Está en la página 1de 2

Cuál es el material más denso del universo?

«Eres más pesado que la materia degenerada de las estrellas de


neutrones» no es una expresión muy pegadiza.

Recreación artística de una estrella enana blanca, unos de los objetos más densos conocidos.NASA’s
Goddard Space Flight Center/Scott WiessingerNASA’s Goddard Space Flight Center/Scott Wiessinger

Jordi Pereyra@CienciaDeSofa

Creada.05-07-2021 | 09:03 H
/
Última actualización.05-07-2021 | 09:03 H

El plomo es un metal muy denso. De hecho, su gran densidad le ha ganado un puesto en el refranero popular
con la expresión «más pesado que el plomo». Pero algunos materiales que se pueden encontrar en el
espacio hacen que, en comparación, el plomo nos parezca liviano como el aire.

Cuestión de átomos

Hay varios factores que determinan la densidad de un elemento, pero, en muy resumidas cuentas, este
parámetro depende sobre todo del tamaño y la masa que tienen sus átomos. El tamaño de un átomo lo
determina el diámetro de su órbita más externa de electrones, mientras que su masa es principalmente el
resultado de la cantidad de protones y neutrones que alberga su núcleo. Dicho de otra manera: cuanto más
masivos sean los núcleos de los átomos de un elemento y menor sea su diámetro, más masa podrán
concentrar en un espacio menor y más denso será el elemento en cuestión.

Pongamos como ejemplo el aluminio y el plomo. Los átomos de aluminio sólo poseen 27 partículas en su
núcleo entre protones y neutrones, mientras que los de plomo contienen entre 204 y 208. Además, los
átomos de aluminio tienen un radio de 125 picómetros, pero los de plomo rondan los 180 picómetros. Es
decir, que, aunque los átomos de plomo son unas 7 veces más masivos que los de aluminio, su radio es sólo
un 50% mayor. Por eso el plomo es mucho más denso que el aluminio: sus átomos son proporcionalmente
más masivos respecto a su volumen y, por tanto, son capaces de concentrar más masa en el mismo espacio.

Para poner cifras al asunto, una botella de agua de 1 litro llena de aluminio pesaría unos 2,7 kilos. En
cambio, esa misma botella con el mismo volumen llena de plomo pesaría 11,3 kilos. Pero la densidad del
plomo ni siquiera es particularmente alta en comparación con la de otros metales menos cotidianos: la
densidad del oro es de 19,3 kg/L, la del platino ronda los 21,4 kg/L y la del osmio, el metal más denso
conocido, es de 22,6 kg/L.

Pero incluso estas cifras palidecen ante los materiales que se pueden encontrar en otros cuerpos celestes.

Materia comprimida

En condiciones de presión y calor extremos, los átomos pueden perder parte de sus electrones y acabar lo
bastante «aplastados» como para que sus núcleos se acerquen mucho más de lo que lo harían en condiciones
normales. Como resultado, la materia que está sometida a estas condiciones alcanza densidades mucho más
altas porque su masa acaba concentrada en un espacio mucho más reducido. Sin ir más lejos, los átomos de
hidrógeno y helio que componen la mayor parte del núcleo solar están tan «apretujados» por la
gravedad del Sol que un sólo litro de material de esta zona pesa unos 150 kilos.

Pero la materia se puede comprimir muchísimo más. A medida que una estrella como el Sol agota su
combustible, sus capas externas se dispersan por el espacio y su núcleo se colapsa sobre sí mismo, formando
una bola de materia degenerada del tamaño de un planeta rocoso. Estos objetos compactos se llaman
estrellas enanas blancas y su material está tan comprimido que lo único que impide que sus núcleos
atómicos se acerquen más entre ellos es un fenómeno mecánico-cuántico llamado principio de exclusión de
Pauli que repele con fuerza los electrones. Para que os hagáis una idea de lo denso que es el material de las
enanas blancas, un sólo litro de esta sustancia degenerada pesaría 1 000 millones de kilos… 88 millones
de veces más que el mismo volumen de plomo.

Pero esa marca se puede mejorar aún más.

Sopa de neutrones

Las estrellas que son mucho más masivas que el Sol sufren un destino distinto cuando agotan su
combustible: su núcleo se comprime más allá de lo que permite el principio de exclusión de Pauli y toda su
masa acaba comprimida en una esfera de alrededor de 10 kilómetros de diámetro. Estas bolas ultra-
compactas se llaman estrellas de neutrones y su campo gravitatorio es tan intenso que obliga a los electrones
de la materia que las compone a combinarse con los protones, formando una «sopa» de neutrones separados
por distancias minúsculas. De hecho, la masa de estos objetos está tan concentrada que un solo litro del
interior de una estrella de neutrones pesaría alrededor de 100 000 billones de kilos. En términos
relativamente cotidianos, eso equivale a la masa de unos 200 millones de Burj Khalifa (el edificio más alto
del mundo) concentrados en una botella de agua mediana.

Por tanto, a falta de confirmar que existan objetos aún más densos cuya densidad aún se desconoce, como
las hipotéticas estrellas de quarks, parece que la materia degradada de las estrellas de neutrones es el
material más denso conocido del universo... De momento.

También podría gustarte