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Las telecomunicaciones son una infraestructura básica del contexto actual. La capacidad de
poder comunicar cualquier orden militar o política de forma casi instantánea ha sido radical en
muchos acontecimientos históricos de la Edad Contemporánea —el primer sistema de
telecomunicaciones moderno aparece durante la Revolución Francesa—. Pero además, la
telecomunicación constituye hoy en día un factor social y económico de gran relevancia. Así,
estas tecnologías adquieren una importancia como su utilidad en conceptos de la globalización
o la sociedad de la información y del conocimiento; que se complementa con la importancia de
las mismas en cualquier tipo de actividad mercantil, financiera, bursátil o empresarial. Los
medios de comunicación de masas también se valen de las telecomunicaciones para compartir
contenidos al público, de gran importancia a la hora de entender el concepto de sociedad de
masas.
El castellano asimiló con éxito el préstamo en varios ámbitos de la vida pública, académica,
política y empresarial. Ya en el 1907 se impartía una asignatura de «telecomunicación» en la
Escuela Oficial de Telegrafía de Madrid con los contenidos de telefonía, telegrafía,
radiotelegrafía y radiotelefonía; y en el año 1920 Juan Antonio Galvarriato publicó El Correo y la
Telecomunicación en España.[2] La vida política también se habituó a usar el término y, en 1921,
el gobierno de Manuel Allendesalazar solicitó un ambicioso plan de ampliación de los «servicios
de Telecomunicación», que si bien nunca llegó a materializarse debido al Desastre de Annual,
demuestra el uso del término en castellano.[2] De hecho, en esa época «telecomunicación» era
sinónimo de modernidad, por lo que se incorporó al nombre de muchas compañías de la época
como la "Compañía Ibérica de Telecomunicación" de Antonio Castilla López en 1916 o la
"Compañía de Telecomunicación y Electricidad" en 1919.[2]
La consolidación real del término a nivel internacional llegó con la constitución de la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en la Conferencia de Madrid de 1932, en la que se
definió «telecomunicación» como «toda comunicación telegráfica o telefónica de signos, señales,
escritos, imágenes y sonidos de cualquier naturaleza, por hilos, radio u otros sistemas o
procedimientos eléctrica o visual (semáforos)».[2] El avance de la telecomunicación acabó por
dejar desfasada esta definición y, en el actual Reglamento de Radiocommunicaciones, se
redefine el término:
≪ Telecomunicación: Toda transmisión, emisión o
recepción de signos, señales, escritos, imágenes, sonidos
o informaciones de cualquier naturaleza por hilo,
radioelectricidad, medios ópticos u otros sistemas
electromagnéticos (CS). ≫ [3]
Historia
Según la leyenda de Maratón de Heródoto, el soldado Filípides recorrió los 42 km que separan Atenas de Esparta
portando un mensaje de ayuda.
Conforme las distintas civilizaciones empezaron a extenderse por territorios cada vez mayores,
fue necesario un sistema organizado de comunicaciones que permitiese el control efectivo de
esos territorios.[5] Es probable que el método de telecomunicaciones más antiguo sea el
realizado con mensajeros, personas que recorrían largas distancias con sus mensajes. Hay
registros de que ya las primeras civilizaciones como la sumeria, la persa, la egipcia o la romana
implementaron diversos sistemas de correo postal a lo largo de sus respectivos territorios.
Antecedentes
Las primeras tecnologías usadas en la telecomunicación usaban las señales visuales como las
almenaras o las señales de humo, o acústicas como mediante el uso de tambores, cuernos o
bramaderas.[4]
Así, el dramaturgo griego Esquilo (525-456 a. C.) relata en su obra Agamenón que el personaje
homónimo de la mitología comunicó a la ciudad de Argos, de la que era rey, y a su esposa
Clitemnestra, la victoria de los aqueos sobre Troya mediante una cadena de señales de fuego
que iban de un punto a otro.[6] [7]
También el historiador griego Polibio (204-122 a. C.) explica
otro ejemplo de comunicaciones a larga distancia, el telégrafo hidráulico, que según cuenta fue
desarrollado por Eneas el Táctico en el siglo iv a. C..[8] [9]
Consistía en dos cubas de agua
provistas de sendos grifos y, sumergida de forma vertical, una tablilla con los signos y señales
que se deseaban transmitir. El emisor alertaba al receptor con antorchas el momento en el que
ambos debían abrir y cerrar el agua, de tal forma que el nivel del agua indicaba qué mensaje de
la tablilla se deseaba transmitir.[8]
Sin embargo, estas primeras manifestaciones técnicas no dieron como resultado sistemas de
telecomunicación reales, sino que hasta la Edad Contemporánea no se inventaron formas para
realizar comunicaciones a distancia. Fue el correo postal, en sus diferentes manifestaciones, el
que asumió el papel de comunicar a las personas durante casi toda la historia.[10]
El sistema, que resultó ser un éxito en el terreno militar, se extendió por toda Europa aunque con
las modificaciones propias de cada país, como el diseño de Murray en Gran Bretaña[18] o el de
Breguet y Betancourt, así como el de Mathé, en España.[19]
El telégrafo hidráulico fue
utilizado por Eneas el
Táctico
Cuerno usado en
Sudamérica por la cultura
moche en el siglo iii
En 1792 se instaló en
Francia una red de
telégrafos ópticos
Como se aprecia el telégrafo electroquímico de Sömmerring usaba la electricidad de una pila voltaica, el instrumento alto
de la derecha.[20]
Aunque fue en el 1729 cuando el científico Stephen Gray había descubierto formalmente que la
electricidad podía ser transmitida, los primeros experimentos técnicos no se materializaron
hasta el siglo xix, cuando Alessandro Volta presentó a la Royal Society un instrumento capaz de
generar corriente continua, la pila voltaica —véase la historia de la electricidad—. Por ejemplo, un
experimento inicial en la telegrafía eléctrica fue el telégrafo electroquímico creado por el
científico alemán Samuel Thomas von Sömmerring en 1809,[nota 3] basado en un diseño menos
robusto de 1804 del científico español Francisco Salvá Campillo.[21] [20]
[22]
Este invento
empleaba señales eléctricas que se enviaban por diversos cables metálicos, una por cada letra.
En el extremo receptor las corrientes electrolizaban el ácido de unos tubos individuales de vidrio
liberándose corrientes de burbujas de hidrógeno en el tubo correspondiente para que fueran
vistas por el operador del receptor.[20] [22]
El telégrafo
Telégrafo de una sola aguja de Cooke y Wheatstone. Cuando se giraba la manivela en un sentido, el movimiento se
replicaba en el receptor.
Por ejemplo, el diplomático ruso Pavel Schilling construyó en 1832, en su propio apartamento,
un telégrafo electromagnético que usaba seis galvanómetros como receptores cuyas agujas
señalaban el carácter enviado.[24] Otro ejemplo lo encontramos en los célebres científicos
Gauss y Weber, quienes en 1833 instalaron una línea telegráfica entre la universidad y el
observatorio astronómico de Gotinga donde ambos trabajaban. Consiguieron comunicarse
haciendo mover la aguja de un magnetómetro, con la que coordinaban el tiempo, y llegaron a
desarrollar un código de 5 bits.[24]
Sin embargo no fue hasta la primera patente de un telégrafo cuando este salió de los
laboratorios. Fue en 1837, cuando William Fothergill Cooke, quien se asoció con el profesor de
física Charles Wheatstone, patentó un telégrafo de cinco conductores eléctricos que hacían
mover otras cinco agujas imantadas con las que señalar una de las 20 letras que tenía el
aparato.[25] En julio de ese mismo año hicieron una demostración de su invento entre las
estaciones de Euston y Camden Town,[25] pero no fue hasta el 9 de julio de 1839 cuando
empezó a funcionar su invento entre la estación de Paddington, en Londres y la de West
Drayton, a 21 kilómetros de distancia.[26] Esta vez, sin embargo, utilizaron una variante de su
invento que usaba solo dos agujas y utilizaba un código de pulsos eléctricos positivos y
negativos para cada carácter.[26]
Finalmente, tras conseguir reducir el número de agujas de su invento a una sola, Cooke y
Wheatstone fundaron la Electric Telegraph Company en 1846, precursora de la primera empresa
de telecomunicaciones —la British Telecom—, y para 1852 ya había instalados en Inglaterra
6500 km de líneas telegráficas.[27] El invento se extendió a lo largo de Europa y se instalaron
líneas en diversos países como Francia (1845), Austria-Hungría y Bélgica (1846), Italia (1847),
Suiza (1842) o Rusia (1853).[28]
La otra pareja clave en la historia de la telegrafía fue la formada por el pintor Samuel Morse y
Alfred Vail, ambos estadounidenses y contemporáneos a Cooke y Wheatstone. Samuel Morse
había oído hablar en 1832 sobre los electroimanes en el transcurso de un viaje, y se le ocurrió
usarlos para hacer mover un lapicero que marcase el mensaje enviado en un papel. En 1835 fue
nombrado profesor de literatura, de arte y de dibujo en la universidad de Nueva York, por lo que
pudo dedicarse a construir su primer prototipo. Sin embargo, no sería hasta 1837 cuando junto
con Alfred Vail consiguiese un prototipo totalmente operativo.[29] En 1843 consiguieron 30 000
dólares estadounidenses para financiar la construcción de una línea telegráfica entre
Washington y Baltimore, la cual se inauguró el 1 de enero de 1845.[30]
Así se consolidó también el uso del telégrafo en Estados Unidos. En este país, entre 1861 y
1865 tuvo lugar la Guerra de Secesión, en la que se tendieron miles de kilómetros de líneas
telegráficas y se explotaron todos los avances técnicos de la época como la telegrafía, la
aerostática, el ferrocarril o los barcos de vapor.[31] Para 1866 la empresa que había unificado el
mercado —la Western Union Telegraph Company— tenía más de 2250 oficinas y 120 000
kilómetros de líneas;[32] y se ofrecían servicios tanto personales como profesionales, como el
servicio de noticias de Associated Press.[32]
Conforme el uso del telégrafo se iba consolidando se les fueron añadiendo nuevas mejoras y
funcionalidades. Cabe destacar el modelo de telégrafo que patentó David Edward Hughes en
1855 con el que se podían transmitir hasta 45 palabras por minuto en vez de las 25 palabras por
minuto del sistema Morse.[33] Se trataba de un sistema que, utilizando una rueda con las letras
del alfabeto, imprimía directamente el mensaje transmitido en un lenguaje comprensible.[33]
Otro gran avance fue el que introdujo Émile Baudot en 1874, quien invento un tipo de
multiplexación por división de tiempo que permitía varias comunicaciones simultáneas usando
la misma línea; o Tomas Edison, quien había trabajado desde los quince años como telegrafista
e inventó en 1874 un sistema de comunicaciones cuádruplex con el que enviar cuatro
telegramas simultáneos por el mismo hilo.[33]
El teléfono
Reproducir contenido
multimedia
Video neerlandés de 1976 que celebra los 100 años de vida del teléfono.[36]
En el vídeo se observa el funcionamiento del teléfono y cómo se hacía la conmutación, tanto manual como por un
sistema automático Rotary.
Uno de los inventos más exitosos del siglo xix, que aún es muy usado en nuestros días, fue el
teléfono. Este invento hizo posible comunicarse utilizando la voz, aunque en un principio no se
apostó por su desarrollo debido al éxito y el poder que ya tenía el telégrafo. Como en muchos
otros casos, el invento y desarrollo del teléfono no se debe a una sola persona, y fueron varios
los inventores que desarrollaron tecnologías relacionadas con la telefonía. De hecho, las
primeras especulaciones sobre la posibilidad de transmitir la voz a distancia son muy anteriores
a la invención del teléfono. Por ejemplo, Robert Hooke especuló sobre la transmisión de la voz a
distancia, pero sus experimentos con cuerdas tirantes no tuvieron mucho éxito;[37] y G. Huth
utilizó por primera vez la palabra ‘teléfono’ en A Treatise concerning some Acoustic Instruments
and the use of the Speaking Tube in Telegraphy (1796) al sugerir usar instrumentos acústicos
para comunicarse a distancia, así como el uso de un tubo en telegrafía.[38]
Pero no fue hasta el desarrollo de una tecnología específica cuando se puede hablar de los
primeros pioneros: Antonio Meucci, Philipp Reis, Innocenzo Manzetti, Elisha Gray o Alexander
Graham Bell, entre otros. El comienzo de la telefonía estuvo marcado, de hecho, por numerosas
batallas legales por la autoría de los primitivos teléfonos, por lo que es preferible recurrir al
orden cronológico a la hora de enumerar los distintos avances técnicos o las patentes de estos.
