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Inhumano e Infrahumanos - CJ - Gonzáles Faus
Inhumano e Infrahumanos - CJ - Gonzáles Faus
Prólogo ............................................................................................................... 5
I. Varoufakis: promesas y peligros de la economía ................................. 7
1. Funcionamiento de nuestra economía ................................................. 7
2. Amenazas ............................................................................................ 14
II. Confrontación de valores: reflexión bíblica ..................................... 23
1. «Uno solo es vuestro Padre y todos sois hermanos» (Mt 23,8-9) 23
2. «Los creó a imagen de Dios y les dijo: cuidad la tierra».
«Si coméis del árbol de lo humano seréis igual a Dios»
(Gen 1,27-28 y 3,5) .......................................................................... 24
3. «La codicia es idolatría». «es imposible servir a Dios y al dinero
privado» (Col 3,5 y Mt 6,24) ........................................................... 25
4. «La raíz de todos los males es la pasión por el dinero»
(1Tim 6,10) ....................................................................................... 26
5. «Dichosos los pobres con Espíritu» (Mt 5,3) ..................................... 27
6. «En Cristo Jesús ya no hay varón ni mujer, obrero ni patrón,
creyente y no creyente» (Gal 3,28) .................................................. 28
7. «Tienes ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal. Tú debes
elegir» (Deut 30,15-19) .................................................................... 29
Notas .................................................................................................................... 31
Cuestiones para la reflexión ........................................................................ 33
José Ignacio González Faus. Jesuita. Miembro del Área Teológica de Cristianisme i
Justícia. Entre sus obras, cabe destacar La humanidad nueva. Ensayo de cristología
(10ª ed. 2016); Acceso a Jesús (9ª ed. 2000) o Proyecto de hermano, Visión creyen-
te del hombre (3ª ed. 2000). Sus últimos libros son: El rostro humano de Dios (3ª ed.
2015), Otro mundo es posible… desde Jesús (2009), Herejías del catolicismo actual
(2013) y Confío. Comentario al Credo cristiano (2014). Escribe habitualmente en La
Vanguardia. Es autor de numerosos cuadernos de Cristianisme i Justícia
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PRÓLOGO
La primera parte de este cuaderno es una exposición del reciente libro de Ya-
nis Varoufakis, Economía sin corbata. Conversaciones con mi hija,1 con algunas
reflexiones propias de carácter antropológico. No sé ya qué es de cada cual. El
lector podrá suponer que lo específicamente económico, así como buena parte
del armazón del presente Cuaderno, procede del economista griego. La degra-
dación –o conflicto– de valores, que puede resumir la primera parte, da pie a las
reflexiones teológicas de la segunda.
Varoufakis expone algunas intuiciones económicas con lenguaje claro y sen-
cillo, echando mano pedagógicamente de mil ejemplos de nuestra literatura y
nuestro cine. Por eso, o debido al género epistolar que utiliza, por medio de cartas
enviadas a una hija de quince años, podría dar la impresión de que se trata de
unas intuiciones inconexas. Para que pueda percibirse mejor la unidad de la obra,
mi presentación buscará resaltar su carácter sistemático.
Creo que el libro descansa sobre tres pilares, tres tesis fundamentales de las
que brota toda la exposición:
1. Solo hay economía, en el sentido moderno del término, cuando comienza a
haber producción y la sociedad ya no vive de lo que la tierra da espontáneamente,
o de la caza inmediata.
2. Con la producción, los valores de uso y los valores inmateriales van con-
virtiéndose en mercancías, que valen porque se intercambian y así terminan re-
ducidos a valores de cambio, hasta ser estos prácticamente los únicos valores
reales.2 De este modo, las mercancías tienden a convertirse en algo sagrado
mientras todo lo sagrado va convirtiéndose en mercancía.
3. Así se va pasando poco a poco de sociedades con mercado a sociedades
de mercado (o sociedades-mercado). Esta distinción me parece fundamental en
el texto de Varoufakis y procuraré hacer que aflore a lo largo de mi exposición.
Y a estas tres tesis fundamentales, le sigue una consecuencia que conviene
explicitar como cuarta tesis:
4. Este modo de funcionar tiene, a la vez, grandes ventajas y terribles incon-
venientes. Su problema es que unas y otros no afectan a las mismas personas.
Montamos las cosas de forma que las ventajas las disfruta una minoría de privile-
5
giados mientras que los inconvenientes afectan a una mayoría de desesperados.
Con ello los privilegiados se deshumanizan porque solo conocen valores de cam-
bio; y aquello que nos hace verdaderamente humanos (la razón, la igualdad y la
solidaridad) no son valores de cambio sino valores de otra clase. Y los empobreci-
dos se deshumanizan también: porque solo viven braceando desesperadamente,
para no ahogarse en un inmenso mar de necesidades materiales. Y sin embargo,
aun prescindiendo de la dimensión creyente, la vida tiene dimensiones de una
profundidad y una riqueza increíbles por las que nosotros pasamos «surfeando»
sin casi conocerlas. La humanidad se divide así en inhumanos e infrahumanos,
como ya dijera san Juan Crisóstomo.3
Productividad, valores, mercado, desigualdades, constituyen una especie de
«prueba del 9» (ahora «prueba de los 4»), que nos permite juzgar la corrección
y valor de todo sistema económico. Vamos a aplicarla al libro de Varoufakis, si-
guiendo el orden de sus capítulos.
