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ESTANCIAS La palabra y el fantasma en la cultura occidental Giorgio Agamben PRE-TEXTOS una novela es posible, en el limite, aceptar que la his- toria que en ella debia contase a cabo no se cuente; pe- ro de una obsa erica se suelen esperar en cambio resultados 09, por Jo menos, esis que demosirary, como suele deciss, i- potesis de trabajo. Y sin embargo, cuando Ia palabra hace su apariién en el vocabulasio de f Mlosoia occidental, exica sig- fica mis bien indagacién sobre los limites de la conciencia, es ecir sobre aquello que precisamente no es posible mi 2sentar lair. Si, en cuanto que traza los confines, la extica abee a la mirada pais de la verdad, como sna isla que a naturales teciera en confines inmutables, dee quedar expuesa sin em- brgo a Is fascinacion del -ootano vasto y tempestuoso- que rae dincesantemente al navegante hacia aventuras que él no sabe rechazar y que, no obstante, munca puede llevar a térmi- rho En el grupo de jena, que intent6 aboli en el proyecto de luna -poesia universal progresiva: la distincion entre poesia ¥ dliscplinas cic flologieas, una obra que mereciese calficar se de eritica no podia ser sino una obra que incluyese en si misma la propia negacion y cuyo contenido evencial fuese ast Justamente fo que en ella no se encontrabs. La ensayistica eu- ropea de este siglo no es rica en obras de este gener: 81 que- remos ser rigurosor, junto a una obra que, en cuanto ausente, seri siempre -mas que complet», como es la de cout qui si. lence, Félix Féngon, acaso un solo libro merezca, en este se tido, el nombre de exitco: el Ursprung des deuscben Trauers- ie, de Walter Benjani, Es indiio sin duda de la decadencia de esta tadicion de ppensamiento el que sean hoy tan numerosos, entre los que $e autorizan més 0 menos coascientemente en ella, los que re vinglican el carétercreativo- dela crica, precisithente Coando late ha renunciado desde hace un buen rato a toda preten- sign de cretividad, ila formula que en la antiguedad se en- cuentra aplicada por primera vez a un poeta y idlogo alejan- sino, Filta Gomis Gus wai xpreég “poeta a la ver que rico), puede valer de nuevo hoy como definicion cjemplar del artista modemo, sla erica se identifica hoy verdaders- mente con la obra de arte, no es por ser ella misma -creativar, sino, eu todo exso, por set umblen ella negatividad, NO es ca 5! otra cosa que ef proceso de su ironics autonegacion: una snada autoanonadante, precisamente, 0 sun dios que se auto- deseraye., seqtn la proféica aunque malévola definicion de Hegel. La objecion de Hegel al sefor Friedtich von Schlegeb, a Solger, a Novalis y 2 los otros teércos de la conta, segaa la cual 60s se habrian quedado en Ia vnfinita negatividad abso- Iutaey habrian acabado por hacer del menos aristco el ver- dadero principio de arte, despachando lo inexpresado por la cosa mejor, deja escapar lo esencial, o sea que la negatividad de Ia ironis no es Ia provisional de ia dialétia, que fa varia mgica de la aupbebung esta ya siempre en el acto de trans- formar en algo positiv, sino una negatividad absolutay sin 0 rescate, Ja cual sin embargo no renuncia por ello al conoc- tmiento. Y que de la ironia romantica, precisamente con los Schlegel, haya podido brotar una actitud auténticamente flo Jogica y cientifica (que, entre otras cosss, cio un impulso esen: Gala Ia lingoistica europea, es algo que queda todavia por Intertogar en la perspectiva de una fundacion critica de las <éencias humazias, Dado que, sien las cencias del hombre su jeto objeto necesariamente se idenifican, entonces a idea de tna clencia sin objeto no es una paradoja juguetona, sino tal ver la