Así, en 1856 Antonio Meucci instaló en su domicilio un dispositivo que conectaba el dormitorio
con el sótano con el que poder hablar con su esposa enferma, que llamó «teletrófono»
—«telettrofono» en italiano—, y que supuestamente fue publicado en la prensa. Sea como sea, el
primer artilugio al que se le llamó «teléfono» —«telefón» en alemán— fue el presentado por
Philipp Reis en 1862, quien usó una membrana de cuero para su dispositivo. El resultado fue un
teléfono que permitía transmitir notas eléctricas y sonidos sencillos, pero en el que se hacía
prácticamente imposible hablar. Dos años después, en 1864, Innocenzo Manzetti inventó su
propio 'telégrafo parlante' —télégraphe parlant en francés— que permitía transmitir la voz, y fue
publicado por los medios.[nota 4]
Sin embargo, la primera patente de un sistema telefónico fue la que obtuvo el estadounidense
Alexander Graham Bell en 1876, con la que obtuvo la explotación en exclusiva del invento hasta
1893 y logró llegar a monopolizar el mercado en Estados Unidos. Otro inventor, el también
estadounidense Elisha Gray presentó una solicitud de patente de un sistema telefónico el
mismo día que Bell —en realidad que su inversor, Hubbard—, pero llegó tarde por unas horas.
Cabe destacar que Bell se vio envuelto hasta en 600 litigios por la autoría del teléfono, incluidos
Meucci, Gray, Edison o la entonces todopoderosa Western Union, pero ganó todos los juicios. La
autoría del teléfono sigue siendo aún motivo de controversia y difiere según el país.[nota 5]
Sea como sea, la realidad es que el mercado no supo ver el potencial del invento, calificado de
"juguete", pues todas las necesidades de comunicación eran resueltas con el telégrafo, que
además dejaba testimonio escrito de lo transmitido. Así, el verdadero hito de Bell y sus
asociados fue haber iniciado, y luego monopolizado, un mercado tan importante como es el
telefónico, que llegó a estar controlado casi por completo por la American Telephone &
Telegraph Company —inicialmente Bell Telephone Company—. Por supuesto, eso pasó en los
Estados Unidos, pero el desarrollo en el resto del mundo se hizo a imagen y semejanza del caso
estadounidense.
Bell, profesor de hijos sordomudos y conocedor de la fisonomía del oído humano, buscaba la
forma de construir un teléfono —el pensó en un "oído eléctrico"—, pero todos los experimentos
de la época trataban de inventar la telegrafía armónica con la que transmitir multitud de
conversaciones telegráficas en un mismo hilo, cada una con una nota. Los esfuerzos de Bell
hicieron que perdiera la mayoría de sus alumnos para dedicar tiempo a sus experimentos, por lo
que los padres de los dos únicos alumnos que le quedaban, su futuro suegro Gardiner Hubbard
y Thomas Sanders, empezaron a financiarle si se centraba en buscar un telégrafo armónico.
Bell, sin embargo, siguió investigando su oído mecánico junto con Thomas Watson, un hábil
constructor que cubría la torpeza de Bell con los cacharros eléctricos. En junio de 1875 lograron
identificar un sonido metálico a través del invento, y el 14 de febrero de 1876 Hubbard pidió la
patente bajo la denominación de "mejoras en telegrafía", en la que se mencionaba que serviría
para enviar voz u otros sonidos telegráficamente. El 10 de marzo Bell recibió la patente 174 465
y tres días después pronunciaría la famosa frase «Señor Watson, venga aquí, le necesito» a través
de su teléfono.
Pero el contexto en la década de 1870 no era el más propicio para las grandes inversiones,
debido fundamentalmente a la crisis económica de 1873 y a la consolidación del telégrafo —se
cuenta que la propia Western Union se negó a comprar la patente del teléfono—.[nota 6] Así, Bell y
Watson de centraron en hacer diversas demostraciones de su invento, incluyendo la exposición
universal de ese año, mientras que Hubbard empezó a comercializar el producto a bajo coste y a
conseguir conferencias para Bell. Un año después, en 1877 constituyeron la Bell Telephone
Company, repartiéndose los beneficios en 3 décimas partes para cada uno —Bell, Hubbard y
Sanders— y una décima parte para Watson; y a finales de ese año ya tenían 3000 teléfonos
instalados y muchas deudas. No fue hasta la incorporación de Theodore Vail —hermano de
Alfred Vail— cuando la empresa empezó a tomar buen rumbo, pero para ese año ya había 1730
compañías competidoras en los Estados Unidos, incluida la Western Union que había fichado a
Edison para que mejorase la tecnología de Bell. La situación siguió siendo precaria durante dos
años, en los que Watson inventó el timbre del teléfono e instalaron un teléfono en el despacho
del presidente Hayes; hasta que en 1879 la Corte Suprema dio la razón a Bell en su proceso
contra la Western Union, por lo que se quedó con sus 56 000 clientes para tener un total de
133 000 abonados. A partir de ese año el grupo liderado por Vail se hizo con todo el mercado
estadounidense, pues tenían aún 17 años hasta que caducara la patente para explotar en
exclusiva el invento, y de hecho las acciones de 50 dólares valían ahora más de 1000 dólares.
En esos 13 años alcanzaron los 230 000 clientes y se refundaron como la American Telephone
& Telegraph Company. La compañía siguió creciendo, dentro de las fluctuaciones propias del
mercado, hasta llegar a ser un auténtico monopolio, diferencia primordial entre el mercado
estadounidense y el europeo en el que el monopolio de estas infraestructuras fue ejercido por el
Estado. La empresa fundó los Laboratorios Bell, compró gran parte de la Western Union y siguió
siendo una de las empresas más grandes de la historia hasta que las acciones antimonopolio
del Departamento de Justicia de los Estados Unidos lograron separar la compañía en entidades
locales —Baby Bells— en 1984.
Otro gran hito en la telefonía fue la invención de la conmutación de manos de Tivadar Puskás.
El desarrollo de la telecomunicación en el último tercio del siglo xix estuvo marcado por la
cooperación internacional en la telecomunicación, que tuvo sus inicios en las actividades
cotidianas de los telégrafos que, en las propias fronteras de las distintas naciones de la época,
se intercambiaban y traducían los mensajes transfronterizos. Sin embargo, los mares y océanos
constituían una frontera natural difícil de evitar.
Durante este siglo se investigó el uso de medios de transmisión de formas simples, de hierro o
cobre, y en la mayoría de ocasiones sin recubrimiento externo. Cabe recordar que la forma de
investigar de la época era el ensayo y error, en la que se probaban decenas de materiales para
solventar un problema hasta dar por el óptimo. En 1847 Werner von Siemens y otros inventaron
métodos para recubrir cables de gutapercha para impermeabilizarlos.
El primer cable submarino fue el que se largó en el paso de Calais —canal de la Mancha— entre
el cabo Gris-Nez —Francia— y el cabo Southerland —Inglaterra— de manos de los hermanos
John y Jacob Brett. Se trató de un cable telegráfico que fue tendido por el remolcador Goliaht el
28 de agosto de 1850, pero que fue seccionado por un pescador local al poco tiempo, el cual lo
exhibió como trofeo. El año siguiente se volvió a largar un cable, que corrió más suerte que el
anterior, formado de 4 hilos de cobre de 1,65 mm de diámetro recubiertos de cáñamo y
reforzado con 10 alambres de hierro galvanizado de 7 mm de diámetro. Debido al éxito de este
primer cable la idea se extendió y en 1852 se unió Gales y Escocia con Irlanda, y al año siguiente
se conectó Bélgica y Dinamarca a través del mar del Norte. Se tendieron también cables entre
Córcega y Cerdeña, Italia y Córcega, Tasmania y Australia, y muchas otras localizaciones. En
1860 ya existía un enlace directo entre Inglaterra y la India que salvaba numerosas vías de agua
como el canal de Suez.
Sin embargo, el gran desafío de la época fue tender el primer cable telegráfico transatlántico,
una auténtica proeza en la ingeniería de la época. El 7 de agosto de 1857, el buque de guerra
Agamemnon, trató de largar unos 3200 kilómetros de cable fabricado con un núcleo de siete
hilos de cobre recubiertos de gutapercha —hasta los 12,2 mm— y un refuerzo exterior de 18
alambres de hierro. Sin embargo, 10 días después de su partida de Irlanda, el cable se rompió a
3600 metros de profundidad —2000 brazas—, por lo que se abandonó el proyecto.[39] El verano
siguiente se reintentó el tendido, pero con otro planteamiento: el Agamemnon y el Niagara se
encontrarían en medio del atlántico, cada uno con la mitad del cable, y tras unir ambos extremos
el 28 de junio partieron cada uno en direcciones opuestas; el cable del Agamemnon se rompió a
los 230 km de travesía, por lo que ambos fondearon en Queenstown —Terranova— a la espera
de órdenes. Un mes después del primer intento, el 28 de julio de 1858, ambos barcos repitieron
la operación una vez más y lograron tender los 2340 km de cable necesarios para unir Dowlas
Bay —Valentia, Irlanda— y la bahía de Trinity —Terranova—, a donde ambos barcos llegaron el 5
de agosto. Esa misma noche se envió el primer telegrama anunciando la llegada, así como
diversas felicitaciones. Sin embargo, apenas un mes después, el 3 de septiembre, el cable se
averió debido a una sobrecarga de tensión. A pesar de los múltiples fracasos, el empresario
Cyrus Field, dueño de la compañía Atlantic Telegraph Company, consiguió fletar una nueva
expedición para largar otro cable. Tras la Guerra de Secesión, el 23 de julio de 1865, el buque
Great Eastern —el más grande de la época— zarpó de Valentia con 3700 km de cable, 3 veces
más grueso que el anterior, con rumbo a Terranova. A principios de agosto, cuando se habían
tendido más de 1900 de cable, los técnicos del barco descubrieron un defecto de fabricación
que les obligó a reflotar varios kilómetros de cable para sustituirlo, con tan mala fortuna que
este se rompió durante las tareas de reparación. Tras tres intentos fallidos de recuperar el cable,
después de conseguir encontrarlo en el fondo del océano, el barco regresó a Irlanda. Por fin, en
1866, el Great Eastern consiguió largar con éxito el cable submarino y, para rematar la faena,
recuperó el cable perdido un año antes del fondo del Atlántico y lo completó para tener un
segundo cable a través del océano.
Desde entonces, se han tendido muchos más cables submarinos a lo largo de todo el planeta,
mejorando las tecnologías existentes hasta el uso de la actual fibra óptica. Se calcula que hoy
en día el 90 % del tráfico de Internet se transmite por cables submarinos —el resto, por satélites
—.
Embrasement de la Tour Eiffel pendant l’Exposition universelle de 1889, Georges Garen, 1889.
Las exposiciones universales de la época que promocionaron el progreso científico y la confianza en el progreso fueron
Las exposiciones universales de la época, que promocionaron el progreso científico y la confianza en el progreso, fueron
verdaderas catapultas para los avances en telecomunicaciones.
