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Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Capítulo 1. Aproximaciones teórico metodológicas
al estudio de la Cultura Política en la Universidad . . . . . . . . . . . . . . . 9
Salvador Mancillas Rentería
José Luis Pacheco Reyes
Marco Alanez Olvera Morales
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Las perspectivas de análisis de la cultura política . . . . . . . . . . . . . . 10
Propuesta Teórica para el análisis de la Cultura Política
en la Universidad Autónoma de Nayarit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Los componentes de la Cultura Política,
elementos para su análisis en sujetos universitarios . . . . . . . . . . . . 16
Capítulo 2. Los contornos de la política
y la vida universitaria en la UAN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
José Salvador Zepeda López
Enedina Heredia Quevedo
Daniel Antonio Camarena Barrón
Tradiciones políticas, la oposición temprana
y la longevidad del priismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Tepic, la experiencia de organización y movilización . . . . . . . . . . . . 23
Los tiempos de la política nayarita, el contexto y los actores . . . . . 23
La Universidad Autónoma de Nayarit en su contexto . . . . . . . . . . 35
Capítulo 3. Reglas y recursos en la configuración
de la Cultura Política del estudiante en
la Universidad Autónoma de Nayarit; el dilema
entre el compromiso cívico y la desafección política . . . . . . . . . . . . . 45
Alejandro Enrique Orozco Morales
José Luis Pacheco Reyes
Salvador Mancillas Rentería
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
El sujeto de observación, los estudiantes de la UAN . . . . . . . . . . . 46
La dimensión normativa de la Cultura Política.
Valores, actitudes e ideologías entre los jóvenes
de la Universidad Autónoma de Nayarit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
La dimensión subjetiva de la Cultura Política.
Evaluaciones y participación política de los jóvenes
de la Universidad Autónoma de Nayarit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Articulación entre reglas y recursos de estudiantes
universitarios de la Universidad Autónoma de Nayarit.
La Cultura(s) Política(s) de los estudiantes universitario . . . . . . . . 64
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Capítulo 4. Aproximaciones a la Cultura Política
de los docentes de la Universidad Autónoma de Nayarit . . . . . . . . . 69
Enedina Heredia Quevedo
José Luis Pacheco Reyes
Alejandro Enrique Orozco Morales
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
La dimensión normativa de la cultura política
de los profesores de la UAN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
La dimensión de los recursos.
Evaluaciones y participación política de los docentes
de la Universidad Autónoma de Nayarit . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Presentación
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Presentación
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Capítulo 1. Aproximaciones teórico
metodológicas al estudio de la cultura
política en la Universidad.
Salvador Mancillas Rentería
José Luis Pacheco Reyes
Marco Alanez Olvera Morales
Introducción
México vive hoy una coyuntura política complicada, caracterizada por lo que
algunos han catalogado como una paradoja democrática; instalado en lo que
numerosos especialistas definen como “proceso de democratización política”,
vinculado a importantes modificaciones de carácter procedimental, institucio-
nal, normativo y legal, sobre todo en el ámbito electoral y gubernamental, sufre
al mismo tiempo los estragos de una crisis política, que muestra distintas face-
tas: una marcada tendencia en la deslegitimación del régimen político, una baja
tendencial en la confianza respecto de las instituciones, a la par de los procesos,
procedimientos, reglas y actores políticos, en particular el sistema de partidos;
lo que conlleva una paulatina reducción en el interés por la política y una con-
secuente pérdida del interés de la ciudadanía, que tiende a generalizarse, por
desempeñar un rol activo y permanente en el terreno de lo electoral, de modo
particular, el distanciamiento casi total de la vida pública.
Este complejo panorama detonó el interés por indagar respecto de las op-
ciones teórico-metodológicas, para ampliar nuestro entendimiento: primero,
respecto de las posibles transformaciones que se han dado en la cultura política
del mexicano que, en teoría tendrían que ser el correlato a nivel axiológico y
comportamental entre los distintos miembros de la sociedad, de las transfor-
maciones institucionales, legales, normativas y procedimentales, y; segundo,
en referencia a los factores que se constituyen en orientadores y determinantes
de la acción política de los miembros jóvenes de la población, en particular de
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Aproximaciones teórico metodológicas al estudio de la cultura política en la Universidad
aquellos que hoy en día están inmersos en el nivel de educación superior, que
conforman un grupo social selecto, podríamos decir privilegiado por acceder
a una formación profesional, conocimiento especializado y por contar con in-
formación, para constituirse en sujetos pensantes, capaces de expresar y actuar
respecto de la política y sus componentes.
La cultura política, en perspectiva, es, sin duda, una de las opciones que,
a nuestro juicio, posibilita el desarrollo de una mirada que permite identificar
los elementos subyacentes al comportamiento político de los miembros de la
sociedad, inmersos en distintos planos. De modo simple, la cultura política
puede definirse como el conjunto de orientaciones simbólicas (normas, valores,
símbolos, conocimientos, actitudes, ideas, ideales, concepciones, costumbres,
tradiciones, etc.) del comportamiento político de los miembros de una sociedad
ante la vida pública y sus referentes: el gobierno, el régimen y la comunidad po-
lítica. En otras palabras, se refiere al imaginario colectivo constituido en torno
de la política, sus componentes y las relaciones que entre éstos se desarrollan;
que orienta la percepción subjetiva que los miembros de la sociedad tienen del
poder, la influencia, la autoridad, la sujeción, la subordinación y la obediencia,
entre otros aspectos.
La cultura política ha sido abordada desde distintas ópticas, lo que implica
el desarrollo de distintos debates en los que se muestran posturas teóricas, rela-
cionadas con una amplia gama de metodologías y dispositivos materiales e ins-
trumentales con referencia a distintas realidades observadas. De estas cuestio-
nes nos ocuparemos en el presente apartado, como paso necesario a la elección
de una postura apropiada al contexto y los sujetos de observación en Nayarit.
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Salvador Mancillas Rentería | José Luis Pacheco Reyes | Marco Alanez Olvera Morales
La perspectiva clásica
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Aproximaciones teórico metodológicas al estudio de la cultura política en la Universidad
los determinantes principales del mismo, puesto que los elementos culturales se
encuentran por encima de los elementos estructurales e institucionales, pues se
transmiten y perduran de generación en generación; 6. Determina la estabilidad
del sistema político democrático pues además de legitimar al sistema asegura la
gobernabilidad del mismo.
La perspectiva institucional
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Salvador Mancillas Rentería | José Luis Pacheco Reyes | Marco Alanez Olvera Morales
Hacia la década de los años noventa emergería una perspectiva distinta respecto
de la cultura política, en este caso obra de Robert Putnam (1993) quien par-
tiendo de un cuestionamiento básico acerca de las condiciones que posibilitan la
creación de instituciones fuertes, responsables y efectivamente representativas,
buscaba entender el desempeño óptimo de las instituciones democráticas.
Este autor parte de una de las premisas básicas de la perspectiva clásica de la
cultura política, según la cual la participación política se constituye en condi-
ción del quehacer democrático; considera que para que el desempeño de las ins-
tituciones democráticas fuese óptimo, se requería que la participación política
se hallase en un justo medio, es decir, debería evitarse un ejercicio excesivo de la
misma y evitar, al mismo tiempo, la apatía e indiferencia del ciudadano. Debía
articularse de manera eficiente tanto la obediencia y subordinación a la auto-
ridad con la iniciativa y participación ciudadana evitando, en todo momento,
que alguno de las dos tendencias terminase erigiéndose por encima de la otra.
Desde esta noción lo que había hecho posible el desarrollo de la participa-
ción política en los sistemas democráticos consolidados era el patrón histórico
observado en la sociedad en cuestión. La historia se constituía en factor de-
terminante del contexto socio cultural en el que se desenvolvían los miembros
de la comunidad, y en una causal de la existencia o ausencia de una comunidad
cívica, responsable de la creación del capital social, el cual, permitía la eficiencia
social facilitando con ello el desarrollo de acciones coordinadas.
