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PROSPECTIVA

Teoría y práctica

Agustín Merello

EDITORIAL GUADALUPE
AGRADECIMIENTO

Agradezco la eficaz colaboración de Haydee Hernáez en la


Cátedra y el Instituto de Prospectiva y su esforzada
preocupación por hacer inteligibles las páginas de este libro.

DEDICATORIA

A ti, lector,
para que introduzcas a otros en el futuro.
ÍNDICE GENERAL

PRIMERA PARTE

Noticia sobre los ejercicios 5


N° 1 — ¿Qué quiere decir futuro? 6
1 — PROFERENCIA Y PROSPECTIVA 7
N° 2 — Torbellino de ideas 12
N° 3 — Morfología de ideas 24
2 — DEVENIR. PORVENIR E INTENCIONALIDAD 26
N° 4 — Jitanjáforas y neologismos 35
3 — LA CRISIS DEL HOMBRE CONTEMPORÁNEO 37
N° 5 — Imaginación sensorial 47
N° 6 — Metamorfosis 48
N° 7 — Carta catalítica 48
4 —LA LOCA DE LA CASA 50
N° 8 — Correlatos analógicos 57
5— FASES DEL PROCESO INNOVADOR 59
N° 9 — Mutaciones corporales 64
N° 10 — Fobias preferidas 64
6 — UTOPIAS Y DISTOPIAS 65
N° 11 —Ucronías 67

SEGUNDA PARTE

Noticia sobre los ejercicios 69


N° 12 — Prospectiva del cine 69
N° 13 — Prospectiva del diario 70
N° 14 — Prospectiva del libro 70
N° 15 — Prospectiva de la ciudad 71
N° 16 — Prospectivas varias 71
N° 17 — Pancarta de la anticipación 72
7 — MODELO PROSPECTIVO 73
N° 18 — Educción de nacedentes 82
8 — MODELO DIAGNOSTICO 84
N° 19 — Comparación guiones 92
9 —MODELO OPERACIONAL 94
N° 20 — Prelación operadores 102
10 —FACTIBILIDAD 103
N° 21 — Cuestionarios sobre factibilidad 110
11 — ACEPTABILIDAD 112
N° 22 — Teatro creático 120
N° 23 — Prospectiva de la Educación 121
N° 24 — Prospectiva de la Democracia 123
12 — PROYECTOS NACIONALES 128

ANEXOS:
1 —PROTEO o el hombre contemporáneo 134
2 — Promoción de innovaciones 145
3 — Bibliografía 147
NOTICIA SOBRE LOS EJERCICIOS

Los ejercicios de futurición implican tu participación activa. No han sido concebidos


para ser leídos, sino para ser hechos.
Casi siempre su faz individual precede a la experiencia grupal. En algunos casos, es
imposible realizar la experiencia aisladamente. Aun así te recomiendo que efectúes un
simulacro individual del ejercicio, para dar de ti lo mejor, antes de interactuar en
grupo.
EJERCICIO N° l

¿QUE QUIERE DECIR FUTURO?

Instrucciones:

1 — Escribe todas las frases que se te ocurran con la palabra "Futuro". Pueden ser
frases hechas, refranes, slogans, dichos populares y aun ocurrencias sin mayor sentido.
Basta que se refieran al futuro.

ejemplo:

—construir el futuro
—país futuro
—la novia de antes, ruborizándose me dijo:
Te presento a mi futuro.
—Ese político no tiene futuro.
—El diseño de ese producto adelanta el futuro.
—¿Futuro pluscuamperfecto?

2 — Después de contemplar ese conjunto de frases intenta elaborar una definición o


resumir en un breve párrafo tu actual comprensión de lo que se entiende
corrientemente por FUTURO.

Comentarios:

El diccionario es terriblemente pobre en este vocablo. Todo lo contrario de lo que


sucede con la palabra "tiempo", que es una de las que contiene más acepciones.
Conserva este ejercicio como "testigo" de tu comprensión inicial acerca del tema de
este libro.
1. PROFERENCIA Y PROSPECTIVA
INTRODUCCIÓN

La crisis y subsiguiente desconcierto que afectan a nuestros contemporáneos, es la


compleja resultante de procesos de disímil aceleración enfrentados con sutiles pero
profundos cambios del plexo axiológico y de las normas que hasta mediados de siglo
embretaban nuestras pulsiones.
La expansión vertiginosa de las ciencias y de la técnica no fue acompañada de una
correspondiente evolución mental.
Las creencias se desmoronaron. Ningún sistema de ideas generales —que despierte
entusiasmo— apareció en su reemplazo. Las instituciones que regían antes, con razonable
eficacia, la vida social, hoy se revelan inadecuadas para encauzar la rebelión de nuestras
profundas aspiraciones.
La explosión estudiantil repudia el sistema, pero no ha sido capaz de explicitar una
nueva formulación social aceptada por todos.
El propósito de la PROSPECTIVA es construir un modelo de sociedad futura
mediante la anticipación de nuevas configuraciones —elaboradas y discutidas por
todos— que satisfagan tanto las aspiraciones que motivan a los hombres como las
exigencias técnicas imprescindibles para esos logros.
La reflexión sistemática sobre el futuro comienza a partir de 1957, el mismo año en
que el Sputnik incursionó por primera vez en el espacio. A raíz del impacto que produce
el artículo de Gastón Berger ''Ciencias humanas y anticipación", publicado en febrero de
1957 en la Revue des Deux Mondes, un grupo de amigos y personalidades lo instan a
crear el "Centre d'Etudes Prospectives".

Sin duda, la humanidad estaba en condiciones de incursionar en una nueva


dimensión, pues surgieron simultáneamente iniciativas similares. Al comenzar 1973 hay
noticias de la existencia en el mundo de cuatrocientos centros de futurición. Los métodos
con que encaran el futuro son diversos, en realidad tan sólo se están plasmando. Falta
todavía una enunciación lúcida y unificada que ensamble las diferentes aproximaciones
metodológicas.
Este capítulo de nivel introductorio resume las diferentes escuelas en dos vías de
aproximación al futuro: la proferencia y la prospectiva.

LA PROFERENCIA

Agrupo en esta denominación una serie de técnicas para adentrarse en el futuro que
tienen en común el basarse en la experiencia. Dicho de manera más cruda, se basan en el
pasado para construir el futuro.
Proferencia viene del latín, de "proferrere", llevar hacia adelante. Otros autores las
llaman técnicas de prognosis. Abarcan las proyecciones, las extrapolaciones, la redacción
de guiones de futurición, etc.
Casi todas se inician, consciente o inconscientemente, en remontarse al pasado, en
acopiar experiencia sobre el tema a futurizar y luego a partir de alguna información
actual, precedida de alguna serie histórica, se la extrapola más allá del presente.
Esquemáticamente, para poder acumular trazos, las gráfico así:
Movimiento previo: Me remonto al pasado para descubrir la "tendencia pesada"
(Bertrand de Jouvenel) o la "tendencia múltiple de base" (Herman Kahn), es decir, para
detectar cómo se viene dando el fenómeno a futurizar en lo profundo, o sea desgajado de
lo anecdótico, de lo superficial.

Con este movimiento centro mi atención en la visión retrospectiva del área que me
interesa para extraer lo esencial acerca de la necesidad que la Humanidad quiere
satisfacer con el tema que investigo.

Primera técnica: Extrapolación de tendencias

Extrapolo la información así recopilada, esto es salgo del campo de la experiencia


histórica por el polo del presente, o modelo representativo de la situación actual y me
arriesgo a suponer que el futuro será una mera repetición del presente con los retoques
provocados por las tasas de crecimiento de los fenómenos observados.
Allá, en horizonte lejano que elijo a mi gusto o según pedido, describo el Mundo de
Mañana. Suele llamarse a este primer bosquejo "Futurible 1" o "Mundo Tipo sin
sorpresas".
No obstante su escaso valor predictivo, es importante realizar gráfica y
numéricamente ese derrotero hipotético que desemboca en el "Futurible 1" porque sirve
más adelante de columna vertebral o eje para registrar las desviaciones en más o en menos
de las otras hipótesis de futuricion que se extraen con diferentes técnicas.
El día de mañana, en la faz del control restrospectivo de lo anticipado, permite
explicar el porqué de los errores cometidos, variables que no se tuvieron en cuenta,
falencias en los diagnósticos de los nodos críticos o en la apreciación en las
potencialidades.
Subsidiarias de esta técnica son todas las proyecciones que se efectúan partiendo del
Modelo de Situación pero variando en el curso de la extrapolación diversos supuestos.
Por ejemplo suponiendo que la nueva tecnología duplica los recursos naturales ahora
conocidos, que se controla eficazmente la polución ambiental, que no se la logra
controlar, etc.
Esto nos llevaría —si adoptamos las medidas representadas por las suposiciones— a
futuribles más favorables o menos que el anterior.

Segunda técnica: Variaciones canónicas


Esto quiere decir variar o mutar algún canon o parámetro del "Futurible 1" sin
sorpresas y así sorpresivamente —en su ubicación futura— suponer una drástica
mutación.
Descripto el "Futurible 1" se pueden extraer de él malformaciones o
hiperformaciones de ese "Mundo de Mañana".
Es lo que pretende simbolizar el gráfico siguiente:

El ejemplo de una sola variación, resultará suficiente. La República Argentina


cuenta con un territorio de 2.776.889 km2, con una población cercana a los 24 millones de
habitantes. Sabemos que en 1969 tenía 128 diarios por cada mil personas, 11,5 personas
por automotor y 14 personas por aparato telefónico. Que produce anualmente por
persona, energía 1544 kv/h, acero 144 kg, cemento 194 kg, etc. Que por cien mil personas
contamos con 12.900 televisores y 188,9 médicos. Datos que podemos extrapolar con las
tasas de crecimiento que aceptemos (explicando por qué ésta sí y aquélla no) y
obtendremos así una maquette rudimentaria de la Argentina año 2000, por ejemplo, en su
versión sin sorpresas.
Ahora bien, supongamos que por eventos que no vamos a analizar, la magnitud
aparentemente intangible de nuestro territorio sufre una alteración, ya sea que se anexe un
territorio-vecino, o que una segregación reduzca el ámbito jurisdiccional de la República
Argentina, o que reflote un sector de su plataforma submarina, o que para ese entonces
gran parte de la vida se efectúe sobre inmensas plataformas flotantes que de repente se
computen bajo el pabellón argentino, o por último, que en el año 2000 nuestro actual
concepto de Nación no esté aferrado al de territorialidad como lo está ahora.
Cualquier modificación de ese parámetro de 2.776.889 km2 acarrea sucesivas
modificaciones en otros muchos indicadores que describían el "Futurible 1", baste pensar
en "densidad de habitantes por km2".
El análisis combinatorio de las variaciones canónicas daría como resultado un
repertorio de todos los futuros posibles o futuribles. Muchos de los cuales no presentan
sentido —a nuestros ojos contemporáneos— y por eso no suelen ser explorados.

Tercera técnica: Guiones de futurición

Partiendo de la situación presente se redacta un guión o secuencia de


acontecimientos que desembocan en un futurible.
Algunos autores llaman a esta técnica la de los "escenarios". Pero en castellano la
palabra "escenario", por su reminiscencia teatral, nos recuerda la "escena o boca de un
teatro" cuando lo que se quiere decir con más precisión es "libreto" o "guión" de lo que
sucede en la escena.
Con precisión: por "guión" entiendo la narración de los eventos que van hilvanando
a los distintos protagonistas, variables y fenómenos y que desemboca en un futurible.
Por "futurible" entiendo la descripción de cómo están organizados o vinculados
entre sí los protagonistas y las cosas en un momento dado del tiempo futuro.
El guión arranca siempre de la situación actual, y termina con el último
acontecimiento supuesto. Es una narración imaginativa del proceso. Algo así como la
Historia de Mañana.
El futurible, en cambio, es como un corte dentro o al final de ese proceso. Es una
descripción de la configuración que pueden haber adquirido las cosas en determinada
época del futuro. Es una descripción de un estado de cosas imaginado. Algo así como la
maquette de la ciudad del mañana, si por "ciudad" entendemos todo lo que hace al
quehacer humano.
En el gráfico, en el que vamos acumulando las técnicas de proferencia, simbolizo
cuatro guiones —trazos con altibajos— que van a desembocar cada uno de ellos en un
futurible. El tercer guión se interrumpe para dar lugar a la descripción de un futurible
previo al del final.
Los futuribles son como una foto fija de una película dinámica que en un momento
dado se inmoviliza para apreciar mejor sus detalles.
Más adelante, al hablar del diagnóstico de la situación y de los estilos de vida,
ampliaré estas nociones.
Las técnicas de proferencia se basan siempre —aun las más flexibles de los
guiones— en un antecedente para deducir de allí un consecuente. Merecen, por lo tanto,
una crítica general: siguen viendo al futuro con ojos nutridos por la experiencia presente.
¿Quién me asegura, para referirme al ejemplo de la maquette, que en el año 2000 se
usarán autos, o se hablará por teléfono con las redes que eso hoy implica, o que se seguirá
utilizando el cemento en la construcción, etc.?
Es que la palabra futurible, utilizada hasta aquí, entraña una trampa: es el futuro que
consideramos posible con nuestra actual comprensión que por eso mismo no suele tener
en cuenta el efecto sorpresivo que nos produciría una "nueva manera" de ver las cosas.
Véase, si no, lo que me pasó cuando me puse a revisar los datos iniciales del ejemplo.
Advertí que en los libros modernos de Geografía campea una nueva manera de ver el
territorio, la Argentina figura con 4.025.695 km2, más de un millón doscientos mil
kilómetros cuadrados de lo que me habían enseñado cuando joven, simplemente porque
ahora "sentimos" las islas oceánicas y la Antártida Argentina.
EJERCICIO N° 2

TORBELLINO DE IDEAS

Finalidad: destrabar la creatividad, es decir, emitir ideas sin preocuparse —por ahora—
de su factibilidad.

Instrucciones: en grupo no mayor de 6 personas decir todas las ideas que se les ocurra
sobre el tema a futurizar en sólo 3 minutos.

Consejos:
1 — Libre emisión, no coartar ninguna idea por descabellada que parezca.
2 — La cantidad es lo primero —en esta etapa— no la calidad.
3 — No criticar.
4— No argumentar ni fundamentar la idea.
5 —Aprovechar las ideas de los otros para inventar nuevas.
6 — Sin intelectualizar. ¡la reflexión viene después!
7 — Vivir la urgencia del vencimiento. ¡Pronto que los tres minutos se acaban!

Tema: ¿Cómo quieres que sea tu casa de: futuro?

ejemplo:

—giratoria
—que crezca junto con la familia
—con muebles que se inflen y se desinflen
—que pueda trasladarse
—que la luz vaya donde yo me ponga a leer
—que se vaya donde yo me pongo a dormir
—que el piso se coma al polvo
—que las bañeras sean blandas
—telescópica, que se abra y se cierre según las visitas
—con camas colgantes
—con paredes que cambien de color
—con una pared hecha de lluvia

Comentario:

Variando el tema a futurizar recorrer las principales necesidades del hombre: ropa,
comida, transporte, etc.
LA PROSPECTIVA
A diferencia de las técnicas de proferencia, que van desde el presente hacia los futuros
posibles, la PROSPECTIVA es una sistemática mental que, en su tramo más importante,
viene desde el futuro hacia el presente.
Primero anticipa la configuración de un futuro deseable, luego, desde ese futuro
imaginado, reflexiona sobre el presente con el fin de insertarse mejor en la situación real,
para actuar más eficazmente y orientar nuestro desenvolvimiento hacia ese futuro
objetivado como deseable.
Es primero un acto de imaginación selectiva y creadora de un polo deseado, luego
una reflexión sobre la problemática presente (para confrontarla con la deseada) y por
último una articulación ensambladora de las pulsiones individuales para lograr el
Futurable (futuro deseable).
Lo más recomendable cuando se cuenta con un número suficiente de investigadores,
consiste en formar dos equipos. Uno trabaja el futuro con técnicas de "proferencia" para
desembocar en la descripción de los FUTURIBLES, gama de los futuros posibles. El otro
equipo incursiona en el futuro utilizando técnicas "prospectivas" efectuando primero la
catarsis creativa de sus latencias para configurar el FUTURABLE, es decir, el futuro que
perciben como deseable. Ahora explicaremos la Prospectiva, más adelante veremos cómo
se conjugan ambas.

La Prospectiva como actitud

La Prospectiva es una actitud mental, seguida de su correspondiente metodología,


que procura hacer más probable que los otros al futuro objetivado como deseable.
No se estanca en lo meramente posible. Para aumentar la probabilidad de lo deseable
recurre a novísimas aproximaciones, refinadas técnicas y modernas herramientas, tales
como: catarsis creativa de latencias, análisis intencional, ingeniería de sistemas sociales,
simulaciones en computadoras, etc. En última instancia inventa el medio que necesita
para cumplir su fin.
No es una doctrina, ni una ciencia en el sentido de mera erudición, es una enérgica
meditación sobre el porvenir para luego ejercer una reflexión activa sobre el presente. No
es desentrañar el porvenir eso sería pronóstico o predicción. Tampoco es precaverse
contra los eventos desagradables del futuro; eso sería sólo previsión.
Algunos la confunden con utopía en el sentido clásico —ya superado— de algo
completamente irrealizable. Es cierto que la Prospectiva usa recursos propios de los
utopistas para remontar vuelo imaginativo. Pero no se queda allí. Articula esfuerzos
concretos para transformar la realidad. Pretende superar la cristalización de las
instituciones para que hagan eclosión formas de organización social que sirvan más
adecuadamente al hombre.
La Prospectiva parre de la idea de que el futuro está "abierto'' y que en él podernos
imaginar diversas configuraciones. Elige una de elllas como polo de su pensamiento, el
Futurable.
Luego de esto, la Prospectiva surge como una actitud para la acción. No busca
adivinar el futuro, irrumpe como una fuente energética de pensamiento y acción que
pretende construirlo.
La Prospectiva como metodología

Como forma conjugada de pensamiento y acción, la Prospectiva,


metodológicamernte, puede descomponerse en tres pasos y dos requisitos de viabilidad:

1 — La ACTITUD PROSPECTIVA que imagina la configuración futurable como


polo de su pensamiento.
2 — La REFLEXIÓN PROSPECTIVA que confronta el futurable con la situación
presente a fin de diagnosticarla en función de ese polo.
3 — La PROGRAMACIÓN PROSPECTIVA que ensambla las acciones y
operaciones a realizar en el eterno presente para ir transformando la "'situación
diagnosticada" en el segundo paso en la configuración "futurable" objetivada en el primer
paso.

Paralelamente con este zig-zag del pensamiento se contrastan en el momento de la


acción:

A — La FACTIBILIDAD que verifica la aptitud técnica y las condiciones


financieras de las operaciones programadas, con
B — La ACEPTABILIDAD que sopesa permanentemente el entusiasmo o rechazo
que provocan tanto la configuración futurable como las operaciones imaginadas como
convenientes para alcanzarla.
Primer paso: La actitud prospectiva

La dimensión horizontal del gráfico representa el transcurso del tiempo. El pasado va


acumulándose a la izquierda, mientras que esa zona móvil que llamamos presente a
medida que avanza hacia la derecha va tejiendo —ahora, parece, que más rápidamente—
el devenir humano.
Vivimos siempre en el círculo del eterno presente. Encerrados en el aquí y el ahora
vamos fraguando con nuestras acciones el devenir. El futuro es simplemente lo que
todavía no es, lo "por venir".

La dimensión vertical simboliza hacia abajo lo más hondo de nuestras latencias y


hacia arriba la más refinada imaginación.

Limito la derecha del gráfico con el Horizonte Prospectivo* su fijación temporal


dependerá de nuestra sagacidad, capacidad de anticipación y también del tema a futurizar.
Más allá del horizonte prospectivo se halla U-topós, lo que está fuera de las
coordenadas de tiempo y espacio pensables.
La diferencia sustancial de este método prospectivo con las técnicas de proferencia
se nota desde el movimiento previo; en aquéllas era "hacia atrás", o sea remontarse al
pasado para apoyarse en la experiencia; en cambio, aquí es "hacia abajo" subjetivamente
hablando en una operación que llamo bucear en las latencias (a).
Si en ellas, mediante la "catarsis creativa de latencias" logramos apoyo suficiente,
podremos separarnos —por medio de un salto cuántico (b)— de los engramas mentales
con que apreciarnos la Situación (el círculo del presente) para luego —por obra de un acto
de anticipación (c)— ubicar nuestra imaginación en U-topós.
Estos tres movimientos del espíritu se realizarán casi inadvertidamente en los
ejercicios más avanzados. Volveré sobre ellos una vez hechos. Los comprenderemos
entonces mejor.

Recapitulando, este primer paso puede descomponerse en tres movimientos:

a- (hacia abajo) buceo en las latencias para que la insatisfacción haga surgir nuestras
expectativas y aspiraciones más profundas;
b- (hacia arriba) salto cuántico para abandonar la órbita del pensar aceptado que se
rutiniza. y
c - (hacia adelante) acto de anticipación para imaginarse, adelantándoles el ser,
nuevas formas y esencias aún inexistentes.

En una frase: Orientados por nuestra interioridad, anticipar la "esencia" a la


"existencia".
Así en U-topós comienzan a esbozarse los distintos aspectos de la configuración
futura que deseemos plasmar. Aparecen sus protagonistas los sujetos de la utopía, se
describe su interacción, la lógica y el sistema que los vincula, los valores que los orientan,
los propósitos que los movilizan, y luego particularizando los roles que desempeñan.
Lo que se está bosquejando allí es un prototipo de la sociedad que ese núcleo de
reflexión prospectiva considere hoy como desiderátum. Será evidentemente una
configuración ideal. La llamamos la "hipótesis FUTURABLE".
La fuerza de nuestros quereres, nuestra imaginación creadora y la sagacidad de
nuestra anticipación, en sucesivas operaciones metodológicas nos permitirán plasmar en
el horizonte prospectivo con mayor o menor nitidez, el polo prospectivo de nuestra
investigación inspirándonos en el ideal suscitado en el U-topós.
Con mayor precisión topológica: más allá del horizonte prospectivo, en U-topós,
surge el embrión de una utopía como condensación de nuestras latencias. Ese modelo
utópico se depura y consolida al pasar de este lado del horizonte a través de la operación
dialéctica que veremos en el segundo paso. Entonces lo llamamos "MODELO
PROSPECTIVO".

Imaginar un estado de cosas que satisfaga nuestras aspiraciones, es la manera más


eficaz de explicitar nuestro ideal. Si esta utopía aguanta y se refina con la operación
dialéctica obtendremos en el horizonte prospectivo un plexo de valores capaces de
orientar nuestra acción.
En el fondo lo que hemos hecho al bucear en nuestras latencias es recoger materia
prima valorativa y luego proyectarla en U-topós para que se despliegue en
comportamientos valiosos de los utópicos. Al dramatizar los desempeños de esos
personajes imaginados, descubriremos los propósitos que los animan. Notemos que al
concientizarlos en la utopía los vemos logrando la perfección total de nuestras
ambiciones, es decir, nos descubrimos a nosotros mismos nuestros FINES.
Perfilar los fines, delinearlos, explicitarlos lo mejor posible es el aspecto más
importante y difícil de este primer paso. El análisis intencional de lo que hayamos
bosquejado en la utopía transforma la "hipótesis futurable" en "tesis" del paso siguiente.
La estructuración de los fines y de sus ventajas resulta fundamental porque sin ellos no
podremos formular —en el tercer paso— objetivos que arrastren nuestra adhesión.
Adviértase que el Modelo Prospectivo no es un pronóstico, es simplemente un
artificio metodológico para explicitar lo que queremos.
Para ampliar nuestra capacidad de anticipación, recomiendo siempre trascender la
topología temporal delimitada por el horizonte prospectivo y ejercitar la imaginación en
U-topós sin fecha ni lugar definidos. Luego, a través de sucesivas aproximaciones, se
fijarán los modelos de la prospectiva más aquí del horizonte en fechas concretas, pero
partiendo siempre de la más lejana hacia la más cercana.
Se pueden graficar las zonas de la elaboración de la siguiente manera:

1°) U-topos: fuera del espacio y del tiempo.


2°) Horizonte prospectivo: máximo alcance concreto de nuestra anticipación.

Por último, en este orden, las clásicas segmentaciones del largo, mediano y corto
plazo, exactamente al revés del orden cronológico en que se ejecutan las acciones.
Segundo paso: La reflexión prospectiva

En cuanto aparece el Futurable hay que sostener allí la imaginación para que se
complazca y familiarice nuestro espíritu hasta que nos sintamos ciudadanos del futuro.
El segundo paso consiste en reflexionar —desde esa óptica— sobre la situación
actual.
Este PRO-yectarse desde la per-SPECTIVA del futuro sobre el presente es lo que
constituye la entraña del pensar prospectivo.
Es una inflexión de nuestra capacidad de anticipación; nuestro espíritu ahora
instalado en la configuración futura se vuelve crítico. Examina, cuestiona la situación
presente desde esa atalaya metodológica.
Cuando la reflexión prospectiva —en su itinerario de retorno del futuro al presente—
cruza la frontera móvil del hoy y se hunde en el pasado, se confunde con la visión
retrospectiva. Sólo cuando esta visión es el fruto de una reflexión prospectiva, el
investigador asume una actitud activa frente a la Historia.
La investigación del presente y aun la del pasado sólo es útil para la acción si la
hacemos desde el futuro elegido.
La diferencia fundamental del método prospectivo radica en no iniciar un proyecto
por el "análisis exhaustivo de la realidad" (estadísticas, relevamiento, etc.), sino por la
dilucidación previa del propósito y de sus fines.
No niego que la acción a programar —el tercer paso de la metodología— requiere un
conocimiento adecuado de la realidad, pero señalo que la realidad será útilmente
conocida y eficazmente interpretada si accedemos a ella desde el futuro por medio de la
Reflexión Prospectiva.
Vista desde el Modelo Prospectivo, lo que antes llamábamos la Situación presente se
transforma en Modelo de Diagnóstico. Esto quiere decir que hemos diagnosticado a esa
Situación en función de aquel futuro, o sea que se ha producido la evaluación de las
dificultades, potencialidades, recursos y obstáculos para alcanzarlo.
El diagnóstico es la resultante de una dialéctica entre el polo prospectivo —lo
ideal— y la situación —lo real.
Notemos que una misma y única situación da lugar a diferentes modelos de
diagnóstico según cuál sea el polo de futuro (futurable o futuribles) desde la cual se la
evalúe. Esta es la razón por la cual un mismo acontecimiento, por ejemplo el triunfo de tal
o cual candidato en unas elecciones, es evaluado de distinta manera según cuál sea el
borroso, y las más de las veces no formulado, modelo de país futuro que aliente el
evaluador. Un evento que para uno puede ser favorable, para otro impide o demora la
realización de sus propósitos.

Dialéctica prospectiva

Consiste en un artificio metodológico que contrapone en sus primeros pasos el futuro


y el presente, la idealidad y la realidad.
Arte del diálogo entre dos posiciones, dos "logois" contrapuestos. Provoca una
confrontación que cambia las posiciones inicialmente contradictorias.

La configuración futura
se objetiva como TESIS.
La situación presente se
problematiza como
ANTI-TESIS
De su contraste
surgirá la SÍNTESIS
de la acción a emprender.

En un pensamiento (vaivén), oscilaremos entre

el futuro imaginado
como la SOLUCIÓN.
para desde allí
pasar al presente
vivenciado como
el PROBLEMA.

Para luego en sucesivas oscilaciones ir realizando

la síntesis dialéctica
de las oposiciones,
o sea aplicación de la SOLUCIÓN
al PROBLEMA.

Ese ir y venir entre la idealidad y la realidad, la Solución y el Problema como juego


de opuestos situados topológicamente en el futuro y en el presente, busca conjugarlos en
una SÍNTESIS, superación de opuestos, que genere una energía que conduzca el
"presente. El presente queda así orientado por el futuro.

Recapitulación:

En Prospectiva la Situación PRESENTE se considera como ANTÍTESIS de la


configuración FUTURA objetivada como TESIS.
De su recíproco contraste emerge una SÍNTESIS o programa de acción que es
superación y transformación de ambos en un PRESENTE POTENCIADO DE FUTURO.

Tercer paso: La programación prospectiva

En el primer paso, al explicitar nuestro propósito, habíamos perfilado los fines, con
el segundo diagnosticamos la situación actual, ahora, en el tercer paso, corresponde
concretizar los fines en objetivos y programar la acción a realizar.
Los objetivos, es decir, los resultados concretos a lograr, actuarán como cúspide del
programa, son el blanco de la acción a realizar.
El programa de acción surge por interpolación entre TESIS (polo de futuro) y
ANTÍTESIS (polo presente). Es la SÍNTESIS que irá transformando la situación actual en
la configuración deseada.
Importa recalcar la diferencia del método ya clásico en planificación que se basaba
en la extrapolación de series históricas. El planificador elabora sus proyecciones
apoyándose en la expresión numérica de la experiencia pasada. En cambio, la prospectiva
es mucho más compleja:
En el primer paso se alimenta de latencias, elemento esencialmente cualitativo para
esbozar una PROPOSICIÓN.
En el segundo detecta la OPOSICIÓN que surge en el presente estado de cosas para
realizarla.
En este tercer paso la programación de la acción surge de una COMPOSICIÓN entre
ambas posiciones.
Los objetivos que de allí surgen son la codificación de nuestros deseos.
La Prospectiva es un mecanismo mental que crea los objetivos a medida que avanza
y perfila mejor sus fines. Es como una brújula que va creando su polo. La Programación
Prospectiva precisa los objetivos posibles para realizar los fines. A medida que se perfilan
mejor los fines se deben recrear los objetivos, y en consecuencia modificar los cursos de
acción. Son algo así como las rectificaciones que sobre la marcha debe realizar un
proyectil sensibilizado por un sistema de retroalimentación (feed-back) para dar en un
blanco móvil.

Esa disponibilidad frente a los acontecimientos es el requisito más realista para


adecuar la programación a las cambiantes modificaciones que se producen cada vez más
aceleradamente.
En este tercer paso el objetivo fundamental se descompone en una serie de
sub-objetivos que se van graduando en el tiempo. Siempre desde los más lejanos a los
más cercanos. Luego se procura establecer cuántas variables, obstáculos y posibilidades
hay desde el "hoy" hasta los objetivos. En la práctica muy pocas variables dependen de
nosotros. Hay que manejarse frente a muchos hechos sobre los cuales no se puede ejercer
control. Esto no quita que se pueda influir sobre todos ellos. Todo movimiento que hace
una persona repercute en el futuro, y viceversa todo anuncio de futuro influye en el
presente.
La Programación Prospectiva indica el cómo, o sea que enseña mediante la
combinación y conjugación de los factores cuál es el sentido y grado optimo de los
movimientos que se pueden y deben efectuar para lograr lo propuesto. La Programación
Prospectiva es el estudio científico de la acción. Es propio de su característica pragmática
acudir a varias y aun a muchas ramas del conocimiento; todas las que involucre el
problema a resolver.
Lo expuesto supone sobre la marcha superar las incógnitas, interpretar cualitativa y
cuantitativamente los hechos, analizar las secuencias, la estabilidad de las relaciones o
nexo de causalidad entre las variables, y tener en cuenta todas las probables
consecuencias de alterar una variable... y no titubear en hacerlo en cuanto sea necesario.
La marcha hacia los objetivos se realiza a través de etapas; cuando ponemos plazo al
cumplimiento de los objetivos los llamamos metas. Meta es, por lo tanto, todo objetivo
situado taxativamente en el tiempo. Son como hitos prefijados que incitan nuestra
marcha. Los diversos tramos de realización se escalonan entre el corto, mediano y largo
plazo. El desarrollo temporal de las distintas fases de un proyecto sólo se hace después de
conocer los recursos con que se cuenta. Inventariados los recursos, o sea en posesión de
los medios, hay que ordenarlos y conjugarlos de modo tal que permitan lograr los
objetivos. Dada la limitación de los recursos» es necesario establecer entre los objetivos
un orden de prioridad. Esto significa postergar o acelerar la prelación de ciertos
cometidos. En el fondo la razón de ser de un proyecto no es sino la optimización de
medios limitados en vista a lograr los objetivos propuestos.
Con diferencias de terminología —cada maestrillo con su librillo— los grandes
proyectos duros, sólidos, materiales como enviar un proyectil al espacio, instalar una
fábrica, o construir una represa se hacen así. Pero las cosas no suceden de la misma
manera cuando se trata de proyectos sutiles, sociales, culturales o políticos.
La explicación más simple consiste en que el lugar donde se dispara el proyectil, se
edifica la fábrica o se finca la represa son fijos y estables, mientras que la realidad
formada por los quereres de los hombres experimenta aceleradas mutaciones de las cuales
el desconcierto y la violencia no son sino pálidas manifestaciones. Además, el fenómeno
tan de moda de la inestabilidad emocional en los individuos, política en las naciones, hace
que vivamos en una especie de cortapisa permanente. Algo así como el juego de chicos de
la "mancha cruzada"; el que es mancha corre a uno, pero en cuanto se le cruza otro debe
perseguir a este último y así subsiguientemente.
Por eso cuando se define un plan como "el conjunto de decisiones que hace producir
el avance", me siento obligado a aclarar que esas decisiones no pueden preestablecerse
rígidamente a priori como se creía en la época de auge de la Planificación. Por el
contrario, las decisiones deben ser tomadas muchas veces al instante y bajo la presión de
circunstancias cambiantes. Lo cual no invalida lo dicho pero requiere esta precisión: las
decisiones "operan" sobre una realidad en continuo cambio. Cuando estamos
involucrados en un proyecto prospectivo somos "operadores" que actuamos sobre la
realidad mutante en base a una incesante triangulación orientadora entre el polo
prospectivo, la situación diagnosticada y el momento en que vivimos. Por eso, al fruto de
este tercer paso lo llamamos MODELO OPERACIONAL.

Recapitulación de los tres pasos:

Esta explicación de la Prospectiva en tres pasos ha sido hecha con fines puramente
didácticos. A medida que desarrollemos esta esquematización metodológica la iremos
ejemplificando y enriqueciendo con las angustias y esperanzas propias de nuestra
cotidianidad.
En épocas de alta inestabilidad, la triangulación entre (γ) polo prospectivo, (α)
diagnóstico de la situación y (β) operadores a aplicarle debe ser tan frecuentemente hecha
y rehecha que bien podríamos llamar a esta disciplina "Mementiva", pues incesantemente
tenemos que efectuar la triangulación del nuevo momento que vivimos para orientarnos y
re-ubicarnos.
A modo de resumen condenso en el siguiente cuadro los pasos descriptos
conjugando al mismo tiempo las distintas denominaciones con que suelen referirse a los
modelos resultantes:

1- ACTITUD que genera el TESIS PROPOSICION


Modelo Prospectivo (γ)

2- REFLEXION que transforma la (α) OPOSICION


Situación en ANTITESIS
Modelo de
Diagnóstico
3- PROGRAMACION que ensambla la SINTESIS COMPOSICION
secuencia de (β)
operadores en el
Modelo Operacional

En una simple fórmula matemática: α * β = γ


que se interpreta así: definida γ hay que aplicarle a α los operadores β para que en su
devenir se transforme en γ

Primer requisito: La factibilidad

Mientras se va armando el proyecto prospectivo, se procede a verificar su realismo


analizando paralelamente su factibilidad y su aceptabilidad.
Por factibilidad se entiende la condición de posibilidad de que el conjunto de
acciones programadas en tercer paso llegue a concretarse.
Para verificar la factibilidad de las diferentes medidas propuestas se elabora un
modelo. Aclaremos en este momento que los tres modelos citados: prospectivo,
diagnóstico y operacional (γ, α y β) no son sino las tres fases de un mismo y único
modelo, pero que se preparan: por anticipación imaginativa el prospectivo, por reflexión
dialéctica el de diagnóstico y por interpolación el operacional con el fin de compatibilizar
los dos primeros que inicialmente son contradictorios.
Un modelo es la enunciación metódica y dinámica de las variables suficientes para
representar un fenómeno indicando sus procesos de encadenamiento, alternativas,
combinaciones, secuencias, correlaciones y repercusiones previsibles. Todo ello
formulado en una síntesis operativa de conjunto.
Los aspectos más sutiles de la factibilidad que son, a mi juicio, sicológicos los
detallaré en el capítulo 10. En casos complejos el estudio de factibilidad se efectúa
mediante la simulación del modelo en computadoras. Se lo hace evolucionar y con la
rapidez del procesamiento electrónico, la extensión y el tiempo se comprimen —se
pueden apreciar el presente y el futuro a la par, de golpe— así se pueden evaluar por
anticipado el resultado de las medidas que se simulen. Estos resultados son respuestas a
los interrogantes concretos en vista a los cuales el modelo y el programa han sido
construidos.
El modelo, al ser dinámicamente simulado, conecta la realidad α con el polo
prospectivo γ entregando las soluciones, los resultados de la evolución para la que ha sido
concebido.
El modelo sirve no sólo para investigar la realidad a la luz del futuro, sino para
operar sobre ella, es decir, para transformarla.
Si bien, por factibilidad se entiende la eficacia técnica del ensamble y
desenvolvimiento de todos los factores componentes de un programa de actividades, una
acepción más restringida limita su alcance al de "viabilidad financiera".
En primer término la factibilidad calcula el grado de probabilidad que presenta el
modelo elegido, de funcionar adecuadamente a través del régimen previsto para el polo
prospectivo. Pero no basta estudiar el funcionamiento en régimen, hay que analizar la
factibilidad previendo la variación en el tiempo de las características externas al modelo,
a lo largo del tránsito que va desde la situación actual α a la configurada por el polo
prospectivo γ.
Es decir que el estudio de la factibilidad no sólo analiza las componentes del sistema
en orden a su eficacia, la aptitud de sus mecanismos, la coherencia de sus fórmulas, la
viabilidad financiera, sino que estudia el modelo como un todo experimentando su
desenvolvimiento integral en el tiempo. Ya sea que a sus distintas fases las denominemos
modelo de situación: luego, de diagnóstico; después, modelo operacional en vistas a
realizar el modelo prospectivo: todo ello no es sino una unicidad en evolución que débese
apreciar en su totalidad dinámica.
El verdadero meollo de la factibilidad radica en la verificación de la flexibilidad
adaptativa del modelo y consecuentemente, del sistema que éste representa, para
modificarse en función de nuevas condiciones.
Estos estudios intentan, frente a condiciones cambiantes, la optimización de medios
limitados para lograr objetivos concretos, pero también fácilmente sustituibles, para
aproximarse lo más posible a los fines deseados.
Se experimenta su funcionamiento bajo ciertas condiciones reales o posibles.
Mediante la simulación se averigua qué modelo se adaptará mejor a condiciones
diferentes a las actuales, inclusive con fenómenos que podríamos llamar de sobrecarga
del sistema.
Deben ser estimadas también ciertas condiciones subjetivas que repercutirán en el
sistema que se adopte: la indiferencia de la población no da el mismo resultado que una
entusiasta adhesión.
Las preferencias de la población varían con el tiempo. Si el modelo no es flexible
perderá validez.
Segundo requisito: La aceptabilidad

El último, pero más fundamental requisito a verificar, es el de la "aceptabilidad".


Por aceptabilidad entendemos la aptitud que posee un proyecto para generar
adhesiones y suscitar su aprobación.
La factibilidad, que vimos antes, es un requisito a verificar en las acciones. Es la
cualidad o capacidad de desarrollarse y efectivizar el objetivo que pretenden.
La aceptabilidad, en cambio, se refiere más a la configuración futura que a las
acciones que la hagan factible. Consiste en una adhesión, básicamente emocional, a la
intencionalidad del proyecto. Es decir, en la comprensión del fin y, consecuentemente, en
la admisión de ese proyecto como un desafío.
Su dinámica esencial radica en aceptar la representación futura como valiosa, más
que en reparar en los esfuerzos que habrá que desplegar para lograrla. Sólo si el polo
prospectivo resulta atractante, se movilizarán las acciones concebidas en el tercer paso.
El polo prospectivo como toda innovación generará disímiles actitudes: desde el
entusiasmo al rechazo. Este último oculta formas de miedo y de inseguridad, que se
manifiestan en el fenómeno sico-social de la resistencia al cambio.
Los estudios de aceptabilidad intentan superarla y predisponer favorablemente el
ánimo de las autoridades, sectores interesados y opinión pública para que perciban las
ventajas del proyecto y lo hagan propio, desplegando sus voluntades tras el fin y los
objetivos atenuando así los sacrificios que implicará su logro.
Para favorecer el balance síquico que todo juicio de aceptación o rechazo provoca,
hay que facilitar la evaluación de las ventajas exhibiendo cómo el polo prospectivo es
capaz de satisfacer las aspiraciones.
La preparación de la aceptabilidad busca aumentar el crédito de eficacia que merece
el programa de acción. O sea robustecer la esperanza de realizar el futurable.
No basta potenciar el atractivo del polo prospectivo, es menester presentar con
verosimilitud cómo las acciones propuestas en el tercer paso llevan hacia ese polo.
La aceptación gozosa sólo se da respecto de lo que uno reclama. Por eso, mientras no
se produzca una movilización profunda por parte de la población hacia nuevos horizontes
sólo contaremos con proyectos parciales válidos en sí o de dudosa aceptabilidad si
pretenden ser generales.
Una comprensión global acerca de la conveniencia de contar con un modelo de
sociedad futura en la Argentina está despuntando tan sólo estos dos últimos años. Me
referiré a ella en el capítulo 12, al citar los Proyectos Nacionales.
EJERCICIO N° 3
MORFOLOGÍA DE IDEAS

Finalidad: conocer un método básico para el trabajo en equipo.

