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Capítulo
Determinación de
crecientes 3
para un cuadrado, con la sección del puente en el punto medio de uno de los lados, Rf 5 1; y para el
cuadrado con la sección del puente en una esquina, Rf 5 0,5. Los valores correspondientes a otras for-
mas geométricas se pueden deducir fácilmente. El factor de forma de la cuenca del río en la sección del
puente o su recíproco se utilizan extensamente como indicadores de la forma del hidrograma unitario.
El ciclo hidrológico visto dentro de una cuenca se puede esquematizar como un estímulo, consti-
tuido por la precipitación, al que la cuenca responde mediante el escurrimiento en las laderas y luego
con el caudal en su salida. Entre el estímulo y la respuesta se presentan diferentes factores que condi-
cionan la relación entre dichos eventos; uno de ellos es la forma de la cuenca. Para una misma área,
la cuenca que se asemeja más a un círculo (Rf p/4 0,79) produce una escorrentía mayor y más
concentrada, es decir, un hidrograma con una rama ascendente de gran pendiente y con un caudal
pico mayor que una cuenca alargada en cualquier dirección.
En el caso anterior, y especialmente en las primeras etapas del diseño, se utilizan algunas carac-
terísticas relacionadas con la morfología de las cuencas y la fisiografía de ríos que toman en consi-
deración la red hidrográfica, la red fluvial y la evolución de las corrientes naturales, tales como el
coeficiente de sinuosidad, las clasificaciones de las cuencas por la forma y textura de la red de drenaje
y la clasificación de Way (con la cual se diferencian redes hidrográficas de textura fina, de textura me-
dia, de textura gruesa, dendríticas, pinnadas, de drenaje rectangular, de drenaje angulado, de drenaje
enrejado, de drenaje barbado, de drenaje desordenado, de drenaje paralelo, de drenaje radial, de dre-
naje anular, de drenaje centrípeto, de drenaje interno o termokarst, de drenaje trenzado, sin drenaje
y de drenaje artificial). También se utilizan clasificaciones por la ordenación de las corrientes de agua
como la de Horton, la de Strahler, la de Rzhanitsin, la de Shreve y la de Scheidegger, lo mismo que
conceptos como el de coeficiente de bifurcación, densidad de corrientes, densidad de drenaje, fre-
cuencia de drenaje, coeficiente de forma de Gravelius, indicadores de relieve, curvas hipsométricas,
etcétera. Sin embargo, en el presente capítulo se ha omitido la descripción de esos parámetros, pero
se pueden consultar en el libro del mismo autor: Hidráulica de ríos y procesos morfológicos. De la mis-
ma manera, se excluyen dentro de la presentación los caudales medios mensuales, medios anuales,
medios multianuales, etcétera, dado que estos no se usan directamente en los cálculos de puentes, a
pesar de su utilidad para describir de una manera general el tamaño de un río.
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
Las estaciones climáticas miden las variables de la zona tales como temperatura, humedad, veloci-
dad del viento, nubosidad, brillo solar, radiación solar, lluvia, evaporación, entre otras. Las estaciones
pluviográficas registran el valor de las precipitaciones en milímetros, por medio de un pluviógrafo
que está en capacidad de producir una carta pluviográfica, la cual muestra registros acumulados de
precipitación, de manera continua. Las estaciones pluviométricas, por otro lado, se utilizan para me-
dir el valor de las precipitaciones en milímetros, por medio de un pluviómetro, que reporta el valor
total de una lluvia individual pero no produce registros acumulativos de lluvias consecutivas. Las
estaciones limnimétricas se implementan en una determinada sección de un río o quebrada con el
propósito de registrar el nivel de la superficie del agua y producir indirectamente el valor del caudal
del río en metros cúbicos por segundo, asociado a ese nivel y de manera puntual, utilizando la curva
de calibración de la sección. Las estaciones limnigráficas se implementan en una determinada sección
de un río o una quebrada para medir directamente las variaciones del nivel de la superficie del agua
con un registrador continuo y producir, indirectamente, la variación continua de los caudales del río
en metros cúbicos por segundo, asociados a las variaciones del nivel y de manera permanente, utili-
zando la curva de calibración de la sección.
3.2.3 Serie de caudales máximos instantáneos del río en el sitio del puente
La serie de caudales máximos instantáneos del río en el sitio del puente es la relación de caudales
máximos históricos presentados cronológicamente. Para obtener estos datos se debe disponer de una
estación implementada con limnígrafo, que es un registrador continuo, el cual detecta permanente-
mente las variaciones del nivel de la superficie del agua, utilizada para determinar las variaciones de
los caudales asociados por medio de la curva de calibración de la sección del río.
La serie de caudales máximos instantáneos del río en el sitio del puente sirve para establecer la
magnitud, en metros cúbicos por segundo, de las crecientes con diferentes períodos de retorno o
probabilidades de excedencia. En el IDEAM, estas series reciben el nombre de caudales máximos
mensuales y sus valores se utilizan en el diseño de puentes, en la determinación de sus dimensiones
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
rrentes no tienen un rango finito. Como se ve, se utilizan letras mayúsculas para denotar variables
aleatorias y minúsculas para expresar los valores que toman esas variables.
Existen variables que, en presencia de ciertas condiciones conocidas, siempre se presentan y, por
lo tanto, se llaman variables ciertas o seguras. Al contrario, existe otro tipo de variables que, bajo
ciertas condiciones conocidas, nunca se presentan y se denominan variables imposibles. Una variable
aleatoria es aquella que, en presencia de ciertas condiciones conocidas, a veces se presenta y a veces
no se presenta, es decir, puede ocurrir o no. Dicho de otra manera, una variable aleatoria es aquella
que, en un determinado momento, puede presentar cualquier valor, dentro de un intervalo más o
menos conocido.
Según lo dicho, cuando el número de valores que puede tomar una variable aleatoria “X” es in-
finito, se dice que dicha variable aleatoria es continua y la función que describe su comportamiento
estadístico se llama función de densidad de probabilidad.
En la función de densidad, la probabilidad de que una variable aleatoria continua tome un valor
exacto es cero: P(X 5 x) 5 0. Solo es posible hablar de probabilidades diferentes a cero para intervalos
finitos (Mijares Francisco J. Aparicio, 1989) (Ecuación 3.2):
P(a X b) 0, (3.2)
a , b,
a . x0,
b , x1,
(x1, x0) es el intervalo de definición de la variable aleatoria “X”. Si se requiere conocer la proba-
bilidad de que una variable aleatoria continua “X” tome un valor menor o igual que “x”, se tiene:
F(x) 5 P(X x).
x
En términos de densidad de probabilidad f(x): F ( x ) = ∫ f ( x )dx. Sin embargo, se debe cumplir
−∞
que: f ( x ) = dF ( x ) . Para encontrar la probabilidad de que una variable aleatoria continua “X” tome un
dx
valor entre a y b: P(a X b) 5 P(X b) 2 P(X a):
b a
P (a ≤ X ≤ b ) = ∫
−∞
f ( x )dx − ∫
−∞
f ( x )dx = F (b ) − F (a) (3.3)
Cada espacio muestral tiene su propia función de distribución o función de densidad de probabi-
lidad que, normalmente, no se conoce a priori. Cuando de ese espacio se extrae un grupo de datos
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
(muestra) al azar, se espera que su función de distribución de probabilidad sea similar a la del espacio
completo, en particular, si la muestra es grande. Por lo tanto, lo más razonable que se puede suponer
en cuanto a la frecuencia de cada dato del grupo es que esta sea, dentro del espacio muestral, igual a
la observada.
El período de retorno o intervalo de recurrencia, Tr, se define como el tiempo en el cual un evento
de cierta magnitud es igualado o superado por lo menos en una ocasión. Por ejemplo, si se tiene un
evento de diseño con una probabilidad de ocurrencia p 5 25% el tiempo promedio de recurrencia del
evento es de 100/25 = 4 años. Si “p” es la probabilidad, entonces:
Tr = 1 (3.4)
p
La probabilidad de que el evento no ocurra sería entonces:
(1 − p ) = 1 − 1 (3.5)
Tr
( )
N
La probabilidad de que no ocurra en N años de la vida útil del proyecto sería 1 − 1 y la proba-
Tr
bilidad de que ocurra el evento en N años, o el riesgo de que se presente es:
{ ( )}
N
Riesgo 5 1 − 1 − T1 (3.6)
r
Cuando se tiene una lista de datos ordenados en forma decreciente con respecto al evento, el pe-
ríodo de retorno se puede calcular como:
n +1
Tr = (3.7)
m
n - número de datos.
m - número de orden, es decir, número consecutivo de la lista de datos para dicho evento.
En lo que se refiere al cálculo de crecientes, el problema típico que se debe resolver en el diseño de
puentes es la determinación del valor de una tormenta o de una creciente con un período de retorno
preestablecido (100 años, por lo general, pero que puede llegar hasta 300 o más años). Una vez que
se asigna un período de retorno a la lluvia o al caudal de diseño del puente que se está analizando, el
procedimiento consiste en hacer extrapolaciones a la serie de valores máximos anuales que se hayan
registrado para conocer la lluvia o el caudal de diseño que correspondería a ese período de retorno
asignado. Esas extrapolaciones se logran mediante el ajuste de los datos de la serie a distribuciones
de probabilidad que representen bien el comportamiento estadístico de esos datos, es decir, se bus-
can aquellas funciones de distribución de probabilidad que más se ajusten a los registros históricos
disponibles.
La función de densidad de probabilidad es descrita por medio de una curva denominada curva
de distribución de frecuencias o, simplemente, curva de distribución, la cual define la frecuencia con
que se presenta cada valor que toma una variable aleatoria. La sumatoria de los valores de la curva
de distribución de frecuencias, es decir, la integral de la función de densidad de probabilidad, está
representada por la curva de duración, la cual muestra, para cualquier valor de una variable aleatoria,
la probabilidad que existe de que ese valor sea igualado o excedido o, dicho de otra manera, muestra
el período de retorno asociado a cualquier valor de la curva. Estas dos curvas se muestran juntas en
la Figura 3.1.
Debido a que la integral de una curva queda representada a través del área bajo ella, resulta evi-
dente que la curva de duración equivale al área bajo la curva de distribución de frecuencias de cual-
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
Ejemplo 1
Se quiere construir la curva de distribución de frecuencias y la curva de duración para una serie
de lluvias máximas en 24 horas que posee 47 datos, de los cuales el mayor es de 140 mm y el menor
de 50 mm. Inicialmente, se dividen los datos en k intervalos de clase. El valor mínimo de intervalos
de clase se puede determinar con la relación:
k 5 1 1 3,33 log n (3.8)
n - número de datos de la serie.
k 5 1 1 3,33 log 47 5 6,57
Con el fin de obtener una curva más detallada, se adoptan 9 intervalos de clase. El tamaño de cada
intervalo es:
P Pmín
I máx
k
(3.9);
140 − 50
I=
9
= 10 mm
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
dios de los escalones, tal como se aprecia en la Figura 3.4. En el eje de las abscisas aparece la frecuen-
cia en porcentaje y en las ordenadas los valores de la variable. Luego se suman consecutivamente los
valores de la variable y sus frecuencias, empezando con los intervalos de clase más altos (de abajo
hacia arriba), como se muestra en las columnas 4 y 5 del Cuadro 3.1. Como resultado, se obtiene la
curva de duración. Para cualquier valor de la variable analizada, la curva de duración representa la
probabilidad que posee ese valor de ser igualado o excedido. Es claro que los valores altos poseen una
probabilidad baja de ser excedidos o igualados y los valores bajos poseen una probabilidad alta.
Cuadro 3.1 Construcción de una curva de distribución
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
la cual, para series cortas (con menos de unos 30 datos, en términos prácticos), se puede escribir
como:
o como: (3.11)
La serie histórica posee los siguientes parámetros o propiedades:
•• Media aritmética: Es un valor medio que no considera el peso específico de cada uno de los
valores de la serie y, por lo tanto, no posee un uso extendido en los cálculos. Se puede expresar
mediante la siguiente ecuación:
X1 + X 2 + X 3 +…+ Xn
X medio =
n
(3.12)
•• Media ponderada: Es un valor medio mucho más representativo que la simple media aritmé-
tica y, en consecuencia, es un parámetro de mayor uso.
(3.13)
f: frecuencia con que se presenta cada valor, expresada como fracción de la unidad.
•• Desviación estándar: Mide la dispersión de los valores de la serie respecto a la media. Esta se
representa mediante la siguiente ecuación:
2
Σ( Xi − X medio )
=
n
(3.14)
(3.17)
(3.18)
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
1 −1 ( x− )
F(x ) = ∫ e 2
dx (3.24)
2
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
x - variable aleatoria.
m - media de la población (esperanza matemática).
s - desviación estándar de la población.
Para resolver esta función se recurre a métodos numéricos y para hacer esto más sencillo se ha
asignado como variable estandarizada al factor de frecuencia:
x −
z=
(3.25)
equivale a la ecuación:
XTr − X medio
k1 =
(3.26)
F ( x ) = F ( z ) = ∫ 1 e 2 dz
−z
2 (3.28)
−∞
Existen dos maneras de estimar F(z): una es mediante el Cuadro 3.2. Para esta aplicación se ha
establecido la función de distribución de probabilidad:
Tr − 1
F ( XTr ) = (3.29)
Tr
H (z ) = 1 − 1 e −z 2 (b q + b q 2 + b q 3 )
2
1 2 3 (3.30)
Procedimiento de cálculo
El cálculo consiste en determinar el valor de la variable aleatoria XT (lluvia máxima en 24 horas or
caudal máximo) con un determinado período de retorno o, lo que es lo mismo, con una determinada
probabilidad de excedencia. La fórmula general de cálculo (Ecuación 3.27) es:
XTr 5 Xmedio 1 s ? k1
XTr- lluvia máxima en 24 horas (mm) o caudal máximo (m3/s) con un período de retorno Tr,
expresado en años.
Como se sabe:
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
p(%) 20 10 4 2 1 0,5
Xmedio -es el promedio aritmético de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm) o caudales
máximos. Es el equivalente a la media de la población (esperanza matemática) m. La desviación es-
tándar es:
2
Σ( Xi − X medio )
=
n −1
Xi - es cada uno de los valores de la serie histórica de lluvias máximas en 24 horas (mm) o caudales
máximos; n - es el número de datos de la serie y coincide con el número de años de la serie histórica;
k1 - es el factor de frecuencia, propio de la distribución normal. Se trata de la misma variable estanda-
rizada “z”, mencionada en el texto inicial de este parágrafo.
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
•• Se define la función de distribución de probabilidad para un período de retorno conocido,
aplicando la ecuación 3.29:
Tr − 1
F ( XTr ) =
Tr
T -1
•• Se obtiene el factor de frecuencia k1, en función del valor rT (Cuadro 3.3).
r
•• Se calcula el valor medio de la serie de lluvias máximas en 24 horas, o caudales máximos, Xmedio.
•• Se determina la desviación estándar de los datos de la serie, s (mm o m3/s) aplicando la ecua-
ción (3.15).
Por último, se aplica la Ecuación 3.27 para el período de retorno requerido. Este procedimiento
se repite para determinar la lluvia máxima o el caudal máximo asociado a cualquier otro período de
retorno que se requiera. (Ver ejemplo 3 de cálculo en el numeral 3.3.5).
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Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
k1 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
0,0 0,5 0,504 0,508 0,512 0,516 0,5199 0,5239 0,5279 0,5319 0,5359
0,1 0,5398 0,5438 0,5478 0,5517 0,5557 0,5596 0,5636 0,5675 0,5714 0,5754
0,2 0,5793 0,5832 0,5871 0,591 0,5948 0,5987 0,6026 0,6064 0,6103 0,6141
0,3 0,6179 0,6217 0,6255 0,6293 0,6331 0,6368 0,6406 0,6443 0,648 0,6517
0,4 0,6554 0,6591 0,6628 0,6664 0,67 0,6736 0,6772 0,6808 0,6844 0,6879
0,5 0,6915 0,695 0,6985 0,7019 0,7054 0,7088 0,7123 0,7157 0,719 0,7224
0,6 0,7258 0,7291 0,7324 0,7357 0,7389 0,7422 0,7454 0,7486 0,7518 0,7549
0,7 0,758 0,7612 0,7642 0,7673 0,7704 0,7734 0,7764 0,7794 0,7823 0,7852
0,8 0,7881 0,791 0,7939 0,7967 0,7996 0,8023 0,8051 0,8078 0,8106 0,8133
0,9 0,8159 0,8186 0,8212 0,8238 0,8264 0,8289 0,8315 0,834 0,8365 0,8389
1,0 0,8413 0,8438 0,8461 0,8485 0,8508 0,8531 0,8554 0,8577 0,8599 0,8621
1,1 0,8643 0,8665 0,8686 0,8708 0,8729 0,8749 0,877 0,879 0,881 0,883
1,2 0,8849 0,8869 0,8888 0,8907 0,8925 0,8944 0,8962 0,898 0,8997 0,9015
1,3 0,9032 0,9049 0,9066 0,9082 0,9099 0,9115 0,9131 0,9147 0,9162 0,9177
1,4 0,9192 0,9207 0,9222 0,9236 0,9251 0,9265 0,9279 0,9292 0,9306 0,9319
1,5 0,9332 0,9345 0,9357 0,937 0,9382 0,9394 0,9406 0,9418 0,9429 0,9441
1,6 0,9452 0,9463 0,9474 0,9484 0,9495 0,9505 0,9515 0,9525 0,9535 0,9545
1,7 0,9554 0,9564 0,9573 0,9582 0,9591 0,9599 0,9608 0,9616 0,9625 0,9633
1,8 0,9641 0,9649 0,9656 0,9664 0,9671 0,9678 0,9686 0,9693 0,9699 0,9706
1,9 0,9713 0,9719 0,9726 0,9732 0,9738 0,9744 0,975 0,9756 0,9761 0,9767
2,0 0,9772 0,9778 0,9783 0,9788 0,9793 0,9798 0,9803 0,9808 0,9812 0,9817
2,1 0,9821 0,9826 0,983 0,9834 0,9838 0,9842 0,9846 0,985 0,9854 0,9857
2,2 0,9861 0,9864 0,9868 0,9871 0,9875 0,9878 0,9881 0,9884 0,9887 0,989
2,3 0,9893 0,9896 0,9898 0,9901 0,9904 0,9906 0,9909 0,9911 0,9913 0,9916
2,4 0,9918 0,992 0,9922 0,9925 0,9927 0,9929 0,9931 0,9932 0,9934 0,9936
2,5 0,9938 0,994 0,9941 0,9943 0,9945 0,9946 0,9948 0,9949 0,9951 0,9952
2,6 0,9953 0,9955 0,9956 0,9957 0,9959 0,996 0,9961 0,9962 0,9963 0,9964
2,7 0,9965 0,9966 0,9967 0,9968 0,9969 0,997 0,9971 0,9972 0,9973 0,9974
2,8 0,9974 0,9975 0,9976 0,9977 0,9977 0,9978 0,9979 0,9979 0,998 0,9981
2,9 0,9981 0,9982 0,9982 0,9983 0,9984 0,9984 0,9985 0,9985 0,9986 0,9986
3,0 0,9987 0,9987 0,9987 0,9988 0,9988 0,9989 0,9989 0,9989 0,999 0,999
3,1 0,999 0,9991 0,9991 0,9991 0,9992 0,9992 0,9992 0,9992 0,9993 0,9993
3,2 0,9993 0,9993 0,9994 0,9994 0,9994 0,9994 0,9994 0,9995 0,9995 0,9995
3,3 0,9995 0,9995 0,9995 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9996 0,9997
3,4 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9997 0,9998
3,5 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998 0,9998
3,6 0,9998 0,9998 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999
3,7 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999
3,8 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999 0,9999
3,9 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000
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Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
[∑ ]
1/2
n
(ln xi − )2
= n (3.33)
i=1
ln x −
Al igual que en la distribución normal, se le asigna a “z” el valor: z =
.
Procedimiento de cálculo
El cálculo consiste en determinar el valor de la variable aleatoria XT (lluvia máxima en 24 horas o r
caudal máximo) con un determinado período de retorno o, lo que es lo mismo, con una determinada
probabilidad de excedencia. La fórmula general de cálculo se representa con las ecuaciones 3.34 y 3.35:
(3.34)
(3.35)
XTr - es la precipitación (o el caudal) con un determinado período de retorno Tr (mm) o (m3/s);
Lmedio - es el valor medio de los logaritmos de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm), o caudales
máximos (m3/s); s - es la desviación estándar de los datos de la serie (mm) o (m3/s).
k2 - es el factor de frecuencia, propio de la distribución log normal, igual al de la distribución
normal; e - es la base de los logaritmos naturales.
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
T −1
•• Se define la función de distribución de probabilidad: F ( X p ) = rT .
r
T -1
•• Se obtiene el factor de frecuencia k2, en función del valor rT (Cuadro 3.3). Este es el mismo
r
(3.36)
a1, b1, d1 son los parámetros de la función y G(b1) es la función de gamma. Los parámetros a1, b1,
d1 se evalúan a partir de n datos medidos mediante el siguiente sistema de ecuaciones: x 5 a1b1 1 d1;
S2 5 a12b1; 5 2 / (b1)0.5; x es la media de los datos, S2 su varianza y su coeficiente de sesgo, que se
n
( x i − x )3 / n
define como: ␥ = ∑ . La función de distribución de probabilidad es:
i=1 S3
x
( x− ) −1
( x−
)
1
−
1 dx (3.37)
F(x ) =
1 ( 1) ∫ e 1
1
1
98 ©ECOE EDICIONES
Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
y
x −
y sustituyendo y = 1 , la ecuación queda: F ( y ) = 1 ∫ y −1e− y dy. Siendo la anterior una fun-
1 (1 )
0
ción ji cuadrada con 2b1 grados de libertad y x2 5 2y: . Esta función se usa
solo cuando b1 5 n/2, donde n es un entero positivo cualquiera. Como 2b no es entero, puede tomar-
se como el entero más próximo o bien interpolar utilizando los datos del Cuadro 3.4. Cuando b , 0,3,
se tendrá que acudir a los cuadros con la función de distribución de gamma de un parámetro. Cuando
d da valores raros, como negativos o muy grandes, se pone un valor estimado como la ordenada al
origen en una curva de lluvias máximas contra período de retorno.
Cuadro 3.4 Valores representativos de la función Gamma
Procedimiento de cálculo
El cálculo consiste en determinar el valor de la variable aleatoria XT (lluvia máxima en 24 horas o
r
caudal máximo) con un determinado período de retorno. La fórmula general de cálculo es:
XTr 5 Xmedio 1 s ? k3 (3.38)
XTr - lluvia máxima en 24 horas (mm) o caudal máximo (m3/s) con un período de retorno Tr, ex-
presado en años; Xmedio - es el promedio aritmético de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm) o
caudal máximo (m3/s); s - es la desviación estándar de la serie (mm) o (m3/s), obtenida con la Ecua-
ción 3.15; k3 - es el factor de frecuencia, propio de la distribución Pearson tipo III.
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
•• Se calcula el valor medio de la serie de lluvias máximas en 24 horas o caudales máximos, Xmedio
(mm) o (m3/s).
99 ©ECOE EDICIONES 99
Capítulo 3: Cálculos hidrológicos. Determinación de crecientes
•• Se determina la desviación estándar de los datos de la serie, s (mm o m3/s). utilizando la Ecua-
ción 3.15.
•• Se obtiene el coeficiente de oblicuidad, C0, aplicando la Ecuación 3.22.
•• Se define el factor de frecuencia k3 en función del período de retorno Tr y del coeficiente de
oblicuidad C0 (Cuadros 3.5 a y 3.5 b).
Por último, se aplica la Ecuación 3.38 para el período de retorno requerido. Este procedimiento
se repite para determinar la lluvia máxima o el caudal máximo asociado a cualquier otro período de
retorno que se requiera. (Ver ejemplo 3 de cálculo en el numeral 3.3.5).
Cuadro 3.5a Factor de frecuencia k3 para coeficientes de oblicuidad positivos
a1, b1, d1 son los parámetros de la función y G(b1) es la función de gamma. El significado de las
variables es el mismo de la distribución Pearson tipo III, con la diferencia de que en este caso se opera
con los logaritmos de los valores de la serie.
Procedimiento de cálculo
El cálculo consiste en determinar el valor de la variable aleatoria XT (lluvia máxima en 24 horas or
caudal máximo) con un determinado período de retorno. La fórmula general de cálculo está repre-
sentada por las ecuaciones 3.39 y 3.40:
log XTr 5 (log Xmedio) 1 slogX ? k4 (3.39)
XTr 5 10(log Xmedio) 1 slogXk4 (3.40)
XTr - lluvia máxima en 24 horas (mm) o caudal máximo (m3/s) con un período de retorno Tr, ex-
presado en años; Xmedio - es el promedio aritmético de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm) o
caudales máximos (m3/s). La serie está formada por las máximas anuales de las lluvias en 24 horas o
caudales máximos (m3/s), de tal manera que el número de datos de la serie es igual al número de años
con registros; k4 - es el factor de frecuencia, propio de la distribución log Pearson tipo III.
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
•• Se calcula el valor medio de los logaritmos de la serie de lluvias máximas en 24 horas o caudales
máximos:
Σ log Xi
X medio =
n
(3.41)
•• Se determina la desviación estándar de los logaritmos de los datos de la serie (mm o m3/s):
2
log X =
∑(log X − log X )
i
(3.42)
n −1
caudal máximo con los períodos de retorno requeridos, con la Ecuación 3.40.
(Ver ejemplo 3 de cálculo en el numeral 3.3.5).
Cuadro 3.6 Factor de frecuencia k4 en función del período de retorno y del coeficiente de asimetría
lluvia máxima; “e” es la base de los logaritmos naturales; “y” es la variable reducida, la cual es una fun-
ción de la probabilidad de excedencia, es decir, del período de retorno de la variable (lluvia máxima).
De esta manera, se dispone de la siguiente ecuación:
XTr
= X medio + ( y − y )
n
n
x (3.45)
Xmedio es el promedio aritmético de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm) o caudales máxi-
mos (m3/s); sx - es la desviación estándar de la misma serie (mm) o (m3/s); sn y yn son funciones del
número de datos de la serie.
Procedimiento de cálculo
El cálculo consiste en determinar el valor de la variable aleatoria XT (lluvia máxima en 24 horas o r
caudal máximo) con un determinado período de retorno. Para esto se utiliza la Ecuación 3.45.
La Ecuación 3.45 es equivalente a la Ecuación 3.27 con “k” igual al término entre paréntesis, es decir:
k5 = ( y − y )
n
n
(3.46)
En el Cuadro 3.7 se presentan los valores de k5 para diferentes períodos de recurrencia y varias
longitudes del registro (datos de la serie).
Así, la ecuación de cálculo es:
XTr 5 Xmedio 1 s ? k5 (3.47)
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
•• Se calcula el valor medio de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm) o caudales máximos
(m3/s).
•• Se determina la desviación estándar de los datos de la serie (mm) o (m3/s).
•• Se obtiene el factor de frecuencia k5 en función del período de retorno Tr y de la longitud de
registro (Cuadro 3.7).
•• Se aplica la Ecuación 3.47 y se calcula finalmente el valor requerido XT . (Ver ejemplo de cálculo r
en el numeral 3.3.5).
Cuadro 3.7 Factor de frecuencia k5 para diferentes períodos de retorno y longitudes del registro
Frecuentemente se calculan las cinco distribuciones anteriores para una misma serie y se seleccio-
na la que mejor represente su comportamiento estadístico utilizando pruebas de bondad del ajuste, de
acuerdo con el método de chi cuadrado o la prueba de Kolmogórov- Smirnov. La aplicación práctica
de estos procedimientos se muestra en el numeral 3.3.5, Ejemplo 1.
3.2.4.8 Pruebas de bondad de ajuste de los datos de una serie a una distribución
de probabilidad determinada
Desde el punto de vista estadístico, se sabe que una variable aleatoria que represente eventos extre-
mos, tales como las lluvias y los caudales máximos, exhibe una distribución muy similar a la normal,
log normal, Pearson, log Pearson tipo III o Gumbel, pero de antemano no se conoce cuál de ellas la
reproduce mejor. Por ese motivo, es necesario aplicar algunas pruebas para seleccionar la más ade-
cuada. Las más comunes son las de Weibull, chi cuadrado y Smirnov-Kolmogórov.
a. Prueba Weibull
La forma más sencilla de probar la bondad de una determinada distribución de probabilidad es
dibujar en un sistema de coordenadas los puntos que representan las probabilidades de exceden-
cia (períodos de retorno) de los datos de la serie disponible. Para eso, se ordenan de mayor a me-
nor y, para cada uno de ellos, se calcula la probabilidad de excedencia con la fórmula de Weibull
(ecuación 3.11):
Pmáx - valor máximo de la serie de lluvias (mm) o caudales (m3/s); Pmín - valor mínimo de la serie
de lluvias (mm) o caudales (m3/s).
