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MERLÍN, EL MAGO

Era hijo de una princesa galesa del reino de Dyfed, que había llevado una vida de
devoción y pureza y que afirmaba que un ser dorado había engendrado un hijo
con ella. En otras versiones se dice, en cambio, que los demonios del infierno
enviaron a un demonio con la misión de engendrar un hijo del mal con la princesa
de Dyfed. Sus planes no se lograron por la bondad de la madre, que fue
trasladada al hijo.
El niño nació cubierto de pelo y con la capacidad de razonar y hablar desde su
nacimiento. El pelo se le cayó cuando fue bautizado, pero conservó la facultad de
hablar y su clarividencia. Su primera intervención fue ante el rey Vortiger. Después
fue consejero de Uther Pendragón, padre de Arturo y luego también del propio
Arturo, que es por lo que más se lo conoce. Participó en múltiples historias de
muchos de los caballeros de la Mesa Redonda.
Mago, vidente, profeta, conocedor de secretos y hacedor de prodigios, maestro de
lo oculto, espíritu capaz de participar en la historia del mundo. Es un personaje
inquietante lleno de misterio y cuyo final se dejó en suspenso. Algunas historias
dicen que estaría encerrado eternamente dormido en una torre de aire en la que lo
encarceló la Dama del Lago, o bajo una enorme roca conocida como la roca de
Perron o de Merlín. Incluso hay una versión que asegura que está retirado y
metido dentro de un esplumoir, palabra de significado impreciso, pero que se ha
interpretado como una jaula en la que se metía a los halcones cuando tenían que
mudar las plumas. Su significado simbólico sería su retirada para adoptar un
nuevo ropaje ¿material o espiritual?.
Se decía que tenía su refugio en una isla, donde estaba su observatorio y
guardaba los trece Tesoros de Bretaña, entre los que se encontraban un caldero
inagotable, una colección de armas mágicas y un cuerno que había pertenecido al
dios Bran (que tenía una isla en la que el tiempo estaba detenido y la comida y la
bebida eran suministradas por una fuente invisible que no se agotaba nunca).