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Análisis de resultados

A partir de la recopilación de información obtenida, logramos evidenciar que tanto

para los autores, artículos de prensa y documentos de estudio, entre otros, se evidencia en

gran medida la vulneración de los derechos humanos en el sistema penitenciario de la

republica de panamá, la presente investigación demostrara que, en época de pandemia, la

crisis agudizo el trato digno para los reclusos.

Conforme a lo anterior analizaremos los resultados en la aplicación de los

mecanismos de protección adoptados por panamá, en cuanto contexto civil y político, los

derechos humanos engranados a proteger un trato justo a todos los individuos, se encuentra

vinculada en el orden constitucional, no obstante, identificamos inicialmente, el limitado

acceso que tienen los reclusos para elevar denuncias ante el comité o la corte

interamericana de derechos humanos, puesto que entre los años 2010 a 2021, tan solo se

reconocen tres sentencias emitidas por la CIDH, las cuales obligan al estado a garantizar

un trato digno.

En segundo lugar, dentro de los instrumentos internacionales con los que cuentan

las personas que son víctimas de violaciones en sus garantías constitucionales, a pesar de

que como consecuencia a sus acciones se encuentren recluidos en una cárcel o

penitenciaria, solo se conocen los escasos y deficientes tramites que ejecutan las entidades

internas.

Como variable determinante durante el primer pico de la pandemia, se consideró

como principal barrera sanitaria, el hacinamiento, en centros donde la sobrepoblación

haciende rápidamente, internados dentro de una infraestructura deteriorada, ayudo a elevar

los casos aceleradamente y los descensos en ese periodo.


Ahora bien, en cuanto la aplicación de garantías inalienables con las que cuentan las

personas que se hallan privadas de la libertad en la época de pandemia quedaron más que

mancillados. En el último periodo el acceso al sisma de salud fue nulo, toda vez que las

condiciones de instalaciones de todas las cárceles de panamá son indignas, efectivamente

no se cuenta con un mecanismo sanitario medianamente bueno, no existen suficientes áreas

de higiene y más de desinfección, factores que conducen la degradación del recluso y al

potencial peligro de contagio y propagación del virus.

El informe realizado por [ CITATION Ope20 \l 9226 ], resalta “En el contexto de la

pandemia de COVID-19, el servicio de salud debe asesorar activamente sobre las medidas

de higiene y limpieza necesarias para proteger la salud de los reclusos, a la luz de las

recomendaciones emitidas por los organismos internacionales”, en esta investigación, se

confronto la respuesta de los centros penitenciarios en panamá durante la pandemia, pero

con tan limitados recursos, escasamente se suministraron tapabocas y flyers o posters para

sensibilizar sobre el virus, pero su efectividad fue insuficiente.

Ahora bien en cuanto al cumplimiento de las directrices de las naciones unidas por

parte del estado panameño, encontramos que durante el 2020 el sistema penitenciario

focalizo sus esfuerzos para rebajar penas a personas mayores de 60 años o con patologías

crónicas que pudieran afectar sus sistema inmune a causa del virus, así lo estableció el

[ CITATION Inf02 \l 9226 ], de la Organización Panamericana de la Salud.

Con base en lo anterior, podemos evidenciar que estas medidas, no aliviaron el

impacto en los índices de mortalidad y letalidad que causo el virus, puesto que esos planes

de acción, no disminuyeron el hacinamiento. Este seguirá siendo un factor negativo en las

garantías supranacionales de los internados en las cárceles de panamá.


Durante la investigación tomamos en cuenta los reportes arrojados, por algunos

autores, los cuales se encargaron de evaluar los informes emitidos a la OMS, enmarcando

las acciones tomadas por la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) de

Panamá, en los meses comprendidos entre marzo a mayo de 2020, se aplicaron de manera

masiva pruebas a los internos de las cárceles, concluyendo que más del 50% de la

población tenía el virus.[ CITATION Sus20 \l 9226 ]

Ante estos eminentes resultados, la problemática no acaece por la pandemia, sino

que es lastre de innumerables acciones anticonstitucionales de los que venían siendo

expuestos los reclusos. Esto no solo desencadena en un deterioro en la calidad de vida, sino

una trasgresión internacional en su dignidad.

