El baño de un gato

Revista “Cuatro Patas”

No es difícil darse cuenta de que la mayoría de los gatos huyen atemorizados del agua, muchos
veterinarios recomiendan no bañar a los gatos a menos que sea estrictamente necesario siempre
después de que hayan cumplido por lo menos los tres meses de edad y se les hayan administrado
sus vacunas, ya que un baño podría enfermarlos con facilidad.

Para bañar a un gato adulto por primera vez deberás seguir los siguientes consejos para que la
experiencia del baño sea satisfactoria.

Tena mano todos los utensilios que vas a necesitar: una toalla para secar, el champú para gatos y
un secador de pelo, el agua debe de estar lista casi a temperatura ambiente para que cuando se
traiga al animal, el recipiente por completo de agua, solo lo suficiente para que llegue hasta la
pancita del animal. Tendrás que disponer del tiempo necesario para el baño, puesto que puede
llegar a tomarte una hora.

Cuando el felino este ya listo acarícialo para que pueda relajarse y mételo de a poco en una
bañera, comienza humedeciendo tus manos y pasándolas por el pelaje del gato poco a poco,
siempre hay que estar atentos a su reacción, recuerda que se puede alterar e intente arañarte,
masajea el pelo del gato para que el champú haga efecto y ve retirando la espuma con un poco
de agua tibia. Jamás le mojes los ojos, orejas, la nariz o la cabeza, realiza un baño del cuello
hacia abajo. Procede a enjuagarlo completamente y sacarlo de la bañera.

Al terminar debes envolverlo en la toalla y secar al animal, puede ser con un secador con una
temperatura mínima, alejado del cuerpo del gato para no quemarlo o si le tiene miedo al secador
retira el máximo de agua posible en la toalla y deja que el animal termine de secarse solo.

Por ultimo deberás proceder a cepillarlo para retirar el pelo muerto que haya podido quedar y
colocarle una loción especial para felinos puede el pelo húmedo tiene un olor desagradable.

Con estas recomendaciones estamos seguros de que podrás bañar a tu gato adulto y conseguir
que luzca bien limpio. La primera vez suele ser más complicada, pero lo mejor es convertir al
baño en una rutina.