Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Contenido
· Introducción
· Breves referencias históricas del Mandato
· Distintas definiciones de Mandato
· Sujetos que intervienen
· Obligaciones del Mandante y Mandatario
· Características del Mandato
· Elementos de Existencia y Validez
· Importancia
· Diferencias entre Mandato y otras figuras contractuales
ü Distinción entre Mandato y Poder
ü Distinción entre Mandato y Prestación de Servicios
ü Distinción entre Mandato y Representación
ü Distinción entre Mandato y Arrendamiento de Servicios
ü Distinción entre Mandato y Agencia Oficiosa
ü Distinción entre Mandato y Depósito
ü Distinción entre Mandato y Contrato de Trabajo
ü Distinción entre Mandato y Gestión de Negocios
· Formas de extinguir el Contrato de Mandato
· Bibliografía
· Modelo del Contrato de Mandato
Introducción
El contrato de mandato reviste de mucha importancia, ya sea por la utilización
práctica, económica y social. Al igual que toda otra institución jurídica, producto del
hacer humano, con la evolución ha pasado por distintos matices. En el Derecho
Romano primitivo no fue conocido el mandato, tal como se concibe ahora, porque
las personas con plena capacidad de obligarse solo podían contraer obligaciones
por sí y para sí, es decir que una persona que contrataba en interés de otra,
primeramente adquiría la cualidades de dueño, acreedor o deudor según la
naturaleza del acto o contrato celebrado, y después transfería esas cualidades al
en cargante. Tal sistema no permitía practicidad y rapidez en los negocios.
Fueron factores como, el incremento de las relaciones económicas y la expansión
territorial del imperio las causas para que se confiara a otros la gestión de
negocios propios que no podían efectuarse personalmente.
Motivados por tales importancias (económica, social y su utilización practica en los
negocios del mundo moderno) es lo que requiere un examen detenido y detallado,
en un primer lugar es importante tener una breve referencia histórica del mandato,
luego contar con un baraje de definiciones sobre el mandato, así como
sus características, se enunciaran a modo de ejemplo, el mandato es un contrato
principal, bilateral, puede ser gratuito o remunerado dependerá de cada caso en
concreto. También veremos los derechos y obligaciones de los sujetos que
intervienen, consecuencias jurídicas más relevantes y finalmente formas de
terminación del mandato. Sin olvidar su regulación jurídicas en nuestras leyes.
Estos aspectos serán desarrollados en el siguiente trabajo de investigación.
Breves referencias históricas del Mandato
En la historia el contrato de mandato, ha tenido varios cambios, para sobrevivir
hasta nuestra época. El mandato tuvo que adaptarse a las circunstancias que le
exigían, factores como la misma evolución del pensamiento humano, el desarrollo
económico y social.
En el Derecho Romano primitivo, se exigía que una persona para poderse
obligarse con otro necesitaba, la plena capacidad, es decir solo las personas
capaces podían obligarse recíprocamente, y solo podían contraer obligaciones por
sí y para sí mismas, no podía un tercero contraer una obligan en nombre de otra
persona.
Los factores determinantes como, la ampliación de las relaciones económicas y la
expansión territorial, estas causas dieron la existencia al hecho que se confiara a
otros la gestión de negocios propios que no podían efectuarse personalmente.
Mas por falta de normas jurídicas que rigieran el mandato se recurrió a personas
que prometían sobre la fe de su palabra y por la amistad que las unían al
mandante, realizar fielmente el negocio encomendado, obligándose asimismo a
rendir cuentas al mandante.[1]
Así el mandato en su origen era un compromiso de honor, un contrato de buena
fe, de confianza, y las consecuencias que generaba se arreglaban conforme a la
equidad. Se perfeccionaba en el acto de en que el comitente y mandatario se
daban sus manos.
