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VILLEGAS, Carlos Gilberto.

"Las Garantías de! Crédito". Segunda Edición


Actualizada. Tomo E Rublnza! - CulzonI Editores, p. 9-23.

Capítulo I - .

EL RIESGO DE CRÉDITO

I. Los riesgos en la actividad económica


Riesgo es la contingencia o proximidad de un daño, de modo que
se corre riesgo siempre que una cosa está expuesta a perderse, de­
teriorarse o a no verificarse, de donde el riesgo está presente en
toda la actividad humana.
Pero es en la actividad económica donde el riesgo-aparece como
un elemento fundamental ya que el mundo de los negocios es al
fin y al cabo tomar riesgos y evaluar incertidumbres.
Toda una institución económica y jurídica ha sido creada para
dar al individuo resguardo contra los riesgos: el seguro. En él el
riesgo como posibilidad de que un evento dañoso se produzca, cons­
tituye un presupuesto de la causa del contrato y un elemento esencial
del mismo.
Pero es, sin duda, el ejercicio habitual y profesional del crédito, una
de -las- actividades económicas más expuesta a los-riesgos, de diversos
frentes. En esta actividad el riesgo es inherente a la actividad misma,
ya que las instituciones de crédito son empresas cuya actividad consiste,
precisamente, en "tomar riesgos”.
Siendo la actividad de esas instituciones la “intermediación en
recursos financieros", tomando fondos del público en forma de depó­
sitos y transfiriéndolos al mismo en forma de préstamos, y consistien­
do dicha intermediación en la toma de recursos a nombre propio,
endeudándose directamente la entidad y otorgando los préstamos
por su cuenta y riesgo, lá actividad crediticia profesional resulta así
totalmente expuesta a diversas contingencias, como la liquidez de la
plaza, la situación del mercado, los problemas que afectan a las
empresas deudoras, los riesgos políticos, cambiarios, etcétera.
Más específicamente la actividad profesional en materia crediticia
reconoce como riesgos propios:
1) El riesgo de crédito, es decir el derivado de las colocaciones
en préstamos que hace la entidad, del dinero tomado en
depósito o recibido en general de s.u clientela; •
2) el riesgo de inversión, derivado délas variantes en las rentas que
producen los.títulos en que la entidad invierte sus fondos, que
se traduce en pérdidas por desvalorización de esos títulos;
riesgo al qué está expuesta de modo particular la “banca de
inversión” o “banca de negocios” e instituciones y entidades
que operan con inversiones importantes en títulos: fondos de
jubilaciones y pensiones, fondos comunes de inversión, com­
pañías de seguros y bancos y entidades financieras en general;
3) el riesgo de liquidez, derivado de la capacidad de estas enti­
dades para hacer frente a los retiros que realiza su clientela
y de contar con los recursos prestables suficientes para con­
tinuar otorgando préstamos y efectuando colocaciones;
4) el riesgo de ganancia, derivado del comportamiento general
del balance de la entidad y qu’e ocasionan pérdidas derivadas
de errores de gestión o ineficiencia;
5) los riesgos derivados de “fraudes y delitos", y en general de
maniobras dolosas en perjuicio de estas instituciones credi­
ticias, que generan pérdidas a la empresa.

2. Identificación, medida y control de ios riesgos


En esta-materia los tres temas clásicos son:
a) La identificación del riesgo, que resulta esencial a efectos de
poder determinar su medida;
Las g/jxantías del crédito

b) la "medida” del riesgo, esto es poder determinar su extensión,


el quantum de las pérdidas que dicha contingencia puede
llegar a producir de llevarse a cabo, y, finalmente
c) el control del riesgo, a fin de impedir su producción.

2.1. Identificación de los riesgos


Al respecto existe una amplia literatura que analiza los diversos
riesgos que acechan la actividad crediticia y que pueden generar
pérdidas. Un estudio sobre el tema, referido exclusivamente a bancos
y entidades financieras, lo hemos realizado en la obra Control interno
y auditoría de bancos y entidades financieras, 2a ed., Buyatti, Buenos
Aires, 1996, donde le dedicamos el Capítulo II.
Basta consignar.en este estudio que lo que interesa es poder
conocer-las fuentes de riesgos, esto es los hechos o actos que los
generan, de modo de identificarlos para poder mensurarlos y decidir
si asumirlos o transferirlos.