En otras palabras, tanto el nivel de compromiso cívico de los ciudadanos,
para con las instituciones, como el grado de confianza interpersonal que histó-
ricamente se ha desarrollado en una sociedad determinada y que viene aparejado
de una vibrante vida asociativa afectaba el funcionamiento y eficiencia de las
instituciones políticas, el óptimo desempeño institucional y el gubernamental
en las democracias. Períodos prolongados de estabilidad, crecimiento, sosteni-
bilidad y desarrollo humano son una consecuencia directa del grado de apro-
piación consistente y sostenido de la cultura política democrática por parte de
los miembros de una sociedad. Por el contrario, el déficit en la apropiación de
una cultura política democrática o en presencia de una poco democrática, el
resultado será inestabilidad histórica crónica con resultados en atraso, perdida
de riqueza nacional, aumento de la pobreza, etc.
Tres características destacan en esta perspectiva: primero, la historia y el
contexto social afectan profundamente la efectividad de las instituciones políti-
cas; segundo, las actitudes políticas de los individuos pueden ser afectadas por
el cambio en las instituciones formales; por último, los cambios profundos en
la cultura y la estructura social propiciados por nuevas instituciones son lentos.
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Aproximaciones teórico metodológicas al estudio de la cultura política en la Universidad
La perspectiva dual
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Salvador Mancillas Rentería | José Luis Pacheco Reyes | Marco Alanez Olvera Morales
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Aproximaciones teórico metodológicas al estudio de la cultura política en la Universidad
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Salvador Mancillas Rentería | José Luis Pacheco Reyes | Marco Alanez Olvera Morales
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Capítulo 2. Los contornos de la política y la
vida universitaria en la UAN1
José Salvador Zepeda López
Enedina Heredia Quevedo
Daniel Antonio Camarena Barrón
Introducción
1
En la elaboración del presente capítulo se echó mano de algunos trabajos previos (Zepeda,
2003; Zepeda y Flores, 2009; Zepeda y otros, 2010; Zepeda, 2018) de algunos de los autores
participantes de esta obra.
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Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
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José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
Dos eventos que se desarrollan entre los años sesenta y setenta, se constituyen
en las señales de los nuevos tiempos políticos: la coyuntura electoral de 1972 y
la de 1975, en el marco de la renovación de la gubernatura.
El año 1972 es clave en la configuración de la oposición en Nayarit. Las
dos experiencias estuvieron sustentadas en ensayos de organización preelectoral
sin precedentes en el estado, el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), obtuvieron en las urnas las
presidencias municipales de Tepic y Tuxpan respectivamente, acompañadas de
las diputaciones correspondientes a tales municipalidades. A esto se agrega el
clima de inconformidades generado por los resultados electorales en algunos
de los municipios más importantes: el conflicto protagonizado por el Partido
Acción Nacional (PAN), con la exigencia de que se le reconociera su triunfo
en el municipio de Compostela; el cuestionamiento a los triunfos priistas en
Santiago Ixcuintla, donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sufrió
fisuras muy serias.
El PPS organiza los llamados “Comités del Pueblo” (CP) en colonias, eji-
dos y comunidades del municipio de Tepic. En primera instancia se convierten
en Comités para la promoción y defensa del voto socialista; posteriormente,
según Salvador Castañeda O’Connor, “se eligen democráticamente y asumen
funciones muy importantes, entre las que se encuentran el cobro de impuestos,
vigilar el orden público, estudiar los problemas y buscar su adecuada solución...
fomentar la cultura y el deporte, cuidar parques y jardines; en una palabra: todo
el poder municipal al pueblo”4. Ésta sería una experiencia pionera en la gestión
pública, para dar apertura a la posibilidad de ejercer el gobierno de la mano de
la ciudadanía.
Así, con la llegada del PPS a la alcaldía de Tepic, el equipo encabezado por
Alejandro Gascón Mercado como presidente, lleva a cabo un ensayo organizati-
vo y de gestión, del brazo de la ciudadanía, tal vez el uno de los más importantes
ensayado en Nayarit. Los “CP” se incorporan durante su período, como parte de
2
Entrevista con AGM, en Lourdes Pacheco y otros (1992), Cómo votamos en Nayarit en 1991.
Fundación Cultural Antonio Pérez Cisneros, Tepic, Nay., p. 63.
3
Entrevista a AGM. Loc. cit., p. 65.
4
Diario del Pacífico, marzo 9 de 1973.
21
Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
5
Ibíd., marzo 11 de 1973.
6
Ibíd., marzo 24 de 1973.
22
José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
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Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
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Se distingue por el auge de la izquierda; fenómeno que se expresa a través de la presencia del
PPS en el estado, el cual llega a tener vida orgánica. De hecho, entre 1963 y 1966, el escenario
se torna prácticamente bipartidista, puesto que, sólo el PRI y el PPS registran candidatos a
cargos de elección popular.
10
Inician brotes de inconformidad en el PRI local y nacional. La coyuntura electoral de 1969
y los métodos de selección interna de candidatos en el PRI provocan desprendimientos de
personalidades y grupos disidentes. Por primera vez éste partido afrontaría un compromiso
dividido y en un ambiente al parecer polarizado. El desprendimiento de la disidencia, da lugar,
en Nayarit, a una alianza electoral con el PPS a través de lo que se denominaría el Frente
Popular (FP). Utilizando las siglas solferinas, varios priistas inconformes contienden por al-
caldías y diputaciones, en un proceso en que el ambiente se polariza y al menos se crean, por
primera vez, expectativas de triunfo opositor en algunas partes de la entidad, como ocurre en
los municipios de Tepic y Santiago Ixcuintla. En esta ocasión los únicos partidos que registra-
ron candidatos fueron el PRI y el PPS. Puede decirse que este proceso sienta las bases para lo
que ocurriría tres años más tarde, la primera derrota priista en la entidad, en dos municipios
(Tepic y Tuxpan) y dos distritos electorales (I y VI). Tepic y el distrito I a manos del PPS y
Tuxpan y el distrito VI a manos del PARM.
11
Para este momento, el proceso comenzaba a tener sus repercusiones, expresadas en la emer-
gencia de agrupaciones y conflictos derivados de la problemática, tanto en el campo como en
la ciudad. El proceso de 1975 es quizá el momento cumbre para el PPS. En ese año llegan a
polarizar el ambiente electoral; el principal atractivo de la elección era la disputa por la guber-
natura: del lado del PPS un candidato con fuerte arraigo y popularidad a nivel local y regional,
con el antecedente inmediato de haber sido Presidente Municipal de Tepic, con una gestión
de cara a la ciudadanía y confrontado con los tres poderes del Estado y con el partido oficial.
Del lado del PRI un candidato enviado desde el centro, desarraigado, sin otro vínculo con la
entidad que el de haber sido avecindado, militar de carrera con el antecedente de participación
en la masacre del 10 de junio de 1971. Importantes ingredientes de la elección, creándose un
ambiente bipartidista, puesto que el asunto del PARM había sido "flor de un día". Se crean
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José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
grandes expectativas alrededor del PPS, que logra registrar candidatos a los cargos de elección
popular, contendiendo en ese aspecto en igualdad de condiciones que el PRI. Se estarían
viviendo las elecciones más competidas, hasta ese momento, en la historia de la entidad.
Más tarde, el polémico saldo que arroja el proceso, hasta ahora no esclarecido por completo,
acarrea frustración y desánimo en el electorado, que se aleja de las urnas durante un buen
tiempo, no obstante que comienzan a aparecer una serie de interesantes proyectos unitarios
de la izquierda, como el de la Coalición de Izquierda, en el que participa por primera vez el
Partido Comunista Mexicano en una elección local.
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A estas alturas, la lucha político-electoral se había colapsado en Nayarit. Como consecuen-
cia de los resultados del proceso de 1975, el electorado se había alejado de las urnas, cosa que
se demostraría el día de la jornada electoral, en que el abstencionismo, reconocido de manera
oficial, se situó por arriba del 53%, porcentaje más alto de la historia electoral priista.
