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AUTOPSIA PSICOLÓGICA: Una herramienta útil para el peritazgo psicológico.

 
Andrea Rodríguez
 
Una de las técnicas más importantes y utilizadas en la comprensión de los
comportamientos criminales es la del peritazgo psicológico. En el cual el psicólogo
despliega todos sus conocimientos en el ámbito legal y psicológico. Entre estos
peritajes se encuentra la denominada Autopsia Psicológica.
 
Este procedimiento es considerado como un proceso de recolección de datos del
occiso que permite reconstruir su perfil psicológico y el estado mental antes del
deceso. Para el desarrollo de dicho procedimiento, es necesario el trabajo
interdisiciplinario entre médicos, abogados psiquiatras y psicólogos forenses.
(Acevedo, Nuñez y Pinzón, 1999).
 
La Autopsia Psicológica como técnica pericial surge en los EE.UU. como una
necesidad administrativa de definir la etiología médico legal en los casos de
muertes dudosas donde no se contaba con los elementos suficientes para afirmar
si se trataba de un suicidio o un accidente. Sin embargo, a pesar que esta técnica
es bastante conocida y utilizada en EE.UU. no se ha establecido un procedimiento
estandarizado para llevarlo a cabo.
 
Diversos autores Litman, Curphey, Shneidman, Farberow y Tabachnick, 1952;
Shneidman, 1960-1964 (Citados por Shneidman, 1994b) plantean que para la
realización del PAP se debe tener en cuenta varias categorías entres las cuales
menciona: el estilo de vida del occiso, historia de vida, problemas económicos o
sociales, relaciones interpersonales, rasgos de la personalidad, intentos anteriores
de suicidio, posibles enemigos, entre otros.
 
Según Ebert (1991), los principales objetivos de la Autopsia Psicológica se dividen
en cuatro:
1. Primer Objetivo:
 
Determinar la manera de la muerte en casos de equívocos que necesitan ser
distinguidos. Las maneras de muerte son: a) natural, b) accidental, c) suicidio y d)
homicidio; este tipo de sistema es conocido por la sigla NASH. Generalmente, en
algunos casos, la manera de muerte es bastante clara, lo que no ocurre con el
modo como sucedieron los hechos.
 
2. Segundo Objetivo:
 
Averiguar el momento y el tiempo en el cual se produjo la muerte; para esto, el
investigador debe indagar acerca de diferentes situaciones de la vida del occiso y
tratar de relacionarlas con el hecho.
 
3. Tercer Objetivo:
 
Obtener la información suficiente para evaluar los datos obtenidos de diversos
intentos de suicidio, con el fin de prevenir dichos intentos y la letalidad de los
mismos.
 
4. Cuarto Objetivo:
 
Según el mismo autor, es terapéutico para la familia y los amigos del occiso. La
entrevista y la investigación en general son mecanismos terapéuticos para estas
personas, ya que permite comunicar pensamientos y sentimientos sobre la
persona fallecida, de igual forma, la percepción que cada uno tiene sobre la
muerte de aquella persona cercana, que por lo general es de culpa, dolor,
vergüenza, resentimiento, entre otras.
De igual manera, la Autopsia Psicológica tiene como función ayudar a esclarecer
los caso de muerte dudosa: suicidio, homicidio y accidente, donde ni el médico
legista, ni el investigador policial tienen suficientes elementos para decidir, lo
anterior se puede determinar:
1. Valorando los factores de riesgo suicida, de riesgo heteroagresivo o de
riesgo de accidentalidad.
2. Valorando el estilo de vida del occiso.
3. Evaluando el estado mental en el momento de la muerte.
4. Estableciendo las áreas de conflicto y motivacionales.
5. Diseñando el perfil de personalidad del occiso.
6. Esclareciendo si existían señales de aviso presuicida.
7. Esclareciendo si existía un estado presuicida.
Ante un comportamiento o hecho que eventualmente no tienen una explicación
clara, pero que podría llegar a tenerla si se estudian minuciosamente lo hechos
antecedentes y consecuentes a lo sucedido, se podría inferir comportamientos o
acciones llevadas a cabo bajo condiciones únicas y especiales que llevaron a la
consecución de los hechos, por lo cual la psicología y la psiquiatría tienen mucho
que aportar.
 
Shneidman, padre de la técnica, 1973-1977 (Citado por Ebert, 1991) propone tres
categorías para estudiar los casos de muerte dudosa: a) el qué, b) el cómo y c) el
porqué, en relación con la persona que cometió el suicidio; la causa actual de
muerte con especial énfasis en el tiempo y la determinación de la forma en que
ocurrió.
 
Como parte de la investigación criminal la Autopsia Psicológica también logra
establecer el círculo de sospechosos en los homicidios de autor desconocido, al
caracterizar a la víctima con sus conflictos, motivacionales y estilos de vida, se le
ofrece a los investigadores policiales elementos de probabilidad en cuanto a
posibles autores, quienes tendrían interés en vincularse a este tipo de personas.
 
Aunque la aplicación de la Autopsia Psicológica se hace de acuerdo a la
legislación de cada país, cada equipo de trabajo decide la forma de proceder en la
etapa de la recolección de datos. Shneidman, 1981 (citado por Thomas Young,
1992) argumenta que, cuando va a iniciar una investigación, nunca tiene un
modelo sistemático de cómo la va a realizar. Es por este tipo de aseveraciones
que muchos investigadores se sienten muy incrédulos frente a la validez y
confiabilidad del procedimiento.
 
Por esta razón, Annon (1995) y Young (1992), plantean que uno de los serios
problemas a los que se ve enfrentado el Protocolo de Autopsia Psicológica (PAP)
es la falta de estandarización, pues cada persona o equipo que lo aplica tiene un
estilo diferente y particular de realizarlo, lo cual afecta, según estos autores,
notablemente los índices de validez del procedimiento. Es decir, no existe un
modelo estructurado y sistematizado que disminuya el margen de sesgo.
 
Sin embargo, el número de autores que han escrito sobre el PAP es proporcional
al número de modelos propuestos para realizar una investigación. En algunos
caso se le da prioridad a unos aspectos y en otros se omiten.
 
Young, propone 15 categorías que se deben incluir al llevar a cabo dicha
investigación:
1. Identificar la información personal del occiso (nombre, apellidos, edad,
sexo, ocupación, religión, estado civil, etc.).
2. Detalles de la muerte.
3. Historia de la familia (hermanos, esposa, enfermedades médicas y
tratamientos, intentos de suicidio, etc.).
4. Historia de muertes familiares.
5. Modelos familiares de reacción frente al estrés.
6. Tensiones recientes o problemas del pasado.
7. Historia de alcohol y drogas en la dinámica familiar.
8. Relaciones interpersonales.
9. Fantasías, sueños, presentimientos y pensamientos frente a la muerte,
suicidio o accidentes que precedieron la muerte.
10. Cambios en los hábitos, aficiones, alimentación, patrones sexuales y
otras rutinas ante de la muerte.
11. Información que relate los planes de vida.
12. Evaluación de intención.
13. Tasa de letalidad
14. Reacción de las personas que recibieron la noticia de la muerte.
15. Comentarios y anotaciones especiales.
Para realizar un procedimiento más elaborado y completo, es importante que el
investigador visite y estudie el lugar donde se encontró el cuerpo, ya que esto le
puede permitir obtener más pistas que ayuden a avanzar en el proceso. El
psicólogo como investigador tiene la posibilidad de diseñar un perfil de la escena
del crimen, además de hacer un bosquejo de la personalidad del sujeto que
habitaba en el lugar, a partir de detalles tales como: los objetos hallados, la
disposición de los muebles, etc.
 