•• Se calcula el número esperado de eventos en el mismo intervalo, Ei:
Ei 5 n[F(Si) 2 F(Ii)]; i 5 1, 2, …, k (3.48)
F(Si) - es la función de distribución de probabilidad en el límite superior del intervalo i; F(Ii) -
es la misma función en el límite inferior; n- es el número de eventos.
•• Utilizando los datos ordenados en intervalos de clase se calcula el valor C para todas las fun-
ciones de distribución analizadas por medio de la ecuación:
k
∑( N − E )
2
i i
C= i=1
Ei
(3.49)
q x20,995 x20,99 x20,975 x20,95 x20,90 x20,75 x20,50 x20,25 x20,10 x20,05 x20,025 x20,01 x20,005
1 7,88 6,63 5,02 3,84 2,71 1,32 0,455 0,102 0,0158 0,0039 0,001 0,0002 0,000
2 10,6 9,21 7,38 5,99 4,61 2,77 1,39 0,575 0,211 0,103 0,0506 0,0201 0,01
3 12,8 11,3 9,35 7,81 6,25 4,11 2,37 1,21 0,584 0,352 0,216 0,115 0,072
4 14,9 13,3 11,1 9,49 7,78 5,39 3,36 1,92 1,06 0,711 0,484 0,297 0,207
5 16,7 15,1 12,8 11,1 9,24 6,63 4,35 2,67 1,61 1,15 0,831 0,554 0,412
6 18,5 16,8 14,4 12,6 10,6 7,84 5,35 3,45 2,2 1,64 1,24 0,872 0,676
7 20,3 18,5 16 14,1 12 9,04 6,35 4,25 2,83 2,17 1,69 1,24 0,989
8 22 20,1 17,5 15,5 13,4 10,2 7,34 5,07 3,49 2,73 2,18 1,65 1,34
9 23,6 21,7 19 16,9 14,7 11,4 8,34 5,9 4,17 3,33 2,7 2,09 1,73
10 25,2 23,2 20,5 18,3 16,0 12,5 9,34 6,74 4,87 3,94 3,25 2,56 2,16
11 26,8 24,7 21,9 19,7 17,3 13,7 10,3 7,58 5,58 4,57 3,82 3,05 2,6
12 28,3 26,2 23,3 21,0 18,5 14,8 11,3 8,44 6,3 5,23 4,4 3,57 3,07
13 29,8 27,7 24,7 22,4 19,8 16,0 12,3 9,3 7,04 5,89 5,01 4,11 3,57
14 31,3 29,1 26,1 23,7 21,1 17,1 13,3 10,2 7,79 6,57 5,63 4,66 4,07
15 32,8 30,6 27,5 25,0 22,3 18,2 14,3 11 8,55 7,26 6,26 5,23 4,6
16 34,3 32,0 28,8 26,3 23,5 19,4 15,3 11,9 9,31 7,96 6,91 5,81 5,14
17 35,7 33,4 30,2 27,6 24,8 20,5 16,3 12,8 10,1 8,67 7,56 6,41 5,7
18 37,2 34,8 31,5 28,9 26,0 21,6 17,3 13,7 10,9 9,39 8,23 7,01 6,26
19 38,6 36,2 32,9 30,1 27,2 22,7 18,3 14,6 11,7 10,1 8,91 7,63 6,84
Continuación
q x20,995 x20,99 x20,975 x20,95 x20,90 x20,75 x20,50 x20,25 x20,10 x20,05 x20,025 x20,01 x20,005
20 40 37,6 34,2 31,4 28,4 23,8 19,3 15,5 12,4 10,9 9,59 8,26 7,43
21 41,4 38,9 35,5 32,7 29,6 24,9 20,3 16,3 13,2 11,6 10,3 8,9 8,03
22 42,8 40,3 36,8 33,9 30,8 26,0 21,3 17,2 14,0 12,3 11,0 9,54 8,64
23 44,2 41,6 38,1 35,2 32,0 27,1 22,3 18,1 14,8 13,1 11,7 10,2 9,26
24 45,6 43,0 39,4 36,4 33,2 28,2 23,3 19,0 15,7 13,8 12,4 10,9 9,89
25 46,9 44,3 40,6 37,7 34,4 29,3 24,3 19,9 16,5 14,6 13,1 11,5 10,5
26 48,3 45,6 41,9 38,9 35,6 30,4 25,3 20,8 17,3 15,4 13,8 12,2 11,2
27 49,6 47,0 43,2 40,1 36,7 31,5 26,3 21,7 18,1 16,2 14,6 12,9 11,8
28 51,0 48,3 44,5 41,3 37,9 32,6 27,3 22,7 18,9 16,9 15,3 13,6 12,5
29 52,3 49,6 45,7 42,6 39,1 33,7 28,3 23,6 19,8 17,7 16,0 14,3 13,1
30 53,7 50,9 47,0 43,8 40,3 34,8 29,3 24,5 20,6 18,5 16,8 15,0 13,8
40 66,8 63,7 59,3 55,8 51,8 45,6 39,3 33,7 29,1 26,5 24,4 22,2 20,7
50 79,5 76,2 71,4 67,5 63,2 56,3 49,3 42,9 37,7 34,8 32,4 29,7 28,0
60 92,0 88,4 83,3 79,1 74,4 67,0 59,3 52,3 46,5 43,2 40,5 37,5 35,5
70 104,2 100,4 95,0 90,5 85,5 77,6 69,3 61,7 55,3 51,7 48,8 45,4 43,3
80 116,3 112,3 106,6 101,9 96,6 88,1 79,3 71,1 64,3 60,4 57,2 53,5 51,2
90 128,3 124,1 118,1 113,1 107,6 98,6 89,3 80,6 73,3 69,1 65,6 61,8 59,2
100 140,2 135,8 129,6 124,3 118,5 109,1 99,3 90,1 82,4 77,9 74,2 70,1 67,3
Francisco S. Aparicio Mijares, 1989
c. Prueba Smirnov-Kolmogórov
Con esta metodología la bondad del ajuste se determina de la siguiente manera:
•• Inicialmente se define el valor de la función de distribución de probabilidad observada con la
siguiente ecuación:
F0 ( x m ) = 1 − m (3.51)
n +1
m - es el número de orden de cada uno de los datos de la serie disponible, ordenados de mayor
a menor.
n - es el total de datos de la misma serie.
•• Se calcula el parámetro S, que representa el valor absoluto de la diferencia entre la función de
distribución de probabilidad observada Fo (Xm) y la estimada F (Xm).
S 5 máxFo (Xm)-F (Xm) (3.52)
•• Se determina el valor crítico, C, del anterior parámetro, el cual se toma del Cuadro 3.9 en fun-
ción del número de datos de la serie disponible (tamaño de la serie) y del nivel de significancia
que se seleccione. Generalmente se toma un nivel de significancia de 0,05 (ver ejemplo 3 de
cálculo más abajo).
•• Si S , C, el ajuste es correcto y se acepta la función de distribución que se está probando.
Cuadro 3.9 Valores críticos del parámetro C para la prueba de bondad de ajuste de Smirnov-Kolmogórov
Tamaño de la muestra a 5 0,1 a 5 0,05 a 5 0,01
5 0,51 0,56 0,67
10 0,37 0,41 0,49
15 0,3 0,34 0,4
20 0,26 0,29 0,35
25 0,24 0,26 0,32
30 0,22 0,24 0,29
40 0,19 0,21 0,25
n grande 1,22/n0,5 1,36/n0,5 1,63/n0,5
Francisco J. Aparicio Mijares,1989
=Px (
n Pm1 1 Pm 2 2 )
1 Pmx P + Pmx P + ⋅⋅⋅⋅ + Pmx P
Pmn n
(3.53)
En ríos aluviales, en los cuales el fondo es móvil, la curva de calibración puede cambiar perió-
dicamente de forma debido a las deformaciones de la sección transversal. En este caso es necesario
renovar con cierta frecuencia los datos topográficos y los resultados de los aforos para actualizarla.
Esta frecuencia está entre 3 y 5 años y puede ser menor en casos especiales.
La curva de calibración de la sección transversal de un río en el sitio del puente o en cualquier
sitio de interés se utiliza para determinar el nivel que ocupa o que ocuparía la superficie del agua con
un determinado caudal. El conocimiento de este nivel es importante en las actividades de diseño,
mantenimiento y conservación de puentes cuando se trata de verificar la capacidad hidráulica de la
estructura. En realidad, lo que se compara es el nivel del punto más bajo de la viga inferior del puente
o su equivalente con el nivel de la superficie del agua al pasar una determinada creciente. El resultado
de esta comparación puede mostrar la posibilidad de que, en un momento determinado, se puedan
presentar desbordamientos o ataques directos del flujo sobre el puente.
Además de lo anterior, la profundidad de la lámina y el nivel del agua para un determinado caudal
pueden ser utilizados en los cálculos del nivel de la viga inferior del puente considerando un borde
libre adecuado, en los pronósticos de socavación o en el diseño de algunas obras hidráulicas tales
como protecciones, muros direccionales, etcétera.
La curva de calibración de la sección transversal de un río es el resultado de aforos periódicos
que el IDEAM y otras entidades efectúan en algunas estaciones hidrométricas y puede ser solicitada
en esas oficinas. Si no está disponible, se puede construir de acuerdo con el siguiente procedimiento.
•• Se utilizan los datos del puente consignados en el inventario básico (numeral 1.3.1) para ubicar
el sitio del cruce de la manera más precisa posible.
•• Tomando como referencia los datos del numeral anterior, se solicita en las instalaciones del
IDEAM el cuadro que contiene los resultados de los aforos líquidos efectuados en la estación
hidrométrica más cercana al puente y ubicada sobre el mismo río. Si se trata de un río aluvial,
es decir, un río en un tramo de llanura o de piedemonte, es importante utilizar solo los datos de
los últimos años de registros, considerando que la sección transversal puede sufrir variaciones
periódicas.
•• Con los datos anteriores, se dibuja en el eje de las abscisas el caudal aforado y en el eje de las
ordenadas la profundidad máxima de la lámina.
•• Se define la ecuación de la curva de calibración por medio de una regresión o correlación entre
los diferentes pares de puntos dibujados (caudal Q y profundidad Y) por medio del método de
mínimos cuadrados u otro equivalente. La mayoría de calculadoras programables producen
esta correlación introduciendo los pares de puntos. Las hojas electrónicas en computadoras
personales ofrecen este mismo servicio.
•• Teniendo en cuenta que la curva de calibración obtenida no cubre todas las crecientes que pueden
presentarse en el río, es necesario extrapolar la curva utilizando el método de Stevens que se expli-
ca más adelante. También se puede aplicar el método de Manning o el de extensión logarítmica.
Si la estación hidrométrica se encuentra en el mismo puente, la curva de calibración obtenida se
considera representativa y, por lo tanto, se debe utilizar directamente en los cálculos.
•• Si la estación hidrométrica se encuentra sobre el mismo río pero en un sitio diferente del puen-
te, sus datos se deben trasladar al puente o se debe construir de manera independiente una
curva de calibración para el cruce, como se explica más adelante.
La curva de calibración también se puede construir mediante la modelación hidráulica del tramo
investigado utilizando el programa HEC-RAS o cualquier otro programa similar, como se explica
más adelante.
( )
1/6 1/2
(AR1/2) - componente geométrica; R nS - componente hidráulica.
Cuadro 3.10 Datos de la curva auxiliar para determinar el factor hidráulico constante
Nivel Profundidad Área Perímetro mojado Radio hidráulico Factor geométrico a3r Factor hidráulico (constante) k Q 5 K(A3R)
1 y1 A1 P1 R1 A13R1 K Q1 5 KA13R1
2 y2 A2 P2 R2 A23R2 K Q2 5 KA23R2
3 y3 A3 P3 R3 A33R3 K Q3 5 KA33R3
. . . . . . . .
. . . . . . . .
n yn An Pn Rn An3Rn K KAn3Rn
•• Finalmente, en el eje de las abscisas de la curva de calibración básica se dibujan los caudales y
en las ordenadas, las profundidades. Así queda extrapolada la curva, tal como se muestra en
la Figura 3.6.
Nota: se debe considerar que la sección 1 para la cual se determina y1, A1, P1, R1, A1 R1 se toma a
partir del nivel hasta donde llega la curva de calibración existente y que se desea extrapolar.
Los niveles máximos observados en la sección del puente se utilizan para verificar la ubicación de
la viga inferior del puente o su equivalente respecto a esos niveles y establecer las condiciones de fun-
cionamiento de la estructura desde su construcción. Igualmente, se puede juzgar sobre la magnitud
del borde libre o altura libre disponible hasta el momento de las observaciones.
Los niveles máximos observados en la sección del puente se pueden establecer por medio de una
visita directa al sitio de la estructura o con encuestas a las personas de cierta edad de la localidad.
Para el efecto, es útil contrastar las versiones de los diferentes encuestados a fin de converger en una
descripción confiable.
Los modelos estocásticos consideran al caudal resultante como una variable aleatoria. Entre ellos
está el modelo ARIMA, el de Box y Jenkins (1970), el de las funciones de distribución de probabilida-
des, los autoregresivos, el de la línea quebrada, el del ruido normal fraccionado, el del flood index y el
de las curvas regionales de frecuencia. Los modelos matemáticos en general pueden ser conceptuales,
distribuidos, globales, de sucesos, predictivos, de proyecto, continuos o empíricos.
Últimamente se usan herramientas como el modelo digital hidrológico (MDH), que incluye mo-
delos digitales del relieve, de lluvias, de los suelos y matemáticos, empleando sistemas de información
geográfica para combinar información gráfica con base de datos aplicando técnicas informáticas grá-
ficas, todo lo cual agiliza los cálculos y facilita la confrontación de diferentes escenarios y alternativas,
pero que no mejora los resultados mientras no se disponga de información completa y coherente y no
se contemple un enfoque conceptual acertado en el momento de modelar parámetros tan complejos
como la infiltración, la distribución del aguacero de diseño en el tiempo y en el espacio, el tiempo de
concentración, etcétera. Resalta el modelo distribuido TETIS para la simulación hidrológica de creci-
das en grandes cuencas (J.J. Vélez y otros, 2002).
El procedimiento para determinar el hidrograma unitario morfoclimático (HUIG) se expone en
el numeral 3.2.2 del Atlas Hidrológico de Colombia de la Universidad Nacional de Colombia, sede
Medellín, y el método GRADEX aparece en el numeral 3.2.3 del mismo documento.
Entre todos, los más tradicionales son el método del Soil Conservation Service (SCS) de los Estados
Unidos de América, el hidrograma unitario del SCS, el procedimiento de Clark, el método de Santa
Bárbara, el método de convolución con lluvia efectiva constante, el método de convolución con lluvia
efectiva variable, el método del área contribuyente (Wanielista, 1997), el modelo Palancia, el Simdis,
diferentes versiones del modelo GR3 y otros. El más popular de ellos es el del Soil Conservation Service.
Los procedimientos mencionados son aproximaciones macroscópicas al problema de la trans-
formación de lluvia en escorrentía. Por lo anterior, se puede decir que son necesariamente inexactos,
pero que, en la mayoría de los casos, manejados con buen criterio producen resultados muy útiles en
los diseños prácticos. La inexactitud se debe a que una creciente es un evento complejo, producto de
un gran número de factores, muchos de los cuales son variables e imprecisos, haciendo que, incluso, la
repetición de una misma lluvia sobre una misma cuenca pueda producir crecientes con hidrogramas
diferentes (la humedad antecedente o la distribución espacial de la lluvia pueden poner la diferencia).
Esa gran variedad de factores influyentes hace imposible reproducir, por medio de cualquier modelo,
las condiciones exactas que afectan el evento. La distribución en el tiempo de los aguaceros en una
determinada cuenca, es decir, la forma del hietograma de las tormentas, es muy variable y no existe
una forma típica o representativa de ningún sitio. Esta circunstancia entraña una primera dificul-
tad en el momento de aplicar un determinado procedimiento, dado que se requiere seleccionar una
distribución temporal que sea real y se pueda interpretar como crítica dentro del fenómeno lluvia-
escorrentía. La misma duración de la lluvia de diseño influye notablemente en el resultado del modelo
y la selección de su valor requiere de un análisis detallado previo. Existe, también, una gran incerti-
dumbre respecto al verdadero valor de la lluvia efectiva, es decir, respecto a la determinación del valor
de las pérdidas o abstracciones por concepto de intercepción, detención superficial e infiltración, las
cuales varían de una manera muy compleja en función de los suelos, de la vegetación, de la pendiente
y de la humedad antecedente. El tiempo de concentración es un parámetro también muy difícil de
definir acertadamente. Los mismos hidrogramas unitarios, a pesar de que su definición es correcta
desde el punto de vista teórico, en la práctica se trata de un elemento desconocido en sus verdaderas
dimensiones y forma. Para su determinación existe un número muy grande de propuestas, pero nin-
guna de ellas se puede aplicar con entera confianza. En consecuencia, lo que busca el diseñador es
identificar y simular las condiciones razonablemente críticas para las cuales se debe estar preparado
y con las cuales las obras deben resultar seguras. Estos métodos no se recomiendan para cuencas
con áreas mayores a 100 km2 dado que, en esos casos, aparecen fenómenos de almacenamiento y de
tránsito que no son considerados en las aproximaciones macroscópicas. Cuando el área es mayor, se
considera que la cuenca es heterogénea y se divide en microcuencas o subcuencas de menor tamaño
y el método se aplica por separado para cada una de ellas, tal como se explica más adelante.
La selección del modelo por aplicar en un caso concreto depende de la experiencia del ingeniero,
de los datos disponibles, de los propósitos de cada proyecto, de los medios que puedan ser utilizados
y de los requerimientos principales del estudio. En esta decisión deben jugar un papel importante los
antecedentes del método que se quiere implementar y, de manera especial, los datos de entrada reque-
ridos, la sencillez del procedimiento y las posibilidades de efectuar calibraciones de algunos de sus pa-
rámetros, entre los cuales están el tiempo de concentración, los procedimientos para convertir la lluvia
total en lluvia efectiva y la configuración del hidrograma unitario que sirve de base para desarrollar
los cálculos, si es el caso. Si no existe la posibilidad de efectuar alguna calibración, los resultados serán
muy inciertos y habrá que analizar diferentes escenarios críticos dentro de todos los eventos posibles.
En el presente texto se exponen dos métodos bastante difundidos, que son: el del Soil Conservation
Service (SCS) por convolución y el método racional con el uso de líneas isócronas. Se consideran de
utilidad, no solo por sus resultados, sino porque permiten una buena claridad en la exposición de sus
procedimientos y principios que pueden servir de fundamento en el entendimiento del proceso lluvia-
escorrentía. Debido a que con el primero de ellos se produce el hidrograma de una creciente teniendo
en cuenta todos los factores influyentes del hidrograma unitario, inicialmente se presentan las carac-
terísticas de este hidrograma como elemento independiente y luego se expone toda la metodología en
detalle, con un ejemplo de cálculo. Igual tratamiento se le da al segundo método. Todo indica que el
modelo SCS puede ser suficientemente flexible y completo como para utilizarlo con exclusividad pero
siempre efectuando su calibración; así se irá aumentando su confiabilidad. Por el contrario, el uso de
muchos modelos puede engendrar confusiones de difícil solución y consumos innecesarios de tiempo.
Dado que el interés en el diseño de puentes se debe centrar en los hidrogramas de las crecientes,
en el presente texto no se insiste en métodos directos tales como el ajuste de las series históricas de
caudales máximos a distribuciones de probabilidad y tampoco se contemplan métodos indirectos
como la fórmula racional (diferente del método racional), el modelo morfométrico, las fórmula de
Creager, las curvas tipo Creager hechas para Colombia, la fórmula de MacMath, la de Santi, el mé-
todo de Burkli-Ziegler, el método del Bureau of Public Roads , el método de Sribnyi, el método de
Weyrauch, el método de Izzard, el método de Ruhle, los modelos de regionalización, el modelo del
E.N.A, el modelo del Inat (actualmente IDEAM) o el modelo de la CVC, entre otros.
de la lluvia y el instante de la ocurrencia del máximo caudal en el hidrograma del aguacero para esa
cuenca, es decir, es el tiempo de retardo (Figura 3.13).
Así, respecto al hidrograma unitario y al hidrograma total de una lluvia, se consideran válidos y
útiles los siguientes enunciados:
•• Los efectos de todas las características físicas de una cuenca se reflejan en la forma del hi-
drograma del aguacero para esa cuenca, de tal manera que un hidrograma unitario se puede
considerar único, es decir, como una característica propia de una cuenca. Sin embargo, se debe
resaltar que ese hidrograma es desconocido y su determinación, hasta el momento, es impreci-
sa a pesar del gran número de métodos propuestos.
•• La lluvia efectiva está distribuida uniformemente en toda su duración D.
•• La lluvia efectiva está uniformemente distribuida sobre toda el área de drenaje.
•• La duración del hidrograma unitario, es decir, el tiempo base del hidrograma, es constante para
una misma hoya hidrográfica. Es función solo del área y de las características de la cuenca.
•• Las ordenadas (caudales) de los hidrogramas de escorrentía directa que tienen un tiempo base
igual son directamente proporcionales a la escorrentía directa total (volumen del hidrograma,
o sea, el área bajo la curva) representado por cada hidrograma.
•• La distribución en el tiempo de la escorrentía superficial producida por una lluvia determinada
no está influenciada por las condiciones antecedentes, es decir, no se consideran las variaciones
climáticas.
•• El cálculo de la escorrentía superficial producida por cualquier otra lluvia neta, diferente de la
lluvia neta unitaria, se hace suponiendo que el sistema es lineal e invariante en el tiempo.
•• Para calcular los caudales del hidrograma resultante de escorrentía superficial total producida
por lluvias netas sucesivas, se suman los caudales de los hidrogramas de escorrentía superficial
producidos por cada lluvia teniendo en cuenta el tiempo en que ocurren tales lluvias, es decir,
el desfase entre ellas.
•• Si se dispone del hidrograma unitario producido por una lluvia neta de intensidad uniforme
con una determinada duración, es posible calcular las ordenadas del hidrograma de escorren-
tía superficial correspondiente a otra lluvia neta de intensidad uniforme y con duración igual a
aquella productora del hidrograma unitario (normalmente se toma igual a la duración crítica
para el cálculo de hidrogramas de creciente).
•• En la definición del hidrograma unitario es útil especificar la altura de la lluvia neta caída sobre
la cuenca, así como su duración, ya que no necesariamente se toma como altura de la lámina de
agua 1 mm o 1 cm, es decir, puede ser 1 pulgada si se usa el sistema inglés de unidades.
•• Para cada duración de lluvia neta se puede generar un hidrograma unitario, por lo que si se
toma la escorrentía superficial constante e igual a 1 mm, el caudal pico del hidrograma será
mayor si la duración de lluvia es más corta e, igualmente, el tiempo base del hidrograma será
menor si es menor la duración de la lluvia.
En particular, las primeras dos suposiciones son conocidas como el principio de linearidad del
hidrograma unitario e indican que los hidrogramas resultantes de lluvia de duración igual pero con
diferente intensidad tienen la misma forma pero con las ordenadas de caudal en proporción a los
volúmenes de la creciente (área bajo la curva).
Q(T) - función de caudal de salida resultante; I(t) - función de entrada, que equivale a la intensidad
de la lluvia neta; u(T 2 t) - función de respuesta de impulso unitario, que equivale al hidrograma uni-
tario instantáneo. Esta es la ecuación fundamental para la solución de sistemas lineales en una escala
continua de tiempo (Chow, Ven Te, 1994 página 210).
3.3.2.1 El hidrograma en S
Se denomina hidrograma en S a la curva ascendente del hidro-
grama que correspondería a una tormenta uniforme, es decir,
de intensidad constante, con una duración igual al tiempo de
concentración Tc. En el tramo inicial de esta curva el caudal
aumenta lentamente y luego se intensifica el crecimiento hasta
llegar a su máximo (caudal de equilibrio), que se sostiene du-
rante un cierto tiempo, formando una especie de S. Esta curva
se puede construir a partir de un hidrograma unitario observa-
do correspondiente a un aguacero real de duración bastante in-
ferior al tiempo de concentración. En la Figura 3.14 se ilustra la
construcción de un hidrograma en S a partir de un aguacero de Figura 3.13 Tiempo de retardo de la cuenca, Tr.
duración D 5 Tc /5. El hidrograma en S se obtiene sumando las ordenadas de los cinco hidrogramas
V1 - área bajo la curva del hidrograma unitario (m2); Q1 - escurrimiento producido por 1 mm de
lluvia efectiva (m3/s); V2 - área bajo la curva del hidrograma total (m2); Q2 - escurrimiento producido
por la lluvia total (m3/s).
Luego: Q1 5 V1Q2 /V2 (3.63)
Se llama volumen unitario a 1 mm de lámina de lluvia por el área de la cuenca V1 5 1 mm 3 Ac.
Entonces:
Q1 5 (1 mm 3 Ac 3 Q2)/V2 (3.64)
De esta expresión se desconocen los valores del caudal y volumen total, lo cual implica que:
Q2 5 V2Q1/V1 (3.65)
El volumen total V2 corresponde a la precipitación efectiva distribuida P(ED) por el área de la
cuenca:
V2 = P(ED) ? Ac (3.66)
Luego:
Q2 5 (P(ED)) ? Ac ? Q1)/V1 (3.67)
En realidad, la obtención de un hidrograma unitario a partir del análisis de hidrogramas reales y
de las tormentas que los produjeron es una labor que parece deseable. Sin embargo, se practica muy
poco debido a que casi siempre se convierte en un ejercicio complejo, de muy altas exigencias en lo
referente a la información requerida y con resultados poco precisos. Es difícil definir bien las pérdidas
iniciales, separar la escorrentía directa de la subterránea, configurar el aguacero que produce el hidro-
grama y transformarlo en lluvia efectiva, etcétera. Por ese motivo, en el presente texto se ha consignado
solo una breve descripción de esta metodología. El lector interesado podrá encontrar mayor detalle en
Ven Te Chow (1994), Remenieras (1971), Wanielista (1997) y otros. A cambio, se presenta con mayor
detalle lo referente a los hidrogramas unitarios sintéticos, de uso frecuente en la práctica ingenieril.
1967; Dooge, 1973; Singh, 1976). En el segundo grupo se considera el uso de series de tiempo (Eagelson
y otros, 1966), la aplicación de modelos conceptuales (Nash, 1958; Dooge, 1959; Nash, 1960), evaluacio-
nes por medio de la programación lineal (Eagelson y otros, 1966; Deiniger, 1969; Mays y Coles, 1980) y
cálculos con procedimientos de búsqueda (Diskin y Boneh, 1975; Singh, 1977; Amisial y otros, 1981).
Smith (1997) menciona las siguientes metodologías para calcular el hidrograma unitario de ma-
nera generalizada:
1. Métodos verdaderamente lineales, como el método de los volúmenes; el de sustituciones progre-
sivas; los métodos interactivos; la solución directa de la integral de convolución; el método de De-
laine; los métodos de las funciones ortogonales representados por los procedimientos de relación
de coeficientes como los armónicos, el de Laguerre y los polinomios de Meixner; los métodos de
regresión múltiple como los armónicos, el de Laguerre, los polinomios de Meixner, el de Chebys-
hev, el de los pesos unitarios y el de las funciones ortogonalizadas; métodos de transformaciones
matemáticas como la transformada de Fourier, la transformada de Laplace y la transformada z; el
uso de análisis espectral y el método matricial de mínimos cuadrados.
2. Métodos lineales óptimos como los modelos conceptuales, dentro de los cuales están el modelo
de Nash, el método de los momentos, el método de búsqueda al pico, el de mínimos cuadrados
total, el modelo de Zoch, el modelo de Clarck, el modelo de O´Kelly, la cascada de embalses li-
neales distintos, el modelo de Dooge, los modelos basados en ecuaciones diferenciales, el uso de
métodos de búsqueda, el uso de la programación lineal y la aplicación de redes neuronales.
Como se ve, se trata de un tema prácticamente inagotable, lo cual es muy frecuente en los fenó-
menos hidrológicos en general. Todo indica que debería ser desarrollado un modelo que refleje bien
las características de nuestras cuencas.
