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TRABAJO PRÁCTICO N° 1

Alumna: Romero Karen Elizabeth


DNI: 37.827.827
Romero827@est.derecho.uba.ar
(Correspondiente al módulo 1)

Desarrollo del proceso contractualista como antecedente del Constitucionalismo liberal-


Desarrollo del concepto de Democracia.

1) Desarrolle las teorías contractualistas y su incidencia en el


surgimiento del constitucionalismo clásico liberal.
Con sus teorías, los contractualistas pretenden llevar a cabo una racionalización
del estado y un análisis crítico sobre el poder y legitimidad. El Estado no tendría
un origen natural o divino, por lo que la obediencia no sería algo natural ni
necesario. El estado debería entenderse, desde esta interpretación, como un
acuerdo o contrato entre las personas que conforman una sociedad.

Los contractualistas llevan a cabo el supuesto de un estado de naturaleza,


previa a la fundación del estado y la vida en sociedad, sería una hipótesis sobre
cómo sería la vida humana al margen de la sociedad. El estado se concibe de
forma ideal como un contrato en el que los miembros de una sociedad
acordarían un intercambio y un modelo de organización política. Las diferencias
respecto a su concepto de estado de naturaleza y las características del
contrato son las claves diferenciales entre unos y otros autores.

Contrato social de Thomas Hobbes (1588-1679)


El primer filósofo que intentó formalmente una obra contractualista (o sea, de
defensa del contrato social) fue Hobbes, en su célebre Leviatán (1651), escrita
durante un período de guerra civil en Inglaterra.

Hobbes se cuestiona respecto de quién debe ejercer la soberanía del Estado, si


el Rey o el Parlamento. Finalmente, llega a la conclusión de que siempre es
necesario algún contrato social para garantizar la paz entre los ciudadanos, o
sea, un orden “artificial”.

Hobbes reflexiona que los seres humanos son todos iguales ante la naturaleza,
pues están dotados en última instancia de un instinto de conservación que no
distingue entre clases sociales o razones políticas. Ese instinto condena al
humano a un estado perpetuo de guerra o de competición.

Por ende, el Estado como poder central es necesario. Para su creación los
ciudadanos deben renunciar a su derecho natural a la violencia, para así poder
sostener la paz.
En el imaginario de Hobbes, el Estado está representado por el Leviatán, un
monstruo bíblico, ya que vendría siendo una fuerza suprema, invencible, solo
que justa y necesaria.

Contrato social de John Locke (1632-1704)


En el caso de Locke, la obra que recoge su pensamiento en torno al contrato
social es Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690). Allí parte de una
concepción del ser humano profundamente cristiana: el ser humano es una
criatura de Dios, cuya vida no le pertenece a sí mismo sino al creador.

Así considerado, el humano no está capacitado moralmente para disponer ni de


su existencia ni de la de las demás criaturas. Únicamente tiene el derecho y el
deber de preservar su propia vida. Por eso, bajo la mirada de Dios, todos los
hombres son iguales en derechos y soberanía.

Sin embargo, existe la necesidad, en cuanto los seres humanos conviven con
sus pares, de juzgar qué hacer en caso de que alguien violente el derecho de
otro de existir, y cuáles son los pasos que deben darse para ejercer la justicia.

Como en la naturaleza humana no existe nada semejante, el contrato social


nace para crear la justicia como institución: un juez que dirima las
controversias propias de la ley natural del ser humano, y que garantice los
derechos básicos para el ser humano, que según Locke eran la vida, la
igualdad, la libertad y la propiedad.

De manera semejante a Hobbes, Locke plantea la inevitable necesidad de


sacrificar el derecho natural humano, esa violencia primitiva que permite
defender la propia existencia, para que sea la sociedad civil, ese juez común,
quien lo haga por él.

Ese poder no puede ser detentado por una autoridad única, como en el caso de
las monarquías absolutas, sino que debe constituirse por un parlamento, o sea,
un conjunto de representantes de la comunidad, elegidos por y entre ella.

Finalmente, para Locke existen dos etapas de formación del contrato social:
una primera en la cual se crea la comunidad y supera el derecho natural
(Contrato de formación de la sociedad) y una segunda en la cual se crean las
relaciones entre gobernantes y gobernados (Contrato de formación del
gobierno).

