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on un formalismo desechan acción del

chavismo disidente contra el Arco Minero


Transparencia Venezuela, 25 de febrero de 2019.- La explotación de
oro y otros minerales preciados en el polémico Arco Minero del
Orinoco, esa zona de casi 112 mil kilómetros cuadrados en el
estado Bolívar al sur de Venezuela, podrá continuar como hasta
ahora, porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazó uno
de los recursos para ponerle freno a la iniciativa gubernamental
que busca obtener divisas por vías distintas al petróleo.
La Sala Político Administrativa, en su sentencia número 63 del 21
de febrero de 2019, desechó, por considerar que hubo un
“desistimiento tácito”, el recurso que los exministros del fallecido
Hugo Chávez, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio y Gustavo
Márquez; el general (r) Cliver Alcalá Cordones; y otros dirigentes
del chavismo disidente interpusieron el 31 de mayo de 2016
contra el decreto presidencial número 2.248,  con el cual Nicolás
Maduro abrió las puertas para la explotación del oro en  la zona.
En el dictamen redactado por la magistrada María Carolina
Ameliach, la instancia judicial justificó su decisión alegando que
los accionantes incumplieron con los formalismos de retirar el
llamado cartel de emplazamiento dentro de los 3 días- luego de
su emisión – que les da la ley y después de publicarlo en los
diarios de circulación nacional en los 8 días posteriores.

Aunque ciertamente la Ley Orgánica de la Jurisdicción


Contencioso Administrativa, en su artículo 81, establece: “El
incumplimiento de las cargas antes previstas, dará lugar a que el
tribunal declare el desistimiento del recurso y ordene el archivo
del expediente, salvo que dentro del lapso indicado algún
interesado se diera por notificado y consignara su publicación”, la
Sala no ofreció ninguna explicación de por qué demoró casi 3
años en emitir el cartel con el cual se convoca a todo interesado
en un proceso, aún sin ser el accionante o el demando, a
participar en el mismo.
En el fallo la instancia informó que apenas fue el 12 de diciembre
de 2018; es decir dos años y siete meses después de que el
recurso de nulidad fue presentado, cuando emitió el cartel y que
el lapso para retirarlo venció el 16 de enero. Este paso debería
darse en cuestión de días.
La actuación de la Sala Político en este caso va contracorriente a
lo dispuesto en el artículo 26 de la Constitución, el cual no solo
establece que “toda persona tiene derecho de acceso a los
órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión
correspondiente”, sino que además ordena al Estado a garantizar
“una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”.

La ausencia de pronunciamiento del TSJ supone al final un aval


para que continúen las explotaciones, muchas de ellas ilegales y sin
ningún tipo de respeto por el medio ambiente en zonas cercanas a
parques nacionales como Canaima o Roraima y de paso a la
cuenca del río Caroní, la cual aporta el 70% de la energía
hidroeléctrica que consume el país.
En un reportaje publicado en febrero de 2019, la agencia británica
Reuters reveló que desde 2016 el Gobierno ha comprado 17
toneladas de oro valoradas en 650 millones de dólares. El oro que
mineros, muchos de ellos ilegales extraen, es pagado en
bolívares, pero siguiendo la cotización del dólar en el mercado
negro.
El destino final de la producción serían países como Turquía, que
a cambio ofrece los productos alimenticios que conforman las
polémicas cajas que se reparten los Comités Locales de
Producción y Abastecimiento (CLAP), de acuerdo a la misma
investigación, en la cual se asegura que hasta ahora unas 23
toneladas de oro valoradas en 900 millones de dólares han salido de
las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV) hacia el país
euroasiático.


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ECONOMÍA

TSJ declara
improcedente
recurso para anular el
Arco Minero del
Orinoco
La Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia (TSJ) declaró improcedente un recurso interpuesto
por tres ex ministros y uno de los militares de mayor
confianza del fallecido Hugo Chávez para anular el decreto
2248, que crea el Arco Minero del Orinoco (AMO) en el sur
de Venezuela.

Redacción El Estímulo
28 de octubre de 2016 13:33 pm
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El fallo, publicado el 27 de octubre, desestima el recurso de


nulidad  entregado el pasado 31 de mayo  por un grupo encabezado
por Ana Elisa Osorio (exministra de Ambiente); Héctor Navarro
(exministro de Energía Eléctrica); Gustavo Márquez (exministro de
Comercio) y el general retirado Cliver Alcalá Cordones, quien
manejaba la zona militar de Guayana.
La  sentencia, cuya ponente es Eulalia Guerrero Rivero, desestimó
el pedido de anulación que calificaba como un “estado paralelo” el
AMO. Su funcionamiento altera el funcionamiento de los poblados
indígenas y las reservas forestales que están protegidas
constitucionalmente en el estado Bolívar, aseguraba el recurso
desestimado.

