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Todo comenzó el día en que abrí mis ojitos, era de madrugada, 3:45 a.m.

en la clínica de calambeo
en Ibagué Tolima el día 19 de Diciembre, sí, cinco días antes de festejar la navidad, fui el mejor
regalo y la alegría de mi familia en estas fiestas. A los nueve meses fui bautizada en la iglesia de la
virgen del Carmen, y aunque era muy pequeña y no sabia que estaba pasando, cuando veo las
fotografías siento muchas emociones positivas, que me hacen bien.

Así me siento cuando escucho la música, la música me genera distintas emociones, respecto al
género, y el ritmo, por ejemplo, cuando escucho algo de pop o romántica, me pongo un poco
nostálgica, y si escucho algo mas movido, como la salsa o un merengue, siento ganas de bailar y
me emociono. En mi niñez, escuchaba y me gustaba mucho la ranchera, este genero me recuerda
una vez que Sali de viaje con mi abuela a melgar a pasar las vacaciones con los suegros de mi tío, y
me acuerdo que cante varias canciones de Jhonny rivera, y Giovanny Ayala, que eran los que
escuchaba y conocía varias canciones, y pues ellos me dieron dinero, y yo super contenta esa
noche.

A medida que fui creciendo, fui adquiriendo nuevos gustos, que eran más variados, escuchaba
salsa, vallenato, bachata, merengue, música bailable y las canciones de Pastor López, todos estos
géneros musicales fueron como influenciados por decirlo así, por mi familia, mi mamá, en las
reuniones familiares, siempre escuchaban de todo un poquito, y eso se me iba pegando y me
empezaba a gustar y me gusta la música y bailar desde pequeña, me gusta el ritmo, la melodía, y
siento que trasmite paz, alegría, y diversión.

Y ahora sigo pensando lo mismo, la música para mi es indispensable, para todo escucho música,
para hacer el aseo de la casa, para hacer mis deberes académicos, cuando me siento un poco
desanimada. En ella siento que me puedo refugiar, es capaz de cambiar mi ánimo, me ayuda a
pensar, a reflexionar, y me ayuda a traer recuerdos de mi vida.

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