Como resultado de una comparación de métodos para estimar el hidrograma unitario para al-
gunas cuencas, Smith (1997) recomienda el método matricial de mínimos cuadrados, los modelos
conceptuales de Nash o Zoch, el uso de métodos de búsqueda y el uso de la programación lineal. Sin
embargo, mientras no exista un estudio más general y definitivo que valide cualquier recomendación,
los métodos tradicionales seguirán manteniendo cierta
vigencia, vale decir, los del hidrograma unitario trian-
gular, el de Snyder y el del SCS, los cuales se exponen
en este capítulo. En los tres casos se utiliza el principio
de que, si se conoce el volumen de una determinada
escorrentía superficial unitaria equivalente al área de
la cuenca multiplicada por un milímetro de lluvia, el
caudal máximo o caudal pico se puede determinar su-
poniendo una cierta forma del hidrograma unitario. La
forma de ese hidrograma es diferente para los tres mé-
todos mencionados.
a. Hidrograma unitario triangular
Como su nombre lo indica, en esta metodología se
supone que el hidrograma unitario es triangular y, por
lo tanto, el volumen de escorrentía es (Figura 3.19):
V - volumen de escorrentía, igual al área bajo el hidrograma triangular (m3); qP - caudal pico del
hidrograma triangular (m3/s/mm); Tb - tiempo base del hidrograma unitario (horas); A - área de la
cuenca aferente, (km2).
De esta manera, el caudal pico del hidrograma para un milímetro de lluvia efectiva es:
(3.69)
qP - caudal pico del hidrograma triangular (m3/s/mm); A - área de la cuenca aferente (km2); TP -
tiempo al pico del hidrograma unitario triangular (horas).
El tiempo al pico se define de la siguiente manera:
(3.70)
•• Duración real de la lluvia que produce la creciente, DR. Este valor se debe conocer como pro-
ducto del análisis de las duraciones típicas de los aguaceros en la estación pluviográfica es-
tudiada. Generalmente se adopta una duración DR considerada crítica por la magnitud de la
creciente que produce. En esta selección se debe tener en cuenta que, mientras menor es esta
duración, mayor es el pico de la creciente.
(3.77)
qp - caudal pico del hidrograma unitario, en metros cúbicos por segundo por cada milímetro de
precipitación efectiva; A - área de drenaje de la cuenca (km2); Cp - coeficiente que tiene en cuenta la
onda de la creciente y las condiciones de almacenamiento. Relaciona el tiempo base del hidrograma
unitario triangular y el tiempo de retardo o desfase de la cuenca. Es función del tiempo de retardo de
la hoya, duración de la escorrentía, área efectiva contribuyendo al caudal pico y el área de drenaje. Es
un valor que varía entre 0,56 y 0,69, tomando valores mayores para cuencas con grandes inclinaciones.
El hidrograma unitario sintético calculado corresponde a 1 mm de escorrentía superficial sobre
toda la cuenca.
•• El tiempo al pico del hidrograma unitario es igual a la mitad de la duración de la lluvia efectiva
más el tiempo de desfase. Por lo tanto:
TP 5 1,09 ? Tr (3. 78)
•• Tiempo base del hidrograma unitario sintético, Tb:
(3.79)
Tb - tiempo base del hidrograma unitario sintético (horas); A - área de drenaje de la cuenca (km2);
qp - caudal pico del hidrograma unitario, en metros cúbicos por segundo por cada milímetro de pre-
cipitación efectiva.
Ancho del hidrograma unitario sintético para el 50% y el 75% del caudal pico W50 y W75:
1,08
( )
W75 = 0,101 A
qP
(3.80)
1,08
W50 = 0,178 A
( )
qP
(3.81)
W75 - ancho del hidrograma unitario sintético, en horas para un valor de las ordenadas igual al
75% del caudal pico (0,75 qp); W50 - ancho del hidrograma unitario sintético, en horas para un valor
de las ordenadas igual al 50% del caudal pico (0,50 qp).
El valor de Tr, tiempo de retardo de la cuenca, se toma como el tiempo entre el punto medio de la
duración de la lluvia neta o efectiva D y el pico del hidrograma unitario sintético, en horas.
c. Método del United States Soil Conservation Service (SCS)
Este hidrograma (adimensional) posee una forma típica bien definida, lo cual indica que, cono-
ciendo el valor del caudal pico y del tiempo al pico, se puede construir el hidrograma aplicando las
siguientes coordenadas (Cuadro 3.11 y Figura 3.21):
Cuadro 3.11 Coordenadas del hidrograma unitario del SCS
El cálculo del tiempo de retardo o de desfase de la cuenca se puede realizar de dos maneras: la
primera se efectúa en función del número de curva, CN (este número se explica detalladamente más
adelante), aplicado a cuencas hasta unos 20 km2 y para valores de CN entre 50 y 95. La expresión es:
(3.82)
Tr - tiempo de retardo de la cuenca (horas); L - longitud del cauce principal (m); CN - número de
curva, cuyo concepto y aplicación se presentan más adelante; S - pendiente media de la cuenca (m/m).
Para las demás condiciones, es decir, para cuencas medianas y grandes y números CN por fuera
del rango entre 50 y 95, se utiliza el método de la velocidad. Para esto, se divide el río principal en
tramos y se calcula la creciente con un período de retorno entre 2 y 10 años. Luego se determina la
velocidad media del flujo y el tiempo de concentración para cada tramo. El tiempo de concentración
de la cuenca se obtiene sumando los tiempos de concentración parciales. Así, el tiempo de retardo de
la cuenca es (ecuación 3.71):
Tr 5 0,6 ? TC
El valor del tiempo al pico es (ecuación 3.70):
TP = D + Tr
2
De lo anterior, se deduce que:
D 5 0,22 ? Tr (3.83)
De la misma manera:
D 5 0,13 ? TC (3.84)
El valor del caudal pico del hidrograma es (ecuación 3.69):
qp - caudal pico del hidrograma unitario, en metros cúbicos por segundo por cada milímetro
de precipitación efectiva; A - área de drenaje de la cuenca (km2); tP - tiempo al pico del hidrograma
unitario (horas).
Este método, aplicado con las relaciones anteriores, se recomienda solo para cuencas de 2,5 a 250 km2.
d. Solución directa de la integral de convolución (Ricardo A. Smith y Luz Dary Rendón, XII
Seminario Nacional de Hidráulica e Hidrología, Bogotá, julio 17 al 19 de 1996)
Como se expresó al final del numeral 3.3.2, la integral de convolución representa el hidrograma
de una determinada escorrentía directa y puede ser resuelta numéricamente para determinar el hi-
drograma unitario. Para esto, se asume un intervalo de tiempo entre dos puntos consecutivos en el
hidrograma de escorrentía directa y en la lluvia efectiva. Se denomina N al número de ordenadas de
escorrentía directa y (N 2 1)T es el tiempo base. El valor L es el número de ordenadas de la lluvia
efectiva que posee una duración D.
El hidrograma de escorrentía directa para cualquier precipitación efectiva está dado por la inte-
gral de convolución, que puede ser resuelta numéricamente. En la solución directa de la integral de
convolución para la estimación del hidrograma unitario se supone un intervalo de tiempo entre dos
puntos consecutivos tanto para el hidrograma de escorrentía directa como para la precipitación efec-
tiva. Se supone, además, que N es el número de ordenadas de escorrentía directa, con un tiempo base
de (N 2 1)T, y que L es el número de ordenadas de la precipitación efectiva, con una duración total
de (L 2 1)T. En general se cumple que N . L.
Para resolver la ecuación convolutiva se utiliza la solución numérica de la integral de convolución,
en donde hay que diferenciar el momento antes y después de que la precipitación efectiva haya finali-
zado. Para I 5 1, 2, 3, …, L 2 1 se puede encontrar que:
Q(l ) 1 T å i1( P(i )U (1i ) P(i 1)U (l i 1)} (3.85)
m
2
A partir de la Ecuación 3.85 se puede encontrar una expresión general para las ordenadas del
hidrograma unitario instantáneo como:
[ ]
l
2 Q(l 1) 2 P(i )U (l 1 i ) P(l 1)U (0) 1
U (l )
T ∑
i 1
2 P(1)
(3.86)
2
Para m 5 0, 1, 2, …, N 2 L 2 1.
Usando la Ecuación 3.88 se puede escribir una expresión para las ordenadas del hidrograma uni-
tario cuando I L:
(
U ( L m) 2 Q( L m 1) 2∑ i1 P(i )U ( L m 1i ) P( L )U (m 1)} 1
T
L
2 P(1) ) (3.89)
para m 5 0, 1, 2, …, N 2 L.
En esta ecuación de asume que Q(N 1 1) 5 0 para el cálculo de U(N). El hidrograma unitario
instantáneo puede definirse entonces usando las ecuaciones 3.88 y 3.89 mediante sustituciones su-
cesivas. Este hidrograma, para una determinada duración se calcula promediando los hidrogramas
unitarios de cada tormenta de esa misma duración.
e. Método de Delaine
Delaine (1970) propuso una metodología para estimar el hidrograma unitario sin necesidad de
usar registros de precipitación, pero, por esta razón, se requieren como mínimo, dos series de regis-
tros de escorrentía directa.
Delaine hace uso de la característica de invarianza del sistema, es decir, el hidrograma unitario
de cierta duración T es único para la cuenca. En esencia, el método expresa la escorrentía directa, la
precipitación efectiva y el hidrograma unitario como un polinomio de sus valores normalizados.
El polinomio se forma con los coeficientes de las ordenadas de los hidrogramas de escorrentía
directa (N); por lo tanto, el polinomio resultante es de grado N 2 1 (no es N por el término indepen-
diente). Luego de formados los polinomios se encuentran las raíces comunes de los polinomios del
hidrograma unitario.
Esta metodología permitirá definir el hidrograma unitario único de cierta duración para la cuen-
ca de manera directa. El problema es encontrar las raíces. Es posible que, debido a variaciones en la
muestra, no se encuentren raíces comunes a todas las tormentas, siendo entonces imposible estimar
el hidrograma unitario único.
Realizando la aplicación de esta metodología a las mismas cuencas y a las mismas tormentas uti-
lizadas en el método de los volúmenes, no fue posible calcular el hidrograma unitario para ninguna
de las cuencas utilizadas debido a la restricción anteriormente expresada. Este método se presenta acá
entonces solamente como una descripción teórica.
f. Casos de aplicación
Las metodologías que aquí se plantean se aplican para el cálculo del hidrograma unitario y de la
escorrentía directa de varias tormentas.
Para tal efecto, se seleccionó un grupo de cuencas con su correspondiente información hidrológi-
ca (datos de precipitación y caudal de diferentes eventos máximos para cada cuenca), necesaria para
dicha aplicación. Luego, a partir de los datos hidrológicos de cada creciente se deriva la hidrógrafa de
escorrentía directa, la cual se denomina hidrógrafa de escorrentía directa observada y el hietograma
de precipitación efectiva.
Las cuencas finalmente escogidas se encuentran localizadas en la zona montañosa del departa-
mento de Antioquia en Colombia y, por lo tanto, se encuentran afectadas por los mismos procesos
meteorológicos. Estas cuencas corresponden a las de las estaciones:
- G8 – Palmichal (río Guadalupe).
- PP6 – Caracolí (quebrada Caracolí).
- PP9 – Salazar (quebrada Las Ánimas).
La estación G8 (Palmichal) se encuentra localizada sobre las aguas del río Guadalupe, abarcando
un área de 276,0 km². Las estaciones de precipitación que cubren el área de influencia a la cuenca son
las estaciones pluviográficas Montañitas, Rionegrito y Haiton.
La estación PP6 (Caracolí) cubre un área de 23,2 km² de la quebrada Caracolí. La única estación
que tiene influencia en el área de la cuenca es la estación pluviográfica Cajamarca.
La estación PP9 (Salazar) se encuentra localizada sobre las aguas de la quebrada Las Ánimas, con
un área de influencia de 33,1 km². Las estaciones de precipitación que cubren el área a la cuenca son
las estaciones pluviográficas Palmichal, Caracolí y Salazar (Cuadro 3.12).
Cuadro 3.12 Tormentas usadas en la estimación del hidrograma de escorrentía directa con los diferentes métodos
Estación Tormenta
G8 – Palmichal (río Guadalupe) Agosto 15/82; agosto 17/83 ; julio 30/90
PP6 – Caracolí. (Q. Caracolí) Agosto 17/82; agosto26/83; octubre 5/85
PP9 – Salazar (Q. Las Ánimas) Julio 14/87; agosto 17/89; febrero 6/90
En cada una de las estaciones mencionadas se seleccionaron tres tormentas que cumplieran con
los siguientes criterios:
- Hidrógrafas simples, es decir, que tuvieran un solo pico.
- Hidrógrafas que tuvieran una recesión regida por un decrecimiento suave (sin altibajos) y
cualitativamente exponencial.
- Hidrógrafas que presentaran un pico notoriamente mayor que el caudal promedio de las co-
rrientes.
De esta manera, para cada estación se obtuvieron tres hidrógrafas simples, independientes y co-
rrespondientes a lluvias intensas.
g. Resultados
Los métodos convencionales presentados anteriormente se usaron para estimar los hidrogramas
unitarios en cada cuenca. Los resultados se presentan de manera gráfica y en cuadros, comparando
la hidrógrafa de escorrentía directa observada con las calculadas, empleando diferentes métodos. Los
cuadros presentados muestran algunos indicadores que miden la bondad del ajuste de los hidrogra-
mas de escorrentía directa calculados (usando el hidrograma unitario calculado y la precipitación
efectiva) con los hidrogramas observados.
Todos los métodos convencionales aquí presentados fueron evaluados con las tormentas mostra-
das en el Cuadro 3.12 pero, para propósitos prácticos, solo se presentan los resultados de la cuenca
de la estación PP9.
En las figuras 3.22, 3.23 y 3.24 se presentan los hidrogramas de escorrentía directa calculados con
el método de los volúmenes (MPT), el método iterativo y el método con solución directa de la integral
de convolución, respectivamente. En forma organizada se presentan los más relevanes indicadores
que miden la bondad del ajuste de los hidrogramas de escorrentía calculados respecto a los observa-
dos. En los cuadros 3.13 a 3.15 aparecen los resultados comparativos con los métodos mencionados.
Al aplicar el método de sustituciones progresivas para el cálculo del hidrograma de escorrentía
directa utilizando la cuenca de la estación PP9 – Salazar, al igual que los métodos de las figuras 3.22 a
3.24, se encontró que a pesar de que se pudieron obtener hidrogramas unitarios para cada tormenta
Figura 3.22 Hidrograma de escorrentía directa. Método de los volúmenes (MPI). Estación PP9
Figura 3.24 Hidrograma de escorrentía directa. Método solución directa de la integral de convolución.
Estación PP9.
(en algunos casos y no siempre satisfactorios), no se pudo tener un hidrograma unitario único, ya que
al promediar los hidrogramas los resultados no fueron lógicos.
Al aplicar esta metodología a las cuencas del Cuadro 3.12, no fue posible calcular el hidrograma
unitario para ninguna de las cuencas utilizadas debido a la restricción mencionada.
Cuadro 3.13 Resultados con el método de los volúmenes (MPT)a
Volumen (310 ) 4
5,55 5,67 7,55 7,62 8,11 8,15
Coeficiente de correlación
( ) ( )
0,77
= L
Tc 4 = 4 35 = 475,21
= 7,92 horas
S 0,005
El tiempo al pico es:
Como se ve, el caudal pico del hidrograma unitario sintético calculado corresponde a 1 mm de
escorrentía superficial sobre toda la cuenca.
•• El tiempo al pico del hidrograma unitario es igual a la mitad de la duración de la lluvia efectiva
más el tiempo de desfase, por lo tanto:
TP 5 109 ? Tr 5 1,09 ? 11,56 5 12,60 horas
•• Ancho del hidrograma unitario sintético para el 50% y el 75% del caudal pico W50 y W75:
1,08
( )
1,08
( )
W75 = 0,101 A
qP
= 0,101 210
7,66
= 3,61 horas
( )
1,08
( )
1,08
W50 = 0,178 A = 0,178 210 = 6,36 horas
qP 7,66
El hidrograma unitario obtenido se muestra en la Figura 3.26. Se ha considerado que puede apro-
ximarse a un hidrograma de 15 horas de duración total según el método del United States Soil Con-
servation Service (SCS).
Sabiendo que: S 5 S' 1 Ia, donde Ia son las abstracciones iniciales, se tiene que:
F 5 (P 2 Ia) 2 Q (3.92)
El valor de S para una determinada condición de frontera ha sido propuesto por el Soil Conserva-
tion Service igual a 0,2 Pe, por lo cual Ia 5 0,2S. Efectuando reemplazos se obtiene la expresión para
determinar la escorrentía acumulada en función de la lluvia total y de la infiltración potencial:
( P − 0,2S )2
Q=
P + 0,8S
(3.93)
la cual es válida para cualquier sistema de unidades. En el Sistema Internacional (SI), las siguien-
tes son las unidades:
Q: Lluvia efectiva o escorrentía acumulada (mm); P: Precipitación total del evento (mm); S: Infil-
tración potencial (mm).
En esta fórmula la precipitación total del evento es conocida, dado que se determina de antemano
y el valor de la retención potencial “S” se puede calcular a partir de un cierto valor CN, denominado
Curva Número, con la siguiente expresión:
S = 25.400 − 254 (3.94)
CN
La selección del valor CN en cada caso se realiza considerando los siguientes cuatro parámetros:
•• Tipo de suelo hidrológico.
•• Uso y tratamiento del suelo.
•• Combinaciones hidrológicas de suelo y vegetación.
•• Condiciones de humedad antecedente a la lluvia de diseño.
La aplicación gráfica de este parámetro se presenta en la Figura 3.28.
Figura 3.28 Solución gráfica para determinar el valor de la escorrentía directa a partir de una lluvia, utilizando el número de curva CN.
Para efectuar una buena clasificación y definir la respuesta hidrológica de los diferentes suelos, en
el documento original del SCS se presenta una lista extensa de suelos agrológicos pertenecientes a los
diferentes grupos hidrológicos. En nuestro medio se deben utilizar criterios más generales, dado que
aún no se han elaborados listas de este tipo. Por lo anterior, lo usual es aplicar criterios conservadores
para compensar la falta de información y evitar errores por defecto.
La clasificación anterior utiliza la premisa de que los suelos con perfiles semejantes en lo que se
refiere a su espesor, textura, estructura, contenido de materia orgánica y expansividad por saturación,
producen una respuesta semejante ante un aguacero de duración considerable. En la comparación se
supone que los suelos están desnudos y que ya han presentado el máximo cambio de volumen por
humedad y que la lluvia es superior a la infiltración potencial.
protegidos contra el pastoreo, de manera que el suelo está cubierto superficialmente y posee arbustos.
Para el bosque comercial la clasificación hidrológica se determina en función del espesor y calidad del
cubrimiento superficial, del humus y de la compacidad del humus. En lo referente a tipos varios de
terrenos se sabe que, generalmente, las cubiertas de las casas, las carreteras y las áreas urbanas ocupan
solo partes muy pequeñas de la cuenca. En estos casos, las áreas se consideran dentro de otros tipos
de cubiertas debidas a diferentes usos del suelo. Dentro de los cultivos en hileras rectas se incluyen los
cultivos que siguen la mayor pendiente y los orientados según las curvas de nivel en hileras rectas (a
media ladera). En las áreas con 1 o 2% de pendiente, los cultivos transversales en hileras rectas son
casi equivalentes a los cultivos siguiendo las curvas de nivel. En lo referente a cultivos por líneas de
nivel, se considera que los surcos que se usan para plantar los granos pequeños y legumbres general-
mente son muy pequeños y tienden a desaparecer debido al efecto del clima. Los surcos y bancales en
líneas de nivel como se usan en los cultivos por hileras son generalmente grandes. Se pueden hacer al
sembrar y después se reducen en tamaño por los cultivos. Las reducciones que sufre el escurrimiento
debido a los cultivos a lo largo de las curvas de nivel son mayores al disminuir la pendiente del te-
rreno. Las terrazas pueden tener cierta pendiente, pueden estar a nivel con los extremos abiertos, o a
nivel con los extremos cerrados. Los efectos de las terrazas de pendiente con los extremos abiertos se
consideran en las evaluaciones y se incluyen los efectos de los surcos a nivel y de las salidas cubiertas
de pasto. Las terrazas a nivel con extremos cerrados deben considerarse como surcos a nivel.
Condición de humedad antecedente Lluvia acumulada de los 5 días previos al aguacero en consideración
Estación Húmeda:
I 00,0 – 12,7 mm
II 12,7 – 28,0 mm
III más de 28,0 mm
Estación seca
I 00,0 – 35,5 mm
II 35,5 – 53,3 mm
III más de 53,3 mm
Los suelos que no poseen cobertura vegetal pueden diferenciarse en dos clases a partir de las
imágenes. La primera, que puede catalogarse como suelos desnudos, son superficies que no han sido
cultivadas en períodos recientes o que pudieran haber sido expuestas a un determinado uso como
por ejemplo el de pastura. Estos suelos presentan, en general, altos índices de reflectancia y se pre-
sentan en la imagen en tonos de blanco en la composición de bandas de color natural. El segundo
tipo de superficie sin cobertura puede denominarse genéricamente barbecho, conformado por áreas
en proceso agrícola. Estas áreas se presentan en las imágenes en tonos de gris y con bajos índices de
reflectancia. A pesar de que la diferenciación anterior es factible de aplicar en distintas áreas rurales,
se pueden combinar los dos usos de suelo en una única clase definida como suelo desnudo. Esta unión
de categorías se fundamenta en las siguientes razones:
•• Resulta de difícil determinación la frontera entre ambos usos de suelo a partir de las imágenes
satelitales.
•• Los valores de CN aportados por el método del SCS no difieren para ambos usos. Estrictamen-
te, se diferencian en el valor de una unidad solamente para el grupo hidrológico “D”.
Para generar la cobertura de ciudades se puede usar el proceso de recrecer polígonos con base en
patrones seleccionados, con disposición de bandas en infrarrojo. Esto es necesario para poder dife-
renciar este uso respecto de los suelos desnudos. Posteriormente, se procede a ubicar las ciudades de
mayor extensión, haciéndose uso de un layer (una capa) que contiene la ubicación de aquellas que
presentan entidad a la escala analizada y a partir de la cual se generan los polígonos para obtener
esta cobertura de suelo. En consecuencia, sobre la base de las consideraciones anteriores, la primera
estimación de cobertura de suelos permite diferenciar los usos de: agua, zonas anegables, suelos des-
nudos, vegetación y ciudades. A partir de esa primera estimación, se pueden diferenciar dos catego-
rías de vegetación con base en su densidad manifiesta, considerándose para ello un valor de corte de
NDVI fijado en 0,35.
El paso siguiente consiste en cambiar de clase a aquellas celdas clasificadas como suelo desnudo
que presentan vegetación no observada en la clasificación inicial. Aquí el valor de corte fijado para el
valor del NDVI puede ser de 0,1, para discriminar presencia o ausencia de vegetación y, nuevamen-
te, 0,35 para diferenciar vegetación densa o no densa. En algunas ocasiones, las zonas anegables no
pueden determinarse con facilidad, confundiéndose con otras, en general suelo desnudo. Cuando
esto ocurre, para conformar la clase zonas anegables se recurre a seleccionar celdas con criterios de
proximidad a cursos de agua y a las celdas que la propia clasificación identifica como agua y extraerlas
del conjunto asignado a suelo desnudo. En cada caso, se deben fijar distancias y comparar los resulta-
dos visualmente con la imagen. Se determinan, en definitiva, las coberturas de suelo que recubren la
mayor parte de las zonas rurales estudiadas y que pueden agruparse en:
1. Agua; 2. Zonas anegables próximas a los cauces o cuerpos de agua; 3. Vegetación densa; 4. Ve-
getación de baja densidad; 5. Suelos desnudos; 6. Ciudades
Para validar los usos de suelo obtenidos a partir de las imágenes satelitales, se utilizan los informes
del Instituto Colombiano Agustín Codazzi (IGAC). Estos datos informan las superficies totales culti-
vadas por cada municipio. A su vez, esta información se puede complementar con datos directos de
campo. Una vez obtenidos los distintos usos de suelos, se asignan los cuatro grupos hidrológicos (A,
B, C y D) establecidos por el Soil Conservation Service para obtener un valor compatible del número
de curva CN, aplicable a cada sector.
3.3.4 Cálculo del hidrograma de una creciente con el método del Soil
Conservation Service en cuencas homogéneas
Se considera que una cuenca es homogénea cuando la pendiente del cauce principal y de las laderas es
relativamente uniforme, cuando los aguaceros se reparten uniformemente sobre su territorio, cuando
las lluvias máximas en 24 horas son similares en todos los puntos de la cuenca, es decir, cuando el ré-
gimen de lluvias máximas no varía considerablemente dentro de la cuenca y cuando las características
de infiltración del terreno son similares. Por lo anterior, se trata de cuencas relativamente pequeñas,
propias de las zonas de montaña y de piedemonte de los ríos. El método se recomienda para cuencas
inferiores a 100 km2. Por tratarse de un modelo lluvia-caudal, inicialmente se determina el valor de la
lluvia de diseño, su duración y su distribución en el tiempo y en el espacio. A partir de ella se define
la lluvia efectiva y, por último, se construye el hidrograma de la creciente producida, considerando las
características de la cuenca y aplicando las propiedades del hidrograma unitario.
En detalle, el procedimiento para construir el hidrograma de una creciente utilizando un modelo
lluvia-caudal es el siguiente:
Datos de partida: Para realizar el cálculo es necesario disponer de la siguiente información:
•• Ubicación geográfica del puente o de la sección de interés.
•• Plano de la cuenca aferente a escala 1:50 000; 1:25 000, etcétera.
•• Series de lluvias máximas en 24 horas, de una o varias estaciones ubicadas dentro de la cuenca
o cerca de ella.
nor será el efecto de una misma lluvia sobre ella. Como ilustración, en la Figura 3.29 aparece esta
relación para la ciudad de Bogotá. Según esa información, el valor de la lluvia empieza a disminuir
desde 30 km2. En ausencia de datos, se recomienda utilizar los siguientes valores (Silva G., 2004):
Cuadro 3.19 Factor (RA) de reducción de la lluvia por área
6. Se construye la curva de masas, es decir, el histograma de diseño del aguacero con la dura-
ción anteriormente definida, utilizando los datos de las cartas pluviográficas. Esta curva representa la
período inicial de 6 horas del aguacero, de tal manera que inicialmente aparezca el dato de la hora 6,
a continuación los datos de las horas 4, 3, 1 ,2 y 5. Se aduce que este es un orden crítico que produce
una creciente mayor que cuando se ordenan los intervalos de manera natural. La aplicación de este
reordenamiento es recomendable, pero, en general, se deja a criterio del ingeniero.
9. Se determina el tipo de cobertura vegetal de la cuenca hasta la sección del puente y el tipo de
suelos superficiales hasta esta sección utilizando la metodología expuesta en el numeral 3.3.3.
10. Con los datos anteriores se selecciona el número de curva CN que representa el complejo hi-
drológico suelo-cubierta vegetal de la cuenca, de acuerdo al procedimiento mostrado en el numeral
3.3.3. La obtención de un hidrograma confiable depende en gran medida de una selección acertada
del valor CN. Para esto, se requiere disponer de hidrogramas reales de la cuenca en estudio, mediante
los cuales se efectúa una calibración de este valor. El procedimiento general de calibración consiste en
aplicar el presente método para construir, es decir, para reproducir un hidrograma real conocido y ge-
nerado por una lluvia también conocida. Durante el procedimiento se prueba con diferentes valores de
CN hasta el momento en que se obtenga un hidrograma igual o similar al real conocido. De esa manera
se obtiene el valor CN representativo de la cuenca estudiada. En este caso, lo mejor es calcular el tiem-
po de concentración con una de las fórmulas conocidas para mantenerlo fijo durante la calibración.
11. Se estima la lluvia efectiva, es decir, el escurrimiento directo, con las ecuaciones 3.93 y 3.94,
usando el valor CN seleccionado del Cuadro 3.17 que representa el complejo hidrológico suelo-cu-
bierta vegetal para la condición más apropiada (Figura 3.28). Si se realiza la calibración, se usa el valor
de CN obtenido de ella.
