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Instituto Superior Del Profesorado

“Joaquín v. González”

Profesorado en Historia

Historia Argentina y Americana II

2º “C”

Titular de la cátedra

Susana Cunha

Adscriptos

Oscar Fernando González

Ayudantes

Ana Valeria Gómez (coordinadora)

Aarón Nicolás Álvarez

Carolina Vall

Trabajo práctico: La Argentina Colonial. El Río de la Plata entre los


siglos XVI y XIX. Raúl Fradkin y Juan Carlos Garavaglia.

Alumno (s): Fernández, Luciana

AÑO 2019

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Guía de actividades:

Capítulo 8:

Describir el panorama integral político mundial, en el cual se desarrollan las Reformas de la Corona
Española. Y demostrar de qué manera política y económica interactúan las reformas con las
colonias, la metrópolis, las potencias extranjeras.

Capítulo 9:

¿Por qué los autores hablan de Crisis del Imperio?, Argumentar y citar al menos 3 veces.

Capítulo 10:

Armar un texto con un mínimo de 15 líneas, relacionando las palabras reformas, legitimidad,
invasiones inglesas, revolución y proceso.

Capítulo 11:

¿La revolución solo se dio en Buenos Aires? ¿Por qué no se da en otra parte del territorio
rioplatense? Ante esta situación ¿Qué hace o intenta hacer Buenos Aires?

2
Capítulo 8:

Durante el siglo XVII, la monarquía española desarrollo una serie de modificaciones para el
desarrollo de sus colonias con el fin de aumentar su control, la defensa, su economía y la
recaudación fiscal. Estas medidas se las conoce como “Reformas Borbónicas”, llevadas a cabo por
la nueva dinastía de los Borbones.

No fue un fenómeno exclusivo de España sino que muchos imperios introdujeron reformas,
empujados por la creciente competencia entre las potencias europeas.

Estas innovaciones tuvieron distintos efectos dependiendo la zona, pero en general causaron un
clima de tensión entre las autoridades y los grupos sociales. Además, tuvieron ritmos y ejecuciones
desiguales, lo que potencio el desequilibrio. Se llevaron a cabo con gran velocidad por el resultado
de la Guerra de los siete años por la que perdieron los territorios de La Habana y Manila

El período más álgido de reformas coincidió con el reinado de Carlos III de España. Las reformas
buscaban una mayor concentración política, por esa razón se tomaron medidas como la expulsión
de los jesuitas de los territorios imperiales porque entraron en contradicción con las pretensiones
de la Corona. Este accionar trajo como consecuencias varias revueltas en Jujuy, Salta, Madrid,
convocadas por los mismos jesuitas.

Este vínculo tan fuerte que se había generado entre los locales y los jesuitas por la la labor de
estos en la educación, la economía local, y la defensa de las fronteras con el imperio de Portugal.

En 1776 se tomó la decisión de separar el Virreinato del Perú y constituir uno nuevo con capital en
Buenos Aires con el fin de tener un mayor control de los territorios del Rio de la Plata y separar una
jurisdicción tan grande como la del Virreinato del Perú. Se asignó un virrey, intendentes para las
ocho intendencias o provincias.

Esta nueva jurisdicción paso por un veloz crecimiento mercantil que se sustentaba en su capacidad
de concentrar los circuitos legales, ilegales o paralegales y en 1740 fue habilitada la ruta del Cabo
de Hornos.

En cuanto a las relaciones entre las elites locales, las reformas estaban orientadas a romper con
ese equilibrio y para eso introdujeron nuevas jerarquías. También, con ellas, se acentuó la
inmigración peninsular y nacieron nuevos grupos de mercantiles provenientes de distintas zonas de
la península.

El comercio de esclavos era controlado, en gran parte, por los ingleses y franceses que habían
permitido la instalación de núcleos negreros en Buenos Aires pero en 1780 con la liberación de la

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trata de negros los comerciantes de Buenos Aires obtuvieron licencias para la importación y
conducir a un comercio activo quitándole protagonismo a las dos potencias mencionadas.

De esta manera, las reformas renovaron y transformaron la economía y el estilo de vida de esta
sociedad.

Capítulo 9:

En 1794 las tropas francesas revolucionarias incursionaron España y obligaron a la Corona a


establecer una alianza entre esa España absolutista y la Francia revolucionaria. Esta nueva
situación condujo a una crisis del Antiguo Régimen y del Imperio debido a las repercusiones que se
generaron en las colonias.

Uno de los motivos por el cual se habla de “crisis” es la ausencia de la metrópoli en las colonias. Es
decir, se mantuvieron los cargos políticos y la lealtad a la península pero ante los conflictos que se
producían en América, no había respuesta desde la metrópoli, como ocurrió ante el bloqueo de los
puertos españoles por parte de las flotas inglesas que provocó un colapso en el comercio entre la
península y sus dominios coloniales. La solución dada desde Europa fue la autorización del
comercio con buques neutrales pero esto no fue de gran ayuda. Por esa razón, en el texto se
expresa que “la metrópoli era incapaz de funcionar como tal y todavía no había emergido una
nueva metrópoli”1.

Otra decisión que erosiono los vínculos coloniales fue “la convalidación de los vales reales”, el cual
era “un sistema compulsivo de financiamiento que embargaba los bienes y los depósitos en mano
de la Iglesia, los conventos y las cofradías” 2. Esto afectó el dinamismo de la economía que
dependía de esos financiamientos.