tarea mds seia que en nuestro tempo queda confiad al pensamiento, Lo que el perpetuo afilar los cuchillos de una metodologia que ya no tiene nada que conar intenta hoy dis ‘tular cada vez con mas frecuencia, 0 sea la conciencia de que el objeto que debia apresarse ha eludido finalmente el conoc- imlenta, es reivindicado en cambio por la exitica como su cx ricer especifico propio. Ia iluminacién profana, a la que ella dirge sa intencién mas profunds, no posee su objeto. Como toda auténtica qudte, la quéte de la ctica no consiste en een: contrat Sb propio objeto, sino en asegurarse de las condicio- nes de su inaccestbilidad Los poets del siglo XIN lamaban -stanciay, es decir mo- sada capaz y ecepticulo, al nicleo esencal desu poesta, por (que ésecustodiaba, junto a todos los elementos formales dela ‘ancin, aque jo diamor en que ellos confiaban como tinico ‘objeto de la poesia, Pero gqué es tal objeto? :Para qué goz0 tlispone la poesia su -estanclay como segazos de todo el ate? ‘Sobre qué se recoge tan tenazmente su trobar? EL acceso a lo que forma problema en estas preguntas est vedado por el olvido de una escsion que se produjo desde el onigen en nuestra cultura y que suele aceptatse como la cost mis natural y que cae, por asi deel, por su propio peso, cua ‘does en realidad Ia Unica cosa que merecera verdaderamente ” imterrogarse. Bs fa escisin entre poesia y flosofa, entre palabra ppodtica y palabra pensante, y pertenece tan originalmente a nuestra traicién cultural, que ya Platon podia en sus tempos sdecarariasuna vieja enemistach, Segin una concepeién que o> ‘4 contenida s6lo implicitamente en la eitice platonica dela poesia, pero que ha adquirdo en la edad moderna un carscter hegeménico, la escisi6n de la palabra se interpreta en el sent do de que la poesia posee su objeto sin conocetloy a losoia lo conoce sin poseerio. La palabra occidental ess dividida asi enire una palabra inconsciente y como caida del cielo, que go- ‘21 del objeto del conocimiento representéndolo en la forma Della, yuna palabea que tiene paras toda la seriedad y toda la ‘onciencia, pero que no goza de su objeto porque no sabe re presenti, Delo que da testimonio Ia escisén entre poesia y ilosofia fs de I imposiblidad de la cultura occidental de poscer ple rnamente el objeto del conocimiento (puesto que el problema el conocimiento es un problema de posesién y un problema de goce, es decir de lenguaje). En nuesta cultura, el conoct- miento (segin una antinomia que Aby Warburg hubo de diag nosticar como la vesquizotteniae del hombre occidental) es cscindido en un polo esttico-inspirado y en un polo racional- consciente, sin que ninguno de los dos logre nunca reduct in- fegramente al oo. Ea cuanto que aceptan pasivamente esta «scis6n, a losofia ha omitido elaborar un lenguale propi ‘como sipudiese existr une ia regia hacia a venlad que pres. cinda del problema de su sepresentacion, y a poesta no se ha dacio a si misma ni un método ni una conciencia de s. La que ‘de ese modo queda suprimido es que toda auténticaintencién ppottica se vuelve hacia el conocimiento, asi como todo verda- ero filosofar est siempre vuelto hacia la alegra, El nombre de Holden (es decir de un poeta para quien la poesia cons- ‘ituia ante todo un problema y que habla expresado la espe- ranza de que ésta se clevara al grado de la urge de los ant fu05, de tal modo que su procedimiento pudiera calcularse y tensedarse)y el dflogo que coa su decir menfuvo un pense dor que no designa ya su propia meditacién con el téraino de “Alosofie, son Hamados aqui 2 dar testimonio de la urgencia para nuestra cultura, de eencontrar la Unidad de Ia propia pa labra despedazada 1a eftea nace en