Para efectuar este cálculo por intervalos, se construye un segundo cuadro con seis columnas. En
la primera se escriben los incrementos de tiempo D (en horas), igual que en el primer cuadro. En la
segunda columna aparecen los incrementos de la lluvia frente a cada incremento de tiempo, en mi-
límetros. En la tercera se muestran los valores acumulados de la lluvia, en milímetros. En la cuarta
columna se indican los valores acumulados de la lluvia efectiva (escurrimiento) en milímetros, los
cuales se calculan con la Ecuación 3.93. El valor S se determina con la Ecuación 3.94, utilizando el
valor CN previamente definido. El valor P se toma de la tercera columna. En la quinta columna se
consignan los incrementos de la lluvia efectiva (escurrimiento) en milímetros, para cada intervalo de
tiempo. En la sexta columna se tabulan los incrementos de las pérdidas en milímetros, es decir, los
valores de la segunda columna menos los de la quinta columna.
En el procedimiento se debe tener en cuenta lo siguiente: el escurrimiento directo acumulado
para los respectivos incrementos progresivos de tiempo se determinan con la Ecuación 3.93 utili-
zando las cantidades de lluvia acumuladas en incrementos de tiempo progresivos. A continuación se
calculan y se tabulan los incrementos de precipitación y los incrementos correspondientes de escu-
rrimiento. Después se resta el incremento de los escurrimientos de los incrementos de precipitación
para determinar las pérdidas de los incrementos. La Ecuación 3.93 da pérdidas menores al aumentar
la precipitación del aguacero. Cuando los incrementos en las pérdidas determinados arriba alcanzan
los límites de 2,54 mm por hora para los suelos del grupo A y 1,28 mm por hora para los suelos de los
grupos B y C, las curvas de escurrimiento ya no se pueden aplicar. En ese caso, el incremento en el
escurrimiento se calcula restando las cantidades en el límite del incremento de la lluvia.
12. Se calcula la longitud del cauce principal (cauce más largo) hasta la sección del puente, la
pendiente longitudinal media y el desnivel (distancia vertical) del río entre su nacimiento y la sección
mencionada.
13. Se determina el tiempo de concentración para la cuenca, utilizando cualquiera de los siguien-
tes métodos o un promedio de ellos:
2. Kirpich (1990) L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
0,77
TC = 4 L
S( ) (3.98)
S - Diferencia de cotas entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m)
TC - Tiempo de concentración (minutos)
3. Témez (1978) L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
S - Pendiente del cauce entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m/m)
(3.99) TC - Tiempo de concentración (minutos)
5. U.S. Corps of Engineers L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
S - Pendiente del cauce entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m/m)
TC 5 7,56 ? L0,76 ? S20,19 (3.101) TC - Tiempo de concentración (minutos)
6. Chow L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
S - Pendiente del cauce entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m/m)
TC 5 7,38 ? L0,64 ? S20,32 (3.102) TC - Tiempo de concentración (minutos)
L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
S - Pendiente del cauce entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m/m)
7. Hathaway-Kerby nH - Factor de rugosidad que se toma: igual a 0,02 para suelo impermeable muy liso; igual a
0,10 para suelo desnudo y liso; igual a 0,20 para pasto escaso y desnudo y cultivos en hileras;
TC 5 (36,36(nH ? L)0,467) ? S20,234 (3.103) igual a 0,40 para pastos; igual a 0,60 para bosques y bosques con hierba
TC - Tiempo de concentración (minutos)
L - Longitud del río desde su nacimiento hasta el sitio donde se calcula la creciente (km)
S - Pendiente del cauce entre el nacimiento del río y el sitio donde se calcula la creciente (m/m)
8. Papadakis-Kazan
n- Coeficiente de rugosidad de Manning
nH - Factor de rugosidad que se toma: igual a 0,02 para suelo impermeable muy liso; igual a
0,10 para suelo desnudo y liso; igual a 0,20 para pasto escaso y desnudo y cultivos en hileras;
(3.104) igual a 0,40 para pastos; igual a 0,60 para bosques y bosques con hierba.
TC - Tiempo de concentración (minutos)
Existen, además, otras fórmulas desarrolladas para condiciones concretas que, generalmente, no
aplican a cuencas rurales.
•• La fórmula del Soil Conservation Service fue adaptada a pequeñas cuencas pero al aplicarla a
cuencas rurales medianas y grandes (lo cual es típico en el diseño de puentes), arroja resultados
muy elevados:
TC 5 100((1.000L)0,8(2.540 2 22,86 CN)0,7)/(14.104 CN0,7 S0,5)(minutos) (3.105)
•• La fórmula de George Rivero también produce resultados altos:
TC 5 16 L/((1,05 2 0,2 p) (100 S)0,04)(minutos) (3.106)
TC - tiempo de concentración (minutos); L - longitud del cauce principal (km); H - caída del río
desde su nacimiento hasta el sitio del puente (m); S - pendiente longitudinal del cauce (m/m); CN
- número de curva de la hoya hidrográfica, de acuerdo con el método del SCS (adimensional); p - re-
lación entre el área cubierta de vegetación y el área total de la cuenca (adimensional).
El Soil Conservation Service posee un método sencillo para determinar el tiempo de concen-
tración en función de la velocidad del flujo de escorrentía. Sin embargo, las recomendaciones para
asumir la velocidad no son muy precisas y, por lo tanto, no se incluye en el presente texto.
14. Se calcula el hidrograma triangular para cada incremento de escurrimiento como sigue:
Para la duración de la lluvia neta D seleccionada, se calcula el tiempo al pico Tp, el tiempo base Tb
y el caudal máximo qp para 1 mm de escorrentía utilizando las siguientes fórmulas:
El tiempo al pico (ecuación 3.70):
El tiempo base del hidrograma unitario (ecuación 3.72): Tb 5 2,67 Tp
El tiempo de retraso (ecuación 3.71): Tr 5 0,6 TC
El caudal pico del hidrograma para un milímetro de lluvia efectiva (ecuación 3.69):
necesario sumar las ordenadas en las horas que representan el principio, el máximo y el final de
cada hidrograma de los incrementos. De esta manera se obtiene el hidrograma final (Figura 3.31).
3.3.5 Ejemplo de cálculo del hidrograma de una creciente con el método del Soil
Conservation Service para cuencas homogéneas
Ejemplo 3
Determinar el hidrograma de una creciente en la cuenca del río Patá, con los siguientes datos:
•• Ubicación geográfica del puente, tal como se muestra en las Figuras 3.32 y 3.33.
•• El plano de la cuenca aferente se ilustra en la Figura 3.34.
•• Las series de lluvias máximas en 24 horas de tres estaciones se muestran en el paso 4 del pre-
sente ejemplo.
•• Los resultados del estudio de las cartas pluviográficas de los aguaceros más fuertes aparecen en
el Cuadro 3.23. Los planos de suelos agrícolas dentro de la cuenca para efectuar la clasificación
de los suelos en grupos hidrológicos no se muestran en el presente texto, lo mismo que las
fotografías aéreas de la zona.
En la solución del ejemplo se siguen los mismos pasos presentados en el numeral 3.3.4 para el
cálculo del hidrograma.
1. Se utilizan los datos del puente consignados en el inventario básico (numeral 1.3.1) para ubicar el
sitio del cruce de la manera más precisa posible (cuadros 3.21 y 3.22).
Cuadro 3.21 Ficha técnica del puente sobre el río Patá. Ubicación y características
1º DATOS GENERALES
DISTRITO RUTA – TRAMO CONSECUTIVO
IDENTIFICACIÓN DEL PUENTE 1 4 4 5 0 6 0 1 3 0 0
TIPO DE PUENTE
RUTA: 45 NEIVA - CASTILLA
VICON VIPRES BÓVEDA TUBULAR
CARRETERA: 007 BOGOTÁ- NEIVA
NOTA:
VICON : El principal elemento son las vigas en concreto armado.
VIPRES : El principal elemento es la viga de concreta preesforzada.
BÓVEDA : Construido en forma de bóveda; puede ser en concreto, ladrillo, piedra u otro material.
TUBULAR : Tipo bóveda, construido con base en estructura metálica, por ejemplo la súper span.
CAJA : Cuya figura geométrica es cerrada en forma de caja, generalmente hecha en hormigón (box).
ARCO : Principal elemento es un arco, sirve de apoyo a la estructura (tablero de concreto, madera o metal).
CERCHA : El elemento principal es una estructura metálica reticulada tipo bailey o similares.
COLGANTE : El elemento principal son cables; el tablero puede ser concreto, madera, metal u otro.
MADERA : El principal elemento es vigas de madera, tablero en concreto, madera o metal.
MIXTO : El principal elemento es la viga metálica de alma llena y tablero de hormigón.
LOSA : El principal elemento es la misma losa, la cual sirve también de tablero.
4º ESTRIBOS: 5º PILAS:
6º APOYOS:
NOMBRE DEL PUENTE: PUENTE SOBRE EL RÍO PATÁ NOMBRE RÍO: PATÁ
1º ASPECTOS HÍIDRICOS:
RÍO:
RÉGIMEN:
ESTRUCTURA DE ESVIAJE:
SÍ NO X
2º CAUCE:
MATERIAL DE LECHO:
EROSIÓN DE MÁRGENES:
SOCAVACIÓN LOCAL:
GRADO DE ESTRECHAMIENTO (LUZ TOTAL DEL PUENTE / ANCHO RÍO): SIN ESTRECHAMIENTO
5º CAUCE TRANSITABLE:
SÍ X NO
. 100 K 100 K 2 50 Km X 50 2 20 Km , 20 Km
2. Se calcula el área de la cuenca. Su determinación se efectuó por medio del programa Autocad y
como resultado se obtuvo: A 5 320,0 km2.
3. Se determina el período de retorno de la creciente de diseño del puente, de acuerdo con las re-
comendaciones del numeral 1.1. Utilizando el concepto de probabilidad o riesgo de excedencia
durante la vida útil del puente, se aplica la fórmula 1.1.
=R 100 1 − 1 − 1( (
Tr ) )(%)
N
R - probabilidad o riesgo de excedencia, en porcentaje, cuyo valor debe ser inferior al 50% (nu-
meral 1.2 y Figura 1.9); Tr - período de retorno de la creciente de diseño; N - vida útil del puente, la
cual se asume igual a 50 años.
Asumiendo Tr 5 100 años, se tiene: R = 1 −(1 − 100 ) = 0,39 5 39%
50
1
Asumiendo Tr 5 50 años:
( )
50
R = 1− 1 − 1 = 0,64 5 64%
50
Debido a que para Tr 5 50 años se obtiene una probabilidad o riesgo de excedencia superior al
50%, se adopta un período de retorno de 100 años, para el cual R 5 39% , 50%.
4. Se calcula la lluvia máxima en 24 horas con el período de retorno seleccionado en el punto ante-
rior. Para el efecto, se usa la metodología presentada en el numeral 3.2.4.
a. Utilizando tres estaciones que registran datos de lluvia máxima en 24 horas dentro de la cuen-
ca, se obtienen los datos del Cuadro 3.23.
Cuadro 3.23 Lluvias máximas en 24 horas en la cuenca del río Patá
Año P(mm) P(mm) P(mm)
1962 75 - 102
1963 94 136 98
1964 - 143 121
1965 116 103 133
1966 102 96 110
1967 86 - 158
1968 131 118 140
1969 110 146 -
1970 - 121 112
1971 125 137 109
1972 99 - 90
1973 87 107 112
1974 115 99 105
1975 119 146 120
1976 103 130 100
1977 95 121 98
1978 100 111 121
1979 - 100 -
1980 88 97 -
Promedio 102,81 119,44 114,31
d. Se adelanta un análisis estadístico de esta serie con el fin de determinar el aguacero con un
período de retorno de 100 años. Para esto, se utilizan los métodos de distribución normal, log
normal, Pearson III, log Pearson tipo III y Gumbel. De estas distribuciones se selecciona la que
represente mejor el comportamiento estadístico de la serie.
Cuadro 3.27 Análisis estadístico de las lluvias máximas en 24 horas en la cuenca del río Patá
XT - lluvia máxima en 24 horas (mm) con un período de retorno Tr, expresado en años; Xmedio - es
r
Xi - es cada uno de los valores de la serie histórica de lluvias máximas en 24 horas (mm); n - es el
número de datos de la serie y coincide con el número de años de la serie histórica; k1 - es el factor de
frecuencia, propio de la distribución normal.
•• Se define la función de distribución de probabilidad para un período de retorno de 100 años:
Tr −1 100 −1
F ( PTr ) = = = 0,99
Tr 100
•• Se obtiene el factor de frecuencia k1, en función del valor Tr -1 (Cuadro 3.2): k1 5 2,328.
Tr
•• Se calcula el valor medio de la serie de lluvias máximas en 24 horas:
Pmedio, (mm) 5 2.131/19 5 112,16 mm
•• Se determina la desviación estándar de los datos de la serie, (mm):
2
Σ( Pi − Pmedio ) 2.752,52
= = = 12,37 mm
n −1 18
•• Por último, se aplica la Ecuación 3.27 para el período de retorno de 100 años:
PTr 5 Pmedio 1 s ? k1 5 112,16 1 12,37 ? 2,328 5 140,96 mm
Utilizando el mismo procedimiento se calculan las lluvias máximas en 24 horas con diferentes
períodos de retorno, lo cual facilita la aplicación de las pruebas de bondad de ajuste que se analizan
más adelante. Así, se obtienen los siguientes resultados:
Cuadro 3.28 Precipitaciones máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno. Distribución normal. Cuenca río Patá
d.2 Distribución log normal: La fórmula general de cálculo se expresa a través de las ecuaciones
3.34 y 3.35:
Ln XTr 5 Lmedio 1 s ? k2
XTr 5 eLmedio 1 s ? k2
de la serie de los logaritmos de las lluvias máximas en 24 horas (mm); s - es la desviación estándar
•• Por último, se aplican las ecuaciones 3.34 y 3.35 para el período de retorno de 100 años:
Log PTr 5 Lmedio 1 s ? k2 5 4,713 1 0,11103 ? 2,328 5 4,9715
Con la misma metodología, se determinan las lluvias máximas en 24 horas para diferentes perío-
dos de retorno, lo cual facilita la aplicación de las pruebas de bondad de ajuste que se analizan más
adelante.
Cuadro 3.30 Precipitaciones máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno. Distribución log normal. Cuenca río Patá
d.3 Distribución Pearson tipo III: La fórmula general de cálculo es la Ecuación 3.38:
XTr 5 Xmedio 1 s ? k3
XT - lluvia máxima en 24 horas (mm) con un período de retorno Tr, expresado en años; Xmedio - es el
r
1962 91 29.471,47
1963 112 20,00394
1964 128 3.975,93
1965 116 56,72
1966 102 21.048,12
1967 123 1.274,50
1968 128 3.975,93
1969 130 5.679,87
1970 112 20,00394
1971 125 2.117,92
1972 98 22.837,89
1973 102 21.048,12
1974 106 2233,51
1975 130 5.679,87
1976 113 0,60
1977 106 2233,51
1978 110 210,05
1979 105 -366,74
1980 94 25.986,82
•• Se obtiene el factor de frecuencia k3, en función del período de retorno Tr y del coeficiente de
oblicuidad C0 (Cuadros 3.5 a y 3.5 b): k3 5 2,363
•• Por último, se aplica la Ecuación 3.38 para el período de retorno de 100 años:
XTr 5 Xmedio 1 s ? k3 5 112,16 1 12,37 ? 2,363 5 141,39 mm
Las lluvias máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno se pueden calcular repitiendo
los pasos anteriores, lo cual facilita la aplicación de las pruebas de bondad de ajuste que se analizan
más adelante.
Cuadro 3.32 Precipitaciones máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno. Distribución Pearson tipo III. Cuenca río Patá
d.4 Distribución log Pearson tipo III: La fórmula general de cálculo está representada por las
ecuaciones 3.39 y 3.40:
XTr - lluvia máxima en 24 horas (mm) con un período de retorno Tr, expresado en años; Pmedio - es
el promedio aritmético de la serie de lluvias máximas en 24 horas (mm). La serie está formada por las
máximas anuales de las lluvias en 24 horas, de tal manera que el número de datos de la serie es igual
al número de años con registros. 2
log P =
∑(log X − log X ) i
n −1
La secuencia para la solución de la ecuación general es la siguiente:
•• Se calcula el valor medio de los logaritmos de la serie de lluvias máximas en 24 horas (Cuadro 3.33):
Cuadro 3.33 Valor medio de los logaritmos de las precipitaciones máximas en 24 horas en la cuenca del río Patá
Σ log Xi
log X medio = (mm) 5 2,04731 mm
n
•• Se determina la desviación estándar de los logaritmos de los datos de la serie (mm):
2
log X =
∑(log X − log X )
i
=
0,04179
= 0,04818
n −1 18
•• Se calcula el coeficiente de asimetría de los logaritmos de los datos de la serie (ecuación 3.43):
•• Se obtiene el factor de frecuencia k4, en función del coeficiente de asimetría y del período de
retorno utilizando el Cuadro 3.6: k4 5 2,252.
•• Se aplica la Ecuación 3.39 para obtener el valor de log PT : r
con el período de retorno de 100 años, con la Ecuación 3.40: PT = 10(log P )+ k = 102,157 = 143,55 mm
r
medio log P 4
El mismo método se aplica para conocer las lluvias máximas en 24 horas con diferentes períodos
de retorno. De esta manera se facilita la aplicación de las pruebas de bondad de ajuste que se analizan
más adelante.
Cuadro 3.34 Precipitaciones máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno. Distribución log Pearson tipo III. Cuenca río Patá
En el Cuadro 3.7 se presentan los valores de k5 para diferentes períodos de recurrencia y varias
longitudes del registro (datos de la serie).
Así, la Ecuación 3.47 es:
•• Se calcula el valor medio de la serie de lluvias máximas en 24 horas:
Pmedio, (mm) 5 2.131/19 5 112,16 mm
•• Se obtiene el factor de frecuencia k5, en función del período de retorno Tr y de la longitud del
registro, en años, del Cuadro 3.7: k5 5 3,84.
•• Se aplica la Ecuación 3.47 y se calcula finalmente el valor requerido PT : r
mm
Repitiendo los pasos anteriores se determinan las lluvias máximas en 24 horas con diferentes
períodos de retorno, lo cual facilita la aplicación de las pruebas de bondad de ajuste que se analizan
más adelante.
Cuadro 3.35 Precipitaciones máximas en 24 horas con diferentes períodos de retorno. Distribución Gumbel. Cuenca río Patá
e. Pruebas de ajuste
e.1 Prueba Weibull: Para probar la bondad de ajuste de las cinco distribuciones estudiadas a los
datos de la serie, se ordenan de mayor a menor y, para cada uno de ellos, se calcula la probabilidad de
excedencia con la fórmula de Weibull (Fórmula 3.10):
Orden Lluvias P Tr
mm % Años
1 130 5 20
2 130 10 10
3 128 15 6,7
4 128 20 5
5 125 25 4
6 123 30 3,3
7 116 35 2,9
8 113 40 2,5
9 112 45 2,2
10 112 50 2,0
11 110 55 1,82
12 106 60 1,7
13 106 65 1,54
14 105 70 1,43
15 102 75 1,33
16 102 80 1,25
17 98 85 1,18
18 94 90 1,11
19 91 95 1,05
Las Figuras 3.36 a 3.40 muestran, sobre el mismo sistema de coordenadas, las curvas pertenecientes
a las distribuciones analizadas. Como se ve, todas ellas coinciden relativamente bien con los puntos de
los datos reales, por lo cual cualquiera de ellas se podría seleccionar como representativa. Sin embargo,
la distribución Gumbel posee valores más alejados que las demás distribuciones y debería ser eliminada.
Intervalo Valor inferior Valor superior Valor medio Número observado de datos en cada intervalo
Total 5 19
e.2.2 Se calcula el número esperado de eventos en el mismo intervalo (ecuación 3.48), Ei:
Ei 5 n[F(Si) 2 F(Ii)]; i 5 1, 2, …, k
∑( N − E )
2
i i
C= i=1
Ei
Ni - es el número observado de eventos en el intervalo i.
•• Para la distribución normal se tiene:
Cuadro 3.38 Cálculo del valor C para la distribución normal
16,75 6,49
Intervalo Valor inferior Valor superior Valor medio Número observado de datos en cada intervalo
I Pinf Psup Pmedio Ni
1 4,511 4,580 4,546 2
2 4,580 4,644 4,612 3
3 4,644 4,705 4,675 4
4 4,705 4,762 4,734 4
5 4,762 4,816 4,789 1
6 4,816 4,868 4,842 5
Total 5 19
e.2.4 Se define el valor de una variable aleatoria con distribución chi cuadrado (x2) para q5(k2l 2m)
grados de libertad y un nivel de significancia s, donde m es el número de parámetros estimados a
partir de los datos.
El valor de X(21−S), (k−1−m) se obtiene del Cuadro 3.8 que contiene la función de distribución (x2) (chi
cuadrado), considerando que S es el nivel de significancia; k es el número de intervalos de clase, que
en este caso es igual a 6; y m es el número de parámetros propio de cada función de distribución.
El valor usual de S es de 0,05. Para ese valor se tiene: (1 2 S) 5 (1 2 0,05 5 0,95); para funciones
de dos parámetros (m 5 2) como la normal y log normal, se tiene: (k 2 1 2 m 5 6 2 1 2 2 5 3), por
lo tanto: X(20,95), (3) = 7,81 (este valor se obtiene del Cuadro 3.8 en la celda correspondiente a la intersec-
ción entre la columna X(20,95) y la fila q 5 3); para funciones de tres parámetros (m 5 3) como la Pearson
tipo III y la log Pearson tipo III, se tiene: (k 2 1 2 m 5 6 2 1 2 3 5 2), por lo tanto: X(20,95), (2) = 5,99 (este
valor se obtiene del Cuadro 3.8 en la celda correspondiente a la intersección entre la columna X(20,95) y
la fila q 5 2); y para las funciones de cuatro parámetros como la Gumbel de dos poblaciones, se tiene:
(k 2 1 2 m 5 6 2 1 2 4 5 1), por lo tanto: X(20,95), (1) = 3,84 (este valor se obtiene del Cuadro 3.8 en la
celda correspondiente a la intersección entre la columna X(20,95) y la fila q 5 1).
e.2.5 Se verifica el cumplimiento de la condición de ajuste:
•• Para la distribución normal, se tiene: C X(20,95), (3); 6,49 , 7,81, cumple.
•• Para la distribución log normal, se tiene: C X(20,95), (3); 6,77 , 7,81, cumple.
•• Para la distribución Pearson tipo III, se tiene: C X(20,95), (2); 4,19 , 5,99, cumple.
•• Para la distribución log Pearson tipo III, se tiene: C X(20,95), (2); 4,16 , 5,99, cumple.
•• Para la distribución Gumbel, se tiene: C X(20,95), (1); 8,78 . 3,84, no cumple.
Como se ve, todas las distribuciones, excepto la Gumbel, presentan un ajuste aceptable. No obs-
tante, la distribución log Pearson tipo III ajusta mejor porque posee un valor C menor. En general,
esta conclusión concuerda con la prueba Weibull.
e.3 Prueba Smirnov-Kolmogórov:
e.3.1 Inicialmente se define el valor de la función de distribución de probabilidad observada con
la Ecuación 3.51:
F0 ( Pm ) = 1 − nm +1
m - es el número de orden de cada uno de los datos de la serie disponible, ordenados de mayor a
menor; n - es el total de datos de la misma serie.
mm
e.3.2 Se calcula el parámetro S, que representa el valor absoluto de la diferencia entre la función de
distribución de probabilidad observada Fo(Xm) y la estimada (ecuación 3.52) F(Xm):
S 5 máxFo(Pm) 2 F(Pm)
e.3.3 Se determina el valor crítico C del anterior parámetro, el cual se toma del Cuadro 3.9 en fun-
ción del número de datos de la serie disponible (tamaño de la serie) y del nivel de significancia que se
seleccione. Generalmente se toma un nivel de significancia de 0,05; por lo tanto C 5 0,29.
e.3.4 Se verifica el cumplimiento de la condición de ajuste:
•• Para la distribución normal, se tiene: S , C; 0,111 , 0,29; por lo cual el ajuste es correcto y se
acepta la función de distribución.
•• Para la distribución log normal: S , C; 0,105 , 0,29; por lo cual el ajuste es correcto y se acepta
la función de distribución.
•• Para la distribución Pearson tipo III: S , C; 0,099 , 0,29; por lo cual el ajuste es correcto y se
acepta la función de distribución.
•• Para la distribución log Pearson tipo III: S , C; 0,095 , 0,29; por lo cual el ajuste es correcto
y se acepta la función de distribución.
•• Para la distribución Gumbel: S , C; 0,220 , 0,29; por lo cual el ajuste es correcto y se acepta
la función de distribución.
25 20,5
30 28,0
35 39,0
40 49,0
45 60,0
50 70,0
55 76,0
60 84,0
65 85,0
70 92,0
75 94,5
80 97,0
85 98,0
90 99,5
95 99,7
100 100
quinta parte del tiempo de concentración (paso 7). Debido a que el aguacero de diseño posee una
duración de seis horas, no amerita definir intervalos D diferentes al principio y al final de la lluvia.
h. Se elabora un primer cuadro (Cuadro 3.50) con cuatro columnas que indican los valores secuen-
ciales del aguacero de diseño. En la primera columna se escriben los incrementos de tiempo D
(en horas). En la segunda se registran los porcentajes de cada incremento respecto a la duración
de la lluvia total, tomados del Cuadro 3.49 y Figura 3.42, según las recomendaciones del punto 6.
En la tercera columna aparecen los incrementos de la lluvia frente a cada incremento de tiempo,
en milímetros, y en la cuarta se muestran los valores acumulados de la lluvia, en milímetros.
Cuadro 3.50 Valores secuenciales del aguacero de diseño
i. Se determina el tipo de cobertura vegetal de la cuenca hasta la sección del puente y el tipo de suelos
superficiales de la cuenca hasta esta sección utilizando la metodología expuesta en el numeral 3.3.3.
En el caso analizado, un 45% presenta una zona de cultivos con una capacidad de infiltración baja
y potencial de escurrimiento mayor, el 22% presenta bosques con una capacidad de infiltración
buena y potencial de escurrimiento regular y el 33% presenta pradera permanente con capacidad
de infiltración buena.
10. Con los datos anteriores se selecciona el número de curva CN que representa el complejo hidroló-
gico suelo-cubierta vegetal de la cuenca, de acuerdo con el procedimiento mostrado en el numeral
3.3.3. Para el efecto, la cuenca se divide en tres zonas: las tres zonas poseen suelos del grupo C,
con potencial de escorrentía moderadamente alto. Esta selección se debe a que exhiben una textura
fundamentalmente arcillosa con limos y algunas arenas y se encuentran pobremente drenados. Su
profundidad es mediana, tendiendo a baja. Sin embargo, la primera zona posee cultivos en hilera, la
segunda, bosques y la tercera, pradera permanente (Cuadro 3.51).
Cuadro 3.51 Determinación del número de curva CN para la cuenca del río Patá (A 5 320 km2)
Cobertura vegetal Número de curva CN Porcentaje del área % Producto de CN por el porcentaje del área
Cultivos en hilera 88 45 39,60
Bosques 70 22 15,40
Pradera permanente 71 33 23,43
Total 78,43
CN 5 78,43. Se toma CN 5 78
j. Se estima la lluvia efectiva, es decir, el escurrimiento directo con las ecuaciones 3.93 y 3.94, usan-
do el valor CN seleccionado anteriormente, que representa el complejo hidrológico suelo-cubier-
ta vegetal para la condición más apropiada (Figura 3.28).
Para efectuar este cálculo por intervalos se construye un segundo cuadro con seis columnas (Cua-
dro 3.52). En la primera se escriben los incrementos de tiempo D (en horas), igual que en el primer
cuadro. En la segunda columna aparecen los incrementos de la lluvia frente a cada incremento de tiem-
po, en milímetros. En la tercera se muestran los valores acumulados de la lluvia, en milímetros. En la
cuarta columna se indican los valores acumulados de la lluvia efectiva (escurrimiento) en milímetros,
los cuales se calculan con la Ecuación 3.93. El valor S se determina con la Ecuación 3.94, utilizando el
valor CN previamente determinado. El valor P se toma de la tercera columna. En la quinta columna se
consignan los incrementos de la lluvia efectiva (escurrimiento), en milímetros, para cada intervalo de
tiempo. En la sexta se tabulan los incrementos de las pérdidas en milímetros, es decir, los valores de la
segunda columna menos los de la quinta columna.
