mente como actualisnro (escatoló-
ese <<material» así reunido y avis_ frontación con la terminación es la consecución, el
tado. Decimos de manera sistemá-
doct¡ina comfin gico), sigue estando ¡el'erido a la
de los teólogos ayuda a Ia conciencia alcanzar en posesión, de las posibili- terminación.
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Theologoumenon Tomismo

Theologoumenon. Puede llamarse especie que fuera conocible, puesto importancia histórico-dogmática, so- natural y, por lo tanto, a la Iglesia
.así a una doctrina que no está in- que el ser y la experiencia de esos bre todo porque sus credos conte- como tal; si bien tampoco le está
mediatamente testiflcada por el ma- otros elementos estarían también in- nían exposiciones detalladas acerca permitido el obstaculizarlo. Por con-
gisterio eclesiástico y eue, por tanto, evitablemente una vez más bajo la de la Trinidad y de la encarnación. siguiente, los principios católicos no
no tiene autoridad para obligar. Sin temporalidad. Los rnás importantes son el III con- se interponen a una igualdad de de-
embargo, está de tal manera confi- En el ámbito de ese estado de im- cilio de Toledo, en 58,9; el x¡, en 675; rechos de todas las confesiones cris-
gurada, y de ahí su recomendación, plicación inevitable en el tiempo ex- el xv, en 688, y el xvr, en 693 tianas en lo tocanto a su carácter ci-
que por su medio se aclaran otras perimentado, aunque insobrepujable, (Dz 275-287 294-296). vil y estatal. Ésta sería la formula-
muchas doctrinas explícitas de la no se puede pretender llegar a un ción adaptada a nuestros tiempos (y
Iglesia en sus diversas y mutuas co- concepto auténtico de eternidad, pen- Tolerancia. La tolerancia, bien en- siempre permanente) de la toleran-
nexiones, haciéndolas do ese modo sando al tiempo como prolongándo- tendida y practicada, no procede de cia, que todo cristiano debe a los
inteligibles. se indef,nidamente hacia el <<infini- una indiferencia escéptica, frente a demás. §in embargo, puede estar jus-
to», pues esto seguiría siendo mera- la verdad en general, o del pensa- tificado y estar en conformidad con
Tiempo. Para llegar a un concepto mente tiempo. Ni tampoco podría miento de que todas las confesiones el deber en muchos casos el que el
.adecuado de tiempo no hay que pen- intentarse llegar a un concepto de cristianas tienen igualdad de dere- Estado, incluso contra la convicción
sar en primer término en el tiempo eternidad, negando sencillamente el chos. sino de la caridad cristiana; de los particulares, defienda las nor-
medido por el reloj, por dos razo- tiempo, pues entonces no quedaría del respeto ante la conciencia del mas del derecho natural en la vida
nes: Primera, porque ese tiempo, en claro si un <<existente menos tiempo>> prójimo; de la idea de que un autén- pública; puesto que de esa manera
cuanto medida externa de la dura- sigue siendo un concepto real. Al tico asentimiento de fe, por su na- 1o finico que hace es proteger el
ción de los procesos físicos, es ex- concepto de e,ternidad se llega en la tutaleza misma, no puede forzarse; ámbito de la libertad de todos fren-
trínseco a 1o temporal en su tempo- roflexión sobre la definitivez que se y de que sería inmoral el intentarlo to a la usurpación de algunos.
ralidad y en su tiempo intrínseco. quiere l'ibremente como fruto del o forzar una confesión externa en-
Segunda, porque encubre el hecho tiempo y que ese querer experimen- gañosa. Tomismo. Nomb¡e que se da a la
de que la medida misma sólo puede ta en el tiempo mismo. El hornbre, conforme a su esen- doctrina de santo Tomás de Aquino
ser manejada por un ente espiritual, En cuanto que dichos momentos cia, exige un ámbito de libertad, que (1225-1774) y ds su escuela, la cual
que ya a partir de su autorrealiza- están separados entre sí y en cuan- le posibilite el ejercicio concreto de interpreta de diversas maneras y tra-
ción interna sabe lo que es tiempo to que el -)punto de partida no po- su übre albedrío interno. Este ámbi- ta de mantener en vida la doctrina
y puede comparar. see la -)terminación de una manera to de libertad tiene sus fro,nteras en ds Sto. Tomás. A éste 1o recornien-
Por de pronto, tiempo es la for- total, sino que la <<concibe>> en me- la igualdad del derecho de los de- da la Iglesia como <<Doctor Común>>
ma del hacerse, del devenir, propia dio de su propia efectuación, la tem- rnás a un ámbito correspondiente. de todas las orientaoiones y escuelas
de la libertad finita: el venir desde poralidad es un indicio de la criatu- La concesión de un campo a la li- teológicas católicas (Dz 2l'91s; CIC
s¡¡ -)punto de partida, del que no ridad. En cuanto que en virtud del bertad, limitándolo simultáneamente, can. 1366 § 2). Esto no quiere decir
se puede disponer, al propio reali- Niempo no se hace el pasado, sino es una tarea que ofrece no pocos que dichas orientaciones quedan li-
zar eleúivamente la realidad propia 1o definitivo, el tiempo es positiva- problemas, cuya superación no pue- gadas o supeditadas a su doctrina,
dada como posibilidad; y la llegada mente la manera en la que la cria- de residir en un sistema totalitario cuando ella no sea expresamente y
al estado de perfección, irr,evocable tura participa de Ia -eeternidad de forzante, ni en un liberalismo abso- sin mas la doctrina del magisterio
e irrepelifle, de su <<posición>>. La Dios. La forma temporal del ente luto. Además, la solución de esos eclesiástico. La doctrina del tomis-
unidad y la oposición de esos mo- biológico singular y la forma tem- problemas está sometida a la evolu- mo con su capacidad de asimilar lo
mentos es el tiempo de este ente; poral que corresponde al mundo ción histórica; do manera que hay nuevo, se ha extendido tanto y se
momen,tos que, por lo tanto, no son como totalidad (->creación, -)ter- que enjuiciar con mucha reserva las ha impuesto de tal manera a partir
el mero estar uno tras otro de ele- minación del mundo), se muestran, formas precedentes de tolerancia e del s. XIII en problemas estrictamen-
mentos heterogéneos en una serie por 1o tanto, como formas minori- intolerancia. Por otra parte, en cuan- te teológicos y otros de la mayor im-
(lo cual no haría que estos elemen- zadas del tiempo intrinseco de la to problemas concretos, sólo pueden portancia, que apenas puede consi-
tos fueran fases de un proceso), sino historia de la libertad espiritu-per- solucionarse a base de paciencia, derarse como doctrina de una es-
eüe, por el contrario, constituyen sonal (-+terminación, Jescatología, ánimo y amplitud de corazón. cuela particular. Otra cosa son las
una forma tem¡roral, verdaderamen- ->juicio, -)infierno, +cielo). El ->Estado, como sociedad na- cuestiones teológicas particulares
te una. Esta s,ucesión experimentada tural terrena, por naturaleza y en (cf. en alguna manera. con respecto a
de los momentos no puede <<explicar- Toledo. Ciudad española que da general no tiene, en cuanto tal, la la teología de la gracia, -+bañecianis-
se», es decir, no puede construirse su nombre a una larga serie de sí- tarea de fomentar positivamente lo mo). También otra cosa muy distin-
sintéticamente con elementos de otra nodos particulares. Algunos tienen concerniente a la revelación sobre- ta es 1o tocante a la filosofía aristo-
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Rah-Vorg. 24
Tornismo Tradició¡r