el momento en que le escisim aleanza su punto extremo, Se sitta en a escotadura de la palabra ocei- ental y hace seias mas act o mas alla de ella hacia un estat ‘ouniario del decir. Exeriormente, esta situacion de la erica puede expresarse en la formula segén la cual ésta no repre- {enta ni conoce, sino que conoce la representacién. Ala apr: Piacion sin conciencis y ala conciencia sn goce, la tea opo- ne el goce de lo que no puede ser poseido la posesin de lo que no puede gozarse. De este modo interpreta el precepco de Gargantia: science sins conscience nlest que ruine de Time To que esté recluido en la -estancias de la crica es nada, pero cst nada custodia Ia inapropiablidad como su bien mis pre- a las paginas que siguen, el modelo del conocimiento se busca pues en aquelas operaciones, como la desesperacién del relancélico 0 la Verieygnung del fetichista, en las que el de- seo niegs ¥ a la ver afirma su objeto y, de este modo, logra entra en relaion con algo que de otro modo no hubiera pod- ‘do ser ni apropiado ni gozado. Este es el modelo que ha ofre- «ido un campo tanto aun examen de la transigoracion de los objetos humanos operada por la mezcanca como al tentativa de volver a encontias, a través del andlsis de la forma emble- ritica y del avg de la Esfinge. Y es en esa perspectiva en la ‘que adquiere su Sentido propio la reconstruccién, que ocupa lugar central en la investigacion, de la teora del fantasma 8 subtendida en el proyecto poético que la lirica trovadoresca- siilnovesca ha dejado en herencia a la cultura europea y en la cual, através del tupido entrebescamen textual de fantasma, de- seo y palabra, Ia poesia construia su propia autoridad conwir- tiéndlse ella misma en la -estancia oftecida a la giofa che mai rnon fina de la experiencia amorosa Cada uno de los ensayos recogidos aqui dibua pues, en su cioulo hermenéutico, una topologia del gaudium, de la 3 ‘ancia através de la cual el espirtu humano respond a a im- posible tarea de apropiarse de lo que debe, en cada cas0, per ‘manecer inapropiable. El sendero de danza del laberinto, que ‘conduce al coraz6a de lo que mantiene a distancia, es el mo- delo del espacio simbolico de la cultura humana y de su 8365, Bacvininja una meta para la que s6lo es adecuado el dévour Fl discurso que, en esta perspectiva, sabe de hecho que -asir firmemente Io que esti muero es lo que exige la fuerza mis ‘grande: y que no quiera arrogarse el poder magico que trans forma lo negativo en sen, debe necesariamente garantizar [a inapropiabilidad de su objeto. Puesto que no se comporta res: pecio a él ni como e! amo que simplemente lo nega en el ac- {0 del goce ni como el esclavo que lo elzbora y transforma en Ia difericién del propio deseo: la suya es Is operacién soberana de una fin'amors que justamente goza y difiere, niega y afir- ‘ma, asume y rechaza, ¥ cuya ‘nica realidad es la irealidad de lund palabra qu'amasta aura /e chatala la lebre ab lo bou / e nada contra subernas Es en esta perspectiva en la que se puede hablar de una stopologia de lo ireal. Tal vez el topes, esa cosa, segtin Arist- teles, tan dfill de asi, pero cuyo poder es maraviloso y an terior a cualquier otro» que Platén, en el Timeo, concibe de pplano como un -tercer género: del ser, no es necesariamente algo onagesne nuncaptur Gowns: Case, De ons conabiram 1%, Gap Len Pirotge lating). Aedloarete Gianoli (Seal Para (aby gs RIL, em Pata rome, 29) cane pit languentes mea | “ius aceda vero monachoy cca mescea Noes pues asvaldad gee ‘gbndo de Bruegel que rpresema la acid, ena pre aa, aa quer | {he apuresca un enorme canernte sb ol un luge de neon ns | Imano ines cre meriems Soe el demonio meridian vease To que | ‘Serbs Leopanil en su naa sobre lor arom populve de or ants ‘Sp. VI La seferenci a lao nanagisimo. en Caso et pars er pec fob, en ev. 6 y is vor eben corespoadienes es Kesh, Sean Robe, ‘etonio meting de los astores crisanoe noe ino ura rencrnacon raps, unt dele gis de ort del eeqato rpecal de Hecate, gue Spamece preiumente se medlodla (Rohde, Pye), reba et ees 190-1994 ad atana Bat, 1970, 5p I. Py mir, y sn embargo no bala ala cll, sino que vuelve a Sentarse donde estaba, embotado y como amedrettado Si lee se interumpe ingulto J, un minuto después, se delza en el suet: se fota In cara con las manos, distende los fdedos y, quitando los ojos de! libro, los ja en la pared ‘jueive # ponetios sobre el ibro, avanzaalgonos renglones, Frfullando e inal de eada palabra que lee: y mens an to se Lena la cabees con etleulos oetosos, events el nme ‘de as paginas ylosflios de los cuadernos;y le esa Odinsar la letras las hermoses miniaturas que Gene de lante de los ojos, hasta que, faalmente, vueleseesae et bro lo uliza Como cojin para su cabeza, eayendo en un Sueno breve oo profundo, del cual lo despiera un seando ‘de prvacion y de heme que debe secs. -Apenas est demonlo empieza a obsesonar la mente de l- goa desventuade, le lnsinga ea su interior un horor del Togar en que se encuentra, un fast de a propia celda y un asco delos hesmanos que viven con &, que le paecen. sora nepligeaesy grocers. Le hace volvesse inert ta fctvidad que se desatolle entre Ins paredes de cel, Te mpide quedar en ella en paz y sender 3 5a letra; ¥ Ie aq quel deatichadn empesa a lamentarse de 20 ‘ac ningun goce de la vida conventual,y suspiray gle ‘que su espinte no produelia frat alguno mientas sigs onde se encuentra; quajumbrosumente se proclama inepto para hacer frente a cualquier tares del espinit ¥ se alge Se pasirsea vaco.cinmavil sempre en el miso punto, €l que hubiers podido ser ul a los demas y gurls, y en ‘zmnbio no ha coneido nada nha sido de provecho a ser Slguno. Se hunde en elogos deshiltanados Ge monaserios uentesyleanos evora los lugares donde pods set si- ‘0 feliz; describe cenabios dulees de hermanos yfla- [antes de converaclones espitvles y, por el contari, todo lo que dene al sleance de In mano fe parece A9per0 "aif, S35 hermanos privados de toda cualiad y hasta > Swen Ns, Dect spas malta cap. QV. 2% comida le parece no podésela procurar al sin una gran fuga. l fal se convence de que no podré estar Bien ‘mies no haya abundonado su elda y de que, ss que ara en ells, encontrara alt la muerte, Despues, hacia a bora quins 0 sext, le invade una languider del everpo luna rbiosa hambre de comida, como st estuviers exten do de ua large vise 0 de un duro vabajo,o hublera sy ‘nado durante dos o ues dis. Eatonces exipleza a mizar en ‘tomo aquty ala, ena y sale muchas votes de a cela Bales ojos en el sl como st pudersreurdar el ocaso, a fin, lecae en la mente una ineenssta confusion, semeanté 3 laaligine que envueive a laters, yo dea Inere como yacade" © Joususcxswe, De ists coonbioram ct, 1. K, cap La des cxipion puttin del aeisans ha perio, 2 tanos silos de dts, ‘da de s plaid y de au acd ypaece ms en haber fet fo elimodelo as ientura moderna debusendove con #0 Mal dle Ah tleahale dalber, preagonsta de aquela bisa ante doer Gel dev enismo que es Made de typi, e peesento por Gautier en te Inns que reuerdan de cor la fenomenologsa redial de sada ie ‘rcana sn al modelo patiice es desc de Io ends de fone de Der Erle (que por lo dems ao eaconte su pede p cae | ‘delos pases del get) ene rotours e Buysans Rangos semen, per obvamente de segunda rano, ene! Giolgo Ausspa del Trion alt Imo En michos aspects, bien las ancacones de Baudlae Bom (Coeur sry