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lecciones populares
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11
de matemátiéas .•~
•• de matemáticas
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• .• LÍNEAS ...•
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La Ed!torial Mir publi ca
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los ~igu ientcs libros de esta serie:
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Algunas aplicaciones de la mecán ica
a la m at ern ática
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de variaciones •
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Método de inducción matem átic a •
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B o lti anski V.
¿Qué es el cálculo diferencial?
1\. U:>lú\ :>"t· A.
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CALLE lra. PER EJIL, No. 3

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nonYJlJ IPHblE JJEKl.¡HH no MATEMA THKE LECCIOKES POP ULARES DE MATEMÁTICAS

JI . A. JllOCTEP HHK L. A . LIUSTÉR NIK

KPAT4AWIIIJ1E JIJ1HHJ1 LÍNEAS MÁS CORTA S

BAPl1A UJ10HH bIE 3A.,nA 411 PROBL EMAS DE VARIA CIONE S.

Segunda edición

f'OCYAAPC TBEHHOE HlAATEJlbC TBO

TEXHHKO.T EOPETH4E CKOH nHTEPA'TY Pbl
EDITORIAL MIR
MOCKBA
MOSCÚ

Traducido del ruso por el ingeniero
K. Medkov
Primera edición 1975
Segunda edición 1985
Ha ucnOHCKO.\f .'13bt1'e
© Traducción al español. Editorial Mir.
IMPRESO EN LA URSS. 1979 ·
5
INDICE
Introducción 7
Conferel)cia J
Capítulo L Líneas más cortas
en las superficies elementales
§ 1. Líneas más cortas
en las superficies poliédricas 9
§ 2. Líneas más cortas
en la superficie de un cilindro 14
§ 3. Líneas más cortas
en una superficie cónica 23
§ 4. Líneas más cortas
en ·1a superficie de una bola 33
Capítulo II . Ciertas pr0piedades d~ !2.c: cur:?.c: n!anas
y espaciales y los problemas correspondientes
§ 5. Tangente y normales a las curvas planas
y los problemas correspondientes 42
§ 6. Algunos conceptos de la teoría
de las curvas planas y espaciales 47
§ 7. Algunos conceptos
de la teoría de las superficies 51
¡9¡9 Capítulo III. Líneas geodésicas
§ 8. Teorema de J. Bernoulli
sobre las líneas geodésicas 54
§ 9. Observaciones adicionales
sobre las líneas geodésicas 60
§ 10. Líneas geodésicas ·
en las superficies de revolución 64
1
 6
Conferencia 2
Capítulo IV. Problemas referentes
a Ja energía potencial de un hilo estirado
§ 1l. Movimientos de las líneas
que no alteran la longitud de éstas 67
§ 12. Evolutas y evoivemes 73
§ l 3. Problemas referentes al equilibrio
de los sistemas de hilos elásticos 76
Capítulo V. Problema isoperünétrico
§ 14. Curvatura y curvatura geodésica 81
§ 15. Problema isoperimétrico g5
Capítulo VI. Principio de Fennat
Y sus corolarios
§ 16. Principio de Fennat 93
§ 17. Curva de refracción 96
§ l8. Problema <le la b:-a m1i--•r..--•- ·~·- :.·.,
S 19. Catenaria y p.roblema
• de la superficie de revolución mínima l 04
S' 20. Relación entre la mecániCéa y 1a opt1ca , .
I 14
4 en las escuelas superiores técnicas. No obstante, nuestra conven-
] ción es que para un hombre que procede al estudio del curso
INTRODUCCIÓN
1 En este folleto se estudia, desde el punto de vista elemental,
una serie de así llamados problemas de variaciones. En dichos
problemas se consideran las magnitudes dependientes de una curva
v se busca la curva para la que tal o cual magnitud alcanza
~u valor máximo o mínimo. De este género son, por ejempio, los
problemas siguientes: hállese una curva más corta de todas las
curvas que en cierta superficie unen dos puntos; o bien, hállese
en un plano entre todas las curvas cerradas de longitud prefijada
aquella curva que limita un área máxima, etc.
La materia que se contiene en este folleto se e:xponía por
el autor en las conferencias dictadas en los círculos matemáticos
escolares de la Universidad estatal de Moscú. El contenido de la
primera conferencia (§§ 1- 10) coincide, en lo esencial, con el
expuesto por el autor en el folleto "Lineas geodésicas" editado
er: !9'11).
Se: supone que el lector esté familiarizado sólo con el curso de
matemáticas elementales. Los primeros capítulos tienen un carácter
plenamente elemental, los otros., por lo contrario, aunque no exjgen
~'J~oci~ien to!'\ ~eciale.~ rer:~1i~ren ~ '!e ~! lect~r ~en Pa ~~·./n!"
pericia en lectura y reflexiones matemáticas.
Todo el folleto se lo puede considerar como introducción
elemental en el cálculo de variaciones (así se llama un apartado
de las matemáticas en el cual se estudian sistemáticamente los
problemas de búsqueda de l~ máximos o mínimos de funciona-
les~ El cálculo de variaciones no constituye el apartado inicial
del curso de Matemáticas Superiores que se estudia, por ejemplo,
de Matemáticas Superiores no es sino útil echar una ojeada más
adelante.
Para un lector familiarizado con los elementos del análisis
matemático no será dificil hacer enteramente rigurosas algunas
definiciones y consideraciones. que en el libro han sido expuestas
de manera no muy estricta (las consideraciones explicativas para
ello se dan a menudo en ei texto en gallarda); es necesario,
por ejemplo, hablar no de unas magnitudes pequeñas y su igualdad
aproximada, sino de los irifin.itésirnos y su equivalencia. Si, no
obstante, un lector más exigente queda insatisfecho del nivel de
rigurosidad aceptado en la obra y de la perfección lógica de

8 9
consideraciones, qué esto le sirva de explicación de la necesidad
en aquel "pulido" lógico de los conceptos fundamentales del
análisis matemático con que él se encuemr:e en los cursos univer-
sitarios de esta ciencia. Sin tal "pulido" no es posible la exposi-
ción rígida y sistemática de los capítulos relacionados al cálculo
de variaciones.
El análisis matemático elaboró un aparato analítico potente
que a veces es capaz de resolver automáticamente much~
problemas más difíciles. Sin embargo, en cada etapa del estudio
de las matemáticas es de mayor importancia d saber ver un
simple sentido geométrico o físico del problema que ~ resuel_ve.
Es necesario saber encontrar cada vez una demostrac1on sencilla
y clara aunque no sea muy rigurosa.
Si este folleto contribuye, en cierta medida, a desarrollar en los
lectores estos elementos de la cultura matemática, el autor será
contento de que su labor fue útil.
).
t1 CONFERENCIA
CAPÍTULO l. LÍNEAS MÁS CORTAS
EN LAS SUPERFICIES ELEMENTALES
i-
! § l. LÍNEAS MÁS CORTAS
EN LAS SUPERFlCIES POLIÉDRICAS
l l. UP...'EA MÁS CORTA EN UN ÁNGULO DIEDRO. El lectof está al tanto .
¡
1
por supuesto, que un segmento rectilíneo es la linea más cor12
de todas las que unen en el plano dos puntos.
Consideraremos ahora dos puntos A y B en una superficie
J
1
arbitraria; se puede unirlos con una infinidad de diferentes iínea.s
que se djsponen sobre esta superficie. ,: Mas, cuál de estas lineas
es la más corta? En otras palabras ;. cómo se debe mover por lz
.... superficie para llegar al punto B, partiendo del punto A y siguiendc
1 el camino más corto?
1 ~c:.vi .-.o...u1v:., a.i pr im..ipio, c::sle prooiema para ciertas superficies
elementales. Iniciaremos con un problema del tipo siguiente: sea
dado un ángulo diedro 11 de caras Qi. Q 2 y de arista M."·; en las
caras mencionadas están dados dos puntos: el punto A en Q1 •
~, ,. ) :'··-· - ;; ,.= ~~ ~::,;,,. i;. ~=- ·> ;:: . . :_:. : ; :: rU_: _ _. --'~,.,_,_
por una infinidad de diferentes lineas dispuestas en las caras
Q1 y Q2 del ángulo diedro. Hállese una linea más corta de
todas estas lineas.
Si el ángulo diedro es igual a dos ángulos rectos (180c~
entonces las caras Q1 y Q 2 constituyen Ja prolongación una d~
otra (es decir, constituyen un plano) y Ja línea más corta que se
busca es el .segmento rectilíneo AB que une los puntos A y B .
En el caso de que un ángulo djedro no sea igual a dos ángulos
rectos, las caras Q1 y Q2 no continúan una a otra y el segmento
AB no está dispuesto en estas caras. Hagamos girar una de las
•· caras alrededor de Ja recta MN de tal modo que ambas caras
se hagan Ja prolongación una de otra o , en otras palabras.
desarrollemos el ángulo medro en el plano (fig. 2). Las caras
Q1 y Q 2 pasarán en los semiplanos Q'1 y Qí. La recta M N se
transformará en Ja recta M 'N' que separa Q'1 de Q~; los punt~
A y B pasarán en los puntos A' y B' (A' se halla en Q'1 ; B .
en Qí); toda línea, que se halla en las caras d~I ángulo diedro
1
-. ángulo diedro infini to.
1 En la fig. 1 está dibujada sólo una parre de este
 10
y que une Jos puntos A y B, se transformará en la linea de la
misma longitud que en nuestro plano une los puntos A' y B'.
La línea más corta en las caras del ángulo diedro, que une los
puntos A y B, pasará en la línea más corta que une en el plano
los puntos A' y B', es decir, en el segmento rec:tilineo A'B '. Este
segmento corta la línea M ' N' en un punto C', con la particularidad
de que los ángulos A'C'M' y N'C'B' son iguales como ángulos
ve¡ticales (fig. 2). Designemos con a la magnitud de cada uno
de estos ángulos.
M'
M ,
A'
B'
a; Q'2
N'
FIC. l. FIC. 2.
Ah<:>r'\ hara!!l<'S gir~r Q', y Q: alrededor de M 'N' de una
manera tal que oe nuevo ~ ootenga e1 anguto 01earo or .gmal.
Los scmiplanos Q'1 y Qí se transformarán, otra vez, en las caras
Q1 y Q2 de este ángulo diedro; M 'N' se hará su arista MN,
y los puntos A ' y B' pasarán en los puntos A (en la cara Q,)
y B (en la cara Q2 ); el segmento rectilíneo A'B' pasará en la
línea más corta que se dispone en las caras del ángulo diedro
y que une Jos puntos A y B. Esta línea más corta es, obviamente,
la quebrada ACB cuyo eslabón AC se halla en la cara Q1 y CB,
en Ja cara Q 2 • Es evidente que los ángulos ACM y NCB en los
que se han transformado los ángulos equivalentes A 'C'M ' y N'C'B',
son iguales a ex como antes y, por consiguiente, son iguales entre
si. Así pues, la línea más corra de las que se disponen en las
caras del ángulo diedro y unen sus dos puntos A y B (dispuestos
en sus caras diferentes) es la quebrada ACB con su i;értice C
en la arisca M N, con la particularidad de que los ángulos ACM
y NCB, formados por los eslabones de la quebrada y la arista,
son iguales.
Al problema examinado se le da, a veces, u~ carácter semichistoso.
Una mosca quiere arrastrarse del punto A dispuesto en una pared,
al punto B que se halla en la pared lindante. (.Cómo debe
!
1
11
desplazarse por las paredes para que su camino del pumo A
al punto B sea el más corto ? Ahora no hay dificultad de
encontrar Ja solución.
2. LINEA M ÁS CORT ... EN UKA SUPERFICIE POLIEDRICA. Pasemos a con-
siderar un caso algo más complejo. Está dada una superficie
poliédrica (fig. 3) que se compone de varias caras Q1 , Q:. Q3,
..' Q4 , ••. , Q. con las aristas M 1 N 1 , M 2 1'·2 • M 3 N 3 , •.• , M:-1N. - 1
(en la fig. 3 n = 4 ). En dos caras diferentes de esta superficie
M¡
.
1
" M3
1
t
FIG. 3.
poliédrica (por ejeoplo, en Q1 y Q,) están detenninadc-s los
puntos A y B. H a.!lese. en esta superficie poliédrica, una linea
más corta que una Jos puntos A y B.
Sea AB la línea más corta y pase por las caras Q.. Q: , Q3 ,
Q4 . Desarrollemos una parte de la superficie poliédrica, compuesta
de estas caras, en el plano (fig. 4). En este caso las ca;3.S se
transformarán en los polígonos de este plano Q'1 • Qí, (}~. Q~.
y las aristas M 1 /\· 1 • M 2 N 2 , M 3 N 3 , a lo largo de las cuajes se
.. I
apretaban una a o:ra las caras Qi. Q2, Q 3 , Q,, se conve:iirán
en les lados M '1 /\" 1 • Mí/\-í, M3N3 de los polígonos Qí. Q~. Q3,
Q:; por los cuales es1os últimos se aprietan uno a otro. Los p;.intos
A y B pasarán en los puntos A' y B' del plano, mientra.$ que
las lineas que los unen en la parle de la superficie poliédrica que
se desarrolla, pasaran en las lineas del plano que UQen Jos puntos
A ' y B'. La línea más corta de las que unen A y B pasará en
la línea plana más corta que une Jos puntos A' y B ', es decir,
 IL i3

en el segmento rectilíneo A'B' 11 • Aquí se repiten plenamente los
razonamientos anteriores : los ángulos Yerticales a 1 y 131> fonnados
por la recta A'B' y el lado M'1 N'i. son iguales; del mismo modo
son iguales dos a dos los ángulos verticales a 2 y 132 , a 3 y 133 ,
que están fonnados por la recta A'B' con los lados MíNí,
M3.r...·3 (fig. 4).
Sí doblamos de nuevo una parte del plano. compuesta de
nuestros polígonos. en la superficie poliédrica de tal manera que
el polígono Q'1 se transforme otra vez en la cara Qi. el polígono
M'1
A'
en las caras diferentes del prisma. Esta linea más corta es la
quebrada c~n lo~ vértices e .. e2. e 3 en las aristas del prisma,
con la particulandad de que los ángulos, que forman sus dos
eslabones contiguos con la arista _del prisma en la que se ubica
su vértice común, son iguales en virtud de lo dicho anteriormente:
0:1 = 13¡, 0:2=132, 0'.3 = j33 •...
Pero, además, tenemos: 13 1 = :x 2 .
Efectivamente. estos ángulos son alternos internos dentro de
las paralelas M 1 N 1 y .\1 1 N 2 y la secante C 1C 2 • Del mismo modo
132 = 0'.3.
o

,.. ...... 4.
P; ' J

f lG. S. FI G. 6.
Qí en la cara Q 2 • el polígono Q3 en la cara Q3 , y, por fin,
el polígono Q~ en la cara Q4, entonces los puntos A' y B' pasarán
en los puntos A y B. mientras que el segmento A'B' se trans- Por consiguiente, tenemos :
formara en la linea AB, es decir en la línea más cona de todas :X¡ = 13, = :X2 = 132 = 0'.3 = j33 = ...
en la superficie poliédrica que unen los puntos A y B. Esta linea
más cona será la quebrada cuyos vértices se disponen en las En otras palabras. los ángulos formados por los eslabones d.- la
aristas M 1 1\' 1 • M 2 r.· 2 , M 3 N 3 de la superficie poliédrica. Los ángulos quebrada más corza AB en la superficie del prisma ,. todas las
aristas de ésce, son iguales. ·
0'.1 y ~ 1 (así como :x 2 y 13 2 • cx 3 y 13 3 ) , que forman con Ja arista
de la superficie dos eslabones contiguos de la quebrada. son 4. LINEA MAS CORTA E~ L.:. SL'PERFICIE DE liNA PIRAMIDE. Supongamos
iguales. que en dos caras laterales de una pirámide 11 con el vértice O
3. LINEA MAS C'ORT A EN LA SUPERFICIE LATERAL DE UN PRISMA. En la están dados dos puntos A y B (fig. 6). Estos puntos pueden ser
fig. 5 está dibujada un prisma 21 y la linea más corta de todas unidos en la superficie de la pirámide por una infinidad de líneas
las lineas en su superficie que unen dos puntos A y B, dispuestos entre las cuales exi~e Ja línea más corta AB. En virtud de lo
1'
Aquí no se considera el caso en que A'B' corta dicho más arriba, AB es una línea quebrada cuyos \'értices C 1 ,
otros lados de estos polígonos.
1
2 1 Las caras del prisma -se imaginan
ilimitadameme > Las caras de Ja pirámide se imaginan· ilimitadam~nte
continuas. continuas.
C 2 , C3 • . . se ubican en las aristas de la pirámide y los ángulos
ci: 1y Pi. :i:2 y P2 , ::t3 y p3, ••. , formados por los eslabones de
esta quebrada con las aristas de Ja pirámide, son iguales dos
a dos:
:X¡= p,,
Examinemos la cara P 1 0P 2 en la que se d ispone el eslabón
C 1 C2 ; si y 1 es el ángulo P 1 0P 2 , el ángulo cx 2 en el triángulo
C 1 0 C2 es exterior, mientras que ios ánguios p1 y y 1 son interiores.
U n ángulo exterior de un triángulo equivale a la suma de los
ángulos interiores no contiguos con el primero. P or consiguiente,
cx2 = 13\ + Yt ó cx2 -
Mas. puesto que ¡3 1 = CX¡, entonces :x2 - :x 1 = y 1 •
Análogamente, o: 3 - cx 2 = 1 2 , donde y 2 es el ángulo en el
vértice O, formado por las aristas laterales vecinas OP 2 y OP 3 • etc.
De este modo, Ja diferencia encre los ángulos, bajo los cuales
la líllea mas corta se interseca con dos aristas cualesquiera de la
n;.,.;,,.,,;tlo o~ Ínunl n
r· · - · ···-.. , ... - ·v -·-· -
/ ,-, <'10')'1/"J Ao lnr
·-· . . - .. -- - - ........ ;,.,..1'1,,lnr .,..,/,.,,..,.r rn ... .-q("o"""'"Ail"t •,.t-_,<"
-·~ . .. ..... .., r . .... . . ...,...,. - ...... • ...... y ..... ··-· .... ··•~ ...
en el Pértice.
§ 1. LÍNEAS MÁS CORTAS
::l..· r :. -::<: :r;:-Dc1r::: i\!:' t :!'1 '.""!i t1'..·n~.l
l. Li:-;EA MÁS CORTA E'-' LA SUPERFICIE DE UN CILINDRO. P asemos ahora
a Ja búsqueda de las líneas más cortas en ciertas elementales
superficies curvas. Empezaremos con la superficie de un cilindro
redondo 11•
Recordemos pre,·iamente que la superficie de un cilindro se
puede cubrir con un sistema de líneas rectas paralelas al eje del
cilindro y, por tanto, paralelas una a otra. Estas rectas se denominan
generatrices del cilindro.
Tomemos en la superficie del cilindro dos puntos A y B
(fig. 7). Buscaremos entre las curvas que se disponen en el cilindro
y unen los ~ntos A y B, Ja curva de menor longitud. Desig-
nemos por AB esta curva más corta que une los puntos A y B.
Consideremos primero el caso en que A y B no se ubican en
una misma generatriz.
11 La superficie del cilindro finito en consideración
(fig. 7) es una parte de la superficie del cilindro infinito.
Cortemos la superlicie laternl del cilindro a lo largo de la
generatriz PQ (que no corta AB) y desarrollémosla en un plano;
obtendremos cierto rectángulo (fig. 8) (un par de los lados del
rectángulo, P' P'' y Q'Q", se originó del desarrollo de las circun-
ferencias que limitan la superlicie lateral del cilindro; otro par,
P'Q' y P"Q", se ha formado de dos bordes del corte PQ}. Las
generatrices del cilindro se transformarán en las rectas . paralelas
al lado P'Q' del rectángulo. L os puntos A y B pasarán en los
P' P' P'2 P"
' 8'
~1 = Y1·
,.
A.
Q' Q' a; Q"
FIG . 7. '
FIG. 8.
puntos A' y B' , ubicados d.entro del rectángulo. Las líneas que
110Po !os puPtos A y B. pasar-fo en cnas !:!1:!2.5 olar::-~
en el ci!i11i:lro
que unen los puntos A' y B' dentro del rectángulo. E l arco AB
que es una línea más corta de todas las líneas en el cilindro que
unen los puntos A y B, pasará en la línea más corta de las líneas
planas que unen los puntos A' y B', es decir, en el segmento
rectilíneo A'B'. Así, pm:s, desarrollada Ja superficie lateral del
cilindro en el rectángulo plano, el arco más corto AB en la super-
ficie del cilindro pasa en el segmenro rectilíneo A 'B': L as gene-
ratrices del cilindro P 1 Q¡, P 2 Q 2 , ••• , pasan en las rectas P'1 Q~,
PíQí, . . . , paralelas a los lados P'Q', P"Q" del rectángulo P'Q'Q"P".
Los ángulos, que el segmento A'B' forma con estas rectas, son
iguales como ángulos correspondientes entre las lineas paralelas.
Designemos con ex el valor de cada uno de elios.
Ahora arrollemos el rectángulo· P'Q'Q"P" (pegando sus lados
opuestos P'Q' y fYQ") de modo tal que éste tome de nuevo la
forma original de cilindro. Los puntos A' y B' pasarán, otra vez,
en los puntos A y B del cilindro y el segmento rectilíneo A'B',
que los une, en el arco más corto AB en Ja superficie del cilindro;
los ángulos formados por el segmento A'B' y las recras P~ Q~,

P2Qí se convertirán en los ángulos iguales a éstos y formados
por el arco A B y las generatrices P 1 Q" P2 Q 2 , . •. del cilindro.
Dado que la recta A'B' cortó todas las rectas paralelas a P'Q'
bajo los ángulos iguales a, el arco más corto AB en el rual pasa
A'B' cortará todas las generarrices del cilindro bajo los ángulos
iguOles :x (fig. 7).
Examinemos un caso peculiar, cuando los puntos A y B se
ubican en una misma generatriz (fig. 9). Es evidente que en est~
caso el segmenro AB de la generatriz constituirá la distancia más
corta entre los puntos A y B en la superficie del cilindro.
1
N
·¡ ------,
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AA
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1
l_jj l_) LJ_J
ne:. 9. ne;. 10. FIG. 11.
Destaquemos un caso más en que los puntos A y B se ubican
en una misma sección circular del cilindro (fig. 10). El arco
AB de esta sección es perpendicular a todas las generatrices y sirve
de arco más corto que une los puntos A y B.
Si cortarnos el cilindro a lo largo de una generatriz., que no
se interseca con el arco AB, y lo desarrollamos en u n rectángulo
plano, entonces en los dos casos peculiares considerados arriba,
el arco más co rto pasará en un segmento paralelo a los lados
del rectángulo. En todos los demás casos la línea más corta se
interseca con las generatrices bajo un ángulo distinto del ángulo
recto (y no igual a cero) 11•
2. LI NEAS HEL1co10ALES. Se llama línea helicoidal a una línea en
la superficie del cilindro que corta todas las generatrices de éste
bajo los ángulos iguales, distintos del ángulo recto.
11 Es interesante comparar nuestro problema de buscar
la linea más corta en la superficie de un cilindro con el considerado
en la pá~. 12 en que se buscaba la quebrada. más corta en la superficie
de un pnsma (y para el cual nuestro problema es límite).
',
Designemos con a: el ángulo formado por una linea helicoidal
y una generatriz. Una linea que se interseca con las generatrices
del cilindro bajo el ángulo recto constituye una sección circular.
La sección circular puede considerarse como caso limite de la
linea helicoidal, cuando a se hace un ángulo recto. Del mismo
modo, Ja generatriz del cilindro puede considerarse como otro
caso limite en que a se hace nulo.
ne. 12.
Examinemos dos géneros del movimiento por la superficie d el
:r::v~::~: ~~t~ n:.r:i!e1n z! e:.: ~~'lr !:? ... ~~cr.1t :- i z) v ~
1
r!!indrn · r-!
rotación alrededor del eje (por la sección circular) con velocidades
constantes.
Cada uno de estos movimientos puede efectuarse en d os
direcciones opuestas. Convengamos en que el movimiento hacia
arriba en el cilindro vertical sea positivo. hacia abajo. negati' .:.
Convengamos también en considerar posiriva la rotación en el
cilindro vertical de derecha a la izquierda (para el que es~
orientado a lo largo del eje con la cabeza arriba1 o sea e n sentié.:i
antihorario. Y que sea negativa la rotación de izquierda a derech.a..
esto es, en sentido horario.
El movimiento helicoidal resulta de Ja adición de d os mo,; -
mientos: un movimiento paralelo al eje del cilindro y la rotacio :i
alrededor del eje. La línea helicoidal se denomina derec ha. si el
movimiento por ella hacia arriba se combina con la rotaci<Xl
positiva, es decir, de derecha a la izquierda (fig. 11 ~ y se llarr..a
izquierda, si el movimiento por ella hacia arriba se acompaña
de rotación negativa (de izquierda a derecha).
La mayoría de las plantas trepadoras (enredadera, habichuela }.
enredando por los apoyos verticales, toman la forma de líneas
2- 20
 18
helicoidades derechas (fig. 12). Por otro lado, el lúpulo, por ejemplo,
toma la forma de Ja linea helicoidal izquierda (fig. 13).
Supongamos que moviendo a lo lárgo de Ja línea helicoidal
un punto cortará cierta generatriz en el punto M, y, siguiendo
el movimiento por la línea helicoidal ·el punto móvil cortará
otra vez la misma generatriz en el punto N; al cubrir el arco
M N de la línea helicoidal el punto da una vuelta completa alrededor
del eje del cilindro; al mismo tiempo el punto se desplaza hacia
ne. 13.
arriba a la distancia igual a la longitud del segmento M N (fig. 11).
Si la velocidad del movimiento giratorio es nula y el punto sólo
se desplaza por la generatriz paralelamente al eje del cilindro,
llega el primer caso limite; otro caso límite se obtendrá, si la
velocidad del desplazamiento paralelo al eje del cilindro es nula,
y el punto sólo gira alrededor del eje, describiendo una circun-
ferencia.
De todo lo que hemos dicho arriba se infiere el.
TEOREMA. En la superficie de un cilindro, el arco mas corto
AB que une dos puntos dados A y S, es el arco de la linea
helicoidal.
19
3. ARCOS HELICOIDALES QUE C '- EN DOS PU1'TOS DADOS. Dos puntos
en la superficie de un cilindro pueden ser unidos por varios arcos
heiicoidales. En efecto, supóngase que dos puntos en la superficie
del cilindro están unidos por medio del arco más cortoÁ.B; este
arco es el arco de la línea helicoidal y, siendo desarrollada Ja
- .
superficie del cilindro (cortada a lo largo de una generatriz que
no se interseca con el arco AB) en un rectángulo plano, se
transformará en un segmento rectilíneo (figs. 7 y 8).
Cortemos ahora el cilindro a lo largo de la generatriz P 1 Q1
que se inter~ca con el arco m2.s corto AB en el pu~o C (~ . 7).
La linea AB resultará cortad¿ en dos partes, AC y CB. Si
rH;. 14.
desarrollamos la superficie del cilindro en un rectángulo plano,
los puntos A y B pasarán en !os puntos A" y B" del rectángulo
- - -
(fig. 14), y las partes A C y C B del arco AB se transformarán
en los segmentos rectil ineos A· C" y B"C, respe1;tivamente. Mas,
los puntos A" y B " pueden uni :-se mediante el segmento rectilíneo
A"B", dispuesto dentro del rectángulo P; Q'1 Q'í P'í . Obviamente,
A''B" es más corta que toda otra línea, que se dispone dentro
de este rectángulo y une los p u ntos A" y B" .
Arrollemos de nueYo nuestro rectángulo en el cilindro, pegando
los lados laterales P', Qº, y p·; Q'; de modo tal. que el punto e
coincida con el punto C" y o..::upe la posició::l C; en este caso
los puntos A " y B" pasarán, otra vez, en los puntos A y B en
la superficie del cilindro, mientras que los segmentos A"C' y B"C
pasarán en el arco AB, la linea más corta de todas las lineas
en la superficie del cilindro que une los puntos A y B. En lo
l que se refiere al segmento A"B'', éste pasará al arco de la linea ·
helicoidal Ap que une los mismos puntos A y B. En la fig. 15,
2·
 20 21

AB es un arco de Ja linea helicoidal derecha, y A_§, de la linea
helicoidal izquierda que pasa por los puntos A y B.
Las líneas que no cortan Jos lados del rectángulo , después
de haberlo arrollado en el cilindro, pasarán en las líneas que no
se intersecan con la generatriz P 1 Q1 (puesto que a lo largo de
esta recta se han pegado Jos lados PjQ'1 y P';Q'{ de nuestro
rectángulo). Entre estas líneas, la más corta será el arco 1§ = A~
(fig. 15). Pero, ella puede no resultar Ja más corta de todas las
líneas en Ja superficie del cilindro que unen los puntos A y B.
Los dos arcos helicoidales considerad os, AB Y. A_§, que unen
los puntos A y B, poseen una propiedad común: desplazánd onos
por uno de ellos del punto A al punto B, nosotros no damos
Ja vuelta completa alrededor del eje del cilindro.
Supongam os ahora que alrededor del cilindro está enrollada
repetidas veces una larga hoja rectangula r de papel (que coincidan
su anchura y la altura del cilindro (fig. 17J. Hagamos atravesar
la hoja con una aguja en los puntos A y B, y luego desarrollém osla
en un rectángulo plano. En ciertos lugares de la hoja habrán
huellas de Ja perforación en el punto A; en Ja fig. 18 estas huellas
están designadas con letras A~, Aí. A), .. . Estas huellas se disponen

R¡ Ri
R 1 ~R 2 e
AB
-,.
_,~

i'ª'
1 1 ,.
,.