13
Teniendo como punto de partida el proceso electoral federal de 1988, este momento coinci-
de con una nueva etapa de la lucha democrática en el país. El proceso concita la participación
popular y alienta a la ciudadanía para regresar a las urnas. Los grupos independientes, -la
Organización Revolucionaria Punto Crítico (ORPC) y una fracción de Organización de Iz-
quierda Revolucionaria Línea de Masas (OIR-LM)- discuten su posición frente al proceso en
marcha; en su peregrinar por el país, algunos miembros de la Corriente Democrática, visitan
Nayarit en junio de 1987 al parecer sin éxito alguno, en medio de la tibieza de los priistas
y la presencia expectante de la oposición. Una vez que Cuauhtémoc Cárdenas es postulado
por el PARM como candidato a la Presidencia de la República, el debate se profundiza entre
las diferentes fuerzas. Tras la conformación de la alianza electoral expresada en el Frente De-
mocrático Nacional (FDN), en Nayarit se hace lo propio, prácticamente partiendo de cero.
Conforme iba tomando impulso el proceso, se fueron dando las adhesiones y la conformación
de los órganos de coordinación: la tarea la asumen los partidos (PPS, PARM, PFCRN), que
en Nayarit habían sido –los dos últimos- un tanto insignificantes, carentes de estructura y de
base social. Así, con la incorporación de contingentes ligados a los grupos independientes se
fortalece la figura del FDN en Nayarit, toda vez que dichos grupos venían de experiencias de
lucha interesantes, llevadas a cabo tanto en el medio urbano como en el rural. Se sientan las
bases para lo que posteriormente se convierte en el PRD, una vez cerrado el polémico proceso
de 1988. Aquí daría inicio una nueva etapa en la historia político-electoral de Nayarit. La
oposición de izquierda se consolidaría en el PRD; un lento pero interesante despertar de las
organizaciones cívicas y ciudadanas, incorporadas inicialmente en el ámbito de la ecología y
los derechos humanos; las reformas electorales darían paso a la figura de "partidos locales" y
en 1994 comenzaría también a cobrar fuerza el PAN, la que se confirma en 1996, al ubicarse
como segunda fuerza electoral, con una votación aproximada del 30%, después de haber
tenido una presencia irrelevante desde su fundación en Nayarit, en 1961, carecía de vida ins-
titucional y actuaba únicamente en el ámbito electoral.
25
Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
14
Por varias décadas, en Nayarit prevaleció un ambiente en el que además del partido en el po-
der, el PRI, el panorama político-electoral registraba pocas opciones. Había estado reducido
a cuatro, el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el
Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).
15
Con la Reforma Electoral "Democrática" de 1977, se amplía el espectro, dando paso a la
conformación de nuevos partidos, como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), el
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Partido Mexicano de los Trabajadores
(PMT) y el reconocimiento del más antiguo de todos que, por décadas se mantuvo proscrito
y obligado a llevar a una vida semiclandestina, el Partido Comunista Mexicano (PCM).
16
Durante la década de los setenta se vio ligado a la conformación de un movimiento amplio,
el del Frente de Defensa Popular, del que se desprenden algunos organismos en el medio
urbano (Frente Inquilinario) y rural. De hecho, las opciones se reducían a dos o tres fuerzas
dinámicas y actuantes, entre las que se encontraban el PRI, con una fuerza extraordinaria, el
PPS, con mediana fuerza y el PAN, con una fuerza muy escasa. Para dar cuenta de lo anterior,
basta con revisar dos indicadores, el registro de candidatos a cargos de elección popular por
cada uno de los partidos y su correspondiente fuerza electoral expresada en votos.
17
Se parte de la idea de que hasta antes de la presente década todos los partidos políticos que
se conocían en Nayarit tenían registro de carácter nacional.
26
José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
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Estos porcentajes no son para alarmarse, tomando en cuenta que Nayarit se ha distinguido
por la baja competitividad electoral. Sin embargo, es conveniente alertar en el sentido que
lo hace Silvia Gómez Tagle (1989), cuando señala que "En México..., el problema del abs-
tencionismo se resolvió durante muchos años no sólo mediante la capacidad de movilización
electoral del partido oficial...sino también mediante la manipulación artificiosa de las cifras
electorales" (p.11). Ello podría explicar el hecho de que, ante la baja concurrencia a las elec-
ciones de 1981, donde se estimaba un porcentaje de 70% de abstencionismo, el gobierno al
frente de los órganos electorales tuvo la capacidad de manipular hasta reducirlo a casi el 50%.
19
Lourdes Pacheco (1993), ob. cit., p. 63.
20
Idem.
21
No obstante que el PAN había logrado constituirse en una fuerza importante a partir de
1972 en Compostela, donde sólo el fraude y la represión durante la protesta postelectoral,
pudieron ponerle freno. Más allá no había tenido mayor trascendencia, hasta que alcanzó un
importante triunfo en Ixtlán del Río.
22
El PDM pasó un tanto desapercibido en la entidad, su membresía no estuvo muy a la vista,
habiendo tenido sólo una representación estatal que no iba más allá del ámbito cuasi familiar.
27
Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
turas en las que ellos se han tenido que sumar aportando su registro. Puede de-
cirse que el caso de Tuxpan es un ejemplo claro al respecto. Después de 197223
no pasó de ser un partido sin estructura y con representación muy focalizada,
entre Tepic y algunos municipios vecinos, caso concreto de Santa María del Oro
y Compostela. La coyuntura electoral de 198824 le da un ligero respiro, al lograr
una buena votación a nivel nacional y estatal.25
Como se señalaba arriba, la reforma de 1977 trajo novedades y aparecen
nuevos partidos, como el Socialista de los Trabajadores (PST), que a los diez
años se convierte en Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional
(PFCRN),26 el del Pueblo Mexicano (PPM),27 el Mexicano de los Trabajadores
(PMT) y el Revolucionario de los Trabajadores (PRT).28
Lo más destacable en la vida política electoral ocurre durante los años
ochenta. En primer lugar, los intentos unitarios de la izquierda: la creación de
la Coalición de Izquierda, experimento electoral que nuclea a las dos principales
expresiones políticas del estado,29 por cierto algo no muy exitoso, que sin em-
bargo, constituye el preámbulo en la aparición del Partido Socialista Unificado
de México (PSUM). Experiencias efímeras, puesto que el PSUM contendió
23
En el proceso en cuestión, 1972, lograrían ganar la presidencia que había estado siempre en
manos del PRI y al mismo tiempo obtendrían la mayoría en su distrito electoral correspon-
diente para alcanzar a tener un diputado, el distrito VI local.
24
Antes de esta coyuntura había tenido prácticamente sólo su representación estatal y en
algunos de los municipios cercanos al centro, nutriéndose básicamente de la disidencia priis-
ta; su dirigente estatal era más conocido en los círculos del café vespertino en Tepic y en el
medio deportivo como propietario de un equipo profesional de béisbol. Ante las necesidades
de inyectarle un mayor dinamismo, para este año el dirigente estatal sería Miguel Castro
Bustos, un político venido a menos y estigmatizado por su radicalismo en sus años de activista
en la UNAM.
25
Había sido un partido marginal. En la elección local de 1987, ni siquiera alcanzó el 1.5%
de votación, necesario para preservar el derecho político que la ley le concede, y en 1988, en
la contienda presidencial, fue el menos favorecido de todos los partidos y organizaciones con
registro incorporadas al FDN, como el PPS, el PFCRN y el PMS en la última fase, una vez
que Heberto Castillo declinó a su candidatura y se adhirió a Cuauhtémoc Cárdenas. En Na-
yarit se sumó también la regional nayarita de la Organización Revolucionaria Punto Crítico.
26
Y últimamente, en 1996, antes de la última elección federal cambió su nombre, denomi-
nándose Partido Cardenista (PC).
27
Es el partido que fundó el ala mayoritaria del PPS, al salir, una vez que se cerró el ciclo de
la elección local en Nayarit, hacia el año 1975.
28
El PRT no tuvo mayor arraigo en Nayarit; no fue más allá de unos cuantos simpatizantes
y una representación, que ostentaba José Ramón Parra Mendoza, egresado de la Escuela de
Leyes de la UAN, donde había sido activista político del Consejo Estudiantil Universitario
(CEU). En 1987 contendió en una alianza con la Organización Popular Estudiantil en Lucha
(OPEL) de Xalisco, con candidatos a la diputación por el distrito II local y a la presidencia
de ese municipio.