lélica, que Tomás de Aquino utiliza ción, las ideas, facultades e institu- rirr,,lr críliclr. o cn Ia conciencia de ritativamente por el magisterio, y
como instrumental conceptual para ciones conquistadas; y de ahí pasa lrr t olrtliciolurlida«l histórica del pa- en este sentido Ia tradición misma
la interpretación teológica do los da- a significar la suma de lo transmiti- ',;rrl,r. l'cllcncce a la esencia del ho,m- siguo siendo norrla formal de la in-
tos de la revelación. do do esa manera. La tradición ase- lrrr, t'l cncr¡¡ltrarse también en me- terpretación de la Escritura.
Sin embargo, incluso aquí, una gura la continuación de lo que se rlr,r rlt'. r¡nu. concatenaCión ingenUa O De tal manera, que en este senti-
apreciación profunda histórico-fllo- comenzó una vez. Posibilita, además, rrrtllciu. Dc todos rnodos, en épocas do se dan dos <<[uentes>> del conoci-
sófica de Sto. Tomás de Aquino tie- a partir del saber y de la experien- ,lt' trrrnsición, en las que las fuer- miento de la revelación: Escritura y
ne que reconocer que éste no se li- cia de los antepasados, una posi- z;rs rlc l¿r tradición inf,uyen menos, la tradición (Dz 783 e.p.); teniendo
mita a permanecer aferrado a la con- ción, desde la cual Io nuevo puede nuuvrr generación exige a menudo incluso la tradición una precedencia
dicionaiidad histórica de la filosofÍa conocer su puesto y su valor. lrr t'lccción y anuencia consoientes de iógica respecto a la Escritura. Sin
precristiana, prepersonal y cosmo- Con todo, la tradición está. por lo (lurJ ha de conservarse y tiene que embargo, puesto que por otra parte
céntrica. Por el contrario, hay que otra parte, expuesta al peligro de ( ()ni'icrvarse para un tiempo indeter- la conciencia de la lc de Ia Iglesia
reconocer a Tomás de Aquino como perder la apertura ante lo venidero ruinado venidero. La tradición está posterior, y asi Ia <<tradición>>. per-
filósofo y teólogo creador y original. y de llevar a un aferramiento esté- s«rmetida a una evolución lenta poco manece siempre ünculada a la <<pre-
Tomás de Aquino, de cara a 1o nue- ril al pasado. El contenido de la tra- pclccptible, dentro del curso conti- dicació»>, es decir, a la tradició¡r dcl
vo, se encuentra situado en el trán- dición es menos un saber de hechos ¡rrraclo de la historia. Por el con- tiempo apostólico, que, por lo me-
sito de la filosofía antigua precris- y de habilidades técnicas que lo que (rario, las revoluciones rompen ese nos en sus puntos esenciales, c¡ucdó
tiana y cristiana, y la filosofía per- pono de manifiesto un determinado proceso, aunque tampoco puedan objetivada en la Escritura; y puesto
sonal, antropocéntrica en el buen sentido para la sociedad que tiene acontecer totalrnente fuera de la tra- que, al menos para nosotros, no es
sentido de la palabra. Filosofía que, su consistencia en la tradicíón. Así dición. La importancia de ésta puede comprobable con certeza qué conte-
cuando no se entiende mal a sí mis- los acontecimientos políticos impor- pasar a segundo plano temporalmen- nidos explícitos de la fe (fuera del
ma, procede del cristianismo, y de tantes; la configuración de1 derecho, te frente a la acrecentada apertura a círculo del canon) existían en el
ahí su actitud como instrumento de la del arte, de los usos y costumbres; lo nuevo y al progreso. Sin embargo, tiempo apostólico, si no quedaron
teología, con ventaja sobre la filo- el lenguaje y también el saber y el sigue constituyendo siempre la base fijados en la Escritura; para la tra-
sofía antigua. Si, como es natural, actuar religiosos (mito, culto); todas ds todo nuevo comienzo, que ha de dición posterior, queda la Escritura,
con cI paso del tiempo, Sto. Tomás estas cosas constituyen las formas de ser elaborada una y otra vez por por lo menos prácticamente, como
de Aquino se va lentamente asimi- vida y las üvencias en que se plas- cada época. la única fuente material del conte-
lando el papel permanentemente vá- ma la tradición y se convierte en De acuerdo con esto, tradición, en nido de la revelación. Lo cual no
lido de padre de la Iglesia, también fierza configuradora de la sociedad. la teología católica, significa el pro- excluye, sino que incluye, el que Ia
es verdad que todavía hoy sigue La tradición proporciona dignidad y ceso y el contenido de la transmisión historia ulterior de la conciencia de
siendo con razón el Doctor Comfin estabilidad a las instituoiones socia- de la verdad revelada, que en rilti- la fe de la Iglesia desarrolle consi-
en muchos aspectos. Enumeraremos les y a las formas comunitarias (Es- mo término tiene su punto de parti- derablemente y actualice una y otra
algunos: por slr respeto a la tradi- tado, familia, adrninistración de la da en la predicación oral de los vez en una historia de los dogmas
ción: por su empeño intelectual por justicia, etc.), afianza la autoridad y portadores originarios de la -)reve- (-)dogmas [historia de los]) ese con-
la claridad: por su sistematismo y da orientación y consistencia a Ia lación cristiana (sobre todo, ->Jesu- tenido de la Escritura. Lo cual no
reducción de los problemas particu- evolución. Basada en la ->historici- cristo y los ->apóstolcs). Transmi- excluye, sino que incluye, el que l¿
lares a primeros principios; por Ia dad del hombre, la
relación hacia sión o,ue, además, para ser tradición última garantía de ese desarrollo ba-
distinción y unidad de razón y reve- lo transmitido crece, por una parte. en sentido católico, tiene que acon- sado úaicamente en la Escritr¡ra, rc
la,ción, de naturaleza y gracia, de en virtud del respeto ante las fuer- tccer bajo la asistencia del Espíritu deba a la asistencia del Espíritu San-
rnundo e Iglesia; por su probidad zas eficaces contenidas en el depósito Santo y por medio de la Iglesia, des- to, que so ha prometido a la Iglcsizr
de pensamiento y por la autentici- transmitido y, por otra. en ürtud de arrollándose así la verdad revelada y en ella a su magisterio (->dc¡:<isi-
dad de su veneración cúltica al Dios la confrontación con las exigencias (+dogma) transmitida de esa ma- to de la fe). La -)Iglesia c¿rt(rlica
incomprensible. del presente. Junto a esa relación. nera. La tradición originaria quedó se entiende a si rnisma como porta-
crece también la relación hacia la fijada en la -)Sagrada Escritura por dora de la tradición. Como oycnte
Tradición. En un sentido general propia historia en la sociedad de los la primera generación de la Iglesia; de la revelación de Dios, y cn cuan-
todavía preteológico, tradición es la antepasados, del estado y del pue- pero aun después de esa fijación, la to que cree en ella y Ia cltsoña auto-
transmisión, la procedencia, es de- blo respectivo. conciencia de la fe de la Iglesia ritativamente, esta Iglesia sc cncuen-
ci.r, la suma de todos los procesos, I-,a auténtica apropiación de lo aceÍca de la extensión (->cano,n) y tra (en la unidad dc esos tres
por medio de los cuales se van en- transmitido no se tiene quc realizar sentido de la Escritura, transrnitida momentos) en la hist«rria como pre-
tregando, de generación a genera- necesariamento en una toma de po- en Ia tradición y proclamada auto- sencia permanente dc Cristo; y por

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Tradición Trento

tanto, en esta histcria, conserva, des- gía católica hasta el s. xtx, debido a lrrr y lir slngro, permaneciendo la porque en cuanto válidos de todo
arrolla y hace presente en cualquier que con é1 algunos problemas (p.ej., rt'¡rlitl¡rtl «lc l:u apariencias sensibles ente pensable quedan también (im-
momento la verdad de Cristo. Hay el del +pecado original) pueden re- ( 'c.,¡rc(ic cr¡carística) del pan y del plícitamente) puestos o afiriirados,
que distinguir de la tradición en sen- solverse aparentemente con más fa- ,''irro l.rr doctrina def,nida de la incluso donde se pregunta, se duda
tido estricto, lo que se transmite doc- cilidad. Como doctrina garantizada Iuursrrbsl:rnciación (Dz ,884) no quie- o se les niega su validez.
trinal o disciplinariamente como tra- por el magisterio ordinario (Dz23Z7; r c \cr una explicación objetiva de Se llama trascendental a cualquier
dición en sentido amplio, sin recurso --)creacionismo) hay que sostener ('()nr() y dc la manera en que se lleva conocimiento o pregunta en que se
directo a la autoridad del Dios que hoy día lo siguiente: El ->alma es- ;r crrlro la presencia de Cristo. Quiere reconoce de tal manera la necesidad
se revela y que siempre se hace piritual, en cuanto principio simple srilo irlirmar de una manera distinta, metafísica (apodíctica) de un enun-
escuchar por medio de la Iglesia y substancial del ser absolutamente y (lue cxcluya las malas interpreta- ciado y de su contenido, que queda
(cf., p. ei., -)consensus). irrepetible en cada caso, sólo puede tioncs, eue, según las palabras de comprobado que Ia negación de ese
tener su fundamento en un acto de ('r'i:;t«r, lo que Él o{rece es precisa- enunciado se destruye implícitamen-
Tradicionalismo. Doctrina de al- Dios por -+creación; aunque esta lncnte su cuerpo y no otra cosa; Y te a sí rnisma. Reciben cste nombre,
gunos teólogos y filósofos católicos creación. como posibilitación de una (lue. además, la realidad empírica- en contraposición a Ios enunciadtls
del s. xlx, tales como Bonald, Bau- autosupresión de la fuerza evolutiva nlcnts perceptible puede reconocerse merarnente <<asertivos>> de algo sim-
tin, Bonnetty, que surgió como una de la criatura, hay que pensarla tan cl:rramente todavía; más aún, que plemente fáctico, que puede también
salida contra el racionalismo y el vinculada al hacerse de la nueva vida, huy que reconocerla como la reali- no ser. La capacidad de conocimien-
escepticismo. S,egún ella, los conoci- que los padres sean realmente la cau- d¿rd de la apariencia del pan. to y de amor (voluntad) del honrbrc
mientos metafísicos no pueden al- sa del nuevo hombre. Cuál es en este contexto de la de- capta lo particular en anticipación
canzarse con la raz6n individual; linición estricta de Trento la noción del Jser absoluto. Por lo tanto, todo
sólo pueden ser conocidos con cer- Transfiguración de Jesús. Asi se de <<substancia» y <<especie>>, es algo cono,cimiento se basa irreflejamente
teza plena por medio de una reve- designa el suceso de la vida de Jesús clue hay que deducirlo de este dato en el saber atemático, juntamente
lación (-+revelación originaria) que narrado en Mt 17, l-9; Mc 9, 2-9; teológico y no de teoremas filosófi- sabido, acerca del ser p,or antono-
da autoritativamente testimonio de Lc '9, 28-36; 2 Petr 1, 16-18. Tres cos. Substancia significa lo que en masia; saber en el que queda impli-
sí por medio de las lenguas, el es- discípulos ven a Jesús orante, en un tun contexto objetivo y lógico defi- cado un saber acerca de -rDios, del
píritu de los pueblos, la tradición, la resplandor místico, hablando con los nitivo y absoluto hace que lo pre- -+espíritu y de la +libertad; y de
Iglesia. el sentido común, etc. Esta representantas de la antigua ley y sentado sea pan (y nada más que esa manera también un saber acer-
doctrina, rechazada por la Iglesia ds los profetas (Moisés y Elías) acer- pan) o cuerpo de Cristo. Especie sig- ca del ->misterio que está en nos-
(Dz 1622 ss 1649ss 1795 1806; -+Dios ca de las cosas que habrían de su- nifica 1o que es humanamente per otros y por encima de nosotros, aun
[prueba de la existencia de]), unila- ceder. En ese momento, por medio ceptible en el contexto de la ex- cuando no sea en manera alguna
teraliza la historicidad inevitable del cle una voz del cielo y de la <<nube>>
¡'reriencia profana empírica. Por lo temático.
conocimiento humano; hace a la como símbolo de la presencia de tanto, con la transubstanciación se Por eso la trascendencia del espí-
-+revelación única fuente del cono- Dios (Ex 40, 34-38), Jesús queda tes- cnseña también en esa medida que las ritu humano es el fundamento esen-
cimiento cierto, el cual pierde preci- tificado como mesías, como segundo cspecies de pan y vino permanecen, cial de l¿ -)persona, de la respon-
samente con ello su historicidad: Moisós cn cl monte del Señor (Ex que con razón la ciencia empírica sabilidad, de la --)experiencia reli-
pasa por alto el que tanto la tradi- 24, 15-18). como curmplimiento de la profana no puede comprobar mu- giosa (la -+mística inclusive) y de
ción como la revelación histórica alianza y cle la profecía libre. En un tación física alguna (cf ., además, Ia posibilidad de la autocomunica-
necesitan un destinatario: la ->r¿r- scntido totalmente diverso', se habla -)consubstanciación: la concepción ción de Dios en la -+gracia y en la
zón humana, que decidiéndose rcs- también de transllguración de Jesús de M. Lutero). -+revelación.
ponsablemente (es decir, viniendo refiriéndose a su glorificación des-
de los fundamentos de su esencia) pués de la -+r,esurrecoión. Tr¿¡scelrdencia. Se llam¿r en lógica Trento. Ciudad del norte clc lt;-i-
puede aceptar la palabra histórica. trascendentes a los enunciados que lia que da su nombre al xlx cortcilio
Transubstanciación es la transfor- no es,tán referidos a un solo árnbi- ecuménico que se celebró en ella del
Traducianismo. Doctrina según la maci(rn de las -)substancias del pan to de entes ni se pueden predicar 13 de diciembre de 1545 al 4 de di-
cual el alma del niño so origina del y del vino en las substancias del sólo de ellos, sino euo son los enun- ciemtrre de 1563. Tres papas vivie-
proceso material de la generación cuerpo y la sangre de Cristo, que ciados necesariamente válidos para to- ron ese concilio: Paulo IIt. Julio II
(traducianismo material) o es una tiene efecto por Ia consagraoión eu- do ente real o posible. Así, p.ej., -)ser y Pío Iv. Trató, desde cl punto de
parte del alma de los padres (tradu- carística (-+misa [sacrificio de la]) unidad, ->verdad, bondad (-)bien), vista dogmático (junto al de la re-
cianismo espiritual). El traducianis- en virtud del poder de Dios. Por ctcétera. Esos enunciados son verda- forma de la Iglesia), Ias cuestiones
mo surge una y otra vez en la teolo- ese medio se hacen presentes el cuer- clcramente trascendentes, metafísicos, provocadas p,or Ia doctrina de los