Explicación previa: morfología es una operación metodológica que consiste en dar


nuevas formas a las ideas mediante la descomposición y la recreación de sus elementos
componentes. Sucesivamente funciona como una herramienta de creatividad, de
análisis y de síntesis de ideas. Se utiliza primero individualmente y luego grupalmente.
Se mantiene abierta mientras se depuran las ideas.

Material: conviene utilizar fichas de cartulina de 7,5 cm de ancho por 10 cm de


alto. Las fichas que se conocen en el comercio como N° 2 (apaisadas de 15 x10 cms)
guillotinadas al medio son ideales para este ejercicio.

PLANTEO DEL TEMA: Conviene "problematizar" el tema a futurizar enunciándolo


en una frase corta, como en el ejercicio N° 2, preferentemente formulada como una
pregunta.

ETAPA INDIVIDUAL

1 — VOLCAR EN FICHAS BLANCAS: Todas las sugerencias, ideas, datos, dudas,


lagunas, etc., que suscite el tema de reflexión o problema enfocado. Tener especial
precaución de escribir SÓLO UNA IDEA POR FICHA.
2 — INTENTAR UN PRIMER ORDENAMIENTO DE LAS FICHAS, abrirlas sobre una
mesa en tantos agrupamientos como categorías generales se capten.
3 — DETECTAR LAS IDEAS AFINES, movilizar las fichas desparramadas para agrupar
las ideas afines.
4 — VISUALIZAR LA NUEVA DISTRIBUCIÓN. Conviene leer las fichas en voz alta, y
dejar armada la morfología sobre la mesa.
DESCANSAR, practicar relajación o fijar la atención por más de media hora en otra
actividad para dejar actuar el subconsciente combinatorio.
5 — RECONSIDERAR LA PRIMITIVA MORFOLOGÍA, modificarla cuanto se vea
necesario seleccionando las categorías de análisis y SUBSUMIR cada grupo de ideas
afines en un solo montón de fichas.
6— CUBRIR CADA MONTÓN DE IDEAS AFINES CON UNA FICHA COLOR CREMA
sobre la que se escribirá un rótulo o palabra clave que expresa la categoría o especie
de ideas que contiene ese montón. Sujetar cada montón con una banda elástica.
7— REFUNDIR TODAS LAS CATEGORÍAS (MONTONES) EN NO MÁS DE 6 Ó 7
RUBROS. Cubrir cada rubro (género de una especie de ideas) con una ficha verde.
DEJAR MACERAR todo el problema así empaquetado 4 ó 5 días o un fin de semana
a fin de que SEDIMENTE.
8 — RETOMAR EL PROBLEMA ASÍ MORFOLOGIZADO, efectuar los retoques que el
paso del tiempo haya aconsejado y CONFECCIONAR A MÁQUINA UN LISTADO DE LAS
FICHAS SEGÚN SE MORFOLOGIZARON.

Las verdes "grandes rubros" se escriben en MAYÚSCULAS SUBRAYADAS.


Las cremas "categorías" se escriben en minúsculas subrayadas.
Las blancas se transcriben en minúsculas sin subrayar.
Es recomendable que cada idea al ser volcada al listado no ocupe más de un
renglón.

NOTA: Este listado no es indispensable pero en las primeras experiencias aconsejo


hacerlo porque permite conservar el orden con que el investigador "aislado" clivó el
problema desde su óptica particular, o sea antes de pasar a la experiencia grupal.

ETAPA GRUPAL

9 — JUNTAR LAS FICHAS BLANCAS DE TODOS LOS PARTICIPANTES. Esto significa


que hay que sacar las fichas crema y verde, o sea dejar de lado los esquemas propios.
Las fichas blancas son anónimas. MEZCLAR BIEN todo el conjunto blanco.
10 — PROCEDER A SU MORFOLOGIZACIÓN GRUPAL rehaciendo ahora entre todos
los pasos 2 a 7. Conviene ir rotando de morfologizador cada 5 minutos.
Así se obtiene una nueva visión del problema notoriamente enriquecida por la
aportación de las otras ópticas particulares. En esta etapa se observa cómo la
Morfología de Ideas resulta ser una herramienta de integración, es más fácil barajar
fichas que integrar personas. A través de la discusión que se suscita acerca de dónde y
porqué ubicar a cada idea resulta un método homogeinizador de esquemas.
Al tratar el Modelo de Situación volveremos sobre este método.
2. DEVENIR, PORVENIR E INTENCIONALIDAD
Para organizar mi exposición recurriré al artificio de espacializar el tiempo. Esta
diagramación del tiempo sobre una hoja de papel nos ayudará a ubicar los tres modelos de
la triangulación prospectiva junto con las nociones de devenir y porvenir.
Recurro a este artificio como soporte del pensamiento porque captamos más
fácilmente las relaciones espaciales que las temporales.
Esa facilidad con que espacializamos el tiempo es la que nos hace concebir el futuro
como "un lugar" que viene después del presente. Reaccionemos, y advirtamos con Gastón
Berger, que "el futuro, no es lo que viene después del presente, es lo que es diferente y
sobre todo lo que está abierto".
Sentada esta diferencia esencial, divido la hoja de papel en tres zonas o campos
topológicos: pasado, presente y futuro. A la imaginación del lector pido supla lo estático
de la expresión gráfica y considere móviles las explicaciones siguientes.

La dimensión horizontal representa el transcurso del tiempo. A la izquierda el


PASADO se va acumulando. Mientras el hoy va rápidamente hacia la derecha del gráfico.
Dibujo el PRESENTE con cierto espesor aunque la realidad móvil del ahora sea
instantánea. Todo lo que está a su derecha es el campo "abierto" del FUTURO. ES el
tiempo "a venir", lo que todavía no es, por ahora —sí falta nuestra intención— la nada.
El ser, fronterizo por su derecha con la nada, se va haciendo en la fragua del
PRESENTE. ASÍ el devenir, el ser haciéndose, queda registrado y sellado a la izquierda,
en el PASADO. Comparemos este proceso con el tejido de una tela. La tela que podemos
conocer, palpar y sopesar es la que vamos tejiendo, el devenir, que se va plegando en el
pasado. Más allá de la hilera que se está tejiendo no hay tela, sólo por hipótesis podemos
hablar de la tela "por venir". Aquí la lanzadera es el hombre que va tramando su tela sobre
la urdimbre del Universo. Pero nótese que no habría tela posible si no le precediese el
pro-pósito de hacerla. Si en su mente no hubiese nacido su diseño.
Sobre ese gráfico vamos a acumular conceptos correlacionales pero esencialmente
diferentes según estén en el pasado o en el futuro.

Comparemos someramente esas palabras:

El recuerdo y la anticipación o expectativa a pesar de parecerse por su tenue


consistencia son dos suscitaciones imaginativas esencialmente diferentes: a la primera la
sostiene la memoria, a la segunda la intención.
Una trayectoria es un transcurso recorrido y sólo uno. Por el contrario, de los
posibles cursos de acción sólo uno puede llegar a ser. Pero también es cierto que en
cualquier momento del eterno presente una trayectoria, una vida, puede interrumpirse y
no tener más "posibilidad" sus cursos de acción futura.
Los jalones que el quehacer humano va plantando en el presente registran en el
pasado la trayectoria, ya sea ésta la biografía de una persona, la anamnesis (historia
clínica) de un enfermo, o la historia de un grupo humano o de toda la Humanidad. Son los
"hechos". El Mundo de los FACTA como los denomina Bertrand de Jouvenel. Hay uno
sólo, el real.
Por el contrario los hitos con que figurativamente queremos reducir la incertidumbre
del porvenir son sólo posibilidades imaginadas. Hay muchas, lo que produce la pluralidad
de Mundos de los FUTURA, según las diferentes intenciones.
Todo lo que corresponde al futuro parece poseer una consistencia precaria, por eso se
atribuye menor peso a "plan de vida, pronóstico y destino nacional" que a sus correlatos
pasados y por eso mismo ya convalidados.

Comparemos ahora los campos topológicos:

EL PASADO: categoría mental que sólo existe en el presente por obra de la memoria.
Es una sucesión acumulativa de "presentes" ya sellados.
Es el lugar de los "hechos" (FACTA) sobre los cuales no puede hacerse nada; por eso
mismo es objeto del conocimiento retrospectivo. Es el lugar de los hechos cognoscibles
pero inmodificables. Se los puede estudiar porque están en el campo de lo "sellado", de lo
"dado" de lo que conservamos testimonios, reliquias o vestigios. Pero notemos que el
"pasado en sí" (su contenido) ya no es, resulta tan invisible como el futuro. Un hueso de
dinosaurio, un fósil prehistórico en exhibición en un museo, por ejemplo, "eso" no es el
pasado, eso es puro presente. A lo más podemos decir que es "una reliquia" del pasado,
"un vestigio" presente que me evoca la existencia de organismos gigantescos en otra zona
del continuo espacio-tiempo.
De lo que se afirma como sucedido puedo juzgar veracidad.
Con respecto al pasado la voluntad del hombre es vana, su libertad nula, su poder
inexistente. Esta esencial impotencia de cambiar el pasado es el origen del pesar y del
remordimiento. Es el teatro de operaciones de la culpa.

EL PRESENTE: es el instante desde el cual observamos el continuo espacio-tiempo.


Es un fragmento de oportunidad para la acción. Es el momento en el cual actuamos y se
hacen las cosas.

EL FUTURO: es la categorización de un estado de cosas que aún no es; pero sabemos


que de alguna manera, inexorablemente, va a ser y que en prospectiva queremos que sea
de determinada manera.
En metodología prospectiva el polo de futuro es una atalaya que se sitúa más allá del
presente para observar "distinto" la realidad vigente y actuar mejor sobre ella.
Como categoría mental sólo existe imaginativamente en el presente. Es su ámbito
abierto. Allí el hombre puede imaginarse configuraciones futuras que, bajo determinadas
condiciones, él puede llegar a realizar.
Para el hombre como ser actuante el futuro es el campo de la libertad y del poder.
Allí puede ejercer su voluntad. Pero como ser pensante el futuro es el campo de la
incertidumbre. Es el teatro de operaciones de su ansiedad si no aprendió a utilizar sus
potencialidades.
No se puede hablar de verdad y mentira en una dimensión abierta. No puede haber
juicio de verdad respecto de los FUTURA. ES el lugar más allá de los FACTA, más allá de
lo verdadero y de lo falso. Es el escenario abierto y vacío donde nuestra intencionalidad
pergeña sus proyectos. Luego siguiendo los "hitos" orientadores así lanzados al futuro,
tejeremos nuestras acciones sorteando toda clase de alternativas. De esta manera
plantamos "jalones" (transformamos "hitos" en "jalones") cuando desarrollamos la acción
en el eterno presente; jalones que luego constituirán la trayectoria representativa del
devenir efectivamente transcurrido.

Nuestro presente está desprovisto de sentido si le quitamos el recuerdo del pasado y


la expectación del futuro.
Si bien ya no soy el de ayer, el pasado y el futuro están conmigo ahora, son míos, son
mi tiempo.
Por eso la vivencia de la duración de los fenómenos es peculiar, propia de cada
sujeto.

El sicótico maníaco, por ejemplo, sólo quiere intensificar el presente; para ello
cercena lo más posible la reflexión sobre la consecuencia futura de sus actos y al mismo
tiempo para evadirse del recuerdo, anestesia su conciencia con el frenesí con que encara
el presente.
Liberado del pasado y del futuro lo único que le queda es estar eufórico. Todo para él
es el instante, con un empobrecimiento notorio de la existencia.

El oligofrénico, el débil mental, por su parte, vive en una nada de duración, en un


presente cerrado por su incapacidad intelectual para esbozarse.

El hombre equilibrado transcurre su eterno presente con una razonable apercepción


de su pasado y de su futuro. Notemos que el hombre se desarrolla intelectualmente
"pro-poniéndose" metas, es decir esbozando su futuro. Por eso decimos que está alienado
cuando él no es el que decide su esbozo, su traza futura.

El bosquejo intencional

En el gráfico anterior después del nodo representativo del presente, a partir del cual
comienza el futuro, se observa una nebulosa de hitos y posibles cursos de acción que sólo
podré despejar si con mi intención bosquejo la traza del futuro.
El futuro es objetivamente cierto como tramo, pero ignota su configuración. Esa
incertidumbre acerca de su contenido, es la garantía de mi libertad. Esa nebulosa acicatea
todo mi ser, sobre ella surgirá mi intención para hacer cierto lo que deseo. INTENCIÓN:
adhesión imaginativa a un fin seguida de una tensión consciente de realizarlo. La palabra
"intención" es similar a "propósito" o "designio", todas hablan de la determinación de una
voluntad en orden a un fin. El designio es un pensamiento, una idea, o una imagen
organizada tras un deseo que se pretende realizar. La contemplación de sus ventajas capta
la voluntad.
Designio viene de diseño. Corresponde a la idea de bosquejar, que a su vez nos habla
de la traza primera y no definitiva de una obra de arte. Es como ejecutar alguna obra
material sin darle la perfección definitiva. Indicar con alguna vaguedad o indeterminación
una idea o proyecto. Indicar las figuras con su colorido sin definir los contornos ni acabar
el cuadro. Dar a las figuras su primera actitud, sin redondear sus detalles. Por lo tanto el
bosquejo es algo no concluido, pendiente de finición.
Algo similar ocurre entre intención (modelo prospectivo) y realización (modelo
operacional); la misma diferencia que hay entre un viaje programado y uno realizado.
¡Cómo cambia todo a medida que avanza el viaje! La misma enorme diferencia que
observamos entre el plano de una casa y su construcción de ladrillos. Pero a todos estos
ejemplos les precedió en forma de bosquejo, esbozo o traza primera, la "intención" de
hacerla.

Cómo se genera la intención

En nuestra mente se forman imágenes. Algunas de pasado, evocaciones, recuerdos.


Otras, fantasías sin ubicación temporal. Descartamos —por influencia quizás negativa de
nuestra educación— la inmensa mayoría de ellas. Creo que ello se debe a que no sabemos
organizarlas. Pero las que se salvan porque les atribuimos "valor" pueden llegar a ser
imágenes motrices y constituir el embrión de un Modelo Prospectivo. Evidentemente que
al principio tendrá todos los contornos vagos y difusos propios de la obra imaginativa del
esbozo, Pero si llego a bosquejar, luego a concretar una imagen de lo que quiero, ella será
mi Futurable. Si además despliego mi voluntad para convalidarla, esa imagen intencional
se ubica en la cúspide de mi proyecto orientando siempre la acción.
Toda imaginación que se sitúa en el futuro, si se afirma, llama a la realización; busco
hacer verdad "FACTA", lo que he imaginado "FUTURA" a través de la ejecución de un
proyecto. Bertrand de Jouvenel usa el ejemplo del alpinista para explicar la esencia del
proyecto. Proyectar —del latín pro-jacio— es lanzar hacia arriba la cuerda con el garfio
que usan los alpinistas para trepar rocas escarpadas. Cuerda, que una vez bien hincado el
garfio en una saliente, pondrá "tensa" y le ayudará a subir.
Proyectar, en prospectiva, es tirar algo en el tiempo a venir. Lo que lanzo allí es mi
imaginación. Esta se aloja allí en el tiempo que todavía no es. Allí construye un signo.
Esta construcción imaginativa, me atrae, me hace signo, ejerce una atracción sobre mi
presente. Mi intención ahora es seguida por mi atención que se pone "tensa" entre la
situación presente y la meta futura. De esta manera el "bosquejo imaginado" determina
acciones para lograr su "realización concreta".
La diferencia radica en que el alpinista logra un punto fijo que existe objetivamente
en la roca más alta. Su cuerda tensa le proporciona ayuda concreta para el juego de
palancas que realiza con sus huesos y sus músculos. Mientras que su análogo, el
prospector en el mundo imaginativo que construye, ubica hitos flexibles como puntos de
engrampamiento que no existen sino subjetivamente, pero que le ayudan a progresar
porque su poder atractante le suministra un excitante moral.

La intención progenitora de la acción

El hombre es un ser lleno de deseos. Por eso actúa. Utiliza el campo del futuro como
dominio disponible donde construir su porvenir. Allí proyecta la imagen intencional
representativa de su deseo. Veremos luego cómo la extrae de sus latencias. Esa imagen
futura le sirve de objetivo hacia el cual su voluntad dirigirá las acciones.
Para apreciarse como causante de futuro diagramo las dos funciones positivas del
"ego" frente a ese desafío. Utilizo "ego" (el sujeto) para diferenciarlo del "yo" (la
conciencia de mi identidad) así como el francés distingue al "Je" del "moi".

Desde la situación α el "ego creador" lanza su intención al futuro hasta concitar su


imaginación en una configuración γ que resulta así ser la progenitura de la acción β que
despliega el ego realizador" constructor de mi camino hacia ese Futurable.

Conociéndome como causa que opera sobre realidades, lo que hice fue proponerme
efectos, es decir nuevas realidades, orientado por ese bosquejo que concibió mi "ego
creador de futuro".
Las ventajas de ese bosquejo γ, de esa configuración imaginada como fin de mi
acción, son las que captan mi voluntad y mi atención. Por eso se dice que la intención es la
determinación de una voluntad en orden a un fin.
Esto es lo que Priestley denomina pintorescamente el "efecto FIP" (Futuro
Influyendo en el Presente). Cada vez que colocamos frente a nuestras narices un atisbo de
futuro, estamos produciendo una alteración del curso del presente. Poca o mucha,
depende del impacto y fuerza que posea esa imagen del futuro.
Advirtamos que cuanto más la imagen, es propia del "ego sujeto de la acción β a
realizar", más la acción será suya. Por eso una vez terminado este capítulo dedicado a
observar el fenómeno de la anticipación prospectiva desde el ángulo individual —lo que
la torna extrañamente artificial— volveré a plantear la imperiosa necesidad de bosquejar
en común el esbozo de la sociedad futura para que resulte no sólo aceptable sino
eficazmente atractante.
La frase "ego creador de futuro" aquí la utilizo para diferenciar la actitud
"prospectiva" de la meramente "previsora":

—en previsión de un evento se oye decir: "Yo lo veo venir... ¡y me cuido!".


Es la actitud de un espectador.

—en prospectiva de un proyecto: "¡Yo lo quiero, lo haré suceder!".


Soy un protagonista —con compromiso afectivo— en marcha hacia la meta".

Las latencias generadoras de imágenes de futuro

Sostuve que el hombre extrae de sus latencias una imagen intencional representativa
de su deseo.
Para no profundizar en tema tan arduo como el de los contenidos del inconsciente,
resumo en una sola palabra "latencias" todo ese ámbito no reconocido ni explicitado,
oculto y escondido, que subyace como potencial de pensamiento y acción posibles y que
comúnmente llamamos apetencias, aspiraciones, ansiedades, emociones, sensaciones,
intuiciones, etc.

Resuenan en nuestra vivencia subjetiva del tiempo como manantial de fuerzas e


impulsos, de ansiedades y temores. Fragua y fragor de aspiraciones.
Un pensador cáustico decía que nos movemos siempre por dos tipos de razones, ¡las
publicables y las verdaderas!
Pero las verdaderas pulsiones "laten escondidas" aun para nosotros mismos. Somos
como el témpano de hielo que oculta bajo las aguas una masa de hielo mayor que la que
exhibe.
Con esa metáfora quiero simbolizar el interior del ego y definir operacionalmente
algunas palabras que se concatenan cuando explicita un modelo prospectivo.
Apetencia: Vivencia de necesidad en busca de gratificación. Aspiración a un bien
que no se posee. Es nuestra verdad profunda, pocas veces publicada. Su fuerza —una vez
perfilado el deseo— hará surgir el objetivo.

Deseo: Apetencia acompañada de la conciencia de sí misma. Movimiento natural,


instintivo, impulsante. No se desparrama como la apetencia, se concentra para lograr la
satisfacción. Pero al emerger de las aguas profundas suele disfrazarse con motivos
publicables.

A la izquierda en el ámbito sumergido de nuestras latencias he simbolizado con un


trazo cóncavo, 1a apetencia. Esta depresión "aspira" como anticiclón a un bien que la
satisfaga. Valioso será el objeto que la colme.

A la derecha, en el futuro, con un círculo simbolizo el objeto acariciado por nuestra


imaginación como capaz de colmar la concavidad de nuestra latencia.
La apetencia sola no basta para identificar el bien que busca. El tener hambre, por
ejemplo, es sensación genérica, cuanto más apremiante menos particulariza el objeto que
la satisfaga. El deseo, como apetencia explicitada, al excitar la imaginación la ayuda a
perfilar y representarse el bien objetivado como deseable. Por eso decimos que la
configuración Futurable es "deseo ingeniado" esto es, elaborado a través de una
ingeniería imaginativa que concentra en el objetivo las pulsiones de nuestras latencias.

Interés: Deseo explicitado de un objetivo reconocido como ventajoso para el


interesado. Es una apreciación consciente del atractivo que presenta el objetivo como
capaz de satisfacer la apetencia que lo hizo surgir.

Valor: Capacidad de los objetivos para satisfacer necesidades.


Valoración: Elección calificada de los objetivos en función del interés que
presentan.

Ventaja: Enunciación anticipada de la utilidad que reporta el logro de determinado


objetivo.

Objetivo y fin serán definidos y distinguidos al describirlos en el Modelo


Prospectivo.

Los niveles de perfección que hemos alcanzado nos son transparentes en el sentido
que no los advertimos. Ya son nuestros. Sólo se destaca lo que nos hace falta. No la
"carencia ignorada", sino la "ausencia resentida" moviliza nuestras latencias. Aunque
muchas veces no sepamos expresarlas ni tampoco seamos conscientes de su existencia,
son ellas las que mueven, hacen cambiar y en definitiva progresar a la Humanidad.
EJERCICIO N° 4

JITANJAFORAS Y NEOLOGISMOS

Finalidad: Este ejercicio tiende a producir un ablandamiento de tus engramas


lingüísticos. Pretenden aflojar la estructuración de tantos años de gramática
pacientemente aprendida para manejar correctamente el lenguaje.
Lo que intenta no es desmoronar tu aparato lógico-lingüístico sino tan sólo
producirle algunas grietas que permitirán luego la aparición de nuevas palabras.
De manera insensible irás incorporando a tu léxico vocablos anticipatorios de
cosas que aún no existen, sobre las que reflexionaremos juntos en las APLICACIONES:
Prospectivas de productos, servicios, instituciones, etcétera.

Definición: Una jitanjáfora es una palabra que "suena" como perteneciente al


idioma castellano, pero que no existe (¡por ahora!).

Un ejemplo: Jorge Luis Borges en uno de sus libros se refiere a esos "gríngaros",
mezcla de gringos con zíngaros.

Otro: los chicos suelen gritarse "tarúpido", mezcla de tarado y estúpido.


Creando jitanjáforas comienzas a ejercer tus legítimos derechos de innovador.

Instrucciones:

1- inicialmente para obtener las primeras jitanjáforas puedes ayudarte


combinando segmentos de palabras conocidas. Por ejemplo: JIRANEJOS. ¿Sabes lo que
es un "jiranejo"? ¡una cruza de jirafa con conejo!
2 — luego que hayas construido unas cuantas, te recomiendo que abandones el
truco de mezclar palabras y te lances a emitir jitanjáforas eufónicas.
Es importante que, en cuanto puedas, evites el modo 1 de producción y procures
crear jitanjáforas buscando sólo expresar tu musicalidad interna. Te adjunto algunas
para que las consideres sólo en función de su belleza o resonancia sonora. Analízalas
en función de la cautivación o desagrado que te produzcan.

memingo parátrolo picondo zaposos


mapiz tracafa inanocurá iudaical
cosgo talmafoste egomísero manangos
manilote hítico, hítico pospad dagrigea
romaril amariente líbcua efonas
espatalaya menbong vamagin alocetas

Comentarios:

I — Con Eduardo Isaharoff, Basilio Uribe y otros amigos he sido testigo de cómo
jitanjaforeando en menos de una hora y media seis personas terminamos hablando
una metalengua con alta vivencia del profundo significado de lo que decíamos
pronunciando significados totalmente arbitrarios, pero que habían sido creados entre
todos.
II — Horacio Chaves Paz me consultó una vez porque quería escribir un ensayo en
el que un profesor del año 2000 narraba a sus jóvenes alumnos todos los
acontecimientos acaecidos desde nuestra época (1973) hasta comenzar el siglo XXI.

Si bien el contenido era original, ese profesor incurría en el error de hablar como
hoy lo hacemos. No veo entonces cómo podría narrar ese guión de futurición sin
parecer terriblemente anticuado.
Supongamos que no viviésemos tú y yo los acontecimientos que van a suceder
—por ejemplo porque nos hibernamos hasta fin de siglo— y de repente tuviésemos
que asistir a esa conferencia "retrospectiva" del año 2000... nos quedaríamos en
ayunas acerca de mucho de lo que allí se dijese.
Lo mismo le habría sucedido a mi abuela, si hoy volviese a la vida. Como ejemplo
agrego pocas palabras —sólo tres o cuatro por año— del centenar de neologismos que
anualmente se incorporan a nuestro bagaje de hombres modernos.
Para no extenderme sólo abarco 20 años, de 1943 a 1962.

1943 homeostasis, pesticida, DDT.


1944 Jet, jeep, V-2 (bomba), día-D (desembarco).
1945 plutonio, genocidio, era atómica.
1946 existencialismo, suero de la verdad, hongo atómico.
1947 barrera del sonido, guerra fría, electronarcosis.
1948 cibernética, Israel, LP, TV, transistor, servomecanismos.
1949 automación, cerebro electrónico, bikini, reactor.
1950 cinerama, hombre del espacio, helipuerto.
1951 dacron, NATO = OTAN, hombre rana, lavado de cerebro.
1952 plataforma espacial, cortina de bambú, cola de caballo.
1953 bit, 3-D (tridimensional), cuenta regresiva.
1954 desagregación, satélite artificial, megatón.
1955 cha-cha-cha, OVNI, rock and roll.
1956 sputnik, proyección subliminal, electroluminiscencia.
1957 DNA (ácido desoxirribonucleico), ley de Parkinson, despegue.
1958 generación beat, cohete a retropropulsión, panchos.
1959 terrícola, aeroespacial, sistema ecológico.
1960 láser, tiempo atómico, cosmonauta, reciclaje.
1961 viento solar, thalidomida, LEM, nueva ola, antimateria.
1962 bossa-nova, happening, sicodélico, pop art, Cosa Nostra.
3. LA CRISIS DEL HOMBRE CONTEMPORANEO
Quien más quien menos todos sentimos que estamos en crisis. Por crisis se entiende
insatisfacción, malestar por la ruptura de un orden con sus normas y valores, sin tener
clara la alternativa de reemplazo.
Sufrimos porque tenemos la sensación de estar al borde de un estado de cosas, que se
prolonga y se está agotando a la vez, y que vamos a pasar a algo distinto que, como no se
conoce, algunos temen sea para peor.
El incesante cuestionamiento a que todo se halla sometido —nada se salva—
erosiona, socava la confianza del hombre. Privados de la luz de los soles antiguos,
titubeamos en la nebulosa.
Varios años hace que nos sentimos en una situación límite pero ignoramos si hemos
llegado al peor momento o nos falta pasar algo todavía más grave. Hemos tenido que salir
de lo habitual, de lo que era propio de la sociedad tradicional, y me felicito de ello, ¿pero
hacia dónde vamos?
Reconfortaría al menos interpretar nuestra crisis como una zona fronteriza entre dos
armonías. Pero ese tránsito no tiene visos de acabar.
¿Estaremos a mitad de camino entre un sistema de valores que ha muerto y otro que
todavía no ha nacido, o viviremos en el futuro en la total asistematización?
Algunos se aferran al orden que se está desmoronando y sufren. Otros se
impacientan porque la nueva formulación aún no apareció, ni siquiera están clarificadas
sus formas de producción.
Crece el número de los descontentos. Ambos bandos aumentan la tristeza y el
desesperanzado "estilo de moda" con que se encara el futuro.

En estas circunstancias ¿es posible hacer Prospectiva de la sociedad futura?


Aunque muy difícil, es una tenacidad que merece el esfuerzo. Pero inteligente: si se
trata de un modelo de sociedad futura de hombres libres —presupuesto que no sé si
hondamente todos comparten— tanto más lograda será si es producto de su propia
determinación. Pero ¿está en condiciones el hombre contemporáneo para plasmar una
nueva sociedad hallándose tan dependiente de la actual?
Antes de contestar prefiero pasar revista a algunas formas en que se expresa la crisis
actual. Para ello elegí las siguientes palabras claves: alienación, anti-héroe, violencia,
drogas, proteísmo, y absurdidad de la existencia. Sospecho que detrás de esas
manifestaciones, ya obvias, cruje una mutación axiológica que puede significar la
eclosión de una nueva humanidad.

La alienación

El frecuente uso de esta palabra nos revela que la gran mayoría de nuestros
contemporáneos se sienten extranjeros en su propia sociedad.
El hombre despersonalizado, el que no tiene opinión personal, sujeto pasivo de un
bombardeo de frases hechas, se ve condenado a robustecer un orden social que le coarta la
posibilidad de vivir de acuerdo a su peculiar manera de ser.
La alienación se manifiesta a través de los siguientes rasgos, para cuya tipificación
sigo a Alberto Moons:

1 — LA IMPOTENCIA, la sensación de que uno no controla, no domina más lo que


le sucede. El individuo sabe que su propio comportamiento no produce los
resultados que él busca. Pérdida concreta de poderío propio. "No influyo en el
mundo que me rodea. Mi acción, quiéralo o no, refuerza la trama de la opresión
invisible, de ese poder que me es extraño, de ese sistema que me envilece en
vez de liberarme".

2 — EL SIN SENTIDO de una situación de la que no se percibe la razón de ser.


Proliferan normas, reglamentos, rutinas sin sentido. Crecen entonces las
explicaciones incongruentes, las hipocresías, la búsqueda de chivos emisarios.
Se declinan responsabilidades. No aparecen respuestas inteligentes a lo que nos
está pasando. Queman el bosque para asar el cerdo.

3 — LA ANÓMIA o desinterés por la cosa de todos. Las normas sociales que


regulan el comportamiento han estallado, no orientan más, no son reglas
eficaces. Nadie cree más en las leyes, son burladas a diario. La hipertrofia del
sistema jurídico, en vez de servir al hombre lo abruma.

4 — LA DISCORDANCIA VALORATIVA nace desde la escuela. Lo que ella


enseña como comportamientos teóricamente valiosos, lo niega la experiencia
cotidiana. La escuela socializa para una sociedad en crisis. "Me hablan de
grandeza pero el sistema me impulsa a ser mezquino". Al hombre moderno se
le enseña que es libre, sin embargo está prácticamente obligado a aceptar
costumbres y condiciones sociales que íntimamente rechaza pero que las
circunstancias le obligan a acatar.

5 — LA EXTRAÑACIÓN O sensación de despojo subjetivo. "Mi personalidad no es


más autónoma, ahora depende de exigencias que le son extrañas. Termino
sintiéndome extranjero en mi propia casa, en mi propia tierra".

Una propaganda sistemática, acorralante, entrega a carradas una amañada


interpretación del mundo, la que le conviene al Sistema.
El hombre hostigado, alienado, no tiene pausa, no puede discriminar por la reflexión
o mediante el diálogo amistoso. No atina a diagnosticar lo que le pasa.
Mientras tanto la vulgaridad banal, la uniformidad en los decires —propias del
bombardeo publicitario— apagan la imaginación, la facultad crítica, la pasión por las
grandes cosas.
Personalmente, creo que lo más dramático de la alienación radica en que sus
víctimas creen a pie juntillas que son remachadamente impotentes para cambiar ese
estado de cosas que los enajena. Se sienten isolados, incapaces de coaligarse con
perspectivas de éxito o al menos de coalición útil para transformar la sociedad que los
oprime. Y esto es así porque la opresión que los resiente no dimana de ningún poder
visible, concreto, encarnado, que por tangible pudiese ser volteado. Con razón a ese sutil
poder opresor de la alienante sociedad de consumo se lo llama el "Sistema".
Pero el Sistema no radica en una cabeza pensante que se pudiese tronchar —ya se
habría producido un sistemicidio— tampoco surge sólo en la cabeza de los situados, en el
"Establihsment". La tan decantada opresión del Sistema tiene su correlato, su
indispensable socia en la cobardía y apetitos generados por nuestra misma alienación.
El Sistema, empero, no da cabida holgada sino a muy pocos —los que están en la
cúspide de su cruel cadena de la prosperidad—, el resto, la gran mayoría, le está
virtualmente sujeto por obra de ese espejismo.
Pero de esa mayoría surgen cada vez más pensadores que se van asqueando de ese
truco y empiezan a denunciarlo. Sus voces recalcan que depende de nosotros, los
alienados, formular y realizar en los hechos un nuevo modelo de sociedad. Para ello, sólo
nos falta — ¡casi nada!— romper el fetichismo obnubilador que todavía ejercen en
nosotros los relumbrones de las seudo-ventajas del Sistema y superar los miedos que
nuestra inseguridad apila para mantenernos sometidos.

El anti-héroe

Su aparición frecuente en la novelística, en el cine y en el teatro moderno denuncia la


alienación operando. El anti-héroe es el hombre-masa, gris, sin individualidad,
cuantificado, ente masivo e inseguro, nivelado por el Sistema para que no se rebele.
Inerte, vacío, empujado y destruido por las circunstancias exteriores y sus
restricciones interiores. John Barth, un novelista, nos lo presenta como un ser grotesco y
patético a la vez, a quien una especie de sicoanalista prescribe todas las actitudes, desde
sus lecturas hasta sus asuntos amorosos y su trabajo.
El Sistema exige adaptación, ajuste, conformidad; por eso repudia la singularidad,
ese elemento irregular, pasible de sospecha y frecuentemente peligroso. De allí la
imbecilización anestesiante de la TV, fiel servidora del Sistema: hay que anular las
facultades de diferenciación, el juicio crítico.
El anti-héroe es la caricaturización extrema de los resultados del Sistema. Apareció
como denuncia, desinfló los seudo-valores de esos héroes dotados de todos los poderes, el
ingenio y el arrojo que hasta ayer nos proponían como modelo para que nos esforzásemos
en crecer dentro del Sistema.
Humanizó toda figura protagónica, con nuestras debilidades y angustias, las del
hombre común. Falta ahora que, superando resabios individualistas, el Anti-Héroe nos
enseñe cómo ensamblar sus escasas fuerzas con las de sus semejantes "grises" para
transformar la Sociedad que los apelmaza.
Pero, nuevo peligro, la versatilidad tan sutil del Sistema —que todo lo
comercializa— está desplegando sus resortes exacerbando las limitaciones del anti-héroe
para inculcárnoslas por igual Así sofoca todo intento de audacia y arrojo masivo que daría
por tierra con la alienación imperante.

La violencia

La repulsa a la sociedad de consumo que nos aliena, llega a manifestaciones


extremas con los violentos y los drogadictos, podríamos decir con los que quieren
vencerla objetivamente con actos de fuerza y los que aspiran a escapar subjetivamente de
sus redes hiperexcitando su sensibilidad.
El violento confunde el Sistema con una montaña y quiere dinamitarla. Sus bombas,
inhábiles para conmoverlo, deberían de todos modos estremecernos cómo agudos toques
de clarín.
Pero estamos tan anestesiados que nada resulta suficientemente estridente.

Las drogas

En el otro extremo, aquellos para quienes la anestesia general que brinda el Sistema
no resulta suficiente.
Las drogas proliferan cuando la sociedad no es capaz de integrar y potenciar a sus
individuos. Sucedáneos sociales, las drogas dan sensación volátil de bienestar, de poder,
de felicidad. Amplían el potencial interior, pero como muy bien se dijo: si un hombre no
habla más que de vacas, fumando opio hablará más de vacas.
Pero al que tiene armonías, colores o amistad, se las exalta. En esas breves
excursiones a los paraísos artificiales recogerá fascinantes melodías, suaves y extraños
aromas, compenetraciones profundas... a riesgo de tropezar también con dudas más
crueles, horrores del alma.
Con la droga, exasperador de la personalidad, toda alegría se torna sobreabundante,
todo dolor o angustia inmensamente hondo.
En una sociedad que despoja al hombre de la reflexión es muy difícil hallar solo la
auto-trascendencia. Por ello, día a día aumenta el número de los que se angustian y
desesperan ante la llamada absurdidad de la existencia. Para colmar de alguna manera su
oquedad recurren a la droga.

El proteísmo

Los trastrocamientos y derrumbes de instituciones y creencias han hecho terribles


impactos en la personalidad del hombre moderno.
Robert Jay Lifton, un futurólogo que vivió años en Oriente, narra en "PROTEO o el
hombre contemporáneo", las vicisitudes de un joven japonés criado dentro de un marco
tradicional y autoritario, antiguo admirador del Emperador —su hermano iba a ser
kamikaze, piloto suicida—. Luego de la rendición comienza a admirar a los
norteamericanos por su adelanto en la ciencia y en la técnica. Pronto se desengaña, vuelve
a las artes tradicionales: decoración floral, ceremonia del té, etc. Luego se transforma en
ronin, estudiante sin universidad, y se hace entusiasta militante Zenóakouren, adhiriendo
totalmente a los ideales del comunismo puro. Al poco tiempo se revierte su personalidad
y se dedica a la bebida, al juego, alterna con prostitutas para, de repente, ingresar en una
gigantesca organización industrial como personal jerárquico superior, terminando en una
vuelta al mundo para buscar placeres exóticos y sofisticados.
Otro caso: el de un joven chino educado en las normas del mandarinado y
exquisiteces propias de la tradición y respeto a sus mayores. Todas esas connotaciones
debidas a su rango elevado se derrumban cuando estalla la guerra civil y el caos general.
Se enrola entonces en una militancia que reniega de las estructuras tradicionales donde
hasta hace poco era ''alguien'' y combate el régimen nacionalista. Para ser mejor
comunista se somete a un programa de reforma ideológica (lavado de cerebro), pero no lo
aguanta y se escapa del país. Trata de establecerse en Hong-Kong como escritor
anticomunista, actividad en la que no se realiza y busca consuelo intentando provocarse
una conversión religiosa; a una oleada de misticismo y pureza pronto le sucede otro
descalabro emocional. Y así prosiguen sus vicisitudes.
Se me dirá que son ejemplos extremos, pero como casos significativos apuntan a una
nueva caracterización sicológica.
En mi experiencia latinoamericana ya he visto casos de proteísmo evidente.
Recordemos lo que sucedía en la sociedad tradicional: el niño, luego el joven, seguía
año tras año los planes oficiales de enseñanza primaria, si podía, secundaria. De
pertenecer a una familia pudiente incursionaba en los estudios universitarios. En cuyo
caso cumplía con todos los rituales y simulaciones académicas que podía, se insertaba
luego en el Sistema, se establecía, se casaba, formaba una familia, etc. Su vida biográfica
a lo más, quedaba convulsionada por alguna conversión de creencias, o un cambio
espectacular de costumbres. Pero sólo uno. Lo que empieza a despuntar ahora es la
proliferación de sucesivos cambios a lo largo de la vida. Este fenómeno es lo que después
de Lifton se ha dado en llamar "proteísmo" en recuerdo de PROTEO, ese dios mitológico
que no podía permanecer estable, pues siempre mudaba de forma.
Narra la Odisea que, para escurrirse de los mortales que le preguntaban sobre el
futuro, Proteo se metamorfoseaba en león, serpiente, pantera, jabalí, agua, árbol, dragón,
llama, mar, etc. Tanto es así, que le era muy difícil reducirse a una sola forma, a una
forma personal para cumplir su función de adivinación; sólo lo hacía una vez agarrado y
encadenado.
Como considero que ese ensayo de Lifton no tiene desperdicio, lo incluyo como
Anexo N° 1. Recomiendo vivamente su lectura antes de proseguir.
Notemos, como lo subraya Lifton, que "el proteísmo no es patológico en sí". Con un
cambio profundo de comprensión acerca de lo que nos sucede, personalmente creo que el
yo-proteico constituye un modo —algo excepcional por ahora— de efectivizar la
Prospectiva y avanzar en medio de las ruinas desmoronantes de nuestra época.
Para facilitar su comprensión recapitulo las causas y principales características que
se pueden detectar en un espíritu proteico.

CAUSAS: Según Lifton provocaron la proteización del hombre:

1 — El disloque histórico, sensación difundida de desvinculación con respecto a los


símbolos tradicionales que nos eran familiares y que —por lo tanto— antes
encauzaban nuestra vida. Todo está en crisis: la familia, la religión, la autoridad, los
valores, los sistemas de ideas, etc. Esos símbolos tradicionales permanentemente
cuestionados, se revelan ineptos, más aún, estériles cuando no molestos. No obstante
sus restos siguen arraigados en algún repliegue de la interioridad y conflictúan el
quehacer cotidiano.

2 — El bombardeo de la comunicación masiva que incesantemente impacta


nuestra atención con imágenes fragmentarias, superficiales y llamativas pero sin
darnos tiempo para reflexionar ni elaborar un pensamiento propio. Resultado: una
invasión cotidiana de imágenes fugaces, super-simplificadas, velocísimas que van
produciendo una "cultura evanescente".