29
Convergen en esta experiencia las dos principales fuerzas de la izquierda histórica de Naya-
rit: el Partido Comunista Mexicano y el grupo encabezado por Alejandro Gascón, que había
fundado en forma reciente el Partido del Pueblo Mexicano.
28
José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
30
La corta vida del PSUM fue muy accidentada. Duró muy poco la unidad interna, hacia 1984
la fracción gasconista había emigrado para crear un nuevo partido y quienes se quedaron se
fundieron en una dinámica incesante de toma y daca que marcó al partido y lo confinó a la
marginalidad y la intrascendencia.
31
Habrá que tener en cuenta que aun en las condiciones más difíciles, el gobierno del estado
logró capitalizar la situación del campo tabaquero, por lo menos en forma momentánea, al
canalizar las inconformidades a través de la creación de la ARIC tabaquera, articulada a la
CNC, como lo señala Makinlay (1998).
29
Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
32
El PRS contiende desde 1985, cuando entabló una alianza electoral con el Partido Mexicano
de los Trabajadores (PMT), en las elecciones federales de ese año, después de haber roto con
el PSUM.
33
El PRS, integra la vertiente histórica a la que se adscribe el propio Alejandro Gascón Mer-
cado, es un partido fundado en 1984, proyectándolo como fuerza política nacional; el PPN
integra parte de la segunda generación, encabezado por Miguel González Ibarra, un cuadro
político formado en las batallas de los primeros años de la década de los setenta, con la ex-
periencia de haber participado en las dos principales coyunturas electorales del grupo (1972,
1975). Miguel había pasado por el PPM, el PSUM, el PMS y el PRD, de donde salió siendo
diputado local, en el período 1990-1993; y finalmente, el PFRAP representativo de la tercera
generación, con José Luis Sánchez a la cabeza, un luchador social del municipio sureño de
Ixtlán y activista político, desde las juventudes del pueblo mexicano, pasó por el PSUM, el
PMS y creó en 1988 el FRAP como organización de lucha en el movimiento urbano popular,
que luego lo convirtió en partido político.
30
José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
En la parte final del siglo veinte, alcanzan a tener relevancia los movimientos
sociales, particularmente el movimiento urbano y el campesino, que se sitúan y
autodefinen como independientes. Emergen frente a la crisis de representación
que se vivía en la entidad después de 1975. El repliegue de la sociedad y la
contracción de la dinámica política permiten que este movimiento comenzara
a incubar en distintos ámbitos. Las instituciones educativas, particularmente
la Universidad, los barrios populares y los patios de vecindad se convierten en
los principales puntos de incubación del movimiento popular urbano (MUP).34
Como actor principal del medio urbano, el MUP salta a la luz pública en los
albores de los ochenta, compuesto básicamente de grupos de colonos, inquili-
nos, usuarios de distintos servicios públicos (agua, luz, gas), comerciantes am-
bulantes, etc., alineados en distintos organismos sociales. El periodo de mayor
presencia del MUP va de 1981 a 1986 y ciertamente, se constituyó en proyecto
alternativo de participación ante la crisis partidista. Después de ésta, el movi-
miento popular sucumbe ante la fiebre electoral provocada por la coyuntura
de 1988 y la emergencia de partidos como el PRD y el PT, que se nutren de
importantes contingentes que años atrás habían estado articulados al MUP.
El ciclo del MUP coincide con el ánimo del gobierno en turno, por restituir
a las organizaciones priistas la capacidad de control social, mediante la puesta
en marcha de una política de puertas abiertas y de acciones enfocadas a dar
respuesta a problemas sentidos, otorgándoles a dichas organizaciones manos
libres en la gestión de demandas sociales, alentando incluso estructuras para-
lelas a las del MUP, dando la pauta para lo que se identifica como los grupos
independientes y oficialistas. La emergencia de nuevos actores provocó cierta
presión sobre el gobierno, puesto que puso en entredicho la legitimidad de la
estructura sectorial priista. Hoy en día, el MUP ha pasado a convertirse en un
dato más, sólo existen algunos supervivientes de la época de oro, por ejemplo,
se mantiene la Unión Popular Independiente de Nayarit (UPIN), que en forma
reciente acaba de cumplir 30 años de existencia, como se constata en la revisión
del documento de Zepeda (2017).
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Entre los antecedentes destaca el proyecto del Frente de Defensa Popular, emanado del
Partido Comunista Mexicano, inmerso aun en la vida "clandestina". El FDP surge frente a
una serie de problemas urbanos: la irregularidad en la tenencia de la tierra en algunos de los
asentamientos jóvenes de Tepic, fundados sobre tierra ejidal.
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Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
Pueden destacarse dos casos y sólo brotes de lo que pudiera identificarse como
parte del movimiento campesino. Más o menos en la misma temporalidad del
MUP, surge un proyecto de autogestión productiva en la zona maicera del sur
de la entidad, entre los municipios de Ahuacatlán, Jala y Santa María del Oro.
La Unión de Ejidos Lázaro Cárdenas, que se caracterizó por su proyecto edu-
cativo, orientado hacia la participación con miras a la gestión autónoma de los
productores y sus familias, y el caso del Frente de Defensa del Tabaco, que surge
a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, cuando se anunciaba
la desincorporación de TABAMEX.
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José Salvador Zepeda López | Enedina Heredia Quevedo | Daniel Antonio Camarena Barrón
Los estragos del Niño, aquel trágico 1992, que provocó una situación de
quiebra casi generalizada entre los productores agrícolas de las distintas regiones
del estado, que, junto al famoso error de diciembre, se convierten en un factor
de presión y en una seria amenaza al patrimonio familiar.
Encontramos, también, operando desde los años setentas, al fideicomiso
Bahía de Banderas, afamado por sus pasajes fraudulentos, además de los gran-
des estragos provocados en la naturaleza y en el ámbito social, tras la puesta en
operación de agresivos planes enfocados a atraer inversiones –principalmente a
la rama turística de la región-, que dieron como resultado una tendencia gra-
dual a la expropiación de suelo ejidal y su incorporación a manos privadas, con
lo que además se ejerce un control centralizado por parte del gobierno federal,
que da carta abierta para las acciones deliberadas de saqueo y desplazamiento de
ejidatarios de la región sur.
Lo anterior fue el marco para la aparición de algunos presagios de cambios
en el escenario político social; emergían nuevos actores con una gran determi-
nación en defensa de sus intereses. Así, en la costa sur, no se hizo esperar la
presencia de un movimiento de resistencia -grupos de ejidatarios y sus fami-
lias-, ante lo cual se echó mano de recursos de fuerza por parte del gobierno
en turno; sobresale el caso de Corral del Risco, en de Bahía de Banderas, una
comunidad que fue objeto de represión, mediante lo cual fue desalojada, a
principios de la década.
Por otra parte, en relación a la presencia de Aquanova en la zona estuarina,
y frente a la amenaza que se cernía sobre la región, surgieron focos de resis-
tencia, principalmente en el municipio de San Blas, con la creación del Grupo
Manglar, que ha estado enfocado en la defensa de la naturaleza, planteándose
inclusive acciones alternativas en lo relacionado con el fomento a la actividad
turística. El ejemplo del grupo Manglar prende y se van figurando nuevos es-
cenarios, con el surgimiento de otros núcleos, ahora en el medio urbano, a
través de una organización identificada como la Sociedad Ecológica de Nayarit
que se enfocaría, en primera instancia, a la defensa de la ciudad y por un mejor
nivel de vida urbano, libre de contaminación ambiental y de las aguas, con la
preocupación central sobre el Río Mololoa, que corre por la ciudad de Tepic y
desemboca en el Río Santiago, ya muy cerca de la desembocadura de éste hacia
el Océano Pacífico.
