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AOTECA Lt! La Pos — Bolivia Movimiento Nacionalista Revolucionario Sus bases y principiog de accién inmediata Consecuencia del imperialismo y de la guerra del Chaco, Han transcurride diez afios desde el 17-de Julio de 1932. La guerra no fué un accidente pasajere. Dejé 50 mil muerios en cl Chace y tn saldo de transtornos para el tiempo de paz, Sobrevivimos al de- sastre y tratamos de reconstituir nuestro destino rind! jo a la P: tria el tribute del trabajo, Pero. na encontramos en nuestra propia Fra campo abierto para aspirar ta vida ganindola con. nuestro esfuer- eo, sino barreras de obsticulos. desconcierto pavoroso. desconsuclo Irriiante ¥ desesperaciin La adversidad nos ha endurecido; nos ha ensenado a ver y a resol- . ver sobre In mareha. La trigica hoguera del saerificio ha cristalizado en nmestras conciencias, Entre la anteguerra ¥ la postguerra queda on rojo punto filgido que delimita dos épocas separadas y unidas como la causa y el efecto, Sabemos que somos vietimas del pasado; pera también que en el presente debcmos asumir la responsabilidad del porvenir. Somes una fuerza viviente que réeacciona contra ¢l imperialiamo. Somos una consecuencia de la guerra del Charo, Después de la pér- dida del litoral, ninguna catéstrofe tuve cn ta historia de la repiblica poder corivulsive mas tremendo, resuléados tan vertighnoses y corre- sives mi nada sacudié tan hondamente cl alma nacional. El poder de nucsira reacciin debe corresponder a la magnitud del desastre. La desgracia nacional subsiste como una brecha abierta que hoy c& incurable. Nos conducen los nrismos hambres que encarnan los erra- aiios, con los mismos sistemas que precipitaron detentande el gobierno coma irrespansables. “Porque asi como no supleron dirigir al pais para hacer frente a tres invasiones armadas, dan ahora paso a la invasion que no se resiste con Tas armas; a la dominacign silencioca que merma Iu soberania suceia- nando Ia rigqueza, preparando Ja esclavitud con el préstamo ¥ teca, y dejando entretanto lox vacios ablertes en nuestras minas | Sepultura de la raza explotada, Pere tienen ademis hoy un valor vital i je la substancia que urge a nuestras necesid z para nutrirnos con sus beneficios y disponernes a encarar lox prob s del porvenir. Hoy y no mafana debemes alismar muesira existencla material y « nuestra soberania, en an supreme esfuerce para sacudie ef yugo de fa colonia envilecida. Hoy pues se organiza, con desesperada urgencla. el MOVIMIENTO NACIONALISTA REW 1CTON AKIO. Nos debemos a las responsabilidades de este instante, a ta tarea de rectificacion que demandan las realidades de nuestro tiempo, a * lucha per ef presente v por el fature para que ne nos maldiga ta postericdad, : Nuestra accion debe: ser inmediata, impostergable, decisiva y sal- vadera. Pero si es fortoso prefijar las ideas para Tuchar como enti- dad organizada y comstruir con ceriria mucsito desting. acometamos fa cmpresa descubriendo en el kargo ot ae ta ee a inudi- clos dela verdad orlentadora, Y no seek tall la teoria que alumbre nuesira acelin politica, si las eae ie ile son confirmadas por ti historia de nuestra propia Patria. Y finalmente, sera el poder de nuestro instinte vigilante la flecha que nos sefale Cs camino que debemos seguir para salvarla. clatura de lox conocinientos humanes. ciencia de gobernar o arte del estadisia para conducir a los pueblos, em la vida de las sociedades, den- de cada Estado, politica esta lucha de los partides para ganar cl Peder o controlar cl mecanismo que permite gobernar. De csa lucha Incesante entre grupos antagénicos resulta la historia, sucesio¢n de anta- gonikmos que se resuelven y determinan.un