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TEMAS DE LA ARGENTINA : KARINA FELITTI coleccién dirigida por JUAN SURIANO : LA REVOLUCION DE LA PILDORA Sexualidad y politica en los sesenta Introduccion mundo sobrepoblado.. Capitulo 1. Un pais vacio ca a La “explosion demografica’ Miradas del centro y la periferia... once alidad en la Argentina de los sesenta .. ‘a nacional de poblacion .... Nati Una politic Capitulo 2. Una decisién privada en las politicas publicas... La modernizacién autoritaria .... La planificacion familiar al banquillo..... La Argentina en las conferencias internacionales Capitulo 3. Innovaciones anticonceptivas y debates médicos, Entre la geopolitica y la liberacién femenina Las pildoras llegan a Buenos Aires....... Discusiones cientfficas, enfoques politicos La anticoncepcién como solucién al aborto Capitulo 4. Experiencias pioneras de planificacién familiar. EI trabajo con sectores populares y sus dilemas...... La Asociacién Argentina de Proteccién Familiar... El Centro Villa Mitre . Soy Impactos de las disposiciones restrictivas. Capitulo 5. El mundo catélico ante la paternidad responsable...... Humanae Vitae: un anuncio esperado y sorpresivo 19 29 35 41 48 61 64 71 79 89 90 101 103 107 123 125 131 139 145 153 163 TARE VOLUCION DE LA PitDORA Divinas coincidencias Revisiones posteriores.. Del dicho al hecho. 167 178 181 Una revolucién para no concluir, Nota de la autora 7 199 205 205 210 2 . 212, 213 213 . 214 Publicaciones periédicas Historietas Peliculas Paginas web |. Bibliografia Introduccién 2 segunda posguerra, como consecuencia del soste- Pat eo de Ia tasa de natalidad en algunas regiones y de nido aumento ™ jgminucién de la mortalidad posibilitada por una importantrdenicos y cientificos de la comunicacién y el los adelante rnejoras en [a salud piblica y los cambios en la transporte, ™ fieta, la poblacion mundial comenzé a crecer de nultici auaordinaria. Esta situacidn se convirtié muy pronto Tru tema de debate y preocupacién por el temor que generaba @ agotamiento de los recursos existentes y un deterioro ambien- tal que comprometerfa cualquier plan de desarrollo futuro. Estas advertencias afectaban a los Estados Unidos y a otros paises de- sarrollados que temian por el colapso de sus sistemas de seguri- dad social y la radicalizacién de sus sectores marginados, pero tomaban caracteristicas mas dramaticas cuando se referian al Tercer Mundo. Los procesos de descolonizacién y la creciente in- fluencia del bloque socialista hacian pensar que los bajos indices de desarrollo social y econédmico multiplicados por la “explosién demogréfica”, terminarian por desestabilizar la economia capi talista y el sistema de valores e ideales de la cultura occidental. Al mismo tiempo, una buena parte de la poblacién occiden- tal cambiaba sus pautas de conducta y generaba mecanismos de Tegulacién demografica como Tespuesta a nuevos escenarios so- gas y culturales que hacian emerger otros valores, creencias y efseo8 para la vida privada y la intimidad, En gran parte de mee be Estados Unidos comenzaban a evidenciarse una liares, pinata en las relaciones de género y los modelos fami- clades regen mente en las zonas urbanas y entre los estrtos so- y altos, El incremento de la solteria, el retraso en Apartir de 9 10 UA REVOLUCION DE LA PiLDORA. 1a edad de matrimonio, la posterga duccién del miimero total de hijos faa Sus dispositives tecnolégicos-, asi como la expansion a as uniones consensuales y de _ ¥ de los nacimientos {as union : extramatrimont, » el alza de los divorcios y la diversificacién de las estructuras familiares, fueron algunos ejemplos ome la segunda transicién demoprificas eects Pils 7 Contra, en ; mayor parte del denominado Tercer ; a situiac grifica era diferente, Jes oueenieios Internacionales ¥ los paises centrales el problema 20 fuera nto de la poblacién como dato global sino quiénes eran concretamente los que mas se reproducian. En os andlisis de este fenémeno el aumento de la natalidad se aso- cid con la perpetuacién de la pobreza, la desnutricién, el analfa- betismo y la inestabilidad politica. Como nadie podia admitir que la solucién fuera retornar a los altos indices de mortalidad del pasado, la