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Esclerosis en Placas y Rehabilitacion
Esclerosis en Placas y Rehabilitacion
Esclerosis en Placas y Rehabilitacion
26-472-A-10
C. Beneton
P. Besson
Esclerosis en placas y rehabilitación
M. Granjon
Con la colaboración de
A. Bouguerra La esclerosis en placas (EP) es una de las dolencias neurológicas crónicas más fre-
cuentes. Afecta tradicionalmente a adultos jóvenes al principio de su actividad profe-
E. Chanay sional, familiar y social.
C. Collin Además de las formas benignas (entre el 10 y el 40 % de los casos según los autores),
puede conducir a una minusvalía grave [48]. A pesar de lo mucho que se espera actual-
F. de Rochefort mente de la investigación, la aparición de nuevos tratamientos, sobre todo los interfe-
rones ß, influye poco en el pronóstico funcional. En estos pacientes es importante el
E. Dussardier
seguimiento y el tratamiento llevado a cabo por equipos de rehabilitación y de readap-
M. Ferry tación a lo largo de toda la enfermedad [51].
P. Fume
C. Laurent
N. Seguin
M. Tabarin
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• Síndrome piramidal típico observarse afecciones complejas en las formas evoluciona-
Con déficit motor, hipertonía elástica que predomina en los das de EP (parálisis de lateralidad, nistagmo de retracción).
extensores de los miembros inferiores y los flexores de los La afección facial puede ser periférica o central.
miembros superiores, hiperreflexia osteotendinosa, trepi- La disartria es también frecuente, de componente a menu-
dación epileptoide de los pies, signo de Babinski y abolición do mixto, parética, seudobulbar y cerebelosa.
precoz de los reflejos cutáneos abdominales. Los trastornos de deglución son frecuentes en las formas
• Síndrome cerebeloso evolucionadas.
Con sus dos aspectos: por una parte, síndrome estático con Trastornos psiquiátricos [4, 35, 55]
ataxia locomotora en primer plano, sin signo de Romberg,
marcha del ebrio con ampliación del polígono de sustenta- La presentación más habitual de las llamadas formas «psi-
ción e hipotonía, y por otra parte, síndrome cinético que quiátricas» de la EP incluye desórdenes afectivos, trastornos
asocia la ataxia de los miembros con adiadococinesia, hiper- cognoscitivos, trastornos tímicos y trastornos de la adapta-
metría, asinergia y temblor intencional durante las pruebas ción sociofamiliar.
dedo-nariz y talón-rodilla. En algunos casos, el temblor En el 5 % de los casos, la depresión es el primer síntoma de la
puede evolucionar hasta una importante discinesia volitiva. afección. No existe correlación alguna entre la depresión y la
disminución de la eficacia cognoscitiva. Los desórdenes afec-
• Síndrome del cordón posterior
tivos se observan en el 47 % de las formas estables de EP y
Con ataxia locomotora, prueba de Romberg positiva, ataxia pueden alcanzar el 90 % en las formas progresivas. Los sín-
de los miembros mejorada por el control visual. tomas neuróticos son más bien de tipo «somatización»: la
• Síndrome vestibular de tipo central semiología de conversión (anestesia faquírica, déficit motor
Con sensación de desequilibrio, inseguridad e incluso vérti- transitorio) deberá evaluarse con mucha precaución ya que
gos, ataxia locomotora con prueba de Romberg positiva, la sintomatología de la EP es a menudo subjetiva y transito-
nistagmo unilateral o bilateral, horizontal u horizontorro- ria. La aparición de una nueva sensación corporal podrá atri-
tatorio. buirse, con o sin razón, a un brote de EP y si éste no se com-
prueba mediante un examen neurológico positivo, podrá
Semiología de expresión sensitiva conducir al diagnóstico de un síndrome de conversión.
Los trastornos sensitivos subjetivos son particularmente fre- La clásica euforia-disforia se describe en el 0 al 63 % de los
cuentes y muy variados. Podrán observarse parestesias como casos y representa el único síndrome «psiquiátrico» directa-
hormigueo, pinchazos, entumecimiento, sensaciones de mente asociado con la semiología frontal. Algunos síntomas
agua chorreando sobre el cuerpo, constricción localizada, deficitarios pueden ser injustamente considerados como
piel acartonada, e incluso disestesias al mero contacto. El psiquiátricos: la risa y el llanto espasmódicos de las afeccio-
signo de Lhermitte es característico sin ser patognomónico. nes geniculadas, la fabulación de los síndromes frontales, la
impotencia o la fatiga tan habituales en la EP.
Los dolores observados están relacionados con la hipertonía
piramidal y la repercusión del déficit motor, o son de tipo El impacto deletéreo de los eventos estresantes sobre la evo-
cordonal de topografía radicular. lución de la EP es objeto de discusión; la naturaleza exacta
del estrés y la relación temporal estrés-síntoma aún no se
Las deficiencias sensitivas objetivas son a menudo reducidas,
conocen muy bien.
contrastando con la riqueza de los signos subjetivos.
Predominan en la vía lemniscal. Manifestaciones excepcionales
Trastornos esfinterianos y sexuales Síndromes corticales como afasia, apraxia o crisis epilépti-
cas y hemianopsia.
Los trastornos vesicoesfinterianos, a menudo subestimados,
aparecen precozmente, incluso de manera inaugural. El Manifestaciones paroxísticas clásicas
interrogatorio revela trastornos de la continencia, trastor-
nos del vaciado, o la combinación de ambos. Crisis tonicoclónicas de los miembros, crisis sensitivas (en
particular neuralgias faciales). Dichas crisis paroxísticas se
Los trastornos del vaciado intestinal son un síntoma frecuente,
caracterizan por su repetición.
a menudo precoz, ignorado o tratado con gran cantidad de
medicamentos de todo tipo con riesgo de producir efectos Fatiga
secundarios. Hay dos tipos de trastornos: el estreñimiento (dos
tercios de los pacientes) o la incontinencia anal, que es menos La fatiga es, con frecuencia, una queja dominante y precoz sin
frecuente. Los trastornos sexuales son asimismo frecuentes, correlación con el grado de minusvalía, y puede ser invalidan-
desde la pérdida de libido hasta la impotencia o la frigidez [44]. te por sí misma debido a su repercusión funcional, obligando
al paciente, en algunos casos, a interrumpir toda actividad.
Trastornos visuales El empeoramiento clínico e incluso la aparición de nuevas
manifestaciones bajo los efectos del calor (con motivo de
La dolencia más frecuente es la neuritis óptica retrobulbar
un episodio febril, un baño caliente o simplemente en perí-
generadora de una disminución de la agudeza visual de ins-
odos estivales) son muy típicos y deberán ser diferenciados
talación aguda a la que pueden asociarse dolores oculares y
de un brote.
retroorbitarios. El examen oftalmológico revela una dismi-
nución de la visión central de los colores (discromatopsia).