6
I. VAROUFAKIS: PROMESAS Y PELIGROS
DE LA ECONOMÍA
1.1. ¿Por qué tanta desigualdad? que irán configurando las sociedades
futuras. Por ejemplo, simplificando
1.1.1. Breve historia
por ser menos importante:
Economía, por tanto, no es exactamen- a) Aparece la escritura para anotar
te lo mismo que mercados. El elemento lo que cada uno guarda en el almacén
básico de una verdadera economía es común, pues aún no hay posibilidades
el superávit:6 la producción de rique- de que cada cual tenga su propio alma-
za (en el sentido de elaborar productos cén o granero. Aparece el dinero metá-
capaces de satisfacer las necesidades lico, que en su origen sirve para regis-
humanas). Y aquella se genera cuando trar la distribución de esos superávits
aparece la agricultura: pues la carne agrícolas. Consiguientemente, aparece
animal no podía conservarse y los ex- también la deuda como modo de ges-
cedentes de frutas, etc. eran mínimos tionar esos superávits. Finalmente, cul-
sin el cultivo de la tierra. Pero la apa- minando el proceso, aparece el Estado,
rición del excedente –o de la «econo- garante y defensor de la propiedad. El
mía»– genera una serie de fenómenos Estado, además, al apropiarse de parte
7
de estos superávits, podrá pagarse una munizando contra estas enfermedades,
elemental burocracia y unas fuerzas pero, en cuanto se trasladan a otros lu-
armadas. gares, se convierten en sus portadores.8
b) Con la apropiación privada del
excedente nace la desigualdad: por-
1.1.2. En resumen
que el acceso al superávit acumulado
proporciona poder político y ese poder «La raíz de la desigualdad está en la
puede utilizarse para percibir porcenta- producción de superávit económico,
jes todavía mayores de excedentes. La producto de la primera revolución tec-
desigualdad, además, se ve favorecida nológica de la humanidad: el desarro-
por la creación de entidades «estata- llo de la agricultura. Las desigualdades
les» expansionistas. se irán ampliando conforme aparezcan
c) Y ¡atención!: con el Estado y las las posteriores revoluciones industria-
desigualdades aparece «el clero», es les y tecnológicas (máquina de vapor,
decir, la casta que justifica, ideológica ordenadores…).»9
o religiosamente, las diferencias que
van apareciendo. Esa casta puede ser
1.1.3. Reflexiones
al principio de «sacerdotes», hombres
presuntamente religiosos que pretenden Por tanto, la desigualdad tiende a apa-
favorecer el orden existente. Pero acaba recer de manera casi mecánica e inevi-
siendo de «economistas», que hoy son table, y no es cuestión de comenzar a
los verdaderos sacerdotes de nuestro hacer condenas morales antes de tiem-
mundo laico, tan falsos a veces como los po. Todos los bienes humanos tienen su
sacerdotes de las religiones antiguas. contrapartida: la aparición de la rueda
Aquí creo que falta la simbiosis en- fue un gran progreso pero, poco des-
tre medios de comunicación y publici- pués, los hombres se vieron obligados
dad que Varoufakis no menciona: esta a inventar el freno, para evitar darse
mantiene a los medios suficientemente porrazos, que a veces eran mortales. Y
controlados y amenazados cuando le este es solo un caso de una ley general:
conviene y, a la vez, difunde los va- a todo estado, de movimiento o quie-
lores distorsionados que encontramos tud, le acompaña siempre una fuerza
ahora mismo. Con un ejemplo de estos progresiva que llamamos inercia, y
días: te ofrecen un Volkswagen no por que tiende a mantenerlo como está, si
su utilidad, precio bajo, etc., sino «para no se actúa contra ella con energía e
dar que hablar a tus amigos».7 inteligencia.
d) Cuando los superávits llegan a Por simplificada que pueda ser esta
ser de grandes cantidades, aparecen historia,10 nos pone ante el siguiente
también riadas de gente que acuden, dilema: o, desde una mentalidad ética
a veces incluso con sus animales, lo y humana, se busca cómo paliar, frenar
que, a la larga, va creando una situa- o reducir las desigualdades –este sería
ción sanitaria peligrosa, originando el el verdadero objetivo de una auténtica
brote de nuevas enfermedades (tifus, economía– o, desde una mentalidad
cólera…). Poco a poco, los habitantes lucrativa e individualista, se acepta la
de esos poblados agrícolas se irán in- desigualdad como una ley física más, y
8
se limita la economía a buscar el modo un extraterrestre que ha aterrizado en
de enriquecerse más y mejor, con el nuestras playas… Sin embargo, debe
peligro de que ese rodar sin frenos pro- ser algo muy nuestro cuando, según
duzca algún accidente mortal. Esa era Varoufakis, está probado que, contra
la intuición de Aristóteles al distinguir todo pronóstico, se recauda más sangre
entre ética y crematística. en los lugares donde se da de manera
voluntaria que en los países donde la
donación es remunerada. Algo signifi-
1.2. La dinámica del superávit: ca ese ejemplo. Y ese algo es que hay
del valor al precio valores que no pueden ni deben entrar
en esa gestión de la ganancia en que se
A largo plazo, hay un peligro más serio basa nuestra economía.