en ns Pure revean na singular pron con fe ‘penclogi aus, For lo dems, en In poess que re fat fours du ma Bevadhie colos bso el igo dea aida que urs como etal) ws Oo ota. Toda poesia de Badelize puede entender, en eta perspec, emo una lucha mortal ca a aii, ya yea como ura teats denver trl en algo postvo. Bs de nour que el dandy, que representa nega Ba ‘shire, cl tpo perfezo del poet, puede snsideise en cto sentido emo una reencumaion dl allo Set Yodaa qe ln exe dl Gu ‘ho conse en una religin de lo precndie oem un ae del Inia er ecg en un tener uta de sinc nom), presenta entonces como ona aradotea reevaluaclon de fa aca, cuyo significado einoloico de | (Gp es precsamence incurs, 26 Pero es en fa evocacion det cortejo infernal de las fiiae acediae donde a mentalidad alegorizante de los padres de fa Telesa ha plasmado magisialmente la alucinada constelaion pscologica de la aida. Esta genera ante todo malta, el un\- Biqu einfrenable odio-amor pore bien en cuanto tal, y nan- ‘or, el revolverse dela concienciamalvada contra aquellos que exhonaa al bien; pusillanimias el -animo pequetosy el es trpulo que se rete espantado frente a a difcultad y al em peo de la exstencia espinal, despertio, a oscuray presun- fuose certeza de estar ya condenados por anticipado y el hhunirse complacentementeen a propia ruina, como si nada, nisiquier la praia divin, pudierasalvamos; frp, el obaaso ‘ysomnoliento estpor que paraliaa cualquier gest que pudie- fa curamnos y finalmente eeagatio ments la fuga del énimo ante sf mismo y el inquieto discurie de fantasia en fantasia! > Segin Gregori, las ar de aaa so sel (mata, rancor psa nines, depen, por crea praca, gato enti, ido enuners ‘ice Cortes eect ingore met nguaedecrprt ata [ay webs crest, por, como obra San Teds eas Se pucsen ‘edie 3s enumeradas por Gregorio, en eleso, tess & somalenis ‘etacuntur ad terporem cea proce. omnia ate alia qungue.qse Dosis or ex acoua, perieat ad evagtoner mets cla tar Bo “oor a panera aovea de vao os is clone ee os ere ances vies, bichel Lei spose enconuar usa enuneacon de /tae actin cho tis considerable even eco}, pero es fl comprobat (ie pueden sabia cil todas bj as repos patina OP" incspacnd de conolr el ncesante ncurso O covgat) de los ats ese scala ee lo rages esenies de cara clon paisa Ge aida Todas as Wa ptr (Paella, 73) ‘eave al gto de los monjes 7 de los anacoetas« quienes I soled fens con el monsieo ¥ proerante dscurat del fanasi -Domie, ‘Shar cane, sod coglatione varia non permit, Qui adam, pate, {ionamin oper aio monachl sed in neglgenn constutue commas So domi et de hor a hora taniretior de coplasone in copa a ‘que se manifesta en la verbostia, la monserga vanamente pro- Lferante sobre s{ mismo, en la curfostas, la insaciable sed de ver por ver que se dispersa en posibilidades siempre nuevas, en la instabiias loot vel propostt yen la importunias ments, la petulante incapacidad de fijar en un orden y un ritmo el pro plo pensamiento, 1a psicologia moderna ha vaciado de tal manera el térmi- 1 acidia de su significado original, haciendo de ella un pecado conta la éica captalista del trabajo, que es dificil reconocer en Ja espectacular personificacién medieval del cemonio meridiano ¥ de sus fifiae la inocente mescolanza de pereza y de desgana fem. Convene precise que cpa, en el engusle medieval, se eee Sempre ls fate y= 24 cua fans, elo on ol Oca de ‘cecepen ping y aieal el Reson separa caghai epoca Glignar is acod atlecta. ‘ereos por ano la qe ea hipenoia de I mga es uno dees canvas que emparlentn said de los paces cone endrome melas ttleoy el amoreafermedad des medina hizo como tos, acl alia defnirse como un stim compas imaginatir. Qiennvira que, baal