Jack Annon (1995) propone otro de los modelos para llevar acabo un proceso de
AP, en el cual se plantean como pasos a seguir los siguientes:
Examen cuidadoso de la escena donde sucedieron los hechos, examen de
fotos y grabaciones en video de la escena.
 
Estudio de los documentos disponibles, concernientes a la situación donde
sucedieron los hechos, en el cual se incluye el reporte policial, declaración
de testigos, reporte de la autopsia médica y de toxicología.
 
Documentos que informen sobre la vida de la víctima antes de la muerte,
como notas del colegio, notas de visitas previas al médico, notas sobre la
salud mental, información laboral, etc.
 
Entrevista con personas relevantes como testigos de la escena de los
hechos, miembros de la familia, amigos, compañeros de trabajo, etc.
Este autor (1995), afirma que algunos científicos del comportamiento plantean que
se deben dedicar de 20 a 30 horas de investigación para formular una opinión
preliminar sobre el estado particular de la mente de un individuo antes de su
muerte. Sin embargo, el tiempo que se emplea está determinado por la facilidad
para recolectar la información y las personas que se deben entrevistar.
 
Autores como Ramirez,1999 (citada por Nuñez, et al., 1999) y Annon (1995)
afirman que el tiempo optimo para realizar la entrevista, es entre 1 y 6 meses
después de haber ocurrido el deceso, ya que durante estos meses aún se
conserva la nitidez del recuerdo y la información obtenida es confiable. de lo
contrario las reacciones de duelo pueden, o bien, interferir en la objetividad del
recuerdo existiendo la tendencia a idealizar al fallecido o afectar la claridad del
recuerdo.
 
De acuerdo a lo anterior Ramirez,1999 (citada por Nuñez, et al., 1999) considera
que los entrevistadores deben recibir un entrenamiento preliminar en el manejo del
instrumento y en el estilo de comunicación que se debe utilizar dependiendo del
modo de muerte de la víctima. El entrevistador debe permitir que la información
fluya libremente, es decir, debe dejar hablar al informante sin interrumpirlo y sólo
al final, si es necesario, puntualizar en algún detalle o hacer algunas preguntas
directas.
 
En relación con las fuentes de información se debe seleccionar, por lo menos, dos
fuentes con el objetivo de cruzar los datos ofrecidos en busca de confiabilidad. Se
deben seleccionar parientes de primera línea, convivientes, allegados o médicos
de asistencia. Las condiciones para realizar la entrevista deben ser estrictas; cada
fuente deber ser entrevistada de forma individual y en privado, evitando que la
opinión de una influya en la otra, lo cual afectaría a la confiabilidad de la
información. El tiempo promedio de la entrevista debe ser de dos horas, aunque
en ocasiones es necesario extenderse un poco más.
 
La misma autora también plantea que debe tenerse en cuenta la revisión de
documentación adicional y disponible tales como: historias clínicas, expedientes
medico-legales, expedientes judiciales, así como, cartas, diarios, notas, poemas,
etc.
 
La Autopsia Psicológica es una técnica difícil con la cual cuentan sólo algunos
países desarrollados; en dicha técnica el estudio de las muertes equívocas exige
un alto nivel científico, por tal motivo, tenerlas a nuestra disposición posibilita un
avance importante en el aumento de la calidad científico-técnica y la
profesionalidad de la investigación criminal. (García, 1993).
 
Uno de los países de habla hispana con mayor trayectoria en el tema de Autopsia
Psicológica es Cuba. A partir de múltiples revisiones de los modelos, escalas,
guías y formularios encontrados en la literatura especializada han creado su
propio modelo al cual inicialmente denominaron MAP (Modelo de Autopsia
Psicológica); a medida que incorporaron otros ítems durante la validación, de
dicho modelo, en víctimas de suicidio, homicidio y accidente, lo han perfeccionado
hasta llegar al que actualmente utilizan, el MAPI (Modelo de Autopsia Psicológica
Integrado).
 
Según García Pérez (1999), el MAPI a diferencia de todos los modelos revisados
está completamente estructurado y sistematizado, de forma tal que se disminuye
al mínimo el margen de sesgo, debido a que todos los peritos o auxiliares de la
justicia que aplican dicho protocolo deben realizarlo de la misma manera,
guiándose por un instructivo con posibilidad de respuesta cerrada, precisamente
para evitar la inclusión de elementos subjetivos en la valoración de cada caso y,
además, para hacerlo verificable por terceras personas.
 
La metodología científica utilizada para validación del MAPI, fue desarrollada por
el Ministerio de Salud Pública y el Instituto de Medicina Legal de Cuba a través de
tres investigaciones realizadas durante el período de 1990 a 1996 en víctimas de
suicidio, homicidio y accidente, las cuales demostraron que recurrir a terceras
personas para obtener información de fallecido resulta confiable, que el método es
viable y el instrumento MAPI es aplicable y generalizable. (García, 1999).
 
La aplicación del MAPI, actualmente, se extiende fuera de Cuba, desde finales de
1994 y se emplea con éxito en la solución de casos civiles y penales por parte de
la Dirección de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del
Estado de Querétaro, en los Estados Unidos Mexicanos, desde 1997 se utiliza por
los servicios médicos-legales de Chile para el estudio de suicidios. La dirección de
Medicina Forense de Honduras introdujo la técnica en 1998 para casos civiles y
penales, en especial para la solución de muertes dudosa, equívoca o por
investigar, con la peculiaridad de la incorporación de licenciados en Trabajo Social
en calidad de peritos. A partir de 1999 este método fue incluido dentro de las
técnicas disponibles para la investigación de homicidios en Costa Rica, por parte
del ministerio Público.
 
En Colombia el empleo de la Autopsia Psicológica como técnica en el área de la
Psicología Forense se ha visto muy limitada por varias razones; por ejemplo, la
falta de especialización a nivel teórico y metodológico del psicólogo en esta área,
así como también la falta de instrumentos validados en el contexto colombiano
que permitan esclarecer de manera confiable los casos de muerte dudosa. En
países como España y EE.UU. hablar de Autopsia Psicológica no es algo
novedoso. Sin embargo, en Colombia existen pocos escritos que definan y
expliquen el procedimiento denominado Autopsia Psicológica.
 
Para proporcionar ésta prueba judicial, las ciencias forenses como la psiquiatría y
la psicología enfrentan a menudo tareas muy difíciles tales como determinar el
estado mental de un acusado en el momento de los hechos, peor aun, cuando ha
transcurrido algún tiempo desde el momento de su ocurrencia. En ocasiones, la
labor del psiquiatra o psicólogo se vuelve más compleja cuando se trata de
determinar el estado mental de una persona ya fallecida en el momento de su
muerte.
 
No obstante, la vida psíquica del ser humano deja huella de una u otra forma: en
documentos, obras de arte, espacios habitados a lo largo de su existencia, en la
forma como se relacionaban con las otras personas, etc.
 
El aspecto principal de la Autopsia Psicológica es el proceso en sí mismo y el
modo como se llevan a cabo las cosas (García, 1999). Dicho proceso parte desde
el mismo lugar de los hechos, en el cual no sólo se pueden levantar huellas
objetivizables por los peritos en criminalística, también se pueden levantar las
huellas psicológicas que quedan impresas en los lugares en que estuvo la víctima
y en las personas que interactuaron con ella. La función del psicólogo o del
psiquiatra que realiza el peritazgo es decodificar e interpretar las señales que
emite la escena del crimen.
 
Dentro del contexto de la investigación criminal el proceso de la Autopsia
Psicológica comienza desde el examen de la propia escena de la muerte y no
debe ser realizado por un solo perito. Por el contrario, se requiere de un trabajo en
equipo con los criminalistas, médicos legistas e investigadores policiales, sólo a sí
se lograra una caracterización profunda y científicamente fundamentada de la
víctima. García (1993).
 
