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Síndrome (Mario Benedetti)

Todavía tengo casi todos mis dientes


casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.

Recuerdo que dejo (Nezahualcoyotl)

¿Con qué he de irme?


¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores
Dejemos al menos cantos

Menos tu vientre (Miguel Hernández)

Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo
En el árbol de mi pecho (Gloria Fuertes)

En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
aletea, lanza saltos.
En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado.
Cuando te veo se asusta,
¡eres un espantapájaros!

Helicóptero (Vicente Huidobro)

Quien no tiene rostro (Clarice Lispector)

Hay mujeres de quienes podríamos decir: no tienen rostro. Realmente es así, pues
su fisonomía está «sumergida» de tal manera, con rasgos indecisos y colores
apagados, que recuerdan un cuadro sólo esbozado y nunca terminado.

Aquí (Octavio Paz)

Mis pasos en esta calle


Resuenan
En otra calle
Donde
Oigo mis pasos
Pasar en esta calle
Donde
Sólo es real la niebla.
La mirada (María Zambrano)

Sólo cuando la mirada se abre al par de lo visible se hace una aurora. Y se


detiene entonces, aunque no perdure y sólo sea fugitivamente, sin apenas
duración, pues que crea así el instante. El instante que es al par indeleblemente
uno y duradero. La unidad, pues, entre el instante fugitivo e inasible y lo que
perdura. El instante que alcanza no ser fugitivo yéndose.
Inasible. El instante que ya no está bajo la amenaza de ser cosa ni concepto.
Guardado, escondido en su oscuridad, en la oscuridad propia, puede llegar a ser
concepción, el instante de concebir, no siempre inadvertido.
Y así, la mirada, recogida en su oscuridad paradójicamente, saltando sobre una
aporía, se abre y abre a su vez, “a la imagen y semejanza”, una especie de,
circulación. La mirada recorre, abre el círculo de la aurora que sólo se dio en un
punto, que se muestra como un foco, el hogar, sin duda, del horizonte. Lo que
constituye su gloria inalterable.

Poema 12 (Oliverio Girondo)

Se miran, se presienten, se desean,


se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
e retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden, y se entregan.
El futuro (Julio Cortázar)

Y sé muy bien que no estarás.


No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos de los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,


en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Poemas de amor II (Darío Jaramillo Agudelo)

Podría perfectamente suprimirte de mi vida,


no contestar tus llamadas, no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.
Pero te amo.

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