2.2. Medida del riesgo


Esto es muy importante porque interesa conocer la posible pér­
dida que puede producir el riesgo a efectos de poder asumir luego
una decisión. La institución crediticia debe decidir si el riesgo es o
no del tipo que puede aceptar y en este caso evitar o cubrir, o
directamente es de los que no puede aceptar y debe transferir. La
elección entre aceptar el riesgo o transferirlo es comúnmente un
problema de "costos”, Pero si decide aceptarlo debe examinar la
forma de reducirlo.
Así se señala que es más probable que el riesgo sea conservado
(aceptado) si las pérdidas son pequeñas pero frecuentes, porque la
probabilidad de pérdida puede ser mejor determinada sobre la base
de la experiencia pasada y en tal supuesto el seguro es costoso a
causa dé los altos costos de su administración.
También que un nivel estable de ganancias es favorable a la con­
servación del riesgo, porque’la probabilidad de una coincidencia de
grandes perdidas con un bajo nivel de ganancias es reducida,
•2.3: Transferencia del riesgo
Cuando la medida del-riesgo es importante, se debe analizar la
posibilidad de su transferencia. Comúnmente a un ente asegurador
O a una tercera persona que asume dicha posición. Aquí cabe un
examen de los costos del seguro y conforme tal costo sobrevendrá
la decisión.
En nuestro país está prohibido a las compañías de seguros asumir
la cobertura de riesgos provenientes de “operaciones de crédito fi­
nanciero puro" (arL 24,in.fine, ley 20.091). Esto impide a los bancos
y demás entidades financieras transferir a los entes aseguradores el
riesgo.de insolvencia o incobrabilidad de los créditos de su cartera
1 í;
activa. Pero no existe prohibición de cubrir con seguros- el crédito
[ •’
comercial o emergente de actividades económicas que no sean las
de las entidades financieras comprendidas en la ley 21.526 (modif.
por las leyes 24.485 y 24.627).
Las garantías prestadas por terceras personas son una forma de
transferencia del riesgo del crédito, aunque subsiste la responsabi­
lidad subsidiaria del prestamista, que no puede eliminar totalmente
ese riesgo.

2.4. Asunción y cobertura o reducción


Si el acreedor debe asumir el- riesgo, debe analizar los diversos
medios de cubrirlo o reducirlo. Existen riesgos como los derivados
de las fluctuaciones de los tipos de cambios (“cambiarios") que las
instituciones profesionales de crédito reducen aplicando medidas
técnicas como las operaciones "a- término” o “de futuro”. Otros ries­
I
gos como los de inversiones se cubren también por medio de dichas
operaciones y de “opciones”. I

En el caso del riesgo de crédito se asumen y se aplican diversas I

técnicas desde un punto de vista global o específico, como la diversi­ (

ficación de la cartera de préstamos o la contratación de garantías;


Contablemente se deben constituir “previsiones” pOr riesgos de í
incobrabilidad, a fin de ir cubriendo el riesgo de crédito de las í
operaciones de mayor exposición. í

12

í
Las garantías del crédito
o
2.5. Control del riesgo
V'