CARACTERÍSTICAS del YO-proteico

—haber atravesado gran cantidad de fragmentos de identidad, mezcla de


creencias y compromiso afectivo, cada uno de los cuales fue removido con
relativa facilidad para dar lugar a otro,
—serie infinita de experimentaciones y exploraciones, algunas superficiales, otras
profundas, donde cada una es siempre susceptible de ser abandonada en
provecho de una nueva orientación sicológica.
—explora por igual los aspectos más nimios como las iniciativas más
descabelladas.
—se siente profundamente atraído por renovarlo todo, incluso a sí mismo.
—no teme enrolarse en luchas quijotescas,
—sufre desasosiego por manifestarse y ser él mismo sin depender de los otros.
—experimenta continua transformación interna; está en elaboración permanente.
Nunca ha llegado. Está "haciéndose".
—insiste en la innovación incesante.
—persigue siempre uno o dos propósitos que nunca logra concretar. Pero no ceja
en la búsqueda permanente. Continua insatisfacción.
—actúa con versatilidad polimorfa, con notable poder de adaptación a medios
sociales diferentes. Ha usado tal cantidad de máscaras que no sabe cuál
aprehende su verdadero rostro.
—alta flexibilidad, "como si tuviese vértebras hechas con servilleteros de plástico
o fuese un trapo".
—experimenta frecuentes desbordes emocionales mientras crece su
hipersensibilidad, pero al mismo tiempo sus cambios drásticos se suceden sin
mucho dolor, con intervalos de un año o hasta de un mes. Es un insensible,
aparente y veraz a la vez.
—ha explorado tantas direcciones que es in-ubicable en las categorías clásicas.
Sucesivas crisis vocacionales lo han transformado en un desubicado social.
—siente la absurdidad de la existencia actual: "la experiencia vivida es demasiado
absurda para aceptarla y comprometerse con ella" por eso hace un uso
frecuente e incisivo de la burla.
—carece de Super-yo como internalizador de criterios claramente definidos de
Bien y Mal que se transmiten de padres a hijos.
—no vive la culpa clásica como transgresión del bien, sino como una especie de
auto-desaprobación vaga pero persistente por no hallar salida a sus afanes de
compromiso y carecer de una coherencia simbólica para comprender sus actos.
—no tiene remordimientos de mal o pecado sino un sentimiento de obsesiva
indignidad, tanto más irritante cuanto no tiene un origen bien determinado.
—oscila entre la ansiedad y el resentimiento. Se siente a menudo desamparado e
incluso abandonado y reacciona con temor e ira difusos, aunque le resulta
difícil concentrar mucho tiempo su indignación. —acusado de egoísta, es más
bien un altruista sacudido por nobles arranques que luego debe restañar al
enfrentarse con escépticos.
—despliega una inteligencia típicamente moderna, llena de ideas, metafísica y
valores, pero rodeada de un caos de hechos.
—desligado de la moral tradicional, no existe un solo acto, crimen o pecado, que
no pueda imaginarse haciendo.
—se ensueña a veces con la nostalgia, el deseo de retorno a una edad de oro de
absoluta unicidad, aunque desconfía del pensamiento utópico por
desilusionado.
—se conflictúa entre su nostalgia por un pasado mítico de perfecta armonía y su
estima anterior con respecto a la Ciencia que lo liberó de pesadas cargas
irracionales de antaño, pero que ahora ve como una instigadora de destrucción
total.
—incapaz de encasillarse y brindar un compromiso incondicional a una sola
ideología o doctrina.
—modifica fácilmente sus convicciones anteriores.
—no acepta compromisos en forma duradera.
—desconfía de los seudo-apoyos, porque amenazan su autonomía.
—puede abocarse a cualquier tipo de realización con tal que sea efímera.
—gran sensibilidad ante lo inauténtico. Lo detecta en seguida.
—sólida sed de un sistema de ideas orientadoras pero mutantes.
—búsqueda incesante de coherencia universal, pero siempre está recombinándolo
todo.
—esfuerza su imaginación para crear nuevas relaciones entre la ciencia y el
hombre, e incluso nuevas formas de encarar la religión.
—es un continuo improvisador de nuevos ritos y procedimientos.
—su mente es omni-atenta, para él no existe zona prohibida, quiere recibir y
abarcar todo.
— gravemente perplejo ante el tema de la inmortalidad.

La absurdidad de la existencia

Todas estas manifestaciones del desconcierto humano inquietan el pensamiento


planteándole, como nunca, la absurdidad de la existencia.
El vacío, la falta de un sentido a nuestra vida contemporánea, chocan a muchos
espíritus. Una amarga sensación de inutilidad, de un "¡total para qué!", invade a quienes
antes se esforzaban.
¿Qué se entiende por "absurdidad de la existencia"? En esto sigo a Ángel Vasallo,
que ha investigado el tema en Camus y en Sartre. Según Vasallo desde hace unos cien
años se viene produciendo —desde los hombres cultos hasta las masas— un eclipse de la
inteligibilidad, sentido y familiaridad de la vida humana y del mundo.
Estamos transitando de un mundo antes poblado de significaciones a la vacuidad de
lo absurdo. Desaparece, se derrumba la riqueza de significaciones que nos habían
explicado y aparecen las cosas en su oscura desnudez y oquedad.
De absurdo se califica lo existente cuando se han oscurecido las explicaciones que le
daban sentido y lo tornaban familiar.
Notemos que lo familiar está revestido de significación porque estamos
"acostumbrados" a esa interpretación de las cosas. Nos movemos dentro de lo sabido o
comprendido. Lo familiar da seguridad.
"Absurdo —dice Albert Camus— es lo que es incomprensible, extraño e inasible
para nuestro pensamiento, un mundo súbitamente privado de ilusiones y de luces, sin el
recuerdo de una patria perdida ni la esperanza de una tierra de promisión. Este exilio sin
remedio, esta disconformidad entre el hombre y su decoración escénica, es justamente el
sentido de la absurdidad."
Entraña dolorosa contradicción entre el espíritu que anhela y el mundo que
decepciona, entre la nostalgia de unidad y este universo disperso, entre la esencia del
hombre y su existencia.
Un continuo entrechocarse de fuerzas que se anulan, un proliferar de explicaciones
contrapuestas que nada explican a poco que se las desmenuce, nos da la sensación de
haber perdido el rumbo en la forma más trágica y desalentadora posible, como chicos
extraviados en un bosque al constatar que están de nuevo en el punto de partida,
horriblemente agotados. Toda esa suma de dolorosas incoherencias les hace añorar la
mano que los conducía, las señales indicadoras, los instrumentos para la orientación. Pero
no hay marcas ni señales, ni mapa o receta alguna benévolamente aportada por "otros".
La Humanidad ha vuelto a quedarse sola.
Muchos no lo quieren admitir y todavía reclaman recetas; cuando dolorosamente
captan que no las hay se desesperan y claman: ¡Absurdo! Quieren evitarse el dolor de la
formulación profética.
Pero esta "soledad" del género humano, cúspide visible de la evolución, no es sino
una crisis depuradora, para que ahora la Profecía, esa nueva interpretación del Mundo y
del Misterio, se haga entre todos.
La pretendida "absurdidad de la existencia" como la "noche oscura del alma" de los
antiguos místicos, ha producido una actitud muy valiosa entre los pensadores más
recientes: ha radicalizado la voluntad de verdad, de querer atenerse sólo a lo que se
comprende bien.
Ya son muchos quienes, acicateados por la absurdidad de las explicaciones
anteriores, luchan por inventarle un nuevo sentido al quehacer humano. Esto implica
cambiar de explicación y modo de habernos con las cosas. Y es muy doloroso. Lo sé.

Mutación axiológica

Sobre estos temas coexisten grandes diferencias de opiniones. Antes había disímiles
niveles de comprensión y más que ahora. Pero los de menor comprensión no se
planteaban interrogantes. Ahora sí.
La valoración axiológica, la escala de valores con que antes se juzgaban los
comportamientos, era mansamente compartida por la inmensa mayoría de las gentes.
Ahora, es arma de división.
Los juicios de valor encapsulados en las normas que pretenden regular
comportamientos son permanentemente cuestionados. Las más de las veces, a mi juicio,
saludablemente. Algunos dicen que se está exagerando la contestación por obra de la
moda. Pero precisamente "el seguir la moda" revela la generalización de una nueva
costumbre.
Frente a esta acelerada mutación axiológica —que va a producir ineludiblemente un
nuevo tipo de sociedad— no todos se hallan en el mismo estadio de comprensión.
Como antes los cambios eran lentos y la mayoría de las veces paulatinos, había
tiempo para acostumbrarse. Cuando la comprensión de los nuevos valores era resistida
por algunos sectores de la población, caían cabezas nobles y de alto nivel como en la
Revolución Francesa o en la moscovita. Las cabezas que se salvaban entendían a la
fuerza.
El principio de la mutación a la que ahora asistimos fue la ruptura de la dicotomía
"bien-mal", aparentemente tan fácil de seguir.
Aquellas películas de nuestra infancia en que los indios eran "malos" y la caballería
eran los "buenos", se filmaron en "blanco y negro", símbolo de una época
valorativamente sencilla para mentes simples.
Pero ahora la comprensión estalló como en "technicolor". Múltiples matices,
cambios de colores, mezclas irisadas que uno no sabe ni siquiera cómo llamarlas.
La clasificación de los comportamientos en blanco y negro toleraba algún grisado.
Había inclusive imágenes fáciles, reflejo de las valoraciones vigentes: sepulcros
blanqueados, lobo con piel de oveja, el inmaculado traje de novia, el luto, etc.
Pero al pasar drásticamente a la policromía del hombre proteico, ¿quién tiene
tiempo, digo sosiego, para valorar? ¿Cómo reducir, lo que nos sucede, a esquemas
comparables con una pauta sencilla que nos oriente? Roto el esquema simplista en blanco
y negro, compartido por todos, cada cual se ve enfrentado a ser su propio y autónomo
valorador.
Así, lo que es bueno para unos, no es tan bueno —cuando no malo— para otros.
Sucede que "concavidad" es lo mismo que "convexidad" desde otro punto de vista. Lo
que pasa es que si uno está metido en la montaña no la puede ver.
Complica aún más la relatividad valorativa el hecho de que Proteo descubre a lo
largo de sus sucesivas mudanzas que su aparato valorativo va cambiando también de
pinzas y platillos. Difícilmente tiene en cuenta el mismo tipo de variables para decidir su
próximo comportamiento. Aunque su voluntad está poseída por la mejor intención, su
desconcierto proviene de que cada vez que valora cambia de criterio.
En los casos más extremos de proteísmo puedo decir que siempre elige con
autenticidad, pero acumulando un cierto sabor amargo de estar condenado a fracasar en
los resultados subsiguientes de su elección, lo que lo obligaría a cambiar de nuevo. Ya no
hay más un patrón valorativo estable. Nuevas experiencias acarrean nuevas
comprensiones.
Lo que más causó el descreimiento en el esquema de los valores fue la advertencia
cada vez más generalizada que los unos esgrimían el juicio valorativo para lograr en los
otros comportamientos que básicamente aprovechan a los valoradores.
Algo de esto sucede cuando el padre o la madre que quieren que el chico se quede
tranquilo sin molestarlos, le dicen: Pórtate bien. ¡Sé buenito!
La expresión agresiva de alguna arista de su personalidad era reprimida con el
"castigo", condigna sanción que merecía el mal. Ese mecanismo "premio" y "castigo"
para inculcar el Bien y desalentar el Mal está ampliamente desparramado por toda la
sociedad.
Salteo miles y miles de ejemplos para recalar solamente en la actitud del Estado que
vitupera el cuestionario de la Ley (el Bien del Orden que él instituyó) para condenar como
rebeldes y sediciosos (el Mal) a quienes se alcen en su contra... a menos que lleguen a ser
los Gloriosos Revolucionarios Triunfadores (otro Bien que constituirá un nuevo Orden).
En el enunciado de todo juicio de valor casi siempre se omite un pequeñísimo detalle
que los torna altamente sospechosos: ¿para quién resulta bueno?
La óptica del valorador, su cosmovisión toda, está implícita en su dictamen
axiológico. Es en "su mundo" que eso resulta bueno o malo.
Recalco el abuso que los constituidos en autoridad hacen de argumentos y falacias
verbales para inducir a los demás a que hagan lo que ellos quieren. Pero es un hecho
moderno que los aconsejados, digamos como antes, los súbditos, cada vez más van
adquiriendo óptica propia. De allí el fuerte cuestionamiento axiológico: "Si es para mi
bien, soy yo el que quiere elegirlo. ¡No quiero que haya autoridad que piense, que elija
por mí!".
Pero además habría que aclarar no sólo para quién algo es bueno o malo, sino
también para qué.
La experiencia nos enseña que lo que es malo para determinado objetivo, muchas
veces resulta bueno para otro; y que lo que juzgamos hoy una desgracia, un mal afligente,
pasado mañana, quizás, le encontremos otras ventajas que las que creíamos haber
perdido.
¿Cuántos miedos tapa el rótulo de "mal"?

La eclosión de una nueva humanidad

En la sociedad tradicional todo transcurría por andariveles normados. Los


comportamientos valiosos —para los que dirigían dicha sociedad— eran premiados. Los
que para esa cosmovisión resultaban disfuncionales eran rotulados como mal, pecado,
delito. Prohibición y sanción señalaban claros límites por donde debía transcurrir la vida.
Un orden social con nítidos contrastes (en blanco y negro) mantenía a todos —como
la ley de la gravedad— en sus debidos carriles y estamentos. Esos andariveles se rompen
cuando la generalidad advierte que las normas de ese orden valorativo no eran fruto del
consenso de las gentes sino del interés de los situados.
Empieza entonces a desmoronarse el viejo orden y dogmas, se aflojan y resquebrajan
las antiguas creencias tambalean los esquemas. Ciertos privilegios se mantienen todavía
robustos porque muchos de los alienados, los anestesiados creen que el ordenamiento
socio-político-institucional pueda hacerse de otra manera que en las formas conocidas.
Gran desorientación. La movilización de las creencias estables que antes nos
orientaban, se produjo porque se liberaron apetencias hasta hace poco reprimidas. Pero
nuestro actual sistema de vida no satisface muchas de las apetencias liberadas. La
eclosión de las latencias, de todo lo que estaba reprimido, produjo la rebelión de los
comportamientos. Para los que siguen juzgando según las pautas tradicionales, las
apetencias están desbocadas.
Pero, el que sea capaz de ubicarse mentalmente en el futuro, percibirá que todo eso
que ahora nos desorienta no son sino señales premonitorias de un nuevo estadio de la
Humanidad. Quiero profundizar las dos últimas frases. Cuesta entenderlas bien. Dicen
que la inteligencia es la capacidad de entender lo que no nos gusta. Lo recuerdo, ya que
todo cambio duele porque estamos acostumbrados a observar los fenómenos nuevos con
óptica valorativa forjada antes de su aparición. Entonces los resentimos como
sufrimiento, como alteración de un status, de un orden al que estábamos acostumbrados.
Si, por el contrario, fuésemos capaces de vivir los fenómenos actuales como la
gestación de una nueva modalidad de vida más flexible y no institucionalizada, sino en
permanente experimentación, todo cambio será "prima facie" apreciado como
preparación de un estadio futuro más que como alteración de lo que tenemos.
La Historia, ese registro de la lucha del hombre contra sus miedos, nos enseña cómo
muchos acontecimientos vividos como "negativos" mostraron, con el correr del tiempo,
que no eran sino peldaños de un proceso de mutación que se estaba operando en la
sociedad. A la inversa, hechos que los contemporáneos consideraron de fundamental
importancia, vistos a la distancia, parecen insignificantes.
En definitiva lo que importa es vivir los cambios no como una alteración del pasado,
sino como preparación del futuro. Esta debería ser lo más consciente posible. Es lo que
pretende este libro.
EJERCICIO N° 5

IMAGINACIÓN SENSORIAL

finalidad: despertar y agudizar con la imaginación sensaciones propias de los


sentidos.

instrucciones:
1— en un cuarto a oscuras procurar durante 3 minutos sintonizar los ruidos y de
dónde provienen, los olores y a que pertenecen, palpar y saborear imaginativamente
las cosas que lo provocan.
2 — evocar una situación dada y recorrer mentalmente nuestros sentidos para
reforzar su percepción.
3 — excitar en nuestra interioridad las sensaciones que suscita el

SONETO DE LOS SENTIDOS

Huele y escucha y mira y paladea


y goza con el tacto de tus manos;
verifica en los límites profanos
la cárcel corporal que te rodea.

Muerde, acaricia, atisba los colores


al trasluz de los íntimos arrullos
de otra carne en tu carne, y los murmullos
del mar, y la fragancia de las flores.
Roza el áspero fresco de la menta
oculta en el rumor del arroyuelo,
y atiende a la calandria cenicienta
conjurar a la luz con sus sonidos
en la concavidad azul del cielo
de un mundo que improvisan tus sentidos.

por Eduardo González Lanuza.

4 — procura identificar los olores que cita la siguiente gacetilla:

"El compositor español Joaquín Rodrigo, ciego de nacimiento, asegura que puede
reconocer inmediatamente cualquier ciudad adonde lo lleven, por el mero expediente
de olfatear el olor particular que singulariza a cada una: Madrid tiene olor a aceite frito
y ajos; París, a ropa guardada mucho tiempo en un ropero; Roma huele a melones.
También los seres humanos tienen su aroma discernible. Erich María Remarque solía
decir que Paulette Goddard olía a las virutas de lápiz que quedan en el interior de los
sacapuntas. A Frank Sinatra no le hacía feliz actuar con Maurice Chevalier, pues, según
él, tenía olor a viejo maniático o a cliente de peluquería de suburbio. "Cuando
Gertrude Stein entraba en una habitación yo me daba cuenta aunque no la viese",
escribió Ernest Hemingway. "Tenía un tufo inconfundible, un poco salobre y ácido,
como de algas resecas recalentadas por el sol sobre la arena". Para Otto Rank,
discípulo de Sigmund Freud, éste tenía olor a cabeza de señora mayor con el pelo
recién lavado. En cuanto a Hitchcock, genial digitador del suspenso cinematográfico,
según Alfred Algrew "nunca pudo desprenderse totalmente del olor a lactante."'

5— cuando formules alguna hipótesis de futura te recomiendo hacerla más tuya


aplicándole todos tus sentidos.

EJERCICIO N° 6

METAMORFOSIS

finalidad: trascender el esquema corporal y antropomorfizar dimensiones ajenas


con simbolismo significativo.

instrucciones:

1 — imaginarse que uno es sucesivamente un animal, un vegetal y un objeto;


hablar como si uno fuese eso.
ejemplo: "Yo clip, soy flaco, frío, retorcido, pero a pesar de mi pequeñez sirvo para
unir".
2— una vez tipificados esos tres personajes (animal, vegetal y objeto) y bien
sensoriados con las técnicas del Ejercicio N° 5, imaginarse un encuentro entre ellos tres
y narrar lo que allí sucede.
3 — reseñar lo actuado en el paso anterior en una frase con contenido al estilo de
las moralejas con que terminaban las fábulas clásicas.

comentarios: esta técnica, preparatoria a la formulación de un modelo utópico, es


similar a la que usaron los fabulistas que hacía hablar a los animales representando: el
león la majestad del rey, el cerdo la torpeza del adulón, el zorro la sagacidad, etcétera.

EJERCICIO N° 7

CARTA CATALÍTICA

finalidad: proyectar fantasías movilizadas por signos gráficos sin código


compartido. Este ejercicio actúa como la catálisis en química: ayuda a obtener un
precipitado; en este caso a condensar la imaginación flotante.

instrucciones: imagina que recibes una carta del futuro y que tienes que traducirla
a la grafía vigente... ¿Qué escribirías?
Carta de Mirta Dermisache para la muestra de Arte de Sistemas del Centro de Arte y
Comunicación — CAyC — Buenos Aires, julio 1971.
4. LA LOCA DE LA CASA

La actividad de nuestra masa encefálica y de sus prolongaciones, de todo eso que


llamamos "sistema nervioso", base física de nuestro siquismo, fue y es explicada de
distintas maneras a medida que pasa el tiempo.
Antes que se conociese la inervación generalizada de nuestro cuerpo, cuando se
localizaban los sentimientos en el corazón y los pensamientos en la cabeza, se hablaba de
tres potencias superiores del alma: memoria, inteligencia y voluntad. Desde ese entonces
se prevenía contra la imaginación: la loca de la casa!
Cada una de esas apelaciones fue luego, y principalmente en este siglo, desmenuzada
y reinsertada en nuevas teorías que postulan nuevas denominaciones y sistematizaciones:
sensaciones-percepciones-instintos; pulsiones-emociones-afectos;
conducta-comportamiento-motivaciones; consciente e inconsciente; yo, super-yo y ello;
represión y forclusión; psicopatías, traumas y complejos. De todo ello hay abundantísima
literatura: basta leer los programas de Psicología de cualquier facultad.
Pero de todos esos desmembramientos analíticos muy pocos han profundizado eso
que llamamos vulgarmente imaginación.
Creo que su postergación se debe a que científicamente se considera a esa facultad
para formar imágenes sólo como una etapa en el desarrollo sico-genético de la
inteligencia. Ver por ejemplo el espacio y rango que le dedica Jean Piaget en su
"Psicología de la Inteligencia".
Recientemente algunos autores, J. Thenón, por ejemplo, la insertan en la siguiente
secuencia:
sensación-percepción-imagen perceptual-imagen evocada-imagen
imaginada-imagen mental-pensamiento abstracto.

Allí las fases imaginativas son momentos en el proceso de abstracción. Pero tengo
que prolongar esa secuencia: la imaginación está antes y está después del pensamiento
abstracto que habitualmente se considera la cúspide de la inteligencia.
Al explicar la génesis de la inteligencia es cierto que la imaginación la precede por
ser un pensar gratuito, "en borrador", apenas esbozado.
Pero luego de fraguado el pensamiento, sobreviene una nueva movilización de las
imágenes mentales sacudidas por las latencias. Este nuevo rol de la imaginación es la
garantía de que la organización mental no se fosilice. Pero aquí es donde se la teme,
porque es la más loca e inasible de nuestras facultades. Creo que en el fondo seguimos
teniendo miedo a la pura libertad.
La inteligencia con sus operaciones mentales estructura el saber del hombre que
siempre, tiende a una explicación coherente del mundo. Pero como ahora la realidad
cambia aceleradamente, esa capacidad estructurante, librada a ella, sólo fijaría
postulados, cristalizaría símbolos —esas condensaciones del pensar abstracto—, de tal
manera que pronto no reflejarían más las circunstancias que nos rodean.
El fruto de la inteligencia es abstraer lo que percibimos del mundo circundante para
mejor manejarnos en él gracias a un saber categorizado en símbolos y estereotipos de
pensamiento, fácilmente ensamblables según determinada lógica.
Así podemos establecer correlaciones y múltiples operaciones mentales con sólo
barajar los conceptos de las cosas observadas.
Pero en cuanto nos enquistamos en ese saber, dada nuestra tendencia a formular una
axiomática, la realidad fugitiva nos. obligará a su revisión cada vez que nuestra
interioridad resiente la discordancia entre el axioma y sus circunstancias concretas.
En ese caso las voces de nuestro cosmos interior se elevan de su ámbito latente
clamando por satisfacer sus necesidades.
Si los postulados que están a la base de nuestro pensamiento no experimentasen
frecuentes sacudidas seguiríamos elucubrando sus derivaciones cada vez con mayor
refinamiento pero descuidando su vigencia.
La imaginación es el escape de nuestro orden mental cuando está cuestionado por
latencias insatisfechas.
Nuestra enseñanza tradicional al coartar desde temprana edad el campo de
ejercitación inicial de la imaginación que es el juego, insensiblemente la va desterrando
para reemplazarla por el razonamiento especulativo y crítico.
En la práctica reducimos al mínimo el uso de la imaginación porque ella no implica
ningún grado de saber ni se apoya tampoco en la objetividad que todo saber requiere.
Lo expresa ajustadamente Emilio Sosa López al decir: No buscamos convalidar el
pensar como tal, sino un saber. Pensamos, pues, en función de lo que sabemos, y en ese
sentido, no nos arriesgamos a la libertad de pensar. Desechamos así la imaginación, el
acto de concebir en extrema libertad. En tanto que intuición pura la imaginación es,
específicamente, una facultad formadora de representaciones, figuras, juicios o ideas, sin
otra fundamentación que la que reposa en la propia espontaneidad o gratuidad del pensar.
Como principio relacional y orientador de la inteligencia humana en pura libertad e
indeterminación, la imaginación se contrapone al conocimiento ya sistematizado, es
decir, contraído críticamente, capaz de especular sobre sus propias causas y de expurgar
sus presuntas pruebas. Toda esa sistematización hace del saber un ámbito cerrado,
mientras que la imaginación surge como un respiro, como una apertura a lo desconocido,
a lo nuevo, a lo anhelado por nuestras latencias.
Por eso las computadoras no imaginan como lo hace el hombre, porque no barajan
gratuitamente, porque no fabulan loca y espontáneamente impulsadas por el trasfondo
emocional que recoge nuestro duende al hurgar en los recónditos ámbitos de nuestra
interioridad.

Funcionalidad de la imaginación

La imaginación nos proyecta más allá de lo habitual, inclusive por encima del tiempo
y de los objetos conocidos del mundo. En este sentido es prospectiva al anticipar
imágenes del ser que todavía no es.
En el gráfico N° 4 identificamos como "salto cuántico" la actitud imaginativa que se
separa de la órbita de lo habitual, que se evade del círculo de lo dado y se eleva por sobre
el saber aceptado.
En ese mismo gráfico denominamos "acto de anticipación" a ese entrenamiento
nuestro que nos permite situar la imaginación en el futuro y allí, en ese tiempo abierto,
bosquejar la figura de la esencia que nos sugieren nuestras latencias adelantándole de
alguna manera la existencia —aunque sea prefigurada— a aquello que aspiramos.
Con este movimiento doble de evadirse del presente y alojarse en el futuro,
configuramos la "creatividad prospectiva".
Se me objetará que la imaginación también — y las más de las veces dirán algunos—
nos invade con imágenes angustiantes o terroríficas. Que nuestra interioridad está
poblada de fantasmas y de monstruos, de evocaciones ingratas y dolo-rosas mezcladas
con aprehensiones espantosas.
Es cierto, pero eso no hace sino reforzar lo que quiero probar, o sea el alto valor
informático sobre nuestro ser que poseen las latencias si logramos extruirlas en forma de
imágenes.
Una imagen terrorífica, la imaginación de una catástrofe, por ejemplo, nos está
señalando cuánto apreciamos el bien que tememos perder en ella y cuan inseguros
estamos acerca de su posesión. Por eso en los ejercicios de anticipación iremos
introduciendo el drama por su alto mensaje aleccionador.
Resaltemos lo dicho en el primer capítulo; en vez de reducirlo todo a la situación
presente, al exhaustivo análisis de los datos de la realidad, al inagotable estudio de los
antecedentes, para de allí hacer proyecciones, la Prospectiva parte aparentemente de
"cero", creando con cierta arbitrariedad. No hay tal, se apoya en sus latencias No se
aherroja por las restricciones vigentes. En el primer paso es un pensar en el gozo de su
libertad.
Pero este crear allá en el U-topós una configuración imaginativa suele ser juzgado
como inútil o como un situarse en el plano de las ideas generales, sin aplicación práctica
alguna, cuando no en el terreno de la pura fantasía.
El espíritu crítico desconfía de ese primer paso por su contorno vago y difuso, propio
de la obra imaginativa. Pero recordemos el papel que en el progreso, aun de la ciencia,
juega la imaginación. Einstein decía: "La imaginación y el rigor científico no se excluyen,
se complementan. La imaginación es la avanzada, la ciencia la consolidación del avance".

La destrucción previa

La imaginación creadora implica previamente la capacidad de destruir las realidades


vistas y aceptadas por todos para reconstruir de esas ruinas y con otras notas del universo
una nueva sinfonía más acorde con la musicalidad interna.
Creador puro es el que puede salirse del saber categorizado y logra desconectarse de
la vocinglería exterior para sintonizar su interioridad. De allí extruye originalidad
autentica para transformar el mundo que le rodea.
La imaginación y su concreción operativa, la creatividad, fundamentalmente sirven
para osarlo todo, para vencer límites mentales y de conducta, superar rutinas, romper la
incomunicación, inventar procedimientos y correlacionar lo nunca comparado.

Elogio y vituperio de las rutinas

Nuestro pensamiento sólo se halla cómodo, es decir, circula con fluidez en la "escala
media" o promedio de todos los pensamientos pacientemente inculcados por la
educación.
Sobrepasan la escala media del pensamiento, y en consecuencia molestan: lo
increíblemente vasto, por ejemplo: el movimiento de las galaxias y lo inconcebiblemente
diminuto, por ejemplo, el torbellino de electrones y neutrones que hay en un átomo.
Ahora bien, esa escala media constituye, con sus condensaciones (para no mirar
hacia arriba ni hacia abajo) una armadura que impide que penetren ideas renovadoras.
Allí en el rescoldo de la escala media crecen las rutinas.
Reiterados por la vida cotidiana, pensamientos medios y fijos producen rutinas
mentales, esas huellas del saber que nos resultan familiares.
Técnicamente son "engramas", moldes aceptados, creencias, convenciones,
estereotipos que por compartidos y reforzados por la repetición cotidiana nadie repara en
ellos, son como toboganes o planos inclinados por donde se desliza con facilidad nuestro
quehacer sin realizar el esfuerzo de pensar.
Muchos ejemplos pueden darse de rutinas desde el saludo, el lenguaje, las señales de
tráfico, nuestros sistemas de mediciones, etc.
Cuan grande sea la resistencia que oponemos al cambio de rutinas mentales lo
podemos apreciar con lo que le costó a Inglaterra adoptar el sistema métrico decimal y
todos los preparativos que durante largos meses tuvieron que precederle.
Todo el trasfondo valorativo que late detrás de una rutina puede observarse en el
caso del "tuteo".

Resulta normal que los chicos, los adolescentes, los amigos entre sí se tuteen. Pero
fuera de esos casos de tuteo espontáneo, observemos las ocultas barreras valorativas que
se levantan contra esa familiaridad por quienes quieren destacar su rango.
Los constituidos en autoridad, los mayores, los que antes se llamaban "amos", todos
ellos reclaman el trato de "usted". Que un inferior los tutease sin su consentimiento sería
una afrenta. Pero la inversa era típica: el amo tuteaba a sus sirvientes.
Destaquemos también en las clases sociales cerradas de la Argentina un manejo
rebuscado del "tú castizo" que nada tenía que ver con el popular "vos". Como ese manejo
era muy representativo del clan quedaban significativamente pagando quienes se
esforzaban en ese trato para aparentar pertenencia al nivel.
Por suerte, los jóvenes modernos van superando todos esos mecanismos
diferenciales. No quedaré contento, por mi parte, hasta que los uniformados y aun el
lenguaje oficial no abandone esas barreras lingüísticas.
Pero las rutinas son muy fuertes. Antes de intentar ablandarlas merecen un elogio.
La rutina o procedimiento estereotipado transforma un Principio abstracto en una
realidad concreta, al sistematizar la acción inicialmente la perfeccionan, constriñen hacia
una ejecución correcta, coherencian las actitudes y los comportamientos, forman y
estabilizan las costumbres.
Sin rutinas no podríamos vivir ni aprovechar los frutos de la creatividad.
Imaginémonos el esfuerzo que sería redescubrir sin cesar la misma solución.
Pero las rutinas dejan de ser válidas cuando al transcurrir el tiempo nos olvidamos de
la concatenación "necesidad -fin buscado", o sea de su razón de ser.
Entonces, sus principales inconvenientes son:

—el rutinizado actúa como un autómata, cada vez elige menos libremente su destino;
—él no decide su trayectoria, se embarca en carriles ya diseñados y experimentados
por otros;
—sus rutinas frenan las iniciativas;
—excluyen el sentido común por respeto exagerado al procedimiento tipo;
—su desviación burocrática hace aumentar los costos;
—se propagan como vallas sin sentido alargando todo trámite;
—mantienen el pensamiento en la comodona "escala media", por lo cual no
producen sino espíritus mediocres.

Antaño, la dócil fidelidad al procedimiento heredado robusteció las rutinas.


Modernamente un nuevo valor, la autenticidad con su instrumento, el cuestionamiento,
hizo surgir muchas veces esta pregunta demoledora: ¿Sirve al hombre esa rutina
inveterada?

Trabas para la creatividad

1 — Obstaculizan el surgimiento de la creatividad en una situación dada, la creencia


de que es imposible modificarla y los miedos que la constituyen.
2 — El "no se puede" ha sido tan esgrimido por los padres de antes y los burócratas
de ahora que constituye un engrama muy difícil de romper. Más aún si a una duda nuestra
nos contestan "es imposible", eso nos devuelve la tranquilidad, no tenemos por qué seguir
inquietándonos. Es más cómodo. Justifica el "no te metás".
3 — La inseguridad, el no arriesgarse por temor a la discusión, a la agresividad o a
los argumentos de los demás.
4 — El temor al ridículo.
5 — La opresión de las costumbres, el respeto a la convención, a la norma.
6 — El hábito de recurrir siempre a la autoridad para resolver los problemas.
7 — La incapacidad entrenada que hace que no podamos ver las cosas sino en la
forma para la cual fuimos capacitados.
8 — La actitud pasiva, inercia, pereza para enunciar ideas.
9 — Miedo a los cambios que habrá que realizar si se adopta la nueva idea.
10 — La escasez de conocimientos, evidentemente la pobreza de espíritu, la
vacuidad de vivencias, no produce mentalidades creativas.

Muchas frases hechas que usamos los argentinos revelan nuestro temor al ridículo,
nuestra prevención frente a lo desconocido, a lo no normado. Es ese miedo a arriesgar un
comportamiento... ¡y quedarse pagando!
¡No te metas! ¡Quédate en el molde! o ¡Quédate piola! encubren ese temor a quedar
mal, a equivocarnos, en definitiva a perder.
Pero no hay creatividad, y en consecuencia futuro diferente al presente, si no se
supera esa desconfianza a la libertad, al desorden y subsiguiente gozo creador. Esa
desconfianza es la que genera las prohibiciones.
Toda prohibición es hija de un miedo.
Si uno tiene poder sobre el otro y éste es obediente, con la prohibición se cauteriza el
riesgo pero también la creatividad.
Frente a una persona a la cual no podemos mandar, se disfrazará de argumentación, o
si no de crítica, o por último de reproche. Todas esas argucias del miedo no hacen sino
sofocar la imaginación creadora.

Los grandes dictámenes

Los instalados en la rutina de su saber suelen defenderse de los imaginativos con


grandes dictámenes. "Imposible" es el preferido.
Si bien esos mecanismos de defensa los analizaremos al hablar de "aceptabilidad",
conviene aquí distinguir el contenido de sus principales anatemas.
Son todas palabras que habría que usar con mucho tino:

Improbable es aquello que tiene pocas probabilidades, pocas chances de ser, porque
cuenta con escasas potencialidades a su favor.

Imposible es aquello que jamás podrá ser. Podemos imaginarlo pero sus chances de
ser son absolutamente nulas.

En cambio lo impensable o lo inconcebible puede existir, puede estar produciéndose


en la naturaleza delante de nuestros ojos sin que lo advirtamos.
Piénsese en un perro que contempla una parada militar: percibirá olores y sonidos
quizás con mucha mayor agudeza que nosotros, pero no podrá comprender su significado.
Si un desfile en homenaje a una fecha patria representa para el animal lo impensable (eso
que jamás encuentra por sí) se debe tener la honestidad intelectual de admitir que lo
ultra-humano será lo mismo para el hombre.
Toda manifestación inteligente superior al hombre puede quedar velada para
nosotros y no ser pensada ni siquiera imaginada.
¿Podría acaso creer el salvaje que ese plato negro (disco) que le exhibía el explorador
contiene la Quinta Sinfonía? Acaso ni tenga significado estético para su sensibilidad la
armonía de una orquesta sinfónica.
Parece un ejemplo del pasado, pero como ése hay otros eventos que ni siquiera
podamos imaginar. Muchas veces por obra de una reacción emocional que no quiere
admitir tan siquiera la posibilidad del evento pronosticado.
¿Cómo podría imaginar mi abuela a principios de siglo el uso de la minifalda que
repugna a sus costumbres o la TV o los astronautas alunizando, aunque leía a Julio
Verne?
Es demasiado para la "escala media" del pensamiento aceptado en una época dada.
Veamos a continuación las características de los creadores, de esos que se anticipan a
su época. De paso iremos advirtiendo las principales precauciones a desplegar para que
surjan las latencias en forma creativa.

Calidades para la creatividad

Espirituales: la salvaje ingenuidad, actitud propia de los genios, que consiste en una
grandiosa credibilidad que los distingue de los hombres comunes. Capacidad de
maravillarse y sorprenderse. Gran disponibilidad de espíritu, siempre abierto a nuevas
experiencias. Confianza en la propia peculiaridad.

Sicológicas; Dispuesto a aceptar las propias ideas a pesar de la depresión. Hábil para
extruir su interioridad. Utiliza sus disritmias para verificar desde distintos ángulos
(euforia-depresión) su propio y genuino querer. Cuando está creando sabe guiarse por la
satisfacción e insatisfacción que experimenta albergando ese embrión de idea en su
interioridad.

Emocionales: No tiene miedo de probar. Es audaz, no teme la liberación del


potencial reprimido. Con coraje asume imaginativamente todos los riesgos de su idea.
Acepta el conflicto y la tensión. Capaz de postergar preocupaciones para escuchar las
voces de su micro-cosmos interior. Con maña sabe superar sus inhibiciones.

Intelectuales: Se defiende del exceso informático pero corrompe y correlaciona


mucha información. Pero bien acorazado contra la información exógena, es capaz de
generar muchas ideas propias sin juzgarlas a priori. Luego de identificadas, elimina en
una segunda fase las que no aguantan su cuestionamiento renovador. O sea que sabe
suspender el juicio crítico hasta que no se consolida la idea. Supera el lastre de las
condicionantes negativas del pasado. Prefiere la complejidad y la heterogeneidad y
valoriza lo emocional e irracional como substancia primigenia de la creatividad.

Sociales: Escucha con interés toda otra idea por más descabellada que parezca para
confrontarla con las suyas. Las cuestiona, pero acepta articularlas en una verdad superior
a las posiciones originales. O sea que tiene igual respeto por las ideas ajenas que por las
propias no importándole tanto la perdona cuanto la veracidad que él le atribuye. No tiene
miedo al ridículo y acepta jugar para que surjan nuevas ideas. Acepta la "coalición
evanescente" con otros creadores porque sabe que si actúan demasiado tiempo juntos
llegarán a conocer demasiado bien sus respectivos mecanismos sicológicos y disminuirá
su potencial creativo por "fecundación recíproca".
En general, el creador se precia de no ser tenido por razonable en el sentido que le
atribuye la siguiente frase de Georges Bernard Shaw: "El hombre razonable se adapta al
mundo. El irrazonable procura adaptar el mundo a sus quereres. Todo el progreso
depende del hombre irrazonable."
En particular el creador sabe deleitarse en lo irrelevante. Acepta lo impertinente
como un nuevo ángulo de ataque para la resolución del problema. Sabe no apurar el
tiempo de maceración de un problema en su interioridad, pero luego aprendió a provocar
su eclosión —ruptura del huevo— invocando la urgencia del vencimiento prefijado.
Tiene ingenio para hacer de lo extraño algo familiar y de lo familiar algo extraño.
Respecto de lo impertinente quiero narrar una anécdota de Pierre Massé que en la
cátedra de Prospectiva de La Sorbona en París contaba lo que probablemente hubiese
sucedido en la corte de Luis XIV si allí hubiese habido un prospector. Supongamos que
los nobles que asistían "au petit lever du Roi" o sea los más íntimos, se hubiesen
complotado para ofrecerle al Monarca en ocasión de su próximo cumpleaños una nueva
carroza.
Buscaban mejorar el transporte real. Estarían hablando de arneses, sementales, uno
recomendaría los tapices de los Gobelinos, otro propondría el pintor Watteau para decorar
la calesa, etc. Si hubiese intervenido un prospector en esa conversación posiblemente
habría dicho algo así: "... ¿Y por qué no rumbean por el lado del vapor de agua o por qué
no jugamos con imanes? He visto que realizan movimientos raros, quizás por allí...".
Lo habrían interrumpido en seco: ¡No sea impertinente! Estamos tratando de mejorar
la carroza de su Majestad el Rey Sol.
No obstante esa acusación de impertinencia, poco tiempo después Papin observando
hervir su marmita y Faraday jugando precisamente con imanes inician una serie de
experimentos que llegarán a revolucionar los transportes de antaño con el motor a vapor y
el eléctrico.
Retomo la idea principal de este capítulo: si pensamos siempre en función de lo que
sabemos permanentemente viviremos negando latencias creativas porque la mayor parte
de nuestro saber nos fue inculcado. Es hora de proceder a una revalorización de lo
auto-significativo, aunque parezca irrelevante, impertinente o extraño. Esas
observaciones insólitas destaparán nuestra creatividad.
Respetar lo que es significativo para nuestra peculiaridad es, en forma incipiente
pero importante, asumir la propia responsabilidad.
Así nacieron los grandes saltos, las grandes innovaciones: un hombre repara y
respeta una visión propia de algo que para él tiene un significado distinto del que le
atribuyen los demás. Estos que no poseen la hipersensibilidad del visionario lo tildan de
fantasioso. Pasa el tiempo, cuando muchos la perciben —porque empiezan a captar sus
ventajas— se acepta su posibilidad. Sólo cuando todos la han percibido ya no se hará
hincapié sobre la visión, sino que se afirmará un hecho y se enunciará una ley. Tal ha sido
la historia en el pasado. Ojalá que el futuro nos haga más sensibles y respetuosos con
nuestros visionarios.
A eso se dedicarán los dos próximos capítulos.
EJERCICIO N° 8

CORRELATOS ANALÓGICOS

Finalidad: manejar el pensamiento lateral y potenciar la capacidad metafórica.

explicación previa: para captar mejor lo que son los correlatos analógicos veamos
primero un correlato lógico.

