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EL ESPECTRO DE LA GUACA

Una noche en sueños veía que llegaba a mi casa una mujer era una india de aspecto mayor con
cabello blanco y largo: me decía con una voz fuerte tengo para voz un entierro ve y sácalo: ella
me llevaba al lugar donde estaba el entierro y me decía mira aquí en ese entonces era el pan-
coger del finado Elias Basante me mostraba era un árbol de achote cerca a un naranjo yo en
sueños miraba que los arboles estaban las hojas quemadas de lo que la guaca ardía: ella me decía
aquí está la guaca se agachaba y sacaba de la tierra una olla grande hecha en barro de color rojizo
quemado miraba como metía su mano en la olla sacaba muchas monedas de color negro la india
tendía un costal de cahuya y sobaba las monedas con el costal y al sobar las moneda estas
quedaban blancas eran monedas de plata ella me decía que saque la plata y la reparta entre la
gente más pobre

Al día siguiente al medio día me entro la curiosidad por buscar el lugar donde en sueños ella me
mostraba fui a mirar el lugar, y realmente vi en la realidad todo como ella me mostraba en sueños
en verdad estaba ahí un gran árbol de naranjo y achote mire de cerca; las hojas de los arboles
estaban de color oscuro, tal cual como en sueños había visto.

Esa misma noche en sueños se me presento la misma mujer la mire sentada junto al zanjón cerca
del pan-coger de Teresa Erazo cerca a mi casa yo le preguntaba ¿usted o través? ¿qué está
haciendo aquí? Ella respondió penando y peinándome me llamo Cipriana hace más de 100 años
que estoy de muerta y nadie ha puesto la boca por mí. La mire sentada en una troza grande ella se
peinaba su cabello blanco con un peine de cacho y untaba su peine en algo que parecía un aceite
fue una semana santa un viernes santo del año 1970 ella me decía esta guaca donde yo estoy
sentada es para voz, pero la otra que te mostré es para la gente pobre y la tienes que repartir
volivia a repetirme no te olvides esta es para ti pero la anterior la tienes que repartir.

Al amanecer al día siguiente día sábado le converse a mi esposo lo que en sueños veía, él salió en
la tarde en busca del señor Antonio y el compadre Campo, para cavar el entierro del primer sueño:
esa misma noche ellos salieron a las 8 de la noche a cavar donde estaba la guaca llevaron las
varillas estas son en acero miden aproximadamente unos 20 cm de largo terminan en cruz y por
dentro son huecas donde tienen un líquido llamado azogue las varillas halan donde esta la plata u
oro y si realmente hay algo las varillas cuadran.

Al llegar al lugar ellos cuadraron las varillas donde yo le había indicado a mi esposo y empezaron a
cavar, pero al estar cerca del entierro ellos miraban como cada vez la tierra se iba colocando mas y
mas blandita era como si estuviesen cavando en arena suelta, pero al estar cerca de la guaca
empezaron a oír ruidos extraños, turbadores y raros sentían como si se acercase un hombre y una
mujer soltando carcajadas y murmuros estos espíritus empezaron a tirarles terrones y puñados de
tierra y a golpearlos a cada uno de ellos él Ignacio sentía que los terrones le caían al compadre
Campo y el Compadre sentía que la tierra le caía al señor Antonio, ellos sentían como les
golpeaban pero no miraban quien los golpeaba ni quien les tiraba los terrones entre eso se hizo la
media noche
La misma noche yo estaba en la casa acostada durmiendo cuando sentí ruidos extraños la puerta
era como si alguien quisiese sacarla; sentí un ruido como si se hubiera caído un pico en el corredor
abrió la puerta entro a mi casa y me dijo con voz de enojo como no fuiste a sacarla voz la guaca
que yo te daba me voy a llevar a una de tus hijas, al mismo momento mi hija Margoth que era
pequeña tenia 5 años de edad sentí que grito, diciendo mami, mami me lleva una vieja, me
levante enseguida a encender una mecha al prender la mecha mire a mi hija de 5 años tirada a un
lado de la cama tome valor porque se sentía golpes como si las cosas las azotaran contra el piso
como si alguien estuviese paseando en la casa cogí agua bendita y el Rosario la Santigüe, y dije si
hay un espíritu malo que se ha desechado en el Nombre de Jesús de Nazareth todo quedo en
silencio no se sintió mas ruidos ni perturbaciones pero me encontraba asustada llena de miedo. Al
rato llego mi esposo, espantado y me dijo con voz titubeante Benilda, Benilda eso estaba blandito,
pero al rato se coloco duro sentimos ruidos raros que nos golpeaban del uno al otro el sentía que
me caían terrones y que nos pegaban nos dio mucho miedo y toco salirnos de ahí.

Después de esto no volví a tener más sueños ni encuentros con espíritus, sin embargo, después de
un gran tiempo me enteré que la segunda guaca que en sueños que ella me daba la sacaron y era
plata envuelta en cuero de buey.

Autora: Benilda Mercedes Sotelo De Narváez


Vereda: Bombona

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