Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
– ¡Eso es!- Sonrió el maestro. Señaló al jardín del patio y continuó diciendo:
– "Es justo angustiarse, afligirse con las propias culpas o defectos, poder
reconocerlas, analizarlas y en tu mano está el cambiar esto… pero lo que no
es justo ni sabio, es permitir que los vicios, errores o características de los
demás te incomoden.
Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos, y ellos serán los que tengan la
responsabilidad de ponerle solución, si es que así lo quieren. Y si no son
tuyos, no hay motivo para molestarse... Ejercita pues, la virtud de rechazar
todo el mal que viene desde afuera y establece buenas relaciones con los
otros, entiéndelas y en lo posible ayúdalas… perfuma la vida de los demás
haciendo el bien."
Autor desconocido
(Adaptación)