Por ejemplo, si escribo

cualquiera advertirá enseguida que estoy correlacionando capitales con países y


escribirá inexorablemente "Argentina" en el cuarto término. Cualquier otro país sería
un error. Aquí el espíritu no está libre de elegir sino que está obligado a seleccionar
entre todos los países que se le ocurran el único que corresponde a las reglas del
juego. Su saber dicta el correlato.
En cambio el correlato analógico deja atrás la lógica, y se maneja sólo por la
semejanza. Aquí el símil no es dictado por el saber sino por la sensibilidad imaginativa.
Si les pido a varias personas que correlacionen analógicamente juguetes con
animales y pongo

donde yo correlacioné grúa con jirafa simplemente porque la flecha de la grúa que
tengo en mente me recuerda el largo cuello de la jirafa, es más probable que los otros
muestren una diversidad de gustos y opiniones para cubrir el cuarto término
supongamos que con hipopótamo, chancho, bicho bolita, tortuga, etc. Aquí vemos
surgir toda la riqueza de la indeterminación imaginativa.

instrucciones:
1— prosigue el ejercicio comentado: grúa = pelota = muñeca = trencito = fusil =
alcancía = dado = pito = jirafa.
2 — detecta las correlaciones analógicas que se te ocurran de una misma cosa en
diferentes campos. Por ejemplo:
Casa = libro (que contiene letras), = caparazón (que protege tortuga), = paraguas
(que cobija), = mamá (que alberga en su seno), etcétera.

comentario: procura encontrar símiles de las cosas que veas durante la jornada,
en otros campos de la experiencia que aquel al cual pertenece la cosa que has elegido.
Si es algo mecánico conviene buscar la analogía en el reino animal o en el vegetal. Si es
un organismo vivo conviene explorar el campo de las matemáticas, o de la física, o de
las leyes, etcétera.
Funcionalidad de las analogías

Recurrir a las analogías resulta un mecanismo valioso porque es como un ataque


lateral al problema que no se rinde.
El ataque frontal, o sea por la vía racional y directa genera a la par tensión que, a
veces cuando el problema es muy difícil, termina por obcecar nuestro pensamiento.
En cambio un pensar lateral, vía analógica por ser mucho más libre se filtra, se
cuela y puede llegar casi inadvertidamente a la solución.
Las analogías que utilizaremos en la formulación del modelo utópico son de tres
tipos según una clasificación de Guillermo J. J. Gordon a quien sigo en esto:

analogías directas: son aquellas en las cuales el símil es obvio por ejemplo: "un
átomo es como un sistema solar" porque las relaciones de los electrones en órbita
alrededor de un núcleo, son análogas a las relaciones de los planetas en órbita
alrededor del sol.

analogías personales: consisten en utilizar nuestra capacidad imitativa y


simularnos análogos a la cosa que queremos metaforizar. Es un metamorfosearse en la
cosa y actuar como si fuésemos ella. Lo que hicimos en el Ejercicio N° 6.

analogías simbólicas: son las que reseñan lo observado o sintetizan lo actuado en


una frase o moraleja o retruécano, o slogan o jingle, en pocas palabras: en una síntesis
analógica de lo significativo.

El intento consciente de hacer metáforas, alegorías o analogías tiene un efecto


estimulante sobre la habilidad subconsciente para correlacionar cosas "impertinentes
e irrelevantes", en contraste con el efecto depresivo que producen las preocupaciones
utilitarias y el uso riguroso de la lógica.
5. FASES DEL PROCESO INNOVADOR
En este capítulo veremos la inserción de la creatividad en la construcción del futuro.
Si su rol es protagónico tendremos un legítimo proceso innovador. Si sólo es lateral, un
proceso modernizador.
Por proceso innovador se entiende no sólo la creación de un nuevo conocimiento
sino, y muy específicamente, la transmisión de ese conocimiento hasta llegar a su máxima
utilización y difusión posibles.

En el gráfico siguiente lo divido en siete fases:


FASE 1 ª: Insatisfacción o vivencia de la necesidad: contrariamente a lo que se cree el
proceso innovador no nace con la creación, lo precede por lo menos una oscura vivencia
de insatisfacción. La simbolizo con el mismo trazo cóncavo del gráfico 12, como un
"bache" o una "depresión" en nuestro camino. Es la fase del descubrimiento o percepción
de la necesidad. Empieza cuando en cualquier orden de cosas lo que se está haciendo hoy,
no resulta satisfactorio para algunos espíritus. Algunos más sensibles que otros, perciben
que habría que hacerlo de manera diferente. Se da así una latencia que sufre por el
desfasaje que existe entre el conocimiento categorizado vigente (instalado en un
engrama) y la vida que puja por surgir.
En cuanto se logra tipificar la necesidad de la innovación, formulando su
problemática, como veremos en el "Modelo de Situación", puede resultar útil contar el
tiempo que se invierte en el proceso innovador. Previo a ello sólo puede apreciarse
vagamente el desapego del engrama vigente como un presagio o signo precursor de la
innovación, pero es imposible estimar el tiempo que tardará en aparecer.

FASE 2ª: Creación: la imaginación se condensa para llenar como un sol, a veces sólo
como un vago resplandor, el bache descripto en la fase anterior. Esto sucede a veces por
un destello feliz del pensamiento, otras aparentemente por serendipidad o hallazgo
fortuito, las más de las veces por sinergismo o búsqueda tenaz de la solución conjugando
en equipo aptitudes diversas. En cuanto aparece la idea-fuerza capaz de colmar el hueco
de la latencia, el creador concibe una solución y la plantea como "hipótesis de futurición".
Pero raro es el caso que el mismo creador, muchas veces por su forma de ser, modalidad o
aptitudes, sea el hombre capaz de llevarla a la práctica.

FASE 3ª: Investigación: se requiere por lo general otro tipo de personalidad para
analizar las hipótesis y diseñar su investigación. Aquí aparece el experto. Si capta la idea
del creador y pone su ciencia al servicio de la realización, encara el prototipo, la maquette
o el modelo original para que la pura idea se convierta en algo tangible, verificable,
medible, y se vea bien claro el mecanismo o proceso de que se trata.
Todo ello para demostrar y justificar la validez y utilidad de la idea y así lograr los
recursos necesarios para llevarla a la práctica. Una de sus tareas más difíciles es concretar
la financiación necesaria para cubrir todas las vicisitudes de la investigación.

FASE 4ª: Concreción: si en la faz anterior se tipificaron bien las ventajas de esa
innovación, y los decididores están convencidos, grado 1 de aceptabilidad, en ésta hay
que realizar a fondo el estudio de la factibilidad. Para ello intervienen técnicos capaces de
simular —en computadoras si el problema es complejo— el desarrollo y funcionamiento
de la innovación o de realizar los estudios de implementación en planta-piloto en caso de
tratarse de un proceso industrial, para ponerlo a punto.

FASE 5ª: Desarrollo: esta fase abarca la producción o la implantación social de la


innovación o sea desplegar y efectuar todos los pasos necesarios para que llegue a los
primeros usuarios.

FASE 6a: Expansión: la innovación se difunde, se propaga por la sociedad hasta que
se produzca la saturación o saciedad. A lo largo de su vida útil va perdiendo el nombre de
innovación y se transforma en rutina.

FASE 7a: Superación: este ciclo concluye cuando esa idea rutinizada agota su
capacidad de satisfacer necesidades. Habitualmente esto sucede cuando la comprensión
popular se ha modificado de tal manera que ya no tolera más falsas soluciones. Se ha
verificado la obsolescencia de la innovación. Otro ciclo —que reclama otra idea— está
por comenzar.

Nuestra situación

He analizado este proceso en la Argentina y llegué a la conclusión de que tenemos


bien organizadas las cosas desde la cuarta fase en adelante. Porque cuando la empresa
recibe la innovación ya concebida y patentada, inmediatamente todo el sistema ingenieril
y fabril, y luego todo el aparato publicitario y vendedor funcionan sin mayores
dificultades.
Lo verdaderamente lamentable es que la Argentina, y ello debe ser válido para la
mayoría de los países en vías de desarrollo, no tienen concatenadas ni siquiera
estructuradas las tres primeras fases del proceso innovador. Quiero decir que no hay
prospectores oteando desde el horizonte para captar las necesidades futuras de la
población. No hay creadores, o no están organizados, aclaro que contamos con buenos
imaginativos y creadores, pero se trata de seres aislados, sin apoyos ni reconocimiento
social, y por lo tanto la mayoría de las veces incapacitados para llevar a la práctica sus
ideas.
No existe una organización que ampare, conjugue y potencie al prospector, al
creador y al experto como tres eslabones fundamentales para tener cadena propia.
La consecuencia de esa carencia consolida una doble dependencia: económica y
cultural.
Económica porque vivimos importando tecnología. El proceso para nosotros tan sólo
empieza en la cuarta fase cuando importamos la matriz, los planos, lo que antes se
llamaba "el secreto de fabricación", es decir que dependemos de la importación de "know
how" razón por la cual pagamos ingentes cantidades por "royalties".
Esta dependencia de tipo tecnológico reforzaba una gran dependencia cultural, de la
que es justo decir ahora se está reaccionando. Pero todavía muchos de nuestros expertos e
investigadores viven refiriendo su saber a libros y estudios extranjeros. Escasísima es la
creación —genuinamente local— de nuevos conocimientos.
Agrava este panorama una natural discrepancia caracterológica entre creadores y
expertos que veremos enseguida.

Dificultades entre creadores y expertos

Sus diferentes características sicológicas suelen ser un obstáculo humano que no


favorece en nuestros países la consolidación inicial del proceso innovador.
El creador es ese espíritu que a pesar del desorden con que mutan sus imágenes, sabe
plasmarlas y extruirlas de sí. Se maneja más por su sensibilidad que por lo racional para
gozar en su creación.
Aquél tabula datos y concatena silogismos; éste baraja al azar las notas de su mundo
interno para seleccionar sólo las melodías que responden a sus latencias.
Los expertos son rigurosos y dominan sólo un campo del saber. En cambio los
creadores, imaginativos y fantasiosos, se maravillan con el rincón menos pensado.
La actitud del que sabe, el señor experto, suele oponerse y menospreciar al inquieto
que a veces ni sabe explicar lo que busca. El creador además es ese hombre incómodo que
pone en tela de juicio lo aceptado, Lo laboriosamente aprendido por el experto. ¡Justo
ahora, cuando quiere disfrutar de su saber, sobreviene ese imaginativo que cuestiona su
respaldo científico!
Pero detrás de estas observaciones subyace a veces un problema político: los
expertos por su natural docilidad —adquirida durante el aprendizaje intelectual— suelen
ser más proclives a responder a las pautas del Sistema imperante. Los creadores por el
contrario tienen tendencia a manifestarse como rebeldes. No siempre es pose. Esas
actitudes responden a ciertas disritmias que los aquejan y no los hacen fácilmente
socializables. ¡Por suerte para la renovación social!
Esas disímiles aptitudes y actitudes no favorecen la fluidez del proceso innovador.
Están en la base de la antinomia entre lo deseable y lo posible que veremos luego y que
considero imprescindible superar para resolver nuestro estancamiento.
La incapacidad entrenada, frase que puso de moda Herman Kahn, es un defecto
típico del experto. Consiste en no poder enfocar el problema que se le plantea sino desde
el ángulo particular y privativo de su propia especialidad.
La incapacidad entrenada es la resultante de los engramas profesionales que
condicionan la manera de ver la realidad e impiden la "visión ingenua" indispensable para
una real originalidad creadora.
La posesión de un determinado grado de saber busca perpetuarse enseñando ese
saber. Por eso decía con sorna Simone Weil que la cultura es un instrumento manejado
por profesores para fabricar profesores quienes a su tumo fabricarán profesores.
Para que esto no suceda hay que preservar "la libertad trans-académica del creador",
e inclusive "su bohemia", de los dictámenes apodícticos de los expertos y de los manejos
doctorales de los pontífices del saber.

Lo deseable y lo posible

LO DESEABLE es la expresión de un estado de cosas que se ambiciona porque


refleja nuestros quereres como realizándose. Es la condensación de mi ilusión que brilla
como fuente de energía para que yo me ponga a trabajar para lograrla. Es ese conjunto de
notas que hacen apetecibles a una cosa o configuración futura como digna de perseguirse
hasta conquistarla.

LO POSIBLE es un dictamen de viabilidad que afirma que contamos con poder


suficiente para realizar lo que queremos, o que está al alcance de nuestro conocimiento, o
que tenemos el manejo de las demás cosas que, diestramente orquestadas, darán como
resultado el logro que encaramos.
Lo que sucede es que las opiniones prudentoides sobre LO POSIBLE esterilizan el
ímpetu de los innovadores.
Antes de acometer la realización de un proyecto se estila efectuar un estudio de
factibilidad. Aparentemente es una buena precaución. Pero los precavidos no son los que
producen los grandes cambios.
Por lo dicho los expertos tienden a dictaminar negativamente las ideas de los
creadores puros, en vez de poner toda su ciencia para concretar la idea original superando
sus deficiencias.
Es característico de los mediocres sujetar sus deseos a la circunstancia de su
factibilidad.
Notemos que un dictamen adverso acerca de la factibilidad de un proyecto no es un
juicio definitivo apodíctico e inmutable. Para mi experiencia el rechazo de una idea
original por razones de factibilidad es una apreciación meramente temporaria de quienes
todavía no se han comprometido, o sea que es un problema de aceptabilidad.
Nada se logra si no se desea ardientemente. La configuración futura de un estadio
superior de la humanidad siempre será obra de entusiastas quereres. Nunca de
mentalidades defensivas.
Lo utópico es lo que los hombres no se atreven todavía a desear.
De estas consideraciones deduzco que el estudio de LO POSIBLE debe hacerse en
función de realizar LO DESEABLE.
EJERCICIO N° 9

MUTACIONES CORPORALES

finalidad: exagerar las posibilidades imaginativas sobre la base de presuntas


mutaciones del esquema corporal.

instrucciones: imagínate un cambio en tu cuerpo que responda a alguna necesidad


o represente una ventaja apetecible, y procura dibujarlo.

ejemplos:

— un diafragma obturador en los oídos para provocarme silencio a voluntad.


— un sistema de tres pies por pierna que se sustituyen velozmente uno a otro
para poder desplazarme tipo rueda a altas velocidades.
— un ojo con capacidad selectiva para discernir lo importante de lo accesorio.

EJERCICIO N° 10

FOBIAS PREFERIDAS

finalidad: exacerbar modalidades síquicas para hacer resaltar peculiaridades


significativas de nuestro comportamiento.

explicación: la fobia es un temor morboso a objetos, actos o situaciones. Al


demostrar aborrecimiento a alguna circunstancia peculiar las fobias revelan los
grandes miedos que nos aquejan.
Entre las fobias más conocidas se citan la claustrofobia o angustia por encontrarse
en lugares cerrados, la agorafobia o miedo obsesivo a los grandes espacios abiertos, la
nosofobia o patofobia o temor obsesivo a contraer enfermedades, etcétera.

instrucciones: imagínate que padeces de dos o tres fobias para caricaturizar tus
alteraciones más significativas, y luego reflexiona sobre el procedimiento que deberías
inventar para cauterizar tu fobia.

ejemplo: padezco de dilufobia, temor a diluirme, a perderme en minucias, a


desperdigarme en los meandros del análisis; entonces necesito un procedimiento que
me permita "rebobinar mi actividad" y volver a concentrarla en un solo punto.
6. UTOPIAS Y DISTOPIAS
Una utopía, en su acepción clásica, es la descripción de una sociedad perfecta donde
todo se da satisfactoriamente.
De antiguo se la entendía como un ideal a la vez "deseable" e "irrealizable".
Notemos, de paso, que muchas anticipaciones calificadas de utópicas en su época —baste
citar a Julio Verne— se revelan cada vez más realizables.
Ese ideal solía referirse a una sociedad que se coloca imaginativamente en lugar y
futuro indeterminados, y a la cual se dota mentalmente de toda suerte de perfecciones.
Funciona en el vacío, carece de resistencias reales, todos los problemas quedan en ella
solucionados automáticamente.
La utopía clásica se presenta como una sociedad completa, con todos sus detalles y
casi siempre cerrada en el sentido de que —a causa de su supuesta perfección— no es ya
susceptible de progreso.
La obra de Tomás Moro consagró el término U-topía (que no está situada en ningún
lugar) para este tipo de ensayos.
Pero desde antigua época hallamos imágenes utópicas, el Olimpo y la isla dorada de
la mitología, las promesas bíblicas de "la tierra que mana leche y miel", el reinado
mesiánico, la Parusía, la Jerusalén celeste, o en otras religiones el Nirvana, el Jardín de
Alá, etc.
En formas diversas la utopía nutre: la República de Platón, la Ciudad de Dios de San
Agustín, la Ciudad del Sol de Tommaso Campanella, la Nueva Atlántida de Francis
Bacon, la Utopía de Vázquez (ensayo de un México colonial), etc.
Por sus visos de irrealidad fueron cayendo en descrédito y este siglo las reemplazó
por las "distopías" o utopías crispantes. Ejemplos: "Un mundo feliz" de Aldous Huxley,
"1984" de Georges Orwell, etc.
Pero ya sea que exageren el aspecto benévolo o el crispante, son embriones o
pre-modelos de sociedad futura, en los que se describen las relaciones sociales, las
instituciones, la vida cotidiana, etc. En este sentido resultan funcionales para la
metodología prospectiva, pues facilitan la visualización de un polo futuro para desde allí
iniciar la operación dialéctica con la realidad a transformar.
Hay que reconocer que siempre tuvieron esa finalidad. El utopista creaba su ensayo
para criticar la sociedad en que vivía. Tomás Moro para confrontar su "Utopía" con la
Inglaterra de Enrique VIII. Aldous Huxley y Georges Orwell para alertarnos acerca de los
excesos en que caeremos si no modificamos nuestro derrotero. Utopías y distopías sirven
para criticar la sociedad en que se vive y explicitar con semblanzas vivas el deseo de
mejorarla. Su motivo o razón de ser es transformador, quiere influir sobre el presente.
Se comete un error cuando se dice "utopista" como sinónimo de quien se evade de la
realidad circundante para soñar con lo imposible. Con su formulación utópica esos
anticipados querían inyectar ideales, nuevas esperanzas a sus contemporáneos.
En el horizonte prospectivo de cada época han titilado diferentes imágenes utópicas.
Siempre hubo relumbrones de nuevos cielos, de nuevas tierras. Siempre cumpliendo una
función atractante como "El Dorado'' para los adelantos que conquistaron este continente,
o el "hacer la América'' para los inmigrantes que la colonizaron. Y más cercanas a
nuestros días, el mundo a crear por el marxismo, la revolución cultural de Mao, los
"kibbutz" en Israel, etc.
Pero los profetas más modernos ahora no inyectan ideales, ni buscan esperanzar, por
el contrario, se han vuelto agoreros. Con su sabor amargo y con sus alaridos pretenden
despertarnos de la anestesia sistematizada en que nos diluimos.
Retengamos lo que a nosotros nos interesa: la formulación utópica está en la base del
Modelo Prospectivo. La Utopía metodológica —donde mezclaremos risas y angustias—
es un receptáculo de la elaboración imaginativa que logramos plasmar con la materia
prima de las aspiraciones, deseos y temores que bullen en nuestras latencias.
Veremos a los habitantes de la Utopía interactuar en su vida cotidiana. A lo largo de
la trama tropezaremos con los poderes y pautas que los organizan y que tienen como base
las ideas orientadoras de esa sociedad. Así captaremos globalmente la lógica que los
anima. En el capítulo dedicado al Modelo Prospectivo observaremos cómo una nueva
nexología surge entre las distintas e impensadas variables del Modelo Utópico. Allí
veremos cómo la excursión imaginativa a U-topós sirve para expresar nuestras latencias,
concebir la nueva idea-fuerza y a partir de ella detectar un esquema de solución.
EJERCICIO N° 11

UCRONIAS

finalidad: alterar imaginativamente el curso de la Historia para reflexionar sobre


sus derivaciones.

explicación: Etimológicamente "utopía" es lo que no está en ninguna parte, y


"ucronía" lo que no está alojado en el tiempo. Según Charles Renouvier en "UCRONIE,
L'Utopie dans l'Histoire" (1876) la ucronía es una consideración histórico-fílosófica
relativa a un pasado supuesto —no totalmente inventado— sino desviado de su curso
efectivo por algunos acontecimientos "no acaecidos" pero que hubieran podido
acontecer.
Si bien después de la noción de continuo espacio-tiempo no reviste sentido
distinguir utopía de ucronía, operacionalmente voy a exagerar su diferencia
etimológica para tipificar el "ejercicio ucrónico" como exclusivo de la visión
retrospectiva y al "ejercicio utópico" como propio de la actitud prospectiva. En forma
humorística Richard Armour utiliza la ucronía en sus libros titulados "Todo comenzó
con...".

Instrucciones:

Imagínate los cambios que se habrían producido en la historia al provocar la más


mínima desviación de un jalón conocido. Por ejemplo: ¿Qué habría pasado si la bala de
Oswald sólo hubiese rozado a John Kennedy?
SEGUNDA PARTE
NOTICIA SOBRE LOS EJERCICIOS

De aquí en adelante intercalaré algunas reflexiones sobre:


— PROSPECTIVA DE PRODUCTOS Y SERVICIOS.
— PROSPECTIVA DE INSTITUCIONES.
— PROSPECTIVA DE ESTILOS DE VIDA.

Estos tres niveles de reflexión invitan a futurizar gradualmente partiendo de lo


más sencillo hasta la muy difícil anticipación de modos de vida por venir.
Conviene iniciar la reflexión con objetos familiares o actividades muy
frecuentadas. Por ejemplo:

EJERCICIO N° 12

PROSPECTIVA DEL CINE

Imagínate haciendo una exposición a nivel escolar. Su desarrollo sería más o


menos el siguiente:

PASADO: Remontarse a las sombras chinas (hacer una sobre la pared), luego citar
o exhibir una linterna mágica. Evocar a los hermanos Lumiére, los padres del cine.
Luego en rápidos racontos recordar a Carlitos Chaplin, astro del cine mudo, época en
que un pianista debajo de la pantalla acompañaba la acción con música. De repente el
cine sonoro cuando logran incorporar a la película la banda sonora, luego el cine en
colores con Nathalie Kalmus y su Technicolor, después el cinemascope, ahora el
cinerama. Sin olvidarse de intentos como cine tridimensional con anteojos, olores y
perfumes en la sala, etcétera.

FUTURO: Como innovación más cercana citar la Holografía puesta a punto por
Dennis Gabor, Premio Nobel, húngaro de nacimiento, actualmente Profesor
investigador del Imperial Chemical College de Londres. Pero como éste es un futuro
inmediato, casi presente (ya esta en laboratorio, pronto estará en el mercado)
podemos reflexionar sobre la Holoplasmia. En ese futuro previsible dos rayos láser se
enfrentan oblicuamente. Esos rayos al cruzarse se reflejan el uno sobre el otro
formando en el espacio como un ectoplasma que hasta da sombra. Es el verdadero
cine en relieve porque ha desaparecido la pantalla.

Reflexiones: Observa a lo largo del proceso histórico los cambios significativos,


cuántos se hicieron en la pantalla, en la película, en el sistema de proyección, etc.
Recuerda los cambios de los matices lingüísticos: Cinematógrafo, cine, ir al biógrafo,
ver un film, una película, etc. Y de ahora en más, ¿qué nuevos cambios puedes
imaginar y verbalizar.
EJERCICIO N° 13

PROSPECTIVA DEL DIARIO

PASADO: En la Edad Media el juglar, el menestrel que propalaba las gestas y


acontecimientos más notables, el heraldo, el pregonero que leía en alta voz el bando.

PRESENTE: Hoy grandes rotativas, composición por computadoras en vez de


linotipos.

FUTURO: Diario impreso en la propia casa por vía hertziana, sobre hojas en blanco
en cuya pulpa se ha disuelto cerámica magnética de modo tal que siguiendo unas rayas
de agua se reproducen los renglones que una antena central va transmitiendo.

Reflexiones: Imagínate en todo momento modificándose el contenido del diario; a


medida que suceden las noticias, nuevas emisiones de la antena central rectifican el
texto de" los renglones anteriormente transmitidos. Si antes decíamos el periódico,
ahora el diario, qué será esto ¿el "instantario"? Qué supone como transformaciones
económicas (fábricas de papel), laborales (canillitas), etcétera.
Después de esto ¿qué puede venir?

EJERCICIO N° 14

PROSPECTIVA DEL LIBRO

PASADO: En la noche de los tiempos aparecieron los diseños mágicos aun antes de
que existiese la escritura. Luego recordamos la cuneiforme, los jeroglíficos, etc.
Citemos los quipus de los quichuas, esos nudos en cuerdas de colores. Evoquemos el
papiro, el pergamino, antepasados del papel. Observemos en la Edad Media a los
monjes conservando la cultura en los monasterios recopilando pacientemente los
manuscritos antiguos. Destaquemos en 1440 a Guttenberg con sus caracteres móviles
dando nacimiento al libro moderno.

FUTURO: Saltemos a una época en que todo el saber de la humanidad esté


acumulado en computadoras, y a disposición de cada individuo por medio de un
"trinfo" o transferidor de información. A diferencia del libro, elemento pasivo y
unidireccional de transmisión de conocimientos, el trinfo reproduce en su pantalla el
tópico que se desee pero de modo tal que se puede "dialogar" con el corpus del
conocimiento y enriquecerlo con el punto de vista de quien lo esté consultando.

Reflexiones: Recordemos la revolución que provocó el libre examen de la Biblia


facilitado por la imprenta de Guttenberg. ¿Qué nuevas reformas podemos esperar el
día en que todo el bagaje de: saber humano circule libremente y vaya creciendo y
transformándose aceleradamente, minuto a minuto, con la opinión de todos sus
usuarios activos?
EJERCICIO N° 15

PROSPECTIVA DE LA CIUDAD

PASADO: Surgimos de la noche de los tiempos habitando en cavernas, luego


apareció la ciudad lacustre, la ciudad fortificada con su puente levadizo, etc. Los
griegos nos dieron el nombre de ''polis" para describir ese fenómeno socio-político.
Con el correr del tiempo vimos aparecer la Metrópolis, la ciudad que regula a las otras.

PRESENTE: Y así sobrevinieron las Megalópolis con su gris nebulosa urbana como
lava de cemento que nos va asfixiando.

FUTURO: ¿Llegaremos a ver fusión de ciudades como ROS-COR-MEN (Rosario,


Córdoba, Mendoza), SAL-TUC-SANT (Salta, Tucumán, Santiago del Estero),
NEC-MIR-MARPLA (Necochea, Miramar, Mar del Plata) o PINA-GES (Pinamar, Gesell) ?
¿Vamos camino de la Ecumenópolis como pronostica el futurólogo griego Constantino
Dioxadis?

Reflexiones: Es significativo ver cómo la construcción moderna va incorporando el


color y la naturaleza. Pero eso no basta. Adoptaremos a tiempo paredes hechas de
vegetación, paredes vivas que respiren y mantengan sobre la superficie del planeta la
proporción de oxígeno que nos es vital. ¿Qué quedará del antiguo distingo entre
campo y ciudad?

EJERCICIO N° 16

PROSPECTIVAS VARIAS

Instrucciones: como en los ejercicios anteriores esbozar algunas posibles


anticipaciones de los siguientes temas:

PASADO PRESENTE FUTURO


escoba ASPIRADORA
plancha a carbón PLANCHA ELÉCTRICA
mateo TAXI
reloj de pared / de bolsillo RELOJ PULSERA
fósforos ENCENDEDOR
caños de plomo TUBERÍAS DE PLÁSTICO
conducción del sulky CONDUCCIÓN DEL AUTO
por medio de las riendas POR MEDIO DEL VOLANTE
el rancho EL RASCACIELOS
el trueque EL DINERO

Nota: Para lograr un entrenamiento adecuado en el pensar prospectivo,


recomiendo —una vez focalizado entre los problemas del hoy el tema a futurizar—
remontarse al pasado cuando se le daba distinto tratamiento El momento histórico a
evocar es aquel que nos demuestra que "no siempre fue así" como ahora creemos que
es.
Logrado ese punto de apoyo contra la extrapolación del inmovilismo, lanzar
nuestra imaginación hacia adelante hasta que atisbe un destello de futuro con
transformaciones tan significativas al menos como las que se observan entre el pasado
y el presente.

EJERCICIO N° 17

PANCARTA DE LA ANTICIPACIÓN

Finalidad: apreciar la aparición y transformación de los diferentes temas.

Explicación: Construir un gráfico mural que represente horizontalmente el


transcurso del tiempo. Una columna central lo divide en dos: hacia la izquierda el
PASADO, sobre retícula apretada que permita abarcar Edad Antigua, Media, Moderna
y Contemporánea: hacia la derecha el FUTURO, cuya retícula debe incursionar hasta los
primeros decenios del siglo que viene para terminar en una columna donde se
registren las anticipaciones que por ahora parecen imposibles. En la columna central se
inscriben uno debajo de otro los temas de reflexión con su denominación presente.

Instrucciones:
1 — Reflexionar por franjas horizontales sólo un tema por vez. Cada tema del
presente está bordeado por dos profundidades: llenar primero la retrospectiva con las
denominaciones o características peculiares de cada época, como se hizo en los
ejercicios 12 a 16. Luego intentar establecer profundidad prospectiva escalonando
hacia la derecha diseños, bosquejos o creando neologismos (ejercicio N° 4) que de
alguna manera representen los cambios futuros que logres imaginarte.
2 — Reflexionar verticalmente todo el PASADO, barriendo con la vista la Edad
Antigua, luego la Media, etc., para observar cómo se organizaba la vida en las distintas
civilizaciones.
3 — Abarcar de una mirada el FUTURO; advertir hasta dónde hemos registrado
anticipaciones y en qué temas hemos logrado mayor penetración.
4— Cortar verticalmente el FUTURO en distintas fechas para apreciar qué
innovaciones y estilos de vida pueden ser coetáneos y para imaginarse los distintos
estadios que se irán sucediendo de acuerdo a esas anticipaciones.
7. MODELO PROSPECTIVO
El hombre y la sociedad están en crisis; se han roto los andadores por donde antes
todo transcurría con razonable homogeneidad externa.
Ya no lucen más al final de los andariveles esos modelos ejemplares que favorecían a
unos pocos manteniendo resignados a muchos otros.
Las nuevas generaciones quieren vivir más espontáneamente, articular sus sentires y
quereres sin prepotencia de unos sobre otros y sin volver a caer en símbolos antiguos que
ya han estallado.
Vagamente anhelan un mundo mejor. Necesitan algún método que les permita:

—superar la absurdidad de la existencia sintiendo que están ellos mismos decidiendo


su vida;
—aprovechar para su liberación los bombardeos de imágenes de la civilización
evanescente que los aliena;
—renovar frecuentemente propósitos para lograr un mayor enriquecimiento.

Para ello nada conozco más eficaz que formular un modelo de sociedad futura. Pero ésta
es una tarea muy compleja, nada sencilla. Aunque no niego la posible aparición de un
visionario —especie de líder carismático— que proponga una nueva forma de vida,
desearía que ella fuese la resultante de la libre determinación ensamblada de todos sus
participantes.
Personalmente prefiero la vía experimental a una presentada por el líder,
"pro-puesta" por él, a la cual adhieren los demás. Pero aun en el caso del líder carismático,
los casos recientes enseñan que él se nutre de las expectativas latentes en sectores
importantes de la población, y con su carisma las interpreta y sintetiza en pocas
ideas-fuerza que constituyen sus banderas.
El hombre común las sigue porque en ellas reconoce sus latencias.
Algo similar hemos procurado reeditar en nuestras experiencias con núcleos de
reflexión prospectiva. Los métodos utilizados pretenden seguir el mismo esquema básico:
nutrirse de las latencias para pergeñar un objetivo que resulte atractante por ser hijo de
nuestra interioridad.
Algunos de esos métodos son incomunicables, como sería el oscuro proceso interior
del líder carismático, en su praxis elaborativa al semblantear a sus seguidores. La empatía
lo inspira.
De los métodos comunicables por escrito destaco dos:

— la catarsis creativa de latencias, vía directa, similar a lo que hace el artista cuando
de sus vivencias, de lo que siente en su interior, extrae su obra;

—la sinéctica prospectiva, especie de catarsis creativa — vía analógica— de las


latencias de un grupo.

Las investigaciones sinécticas originariamente realizadas por Guillermo J. Gordon,


pretenden reproducir, en un grupo, los movimientos y suscitaciones interiores que
ocurren durante el proceso creador. A Horacio C. Reggini debo la concatenación de sus
fases principales, que he adaptado a los fines prospectivos en el gráfico N° 15.
Pero antes de acometer la elaboración de un modelo de sociedad futura aconsejo
intentar formulaciones más modestas. Para ello quiero efectuar un distingo previo entre
límites y limitaciones.
Límites y limitaciones

Convencionalmente distingo dos tipos de fronteras: las limitaciones (naturales) que


dependen de nuestros sentidos, de nuestra estructuración sico-social, de sus rutinas y
engramas mentales, y aun de nuestro estado de ánimo del día de hoy, y los límites
(artificiales) que consisten en fronteras que nos auto-imponemos al elegir el tema de la
reflexión. Por ejemplo: si un núcleo se propone como tema "los ferrocarriles en el año
2060" se está limitando notablemente la imaginación, ¡porque el mero título de su
ejercicio presupone que en ese entonces habrá ferrocarriles!

Mucho más hábil es encarar primero la prospectiva de la necesidad humana que ese
tema procura resolver. Este circunloquio, aparentemente más vasto, es en definitiva más
serio. Implica partir de la "prospectiva de los transportes" con su condensación utópica y
luego, desde allí, efectuar el cuestionamiento dialéctico con cualquiera de las formas
como hoy satisfacemos esa necesidad.
Por eso hay que tener en cuenta las siguientes precauciones:

a) el tema a futurizar debe surgir de la vivencia de un estado de cosas


insatisfactorio.

b) en su planteo destacar más la necesidad que la forma como hoy se la resuelve.

c) hay que considerar a los límites de nuestro encuadre (resultado muchas veces
inadvertido de nuestros criterios de selección) como una membrana porosa, muy
flexible y abierta, incapaz de excluir definitivamente nada de nuestra reflexión.
Este encuadre como tegumento exterior de todo modelo, es el que habitualmente
permite clasificar las variables en endógenas y exógenas al sistema en estudio.
Pero éste es simplemente un distingo del presente. Nada hay que, aunque se lo
clasifique inicialmente de exógeno, o aun de esotérico o quizás de impertinente,
luego no pueda estar en el corazón del modelo prospectivo.

Diez pasos para su elaboración

1 — PAG (problema así gritado): Un integrante del núcleo se interioriza del tema a
futurizar, hace un breve análisis de la situación destacando aquellos aspectos que a
primera vista resultan insatisfactorios, para plantearlo a los demás en forma de problema.
2—PAU (problema asumido unívocamente): Al escuchar su planteo los demás
integrantes del núcleo dialogan entre sí, cuestionan el PAG para definir el problema
según lo comprenden y están dispuestos a asumir, y por último, redactan el PAU.
Recomiendo sintetizarlo en una frase clave.
3 — GAU (gol allá ubicado): Intuición no siempre explicitada de un futuro estado de
cosas que sería la solución del PAU. En este paso tipificar someramente sus
requerimientos básicos. Ayuda a entender mejor la frase clave del paso 2 con que se
iniciará la parte analógica de esta excursión prospectiva. PAG-PAU-GAU no son los
bordes de la reflexión sino sólo su cosquilleo inicial.
Hasta aquí nos hemos manejado con lenguaje a nivel racional para encuadrar el
arranque de la excursión.
A partir de ahora tenemos que superar nuestros engramas mentales, modos
tradicionales y aceptados de pensar, no porque sean tradicionales, sino porque están
estructurados en un saber categorizado y objetivable que suele bloquear el impulso de la
creatividad e impide expresar libremente nuestras aspiraciones. Para lograr una
catarsis creativa —no directa— de nuestras latencias conviene usar un lenguaje
metafórico y una forma de expresión fantasiosa y así "olvidarnos" del problema o tema
de reflexión. Este ataque indirecto —analógico— es una artimaña para que nuestra
imaginación pueda realizar el SALTO CUÁNTICO o sea evadirse de la órbita de los
engramas y rutinas conocidas. Al flotar nuestro espíritu en el tiempo abierto es probable
que imagine una configuración o estado de cosas que resulte satisfactoria para sus más
profundas aspiraciones, pero este resultado no debe ser perseguido conscientemente.
Para ello vamos a alejarnos del tema inicial.

4 — AD (analogías directas): Para expresarnos con mayor libertad, dejemos el plano


donde se da el problema ubicándonos mediante las analogías directas en campos de otras
experiencias. Las analogías se emiten a partir de la frase clave que resume el PAU. Deben
evitarse analogías muy exactas u obvias. Son preferibles las que sin dejar de tener un
vínculo de semejanza con el PAU parezcan extrañas o insólitas.

5 — AP (analogías personales): Se selecciona la analogía directa más significativa.


Se invita a los integrantes del núcleo a metamorfosearse en los elementos componentes de
la misma o en personajes atinentes. En esa dimensión abierta se juegan distintos roles:
animales, cosas, fobias, etc. (Ejs. N° 8 a 10). Es una dramatización de lo que siente cada
uno. (Si los roles se actúan con espontaneidad puede surgir en este paso la base del
modelo utópico, evidentemente fantasioso, pero con alto contenido emocional; conviene
no reflexionar sobre lo que se está haciendo.)

6 — AS (analogía simbólica): La trama argumental de todo lo actuado en el paso


anterior se resume ahora en una frase corta, lo más significativa posible de lo que ha
sucedido. La analogía simbólica es una descripción abstracta que encierra alguna sorpresa
o tensión latente. Puede ser una paradoja, un lema, una moraleja o anti-moraleja, y debe
vincular cosas que no son normalmente relacionadas entre sí.

(Allí en U-topós, el campo ideal del juego, sin coordenadas de espacio y tiempo, los
distintos roles que se iban improvisando significaron una idea, una nueva nexología entre
los factores intervinientes. Al reflexionar sobre lo actuado es posible que advirtamos la
idea central que encapsula. Si nuestras latencias se expresaron analógicamente es
probable que la reconozcan como propia adhiriéndole su potencial emocional. En ese
caso hemos obtenido una IDEA-FUERZA. Alrededor de ella se forma un sistema de
pensamiento.)

7 — AD de AS (analogía directa de la analogía simbólica): Conviene nuevamente


saltar a otro mundo, esta vez en lo posible a un campo de conocimientos donde alguno de
los participantes tenga algún tipo de experiencia para encontrar en algún fenómeno
conocido y desmenuzable una analogía directa de la idea-fuerza que enmascara la
analogía simbólica.

8 —AA (análisis de la analogía): Aquí se descompone analíticamente la AD de AS en


siete u ocho ideas o elementos integrantes. Esto se hace para detectar el mecanismo
inherente a la nueva nexología que surgió espontáneamente al actuar las distintas AP. En
este paso y en el siguiente se comienza a depurar el modelo utópico de todos sus
elementos fantasiosos que sólo sirvieron para remontar vuelo.

9 — FF (forcejeando con fuerza): Sólo ahora el grupo intenta conectar el


desmenuzamiento y comprensión de las ideas extraídas en el paso anterior con el PAU
para ver si arrojan alguna luz sobre el GAU. Se advierte recién en este paso de qué manera
se han conectado los factores intervinientes propios del PAU con los que aparecieron
espontáneamente pero en forma figurada en los sucesivos pasos analógicos. Muchas
veces la nueva lógica aparecida reemplaza la anterior.

10 — SOL (solución): Si la excursión ha sido exitosa, de repente se advierte que la


imaginación se ha condensado en una nueva manera de solucionar el problema. En caso
contrario se reinicia el ciclo. Este paso implica una traducción o interpretación de las
analogías y relaciones utópicas vertidas durante la excursión. Si se ha desentrañado el
meollo de lo que inconscientemente se quiso decir, alrededor de la idea-fuerza,
simbolizada por el sol, comienza a estructurarse el Esquema de Solución, base del
Modelo Prospectivo. El Esquema de Solución es la diagramación de la nueva nexología
imaginada entre los protagonistas de la configuración futura.

10.1 — FIN: Los que actuaron los distintos roles en el paso 5 recuerdan ahora y
reasumen su comportamiento analógico a la luz de su develación simbólica para
explicitar y definir lo que se proponían, es decir, para perfilar sus fines. Entendemos por
fines la proyección en el máximo horizonte prospectivo de nuestros valores, expresión
esquemática y cualitativa de nuestras latencias. Si en las sucesivas transformaciones que
provoca este método, en la trama argumental se articularon las distintas intenciones, es
probable que se advierta cómo ha surgido un Fin sintetizador de los fines particulares.

10.2 — OBJETIVO: Lograda la de-FIN-ición teleológica del Modelo Prospectivo se


precisa un Objetivo Fundamental como concretización totalizadora del Esquema de
Solución. Es la "cosificación" del fin. De suyo no implica tiempo de realización pero debe
ser algo alcanzable. Este objetivo servirá de blanco al Modelo Operacional.

10.3 — VENTAJAS: Por ventaja entendemos la enunciación anticipada de la utilidad


que reportará el logro del objetivo. Por ello en el proceso de depuración de la utopía hasta
transformarla en Modelo Prospectivo no hay que perder de vista aquellas connotaciones
representativas de nuestras latencias, puesto que son uno de los ingredientes más
importantes de la aceptabilidad.