Retomando la teoría de la "complejidad" planteada por Morin (1995); es imposible
estudiar al hombre desde una sola perspectiva, por tal motivo, para implementar el
procedimiento de la autopsia psicológica es necesario un grupo interdisciplinario
de expertos que aporten sus conocimientos para conseguir un mejor análisis de
las condiciones, relaciones, comportamientos y situaciones de un ser humano
muerto en condiciones dudosas. El estudiar al hombre desde una sola dimensión
sería un error, ya que nadie puede negar la diversidad de instancias por las que se
encuentra atravesando la vida de un ser humano.
 
En el campo de la Psicología Forense, específicamente en el procedimiento de la
Autopsia Psicológica (AP), el poder contar con la ayuda del cuerpo legal
(abogados, fiscales, jueces, policías, grafólogos, etc.) es de suma importancia
para la investigación, ya que permite la recolección de la información de acuerdo
con (Nuñez, et al., 1999) "la puerta de acceso al ámbito judicial; entenderlo y tener
la posibilidad de dialogar y confrontar sobre diversos aspectos, como los
comportamientos humanos...". Estar al lado de los investigadores policiales
permite acceder a elementos judiciales tales como notas, diarios, cartas, que
posiblemente para ellos no tiene mucho valor, pero para el psicólogo son
fundamentales, ya que caracterizan al occiso y tal vez entre líneas se pueda
develar "la clave del enigma de su muerte", (García, ibid). Todos esto aspectos
son fundamentales si se quiere lograr una intervención eficaz en el procedimiento
de Autopsia Psicológica.
 
Un segundo paso es la entrevista a personas que conocieron de cerca al occiso,
preferiblemente familiares, amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo o
religión, relaciones de pareja formales u ocasionales. Es importante aclarar que la
selección de las fuentes de información debe excluir a presuntos sospechosos de
estar involucrados en la muerte de la víctima, pues obviamente el riesgo de sesgo
es muy elevado.
 
García (2000) plantea que una vez recogidos todos los elementos necesarios para
conformar una caracterización del occiso se realiza una discusión colectiva en la
cual participan los peritos y los investigadores policiales y se ofrece un informe
pericial en términos probabilísticos, pues se trata de una evaluación indirecta y de
conclusiones inferenciales que cobran valor solo al sumarse el resto de los
elementos criminalísticos, policiólogos y médicolegales.
 
 
Bibliografía
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Psychology, 13, 39-48.
 
Acevedo, Nuñez, l. y Pinzón, C. (1999). Propuesta para el Dictamen Forense en
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Javeriana, Santafé de Bogotá.
 
Beskow, J. Runeson, B. Y Asgard, U. (1991). Ethical Aspects of Psychological
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Código Penal (1980/2000). Santafé de Bogotá: Unión Ltda.
 
CONFERENCIA LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA: ESPECTRO DE APLICACIÓN.
(2000: La Habana). Memorias del Contenido Esencial Mínimo del Curso
Precongreso.
 
Dávila, A. Y Rodríguez, C. (1995). Evaluación Psicológica Forense. Madrid:
Pirámide.
 
Ebert, B. (1991). Guide to Conducting a Psichological Autopsy. En K. Anchor. The
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Young, T. (1992). Procedures and Problems in Conducting a Psychological
Autopsy. International Journal Offender Therapy and Comparative Criminology 36,
43-52.

PERFIL CRIMINAL. DEFINICIÓN.

Siguiendo a Garrido (2006), el perfil criminológico puede definirse como una


estimación acerca de las características biográficas y del estilo de vida del
responsable de una serie de crímenes graves y que aún no se ha identificado.

El objetivo de este perfil es delimitar las características del presunto culpable para
disminuir el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y
restringiendo las posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los
blancos realistas. Este punto es muy importante, ya que cuando se tratan de
crímenes violentos o seriales, la alarma social y las posibilidades de que se
vuelvan a repetir los hechos, hacen necesaria actuar con rapidez y detener cuanto
antes al asesino.
No obstante, el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está basada
en el análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en
datos estadísticos recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados
por la psicología y la criminología. Estamos por tanto hablando de probabilidades.
En palabras de Ressler (2005), las personas que realizan un perfil buscan
patrones e intentan encontrar las características del probable autor, se usa el
razonamiento analítico y lógico, “qué” más “por qué” igual a “quién”.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PERFIL CRIMINAL. LA PSICOLOGÍA EN EL


CRIMEN.

El uso de la psicología para combatir y estudiar el crimen debe estar relacionado


desde el inicio mismo de ésta, sin embargo, ha sido relativamente reciente en el
tiempo la intención de algunos expertos de elaborar una metodología más o
menos sistemática que nos ayude a capturar a criminales usando las aportaciones
que la psicología nos brinda. Esta metodología ha estado basada principalmente
en la creación, desarrollo y uso de técnicas clasificatorias y de etiquetajes del
delincuente criminal, teniendo inicialmente como principal objetivo la captura del
criminal. El acopio de datos ha posibilitado un estudio más en profundidad, que ha
dado lugar a diversas teorías psicológicas del crimen, teorías que tratan de
explicar el hecho criminal al igual que hace con cualquier patología mental. El
desarrollo de técnicas terapéuticas y de rehabilitación del crimen está en un
estadio muy precoz:

• 1888. Gran Bretaña. El Dr. George B. Philips diseña el método “modelo-herida”,


basado en la relación que existe entre las heridas que sufre la víctima y su
agresor. En función de las características de éstas, se podría diseñar un perfil del
delincuente.

• 1870. Italia. Lombroso es considerado el padre de la criminología. Estudia desde


el punto de vista evolutivo y antropológico prisioneros, dando lugar a una
clasificación de delincuentes que tienen en cuenta características físicas:
Criminal Nato: Ofensores primitivos caracterizados por un proceso de
degeneración evolutiva que podían ser descrito por determinadas características
físicas.

Delincuente demente: Ofensores que padecen patologías mentales acompañadas


o no de físicas.

Criminaloides: Serían los que no pertenecen a ninguno de los dos grupos


anteriores pero determinadas circunstancias les han llevado a delinquir.

• 1955. Alemania. Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña


una clasificación basada también en características físicas:

Leptosómico: Delgado y alto.

Atlético: Musculoso, fuerte.

Pícnico: bajos y gordos.

Mixtos: no puede encajar completamente en ninguna de las anteriores y sí en


varias de ellas.

Según esta clasificación cada tipo de delincuente se relacionaría con un tipo de


delito, así los leptosómicos son propensos al hurto, los atléticos a crímenes donde
se use la violencia y los pícnicos al engaño y el fraude.

Las anteriores aportaciones tienen un fuerte componente biologicistas y fueron


siendo abandonadas por la poca utilidad que ofrecía, así como por sus carencias
científicas. Posteriormente y junto con el desarrollo que la psicología iba
atesorando, las teorías dejaron a un lado las características físicas para detectar a
criminales y empezaron a usar características psicológicas.

• 1957. USA. Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes


mentales. Su perfil del Bonbardero de Nueva York puede ser considerado el
primer perfil psicológico criminal.
32 paquetes explosivos en Nueva York en ocho años. Brussel examinó las
escenas de los crímenes y dio un perfil a la policía. El bombardero es un
inmigrante de Europa de entre 40- 50 años que vivía con su madre. Hombre que
era muy aseado y que por la forma redondeada de sus “w” adoraba a su madre. y
detestaba a su padre. Predijo que en su detención vestiría un traje cruzado y
abotonado.Poco más tarde, y tras las pistas aportadas por Brussel, George
Metesky, un empleado enfadado de la compañía donde puso el primer artefacto
fue detenido, llevaba un traje cruzado y abotonado.