La crisis política y los cambios en las relaciones entre sociedad y gobierno,
que comienza a aplicar políticas “de mano dura”, da la pauta también para que
desde distintas trincheras se fuera abriendo un campo más de actuación, el de
los derechos humanos. Aparece organizaciones promovidas por grupos de igle-
sia, como sucede con Pro Derechos Humanos A.C. (PRODHAC), proyecto
impulsado en forma directa por parte del Obispo de la Diócesis de Tepic, al cual
se incorporan personas de distintas procedencia, fundamentalmente líderes de
opinión, profesionales de distintos campos, entre ellos un grupo de abogados y
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Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
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En un lapso de seis años, cuatro se dedican a la actividad electoral, de manera que los
otros dos, si nos centramos en la lógica, son igual parte de la misma, porque, aun cuando
las reformas electorales se han enfocado a reducir los tiempos de campaña, estableciendo un
momento previo, la precampaña, la actividad de los partidos rebasa los tiempos y con ello
atrae a la sociedad a la dinámica.
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Instituto Tecnológico de Bahía de Banderas, Instituto Tecnológico de Tepic, Universidad
Tecnológica de Bahía de Banderas (UTBB), Universidad Tecnológica de la Costa, Universi-
dad Tecnológica de Nayarit (Xalisco), Instituto Tecnológico de Jala y Universidad Pedagógica
Nacional (UPN).
37
Universidad del Valle de Matatipac, Universidad del Álica, Universidad Marista de Nayarit,
Universidad de Baja California, Universidad Vizcaya de las Américas, Universidad de Espe-
cialidades (UNE), UNIVER, Universidad Nueva Galicia, Instituto de estudios tecnológicos
y Superiores Matatipac AC, Universidad Mercurio, UNIVA-Tepic, Instituto las Américas de
Nayarit, Instituto de Gastronomía ISIMA-Tepic, UNAY, ISIC.
38
Entre los programas académicos de mayor presencia figuran Derecho, Contaduría, Admi-
nistración y en forma reciente se suman los casos de Psicología y Ciencias de la Educación,
en estrecha conexión con el mercado de trabajo que se viene desplegando en el ámbito gu-
bernamental y educativo.
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2012 y 2014, con Roy Gómez, como candidato a Diputado Federal y Presidente
Municipal de Tepic, respectivamente.
Podrán decir, sus dirigentes y los rectores en turno, que “a su interior mi-
litan jóvenes que son electos democráticamente en sus escuelas y que a su
vez son simpatizantes de todos los partidos, desde Acción Nacional, el Partido
Revolucionario Institucional, el de la Revolución Democrática y el Partido de
los Comunistas y muchos más que no tienen partido, pero cuyo principal obje-
tivo es foguearse en la actividad política y ser verdaderos representantes de los
estudiantes de su escuela”. Sin embargo, entre los estudiantes, como sucede en
la democracia liberal, debe haber libre juego, producto de las condiciones de
libre pensamiento y acción que nos otorgan las leyes, de lo contrario, estamos
ante una situación grave de derechos políticos vulnerados y en consecuencia
atentando a los derechos humanos.
De hecho, los periodos de gobierno de Ney González (2005-2011) y Rober-
to Sandoval Castañeda (2011-2017), fueron importantes para la FEUAN; pero,
al mismo tiempo, el fin del sandovalismo trajo crisis para esta organización,
dado el vínculo tan estrecho con algunos de los principales actores del régimen,
sobre todo en lo que se refiere al ex Fiscal General de Nayarit, Edgar Veytia,
preso en Estados Unidos por narcotráfico, uno de sus principales patrocina-
dores, además de la derrota del PRI en las elecciones de gobernador, en 2017.
Sin embargo, en la UAN parecen estar aun gozando de privilegios ante la
inercia política y la ausencia de reformas a la norma interna de la institución, la
que hace posible hasta el momento, la prevalencia de una estructura de repre-
sentación y gobierno anquilosados.
39
En los años setenta, en la segunda mitad, de hecho, fue parte de todo un proceso que se
vivía a nivel nacional, con la emergencia del sindicalismo democrático en las universidades
de la mano de proyectos de universidad de corte popular (Universidad Pueblo) y con fuertes
vínculos con un conjunto de movimientos sociales emergentes en distintos ámbitos de la so-
ciedad. En aquel tiempo se llamaba Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad
Autónoma de Nayarit (STESUAN).
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Los contornos de la política y la vida universitaria en la UAN
se ha perdido la figura del líder ante sus agremiados. En cuanto el líder, se dice
que no existe una relación concreta con los agremiados que padecen algún con-
flicto laboral, permanecen los mismos conflictos sin tener alguna solución. No
hay una verdadera visión estratégica institucional, no hay un liderazgo cercano
a las bases, sin soportes sociales, sin bases, con escasa legitimidad.
Formas de relación corporativa. En cuanto a la relación de base, se carac-
teriza por la existencia de formas corporativas, con bases sindicales acotadas,
encuadradas en un esquema monopólico de representación, de afiliación forzosa
sobre el sindicato titular de contrato colectivo. En esto sobresale la separación
de las dirigencias respecto a sus agremiados, con los secretarios y sus dirigen-
tes, en el momento en que la comunicación no se da. Esta se pierde en ciertas
ocasiones, en que las demandas de los docentes no son escuchadas, no se les
otorga la ayuda adecuada a sus necesidades, y por otra parte, cuando los recur-
sos o los derechos no son administrados adecuadamente, de manera equitativa
e igualitaria, favoreciendo a un solo grupo pequeño de docentes universitarios,
el privilegio de las minorías. Donde las relaciones sindicales son afectadas y en
consecuencia producen desorganización en el sindicato, desgaste e ilegitimidad
en la estructura y los liderazgos.
El camino incierto del sindicalismo a futuro. En lo que respecta al futuro
en el SPAUAN el sentir es variado entre los sindicalizados. Un primer grupo
considera la posibilidad de continuar sin cambios en el ambiente sindical, con-
ciencia pobre en lo que se refiere a la vida sindical por parte de los agremiados,
lo que implica que las cosas sigan igual que antes: concentración y centraliza-
ción del poder y toma de decisiones por parte de los dirigentes, en perjuicio de
la organización sindical, llevada por las inercias del sindicalismo corporativo de
Estado.
Del lado contrario quienes piensan en la posibilidad de que el sindicato se
fortalezca, con la existencia de espacios de reflexión, con una comunicación ágil
y estratégica, con la apertura de opciones de formación y capacitación en el
plano sindical, de espacios de participación, deliberación y construcción colec-
tiva de la toma de decisiones. Con estrategias comunicacionales que permitan
estrechar vínculos entre la dirigencia y los agremiados.
Los problemas enunciados no son privativos del SPAUAN, se presentan de
modo general en la institución. La concentración del poder dentro de la UAN,
basado en el corporativismo, es factor determinante para el actuar de los repre-
sentantes de los cargos dentro de ella.
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Capítulo 3. Entre el compromiso cívico y la
desafección política. La configuración de la
cultura política del estudiante de la UAN
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Introducción
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madres de los entrevistados es que una buena proporción de ellas (32.6), han
podido acceder a la educación superior, pues se trata de madres jóvenes.
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Las actitudes
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“En nuestro país existen personas cuyo pensamiento está marcado por ideas
diferentes a las de la mayoría de la población, ¿en tu opinión estas personas
deben…?: obedecer la voluntad de la mayoría dejando de lado sus ideas; pueden
tener sus ideas, pero que no intenten convencer a los demás; o, pueden tener sus
ideas e intentar convencer a los demás”. El sentido de las respuestas indica tres
niveles de tolerancia: la primera opción indica intolerancia, la segunda toleran-
cia privada o limitada y la tercera opción representa la tolerancia activa o plena.
En principio, en el primer nivel se evidencia una proporción relativamen-
te baja de entrevistados que indicaron no saber o que decidieron abstenerse
de contestar (13%); en el segundo, el tipo de tolerancia predominante entre
los estudiantes universitarios, es la tolerancia activa o plena, puesto que una
proporción importante (42%) mostró su acuerdo con la idea de que los demás
puedan tener sus ideas propias y que además pueden intentar convencer al resto;
el tercero, la proporción de estudiantes cuyo tipo de tolerancia era privada o
limitada registró el 33%, si bien reconocen a los demás el derecho a tener ideas
distintas, consideran que dichas ideas deben mantenerse en foro interno y no
ser empleadas para intentar convencer a los demás. Finalmente, una mínima
proporción (12%) que se manifestó en favor de la idea de que las personas
deben obedecer la voluntad de la mayoría, dejando de lado sus propias ideas, es
decir, en un sentido completamente intolerante.