Esto acto simbólico dio origen el nombre de mandato, manum- dare o manu-data,
que significa testimonio de fidelidad prometida por el mandatario al mandante.[2]
Distintas definiciones de Mandato
Ø El mandato es un contrato por el cual una persona, da encargo a otra
persona, que acepta, de realizar gratuitamente un acto determinado o un
conjunto de operaciones.[3]
Ø El mandato es un contrato por el que el mandatario se obliga a ejecutar
por cuenta del mandate los actos jurídicos que este le encarga.[4]
Ø Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún
servicio o a hacer alguna cosa, por cuenta o encargo de otra.[5]
Ø El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno
o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la
primera.[6]
Sujetos que intervienen
1. Mandante o Comitente
Es la persona natural o jurídica que confiere el encargo
2. Mandatario, Apoderado o Procurador
Es la persona que acepta el encargo
Obligaciones del Mandante y Mandatario
Obligaciones del Mandate
Obligaciones civiles:
Estas se encuentran señaladas entre los artículos, 1918, 1920, 1921 inc. Primero.,
las cuales consisten en: proveer al mandatario de lo necesario para el
cumplimiento de su encargo; reembolsarle los gastos hechos; pagarle la
remuneración pactada o usual, si el mandato no fuere gratuito; pagarle los
anticipos al mandatario con intereses legales; adquirir los derechos y contraer las
obligaciones del mandatario cuando este hubiere contratado en su propio nombre
en interés y por cuenta y riesgo del mismo mandante y dentro de los límites del
mandato.[7]
Responsabilidad civil:
El mandate puede incurrir en culpa contractual y tener responsabilidad civil según
el art.1418., así como también por dolo.
Responsabilidad penal: esta puede surgir si el mandato lo hubiere otorgado para
perjudicar al mandatario y le causare daños, pérdida u otro menoscabo.
Obligaciones del Mandatario
Este adquiriré tales obligaciones, siempre que acepte el mandato, la doctrina las
divide en:
a) Obligaciones de cumplir el mandato y
b) Obligaciones de rendir cuentas del cometido.
Características del Mandato
Bilateralidad:
En nuestro derecho el mandato constituye un contrato por naturaleza bilateral,
pues sea de carácter gratuito o remunerado (oneroso) siempre se impone a las
partes, obligaciones que se pueden considerar de carácter recíproco; tanto así el
mandante está obligado para con su mandatario a brindarle todos los insumos
necesarios para la realización del mandato; por otra parte el mandatario está
obligado a rendirle cuentas al mandante al momento de la terminación del
mandato; además por la evolución de la sociedad principalmente en el ámbito
económico, el contrato degeneró su naturaleza gratuita en una naturaleza de
carácter remunerado u onerosa, salvo las excepciones en que las partes acuerden
lo contrario pero aun con tal determinación de forma general se fijan por acuerdo
de las partes algún honorario que no representa ningún tipo de remuneración
onerosa.
El mandato es, en principio, un contrato unilateral que solo obliga al mandatario,
aunque hechos posteriores pueden originar también obligaciones para el
mandante, razón por la cual se lo clasifica como "sinalagmático imperfecto". Sin
embargo, cuando el mandante ha prometido una remuneración al mandatario, el
contrato, según la doctrina dominante —sin que fallen discrepancias— es bilateral.
Contrato de Confianza:
Siendo un contrato que respondiendo a la adaptación de las condiciones
económicas a perdido su carácter de gratitud, a un no a degenerado su calidad de
un carácter de confianza pues atiende al principio básico de la búsqueda de una
persona que nos inspira seguridad en la cual se deposite nuestro nombre,
aplicándolo al caso del mandato con una fuerza de carácter de trascendencia
judicial o extrajudicial.
Eminentemente Consensual:
El mandato constituye un contrato de carácter consensual el cual se perfecciona
con el acuerdo de las partes que intervienen en su celebración, pero la doctrina
determina ciertas excepciones por las cuales el mandato no se verá perfeccionado
si no es por la puesta de algunas formalidades, en atención a dos momentos de su
necesidad, los cuales son:
En respuesta al cargo que se determina al mandatario: Esto es
cuando por atención al cargo que se va a realizar se necesitan formalidades
sin las cuales las actuaciones se vuelven nulas o no darán origen a los
resultados presupuestados, por ejemplo: El caso del mandato con
representación judicial o para mostrarse parte en un proceso para el cual se
necesita su estipulación en una escritura pública, el cual debe presentarse
ante el tribunal que lo correspondiente.
En respuesta al acto en concreto en que versa el mandato:
deduciendo entonces en caso que el acto de carácter jurídico a realizar
necesite de ciertas formalidades para su perfeccionamiento, se dirá
entonces que el mandato se entenderá perfecto cuando las formalidades
exigidas por el acto mandado se cumplan, tal es el caso del mandato de
constitución o resolución de hipoteca para el cual se requiere una
inscripción o una des-inscripción en el registro de raíces e hipotecas para
darse por perfecto.