planificacién familiar comenzé a pensarse como la alternativa mas rapida y efectiva para revertir esta tendencia que auguraba un futuro sombrio, Tal como se afirmaba en el re- conocido foro de la American Assembly: mn del primer. Parto y la re- ~eracias a la planificacién fa De ahi que para Una reduccién de la fecundidad harfa que el proceso de modemnizacién fuera més rapido y seguro, aceleraria el aumento del ingreso, suministrarfa més rapidamente la posibilidad de una ocupacién productiva a todos los adultos que necesitan trabajo, haria mas facil el logro de una educacién universal y tendria el efecto obvio ¢ inme- diato de proporcionar a las mujeres de los paises de bale ingreso algiin alivio en la constante sucesién de embat 208, partos y cuidado de los hijos.? i jon familiar motiv6 el sure! La confianza puesta en la planificacion tic miento de organismos abocados a este tema y cle " aun FELT : vi \ologias anticonceptivas. De este a ae ee espe & la agenda que planteaba la agrafica” y al mismo tiempo, a las demandas de nogrialmente de las mujeres- con respecto a la re- tas parcias -¥ “SPA dad. La aparicién de la pildora anticoncep- ey norteamericano en mayo de 1960 y su ripida tiva en el mercado Nt sto del mundo debe situarse en este com- diseminacion Pot sna época en la que cobraron visibilidad nue- plejo escenario» va acign entre varones y mujeres, cambios en las vos modelos tr, y vinculos familiares y pautas mas abiertas en configurad’O poral sexual, la pildora pudo ser interpretada como cr neo de la lberacién sexual fernenina © como una nueva ti sjenta del imperialismo, es decir, como una respuesta alas errandas del feminismo y de las mujeres que deseaban contro- tern fecundidad con tun método propio y de esa manera desvin- ilar el coito de la reproduccién, 0 una contestacién directa al problema dela “explosion demogréfica” y su amenaza al sistema capitalista. Mientras el boom de la poblacién se volvia una obsesién en el mundo desarrollado, en la Argentina lo que inquietaba era la situacién inversa: la sostenida caida de la natalidad. Esta preo- cupacién no era nueva, desde los inicios de su historia como na- cién moderna el estigma de ser un “pais vacfo” acompaiié a dis- tintas generaciones de politicos, médicos, militantes catdlicos, y especialmente a las mujeres, quienes tuvieron que hacer frente a iversas normativas que les recordaron el deber de perpetuar la raza” y cumplir con su rol de madres amorosas y esposas abne- sxdas como prenda de ciudadanfa. Para la segunda posguerra la cantidad de habitantes se volvié un factor geopolitico de primer orden, aunque en una ecuacién opuesta al diagndstico de los or- ganismos internacionales y de las agencias de ayuda econémica sstadounidenses. No se trataba de disminuir 1a poblacién para alcanzar mejores niveles de desarrollo sino de aumentarla y de 12 'AREVOLUCION DE LA pliDoRy He modo. potenciar el crecimiento erania nacional. Muchos creia da” en un mun: econémico y defender la so. m que una Argentina “despobla- liar, al principio desde la sociedad civil : y Manteniendo natalista y a partir de 1974, con eae Vzaban la libre decision de la A su vez, i 0 fuertemente medidas concretas que obstacu- te Tas parejas sobre su fecundidad su vez, como ocurria en otros lugares del mundo, os Aires se hicieron cada vez mas visibles los cambioe les que auspiciaban transformaciones en los roles y reac sénero, los modelos familiares y las consideraciones y tamientos en el terreno de las sexualidades. Este proceso que habia comenzado a esbozarse en los tiltimos afios del peronismo, 2 mediados de los cincuenta, tuvo sus particularidades, A dife. Tencia de lo que sucedia en los Estados Unidos, Francia e Ingla- terra, que en los sesenta contaban con un movimiento feminista de fuerte presencia ptiblica, incluso en los ambitos universita- ios, en la Argentina las primeras organizaciones feministas se formaron recién a comienzos de la década de 1970. La “nueva iz- quierda” tampoco asumié las demandas por la liberacién sexual como propias. Para muchas agrupaciones ~especialmente aque- las que se fueron volcando a la lucha armada- la igualdad entre varones y mujeres iba a ser consecuencia directa del proceso de transformacién radical que se perseguia y no una cuestién porla que se debfa luchar especificamente. Por otra parte, la “moral re- volucionaria” era estricta, ya fuera por motivos de seguridad 0 porque se pensaba que la “revolucién sexual” era una disrac ie burguesa, y el control de la natalidad tampoco era bien ne que los hijos constituian la retaguardia de la revolucién y motivos para la lucha.