·r '~- j
1

,_,pl
1

1
'
---~-- ....
A: 1 : - - - ....
....____ _:
~ l.J
FIC. 15. FIC. 16. FIC. 17.
dado que si AB es más corta que A_§. entonces consecuen temente.
1§ no es la línea más corta entre las curvas que se disponen
en la superficie del cilindro y unen los puntos A y B.
Por el punto A y el eje del cilindro tracemos el semiplano R 1 •
y por el punto B y el eje del cilindro, el semiplano R 2 (fig. 15).
Estos semiplano s forman dos ángulos diedros. En uno de ellos
está contenido el arco AB, y en el otro, el arco A_§. De estos
dos arcos el más corto es aquel que se ubica dentro del ángulo
diedro menor.
Si los semiplanos R 1 y R2 constituyen Ja prolongaci ón uno
de otro (es decir, el ángulo entre ellos es igual a dos ángulos
rec:tos). ambos arcos AB y @ son de igual lon~itud. En este caso
en la superficie del cilindro existen dos lín.eas más cortas {de igual
longitud) que unen los puntos A y B (fig. 16).
Q' Q'J
l
FIC. 18.
en una iinea honzoma1 para1e1a a Jos 1a<.. JS nonzomale :. uc:: nuc:.uu
rectángulo . Si trazamos por los puntos A;, Aí, Aj ... las rectas
P; Q'1 y PíQí, PjQj, ... paralelas al otro par de los lados del
rectángulo , se separará el rectángulo P'1Q'1QíPí que se enrolla una
vez alrededor del cilindro: al arrollarse la hoja en el cilindro, 1:>s
segmentos P; Q'1 y PíQ; coincidirán con la generatriz PQ (jel
cilindro, que pasa por el punto A: en este caso los puntos A j, A;
que se juntan caerán en el punto A del cilindro.
Las huellas de la perforació n en el punto B del cilindro serán
los puntos B;, Bí, Bj, ... de nuestra hoja. Su disposición es
plenament e análoga a la disposición de los puntos A'1t Aí, A j, ...
Unamos el punto A'1 con los puntos B'1i Bí. B), ... por medio
de unas rectas. Arrollemo s de nuevo nuestra hoja en el cilindro
de tal manera que los puntos A;. Aí, Aj, ... caigan en el punto A.
y los puntos B'¡, Bi, Bj, ... , en el punto B del cilindro. E!
segmento rectilíneo A'1B'1 se transforma rá en el arco AB de la
línea helicoidal (fig. 17) el cual ya hemos co~siderado anteriorme nte.
Para ser breves diremos: "la curva AB da n 'vueltas enteras
positivas (negativas) alrededor del eje del cilindro", siempre que.
 22
desplazándose a lo largo de esta curva en la .superficie del cilindro
desde el punto A hasta el punto B, nosotros habremos realizado
mas que n y menos que (n + 1) vueltas enteras positivas (nega-
tivas) alrededor del eje del cilindro o exactamente n vueltas enteras.
Al enrollar el plano en el cilindro, el segmento Aí Bí pasará
también en el arco de Ja linea helicoidaJ (AB)i. que une Jos puntos
-
A y B (fig. 19): del modo i1rnal, los segmentos A'1B3, A'1B~ • ...
- -
pasarán en los arcos de lineas hel!_:oidales (AB)i (fig. 20), (ABh, ...
que unen estos puntos. El arco (AB) 1 da una ~uelta ~tera positiva
alrededor del eje del cilindro. los arcos (AB)i , (ABh dan dos,
tres, ... tales vueltas enteras respectivamente.
FI(;. 19. FIC. 20. FIG. 21.
El arco (AB), es más corto de todos Jos arcos que unen los
puntos A y B y dan una vuelta entera positiva alrededor del eje.
- -
Análogamente, (AB)i. (ABh. etc. son los arcos más cortos que dan
dos, tres, etc. tales vueltas enteras respectivamente.
Los arcos examinados eran arcos de las líneas helicoidales
derechas. Del mismo modo se pueden obtener los arcos de líneas
helicoidales izquierdas que unen Jos puntos A y B y dan una,
dos, tres, . . . vueltas enteras negativas alrededor del eje del
cilindro (fig. 21). Cada uno de estos arcos es una línea más corta
de las que unen Jos puntos A y B y que dan un número corres-
pondiente de vueltas enteras negativas alrededor del eje del cilindro.
Aclaremos cómo se dispondrá en Ja superficie del cilindro un
hilo de goma bien tendido y sujetado en los puntos A y B.
Poniéndose tensa, este hilo se dispondrá a Jo largo de una de las
líneas más cortas; esto es, por Una de las líneas helicoidales que
unen Jos puntos A y B. Si, por ejemplo, enrollamos el hilo en el
23
cilindro de manera tal que, desplazándose por este hilo nos veremos
obligados de realizar la vuelta positiva alrededor del eje (de derecha
a Ja izquierda), entonces el hilo tomará Ja posición de una de las
- - -
lineas helicoi~les AB, (AB)i. (AB)i, ... A saber, el hilo tomará
la posición AB, si no da ni un~ vuelta completa alrededor dei
eje del cilindro; Ja posición (AB)i, si da una vuelta entera;
-
la posición (AB)i, si da dos vueltas enteras, etc.
.
En efecto, en un rectángulo plano el hilo, tendido entre el
punto A'1 y uno de Jos puntos Bí, Bí, Bj, ... , se dispondrá a lo
largo de uno de los segmentos A', B'" A',Bí. A',Bj, ... Si arrollamos
esta hoja en la superficie del cilindro de una manera tal que
el punto A'1 coincida con el punto A , y Jos puntos Bí, Bí, 8'3
coincidan con el punto B, entonces_:! hi~ tend~o tomará la forma
de uno de Jos arcos helicoidales AB, (AB)" (AB)i, ... , respectiva-
mente.
§ 3. LINEAS MAS CORTAS
EN UNA SUPERFICIE CÓNICA
l. UNE~ M4S CORTA. EN U NA SUPERFICIE CÓNICA. Supóngase q ue el
pumo u es el ongen oe u'.JS rayus Hl11rutus' U/i y UN. nagarnos
girar el rayo OA alrededor del rayo ON. La superficie engendrada
por el giro del rayo OA se llama superficie cónica (superficie de
un cono) (fig. 22), ON se denomina eje del cono. Los rayos que
salen del punto O y están dispuestos en la superficie cónica se
llaman generatrices del cono 11.
Si un plano, que pasa por las generatrices OA y OC, pasa
también por el eje del cono, estas generatrices se llaman opuestas.
Dos generatrices opuestas dividen el cono en dos partes iguales
(congruentes). Cortemos Ja superficie cónica a Jo largo de la
generatriz OA, después de lo cual la superficie cónica puede
desarrollarse en un plano. El vértice O del cono pasará en el
punto O' del plano; las generatrices del cono se convertirán en
los rayos en el plano que salen de O'. Toda Ja superficie cónica
se transformará en cierto ángulo A'1 0'Aí del plano (fig. 23).
La magnitud de este ángulo se denomina ángulo desarrollado del
cono. Ella siempre será menos de 360º. Los lados del ángulo O'Aí
1> En la fig. 22 se expone sólo la parte de un cono
..
1
infinito.
 24
y O'Aí se han formado de la generatriz OA por la que se había
cortado Ja superficie cónica. La generatriz OC, opuesta a Ja
generatriz OA, pasará en la bisectriz O'C del ángulo A'1 0 ' Aí.
Efectivamente, ambas generatrice s, OA y OC, dividen la superficie
cónica, cortada por OA, en dos partes iguales S y T. Cuando esta
superficie es desarrollad a en un ángulo p lano A'10 ' Aí, cada una
de las partes S y T del cono pasa en las mitades S' y T de este
ángulo y la generatriz OC, en Ja bisectriz O'C' de él.
Hemos desarrolla do la superficie cónica cortada en ei plano.
Efectuemos ahora la operación inversa y arrollemos el ángulo
A 10'Ai en el cono. En este caso, el punto O' pasará en el
vértice del cono O, y los lados O'A; y O' Aí del ángulo se
convertirán en la misma generatriz.
Á O'
///':\\\
. .\\,
.f/Íh
..._.
N
1
1
-~
·~
- ~.
FIG. 22.. ne. :u.
Cortemo ; ligeramente el plano por el lado O'A'1 de nuestro
ángulo. Vamos a enrollar el plano cortado en el cono. Hablando
en general, el plano cubrirá el cono varias veces. Por ejemplo,
si el ángulo desarrollad o del cono es igual a 90º, el plano cubrirá
la superficie cónica cuatro veces; a saber, si del punto O' trazamos
los rayos O' Aí, O' A), O' A~ bajo los ángulos 90, 180 y 270"
respecto a O'A;, entonces, al enrollarse la superficie cortada en
el cono, cada uno de Jos ángulos A'1 0 ' Aí, AíO'A), A30'A~, A~O'A;
cubrirá p or completo la superficie del cono. En total tendremos
el cubrimient o cuádruple del cono por el plano cortado. Los rayos
O'A'¡, O'Aí . O'A), O'A~ del plano se convertirá n en una misma
generatriz del cono.
S~ en cambio, el ángulo desarrolla do es igual, por ejemplo,
a 100º, el piano cortado cubrirá la superficie cónica tres veces
·-·
completas y, además, -una parte del cono será cubierta cuatro veces
(el plano consta de tres ángulos adyacentes d e 100º con el vertice
en O', cada uno de los cuales cubrirá una vez toda la superficie
cónica, y del ángulo de 60º, el cual cubrirá adicionalmente una
parte d e esta superficie).
2. LÍNEAS GEODESICAS EN UNA SUPERnClE CÓNICA. Examinemos en un
plano una recta arbitraria /'. Supongam os que la recta /' pasa
por el punto O'. Se compone, por consiguien te, de dos ra~os O'D'
y O'E (fig. 24~ Al enrollar el plano en el cono (cuando e! punto O'
caiga en el vértice O del cono) cada uno de los rayos, O'D' y O'E',
pasa a ser una generatriz del cono. Nuestra recta pasa en dos
generatrices. 11
. /\
/
A'
11 IA
/ ~
FIC. 26.
FlC. 2A..
Que ahora Ja recta /' no pase por el punto O' (fig. 25). Cortemos
el plano a lo largo del rayo O'A' , paralelo a r, y enrollemos
el plano cortado en la superficie cónica. En este caso la recta l'
pasará a una cierta curva I en la superficie cónica (fig. 26~ Esta
curva I se denomina línea geodésica en la superficie del cono.
Todo segmento de la recta /' pasará en un arco de la curva /.
Y, viceversa, todo arco de la curva 1 pasará en un segmento
de Ja recta l', al desarrollar se la superficie cónica en el plano.
11 Dos generatrices pueden juntarse a una. Esto ocurre,
si el valor numérico del ángulo desarrollado del cono, expresado en
grados, es el divisor del número 180, es decir, cuando este ángulo sea
180°
igual a 180' , 90º, 60º, ...• en general. a - k - . donde k es un número
entero.
 26
Las curvas obtenidas en la superficie comca desempeñan un
papel análogo a las líneas helicoidales en la superficie de un
cilindro.
Unamos los puntos A y B de la superficie cónica con toda
una serie de líneas dispuestas en la superficie y que una de ellas,
digamos el arco AB, tenga la longitud minJ!na. Al desarrollarse
la superficie cónica en un plano,,:__el arco AB pasará en el arco
plano A'B": puesto que el arco AB es una linea más corta entre
aquellas que se disponen en la superficie cónica y unen A y B,
entonces A'B' es la línea más corta entre las líneas en el plano
que unen .4 · y B'. Por lo tanto, A'B' es un segmento rectilíneo.
o
FIC. n.
El are.o AB, que en el desarrollo de la superficie con1ca en el
plano, pasa en un segmento rectilíneo es el arco de la linea
geodésica.
Ahora veremos que la forma de la línea geodésica depende
considerablemente del ángulo desarrollado del cono.
3. Pt.:~IOS DOBLES DE LAS LINEAS GEODÉSICAS. Introduzcamos previa-
mente Ja siguiente definición. Supongamos que desplazándonos
a lo largo de cierta línea q, pasaremos dos veces por el mismo
punto A. El punto A se denomina punto doble de la línea q ll.
En la fig. 27 el punto B representa el punto doble de Ja linea 1:
desplazándonos a lo largo de la línea 1 según las direcciones
indicadas con flechas, pasaremos dos veces por este punto.
11 A veces puntos dobles se llaman nudos.
27
1
~ TEOREMA l. Si el ángulo desarrollado de un cono es mayor
1 o igual a 180º, las lineas geodésicas en el cono están priradas de
~ puntos dobles. Si el ángulo desarrollado del cono es menor que 180º.
toda línea geodésica tiene al menos un punto doble.
Examinemos en el plano el punto O' y la recta /'. que no
pasa por O' (fig. 28). Enrollado el plano en el cono de modo tal
que O' coincida con el vértice del cono O, la recta /' ~ trans-
formará en la linea geodésica 1.
Sea C' la base de una perpendicular trazada de o· en /'.
En el enrollamiento del plano en el cono el rayo O'C pasará
en la generatriz OC del cono. El punto C se llama. a veces.
vértice de Ja linea geodésica en Ja superficie cónica. Designemos
con OA la generatriz opuesta del cono; OA y OC dividen Ja
superficie del cono en dos partes iguales, S y T. Cortemos la
A'~ A"
O' S'~~ 1
t'
,.; ."
FIC. 28. r1c. 29.
superficie cónica a lo largo de la generatriz OA y desarrollémosla
en el plano de tal manera que el vértice O del cono pase, de
nuevo, en el punto O', y Ja generatriz OC, en el rayo O'C.
En este procedimiento la línea geodésica 1 se desarrollará otra vez
en la recta /'. Toda Ja superficie cónica pasará en el ángulo A'O'A".
Ambas sus mitades. S y T, pasarán en las mitades s· y T' de
dicho ángulo; la recta O'C es la bisectriz de este ángulo.
Examinemos dos casos.
1) El ángulo A'O' A" (ángulo desarrollado del cono) es mayor
o igual a 180º (fig. ::?9). La recta /' se dispone enteramente dentro
de este ángulo. Si arrollamos el ángulo en la superficie cónica
de tal mod'ó que ambos lados del ángulo, O'A' y O'A", coincidan
con la generatriz OA, la recta /' pasará de nuevo en la línea
geodésica 1 en la superficie del cono; los puntos diferentes de la
recta /' pasarán en puntos diferentes del · cono; por consiguiente,
en este caso 1 no tiene puntos dobles.
 28
. 2) El ángulo A'O'A" es menor que 180º. La recta /', perpen-
dicular a la bisectriz O'C', corta los lados del ángulo en los puntos
que designaremos con B' y B" (fig. 28).
El triángulo B'O'B" es isósceles, puesto que su altura O'C'
co~ncidc con la bisectriz. Enrollemos el ángulo A'O'A" en Ja super-
ficie del cono de tal manera que O' pase en el vértice del cono
Y ambos lados O'A', OºA ~ del ángulo. en la generatriz OA. Los
puntos B' y B" darán aJ punto B de esta generatriz, por ser
iguales los segmentos O'B ' y O'~ (lig. 27). La recta l' pasará en
la linea geodésica 1: el segmento B'C' de Ja recta I', dispuesta en
la mitad s· del ángulo B O'B", pasará en el arco BC
de Ja linea I
que une los puntos B y C y se ubica en la mitad S de Ja super-
ficie cónica. Por analogía el segmento B"C. dispuesto en la mitad
T del ángulo B'O'B". pasará en el arco BS de Ja línea 1, que
une los puntos B y C y se dispone en Ja mitad T de la superficie
cónica. El punto B es un punto doble de la curva l. El segmento
B'B" de la recta /' pasará en el arco BCB que tiene Ja forma
de un lazo con extremos coincidentes.
Aclaremos cuántos puntos dobles tiene la línea geodésica.
La respuesta a esta pregunta la da el siguiente teorema que
precisa el teorema anterior.
n :oRIOM . . L. ~upongumus que el anguio aesarro11aao .ie1 cono
equirale a :x (:x es la medida del ángulo en grados), en este caso
1) Si 180º no se diriden por a, el número de puntos dobles
de la linea geodésica es igual a la parie entera de la fracción
180
:X
2) Si 180º se diriden por a, el número de puntos dobles es
. / 180
1gua a - - - l.
:X
18
S1. :x > 180, 1a parte entera d e 1a f racc1on º
. . - - es nula· cuan-
:x '
. 180
do :x = 180, se tiene - :x- - l = O. Por consiguiente, según nuestro
teorema. en estos casos el número de puntos dobles debe ser
nulo: esto es una paráfrasis de Ja primera p arte del teorema
anterior.
Nos queda considerar el caso en que ex< 180. Conservemos
las designaciones del teorema antecedente. El á ngulo A'O' A" (fig. 30)
es el ángulo desarrollado del cono. Por el punto O' tracemos u na
29
perpendicular O'C a la recta /' y la recta K L que es paralela a /'.
KL divide el plano en dos semiplanos. Vamos a examinar sólo
el semiplano en que se ubica la recta /'. Tracemos del punto O'
en este semiplano unos rayos que forman con el rayo O'C los
ángulos múltiplos a ~. Serán los rayos O'B', O'B", O'B'., o·B·; . ... .
que cortan la recta /' en los puntos B'. B", B'1 • J3'; . .. .
Observemos que O'B' = O'B", O'B; = O'B';, . .. Vamos a enrollar
nuestro semiplano en el cono de tal modo. que el punto O' de
al vértice del cono O. y el rayo O'C \·aya a lo largo de la
8'1 8" l'
A' A" '
FIG. 30.
generatriz OC (fig. 31 ). Los ángulos de nuestro semiplano, iguales
? ~ y cnntenid0c; entre los rayos vecinos O'B':· O'B'. o·c. O'B".
O'B'; .... , cubrirán, en esta operación, varias veces ambas rrutades
S y T de la superficie cónica. A saber, el ángulo S' caerá en la
mitad S del cono; los ángulos contiguos T, y T' caerán en otra
mitad Tdel cono, etc. Puesto que el rayo o·c irá por la generatriz
OC, los rayos O' B'. O'B" irán a lo largo de la generatriz opuesta
OA; los rayos O'B'" O'B'; irán de nuevo po r OC, etc.
Dado que los segmentos O'B' = O'B". O'B'1 = O'B';, los pares
de puntos B' y B", 8 '1 y B'; . .... al caer en una generatriz.
coincidirán dos a dos: el punto Bº coincidirá con B" ) dara al
punto B de la generatriz OA; Bº, y B'; darán al punto B, de la
generatriz OC, etc. Por consiguiente, los puntos B. B, . ... son
puntos dobles de 1 en la que pasó la recta /', cuando el semiplano
se enrollaba en el cono. El número de estos puntos es igual
al número de los rayos O 'B', O'Bj, ... dentro del ángulo recto
KO'C'. Como que estos rayos forman con O'C los ángulos,
múltiplos a ~ e inferiores a 90 '. su número equi\'ale al número
l de los números múltiplos a ~ e inferiores .a 90 (es dedr. múltiplos
¡

30
a a e inferiores a 180). En otras palabras , si 180 no se divide
por :x, el número de estos rayos es igual a Ja parte entera de la
. . 180 . .
80 se divide por ex, su numero es
f raccion - - . Si, en cambio, 1
C(
. 1 180
1gua a -C(- - l.
Para la demostr ación complet a del teorema nos resta senalar
que todos los puntos dobles de una línea geodésica son aquellos
que se obtienen como resultad o de juntarse los puntos B'i. B~
de Ja recta /'.
o o
:..
ne;. 31. ne. n. ne. .u.
En efecto, un punto doble de la linea geodésica se obtiene.
cuando dos puntos de nuestra recta l' pasan (durante el desarrol lo
del semiplano en el cono) en el mismo punto del cono. P ara esto
es necesario que ambos puntos sean igualme nte distanci ados de o·
y se dispongan en /'. Quiere decir, estos dos puntos deben
dispon::rse en /' simétric amente respecto a C'. Suponga mos que
uno de ellos, que sea F' (véase la fig. 30) se disponga a la
izquierda de C' y el otro, F", a la derecha. Si el punto F' no
coincide ni con uno de los puntos B', B". B; . B'; . ... , entonce s
se debe ubicar dentro de uno de los ángulos CO'B', C'O'B . .
B'OB'h B"O'B~ • ... ,marca dos en la fig. 30 con las letras s·1
y T¡, respecti vamente . Si el punto F' está dentro del ángulo s;.
entonces F", que es el punto simétrico a F', se ubica dentro del
ángulo Tí, es decir, al enrollar se el semipla no en el cono, el
punto F' pasará en el punto dispuest 0 dentro del semicon o S.
mientras que F", en el punto dispuest o dentro del sernicono T:
.., ,
-··
viceversa, si el punto F' pasa en el punto dispuest o dentro del
semicono T, el punto F" pasará en el punto dispuest o dentro del
semicono S. En ambos casos F' y F" pasarán en los puntos
diferentes del cono. Por lo. tanto, además de los puntos obtenido s
como resultad o de la unión de Jos pares B' y B", B'1 )' B'; , la
linea geodésica 1 no lleva ninguno s otros puntos dobles. El teorema
queda demostr ado.
Atraigamos la atención a una banda ubicada entre las, rectas
paralelas KLy /'. Nuestra sujestió n es que el mismo lector examine
de qué modo se enrollar á esta banda en la superficie cónica
para diferentes valores del ángulo desarrol lado ce del cono (para
a> lSOº ; a= 180º ; 180º >a.> 90º; a= 90' ; 90º >a> 60º , etc.).
O'
ne.~.
Reiteran do los razonam ientos del final del párrafo antecedente,
nos convenirnos en que un hilo elástico tensado se dispone en
la superficie del cono a Jo largo de una linea geodésica.
OBSERVACIÓN. En la superfici e cónica pueden también destinguirse las
lineas helicoidales. es decir. las lineas que cortan todas las gene~atriccs
del cono bajo ángulos iguales a (fig. 32). Cuando a = O y :x = 90º, las
lineas helicoidales en el cono degeoera n respectivamente en las generatrices
y secciones circulares. Para ':t ~ O, las líneas helicoidales en el cono no
constituyen lineas geodésicas. En esto consiste su diferencia de las lineas
helicoidales en la superficie de un cilindro.
4. TEOREMA DE CLAIRAUT PARA EL CASO DE LÍ'l:AS GEOD~ICAS El'\ l.'.' C0?--0.
Sea C el vértice de una linea geodésica s en la superficie del
cono cuya djstancia del vértice del cono es igual al segment o