en el dinamismo del superávit: en la Por lógico que esto parezca en una
medida en que este (y luego el máxi- exposición teórica, no es difícil percibir
mo superávit) se convierta en objetivo que, en la práctica, tiene consecuencias
principal de la actividad económica, subversivas: ya aludimos antes a la
nuestro sistema (y nuestra sociedad) distorsión de valores que siembra una
irán produciendo una «transmutación publicidad que suele apelar a lo peor
de los valores»11 que lo reduce todo a de nosotros: «un amor de padre vale 17
mercancía y, por tanto, al valor «pre- millones de euros».12 Pensemos ahora
cio». El viejo refrán «solo los necios en el llamado «mercado del trabajo»:
confunden valor y precio» existe para esa expresión, tan corriente entre noso-
algo más que para ser citado: plantea tros, y que tan inocente parece, refleja
la pregunta de si estamos construyendo algo tan poco humano y tan inhonesto
una sociedad de necios. como cuando hablamos del mercado
del sexo, del mercado del perdón (o de
las indulgencias) y del mercado de las
1.2.1. Mercantilización de los valores
misas…13
En efecto, las mercancías son bienes
que se producen solo para ser vendidos
1.2.2. Corrupción de la comunidad
y no para cubrir necesidades. El pre-
cio de una mercancía refleja el valor Las consecuencias de ese reduccio-
de cambio de un bien que se ofrece a nismo serán fatales para la sociedad:
la venta. Hasta aquí nada que objetar. la absolutización del superávit y el
Pero en la existencia humana hay una beneficio inunda nuestras relaciones
serie de bienes y valores «inmateria- y obliga a distinguir entre economías
les» que no pueden convertirse en mer- con mercado, que son indispensables,
cancía porque entonces se los degrada, y sociedades de mercado, como la ac-
pues su auténtico valer estriba precisa- tual, que son sencillamente deformes.
mente en la generosidad y la gratuidad. Explica Varoufakis que las socieda-
En teología y en antropología se des de mercado fueron naciendo con-
vuelve a hablar últimamente de «la ló- forme se comercializaban tres factores
gica del don» o «la ética del don». Pero de producción que antes no lo estaban:
se habla de ello como si se tratase de el trabajo humano, las herramientas
9
y el espacio donde tiene lugar la pro- países asiáticos a los que acuden a es-
ducción (antes, la tierra). Estos tres tablecerse nuestras empresas multina-
factores eran bienes, no mercancías. cionales. Porque el obrero ya no vende
El trabajo porque, en el feudalismo, el el producto de su trabajo que pertene-
siervo no trabajaba exactamente para ce a otro: solo vende su capacidad de
otro, aunque el señor de la tierra se trabajar. De este modo, el trabajador
quedaba por las buenas con una parte se convierte en una «herramienta», en
de lo que aquel cosechaba. Las herra- la que hay que gastar solo lo necesario
mientas (medio de producción) porque para mantenerla en uso.
eran muy sencillas y se las fabricaban
los propios siervos. Y la tierra porque
1.2.3. En resumen
no se vendía nunca: o nacías terrate-
niente o nacías siervo. «Las desigualdades que trajo la revo-
Esta situación comenzó a cambiar lución agrícola aumentaron aún más
cuando los terratenientes ingleses des- cuando se sumaron a las nuevas des-
cubren que exportar la lana o la seda igualdades que provocaron la revolu-
les enriquece mucho más de lo que ción industrial y el triunfo del precio
les rentaban los productos en especie sobre el valor.»15
que recibían de los siervos de la gle- De estas dos dinámicas fundamen-
ba. ¿Cuál fue entonces su reacción? tales (degradación del valor a mero
Despedir a los siervos que cultivaban precio, y de la sociedad humana a mero
sus tierras y dedicar éstas a la cría de mercado) brota una serie de conceptos,
ovejas y demás ganado. Los siervos se de modos de funcionar, de ventajas y
vieron obligados a abandonar aquellas calamidades que marcarán toda esa re-
tierras y a buscar su supervivencia tra- flexión que llamamos economía, y que
tando de vender su fuerza de trabajo: sería mejor llamar «crematística».
pretensión casi imposible hasta que
aparecen las fábricas, gracias a la in-
vención de las máquinas.14 Es inne- 1.3. Desfiguración de la deuda,
gable que desaparecieron prejuicios el beneficio y la riqueza
ancestrales, como que los siervos lo
son «por naturaleza», o que las clases La deuda ha existido siempre. En cier-
humanas son algo natural. Pero esa to sentido pertenece a la condición hu-
libertad entonces atisbada fue poco mana: «estoy en deuda contigo (o con
más que «una libertad para morirse de alguien)» es una expresión que perte-
hambre»: pues solo vale si hay clientes nece a lo mejor de nuestro lenguaje.
