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I EL EVANGELIO DE LA GLORIA DE DIOS EZRA MA i SEMANA 1 ~ ministrado por Ezra Ma AVIVAR EL FUEGO DEL DON DE DIOS - (2 TI 1:6) Mantener viva la llama del don de Dios La decadencia apaga el fuego de nuestro espfritu.. Las ansiedades y los problemas en la iglesia. Vencer ideologias y filosofias y avivar la llama. La llama de la zarza que ardfa. El fuego santo en la zarza bendita.. La misi6n de Jesits: echar fuego SEMANA 2~ ministrado por Ezra Ma EL EVANGELIO DE LA GLORIA DE DIOS (1) ~ (1 TI 1:11) Avivar la lama del don de Dios que hay en nOSOtr0.....c.:cuectctrseeentnat 23 El evangelio de la gloria nos une a Dios. 25 Arder en el espiritu.... ‘ 28 Dagan: eee eh 30 Giidar de las tes partes del espirin para mantener el fuego encendido (1)... 33 Cuidar de las tres partes del espiritu para mantener el fuego encendido (2)... 35 Tener una mente moderada y sobria para la venida del Sefior...... 38 SEMANA 3 ~ ministrado por Ezra Ma EL EVANGELIO DE LA GLORIA DE DIOS (2) — (1 TI 1:11) * 140 Heraldos del evangelio de la gloria de Dios El fuego del evangelio ... Tlamonde Dios es el.combystible del fuego del evangelio El Espiritu todo inclusivo. Siete lamparas, siete ojos y siete Espiritus de Dios Quitar los velos que encubren el evangelio del Dios bendito.... Dios desea incendiar toda la tierra con el fuego del evangelio.. SEMANA 4~ ministrado por Ezra Ma EL EVANGELIO DE PABLO - (2 TI 2:8) El proceder para alcanzar el reino..... Las cosas que deben suceder pronto . El evangelio de la gloria de Dios (1)... El evangelio de la gloria de Dios (2) Nuestro evangelio 65 Valorar y practicar 67 .70 Un hombre en la gloria . Lectura biblici Fil 2:19-20; 1 Ti 3:15; 2 Ti 2:3-6 Leer con oracién: Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos (2 Ti 1:6 NVI). MANTENER VIVA LA LLAMA DEL DON DE DIOS En las dos cartas a Timoteo, Pablo us6 varias figuras para que su palabra sea mas comprensible. En el tomo anterior, vimos la ilustracion de un combatiente en la batalla. El us6 expresiones como “milites por ellas la buena milicia” (1 Ti 1:18), “pelea la buena batalla de la fe” (6:12), “he peleado la buena batalla” (2 Ti 4:7). Otra ilustracién es la de un atleta en una carrera: “he acabado la carrera” (2 Ti 4:7). El tema mismo de esta serie: “La iglesia: columna y base de la verdad”, es ilustrado con la figura de una columna, que es la iglesia (1 Ti 3:15). En el segundo capitulo de 2 Timoteo, hay otras ilustraciones, como la de un soldado que no se enreda en los negocios de la vida, de un atleta que debe competir segtin las normas y también de un labrador que debe ser el primero en participar de los frutos de su trabajo (vs. 3-6). Por tiltimo, tenemos la figura de alguien que “traza bien la palabra de verdad” (v. 15b —lit.), lo que nos describe a un carpintero habil que usa la sierra para cortar rectamente la madera. Esta semana, veremos la figura de la “llama de fuego”. Hay una advertencia de Pablo a Timoteo: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que esta en ti por la imposicién de mis manos” (2 Ti 1:6). En la Nueva Version Internacional, la traduccién es mas. clara: “Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos”. Pablo le advirtid a no dejar que la lama de su espiritu se apagara, sino que la avivara. Durante una conferencia de jévenes, cuyo tema fue: “El fuego no se apagara”, usé la ilustracién de aquellos atletas que corrian cargando la antorcha olimpica. En cada trecho del recorrido, se turnan para cargar la antorcha olimpica encendida. Dios nos paso la “antorcha” del evangelio, la antorcha de la Palabra, y tenemos que correr la carrera. No es simplemente correr, sino correr con la antorcha encendida. Si la antorcha se apaga, ,qué valor tendria nuestro servicio a Dios? Entre las décadas de 1970 y 1980, habia mucho “fuego” en el vivir de la iglesia. ;Experimenté ese fuego! Les puse el fuego a los hermanos y Avivar el fuego del don de Dios & a 3 g 3 > 2 s yo también tenia ese fuego. Ahora, después de tantos afios, se levantaron nuevas generaciones, por eso quiero darles una palabra especial a los hermanos mas antiguos: “;Nuestro fuego permanece atin 0 ya se apagé? {Yo no quiero dejar que mi fuego se apague!”