La llegada de las flotas inglesas a las costas rioplatenses y la toma de la capital provocaron, como
dice en el texto, que el resquebrajamiento de las relaciones con la metrópoli adquiriera mayor
dramatismo3. Esta situación tuvo lugar en junio y octubre, y los americanos lograron expulsar a los
ingleses (sin apoyo militar desde la metrópoli), algo inédito que trajo repercusiones políticas. El
cabildo le exigió al Virrey, que ante la llegada de los invasores había huido, que delegara el mando
y se nombró a Liniers como nuevo virrey interino de los territorios del Río de la Plata.

Carlota Joaquina, desde Rio de Janeiro, hermana de Fernando VII que había sido encarcelado por
Napoleón y reemplazada por José Bonaparte, ofrecía la constitución de una regencia americana,

1
Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX.
Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009. P 199.
2
Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX.
Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009. P 200.
3
Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX.
Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009. P 200.

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salida que sedujo a muchos rioplatenses porque ofrecía estabilidad dinástica y autonomía política.

Otra situación que marcó la crisis del imperio con sus colonias fue la aspiración de autonomía de
Montevideo que manifestó el sentimiento de igualarse con las ciudades de su Madre Patria. Este
legitimismo fue “un recurso válido para fundamentar reclamos autónomos y aspirar a una
reformulación del imperio”4. Además, a lo largo del territorio rioplatense comenzaron a convocarse
a juntas para llevar a cabo nombramiento de diputados para integrarlas y para la reunión de las
cortes. Esto fue singular porque era la primera vez que en la historia del Imperio español había
elecciones de diputados. Al mismo tiempo la Junta Central proclamaron que “los territorios
americanos no son propiamente colonias o factorías como las de otras naciones, sino una parte
esencial e integrante de la monarquía española” 5. No resultaría extraño que la convocatoria
electoral coincidiera con los movimientos autonomistas.

La crisis imperial se entrelazó con la crisis colonial, que tenía su propia dinámica, y llevaron a la
formación de los primeros intentos autonomistas.

Capítulo 10:

Los movimientos autonomistas se dieron en simultáneo y fueron protagonizados por las elites
criollas de las ciudades principales que formaron juntas para sustituir las autoridades vigentes a
través de los cabildos, proclamando que actuaban en nombre de Fernando VII. El nombre del rey
fue un recurso de legitimación utilizado por los distintos grupos políticos, en función de sus
intereses.

Los problemas que trajo la crisis del imperio comenzaron a solucionarse desde la colonia, con la
Junta, y se identificó en mayo un nuevo gobierno que comenzó siendo “provisional” conservando
los derechos del rey Fernando VII pero que rápidamente fue apelando a otros recursos de
legitimación. De esta forma la revolución (incruenta) estalló en Buenos aires contraponiéndose a
Montevideo que apoyaba la Regencia, así las dos ciudades compitieron para ganar adhesiones.

Un gran cambio que se fue dando fue el proceso de militarización que había pasado de la
formación de milicias defensivas, fundadas en consecuencia de las invasiones inglesas, a los
ejércitos ofensivos. Se incorporaron oficiales con experiencia y formación militar previa. También
se realizaron otras reformas en el reclutamiento. Se incorporó el reclutamiento de la población
rural, especialmente de las provincias, y esclavos. La práctica se tornó sistemática y generalizada
ya ensayada selectivamente durante las invasiones inglesas pero que ahora ampliaba el número
de libertos.

4
Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX.
Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009. P 212
5
Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos XVI y XIX.
Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009. P216

5
Capítulo 11:

Buenos Aires fue el foco inicial del movimiento revolucionario desde el cual se intentó mantener el
control del espacio virreinal pero, salvo incursiones, la ciudad no fue escenario de guerra.

La revolución no fue solo en Buenos Aires, en 1814 se generó una masiva sublevación integrada
por una coalición inmensa de criollos, mestizos y caciques indígenas que se inició en Cuzco. De
esta forma, los rebeldes destituyeron a las autoridades y proclamaron un gobierno autónomo. A
partir de ese año más provincias de lo que fue el virreinato del Río de la Plata fueron anexándose
al movimiento revolucionario.

Si tuvo un papel crucial por su poder de organización, unidad y el apoyo social que expresaba el
pensamiento independista que no se daba en el común. Por ejemplo, Montevideo pertenecia el
movimiento contrarrevolucionario y algunos sectores del Alto Perú manifestaron conflictos por la
falta de intereses en común, entre indígenas. Sin embargo, a medida que el movimiento fue
creciendo, se fueron integrando otros escenarios geográficos pero

El objetivo revolucionario fue controlar el Alto Perú que era la región proveedora de los recursos
fiscales del Virreinato. Allí, la guerra fue más intensa y abarcó Jujuy y Salta. A pesar de algunos
encuentros con finales en derrota, el movimiento revolucionario nunca fue vencido y las fuerzas
contrarrevolucionarias no lograron tener una base social en la que apoyarse. La revolución condujo
a una larga guerra en la que se perdieron recursos materiales, vidas, jerarquías y autoridades pero,
al mismo tiempo, forjó identidades y mecanismos de movilización social y política.

Bibliografía:

Fradkin Raul y Garavaglia Juan Carlos. La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos
XVI y XIX. Buenos Aires. Siglo veintiuno editores. 2009.

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