32
t
OC= e y del eje del cono, r0 (fig. 33). En este caso la línea
geodésica en el punto c es perpendicula r a Ja generatriz oc.
Luego, sean A un punto arbitrario de la linea geodésica, r Ja
distancia entre el punto A y el eje del cono, cx ángulo formado
por Ja linea geodésica s y Ja generatriz OA, l Ja longitud del
segmento OA . Se realiza la siguiente correlación:
lsen a = c. (1)
Para demostrar la fórmula (1) desarrollemo s en un plano Ja
superficie del cono (fig. 34). En este caso OC y OA pasarán en
O'C' y O'A' (las longitudes e y l quedan las mismas~ el arco
AC de la linea geodésica s pasará en el segmento A'C' de la
recta. con la particularida d de que O'C será perpendio.ila r a Ja
recta A'C'; el ángulo del vértice A' en el triángulo A'O'C' es
igual a o:. D el triángulo A'O'C' obtenernos:
lsen cx = e,
ln ']He se trataha de demostrar.
Observemos que si ó es el ángulo formado por una generatriz
=
del cono y el eje de éste (véase Ja fig. 33). entonces r l sen ó.
Multiplicand o ambos miembros de la igualdad (1) por sen ó,
1:.en ó · sen ex = e seo ó
ó menos. Por analogía. en esta quebrada se pueden susutu1r dos
rsen a = c 1 (2)
donde c1 = e sen ó es una constante para la línea geodé:ica.
La ültima igualdad demuestra el siguiente teorema :.
TEOREMA 3. Para todos los puruos A de la línea geodésic:a s en la
!!Uperficie cónica la expresión r sen o:. en la que r es le distancia
entre A y el eje del cono y ex es el ángulo formado por la
gener01riz OA y la línea geodésica s, es una magnitud constante:
r sen ex = const. (3)
Este teorema es un caso particular del teorema del Oairaut
(véase el ~ 1O).
Un cilindro puede considerarse como caso limite del cono
~cuando el vértice del cono se a leja a la infinidad). A una linea
geodésica en el cono responde una linea helicoidal en el cilindro.
La fórmula (3), obviamente, queda válida también para d cilindro:
la distancia r de todos los puntos del · cilindro hasta el eje es
igual ; el ángulo cx entre Ja linea helicoidal y las generatrices del
jj
cilindro es también el mismo para todos los puntos de la linea
helicoidal.
§ 4. Li~t:AS MÁS CORTAS
EN LA SüPERFICIE DE U:-.iA BOLA
l. LONGITUD DE LA LINEA.. Al investigar las líneas más cortas en
Ja superficie ·de un cilindro y de . un _c~no. hemos . apro~·echa_do
la circunstancia de que las superficies cihndncas y conicas pod1an
desarrollarse en una parte del pla no. Mas, este procedimien to n_o
vale en el estudio de las lineas más cortas en la superficie
de la bola que no puede ser desa:-rollada en una parte del plano.
Recordemos ahora cómo en la geometría elemental se deduce
la propiedad del segmento de una r_ecta de pro~·eer la mínima
longitud entre todas las lineas que tienen los mismos extremos.
Esta propiedad proviene del teo rema de que un lado de un
triánwlo es menor que la suma de otros dos lados. A saber.
a ba~e de este teorema se demuestra que el segmento .48 de una
rP.cta es más corlo que toda quebrada .4 0A1A2 .. . A.-1 .4. con
los mismos extremos A o = A y A. = B (llg. J:>J. En eíec10 . poo~iuv:.
sólo acortar Ja quebrada. si sustituimos sus dos eslabones contiguos
A 0 A 1 y A 1 A 2 por el segmento .4 0 A 2 (puesto que el lado AoA2
del •riángu lo A, A : A , es más corto que la suma de los lados
A 0 A 1 y A 1 A 2 ¡ ·•. ~on cu ~- 1cc1hp1<1Lali• -'-> :~ '1-~'...--.'.-: . '. v •. ' _ ·
A.- 1 A. con otra quebrada A 0 A 1 . . . Ar 1 A. que tiene. u~ lado
eslabones contiguos A l'A 2 y A 2 A 3 por un lado A 0 .4 ~. de lo cual
la Jong:it ud de Ja quebrada no aumentará. Llegaremos. a l~ q ~ebrada
A 0 A 3 ••• A._ 1A., cuyo número de eslabone~ e~ta .d1smm~1do p or
un eslabon más. De esta manera podemos d1smmu1r suces1Yamente
el nü.mero de eslabones de la quebrada hasta que reduzcámosl a
al único eslabón, es decir. al segmento .4 0 A. = AB. Está claro que
con cada paso de una qttebrada a la otr~, su longitud sólo pod ~a
disminuir (a veces esta lo ngitud quedaba mahe~able ; ella _no pod1a
quedarse invariable en cada paso, pues esto solo es posible en el
caso en que todos los puntos .4 0 , A 1•••. , . A~ se . ubican en la
misma recta AB, lo que en nuestro caso esta excluido).
11 Si los puntos A 0 , A,, .4 2 se di$ponen en una m.isma
rec1a la suma de longitudes de dos eslabones AoA 1 Y .41A: es igual
a la '1ongitud del eslabón A 0 A 2 • Asi, sustituyendo dos eslab~nes, A <'A :
y A 1A 2 , por un eslab?~ Ao1i· no. aumentam<?~ la longit ud ?e la
quebrada. Es1a observaooa esta relaoonada ·tamb1en con las considera·
ciones a seguir.
3-20
 34
Precisamente de aquí se infiere que la quebra da de partida era
más larga que el segmento AB. En la geometría elemental sólo
se demuestra que el segmento AB de una recta es más corto en
comparación con toda quebrada que une los mismos puntos A y B.
Con el fin de deducir la afirmación análoga para una linea
arbitraria que une los puntos A y B, es necesario, ante todo.
determinar exactamente la longitud de la curva. En el curso
de la geometría elemental la longitud de la circunferencia se
determina ~mo límite de longitudes de los polígonos inscritos,
cuando el numero de lados del poligono tiende a infinito, y la
longitud del lado mayor tiende a cero.
A2
FIG. 3S.
.J _. _ - .
.
Y"'- - · .. - · - - .,._:, , ... ___
- · ··· .. ....... -··"-•ve-.. r
- · ---
-· ... .. _.
de una linea arbitraria. Sea dada una línea q que une los puntos
A y B (fig. 36). Vamos a desplazamos a lo largo de esta línea,
del punto A al punto B, y destaquemos sucesivamente (n + 1)
puntos: A 0 = A, A i. A 2 , ... , An =B. Unamos estos puntos de
modo sucesivo por segmentos. Obtendremos una quebrada
AoA 1 A2 ... A •. la que llamaremos la quebrada inscrita en nuescra
curva. Construiremos ahora las quebradas, inscritas en la curva q,
cuyo número de lados crece ilimitadamenie. Construiremos estas
quebradas de modo tal que con el crecimiento ilimitado del
número de los lados la longicud del lado mayor tienda a cero. Se puede
mostrar que las longicudes de los polígonos inscritos tienden, en
escas condiciones, a un límite que se toma por la longitud de la
línea.
Ya que el segmento AB es más corto que la longitud de
cualquier quebrada que une los puntos A y B, y las longitudes
de las curvas que unen dichos puntos son limites de las
longitudes de quebradas, que los ligan, de aquí se deduce que
un segmento de una recta es la línea más corta también entre
todas las líneas que unen A y B.
2. LINEAS MÁS CORTAS EN LA SUPERFICIE DE UNA BOLA. Pasemos ahora
a la búsqueda de las líneas más cortas en Ja superficie de ur:a
bola. Observemos que por dos puntos A y B en la superficie
de una bola. siempre que no están ubicados en dos extremos
opuestos de un mismo diámetro, se puede trazar un único circulo
mayor de la bola. Por dos puntos dispuest.os ~n los ex~remos
de un mismo diámetro se puede trazar una mfimdad de c¡rculos
mayores. Excluiremos, por ahora, el último caso sin esp~ificac~o~es
especiales: hablando de dos puntos en la superficie esfe:1ca.
supondremos, silenciosamente, que estos dos puntos no se ubican
en el mismo diámetro de la bola.
FIG. 36.
- • • • • • \. ! , _ · - -- ... ; .. .. .J .. · Fil. . 38.
• .... _., ... ~ .......... - ... .... .... ··t:· ........ .
Tracemos el círculo mayor que pasa por los dos puntos dados
A y B de la superficie esférica. Los puntos A y B div~den el
circulo mayor en dos arcos desiguales (dado que no se disponen
en los extremos de un mismo diámetro). Designaremos con AB
la menor de estos arcos.
Sean dados tres puntos de la superficie ~féri~ : A~B, C. unidos
con los arcos de los circules mayores AB, BC, CA. Estos tres
arcos forman el así llamado rriángulo esférico ABC; los arcos
ÁB, Bc. cA se denominan lados de éste.
Resulta que para los triángulos esféricos es válido el teorema,
análogo al teorema principal sobre las longitudes de los lados
de un triángulo ordinario (plano).
TEOR EMA Todo lado de un triángulo esférico es menor qu~ la
suma de dos orros lados.
~xaminemos un tr iángulo esférico AB~ en la s~perfi~e de una
bola con centro en el punto O (fig. 37). El lado AB de este
3•
 -
1 I

triángulo es un arco del círculo mayor. es decir, del círculo cuyo En el triángulo esférico A 0 A 1 A 2 el lado Ao~2 es menor que
centro está en O; en el plano de este círculo al arco AB le
responde el ángulo central AQ_B. ~álogamente, en los planos
la suma de Jos lados 0 1 y 0 2
1
>. Sustituyamos dos eslabones,

en que se disponen Jos lados BC y CA, les responden Jos ángulos
centrales BOC y COA. Las longitudes de Jos lados AB, Bc, CA ,
representando los arcos de los círculos mayores de iguales radios,
son proporcionales a los ángulos centrales AOB, BOC, COA.
Tres planos de nuestros círculos mayores forman un ángulo
triedro con vértice en el punto O y lo~ ángulos planos A-OB,
BD_(_. COA. Las lo!1gitudes de los lados de nuestro triángulo
esfe~1co son proporcionales a los correspondientes ángulos planos
de! angulo tnedro. Como en un ángulo triedro cada ángulo plano
es menor que la suma de otros dos ángulos planos, la desigualdad
análoga se efectúa también para Jos lados del triángulo esiérico
proporcionales a aquéllos. Esto demuestra nuestro teorema.
. Sea dada una sucesión de los puntos A 0 , A¡, A 2 , A 3 , . . . , An
ligados en la esfera por los arcos de círculos mayores A A i.
A 1A2, A1A 3, ... , A. - 1 A •. El conjunto de estos arcos recibe el
0 a v~es. quedaba inalterable. Mas, la longitud de la qu~br~da X:º
nombre de la quebrada es_.férirn f?Ue une !0S p!.!::!os A 0 ·,· ~"
~~3~ . que Jos puntos A 0 , A 1 , ••• , A" pertenecen todos al circulo qiayor
En el caso de un plano, del hecho de que un lado del
triángulo es menor que Ja suma de otros dos lados provenía el
teorema de que el segmerto AB de U'-3 r!':ct~ : , ..,,,;, rv. .. ,.. . •. .
... 1.p~ o1 aul1 que liga los mismos puntos A y B. En el caso ·de
una superficie esférica, análogamente; del hecho de que un lado
del triángulo esférico es menor que la suma de otros dos lados
se deduce que el arco AB del círculo mayor es menor que toda
quebrada que une los mismos puntos. Luego, para una superficie
esférica, igual que para un plano, las longitudes de las curvas
que unen los puntos A y B se obtienen como límites de las
longitud::_ de las quebradas esféricas que unen estos puntos. Ya que
el arco AB del círculo mayor es más corto que todas las quebradas
esféricas, que unen A y B, entonces él es más corto que cualesquiera
A::l 1 v A:A 2 por el arco AA
0 2• Obtendremos una línea nueva
A 0 A 2 A~ ... A"' quizás más corta que Ja línea original:.!. que t~e
un eslabón menos. Luego sustituyamos dos lados, A 0 A 2 y A 2 A3
por un lado A?'
3 ; como resulta.do, 1.a longitud de la. que~rada
sólo puede disminuir o quedar mvanable. Las transformaciones
análogas (la sustitución de dos ~Jabones vecinos de Ja q~eb~ada
por un eslabón) continuaremos m~s adelante. Con cada_ d1smmu-
ción del número de lados la longitud de Ja quebrada solo puede
disminuir o quedar sin cambios. En este caso seguiremos obte~iendo
las nuevas quebradas que unen A y B cada vez por un numero
menor de lados y, por fin, llegaremos a una quebrada de un solo
'
eslabón. es decir, al mismo arco AB.
En este procedimiento la
longitud de la quebrada cada vez o bien disminuía o bien,
puede quedar invariable con cada paso, ya que ello s1gmficana
en el arco AB,
lo que en nuestro caso está excluido. Por esta
razón, la long.!.cud de la línea original A 0 A 1 ••• A. es mayor que
.~ · -:•-::¡•·-- " ·-· .
Examinemos ahora el caso en que Jos puntos A y B se disponen
en los extremos del mismo diámetro de una bola. En este caso
existe una infinidad de arcos de Jos círculos mayores que unen
A y B y que tienen AB en calidad de diámetro. Todos ellos
tienen la misma longitud. Por o tra parte, toda otra curva q, q1Je
une Jos mismos pu;tos A y B, tiene la longitud mayor que la
de Ja semicircunferencia del círculo mayor. Efectivamente, supon-
gamos que el punto C (distinto de A y B) se ubica e~ 9 y divide
esta línea en dos líneas (AC) y (CB). Tracemos Ja sem1mcunferen-

-
Si los puntos A 0 , A 1 y A 2 se disponen en un
1i
curvas que unen estos puntos.
círculo ma yor, entonces el lado A 0 A 2 e bien es igual a la suma de los lados
La demostración de que el arco AB es más corto que una
queb~ada cualquiera, .~ue une Jos puntos A y B, repite, en lo A?i A-:A
y 2 (si esta suma es menor que la semicircunferencia~ o bien

esencial, la demostracion del teorema análogo para una quebrada
dispuesta en un plano. Sea dado el arco AB y la quebrada
AoA1A2A~ ... A., donde A 0 =A, A. =.B.
es menor que ella (si la suma es mayor qu e la semicircunferencia). Así,
....-.... ...-... ..-... . .
al sus1ituir dos lados A 0 A 1 y A1A2 por un lado AoA2. siempre sera
que Ja Jongílud de la .9ue~rada sólo. puede disIJ?-inu!r. o queda~ sin
alteración. Esta observac1on tiene relac1on a las cons1derac1ones ultenores.
 JO
-
cia del círculo mayor ACB: ést~ consiste _de dos arcos AC y CB.
Cada uno de _estos arcos es mas corta que cualquier otra curva
en la superficie de la bola que une los mismos puntos A y B.
Ya que nuestra curva q no es una semicircunferencia, al menos
una de sus .!:artes:.._{AC) o (CB), no coincide con el arco corres-
p~ndiente AC o CB. Sea, por ejemplo. (AC) que no coincide con
AC. _!'.n este caso. la longitud de (AC) es mayor que Ja longitud
d~ AC. Luego, la longitud de (CB) o bien mayor que la longitud
t=====================-:: ::: =: ==::::: == J
- - - - - - - - - - - - - _ _ _ _ .J
í'G. ~9 .
de CB_._ (si ellos no coinciden) o bien es igual (si (CB) coincide
con CB). De aquí se .Jleduce que la longitud total de q es mayor
que la longitud de ACB.
. ~ara dos puntos dia_mécricameme opuestos, A y B, existe una
infinidad de las curvas mas cortas que unen escos puntos; precisamente
estas curras representan todas las semicircunferencias de los círculos
mayores que unen A y B.
3. OBSERVACIÓN ADICIONAL. La superficie de una bola no puede desa-
rrollarse. en una parte .del pla_no sin ser deformi:ca, es decir, sin alterar
las longitudes d~ las lineas dispuestas en ella. Sin embargo, una banda
~uy estrecha. dispuesta en la superficie de la bola a lo largo de cierta
~mea q, puede ser desarrollad<! en el plano, admitiendo sólo alteraciones
mfimas e~ las longitudes de las lineas dispuestas en la banda. Además,
cuanto mas estr~ha es la banda seleccionada en Ja bola, tanto menores
son estas alterac1ones, esto es, tanto mayor. es la exactitud con que esta
banda puede desarrollarse en el plano. Hablando en el lenguaje de la
.
39
teoría de límites, la alteración e:i la longitud de las líneas en la banda
es un infinitésimo de orden su~or en comparación con el ancho de Ja
banda.
Si una banda estrecha, dis¡r.;esra en la superficie de una bola, está
desarrollada en el plano. el arco del circulo mayor, conrenido en esta banda
pasa en el segmento recr!!!_neo ( ·' uiceversa ).
En efecto, el arco AB del c:rculo mayor en la banda de bola es el
más corto entre otros arcos q~ se ubican en la bandz y uñen A y B.
S~ ai desarrollar la banda en el ;::>lano, los puntos A y B pasan en A' y B'.
entonces el arco AB pasará er. el arco que une en e! plano A· y B'.
y éste será el arco más corto en comparaci6n con lo; arcos planos
q•
\
FIG. 40.
~ F1G. 41.
- - ---- - - -- - - - - -· ---------- ----
vecinos que unen Jos mismos ;:-untos: por lo tanto. A.B pasará en el
segmento A' B ".
COLORARIO Recortemos en ~a superficie esférica un;; banda estrecha
alrededor del círculo mayor y, cesp ués de cortarla. desa:rollémosla en el
plano. La banda se transformar.:. en una banca plana recta: en la línea
central de la ultima pasará el =irculo ma~ or. \"íceversa. si arrollamos
la banda estrecha plana y rec~ (cinta) en ia superficie de la bola. ella
caerá en esta superficie por el c.rculo ma~or (fig . 39).
Veamos ahora en qué se cc-nvertirá la banda estrecha. que contiene
un arco del circulo menor q tes decir. de una circi:nferencia ea la
superficie de la bola, distinta de-: circulo ma~or).
Notemos previamente Ja sig uiente circunstancia. Partiremos una
superficie cónica con un plano ~erpendicular al eje del cono. Este plano
cortará la superficie cónica por •a circunferen:ia q. Los segmentos de las
generat:ices entre el vértice O c~I cono y la circunferen:-2 q son iguales
(por ejemplo, en la fig. 40 O.~ = OB = OC). Si corta.-nos la superficie
cónica a lo largo de la genera..:riz OC y desarrollamos esta superficie
en el plano, la circunferencia q pasará en el arco de ¡¡, circunferencia q'
cuyo radio es igual a OC. La banda estrecha en la s:ipcrficie del cono,
que tiene por su linea central La circunferencia q. se dtsarrollará en el
plano en una banda cuya li nea central será q' (fig. 41).
 40 41

Volvamos a la superficie esfCrica (fig. 42). Tracemos el diámetro AB bola a Jo largo de la circunferencia Pi (esta banda en la superficie
por el centro O 1 del circulo menor p 1 y por el centro O de la bola· cónica está formada por el giro del segmento de la tangente con el cual,
t~acemos el circulo mayor p de diámetro AB, que se interseca con ei según nuestros razonamientos, coincide el arco C 1 C 2). Si cortamos esta
circulo menor Pi en el punto C. Sean r radio de Pi R radio de la banda por C 1C 2 y la desarrollarnos en el plano, la circunferencia Pi
bola, a ángulo 0 1 CO. Tenemos en este caso ' pasará en el arco de una circunferencia, cuyo radio l es igual a CD:
r l = Rr •
cos '.X= - .
R ¡/R2 _ ,2
Tracemos la tangente CD él p c:n c:i punto C hasta que se corte en mientras que Ja banda estrecha en la superficie esférica, que tiene la
el punto D con la prolongación del diámetro AB. Se tiene: L CDO = circunferencia p1 en calidad de su linea central, se desarrollará en una
banda plana que rodea d arco de Ja circunferencia de radio l.
o Viceversa, enrollemos en Ja superficie de la bola de radio R una
banda estrecha que tiene por su linea central un arco de la circunferencia
de radio l. Esta caerá en la superficie esférica a lo largo del circulo
menor. El radio de este circulo se determina de la ecuación
Rr
l=---,==~
¡/R2 _ ,2
No es difícil hallar que
Rl
r =~===
i/R2+12

FIG . -42.

= L O,CO = :x (a consecuencia de la perpendicularidad de los lados de

estos ángul os). Del triánplo OCD tenemos:

eD = R ctg :x = R cos a
¡11 - cosl a
= R [ -r :
R
11 (Rr )
1- -
2
] rR
= ~=--
¡/ R2_,2·
Hagamos girar el dibujo alrededor del eje AB. La recta CD forma una
superficie cón_ica: la circunferencia p describirá una bola de radio R.
Estas superficies cónica y esférica se tocan por la circunferencia Pi·
El arco ~ueño . C •. e 2 del círculo p, que contiene el punto c. se
lo puede cons~derar coincidente con un segmento pequeño de la tangente 1).
Durante el giro de este arco alrededor de AB él describirá una banda
esférica que contiene el círculo menor p 1 • Esta banda se Ja puede
considerar coincidente con Ja banda en el cono 21, que se toca con nuestra

•> Coincidente, si despreciamos de infinitésimos de los

órdenes superiores en comparación con Ja longit ud C i C 2 •
21
Coincidente en el mismo sentido.
 42 43

CAP ÍTUL O II. CIERTAS PROPIEDADES curva q y el otro, .B, en Ja curva q 1 (fig. 46). Supon
dremo s las
DE LAS CURVAS PLANAS Y ESPACIALES líneas q y q inmóviles y rígida s. Consi derare mos un
1 hilo elástico
Y LOS PROBLEMAS COR RESP OND IENT ES r, uno de los extrem os del cual A desliz a por
la curva q y el
otro extrem o, B, por q (se puede imagi nar, por ejemp
1 lo, que en
§ 5. TANG ENTE Y NORM ALES A LAS CURVAS el punto A se tiene un anillo peque ño a través del
PLAN AS cual se ha
Y LOS PROB LEMA S CORR ESPO NDIEN TES
q
l. TANGE~'TE A ü~A CURVA. Sea dada en un plano o en
el espaci o
una curva q que lleva el punto A {fig. 43). Exami
nemos otro
punto B en la misma curva. Unam os los punto s
A y B con la
recta n. Esta recta se denom ina secante. Hagam os aprox
imars e el
p~nto B hacia A, despla zándo lo por la curva
q; en este procedi-
miento la secant e n girará alrede dor del punto A.
Precisamente,
cuand o el punto B ocupe sucesi vamen te las posici
ones de Jos
puntos B ., B 2 , B 3 • ••• , Ja secan te n va a ocupa r
las posici ones
de las rectaS AB 1• AB 2 , AB 3 , •• . Cuand o el punto
B tienda al
punto. A, la secant e n tiende a una posición límit,.
r-:-~r~~~t:?¿:::.
por cierta recta n0 • Esta posición límire de la secant
e. la recta n0 ,
'
se denom ina tangen te a la curva q en el punto A.
Imagi némon os que por la curva q se mueve un punto FIG. 43.
mater ial
que se despre nde de la curva en el p11 nt0 A
. .\! h::hr:-c;r
: : -,. -~.. .::..:..,, w: f>" ui-· c.w¡Jcaua c::1 mov1m1ento por inercia a lo.
largo de la tangen te 110 a nuestr a curva en el punto
A.
2: NORMAL Supon gamos ahora que ia curva q está dispue
en cierto plano (tal curva se llama rá curva plana). sta
Se denom ina
normal a la curva q en el punto A a una recta
M}I/ que pasa
por el punto A y es perpendicu lar a la tangente n
0 a la cur\'a q
en este punto (fig. 44).
~· DISTANC1 ..\ MÁS CORTA ENTRE DOS CURVAS. Exam
inemos un punto A,
capaz de despla zarse sólo por la curva q. Sea P
la result ante N
de las fuerzas., que actúan sobre el punto A (lig. 45).
Desco mpon-
gamos la fuerza P en dos compo nentes : Ja compo FIG . '4. FIG. 45.
nente rangenre
Pi {dirigida según la tangen te a la curva q en el
punto A)
y la compo nente normal P 2 {dirigida por la norma l a pasad o Ja curva q; en el punto B se encue ntra otro
la cur\'a q anillo en el
en el punto A). La comp onent e tangen te desplaza
el punto A que está pasad a la curva q 1 : en estos anillo s están
por la curva q. Por esto, el punto A se encuentra lij~d-~s los
en equilibrio extremos del hilo). El hilo r se esfuerza ocupa r la
si la compo nente tangen te P 1 está ausente, es decir, pos1c1 0~ . ~n
si P coincide que su longit ud será mínim a. Sea A B precis ament
con P 2 y, por tanto, la fuerza P está dirigida por 0 0 e esta p os1c1on
la normal a la y el hilo se encue ntra equili brado . Obvia mente , A 0 B es u.n
curva q en el punto A. 0 segmi:nto
rectilíneo que une los punto s A en q ·y B , en .q 1
Exam inemo s dos curva s q y q ; b'uscar emos Ja 0 0 (s1 esta linea
más corta no fuera un segme nto rectilíneo, se Ja podrí a a~ortar,
1
de las líneas r, un extrem o de las cuales A se encue .cons~_vando
ntra en Ja las posiciones de sus extrem os). Dado que el hilo esta
eqmh brado
en la posición A 0 B 0 , está en equilibrio su extremo A 0 . El punto
A 0 es accionado por la fuerza de tensión dirigida según el segmento
AoBo. En virtud de la condición de equilibrio de un punto en la
curva, obtenida anteriormente, el segmento A 0 B0 es la normal
a la curva q en el punto A 0 • De manera análoga se prueba que
este segmento es Ja normal a la curva q 1 en el punto B0 .
Así pues, la línea más corca de aquellas que unen los puntos
de dos curvas es la normal común a estas curvas.
De modo igual, la linea más corca de las lineas, que unen el
punio A con la curva q¡, es la normal a la curva q, trazada del
punto A .
q
FIC. 46.
4. PROBLEMA DE REFLEXIÓN. Sea q una curva fija. Examinemos
toda una serie de curvas ACB que unen dos puntos dados A y B
y tienen el punto C, común con la curva q, o, como suele decirse,
-
las curvas unen los puntos A y B, reílejándose de la curva q.
Consideremos el hilo ACB cuyos extremos A y B están fijados
y cuyo punto C se desplaza por Ja curva q (fig. 47).
Sea AC0 B una línea más corta de todas líneas que unen Jos
puntos A y B, re"ejándose de curva q (C 0 es un punto de la
curva q~ Ocupanao Ja posición AC0 B, el hilo está equilibrado.
Es evident_ que ambas partes, AC0 y C0 B, de Ja línea más
corta son segmentos rectilíneos. El punto C 0 del hilo en Ja curva
está equilibrado. Este punto se encuentra bajo la acción de las
fuerzas de tensión cuyas magnitudes son 1): la fuei:za T 1 , dirigida
11
La fuerza de tensión es i_gual para todos los puntos
del hilo.
según el segmento C 0 A, y la fuerza T 1 , dirigida por el segmento
C0 B; su resultante T 0 está dirigida según Ja bisectriz del ángulo
AC0 B. En \ista de la condición de equilibrio T 0 está dirigida por
la normal a la curYa q en el punto C 0 . Quiere decir, La bisectriz
del ángulo AC0 B es Ja normal a la curva q en el punto C 0 .
La línea más cona de todas las curoos, que unen los punios A
.r B reflejándose de la curro q, es la quebrada AC0 B con vértice
C0 en la rurra q. en el cual la normal a esta curoa coincide
co;; la bisecrri: del ángulo AC0 B.
5. LAS o :STAt'OAS MÁS CORTAS EN UN REONTO. Consideraremos los
recintos en un plano, limitados con ciertas líneas. Los recintos
pueden ser finitos 1:-ecinto 1 en la fig. 48) e infinitos (recinto II
FIG. 47.
en la misma figura. que se obtiene excluyendo el recinto 1 del
plano).
Buscare:nos una línea más corta de las que unen en el
recinto J. dos puntos A y B, pertenecientes a este recinto. Esta
linea AB es la posición de equilibrio de un hilo ílexible que se
encuentra dentro del recinto 1 y está fijado en los puntos A y B,
·~
con la particularidad de que la frontera del recinto Ja •amos
a considerar vallaea. El hilo puede contener las partes de la
frontera q del recir.· , /.
Sea s0 = AD 1 E 1 D 1 E 2 ;....:...: Dn§!J la más_corta de las líneas s.
Consiste de las pa;tes E 1 D:. E1D2, ... , E.D. de la frontera (en
la fig . 48. n = 3) y de las líneas ADi. E 1D 2 , ••• , E.B que se
... ubican íntegramente (excluidos los extremos) dentro de J. Obvia-
'
mente, cada una de las líneas ADi. E 1D 2 , ••• , E.B es un segmento
rectilíneo.
t•
.(

