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Constitucionalmente, Colombia es un país democrático donde se garantiza la protesta

social en su artículo 37 “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y
pacíficamente” como un derecho fundamental, en ejercicio de sus derechos y deberes, el
04 de noviembre del 2019 distintos gremios ciudadanos convocaron para el 21 de
noviembre del mismo año una serie de manifestaciones en el territorio nacional a causa
del descontento con la administración del gobierno con ciertas políticas económicas,
sociales, ambientales y el manejo con el acuerdo de paz.
Actualmente, ciertos sectores se han declarado en paro nacional a la jefatura del
presidente Iván Duque con el propósito de que sean escuchadas sus peticiones
consagradas en el pliego del comité nacional del paro. La mesa de diálogo y negociación
avanza de manera paulatina con dos caras, una de si conversación por parte del comité y
la otra de no negociación por parte del gobierno.
El proceso de reconocimiento de la protesta nacional ha sido dificultoso, se ha manejado
la protesta con estigmatización, militarización y toque de queda que hasta el momento ha
dejado heridos en las movilizaciones y la muerte de Dilan Torres, por otra parte, las
minorías violentas que aparecen de manera periódica en las congragaciones causando
detrimento patrimonial en lo público y privado de la nación con el objetivo de buscar
atención y dañar la imagen del paro nacional; en resumen, el panorama es cada vez más
contraproducente, plasmando una sociedad dividida a causa de la falta de negociación por
parte de las autoridades nacionales.
El poder de la movilización esta en las expresiones artísticas y culturales en donde el arte
ha cumplido un rol central en la protesta de las últimas semanas en Colombia, y le ha
dado vías de expresión difíciles de ignorar, y de reprimir, como se vio el 21 de enero del
respectivo año en la ciudad de Bogotá, salieron a las calles 20 marchas y 4 de ellas fueron
saboteadas por una minoría violenta con el fin de dañar la imagen a las demás
movilizaciones pero con las arengas, cacerolas, pancartas y demostraciones artísticas de la
realidad del país, los marchantes le compartieron el mensaje a los demás ciudadanos del
distrito capital.
El protocolo establecido para las movilizaciones con los gestores de convivencia y
autoridades gubernamentales y policiales ayudaron a prevenir disturbios y proteger los
derechos de las personas en gran medida. La seguridad que el estado le brinda a las
manifestaciones es ineficaz puesto que no manejan un programa de prevención de
sublevaciones violentas, la inteligencia de las instituciones policiales es manipulada para
espiar periodistas y funcionarios gubernamentales, en vez dirigirlas a las células
subversivas que generan la violencia en las calles impidiendo el compromiso original de la
marcha de convencer más personas a apoyar las peticiones del paro nacional, originando
odio y repudio entre los marchantes y espectadores.
[8:36 p. m., 22/1/2020] Catalina: Constitucionalmente, Colombia es un país democrático
donde se garantiza la protesta social en su artículo 37 “Toda parte del pueblo puede
reunirse y manifestarse pública y pacíficamente” como un derecho fundamental, en
ejercicio de sus derechos y deberes, el 04 de noviembre del 2019 distintos gremios
ciudadanos convocaron el 21 de noviembre del mismo año una serie manifestaciones en
el territorio nacional a causa del descontento con la administración del gobierno con
ciertas políticas económicas, sociales, ambientales y el manejo con el acuerdo de paz.
Actualmente, ciertos sectores se han declarado en paro nacional a la jefatura del
presidente Iván Duque con el propósito de que sean escuchadas sus peticiones
consagradas en el pliego del comité nacional del paro. La mesa de diálogo y negociación
avanza de manera paulatina con dos caras, una de si conversación por parte del comité y
la otra de no negociación por parte del gobierno.
El proceso de reconocimiento de la protesta nacional ha sido dificultoso, se ha manejado
la protesta con estigmatización, militarización y toque de queda que hasta el momento ha
dejado heridos en las movilizaciones y la muerte de Dilan Torres, por otra parte, las
minorías violentas que aparecen de manera periódica en las congregaciones causando
detrimento patrimonial en lo público y privado de la nación con el objetivo de buscar
atención y dañar la imagen del paro nacional; en resumen, el panorama cada vez es más
contraproducente plasmando en una oportunidad un pueblo fragmentado y una sociedad
dividida a causa de la falta de negociación por las autoridades nacionales.
El poder de la movilización esta en las expresiones artísticas y culturales en donde el arte
ha cumplido un rol central en la protesta de las últimas semanas en Colombia, y le ha
dado vías de expresión difíciles de ignorar, y de reprimir, como se vio el 21 de enero del
respectivo año en la ciudad de Bogotá, salieron a las calles 20 marchas y 4 de ellas fueron
saboteadas por una minoría violenta con el fin de dañar la imagen a las demás
movilizaciones pero con las arengas, cacerolas, pancartas y demostraciones artísticas de la
realidad del país, los marchantes le compartieron el mensaje a los demás ciudadanos del
distrito capital.
El protocolo establecido para las movilizaciones con los gestores de convivencia y
autoridades gubernamentales y policiales ayudaron a prevenir disturbios y proteger los
derechos de las personas en gran medida. La seguridad que el estado le brinda a las
manifestaciones es ineficaz porque no manejan un programa de prevención de
sublevaciones violentas, la inteligencia de las instituciones policiales es manipulada para
espiar periodistas y funcionarios gubernamentales, en vez dirigirlas a las células
subversivas que generan la locura de violencia en las calles impidiendo el compromiso
original de la marcha de convencer más personas de apoyar a las peticiones del paro
nacional, originando odio y repudio entre los marchantes y espectadores.