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Trento Trinidad

refor¡¡adoles protest¿rntes del s. xvl : está constituido por tres realidades, tlt'r t'.t:r <<¡r:rlubra>>. b) Et el NT que- divina una. Por 1o tanto, son igual-
extensión del -+s¿¡on de Ia Sagra- cuerpo, alma y espíritu, que se dis- rl;r tr",tilicurl¿r la diünida6 fls -+Je- mente eternas y omnipotentes (Dz
da Eecritura, importancia normativa tingtien entrc sí con -+distinción .,u( r r,l(() (f lijo). En éste se dan la 13 19 276 ss 703 s e.p.). á) Estas tres
de la ->tradición, doctrina acerca rea[. Esta doctrina fue rechazada por rlcl Espíritu (Lc 4, 18), el
¡rlr.rrilirtt personas son rcalmente distintas en-
del ->pecado original y de la -)con- el magisterio cclesiástico (Dz 148 lrt'rrlrrr (Mc 2, 1-12 y paralelos), la tre sí (Dz 39 281 703ss 1655). El
cupiscencia; doctrina acerca de La 255 33;8 480s 738 1655). Separa de- ',¡l)r c.n ur cercanía de Dios (Mt 1 1,
r Padre está en posesión inoriginada y
-+gracia, de la +justificación, del masiado al espíritu del hornbre; es
)\ \\.. Ir¡h 10, 30), el imperio sobre eterna de la esenci¿t divina neccsaria
->mérito, de 7a certeza respecto a decir, a la persona, a Ia historia es- l;r lcy tlada por Dios en el AT (Mc (Dz 3'19 3:9 4'28 703 s). El Hijo sub-
la propia salvación (+salvación [cer- piritual libre, con frecucncia aun sin i-2ll y paralelos), el <<Yo soY>>
.) siste en virtud de la comunicación
teza de la propial), ,-)perseverancia; quererlo, les separa demasiado de (lotr tl. 58; 10; 11,25 e.p.; +Yah' eterna de la esencia clivina (<<gcne-
doctrina sobre los siete sacramentos la realidad corpórea, de lo material. rch). De la misma manera, el NT ració»>, prolación dcl <<Logos») lle-
en general, con -)bautismo y -)con- No puede entende¡ verdaderamente ('r)¡)()cn la divinidad del ->Espíritu vada a cabo por el Paclrc cxclusiva-
firmación, y sobre la -+eucaristía la historia de la realidad material Sunto. que corno espír,itu de Dios es mente (Dz 13 19 s 275 432 703 s e.P.).
(-+transubstanciación) y el sacrificio como historia del espíritu y así no lrt ahsoluta plenitud salvíñca de Dios El Espíritu Santo no es engctrdrado,
de la misa 1->misa [sacrificio de la]), puede entender la redención <<que vie- (l.c 4. 18; Tit 3, 5s). Con todo, el sino que procede del Padrc y del
la confesión (-+penitencia [sacramen- ne de arriba» como aconteciendo llijo t' el Espíritu no son senoilla- Hijo juntamente, como de principio
to de lal), -)unción de los enfermos, verdaderamente en la carne del hom- nrcnte lo mismo, corno presencia del úrnico, en virtud de una espiraci(rn
-*orden y -+matrimonio en particu- bre. El
espíritu se convierte en el I)ios que revelan. Están relaciona- (spiratio) {rnica (Dz 39 48 460 691
lar; doctrina sobre el ->purgatorio, adversario del alma, y en contradic- tlr» con É1, son enviados por El, 704 e.p.). c) Por lo tanto, en virtud
la veneración de los santos (-)san- ción esencial (no sólo históriÉmente cada uno tiene su <<relació»> peculiar de estas dos relaciones originarias,
tos [veneración de los]) y sobre las existencial), irreconciliable, con la c«rn el Padre (Ioh 1, 1 18; ,15, 26). se dan en Dios propiedades (Dz 281
->indulgencias, historia de la tierra y al cuerpo I1l NT conoce, por tanto, a la vez 2'% 428) y relaciones (Dz 208 278
(Jalma, -)fo¡ma, -+espíritu). El (lue sostiene con toda firmeza la 281 296 703; -)relación) realmente
Tribulación es un concepto del <<tricotomismo)), en la Escritura, en- rrnicidad de Dios, una tríada en El: distintas (Dz 278' 296 7U3), que, por
NT que no puede faltar en la inter- tiende por <<espíritu> un aspecto de- l)erdre, Hijo y Esplritu Santo, que se su parte, no se distinguen realmente
pretación cristiana, no idealizada, de terminado del alma una; concreta- distinguen enre sí por med,io de su de la esencia divina (Dz 389 431 s
la existencia hurnana cristiana (-)ten- mente, el aspecto espiritualmente acción salvifica diferenciable. No 7A». Cada una de las p€rsonas es
tación, -+mundo, -)muerte). El hom- personal del alma. Algunas veces en- r¡bstante, están de tal manera equi- el Dios uno. En Dios todo es idén-
bre sigue siendo el atribulado, el tiende también por <<esplritu> la gra- pzrrados, que el Hijo y el Espíritu tico mientras no medie una oPosi-
afectado por la experiencia de su cia sobrenatural del hombre, el Es- Santo no pueden concebirse como ción de relación (Dz 703). Cada una
finitud, de la fatiga del trabajo, de piritu Santo, que no son partes cons- nreras <<fuerzas>> minorizadas de la de las personas divinas está total-
su rnortalidad. Y como cristiano es titutivas substanciales del hombre, acción de Dios en el mundo (cf. los mente en cada una de las otras (-->pc'
eso con mayor agudeza (Ioh 17, 14). sino su salvación regalada por Dios. nurnerosos <<lugares trinitarios», co- rikltoresís; Dz 7A4), cada una es el
No Ie es lícito al cristiano rehuir nro p.ej., Mt 28, 19; 2 Cor 13, 13 Dios verdadero uno (Dz 279 343 420
esta situación. Tiene que soportar Trinidad. Este término designa el ctcétera). 461). Ad e)ctra, es decir, en orden a
este corto tiempo de la vida en vir- misterio fundamental del ->cristia- las criaturas. son un solo princi¡'ri.r
tud del Espíritu (1 Thes l, 6), con nismo; el misterio de una naturaleza II.
Doclrína del magisterio ecle- eficiente (Dz 428 703 e.p.).
confianza en la gracia de Dios en y tres personas (Padre, Hijo y Espí- La Trinidad es misterio en
.ririsúico.
Cristo (Ioh i6, 33) como participa- ritu Santo) en -)Dios. sentido estricto, misterio absoluto IIII. Pora uno listoría dogmáti<'tr
ción en el destino de Cristo; tiene (Dz i795). Su existencia no puede de la doctrina l'rínítu'ia. La hist«rria
que soportar este pequeño lapso de I. Doctrína de la Escritura. a) La cr)noserse sino por una revelación. dogmática de este misterio consisti:
tiempo de la vida con constancia es- trinidad se esboza ya en el AT como Inclus,tr después de su revelación, el realmente en el esftrerzo por nrtntc-
peranzada (Ioh 16, 16 ss). algo abierto a una desvelación, Dios entendimiento creado no puede lle- ner las afirmaciones del NT y por
es el -ámisterio absoluto que, sin gar a comprenderlo internamente. defenderlas contra los intcnto';. c¿tdr¡
Ilicotomismo. El tricotomismo es embargo, trata también históricamen- Con niás exactitud, el magisterio afir- vez más sutiles, de resolvcr cl mistc-
una doctrina errónea que, a p€sar te con los patriarcas. En el AT esta rna lo siguiente. a) El Dios uno exis- rio propuesto por la Biblia. Y esto
de serlo, surge una y otra vez en el automanifestación desvelatoria se da te en tres ((personas» (subsistencias), respondiendo siempre a Ias dilicuita-
curso de la historia del pensaneiento sobre todo por medio de Ia <<pala- que son una naturaleza divina (cf. des con un conceptualism<> toclavía
occidental. Segfin el tricotomismo, el en Ia que Dios está presente,
bra>>, Dz 17 48 428 e.p.), es decir, son la más sutil, utilizando todos los recur-
hombre, en su esencia substancial, y en el <<Espíritu>> que hace enten- esencia divina una y la substancia sos y todo el des¿trrollo dc la con-
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Trinidad Trinil:¡ria (lcología)
ceptualización occidental (-*natura- ambos casos versan sobre la comu- te relativas, puesto que en su reali- mos pensado en el misterio a Ia
leza, ->persona, -)esencia, etc.). nicación de Dios y no sobrs dos dad son idénticas con el ser absolu- manera del +triteísmo. Herejía quc
Como era de esperarse a priori, apa- efectos creados distintos, se trata to de la esencia divina, aunque pue- sigue siendo hoy día un peligro para
recen las herejías fundamentales si- siempre <<del mismo> Dios. den ser algo que no es la nada, como el modo vulgar de medioentender la
guientes: -+Modalismo, según el procesiones distintas (-+relación). doctrina trinitaria de la Iglesia.
cual la Trinidad de personas no sig- V. Reflexiottcs porticulu,res sobre Por lo tanto, las dos procesiones El Dios uno es Padre (en cuantr>
niflca sino tres aspectos o maneras la teología trínítaria. l. Conforme a quedan constituidas como cuatro re- que se cornunica) porque cs la fucn-
de presen'tarse Dios a nosotros. la revelación, en Dios como princi- laciones: generación, ser engendra- te sin origen; es Hijo y Palabra por-
-+Triteísmo, para el que Padre, Hijo pio de operaciones inmanentes, subs- do, espiración y ser espirado. Pro- que, por el hecho de que el Padrc
y Espíritu Santo so,n sencillamente tanciales, necesarias y necesariamen- cesiones y relaciones no son real- se afirma a sí mismo, y de esta ma-
tres dioses que forman sólo una uni- te actuales, el acto no procecle de mente distintas de la esencia divina, nera es Padre, este estar autoafir-
dad conceptual. Por fin, -)subordi- una potencta ( processío operatíonis), aunque sí se distingan de ella con mado es algo real intradivino cn
nacionismo en sus diversas formas: sino que lo comunicado pr<rcede de distinción virtual de razón. cuanto relativamente contrapucsto.
el Hijo y el Espíritu Santo son <<cria- la actualidad pura del o¡rerante (pro- constituyendo como realidad rclati-
turas» del Padre, fuerzas atenuadas cesslo operati). No se trata, pues, de 3. La realidad divina una existe, va del Drios uno, una distinción rcal.
del Dios uno. una necesidad de hacerse, de deve- por lo tanto, con una manera de ser De esta manera constituye una in-
nir, sino de una comunicación abso- relativa triple y <<personificante>>, confundibilidad relativa en Dios. Es
IV. <<Inmanencia>> y <<economía>> luta y plenar,ia del ser increado pro- puesto qr.re cada una, como relación, Espíritu Santo porque, con el segun-
trinitarias. A partir del desarrollo pio, en dos procesos (processiones) no se confunde ni puede confundir- do proceso vital intradivino del amor
f-áctico del dogma trinitario y de Ia correspondientes a la esencia del es- se con las otras. Existen con Ia ma- anuente y aceptante, se asienta una
teología sistemática actual, hay que piritu infinito, como conocimiento y nera de ser del incomunicado comu- diferenciación relativa y analógica.
reconocer y sostener fundamental- amor. En cuanto que el Padre, en nicar, como proferir generante; del
mente que Dios, en la absoluta un acto del conocimiento infinito, se ser comunicado, como prolación ge- Trinitaria (teología). Se llama así
)autocomunicación a la criatura, se conoce a si mismo y en rÉl a todo lo
ha dado tan enteramente. que Ia Tri-
nerada; del ser comunicado, como a la teologia acerca de la -+trini-
conocible, profiere su propia esencia espirada anuencia (o aceptación) dad del Dios uno. La teología trini-
nidad <<inmanente>> es la <<económica>>. (acto nocional) y hace así realidad amorosa del amante. El Dios uno taria tiene como tarea acercar ese
Es decir, que la Trinidad que se da el concepto de <<generació»>: origen existe en la unicidad de su esencia, supremo -)misterio de la revelación
en Dios mismo no es tan distinta de del ser vivo a partir de otro ser vivo, como tres ((personas» en la tríada cristiana a la voluntad e inteligencia
la que obra la salvación en el hom- por medio de la comunicación de la de las relaciones personificantes. Es do la fe; a este fin sigue la historia
bre; -+inhabitación de Dios. y, ü- propia vida; posición de lo s€me- decir, existe a la manera de una de la revelación de ese misterio en
ceversa, la Trinidad del comporta- jarfie (orlgo viventís a vívente, prín- triple ycontrapuesta relatividad de el AT y en el NT, y también la de
miento divino frente a nosotros es cípio coníttncto, in simílítudinem na- la autoposesión esencial una. espiri- sus formulaciones teológicas y de
ya la realidad de Dios, tal y como turae). Generación del Hijo unigéni- tualmento consciente. Si al hablar la contradicen (+tri-
Ias herejías que
este es en sí: ((personalidad>> triple. to de Di.os, Logos, como le llarna la de <<tres personas)) partimos involun- teísmo, -+sabelianismo, _)unitaris-
Así pues, a pañir de nuestro cono- Escritura. En cuanto que el padre taria e irreflejamente del constitutivo mo); pone a punto los medios con-
cimiento vivencial por la fe, que nos y el Hijo, o el Padre por medio de1 l'ormal del concepto moderno de ceptuales para su formulación (uni-
regala la misma palabra de Dios Hijo, como dioe la teologia griega )persona, sin querer, pensaremos dad, -+pers ona, ánattraleza, -)esen -
(Escritura, Jesucr,isto), podemos de- para expresar el mismo pensarniento,
cir: La absoluta autocomunicación en tres centros activos espirituales y cia, +relación, '+períkhoresís) y
son un principio {rnico eficiente del distintos, que se relacionan entre sí. pretende formular de la manera mírs
de Dios al mundo, como misterio querer amo,roso en el <<sí>> a ellos A1 hacerlo, no sólo habremos asen- clara e inteligible la doctrina misma.
qlre se nos ha acercado. se llama en mismos, tiene efesto una procesión tado un concepto ajeno al de la an- Hoy día, hay que añadir a todr>
ou originariedad absoluta. Padre; co- (Ioh 15, 26) que no es sino la comu-
mo principio idéntico que actfia
tigua teoría de las 1¡s5 ->hipóstasis lo dicho la tarea ulterior de poncr
en nicación de la esencia, como anuen- del Dios uno; no sólo habremos con- en claro la importancia religiosa dc
la historia, Hijo; como donado a cia del amante frente al amado (<<es- cebido erróneamente el principio psi- esa doctrina de la Trinidad <<inma-
nosotros y por nosotros aceptado, piració»>) o como aceptación amo- cológico.humano de operaciones en nente>> a Dios: como Dios se crr
Espiritu Santo. En estos diferentes rosa de la realidad divina: Espíritu Cristo, como algo diüno; no sólo. munica de un modo absolut«r conl()
<<cómo>> so trata realmente de la auto- Santo. una vez más falsamente, habremos el <<sin origen>> que no tienc nornl¿t
comunicación de Dios <<en sí>>. La contrapuesto, como algo distinto, es- alguna superior a El (<<Padre>>), y
tríada expresada es una tríada de 2. Estas dos procesiones hay que te algo divino al principio operativo, como esta comunicacirin se rcaliz:r
Dios en sí. Sin embargo, puesto que entenderlas como realidades puremen- del Padre, sino que además habre- necesariamente en dos nrod<l:-; : la
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Trinitaria (teología)