ADVERTENCIA: Hay que construir el Modelo Prospectivo hasta el relato de sus


hipotéticas ventajas, con tota! prescindencia de la situación actual. Esto es de rigor para
no estorbar la formulación del logoi prospectivo y su inserción mental. Si no, no tendrá la
consistencia necesaria para enfrentarse dialécticamente con el logoi de la realidad
presente que por fuerza se nos sobreimpone.

Tenemos que superar la tendencia a verificar en cada paso la posibilidad de


transformar en hechos lo que imaginamos. Esta inexorable confrontación se debe hacer
tan sólo después de haber construido por separado ambos modelos: Modelo Prospectivo
como TESIS y Modelo de Situación como ANTITESIS. Una vez efectuada la operación
dialéctica, y sólo entonces estaremos en condiciones —lo que describiremos en el
Modelo Operacional— de descomponer el Objetivo Fundamental en una graduación de
objetivos y así establecer las prioridades fijando las metas en sucesivas coordenadas de
espacio y tiempo.

Activación del juglar:

Durante la excursión, cuanto más se olvide el grupo del tema inicial mejor trabaja la
imaginación. Cuanto más se parezca a un juego más eficaces suelen ser sus resultados.
Sólo uno de sus participantes debe vigilar los pasos e inclusive —sin substituirse al
grupo— provocarlos con sus preguntas.
Es el "juglar" encargado de hacer avanzar el juego. Cada intervención del juglar,
simbolizada con un signo, cierra un paso y abre el siguiente.

Diagrama de sus intervenciones:

Entre 1y2 el juglar procura que los presentes purguen las


primeras ideas que se le ocurren para descargar
el consciente marginal.
" 2y3 procura que en la definición de los
requerimientos que deberá cumplir la solución
no se invierta demasiado tiempo, sólo sirve el
GAU para comprender mejor la frase clave del
PAU con que se inicia la excursión analógica
" 2y4 pide una analogía directa de la frase clave.
" 4y5 pregunta quiénes quieren actuar las analogías
personales.
" 5y6 invita a reseñar lo actuado en una analogía
simbólica.
" 6y7 reclama una analogía directa de la simbólica.
" 7y8 registra ideas extraídas del análisis de la
analogía.
" 8y9 suscita la interpretación de las nuevas ideas en
función del PAU y del GAU.
" 9 y 10 redacta la solución o las conclusiones a las que
arribó el grupo.

Educción de nacedentes

La educción de nacedentes consiste en una reflexión analítica, paso a paso, desde el


futuro hacia el presente. Es una operación de la inteligencia que reflexiona sobre cuál
tuvo que haber sido inevitablemente la situación anterior a la imaginada (γ). O sea
pensando de aquí para allá, del presente al futuro, de qué acontecimiento inmediato
anterior (γ-1) nació γ. Aquél es el nacedente de éste.
γ-n, γ-3, γ-2, γ-1 son los nacedentes de γ. Los llamo nacedentes porque de ellos nace
para el rigor lógico la configuración α o polo prospectivo. Pero sabemos que γ no se
obtuvo por lógica sino por vía analógica. Por eso ahora sobreviene la lucha por enfrentar
γ con α, el primero —Modelo Prospectivo— fruto de la riqueza analógica, el segundo
—Modelo de Situación— estructurado por la lógica vigente.
El primer nacedente se educe de la configuración imaginada como "eslabón
necesario" y así sucesivamente de donde la cadena de nacedentes es determinística, es
decir, que esos nacedentes son "inexorables" para lograr lo imaginado.
Comparemos en un gráfico esta operación de la inteligencia con otras a las que
estamos habituados porque parten de la realidad conocida, o sea α.

— si el devenir ya tuvo lugar, o sea cuando analizamos retrospectivamente un


proceso ya acaecido, decimos que α-1 es el "antecedente" de la situación α.
— cuando el devenir se halla "no devengado", es decir —para nuestro
conocimiento— en estado de "por venir", a una situación α, dada la incertidumbre
de nuestro espíritu, le pueden sobrevenir múltiples α + 1 que para simplificar
llamaré futuribles a', a", a'''...an. Para predecir cuál de ellos es el que más
verosímilmente acaecerá, sin hacer prospectiva, se recurre al cálculo de
probabilidades.

Esto equivale a descubrir los determinismos que nos harán más libres.

Resumiendo:

En una investigación retrospectiva se deducen los antecedentes, cuando la marcha


intelectual se realiza desde α hacia las circunstancias α-n que la precedieron.
En un proceso de proferencia, marcha del razonamiento científico α hacia γ, se
aplica el cálculo de probabilidades.
Sólo en un proceso prospectivo se educen los nacedentes cuando la sabiduría del
visionario mira desde γ hacia α.

Un chiste ayuda a comprender cómo la Educción de Nacedentes es anti-probalística


porque es "inexorable" en el sentido de que el nacedente es de necesidad lógica para
lograr la configuración deseada:
Carlitos, seis años, dice a Patricia, de cinco:
— Cuando seamos grandes nos casaremos.
—No, de ningún modo. En mi familia no nos casamos con extraños: mamá se casó
con papá, el abuelo con la abuela...
Evidentemente, si uno supone el evento ya realizado, no duda de cómo proceder.
Varias fantasías pintan al hombre recorriendo el pasado o el futuro gracias a la
máquina o al túnel del tiempo. Pero esas son sólo reubicaciones en otras zonas del
continuo espacio-tiempo. Pero aun allí —ya sea que nuestro protagonista esté en la Edad
Media o en el Mundo del Futuro— sus operaciones, sus hechos transcurren hacia
adelante. Sólo en el conocido truco de pasar una película al revés, por ejemplo: —un
objeto roto en el suelo re-armándose y saltando a la mesa de donde había caído, tenemos
una idea de lo que es remontar el tiempo pasado. Realizar una educción de nacedentes, es
una forma especial de remontar el tiempo futuro.

Resultado y fin

Toda manifestación de energía produce resultados. El viento sopla sobre las arenas
del desierto y cambia la posición de los granos. Hay un resultado, un efecto, pero no un
fin. Pues no hay nada en el producto que complete o perfeccione lo que había antes.
Tampoco hay base sobre la cual seleccionar una primera configuración como un
comienzo (modelo de situación) y una posterior como un fin anticipado y querido (polo
prospectivo) que sea el fruto de un proceso de transformación (modelo operacional).
Sólo el hombre tiene verdaderos fines, ya que anticipa imaginativamente los
resultados de su actividad.
Las acciones se intentan y se realizan, o se abandonan y desechan según juzguemos
en cada momento que nos llevan o no al fin querido.

Función orientadora de los fines

No hay lucidez en la acción si no se posee una visión clara y sostenida de los fines
que se persiguen. La razón es simple: dado que el fin determina, en última instancia, la
elección del medio más adecuado, el olvido del fin acarrea la incoherencia de la acción y,
por ende, su fracaso.
No se puede ni empezar a preparar un proyecto sin esbozar por anticipado sus fines.
Un objetivo bien perfilado por el fin que pretende, suscita los medios aptos y descarta los
ineficaces. Un fin no es eficaz o ineficaz en sí; los medios, las vías, los instrumentos son
los eficaces o ineficaces. Se los juzga así en función del fin. Se los selecciona por su
aptitud para lograr los objetivos que concretan el fin buscado.
Lo que une y mueve a los hombres no son los medios ni los instrumentos, sino los
objetivos a alcanzar, forma concreta como se le representan los fines.
Un aparato técnico o una organización eficiente, por ser neutros, pueden ponerse al
servicio de cualquier fin.
Un fin noble expresado en objetivos claros y concretos tiene una gran potencia
unitiva.

Fin y objetivo

Fin es la cognición imaginativa de un resultado deseado y futuro. Como categoría


anticipatoria quiere expresar la consumación de nuestra acción, su realización total y
perfecta.
Fin es la proyección en el horizonte prospectivo de nuestros deseos como
conseguidos y realizados para que desde esa atalaya orienten toda acción futura.
Además de cambiar frecuentemente, de hecho nunca se alcanzan en el óptimum
soñado, pero siempre se busca realizarlos.

Objetivo es la cosificación del fin en un estado de cosas concreto, organizado a


lograr.
Como codificación de nuestros deseos es una configuración predeterminada a la que
queremos llegar.
Es el blanco de la acción. Así como objeto es el término del conocimiento, objetivo
es el término de la acción.
Fin y objetivo son formados por la misma sustancia intencional surgida de las
latencias.
El fin al concretarse en un objetivo otorga dirección a la actividad futura.
El fin, o sea la anticipación intencional del resultado querido, influencia mi proceder
de tres maneras:

1—Me inclina a una observación cuidadosa de la situación para ver cuáles son los
medios más aptos para alcanzar el objetivo, superando los obstáculos del camino.

2 — Me sugiere el orden secuencial más adecuado en el uso de los medios. Facilita


una selección y organización económicas de los recursos disponibles.

3 — Hace posible una elección de alternativas, porque si podemos predecir el


resultado de actuar de modo determinado, podemos comparar el valor de dos o más
cursos de acción y emitir un juicio sobre sus relativas conveniencias.

Recordemos que en Prospectiva no anticipamos los resultados como meros


observadores intelectuales sino como personas interesadas por el resultado, pues somos
partícipes en el proceso que lo causa.
Anticipar imaginativamente el resultado proporciona "motivo" para la acción.
EJERCICIO N° 18

EDUCCIÓN DE NACEDENTES

Finalidad: que te auto-observes resolviendo problemas. Qué tipo de aproximación


empleas, si global, si ensayo, prueba y error, etc. Por último, ejemplificar cómo se
pueden resolver fácilmente problemas en que se conoce la configuración deseada,
utilizando la "educción de nacedentes".

Instrucciones: las calles de una ciudad se cruzan formando una estrella de ocho
puntas. Seis autos quieren aparcar. Sólo puede estacionarse un auto por punta.
Para estacionar en una punta hay que recorrer en línea recta la calle entera desde
la otra punta que tiene que estar libre.
Ningún auto puede doblar ni cambiar de calle.
Al final tiene que quedar una calle cualquiera con sus dos puntas libres.
La solución es posible.
Al dar vuelta la hoja verás cómo se puede resolver aplicando la educción de
nacedentes.
(Continuación del Ejercicio N° 18)

Para resolverlo —vía educción de nacedentes— suponte que ya has logrado la


configuración deseable "γ" que es la ubicación de los seis autos en seis puntas,
dejando dos libres correspondientes a una misma calle (requisito GAU del problema
planteado).
Coloca fichas o monedas en las puntas negras para visualizar la configuración γ y
las que se educirán a partir de ella. Luego levanta una por una evadiéndote siempre
por una punta libre, marcando los sucesivos estadios γ-1, γ-2, γ-3, γ-4, γ-5 y γ-6.

Recorriendo el camino inverso de γ-6 a γ, es decir, poniendo las fichas al revés de


lo que marcan las flechas, tendrás resuelto el problema de la manera clásica, o sea
desde el planteo a la solución.
8. EL MODELO DE DIAGNOSTICO
Noción de problema y de problemática

Un problema es una zona límite del quehacer humano donde se resiente la


"irre-solución" de una situación. Sin hombre que lo experimente no puede haber
problema Todo problema implica una expectación de un estado de cosas diferente al que
nos problematiza. Como esa expectación late oculta se vivencia la situación "irre-soluta"
como algo insatisfactorio.
Por eso definimos problema como "foco crítico, necesidad, dificultad u obstáculo
que presupone —en profunda intuición muchas veces no explicitada— un futuro estado
de cosas que sería la solución". Pero ese foco, nudo o embrollo, que es el problema, se
vive como material dado —que se nos sobreimpone— porque no viene ni organizado ni
categorizado para su comprensión.
Esa acepción peyorativa que involucra el engorro del desorden, debe distinguirse de
problemática, que es el "planteo categorizado de los componentes de una situación dada".
Aquí desaparece la resonancia desagradable; lo único que ha sucedido es que se ha
puesto orden en nuestro espíritu al comprender la situación como un conjunto complejo
de dificultades apareadas con sus correlativas potencialidades.
Con esta nueva comprensión, los males de los cuales uno se queja, no son, por lo
general, más que síntomas de inadecuación propia para el desarrollo de las
potencialidades que encapsula toda situación. El que se resigna insatisfecho por fines no
logrados, está esterilizando su problema como desafío para explicitar mejor sus objetivos
y así adecuar más eficazmente su acción.
Esto se observa en algunas actitudes o disposición de ánimo ante el planteo de un
problema:

—actitud pasiva, sopor, insensibilidad. De allí la imposibilidad absoluta de descubrir


la potencialidad latente de cambio que enmascara el problema;

—inercia, neurosis, miedo frente a obstáculos, agobio por la derrota o por la pérdida
de un bien. Consecuencia: imposibilidad relativa de manejar las posibilidades de
recuperación o de sublimación hacia una nueva solución;

— comprensión activa de que se necesitan problemas para suscitar más vida. Vivir el
clima de desafío hasta llegar a la formulación creativa de nuevos problemas para
responder a nuevas dinámicas.

La realidad: obstáculos y potencialidades

De la realidad, lo que más nos impacta es lo insatisfactorio. Esta deformación se


produce porque el nivel de progreso que poseemos nos es transparente. Como grado de
perfeccionamiento ya adquirido no lo vemos. Lo damos por hecho, lo gozamos sin
advertir la suma de esfuerzos y de exigencias técnicas que requirió.
Así como el nivel de perfección adquirida es transparente, su contrario, la
insatisfacción por lo que carecemos, es lo que enturbia nuestras latencias.
Tomamos conciencia de lo que nos falta por obra del efecto de demostración y
porque el hombre moderno va aprendiendo a expresar sus apetencias.
Las aspiraciones no satisfechas —que en el estado anterior no advertíamos— son las
que movilizan a la humanidad. La vivencia de algo insatisfactorio actúa como una señal
para destacar una anomalía, una discordancia entre nuestras aspiraciones y la situación
que nos toca vivir.
Importa saber utilizar —y para ello hay que haberla vivido— la tensión
dinamizadora que reproduce la dialéctica prospectiva, esto es el desgarramiento absoluto
entre lo que es y lo que se desea.
Cuando en épocas normales, el estado de cosas que llamamos "la situación" se
adapta más o menos al deseo, o por lo menos no lo contradice demasiado, no se da un
verdadero contacto con la realidad. Se la conoce superficialmente.
Sólo cuando lo que es, contradice mortalmente a lo que se desea y para resolver esa
contradicción nos sumergimos con toda el alma en la realidad para descubrir en ella las
potencialidades que enmascara y así superar lo insatisfactorio (los obstáculos a nuestros
deseos), sólo entonces poseemos lo real en toda su riqueza. Esto es nos hemos encarnado.
¿Qué ha sucedido? La vivencia insatisfactoria, el sufrimiento, el dolor agudizan la
conciencia, la sacan de su estado habitualmente receptivo, difuso y desparramado para
concentrarla, volverla más lúcida e introducirle las diferenciaciones necesarias para
apreciar las posibilidades que se hallan larvadas en nuestra circunstancia.
En la realidad circundante los obstáculos son más tangibles a nuestra conciencia que
las potencialidades. La realidad involucra las dos caras, es un gigantesco vivero de
posibilidades y escollos. Pero no estamos entrenados para descubrir las potencialidades,
para trabajar nuestra circunstancia suscitando los recursos que harán factible la
adquisición de los objetivos que pretendemos.
Demasiadas veces se adjudica el título de realista al que sólo ve las dificultades...
"Mis deseos son la realidad", es un lema muy sabio, va que nuestra vida es futurición
plena de intencionalidad. Para experimentarlo resulta fundamental la actitud de no atarse
a lo dado para sentir el desafío de las cosas.

ADVERTENCIA METODOLÓGICA

Cuando se cuenta con tiempo, recursos y número suficiente de investigadores


conviene que un equipo de unas pocas personas NO PARTICIPE de la elaboración del
Modelo Prospectivo.
Estas personas se abstendrán del salto cuántico, y de elaboraciones utópicas; por
el contrario, se les pide que aborden la experiencia partiendo —y no apartándose— de
la realidad, hasta configurar un modelo de la situación actual, para luego, basándose
en él, describir una gama de futuribles.
Esta recomendación de elaborar por separado el Modelo de Situación del Modelo
Prospectivo se ha revelado muy eficaz —en equipos adecuadamente entrenados—
para que luego la síntesis dialéctica se efectúe con todo el calor y la constructiva pasión
humana de quienes defienden su punto de vista antes de aceptar el ajeno.

Cinco pasos para su elaboración

Primer paso: Planteo del problema

Este modelo se inicia de la misma forma que el prospectivo, desgajando de la


inagotable e insondable realidad el tema a futurizar.
Un integrante del equipo, se interioriza de él destacando aquellos aspectos de la
situación que a primera vista resulten insatisfactorios para plantearlos a los demás en
forma de problema. En breve reseña informa acerca de sus primeras manifestaciones y
eclosión. Es el simulacro que denominábamos PAG en el capítulo anterior.
Ante ese PAG los demás integrantes del núcleo dialogan entre sí elaborando en
común el material planteado para lograr un enunciado unívoco y asumido por quienes lo
van a resolver. Convienen en la necesidad y en las ventajas de solucionarlo. Es el PAU
que consiste en la definición grupal del problema "que nos reúne, de ese algo que nos está
coartando".

Si trabajan dos equipos, uno para el Modelo Prospectivo y otro para el de Situación,
conviene que antes de separarse recorran juntos los tramos PAG-PAU-GAU, o sea:
Selección del tema y planteo como problema (PAG), asunción unívoca (PAU) y
enunciado somero de los requeririmientos que deberá cumplir la solución (GAU).
Si es uno solo ahora basta recordar como primer paso el PAU.

Segundo paso: Análisis de las condicionantes y de sus correlaciones

A partir del PAU que sintetiza el problema, se procede a descomponerlo a través de


sus factores componentes. Para ello se utiliza la Morfología de Ideas (ver ejercicio N° 3)
hasta llegar a tipificar las condicionantes de la situación.
Así, en una morfología, podremos aislar los aspectos económicos, sociales, políticos,
culturales, demológicos, organizativos, sicológicos, etc., todos ellos constitutivos de la
situación bajo examen.
Pero todos estos aspectos no son sino abstracciones analíticas resultantes del saber
categorizado por disciplinas mediante las cuales enfocamos la realidad.
No hay más que una sola realidad, en la cual distinguimos aspectos en función de las
perspectivas (clivajes) que adoptan los diferentes expertos.
Los expertos se caracterizan por la naturaleza de lo que les preocupa, es decir, por la
orientación de sus intereses. En función de la disciplina que manejan ven y dejan de ver
cosas (incapacidad entrenada). Las distintas disciplinas se distinguen por la manera como
esclarecen los problemas y por los métodos que utilizan para captar y comprender los
fenómenos.
Los expertos desmenuzan el problema a lo largo de sus respectivos análisis;
frecuentes morfologías les impide perder de vista la globalidad que supone todo
problema.
En esta etapa se produce la elaboración informática de las dudas, lagunas e
incógnitas que aparecen en la morfología y se procede a la recopilación de los datos y a su
cuantificación.
Al mismo tiempo se procede a la demarcación de los problemas de distinto orden y
nivel que inciden sobre la situación donde se da el problema bajo examen. Por ejemplo:
problemas de orden mundial, nacional, local, de la coyuntura, etc...
En una morfología final, que tiene lugar después de realizados los pasos siguientes,
se refunden todos los aspectos analizados y se procede al encuadre del problema para
facilitar la asunción categorizada de su problemática.
Ubicado el problema, analizado bajo el ángulo de sus distintos aspectos y
correlacionado con su contorno y entorno se lo resume en la problemática destacando las
dificultades y potencialidades observadas.

Tercer paso: Visión retrospectiva

Con el fin de contar con un conocimiento más dinámico de la situación, se procede a


la investigación y el análisis de sus antecedentes. Desde el presente y en visión
retrospectiva se efectúa una recapitulación del conjunto de factores que en causación
múltiple provocaron el problema que se analiza.
Dependerá del tema la distancia donde pueda ubicarse el horizonte retrospectivo, así
podemos fijar nuestra atención cuando tan sólo aparece el problema, o enfocar una época
en la que no existía como problema o se le daba distinto tratamiento. Lo que importa es
enunciar los principales jalones que resultaron significativos.
Superando lo anecdótico se busca describir la tendencia pesada de la evolución.
Interesa resaltar a lo largo de la visión retrospectiva los puntos de flexión donde se
invirtieron las tendencias. Interpretadas en conjunto constituyen la tendencia múltiple o
tendencia de base. Su extrapolación es la que guía al espíritu para pronosticar la evolución
futura.

Cuarto paso: Gama de futuribles

Al llegar a este paso no decimos más "investigar" o "analizar", lo que supondría


contar con la objetividad que todo saber requiere, sino simplemente arriesgarse a emitir
juicios sobre el futuro construyendo una gama de futuros posibles.
En el capítulo primero vimos que había tres técnicas que resumo aquí:

Primera: Extrapolación de tendencias: Se extrapola la tendencia más pesada


detectada en el paso anterior. Esto equivale a estimar que las derivaciones de la situación
se producirán conforme la experiencia pasada. Esto produce como una espina dorsal del
avance hacia el futuro, es lo que Kahn llama la proyección sin sorpresas de un mundo
tipo. Pero ese mundo tipo es el que menos probabilidades tiene de darse, lo demuestra la
experiencia de muchos pronósticos efectuados con esa técnica. No obstante, es un
procedimiento valioso para verificar y cuantificar los desvíos que la realidad del devenir
irá tejiendo.

Segunda: Variaciones canónicas: A partir de ese futurible "sin sorpresas" y


alterando algunos de los factores componentes de esa configuración tipo, se elaboran
otros futuribles. Estos pueden ser concebidos como más favorables, más integrados, más
satisfactorios para la óptica de quien los formula o, por el contrario, más desorganizados,
más incongruentes.

Tercera: Guiones de futurición. Otra manera de formular futuribles es partiendo de la


situación y redactando guiones que conecten acciones que llevan hacia nuevas
configuraciones.

Futuribles y guiones: Todos los futuribles se ubican sobre la prolongación de la


situación presente y más aquí del horizonte prospectivo en una gama que se abre en forma
de abanico entre futuros de máxima y de mínima.
Se lo enuncia mediante una "descripción" de sus elementos componentes. En
cambio, a los guiones que conectan la situación con cada futurible, se los redacta como
"narración" de los pasos que van recorriendo.
El guión indica la dirección, el futurible su destino. Este es un examen sistemático
del contexto de un futuro posible. Aquél los pasos que desembocarían en el futurible.
Los guiones son un recurso metodológico que estimula la imaginación pero
impidiendo que se extravíe.
Un guión implica narrar una serie hipotética de acontecimientos y eventos
—voluntarios y no voluntarios— que conducirían de manera plausible al futurible
entrevisto por nuestra intencionalidad como meta de ese ejercicio.

Conviene redactar varios partiendo de una misma situación. Algunos pueden


explorar e insistir sobre un aspecto o un elemento de un problema más vasto. La
redacción de guiones permite ingresar más o menos simultáneamente los diversos
aspectos de una misma situación simulando su evolución futura.
Como soporte para la reflexión los guiones y sus futuribles según Kahn:

—fuerzan a sumergirse en los aspectos insólitos y vertiginoso del mundo en


evolución;
— amplifican e ilustran, por ser ideas dramatizadas, posibilidades que de otra forma
no se advertirían, sobre todo si se manejasen sólo consideraciones abstractas;
—excitan la atención —a veces de manera sensacional y persuasiva
— sobre el vasto abanico de posibilidades que hay que tener en cuenta en el análisis
del porvenir;
—ayudan al futurólogo a "presentir" los eventos, los puntos cruciales, las fases de
divergencia o de convergencia, las decisiones críticas;
—contribuyen a esclarecer la interacción de los aspectos sicológicos, sociales,
culturales, económicos, políticos, militares, etc.
—permiten explorar más o menos sistemáticamente las diferentes alternativas.

Las ramificaciones de cada guión ayudarán a diagramar en el capítulo siguiente el


llamado "árbol de la decisión".
Estas técnicas de proferencia suelen apoyarse en una serie de hitos pronosticados por
la previsión tecnológica. (Ver PANCARTA DE LA ANTICIPACIÓN.)

Si dos equipos han estado trabajando por separado, uno vía futurable, otro vía
futuribles, éste es el momento de enfrentarlos para realizar juntos la dialéctica
prospectiva.
Si hubo uno solo, el grupo se divide en dos para hacer un simulacro: unos
defendiendo a ultranza la modalidad "creadores", mientras los otros exageran el rol de
"expertos".

Quinto paso: Diagnóstico de la situación

Una serie de enfoques acumulativos —los pasos 1o a 4o — dan como resultado el


modelo representativo de la situación actual. Forman parte importante de ella los
futuribles que hayan elaborado los expertos intervinientes porque develan sus
expectativas. En este paso la dialéctica prospectiva (ver capítulo 1) transforma al Modelo
de Situación en Modelo de Diagnóstico.
El diagnóstico de la situación consiste básicamente en ponderar el conjunto de sus
factores constitutivos a la luz de la Idea Central del Modelo Prospectivo.
Surge por obra de una comparación dialéctica, primero global luego iterativa entre
esa Idea Central y las ideas imperantes en la actualidad. En una operación similar al
"ping-pong" la atención salta del modelo ideal al real y viceversa.
En este ir y venir se comparan cuáles son las variables que intervienen en uno y otro
modelo y las respectivas nexo-logias que los unen. La resultante de esta dialéctica es una
apreciación de la situación que permite advertir cómo hay que operar sobre ella para
lograr que se oriente hacia el Modelo Prospectivo. Esto es lo que veremos en el Modelo
Operacional.

En la base del Modelo de Diagnóstico hay una interpretación creativa y valorativa de


la realidad. Creativa porque implica un descubrimiento de las potencialidades que antes
no se advertían, y valorativa porque las juzga en función de los valores involucrados en el
modelo de futuro.
El abandonar la escala valorativa vigente para reemplazarla por el plexo axiológico
del futuro es lo que produce la nueva comprensión.
Una forma práctica de entrenamiento consiste en volver a tabular las fichas de la
morfología efectuada en el segundo paso, pero esta vez en función del polo prospectivo.
El ejemplo más sencillo que se me ocurre sería el de un salvaje que hubiese
encontrado un mazo de naipes. Si advierte la diferencia de los palos quizás haga cuatro
montoncitos. Pero si de repente capta el sentido de los números —con otro clivaje en su
mente— puede lograr otro ordenamiento de la misma baraja.
Cambia la comprensión. Se produce una iluminación que nos hace advertir el nuevo
significado que revisten cosas que estaban ocurriendo bajo nuestros ojos pero que no eran
reveladas porque seguíamos juzgando lo que sucedía con el sistema de ideas de antes.
El nuevo paradigma prospectivo al enfrentarse con el vigente hace surgir las líneas
de la nueva explicación de la realidad hoy comprendida mediante restos de viejos
paradigmas.
Esto produce una depuración de falsos planteos que antes no se advertían. Fichas, o
sea datos que tenían significación determinante, pueden pasar a ser in o no-significantes
para el nuevo ordenamiento. (Como cuando cambia el "palo triunfo" o el clivaje de la
baraja.)

Dramatización del diagnóstico

Toda interpretación de la realidad es un arte difícil, más aún si hay que efectuarla
desde la configuración futura.
Para facilitarla, da buenos resultados pedir a los que han hecho las experiencias que
dramaticen al menos tres posiciones temporales distintas, mientras los demás hacen de
espectadores.
—El primer participante se presenta al auditorio actuando como personaje utópico.
Imbuido de la Idea Central habla como "fundador" del Modelo Prospectivo
describiendo someramente sus principales características.

—El segundo, encarna las ideas del presente y se opone a las postulaciones del
primero.

—Una tercera persona que haya participado de la visión retrospectiva (paso 3) evoca
el pasado y alega a favor de como se hacían antes las cosas, interfiriendo en el
diálogo del primero y del segundo, para dar más relieve a sus respectivas
posiciones.

Esta operación la llamamos "dialéctica diacrónica" y permite observar lo esencial del


proceso una vez superado lo anecdótico.
Cuando los representantes del Presente-Pasado y Futuro han quedado bien
tipificados conviene que accedan a la dramatización otros participantes que representarán
los distintos futuribles, o sea las distintas maneras de solucionar el problema. La
dramatización con varios futuribles suscita nueva creatividad y ajustes por parte de los
demás asistentes que actúan reforzando las distintas posiciones.

Esto me llevó a experimentar el Teatro Creático como instrumento para advertir


mejor la diacronía —el proceso en evolución— del tema a futurizar.
En este tipo de experiencias cada cual insensiblemente se auto-revela el prisma
ideológico con que aprehende la realidad. Aun quien pretenda estar efectuando una visión
retrospectiva neutra o un análisis presuntamente objetivo de la realidad, en cuanto oiga
los diferentes puntos de vista que emiten los Futuros auxiliares (esos participantes que
asumen los distintos futuribles), advertirá cómo su pretendida neutralidad u objetividad
era simplemente una negación o una no-explicitación del modelo de sociedad futura al
que inconscientemente adherían.
EJERCICIO N° 19

COMPARACIÓN GUIONES

Finalidad: desarrollar la capacidad de hilvanar acontecimientos imaginados y


apreciar su verosimilitud en equipo.

Instrucciones:
1 — Con un grupo de amigos considerar una misma situación e imaginar luego,
por separado, los eventos que se sucederán con el correr del tiempo. Prefijar para cada
experiencia el intervalo y el lapso de tiempo a anticipar. Escribir cada guión en carillas
de papel así diagramadas:

2 — Una vez redactados los guiones individuales, reunirse y explicar cada cual su
guión a los demás y graficar cada uno de ellos en una sub-pancarta de la anticipación
diagramada sobre papel transparente.
3 — Superponer los transparentes y discutir entre todos los puntos más
significativos que se advierten en la yuxtaposición.
4— Convenir una reunión mensual o periódica para verificar la evolución real de
los acontecimientos, rectificar el propio guión y pronosticar su evolución futura.
5 — En la reunión de revisión utilizar una ficha de morfología por guión para
barajarlas entre todos y convenir cuál es el grado de verosimilitud comparativa de
cada guión ese mes. Marcar en cada ficha el rango que obtuvo en esa compulsa y con
una raya ascendente, descendente u horizontal el pronóstico para el mes siguiente.
6—Volcar la evolución que experimenta cada guión, o sus derivaciones o
transformaciones, en un gráfico síntesis de todos ellos que horizontalmente registre
los meses de revisión.

Ejemplo: El 4 de diciembre de 1970, desde la ciudad de Neuquén, el entonces


presidente de la Argentina, general Roberto Marcelo Levingston, impartió
instrucciones a su ministro del Interior, brigadier Cordón Aguirre, para que
confeccionase un plan político a fin de otorgar una salida electoral al convulsionado
proceso argentino.
Al día siguiente un grupo de amigos nos propusimos mantener una experiencia de
guiones sobre ese tema durante 3 años. Cada cual de acuerdo a su aptitud y simpatías
elaboró su guión. Al que desembocaba en un gobierno surgido de elecciones lo
llamamos "Futuro Oficial" y la descripción del mundo resultante "Futurible 1". Los
demás guiones suponían que la intención oficial podía tropezar con algunas de las
siguientes eventualidades:

2 — Surge un líder carismático: un señor Juan Ombú inicia su proselitismo por las
provincias pobres y en una marcha, ante el resto de la ciudadanía atónita,
arrebata el poder.
3 — Triunfa la prédica de Alsogaray.
4 — Vuelve Perón.
5 — Derivamos hacia un socialismo militar.
6 — Se instaura una dictadura ilustrada: un golpe militar lleva al poder a un grupo
ideológico de derecha que pretende ordenarlo todo.
7 — Recrudece la subversión, proliferan los estallidos de violencia, la represión se
hace cada vez más ostensible, caemos en una guerra civil de nuevo tipo.

Algunos de esos guiones eran más plausibles, otros casi inverosímiles, pero todos
resultaron significativos. Como se ve, estas hipótesis de futurición no eran excluyentes,
al superponerlas se obtuvieron de ellas curiosas derivaciones.
Luego de dos años las alternativas resultaron ser 15; algunas resultaban altamente
versátiles, mes a mes subían y bajaban al compás de la anécdota política. Pero en
cambio el paulatino auge de otras llamó la atención.
Como comprenderás fácilmente, cada uno de esos guiones puede desembocar en
Futuribles muy disímiles. Pero te dejo hacer la experiencia, sin influenciarte más.
En nuestro caso el paso del tiempo fue agudizando nuestra sensibilidad, y aunque
sabíamos del escaso valor predictivo del método, resultó ser una excelente "gimnasia
de lo posible".
9. MODELO OPERACIONAL
El Modelo Operacional no es sino la anticipación de las etapas a recorrer entre la
situación diagnosticada y el objetivo surgido de la configuración prospectiva. Implica la
construcción organizada de las acciones a desarrollar. De la operación dialéctica, se
deducen las metas y se les conectan los cursos de acción necesarios para lograrlas.
Lo que distingue su concepción prospectiva, es que el Modelo Operacional se hace
por interpolación entre el futuro deseado y la situación presente y no por mera
extrapolación de la experiencia pasada.
Al separar metodológicamente en dos polos: "lo deseado" y "lo real" su subsecuente
síntesis dialógica insensiblemente va conjugando las resonancias existenciales con las
exigencias técnicas.
En síntesis, el Modelo Operacional es el enunciado de cómo hay que operar sobre las
variables de la realidad para obtener el resultado previamente deseado y objetivado.

Trece pasos para su elaboración

La urdimbre del continuo espacio-tiempo que media entre el polo prospectivo y la


situación diagnosticada sólo puede ser rellenada con acción. El Modelo Operacional es el
modelo de la acción.
El Modelo Prospectivo y el de Diagnóstico una vez elaborados son como fotos
instantáneas, como dos cortes en el proceso humano. En cambio, el Operacional es como
una película que nos muestra cómo la situación va deviniendo atraída o al menos alterada
por el polo de futuro.
Para facilitar su explicación utilizaré ese símil fijando la atención como sobre
cuadros fijos de esa película.

CUADRO 1: Dialéctica. En el capítulo 7 hemos totalizado el polo prospectivo en un


Objetivo Fundamental (ángulo superior derecho). Por su parte, el capítulo 8 resume la
Situación (ángulo inferior izquierdo). El salto de nuestra vista de un ángulo a otro, ora
contemplando lo ideal, ora lo real confrontando el futuro con el presente y viceversa, eso
es la dialéctica prospectiva. Su primer paso consiste en apreciar la situación en función
del objetivo que se pretende. Esta operación de evaluación de la realidad transforma al
Modelo de Situación en Modelo de Diagnóstico. Una misma e idéntica situación puede
producir muy distintos modelos de diagnóstico según el polo-tesis con el cual se la
confronte.

CUADRO 2: Educción de nacedentes. Si la configuración del polo prospectivo se


halla muy lejana y no resulta compatible con los puntos de vista sustentados en el
presente, conviene aquí realizar una educción de nacedentes para "acercarla" un poco a
nuestra comprensión actual. Esta operación conjugada con el paso siguiente permite ir
educiendo de los objetivos más amplios los más precisos y cercanos. Notemos que la
amplitud es la característica del Modelo Prospectivo porque allí están renovándose
continuamente las latencias; en cambio la acción, que es lo específico del Modelo
Operacional, precisa blancos concretos.

CUADRO 3: Desagregación del objetivo fundamental. Una vez efectuado el primer


diagnóstico, en sucesivas operaciones dialécticas, se procede a descomponer el Objetivo
Fundamental en una desagregación de objetivos que serán los polos de futuro de los
distintos planos de actuación a través de los cuales se articulará el proyecto.

CUADRO 4: Planos de actuación. Los planos de actuación surgen por composición


entre los objetivos desagregados y las fichas de morfología que resumen la Problemática.
Se agrupan en esos planos actividades que hacen a los aspectos organizativos,
económicos, estratégicos, normativos, a la difusión, a la ejecución, al control, etc.
Cada uno de estos planos tiene sus propios objetivos y lo que interesa a medida que
se los persigue es confrontar que siguen siendo compatibles con el Objetivo Fundamental.

CUADRO 5: Segmentación, Utilizando la educción de nacedentes se procede a


fraccionar cada plano de actuación del proyecto en segmentos. Cada segmento contiene
básicamente:

—el objetivo o meta a lograr que corona ese tramo (γ) ;


—el punto de partida o situación inicial que abre el tramo (α);
—la acción a desarrollar (β) para pasar de la situación a la meta.
CUADRO 6: Graduación de objetivos. Consiste en escalonar un objetivo con
respecto de otro por su grado de importancia. No confundir esta operación que produce
sub-objetivos con su ubicación cronológica que los transforma en metas ni con el paso
siguiente. Cada objetivo debe ser una guía para la acción, suficientemente explícita para
sugerir medios y visualizaba para verificar progresos. Todos los objetivos y sub-objetivos
deben ser compatibilizados desde los más inmediatos y concretos hacia los más amplios
como garantía de que todos visan a un propósito común.

CUADRO 7: Objetivos alternativos. Significa contar con objetivos de reemplazo,


por si empeñados en la acción de los elegidos se revelasen de cumplimiento imposible.
Cuanto más amplia haya sido nuestra investigación de los futuribles en el paso 4 del
capítulo anterior, más rica será nuestra observación, más variada la escena y, en
consecuencia, más numerosas las alternativas entre las que puede realizarse la elección.
Si se presentan dificultades inesperadas se dispone de mayor flexibilidad para resolverlas
que si el espíritu del realizador está obnubilado tras un objetivo único; si no tiene
ejercitada su mente en juegos alternativos difícilmente podrá atinar con los
reacondicionamientos necesarios.
La descomposición del Objetivo Fundamental en sub-objetivos y aun en objetivos
alternativos se confronta con los recursos disponibles. En la práctica esto implica una
modificación del propósito inicial. Es la cuota de realismo indispensable para que la idea
en potencia se desarrolle en actos.
La gama de todos los objetivos debe ser frecuentemente reconsiderada. Conviene
redefinirlos cada vez que se cumple un tramo importante del proyecto para obtener el
efecto saludable de reconectarlos con los fines. En cuanto se corta el reconocimiento de
un objetivo como realizador del fin hay que volver a efectuar una nueva triangulación
prospectiva desde la catarsis creativa de latencias para ver qué ha sucedido.
CUADRO 8: Medios y recursos. En el capítulo anterior vimos que todo problema
enmascara una potencialidad a descubrir y desarrollar. Al apreciar la situación desde la
óptica prospectiva aumentamos nuestra comprensión de la realidad hasta percibirla como
gigantesco vivero de posibilidades —entremezcladas con sus correlativas dificultades—
para alcanzar los objetivos propuestos.

En un siquismo entrenado en la educción de nacedentes basta observar la situación


presente desde el objetivo a lograr para atinar con el medio mediante el cual obtendríamos
la adquisición deseada.
Pero ahora tenemos que verificar si contamos con el medio imaginado como apto.
Esta es la razón del distingo terminológico que define a los MEDIOS desde la óptica de su
conveniencia para lograr el objetivo, y a los RECURSOS desde la óptica de su
disponibilidad.

Medios: instrumentos o vías estimadas por su aptitud para conquistar objetivos.

Recursos: medios concretos que contamos en nuestro haber. Esto mismo requiere
una advertencia: la captación intelectual de un medio como vía válida es pre-requisito
imprescindible para su posesión operativa como recurso. Mientras poseemos recursos en
general pero no los comprendamos y orquestemos como medios, permaneceremos
inferiores respecto de uno que, huérfano en ese momento de recursos, esté tenaz o
inteligentemente pergeñando medios para alcanzar sus objetivos.
La elucidación de los medios —obra de imaginación creadora— es previa ai
reclutamiento de los recursos que en definitiva se construyen, se organizan, en una
palabra, se concitan alrededor de un objetivo atractante y de medios claramente
expuestos.

Armado del modelo

Ahora estamos en condiciones de diagramar las operaciones a realizar en el continuo


espacio-tiempo existente entre el Objetivo Fundamental (polo de futuro) y la situación
(punto de inserción de la acción en el presente).
La diagramación del modelo operacional consiste en la estructuración de un
conjunto organizado de acciones, movimiento y transformación de fuerzas, de conductas
a realizar necesarias para producir un determinado resultado que es, a la vez, la idea
rectora y el objetivo propuesto.
Es algo similar al ordenamiento de las operaciones que en el proceso de fabricación
de un automóvil se dan a lo largo de una cadena de montaje.
Resulta práctico seleccionar un guión representativo de las distintas fases de la
metamorfosis de la situación en la configuración deseada, y graficarlo en un pizarrón o
pancarta magnética. A lo largo de ese hilo conductor se van desplegando los pasos hasta
aquí descriptos. Una vez segmentado, cada tramo es analizado por los expertos para que
de acuerdo a los conocimientos de su disciplina o arte emitan su dictamen sobre los
medios a organizar para superar los obstáculos detectados.
Aquí necesariamente interviene la imaginación propia del arte de programar que
requiere el conocimiento técnico del orden cronológico en que se dan los procesos.
En aquellos casos en que no hay orden inexorable, la decisión de tipo político es la
que otorgará la prioridad a los distintos cursos de acción.

CUADRO 9: Árbol de la decisión. Para facilitar la consideración de los distintos


cursos de acción se tipifican bajo la forma de un Árbol de la Decisión. Se lo llama así
porque al dibujarlo recuerda la ramificación de un tronco.