.. / Cualquiera sea la decisión sobre el riesgo, el acreedor debe es­


r‘*\
tablecer mecanismos de ‘'control” que permitan estar alerta a fin
¡n
w
de evitar posibles pérdidas.
0 Las técnicas de control están en directa relación con el tipo de
O riesgo y su eficacia depende, precisamente, de establecer mecanismos
O adecuados'conforme la naturaleza del riesgo de que se trate.
o En el caso del riesgo de crédito, los mecanismos de control con­
o sisten en:
o a) Poseer una amplia gama de información sobre el cliente, co­
o nocer su presente y su pasado;
o
b) disponer de toda la información necesaria que permita rea­
0 lizar un adecuado estudio de los riesgos, tanto respecto de
o la solvencia como sobre la capacidad de pago del cliente;
9
c) disponer de manuales de procedimientos que permitan a los
O operadores disminuir los riesgos inherentes-a cada operación;
0 d) realizar un buen análisis de riesgos;
O e) instrumentar correctamente las operaciones de crédito;
□ f) utilizar medios de garantía adecuados al tipo de crédito de
D que se trate;
O
g) no “concentrar” riesgos, ni por personas ni actividades ni.
0 regiones geográficas, dispersándolos convenientemente;
0
O h) efectuar un “seguimiento” permanente sobre los créditos;
O i) realizar permanentes análisis sobre la cartera de modo de
D previsionar aquellos créditos’que ofrezcan mayores riesgos.
O
0 3. El riesgo de crédito
0
D 3.1. Concepto
O El más importante de los riesgos que afectan a la actividad de
*•&/ estas' instituciones profesionales de crédito y el más estudiado, sin
D duda alguna, es el riesgo derivado de los créditos que otorgan.
Siendo el crédito el cambio de un bien presente por un bien futuro,
r”\

13

u
O
y el crédito como actividad profesional la transferencia de recursos
financieros que el acreedor efectúa al cliente por un tiempo determinado
y por un precio convenido, resulta evidente que el riesgo está implícito
en el crédito y directamente vinculado al elemento tiempo que es
Carlos Gilberto Villegas
esencial a él,-porque sin “tiempo”-no hay crédito.
De allí que este riesgo aparezca como inherente a la propia actividad
de intermediar con recursos financieros.
El elemento “tiempo” introduce el riesgo de incumplimiento (¿e-
fault) dei deudor, por lo que la empresa prestamista se ve obligada
a realizar un análisispormenorizado de ese riesgo en cada operación
de crédito y debe prevenirlo y tratar de reducirlo utilizando los
mecanismos técnicos y jurídicos apropiados. Al respecto se debe tener
■en cuenta que el riesgo del crédito está en directa relación con el tiempo
de crédito. Cuanto mayor sea el plazo de repago, mayor es el riesgo
que asume el acreedor. . .... •
Por lo tanto cabe, definir a este riesgo como la contingencia de
que se produzcan pérdidas como consecuencia del deterioro de la ca­
lidad de los préstamos otorgados por el acreedor.
Al respecto dice Ferroniére (Las operaciones bancadas, La Ley,
Buenos Aires, 1975, p. 215) que la falta de pago, total o parcial, por
parte de un deudor es un accidente que puede ocurrir. “Pero el
banco no es un asegurador que halle en el siniestro la razón de ser.
Para él, el incumplimiento constituye una pérdida anormal que no
está cubierta, como en las compañías de seguros, con reservas ba­
sadas en cálculos de probabilidades”. .........
“Más aún -agrega-, si una compañía de seguros puede hacer su
propaganda publicando el monto de los siniestros que ha reembol­
sado, un banco que registrara incumplimientos importantes susci­
tará la desconfianza de sus depositantes, lo que podría tener para
él graves consecuencias”.
Lo dicho respecto de los bancos es aplicable a cualquier empresa
que haga del crédito su actividad profesional habitual.