Según Brussel, su perfil fue fruto del uso del razonamiento deductivo, su
experiencia y el cálculo de probabilidades. Brussel apuntó hacia un hombre
paranoico, trastorno que tarda alrededor de 10 años en desarrollarse, lo que, junto
a la fecha de la primera bomba le llevó a la edad del perfil. Este trastorno explica
el resentimiento perdurable, la pulcritud y perfección de sus acciones y artefactos,
así como su vestimenta. Las notas que dejaba permitieron evaluar su procedencia,
parecía como si estuviera traduciendo, lo que nos lleva a un inmigrante, en
concreto del Este de Europa, donde históricamente se ha usado las bombas como
armas de terrorismo.
La exactitud del perfil tuvo una gran repercusión en la policía, que empezó a
respetar y a usar las aportaciones que la psicología podía hacer en este tipo de
casos.

A pesar de que era aún una técnica poco precisa y con fallos, como se demostró
entre otros, en los casos del Estrangulador de Boston, el perfil criminal fue
ganando aceptación y demanda. A esto ayudó el aumento de homicidios en los
que el asesino no era una persona conocida para la victima, lo que complicaba su
resolución a la policía.

• 1970.USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica
las aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del
criminal queda establecido como técnica de investigación policial para resolver los
casos difíciles, se crea la Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI,
unidad especializada en el diseño de este tipo de perfiles. Agentes del FBI se
preocupan por este tema y se van especializando, entre ellos Robert Ressler.
Ressler entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles, analizó y
sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la
Personalidad Criminal, creado por él mismo y empezaron a documentar ciertos
patrones y comportamientos de asesinos.
Una de sus mayores aportaciones fue la del término de “asesino en serie”, que
veremos más adelante y su clasificación de asesinos en serie.

1. Asesinos en serie Organizados: Muestran cierta lógica en lo que hacen, no


sufren trastornos mentales que puedan explicar en parte lo que hace, planifican
sus asesinatos, son premeditados y nada espontáneos, suelen tener inteligencia
normal o superior, eligen a sus victimas y las personaliza para que exista una
relación entre él y su presa.

2. Asesinos en serie no Organizados: Sus actos no usan la lógica, suelen


presentar trastornos mentales que se relacionan con sus aberrantes actos, tales
como la esquizofrenia paranoide. No selecciona ni elige a sus victimas, ya que sus
impulsos de matar le dominan tanto que improvisa, actúa espontáneamente y con
una mayor carga de violencia y saña sin ningún mensaje. Su deterioro mental
hace también que no se ocupe de la escena del crimen ni haga nada especial para
no ser detenido. No quiere relacionarse con su víctima, solo destruirla.

Esta clasificación es actualmente usada en el desarrollo de perfiles, aunque en


muchas ocasiones no existen los asesinos organizados o desorganizados puros y
son más mezcla de ambos. No obstante la división sí ha resultado fructífera y de
gran ayuda a la hora de perfilar un asesino ya que dentro de su clasificación, las
características que describen a uno y a otro tipo de asesino si tiene una gran
consistencia estadística. Los términos de organizados y desorganizados son,
como dice Ressler, de fácil uso para los policías porque se escapa un poco de la
terminología psicológica y médica.

A partir de las aportaciones del FBI, la técnica del Perfil criminal ha ido
evolucionando y adoptándose por otros cuerpos de policía de otros países.
Además, se han creado diversas titulaciones académicas, agencias y
organizaciones privadas encargadas de realizar perfiles criminales.
Aunque no hay y posiblemente no haya un sistematización absoluta de esta
técnica, es en gran parte como dice Ressler un arte, el perfil ha quedado incluido
como una técnica de investigación criminal.

3. ÁMBITOS DE APLICACIÓN DEL PERFIL CRIMINOLÓGICO.

Generalmente, el uso del perfil criminológico se restringe generalmente a


crímenes importantes tales como homicidios y violaciones. Como mencionamos
anteriormente, las características de estos hechos hace que la policía deba
trabajar contrarreloj para resolver estos casos. Cuando se trabajan en homicidios
donde el culpable es un desconocido para la víctima, el perfil puede ayudar a dar
luz sobre el crimen y encaminar a la policía en sus investigaciones.

Cuando se quiere evaluar la posibilidad de relacionar varios homicidios, realizar un


perfil sobre el autor de los asesinatos puede ayudar a determinar si estamos ante
un asesino en serie o ante asesinos inconexos.
En otras ocasiones, el perfil ayuda a conocer ante qué tipo de personas nos
enfrentamos y éste arma puede usarse antes de su captura, provocando por
ejemplo al agresor en los medios de comunicación, y después de su captura,
preparando los interrogatorios.

Otro ámbito de aplicación del perfil es su función teórica, en cuanto a que el


análisis y evaluación de casos sirven para aumentar el conocimiento que se tiene
sobre la propia técnica y sobre el hecho criminal.

4. TIPOS DE PERFILES CRIMINALES.

4.1 Perfil de agresores conocidos o método inductivo.

Este método se basa en el estudio de casos para, a partir de ellos, extraer


patrones de conductas característicos de esos agresores.

Se desarrolla básicamente en el ámbito carcelario, mediante entrevistas


estructuradas o semiestructuradas, aunque también se suele usar como fuente de
información las investigaciones policiales y judiciales.
El estudio de presos se complementa con entrevistas a personal carcelario a su
cargo, así como parientes y cualquier persona que pueda dar información
relevante respecto a esta persona.

Ressler, dentro del proyecto de Investigación de la Personalidad criminal (PIPC)


entrevistó, junto a colaboradores, a cientos de criminales violentos por todas las
cárceles de EE.UU. Según su experiencia, las entrevistas a criminales solo tienen
valor si aportan información útil para la policía sobre su personalidad y sus
acciones. Para ello, el entrevistador debe ganarse la confianza y el respeto del
entrevistado. (Ressler, 2006).

     Una característica a tener en cuenta a la hora de elegir a los entrevistados es


que ninguno de ellos pueda ganar nada por el hecho de participar en la
entrevistas, ya que esto podría sesgar sus respuestas.

4.2. Perfil de agresores desconocidos o método deductivo.

Este método se basa en el análisis de la escena del crimen en cuanto a sus


evidencias psicológicas para que pueda inferirse el perfil del autor de ese crimen.
En este método se intenta pasar de los datos generales a los particulares de un
único individuo. Para ellos se analiza la escena del crimen, la victimología,
pruebas forenses, características geográficas, emocionales y motivacionales del
agresor.

Para la realización de este perfil se tiene en cuenta los datos aportados por el
método inductivo.

Para ejemplificar este método tomamos un perfil realizado por Ressler:

“...la mayoría de los asesinos en serie son blanco, Danny vivía en un barrio
blanco, si hubiera aparecido cualquier hombre negro, hispano o incluso asiático,
muy probablemente habrían notado su presencia. Pensé que el asesino no era
joven porque el asesinato tenía un carácter experimental y porque el cuerpo había
sido abandonado a poca distancia de un camino, elementos que indicaban que se
trataba de un primer asesinato...El abandono del cuerpo justo al lado de un
camino transitado sugiere que el asesino quizá no tenía la fuerza física suficiente
para llevar el cuerpo más lejos..." (Ressler, 2006).

5. METODOLOGÍA DEL PERFIL.

Para la elaboración de un perfil criminal es necesario el análisis y evaluación de


estas fuentes: escena del crimen, perfil geográfico, modus operandi y firma del
asesino y victimología.