. ;Gracias a Dios, tenemos una generacion nueva que estd en llamas! Pero yo, que soy de Ia antigua generacion, jquiero continuar ardiendo! Espero que, al leer estas palabras, todos nosotros seamos reavivados. Veamos nuevamente la amonestacién de Pablo: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que estd en ti por la imposicion de mis manos”. Era como si Pablo hubiese dicho: “Un dia, Timoteo, te impuse mis manos, y recibiste el fuego del llamamiento de Dios para cumplir Su incumbencia. Los ancianos y yo te impusimos nuestras manos y te encendiste!”. Timoteo era un colaborador de Pablo, un joven ejemplar que se identificaba con el corazén del apéstol. No habia otro colaborador que fuera tan unido en alma con él (Fil 2:19-20). Sin embargo, Pablo tuvo que amonestarlo, porque noté que su fuego se apagaba. La palabra griega usada para “avivar” es anazopureo. Esté compuesta por el prefijo ana més las palabras zoos y pur, y la terminaci6n eo. La terminacién eo esta presente en las formas verbales que expresan accién, como vemos en las palabras peripateo (que es la accién de andar) y stoicheo (que manifiesta la accién de marchar). El prefijo ana significa “hacia arriba”, “de nuevo”; la palabra zoon significa “ser vivo”, “algo vivo”; y pur significa “fuego”. Por consiguiente, tenemos: “de nuevo + algo vivo + fuego”, es decir, “avivar”, “reencender”. La condicién de Timoteo era que su fuego poco a poco se apagaba. Al usar esa palabra, Pablo queria decirle a Timoteo: “jLevanta ese fuego! jEnciéndelo de nuevo! {Dale vida a ese fuego y no dejes que se apague!”. Pregunta: ¢En qué consistfa la amonestacion de Pablo a Timoteo? Mi punto clave: Lectura de apoyo: “Espiritu y fuego” ~ caps. 1-3 — Dong Yu Lan. “cUsted estd preparado para el fin?” — cap. 1 - Ezra Ma Ei» Lectura biblica: Ga 5:19-21; Ef 5:11, 18 Leer con oracion: Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Sefior Jestis, y por el Espiritu de nuestro Dios (1 Co 6:11). LA DECADENCIA APAGA EL FUEGO DE NUESTRO ESP{RITU Hoy veremos las cosas que pueden apagar el fuego de nuestro espiritu. ¢Por qué la mayoria de los cristianos son fervientes en espiritu cuando se convierten pero, con el paso del tiempo, se vuelven frfos e indiferentes? Esto ocurre por varios factores, pero slo mencionaremos cuatro: la decadencia y la iniquidad de la era presente; las ansiedades y las preocupaciones del dia a dia; las dificultades enfrentadas en la iglesia, y las ideologias y filosofias actuales. En esta era la propagaci6n de la iniquidad es intensa. Si la comparamos con un virus, la iniquidad ya opera de manera sutil y constante, con el fin de apagar el fuego de nuestro espiritu. Si usted no se cuida, sino se vacuna y no se inmuniza contra ella, su fuego se apagard. Podemos comprobar esto en los siguientes versiculos: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriara” (Mt 24:12). A continuaci6n: “Pero el Espiritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatardn de la fe, escuchando a espiritus engafiadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresia de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia” (1 Ti 4:1-2). En nuestros dias, los espiritus engafiadores y las ensefianzas de demonios ya estan actuando mucho. Todo esto es la causa de la decadencia espiritual, Cuando la conciencia esta cauterizada y se pierde la sensibilidad, el fuego empieza a apagarse. Para mantener el fuego encendido, debemos guardar “el misterio de la fe con limpia conciencia” (3:9). Cuando no hay una buena conciencia, el fuego se apaga. Los versiculos que vienen a continuacién exponen las caracteristicas de los hombres en los postreros dias, que neutralizan el espiritu del hombre, causdndole apatia, insensibilidad y callosidad: “También debes saber esto: que en los postreros dias vendran tiempos peligrosos. Porque habré hombres amadores de si mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impios, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites mas que de Dios” (2 Ti 3:1-4). Cabe destacar en estos versiculos cinco tipos Avivar el fuego del don de Dios El evangelio de la gloria de Dios de personas. Mencionaremos, para una mejor comprensi6n, los ‘términos usados en los versiculos mencionados y, en seguida, la traduccién literal: s 2 3 s : a adoran, en espiritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn 4:24). Voy a interpretar este versiculo de acuerdo con el contexto de lo que estamos viendo: “Dios es Espiritu, Dios arde, porque Dios es fuego y es necesario que Sus adoradores Lo adoren ardiendo en su espiritu, jLo adoren con fuego!”