para atender las ofertas de trabajo. Y Pero esta deuda que nos constituye se
cuando empezó a haberlos y el trabajo basa en la solidaridad y no hace al otro
«se organizó», apareció otra esclavitud acreedor oficial nuestro.
antes desconocida: trabajo para niños En cambio, conforme se va produ-
de diez años, obreros encadenados ciendo la degradación de todo valor
a las máquinas día y noche, mujeres en «valor de cambio», se mercantiliza
embarazadas pariendo en pleno traba- también la deuda y pasa a convertirse
jo… como podemos ver hoy en tantos en forma de enriquecimiento. Enton-
10
ces el dinero se convierte en fecundo zos del xvii, con la posterior de Goethe
por sí mismo, algo profundamente ab- en el xix: el primero es condenado por
surdo. De hecho, al interés monetario haber vendido su alma al diablo. El se-
se le llama en griego toketós, esto es, gundo es absuelto y se insinúa así «una
«hijo» (del verbo tíkto, que significa disculpa de la deuda» que le sirvió para
«engendrar»). El interés es «lo engen- disfrutar. No estoy muy seguro de la
drado», y, además, engendrado por una pertinencia de esta comparación, pero
especie de misteriosa partenogénesis. quizás ayude al lector a comprender un
Se comprende así la crítica a la proceso por el que primero se desfigu-
usura en la antigua Grecia, en el islam, ra el sentido de la deuda y, luego, se
en el cristianismo: enriquecerse con la libera de culpa a esa falsificación.16
necesidad o el dolor del otro es simple-
mente una bajeza inhumana.
1.3.2. Deshumanización
Vale la pena reflexionar más sobre esta
1.3.1. Perversiones en cadena
perversión de la deuda, fruto de la tras-
Consecuencia de lo anterior es que el mutación de valores ya comentada. Es-
beneficio, que antes era solo un medio tar en deuda constituye un rasgo funda-
para otra cosa, se ha convertido en el mental de la sociedad y de la relación
objetivo último. Con ello, el dine- humana: pues todos somos seres nece-
ro pasa a ser la parte más importante sitados, y todos somos además deudores
del proceso productivo: porque ya no de otros, aunque ninguno es acreedor
se contrae la deuda para poder comer, de nadie. La relación acreedor-deudor
sino para pagar el alquiler, los sueldos, debería afectar solo a un aspecto bien
etc.: para poder ser. Y lógicamente, el parcial de la vida, nunca a su totalidad.
beneficio se ha transformado en objeto Pero con la conversión de cualquier va-
de culto de la nueva clase empresarial. lor de uso en valor de cambio, y con la
En las sociedades con mercados el creación de una sociedad de mercado,
beneficio no era un fin en sí mismo y el «estoy en deuda contigo», tan rico,
la deuda no era tan importante: los po- tan humano y tan necesario, se transfor-
derosos se enriquecían de otra manera, ma en «eres mi prestamista». Con ello
robando a otros señores, con favores las relaciones humanas se degradan. Un
del rey, con guerras… Pero cuando economista afirma con la mayor natura-
la sociedad pasa a ser de mercado, la lidad, refiriéndose a la actual situación
riqueza se alimenta con la deuda, que española de desgobierno: «los merca-
se vuelve así necesaria. Y claro: si hay dos nos castigan». Pero los mercados
que pagar préstamos, y además con no son unos dioses con poder sobre no-
interés, habrá que producir más barato sotros: son unos grupos de poder con-
para vender más barato, pagar peores cretos y somos nosotros los que tendría-
salarios y demás, todo con tal de no mos que controlarlos si no hubiésemos
perder competencia. decidido entregarnos a ellos, vendién-
Varoufakis ilustra ese cambio com- doles nuestra alma. Eso pasa cuando la
parando la versión primitiva del Fausto sociedad con mercado se pervierte en
de Christopher Marlowe, de comien- sociedad de mercado.
11
En el límite de este proceso, llegará los intereses, si aquel a quien lo prestó
un momento en que cuando uno alcan- consigue crear una riqueza suficiente
ce la mayoría de edad, sus padres le pa- en el futuro. El banco se atreve a poner
sarán una factura por todos los servicios en tu libreta una cifra que él no tiene
prestados, como ocurre ya en EEUU (supongamos 500.000 €), pero con la
con la carrera universitaria. Entonces, cual podrás comenzar a comprar ma-
no solo la carrera, sino la vida misma se terial, contratar empleados, poner en
empezará estando ya endeudado. marcha un negocio. A eso llama Varou-
fakis: «extraer dinero del futuro».
De nuevo, hay aquí algo muy po-
1.3.3. En resumen
sitivo unas veces y desastroso otras.