46
Cada parte de la frontera D 1Ei. D 2 E2, ... , D.E., que es parte
integrante de s0 , gira su convexidad hacia J. En efecto, para todo
tramo ce·. lo suficienteme nte pequeño, de la frontera q, que gira su
convexidad hacia JI, Ja cuerda CC' se dispone en J. Esta cuerda
es más corta que el arco CC: por eso, si la línea s0 contuviera
tal arco ce· de la frontera, podríamos acortar so. sustituyendo
el arco ce· por la cuerda ce dispuesta en el dominio l.
q (fig. 50). En el punto A de esta curva tracemos la tangeme KL
A
E1
FIC. 48. FIC. "9.
Así pues, la línea más corta sólo pued~ contene: .las partes
de Ja frontera que giran su convexidad hacia el dom1ruo l.
Los sel!mentos AD 1 • E 1 D 2 • ••• , E.- 1 D•. E.B, integrantes de so,
tocan Ja 'éurva q en los puntos correspondie ntes Di. E¡, D2 ,
E2 , •.. , D,., E. (fig. 4 S). . FI C. 50.
---
En efecto, en el punto D 1 , por ejemplo. convergen dos panes
del hilo; segmento AD 1 y la parte D 1 E 1 de la curva q. La tens1on
y de Ja parte AD 1 está dirig~ por el segmento D 1 A (fig. 49)
1
y Ja tensión T2 de la parte D 1 E 1 está dirigida por la tangente
a q en el punto D1.
. . . .
Si el áneulo formado por las direcciones T 1 Y T 2. es d1sunto
de 180\ Ja - res~Jtante T 0 de las fuerzas T 1 ~ T 2 .d.esplazara el
punto D (fig. 49), es decir, el hilo no estara equilibrado. Este
1
ángulo es igual a i ro=, esto es, el segmento AD1 se toca con q
en el punto D 1 •
Así pues, Ja línea más corta que une los puntos A Y B en el
recinto f consta de los segmentos de las tangentes AD¡, E1D2, · · ·
1 ....
47
... , E.B y de los tramos de la frontera D 1E¡, D 2 E , ... : D.E.
2
que giran su convexidad hacia el recinto / .
Al considerar las lineas ILás cortas en la superficie poliédrica (en la
pág. 12) se hizo una especifica=ión referente a la disposición de un.a recta
en un desarrollo. A base del material expuesto en este punto se puede
desistir de la limitación impuesta arriba.
~ 6. ALG UNOS CONCEPTO S DE LA TEORÍA
DE CURVAS PLANAS Y ESPACIALES
l. CIRCL"XFERE!\CIA OSCUU..DORA. Sea dada una curva p~ana q
y la normal MN ; tracemos también toda una serie de circun-
ferencias que se tocan con Ja recta KL en el punto A (es decir,
que a la par con q tiene;: la tangente común en el pm: :o A).
ri \
. ,, ....... .
l 1(
N
.. Es evidente que los centros de estas circunferenci as se di570nen
en la normal M N.
Entre todas estas circunferenc ias existe una que es la más
1
~ próxima a Ja cur\'a q en el punto A. En nuestro dibujo esta
circunferenci a es r y se deno:nina circunferencia oscula.tora. E arco
menor BC de la curva q. que encierra el punto A, se puede
tomarlo, aproximadam ente por el ª!9º de la circunferenci a oscu-
t ladora r . Cuanto menor es el arco BC, tanto mayor es Ja exactitud
con que podemos sustituirlo por el arco del circuló r . El punto O,
que es el centro del circulo r, se denomina, a veces, cenrro de
f-
¡f
 48
curvatura. Pues bien, el arco menor B C de la curva q, que
encierra el punto A, se lo puede considerar aproximadamente
como arco de una circunferencia cuyo centro se ubica en el centro
de curvatura, es decir, en el punto O.
El centro de un circulo se dispone en el punto de inter-
sección de dos sus radios y, como los radios son normales del
circulo, podemos decir que el centro de un círculo se encuentra
en el punto donde se intersecan sus normales.
FI G. 51. FIG. 52.
- - - - -·- - -- ·------ - --·- - ---·-
Examinemos ahora una curva arbitraria q, un punto A en esta
curva y un arco menor BC que encierra dicho punto (fig. 51).
Este arco puede tomarse aproximadamente por un arco de Ja
circunferencia osculadora en el punto O. ¿Cómo se halla el centro
de esta circunferencia (el centro de curvatura)?
Puesto que consideramos aproximadamente el arco BC como
arco de la circunferencia osculadora, podríamos indicar el siguiente
procedimiento para construir el centro d e curvatura. Tracemos
una normal a. la curva q en el punto A y en algún otro punto
A 1 de la curva, próximo a A. Estas dos normales se intersecarán
en el punto 0 1 • Si tomamos nuestro arco BC por el arco de la
circunferencia osculadora, entonces, el punto O¡, según lo anterior,
será precisamente el centro de Ja circunferencia osculadora (centro
de curvatura).
. --
OBSERVACIÓN . Nuestra construcción del cent ro de la circunferencia
osculadora será aproximada. Cuanto menor es el arco BC, tanto más
precisa es la construcción. Podemos determina r (exactamente) el centro
49
de curvatu~a de la curva q en el punto A como una pos1c1on Emite
a la cual tiende el punto de intersección de la normal en el punto A
con la normal en el punto vecino A¡, cuando el punto A 1 tien~ al
punto A. Cuanto más próximo al punto A es el punto A ¡, en el cual
levantamos otra normal, tanto más próximo es el punto O¡, donde se
inters~n dichas. normales, a la posición límite, esto cs. al punto O.
Una rucuoíerencia osculadora se puede determinarla como circunferencia
de radio OA con el centro en O. •
EJEMPLO. En la fig. 52 están construidos, aplicado el métcxlo
aproxjmado, los centros de curvatura y circunferencias osculaó..:>ras
en los vértices B y A de una elipse.
FIG. 53. FIG. 54.
2. CURVAS ESPAOALES. Hasta ahora hemos considerado las cu~as
en un plano. Pasemos ahora al estudio de las curvas en un
espacio. Advertiremos que existen curvas que no pueden C<?.ber
en el plano. Tales son, por ejemplo, lineas helicoidales.
Su~ongamos,..en eí~o, que está dada una linea helicoidal q = la
superlicie de un etlmdro; s1 la linea q estuviera dispuesta en cierto plan..."' Q.
sería la linea de intersección de este plano con el cilindro. Son pos::,fes
dos casos: o bien el plano Q se intcrseca con el eje del cilindro. o bien
el plano es paralelo al mismo eje. Si el plano se interseca con e· eje
del cilindro, cortará este último por una curva cerrada (eli pse. ,ease
lig. 53) y no por la linea helicoidal que no es cerrada. Si. e1. \:!UI:bio.
el plano es paralelo al eje del cilindro, cortará su superficie a lo !.irgo
}.
de dos rectas o, tocando la superficie del cilindro, tiene con ella una
recta común, o bien, por fin, no se interseca con el cilindro. En todo
caso la linea helicoidal no puede ser linea de intersección del plano con
la superficie del cilindro.
L a tangente a una curva espacial se. determi~a igual que en
el caso de una curva plana. Llamaremos normal a la curva espacial
4- 20
,.
1
q en su punto A a toda recta que pasa por el punto A y es
perpendicu lar a la tangente en este punto. Más, en cualquier punto
de la recta se puede levantar en el espacio una infinidad de
perpendiculares. Por esto, existe una infinidad de normales en el
punto A de la curva q: ellas llenan todo el plano, perpendicu lar
a la tangente en el punto A (lig. 54).
3. PLANO OSCULAOOR. Tomemos en la curva q el punto A y la
recta MN, tangente a la curva q en este punto (fig. 55). Sea A
1
un punto en la curva, muy próximo al punto A. El pequeño tramo
AA 1 de la curva espacial q puede ser considerado, aproximad a-
q'
"
flC. SS.
mente, como un arco de la curva plana. El plano Q que pasa
po:· la tangente M /\. y por el punto A 1, se lo puede considerar ,
aproximad~ente, como un plano en el cual se dispone el arco
pequeño AA 1 de nuestra curva. El plano Q se denomina plano
osculador a la curva q en el punto A .
OBSERVAOÓ N. Demos la definición exacta del plano osculador. Tracemos
el plano Q' que pasa por la tangente M N a nuestra curva en el punto A
y por otro punto A 1 de la misma curva. Supongamos que el punto A
tiende al punto A , desplazánd ose por la curva q; en este caso el plano
1 rectas tangentes en el punto A a las curvas que se ubican en la
Q' irá girand0 alrededor de M N y tenderá al plano limite Q. Este plano
limite se llama plano osculador. Si el punto A 1 está muy próximo al
punto A, el plano Q. que pasa por M N y el punto A i. será muy
próximo al plano límite Q. Por esta razón, tal plano Q' puede considerarse,
aproximadamente, como plano osculador. .
,.
4. NORMAL PRINCIPAL. Se llama normal principal a la curva q en
el punto A a una normal AT dispuesta en el plano osculador
(fig. 55).
Si la curva q se encuentra íntegramen te en el plano Q
(es decir, si la curva q es plana), Q será el plano osculador para
todos Jos puntos de la curva q, mientras que las normales a q,
dispuestas en este plano, son sus normales principales.
5. ORCUNFERE NCIA OSCULADOR A PARA UNA CURVA ESPACIAL. El pequeño
arco de una curva espaciai que contiene ei punto A, se lo puede
considerar , aproximad amente, como arco plano dispuesto en el
plano Q que se toca con la curva q en el punto A. Pero, todo
arco plano, en su turno, puede considerarse, aproximad amente,
como arco de la circunferen cia osculadora (que está dispuesta
en el mismo plano y tiene con la curva una tangente común).
Por lo tanto, el pequeño arco de la curva q, que encierra el
punto A, se lo puede considerar , aproximad amente, como arco
de cierta circunferen cia en el plano osculador (fig. 55). Esta
circunferencia se llama circunferen cia osciiladora de una curva
e.~parinl. Su centro f) ~e '!!!C~entr2. en !a ~Orüt~! priricipc: é !a
curva. Así, los pequeños tramos de las curvas planas y espaciales
pueden considerar se como arcos de las circunferencias osculadora s.
Cuanto menor es el arco de la curva, canco mayor es la precisión
-:-on aue lo:; :xrcos dr. In rornn r:1J1:. 1 .~·: .,,.,:,•• :. ,." h• ·• :~ . ~--~­
de las circunferen cias osculad"oras.
Toda esta informació n se necesita para las considerac iones
posteriores.
§ 7. ALGUNOS CONCEPTOS
DE LA TEORÍA DE LAS SUPERFICIES
l. PLANO TA:-.GENTE y LA NORMAL A UNA SUPERFICIE. Examinem os una
superficie S y un punto A en esta superficie (fig. 56); un pedazo
pequeño de la superficie alrededor del punto A se lo puede
considerar , aproximad amente, como un pedazo del plano Q que
se denomina plano tangente a la superficie S en el punto A.
El plano tangente Q es un plano en el cual se disponen las
superficie S y pasan por el punto A.
Si trazamos en S dos curvas q y qlt que pasan por el punto A
y tienen en este punto tangentes no coincidentes, IL y MM i.
1
entonces el plano tangente Q será el que se determina por las
rectas U 1 y MM 1 •
4'
 52
Se llama normal a la superficie S en el punto A a una recta
que pasa por A y es perpendi cular al plano tangente Q en el
punto A de Ja superficie S.
La normal Af·; a la superficie sirve de normal a todas las curvas
que están dispuestas en esta superficie y pasan por el punto A
(en el caso general no será su normal principal en este punto).
EJEMPLOS. La normal a la superficie de una bola en cierto
punto
de ésta es el radio de la bola en dicho punto.
N por lo cual para que el punto A esté equilibra do en la superficie
53
2. COS D ICIONES DE EQUILIBRIO DE U !' PUl\TO EN UNA SUPERFICIE.
Examine mos un punto A , capaz de trasladars e sólo por la super-
ficie S. Sea P la resultant e de las fuerzas que actúan sobre este
punto (fig. 57). Designem os con P 1 Ja compone nte tangente de
la fuerza P (es decir, la compone nte que se dispone eQ el plano
Q tangente a S en el punto A~ y con P2 , la compone nte normal
dirigida por la normal a Ja superficie S en el punto A. La compo-
nente tangente P 1 hace desplazar se el punto A por Ja superficie,
es menester que sea nula la compone nte tangente P 1 • Esto significa
que la fuerza P coincide con su compone nte normal P . Así pues,
2
para que el punto A escé equilibrado en una superficie es necesario
que la resultance P de las fuerzas que ac1úan sobre el punco A,
sea dirigida por la normal a la superficie en este punto.
3. ALGL':"'OS PROBLEMA S REFERE:-.TES A LAS LINEAS ESPACIALES MÁS CORTAS.

..
Hállese la linea más corta que une los puntos de dos curvas

r --~'Í-----~'~-- '5
{...:)jJ4\..J c:tJC~.

'('/ Reiterand o los razonami entos del punto 3, del § 5, nos conven-

·,--------·
s -- - ' \ ceremos de que la línea más corta que une los puntos de dos
I s --.J -------- -- ---\ curvas, es un segmento de su normal común.
. ........____,
FI G. 56.
- -----
.
FIG. ~.
1::· ; :·-: ·-·..:!. ·:-, ~: ::::,: ,: . 1 -

es un segmento de su perpendi cular común.

.. "-r'•~ ..... L ....... ~O. ~Í.>-.C.u ....
entre los puntos de dos rectas en el espacio (que no se intersecan)
:w u t~.l ~Vi Ú:\

Por fin. análogam ente se puede demostra r que la distancia

más corta entre dos superficies es un segmento de su normal
común.
La normal a la superficie de un cilindro en cierto su punto
es el radio de una sección circular del cilindro en este punto.

OBS ERVACIÓN. No es obligatori o que una curva tenga tangente

en cada
uno de sus pu ntos. Elijamos por ejemplo, una línea quebrada. Para ella
no se puede determina r una tangente en su vértice. Del mismo modo.
no es obligatori o que una curva espacial tenga algun plano osculador
y una superficie, algún plano tangente y una normal, etc. Por ejemplo,
una superfici! cónica no tiene plano tangente, ni tampoco normal al
v~ice del co no.
Limitémon os en lo ulterior sólo por las curvas ~suaves·•, es deci r. por
las curvas que en cada de sus puntos tienen Ja tangente, el plano
osculador, el centro de curvatura y también por las superficies ··suaves",
es decir, por aquellas que tienen ·normal ·en cada uno de sus puntos.
En una superficie sólo examinam os las curvas "suaves".
 _,.....
~
CAPÍTUL O III. LÍNEAS GEODÉSICAS
§ 8. TEOREMA DE J. BERNOULL I
SOBRE LAS LÍNEAS GEODtSICAS
l. EQVILIBRIO DE UN HILO ELÁSTICO El"·LA SUPERFIOE. En cierta superficie
S están dados dos puntos A y B. Estos puntos pueden unirse
con una infinidad de las lineas dispuestas en Ja superficie. Entre
todas ellas existe una linea más corta q. Nuestra tarea es explorar
las propiedades de esta línea más corta.
Imaginémon os un hilo de goma tendido en la superficie
y ftjad o en Jos puntos A y B (fig. 58). Al adquirir la forma de la
linea más corta q, este hilo se pone equilibrado. En efecto, si
lo sacamos de Ja posición q, haciéndolo cambiar algo de forma,
f'IG. 58.
a1arg-....1os ei hilo y este, en su aspiració n de reducirse, tomará
de nuevo Ja posición de q. Por consiguiente, el hilo dispuesto por
la linea más corca q estará en la posición de equilibrio y este
equilibrio será estable.
Empezaremo s con el estudio de la linea de equilibrio de un
hilo elást ico en una sup •!rficie.
Examinemos , al principio, el hilo AB que tiene ,.!_a forma del
arco de una circunferenc ia (fig. 59). Sobre el tramo CD de nuestro
hilo actúan las tensiones de las demás partes del hilo, precisamente
en el punto C actúa la tensión de la parte CA del hilo. en el
punto D, Ja tensión de la parte DB. Estas tensiones están
dirigidas p N ías tangentes en los puntos C y D. D esignémolas
por Pi y P 2 • Las fuerzas P 1 y P 2 son iguales en su valor. de lo
-
contrario Ja pane CD del hilo no quedaría en el estado de equi-
librio. H allemos Ja resultante de las fuerzas Pi y P 2 •
Sea M el punto de intersección de las tangentes en los puntos
C y D (según estas tangentes están d idgidas las fuerzas P 1 y P 2 ).
Traslademos las fuerzas P 1 y P 2 en el punto M . Es fácil ver
que Ja resultante estará dirigida hacia el centro O de Ja circun-
ferencia (en la cual ~ dispone el hilo AB). Designemos con E
el centro del arco CD. La .!esultante de las fuerzas de tensión,
que actuan sobre el arco CD, pasa por el centro E de este arco
y está dirigida por el ~dio EO. Dado que el radio EO constituye
una normal al arco AB en el punto E, en definitiva <>btenemos:
In rP.~11/canre de }_as fuerzas de tensión que actúan sobre el arco de la
circunferencia CD, pasa por el centro E de este arco y está dirigida
según Ja normal a la circunferencia en el pumo E.
D
,...._
...... . M
.E - - - N
e
'I
flG. 59.
Consideremo s ahora un caso general. En una superficie está
tendido un hilo de goma que es fijado en los puntos A y B
y toma la forma de la cun·a q.
Elijamos un tramo pequeño CD de este hilo 1). Sobre CD
actúan las fuerzas de tensión Pi y P2 , aplicadas en los puntos
C y D y dirigidas según las tangentes a q en estos puntos.
Podemos tomar el arco pequeño de nuest ra curva por un arco
de la circunferenci 2 o~culadora en el centro E de este arco.
El radio EO de dicha circunferencia está dirigido por la normal
principal a la curva q en el punro E. La resultante de las fuerzas
de tensión que actúan sobre el arco de la circunferenc ia irá por
11 Por ser CD
muy pequeño, pode~os tomarlo por un
arco de la circuníerencia y utilizar el mismo dibujo 59.
 56
el radio que pasa por el centro de este arco, en el caso dado
por el radio EO. Así, la resultante de las fuerzas de tensión, qu;
ac1úa11 sobre el arco pequeño CD de nuestro hilo, pasa por su centro
E _r está dirigida por la normal principal EO en el punto E.
Ahora ya no es dificil ballar las condiciones bajo las cuales
el hilo queda equilibrado. Si el hilo se encuentra en el estado
d:_ equilibr io, está equilibrada, entonces, cada su parte menor
CD. Para que el a rco CDesté equilibrado es necesario que esta
resultante sea dirigida según Ja normal a Ja superficie. Las fuerzas
de tensiór1. que ~ct~an so bre CD, tienen Ja resultante dirigida
p~r la n ormal p~m CJpal EO ~ la curva q. Quiere decir que Ja
misma recta EO u e ne que ser simul táneamente Ja normal principal
a la curva q en el punto E y la normal a la superficie S en este
punto.
Obtenemos el teorema siguiente: para que un hilo elástico q,
rendido en la superf icie S. esré equilibrado, es necesario que en
cualquier pumo A de este hilo la normal principal en A coincida
con la normal a la superficie.
2. LÍ1'EAS GEODESICAS Se llama línea geodésica en la superficie S
a _un~ línea q tal que en cada su punto la normal principal
comcide con la nar-mal a la .'>Uperficie.
..,.. ,.;1.c u !:f"vucs 1..a purút: ae1erm1narse 1guai que una Linea
superficial en la cual el plano osculador pasa, en cada uno de sus
punros, por la normal a la superficie en dicho punto. Efectivamente,
sea A un punto en la curva q dispuesta en la superficie S.
La normal a la superficie en el punto E es, en el mismo tiempo,
la normal a la cu:-va q en este purno; esta normal será normal
principal, si está dispuesta en el pl2.no que se toca con q en el
punto A.
El teorema dem ostrado más arriba puede enunciarse así:
Vn hilo rendido en la superficie estará equilibrado, si e:>tá
dispuesto a lo largo de la linea geodésica de esca superficie.
EJEMPLO 1. En la superficie de un cilindro los hilos tendidos
se dispond rán, como nos :.vencimos más arriba, a lo largo
de las líneas helicoidales. Es por esJ que las líneas helicoidales son
lineas geodés icas en la supeif¡cie del cilindro. Las normales princi-
pales a las líneas helicoidales coinciden con normales a la super-
ficie del cilindro. mientras que las normales a la superficie del
cilindro son radios de las secciones circulares. Así pues, las normales
principales de las lineas he licoidales són los radios de secciones
circulares.
57
EJEMPLO 2. Aclaremos en qué caso una curva p lana q puede
ser línea geodésica en cierta superficie S. Designemos con Q un
plano en el que se dispone Ja línea q. Para Ja curva plana q
el mismo plano Q sirve de p lano osculador en todo _punto de la
curva.
En virtud de la segunda definición de la línea geodésica, si
la curva q es una línea geodésica.. entonces las normales a Ja
superficie S en Jos puntos de la curva q se deben disponer en su
plano osculador, es decir, las normales a la superficie S en Jos
puntos de la curva q deben disponerse en el plano Q.
EJEMPLO 3. Examinemos la superficie de una bola. Cortemos
esta superficie con el plano Q que pasa por el centro de la bola.
Obtendremos el así llamado círculo mayor en Ja superficie de la
bola. El círa.do mayor es la línea geodésica en la superficie es]erica.
E n efecto, las normales a Ja superficie de Ja bola en sus puntos
están representadas por Jos radios de la bola. Los radios en Jos
puntos del círculo mayor se disponen en el plano de este círculo.
Tenemos el caso de una curva plana en la su!lerficie en cuyos
puntos las normales a Ja superficie se disponen en el plano de
esta curva. Acabamos de convencernos de que tal curva plana
es una línea geodésica.
Si cortamos la bol? con el p)ar>o Q ; . '!!'": no ~'l~ ?:>Or el
ccmro oe 1a 001a, obtenaremos un círcuio menor en Ja supert1cie
de la bola. Puesto que las normales a la superficie de la bola
(es decir, los radios de la bola) en los puntos del círculo menor
no están en el plano de este círculo, el círculo menor no es la
línea geodésica en la superficie de Ja bola.
Un hilo de goma tendido tenso por un arco del círcul0
mayor estará en el estado de equilibrio. Al tenderlo, en cambio,
por un arco del circulo menor, se deslizará de este arco, dado
que oo se encontrará equilibrado en esta posición.
TEOREMA DE JOHA~~ BERNOL'LLI. La línea más corta de todas las que
unen dos pumos en la superficie, es un arco de la línea geodésica.
Ya poseemos la demostración del tco::ema de Bernoulli. En
efecto, por un lado hemos demostrndo que las líneas, según las
cuales se disponen los hilos tendidos en una superficie y equilibrados.
son líneas geodésicas. Por otro lado sabemos que un hilo de goma
en una superficie, sujetado en los puntos A y B de esta superficie
Y dispuesto por una línea más corta que une dichos puntos, se
encuentra en el estado de equilibrio (un!l serie d~ otras demostra-
ciones elementales se puede encontrarlas en el folleto de
M. Ya. Vigodski "Geometría diferencial", Gostechizdat, 1949~
 OBSERVACIÓN. Por los puntos A y B en la superficie de una bola
tracemos el círculo mayor q. Los puntos A y B lo dividen en dos arcos
-.. ,-..
(fig. 60): el arco A..\lB y el arco A .NB. Ambos estos arcos so n lineas
geodés~s que unen los puntos A y,-..B.
Sea el arco
que ANM. Entonces.. evidentemente, AMB es el arco más corto en la super-
_._
ficie de la bola que une los puntos A y B; el arco ANB, aunque es una
linea geodésica, no será el arco más corto en la superficie de Ja bola
que une los puntos A y B. Un hilo <le goma tendido en la superficie
''
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1 ~
M N 1t
1
N
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I ne.
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FIC. 60.
de la bola ~('r cu;:!::;.;:er;; .:!:. :.~, '"'~ "· · ·.. .. -~ ~A -····- .
equilibrio. Pero, mjen:ras que el hilo tendido por el arco AMB se eo=uentra
eo el estado de equili brio estable, el hilo tendido por el arco se
-··- -' - · .: . .:.
halla eo el ~ado de equilibrio no es zable. Si hacemos el hilo sali r de Ja
pos1cion A/\"B de r:::odo tal q ue to me la forma di: Ja cun·a AN,B
-..
(fig. 60), próxima a ASB pero más corta que el úllimo, el hilo se cesllzará
por la superficie de 12 bola, a lejándose de la posición ANB.
Así pues, vemos que la propiedad de ser la línea geodésica es una
- corta de la banda, que une dos puntos, pasará en un arco q ue pose(
condición necesaria, p.'ro no suficiente para que Ja línea sea más cen a.
Se puede, sin embargo, señalar que un arco suficiememente peq ueño
de la linea geodésica es siempre Ja linea más cona.
La lí~ea geodésica se puede determinarla como una linea cuyos
arcos sufi cientemente pequeños son líneas más con.a>.
3. "COl':STR UCC10:-.- DE LA U ~A G EODESICA. Hagamos pasar el filo de
un cuchillo p or u112 superficie S. En cualquier momento el filo del
cuclúllo toca la super5cie en algú n punto A (fig. 61). Vamos a man tener
el cuchillo en la posición tal que la normal a la superficie en el punto
de contacto con el filo del cuchillo siempre pase por el plano del cuchillo.
Una linea q. que arañará el filo del cuchillo en la superficie S. será
geodésica. En efecto, examinemos un arco pequeño BC de_ la curva q
arañada por el cuchillo y el punto A en ella. Podemos considerar apro-
ximadamente que el arco Bc
se encuentra en el plano del cuchillo en
AMB más cona el instante, cuando su filo toca la superficie en el punto A. De este
modo, el plano del cuchillo, en el instante de tocarse su filo con la
superficie en el punto A, es un plano osculador de la curva q eo el
punto A. Pero sabemos de lo expuesto más arriba que si el plan? esculador
de Ja curva q pasa invariablemente por la normal a la superficie, la cur va
q es geodésica. Por consiguiente, la curva q es geodésica en nuesrra
superficie.
~
A C~q
E- -- ---- - 3
61. ne. 62.
Para una superficie arbitraria existe _un problema más: de~róllese
una banda estrecha, re~or tada de la superficie, en un plano y, \1ceversa.
enróllese una banda plana en una superficie. Hace falta precisar qué se
W
til"n.-. ~n l"1 1t-nt .. . ..
Sea dáda en una superficie la curva q. Dispongámosla uentro de
una banda estrecha (fig. 62). En genera~ esta banda no puede desa.-rollarse
eo uo plano sin que no se alterco las longitudes de las rurvas dispuestas
- en la banda. No obstante, cuanto más estrecha es la banda tanto menos
serán estas alteraciones relativas ll.
Enrollada la banda estrecha de la superficie en el plano, la hoea mas
la propiedad análoga en Ja banda plana, es decir, en un segmento d_e
una recta. Viceversa. un segmento rectilíneo en la banda plana pasara.
siendo enrollada la banda en la superficie, en el arco más corto en ella.
es decir en una linea geodésica. Por ello, una banda estrecha (una cinta
cuya a~chura es una magnitud ínfima en comparación con su longitud1
que encierra el segmento rectilíneo, caerá en la superficie de ni.;nera . ra.
que e l segmenro de una recia pase en u n arco ?eodésico:. ~l uestra cmta
estrecha caerá en Ja superficie a lo largo de la linea geooes1ca. P o r esta
ra.zón, colocando en la superficie las largas cintas esu:echas. se puede
imagi nar el curso de las lineas geodésicas en la superficie.
1 1 En el lenguaje del análisis infinitesimal las altera-
ciones en Ja longitud de las curvas serán infinitésimos de orden superior
en comparación con la anchura de la banda.
 *9. OBSERVACIONES ADICIONALES
SOBRE LAS LÍNEAS GEODESICAS
1.. ~LANO DE SI~ETRiA. Demos ahora unos ejemplos de las líneas
geodes1cas. Previamente recordaremos al lector una definición:
dos. pu?cos A Y A' se llaman simétricos respecto al plano Q, si
esta_n d1spuesws por los lados opuestos del plano Q, son equidistantes
de esre J' se s1tuan en la misma perpendicular al plano mencionado
(fig.. 63).
. Dos .figuras q Y q' se denominan simétricas respecto del plano Q
~1 a rod,o p_un.to_A de la figura q le corresponde el punro A' del;
.figura q , s1metnco a A respecto de Q, y viceversa (fig. 64).
. _El plano Q se llama plano de simetría de la superfici·e S
dm d e S en d os partes simétricas con relación a Q. ' SI
FIG. 63. FIC. 64.
EJEMPLOS. Para la superficie de una bola el plano de simetría
será cualquier plano que pasa por el centro de la bola
Para las_ supe.rficies de un cono redondo y de un ciiindro los
planos de s1m~~na ser~n aquell_os que pasan por sus ejes.
Para un cilindro CHcu~ar limitado el plano de simetría será
un plano que es perpendicular al eje del cilindro v divide su
altura en dos partes iguales. ' un lazo hecho del hilo de goma de modo tal que el hilo resulte
Para un cil!ndro infinitamente largo (es decir, para un cilindro
cuyas gen~ram~es son rectas infinitas) cualquier plano perpen¿ i.
cular al e1e sera el plano de simetría. · cerrada. Así por ejemplo, un lazo de goma en Ja superficie de
TEOREMA. Supóngase _que la superficie S posee un plano de si mee ría
Q que corta S por la /mea q. La línea q es una linea geodésica de la
superficie 1 >.
11
ficies suaves. Recordamos que estamps considerando solo super-
. cerradas (véanse las superficies de revolución eri el § 10).
Según la suposición, la línea q se dispone en el plano Q.
La línea plana q (véase el ejemplo 2 del párrafo anterior) será
geodésica, si la normal a la superficie S en cualqujer punto de la
curva q se encuentra en el plano Q.
Sea A un punto arbitrario de la curva q (fig. 65). Demostra-
remos que Ja normal a la superficie S en el punto A se encuentra
en el plano Q. Supondremos Jo recíproco: la normal AB a la
superficie S en el punto A no se encuentra en si plano Q.
Designemos con AB' una recta simétrica con AB respecto a Q.
Puesto que AB no pertenece a Q, AB será distinta de AB'.
Mas, Q es el plano de simetría para Ja superficie, y si AB es una
normal a S en el punto A. entonces la recta AB', que es simétrica
a AB, será también normal a S en el punto A. Así pues, la
superficie S posee en el punto A dos normales, Jo que es impo sible.
FIG. 6S. FIG. 66.
Hemos llegado a una contradicción y, consecuentemente, hemos
demostrado que la normal a S en cualquier punto A de la curva
se encuentra en el plano Q. El teorema queda así plenamente
demostrado.
2. LiNEAS GEODt::s1CAs CERRADAS. Si agarramos la superficie S con
en la posición de equilibrio, tomará el hilo una forma de cierta
curva cerrada q. Esta línea q es una línea geodésica y, además,
una bola, si se le comunica la forma del círculo mayor, estará
en el estado del equilibrio. Los círculos mayores en la superficie
de una bola como también las elipses (esto es, meridianos en la
superficie de un elipsoide de revolución) son líneas geodésicas