* en Bue- cultura- ‘ones de compor- B ARIA FELITTE izo que de manera contraria a Io que acon- Este escenario Hise oP los propios gobiermos o los movi. tecia en 0170S Po poyaban los programas de planificacién fa- amientos de Hrvjon de anticonceptivos entre la poblacién, en la ry Ia ti mmpulso a estas iniciativas surgié del campo méd Argentine 1 problema de salud piiblica que ocasionaban los co. Frenty destinos, producto de la ilegalidad de su practica, y abort gos casos, ante un incipiente compromiso en la promo- cn aifiT derecho de las parejas, y especialmente de las mujeres, a sit sobre su fecundidad, muchos/as profesionales asumieron fa planificacién familiar como tarea ineludible. Lo mismo suce- dis con otras personas que desde la accién social o incluso la mi tancia religiosa, comprendian las miiltiples dificultades que ocasionaba un embarazo no buscado. Este libro propone analizar las primeras experiencias de pla- nificacién familiar en la Argentina y los debates que generé la di fusidn de la pildora anticonceptiva en los afios sesenta, identifi- cando las tensiones entre las consideraciones geopoliticas del control de la natalidad y su formulacion como derecho humano. En este sentido, los debates sobre los modernos métodos anti- conceptivos y las primeras experiencias de planificacién familiar se asientan en las discusiones de la segunda posguerra sobre la “explosion demogrifica’ y sus vinculaciones con las teorias del desarrollo econémico, la defensa que hicieron de su soberania ls pes {atinoamericanos y la emergencia de alternativas poli tangas confrontaban con el sista capitalisay planteaban tas significativs ode sociedad. Al mismo Hempo, | se consideran Vaticano lt en c: raeenatursaaaaed que introdujo el Concilio de género, fect catélica y el modo en que las cuestiones tas entre yur eetccba y exualda se incluyeron en las dspu- dela institu a seated mas favorables a los cambios dentro dicuros pa 7198 mis reais a ellos. Del mismo modo, ls jas de regulacion de la natalidad se vincu- 4 LA REVOLUCION DE LA PitDoRA an con la emergencia de un nuevo modelo de famili tamajio, relaciones mas democriticas entre los mien Pareja y entre padres ¢ hijos y expectativas crecient so material y de consumo-; icres en el campo educativo, mos de autonomia que esos ~de menor embros de la brits tes de progre- yor protagonismo de las mu- nasa Politico, junto a los recla- : nuevos lugares auspiciaban; y pautas bse oe de la moral sexual que habilitaban les- que demandaban tambien peictoss oa aetna tes. Asf se establece una relacion, no univos wan ere entre la “revolucién sexval” y la rev tion eee SRE Ja revolucin sexual” y I “revolucin antconceptiva", a tiempo que ambas son también puestas en vinculaeién con la d ‘ocial y politica” que caracteriza a este pe- riodo y que terminé recibiendo una respuesta implacable por parte del terrorismo de Estado en los afios setenta. En este recorrido se presentan dos momentos claves. El pri- mero es el afio 1968, en el que tienen lugar la declaracién de las Naciones Unidas que postula a la planificacién familiar como un derecho humano (Conferencia de Derechos Humanos de Teheran) y el anuncio de Ia enciclica Humanae Vitae, documen- to del Papa Pablo VI que confirma la prohibicién de todos los métodos y pricticas de regulacién de la natalidad con excepcién de la abstinencia sexual. El otro afio crucial es 1974, cuando por primera vez en su historia, el Estado argentino impuso medidas restrictivas sobre la venta de anticonceptivos y prohibié las acti- vidades de planificacién familiar en las dependencias publicas por medio de un decreto (n.