El Árbol de la Decisión es la graficación de todas las alternativas posibles de los


cursos de acción que uno pueda imaginar para el desarrollo temporal de un proyecto. Se
las reduce a secuencias de disyuntivas binarias para facilitar el balance valorativo de
ventajas e inconvenientes de cada decisión.
Su visualización permite apreciar —teniendo a la vista el Mapa Estratégico y el
Presupuesto Logístico— las repercusiones de cada medida, esto es su
ACEPTABILIDAD y su FACTIBILIDAD. Así, paso a paso, se va diagramando el
proceso, los mecanismos de funcionamiento, la dinámica financiera, los órganos, los
agentes, sus funciones, los controles, etc.
Simultáneamente se redactan las normas y se estructuran las responsabilidades y la
conducción del proyecto.
Mientras se va efectivizando el armado técnico del Modelo hay que ir verificando a
la par su factibilidad y su aceptabilidad.
Algunos autores hablan de tres viabilidades: viabilidad física, viabilidad
económico-financiera o logística y viabilidad política o estratégica. Otros las reducen a
dos: viabilidad física o real y social o política.
Mi experiencia me enseña que son tres los aspectos a tener en cuenta: el técnico, el
logístico y el estratégico, porque responden a distintas leyes y métodos de observación.
En la práctica, para simplificar la tarea, recomiendo el uso paralelo de tres pancartas.
(Lo ideal es contar con pizarrones magnéticos.)
La central para ir graneando el Árbol de la Decisión mientras se verifica la viabilidad
física de cada uno de los cursos de acción.
La de la izquierda para el Mapa Estratégico que pulsa la aceptabilidad.
La de la derecha para ir confeccionando el Presupuesto Logístico que controla la
factibilidad.

CUADRO 10: Mapa estratégico. Es un gráfico que representa la distribución de


aliados y adversarios, indicando puntos de apoyo y resistencias. Por adversario se
entiende todo obstáculo que impide realizar el fin propuesto. Con esta acepción podemos
definir estrategia como un plan de conjunto que coordina los medios para superar el
adversario y lograr el objetivo.
Concebir una estrategia es ver anticipadamente todas las ramificaciones de lo
posible, hacer una lista de todas las derivaciones probables con que el proyecto puede
enfrentarse y elegir la decisión que se tomaría frente a cada una de ellas.
En esto consiste la principal función del árbol de la decisión, comparar los diferentes
cursos de acción propia propuestos teniendo en cuenta las reacciones previsibles e
imprevisibles generadas por nuestra acción. Es decir, procurando adivinar los móviles
ocultos del adversario, detallando sus maniobras posibles, cómo estila ser sorpresivo, etc.

Para razonar sobre el futuro con el fin de reducir lo desconocido y elegir entre varios
planes de acción el optimal puede ayudar el siguiente cuestionario:

—¿qué oposición debemos esperar?


—¿ cuáles son los puntos de menor resistencia de los adversarios ?
—¿-qué compromisos podríamos aceptar?
—¿cuáles serán los efectos de la estrategia de nuestros opositores sobre nosotros?
—¿cómo se establece la comparación entre los resultados que se pueden lograr por
una acción inmediata y directa frente a una acción indirecta y más lenta?
—¿cuáles son los mejores medios para hacer esos resultados más durables?
—¿cómo asegurar el acostumbramiento a situaciones nuevas y la readaptación de las
reacciones?

Como dice Bertrand de Jouvenel, el presente es "cartografiable", pero el futuro


lejano, no. Si bien podemos, mediante estas técnicas de reflexión, obtener un mejor
discernimiento de la ruta apropiada, no podemos hacer un mapa detallado del futuro; se
opone a ello, más que la multitud de cursos de acción que parten de cada nodo-situación,
la velocidad de las corrientes que los atraviesan.
Frente a la multiforme diversidad de ritmos que impide fijar la urdimbre de la trama
futura, la clave es "disponibilidad", o sea un alto grado de flexibilidad para que se dé una
espontaneidad más humana surgida de una nueva noción de estrategia.

CUADRO 11: Presupuesto logistico. A medida que avanza la construcción del


Modelo Operacional se va verificando la factibilidad de las diferentes medidas que se
proponen. Al principio será sólo la coherencia de las fórmulas, la congruencia de los
diferentes planos en que se elabora el modelo. Su armado en pancartas permite detectar
las omisiones o lagunas en los mecanismos y procedimientos, la precisión de las
funciones, las atribuciones de los órganos, la eficiencia de los controles, etc. Pero lo que
más especialmente se entiende por factibilidad no es tanto la congruencia técnica como la
viabilidad financiera del modelo que se analiza.
Este aspecto condiciona fuertemente la Estrategia. En este sentido se dice que la
Estrategia depende de la Logística. Por Logística se entienden los apoyos necesarios para
desarrollar una serie de acciones. Por eso, mientras se va elaborando el Árbol de la
Decisión a la luz del Mapa Estratégico, se registran y comparan en una pancarta
presupuestaria el costo de cada curso de acción. Un presupuesto funcional así concebido
permite apreciar tanto el costo comparado de cada segmento, como las alternativas del
costo total del operativo según cual sea la concatenación de tramos que se prefiera.
La elaboración simultánea del Modelo Operacional en las tres pancartas citadas
resulta ser un procedimiento eficaz para verificar que no se ha omitido correlacionar cada
plano de actividades con los requerimientos técnicos, estratégicos y logísticos de la
situación de base o punto de partida. Pero además, y esto es muy importante, hay que
mantener vivas estas tres pancartas mientras dura la ejecución del proyecto.
No sólo sirven para verificar que el modelo que se está construyendo funciona
adecuadamente en condiciones operacionales especificadas, sino que van más allá, hay
que utilizarlas para prever la variación en el tiempo de las características externas al
modelo.
La comprobación de tantos requisitos y verificaciones exige experimentar
artificialmente el funcionamiento del sistema mediante el procedimiento llamado de
simulación al que se referirá el capítulo siguiente.
Esa fase obliga a volcar en fórmulas matemáticas todo el modelo para experimentar
su desenvolvimiento integral en el tiempo. O sea que no sólo hay que analizar las
componentes y la sucesión de tramos temporales del proyecto, sino, y muy
principalmente, su totalidad dinámica.
Para ello se somete el modelo a la simulación en computadoras de las condiciones
reales a las que tendrá que enfrentarse y también a condiciones diferentes a las normales.
Estas experiencias suelen provocar rectificaciones del planteo inicial.
Una vez puesto a punto se expresa su operabilidad (viabilidad, aceptabilidad y
factibilidad) en pautas de eficiencia indicando, además, la elasticidad de sus diferentes
items, y sus coeficientes relativos de sensibilidad, sin omitir la clara mención de los
riesgos que con nuestros conocimientos actuales no podría soportar.

El Modelo Operacional es sólo acción. Como tal se desarrolla en el eterno presente.


Pretende una modificación de la fluyente realidad.
Más apto resultará aquel que se adecue con mayor flexibilidad al cambio de las
circunstancias.
Es como el accionar vigilante de un timonel. Aunque el mapa señale un derrotero,
pone el timón según sopla el viento o viene la corriente.
EJERCICIO N° 20

PRELACION OPERADORES

Finalidad: apreciar el orden de prelación de diferentes medidas.

Instrucciones: supongamos, por motivos que ahora no vamos a dilucidar, que


resulte deseable fusionar las FFAA.
Los dos polos del ejercicio son entonces los siguientes:
Objetivo fundamental: lograr una sola institución militar polivalente.
Situación actual: tres fuerzas: ejército, marina y aeronáutica.
Imagina que formas parte de la comisión que debe proponer medidas concretas
para efectivizar la fusión. Simula con tus amigos el cometido de esa comisión. Cada
cual emite sus fichas de morfología.

Ejemplos:
—diseñar un solo uniforme para las tres armas, elegantón pero sin simbología de
fuerza sino de servicio.
— inculcar un léxico que robustezca la unidad.
— que las escuelas de formación no sean propias de cada arma, sino que sirvan
para capacitar indistintamente en cada una de las especialidades.
—inventar nuevas denominaciones únicas para los grados equivalentes de las tres
fuerzas.
— suspensión del culto diferencial a los prohombres de cada arma.

Una vez acopiadas las medidas, morfologizarlas por plano de actuación


clasificándolas en etapas probables, lapso de tiempo que insumirán, modalidades de
ejecución, etc. Definir, considerándolas técnica, estratégica y logisticamente, en qué
orden deberían ser implantadas.
10. FACTIBILIDAD
La factibilidad es un requisito a estudiar respecto de las medidas del Modelo
Operacional. Es una cualidad de las acciones programadas para modificar la Situación
hasta transformarla en la configuración objetivada como deseable. "Factible" quiere decir
que las acciones de ese proyecto son capaces de desarrollarse hasta efectivizar el objetivo
que pretenden.
Mientras se va armando el Modelo Operacional se procede a verificar su realismo
analizando la aptitud y la factibilidad de las medidas que los integrantes del núcleo van
preponiendo. Pero más que un análisis detallado medida por medida, lo que interesa es
verificar la Factibilidad de todo el proyecto como un conjunto. Pero mucho antes existe
un momento previo que quiero considerar aquí. Si bien es un tema de pre-factibilidad, nos
ayudará a comprender mejor el meollo de este capítulo.
Antes de que exista un Proyecto susceptible de aguantar victorioso un estudio de
factibilidad, sin duda hay un embrión de proyecto, algo que todavía no merece la atención
de los expertos consagrados y consagratorios cuyo dictamen es clave-para cualquier
pedido de recursos.
Pero aquí tropezamos con el círculo vicioso apuntado en el capítulo 5: el creador
librado a sus fuerzas difícilmente convertirá su idea en innovación. Necesita todo un
ejército de técnicos detrás de su idea para que ésta se concrete.
Las ideas verdaderamente originales, no son prima facie factibles. Hay que hacerlas
factibles.
Pero, ¿qué expertos (por auto-definición con tiempo y fondos escasos) van a ponerle
el hombro para efectuar todos los aportes imprescindibles que permitan superar los
sucesivos diafragmas del proceso innovador?
¿Qué financista va a apoyar con la generosidad necesaria hasta realizar el costoso
prototipo o la onerosa simulación? ¿Aguantará con igual disponibilidad la seguidilla de
fracasos que a la larga enseñan?
Arriesgar plata y tiempo que es oro, en un proyecto incipiente no es actitud
frecuente.
Si bien en lo profundo la misión de los expertos y financistas, su razón de ser, sería
servir con su acumulación de conocimientos y recursos a la expansión humana, el hecho
es que no han sido formados en la asunción de riesgos.
Por ello creo de suma importancia que se creen en nuestros países latinoamericanos
entidades cuyo fin específico sea apoyar y financiar innovaciones.
Estas entidades, una vez realizados todos los perfeccionamientos y estudios
necesarios, emitirían un serio y profundo dictamen de factibilidad como certificado de
navegabilidad de la innovación.
Más adelante (ver Anexo 2) describo los items principales de los cuatro
departamentos que debería tener una entidad de ese tipo. Ahora supongamos que soy un
decididor de esa entidad. Varios pedidos reclaman mi consideración. Todos piden
dedicación y fondos. Sería útil contar con algunos "Criterios" para apreciar lo que me
presentan y quién lo propone.
Siguiendo esta hipótesis, dilucidarás cuántos sutiles ingredientes hacen a la
factibilidad futura.
CRITERIOS que hacen a la IDEA:

Dada la índole de esa entidad, la primera verificación "sine qua non" que yo haría
sería el

CRITERIO DE ORIGINALIDAD: Prospectivamente hablando sólo debe


investigarse lo que realmente sea una innovación. Basta que en la Pancarta de la
Anticipación haya registro de alguna iniciativa similar, lo remito a quienes ya la están
investigando.
Si surgen varias propuestas para una misma posible innovación apoyaría con mayor
ahínco a la que nos obligue a incursionar por caminos no trillados.

SENTIDO DE DESAFÍO: Luego vería cuál exige de mí un pensamiento más


positivo, aquella que encararla signifique un desafío intelectual y aun emocional. La que
yo sienta de mayor relevancia histórica.

TRASCENDENCIA: Seleccionaría también por el efecto multiplicador que


produzca esa investigación. Preferiría la que forme más creadores, luego más técnicos,
creando nuevas actividades. Buscaría la que produzca una mejor utilización de
potencialidades del país y prometa un mayor número de beneficiarios. En pocas palabras,
la de mayor efecto expansivo.

PARTICIPACIÓN: Preferiría básicamente el proyecto que irrogue menos coacción


y admita un procedimiento participativo tanto para su elaboración como para su
implantación.
Por el contrario, no serían determinantes de mi elección criterios usuales como la

RENTABILIDAD, bajo insumo en prototipo, razonable costo de puesta a punto,


menor costo de implantación y de producción, etc.

VELOCIDAD DE CONCRECIÓN, que hace apoyar sólo a las investigaciones que


prometen resultados más rápidos, etc.

Evidentemente hay que tratar de no equivocarse al optar entre dos proyectos de


investigación, porque los recursos son limitados. Pero las consideraciones precedentes
son sólo para proyectos verdaderamente originales. Los otros, los rutinarios, ya tienen
sus instituciones clásicas.
La rentabilidad sigue siendo el criterio básico de la evaluación financiera. Pero
nuestros países necesitan, por lo menos, tanto prestigio como dinero, y tanta participación
popular como prestigio.
De allí que en el supuesto que estoy analizando, el ordenamiento de los criterios de
selección en función del futuro latinoamericano a mi juicio es:
1) originalidad: 2) participatividad; 3) relevancia y trascendencia; sólo después
rentabilidad y utilidad inmediata.
La validez de un proyecto resulta de su originalidad y de su trascendencia.
La conveniencia, en cambio, se garantiza por su utilidad y por su rentabilidad.
La prelación expuesta parece a primera vista "anti-segura", pero lo que busca es
evitar que queden huérfanas ideas que de otra manera fenecerían por inanición. El rol de
la entidad que estoy describiendo no se inicia verificando la "seguridad" del proyecto
—ese es el último paso—, sino otorgando con ciencia e inteligencia paulatina y creciente
seguridad a la idea básica del proyecto.
Mi actitud, en esa hipótesis, no es la de un examinador, sino la de un posibilitador.

CRITERIOS que hacen al PROPOSITOR

Cuando se reciben muchos presuntos innovadores conviene contar con algunas


reglas prácticas para orientarse en su comprensión y trato, para luego resolver si se
seguirá o no dialogando con él.

RECHAZO PREVIO: Una buena precaución consiste en pedirle un "Certificado de


No Se Puede" o similar dictamen negativo emitido por alguna personalidad o institución
dedicada a la investigación, que me explique las razones del rechazo.
Si no ha hecho la experiencia, le recomendaría dos o tres direcciones donde
peregrinar. Con mi carta de presentación quizás le den una respuesta con las razones o
pretextos del caso. Lo más probable es el más impenetrable silencio.
En última instancia me bastan señales de que ha "rebotado". Me dispongo a
escucharlo con refinada atención.

INGENUIDAD: Con los elementos que él aportó y algo verdaderamente "insólito"


(que puedo obtener de una excursión sinéctica en la que el propositor no participe)
pergeño una nueva variante del proyecto. Se la expongo y observo su reacción:
—si es genuino la escuchará con ingenuidad, procurando desentrañar "el nuevo
ángulo que él no había visto"; —si es inteligente, pronto desbaratará mis argucias, pero
sin ofuscarse ni agredirme, sino, por el contrario, aprovechando la oportunidad para
"robustecer" su proyecto. Lo importante es advertir si tomó en cuenta la nueva
variante. Difícilmente cierro trato con quien la rechaza de plano. Aprecio a quien
la rebate después de haberla respetado como "una posibilidad más".

ENTUSIASMO TEMPLADO: Luego verifico la calidad de su entusiasmo. Me


ingenio para descubrir si de su experiencia pasada aprendió que la concreción de una idea
es la resultante de la tenacidad de su voluntad.
Conversando con él indago cómo ha superado la enfermedad social imperante: el
descreimiento. Cómo y por qué tiene fe en su idea.
De paso le advierto sobre el efecto negativo que produce el entusiasmo y vehemencia
de Los innovadores, como veremos al tratar la Aceptabilidad.

SÍNTESIS : Aprecio al que sabe reducir a 6 ó 7 parámetros interconectados las


causales del problema y al que atina con la diferencia de efectos que producen. O sea
aquel cuyo poder de síntesis no le elimina la visión en profundidad.

VERSATILIDAD: Observo si sabe generar objetivos alternativos, y si en la


simulación de su proyecto —en cuanto aparecen obstáculos— modifica con rapidez los
cursos de acción a través de los cuales se iban a alcanzar las metas.

SINGULARIDAD: Intento articularlo con otros creadores. Observo su reacción. Si


quiere más otras consideraciones que el triunfo de su Idea, no tolerará copartícipes. Si
quiere de veras que se materialice, de corazón se alegrará al contar con colaboradores.

Estos criterios son una guía para las primeras entrevistas. Tienen relativa validez,
sirven sólo para detectar talentos creadores conjugables. El Genio es otra cosa. Ante él no
hay regla que valga.

Simulaciones prospectivas en computadoras

Antes de abordar la herramienta máxima para el estudio de factibilidad t resumo


cuatro definiciones:

COMPUTADORA: herramienta instrumental, potencializadora del cerebro humano,


capaz de albergar, tratar y transformar a altísimas velocidades todo tipo de información
que se le suministre de acuerdo con un programa establecido.

PROGRAMA: descripción precisa del proceso que realizará la computadora.


Conjunto de instrucciones que contienen y desarrollan el modelo. El programa resolverá
el problema que se plantee a la computadora simulando su funcionamiento rea).

MODELO: enunciación metódica, dinámica y suficiente de todas las variables de un


problema, con indicación de sus procesos de encadenamiento, alternativas,
combinaciones posibles y repercusiones previsibles. Todo ello enunciado en una síntesis
operativa de conjunto.

SIMULACIÓN: técnica de experimentación de un modelo mediante el desarrollo de


un programa que lo contiene y que se introduce en una computadora juntamente con datos
de experimentación con el fin de despejar incógnitas y obtener resultados.
En síntesis: la computadora es la máquina, el programa son las instrucciones, el
modelo es el conjunto de ecuaciones y la simulación es la técnica de experimentación.

Utilidad de los modelos

Para abarcar y dominar problemas muy complejos nada mejor que plantearlos con
claridad. La formulación de un modelo facilita la aprehensión intelectual.
Las dificultades de comprensión se deben a la naturaleza compleja del tema a
futurizar, o al atiborramiento de información no categorizada, o a la sobresaturación de
las explicaciones vigentes que se han vuelto muy abstractas, o a que el tema es muy
nuevo, o a que se ha efectuado un análisis insuficiente.
En todos estos casos la elaboración por separado de los modelos del Presente y del
Futuro permite ver lo esencial y ayuda a superar detalles inconexos.
Lo más importante de cada modelo es que sea representativo, figurativo como una
buena caricatura, de los extremos de la simulación a realizar: el mundo de hoy y el mundo
del mañana que queremos.
Cada uno de esos dos modelos tiene propiedades y relaciones matemáticas que son la
traducción, representación y simbolización siguiente:

γ expresa la configuración deseada


α explica la realidad

Inicialmente no son compatibles, la simulación —tecnificación de la dialéctica —en


su ir y venir los irá modificando hasta ensamblarlos a través del modelo que explicita las
acciones.
Representa un serio esfuerzo volcar lo rutinario y ambiguo de nuestros procesos
mentales al lenguaje de programación. Serio esfuerzo de rigurosidad y coherencia lógica,
pero atención de dos lógicas contradictorias: (alfa)(α) la lógica vigente por un lado y por
el otro la nexología (gamma)(γ), cuya lógica debemos aún investigar.
Esto exige plantear con la mayor claridad posible los dos extremos del fenómeno que
estamos futurizando.
Se recomienda trabajarlos por separado en homenaje a gamma, porque las ideas
originales son nebulosas e incompletas, tan sólo a medida que se las procesa van
adquiriendo un carácter más sólido y concreto. Formular con precisión la hipótesis de
futuro lleva a depurar su concepción, a evitar ambigüedades. Un enfoque nítido obliga a
tipificar su simbología. La computadora no acepta un lenguaje ambiguo. Todo este
esfuerzo de claridad y precisión es imprescindible para obtener resultados valederos.

La simulación prospectiva es en esencia un tratamiento de información en forma de


símbolos para originar un conocimiento nuevo (β) a partir de otro conocimiento inicial
(α) enfrentado con otro conocimiento postulado (γ) que se han introducido en la memoria
de la computadora, de modo tal que se cumpla esta condición: α * β = γ .

Esquemáticamente se procede de la siguiente forma:

1o PROGRAMA: después de haber borrado memoria se introduce el programa que


contiene el modelo γ .

2o DATOS: SE introduce luego un segundo paquete de información que contiene los


datos de la realidad α.

3o OPERADORES: para coherenciar α con γ se prueban los operadores β que


simbolizan todos los ensayos alternativos de medidas que hay que investigar para ver si
son capaces de transformar la situación introducida en el segundo paso, en la meta
prefijada en el primero. La experiencia es bi-polar:
—de derecha a izquierda (vía educción de nacedentes) desagrega γ en los valores
que lo posibilitan;
—de izquierda a derecha opera sobre α para ver si alguna de sus prolongaciones α+ n
(obtenidas vía proferencia) logra ensamblarse en un momento dado con algún
nacedente.

En este caso lo que se está experimentando es la idoneidad de los respectivos


operadores y la vía por la cual se logra la compatibilización entre los dos polos
antagónicos.
Dos variantes extremas resultan significativas:

—se deja fijo a α, esto implica la degradación del programa, o sea que los operadores
están descomponiendo a γ para acercarlo lo más posible a α. Esta hipótesis
representa el colmo de la resistencia al cambio;
—se fija γ como inamovible, esto supone exigirle a α el máximum de
transformaciones β. Sería el caso de una situación muy fluida y operable.

Entre estas dos experiencias "exageradas" todo el juego de operaciones que se quiera
ensayar; mientras tanto se va observando cómo mutan γ y α, lo que podríamos asimilar a
los cambios que va experimentando un proyectil α dotado de un sistema de
retroalimentación informática por cámara de TV que apunta permanentemente a un
blanco móvil γ.
De todo ese conjunto de experiencias se extraen las pautas de eficiencia de los
operadores β o sea de las medidas que se proponen.

FUNCIOGRAMA DE UNA SIMULACIÓN PROSPECTIVA

Ventajas de la simulación prospectiva

Este tipo de experiencias en computadoras permite:


—simular en pocos minutos el paso de muchísimo tiempo;
—fijar en distintas fechas el horizonte prospectivo;
—manejar gran cantidad de datos que van evolucionando a través del tiempo
simulado; —observar dónde se producen las inflexiones de efectos de
determinadas medidas para anticiparse y preparar medidas correctivas.
—contar en un mismo acto con una síntesis global de lo ocurrido junto con las
salidas analíticas en el grado de profundidad que se precise para nuevas
investigaciones. De esta forma se pueden evaluar resultados por anticipado, para
lanzarse con más seguridad a la acción.

Luego de lanzado el proyecto, la gran velocidad de procesamiento de las


computadoras permite tomar decisiones preexperimentadas en rápidas simulaciones
sobre la marcha: modificar cursos de acción, sustituir objetivos, etc. Y esto cada vez que
lo requieran las nuevas situaciones.
EJERCICIO N° 21

CUESTIONARIOS SOBRE FACTIBILIDAD

Finalidad: apreciar panorámicamente algunos de los ítems que hay que dominar
para que un proyecto soporte un estudio de factibilidad clásico en su parte general.

Instrucciones: Supón que presentas tu proyecto para lograr un dictamen de


factibilidad. Conviene que quien dirija este simulacro sea una persona o un grupo
ajeno al núcleo que elaboró el Modelo Operacional.

PREGUNTAS que efectuaría el verificador de la factibilidad: RESPUESTA del


núcleo
propositor:
— ¿Qué busca?
— ¿Qué resultado, producto o servicio va a darme
su proyecto?
— ¿Por qué pretende eso?
— ¿Qué ventajas acarrea, y para quién?
— ¿Qué efectos producirá a corto, mediano y largo plazo?
— ¿Qué procedimiento de análisis utilizó?
— ¿A qué nivel de profundidad realizó los
estudios?
— ¿Qué investigaciones complementarias habrá que realizar
sobre la marcha?
— ¿Quién va a conducir el proyecto?
— ¿Qué gente (equipo de dirección y técnico) lo va a
acompañar?
— ¿Qué prueba han dado de su capacidad de
realización?
— ¿Cómo la van a conseguir?
— ¿Cuál es su plan de trabajo y secuencia de tareas?
— ¿Tiene plazos parciales de cumplimiento?
— ¿Qué riesgos han sido previstos?
— ¿Cuáles han sido calculados?
— ¿Qué requerimientos económicos implica?
— ¿Qué ritmo de recursos han previsto?
— ¿Qué ritmo de erogaciones hay que efectuar?
— ¿Cuántos recursos humanos? ¿nacionales?
— ¿Cuántos recursos financieros? ¿extranjeros?
— ¿Qué sacrificios o postergaciones involucra la realización
prioritaria de este proyecto?
— ¿ Qué metodología utilizó para estructurar este Proyecto?-
— ¿Qué procedimiento utilizará para las acciones correctivas?
— ¿Qué nuevas técnicas o conocimientos hay que inventar
para afrontar su realización?
— ¿Qué conveniencia o utilidad reporta...
—¿para la sociedad?
—¿para el gobierno?
—¿para los particulares? (¿cuáles?)

Comentario: Para mejor captar el alcance de cada pregunta, conviene identificar el


propósito que anima al que las formula. Por ejemplo: la primera apunta a los fines, la
segunda al objetivo fundamental, la tercera a la necesidad que motiva el proyecto,
etcétera.
11. ACEPTABILIDAD
Reúno bajo el nombre de Aceptabilidad una serie de condiciones que debe poseer
toda idea original para que sea portante de futuro y se condense en una realización.
La defino como la cualidad que poseen los proyectos de suscitar adhesión. Nace con
la capacidad del creador, o del núcleo que generó la idea-fuerza, de entusiasmar a otras
personas para que la hagan suya. Se completa con la aptitud del proyecto de ser recibido
favorablemente por las autoridades y aprobado. Culmina la aceptabilidad de un proyecto
con su ejecución gozosa por parte de todos los protagonistas involucrados en él.
La factibilidad, que vimos en el capítulo anterior, era un requisito a verificar en las
acciones. Es la cualidad de que ellas sean capaces de desarrollarse y efectivizar el
objetivo que pretenden.
La aceptabilidad, en cambio, se refiere más a la configuración futura que a las
acciones que la hagan factible. Consiste en una adhesión básicamente emocional a la
intencionalidad del proyecto. Es decir, en la comprensión del fin y consecuentemente en
la admisión de ese proyecto como un desafío ventajoso.
Su dinámica esencial radica en aceptar la representación futura como valiosa más
que en reparar en los esfuerzos que necesariamente habrá que desplegar para lograrla.
Sólo si el polo prospectivo resulta atractante se movilizarán las acciones concebidas en el
tercer paso.
El polo prospectivo como toda innovación generará disímiles actitudes: desde el
entusiasmo al rechazo. Este último oculta formas de miedo y de inseguridad, que se
manifiestan en el fenómeno sico-social de la resistencia al cambio.
Los estudios de aceptabilidad intentan superarla y predisponer favorablemente el
ánimo de las autoridades, sectores interesados y opinión pública para que perciban las
ventajas del proyecto y lo hagan propio, desplegando sus voluntades tras el fin y los
objetivos, atenuando así los sacrificios que demandará su logro.
Que se produzca una amplia aceptación a un proyecto no prueba su veracidad,
bondad o utilidad. Significa simplemente que ha logrado aparecer como confiable porque
satisface más latencias que los esfuerzos que exige.
Así como en el capítulo 9 advertimos que era más importante la concepción de los
medios que la posesión de los recursos aquí destacamos que la aceptabilidad hace más a la
viabilidad del proyecto que el estricto cumplimiento de todos los requisitos técnicos de
factibilidad.

Actitudes frente al cambio

Ante un proyecto que pretende un cambio se abre una trama de actitudes que van
desde la aceptación gozosa hasta el rechazo más cruel.
La aceptación se da fácilmente cuando se trata de innovaciones técnicas donde la
mejora sobre lo actual es visible, tangible o experimentaba de inmediato. Por ejemplo, no
hay que exigir ningún tipo de "fe" de que determinado artefacto realiza mejor un nuevo
servicio: se lo prueba y basta. Las ventajas son aquí "palpables".
Pero en los proyectos sociales o políticos, donde no se "ven" los pasos hasta que
estén realizados, o donde no es posible exhibir una maquette fehaciente del nuevo orden,
donde sólo se palpa el entusiasmo del visionario... entonces el campo de la resistencia es
muy amplio. Cualquier pretexto le es válido.
Como un instinto defensivo muy arraigado, el hombre se aferra a lo que le es
conocido. Introducirle de repente un nuevo paradigma, una nueva manera de explicarle
las cosas, resulta una operación muy riesgosa.
Si él no ha experimentado insatisfacción por la explicación vigente, lo más probable
es que rechace —con sobreabundancia de argumentos— el más pequeño cambio. Con
todas las buenas razones que le provee el paradigma reconocido por válido por la gran
mayoría, fulminará a aquella proposición que viene a perturbar su orden mental.

Causas:

Las principales causas de resistencia al cambio son:

1 — La ignorancia: desconocimiento de que la situación actual no es tan favorable


como la que propone el proyecto.
2 —La comodidad: pereza biológica, inercia, desinterés, indiferencia, en el fondo
prefieren "sus hábitos" a toda mejora.
3 — La rutina: costumbre que rigidiza los comportamientos al hacer olvidar la
finalidad por la cual se la adoptó.
4 — El miedo a lo desconocido: temor a lo nuevo, a la nueva responsabilidad, al
ridículo. Si el proyecto implica abandonar lo usual, se desencadena una neurosis
de seguridad que rechaza el futuro alegando que es preferible lo malo conocido.
5 — El temor a ser desplazado: la inseguridad con que se desempeñan muchos roles
hace que se tema ser removido o al menos postergado cuando aparezcan los que
entienden el nuevo sistema.
6 — Los intereses creados: temor a perder el mando o los privilegios inherentes al
puesto, acumulados por la rutina, dentro de un sistema dado que ya es familiar.
En síntesis: temor a no usufructuar más los privilegios adquiridos.
7—Un entusiasmo que genera escepticismo: algunos innovadores con su entusiasmo
suelen exasperar al común de las gentes. Su vehemencia suscita el escepticismo
de las mentalidades críticas.

Manifestaciones

Distintas son las formas y la intensidad de la tendencia a oponerse al cambio:


Primer grado: negar sencillamente la existencia del problema que generó la
innovación.
Segundo grado: aceptar el problema pero argüir que las soluciones propuestas serán
muy costosas.
Tercer grado: dudar de su eficacia dado que el procedimiento innovador aún no ha
sido ensayado durante tiempo suficiente a magnitud real.
Estas manifestaciones de resistencia al cambio oscilan desde el menosprecio
(defensa contra lo que no se entiende bien) hasta la difamación de la persona de los
innovadores.
Desde la rigidez que no se presta al diálogo, hasta el sabotaje pasando por la
resistencia sorda o la oposición franca a todo lo que signifique nuevas experiencias.
Un verdadero problema es el de la apertura o disposición del que tiene poder para
aceptar cambios. No es fácil de lograr, porque muchos de los constituidos en autoridad lo
son dentro de "su" sistema y temen que la innovación produzca un cambio del sistema y
pierdan autoridad. Invocan frecuentemente la prudencia, olvidándose que es la virtud de
la acción. Quienes la esgrimen como pretexto para no cambiar nada, en vez de conducir
una evolución lograrán una revolución que les quite todo poder.
Algunos consejos...

La presentación de la idea influye muchísimo. Su comprensión inicial es vital. No


por muchos análisis posteriores se logra enderezar una mala impresión inicial.

... QUE SE VEA


Se facilita la aceptación de la idea nueva si se logra que los demás la vean. Hay que
producir por todos los medios una percepción del nuevo orden o sistema que se propone.
A mayor nitidez, agrado, compenetración e identificación, mayor aceptación.

. . . QUE NO CHOQUE
Que la mayor visión que tiene originalmente el creador no desborde en entusiasmo
avasallador. La vehemencia genera escepticismo porque quienes la escuchan se sienten
íntimamente agredidos por tanta riqueza. Es comprensible: su amor por la idea aumenta
su visión. Pero el exceso de luz deslumbra. Hiere. Enceguece.

... QUE INTERESE


¿Qué importancia atribuye el interlocutor al tema sobre el que se quiere innovar?
Nada mejor que lograr una coincidencia inicial sobre la necesidad. Un error grave:
empezar hablando de "mi" idea, de "mi" solución. Si no comparte el problema, todo el
proyecto será algo extraño, algo que no tiene nada que ver con lo que le preocupa. Si el
problema interesa discurrir más sobre las ventajas que sobre la idea en sí. Para ello nada
mejor que mantener vivas las fichas de las ventajas del Modelo Prospectivo (capítulo 7 -
rubro 10.3) y volver a tabularlas cada vez en función del interlocutor o auditorio a quien
hay que convencer.

... QUE PROMUEVA


Favorece notablemente que el interlocutor se vea desempeñando un rol en el
proyecto futuro, que el auditorio lo sienta como un trampolín para sus aspiraciones.

...QUE NO DESCONCIERTE
Tener especial cuidado de no presentar al nuevo sistema de ideas que involucra el
Proyecto como antagónico de las que le son familiares.
Con paciencia explicar el nuevo paradigma usando "certidumbres" del anterior. Que
el caso antiguo, el que es familiar, se vea como un caso particular, como un antecedente
evolutivo del nuevo paradigma. Sin negar lo que el interlocutor entiende, que él mismo
vaya abriendo su mentalidad.

...QUE SE ENTIENDA
Un defecto que suelen cometer los innovadores es usar un lenguaje enriquecido con
el manipuleo analítico de su proyecto. Eso genera una metalengua que dificulta la
comunicación.

... QUE CONVENZA


¿Quién debe presentar la idea? ¿El creador mismo o alguien específicamente
entrenado en la persuasión? Es difícil contestar en abstracto: si el creador peca de
excesismo parece recomendable comunicar la idea por medio de un "persuador". El
creador tiene que estar presente sólo para resolver brevemente alguna que otra duda que
pueda surgir en el debate posterior.
—Lo que más desarma es la actitud sincera del que admite que bajo ese ángulo o
enfoque no había estudiado el problema. —Lo que más irrita es la suficiencia o
despliegue pomposo de conocimientos, muletilla en la que nunca caen los verdaderos
sabios.

—Lo mejor es haber realizado el proyecto en equipo en el cual desde el vamos estén
interactuando los expertos en comunicación.
Un último consejo para la presentación: Cuando flota incomprensión —los que
hablan no se entienden—, a veces puede ser que esté latiendo el miedo a descubrir la
verdad en el otro. Entonces basta de argumentar las verdades que uno ve... Hay que
atreverse a explicitar los temores que uno experimenta. Si el interlocutor se siente movido
a solucionarlos... la aceptabilidad crece.

Sobre la marcha...

¿Qué hacer cuando un proyecto se empantana? Aprovechar una sesión de revisión


para volver a bucear en las latencias y verificar si se experimenta la misma necesidad que
lo originó. Si es así, perfilar mejor los fines y a lo más ensayar con un objetivo alternativo
por si la persecución del objetivo anterior hubiese producido acostumbramiento o
desánimo.
Si no es así, aprovechar la presencia de todos para redefinir con valentía los fines del
proyecto.

¿Qué hacer si de todos modos se verifica un cambio general de actitud hacia el


proyecto? Si se descubre que ya no satisface más latencias, o sea que sus ventajas resultan
vanas porque ahora se cuenta con una nueva comprensión de la necesidad que antes lo
hizo surgir... Sólo le queda al innovador admitir la veracidad de esa mutación y caldearse
de un gran amor por la humanidad (y no sólo por su anterior proyecto) para volver a poner
su talento al servicio de todos.

Influencia de la tónica general

Cuando hay demanda de innovaciones entonces el creador cuenta con cierta


predisposición inicial para ser aceptado, por lo menos lo escuchan.
El verdadero problema para los creadores ocurre cuando no hay pedido de ideas
verdaderamente originales. La comunidad está aplastada; se le ha cauterizado el espíritu
de aventura. Ya no tiene independencia creativa.
Cuando la sociedad está triste, promover una innovación es tarea ardua. Es como
remontar la corriente.
En esas circunstancias —que son las actuales— resulta útil la experiencia de Albert
O. Hirschman, que narra en su libro "El comportamiento de los proyectos de desarrollo"
(México. Siglo XXI Editores S.A.) y que sintetizo así:
En los países subdesarrollados por lo general los decididores subestiman la
creatividad.
Piensan que la creatividad llega siempre como por sorpresa, por lo cual nunca
cuentan con ella, no se dan el lujo de creer en ella hasta que se presenta. En otras palabras,
no emprenden conscientemente tareas cuyo éxito requiere que la creatividad aparezca.
Por otro lado, si supiesen por anticipado todas las dificultades que surgirán al
efectivizar el proyecto probablemente nunca lo abordarían. Pero una vez embarcados en
él algunos espíritus acometen decididamente las dificultades inesperadas y a veces
triunfan.
De allí deduce el principio de la "Mano Encubridora": las dificultades futuras
deberían quedar encubiertas al momento de la decisión, para poder ir adelante con el
proyecto, para que se despliegue el esfuerzo necesario.
¿Cómo inducir ese error benéfico? Hirschman sugiere dos técnicas:
La " seudo-imitación" haciendo catalogar el proyecto como una simple réplica de
algo que ya existe con éxito indudable en un país avanzado.
El programa seudo-completo, que tiende a dar la ilusión que los expertos ya han
encontrado todas las respuestas a los problemas y de que lo único que se necesita es
cumplir fielmente sus múltiples recomendaciones.
Hábilmente conjugadas estas dos técnicas suelen convencer a los timoratos. Es
lamentable que la falta de confianza en los resortes de la creatividad autóctona obligue a
recurrir a estas trapisondas, pero es el precio que a veces hay que pagar para que se
adopten proyectos que serían rechazados si se dijera la verdad: "¡es original y, en
consecuencia, hay poca o ninguna experiencia en el tema!".
Los grandes proyectos se han realizado por obra de personas dispuestas a asumir
conductas riesgosas.

Puro miedo

Las causas y manifestaciones de la resistencia al cambio giran en torno al miedo.


Todo cambio suscita en el espíritu la idea de la alteración de un estado. El instinto de
conservación despierta el miedo de perder. La imaginación no entrenada desconoce su
poder creador, por el contrario, es proclive a magnificar los temores y el deterioro. Crece
así la ansiedad que impide comprender las ventajas del cambio propuesto.
Recrudecen y se acoplan los distintos miedos. Miedo a abrirse, a comunicarse, a
arriesgarse, a equivocarse, a perder. Miedo a quedar mal, a hacer el ridículo, a quedar
pagando.
Miedo a lo desconocido, a lo no normado.
Temor a disfrutar, a la libertad, al desorden con que inicialmente se presenta el nuevo
orden.
Temor al gozo creador.
De ahí el "no te metás". "Quedate piola" o "quedate en el molde".

Cuando una idea no encaja en el sistema aceptado, lo menos que puede pasarle es
que se la ignore.
¡Pobre creador! Si no lo comprenden sufrirá merma de su entusiasmo vital, pérdida
de su poder de convicción; el natural auto-cuestionamiento de todo aquel que avanza por
caminos desconocidos puede hacerse tan fuerte que él no lo logre superar y caiga víctima
del cansancio.
Pero si insiste en ir en contra de la corriente, sufrirá algo más que la presión de la
opinión convencionalmente admitida. Las ideas impertinentes serán sofocadas,
reprimidas. Se rigidizarán las posiciones. El miedo pondrá duros a los que están
constituidos en autoridad. Ante esa actitud de los que mandan, ciertos espíritus
experimentan la tentación de agredir, de hacer violencia para lograr lo que desean.
Al exacerbarse la crisis, los que recuerdan las idílicas concordancias de antaño (a
costa de muchas sofocaciones que no advertían) reaccionan contra ese tipo de
manifestaciones innovadoras. Alarmados por la visible mutación del plexo de valores, los
situados buscan refugiarse en la sensación de inmutabilidad, de valores eternos, de
permanencia que el lentísimo fluir de antes les otorgaba. Crispados en su pánico son la
espina vertebral que todavía sostiene el principio de autoridad. Se estremecen cuando
oyen a los desconformistas decir de ellos: "Saben que todas las reglas que han inventado
se van a desmoronar cuando muchos empiecen a no seguirlas".
Ambos bandos se parapetan tras sus esquemas. Los "situados", al ver que el
cuestionamiento y la violencia corroen los argumentos y las posiciones con que
justificaban sus privilegios, terminan en la exasperación máxima que les hace optar:
¡Ellos o nosotros!
Es cierto que antes, muchos de los rebeldes quisieron voltear la sociedad que los
alienaba adoptando la forma drástica, el proceder duro y cruel. Lástima que por no saber
expresarse socialmente —son como mongoloides que no pueden verbalizar sus brumosos
impulsos— recurren a la violencia.
Esto sucede cuando la autoridad en vez de ser posibilitadora y ensambladura del
cambio se transforma, por sus compromisos y red de privilegios, en una implacable
negadora de soluciones.
Insensiblemente me escapé del ámbito normal de los estudios de aceptabilidad. Pero
he querido dejar como telón de fondo del tema este testimonio: si bien es preferible agotar
todas las instancias para convencer y persuadir... cuando el conflicto llega a la negación
sistemática de soluciones por parte de quienes detentan el poder, comprendo que algunos
visionarios estén tan comprometidos con su idea que breguen por imponerla a toda costa.
Sucede que ellos resienten en lo hondo deberes para con su luz. Ellos han "visto", no
pueden dejar de actuar. Son coherentes consigo mismo, asumen riesgos para propagarla.