«La deuda se ha convertido en el com- Puede ocurrir que el empresario que
bustible de la revolución industrial: recibió ese préstamo de un dinero
creó mucha riqueza pero también mu- inexistente no consiga crear la rique-
cha infelicidad.»17 «La deuda es, para za prevista que tiene comprometida:
nuestras sociedades, lo que es el infier- bien porque no le funciona la empresa,
no para el cristianismo: algo tan nece- o porque ha malgastado el dinero del
sario como desagradable.»18 préstamo, o porque se dedicó a espe-
Pero las deudas, como todos sabe- cular con él (por ejemplo, comprando
mos, necesitan una serie de condicio- casas para venderlas luego más caras,
nes para poder existir, condiciones que y obtener así el dinero que necesitaba
ellas mismas van generando. tanto para sí como para devolver el
préstamo imaginario… Hasta que lle-
ga un momento en que el precio de las
1.4. Los bancos: confianza, crisis, casas ya no pueda subir más y, por falta
Estado de demanda, comenzarán a bajar). En-
tonces se produce el crack: el mismo
Hemos dicho que la figura del empre- proceso que crea beneficio y riqueza
sario actual nace junto con la sociedad crea también las crisis. Esa es la irra-
de mercado. Pero ese empresario nace cionalidad de nuestro sistema, y eso
vinculado a otra figura, mágica y si- explica la acusación del Papa Francis-
niestra a la vez: el banquero, sucesor co de que esa economía «mata».
del antiguo usurero. Para comprender la expresión tan
usada por Varoufakis: «pedir dinero
prestado al futuro», se me ocurre una
1.4.1. La quimera del oro
comparación con la famosa película de
El banquero ya no es aquel que recibe Chaplin: La quimera del oro. Miles de
unos depósitos para guardar, por los personas se empeñaban o se empobre-
cuales paga un pequeño interés, y que cían contando con que, en el futuro, iban
presta a otros a un interés mayor. Bajo a encontrar en Alaska un oro que les per-
esa apariencia, casi idílica, lo que hace mitiría pagar sus deudas y rehacer sus
hoy es prestar un dinero que no tiene: vidas. A algunos les funcionó. A muchos
un dinero que, por así decir, lo extrae otros, no. Quizá Varoufakis podría ha-
del futuro y lo recobrará agrandado por blar también de «la quimera del banco».
12
1.4.2. Mera quimera 1.4.3. ¿Quién paga el pato?
Decíamos que el mismo proceso que El Estado se encuentra así con que, por
crea el beneficio y la riqueza crea tam- un lado, debería sostener a los bancos
bién la crisis. Cuando la crisis estalla para que no cierren en el caso de produ-
comienza una necrosis de la economía: cirse un crack y, por el otro lado, debe
los empresarios no pueden hacer nada ponerles freno y meterles en vereda,
porque están en quiebra, los bancos para que no saquen del futuro más va-
tampoco y, con ello, el mercado se pa- lor del que puede producir el presente.
raliza. Pero, según Varoufakis, esto último no
Por si esto fuera poco, al estallar lo hace porque son los bancos quienes
el crack se agrava la crisis: porque es pagan las campañas electorales de los
lógico que la gente, en cuanto perci- gobiernos. Por eso carga de impuestos
be que los bancos están mal, acuda a a los ciudadanos más pobres (como su-
retirar sus depósitos. Los bancos se cede con el IVA) y, cuando ya no pue-
encuentran entonces sin dinero que de- de más, se endeuda él mismo. Así nace
volver; tampoco se atreven ya a hacer la deuda pública estatal.
préstamos imaginarios porque ahora Y ¿quién le presta al Estado el dinero
no se fían de la solvencia de la gente: con el que se endeuda? Los particulares,
se parecen al gato escaldado del refrán pero sobre todo ¡los mismos banqueros
que huye hasta del agua fría. que no quisieron pagar impuestos! Así
Así languidece la economía. ¿Cómo se ve el poder que tienen los bancos so-
salir de este círculo vicioso? La única bre los gobiernos en nuestra presunta
solución es que alguien preste dinero a democracia. Déjeseme decir, parodian-
los bancos, tanto para que ellos puedan do a Jesús de Nazaret: «es imposible
seguir prestando y la economía se mue- servir a la democracia y a Mamôn».
va, como para garantizar los depósitos Para garantizar más nuestra exposi-
de los ciudadanos. Y ese alguien es el ción, repitamos lo dicho con palabras
Estado, que puede hacerlo, otra vez, literales de nuestro autor:
prestando dinero que obtiene «de la
nada» (o del futuro): imprimiendo pa- «– Los poderosos no quieren pagar
pel. De ahí la importancia de que solo impuestos para ayudar económica-
al Estado le esté permitido imprimir mente al Estado, que hace lo nece-
dinero. sario para que ellos no pierdan su
Prescindimos ahora de la «deva- poder.
luación» que eso supone. Lo que nos – El Estado se ve obligado a tener
interesa es que, entonces, al Estado déficit y a incrementar sistemática-
le faltará dinero para desempeñar su mente su deuda.
trabajo: para sueldos de funcionarios, – Los poderosos, sobre todo los
obra pública, estado social… Ese di- banqueros, encuentran la oportuni-
nero debería sacarlo de impuestos pero dad de fortalecerse más, prestando
no puede obtenerlo porque los ricos se al Estado (con intereses) el dinero
niegan a pagarlos y los pobres ya no que se oponen a entregarle como
pueden pagar más. impuestos.
