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Literatura Infantil. Narrativa para infantes.

Semillas febriles.

“Reclamos inconscientes”.

N o puedo entender, ¿por qué las personas tienen diferencias? —. Expliqué, a mi padre
cuando llegó a casa —.

Mi maestro odia a sus alumnos, no explica nada, pero deja un montón de trabajos. En
casa ya no podía terminar, pero al final, pude lograr el objetivo. Estaba agotado, y tenía un
hambre atroz, no había nada para comer. Mi papá entró a la casa, cuando menos lo
esperaba. Entonces, me dijo: — ¿Quieres ir a la tienda? —. Respondí, inmediatamente y
salimos de nuestra vivienda.

Al cruzar la avenida, llegamos a la tienda y una vez que terminamos de comprar, nos
dirigimos a nuestra casa. En el transcurso del camino, se escucharon gritos aterradores y
escalofriantes. Se escuchaban reclamos e insultos para los homosexuales, estaban
sentados en la banqueta, tomando cervezas y recitando poemas de Pablo Neruda. Unos
hombres de traje fino, pasaron por ahí e inmediatamente empezaron a gritar: — ¡Fuera
maricones!, ¡Fuera, ya! —. Su fobia se reproducía incesantemente, y empezaba a producir
calor a los agredidos.

Los insultos es la costumbre “normal” de los mexicanos. Pero, se extraña que unos
hombres de traje, se expresen burdamente y reflejen una conducta inverosímil por la calle.

— Son hombres de la ultraderecha —. Mencionó mi padre —. Ellos no tienen respeto a


nadie y siempre quieren imponer sus aberraciones —.

Es normal ver en la calle, actos repulsivos de las personas. Hay una sociedad que se
despedaza y se ataca: unos a otros. Es lamentable, como unas personas de traje,
presumen de actitudes morales y sus actos no son así, actúan peor que una persona
analfabeta. Vivimos en una comunidad del insulto y del rechazo, y la percepción cognitiva
que nos representa es superficial, nos agrada y nos encanta está modalidad del desprecio.
“Cuando vemos a una persona caer —literalmente —, nos causa mucha risa, nuestra
inmadurez queda sobrada”.

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