14
Las GARANTIAS DEL CREDITO

3.2. Ciiantiflcación del riesgo


La cuantificación del riesgo que se asume en cada operación
sirve para medir la “tasa de interés”, es decir el precio del crédito,
que a partir de una tasa testigo de mercado, será menor o mayor
según el riesgo que en cada caso asuma el prestamista. De modo
que los prestatarios con una posición financiera "fuerte” tienen un
menor riesgo de crédito y por lo tanto una tasa de interés más baja
y, por el contrario, un prestatario con una posición financiera "débil”
ofrece un mayor riesgo y deberá soportar una tasa de interés más
alta. De todos modos siempre se debe tener’en cuenta que no existe
tasa de interés, por más alta que sea, que pueda compensar un
crédito que no se puede cobrar.
Los prestamistas realizan un análisis del “riesgo crediticio” in­
volucrado en cada operación, valiéndose de toda la información
O que poseen sobre el cliente, especialmente la derivada de sus estados
O contables y de los informes sobre ventas e ingresos anuales. Este
o estudio debe ponderar no sólo la solvencia del prestatario sino, muy
fe especialmente, su capacidad de pago. Las instituciones profesionales
O del crédito son empresas que toman riesgos pero no pueden “com­
O prar juicios". Un prestatario solvente sin capacidad de pago expone
0 al acreedor a un juicio seguro. Lo mismo un crédito con una garantía
0 “tradicional", si falta la capacidad de pago que permita al prestatario
O hacer frente en tiempo y forma al compromiso emergente del prés­
O tamo obtenido.
©
O 3.3. Análisis del riesgo crediticio: elementos de ponderación
o En ese análisis, el departamento-técnico del instituto de crédito
o empresa prestamista, tendrá en cuenta las famosas cinco "c” del
o crédito: 1) carácter; 2) capacidad; 3) capital; 4) colaterales, y 5)
condiciones.
©
3.3.L Carácter
fe

ü Hace referencia a la “persona” del cliente, a sus antecedentes en


D el mercado en cuanto al cumplimiento de las obligaciones asumidas.
O
15
De allí la importancia que tiene para el sistema financiero en su
conjunto la existencia de "centrales de riesgo y datos” que permitan
Carlos Gilberto
conocer Villegas
el grado de “exposición” de cada deudor en el mercado y
su grado de cumplimiento, y en materia comercial la información
que proveen las centrales de crédito constituidas por las empresas
comerciales o asociaciones de comerciantes.

3.3.2; Capacidad' •
Alude a la “capacidad de pago” y a la “capacidad para hacer
frente a los compromisos contraídos” en general, es decir a la sol­
vencia. Solvencia y capacidad de pago que súrgen de los estados
contables que debe llevar el prestatario. En este estudio es básico
determinar previamente el grado de cohfiabilidad que ofrecen los
I estados contables, para lo cual el prestamista deberá indagar sobre
■ otros aspectos de la marcha de la-empresa solicitante del crédito.

' 3.3.3. Colaterales


r’ . ..... . .
Su análisis involucra el estudio del patrimonio del cliente —como
garantía común de sus acreedores— y de las garantías colaterales
que ofrece. Dado que el patrimonio de una persona física o jurídica
puede sufrir variaciones, se requiere del refuerzo de ese patrimonio,
sea separando de él ciertos bienes que se afectan'de modo especial
(caso-de prendas o hipotecas), o incorporando a la relación obli-
, gacionai a una tercera persona que afectará ciertos bienes (prendas
o hipotecas), o-todo su patrimonio (fianza, aval y otras garantías
personales).

I 3.3.4. Condiciones
Esta característica general involucra varios riesgos específicos,
como el riesgo “país”, el riesgo del “mercado", el riesgo "político”,
el riesgo “cambiarlo”, el riesgo “empresario”, el riesgo de “siniestros”,
y el riesgo propio de cada operación.
El riesgo país es un riesgo típico en la actividad económica in­
ternacional y alude al riesgo de tratar con un residen te del exterior.