En lo que respecta a la distribución por sexos, llama la atención el hecho de
que son las mujeres quienes al parecer se muestran mucho más tolerantes, tanto
en un sentido activo (38%), como en un sentido limitado (41%), y consecuen-
temente menos intolerantes (9%) que los hombres (14%).
Por otra parte, visto a nivel de áreas, el CBAP presenta las más altas pro-
porciones respecto a estudiantes intolerantes (19%), así como en el caso de
aquellos que se ubican como tolerantes limitados (50%); por su parte el CBI
muestra niveles más altos de tolerancia activa o plena (48%), a la par de CS
(48%).
En conjunto, los datos muestran un panorama alentador, dado que se ob-
serva una tendencia marcada hacia el desarrollo de una actitud tolerante activa,
coincidente con los resultados registrados en la preferencia del sistema de par-
tidos, tendiente hacia el reconocimiento de la diversidad y la pluralidad política.
Ahora bien, la tolerancia se expresa no únicamente a nivel de percepción y
orientación subjetiva, existe también una dimensión de ésta que se manifiesta
a nivel social y que implica el reconocimiento de la diferencia; así como el de
la igualdad de derechos, cuando menos jurídicos, a personas, grupos y sectores
diversos. Cuando la tolerancia se analiza en referencia a sectores o grupos que
tradicionalmente han sido confinados a la subordinación y discriminación, a
razón de su propia condición, es posible que se esté dando un avance también.
Al respecto, es posible observar cómo, en relación a sectores sociales que en
nuestro país tradicionalmente habían sido marginados y discriminados (mujeres
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Las evaluaciones
En el caso de las evaluaciones, habrá que señalarse que estas se presentan como
juicios que los actores estructuran respecto del sistema político, sus componen-
tes y su propio papel, en tanto ciudadano, dentro de éste.
Al respecto, se observó que a nivel de las evaluaciones que los actores ejer-
cen respecto de su propio papel dentro de la política, de la política en sí y de sus
principales componentes (sistema político, el régimen, la nación, el gobierno,
las instituciones políticas y la propia comunidad política), para una proporción
importante de estudiantes universitarios (45.4%), el voto se constituye en la
única vía que tiene el ciudadano de evaluar el desempeño gubernamental. Por
otra parte, los juicios que se esbozan respecto de componentes, actores, pro-
cesos y roles del sistema político, no son del todo positivos: la mayoría de los
encuestados (71%), dijo no creer que los funcionarios públicos se preocupen
por los ciudadanos comunes; para poco menos de la mitad de los encuestados
(45%), la política y el gobierno, son tan complejos que un ciudadano común
puede llegar a no entenderlos; mientras que el 39% de los encuestados, mani-
festó que personas como ellos tienen pocas o nulas posibilidades de influir en
las decisiones y actos gubernamentales.
En la distribución de los datos por sexos no se encontraron diferencias
significativas. En lo que respecta a las áreas, se encontró que los estudiantes del
área de CSyH registraron las proporciones de acuerdo más bajas, respecto de
los cuestionamientos efectuados, en todos los casos, cinco puntos porcentuales
por encima del promedio en la universidad.
Los datos anteriores reflejan tres cosas: primera, a nivel de la denominada
“auto eficacia”,2 ésta se encuentra en proceso de construcción, pues la propor-
ción de estudiantes que consideran a la política y al gobierno tan complejos
como para que una persona común pueda entenderla es “relativamente” baja;
de igual manera sucede con aquellos que creen estar incapacitados para poder
influir en las acciones de gobierno. Segunda cuestión relevante, la evaluación
que se hace de los funcionarios gubernamentales resulta ser la más severa. Cerca
de tres cuartas partes de la población encuestada no cree que estos se preocupen
por el ciudadano común; tercera cuestión, la política en tanto actividad que
permite la incidencia en los asuntos públicos, parece que la percepción viene
cambiando y ya no se reduce a un asunto de carácter puramente electoral.
Las implicaciones de estos datos en el comportamiento político no son
menores, permiten entender que el rechazo, el hartazgo y falta de legitimidad
que la política parece tener entre los estudiantes, tiene su origen en opiniones
negativas respecto de los operadores de la política a nivel gubernamental, los
2
Concepto de raíz psicológica que alude a la creencia que un sujeto tiene de sus habilidades
para afrontar de diversas formas las situaciones y retos que se le presentan y lograr, a partir de
ello, el cumplimiento de sus metas y la consecución de sus fines
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La participación política
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Algunos de los principales hallazgos del estudio, a nivel de las reglas, fueron:
a. No se puede hablar de un consenso democrático entre los estudiantes
encuestados; para la mayoría de ellos, la democracia no está contempla-
da como la forma de organización sociopolítica más adecuada para el
ordenamiento y regulación de la vida en sociedad.
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Conclusiones
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Capítulo 4. Aproximación a la cultura
política de los docentes de la Universidad
Autónoma de Nayarit
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José Luis Pacheco Reyes
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Introducción
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Aproximación a la cultura política de los docentes de la Universidad Autónoma de Nayarit
La encuesta fue respondida por el total de profesores, de los cuales el 47% son
mujeres. Poco más del 70%, tienen edades entre los 31 y 50 años; 18% tiene
entre 51 y 60 años y un 5 % tiene más de 60 años.
En relación al ingreso, 34% de los profesores declara obtener un ingreso
mensual que fluctúa entre los 7 500 y los 12 mil pesos, 22% entre 12 001 y 17
mil pesos; 18% entre 17 001 y 22 mil pesos, alrededor de un 12% dice obtener
ingresos entre los 22 001 mil y 50 mil pesos y, en contraste, con ingresos de
entre 2 600 y 7 500 pesos, se encuentra alrededor de un 10% de profesores.
La mayoría de los profesores, 86%, desarrolla sus labores en el campus de
la Ciudad de la Cultura, en Xalisco un 8% y el resto en Compostela. En cuanto
a su área de adscripción, un 30% se desempeña en la de Económico Adminis-
trativas (CEA), 25% en la de Salud (CS), 20% en Ciencias Sociales y Huma-
nidades (CSH) y 17 % en la de Biológico Agropecuarias y Pesqueras (CBAP);
casi 8% en la de Ciencias Básicas e Ingenierías (CBI).
Por su nivel de escolaridad, destaca que casi el 55% tiene el grado de Maes-
tro, un 24% de Doctor y 17% solo ha cursado una licenciatura. Destaca el área
de CBAP, como la que concentra el mayor número de profesores con el grado
de Doctor, mientras que el porcentaje mayor de profesores con Maestría se
ubica en la de económico administrativas. En CBI, por su parte, se encuentra el
porcentaje mayor de los que solo han cursado una licenciatura -32%, mientras
que en CBAP, solo es de 12%.
Como profesores de base, labora un 78% y el resto son profesores de contrato.
Son 226 PTC -68%-, 15% son profesores de medio tiempo y los profesores de
hora/semana/mes, alcanzan un total de 17%. De nueva cuenta, el área de biológico
agropecuarias, es la que cuenta con el porcentaje más alto de profesores de tiempo
completo, que alcanza un 84%, mientras que en el resto de las áreas el promedio
ronda el 65%. Ciencias de la Salud, por su parte, tiene el porcentaje más alto de
profesores que trabajan por horas, mismo que alcanza casi el 24%.
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Valores políticos
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Los datos evidenciaron que para el 50% de los profesores, las personas que
piensan diferente deben ser respetadas por la mayoría. Resalta el caso de los
profesores de ciencias sociales, cuyo porcentaje es casi de un 70; mientras que
el más bajo se da entre profesores del área de la salud, con 45%. Son también
las mujeres, quienes tienen un porcentaje mayor de aceptación a dicho plantea-
miento, según lo expresa un 63%.
