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ORIENTACIONES PARA IMPLEMENTAR

DÍA DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR


29 de abril de 2011

¿Qué hago yo1 por fomentar una sana convivencia escolar?


¿Cuál es mi aporte?

Las actividades que se proponen se inscriben en el contexto de la Campaña de


Convivencia Escolar. La Campaña de Convivencia Escolar es una acción concreta para
mejorar la convivencia escolar.
El día de la convivencia escolar está dedicado a reflexionar sobre el rol y la responsabilidad
que tiene cada uno de los integrantes de la comunidad educativa, en la construcción de
una convivencia escolar más sana y armónica.
Una buena convivencia escolar se aprende, así como también se aprende la violencia. La
convivencia escolar es resultado de la enseñanza y del aprendizaje de un conjunto de
principios y valores como el respeto a la diversidad, la solidaridad, la tolerancia, la
inclusión, la participación y la resolución pacífica de conflictos, entre otros, que deben
ser conocidos, valorados y experimentados por todos, como base de una formación
ciudadana pacífica y democrática.
Aprender a con-vivir es la estrategia apropiada y necesaria para superar los problemas de
violencia en todas sus expresiones, de marginación y de exclusión por diversas razones (de
género, étnicas, sociales, culturales, etc.).
Aprender a convivir dice relación con la capacidad de aceptar y valorar las diferencias y la
diversidad; es un reconocimiento de que todos somos iguales y todos somos sujetos de
derecho; desde los más pequeños hasta los adultos mayores; es el modo de construir una
sociedad más justa y solidaria. En la infancia y juventud se adquieren comportamientos
que acompañarán a los estudiantes en su vida. Por eso, la importancia de potenciar el
respeto y la aceptación como valores fundamentales.
En este escenario, queremos invitar a todos y todas --y a cada uno-- de los integrantes de
la Comunidad Educativa de los establecimientos subvencionados a preguntarse ¿Qué
hago yo por fomentar una sana convivencia escolar? ¿Cuál es mi aporte desde
mi rol?
La convivencia es una responsabilidad de todos y depende del aporte que cada uno haga.
La buena convivencia se contagia. Todos y todas podemos vivir mejor y aprender más en
un ambiente sin violencia, sin acoso, sin discriminación, sin amenazas ni
amedrentamientos: ¿Qué puedo hacer yo?

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“Que hago YO”: como estudiante, como docente, como directivo, como padre, madre, apoderado, como asistente de la educación,
etc.

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Objetivo
Vivenciar en el ámbito escolar, experiencias de un ambiente de sana convivencia, donde
se pueda conocer, reflexionar y valorar el encuentro entre los estudiantes y de éstos con
los adultos de la comunidad educativa, en un clima de respeto, sin discriminación,
solidario, en confianza, de aceptación de la diversidad y de las necesidades educativas
especiales, donde prevalezca la resolución pacífica de conflictos, entre otros valores,
asociados a la convivencia, redescubriendo el rol de cada uno en esta tarea.

Indicaciones Generales
• El documento básico para desarrollar las actividades propuestas u otras definidas
por la escuela/liceo es “Conviviendo Mejor en la escuela y el liceo”, que fue
distribuido a todos los establecimientos del país y que se encuentra en el Portal de
Convivencia, (www.convivenciaescolar.cl), se puede bajar, (pdf) de la página
http://www.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/doc/201103281040430.PDFwebConvivencia.pdf

• Cada establecimiento organizará las actividades. Se sugiere que se haga por ciclos:
Pre-escolar; 1º a 4º Básica, 5º a 8º Básico; 1º a 4º Medio, u otra forma que estime
pertinente de acuerdo con su realidad.
• Se propone que antes de realizar las actividades del Día de la Convivencia Escolar,
los adultos de la Comunidad Educativa, también puedan reflexionar, conversar y/o
estudiar sobre Convivencia Escolar. Ya sea que se haga un Consejo de Profesores
con esa exclusiva finalidad (independiente de los temas administrativos de
organización de las actividades) y una reunión de los Asistentes de la Educación
con la misma finalidad.
• Igualmente, se insinúa realizar una reunión con los padres, madres y apoderados.
Es muy importante hacerlos partícipes ya que el proceso formativo de las y los
estudiantes es una responsabilidad compartida y ayuda tener criterios y
comprensiones comunes.
• En tal sentido, un material a utilizar para el trabajo con docentes o con los
apoderados es el Documento “Conviviendo Mejor en la escuela y el Liceo”, los
apartados “Convivencia escolar y Comunidad Educativa” (Números 10 al 14. Pág.
26 a 30) y “Conflicto, Agresividad y Violencia en el Ámbito Escolar” (Número 15 al
20. Pági. 32 a 37)
• Como parte de las actividades se propone dejar registro gráfico de las propuestas
realizadas tanto del día de la convivencia escolar como de las reuniones previas
con los adultos (docentes, asistentes de la educación, padres, madres y
apoderados), así como de los compromisos adquiridos por cada uno de los
estamentos que componen la comunidad educativa.