Es Aleatorio:
El mandato por naturaleza constituye un contrato aleatorio pues en la puesta en
confianza de uno o varios negocios futuros a otra persona, se pierde la certeza del
fruto de los negocios, no es que si los negocios los realizara el mandante tendrían
una certeza absoluta de un beneficio, pues esto es también atendible al hecho de
que al momento de determinar al mandatario se busca a la persona más capaz
para realizar el manato, sino que en esos casos que la perdida de certeza se
coloca en el momento en que se van a realizar los negocios pues estos responden
a un tiempo a futuro, por tanto, al mandatario solo se le pueden exigir el pago de
indemnizaron por perdidas en un negocio determinado solo cuando esa pérdida se
hubiera producido por culpa imputable al mandatario.
Intuitus Personae:
Es un contrato que se celebra en calidad de la persona del mandatario, por eso se
termina con su muerte, pues la realización de actos jurídicos tiene que llevarse a
cabo personalmente por el mandatario.
El mandato es, en principio, "intuitus personae " respecto de ambas partes, lo que
tiene consecuencias especialmente en cuanto a la relevancia del error en la
persona y en cuanto a la extinción del contrato.
Principal:
Pues este contrato no necesita la existencia previa de otro tipo de contrato para su
realización
Nominado o Tipificado:
Pues esto responde a su ubicación en la legislación abarcando del Art. 1875 hasta
el 1890 de nuestro Código Civil.
Gratuito u oneroso:
Esto sirve para determinar la importancia que afecta al mandatario si obtendrá
responsabilidad o no de ser remunerado. Se dice que este contrato podrá ser
gratuito cuando así se estipule, de lo contrario por regla general será remunerado.
El mandato es, por su naturaleza, gratuito; pero nada obsta para que se convenga
lo contrario.
Otras Características:
El mandato puede ser de ejecución instantánea o de tracto sucesivo.
El mandato engendra obligaciones principales.
Elementos de Existencia y Validez
Los elementos de existencia y validez del mandato son los mismos del Derecho
común y de todos los contratos, pero hacemos algunas referencias al
consentimiento, capacidad y objeto en materia de mandato.
Objeto
O sea el contenido de las declaraciones de voluntad, lícitamente expresadas.
Aunque el mandato puede hacer nacer obligaciones para ambas partes, cada una
de las cuales tiene su objeto propio, el objeto del mandato por antonomasia es el
acto jurídico (o los actos jurídicos), que el mandante encarga al mandatario y que
este se obliga a ejecutar por cuenta de aquel.
El mandato da nacimiento a obligaciones de hacer, que son la realización de uno o
varios actos jurídicos.
Se requiere por lo tanto:
1. La realización de actos jurídicos
2. La licitud de los actos
3. La posibilidad jurídica
Consentimiento
Que no es otra cosa que las declaraciones reciprocas de la voluntad de los
contratantes.
El mandante expresa su voluntad de contratar y posteriormente la acepta el
mandatario en forma expresa o tácita. La aceptación expresa, es cuando en
algún documento se exterioriza la voluntad del mandatario de aceptar el mandato,
sea ésta en la celebración del contrato o diferida a otro tiempo.
Existe una aceptación tácita:
a) Por el solo hecho de que no lo rehúse dentro de los tres días
siguientes
b) Cuando el mandatario realiza actos en ejercicio del mandato.
Capacidad
Para la celebración del contrato de mandato, el mandante requiere de la
capacidad general o sea, la mayoría de edad, que no se trate de los mayores de
edad disminuidos o perturbados en su inteligencia, aunque tengan intervalos
lúcidos; y aquellos que padezcan alguna afección originada por enfermedad o
deficiencia persistente de carácter físico, psicológico o sensorial o por la adicción a
sustancias tóxicas como el alcohol, los psicotrópicos o los estupefacientes.
El mandatario también tiene que gozar de la capacidad general y especial como
el mandante; especial, según el acto de que se trate.
Importancia
Su importancia radica en la cesión de la ejecución de ciertos negocios judiciales o
extrajudiciales a otra persona, por medio la cual se busca una mayor eficacia en la
búsqueda de resultados positivos o gratificantes, ya sea que esta persona sea un
profesional en su campo o sea una persona a quien se le posee una gran
confianza, en conclusión su importancia es la búsqueda de la eficacia en la
obtención de beneficios en un negocio cualquiera.