Un balance valorativo normal

Prosigamos en la búsqueda de una persuasión que movilice la voluntad. La esencia


de la aceptabilidad es la resultante de un balance síquico en que el valorador aprecia las
ventajas de lo nuevo y de lo viejo. Para favorecerlo conviene:
1°) Exacerbar sutilmente miedos e insatisfacciones, la frustración, pasado cierto
límite, puede convertir en credibilidad su carga emocional.
2o) Señalar con mucho cuidado las desventajas que de ahora en más produciría seguir
con la rutina.
3o) Facilitar el descubrimiento personal de las ventajas exhibiendo algunos sencillos
ejemplos de cómo el polo prospectivo soluciona problemas.
4o) Reforzar la aceptabilidad recién surgida presentando con verosimilitud cómo las
acciones propuestas en el modelo operacional llevan hacia ese polo.
Para predisponer la aceptabilidad —valoración de ventajas— hay que exhibir cómo
el proyecto satisface aspiraciones, pero en definitiva sólo se acepta lo que reduce la
ansiedad y da más seguridad.
No conozco más reglas generales, pues cada proyecto presenta distintas
connotaciones; algunas de ellas condensan la resistencia general al cambio en una
oposición específica por grupos. Por eso todo estudio de aceptabilidad debe ser peculiar a
cada sector interesado o involucrado en el proyecto. Debe distinguirse además si se
requiere la aceptación de las autoridades o de las bases.

El lenguaje y los niveles de comunicación

El lenguaje utilizado suele ser la primera barrera que dificulta la comunicación.


Lamentablemente todo léxico técnico si bien jerarquiza su disciplina dificulta su
comprensión. Lo que se gana en precisión se pierde en comunicación.
El problema de la claridad del lenguaje se halla conectado con el de los niveles de
comprensión que podemos tipificar en tres:

Nivel técnico-científico: Donde se maneja un alto grado de precisión pero


excesivamente fraccionado por obra de las muchas especializaciones, por lo cual a
menudo tropezamos con acepciones antagónicas. Baste un ejemplo: "simulación"
vocablo de contenido peyorativo para el jurista, es en cambio para el prospector la
modalidad más eficiente para verificar en computadoras la viabilidad financiera de un
proyecto.

Nivel divulgación ilustrada: Es el que utiliza la mayoría de los hombres de mando


que toman las decisiones. Al no manejar el nivel técnico-científico titubean muchas veces
y en última instancia se resuelven por intuición como un sintetizador burdo que los
auxilia.

Nivel vulgarización popular: Las masas se movilizan fundamentalmente por obra de


elementos emocionales. A este nivel la comunicación de los modelos prospectivos no se
obtiene mediante sucesivas reseñas de niveles superiores sino a través de una recreación
de las ideas-fuerzas amasadas con elementos primigenios del sentir popular.
No hay posibilidad seria de implementación consensual de un proyecto prospectivo
si no somos capaces de realizar su comunicación en los tres niveles de comprensión
descriptos.

El diálogo:

Básicamente la aceptabilidad de un proyecto se logra a través de un diálogo


auténtico. Teóricamente, es cierto, pero un diálogo entre niveles es muy difícil por los
diferentes manejos lingüísticos a que recurren. Dada esa realidad, la mejor forma de
lograr un diálogo profundo no es sólo comunicando experiencias y conocimientos sino
fundamentalmente Latencias.
Generalmente nos reunimos en grupos de mentalidades afines y tratamos nuestros
intereses, ideales y deseos de tal forma que nos convencemos más y afirmamos más en
nuestro parecer sin darnos cuenta que es parcial. No estamos acostumbrados a hablar de
asuntos sobre los cuales no estamos de acuerdo con personas que piensan de manera
distinta a la nuestra. Por ello no comunicamos latencias que nos hacen hombres comunes
a todos, sino sólo exteriorizaciones propias de sector.
Una vez más aparece el miedo tanto en la autoridad que teme el cuestionamiento de
su poder si implementa el proyecto, como en sus destinatarios que temen tener que
cambiar de comportamiento y aun en el innovador que sospecha que su proyecto deberá
ser modificado.
En el fondo todos tememos que un dialogo auténtico nos convenza de que debemos
cambiar nosotros y no los otros.

Participación

La gente se identifica con el programa elaborado en común. Experimenta menos


inseguridad y asume una actitud más abierta. Recuerdo una "boutade" de Peter Drucker:
"Un camello es un caballo hecho por una comisión". Es cierto: no resulta tan lindo como
el caballo diseñado por un experto en la soledad de su gabinete, pero por eso mismo puede
atravesar el desierto de las opiniones divididas, porque éste le reconoce la joroba que le
puso, el otro el befo propio, etc. Lo ven suyo.
A mayor participación, mayor toma de conciencia, mayor responsabilidad. Pero
téngase en cuenta que las técnicas, para dinamizar una participación eficaz, no deben ser
concebidas sólo para reducir la resistencia al cambio, sino para captar la energía
creadora de los participantes.
Demasiadas veces la participación era un resorte de la conducción. Era solicitada
sólo para prevenir resistencia y no para descubrir otra fuente imaginativa; no para
incorporar la opinión del otro sino para aquietarlo y comprometerlo en la acción querida
por la autoridad.
En la historia reciente de la participación no se han logrado aún mecanismos
eficientes que permitan expresar —con posibilidad de integración— los distintos
aspectos que cada individuo percibe de un problema.
Los intentos conocidos, "comisiones de consulta y colaboración (recomendación
114 OIT), consejo de la comunidad, consejo económico-social, etc.", tienen en común
procedimientos nada imaginativos que los esterilizan en un diálogo parlamentario donde
cada participante defiende su posición.
Creo que no se ha logrado aún un sistema ágil de participación imaginativa, porque
en el fondo se teme a la imaginación. Se la tolera en el jardín de infantes, luego se la
recluye en los manicomios.
EJERCICIO N° 22

TEATRO CREATICO

Para inducir la Prospectiva de Instituciones y Estilos de vida resulta


particularmente eficaz realizar una sesión de Teatro Creático.
El Teatro Creático conjuga dos técnicas: la primera es una representación teatral
en tres actos diacronizados, la segunda una dramatización creativa o sea una
improvisación sobre lo representado en el 3er acto.

ESQUEMA DE SU FUNCIONAMIENTO

A— Se define muy esquemáticamente el tema, no más de una carilla


B— Sobre esa base se escribe un libreto que desarrolla el tema a futurizar a través
de tres actos (Presente, Pasado y Futuro) el último con varias versiones.

ACTO I: PLANTEO DEL TEMA

Se lo dramatiza en forma de problema "tal cual hoy se lo vive". La escena se


encarna en el PRESENTE, por ejemplo:
—una discusión en la mesa familiar
—un conflicto en la puerta de una fábrica
—una sesión de directorio de una empresa a punto de quebrar
—una sesión de sicoanálisis
—una pareja forjando planes

Finalidad: Focalizar el tema en términos populares o fácilmente comprensibles


para que emerja el meollo de la situación a futurizar.

ACTO II: VISION RETROSPECTIVA

Se efectúa un retorno al PASADO.


Descripción "anticuada" del tema, cuando surgió o cuando aún no se lo resentía
como problema, o se le daba distinto tratamiento.

Finalidad: Por contraposición con el primer acto, advertir la diacronía del


fenómeno a futurizar, es decir captar lo significativo del proceso en evolución (lo
esencial superando lo anecdótico).

ACTO III: ANTICIPANDO EL FUTURO

Se actúan "en borrador" versiones diferentes del tercer acto. Una para cada uno
de los futuribles (futuros posibles) detectados hasta ese momento.

C — Aquí cesa el libreto y el conjunto público-actores-autores improvisan.


Finalidades:
1 — Qué el que se sienta inspirado "actúe'' su idea, expresando así cómo siente
que se desenvolverá el problema en el futuro.
2— Con los claroscuros que aparecen al comparar los distintos futuribles, articular
entre todos cuál podría ser el Futurable (futuro deseable) del tema en cuestión,
En el mes de setiembre de 1972 en el Salón de Educación Permanente del Centro
Cultural San Martín realizamos las siguientes experiencias de Teatro Creático:

— PROSPECTIVA DE LA EDUCACIÓN.
— PROSPECTIVA DEL SICOANÁLISIS.
— PROSPECTIVA DE LA PAREJA.
— PROSPECTIVA DE LA DEMOCRACIA.

EJERCICIO N° 23

PROSPECTIVA DE LA EDUCACIÓN

A — Definición del tema (por Gustavo J. Cirigliano).

PRESENTE: Ministros que se suceden. Sensación de impotencia. Proposiciones de


reformas, de las que nadie está totalmente convencido. Proyectos de ley universitaria.
Rutinas. Contradicciones. Alumnos que no aprenden. Docentes en huelga y sin fe.
Universitarios que toman facultades. Un sistema educativo que no va para ningún
lado, y por tanto nadie sabe por qué lado y en qué parte habría de ser cambiado. Y
existe la percepción tenue de que la fuente del problema está en otro lado: que el país
—no sólo la educación— ha perdido el rumbo. 400 mil alumnos en el secundario
siguen bachillerato, ¿para hacer qué? Lo que la escuela enseña no parece tener
relación con la vida.

PASADO : Sin embargo pareciera que el sistema cuyos restos hoy nos quedan tuvo
sentido en otra época. Y no sólo tuvo significación, sino que fue funcional, adecuado y
exitoso: dentro de un proyecto político. El sistema educativo en sus dos ejes arranca
de 1884 (ley 1420) y 1885 (ley Avellaneda) y responde plenamente al proyecto de la
"generación del 80" que aceptó, en dependencia consentida, cambiar cereales y carne
por manufacturas, y por tanto su producto escolar debía servir para el intercambio,
para la intermediación, para la burocracia, a diferentes niveles.
Una escuela primaria, con énfasis en aspectos formales, batalló contra la
ignorancia y argentinizó los hijos de inmigrantes. Una universidad que producía
doctores (profesiones liberales) daba los dirigentes del proyecto. Ser doctor y
estanciero era el modelo.

FUTURO: Confusamente se sabe que el proyecto político terminó del todo en


1930, pero que el sistema educativo que le era funcional, sigue hoy en la inercia, en la
línea de la dependencia, en la contradicción y en la no-funcionalidad. ¿Y dónde está el
futuro? El futuro será responsabilidad de todos: pero debemos imaginarlo, debemos
proponerlo.
Futurible:
1—quizá el futuro sea una simple extensión del presente;
2 — quizá el futuro nos enfrente a un sistema de televisión educativa que utilice
satélites de comunicación y computadoras que reemplacen las actuales bibliotecas;
3 — quizá el futuro salga de la tarea concientizadora y liberadora que trata que
cada hombre sea sujeto y no un simple receptáculo, un depósito de contenidos que lo
enajenan y someten;
4 — quizá el futuro destroce las ritualidades de la escolaridad, las simulaciones
académicas, el monopolio de la escuela que discrimina y no brinda educación a todos,
5 — quizá...

B — Representación: Sobre esas ideas trabajó el autor del libreto Samuel


Nemirovsky junto con un grupo de actores vocacionales dirigidos por Emilio Cañas
quienes representaron las siguientes escenas:

ACTO I — PRESENTE: Se lo dividió en tres cuadros:


a) en una escuela la maestra repite consideraciones rutinarias sobre la Revolución
de Mayo mientras los alumnos preocupados por temas de actualidad la acucian con
preguntas que la desconciertan. Se oyen disturbios en la calle.
b) en su despacho el Ministro de turno divide su tiempo entre audiencias,
compromisos oficiales y el sopesar los argumentos a favor y en contra de una nueva
reforma.
c) en la calle un reportero de un canal de TV interroga a un ama de casa sobre la
huelga docente. Esta entre varias consideraciones banales se queja por tener los chicos
en casa.

ACTO II — PASADO : En una única escena frente a una clase bien disciplinada una
maestra sarmientina va inculcando los valores y creencias de la época explicando el rol
que sus prohombres habían pensado para la Argentina.

ACTO III — FUTURO: Se representaron sólo dos:


a) una exageración tecnotrónica en la que la ingestión de conocimientos por
píldoras sufre un percance cuando un sujeto no respeta las indicaciones y toma
juntas una de Ciencias con una de Humanidades, lo que lo obliga a un posterior
lavado de cerebro.
b) un retorno idealizado a las fuentes, a una civilización casi idílica, donde dos
amigos se maravillan ante la naturaleza y así van descubriendo sus secretos sin
maestros ni intermediarios del conocimiento.

Así en rápidos pantallazos fueron apareciendo las principales aristas del tema y las
fantasías inconscientes que animan las diferentes expectativas.
Cada acto reflejaba su época no sólo en la vestimenta y decoración sino en la
fraseología, expresiones corporales, comportamientos, ideología implícita en los
símbolos que se manejaban, etcétera.

C — Improvisación: De esta forma se movilizaron las latencias de los asistentes


hacia el tema educativo. De allí se efectuó una excursión prospectiva vía analógica
(capítulo 7) en búsqueda del Futurable.
Si bien no se logró una formulación clara y unívoca se registraron varias ideas que
revelaban la similitud existente entre los problemas educativos y la crisis de autoridad
y cómo ambas instituciones debían ser reemplazadas por una nueva actitud de unos
hacia otros.

Suspendo aquí la explicación para que formules tu Futurable. Esa experiencia y


estos temas serán motivo de una próxima publicación de Gustavo J. Cirigliano.

EJERCICIO N° 24

PROSPECTIVA DE LA DEMOCRACIA

I — PRESENTE: Día de comicios. Dos filas: hombres y mujeres; separados, como


antes en las iglesias.
A un costado mamparas aisladoras simulan el cuarto oscuro.
En el centro sobre una mesa, la urna. Presidente de mesa, fiscales. Aquí y allá
soldados con metralletas vigilando el acto.
La acción transcurre en silencio entregando cada individuo la libreta, recibiendo el
sobre, yendo al cuarto oscuro, depositándolo en la urna, etcétera.

Comentarios: El votar se ha reducido a un acto "mudo" que efectuamos isolados


en silencio. El colmo de la fragmentación individualista. La máxima atomización del
sentir de los distintos grupos de la población. Los ciudadanos al tener que votar por
"candidatos" quedan en la práctica absolutamente imposibilitados para aportar
sugerencias acerca de cómo resolver nuestros problemas.
En cuanto el ciudadano deposita su voto en la urna —bajo la custodia de las
FF.AA.— queda nuevamente desvinculado del ejercicio del poder. El Gobierno
resultante, como ya es clásico en la Argentina, se desenvolverá bajo el control de las
Fuerzas Armadas.
"El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y
autoridades creadas por esta Constitución... (art. 22)". Los llamados Representantes
del Pueblo son una intermediación entre la voluntad de los ciudadanos y el Poder.
Bajo la ilusión de la DEMOCRACIA REPRESENTATIVA reforzada con el mito de la
separación de los tres poderes, el ciudadano queda rigurosamente excluido del
ejercicio del poder. Todo un sistema denominado republicano con sus múltiples
magistraturas se sustituye a su voluntad. Sólo de tanto en tanto puede emitir —no
ideas— sino un voto a candidatos en una boleta pre-impresa.

II — PASADO: La escena en la Grecia de Demóstenes. Los ciudadanos discuten en


la plaza pública. No hay mujeres. En un rincón esclavos de ambos sexos están
reparando una casa.

Comentarios: Los ciudadanos de la polis griega, porque eran pocos —y porque


existían esclavos— podían darse el lujo de discutir entre todos sus problemas.
Intercambiaban sus opiniones, definían sus propósitos y juntos resolvían cómo
satisfacer sus necesidades. Todo lo que constituía la política, se hacía en la dimensión
humana del conocimiento personal. El Ágora era una DEMOCRACIA EN VIVO y EN
DIRECTO.

III — FUTURO: Se pueden imaginar los siguientes...

Futurible:
1 — (reedición exagerada del presente) : Una sesión en la Cámara de Diputados.
Cuestiones de privilegio. Debates interminables.
Moción de cierre de debate, etc. En medio de la batahola se oye una radio
perifoneando la proclama de un nuevo alzamiento militar.
2— (voto capacitado) misma escena que en la primera del Presente, pero entre la
fila de votantes y la urna se interpone una mesa examinadora que discrimina quién
vota y quién no.
3— (dictadura absolutista) desaparecen todos los símbolos democráticos. Desde
una lente gigantesca que a todos vigila, el Hermano Mayor como en "1984" de
Georges Orwell, arenga a las masas dócilmente alineadas para la Guerra Eterna.
Después de debatir estas y otras alternativas, surgió esta pregunta: ¿Volverá el
ciudadano a tener —cuando le interese— libre acceso al foro donde se forjan las
decisiones que afectan a todos?
A partir de esa pregunta se puso en marcha un simulacro de otra alternativa hasta
ahora no considerada: EL CONSENSOR. Resultó ser un Futurable para la gran mayoría
de los presentes. Antes de explicar cómo se lo simuló en la sala de un teatro me
referiré a esa innovación desde tres ángulos diferentes:

A) Consideraciones previas a su creación.


B) Síntesis del mecanismo propuesto.
C) Comentarios posteriores.

A) Consideraciones previas
Nada puede aportar en la práctica, el ciudadano común al debate político. No
tiene libre acceso para aportar ideas. Tiene que recurrir a la partidocracia.
Cuando asiste a actos políticos lo más que puede hacer es formar "audiencia".
Como tal poco o nada puede aportar salvo aplausos, murmullos o gritos,
expresiones propias de la sicología de las masas. Una audiencia no tiene posibilidad de
elaborar una respuesta en común, ni de transmitírsela al orador que le habla y propone
cosas.
Con la propagación de la TV la audiencia está virtualmente incomunicada, tabique
de por medio.
De allí el rol del periodista o del pequeño y preparado público asistente para dar
visos de realidad al debate.
Pero la inmensa mayoría no tiene forma práctica y eficaz de expresar sus puntos
de vista directamente.
El diálogo como intercambio recíproco de opiniones para concertar una acción NO
EXISTE PARA LAS MASAS, porque los individuos que las componen, incomunicados
entre sí, no logran expresarse como grupo y quedan condenados al silencio frente a un
interlocutor que no los puede oír.
La inmensa mayoría no sólo es audiencia pasiva, está cada vez más desinteresada
por el hecho político que le es ajeno. De hecho el ciudadano en la cotidianeidad vive
aislado de los otros. Existen como tabiques de incomunicación entre unos y otros. A lo
mejor muchos piensan lo mismo... pero no lo saben. Al no tener la posibilidad de
elaborar una respuesta en común, desconfían.
Las elecciones son una farsa.
La misma urna es un cajón de madera cuyo nombre tiene resonancias funerarias.

Conclusión: Sería de suma importancia inventar un procedimiento de elaboración


interpersonal de respuestas comunes con expresión rapidísima de sus resultados para
que los conductores del Estado rectifiquen sobre la marcha su conducción
aprovechando las nuevas ideas e indicaciones que le suministre directamente la
población.

B) Síntesis del mecanismo propuesto


Se efectuó una excursión, prospectiva, vía analógica, en la que se dramatizó el
desempeño de un cerebro que coordinaba múltiple y muy diversa información en una
sola imagen mental, modificando en consecuencia, en el acto, el comportamiento de
todo el organismo. Luego de obtenido el modelo utópico" se lo depuró y se obtuvo la
siguiente innovación cuyo mecanismo resumo así:
—A cada ciudadano se le provee un polipulsor, dispositivo electroestático similar a
una birome con capuchón.
Con el clip del capuchón se puede señalar diferentes posiciones sobre un dial
grabado en torno del dispositivo.
Al ser pulsado emitirá una señal diferente según la posición que marque su clip.
La mini-energía informática que emite el dispositivo (sólo al ser pulsado) es
captada por un satélite consensor remoto que recoge el sentir de todos y lo
proyecta sobre una gran pantalla donde cada opinión vertida se refleja en un
puntito como los que constituyen las imágenes transmitidas por radiofoto.
— Previamente en la pantalla del Consensor, que puede visualizarse en todos los
hogares, se ha proyectado el tema a dilucidar con varias alternativas o sea
diversos futuribles.
— Junto con esa proyección se ha indicado el símbolo correspondiente a cada una
de las diferentes alternativas —toma de posición— que se va a compulsar.
— Terminada la proyección del tema, se indica la compulsa. La pantalla del
Consensor refleja entonces la energía de los polipulsores que han sido
accionados. En la pantalla se condensan todos los sentires agrupándose
automáticamente según similitud de opinión.
— Pero lo más importante es que al observar cada interesado cómo se da la
distribución de los quereres puede ir modificando su emisión particular, es
decir cambiar su posición en el polipulsor. Esto le da la posibilidad de modificar
o no su criterio, de rectificar o ratificar su primera emisión.
— Unidos varios polipulsores pueden aportar nuevas ideas, nuevos ángulos de
ataque a los temas que se dilucidan.
— La dinámica fundamental del Consensor radica en captar los sentires de la
población de abajo hacia arriba y en permitir que todos visualicemos lo que
piensan los otros.

Conclusión: Estimo que el Consensor es un plasmador del consenso ya que


provoca una mejor dilucidación de los propios quereres al poder confrontarlos con los
de los demás.

Simulacro del Consensor en la sala del teatro:

—se pidió al público presente, unas 300 personas, que sostuviesen en sus manos
un pequeño espejo del tipo de cartera para señoras.
—una luz que venía del techo incidía directamente sobre la platea. En pocos
instantes el público aprendió a dirigir el reflejo de su espejo sobre el escenario a
oscuras.
—se simuló entonces que el telón de fondo representaba las cuatro alternativas:

Futurible :
Parlamentarismo DEMOCRACIA REPRESENTATIVA
Voto capacitado DEMOCRACIA RESTRINGIDA
Dictadura ANTI-DEMOCRACIA
Futurable:
Consensor DEMOCRACIA DIRECTA

C) Comentarios posteriores:
Posibilidades de adopción del consensor. No existen grandes problemas técnicos
ni de costos que no se puedan superar.
Aplicando con empeño la inventiva y la moderna tecnología (capaz de colocar
cámaras de TV en la nariz de las bombas) se pueden resolver todas las dificultades. El
costo siempre es cuestión secundaria cuando se quiere de veras el logro.
Ya soportamos el subsidio que el Estado otorga a los partidos políticos por boleta
lograda en los comicios. Este sistema no tiene por qué ser más caro a igualdad de
beneficios por lo menos. Su costo operativo, aun previendo su utilización diaria no
superaría el de un canal de televisión.
El verdadero problema no es de "factibilidad" sino de "aceptabilidad".
Algunos demostraron miedo de liberar una gran masa crítica a través de una
compulsa tan directa y visual, tan inmediata y modificable de la opinión pública.
Uno me dijo que ese procedimiento "destaparía la olla"; otro con ingenuidad:
"...pero, ¿no será peligroso que piensen?".
Muchos, suspicaces: "¿Qué gobierno querrá realmente conocer los quereres de
sus gobernados?". "El 'Establishment' nunca va a permitir que se dilucide en el
Consensor nada que lo afecte". Piensan en el fondo que conectar los pensamientos
individuales puede producir una masa crítica ultra explosiva.
Otro tipo de miedos teme que el Consensor pueda conducirnos a una ramplonería
rasante: "El extraordinario peso de la inmensa mediocre mayoría".
Evidentemente esta innovación argentina implica demasiados cambios en el
pensamiento para que sea fácilmente aceptada. Personalmente, creo que produciría
una educación política de tipo permanente.
¿Qué cambios se pueden prever?
Inicio la lista:

—Voto secreto, si quiero.


—Pero no es obligatorio, se transforma en voto "interesado'', etcétera.
¿Qué resistencias al cambio?

Nota: Agradeceré vivamente las sugerencias que me hagan llegar.


12. PROYECTOS NACIONALES
En estos últimos dos años empezó en la Argentina la preocupación por formular un
nuevo Proyecto Nacional.
Ya sea que lo llamen Proyecto Nacional, Nuevo Proyecto Histórico, Proyecto de
País, Destino Nacional o Modelo de Sociedad Futura, se trata de ensayos prospectivos
aplicados al devenir de nuestra Patria.
Más de doce grupos están empeñados en esa tarea con la natural diferencia de
enfoques y metodologías y desde diversas posiciones ideológicas.
Entre los más destacados puedo citar a Oscar VARSAVSKY, Ángel MONTI, Gustavo J.
CIRIGLIANO, José Manuel SARAVIA (h), José Luis de IMAZ, Oscar GRONDONA, Héctor
CIAPUSCIO, Carlos MALLMANN, Carlos J. MASTRORILLI, Salvador BUSACCA y Carlos J.
MONETTA.
Es reconfortante y significativo ver cómo esa preocupación va cundiendo. Nace
como reacción a un futuro no suficientemente explicado: ¿Qué tipo de sociedad vamos a
reconstruir?

Visión retrospectiva

Una nación adquiere consistencia cuando persigue un propósito, elemento esencial


de todo proyecto. Cuando el propósito se alcanza y en su lugar no renace otra esperanza
—o cuando el Proyecto se diluye por obra de las circunstancias— el país se desarticula.
Su quehacer ya no tiene sentido, empieza a andar a la deriva.
Los argentinos supimos de cinco proyectos, seguidos de su correspondiente período
de descomposición social... hasta que se organiza un nuevo proyecto.
Esquemáticamente los podemos denominar:

1 — PROYECTO INDEPENDENCIA (San Martín). Los criollos del Virreinato


del Río de la Plata buscan independizarse.
No tienen idea clara de lo que quieren, inclusive alguien busca un descendiente
de los Incas, otro un linaje real. Pero a medida que se articulan las ideas con los
hechos, resulta que están embarcados en un Proyecto gigantesco como era
liberar a América de la dominación española.
Cuando aquel propósito queda cumplimentado, el país comienza a desangrarse
en la Anarquía.

2 — PROYECTO ESTANCIA AUTO-SUFICIENTE. Rosas, un estanciero,


pretende ordenar el país, las Provincias Unidas, siguiendo el modelo propio de
su experiencia: una estancia que se auto-abastecía. Se impone a otros modelos
que no deja surgir y se opone con éxito a las pretensiones de Inglaterra y de
Francia.
Las "Bases y puntos de partida para la organización política de la
Confederación Argentina" inspiran la Constitución de 1853, no se logra,
empero, la cohesión nacional durante dos décadas por causa de los conflictos
con el "Estado de Buenos Aires" acerca de la Capital Federal.

3 — PROYECTO GRANERO DEL MUNDO (Roca). Nuestras élites de


conducción adoptan un modelo agro-importador de acuerdo con el reparto de
roles que la división internacional del trabajo adjudica a nuestro país.
La influencia inglesa diagrama nuestra infraestructura de acuerdo a sus
intereses. Insertada en la interdependencia de las naciones, entonces vigente,
nuestra oligarquía conoce su "Belle Epoque".
Pero la corriente inmigratoria que había poblado el país produce nuevos roles
con nuevas comprensiones que tornan intolerable el manejo oligárquico.
Aunque sigue siendo el Viejo Proyecto Argentino se pueden citar dos
sub-proyectos que son:

4 — PROYECTO URNA PARA TODOS (Yrigoyen). La bandera del voto


universal —en esa época sólo masculino— pretende que la clase media tenga
acceso al poder. Ese proyecto radical triunfa con la Ley Sáenz Peña.
Los designios conservadores para seguir como "antes", con su menosprecio
implícito por lo popular, reavivan el "fraude patriótico". Empieza a hacerse
evidente que la urna sola no basta.

5 — PROYECTO PROMOCIÓN SOCIAL DEL DESCAMISADO. El proyecto


peronista promueve las clases populares para lograr un país socialmente justo,
económicamente libre y políticamente soberano.

Al quedar abortado, el país no se reencuentra. Se suceden muchos años de


antagonismos. Los planteos militares se interfieren frecuentemente.
Ahora, por carecer de un Proyecto Nacional —querido por todos— nuestra sociedad
se halla "disgregada".
Estamos en crisis, clamando por otra reorganización social. En esta breve visión
retrospectiva podemos recordar los antagonismos argentinos:

saavedristas/morenistas; federales/ unitarios; mitristas/autonomistas;


cocidos/crudos; personalistas/antipersonalistas; radicales/conservadores;
peronistas/antiperonistas; azules/colorados; etcétera.

Resuena en el desierto el consejo de Martín Fierro a sus hijos:

"Los hermanos sean unidos


porque esa es la ley primera;
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea.
Porque, si entre ellos pelean,
los devoran los de ajuera."

De alguna manera esto es lo que nos ha sucedido: Liberados de la Dominación


Española, caemos bajo la influencia inglesa, luego la norteamericana... e insensiblemente
pasamos a depender de la civilización tecnotrónica. Por eso cuando ahora se habla de
LIBERACIÓN la referencia es la invisible opresión de la sociedad de consumo con su sutil
incentivación alienante.

Expectativas actuales

Nos esterilizamos en la puja sin posibilidad alguna de concordia porque hablamos


distintos lenguajes.
Las palabras, por su elevada capacidad para abstraer y simbolizar cosas, han sido tan
utilizadas para enmascarar los verdaderos propósitos, que ya nadie cree en los dichos del
otro.
Cada cual se imagina el futuro según su experiencia vital, su carga de frustraciones y
expectativas, según lo mucho que haya oído decir y lo poco que haya elaborado
personalmente para situarse.
Proyectamos inevitablemente nuestro pasado sobre la tela desconocida del futuro.
Así algunos sueñan con un futuro más...
. . . AUTORITARIO donde haya más orden, se imponga el respeto por las
instituciones y las creencias para mantener los valores tradicionales. En él los roles
estarán verticalmente bien definidos, "todo el mundo marchará derecho".
. . . BURGUES, respaldado por el Estado de Derecho, donde el respeto por la
propiedad privada, la defensa del patrimonio y la libre iniciativa sean los pivotes de la
propiedad,
. . . CAPITALISTA, donde la empresa multinacional es la lógica dimensión para
obtener el mayor lucro por obra de la eficiencia racionalizando los costos para el logro de
una mejor productividad.
. . . DESARROLLISTA para robustecer nuestra industrialización otorgando
prioridad a las industrias pesadas para luego ir accediendo a las menos vitales y por
último el bienestar general que será fruto del desarrollo económico.
. . . HIPPIE, donde habrá triunfado nuestro rechazo a la sociedad de consumo y a
todo autoritarismo, donde el principal quehacer sea la búsqueda de la realización personal
hiperexcitando nuestra sensibilidad.
. . . POPULISTA, donde el sentir y los saberes de las masas serán consultados en la
plaza pública, y donde se hará "sólo lo que el pueblo diga".
. . . SOCIALISTA, donde gracias a la supresión de la propiedad privada de los
medios de producción, se habrán eliminado los privilegios, donde todo será estructurado
y planificado para el éxito global
Esta no es la forma de elaborar un Proyecto Nacional. Imaginarse el futuro a través
de una sola de las mirillas ideológicas vigentes impide percibir las nuevas tendencias que
están aflorando.
¿Por qué en vez de enrolarnos y enquistarnos en estereotipos inventados por otros no
trascendemos las distintas posiciones y realizamos una sociedad más experimental, en
constante renovación de su estilo vital?
Si dejamos que brote la imaginación muy posiblemente surjan nuevas formulaciones
que trasciendan los estereotipos antes citados.

Dos peligros en el horizonte

Primer grave peligro: que para recuperar posiciones nos esforcemos en recorrer las
etapas que siguieron otros países para descollar. Sería realmente trágico que las élites
argentinas —por falta de imaginación y autenticidad— nos obligasen a seguir el derrotero
abierto por otros países.
El que avanza hacia el futuro por caminos trillados se autocondena a ir a la zaga.
¿Acaso, por ejemplo, para ser industrial de punta hay que recorrer toda la experiencia
de Henry Ford, o desplegar todas las estrategias de la General Motors? Mientras se
aprendiese toda esa experiencia, advertiríamos que la industria automotriz ya no es más la
avanzada, ¡el hoy es de la IBM!
Pero, ¿y el mañana?
Lo atinado es obviar las etapas recorridas por otros países en su proceso evolutivo, e
inventar algo propio.
El futuro grande de nuestra patria no se logrará incluyendo estímulos en su Proyecto
Nacional para que nuestra mejor juventud aprenda computación, porque ahora está de
moda. Lo que más importa, a mi juicio, es seleccionar superdotados y apoyarlos para que
ellos nos abran —inspirados por su genio— los nuevos estadios de la evolución.
Este peligro tiene en su haber argentino muchos antecedentes. Por una u otra causa,
propias de país muy tierno e inseguro, hemos vivido siguiendo iniciativas de otros países.
Así nuestra Constitución Nacional es una adaptación de la de los EE.UU., nuestro Código
Civil reconoce como antecedente al Código Napoleón, etc. Se puede rastrear en nuestra
historia toda una gama de precedentes extranjeros; algunas veces por obra de la influencia
foránea, pero las más, fruto de plagios o copias serviles por carecer de Imaginación
Nacional... hasta llegar al reciente Consejo Económico Social y el más reciente
"ballotage" o doble vuelta electoral.
Esta inveterada tendencia a mirar hacia afuera configura nuestra dosis de
culpabilidad propia por el estado de dependencia del que muchos se quejan y que, para
mí, es ahora sólo carencia de Independencia Imaginativa.
Esa admiración por lo que otros son resulta funesta. Ellos son los imaginativos, ellos
son los que saben crear. ¡Ellos son! ¡Nosotros debemos tomarlos como ejemplo! Sería
gravísimo que se adopte un "modelo extranjero" para que oriente nuestra reconstrucción
nacional.
Este peligro no es un temor vano. Cuenta ese punto de vista con probos abogados.
Claro está que lo presentan con argumentos que rebosan prudencia.
Intentos como el de este libro suelen tildarlos de "fantasiosos" cuando no de
"omnipotentes". Que el pueblo se movilice a tal punto de transformar a la Argentina en
una Nación de nuevo tipo, floreciente en su estilo, modelo a su vez de otros países suena a
"utopía".
Situados en la "realidad" esos hombres concretos, pero sobre todo "prudentes"
recomiendan, por ejemplo, no soñar con grandes innovaciones argentinas: "No estamos
en condiciones" es su dictamen básico. Conscientes, no obstante, del desfasaje argentino
recomiendan "modernizarnos", o sea "actualizarnos".
Pero precisamente esa sutil palabra, cuyo antecedente más noble fue el
"aggiornamiento" conciliar lleva en sí "copiar a los más avanzados".
Para revestirse de ropaje aún más moderno, la postulan como "actualización
tecnológica". En la práctica nos están diciendo: "lo mejor que nos puede pasar es ser
buenos alumnos de los países que descuellan en ciencia y técnica".
Mientras nos actualicemos en el derrotero abierto por otro, éste seguirá en las
fronteras del conocimiento abriendo nuevos caminos, lo cual transforma la mentada
actualización en una carrera de nunca acabar en que siempre seremos, a lo más,
secundones, hasta que tengamos el coraje de saltar estadios y abrir nuevos derroteros.

Segundo grave peligro: que las bases para la organización del Nuevo Proyecto sean
formuladas a nivel puramente científico sin una paralela movilización popular. Lo peor:
que el Proyecto Nacional sea impuesto desde arriba.
Si el pueblo no lo siente propio, no lo hará suyo. Simplemente no lo hará.
El modelo de país, fruto de un repensar la Argentina, no debe ser estructurado con
frialdad tecnocrática sino vivencia-do, actuado, casi diría "dramatizado" por nuestros
jóvenes. Por encima de todo debe ser la "actuación" de argentinos que enfrentan sus
urgencias desde abajo.
El Proyecto Nacional del País Futuro debe ser concebido simultáneamente y
conjugadamente en "el gabinete" y en "la calle".
Quiero significar por la interacción de dos niveles: los que definí como
"técnico-científico" y "popular" en el capítulo anterior. No como un arma para su
divulgación sino como mecanismo eficaz para que resulte genuino.
Pero, ¿y cómo conjugar el gabinete con la calle?
Antes voy a precisar lo que entiendo por esos dos opuestos:
—el ámbito natural del primer nivel era el gabinete, pero como ahora lo
característico de la investigación científica es el trabajo en equipos pluridisciplinarios
simbolizaré su desenvolvimiento futuro con la "MESA DE TRABAJO".
—el ámbito natural del otro nivel era la reunión callejera o mejor aún las típicas
"charlas de café" que, por su sabor pintoresco, ya han llegado a la TV. Dejando de lado lo
puramente anecdótico, ¿cómo aprovechar su chispa, ingenio y toda la sensatez popular
que revelan? Para ello propongo una mutación específica que denomino el "TABLADO
POPULAR".
No quiero utilizar la palabra Café-concert, que es también una nueva modalidad,
aunque de selectos, porque quiero expresar algo con mucha mayor participación del
público. Estoy imaginando ámbitos más parecidos a una sesión de improvisación teatral o
aun de sico-drama. Pienso en formas muy accesibles de dinámica grupal en las que
previamente se induce el tema a dilucidar como en las sesiones del Teatro Creático.
Así bosquejados los dos opuestos sostengo que el Proyecto Nacional debe ser hecho
paralelamente en "mesas de trabajo" y en "tablados populares" a levantar por todo el
ancho y largo del país.

Pero siempre la mesa al lado del tablado, es decir la tarea intelectual íntima
conectada con la inspiración popular.

La mesa de trabajo inspirada por las necesidades y aspiraciones del pueblo, de cada
pueblo concreto, discute, dilucida, estructura las ideas.

En el tablado popular se las explicita representando los comportamientos y


situaciones que ellas suponen. Se "actúan las ideas" frente al auditorio, quien al verlas así
encarnadas las discute, las critica, las remoldea con su sentir y modo concreto de pensar.
He visto a jóvenes inquietos, los ingeniosos del pueblo, armando y representando las
facetas más significativas del mundo que ellos quieren y recibiendo en el acto la respuesta
de su auditorio. Los he admirado, ensayando distintas alternativas o formas de resolver el
problema hasta atinar con la que satisfaga más las preferencias de todos los asistentes.
Volvamos un instante al pasado: ¿Qué habría pasado si las bases de nuestra
organización nacional en vez de ser expuestas en un salón literario hubiesen sido
actuadas en tablados populares?
No se piense solamente en la posible adhesión popular —fruto de una mayor
comprensión— sino en las transformaciones que hubiesen sufrido Las Bases al contacto
con el pueblo. Visos de imitación extranjerizante hubiesen sido caldeados por lo
autóctono y lo telúrico. No se hubiese esgrimido entonces "Civilización o Barbarie" como
un dilema, sino muy por el contrario como una simbiosis o asociación fecunda.

Un nuevo entusiasmo

Cada uno de los proyectos tipificados por San Martín, Rosas, Roca, Irigoyen y Perón
desplegó un fervor que le era propio. De ninguna manera eran comparables, salvo que
todos habían sido gestados en la insatisfacción que los precedió.
Lamentablemente muchas veces el entusiasmo de unos era a costa de la zozobra de
otros.
Siento que últimamente se está gestando un nuevo entusiasmo. No tiene nada que ver
con los anteriores.
No está después de esta crisis, está dentro de ella, larvado en la depresión, cultivado
por la frustración.
Todavía tiene que acelerarse más el desengaño acerca de viejas instituciones sin
sentido para que renazca un entusiasmo más puro y audaz. Bien audaz, hasta superar esa
rutina inhibidora de la educación que nos enseñó a modificar más bien nuestros deseos
que el orden del mundo.
Sólo así remontará en nuestro ánimo la esperanza: esa maravillosa gracia de creer
que lo que uno desea es posible.
Sobre la actual desesperanza se va rectificando un entusiasmo seco gestado por el
desconcierto, atenaceado por muchas angustias que a duras penas está sacudiendo la
inercia, el apelmazamiento.
Quienes lo experimentan a ratos sólo piensan que quieren darle un nuevo sentido a
sus vidas, que están buscando infructuosamente nuevas creencias, que necesitan algo
nuevo en que confiar.
Les falta saberse muchos, realizando un nuevo estilo de vida. Este fenómeno de
insensible propagación mundial ya está incidiendo en la Prospectiva global de la
humanidad.
En cuanto a la Argentina pronostico —porque lo deseo— que pronto cesarán los ya
demasiados años en que estuvo desperdigada, desconcertada y perpleja para comenzar a
concentrarse, caldearse y hasta entusiasmarse en la realización de un Nuevo Proyecto que
ojalá sea tan sobredimensionado como el primer proyecto que se propuso: nada menos
que liberar a América Latina.
ANEXO 1
PROTEO O EL HOMBRE CONTEMPORÁNEO *

* Extractado de PROSPECTIVA - Revista de Futuribles (nov. 1969; págs. 29-40).