El 26% de los profesores señalan que pueden tener sus ideas e intentar con-
vencer a los demás; en este caso, son los profesores de ciencias básicas quienes
alcanzan un porcentaje por arriba del promedio, 36%. El 6% considera que
deben dejar de lado sus ideas y obedecer la voluntad de la mayoría; sin embar-
go, en casos como el área de CBAP llega a 12%. Por otro lado, un 13% de
profesores del área de la salud, señala que pueden tener sus ideas, pero que no
intenten convencer a los demás.
Al cuestionar a los docentes respecto de si las mujeres deben ser confinadas
al desempeño del rol doméstico, de ama de casa, en su mayoría expresaron
desacuerdo, siendo el caso de los profesores del área de CEA, donde el rechazo
es total.
Cuando se preguntó, si en el caso de los homosexuales, deben ser tratados
y aceptados sin ningún rasgo de discriminación, 94% indico estar a favor. En el
área de CEA llega a 99%, y la proporción más baja lo registra el área de CBI.
Datos relevantes resultaron al preguntar a los profesores si aceptarían ren-
tar un cuarto de su casa a personas con características específicas, esto es, por
ejemplo, a un homosexual, un anciano, alguien con discapacidad física. En
la mayoría de los casos, el porcentaje de respuesta positiva se ubica por arriba
del 70%. Resultan importantes los resultados, porque evidencian el posicio-
namiento frente a la tolerancia en un sentido activo, es decir no como idea en
abstracto, sino en sentido de un acto personal.
Los porcentajes más altos de respuesta positiva, de 92%, son expresados por
profesores de ciencias básicas, en relación a ancianos, personas con discapacidad
y para el caso de una persona de una clase social distinta, –que en el área de
CEA llega a 90%-. Para el caso de una madre soltera, el porcentaje de respuesta
positiva alcanza un 88%, también en CBI; mientras que en CSH, para el caso
de un indígena, la respuesta afirmativa llega a 88%.
Destaca el hecho de que el posicionamiento mostrado varía notablemente
cuando se trata de personas con problemas de adicción; el promedio se ubica
apenas arriba del 14%; el más bajo –de apenas 9%- corresponde a CBAP,
mientras que en CBI, el porcentaje de aceptación supera sustancialmente al
promedio, y llega a 28. Cierto rechazo se muestra, también, a personas con sida
o con tatuajes en su cuerpo.
Situación similar se encuentra, cuando se cuestiona qué acciones permitiría
que un hijo, de entre 15 y 18 años, realice. Destaca, de nueva cuenta, el temor
al consumo de drogas, sobre todo en el caso de las mujeres. Solo un 29% de los
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Aproximación a la cultura política de los docentes de la Universidad Autónoma de Nayarit
profesores aceptaría que su hijo probara alguna droga, que disminuye a 16%
en opinión de las mujeres. Para el caso de las áreas, se encuentra una mayor
permisividad en la de CEA, donde el porcentaje de respuesta positiva es de 34 y
de 32% en CBI, mientras que los más bajos son los correspondientes a ciencias
de la salud y la de CBAP.
Fumar es otra acción que tampoco parece muy agradable; el promedio de
aceptación o respuesta positiva es de 38% y disminuye a 32 en las respuestas
de las mujeres. Llega hasta 47% en el caso del área de CEA y a 38 para la de
CBAP; en CBI, por su parte, la respuesta positiva solo alcanza un 28%.
Colocar aretes en partes de su cuerpo, no es bien visto por los padres; a solo
un 48% les parece una opción aceptable. Pero este porcentaje disminuye a 44
para el caso de las mujeres. En el caso de las áreas, los profesores de CBAP son
los menos permisivos a permitir tal acción, ya que su porcentaje de respuesta
afirmativa es de 39, mientras que en la CEA alcanza la cantidad de 55%.
Como padres, los profesores universitarios pueden tolerar que sus hijos
tengan creencias religiosas o políticas distintas a las suyas, que decida sobre su
vida en pareja, incluso acepta la homosexualidad, pero rechazan todo aquello
relacionado con el mundo de las drogas.
En términos de los niveles de tolerancia que los profesores universitarios
parecen tener, alrededor del 90% menciona que no es válido discriminar; no
debe hacerse ni por motivos de creencias religiosas, políticas o por preferencia
sexual. Sin embargo, llama la atención el porcentaje de quienes dicen no saber,
en promedio de 5%, pero que alcanza el 8, para el caso de ciencias básicas.
La segunda actitud fundamental, cuando hablamos de regímenes democrá-
ticos, es la confianza, tanto en términos interpersonales como institucionales,
sobre todo porque es a partir de esta, que se hace posible desarrollar coopera-
ción, redes y capital social.
En dicho sentido, se planteó a los profesores, que en una escala de califi-
cación de 0 a 10 –donde 0 es nada y 10 es mucho-, señalaran la confianza que
tienen en un listado de instituciones y grupos.
Los medios de comunicación son medianamente confiables; con califica-
ciones de entre 5 y 7. El promedio más alto –de 6- es para la radio y las redes
sociales. La primera, llega a un 7.3 en el área de CEA, que es, además, la más
alta de todo el grupo. Las redes sociales, por su parte, alcanzan su más alta ca-
lificación, de 7.5, en el área de CBAP, seguida de la emitida por los profesores
de ciencias económico administrativas. Por otro lado, la calificación más baja
es la emitida con respecto a la TV, por parte de los profesores de CBI y que
apenas rebasa el 3.
Otro grupo a calificar, incluye a médicos, maestros y empresarios. Por mu-
cho, son los representantes de una de las llamadas profesiones liberales –médicos-
los mejor calificados; el promedio es de 9.2, y llega casi a 10 en el caso de los
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Aproximación a la cultura política de los docentes de la Universidad Autónoma de Nayarit
lidad durante los procesos electorales. La más alta calificación la obtiene con
los profesores de CBAP, de poco más de 7, y la más baja de apenas 4, con los
profesores de CBI.
Con los mismos profesores de CBAP, la CNDH tiene un 10 de calificación,
mientras que la más baja es la dada por los de CSH, de apenas 5 puntos. Los
profesores de CBI, por su parte, califican con el máximo de 10, tanto a los jue-
ces como a la Suprema Corte de Justicia. Y son los de CSH quienes dan a estas
dos instituciones, la más baja calificación, de poco más de 5 puntos.
¿Qué sucede con los representantes populares? Al igual que en los casos
anteriores, la calificación promedio es de 5, de poco más de 6 la emitida por los
hombres y de 4 en las mujeres.
Por áreas de conocimiento, es en la de CBI donde la calificación, en todos
los casos, promedia en 9. Los diputados tienen -precisamente en ésta última
área- un 9.2 de calificación, mientras que en el área de salud se ubica 6 puntos
abajo. Con décimas de diferencia, se expresa la situación de los senadores.
Los datos correspondientes a presidentes municipales, gobernadores y el
presidente de la república, muestran una tendencia similar a lo señalado antes
–en promedio de 5, y los niveles de confianza más altos, son los manifestados
por los profesores de CBI de 9 puntos-, lo que habla de la poca confianza de la
población hacía quienes la representan y gobiernan.
Los graves problemas de inseguridad que se viven, tanto en Nayarit como
a nivel nacional, han contribuido a mermar la confianza de la población en las
fuerzas de seguridad; pero en el caso que nos ocupa, esto sucede con respecto
a las que se perciben como más cercanas -policía y la llamada guardia civil-.
A la policía, las mujeres son quienes le otorgan la calificación más baja, de
apenas 4, y en el caso de las áreas, en ciencias de la salud apenas si llega a 3, pero
en CBI alcanza un 9; mientras que en CEA y CBAP es casi de 7. El caso de la
guardia civil, reporta el mismo comportamiento.
Tanto el ejército como la marina, reciben alta calificación de parte de los
profesores universitarios. El primero es mejor calificado por los hombres –con
9.53-, que llega a 9.93 con los profesores del área de CEA y 9.75 con los de
CBAP; mientras que la más baja, de 5.6, es la que otorgan los profesores de
ciencias sociales. La marina por su parte, es totalmente confiable para los profe-
sores del área de CEA, pues le otorgan el 10, y los profesores de ciencias básicas
la califican con 9.