Si bien es cierto los centros carcelarios tienen el objetivo de resocializar a esta

población, panamá está muy lejos de elevar sus estándares en seguridad y bienestar,

mientras que las autoridades tienen otras prioridades, las conductas de violencia, ansiedad y

miedo se vuelven más recurrentes, puesto que esto no solo proviene por la época de

pandemia, sino la eliminación de controles médicos por enfermedades graves e incurables

que aqueja a la población carcelaria, las limitadas visitas de familiares y abogados

defensores, escases de alimentos, a gua entre otras que incumplen con la ratificación de

tratados internacionales adoptados por la republica de panamá.

A continuación, resaltaremos el análisis desde una visión jurídico normativa

implementada en panamá conforme a los resultados obtenidos y las causas por las cuales

existe violación de derechos humanos en el sistema penitenciario de la republica de

panamá.

A lo largo del desarrollo de esta investigación se ha hablado de los derechos

humanos tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios, enfocándonos


primordialmente en el trato a los sujetos privados de la libertad en tiempos de pandemia

con el Covid-19 a lo largo del año 2020 y parte del 2021 ha sido un tema que ha llamado

bastante la atención en varios países latinoamericanos.

Si bien se han logrado avances considerables en materia de derechos humanos en

los últimos años, la adopción de tratados internacionales es de gran importancia para

garantizar la protección de los mismos y adecuar la legislación interna a los compromisos

asumidos por Panamá, cumplir con el derecho internacional.

En este sentido, Panamá ha ratificado siete de los ocho principales tratados de

derechos humanos de Naciones Unidas, la convención sobre los derechos del niño; el pacto

internacional de derechos civiles y políticos; el pacto internacional de derechos

económicos, sociales y culturales; y la convención sobre la tortura, la convención sobre la

eliminación de todas las formas de discriminación racial, la convención sobre la

eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la convención sobre los

derechos de las personas con discapacidad y varias convenciones americanas para la

protección de los derechos humanos.

En el país se han promulgado muchas leyes destinadas a esta protección, que

intentan incorporar compromisos internacionales en la materia a la legislación nacional. El

Estado de Panamá continúa implementando políticas encaminadas a dar cumplimiento a la

Ley N ° 55 del 30 de julio de 2003, que regula el sistema penitenciario y adopta estándares

modernos y humanos para tratar a las personas privadas de libertad; en este sentido,

construyó nuevos pabellones, centros de salud para centros penitenciarios como La Joya y

La Joyita para mantener la mayor población carcelaria.

Además de la ley de reducción y exención de multas laborales, para las que se

acondicionaron dos salas para la realización de audiencias, el imputado participa en las


audiencias e implementan el plan de detención, a través de cintas de video de los centros

penitenciarios de La Joya y La Joyita.

Sin embargo, cabe señalar que aún existe hacinamiento en las cárceles, las últimas

estadísticas de la Dirección General del Sistema Penitenciario muestran que la población

carcelaria en el país es de 10.804, la cual solo tiene una capacidad máxima para 7.145

personas privadas de libertad; además, las cárceles han sido atendidas y los presos

condenados fueron parcialmente puestos en cuarentena; de igual forma continuaron las

quejas por los deficientes servicios médicos , recursos y suministros de las recientemente

construidas "Joya y Joyita" [ CITATION Viv20 \l 9226 ].