Si una superficie cerrada S tiene unos cuantos planos de
simetría, cada plano de simetría (en virtud del teorema demostrado
más arriba) corta la superficie p or una línea geodésica cerrada.
Un elipsoide con tres ejes,· AA', BB', CC', que se diferencian
en longitud (fig. 66), tiene tres planos de simetría, cada uno de
~os cuales pasa por dos ejes del elipsoide. Estos tres planos se
mtersecan con el elipsoide a lo largo de tres elipses E¡, E , E ,
2 3
que son tres líneas geodésicas cerradas.
Se pue.de demostrar que en coda superficie cerrada se tienen
por lo menos tres lineas geodésicas cerradas 1l_
. 3._ PR~NOP!O DE HERTZ. Un punto que se mueve en un plano por
merc_1a aescnbe una línea recta (el primer principio de Newton).
Un punto que se mueve por una superficie y que no es accionado
por ningunas fuerzas externas, describe una linea geodésica.
En esto consiste el principio de Hertz. Por ejemplo, un punto
en la superficie de una bola, si no es accionada por ningunas
fuerzas _externas, s~. mueve por el circulo mayor, un punto en la
superficie de un cilmdro, por una línea helicoidal.
·En efecto, la aceleración que P.1tperim'!?"?te !.!r. ¡;:.ir:to que se
mu_e,·e por la _curva q, se la puede descomponer en la tangencial
(onentada se~u~ la tangente a q) y la normal (orientada según
la normal prmc1pal a la curva q). Si están ausentes las fuerzas
externas P.l rm nto que se muev'! oc:- !a curv::; ,, ,¡;.,,..,,, ... • -. -e:-: :'.!
i.u~ci11~1t: .l, soporta soJ.., una reacción de la ·superlicie la que
esta onentada por la normal a esta última. Como la dirección
de la fuerza coincide con la dirección de aceleración, esta última
para nuestro punto ha de coincidir con la dirección de la normal
a la superficie. La normal a la superficie en un punto de la
curva es perpendicular a la tangente a la curva q en el mismo
punto. Puesto que la aceleración está orientada por la normal
a la superficie, es decir, perpendicularm ente a la tangente a la curva
q. la aceleración tangencial es nula. Por consiguiente, el punto
elegido sólo tiene la aceleración normal orientada según Ja normal
principal a q. La dirección de la aceleración es al mismo tiempo
la dirección de la normal principal a la curva q y de la normal
a la superficie S. Quiere decir, estas direcciones coinciden en
cualquier punto de la curva q, de donde se deduce que la curva
q es una línea geodésica en la superficie S.
11
La demostración de este teorema no elememal se
da en el ~rtic~lo "Métodos topológicos en los problemas de variaciones
Y su aplicación a la geometría diferencial de las superficies" por
L. A. Liusternik y L. Shnirehnan. YMH ll, cuadr. J (17), (1947).
63
4. LINEAS GEOOlOSICAS EN UNA SUPERFICIE CON ARISTA. Examinemos una
superficie S compuesta de dos superficies suaves S1 y S2 que se
juntan por una curva s, la que llamaremos arista de la superficie
S (como ejemplo de tal superficie puede servir un ángulo diedro).
Tomemos en la superficie S dos puntos A y B dispuestos en S 1
y S 2 , respectivament e (fig. 67), y sea q0 = ACB la posición de
equilibrio de un hilo elástico en la superficie S. Admitamos que
~. ~
el punto C pertenece a la arista s, y los arcos AC y CB de la
curva q0 , a las partes S 1 y S 2 , respectivamente. Es obvio que
Ac es la línea geodésica en Si. y CB, la linea geodésica en S 2 •
Hallemos las condiciones de equilibrio en el punto de inflexión C.
L
FIC. 67.
empleando el método a que ya concurrimos en el § 8. La curva
q0 es la posición de equilibrio del hilo flex.ible en la superficie S,
sujetado en los puntos A y B.
Designemos con a. el ángulo formado por el arco AC y la
parte CC' de la arista s; con p, el ángulo formado por la parte
CC" de la arista s y el arco CB (es decir, el ángulo formad o por
sus tangentes). Sobre el punto C actúan las fuerzas de tensión:
P,, dirigida por la~tangente al arco éA.,
y P2 dirigida por la
tangente al arco CB. Cada una de estas fuerzas equivale a T.
Las proyecciones de estas fuerzas sobre la tangente IL 1 a la arista
s en el punto C son iguales a Tcos 7. y Tcos p, respectivamente
Y están orientadas en direcciones opuestas. La condición de
equilibrio
Tcos ex= Tcos ~
 .·
nos da
ficie S por las curvas geodésicas. Así pues, las líneas q y q' son
(1)
geodésicas. .
-
Los ángulos, que en el punto de inflexión forman con Ja
arista s los arcos AC y CB, son iguales.
EJEMPLO. Hagamos girar una elipse E alreded~; de su eJe <?&: 69).
Se obtendrá el así llamado elipsoide de revolucion. Sus meridianos
Es natural llamar q0 la linea geodésica en la superficie S. son las elipses iguales a E. Estas elipses son geodésicas.
Si la superficie S consta de varias partes suaves separadas oBSERVAOóN. En la superficie de un cilindro todas las paralelas
por las aristas · son líneas geodésicas; en la superficie de una bola la línea
Si. S2, .•. , s.,
las lineas geodésicas (lineas de equilibrio del hilo ílexibie) en las A
superficies de este género constan de los arcos de lineas geodésicas
que se juntan en las aristas
S¡,S2, ... ,s.
con la particularida d de que en todo punto de Ja juntura se
cumple la condición (1).
Las líneas más cortas en la superficie S son líneas geodésicas.
La propiedad de las lineas más cortas en las superficies poliédricas,
obtenida en el § l, es un caso particular de la propiedad de las
lineas geodésicas (y más cortas) en las superficies con aristas. C'
n r.. ~
La p:-cp:e¿:::~ üi.:m.iuuaua óe ias Jmeas geodésicas en tales
superficies se la puede deducir también del principio de Hertz.
geodésica se representa sólo con el ecuador; en Ja superficie de
un cono ni una de las paralelas es linea geodésica.
& 10. T ÍNEA<: C.EO!)~SJ!"A<::
0
__¿_ -r.-..nc .. 1 .. ~f! ~_..... _ .... -#. _,.,:,.·-· ... _. . ,. ···.- .·; .;.:. . .
. ~· :.~ ; .....,,,. '1
Ll'i LA.;) ::>U.l'.tKflCIE S DE REVOLUOÓ N én la superhcie d~ revolución S. Sean A un punto arbitrari_o
de la línea geodésica q; r la distancia entre el punto A y el CJe
l. SUPERFICIES DE REVOLUCIÓN. Hagamos girar una curva plana q de revolución (radio de la paralela); o: ángulo, formado por la
alrededor de la recta AB que se encuentra en el mismo plano linea geodésica q y el meridiano en el punto ".4·
con q (lig. 68). Como resultado de esta revolución se engendra
..
TEORJ;MA 2 (DE a.AtRAt.m. En todo punto de la /mea geodes1ca q la
cierta superficie S que se llama superficie de revolución. Todo expresié n r sen o: es una magnitud constante:
plano Q, que pasa por el eje de revolución AB, corta S a Jo
r sen o:= e= const. (1)
largo de un par de curvas q y q'. Estas curvas se denominan
meridianos.. Se obtienen de Ja curva q, haciendo girarla un ángulo Al designar con ~ el ángulo, formado por Ja linea geodésica
correspondiente alrededor del eje de revolución. Todo plano y la paralela, Ja fórmula (1) toma la forma
perpendicular al eje corta S por una circunferencia llamada r cos ~ = const.
paralela.
rrn· A L Todos los meridianos de una superficie de revolución El caso parti('"l· ...r del teorema de Clairaut para las superficies
son lineas geodésicas. cónicas y cilíndricas ya fue demostrado (véase el p. 4,. ~ 3).
En efecto, examinemos los meridianos q y q', obtenidos corno Examinemos Ja superficie s.. formada por la revolucion de una
resultado de intersección de la superficie de revolución con el quebrada A 0 A 1 ••• A. alrededor del eje L. La superficie s. consta
plano Q que pasa por el eje AB. Q es un plano de simetría de n superficies S¡, s 2 , .•• , s., obtenidas como resultado de la
de la superficie de rev9lución S, y, pqr lo tanto, corta la super- revolución de los lados correspondie ntes AoAi. A1tl2, · · ·, A.-1A•.
Estas superficies están separadas una de otra por las "aristas"
S- 2()
 66
t¡, t2, ... , t,,_ i. que son para
lelas form adas en la revo lució n
de los vérti ces de la queb rada Ai. A
, ••• , A,. - •
Con side rarem os dos punt os A y 2B 1
línea geod ésica q 0 que los une. Deb
en la superficie y la s.
ido a lo d emo strad o en el
p. 4, § 9, la linea geod ésica q cons
ta de Jos arco s geodésicos
en las superficies de cono s trun0cado s
o de cilin dros
que se junt an a lo larg o de las arist
as
l¡,l 2,· ···t.. - 1
con la parti cula ridad de que los ángu
los, form ados por cada uno
de los arco s geod ésico s emp alma dos
y la "aris ta", son iguales
entre sí. Al desp lazar se a lo larg o de q
0 , el ángu lo ~. que la curv a q0
forma con la para lela, cam bia cont inua
men te, sin salto s (un salto
en el cam bio de este ángu lo podría
ocur rir cuan do la para lela
se c~nvierte en una de las "aris tas",
pero en virtu d del dich o
ante riorm ente, los salto s no tiene n lugar
). Por esta razó n, Ja mag nitud
r cos ~ t~m bii!c va carabiQ¡;dv "vm ioua
rneo te, sm saltos.
Veam os que suce de con la mag nitud reos
zamos por qo. Mie ntra s avan zam os por
13. cuan do nos despla-
una de las superficies
s0 , s •• •. . , s=
la ex¡:iresºi ón- r cos 13 qued a -~nstante
cula r del teore ma de Oair aut ya dem
(en virtu d del caso parti -
ostra do). Al pasa r a travé s
de una de las -aris tas"
t¡, r2 , ••• , r. - 1
esta expr esió n no expe rime nta salto
s. Quie re decir, ella qued a
cons tante en toda la línea q • De
0 este mod o, para todo s los
punt os de la línea geod ésica q se verif
0 ica la corre lació n
r cos 13 = cons t.
Una curv a plan a arbi trari a m pued e
cons idera rse com o curv a
límite para los polí gono ·· insc ritos m,,,
cuan do el núm ero de sus
lados n crec e ilirn itada r.:i..:n te y Ja long
a cero. La supe rficie S, enge ndra da
itud del lado may or tiend e
por la revo lució n de m
alred edor de cien o eje, es un límit
formadas por la re-volución de m,, alred
e para las superficies s.,
edor del mism o eje. Para
las líneas más cort as en las superficie
s S,. se cum ple el teore ma
de Oair aut. De aquí dedu cimo s que
este teore ma se cum ple
también para las linea s más cort as en
la superficie S.
67
CON FER ENC IA 2
CAP ÍTU LO IV. PROBLEMAS REFERE
NTES
A LA ENERGÍA POT ENC IAL DE UN
HILO ESTIRADO
§ 11. MOV IMIE NTO S DE LAS Lf NEA
S •
QUE NO ALT ERA N LA LO~GITUD
DE ÉSTAS
l. ENER GIA POTENOAL DE U1' HILO FLEX
IBLE. Con veng amo s en que
un hilo flexible expe rime nta la tens ión
T igua l en t~os sus p~ntos.
y que esta tens ión qued a inva riabl e
cua~do el ~lo camb ia de
longitud. Dete rmin emo s la ener gía poten
CJal del hilo.
Sea q = ÁÍic una curv a suav e de long
itud 1, que se com pone
de los arco s ÁB de long itud 1 , y
0 Bc
de long itud (1 - lo)jf ig. 70).
Supo ngam os que el hilo, que ocup
aba la posición AB. pasó ,
siguiendo la curv a q, en la posi ción
--.
ABC de mod o_ta l que con el
punt o A sujet o, el punt o B desc ribe
la línea BC de long~t.ud
(1 - 10 ). Exam inem os el trab ajo cum plido
por las f~erzas d7 t~n~10~.
1 Las fuerzas do- tens ión :':tl el ~.11 n.t~·
r. r.~;.!:;-i;:· •.-,r. r .-::··~·¡"\
expr esad o por ro-- io). .
El trab ajo de las fuerz as de tens1. on,
. .
que actu an sobr e el arco
men or EE' de la curv a q, es nulo.
En efecto, la resul tai:te de
estas fuerzas está dirig ida por la norm
al a Ja curva q, mien tras
que el arco EE' se desli za por la prop
ia curv a q. ..
De este mod o, e·, trab ajo total de las
fuerzas de tens1on ~n el
mov imie nto del hil·J se redu ce al trab
ajo de la fuerza aplic ada
·al extre mo B, es decir, es igua l a
T(l - 10 ) = TI - Tlo.
Sea V J_a ener gía pote ncia l del hilo
0 cuan do éste ocup aba la
posic ión AB y V la ener gía po:e ncia
l del mism o hilo en la
posic ión AB~. El 'incr eme nto de la
ener gía pote ncia l V - Vo es
igual al traba jo reali zado ; es deci r,
V- V0 =TI - Tlo
ó
V- Tl = V0 - Tlo ( 1)
s·
 68
Consideramos que, cuando la longitud del hilo tiende a cero,
la energía potencial tiende a cero; por consiguiente, para 10 -+ O
tenemos V0 -+ O, y, por lo tanto, (V0 - Tl0 )-+ O. Pasando al límite
en el segundo miembro de la igualdad (1) para 10 -+ O, obtenemos:
V- Tl =O,
de aquí
V= TI
La energía potencial de un hilo flex ible es igual a su longitud
mu/ciplicada por la tensión.
COR OLARIO. Si al desplazarse el hilo el trabajo de las fuerzas
de tensión es nulo, la longitud del hilo queda invariable. Efectiva-
E"
E'-...--~c¡
A
FU: 7fl
mente, en estas condiciones no ha variado la energía potencial
del hilo, a la que es proporcional la longitud del hilo.
~-~~..:..-. , ..... 1.n.,;., '·l'·•"- ~: \. • ..,,._..bu. : "'•J..n.v '.ivw-.:~;uCv /'l.;,, ::!>\o.o ~~!>J.1.1~
quedando rectilíneo, la energía total de las fuerzas de tensión se
reduce al trabajo de las fuerzas de tensión en Jos extremos de
este segmento.
E trabajo del hilo que mantiene Ja forma de Ja quebrada ACB
se reduce al trabajo de las fuerzas de tensión en Jos extremos A
y B de Ja quebrada y en su vértice C.
2. LINEAS PARALELAS. Dos líneas con normales comunes se deno-
minan paralelas. De ejemplos más simples de las líneas paralelas
sirven las rectas paralelas y circunferencias concéntricas.
TEOREMA l. Los segmentos de las normales comunes entre las
líneas paralelas q y q 1 tienen igual longitud.
Supo~gamos que AB, que es la normal común para las curvas
q y q¡, se desplaza desde la posición A 0 B 0 hasta la posición
A 1 B;, siendo siempre la normal común a las dos curvas (fig. 71).
El trabajo de las fuerzas de tensión en este desplazamiento es
nulo. En efecto, en el extremo A la fuerza de tensión está dirigida
según la normal a Ja curva, por lo cual, al desplazarse este
extremo a lo largo de la curva q, el trabajo de las fuerzas de
tensión es igual a cero. Análogamente, en el extremo B, que es
69
desplazado por la curva q 1 , el trabajo de las ·fuerzas de tensión
es nulo. Así, pues, para nuestro caso del desplazamiento de Ja
normal común el trabajo de las fuerzas de tensión es nulo.
En virtud del corolario enunciado, Ja longitud 1 de la normal
común no cambia de valor en este caso:
(2; 3. NORMALES A u r-;A ELIPSE y UNA PARÁBOLA. S e denomina elipse a un
lugar geométrico de los pumos B, para los cuales la suma de
e
flC. 71.
-· - - -·--- ---- -----
distancias hasta los puntos dados, F y Fl> es una magnitud constante:
FB + F 1B = 2a (3)
(a es una magnitud constante).
Los puntos F y F 1 se llaman focos de la elipse, los segment~
FB y F 1 B son radios vectores.
TEOREMA 2. La normal a la elipse en cualquier punto B es la
bisectriz BD del ángulo F BF ¡, formado por los radios vectores
(fig. 72). .
En efecto, supongamos que un hilo elástico en forma de la
quebrada FBF 1 está fijado en los puntos F y F 1 si desplazarnos
este hilo, haciendo que el punto B se traslade por la elipse,
la longitud del hilo no varía (en virtud de (3)). Quiere decir que
el trabajo de las fuerzas de tensión es siempre nulo. El trabajo
de las fuerzas de tensión se reduce al trabajo de las fuerzas en
el punto B. En este punto están aplicados dos fuerzas iguales
de· tensión dirigidas por BF y BF 1 , Su resultante P está dirigida
P~r la bisectriz BD del ángulo FBF 1 • Puesto que én el desplaz.a-
m1ento del punto B por la elipse el trabajo P es siempre nulo,

entonces P está siempre dirigida por Ja normal a la elipse. Por
consiguiente, la normal a la elipse, en cualquier su punto B,
coincide con Ja bisectriz del ángulo F BF •
1 fuerzas de tensión es nulo. Este trabajo es la suma de los
Se llama parábola a un lugar geométric o de los pum.os B cuyas
distancias de un punto dado F y de una recta dada d, son iguales
enrre si:
FB=BC
(BC es una perpendicular bajada de B a la recta d (fig. 73)). El
punto F se denomin a foco de la parábola, la recta d se llama
directriz y Ja recta LL, que es perpendicular a d y pasa por el
r....,.~. -· •1 ~-~- ..· --' '-• '"
FlG . 72.
• •'4\..C::UJ\J.) Ü1:·.J ft:C t a · d ¡, para1e1a a d,
'- •
r-~•- vv·-·
de un modo que el_ foco F y la directriz d se encuentr en por
un lado de d 1 • Designemos con a la distancia entre las rectas
paralelas d y d 1 • T racemos por el punto B de Ja parábola una
perpendicular común CC1 a las rectas d y d (CC es paralela
al eje LL). Tenemos: 1 1
CC 1 = CB + BC 1 = a,
donde a es una constante igual a la distancia entre las rectas
paralelas d y d 1• En virtud de (4)
FB + BC 1 =a.
Ahora no es difícil demostra r la siguiente afirmació n.
TEOR EMA 3. LA normal es un punto arbitrario B de la
parábola
es la bisectriz del ángulo FBC, formado por · el radio vector FB
J la recta BC1t paralela al eje LL
Consider aremos un hilo que tiene forma de una quebrada F BC
cuyo extremo F está fijado, mientras que el extremo C se desliza1
por Ja recta di de tal modo que BC 1 quede perpendi1cular a di.
y el punto B se desliza por la parábola .
71
La longitud de este hilo queda inalterable (lo que proviene
de la fórmula (5)) y esto significa que el trabajo total de las
trabajos de fuerzas de tensión en los puntos C 1 y B. El trabajo
de la fuerza de tensión en el punto C 1 es nulo, puesto que la
dirección de esta fuerza (por el segmento C1 B) es perpendi cular
(4) a la recta d 1 por la cual se desplaza el punto C 1 • PQr lo tanto,
l l
1
di
'
FlG. 73.
L.
- - ·- -
el trabajo de las fuerzas de tensión en el punto B es también
nulo. Reiterando los razonami entos aplicados en la investigación
de una elipse, llegamos a la demostración del teorema l)_
OBSERVACIÓN. Del teorema 3 se deduce una regla para
construir
normales a la parábola . Llevemos sobre el eje LL un segmento
FD, igual al radio vector FB de la parábola. La recta BD es
una normal a la parábola .
En efecto, en la fig. 73 los ángulos L 1 y L 3 son iguales
como angulos internos alternos dentro de las paralelas LL y CC
(5) Y la secante BD; los ángulos L 3 y L 2 son iguales, puesto que1
el triángulo FBD es isósceles. De aquí obtenemo s: L 2 = L 1, es
decir, BD es la bisectriz del ángulo FBC; quiere decir, en virtud
del teorema 3, es Ja normal a la parábola en el punto B.
1
> Hemos demostrad o este teorema, de hecho, para
~os ~untos dispuestos en la parte de la parábola que se encuentra a la
12qu1erda de la recta d. Mas, como la posición de e¡¡ta recta (paralela
~ d) es arbitraria, el teorema es válido, pues, para todos los puntos
fa parábola.
 73

