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Título : Aislamiento y caracterización morfológica de cepas nativas de actinomicetos y su actividad

antagónica contra Ralstonia solanacearum, Escherichia coli, Staphylococcus aureus y Salmonella


sp.

Autor : Guevara L., Bryan L.


Aguilar, Estela
Tercero, José

Palabras Actinobacteria
clave : Antibiótico
Bioprospección
Fitopatógeno
Patógeno humano

Fecha de 2017
publicación
:

Editorial : Zamorano: Escuela Agrícola Panamericana, 2017.

Resumen Dentro de la gran variedad de bacterias habitantes del suelo se encuentran los actinomicetos, los
: cuales han sido estudiados ampliamente debido a su potencial antimicrobiano de interés médico y
comercial. El objetivo del estudio fue aislar, purificar y detallar las características de la morfología
colonial, celular e identificar los posibles géneros de cepas de actinomicetos obtenidas a partir de
muestras de suelo procedentes de cuatro sitios diferentes en la Reserva Biológica Uyuca (RBU),
ubicada en el departamento de Francisco Morazán, Honduras. Además, se evaluó la actividad
antagónica de las cepas aisladas contra cuatro bacterias patógenas: Ralstonia solanacearum;
Escherichia coli, Staphylococcus aureus y Salmonella sp. Un total de 12 cepas fueron aisladas y
sometidas a pruebas bioquímicas como tinción de gram, oxidasa, catalasa, y a comparación
morfológica usando el manual de Bergey, con lo cual se identificaron ocho cepas de posible
género Nocardia, dos de Streptomyces y dos de Terrabacter. Se determinó que cinco cepas
tuvieron propiedades inhibitorias contra Staphylococcus aureus, dos cepas contra Ralstonia
solanacearum, una cepa contra Escherichia coli y una contra Salmonella sp. Se estableció un
cepario por medio de la inoculación de las cepas en suelo estéril y en agar avena inclinado. El
suelo de la RBU contiene bacterias de la clase Actinobacteria con potencial antagónico contra
estas cuatro bacterias patógenas

https://bdigital.zamorano.edu/bitstream/11036/5968/1/IAD-2017-015.pdf
Caracteristicas Morfologicas De
Escherichia Coli
Características morfológicas de escherichia coli

Morfología y cultivo: Escherichia coli pertenece a las entero


bacterias, una familia de bacterias compuesta por numerosas
especies de bacterias gramnegativas. Morfológicamente, las
colibacterias son bacilos rectos generalmente flagelados
periticos y, por tanto, móviles. Pueden multiplicarse tanto en
condiciones aerobias como anaerobias y son fácilmente
cultivables en medios nutritivos sencillos. Catabolizan
glucosa, lactosa y otros azúcares, mientras que no pueden
utilizar urea ni citratos. No se forma hidrógeno sulfúrico. El
rango de crecimiento se sitúa entre 4 y 46ºC. Al igual que las
restantes enterobacterias, las colibacterias son resistentes a
las sustancias tensioactivas.

E. coli enterotoxigénica (ECET) Se parece mucho a V.


cholerae, se adhiere a la mucosa del intestino delgado, no la
invade, y elabora toxinas que producen diarrea. No hay
cambios histológicos en las células de la mucosa y muy poca
inflamación. Produce diarrea no sanguinolenta en niños y
adultos, sobre todo en países en vías de desarrollo, aunque
los desarrollados también se ven afectados. E. coli
enteroinvasiva (ECEI) Es inmóvil, no fermenta la lactosa.
Invade el epitelio intestinal causando diarrea sanguinolenta en
niños y adultos. Libera el calcio en grandes cantidades
impidiendo la solidificación ósea, produciendo artritis y en
algunos casos arterioesclerosis. E. coli enterohemorrágica o
verotoxigénica (ECEH) Produce verotoxinas que actúan en el
colon. Sus síntomas son: primero colitis hemorrágica, luego
síndrome hemolítico ureico (lo anterior más infección del
riñón, posible entrada en coma y muerte), y por último,
púrpura trombocitopénica trombótica (lo de antes más
infección del sistema nervioso central). Esta cepa no fermenta
sorbitol y posee un fago, donde se encuentran codificadas las
verotoxinas, también llamadas "Toxinas Shiga", no posee
fimbria formadora de mechones, en vez de esto posee una
fimbria polar larga que usa para adherencia. E. coli
enteroagregativa (ECEALos estudios realizados sobre la
capacidad adherente de la E. coli a células

https://www.monografias.com/docs/Caracteristicas-
Morfologicas-De-Escherichia-Coli-FKET2UPJ8G2Y

Escherichia Coli: características,


patogenicidad y prevención (I)

La bacteria Escherichia coli fue inicialmente aislada y descrita por el pediatra alemán
Escherich en 1885, quien demostró su existencia como huésped habitual del intestino.
La denominó Bacterium coli commune, que puede traducirse como “bacteria común del
colon”.