. Tenemos que tener fuego en nuestro espiritu. Cuando adoramos y alabamos a Dios, jdebemos tener fuego! Ya sea en la predicacién del evangelio, en la oraci6n o en el servicio al Sefior, tenemos que tener el fuego ardiendo en nuestro espiritu. El tercer versiculo que presenta al Espiritu de Dios y al espiritu humano juntos esta en Romanos: “El Espiritu mismo da testimonio a nuestro espiritu, de que somos hijos de Dios” (8:16). Cuando su espiritu se apaga, el Espiritu de Dios, que es fuego, le dice: “Enciende el fuego de nuevo. Usted es un hijo de Dios. jUsted nacié para ser un vencedor! {Debe arder!”. El Espiritu de Dios est en nuestro espiritu, y ambos son uno. Leamos: “El Seiior Jesucristo esté con tu espiritu. La gracia sea con vosotros. Amén”, (2 Ti 4:22). Querido lector, quiero decirle algo: jEl Sefior esta con su espiritu! {Encienda ese fuego nuevamente! La Biblia nos ensefia algo mas: “Fue hecho el primer hombre Adan alma viviente; el postrer Adan, espiritu vivificante” (1 Co 15:45). Después de morir y ser sepultado, Cristo resucit6. En Su resurrecci6n, El se hizo el Espiritu vivificante. Y esa vida es fuego. Cuando recibié a Jesucristo, se hizo un solo espiritu con El: “Pero el que se une al Seftor, un espiritu es con él” (6:17). Por tiltimo: “El Seftor es el Espiritu; y donde esta el Espiritu del Sefior, allf hay libertad” (2 Co 3:17). El Sefior es el Espiritu, y estamos unidos a El. jAleluya! Pregunta: ¢Cudl es la diferencia entre “Espiritu” y “espiritu"? Ex 2:1-10; 3:1-15; Sal 90:10; He 11:24 Leer con oracién: Yrespondio Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Asi dirds a los hijos de Israel: YO SOY me envi6 a vosotros (Ex 3:14). LALLAMA DE LA ZARZA QUE ARDIA Hoy hablaremos sobre la Ilama de la zarza que ardfa, una figura que ilustra muy bien el asunto del fuego que arde en nuestro espiritu. Le recomiendo la lectura de la experiencia de Moisés descrita en el libro de Exodo (3:1-15), a fin de contextualizar mejor la situacion de la época. Mbisés fue escogido por Dios para liberar al pueblo de Israel de Egipto. Cuando naci6, se dio una orden de Fara6n de matar a todos los nifios hebreos recién nacidos. Pero sus padres, principalmente su madre, lo protegieron, preservandole la vida, porque se dieron cuenta de que era un nifio muy especial. Sin embargo, al no poder esconderlo mas, su madre lo puso en una cesta de junco y lo dejé a la orilla del rio. Gracias a la providencia divina, la hija de Faraon, que alli se bafiaba, vio al nifio y lo adopté. La hermana de Moisés, que seguia la cesta de lejos, le recomend6 a la hija de Faraén a su propia madre para que criara al nifio (Ex 2:1-10). Jocabed, la madre de Moisés, aproveché la breve convivencia con su hijo cuando nifio para encender en él un fuego que nunca se apag6. Moisés fue educado en Egipto por casi 40 afios, pero nunca olvidé quién era; él sabia que era hebreo. En Egipto, por casi 40 aftos, Satanas intenté apagar el fuego que habfa en Moisés. Pese a ello el fuego siempre ardia en él. Tenia la conviccién de su identidad: “jSoy un hebreo! ;Soy del pueblo de Dios!”. E] serfa el heredero de Fara6n, pero rehus6 ser llamado hijo de la hija de Faraon (He 11:24). {Cuan fuerte era ese fuego que ardia en él! Luego de haber matado a un egipcio que golpeaba a un israelita, Moisés huy6 de Egipto a Madian, a fin de no ser muerto por Faraon. Por mis de 40 afios, Dios lo entrené en el desierto, quitandole toda su fuerza natural. A los 80 aftos de edad, cuando Moisés consideraba que estaba al final de la vida (Sal 90:10), Dios lo llamo. Veamos cémo ocurrié el llamamiento de Moisés: “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro” (Ex 3:1). Por vivir en el Li Avivar el fuego del don de Dios El evangelio de la gloria de Dios desierto, lejos de la civilizacién, olvid6 todo lo que habia aprendido en Egipto. A su alrededor s6lo tenia carneros y ovejas con sus balidos. Cuando Moisés llevaba “las ovejas a través del desierto, lleg6 hasta Horeb, el monte de Dios. Y se le aparecié el Angel de Jehova en una llama de fuego en medio de una zarza; y él mir6, y vio que la zarza ardia en fuego, y la zarza no se consumia” (Ex 3:1b-2). El Angel de Jehova era Dios mismo. En este versiculo tenemos Ia llama de fuego y lazarza, un arbusto espinoso, una planta sin ningiin valor. La zarza ardia en llamas, pero no se consumia. Moisés decidi6 acercarse: “Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visién, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehova que él iba a ver, lo llam6 Dios de en medio de la zarza, y dijo: iMoisés, Moisés! Y él respondié: Heme aqui. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tt estas, tierra santa es” (Ex 3:3-5). Donde Dios esté, es un lugar santo. Donde esta el fuego de Dios, jes tierra santa! Después de acercarse, Moisés recibié de Dios su misién: “Dijo luego Jehova: Bien he visto la afliccin de mi pueblo que esta en Egipto, y he oido su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo” (Ex 3:7-8). He insistido en leer esta porcién, porque quiero vincular el fuego con la mision. Cuando Dios se le aparece en el fuego a alguien es porque quiere darle una misién. Esa misién solo puede ser cumplida si hay fuego. Es por eso que el enemigo quiere apagar nuestro fuego, destruyendo, asi, nuestro encargo, nuestra misidn. Querido lector, avivemos la llama del fuego que esta dentro de nosotros y renovemos la misién que Dios nos confid. Pregunta: ;Cudl es el significado de que Dios se le aparezca a alguien en el fuego? ‘Mi punto clave: Ei a Lectura biblics Gn 3:18; Lv 10:1-2; Ro 12:11 Leer con oracién: Cristo nos redimio de la maldicién de ta ley, hecho por nosotros maldicion (porque estd escrito: Maldito todo el que es colgado en un \ mmadero) (Ga 3:13). EL FUEGO SANTO EN LA ZARZA BENDITA. Hoy veremos sobre el fuego y la zarza. Moisés vio una zarza, un arbusto espinoso, que ardfa en fuego, pero que no se consumia. Lo normal seria que la planta se quemara, desapareciera y se convirtiera en cenizas, consumiéndose de esta manera el fuego. Sin embargo, en la visién de Moisés, la zarza ardia en llamas pero no se consumia por el fuego. Es muy importante entender esta simbologia. La llama de fuego, en la Biblia, siempre representa la gloria de la santidad de Dios. Cuando Adan cayé y fue expulsado del huerto, para impedirle el acceso al arbol de la vida, Dios “puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvia por todos lados, para guardar el camino del drbol de la vida” (Gn 3:24). Conforme a la traduccién literal, habia “una espada flameante que se revolvia, para guardar el camino al arbol de la vida”. En este versiculo estan los querubines, el fuego y la espada, los cuales representan, respectivamente, la gloria de Dios, Su santidad y Su justicia; es decir, los requisitos necesarios para que el ser humano vuelva a contactarse con el arbol de la vida. Con respecto a la gloria de Dios, leemos en Romanos: “Todos pecaron, y estan destituidos de la gloria de Dios” (3:23). En cuanto a la justicia de Dios: “No hay justo, ni aun uno” (v. 10); y, con relaci6n a la santidad de Dios, en 1 Pedro esta escrito: “Sed santos, porque yo soy santo” (1:16). Por haber sido contaminado por el pecado, el hombre necesita satisfacer las exigencias de Dios para poder tener acceso a Su presencia. El fuego que Moisés vio arder en la zarza representa la santidad de Dios. Por eso, cuando quiso acercarse, Dios le dijo: “Quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que ti estas, tierra santa es” (Ex 3:5). Cuando Dios nos envia a una misi6n, es una misién santa. No podemos: ser comunes. Quien quiere servir a Dios necesita santificarse. Dios es fuego consumidor, como esta escrito: “Porque Jehova tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso” (Dt 4:24); “Entiende, pues, A Avivar el fuego del don de Dios El evangelio de la gloria de Dios 8 hoy, que es Jehova tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor” (9:3a). El servicio a Dios es santo y debemos servirlo con temor y reverencia. Debemos servir al Sefior con un espiritu ferviente (Ro 12:11), pero debemos tener cuidado de no ofrecer un fuego extrafio, El fuego que arde en nosotros debe provenir del trono de Dios. El fuego del incensario de los sacerdotes en el Antiguo Testamento no podia ser cualquier fuego; tenia que ser el fuego proveniente del altar del holocausto, que era un fuego proveniente del cielo. Este asunto es muy serio delante de Dios, que podemos comprobar cuando Nadab y Abii tomaron fuego extrafio para encender el incienso y murieron fulminados (Lv 10:1-2). Por