A finales del siglo xix, en la llamada Belle Époque, se generalizó un sentimiento de optimismo,
ilusión y confianza en el devenir del progreso y el potencial de la ciencia y técnica —positivismo
y cientificismo—. El auge de la burguesía y las clases medias supuso una irrupción de personas
ajenas a la aristocracia en el poder político, y hasta el proletariado sintió cierta confianza en el
futuro conforme la lucha obrera crecía e iba consiguiendo pequeños logros. Se sucedían las
exposiciones universales, que promocionaban una visión del progreso global y sin fronteras, y
las noticias del mundo exterior se difundían más fácilmente gracias al ferrocarril, al cable
submarino y al telégrafo, el sistema de telecomunicación que dominaba la época. Se llegó a
creer incluso que ya estaba todo inventado, a pesar de que los últimos años del siglo xix y los
primeros del xx fueron especialmente prolíficos para la ciencia y la técnica: los hermanos
Lumière proyectaron la primera película cinematográfica en 1895; la medicina avanzaba con
descubrimientos como el protagoinizado por Ronald Ross, que descubrió cómo se transmitía la
malaria; los físicos Henri Becquerel, Marie Curie y Pierre Curie descubrieron la radiactividad del
uranio y el radio respectivamente, descubrimiento que les valió el premio Nobel en 1903; la
aviación nació en Estados Unidos de la mano de los hermanos Wright, etc.[40]
La radiocomunicación
Otros muchos ampliaron estos experimentos —entre los que destaca Augusto Righi—,[42] hasta
conseguir una base que permitió la puesta en marcha de un nuevo sistema de
telecomunicación, superior al telégrafo en eficiencia y eficacia: la radiocomunicación o
'telegrafía sin hilos'.[43]
La invención de la radiocomunicación, como ocurre con el teléfono, está disputada entre varios
inventores, entre los que destacan Edouard Branly, Nikola Tesla, Aleksandr Stepánovich Popov y
Guillermo Marconi; este artículo narra los hechos de forma cronológica. Además, tal y como
ocurrió con el telégrafo o el teléfono, el crédito de este tipo de invenciones suele ser otorgado a
quien patenta y comercializa los nuevos sistema, y no a quién descubre cierto fenómeno en un
laboratorio.
Por ejemplo, en 1891 Edouard Branly descubrió el cohesor, un simple tubo de cristal relleno de
limaduras metálicas que permitía el paso de la corriente eléctrica cuando incidían en este ondas
electromagnéticas, y que sería usado por inventores coetáneos para detectar dichas ondas. De
hecho, en Francia Branly es considerado el inventor de la radiocomunicación.[44]
El prolífico inventor Nikola Tesla, que disputó contra Thomas Alva Edison la guerra de las
corrientes, también llevó a cabo diversas experiencias y diseñó varios inventos que permitían el
transporte efectivo de energía electromagnética, pero se centró en el transporte industrial de
energía eléctrica y no buscó una aplicación de sus inventos para el transporte de información.
Así, entre 1891 y 1893 presentó diversos trabajos y experimentos que permitían la transmisión
efectiva de energía eléctrica en la banda de los 5,1 MHz.[45]
También Oliver Joseph Lodge influyó de una manera notable a otros inventores, sobre todo
debido a una conferencia sobre los experimentos de Hertz que dio en 1894 en la Royal
Institution de Londres.[46] Pero además realizó notables inventos que permitieron poco tiempo
después construir los primeros sistemas de radiotransmisión eficaces.[47] Así, en mayo de 1897
solicitó la patente, número 11 575, de un sistema de sintonización de radio —filtrado de una sola
banda de frecuancias— basado en el fenómeno de resonancia electromagnética.[47]
El físico ruso Aleksandr Stepánovich Popov leyó la conferencia de Lodge sobre Herth, lo que le
sirvió de inspiración para empezar a investigar en el tema.[46] Popov, que era catedrático de
física en la Escuela Imperial Rusa de Torpedos de Kronstadt, construyó diversos prototipos
desde 1894 e hizo una demostración en 1896 ante la Sociedad Rusa de Física y Química en la
que varias fuentes afirman que se transmitió por telegrafía sin hilos las palabras «Heinrich
Hertz»,[48] mientras que otras fuentes no contemplan la posibilidad de que esto pudiese haber
sucedido antes de mediados de 1896, fecha en la que Marconi ya estaba realizando
transmisiones.[49] Sea como fuere, Popov es a día de hoy considerado el inventor de las
radiocomunicaciones en Rusia, donde cada 7 de mayo se celebra el día de la Radio.
Sin embargo, fue Guillermo Marconi quien patentó, diseñó e implementó un sistema de
radiocomunicación efectivo alrededor de todo el mundo bajo su supervisión[50] y estrechamente
ligado a las comunicaciones en el mar. Marconi, con el apoyo financiero de su padre, empezó a
desarrollar un sistema de telegrafía sin hilos a la temprana edad de veintiún años, en 1895.[51]
Experimentó de forma empírica con cohesores de Branly y antenas de fabricación casera en una
finca de su padre, logrando transmisiones de hasta un kilómetro de distancia, hasta que en 1896
Marconi se desplazó a Londres para continuar con sus experimentos.[52] Allí contó con el apoyo
de William Henry Preece, ingeniero jefe en la British Post Office que también había llevado a
cabo experimentos telegráficos y telefónicos, y bajo el paraguas de la compañía se realizaron
pruebas en 1896 y 1897 en las que se logró transmisiones a distancias de 7 km en tierra y
14 km sobre agua salada.[53] El éxito fue tal que en ese mismo año Marconi fundó la Wireless
Telegraph and Signal Company Limited, logró progresivamente aumentar el alcance de sus
equipos —tardó más de dos años en percatarse de la importancia de sintonizar el tamaño de la
antena emisora con el de la receptora—, y los embarcó e instaló por todo el globo. Cuando
empresas como la alemana Telefunken, fruto de la unión de Siemens & Halske y AEG en 1903,
aumentaron la presión sobre el proyecto de Marconi este dejó de comercializar sus equipos y se
centró en desplegar una red de estaciones terrenas, que daban cobertura en las principales
rutas comerciales, y equipar a los barcos no sólo con equipamiento de la compañía, si no con
operadores en nómina que sólo se comunicaban con las estaciones de su propia red;[54] esta
práctica acabó con la aprobación en la Primera Conferencia Radiotelegráfica Internacional en
1906 del Convenio de Radiocomunicaciones y su reglamento anexo, pero para entonces la
empresa de Marconi ya dominaba la comunicación en el mar.
Como hubo ocurrido con el telégrafo, varios episodios demostraron que la radiotelegrafía era
una herramienta con la que evitar grandes tragedias humanas, relatando otro capítulo de gran
importancia en la historia de la disciplina y su aceptación como un pilar de la sociedad
moderna.
A principios del xx aparece el teletipo que, utilizando el código Baudot, permitía enviar texto en
algo parecido a una máquina de escribir y también recibir texto, que era impreso por tipos
movidos por relés.
El término telecomunicación fue definido por primera vez en la reunión conjunta de la XIII
Conferencia de la UTI (Unión Telegráfica Internacional) y la III de la URI (Unión Radiotelegráfica
Internacional) que se inició en Madrid el día 3 de septiembre de 1932. La definición entonces
aprobada del término fue: "Telecomunicación es toda transmisión, emisión o recepción, de signos,
señales, escritos, imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza por hilo,
radioelectricidad, medios ópticos u otros sistemas electromagnéticos".
El siguiente artefacto revolucionario en las telecomunicaciones fue el módem que hizo posible
la transmisión de datos entre computadoras y otros dispositivos. En los años 60 comienza a ser
utilizada la telecomunicación en el campo de la informática con el uso de satélites de
comunicación y las redes de conmutación de paquetes. La década siguiente se caracterizó por
la aparición de las redes de computadoras y los protocolos y arquitecturas que servirían de base
para las telecomunicaciones modernas (en estos años aparece la ARPANET, que dio origen a la
Internet). También en estos años comienza el auge de la normalización de las redes de datos: el
CCITT trabaja en la normalización de las redes de conmutación de circuitos y de conmutación
de paquetes y la Organización Internacional para la Estandarización crea el modelo OSI. A
finales de los años setenta aparecen las redes de área local o LAN.
En los años 1980, cuando los ordenadores personales se volvieron populares, aparecen las
redes digitales. En la última década del siglo xx aparece Internet, que se expandió
enormemente, ayudada por la expansión de la fibra óptica; y a principios del siglo xxi se están
viviendo los comienzos de la interconexión total a la que convergen las telecomunicaciones, a
través de todo tipo de dispositivos que son cada vez más rápidos, más compactos, más
poderosos y multifuncionales, y también de nuevas tecnologías de comunicación inalámbrica
como las redes inalámbricas.
Época contemporánea
Contenido de la disciplina
El físico James Clerk Maxwell, quién modeló por completo el concepto de onda electromagnética a través de sus
ecuaciones.
La transformada de Fourier, inventada por el ingeniero Joseph Fourier, permite analizar el espectro de frecuencias de una
señal.
La bibliografía que cubre los criterios de verificabilidad de esta sección puede encontrarse en la
sección de bibliografía.
Base teórica
La telecomunicación se basa en otras disciplinas de las que obtiene herramientas muy potentes
para modelar los diferentes sistemas con los que transmitir y recibir la información que
conforma cada comunicación y proceder a su implementación.
Física: La física proporciona el estudio del medio que nos rodea y sobre el cual se establecen
los sistemas de telecomunicación. Destaca el electromagnetismo. Su base matemática fue
desarrollada por el físico escocés James Clerk Maxwell en su obra Treatise on Electricity and
Magnetism (1873), que introdujo el concepto de onda electromagnética y permitió una
descripción matemática adecuada de la interacción entre electricidad y magnetismo
mediante sus ecuaciones fundamentales que describen y cuantifican los campos de fuerzas.
Teoría de colas: Permite modelar la calidad de servicio con la que los usuarios disfrutan de
los servicios de comunicación.
Esta información se obtiene de las denominadas fuentes de información: sonido, imagen, dato,
señales biomédicas, señales meteorológicas... y en definitiva cualquier forma de señal
analógica, discreta o digital. Estas fuentes se procesan y tratan con el fin de proceder a su
estudio tanto en el tiempo como en la frecuencia y buscar así la forma más eficiente de
transmitirlas. Se atiende a criterios tales como el ancho de banda de la señal o la tasa de
transferencia con el fin de transmitir la mayor información posible con el menor número de
recursos sin que haya interferencias ni pérdidas de información. Así, se aplican técnicas de
compresión que permiten reducir el volumen de información sin afectar gravemente al
contenido del mismo.
Ejemplo de señal digitalizada.
Una forma de obtener esa información que ha tomado gran importancia es la digitalización, que
consiste en caracterizar señales analógicas con señales digitales. El proceso consisten en
muestrear la señal el suficiente número de veces como para que se pueda reproducir de nuevo
la señal original con la interpolación de sus muestras. Mediante el criterio de Nyquist-Shannon,
teorema fundamental de la teoría de la información, se deduce que solo es necesario muestrear
la señal al doble de su frecuencia; por ejemplo, en la voz humana, que tiene un ancho de banda
de unos 4 kHz, solo es necesario muestrear a 8 kHz (8000 muestras por segundo). El siguiente
paso consiste en cuantificar dichas muestras, esto es, asociarles un valor discreto
preestablecido según el código utilizado —en este paso del proceso se pierde parte de la
información, pero lo suficientemente pequeña como para que sea despreciable—. Por último, en
la codificación, cada valor es representado con un símbolo de un código binario.
Por último, es necesario un lenguaje en el que codificar esa información y que sea conocido
tanto por el emisor como por el receptor. En el ámbito de la telecomunicación ese lenguaje se
denomina protocolo de comunicación, que no solo define el idioma utilizado, sino también las
características técnicas de la comunicación.
Sistemas de comunicación
Receptores: es todo
dispositivo capaz de recibir
un mensaje y extraer la
información de él. Es el caso de una radio, un televisor...