Fue en 1919 cuando Castellani y Chalmers le dieron su denominación definitiva en


homenaje a Escherich. Escherichia se convirtió rápidamente en el género típico de la
familia de las Enterobacteriaceas y E. coli en la especie más conocida de este género.

Características de Escherichia coli.


E. coli se caracteriza por poseer bacilos Gram negativos, no esporulante, producción
de indol a partir de triptófano, no utilización de citrato como fuente de carbono y no
producción de acetoína. Además, fermenta la glucosa y la lactosa con producción de
gas.

Como todas las bacteria Gram -, la cubierta de E. coli consta de tres elementos: la
membrana citoplasmática, la membrana externa y, entre ambas, un espacio
periplásmico constituido por péptido-glucano. Esta última estructura confiere a la
bacteria su forma y rigidez, y le permite resistir presiones osmóticas ambientales
relativamente elevadas.

E. coli es una bacteria mesófila, su óptimo de desarrollo se encuentra en el entorno de


la temperatura corporal de los animales de sangre caliente (35-43 ºC). La temperatura
límite de crecimiento se sitúa alrededor de 7 ºC, lo que indica que un control eficaz de
la cadena de frío en las industrias alimentarias es esencial para evitar el crecimiento
de E. coli en los alimentos. La congelación tiene pocos efectos sobre la población de E.
coli en el alimento, y no garantiza la destrucción de un número suficiente de bacterias
viables para asegurar su inocuidad. Sin embargo, E. coli es sensible a temperaturas
superiores a 70 ºC, a partir de la cual son fácilmente eliminadas; por ello, es muy
importante la pasteurización de alimentos como la leche, zumos, etc., para garantizar
su eliminación.

Además de la temperatura, el pH y la actividad de agua pueden influir en la proliferación


de E. coli. Las condiciones óptimas de desarrollo para estos parámetros son de 7,2 y
0,99 respectivamente. El desarrollo de E. coli se detiene a pH extremos (inferiores a
3,8, o superiores a 9,5), y valores de aw inferiores a 0,94. Por ello, el grado de acidez
de un alimento puede constituir un factor de protección y garantizar su seguridad.

E. coli presenta múltiples características y facetas, y constituye el taxón bacteriano


mejor estudiado, aunque el conocimiento de las cepas salvajes es aún parcial. Parece,
que las facultades de adaptación de esta bacteria son poco comunes, debido a la
adquisición de nuevos genotipos a partir de plásmidos, bacteriófagos, y otros elementos
que transmiten su material genético. Además, su conocida capacidad de ubicuidad
favorece la aparición reiterada de cepas con nuevas propiedades, incluyendo
capacidades patógenas no fácilmente reconocibles.

Mecanismo de adhesión

La caracterización de serotipos es la primera técnica que ha permitido diferenciar las


cepas patógenas de las comensales, se realiza mediante el estudio de las propiedades
de virulencia que están directamente ligadas a la capacidad patogénica de E. coli. Se
han descrito numerosos factores que intervienen en el poder patógeno de E. coli, entre
ellos se encuentran los factores de adhesión. En la adhesión viene determinada por la
presencia de fimbrias, que proporcionan a las células la capacidad de fijarse de forma
específica a un receptor celular. Las fimbrias son finos filamentos de naturaleza proteica
dispuestos alrededor de la bacteria y con una terminación que se adhiere al receptor
celular. Esta adhesión se realiza por una proteína de la membrana externa denominada
intimina, que tiene un papel esencial en el anclaje de E. coli en las células epiteliales
de mamíferos, propiciando la primera etapa de la colonización.

La bacteria se adhiere primeramente a una célula intestinal blanco uniéndose y


encajando con su receptor, llamado receptor translocador de intimina (Tir, por sus siglas
en inglés), situado en la membrana de la célula epitelial huésped. La bacteria se une a
las células intestinales al unir sus proteínas intiminas a las proteínas Tir insertadas. Se
ha observado que el complejo proteico presenta prolongaciones rígidas con estructuras
de sujeción situadas en el extremo de la intimina, que se estiran para asir al receptor.
Los brazos de la proteína están doblados de tal forma que son capaces de aferrar la
bacteria a la superficie de la célula intestinal. La estructura cristalográfica demuestra
que cada Tir consiste de dos unidades, que forman una estructura llamada dímero. Esa
dimerización entrecruza al sistema, como las superficies de un cierre que se pegan una
con otra. Cuando se tiene un solo par de puntas entrecruzadas, la fuerza del cierre es
débil, pero si se tiene todo un grupo de ellas se logra una buena adhesión. Al unirse a
la célula intestinal, la bacteria utiliza probablemente innumerables uniones entre
intimina y Tir, y puesto que E. coli es una bacteria de gran tamaño, cuando se tienen
muchos de estos complejos uniendo la bacteria a la superficie se consigue, dada la
resistencia de estos elementos, una fuerte adherencia.