nuevo antagontsmo, Al principio es una tendencis instintiva. que nace entre los gober- nades contra la clase gobernaute, coyes privilegins usurpan cada vex mis el derecho y cl bienestar de: aquelles.La escura eposiciin se eleva luego basta cl plano del rspiritu. Una mineria de hor que ‘comparte Ia atmdsfora de los oprimides interpreta cl vago anhelo co- ‘lective, sediala cl sentido de la inguietud y expresa en una ideologia ja forma de Ia conciencia social que eorresponde a Ia clise opositora. _ Entonees se constituye ch parildo polities comig Ia. ergasiimacisn Ac Ja nucva fuerza que se dispone a gabermar. Cuando una ideologia interpreta ficlmentc wn estado de Ty cs eura conclencia social mayorilaria, el partido, expresion de una co- Friente natural que adquiere calegoria de‘{uerta organizada, lurha y~ gana el peder. Pero comn toda corrlente sucial ohedece a clertas con- ‘diciones materiales especificas que la generan eon su esiimulo pri- mordial, si tales condiciane® no existen, las idcologiis carecen de pro- yeecién social y los partidos desaparccen como ficcioncs de la fantasia inapta para gebernaw, “La Republica” de Platin me goblerta a na ‘Ninguna Idea politica tiene trascendencia verdadera sino en euan- fo ilumina el cauce del fenémeno social que ayanza siempre, a pesar de todos fos ebstaculos, apartandolos com la enercia incontrastable en que palpita la ley suprema de ba vida. La historia muesiea cl proceso de las contradicciones o antagonis- mos a través de los cuales sc opera el desarrollo de Ia civitizacion, En cada clapa del progreso resultante de ia téenica y de tos noevos mo- dos de produccién, tas conlradiceioncs subsisten falalmente mientras los beneficios, alcanzande tan solo @ la clase gobernante, devienen cn factor de amenaza pare lo existencla soclal. Surge cntomees inewita- blemente una fuerza, un partido que la deflende y que lucha por ap! ear, desde e! poder, principiox politicos que aseguran para la colec- tividad ef bien de ta riqueza acumitads, adapiande el aparata poli- tice juridico a las nuevas condiciones de la vida colectiva dentro del - Eslada. Asi la snciedad preserva su existencla en sucesivas elapas revo- Tucionarias, reorganizando las formas de la convivencia para que In clvilizacian no se detenga y para que el hombre la domine salvan- dose de perecer aplastado por cilia, Si una forma dcterminada de la estructura econémica y su correspondiente aparato politico Impiden la utilizacién det progrese, toda ta maquinaria social se entorpece y secial. ©) progreso deja de tener utilidad to La sociedad, finalmente, niega a la clase gobernante beneficar a la: colectividad con los frutos de ta civilizactén, « todas Ias condiciones necesarias para destruir el predominio de la clase opresora. en que acta, la realidad nacional, dentro del complejo de i © dad mundial. Precisale ung concepciin general frente a 2 ivi are comprenderla; y un método que permiia compulsar las manifestacio- nes del mundo en la maluraleza, on la historia y en el_pensamiento, para conducir a los pueblos con ejecutoria de plena responsabilidad. ‘Con esta enunclaciin de la idea general revotucionaria, cl MO- VIMIENTO NACIONALISTA cnira a desarrollar su juicho sobre realidad beliviias, pare suntar deepots sai peintiplos dé sctlin lene *; diata, en Ja lucha desde 1 Mano, actuando siempre como faerta vi- viente que aftonta cada instante histérico, : En el imperio del Tahuantinsuyo, del eual formaba parte el te- rritoria que ahora es Belivia, no sc conocia cl uso del hicrro ni la rueda cuanda Hegaron los conquisladeres espafoles all suelo ameri- canoe. En el Iimade viejo continent: Ia rueda y el hierro babian hecho ya su recorrido desde el tiempo de lox