Sin acceso a las condiciones, relaciones y ambiente que imposibilitan a algunas

personas, los detenidos son sujetos de derechos. Como se establece en el artículo 4 de la

Ley Penal (55/2003), esto es lo que dice el marco internacional de derechos humanos y lo

que dice la legislación nacional; la libertad es el único derecho que se encuentra suspendido

o restringido; de lo contrario, su estatus legal es el mismo que el de una persona libre.

Sin embargo, en las cárceles panameñas, como es comúnmente en América Latina,

el hacinamiento como la infraestructura y el saneamiento son deficiente, mínimos e

inadecuados, añadiendo los diferentes tipos de violencia que se presentan en estos centros,

son un problema derechos humanos básicos. Durante la pandemia estas condiciones de vida

se vuelven más críticas o peores.

Igualmente es constante la preocupación del hacinamiento de las cárceles

panameñas. El número de presos en Panamá es de aproximadamente 17.800. Según datos

del gobierno, hasta el 4 de junio, 665 prisioneros habían sido infectados con el coronavirus,

en la prisión de San Diego en Veraguas, 313 de los 500 detenidos dieron positivo al

coronavirus, uno de ellos murió. Respecto a este último, la Dirección General del Sistema
Penitenciario insistió en que por ser diabético se habían tomado medidas para ponerlo bajo

arresto domiciliario, pero las "autoridades competentes" rechazaron la solicitud. Esta

prisión puede albergar hasta 150 presos, es decir, menos de un tercio del número total de

presos.

La Dirección General del Sistema Penitenciario señaló que, por diversas

condiciones de género, se han intensificado las violaciones de derechos humanos contra las

mujeres. Por nombrar algunas; sus necesidades específicas generalmente no se satisfacen en

las salas de internamiento (por ejemplo, el sistema no proporciona a las internos toallas

sanitarias); sufren más abandono que los hombres por parte de sus familiares y parejas, de

igual forma sufren mayor estigma social por violar las normas y valores sociales

relacionados con la feminidad y la maternidad, también cargan con las responsabilidades de

cuidado que no pueden asumir durante el parto y en general, carecen de comprensión de las

instituciones[ CITATION Rod20 \l 9226 ].

Una de las medidas que toman las autoridades penitenciarias ante la pandemia es

reducir o suspender las visitas familiares, por lo que además de tener un efecto decisivo en

la salud, también es necesaria la provisión de ciertos alimentos, medicamentos y otros

artículos de higiene personal, además de tener en cuenta la salud emocional por parte de los

presos.

Debido al cierre excesivo de celdas y salas de exposiciones, se ha reducido la

actividad de los centros penitenciarios. Las condiciones de salud e higiene de las celdas y

salas de exposiciones son muy precarias, las actividades de resocialización, estudio y

trabajo que se llevan a cabo en el centro han sido suspendidos. Si bien estas medidas están

en consonancia con las recomendaciones de las autoridades sanitarias, pueden dar lugar a

un castigo excesivo de los presos.


Para asegurar las medidas de protección señaladas por las diferentes organizaciones

de la salud y de igual forma garantizar el artículo 109 de la Constitución de la República

panameña en sus cárceles, se realizaron todos los ajustes, ya que aclararon que velar por la

salud de la población es una función básica del Estado. Como parte de la comunidad, las

personas tienen derecho a promover, proteger, mantener, restaurar la salud, y tienen la

obligación de mantener la salud, que se entiende como salud física y mental completa.

Debido a los constantes cambios sociales, políticos, económicos y administrativos,

la reforma penitenciaria se encuentra en un proceso continuo. Por lo tanto, el desarrollo y

mantenimiento de instituciones penales menos dañinas también es un proceso continuo. La

experiencia y la historia han demostrado que los esfuerzos por reformar las cárceles

realmente pueden dar sus frutos. Varios países de América Latina han comenzado a realizar

reformas estructurales y coordinadas a las cárceles, en algunos casos han tenido un impacto

positivo. Se necesita trabajar bastante para defender los derechos humanos, construir una

comunidad segura y promover la justicia social.


Bibliografía

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