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Vivir como las flores

Cierto día, en un monasterio, un discípulo se acercó a su


maestro para hacerle una consulta, puesto que se encontraba
muy molesto y quería buscar la solución a esto. Así que le dijo:

– “Maestro, vengo a ti en busca de soluciones ¿qué debo hacer


para no sentirme molesto con la forma de actuar de las
personas?... Algunas personas hablan demasiado y mal de su prójimo, otras no
quieren escuchar consejos. Algunas son indiferentes. Siento cólera por
aquellas que son mentirosas y mucha rabia con aquellas que calumnian."

El maestro sonrió al discípulo y le dijo:

– La solución es fácil, ¡Vive como las flores!

El discípulo abrió los ojos asombrado por esas palabras…

– Maestro, me va a disculpar pero no entiendo ¿Vivir como las flores? Preguntó


el discípulo

– ¡Eso es!- Sonrió el maestro. Señaló al jardín del patio y continuó diciendo:

– Pon atención a esos lirios que crecen en el jardín. ¿Sabes


dónde nacen verdad? Los lirios nacen en el estiércol, y en
cambio, cuando crecen, se desarrollan como flores puras y
perfumadas… extraen del abono todo aquello que les es
útil y saludable y en cambio, no permiten que lo agrio de la
tierra mancille la fragancia de sus pétalos. ¿Entiendes?

El discípulo asentía con la cabeza. El maestro añadió:

– "Es justo angustiarse, afligirse con las propias culpas o defectos, poder
reconocerlas, analizarlas y en tu mano está el cambiar esto… pero lo que no
es justo ni sabio, es permitir que los vicios, errores o características de los
demás te incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos, y ellos serán los que tengan la
responsabilidad de ponerle solución, si es que así lo quieren. Y si no son
tuyos, no hay motivo para molestarse... Ejercita pues, la virtud de rechazar
todo el mal que viene desde afuera y establece buenas relaciones con los
otros, entiéndelas y en lo posible ayúdalas… perfuma la vida de los demás
haciendo el bien."

– "Esto, es vivir como las flores"

Autor desconocido
(Adaptación)

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