Repetidores: Son dispositivos que amplifican la señal que les llega, por lo que se pueden
establecer comunicaciones a gran distancia.
Conmutadores: Son dispositivos encaminan cada trama de red hacia su destino en una red de
computadoras.
Encaminadores: (routers en inglés): Son dispositivos que permiten elegir en cada momento
cual es el camino más adecuado para que las tramas de red lleguen a su destino en una red
con soporte TCP/IP.
Flltros: Dispositivos que permiten el paso de ciertas frecuencias de la señal pero impiden el
paso de otras. Se usan para sintonizar (demultiplexar) canales en una radio o en un televisor,
por ejemplo.
Entrega: El sistema debe transmitir toda la información allí donde debe. Además en
ocasiones es necesario que el sistema garantice que esa información únicamente la va a
recibir donde está previsto.
Exactitud: El sistema debe entregar la información con exactitud y sin modificarla. Los datos
que se alteran en la transmisión deben de poder recuperarse a través de códigos detectores y
correctores de error u otras técnicas.
Medios de transmisión
En un teléfono de latas la cuerda vibrante es un medio de transmisión guiado. El aire contenido entre la lata y la boca del
hablante funciona como un medio de transmisión no guiado.
Por el contrario, un medio de transmisión no guiado es aquel que sirve de soporte para que se
produzca la variación de la magnitud, pero no la dirigen por un camino específico. Es el caso, en
contraposición del ejemplo anterior, del sonido cuando hablamos con otra persona cara a cara.
En el contexto de telecomunicación actual la mayor parte de los medios guiados son cables de
distintos metales como el cobre. En la red telegráfica se usaban cables sin cubierta maleable
suspendidos de travesaños en postes. Este tipo de cables estaba expuesto a interferencias y a
cortocircuitos, pero considerando la baja velocidad del telégrafo, funcionaron convenientemente
bien. Para evitar estos problemas lo cables se recubrieron con aislamiento, generalmente
plástico. El más común era cable telefónico compuesto de dos hilos de cobre paralelos, aunque
actualmente se usa el cable trenzado, el cual es más resistente a las interferencias
electromagnéticas. Con la expansión de las telecomunicaciones fue necesario extender cables
para interconectar los distintos continentes, por lo que se instalaron cables submarinos.
El par trenzado es el medio guiado más económico y más usado para aplicaciones generales.
Inventados por Alexander Graham Bell en 1881, consiste en dos alambres de cobre aislados,
que se trenzan de forma helicoidal. Puesto que dos alambres paralelos constituyen una antena
simple; en el par trenzado las ondas de diferentes vueltas se cancelan, por lo que la radiación
del cable es menos efectiva y permite reducir la interferencia eléctrica tanto exterior como de
pares cercanos. Este tipo de cables puede estar o no protegido por una malla protectora
metálica, pudiendo ser así STP (Shielded Twisted Pair, par trenzado acorazado), UTP (Unshielded
Twisted Pair, par trenzado sin coraza) o FTP (Foiled Twisted Pair, par trenzado forrado en hoja
metálica).
El cable coaxial también se compone de dos conductores, pero en este caso uno de ellos es un
alambre interno y el otro una malla metálica que lo rodea. Los dos conductores están separados
por un aislante y la malla tiene una cubierta de plástica.
La fibra óptica es un enlace hecho con un hilo muy fino de material transparente de pequeño
diámetro y recubierto de un material opaco que evita que la luz se disipe. Por el núcleo,
generalmente de vidrio o plásticos, se envían pulsos de luz, no eléctricos. Hay dos tipos de fibra
óptica: la multimodo y la monomodo. En la fibra multimodo la luz puede circular por más de un
camino pues diámetro del núcleo es de aproximadamente 50 µm. Por el contrario, en la fibra
monomodo solo se propaga un modo de luz, la luz solo viaja por un camino. El diámetro del
núcleo es más pequeño (menos de 5 µm).
Ancho de
Tasa de
Como medios de trasmisión no guiados destacan aquellos que usan variaciones del campo
electromagnético, manifestación física del electromagnetismo, como soporte para transmitir la
información. A finales del siglo xix varios experimentos consiguieron realizar comunicaciones a
través de ondas de radio. Si bien, la primera comunicación inalámbrica trasatlántica se
estableció en 1901 de la mano del ingeniero Guillermo Marconi, utilizando diseños del científico
Nikola Tesla. A partir de este momento la radiocomunicación tomó forma y se vio impulsada en
la segunda década de siglo, con el hundimiento del Titanic en 1912 o la Primera Guerra Mundial
en el 1914 como escenarios de fondo que demandaban este tipo de comunicaciones.
A las frecuencias comprendidas entre 300 MHz y 300 GHz (UHF, SHF y EHF) se le denominan
microondas. En la telecomunicación, las microondas son muy explotadas en la actualidad ya
que atraviesan fácilmente la atmósfera con menos interferencia que otras longitudes de onda
mayores y este espectro posee un ancho de banda mayor, por lo que se pueden establecer más
bandas. Por ejemplo, las microondas se usan en los informativos para transmitir una señal
desde una localización remota a una estación de televisión mediante una camioneta
especialmente equipada. El estándar 802.11 también usa microondas para, entre otros,
implementar los servicios de Wi-Fi.
En la práctica un radiocomunicación puede tener millones de kilómetros de distancia; por
ejemplo, en la exploración espacial se siguen recibiendo datos de sondas espaciales que se
encuentran a más de 100 ua, como la misión Voyager, mediante la red del espacio profundo
DSN.
Very low
Muy baja frecuencia VLF 4 3 – 30 kHz 100 – 10 km
frequency
30 –
Baja frecuencia Low frequency LF 5 10 – 1 km
300 kHz
Medium 300 –
Media frecuencia MF 6 1 km – 100 m
frequency 3 000 kHz
Super high
Super alta frecuencia SHF 10 3 – 30 GHz 100 – 10 mm
frequency
Reproducir contenido
multimedia
Video neerlandés de 1947 que promociona la construcción de un nuevo sistema de conmutación tras la destrucción del
antiguo en la segunda guerra mundial.[55]
Se puede observar cómo se realizaba la conmutación manual en una central de conmutación, en la que los operarios
realizaban la conexión entre el origen y el destino de la llamada. Obsérvese el gran número de cables necesarios al no
usarse la multiplexación —uno por cliente—, lo que llegó a ser un verdadero problema en las grandes ciudades. Después
se puede ver un sistema de conmutación automática que selecciona el camino por medios electromecánicos.
Las redes de comunicaciones tienden a ser complejas cuando el número de usuarios de éstas
crece de una manera considerable, como ocurrió a principios de s. XX con la red telefónica
conmutada. Históricamente son varios los objetos y técnicas que han permitido reducir los
recursos necesarios de las redes y aumentar las capacidades de las ya existentes. De hecho, el
bucle de abonado suele ser un par de cobre, que se inventó a finales del s. XIX para telefonía,
pero que aún hoy se puede usar para ciertos servicios de ADSL o IPTV, tecnologías mucho más
avanzadas que el teléfono.
Mediante la conmutación se conectan los diferentes nodos que existen en la red permitiendo
elegir el camino más eficiente entre los dos terminales. En un principio la conmutación se
llevaba a cabo de forma manual mediante la conmutación de circuitos. El operador establecía
una conexión física entre la línea entrante y la saliente con un cable a petición del cliente. Más
tarde se desarrollaron sistemas de conmutación automatizada por motivos de privacidad, como
el sistema Rotary. La conmutación de paquetes se refiere a la que se hace en las redes
informáticas con los paquetes de datos, donde cada nodo o enrutador elige el camino más
apropiado para la información; similar a la que se hace en el correo postal.
Otra técnica muy usada es la modulación, que permite introducir la información contenida en
una onda electromagnética en otra denominada onda portadora. De esta manera se resuelven
ciertos problemas técnicos que aparecen a la hora de transmitir ciertas señales, como por
ejemplo el asociado al tamaño de la antena. Ésta debe tener el tamaño de la longitud de onda
de la señal que irradie; al modular la señal en una portadora de frecuencia superior, y por tanto
menor longitud de onda, se puede usar una antena más pequeña. También tiene importantes
aplicaciones en la multiplexación de señales y es una forma de reducir la distorsión que sufre la
señal durante la transmisión. La modulación es la técnica que se utiliza en la radiodifusión AM y
FM, por ejemplo.
Por último, mediante técnicas de acceso múltiple al medio se usa el mismo medio de
transmisión para enviar varias comunicaciones, de tal forma que se reduce significativamente el
número de cables usados o se usa el espacio libre de forma compartida y ordenada. Por
ejemplo, la multiplexación divide la capacidad de transmisión de un medio en ranuras o
ventanas para cada una de las transmisiones. En el caso de la multiplexación por división de
tiempo se dividen los mensajes en segmentos y se asigna una ventana de tiempo para realizar
cada transmisión, que se recuperan sincronizando ambos extremos. Se usa, por ejemplo, en la
telefonía móvil GSM. En la multiplexación por división de frecuencia lo que se divide en
ventanas o slots es el espectro de frecuencias, modulando cada transmisión en una frecuencia
distinta de tal forma que no se superpongan, y se recupera usando un filtro electrónico para
cada frecuencia. Se usa, por ejemplo, en la radiodifusión FM en la que decenas de canales de
radio se transmiten por el aire a la vez pero solo una se escucha en el receptor.
Existen distintas formas de clasificar las redes de telecomunicación, entre los que destacan:
En cada red, que presentará una topología adecuada, se suele distinguir entre la red de acceso,
en la que se sitúan los terminales de la red por la que acceden los usuarios; y la red de tránsito o
núcleo de red, donde se sitúan los sistemas necesarios para establecer la comunicación y evitar
la pérdida de información —los nodos de la red y demás enlaces de telecomunicación—.
En el símil del correo postal, los buzones de correos y los carteros serían la red de acceso en la
que cada usuario entrega la información y esta le es entregada al usuarios; mientras que las
oficinas de correos, centrales y camiones de transporte entre municipios sería la red de tránsito,
donde se decide qué hacer con cada carta para que llegue al destino de forma íntegra.
Sobre estas redes de comunicación se implementan distintas funcionalidades; un servicio de
telecomunicación es un conjunto de prestaciones que el usuario recibe de la red. De nuevo en el
símil del correo postal, los diferentes servicios podrían ser enviar una carta, un paquete o una
carta documento —o burofax—; diferentes servicios que aprovechan la misma red. Los servicios
de telecomunicación se pueden clasificar en:
Servicios Descripción
Son aquellos servicios que ofrecen la capacidad necesaria para ofrecer otros
servicios a los usuarios. Son, por ejemplo, los servicios que las cadenas de
portadores
televisión o las torres de telecomunicaciones ofrecen a los distintos canal de
televisión.
Son aquellos servicios que aprovechan las capacidades de otros servicios para
de valor
amplír las prestaciones que ofrecen. Es el caso del teletexto o los subtítulos que
añadido
se transmiten de forma paralela al canal de televisión.
Se conoce como Red Telefónica Conmutada a la red tradicional pública de telefonía; se dice
'pública' porque el acceso es libre a cualquier interesado y no porque sea de gestión pública,
aunque pueda serlo. En esta red se utilizan como terminales de red teléfonos, a través del cual
los usuarios hablan, y se conecta por el bucle de abonado a las centrales de distribución local;
conformando así la red de acceso. Las distintas centrales telefónicas se interconectan entre sí a
través de otras más grandes de forma jerárquica, conformando el núcleo de la red. Son
centrales de conmutación de circuitos en las que se establece un canal fijo y exclusivo para
cada comunicación y que no desaparece hasta que ésta finaliza. De forma tradicional la
conexión del circuito era física, ya sea por conmutación manual o por un sistema de
conmutación Rotary; pero actualmente se establece de forma digital en centrales telefónicas
digitales. Así pues, la voz se digitaliza con 8 bit a unos 8 kHz.
