En Colombia, los contadores públicos se han encargado de tener una función en
el desarrollo de las empresas: la generación de información y la comprobación.
Sin embargo, las habilidades de algunos contadores públicos ya sean independientes o empleados, se llevan a cabo sin el cumplimiento de los diferentes principios éticos que existen en la profesión. Motivo de ello, son las cifras que tiene la Junta Central de Contadores sobre profesionales advertidos por las conductas que vulneran la Ley 43 de 1990, sabiendo que la habilidad de la ética contable esta rígida por dicha ley, lo cual afecta directamente la seguridad pronunciada por la sociedad. Sumando que desde tiempo atrás el contador es considerado como esa persona que es dador de la fe pública lo que hace que la profesión se califique por tener un gran deber en su labor, aunque de alguna manera este acto se vuelve frágil ante la comisión de culpa por la ley colombiana como fraude o en su mayoría como corrupción. Con respecto a lo dicho anteriormente, cada contador público debe tener siempre presente la ética en su actuar, sin importar la situación en la que se encuentre personalmente o su ámbito profesional, puesto que por añadidura la ética va más allá de un simple principio, el cual es basado en actos morales que se somete del actuar individual pero al mismo tiempo involucra a toda una entidad.
Actualmente, la ética profesional de alguna manera es vista por gran atención en
el funcionamiento a los diferentes valores, considerando que la ética tiene una estrecha relación entre el concepto de valor y la conducta, debido a que la ética es de suma importancia en la sociedad, es decir que se hace necesaria, tanto así que algunos valores universales se incorporan en normas para posibilitar una sociedad más moderada. Por tal razón, se concluye que todo ser humano tiene sus propios valores, aun cuando hayan sido respetado o no de una manera clara, como ha sido expresado en los códigos de conducta para las entidades individuales y los códigos de ética para los grupos de profesionales en la contaduría pública. Pues todos los contadores públicos sin importar su cargo deben establecer comportamientos éticos venerables, en relación a su acción profesional; es obligación para el contador evitar caer en las diferentes faltas que se le puedan presentar durante su trayectoria profesional tales como: el ocultamiento de hechos que conlleven a terminaciones equivocadas ante cualquier momento o sugerir el falseamiento de los estados financieros a sus clientes. De igual manera, entre sus deberes está el ser discreto para poder probar que es una persona profesionalmente confiable en lo que hace y así mismo asumir con total responsabilidad todos los actos que se le encarguen bajo su defensa como de cualquier información que este a su cargo, asumiendo un compromiso de lealtad con sus clientes y con sí mismo de acuerdo a lo predicho en la ley del ejercicio de su facultad.