Daniel Ortiz Bobea – 1100699

Ser humano y Sociedad

“The Social Dilemma” explora cómo los productos más populares de Internet funcionan en un
modelo comercial básico de seguimiento del comportamiento de los usuarios para vender
anuncios dirigidos e inducir la adicción en un círculo vicioso. La película combina entrevistas
con expertos en tecnología, incluidos muchos ex empleados de gigantes de Silicon Valley, y
escenarios dramáticos al estilo de los anuncios de servicio público que ilustran los efectos
negativos de las redes sociales en los estadounidenses promedio. Entre los muchos temas que
aborda la película se incluyen cómo las empresas de tecnología han influido en las elecciones, la
violencia étnica y las tasas de depresión y suicidio.

Las entrevistas a los empleados son la parte más interesante, ya que explican cómo sus empresas
desarrollaron tecnología que manipula de manera tan efectiva el cerebro humano. Sus
advertencias son bastante malas a mi parecer. En la película, el ex ejecutivo de Facebook Tim
Kendall dice que su mayor preocupación a corto plazo es la "guerra civil".

Sin embargo, a pesar de los confesionarios y el juicio final, las recomendaciones finales para el
consumidor promedio de estos productos tecnológicos son muy poco originales. Estas
sugerencias de autoayuda incluyen: desactivar las notificaciones; desinstalar aplicaciones que
hacen perder el tiempo; verifique los hechos antes de compartir las fuentes; y seguir a personas
con puntos de vista diferentes a los tuyos.

Quizás el más irónico es no mirar lo que sugieren los algoritmos de recomendación, aunque
presumiblemente la excepción es cuando el algoritmo de Netflix nos muestra “The Social
Dilemma.”

Que las redes sociales puedan ser adictivas y aterradoras no es una revelación para nadie que use
Facebook, Twitter, Instagram y similares. Pero en el documental, los exempleados de estas
empresas explican que lo perjudicial de las plataformas de redes sociales es una característica, no
un error.

Afirman que la manipulación del comportamiento humano con fines de lucro está codificada en
estas empresas con precisión maquiavélica: el desplazamiento infinito y las notificaciones
automáticas mantienen a los usuarios constantemente comprometidos; Las recomendaciones
personalizadas utilizan datos no solo para predecir, sino también para influir en nuestras
acciones, convirtiendo a los usuarios en presa fácil para anunciantes y propagandistas.

Por la forma en que la película describe las cosas, se supone que debemos creer que somos
peones impotentes cuyas mentes están completamente controladas por algoritmos, que las redes
sociales son demasiado grandes para contenerlas o controlarlas, que sus insidiosos zarcillos se
han abierto camino en cada rincón de vida humana, y que han penetrado en las profundidades del
cerebro humano donde manipulan la voluntad de las personas con la fuerza coercitiva de las
drogas que alteran la mente.
Uno de los expertos del tema (Tristan Harris) dice:

"Nunca antes en la historia 50 diseñadores habían tomado decisiones que tuvieran un impacto en
dos mil millones de personas" y "Si no se paga por el producto, USTED es el producto", dice
Tristan Harris, anteriormente responsable de la ética del diseño en Google, esto es mentira, ya
que las redes sociales más famosas como Facebook y Instagram son plataformas compatible con
anuncios, lo que significa que vender anuncios les permite ofrecer a todos los demás la
posibilidad de conectarse de forma gratuita. Este modelo permite a las pequeñas empresas y
emprendedores crecer y competir con marcas más grandes al encontrar nuevos clientes más
fácilmente. Pero incluso cuando las empresas compran anuncios en Facebook o Instagram, no
saben a quién se lo están vendiendo. Estas plataformas no comparten información que identifique
personalmente a una persona.

También se habló de lo que Yuval Harari piensa de los algoritmos y la Inteligencia artificial, la
IA general comenzará a quitarle puestos de trabajo a las personas, millones de puestos de trabajo,
como conductores, radiólogos, ajustadores de seguros. En un escenario posible, esto llevará a los
gobiernos a pagar a los ciudadanos desempleados un ingreso básico universal, liberándolos para
perseguir sus sueños sin la carga de la necesidad de ganarse la vida.

Este documental en lugar de ofrecer una visión coloreada de la tecnología ofrece una visión
distorsionada de cómo funcionan las plataformas de redes sociales para crear un chivo expiatorio
conveniente para problemas sociales difíciles y complejos. Los creadores de la película no
incluyen ideas de quienes trabajan actualmente en las empresas o de cualquier experto que
adopte una visión diferente de la narrativa presentada por la película.