Contrato social de Jean-Jacques Rousseau (1712-1778)


Fue Rousseau quien llevó este pensamiento a su cúspide, con El contrato social
(1762), tomando algunos de los puntos individualistas de Locke, pero
asumiendo también su propia distancia. Rousseau se dedicó a observar la
sociedad a su alrededor, en la que privaba la monarquía absoluta.

Pronto llegó a conclusiones fundamentales sobre el vínculo entre el soberano y


los súbditos, notando que éste no se produce por sometimiento o sumisión,
sino que la gente voluntariamente admite la soberanía del Rey, renunciando a
un estado de “natural inocencia” para acatar las reglas de la sociedad,
recibiendo a cambio una serie de beneficios, propios del intercambio social.

Semejante consentimiento se da en los términos de lo que denominó contrato


social. Para Rousseau, el ser humano en su estado natural era inocente, no
conocía maldad y solamente conocía dos sentimientos básicos: el amor de sí
mismo, o sea, la autoprotección, y la repugnancia por el sufrimiento ajeno, o
sea, la piedad.

Pero a medida que forman parte de una sociedad masiva, nuevas (y falsas)
necesidades emergen, llevándolo a crear nuevos mecanismos para
satisfacerlas, y cuanto más tiene, más quiere.

Entonces, quienes acumularon la mayor cantidad de riquezas, instituyen un


contrato social que los protege y perpetúa sus privilegios. A cambio ofrecen un
orden injusto pero pacífico, que a la larga se acepta como el orden único y
natural de las cosas.

Puede verse, así, cómo las ideas de Rousseau sirvieron para inspirar la venidera
Revolución Francesa, en la que se demolió el Antiguo Régimen y se creó una
República. Este tránsito representaba una necesaria refundación del contrato
social, para dar cabida a un contrato más acorde a las necesidades sociales de
la época.

2) Desarrolle los siguientes conceptos:


 Democracia Social.
La democracia social es un ámbito que se pretende alcanzar como medio para
el mejor desenvolvimiento de la dignidad humana en las situaciones históricas
concretas que el mundo contemporáneo afronta. Se trata de obtener las
consecuencias adecuadas para el mejoramiento humano, que es y debe ser el
destino de todas las fórmulas políticas e institucionales. La democracia social es
una estructura con un signo político y, como tal, será siempre un medio y
nunca podrá convertirse en un fin en si misma.
La democracia social en función de programa político sostiene diversas
postulaciones conducentes al aseguramiento en la mayor medida humana y
concreta posible, de un régimen sociopolítico y económico de igualdad de
oportunidades.
 Democracia Popular.
Los regímenes que se autodenominen democracias populares, esta ausente el
libre juego del pluralismo político y social, al extremo de que por falta de
libertad política decae el régimen de derechos civiles, tanto, que la dimensión y
la sustancia de estos dependen enteramente del criterio de los titulares de la
autocracia dominante. Las democracias populares estilan autodefinirse como
los regímenes de camino hacia el comunismo.
 Populismo.
Se entiende por populismo una postura política que busca, a través de diversas
estrategias, el apoyo y consentimiento de las clases populares. Sin embargo, el
término populismo es considerado mucho más amplio y complejo de definir.

Esto se debe a que se denomina como ‘populismo’ a diversas realidades,


propuestas y estrategias políticas, económicas, sociales y culturales, que
proponen defender los intereses generales de la sociedad a fin de alcanzar el
bienestar común de los ciudadanos.

Estas propuestas pueden derivar tanto de representantes de partidos políticos


de derecha, ultraderecha o de izquierda. De allí que, como tal, no existe un
movimiento político autoproclamado como populista, ya que esta postura puede
surgir de cualquier tipo de agrupación política.

En este sentido, se denomina como populismo todos aquellos fenómenos que


atentan en contra de la democracia liberal.

Por ejemplo, se ha considerado populismo la estrategia política y las medidas


propuestas por Donald Trump. Asimismo, se considera populismo a un conjunto
de gobiernos de Latinoamérica, entre los que destacan los casos de Venezuela
y Bolivia.

En Europa ocurre algo similar, se califica de populismo a las medidas y


estrategias políticas propuestas por diferentes partidos políticos, aunque no
comparten ningún tipo de relación porque son de diferentes tendencias,
incluso, porque la realidad de cada país es particular.

El populismo tiene un sentido negativo porque hace uso de una serie de


estrategias que buscan convencer a los ciudadanos, en especial de los sectores
populares ya que, generalmente, son los más predominantes.

