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La hermana María tenía un pacto con Dios para apartar un pollo de cada gallina para proteger su ganado. Su esposo no adventista tomó uno de los pollos de Dios para comer, causando la muerte de los gallos. Más pollos murieron cuando trató de reemplazarlos. Reconoció que había hecho mal al tomar lo que pertenecía a Dios. Ahora es miembro de la iglesia y aprendió a respetar a Dios.
La hermana María tenía un pacto con Dios para apartar un pollo de cada gallina para proteger su ganado. Su esposo no adventista tomó uno de los pollos de Dios para comer, causando la muerte de los gallos. Más pollos murieron cuando trató de reemplazarlos. Reconoció que había hecho mal al tomar lo que pertenecía a Dios. Ahora es miembro de la iglesia y aprendió a respetar a Dios.
La hermana María tenía un pacto con Dios para apartar un pollo de cada gallina para proteger su ganado. Su esposo no adventista tomó uno de los pollos de Dios para comer, causando la muerte de los gallos. Más pollos murieron cuando trató de reemplazarlos. Reconoció que había hecho mal al tomar lo que pertenecía a Dios. Ahora es miembro de la iglesia y aprendió a respetar a Dios.
lloso testimonio de la hennana María, fiel miembro de una de nuestras iglesias. Ella me sacrificó al animal, preparándolo él mismo. »Al caer la tarde de ese día, algo no an- daba bien. De repente, el gallo más grande, el contó la siguiente experiencia... «Desde que co- patrón del gallinero, se murió. Ante esto, mi es- nocí acerca del Fondo de Inversión, tomé la de- poso decidió comprar otro para remplazarlo. cisión de hablar con Dios y hacer un pacto con Pero cuando llegó a la casa con el nuevo ga- él. Le dije: “Señor, estoy criando gallinas, y deseo llo y lo soltó en el patio, se volvió a morir. Y así tener éxito en este proyecto. Estoy dispuesta a sucedía con todos los que se compraba. Por apartar un pollo de cada gallina que saque para tal razón, le expresé a mi esposo que todo eso que protejas las gallinas de cualquier enferme- ocurría por haber matado el pollo que yo había dad”. Con el tiempo, las gallinas comenzaron a ofrecido como Fondo de Inversión. Él no me cre- dar crías y yo cumplía con lo pactado: de cada yó al principio y seguía con su desobediencia, gallina escogía el pollo más grande y bonito pero al pasar los días y ver cómo se morían los para Dios; y cuando este crecía, lo vendía y lle- animales, reconoció que en verdad había hecho vaba el dinero a la iglesia. mal comiéndose el pollo que pertenecía a Dios. »Un día, mi esposo, que no era adventis- Entonces decidí valorar el pollo y llevar el dinero ta, tomó uno de los pollos que le pertenecía a a la iglesia. Desde ese día no volvió a morirse un Dios para comer, porque era el más grande y el gallo más en el gallinero. más bonito. Fue entonces cuando le dije: “¡No, »Con esta experiencia, mi esposo apren- ese no! Ese pollo tiene un dueño y se llama Dios, dió que a Dios se le debe respeto. Hoy es un si lo tomas yo no lo cocinaré, porque no voy a miembro de la Iglesia Adventista y reconoce que romper el pacto que hice con mí Dios”. Pero él “lo que es de Dios es de Dios”». contestó: “¿Quién dijo que Dios come pollo?”, y
Pr. Walmer Guzmán,
Distrito San Jorge, Asociación del Caribe Colombiano, Nuevo Horizonte » Octubre-Noviembre Unión Colombiana del Norte.