Contrastando con la importancia de los trastornos, el fondo
del ojo puede seguir siendo normal o mostrar un aspecto Evolución
de atrofia óptica mínima.
La evolución de la EP es imprevisible, caprichosa y muy
Semiología asociada a una afección variable de un paciente a otro [49].
del tronco cerebral
— La forma remitente es la más frecuente, alternando brotes
Las parálisis oculomotoras (sobre todo VI) son responsables y remisiones (fig. 1). El brote se define por la aparición de
de diplopía. La oftalmoplejía internuclear es aún más fre- síntomas o signos neurológicos durante al menos 24 horas
cuente y evoca la EP aunque no es patognomónica. Podrán o por el empeoramiento o la reaparición de síntomas y/o
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Kinesiterapia ESCLEROSIS EN PLACAS Y REHABILITACIÓN 26-472-A-10
Factores de pronóstico
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do. Las fabulaciones, los falsos reconocimientos y la nega- nos asociados a la espasticidad [1, 63]. El análisis de las activi-
ción de déficit corresponden a un síndrome de Korsakoff de dades globales, sobre todo los desplazamientos y la marcha,
pronóstico grave, afortunadamente poco frecuente. son un complemento indispensable. El balance de la espas-
ticidad no se reduce al de su intensidad: deberá apreciarse
Síndrome frontal
su carácter «útil» o nocivo. A lo largo de la evolución, una
La semiología frontal deberá explorarse sistemáticamente espasticidad en extensión será primero nociva debido al
mediante las pruebas clásicas de atención, resistencia a las contacto del pie con el suelo durante la marcha, después
interferencias, flexibilidad, estrategia cognoscitiva y de ini- útil al quedarse rígido el miembro inferior durante la fase
ciación. Las clásicas pruebas de inteligencia revelan un gra- de apoyo y los desplazamientos, y de nuevo nociva al com-
diente entre el conocimiento cultural conservado y la inte- prometer la buena instalación en un sofá.
ligencia práctica precozmente perturbada. Se deberán En los casos de espasticidad importante, el estudio de la acti-
fomentar escalas sencillas: MMS, BEC96 de Signoret o, tud espontánea y de su reducibilidad es un tiempo impor-
mejor aún, la escala de Mattis adaptada al síndrome frontal. tante, que se completa con la evaluación funcional de la inco-
Varias situaciones son posibles. modidad debida a los dolores, los espasmos en flexión o en
— El estudio puede ser normal en las EP espinales y del extensión, la instalación incorrecta en el sofá, las dificultades
tronco cerebral. de desplazamiento, cuidado, higiene y del vestir [3].
— El caso más habitual es el de un déficit moderado de la Fuerza muscular
memoria corregido por el recuerdo con la ayuda de indicios
y el reconocimiento, acompañado por características fronta- La fuerza muscular se evalúa valorando de 0 a 5 las funcio-
les que aparecen en las pruebas más sensibles (Wisconsin). nes de flexión-extensión, abducción-aducción y rotaciones.
Dicha fórmula deficitaria corresponde a las quejas habitua- A causa de la fatigabilidad de estos pacientes, el terapeuta
les de inercia mental, lentitud a la hora de tomar decisiones, evitará los cambios reiterados de posición. La fiabilidad de
distracción, con fluctuación del rendimiento. las puntuaciones disminuye con el aumento de la fatiga y de
la espasticidad. De ahí el interés de realizar comprobacio-
— A veces, el déficit es más grave, rayando en la demencia
nes con estudios de actividades más globales.
subcortical frontal con anosognosia. La rehabilitación ya no
es posible pero la explicación del trastorno a los familiares En los miembros superiores, el dinamómetro hidráulico,
es indispensable para evitar que sea interpretado como un con diferentes medidas, permite cuantificar la fuerza de las
trastorno de origen psicológico. prensiones digitopalmares.
Sensibilidad
Trastornos del habla y de la deglución
Se examina la sensibilidad superficial para evaluar la reper-
El estudio del lenguaje evalúa la movilidad de la cabeza y cusión de su déficit en la protección cutánea, la percepción
del cuello, la motricidad bucofacial y velar, los reflejos de la del apoyo plantar y la molestia funcional de la mano. A ese
náusea (velopalatino y faríngeo), los trastornos de la sensi- nivel, las pruebas de reconocimiento a ciegas de materiales
bilidad y las estereognosias táctiles. También explora el con- de texturas diferentes o de pequeños objetos son particu-
trol de la respiración, la apnea y la tos voluntaria. El examen larmente significativos.
de las cuerdas vocales permitirá cerciorarse sobre su buena La sensibilidad profunda se examina a nivel de la sensibili-
oclusión. Una videorradioscopia de la deglución visualiza dad vibratoria y de la artrocinesia.
sus mecanismos perturbados. También se efectuará un exa-
Los trastornos sensitivos subjetivos, con las clásicas diseste-
men acústico más profundo de la capacidad, del timbre y de
sias y parestesias, se exploran durante el interrogatorio del
la intensidad de la voz así como un estudio del habla, del
paciente, que también distingue los dolores neurológicos
modo de articulación y de la coordinación neumofónica
de los mecánicos (debidos a una cojera, una mala instala-
[16].
ción en el sofá, etc.).
Los trastornos del habla coexisten a menudo en dos formas:
— La disartria parética asocia una perturbación funcional de Habilidad de los miembros superiores
los músculos bucofaciales y una insuficiencia respiratoria. Puede verse trastornada por el síndrome piramidal, las afec-
El habla es más lenta y la articulación es imprecisa. La hipo- ciones sensitivas y un síndrome cerebeloso.
tonía velar produce una voz gangosa, afónica y de poca En ergoterapia, la ejecución de diferentes trazados lentos o
intensidad así como una entonación monótona. rápidos delimitados en el tiempo y el espacio, pone de
— La disartria cerebelosa se manifiesta mediante disneumia e manifiesto sobre papel la amplitud de los temblores y la
incoordinación bucofaciolaríngea. La voz es explosiva, a repercusión funcional. La escritura refleja las dificultades
menudo afónica, disprosódica con variaciones incontrola- del paciente, incluso cuando los trastornos aún son míni-
das de agudeza y/o de intensidad. El habla es más lenta y mos durante las clásicas pruebas de coordinación [15].
puede presentar una seudotartamudez. El instrumento de Moede (fig. 2) permite cronometrar la
La disfagia se manifiesta mediante dificultades para hacer habilidad de insertar una arandela y hacerla avanzar a lo
descender el bolo alimenticio y/o mediante falsas rutas tra- largo de un alambre metálico de perfil sinuoso. A través de
queales. Puede pasar desapercibida cuando el reflejo de tos la rapidez de ejecución, se obtiene información sobre la
está disminuido o ausente, pudiendo tener, como conse- calidad de las prensiones finas, la aptitud global del miem-
cuencia, complicaciones broncopulmonares y riesgo de bro superior a la hora de realizar un movimiento prolonga-
muerte súbita por asfixia. do así como sobre la repercusión de la incoordinación [15].