Cuadro 3.52 Cuadro auxiliar para determinar el incremento de las pérdidas en la construcción del hidrograma de una creciente
Acumulado Incremento
k. Se calcula la longitud del cauce principal (cauce más largo) hasta la sección del puente, la pen-
diente longitudinal media y el desnivel del río entre su nacimiento y la sección mencionada.
Utilizando el plano de la cuenca mostrado en la Figura 3.34, la longitud del cauce principal resultó
igual a 43,5 km.
Se lee el nivel o cota (metros sobre nivel del mar, m.s.n.m) del nacimiento del río, Z1 5 1.505
m.s.n.m y el nivel o cota del fondo de la sección en el sitio del puente, Zz 5 416 m.s.n.m.
Se calcula el desnivel o altura H entre los dos puntos anteriores, H 5 Z1 2 Z2 5 1.505 2 416 5 1.089
m, y se determina la pendiente media del cauce principal, así:
S 5 H/L 5 1.089/43.500 5 0, 0250 5 2, 50%.
l. El tiempo de concentración para la cuenca, utilizando los siguientes métodos, es (Cuadro 3.53):
( )
0,385
43,5 3
(3.97) TC = 60 = 317, 21 minutos
1.089
2. Kirpich (1990)
( )
0,77
( )
0,77
L 43,5
TC = 4 (3.98) TC = 4 = 302,18 minutos
S 0,025
3. Témez (1978)
( )
0,75
( )
0,75
L 43,5
TC = 9 0,25 (3.99) TC = 9 0,25
= 304,36 minutos
S 0,025
4. Giandiotti (1990)
(3.100) minutos
6. Chow
0,64 −0,32 0,64 −0,32
TC = 7,38 ⋅ L ⋅S (3.102) TC = 7,38 ⋅ 43,5 ⋅ 0,025 = 268,63 minutos
7. Hathaway-Kerby
(3.103) minutos
Debido a que los resultados son relativamente similares, se adopta el promedio del tiempo de con-
centración, igual a 296,7 minutos, es decir: TC 5 4,95 horas.
o. Se calcula el hidrograma triangular para cada incremento de escurrimiento, es decir, un hidrogra-
ma triangular para un incremento D 5 0,6 horas, el cual es igual para todos los incrementos.
Para el intervalo de tiempo D seleccionado, se calcula el tiempo al pico Tp, el tiempo base Tb y el
caudal máximo qp para 1 mm de escorrentía, es decir, de lluvia efectiva.
Se utilizan las siguientes ecuaciones:
El tiempo al pico (ecuación 3.70): horas
El tiempo base del hidrograma unitario (ecuación 3.72): horas
El tiempo de retraso (ecuación 3.71): horas
El caudal pico del hidrograma para un milímetro de lluvia efectiva (Ecuación 3.69):
m3/s/mm
Para eso, se construye un tercer cuadro (Cuadro 3.54) con siete columnas que permiten elaborar
el hidrograma final, con los máximos, la hora del comienzo, la del máximo y la del final de cada
hidrograma de los incrementos. En la primera columna se escriben los incrementos de tiempo
D (en horas), igual que en el primer cuadro. En la segunda aparecen los incrementos de la llu-
via efectiva (escurrimiento) en milímetros, frente a cada incremento de tiempo. En la tercera
columna se muestran los valores de los caudales máximos (caudales pico) de cada uno de los
hidrogramas unitarios en m3/s/mm, es decir, caudales producidos por 1 mm de lluvia efectiva, de-
terminados de manera idéntica para cada intervalo de tiempo con la Ecuación 3.69. En la cuarta
se tabulan los caudales pico producidos por cada incremento de lluvia efectiva en metros cúbicos
por segundo, para lo cual se multiplican los valores de la segunda columna por los de la tercera
columna. En la quinta columna se indica la hora en la cual se inicia cada uno de los hidrogramas
incrementales, en horas. En la primera fila se inicia con la hora cero y en las siguientes filas se va
sumando el incremento de tiempo D. En la sexta columna se anota la hora en la cual se presenta el
caudal pico de cada uno de los hidrogramas incrementales, lo cual se hace sumando a los valores
de la quinta columna el tiempo al pico en horas. En la séptima columna se registra la hora en la
cual termina cada uno de los hidrogramas incrementales, para lo cual se suma a los valores de la
quinta columna el tiempo base, en horas.
Cuadro 3.54 Cuadro auxiliar para determinar los hidrogramas parciales en la construcción del hidrograma de una creciente
tormenta y que operan como datos de partida. Esta variación se realiza hasta el momento en que el
modelo reproduzca de la manera más cercana posible la configuración y/o el pico de un hidrograma
conocido producido por una tormenta conocida.
Figura 3.43 Hidrograma resultante en el ejemplo de cálculo como resultado de hidrogramas triangulares
desfasados en el tiempo.
La siguiente es la relación de los parámetros que el programa puede modificar durante el proceso
de optimización:
Cuadro 3.55 Relación de los parámetros que se pueden controlar o modificar en el programa HEC-HMS durante el proceso de calibración
Antes de correr el programa para la condición de diseño se realiza su calibración, la cual consiste
en ingresar los datos del aguacero conocido y las características de la cuenca, lo mismo que el hidro-
grama observado. Luego, al correr el programa se deben seleccionar cuidadosamente los mejores
valores de los anteriores parámetros en función del conocimiento que se tenga de las características
de los suelos, del cubrimiento vegetal y demás parámetros de la cuenca. Cuando se obtenga el hidro-
grama producido por el modelo, lo más seguro es que este no represente bien las condiciones reales
del hidrograma conocido (observado) y, por lo tanto, será necesario adelantar su calibración. Para
esto, se le debe indicar al programa cuáles son los parámetros que se desean ajustar, lo cual realizará
automáticamente tomando el primero de ellos y modificándolo de tal manera que los demás paráme-
tros permanezcan constantes durante el proceso. Después de variar el primer parámetro hasta su op-
timización, empezará a ajustar el siguiente que se le haya indicado y así sucesivamente hasta obtener
el valor mínimo posible de la función objetivo.
La medida cuantitativa de la bondad del ajuste entre el hidrograma observado y el hidrograma
calculado se denomina función objetivo, la cual representa el grado de dispersión entre los valores ob-
servados y los calculados. Esta función es igual a cero cuando los dos datos coinciden exactamente. La
clave para la estimación automática de los parámetros es un método de búsqueda del valor mínimo de
la función objetivo, el cual corresponde al óptimo de cada parámetro calibrado. La selección de los va-
lores de cada parámetro se efectúa dentro de los mínimos y máximos mostrados en el cuadro anterior.
Los ensayos de optimización son uno de los tres diferentes componentes que pueden calcular los
resultados: corridas de simulación, pruebas de optimización y análisis. Cada prueba se basa en una
corrida de simulación. La corrida proporciona la estructura básica del modelo de la cuenca, del mo-
delo meteorológico y las especificaciones de control dentro de las cuales se estiman los parámetros.
En el explorador de la cuenca (Watershed Explorer) aparece una gran variedad de gráficos y cuadros
de respuesta para evaluar la calidad de la estimación.
El procedimiento de estimación iterativa de los parámetros utilizado por el programa frecuente-
mente se denomina optimización.
Cuadro 3.56 Parámetros que se controlan durante el proceso de optimización con el programa HEC-HMS
Método Parámetro
Déficit inicial
Tasa constante de pérdidas
Constante de déficit
Almacenamiento máximo
Factor de recuperación
Pérdidas iniciales
Constante inicial
Tasa de pérdidas constantes
Rango inicial
Exponente
Exponencial
Relación del coeficiente de pérdidas
Coeficiente de pérdidas iniciales
Pérdidas iniciales
Conductividad hidráulica
Ampt de vegetación
Frente de humedecimiento por succión
Déficit de humedad
Abstracción inicial
Número de curva, CN
Número de curva, CN
Relación de abstracciones iniciales
Cuadrícula CN
Factor de potencial de retención
Capacidad de Canopo
Porcentaje de Canopo inicial
Capacidad superficial
Porcentaje superficial inicial
Capacidad del suelo
Capacidad de la zona de tensión
SMA Porcentaje inicial del suelo
Capacidad de agua subterránea 1 y 2
Porcentaje inicial de agua subterránea 1 y 2
Tasa máxima de infiltración
Tasa máxima de percolación del suelo
Tasa máxima de percolación de agua subterránea 1 y 2
Coeficiente de almacenamiento de agua subterránea 1 y 2
Contenido inicial
Contenido residual
Contenido saturado
Smith Parlange Presión de gases
Distribución de poros
Conductividad hidráulica
Beta cero
Método Parámetro
Tiempo de concentración
Clark
Coeficiente de almacenamiento
“n” de Manning del canal
Onda cinemática “n” de Manning del colector
“n” de Manning del subcolector
Tiempo de concentración
ModClark
Coeficiente de almacenamiento
SCS Tiempo de retardo (lag)
Coeficiente de picos (de máximos)
Snyder
Retardo (lag) estándar
Cuadro 3.57 Métodos y variables que se controlan durante el proceso de optimización con el programa HEC-HMS
Método Parámetro
Una calibración razonablemente buena consiste en analizar diversas cartas pluviográficas de gran-
des tormentas junto con el registro limnigráfico de las crecientes producidas por esos aguaceros. De
esta manera se podrá analizar la forma del hidrograma y convertirlo en hidrograma unitario real para
aplicarlo en los cálculos y deducir los demás parámetros. Sin embargo, este procedimiento casi nunca
es posible en nuestro medio por falta de información suficiente.
Alternativamente, se pueden calibrar únicamente los valores de algunas crecientes históricas en
la cuenca estudiada o en cuencas cercanas, consideradas como similares. Así, se analiza el comporta-
miento de las variables principales, es decir, del número de curva CN y, eventualmente, el tiempo de
concentración TC con los registros directos de caudal máximo.
Dado que no es recomendable calibrar simultáneamente varios parámetros, se recomienda calcular
previamente el tiempo de concentración para calibrar únicamente el número de curva CN.
En cuanto al valor del número de curva CN, la metodología para calibrarlo es aplicar el modelo
a los sitios de estaciones con registros de caudales máximos instantáneos y ensayar diversos valores
de CN hasta que el modelo reproduzca el caudal conocido de la creciente que se ha seleccionado. En
este caso, el modelo se alimenta con una lluvia que posea el mismo período de retorno de la creciente
conocida. Es decir, se aplican al modelo del SCS las precipitaciones máximas correspondientes a la
misma frecuencia de análisis de los caudales. Se asume que para una precipitación máxima de deter-
minada frecuencia ocurrirá el caudal máximo correspondiente a la misma frecuencia.
Una vez calibrados los valores de CN, se comparan con las recomendaciones teóricas de acuerdo
con las condiciones de vegetación, permeabilidad del suelo y humedad antecedente de la cuenca y se
seleccionan valores recomendables para las cuencas carentes de información hidrométrica directa, en
el caso de que se use la calibración de una cuenca para los cálculos en otras similares.
Como ejemplo se presenta la calibración realizada en el Estudio de inundabilidad para el río Cali
entre la desembocadura del río Aguacatal y el Club Colombia para el diseño del hundimiento de la ave-
nida Colombia.
Utilizando los registros continuos de lluvia en las estaciones pluviográficas Aguacatal, Brasilia, La
Teresita, Planta río Cali, Colegio San Luis y Villa Aracelly, y registros continuos de caudal de la esta-
ción Bocatoma, se seleccionaron los eventos máximos con mejor calidad de información, los cuales
se evaluaron en el modelo HEC-HMS.
Como se dijo, el modelo HEC-HMS es un modelo precipitación-escorrentía donde parámetros
como intercepción por parte del suelo o tiempos de retardo de los hidrogramas son modificados de
forma controlada con el fin de reducir la diferencia entre los hidrogramas observados en la estación
Bocatoma y los generados por el modelo de simulación en el lugar donde se encuentra la estación. El
CN para cada unidad de codificación que se determina a partir de la cobertura del suelo y los tipos de
suelo depende igualmente de las condiciones de humedad antecedente del suelo.
Fecha Brasilia Colegio San Luis Planta río Cali Peñas Blancas La Teresita Aguacatal Montebello
09-jun-81 1 6 12 35 8 3 0
10-jun-81 0 0 2 0 10 0 0
11-jun-81 3 0 4 15 33 0 0
12-jun-81 12 2 1 14 9 27 0
13-jun-81 10 10 18 12 0 21 18
14-jun-81 0 0 0 0 1 0 0
15-jun-81 1 3 8 10 2 0 0
16-jun-81 0 0 0 0 3 0 0
17-jun-81 5 0 2 4 3 0 0
18-jun-81 0 0 0 3 0 0 0
19-jun-81 0 0 0 0 0 0 0
20-jun-81 0 0 0 0 0 0 0
21-jun-81 0 0 0 7 0 0 0
22-jun-81 0 1 2 3 0 0 0
23-jun-81 66 26 33 13 1 58 49
del 8 de febrero de 1987 se empleó un CN en condiciones de lluvias precedentes bajas debido a que
el período fue muy seco. Se logró observar que la información de las pluviógrafas y limnígrafas no
concuerdan, lo que muestra algunos errores en la sincronización de los instrumentos de medición.
Cuadro 3.59 Relación de proyectos cuyas crecientes máximas históricas se han incluido en la curva de Creager (Fuente: Ingetec)
Se utiliza, además, una componente de tránsito del hidrograma de escorrentía en los cauces para
representar la transformación de la onda de creciente a lo largo de ellos. El dato de entrada a esta com-
ponente es un hidrograma de creciente en el punto más aguas arriba, resultante de contribuciones
individuales o combinadas de escorrentía de las subcuencas y de su tránsito en cauces o embalses. Si
se utiliza el método de la onda cinemática, la escorrentía distribuida de los elementos de subcuencas
localizadas dentro de la propia subcuenca en consideración es también un dato de entrada, el cual se
combina con el hidrograma de creciente más aguas arriba mencionado previamente, para ser transi-
tados hasta el final del tramo del cauce. El hidrograma es transitado hasta el punto más aguas abajo
del cauce en estudio, con base en las características geométricas y de rugosidad de éste.
Se puede representar cualquier tipo de conexión de procesos de precipitación - escorrentía en las
subcuencas y el tránsito en cauces en la cuenca en estudio, a través de una combinación adecuada
de las componentes de escorrentía superficial en las subcuencas y de tránsito en cauces. La conexión
de las componentes de la red de cauces está implicada por el orden en el cual las componentes de
los datos están arregladas. La simulación debe comenzar siempre en la parte más aguas arriba de la
subcuenca considerada en un ramal de la red de cauces. La simulación procede hacia aguas abajo
hasta que se alcanza la confluencia respectiva. Antes de simular los procesos aguas abajo de una con-
fluencia, todas las crecientes hasta tal confluencia deben ser calculadas y transitadas hasta ese punto.
La utilización de la componente de tránsito en embalses es similar a la componente del tránsito en
cauces. La componente de embalse opera recibiendo una creciente aguas arriba de éste y transitando
los caudales respectivos entrantes a través del embalse, utilizando métodos de tránsito en embalses.
Para el caso particular del cálculo del hidrograma de una creciente con el método del Soil Con-
servation Service, se desarrolla una secuencia sencilla, compuesta de siete grandes pasos, cuya expli-
cación se presenta a continuación modelando el ejemplo 3 del numeral 3.3.5.
Para calcular el hidrograma de la creciente producida por un aguacero con un período de retorno
de 100 años sobre la cuenca del río Patá se cuenta con los siguientes datos de entrada: área de la cuenca,
Ac 5 320 km2; lluvia máxima en 24 horas, después de aplicar un factor de reducción por área, P24 5 123
mm (se asume que la lluvia se inició el día 18 de febrero de 1994 a la 8 y 40 de la mañana —la simulación
se debe hacer para un período superior a 24 horas; por lo tanto se acepta que la simulación se hará hasta
el día 21 de febrero de 1994, a las 6 de la tarde); valor del número de curva, CN 5 78; tiempo de retardo
(lag time): de acuerdo con lo establecido en este método, se toma igual al 60% del tiempo de concentra-
ción, es decir: 0,6 3 Tc 5 0,6 3 297 5 178 minutos. El 5% de la cuenca es impermeable (podría ser el
0,0 % o cualquier otro valor). La distribución del aguacero en el tiempo se presenta a través del histo-
grama correspondiente y el caudal base que transcurre en el momento en que se produce la creciente se
asume igual al caudal medio del mes en el cual se presenta la tormenta de diseño. Los caudales medios
mensuales multianuales del río Patá son (Cuadro 3.60):
Cuadro 3.60 Caudales medios mensuales multianuales del río Patá
Fracción del tiempo 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Fracción de la lluvia 0,0 0,040 0,130 0,280 0,490 0,700 0,840 0,920 0,970 0,995 1,0
la cuenca y que la representa por sus propiedades de almacenamiento (Linsley Kohler Paulus, 1986).
Así, si se realiza el tránsito del hidrograma de la Figura 3.50 con el método de Muskingum o cual-
quier otro método similar, es posible obtener el hidrograma de salida. Este es un hidrograma unitario
instantáneo, debido a que es producido por una lluvia instantánea, pero se puede transformar en un
hidrograma de una duración T determinando el promedio de las ordenadas con T unidades de tiem-
po de diferencia y ubicando esos promedios en un gráfico al final del período T (Figura 3.50).
A pesar de lo anterior, no es indispensable el cálculo de hi-
drogramas unitarios. Para un aguacero con la misma duración
D que el intervalo entre líneas isócronas se puede determinar el
caudal de escorrentía para cada zona. De esta manera, el hidro-
grama de salida es el resultado del diagrama tiempo-escorrentía
transitado a lo largo del almacenamiento.
Para la aplicación de este método, la cuenca se descompone
en un cierto número de zonas con áreas A1, A2… Aj... An, defi-
Figura 3.50 Conversión de un hidrograma unitario nidas por líneas isócronas de la escorrentía superficial, de tal
instantáneo en un hidrograma de duración finita.
manera que cualquier partícula de agua que parte de ellas llega
a la salida de la cuenca en tiempos sucesivos: f, 2f... fj... nf (así, el tiempo de concentración de la cuenca
Tc, posee una duración de n minutos). Para
explicar mejor el principio aplicado en este
caso, se aceptan tres simplificaciones: 1.
Una tormenta uniforme con una duración
igual al tiempo f, seleccionado para el traza-
do de las líneas isócronas; 2. Una intensidad
constante de la lluvia efectiva I; y 3. Un coe-
ficiente de escorrentía Cj constante durante
todo el aguacero (G. Remenieras, 1971). De
esta manera, el hidrograma resultante en la
salida de la cuenca es escalonado (Figura
3.51). Cada escalón está desplazado en un
intervalo de tiempo f y representa el volu-
men de agua precipitada sobre una de las
superficies elementales de área A1, A2… Aj...
An. Para cada intervalo de tiempo f el caudal Figura 3.51 Cálculo del hidrograma correspondiente a un aguacero
medio en la salida es: uniforme según el método racional.
para f1................. q1 5 C1 I A1
para f2................. q2 5 C2 I A2
para f3................. q3 5 C3 I A3
.....................................................
.....................................................
para fn................. qn 5 Cn I An
Si la tormenta posee una duración superior, por ejemplo el doble, y conserva la misma intensidad,
el nuevo hidrograma es igual a las ordenadas del anterior más las ordenadas del mismo, pero des-
plazado un tiempo f. El caudal máximo Qmáx para una tormenta uniforme de intensidad I se alcanza
cuando la duración de la tormenta es igual o mayor al tiempo de concentración de la cuenca. Después
del tiempo de concentración el caudal en la salida será constante hasta que se termine el aguacero e
igual a la suma de los caudales parciales:
Qmáx 5 q1 1 q2 1 ...... 1 qn (3.109)
es decir: n
Qmáx = ∑ C j I A j (3.110)
j=1
El caudal Qt es igual a cero cuando T 5 TC 1 t0. La Ecuación 3.114 es una forma más general de
expresar la Ecuación 3.110, la cual permite calcular el hidrograma producido por una lluvia efectiva
cuyo pluviograma es conocido.
Así como la curva S es la suma de un gran número de hidrogramas unitarios instantáneos, pro-
ducidos por una tormenta de duración dt, separados entre sí por un tiempo dt; de manera similar,
el método racional equivale a admitir que la derivada dA
df
de la función Af 5 f(f), que corresponde al
diagrama acumulado de distribución de las áreas isócronas de la cuenca A, es el hidrograma unitario
instantáneo (debido a una lluvia de duración muy pequeña dt).
El método racional en su versión original solo se usa para cuencas pequeñas (inferiores a 2 km2),
debido a las imprecisiones asociadas a los siguientes factores: 1. La configuración de las líneas isócro-
nas es inexacta debido a las dificultades para definir los recorridos del agua que consumen el mismo
tiempo hasta la salida de la cuenca; 2. La suposición de que el coeficiente de escorrentía es constante
en toda la cuenca y durante todo el aguacero está lejos de la realidad y, además, la determinación de
este valor no es una tarea fácil; y 3. El método no considera el efecto del almacenamiento del agua en
la cuenca, el cual hace aumentar el tiempo base del hidrograma. Esto se debe a la suposición de que
el aporte de la escorrentía superficial c(t, f) ? i ? (t) ? dt a partir de un punto P llega a la salida desde
el instante t 5 t 1 f en un tiempo dt, que es la duración de la tormenta elemental, o en un tiempo dt
1 df al considerar el aporte de la zona dAf.
Las isócronas se dibujan de tal manera que crucen de forma perpendicular a las corrientes na-
turales, ya sean principales o afluentes, formando curvas cóncavas hacia aguas abajo, y cortan las
divisorias de agua formando ángulos agudos (Figura 3.49).
Los caudales en cada una de las zonas delimitadas por las isócronas se determinan como el área
de la zona por la intensidad del aguacero y por el coeficiente de escorrentía. Esos valores se acumulan
para determinar los caudales que ingresan en cada instante. Si se traslada horizontalmente esta curva
en el tiempo de duración de la lluvia y se halla la curva que representa la diferencia de las dos, se ob-
tiene el hidrograma buscado.
En detalle, el procedimiento para construir el hidrograma de una creciente utilizando el método
de las isócronas es el siguiente:
Figura 3.55 Indicación de los puntos de tiempos de recorrido Figura 3.56 Representación de las líneas isócronas en la cuenca
del agua en la cuencia del río Patá. del río Patá.
11. Se mide el área A de las zonas comprendidas entre las curvas isócronas.
12. Se calcula la intensidad i del aguacero definido, considerando una duración igual o mayor al tiem-
po de concentración de la cuenca.
13. Se selecciona el coeficiente de escorrentía C (Cuadro 3.62). En 1997 Múnera y Campo hicieron
una calibración de este coeficiente en cuencas instrumentadas del suroeste antioqueño.
Cuadro 3.62 Coeficientes de escorrentía para diferentes condiciones de suelo, relieve y cobertura vegetal
Al respecto, se puede consultar otra versión interesante (Chow Ven Te, 1994, página 510). En
general, el valor C depende del período de retorno y de la climatología de la zona:
q(Tr )
C(Tr ) =
i(t ,Tr )A
(3.118)
3. Según lo expuesto en el paso 3 del ejemplo 3, el período de retorno de la creciente de diseño del
puente resultó de 100 años.
4. Se calcula la lluvia máxima en 24 horas con el período de retorno seleccionado en el punto anterior.
Para el efecto, se usó la metodología presentada en el numeral 3.2.4., paso 4 del ejemplo 3. Como
resultado, se obtuvo una lluvia igual a 145 mm.
5. El análisis de los aguaceros por medio de las cartas pluviográficas indica que la duración más fre-
cuente y crítica de ellos es de 6 horas y, por lo tanto, se adopta esta duración en los cálculos. Este
valor es algo superior al tiempo de concentración, lo cual permite acumular bien la creciente.
Considerando el área de la cuenca, se aplica un factor de reducción de 0,85, tomado de la Figura
3.41 que representa la distribución espacial de la lluvia en la zona estudiada. De esta manera, la
lluvia de cálculo es:
P100 5 0,85 3 145 5 123 mm
6. Se determina el tiempo de concentración para la cuenca, utilizando cualquiera de los siguientes
métodos o un promedio de ellos: la fórmula de Kirpich, la fórmula de California, la fórmula del
U.S. Corps of Engineers, la fórmula de Chow, la fórmula de Hathaway. Debido a que los resulta-
dos son relativamente similares, se adopta el promedio del tiempo de concentración de los cinco
métodos, igual a 296,7 minutos, es decir: TC 5 4,95 horas.
7. Se selecciona el número de líneas isócronas I de tal manera que resulte mayor de 5 y se determina
el tiempo entre ellas.
8. Se calcula la velocidad de propagación de la creciente (ecuación 3.115):
m/s
L - es la longitud del cauce principal en la cuenca analizada (m).
9. Se define la distancia entre isócronas (ecuación 3.116): L0 5 V 3 T 5 2,41 3 2,97 5 7,16 km.
T - intervalo de tiempo entre isócronas (ecuación 3.117). segundos.
n - número de franjas delimitadas entre isócronas. Se toma igual a seis.
10. Se marcan en las corrientes naturales principales y en los afluentes de la cuenca los puntos corres-
pondientes a iguales tiempos de viaje, considerando la distancia entre isócronas, y se dibujan las
curvas isócronas (Figuras 3.55 y 3.56).
11. Se mide el área A de las zonas comprendidas entre las curvas isócronas:
A1.............44 km2
A2.............56 km2
A3.............65 km2
A4.............58 km2
A5............ 50 km2
A6............ 47 km2
12. Se calcula la intensidad i del aguacero definido, considerando una duración igual o mayor al tiem-
po de concentración de la cuenca:
123,0
I= = 20,5 mm / h
6
0 0
0,83 175,56
1,65 399,00
2,48 658,35
3,30 889,77
4,13 1.089,27
4,95 1.276,80
5,95 1.101,24
6,95 877,80
7,95 618,45
Figura 3.59 Hidrograma final de la creciente en la cuenca del río Patá.
8,95 387,03
9,95 187,53
10,95 0
9. Se define el caudal pico del hidrograma para un milímetro de lluvia efectiva (ecuación 3.69):
qP - caudal pico del hidrograma triangular (m3/s/mm); A - área de la cuenca aferente (km2); TP -
tiempo al pico del hidrograma unitario triangular (horas).
10. Se evalúa el coeficiente de escorrentía C utilizando el Cuadro 3.62, de acuerdo con los suelos, la
vegetación y las pendientes de la cuenca.
11. Se selecciona un valor del coeficiente de reducción por área según las indicaciones del ejemplo 5,
punto 5.
12. Se determina el valor de la lluvia neta multiplicando la lluvia bruta obtenida en el punto 4 por el
coeficiente de escorrentía y por el factor de reducción por área:
PN 5 C ? RA ? P24 (3.119)
PN - lluvia neta de diseño (mm).
C - coeficiente de escorrentía (adimensional).
RA - factor de reducción por área (adimensional).
P24 - lluvia bruta máxima en 24 horas (mm).
13. Se calcula el caudal pico de la creciente como el caudal pico del hidrograma para un milímetro de
lluvia efectiva, definido en el punto 9 por el valor de la lluvia neta.
QP 5 PN ? qP (3.120)
QP - caudal pico de la creciente (m /s); qP - caudal pico del hidrograma triangular (m3/s/mm); PN
3
heterogéneas y algunas de menor área también lo pueden ser. Se considera heterogénea si la cuenca
está compuesta de diferentes microcuencas o subcuencas, cada una de ellas con sus propias caracte-
rísticas, que producen hidrogramas individuales, generalmente desfasados entre sí.
El procedimiento para determinar el hidrograma de la creciente en este caso consiste en dividir
la cuenca en una serie de microcuencas (subcuencas) homogéneas y calcular el hidrograma de la cre-
ciente producido por cada una de ellas de manera independiente. Al hacer esta subdivisión se gene-
ran dos tipos de microcuencas: el primer tipo está formado por aquellas cuya escorrentía se produce
completamente dentro de los afluentes al cauce principal, es decir, son las microcuencas de los ríos
o quebradas que entregan a la corriente principal y se denominan microcuencas secundarias; en el
segundo grupo se encuentran las microcuencas que conducen el flujo de escorrentía directamente a
la corriente principal y son llamadas microcuencas principales. Inicialmente, se determina el hidro-
grama de la microcuenca secundaria ubicada en el extremo de aguas arriba utilizando la metodología
que se expone más adelante. Si existen dos microcuencas de este tipo, una al lado de la otra, se calcula
el hidrograma de cada una de ellas por separado y, posteriormente, se suman considerando el desfase
que existe entre ellas. El hidrograma obtenido se transita a lo largo del cauce principal hasta encontrar
el siguiente punto de confluencia, ya sea en la margen derecha o en la izquierda. Este tránsito se puede
realizar con el método de Muskingum o con otro similar. En ese punto de confluencia se calcula el hi-
drograma de la corriente secundaria que llega a él y el hidrograma (o hidrogramas) de la microcuenca
principal hasta ese nodo y se suman al hidrograma transitado considerando el desfase entre ellos para
obtener el hidrograma final de ese sitio.