carros romanes y lo« exclavos hasta el de los sefiores feudales y sus siervos, aplastanda a los pueblos que sufrian miseria. El imperio del Tahuantinsuyo ofrecia, como in- dice del Seesrrollp. de le svctemad Enestee, ls abundancis. de Ike. ebats tenclas y el aumento de la poblaciin, Los autictonos que cumplian su deber social de trabajar sin mentir nf robar, condueldes por ka clase directora de los Incas y log sacerdotes, Vivian con felicidad dentro del régimen de una economia agraria sencilla y préspera en beneficlos para ‘a colectividad. (Los conquistadores traian Ia mentalidad de un mundo convulsio- mado por el dinero de oro, que comenzé a circular a fines del siglo xv. come cl medio insustituible en el comercio mundial que acababa ce surgir, Como ta burgucsia comercial. que traficaba con Africa y Asia, es~ ba hundiendo al régimen feudal espafiol dotado de tlerras, mas no proviste de dinero, la Corona sefialé a la conguista el objetiva de apro- vislonarla de ore y plata. Exta apetencla de metales hubo de ser aplasiante para el funcionamiento del “ayllu", instituciin principal o | Unidad de trabajo en el régimen de la economia agra pues las mitas desplazaron a la poblacién autociona hacia Tas ace, tare kar teresaba al imperlalismo feudal de Ia peninsula, = El “aylu” perdié sus caracteristicas primitivas, las tierras eaye- “ron bajo el nuevo régimen de la apropiacién feudal. Aunque lax ‘Leyes de Indias consideraban vasallos tanto a los conquistadores como a los conquistados, la norma juridica igualiiaria, inspirada en la idea TeMRGInAE (ris aalict’ pabaloa:” su weirs! uske ¢l heaks-ceqnéasicn que Is conquisia determinaba, Tanto las encomiendas como las reducciones y Ins miss convir- tieron a fos autéctonos en servos. Y de esa manera Ia feudalidad transplantada a la América incalea, se ensefiored sobre uma raza que agricultura que habia Hegado a un grado de peculiar perfeccionamiento con Jas aries autéctonas priate al trabajo agricola intensive, La La agricultura y las ineipientes industrias apropeeuarian 0° det hacia el Bajo Peru, proximas a Ia costa, y a las reglones del Plata donde los encomenderos, careciondé de minas o metales pre- ciosos, las impulsaban para suplir las necesidades de In poblacion minora del Alto Pert, a cambio de pepitas de oro y pliias de plata. La explotacién de tas riquezas de Potosi fie Ia columna vertebral de un sistema econémico condicionado exelusivamente por la mineria. Las rutas de exportacion por el Chllac y por Buenos Aires, disefiaron: con ef tempo dos zonas de influencls que rivalizaban en el movi- miento comercial, Una tercer’a ruta se proyertaba hacia el Ande desde Portobello, centro o feria para el reparto de articulos de ultramar. Se formé, entretanto, la poblacién mestiza euya plataforma de vida ho era el provecho extraido de la mineria sujeta al monopollo de las casas de contraticién de Sevilla y de Cadiz. Las mitas diezmaron o los autéctonos y cl elemento mestiza que enconiré su acomodo patro- nal sobre ia tierra, necesitaba brazos. Sin concxiém con los negreros que operaban com La oe burecracia peninsular, los mestizos y criallos disputaron el elemento humano autéctone a la unineria. La ‘masa in- _ digena, prefiriendo cl trabajo agricola a la obligaelén de las mitas, se ineliné hacia el interés cristemceiias de la agricultura contra la do- minacién expait En esa situacién, la idea de Ia Independencia tug acogida cuando la clase mestiza pugnaba por dirigir el proceso de la produccién agra- ria que lox conquisiacdores habian interrumpido tres siglos antes y se esforzaba por romper el monopelie del comercio importador. Teentro el régimen de apropiacién particular de la tierra, al manienerse ésta