efecto dee depreionmetancoca. de ua eafemedad ode uma gs, aja condo ete Gevonden dea enti sabe que el aj incontalate Las ingenes intone es pra coacenca una de as puebas as ards sega. Flauber, que abla ufo dura toda su ven de un atr ‘lsoden dea inaginacin, ha epresenado en su obras abies Icom | ‘itn de un lp. que te debate con las totais ea fata Eee ‘brine, fama bea de todos los pies, de wna pouble pola ad posava imps ene ecueracson de lo fants fe, amo eres, ‘un atontecinieno de gan imporancia en a tora de a curs acide ‘Una elas poqusna estvas moseras de conse alge coespo lente ak ntomolopa rede] ge debe a agit sngslnr compuesto de ge ‘lida de tes qu fur Laon Dede (un ator my er 2 ser ens ‘ie, xpos de los fonmas trions (beta Protege Iara on terdaeray propia eon lip del eps man como i ‘ema detnigenas de igus congeniae,que merece deseo alee ‘a de aus cbeas ys neneontabes Le mir de iage 919) ero ee soni een ea paspecivg, do wan nts 28 {que estamos acostumbrados a asociar con la imagen del acicio- 507 Sin embargo, como sucede a menudo, el sobreentendido y 1a aiinimizaci6n de un fendmeno, lejos de significar que éste ‘nos es remoto y ajeno, son por el contrario un indicio de una proximidad tan intolerable que debe camullarse y reprimirs. Exo tan certo, que muy pocos habrin reconocido en la ev0- ‘aciGn patristice de las fie acediae las mismas categorias que utiliza Heidegger en su célebre andlisis de la banalidad cotidia- ray de a calda en la dimensin ancnima e inautentica del se, {que ha proporcionado el punto de partda (en verdad no siem” pre 2 propésito) 2 innumerables caracteriaaciones sociolbgicas {de muestra existencia en las llamadas sociedades de masas. Y sin embargo la concordancia es incluso teeminologica. nagatio ments se conviere en la fuga Y la di-versin de las posiblida- des mis aut€nticas del ser-ahi; verbasias es lawharls, que en 7 Seeocootat a inept de a acid que a rere sgn ‘ead otal en Pan ula Gonz Cred Palln, Brel, 3983. Sin dos a es pure coineldenia st prlelaente lla burg ea sed como pve prea uto co xed, que se lz ob ‘eae mar les) se caviene poco 2 goco en clemblema que los {tas openen ace eapalsa des productiady deo Ul a poesa de ‘Brute ets donsnada de cabo asabo pola idea 0 la parse come ia ‘eh bolas. Uno de os efecosfuadaeatales que Moen eataba de reat ‘nu pita ea bell into, Leora cbeeso ens obra ea ‘enaticafigurfenania (al como ba quededo fads en parla en et ee ‘ofbetoco des Ssom® ae puede entendse se presence de so concep ‘bn dea fend como epogiafa dele improve yd sine “Cane ferns ennyee fanaa, exci, a nationale, 4 dent Je Fat ps i pour ele ever on enacts tee ego ctr anfacon ce es desi. Cate foe oe premenant nonchalnect ffunefgon vegetal,» Fs de notre que, en a ran tela scones Les "hime enn que Morea queria eprenatr todos lo pecadcs ytd as ‘econes del Hombre, se pede descr una Ogura que cotesponce ss lament al represnacin tadiconal dh ac lanoli. todas panes y incest dlsimula lo que deberarevelary mane tiene as al serahi en el equivoco; Curiosias es a uriosidad, que -busea lo que es nuevo sélo para salar una vez mAs hacia lo que es mis auevo atin: e, incapaz de tomar verdaderamente cauidado de lo que se le offece, se procura, a tavés de esa posblidad de detenerse- (a tnstabltas de los paces) la cons- tunte disponbilidad de las distacciones. i 1a resurecién del sbidura psicol6gica que la Edad Me-| «la habia crsalizado en la ipologa del acidioso come pues el fesgo de ser algo més que un ejetsicio académico y, mirada de | eres a msscaa repugnant del demonio mesdianorevelars- fs que aeaso nas son mis familiares de lo que peda preverse. Siexaminamos en efecto la interpretacin que de la esencia de la