16
Las garantías del crédito

El riesgo del mercado alude concretamente al espacio económico


dentro del cual opera el prestatario y desenvuelve su actividad.
El riesgo político alude a las contingencias que introduce una
determinada situación política, en cuanto a las consecuencias eco­
nómicas generales que de él se pueden derivar.
El riesgo cambiarlo alude a la posibilidad de .modificación de la
política vigente en materia cambiaría, especialmente .importante
para aquellas empresas que realizan negocios internacionales, sea
que adquieren' créditos o que se endeudan en divisas.
El riesgo empresario alude a los riesgos que son inherentes a la
empresa misma, como los referidos a la producción, a la comercia­
lización de. sus productos, a su conducción y administración (mci-
nagement), a su situación financiera, a su relación con empresas
vinculadas, controlantes o controladas, etcétera.
El riesgo de siniestros es el que atañe a los bienes que componen
el activo de la empresa y que deben estar suficientemente cubiertos
con seguros .adecuados, a fin de preservarlos de cualquier contin­
gencia que disminuya su valor.
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es el destino o pro­
pósito del crédito, es decir en qué van a ser invertidos los fondos
que transfiera el prestamista al cliente.
__ELacreedor-y-especialmente- el prestamista profesional-debe-cui=~
dar la ‘'recuperación” del crédito y para ello debe comenzar por
cerciorarse del destino de los fondos que transferirá al cliente, por­
que si se trata de un crédito de inversión o para financiar gastos
corrientes, su correcta utilización estará garantizando sti devolución.
Esto hace a lo que se denomina la “autoliquidabilidad” del cré­
dito, de modo que el prestamista provee los fondos con miras a su
utilización para generar recursos suficientes para su repago, o bien
cuenta con que el deudor tiene un “flujo de caja” suficiente que le
permitirá hacer.frente al repago del crédito.
El destino del crédito resulta esencial para que el acreedor pueda -
convenir los “plazos” del crédito y su “amortización”, de forma de
relacionarlo con el flujo de fondos de su cliente.
Carlos Gilberto Villegas

Finalmente está el factor “tiempo”. Hemos dicho ya que el riesgo


está en directa relación con el tiempo o plazo del crédito, por lo
que los préstamos a más largo plazo involucran mayores riesgos.
Todo crédito debe ser estudiado porque no existe ninguno que
pueda estar libre de riesgos y en créditos de cierta importancia se
requerirá que existan por lo menos'dos fuentes de pago, el deudor y
un garante, totalmente independiente del primero.

3.4. El riesgo propio del "tipo” de obligación garantizada


La propia naturaleza de la obligación u obligaciones que van a
ser objeto de la garantía, su plazo, modalidad, riesgo en sí mismo,
condicionan la garantía a utilizar.
En materia de locación inmobiliaria resulta de uso común la
fianza, como garantía tradicional. Sólo supuestos muy excepcionales
podrían determinar la exigencia de una garantía real, una hipoteca
o prenda,
■/ • • en garantía de las obligaciones del locatario.
En el crédito comercial de consumo, también resulta común el
uso de las fianzas, como garantías adecuadas al tipo de las obliga­
ciones cuyo cumplimiento se pretende asegurar.
En el comercio mayorista,1 resultará más eficaz que los pagarés
que entrega el comerciante minorista a su proveedor sean avalados
porun tercero de solvencia reconocida. Y si se opera con cheques
a- fecha, también resultará útil el aval.
En el orden del comercio internacional la propia naturaleza de
estas transacciones amplía el riesgo respecto de las operaciones do­
mésticas. Porque concurren otros factores a incrementar los riesgos:
el riesgo país, el riesgo cambiarlo, además del riesgo natural de
insolvencia.
En tales casos él vendedor-acreedor puede recurrir al “seguro de
exportaciones" como un medio de garantía adecuado o a la inter­
vención de un banco, buscando cubrirse mediante‘una operación
de crédito documentado.
En materia financiera y bancaria, por ejemplo, se debe tener en
cuenta que hay diversos tipos de operaciones de crédito, con riesgos