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Kinesiterapia ESCLEROSIS EN PLACAS Y REHABILITACIÓN 26-472-A-10
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objetivos. Escuchar al paciente, aconsejarlo, reunirse con Cuadro I.– Esquematización de las puntuaciones de la escala de
otras personas afectadas por la EP, así como la educación y el Kürtzke (Expanded Disability Status Scale [EDSS]).
apoyo del entorno son indisociables del tratamiento [61 bis].
Cuando aparece un brote, a menudo se ingresa al paciente 0.0 Examen neurológico normal
en el hospital. La intensidad de la rehabilitación disminuye 1.0 - 3.5 Algunos signos neurológicos sin repercusión fun-
y en las formas más graves, ésta se limita a los cuidados sani- cional
tarios. Después del brote, el tratamiento tiene la finalidad
de fomentar la recuperación y compensar las capacidades 4.0 - 5.5 Signos neurológicos más importantes, limitación
perdidas. Entre los diversos brotes y en las formas progresi- del perímetro de marcha
vas, el tratamiento tiene como objeto el mantenimiento del
6.0 - 7.5 Pérdida progresiva de la deambulación y, poste-
estado físico, mental y social del paciente, la prevención de riormente, de la autonomía en silla de ruedas
complicaciones, la evolución de las ayudas técnicas, huma-
nas y sociales paralelamente a la minusvalía. 8.0 - 8.5 Empeoramiento de la dependencia, pérdida pro-
Todas las personas que intervienen se enfrentan a la fatiga gresiva del uso de los miembros superiores
específica de la EP, quien dicta el ritmo de las sesiones
9.0 - 9.5 Pérdida progresiva de la alimentación oral y de la
entrecortadas por descansos a menudo breves pero fre- comunicación
cuentes. Se habrá de tener en cuenta dicha fatiga, que va
más allá de la simple sensación de cansancio y provoca a 10 Fallecimiento como consecuencia de la EP.
veces una verdadera falta de las posibilidades motoras. Los
EP: Esclerosis en placas.
esfuerzos y actividades serán dosificados para ser compati-
bles con los tiempos de recuperación de duración «razona-
ble» que no comprometen las demás actividades de la jor- — los bloqueadores que disminuyen las resistencias ure-
nada. Aunque la repetición de los ejercicios permite gene- trales;
ralmente aumentar un poco la resistencia, la actitud más — los miorrelajantes que relajan el esfínter estriado, pero
realista consiste en el control de la fatiga por el propio que tienen el inconveniente de actuar sobre el conjunto de
paciente, que debe alternar fases de actividad y de reposo y la musculatura.
repartir sus ocupaciones a lo largo de la jornada [39].
Cirugía
Trastornos vesicoesfinterianos e intestinales La cirugía neurológica se considera en caso de que fracasen
otras terapéuticas [25, 45]. Podrá realizarse por vía endoscópi-
El tratamiento vesicoesfinteriano responde a tres objetivos:
ca (dilatación vesical, litotripsia, miotomía del cuello, etc.),
— conseguir una continencia social; o por vía alta (ampliación vesical, cistostomía, etc.). Se
— asegurar un vaciado vesical lo más completo posible; podrá proponer la ureterostomía cutánea transileal.
— prevenir la alteración del aparato alto. La neurocirugía [2].
Se instaura un programa terapéutico teniendo en cuenta el — La implantación de una bomba de baclofeno, que tiene
tipo de trastorno, los factores inherentes a la EP, la fluctua- como objetivo atenuar las manifestaciones espásticas de los
ción de la enfermedad y la presencia de espinas irritantes miembros inferiores, también puede tener un efecto rela-
que deberán ser tratadas y prevenidas. jante sobre el detrusor y el esfínter estriado.
Rehabilitación vesical — El Dorsal Root Entry Zone-tomy (DREZ-tomy) podrá propo-
nerse en caso de hiperactividad vesical resistente tanto a los
Se dispone de diferentes medios terapéuticos. tratamientos farmacológicos como al bloqueo de las raíces
— Rehabilitación mediante biofeedback vesical. Consiste sacras.
en calmar la hiperactividad del detrusor mediante una con- El catéter permanente podrá ser propuesto en caso de pacien-
tracción apropiada del perineo. Conjuntamente, el pacien- tes cuyo estado psicológico, neurológico y funcional impida
te deberá realizar un trabajo de relajación perineal para evi- una cirugía mayor. Es un recurso muy útil para imponer el
tar la instalación de una disinergia vesicoesfinteriana. reposo a una vejiga distendida.
— Utilización de la reflectividad vesical (percusiones, etc.).
— Sondeo intermitente: Tratamiento de los problemas intestinales
— en el caso de una vejiga con retención de orina, facili- Estreñimiento, trastornos de la evacuación
ta la contracción del detrusor al reconstituir el ciclo de El estreñimiento está correlacionado con el grado de minus-
llenado-vaciado [33]; valía física [34]. Requiere un tratamiento continuo ya que
— en el caso de una incontinencia por hiperactividad vesi- constituye una espina irritativa susceptible de empeorar los
cal, permite asegurar el vaciado de una vejiga calmada por síntomas neurológicos, entre los cuales figura la espastici-
anticolinérgicos, evitando así el riesgo de retención. dad. La instauración de tratamientos medicamentosos,
Estas técnicas se propondrán en función del estado neu- como respuesta a dicho empeoramiento, puede disminuir el
ropsicológico y tímico, las capacidades sensitivomotoras y peristaltismo intestinal y conducir a un círculo vicioso.
sensoriales, la fatigabilidad y el contexto sociofamiliar. Los trastornos de la progresión del bolo alimenticio deter-
minan consejos higienodietéticos: suficiente hidratación,
Tratamientos medicamentosos aportación de fibras en la alimentación, verticalización y
• Tratamientos que favorecen la continencia: trabajo abdominodiafragmático.
— los anticolinérgicos y antiespasmódicos que calman la Los trastornos de la evacuación también pueden mejorarse
hiperactividad del detrusor; utilizando el reflejo gastrocólico. A veces requieren la faci-
— el bloqueo de las raíces sacras; litación del reflejo de defecación y en caso de fracaso la eva-
cuación manual de las heces.