Para ello, se valen de propuestas falsas sobre la transformación de las bases


políticas, económicas y sociales de un país, y de esta manera obtienen el apoyo
social que necesitan.

No obstante, esto no ocurre y, por el contrario, los líderes políticos solo buscan
saciar su deseo por permanecer en el poder tanto tiempo sea posible.

Por otro lado, el filósofo y teórico político Ernesto Laclau, propuso un sentido
positivo del populismo en la que explica que, por la propia naturaleza de
sociedad, existe una oposición de pensamientos derivada de la pluralidad, lo
que es fundamental para la democracia.

 Desarrollismo.
El desarrollismo o estructuralismo es una teoría económica referida al desarrollo
surgida en América Latina a mediados del siglo XX, que sostiene que el orden
económico mundial sigue un esquema centro industrial-periferia agrícola, razón
por la cual se produce un deterioro estructural de los términos de intercambio
en el comercio internacional en perjuicio de los países periféricos, que
reproduce el subdesarrollo y amplía la brecha entre países desarrollados y
países en vía de desarrollo. Como consecuencia de ese diagnóstico, el
desarrollismo sostiene que los países no desarrollados deberían tener Estados
activos, con políticas económicas que impulsen la industrialización, para
alcanzar una situación de desarrollo autónomo.

 Estado Social de Derecho.


El estado social de derecho queda imbricada en el plano de los grandes
postulados del constitucionalismo (legalidad, representación, separación de
poderes, libertad), que presume y sostiene el pluralismo que no abjura de la
vigencia de los derechos individuales, y que parte de la base de la existencia de
una estructura socioeconómica en la que también actúa ese pluralismo, desde
el momento que descarta las formas reales o encubiertas de “dictadura del
proletariado” o cualquier otro eufemismo utilizado para aludir a formas
estatales que aspiran a homogeneizar a la sociedad bajo un régimen
absolutismo o totalitarismo.
El estado social de derecho se desarrolla en las democracias pluralistas y, por lo
tanto, no cabe la búsqueda de su filiación entre las autocracias o monocracias
contemporáneas, sean estas de tinte autoritario o de alcances totalitarios. El
estado social de derechos es la forma jurídico- institucional que corresponde al
estadio de la democracia social, entendiendo a esta como forma y sustancia
política de un régimen basado en la concepción personalista de la dignidad del
hombre, con pleno rechazo de toda teoría o interpretación trans-personalista
que anteponga otros fines que el hombre mismo.

3) Desarrolle cronológicamente la doctrina social de la iglesia y


explique su incidencia en el desarrollo del Constitucionalismo
Social.
Se entiende por Doctrina Social de la Iglesia “al conjunto sistematizado y
explicativo de las enseñanzas que en materia social, cultural, política, jurídica y
económica surge el Magisterio de la Iglesia, a través de Encíclicas, mensajes,
cartas, declaraciones y documentos varios emanados del Papa y de los
Concilios, incluyendo también textos episcopales que cuentan con aprobación
de la Sede Apostólica.”
Por otro lado, es menester mencionar que la finalidad principal de aquella
Doctrina Social es contribuir a la resolución del problema de la “cuestión social”,
entendida ésta como aquella que tiene que ver con las crisis de las relaciones
entre proletarios y capitalistas como consecuencia de la Revolución Industrial.
Veremos a continuación, el pensamiento católico social a partir de la Encíclica
mencionada, y los demás Pontífices que han dedicado su obra a la promoción
de
los Derechos Sociales; los cuales no son otros que aquellos que propenden a la
defensa de los derechos del trabajador y su familia.

LEÓN XIII: EL PAPA DEL MUNDO MODERNO:


El Papa León XIII, quien asumió el cargo Papal en 1878, fue un hombre de
gran piedad y capacidad de trabajo; siempre se ha apasionado por la cuestión
obrera. Desde que fue Nuncio de Bélgica (1842-1846), no solo conoció de cerca
la
situación del trabajo de los obreros en las empresas capitalistas, sino que
además
tuvo muchos contactos con los católicos sociales. Tuvo en cuenta claramente la
crisis total que se vivía entonces en las relaciones entre la Iglesia y el mundo
moderno; aquella no sabía como relacionarse con los nuevos Estados no
confesionales, pues la elite dinamizadora, intelectual y ejecutiva, había roto con
el
catolicismo.
Es por ello que su Encíclica Rerum Novarum (publicada el 15 de Mayo de
1891), se toma como símbolo de inicio de la Doctrina Social de la Iglesia.
la Rerum Novarum aporta tres ideas fundamentales audaces en aquel tiempo –
aunque todas ellas triunfaron – y que pertenecerán, en adelante, al mundo
civilizado: a) la Rerum Novarum prueba que la Iglesia ha encontrado de nuevo
el camino del pueblo y de la vida pública; b) ha dado el golpe de gracia al
principio del liberalismo político, es decir, de la no intervención del Estado.
Desde allí en adelante, todas las naciones civilizadas adoptaron una política y
una legislación sociales; c) la Rerum Novarum ha expuesto brillantemente y ha
defendido de manera pretoriana el derecho de asociación como una exigencia
de derecho esencial del trabajador.