5.1 Escena del crimen:

La escena del crimen es, como su nombre indica, el lugar que el asesino ha
elegido para matar a su víctima. Las escenas pueden ser varias si el asesino ha
usado varios lugares desde que atrapa su víctima hasta que la deja. Puede
atraparla en un sitio, torturarla en un segundo, matarla en un tercero y trasladarla
a un cuarto para abandonarla allí. En cualquier caso, la escena principal es donde
la muerte o agresión de mayor importancia y el resto son secundarias.
Generalmente es en la primaria donde hay más transferencia entre el asesino y su
víctima, por lo cual suele ser en la que hay más evidencias psicológicas y físicas.

Es importante por esto la protección de la escena o escenas del crimen ya que


cada pista puede ser clave, además, es necesario evaluar si ha habido una
manipulación de dicha escena, lo que suele llamarse actos de precaución o
conciencia forense (cuando elimina pruebas físicas).

5.2 Perfil geográfico:

Este perfil describe el aspecto geográfico donde se desenvuelve el delincuente,


sus escenas del crimen, los puntos geográficos de esos crímenes, sus
desplazamientos, el terreno en el que actúa, zona de riesgo, base de operaciones.

Este perfil nos dice mucho del mapa mental del criminal, que es la descripción que
el delincuente tiene en su cabeza de las zonas geográficas en las que se
desenvuelve en su vida. Su casa, su calle, su barrio, su ciudad están descritos en
la mente del criminal en función de las experiencias que ha tenido con cada uno
de esos lugares, nos describe su zona de confianza, su territorio, las zonas de
influencia, cómo se mueve y se desplaza por ellas. La comprensión de estos datos
nos puede dar información de en qué zona vive, dónde debemos buscarlo y dónde
puede actuar.

Como cualquier depredador, éste ataca a sus víctimas en el territorio en el que se


sienta seguro, su presa tenga menos posibilidades y pueda huir si es necesario.
Como cualquier persona, las conductas que requieren intimidad o que pueden
provocar cierto estrés, son más fáciles de realizar en terreno conocido que en
aquel desconocido que nos provoca inseguridad. Para el asesino en serie matar
es su objetivo, pero no olvida su sentido de supervivencia que le hace tratar de
evitar que le capturen. Por eso va a matar en aquellas zonas en las que se sienta
cómoda. Este hecho puede desaparecer en determinado tipo de asesino en serie,
en concreto en los desorganizados, en lo que su sed de muerte se produce por
impulsos y no tiene tanto control sobre ese aspecto. Generalmente, su deterioro
mental también hace que no planifique tanto sus crímenes. Por otro lado, ese
deterioro mental hace que no sea capaz de desplazarse a grandes distancias para
buscar a su víctimas ni para acabar con sus vidas, por lo que también actúa en su
zona geográfica.

Muchos estudios se han hecho al respecto, de los cuales, la hipótesis del círculo
de Canter ha sido la más fructífera. Corresponde a un estudio realizado con
violadores en el que se encontró que entre el 50 y el 70 por ciento de ellos vivían
en un área que podía ser delimitada por un círculo que uniese los dos lugares más
alejados donde había actuado, muchos de ellos vivían en el mismo centro de ese
círculo.

El estudio de casos ha mostrado que en la mayoría de los asesinos en serie, sus


primeros actos se realizan cerca del lugar donde reside o trabaja y posteriormente
se van alejando a medida que van adquiriendo seguridad y confianza. Cuando
decimos cerca del lugar donde vives es una cercanía relativa ya que el asesino
tampoco se va a exponer a ser reconocido actuando en lugares muy próximos a
su hogar y en el que las posibles víctimas y testigos puedan conocerlo.
Un tipo de asesino, el viajero, rompe esta regla en cuanto a que prefiere viajar
lejos de su zona habitual de residencia para matar.

5.3 Modus operandi y firma.

El modus operandi es el método que usa el asesino para llevar a cabo su crimen,
describe las técnicas y las decisiones que el asesino ha tenido que tomar. De esta
evaluación sacamos información sobre cómo mata nuestro asesino y qué
características psicológicas se pueden deducir de este método: planificador,
inteligente, profesión que puede desarrollar, descuidado, perfeccionista, sádico...

El modus operandi, al contrario que la firma, puede variar a lo largo del tiempo
puesto que, como habilidades, pueden aprenderse o evolucionar o degenerarse
con los crímenes posteriores.

El modus operandi tiene naturaleza funcional. (Garrido, 2006) y tiene tres metas:
proteger la identidad del delincuente, consumar con éxito la agresión y facilitar la
huida.

Por lo que se refiere a la firma, ésta es el motivo del crimen, el por qué, refleja la
razón por la que el asesino hace lo que hace. Nos da una información más
profunda ya que nos presenta qué quiere decir con el crimen, y más psicológica
puesto que nos habla de sus necesidades psicológicas. El asesino mantiene su
firma estable a lo largo de su carrera criminal, por lo que, aunque cambie su
modus operandi podemos relacionarlo por dicha firma.

Esto no quiere decir que físicamente la conducta o conductas que describen la


firma del delincuente no puedan cambiar. El aspecto profundo de la firma no
cambia, la ira, venganza, sadismo permanece inalterable pero la forma de
plasmarla puede evolucionar, incrementar, disminuir o degenerarse en función del
propio desarrollo de la motivación a la que representa.

5.4. Victimología.

La víctima tiene una importancia crucial puesto que es la protagonista del hecho
criminal, presencia el crimen en primera persona, sobre ella recae el acto criminal
y se representan el modus operandi y la firma del asesino.
Si la víctima sobrevive puede aportar mucha información de primera mano acerca
de su agresor y de sus circunstancias, si ésta fallece es necesario realizar una
autopsia psicológica. En esta autopsia se tratan de recoger varios aspectos
personales y sociales de la víctima. Es necesario reunir una serie de información
respecto a su domicilio, educación, estado civil, aficiones, situación económica,
temores, hábitos, enfermedades, amistades, trabajo...

De toda esta información se desprende primariamente una clasificación de la


víctima en cuanto al riesgo que suponen para ser agredidas. En este caso
hablamos de víctimas de bajo y del alto riesgo (Ressler 2005). Como es lógico, las
víctimas de alto riesgo tienen una mayor probabilidad de ser atacadas y además
de no suponer muchos problemas para sus atacantes.

Por otra parte, el estudio y análisis de la víctima nos da información de cómo su


asesino se relaciona con sus víctimas, lo que nos proporciona una huella
psicológica importante para realizar el perfil. En un crimen hay dos protagonistas,
el asesino y su víctima, entre ellos hay una relación, el asesino usa a la víctima
para narrar su historia, para satisfacer sus fantasías personales pero también para
dejar constancia de su relación con el mundo. Y es en esta relación donde se
refleja más su personalidad.

6. CASO PRÁCTICO: “LA ASESINA DE ANCIANAS”.

(ver al final de la página)

7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Ressler, R.K y Shachtman, T. (2005). Asesinos en serie. Barcelona: Ariel.

Garrido, V. y López, P. (2006). El rastro del asesino. El perfil psicológico de los


criminales en la investigación policial. Barcelona: Ariel.

Abeijón, Pilar. (2005). Asesinos en serie. Barcelona: Arcopress.

Raine, A y Sanmartín J. (2006). Violencia y Psicopatía. Barcelona: Ariel.


Caso práctico: El caso de la asesina de ancianas

PERFIL DE LUIS ALFREDO GARAVITO Y PERFILES ASOCIADOS


ANGELICA ADRIANA OVIEDO GUERRERO
HERNAN PAEZ
UNIVERSIDAD PONTIFICA BOLIVARIANA
 
TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

El asesino en serie de niños Luís Alfredo Garavito fue diagnosticado con Trastorno
de Personalidad Antisocial (TPAS) (Revisar apéndice 1), del cual hemos hecho
una revisión de los criterios específicos y de la relación que hay de estos con el
Perfil de este asesino en serie.