— la instilación vesical (capsaicina, lidocaína...) [32].
• Tratamientos que favorecen el vaciado: Incontinencia anal
— los colinérgicos utilizados para estimular el músculo vesi- En el caso de la incontinencia verdadera, que ha de distin-
cal en ausencia de obstáculo; guirse de una incontinencia relacionada con la presencia
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Kinesiterapia ESCLEROSIS EN PLACAS Y REHABILITACIÓN 26-472-A-10
de un fecaloma, se podrá proponer una rehabilitación con sonido y la agudeza de manera voluntaria, restablecer el
biofeedback en función de las capacidades del paciente. susurro y conseguir pronunciar una palabra homogénea
difuminando la hiperdiferenciación fonética. El control de
Trastornos cognoscitivos y psicológicos la motricidad de la cara tiene como objetivo limitar la ata-
xia de los órganos de fonación [10].
La rehabilitación cognoscitiva se limita a la de los trastornos
moderados. Las estrategias de suplencia para la memoria
(asociaciones mentales, imágenes visuales, procedimientos Dolor
mnemotécnicos) son relativamente complejas y pocas veces Los dolores neurológicos o por hipernocicepción (de ori-
son utilizadas espontáneamente, sobre todo por los pacien- gen posicional, infeccioso, irritativo) pueden condicionar
tes frontales. Por lo tanto, se deberá optar preferiblemente la rehabilitación. Los dolores periféricos responden bien a
por suplencias tales como una agenda, alarmas sonoras e los antálgicos de nivel I ó II. Se deberá recurrir sólo excep-
indicaciones visuales para la orientación espacial. cionalmente a los opiáceos, a menudo mal tolerados. La
En la EP, es habitual que los trastornos psicológicos o psi- dificultad es bastante más importante en el caso de los dolo-
quiátricos se entremezclen con las perturbaciones cognos- res cordonales posteriores o espinotalámicos, sobre todo
citivas. Tales situaciones difíciles podrán resolverse median- cuando son continuos. Generalmente las formas paroxísti-
te un enfoque pluridisciplinario y a veces mediante trata- cas (signo de Lhermitte, descargas fulgurantes del cordón
mientos de prueba con antidepresivos o ansiolíticos. posterior, neuralgias faciales) responden bien a la carbama-
zepina mientras el producto sea tolerado. Los dolores espi-
Tratamientos farmacológicos
notalámicos como quemaduras se tratan más difícilmente
Las depresiones asociadas a la EP responden, en el 75 % de con los antidepresivos tricíclicos. En cuanto a los dolores de
los casos, a los antidepresivos de uso delicado teniendo en la espasticidad, responden a la asociación de un tratamien-
cuenta los efectos deletéreos, mnésicos y vesicoesfinterianos. to con baclofeno y una rehabilitación antiespástica.
Los comportamientos de tipo psicopático son accesibles a La alodinia al contacto limita considerablemente las activi-
los neurolépticos, pero el litio y la carbamazepina deberán dades y justifica el uso de productos gabaérgicos o antiepi-
ser probados, sobre todo en caso de evolución cíclica. lépticos, incluso si su eficacia no es plena. Esto se aplica, asi-
En cambio, los síntomas usuales de las formas evoluciona- mismo, a los dolores cordonales como apretones, quema-
das (labilidad afectiva, indiferencia, puerilismo) son poco duras y dolores óseos.
accesibles a los tratamientos. Los dolores reumatológicos, en particular dorsolumbares,
La risa y el llanto espasmódicos, de origen geniculado, res- son habituales y se ven empeorados por los déficits motores,
ponden generalmente a la amitriptilina y al baclofeno. justificando los antiinflamatorios, las infiltraciones y la fisio-
terapia. Sin embargo, es habitual que los dolores cordona-
Otras terapéuticas les puedan ocultar un problema reumatológico.
Las regulaciones afectivas mejoran mediante técnicas de
relajación y de control del estrés. Trastornos sensitivomotores y funcionales
Otros enfoques psicoterapéuticos, individuales o en grupo,
realizados en el marco de programas adaptados, mejoran la Fase «autónoma» (EDSS ≤ 6.0)
ansiedad, el autocontrol, la conceptualización, al igual que Dado que las puntuaciones inferiores a 4.0 no ponen de
la ayuda prestada por las asociaciones de pacientes. manifiesto ninguna repercusión funcional, el tratamiento
se dirige en realidad a los pacientes con una puntuación de
Trastornos de la deglución y del habla 4.0 a 6.0.
La rehabilitación de la deglución requiere la atención y la En esta fase, los pacientes conservan una autonomía de
vigilancia del paciente. Su objetivo consiste en conseguir un marcha durante al menos una centena de metros. La inde-
mejor tono cervicocefálico y un control respiratorio de pendencia es total al principio. El perímetro de marcha,
buena calidad con coordinación de la apnea, la deglución y primero normal, disminuye y la fatiga altera las posibilida-
después, la recuperación respiratoria. Incluye, asimismo, las des funcionales. La silla de ruedas, manual y ligera, para las
estimulaciones sensitivas y sensoriales del reflejo de la náu- largas distancias y las ayudas para la marcha terminan sien-
sea, la mejora de las praxias bucofaciales y los ejercicios de do necesarias. Las actividades de precisión llevadas a cabo
producciones sonoras que tienen como objetivo mejorar el con el miembro superior comienzan a alterarse.
cierre de las cuerdas vocales [26, 46]. El síndrome piramidal es el elemento más constante y pre-
A continuación, se realizan ejercicios de deglución, prime- domina en los miembros inferiores: monoparesia o parapa-
ro con la boca vacía y después utilizando sustancias homo- resia poco espástica, eventualmente, con trastornos de sen-
géneas aromatizadas. Se propondrán compensaciones fun- sibilidad mínima. Existen formas esencialmente atáxicas
cionales: alimentación triturada, gelificación de los líqui- pero, en la mayoría de los casos, los dos cuadros coexisten
dos. Se deberá proceder a la iniciación del paciente y de su en proporciones variables.
entorno a la maniobra de Heimlich. En las formas graves, Los objetivos se centran en la optimización de las posibili-
se deberá considerar la colocación de una sonda nasogás- dades motoras en general y de la marcha en particular.
trica o una gastrostomía. Incluyen:
La rehabilitación de la disartria parética pretende restable- — información y consejos relativos a los problemas motores;
cer una buena oclusión labial, nasal, bucal y una buena — responsabilidad, por parte del propio paciente, de su
tonicidad de las cuerdas vocales mediante el canto y traba- mantenimiento físico y del manejo de sus dificultades mo-
jando sobre la entonación. toras;
La rehabilitación de la disartria cerebelosa se centra en el — el tratamiento directo por el terapeuta, en caso de nece-
control de la respiración. El paciente debe mantener el sidad, de los trastornos motores específicos de la EP.