presencia histórica de la autoexpre- Tubinga (escuela de). 1) La (pri-


sión de Dios en el mundo (-)<(Lo- mera) escucla de Tubinga protes-
gos>>, <<Hijo» y su intervención san- tante es una orientación de la teo-
tificadora en el fundamento más ínti- logía evangélica del s. xrx, que tenía
mo del hombre, que obra su misma sus principalcs clcl'ensores (p.ej.,
aceptación (<<Espíritu Santo>>). Sin
embargo, estos modos de comunica-
F.Chr. Baur, D.F'r. Strauss, E. v.
Zeller) ante todo en Tubinga. Esa
u
ción hay que concebirlos de tal ma- corriente llevaba impreso en ella lo
nera que su diferenciación no se fun- característico del espíritu del s. xrx: Ubicuidad (teoúa de la). La teo- etcétera; requiere tambión oración.
de en la criatura; por el contrario, el afán de sistemas especulativos de ria de la ubicuidad es un intento Y, por parte de la lglcsia católica.
son propios de Dios <<en sí>>, son acuerdo con el espÍritu del idealis- transitorio de Lutero para explicar requiere, sobre todo, la distinción
extensión homogénea y gratuita de mo alemán y el criticismo histórico. la pnesencia del cuerpo y la sangre entre la unidad necesaria en I¿r doc-
una doble comunicación intradivina, 2) La escuela de Tubinga católica de Cristo en la eucaristía por la co- trina y un pluralismo más anrplio cn
y fundamentan una triple distinción (Drey, Hirscher, Móhler, Kuhn, He- municación de la omnipresencia divi- cuestiones disciplinares y en la confi-
relativa que implica Ia p,lenitud viva fele, Staudenmaier, etc.), totalmente na a la humanidad de Cristo. Este in- guración de la vida eclesiástica.
de la mismidad de Dios. Con otras dentro del ámbito de la doctrina ecle- tento no comprendió que la unión Incluso ahora pueden y deben dar-
palabras, la teología trinitaria tiene siástica, supera el racionalismo ilus- hipostática no impiica una diviniza- so en la Iglesia: una verdadera u¡ri-
que par[ir del axioma, o tiene que tracionista del s. xvru. A diferencia ción intrínseca de la naturaleza huma- dad en la caridad, que siente res¡reto
apuntaral axioma, de que la Trini- de la neoescolástica, usa de los ins- na finita de Cristo, y que, por lo tan- ante la conciencia de los demás, y
dad <<inmanente>> y la <<económico- trumentos conceptuales del idealis- to, no puede proporcionar a Cristo la un trabajo conjunto en las tareas
salvífica>> son una misma cosa. Tiene mo alemán y tiene un vivo sentido omni¡rresencia. Sobro todo teniendo de la vida pública, con una autén-
que partir de que no es lícito negar para el devenir histórico de la reli- en cuenta que esa omnipresencia tica responsabilidad ante el mundo,
la una, a la manera del -+sabelia- gión y del dogma y paÍa el método destruiría precisamente lo propiamen- seg{rn las normas del derecho natural
nismo, o debilitar la otra reducién- histórico en la teología. te especial de la presencia de Cristo común a todos, aunque teóricamente
dola a meras -)<<apropiaciones>>. Y, en el sacramento. se fundamente de diversas maneras.
partiendo de ahí, tiene que mostrar Typos o <<ejemplar» se llama en
que en la confesión de nuestro pro- el NT a una persona o suceso de Urn sancta (movirniento). En cas- Unción de los enfermos es el acto
pio perdón (engraciación) divino en la historia del AT dirigida por Dios, tellano se podría denominar movi- sacrarnental de la Iglesia en el enfer-
Cristo y en su Espíritu confesamos en cuanto que dicha persona o su- miento por una lglesia santa. De- mo, acto en el que la Iglesia se mani-
ya Ia fe en la Trinidad. Esto incluso ceso es <<típica>> para las orienta- signa, como nombre común, a todos fiesta como vencedora do la muerte,
alli donde la sutilformulación de ciones, actitudes libres, etc., de Dios. los empeños por unir nuevamente de su opresión y de sus tinieblas, en
dicho misterio, llevada a cabo por que se mantienen a través de toda a todos los cristianos de las diver- espcranza escatológica.
la teología clásica, no aparezca fá- la actuación salvífica divina. Por sas confesiones, para hacer reali-
cilmente como religiosa ni como exis- tanto, necesariamente tiene que tener dad la voluntad de Cristo de una I. Según la tradición, la fundu-
teircialmente asimilable. en el NT correspondencias (eleva- Iglesia para todos los que creen en ntantacíón bíblíca de la unción de
das, sublimadas), que han sido pre- El. Est¿ meta. a \a que han de los enfermos se encuentra en Iac 5.
Triteísmo. Herejía del s. III, de- vistas por Dios y queridas previa- asentir todos los cristianos cons- L4 ss, conforme a la cual los que
fendida solamente por pensadores de mente en esa regulación fundamen- cientes. no pr:ede alcanzarse por están al frente de una comunidad
poca talla, euo entiende la -+Trini- tal. Así, p.ej., Moisés es un typos de medio de un programa dogmático han de rezar sobre el enfermo, un-
dad de Dios de tal manera, que la Cristo, la peregrinación del pueblo minirno o deja.ndo de lado las dife- girlo con aceite (de acuerdo a la an-
nnidad absoluta de la esencia de de Israel a través del desierto, t!- rencias doctrinaies, pues ello supon- tigua conexión entre la esperanza dc
Dios queda rota en tres dioses (cf. pos de la marcha de los cristianos a dría Lln ilícito disponer sobre la la curación y la unción) e invocar
Dz 48). la tierra prornetida de la vida eterna. revelación divina. el nombre del Señor. El e[ecto de
También en la edad media, en Para nosotros, esos typos resultan Hay que Ilegar a esa meta por esta unción es el perdón de los
el s. xtI, el triteísmo fue la conse- reconocibles, ante todo (aunque no medio de la consecución de la unión pecados; para conseguir la curación
cuencia de las obscuridades de que sólo) si ya en el NT o en loe padres en la verdad total de la Iglesia. Es- se han de confesar unos a otros los
adolecía la doctrina sobre la Trini- quedaron destacados sus paralelis- to requiere paciencia, comprensión pecados y rezar unos por otros. La
dad. Fue condenado en 1215 por el mos. Utilizados con prudencia y mutua, amplitud de espiritu y áni- -+potestad que aquí se afirma. dada
concilio Lateranense Iv (Dz 43? s; tacto. sirven legítimamente a la ac- mo. contactos repetidos una y otra a la jerarquía para perdonar los pe-
cf. también Dz 1655). tualización siempre nueva del AT. vez en conversaciones, congr€sos, cados, sólo puede ser conferida por