Relación características psicológicas del TPAS con Luís Alfredo Garavito

A continuación se expondrán los factores psicológicos que se hallaron asociados


al TPAS y a la psicopatía y que han probado ser de gran utilidad en la
identificación de individuos con este desorden de personalidad, así mismo se
relacionarán algunos de estos factores con el caso colombiano de Luis Alfredo
Garavito (asesino en serie) con el fin de ilustrar un tipo de trastorno de
personalidad y enlazar lo que dice la teoría con lo que se puede observar en un
caso determinado.

En articulo Factores Psicológicos asociados a las personalidad antisocial Blair,


Murray, Mitchel (2001), citado por Tapias; Medina; Ruiz (2003), especifican los
factores que se relacionan con el TPAS, a continuación una revisión acerca del
mismo.

* Ausencia de empatía en las relaciones interpersonales

En el caso de Luís Garavito, se puede evidenciar lo anterior, teniendo en cuenta


que éste en el momento de violar a sus víctimas, no sentía ninguna clase de
compasión por el sufrimiento que experimentaban los niños, sino que por el
contrario se jactaba de cada situación y de cada crimen cometido.(Aranguren,
2002).

* Ausencia de miedo

Existe una falla en el aprendizaje de las experiencias y una ausencia de ansiedad


en los individuos con personalidades antisociales, esto significa que aunque las
conductas pueden ser castigadas, los individuos con este tipo de personalidad
pueden repetirlas y con frecuencia muestran poca angustia y ansiedad.

  En el caso de Garavito se mostró un alto grado de intrepidez, el día de la captura,


ya que a pesar de que, los policías se encontraban haciéndole un interrogatorio, al
principio, se mostró con una mirada serena, muy tranquilo, educado y aparentando
ser una persona muy noble y respetuosa. (Aranguren, 2002).

* Ausencia de remordimiento

Según Aguilar (1996) citado por Tapias et als. (2003), una característica esencial
que puede evidenciarse en las personas que padecen el trastorno de personalidad
es que sus declaraciones de arrepentimiento son simples ajustes oportunistas
diseñados para resolver por el momento situaciones de apuro.

   Garavito en su declaración, manifestó sentir culpa por todos los actos cometidos,
dijo: "pido perdón a Dios, a mucha gente, a la sociedad y a la justicia; pido perdón
porque yo sin quererlo hacer, algo me empujaba dentro de mi ser a cometer todos
estos delitos". De lo anterior, se hace difícil deducir si realmente era sincero en su
declaración o si por el contrario lo que buscaba conseguir era el no ser juzgado y
condenado con muchos años de prisión. (Aranguren, 2002).

 * Autoestima distorsionada

Se ha encontrado, que los sujetos antisociales realizan autovaloraciones negativas


en ciertos ámbitos (familia, ámbito académico), como en el caso de Luís Alfredo
Garavito quien reportó ser una persona introvertida, con sentimientos de
incapacidad, complejo de inferioridad y frustración constante, porque él no podía
aceptarse como era, se veía como un ser inmundo Tapias et als.(2003)

Además en la Revista Semana (1999), se aclara que Garavito realizaba sus


crímenes, para autoafirmar su grandiosidad y que se excita con el riesgo y le
encanta la sensación de dominio y del ejercicio de un papel superior.

* Búsqueda de sensaciones

Las personas con trastorno antisocial tienden a la constante búsqueda de


sensaciones, impulsividad y falta de socialización. Colom (1998) citado en Tapias
et als. (2003).

Esto se relaciona, con Luís Garavito, quien cada vez utilizaba nuevos métodos
para satisfacerse, ya que no solamente se conformaba con violar a sus víctimas,
sino que también tenía que torturarlas y matarlas. (Aranguren, 2002).

* Cognición de Deshumanización de la víctima

  Los individuos con trastorno de personalidad antisocial tienen una cognición


distorsionada de sus victimas, lo que genera una deshumanización marcada hacia
ellos.

  Esta cognición se refleja en el modus operandi, que Garavito utilizaba en el


asesinato de los niños. En la Revista Semana (1999), se relata acerca del
comportamiento de Garavito con sus victimas; "Empezaba por atar a los niños y
luego los desnudaba mientras les pasaba sus manos por sus cuerpos. Los niños
gemían y lloraban y él, para sentirse más fuerte, se refugiaba en el alcohol,
borracho, los acuchillaba, los violaba y los degollaba, esta macabra acción la
repitió, según su propia confesión, 140 veces".

* Desconsideración o distorsión de las consecuencias

Para Bandura (1986) citada por Tapias et als.(2003), cuando las personas deciden
realizar actividades que son perjudiciales para los demás, ya sea por motivos de
provecho personal o por móviles sociales, evitan enfrentarse o minimizan el daño
que causan.

El agente especial Joe Navarro, miembro del Programa de Análisis de la Conducta


de la División de Seguridad Nacional del FBI, Joe Navarro, referenciado en el
programa "En las manos de Dios" (Pirry, 2006), hizo alusión a que los sujetos con
TPAS, no toman responsabilidades de sus actos y buscan una excusa para los
mismos, sin reconocer su verdadera culpabilidad, lo cual se corrobora con el
discurso de Luís Alfredo Garavito, en el que afirmaba que sus actos fueron
causados, debido a que había vendido su alma al diablo, por lo que, en los
momentos en los que había cometido el asesinato de los niños, realmente no se
podía controlar y afirmó que ya había cumplido el tiempo de prisión necesario para
pagar lo que había hecho.

* Egocentrismo

  Para Lykken (2000) citado por Tapias et als.(2003), las personas con trastorno de
personalidad antisocial se preocupan de sus propias necesidades y deseos y no
les importa a quien puedan herir para lograr sus metas.

  La presencia de este rasgo puede evidenciarse, cuando Garavito se sentía


importante cada vez que veía como sus actos eran registrados en primera página.
Su obsesión por recibir reconocimiento lo llevo a convertir en fetiche cada artículo
de prensa que sobre él o sus actos se publicó, estos los guardo durante años,
como trofeos (Aranguren, 2002).

* Impulsividad

  La impulsividad es una dimensión de la personalidad caracterizada por un paso a


la acción instantánea, sin la debida reflexión previa. La impulsividad patológica se
caracteriza por una inadecuada planificación de los hechos, sin valorar las
consecuencias de los actos. Lykken, (2000) citado en Tapias et als.(2003).

  Este rasgo puede verse ejemplificado en el caso de Luís Garavito, él mismo


informa que no podía controlar sus impulsos de violar a sus víctimas, en especial
cuando se encontraba bajo el efecto del alcohol (Aranguren, 2002).

 * Locus de control externo

  Los individuos que presentan el trastorno de personalidad antisocial,


generalmente identifican los acontecimientos que les suceden como resultado de
fuerzas ajenas o externas a ellos mismos y que éstas actúan independientemente
de sus actos (Duran, 1998, citado por Tapias et als.(2003)

Un ejemplo que muestra la relación entre el locus de control externo y la


psicopatía, es el caso de Luís Garavito, quien atribuía la culpa de sus actos al
maltrato que sufrió en su infancia por parte de su padre y otras personas quienes
abusaron sexualmente de él.