Patogenicidad de E. coli

Existen numerosas cepas de E. coli que se pueden encontrar en patología humana y


que presentan una virulencia marcada. Son conocidas como agentes responsables de
gastroenteritis infantil, especialmente en países en vías de desarrollo, causando la
muerte de cerca de un millón de niños cada año debido a deshidratación y a otras
complicaciones. Esta familia de patógenos también incluye a E. coli O157:H7 que en
USA causa al menos 20.000 casos de diarrea sanguinolenta y más de 200 muertes al
año, debido a insuficiencia renal que ocurre especialmente en niños pequeños y
ancianos.

Los principales patógenos intestinales, que se describen en función de los síntomas


clínicos que generan y de los factores de patogenicidad que se expresan son los
siguientes: E. coli enterotoxigénicas (ETEC), E. coli enteropatógenas (EPEC), E. coli
enteroagregativas (EAggEC), E. coli enterohemorrágicas (EHEC) y E. coli
enteroinvasivas (EIEC).

Factores de patogenicidad

La patogenicidad es función de algunos antígenos superficiales y de las toxinas que


generan. Así, las fimbrias actúan aportando su capacidad de adherencia, los antígenos
O y K presentan propiedades antifagocitarias e inhibidoras de las sustancias
bactericidas del suero, y son responsables de la virulencia de las cepas invasivas, cuya
síntesis está codificada por genes que se encuentran en plásmidos de elevado peso
molecular. Presentan una endotoxina ligada al lipopolisacarido, en especial al lípido A,
responsable de la acción pirógena y probablemente de las alteraciones vasculares que
se producen en las infecciones generalizadas. Algunas cepas pueden producir
exotoxinas responsables de la producción de diarreas, cuya síntesis está codificada por
la presencia de plásmidos (plásmidos Ent), que a su vez pueden contener genes
asociados con la capacidad de adherencia y otras propiedades (producción de
colicinas, hemolisinas y resistencias a los antibióticos). Se conoce la existencia de una
enterotoxina termolábil (TL) y antigénica semejante a la enterotoxina de Vibrio
cholerae, que actúa activando la adenilciclasa, la cual a su vez transforma el ATP en
AMP cíclico produciendo un aumento de la secreción de agua y electrolitos. Puede
existir, además, una toxina termoestable (TS), de bajo peso molecular y no antigénica,
que también produce acumulación de líquidos en el intestino por un mecanismo distinto
y poco conocido, probablemente por la vía de la guanilciclasa. Estas toxinas no
producen alteraciones tóxicas ni anatómicas del enterocito, pero sí de tipo funcional
(enterotoxinas citotónicas), siendo una característica de las E. coli enterotoxigénicas.
Por otra parte, las cepas de E. coli enteroinvasivas están caracterizadas por su
capacidad de penetrar e invadir las células del epitelio intestinal. Se considera que la
capacidad de penetración es debida a la presencia de antígenos superficiales, en
especial de proteínas de la membrana externa, cuya síntesis está codificada por
plámidos, al igual que se ha demostrado en el género Shigella.

Cepas patógenas

Se ha sugerido en algunas E. coli enteropatógenos (0:26) la posibilidad de producción


de enterotoxinas semejantes a las producidas por Shigella dysenteriae (enterotoxinas
citotóxicas), que presentarían una acción tóxica directa sobre las células del epitelio
intestinal, responsable de la destrucción de las microvellosidades del enterocito y de la
producción de la diarrea. También se ha demostrado que el serotipo 0:157 produce una
enterotoxina citotóxica (verotoxina) sobre las células endoteliales de los vasos
responsables de diarreas hemorrágicas.

Las EHEC constituyen un grupo de bacterias patógenas responsables de un número


de infecciones en constante aumento. En los años 80, las EHECS y particularmente el
serotipo 0157:H7 fueron patógenos emergentes. En concreto, su importancia para la
salud pública aparece en 1982, por un brote en Estados Unidos. Esta bacteria también
ha provocado numerosas muertes en los últimos años (en Japón, Estados Unidos,
Canada, Escocia y Francia). Actualmente se han reportado 100 diferentes EHEC como
productoras de toxina Shiga. Los EHEC son responsables de manifestaciones clínicas
variadas, que van desde una diarrea banal a una colitis hemorrágica que puede
evolucionar en un 10% de los caos hacia un síndrome hemolítico y urémico (SHU) en
niños y ancianos, o púrpura trombocitopénica trombótica en adultos, una enfermedad
que consiste en un trastorno de la sangre que provoca la formación de coágulos de
sangre en pequeños vasos sanguíneos. Esto lleva a un bajo conteo plaquetario
(trombocitopenia). También hay otras E. coli, no O157 y productoras de toxina Shiga
(STEC) como O55, O111, O26, O103:H2; O148:H8.

https://www.betelgeux.es/blog/2016/01/19/escherichia-coli-caracteristicas-
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