13
– Cuando ocurre el crack, el Estado lleva al crack y a la crisis: porque los
acude a salvar a los banqueros con bancos producen préstamos de la nada
dinero público que, en parte, pro- y ganan más cuanto más valor de cam-
viene del dinero que crea el Banco bio trasladan del futuro al presente. En
Central, así como de los impuestos, las sociedades de mercado el superávit
de recortes a ayudas y pensiones de se produce de forma colectiva, pero
los débiles, y de nuevos préstamos después se lo adjudican los que tienen
de otros poderosos, normalmente más poder en la sociedad, con la ayuda
extranjeros.»19 del Estado. Estos poderosos exigirán la
creación de deuda pública y el mono-
La actividad económica que, como polio estatal sobre el dinero. «Deuda,
dijimos, arranca cuando aparece el su- beneficio, riqueza y crisis son compo-
perávit, en las sociedades de mercado nentes de un mismo drama absurdo:
transforma ese superávit en beneficio, que tras las crisis creadas por los pode-
el cual incrementa tanto los superávits rosos –sobre todo por los banqueros–,
como las desigualdades. «El “milagro” son ellos mismos quienes rechazan la
de las sociedades de mercado depende idea de un Estado mediador que ayude
de la magia del sistema bancario, que a los más necesitados. Pero, en cam-
tiende hacia la magia negra, de la mis- bio, exigen que el Estado les inyecte
ma manera que las moscas se sienten dinero cuando son ellos los que tienen
atraídas por la luz».20 problemas.»21
De todos esos desenfoques en la
concepción del mercado, del benefi-
1.4.4. En resumen
cio, de los valores, de la deuda… van
La deuda privada es la materia prima a nacer los fantasmas que amenazan a
necesaria del beneficio privado. Pero nuestro sistema económico.
2. AMENAZAS
22
II. CONFRONTACIÓN DE VALORES:
REFLEXIÓN BÍBLICA
La economía es importante no solo Pues bien, por todas las teclas que
porque responde a las imperiosas nece- toca, y que vimos al hablar del dine-
sidades materiales humanas, sino por ro, la economía acaba jugando un pa-
algo todavía más serio: nuestra tarea y pel decisivo en esa tarea nuestra como
meta como seres humanos es construir género humano. Marx y Engels no
convivencia, construir sociedad, cons- andaban tan desencaminados cuando
truir comunidad y fraternidad. Ahí nos hablaban de la economía como factor
jugamos nuestra calidad humana. determinante «en última instancia»,
23
por más que quepan muchas exégesis Ese planteamiento antropológico, que
de esa expresión. Pero el hecho es que, pregunta ante todo por qué hay tantas
en la economía, nos jugamos mucho desigualdades y cómo superarlas, abre
de nuestro ser humanos, o inhumanos. la puerta a una reflexión de antropolo-
Donde no hay más valores que los de gía bíblica: porque la igualdad brota
cambio, no cabe hablar de humanidad. de las dos categorías más importantes
Por eso, Varoufakis muestra, una en toda la Biblia: la filiación divina (el
vez más, que la economía tiene más de valor absoluto) del ser humano y la fra-
antropología que de ciencia exacta.35 ternidad universal en Cristo.
Esta frase de san Pablo es uno de los manejar. No tiene sentido convertirla en
mejores resúmenes de todo lo que en fundamento de desigualdad, de modo
la práctica significa la fe en Jesucris- que, por ejemplo, la mujer gane un 25%
to. Un falso espiritualismo se empeñó menos que el varón, el obrero tenga unos
en explicar que eso era verdad pero ingresos muy inferiores a los de su pa-
«para la otra vida del más allá» (con trón, o una entidad religiosa cristiana nie-
frecuencia muchos espiritualismos re- gue asistencia a los no cristianos. Tales
sultan ser, paradójicamente, de lo más prácticas equivalen a negar la inclusión
materialista). Otro falso izquierdismo (la «recapitulación») de todos en Cristo.
parece empeñado hoy en llevarla a la San Pablo prolongará después esa
práctica aboliendo la diversidad en una intuición valiéndose de la imagen del
especie de uniformidad «unisex», tan cuerpo: no todo ha de ser manos, ni
cómoda como aburrida. todo ha de ser ojos. La diversidad de
El verdadero sentido de la frase es los órganos enriquece enormemente al
que la diversidad nunca debe ser causa cuerpo, si cada uno funciona como lo
de desigualdad. La diversidad debe ser que es; pero todos deben ser tratados
mantenida porque siempre es enrique- de la misma manera y, en cualquier
cedora aunque resulte complicada de caso, cuidando los más débiles.