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Información y consejos postural. Las reacciones de equilibrio se estimulan mediante
En esta fase surgen síntomas desconocidos hasta el momen- planos inestables y sobre suelos de consistencia variable. La
to. La información sobre su naturaleza y los consejos ayu- supresión del control visual, la solicitación de la movilidad
dan al paciente a comprenderlos mejor y a adaptarse a ocular y cefálica, los ajustes tónicos durante los movimientos
ellos. La problemática de la fatiga y de su control es inelu- del conjunto del cuerpo o durante las actividades de fuerza y
dible, al igual que el efecto deletéreo del calor (en el caso de destreza de los miembros superiores completan la solici-
de una subida general de la temperatura ya que las aplica- tación de los sistemas de equilibrio [29, 67].
ciones locales a título antálgico se soportan perfectamen- • Optimización de la marcha
te). La espasticidad, si la hubiere, requiere el mismo enfo- La fatiga y el aumento de la espasticidad provocan la cojera
que precisando la naturaleza del trastorno y la manera de o la exacerban después de recorrer cierta distancia. El
enfrentarse a ella: evitar las posiciones que la estimulan, enganche del pie en el suelo, la falta de control de la rodi-
descansar y estirar el músculo afectado cuando aparece la lla y la marcha helicopodal son problemas frecuentes.
espasticidad durante el esfuerzo, efectuar regularmente Las diferentes secuencias de la marcha deberán ser explica-
ejercicios adaptados de estiramiento y excluir las activida- das al paciente y ser objeto de los ejercicios.
des de gran resistencia.
Los diferentes tipos de marcha (lateral, hacia atrás, siguien-
Programa elaborado por el paciente do una línea, con resistencia, en suelo blando o en terrenos
La realización, por el mismo paciente, de un programa de variados, con cambios de dirección) solicitan al máximo los
mantenimiento individualizado resulta muy interesante en sistemas de equilibrio y dan una mayor seguridad.
esta fase [51]. Tiene como objetivo mantener un nivel motor El perímetro de marcha se ejercita regularmente, incluso a
óptimo y ocupa bastante fácilmente un lugar en la planifica- diario, si es compatible con el nivel de las actividades coti-
ción del tiempo de pacientes aún activos pero que se pueden dianas. Se trata de un trabajo de resistencia, aunque el
fatigar. El hecho de que el propio paciente se haga cargo de paciente podrá dedicarse a corregir el desarrollo del paso al
su rehabilitación tiene a menudo un efecto positivo. Las principio del trayecto. A medida que aumenta la distancia,
secuencias de ejercicios propuestos combinan generalmente la fatiga y el incremento de la espasticidad al hacer esfuer-
ejercicios de calentamiento, mantenimiento muscular, equi- zo no permiten ya dicha corrección.
librio y secuencias de marcha. A veces, los programas más La subida y bajada de escaleras deberá preservarse por su
sencillos (marcha, subida de escaleras) resultan suficientes. interés funcional y por ser ejercicios globales fácilmente
El aprendizaje de la relajación constituirá una valiosa ayuda a realizables, aunque ciertos pacientes deberán ser advertidos
lo largo de toda la evolución. de su carácter intenso y rápidamente agotador. Lo mismo
ocurre con las carreras y los saltos.
Tratamiento
• Ayudas técnicas
El tratamiento directo por parte del kinesiterapeuta y/o
Las ayudas técnicas propuestas deberán ser ligeras a causa
ergoterapeuta, a lo largo de períodos limitados, permite
del déficit motor y sobre todo de la fatiga.
elaborar los programas precedentes y entrenar a los pacien-
tes para realizarlos. Ofrece asimismo la posibilidad de estu- Al principio los bastones son sencillos y después con apoyo
diar la conveniencia de ayudas técnicas. antibraquial, utilizados por un solo lado y después bilateral-
mente. Su uso deberá alentarse en cuanto permita realizar la
En caso de que la intensidad de los trastornos aumentara,
marcha, mejorar la estabilidad y reducir la fatiga, aunque para
la kinesiterapia deberá realizarse regularmente, sobre todo
el paciente representa una fase más avanzada en la evolución.
si la espasticidad requiere la presencia del kinesiterapeuta
para la movilización pasiva y los estiramientos. Los aparatos ortopédicos más utilizados son las férulas «pan-
torrilla-planta» de polipropileno y, a veces, las férulas tipo
• Lucha contra la espasticidad Chiray de cuerda de piano. Permiten paliar el déficit de los
Esta fase incluye la educación del paciente y los autoestira- elevadores e impedir una tendencia equina como conse-
mientos de los grupos espásticos. Las duchas o los baños cuencia de la espasticidad del tríceps. Los zapatos ortopédi-
fríos tienen un efecto positivo. Para las espasticidades más cos ligeros también dan buenos resultados, en particular si
importantes, se habrá de recurrir a las técnicas descritas en se impone el control del varus de la parte posterior del pie.
la siguiente fase. Los zapatos «ordinarios», elegidos juiciosamente, con un
• Mantenimiento de la fuerza muscular talón suficientemente alto pueden resultar suficientes [58].
Dicho mantenimiento se lleva a cabo dosificando las resis- El aparato ortopédico psoas-isquioelevador tiene indicacio-
tencias para no aumentar la espasticidad, realizando ejerci- nes limitadas a las formas monoparéticas, no espásticas con
cios activos analíticos, técnicas de reprogramación sensorio- déficit predominante en los grupos flexores. Está compues-
motriz [59], ejercicios globales o funcionales (puente glúteo, to por bandas elásticas fijadas sobre un cinturón lumbar y
ponerse en cuclillas, incorporarse y ponerse de pie, etc.). Las ejerce un efecto de tracción hacia arriba que facilita la fase
actividades artesanales fomentan además la coordinación de transición [5].
bimanual y la resistencia. La estimulación eléctrica funcional mediante estimuladores
portátiles que tiene como objetivo mejorar la dorsiflexión
• Mantenimiento del equilibrio
del pie durante la fase oscilante, sigue siendo de utilización
El equilibrio y la adaptación postural son solicitados en las
excepcional.
