El ingeniero A era ingeniero jefe de una planta que procesaba mineral en bruto. El proceso de refinación involucró varios productos químicos peligrosos, que fueron recapturados y recirculados; sin embargo, una operación cuidadosa fue esencial para evitar que estos químicos escaparan a las aguas residuales. El ingeniero A trabajó junto con el gerente de operaciones, y ambos informaron al director de la planta. El ingeniero A era responsable de asuntos técnicos, como diseño, mantenimiento y seguridad. El gerente de operaciones fue responsable de contratar, programar y cumplir los objetivos de producción. Tanto el gerente de operaciones como el director de la planta eran mayores que el ingeniero A, pero ninguno era ingeniero profesional ni geocientífico profesional. Durante los primeros meses en el trabajo, el ingeniero A revisó, actualizó y mejoró el Manual de operación de la planta preparado por el ingeniero jefe anterior. El ingeniero A se aseguró de que las copias del manual estuvieran disponibles para el personal operativo de la planta y personalmente realizó varias sesiones de capacitación para el personal operativo clave. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el Ingeniero A observó muchas infracciones del Manual de Operación en toda la planta, y pudo ver que posiblemente se escapaban sustancias químicas tóxicas a las aguas residuales. El ingeniero A consideró que esta actitud laxa hacia la seguridad es muy arriesgada. Las pruebas del efluente de aguas residuales mostraron amplias variaciones de los productos químicos que escapan, con concentraciones que ocasionalmente alcanzaron los límites legales. En varias ocasiones, el Ingeniero A inició medidas disciplinarias contra el personal operativo, pero estas fueron tratadas a la ligera por el Gerente de Operaciones, para quien trabajó el personal. El ingeniero A finalmente llegó a comprender que el Gerente de Operaciones puso la producción por encima de la seguridad y fue casual sobre la aplicación de las disposiciones de seguridad en el Manual de Operaciones. Finalmente, el Ingeniero A advirtió al Gerente de Operaciones sobre estas prácticas inseguras por escrito y exigió que las infracciones sean más severamente disciplinadas. Como último recurso, el ingeniero A fue directamente al director de la planta y le explicó el problema, pero el director simplemente dijo: "Arréglense".
Pregunta: Si fueras la/el ingeniera/o A, ¿qué harías en este momento?