improductlva, los terratenientes que asistian al fauste de la burocracla ‘exportadora de mincrales, tenian que Iwchar para sacudir la opresbin. La revolucion de Ia cede El monopole ‘comercial, para ser vencido exigin la conspiracién mancomunada de las fuerzas que actuaban tanto en el corazén de América como en la Europa manpfacturera. Minado el espaiol por la revolucién industrial europea, los transtornos del viejo efile mundo repereutieron en América hacienda eco en el eens xpi! rita libertario americans. No obstante, Ia idea de la libertad se re- feria mas bien a la libertad comercial que estaba de acuerdo tanto con Ios intereses de los terratenientes privades de adquirir articulos do ultramar como com los apetiios de los fabricantes interesados: en venilerios dentro las posesiones de Espaiia, Antes de la independencla, el monopolio de Ia Corona fwé ya roto por el contrabando en gran escala y por el dinero que de Espaia par saba a manos de los industriales ingleses. francescs, holandeses y par- r . pues el feudalism peninsular no fabricaba ‘sino expadas to- Ie y recurria a la manufactura de paises més evotuelondos. (Con las conttabandistas i queen su mayoria eran los judios Persegnidos por Ia Espaiia Catotica, entraren las ideas liberales que debian dar paso al comercio Wire. Esas ideas tuvicron tanta acep- tacién como Ios articulos que aquellos introductan clandestinamente, Contra ef Santo Oficio. coments a funcionar I masoneria. Si el poder colonial disponia de un organismo serreto, erm preciso que el anglo-liberalisme que cstimulabs Ja revoluciiw contase con ots Las logias curopeas socayaron el control polities de la Corona fac! dando las conspiraciones y la rebelion de los criotles y los mestizos, Max la verdadera posiciin fevolucionaria de éstow ere Ia de Tos terra- tenientes que fermaban una burgucsia cmbrionaria habil para capita- near a los ariesanos y campesinos contra-es espatioles que monopo- zabam el comercio y la burecracka. Se percibe esta lucha con entera idad. Las cludades euya existencla reposaba ca ta prod Ia primera derrota af eiéretio peninsular em Aroma, Los. guerrifleros orieniales actuaron sin treguz en Santa Crux y avanzzran hasta Chu- quisaea y La Paz. La revolucign paceha tuve su gex en lay eo trerias dc los patristas por Yungas, por lax aldeas y las haciendas. leneia, enfocande cl instante ‘histéries am: clama del 16 de jullo-es ts réplica mestira a la aetitud: vaellanie de Jos doctores de la entta Chareas. foeo de I lites linertaria, pero centro a Is vez donde [a Real Audieneia fremaba gl empuje revolueionaris. Pero mucho antes, en 1793, se halifa ingnifestado ya la rebelion de la raza en una eanjera de honda raiz iniliana: Suan’ Bélez de Cor dova. quinte nicto de tos Incas, descanocié I autoridad del Rey de Espaiia. ¥ iraté de reconsiralr cl imperio del Tahuantinsuyo dirigicnde el movimiento revolucionarie desde Orure, é Feudalismo republicane, | En 185, la dubitacion de Bolivar al ser fundada [a repdbitea. dejo constancia de Ia realidad alto peruana que en exe moment se hillabis ajo cl signe de dos rutas de poderosa influencia. Pero camo Ia eman: cipaciin se referia sobre todo al problema que cenfrentaban los tetra: tenientes criollo-mestizes, prewatecieron a través de Olafieta las {ner- - 0S ciqgeesh bridles’ Carterton eorsicrclaber que la beneficiaban. ¥ asi nacié Bolivia, como unidad polities, ante Ia ecuinime y honda per- cepeién del Mariscal Sucre, por la libre autodeterminacin de los puc- bles, cuya voluntad fué constitulr una naciin seberana con posibili dades vitales condictonadas por la geografia variada y propicla para formar Ia trabarén de una economia total, la histeria coman y la raza contraida al