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5i 758
f!
Unción do los entermos Unión hipootrática

Dios. Asi, toda esta acción lleva en cramento primero y necesario es Ia s.»lidaria de ellas, y so realiza a sí dad. Esta unidad ha sido confiada a
sí las propiedades esenciales de un -+eucaristía. Sin embargo, tiene mu- nrisma como quien levanta la antor- dicha cabeza para que la mantenga
-)sacramento. Si se tiene a la lgle- cho sentido que una parte de la rea- cha de la fe en cualquier lugar del a través de la historia como signo
sia instituida por Cristo como <(sa- lidad que se da en este sacrarne-nto nrundo donde se haga de noche, co- de su institución divina.
cramento primordiab> y se considera se haga aún patente en otro; es decir, mo quien siempre sale al encuentro
que son necesariamenfe éopus ope- en la unción de los enfermos, que, «Iel esposo. 2. Teológicamente. La teología
ratum, sacramentos, sus realizacio- por significar más claramente, aporta entiende por unidad de la Iglesia la
nes esenciales básicas en orden a la también de una manera más prolun- Unidad de la Iglcsia" l. Escríturís' unidad y a la vez la unicidad de
salvación del individuo en las situa- da y abundante precisamente aquello tictunente. La unidad do la Iglesia, la Iglesia. Ambos aspectos quedaron
ciones decisivas de éste, entonces la que de un modo especial significa. oxpresada de las maneras más di- fijados tempranamente en la intelec-
institución de este sacramento ha sido La Iglesia llama también a la santa versas (ekklesia, ->Iglesia, residuo, ción quo [a Iglesia tenía de sí mis-
realizada por Cristo, sin que para unción la consumación tlel sacrarnen- linaje de Abraham, sementera de ma y fueron siempre mantenidos por
eilo haya que postularse necesaria- to de la penitencia (-)¡renitencia Dios, edificio, casa de Dios) la en- el magisterio (símbolos de la fe: Dz
rnente una palabra explícita de Jesús. [sacramento de Ia]; Dz 907). tiende el NT como fundamentada, 430 4t6'8 1'821 1954 ss 228i6). La uni-
De esas dos consideracione,s pue- sobre todo, en el hecho de que la dad de la fe, de los sacramentos, del
III. La doctrina de fe referente de deducirse que el efecto de Ia Iglesia ha sido instituida por la ac- culto y del gobierno constituyen los
ai sacramento quedó definida en unción de los enfermos es la <<con- ción de un Dios uno (1 Cor 8, 6), momentos externos de esa unidad;
JTrento contra los reformadores formación>> o incorporación de la en- por la revelación una en Cristo uno momento que fluye de su principio
(Dz 'W7-910 n6-Y29). Conforme a fermedad del que recibe etr sacra- (crucificado, resucitado y glorifica- interno: de la acción (institución) de
ello, la unción de los enfermos es mento a la victoria de Cristo. De ese do) (Rom 14, 7 ss) y en la actuación Cristo y de su Espíritu. Sin embar-
un verdadero sacramento, instituido Cristo que ha vencido a la enfer- de un Espíritu (de Dios y de Jesu- go, en cuanto tales son simultánea-
por Cristo, promulgado por Santiago. medad y a la muerte, en cuanto que cristo) (Eph 2, 18). Esta unidad, final- mento la perceptibilidad histórica de
I-o han de recibir los enfermos de son consecuencias y expresión del pe- mente, se manifiesta en el -+evan- la voluntad salvífica una y única con
gravedad, que tienen o han tenido cado. Por ello la enfermedad del gelio uno, en el ->bautismo uno y respecto a todos los hombres, que
uso de razón. No se permite su individuo, supuesta su -)disposición en el -+ministerio uno, que fue ha de manifestarse por Ia Iglesia y
repetición dentro de la misma enfer- adecuada, queda convertida en una entregado a Pedro y a los doce. en la Iglesia. En cuanto que la es-
medad, por lo menos sin un nuevo situación salvífica que conducirá al La unidad de Ia Iglesia esencial y cisión actual de la cristiandad ha de
peligro de muerte. El ministro es el enfermo, sea cual sea su fin, a la sal- concreta queda expresada en Pablo, considerarse o vivirse como tras-
sacerdote; en la Iglesia oriental, va- vación. Como en todo sacrsrnento, sobre todo, por medio de una seme- torno pecaminoso, se hace cada vez
rios. La materia queda constituida también en la unción de los eni er- janza con el cuerpo. Este cuerpo más necesario el recurso a los cri-
por el aceite de oliva bendecido por mos el efecto está vinculado a Ia queda constituido por el bautismo y terios originarios de la unidad de la
el obispo y la unción de los sen- disposición. Por ello es clara la im- actualizado por el banquete eucarísti- Iglesia (-->Unasancra [movimiento]).
tidos; en caso de necesidad basta con portancia de recibir con oportunidad co (1 Cor I'A, l7). Esta unidad en- La restauración de tal unidad no
ungir un sentido. La forma en el esta santa unción y la exhortación cLrentra una delimitación clara en puede dejarse para el ñn de los
rito latino son las palabras (esen- valiente y alentadora del sacerdote. virtud del establecimiento de fron- tiempos, puesto que la Iglesia, en su
ciales): <<Por esta santa unción, el Pero este sacramento tiene también Leras con respecto a los que están unidad, ha de ser y tiene que ser
Señor te perdone cuanto has faltado.>> y necesariamente, como todo sacra- <<fuera>>. al hablar de la forma de signo de la gracia en el tiempo.
mento, su aspecto eclesiológico. Lo tratar a los pecadores (-+penitencia
III. Teología. Sóio desde el si- tieno en el mismo enfermo, que como [sacramento de la]). Según esto, el Unión hipostática (al pie de la le-
glo x tuvo a la unción de los en-
se sujeto libre, con un sí creyente. deja NT considerala unidad de la Iglesia tra, algo así como unión y unidad
fermos como sacramento de los mo- que se lleve a efecto esa unción en como algo que viene dado desde permanente en una '-)hipóstasis :
ribundos en sentido estricto. EI tes- cuanto que es un miembro bauti- siempre, como algo presente, concre- persona) es el término teológico téc-
timonio más antiguo de Ia tradición zado de la Iglesia (los niños peqLre- to e histórico (y no sólo como algo nico para expresar que en ->Jesu-
data del aí.o 215; en él habla Hipó- ños no son sujetos de la unción de indeterminado e ideal) que es pro- cristo una entidad humana fue auto-
lito de la bendición del aceite de los los enfermos). Y el aspecto eclesio- pio del pueblo uno de Dios, en vir- afirmación criatural del Verbo de
enfermos. Con todo, la -)enfermedad lógico de la unción de los enfermos tud del acto amoroso uno y univer- Dios por la unión y unidad estable
se ha entendido siempre en teología ss muestra también en la acción de sal de Dios con respecto al género de una naturaleza humana con la
como una manifestación plástica de la Iglesia, que participa en ia.s an- humano uno, por medio de la im- persona (- hypostasis) divina del
nuestra caducidad en Ia mue¡te y sias de la muerte de ese micnrbr«r plantación de una c,abeza (del se- Logos (d.f.: Dz ll3-124 148 Zl7 22Á
hacia ella. En esa situación. el sa- suyo sin desesperación y hació:rtJosc gundo +Adán) sobre esta humani- : 269). Esta formulación es el re-
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§r

Unitarismo
Unión hipostatica
esencia (->espíritu), Quc, a pesar de
sultado de las grandes pugnas cris- ración, obediencia; en la actitud co- irrnrcdiatamente junto al Logos' en
de los cuatro rrespondiente al sentimiento más Io quc toca a su entidad Y a su con- la diversidad querida por Dios, per-
tológicas Primeros mite y exige una intercomunicación
siglos. Se llegó a ella a través de in- radical de su criaturidad. Así pues, .i",,Lia (ct. también ->ciencia de positiva; c) en la historia de la sal-
tentos desafortunados por aclarar ra- Cristo no es una forma humana del ('r'isto). Partiendo de aquí, podría
Dios que trata con nosotros, sino .locirsá: <<Jesús es el hombre que vive
vación y condenación que ha de es-
cional y especulativamente el hecho, tructurarse sobre esta unidad Y Ia
testificado en la Escritura, de que Dios mismo y a l'¿ vez verdade¡o Lrr absoluta e irrepetible entrega .de
supone, unidad que se muestra el]
iesucristo es verdadero Dios y ver- hombre; alguien que puede ser nues- sí mismo a Dios» (como Proposrclon
la voluntad salvífica universal de
dadero hombre. Lo que más imPor- tro mediador con respccto a Dios, c,,encial acefca de Jesucristo), en el
una entrega ab- Dios y en sus actualizaciones histó-
tancia tenía en estas discusiones cris- con verdadera libertad humana. El f',r'csupuesto de que
modo en que esto puede ,,,luta de sí mismo a Dios imPlica ricas (->Antiguo Testamento, -)Nue-
tológicas era que se degradaba a pensarse,
vo Testamento, -)pscado original).
la misma encarnación y por tanto a la es io que constituye la problemática rrna absoluta -)autocomunicación de
actual de la unión hipostática. La l)ios. Autocomunicación que, a lo Esta voluntad salvifica de Dios se
verdadera humanidad de Jesucristo,
producido Por ella, es decir, - a su dirige a la restauración de la dcsga-
convirtiéndola en un mero disfraz solución debería tomar como punto
rrada unidad del género humano
de la divinidad (+arrianismo, -+apo- de partida que sólo una persona di- iestinatario, Qüe queda creado .en
vina puede poseer como suya una virtud de tal comunicación y a quien (Ioh 11, 52; 17, 11). A esto fin, res-
linarismo). Así, p.ej., se negaba a ponde la +unidad de la Iglesia (Y
la posesión de un alma huma- libertad realrnente distinta de ella; se le obsequia con Dios mismo' lo
Jesús
y que dicha libertad no deja de ser haco realidad del producente mismo; su universalidad) y su dinámica sa-
na se consideraba al <<alma>> del cramental orientada hacia el mundo'
Logos divino como el Puente entre verdaderamente libre ni frente a la y en el suPuesto de que semejante
persona divina que ia posee; y gue, áfirmación existencial es una afir- Por tanto, la unidad de la huma-
ésto y la carne; concePción que lle-
mación ontológica en el más radical nidad es una tarea a la vez intra-
vaba consecuentemente al -émono- con todo, esta libertad caracteriza a
mundana y gratuitamente escatoló-
fisismo y hacía de la redención una esa p€rsona como sujeto ontológico de los sentidos.
gica, en cuanto que Por el Pecado
obra de Dios en cuanto tal. suyo. Sólo en Dios puede pensarse
que El mismo puede constituir Unidad del género humano: a) un se corrompió la unidad del Punto
También se impugnaba que el Lo' ta
hecho que se estructura a Partir de do partida. Y de tal manera' que no
gos divino pudiera ser sujeto de la diferenciación de sí mismo.
la pluráfidad de todos los hombres se podría alcanzar ni conseguir in-
entidad humana. Así, el ,-)nestoria- La relación de Ia persona Logos
con respecto a su nattraleza hurna- inevitablemente referidos unos a tramundanamente sin la acción sal-
nismo ponia lo humanamente acae- vífica gratuita de Dios.
cido en Cristo a este lado del abis- na tendría que pensarse como sigue: otros y dependientes entre sí; b) una
mo que existiría entre Dios Y la pensando que aquí la autonomía y tarea que, más o menos como meta
la cercanía radical llegan parejamen- intramirndana de la historia, ha de
Unitarisrno es la doctrina de al-
criatura, si no se quería hacer de lo gunos grupos fragmentarios (M. Ser-
verdaderamente humano en Cristo te a su punto culrninante, rinico en hacerse realidad en cuanto Presu-
su género, sin comparación pos,ible puesto de la unidad y catolicidad de vet, F. Sozzini) en la reforma del
una realidad de Dios mismo en el s. xvl. Niegan la -+Trinidad, Por
más propio de los sentidos. Por me- con otros casos parecidos; culmen la Iglesia, Y que, Por otra Parte, es
que no es sino el punto supremo una áctividad escatológica obrada por
consiclerarla una deserción del mo-
dio del reconocimiento de una do-
noteísmo estricto. El unitarismo ad-
ble -)naturaleza en Cristo, se llegó irrepetible de una relación creador- Dios. La unidad del género humano
se basa en: a) la unidad de co- quirió una gran imPortancia en el
en el concilio de -)Calcedonia a criatura. De esto se sigue: en el mo-
moderno protestantismo liberal, so-
la posibilidad de poner el acto me- do y medida en que la unión hipos- nexión espacio-temporal, terrena, bio-
diador decisivo, redentor, en la rea- tática es una determinación onto- Iógica e histórico-humana (-)mono- bre todo en América. )socinianis-
lidad de este mundo, exactamente lógica-real de la naturaleza humana, genismo); á) la unidad de la misma mo.
en la naturaleza humana de Cristo. precisamento su determinación onto-
Y de tal manera, que el acto reden- lógicamente suprema; y en el modo
tor es y sigue siendo un acto del y medida en que esta naturaleza
Logos y a Ia vez un acto de la li- humana es por si misma <<consigo>>,
bertad humana. Esta doctrina inclu- cosa que le viene dada con su espi-
ye que la naturaleza humana del ritualidad; de ese modo y en esa
Logos tr)osee un centro de los actos medida tiene que ser por sí misma
auténtico, espontáneo, libre y espi- consciente de la unión hipostática.
ritual. {mplica una autoconciencia, Esta no puede ser meramente un
que se halla situada, como criatura, contenido de su saber objetivo que
frente por frente con Dios en la acti- le viene dado <<desde fuer»>. Es de-
tud auténticamente humana de ado- cir, el alma humana de Cristo está
/ i )(-l