Una de las instituciones que goza de poca confianza, de todas las señaladas a
los profesores, son los partidos políticos, cuya calificación promedio se encuen-
tra por abajo del 5. En el caso de las mujeres la calificación que les otorgan es de
apenas 3.5 y en el área de ciencias de la salud la calificación es de 2.4, mientras
que en ciencias sociales es de 2.6. En el extremo opuesto, los profesores de
ciencias básicas los califican con poco más de un 9. Pero, debe recordarse, que
párrafos arriba se hace evidente la necesidad de mantener al grupo de partidos
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67, mientras que en sociales y humanidades solo alcanza un 35%. Son estos
profesores –de CSH- los que confían en el sector público como el proveedor de
bienes y servicios, según lo manifiesta un 27% de los mismos; mientras que en
CBI solo un 4% confía en el sector público, y un 7% en CBAP.
Sorprende un 28% de profesores que no confía en ninguno de los dos, y
que en el área de ciencias biológico-agropecuarias se eleva hasta 43%, y en
ciencias de la salud y ciencias básicas, alcanza un 32.
En esas condiciones, ¿en manos de quien dejaría el futuro del municipio,
estado y país? El conocimiento y aplicación de las leyes predomina; los profe-
sores señalan, un 78%, que en manos de quien conozca, respete y aplique las
leyes. Cantidad que se eleva hasta 87% cuando se trata de los profesores de
ciencias de la salud; 82 para el caso de CBAP, para luego disminuir hasta 52%,
con los profesores de CBI.
Son los profesores de ciencias sociales quienes privilegian el conocimiento
y respeto de las tradiciones, pues así lo señalo un 15% de éstos; porcentaje de
apenas un dos, en el caso de los profesores del área de la salud. Otra de las
respuestas refiere a alguien que consulte y convenza, aunque sin resultados; ésta
fue mencionada por un 12% de profesores de ciencias sociales y un 8% de los
de CBI.
Como parte final del apartado concerniente al indicador de confianza, se
preguntó a los profesores que tanto acuerdo tenían con un listado de enuncia-
dos. Resalta, de nueva cuenta, la desconfianza hacia el gobierno y la utilidad del
voto, como elemento que defina las acciones de los gobernantes. La opinión
sobre los funcionarios públicos es muy negativa, ya que más del 90% de los
profesores menciona que solo aprovechan su puesto; 98 % de profesores del
área de CBAP y 93 del área de la salud. Y, además, que no les preocupa conocer
las opiniones del grueso de la población. De los políticos, la opinión es similar;
señalan que solo les preocupa obtener beneficios para ellos mismos.
De la misma manera, se refrenda la desconfianza en su propio entorno, ha-
cia las personas. De entrada, un 73% menciona que, si uno mismo no se cuida,
la gente se aprovecha; se eleva a 78% en opinión de los profesores del área de
CEA y disminuye a 65 en el caso de los de ciencias sociales. Junto a esto, se
cree que las personas son poco solidarias, que solo se preocupan por sí mismas.
Por otro lado, en porcentajes que van del 86 al 95%, se considera que son los
ciudadanos los que permiten que haya corrupción.
Las ideologías
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importar las fronteras territoriales, un 38% de los profesores señalo que deben
reforzarse los nacionalismos, mientras que un 40% menciona que se debe cues-
tionar el nacionalismo en aras del humanismo.
Más allá de los datos anteriores, preocupante es un 20% de profesores que
mencionan no saber o bien que es una cuestión irrelevante. El porcentaje más
alto de profesores que señala no saber, 18, se ubica en el área de ciencias bio-
lógicas y agropecuarias. Mientras que en el área de sociales se encuentra el
porcentaje más alto, 57%, de quienes mencionan que se debe cuestionar los
nacionalismos.
Existe, sin embargo, conciencia de que la condición de universitario debe
marcar alguna diferencia en el compromiso cívico y el ejercicio de la ciudadanía.
Esto, según lo expresado por un 72% de los profesores; porcentaje que se eleva
a 81 en el caso de los profesores de ciencias sociales y que disminuye a 56 para
el caso de ciencias básicas.
Un 20%, por otro lado, señala que solo en parte. Aquí, el porcentaje más
alto corresponde a los profesores de ciencias básicas, 40%, y el más bajo a cien-
cias sociales, de 12%. En promedio, un 5 por ciento, dice que no debe marcar
ninguna diferencia.
Conclusiones
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valores normas y principios preeminentes en los sujetos, las formas en que estos
se apropian de estos y las consecuentes practicas derivadas.
Tuvimos que voltear la mirada a la dimensión subjetiva, la que se construye
en función de los actos y prácticas situadas y recurrentes, normadas y estructu-
radas, pero que se constituye en elemento a partir del cual la propia practica se
ve redimensionada.
Como se recordara, nuestro análisis se veía inspirado, por un lado, en el
reconocimiento de los valores, las actitudes e ideologías prevalecientes entre
los universitarios, pues de esta manera accedíamos al nivel objetivo de la cul-
tura política, nuestra intención era identificar si los elementos normativos y
constrictivos del comportamiento político, coincidían con aquellos derivados
del diseño institucional del régimen político en ciernes en nuestro país –de-
mocracia-, o si bien se correspondían con aquellos del régimen político pre-
cedente –autoritarismo-, si es que las transformaciones experimentadas a nivel
del régimen y sistema político encontraban eco en las reglas que orientaban las
actitudes y prácticas de los universitarios y el sentido en que esto se presentaba.
Al respecto, lo que observamos fue que los valores normas y principios
prevalecientes entre la mayoría de los universitarios, no son aquellos vinculados
al régimen democrático, sino aquellos imperantes en el régimen autoritario,
y esto resulta así no porque se dé una ausencia de dichos valores en el medio
ambiente, pues habrá que recordarse que son parte constitutiva de este cuando
menos desde principios de siglo, sino porque hasta el momento no se ha logra-
do alcanzar un consenso determinante en torno de la democracia, sus supuestos,
sus razones y sus prácticas.
En otros términos, no se trata de una ausencia de valores democráticos ni
tampoco de la falta de estructuras, procesos o mecanismos institucionales de
transmisión de los mismos, se trata del aún inexistente consenso respecto de la
importancia y preeminencia de dichos valores, como ordenadores y articulado-
res de la vida política en la sociedad.
Porque, aun no se logra una aceptación generalizada e incuestionable res-
pecto del régimen democrático, como mejor forma de ordenar y regular la vida
en sociedad, en el que se reconozca y acepte la diversidad y pluralidad, en la
que el conflicto derivado de la competencia no se considere riesgo alguno para
la estabilidad y el orden social puesto que las diferencias se resuelven mediante
el derecho, la negociación y el consenso y en el que el papel del poder de la
autoridad se sujete a la ley de la razón y la justicia.
Porque aún se observa la marcada posibilidad de que los universitarios op-
ten por la afirmación de principios intolerantes, autoritarios y hasta injustos,
para que en función de ellos se logre garantizar el orden, el desarrollo y la paz.
En referencia a las actitudes predominantes, esto es los posicionamientos
frente al ejercicio y práctica de la política, se hallan caracterizados por: una
tolerancia conveniente y limitada, que se contenta con aparecer en escenarios
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consustancial del régimen democrático y un ente activo del sistema político, sea
bien porque se asume ignorante de la política o porque se considera incompe-
tente e irrelevante en su ejercicio; En segundo lugar, porque a nivel de las prac-
ticas concretadas el primer elemento notable es el pobre interés que la política
despierta entre los universitarios, quienes realizan el menor esfuerzo por acceder
a información de ella, lo que se traduce en un pobre ejercicio participativo,
tanto a nivel convencional como no convencional, que se caracteriza por hallarse
vinculado al desempeño de una actitud conservadora, limitada y reservada, cu-
yas prácticas políticas terminan por ser parciales y poco comprometidas.
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