Si se desea compartir datos entre varias computadoras se tendrá que establecer una red de
computadoras. Una red de área local es una interconexión de ordenadores y periféricos con el
objetivo de compartir tanto información como recursos, como impresoras o servidores. En este
caso de redes se usan estándares como Ethernet o Token Ring y medios de transmisión como
cable de par trenzado o cable coaxial. Sin embargo, una red de área amplia tiene una extensión
más grande, como un país entero por ejemplo, y son establecidas por grandes empresas para
su uso privado o por los ISP para ofrecer servicios de Internet.
La radio y la televisión son, junto con los periódicos, los denominados medios de comunicación
de masas ya que se trata de formas de comunicación difusivas en las que a una gran cantidad
de personas les llega la información de pocas fuentes. Una red de difusión es aquella red
orientada a entregar a varios puntos, de forma simultánea y síncrona, una copia idéntica de la
misma información que ha sido generada por un punto. En las redes de radio y televisión, puesto
que la atmósfera es un único medio de transmisión, solo se pueden enviar diferentes mensajes
utilizando, típicamente, multiplexación en frecuencia. En el receptor se filtra o 'sintoniza' una de
las señales y se demodula para reproducirla de forma íntegra. Es el caso de la televisión
analógica, la TDT o la televisión por satélite; así como de las emisiones de radio AM y FM.
Otros medios de retransmitir radio y televisión de forma difusiva son la televisión por cable, que
utiliza fibra óptica o cable coaxial para la transmisión; o la IPTV, que utiliza los servicios de
datos sobre la red telefónica como la línea de abonado digital (xDSL). En estos casos se usa
multiplexación por división de código.
El término banda ancha hace referencia a un gran número de tecnologías de trasporte de datos
que los ISP denominan así para facilitar su comprensión al cliente; pero que en definitiva
ofrecen el mismo servicio al usuario, pero con una calidad de servicio distinta, por lo que se
denominan de la misma manera para su comercialización. Así, incluye tecnologías que permitan
una conexión a Internet de 'alta' velocidad como la línea de abonado digital (xDSL), líneas
basadas en fibra óptica o híbridas de fibra óptica y coaxial; o conexiones inalámbricas como la
telefonía móvil 3G o el WiMAX.
Se denomina triple play al empaquetamiento sobre protocolo IP de servicios tales como voz
(VoIP con teléfonos IP), televisión (IPTV) y banda ancha en un único paquete de suministro y,
por tanto, un único producto de venta de servicios al usuario; la evolución natural del concepto,
el cuádruple play, incluye el uso de redes móviles para la prestación de estos servicios. De esta
manera, estos servicios se ofrecen al usuario usando sistemas y tecnologías parecidas, lo que
se ha venido a denominar convergencia tecnológica de las TIC. La implementación total de este
tipo de estructuras de redes daría como resultado la denominada red de siguiente generación.
Son servicios telemáticos los que usan tanto sistemas informáticos como de telecomunicación,
como son los que se ofrecen en redes de computadoras como Internet, la «red de redes». Este
se trata de un conjunto de un gran número de redes de comunicación e informáticas
interconectadas entre sí de forma descentralizada y voluntaria. Cada red que compone Internet
está diseñada con una arquitectura y tecnologías que pueden ser muy diferentes; el éxito de
Internet como sistema global se basa en que en todas estas redes se usa el mismo protocolo
de comunicación, el mismo 'lenguaje', la familia de protocolos de Internet. El protocolo IP es
capaz de encaminar el tráfico de datos en Internet como si ésta fuera una sola red lógica
utilizando identificaciones para cada máquina (dirección IP) mientras que el protocolo TCP
permite gestionar una transmisión efectiva de esos datos sin que se produzcan pérdidas. Otros
protocolos importantes para el funcionamiento de Internet son, por ejemplo, HTTP, SMTP, SSH,
FTP...
Un error habitual es confundir los diferentes servicios a los que se puede acceder por Internet
con la internet propiamente dicha. Por ejemplo, la World Wide Web, conocida como la Web, es un
conjunto de protocolos que permite visualizar archivos de hipertexto alojados en otras
máquinas; pero es habitual la confusión entre 'Internet' y 'la Web'. Otros servicios serían el envío
de correo electrónico (SMTP), la transmisión de archivos (FTP y P2P), las conversaciones en
línea (IRC), la mensajería instantánea, la transmisión de contenido y comunicación multimedia
—telefonía (VoIP), televisión (IPTV)—, los boletines electrónicos (NNTP), el acceso remoto a
otros dispositivos (SSH y Telnet) o los juegos en línea. De hecho, se denominan proveedor de
servicios de Internet a una empresa que conecta los dispositivos de los usuarios domésticos al
resto de Internet permitiendo el acceso de éste a dichos servicios.
Las redes académicas y de investigación como GÉANT, Internet2, RedCLARA o la Red del
Espacio Profundo; o
La influencia en la tecnología
La influencia política
Fotografía de Otto von Bismarck en 1890.
A Otto von Bismarck, figura clave en la formación de Alemania, le agobiaba que todos los asuntos del Estado recayesen
sobre él, dada la cercanía a ellos que le propiciaba el telégrafo.[58] Así, llegó a afirmar que «Es lo más agradable estar en
el fondo del bosque, donde ni una persona ni un telegrama pueden importunarme».[59]
Las telecomunicaciones se perfilaron como un instrumento con el que centralizar el poder del
Estado y conseguir así una gestión económica, militar y burocrática centralizada.[60] De hecho,
el uso de las telecomunicaciones en el seno de la Administración de un estado puede servir
como un medio de control muy efectivo: «Fomentan el desarrollo del telégrafo porque este es el
instrumento más poderoso de un déspota que desea controlar a sus funcionarios».[61]
Sin ir más lejos, Curzio Malaparte señalaba en Técnica del golpe de Estado de 1931 que bastaba
con que un puñado de hombre tomasen algunas estructuras clave del Estado, como las
centrales telegráficas y telefónicas, para lograr su control efectivo.[64] De forma análoga Trotsky
creía que un ataque revolucionario no debía tener como objetivo las centros de poder del Estado
como la Duma, sino las infraestructuras básicas de este como los ferrocarriles, las centrales
eléctricas o las centrales de telecomunicación.[65] Esta concepción de la revolución, que tiene
por objetivo tomar el control de las infraestructuras técnicas del Estado, ha sido puesta en
práctica en diversas ocasiones: en el Golpe de Estado de mayo de 1926 en Polonia, o en el
intento de Golpe de Estado de 1932 en España, entre otros.[66]
Con el tiempo, los Estados permitieron a la ciudadanía y a las empresas el uso del excedente de
tráfico en sus redes de telecomunicación, aunque como se consideraban de vital importancia
para la soberanía y seguridad, seguían perteneciendo al Estado y este se reservaba su
control.[67]
Por último, pero no menos importante por ello, cabe destacar que las técnicas de
telecomunicación hacen posible la existencia de los llamados medios de comunicación de
masas —menos el notable caso del periódico—. Estos ejercen un papel muy importante en la
política, pues suponen un nexo de unión de doble sentido entre los gobernantes y la ciudadanía:
Sirven al gobernante para comunicarse con la ciudadanía, o ejercer un control sobre ésta.
La influencia en la guerra
El 8 de enero de 1815 unos 8000 soldados británicos atacaron por sorpresa a la guarnición de
milicianos que el entonces general Andrew Jackson tenía en Nueva Orleans en el marco de la
guerra anglo-estadounidense de 1812. La batalla de Nueva Orleans resultó en una masacre para
las unidades británicas debido al potente fuego de artillería; pero más inquietante resulta saber
que apenas 15 días antes se había firmado la paz, pero la noticia no cruzó el Atlántico hasta el 4
de febrero de ese año.[69]
Por último, en la guerra moderna —desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la
actualidad— han aparecido nuevas técnicas bélicas de enorme importancia como los misiles
guiados o los vehículos aéreos de combate no tripulados; o nuevas formas de confrontación
como la guerra electrónica, la guerra informática, la guerra de la información o la guerra
centrada en redes.
La influencia en la paz
La influencia económica
Estas redes son desarrollos recientes. El trabajo de Roeller and Waverman (2001) sugiere que
en la OECD, la difusión de las redes modernas de telecomunicaciones de línea fija era las
responsable de un tercio del crecimiento de la producción entre 1970 y 1990. Para los países de
ingresos altos, los teléfonos móviles también proporcionan un significativo crecimiento dividido
durante el mismo periodo de tiempo. Suecia, por ejemplo, tuvo una tasa media de penetración
móvil 64 por cada 100 habitantes durante el periodo de 1996 a 2003, la más alta penetración de
móviles observada. En ese mismo periodo, Canadá tenía una tasa media de penetración móvil
de 26 por cada 100 habitantes.
Si de forma general se considera que las tres infraestructuras de una sociedad son la energía, el
transporte y las comunicaciones,[85] son las telecomunicaciones la principal forma de
comunicación en la sociedad actual.
La influencia de las telecomunicaciones en la situación social de las personas se deja ver en
conceptos como la sociedad del conocimiento, sociedad de la información o la sociedad de
masas, teorías muy influyentes en la concepción actual de las sociedades industriales y
posindustriales de la Edad Contemporánea —la actual—.
En el ámbito de los medios de comunicación de masas, el sociólogo Daniel Bell sostenía que en
la historia pueden distinguirse cuatro grandes cambios o revoluciones asociadas a distintos
modelos de sociedad:[86]
El lenguaje: Supuso que las comunidades humanas pudiesen coordinar su trabajo para
perseguir un objetivo común.[87]
Así, ya en los años 1970 y 1980, a los que pertenecen las teorías aquí explicadas, se consideró
que las telecomunicaciones son una influencia esencial para la sociedad, ya que posibilita un
diálogo directo e instantáneo capaz de hacer llegar a cualquier punto del planeta una misma
idea, costumbre o mentalidad, condicionando el cambio social hacia una concepción más
universal y sin fronteras de la humanidad.[89]
Esta idea también queda recogida en el concepto de «aldea global», concebido por el
canadiense Marshall McLuhan, para el cual, debido a la expansión de los medios de
comunicación en los años 1950, el individuo pasaría a concebir el ancho mundo como una
pequeña aldea global en la que la sociedad volvería a comportarse de forma mucho más tribal y
cercana. Este concepto se ha ido ampliando con el tiempo hasta incluir dimensiones como
redes de dependencias mutuas, solidaridad, defensa de ideales compartidos, como por ejemplo
la ecología, el desarrollo sustentable o la democracia; un relativismo, debido a la falta de
referencias universales, líderes y normas sociales emergentes; un mayor protagonismo de los
individuos junto con la igualdad social; o que pequeños acontecimientos acontecidos en
determinadas partes del mundo puedan tener efectos a una escala global: efecto mariposa,
teoría del caos. Esto es, la globalización.
En la primera mitad del siglo xix ninguna telecomunicación sobrepasaba las fronteras entre las
diferentes naciones de la época, que no eran pocas. Recuérdese, por ejemplo, que la
Confederación Germánica agrupaba a 39 entidades territoriales distintas en una extensión
asimilable a la actual Alemania. En este escenario, el primer acuerdo internacional fue el que
firmaron Prusia y Austria el 3 de octubre de 1949. En este regulaban la actividad de la línea
telegráfica entre Berlín y Viena, que transcurría paralela al ferrocarril que las unía, y establecía
las prioridades de uso de la línea: asuntos de estado, información del tren y correspondencia
comercial —si procedía—. A este acuerdo le siguieron el de Prusia y Sajonia y el de Austria y
Baviera. En 1850 estos cuatro estados —Prusia, Austria, Sajonia, Baviera— formaron la Unión
Telegráfica Austro-alemana, a la que se unieron otros estados germanos y los Países Bajos, y no
desapareció hasta 1872. Como grandes aportaciones de esta Unión destaca la decisión en
1851 de conectar las líneas telegráficas en las fronteras, prescindiendo de los funcionarios que
traducían y repetían los mensajes en estas; la elección del telégrafo de Morse como preferente;
y la decisión de separar los acuerdos más generales e inmutables en un Convenio de los más
técnicos y coyunturales, que se añadían a un Reglamento anexo al Convenio. De esta manera se
reducían los contactos diplomáticos que solo modificaban tasas o aspectos técnicos.