Entre los argumentos utilizados por la Sala Político-Administrativa


destacó la falta de  «pruebas suficientes» presentada por los
denunciantes para anular el decreto 2248.

Creado el 24 de febrero pasado, el decreto 2248 firmado por el


presidente Nicolás Maduro -sucesor de Chávez- contempla la
explotación y el otorgamiento de concesiones de 111.843
kilómetros cuadrados (12% del territorio venezolano) para explotar
enormes yacimientos de oro, bauxita, hierro, coltán y diamantes en
un área mayor a países como Cuba, Portugal o Panamá.

El Escandaloso Silencio de la
Justicia: A dos años de la
Solicitud de Nulidad del Decreto
que creó el “Arco Minero del
Orinoco”5 min read
PUBLICADO EL 03/06/2018 OEPVZLA
A continuación compartimos el pronunciamiento de la Plataforma
Contra el Arco Minero del Orinoco.

El 31 de mayo de 2016, un grupo de venezolanas y venezolanos


introdujimos ante la Sala Político-Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia una Solicitud de Nulidad[i] por
Inconstitucionalidad e Ilegalidad del Decreto Presidencial 2248[ii],
de fecha 24 de febrero de 2016, por medio del cual se creaba la
figura del Arco Minero del Orinoco.

El 21 de junio de 2016, la Sala Político-Administrativa del TSJ


admitió[iii] nuestra Solicitud de Nulidad por Inconstitucionalidad e
Ilegalidad del Decreto Presidencial 2248, asumiendo así el
compromiso irrenunciable de dictar una sentencia en la que, o
bien se declaraba CON LUGAR nuestro recurso de nulidad y se
echaba para atrás el Decreto Presidencial 2248 por violación de
leyes vigentes de la República, Tratados Internacionales
ratificados libremente por la República y expresas disposiciones
constitucionales, o bien se declaraba SIN LUGAR nuestro recurso
de nulidad y se confirmaba el mencionado Decreto.

Han pasado dos años y la Sala Político-Administrativa del TSJ no


ha dictado sentencia a pesar de que, tanto en el escrito de
Solicitud de Nulidad incoado, como en los impulsos procesales
introducidos posteriormente, se destacaba la urgencia de nuestra
solicitud ante la posibilidad cierta de que se produjeran daños
irreparables en las zonas territoriales y demarcadas por el
Decreto referido.

La administración de Justicia tiene un inevitable componente


pedagógico. No solamente una sentencia enseña en tanto en
cuanto se vuelve jurisprudencia, sino también cómo cobra
coherencia el procesamiento de los argumentos con relación a
los instrumentos jurídicos violentados y que sustentan el Recurso
introducido ante el TSJ. De este modo, si en nuestra Solicitud de
Nulidad por Inconstitucionalidad e Ilegalidad decimos que el
Decreto Presidencial 2248 es inconstitucional porque, entre otros
muchos aspectos, desconoce por entero el Cap. VIII referido a los
Derechos de los Pueblos Indígenas, la eventual sentencia de la
Sala Político-Administrativa tendría que decir, en caso afirmativo,
que sí es así por tales y cuáles razones o, en caso contrario, que
no es así por tales y cuáles razones. En esos razonamientos está
implicado el componente pedagógico, esto es, la enseñanza que
va contenida en la sentencia.

Pero la ausencia de sentencia, a dos años de haberse introducido


y haber sido admitida la Solicitud de Nulidad, que nos da derecho
a pensar que estamos frente a una situación de denegación de
justicia, también enseña, y enseña con una muy particular
elocuencia, diríamos con escandalosa elocuencia, lo alejada que
se encuentra la Justicia para asumir, reconocer y defender
derechos consagrados en Nuestra Constitución, principalmente,
Derechos Ambientales y Derechos de los Pueblos Indígenas que
nos colocaron como ejemplo y pioneros en toda Nuestramérica
en cuanto a la orientación de preservar el derecho de los
ciudadanos a vivir en un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado.

Con su silencio, la Sala Político-Administrativa del TSJ está


gritando, no solo a quienes enfrentamos ese Decreto Presidencial
2248 que suspende la vigencia de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en el 12% del territorio nacional, sino a
todo el pueblo de Venezuela: que ésta es la Justicia
venezolana. Que ésta es la independencia del Poder Judicial
respecto del resto de los poderes, en particular del Poder
Ejecutivo. Que eso es lo que pueden esperar quienes se
enfrenten a un Decreto Presidencial.