28
7. «TIENES ANTE TI LA VIDA Y EL BIEN, LA MUERTE Y EL MAL.
TÚ DEBES ELEGIR» (Deut 30,15-19)
Esa frase bíblica es de las que mejor compartida».45 El otro miembro del
proclaman la responsabilidad del ser dilema en el cual estamos hoy es una
humano cuando entra en relación con «civilización de la abundancia priva-
Dios: nuestra vida está en nuestras ma- tizada» –y armada– que, lógicamente,
nos; podemos realizarla o acabar con ha de acabar llevándonos al desastre.
ella. Es además una frase dirigida no Pero la gran dificultad de esa op-
a individuos aislados sino a toda una ción, que en teoría parecería lógica,
colectividad: al pueblo que se prepara es que, para alcanzarla, los países ri-
para crear una nueva sociedad, libera- cos del llamado primer mundo deben
do ya de la esclavitud. bajar de su nivel de vida, algo que no
Y un detalle importante: mientras están dispuestos a hacer. La pretensión
en el v. 15 equipara la vida con el bien, de que todo el mundo llegue a vivir al
en el 19 se habla de la vida como «ben- mismo nivel de los países eufemística-
dición». La bendición es siempre un re- mente llamados «desarrollados», se ha
galo, uno de esos valores inmateriales demostrado ya absolutamente inviable,
que no pueden ser convertidos en valo- porque implicaría cargarse el planeta,
res de cambio: si se la mira de esta otra porque carece de recursos para ello.
manera, la vida será vista como apro- La otra opción sería entonces la que
piación y se convertirá en «maldición» apuntaba irónicamente El informe Lu-
que lleva a la muerte. Sentir la vida gano, de Susan George: eliminar unos
como bendición es comprender que no dos mil o tres mil millones de mora-
es propiedad mía y que, como escribe dores del planeta Tierra que ya no son
Juan Masiá, más que vivir soy vivido: oprimidos ni simplemente excluidos,
«agradecer que la Vida nos vive, nos sino sobrantes. Así, quizá los países
vivifica.»44 Esta disposición es funda- ricos podrían mantener su actual nivel
mental para construir la sociedad. de vida.
Por eso, la frase bíblica puede apli- Estamos, otra vez, ante una opción
carse a nuestra sociedad, y muy en se- «entre la vida y la muerte», entre ser
rio, precisamente en lo que afecta a la humanos o ser inhumanos. A eso pa-
economía. Solo hay salvación para esta rece llevarnos una mirada a las raíces
humanidad si construimos eso que se antropológicas (y teológicas) de la
llama una «civilización de la sobriedad economía.
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NOTAS
1. Varoufakis, Y. (2015). Economía sin corbata. 8. En Europa, esas migraciones eran más posi-
Conversaciones con mi hija. Barcelona: Pla- bles por su forma oblonga que implica una
neta. [original en griego publicado en 2013]. cierta paridad de clima. En África tales mi-
2. Un ejemplo lo tenemos hoy en el fútbol: posee graciones son casi imposibles por su forma
belleza, requiere inteligencia, agilidad, senti- vertical, que conlleva diferencias enormes de
do de equipo… Pero todo eso ha degenerado sur a norte.
en que Neymar «vale» cien millones de euros. 9. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 25. Sos-
«¿Los vale realmente un jugador de fútbol?» pecho que, contrariamente a Varoufakis, mu-
preguntaba ya El Correo catalán hace 50 chos economistas dirían que la raíz reside en
años, con motivo del traspaso de Marcial al el modo de producción, no en la producción. Y
Barça. no solo en esta sino en su apropiación priva-
3. «[…] con frecuencia se es hombre sólo de da. Pero yo debo citar al autor que expongo.
nombre, no de sentimientos. Si yo veo que 10. Una visión mucho más extensa (también más
vivís irracionalmente, ¿como llamaros homes optimista), y que puede servir de confrontación
y no bueyes? Si veo que sois rapaces, ¿cómo con la historia de Varoufakis, la ofrece la mo-
voy a llamaros hombres y no lobos?» . Citado numental obra Comas, C. (2016). Poder, econo-
por González Faus, José I. (2015). Vicarios mía y valores. Una historia del progreso y sus
de Cristo: los pobres. Barcelona: Cristianisme conflictos. Barcelona: Ediciones de Belloch.
i Justícia, pág. 31. 11. Uso deliberadamente la expresión de Nietzs-
4. Piketty, Th. (2014). El capital en el siglo xxi. che, para dejar colgada la pregunta de hasta
Madrid: Fondo de Cultura Económica. Lo resumí qué punto hemos degradado hoy su propuesta.
y comenté extensamente el 2015 en ¿El capital 12. Cito este anuncio de la ONCE, que tantos
contra el siglo xxi?. Santander: Sal Terrae. respetos merece, como ejemplo de hasta qué
5. Aristóteles trata de ello repetidas veces: en la punto hemos asimilado todos esa conversión
Política (l.1, cap. VII) y también en la Ética de los valores espirituales en meros valores de
a Nicómaco. Simplificando, desde la situación cambio.