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-t -r
Vida

lrr plcrritud infinita de la perfección, Vida designa una manera dc ser


y (lue se da en apropiación en la analógica que se hace realida<l en
rvisir'rn de Dios. una medida ascendente en cada uno
de los escalones de la realidad total.
Vicio. Como término técnico teo- En primer lugar afi.rma, partiendo
l(rgico, designa el +hábito (opera- de la extrreriencia de lo üvo cor¡ró-
tivo) del que proceden de manera reo, la unidad ordenada de una cn-
cstable y regular actos moralmente tidad plural ew, frente al mundo
Vaticano I. Nombre correspondien- cipio y de por si atemática) de la malos. De acuerdo con la filosofía en torno espacial y temporalmente,
te al :or concilio ecuménico, celebra- propia ->trascendencia del +espí- cscolástica del hábito, el vicio se ad- mantieno su consistencia y se perdu-
do del 8 de diciembre de 1869 al ritu. Llamábamos originaria a esa quiere por la repetición continuada ra como una, dentro de la multipli-
18 de julio de 1870, bajo el pontifi- claridad en cuanto que no es con- dc los actos. Por consiguiente, vicio cidad de sus partes y momentos, er'¡
cado de Pío tx. Adernás de temas ceptualmente objetivable, sino que cs el concepto contrapuesto al de autodinamismo y en autoconfigura-
de disciplina eclesiástica, se ocupó, acontece en todo acto del conoci- -+virtud. Puesto que también al vi- ción. Y esto de tal manera, que el
oponiéndose sobre todo al -+panteís- miento, sea cual sea el hacia dónde cio le sirve de base una ->disposi- origen de esa dinámica y de su di-
mo y -)materialismo, de la diferen- al quo temáticamente apunta. Pues ción, que no ha de estar originada rección u orientación los tiene esa
cia infinita entre Dios y el mundo, bien, en cuanto que dicha claridad necesariamente por actos culpables, entidad en sí misma. Por tanto, no
de su acto creativo libre, de su revela- lleva necesariamente consigo la ex- la psicología profunda suele ser con es sólo función dependiente del mun-
ción oral, de la esencia de la -+fe periencia de la propia trascendencia, mucha frecuencia competente para do que le rodea; el todo es siempre
y la relación de ésta con la raz6n implica una verdad que, por estar luzgar la disminución de responsa- algo más que la suma de las partes
natural. También se ocupó del pri- incluida en todas las demás, no es bilidad por debilidad de la voluntad y do sus mutuos influjos. El viviente
mado universal de jurisdicción del una verdad más entre otras, sino una a causa de una costumbre. tiene como tarea propia en ürtud
->papa y de su +infalibilidad cuan- verdad envolvente, ufra referencia a En analogía con las ->ürtudes de su misma esencia, la conserva-
do se trata de solemnes definiciones ->Dios, un saber atemático callado, cardinales aristotélicas, se compusie- ción y desarrollo de su forma espacio-
tocantes a la doctrina de fe o costum- acerca del abismal -+misterio en el ron también catálogos de los vicios temporal.
bres (Dz 1781-184O). Otros temas de que so funda todo 1o demás. Cuan- capitales, cuyo influjo (a través de Por eso, y precisamente por eso
la Jeclesiologia no llegaron a una do el hombre no reprime esa verdad la filosofía popular estoica) es in- (cuando se entiende y so le entien-
formulación doctrinal definitiva, de- suya una, no la od,ia ni se cierra a dudable en los catálogos neotesta- de bien) está más abierto que lt>
bido a la súbita interrupción del con- ella, sino que la acepta, entregándo- mentarios, aunque los nombres de inanimado (un concepto límite) ha-
cilio por motivos políticos. sele libremente y sin amargura, allí los vicios han sido tomados de la cia su mundo en torno. Está abierto
capta el ho,mbre la verdad como da- genuina tradición judía; p.ej., forni- en <<expectació»>, en la recepción y
Yerdad" En la concepción cotidia- da a él en apropiación, esta en la cación o idolatría como expresión apropiación esencial de las impre-
na corriente, se entiende por verdad verdad, que le envuelve y le hace plástica do la <<conducta gentib>. Pa- siones que le vienen de fuera; en el
la correspondencia de una proposi- verdadero, es decir, que le hace en- blo termina algunos de esos catálo- estar a su propio servicio de tal ma-
ción con el contenido objetivo ex- tregado a la verdad incomprensible y gos do los vicios con la locución si- nera que sólo así puede estar al
presado por ella. Sin embargo, este que así le libera de sí mismo. guiente: Los autores (se sobreen- servicio de la realización esencial cn
concepto de verdad Yaría, de ma- En ta1 acto, el hombre efectfra en tiende conscientes y responsables) de orden a otros; en creciente inclusión
nera esencial, segfin la naturaleza del el orden concreto la aceptación libre esas cosas no heredarán la +basí- del mundo ambiente dentro del prr>
conocimiento, del cognoscente y de de su propia trascendencia. Pero leía. Aqrfi reside e,l fundamento es- pio ser y en extroversión crecicntc
1o conocido. Si se trata, p.ej., de un efectúa algo más en ese mismo acto. criturístico para la distinción entre en ese mundo. Lo primero que sc ve
conocimiento en el que el cognos- Puesto que esa aceptación está <<ele- pecados mortales y veniales. Este teológicamente es que este <<milagro>>
cente se conoce originariamente a vad»> en virtud de la voluntad sal- juicio condenatorio hay que verlo a amenazado do la vida aparece c()m()
sí mismo, estonces la verdad es sen- vífica universal sobrenatural, acep- una con la doctrina cristiana del don procedento de Dioc, pucs cn la
cillamente el <<estar consigo>> y, por ta también su propia ordenación al -)arrepentimiento y con la convic- vida so vive más claramente l¿r con-
tanto, la claridad de un ente para Dios de la vida eterna, que se des- ción, ya vigente en los tiempos más tingencia y Ia criaturidad r¡ue en l«r
si mismo. vela en autocomunicación. Acepta, antiguos de la Iglesia, de que fun- inanimado. La üda aparccerá hcch:r
Esta claridad originaria para sí pues, su ordenación a la Verdad damentalmente persiste la posibili- realidad en un grado esencialmcnte
mismo lleva también necesariamen- por antonomasia (Ioh 14, 6), verdad dal del perdón para todos los peca- superior en la realización escncial
te consigo, cofno condición de su que no es sino la autoposesión ab- dos que han sido objeto de la ->con- del espíritu personal. Como historia,
posibilidad, una experiencia (en prin- solutamente luminosa y amorosa de trición. la autoposesión intelectual libre signi-