El anterior procedimiento se continúa hasta llegar al sitio de interés, es decir, hasta el puente en
el cual se calcula la creciente final.
En la Figura 3.60 se muestra una cuenca dividida en siete micro-
cuencas homogéneas. Las microcuencas que drenan directamente a
la corriente principal están numeradas con impares y las quebradas
afluentes tienen numeración par. Los nodos (a), (b), (c) y (d) son
puntos de confluencia a lo largo de la corriente principal. El punto
(d) es el lugar de salida de la cuenca.
Mediante análisis de la información disponible se asigna a cada
subcuenca los valores particulares que se requieren para calcular los
hidrogramas de escorrentía como se explica en los numerales anterio-
Figura 3.60 Subdivisión de una cuenca
res. Cada hidrograma está caracterizado por las siguientes variables: heterogénea en microcuencas homogéneas.
0 0
10 q1 10,8
20 q2 21,6
30 q3 32,4
40 q4 43,2
50 q5 54
60 q6 48
70 q7 42
80 q8 36
90 q9 30
100 q10 24
110 q11 18
120 q12 12
130 q13 6
140 0
En el punto (a) de la Figura 3.60 confluyen los hidrogramas de las microcuencas 1 y 2. Para determi-
nar el hidrograma total (la suma de los dos) en este punto, el método tiene el siguiente procedimiento:
Paso 1. Se dividen las ordenadas del hidrograma 1 por su correspondiente factor de área.
Paso 2. Se dividen las ordenadas del hidrograma 2 por su correspondiente factor de área.
Paso 3. Se suman los hidrogramas obtenidos en los pasos 1 y 2.
Paso 4. Se determina un factor de área para el área acumulada (suma de la microcuenca 1 con la
microcuenca 2).
Paso 5. Se multiplica el hidrograma del paso 3 por el factor de área acumulada (Ca) calculado en
el paso 4.
El procedimiento se explica en el Cuadro 3.65, donde se aplican las siguientes variables:
Ti – intervalo seleccionado.
q11, q12, q13, q14, etcétera – ordenadas del hidrograma 1.
q21, q22, q23, q24, etcétera – ordenadas del hidrograma 2.
B11 5 q11/C21; B12 5 q12/C21; B13 5 q13/C21, etcétera.
B21 5 q21/C22; B22 5 q22/C22; B23 5 q23/C22, etcétera.
C21 – factor de área de la microcuenca 1.
C22 – factor de área de la microcuenca 2.
Ca – factor de área para el área acumulada Aa (Aa 5 A1 1 A2).
Cuadro 3.65 Determinación del hidrograma de escorrentía en el punto (a) por crecientes en las microcuencas 1 y 2
0 0
En el punto (b) confluyen los hidrogramas de las microcuencas 3 y 4. Además, llega con desfase a
ese punto, el hidrograma resultante (la suma) de las microcuencas 1 y 2 debido a que requiere transitar
la distancia (a) 1 (b) en un tiempo (Tv) que se denomina tiempo de tránsito o desfase.
Los tiempos de tránsito de los hidrogramas de escorrentía de
las microcuencas se representan gráficamente en la Figura 3.61.
Las microcuencas (1) y (2) concurren en el punto (a); las micro-
cuencas (3) y (4) confluyen en (b); las microcuencas (5) y (6) llegan
al punto (c) y la microcuenca número (7) sale por el punto (d).
Este último punto es el origen de la escala de tiempo.
Para determinar el hidrograma resultante en el punto (b) se
continúa el procedimiento con los pasos que se indican a conti-
nuación:
Paso 6. Se calcula el tiempo de tránsito (Tv) entre (a) y (b).
Este es el tiempo que emplea la onda de creciente para recorrer la
distancia entre (a) y (b). Para su cálculo se emplean las ecuaciones
Figura 3.61 Hidrogramas triangulares de las
de hidráulica de canales para flujo impermanente. crecientes en las microcuencas homogéneas.
0 0
El procedimiento se continúa de manera repetitiva hasta completar el cálculo con todas las micro-
cuencas que conforman la cuenca que se está analizando. Una vez que se termina el proceso se obtienen
los siguientes resultados:
•• Hidrograma de la creciente en las microcuencas individuales.
•• Hidrogramas de las crecientes en los puntos de confluencia a lo largo de la corriente principal
entre el nacimiento de la corriente y el punto de interés en el estudio.
Los hidrogramas se pueden calcular para varios períodos de retorno y para diferentes condiciones
de lluvia en las microcuencas.
•• Clic en create y aparece el ícono sobre el sitio marcado en el cuadro de coordenadas. Estos dos
últimos pasos se repiten según la cantidad de tramos existentes.
•• Clic en el ícono junction creation tool de la barra de herramientas, abajo del menú prin-
cipal, para crear intersecciones.
•• Clic sobre cualquier sitio del cuadro de coordenadas denominado basin model, ubicado en la
parte superior derecha de la pantalla.
•• En el cuadro de diálogo se digita:
Name: ____________________ (nombre de la intersección)
Description: _______________ (descripción de la intersección)
•• Clic en create y aparece el ícono sobre el sitio marcado en el cuadro de coordenadas. Estos dos
últimos pasos se repiten según la cantidad de tramos existentes.
•• Una vez se tienen todos los elementos que contiene la topología en el basin model, a continua-
ción se procede a la conexión entre ellos según el sentido del flujo.
•• Clic en el ícono Arrow tool de la barra de herramientas, abajo del menú principal. Siempre
debe estar activado este ícono para realizar otros procedimientos.
•• Clic en la ventana de basin model y clic derecho sobre la primera intersección, Connect
Downstream (Conexión Aguas Abajo), y con un clic sobre la línea inclinada del reach 1, auto-
máticamente estos elementos quedan unidos.
•• Lo mismo para las subcuencas. Se unen las subcuencas en las intersecciones.
3. Selección de los métodos para la modelación
•• Para agregar los métodos a todos los parámetros se debe estar inicialmente sobre el componen-
te de basin model en el árbol amarillo de la izquierda.
•• Clic en Parameters del menú principal.
•• Clic en Subbasin Methods/Loss (solo clic en Loss).
•• En el cuadro de diálogo se hace clic en Method (se escoge el SCS Curve Number).
•• Clic en Change.
•• Clic en Parameters del menú principal.
•• Clic en Subbasin Methods/Transform.
•• En el cuadro de diálogo se hace clic en Method (se escoge el SCS Unit Hydrograph).
•• Clic en Change.
•• Clic en Parameters del menú principal.
•• Clic en Subbasin Methods/Baseflow.
•• En el cuadro de diálogo se hace clic en Method (None).
•• Clic en Change.
•• Clic en Parameters del menú principal.
•• Clic en Reach Methods…Routing.
•• Clic en create.
•• Clic en X para salir.
•• Se abre Time-Series Data en el árbol amarillo de la izquierda haciendo clic en 1.
•• Clic en el archivo que depende de Precipitation Gages del mismo XXXXX árbol amarillo (se
debe abrir Precipitation Gages).
•• Clic en el archivo lluvia 1 del mismo árbol amarillo (encima del ícono).
•• En el cuadro que aparece abajo se hace clic en Time-Series Gage.
•• En el cuadro de diálogo en data Source se selecciona al frente Manual Entry.
•• En el cuadro de diálogo en Units se selecciona al frente cumulative Milimeters.
•• En el cuadro de diálogo en Time Interval se selecciona al frente (15 minutes, por ejemplo). (Se
selecciona entre los indicados en el cuadro de diálogo).
•• Se abre lluvia 1 en el árbol amarillo de la izquierda haciendo clic en + y ubicado sobre la línea
que depende de la lluvia 1.
•• En el cuadro que aparece abajo en la pestaña Time Window se digitaliza la fecha de inicio de
la lluvia Start Date: 18feb2000, por ejemplo.
•• En el cuadro que aparece abajo se digitaliza la hora de inicio de la lluvia Start time: 08:40, por
ejemplo.
•• En el cuadro que aparece abajo se digitaliza la fecha final de la lluvia End Date: 21feb2000, por
ejemplo.
•• En el cuadro que aparece abajo se digitaliza la hora final de la lluvia End time: 14:40, por ejem-
plo (depende de la duración de la lluvia).
•• En el cuadro que aparece abajo en la pestaña Table se digitalizan los valores del histograma
(siempre se deben escribir con coma. En la primera fila se escribe cero). Los valores recomen-
dados del histograma para cualquier sitio del país aparecen en el Cuadro 3.61.
La Figura 3.42 contiene la representación gráfica de la distribución de la lluvia recomendada (his-
tograma recomendado para cualquier sitio del país):
•• En el cuadro de la izquierda superior y ubicado sobre la Lluvia 1 se hace clic derecho y clic en
Create Copy, con el fin de copiar el mismo formato.
•• En el cuadro de diálogo se digita:
Name: ___________________ (nombre de la lluvia 2)
Description: _______________ (descripción de la lluvia 2)
•• Clic en Copy.
•• Luego se procede al cambio del histograma de la nueva lluvia.
•• Estos tres últimos pasos se realizan dependiendo la cantidad de lluvias que existan para la
modelación.
•• Se cierra Time-Series Data en el árbol amarillo de la izquierda.
•• Clic en componentes del menú principal.
En el mercado se encuentra un gran número de programas que realizan estas tareas. No obstante,
en este caso se recomienda utilizar el modelo HEC-HMS (Hydrologic Engineering Center - Hydrolo-
gic Modeling System) de los Estados Unidos de América con la extensión HECGeoHMS (Geospatial
Hydrologic Modeling Extensión) (http//www.hec.usace.army.mil/). Este programa permite al usuario
visualizar la información espacial, documentar las características de la cuenca, adelantar análisis es-
paciales, configurar microcuencas y tramos del río, definir las entradas para los modelos hidrológicos
y asistir la preparación de los reportes. Trabajando con esta extensión a través de sus interfaces, me-
nús, herramientas y ayudas en línea es posible producir toda la información de entrada con la cual
opera el programa HEC-HMS.
La extensión HEC-GeoHMS crea archivos para mapas, para modelos de cuencas, para modelos
meteorológicos (de lluvias) y un archivo con una matriz de parámetros, todo lo cual es usado por el
HEC-HMS para desarrollar el modelo hidrológico.
El archivo con el modelo de la cuenca contiene los elementos hidrológicos y su conectividad.
Incluye las áreas de las microcuencas en que se divide una cuenca completa y otros parámetros hidro-
lógicos que puede estimar utilizando información geoespacial referenciada. Para esto crea cuadros
que contienen los datos ordenados de las microcuencas y las corrientes naturales. Además, crea la
configuración de la red hidrográfica en las cuencas analizadas, controla las condiciones de frontera y
permite producir los valores iniciales más correctos de los diferentes parámetros hidrológicos.
El programa y todas sus extensiones son de uso libre y se pueden bajar, junto con el manual del
usuario en la dirección: http//www.hec.usace.army.mil.
puede contestar en un sentido estadístico determinando si ellos difieren de uno a otro por cantidades
que no pueden ser explicadas al azar. Por otro lado, donde esas diferencias no son más que debidas
a la casualidad, se puede concluir que los datos representan aspectos diferentes de la misma entidad
y, por consiguiente, pueden ser tenidos como homogéneos; 5. Se calcula el valor promedio o el valor
mediano de la relación QTr/Q2,33 en la región para los diferentes períodos de retorno considerados,
con base en los valores individuales para cada estación; 6. Para una estación no aforada en la región
con un área de drenaje A, el valor del caudal con un período de retorno determinado QTr se calcula
estableciendo, en primer lugar, el valor del Q2,33 con la relación generalizada Q2,33 5 f (A) para la región
y, luego, utilizando la relación generalizada QTr/Q2,33 para la región.
•• Siguiendo conceptos similares, en Colombia se han desarrollado las siguientes metodologías:
•• Método de multiescalamiento aproximado para la regionalización de caudales máximos en
Colombia. Atlas hidrológico de Colombia. Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).
Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín. Diciembre de 2000.
•• Método del multiescalamiento ajustado para la regionalización de caudales máximos en Co-
lombia. Atlas hidrológico de Colombia. Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).
Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín. Diciembre de 2000.
•• Regionalización de parámetros para determinación de caudales máximos en Colombia. Oscar
José Mesa Sánchez, Germán Poveda y Jaime I. Vélez. Universidad Nacional de Colombia. Sede
Medellín Colombia. 2001.
•• Estudio de regionalización de caudales máximos. Valle del Cauca. Colombia. Adriana María
Erazo.
•• Evaluación preliminar de crecientes en Colombia. Tomás Ochoa Rubio. 1995
•• Regionalización de crecidas en Colombia. IMAT. 1991.
Cuadro 3.67 Parámetros para estimar caudales máximos con diferentes períodos de retorno. R-coeficiente de correlación de las regresiones
Tr
Subregión Parámetros
2,33 5 10 25 50 100
(Tr) 0,8998 0,8553 0,8275 0,7994 0,7821 0,7672
Atrato C(Tr) 0,6575 1,0301 1,3673 1,8241 2,1808 2,5479
R 0,8655 0,8563 0,8497 0,8420 0,8365 0,8313
(Tr) 0,6633 0,6056 0,5708 0,5367 0,5162 0,4988
Caribe C(Tr) 2,4184 4,7649 7,2137 10,8802 13,9570 17,2800
R 0,9556 0,9493 0,9438 0,9362 0,9301 0,9238
(Tr) 0,1630 0,0661 0,0150 -0,0324 -0,0599 -0,0831
Guajira C(Tr) 58,3555 151,6900 254,8247 414,6980 552,3340 703,7660
R 0,4011 0,1776 0,0741 -0,0896 -0,1652 -0,2270
(Tr) 0,8633 0,8347 0,8189 0,8042 0,7956 0,7883
Alto Magdalena C(Tr) 0,5755 0,8856 1,1406 1,4612 1,6972 1,9302
R 0,9061 0,9042 0,9024 0,9001 0,8983 0,8966
(Tr) 0,7422 0,7195 0,7106 0,7045 0,7018 0,7001
Magdalena Medio C(Tr) 1,7074 2,5510 3,1486 3,8126 4,2551 4,6613
R 0,8599 0,8667 0,8668 0,8639 0,8608 0,8574
(Tr) 0,8927 0,8699 0,8573 0,8455 0,8385 0,8326
Sogamoso C(Tr) 0,2242 0,3482 0,4499 0,5770 0,6700 0,7615
R 0,9066 0,9117 0,9146 0,9169 0,9180 0,9186
(Tr) 0,5781 0,5489 0,5305 0,5116 0,4998 0,4894
Valle del Cauca C(Tr) 3,6898 5,5753 7,2007 9,3276 10,9485 12,5915
R 0,9344 0,9249 0,9173 0,9078 0,9009 0,8940
(Tr) 0,6542 0,6318 0,6191 0,6070 0,5999 0,5939
Cañón del Cauca C(Tr) 2,5691 3,7612 4,7212 5,9074 6,7697 7,6135
R 0,9754 0,9794 0,9807 0,9811 0,9809 0,9804
(Tr) 0,8327 0,7953 0,7722 0,7490 0,7349 0,7226
Nechí C(Tr) 0,9261 1,4348 1,7730 2,4573 2,8988 3,3452
R 0,9555 0,9511 0,9479 0,9441 0,9416 0,9391
(Tr) 0,6227 0,5592 0,5221 0,4863 0,4649 0,4670
Catatumbo C(Tr) 4,2055 8,9153 19,9056 21,4653 27,8805 34,8874
R 0,7680 0,7489 0,7321 0,7108 0,6952 0,6802
(Tr) 0,3971 0,3635 0,3433 0,3235 0,3115 0,3012
Orinoquía C(Tr) 45,1081 71,5170 94,8427 125,7660 149,5030 173,6430
R 0,6629 0,6376 0,6210 0,6034 0,5919 0,5816
(Tr) 0,7328 0,7292 0,8153 0,7207 0,7175 0,7146
Piedemonte C(Tr) 1,5539 1,9687 2,2959 2,6904 2,9705 3,2394
R 0,6871 0,6950 0,6990 0,7025 0,7044 0,7059
(Tr) 0,5656 0,5576 0,5549 0,5540 0,5545 0,5555
Pacífico C(Tr) 11,8639 15,0269 17,1866 19,4575 20,8773 22,1099
R 0,5061 0,5185 0,5278 0,5377 0,5438 0,5490
(Tr) 0,7412 0,6907 0,6590 0,5269 0,6071 0,5899
Amazonía C(Tr) 4,9150 8,2917 11,5100 16,0538 19,7214 23,5874
R 0,9068 0,8744 0,8475 0,8146 0,7913 0,7693
(Tr) 0,7484 0,7156 0,6968 0,6790 0,6682 0,6591
Colombia C(Tr) 1,4796 2,3279 3,0455 3,9760 4,6506 5,3339
R 0,8529 0,8476 0,8431 0,8382 0,8333 0,8293
Para la distribución Gumbel, el factor de frecuencia KTr se puede determinar con cualquiera de las
siguientes ecuaciones:
KTr 0,7797 0,5772 ln
ln Tr
Tr 1
(3.127) [( )]
KTr {0,45 0,78 ln [ ln (1
Tr )]}
1 (3.128)
Z Tr - Es el cuantil calculado para la distribución normal estándar; Cv - es el coeficiente de varia-
ción de la serie.
Los valores de KM y KDS se toman del Cuadro 3.68.
Cuadro 3.68 Valores de KM y KDS para aplicar en las fórmulas 3.124 y 3.125 en diferentes subregiones de Colombia
Subregión KM KDS
Alto Magdalena 25,1562 16,8795
Amazonía 25,1349 17,1221
Atrato 13,7614 5,6115
Cañón del Cauca 19,9474 14,5528
Caribe 16,0607 8,8739
Catatumbo 27,0295 24,7392
Guajira 27,2927 21,4358
Magdalena Medio 21,543 15,2844
Nechí 16,7022 9,2825
Orinoquía 27,2185 19,0857
Pacífico 24,5141 16,6944
Piedemonte 21,3412 11,0505
Sierra Nevada 32,3223 29,2824
Sogamoso 19,5495 13,3019
Figura 3.64 Mapa de caudal máximo con un período de retorno de 2,33 años, Figura 3.65 Mapa de caudal máximo con un período de retorno de 5 años,
calculado utilizando la distribución Lognormal. calculado utilizando la distribución Lognormal.
Figura 3.66 Mapa de caudal máximo con un período de retorno de 10 años, Figura 3.67 Mapa de caudal máximo con un período de retorno de 25 años,
calculado utilizando la distribución Lognormal. calculado utilizando la distribución Lognormal.
Subregión Km m m R Ks s s R
Magdalena Medio 0,0176 0,6570 0,7350 0,95 0,1046 0,1600 0,4900 0,75
Alto Magdalena 0,0709 0,4400 0,7560 0,95 0,2810 0,2110 0,6200 0,87
Guajira-Sierra Nevada 0,4849 0,5210 0,3980 0,79 2,9310 0,4120 0,1210 0,38
Sinú y Urabá 0,0228 0,7630 0,5810 0,90 0,3175 0,5460 0,2310 0,56
Cañón del Cauca 0,1570 0,6590 0,7180 0,98 0,0796 0,5080 0,5080 0,94
Valle del Cauca 0,3542 0,3030 0,6100 0,94 0,4035 0,2350 0,4900 0,82
Q100 - creciente con un período de retorno de 100 años (m3/s); A - área de la cuenca analizada (km2).
Inicialmente se calcula Q2,33 en función del área de la cuenca y, posteriormente, se determina cada
una de las crecientes en función de Q2,33.
Las ecuaciones de cálculo para 20 regiones del país se presentan a continuación (Figura 3.69):
1. Alto Magdalena hasta Purificación
Q2,33 5 1,33A0,79 Q5 5 1,274Q2,33 Q10 5 1,497Q2,33
Q20 5 1,711Q2,33 Q50 5 1,988Q2,33 Q100 5 2,196Q2,33
2. Saldaña, Sumapaz y Luisa
Q2,33 5 1,06A0,81 Q5 5 1,253Q2,33 Q10 5 1,459Q2,33
Q20 5 1,656Q2,33 Q50 5 1,911Q2,33 Q100=2,103Q2,33
3. Magdalena central (Girardot-Puerto Berrío)
Q2,33 5 1,97A0,76 Q5 5 1,272Q2,33 Q10 5 1,494Q2,33
Q20 5 1,707Q2,33 Q50 5 1,982Q2,33 Q100 5 2,188Q2,33
4. Alto Suárez
Q2,33 5 1,34A0,55 Q5 5 1,384Q2,33 Q10 5 1,697Q2,33
Q20 5 1,997Q2,33 Q50 5 2,386Q2,33 Q100 5 2,677Q2,33
5. Fonce medio y bajo Suárez
Q2,33 5 0,98A0,75 Q5 5 1,279Q2,33 Q10 5 1,506Q2,33
Q20 5 1,723Q2,33 Q50 5 2,005Q2,33 Q100 5 2,216Q2,33
6. Bajo Cauca y Nechí
Q2,33 5 0,60A0,91 Q5 5 1,348Q2,33 Q10 5 1,630Q2,33
Q20 5 1,903Q2,33 Q50 5 2,254Q2,33 Q100 5 2,518Q2,33
7. Cauca medio
Q2,33 5 6,06A0,51 Q5 5 1,236Q2,33 Q10 5 1,429Q2,33
Q20 5 1,614Q2,33 Q50 5 1,853Q2,33 Q100 5 2,032Q2,33
8. Alto Cauca
Q2,33 5 1,90A0,62 Q5 5 1,292Q2,33 Q10 5 1,530Q2,33
Q20 5 1,758Q2,33 Q50 5 2,053Q2,33 Q100 5 2,274Q2,33
9. Patía
Q2,33 5 1,59A0,79 Q5 5 1,260Q2,33 Q10 5 1,471Q2,33
Q20 5 1,674Q2,33 Q50 5 1,937Q2,33 Q100 5 2,133Q2,33
10. Mira y Patía sur
Q2,33 5 1,59A0,66 Q5 5 1,193Q2,33 Q10 5 1,350Q2,33
Q20 5 1,501Q2,33 Q50 5 1,696Q2,33 Q100 5 1,842Q2,33
Figura 3.69
gas metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), y
hexafluorurode azufre (SF6). El hecho es que el sol emite radiaciones con una longitud de onda corta
que atraviesa la atmósfera y llegan hasta la superficie terrestre, la cual las devuelve con una longitud
de onda mayor, por lo cual son atrapadas por los gases mencionados, ocasionando el calentamiento
de la atmósfera en general. Este calentamiento puede producir una aceleración en el deshielo de los
nevados, aumentando el caudal de los ríos y también la evaporación en los océanos, incrementando
la magnitud de los aguaceros, por lo cual los caudales máximos en los ríos pueden ser mayores en el
futuro cercano. Debido a que el vapor de agua genera un efecto invernadero, el aumento de la evapo-
ración posee un carácter amplificador en este sentido.
Ya que este fenómeno es relativamente reciente y los datos no son tan completos como se quisiera,
el tema sobre el cambio climático es controversial, a pesar de que parece comprobado que en los últimos
150 años la temperatura global ha aumentado en 0,5º C, previéndose un aumento de 1º C hacia el año
2020 y de 2º C hasta el 2050. El balance radiactivo terrestre indica que durante muchos miles de años,
antes de la era industrial, la temperatura en la Tierra se ha mantenido esencialmente constante, es de-
cir, el régimen climático e hidrológico ha sido esencialmente estacionario. No obstante lo anterior, las
mediciones actuales muestran que el globo está absorbiendo más calor que el que devuelve al espacio
(Hansen y otros, 2005), lo cual se atribuye al aumento en el contenido de gases de efecto invernadero.
Lo anterior indica que, a pesar de su carácter controversial, existen motivos reales para considerar
el cambio climático en los cálculos hidrológicos y, particularmente, en el análisis de crecientes, por
lo cual se acepta que el clima y los fenómenos hidrológicos pueden ser no estacionarios. Una de las
formas que existen para calcular las crecientes incluyendo sus variaciones por cambio climático es la
aplicación de la ecuación de Fokker-Planck-Kolmogórov (FPK) que describe la evolución en el tiem-
po de la densidad probabilística de los caudales máximos: p(Qmáx, T). Esta ecuación se expresa de la
siguiente manera (Y. Ivánova, J. Corredor, 2006):
∂ p(Qmáx , T ) 2
= − ∂ [A(Qmáx , T ) p(Qmáx , T )]+ 0,5 ∂ 2 [B(Qmáx , T ) p(Qmáx , T )] (1.132)
∂t ∂Q ∂Q
máx
B(Qmáx , T ) = GCQ 2 máx + G
− 2GCNQ N
(1.134)
( ∂ p(Qmáx , T )
∂T
=0 ) (3.135)
GCN
b1 =
2C + GC
GC
b2 =
2C + GC
Para solucionar la (Ecuación 3.132) se utiliza una familia de curvas de Pearson tipo III. La ecua-
ción de Fokker-Planck-Kolmogórov le imprime un sentido físico a los parámetros a, b0, b1 y b2, los
cuales se asocian a la esperanza matemática de la influencia climática externa N , la intensidad de su
ruido GÑ, las características de la cuenca C , sus ruidos GC y las intensidades cruzadas entre ruidos
externos e internos GC N .
En la práctica se usa un número reducido de momentos estadísticos y la Ecuación 3.132 se reduce
a un sistema de 4 incógnitas para los primeros momentos estadísticos an(n 5 0, 1, 2, 3):
nn−1nb0 + n [(n + 1)b1 − a ] + n+1 [(n + 2)b2 + 1] = 0 (3.137)
El desarrollo para la evaluación de los efectos hidrológicos del cambio climático sobre el conjunto
estadístico de los caudales máximos con la Ecuación 3.137 se realiza en dos etapas:
En la primera etapa se definen los valores de a, b0, b1 y b2 a partir de una solución conocida de
la Ecuación 3.136, considerando los momentos estadísticos an de la distribución probabilística del
régimen actual de caudales máximos (problema inverso). En la segunda etapa se resuelve el proble-
ma directo cambiando los parámetros de la ecuacion 3.137 por aquellos que corresponden al nuevo
escenario climático. Así, resolviendo la Ecuación 3.137, se establecen los valores de pronóstico de los
momentos estadísticos an. Aquí se supone que las intensidades de los ruidos GC, GÑ y GC N en el nuevo
clima se conservarán iguales a las existentes en el clima actual.
Con el esquema matemático descrito se desarrolla la evaluación de la sensibilidad de los caudales
máximos bajo el clima actual y aquellos que tendrían lugar con un cambio climático. Esto se puede hacer
comparando una creciente con un período de retorno de 100 años, por ejemplo, del clima actual con su
homólogo del clima futuro. La metodología posee tres componentes que siempre deben ser aplicados:
•• Análisis de crecientes históricas para el clima actual.
•• Selección de predictores del caudal
máximo anual.
•• Aplicación de la ecuación de Fokker-
Planck-Kolmogórov para evaluar la
sensibilidad de las crecientes al cambio
climático.
Con fines demostrativos, el método se apli-
có en cuatro puentes colombianos (Y. Ivánova,
J. Corredor, 2006). En el Cuadro 3.71 se mues-
tran los estadísticos de las crecientes con el cli- Figura 3.70 Funciones de distribución para el clima actual y el futuro
(Puente Pumarejo).
ma actual y el Cuadro 3.72 contiene los estadís-
ticos de las crecientes con el clima futuro. Para los puentes Mariano Ospina Pérez, Patá y Pumarejo,
ubicados en la cuenca del río Magdalena, se asumió que el incremento en el valor de los aguaceros
respecto al clima actual puede ser del 10%. En la cuenca del río Pamplonita este incremento se adoptó
igual al 20%. En el puente Pumarejo los caudales máximos aumentaron en un 17% para el clima futu-
ro a pesar de que el incremento asumido de las lluvias fue del 10% (Figura 3.70). Los autores afirman
que esta diferencia puede explicarse por la magnitud de los caudales máximos del río Magdalena, ya
que la varianza es un momento estadístico de segundo orden, el cual da mayor peso a los caudales de
mayor magnitud. En el puente Mariano Ospina Pérez las crecientes aumentaron en un 10% para el
clima futuro, igual al incremento asumido de las lluvias (Figura 3.71). En el puente sobre el río Patá
sucedió lo mismo que en el puente Mariano Ospina Pérez (Figura 3.72). En el puente sobre el río
Pamplonita (Puente Jorge Gaitán Durán) los caudales máximos aumentaron en un 4% para el clima
futuro mientras que el incremento asumido de las lluvias fue del 25% (Figura 3.73).
