Que ejemplos podemos encontrar de esto en nuestra vida?

1. Falta de hambre espiritual

¿Qué hace que nos aburramos de algo?

Cuando no le damos un lugar o no nos habituamos con algo/alguien, y lo

vemos como una aburrida rutina repetitiva y fome.

Jesús nos invita a seguir caminando junto a Él en el camino de la fe, a cada

momento querer llegar más lejos la confirmación no es el final del
camino, sino que es un paso que nos ayudará a tener la fuerza de querer
ir más allá.

Pidamos constantemente al Espiritu Santo que encienda en nosotros, en

el corazón el deseo de estar con el Señor, con hambre y sed de buscarlo
y de querer estar con él día a día.

SAL 42, 2 3

Cuando tenemos hambre, hacemos lo imposible por saciarla, no nos

gusta tener hambre, ni siquiera cuando estamos desanimados
perdemos el apetito, cuando no tengamos animo de buscar al Señor,
pidamos con más fuerza que se avive la luz de la fe.

2. Simple pereza

Si tuviéramos la opción de hacer algo o no hacerlo ¿Qué elegiríamos?

Siempre empezar algo es mucho más fácil que terminarlo, sino pensemos
en el comienzo de la catequesis, ¿Cuántos éramos entonces? ¿Cuántos
somos ahora?

No se puede ganar una carrera dejándola botada a los primeros segundos

de empezar a correr y después sentarnos a mirar si queremos ganar,
avanzar, crecer debemos perseverar.

Mt. 25, 14 18