La experiencia germánica prosperó y fue motivo de imitación. Tras los acuerdos entre Francia y
Bélgica (1851), Francia y Suiza (1852), Francia y Cerdeña (1853) y Francia y España (1854);
estos países formaron la Unión Telegráfica de Europa Occidental, con unas normas muy
similares a la experiencia germánica. También se firmó un acuerdo en el 1852 entre Francia,
Prusia y Bélgica que tenía la peculiaridad de que reconocía el derecho a usar los servicios del
telégrafo internacional y al secreto de los telegramas, como precursor del derecho a la intimidad
y al secreto de las telecomunicaciones. Este acuerdo fue después ratificado por Suiza, España,
Cerdeña, Portugal, Turquía, Dinamarca, Suecia y Noruega, los Estados Pontificios, Rusia, las Dos
Sicilias y Luxemburgo.
Para unificar por completo el servicio telegráfico en Europa, se firmó en París en 1865 del primer
Convenio Telegráfico Internacional.
La telecomunicación posee una regulación legislativa y normativa muy específica, así como
organismos reguladores que velan por el cumplimiento de dichas regulaciones, pero que
además se haya íntimamente ligada con el modelo económico del sector. Esto se debe a que de
forma tradicional las telecomunicaciones eran un sector monopolizado por los distintos
Estados, que se concebía como un servicio público —servicio universal—, pero que en los
últimos años está sufriendo un proceso de reconversión a un mercado libre de competencia
perfecta, lo que ha generado una situación transitoria de competencia regulada. Además, el
carácter internacional de las redes de telecomunicación obliga a establecer condiciones
comunes de tarificación e interconexión.
Una gran parte de las comunicaciones se llevan a cabo mediante tecnologías sin cables, esto
es, mediante ondas electromagnéticas que se propagan por todo el medio que nos rodea. Pero
la peculiaridad es que a diferencia de un medio guiado como un cable, en el que la excitación
electromagnética es contenida por el propio material y su aislamiento; en el caso de las
comunicaciones por radio solo existe un medio que es compartido, por lo que existe un gran
riesgo de interferencias entre las distintas transmisiones. Para ello, la administración gestiona
el uso y acceso a este recurso, que se puede considerar escaso a pesar de su gran dimensión.
Así, se establecen limitaciones en la manera en la que cada persona o empresa puede llevar a
cabo transmisiones por el aire, siendo incluso necesario en la mayoría de ocasiones algún tipo
de licencia o el pago de tasas. De hecho, existen muy pocas bandas de frecuencia de acceso
libre sin licencia, aunque su distribución varía según el país. Algunas bandas libres son:
Longitud
Denominación Uso Tipo Frecuencias Observaciones
de onda
Uso de dispositivos
electrónicos en general:
Hornos microondas
Teléfonos
inalámbricos La más usada es la
Banda ISM Varias Varias Varias
de 2,4 GHz
WLAN como Wi-Fi o
HIPERLAN
En los Estados
Banda PMR Walkie-talkies UHF 446 MHz 67,3 cm Unidos se usa la
FRS
Comunicaciones civiles:
Emergencias Limitaciones, tasas
Banda 11
HF 27 MHz o licencias por país
ciudadana Transportistas metros
(véase)
Bomberos, etc.
Banda
de 20m
Banda
de 17m
Banda
de 15m
Banda
de 12m
Banda
de 10m
Banda
de 6m
VHF
Banda
de 2m
Banda
de 70cm
UHF
Banda
de 23cm
Desde el punto de vista técnico lo que se hace es dividir el medio de transmisión, el aire, en
diferentes ventanas o slots de frecuencia. De esta manera, estas ventanas se reparten entre los
interesados, siendo necesario en la mayoría de los casos cumplir una serie de requisitos y el
pago de determinadas tasas. Además, se limita la potencia de la antena utilizada con el fin de
que la emisión de una antena no interfiera las de alrededor.
Una de las muchas maneras en la que se estudia el mercado generado por la telecomunicación
—a menudo llamado 'macrosector de las telecomunicaciones'— es dividiéndolo en los
siguientes sectores:[90]
Aplicaciones: La interfaz de los terminales con la que el usuario aprovecha los servicios.
Contenidos: Los recursos a los que el usuario puede acceder: información, multimedia,
almacenamiento...
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT o IUT en inglés), que nace en 1934 como
heredera de la Unión Telegráfica Internacional (1865) y en 1947 es integrada en la
Organización de Naciones Unidas. Desde 1993 la UIT, está organizada en tres sectores
principales:
ITU-R: Sector de Radiocomunicaciones (antiguo CCIR)
Finalmente, cabe mencionar otros grupos de normalización de gran importancia como son el
Grupo de Trabajo en Ingeniería de Internet (IETF) o consorcios privados como el World Wide
Web Consortium (W3C). Además, cuando se comenzó a desarrollar la red Internet (nacida de la
red ARPANET de los Estados Unidos), los miembros que formaban parte de los grupos de
investigación se comunicaban a través de informes técnicos que llevaban el nombre de RFC
(Request For Comments, solicitud de comentarios es castellano). Estos informes técnicos
daban (y siguen dando) lugar a normas que quedan numeradas según el orden cronológico de
creación. Los RFCs establecen por ejemplo las normas para el funcionamiento del protocolo IP,
del protocolo UDP, del correo electrónico, por nombrar solo algunos ejemplos.
Telecomunicaciones y salud
Las tecnologías de las que hace uso las telecomunicaciones tiene una incidencia en la salud de
las personas.
Efectos malignos
En este sentido, las tecnologías de uso cotidiano se presuponen seguras para el cuerpo
humano, pues se diseñan para serlo. Los estados limitan la potencia que una antena pueda
emitir para que no llegue a ser perjudicial para la salud. Así, por ejemplo, en España la limitación
de potencia viene recogida en el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF) y la
distancia de seguridad está regulada en el Real Decreto 1066/2001, de 28 de septiembre, por el
que se aprueba el Reglamento que establece condiciones de protección del dominio público
radioeléctrico, restricciones a las emisiones radioeléctricas y medidas de protección sanitaria
frente a emisiones radioeléctricas. Sin embargo, son los efectos a largo plazo, o las
exposiciones a muchos campos electromagnéticos de distinta naturaleza, lo que es objeto de
estudio hoy en día. Ciertas instalaciones sí que son inseguras sin lugar a dudas, como una
antena emisora de amplitud modulada que da servicio de radio a todo un país o una estación de
radar, pero se encuentran debidamente señalizadas.
Véanse también: Radiación de teléfonos móviles y salud y Dispositivos electrónicos inalámbricos y salud.
Efectos benignos
Véase también
Anexo:Glosario de telecomunicación
Ingeniería de telecomunicación
Era de la máquina
Notas
Es la mera elección del autor o el traductor de la obra lo que determina que se use una u otra
denominación.
4. In an article appearing in the November 22, 1865 edition of the Parisian newspaper, Le Petit
Journal, itself extracted from a similar article in the Sardinia Courier ("Il Corriere di Sardegna"),
Emile Quetand of the Parisian court wrote the following:
A discovery which will produce universal results in its applications to the
arts and industries, has recently been added to the numerous wonders of
the century; it is the transmission of the sounds of the voice by telegraph.
The author of the invention… who is also the inventor of a celebrated
automaton, transmits words with the ordinary telegraph wire, and with an
apparatus more simple than that which at present serves for dispatches.
Henceforth two merchants may communicate instantly their business
affairs between London to Calcutta, announce each other’s speculations,
agreements, etc. Some successful experiments have been made, which
confirm the practical possibilities of the invention. It also transmits musical
notes; as for the words, the sonorous ones are heard distinctly… At Aosta a
monument has been erected, with the following inscription: ‘Inncenzo
Manzetti, inventor and maker, in the year 1864, of the first telephonic
apparatus.’
Original:if Meucci had been able to pay the $10 fee to maintain the caveat
after 1874, no patent could have been issued to Bell.
Canadá: Diez días después, el 21 de junio de 2002, la Cámara de los Comunes de Canadá
reconoció a Alexander Graham Bell como autor del teléfono:
Cámara de los Comunes de Canadá, Diario número 211, Legislatura de la Cámara
número 37, primera Sesión, Transcripción número 211" (http://www2.parl.gc.ca/HousePu
blications/Publication.aspx?Pub=hansard&Language=E&Mode=1&Parl=37&Ses=1#T11
40) Hansard of the Government of Canada, 21 de junio de 2002, p.1620 / p.13006,
registro temporal: 1205. Consultado el 2 de noviembre de 2013.
Alemania: En Alemania se considera a Philipp Reis el inventor del teléfono, tal y como
reza la estatua en su honor:
Original: «Philipp Reis, der enfinder des telephons»
6. Nota vacía
7. Cita atribuida a Francis Bacon, aunque no forma parte de su obra escrita. Véase Francis
Bacon en Wikiquote.
8. Esta teoría de Daniel Bell data de principios de los años 80, por lo que no recoge las
consecuencias de introducir las telecomunicaciones telemáticas —informáticas— en la
sociedad, sino que sólo teoriza sobre ello.
Referencias
1. «telecomunicación» (http://diccionario.raing.es/es/lema/telecomunicaci%C3%B3n) .
Diccionario Español de Ingeniería (1.0 edición). Real Academia de Ingeniería de España. 2014.
Consultado el 27 de abril de 2014.
4. Romeo López, José María; Romero Frías, Rafael. El ferrocarril y el telégrafo. (https://web.archi
ve.org/web/20130925232205/http://www.docutren.com/archivos/gijon/pdf/tc3.pdf) .
Fundación Telefónica y el Departamento de Ingeniería Audiovisual y de Comunicaciones de la
UPM. p. 1. Archivado desde el original (http://www.docutren.com/archivos/gijon/pdf/tc3.pd
f) el 25 de septiembre de 2013. Consultado el 23 de agosto de 2013. «Desde los Orígenes
de la Humanidad se sintió la necesidad de comunicación a distancia y rápida para prevenir
invasiones o ataques, conocer el desarrollo y consecuencias de las batallas, etc. Los medios
de enlace de que se disponía eran la luz y el sonido, precibidos por los sentidos de la vista y el
oído.»
6. Las siete tragedias de Eschylo (1883), Madrid, Luis Navarro (ed.) p. 141 (http://archive.org/str
eam/lassietetragedi00salvgoog#page/n265/mode/2up)
9. Romeo López, José María; Romero Frías, Rafael. El ferrocarril y el telégrafo. (https://web.archi
ve.org/web/20130925232205/http://www.docutren.com/archivos/gijon/pdf/tc3.pdf) .
Fundación Telefónica y el Departamento de Ingeniería Audiovisual y de Comunicaciones de la
UPM. p. 1. Archivado desde el original (http://www.docutren.com/archivos/gijon/pdf/tc3.pd
f) el 25 de septiembre de 2013. Consultado el 23 de agosto de 2013. «El historiador Polibio
en el punto 42 del Libro X de su tratado de Historia, hace consideraciones que constituyen
una incipiente teoría de la información, (···) En el punto 44 expone que, (···) cuando realmente
se desarrolló un verdadero procedimiento de transporte de información fue en el siglo IV a. d.
C. y se atribuye a Eneo el Táctico.»
11. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «En las torres, sobre una plataforma se montaba un mástil de madera, en
cuyo extremo superior se colocaba horizontal un travesaño (denominado regulador), que
podía modificar su posición mediante cuerdas y poleas. En el extremo del brazo horizontal
había otros brazos verticales también móviles (denominados reguladores). De este modo se
podían conseguir un gran número de figuras geométricas que desde la torre siguiente eran
visualizadas por medio de un anteojo. Ante el éxito de esta primera línea se creó en Francia
una extensa red de telegrafía óptica que, a mediados del siglo XIX, alcanzaba casi los 5.000
kilómetros.»
12. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los percusores». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 11. «Al parecer, el primero que hizo un esbozo gráfico y
completo de la telegrafía visual fue el eminente físico y químico inglés Robert Hooke (1635-
1703), en un discurso cuajado de detalles prácticos que pronunció en 1684 en la Royal
Society, pero su sistema no fue nunca experiemntado prácticamente».
13. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «Un siglo antes, en 1684, Robert Hooke ya había expuesto ante la Royal
Society un sistema de telegrafía visual, pero nunca se puso en funcionamiento. Fue la guerra
en la que se encontraba inmersa Francia a finales de siglo la que auspició la construcción de
las líneas de telégrafo óptico. Entre 1790 y 1795 Francia necesitaba tener unas
comunicaciones rápidas y seguras. Se encontraba en plena Revolución; rodeada por las
fuerzas aliadas de Inglaterra, Países Bajos, Prusia, Austria y España; Marsella y Lyon se
habían sublevado, y la flota inglesa tenía la ciudad de Toulon. Ante esta situación
desesperada, uno de los factores más favorables para los ejércitos franceses fue la falta de
coordinación existente entre las fuerzas de coalición, por la ausencia de líneas de
comunicación».
14. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «El día 2 de Thermidor (19 de julio) de 1794, se transmitió el primer
telegrama de la historia a lo largo de una línea de telegrafía óptica ideada por Claude Chappe
que, mediante 22 torres y a lo largo de 230 kilómetros unía Lille y París. Por este medio, la
Convención tuvo conocimiento de la derrota del ejército austríaco y la toma por parte del
ejército republicano francés de las plazas fuertes de Landrecies y Condé.»
15. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 37. «El
primer mensaje que pasó por el semáforo de Chappe entre Lille y París se transmitió el 15 de
agosto de 1974, después de recorrer los 230 kilómetros a través de 22 torres, desde la de
Santa Catalina, en Lille, a la estación de la Convención, sobre la cúpula del Louvre, y
anunciaba dichosamente al Gobierno que sus fuerzas habían reconquistado Le Quesnoy.»
17. Figueiras Vidal, Aníbal R.; Artés Rodríguez, Antonio (2002). Una panorámica de las
telecomunicaciones. Pearson Educación. p. 33. ISBN 9788420531007.
18. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «El sistema de telegrafía óptica británico, propuesto por Lord George Murray
al almirantazgo británico, era diferente del francés. Consistía en instalar en la cumbre de cada
torre un gran panel de madera, taladrado por seis agujeros circulares que se podían tapar por
unos postigos también de madera».
19. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «Finalmente, sería Agustín de Betancourt y Molina quien creó un sistema de
telegrafía que superaba al sistema de Chappe, tanto en velocidad de transmisión como en
seguridad, facilidad y precisión. El apoyo que recibió de la corte de Carlos III, a través del
conde de Floridablanca, permitió a Betancourt viajar a París para ampliar sus estudios y
conocer destacados ingenieros y científicos.[8] Allí hizo amistad con Abraham Louis Breguet,
relojero suizo que residía en París y que había colaborado con Chappe en la construcción y
perfeccionamiento de su sistema de telegrafía, lo que le permitió conocer de primera mano el
sistema francés. Algo más tarde, entre 1793 y 1796, residió en Londres, donde estudió el
sistema de George Murray. Buen conocedor de los dos sistemas y dudando de la efectividad
de ambos, creó un nuevo telégrafo, que mostró a Breguet a su regreso a París en 1796. De
nuevo juntos, Breguet y Betancourt perfeccionaron el sistema y lo presentaron a la Academia
de Ciencias del Instituto de Francia.»
20. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los percusores». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 22. «El ingeniero, Salvá de Barcelona, se propuso utilizar las
burbujas de hidrógeno que surgían en el electrodo negativo como indicador para un nuevo
telégrafo (···) S. T. von Sæmmerring (1955-1830) describió en el verano de 1809 un telégrafo
electroquímico en la Academia de Ciencias de Munich e hizo numerosas demostraciones
ante sus amigos. (···) Como en el telégrafo de Salvá, en el aparato de Sæmmerring la corriente
provenía de una pila voltaica, y según fuera el hilo utilizado para cerrar el circuito, de los 35
que constaba, aparecían burbujas de hidrógeno en uno de los 35 electrodos sumergidos en
agua en el terminal del receptor».
21. Suárez Saavedra, Antonio (entre 1880 y 1882). Tratado de telegrafía por Antonio Suárez
Saavedra (http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/1846363) . p. 337. «Por lo demás, el
Telégrafo propuesto en España por Salvá años atrás (49-II), sobre ser idéntico en el principio
es más sencillo y de más fácil realización —por el menor número de conductores— que el de
Samuel Soemmering.»
22. Jones, R. Victor. «Samuel Thomas von Sömmering's "Space Multiplexed" Electrochemical
Telegraph (1808-10)» (https://web.archive.org/web/20121011042334/http://people.seas.harv
ard.edu/~jones/cscie129/images/history/von_Soem.html) (en inglés). Archivado desde el
original (http://people.seas.harvard.edu/~jones/cscie129/images/history/von_Soem.html)
el 11 de octubre de 2012. Consultado el 6 de septiembre de 2012.
23. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 39. «Como tantos otros ramos de la ciencia y
la tecnología, la telegrafía eléctrica no podía deberse a los trabajos de un solo individuo, por
muy grande que este pudiera podido ser. (···) El nombre de los precursores suele olvidarse,
pero su obra perdura».
24. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 25. «Ya hemos visto como el diplomático ruso
Barón Schilling empezó a realizar experimentos de transmisión eléctrica de mensajes; su gran
contribución, en 1832, fue la aplicación, a la telegrafía, de las desviaciones producidas en una
aguja por el paso de una corriente eléctrica. (···) En 1833, los Profesores Carl Friedrich Gauss
y Wilhelm Weber construyeron en Göttingen el primer telégrafo de aguja electromangnética
para utilización práctica. Se empleó en la transmisión de información científica entre el
laboratorio de física de la Universidad y el Observatorio astronómico, a un kilómetro de
distancia, y permaneció en servicio hasta 1838».
25. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 25. «En marzo de 1836, William Fothergill
Cooke (1806-1879), (···) rogó a Charles Wheatstone (1802-1875), Profesor de Filosofía natural
en el Kings College, de Londres, que le presentara su concurso. Se asociaron y en 1837
obtuvieron su primera patente; en julio del mismo año hicieron ante los directores de la línea
férrea Londres-Birmingham una demostración de su telégrafo de cinco agujas. La experiencia
se efectuó entre Euston y Candem Town, (···) Funcionaba por desviación de dos agujas
cualesquiera cuya intersección señalaba una de las 10 letras situadas por encima o por
debajo de su eje».
26. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 25. «los directores del Great Western Railway
mostraron espíritu más progresivo y confiaron a Cooke y Wheatstone la instalación de un
telégrafo entre la estación de Paddington, término londinense de su línea, y West Drayton, a
una distancia de 21 kilómetros; el telégrafo comenzó a funcionar el 9 de julio de 1839 (···) En
este último sistema se utilizaba sólo la desviación de dos agujas, y para enviar mensajes por
él era preciso emplear un código previamente establecido».
27. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 25. «Cooke y Wheatstone siguieron
perfeccionando su telégrafo y redujeron finalmente el número de agujas a una sola; sus
sistema se mantuvo durante muchos tiempo en los ferrocarriles ingleses y llegó a penetrar en
algún caso aislado en el siglo XX. En 1846 constituyeron la Electric Telegraph Company, y
hacia 1852 se estimaba que en Inglaterra había unos 6500 km de líneas telegráficas.»
28. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 29. «La recogida y distribución de noticias en
el continente europeo era ya perfectamente posible a mediados del siglo XIX. La primera línea
telegráfica de Francia se terminón en 1845, las de Austria-Hungría y Bélgica en 1846, la de la
península italiana en 1847, la línea del telégrafo óptico Berlín-Colonia fue electrificada en
1849, la orimera de Suiza en 1852 y la de Rusia en 1853».
29. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 25. «En esencia, la idea de Morse era utilizar el
paso de una corriente eléctrica por un lectroimán para accionar una pluma o un lapicero que
dejara una marca en una cinta de papel. El registro permanente en papel de los mensajes
telegráficos era, sin duda, una nueva contribución, y en 1835, su nombramiento en la
Universidad le dejó tiempo suficiente para construir en ese año su primer telégrafo, todavía
imperfecto. Faltaba aún mucho por hacer para poder usarlo realmente en la práctica, y hasta
1837, cuando la pericia mecánica de Alfred Vail se alió al tesón de Samuel Morse, no quedó
abierto el camino del éxito.»
30. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 28. «Morse consiguió en 1843 treinta mil
dólares para una línea telegráfica entre Washington y Baltimore; esta línea se inauguró el 1º
de enero de 1845».
31. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 213.
«En esta guerra civil secesionista iniciada en 1861 y terminada en 1865, se puso de
manifiesto la gran revolución que la aplicación de las ciencias ha causado hasta el presente
en el arte de la guerra. La táctica de los federales y el objetivo de sus atrevidas maniobras era
destruir al enemigo las vías férreas y telegráficas, a la vez que conservarlas y aumentarlas
para sí. Durante tres años fueron montados varios miles de kilómetros de líneas aéreas
eléctricas».
32. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 28. «En 1847, el Congreso vendió a compañías
privadas la línea Washington-Baltimore, y hasta que Hiram Sibley unificó en la Western Union
Telegraph Company, en 1865, las otras muchas compañías privadas que se habían
constituido, no hubo verdadera ni rápida expansión. En 1866, la Western Union poseía 2250
oficinas y la longitud de sus líneas había pasado de 900 km a 120.000; uno de los factores
que más contribuyeron a este crecimiento fue el desarrollo de un nuevo servicio telegráfico de
noticias para la prensa de Nueva York, dirigido por la Associated Press».
33. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «París - 1865». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 59. «El primer paso hacia la telegrafía en lenguaje claro fue
dado en 1855, diez años antes de la Conferencia de París, por David E. Hughes con su patente
de un nuevo telégrafo. (···) Consistía en una rueda giratoria en la que había las 28 letras del
alfabeto (···) Un rodillo entintaba sin interrupción los caracteres tipográficos de la rueda y de
este modo podía recibirse directamente el mensaje escrito en papel. (···) Baudot introdujo el
código de cinco unidades (···) Combinó el uso del código de cinco unidades con la técnica
múltiplex de distribución en el tiempo. (···) Edison, que había tenido que ganarse la vida desde
la edad de 15 años,(···) en 1874, inventó el circuito cuádruplex.»
34. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «París - 1865». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 55. «Así, por ejemplo, la longitud de las líneas telegráficas de
los Estados Miembros de la Unión, que en 1865 era de 500.000 km, llegó en 1913 a 7 millones
de km, y el número total de telegramas cursados pasó de 30 millones en 1865 a más de 500
millones en 1913.»
35. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «París - 1865». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 57. «Ningún otro país europeo adoptó el telégrafo de
Wheatstone, salvo en España, que lo explotó durante poco tiempo. Se prefirió universalmente
el sistema Morse, y en 1865 el Reglamento telegráfico aprobado en la Conferencia de Paríslo
adoptó provisionalmete para su uso en las líneas internacionales. Hacia 1903, cuando había
aumentado el tráfico y se disponía de aparatos más eficaces, el Reglamento aprobado ese
año en la conferencia de Londres relegó el Morse a las líneas de poca actividad y recomendó
para las líneas de actividad mayor el equipo de Hughes, y para las que cursaban más de 500
telegramas diarios, el sistema de Baudot u otros equivalentes.»
