Bora un pueblito muy interesante.

Cierta vez en un pueblito llamado Bora, en el que vivían dos hermanos, ellos eran Leo
de 7 años y María de 12 años, se encontraban jugando canicas, vieron a un grupo de
turistas pasar, ellos se asombraron al ver la forma en la que vestían, porque era poco
común ver a personas vestidas de esa forma en su pueblo; cuando de pronto una de
los turistas se acercó a Leo, preguntándole si sabía de algún lugar donde se puedan
alojar, Leo todo asustado, porque se le acercó una extraña, corrió hacia donde
estaba su hermana María y entonces la turista se acercó a ellos diciéndoles: Perdón
si te asusté pequeño no fue mi intención, solo quise saber si hay algún lugar en el
que me pueda alojar, entonces María le respondió: Yo conozco un lugar, puedes ir a
la pensión de doña Lalita, la turista le dijo: Donde queda Doña Lalita, me puedes
indicar; a lo que María respondió: claro, se encuentra a 4 cuadras más allá y voltea
a la derecha, luego podrá ver el letrero de su pensión, la turista al ver que le hablaban
todos temerosos, decide presentarse y les dice: Bueno me llamo Roselin, soy de la
ciudad de Lima, vine de paseo, quiero conocer sobre su localidad, ustedes creen que
pueden ayudarme, Leo aceptó de inmediato diciendo: Si nosotros te podemos ayudar,
pero María mencionó que primero debían de decirle a su mamá porque no le gustaba
que hablen con extraños, entonces Roselin les dio una idea, que esperaran a que ella
se instalara y fueran juntos a pedirle permiso a su mamá y ellos aceptaron.

De camino a la pensión Roselin les preguntó a qué se dedicaban sus padres, María le
contó que su papá se dedicaba a la pesca, preparaba las chacras y confeccionaba
hamacas para venderlas en el mercadito, por otro lado, su mamá se dedica a la
alfarería, a los quehaceres del hogar y ellos le ayudan y hay días en los que van todos
a la chacra a cosechar, frutas y verduras. Roselin respondió asombrada: tan pequeños
y realizan trabajos en el campo, ustedes deben ser muy fuertes, mientras platicaban
se dieron cuenta que ya habían llegado a la pensión de doña Lalita, es así que,
mientras Roselin se instalaba ellos esperaron y luego de eso fueron de regreso a
casa, siguieron conversando de como es que ellos aprendieron esos trabajos tan
rudos, Leo, le dijo que: el sabía palanear y usar el pico, para hacer huecos y sembrar,
Roselin lo felicitó diciéndole eres un lindo muy fuerte y muy inteligente, al igual que
tu hermana, María sonrió y dijo: es que nos enseño mi papá y a él le han enseñado sus
abuelos, sabe señorita mi papa ahora nos está enseñando a confeccionar hamacas
aunque es un poco difícil, pero a mi ya me están saliendo quien se demora más en
hacerlo es Leo, nos gusta ayudarle a mi papá porque el dice que debemos aprender a
confeccionar porque en su familia, el negocio de las hamacas ha sido de generación
en generación y por eso nosotros debemos seguir con su ejemplo.

Llegaron a la casa de Leo y María, y gritaron mamá Julia tenemos una invitada, de
pronto salió su mamá y dijo porque tanto grito, es cuando vio a Roselin y Leo le dijo:
Mamá ella es Roselin nuestra amiga, es de Lima, ha venido a conocer Bora y quiere
que le hablemos y enseñemos el pueblo, podemos ir con ella, a lo que la Mamá Julia
les dijo: esta bien, pero que es lo que quiere saber usted del pueblo, Roselin le dijo:
Quiero saber todo, nunca había venido a un lugar tan bonito como este y descubrir
su manera particular de vestirse es asombroso para mí. Mamá Julia le dijo que ellos
cosechaban yuca y tabaco, que usan un deslizador y peque peque para transportarse
a otros pueblos, que se reúnen en la maloca que es el lugar de reuniones y festejos
donde vive el Apu, que es el guía espiritual de comunidad, el que se comunica con Dios
gracias a su don, y que la lengua que ellos usaban es el castellano y el Boora. Roselin
quedo contenta con todo lo que le contaron y ahora quería conocer los lugares, y les
dijo que, si se puede tomar una foto con ellos, Mamá Julia muy amable dijo que si y
que regrese cuando guste.