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Rah-Vorg. 25
Vida Virginidad
fica autorresponsabilidad y autorrea- etcétera, con sus diversos matices, y hcrnrano, incluso cuando (todavia) Tampoco hry que fundamentarla
lización definitiva. Como trascenden- tiene su particularidad insubstituible no ha alcanzado la meta de todos como lucha positiva contra la -+so'¡-
cia hacia el misterio absoluto de y con ella le viene dada una tarea los mandamientos y de la eclesia- cupiscencia. Antes de Cristo no se
Dios, por la cual el mundo ambien- peculiar, que consiste en <<levantar- lidad. estimaba la virginidad; en e[ NT se
te se convierte en mundo y en con- se» hacia el periodo inmediatamente la menciona por primera vez inequí-
torno personal, pudiendo hacerse de próximo, adentrándose en é1, para en Viena de Francia. Ciudad del Del- vocamente, derivándola de la nueva
esta manera reino de Dios, significa é1 integrarse de manera estable. Con linado en la que se celebró el situación salvifica dada con la ve-
vida en sentido eminente. ello se propone también una tarea xv concilio ecuménico del 16 de oc- nida de Cristo. Puesto que esta re-
Partiendo de ahí, se entiende por eminentemente religiosa, que afecta tubrs de 1311 al 6 de mayo de 1312, nuncia es un proceder virtuoso en
fin a Dios mismo como vida por an- al individuo; el cual, no ha de que- duranto el pontificado de Clemente v. orden a la perfección cristiana, que
tonomasia, como razón suficiente rer aferrarse, adoptando una actitud Dicho concilio viennense tiene im- recibe del amor su filüma determi-
originaria, creadora siempre sin in- errónea, a un período que biológi- portancia teológica por varias razo- nación ontológica, el sentido y va-
terrupción, de toda vida; corno el camente está llamado a terminarse: nes. En primer lugar, por las defini- lidez riltimos de la virginidad han
<<Dios vivo>> en absoluto. El nunca infantilismo. miedo ante la vejez, etc. ciones de la capacidad de padecer de determinarse a partir del amor.
es irreal como los ídolos muertos; Pero esa tarea, tanto como al indivi- de Cristo (donde el concilio habla Por eso, incluso la renuncia a valo-
puede obrar con absoluta soberanía duo, afecta también al educador y del origen de la Iglesia en la heri- res y bienes positivos, como los que
y con independencia totalmente li- ante todo a la teologia, pues hay da del costado de Cristo, Dz 480) y presenta la vida personal matrimo-
bre. Como creador, su mundo está que estudiar qué diferencias mues- del -+alma como forma corporis (Dz nial, tiene que llevar impreso en sí
ante É,l. y en El en disimilitud abso- tra cada período de la üda en su 481). Tiene adomás importancia por el sello del amor, lo cual ocurre
luta y a la vez en absoluta cercanía relación existencial con las verdades la defensa del ->!¿¿lismo de los ni- cuando el carácter de renuncia, en
(Gen2,7; Ps 36, 10; Act 17,24-28). cristianas y con los <<preceptos de fin>> ños (Dz 482 s) en contra de Petrus cuanto tal, tiene una función repre-
Es el ser integralmente <<consigo (B. Háring) morales. Ioannis Oliü, y por la condenación sentativa del amor que anticipa cre-
mismo>> en conocimiento y amor Se ha visto que el período de la de la doctrina de los beguardos y yendo en esperanza.
exhaustivo de su propio ser inexhau- juventud se caracteriza por una me- las beguinas, seg(rn la cual el hom- Sólo por med,io de una llamada
rible, por infinito (+Trinidad), que nor comprensión del sacrificio, del bre podria alcanzar la beatitud su- positiva de Dios (+vocación) puede
procede únicamente de sí mismo y ser triturado, del dejarse desgarrar. prema y la -+visión de Dios por explicarse que se pueda concebir
que precisamente así conoce y ama La virilidad, por su parte, está ca- stts fuerzas naturales. la virginidad como expresión de la
lo demás en comunicación desintere- ractenzada por la culminación de huida del mundo. Partie,ndo de aquí
sada. Por lo tanto, la autocomuni- la ütalidad, por una menor compren- Yirginidad. Aqui virginidad no sig- se hace sin más eüdente la conexión
cación radical de Dios en Jesucristo sión o aprecio de lo sacramental c'(ll- nifica el estar intacto o íntegro sexual- do la ürginidad corr la muerte en
implica la vida en sentido eminente. tico y de todas las formas <<catego- mente, de manera que un hombre general y con la del Señor. Sin em-
Vida que, como es natural, <<ahora>> riales>> de piedad; más bien dirige su hasta ese momento nunca en su bargo, también es eüdente la volun-
tenemos que viürla todavla en for- mirada con vergüenza y sinceridad vida haya actualizado libremente su tad de Dios de que la ilglesia pon-
ma do conmorir con Cristo (Rom 6, hacia la -)trascendencia. La femi- l'uerza generativa. Tampoco signifi- ga de manifiesto perceptiblemento la
3 s; Gal 2, N; 2 Cor 6, 9; Col 2, 12) nidad se halla más cerca de 1o cor- ca simplemento el hecho de no estar trascendencia escatológica del amor
y de ese modo está <<escondida con póreo-pático. La desestima de estos casado. Significa la decisión hecha que constituye su vida interna. Esto
Cristo en Dios>> (Col 3, 4). Sin em- y otros conocimientos lleva a inter- realidad de la represión sexual ¡rer- acontece sacramentalmente en los
bargo, puesto que ya <<no vivo yo, pelar y exigir al cristiano indiscrimi- petua <<por raz6n de la )basileia>> sacramentos y existencialmente en la
sino que Cristo vive en mb> (Gal 2, nadamento de manera indistinta y (Mt 19, l0ss). Esta virginidad se da renuncia. Los consejos evangélicos
20), el cristiano participa de la vida esquemática. Y esto, como toda le- en la Iglesia como -+consejo evan- son un momento esencial inabdicable
del resucitado en sl épneuma (Rom galidad rígida, puede terminar en el gélico y, procedente de é1, como ver- de la estrucfura de la Iglesia, €n
5-6; 2 Cor 5; Ioh 3, 15 s; 5, 24; 6, hundimiento de lo reügioso. Mien- dadera forma de vida. Se habla de cuanto que ésta ha de presentar de
40 e.p.), que ha de desarrollarse co'n tras falten conocimientos más pro- celibato si es impuesta al clérigo en manera percepüble y ha de poner
más y más vida hasta Llegar a la fundos de la esencia de estos perío- ürtud de un precepto disciplinar de manifiesto lo que vive interna-
gloria de la vida eterna (Rom 5, t7; dos de la vida, la ->paciencia cris- de la Iglesia, caso de que él decida mente; es decir, el amor divino, que
6, 5.22; 2 Cor 2, 16; Ioh 14, 2s; 17, tiana, rectamente entendida, ayudará libremente aceptar su cargo. Esta ür- trasciende escatológicamente al mun-
24. 26). mucho, incluso para <<dar tiempo> a ginidad no puede explicarse en su do (de aquí la doctrina de la Iglesia
la evolución religiosa del hombre, esencia cristiana a base de una ética sobre la t irginidad: Dz 980 2336).
Vida (períodos de la). Todo pe- También ayudará la caridad, que meramento natural. La abstinencia Pero de ahí se sigue también que la
ríodo de la vida, niiez, juventud, acepta a un hombre como cristiano sexual, en si, no es un valor moral. forma concreta de vivir Ia virgini-
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Rah-\¡org. 25 r
Virginidad Yisión de Dios

dad ha de estar estructurada de tal hombre el tender a ese fin a través ¡rl:rción do I)ios inmeüata y pertec- ente en virtud de un determinado
manera que pueda ejercer también de sus actos elevados por la gracia tl scgún la capacidad de la criatura. grado de ser (inmaterialidad), el es-
realmente y con nitidez esa función en Ia aceptación de esa autocomuni- Est:r visi(rn la concede Dios gratui- tado de <<reflejado en sí mismo».
de signo, en el correspondiente me- cación de Dios. tamento (l Cor 13, 12; I loh 3, 2) En este sentido, la üsión de Dios
dio histórico en el que se le vive. En tal sentido se habla de virtu- y la ha prometido a los puros de tieno que ser la realización ontoló-
La Iglesia latina impone a sus sacer- des sobrenaturales, <<infusas>>. Es de- corurzón (Mt 5, 8). La Escritura no gica más actual del hombre: la ple-
dotes la virginidad como forma de cir, dadras por Dios en la -+justifi- sc refiere exclusivamente al conoci- nitud suprema de su esencia se hace
vida y no les dispensa de esta obli- cación, como dinámica de la -+gra- ¡niento espiritual, sino sobre todo a transparente en el mismo Dim abso-
gación jamás en la vida, aunque cia santificante. Ellas ordenan el ser lit ex¡reriencia de la cercanía de Dios luto. El conocimiento a¡rosteri(rrico dc
podria hacerlo. Esto supone la ple- y obrar religioso.moral del hombre que va acompañada de una inclu- algo distinto del cognoscente rcside
nitud interna del signo externo, para a la participación inmediata de la sión en lv -)doxa divina, inclusión en que el cognoscente, determinan-
que la función de signo no degenere üda del Dios trino. Escritura (1 Cor fundada en nuestra poaesión del do la actualidad de ser del objeto.
en afán de dominio, beatería y des- y radición (d. Dz r8O0) des-
13, 13) lPneuma y en nuestra conforma- es asimilado a éste por la «spe-
aliento ante la vida. tacan como virtudes <<teologales>>, ción con Cristo. cies>> como una realidad de ser pro-
diünas, tres de esas virtudes sobre- La teología explica la visión de pia del cognoscente y de lo mismo
Virtu¿ En sentido amplio, virtud naturales, por referirse inmediata- Dios como algo esencial para la fe- conocido; y en virtud de esa reali-
es toda capacidad espíritu-anímica mente a Dios, tal como es en sí: Ia licidad prometida al hombre; aun- dad el cognoscente y lo conocido son
det hombre plenamente desarrolla- -)fe, Ia +esperanza y la,+caridad. que, en contraposición con la Escri- realmente <<lo mismo>>. El cognos-
da; así, p.ej., en el campo del co- Dios, en su autocomunicación, obra tura, a menudo la considera dema- cente y lo conocido no se unifican
nocimiento, la virtud del discerni- por ellas y en ellas la posibilidad y siado unilateralmente desde el punto por razón del conocimiento, sino al
miento. En sentido estricto, ürtud la realización libre de la participa- de vista intelectual. D.f.: se con- contrario: el cogn«rscente conoce el
es la fuerza (facilidad) para realizar ción en la üda de Dios mismo. Lo cede al alma una visión de la esencia objeto porque ontológicamente son
el bien moral, es¡recialmente, para hace, en cuanto libera y hace valer de Dios sin mediación alguna de uno.
hacerlo con alegria y constancia, in- por sí misma la -gtrascendencia del las criaturas como objeto inmediato En la visión de Dios y como su
cluso cuando representa muchos sa' hombre en la aceptación sumisa y del conocimiento; esta visión se con- presupuesto ontológico, se da
una
crificios y en contra de los obstácu- amorosa do la revelación. Y de tal cede al alma ¡rerfeccionada por la relación entre criatura y
Dios que
los externos. Su concepto contrario manera la libera y hace valer, que muerte (y el +purgatorio) ya antes ni es categorial ni se funda en una
es el de ->vicio. Según su origen y esa trascendencia no es ya única- de la resurrección del cuerpo (Dz mutación accidental absoluta de Ia
su objeto, se distinguen virtudes na- mente la condición de posibilidad 530, 693, 696). criatura en virtud de la acciÓn crea-
turales y sobrenaturales. Las natu- del conocimiento intelectual de las Se condena que toda naturaleza tiva de Dios (puesto que lo finito
rales se basan en la -inaturaleza es- realidades mundanas finitas, sino que racional sea bienaventurada en sí y creado no puede proporcionar la in-
píritu-corporal del hombre, y se des- además, en cuanto tal, puede encon- que el alma no necesite del lumen mediatez de la contemplación de
arrollan con el continuo ejercicio trar su propia plenitud en la pose- gloríae pmra la üsión de Dios (Dz Dios), Es una relación de causalidad
(virtudes adquiridas); a este respec- sión y ->visión de Dios en sí mismo. 475). Está definido indirectamente cuasiformal de Dios mismo con res-
to, c[. +hábito. Perfeccionan la na- que rDios incluso en la üsión sigue pecto al espíritu creado, de forma
turaleza y son la defensa necesaria Virtudes cardinales (del latín car- siendo incomprensible @z 1782). Las quo Ia realidad del espíritu en cuan-
contra la -+concupiscencia y el do- do : ángulo, quicio), como -+vir- conce¡rciones fundamentales ac-erca to cognoscente es, en la visión, el
minio de las +tendencias. tudes que soporlan fundamentalmen- de la naturaleza del conocimiento en mismo ser de Dios. Esta nueva rela-
Las principales virtudes naturales te la vida moral del hombre, se general condicionan la solución del ción de Dios con respecto a la cria-
que soportan e implican a todas las llama a las cuatro virtudes que des- problema de la ese,ncia de la visión tura, que no se puede incluir err l¿r ca-
demás son las llamadas +virtudes de el tiempo de san Ambrosio llevan de Dios y de sus presulxrestos. Den- tegoría de causalidad eficiente (pro-
cardinales: -+prudencia,'->justicia, el nombre de morales, en contrapo- tro de una concepción originaria del ducir a partir de la causa y fuera
-)fortaleza y -)templanza. Por la sición a las teologales, -)prudencia, conocimiento, no es esta visión un de la causa), sino en la de causali-
+gracia sobrenatural (como -+au- ->justicia, ->fortaleza y -+templan- prolongarse <<intencionab> del cog- dad formal (entregarse a y en el
tocomunicación de Dios) toda la ZA, noscente hasta su objeto, ni <<objeti- fundamento), es un -+misterio es-
esencia espiritu-personal del hombre vación» en el sentido de urr salirse trictamente sobrenatural. Sólo en l¿r
en conocimiento y libertad queda Visión de Dios. La Sagrada Es- de sí mismo del cognoscente hacia visión de Dios intuitiva se capta con
ordenada a partir de sus fundamen- critura entiende por visión de Dios lo otro, sino en primer lugar el <<es- toda su radicalidad la incomprensi-
tos hacia e[ Dios trino de la vida la total plenitud de la criatura per- tar consigo» de un ente, el estado de bitidad de Dios tal como ella es.
eterna. Por eso resulta posible al sonal; más en concreto, la contem- claridad frente a si mismo de un como infinittrd de Dios que por pri-