La democracia es entendida como una forma de organización social que atribuye la
titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. Colombia pasó formalmente de ser un
país con una democracia representativa( democracia en la que el pueblo ejerce su
soberanía a través de los órganos representativos que se eligen por votación) a tener una
participativa a partir de la publicación de la Constitución de 1991 con esta nació el Consejo
Nacional de Planeación y los mecanismos de participación ciudadana que buscan lograr
que los colombianos protejan sus derechos y puedan contribuir en los asuntos públicos
pero,¿ que tan real es esta democracia? Para que en realidad exista una democracia es
necesario que los gobiernos generen condiciones que permitan la participación real de
todos , ciudadanos que sean conscientes d…
[8:36 p. m., 22/1/2020] Catalina: Constitucionalmente, Colombia es un país democrático
donde se garantiza la protesta social en su artículo 37 “Toda parte del pueblo puede
reunirse y manifestarse pública y pacíficamente” como un derecho fundamental, en
ejercicio de sus derechos y deberes, el 04 de noviembre del 2019 distintos gremios
ciudadanos convocaron el 21 de noviembre del mismo año una serie manifestaciones en
el territorio nacional a causa del descontento con la administración del gobierno con
ciertas políticas económicas, sociales, ambientales y el manejo con el acuerdo de paz.
Actualmente, ciertos sectores se han declarado en paro nacional a la jefatura del
presidente Iván Duque con el propósito de que sean escuchadas sus peticiones
consagradas en el pliego del comité nacional del paro. La mesa de diálogo y negociación
avanza de manera paulatina con dos caras, una de si conversación por parte del comité y
la otra de no negociación por parte del gobierno.
El proceso de reconocimiento de la protesta nacional ha sido dificultoso, se ha manejado
la protesta con estigmatización, militarización y toque de queda que hasta el momento ha
dejado heridos en las movilizaciones y la muerte de Dilan Torres, por otra parte, las
minorías violentas que aparecen de manera periódica en las congregaciones causando
detrimento patrimonial en lo público y privado de la nación con el objetivo de buscar
atención y dañar la imagen del paro nacional; en resumen, el panorama cada vez es más
contraproducente plasmando en una oportunidad un pueblo fragmentado y una sociedad
dividida a causa de la falta de negociación por las autoridades nacionales.
El poder de la movilización esta en las expresiones artísticas y culturales en donde el arte
ha cumplido un rol central en la protesta de las últimas semanas en Colombia, y le ha
dado vías de expresión difíciles de ignorar, y de reprimir, como se vio el 21 de enero del
respectivo año en la ciudad de Bogotá, salieron a las calles 20 marchas y 4 de ellas fueron
saboteadas por una minoría violenta con el fin de dañar la imagen a las demás
movilizaciones pero con las arengas, cacerolas, pancartas y demostraciones artísticas de la
realidad del país, los marchantes le compartieron el mensaje a los demás ciudadanos del
distrito capital.
El protocolo establecido para las movilizaciones con los gestores de convivencia y
autoridades gubernamentales y policiales ayudaron a prevenir disturbios y proteger los
derechos de las personas en gran medida. La seguridad que el estado le brinda a las
manifestaciones es ineficaz porque no manejan un programa de prevención de
sublevaciones violentas, la inteligencia de las instituciones policiales es manipulada para
espiar periodistas y funcionarios gubernamentales, en vez dirigirlas a las células
subversivas que generan la locura de violencia en las calles impidiendo el compromiso
original de la marcha de convencer más personas de apoyar a las peticiones del paro
nacional, originando odio y repudio entre los marchantes y espectadores.
Con la Constitución de 1991 Colombia pasó formalmente de ser un país con una
democracia representativa ( democracia en la que el pueblo ejerce su soberanía a través
de los órganos representativos que se eligen por votación) a tener una
participativa( aquella en donde se tienen en cuenta la voz y el voto del ciudadano) con
esta nació el Consejo Nacional de Planeación y los mecanismos de participación ciudadana
que buscan lograr que los colombianos protejan sus derechos y puedan contribuir en los
asuntos públicos, la protesta es una forma de organización social que atribuye la
titularidad del poder a la ciudadanía respaldada como una forma legítima de participación
ciudadana, Para que en realidad exista una democracia es necesario que los gobiernos
generen condiciones que permitan la participación real de todos y que los ciudadanos que
sean conscientes de sus derechos y sus deberes.
Hasta el momento la democracia en Colombia solo ha conseguido hacer creer a los
ciudadanos que realmente importa lo que ellos piensen y está participación vacía
No hay una verdadera democracia cuando no se garantizan todos los mecanismos de
participación en este caso la movilización social, este gobierno ha dejado al descubierto
que las agencias de inteligencia se han estado utilizando para espiar a los funcionarios
públicos, periodistas en lugar de usar esto contra el narcotráfico, contra las células
subversivas. Las minorías violentas han logrado que la gente crea que esta vía de
movilización solo logra desgastar las formas de organización de la sociedad civil, aumentar
la apatía hacia lo publicó.
No es posible tener una democracia de calidad cuando los candidatos usan todos los
medios posibles para comprar votos, la sociedad no está tomando decisiones a conciencia,
ha tenido tanta fe en sus gobernantes que en este punto que uno más que no sea honesto
al realizar su trabajo no resulta ser un gran inconveniente. Por otro lado, debido a la
ineficiencia del gobierno la abstención ciudadana en las elecciones es alta.

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