I8
O
V
o
o Las garantías del crédito

o
o propios diferentes. No es lo mismo un “'descubierto” en cuenta co­
r". rriente que un “descuento” de documentos, ni un crédito “a sola
o. firma”_que un créditoprendario o hipotecario, u operaciones de
leasing o de factoring que un préstamo común, o la financiación de
una emisión de títulos de deuda de largo plazo o de commercial
o papers, en el caso de la banca de inversión, una venta al exterior
r-1 cubierta con seguro de exportación o no. un préstamo contra la
o entrega de títulos públicos que uno garantizado con una fianza per­
o sonal, etcétera.
o De modo que además de decidir la prestación o no.de la asistencia
o crediticia solicitada, el acreedor debe analizar muy especialmente el
o “modo” de esa asistencia, es decir el “tipo” de operación por la que
© concretará el financiamiento.
o
o Existen operaciones de crédito que llevan implícita la garantía
o
de terceros, como el “descuento” de documentos y el ‘'anticipo”
o bancario, en la operatoria tradicional; el leasing y el factoring en la
actividad financiera moderna^ la entrega de cereal u otros bienes
contra warrantsy el financiamiento contra entrega de esos warrants
o al acreedor; la exportación de bienes contra libramiento de una
o carta de crédito irrevocable de un banco internacional o confirmada
0 por un banco de plaza. .... ... v. > .
6 Gran riesgo importan los llamados créditos de firma, es decir las
O garantías en favor de terceros que confieren los prestamistas insti­
o tucionales a sus clientes. Sea por medio de “fianzas”, "avales" o “ga­
o rantías a primera demanda” o “a primer requerimiento", o las cartas
e de crédito stand by, donde generalmente el prestamista (una com­
o pañía de seguros, un banco u otra institución de crédito) asume
■u
una obligación eventual pero directa y principal frente al beneficiario
o (acreedor del cliente), por sumas significativas y a veces ni siquiera
o mensuradas, como en el caso de garantías de ejecución internacio­
o nales ú otras garantías de cumplimiento de obligaciones de hacer
o
de sus clientes.
o
o Particular importancia adquieren hoy en día las operaciones de
0 la banca de inversión por la que se financian nuevos proyectos o la
n
o 19
o
Carlos Gilberto Villegas

emisión de deuda. Ello requiere un estudio específico por técnicos


especialistas en esos temas y además un examen jurídico especial
de' la instrumentación a utilizar en cada caso.■——------------------------
Especial complejidad revisten los contratos de underwriting, con­
forme el alcance de las obligaciones que asuma el financista, como
así las relaciones con otras entidades que puedan coadyuvar al pro­
yecto de financiación, sea que actúen como agentes colocadores o
garantes o cofinancistas de la operación.
Dichas operaciones requieren garantías especiales dada la mag­
nitud de las obligaciones que pueden llegar a asumirse por parte
de los prestamistas y financistas que intervienen.

3.5. El riesgo de la "cartera" de préstamos-


Pero además de ese análisis “individual” de cada crédito, las ins­
tituciones profesionales de crédito deben realizar úri análisis general
de su cartera de préstamos, cuidando de evitar la “concentración”
\ de riesgos. Es una regla de oro de la actividad financiera la de evitar
s concentrar cartera en pocos clientes o en pocas actividades econó­

micas, o en una determinada área geográfica. El acreedor debe “dis­


persar” sus riesgos y en tal sentido resultan reglas-elementales la
diversificación de prestatarios, actividades y regiones geográficas.
Esta es una forma de dividir y limitar los riesgos, a fin de evitar,
que situaciones que afecten a un deudor o a un grupo económico
cliente del prestamista o a un grupo de empresas pertenecientes a
una misma actividad económica, puedan trasladarse al acreedor y
generarle pérdidas que dañen su solvencia.
En este sentido, bueno resulta señalar la experiencia norteameri­
cana de la década de los ochenta respecto de empresas de la actividad
inmobiliaria, petrolera y agropecuaria, cuyas dificultades produjeron
la quiebra de las instituciones que las atendían financieramente.
Es ésta también una regla impuesta por la Superintendencia Ban­
cada que, como en el caso del Banco Central de la República Ar­
gentina, imponen a las entidades bancarias, la obligación de no con­
centrar riesgos.

20
o
Las garantías del crédito
A?