posiciones de la secuencia de incorporación (a gatas, ergui-
do de rodillas, con una sola rodilla flexionada), las posiciones Las sillas con ruedas tipo secretaria, telescópicas y pivotan-
sentadas (con las piernas cruzadas, de rodillas y sentado tes se recomiendan frecuentemente, ya que en el domicilio
sobre los talones o al lado de los talones, miembros inferiores o en el trabajo, facilitan los pequeños desplazamientos y evi-
estirados, etc.), las posiciones bipodales (pies separados, pies tan los frecuentes cambios de la posición sentada a la erec-
juntos, una pierna inclinada hacia delante, etc.) y monopo- ta, que requieren mucha energía.
dales. En dichas posiciones, la utilización de movimientos Las mesas con ruedas correctamente confeccionadas asegu-
anexos de los miembros, el tronco y la cabeza o de técnicas ran un apoyo parcial y permiten el transporte de objetos
inspiradas en la neurofacilitación propioceptiva (presiones (expedientes, utensilios de cocina...) (fig. 3) [15].
desequilibrantes con resistencia, empujones desestabilizado- La silla de ruedas manual y ligera se preconiza cada vez que
res, estabilizaciones rítmicas) refuerza el trabajo de control el paciente debe desplazarse durante mucho tiempo o reco-
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Los principales objetivos son la lucha contra la espasticidad Mantenimiento de la fuerza muscular
y sus consecuencias, el mantenimiento de las posibilidades En la mayoría de los casos se efectúa a través de ejercicios
existentes entre las cuales figura la deambulación, la prepa- globales, en particular el mantenimiento de las posiciones
ración del paso a la silla de ruedas y, posteriormente, la de la secuencia de incorporación y los ejercicios de estabili-
autonomía en la silla de ruedas. La búsqueda de adaptacio- zación del tronco. También puede llevarse a cabo mediante
nes es sistemática. ejercicios de tipo segmentario, pudiendo realizarse la movi-
lización activa durante una sola serie de movimientos, pri-
Lucha contra la espasticidad y el mantenimiento
mero con resistencia, después libre y finalmente con ayuda,
de la flexibilidad musculoarticular
teniendo en cuenta la aparición, a veces muy rápida, de la
Crioterapia. El enfriamiento del paciente mediante baños fríos fatiga. La resistencia será siempre manual para adaptarse a
con inmersión umbilical permite, en algunos casos, una dis- ese agotamiento de las posibilidades motoras y percibir un
minución transitoria de la espasticidad. Existen diferentes posible reclutamiento de la espasticidad al hacer esfuerzo.
protocolos: 5 minutos a 5 °C, 20 minutos en agua cuya tem- Las pausas y la solicitación alternativas de los grupos mus-
peratura baja de 22 a 15 °C, 20 minutos en agua cuya tempe- culares solicitados permiten la recuperación.
ratura inicial es de 14 °C y a continuación desciende a una A veces se utiliza el método de Kabat, en particular para los
temperatura comprendida entre 10 y 5 °C [6, 12, 37]. En este últi- miembros superiores menos afectados por el síndrome pira-
mo caso, las tres primeras sesiones están dedicadas a aclima- midal, pero habrá que deshacerse del principio de resisten-
tar al paciente bajando progresivamente la temperatura de 28 cia máxima. Ésta ha de proscribirse a causa de su repercusión
a 10 °C. Dichas técnicas requieren asesoramiento médico, así en la fatiga y del riesgo de exacerbación de la espasticidad.
como el control del pulso y de la tensión arterial.
Trabajo sobre el equilibrio
Su efecto puede ser espectacular pero es de duración limi-
tada (algunas horas) y no es sistemático para todos los Al igual que en la fase precedente, se concibe en torno a las
posiciones de la progresión de equilibrio, convirtiéndose
pacientes. El beneficio funcional experimentado por el
las posiciones más erguidas en posiciones aleatorias.
paciente es decisivo para la continuación de los baños. En
el domicilio, los baños o duchas frías prolongadas podrán Se trabajará sobre todo en la posición erguida de rodillas
reemplazar esas técnicas, sobre todo durante los períodos para poder incorporarse en caso de caída.
de mucho calor, mal tolerado en la EP. La acción del enfria- Se deberá preservar el paso de la posición sentada a la erecta
miento podría no ser específica para la espasticidad, sino ya que condiciona el inicio de la marcha y los traslados a par-
ser más global, mejorando la velocidad de conducción [22]. tir de la silla de ruedas. El equilibrio en la posición sentada
Cada vez que sea posible, se efectuará una sesión de kinesi- deberá solicitarse para asegurar una mayor estabilidad en la
silla de ruedas y dar mayor seguridad a los traslados.
terapia tras la sesión de crioterapia para permitir una reha-
bilitación más activa. Rehabilitación del miembro superior
Movilización pasiva y estiramientos. La movilización pasiva per- Además del mantenimiento global de la fuerza, el reentre-
mite una modulación del tono. Se deberá efectuar de namiento de las diferentes prensiones se realizará median-
manera suficientemente lenta como para no desencadenar te la manipulación de objetos de dimensiones, formas y
el reflejo miostático. Se asocia a los estiramientos de los gru- pesos distintos. Su reconocimiento, sin ayuda visual, esti-
pos musculares espásticos. La puesta bajo tensión de los mula las sensibilidades elementales y las capacidades de
músculos es progresiva para evitar las reacciones de defen- análisis. Se trabajará sobre la fuerza de presión con dispo-
sa o la exacerbación de la hipertonía. En los miembros infe- sitivos de diversas resistencias sin dejar de lado el trabajo de
riores, los músculos extensores son los más implicados al extensión de los dedos. El desplazamiento en el espacio de
igual que los aductores de la cadera. Los isquiocrurales o conos, anillos y palitos de un soporte a otro solicita la
los flexores de la cadera también podrán ser tratados. El amplitud, la coordinación y la resistencia de los movimien-
estiramiento sostenido permite a veces una depresión del tos. Realizado sin apoyo (o sin respaldo en posición senta-
tono y previene el riesgo de retracción como consecuencia da), estimula asimismo el equilibro. La realización de dibu-
de la espasticidad. En los pacientes que conserven suficien- jos sobre un pupitre y los trabajos artesanales tienen los
te control muscular, es posible utilizar técnicas tipo tensión- mismos objetivos. Cuando la escritura sufre alguna pertur-
relajación. Según la intensidad de la espasticidad, el tiempo bación, el pregrafismo tiene como objetivo recuperar los
de estiramiento podrá prolongarse para obtener posturas automatismos de la escritura mediante la repetición de gra-
fismos simples [15].