aida dan los doctores de la iglesia, vemos que no se Ja pone bajo el sign de la pereza, sino bajo ede ia angustioss tate yel del Jesesperaion. Seyi Santo Toms, que en ‘Summa tbologica ha recopido las observaiones de los padres en una sites igurosay exhaust, es precsamente Una se cies rite y mds exactament la Wsteza respect de los bie- nes espietales esencales el hombre, es dec ala panicular dlignidad espistual que le a sido conferida por Dios. Lo que | allige al acidioso no es pues la conciencia de un mal, sino por | clcontraro a consideracion del mis grande de os bienes; c= dla es precisamente el veriginoso y asustado etree (rece 59 font al empetio de as estaciones del hombre ante Diog, “Acedia non x recess mentale « quocinsue spl booo, se ‘boo vaca eporet mente inhuerae ex aocesstate Somme teal, 11 235). Fala deutpion de Gulleao de Auvela se ce gue acdc tiene nfusa dl mismo Dios Deum gr rum forte orn uae Ines ati eden. (Gate Parser, Obert omg Vere, 1591, 6). Lamagen del vecamuy del ere as, contre en a crc ‘on pen dela acid sparce nbn, como vremos en escape ‘Seta de aetna, dade a meicns hao bast Fre 2 Es decir que por eso, en cuanto que tal es fa fuga horvorizada ante lo que no puede eludirse de ninguna manera, Ia acidia es ‘un mal mortal: es mas bien la enfermedad mortal por excelen- cia, cuya imagen desencajads ha fjado Kierkegaard en la des- ‘cripcién de la mis temible de sus hija: la desesperacion que esconsciente de ser desesperaci6n, consciente por o tanto de tener un yo en el cual hay algo eterno, y ahora desesperada- ‘mente no quiere ser ella misma, 0 desesperadamente quiere serella misma. El sentido de este recessus a bono divino, de esta fuga del hhombre ante la riqueza de las propias posibllidades espirguales, contiene sin embargo en si una fundamental ambigtedad, cuya individvacién se cuenta ente los mis sorprendentes resulta- dos dela ciencia psicologica medieval. Que el acidioso se re- trsiga de su fin divino no significa, de hecho, que logre olvi- alo o que cese en realidad de desearlo. Si, en términos teolégicos, lo que le falta no es la salvacién, sino la via que ‘conduce a ella, en términos psicologicos la retracci6n del act es versimlinene a ese sinoma (yo ala somnolenci aldo, ‘como patece consent Panay, ts mls csato quel auoiéad de AN titles De tne ef ia, Ta afsmaba que los eincdioe No son Santer del eto) al que se dee la seud de sstnorse I bez con lt {Enno quid, tan craters de las Agurciones cet tempersmento ‘anclico (en a repesentcioner mis agua, el melancsioo aparece + trend de ple, en el aco de comprimite Iso eguerda co an) Probablemente ea acd pudo queda despts miieypeada como idk fo de sonmolencs studio als rpresertacones de ace mate {decom converpenia puede busts na eos msde le eesoe nos ‘os del sommas merdaras, poet en elaion con el demenio meen Gesedia, 8 artes son melancblicos, ¥ algunos hasta el punto de sur de los rmozbos que vienen de la bilis negra? La respuesta que Aristte- les dio a esta pregunta sefala el punto de pastida de un proceso dlisléctico en el transcurso del cual la doctrina del genio se en- laza indisolublemente con la del humor melancdlico en la fasc- ‘cin de un complejo simbblico cuyo emblema se ha plasma ‘do ambiguamente en el angel alado de la Melancolia de Durero Aquellos en quienes la bil es abundant yf se wueiven torpesy entatos; pero ouos, en quienes es abundante y cx iene, se waelven manisticos y gayos, muy amorosos y da- dos zpasionase.. ¥ muchos, puesto que el calor dea be Tis est cerca de a sede de a inteligercia, son presa del furor ‘yelentusiasmo, como sucede con las Sibllas yas Bacaes, '¥ con todos aquellos que son inspiradce por los loss, los cuales esi hechos de tal manera no por un motbo, sino por un temperament natural. As Maraco Sincusan0 no et ‘nunea tan buen poeta como cuando estaba fuera de s.