proceso de la mestizachin. Desaparecido el monopolio comercial de la Colonia, Ios contraban- distas se convirtleron en les fuetores mis importantes del Nbrecamblo, amparados por la legislackin republicana que levanto el paramento de las instituciones democrdticas: Ancgades los veneros de Potosi y una’ ver deseubiertas lax minas de oro y plata de México y Estados Unides, Se acentué la depresiém de la mineria, se debilitaren y . Jas corrientes comerciales y el ee ete ee eee ee tratande de acomedar su vida a los recursos de la preduccién agraria. Continuaba ésta sujeta al ritmo lento del es feudal. to indi- genas eran sierves y los herederes de lax primitivas eneomlendas, ya bastante parceladas, sefiores. Ne existiende una burgucsia que por su desarrollo y su capacidad al nuevo sistema de orgamieacién pelllien, ta demo- cracls republicaua, careclaae, eMibae para el bienestar social o tam s6lo para’ garantizar la estabilidad de los gobiernes, El predo- minio del caudiMaje wailitar, Ios motines y lox cuartelazos, fueron la expresién de la anarquia engendrada en una sectedad desprovista de una clise poderesa para conducirla. A falia de ella, se imponian las * fucraas armadas a través de cuyos ee pretendian gobernar los gfupos rivales de la feudalidad. Durante Ins 15 afhes de ta guerra ‘te Ja emaneipachin se halian formado xeneraciones belicesas. EE pucblo esiaba habltwade a pelear en las calles. La lucha sin tregua, los recluiamientos y todas las con- tingenclas de esc periodo, determinaron cl abandeno de la agrical- tura. La burgucsia embrionaria que operé la revoluciin. carecia de vigor ¢ intentaba reconstituir su econo: plando el formatismo “de un sistema politico Wiberal inaplicable cusnda subsistia ecamirica- mente ef antiguo orden feudal que desde ¢l campo trascendia a la vida de las ciudades artexanales, provocando el descontento de las gram des mayorias oprimidas, Esta circumstancia especifica de la ceonomia agraria feudal encublerta por la leghlaciin demeeraticea republicans, da por ersultado Ja peculiar caracteristion de la sociedad semb-feudal, contradictoria, Mégiea, Del conservadorisme al Trancsurricron tos primeros 60 afas de ta republica, viviendo el pais de <5 la eee producia. Entre mantener Ia trodiciéa en bo =f nada y el pueblo permanecié sumido en la ignorancia. No obstanie, se formé la corriente opositera que exigia “el gobierno del pueblo, por el puebla y para el pueblo”. Belzu representé los anhelos del pueblo, al que Arguedas Hama “plete”, y Balliviiim las aspiraciones de la oligarquia Insegura, ante el confligto permanente del ideario demo- cratica, incompatible com Ins privilegins feudales que aquélla deien- faba, Esta actitud vacilante permitié Wdentificar la mentalidad “eon- servadera”, contra Ia cual se enfrenié max tarde el liberalismo. Dentro de esta situaciin, las crisis periddicas Internas ocasionadas por Ia falia o el exceso de Wuvias y por las pestes, ponian cn movi- miento al artesanado supersticioso que presenciaba rezando con me- dioeval pavor, el paso de algdn cometa, contra los saldes de una pre- sunta aristoracia burgeritica que ne contaba ya para soslenerse con tos eféreitos peninsulares, Como remanente de fa colonia, fa diferen- cia de las clases sociales se establecia por cl color de ta plgmentaclin: Jos blances privilegiados y Ia mayaria mestiva c iniigena de Jas chuda- des y Ios campos, ‘Hasta poco antes de 1580 iranscurria ef periodo de la indolencia, del ocia patronal y las revoluciones altoperuanas. Cuando se acclerd cl progreso de la industria briténica cada ver mis urgida de materias pape be penctracién imperialisia gano Ia costa del Pacifico. Surgid ta cuestion del saliire y Bol que mo. aprovechiba