Figura 3.71 Funciones de distribución para el clima actual y el futuro Figura 3.72 Funciones de distribución para el clima actual y el futuro
(Puente Mariano Ospina Pérez). (Puente sobre el río Patá).
Cuadro 3.71 Resumen de estadísticos de los caudales máximos con el clima actual
Subregión Km m m R Ks s s R
Orinoquía 0,0012 1,0980 0,6710 0,96 0,0021 1,0310 0,4990 0,91
Amazonía 0,0006 1,0450 0,7800 0,98 0,0015 0,9130 0,6030 0,93
Pacífico 0,0053 0,9050 0,6560 0,96 0,0202 0,6230 0,5810 0,86
Atrato 0,0005 1,0520 0,6970 0,99 0,0196 0,6850 0,3710 0,93
Sogamoso 0,0039 0,7550 0,8370 0,98 0,1230 0,4980 0,7670 0,97
Magdalena Medio 0,0176 0,6570 0,7350 0,95 0,1046 0,1600 0,4900 0,75
Alto Magdalena 0,0709 0,4400 0,7560 0,95 0,2810 0,2110 0,6200 0,87
Caribe 0,2069 0,4360 0,6040 0,98 2,3310 0,2310 0,3310 0,92
Guajira-S.N. 0,4849 0,5210 0,3980 0,79 2,9310 0,4120 0,1210 0,38
Sinú y Urabá 0,0228 0,7630 0,5810 0,90 0,3175 0,5460 0,2310 0,56
Catatumbo 0,0001 1,4530 0,6750 0,98 0,0004 1,2950 0,5050 0,90
Nechí 0,0008 1,0090 0,7580 0,92 0,0002 1,2130 0,5610 0,89
C. del Cauca 0,1570 0,6590 0,7180 0,98 0,0796 0,5080 0,5080 0,94
V. del Cauca 0,3542 0,3030 0,6100 0,94 0,4035 0,2350 0,4900 0,82
Colombia 0,0120 0,7190 0,7200 0,95 0,0947 0,4330 0,5470 0,85
Cuadro 3.72 Resumen de estadísticos de los caudales máximos con el clima futuro
Usualmente, para el diseño de las dimensiones geométricas y características estructurales de los puentes
se estudian los caudales máximos presentados durante cada año en las épocas de crecidas. Este análisis
se utiliza para caracterizar el conjunto estadístico de los caudales máximos en términos de probabi-
lidades de excedencia. En general, los puentes deben ser diseñados para poder evacuar caudales con
probabilidad de excedencia muy pequeña. Para encontrar este caudal de diseño, a la serie de caudales
máximos se le ajusta una función de distribución de probabilidades teórica, la cual permite obtener
los caudales máximos con probabilidades de excedencia que aún no han sido registrados en los da-
tos históricos. Cuando el régimen hidrológico es estacionario, el análisis estadístico descriptivo es
suficiente para hallar los caudales máximos con las probabilidades requeridas y la suposición de que,
para los años siguientes, estas probabilidades permanecerán invariables es válida. En la actualidad
las cuencas hidrológicas se encuentran bajo fuerte presión humana y de acuerdo con el Panel Inter-
gubernamental de Expertos sobre el cambio climático este es un fenómeno ya en desarrollo (IPCC,
2002), por esto, las probabilidades de los caudales máximos de diseño de los puentes no se pueden
considerar constantes para los próximos años. La metodología que se presenta a continuación permi-
te evaluar cómo evolucionan las funciones de distribución probabilística que describen los caudales
máximos de los ríos en estudio y, por ende, permiten analizar cómo cambian los caudales máximos
con probabilidad de excedencia alta, es decir, aquellos que usualmente son utilizados como caudales
de diseño durante la construcción de los puentes.
Teniendo en cuenta que actualmente no existe una opinión unívoca sobre el cambio climático, in-
cluso algunos escenarios señalan un posible enfriamiento (V.A. Khaustov, 1999), lo realmente valioso
no es obtener resultados sobre el perjuicio o conveniencia de cada escenario, sino contar con una
metodología para la evaluación de la sensibilidad de los puentes, y con ello, si se detecta un escenario
convincente de cambio climático la metodología permitiría, de manera rápida, evaluar su influencia
(V. V. Kovalenko, 1993).
A. Modelo matemático para la simulación de la evolución de las curvas de densidad probabilística
de los caudales máximos (ecuación de Fokker-Planck-Kolmogórov)
Este modelo se basa en las relaciones de balance de masa en un volumen de control:
(3.138)
· · ·
X , E , I y k representan la intensidad de precipitaciones, evaporación, infiltración y el coeficiente de
escorrentía. Teniendo en cuenta las características inerciales t de cada cuenca, la expresión 3.138 se
transforma en la ecuación diferencial:
•
dQmax Q
= − max + X (3.139)
dt k
Qmax - caudal líquido, en este caso máximo.
Q Q
Se introduce la siguiente convención: − kτ = C , − kτ = C , donde C representa los parámetros de
la cuenca y N la influencia externa sobre esta. Considerando que C y N contienen componentes alea-
torios y estos se pueden representar como: C = C + C, N = N + N , donde C y N expresan ruidos blancos
con intensidades G C y G N, y aplicando procedimientos estándares, se puede generalizar para llevarla a
la forma de la ecuación de Fokker-Planck-Kolmogórov, la cual describe la evolución, en el tiempo, de
la densidad probabilística de los caudales máximos p(Qmáx, T):
∂ p(Qmax , T ) 2
= − ∂ [ A(Qmax , T ) p(Qmax , T )] + 0,5 ∂ 2 [ B(Qmax , T ) p(Qmax , T )] (3.140)
∂t ∂Q ∂Q
En esta ecuación, los coeficientes de traslación A(Qmáx, T) y difusión B(Qmáx, T) se definen a través
de las siguientes ecuaciones:
−
AQmax , T = − (C − 0,5Gc)Qmax − 0,5GcN + N (3.141)
B(Qmax , T ) = GCQmax
2 Q + G
− 2GCN max N
(3.142)
Teniendo en cuenta que los escenarios climáticos suponen un cambio del régimen de precipitaciones
desde un estado estacionario a otro nivel, también estacionario, de acuerdo con el aumento de CO2 en la
atmósfera es posible igualar a cero la derivada parcial temporal de la ecuación 3.140 ( ∂ P(Q , T ) = 0), de
∂T
modo que dicha ecuación se transforma en una ecuación de Pearson:
dP = Q −a
P (3.143)
dQ b0 + b1Q + b2Q 2
La solución de la relación 3.143 se compone de una familia de curvas de Pearson, de las cuales
el tercer tipo se ha utilizado ampliamente para evaluar las distribuciones asimétricas de las variables
hidrológicas. Al deducir la Ecuación 3.143 con base en el modelo de Fokker-Planсk-Kolmogórov
aparece la posibilidad de asignar un sentido físico a los parámetros a, b0, b1 y b2 relacionándolos con
la esperanza matemática de la influencia climática externa N , la intensidad de su ruido G N, las caracte-
rísticas de la cuenca C , sus ruidos G C y las intensidades cruzadas entre ruidos externos e internos GC N :
GCN
+ 2N GN
a= ; b0 = ; (3.144)
2C + GC 2C + GC
GCN GC
b1 =
; b2 = − ; (3.145)
2C + GC 2C + GC
Para efectos prácticos se opera con un número finito de momentos estadísticos (no tiene sentido
calcular una gran cantidad de ellos, por la corta longitud de las series históricas). Por ello, la Ecuación
3.143 se aproxima con un sistema de ecuaciones algebraicas de 4 incógnitas para los primeros mo-
mentos an(n 5 0, 1, 2, 3):
␣n−1nb0 + ␣n [(n + 1)b1 − a] + ␣n+1[(n + 2)b2 + 1] = 0 (3.146)
El procedimiento (Ecuación 3.146) para la evaluación de las consecuencias hidrológicas del cam-
bio climático sobre el conjunto estadístico de los caudales máximos se desarrolla en dos partes:
1. Partiendo de una solución conocida de la Ecuación 3.146, es decir, con base en los momentos
estadísticos an de la distribución probabilística del régimen actual de caudales máximos, se establecen
los valores para a, b0, b1 y b2 ( a este paso se le denomi-
na problema inverso).
2. Se resuelve el problema directo cambiando los
parámetros de las Ecuaciones 3.144 y 3.145 por aque-
llos que correspondan al nuevo escenario climático.
De este modo, resolviendo el sistema de la Ecuación
3.146 se pueden encontrar los valores de pronóstico
de los momentos estadísticos an. Figura 3.74 Ciclos seculares determinados por curvas
de diferencias integrales.
Para la realización de estos pasos es necesario su-
poner que las intensidades de los ruidos G C, G N, GC N en el nuevo clima se conservarán iguales a las
existentes en el clima actual. La validez de esta suposición fue analizada con pronósticos prospec-
tivos y retrospectivos en un centenar de estaciones hidrológicas rusas, cameruneses y colombianas
=D n (3.147)
n
n 2 = ∑ P emp − P teor
i=1
C . 0,5nG C (3.150)
Esta desigualdad demuestra la disminución de la estabilidad con el aumento del orden del mo-
mento estadístico. Por ejemplo, si el sistema es estable en su varianza, también lo será en su promedio,
pero a la inversa puede no cumplirse.
El criterio de Fischer revisa la homogeneidad de la serie por desviación estándar. Este se describe
en la siguiente forma:
2y
F 2 (3.152)
x
El criterio de Fischer depende de los grados de libertad k1 5 n1 2 1, k2 5 n2 2 1. Para determinar
los valores críticos de Fischer se usaron las tablas estadísticas de la distribución Fischer.
a.3 Cálculo de los estadísticos de los caudales máximos
Después de la revisión de la homogeneidad de la serie se calcularon los estadísticos de los cauda-
les promedios anuales, entre ellos: caudal promedio Q, desviación estándar s, coeficiente de variación
(Cv), coeficiente de asimetría (Cs), error relativo de Q, de Cv y de Cs (todos estos valores se obtienen fá-
cilmente en Excel). Para calcular el coeficiente de asimetría correctamente se debe tener una longitud
de serie mayor a 100 datos; por eso es mejor usar el cociente Cs/Cv, el cual, para las series hidrológicas,
usualmente es un valor cercano a 2 (Cs/Cv 2).
El valor de la magnitud promedio se calcula así:
n
x = 1 ( x1 + x 2 + ... + x n ) = 1 ∑x (153)
n n i=1
i
∑( x − x )
i=1
i
x =
n
El coeficiente de variación se determina (ecuación 3.17):
x
Cv =
x
Finalmente, el coeficiente de asimetría se establece como (ecuación 3.21):
n
∑( x − x ) i
cs = i=1
3
n
Los errores relativos de las magnitudes anteriores se establecen así:
El de la magnitud media:
Ex = Cv ; (3.154)
n
El error de cálculo del coeficiente variación:
1 + Cv2
Cv = Cv (3.155)
2n
El del coeficiente de asimetría:
6(1 + 6c v + 5c v )
2 2
Cs = (3.156)
n
a.4 Construcción de las curvas empíricas y teóricas de distribución
Una vez calculados los valores estadísticos descriptivos de la serie de caudales máximos, se pro-
cedió a calcular los valores empíricos de probabilidad de excedencia para el caudal máximo de cada
año por la ecuación 3.11:
P= m
(n + 1)
m - es la posición del i-ésimo caudal en la serie de datos ordenada de mayor a menor; n - es el
número total de observaciones.
El siguiente paso es la selección de la distribución teórica que debe ser ajustada a la curva de dis-
tribución empírica. Se decidió trabajar con la distribución g de tres parámetros porque esta cumple
con las siguientes condiciones:
1. El dominio de la función de distribución queda desde 0 hasta ; 2. La función de distribución
se describe por tres parámetros independientes (el caudal y los coeficientes a y b).
El error absoluto promedio de ajuste de la función de distribución teórica a los datos de la función
de distribución empírica se calcula como:
1
n
abs( pi* − pit )
Ε promedio = n ∑
i=1 pi* ; (3.157)
El caudal máximo de diseño debe ser corregido, dado que la longitud de la serie de caudales máxi-
mos es muy pequeña. Esta corrección por longitud de la serie se calculó así:
⌬Q 0,01% = a E pQ 0,1%teor / N ; (3.160)
a - el parámetro que caracteriza la información sobre el río (a 5 1 para los ríos que tienen infor-
mación sobre el régimen hídrico, a 5 1,5 para los ríos que no tienen información sobre su régimen).
N - longitud de la serie; Ep - caracteriza el error promedio relativo de caudales y se calcula con
siguiente ecuación:
Ep 5 Qp N Q (3.161)
0,01teor
sQp - error relativo promedio de los caudales; N - longitud de la serie; Q0,01%teor - caudal obtenido
de la distribución teórica.
b. Selección de predictores
Para determinar los predictores de los caudales máximos se realizó el siguiente procedimiento:
•• Organización de los datos de precipitación.
•• Revisión de la homogeneidad de la serie de precipitaciones por los criterios Student y Fischer.
•• Cálculo de las características estadísticas de las precipitaciones.
•• Construcción de las curvas probabilísticas: empírica y teórica (normal).
•• Evaluación del ajuste de las curvas empíricas y teóricas por los criterios de Kolmogórov y Smirnov.
•• Elección de la mejor función Qmax 5 f(x) por el valor de coeficiente de correlación entre el valor
de caudal máximo anual y las precipitaciones antecedentes que lo conformaron.
c. Aplicación de la ecuación Fokker-Planck-Kolmogórov para la evaluación de cambios a largo
plazo en el régimen hidrológico
El esquema general para la evaluación de las consecuencias hidrológicas originadas por cambios
antrópicos del clima se consolida representando la curva de densidad de probabilidades para los
caudales P(Q), la cual en hidrología, debido a la corta longitud de las series hidrológicas, se expresa
mediante la utilización de los primeros momentos estadísticos. Regularmente, los mapas hidrológicos
se utilizan como la representación gráfica de la solución para el sistema y reflejan la situación en las
cuencas hidrológicas cuando en ellas se han estabilizado los parámetros a, b0, b1 y b2.
En la práctica, debido a la corta longitud de las series hidrológicas, se utilizan solo los tres prime-
ros momentos estadísticos, es decir, se asume que G C 0.
b1 + 0b0 + a = − 1 ,
21b1 + b0 − 1a = − 2 , (3.162)
31b1 + 21b0 − 2 a = − 3
Al resolver el conjunto de ecuaciones 3.162 con respecto a las incógnitas a, b0 y b1 se obtienen las
siguientes ecuaciones:
4 3 5 )
0,5(
a 3 1 1 2
(α α )
2
2
1
0,5(2α 2 α α 2 α α )
b0 2 2 1 2 3
(3.163)
(α α )
2
2
1
0,5(3α1α2 2α13 α3 )
234 ©ECOE EDICIONES b1
(α α )
2
2
1
Hidrología, hidráulica y socavación en puentes - Tomás Ochoa Rubio
De acuerdo con las ecuaciones 3.144 y 3.145, los parámetros del modelo se pueden determinar
de la siguiente forma:
C= N ,
(a − 0,5b1 )
Gcn
Nb1
,
(3.164)
=
(a − 0,5b1 )
2 Nb0
GN =
(a − 0,5b1 )
En la Ecuación 3.164 N es la norma de precipitaciones, correspondiente al régimen climático actual.
La siguiente etapa consiste en la determinación de los parámetros futuros del modelo. En lugar de
N se utiliza N pr, que corresponde a la norma de precipitaciones de los posibles escenarios climáticos.
Para las magnitudes de C existen dos variantes: asumir C pr = C o (tomando en cuenta que C es muy
cercano al inverso del valor del coeficiente de escorrentía, el cual puede variar en función de la norma
de precipitaciones N , de la temperatura del aire y de las actividades agroindustriales f1) tomarlo como:
C pr = C + f ( N , T , f1 ). En lo correspondiente a los parámetros G N y GC N , es necesario asumir que GNPR
= GN
y GCNPR
= G
CN , dado que la hidrometeorología moderna no cuenta con información confiable para la
determinación de sus valores en los escenarios futuros. Sin embargo, para G N existen desarrollos me-
todológicos que permiten su pronóstico (I. I. Pivovarova, 2002).
A continuación se determinan:
(G
N
+ 2 N pr )
a pr = ,
2C pr
−GN
b0 pr = , (3.165)
2C pr
2GCN
b1 pr =
2C pr
Cvpr
( 2 pr q 2pr)
(3.166)
q 2pr
Cspr
( 3 pr 3 2 pr 1 pr 2 3
)
1 pr
(C q 3
vpr
3
pr )
Cspr
pr
Cvpr
Con los valores pronosticados para q, Cv y b se construyen los mapas hidrológicos correspondien-
tes a los escenarios futuros y los correspondientes a sus anomalías, es decir, a las diferencias entre el
régimen hidrológico actual y los escenarios futuros.
El diseño del puente lo realizó el profesor Ricardo Morando y la construcción estuvo a cargo de
Impresa Ing. Lodigiani S.P.A. de Italia y Cuéllar Serrano Gómez y Cía. Ltda. de Colombia. El puente
presenta las siguientes características geométricas:
Longitud 1.499 m; Vía de acceso oeste 1.326 m; Vía de acceso este 1.008 m; Gálibo 14,6 – 16,6 m; An-
cho 12,5 m (calzada 8,0 m); Luz central 140,0 m; Luces menores 46,0 m; 26 luces (2 estribos y 28 pilas).
Desde 1984 se viene presentado en el brazo derecho de la isla Rondón un proceso paulatino de
sedimentación que ha repercutido en el desplazamiento de la isla hacia el este y en un proceso de
erosión lateral de la margen derecha frente a la isla. Esto ha sido posible porque la margen derecha,
en el sector de de la isla Rondón, se encuentra sobre un depósito de baja resistencia a la erosión flu-
vial del orden de 20,0 m de espesor. En otros sectores del río Magdalena, con orillas similares, se han
observado rápidos desplazamientos de éstas por efecto de la erosión fluvial, situación que no es ajena
al sector del puente.
Debido a la reducción de la sección hidráulica, asociada con el crecimiento de la isla Rondón y
la socavación generada por la curvatura del brazo derecho de la isla, se ha incrementado el avance
de la erosión lateral en el sector y las profundidades en el lado exterior de la curva. En un análisis
multitemporal, correspondiente al período 1974-1990 se observa que la erosión ha sido más intensa
inmediatamente aguas arriba de la entrada del caño Nuevo Clarín (100,0 m) y que bajo el puente, a la
fecha (año 2011), la pila No. 1 se encuentra en agua y la orilla se ha desplazado 30,0 m.
A diferencia de las otras pilas del puente, los pilones de la pila No.1 y del estribo oriental fueron
diseñados siguiendo los parámetros para pilones en tierra y por diseño estructural solo se permite
el descalce hasta 4,0 m por debajo de la parte interior de las zapatas. Estos pilotes tan solo quedaron
empotrados 3,0 m dentro de la roca coralina y se corrió el riesgo de que, al presentarse un período
de caudales altos, quedaran expuestos en una longitud mayor de la prevista al avanzar rápidamente la
erosión lateral, atentando en primer orden contra la estabilidad de la pila No.1. Durante el período de
construcción del puente (1970-1974), la pila No.1 y el estribo oriental se encontraban en tierra. Para
proteger el estribo de un eventual avance de la erosión lateral, los diseñadores contemplaron una pro-
tección hidráulica, la cual fue construida en seco. Se realizó una excavación de 7,0 m de profundidad,
con taludes 3,0 H: 1,0 V, para proteger la cara con vista al río con una capa de entre 1,0 y 2,0 m de
espesor de roca de 70 kg. La estructura de 600,0 m de longitud está localizada desde el eje del puente
hacia aguas arriba y se interrumpe en la boca del caño Nuevo Clarín. Con el avance de la erosión late-
ral, la protección quedó “colgada” y no era garantía de la estabilidad estructural del estribo.
El histograma característico del río presenta el estiaje durante los meses de febrero y abril, cauda-
les altos entre octubre y diciembre y transición entre abril y septiembre. El caudal medio multianual
es de 7.400 m3/s. La variación del caudal diario durante el año entre 2.000 fue hasta de 14.000 m3/s,
al cual le corresponde una variación de niveles extremos en el sector del puente de 2,0 m. Para marea
alta se pueden presentar en el sector variaciones adicionales de nivel del orden de 0,25 m. La distribu-
ción actual del caudal por la isla Rondón es: 80% por el brazo izquierdo y 20% por el brazo derecho
(archivo técnico del grupo VCH).
Puente Mariano Ospina Pérez: Estructura metálica adquirida en 1947. El inicio de las obras de
mampostería fue en 1953 y la inauguración, el 13 de junio de 1954 como parte de las celebraciones
del primer aniversario de la dictadura militar de Gustavo Rojas. Las obras de mampostería y montaje
estuvieron a cargo de los ingenieros Hernando Bueno y Vicente Caldas. No se tienen datos sobre la
casa fabricante.
Tipología: Puente metálico de dos tramos rígidos de 36,50 m cada uno a manera de aproches y un
tramo central colgante de 164 m suspendido.
Ancho útil: 6,00 m.
Gálibo: 5,50 m.
Estado actual: En servicio, pero con tránsito limitado.
Puente sobre el río Patá: El puente sobre el río Patá hace parte del límite entre los departamentos
del Huila y Tolima. Se ubica sobre la vía que comunica las poblaciones de Espinal y Neiva, a unos 55
kilómetros al norte de esta última. El puente está referenciado con las siguientes características:
Carretera 007 Bogotá; Abscisas K234 1 200; Ruta 45; Tramo 06.
Puente de armadura metálica, de paso inferior tipo Pony y dos tramos continuos con longitud
total de 81,00 m. El sistema portante está constituido por dos armaduras con apoyo fijo en la pila y
rodillos metálicos en los extremos. El arrostramiento superior es con los perfiles en el centro de la
estructura. El sistema de piso consta de cinco largueros y 23 vigas de piso de sección I; sobre la pila
hay tres vigas de piso de mayor sección y en la central está el apoyo fijo.
El río Patá en esta zona es de corriente torrencial permanente y cauce meándrico. La vía que con-
duce de Espinal a Neiva es de carácter nacional, ubicada para carreteras rurales de dos carriles con
ancho total de la vía de 6,5 m y diseñada para una velocidad promedio de 80 km/h. Su estructura está
conformada por una subbase granular y una carpeta asfáltica preparada en planta.
Río Patá y su cuenca hidrográfica
La carretera Neiva - Castilla intercepta el río Patá a unos 3 km antes de su desembocadura en
el Magdalena y a unos 25 km de Aipe. La cuenca del río Patá es de forma alargada con alturas entre
1.500 y 400 m.s.n.m. Su topografía es abrupta y con clima variable de templado a cálido. La red de
drenaje está conformada por los ríos Pava y Canoas, los cuales conforman el Patá.
Se recopiló y analizó la información hidrológica correspondiente a las estaciones de la cuenca
(Cuadro 3.73).
Cuadro 3.73 Información hidrometeorológica en la cuenca del río Patá
Potosí 03° 23´ 74°10´ 400 PM Precipitaciones totales mensuales y máximas en 24 horas
San Pedro 03°15´ 75°27´ 850 PM Precipitaciones totales máximas y mínimas en 24 horas
Análisis de lluvias
Básicamente, la lluvia a nivel multianual es baja y poco variable, entre unos 660 y 900 mm. El régi-
men de precipitación en la zona del puente presenta dos épocas de lluvias y dos épocas de estiaje. Las
primeras corresponden a los periodos abril a mayo y septiembre a noviembre, mientras las segundas
corresponden a los meses restantes del año. Para la época de lluvias, con el 42% del tiempo, ocurre una
precipitación que en promedio corresponde a aproximadamente al 63% de la lluvia anual. En el restante
58% del año ocurre una precipitación promedio del 37% de la lluvia anual. El mayor período de estiaje
corresponde al lapso de junio a agosto, con solamente el 13% de la lluvia anual en un 25% del tiempo.
Baja precipitación a nivel anual no significa que las lluvias de corta duración sigan un patrón si-
milar: la gran mayoría de las estaciones pluviométricas y climatológicas con registros de precipitación
muestran valores históricos máximos anuales en 24 horas que exceden los 100 mm. La precipitación
media máxima a nivel medio mensual multianual en el tiempo de 24 horas reportada para los perío-
dos históricos analizados corresponde, en promedio, a 22 y 28 mm, respectivamente, para la estación
sinóptica principal Aeropuerto y para la estación Aeropuerto Camilo Daza.
Análisis de caudales
El sistema hidrográfico hace parte de la denominada cuenca del río Catacumbo, que drena sus
aguas al lago de Maracaibo en la vecina república de Venezuela. La ciudad de Cúcuta es dividida por
el río Pamplonita, afluente del río Táchira. La topografía es relativamente suave, con algunas ondu-
laciones menores. Todas las corrientes del agua se encuentran básicamente en las áreas al inicio y
fin del recorrido del río Pamplonita. En los trabajos anteriores para construcción del puente sobre el
río Pamplonita se hicieron los cálculos de los caudales máximos, pero se dice en esos trabajos que el
cálculo del caudal máximo se ha definido a través del método racional.
tual se calculó Cs 5 2Cv. De esta forma Cs 5 0,60. Por otro lado, la longitud óptima (N) de la serie de
los caudales máximos es de 21 años, pero en este caso la serie utilizada tiene 16 años. Sin embargo, los
errores relativos de los cálculos del coeficiente de variación de caudales tienen valores menores que
el 15%; por eso se puede decir que esta serie tiene la longitud necesaria para continuar los cálculos.
Cuadro 3.74 Serie de caudales máximos, estadísticos y sus errores de definición
Qmax anual 11.959 11.550 12.348 10.605 13.060 15.348 16.913 13.400
Qmax anual 11.038 9.910 13.525 10.170 14.475 11.533 8.475 13.659
Cs 5 2Cv
0,60
2a 5 10% 2a 5 5 % 2a 5 1%
2a 5 10% 2a 5 5 % 2a 5 1%
Cuadro 3.79 Prueba de la hipótesis nula con distintos niveles de significación para nv2
2 2
n teor ³ nemp 0,047 0,047 0,047
2
n teor 0,347 0,461 0,744
2 2
n teor ³ nemp No se refuta No se refuta No se refuta
Los cálculos para la prueba de la hipótesis de concordancia con el criterio de Kolmogórov se pre-
sentan en el Cuadro 3.80.
Ambas pruebas aceptaron la hipótesis de concordancia, por ello se consideró el ajuste de curvas
adecuado y se procedió a obtener el caudal Q0,01% de la distribución teórica normal aplicando la fun-
ción de Excel “distr.norm.inv”, la cual arrojó como resultado Q0,01% 5 16.712 m3/s. Este valor en lo
subsiguiente será tomado como caudal máximo de referencia para el diseño del puente en las condi-
ciones climáticas actuales.
a.4 Selección de predictores para los caudales máximos en puente Pumarejo
Para el presente estudio es necesario establecer la relación entre los caudales máximos y las pre-
cipitaciones. Se realizaron varias pruebas para determinar las precipitaciones antecedentes que pro-
dujeron los máximos de la estación Calamar; sin embargo, esta búsqueda no dio buenos resultados
debido a las siguientes causas:
El resultado obtenido muestra que para explicar el caudal máximo de la estación Calamar era ne-
cesario recolectar más información. Para obtenerla, con una selección previa de los anuarios meteo-
rológicos disponibles en distintas instituciones se procedió a recolectar la información de estaciones
meteorológicas que por otros estudios se conocían como potenciales predictores de caudales en la
estación Calamar. Esta búsqueda concluyó en un vector de 9 estaciones pluviométricas cuyos datos
Cuadro 3.83 Revisión de la homogeneidad de la serie de caudales máximos por el criterio de Fischer
Los criterios aplicados no rechazaron la hipótesis nula sobre homogeneidad de la serie de cauda-
les máximos en el puente Mariano Ospina Pérez.
b.3 Cálculo de los estadísticos de los caudales máximos del puente Mariano Ospina Pérez
Aplicando las ecuaciones 3.153, 3.14, 3.17, 3.21, 3.154, 3.155 y 3.156, se evaluaron los estadísticos
de la serie de caudales máximos para el puente en análisis. El resumen de estos estadísticos se muestra
en el Cuadro 3.84.