Diferencias entre Mandato y otras figuras contractuales
Distinción entre Mandato y Poder
La primera distinción se refiere a la fuente jurídica. El mandato es un contrato; el
poder, una declaración unilateral de voluntad. La segunda, en que el poder tiene
como objeto obligaciones de hacer, que consiste en la realización de la
representación en forma abstracta y autónoma, o sea, la actuación a nombre de
otra persona para que los actos efectuados surtan en el patrimonio del
representado, de tal manera que relación jurídica vincula directa e inmediatamente
al representante con el representado. Por su parte el mandato no es
representativo, sin embargo, puede ser lo si va unido con el otorgamiento de un
poder, es decir, el mandato siempre requiere del poder para ser representativo y
surta efectos entre mandate y tercero.[8]
Distinción entre Mandato y Prestación de Servicios
Estos dos contratos son de gran similitud, ya que el objeto de ambos es la
prestación de servicios. La diferencia consiste en que el mandato se refiere a la
realización de actos jurídicos; y la prestación de servicios profesionales, a la
ejecución de trabajos que requieren para su desempeño, una preparación técnica
y en ocasiones, título profesional.
Distinción entre Mandato y Representación
Mandate y representación son nociones distintas. El mandato, de acuerdo con el
Código Civil es un contrato que puede conferir al mandatario el poder de
representar al mandante; pero que también puede no conferírselo. De modo pues,
que el mandate civil puede ser fuente de representación; Pero no lo es siempre.
Por otra parte, la representación puede tener una fuente distinta del mandato: la
ley, decisiones judiciales e incluso actos jurídicos que no constituyen mandato.
Distinción entre Mandato y Arrendamiento de Servicios
El arrendamiento de servicios recae sobre actos materiales mientras que el
mandato recae sobre actos jurídicos.
El mandato por lo general lleva la idea de representación lo cual no acontece en el
arrendamiento de servicios.
El mandato no lleva la idea que el mandatario este exclusivamente al servicio del
mandante ya que son servicios pasajeros mientras que el arrendamiento de
servicios por lo general el empleado dedica todo el tiempo al empleador.
No obstante la diferencia de los tipos existe un caso de tipificación dudosa cuando
alguien confía a otro un bien pactando la distribución de los frutos del mismo. El
interés práctico de la cuestión radica en que si se trata de un mandato, el
detentado del bien tiene que sujetarse en el uso del mismo a las instrucciones del
mandante.
Distinción entre Mandato y Agencia Oficiosa
Se diferencian en que el mandato es un contrato y supone voluntad del
mandante en cambio la agencia oficiosa es un cuasicontrato en el cual una
persona gestiona los intereses de otra sin tener mandato para ello
Y se parecen en que ambas instituciones van a resultar obligadas en ciertos
casos, las personas cuyos negocios se gestionan.
Distinción entre Mandato y Depósito
La diferencia esencial reside en que el depositario no tiene otra obligación que la
de guardar, con cierto cuidado, las cosas que le entrega el depositante y
restituírselas en su oportunidad; mientras que el mandatario recibe cosas del
mandante, no para su guarda y cuidado, sino para que las emplee en interés del
mandante, en la ejecución del negocio cometido y según las instrucciones de éste.
El depósito es esencialmente gratuito, y por lo mismo, la responsabilidad del
depositario es menor que la del mandatario.
Aun cuando ambos tipos contractuales son fáciles de diferenciar, es dudosa la
tipificación del contrato por el cual se entrega a una persona una cosa para que
cuide de ella y a la vez realice determinados actos jurídicos relativos a la cosa por
cuenta de quien se la entrego. En nuestro criterio, la calificación del contrato
dependerá de cuál es la prestación principal (mandato con prestación subordinada
de depósito o deposito con prestación subordinada de mandate) y en caso de que
ninguna de él las sea principal, se estará frente a un caso de contratos
combinados o gemelos.
Distinción entre Mandato y Contrato de Trabajo
Aunque ambos tipos contractuales evidentemente no coinciden, es frecuente que
concurran ambos contratos, debido a que para mejor cumplimiento de las
obligaciones del trabajador, su patrono le confiere mandato. Así sucede, por
ejemplo, con los sirvientes domésticos en orden a ciertas compras; con los
empleados de comercio, factores mercantiles, gerentes, etc. En tales casos, lo que
suele existir es un contrato de trabajo con prestación subordinada de mandato.