* Manipulación ajena

  Los individuos diagnosticados con el trastorno de personalidad antisocial, son por


lo general manipuladores, utilizan a los demás para el logro de sus objetivos y no
dudan en aprovechar las debilidades ajenas, que suelen descubrir rápidamente si
son inteligentes, y así mismo poder conseguir lo que se proponen sin importar la
cantidad de engaños que puedan decirles a los que se encuentran a su alrededor
(Stucchi, 2002 citado por Tapias et als.2003)
En el caso de Luís Garavito, éste recurría al engaño y a la manipulación con el fin
de ganarse la confianza de los niños, para así poder lograr su propósito y violarlos,
satisfaciendo así sus deseos. Además de lo anterior, Garavito convivía con
mujeres que no eran sus parejas, sino sus amigas, ellas tenían hijos y le servían
para transmitir la imagen de una persona adaptada a la sociedad y evadir las
pesquisas de los investigadores judiciales (Aranguren, 2002).

 * Motivación de auto justificación

  En cuanto a la justificación, en general, los sujetos psicópatas y los individuos


con trastorno de personalidad antisocial tienen una relación distorsionada con el
resto del mundo, en la que todo lo que hacen se justifica, esencialmente, por el
solo hecho de lo que hacen ellos (Raine, 1999 citado por Tapias et als.2003) 

En el caso de Luís Alfredo Garavito, él justifica sus actos criminales por el maltrato
y humillaciones que había sufrido en su infancia, tanto por parte de su padre como
de sus compañeros de clase. Skrapec (1997) citada por Raine (1999) menciona

cuando algunos psicópatas y asesinos en serie refieren haber sido victimizados en


la infancia por una crianza inadecuada, padecieron eventos traumáticos, que
evaluaron y estructuraron muy negativamente sus experiencias y utilizando estas
para justificar su conducta.

2. CLASES DE PSICOPATÍA EN RELACIÓN AL PERFIL DE LUIS ALFREDO


GARAVITO

Bernabeu (2005), toma la clasificación realizada por Scheiner, Hare y Garrido, en


cuanto a las clases de psicopatía. Por lo tanto en relación al Perfil de Luís Alfredo
Garavito encontramos:

Kurt Schneider: Señala que los psicópatas son personalidades anormales


que, a causa de su anormalidad, sufren ellos o hacen sufrir a la sociedad.
En función de ello, estableció diez tipos de psicópatas. Por lo tanto al
relacionarlo con Luis Alfredo Garavito encontramos; Luís Alfredo Garavito,
estuvo en alcohólicos anónimos, luchando contra las depresiones que
manifestaba sentir, para lo cual ingería alcohol (Aranguren, 2002). Por lo
tanto si se desea relacionar, la información con la que se cuenta de Luís
Alfredo Garavito, con la clasificación que realiza Schneiner, Garavito se
encuentra dentro del Psicópata lábil de estado de ánimo.

Hare, seguidor de la obra de Cleckey, establece otra clasificación más corta


que al hacer el respectivo análisis, encontramos que, evidentemente Luís
Alfredo Garavito, hace parte del Psicópata disocial, lo que se corrobora, con
que cumple los criterios para el cuadro clínico de Trastorno de Personalidad
Antisocial, explicado anteriormente.

Finalmente en relación a las categorías de Vicente Garrido, El perfil de


Garavito, consecuente con el hecho de que tenía una compañera, y se
hacía pasar por una persona que llevaba roles, diferentes a los propios,
como por ejemplo, cura, además de que daba la apariencia de ser tranquilo
y una persona educada (Aranguren, 2002), se incluiría en la categoría de
Psicópata delincuente, integrado.

DESCRIPCIÓN DE PEDOFILIA Y SADISMO. RELACIÓN CON PERFIL DE


GARAVITO

Características diagnosticas Pedofilia

Las victimas de Luís Alfredo Garavito, eran exclusivamente niños, por lo tanto
dentro de las especificaciones, se incluye, con atracción sexual por varones y de
tipo exclusivo. (Revisar Apéndice 2)

Según Cañas (2006), Psicólogo, perito, forense. Luís Alfredo Garavito, se


diagnostica con Pedofilia, y más específicamente, menciona una división que se
realiza dentro del ámbito jurídico de la misma Pedofilia, correspondiente a ser
predador o no predador. Así mismo incluye a Garavito, como predador.
Describiéndolo, como un individuo que no tiene ningún reparo en recurrir a la
violencia para lograr sus propósitos, recurriendo a la seducción como una
estrategia para atraer a sus víctimas potenciales y añade que la mayor parte de
los asesinatos sexuales de menores son cometidos por este tipo de sujetos.

Además señala, que estos perfiles, se caracterizan por; mostrar un mínimo interés
sexual por los adultos, siendo su orientación sexual, los niños. Adicionalmente,
que pueden mostrar fobia o rechazo al sexo con mujeres, en el caso de Garavito,
específica que al tener un encuentro con una prostituta, no funcionó sexualmente,
por lo tanto corresponde a un pedófilo homosexual.

Por otro lado, aclara que esta clase de pedófilos, como Luís Alfredo Garavito vive
en función de su problema, posee un campo limitado de intereses y actividades, y
usualmente lleva una existencia solitaria.

Diferente a este se encuentra, el pedófilo no predador es el sujeto que tiene


actividad sexual con menores de su propia familia o con menores conocidos.
Nunca va "a la caza" de víctimas y rara vez recurre a la violencia.

Características diagnosticas Sadismo.

En el articulo "Retrato de un asesino en serie" (2002), se cita a Joe Navarro


perteneciente al FBI, quien es claro al afirmar que en la etapa de la juventud,
aproximadamente entre los 17 y los 24 años, los asesinos en serie, como Luís
Alfredo Garavito fueron incapaces de tener relaciones sexuales

normales. Así comienzan a aparecer las fantasías en las que mezclan sexo con
agresividad y deseos de poder y dominación. Esta agresividad evidentemente se
relaciona con el sufrimiento Psicológico o físico para las victimas de individuos con
Sadismo sexual.

El articulo, además señala que a los 12 años el mundo de Garavito se volvió aún
más sombrío porque un vecino, el mejor amigo de su papá, comenzó a golpearlo,
torturarlo y violarlo. Este abuso marcó su vida porque a los 15 años, después de
frustrantes y desesperados intentos por tener relaciones sexuales con mujeres,
comenzó a sentir atracción por otros hombres.

Por otro lado el articulo "Asesinos por Naturaleza" (2006) hace referencia
al Modus Operandi, utilizado por Luís Alfredo Garavito, que incluía todo un ritual,
que empezaba por atar a los niños, luego desnudarlos mientras les pasaba sus
manos por sus cuerpos y los niños gemían y lloraban. Además usaba un cable
para estrangular a su víctima hasta que agotaba toda reserva de oxígeno, pero
antes golpeándolo brutalmente en su cara y sus genitales. Estos asesinatos fueron
realizados por un periodo mayor a 6 (seis) meses, siendo muy recurrentes, pues
sus victimas llegaron a ser casi 200 (doscientas), esto se relaciona con las
especificaciones dadas por el DSM IV TR. (Revisar apéndice 3)

5. EXPLICACIÓN PSICOLÓGICA DEL COMPORTAMIENTO HOMICIDA.

Echeverúa (1996), cita a Walters (1990), como el creador de la teoría más precisa
y más prometedora para explicar el proceso de convertirse en un delincuente
violento, lo que incluye, lógicamente, el asesinato. Walters explica "el estilo de vida
criminal", considerando cuatro aspectos; condiciones, elección, cognición,
conducta. Los criminales así considerados pueden tomar decisiones violentas, por
que cuentan con un sistema cognitivo, que les permite filtrar la realidad, de modo
que se valida las conductas a realizar. (Revisar apéndice 4)
PERFILES SIMILARES