esa riqueza, perdié su salida al mar. ‘Tvdos Tos doctores se reunieron entonces para hacer frenie a la derrois. aprobando la Coustiluciin de 1880 que era la misma del 78 con ligeras modificaciones. Mientras aquéllos discutian las eyes, la realidad mostraba cl renacimicnta de interés per Ja mincria. Después deta _guerra del Paciflce, se inauzurd el ferrocarril Antofagasta-Oruro bajo Ja administracién de don Aniceto Arce, potentado minero de notable espiritu practiva pero de canfesio caléliea que no le permitid dectararse liberal, Ciertamente, ei canser- vadorisma, all construido ese fercecarril, cedié ya cl influjo de las fuerzas cconémicas que desfé el exterior se interesaban par lox minerales. Ante las pesibilidades de mejoramiento por li explotackin del sub- xnelo, eo Jas zonas maimeras sin preducchia ‘ vida propia, prosperd Ia (endencia politica Whe: federalisma para dar paso al desarrollo de ana cat Su porvenir en los beneficios de uma econemia ab nes internacionales. Pué precise que se desencaden ¥ que las consignas liberates tuviesen resonance que ef gobierno de les terraicnicntes “eonstilacionales" fuese derro- cade. Liegaron tos liberales al poder eon el aura de un enorme presti- gio. Habian Iuchado con la plebe en las barricadas y junto con ta in- diada brava que en Ayo-Ayo despanturré a los jovenes nxis cultos de Chuquisaca, agrupades dentro de un templo para salvarce. Puede que ese sacrificio sea el simbolo del liberalismo “civilizader” que triunfo a bala sabre Ia oligarquia de los terratenientes cltya sede era Sucre, Chareas antes, Ia Plata mas antes atin, retrocediento hacia los tiempos de la rancia estirpe. Los liberales trasladaron el asiente- del, gobierno de Chuquistea a La Paz, ciudad proxima a la costa cuyo influjo librecambista infun- desemborada para 7 -12— * 4ié al Uberalisme su caracteristics dispuesto a oft ida. me 0 espiritn dispursto a ofrecer acog' : Al efectuarse ese traslado, el gobierno del pais se sacudié de los “prejuicies religioses”. Impusiéronse el espiritu laico, que otra ver difundian los masones reorganizados, y el fusilamiente de lox caciques indigenas que habian Iuchado contra los oligarcas terratenicntes. Mieniras los nuevos gobernantes daban paso a los catcadores de 7 Jas minas y comenzaban a adquirir tlerras despojands a les indigenas comunarios, Ia apetencia que sentia por el cauehu la industria inglesa detemring la guerra con el Brasil y In pérdida del Acre. [Lox libe- a rales suseribieren el tratade de Petrépolis renunciando a ese territerio a cambio de dos millones de libras que debian invertirse en la cons- truceién de una ferrovia 9 de otras obras “para mejorar las comuni- caciones y desenvolver «1 comercio de les dos paises”. El espiritu del Hiberalismo estaba de acuerdo, naluralmente. com recibir dinero a cambio de territerios y com imtensifiear el comercie. Por eso lox i. berales suseribieron eon la misma facilidad ef tratade de 1904 eon Chile. a = ¥ desde emtonces se dedicaron cxclusivamente a esperar en los bufetes las propuestas pequefias o grandes de las empresas extran- jeras interesadas en Ia extraccian de materias primax, La mineria guardaba relacion con los transpertcs y se suscribié un conlrate con Speyer para construir los ferrocarriles. La guerra europea que co- meng el aio M, intemsifica el funcionamiento de éstos y de las mi- estaho y wolfram que agizantaren a Patitio, ante el asombre E] Wberalismo, en suma, mared Is etapa financiera de la repiblica, etapa que dejé como consecmencia el control de la red ferroviarla en manos de ingleses, lox exportaciones liberolisimas o casi sin beneficlo para el Estade, el geste de Montes que a la cabeza de un regimiento fwé a sofocar en