Distinción entre Mandato y Gestión de Negocios
La diferencia entre los correspondientes tipos legales estriba en que en la gestión
de negocios no hay encargo, mientras que en el mandate sí. De allí que las
obligaciones del mandante frente al mandatario sean mayores que las del dueño
frente al gestor.
Formas de extinguir el Contrato de Mandato
CAUSALES.-
El mandato se extingue por diversas causas. El Art. 1923 las enumera de la forma
siguiente:
1° Por el desempeño del negocio para que fue constituido: Ej.: Se confiere poder
especial para hipotecar y se contrata la hipoteca; termina el contrato.
2° Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijados para la
terminación del mandato.
3° Por la revocación del mandante: La revocación del mandante puede ser
expresa o tácita. La tácita es el encargo del mismo negocio a distinta persona. Si
el primer mandato es general y el segundo especial, subsiste el primer mandato
para los negocios no comprendidos en el segundo.
4° Por la renuncia del mandatario: La renuncia del mandatario no pondrá fin a sus
obligaciones, sino después de transcurrido el tiempo razonable para que el
mandante pueda proveer a los negocios encomendados. De otro modo será
razonable de los prejuicios que la renuncia cause al mandante; a menos que se
halle en la imposibilidad de administrar por enfermedad u otra causa, o sin grave
perjuicio de sus intereses
propios.
5° Por la muerte del mandante o del mandatario: Sabida la muerte del mandante,
cesará el mandatario en sus funciones, pero sí de suspenderlas se sigue perjuicio
a los herederos del mandante, será obligado a finalizar la gestión principada. Se
extingue por muerte de ambos porque es un contrato intuito-personae; el
mandante confiere mandato porque tiene confianza en el mandatario, y puede que
no lo tenga en sus herederos; y el mandatario lo acepta en consideración a sus
herederos.
6° Por la quiebra o insolvencia del uno o del otro: La ley considera que la quiebra o
insolvencia del mandante o del mandatario es un hecho que pone fin a la
confianza recíproca que debe presidir las relaciones de ambos.
7° Por la interdicción del uno o del otro: Que no es más que privar a una persona
de la facultad de administrar sus bienes; si el mandante carece de esta
facultad, es lógico que tampoco pueda hacerlo su mandatario, ya que éste sólo
manifiesta la voluntad de su mandante. Además, al declararse la interdicción
deberá darse al interdicto un curador, y será éste el que entrará a representarlo.
En cuanto al mandatario, si ha sido colocado en interdicción es porque carece de
aptitudes para manejar sus negocios propios, y es razonable estimar que quien no
sabe administrar lo suyo tampoco sabrá hacerlo con lo ajeno.
8° Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido dado en
ejercicio de ellas; pero las gestiones iniciadas o llevadas a cabo por el mandatario
mientras se haya podido ignorar la relevación de las funciones del mandante,
serán válidos respecto de terceros de buena fe. En cuanto a los asuntos judiciales
en que haya intervenido el mandatario, se observará lo dispuesto en el Código de
Procedimientos Civiles.
Bibliografía
- Tesis Doctoral, sobre el mandato civil. Zepeda, Manuel. Universidad de El
Salvador, 1963.
- Tratado Elemental de Derecho Romano de Eugene Petit.
- Del Castillo Fernández, Bernardo. Representación, Poder y Mandato.
- Borda, Guillermo A. Tratado De Derecho Civil - Contratos Tomo II, Editorial:
Abeledo-Perrot, 1999, Pág.: 693
- López de Zavalía, Fernando. Teoría De Los Contratos Tomo IV - Parte Especial
(3). Editorial: Zavalía. 2001. Págs.: 674
- Lorenzetti, Ricardo Luis. Tratado de los Contratos. Tomo 2. Editorial: Rubinzal-
Culzoni. 1ª ed. 1999. Paginas: 767
- Código Civil de 1860, Decreto Ejecutivo de 10 de Abril de 1860. Publicado en la
Gaceta Oficial Nº 85, Tomo Nº 8.
- Curso Derecho Civil: Fuentes de las obligaciones (contratos) Arturo Alessandri
Rodríguez, Santiago de Chile: Editorial nascimento, 1942.