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Los pavimentos rígidos tienen un gran módulo de elasticidad y distribuyen las cargas sobre un
área grande; la consideración más importante es la resistencia estructural del concreto. En un
pavimento, su comportamiento estructural varía frente a las cargas externas, de acuerdo a las
capas que las constituyen.
En los pavimentos flexibles, las capas de mejor calidad están ubicadas cerca de la superficie,
donde las tensiones son mayores; además, las cargas están distribuidas de mayor a menor a
medida que se profundizan hacia las demás capas. Pero, en el caso de los pavimentos rígidos,
es diferente, ya que la losa es la capa que recibe casi toda la carga, mientras que las demás
capas casi no reciben cargas son (despreciables).
El espesor mínimo constructivo para capas superficiales con carpeta asfáltica en caliente es de
40mm y el espesor mínimo constructivo de las capas granulares (Base y Sub base) es de
150mm.
La serviciabilidad se define como la habilidad del pavimento de servir al tipo de tráfico (autos y
camiones) que circulan en la vía, se mide en una escala del 0 al 5 en donde 0 (cero) significa
una calificación para pavimento intransitable y 5 (cinco) para un pavimento excelente.
Para reducir el daño y deterioro, es preciso aplicar con frecuencia las diferentes medidas de
mantenimiento y conservación en la superficie de rodadura. Si no se lleva a cabo, la vida útil
del pavimento se reduce drásticamente. Al realizar mantenimiento y conservación del
pavimento, este se encontrará en buenas condiciones y servirá correctamente al usuario. Por
el contrario, si no se realiza mantenimiento, el estado del pavimento pasará de excelente a
regular.