Nombre Antecedentes Perfil de Modus Operandi Características Número Condena


familiares las particulares aprox.
victimas Seducción Método de
victimas
·1 Tolima (1949) Niñas Las convencía diciéndoles Tenía la Confesó En 1980 fue
 
entre 9 y que lo acompañaran a capacidad 110 declarado a 30 años
·2 7º hijo de una 12 años comprar un dulce de victimas de prisión, logró
  prostituta de edad movilizarse en rebaja de pena y en
La violaba y estrangulaba a Ecuador, 1993, después de 13
·3 A los 8 años viola mirándola a los ojos.
Pedro diferentes 100 en años, fue liberado.
a su hermana menor
Alfonso ciudades y Colombia
y lo echan de su Siempre a la luz del día,
López territorios y más de
casa no quería que la oscuridad
(Colombia, 100 en
escondiera sus
"El Ecuador y Perú.
·4 En la calle es verdaderas intenciones de
Monstruo Perú)
violado por un asesinarlas.
de los
hombre que fingió
Andes"
ayudarle  

·5 Un hombre
Americano lo adoptó
y en la escuela un
profesor abusó de èl

·6 A los 18 años fue


arrestado y violado
por 4 reos a los que
asesinó.
Manuel ·1 Infancia sin Niños y Usaba su oficio de Guardaba Más de 20 Actualmente paga
Octavio acontecimientos niñas no vendedor de paletas objetos y niños una condena de
Bermúdez relevantes. mayores para sedarlos y prendas 26 años en la
de 13 llevarlos a los íntimas de sus cárcel de San
"Asesino de ·2 Padre de años de cañaduzales victimas como Isidro en Popayán
los Familia. edad trofeos.
Cañaduzales" Los violaba, asesinaba
y enterraba Empapelaba  
su habitación
  con recortes
 
de periódico
de sus
asesinatos.  
Daniel A los 26 años Mujeres Se ganaba su Les sacaba e 71 mujeres En 1974 fue
Camargo encontró a su vírgenes confianza con su buen corazón por en condenado en
 
Barbosa esposa en la entre los aspecto físico ser el órgano Colombia y Gorgona a 25
cama con otro 19 y 23 del amor Ecuador años, se fugó al
"El demonio hombre años de Las violaba, asesinaba llevar 10 años, 15  
de las edad. y les sacaba el meses después
vírgenes" corazón fue capturado y
asesinado en la
 
 
cárcel por un
familiar de una de  
sus victimas
Ted Bundy ·1 Vermont, USA Mujeres Usaba una venda en Alcohólico, La Policía En 1989 fue
(1946) jóvenes el brazo, simulándolo sádico y probo 30 ejecutado en la  
de cabello roto para pedir ayuda. necrofílico crímenes silla eléctrica
·2 Rechazado por largo y pero
su madre tuvo oscuro Las atraía a su propia "Toda la rabia confesó
una crianza casa, las violaba, estaba dirigida 400
caracterizada por asesinaba y mordía a mi madre"
violencia todo su cuerpo
intrafamiliar
 

 
 

 
 

 
PERFIL DEL ASESINO EN SERIE

Según Steven Egger, esta es una caracterización de aspectos en común que poseen los asesinos en serie. (Alemán,
2005)
DESCRIPCIÓN ·1 Un individuo que ha cometido un mínimo de 3 a 5 víctimas.

·2 El asesino no tiene relación con las victimas. Aparentemente el crimen ocurre
al azar o sin conexión con los otros.

·3 Los asesinatos reflejan el sadismo del criminal, y su necesidad de tomar el  


control de la victima.
 
·4 Las víctimas tiene valor "simbólico" para el asesino, muchos guardan objetos
de las victimas.  

·5 Escoge víctimas vulnerables, tales como mujeres, niños, etc.


 
·6 El asesino serial no planea ni entregarse ni realizar ataques suicidas como lo
 
hace el asesino en masa.
RASGOS ·1 Hombre cuya edad oscila entre los 20 y 30 años. Por lo común viene de una
 
CARACTERISTICOS familia desestructurada, donde había maltrato, abusos físico y mental; además
algunos sufrieron durante su vida, algún acontecimiento perturbador y causante
 
de la retaliación a través de sus crímenes cometidos.
POSIBLES VICTIMAS ·2 Aparte de ser personas vulnerables, se encuentran en una situación de
 
desventaja y tienen cierto valor simbólico. El asesino es sádico en extremo y
tortura a su victima hasta la muerte. Necesitan dominar, controlar y sentir que el
 
otro les pertenece.
MÁSCARA DE ·3 Debido a su naturaleza psicópata, el asesino serial es incapaz de sentir
 
NORMALIDAD empatía con los demás o con sus víctimas. Es incapaz de vivir una relación con
alguien más, pero en cambio simulan que lo logran; son consumados actores
 
que aman gozar de la autoridad y de ejercerla.
CARACTERISTICAS Joel Norris, Doctor norteamericano, menciona las etapas previas y posteriores a los asesinatos
 
DE LOS CRIMENES que constituyen un ciclo, que sólo se acaban con la detención del asesino.

·4 Para un asesino en serie, la fantasía comienza como tal y evoluciona en ago


a realizar. Gradualmente, la necesidad de liberar esas fantasías llega a
convertirse en un acto compulsivo, el crimen.
 

 
 
APÉNDICE 1

Tabla I. Criterios diagnósticos del trastorno de personalidad

Antisocial basados en el DSM-IV

A. Hay un patrón general de desprecio y violación de los derechos

de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo

indican tres (o más) de los siguientes ítems:

1. fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta

al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente

actos que son motivo de detención.

2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un

alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer

3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro

4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones

5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás

6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un


trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas

7. falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación de


haber dañado, maltratado o robado a otros
B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15


años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de


una esquizofrenia o un episodio maniaco.

APÉNDICE 2

Criterios para el diagnóstico de


F65.4 Pedofilia (302.2) DSM IV TR

A. Durante un período de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y


altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad
sexual con niños prepúberes o niños algo mayores (generalmente de 13 años o
menos).

B. El individuo ha satisfecho estas necesidades sexuales o las necesidades


sexuales o fantasías producen malestar acusado o dificultades personales.

C. La persona tiene al menos 16 años y es por lo menos 5 años mayor que el niño
o los niños del Criterio A.

Nota: No debe incluirse a individuos en las últimas etapas de la adolescencia que


se relacionan con personas de 12 o 13 años.

Especificar si:

Con atracción sexual por los varones


Con atracción sexual por las mujeres
Con atracción sexual por ambos sexos
Especificar si:

Se limita al incesto

Especificar si:

Tipo exclusivo (atracción sólo por los niños)


Tipo no exclusivo

APÉNDICE 3

Criterios para el diagnóstico de


F65.5 Sadismo sexual (302.84)

A. Durante un período de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y


altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el actos
(reales, no simulados) en los que el sufrimiento psicológico o físico (incluyendo la
humillación) de la víctima es sexualmente excitante para el individuo.

B. El individuo ha satisfecho estas necesidades sexuales con una persona que no


consiente o las necesidades sexuales o fantasías producen malestar acusado o
dificultades interpersonales.

APENDICE 4

MODELO EXPLICATIVO DE LA CONDUCTA AGRESIVA DE


WALTERS Echeverrua (1996)

BIBLIOGRAFÍA

Aimeur Carlos Robert K Ressler (2006), Revista Muy interesante, Obtenido el 28


de Septiembre del 2006
dehttp://www.muyinteresante.es/canales/muy_act/entrevi/entrevis43/entrevis.htm
Alemán José (2005), Introducción al fenómeno del crimen serial. Extraído el 15 de
Octubre del 2006 desdehttp://www.asesinatoserial.net/int.htm

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