Potosi un conate de los mineros hambrientos v Ia menialidad algo mix evelucionada del pueblo que antes no conocia los ferroearriles y que fue Nabituindose por la prédica liberal, a vivir po- bremente, con temor y sumiskin, no ya al terrateniente que estaba arruinado, sino al extranjere que cxpletaba nuestra pais. Ese era by “clyvilizackim™. * La réplica al liberalisme “doctrinal Correspondié al Partido Republicano, fundado por Salamanca, en “1914, afte de Tx sours mores Les liberales hi ‘pian constituide yar una casta burocritica cuyos mas altes exponentes eran lox abogados de FPatifio, la Railway o las” empresas extranjeras. En contacto con éstas, sobre tode por medi my de las tenidas masénicas, terminé de formarse Ia mentalidad de aque- : Tos en la tendencia de lo coopearcion internacional. on ee eee eoeiges! _ Asi Jos liberates se desvineulaban de la bolivianidad hasta ponerse frente a ella o sobre, explotindola manéomunadamente con los nego- ciantes internacionales. La accién gubernativa aboeada a conceder fa- cilidades a la industria extractiva, no egé ya al resto del pais sino para cobrar impucsios y hacer cligir diputades. Los gobiernos liberales silo se aeuparon de fomentar el desarrollo y el progrese de algunas regiones del pais, baad ‘ucilitar la explota- clén de materias primas por la economia imperialisia, Asi se explica que cl Oriente bolivians, carecicnde de Beetle koma encontra un competidor —. hubiese quedade sin ferrocarriles, camines mi ser- vicios vitales. Tampoco el liberalismo se inferesé por el régimen agrario indi- gena, Los productos agropecuarios eran obfenidos por las metropolis en mercades mejor siiwades, No canes estimuto alguno para modi- ficar la subsistente organizacién fei de la economia agricola, EI Hberalismo no forme una in industrial en el pois, ni pretendic liberar de ta servidumbre & millones de indigenss ponféndoles en api de intervenir en una economia industrial como obreros y con- sumideres de la industria nacional. if En ‘el abandons de lee tonax agrarias donde les terratenientes cada ver mas empobrecides observahan con recelo al poderio creciente de la corriente caplialista extranjera, se forma una opesicién “republi- cana” enraizada en la tradicion, conio reactive en lo economice contra la -piticria y cl conirato leonine; en Ie religioso, contra cl libre penaa- miento materialista, la insiruccién ateista y cl matrimonio civil, y en Jo politico, contra Ia farsa democratica del fraude electoral y las pa- halos”, pric os liberales se convirtieron en los aristé- Les “repiblices", prescutindese junto con la cholada come hom- bres sobries y honrados, fueron. eee de los liberales ateos, afec- fos a In orgia y financieros; lag campesinas contra la corrup- elén de la corriente “civilizadora". Montes fué la excepeional figura austera del Uberalismo. Pero frente a €l surglé Salamanca que era austero aim, pues su continencla se proyectaba en el plano poli- tico rechazando el centrata Speyer que no era honesto. La reveluelén del aio 20 fué el triunfo de los terratenientes que capitzneabam al ariesanady, sabre Jes liberales que en ausencia de Monics remstaban sus execsos festejanda a carcajadas, en el parla- mento, los primeros anuncios de la revuelta. Los “doctrinarios" ha~ Dian sentade fama de “vende patria, diestres para dar forma legal a fodos Tos vielos de la democracia. Los “reptiblicos” pretendian ser Ios patriotas que reivindicarian cl derecho sobre el puerio ¥ los de- mécraias sin picardia. Estallé la revolucién del 12 de julio y tes toca a lox Liberales soportar las palizas en las plazas clectorales, los confinamientes y los destienros, Cuands Saavedra Megd al poder. estaba algo mis madura In devo- cién