4. TANGENTES GEODÉSICAS NORMAU:.s, Si el arco geodésico AB se

desplaza por una superficie, el trabajo lo realizan sólo las fuerzas Todo radio geodésico AB
es una normal geodésica a la circun-
de tensión que actúan sobre los extremos A y B del arco. ferencia geodésica en el punto B. _ . .
Efectivamente, la resultante de las fue~s, que actúan sobre En efecto, supongamos que un hilo elástico A~, que es~a. sujeto
cualquier parte menor interior del arco AB, está diri_g ida según en el extremo A y que tiene forma de un rad1? geodes1~0, se
la normal a la superficie y, por Jo tanto, su trabajo en el desplaza- desplaza de tal manera que su extremo B descnba un~ .etrcu!:'
miento por Ja superficie es nulo.
~ ncia geodésica q. Como que la longitud d~! arco ~eqdes1co AB
Se llama tangente geodésica a la curva q en el punto B de :~e varía, el trabajo de las fuerzas de tens1on es igual a cero.
una superficie a una Hnea geodésica r que en el punto B tiene

FIC. 74.
FlG. 75.
Este trabajo se reduce al trabajo d ~ 1as fu erzas de de tensión en
tensión
I... ....- el extremo B. Quiere decir. el t raba.io de las fuerzas .
¡;;~ .,.=¡'; i:~Í~ea1d; 1Ué:I Lé1l> uc:: leus1un esi.au
:" ~
. . '
.:omun; iJeva el nombre de Ja normal geodésica
.....,.. 'i .. , ... cau6 c1Hc • e::: punw. D .. o;;, desplazamiento q. Y com?
a Ja curva q en el punto B una línea geodésica s, que es dmg1das segunenla elnopunto B es la di r ección tangente al radio
ortogonal a q en el punto B (fíg. 74). su dirección
El teorema 1 sobre las normales comunes se generaliza para AB, llegamos a nuestro teorema.
el caso de las normales geodésicas.
TEOREMA 4. Supongamos que dos curvas q y q en una supeificie § 12_ EVOLUTAS y EVOLVENTES
1
1ienen comunes todas las normales geodésicas. Los segmentos de las
normales geodésicas comunes enire q y q 1 tienen longitudes iguales Consideremos una curva Pana 1 q, un haz de las normales
(fig. 75).
trazadas de diferentes puntos de dicha curva Y una envolvente¡ s
EIEMPLO. Los segmentos de meridianos en Ja superficie de una . 1a curva s que es tangente a , as
de estas normales (es d ecir, la

l
bola entre dos paralelas tienen longitudes iguales. normales) La envolvente s se llama evo/uta de la curva q,I Y
La demostración de.! teorema 4 es la misma que la demostra- curva q que . se mterseca
. con tod as las tangentes a la evo uta s
ción del teorema l.
bajo ur: ángulo recto, se llama evo/vente (fig. 77). . ..
5. ORCUNFERENCJA GEODEslCA. Partiendo del punto A llevemos
Todo punto B de la evoluta es un punto. ~e. mt~~a:~:i~
~obre Ja superficie toda una serie de los arcos geodésicos AB de la normal AB a Ja evolvente con la normal A B • mfirud
de igual longitud. El lugar geométrico q de sus extE:mos B se próxima a la primera, es d ec:ir,. e 1 Punto
( . B es1el§ centro e curva-s
6) La evoluta
t l va q en el punto A vease e .
Jama circunferencia geodésica; los arcos geodésicos AB ~ deno-
t
deuralapara curse puede d et erminarla como un ·lugar geométrico
curvaa q,
minan radios geodésicos (fig. 76).
de los centros de curvatura de esta curva.

1
 1"'

Qué un hilo elástico tenga form

a de ta curv a r, com pue sta de
un seg men to de la nor mal AB
a la evolven te y de un arco BD
de la evo luta s (véase la fi g. 77).
de A a D experimentamos en
Desplaz ánd onos por esta curv a
longitud CD:
-
I (ABD) == 1(CD).
el pun to B un paso suave del Pero,
segm ento AB al arco BD . Por esto
, el hilo elástico en la posición
r = ABD se enc uen tra en la pos 1(AB D) == l (AB) + 1(Bv )
ición de equ ilib rio. Hag amo s
tras lada rse el hilo r de tal mod ó
o que su extr emo A. se mue va
¡(C D) == l (AB) + 1(BD),
de don de
1(Bv ) = 1(CD) - 1(AB).
Hemos dem ostr ado el teor ema
que sigue.

! J

mañ tien e su posición de una norm

rest ante del hilo BD se adhiere
FIC. Tl.

pcr la evd -.:n r"". ~· •! :-: - · · ::,

,... ~. -:... ~yvJ uUL. .bn este
caso A.B
al a la evolvente, y la par te
a la curv a s. El trab ajo de las
fuerzas de tensión que actú an sob
re los pun tos de la nor mal A.B
es igua l al trab ajo de estas fuer
zas en los pun tos A y B. Mas
en el pun to A este trabajo es
nulo , puesto que las fuerzas de
tensión actú an por la norm al a
la curva q, por la cual se desliza
el extr emo A. Las fuerzas de tens
ión, que actú an en el pun to B,
está n equ ilib rada s y su trab ajo
en cada inst ante dad o es nulo
Por fin, el trab ajo en la part e
BD
dad o no part icip a en el movimie del hilo, que en el inst ante
nto, es igua l a cero. Así pues,
el trab ajo de las fuerzas de tens
nulo . Dur ante el movimiento en
ión en cad a mom ento dad o es
con sideración la energía pote n-
cial del hilo r que da invariable
cam bios algu nos la longitud del
y, consecuentemente, que da sin
hilo r ,
..-...
Si ABD es una posición inicial
del hilo r y el segmento CD,
Ja pos ició n final, entonces la ..-...
l~ngitud ABD es igua
l a 13
1 .( V
FIC. 7&.
,
TEOR EMA. Si en dos punc A Y c de la evo/vente trazamos las
normales AB y CD hasta os .
sus puntos de tangencia B Y D con la
evoluta entonces la dife . renc . I d
ia en ong1·rudes de estos segm _ entos e
. las nor:nales es igual a la longitud del
arco de la er:oluta BD encerrad o
entre ello s.
. •
Si a la curv a q en una
normales geodésicas (fig. 78), supe rfiCJe ,raz am os. un haz de sus.
la envolvente de estas s se llalm
evo/uta geodésica de la curv a q, 1 ·a curva q et'O vent ara
geodésica de la curv a s. El teor Y ª
prop i . d váii do si las
e
ema sigue sien o . d
P alabras "no rma l" "ev olut a,,, ..evo1ven te'' se ent1en en como
normales geodésicas,• evo luta .y evo .
lvente ge od'es1·cas. '. El lector mismo
puede con ven cers e de que Ja
demostracio· · n es \ICJt a en este caso
.
también.
 ·' f)
§ 13. PROBL EMAS REFERENTES AL EQUIL IBRIO
DE LOS SISTEMAS DE HILOS ELÁSTICOS
l. .P~INOP IO DE DIRICHLET. Para un sistema mecánico la posición
del. ~11n.1mo de su ener~ia pot~ncial corresponde a la posició
n de
equilibrio. En efecto, s1 un sistema mecáni co inmóvil se desvía
de la posició n S del mínimo de la energía potencia~ entonce
la energía poten~al. s?Jo puede crecer, y, consecu enteme nte,
acuerd o con el princip io de conserv ación de la en-g ·,. 'a --g'-
c~~et1ca del. sistema sólo ¡;>u~e .dismínui.r. Por ello, si1 en la posi-
• • • •
\.t:l -,
c1on S el sistema ~taba mmov1l es decir, su energía cinética
nula,. ~ntonces, re.ah~d? . un de~p!azamiento, el sistema no
puede
adqum r la energ1a cmet1ca p os1t1va, es decir, no puede empeza
a movers e.
• Para. un hilo elástico la energía potenci al es propor -
EJEMPLO .
cional a .su lon?1t.ud. Por eso, .1~ posició n en la que el hilo
tiene
una longitu d mm1ma es la pos1c1ón de equilib rio del hilo. Hemos
aprove chado varias veces esta circuns tancia.
. He aquí dos problem as en Jos que se busca el equilib rio
del
~1stema d~ uarios hilos (el segund o de estos problem as será
unporta ncia para lo ulterior ). de
.2·
PROBLEMA DEL MiNIMO DE LA Sl!MA DE LONGITU DES.
En UD plano
estan dados Jos puntos B 1 , B 2 , ••• , B•. Hállese un punto A
tal,
que I~ suma de distanc ias entre A y los puntos dados sea mínima
. punto A se encuent ra dentro del trián§ulo. 8 , 82, 8J., siempre
Consid eremos n hilos elástico s AB¡, AB , ••• , AB., un extrem
o
2
de los cuales A es común (por ejemplo , Jos hilos se encuen
tran
!
11
ntrelaz ados en el punto A) y los otros extremo s están sujetos
~n los puntos Bi. B2 , ••. , Bn, respectivament~. La energía poten-
cial de nuestro sistema de hilos es proporc ional a la su~.
de
longitu des de Jos hilo_s AB 1 , A~2 ; • •• , AB,,. .A la su~ m_i~1ma
de longitu des de los hilos.' es decir, ª. 1.a ~nerg1a P?tenci al m1mma
,
la corresp onde la· posició n de equ1hb no del sistema :. En
s esta
osición cada hilo se represe nta por un segmen to rect1lm
de ~urna de longitu des de estos segmen tos es mínima . SeaeoAoY la la
&.la.
6
""'-'""' posición del punto A en este estado de..equili~~io (fig. 79 ). Sobre
A actúan n fuerzas iguales de tens1on, dmg1das por AoB
A~B 1 , . . . , A0 B,.. Estas n fuerzas se encuen tran eq~ilibr~das. Así
i.
era
pues, en el punto A 0 , para el cual la suma de distanc ias
hasta
r los puntos B 1 , B 2 , ••• , B. es mínima , la resultan te n de las fuerzas
iguales y dirigida s por A 0 B i. A 0 B 2 , ... , AoB. es nula ll.
ne. so.
Tal punto Ao puede hallars e por el pr°<:ed~miento mecáni co:
en una placa horizon tal están hechos n orificios en los puntos
B" 8 2 , ••• , B,. (fig. 80); atamos n cuerdas en u? I?unto sobre
la placa, hacemo s pasar estas cuerda s a través de los. onfic10S 'Y suspen-
demos de ellas las pesas de igual peso. Nuestro sistema de cuerdas
11 M. Ya. Vigodsl:i señaló que esta oración necesita ba
ser precisada. Es válida, si el punto A, .para el cual Ja s uma de
longit udes AB., A82 , • •• , AB. es minima, no coincide ni con
Puntos B 1 • Bl , ... , 8 •.
un o de los
P or ejemplo , en el caso de tres pu!ltos 8¡, B 2, !JJ el
d.c sus ángulos no es mayor que 120 . S1, en 1 que ru uno
CJemplo, en el véríice B es igual 0 mayor que 120º, el puntode ello~, ~or
cambio, uno
con este Yérticc. 1 A comcide
 'º 79
con pesas llegar á al estado de equilibrio y el punto
comú n de en Jos punto s B¡, B 2 , ••• , B.,.deben ser propo rcionales a los númer os
las cuerd as en el estado de equili brio y el punto
comú n de las q¡, q1 • ... , q •.
cuerd as en el estado de equilibrio será precisament
e el 3. UN PROBLE MA REFERE NTC AL EQUILIBR IO O~L SISTEMA O~
busca do A 0 . En efecto, sobre este punto actúan n fuerza punto DOS HILOS.
s iguales Consideremos un hilo flexible no bomo geneo que
de tensió n de las cuerd as dirigidas hacia los orificios Bi. tiene forma
B 2 , ••• , B.
(cada una de estas fuerzas equivale al peso de una == AcB (lig. 81); Jos punto s A y B del hilo están
.~ue el punto e se desplax2 por la curva s, con lalijados ~ mie~tras
pesa colgada).
Estas n fuerzas iguales están equili brada s.
par.t1culandad
A nuestr o proble ma se le reduce el problema siguie
nte : están de que CD Ja parte Ac del hilo la tensió n CS T¡, Y en
dados n punto s B i. B 2 , •.• , f3,. ; se necesita construir
en el punto
la parte CS
A un depós ito y carret eras rectilineas de él AB .,
AB • . •• , AB•.
Hállese la posici ón más ventaj osa del depósito para 2 8
que la suma
de longitudes de las carret eras AB1> AB , ... , AB.
1 sea mínim a.
A veces este proble ma se levant a de un modo más
complej o;
se supon e que la cantid ad de cargas del depósito A
a los punto s
B 1 , B 2 , •• • , B. es propo rciona l a q., q , .•• , q.,
2 respecrivamente.
Hace falta encon trar tal posición del punto A para la cual la suma
S = q 1 AB 1 + q1AB2 + ... + q 11 AB11
!:e:! ;;;¡¡;¡¡¡ ¡¡; (..::. uc1:ir, para la cual al suministrar las carga s por
las carret eras AB i . AB2 , ••• , AB la cantid ad de
11 tonela das por
kilóm etros sea mínima).
El problema se resuelve igual que el a nterior (el que
re:ir~~:.- :
~: • .-!'. ' ·· -:- .-;:-··!:::-, ::..:.: .. ~ .. ., 1 - 'fi =- .·..
= q.¡. :>e: ousca la po!.1ci vn A
de equili brio del sistem a de n hilos AB ., AB , •••
2 , AB., fijados flC. 11.
en los punto s B ¡, B 2 , ••• , B con un punto común
11 , A. Pero, los
hilos AB i. AB 2 , ••• , AB., tienen diferentes tensio nes, propo
rciona les
a los núme ros qi. q 2 , ••• , q. o sea, a q T, q T, ... , del hilo Ja tensió n es igual a T • La energía potenc
1 2 q.T. respect i- 2 ial V{q) del
vamen te. La energía poten cial de los hilos AB , AB lúlo es igual a
1 2 , • •• , AB,
es igual <• q¡ TAB 1 • q 2 TA B 2 , ••• , q TAB., respectivamente.
potencial total del sistema es igual a ·
2 La energía V(q) : i V{Ac) + V(CB).

En virtud de que
V= T(q 1 AB 1 + q 2 AB2 + .. . + q.AB = TS. (ll
La posición del valor mirúm o V, es decir, del valor
11)
V(Ac )= T1 l(AC~
mínio o de Ja V(CB) = T1l(CB)
suma S es la posición de equil ibrio del sistema. Toda
linea AB,.
i = 1, 2, . .. , n, se transf orma en un segmento rectilín
eo. El punto tenem os :
común A = A0 de estos hilos se encue ntra equilib
rado bajo la
acción de n fueru s de tensión dirigidas por los segme {2)
ntos A 0 B 1 •
A 0 B 2 , . •• , A 0 B. y propo rciona les a los números Suporúendo que en la posici ón q~ ~¡ . hilo q . t_iene
q., q 2 • ••• , q,..
El proce dimie nto mecán ico de encon trar el punto busca la e~ergía
expuesto arriba , conse rva su validez ~ no obstan te, las pesas
do A 0 , Potencial mínima. En virtud del pnncip 10 de Dinchlet, el hilo se
colgad as encuentra equili brado , ocupa ndo la pos1ci . qo. Sea e el punto
. . on
de los extremos de las cuerd as pasad as a través de o_
los orificios de intersección de q 0 y s.
 Of)
Es fácil ver que cada una de las partes AC0 y C 0 B de Ja
línea q 0 es un segmento rectilíneo. Examinemos las condiciones
de equilibrio en el punto C 0 .
A este punto están aplicadas las fuerzas de tensión: la fuerza
P 1 dirigida por C 0 A e igual a T 1 , y la fuerza P 2 dirigida por
CoB e igual a Ti. Tracemos la tangente IL1 a fa curva s en el
punto C 0 . Introduzcamos las designaciones:
L AC0 L= ex, }
L L 1 C 0 B = f3.
La componente tangente de la fuerza P 1 es igual a P 1 cos CI
= T 1 cos ex y estádirigida por C 0 L; la componente tangente de la
fuerza P 2 es igual a P 2 cos f3 = T 2 cos f3 y está dirigida por C 0 L 1•
El punto C 0 está equilibrado, si están equilibradas ambas compo-
nentes tangentes, es decir, si
Así, la línea Qo es una quebrada AC0 B i:'0!! vert:ce C0 ~.. !~
curva de separación s, en la cual se cumple Ja condición (4).
CAPÍTULO V. PROBLEMA ISOPERIMÉTRICO
* 14. CURVATURA Y CURVATURA GEODÉSICA
1. ruRVATl'R.\S. La magnitud ~, inversa al radio R de Ja cir-
cunferencia, se llama curvawra de Ja circunferencia. Este concepto
se puede ilustrarlo mecánicamente con ayuda de un ruio e."'tirado.
(3) Sea dado un arco AB de Ja circunferencia de radio R con el
centro O. Supondremos que este arco se ha formado por un hilo
= elástico cuyos extremos soportan las fuerzas de tensión T 1 y T 2 ,
ürnales entre sí y dirigidas por las tangentes, como se mu~ra
e-n la fig. 82.
La. resultante T 0 de las fuerzas T 1 y T 2 está dirigid2 por la
bisectriz del ángulo formado por las direcciones d_: las fuena.s T 1
(4) , y T2 • es decir, según el radio que divide el arco AB en dos part.~
iguales. Si este arco se mide en radianos expresados por el núl:Ilf:ro
;;,, su longitud es igual a Ra.., y Ja cuerda, que une los en remos
1 del arco, tiene la longitud 2R sen ~ . Como un arco muy
!"'C: P'!,;I') p1.1P.de 10Marse aornvimada~en!e DC:- la cuerda.. ~.~~::irops
•
de aquí que 2R sen ~ :::: Rcx.
De este modo, cuando los valores
ex o: • .
del ángulo ex son muy pequeños, tenemos sen2:::: 2' es da:;.r,
un ángulo pequeño expresado en radianos es igual aproximaéa-
rnente a su seno.
OBSER vAC"JON. Para mayor precisión, la relación de un ángulo é S1J seno
tiend e a l . entonces el ángulo tiende a cero. La demostraciór. de este
teorema se puede encontrarla en cualquier curso del análisis matcmá::ico,
Y tambien en los manuales de la trigonometría (por ejemplo, !!WlUa! de
Ribkin ). Para hacer rigurosos nuestros razonamientos ulteriore!- con,i.c::le
introducir la noción de Jos in/lnitésimos eq11irulentes.
Se /Juma infinitésimo a 111;u magni111d t'ariable que tiende a cero.
Supongamos que simultáneamente con la magnitud a tien~ a ~o
la magnitud p (por ejemplo, junto con la longi:ud de un arce ti:ude
a Cl!ro también Ja longitud de Ja cuerda que une los extremos cid a..-ro).
Si en este caso Ja relación !. de dos infinitésimos ~ y Cl, es iam~n
o:
p
0
un infinitesimo. entonces se d enomina i11.fini1ésimo del orden wperior
6-20
 ----·----- 'ti '

cn comparación con a. Por ejemplo. 'X 1 es un infinitésimo dcl orckn

sup erior ..-n comparación con a. Un ejemplo de las magnitud~ equivalentes :- sen a ~ a. cuando :i
Dus i'!fi11iti!.~inws a J' y .'it' llaman rquiralmtes. si .\11 rduciú 11 til'ml.· " 1;
es un infinitésimo (es la anotación simhólica de la igualdad
lim .l. = l.
(IJ
a
= i).
1t- O

,-o
lím ~
a
Po~ ejemplo, una '-"Uerda que une los extremos del arco <-"S cyuinilcntc
al propio arco.
El ángulo AOB (fig. 82) medido en radianos ~ esignemos
mediante :x. En este caso el 2.ngulo formado por las d irecciones
de las fuerzas T 1 y T 2 es igual a n - a. mientras que el ángulo
formado por sus direcciones y la dirección de la resultante T 0
' al a 7t - et .
es 1gu
2 2
f)el dibujo se ve que T 0 = 2Tsen ~, donde Tes la magnitud
común de las fuerzas T 1 y T 2 •
Si designamos la longitud del arco AB por medio de s, su
cantidad ~ se ~:o::pr~S-2.ri

Por consiguiente,
s
T0 = 2Tsen '>R.
,-
FlG. 12.
Si el arco s es muy pequeno, entonces
s s
sen 2R :::: 2R
La diie~cncia entre dos infinitésimos y ~ :x es un inlinitésimo del
y
orden . superior cn comparación c<>n ellos mismos. En efecto, de (IJ se
tnfierc:

lim~ = O.
o-O a Examinemos ahora el caso de una curva arbitraria q. Un arco
Es por _eso que un error que cometemos al sustituir un infinitésimo
p or _su eq~t\'a len te ~ un infinitésimo del orden superior. Por ejemplo.
~a d~f~r~nc1a en long11udc-. d e un arco infinitesimal y su cuerda e:. un
mfin11es1mo del orden superi<~r: ~n error que cometemos igualando un
arCl) Y su cu~da es un 111fin11es1mo del orden superior en comp:iraLión
con las magn11udcs que se pa ra ngonan.
Para expn:sar la eyuivalencia de la.!. magnitudes ~ y y se u,.¡¡ la
siguiente: anotación: :x ~ y.
(2)
muy pequeño de longitud s de esta curva. que contiene el punto A,
puede considerarse como el arco de una circu nferencia (cuyo radio
R es el radio de curvatura de la curva en el punto A~ Supongamos
que q es un hilo elástico en cuyos puntos actúa Ja tensión igual
a T. Entonces, sobre nuestro arco actúan dos fuerzas de tensión
(aplicadas en sus extremos), cuya resultante está dirigida, en virtud
de lo expuesto arriba, por el radio de curvatura y es igual
(equivalente, para precisar) a T ~.
 !

La magnitud ~ se llamu curratura de nuestra línea en el punto A. La magnitud r = se~ cp se denomina currntura geodésica de la
Así pues, sohre un arco pequeño Á.8 actúa en la ¿· . . . . d I
1 curva q en el punto A. Ella determina la intensidad con Ja cual
¡ · . ' ireu ion e a
iorma pr111c1pal, ~na fuerza proporcional a la longitud del arco s
1
sobre el arco de un hilo estirado actúa en el punto A la fuerza
r a la curz;atura - que hace deslizar este arco por la superficie; la fuerza que actúa
R. sobre el arco pequeño de la curva es proporcional a la longitud
de 2. cu_RVATL' RA GEODÉSICA . Consideraremos (fig. 83) un arco pequeño del arco s y la curvatura geodésica r.
longitud s de la curva q, que se dispone en una superficie, Para una línea geodésica en la que cp =O, la curpa1ura geodésica
es nula. A lo largo de ia iinea geodésica no actúa la fuerza que
haría deslizar el arco de la línea por Ja superficie (el hilo tendido
N a lo largo de una linea geodésica se encuentra equilibrado).

~ 15. PROBLEMA ISOPERIMÉTRICO

1. MF.DICI0:--1 OE LA LONGITL!D OEL ARCO DE L' SA CIRC\j SFERENCI A. Sean

dados una circunferencia q de radio R y u;: arco AB de dicha
rin:-1.1 nfLi.ren<:!a. Sea .1§· :.: ~r("0 próx!m0 a! AE l l . !)~~.;~e~~ ~:.J~

nc.. ll'.
\¡
í 1 la longitud del arco AB, y con I + ti/, la longitud del arco AB.
Si transformamos el arco AB de modo tal que pase en el arco AJJ,

potencial aumentará en T lll. Transformaremos AB en AJJ de una

manera tal que todo punto C del p rimero se desplace por el radio
1 (lig. 84). Supongamos que un arco muy pequeño CD (una parte
y sea A el centro de este arco. Designemos con la curvatura
de nuestra_ lí~a en el punto A, y con cp, el ángul~ formado or
nonnal prmCJpal AN de la curva q en el punto A y J· p l
' de AB) haya pasado en un a rco, tamoién pequño CD' (una parte
de AB). Todo punto de este arco se despla zó a un segmento CC
(por ~er muy pequeño CD, considera rnos iguales aproximadamente
AN a la superfi · E a norma
1 • • • 1c~e. n e1 punto A actúa sobre nuestro arco una los desplazamientos de sus puntos). Una pequeña plazoleta CC'D'D,
fuerza dmg1da segun Ja normal principal a la curva q en el punto A. limitada por nuestros arcos y los segmentos CC' y DD', podernos
la magnitud de esta fuerza es T _!___ Dese • · tomarla, aproximadamente, por un rectángulo, con la particularidad
R· ornpongamos esta fuerza de que, si h es la longitud del arco pequeño CD, entonces el área
en dos fuerzas· una que . 1 ·
fue12a se .. ac ua_ por 1a normal a Ja superficie (esta de CCD'D es igual aproximadamen te 2 > a hCC:
suprime por la reacc1on de la superficie) Y la otra fuerza
que es tangente a la superficie. Esta segunda fuerza hará deslizar 11
Hablando de la proximid ad de un arco nuevo al
nuaestyorro are~ por) la superficie. La fuerz.a es igual (equivalente para arco de la circuníerencia. suponemos que los pun1os del arco nuevo son
m prec1s1on a •
pró ximos a los puntos del arco dado y la curvatura del arco nuevo es
Ts sen cp próxima a la del arco dado.
-~=Tsr. 11 La igualdad aproximada se entiende en el sentido
de la equivalc.:ncia.
 U'1
VI

área CCD'D ~ h. tC'.