tanto, nuestro servicio a Dios es santo. El quiere que todos nosotros Le sirvamos, pero debemos servirle de acuerdo con este principio divino. Sirvamos a Dios con todo “temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor” (He 12:28b-29). Conforme a lo que ya hemos visto, la zarza es un arbusto espinoso que representa la maldicién del pecado. La tierra, por causa del pecado de Adan y Eva, fue maldecida y pas6 a producir “espinos y cardos” (Gn 3:18); es decir, espinos y malezas, plantas que no sirven para nada. A pesar de la condici6n negativa de la zarza, el fuego necesitaba de ella para manifestarse. La visin maravillosa de la zarza que ardia pero no se consumfa, representaba el fuego de la gloria de la santidad de Dios. Aunque Moisés se sintiera intitil como un espino, Dios, con esa vision, le mostr6 que, como fuego, lo necesitaba para quemar. Esta palabra es para usted, querido lector, que tal vez se ve como un espino, como una persona initil. Dios hoy precisa “zarzas”. Esta vision nos muestra que Dios lo necesita. El, como fuego, desea arder en usted y sobre usted. La zarza representa al hombre cafdo en la maldicién del pecado, pero Dios, con Su redencién, jlo salvo y lo libré de la maldicion! La zarza era maldita, pero su destino cambid. Fue bendecida, porque Cristo se hizo maldicién en nuestro lugar: “Cristo nos redimio de la maldici6n de la ley, hecho por nosotros maldicin (porque esta escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jestis la bendicion de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espiritu” (Ga 3:13- 14). Cristo vino, se revistié de la humanidad, con apariencia de carne pecaminosa, muriendo en la cruz como una zarza maldita. jAlabado sea el Sefior! Cristo, con Su redencién, satisfizo todos los requisitos de la santidad de Dios. Quité la maldicion. Antes, Dios era Dios; Dios era el fuego, y la zarza era la zarza. Pero, ahora, hubo una unién entre la zarza y el fuego, pues estd escrito: “Pero el que se une al Sefior, un espiritu es con él” (1 Co 6:17). Dios es fuego consumidor, destruidor. No obstante, cuando Dios, el fuego consumidor, esta sobre la zarza, Sus redimidos, no se quema. Hoy, como recipientes para contener el fuego de Dios, podemos manifestar el misterio de la piedad. Esto deja en evidencia que la zarza es necesaria para contener el fuego; sin embargo, la zarza no es el combustible del fuego, de lo contrario, la zarza se consumirfa. El] combustible de este fuego es Dios mismo. Dios lo necesita a usted, pero el combustible es El y viene solo de El. Solo somos el recipiente del fuego. Por eso, si nuestro fuego se ha apagado, necesitamos volver a encenderlo. Somos solo el vaso por medio del cual la gloria de la santidad de Dios es manifestada, como esta escrito: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Co 4:7). El vaso es de barro, pero contiene un tesoro; asi es la zarza, aparentemente es intitil, pero fue redimida de la maldicion, por eso puede contener el fuego divino. Esto nos Heva a ver la condicion de la iglesia como la columna y base de la verdad. Como columna, la iglesia, que somos nosotros, es como una zarza. En lo alto de esta columna, arde el fuego que todos pueden ver de lejos. Es la luz del evangelio, la luz de la Palabra, la cual es irradiada por medio del fuego que arde en nosotros. ;Aleluya! Pregunta: ¢ Que significa arder, pero no consumirse? Avivar el fuego del don de Dios El evangelio de la gloria de Dios EE Lectura biblica: Ex 25:8; Ez 37:26-27; Ef 2:19; 1 Ti 3:15; 1 P 2:5; 4:17 Leer con oracién: Fuego vine a echar en la tierra; gy qué quiero, si ya se ha encendido? (Le 12:49). LA MISION DE JESUS: ECHAR FUEGO Querido lector, llegamos al tiltimo dia de esta semana. Vimos que el fuego y la zarza pueden unirse. Usted es solo una zarza, jpero Dios lo necesita para arder! Veamos lo que nos revela sobre la zarza este versiculo: “Y con las mejores dadivas de la tierra y su plenitud; y la gracia del que habito en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la frente de aquel que es principe entre sus hermanos” (Dt 33:16) jDios habitaba en aquella zarza! La zarza era la habitacién de Dios. jAleluya! Dios no habita en casas hechas por manos humanas, ;El quiere habitar en nosotros! La zarza lego a ser la casa de Dios. Ahora voy a hacer una correlacién. En el Antiguo Testamento, la casa de