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Si unimos estos términos, podemos hacernos a la idea más o menos de

lo siguiente

Que algo o alguien tiene cierta firmesa, pero no la que es necesaria


para pueda seguir en pie por si solo.

¿Qué tiene que ver esto con nuestra fe?


¿Qué necesitamos AFIRMAR, ROBUSTECER O CONSOLIDAR?

Esta fe que un día se nos REGALÓ en el bautismo, ha ido creciendo o


manteniéndose a lo largo del tiempo, a lo largo de estos años, pero
sabiendo que la vida en la tierra no es algo sencillo, nuestra fe, NUESTRA
VIDA DE FE, requiere un apoyo, algo que la robustezca y la consolide para
llegar a ser FIRME, que no decaiga ni se apague con el paso del tiempo
con los distintos obstáculos con los que se pueda encontrar.

Con esto último que dije, al pensar me pregunté lo siguiente

¿Obstáculos para la vida de fe?


¿Cuáles son los obstáculos que podemos tener en nuestra vida de fe?

El demonio, más allá de las caricaturas que podamos tener acerca de él,
es real, y de manera sigilosa actúa sin cesar para que nos alejemos la
mirada del Señor.

¿Cuál es su estrategia?

Es muy sutil, y descansa en tres pilares

-La Mentira
-La Falsedad
-El Engaño

Dos grandes ejemplos de esto son

Gen 3 , 1 7

Lc 4, 5 7

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