con efecto inhibidor y preventivo; las posturas privilegiadas
serán las que el paciente pueda efectuar por sí mismo. A Desplazamientos
nivel de los miembros inferiores, además de las posturas • Rehabilitación de la deambulación
erectas que implican el tríceps, se fomentarán las posturas En esta fase, las ayudas técnicas son necesarias. En la mayo-
en flexión-abducción-rotación externa de la cadera, asocia- ría de los casos, la espasticidad del tríceps, la insuficiencia
das a la flexión o la extensión de la rodilla. Resulta asimis- de los elevadores de los pies y la debilidad de los flexores de
mo útil la posición de rodillas, sentado sobre los talones, los la cadera, unidas a la espasticidad en extensión del cuádri-
dedos de los pies en extensión apoyados en el suelo por su ceps, impiden el desarrollo normal de la fase oscilante. Los
cara plantar. Se deberá preservar durante el mayor tiempo medios a disposición del kinesiterapeuta son:
posible un programa de autoestiramientos que el paciente — la lucha contra la espasticidad con el estiramiento de los
puede efectuar por sí mismo. tríceps (de pie sobre un plano inclinado, o con una de las
La relajación y vibración de las masas musculares son técni- piernas inclinada hacia delante) y de los cuádriceps (de
cas adyuvantes. rodillas y sentado sobre los talones). Estos ejercicios podrán
La prevención de las espinas irritativas es un elemento primor- ser realizados por el propio paciente cada vez que los con-
dial en la lucha contra la espasticidad y se deberá compro- sidere necesarios;
bar su presencia ante cualquier recrudecimiento de la — la solicitación de la contracción de los músculos deficita-
hipertonía piramidal. La fatiga y la tensión psicológica for- rios, en particular los músculos de la parte anterior de la
man parte de estos elementos agravantes. Su control es indi- pierna y los flexores de la cadera;
sociable del tratamiento de la espasticidad. — el trabajo sobre las diferentes fases de la marcha;
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— la solicitación diaria de las posibilidades de deambula- nivel de la muñeca contralateral da a veces un resultado
ción; funcionalmente apreciable. Durante las comidas, el uso de
— las ayudas técnicas: subsisten las utilizadas en la fase pre- manteles antideslizantes y de platos con borde alto (o equi-
cedente. El andador de dos ruedas será necesario para pados con un dispositivo de sujeción) limita parcialmente
incrementar la estabilidad cuando aumenten la paraparesia las consecuencias del temblor [15].
o los trastornos del equilibrio. Se podrá añadir una tabla Deambulación: en esta fase, la rehabilitación analítica de la
para sentarse, la cual permitirá al paciente descansar cuan- marcha es ilusoria y habrán de estudiarse las ayudas más efi-
do lo necesite y aumentar así su autonomía. caces. En los casos más favorables, los bastones canadienses
con conteras en forma de estrella aseguran una mayor esta-
• Silla de ruedas
bilidad del apoyo en el suelo. En la mayoría de los casos, se
El paso a la silla de ruedas es, a veces, difícil de dar. Símbolo habrá de recurrir al andador de dos ruedas cargado con un
de la pérdida de la marcha, este paso se posterga a menudo peso. El peso, generalmente comprendido entre los 2 y los
a pesar del consiguiente agotamiento. Es el resultado de la 6 kg, es soportado por las ruedas del aparato y aporta esta-
evolución del paciente y debe haber sido previamente pre- bilidad sin aumentar demasiado la fatiga (fig. 5).
parado por todo un equipo. El uso ocasional de una silla de
ruedas en la fase anterior para los grandes recorridos facili- Fase de dependencia (EDSS ≥ 7.5)
ta esta aceptación.
El paciente se encuentra en una silla de ruedas manual, que
La silla de ruedas permite aumentar la autonomía en los
desplaza cada vez con mayor dificultad, o en una silla de
desplazamientos y reduce la fatiga. El capital energético
ruedas eléctrica. No puede realizar todos sus desplazamien-
permanecerá disponible para otras actividades y permitirá
tos y la alimentación así como el aseo de la cara se vuelven
incluso recorrer andando pequeñas distancias con mayor
problemáticos. Esta fase corresponde a un cuadro de tetra-
seguridad. La elección se hace en base a numerosos crite-
paresia o tetraplejía espástica con posibilidad de asociación
rios (posibilidades motoras, confort, manejabilidad, agili-
a un síndrome cerebeloso más o menos importante.
dad, manejo de los accesorios, entorno, modo de vida,
La preservación de la autonomía restante y la prevención
coste) y justifica la realización de pruebas durante varios
de las complicaciones son objetivos primordiales. La bús-
días. El paso a la silla de ruedas requiere una educación y
queda de adaptaciones y de una buena instalación tienen
un entrenamiento para obtener autonomía en la silla.
como objetivo asegurar un confort óptimo.
Cuando se reduce al mínimo el tiempo que el paciente per-
manece de pie, se impone en el domicilio el uso regular de Lucha contra la espasticidad y sus consecuencias
un aparato modular de verticalización [7]. La espasticidad puede conducir a cuadros de paraplejías en
Para los pacientes más válidos, también se podrá considerar flexión o en extensión con repercusión en los desplaza-
el uso de un vehículo habilitado, mientras que la silla de rue- mientos, el posicionamiento en la silla de ruedas y la verti-
das eléctrica se podrá recomendar para el exterior con el fin calización. Existe un riesgo de retracción muscular con
de compensar la fatiga. El uso de dos sillas de ruedas, una limitación de las amplitudes articulares. Los espasmos, a
manual para utilizar dentro de la casa o para el transporte veces dolorosos, pueden complicar aún más los problemas
en coche y otra eléctrica para utilizarla en las cercanías del de instalación. La movilización pasiva, los estiramientos y las
domicilio, es frecuente y lógico en esta fase de la EP. posturas clásicas o de inhibición son indispensables.
Las actividades de la vida cotidiana: las actividades en situa- Algunas posturas, según la tolerancia, pueden ser manteni-
ciones reales (cocinar, planchar, ordenar, etc.) permiten das durante unos veinte minutos. La dificultad de los des-
dar consejos, practicar y realizar pruebas de material. En plazamientos hace que la crioterapia sea poco realista. La
todos los casos, se darán consejos referentes a la economía aplicación de cold packs sobre los grupos musculares espásti-
y la buena gestión de la vida cotidiana. cos, en particular en los miembros superiores, podrá reem-
plazar dicha terapia.
Aspectos asociados a la ataxia
En esta fase, la ataxia va generalmente asociada al síndrome Mantenimiento muscular y postural
piramidal y la rehabilitación recupera los esquemas ante- En esta fase, el mantenimiento muscular se realiza funda-
riormente presentados. No obstante, el síndrome cerebelo- mentalmente de modo activo con ayuda. Llevados a cabo en
so justifica actitudes terapéuticas complementarias. posición sentada, los ejercicios de estabilización, de alarga-
La balneoterapia y la relajación conservan el mismo interés miento axial activo y de equilibrio preservan la estabilidad
que en la fase precedente. en la silla de ruedas.
