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EL POZO MALDITO

Un día Jimena una niña de 12 años fue con su prima menor Salomé a jugar al
jardín de su casa.
Ellas jugaron todo el día hasta que se hizo de noche, se fueron a cenar y luego se
acostaron.
Salomé se despertó en la madrugada a tomar agua, pero luego no se quiso
dormir, entonces fue al jardín a jugar con sus muñecas y le llamó la atención un
pozo que estaba a lo lejos del jardín; fue hasta él y se asomó, no vio nada era un
pozo vacío. Instantes después vio en su reflejo alguien que no era ella, volvió
mirar y no vio nada. Decidió irse de ahí para ir dormir a su cama; cuando de pronto
se empezaron a mover sus muñecas, Salomé estaba muerta de miedo y se
escondió detrás del pozo, al lado de ella estaba una muñeca y Salomé no lo sabía,
cuando se dio cuenta de la muñeca que estaba a su lado se asustó y se cayó al
pozo. Salomé gritaba y pedía ayuda pero nadie la escuchaba, ella se quedó
dormida. Se hizo de día y cuando despertó vio una puerta y al entrar en ella vio un
cementerio solitario, vacío y olvidado.
Mientras tanto la familia de Salomé empezó a buscarla por todas partes, luego de
que buscaran un buen rato y no encontrarla, decidieron llamar a la policía; la
policía no encontró ningún rastro de Salomé solo sus muñecas tiradas en el jardín.
Mientras Salomé estaba dentro del cementerio, asustada y gritando ¡ayudaaaaa!
se hizo de noche, solo la luz de la luna la acompañaba, se cansó y se acostó en
un ataúd abierto, después se quedó encerrada en el ataúd hasta que se quedó sin
oxígeno y murió.

Juliana Vergara Ruiz


Grado Sexto

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