(1) pla1.0lela correspondiente CCD'D (encerrada entre este arco. d arco
Observemos que sobre arco CD actúa una fuerza dirigida por CD' y los segmentos de los radios CC y DD'). El trabajo que se
el . d' . 1 Th
..
ra JO e igua a -R'-, donde R es el radio de nuestra circun- .
nt:eesita realizar en este desplazamiento . 1 a R.
es 1gua T mu 1t1p
· 1·1ca<la
ferencia . El trabajo que realizamos ·desplazando el arco CD hasta
por el área descrita por este arco. El trabajo total que se realiza
que coincida con CD'. es igual a la fuerza Th · . d
-R , mu 1t1p 11ca a por en el desplazamiento de todo el arco AB en la p~sición AJ}.

es igual a la suma de estos trabajos, es decir. a ; multiplicada

p or la suma de estas plazoletas pequeñas. o ~a. a ; ~F. <llmde

!lF es el arca cubierta por el arco AB en su <l1..- splazamicnto.

Pero el trabajo realizado cqui\'alc al incremc~o de la energía
potencial lll'durantc la transíormación del arc.:o rtB en d arel) A~:
T
..."V ~R ....
"F (3 1

B Por otra parte. de la fórmula (2) § 9 se de<lul-'t!:

ne;. a4. !lV = T lll,
donde A/ l"' el increm,.nto de la lon~itud.
Al comparar las expres1onés (3) y (4), o ütencmvs:
el camino recorrido CC'. es decir, 1'h CC'
a ·y o ( vease
· (l)) T
p:llF ~ T lll
Th T
Rcc = R (área CC'D'D). (2) ó
J
o: estCe modo, el trahajo que se necesita para desplu:ar un arco
pequeno D en una nuera
lll = R llF. (5J
y próxima posición C'D' . /
, es 1gua El incremento !l/ en la longitud del arco AB es igual (equi\'alente.
(equit>alente, con mayor precisión) a .!.. 1 . l .. d .
R • mu llp ua a por el area con más precisió n) a la ~rvaiura ~. multiplicada por área
CC'D'D que rnhre este arco durante su desplu:amientn. encerrada entre los arcos AB y A_§ 11
•
. ~~ignemos con !lF el área encerrada entre los arcos AB y A B. 2. VARIACIÓN DL LA LONG l'I UD DEL ARCO DE ll~A C lJRVA ARBITRARIA.
~v1d1ren:o~ esta á:ea en plazoletas pequeñas (análogas a la ~­ Si en lugar de una circunícrencia tomamüs una curva arbitraria.
Jeta CC D D) ".1ed1ante los radios que tiene2 por origen el centr~ O.
~

el arco pequeño AB de esta ultima pu<.!de considerarse como un

En este proced1m1ento también el arco AB se d .. d ..
" C IVJ Ira en
pequenos. ada tal arco CD cubrirá. en su desplazamientoarcos una
11
Todai. las ieualda1ks se realizan. salvo un infinité-
simo del orden sur-:rior en comparación rnn ~/.

1

arco de la circunferen cia de radio R (R es el radio de curvatura)
Y la fórmula (5) queda válida, si por ~ se entiende la curvatura
de la curva en un punto medio del arco AB.
. Un fenómeno sumamente anáiogo tiene Jugar para las curvas
dispuestas en una superficie, mas en vez de Ja curvatura figura
por doquier la curvatura geodes' i·ca. La fio· rmula (5) -' · ·
forr::- a(lqu1nr:!
(6)
donde r es la curvatura geodésica, 11/ es el incremento de longi: ud
d~I arco de la_ curva, al cambiarlo por un arco próximo en la
misma superficie, Y llF es es área dispuesta entre los arcos original
y nuevo.
En la fig. 84. está señalada el área flF que se dispone fuera
del círculo cuyo arco es AB En la fio 85 el área t· d
del · · 1 E . . · e· es a entro
ci.rcu o. .n este ultimo caso vamos a considerar el área flF
negat~va. El incremento ll/ de la longitud del arco es también
negativo (pu~~to que se trata aquí no de un alargamien to sino
de la reduccion del arco).
3. ~ROBLEMA 1sort:RIMÉTR1co Considera remos un problema siguien-
te. Hal/ese entre rodas las curvas cerradas que limitan el urea
del Mlor dado F aquella cun•a que tiene longitud mínima.
. Supone~os que tal curva existe. Demostrem os que es una
circunferen cia.
vo
Observem os que una curva de curvatura constante (es decir,
una curva que en todos los puntos tiene igual curvatura !)
es la circunferen cia.
La demostració n que sigue no pretende ser muy rígida El arco muy
pequeño de una curva de constante curvatura ...!.. puede considerars e como
R
arco de una circunferencia de radi o R. Convengam os en considerar toda
la curva como curva compuesta de un gran número de tales arcos pequeños
con Ja particularid ad de que dos arcos vecinos se superponen parcialment e.
Dos arcos pequeños de la circunferencia de un mismo radio, que se
superponen parcialment e, forman un arco nuevo del mismo radio. De este
modo, cada par de arcos pequeños contiguos en los cuales está dividida
nuestra curva; forma el arco de una circunferencia de radio R. Continuand o
estos razonamien tos nos convcnccremQS de que cada 3, 4. 5, etc., li!"COS
¡;<;yuc;iu:. :.u..:c::.ivu:. iorman ci ·arco óe una circuruercnc ia de radio R, y,
por consiguiente , toda la curva forma el arco de la circunferenc ia de
radio R. Si tenemos una curva cerrada de curvatura constante R, ella
es sencillamen te una circunferencia de radio R.
>
.:x:a q ulli:i cu1 va 1Xtraoa cu;:.a iongttu<l es la menor de todas
las curvas que limitan el área dada F. Suponerno s que esta curva
no es una circunferen cia, es decir, su curvatura no es igual en
todos los puntos.
Suponemo s, por ejemplo, que en Jos puntos A y B de esta
cur\'a (fig. 86) Ja curvatura es distinta y constituye , respectivam ente,
1 1
R1 y Ri '
donde
Para concretar pongamos
1 1
Ri< R;'
Examinem os dos arcos pequeños CD y C 1 D" de nuestra curva
q, que contienen Jos puntos A y B. Sustituyam os el arco CD por
7-20
 _, ..

-
el arco próximo CA'D, y el arco C 1 Di. por el arco nróximo
o·
es1gnemos con AF1 e~rea limitada por CD ~ s.-..;;: 1
y CA'D, y con AF
1
c?n . y como
91

1 1
el área limitada por C1D1 y CJYD1. En vir~d de Ja fórmula (5~: R1 < J?:;•
como r.esultado de la sustituc ión del arco CD por el arco cÁ'b
la longitud de la curva q adquiere un increme nto, igual (equiva~ entonces

lente, con mayor precisión) a R1 AF • La longitud de Ja curva q

1
1

Asi pues, el increme nto de la longitud de q es negativo.

La curva q pasó en otra curva q 1 de menor longitud que limita
la misma área. Esto significa que q no es una curva de menor
longitud entre las curvas que limitan el área dada.
De aquí viene la deducci ón: la curva de una longitud mínima
entre aquellas curvas que limitan el área dada es una circun-
ferencia 11.
4. PROBLEMA ISOPERIMETRICO EN UNA SUPERFlC IE. Los problem as aná-
logos pueden consider arse t11mhién ~n 11na ~!.!~e!f:~ie, :::as e! ;::~pcl
• tU . 00.
de la curvatur a lo desempe ña siempre la curvatu ra geodésica
sen <p . . -
r = -R-. Por eJemp1o, s1 un- arco menor CD de la curva q,
ohtenrlr::i ~ ~ié~ rl i : ..~. ~~ ~~.. · 1

total d 1 · . · da
. e a~ 1uruta
· · ···· ·o--· "

longitud es igual (equivalente) a

-
de la sustituc ión del arco C 1 D 1 por el arco cÍ?D El ·
1 1-
por q es M1 + M2, y el increme
R. - w- 2. como
2

mcreme nto
nto de Ja
resultad o cuya curvatur a geeuésic a

próximo CA'D,,..-._
r = '"'~ '+' ,

siendo el área encerrad a entre CD y CA'D igual

a /::,.f, el increme nto en Jon~ud Al que adquiere la curva, al
sustituir se CD por el arco CA'D, tendrá la forma
-
es sustituid a por un arco

l 1
¡¡-M1 +-R M 2.
1 2 !J.I = !J.F se~ <P = r AF.
Elijamo s aho~a los arcos y c'?n c"Jiv
1 de un modo tal que Repitien do Ja demostr ación del teorema anterior en la que Ja
M 1 Y M2 .sean 1.guales en valor absoluto y tengan signos opuesto s cui:vatura siempre se reempla za por la
con la part1cul andad de que M >O y !J.F - curvatu ra geodésica,
Ar- <o E obtendre mos un teorema siguiente.
· ¡· . 1 •
~aso~ increme nto ~el area AF1 + M2 ==O,2 es- decir,
- ur 1 . o este'
el área ueda E1Ure todas las curvas cerradas en una superficie que limitan
mvar1able, . al cambiar se Ja curva q. En cambio, el incre!e nto el área dada. la menor longitud la tiende la curva de la curvatura
de la longnud q es igual (equivalente, para mayor presición) a
1
> Toda una serie de otras demostraciones de
propiedades isoperimétricas de una circunferencia se citan en el libro las
de
D. A. Kryshanovski "lsoperim etros, propiedades máximas ,y mínimas de las
figuras geomé1riU1S en la exposició n popular", M .-L., OHTM, 1938;
véase
también L. A. Liusternik "Cuerpos convexos ", Gostejizdat, 1941.
 -- 93
geodésica const ante (en la superficie de un
repre senta das por los círculos .
a bola estas !meas están
mayores Y menores). CAPÍTULO VI. PRIN CIPI O DE FERMAT
0BSERVAC10N. Igual que en
cur va de Ja curvat ura geod . . un p lano en 1a . Y SUS COROLARIOS
superficie de una bola una
En otras superficies lases~:vcaondstante es la circun
son ferencia geodésica
s e curva tura geodés·
, en genera l, circunferencias geodé ~ 16: PRIN OPIO DE FERMAT
sicas. 1ca consta nte no·

l. PRINCIPI O DE FERMAT. A Jos probl emas exam

inado s les son muy
próxi mos los probl emas de Ja óptica geom étrica
relaci onado s con
1 el así llama do principio de F ermat .
Exam inamo s un medio óptico plano, en cada
punto del cual
A (x, y) está determ inada la velocidad de Ja luz v =
r (x, y)= v (A).
El medio se lla ma homogéneo , si la veloc idad de
la luz es la misma
1 en todos Jos punto s del medio.
El tiemp o T(q) duran te el cual es pasad a la
curva q a la
velocidad de la luz, se denom ina longitud óptica
dE la curva q.
En un medio óptic o homogéneo en el cual la
velocidad de la
1 luz es v, la longit ud óptica T(q) de la cur va
r. !r. !01.g,;tu..:i 1,;omúo óe ésta i (q) y es igual
a
q es proporcional

l T(q) = _!_ I (q).

V

' ... ,.. n ·-:-::-·"': - : ~~··'·

.• _¡;,, ..... . v; · .. u ...v c. i LI U)'t:CCV "~ iu ÍU Z
punto A al punto B es una línea de longit ud
todas las linea s que unen A y B.
H

De aquí provi ene que en un medio óptic o homo

se propaga por líneas rectas.
_ _ • ...

óptica mínima entre

ael

géneo la luz
2. LE Y DE REFLE xró ~. En un medio optico homo géneo
está dada
la curva s (fig. 87) que r efleja los rayos lumin
osos (un espejo).
Es menester hallar Ja linea q , por la cual la luz
0 va del punto A
al punto B, reflejándose de la curva s. La línea

l
q 0 es la más corta
de todas las lineas q que unen A y B y se reflej
an de s. Quiere
decir, esta linea (véase § 9) es la quebr ada ACB
con vértice C
en la linea s. con la particularidad de que la
bisectriz CD del
ángul o ACB es norm al a la curva s en el punto
C.
Los ángul os ex= ACD y ~ = DCB, que los rayos
AC y CB
forma n con la norm al CD se llama n ángul a de
incidencia y ángulo
e/e reflex ión. Llega mos asi a la ley de reflexión de
Desca rtes : el ángulo de incidencia es igual al á la luz de
ngulo de reflexión.
De las propi edade s de las norm ales a una elipse y
obtenidas en el § 9, se deduce: una paráb ola,
· ·
Si la curva s tiene forma de una elipse, los rayos
que salen del
 94 95

foco f de esta elipse se reúnen, al ser reflejados, en otro foco Jos medios 1 y II, respectivamente, donde C es el punto de s.
(fig. 88). La longitud óptica T(q) de la curva q es
Si la auva s tiene forma dé una parábola, los rayos que salen
del foco de la parábola y se reflejan de ella, se transforman en los T(q)=T(AC)+T(CB)= l(AC) + l(cB). (1)
V¡ V2
rayos paralelos al eje de la parábola, y viceversa, los rayos paralelos
al eje de la parábola se reúnen, siendo reflejados, en el foco de la La línea q0 es una línea de longitud óptica mínima entre todas
parábola (fig. 89). las curvas q.
Examinemos también un hilo flexible no homogéneo q que
e está sujeto en Jos puntos A y B, mientras que su punto intermedio
e desliza por la curva s, con la particularidad de que la tensión

o
FIG. 87.

ne. 89.
-----------,------ ,, ______
en la parte AC de la curva q es igual a T 1 = -1 , y en la parte
V¡
1
fl(;. 88. CB, a T 2 = - .
V2
En virtud de (2) del § 13 la energía potencial V(q) es
En esta propiedad de Ja parábola está basado el empleo de los V(q) = l (AC) + 1(CB) . (l}
espejos en forma de un paraboloide (superfi~ie engendrada por la V¡ V2
revolución de una parábola alrededor del eJe) en Jos proyectores,
telescopios de reflexión (reflectores), etc. Comparando las fórmulas (1) y (2), obtenemos:
3. LEY oE REFRACOóN. Consideraremos dos medios ópticos homo- T(q} = V(q).
géneos I y II, separados por una c~r\'a s (véase la fig'. 81};
la velocidad de la luz es v1 en el medio 1, y v 2 , en el medio II. .La energía potencial del hilo q coincide con su longitud óptica.
Quiere decir, que q0 es una línea de longitud óptica mínima entre
Hállese el trayecto de Ja luz q0 = AB que parte del punto A del las curvas q, es también una línea de energía potencial mínima
medio I y va al punto B del medio 11. entre las mismas curvas q.
Vamos a examinar toda una serie .de ~s Jíne!: q, que unen A En virtud de (4) del § 13 q0 es una quebraoa AC0 B. Sean
y B y que se componen de los arcos AC y CB, dispuestos, en ex Y ~ los ángulos formados por los segmentos AC0 y C 0 B con
 U ' I

De aquí se infiere:
la tangent e 1L 1 a la curva s en el punto C 0 . De la fórmul a
(4)
del § 13 provien e: COS Clo COS ex¡ COS ex2
- -- = - - - = -- -= . ... - =cos
--- ª· (1)
coso: cos f3 (3)
Vo V¡ ¡; n •
--=--
es.
Designemos con e el valor general de todas estas relacion
luz. Entonces podemo s escribir
En esto precisa mente consist e la ley de refracción de la
rectos Jos ángulo s ex y f3, coso:
Sean 0'. 1 y 1f3 Jos ángulo s que hacen
- - = e, (2)
es decir, Jos ángulo s que forman los segmen tos AC0 y C0 B
con V
El ángulo se llarrúi ár.g¡¡/o de
Ja normai a s en el punto C 0 . 0: 1
Ja
incidencia ; f31t ángulo de reflexió n. La fórmula (3) tomará la forma: donde ex es el ángulo de inclinación de cierto eslabón de
sen o: 1 sen f3 1
- -V¡- = - - - .

§ 17. CURVA DE REFRA CCIÓN

1. CASO ELEMEX TAL. Supong amos que el plano está ctii.idido por
Jas
unas rectas paralel as al eje x en las bandas, en cada una de
cuaie~ ia vciU\:jUc :iU Uc ia jUL C5 VVü5tCü \C {5g. 90}. P..ijc:!:o os ?os
puntos A y B dispues tos en diferen tes bandas . La banda M 0

contiene el punto A, la banda M,, contien e el punto B. Entre

ellas se dispone n en orden sucesiv o las bandas M ¡, M 2 , .. ., M 1
n- .
; ~,l ~ l ; " ': · por. ~ :.
- .:. ~- :.·.:::. : ::.:. ~:. !::..-: -::-· ~::. 1::-:-·:· '-" ~ A('

banda M 1 es igual a v 1 , ••• , en la banda M,, es igual a

t·• .

Un rayo lumino so que va del punto

de una quebra da AC 1 C 2 . • • C,,B, cuyos vértices se ubican en
A al punto B tiene forma
las
ª?Ci
A Mo
lineas de separac ión de las bandas . Designemos con o:o. O'.¡, cx 2 ~----------~·
• •••

por los r1c. 90.

... , O'..-., o:,, los ángulo s formad os. respect iYamen te.
eslabones AC¡, C 1 C 2 , C 2 3 C , ..• , C.- 2 C,,_ 1t C.-1C,, , C.)3 de esta
quebrad a con las rectas paralel as al eje x. En el punto C: se cumple
la correlació~ quebrad a respect o al eje x; y i:, velocidad de la luz a lo Jar20 -
cos cx 0 cos o: 1 de este eslabón.
- -- = - - - Una tangent e a Ja quebra da en un punto de alguno de sus
eslabones es una recta en la que se dispon e este eslabón . Se puede,
(en virtud de la ley de refracción) ; en el punt;:> C 2 se realiza: por el' .•, conside rar que ex en la ecuació n significa un ángulo
el
formaao por Ja tangent e en el punto de Ja quebra da con
positiv o del eje x, y v es la velocid ad de la luz en el
se?tido
mismo punto.
etc., y por fin, en el punto c.: 2. CUR\'A DE REFRAC OON. Examin emos un medio óptico en el cual
cos.ex. la velocidad de la luz es una función de Ja ordena da
cos ex. _ 1
v=v(y ),
 98

siendo v una función continua de y. El trayecto de la luz q en Los rayos de la luz en este medio serán representados por unas
tal medio es una línea a lo largo de la cual semicircunferencias cuyos centros se encuentran en los puntos del
eje x (fig. 92).
cosa
--=c, (3) En .efecto, examinemos tal semicircunferencia q con centro en
V
el punto O del eje x. Supongam os que su ordenada en el punto A
donde v es la velocidad de la luz en un punto arbitrario C de es y, el ángulo ACO formado por la tangente en este punto y el
la curva q (fig. 91 ), a es el ángulo formado por la tangente a q
en el punto C y el sentido positivo del ~je x, c es una constante
(que no depende de la elección del punto C en la curva).

7 A
ne. 92.
ne. 91.

Para justificar la ecuación (3) cambiemos algo la distribución eje x es igual a a. Si R es el radio de esta circunfere::icia,
.~~ •? ~-.: rr!~I"\ ~ ~~ l-.i:>r rl~vi:'i::ír.::"\<;)n
• • ? •••• •• : , •• ; . : . , ~ - : .-. !n, por.

en bandas estrechas de anchura h y convengamos en considerar y= R sen~.

constante la velocidad de la luz dentro de cada banda, igual, por
ejemplo, a la velocidad de Ja luz en el centro de la banda dada donde
(fig. 91). En este caso el trayecto de la luz del punto A al punto B ¡~
será, en virtud de lo expuesto anteriorme nte, una quebrada (AJJ)0 .., = L AOC = l1t - a,
con vértices en las líneas de separación de las bandas, con la
particularidad de que para la quebrada (ABh se cumple (en virtud ó
de lo anterior) la ecuación (3). Hemos cambiado algo la distribu- y= R cosa.,
ción de velocidades, pero el cambio será tanto menor cuanto más
estrechas sean nuestras bandas.
es decir,
En límite, cuando la anchura de las bandas h tiende a cero,
obtenemos la dist; ibución continua original de velocidades de la cosa = R.
luz. En este caw, las quebradas (AB). tienden a la curva q. y
para .Ja cual también se cumplirá la ecuación ()3).
3. MODELO DE POINCARt DE LA GEOMETRIA DE LOBACHEYSKI. El semiplano De esre modo, la semicircunferencia q satisface a la eccación
superior, limitado por el eje x, lo consideramos como un medio (3), es decir, a Ja ecuación del rayo de la luz en nuestro oedio.
óptico en el cual la velocidad de la luz en cualquier punto es A medida que y se aproxime al eje, la velocidad tiende a cero.
igual a la ordenada de éste: Se puede señalar que Ja parte AD de la semicircunferen=i.a q,
v=y. un extremo de la cual se dispone en el eje x, tiene Jongüud
 l Vú
óptica infinita. Por esta razón, los puntos del eje x llamaremos
puntos " infi11i1amente alejados". .
Tomaremos por " rectas" las semicircunferencias con el centro
en el eje y por "longitudes"', las longitudes ópticas de los arcos
de tales semicircunferen cias; Jos ángulos formados por estas rectas
serán los ángulos en el punto de su intersección (ángulos formados
por sus tangentes). . w; en este movimiento la velocidad linear de los puntos de la
Obtenemos la geometría plana para la cual conservan su vahdez
muchos postulados de la geometría común. Así, por ejemplo, p or
dos puntos se puede trazar una y sólo una "recta" (por dos puntos
FIG. 93.
en un semiplano se puede trazar sólo una semicircunferencia con
el centro en el eje x). El "segmento" tiene una ..longitud" mínima
entre todas las líneas que unen sus extremos. Por ..paralelas" se
toman. naturalmente, dos rectas que tienen un ..punto" común
"infinitamente alejado" (es decir, dos semicircunferencias que se
tocan en el eje x en el cual se encuentran sus centros). Por un
punto dado A, que no se dispone en la "recta" q, pueden tr~rse
dos "rectas" q 1 y q2 , paralelas a q (fig. 93). Estas rectas d1v1den
las semicircunferencias en cuatro "ángulos" de vértice A. Las rectas
s 1 que pasan por A y se encuentran en el primer par de los
á ~gulos verticales 1 y II, cortan la "~~eta'" q. En cambio, las rectas
s2 , dispuestas en los ángulos III J IV, no cortan q.
Hemos obtenido una realización de la geometría de Lobachevsk1
en el plano, el así llamado modelo de Poincaré de esta geometría.
En el libro de B. N. Delone ("'Exposición breve de la demostra-
ción de la no-contradicció n de la planimetria de Lobachevski",
edición de la Academia de ciencias de .la URSS, 1~53) se da un
estudio detallado de este modelo.
101
~ 18. PROBLEMA DE LA BRAQUISTOGR ONA
l. CICLOIDE. Supongamos que una circunferencia K de radio R
rueda sobre una recta LL 1 que tomemos por el eje x (fig. 94).
El moyimiento de Ja circunferencia se compone de dos movioientos:
l) Ja revolución alrededor del centro O con la velocidad angular
circunferencia es igual a r = Rw; 2) el movimiento de avance
paralelamente al eje x con la misma velocidad r. El punto A
FIG. 94.
de la circunferencia describe en este caso una línea !:amada
cicloide.
Supongamos que en Ún momento 1 = O el punto A se encon-
traba en el eje .x (véase Ja fig. 94). Para el momento t la
circunferencia gira un ángulo ~ = tw. La ordenada y del pento A
en este momento es
. y = R (1 - cos P) = 2R s.:n 2 ~. (1)
Hallemos la dirección de velocidad del punto A en este mo:nento.
Esta será la dirección de la tangente a la cicloide.
La velocidad T 1 = AD 1 del movimiento de· avance es igual
a v y está dirigida paralelamente al eje x. La velocidad T 2 = AD 2
 1v..:

del movimiento por Ja circunferencia fambién es igual a v y está
dirigida por la tangente a la circunferencia. El ángulo D 1 AD2 es
igual a (n - 13). Al sumar estas velocidades rigiéndose por la regla
de paralelogramo, hallaremos la velocidad del movimiento del
punto A por Ja cicloide. Ella está dirigida por la bisectriz del
ángulo D 1 AD2 y forma con fa . dirección del eje x un ángulo
(véase la fig . 91)
En u~ plano vertical que contiene los puntos A y B , tomemos
por el e!e x . una rect~ horizontal .en la que está dispuesto el
punto A, el eJe y I~ onentamos verticalmente abajo. La velocidad
11. de u.n . ~unto, accionado por la fuerza de gravitación sin velo-
cidad 1mc1al, y la ordenada y de este punto están entrelazadas
por la correlación:

Asi pues, el ángulo a formado por la tangente a la cicloide en

el punto A y el eje x es

Por esto
crn: rt =sen 13 .
2
De las fórmulas (1) y (2) se deduce:

:;:;:; .:: ,_ 1/7

V 2R
ó
cosa (3) Imaginémonos un medio óptico en el cual la velocidad de Ja luz
--=c.
v ~e ~eterm1:.ia por la fórmula (4); la longitud óptica de Ja curva q
vY coincide con el tiempo de caída a lo largo de esta curva. El
La ecuación (3) establece una relación entre el ángulo a, formado tray~t? de la luz qo del punto A al punto B es una curva de
por la tangente a la cicloide en su punto A y la ordenada y la mmui:ia longit~d ?ptica entre las curvas que unen A y B; por
esta razon, q0 coincide con la braquistocrona.
de este punto. Viceversa, nna curva que satisface a esta ecuación
Para la línea q 0 se verifica la igualdad (véase (3) del § 17)
es una cicloide.
2. PROBLEMA DE BRAQUISTOCRONA. Sean A y B dos puntos (se cos ex cosa
supone que A es superior a B (fig. 95)). Unamos los puntos A y B
con la línea q; un punto, desplazándose de A a B a lo largo de q
--=
t· v2g VY = e (e es una constante)
sin velocidad inicial por Ja fuerza de gravitación, pasará la curva q ó
durante un lapso llamado tiempo de caída por la curva q. cos Ci. r.:-
Hállese una curva q de caída más rápida (la braquistocrona, -;-r- = C¡ (c 1 = C J! 2g).
una palabra griega) que une los puntos A y B, es decir, es l y
necesario hallar una curva para la cual el tiempo de caída de A
a B es mínimo. De aquí, en vinud de las propiedades de ~na cicloide mencionadas
 i04

Se llama vértice de la catenaria al punto C que ocupa la posi-

arriba (véase la fórmula (3)), la braquistocrona es un arco de la
cicloide.
l: 19. CATENARIA Y PROBLEMA
DE LA SUPERFICIE DE REVOLUCIÓN MÍNIMA
l. Una cadena homogénea pesada (o un hilo no elástico)
CATENARIA.
fijada en dos puntos A y B, se. ?is¡_>one, bajo el efecto de ~a
gravitación, en la posición de equ1hbno a lo largo de una CUí\3
que se denomina catenaria (fig. 96). (La homogene1~ad de la cadena
sie:nifica que su densidad p es constante; cualquier tramo de la
c;dena de longitud h tiene masa ph).
ción inferior. Una ·catenaria ilimitada es simétrica respecto del eje
vertical N N' que pasa por el vértice. Tomemos este eje por el
eje y.
Examinemos la parte derecha CL de la catenaria. Mediante y
designaremos la ordenada de cierto punto D de la catenaria
(fig. 97), mediante a un ángulo formado por la tange~tc:_ en este
punto y el eje x, mediante s, la longitud del arco CD de la
catenaria.
Fijemos la catenaria en los puntos C y D. La fuerza que actúa
sobre el punto D, se llama tensión P de la catenaria en el punto D
y
1
1
P sen a

o
\ f,v>v.