Cuadro 3.84 Resumen de estadísticos para los caudales máximos del puente Mariano Ospina Pérez
En el Cuadro 3.84 se puede ver que el error en el cálculo del coeficiente de asimetría es alto (68%)
y su valor superó el del admitido (15 %); por eso se recalculó el coeficiente de asimetría como Cs 5
2Cv 5 0,50, dado que esta relación es ampliamente aceptada en cálculos hidrológicos. La longitud
óptima de la serie es de 17 años, pero se disponía de una serie de 10 años, lo que explica los errores
obtenidos al definir los estadísticos. En este caso, en hidrología se alargan las series de los caudales
por medio de la información hidrológica de un río análogo. No obstante, no se pudo contar con da-
tos de otro río con características similares a las del río Magdalena a la altura de Girardot; por eso se
hicieron los cálculos con los datos disponibles.
b.4 Construcción de las curvas probabilísticas empírica y teórica para los caudales máximos del
puente Mariano Ospina Pérez
El siguiente paso es el cálculo de probabilidades empíricas de excedencia. Al igual que para el caso
de la estación Calamar, las probabilidades de excedencia empíricas se obtuvieron ordenando los datos de
mayor a menor y aplicando la ecuación 3.11 a la curva obtenida y, de esta manera, se ajustó una curva de
distribución teórica. Los cálculos realizados muestran que la distribución normal ajusta bien, tal vez por
la corta longitud de la serie (10 años de información). En este caso el error absoluto promedio de ajuste
fue del 14,4%. Los cálculos del ajuste de la curva empírica y la teórica se presentan en el Cuadro 3.85.
Cuadro 3.85 Ajuste de curvas de distribución empírica y teórica para los caudales máximos del puente Mariano Ospina Pérez
teórica no se rechaza. El análisis visual concuerda con este resultado de los criterios dado que el ajuste
que se observa en la Figura 3.78 es aceptable (cuadros 3.86, 3.87 y 3.88).
Cuadro 3.87 Prueba de la hipótesis nula con distintos niveles de significación para nv2
2a 5 10% 2a 5 5 % 2a 5 1%
2
nn teor 0,3473 0,4614 0,7435
2 2
n teor ³ n emp no se refuta no se refuta no se refuta
b.6 Cálculo del valor de caudal máximo de diseño para el puente Mariano Ospina Pérez
La hipótesis de concordancia no se rechazó por ninguna de las pruebas; por ello se consideró el
ajuste de curvas adecuado y se obtuvo el caudal Q0,01% de la distribución teórica normal aplicando la
función de Excel “distr.norm.inv”, la cual arrojó como resultado Q0,01% 5 5.070 m3/s. Este valor en lo
subsiguiente será tomado como caudal máximo de referencia para el diseño del puente en las condi-
ciones climáticas actuales. Tomando en cuenta que los cálculos se realizaron con una serie de 10 años,
se debe hacer una corrección por longitud de serie al caudal Q0,01%. La corrección DQ0,01% se calculó
en el Cuadro 3.89.
Cuadro 3.89 Cálculo de la corrección DQ0,01%
N N
Q0,01% a N Q 0,01norm Q 0,01norm sQ Ep 2 N DQ0,01%
puede explicar el caudal máximo a la altura del puente utilizando como predictor la suma del to-
tal anual de precipitaciones de las estaciones con los códigos: 2206505, 2119006, 2106503, 2116008,
2125047, 2111502, 2120608, 2120607, 2105503, 2114006. Los datos recolectados, dada la dificultad
de esta trascripción manual, corresponden a solo 13 años desde 1983 a 1995. Para esta misma serie de
años se dispone de caudales diarios y del coeficiente de correlación entre las precipitaciones predicto-
ras (X10). Probablemente, con mayor información de las precipitaciones en otros puntos de la cuenca
sería posible aumentar el nivel de explicación obtenido.
c. Algoritmo de trabajo con el puente sobre el río Patá
El caso del puente sobre el río Patá es tal vez el más interesante ya que en la cuenca de este río no
existen estaciones hidrológicas y solo se dispone de unas cuantas estaciones de precipitación; estas
son las estaciones Potosí, La Victoria y San Pedro. Por esto, para poder evaluar la sensibilidad de este
puente al cambio climático se adelantó el análisis sobre un río análogo con el fin de trasponer los re-
sultados a la cuenca del río Patá. Una de las principales condiciones para la elección del análogo fue
un buen nivel de correlación entre las precipitaciones registradas en este y en el río Patá.
c.1 Análisis de caudales máximos en el río Patá
Como se mencionó, en la cuenca del río Patá no existen registros de caudales; por ello el análisis
de caudales se adelantó para los caudales máximos del río análogo de modo que después, mediante
la conversión de estos a lámina de agua, se puedan transponer al río Patá utilizando el área aferente
hasta la sección del puente.
c.1.1 Datos iniciales
Para el río Patá se tiene información sobre precipitaciones mensuales totales en las estaciones
Potosí, La Victoria y San Pedro. El área aferente hasta la sección del puente es 520,2 km2.
c.1.2 Selección del río análogo
La selección del río análogo responde a las condiciones siguientes:
1. El río análogo debe estar en cercanía máxima geográfica.
2. Las condiciones climáticas deben ser muy parecidas.
3. La variación de la escorrentía anual entre el río de cálculo y el río análogo deben tener un sincro-
nismo (por la ausencia de estaciones hidrológicas en el río Patá no se pudo considerar esta condición).
4. El relieve de las cuencas, terreno y condiciones geológicas en las cuencas de los ríos no deben
tener diferencia grande.
5. La presencia de lagos, bosques y escorrentía anual deben ser cercanas.
6. La influencia del hombre en la escorrentía natural debe ser mínima.
Tomando en cuenta las condiciones anteriores se eligió como análogo del río Patá al río Cunday,
con un área aferente hasta la estación limnimétrica Rubí de 3.240 km2. Para el río Cunday existen las
estaciones pluviométricas Cunday y Peñas Blancas con longitudes diferentes de la series de precipita-
ciones diarias. La estación limnimétrica Rubí (código 2116709) tiene un período de observación del
año1993 al 2002.
c.1.3 Cálculo de los estadísticos de los caudales máximos del río análogo
El análisis estadístico se realizó para los caudales diarios de la estación Rubí. Con base en estos se
escogió el caudal máximo para cada año y resultó una serie de caudales máximos con una longitud
de 10 años. Esta serie, que se presenta en el Cuadro 3.90, se analizó para evaluar sus estadísticos y
caudales de diferentes percentiles de excedencia. Estos caudales fueron convertidos en lámina máxi-
ma anual de agua utilizando el área aferente a la estación Rubí, para luego, a través del área aferente
al puente sobre el río Patá, obtener los caudales máximos con la probabilidad de excedencia que se
requería, incluyendo el caudal máximo de diseño Qmax, 0,01%.
Cuadro 3.90 Serie de caudales máximos en el río análogo al río Patá
1993 141
1994 160
1995 109
1996 123
1997 115
1998 171
1999 105
2000 82
2001 68
2002 89
Cuadro 3.91 Características estadísticas de los caudales máximos de la estación limnimétrica Rubí
El Cuadro 3.91 muestra que el error de cálculo del coeficiente de asimetría es del 96%. Por eso se
recalculó este coeficiente con la relación Cs 5 2Cv 5 0,6, tal como se ha hecho en los casos anteriores.
c.1.4 Revisión de la homogeneidad de los caudales máximos del río análogo del Patá
A la serie de caudales máximos del río análogo del Patá se le aplicaron los criterios de homoge-
neidad de Student y de Fischer. La evaluación del criterio de Student se presenta en los cuadros 3.92
y 3.93 y los del criterio de Fischer en el Cuadro 3.94.
La prueba de Student no rechazó la hipótesis sobre homogeneidad de la media en la serie de cau-
dales máximos del río análogo al río Patá.
Cuadro 3.92 Aplicación del criterio de Student a la serie de caudales máximos del río análogo al río Patá
1994 158,9
1995 109,1
1996 122,9
1997 115,3
1998 170,9
1999 105,2
2000 81,91
2001 67,72
2002 89,29
En el caso de la serie de caudales máximos del río análogo al río Patá la prueba de homogeneidad
de Fischer rechazó la hipótesis nula sobre la homogeneidad de la serie. Este rechazo tal vez se deba a
la fuerte asimetría de los caudales máximos. Este resultado indica que la serie de caudales máximos
no es homogénea en su segundo momento estadístico: “la varianza”.
c.1.5 Construcción de las curvas de distribución teórica y empírica para el río análogo al río Patá
Se ordenaron los caudales en orden descendente y, con la ayuda de Excel y un algoritmo de op-
timización no lineal, se seleccionaron los parámetros de la curva de distribución gamma que mejor
describía las probabilidades de excedencia empíricas. Los parámetros seleccionados fueron: el de
forma a 5 8,75, y el de escala b 5 13,25. El error absoluto promedio fue de E 5 6,12 %. Los cálculos
del error de ajuste se muestran en el Cuadro 3.95.
Cuadro 3.95 Cálculo del error promedio de ajuste de las funciones de distribución empírica y teórica para el río análogo del río Patá
c.1.6 Revisión del ajuste en la curva de distribución teórica a la curva de distribución empírica
La concordancia de las funciones de distribución empírica y teórica se examinó con los criterios
de Smirnov y de Kolmogórov. Los cálculos de estas pruebas se presentan en los cuadros 3.96 y 3.97.
Los criterios estadísticos no rechazan la hipótesis nula sobre concordancia de las funciones de
distribución empírica y teórica (función l2 tres parámetros), lo que está de acuerdo con el análisis
visual del ajuste (Figura 3.79).
Cuadro 3.96 Evaluación de los criterios de Smirnov y Kolmogórov para el río análogo
Cuadro 3.97 Revisión de la hipótesis nula de concordancia de las funciones empírica y teórica de los caudales máximos del río análogo al río Patá
2
n emp 0,009 0,009 0,009
2 2
n teor ³ nemp no se refuta no se refuta no se refuta
N corregido
Q0.1% gamma A E N N Q 0,01norm Ep Q0.01%
Cuadro 3.99 Selección del predictor de caudales máximos (río análogo del Patá)
19/04/1995 109 67
17/03/1996 123 60
24/01/1997 67,3 63
02/11/2000 81,9 56
06/03/2001 67,7 34
28/04/2002 89,3 63
c.2.2 Evaluación de la correlación de las precipitaciones del río Patá y del río análogo
Dado que los análisis se realizan sobre un río análogo es necesario revisar cómo se correlacionan
las precipitaciones de este con las del río de estudio. En el caso del río Patá se analizó la correlación de
los totales mensuales de precipitación entre la estación pluviométrica de La Victoria (río Patá) y Peñas
Blancas en el río Cunday. Esto demuestra que estas cuencas tienen un régimen hidroclimático similar
y que por lo tanto las conclusiones que se realicen sobre el río análogo se pueden trasladar al río Patá.
d. Algoritmo del trabajo con el puente Jorge Gaitán Durán sobre el río Pamplonita
d.1 Análisis de los caudales del río Pamplonita
En el área aferente al puente en referencia se encuentran las estaciones 1601501 (precipitaciones) y
1601704 (caudales). Para la estación de caudales el período de observación va desde 1988 hasta 1994.
Para los siete años disponibles se escogieron los caudales máximos. Esta serie de caudales máximos
es la más corta de las disponibles. Por lo anterior se escoge como caudal máximo de diseño el caudal
Q0.1%, el cual como en casos anteriores debe ser ajustado con la corrección por longitud de la serie.
d.1.1 Cálculo de la estadística de los caudales máximos del puente Jorge Gaitán Durán
El análisis de la serie de caudales máximos para este puente muestra que el error del coeficiente
de asimetría alcanza el 185%, lo que se debe a la corta longitud de la serie. Al igual que en los casos
anteriores se recalculó Cs 5 2Cv. Los resultados de los estadísticos se presentan en el Cuadro 3.100.
Cuadro 3.100 Estadísticos de los caudales máximos del puente Jorge Gaitán Durán
En el Cuadro 3.100 se puede observar que el error de definición del promedio de los caudales
máximos Qmax anual es superior al 15% (sn 5 21%), por lo que este promedio no se puede considerar
como confiable. En esta situación en hidrología se suele recurrir a un río análogo para extender la
longitud de la serie; sin embargo, en este caso no hay más información disponible sobre caudales en
otras zonas geográficamente cercanas al río Pamplonita, por lo que se continuará con el análisis aun
conociendo estas deficiencias en los estadísticos de los caudales máximos.
d.1.2 Revisión de la homogeneidad de la serie de caudales máximos en el puente Jorge Gaitán Durán
Al igual que en los otros puentes, la homogeneidad de la serie de caudales máximos del presente
puente se revisó aplicando los criterios de Student y Fischer. Los cálculos necesarios para aplicar estos
criterios se presentan en los cuadros 3.101 y 3.102. De acuerdo con los resultados allí presentados la
hipótesis de homogeneidad de la media (criterio de Student, Cuadro 3.101) y de la varianza (criterio
de Fischer, Cuadro 3.102) de esta serie de caudales máximos se refuta con un nivel de significación de
2a 5 10%. Este rechazo de la hipótesis nula sobre la homogeneidad de la varianza de la serie puede es-
tar relacionado con la corta longitud de la misma y la presencia en esta serie de algún caudal extremo.
Cuadro 3.101 Prueba de homogeneidad por el criterio de Student (puente Jorge Gaitán Durán)
Cuadro 3.102 Prueba de homogeneidad por el criterio de Fischer (puente Jorge Gaitán Durán)
d.1.3 Ajuste de curvas empírica y teórica para los caudales máximos del puente Jorge Gaitán Durán
Para la serie de caudales máximos de este puente la función de distribución que mejor ajustó fue
una distribución g de 3 parámetros. Esta distribución es ampliamente usada en hidrología porque
cumple las siguientes condiciones:
•• Esta función de distribución se extiende desde 0 hasta infinito.
•• Esta función de distribución se describe con tres parámetros que se determinan en forma in-
dependiente.
Para obtener el mejor ajuste entre las curvas empírica y teórica es necesario optimizar los pará-
metros a y b (de forma y de escala) de la distribución g. El ajuste se logró aplicando un método de
optimización no lineal llamado gradiente conjugado, el cual está implementado en Excel a través del
complemento “Solver” y para el cual se definió como función objetivo la minimización del error ab-
soluto promedio entre las coordenadas de la función empírica y de la teórica.
Cuadro 3.103 Ajuste de curvas empírica y teórica para caudales máximos del puente Jorge Gaitán Durán
2
Pemp Pgamma Pemp 2 Pgamma (Pemp 2 Pgamma) n emp
2
n teor 0,3473 0,4614 0,7435
2
n emp 0,02 0,02 0,02
2 2
n teor ³ nemp no se refuta no se refuta no se refuta
d.2 Selección de predictores de los caudales máximos en el puente Jorge Gaitán Durán
Los caudales máximos de este puente pueden ser explicados con éxito por la suma de las precipi-
taciones de los 10 días antecedentes al registro del caudal máximo. Los registros de precipitación se
extrajeron de la estación 1601501. El análisis de correlación muestra que entre los caudales máximos
y el predictor seleccionado existe un coeficiente de correlación de 0,84. Dada la corta longitud de la
serie existe el riesgo de que este coeficiente esté mostrando una correlación falsa.
Cuadro 3.108 Selección de predictores para el puente Jorge Gaitán Durán
designó un incremento en las precipitaciones del 10%, Mientras que para la cuenca del Pamplonita
este se hizo del 20%. Con este escenario de precipitaciones se calcularon los estadísticos de los cauda-
les máximos para las condiciones del nuevo clima. También se determinó el caudal máximo de diseño
al igual que se hizo para el clima actual (Cuadro 3.110). La diferencia entre la magnitud del caudal
máximo de diseño del clima actual y el caudal máximo de diseño en el clima futuro será la expresión
de la sensibilidad de estos al cambio climático.
Cuadro 3.109 Resumen de estadísticos de los caudales máximos clima actual
Para el puente Pumarejo, bajo un aumento del 10% de las precipitaciones aumentó el caudal
máximo de diseño un 17% (Figura 3.70). Este aumento no lineal puede explicarse por la magnitud de
los caudales máximos del río Magdalena, ya que la varianza es momento estadístico de segundo orden
que da peso a los valores de mayor magnitud.
Para el puente Mariano Ospina Pérez, el aumento del 10% de las precipitaciones provocó un
incremento del caudal máximo de diseño Qmax, 0.01% de un 10% (Figura 3.71. En ambos casos (puente
Pumarejo y puente Mariano Ospina Pérez), los incrementos son significativos y en caso de tener un
cambio de precipitaciones como el mencionado se pone en peligro la estabilidad de dichos puentes.
Para el puente sobre el río Patá, los incrementos del caudal de diseño Qmax, 0.1% fueron linealmente
proporcionales con el escenario climático propuesto (Figura 3.72), mientras que para el Pamplonita
se obtuvo el resultado más incierto: para un incremento del 25% el caudal Qmax, 0,01% solo aumentó un
4% (Figura 3.73). Esto se debe a la corta longitud de la serie de tan solo 7 años, lo que no permitió un
ajuste confiable.
3.4.1.6 Conclusiones
En general, al aumento en las precipitaciones le sigue un aumento del caudal máximo de diseño
(Qmax, 0,01% o Qmax, 0,1%). Para grandes áreas aferentes el aumento puede ser no lineal, como sucedió con
el puente Pumarejo. La metodología desarrollada permite, con éxito, pronosticar las características
estadísticas de los caudales máximos bajo condiciones de cambio climático. Este método tiene la ven-
taja de poder simular los cambios en la variabilidad de la serie de caudales máximos. Sin embargo, el
presente trabajo se adelantó en condiciones de información faltante, lo que introduce dificultades en
la interpretación de los resultados obtenidos.
Como resultado de esta investigación se desarrolló una metodología general que puede ser usada
para la misma tarea con otros puentes. Es indudable que, en condiciones de suficiente información,
los resultados permitirán realizar conclusiones adecuadas para la disminución del riesgo hidrológico
de los puentes diseñados bajo supuestos de régimen estacionario.
A lo largo de este trabajo se evaluaron puentes con distintos niveles de información, desde regular
hasta totalmente ausente, por ello ofrece una buena guía para la evaluación del riesgo hidrológico en
condiciones de clima cambiante. Sin embargo, es necesario continuar este desarrollo complementán-
dolo con la sistematización de los algoritmos para cada nivel de información disponible. También se
recomienda reajustar los resultados contenidos agregando la información existente en la actualidad
en el banco de datos del IDEAM, pero que no estuvo disponible durante el tiempo de este trabajo.
( )
1−n
Ap
Q p = QH (3.168) Figura 3.82 Relación entre los caudales máximos de una estación
AH
hidrométrica cercana y los caudales máximos en el sitio del puente.
puente (km2); n - índice de reducción del caudal máximo en el área de la cuenca: 0,01 , n , 0,1.
Si en el tramo entre el puente y la estación hidrométrica no existen afluentes, es necesario consi-
derar el tránsito de la creciente debido a las variaciones de la onda de crecida en condiciones dinámi-
cas. Para el caso, se puede utilizar el siguiente método aproximado:
Figura 3.83 Esquema de cálculo para la transposición de caudales de una estación hidrométrica
al sitio del puente. a) Tramo entre la estación y el puente; b) Hidrograma de diseño en la estación
hidrométrica; c) Líneas de caudales máximos: 1 - línea real; 2 - línea asumida.
Se dibuja el tramo entre las secciones mencionadas de longitud L (Figura 3.83 a). La sección E-E
(estación hidrométrica) es la inicial y la sección P-P (puente) es la final (se supone que el puente se
encuentra aguas abajo). Las crecientes en esos sitios son QH y Qp.
Para un cauce prismático uniforme, se tiene:
Qp 5 QH 2 PL (3.169)
P - coeficiente de disminución de la creciente (m3/s).
(3.170)
U - velocidad media del agua en la estación hidrométrica, con el nivel de diseño (m/s).
En la deducción de la fórmula de cálculo se partió de tres suposiciones: 1. El hidrograma de la
creciente, tanto en la sección inicial como en las subsiguientes, tiene forma triangular; 2. El coeficien-
te de forma del hidrograma N permanece constante a lo largo del cauce; y 3. La línea de los caudales
máximos a lo largo de la corriente es una curva cóncava pero se asume como una recta inclinada
(Figura 3.83 c).
Sustituyendo:
Ii + Ii+1 O + Oi+1
T − i = T K [ x ( Ii+1 − Ii ) + (1− x )(Oi+1 − Oi ) ] (3.179)
2 2
Despejando Oi11:
K x + ⌬T / 2 ⌬T / 2 − K x K (1− x )− ⌬T / 2
Oi+1 = I+ I + O (3.180)
K (1− x ) + ⌬T / 2 i K (1− x ) + ⌬T / 2 i+1 K (1− x )+ ⌬T / 2 i
o bien:
0i+1 = C1 Ii + C2 Ii+1 + C3Oi (3.181)
K x + T / 2
C1 = (3.182)
T / 2 − K x
C2 =
(3.183)
K (1− x )− T / 2
C3 =
(3.184)
V = ∫ ( I − O )dT (3.189)
Figura 3.86 Procedimiento gráfico para definir el valor de x.
0
Figura 3.87 Procedimiento gráfico para obtener los valores K y X con el método de Muskingum.
T / 2 − K x 0,5 −1,714(0,4)
C2 =
=
1,526
=−0,122
La ecuación para el tránsito es: Qi 1 1 5 0,777Ii 2 0,122Ii 1 1 1 0,346 Oi. Al aplicarla recursiva-
mente se obtiene la avenida transitada, la cual se muestra en la columna 3 del Cuadro 3.113.
Cuadro 3.111 Caudales de una creciente en el río del ejemplo de cálculo del numeral 3.4
T I O
días m3/s m3/s
0 59 42
1 93 70
2 129 76
3 205 142
4 210 183
5 234 185
6 325 213
7 554 293
8 627 397
9 526 487
10 432 533
11 252 481
12 203 371
13 158 252
14 130 196
15 105 161
16 90 143
17 80 112
18 68 95
19 59 83
20 59 75
Vt xI 1 (1 2 x) 0
T, días m3/s ? días x 5 0,1 x 5 0,2 x 5 0,3 x 5 0,4
0 17 44 45 47 49
1 40 72 75 77 79
2 93 81 87 92 97
3 156 148 155 161 167
4 183 186 188 191 194
5 232 190 195 200 205
6 344 224 235 247 258
7 605 319 345 371 397
8 835 420 443 466 489
9 874 491 495 499 503
10 773 523 513 503 493
11 544 458 435 412 389
12 376 354 337 321 304
13 282 243 233 224 214
14 216 189 183 176 170
15 160 155 150 144 139
16 107 138 132 127 122
17 75 109 106 102 99
18 48 92 90 87 84
19 24 81 78 76 73
20 8 73 72 70 69
I O
T, días m /s
3
m3/s
0 40 40
1 80 35
2 130 59
3 240 92
4 350 176
5 610 258
6 1.050 435
7 980 847
8 760 962
9 610 849
10 525 704
11 940 537
12 1.520 731
13 1.210 1.286
14 1.180 1.241
15 1.005 1.224
16 930 1.090
17 810 1.001
18 760 883
19 690 812
20 660 737
21 600 695
22 500 646
23 400 563
24 310 468
25 250 372
26 190 300
27 170 231
28 140 195
Los niveles máximos observados (o trasladados al sitio del puente) se ordenan de mayor a menor
(en orden descendente) y a cada uno se le asigna su número de orden m y se anota el año correspon-
diente del dato. A continuación se calcula el número de orden de diseño, con la fórmula:
P (n + 1)
m=
100
(3.191)
P - probabilidad de excedencia del nivel para un año determinado, el cual se toma del Cuadro
3.114 en función del tipo de río; n - es el número de datos (de niveles de la serie).
Cuadro 3.114 Valores de la probabilidad de excedencia del nivel en función del tipo de río (p%) y de la duración permisible de estacionamiento
de las embarcaciones (K)
Tipo de río de
acuerdo con su
importancia I II III IV V VI VII
p, % 2 3 4 5 5 4 4
K, % 5 6 6 5 3 2 2
Conociendo el valor de m se establece el año al cual le corresponde ese orden. El año encontrado
se considera como el año de diseño y para él se determina la duración real de navegación To en días.
Este valor de To se establece de acuerdo al tránsito normal de embarcaciones. Si no se cuenta con estos
datos, se toma igual al período de verano que posibilita la navegación por disponibilidad de calado.
Después de lo anterior se calcula la duración permisible T (en días), para el tipo de río en estudio,
del nivel de aguas superiores al NND con la fórmula:
T 5 KTo/100 (3.192)
K - duración permisible de estacionamiento de las embarcaciones, tomada del Cuadro 3.114, en
función del tipo de río y en porcentaje (%).
En el gráfico de niveles del año de diseño (Figura 3.88) se corta el pico de la creciente hasta un
nivel por encima del cual los niveles en el río se observan solo en el transcurso de T días. Ese nivel se
toma como NND.
En la Figura 3.88, para mayor claridad se muestra
el gráfico de niveles correspondientes a la creciente que
produce el nivel de aguas altas de diseño NAAD. Este ni-
vel es mayor que el nivel de aguas altas NAA del año de
diseño y mayor que el NND.
En el Cuadro 3.114 se ve que para ríos de tipo I a IV, el
valor de K es alto y varía entre el 5% y el 6%. Para ríos de
tipo V este valor se baja al 3% y para ríos tipo VI y VII es
Figura 3.88 Esquema para determinar los niveles de
del 2%. De tal manera, para ríos pequeños se recomien- navegación en condiciones de diseño. 1 - Curva de niveles
dan menores valores de K y para ríos grandes valores ma- para el año de diseño; 2 - Curva de niveles para la creciente
correspondiente al nivel de aguas altas de diseño (N.A.A.D);
yores. Esto se explica de la siguiente manera: para ríos pe- N.A.A. - Nivel de aguas altas del año de diseño; N.N.D. -
queños la duración total de la creciente es relativamente Nivel de navegación de diseño; N.A.B. - Nivel de aguas bajas.
pequeña y, como resultado, la distancia entre la forma ascendente y descendente del hidrograma es
corta. Si para estos ríos se toma un valor de K y se calcula T entonces el NND correspondiente (Figura
3.88) será muy bajo y puede resultar inferior al nivel de aguas bajas del río (NAB). Por lo anterior, en
los ríos pequeños se toman valores menores de K que para los grandes.
Para adelantar el diseño de un puente y para organizar su construcción es necesario establecer los
niveles mínimos y de operación del río, lo mismo que su tiempo de permanencia.
El tiempo de permanencia de un determinado nivel es el
número medio anual de días durante los cuales los niveles son
inferiores a este. Esta permanencia se determina de la siguiente
manera: para cada año se calcula el número de días durante los
cuales los niveles fueron inferiores al nivel dado. Estos días se
suman para todos los años con datos disponibles y luego se de-
terminan los valores medios de los días con niveles inferiores.
Como resultado de este cálculo se construye la curva de dura- Figura 3.89 Curva de permanencia de niveles,
ción o permanencia de niveles Z 5 f(t) (Figura 3.89), donde Z es Z f(t)
la cota del nivel, y m y t son la permanencia en días del nivel. Este gráfico permite la permanencia de
cualquier nivel, incluyendo el mínimo y el de operación. Como nivel mínimo absoluto se toma aquel
que tenga una probabilidad de excedencia del 99% y como nivel mínimo medio aquel cuya probabi-
lidad de excedencia es del 50%.
Cuando se tiene una serie larga de niveles, para determinar el nivel mínimo absoluto y el mínimo
medio se adelanta un análisis estadístico de los niveles mínimos anuales.
La probabilidad de excedencia P para cada dato de la serie se calcula con la fórmula:
(3.193)
En lo que se refiere a las condiciones de navegación del río Magdalena, en su parte media y baja,
la Universidad del Norte en Barranquilla efectúa batimetrías permanentes y ofrece los resultados, en
medio magnético, a las embarcaciones en el mismo momento en que se produce la información, es
decir, de manera simultánea. Para eso, es suficiente disponer de un computador portátil en cada em-
barcación o remolcador y solicitar el servicio.