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El 24 de marzo de 1976 se inició un golpe de estado ejecutado por las fuerzas armadas,
se implementó el estado de sitio y la ley marcial estableciendo el patrullaje militar en las
grandes ciudades. El golpe derroco a todas las autoridades constitucionales, nacionales y
provinciales e incluyendo a la presidencia de maría estela Martínez, imponiendo en su lugar
una junta militar integrada por los comandantes de las fuerzas armadas argentinas.
Algunas de las acciones del nuevo gobierno, suspendió la actividad política, suspende
los derechos de los trabajadores, prohíbe las huelgas, disuelve los partidos políticos y el
congreso, destituye la corte suprema de justicia, clausura local nocturnos, ordena el corte
de pelo para los hombres, quema miles de libros y revistas consolidadas peligrosas,
censura los medios de comunicación y se apoderan de muchos organismos.
La censura, se comunicó a la población que sea reprimido con la pena de reclusión por
tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiera o divulgare algún comunicado o
imagen proveniente o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas dedicadas a actividades
subversivas, será reprimido con reclusión de unos 10 años.
Los subversivos
Las organizaciones “con armas” no superaban las mil quinientas personas, esta supuesta
“guerra” fue entre estas organizaciones y el ejército nacional.
La noche de los lápices 16/9/76 la operación conocida como la noche de los lápices,
implico el secuestro y la desaparición de los estudiantes secundarios de la plata, que
luchaban en defensa de un boleto estudiantil.
Desindustrialización
La plata “dulce”
Implementó un plan basado en el liberalismo monetario, que era apoyados por bancos
extranjeros y organimos internacionales. El Ministro de Economía era José A. Martínez de
Hoz, aprobó con sorpresiva rapidez un crédito de 110 millones de dólares. Se congelaron
los sueldos, dejo actuar al mercado libremente, hubo un gran endeudamiento externo, los
resultados finales fueron desastrosos, y se desato la inflación.
El mundial del 78
en medio de la crisis política, económica y social del régimen militar decidió que el 2 de abril
de 1982, que las tropas argentinas vallan a luchar por las islas Malvinas, La Inglaterra de
Margaret Thatcher fue severa y desplegó su poderosa armada que en pocos meses venció
las ansias soberanas argentinas.
La derrota marco el derrumbe político del régimen, el regreso de los soldados arrojo luz
sobre las sospechas de lo que habían padecido, sin ningún tipo de experiencia militar o
entrenamientos previos la junta militar reclutaba jóvenes de las cuales las mayorías de los
jóvenes eran de las provincias más pobres del país.