SAN PIO X Y BENEDICTO XV: LA IGLESIA Y LA PAZ


San Pío X dedicará sus esfuerzos particularmente a la reforma interna de la
Iglesia. Sin embargo, es menester resaltar que durante el período que preside
la
iglesia (1903-1914), se plantean los mismos problemas sociales que tuvo que
tratar
su predecesor.
Por ello, la Encíclica Singulari Quadam (publicada el 24 de octubre de 1912),
dirigida a los Obispos alemanes, trata sobre el sindicalismo, buscando orientar
particularmente a los obreros alemanes, sobre los sindicatos confesionales e
interconfesionales.
La finalidad de la misma es poner fin a las diferencias surgidas entre los
católicos alemanes a propósito de si las asociaciones profesionales debían ser
confesionales (o sea, reservadas a los católicos), o bien interconfesionales
(para
católicos y protestantes).
Benedicto XV (1914-1922) su preocupación principal fue la
primera Guerra Mundial, dejando los problemas internos de la iglesia y la acción
de
los católicos a un lado.
Solo pueden mencionarse dos cartas que muestran la preocupación social de
Benedicto XV: a) en Intelleximus (1920) recuerda los deberes de los ricos y de
los
proletarios en la cuestión social, en donde resalta que la Iglesia con sus
enseñanzas no busca favorecer o defender a los ricos, pero que si alguna vez lo
hace, es porque han sido perjudicados injustamente; b) en su carta Le Notizie
(1921) hace un pedido de ayuda para el pueblo ruso acosado por el hambre,
fruto
de la primera guerra y el desorden de la primera socialización económica. Pero
no
ha escrito Encíclicas referentes a los Derechos Sociales.

PIO XI: EL ESTADO Y SU RELACIÓN CON LA SOCIEDAD


La Encíclica Quadragesimo Año.
El Papa volcó en la mencionada Encíclica, su concepción acerca de la
cuestión del salario y asimismo, pondrá especial atención a los derechos de
propiedad, las relaciones entre trabajo y capital y la situación del proletariado.
en cuanto a la relación del capital y el trabajo, cada una de las partes en tal
relación tienen derecho a exigir, según las normas de la justicia, una parte de
las riquezas
adquiridas, sin perjudicarse mutuamente.
Pío XI sostiene la liberación del proletariado, sosteniendo que si bien el
pauperismo de la clase obrera ha sido eliminado de los pueblos civilizados, al
menos en tiempo normal, no es menos verdad que la clase obrera sigue siendo
una clase de proletarios. El fin de la política social actual debe ser la
“desproletarización”, que resultará del acceso de
los obreros a la propiedad; c) Del mismo modo el Papa hace referencia al justo
salario, ya que la mayoría de los obreros no tiene más recursos que su propio
salario. Es así como a posteriori menciona los diversos factores que deben ser
tenidos en cuenta para la fijación de un salario justo: el mantenimiento del
obrero y de su familia, la situación de la empresa, las exigencias del bien
general.
también se da tratamiento al Principio de Subsidiariedad, mediante el cual, el
Estado deberà encargarse solo de aquellas funciones que las organizaciones
menores y los particulares no puedan realizar idóneamente; lo cual importaba
una
condena tanto del intervencionismo estatal excesivo como del abstencionismo
gubernativo.

PIO XII: LA RECONSTRUCCIÓN Y EL DESARROLLO


El documento más importante en materia social es el Discurso Pentecostés “La
Solennitá” (1941), que conmemora el 50° aniversario de la Encíclica Rerum
Novarum.
El tema central allí es lograr una retribución más justa de los bienes, sin la cual
el objeto de la economía nacional no puede alcanzarse. Concretando ésta
preocupación, a su vez, en tres principios básicos de la vida económica y social:
el uso de los bienes materiales, -como el derecho primario natural de que todos
los hombres accedan a ellos-; el trabajo y la familia.
Asimismo, manifiesta el apoyo de la Iglesia a la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), habla a las mujeres que trabajan y a los agricultores e insiste en
la previsión de los accidentes de trabajo, dejando ver claramente que su
enseñanza solo tiene por finalidad primordial, la democratización económica.