36. Descripción del vídeo en el Instituto neerlandés para el Sonido e Imagen. «100-jarige
geschiedenis van de telefoon» (http://www.openbeelden.nl/media/22235/) . Consultado el
20 de agosto de 2013.
37. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «El teléfono». Del
semáforo al satélite. Ginebra. p. 91. «Fue también Robert Hooke (1635-1703), el gran hombre
de ciencia inglés, quien formuló las primeras sugestiones sobre la forma de transmitir la
palabra hablada a larga distancia. Después de algunos experimentos de transmisión de
sonido por hilos tirantes, hizo la siguiente información: «No es posible oír un murmullo a la
distancia de un estadio (201 metros); se ha oído ya; y quizás la naturaleza de este fenómeno
permita oírlo a una distancia de diez veces mayor». .
39. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Los pioneros del
telégrafo». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 30. «Su conductor central estaba constituido
por siete hilos trenzados de cobre puro, recubierto todo con tres capas de gutapercha hasta
un diámetro de casi 12,2 mm. Este núcleo se hallaba luego cubierto por una fina capa de
hilaza y cáñamo, y protegido con un blindaje de 18 cordones de siete finos hilos de hierro
trenzado. Se fabricaron 3200 km de este cable y se embarcaron a bordo del H.M.S.
Agamemnon, barco de guerra británico a impulsión por hélice, al efecto aparejado. El tendido
comenzó el 7 de agosto de 1857 desde Valentia, en la costa occidental de Irlanda. El 17 de
agosto el cable de rompió a 2000 brazas de profundidad, abandonándose el proyecto durante
un año.»
55. Descripción del vídeo en el Instituto neerlandés para el Sonido e Imagen. «Arnhem kan weer
automatisch telefoneren» (http://www.openbeelden.nl/media/22691/) . Consultado el 20 de
agosto de 2013.
56. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 210.
58. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 216.
«Bismarck se lamentaba de que el telégrafo había contribuido poderosamente a gastar sus
fuerzas y a acortar sus días. El telégrafo —decía— le facilitaba la administración y el gobierno
del Estado; le atormentaba, sin embargo, constantemente, aumentando sus cuidados y la
carga que pesaba sobre sus hombros, porque cada hora le traían nuevas noticias de sucesos
ocurridos en países, ya cercanos, ya remotos, sin dejarle momento de respiro ni tampoco
tiempo para discurrir sobre los anteriores.»
59. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 216.
60. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 227.
«El moderno Estado se configura dando paso a la progresiva centralización de los
instrumentos de mando, militares, económicos y burocráticos.»
63. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 230.
«(···) tanto más que en 1832, con motivo de las revueltas que estallaron en diversos puntos
del territorio, se llegó a la conclusión de que si los rebeldes hubiesen dispuesto de medios de
telecomunicación para concentrarse y coordinar sus movimientos, la represión hubiera sido,
por lo menos, bastante más dificultosa, si no comprometida. (···) tan pronto hubieron
aparecido atisbos de telégrafos privados, el Gobierno francés apreció la conveniencia de
transformar en monopolio de derecho el que de hecho venía disfrutando, lo cual fue objeto de
la Ley de 1837,».
64. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 233.
«(···), pretende demostrar que basta con que un pequeño grupo de hombres decididos y
audaces, operando con rapidez y precisión, tomen el control de algunas claves técnicas de
comunicación y poder, para que un Estado moderno, con todas sus defensas y complejidades,
pase a sus manos.»
65. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 234.
«Otro gran revolucionario —Trotsky— considera que el consejo de la república, los ministerios,
la duma, etc., no deben constituir objetivos; (···) sino la organización técnica, es decir, las
centrales eléctricas, los ferrocarriles, los telégrafos y los teléfonos».
66. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. Véase
las páginas 234 y 235.
67. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 232.
«Concepto parecido prevaleció en los demás países y sólo posteriormente fue puesto a
disposición del público, (···). Lo que al público se concedió fue el disfrute de un exceso de
posibilidades, pero no la posibilidad misma, que continuó a la exclusiva disposición de los
gobiernos, (···) pues este medio de comunicación siguió siendo considerado como prodigioso
resorte de soberanía y seguridad de los gobiernos.»
68. Suárez Saavedra, Antonio (entre 1880 y 1882). Tratado de telegrafía por Antonio Suárez
Saavedra (http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/1846363) . p. 607. «Es en los tiempos
modernos, de turbulencias y rebeliones, que encierran una gran verdad las palabras de
Castelar: «quien cuente con el ejército y el Telégrafo, puede contar con el poder.»».
69. Anécdota relevante citada en: Peña, José, de la (2003). Historias de las telecomunicaciones.
Ariel. ISBN 9788434444416.
70. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 209.
«En las guerras aún más que en cualquier otra actividad humana tienen una máxima
implicación las comunicaciones. Por ello las actividades bélicas han sido siempre un gran
estímulo para las técnicas de la telecomunicación.»
71. Suárez Saavedra, Antonio (entre 1880 y 1882). Tratado de telegrafía por Antonio Suárez
Saavedra (http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/1846363) . p. 606. «Entre todas aplicaciones
de conocimientos científicos modernos que hoy se efectúan en la guerra, cualquiera que aun
sin guerrero tenga noción de lo que es aquella comprende desde luego que la Telegrafía es de
las mas provechosas y de las que más tienden á realizar las dos grandes miras sin las cuales
todo ejército se verá arrollado y destruido: la unidad de acción y la rapidez en los
movimientos.»
72. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 209.
«No hay más que repasar las páginas de la historia de la telegrafía para reconocer que los
primeros mensajes enviados a larga distancia por los tambores de la selva virgen, las señales
de fuego de los chinos y griegos, las torres de los romanos y las atalayas de los moros
respondían a las necesidades militares.»
73. Aguilar Pérez, Antonio; Martínez Lorente, Gaspar (15 de marzo de 2003). «La telegrafía óptica
en Cataluña. Estado de la cuestión» (http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-137.htm) . Scripta
Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales (Universidad de Barcelona) VII
(137). ISSN 1138-9788 (https://issn.org/resource/issn/1138-9788) . Consultado el 23 de
agosto de 2013. «Fue la guerra en la que se encontraba inmersa Francia a finales de siglo la
que auspició la construcción de las líneas de telégrafo óptico. Entre 1790 y 1795 Francia
necesitaba tener unas comunicaciones rápidas y seguras. Se encontraba en plena Revolución;
rodeada por las fuerzas aliadas de Inglaterra, Países Bajos, Prusia, Austria y España; Marsella
y Lyon se habían sublevado, y la flota inglesa tenía la ciudad de Toulon. Ante esta situación
desesperada, uno de los factores más favorables para los ejércitos franceses fue la falta de
coordinación existente entre las fuerzas de coalición, por la ausencia de líneas de
comunicación».
74. Suárez Saavedra, Antonio (entre 1880 y 1882). Tratado de telegrafía por Antonio Suárez
Saavedra (http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/1846363) . p. 607. «Es en la guerra de
Crimea'—declarada en 1854—donde por primera vez se pensó en valerse del auxilio de la
Telegrafía eléctrica, siendo nombrado al efecto el entonces Inspector de las líneas francesas
Mr. Casette, quien desembarcó en Varna en 10 de julio de 1854 acompañado de algunos
individuos á sus órdenes y con el material que se creia necesario, construyendo una línea de
siete postes entre Varna y Baltschick, punto de embarque de las tropas destinadas á la
península de Crimea, funcionándose por ella desde el 15 de Agosto al 15 de Noviembre.»
75. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 212.
«En 1857, en la guerra de independencia de india, o del motín —como se le solía llamar—, las
autoridades gubernamentales de Calcuta mantuvieron enlaces con las dispersas fuerzas
británicas mediante el telégrafo, siendo éste uno de los factores decisivos de la lucha.»
76. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 212.
«En las guerras de la Unidad italiana —guerra sostenida en Italia, en 1859, por los franceses y
piamonteses contra los austriacos—, la telegrafía militar dio a conocer todo lo que de ella
podía esperarse, empleándose en gran escala por ambos ejércitos en la unión de los
campamentos a las líneas generales y a las bases de operaciones.»
77. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 222.
«Durante la Primera Guerra Mundial, todos los combatientes formaron su propio Cuerpo de
Transmisiones equipado con los aparatos telegráficos y telefónicos apropiados para la lucha
bélica e instalaciones radioeléctricas en los buques de guerra importantes.»
78. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 223.
«Los ejércitos disponían de muy pocas estaciones móviles de radiocomunicaciones y había
aún menos a bordo de las aeronaves.»
79. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 223.
«El comienzo de las hostilidades puso de manifiesto las deficiencias de las comunicaciones.
(···) Ambos bandos instalaron vastas redes de cables subterráneos y pudieron a menudo
captar las comunicaciones telefónicas de enemigo. (···) La telegrafía sin hilos desempeñó un
papel decisivo en las batallas navales. Aún más importante fue la contribución de la radio a la
lucha en el aire.»
80. Unión Internacional de Telecomunicaciones (15 de marzo de 1965). «Las guerras y las
telecomunicaciones — Interludio». Del semáforo al satélite. Ginebra. p. 178. «Y en 1939, al
estallar la Segunda Guerra Mundial, la radiodifusión se convirtió en una nueva arma del
arsenal de todas las naciones. El concepto de la guerra había creado en los aires un frente
psicológico: «la lucha de las ideas».»
81. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 224.
82. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 239.
«Todos los comentaristas del tema están de acuerdo en que la perfección de las
comunicaciones aumenta las esperanzas de paz. Algunos consideran a los hombres que
atienden éstas como profetas de un mundo feliz, pues en todos los graves y grandes
acontecimientos, la telecomunicación ha prestado, presta y prestará el servicio más eficaz a
la Humanidad.»
83. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 242.
«Y así, el teléfono rojo se mostró como un instrumento poderoso, debido a la rapidez de las
comunicaciones. Su empleo en el intercambio de informaciones y con el fin de interpretar
cualquier falsa interpretación, era exactamente lo que ambas partes —americanos y rusos-
habían previsto. Pero la suprema importancia de este instrumento era que comprometía
inmediatamente a los jefes de Gobierno y a sus principales consejeros, forzándoles a una
rápida atención y decisión.»
84. Leonard Waverman, Meloria Meschi and Melvyn Fuss. «The Impact of Telecoms on Economic
Growth in Developing Countries» (https://web.archive.org/web/20121224162322/http://www.
buzzinbees.com/docs/Leonard%20Waverman%20-%20mobile%20penetration%20and%20GD
P%20growth.pdf) . The Impact of Telecoms on Economic Growth in Developing Countries
(en inglés). Archivado desde el original (http://www.buzzinbees.com/docs/Leonard%20Waver
man%20-%20mobile%20penetration%20and%20GDP%20growth.pdf) el 24 de diciembre de
2012. Consultado el 13 de febrero de 2013.
89. Hernández Hernández, Afrodisio (1974). La telecomunicación como factor histórico. p. 277-
279. «Los sistemas de Telecomunicación han contribuido —tanto como toda la literatura— a
promocionar el cambio social en cuanto vehículo cultural que condiciona una nueva
mentalidad, nuevas formas de vida, costumbres, etc. (···) Se ha logrado un mundo sin
fronteras. (···) Esto hace sentirse al hombre como parte integrante de un grupo social cada
vez más amplio, hacia lo universal, y donde todo diálogo está marcado por el signo de la
rapidez.»
Bibliografía
Fondevila Gascón, Joan Francesc (2009). El peso de la televisión en el triple play de los
operadores de cable en España y en Europa. ZER, Revista de Estudios de comunicación
(Journal of Communication Studies), 14 (27), pp. 13-31. ISSN 1137-1102 (https://portal.issn.or
g/resource/ISSN/1137-1102) . Edición digital (http://www.ehu.es/zer/hemeroteca/pdfs/zer2
7-01-fondevila.pdf) en la Universidad del País Vasco.
Enlaces externos
Datos: Q418
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