Dios era el pueblo de Israel, simbolizado por el tabernaculo y por el templo, segiin leemos: “Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros” (He 3:5-6a). Asi que, la casa de Dios es hoy la iglesia. En el Antiguo Testamento, Dios queria habitar en Su pueblo, pero, como atin no podia entrar en ellos como el Espiritu, El habitaba en el tabernaculo, en medio de ellos (Ex 25:8; Ez 37:26-27). El tabernaculo aqui representa a la casa de Dios, la morada de Dios. En el Nuevo Testamento, la casa de Dios es la iglesia (1 Ti 3:15; 1 P 2:5; 4:17; Ef 2:19). Por tanto, hasta aqui vimos que, en Exodo, Dios habitaba en una zarza; sin embargo, a lo largo del Antiguo Testamento, Dios pas6 a habitar en un taberndculo, en medio de Su pueblo, Israel. En el Nuevo Testamento, Dios habita en la iglesia. Por consiguiente, la zarza representa al pueblo redimido de Dios en su aspecto colectivo. jEsto es tremendo! Leamos la tiltima referencia: “El dia que el tabernaculo fue erigido, la nube cubrio el taberndculo sobre la tienda del testimonio; y a la tarde habia sobre el tabernaculo como una apariencia de fuego, hasta Ja mafiana. As{ era continuamente: la nube lo cubria de dia, y de noche Ia apariencia de fuego” (Nm 9:15-16). Cuando el pueblo marchaba, la columna de nube lo conducia. Pero, cuando el pueblo acampaba de noche, el fuego permanecia sobre el tabernaculo, sobre la casa. Al conectar estos versiculos, tenemos aqui una zarza ardiente gigante. Cuando Moisés fue Hamado, aquella zarza, comparada con ésta, era una “zarzita”. El fuego ardia en el desierto cuando estaba el taberndculo, que representa a todo el pueblo de Israel, la zarza. El pueblo de Israel era como una zarza que estaba Ilena de espinos y eso le causé muchos problemas a Dios. Sin embargo, Dios amaba a aquel pueblo. De lejos en la noche se podia ver el fuego ardiendo sobre el taberndculo. Era como una zarza ardiente gigantesca. En el Nuevo Testamento, la iglesia, la casa de Dios, también es una zarza ardiente. Las personas cuando nos miran de lejos, nos ven como una zarza, como algo despreciado, sin poder politico ni poder econémico, pero jtenemos el fuego! Para quien mira de lejos, es un misterio. Es como el tabernaculo sobre el cual estaba el fuego. jHoy tenemos al Dios Triuno que arde dentro de nosotros y sobre nosotros! Somos la zarza restaurada, redimida. Nuestro Dios quiere que el fuego que arde en nosotros se propague por toda la tierra, como Jestis lo manifests: “Fuego vine a echar en la tierra; gy qué quiero, si ya se ha encendido?” (Le 12:49). La misién de Jestis era echar fuego, y por causa de eso El sufrié una gran presion en aquel momento (v. 50). Aquel hombre, despreciado por los fariseos y los judios, como una zarza sin valor, tenia en su interior el fuego y la gloria de Dios, la cual El manifesté en el monte de la transfiguracion. Jestis queria liberar la vida divina que habia en £1 para producir Sus muchos granos, que somos nosotros: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn 12:24); “De un bautismo tengo que ser bautizado; y ;como me angustio hasta que se cumpla!” (Lc 12:50). Este bautismo se referia a Su muerte. Cuando Juan y Jacobo le pidieron a Jestis sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda, E1 les dijo: “gPodéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?” (Mr 10:38). Ellos respondieron que podian, pero no sabian lo que decian. Jestis queria que ese bautismo se realizara pronto y sentia mucha presion, porque estaba por ser crucificado. Jestis estaba muy angustiado en el huerto de Getsemani, estaba profundamente triste porque sabia la responsabilidad que tenia sobre Avivar el fuego del don de Dios & a s = 3 > 2 3 2 3 2 g 5 Sus hombros. jJestis queria liberar Su vida divina! Esa vida es el fuego que El querfa echar sobre la tierra. Ese fuego hoy es el evangelio. Espero que todos nosotros sintamos tal presién en nuestro interior, ja fin de que toda la tierra arda con el fuego del evangelio! Jestis, después de Su muerte y resurreccién, cuando salié de la tumba, se sintié aliviado. Su vida divina habia sido liberada, y el fuego se esparcid. En el dia de Pentecostés, los discipulos se encendieron en fuego: “Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentandose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos Ilenos del Espiritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, seguin