panamericanisia, pues era ya intenso el trifico de los barcos que eruaban el canal de Panama y proseguian por la costa del Pacifica. Asi como la penctracion del imperialismo inglés avanzé per la zona de Chile, poniendo el ojo sobre el sallire, el imperialismo norteameri- cane Ilego por el lado del Pert fijandose en el petréleo de Talara. a i Saaydra, olorgé concesioncs: petroliferas a la Standard Oil, mie el “cmpréalito Nicolans y entregé cl comtrol de las finanzas nacionales a Ia Comision Fiscal Permanente, nurva instituclan com la cual el im- lixmo norlcamericano. afirmé. su predominia sobre el. britanico, vedra dejé de ser “repiblico” y Fatifo, pereatindose del cambio. de situacién bajo la nueva influcncia impcrialista, comsituyé la, Pa- tiie Mines com acctonislas yanquis para defemderse contra el gober- nante enemigo de los liberales, Para los grandes Mineros Pathio y Aramayo, tx caida de los. ibe- rales no tuve al cabo constcuenclas quc les afeclasen, El Estado continnaba “dejande hacer” y sobre todo dejando pasar lox minerales exportados sin percibir mayores benelicies, Es verdad que Saavedra dicts feyes sociales, pues In huelga y la masacre de Uneia apercibie- ron al pais sobre la formacién del praletariado minero. Esas leyes cosiaron sangre. Empero las luchas politicas durante cl gobierno saa- vedrisia represenlaban sobre todo el tiers. de la silcarasias bute ertiea liberal que, empobrecida, rey Ja niieva by Grade shel! eitemceadle ta cae’ el" capita Qeariniin i tay masongria, haciéndola expulsar del “Club Internacional”. Al comenzar ta administracién de Silcs, los liberales se ballaban arruinades por seis afios de oposicién y trataban de reeuperar sus Posiciones en cl presupucsto desplazando a La “eholocracla saavedris~ ta", El mismo interés movia a una gencraciin de jivenes doctores que no Urgaren a burecratizarse con ef libcratismo y que sido pudie~ ron formar Ia vanguardia de sn agenico coricjo en la oposiciém. Todos querian gobernar con Siles. Mendy Salamanra y sus pro- sélitos, que no sufrian hambre porque potian acogerse a sus recursos de pequefios terratenientes. La crisis mundial se agudizaba, El ham- bre era apremiante y las deserciones de los jefes o dirigentes de par- tido permiticran a Siles hacer, an gobierno de concentractin nacional que se iransformé en el nuevo y efimero partido de la “Unién Nacio- nal” o “Nacionalista”. Fsta palabra era exitiea,en Bolivia. Broté del instante en que Ia sorda Iucha de intereses anglo-liberales y yanqui-saavedristas puso al gobierno en sitmacién de operar con ambos o con ninguna. qui compullsé la situacién de Bolivia. mediante que reform el cstcma hacendario de acuerdo as, favoreciendo a ls Estados Unides y modi fieando incluso tos uranceles aduaneros. En el periodo de Siles se con- traté el empréstito Dillon Read y tantearon sus fucrzas los intereses petroleros anglo-argeniinos ¥ feetieintapces. Fie aloes el peligro de la guerra, demosiré que no se habia prestado a servir de instruments a lax maquinaciones imperialistas, La crisis politico-econémira se agudiré atin mas. El gobierno tra- té de tomar los recursos del capital privado e intent) afirmarse rregando al mandato presidencial. Como. varios otros gabernanies de Ins paises Latinoaneericanos, Siles fué aventade por el crack de Bess ¥ Ia violenta restricciém del crédito, Pero la agitacion estuyo de tos partides tradicionales derechistas y cl izquierdismo eaivaiats tarie que proclamaba Ia autenomia de ta vs vsidad, estimulade por los agentes de lox grandes financieros que eran los tmicos elementos orientados en medio del alurdimiento colectivo. El periodo de Siles dt ik dee

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