de su época, viene a decir que la economía 13. Cito expresamente algunos ejemplos eclesiásti-
busca ganar dinero a través de la riqueza pro- cos porque la honestidad obliga a reconocer la
ducida, mientras que la crematística es el arte culpa de la institución eclesiástica en esta de-
de ganar dinero a cambio de dinero (la usura). gradación de valores que estamos comentando:
Añade que la primera es para vivir (cabe en- cuando los papas tenían poder político, necesi-
tender sobriamente), mientras que la segunda taban buenos superávits para construir las be-
es para vivir bien. Y que la primera da felici- llezas del Estado vaticano (o, a veces peor: para
dad, mientras que la segunda solo da placer, pagar alguna guerra con la que conquistar un
pero no felicidad. ducado para algún sobrino suyo…). Ahora que
6. La palabra «superávit» molesta a muchos eco- nos acercamos al 600 aniversario de la Refor-
nomistas (porque es un término que pertenece ma de 1517, habrá que dar las gracias a Lutero
más bien a la contabilidad). Preferirían «ex- por haberse rebelado contra el mercado de las
cedente» (o incluso «beneficio», término que indulgencias. Y esperar que alguien coloque en
tampoco gusta a otros). Sospecho que el ori- alguna «catedral económica» de hoy unas tesis
ginal griego dirá pleonasma, y que habrá sido contra el mercado del trabajo.
elección del traductor. 14. Karl Polanyi, autor de La gran transforma-
7. Desde esta mentalidad, no extraña que Volks- ción, añadiría que entonces se les obligaba a
wagen acabe dando que hablar… pero por ir a la fábrica por la fuerza.
otras razones. 15. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 28.
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16. Para otra versión más amplia del mito de Faus- puede servirse de la química, pero es mucho
to véase González Faus, J. I. (1999). ¿Son más que química.
cristianas las raíces de Europa?. Santander: 36. Para esa traducción de Gen 3,5 remito al libro
Sal Terrae. Cuaderno, nº 38, cap. 8 (Prometeo Balmary, Marie (1993). La divine origine. Pa-
y Fausto). rís: Grasset. El núcleo de su argumentación es
17. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 60. que el conocimiento del bien y del mal es lo
18. Ibídem, pág. 54. En España hemos sabido úl- que distingue al hombre del animal. El árbol
timamente que el rescate de la banca costó al de ese conocimiento es por tanto el árbol de
Estado 61.495 millones de euros, y sólo han lo humano.
sido devueltos 2.666 millones (menos del 37. He traducido como «sin descanso» lo que
5%). ¡Ingenuo Zapatero que nos decía que re- otras veces llamamos «corazón inquieto»,
cuperaríamos todo ese dinero! aludiendo a la célebre frase de san Agustín en
19. Ibídem, pág. 77. sus Confesiones. Inquieto es, en castellano,
20. Ibídem, pág. 79. un término demasiado suave comparado con
21. Ibídem, pág. 81-82. el agustiniano irrequietum: en él no se trata
22. Ibídem, pág. 85-86. de una falta de quietud, sino de una falta de
23. Ibídem, pág. 92. requies, de descanso pleno, que nos mantiene
24. Varoufakis evoca aquí la película Tiempos mo- más exhaustos que simplemente inquietos.
dernos de Charles Chaplin, 1936. 38. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 68.
25. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 106. 39. Cuando ya la ONU había declarado que no
26. Es la queja que solemos oír cuando los ciudada- existían pruebas de las armas de destrucción
nos de un país protestan porque los inmigrantes masiva.
que vienen de lugares más pobres aceptan tra- 40. Véase Botey, Jaume (2004). El Dios de Bush.
bajar en condiciones y salarios injustos. Barcelona: Cristianisme i Justícia. Cuadernos
27. Ibídem, pág. 127-128. nº 126.
28. Ibídem, pág. 129. 41. San Justino, Apología I, 14, 2.
29. Ibídem, pág. 131 [cita de la película Matrix]. 42. En Le Monde Diplomatique, enero de 2016,
30. Ibídem, pág. 181. pág. 15.
31. Ibídem, pág. 178. 43. Ver en el diario digital Público, (2 de febrero
32. Ver Oxfam-Intermón, Una economía al servi- de 2016) el artículo de Vicenç Navarro «Lo
cio del 1%, enero 2016. que no se conoce sobre el dirigente que lide-
33. Varoufakis, Y. (2015). Op. cit., pág. 191. ra la campaña de austeridad contra España y
34. Ver todo el análisis en López, Julia (2013). Grecia».
Injusticia e ineficacia. Un análisis crítico de 44. Masiá, J. (2015). Vivir. Espiritualidad en pe-
la reforma laboral, Barcelona: Cristianisme i queñas dosis. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Justícia. Colección Virtual, nº 4. 45. Como ya es sabido, la frase recoge una formu-
35. Ello no obsta para que la economía pueda ser- lación de Ignacio Ellacuría, que hablaba más
virse de las matemáticas: también la medicina duramente de una civilización de la pobreza.
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CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN
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