¥ aquellos en quienes el calor fuye hacia a eid, son tam biénelos melancics, peo mds sabios y menos excént- os, y destacan ence los dems hombres, quién en ls lets, ‘quén en las artes y quién ena vida pablice 5 en puta li de ta de melanie cada por ates en problema ox Gerad, elertose, Hers, Denso, Mart) eee lego de ser desasids Inga. Deops de ut primer reapropicin ene Joe poets det aor del sig XI lan ven de anc eps # fn del rant, Boge os ess, sigue Sado gurls oe caso de Mel Angel de Durer de Potormo. Una sepuds eden tne haa en Jnlngatera isbelina (#1 Dam, Tbe Btzababan malay, ansng 15D. | erplrescleaco ce} Donne Ia tercea esd dea elie se enoenn | Ghd sig 20K guia enue ls vinas Bauelae, Neral, De Quincey, ‘olde, Sindoes, Huyenans. Eo la Ues epoca melancot,con unt ‘dz place, fe represada como algo ala ve eso Yea, Esta doble polaridad de la bilis negra y su relacion con la platénica smanfa divina: fueron recogidos y desarrellados con panticula Fervor por aquella curiosa mescolanza de secta mis- tea y de cenfculo de vanguardia que, en la Florencia de Lo- enzo el Magnifico, se reuaia en tomo a Marslio Ficino. En el pensamiento de icino, que reconocfa en sf mismo un tem= pperamento melancélico y cuyo horéscopo mostraba a Satur ‘num in Aquario ascendentem, la rehabilitacion de Ia melanco- lia iba a a par de un ennoblecimiento del influjo de Saturno', {que la tradicion astolégica asociaba con el temperamento me laneélico como el més maligno de los planetas, en la intucién de una polaridad de los extremos en la que coexistian una jun- 10 ala otra la ruinosa experiencia de la opacidad y la estitica ascension a la contemplacion divina. En esta perspectiva, el n= Aujo elemental de la terry l influ astral de Saturno se uni- an para conferit al melancélico una natural propensiGn al re cogimiento interior y al conocimsiento contemplativo: 1a natualeza del humor meluncdlico sigue fa cuaidad de Ja tera, que 20 se cisperss munca como los demas ele~ menos, sno que se concenza mis esechamente en si mis tha. tal es tambien la natraleza de Mercurio Y de Saturn, ‘en virud de la cual Los espiitus,recogiéndose en el cen- “zedensbinieato de lamar del tea aston eos {nfsjos de Saturna pars la iterpretacion de Ia olanclla de Dureo fe ‘bra de. Gishlow (barr Sich locos k und dar maxiioocbe ‘humastconbros, Wien, 1903) de Waray (ecbutie Resa ‘beng Wore ond Bd Lhere Zt, en Suna der Heider “Bkademie dor Wisco v0. Xr, Heeler, 1920), caja tere ‘Gon dela imagen dura come slag dereenforaibn humanist con- ‘tad temors Sarum, que fora ia fig del demonic panera ex facensica plea del bore contemplate, ba determina legac 5 conlsones del esti cade de Panos Sx Py | I | tr, laman a fa punta det aims defo que le es eats ato que le es propio, la jan en la comtemplacion y la dispo- nena penetar ef centro de las cosas Asiel dios canibal y castrado, que la imagerie medieval re- presentaba cojo y en cl acto de blandir la guadatia segadora dela muere, se converia ahora en el signo bajo cuyo equi ‘voco domini® la mais noble especie de hombres, le de los se ligiosos contemplativos, destnada a la investigacion de los su premos misterios, encontraba su lugar junto ala chusma ¢oda burda y material: de los desdichados hijos de Saturno. No es fill precisar en qué momento la doctrina moral del demonio meridiano salié de los claustros para fundirse con cl antiguo sindrome médico de! temperamento atrabiliario. Sin dada cuando el tipo iconogrifico del acidioso y el del metsn-

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