lJ
O la exigencia derivada de la Ley de Fondos Comunes de In­
versión 24.083, que obliga a los fondos a diversificar sus inversiones,
de modo de fraccionar el riesgo.
Una adecuada dispersión de riesgos constituye un buen reaseguro
contra situaciones exógenas que pueden afectar el buen recupero
O del crédito, como situaciones de desastre generadas por hechos de
o la naturaleza, como sequías, inundaciones, terremotos, maremotos,
o plagas, granizos, etcétera,o del hombre, como guerras, revoluciones;
o etcétera, que afectan una determinada zona geográfica o generan
o dificultades a determinadas actividades, como la agropecuaria, trans­
CX porte, etcétera. •
O
o 4. La vinculación con las garantías del crédito
□ No existen créditos sin riesgos, hemos dicho antes y éste es un
o axioma de la ciencia y la práctica de las instituciones profesionales
o del crédito; como también lo es la necesidad de asegurarse la exis­
o tencia de más de una fuente de pago.
o Aquí aparece la vinculación de las “garantías” con el tema de
D los riesgos de.crédito. Las garantías, son un medio para disminuir
O o reducir el riesgo de crédito, aunque nunca lo eliminarán de modo
O completo. '
o
13 Y la disminución o reducción de ese riesgo es un requerimiento
O de la técnica de las finanzas, especialmente en los créditos a mediano
O y largo plazo donde siempre es mayor el riesgo, dado que, como
O vimos antes, el riesgo está en relación directa con el tiempo del
O crédito. . ■■■■ , v ^5i ,,fl
O También lo es la necesidad de prever más de una fuente de pago,
o es decir no sólo el deudor sino otra fuente totalmente desvinculada
de él. Aquí aparecen los garantes y las garantías del crédito, que es el
tema que analizaremos en los capítulos siguientes.
o
o 5. La- segunda fuente de pago
Cuando el acreedor pide una garantía está buscando 'obtener
una “segunda fuente de pago”, para reducir el riesgo de insolvencia
o r
21

r' •.
Carlos Gilberto Villegas

de su deudor. Si yo tengo dos deudores independientes en vez de


uno, mejoro en un ciento por ciento mi situación como acreedor.
De modo que esa segunda fuente de pago, para ser útil como
. ó garantía, debe ser independiente de la primera fuente de pago, de
otra forma no mejora su situación el acreedor. •
' De esta forma esta segunda fuente secundaria de pago, actuará
como un “seguro”.
Esta “independencia” alude a un “patrimonio” distinto al del
deudor principal, si se trata de una garantía personal, o a “otros
bienes” también diferentes a los que constituyen el patrimonio del
deudor si se trata de una garantía real.
• Este aspecto resulta de la mayor relevancia en el desenvolvimiento
de las actividades económicas, especialmente en la comercial y fi­
nanciera, donde él acreedor opera siempre con la presencia del riesgo
de la insolvencia de su deudor.
Un medio adecuado para reducir ese riesgo es buscar una “se­
gunda fuente de pagó", como un seguro que cubra la posibilidad
de insolvencia (default).'
Esto requiere un doble estudio y análisis patrimonial, el del deu­
dor principal y el de esta segunda fuente de pago. El mismo análisis
que se realiza respecto del deudor principal debe hacerse respecto
de esta segunda fuente, como condición de seguridad.
De todas maneras ningún acreedor debe dar crédito por las ga­
rantías. Así sólo estará comprando un juicio. Y, al menos en nuestro
país, eso no es negocio rentable.

6. Relación entre el riesgo y la garantía


De lo expuesto podemos concluir que el "riesgo” del crédito
guarda directa relación con el “plazo” del crédito, con el “tipo” de
crédito de que se trata, con la “modalidad operativa” o “contractual”
de la cual surge el crédito, además, y principalmente, con la “per­
sona” del prestatario.
De allí que exista una estrecha relación entre ese “riesgo” que

22
3

.-r'-S

Las garantías del crédito

asume el prestamista y el "tipo” ele garantía que vaya a utilizar para


w disminuir ese riesgo.
O En tal sentido son clásicas, ciertas garantías vinculadas a deter­
u minadas operaciones de crédito o a determinados contratos. Así la
o hipoteca como garantía del saldo impago de la compra de un in­
o mueble, o de un barco o aeronave (hipoteca naval ó aeronáutica),
o la prenda con registro en la compraventa de automotores, el depósito
o de dinero en los contratos de locación inmobiliaria, etcétera.
o De un modo general, el uso de la hipoteca en.las operaciones
o de crédito a largo o mediano plazo, el uso de garantías de prenda
o con registro en las operaciones de crédito a mediano plazo, el uso
© de fianzas solidarias de los directores y administradores sociales en
o los préstamos a sociedades comerciales.
Ü
n Esto exhibe y pone de resalto, de un modo genérico, esa relación
a la que aludimos en el epígrafe.
o
o
O
O
o
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O
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O
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