Está en la página 1de 1

CIRUELO MÍO.

Las hojas reverdecen,

ya están vivas un año más.

Cuántas de éstas se han caído

en otoño sin parar.

Aún sigues dando vida,

ejemplo para humanidad.

Árbol lleno de esperanza,

no nos dejes sin tus frutos,

sin tu sombra ni tu lealtad.

Ciruelo, ciruelo mío,

vive, vive siempre

y dame paz.

Eduardo Nájera Acosta.

También podría gustarte