° 659/74), que permanecié vigente hasta diciembre de 1986. i El escenario principal de analisis es Buenos Aires, histérica- mente la puerta de entrada de las novedades mundiales y refe- rencia clave para pensar la transicién demografica, dado el peso numérico de su poblacién en las estimaciones globales. Los cam- bios sociales y culturales adquirieron allf una dimensién unica y 6 KARINA, reuTT i én de muchos contemporéneos. A su fueron objeto de rap eee del pais y sus caracteristicas de- vex, por su condi’ Tr Teurales, fue la ciudad que el Centro mograficas, social ‘k Pemografia (CELADE) eligié para sus in- Latinoamericano OF “Vas en América Latina. Los resultados de vestigaciones COMPA on presentar informacién estadistica rele~ estas encucstas PL "con otras fuentes cualitativas que analiza vante qUE 56 (Oey normativas oficiales, declaraciones de las este libro: inforeeatudios académicos, documentos eclesiasti- Naciones Unie Tales, notas de prensa, programas televisivos, cos, ensayos: Mivistas. Estas ultimas fueron una herramienta peliculas» ible para reponer la informacion faltante y cotejar la Impress de los otros registros. Todas ellas fueron de cardcter siyerto. a personas que otras evidencias me revelaban como po- sibles “informantes clave” por su papel protagénico en algunos de los campos de indagacién que aqui planteo. La historia de la anticoncepcién nos muestra que desde hace muchisimos siglos la humanidad ha procurado contrarrestar el potencial reproductivo del acto sexual recurriendo a diversos medios y estrategias, Estas pricticas y los discursos que las ro- dean estan relacionados con la estructura econémica, politica, social y cultural de cada época y lugar, con el modelo de familia que se tiene por deseable, las creencias religiosas vigentes, la po- oa social de las mujeres y la disponibilidad de conocimientos y einiecceiaeat la natalidad. Las diferencias de clase, nivel fesion, ee nacionalidad, creencias religiosas, edad, pro- atic seein ee idad hacen que las osibi lades de eleccién reer tm eda eat De ahi que decisions y prctcas que Pa- cena ge ates a ntimdad terminen sitndose en eles Tota ge bleeyrepondan a mandates qu exten I 0- ciertos nacimientos, : - feu gobierno se Propone estimular deijoras uemtos, imped otros oesablecer un nimero ideal Ya Sea por razones econémicas, politicas, 6 UAREVOLUCION DE LA Pity, RA ceugenésicas o religiosas, la tei Gién de la natalidad que posee cade persona eect 4 regula que asumen los estados en materia de poblacis 'as pretrogativas fiestas, Ya sean pronatalistas o fiscalizadores de is xno manera explicita 0 implicita, los gobi aia de la fecundidad, de que inciden de manera significativa sobre la cre cea Medias bran especial magnitud en los cuerpos femenines sn Y © ciones de autodeterminacién sexual y aon ines, en las condi res, volviendalas objeto de politicas nacionalese tags que no siempre coinciden con sus deseos y pes a Este libro busca reconstruir y analizar los dist a ai ss aaaeiatenl cabee ks epulacis de la aatciaaaleallgs cee senta, desde una pluralidad de voces y experiencias. Sus pagina tatdn tramadas en el rigor clentifico de la investiacién histiie, y vivenciada politicamente desde mi lugar como mujer, feminis ey suse pot inl lala se Gala ae Ale # eSBGeeT Un. eae es samente explorado por la historiografia, con el propésito de vol- ver sobre la década de 1960 desde un enfoque que ilumina aspectos menos transitados de la politica, la sociedad y la cultura reentina de entonces.© A su vez, este trabajo propone contribuir Al debate actual sobre los derechos reproductivos, presentando una historia que permita conocer cémo fue que se tramaron ar- gumentos y crcencias que hicieron y hacen dificil la implemen- tacidn de las leyes y programas vigentes a nivel nacional ¥ han demorado hasta ahora los debates por la legalizacion y despent dane del aborto, Cuando algunos grupos antiderechos sextsles y reproductives -autodenominados Pro-vida~ acusan 2 I les politicas de Estado de estar siendo funcionales al imperialisme y al control neomalthusiano y algunos legisladores argumentan Jo mismo en el Congreso nacional, se ‘esta volviendo a ¢s05 afios en los cuales las relaciones entre lo personal y lo Pe jtico se hic ce videntes. Lo mismo sucede cuando la jerarains de Ia tees catélica refiere a la prohibicion que asenté Pablo vien 1968 € v7 a dar cuenta del debate