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Visión de Dios Votum

mera vez hace Dios a Dios y le con- blemática ulterior de la vocación ra que en la -+Trinidad divina se Autocomunicación que desvela esa
üerte en objeto de la verdadera fe- desemboca en el conocimiento del dan dos <<procesiones». El conoci- voluntad como ->caridad (+amor)
licidad. deber particular, contraponiéndolo miento no es sólo el resplandor del absoluta y trasciendo con ello todas
Esta causalidad formal-eflciente de al conocimiento de las normas gene- amor, ni la voluntad es sólo incen- las disposiciones incomprensibles de
Dios sobre el espíritu humano no rales, que aunquo restringen el ám- tivo del conocimiento, simo amor. la voluntad de Dios (c[. -)destino,
se puede concebir unilateralmente bito de lo particular y justo a la El querer espiritual posee a su ma- -+petición [oración de]). Acerca de
como si concerniera sólo al enten- Yez, no pueden determinarlo con nera la misma -)trascendencia que la manera como puede conocerse la
dimiento; según la Escritura, el +co- toda exactitud. No es sino el pro- el +espíritu y su conocimiento. La voiuntad de Dios, cf. --+revelación,
razón humano ve a Dios. A la últi- blema de la <<ética individuab> (-+éti- voluntad tiende, como amor, al bien -)ética existencial.
ma disposición gratuita del espíritu ca existencial). ¡ror antonomasia, sin finitud interna
que posibilita la causalidad formal de su horizonte, y es por lo tanto Votas. La libertad humanu cstít
del ser de Dios sobro el espíritu, la Yoluntad. La voluntad entra den- -+libertad. Es decir, es la captación fundamentalmente abierta a un <<más>>
llaman los teólogos lumen gloríae: Úo de los datos originar,ios de Ia amorosa de un bien finito, o pre- de rendimiento moral, con respecto
es decir, la gracia cread¿ que es ab- experiencia en la que el hombre se sentado de forma finita, como no a lo que le exigen ahora las leyes
la visión
solutamente necesaria para posee a sí mismo, y por eso sólo necesario en la trascendencia hacia o una decisión anterior. Por lo tan-
de Dios, que ya ahora se nos ha puede <<definirse>> por medio de una el bien absoluto. Al ser captación to, en esa medida, un voto, por el
dado fundamentalmente en virtud de referencia descriptiva en torno a esa de lo no necesario, es también cap- que el hombre promete a Dios un
la gracia, y que es susceptible de un experiencia. El hombre no solamen- tación que no ha de ser necesaria- <<más>>(naturalmente dentro del cum-
incremento, puesto que la gracia te en una recepción
<<está consigo>>, mente afirmante. plimiento del <<precepto» diüno siem-
creada también 1o es. +Desiderium puramente pasiva de esa experiencia pre vigente del amor y como medio
naturale. que le sale al encuenlro, sino que él Voluntad de Dios. Al ser en ge- para su cumplimiento), es una rea-
Ia busca, va <<activamente» hacia ella neral pertenece, como momento esen- lización legítima de la libertad mo-
Vocación. Se entiende por voca- y así experimenta el mismo conoci- cial intrínseco suyo y con necesidad ral. La Iglesia católica distingue en-
ción el conocimiento que un indi- miento como <<acció»>. Siempre y trascendental, eso que experimenta- tre votos p{rblicos, es decir, pronun-
üduo tiene de que una profesión necesariamente, el hombre experi- mos en los más diversos grados y ciados ante la autoridad eclesiástica
(forma de vida) está de acuerdo con menta el conocimiento también como maneras como voluntad de existir, y aceptados por ella, y votos priva-
la voluntad permisiva o preceptiva voluntad; y, por consiguiente, ex¡rc- como autoafirmación, como ordena- dos. Los primeros pueden ser «so-
do Dios, y de que es la realización rimenta la voluntad como impulso ción hacia el bien, como amor, etc. lemnes>> o <<simples». Para hacer cual-
de la tarea vital en que se puede ejecutivo del conocimiento, o como Por lo tanto, hay que afirmar tam- quier clase de voto se requiero com()
conseguir la salvaoión eterna. En momento de la realizactín del enten- bién del ser absoluto y a la vez per- presupuesto el uso d.e razón y even-
este sentido, cualquier profesión, in- dimiento. A la vez, e[ objeto del sonal, que llamamos Dios esa volun- tualmente una edad determinada.
clnso la que menos atrae, puede ser conocimiento queda descubierto co- tad en una proposición analógica
vocación; puesto que también lo más rno lo querido en suanto valor (+analogía). Esa voluntad se iden- Yoturn. En teología se habla dc
difícil puede ser, en realidad, lo que (->bien), y de esa manera se expe- tifica realmente con Dios mismo en votum de la Iglesia, del bautismo
hay que hacer. Se habla sobre todo rimenta el conocimiento como cla- su simplicidad absoluta. Por lo tan- (Dz 7%) o de cualquier otro sacra-
de vocación al sacerdocio o a la ridad del querer, como momento del to, es, como El, absoluta, infinita, mento, p.ej., de la penitencia (Dz.
vida religiosa, aunque no exclusiva- querer. Asi se hace patente que el eterna, de perfección infinita (Dz 807), para explicar por qué, sin urr:r
mente. Hay que admiür la existen- conocimiento y la voluntad, a p€sar 1782) y, por consiguiente, buena. pertenencia perceptible a la Iglcsirr
cia de semejante vocación cuando se de su relación condicionante mutua, Esa voluntad de Dios, en su pro- (en Ios no bautizados) o sin rccc¡r-
cumplen los presupuestos o condi- no pueden considerarse sencillamen- ceso vital trinitario, se dirige prima- ción de un sacramento ncccslrrirr
ciones espirituales y morales reque- te y sin más como dos momentos riamente hacia el ser infinito de Dios; Wra la salvación, puede vivir un
ridos para tales formas de vida, y de una mismlsima realización fun- de ahi que sea independiente de toda hombre en gracia de Dios, cstar jtrs-
se eligen éstas por motivos justos damental de la persona finita es- realidad dlstinta de Dios; y de ahí tificado y conseguir la vi«la ctcnur.
que siempre han de ser desinteresa- piritual. también que sea santa en la afirma- Es decir, la voluntad seri¿r tlc ¡:r-
damente religiosos. Cada una de estas dos realizacio- ción de esa realidad santa del mis- tenecer a la Iglesia o de resibir rur
Además de esto, se requiero tam- nes fundamentales tiene también una mo Dios. En la producción de lo sacramento, des¡rertadas y soporla-
bién que la Iglesia esté dispuesta a irreductibilidad esencial a la otra, linito distinto de Dios, es libre (d.f.: das por la gracia ds Dios. suslitrrycrr
admitir los servicioa que en esos De esa manera, sólo estando unidas, Dz 1805). Su realización suprema a la pertenencia a la Iglcsil (->¡;¿¡-
estados se realizan en beneficio de constituyen ellas la autorrealización od extra, hacia fuera, es la -)auto- cramento originario) o a la reccp-
ella y dentro de su ámbito. La pro fundamental del espíritu, a la mane- comunicación de Dios a la criatura. ción del sacramcnto. F,sa r¡«rluntud

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II
f
-
Votum

puede estar implícitamente encerra- Iglesia (->lglesia [¡rertenencia a la])


da en la disposición general a cum- y en el -+sacramento, si bien esa
plir la voluntad de Dios, conforme gracia opera ya antes de dicha cor-
al dictamen de la conciencia. porización como fundamento de ella.
Por tanto, no supone necesaria- Se trata, pues. de dos fases distintas
mente un conocimiento explícito de
la'Iglesia y de los sacramentos (NR5
de un mismo proceso salvífico l¡nico.
La primera fase es también salva- Y
398S). Por razón de esta posibilidad dora, aun cuando sin culpa propia
de salvación presacramental (preecle- no llegue a superarse en esta üda.
siológica),la consecución de la sal- Con todo, impone objetivamente al Yahveh es el nombre que Di«¡s se en el AT se daba a los denlás dio-
vación no queda disgregada en dos hombre la obligación de hacer que dio a sí mismo ante Moisés. En he- ses de entonces: <<nadas>>. Yahveh
breo expresa la dinámica del ser de es el nombre de Dios más frecuente
formas independientes [a una de la esa fase sea absorbida en la concre-
otra. La gracia que obra en el yo- tez de lo eclesial; de tal manera, Dios, su potencia ininterpelable, in- en el AT.
tum es Ia gracia de Cristo, es decir, que el hombre anularía incluso esa apelable y su libertad: Yo soY <<el A consecuencia del deficiente ctr-
gracia <<encarnatoria)), que busca asi- primera fase si, consciente y culpa- que soy)> (Ex 3, l4). Esta revelación nocimiento de la escritura hebrea,
del nombre hay que considerarla en se leyó durante mucho tiempo <<.leho-
mismo su corporización (encarna- blemente, no cumpliera esa obliga-
ción) concreta espacio-temporal y ción. Cf. -+salvación (certeza de la conexión con la designación que vá>>. Cf. -+nombre.
sociológica en la pertenencia a la propia).

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