Control de los gestos: el trabajo de control de los movi- Mantenimiento de las capacidades restantes
mientos se realiza sobre gestos funcionales (llevar la mano en los miembros superiores
a la boca, asir un objeto, realizar un desplazamiento) y Además de la movilización activa, este mantenimiento con-
requiere numerosas repeticiones [65, 66]. Dicho trabajo es siste en realizar ejercicios de prensión así como de manipu-
facilitado por el aprendizaje de la relajación, un entorno laciones muy sencillas y a menudo muy lentas.
tranquilo y el control de la respiración. La visualización pre-
via por el paciente puede servir de ayuda. Preservación de las posibilidades de desplazamiento
La disminución de los brazos de palanca y del número de La espasticidad en extensión permite a veces dar algunos
articulaciones utilizadas permite reducir la amplitud y la pasos en las barras paralelas y realizar desplazamientos con
intensidad de los temblores, por ejemplo bloqueando el ayuda pasando por la posición erecta. En ese caso, puede
codo contra el cuerpo para una actividad manual, acuñan- resultar útil un disco de desplazamiento. A menudo resulta
do la espalda contra un respaldo y apoyando el antebrazo necesario recurrir a los diversos aparatos destinados a levan-
sobre una mesa. En cambio, el uso de muñequeras con peso tar personas.
durante los movimientos es poco concluyente y apenas Cuando la propulsión de la silla de ruedas manual resulta
compatible con la fatiga de la EP. La autoestabilización demasiado difícil, se impone la silla de ruedas eléctrica, a
mediante la prensión con ambas manos o una prensión a veces equipada con un mando accionado con la barbilla.
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6 El guiadedos, colocado sobre el teclado de un ordenador o una
máquina de escribir, evita que se pulsen varias teclas con un solo
dedo. Frente a los problemas de coordinación de los miembros
superiores, constituye una ayuda apreciable en los terrenos de la
comunicación, del ocio e incluso del trabajo.
5 En la esclerosis en placas, el andador con peso facilita la deam- Medios de compensación de la comunicación oral
bulación de pacientes atáxicos. El peso, colocado en vertical con
relación a las ruedas, tiene poca repercusión en la fatiga pero, en Dificultades relacionadas con uso del teléfono: el uso de telé-
cambio, mejora la estabilidad. fonos inalámbricos o con múltiples extensiones responde a
los problemas relativos a la lentitud o a la dificultad de des-
plazamiento. Los teléfonos «manos libres» permiten llamar
por teléfono a los pacientes incapaces de sujetar el auricular.
Compensaciones del habla: algunos pacientes que sufren
Algunos pacientes cerebelosos presentan un temblor de una disartria importante y la imposibilidad de escribir nece-
actitud de la cabeza y del tronco mantenido por la actividad sitan ayudas técnicas para comunicarse (comunicadores,
tónica postural. La instalación en una silla de ruedas con sintetizadores vocales, etc.).
respaldo inclinable y reposacabezas asegura la relajación Las alarmas centralizadas y diferentes interfonos facilitan la
muscular y la disminución del temblor. estancia en el domicilio liberando así al entorno y tranqui-
lizando al paciente.
Prevención de la escara
El riesgo aumenta con la intensidad del déficit motor, la Medios de compensación de los problemas visuales
existencia de trastornos sensitivos y la presencia de un défi- Los aparatos clásicos como las gafas resultan a menudo inú-
cit psicointelectual. Su prevención pasa por la educación tiles. Las ayudas en este terreno siguen siendo puntuales
del paciente y del entorno, y se basa en los cambios de posi- (diversas lámparas, gafas frontales, lámparas lupa) y mejo-
ción y las elecciones apropiadas del material (silla de ruedas ran sólo de manera pasajera el confort visual. En cambio, se
que permite un posicionamiento satisfactorio, cojín de pre- recomienda enérgicamente el acceso a las bibliotecas sono-
vención, cama adaptada, goma espuma preparada para una ras ya que ofrecen una distracción a veces única.
mejor instalación, pescante). En caso de manchas rojas en
la piel, la fricción de los puntos de apoyo es indispensable.
Aspectos ambientales [27, 30, 47, 52]
Otros aspectos
El mantenimiento respiratorio tiene como objetivo preve- La vivienda y su accesibilidad
nir la obstrucción bronquial. Las modificaciones que deben efectuarse en el espacio vital
La prevención de los trastornos circulatorios pasa por una se elaborarán junto con el paciente y las personas de su
movilización regular, los cambios de posición y eventual- entorno. Si los diversos reajustes (desde la simple redistri-
mente por medias o calcetines compresivos. bución del mobiliario hasta la colocación de planos incli-
La verticalización deberá mantenerse durante el mayor nados o de plataformas elevadoras) resultan inoperantes, se
tiempo posible. habrá de considerar el cambio a otra vivienda. En muchos
casos, el paciente se ve obligado a buscar ayudas financieras.
Comunicación [14] Mantenimiento de una actividad profesional
Ya sea escrita u oral, la comunicación es una función espe- Según el nivel de minusvalía física y el grado de fatigabili-
cíficamente social, a menudo alterada en la EP. dad, resultan indispensables los ajustes de horario y del
puesto de trabajo, el recurso al tiempo parcial o incluso el
Medios de compensación de la comunicación escrita
cambio a otro trabajo con distintas características. El pro-
Cuando la escritura se vuelve laboriosa, el adaptador que blema de los trayectos también deberá considerarse: la
engorda el lápiz suele mejorar los resultados. El tapete anti- reserva de un aparcamiento con facilidad de acceso y el
deslizante para fijar la hoja y, a veces, la muñequera de recurso a organismos de transportes especializados aportan
plomo para estabilizar la muñeca son eficaces en caso de a veces una solución.
afección cerebelosa moderada.
Cuando la escritura se vuelve imposible, se optará por la Ocio
máquina de escribir electrónica o el ordenador. En caso de Tras finalizar la actividad profesional, el ocio es un soporte
afección atáxica, el guiadedos colocado sobre el teclado importante de la relación social. Aunque se prefieran las acti-
evita pulsar varias teclas a la vez (fig. 6). Para los pacientes vidades realizables en el domicilio, deberán incentivarse las
tetrapléjicos, el unicornio fijado en la cabeza les permite actividades de ocio en el exterior, mediante la incitación a la
pulsar las teclas. La informática permite manejar el orde- vida asociativa y la información sobre los lugares accesibles de
nador con ayuda de la voz o con diferentes contactores la ciudad, los organismos de transportes adaptados y las
(soplando, contactores linguales, neumáticos, etc.). estructuras de vacaciones.
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Bibliografía
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