Mi intención es examinar una serie de tipos psicológicos que, a mi parecer, son


característicos de la vida contemporánea y que reuniré en un solo concepto, el de
yo-proteo. Sólo presentaré aquí una idea sucinta que trataré de profundizar luego, pero al
menos intentaré definir claramente lo que entiendo por el yo-proteo. Este estudio se
inscribe en la orientación de mis ya reiterados esfuerzos por combinar dos perspectivas :
la de la psicología profunda y la de la historia.
Al adoptar esta posición, recibí varias influencias: la influencia considerable de la
tradición psicoanalítica y particularmente de la obra de Erik Erikson; la de los estudios
antropológicos y sociológicos de carácter nacional como los de Mead, Benedict y
Riesman; finalmente la de trabajos de orígenes diversos que intentan demostrar en qué
medida el hombre depende del símbolo y de la imagen, como por ejemplo Cassirer,
Langer y Boulding.
Insistiré en la idea de cambio y flujo. Por ello, eliminaré prácticamente de mi
vocabulario los términos "carácter" y "personalidad" pues ambos sugieren fijeza y
permanencia. El concepto de identidad según Erikson constituyó en parte un esfuerzo por
liberarse de este principio de fijeza, y yo mismo empleé la expresión "devenir del yo"
para traducir de forma aún menos equívoca la idea del flujo.
Pues es posible que incluso la idea de identidad personal, en cuanto evoca estabilidad
interna y continuidad de la persona, tenga su origen en la perspectiva de una cultura
tradicional donde la relación del hombre con sus instituciones aún quede relativamente
intacta y esto no ocurre actualmente.
Si entendemos que el yo es para el individuo el símbolo de su propio organismo, el
devenir del yo designa la creación psíquica de este símbolo permanentemente
recomenzada.
Al trabajar en ambientes culturales muy diferentes del mío, al estudiar el caso de
jóvenes (o relativamente jóvenes) chinos y japoneses fui inducido a poner esta idea en
primer plano. Durante los intervalos de estos estudios, y más recientemente, ciertas
observaciones que tuve la oportunidad de realizar en América me llevaron a la convicción
de que se está dando un proceso muy general. No sostengo que todos los hombres tiendan
a volverse semejantes, ni que está naciendo un "ego universal" totalmente nuevo; estoy
convencido de que se manifiesta un modo universalmente difundido de devenir del yo. Es
necesario buscar su origen en el juego de tres factores cuya acción combinada determina
el comportamiento de los grupos humanos: el potencial psicológico común a toda la
humanidad en un momento cualquiera, los rasgos que una tradición cultural particular
pone especialmente de manifiesto, y aquellos relacionados con las fuerzas históricas
modernas (y sobre todo contemporáneas). Creo que el tercero de estos factores es el que
juega un papel cada vez más importante en la configuración del devenir del yo.
Fue en Hong-Kong donde trabajé con los chinos, con motivo de un estudio sobre el
método de reforma ideológica o lavado de cerebro tal como se practica en el continente
chino. Me di cuenta de que, intelectuales chinos de diversas edades, independientemente
de su experiencia de la reforma ideológica misma, habían atravesado sucesivamente una
cantidad extraordinaria de lo que llamé entonces fragmentos de identidad, mezclas de
creencia y de compromiso afectivo, de los que cada uno podía ser fácilmente despojado
dando lugar a otro. Recuerdo en particular la profunda impresión que me dejó el
extraordinario itinerario psicohistórico de uno de estos jóvenes.
Al principio se trataba de un hijo filial o joven amo, es decir que gozaba del status
privilegiado de hijo único en una familia china de rango elevado con todas las
implicancias de esta situación en las estructuras sociales tradicionales. Luego tuvo
conciencia de ser una víctima abandonada y traicionada cuando en la guerra civil y el caos
general, se derrumbaron las formas culturales tradicionales y su padre, cuya ausencia
hubo siempre de lamentar, le fue quitado por sus obligaciones políticas y militares. Se
transformó entonces en un estudiante activista, militante que se rebela contra las
estructuras culturales tradicionales donde tan recientemente había ocupado un lugar, y
también contra un régimen nacionalista cuyos excesos había sufrido personalmente. Esto
lo condujo al marxismo y a un ardiente compromiso efectivo con el comunismo. Pero
como conservaba ciertas "imperfecciones" tuvo que participar en un programa de reforma
ideológica destinado a provocar una adhesión más fuerte al dogma; en su caso, se obtuvo
el efecto contrario: al no soportar tal procedimiento, entró en conflicto con los encargados
del lavado de cerebro y huyó de su país. Se lo halla entonces en Hong-Kong tratando de
establecerse como "escritor anti-comunista". Después de haber sufrido diversas
dificultades, encontró un consuelo y una razón de ser convirtiéndose al protestantismo y
ahora, con apenas treinta años, todavía parece disponible para alguna nueva vicisitud
interna y quizás externa.
Las vicisitudes del devenir del yo de los jóvenes japoneses que interrogué en Tokyo
y Kyoto de 1960 a 1962 fueron aún más dramáticas. Tomare a uno de ellos como ejemplo
extremo de este modelo proteico, pero conocí a muchos otros que se le asemejan en
múltiples aspectos. Estas son las distintas etapas que atravesó antes de llegar a los
veinticinco años. Tuvo primero una infancia típica de joven burgués japonés, criado en
una familia de profesión liberal dentro de un marco tradicional autoritario y restrictivo.
Fue evacuado durante la guerra y, por su constante contacto con hijos de campesinos
y de pescadores se transformó en un pequeño aldeano que toda su vida conservaría una
preferencia por lo que él llamaba los gustos de hombre corriente. Era entonces un
enconado patriota que "detestaba a los americanos" y cuyo hermano mayor, piloto de
kamikaze pudo salvarse de la muerte sólo gracias a la finalización de la guerra. Después
de la capitulación del Japón, encontramos a un adolescente de convicciones perturbadas,
que experimenta curiosidad más que hostilidad hacia los soldados americanos, y luego a
un joven y ardiente defensor de la democracia, inmerso en el boom democrático que
barría al Japón. El joven se apasionaba también por las artes tradicionales de su país:
antiguas novelas, poemas chinos, kabouki y decoración floral. En el colegio, fue el mejor
de todos, sobresaliendo en sus estudios y también en las organizaciones de alumnos y en
las actividades generales, sociales y deportivas. Simultáneamente, criticaba abiertamente
la sociedad en general, sobre todo el estrecho arribismo de sus compañeros de estudio, de
acuerdo con las ideas marxistas imperantes en los círculos intelectuales japoneses. Pero el
joven estudiante hablaba inglés y esto de hecho significaba que pertenecía también a otro
tipo de vanguardia y que se interesaba mucho por las cosas americanas. Luego en la mitad
de sus estudios secundarios, sufrió algo que llamó una "especie de neurosis" y se
desinteresó de todas sus actividades; entonces para "cambiarse las ideas", aprovechando
un intercambio de estudiantes, pasó un año en un high school americano. Se adaptó a
muchos aspectos de la vida americana y hasta llegó a hacerse bautizar cristiano bajo la
influencia de un pastor al que admiraba y que también fue su padre americano. Volvió al
Japón de mala gana. Al volver entró en conflicto con sus amigos con respecto a muchos
puntos y uno de ellos le reprochó que "olía a manteca", expresión aplicada
tradicionalmente por los japoneses a los occidentales. Por ello, se sumergió de nuevo en
las prácticas japonesas, sentándose en el tatami, cultivando estados de ánimo tranquilos y
melancólicos, tomando té, etc. Luego se transformó en ronin (en la época feudal era un
samurai sin amo, actualmente es un estudiante sin universidad) a raíz de un fracaso en el
examen de ingreso a la universidad de Tokyo, especie de amalgama de Harvard, Yale,
Columbia y Berkeley; según la costumbre, dedicó el año siguiente a prepararse para
volver a presentarse al examen antes que optar por una universidad de menor
importancia. Una vez aprobado el examen, sintió que la universidad carecía de interés
hasta que llegó a ser un entusiasmado militante Zengakouren, adhiriendo totalmente a los
ideales del "comunismo puro" de este movimiento y teniendo la profunda sensación de
realizarse al participar de la preparación y del desarrollo de las manifestaciones
estudiantiles.
Pero cuando, en el curso de su tercer año universitario, se le ofreció un cargo
importante en la organización, renunció súbitamente, porque no se sentía preparado para
"la vida de revolucionario". El ex-militante Zengakouren llevó desde entonces una vida
disipada y sin objetivo, dedicándose a la bebida, a interminables partidos de mahjong y al
amor con muchachas de bar. Esto no le impidió, cuando llegó el momento, hacerse
contratar sin dificultad por una de las gigantescas organizaciones industriales japonesas
(las betes noires de su período marxista) e iniciar una existencia de personal jerárquico
superior, de sarariman (aquel que recibe un sueldo). En realidad, luego de una cuidadosa
preparación, desempeñó su rol con celo y alivio; sin embargo al mismo tiempo, tenía
ideas extrañas y sueños de muerte, a veces violenta; finalmente dio la vuelta al mundo
(totalmente al estilo de Hollywood) buscando placeres exóticos y sofisticados.
Existen por cierto importantes diferencias de estilo en la vida proteica de estos dos
jóvenes como las hay entre ellos y sus homólogos americanos. Estas diferencias se deben
a rasgos culturales y contribuyen a lo que se llama habitualmente el carácter nacional.
Pero la fuerza de los aspectos comunes de la experiencia histórica es tal que parece de
manera contundente que existen puntos de convergencia en el devenir del yo
contemporáneo de los chinos, los japoneses y los americanos.
Quisiera destacar dos aspectos generales de la evolución histórica que tienen una
importancia particular para la proteización del hombre:
El primero es el sentimiento universalmente difundido de disloque histórico (o
psicohistórico) por el cual los hombres dejaron de sentir que están, como lo estuvieron
durante todo el pasado, vinculados con los símbolos de una tradición cultural que nutría
su vida. Estos símbolos se referían a la familia, a sistemas de ideas, a religiones, al ciclo
vital en general.
En el mundo contemporáneo, estos símbolos tradicionales se perciben como
inadaptados, molestos y estériles (así lo mostré con el ejemplo de los japoneses). Sin
embargo el hombre no tiene otro remedio que llevarlos dentro de sí, no puede impedir que
afecten profundamente el devenir de su yo.
La segunda gran tendencia histórica se refiere a la invasión de imágenes que resulta
de la extraordinaria multitud de influencias culturales neo-modernas vertida por los
sistemas de difusión masiva. Estos atraviesan fácilmente las fronteras provinciales y
nacionales y hacen que nadie ignore nada; pero también hacen que el individuo esté
envuelto en imágenes superficiales y elementos culturales mal asimilados, en grandes
carteles, y en elecciones parciales que se presentan continuamente en todos los sectores
de la vida. Además, estas elecciones son universal y simultáneamente compartidas, si no
como actos consumados, al menos en forma de imágenes significantes.
La mitología griega nos cuenta que Proteo podía cambiar de forma con relativa
facilidad, que era capaz de transformarse en jabalí, en león, dragón, llama y luego en mar.
Pero le era muy difícil reducirse a una sola forma, a una forma personal para cumplir con
su función de adivinación y sólo lo hacía una vez agarrado y encadenado. Podemos notar
lo mismo acerca del yo-proteo cuyas posibilidades y dificultades deben llamar nuestra
atención.
El modo proteico de devenir del yo se caracteriza entonces por una serie infinita de
experimentaciones y exploraciones, algunas superficiales, otras profundas, donde cada
una siempre es susceptible de ser abandonada en provecho de una nueva orientación
psicológica. Este estado de cosas se asemeja en muchos aspectos con lo que Erik Erikson
llamó "difusión de la identidad" o "confusión de la identidad", y los desórdenes
funcionales que estos términos implican pueden perfectamente encontrarse allí. Quiero
destacar sin embargo que el proteísmo no es patológico en sí y que de hecho constituye
quizás uno de los modos funcionales de nuestra época.
Lo encontramos en todos los sectores de la experiencia humana, en el
comportamiento político y en el comportamiento sexual, en la actitud ideológica y en la
afirmación de ideas, en la forma en que los individuos orientan su vida en general.
Desearía presentar algunos ejemplos del proteísmo tal como se manifiesta en
América y en Europa. Me son suministrados por el contacto psicoterapéutico con mis
pacientes y por la reflexión sobre diversas formas literarias y artísticas.
Uno de mis pacientes, un joven profesor de mucho valor, hablaba de sí en estos
términos:
"Tengo una cantidad extraordinaria de máscaras que puedo llevar o sacar.
Pregunto: ¿existe, o debería existir alguna que sea la verdadera cara? No estoy
seguro de que exista una para mí. Puedo hacer otras comprobaciones del mismo tipo,
particularmente con respecto a la literatura. Encontramos allí la descripción de toda clase
de crímenes, de toda clase de pecados: no existe un solo acto que no pueda imaginarme
haciendo".
Se comparaba también a un actor en escena que "actúa con una especie de
versatilidad polimorfa", alusión irónica al término "perversidad polimorfa" con el cual
Freud designa a la sexualidad difusa y no organizada, también proteica, del niño. Y
preguntaba:
"¿Con respecto al actor, dónde está la verdadera persona? ¿Es más auténtico cuando
actúa en el escenario o cuando está en su casa? Tiendo a creer que un individuo que tiene
tantas máscaras no siente ningún lado como suyo. Quizás sea vano en el caso del actor,
buscar aprehender su verdadero rostro."
Mi paciente no era un hombre feliz pero no padecía ninguna incapacidad.
Aunque se comprenda que su "versatilidad polimorfa" fuese causa de tensión,
también se podría decir que en él, el profesor, el pensador y en ciertos aspectos el hombre
no se hallaban tan mal.
En la literatura americana contemporánea, se puede señalar a Saul Bellow como
creador de personajes proteicos.
En The Adventures of Augie March encontramos a un héroe picaresco dotado de un
notable poder de adaptación a medios sociales divergentes.
Augie mismo, dice: "Iba en todas las direcciones y nadie sabía dónde ubicarme". Un
joven y talentoso crítico inglés, Tony Tanner, nos dice: "Es cierto que Augie celebra el
yo, pero no hace de él ningún uso para sí mismo". Tanner describe luego a otro héroe
proteico más reciente de Bellow, Herzog, como "una inteligencia típicamente moderna,
llena de ideas, metafísica y valores y rodeada por un caos de hechos. Le resulta difícil
ubicarse frente a esa situación".
En la literatura francesa, Jean Paul Sartre por supuesto, es por su vida y su obra, un
eminente representante del proteísmo. En verdad, creo que justamente a causa de estos
aspectos proteicos Sartre nos parece tan representativo del hombre del siglo veinte.
Según un crítico americano, Theodore Solotaroff, la afirmación fundamental de
Sartre es que "no existe en absoluto yo, ego o identidad ni siquiera fijeza relativa: sólo hay
movimiento del espíritu subjetivo con motivo de aquello con que se enfrenta". Sartre
mismo considera la conciencia humana como una simple actividad de trascendencia hacia
los objetos, como un "vacío total", un "viento" que sopla hacia los objetos. Puede que
Sartre y Solotaroff sean ambos tachables de exageración pero dudo que uno y otro
hubieran podido escribir lo anterior hace unos treinta años. Solotaroff también describe a
Sartre como:
"...nunca inmóvil, volando de una idea a otra, de un tema a otro, su pensamiento, de
una vehemente intencionalidad, se instala en su materia, la colma, la distiende mientras él
se esfuerza por perderse y por hallarse en sus encuentros con otras vidas, otras disciplinas,
otros libros y otras situaciones."
La imagen de una sucesión de muertes espontáneamente intencionadas y de
resurgimientos del yo que desempeña un papel tan importante en el proteísmo, se asocia
al tema de la ausencia del padre cuando Sartre nos dice, en Las Palabras, con ese modo
suyo de burlarse seriamente de sí mismo:
'"No hay buen padre, esta es la norma; no debemos reprocharlo a los hombres sino ai
vínculo de paternidad que está podrido. Hacer niños ¡nada mejor! tenerlos, ¡qué
iniquidad! De haber vivido, mi padre se hubiese recostado en mí y me hubiese aplastado...
En medio de los Eneas que llevan sobre sus hombros a sus Anquises, voy de una orilla a
otra, solo y detestando a esos genitores invisibles, a caballo sobre sus hijos para toda la
vida; detrás de mí, dejé a un joven muerto que no tuvo tiempo de ser mi padre y que hoy
podría ser mi hijo. ¿Fue positivo o negativo? No lo sé, pero suscribo con gusto al
veredicto de un eminente psicoanalista: no tengo superyo".
Observemos la imagen de Sartre acerca de la intercambiabilidad del padre y del hijo
"un joven muerto que no tuvo tiempo de ser mi padre y que hoy podría ser mi hijo". En un
sentido literal alude a la edad en que murió su padre; simbólicamente implica la extensión
del proteísmo a las relaciones de la intimidad familiar.
En efecto tales trastornos se vuelven necesarios en un mundo que cambia tan
velozmente que los hijos deben constantemente "llevar a sus padres sobre los hombros",
enseñarles novedades que ellos, por ser de otra generación, no pueden conocer.
Sin embargo el juicio sobre la ausencia de superyo podría provocar una confusión,
sobre todo si se identifica el superyo con el sentido de culpa. En realidad, lo que
desapareció en Sartre y en el yo-proteo en general es el superyo clásico, en tanto
internalización de criterios claramente definidos del bien y del mal, trasmitidos de padres
a hijos en el contexto de una cultura determinada. El yo-proteo quiere liberarse
precisamente de este tipo de superyo (en términos simbólicos no debe tener padre) para
entregarse a sus exploraciones. Pero veremos que no ignora la culpa aunque en él, tome
otra forma que en sus antecesores.
Existen muchos otros ejemplos del yo-proteo entre los novelistas contemporáneos:
en la continua transformación interna y externa que caracteriza las obras de la beat
generation, como On The Road, de Jack Kerouac; en las novelas de un talentoso epígono
de esa generación Brian Donleavy, particularmente The Ginger Man; y naturalmente en
la obra de novelistas europeos como Gunther Grass. Die Blechtrommel (El Tambor) es
una sorprendente evocación del ambiente germano-polaco de pre-guerra, luego del
ambiente alemán durante y después de la guerra, cuyo protagonista, dotado del poder
proteico de adaptación sin embargo no deja de sostener una especie de huelga física y
mental contra todo tipo de cambio.
En las artes visuales, quizás el movimiento más importante de la post-guerra se
denominó con toda justeza pintura-acción para indicar que le da más importancia al
proceso creador que a la obra acabada y fija. En escultura, un movimiento más reciente, el
arte cinético, se relaciona con el movimiento anterior pero llega más lejos. Según Juan
Tinguely, uno de sus encabezadores: "Los artistas se ponen al ritmo de su tiempo, en
contacto con su época y sobre todo con el movimiento permanente y continuo".
No existe estilo ni enfoque más revolucionario que la insistencia en la innovación en
sí misma que domina la pintura actual. Con frecuencia, pude escuchar a artistas,
renombrados como ultra-renovadores, quejarse amargamente de la tiranía de los criterios
comunes según los cuales "la innovación es todo" y de la renovación de los movimientos
artísticos tan rápida que ya es imposible tener suficiente tiempo corno para crear un estilo
particular.
¡Las estrellas de cine también pueden enseñarnos muchas cosas!. Cuando se le
pregunto a Marcello Mastroianni si estaba de acuerdo con el Time Magazine que lo había
definido como el "héroe neo-capitalista", éste respondió:
"Sí, de acuerdo en muchos aspectos. Pero no creo ser un héroe de ninguna clase,
neocapitalista u otra. Soy un antihéroe o a lo sumo un no-héroe.
Se escribió en el Time que tengo una expresión temerosa, típica del siglo XX y
vértebras hechas con aros de servilleta de plástico. Acepté esta descripción porque
corresponde al hombre moderno, y como producto de mi época y como artista, es lógico
que sea representativo de él. Si los hombres estuvieran hechos de metal macizo, entonces
se me podría considerar como un trapo."
Mastroianni acepta su destino de personaje-proteo; parece darse cuenta de que tener
vértebras de aros de servilleta de plástico presenta ciertas ventajas, o al menos de que es el
tipo de vértebras que conviene poseer actualmente.
El compositor John Cage es un intérprete del proteísmo a ultranza tanto por su
música cuanto por la idea que tiene de todos nosotros como oyentes.
Hace poco concluía una carta a la Village Voice con esta frase: "En nuestros días,
todo ocurre simultáneamente y conviene que nuestra mente sea electrónica, omni-atenta".
En esta observación, de tipo Mac-Luhan, quisiera destacar particularmente la idea de
omni-atención, la concepción según la cual el hombre contemporáneo puede recibir y
abarcar todo. Para el espíritu espectador como para el ser, no existe zona prohibida.
Se puede observar sin duda en el hombre contemporáneo una tendencia que,
aparentemente, se opone al proteísmo. Me refiero al cierre de la personalidad, o
limitación del devenir del yo que tiende a una estricta particularización psicológica e
intelectual y a una repugnancia por dejar paso a las influencias extrínsecas. Pero quisiera
insistir en que, cuando se produce este devenir limitado o unidimensional del yo, es
esencialmente en tanto reacción o compensación. Por ello difiere de los tipos
caracterológicos más antiguos con los cuales parecería presentar analogías (me refiero al
individuo "orientado desde adentro"' que describió Riesman, o a modelos aún más
antiguos de la sociedad tradicional). Pues el desarrollo de estos últimos estaba
directamente vinculado con las sociedades existentes entonces y armonizaban con ellas,
mientras que actualmente la limitación del devenir del yo exige una acción psíquica
continua para evitar las influencias proteicas que siempre flotan en el aire.
A mi parecer, el proteísmo tiene una influencia particular de gran importancia en el
comportamiento ideológico en cuanto a la política, a la religión y en general a la vida
intelectual del futuro. Pues así como elementos del yo pueden probarse y luego cambiarse
fácilmente, también los sistemas de pensamientos y las ideologías pueden adoptarse,
modificarse, adoptarse nuevamente, y con una facilidad muy nueva que contrasta
totalmente con los desgarramientos internos, asociados a estas conversiones en el pasado.
Hasta un período relativamente reciente era poco probable que se produjera más de una
revolución ideológica en una vida y no se olvidaba tan pronto ese momento crucial para el
individuo, con su secuencia de exámenes de conciencia y conflictos. Pero hoy día, no
resulta excepcional presenciar varios cambios drásticos que se suceden sin mucho dolor,
con intervalos de un año o hasta de un mes; en muchos grupos, el bicho raro es el hombre
que permanece firmemente fiel toda su vida a una sola doctrina.
En cierto sentido, esta tendencia se vincula con el "fin de la ideología" a la que se
refiere Daniel Bell, puesto que el yo-proteo es incapaz de conformarse con un
compromiso incondicional a las amplias ideologías y al pensamiento utópico del siglo
XIX y de principios del XX. Pero hay que tener mucho cuidado al hablar de la muerte de
lo que sea y sobre todo de la ideología: también encontramos en el yo proteo algo que
denominaré una sólida sed ideológica. Tiene sed de ideas y de sentimientos susceptibles
de proporcionar coherencia a su universo, pero aquí también su orientación lo lleva hacia
nuevas combinaciones. A pesar de no carecer de aspiración al absoluto, acepta con mayor
facilidad las imágenes de naturaleza más fragmentaria que aquellas de las ideologías del
pasado; y esas imágenes aunque limitadas y con frecuencia fugaces pueden ejercer una
gran influencia en su vida psicológica. Así, los movimientos políticos y religiosos que
solicitan al yo-proteo tendrán probablemente menor dificultad en convencerlo de
modificar sus convicciones anteriores que en suministrarle un conjunto de creencias
tendientes a obtener su compromiso de forma más duradera que por un breve intermedio
experimental
Un profundo sentimiento del absurdo que se manifiesta recurriendo a la burla, está
íntimamente ligado al flujo de emociones y creencias del yo-proteo. Este sentimiento del
absurdo y el tono de la burla corresponden a la toma de conciencia de que las actividades
y creencias circundantes son totalmente extrañas e inapropiadas. Se derivan de una
ruptura de la relación entre el mundo interior y el mundo exterior, en otras palabras, de
una ruptura del sentido de la integración simbólica, y forman parte del modelo de
disloque psicohistórico mencionado anteriormente. Pues si encaramos al hombre como
ante todo organismo productor de símbolos, debemos admitir que siente la constante
necesidad de una formulación interna del yo y del mundo que tenga un sentido y en la que
sus propios actos, incluso sus impulsos, se ajusten en cierto modo al mando exterior tal
como él lo percibe.
El sentido del absurdo es seguramente una de las tradiciones importantes de la época
moderna y, escritores como Camus lo trataron en función del vagabundeo espiritual del
hombre y de su incapacidad por encontrar un sentido a los sistemas tradicionales de
creencias. Pero el absurdo y la burla tomaron una forma más radical en el mundo después
de la segunda guerra mundial y de hecho se transformaron en la característica de un estilo
de vida universal.
En la vida americana, el absurdo y la burla están presentes en todas partes.
Quizás su manifestación más notoria se encuentre en campos como el pop art y, en
general, en el brote de la pop culture.
En este caso, interesa la posición del artista pop en relación con los objetos que
describe. Por una parte abarca los elementos del mundo cotidiano, los celebra y hasta los
exalta, afirmando con audacia su retorno creador al arte figurativo (mediante un acto de
rebeldía contra la abstracción que reinaba en la escuela anterior), y su retorno psicológico
al mundo real de las cosas; por la otra se burla de todo lo que toca. Insiste tanto en el
carácter de "coseidad" que lo transforma en caricatura. Se trata por cierto de un nuevo
nacimiento para el artista que evoluciona libremente entre los elementos físicos y
simbólicos de su entorno, pero la burla constituye su acta de nacimiento y su pasaporte.
Esta clase de dualidad del enfoque se configura en la "duplicidad" declarada de Camp,
estética mal definida donde todas las variedades de burla convergen bajo la influencia de
una tendencia directora, la de la subversión, por el homosexual, del universo
heterosexual.
Se podría citar, dentro del mismo contexto, una serie de expresiones de la jerga
americana familiar, algunas de las cuales fueron tomadas en su origen del lenguaje de los
jazzmen1. En otras palabras, la experiencia vivida es demasiado absurda como para
aceptarla bajo su valor convencional, es necesario que el yo esté comprometido sólo muy
parcialmente con ella o que la burla sirva de lubricante para suavizar el contacto.
La literatura parece estar impregnada del mismo sentido que el comportamiento
social. Convendría denominar a este género que llegó a dominar la ficción y las demás
formas literarias a escala internacional, literatura de escarnio. Otra vez recordamos die
Blechtrommel de Gunther Grass que es probablemente el mejor ejemplo de este tipo de
literatura, creo que finalmente se apreciará esta obra tanto por su evocación general del
hombre contemporáneo como de la experiencia peculiar que representó el nazismo para
los alemanes.
En los Estados Unidos el grupo heterogéneo de novelistas conocido con el nombre
de humoristas negros también integra esta categoría general por su relación con una
tendencia de la conciencia literaria americana que R. W. D. Lewis llamó "apocalipsis de
un cómico salvaje" o también "nuevo género de forma literaria irónica y visión
desconcertante donde se juntan el hilo negro del apocalipsis y las carcajadas nerviosas de
la sátira". En efecto, es la muerte misma y sobre todo las amenazas de apocalipsis
moderno las que constituyen el último objeto de escarnio para el yo-proteo.
La relación de la burla con la acción política, a pesar de ser menos evidente no es, a
mi parecer, menos importante. No es pura coincidencia que, al mayor movimiento de
protesta de los estudiantes americanos en las últimas décadas, el Movimiento de Berkeley
para la libertad de palabra en 1965 haya sucedido inmediatamente un Movimiento por la
obscenidad de la palabra. Mientras el objetivo de este último (obtener la libertad de
emplear ciertos vocablos prohibidos, especialmente ciertas palabras inglesas de cuatro
letras) puede llegar a tomarse en serio, el principal efecto que obtuvo, aunque sea debido
a la comparación de los nombres, fue de aparecer como parodia caricatural del
movimiento anterior.
Pero, si la burla puede socavar en sus bases a la protesta, puede también insuflarle
vida. Ciertos signos por parte de las grandes corrientes americanas de protesta como el
movimiento por los negros y la oposición a la guerra del Vietnam demostraron el deseo de
recurrir a ella. En el primer caso, quizás el actor Gregory Peck logre tocar nuevos
resortes, en el segundo, lo logrará el uso de fantasías satíricas y de parodias susceptibles
de reanimar la atención desfalleciente de los que protestan, pues éstos se cansan cada vez
más de machacar simplemente sus consignas y sus objetivos. En el plano internacional, la
vida intelectual de Rusia se enriqueció en la última década con el surgimiento de una
mentalidad de burla —contra la cual los dirigentes chinos, al reactivar los programas de
reforma ideológica, llevan hoy una lucha vigorosa pero finalmente perdedora.
Existe otra característica del yo-proteo, estrechamente relacionada con el sentido del
absurdo y la mentalidad de burla, que llamaré "la desconfianza de los seudo-apoyos". Se
trata aquí de un grave problema de dependencia que surge del yo-proteo. Se me ocurrió
esta idea hace varios años, al trabajar con sobrevivientes de la bomba atómica de
Hiroshima. Me di cuenta que estos sobrevivientes, aunque sintieran la necesidad de una
ayuda particular, se molestaban frente a cualquier ayuda ofrecida, pues representaba para
ellos el signo de su debilidad e inferioridad. Al examinar este punto en forma más general
pude comprobar que esta identificación del apoyo con una amenaza contra la autonomía
era un tema de gran importancia en la vida contemporánea.
Las necesidades mayores de dependencia que resultan del derrumbamiento de las
instituciones tradicionales llevan al yo-proteo a buscar sustitutos dondequiera los pueda
encontrar. Las grandes organizaciones (gubernamentales, económicas, universitarias,
etc...) donde acude y que la sociedad contemporánea presenta cada vez más como
sustitutos de las instituciones tradicionales, constituyen una doble amenaza, para su
autonomía por una parte, y por la otra para las relaciones individuales intensas en las
cuales busca anclarse; por este doble motivo, no se le escapa el carácter artificial de estos
sustitutos. Pero la contrapartida de esta tendencia es una mayor sensibilidad ante lo
inauténtico, cuyo poder general de creación hoy comienza quizás a obrar en provecho de
la causa humana.
La tecnología (y la técnica en general) como también la ciencia tienen una
importancia particular para e! yo-proteo. Puede aferrarse a cualquier tipo de realización
técnica para combatir sus tendencias internas a la difusión y para superar el sentimiento
del absurdo y los conflictos relativos a los pseudo-apoyos. Resulta mucho más difícil
conformarse con la imagen de la ciencia misma como fuerza última detrás de la
tecnología, y en gran medida, detrás del pensamiento contemporáneo en general. Sólo en
ciertos países subdesarrollados, se puede encontrar, en forma relativamente pura, la
esperanza utópica, característica del pensamiento occidental en los siglos XVIII y XIX,
de una liberación de todas las necesidades y conflictos humanos gracias a la ciencia. El
yo-proteo conserva parte de esas imágenes utópicas que cada vez están más socavadas
por una desilusión global. Tiende cada vez más hacia el otro polo de la idea maniqueísta
que generalmente se aplica a la ciencia (lo que no es dominio de Dios es dominio del
diablo) y ve en ella una instigadora de destrucción total. Esta profunda ambivalencia hace
surgir en él, la mayor paradoja psíquica: está amenazado de aniquilación absoluta, de
extinción lisa y llana por la misma fuerza que siempre estimuló su conciencia de haberse
liberado de las pesadas cargas irracionales de antaño. Pero es muy probable que esta
paradoja sea, y creo que ya lo fue, fuente de esfuerzos de la imaginación para crear nuevas
relaciones entre la ciencia y el hombre, e incluso nuevas formas de encarar la ciencia
misma.
Di a entender anteriormente que el yo-proteo no ignora la culpa. En efecto, sufre
considerablemente por ella y con frecuencia sin tener conciencia de la causa de su
sufrimiento. Pues lo que experimenta es una forma de culpa oculta: es una especie de
autodesaprobación vaga, pero persistente, vinculada con las discordancias simbólicas que
describí, la sensación de una falta de salida para sus intenciones de compromiso y de una
carencia de estructura simbólica para acoger sus actos. Se trata de una culpabilidad de
derrumbe social que incluye diversas formas de culpabilidad histórica y racial
experimentada por naciones y pueblos enteros, tanto entre los privilegiados como entre
los desfavorecidos, Lejos de ser un claro sentimiento del mal o del pecado, se presenta en
forma de un sentimiento obsesivo de indignidad, tanto más irritante cuanto no tiene un
origen bien determinado.
El yo-proteo conoce también estados vagos que oscilan entre la ansiedad y el
resentimiento. Estos estados tienen a su vez su origen en el deterioro de los símbolos y
están particularmente relacionados con la desconfianza por los seudo-apoyos. Como se
siente a menudo abandonado, el yo-proteo reacciona con un temor y una ira difusos. Pero
no encuentra una razón adecuada para el primero ni un blanco justificado para la segunda.
Sin embargo cultiva su ira porque la siente más útil que la ansiedad, porque no le falta
algún blanco hacia dónde dirigirla y porque es mejor que haya blancos, aunque sean
inestables, a que no existan en absoluto. El problema es que le resulta tan difícil
concentrar mucho tiempo su indignación en un foco como conservar la misma
personalidad o la misma convicción.
Existe un elemento común que interviene en todos los aspectos anteriores: se trata de
una profunda lucha psíquica con la idea misma del cambio. Pues aquí también, el
yo-proteo se muestra totalmente ambivalente.
Está profundamente atraído por la idea de renovar absolutamente todo, incluso a sí
mismo: llamé a esta tendencia el modo transformador, Pero está también atraído por la
imagen de un pasado mítico que presenta una perfecta armonía y una integración
pre-científica: es el modo restaurador.
Además su tendencia reformadora encubre una nostalgia mientras que su tendencia
restauradora encubre la fascinación por las formas y símbolos contemporáneos. Frente a
la constante oscilación de esos elementos y a los cambios muy rápidos que rodean su
propia existencia, la nostalgia tiene gran fuerza de penetración y puede ser una de las
emociones más explosivas y peligrosas del proteo contemporáneo. Este deseo de retorno
a una edad de oro de absoluta unicidad, anterior a la separación o demarcación individual
y cultural, no sólo marca la tónica restauradora en aquellos protagonistas de la historia
que pertenecen a la derecha política (los asesinos adoradores del emperador aún
existentes en el Japón, los colonos de Francia, los miembros de la Sociedad John Birch y
del Ku-Klux-Klan en los Estados Unidos) ; también estimula, en forma velada, el
totalismo transformador de la izquierda que recurre a la violencia y hasta acepta el riesgo
de la violencia nuclear. Se trata de impulsos semejantes a conquistar lo inasible.
Como consecuencia de todo lo dicho anteriormente, asistimos al deterioro radical de
la simbología de transición en el ciclo vital, de los rites de passage (rituales de iniciación)
relativos al nacimiento, al acceso a la etapa adulta, al matrimonio y a la muerte.
Lo que subsiste de estos ritos parece vacío, inadaptado, fragmentario. El yo-proteo
no puede considerarlos seriamente y con frecuencia busca improvisar nuevos ritos
mediante los materiales contemporáneos de que dispone, incluyendo el automóvil y la
droga. Quizás el principal deterioro es aquí el de la inmortalidad simbólica, de la
necesidad universal de imágenes que relacionen al individuo con el mundo, comenzando
antes y prolongándose más allá de su vida, ya se exprese esa inmortalidad en términos
biológicos (el individuo sigue viviendo en sus hijos y nietos), teológicos (una nueva
existencia después de la muerte), naturales (el individuo está en la naturaleza que
sobrevive a todo) o de creación (el individuo sobrevive a sí mismo por su obra y por sus
actos). En otra oportunidad afirmé que este sentido de la inmortalidad es un elemento
fundamental de la vida psicológica común, y está profundamente amenazado en la
actualidad. Está amenazado por la mera velocidad de la historia que trastorna los
lenguajes (sobre todo el lenguaje teológico) en los que tradicionalmente se mantenía;
también está amenazado —y esto es particularmente contemporáneo— por la existencia
de las armas nucleares, que aun sin ser usadas, vuelven a cuestionar todas las formas de
inmortalidad. ¿Quién puede estar seguro de sobrevivir en sus hijos y nietos, por sus
enseñanzas o sus actos de bondad?
El yo-proteo dispone todavía de dos caminos hacia la inmortalidad simbólica que
trata de seguir, a veces con agrado y otras por desesperación. El primero es el de la
naturaleza que acabamos de mencionar. La atracción ejercida en él por la naturaleza, su
preocupación por verla profanada, están vinculadas con el sentimiento inconsciente de
que, cualquiera sea el holocausto, al menos la naturaleza sobrevivirá (aunque el alcance
de nuestras armas actuales es tal que ya no existe ningún tipo de seguridad al respecto). El
otro camino puede llamarse la trascendencia empírica, búsqueda del sentimiento de
inmortalidad por el método tradicional de los místicos, el de una vida psíquica con tal
identidad que elimina el tiempo y la muerte. Este es, a mi parecer el importante
significado de la revolución de la droga y de la sed del yo-proteo por sustancias químicas
que ayudan a dilatar la conciencia. Por cierto se puede pensar que todas las revoluciones,
en el fondo, son innovaciones en el esfuerzo tendiente a la inmortalidad, nuevos arreglos
sobre temas antiguos.
Hemos visto que los jóvenes adultos, individualmente, y los movimientos de
juventud, colectivamente, son los que expresan de forma más patente los temas
psicológicos del proteísmo. Es cierto que estos temas se relacionan con lo que a veces
llamamos " psicología del adolescente", pero sería un grave error el no percibir que se
manifiestan en todos los grupos de edad, y reducirlos a "simples fenómenos de la
adolescencia". En realidad, la afinidad del yo-proteo con los jóvenes, el hecho de que
tenga, metafórica y psicológicamente, una mentalidad tan joven están vinculados con su
constante búsqueda de imágenes de un nuevo nacimiento. Busca estas imágenes en todas
las fuentes (ideas, técnicas, sistemas religiosos y políticos, movimientos de masa, drogas)
y en individuos que considera en posesión del don problemático de su homónimo el don
de la adivinación.
No parece necesario destacar los peligros inherentes a esa búsqueda. Pero quizás sea
importante ante todo recordar este principio general: no se realiza una renovación de gran
envergadura sin perderse a veces en los caminos del riesgo, de la negación, de la
destrucción. El principio de la muerte y del re-nacimiento tiene tanto valor psicohistórico
como valor mitológico. Aunque a menudo se equivoque en la elección de sus caminos, el
yo-proteo lleva en sí un extraordinario campo de posibilidades: es capaz de mejorar al
hombre, y aún más: de lograr su sobrevivencia.

_______________
(1) Nos pareció que la enumeración de esas expresiones no tendría sentido para el lector
español. Aclaremos simplemente que su carácter común consiste en que describen la experiencia
vivida como parte de un espectáculo o de un juego más o menos absurdo.
ANEXO 2
Descripción de los cometidos principales de una entidad promotora de innovaciones
(citada en el capítulo 10):

Área 1 — INDUCCIÓN Y NEXIÓN


suscitación y formación de creadores
cursos y seminarios de entrenamiento
técnicas de creatividad e imaginación aplicada
evaluación de ideas originales
medición de la creatividad
diseño de investigaciones conexas
resistencias a la transferencia innovadora
selección de expertos
estudios de aceptabilidad
estudios de factibilidad
prototipos y plantas pilotos
ensayos y simulaciones

Área 2 — PROTECCIÓN LEGAL


descripción técnica de la innovación
búsqueda de antecedentes
asesoramiento legal
propiedad intelectual
propiedad industrial
patente nacional
patente internacional
marca de fábrica
designación comercial
modelo y diseño industrial
reclamos y acciones judiciales

Área 3 — FINANCIACIÓN Y ADMINISTRACIÓN


revisión del estudio de factibilidad
consecución de apoyos
conexión con auspiciantes
créditos y donaciones
becas y premios
exenciones y desgravaciones
estímulos y otros beneficios
inversiones para la concreción
administración de innovaciones
cobranza de regalías

Área 4 — PROMOCIÓN Y EXPANSIÓN


revisión del estudio de aceptabilidad
preparación y supervisión de campañas de difusión
contactos oficiales y privados, nacionales e internacionales
presentación de innovaciones
exportación de la inventiva nacional
apertura de nuevas áreas y mercados
vigilancia vida útil de la innovación
ANEXO 3

BIBLIOGRAFÍA
A— FUTUROLOGIA Y PROSPECTIVA

W. H. G. ARMYTAGE —Visión histórica del futuro. Ediciones península.


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SALVADOR BUSACCA — Reflexiones acerca de un nuevo proyecto histórico.


Fundación Argentina para la Promoción del Desarrollo Económico y Social. Buenos
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HÉCTOR CIAPUSCIO y otros — Lineamientos de un nuevo proyecto nacional.


Universidad Nacional de Tucumán, 1971.

GUSTAVO J. CIRIGLIANO — Universidad y Proyecto Nacional. Universidad


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Jorge Nelson GUALCO — Cono Sur, elección de un destino. Compañía General


Fabril Editora. Buenos Aires, 1972.
JOSÉ LUIS IMAZ — Nosotros mañana. EUDEBA. Buenos Aires. 1968.

ÁNGEL MONTI — Proyecto Nacional - Razón y diseño. PAIDOS. Buenos Aires.


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RICARDO NOSEDA — Los decretos de Altamarca Troquel. Buenos Aires, 1971.

JOSÉ MANUEL SARAVIA (h) — Hacia la salida. Emecé. Buenos Aires, 1968.

ÓSCAR VARSAVSKY — Proyectos Nacionales - Planteo y estudios de viabilidad.


Ediciones Periferia. Buenos Aires, 1971.
Se terminó de imprimir
en los Talleres Gráficos LUMEN S.A.C.I.F.
Herrera 541, Piso 1o, Buenos Aires,
en el mes de junio de 1973.

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