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Estructura Sugerida para la realización de las actividades
I. Momento de reflexión. Se trata de dejar un tiempo para el diálogo o conversación
sobre uno más tópicos o valores, necesarios de desarrollar y formar, que están
asociados a la idea de convivencia, como: el respeto a la diversidad, la solidaridad,
la tolerancia, la inclusión, la participación y la resolución pacífica de conflictos,
entre otros.
Todo esto, a partir de la(s) pregunta(s) central(es): ¿Qué hago yo por fomentar
una sana convivencia escolar? ¿Cuál es mi aporte, desde mi rol? La idea es
que junto con clarificar el concepto de convivencia (se sugiere ver “Conviviendo
mejor en la escuela y el liceo” (Pág. 14 a 23) cada uno/a –adulto, niño, niña o
joven-- se sienta comprometido con su aporte; en ese sentido es que se plantea
que la convivencia escolar es una responsabilidad compartida, donde todos sin
excepción, debemos contribuir a construirla.
El ideal es que, el Momento de Reflexión se inicie con una motivación: puede ser el
video de la Campaña, que está en el Portal de Convivencia (señalado
anteriormente) u otro video pertinente; una charla motivacional dada por un
docente u otro profesional, una obra de teatro, la lectura o narración de un
cuento, un trozo de película, etc. Depende del nivel escolar; los intereses son
diferentes de acuerdo con la etapa de desarrollo.
La motivación debiera servir de base para abrir la conversación. Lo importante es
que quien haga de facilitador (el Profesor Jefe, otro docente, un profesional no
docente, etc.) genere las condiciones para que los y las estudiantes expresen sus
opiniones con tranquilidad, en un ambiente de respeto, tolerancia y solidaridad,
tratando de orientar la conversación hacia el propósito principal: ¿cuál es mi
aporte?
Dependerá del nivel de enseñanza el tipo de motivación, tema y recursos utilizados
para este momento.

II. Momento de expresión. La idea es que lo conversado, dialogado o discutido


durante el tiempo de Reflexión, pueda ser expresado y comunicado de alguna
manera. La forma específica dependerá del nivel o ciclo de enseñanza: puede ser
mediante dibujos, pinturas, poesías, cuentos, canciones, representaciones,
pequeñas obras, creación de video clip, creación de un mural, etc.
El tema es la Convivencia, motivado por la pregunta clave ¿Qué hago yo para
fomentar una sana convivencia escolar? ¿Cuál es mi aporte? Por lo tanto,
se trata de mirar en positivo: qué podemos hacer para “con-vivir” mejor, para ser
más tolerantes, más respetuosos de las diferencias, más solidarios, para construir

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un ambiente y un clima más positivo, que nos permita vivir mejor y aprender
mejor; se trata de que el mensaje sea en positivo.
Sería muy enriquecedor comunicar o exponer las creaciones de los/las estudiantes
y los adultos que participan, según la organización que se de el establecimiento.
Puede ser a sus mismos compañeros o en un ámbito más amplio (todo el nivel o
para todo el establecimiento).
La organización de este Momento supone incluir en la planificación de las
actividades de ese día, que los estudiantes lleven algunos materiales (según la
actividad planificada) para que puedan realizarla. Cada ciclo, nivel o curso, según
sea la organización, puede abordar un tema o puede ser uno para todo el
establecimiento que tenga diferentes modos de expresión.

III. Momento de evaluación y compromiso. El propósito de este Momento es tomar


conciencia de la importancia de mi aporte personal a la construcción de una
mejor convivencia en la escuela y en el liceo y comprometerme a realizar una
acción o acto concreto que ayude a esa finalidad, en función de los principios o
valores que se han trabajado: el respeto a la diversidad, la solidaridad, la
tolerancia, la inclusión, la participación y la resolución pacífica de conflictos, u
otros. Como ejemplo, “yo me voy a comprometer a no decirle a tal compañero un
sobrenombre ofensivo”, “yo me voy a comprometer a no burlarme de mi
compañero/a cuando esté hablando”, “yo me voy a comprometer a no segregar a
tal persona que le cuesta integrarse”, etc.)
Se trata de tener un tiempo que permita a las y los estudiantes (y a los adultos) a
tomar conciencia del valor de una buena y sana convivencia para aprender a vivir
con otros; la importancia de ser tolerantes, de respetar los modos de ser, de
cultivar la solidaridad, de aceptar las diferencias, como parte de su formación
personal y social; todo, encaminado a ser y comportarnos como mejores
ciudadanos, y que la violencia, en cualquiera de sus formas, no tiene cabida en la
institución escolar ni en la sociedad.
Insistir en que aprender a vivir con otros, requiere de una práctica cotidiana, en la
sala de clases, en los patios, en el comedor, en los baños, etc.; que cada uno será
mejor persona si aprende a vivir con otros, aunque muchas veces las condiciones
del medio sean adversas, o que en los medios de comunicación exacerban
situaciones de violencia denigrantes para quien agrede y para quien o quienes
son agredidos; recalcar que no se puede ser cómplice ya sea encubriendo o
callándose. En ese sentido el texto indicado como básico, tiene un apartado
llamado “Cómo enfrentar hechos de violencia” (“Conviviendo mejor en el escuela
y el liceo” Pág. 59) que puede servir de guía.

Finalmente, cada establecimiento, de acuerdo con su realidad, organizará esta instancia y


las actividades que estime más pertinentes, teniendo presente que el objetivo se cumpla.

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