Declarar CON LUGAR nuestra Solicitud de Nulidad es echar para


atrás la multimillonaria y vergonzosa trama que esconde el mal
llamado Arco Minero del Orinoco y reivindicar la soberanía
venezolana sobre ese amplio territorio y sus recursos.

Declarar SIN LUGAR nuestra Solicitud de Nulidad es abolir de un


plumazo la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y retroceder quién sabe cuántos años en nuestra
evolución democrática.

No sentenciar es hacer lo anterior sin asumir la responsabilidad,


sin pagar el costo político de acabar de una vez por todas con la
más preciosa conquista del pueblo venezolano: Su Constitución,
la Defensa de toda su Población y sus Territorios.

Mientras se mantiene paralizado el juicio de nulidad del decreto


ejecutivo 2.248 que crea el Arco Minero del Orinoco, continúa la
destrucción de las fuentes de agua, la biodiversidad y el hábitat
de los pueblos indígenas, la entrega a las transnacionales de la
mega minería depredadora del 12 % del territorio nacional,
comprometiendo la soberanía y, el patrimonio natural y
sociocultural de las generaciones presentes y futuras. Por estas
razones, la dilación indefinida e injustificada de ese juicio y la
decisión del alto tribunal, sobre un asunto de tanta
transcendencia histórica, podría ocasionar daños irreversibles a
la Nación y configurar una acción continuada de denegación de
justicia.

Exigimos:

 Reactivación del juicio de nulidad del Decreto 2.248!!!


 Detener ya la entrega y destrucción del patrimonio
natural de la Nación!!!

Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución


Bolivariana
Para el TSJ es "táctico" la destrucción de la

naturaleza con el Arco Minero, pero niega recurso

Por: Mariano Crespo Colina | Sábado, 08/06/2019 03:58


PM | Versión para imprimir
Un grupo de notables venezolanos introdujo un recurso
contencioso-administrativo de nulidad en contra del
"Proyecto de Desarrollo Estratégico Nacional del Arco Minero
del Orinoco", decretado por el gobierno nacional chavista-
madurista, por ser dicho proyecto ilegal e inconstitucional, la
Sala Político-Administrativa del TSJ tomó la sentencia
designada como "Desestimiento Tácito", llama la atención lo
del empleo del término "tácito", en dicha sentencia, palabra
utilizada para referirse a una idea que no se expresa, por
cuanto se da como sobreentendida, es decir algo que se sabe,
que no es necesario decirlo, obviando por "tácito" nada menos
que el fondo del recurso introducido, que afecta una
extensión de 111.843 Hectáreas (12,2% del territorio nacional),
y las contundentes razones expuestas por La Academia
Nacional de Ciencias físicas, matemáticas y naturales,
también por la Sociedad Venezolana de ecología la
Asociación Venezolana de arqueología y otras sociedades de
carácter académico y social, también por La Plataforma en
contra del Arco Minero del Orinoco, Marea Socialista y
numerosas personalidades del mundo político y de la
academia, debido a los daños irreversibles que la ejecución de
tal proyecto acarrea a la naturaleza, en los espacios de
Extensas zonas geográficas ubicada en los Estados Bolívar y
Amazonas, la cual es rica en oro, diamante, coltan y otros
minerales, pero también en biodiversidad, en fuentes hídricas
y en diversas poblaciones indígenas venezolanas que viven
en su hábitat natural, la explotación de la naturaleza en dicha
zonas está a cargo de diversas empresas trasnacionales cuyas
casas matrices están ubicadas en EEUU, Rusia, China,
Canadá, Reino Unido, Alemania y otros países.

Este proyecto se inserta en el modelo extractivista explotador,


en las lógicas del neoliberalismo, por lo que resulta
contradictorio con el discurso retórico del gobierno chavista-
madurista, el cual se proclama como anticapitalista, anti
imperialista y defensor de la soberanía nacional, pero que
transfiere sin pudor alguno la soberanía en cuanto a la
explotación minera a las transnacionales de los países
mencionados con el apoyo cómplice de la Asamblea Nacional
Constituyente.

Ahora resulta que él TSJ de manera insensible ante los


profundos daños a la naturaleza, dicta la sentencia de
"Desestimiento Tácito", ante la solicitud de nulidad al Decreto
expoliador y etnosida del Arco Minero, acuñando la palabra
"tácito", lo cual implica obviar el contenido del recurso
introducido en cuanto a los graves consecuencias para la
destrucción de la naturaleza y de la vida de nuestras etnias
que desde tiempos remotos pueblan dichos espacios
naturales. Cómo podremos entender esa sentencia?

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