el Espiritu les daba que hablasen” (Hch 2:3-4). Aquel dia el fuego descendié como lenguas de fuego sobre los discipulos, y, por primera vez, el evangelio fue predicado de manera puiblica. Entonces, podemos ver que, por medio de ese fuego divino, la zarza, que antes era maldita, fue redimida y transformada para ser la habitacion de Dios. Esto es un resumen de la economia, del plan de Dios. Somos una zarza, pero Dios quiere arder en nosotros. ;No deje que el enemigo apague su fuego! Mantenga viva la lama de Dios en usted. Pregunta: ;Cémo podemos echar fuego en la tierra? ‘Mi punto clave: Lectura biblica: 271 1:6; 3:5 Leer con oracién: Segtin el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mi me ha sido encomendado (1 Ti 1:11). AVIVAR LA LLAMA DEL DON DE DIOS QUE HAY EN NOSOTROS El tema de esta semana es: “El evangelio de la gloria de Dios”. Antes de entrar en el tema mencionado, veamos atin algo relacionado con el tema de la semana pasada. Vimos que Pablo, mediante la imposicion de sus manos, amonesté a Timoteo para que avive el don de Dios que habia en él (2 Ti 1:6). En otras versiones, como la NVI, leemos: “Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos”. Cada uno de nosotros debe mantener viva Ja llama del don de Dios que hay en nuestro interior mediante la imposicién de manos. Por causa de la urgencia del tiempo del fin, el Seftor ya profirié la palabra profética a cada uno de nosotros. Ahora nos corresponde a nosotros recibir de Dios la imposicién de manos, e identificar cual es la misién que El nos dio y cumplirla. Dios quiere llenar la tierra con el evangelio, pero el enemigo no quiere eso. Puesto que, aquellos que predican el evangelio somos nosotros, la iglesia, el enemigo intenta por todos los medios impedir que se predique el evangelio apagando el fuego que hay en nosotros. Elnole teme a nuestro conocimiento 0 teologia, lo que mas teme es un vivir que expresa a Dios; teme al misterio de la piedad. Por eso se manifiesta con total fuerza para llenar la tierra de iniquidad. La iniquidad también es un misterio, algo oculto que trabaja entre los bastidores. Nadie la ve, todos creen que todo esta bien; sin embargo, la iniquidad esta causando dafios y estragos, como un virus que nadie ve. Por medio de la multiplicaci6n del virus de la iniquidad el enemigo quiere hacer que nuestro amor se enfrie y se apague el fuego que hay en nosotros. Cuando no hay fuego, lo que existe es una estructura, la formalidad, y todos piensan que estén bien, porque Hevan una vida cristiana rutinaria, tradicional, cumpliendo con su actividad religiosa, pero sélo es una cascara, sin contenido: tiene la forma de piedad, pero hay falta de poder y contenido (2 Ti 3:5). El enemigo quiere que tengamos la forma, la apariencia, pero sin el poder, sin el contenido, sin el fuego. $ a z 8 8 § > s 3 g Pe = 5 5 El evangelio de la gloria de Dios Incluso nuestras ansiedades y preocupaciones legitimas del dia a dia apagan el fuego. Los problemas, las dificultades en la iglesia y en nuestro servicio espiritual pueden apagar el fuego; las ideologias y filosofias también pueden hacerlo. Pablo advirtié a la iglesia en todas sus epistolas, porque en aquel tiempo ya existia el judaismo, el gnosticismo y muchos “jsmos”. Hoy es lo mismo: las ideologias pos-modernas llevan incluso a los maestros cristianos y pastores a querer actualizar la Biblia para encajarla a los dias actuales a fin de que sea aceptada. Con relacién al evangelio, no podemos ser cobardes, conforme a lo que leemos: “Porque no nos ha dado Dios espiritu de cobardia, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Ti 1:7). La figura que Pablo usa, con la cual el Sefior nos ha hablado fuertemente, es la de un ejército. El Sefior esta convocando a un ejército. Es cierto que hay mucho énfasis en Jos j6venes santos, jalabado sea el Sefior! porque hoy El ha despertado a muchos jévenes en la iglesia. No obstante, también hay un desafio para los hermanos mis antiguos: jno podemos quedarnos atras! Tal vez ya no seamos jovenes fisicamente, pero nuestro espiritu no puede apagarse; antes bien, \debe renovarse cada dia y tener mas fuego! Por otro lado, hay jévenes que parecen viejos. Discilpenme por hablar asi, pero se trata de jévenes de edad, pero que espiritualmente son viejos. {Dios necesita de la