JUAN XXIII: LA CUESTIÓN SOCIAL


La Encíclica Mater et Magistra, (1961), está inspirada por una preocupación
pastoral notable.
En ella sostiene que:
a) Cada persona tiene el derecho y la obligación de su propia manutención y la
de su familia, lo cual implica que los sistemas económicos deben permitir y
facilitar a cada ciudadano el libre y provechoso ejercicio de las actividades de
producción;
b) La economía debe estar al servicio del hombre;
c) Participación de los empleados en la gestión de las empresas;
d) Enuncia como exigencias del bien común (finalidad del Estado), proporcionar
ocupación al mayor número de obreros e impedir que se establezcan categorías
privilegiadas (aún de trabajadores) y mantener una adecuada relación entre
salarios y precios.

PABLO VI: LA PREOCUPACIÓN POR LOS PUEBLOS


Su primera Encíclica social fue Populorum Progressio y en donde aborda
principalmente la situación social internacional y la fraternidad universal,
denunciando el desequilibrio entre países ricos y pobres, critica al
neocolonialismo y propone la creación de un fondo mundial para ayudar a los
países en vías de desarrollo.

JUAN PABLO II: EL HOMBRE NUEVO


Laborem Exercens, trata como tema principal,” el hombre en el vasto contexto
de esa realidad que es el trabajo”, volviendo sobre el viejo problema de la
cuestión social, que ya no era “el problema de la clase”, sino el “problema del
mundo” en donde la economía moderna sigue siendo el problema clave de la
problemática económica.
Juan Pablo II sostiene que el trabajo se relaciona con dos realidades: el sujeto
que trabaja y el producto del trabajo.
La primera realidad es la fuente del sentido subjetivo del trabajo; la segunda el
sentido objetivo del mismo, es decir el producto.
Por otra parte, Laborem Excersens también analiza los derechos del trabajador.
hace una distinción entre: el “empresario directo” (como aquella persona o
institución con quien el trabajador estipula directamente el trabajo); y
“empresario indirecto”, que representa todos los demás factores (instituciones,
legislación, contratos colectivos, etc,) que a su vez, condicionan al empresario
directo.
el Papa trata el tema de la huelga; entendida como método legítimo reconocido
por la Doctrina Social de la Iglesia; pero que debe ser utilizado en las debidas
condiciones y en los justos límites, sin abusar de ella.

BENEDICTO XVI
De la encíclica DEUS CARITAS EST Benedicto dice que “la construcción de un
orden social y estatal justo, mediante el cual se da a cada uno lo que le
corresponde, es una tarea fundamental que debe afrontar de nuevo cada
generación. Tratándose de un quehacer político, esto no puede ser un cometido
inmediato de la Iglesia. Pero, como al mismo tiempo es una tarea humana
primaria, la Iglesia tiene el deber de ofrecer, mediante la purificación de la
razón y la formación ética, su contribución específica, para que las exigencias
de la justicia sean comprensibles y políticamente realizables.”

FRANCISCO I
De la encíclica FRATELLI TUTTI Francisco dice que muchas veces se percibe
que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos. El respeto de
estos derechos es condición previa para el mismo desarrollo social y económico
de un país. Cuando se respeta la dignidad del hombre, y sus derechos son
reconocidos y tutelados, florece también la creatividad y el ingenio, y la
personalidad humana puede desplegar sus múltiples iniciativas en favor del
bien común. Pero observando con atención nuestras sociedades
contemporáneas, encontramos numerosas contradicciones que nos llevan a
preguntarnos si verdaderamente la igual dignidad de todos los seres humanos,
proclamada solemnemente hace 70 años, es reconocida, respetada, protegida y
promovida en todas las circunstancias. En el mundo de hoy persisten
numerosas formas de injusticia, nutridas por visiones antropológicas reductivas
y por un modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar,
descartar e incluso matar al hombre. Mientras una parte de la humanidad vive
en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o
pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados. ¿Qué dice esto
acerca de la igualdad de derechos fundada en la misma dignidad humana?

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