fis su documento y las posibilidades de fen adelante se habilitaron. Estos strieciones dejaron marcas negativas ‘pign vieron surgir acciones compro- nm aunque evit de anticoncepcio sro tam! afi ea ee tones 8 ‘aba planificacién fami- ametidas COP 10 Tempo fue amplidndose para dar cuenta de los far ya COR OU reproductivos de todas las persona mas all dere ee emparciamiento, genero, Clas, So edad. n cobran protagonismo, como lidad y reproducci6 | matrimonio entre personas del na ley de ua ‘aprobacién de de 2010, la media sancién de uw milstigad de género y el debate legislative sobre, [3 despenaliza- in iegalizacion del aborto pendiente para 2012 quiera ser también un aporte desde la academia al activismo politico, en pos te lograr un orden de género mas justo, en la historiografia y en ta vide cotidiana, basado en un paradigma de igualdad de dere- chos que respete y valore las diferencias de todas las personas. mismo sexo en julio Notas * Montserrat Solsona, “La segu ics rat Solsona, “La segunda transicién demografica desde la perspec tiva de género", en Montserrat Solsona (ed.), Desiguald Se snr ens ions esigualdades de género en los viejos ‘A rs. Aportaciones al Seminario Gender I loushold, Madrid, Instituto de sro de Tabs y Asuntes syn nt la Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos ?Ansl “La Assen scenes 1 pblacin ye desarrollo econsmico”, en The American — la poblacién mundial, Buenos Aires, Troquel, 1967 [1963], > Karina Felt, “ Argentine ae ea det y el derecho: materniad y politica en la Eprenias de ae oy St Katina Felt) (coord.) Madre mo hay una sola tan nad en Is Argentina, Bueros Aites, CICCUS, 2011 ; Sonar de args ome el cuerpo: génetoy sexalidad politica eee r lad en la polit 7 dada de 1970, en Atal, Blo (ed), Pel 8 MA REVOLUCION DE LA Pltpgy RA, and Social Movertents During Universidad de Colima, 5 Ruth Dixon-Mu Sites and Seventies inthe México, 2011, pp. 69-93, Americ and Europe, ler, Population Policy & Women's : Roh ‘nero y derechos humane, en Elizabeth Jeli y Eve Hehe oy MY ge democracia: Derechos humanos, ciudadanta y s¢ 8: Construyendo tg sociedad en America Nueva Sociedad, 2006, ‘America La "Ete ha so también el sed de a obra cl con Isabella Cosse y Valeria Manzano, Los sesenta de otra tm ane flr sleds nt Arent Buenos Ae ee eV lng, aciones propias de estas colegas: Isabella Cosse, Pareja, serulidad oo meee Youth in Argentina: Culture, Politics and Sexualit eee ot ity (1956-1976). tesis 2009, (inédita), >. tests doctoral tina, Caracas, ctiva que publica CAPITULO 1 un pais yacio en un. mundo sobrepoblado in tina completé una importante etapa de 30 aErnjemograic, con una baja notable de la su proceso de tran ientos que traducia el pasaje de un ré- mmostalidady de 18 Myatural a uno de fecundidad dirigida, En la gimen dea ga de natalidad descendié de la barrera de ateada . ae ‘or cada mil habitantes, dato usualmente con- 30 nacimi una seal inequivoca de que Ta poblacién imple- one vredidas que regulaban la fecundidad. Si en 1895, en la Tndad de Buenos Aires, una mujer tenfa en promedio cinco hij al finalizar su vida fértil, en 1936 la mayoria tenfa uno 0 dos, El mayor descenso en los indices de natalidad se registré entre 1914 y 1947 y a partir de entonces, sdlo hubo dos momen- tos de repunte. El primero ocurrié entre 1945 y 1955 y fue co- nocido como el baby boom de la posguerra, que tradujo las fluc- tuaciones del momento de la nupcialidad y de la fecundidad, tanto de la poblacién nativa como del importante flujo extran- jero que habia vuelto a recibir el pais durante 1947-1954. Entre 1970 y 1980 se produjo el otro repunte momentaneo, atribuido ala llegada a la edad de matrimonio y de nacimiento del primer ie fe las generaciones relativamente mas numerosas del baby om. cae ao de 1930, la incidencia de la poblacién ex- ees plans ja fue notable. Entre 1870 y 1915 llegaron al mmayoria del = ieee de inmigrantes provenientes en su decemroa cotinente europeo. De manera paradéyica, ellos aren eitenta de la poblacién de un modo inédito y, fee a anes Semtaron las bases para la transicign demogré- adar aquf los patrones reproductivos de Europa entre 1890 ¥ 19 19

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