\· ·'º,Jv;
J .-
-P

r
-· ..,.

~~o--+-
¡ ~~~~~~~~~ •
e
Yo l'IG. 97.
~~~~~---:º:+-~~~~~~•

N
f"IG. 96.
y está dirigida a lo largo de la tangente a la catenaria en el
punto D (fig. 97). La fuerza P 0 , que actúa sobre el punto C,
está dirigida por la tangente a la catenaria en este punto, es
decir, es paralela al eje x (además, está dirigida a la izquierda~
Si la cadena ÁB la fijamos adicionalmente en los puntos D1 La resultante T de las fuerzas de gravitación que actúan sobre
,--. 1 .
y D2 , Ja posición de equilibrio de la parte D1D2 no se ~rara el tramo CD de la cadena, está j_irigida paralelamente al eje
La catenaria ÁB es una prolongación de la catenaria D1D2. Se y hacia abajo; la masa del tramo CD de longitud s es igual a sp.
puede considerar que una cate~ria se extiende ilimitadamente De aquí, el valor de T es
en ambos lados, que la linea AB es una parte de la cacenana T=gps, ( 1)
ilimitada.
8-20
 IUo 107

donde g es la constante de gravitac1on. La fuerza P tiene una ó

componente vertical dirigida hacia arriba e igual a
p - gpy =Po - gpfo. (61
P sen :l.
Al desplazar la cadena paralelamente a ella misma 1
y una componente horizontal dirigida a la derecha e igual a dirección de_! eJe y, la _forma de la cadena no se alterará :m~
p cosa., t~mpoco v~nara la rea~c1ón. ~ en unos ciertos puntos. Desplazaremos
la <:<!tenana . ~n la d1recc1on del eje y de tal manara que su
Si una catenaria se endurece, quedará equiponderante. Las ordenada ongmal Y!! se haga igual a
fuerzas horizontales P0 y P cos ex y las verticales T y P sen ex, que 1
actúan en la catenaria ~ están dirigidas en las direcciones •r e = -gp P 0 . (7•
opuestas, se ponen en equilibrio, de donde, en virtud de (1),
P sen o: = gps, (2)
. Una posición de este género de la catenaria se llama estándar.
P coso: = P0 . (3) Mas abajo daremos la defini cion geométrica de la posición estándar
de la catenaria.
Supongamos ahora que la cadena se desplaza por nuestra En esta posición la ecuac:ón (6) se simplifica y toma la forma
catenaria de un modo tal que todo su punto describe un arco
pequeño de longitud h. En este procedimiento la cadena pasará p - pg.1· =o
e:-: !~ p~~!c!6~ C' !)'. !-!2! !~~0~ e! !~2 baj0 que se de~ gastar para
realizar este desplazamiento de la cadena.
1
La fuerza P, aplicada en el punto D, realizará el trabajo igual y= - P. (81
a Ph; la fuerza P 0 en el punto D , igual a P0 h. El trabajo total pg
::i ...... ñr. :-"o":-:: :i~~n !:..:-:: r !~ ::;::~._n., t-::
Lo:J icn:>wn en cua,qi..er punto de una catenaria en la posición

R = (P - P0 }h. (4) escándar es proporcional a su ordenada.

De (3) se deduce
_En la posición original la cadena se compone del tramo c_p 1
- P cos :x = -
1
P0
pg pg
c;p y un tramo pequeño adicional CC'. En Ja e2Sición nueva
C'D' la cad~a está compuesta por el mismo !:amo <;,_D y un tramo o. si se emplean las .guaidad~s (7) y (8);
adicional DD'. Ambos tramos adicionales CC' y DD' tienen igual ycos :x = y0 . (9)
longitud he iguales masas ph; mas el tramo éC• tenía Ja ordenada
vertical y 0 , mientras que la ordenada de DD' es y. Como resultado La ecuación (9) liga la ordenada de un punto de la catenaria
del trabajo realizado, en lugar del tramo adicional de ordenada y0 con el ángulo a formado ~or la tangente en dicho punto y el eje x.
ha aparecido un tramo de la misma masa con la ordenada y. Comparando la ecuac1c.1 19) con la ecuación de la linea de
De aquí se deduce que el trabajo realizado es refracciór, (véase (3) del ~ 1h obtenemos:
(; na catenaria en la posici,-,1~ estándar es la forma que toma un
R = gph (y - Yo)- (5) rayo en el medio en el cual la t-e!ocidad de la luz v es inversamente
proporcional a la ordenada y:
De (4) y (5) se infiere:
(.
r=-.
P - Po= gp (y - Yo) y
 lUX

2. DEFINICIÓN GEOMETRICA DE LA POSICIÓN ESTÁNDAR DE UNA CATENARIA.

CD de la catenaria) (fig. 98). Si mantenemos al arco CD sujeto
De las igualdades (2) y (8) se deduce:
e~ el punto D. dejando en libertad el punto C, entonces, el arco
1
- Psencx = s, CD, accionado por la fuerza de gravitación, pasará en Ja nueva
pg posición de equilibrio, esto e~ en el segmento vertical DE. En breves
Juego palabras diremos: el arco CD de la cadena "caera" en Ja posición
s =y sen :x. DE. El segmento EE 1 de la línea vertical, igual a y- s, señala
cuánto el extremo E de la parte ..caída" de la cadem dista del
De aquí eje x .
y - s = y ( 1 - sen ex). De la fórmula (9) proviene:

sen f3 = cos ex = Yo . (11)

y

Supongamos que el punto D se va ilimitadamente por la

catenaria hacia arriba. Su ordenada tenderá al infinito:
y-+ OO.

E~!c~ce::;, er: ·.-i:"tt:d de {11) S~;j ~ tic1adc a ~1v. ~vla:,, ct1 c:,lc \.:asu
también f3-+ O (el ángulo f3 formado por la tangente en el punto
D y el eje y tiende a cero). Además, tg ~ -+O, y en virtud de (10)

.. , IJUI
y-co
V - :>J = v.
FIC . 98.

La distancia medida del extremo E del arco caído. CD hasta

Por fin , en virtud de (9) obtenemos: el eje x tiende ·a cero, cuando el extremo D de este arco se va
a infinito.
1 - sen ex
Y - s = Yo cos ex El eje x, siendo estándar la posición de la cacenaria, es aquella
recta horizo111al a la cuai se aproxima indefinidamente un extremo
del arco caído DE, el origen del cual se aleja ilimitadamente.
Introduzcamos Ja designación f3 = ; - ex (13 es el ángulo formado Por esto p:-ecisamente se caracteriza la posición estándar de
una catenaria.
por una tangente a Ja catenaria y el eje y). Obtenemos:
3. SUPERFICIE DE RE\"0 1 .i.iClÓN MINIMA. Resolvamos un problema
2 sen 2 ~ siguiente:
1 - cos f3 2 f3 Entre unas curvas planas q, que unen dos puntos dados A y B,
y - s =Yo sen f3 =Yo f3 f3 =Yo tg 2· (10)
hállese aquella curva que, al girarse alrededor del eje x, proporciona
2sen
2 · cos 2 la mínima superficie lateral de revolución (fig. 99).
Designemos con V(q) el área de la superficie lateral de revolu-
Examinemos el segmento DE que es paralelo al eje y, está ción de la curva q alrededor del eje x, y con T(q), la longitud
dirigido hacia abajo y es igual a Ja ·1ongitud s (longitud del arco óptica de la curva q en un medio en el ·cual la velocidad de Ja
 4. i.V
111

luz se determ:na según la fórmula

1 para todo este segmento) es igual a ircy, su longitud· óptica
r; =--. (12)
2rcy T(CD) será
~ h
Demostrem os la igualdad de estas magnitude s: T (CD) = - - = 2rcyh,
1
V(q) = T(q) 2rcy
es decir , llegamos a la igualdad {1 3).
Sea CD un tramo pequeño de Ja curva q de longitud h. De Ja igualdad entre la longitud óptica T y el área de Ja
superficie lateral de revolución V alrededor de un eje, para Jos
tramos pequeños de la curva q se infiere su igualdad para toda
la curva q. Por eso, si para la curva q una magnitud V(q) alcanza
su valor mínimo, entonces para la misma curva alcanza su valor
mínimo la longitud óptica T(q). En virtud del principio d e Fe:mat,
la curva q es un rayo luminoso en nuestro medio óp: ico. por
medio del cual se unen los puntos A y B. Mas, en nuest : o medio
óptico un rayo luminoso t iene forma de u na catenaria (en la
posición estándar).
As1 pues, entre las curvas q que unen los punros A y B, la
1 1 núnima superficie lateral de revolución alrededor del eje x V ( q ),
',
1 1 la tiene una catenaria AB (en la posición estándar).
~--~ \
.d. c;uPEP.FlC!~ MÍ N!t.!AS. De un ;nocln ~n:>! .. .. . ·- ¡., ' "'" · · : .. ..: ~~ ..t. 1
problema de las líneas más cortas que u¿en los puntos dados,
se p uede leva ntar la cuestión sobre la superficie rninima tendida
rrc. 99. en una curva dada (sobre la superficie para la que una curva dada
sirve de frontera) o sea, el problema de la así llamada superficie
mínima.
Mostremos que Si una curva r es plana., un trozo del plano Q, limitado por
ella, será la superficie mínima tendida en Ja curva r .
V (CD ) = T(CD ). (i3) Si la curva r no es p lana, la superficie mínima es distinta ·
-
Tomando CD por un segmento rectilíneo pequeño y designando
de u na parte del plano.
En Ja revolución alrededor del eje x , Jos puntos A y B forman
con y la ordenada del centro de gra;:_edad de CD, obtenemos : dos circunferen cias r 1 y r 2 , dispuestas en Jos planos perpendicu -
lares a dicho eje que contiene los cent· _ Je las circunferencias.
Ja suµerficie lateral de revo 1• .ón J-'.'1CD) es igual a la superficie
lateral de un cono truncado ... uya genera triz es igual a h y el radio Una superficie obtenida como resul: .. uo de revolución de la
de la ;ecció n media es y. De aquí catenaria AB, que une estos puntos, es la superficie mínima tendida
en las circunferencias r 1 y r 2 •
V(CD) = 2rcyh. 5. PROBLEMA ISOMITRICO DE LA SUPERFICIE DE R EVOLUCIOI" Ml"1MA.
Resolvamo s un problema más complejo: hállese entre todas las
Por otra parte, si la velocidad de la luz v en el punto medio curvas que unen los puntos A y B y tienen una· longitud dada l,
de este segmento pequeño (y consecuen temente, aproximad amente, aquella curva que en la revolución alrededor de un eje proporciona
 jj¿
ll 3
lo mínima superficie lateral. Conven gamos en conside rar horizont al
el eje de revoluci ón LL 1 (fig. 100). Nos son de interés las curvas q de longitud / , 1(q ) = 10 • que
unen los puntos A y ·B. Para estas curvas 0 0
Unamos Jos puntos A y B con una cadena de longitud daéia
10 . Tomemo s por el eje x una linea horizont al MM {paralela V(q) = V 1 (q) - 2nloa,
1
al eje de revoluci ón L.L 1 ) tal que con respecto a ella Ja catenaria
~ decir, para dichas curvas las magnítu des V(q) y V (q) se diferen-
AB se encuentr e en la posición estánda r. cian ~n una constant e 2nl0 a. Para la misma curva 1
q 0 estas
Designemos con V 1 (q) una superfic ie lateral formada por la magrutu des alcanzar án, por eso, su valor mínimo. La catenari a qo.
revolución de Ja curva q alrededo r del eje x (el eje MM i), con que se encuentr a en Ja posición estánda r respecto del eje x. propor-
V(q), una superficie formada por la revoluci ón de q alrededo r del ciona el valor mínimo V 1 (q) de la superficie lateral de revoluci ón
alrededo r de e.ste eje, entre todas las curvas que unen A y B,
en particula r, entre las curvas q de longitud 1 .
A 8 0
Esto significa que la misma catenari a q0 da el minimo de la
magnitu d V1 (q) entre las curvas q de longitud 1 , que unen los
0
puntos A y B.
Esta misma propied ad de la catenari a puede demostr arse de
otro modo.
l-------y--~o- l1
Conside remos un conjunto de las lineas q que unen Jos puntos
M---------~~~ M, A y B y tienen una longitud prefijada . Cada tal línea l;i v;imos
a tomar por Ja posición de una cadena pesada homogé nea de
FlC. 100.
densida d p. La energía potencia l de gravitac ión de la cadena
en ia posición q designem os con U (q). La magnítu d U (q) alcanza
eje LL 1 : 1(q) significa Ja longitud de Ja a.irva q. Si <' ~ !? su mínimo para Ja catenari a q = '!o·
~ .....:_.._ . _ _.,.._. _ ;v~ cje.., ~. y M1VJ.., entonces .=:·~,;. '"'"'"t..i.c, ;.;,¡ vH Luu uc::1 prIDcip10 üt umcnle t (vease
ei § ~ 1),
Ja curva q 0 , para Ja cual U (q) alcanza su valor mínimo, es la
V(q) = V 1 (q) - 2r..al(q). (14) posición de equilibri o de la cadena.
En efecto, sea CD un pequeño tramo d:._la curva q de longitud Tomem os por el eje x una recta horizont al MM 1 y hagamo s
que Ja densidad p sea igual a 2n. Tomem os esta recta por la
h. Si r es Ja distancia del centro de CD basta el eje MM , recta en q~ U =O. Si y es Ja ordenad a del medie de un tramo
1
entonces y-a es su distanci a hasta el eje LL • La longitud
1 pequeño CD de longitud h de Ja cadena (fig. 100). entonce s
I (CD) = h. Luego,
U (CD)= phy = 2nhy.
V 1 (CD)= 2nhy, V(éD) = 2nh(y- a). Al mismo tiempo, la superfic ie lateral l' (CD) de revoluci ón del
Como mismo arco pequeño CD
alrededo r del eje MM 1 (del eje Y) es
21th (y - a) = 2nhy - 2Mh,
V(CD) = 2nhy.
tenemos
De aquí proviene:
V(CD) = V 1 (CD) - 21tal (CD). (15) u (CD)= V(CD)
De este modo, la fórmula (14) es válida para cualquie r tramo
pequeño de la curva q. Quiere decir, es válida también para toda y llegamo s a Ja igualdad
Ja rurva q. U (q) = V(q).
 114 115

En efecto, de la igualdad demostrada entre los valores de ambas punto móvil, se determina enteramente por las coordenadas .x. y,
magnitudes U y V, para cualesquiera partes pequeñas de la curva q es decir, por su posición.
se deduce su igualdad para toda la curva q. Por esta razón, una ~or .ejemplo, realizándose el . movimiento en un campo de
catenaria que da el mínimo valor de la magnitud U (q) entre todas grav1taetón U = g~'._ ~onde g. es la constante de gravitación e y
las curvas q de longitud prefijada I que unen Jos puntos A y B, es la ordenada dmgida verticalmente arriba, de la fórmula (2)
proporciona el mínimo de los valores para tales curvas también se deduce
en el caso de la magnitud V(q~
Una magnitud, dependiente de la curva. se denomina funcional. w = v2 (e - gy) =Ve¡ - C2Y(C1 = 2c, C2 = 2g). (3)
Así, por ejemplo, las magnitudes de tipo I (q), V(q), T(q), U (q),
Consideremos también un medio óptico en el cual la velocidad
etc., son todas funcionales.
de la luz v es una magnitud constante, inversa a la velocidad
Jakob Bernoulli fue primero en considerar un problema mecánica w:
siguiente: 1
Hállese entre las curvas de longitud prefijada aquella curva ¡; = V (x, y) = ( )' ~· x, y
(4)
para la cuaJ una cierta funcional J (q) alcanza su valor máximo
o mínimo. Los problemas de este género los llamó isoperimétricos. Les rayos luminosos que se propagan en el medio con la tielocidaá
Un caso particular de este problema, examinado en el * 15, Jo 1
v = - , coinciden con las trayectorias del morimiento meccinico de
llaman, a veces, problema isoperimétrico en el sentido estricto. w
Acabamos de considerar el otro ejemplo del problema isoperi- un. punto rnn In 1>Plnritl(11I w = '" (.-:, ;').
metnco. En esto consiste Ja analogía entre Ja mecánica y Ja óptica,
establecida por Harnilton. ·
Sabemos, por ejemplo, que en un campo de gravitación, en el
- - -- -·- ___.. ___
§ 20. RELACIÓN ENTRE LA MECÁNICA Y L A ÓPTICA- .
~!!2~ ~ ~ veJ .;¡:;;~a(! :!~ 'ln . nt: ."•~ ~C PT""'rt"'<:~

las trayectorias son parábolas; por esto, Jos rayos luminosos en

c: ... :T{H, !:;:; f,~rn'\n ! ; f°l'

Examinemos el movimiento d e un punto en cierto campo plano

(en un medio en que actúan las fuerzas) para el cual es válido el medio óptico con Ja velocidad de la luz 1· = V C¡ -
1
C2Y
son
el principio de conservación de la energía:
U+ T = c, (1) parábolas.
Sabemos que los rayos luminosos en un medio en el cual . las
donde U = U (x, y) es la energia potencial del punto móvil, T, velocidades de Ja luz v son proporcionales a y,
y
son las _!_, VY.
la energía cinética del punto y c, Ja energía total (que queda
semicircunferencias con centro en el eje x, catenarias, cicloides,
constante durante el movimiento). Suponiendo que la masa del
respectivamente. Estas mismas líneas son trayectorias del movi-
punto es 1, tenemos:
w2 miento mecánico de un punto con las velocidades proporcionales
T= - 2 , 1 1 .
a - , y, -:r• respectivamente.
Y VY
donde w es la velocidad del punto. De aquí y de (1) se deduce Para fundamentar esta tesis observemos, ante todo, que las
fuerzas en el campo son orientadas p 1.> r .las normales a las lineas
w=i/2T=V2(c- V)=V2[c- U(x,y)]. (2)
equipotenciales, es decir, a las líneas de i~uar valor de Ja potencial
Consideraremos toda una serie de trayectos, es decir, los (U (x, y) = const).
caminos descritos por el punto, siendo prefijado el valor e de la
energía total. De Ja fórmula (2) se ve q ue w, la velocidad del y están dirir,idas hacia los valores men0rcs de la potencial de cada
 116 117

una de estas líneas (en virtud de (2) la velocidad w = w (x, y) es Tracemos en el punto B una tangente M/\' d
también constante). Señalemos un sistema de lineas equipotenciales "6 d · a 1a curva
separaci n y es1gnemos con a y ~ los ángulos formados or lose
próximas una a otra. En cada una de estas líneas la velocidad w segmentos CB y BD y esta tangente Las co P
es constante, variando continuamente en las bandas entre dos .
d e ve1octdades · mponentes tangentes
en el punto B, hasta y después del cambio de
lineas. En la fig. 101 mediante w 1 , w2 , ••• , w;, W;+ 1 ••• están indicadas
dichas líneas en las cuales las velocidades son w¡, w 2 , ••• , w,. w1.,. i. . . .
respectivamente.

FIC. 101. ne. 101.

dirección, son jguales, respectivamente, a

W¡-1 COS lX Y W¡ COS ~-
Sustituyamos ahora nuestro movimiento por el otro. Supongamos
~-- ::- . .. : -~=~ _. . :.. :_ :: . . __"', .&UU.l~Q.UQ..:> \.:vu W¡ )' • .,i+b Sé .r'U~lO que· el impulso de la fuerzc. está dirigida según la normal
mantiene la velocidad constante w¡, la cual varia a saltos al pasar a la curva de separación en el punto B, él no cambia las com-
por la linea marcada con w ;. 1• Nosotros alteramos la distribución ponent~ tangentes, es decir,
de velocidades, no obstante cuanto más próximas son las líneas
de separación (cuanto más estrechas son las bandas) y cuanto W¡+ 1 COS CX = W¡ COS ~- (5)
menores son Jos saltos de velocidades, tanto más próximo es la La fórmula (5) expresa el principio de refracción de una trayec-
distribución irregular de velocidades a Ja distribución continua toria al pasar a través de la línea de separación.
de partida; la última puede considerarse como un límite de las Examinemos ahora un medio óptico para el cual Ja velocidad
distribuciones a saltos, cuando las anchuras de las bandas tienden
a cero. de la luz es inversa a la del movimiento mecánico, v = .2_,
w
es decir,
Con la distribución" de velocidades a saltos en lugar de las en nuestras bandas contiguas 1 y 11 Ja velocidad de la luz es igual
fuerzas que actúan continuamente (normales a las líneas w = const) 1 1
actúan los impulsos de fuerzas, normales a las lineas de separa- a V¡- i = - - , v, = - -, respectivamente. En virtud del principio
W¡-¡ W¡
ción que causan el salto de Ja velocidad.
de refracción de la luz, en el punto B tenemos:
Dentro de cada banda Ía acción de fuerzas está ausente y el
movimiento es rectilíneo. Las trayectorias se representan por las cos ex cos ~
--=--
quebradas cuyos vértices se sitúan en las lineas de separación. V¡-1 V¡
Examinemos un tramo CBD de tal trayectoria (fig. 102). En el
segmento CB Ja velocidad es igual a w; _ 1 y está dirigida por
este segmento. W¡-1 COS lX = W¡ COS ~-
 Así pues, los .rayos en nuestro medio óptico se refractan igual A NUESTROS LECTORES :
que las trayectorias en el medio mecánico. Tanto los rayos como
las trayectorias representan en sí ciertas quebradas que se refractan "M ir" cdi~. libros sovi~icos traducidos al español, inglés, francés,
simultáneamente de modo igual, es decir, las trayectorias de veloci- árabe Y <;>tr.os 1d1omas extranJer<?S- ~ntre ellos fieuran las mejores obras
dades w; en i-sima banda coinciden con los rayos para los cuales de las distmtas _ramas de ~a ciencia y la técnica : manuales para los
~tr~ de ensenanza .s~penor y ~cuelas tecnológicas; literatura sobre
1 ci_encias .i:iatu~a~ y méd_1cas. Tamb1en se incluyen monografias libros de
las velocidades de la luz son v1 = - -en Ja misma banda. Para los
W; ~~l§aa9n ci~nhfica Y ciencia ficción. Dirijan sus opiniones a I~ Editorial
medios irregulares ya hemos demostrado nuestra tesis. Mir , R.izhsk1 pcr., 2, 129820, Moscú, I -110, GSP, URSS. •
En límite, cuando las anchuras de las banda$ tie:iden a cero
y nosotros obtenemos un campo mecánico con las velocidades
w = w (x, y) y un medio óptico con la velocidad de la luz
1
e·= v (x, y)= ( ) , las trayectorias quebradas y los rayos
w x, y
coincidentes se transforman en las trayectorias curvilíneas y los
rayos coincidentes.
La relación entre Ja óptica y la mecánica, promulgada por
Hamilton, desempeña un gran papel en Ja física moderna.
Observemos en conclusión que los métodos generales para
resolver los prohl1•1Tii1~ de búsqwda d~ !0~ !!1¿Yi!!!0~ y !!!i~i~~
de las funcionales es un objeto de exploración del apartado
matemático llamado cálculo de variaciones. Los fundamentos de
esta materia los dieron L Euler y J. Lagrange, brillantes mate-
máticos del sístlo XYl;~I.

...
 120

ÁNICA A LA
«ALG UNA S APL ICAC IONE S DE LA MEC
MAT EMÁ TICA»

mátic as en las
Es bien conocida la gran aplic ación de las Mate
es meno s cierto que
ciencias naturales y Ja técnica. Pero no ejercido una
Fisic a, siem pre han
estas últimas, y especialmente Ja todos los
Mate mátic as. Es más, en
gran influencia sobre las encon trar,
direm os
tiempos las teorías físicas han perm itido , no áticos .
lemas matem
pero sí prever la respuesta a distin tos prob los probl emas
tiene n gran inter és
Desde este punto de vista
físicos permiten dar
matemáticos en los que los razon amie ntos
rápid amen te una respuesta.
en ciencias fisico-
El pequ eño libro de V. Uspe nski, doct or
same nte dedic ado a la exposición de
mate mátic as, está preci
de estos problemas
di\'ersos problemas de este género. El aban ico
tan senci llo como el de la
es muy amplio: desde el prob lema aplicación de
ncia hasta una curio sa
tange nte a la circunfere
ema áe ia tc o1 ;a
razon amie ntos físicos a Ja soluc ioo de un probl sos, de hecho
diver
de los números. Todo s estos ejemplos, tao
se emplean, para su
resul tan muy ligados, pues en todo s ellos
. La exposición no
cif'!Tlnc;tr:¡ción. las leyes físicas de equil ibrio
'-"' :. .... _ _. .::v ··. · ~ ··. ~ ­
requi ere conoc1m1cmos ~pt>:,,1a1c::::. y, auny
hech o ya los grados elementales
hacia los alum nos que han
medi a, resul tará tamb ién de gran interés tanto
de Ja enseñanza
s a las Matemáticas.
para maestros como para todos Jos aficio nado

•:' .-