juventud! ;Acepten el desafio y levantense! No se dejen engafiar por el mundo ni caigan en la ilusion de la carne y del pecado. Los hermanos que estén hace ms tiempo, los veteranos, los “dino brothers”, jdeben abrir sus bocas para que salga el fuego de nuevo! El Sefior no nos gan6 en las décadas de 1960 y 1970 para que nos jubilemos hoy. Mas bien, es para estar en la linea del frente, con nuestra experiencia, conduciendo al ejército de jdvenes santos, dandoles una direccion y orientacién. ;Seamos personas asi! Pregunta: s 3 g a 2 5 5 nadie més se acordaba de nada. Sin embargo, el ejercicio de la piedad es provechoso para todo, porque tiene la promesa de la vida presente; es decit, obtenemos paz, gozo, perseverancia, esperanza, y de la vida venidera, 0 sea, la corona de justicia. Lo que Pablo hace aqui es una comparacién entre el ejercicio espiritual y el ejercicio fisico. El ejercicio fisico requiere de disciplina, entrenamiento y perseverancia; el ejercicio espiritual también, Tenemos que entrenar nuestro espiritu, poner la mente en el espiritu. El ejercicio espiritual es conectamos con Dios. Debemos hacer un esfuerzo, porque ejercitar el espiritu es como estirar un elastico: si lo soltamos, vuelve a su posicion natural de soltura. Para el ejercicio del espiritu, tenemos el nombre del Sejior Jestis. Yo valoro muchisimo el invocar el nombre del Sefior, porque cuando me doy cuenta, veo que ya no estoy en Su presencia. ¢Qué hago entonces? Invoco, invoco, invoco Su nombre y me vuelvo a El. El hébito de invocarlo siempre me hace consciente de Su presencia. Eso, para mi, es orar sin cesar, es tener la percepcién constante de estar en la presencia del Sefior. No quiere decir que necesitamos arrodillarnos las veinticuatro horas del dia, sino estar en la presencia del Seftor en nuestro espiritu. Incluso en medio de la noche, si nos despertamos, podemos damos vuelta y decir: “jOh Sefior Jestis!”, y nos volvemos a dormir. {Ejercitémonos de esa manera hasta que se convierta en nuestra experiencia diaria! Pregunta: ¢Qué es ejercitarse para la piedad? | Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche \ydia 271133). CUIDAR DE LAS TRES PARTES DEL ESP{RITU PARA MANTENER EL FUEGO ENCENDIDO (1) Elejercicio del espiritu comprende ejercitar sus tres partes: la conciencia, Ja comunién y la intuicién. La conciencia es la parte pasiva del espiritu, es como una luz de advertencia en el tablero de un vehiculo. No necesitamos hacer nada, pero, si la luz del tablero se enciende, a veces incluso con una alarma sonora, debemos actuar y resolver el problema. Si no atendemos a la conciencia, ésta puede endurecerse y perder su sensibilidad. La comuni6n es una parte activa, que necesitamos ejercitar. La comunion es nosotros y Dios, Dios y nosotros, unidos, conectados. Lo que el mundo y las cosas del dia a dia hacen es desconectarnos de Dios. Por esa raz6n, necesitamos hacer un esfuerzo y ejercitarnos para reconectamnos con El. Y la intuici6n es un sentir espontaneo que surge en nosotros cuando tenemos una conciencia limpia y una comunién intima con Dios. Es una especie de “linea directa” de comunicacién entre Dios y nuestro espiritu. Es lo que se llama el “sexto sentido”, algo que es parte de la esfera sobrenatural. Pero no trataremos este asunto ahora. Primeramente veamos algunas porciones sobre la conciencia: “Pues el propésito de este mandamiento es el amor nacido de coraz6n limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida” (1 Ti 1:5). Necesitamos tener una buena conciencia, limpia: “Manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos” (v. 19). Por eso necesitamos guardar “el misterio de la fe con limpia conciencia” (3:9). Es decir, la limpia conciencia mantiene encendido el fuego espiritual y la fe subjetiva. Uno de los objetivos del enemigo hoy es impedimos cuidar de nuestra conciencia para asi, lograr neutralizarla, quitndonos el concepto de pecado, haciéndola insensible. El enemigo quiere dafiar nuestra conciencia, haciéndola insensible en cuanto al pecado. A eso, la Biblia lo lama cauterizar la conciencia (4:2). Cuando la conciencia se cauteriza, el fuego del espiritu se apaga. Cauterizar es quemar con un hierro caliente, como los hacendados hacen para marcar el ganado. Después que la a El evangelio de la gloria de Dios (1)

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